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Parques del Río: unir la ciudad alrededor del agua

En el 2015, Vivir en El Poblado anunció a sus lectores la puesta en marcha de Parques del Río, con la adjudicación del contrato inicial. En ese entonces se celebró el comienzo de un proyecto que ya disfruta la ciudad.

2015

El Río Medellín, gris y contaminado, corría a través de la ciudad mientras la gente lo observaba desde las autopistas o los vagones del Metro. Los fines de semana, las familias de los estratos más altos salían a las fincas, iban a los centros comerciales, o se quedaban en sus casas espaciosas y cómodas. En los estratos más bajos, la gente iba a lugares públicos cercanos a sus casas, o simplemente no salía. Desde la inauguración de la primera etapa de Parques del Río, en el 2016, en Medellín se ven otras imágenes: gente de barrios variados que se reúne alrededor del río, camina la ciudad y se siente parte de ella.

Con la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín, en el 2014, la idea de Parques del Río surgida en la alcaldía de Aníbal Gaviria, en el 2012, inició su camino hacia la realidad, a pesar de los detractores y las dudas.

Con la etapa 1 y 2 se trata de 71.723 metros de espacio público que devuelven la vida al río y a la gente. Más de 1.773 árboles nuevos, senderos para bicicletas, juegos infantiles y fuentes hacen parte de este lugar. Cuando concluyan sus etapas, la ciudad pasaría de 3.5 metros cuadrados de espacio público por habitante a 7.5 metros, y tendría 328 hectáreas nuevas. Al mismo tiempo recuperaría este río que por más de 60 años ha estado aislado.
“Medellín ha vivido con un río negado. Lo canalizamos, urbanizamos, rodeamos de autopistas. Parques del Río rompe el paradigma de un río gobernado por las máquinas, los automóviles, e incorpora lo que yo llamo el modo gente; las personas que caminan o montan en bicicleta, tienen en el río una oportunidad de vida”, recuerda Jorge Pérez, arquitecto, director del Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, en el 2015, y uno de los hombres que mejor conoce la ciudad.

Parques del Río en su etapa 1A contó con el diseño arquitectónico de Juan David Hoyos y Sebastián Monsalve. El diseño paisajístico estuvo a cargo del arquitecto Nicolás Hermelín.
Parques del Río en su etapa 1A contó con el diseño arquitectónico de Juan David Hoyos y Sebastián Monsalve. El diseño paisajístico estuvo a cargo del arquitecto Nicolás Hermelín.

Seis años después:“el proyecto social más emblemático”

Jorge Pérez opina que Parques del Río es el proyecto más emblemático y con mayor envergadura social. “Nunca antes se planteó una estrategia de tanto alcance como el plan maestro definido en el Plan de Ordenamiento Territorial, que armoniza aspectos urbanísticos y de renovación, ambientales y de conectividad ecológica en todo el valle. A esto se suma la definición de una agenda que contemple todos los modos de transporte”.

Y agrega que “no existe una oportunidad comparable de incrementar la integración ciudadana ni de crear equidad urbana como esta”. A las críticas por los altos costos ha dicho que “Parques del Río también permite un salto cualitativo trascendental para la gestión del territorio, ya que define mecanismos de financiación para el proyecto y la ciudad”.

Respecto a las partes que vienen, recuerda que el Plan Maestro cubre toda la ciudad y está asociado al POT y a los procesos de renovación urbana. “En este momento se está avanzando en el corredor norte, entre Moravia, y el límite con la autopista Medellín – Bogotá”. Y recuerda la importancia de los tramos futuros y previstos.

2.053 personas se recuperaron del contagio del COVID19 este lunes 29 de noviembre

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Tras procesar 46.944 pruebas en las últimas 24 horas, de ellas 29.051 pruebas PCR y 17.893 de antígenos, este lunes 29 de noviembre el Ministerio de Salud confirmó 1.975 nuevos casos de COVID19 en Colombia

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Con esta cifra, el total de contagios se elevó a 5.067.348 y el número de casos activos se ubicó en 13.769.

Igualmente, tras el reporte de 36 nuevas muertes, el país llegó a los 128.473 decesos por complicaciones del contagio de COVID19.

Mientras que el número de recuperados ascendió a 4.907.484, con 2.053 nuevos registros de este indicador.

Finalmente, el país suma 28.064.873 muestras procesadas.

Casos de covid19 en Colombia al 29 de noviembre
Colombia registró este lunes 29 de noviembre el total de 1.975 nuevos contagios de COVID19, según el último informe del Ministerio de Salud.

La Feria de Libros de la UdeA regresa después de dos años

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La editorial Universidad de Antioquia invita a su feria de libros, ahora, presencial, después de dos años de ausencia generada por la pandemia.

Además de encontrar títulos académicos interesantes y variados, los asistentes podrán  disfrutar de descuentos del 25 por ciento en los libros publicados entre el 2020 y el 2021 y un descuento del  35 por ciento en el resto del catálogo. También habrá descuentos de hasta el 30 por ciento en libros publicados por la editorial Penguin Random House y Ediciones de la U. 

  • Fecha: hasta el 7 de diciembre
  • Hora: entre las 9 de la mañana y las 4 de la tarde
  • Lugar: bloque 16, Universidad de Antioquia
  • Para ingresar a la universidad es necesario completar la encuesta que está en este link >>

WUF7 2014: el mundo en Medellín

Entre el 7 y 11 de abril de 2014, Plaza Mayor se convirtió en recinto anfitrión de las más de 20 mil personas que se inscribieron al Séptimo Foro Urbano Mundial, un evento que reunió a arquitectos, estudiantes, líderes políticos, periodistas y expertos en movilidad y urbanismo.

2014

En aquel mes de abril del 2014, Plaza Mayor se convirtió en un lugar de reunión de los países del mundo. Gente de los 5 continentes y de lugares diversos se reunieron en este espacio de Medellín, a propósito del Séptimo Foro Urbano Mundial, un evento que organiza la Organización de Naciones Unidas cada dos años, con el propósito de tratar en profundidad temas relacionados con las ciudades y el urbanismo.

El encuentro internacional sirvió para analizar los fenómenos de urbanización que está viviendo el mundo entero: a medida que pasa el tiempo, aumenta el número de personas que abandona el campo y los asentamientos rurales en búsqueda de oportunidades mejores. Esto ha generado un crecimiento acelerado, y que sean vitales aspectos como la movilidad, la calidad del aire, el paisaje o el espacio público.

Vivir En El Poblado dedicó varias de sus páginas a este evento. En su editorial se habló de la importancia de ir más allá, y analizar las problemáticas de barrios como El Poblado, donde el espacio público ha sido limitado, la integración social es inexistente en muchos puntos, y donde las calles fueron concebidas sin andenes para los peatones o las personas en situación de discapacidad.

Séptimo-Foro-Urbano-Mundial-2

La visión de expertos internacionales

Vivir En El Poblado también conversó con varios expertos internacionales que fueron invitados al Foro Urbano. El primero de ellos fue Richard Sennett (quien finalmente no llegó por inconvenientes de salud y concedió una entrevista), académico y Doctor en Historia de la Civilización, que habló de la necesidad de entender cómo se crean los valores, normas y conceptos; esto permite entender mejor la esencia de la ciudad e involucrar escuelas de pensamiento como la Psicología, Teoría Social o Etnografía, a la hora de pensar las ciudades y tomar decisiones para ellas. En su conversación citó a Lewis Mumford, sociólogo y urbanista estadounidense que habló del problema de las ciudades inteligentes, que solo aportan espacios construidos con cristal o aluminio, y que no permiten mucha interacción.

A él también se sumó Brent Toderian, urbanista y ex director de Planeación de Vancouver, Canadá. Este urbanista que asesoró a Medellín en el pasado habló de la importancia de que una ciudad como la nuestra sea caminable para sus habitantes, y resaltó los logros obtenidos a partir de la década de los noventa, tiempo en que Medellín fue catalogada como la ciudad más violenta del mundo. En ese entonces, resaltó los avances y habló de la importancia de promover espacios abiertos que permitan los encuentros y tengan un espíritu distinto al de los centros comerciales o las unidades residenciales, que por su naturaleza cerrada y restringida no permiten interacciones.

El Foro Urbano Mundial de 2014 fue un evento de talla internacional, que puso a prueba la capacidad logística de Plaza Mayor. Prueba superada por una entidad que, en este 2021, celebra sus primeros 50 años.

Cortes en el servicio de acueducto en El Poblado, Belén, La Estrella e Itagüí esta semana

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Esta semana habrá interrupción del servicio de acueducto en sectores de El Poblado, Belén, La Estrella e Itagüí, debido al lavado de tanques.

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Tal como lo indica el decreto relacionado con el sistema para la protección y el control de la calidad del agua para consumo humano, el lavado de tanques de almacenamiento de agua potable se debe realizar dos veces al año para garantizar la prestación óptima del servicio de acueducto con calidad a las comunidades. 

