Compás Urbano y el Banco de la República invitan a un evento en el que la historia de los ríos, en Antioquia será protagonista.
El escritor y geólogo, Ignacio Piedrahita, y la ilustradora, Sara Rodas serán los encargados de llevar a los asistentes a través de un viaje poético por los caminos del agua. En esta conversación también se hará la presentación del proyecto Al Compás de Antioquia, una iniciativa mediante la cual se busca que las personas conozcan y quieran más su territorio.
Fecha: jueves, 2 de diciembre
Hora: 6 y 30 de la tarde
Lugar: Parques del Río, Etapa 1 (al lado del restaurante Aquí Paró Lucho)
Crédito: Sainc, Sociedad de Ingenieros Constructores
Más de 2.000 casos de contagios de COVID19 de personas jóvenes en Medellín en el último mes. La secretaría de Salud alerta e invita a asistir a la vacunación a esta población.
“El aumento de contagios COVID19 en población joven es una situación que nos preocupa”, afirmó Andree Uribe, secretaria de Salud de Medellín.
Según los registros de la dependencia, los contagios de jóvenes entre los 18 y 39 años de edad en el último mes han sido 2.088 casos y 1.905 desde la fecha de inicio de los síntomas.
La secretaria Uribe consideró que la situación es preocupante porque los contagios de la población joven de la ciudad tienen afectación directa en su parientes mayores.
Además, en gran parte estas cifras explican el “aumento acelerado” de casos de COVID19 que ha vivido Antioquia también en el último mes. En relación con el departamento, la secretaría Seccional de Salud informó del incremento en los contagios de hasta un 60 % en las últimas semanas.
“Los jóvenes y la población en general no se pueden relajar. Seguimos con la aplicación de dosis del Plan Nacional de Vacunación y la invitación es a que se pongan al día con sus esquemas”, expresó Andree Uribe.
Finalmente, según la secretaria, en el momento Medellín presenta una ocupación UCI en Medellín del 90.4%, y se ha logrado identificar que cerca del 80 % de los pacientes con COVID19 en este servicio hospitalarios no están vacunados.
Todo lo que debe saber de la jornada de elección de los Consejos Municipales de Juventud, votación que se realizará el próximo domingo 5 de diciembre de 2021.
En esta jornada de votación, 12 millones de jóvenes entre los 14 y 28 años podrán elegir entre más de 41.000 candidatos a los integrantes de los Consejos Municipales de Juventud en todo el país.
Los Consejos Municipales de Juventudes fueron establecidos en la Ley 1622 de 2013 y son mecanismos de participación, concertación, vigilancia y control de la gestión pública e interlocución de los jóvenes ante la institucionalidad.
¿Quiénes pueden votar este 5 de diciembre?
Jóvenes entre los 14 y los 28 años previamente inscritos en el censo electoral.
Unos 12 millones de jóvenes entre los 14 y 28 años podrán votar en esta jornada.
Bogotá lidera el censo electoral con 1.894.741 jóvenes, seguida por el departamento de Antioquia con 1.608.944, Valle del Cauca con 1.066.082, Atlántico con 665.082 y Cundinamarca con 633.007.
¿Qué se elegirá este 5 de diciembre?
En estos comicios se elegirán a los consejeros municipales, distritales y locales, quienes serán sus representantes ante las autoridades y estarán encargados de concertar con la administración la agenda gubernamental de juventud.
En Medellín, se elegirán 17 Consejeros Municipales de Juventud, quienes serán los encargados de liderar la transformación de la política pública de juventud de la ciudad.
¿Cuáles son sus funciones?
La función principal de los Consejos Municipales de Juventudes es actuar como mecanismos de interlocución y concertación ante la administración en los temas juveniles.
También, tienen como función concertar la inclusión de las agendas de las juventudes con las respectivas autoridades políticas y administrativas.
Igualmente, ejercer veeduría y control sobre la gestión pública.
Según informó la secretaría de Salud de Medellín, las novedades en la disponibilidad de biológicos en el momento son:
No disponibles segundas dosis de moderna.
Poca disponibilidad de terceras dosis de Moderna.
No disponibles terceras dosis de Pfizer.
Tenga en cuenta que la vacunación contra el COVID19 es sin cita. Las dosis de cada laboratorio se suministran hasta agotar existencias. Y las segundas y terceras dosis aplican para personas que cumplan los tiempos establecidos entre las dosis.
Al momento, estos son los puntos habilitados y las dosis disponibles en cada uno de ellos. Deslice las imágenes.
Este martes 30 de noviembre, la gobernación de Antioquia informó que en el departamento se registraron 595nuevos casos de COVID19 y 5 muertes por el virus.
En total, desde el comienzo de la pandemia, Antioquia registra 770.045 casos. De ellos, 405.976 son mujeres y 364.069 son hombres.
En cuanto a las muertes relacionadas a complicaciones de la enfermedad, Antioquia suma 16.578 fallecimientos por coronavirus. En la última jornada se reportaron 5 fallecidos, todos ellos ocurrieron en la ciudad de Medellín.
Igualmente, el informe indica que, a la fecha, hay 4.598 casos activos en el departamento y la cifra de personas recuperadas es de 746.661.
Este último reporte detalla que de los activos, en Medellín hay 2.942 casos y los 1.656 restantes están distribuidos en municipios del Valle de Aburrá y de las demás subregiones del departamento.
Finalmente, en el momento Antioquia tiene un porcentaje de ocupación de camas UCI de 84.52 %.
Según el último reporte del Ministerio de Salud, se registraron 2.296 nuevos casos de COVID19 en Colombia en las últimas 24 horas. Así el país alcanza los 5.069.644 contagios del virus en el tiempo de la pandemia.
El país tuvo, además, 55 fallecidos. La cifra total de fallecidos en la pandemia es de 128.528 personas.
Actualmente, hay 13.890 casos activos de la enfermedad.
Los cinco territorios del país con el mayor número de contagios en este día son: Antioquia, 595; Valle del Cauca, 244; Norte de Santander, 223; Bogotá, 211, y Santander, 185.
Las autoridades sanitarias también indicaron que se registraron 2.088 recuperados del virus, cifra con la que se llega a 4.909.572 casos de personas que han superado la enfermedad.
Para esta última jornada se reportó la realización de 47.839 pruebas, de las cuales 20.241 fueron PCR y 27.598 de antígenos. Finalmente, en el país se alcanzan 28.112.712 muestras procesadas.
El Hay Festival, uno de los eventos culturales más esperados en Colombia llega de nuevo, en enero próximo, gracias a Comfama.
Este festival originario de Hay – On Wye en Gales, Inglaterra, se realiza ahora en Cartagena, Medellín y Jericó, Antioquia. En esta oportunidad, el festival se llamará “Conversaciones que nos unen”, y reunirá invitados como las escritoras Pilar Quintana, Yolanda Reyes y Carolina Sanín. A ellas se sumarán los periodistas, Matt Randell y Martín Caparros, y el profesor Moisés Wasserman. Entre la lista de invitados también están los escritores Juan Diego Mejía y Esteban Duperly.
Para Comfama, este es un evento que llevará hasta Jericó diversidad de ideas, pensamientos, sonidos e imágenes hasta Jericó, uno de los pueblos más queridos de Antioquia.
Fecha: entre el 21 y el 23 de enero del 2022
Lugar: Teatro Santa María y Museo de Arte Religioso, Jericó
En la jornada del domingo 28 de noviembre de 2021 se aplicaron 24.707 nuevas dosis, entre las etapas 1 a 5.
El consolidado de la población antioqueña con esquema completo es de 3.571.363.
Finalmente, con vacuna de refuerzo ya hay 223.448 dosis administradas.
Medellín: 3.479.499 dosis aplicadas
En Medellín, según el último reporte de la secretaría de Salud, con corte al 29 de noviembre, se han aplicado 3.479.499 dosis de vacunas contra el COVID19, con una ejecución del 92.6 %, con respecto a las dosis recibidas por el ministerio de Salud y Protección Social.
Un total de 1.600.535 personas cuentan ya con el esquema completo de vacunación, de una o dos dosis.
Además, como primeras dosis han sido aplicadas 1.763.498; como segunda dosis, 1.267.269; como dosis única, 333.266, y como tercera dosis, 115.466.
Colombia: 56.705.122 dosis aplicadas
Según el último reporte enviado por el ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia ya han sido aplicadas 56.705.122 dosis de vacunas contra el COVID19.
En la jornada del domingo 28 de noviembre de 2021 fueron aplicadas 186.584 dosis en todo el país.
Un total de 24.478.676 personas cuentan ya con el esquema completo de una y dos dosis, y las dosis de refuerzo aplicadas han sido 1.414.906 en todo el país.
Además, los vacunados con primeras dosis, al día de hoy, son 30.811.540; con segundas dosis, 19.665.859, y los vacunados con monodosis, 4.812.817 personas.
La noche del 30 de noviembre suele ser un motivo de preocupación para muchas personas, en Medellín, debido a un suceso que desde hace años se repite: la llegada de la Alborada, esa noche donde muchos reciben el mes más festivo del año con pólvora. Muchas personas y mascotas pierden el sueño, en medio de los estruendos.
Ante la incapacidad de las autoridades de detener este fenómeno, surgen otras formas de intentar acabarlo. Una de ellas es un evento que se realizará en el Claustro de Comfama para invocar la lluvia y llamar el agua, ese líquido capaz de apagar la pirotecnia y los ruidos molestos, asociados a esta noche en la que otros, celebran también el triunfo de la ilegalidad o el control territorial.
Antecedentes
Para Sergio Restrepo, director del Claustro de Comfama, la alborada tiene un antecedente muy fuerte que tiene que ver con la desmovilización del bloque Cacique Nutibara y esa marcación con fuego, en el aire, que hizo alias don Berna. Estaba muy cerca la muerte de Pablo Escobar Gaviria, de la que él, de alguna forma, hizo parte también, al ser parte del grupo Los Pepes que colaboró con la justicia para esa muerte.
Después de eso asumió el control de muchos de los barrios de Medellín y se lo entregó a muchos grupos. El 30 de noviembre del 2003, el cielo de la ciudad se marcó con pólvora desde los territorios en los que ellos tenían dominio. Desde ese entonces se instaló una tradición oscura que ha generado desgracias. El primero de diciembre y otros días de este mes, muchos niños terminan en el Hospital San Vicente de Paul. Los animales sufren: los pájaros abandonan sus nidos, las mascotas en las casas deben tener un acompañamiento especial e insectos como las abejas también sufren efectos graves. Esa historia de la alborada tiene un antecedente oscuro. La pólvora causa estragos. “En el Claustro de Comfama abriremos nuestros paraguas y pediremos al cielo gotas de agua para humedecer ese fuego y apague sus estruendos. El primer ‘Llamo a la lluvia’ sucedió en el 2013, gracias al equipo de Matacandelas que jugaba un papel fundamental; cantábamos para que no lloviera”.
A partir de este martes 30 de noviembre, los jóvenes mayores de 12 años deberán presentar su carné de vacunación en sitios de afluencia masiva de públicos.
Es decir, esta población debe certificar su vacunación contra el COVID19 en restaurantes, cines, conciertos, parques de diversiones, museos y ferias.
Y dicho carné debe tener constancia de la inmunización con al menos una dosis de la vacuna del virus de la pandemia.
Según lo definió el Ministerio de Salud, esta medida rige para asistir a “eventos presenciales de carácter público o privado que impliquen asistencia masiva”.
Los jóvenes mayores de 12 años fueron priorizados en el Plan Nacional de Vacunación a finales de agosto de este 2021. Según el Comité Asesor de Vacunas del Gobierno Nacional, para esta población está autorizada la aplicación del biológico de Pfizer en Colombia.
Este festival exalta la magia de una de las delicias culinarias más grandes de la gastronomía mundial y que se ha convertido en una de las más apetecidas en nuestro país, se trata de la comida mexicana.
Los restaurantes especialistas en toda la gastronomía del país azteca, tienen en este festival la oportunidad de mostrar sus recetas para que el público amante del chile y el picante pueda deleitarse.
Lo cierto es que lejos de reducirse a los picantes, la gastronomía azteca presenta una gran variedad de sabores y mixturas, que han alcanzado reconocimiento mundial, siendo nombrada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Dentro de la comida mexicana hay un sinfín de sabores y texturas que han logrado conquistar al mundo y a Colombia.
Los platos mexicanos
Los restaurantes inscritos pondrán de manera virtual y presencial a disposición del público dos menús especiales para que puedan probarlos solos o en compañía:
Combo 1: para 1 persona, con gaseosa de 250 ml. por $15.000.
Combo Viva México: para 2 personas con 1 gaseosa de 1.5 litros por $25.000.
Las opciones son:
Tacos.
Enchiladas.
Burritos.
Quesadillas.
Para conocer los restaurantes que participan en esta versión, visite las redes sociales del festival: @festivalcomidamexicana.
Vivir en El Poblado siguió la obra del Túnel de Oriente, desde su concepción y hasta su inauguración. Por supuesto, continúa informando todas las novedades de esta, una obra que era necesaria para mejorar la movilidad hacia el aeropuerto de Rionegro y la subregión antioqueña.
2019
Desde su apertura, los antioqueños se han volcado a vivir la experiencia de cruzar el Túnel de Oriente, el más extenso que tiene Colombia hasta el momento. Una promesa cumplida, de la que se hablaba desde 1997. Inaugurada el jueves 15 de agosto de 2019, esta obra facilita la llegada al aeropuerto de Rionegro y descongestiona las vías del Oriente antioqueño.
Vivir en El Poblado no solo acompañó la construcción de esta, una de las obras mejor ejecutadas en la historia del país; también en sus páginas sugirió importantes cambios, que garantizarían la funcionalidad y competitividad del proyecto.
La apertura de este túnel y vía era anhelada por los habitantes del Oriente de Antioquia, puesto que presentaba un retraso de dos años. El gobernador de ese entonces, Sergio Fajardo Valderrama, impulsó decididamente la obra, pero no pudo terminarla. La inauguración estuvo a cargo del gobernador siguiente, Luis Pérez Gutiérrez.
Alta tecnología
Nuestro columnista Juan Carlos Franco destacó en las páginas de Vivir en El Poblado las bondades del Túnel de Oriente, como una obra con la última tecnología para garantizar flujo ágil y seguridad.
En materia de comunicación vial, esta era una “vía urgente”, según sus palabras, ya que las vías que comunican a los valles de San Nicolás y de Aburrá, a pesar de ser varias, se estaban evidenciando como insuficientes antes de la apertura de este túnel. Por ello, insistió en varias ocasiones esta casa editorial, era necesario definir rápido su construcción.
La obra tiene un túnel largo y otro corto, y también un tramo a cielo abierto. No es una vía bidireccional, es de calzada simple.
Los dos túneles funcionan en paralelo, cada uno con sus dos carriles, pero a la salida esos dos carriles solo confluyen en uno.
De su inauguración en 2019, Vivir en El Poblado destacó “la novelería de los paisas”, pues, como se recordará, fue tanta la emoción por estrenar el túnel, cruzar por primera vez el trayecto más largo que hay en las entrañas de una montaña colombiana, que los primeros días se presentaron grandes tacos al interior del mismo, con filas y filas de vehículos con personas que se animaron a dar la popular “vuelta a Oriente” estrenando esta obra.
De acuerdo al tipo de mascotas, el médico veterinario y zootecnista del Centro de Valoración y Atención de Fauna Silvestre -CVZ- de la Universidad CES, Sebastián Ordoñez Ramírez, entregó información de los cuidados y recomendaciones para las mascotas por la detonación de material pirotécnico.
Perros
En este tipo de mascotas la sensibilidad al sonido se puede manifestar de diferentes formas.
Una de ellas es el jadeo y el caminar, desesperadamente, por la casa; también pueden presentar ataques de pánico que los lleven a escaparse o inclusive volverse agresivos.
Lo ideal es comenzar a trabajar unas semanas atrás de estos eventos con actividades de sensibilización a esos sonidos. Puede ser con grabaciones de pirotecnia y tratando de hacer un refuerzo positivo en el animal, como tranquilizarlo, darle galletas o aplaudir cuando el perro tome decisiones acertadas frente a ese ruido.
“No se recomienda mimar al perro durante esos momentos, porque esto genera un condicionamiento emocional del perro y el va a creer que se la va a mimar cada vez que se asuste, lo que generaría una codependencia hacia nosotros y va a ser mucho más grave la forma en que él va a responder en nuestra ausencia”, explicó el veterinario.
También, se recomienda poner música tranquila durante los eventos de pirotecnia, así como aislarlo hacia un cuarto donde no se escuche tanto el ruido, utilizar un collar de feromonas y también rociar feromonas en donde esté el perro.
Igualmente, puede funcionar tratar de darles comida a los perros y acompañarlos para generarse un estado de tranquilidad.
Gatos
Los gatos son mascotas que son aún más sensibles al sonido de la pólvora que los perros.
Se recomienda buscarles lugares totalmente aislados, un baño, un cuarto, en donde también se puedan poner feromonas y músicas relajantes.
Los dueños de estas mascotas deben estar tranquilos también con ellos, y tratar de no generarles alteraciones a sus gatos.
Es importante tener a los gatos en un lugar cómodo, este ambiente ayudará a que el gato afronte positivamente el episodio.
“De todas formas, cualquier recomendación que necesiten o ayuda que podamos brindarles, en el CVZ estamos más que dispuestos a ayudarlos”, finalizó el médico veterinario.
Para más información comuníquese al Centro de Valoración y Atención de Fauna Silvestre:
Sede El Escobero: Dirección: Calle 36D Sur Kilómetro 4 Loma El Escobero – Envigado. E-mail: [email protected]. Teléfono: (57) 604 3360260 Ext. 6100 y 6134, Móvil: 3186727815 opción 2. Horario de atención: 7 días de la semana, 24 horas al día.
Sede La Frontera: Dirección: Calle 20 Sur No. 35-34, Loma Los Yarumos, Medellín. E-mail: [email protected]. Teléfono: 604 4310341 Ext. 4001. WhatsApp: 311 514 4679. Horario de atención: lunes a viernes de 7:00 a.m. a 8:00 p.m. y los fines de semana de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. El servicio de hospitalización se encuentra habilitado 24/7.
Aunque todavía no ha pasado del todo la crisis de la pandemia, es claro que el 2021 fue el año del inicio del fin de la tormenta. Durante todo el año registramos los altibajos de esta etapa histórica para la humanidad.
2021
El 8 de diciembre de 2020 será recordado en la historia como el Día V; la V de la victoria por la V del inicio de la vacunación contra el COVID19, en Gran Bretaña. Así lo celebró Vivir en El Poblado, en el editorial de su última edición del año: “Todo pasa, y es probable que, en unos años, la imagen del 2020 grabada en la memoria colectiva sea otra: la británica Margaret Keenan, sentada, recibiendo la vacuna. El tapabocas no nos dejó ver su sonrisa, que la tenía; sus ojos chispeantes miraban con esperanza a toda la humanidad”. Dos meses después, el 17 de febrero de 2021, empezó, finalmente, la vacunación en Colombia, y con ella el principio del fin de la pesadilla. Desde el primer día, la edición digital de Vivir en El Poblado mantiene el conteo, la información permitente y la invitación a la ciudadanía a vacunarse, con el convencimiento de que solo de esta forma podremos superar la crisis.
El primer lote de 50 mil dosis recibidas por el Gobierno Nacional fue recibido con escepticismo en Colombia, pero, poco a poco, a medida que el país entero se sumó a la tarea titánica de la vacunación, los números fueron creciendo, al mismo tiempo que la reactivación económica y el optimismo. La proyección que hizo ese 17 de febrero el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, con base en las dosis adquiridas por el Gobierno y la logística planteada, era que en diciembre de este 2021 el país contaría con cerca de 59 millones de dosis aplicadas. Al finalizar este mes de noviembre, el dato oficial es de alrededor de 55 millones, con más de 24 millones de colombianos con el esquema completo de vacunación. Son cifras que muestran que, en medio de las dificultades, Colombia está cumpliendo la meta.
Al impulso de la vacunación contra el COVID19 se suman los reportes del crecimiento económico del país, que dan cuenta de un proceso de reactivación importante: según dio a conocer el DANE -Departamento Administrativo de Estadística-, el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia en el tercer trimestre de 2021 creció 13,2 % frente al mismo periodo del año pasado. En septiembre, su crecimiento fue de 12,9 %, y para lo corrido del año es del 10 %.
Hace un año invitábamos a nuestros lectores, en nuestro editorial, a creer en la posibilidad del cambio. Son palabras vigentes aún hoy: “En este fin de año, entonces, es propicio ejercer el optimismo. Y no se trata de un optimismo iluso o irracional. Es el optimismo basado en el conocimiento de la realidad y la confianza en la ciencia. El optimismo que promulga Steven Pinker, filósofo y lingüista canadiense, quien se considera ‘un posibilista serio’: ‘No es cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío, sino de datos’. O el ‘optimismo inteligente’, de la corriente del sicólogo estadounidense Martin Seligman. O el ‘optimismo racional’ que promueve Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional, en contraposición del ‘optimismo utópico’”.
Vivir en El Poblado calzó botas, overol y casco para vigilar, in situ, el ambicioso proyecto, y reseñarlo con rigor, acompañando a los contribuyentes en sus quejas y logros. Síntesis de una presencia escrutadora.
2021
Las obras públicas que se sueñan, diseñan, aprueban, construyen y ponen en marcha en la comuna 14 siempre han tenido encima el ojo avizor del periodismo que practica Vivir en El Poblado. Es el caso de las obras emprendidas por valorización, resucitado instrumento de financiación.
Ya en agosto de 2009, bajo el titular “Alcalde decretó construcción de 14 obras por valorización” aparece una relación de las que conformaban el punto de partida. Como prioritarias, la segunda calzada de la avenida 34 y el puente de la 4 sur.
El editorial de noviembre de 2014 acompaña a la comunidad en su inconformidad con el derrame de valorización. Dice que, desde púlpitos, juntas de acción comunal, veedores ciudadanos, claman al alcalde Aníbal Gaviria para que intervenga y supere el desacuerdo, porque “No son pocos los que aún están sin entender por qué les cobran lo que les cobran”. Recoge la queja acerca de facturas impagables y alude a las organizaciones de contribuyentes que tocan puertas en el Senado de la República, Personería de Medellín, Procuraduría, Contraloría, mientras Fonvalmed no da abasto respondiendo los recursos de reposición interpuestos por los propietarios.
Obras que han afrontado, además, variopintas dificultades: un hallazgo arqueológico, la inamovible Virgen de la Gruta, cambios de contratista, traslados de redes de EPM, un casino atravesado en el camino -cual mula muerta-, cambios en diseños originales y en el clima, suspensión de obras por querellas ambientales, y la tapa: “Para la contratación de estos tramos de la avenida 34, Fonvalmed solicitó en diciembre pasado vigencias futuras excepcionales por valor de $86.556 millones, e inició, en 2021, la apertura de los dos procesos”, según el artículo “¿En qué va la obra transversal Inferior con la loma de los González? ya casi…” (febrero 2021).
No se quedó corto el periódico para enrostrar problemas desde un titular: “El plazo era marzo: ¿cuándo entregarán por fin estas obras?” (marzo 2020). Otro: “Tres obras de valorización suman 29 meses de retrasos” (octubre 2016). Un informe de junio de 2018 advierte: “Dinero de Fonvalmed será insuficiente para terminar obras”. Indica que los 3 mil millones en la caja no alcanzan, y que su director -César Giraldo- reconoce que el panorama económico no es el más alentador: “Sobran 3 mil millones, pero falta la obra más grande, que puede implicar adiciones de presupuesto. Ahí ya decimos que entramos en déficit”.
En “Balance en altas y bajas” (diciembre 2020), el periódico encuentra que ha habido demoras, aunque explica razones: “… la transversal Inferior con Los Balsos, con un retraso de 21 meses, dos cambios de empresa constructora y sobrecosto del 104 %”.
Obra de la transversal Inferior con la loma de Los González, que hizo parte del Proyecto de Valorización de El Poblado.
Valorización a la vista
Para los críticos del proyecto, y para quienes pagan la valorización a regañadientes, parece hecha la positiva noticia que dio La Lonja en estas páginas (abril 2016): “Obras de Valorización evitaron hecatombe vial: Lonja”. Asegura que El Poblado presenta una valorización inmobiliaria de entre el 7 y el 8 por ciento, más del doble de lo esperado. El gerente, Federico Estrada, agrega que el beneficio es palpable en algunos sectores como en la zona más norte. Añade que, si no se emprendían esas obras, no estaríamos hablando de un caos vial, sino de una hecatombe vial, “Y eso sí nos hubiera impactado a desvalorizaciones en términos reales y nominales de las propiedades”.
Frente a quejas reiteradas de la comunidad por la pobreza del espacio público en El Poblado, y la ausencia de aceras (“El verbo caminar no existe”, declaró el arquitecto Luis Fernando Arbeláez al periódico en 2015), Fonvalmed predicó que las obras “… eran de inmenso sentido social, para facilitar el tránsito de los vehículos, pero sobre todo, para recuperar espacios que dignifiquen la vida, que actualicen espacios ambientales y que permitan mantener y fortalecer la urdimbre cultural…” (publicación de diciembre 2015). Vale hacer notar que, a pesar del sinnúmero de dificultades que afronta el proyecto, a la comuna 14 le queda no solo la obra vial propiamente dicha: también importantes productos de urbanismo, como andenes y zonas verdes. Y un generoso mobiliario urbano: pasamanos, luminarias, papeleras, bancos, bolardos, paradas de buses, cabinas telefónicas, entre otros.
También ha habido columnistas muy activos, como el perseverante Juan Carlos Franco (septiembre 2021): “Vías menos congestionadas, para estar más tiempo en familia”, decían las piezas publicitarias. Alude a las buenas intenciones del proyecto, para ironizar que sería tiempo de disfrute detenidos en trancones, porque “El Poblado cada vez está más colapsado”. Y da sus razones: la cantidad de vehículos aumentó más rápido de lo que se temía, y no se logra que los conductores hagan menos viajes, o más cortos, o que usen transporte público.
Como ave que busca en dónde anidar, este sirirí ha vigilado con especial empeño el tema arbóreo. Por eso gritó en titular (agosto 2021): “Talando en la 34”, para preguntarse: ¿Se están sacrificando zonas verdes a cambio de cemento? Fonvalmed respondió que sembrarían 1.600 árboles, y trasplantarían 98.
En octubre de 2018: “Cuidado con lo ambiental”, José Fernando Álvarez, líder comunitario de ese componente, asegura que este ‘ha sido uno de los pocos proyectos donde sí se gastaron el tiempo suficiente para realizar la socialización”.
A todas estas, la “prioritaria” avenida 34 reseñada en 2009 y columna vertebral del proyecto, sigue en obra… Registro de junio de 2021: “El proyecto de valorización El Poblado contempla la construcción de 23 obras viales, de las cuales se han finalizado 21 y dos tramos de la avenida 34”. El sirirí seguirá vigilando.
PALABRAS VALORIZADAS
El ejercicio pedagógico del periódico logró que el lector comprendiera y llevara a sus diálogos cotidianos términos como “broches viales”, “conectividad ecológica”, “disipadores de energía”, “sistemas de tactilidad”, “estudios geológicos y geotécnicos”.
Las ediciones de Vivir en El Poblado de 2020 son ejemplares de colección, porque algún día vamos a querer recordar, perplejos, todo lo que nos tocó vivir en el año de la pandemia. El periodismo, testigo de la historia del día a día.
2020
No han pasado dos años, y ya los ejemplares de Vivir en El Poblado de 2020 son documentos históricos; el registro de una etapa de la humanidad que siempre recordaremos con perplejidad. La edición del 19 de marzo de 2020 es una mezcla de desconcierto y de esperanza. “¡Orden! Y creatividad”, titula el editorial: “Es tiempo de guardarse, de cuidarse, de quererse y de crear”. Solo 13 días antes, el 6 de marzo, el Gobierno Nacional había confirmado el primer caso de COVID19 en Colombia, proveniente de Italia. El 12 de marzo declaró el estado de emergencia sanitaria en todo el país; y el 25 de marzo, seis días después de esta publicación, entrábamos en cuarentena obligatoria, una medida decretada inicialmente para 19 días, pero que el presidente debió prorrogar varias veces, hasta el 1° de septiembre.
Recorrer las páginas de esta y las siguientes ediciones del primer semestre de 2020 es traer a la memoria la angustia que teníamos por no saber qué estaba pasando y qué iba a pasar, y, al mismo tiempo, corroborar la responsabilidad del periodismo en tiempos de crisis. Vivir en El Poblado (en sus versiones impresa y digital) dio cuenta de lo que estábamos viviendo, al tiempo que se anticipaba a lo que vendría. “Al ritmo que van los casos de infección y los de fallecimientos, dar una cifra es perder actualidad en asunto de minutos. Ese puede ser el mejor indicador de la gravedad de la coyuntura y el mejor detonante no solo de una necesidad más rigurosa de orden social sino de innovación extrema”, dice uno de los editoriales.
Pero, al mismo tiempo, Vivir en El Poblado acompañó a los lectores en su desasosiego del encierro, informando acerca de las nuevas posibilidades descubiertas en la virtualidad: una agenda cultural con los sitios web de los museos del mundo; enlaces de clases de gimnasia por internet; influencers que abrían virtualmente las puertas de sus casas para enseñar a cocinar; universidades que fortalecían en el ciberespacio sus cátedras abiertas; y una lista profusa y necesaria de couchers que escuchaban con paciencia las angustias de la generación del coronavirus.
Las páginas del 2020 de Vivir en El Poblado dieron cuenta también de la soledad en las calles y en los parques, y la angustia de los empresarios del entretenimiento, que tuvieron que “reinventarse” (una palabra que se puso de moda) para sobrevivir. “Es tan abrumador el silencio que la única bulla que se escucha es la que hacen los grillos en el parque, las aguas de la quebrada La Presidenta, que esta noche lluviosa va nutrida de fuerza, y los radios de los vigilantes que cuidan mesas arrumadas y locales desocupados”, dice un texto de junio. Desde la edición de abril, el empresario Juan Manuel Barrientos, de los restaurantes que hacen parte de Elcielo Hospitality Group auguraba un camino largo y tormentoso: “Si la gente cree que esto es duro, esto es solo el calentamiento (…). Si llegaste con un modelo de negocio que te dio para sobrevivir estos tres meses, creo que vas a ser capaz de sostenerlo en los ocho meses siguientes, hasta marzo, que ya empiezan muchas cosas a normalizarse”. Estaba hablando, por supuesto, de marzo de 2021, un plazo que se veía bastante lejano.
Y, en medio de la desolación, Vivir en El Poblado fue también un escenario de esperanza. “Son los días en que tengo la certeza de que esto también pasará”, dice nuestra consejera editorial y columnista Adriana Mejía, en la edición del 23 de abril. “Este virus, contrario de lo que muchos piensan, vino para mostrarnos la importancia de la proximidad física sobre cualquier virtualidad”, dice la columnista Perla Toro, en mayo. “Vendrán tiempos mejores, vendrán tiempos mejores”, se repite, como un mantra, en las ediciones siguientes. Y sí.
La edificación blanca que por años fue símbolo ostentoso del narcotráfico sucumbió ante la unión de los vecinos de Santa María de los Ángeles. En 2019, la administración del alcalde Federico Gutiérrez decidió tumbar el edificio y construir allí el Parque Inflexión, un lugar dedicado a la memoria de las víctimas de la violencia.
2019
Cinco años tenía Manuela Arboleda Echavarría cuando estalló una bomba al frente del edificio Mónaco. La explosión la sorprendió en piyama y con un montón de edredones que su mamá le había puesto encima porque la cama estaba helada; eso evitó que se cortara con los vidrios que volaron por toda su habitación.
Era el 13 de enero de 1988, fecha recordada por los vecinos de Santa María de los Ángeles como una de las siete veces que su barrio fue sacudido por la violencia del narcotráfico. Manuela y su familia pensaron que la bomba había sido en Linares, al frente del Mónaco, porque nadie entendía en ese momento lo que había pasado.
Al día siguiente se conoció la noticia de 10 heridos y tres muertos por la bomba, todos los vecinos vieron llegar a la policía y ya se tejían varias hipótesis. “No se sabía quién había sido, por esa época no era claro para todos quién ocupaba el edificio blanco del frente, había un rumor de que vivía un tal Pablo Escobar”, recuerda Manuela que contaron sus padres, quienes al final tomaron la decisión de cambiarse a otro sector del barrio para esquivar al vecino indeseado.