Los cierres de esta semana se efectuarán para los trabajos de lavado de los tanques de los circuitos El Tesoro, Salvatorianos y Altavista.

Municipio de Medellín

Entre las 10:00 p.m. del lunes 29 de noviembre y las 4:00 a.m. del martes 30 de noviembre

  • De calle 17 Sur hasta calle 16 Sur entre carrera 25B y carrera 30A.
  • De calle 12 Sur hasta calle 5 Sur entre carrera 25 y carrera 32.
  • De calle 5 Sur hasta calle 10E entre carrera 25 y carrera 29C.
  • De calle 10E hasta calle 18 entre carrera 24B y carrera 32.

Incluye 12.395 clientes de los barrios: Los Balsos No. 1, San Lucas, El Tesoro, Los Naranjos (Medellín), Las Lomas No.2, Altos del Poblado y La Asomadera No.2.

Municipio de La Estrella

Entre las 8:00 p.m. del miércoles 1 de diciembre y las 4:00 a.m. del jueves 2 de diciembre:

  • De la calle 79 Sur hasta calle 77 Sur entre carrera 50 y carrera 52A. 

Municipio de Itagüí

  • De calle 22 hasta calle 30 entre carrera 42 y carrera 56A.
  • De calle 30 hasta calle 32 entre diagonal 47 y carrera 59.
  • De calle 32 hasta calle 36 entre carrera 50A y carrera 57.
  • De calle 36 hasta calle 38 entre carrera 52A y carrera 59.
  • De calle 35 hasta calle 39 entre carrera 58 y carrera 64.
  • De calle 36A hasta calle 39A entre carrera 60 y carrera 66.

Incluye 12.232 clientes de los barrios: Santa Catalina, La Finca, Ditaires, La Palma (Itagüí), Monte Verde, Malta, Las Brisas (Itagüí), Santa Ana, Glorieta Pilsen, Las Margaritas, Samaria, San Gabriel (Itagüí), Samaria Robles Del Sur, Camparola, El Palmar, 19 de abril, Pilsen, Yarumito, San Javier, Villa Lía, Zona Industrial 3 (Itagüí) y zona cementerio Jardines Montesacro.

Municipio de Medellín

Domingo 5 de diciembre, de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.

  • De calle 20A hasta calle 26 entre carrera 84 y carrera 84BC.
  • De calle 26 hasta calle 26B entre carrera 83B y carrera 84.
  • De calle 26B hasta calle 32 entre carrera 81 y carrera 87.
  • De calle 32 hasta calle 32C entre carrera 83 y carrera 87A.
  • De calle 30 hasta calle 31 entre carrera 87C y carrera 89D.
  • De calle 31D hasta calle 31E entre carrera 87A y carrera 89D.
  • De calle 31B hasta calle 31CB entre carrera 89DD y carrera 89EE.
  • De calle 27 hasta calle 28 entre carrera 87B y carrera 89D.
  • De calle 29 a calle 27 entre carrera 76 y carrera 81.
  • De calle 27A hasta calle 20A entre carrera 75 y carrera 83.
  • De calle 20A hasta calle 4E entre carrera 76 y carrera 84F.
  • De calle 8 a calle 22 entre carrera 72 y carrera 76.
  • De calle 24 hasta calle 27A entre carrera 75 y carrera 76.
  • De calle 25 hasta calle 30 entre carrera 76 y carrera 81.
  • De calle 19B hasta calle 27 entre carrera 81 y carrera 83B.
  • De calle 18 hasta calle 20 entre carrera 84F y carrera 89.
  • De calle 14B hasta calle 18 entre carrera 90 y carrera 93A.

Incluye 39.599 clientes de los barrios: Las Mercedes, Los Alpes, La Palma, Las Violetas, La Loma de Los Bernal, Altavista, La Gloria, San Bernardo, Las Playas, Diego Echavarría, Belén y El Rincón.

En un comunicado, la empresa EPM presentó excusas a la ciudadanía por las incomodidades que pueda ocasionar esta labor de mantenimiento preventivo y agradece la comprensión de los usuarios.

Cualquier información adicional se puede consultar en la línea gratuita de Atención al Cliente 604 44 44 115 o en las redes sociales Twitter: @epmestamosahi y Facebook: EPMestamosahi.

“Alboradas” de dolor

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La alborada del 30 de noviembre es una costumbre que lamentamos cada año, pero no hemos podido erradicar. Una reflexión que comparte con los lectores de Vivir en El Poblado el concejal Luis Bernardo Vélez.

En Colombia, la Alborada es celebrada sin falta cada 30 de noviembre desde el año 2003, como una forma de dar la bienvenida a la Navidad. Se considera una de las nefastas herencias de la cultura “mafiosa”, que ha seguido replicándose durante todos estos años, a pesar de las campañas de diferentes sectores por evitarla.

Este día es el primero de los días que festejan una época que trae alegría, encuentro familiar, tradiciones, pero también, la época del año en donde más detonaciones se hacen con pólvora.

Nadie quiere ver a un ser querido lesionado con pólvora y menos si se trata de un niño, o un animal, pero es el panorama que se repite cada año. La irresponsabilidad de algunos que recae en otros, porque en su mayoría los quemados con pólvora no son personas que se encontraban accionando los artefactos explosivos, sino simples espectadores.

Cada año, nos vemos enfrentados a un panorama desconsolador, el dolor de muchas familias que tienen un ser querido lesionado y los servicios de urgencias de hospitales volcados a la atención de quemados con pólvora.

Independiente al costo que tiene para cada centro asistencial un herido con pólvora, es el costo que tiene para cada familia, el desconsuelo, la incertidumbre, la culpa.

Las quemaduras con pólvora producen mucho dolor y generan, en muchas ocasiones, secuelas físicas y psicológicas para toda la vida, sin contar las cicatrices y lesiones de tejidos que no pueden ser recuperados. También se pueden generar problemas auditivos, visuales e intoxicaciones.

Cuando se trata de un menor quemado, se contemplan otras implicaciones legales que recaen sobre sus familias. El Decreto 4481 de 2006, señala que a los representantes legales del menor afectado por quemaduras de pólvora y a quienes se les encontrase responsables por acción u omisión también se les aplicará una sanción económica de labor social y, dependiendo de la gravedad, hasta la pérdida de la patria potestad.

El 16 de enero de este año, el Instituto Nacional de Salud presentó la “Vigilancia intensificada de lesiones con pólvora pirotécnica”: de acuerdo con estos registros, entre el 30 de noviembre de 2020 y el 16 de enero de 2021 hubo un total de 725 lesionados con pólvora en el país, de los cuales 16 personas eran menores de edad, el 13.4 % de estas personas tuvieron que ser amputadas y cinco personas más fallecieron.

El Valle del Cauca, Nariño y Antioquia, fueron los departamentos que reportaron más personas quemadas con 88, 77 y 70 respectivamente.

El 30 de noviembre del 2020 se registraron en Medellín y el Valle de Aburrá tres lesionados por pólvora, de los cuales hubo dos menores afectados, uno de ellos con graves lesiones en su audición. También hubo un total de 846 llamadas reportando el uso de la pólvora al 123, esto a pesar de que la pólvora está prohibida en los 10 municipios del Valle de Aburrá.

De acuerdo con la Policía Metropolitana, el balance de este primer día que dio inicio a la temporada navideña del año pasado, también dejó 101 kilos de pólvora decomisados, 79 riñas y 49 casos de violencia intrafamiliar.

Ni siquiera el temor por los contagios del Covid-19 pudo frenar el estallido descontrolado de pólvora desde Barbosa hasta Caldas. Las aglomeraciones en diferentes barrios se hicieron notar a pesar de que el nivel de las UCIS no había disminuido.

El 1° de diciembre de 2020, luego de una noche de explosiones y fiesta, el panorama no cambió, la pólvora no dejó de quemarse y a esto se sumó la basura en las calles de cuenta de papeletas, botellas y otros residuos de los bacanales celebrados.

¿Cuánto daño hace un festejo como este a la niñez, a los animales y al medio ambiente? La alegría por la llegada de la Navidad es opacada en medio de la irresponsabilidad de muchos; las cifras de quemados, personas que nada tuvieron que ver con la detonación de estos artefactos y los padecimientos que aumentan en animales a causa de paros cardíacos, epilepsias y episodios de estrés que terminan enfermándolos.

De esta forma, el dinero sigue lanzándose al aire gracias al costo de una fugaz ilusión llamada pólvora. ¿Cuántas campañas más necesitamos, cuántos muertos, cuántos heridos para convencernos de que la pólvora usada de forma irresponsable, solo trae muerte y dolor a la sociedad?

Por: Luis Bernardo Vélez Montoya
Concejal de Medellín

$377 millones al sector audiovisual entregará el Incentivo FilMedellín. Así se puede postular

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Proyectos cinematográficos y seriados de ficción, no ficción y animación podrán participar del Incentivo FilMedellín 2021. Conozca de qué se trata y cómo participar.

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Esta convocatoria de la Comisión Fílmica de la Alcaldía de Medellín entregará este año una bolsa de $377 millones, que es administrada por el Instituto para el Desarrollo de AntioquiaIDEA-.

Los interesados podrán participar en cuatro categorías: 

1. Retorno a la inversión.

2. Incentivo automático para largometrajes.

3. Incentivo automático para formatos cortos y seriados.

4. Incentivo automático para circulación de largometrajes. 

En el manual publicado en el sitio web filmedellin.com/incentivo2021 se encuentran los lineamientos y condiciones para postularse. 

Esta será la quinta ocasión en que la Comisión Fílmica de Medellín otorgará recursos de cofinanciación para potenciar producciones en la capital antioqueña. En 2020, el Incentivo FilMedellín benefició con más de $200 millones a seis empresas nacionales, otorgándoles una devolución de hasta un 10 % de la inversión realizada en la ciudad en servicios audiovisuales. 

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Finalmente, la invitación a postular proyectos para el Incentivo FilMedellín 2021 estará abierta hasta el 14 de diciembre o hasta agotar el recurso disponible. 

Para conocer todos los detalles se puede ingresar a https://filmedellin.com/incentivo2021

Hacia una Medellín de película

Convertir a Medellín en una ciudad de cine, con facilidades para productoras, realizadores, y con pasión por el séptimo arte se convirtió, en el 2014, en un deseo de autoridades, conocedores y apasionados por las historias en formato visual. Seis años después, en el 2021, el sueño sigue vivo

2014

Películas como Eso que llaman amor y Al final del espectro se rodaron en Medellín como parte de esa intención de la Alcaldía de esta ciudad para convertirla en centro cinematográfico de América Latina. En el 2014, esta idea hizo parte de una estrategia de la Secretaría de Cultura Ciudadana y la Oficina de Internacionalización, bajo la guía de la nueva Ley de Cine, 1556. En ese tiempo, incluso, Vivir en El Poblado se refirió a ella como “Medellywood”.

La idea de ver a las estrellas de Hollywood pasear por nuestra ciudad y aportar el paisaje local a la historia visual del mundo, se convirtió en un sueño de dirigentes que vieron la posibilidad de generar nuevos ingresos económicos y miles de empleos. En ese entonces, el proyecto fue liderado por Juan Camilo Quintero, asesor de Asuntos de Internacionalización de la Alcaldía de Medellín. Se habló de una Comisión Fílmica Local que involucraría a varias dependencias y a lugares como Plaza Mayor.

Sigue el rodaje de la idea

Han pasado 7 años desde entonces, y en Medellín ya existe una Comisión Fílmica liderada por Juan David Orozco. Sobre la posibilidad de convertir este destino en una ciudad de cine, cree que actualmente hay muchas oportunidades de seguir avanzando en la consolidación de un destino fílmico.

19 proyectos fueron seleccionados durante el 2020 por la Comisión Fílmica para recibir apoyo en las modalidades de escritura, desarrollo, posproducción y promoción.

“Tenemos la posibilidad y capacidad de ofrecer servicios para que la gente de afuera pueda venir y producir cine en nuestra ciudad. Podemos lograr que empresas locales aumenten sus ofertas y procesos”.

Explica que el trabajo de la Comisión Fílmica es fortalecer el tejido empresarial y creativo relacionado con la actividad audiovisual, no solo en las películas, sino también en las series que cada vez tienen más fortaleza en televisión y en plataformas.

A través de los estímulos ofrecidos por la Ley, en la Comisión Fílmica se ofrecen actividades basadas en 4 frentes: apoyo a la gestión de permisos de rodaje, promoción en la comunidad internacional sobre las ventajas de rodar en Medellín (hay una devolución de gastos de hasta un 10 %), que incluye la presencia en festivales y mercados foráneos. A esto se suma el fomento de empresas y proyectos locales que permitan apoyar producciones extranjeras. El último aspecto tiene que ver con un componente de formación que ofrece capacitación a aquellos que tienen talento e interés.

Juan David Orozco lidera la Comisión Fílmica.
Juan David Orozco lidera la Comisión Fílmica.

Juan David Orozco menciona otras ventajas de realizar películas en Medellín, y entre ellas está la “luz maravillosa”, y la variedad de locaciones urbanas y rurales que se conectan con facilidad, entre ellas. “También destaco la calidez de la gente, que permite realizar montajes con facilidad, cerrar vías o cambiar las condiciones de movilidad”, afirma.

Las acciones y los planes van en buen camino, agrega. “Actualmente tenemos personas capacitadas y talentosas que pueden apoyar el rodaje de cualquier película. Hay un camino que se está recorriendo, implica apoyo gubernamental y se está dando. La idea es continuar con la política pública audiovisual para que Medellín sea una ciudad de película”.

Octubre triste en 2013, con la tragedia del edificio Space

El desplome de la torre 6 del conjunto residencial Space, en 2013,una tragedia que enlutó al barrio El Poblado, a Medellín, al país, y que Vivir en El Poblado contó, acompañando a la comunidad del barrio.

2013

Como el título de la célebre obra de Gabriel García Márquez, la Crónica de una muerte anunciada, el desplome de Space mantuvo en vilo a los habitantes de El Poblado, quienes fueron testigos apacibles de la tragedia. Los vecinos se volcaron a las calles del barrio para acompañar a los afectados; algunos organizaron homenajes a las víctimas por varios días, y esta casa editorial estuvo ahí acompañándolos, visibilizando el corazón de la tragedia misma.

En total fueron 12 vidas las que se apagaron ese día: trabajadores de obra, vigilantes y un solo propietario, Juan Esteban Cantor Molina (22 años). Ellos quedaron sepultados por toneladas de cemento de la torre 6.

¿Por qué se cayó la torre 6 de Space?

La tragedia del edificio Space en Octubre de 2013
Como resultado de esta tragedia, el ministerio de Vivienda creó la “Ley Antispace”.

Y es que el hecho estaba anunciado. La emergencia comenzó el 10 de octubre, un jueves, día en que los vecinos denunciaron las grietas en la torre 6 y los organismos de atención de desastres hicieron las respectivas evaluaciones y recomendaron la evacuación.
“El daño puntual fue en el piso cuarto de la torre 6, con afectación en las columnas. Fue una falla por compresión donde se exponen los elementos metálicos”, confirmó Jaime Enrique Gómez (ingeniero geólogo), y quien estaba como director (e) del Dagrd para el día de la emergencia.

Ciertamente, la de Space es una tragedia cuya huella no se debe borrar, y no se borrará.
Cuando se presentó el informe de la universidad de Los Andes en relación con el colapso de la torre 6 de Space, un año después (el 15 de octubre de 2014), ahí se conoció que las columnas del edificio tenían la probabilidad de fallar en un 99 %. Este estudio indicó que la principal causa del colapso fue la falta de capacidad estructural de las columnas de la edificación para resistir las cargas.

Un poco de lo que la tragedia nos dejó

Lo sucedido en Space fue objeto de cuestionamientos, entre otros, al ordenamiento territorial, la expedición de licencias de construcción, la instalación de los servicios públicos, la vigilancia del Estado sobre los privados, la actuación de esas empresas privadas, su autocontrol, las interventorías y la calidad profesional y ética de quienes integran el gremio constructor.

Así, la caída de la torre 6 de Space logró mover los cimientos de la construcción en Medellín y el país. Tanto así, que esta tragedia hizo que el ministro de Vivienda del momento, Luis Felipe Henao, creara la ley denominada “Anti Space’. Su propósito fue frenar la construcción de edificaciones que no cumplieran rigurosamente los requisitos de la Ley 400 de 1997 en todo el territorio nacional.​

Pero sus consecuencias no pararon ahí. En Medellín se aprobó el Acuerdo Nro. 54 (el 31 de julio de 2021). Gracias a este Acuerdo, los propietarios y poseedores de viviendas en edificaciones siniestradas, demolidas o implosionadas, y que hayan sido evacuadas como consecuencia de fallas estructurales originadas en causas naturales o humanas, tendrán una exención del impuesto predial. ¿Será suficiente para acabar el dolor de las víctimas de Space? El drama continuará. Aunque también ya hay responsables condenados por este caso y han pasado 8 años del colapso, esta es una tragedia que continúa. No solo sigue latente la pregunta de ¿por qué se cayó la torre 6 de Space? También ha sido un tormento el proceso judicial y legal con este predio, que no se ha podido vender.

Línea del tiempo:

  • 12 de octubre de 2013: Colapsó la torre 6 del edificio Space.
  • 27 de febrero de 2014: fue demolida la torre 5 del edificio Space.
  • 23 de septiembre de 2014: se demolió por completo el complejo residencial Space.
  • 15 de octubre de 2014: Se presentó el informe de la universidad de Los Andes en relación con el colapso de la torre 6 del edificio Space.
  • 11 de octubre de 2017: concluyó el proceso judicial del caso Space, con la condena a responsables del desplome del edificio. Como resultado, tres personas fueron condenadas como culpables de “homicidio culposo”.