Crecer en medio de la violencia de Medellín fue traumático para todos. A Manuela la entrenaron para que llamara a su abuela en caso de que a sus papás les pasara algo. Ella, apenas una niña, era la encargada del plan familiar de cuidar a sus hermanos y dejarlos en manos de adultos responsables, en caso de emergencia.
Rosa María Gómez y María Marleny López, vecinas de Santa María de los Ángeles, entre las más preocupadas por el mantenimiento del Parque de la Inflexión.
Las vías legales
Luego de ese atentado, ocurrido en 1988, el destino del edificio Mónaco empezó a cambiar. Saltó de una organización a otra, hasta que en 1999 se convirtió en sede del CTI de la Fiscalía. Para los vecinos, la llegada de los nuevos inquilinos no fue la solución.
En marzo de 2000, el columnista Pascual Gaviria escribió en Vivir en El Poblado: “… estoy de acuerdo con los vecinos del edificio Mónaco que se oponen a que el Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía, se traslade a su barrio con sus camionetas y sus metralletas. Mucho sabemos ya de bombas en Medellín, como para que a alguien le guste que un organismo que acarrea serios riesgos de seguridad funcione al lado de donde uno vive”.
Las palabras del columnista expresaron en ese entonces el malestar que la comunidad sentía por la llegada de la Fiscalía, razón por la que decidieron recurrir a las vías legales, lo que contamos a nuestros lectores en agosto de 2000.
María Marleny López, vecina de Santa María de los Ángeles, miembro del Comité Cívico Poblado Sur y una de las líderes de las tutelas interpuestas para recuperar el espacio que ocupaba el edificio Mónaco para el barrio, recuerda que fueron momentos muy difíciles, porque si bien ganaron la tutela, la Fiscalía apeló y la espera generó angustia.ç
“Nosotros no queríamos que el edificio Mónaco permaneciera en ese sitio, por eso cuando nos sentamos a hablar con el exalcalde Federico Gutiérrez sobre la posibilidad de convertir ese espacio en un parque, nos gustó mucho la idea”, dice María Marleny, quien, junto con su vecina Rosa María Gómez, está pendiente del mantenimiento del lugar.
Este también fue un proceso largo de casi cuatro años, pensando en cada uno de los elementos que tendría el parque, pues no solo iba a ser para el esparcimiento sino para rendir homenaje a las víctimas de la violencia.
El último deseo del papá de Manuela fue dejarles como herencia a ella y a su hermano un par de apartamentos al frente del sitio que antes ocupó el Mónaco y que ahora es conocido como Parque Memorial Inflexión. Desde su balcón, Manuela observa que las dinámicas del barrio cambiaron, pues ahora los vecinos que ni se saludaban, han generado tejido social alrededor del paseo con los niños y las mascotas por el parque. Es un nuevo comienzo para celebrar la vida.
La antigua sede del colegio franciscano Palermo San José, en la confluencia entre los parques Lleras, La Presidenta y El Poblado, es ahora Palermo Cultural. El colegio ya trasladó el proyecto educativo a su nuevo hogar en la Loma del Escobero. Vivir en El Poblado ha seguido también esta historia.
2018
En 1992 el colegio franciscano Palermo San José preparaba la celebración de sus primeros 50 años y en Vivir en El Poblado lo contábamos. La fiesta corrió por cuenta de la inauguración de su coliseo. Este colegio, que era “el centro de El Poblado”, ya que la gente del barrio tenía, necesariamente, relación con la institución de rejas grises en las calles 8 y 9 de la Comuna 14, hoy ya no está ahí.
Todo empezó cuando, hace 78 años, a “el viejo barrio El Poblado” llegó la Congregación de Hermanas Franciscanas de María Auxiliadora, proveniente del municipio de Granada (Oriente de Antioquia). Y fue en los terrenos de Don Manuel Escobar Ochoa que la hermana Olivia Ols cumplió su sueño de edificar el colegio, en la llamada finca Palermo. Con el tiempo, el Palermo San José se transformó en la cotidianidad del barrio. Desde el 2018, el colegio inició el traslado a un lote campestre en la loma de El Escobero, en Envigado; un proceso que terminó exitosamente en 2021, después de entregar la finca en la que se instaló en enero de 1943, de 23 mil metros cuadrados de espacio entre los parques Lleras y El Poblado.
La hermana Adela María Duque, su rectora, recordó que, entre restaurantes, bares, almacenes y puestos de ventas de comidas rápidas con fama entre los noctámbulos, el antiguo colegio Palermo San José se convirtió en un ícono del barrio. Problemas como el ruido, la congestión vehicular o la constitución de la zona de entretenimiento nocturno de El Poblado, la Zona Rosa, motivaron a que el colegio Palermo decidiera poner fin a su historia en el barrio.
Pero, al mando de las Hermanas Franciscanas de María Auxiliadora, este colegio se consolidó en El Poblado; no solo ha hecho parte del barrio, sino que también ha incidido en su conformación, pues algunos de sus egresados han sido responsables de su desarrollo histórico. Eso se ha dado gracias “al liderazgo para moverse de una manera integral”, afirmó la rectora, algo que ha caracterizado en la ciudad a los egresados del colegio.
Palermo Cultural
La antigua sede del Palermo San José será protagonista de la próxima gran transformación urbanística del parque Lleras y su entorno. Se trata de un proyecto urbanístico de marca mayor, liderado por el Fondo Inmobiliario Colombia —FIC— y del cual son socias las hermanas Franciscanas del colegio, partícipes de la propuesta como una apuesta en pro de la calidad de vida de la comunidad del lugar que las acogió por años.
Diego Restrepo Isaza, gerente del FIC, cuenta que la pandemia los hizo replantear lo pensado inicialmente, que era comenzar con una torre de hotel de gran formato. Explica que, junto con la Alcaldía, en 2019 trabajaron en el concepto de “operación urbana integral”, con dos principios fundamentales: “Que sea abierto a la ciudad y que 50 % del lote sea espacio público, con el objetivo de conectar el Parque Lleras, el lineal La Presidenta y el de El Poblado, más una nueva plaza, su eje central”.
El asunto más importante es el de la renovación urbana, teniendo como eje central la cultura, que sean sus manifestaciones las que ocupen el espacio público y los mismos locales, esperando la llegada de librerías, galerías y afines. “Prima una apuesta a largo plazo con generación de flujo de visitantes y ventas, para tener unos aliados en los comerciantes para beneficio de todos; no se trata de vender un local, la apuesta es quedarnos en el tiempo con un proyecto sostenible ambiental, social y económicamente hablando, para aportar a la recuperación del sector”, concluye Restrepo.
Se confirmaron 592 nuevos casos de COVID19 este lunes 29 de noviembre de 2021 en el departamento, según el último reporte entregado por la gobernación de Antioquia.
En el número histórico de casos, Antioquia suma 769.450 contagios, 405.639 han sido mujeres y 363.811 hombres.
De los 592 nuevos contagios en Antioquia en la última jornada, 328 se presentaron en Medellín. Los demás municipios del Valle de Aburrá reportaron los siguientes casos: 70 en Bello, 25 en Itagüí, 18 en Envigado, 14 en Caldas, 7 en Copacabana y Barbosa, 6 en Sabaneta, 5 en Girardota y 3 en La Estrella.
Al igual, se reportaron 10 fallecidos en el departamento, 5 de ellos ubicados en Medellín y los otros 5 casos ocurrieron en otros municipios antioqueños. Así, la cifra total de fallecidos por COVID19 en Antioquia asciende a 16.573.
El informe indica que, a la fecha, hay 4.042 casos activos en el departamento y la cifra de personas recuperadas es de 746.636.
¿Cómo está la ocupación UCI en Antioquia?
Antioquia cuenta con 1.021 camas UCI, entre las que están las destinadas para la atención de pacientes con COVID19 y pacientes con otras patologías. No obstante, la ocupación de camas de Unidades de Cuidados Intensivos en el territorio departamental continúa al límite.
Cinco años han pasado ya desde la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto, en noviembre de 2016. ¿Cómo cubrió Vivir en El Poblado este momento histórico de Colombia?
2016
El 24 de noviembre de 2016 fue un día histórico para Colombia: después de más de 50 años de un cruento y doloroso conflicto armado, el Gobierno Nacional, encabezado por el presidente de ese entonces, Juan Manuel Santos, firmó el Proceso de Paz con la guerrilla de las Farc. Los diálogos tuvieron lugar en Oslo y en La Habana, y desembocaron en la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto.
El primer acuerdo se había firmado en Cartagena el 16 de septiembre del mismo año, y debía refrendarse en un plebiscito en el que los ciudadanos debían votar Sí o No, el 2 de octubre. En el editorial de la edición 686, del 30 de septiembre de 2016, Vivir en El Poblado invitaba a los lectores a participar con responsabilidad en este ejercicio democrático: “Cambiar posiciones de fuerza por ideas, y aceptar la posibilidad de oír y desarrollar tareas que conduzcan a un mejor país desde lo social, desde la educación, la equidad, salvaguardando la institucionalidad que también ha costado mucho mantener, son tareas de mucha envergadura que nos comprometen a todos”.
Consciente del momento histórico, el periódico dedicó varias páginas a dar a conocer el acuerdo firmado en Cartagena, e incluso diseñó un “Abecé del plebiscito”. Y, de manera premonitoria, se anticipó a la enorme división que sucedería al resultado de la votación, preguntándoles a sus lectores: “Tras el plebiscito de este domingo 2 de octubre, ¿a quién de su familia y entorno íntimo le hará la primera llamada para acercar las posiciones y enfriar los ánimos después de tanta discusión y polarización?”.
El resultado final del plebiscito fue una victoria, por estrecho margen, por el No. En El Poblado, según quedó consignado en la edición del 7 de octubre, los votos por el No doblaron los votos por el Sí: 27.840 frente a 13.897. El periódico consultó la opinión de la constitucionalista Bernardita Pérez, para analizar la situación: “¿Cómo estamos hoy? Como el día antes de la firma del acuerdo final. La salida está en la búsqueda de consensos con las voces que promovieron el No (…). Es decir, estamos en un escenario difícil pero no absolutamente insuperable”.
“Es la hora de la grandeza”, dijo nuestra asesora editorial y columnista Adriana Mejía. “Que se note, entonces, que el anhelo común sí es, como aseguran ustedes, conseguir el fin definitivo del conflicto”. En efecto, el resultado del plebiscito obligó al Gobierno a renegociar el acuerdo firmado, para tener en cuenta las objeciones de los opositores del acuerdo. El nuevo acuerdo, firmado ese 24 de noviembre en el Teatro Colón de Bogotá, fue ratificado por el Senado y la Cámara de Representantes, el 29 y 30 de noviembre.
El Acuerdo de Paz, aún con las dificultades que ha tenido que superar, todas ellas previsibles, representó un hito fundamental en la historia de Colombia. En la conmemoración de los cinco años de la firma del Acuerdo, este 24 de noviembre, el secretario general de la ONU, António Guterres, viajó a Colombia para ratificar su apoyo a todo el proceso. Sin dejar de reconocer que aún falta mucho por consolidar, el funcionario elogió el modelo colombiano de reconciliación creado tras el proceso de paz, es decir, la JEP. Según sus palabras, “debe ser el sistema de justicia transicional más avanzado del mundo; no conozco ningún otro proceso similar con una visión tan global de justicia, verdad, reparación y no repetición”.
La promesa de convertir el antiguo vivero municipal en la nueva sede de Telemedellín se cumplió, al fin, en 2015. Vivir en El Poblado fue testigo y acompañó su transición a Canal Parque.
2015
Canal Parque Gabriel García Márquez, en homenaje al Nobel de literatura colombiano, fue el nombre elegido para la casa propia, que al fin obtuvo el canal local, Telemedellín, después de 18 años de historia.
Ubicada en Villa Carlota, en la Comuna 14 El Poblado, abrió sus puertas el martes 15 de diciembre de 2015. Así, por fin, se cumplió el sueño de muchos de que el canal local tuviera su propia casa.
Y esa no solamente fue la materialización de un sueño. También, constituyó la ejecución de una promesa hecha a los colaboradores y a la gerencia del canal local, de parte de la administración de turno, en ese entonces al mando del actual gobernador de los antioqueños, Aníbal Gaviria Correa.
Con la nueva sede, Telemedellín superó sus problemas de espacio y tuvo cómo ampliar su capacidad para la realización de contenidos audiovisuales públicos, con dos amplios estudios de grabación.
Según la línea del tiempo de este hecho, la sede propia para Telemedellín comenzó a gestarse en diciembre de 2012, con la publicación de licitación pública para la construcción y aprobación de planos, y posterior ejecución de la obra.
Antes de elegir al antiguo vivero municipal como la nueva sede de Telemedellín, se habían explorado las opciones de El Naranjal y su Plan Parcial, y un predio que tenía la Alcaldía de Medellín en Ciudad del Río.
Finalmente, Telemedellín se mudó en 2015 a Villa Carlota, proveniente de la Hacienda Montecasino (ubicada en La Frontera) y de la sede del Tránsito Medellín (en el barrio Caribe). Es decir, tenía su funcionamiento dividido en estos dos lugares, lo que hacía más necesaria la nueva casa, y esta vez, al fin, iba a ser una sede propia. Un lugar que pertenecía a EPM, pero que ahora administra, en propiedad, Telemedellín.
Telemedellín, ambiental
El Canal Parque Gabriel García Márquez se construyó ambientalmente sostenible. Es un espacio recuperado para el disfrute de la ciudad. Pasó de ser un vivero, con mucha de su botánica olvidada, a un espacio en el que conviven tecnología, diversión e industria. Para destacar, el vivero municipal desde 2001 se había mudado a Castropol. Desde el comienzo, cuando ni siquiera el canal existía en planos, estaba claro que la construcción se ubicaría en el costado norte del lote, porque era el que menos árboles tenía.
Construir la nueva sede de Telemedellín no solo consistía en edificar los estudios y oficinas del canal. La obra también incluía un componente de recuperación del área arbórea y hábitat de la fauna silvestre del lugar, y adecuaciones paisajísticas en el nuevo lote de Telemedellín. Entre ellas, ornato y construcción de senderos de interconexión con urbanizaciones y avenidas vecinas. Fue así como en los trabajos se produjo un hallazgo que, en su momento, Vivir en El Poblado reseñó como “apasionante”. Se halló una estructura crematoria, vasijas, restos óseos y otras pistas que entregaron nueva información para continuar reconstruyendo la historia de quienes habitaron el Valle de Aburrá, 2.000 años atrás.
Un terreno con historia
Construir la nueva sede de Telemedellín no solo consistía en edificar los estudios y oficinas del canal. La obra también incluía un componente de recuperación del área arbórea y hábitat de la fauna silvestre del lugar, y adecuaciones paisajísticas en el nuevo lote de Telemedellín. Entre ellas, ornato y construcción de senderos de interconexión con urbanizaciones y avenidas vecinas. Fue así como en los trabajos se produjo un hallazgo que, en su momento, Vivir en El Poblado reseñó como “apasionante”. Se halló una estructura crematoria, vasijas, restos óseos y otras pistas que entregaron nueva información para continuar reconstruyendo la historia de quienes habitaron el Valle de Aburrá, 2.000 años atrás.
En el 2015, Vivir en El Poblado anunció a sus lectores la puesta en marcha de Parques del Río, con la adjudicación del contrato inicial. En ese entonces se celebró el comienzo de un proyecto que ya disfruta la ciudad.
2015
El Río Medellín, gris y contaminado, corría a través de la ciudad mientras la gente lo observaba desde las autopistas o los vagones del Metro. Los fines de semana, las familias de los estratos más altos salían a las fincas, iban a los centros comerciales, o se quedaban en sus casas espaciosas y cómodas. En los estratos más bajos, la gente iba a lugares públicos cercanos a sus casas, o simplemente no salía. Desde la inauguración de la primera etapa de Parques del Río, en el 2016, en Medellín se ven otras imágenes: gente de barrios variados que se reúne alrededor del río, camina la ciudad y se siente parte de ella.
Con la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín, en el 2014, la idea de Parques del Río surgida en la alcaldía de Aníbal Gaviria, en el 2012, inició su camino hacia la realidad, a pesar de los detractores y las dudas.