Cifras:

  • 115 familias afectadas.
  • 551 personas afectadas.
  • 22 pisos tenía la torre 6 que se desplomó en Space.
  • 161 apartamentos tenía el complejo residencial Space.
  • 100.000 metros cuadrados tiene el lote del edificio Space.
  • 2.500 toneladas de escombros, en su gran mayoría grandes placas de concreto, dejó el desplome.
  • 640 viajes de volquetas con desechos representan el total del material retirado en el desplome de la torre 6 del Space.
  • 120 bomberos participaron en la operación de rescate y remoción de escombros. Además, fueron 35 rescatistas, 45 operarios de máquina y más personal de apoyo para un total de 245 personas atendiendo la emergencia.
  • 3.233 seguidores obtuvo el primer día de creación la cuenta en Twitter @unidosporspace, que fue creada por un grupo de propietarios de apartamentos del complejo Space.
  • 23 eran los apartamentos del Space asegurados con Sura por pólizas por desastres.
  • 10.678 violaciones a las normas técnicas de sismorresistencia tenía el Space, según informe de la Procuraduría. Además, 23 artículos de obligatorio cumplimiento se desconocieron en su construcción.

El puente intraurbano más grande del país

El puente de la 4Sur Gilberto Echeverri Mejía fue inaugurado en 2012. Unos meses después, Vivir En El Poblado registró los sentimientos encontrados que en aquel entonces tenían los vecinos respecto a la obra.

2012

Con emoción evidente, discursos y reportes de noticias, el 20 de abril de 2012 se inauguró el puente de la 4Sur, una obra que unió la ciudad de oriente a occidente, del sector de Guayabal a El Poblado, y viceversa.

La obra había sido entregada parcialmente, en diciembre de 2011, por el alcalde saliente Alonso Salazar, quien decidió bautizarla con el nombre de Gilberto Echeverri Mejía, en homenaje al líder, ministro y dirigente antioqueño asesinado por las Farc. Construido por la empresa Conconcreto, se trata de una megaobra de 560 metros de longitud y 40 metros de ancho. Para los constructores fue, en su momento, un gran reto de ingeniería, sobretodo por la colocación de las pilonas del puente atirantado.

De amores y odios

En el 2013, y un año después de inauguradas las obras, Vivir En El Poblado reunió el sentimiento de algunos de los vecinos y conocedores que apoyaban la obra, y otros que expresaban dudas sobre su funcionamiento.

580 metro mide el Puente Gilberto Echeverri Mejía.

En ese momento se hablaba de obras complementarias y necesarias para aumentar su efectividad: arreglos en la vía, modificaciones en fachadas, una barrera acústica, intervención en la cancha de arenilla y adecuaciones en fachadas en los bajos del puente.

Héctor Alonso Gómez, subsecretario técnico de Infraestructura Física de Medellín, explicó en ese año algunas de las intervenciones futuras: “Vamos a tener repavimentación; mejoraremos las redes de servicios públicos; los andenes, que ahora son de un metro de ancho, y van a quedar de dos metros. Vamos a arreglar las fachadas de las viviendas aledañas, habilitaremos el cuadradero de buses y se va a mejorar la iluminación”. Todo lo anterior con el propósito de lograr que la vía cumpliera todos los objetivos e hiciera mejor la vida de la gente.

22 meses duraron las labores de construcción de este puente.

La obra, sin embargo, tiene aún detractores. El arquitecto Jorge Pérez, por ejemplo, quien participó en la elaboración del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín y dirigió el Departamento Administrativo de Planeación, considera que “el puente de la 4Sur es una de esas obras que, cuando se miran en el sistema urbano completo, pierden coherencia, armonía y articulación. Es un ‘megapuente’ para conectar el río y la ciudad. Si se mira hacia el este o hacia el oeste, la continuidad urbana es mínima”.

El Puente de la 4Sur intraurbano más grande de Colombia
$205 mil millones fue el valor de la construcción del puente de la 4 Sur, el puente intraurbano más largo de Colombia.

Según su opinión, la sección vial del puente no guarda relación con el sistema urbano complementario, es decir, con las calles que le dan continuidad en los dos costados del río. “Si se mira, el puente, llega a una calzada de dos carriles que avanza hacia la Loma de los Gonzalez, en dos carriles. Es claro que tiene continuidad hacia un costado del Centro Comercial Oviedo y la Loma de los Balsos. Cuando se hizo, había expectativa sobre un intercambio vial nuevo en la Avenida El Poblado”.

Generador de amores y odios, el puente Gilberto Echeverri, nueve años después de su inauguración, sigue siendo el puente intraurbano más grande del país. En este 2021, está recibiendo nuevamente atención: con un costo aproximado de 250 millones de pesos, acaba de ser el escenario de una gran intervención artística, bajo la dirección de la agencia para la gestión del Paisaje, el Patrimonio y las Alianzas Público Privadas de la alcaldía de Medellín.

Medellín completa 3.459.236 dosis aplicadas de la vacuna contra el COVID19

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En Medellín, según el último reporte de la secretaría de Salud, con corte al 28 de noviembre, se han aplicado 3.459.236 dosis de vacunas contra el COVID19, con una ejecución del 92 %, con respecto a las dosis recibidas por el ministerio de Salud y Protección Social

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Un total de 1.592.011 personas cuentan ya con el esquema completo de vacunación, de una o dos dosis. 

Además, como primeras dosis han sido aplicadas 1.758.631; como segunda dosis, 1.261.382; como dosis única, 330.629, y como tercera dosis, 108.594.

Vacunación de covid19 en Medellín al 29 de noviembre

Antioquia: 7.982.993 dosis aplicadas 

En Antioquia, según datos de la secretaría de Salud del departamento, han sido aplicadas 7.982.993 dosis.

En la jornada del sábado 27 de noviembre de 2021 se aplicaron 38.430 nuevas dosis, entre las etapas 1 a 5.

El consolidado de la población antioqueña con esquema completo es de 3.560.304.

Finalmente, con vacuna de refuerzo ya hay 216.293 dosis administradas. 

Vacunación de covid19 en Antioquia al 29 de noviembre

Colombia: 56.518.538 dosis aplicadas

Según el último reporte enviado por el ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia ya han sido aplicadas 56.518.538 dosis de vacunas contra el COVID19

En la jornada del sábado 27 de noviembre de 2021 fueron aplicadas 319.293 dosis en todo el país.

Un total de 24.420.606 personas cuentan ya con el esquema completo de una y dos dosis, y las dosis de refuerzo aplicadas han sido 1.363.564 en todo el país.

Además, los vacunados con primeras dosis, al día de hoy, son 30.734.368; con segundas dosis, 19.618.867, y los vacunados con monodosis, 4.801.739 personas.

Vacunación de covid19 en Colombia al 29 de noviembre

El Museo de Antioquia celebra 140 años con mural de Botero y entrada libre

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140 años han transcurrido desde el día en el que el Museo de Antioquia abrió sus puertas y comenzó un camino que lo convirtió en una de las instituciones culturales más importantes de la región. Para celebrarlo, las personas podrán entrar de forma gratuita y hacer recorridos guiados por las salas y mediante los cuales podrán conocer más sobre las obras y sus artistas, entre ellas, “Escena con Jinete”, un mural que fue trasladado hasta aquí después de un proceso largo de restauración y logística.  

Cuenta la historia que el museo fue fundado en 1881 con el nombre de Museo y Biblioteca de Zea, en honor a Francisco Antonio Zea, un hombre que participó en la Independencia. El 20 de julio de 1882 se realizó la apertura oficial. Manuel Uribe Angel, médico y geógrafo, pronunció un discurso en el que destacó el carácter educativo y pedagógico de este lugar. A partir de 1936 y hasta 1943 el museo permaneció cerrado hasta que la Sociedad de Mejoras Públicas inició una campaña para fortalecerlo. Se abrió el 28 de mayo de 1944, y en 1946 se creó la Sociedad Protectora del Museo, con 345 socios.  

Arte, educación y directoras

Entre 1950 y 1984 se especializó en el campo artístico.  Al revisar su historia, se nota la presencia de varias mujeres en su dirección: Débora Arango, Emma Mejía, Carmen Salazar, Teresita Mejía, son algunas de ellas.  En 1977 se cambió el nombre de Museo de Zea a Museo de Arte de Medellín Francisco Antonio Zea. Posteriormente se propuso que se llamara Museo de Antioquia para darle más identidad y manifestar su compromiso con la región. 

A partir de 1993 y bajo la dirección de Lucrecia Piedrahita, el museo fortaleció su capacidad educativa. En 1997, y bajo la jefatura de Pilar Velilla se concentró en la sede nueva, en el Palacio Municipal, y en la donación de Botero. El 15 de octubre se abrió la sede nueva del museo y casi un año después, se inauguró la Plaza de las Esculturas Fernando Botero. En el 2016, Maria del Rosario Escobar fue nombrada como nueva directora y desde entonces se ha caracterizado por un liderazgo que ha acercado el museo a la ciudad y ha puesto a conversar las salas entre ellas, es decir, ha creado armonía y unidad entre las obras existentes, aunque sean de artistas variados y con escuelas diversas. 

“Escena con jinete”: un regalo para la ciudad

Además del ingreso libre y un concierto en el Teatro Metropolitano, el Museo de Antioquia celebra su aniversario con la exhibición de “Escena con jinete”, un mural de Fernando Botero que fue trasladado desde el Centro Comercial Nueva York hasta una de sus salas, el pasado 15 de agosto. Gracias al apoyo de Comfama, Argos, el ministerio de Cultura, esta obra fue movida y restaurada para que la gente de la ciudad pueda apreciarla. 

De acuerdo con Maria del Rosario Escobar, su directora, “esta obra es de una belleza y una rareza única. Representa el cierre de un ciclo: su permanencia en Medellín y en Colombia. Después de pintarlo, él salió de la ciudad y el país y comienza un periplo que lo lleva a su reconocimiento.

Al mismo tiempo presenta un estilo que él estaba cultivando y que se suma a una tradición del paisaje y la representación pictórica latinoamericana y colombiana. Es la representación de un hombre a caballo con todo lo que eso significa en la tradición de la historia del arte y una escena un poco confusa y también metafórica de un relato épico.

Por esta temática y dimensiones, esta pintura cumple la función de tejer los pisos del museo del siglo XX con la donación Botero, también. Junto a los murales que el maestro Pedro Nel Gómez pintó, se suma a tejer estos relatos, y empieza a representar una manera redonda y ajustada de todo aquello que el museo ha estado trabajando durante estos 140 años de trabajo por el arte colombiano”. 

La sala donde está este mural se abre hoy al público y es un ejemplo de la capacidad del Museo de Antioquia de dar un significado nuevo y atemporal a sus obras.

Manila: ¡Cómo has cambiado!

Uno de los objetivos fundamentales de Vivir en El Poblado, desde su inicio, ha sido recuperar la historia de la Comuna 14. En 2010 hizo un recorrido por los barrios, en el que incluyó esta historia de Manila.

2011

Manila, como muchos lugares en El Poblado, antes de ser barrio fue una gran finca. Perteneció al Seminario Conciliar y posteriormente a la familia de Isaac Restrepo Posada, quienes vivieron allí hasta el momento de iniciar la construcción del Barrio. A principios del siglo XX.

Los dueños de esas fincas que se convirtieron en barrios, las tenían, además de para explotarlas, para pasar vacaciones y días de descanso con su familia. El viaje a la finca se iniciaba temprano en tranvía, hasta la estación Poblado y de ahí hasta la casa de la finca en bestia. (La calle 10 de hoy se llamaba, entonces, la calle de la Estación).

A fines de los años 30 comenzó la construcción del barrio Manila. Poco a poco cada familia compraba su lote y construía su casa, de uno o dos pisos. En su momento y durante mucho tiempo, Manila fue un barrio con viviendas uniformes, azules y blancas. Entonces, muchas de las familias adineradas del barrio Prado y el centro de Medellín tenían grandes propiedades…

Una de las primeras casas que se construyeron en Manila fue la de la familia Vasco Ospina. Eran ocho hijos que nacieron en el Parque de El Poblado, en la vieja casa esquinera que tenía su papá, donde hoy queda el Banco de Bogotá. Allí había animales, árboles frutales y agua propia que bajaba de la montaña.

Esta familia construyó una casa de dos pisos, cerca de la calle 12, donde quedaba la escuela de niños Francisco Herrera Campuzano, que cerró hace 50 años, y donde hoy funciona parte del Comando de la Policía y la Casa de la Cultura.

Con el paso de los años, los edificios y unidades residenciales y las vías congestionadas fueron dominando el barrio, y empezaron a tratar de darle otro carácter.

Luego, los pequeños negocios fueron consiguiendo su propio local o casa: hostales, hoteles, spas, restaurantes, pequeños talleres, galerías de arte, en fin, un mundo enorme y variado a medida y semejanza de otro lado cualquiera del mundo.

En los años recientes, el barrio se empezó a caracterizar por los albergues para mochileros extranjeros, y muchas casas empezaron a reconvertirse en hostales u hoteles con precios accesibles. Complementan el nuevo paisaje urbano las tiendas estilo vintage y los cafecitos tipo europeo, lo que está cambiando la vocación del barrio de residencial a mixto, con los inevitables problemas de movilidad y contaminación por basuras. Algunos han optado por arrendar sus casas o venderlas por el incremento del costo de vida. Otros prefieren morir allí, aunque ya no haya cupo en el viejo cementerio.

Como la mayoría de los barrios de Medellín, Manila fue, a principios del siglo XX, una zona rural con grandes casas de veraneo.  Mucho ha cambiado de ayer a hoy en este sector.

Manila, en 2010

“Pese al cambio, Manila conserva su toque de barrio”, titulaba Vivir en El Poblado en la edición 428, de 2010. Una afirmación que confirmaba con datos: “El barrio Manila cuenta con 25 edificios en los cuales hay 215 apartamentos y 170 oficinas. En Manila también hay 268 casas, muchas de ellas convertidas en oficinas, locales comerciales o pequeños restaurantes”.

Metro de Medellín gratuito durante el martes 30 de noviembre, por los 26 años de operación

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Viajes gratis en el Metro de Medellín. Esto será posible por un día y con motivo de una celebración muy especial.

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Con motivo de los 26 años de operación del Metro de Medellín, este martes 30 de noviembre de 2021 el sistema operará de manera gratuita para los usuarios que utilicen la aplicación Cívica Pay.

Juan Camilo Gómez, coordinador comercial de la unidad estrategia de Cívica, explicó: “Toda persona que haya descargado su aplicación, haya hecho un registro efectivo, va a tener la posibilidad de viajar totalmente gratis validando un código QR en todos los validadores que se encuentran en el sistema. Con estos tres sencillos pasos van a poder hacerlo durante todo el día”. 

Es importante aclarar que este beneficio aplicará para las líneas A y B del Metro; la línea T -Tranvía-; las líneas J, K, H, M y P de Metrocable, y la línea 1 de buses. No será válido en las rutas integradas, alimentadores, cuentas 3 y 6 y línea 2 de buses.

Además, la gratuidad también aplicará para el Tranvía. La empresa Metro de Medellín recordó que el beneficio de la gratuidad aplicará solo para este martes 30 de noviembre y será durante todo el día, de manera ilimitada.

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Los usuarios que aún no tengan la aplicación, la pueden descargar en cualquier dispositivo móvil inteligente, sin costo alguno. Se encuentra fácilmente con su nombre: Cívica.

Paso a paso

Así puede acceder al beneficio del Metro de Medellín gratuito durante un día:

  1. Usar el Código QR Transporte del monedero Cívica Pay, generado a través de la App Cívica.
  2. Para acceder a este beneficio, las personas deben haber descargado y finalizado su registro exitosamente en la App Cívica.
  3. Por cada viaje se deberá generar un nuevo Código QR Transporte, sin que se presente ningún movimiento o cargo en su monedero Cívica Pay.

Finalmente, los costos por el desarrollo de esta iniciativa serán asumidos por Davivienda y DaviPlata en su totalidad, gracias a una alianza con el Metro de Medellín.

El legado de los Suramericanos

En 2010 Medellín fue escenario del primer título de Colombia en el ciclo olímpico. Un triunfo que, además, marcó un hito social y cultural.

2010

Oro, oro, oro… Fueron en total 144 las veces que los narradores hicieron eco de la palabra. Esa que solo fue superada por la que aún resuena en lo más alto de la historia deportiva nacional: campeones.

Y es que aquel marzo del 2010 sigue siendo el máximo logro deportivo del país, al ser la primera vez (y hasta hora la única) que Colombia se ha consagrado vencedora de un certamen del ciclo olímpico. Los IX Juegos Suramericanos de Medellín contaron con la participación de 4.500 deportistas y más de 41 mil espectadores.

Aun así, y antes de poner los reflectores en el hito deportivo, hizo eco en la opinión pública la necesidad de que las justas sirvieran para algo más que para alimentar las vitrinas de los deportistas. Legado, que llaman.

4.500 DEPORTISTAS participaron en los IX Juegos aSuramericanos de Medellín.

En las páginas de Vivir en el Poblado la columnista Olga Clemencia Villegas de Estrada, por esos días anhelaba “conquistar a todos esos visitantes como embajadores de oficio… que nos seguirán convirtiendo en destino predilecto para otros encuentros”. ¿Qué ha pasado desde entonces?

Confrontando el mito

Uno de los principales argumentos de la oposición a la realización de estos grandes eventos es la orfandad a la que suele someterse la infraestructura que emerge durante los juegos. El aeropuerto Ellinikón, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004; la pista de BMX de Beijing 2008 o el mismísimo parque olímpico de Río 2014 son memoriales al detrimento. Basta con dar un clic en Google.