Con la etapa 1 y 2 se trata de 71.723 metros de espacio público que devuelven la vida al río y a la gente. Más de 1.773 árboles nuevos, senderos para bicicletas, juegos infantiles y fuentes hacen parte de este lugar. Cuando concluyan sus etapas, la ciudad pasaría de 3.5 metros cuadrados de espacio público por habitante a 7.5 metros, y tendría 328 hectáreas nuevas. Al mismo tiempo recuperaría este río que por más de 60 años ha estado aislado. “Medellín ha vivido con un río negado. Lo canalizamos, urbanizamos, rodeamos de autopistas. Parques del Río rompe el paradigma de un río gobernado por las máquinas, los automóviles, e incorpora lo que yo llamo el modo gente; las personas que caminan o montan en bicicleta, tienen en el río una oportunidad de vida”, recuerda Jorge Pérez, arquitecto, director del Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, en el 2015, y uno de los hombres que mejor conoce la ciudad.
Parques del Río en su etapa 1A contó con el diseño arquitectónico de Juan David Hoyos y Sebastián Monsalve. El diseño paisajístico estuvo a cargo del arquitecto Nicolás Hermelín.
Seis años después:“el proyecto social más emblemático”
Jorge Pérez opina que Parques del Río es el proyecto más emblemático y con mayor envergadura social. “Nunca antes se planteó una estrategia de tanto alcance como el plan maestro definido en el Plan de Ordenamiento Territorial, que armoniza aspectos urbanísticos y de renovación, ambientales y de conectividad ecológica en todo el valle. A esto se suma la definición de una agenda que contemple todos los modos de transporte”.
Y agrega que “no existe una oportunidad comparable de incrementar la integración ciudadana ni de crear equidad urbana como esta”. A las críticas por los altos costos ha dicho que “Parques del Río también permite un salto cualitativo trascendental para la gestión del territorio, ya que define mecanismos de financiación para el proyecto y la ciudad”.
Respecto a las partes que vienen, recuerda que el Plan Maestro cubre toda la ciudad y está asociado al POT y a los procesos de renovación urbana. “En este momento se está avanzando en el corredor norte, entre Moravia, y el límite con la autopista Medellín – Bogotá”. Y recuerda la importancia de los tramos futuros y previstos.
Tras procesar 46.944 pruebas en las últimas 24 horas, de ellas 29.051 pruebas PCR y 17.893 de antígenos, este lunes 29 de noviembre el Ministerio de Salud confirmó 1.975 nuevos casos de COVID19 en Colombia.
Además de encontrar títulos académicos interesantes y variados, los asistentes podrán disfrutar de descuentos del 25 por ciento en los libros publicados entre el 2020 y el 2021 y un descuento del 35 por ciento en el resto del catálogo. También habrá descuentos de hasta el 30 por ciento en libros publicados por la editorial Penguin Random House y Ediciones de la U.
Fecha: hasta el 7 de diciembre
Hora: entre las 9 de la mañana y las 4 de la tarde
Entre el 7 y 11 de abril de 2014, Plaza Mayor se convirtió en recinto anfitrión de las más de 20 mil personas que se inscribieron al Séptimo Foro Urbano Mundial, un evento que reunió a arquitectos, estudiantes, líderes políticos, periodistas y expertos en movilidad y urbanismo.
2014
En aquel mes de abril del 2014, Plaza Mayor se convirtió en un lugar de reunión de los países del mundo. Gente de los 5 continentes y de lugares diversos se reunieron en este espacio de Medellín, a propósito del Séptimo Foro Urbano Mundial, un evento que organiza la Organización de Naciones Unidas cada dos años, con el propósito de tratar en profundidad temas relacionados con las ciudades y el urbanismo.
El encuentro internacional sirvió para analizar los fenómenos de urbanización que está viviendo el mundo entero: a medida que pasa el tiempo, aumenta el número de personas que abandona el campo y los asentamientos rurales en búsqueda de oportunidades mejores. Esto ha generado un crecimiento acelerado, y que sean vitales aspectos como la movilidad, la calidad del aire, el paisaje o el espacio público.
Vivir En El Poblado dedicó varias de sus páginas a este evento. En su editorial se habló de la importancia de ir más allá, y analizar las problemáticas de barrios como El Poblado, donde el espacio público ha sido limitado, la integración social es inexistente en muchos puntos, y donde las calles fueron concebidas sin andenes para los peatones o las personas en situación de discapacidad.
La visión de expertos internacionales
Vivir En El Poblado también conversó con varios expertos internacionales que fueron invitados al Foro Urbano. El primero de ellos fue Richard Sennett (quien finalmente no llegó por inconvenientes de salud y concedió una entrevista), académico y Doctor en Historia de la Civilización, que habló de la necesidad de entender cómo se crean los valores, normas y conceptos; esto permite entender mejor la esencia de la ciudad e involucrar escuelas de pensamiento como la Psicología, Teoría Social o Etnografía, a la hora de pensar las ciudades y tomar decisiones para ellas. En su conversación citó a Lewis Mumford, sociólogo y urbanista estadounidense que habló del problema de las ciudades inteligentes, que solo aportan espacios construidos con cristal o aluminio, y que no permiten mucha interacción.
A él también se sumó Brent Toderian, urbanista y ex director de Planeación de Vancouver, Canadá. Este urbanista que asesoró a Medellín en el pasado habló de la importancia de que una ciudad como la nuestra sea caminable para sus habitantes, y resaltó los logros obtenidos a partir de la década de los noventa, tiempo en que Medellín fue catalogada como la ciudad más violenta del mundo. En ese entonces, resaltó los avances y habló de la importancia de promover espacios abiertos que permitan los encuentros y tengan un espíritu distinto al de los centros comerciales o las unidades residenciales, que por su naturaleza cerrada y restringida no permiten interacciones.
El Foro Urbano Mundial de 2014 fue un evento de talla internacional, que puso a prueba la capacidad logística de Plaza Mayor. Prueba superada por una entidad que, en este 2021, celebra sus primeros 50 años.
Tal como lo indica el decreto relacionado con el sistema para la protección y el control de la calidad del agua para consumo humano, el lavado de tanques de almacenamiento de agua potable se debe realizar dos veces al año para garantizar la prestación óptima del servicio de acueducto con calidad a las comunidades.
Los cierres de esta semana se efectuarán para los trabajos de lavado de los tanques de los circuitos El Tesoro, Salvatorianos y Altavista.
Municipio de Medellín
Entre las 10:00 p.m. del lunes 29 de noviembre y las 4:00 a.m. del martes 30 de noviembre
De calle 17 Sur hasta calle 16 Sur entre carrera 25B y carrera 30A.
De calle 12 Sur hasta calle 5 Sur entre carrera 25 y carrera 32.
De calle 5 Sur hasta calle 10E entre carrera 25 y carrera 29C.
De calle 10E hasta calle 18 entre carrera 24B y carrera 32.
Incluye 12.395 clientes de los barrios: Los Balsos No. 1, San Lucas, El Tesoro, Los Naranjos (Medellín), Las Lomas No.2, Altos del Poblado y La Asomadera No.2.
Municipio de La Estrella
Entre las 8:00 p.m. del miércoles 1 de diciembre y las 4:00 a.m. del jueves 2 de diciembre:
De la calle 79 Sur hasta calle 77 Sur entre carrera 50 y carrera 52A.
Municipio de Itagüí
De calle 22 hasta calle 30 entre carrera 42 y carrera 56A.
De calle 30 hasta calle 32 entre diagonal 47 y carrera 59.
De calle 32 hasta calle 36 entre carrera 50A y carrera 57.
De calle 36 hasta calle 38 entre carrera 52A y carrera 59.
De calle 35 hasta calle 39 entre carrera 58 y carrera 64.
De calle 36A hasta calle 39A entre carrera 60 y carrera 66.
Incluye 12.232 clientes de los barrios: Santa Catalina, La Finca, Ditaires, La Palma (Itagüí), Monte Verde, Malta, Las Brisas (Itagüí), Santa Ana, Glorieta Pilsen, Las Margaritas, Samaria, San Gabriel (Itagüí), Samaria Robles Del Sur, Camparola, El Palmar, 19 de abril, Pilsen, Yarumito, San Javier, Villa Lía, Zona Industrial 3 (Itagüí) y zona cementerio Jardines Montesacro.
Municipio de Medellín
Domingo 5 de diciembre, de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
De calle 20A hasta calle 26 entre carrera 84 y carrera 84BC.
De calle 26 hasta calle 26B entre carrera 83B y carrera 84.
De calle 26B hasta calle 32 entre carrera 81 y carrera 87.
De calle 32 hasta calle 32C entre carrera 83 y carrera 87A.
De calle 30 hasta calle 31 entre carrera 87C y carrera 89D.
De calle 31D hasta calle 31E entre carrera 87A y carrera 89D.
De calle 31B hasta calle 31CB entre carrera 89DD y carrera 89EE.
De calle 27 hasta calle 28 entre carrera 87B y carrera 89D.
De calle 29 a calle 27 entre carrera 76 y carrera 81.
De calle 27A hasta calle 20A entre carrera 75 y carrera 83.
De calle 20A hasta calle 4E entre carrera 76 y carrera 84F.
De calle 8 a calle 22 entre carrera 72 y carrera 76.
De calle 24 hasta calle 27A entre carrera 75 y carrera 76.
De calle 25 hasta calle 30 entre carrera 76 y carrera 81.
De calle 19B hasta calle 27 entre carrera 81 y carrera 83B.
De calle 18 hasta calle 20 entre carrera 84F y carrera 89.
De calle 14B hasta calle 18 entre carrera 90 y carrera 93A.
Incluye 39.599 clientes de los barrios: Las Mercedes, Los Alpes, La Palma, Las Violetas, La Loma de Los Bernal, Altavista, La Gloria, San Bernardo, Las Playas, Diego Echavarría, Belén y El Rincón.
En un comunicado, la empresa EPM presentó excusas a la ciudadanía por las incomodidades que pueda ocasionar esta labor de mantenimiento preventivo y agradece la comprensión de los usuarios.
Cualquier información adicional se puede consultar en la línea gratuita de Atención al Cliente 604 44 44 115 o en las redes sociales Twitter: @epmestamosahi y Facebook: EPMestamosahi.
La alborada del 30 de noviembre es una costumbre que lamentamos cada año, pero no hemos podido erradicar. Una reflexión que comparte con los lectores de Vivir en El Poblado el concejal Luis Bernardo Vélez.
En Colombia, la Alborada es celebrada sin falta cada 30 de noviembre desde el año 2003, como una forma de dar la bienvenida a la Navidad. Se considera una de las nefastas herencias de la cultura “mafiosa”, que ha seguido replicándose durante todos estos años, a pesar de las campañas de diferentes sectores por evitarla.
Este día es el primero de los días que festejan una época que trae alegría, encuentro familiar, tradiciones, pero también, la época del año en donde más detonaciones se hacen con pólvora.
Nadie quiere ver a un ser querido lesionado con pólvora y menos si se trata de un niño, o un animal, pero es el panorama que se repite cada año. La irresponsabilidad de algunos que recae en otros, porque en su mayoría los quemados con pólvora no son personas que se encontraban accionando los artefactos explosivos, sino simples espectadores.
Cada año, nos vemos enfrentados a un panorama desconsolador, el dolor de muchas familias que tienen un ser querido lesionado y los servicios de urgencias de hospitales volcados a la atención de quemados con pólvora.
Independiente al costo que tiene para cada centro asistencial un herido con pólvora, es el costo que tiene para cada familia, el desconsuelo, la incertidumbre, la culpa.
Las quemaduras con pólvora producen mucho dolor y generan, en muchas ocasiones, secuelas físicas y psicológicas para toda la vida, sin contar las cicatrices y lesiones de tejidos que no pueden ser recuperados. También se pueden generar problemas auditivos, visuales e intoxicaciones.
Cuando se trata de un menor quemado, se contemplan otras implicaciones legales que recaen sobre sus familias. El Decreto 4481 de 2006, señala que a los representantes legales del menor afectado por quemaduras de pólvora y a quienes se les encontrase responsables por acción u omisión también se les aplicará una sanción económica de labor social y, dependiendo de la gravedad, hasta la pérdida de la patria potestad.
El 16 de enero de este año, el Instituto Nacional de Salud presentó la “Vigilancia intensificada de lesiones con pólvora pirotécnica”: de acuerdo con estos registros, entre el 30 de noviembre de 2020 y el 16 de enero de 2021 hubo un total de 725 lesionados con pólvora en el país, de los cuales 16 personas eran menores de edad, el 13.4 % de estas personas tuvieron que ser amputadas y cinco personas más fallecieron.
El Valle del Cauca, Nariño y Antioquia, fueron los departamentos que reportaron más personas quemadas con 88, 77 y 70 respectivamente.
El 30 de noviembre del 2020 se registraron en Medellín y el Valle de Aburrá tres lesionados por pólvora, de los cuales hubo dos menores afectados, uno de ellos con graves lesiones en su audición. También hubo un total de 846 llamadas reportando el uso de la pólvora al 123, esto a pesar de que la pólvora está prohibida en los 10 municipios del Valle de Aburrá.
De acuerdo con la Policía Metropolitana, el balance de este primer día que dio inicio a la temporada navideña del año pasado, también dejó 101 kilos de pólvora decomisados, 79 riñas y 49 casos de violencia intrafamiliar.
Ni siquiera el temor por los contagios del Covid-19 pudo frenar el estallido descontrolado de pólvora desde Barbosa hasta Caldas. Las aglomeraciones en diferentes barrios se hicieron notar a pesar de que el nivel de las UCIS no había disminuido.
El 1° de diciembre de 2020, luego de una noche de explosiones y fiesta, el panorama no cambió, la pólvora no dejó de quemarse y a esto se sumó la basura en las calles de cuenta de papeletas, botellas y otros residuos de los bacanales celebrados.
¿Cuánto daño hace un festejo como este a la niñez, a los animales y al medio ambiente? La alegría por la llegada de la Navidad es opacada en medio de la irresponsabilidad de muchos; las cifras de quemados, personas que nada tuvieron que ver con la detonación de estos artefactos y los padecimientos que aumentan en animales a causa de paros cardíacos, epilepsias y episodios de estrés que terminan enfermándolos.
De esta forma, el dinero sigue lanzándose al aire gracias al costo de una fugaz ilusión llamada pólvora. ¿Cuántas campañas más necesitamos, cuántos muertos, cuántos heridos para convencernos de que la pólvora usada de forma irresponsable, solo trae muerte y dolor a la sociedad?
Por: Luis Bernardo Vélez Montoya Concejal de Medellín
Proyectos cinematográficos y seriados de ficción, no ficción y animación podrán participar del Incentivo FilMedellín 2021. Conozca de qué se trata y cómo participar.
Esta convocatoria de la Comisión Fílmica dela Alcaldía de Medellín entregará este año una bolsa de $377 millones, que es administrada por el Instituto para el Desarrollo de Antioquia –IDEA-.
Los interesados podrán participar en cuatro categorías:
1. Retorno a la inversión.
2. Incentivo automático para largometrajes.
3. Incentivo automático para formatos cortos y seriados.
4. Incentivo automático para circulación de largometrajes.
En el manual publicado en el sitio web filmedellin.com/incentivo2021 se encuentran los lineamientos y condiciones para postularse.
Esta será la quinta ocasión en que la Comisión Fílmica de Medellín otorgará recursos de cofinanciación para potenciar producciones en la capital antioqueña. En 2020, el Incentivo FilMedellín benefició con más de $200 millones a seis empresas nacionales, otorgándoles una devolución de hasta un 10 % de la inversión realizada en la ciudad en servicios audiovisuales.
Finalmente, la invitación a postular proyectos para el Incentivo FilMedellín 2021 estará abierta hasta el 14 de diciembre o hasta agotar el recurso disponible.
Para conocer todos los detalles se puede ingresar a https://filmedellin.com/incentivo2021
Convertir a Medellín en una ciudad de cine, con facilidades para productoras, realizadores, y con pasión por el séptimo arte se convirtió, en el 2014, en un deseo de autoridades, conocedores y apasionados por las historias en formato visual. Seis años después, en el 2021, el sueño sigue vivo
2014
Películas como Eso que llaman amor y Al final del espectro se rodaron en Medellín como parte de esa intención de la Alcaldía de esta ciudad para convertirla en centro cinematográfico de América Latina. En el 2014, esta idea hizo parte de una estrategia de la Secretaría de Cultura Ciudadana y la Oficina de Internacionalización, bajo la guía de la nueva Ley de Cine, 1556. En ese tiempo, incluso, Vivir en El Poblado se refirió a ella como “Medellywood”.