En el caso de Medellín, la suerte con la que corrieron estos escenarios ha sido otra. El principal conglomerado, la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, construida durante la alcaldía de Alonso Salazar, continúa siendo un espacio privilegiado para el deporte, incluso para muchas disciplinas que antes de los Juegos Suramericanos no contaban con espacio para su práctica.

Sería irresponsable atribuir lo que vino en exclusiva a los Juegos; sin embargo, es un hecho que en adelante Medellín mostró que estaba lista para atraer algunas de las citas más importantes del mundo. Algunos ejemplos: la Asamblea de la OEA, el Mundial Juvenil de Fútbol, el Foro Urbano Mundial, el Circo del Sol o el concierto de Madonna. Estos dos últimos realizados en escenarios deportivos renovados durante el certamen suramericano.

¿Y El Poblado?

Hasta hace una década una de las principales solicitudes de la comunidad de El Poblado pasaba por la necesidad de incrementar los espacios públicos para el deporte.
Uno de los testimonios sobrevive en las páginas de Vivir en El Poblado. Allí la jueza de atletismo durante los Suramericanos y habitante de la Comuna 14, Luz Victoria Gaviria, destacaba la escasez de espacios y el deficiente estado de los pocos existentes.

Once años después, la realidad evoluciona. Al consultar a varios ciudadanos de la zona, coinciden en que podrían ser más, aunque reconocen que hay una intención de pensar las obras en El Poblado, más allá de la movilidad.

Quizás el caso más reciente es el Parque Providencia, en los Balsos, que dotó el sector de 22.000 metros cuadrados con canchas de tenis, fútbol, juegos infantiles y gimnasio. Casos semejantes, en mayor o menor medida, son la UVA Ilusión Verde, frente a El Tesoro; la ciclorruta de Las Vegas o los gimnasios al aire libre en la Divina Eucaristía, Manila, Los Parra y El Garabato.

Escenarios que, de nuevo, no pueden señalarse como consecuencia directa de los Suramericanos, pero que sí son el resultado de una cultura cambiante que tiene una historia para contar: la de una ciudad, más allá de un gobierno, que decidió empezar a priorizar el deporte como oportunidad de inclusión, salud y buen vivir.

Museo El Castillo: en busca de caminos para seguir

Era el año 2010 cuando Marta Ligia Jaramillo, directora del Museo El Castillo, habló en Vivir en El Poblado de los esfuerzos para conservar este lugar a través del tiempo. Los apoyos de la alcaldía se convirtieron en su ruta. ¿Qué pasa en el 2021?

2010

El único castillo que existe en Medellín se mantiene en pie gracias al esfuerzo constante de sus directivas. Exhibiciones, alquiler del lugar para eventos, días de trabajo en sus jardines y algunos apoyos de instituciones o personas a través de las décadas han permitido que este lugar se mantenga.

Este sitio que se levanta a un costado de la concurrida avenida Los Balsos, fue construido en 1930 por la oficina de arquitectos H.M Rodríguez. El propósito inicial era convertirlo en casa de campo, (como era común en ese entonces en El Poblado) del señor José Tobón Uribe, médico y fundador de la Farmacia Pasteur. Doce años más tarde, en 1942, fue adquirido por Diego Echavarría y su esposa Benedikta Zur Nieden; ellos lo ampliaron y decoraron con piezas artísticas que trajeron de varios lugares del mundo.

Hasta él llegaron invitados de cenas, fiestas; hubo alegrías, planes, música y también enfermedad: aquí murió, a los 19 años, su hija Isolda Echavarría, del síndrome Guillain – Barré.

2021: Vecinos y ¿apoyo gubernamental?

En las últimas décadas ha realizado acciones diversas para mantenerse, evitar la decadencia de sus espacios, y a través de la fundación que lleva su nombre. En el 2009, y durante el mandato del alcalde Alonso Salazar, sus directivas anunciaron con alegría una noticia: el museo recibiría apoyo de la alcaldía de $1.300 millones con el fin de ofrecer entrada libre a las personas y convertir este espacio en el “centro cultural más importante del suroriente de Medellín”.

1930 ES EL AÑO de construcción del castillo, por la firma de arquitectos de H.M.Rodríguez.

Mejorar los jardines y construir senderos para transformarlo en un parque ecológico ambiental fueron las propuestas que se anunciaron a partir del 2008, y Vivir En El Poblado lo relató, con detalles, en el 2010. “Desde hace muchos años El Castillo venía en franca decadencia. Desde hace 20 años estaba muy triste, porque iba el deterioro en los jardines, en los senderos, en los techos; 20 años luchando por conseguir apoyo de las distintas alcaldías y de la empresa privada porque los ingresos del Museo daban a duras penas para los gastos fijos, pero nunca para hacer reparaciones de fondo. Que la alcaldía le haya dado este apoyo para sacarlo adelante y aprovecharlo como espacio de inclusión social, tiene un tinte milagroso”, dijo en ese entonces Marta Ligia Jaramillo, su directora.

La falta de continuidad de los planes sociales en los cambios de alcaldes convirtió este plan en un sueño roto. De acuerdo con las directivas de El Castillo y fuentes consultadas cercanas a este lugar, desde la alcaldía de Federico Gutiérrez no reciben recursos, y esto tampoco ha sido posible durante el mandato actual de Daniel Quintero.

La gente del museo explica que este apoyo gubernamental es vital en este momento, y mucho más ahora, después de la pandemia, ya que dependen de las entradas que la gente compra para su ingreso, y en un tiempo estático, como el del confinamiento, se quedaron sin esos recursos, y en la soledad absoluta por parte de las autoridades.

Actualmente están interesados en fortalecer la relación con los vecinos, que piden silencio en los días de eventos, y en involucrarlos a los programas. También hacen un llamado a las personas para que visiten El Museo El Castillo, realicen picnics, sesiones fotográficas y asistan a sus exposiciones.

Algunas cifras y planes hoy

  • 16 profesores y alrededor de 144 estudiantes hacen parte de su escuela. En ella es posible aprender dibujo, fotografía, pintura, entre otros saberes.
  • Actualmente tiene 30 empleados fijos.
  • El Gazebo, su nuevo pabellón, será insonorizado para mejorar la experiencia en los eventos y evitar molestias a los vecinos.
  • De su colección hacen parte obras de artistas reconocidos como Agusto Jorón, Jules Worms o Justo Arosemena.
  • Actualmente se preparan para la exhibición de pesebres que se realiza a final de año.

Una caravana para recibir la Navidad sin pólvora en Envigado

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Una invitación especial hace la Alcaldía de Envigado para iniciar el mes de diciembre de este 2021 sin pólvora.

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Este martes 30 de noviembre, se realizará un recorrido que saldrá a las 6:00 de la tarde desde la Institución Universitaria de Envigado (carrera 27B, calle 39A Sur –  57),y llegará al parque principal Marceliano Vélez Barreneche, donde los asistentes podrán disfrutar de un show de la Banda de la Policía Nacional.

La caravana llevará un mensaje especial a los envigadeños: “Vivamos esta Navidad con alegría y sin pólvora”, expresó Braulio Espinosa, alcalde de Envigado.

“Comparsas, bandas musicales, grupos artísticos y delegaciones de diferentes instituciones llevarán diversión, regocijo y amor por las calles de la ciudad señorial”, dice en un comunicado de la Alcaldía de Envigado.Esta caravana que recorrerá diferentes puntos del municipio de Envigado, tendrá transmisión en vivo por las redes sociales de la Alcaldía. En Instagram: @alcaldiadeenvigado; en Twitter: @AlcaldiaEnv, y en Facebook: Alcaldía de Envigado.

Conozca el recorrido de la caravana en la siguiente imagen:

Una caravana para recibir la Navidad sin pólvora en Envigado

Patio Bonito: si ese es el patio, cómo sería el interior

El patrimonio histórico y cultural ha sido siempre un tema fundamental de Vivir en El Poblado. En 2009 hicimos un recorrido por los antiguos barrios, del que rescatamos esta historia, la de Patio Bonito.

2009

Ubicamos la hacienda Patio Bonito a principios del siglo XIX: pertenecía, en ese momento, al señor Nolasco Posada Arango. Él le vendió a su yerno, quien agregó nuevos terrenos mediante remates y compras sucesivas. Esas compras se extendieron hasta el siglo XX, 1900. En ese momento se hizo la primera ampliación de la casa. Un año después se anexó un nuevo lote, para abrir un camino hacia la estación del ferrocarril de Amagá (hoy, calle 10).

Cuando murieron don Nolasco y su esposa, su hijo Abraham heredó la finca y siguió comprando lotes. Con su esposa, María Jesús Arango, y su familia, vivieron en el centro de Medellín, e iban a la finca para vacaciones y fiestas de fin de año. Así, entre 1902 y 1925. Don Abraham siguió agrandando su finca, pero en 1932 le vendió al Municipio un lote para construir la nueva feria de ganado.