La idea de ver a las estrellas de Hollywood pasear por nuestra ciudad y aportar el paisaje local a la historia visual del mundo, se convirtió en un sueño de dirigentes que vieron la posibilidad de generar nuevos ingresos económicos y miles de empleos. En ese entonces, el proyecto fue liderado por Juan Camilo Quintero, asesor de Asuntos de Internacionalización de la Alcaldía de Medellín. Se habló de una Comisión Fílmica Local que involucraría a varias dependencias y a lugares como Plaza Mayor.
Sigue el rodaje de la idea
Han pasado 7 años desde entonces, y en Medellín ya existe una Comisión Fílmica liderada por Juan David Orozco. Sobre la posibilidad de convertir este destino en una ciudad de cine, cree que actualmente hay muchas oportunidades de seguir avanzando en la consolidación de un destino fílmico.
19 proyectos fueron seleccionados durante el 2020 por la Comisión Fílmica para recibir apoyo en las modalidades de escritura, desarrollo, posproducción y promoción.
“Tenemos la posibilidad y capacidad de ofrecer servicios para que la gente de afuera pueda venir y producir cine en nuestra ciudad. Podemos lograr que empresas locales aumenten sus ofertas y procesos”.
Explica que el trabajo de la Comisión Fílmica es fortalecer el tejido empresarial y creativo relacionado con la actividad audiovisual, no solo en las películas, sino también en las series que cada vez tienen más fortaleza en televisión y en plataformas.
A través de los estímulos ofrecidos por la Ley, en la Comisión Fílmica se ofrecen actividades basadas en 4 frentes: apoyo a la gestión de permisos de rodaje, promoción en la comunidad internacional sobre las ventajas de rodar en Medellín (hay una devolución de gastos de hasta un 10 %), que incluye la presencia en festivales y mercados foráneos. A esto se suma el fomento de empresas y proyectos locales que permitan apoyar producciones extranjeras. El último aspecto tiene que ver con un componente de formación que ofrece capacitación a aquellos que tienen talento e interés.
Juan David Orozco menciona otras ventajas de realizar películas en Medellín, y entre ellas está la “luz maravillosa”, y la variedad de locaciones urbanas y rurales que se conectan con facilidad, entre ellas. “También destaco la calidez de la gente, que permite realizar montajes con facilidad, cerrar vías o cambiar las condiciones de movilidad”, afirma.
Las acciones y los planes van en buen camino, agrega. “Actualmente tenemos personas capacitadas y talentosas que pueden apoyar el rodaje de cualquier película. Hay un camino que se está recorriendo, implica apoyo gubernamental y se está dando. La idea es continuar con la política pública audiovisual para que Medellín sea una ciudad de película”.
El desplome de la torre 6 del conjunto residencial Space, en 2013,una tragedia que enlutó al barrio El Poblado, a Medellín, al país, y que Vivir en El Poblado contó, acompañando a la comunidad del barrio.
2013
Como el título de la célebre obra de Gabriel García Márquez, la Crónica de una muerte anunciada, el desplome de Space mantuvo en vilo a los habitantes de El Poblado, quienes fueron testigos apacibles de la tragedia. Los vecinos se volcaron a las calles del barrio para acompañar a los afectados; algunos organizaron homenajes a las víctimas por varios días, y esta casa editorial estuvo ahí acompañándolos, visibilizando el corazón de la tragedia misma.
En total fueron 12 vidas las que se apagaron ese día: trabajadores de obra, vigilantes y un solo propietario, Juan Esteban Cantor Molina (22 años). Ellos quedaron sepultados por toneladas de cemento de la torre 6.
¿Por qué se cayó la torre 6 de Space?
Como resultado de esta tragedia, el ministerio de Vivienda creó la “Ley Antispace”.
Y es que el hecho estaba anunciado. La emergencia comenzó el 10 de octubre, un jueves, día en que los vecinos denunciaron las grietas en la torre 6 y los organismos de atención de desastres hicieron las respectivas evaluaciones y recomendaron la evacuación. “El daño puntual fue en el piso cuarto de la torre 6, con afectación en las columnas. Fue una falla por compresión donde se exponen los elementos metálicos”, confirmó Jaime Enrique Gómez (ingeniero geólogo), y quien estaba como director (e) del Dagrd para el día de la emergencia.
Ciertamente, la de Space es una tragedia cuya huella no se debe borrar, y no se borrará. Cuando se presentó el informe de la universidad de Los Andes en relación con el colapso de la torre 6 de Space, un año después (el 15 de octubre de 2014), ahí se conoció que las columnas del edificio tenían la probabilidad de fallar en un 99 %. Este estudio indicó que la principal causa del colapso fue la falta de capacidad estructural de las columnas de la edificación para resistir las cargas.
Un poco de lo que la tragedia nos dejó
Lo sucedido en Space fue objeto de cuestionamientos, entre otros, al ordenamiento territorial, la expedición de licencias de construcción, la instalación de los servicios públicos, la vigilancia del Estado sobre los privados, la actuación de esas empresas privadas, su autocontrol, las interventorías y la calidad profesional y ética de quienes integran el gremio constructor.
Así, la caída de la torre 6 de Space logró mover los cimientos de la construcción en Medellín y el país. Tanto así, que esta tragedia hizo que el ministro de Vivienda del momento, Luis Felipe Henao, creara la ley denominada “Anti Space’. Su propósito fue frenar la construcción de edificaciones que no cumplieran rigurosamente los requisitos de la Ley 400 de 1997 en todo el territorio nacional.
Pero sus consecuencias no pararon ahí. En Medellín se aprobó el Acuerdo Nro. 54 (el 31 de julio de 2021). Gracias a este Acuerdo, los propietarios y poseedores de viviendas en edificaciones siniestradas, demolidas o implosionadas, y que hayan sido evacuadas como consecuencia de fallas estructurales originadas en causas naturales o humanas, tendrán una exención del impuesto predial. ¿Será suficiente para acabar el dolor de las víctimas de Space? El drama continuará. Aunque también ya hay responsables condenados por este caso y han pasado 8 años del colapso, esta es una tragedia que continúa. No solo sigue latente la pregunta de ¿por qué se cayó la torre 6 de Space? También ha sido un tormento el proceso judicial y legal con este predio, que no se ha podido vender.
Línea del tiempo:
12 de octubre de 2013: Colapsó la torre 6 del edificio Space.
27 de febrero de 2014: fue demolida la torre 5 del edificio Space.
23 de septiembre de 2014: se demolió por completo el complejo residencial Space.
15 de octubre de 2014: Se presentó el informe de la universidad de Los Andes en relación con el colapso de la torre 6 del edificio Space.
11 de octubre de 2017: concluyó el proceso judicial del caso Space, con la condena a responsables del desplome del edificio. Como resultado, tres personas fueron condenadas como culpables de “homicidio culposo”.
Cifras:
115 familias afectadas.
551 personas afectadas.
22 pisos tenía la torre 6 que se desplomó en Space.
161 apartamentos tenía el complejo residencial Space.
100.000 metros cuadrados tiene el lote del edificio Space.
2.500 toneladas de escombros, en su gran mayoría grandes placas de concreto, dejó el desplome.
640 viajes de volquetas con desechos representan el total del material retirado en el desplome de la torre 6 del Space.
120 bomberos participaron en la operación de rescate y remoción de escombros. Además, fueron 35 rescatistas, 45 operarios de máquina y más personal de apoyo para un total de 245 personas atendiendo la emergencia.
3.233 seguidores obtuvo el primer día de creación la cuenta en Twitter @unidosporspace, que fue creada por un grupo de propietarios de apartamentos del complejo Space.
23 eran los apartamentos del Space asegurados con Sura por pólizas por desastres.
10.678 violaciones a las normas técnicas de sismorresistencia tenía el Space, según informe de la Procuraduría. Además, 23 artículos de obligatorio cumplimiento se desconocieron en su construcción.
El puente de la 4Sur Gilberto Echeverri Mejía fue inaugurado en 2012. Unos meses después, Vivir En El Poblado registró los sentimientos encontrados que en aquel entonces tenían los vecinos respecto a la obra.
2012
Con emoción evidente, discursos y reportes de noticias, el 20 de abril de 2012 se inauguró el puente de la 4Sur, una obra que unió la ciudad de oriente a occidente, del sector de Guayabal a El Poblado, y viceversa.
La obra había sido entregada parcialmente, en diciembre de 2011, por el alcalde saliente Alonso Salazar, quien decidió bautizarla con el nombre de Gilberto Echeverri Mejía, en homenaje al líder, ministro y dirigente antioqueño asesinado por las Farc. Construido por la empresa Conconcreto, se trata de una megaobra de 560 metros de longitud y 40 metros de ancho. Para los constructores fue, en su momento, un gran reto de ingeniería, sobretodo por la colocación de las pilonas del puente atirantado.
De amores y odios
En el 2013, y un año después de inauguradas las obras, Vivir En El Poblado reunió el sentimiento de algunos de los vecinos y conocedores que apoyaban la obra, y otros que expresaban dudas sobre su funcionamiento.
580 metro mide el Puente Gilberto Echeverri Mejía.
En ese momento se hablaba de obras complementarias y necesarias para aumentar su efectividad: arreglos en la vía, modificaciones en fachadas, una barrera acústica, intervención en la cancha de arenilla y adecuaciones en fachadas en los bajos del puente.
Héctor Alonso Gómez, subsecretario técnico de Infraestructura Física de Medellín, explicó en ese año algunas de las intervenciones futuras: “Vamos a tener repavimentación; mejoraremos las redes de servicios públicos; los andenes, que ahora son de un metro de ancho, y van a quedar de dos metros. Vamos a arreglar las fachadas de las viviendas aledañas, habilitaremos el cuadradero de buses y se va a mejorar la iluminación”. Todo lo anterior con el propósito de lograr que la vía cumpliera todos los objetivos e hiciera mejor la vida de la gente.
22 meses duraron las labores de construcción de este puente.
La obra, sin embargo, tiene aún detractores. El arquitecto Jorge Pérez, por ejemplo, quien participó en la elaboración del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín y dirigió el Departamento Administrativo de Planeación, considera que “el puente de la 4Sur es una de esas obras que, cuando se miran en el sistema urbano completo, pierden coherencia, armonía y articulación. Es un ‘megapuente’ para conectar el río y la ciudad. Si se mira hacia el este o hacia el oeste, la continuidad urbana es mínima”.
$205 mil millones fue el valor de la construcción del puente de la 4 Sur, el puente intraurbano más largo de Colombia.
Según su opinión, la sección vial del puente no guarda relación con el sistema urbano complementario, es decir, con las calles que le dan continuidad en los dos costados del río. “Si se mira, el puente, llega a una calzada de dos carriles que avanza hacia la Loma de los Gonzalez, en dos carriles. Es claro que tiene continuidad hacia un costado del Centro Comercial Oviedo y la Loma de los Balsos. Cuando se hizo, había expectativa sobre un intercambio vial nuevo en la Avenida El Poblado”.
Generador de amores y odios, el puente Gilberto Echeverri, nueve años después de su inauguración, sigue siendo el puente intraurbano más grande del país. En este 2021, está recibiendo nuevamente atención: con un costo aproximado de 250 millones de pesos, acaba de ser el escenario de una gran intervención artística, bajo la dirección de la agencia para la gestión del Paisaje, el Patrimonio y las Alianzas Público Privadas de la alcaldía de Medellín.
En Medellín, según el último reporte de la secretaría de Salud, con corte al 28 de noviembre, se han aplicado 3.459.236 dosis de vacunas contra el COVID19, con una ejecución del 92 %, con respecto a las dosis recibidas por el ministerio de Salud y Protección Social.
Un total de 1.592.011 personas cuentan ya con el esquema completo de vacunación, de una o dos dosis.
Además, como primeras dosis han sido aplicadas 1.758.631; como segunda dosis, 1.261.382; como dosis única, 330.629, y como tercera dosis, 108.594.
Antioquia: 7.982.993 dosis aplicadas
En Antioquia, según datos de la secretaría de Salud del departamento, han sido aplicadas 7.982.993 dosis.
En la jornada del sábado 27 de noviembre de 2021 se aplicaron 38.430 nuevas dosis, entre las etapas 1 a 5.
El consolidado de la población antioqueña con esquema completo es de 3.560.304.
Finalmente, con vacuna de refuerzo ya hay 216.293 dosis administradas.
Colombia: 56.518.538 dosis aplicadas
Según el último reporte enviado por el ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia ya han sido aplicadas 56.518.538 dosis de vacunas contra el COVID19.
En la jornada del sábado 27 de noviembre de 2021 fueron aplicadas 319.293 dosis en todo el país.
Un total de 24.420.606 personas cuentan ya con el esquema completo de una y dos dosis, y las dosis de refuerzo aplicadas han sido 1.363.564 en todo el país.
Además, los vacunados con primeras dosis, al día de hoy, son 30.734.368; con segundas dosis, 19.618.867, y los vacunados con monodosis, 4.801.739 personas.
140 años han transcurrido desde el día en el que el Museo de Antioquia abrió sus puertas y comenzó un camino que lo convirtió en una de las instituciones culturales más importantes de la región. Para celebrarlo, las personas podrán entrar de forma gratuita y hacer recorridos guiados por las salas y mediante los cuales podrán conocer más sobre las obras y sus artistas, entre ellas, “Escena con Jinete”, un mural que fue trasladado hasta aquí después de un proceso largo de restauración y logística.
Cuenta la historia que el museo fue fundado en 1881 con el nombre de Museo y Biblioteca de Zea, en honor a Francisco Antonio Zea, un hombre que participó en la Independencia. El 20 de julio de 1882 se realizó la apertura oficial. Manuel Uribe Angel, médico y geógrafo, pronunció un discurso en el que destacó el carácter educativo y pedagógico de este lugar. A partir de 1936 y hasta 1943 el museo permaneció cerrado hasta que la Sociedad de Mejoras Públicas inició una campaña para fortalecerlo. Se abrió el 28 de mayo de 1944, y en 1946 se creó la Sociedad Protectora del Museo, con 345 socios.
Arte, educación y directoras
Entre 1950 y 1984 se especializó en el campo artístico. Al revisar su historia, se nota la presencia de varias mujeres en su dirección: Débora Arango, Emma Mejía, Carmen Salazar, Teresita Mejía, son algunas de ellas. En 1977 se cambió el nombre de Museo de Zea a Museo de Arte de Medellín Francisco Antonio Zea. Posteriormente se propuso que se llamara Museo de Antioquia para darle más identidad y manifestar su compromiso con la región.
A partir de 1993 y bajo la dirección de Lucrecia Piedrahita, el museo fortaleció su capacidad educativa. En 1997, y bajo la jefatura de Pilar Velilla se concentró en la sede nueva, en el Palacio Municipal, y en la donación de Botero. El 15 de octubre se abrió la sede nueva del museo y casi un año después, se inauguró la Plaza de las Esculturas Fernando Botero. En el 2016, Maria del Rosario Escobar fue nombrada como nueva directora y desde entonces se ha caracterizado por un liderazgo que ha acercado el museo a la ciudad y ha puesto a conversar las salas entre ellas, es decir, ha creado armonía y unidad entre las obras existentes, aunque sean de artistas variados y con escuelas diversas.
“Escena con jinete”: un regalo para la ciudad
Además del ingreso libre y un concierto en el Teatro Metropolitano, el Museo de Antioquia celebra su aniversario con la exhibición de “Escena con jinete”, un mural de Fernando Botero que fue trasladado desde el Centro Comercial Nueva York hasta una de sus salas, el pasado 15 de agosto. Gracias al apoyo de Comfama, Argos, el ministerio de Cultura, esta obra fue movida y restaurada para que la gente de la ciudad pueda apreciarla.
De acuerdo con Maria del Rosario Escobar, su directora, “esta obra es de una belleza y una rareza única. Representa el cierre de un ciclo: su permanencia en Medellín y en Colombia. Después de pintarlo, él salió de la ciudad y el país y comienza un periplo que lo lleva a su reconocimiento.
Al mismo tiempo presenta un estilo que él estaba cultivando y que se suma a una tradición del paisaje y la representación pictórica latinoamericana y colombiana. Es la representación de un hombre a caballo con todo lo que eso significa en la tradición de la historia del arte y una escena un poco confusa y también metafórica de un relato épico.
Por esta temática y dimensiones, esta pintura cumple la función de tejer los pisos del museo del siglo XX con la donación Botero, también. Junto a los murales que el maestro Pedro Nel Gómez pintó, se suma a tejer estos relatos, y empieza a representar una manera redonda y ajustada de todo aquello que el museo ha estado trabajando durante estos 140 años de trabajo por el arte colombiano”.
La sala donde está este mural se abre hoy al público y es un ejemplo de la capacidad del Museo de Antioquia de dar un significado nuevo y atemporal a sus obras.
Uno de los objetivos fundamentales de Vivir en El Poblado, desde su inicio, ha sido recuperar la historia de la Comuna 14. En 2010 hizo un recorrido por los barrios, en el que incluyó esta historia de Manila.
2011
Manila, como muchos lugares en El Poblado, antes de ser barrio fue una gran finca. Perteneció al Seminario Conciliar y posteriormente a la familia de Isaac Restrepo Posada, quienes vivieron allí hasta el momento de iniciar la construcción del Barrio. A principios del siglo XX.
Los dueños de esas fincas que se convirtieron en barrios, las tenían, además de para explotarlas, para pasar vacaciones y días de descanso con su familia. El viaje a la finca se iniciaba temprano en tranvía, hasta la estación Poblado y de ahí hasta la casa de la finca en bestia. (La calle 10 de hoy se llamaba, entonces, la calle de la Estación).
A fines de los años 30 comenzó la construcción del barrio Manila. Poco a poco cada familia compraba su lote y construía su casa, de uno o dos pisos. En su momento y durante mucho tiempo, Manila fue un barrio con viviendas uniformes, azules y blancas. Entonces, muchas de las familias adineradas del barrio Prado y el centro de Medellín tenían grandes propiedades…
Una de las primeras casas que se construyeron en Manila fue la de la familia Vasco Ospina. Eran ocho hijos que nacieron en el Parque de El Poblado, en la vieja casa esquinera que tenía su papá, donde hoy queda el Banco de Bogotá. Allí había animales, árboles frutales y agua propia que bajaba de la montaña.
Esta familia construyó una casa de dos pisos, cerca de la calle 12, donde quedaba la escuela de niños Francisco Herrera Campuzano, que cerró hace 50 años, y donde hoy funciona parte del Comando de la Policía y la Casa de la Cultura.
Con el paso de los años, los edificios y unidades residenciales y las vías congestionadas fueron dominando el barrio, y empezaron a tratar de darle otro carácter.
Luego, los pequeños negocios fueron consiguiendo su propio local o casa: hostales, hoteles, spas, restaurantes, pequeños talleres, galerías de arte, en fin, un mundo enorme y variado a medida y semejanza de otro lado cualquiera del mundo.
En los años recientes, el barrio se empezó a caracterizar por los albergues para mochileros extranjeros, y muchas casas empezaron a reconvertirse en hostales u hoteles con precios accesibles. Complementan el nuevo paisaje urbano las tiendas estilo vintage y los cafecitos tipo europeo, lo que está cambiando la vocación del barrio de residencial a mixto, con los inevitables problemas de movilidad y contaminación por basuras. Algunos han optado por arrendar sus casas o venderlas por el incremento del costo de vida. Otros prefieren morir allí, aunque ya no haya cupo en el viejo cementerio.
Manila, en 2010
“Pese al cambio, Manila conserva su toque de barrio”, titulaba Vivir en El Poblado en la edición 428, de 2010. Una afirmación que confirmaba con datos: “El barrio Manila cuenta con 25 edificios en los cuales hay 215 apartamentos y 170 oficinas. En Manila también hay 268 casas, muchas de ellas convertidas en oficinas, locales comerciales o pequeños restaurantes”.
Con motivo de los 26 años de operación del Metro de Medellín, este martes 30 de noviembre de 2021 el sistema operará de manera gratuita para los usuarios que utilicen la aplicación Cívica Pay.
Juan Camilo Gómez, coordinador comercial de la unidad estrategia de Cívica, explicó: “Toda persona que haya descargado su aplicación, haya hecho un registro efectivo, va a tener la posibilidad de viajar totalmente gratis validando un código QR en todos los validadores que se encuentran en el sistema. Con estos tres sencillos pasos van a poder hacerlo durante todo el día”.
Es importante aclarar que este beneficio aplicará para las líneas A y B del Metro; la línea T -Tranvía-; las líneas J, K, H, M y P de Metrocable, y la línea 1 de buses. No será válido en las rutas integradas, alimentadores, cuentas 3 y 6 y línea 2 de buses.
Además, la gratuidad también aplicará para el Tranvía. La empresa Metro de Medellín recordó que el beneficio de la gratuidad aplicará solo para este martes 30 de noviembre y será durante todo el día, de manera ilimitada.
Los usuarios que aún no tengan la aplicación, la pueden descargar en cualquier dispositivo móvil inteligente, sin costo alguno. Se encuentra fácilmente con su nombre: Cívica.
Paso a paso
Así puede acceder al beneficio del Metro de Medellín gratuito durante un día:
Usar el Código QR Transporte del monedero Cívica Pay, generado a través de la App Cívica.
Para acceder a este beneficio, las personas deben haber descargado y finalizado su registro exitosamente en la App Cívica.
Por cada viaje se deberá generar un nuevo Código QR Transporte, sin que se presente ningún movimiento o cargo en su monedero Cívica Pay.
Finalmente, los costos por el desarrollo de esta iniciativa serán asumidos por Davivienda y DaviPlata en su totalidad, gracias a una alianza con el Metro de Medellín.
En 2010 Medellín fue escenario del primer título de Colombia en el ciclo olímpico. Un triunfo que, además, marcó un hito social y cultural.
2010
Oro, oro, oro… Fueron en total 144 las veces que los narradores hicieron eco de la palabra. Esa que solo fue superada por la que aún resuena en lo más alto de la historia deportiva nacional: campeones.
Y es que aquel marzo del 2010 sigue siendo el máximo logro deportivo del país, al ser la primera vez (y hasta hora la única) que Colombia se ha consagrado vencedora de un certamen del ciclo olímpico. Los IX Juegos Suramericanos de Medellín contaron con la participación de 4.500 deportistas y más de 41 mil espectadores.
Aun así, y antes de poner los reflectores en el hito deportivo, hizo eco en la opinión pública la necesidad de que las justas sirvieran para algo más que para alimentar las vitrinas de los deportistas. Legado, que llaman.
4.500 DEPORTISTAS participaron en los IX Juegos aSuramericanos de Medellín.
En las páginas de Vivir en el Poblado la columnista Olga Clemencia Villegas de Estrada, por esos días anhelaba “conquistar a todos esos visitantes como embajadores de oficio… que nos seguirán convirtiendo en destino predilecto para otros encuentros”. ¿Qué ha pasado desde entonces?
Confrontando el mito
Uno de los principales argumentos de la oposición a la realización de estos grandes eventos es la orfandad a la que suele someterse la infraestructura que emerge durante los juegos. El aeropuerto Ellinikón, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004; la pista de BMX de Beijing 2008 o el mismísimo parque olímpico de Río 2014 son memoriales al detrimento. Basta con dar un clic en Google.
En el caso de Medellín, la suerte con la que corrieron estos escenarios ha sido otra. El principal conglomerado, la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, construida durante la alcaldía de Alonso Salazar, continúa siendo un espacio privilegiado para el deporte, incluso para muchas disciplinas que antes de los Juegos Suramericanos no contaban con espacio para su práctica.
Sería irresponsable atribuir lo que vino en exclusiva a los Juegos; sin embargo, es un hecho que en adelante Medellín mostró que estaba lista para atraer algunas de las citas más importantes del mundo. Algunos ejemplos: la Asamblea de la OEA, el Mundial Juvenil de Fútbol, el Foro Urbano Mundial, el Circo del Sol o el concierto de Madonna. Estos dos últimos realizados en escenarios deportivos renovados durante el certamen suramericano.
¿Y El Poblado?
Hasta hace una década una de las principales solicitudes de la comunidad de El Poblado pasaba por la necesidad de incrementar los espacios públicos para el deporte. Uno de los testimonios sobrevive en las páginas de Vivir en El Poblado. Allí la jueza de atletismo durante los Suramericanos y habitante de la Comuna 14, Luz Victoria Gaviria, destacaba la escasez de espacios y el deficiente estado de los pocos existentes.
Once años después, la realidad evoluciona. Al consultar a varios ciudadanos de la zona, coinciden en que podrían ser más, aunque reconocen que hay una intención de pensar las obras en El Poblado, más allá de la movilidad.
Quizás el caso más reciente es el Parque Providencia, en los Balsos, que dotó el sector de 22.000 metros cuadrados con canchas de tenis, fútbol, juegos infantiles y gimnasio. Casos semejantes, en mayor o menor medida, son la UVA Ilusión Verde, frente a El Tesoro; la ciclorruta de Las Vegas o los gimnasios al aire libre en la Divina Eucaristía, Manila, Los Parra y El Garabato.
Escenarios que, de nuevo, no pueden señalarse como consecuencia directa de los Suramericanos, pero que sí son el resultado de una cultura cambiante que tiene una historia para contar: la de una ciudad, más allá de un gobierno, que decidió empezar a priorizar el deporte como oportunidad de inclusión, salud y buen vivir.
Era el año 2010 cuando Marta Ligia Jaramillo, directora del Museo El Castillo, habló en Vivir en El Poblado de los esfuerzos para conservar este lugar a través del tiempo. Los apoyos de la alcaldía se convirtieron en su ruta. ¿Qué pasa en el 2021?
2010
El único castillo que existe en Medellín se mantiene en pie gracias al esfuerzo constante de sus directivas. Exhibiciones, alquiler del lugar para eventos, días de trabajo en sus jardines y algunos apoyos de instituciones o personas a través de las décadas han permitido que este lugar se mantenga.
Este sitio que se levanta a un costado de la concurrida avenida Los Balsos, fue construido en 1930 por la oficina de arquitectos H.M Rodríguez. El propósito inicial era convertirlo en casa de campo, (como era común en ese entonces en El Poblado) del señor José Tobón Uribe, médico y fundador de la Farmacia Pasteur. Doce años más tarde, en 1942, fue adquirido por Diego Echavarría y su esposa Benedikta Zur Nieden; ellos lo ampliaron y decoraron con piezas artísticas que trajeron de varios lugares del mundo.
Hasta él llegaron invitados de cenas, fiestas; hubo alegrías, planes, música y también enfermedad: aquí murió, a los 19 años, su hija Isolda Echavarría, del síndrome Guillain – Barré.
2021: Vecinos y ¿apoyo gubernamental?
En las últimas décadas ha realizado acciones diversas para mantenerse, evitar la decadencia de sus espacios, y a través de la fundación que lleva su nombre. En el 2009, y durante el mandato del alcalde Alonso Salazar, sus directivas anunciaron con alegría una noticia: el museo recibiría apoyo de la alcaldía de $1.300 millones con el fin de ofrecer entrada libre a las personas y convertir este espacio en el “centro cultural más importante del suroriente de Medellín”.
1930 ES EL AÑO de construcción del castillo, por la firma de arquitectos de H.M.Rodríguez.
Mejorar los jardines y construir senderos para transformarlo en un parque ecológico ambiental fueron las propuestas que se anunciaron a partir del 2008, y Vivir En El Poblado lo relató, con detalles, en el 2010. “Desde hace muchos años El Castillo venía en franca decadencia. Desde hace 20 años estaba muy triste, porque iba el deterioro en los jardines, en los senderos, en los techos; 20 años luchando por conseguir apoyo de las distintas alcaldías y de la empresa privada porque los ingresos del Museo daban a duras penas para los gastos fijos, pero nunca para hacer reparaciones de fondo. Que la alcaldía le haya dado este apoyo para sacarlo adelante y aprovecharlo como espacio de inclusión social, tiene un tinte milagroso”, dijo en ese entonces Marta Ligia Jaramillo, su directora.
La falta de continuidad de los planes sociales en los cambios de alcaldes convirtió este plan en un sueño roto. De acuerdo con las directivas de El Castillo y fuentes consultadas cercanas a este lugar, desde la alcaldía de Federico Gutiérrez no reciben recursos, y esto tampoco ha sido posible durante el mandato actual de Daniel Quintero.
La gente del museo explica que este apoyo gubernamental es vital en este momento, y mucho más ahora, después de la pandemia, ya que dependen de las entradas que la gente compra para su ingreso, y en un tiempo estático, como el del confinamiento, se quedaron sin esos recursos, y en la soledad absoluta por parte de las autoridades.
Actualmente están interesados en fortalecer la relación con los vecinos, que piden silencio en los días de eventos, y en involucrarlos a los programas. También hacen un llamado a las personas para que visiten El Museo El Castillo, realicen picnics, sesiones fotográficas y asistan a sus exposiciones.
Algunas cifras y planes hoy
16 profesores y alrededor de 144 estudiantes hacen parte de su escuela. En ella es posible aprender dibujo, fotografía, pintura, entre otros saberes.
Actualmente tiene 30 empleados fijos.
El Gazebo, su nuevo pabellón, será insonorizado para mejorar la experiencia en los eventos y evitar molestias a los vecinos.
De su colección hacen parte obras de artistas reconocidos como Agusto Jorón, Jules Worms o Justo Arosemena.
Actualmente se preparan para la exhibición de pesebres que se realiza a final de año.
Este martes 30 de noviembre, se realizará un recorrido que saldrá a las 6:00 de la tarde desde la Institución Universitaria de Envigado (carrera 27B, calle 39A Sur – 57),y llegará al parque principal Marceliano Vélez Barreneche, donde los asistentes podrán disfrutar de un show de la Banda de la Policía Nacional.
La caravana llevará un mensaje especial a los envigadeños: “Vivamos esta Navidad con alegría y sin pólvora”, expresó Braulio Espinosa, alcalde de Envigado.
“Comparsas, bandas musicales, grupos artísticos y delegaciones de diferentes instituciones llevarán diversión, regocijo y amor por las calles de la ciudad señorial”, dice en un comunicado de la Alcaldía de Envigado.Esta caravana que recorrerá diferentes puntos del municipio de Envigado, tendrá transmisión en vivo por las redes sociales de la Alcaldía. En Instagram: @alcaldiadeenvigado; en Twitter: @AlcaldiaEnv, y en Facebook: Alcaldía de Envigado.
Conozca el recorrido de la caravana en la siguiente imagen:
El patrimonio histórico y cultural ha sido siempre un tema fundamental de Vivir en El Poblado. En 2009 hicimos un recorrido por los antiguos barrios, del que rescatamos esta historia, la de Patio Bonito.
2009
Ubicamos la hacienda Patio Bonito a principios del siglo XIX: pertenecía, en ese momento, al señor Nolasco Posada Arango. Él le vendió a su yerno, quien agregó nuevos terrenos mediante remates y compras sucesivas. Esas compras se extendieron hasta el siglo XX, 1900. En ese momento se hizo la primera ampliación de la casa. Un año después se anexó un nuevo lote, para abrir un camino hacia la estación del ferrocarril de Amagá (hoy, calle 10).
Cuando murieron don Nolasco y su esposa, su hijo Abraham heredó la finca y siguió comprando lotes. Con su esposa, María Jesús Arango, y su familia, vivieron en el centro de Medellín, e iban a la finca para vacaciones y fiestas de fin de año. Así, entre 1902 y 1925. Don Abraham siguió agrandando su finca, pero en 1932 le vendió al Municipio un lote para construir la nueva feria de ganado.
En Patio Bonito, en distintos momentos, hubo trapiche, en donde se producían panela, panes de azúcar y miel para las bestias. Las chimeneas emanaban un delicioso aroma, que seguro alegraba la vida de la gente, y que iba hasta más allá de los cañaduzales, que eran los más extensos de las orillas del Medellín. El trapiche funcionó hasta 1940. Pero a la vez que don Abraham agrandaba su finca, la casa de la hacienda Patio Bonito fue reformada a imagen y semejanza de la casa de 1900.
La primera urbanización privada
La primera transformación de esta zona rural empezó en el 62, cuando los herederos del señor Nolasco Posada formaron la Sociedad Urbanizadora Patio Bonito, la primera urbanización privada en El Poblado. A la gobernación de Antioquia le vendió una parcela para la Fábrica de Licores. También se construyeron el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, y el INEM, en los años 70. Don Abraham le donó, además, un terreno a la iglesia para que construyeran un templo.