En Patio Bonito, en distintos momentos, hubo trapiche, en donde se producían panela, panes de azúcar y miel para las bestias. Las chimeneas emanaban un delicioso aroma, que seguro alegraba la vida de la gente, y que iba hasta más allá de los cañaduzales, que eran los más extensos de las orillas del Medellín. El trapiche funcionó hasta 1940. Pero a la vez que don Abraham agrandaba su finca, la casa de la hacienda Patio Bonito fue reformada a imagen y semejanza de la casa de 1900.

La primera urbanización privada

La primera transformación de esta zona rural empezó en el 62, cuando los herederos del señor Nolasco Posada formaron la Sociedad Urbanizadora Patio Bonito, la primera urbanización privada en El Poblado. A la gobernación de Antioquia le vendió una parcela para la Fábrica de Licores. También se construyeron el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, y el INEM, en los años 70. Don Abraham le donó, además, un terreno a la iglesia para que construyeran un templo.

Patio Bonito unos los principales barrios de El Poblado
La parroquia de Santa María de los Dolores fue creada en 1986, y, seis años más tarde, fue inaugurado el templo

Uno de los hechos que más marcaron el paso de Patio Bonito de zona semirrural a barrio fue la construcción de la urbanización. Pero, según se lee en la edición de 2009 de Vivir en El Poblado, la llegada del Metro generó el cambio definitivo: “En 1995 contribuyó aún más a la modificación del barrio la edificación de la Estación Poblado del Metro. Desde ese momento hasta hoy, la vocación residencial de Patio Bonito no ha dejado de ceder terreno al carácter comercial, y son pocas las casas que no han despedido para siempre a los grupos familiares y albergan hoy empresas de diferente índole”.

Parque Lineal La Presidenta: el corazón verde de El Poblado

Entre 2007 y 2008, Vivir en El Poblado registró con entusiasmo la inauguración y la apropiación por parte de la comunidad del Parque Lineal La Presidenta.

2008

“¡A gozarse La Presidenta!”: así tituló Vivir en El Poblado el editorial de la edición 377, de octubre de 2008. El entusiasmo no era para menos: después de varios años de espera, la quebrada La Presidenta y sus alrededores, que es el corazón del barrio El Poblado, tenía nueva cara, nuevos usos, y, por supuesto, nuevas responsabilidades por parte de la comunidad.

El Parque Lineal La Presidenta fue inaugurado el 31 de agosto de 2007, durante la administración de Sergio Fajardo. Su sucesor, Alonso Salazar, continuó el Plan Especial de Ordenamiento de El Poblado, una estrategia de inversión integral que se había iniciado en 2004, con la participación de la comunidad de la Comuna 14. Entre las obras propuestas en ese Plan Poblado estaba el Parque Lineal.

El parque Lineal La Presidenta es una buena muestra de que es posible convertir un potencial rastrojo en un lugar que invita a disfrutar del aire libre, con ingredientes educativos y culturales”, se lee en el editorial de Vivir en El Poblado, ese octubre de 2008. Un año antes, cuando se inauguró el Parque, la secretaría de Cultura Ciudadana de la Alcaldía había promovido la firma de un Pacto Ciudadano para su cuidado. Para la firma de este acuerdo se convocó el Comité Cívico de la Zona Rosa, la Junta Administradora Local, los líderes cívicos de El Poblado y la Veeduría de la obra.

Vivir en El Poblado destacó esta estrategia de la Alcaldía, que buscaba “incentivar el sentido de pertenencia por estos espacios”. La administración impulsó el programa de “padrinazgo” para los 11 parques lineales de la ciudad. Así lo contó el periódico: “El programa consiste en que cada parque tenga 10 padrinos de la propia comunidad, capacitados para supervisar las actividades de estos espacios públicos, sus jardines, árboles e infraestructura física. Al cierre de esta edición, el Parque Lineal La Presidenta ya tenía nombrados nueve de los diez padrinos”.

En sus páginas, Vivir en El Poblado anunciaba la programación especial del Parque Lineal: “Hasta el 11 de febrero de 2009 están programadas 1.324 actividades, las cuales tienen como meta la participación de al menos 35 mil personas”. El periódico hizo parte de ese “padrinazgo”, y valoró la apropiación de la comunidad: “Es común ver en este parque grupos de gimnastas de todas las edades, alumnos de kung fu o personas paseando sus mascotas”.

El Parque Lineal La Presidenta, con cerca de 20 mil m2, senderos peatonales y tres puentes, sigue siendo el corazón verde de El Poblado, y recibe, cada domingo, los mercados campesinos.

Parque Lineal La Presidenta: el corazón verde de El Poblado

El Parque La Presidenta, hoy

Hoy, los vecinos y visitantes del Parque Lineal La Presidenta reclaman más atención por parte de la administración municipal, porque el invierno se ha ensañado con la infraestructura. ¿Y la comunidad? Es hora de recuperar el entusiasmo que generó en El Poblado la inauguración de este espacio público. ¿Podemos hacer un nuevo Pacto Ciudadano, y recuperar la idea del padrinazgo? En Vivir en El Poblado recibimos ideas y propuestas.

5.065.373 casos de COVID19 acumula Colombia al 28 de noviembre

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Colombia tuvo este domingo 28 de noviembre el reporte de 2.196 nuevos contagios y 43 muertes de COVID19, según el Ministerio de Salud.

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De acuerdo a la cartera de Salud del Gobierno, se registraron además 2.200 recuperados. La cifra total de muertos llegó a 128.437 y la de recuperados a 4.905.431.

Antioquia, con 538, es el territorio con más nuevos casos en el último día. El listado continúa con  Bogotá, con 298; Santander, 206; Barranquilla, con 184, y Norte de Santander, con 181.

Con el último reporte, el país llegó a 13.913 casos activos de COVID19, y se suman 5.065.373 contagios desde el inicio de la pandemia.

En cuanto a las muestras procesadas, en la última jornada fueron 42.275 en total; 24.073 de PCR y 18.202 de antígeno. Así se acumulan 28.017.929 muestras procesadas.

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En su informe, el Ministerio de Salud también reportó los casos confirmados en el mundo, que llegaron a 261.406.293, mientras que los fallecidos por el virus ascienden a 5.198.688 en el globo terráqueo.

Casos de covid19 en Colombia al 28 de noviembre
En su informe diario, el Ministerio de Salud reportó este domingo 28 de noviembre que el país registró 2.196 nuevos casos de coronavirus, cifra con la cual se alcanzó un total de 5.065.373 casos del virus en el territorio nacional desde el inicio de la pandemia.

Sábado 27 de noviembre: 5.063.177 casos de COVID19 acumulados

El Ministerio de Salud reportó este sábado 27 de noviembre que el país registró 2.620 nuevos casos de COVID19, cifra con la cual se alcanzó un total de 5.063.177 casos del virus en el territorio nacional desde el inicio de la pandemia.

Se registraron además 51 muertes por el virus en las últimas 24 horas, de acuerdo a la cartera de Salud del Gobierno. 

Para ese día se tenían 13.989 casos activos de la enfermedad.Además, se registraron 2.629 recuperados. La cifra total de muertos llegó a 128.394 y la de recuperados a 4.903.231.

Los árboles de El Poblado y sus custodios

La protección del medio ambiente ha sido un tema fundamental de Vivir en El Poblado, en sus 30 años de historia. Son muchas las páginas que el periódico ha dedicado a dar a conocer los árboles de la Comuna 14.

2007

Son gigantes del camino. En los días de invierno, sus ramas se mueven al ritmo del viento para no quebrarse, y en los tiempos de verano muestran sus flores.

Desde sus primeras ediciones, y de forma constante, Vivir En El Poblado ha contado la historia de los árboles que están en calles principales, en los parques o a las salidas de los edificios. Azucenos, acacias rojas, guacayanes o corchos han aparecido en nuestras páginas. Algunos son de carácter patrimonial, por los años que cuenta su tronco, como es el caso del Tronador (Hura Crepintans), localizado en la carrera 41, entre las calles 10 y 10A y es el más antiguo de todos: fue sembrado hace 100 años.

Otros están en el parque que da nombre al barrio o en lugares variados donde sirven de casa a guacamayas, ardillas o pájaros. La siembra de muchos fue inspirada por personas como Ricardo Olano, un comerciante, periodista, integrante de la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, y quien antes de morir, en 1947, promovió la llegada de más árboles nativos y de otras regiones, y aportó a la construcción de jardines públicos. Y, en años más recientes, el periódico contó la historia del empresario Jorge Molina Moreno, quien, como alcalde cívico de Medellín, entre 1986 y 2001, promovió la siembra de más de 30 mil árboles en toda la ciudad. Por esta razón, se le llamaba el “alcalde verde”.