La parroquia de Santa María de los Dolores fue creada en 1986, y, seis años más tarde, fue inaugurado el templo
Uno de los hechos que más marcaron el paso de Patio Bonito de zona semirrural a barrio fue la construcción de la urbanización. Pero, según se lee en la edición de 2009 de Vivir en El Poblado, la llegada del Metro generó el cambio definitivo: “En 1995 contribuyó aún más a la modificación del barrio la edificación de la Estación Poblado del Metro. Desde ese momento hasta hoy, la vocación residencial de Patio Bonito no ha dejado de ceder terreno al carácter comercial, y son pocas las casas que no han despedido para siempre a los grupos familiares y albergan hoy empresas de diferente índole”.
Entre 2007 y 2008, Vivir en El Poblado registró con entusiasmo la inauguración y la apropiación por parte de la comunidad del Parque Lineal La Presidenta.
2008
“¡A gozarse La Presidenta!”: así tituló Vivir en El Poblado el editorial de la edición 377, de octubre de 2008. El entusiasmo no era para menos: después de varios años de espera, la quebrada La Presidenta y sus alrededores, que es el corazón del barrio El Poblado, tenía nueva cara, nuevos usos, y, por supuesto, nuevas responsabilidades por parte de la comunidad.
El Parque Lineal La Presidenta fue inaugurado el 31 de agosto de 2007, durante la administración de Sergio Fajardo. Su sucesor, Alonso Salazar, continuó el Plan Especial de Ordenamiento de El Poblado, una estrategia de inversión integral que se había iniciado en 2004, con la participación de la comunidad de la Comuna 14. Entre las obras propuestas en ese Plan Poblado estaba el Parque Lineal.
“El parque Lineal La Presidenta es una buena muestra de que es posible convertir un potencial rastrojo en un lugar que invita a disfrutar del aire libre, con ingredientes educativos y culturales”, se lee en el editorial de Vivir en El Poblado, ese octubre de 2008. Un año antes, cuando se inauguró el Parque, la secretaría de Cultura Ciudadana de la Alcaldía había promovido la firma de un Pacto Ciudadano para su cuidado. Para la firma de este acuerdo se convocó el Comité Cívico de la Zona Rosa, la Junta Administradora Local, los líderes cívicos de El Poblado y la Veeduría de la obra.
Vivir en El Poblado destacó esta estrategia de la Alcaldía, que buscaba “incentivar el sentido de pertenencia por estos espacios”. La administración impulsó el programa de “padrinazgo” para los 11 parques lineales de la ciudad. Así lo contó el periódico: “El programa consiste en que cada parque tenga 10 padrinos de la propia comunidad, capacitados para supervisar las actividades de estos espacios públicos, sus jardines, árboles e infraestructura física. Al cierre de esta edición, el Parque Lineal La Presidenta ya tenía nombrados nueve de los diez padrinos”.
En sus páginas, Vivir en El Poblado anunciaba la programación especial del Parque Lineal: “Hasta el 11 de febrero de 2009 están programadas 1.324 actividades, las cuales tienen como meta la participación de al menos 35 mil personas”. El periódico hizo parte de ese “padrinazgo”, y valoró la apropiación de la comunidad: “Es común ver en este parque grupos de gimnastas de todas las edades, alumnos de kung fu o personas paseando sus mascotas”.
El Parque Lineal La Presidenta, con cerca de 20 mil m2, senderos peatonales y tres puentes, sigue siendo el corazón verde de El Poblado, y recibe, cada domingo, los mercados campesinos.
El Parque La Presidenta, hoy
Hoy, los vecinos y visitantes del Parque Lineal La Presidenta reclaman más atención por parte de la administración municipal, porque el invierno se ha ensañado con la infraestructura. ¿Y la comunidad? Es hora de recuperar el entusiasmo que generó en El Poblado la inauguración de este espacio público. ¿Podemos hacer un nuevo Pacto Ciudadano, y recuperar la idea del padrinazgo? En Vivir en El Poblado recibimos ideas y propuestas.
De acuerdo a la cartera de Salud del Gobierno, se registraron además 2.200 recuperados. La cifra total de muertos llegó a 128.437 y la de recuperados a 4.905.431.
Antioquia, con 538, es el territorio con más nuevos casos en el último día. El listado continúa con Bogotá, con 298; Santander, 206; Barranquilla, con 184, y Norte de Santander, con 181.
Con el último reporte, el país llegó a 13.913 casos activos de COVID19, y se suman 5.065.373 contagios desde el inicio de la pandemia.
En cuanto a las muestras procesadas, en la última jornada fueron 42.275 en total; 24.073 de PCR y 18.202 de antígeno. Así se acumulan 28.017.929 muestras procesadas.
En su informe, el Ministerio de Salud también reportó los casos confirmados en el mundo, que llegaron a 261.406.293, mientras que los fallecidos por el virus ascienden a 5.198.688 en el globo terráqueo.
En su informe diario, el Ministerio de Salud reportó este domingo 28 de noviembre que el país registró 2.196 nuevos casos de coronavirus, cifra con la cual se alcanzó un total de 5.065.373 casos del virus en el territorio nacional desde el inicio de la pandemia.
Sábado 27 de noviembre: 5.063.177 casos de COVID19 acumulados
El Ministerio de Salud reportó este sábado 27 de noviembre que el país registró 2.620 nuevos casos de COVID19, cifra con la cual se alcanzó un total de 5.063.177 casos del virus en el territorio nacional desde el inicio de la pandemia.
Se registraron además 51 muertes por el virus en las últimas 24 horas, de acuerdo a la cartera de Salud del Gobierno.
Para ese día se tenían 13.989 casos activos de la enfermedad.Además, se registraron 2.629 recuperados. La cifra total de muertos llegó a 128.394 y la de recuperados a 4.903.231.
La protección del medio ambiente ha sido un tema fundamental de Vivir en El Poblado, en sus 30 años de historia. Son muchas las páginas que el periódico ha dedicado a dar a conocer los árboles de la Comuna 14.
2007
Son gigantes del camino. En los días de invierno, sus ramas se mueven al ritmo del viento para no quebrarse, y en los tiempos de verano muestran sus flores.
Desde sus primeras ediciones, y de forma constante, Vivir En El Poblado ha contado la historia de los árboles que están en calles principales, en los parques o a las salidas de los edificios. Azucenos, acacias rojas, guacayanes o corchos han aparecido en nuestras páginas. Algunos son de carácter patrimonial, por los años que cuenta su tronco, como es el caso del Tronador (Hura Crepintans), localizado en la carrera 41, entre las calles 10 y 10A y es el más antiguo de todos: fue sembrado hace 100 años.
Otros están en el parque que da nombre al barrio o en lugares variados donde sirven de casa a guacamayas, ardillas o pájaros. La siembra de muchos fue inspirada por personas como Ricardo Olano, un comerciante, periodista, integrante de la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, y quien antes de morir, en 1947, promovió la llegada de más árboles nativos y de otras regiones, y aportó a la construcción de jardines públicos. Y, en años más recientes, el periódico contó la historia del empresario Jorge Molina Moreno, quien, como alcalde cívico de Medellín, entre 1986 y 2001, promovió la siembra de más de 30 mil árboles en toda la ciudad. Por esta razón, se le llamaba el “alcalde verde”.
100 AÑOS tiene el árbol tronador ubicado en la cra 41 entre las calles 10 y 10A.
Por estas páginas también han quedado escritas las historias de vecinos, líderes que han salido a las calles para sembrar o cuidar los existentes, como Mauricio Jaramillo o Juan Fernando Gonzalez, ingenieros forestales que se han encargado de explicar el valor de cada uno, han trabajado junto a la comunidad para que árboles valiosos no sean arrasados por las construcciones nuevas, y la gente aprenda a cuidarlos y curarlos, en caso de vandalismo o inconsciencia. A ellos se suman colectivos de personas que los han defendido.
La historia de una construcción detenida por un grupo de personas que se opuso a la tala de un árbol que sirvió de casa a unas guacamayas, siembras en algunas calles o actividades de organizaciones variadas quedaron registradas en ediciones anteriores. También el hallazgo de animales nuevos o avistamientos de aves por realizarse.
1 de 9
Acacia roja
Palma cica
Azuceno
Chumbimbo
Velero
Después de La Candelaria, El Poblado es la segunda comuna de Medellín, con más árboles patrimoniales, y consciente de esto, el periódico ha querido contar la historia de estos gigantes silenciosos que lo dan todo a cambio de nada, y que regalan aire fresco, frutas, belleza, a la gente del barrio.
Hace apenas 15 años, Ciudad del Río era uno de los sitios menos arborizados de Medellín, sede de grandes industrias, como Argos y Simesa. La transformación empezó en 2006, y Vivir en El Poblado la celebró.
2006
“Nace un nuevo barrio”, dice un titular de Vivir en El Poblado, en la edición de febrero de 2006. Se refería, por supuesto, a la última gran renovación urbana de la Comuna 14, en el sector de Barrio Colombia, que ese mismo año sería denominada Ciudad del Río.
Así lo informó ampliamente el periódico: “El sector de Barrio Colombia vivirá grandes transformaciones durante este año. Esto porque el Municipio aprobó, después de mucho tiempo de que se hablara de ello, dos planes parciales que se desarrollarán allí, y hay uno más que está en trámite en la Dirección de Planeación. Los dos primeros son Simesa y Argos 1, ubicados en los terrenos que antes ocupaban estas empresas”.
Los Talleres Robledo, de Simesa, un edificio restaurado entre 2007 y 2009, donde ahora funciona el MAMM.
Según datos del momento, Barrio Colombia era un punto importante de asentamiento de la gran industria, con 350 empresas y negocios particulares. “Sin embargo -dice el texto-, en los últimos años la tendencia es a que este tipo de fábricas salga de los centros urbanos para pasar a zonas periféricas, como ha pasado con Simesa y Argos. Previendo esto, el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, expedido en 1999, declaró a Barrio Colombia como zona en transformación”.
Un consorcio de varias firmas constructoras de la ciudad, entre ellas Ramon H y Londoño Gómez, iniciaron las obras, con una propuesta autorizada para los usos comercial, industrial y residencial. En el texto de Vivir en El Poblado se menciona también la intención de Bancolombia “de construir allí su sede nacional, pero hasta ahora no hay nada definido al respecto”.
La foto que acompaña el artículo periodístico ya hace parte del patrimonio histórico: la demolición de la antigua sede de Argos. Y en aviso de página entera, los promotores de este revolcón urbanístico promocionaban el barrio naciente: “Aquí crece Ciudad del Río, la nueva ciudad para la ciudad”. Al anunciar las bondades, concluían: “Este será el mejor sitio para vivir, trabajar y visitar en Medellín”.
El traslado del MAMM
Hoy Ciudad del Río cumple con todas las expectativas generadas en 2006, cuando fue anunciado como un nuevo barrio. La llegada del MAMM -Museo de Arte Moderno de Medellín- a ocupar la sede de los antiguos Talleres Robledo, en noviembre de 2009, fue el impulso adicional que necesitaba esta zona.
9.910 metros cuadrados es la superficie actual del MAMM.
En la edición de ese año, Vivir en El Poblado celebró el traslado del MAMM de su sede de Carlos E. Restrepo a la Comuna 14: “La inversión para esta sede, cercana a los 21 mil millones de pesos, pretende que el nuevo MAMM siga adelante como referente de pluralismo y vanguardia cultural, esta vez en Ciudad del Río, entorno que le imprime un carácter metropolitano a su nuevo residente contemporáneo”.
De talleres a salas de arte
La sede del MAMM en Ciudad del Río era antes un enorme taller de fundición de acero y metal de la empresa Simesa -Siderúrgica de Medellín S.A.-. La actividad industrial en este lugar se clausuró en 2003, y, desde ese momento, se decidió que el edificio sería destinado para una entidad cultural. Cuando inició el Plan Parcial Ciudad del Río, en 2006, la alcaldía de Medellín adjudicó este antiguo edificio al MAMM; fue restaurado por el grupo Utopía, entre 2007 y 2009. Los arquitectos conservaron la nave central (sala de fundiciones) y la fachada principal con el aviso Talleres Robledo, pintado en 1944.
En 2004, la alcaldía de Medellín invitó a la comunidad de El Poblado a analizar en conjunto los problemas de la Comuna 14, y a planear, entre todos, las obras futuras. Un ejercicio ciudadano memorable.
2004
“El Poblado en transformación” fue el titular de la edición 283, de octubre de 2004. Un titular que resumía todo un año de seguimiento al Plan Especial de Ordenamiento de El Poblado que el alcalde de ese entonces, Sergio Fajardo, presentó a los habitantes de la Comuna 14, el 27 de octubre.
Desde el 5 de febrero de ese año, la administración municipal convocó a la comunidad de El Poblado a hacer un ejercicio de planeación, para una zona que había crecido de una forma inusitada en las últimas décadas. Vivir en El Poblado no solo informó acerca de esta convocatoria, sino que recogió las opiniones de los lectores y los invitó a participar activamente. Esto se lee en la edición de marzo: “Damos por descartada la participación de la gente, que esta vez, seguramente, será tan rica como en las tantas otras ocasiones en que ha sido convocada. La novedad que esperamos esta vez y la gran diferencia es que los resultados de esta gran encuesta y la síntesis que hagan los expertos se traduzcan en hechos concretos que de verdad le den respuestas a la gente para mejorar su vida diaria”.
En efecto, la participación de la comunidad de El Poblado fue masiva, y las propuestas que salieron de las 20 reuniones que se hicieron marcaron la ruta de los futuros proyectos para la zona. El Plan contó con un Comité Consultivo integrado por representantes de los residentes, delegados de las actividades económicas de los gremios y de las instituciones de El Poblado.
¿Por qué se hizo un Plan Especial para El Poblado?
Desde su campaña para la alcaldía de Medellín, Sergio Fajardo se comprometió a trabajar en el análisis de los diferentes problemas de El Poblado, con el apoyo de la comunidad, y buscar de manera conjunta las soluciones o alternativas. Los planes de ordenamiento zonal fueron una estrategia fundamental de su gestión, para organizar y planificar de manera concertada determinados sectores de la ciudad.
Vivir en El Poblado aceptó la invitación: “Lo que pase con Medellín en estos años depende en buena parte de lo que hagamos o dejemos de hacer los ciudadanos; la acción de Estado es importante, pero no es todo”, dice el editorial de mayo de 2004. El diagnóstico que realizó el Comité Consultivo sobre El Poblado fue publicado por el periódico en su edición de octubre de 2004: “El territorio es ocupado con un modelo suburbano de vivienda campestre, en el que se dio la transformación de vivienda campestre unifamiliar aislada a multifamiliares de gran altura con densidad 30 o 40 veces superior (…). Hoy El Poblado presenta un modelo de urbanización sin capacidad de soporte, carente de espacio público, vías, calles, servicios y actividades urbanas, con gran dependencia del automóvil, alta congestión vial y limitaciones para la configuración de una malla urbana y una red capilar de vías”.
Muchos de los problemas identificados en aquel entonces continúan vigentes, pero la mirada conjunta y juiciosa que se hizo de la Comuna 14 en 2004 es aún una hoja de ruta que vale la pena seguir.
Propuestas Plan Especial del 2004
Corredor urbano Avenida 34 y obras complementarias.
Malla vial de El Poblado: broches y obras civiles pequeñas y medianas prioritarias.
Terminales de ruta.
Parque Lineal quebrada La Presidenta.
Reorientación de la actividad inmobiliaria.
Reordenamiento de la zona comercial y recreativa de El Poblado.
Proyecto urbano pedagógico de la avenida El Poblado.
El doblaje del personaje de Isabela Madrigal en la película Encanto, un sueño cumplido para la paisa Isabel Garcés.
A propósito del estreno de la película Encanto, este miércoles 24 de noviembre en las salas de cine nacionales, Vivir en El Poblado conversó con la actriz Isabel Garcés.
Ella nos habla de la producción en Encanto, cómo vivió este sueño cumplido y las oportunidades que se le abrieron con su participación en la producción.
¿Cuál cree usted que será la sensación que dejará Encanto entre los espectadores?
Es una producción inspirada en Colombia. Ver las flores, las aves y los paisajes nos emociona mucho, pero más allá de que es bellísima visualmente, hay un mensaje muy poderoso que seguro necesitas escuchar: todos somos especiales, no hace falta tener un don. Esa es la verdadera sensación que deja Encanto.
¿Por qué dijo sí a esta producción?
Disney se volvió mi sueño desde que empecé a trabajar con mi voz. Así que mi “sí” siempre estuvo ahí.
El mensaje de Encanto es necesario en estos tiempos para el país? ¿Por qué?
¡Por supuesto que sí! En la película vemos como el perdón termina siendo lo que salva a la familia. Nuestro país necesita reconciliación.
¿Cuáles fueron los retos en el doblaje de su personaje?
Las jornadas largas de grabación, grabar por horas y horas haciendo una voz animada es todo un reto, vocalmente fue muy exigente pero lo disfruté muchísimo.
Al fin una producción dedicada a Colombia de Disney. ¿Cómo nos ve Disney?
Como lo que somos: diversidad, carisma, un país de familias amorosas y mucha sabrosura. Van a gozar cada segundo de la película y su música.
¿Cómo es Isabela Madrigal, su personaje en Encanto?
Isabela es “la señorita perfecta”. Es bonita, muy carismática y su don es hacer crecer LAS flores.
Todos piensan que su vida es ideal, pero no saben que carga mucha presión por siempre querer agradar.
Participar en esta producción fue un sueño cumplido, usted misma lo dijo. ¿Cuéntenos cómo sucedió al fin?
¡El más grande de todos mis sueños! Es increíble, veo el cuaderno en donde escribo mis sueños y ahí está Disney en mayúsculas. No puedo creer que tan solo dos años después de comenzar a desearlo, lo cumpliera.
¿Cuáles otras oportunidades se dieron en su carrera con este proyecto?
Trabajo como actriz y actriz de doblaje, y aunque he grabado para grandes producciones nacionales e internacionales, esta es mi primera película y mi proyecto más importante. Empezar a actuar es difícil, porque es necesario tener un buen portafolio y eso toma tiempo, con Encanto espero enriquecer mi reel y así abrir más puertas en el medio, no solo como actriz de doblaje sino también frente a cámara.
Con la modificación del régimen de Habeas Data, esta ley trae beneficios para los deudores morosos que se pongan al día con sus obligaciones reportadas en centrales de riesgo.
¿En qué consiste?
En una amnistía por una única vez para quienes se pongan al día en los 12 primeros meses de vigencia de la ley o quienes ya lo hayan hecho con anterioridad.
Sus reportes saldrán de las centrales en máximo seis meses.
¿Cómo funciona la amnistía?
Hay un plazo máximo en que opera esta amnistía y es de 12 meses contados a partir de la entrada en vigencia de la ley (29 de octubre de 2021).
Es una medida única y excepcional, por lo que si se reincide en mora, la misma permanecerá el doble del tiempo y máximo 4 años, como aplica la regla general.
Una vez se cumplan esos 12 meses, se volverá a la regla general de permanencia del dato negativo, que es el doble de tiempo de la mora y hasta 4 años, contado a partir del pago reportado por la entidad.
¿Qué es el historial crediticio?
En el historial crediticio se registra el comportamiento crediticio de los últimos 48 meses. Por lo tanto, si una persona estaba en mora y se puso al día o canceló la obligación en mora, pues en el historial se refleja esto.
Sin embargo, durante el término legal de permanencia de la información negativa se evidenciará que en el pasado la persona estuvo en mora, pero esta información se irá eliminando de la historia de crédito con el tiempo.
¿Cómo es la amnistía por sectores especiales?
Los grupos especiales son los estudiantes con créditos del Icetex, pequeños productores, jóvenes rurales, mujeres rurales y víctimas del conflicto armado quienes al cancelar totalmente la deuda saldrá inmediatamente del reporte negativo.
¿La amnistía por emergencia sanitaria?
Todas aquellas obligaciones que fueron objeto de reporte negativo durante la emergencia sanitaria del 12 de marzo de 2020 hasta el 31 de diciembre del 2020, no serán reportadas en las centrales de riesgo en ese mismo periodo, siempre y cuando ocurra lo siguiente: los titulares de la obligación hayan reestructurado su obligación.
¿Cómo consultar la información en las centrales de riesgo?
Ahora con esta ley, la consulta de información crediticia será gratuita en todo momento, no disminuirá la nota de las personas y los datos allí incluidos no podrán ser usados para otorgar un empleo.
Paralelamente, las centrales de riesgo tendrán que contar con una aplicación de acceso público a todos los titulares de datos, donde se generen alertas al momento de adquirir nuevas obligaciones, con el fin de mitigar el riesgo de suplantaciones.
¿Otros beneficios de la ley?
Esta ley permitirá a las personas que tengan deudas inferiores al 15 % del salario mínimo (menos de $136.279) recibir dos comunicaciones antes de ser reportadas negativamente.
Las notificaciones deberán realizarse con 20 días de diferencia entre una y otra.
La Personería de Medellín emitió alerta por el número de casos de violencia de género que se han presentado en la ciudad.
En comparación con el año anterior, el número de denuncias por violencia contra las mujeres que se han hecho ante la Personería de Medellín este 2021 han aumentado el 66.67 %.
Según un informe, presentado por el personero William Yeffer Vivas Lloreda, hasta septiembre de este 2021 se habían recibido 35 casos de violencia contra las mujeres, de los cuales 10 fueron por violencia intrafamiliar y el 90 % de esos casos involucraban agresiones físicas y sexuales.
Sin embargo, entre octubre del 2021 y lo que va corrido del mes de noviembre, el número de denuncias por este tipo de violencia es 56; de los cuales, 25 corresponden a lesiones personales agravadas, 9 son por amenazas de muerte y las restantes por otro tipos de agresiones.
En el informe también se alerta por la situación de los niños ante estas violencias, ya que esta población también ocupa un porcentaje alto de agresiones en Medellín.
Finalmente, el informe indica las comunas en donde más casos de estas violencias se presentan. En cuanto a agresiones, las comunas con mayores casos son Popular, Santa Cruz, La Candelaria y Belén. Y en lo referente a casos violencia sexual, las denuncias se presentan en mayor cantidad en las comunas Popular, La Candelaria, Manrique, Robledo y Villa Hermosa.
Cuando muchos escuchan el nombre Flota Bernal imaginan viajes seguros en la mitad de la noche o conductores conocidos que ayudan a tener un recorrido tranquilo. En el 2003, Vivir En El Poblado registró una historia que habla de tranvías desaparecidos, carros amarillos y pasajeros satisfechos.
2003
A la gente que trabaja en la Flota Bernal, le gusta escuchar las historias de los abuelos. Con ellas es posible regresar a aquellos años del pasado en que conductores de medias blancas, zapatos de cuero y camisas almidonadas viajaban en sus taxis por las calles de El Poblado para recoger a familias, niños o viajeros.
Dentro de sus carros no existía la palabra miedo: había conversaciones, música y una sensación de seguridad. La historia de esta flota que algunos llaman “la mancha amarilla” comenzó antes del primer servicio, antes del primer taxímetro o carrera.
En uno de los días del año 1942, el tranvía dejó de funcionar; se detuvieron los vagones y los sonidos de los rieles, en la mitad del día. El Poblado, en ese entonces, era un pueblo conformado por fincas a las que llegaban familias de apellidos conocidos y trabajadores que los atendían. Antes de su último día, los vagones daban vuelta a la plaza, recogían pasajeros que pagaban tres pesos desde El Poblado hasta el Parque de Berrío y viajaban hacia el centro de Medellín o Envigado.
“También estamos listos para llevar niños sin acompañante o mascotas; es un servicio que prestan con gusto algunos conductores”, Juan Durán, analista de Flota Bernal.
Después de la desaparición de los rieles, algunas camionetas llevaban a las personas hasta las fincas. Consciente de la necesidad existente y con unos cuatro o cinco taxis, Isidoro Arango creó Flota de Taxis Medellín. Sus conductores llevaban a las personas hasta las lomas y ayudaban a todo aquel que encontraban en el camino. En 1955 llegaron los taxímetros. A finales de la década de los sesenta, el señor Isidoro Arango se la vendió a Oscar Bernal, y éste se la cedió a Gustavo Bernal. Posteriormente se convirtió en una Sociedad Anónima y aumentó su número de vehículos cuando Alberto Lleras ofreció la posibilidad de comprar taxis, sin pagar impuestos, en 1961. En su aniversario sesenta, la Flota Bernal tenía 280 carros y 200 radioteléfonos.
En el 2021: tecnología, idiomas y “pasión por el servicio”
Juan Durán es analista de Mercadeo y de Relaciones Públicas de la Flota Bernal. Cuenta que actualmente viajan por toda el Área Metropolitana y también llegan a distintos lugares de Colombia.
Para ser parte de ella es necesario tener “pasión por el servicio”, aprobar exámenes médicos y cumplir con las normas establecidas por el Gobierno. Durante la pandemia, se acercaron más a los usuarios, y desde hace un año cuentan con una aplicación que permite pedir un taxi o tener registro del recorrido. Adicionalmente, y en compañía del Bureau de Medellín, muchos de los conductores aprenden inglés para comunicarse con los turistas. Actualmente trabajan en un proyecto de responsabilidad ambiental para reciclar y cuidar más la naturaleza, en su sede, en los taxis, y ojalá, próximamente, en las casas de los usuarios. “Queremos ser ejemplo en el cuidado del ambiente”, dice Juan Durán.
Un plato de cerámica es más que una pieza ocasional que se sirve sobre la mesa. Un jarrón no se limita a ser un recipiente para unas flores. Ambos, si se miran bien, cuentan una historia, una forma de ver el mundo, son el reflejo de una tradición y el trabajo de un grupo de personas que eligió ese oficio entre todos los demás que hay en el mundo. Quienes vivimos en esta parte de la tierra, crecimos con la cerámica del Carmen de Viboral; ahora llega la oportunidad de entender esas piezas qué hay detrás de esas piezas que nos han acompañado y hemos visto en nuestras casas o en las ajenas.
La editorial Mesaestándar acaba de presentar hace unos días “Carmen: cerámica e iconografía”, un libro de 184 páginas que cuenta la historia de la cerámica del Carmen de Viboral. Esta historia fue contada por José Ignacio Vélez, artista y alfarero, y narrada por Esteban Duperly, escritor y periodista. Con el rigor y la minucia de esta editorial, y al mismo tiempo su gusto por la belleza, este libro de 184 páginas cuenta los mensajes, retos y valores de la cerámica carmelitana.
El poder de las manos
Este libro visual y didáctico, explica procesos históricos, describe los decorados y las etapas de fabricación de la cerámica. Asimismo dedica una parte importante a las mujeres encargadas de decorar las piezas con las manos y fijar en ellas su arte. Su papel central en esta histórica es la razón que ha inspirado su título, el nombre de una mujer: Carmen.
El equipo encargado de elaborar este libro ha sido escogido con cuidado para garantizar a los lectores que se trata de una pieza con información completa, un atemporal, y con belleza: además de José Ignacio Vélez y Esteban Duperly están Alberto y Catalina Londoño quienes fotografiaron procesos y algunos objetos. Alfonso Posada tomó imágenes de los paisajes y del taller de José Ignacio Vélez. A ellos se sumó Alejandro García realizó ilustraciones inéditas sobre las flores y el ambiente. A ellos se suman Jason Guzmán y Sebastián de la Hoz, quienes diseñaron e ilustraron las letras capitales.
De acuerdo con Miguel Mesa, editor, este libro es resultado de una conversación con José Ignacio Vélez quien desde hace aproximadamente 40 años se fue a vivir a El Carmen de Viboral y Guatapé y allá ha trabajado para varias empresas del lugar.
Después de conversar con él y después de conocer las empresas del sector, José Ignacio Vélez ha resaltado el trabajo mano y el de las mujeres. “Después de ver muchos escritos e imágenes, recibimos su archivo (junto con Juan David Diez) y comenzamos a hacer una investigación seria y descubrimos cosas. Más que una idea, es un proyecto que cuenta con el apoyo de cerámicas Renacer. A nuestra editorial le interesan las artes visuales y este proyecto nos permite tener fondo y tratar temas de realidades artísticas y culturales”.
Este libro llegará a las librerías en enero, y está actualmente en preventa y con un precio menor, hasta el 30 de noviembre en la página de la editorial: www.mesaestandar.com
El final del siglo XX coincidió con una explosión de ampliaciones, intercambios, puentes y nuevas conexiones viales sin las cuales sería imposible entender, recorrer y vivir El Poblado.
2001
Sin contar el dramático trazado del Metro de Medellín y sus tres estaciones en la Comuna 14, dados al servicio en noviembre de 1995, la última década del siglo XX fue una de las más trascendentales para nuestra vigente infraestructura vial. Vivir en El Poblado dio cuenta de ello en aquellas primeras ediciones, como tema principalísimo.
Lo hicimos por tres razones de peso. Primero, siendo conscientes de la transformación del territorio, de uno mayoritariamente residencial a otro que a grandes pasos fue combinando comercio y servicios. Segundo, por la obvia necesidad de estas obras ante el caos del tráfico en un momento en que ni siquiera se usaba la palabra movilidad.
Y tercero, porque buena parte de esas grandes obras se hicieron con el aporte directo de sus habitantes y propietarios, vía valorización, como en años previos había pasado con las primeras ampliaciones de las avenidas Las Vegas y El Poblado, al igual que las transversales Superior e Inferior. “Es nuestra casa, es nuestro lote, es nuestra plata”, rezaba a propósito un eslogan de entonces en nuestro periódico.
“Y no es para menos, las calles, avenidas, transversales y lomas no dan más. Así lo asegura no sólo el sentido común, sino también los funcionarios de Planeación, quienes explican que esta situación es el resultado de un retraso en obras públicas de más de quince años. Por lo mismo, cualquier solución que se plantea ahora será un mero paliativo a la grave situación que vivimos. Situación que empeora si se tiene en cuenta que cualquier intento de solución deberá ser financiada por los propios vecinos, ya que el monto de las obras proyectadas sobrepasa cualquier rubro que en esta materia tenga la Alcaldía” (Edición 40, febrero de 1994).
“Es nuestra casa, es nuestro lote, es nuestra plata”, rezaba a propósito un eslogan de entonces en nuestro periódico.
Bajo esa premisa se sacaron adelante, por valorización, las denominadas obras 358 y 607, que en realidad era cada una un grupo de intervenciones conectadas. Por ejemplo, la primera tuvo que ver con el actual deprimido de la calle 10A bajo la Avenida El Poblado, las conexiones de El Tesoro con la transversal Inferior y de la loma de San Julián con Las Palmas, al igual que la ampliación de El Poblado en su tramo de San Diego.
Con el número 607 se materializaron todos los trabajos que fueron necesarios para conectar El Tesoro con Los Balsos y ésta última con Las Palmas, un desahogo que no existía. Del registro que hicimos al respecto en nuestra edición 61 (febrero de 1995), vale la pena el muy ilustrativo sentir de los vecinos impactados, que además de quejarse por “ser mucha plata para pagarla entre muy pocos”, también lo hacen por la falta de corresponsabilidad de territorios vecinos.
607 FUE LA OBRA que conectó El Tesoro con Los Balsos y con Las Palmas. Un desahogo que no existía.
“La zona más favorecida por la ejecución de esta obra es el Oriente antioqueño, considerando que (allí), en el inmediato futuro, se desarrollará una descomunal infraestructura urbana (…)” y, a pesar de todo, no se hizo partícipe de la obra al Departamento ni a la Nación. Por último, se muestran muy en desacuerdo con los municipios del sur del área metropolitana, debido a que siempre se han favorecido con las obras que Medellín ha ejecutado por el sistema de valorización, “sin aportar un sólo peso”.
También con valorización se hizo entonces el primer intento fallido para financiar y sacar adelante la todavía inconclusa transversal Intermedia, hoy Avenida 34, que en el papel debe unir la calle San Juan con La Aguacatala, atravesando terrenos entre la Avenida El Poblado y la Transversal Inferior.
Pero no todo se hizo con valorización, aunque así lo hubiera querido la institucionalidad, pues a mediados de nuestra primera década ya estaba gravada toda la comuna con esta contribución. Fueron los casos de los intercambios de la calle 10 con Las Vegas (el José Gutiérrez Gómez) y el de la 12 Sur o La Aguacatala. El primero fue posible gracias a recursos propios del Municipio de Medellín, y el segundo, a dineros del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA).
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