100 AÑOS tiene el árbol tronador ubicado en la cra 41 entre las calles 10 y 10A.

Por estas páginas también han quedado escritas las historias de vecinos, líderes que han salido a las calles para sembrar o cuidar los existentes, como Mauricio Jaramillo o Juan Fernando Gonzalez, ingenieros forestales que se han encargado de explicar el valor de cada uno, han trabajado junto a la comunidad para que árboles valiosos no sean arrasados por las construcciones nuevas, y la gente aprenda a cuidarlos y curarlos, en caso de vandalismo o inconsciencia. A ellos se suman colectivos de personas que los han defendido.

La historia de una construcción detenida por un grupo de personas que se opuso a la tala de un árbol que sirvió de casa a unas guacamayas, siembras en algunas calles o actividades de organizaciones variadas quedaron registradas en ediciones anteriores. También el hallazgo de animales nuevos o avistamientos de aves por realizarse.

Después de La Candelaria, El Poblado es la segunda comuna de Medellín, con más árboles patrimoniales, y consciente de esto, el periódico ha querido contar la historia de estos gigantes silenciosos que lo dan todo a cambio de nada, y que regalan aire fresco, frutas, belleza, a la gente del barrio.

Ciudad del Río: el barrio más joven de El Poblado

Hace apenas 15 años, Ciudad del Río era uno de los sitios menos arborizados de Medellín, sede de grandes industrias, como Argos y Simesa. La transformación empezó en 2006, y Vivir en El Poblado la celebró.

2006

“Nace un nuevo barrio”, dice un titular de Vivir en El Poblado, en la edición de febrero de 2006. Se refería, por supuesto, a la última gran renovación urbana de la Comuna 14, en el sector de Barrio Colombia, que ese mismo año sería denominada Ciudad del Río.

Así lo informó ampliamente el periódico: “El sector de Barrio Colombia vivirá grandes transformaciones durante este año. Esto porque el Municipio aprobó, después de mucho tiempo de que se hablara de ello, dos planes parciales que se desarrollarán allí, y hay uno más que está en trámite en la Dirección de Planeación. Los dos primeros son Simesa y Argos 1, ubicados en los terrenos que antes ocupaban estas empresas”.

Los Talleres Robledo, de Simesa, un edificio restaurado entre 2007 y 2009, donde ahora funciona el MAMM.
Los Talleres Robledo, de Simesa, un edificio restaurado entre 2007 y 2009, donde ahora funciona el MAMM.

Según datos del momento, Barrio Colombia era un punto importante de asentamiento de la gran industria, con 350 empresas y negocios particulares. “Sin embargo -dice el texto-, en los últimos años la tendencia es a que este tipo de fábricas salga de los centros urbanos para pasar a zonas periféricas, como ha pasado con Simesa y Argos. Previendo esto, el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, expedido en 1999, declaró a Barrio Colombia como zona en transformación”.

Un consorcio de varias firmas constructoras de la ciudad, entre ellas Ramon H y Londoño Gómez, iniciaron las obras, con una propuesta autorizada para los usos comercial, industrial y residencial. En el texto de Vivir en El Poblado se menciona también la intención de Bancolombia “de construir allí su sede nacional, pero hasta ahora no hay nada definido al respecto”.

La foto que acompaña el artículo periodístico ya hace parte del patrimonio histórico: la demolición de la antigua sede de Argos. Y en aviso de página entera, los promotores de este revolcón urbanístico promocionaban el barrio naciente: “Aquí crece Ciudad del Río, la nueva ciudad para la ciudad”. Al anunciar las bondades, concluían: “Este será el mejor sitio para vivir, trabajar y visitar en Medellín”.

El traslado del MAMM

Hoy Ciudad del Río cumple con todas las expectativas generadas en 2006, cuando fue anunciado como un nuevo barrio. La llegada del MAMM -Museo de Arte Moderno de Medellín- a ocupar la sede de los antiguos Talleres Robledo, en noviembre de 2009, fue el impulso adicional que necesitaba esta zona.

MAMM

9.910 metros cuadrados es la superficie actual del MAMM.

En la edición de ese año, Vivir en El Poblado celebró el traslado del MAMM de su sede de Carlos E. Restrepo a la Comuna 14: “La inversión para esta sede, cercana a los 21 mil millones de pesos, pretende que el nuevo MAMM siga adelante como referente de pluralismo y vanguardia cultural, esta vez en Ciudad del Río, entorno que le imprime un carácter metropolitano a su nuevo residente contemporáneo”.

De talleres a salas de arte

La sede del MAMM en Ciudad del Río era antes un enorme taller de fundición de acero y metal de la empresa Simesa -Siderúrgica de Medellín S.A.-. La actividad industrial en este lugar se clausuró en 2003, y, desde ese momento, se decidió que el edificio sería destinado para una entidad cultural. Cuando inició el Plan Parcial Ciudad del Río, en 2006, la alcaldía de Medellín adjudicó este antiguo edificio al MAMM; fue restaurado por el grupo Utopía, entre 2007 y 2009. Los arquitectos conservaron la nave central (sala de fundiciones) y la fachada principal con el aviso Talleres Robledo, pintado en 1944.

Plan Poblado: recuerdos de un ejercicio ciudadano

En 2004, la alcaldía de Medellín invitó a la comunidad de El Poblado a analizar en conjunto los problemas de la Comuna 14, y a planear, entre todos, las obras futuras. Un ejercicio ciudadano memorable.

2004

“El Poblado en transformación” fue el titular de la edición 283, de octubre de 2004. Un titular que resumía todo un año de seguimiento al Plan Especial de Ordenamiento de El Poblado que el alcalde de ese entonces, Sergio Fajardo, presentó a los habitantes de la Comuna 14, el 27 de octubre.

Desde el 5 de febrero de ese año, la administración municipal convocó a la comunidad de El Poblado a hacer un ejercicio de planeación, para una zona que había crecido de una forma inusitada en las últimas décadas. Vivir en El Poblado no solo informó acerca de esta convocatoria, sino que recogió las opiniones de los lectores y los invitó a participar activamente. Esto se lee en la edición de marzo: “Damos por descartada la participación de la gente, que esta vez, seguramente, será tan rica como en las tantas otras ocasiones en que ha sido convocada. La novedad que esperamos esta vez y la gran diferencia es que los resultados de esta gran encuesta y la síntesis que hagan los expertos se traduzcan en hechos concretos que de verdad le den respuestas a la gente para mejorar su vida diaria”.

En efecto, la participación de la comunidad de El Poblado fue masiva, y las propuestas que salieron de las 20 reuniones que se hicieron marcaron la ruta de los futuros proyectos para la zona. El Plan contó con un Comité Consultivo integrado por representantes de los residentes, delegados de las actividades económicas de los gremios y de las instituciones de El Poblado.

¿Por qué se hizo un Plan Especial para El Poblado?

Desde su campaña para la alcaldía de Medellín, Sergio Fajardo se comprometió a trabajar en el análisis de los diferentes problemas de El Poblado, con el apoyo de la comunidad, y buscar de manera conjunta las soluciones o alternativas. Los planes de ordenamiento zonal fueron una estrategia fundamental de su gestión, para organizar y planificar de manera concertada determinados sectores de la ciudad.

Vivir en El Poblado aceptó la invitación: “Lo que pase con Medellín en estos años depende en buena parte de lo que hagamos o dejemos de hacer los ciudadanos; la acción de Estado es importante, pero no es todo”, dice el editorial de mayo de 2004.
El diagnóstico que realizó el Comité Consultivo sobre El Poblado fue publicado por el periódico en su edición de octubre de 2004: “El territorio es ocupado con un modelo suburbano de vivienda campestre, en el que se dio la transformación de vivienda campestre unifamiliar aislada a multifamiliares de gran altura con densidad 30 o 40 veces superior (…). Hoy El Poblado presenta un modelo de urbanización sin capacidad de soporte, carente de espacio público, vías, calles, servicios y actividades urbanas, con gran dependencia del automóvil, alta congestión vial y limitaciones para la configuración de una malla urbana y una red capilar de vías”.

Muchos de los problemas identificados en aquel entonces continúan vigentes, pero la mirada conjunta y juiciosa que se hizo de la Comuna 14 en 2004 es aún una hoja de ruta que vale la pena seguir.

Propuestas Plan Especial del 2004

  • Corredor urbano Avenida 34 y obras complementarias.
  • Malla vial de El Poblado: broches y obras civiles pequeñas y medianas prioritarias.
  • Terminales de ruta.
  • Parque Lineal quebrada La Presidenta.
  • Reorientación de la actividad inmobiliaria.
  • Reordenamiento de la zona comercial y recreativa de El Poblado.
  • Proyecto urbano pedagógico de la avenida El Poblado.

Isabel Garcés cumplió su sueño de llegar a Disney con su voz

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El doblaje del personaje de Isabela Madrigal en la película Encanto, un sueño cumplido para la paisa Isabel Garcés.

A propósito del estreno de la película Encanto, este miércoles 24 de noviembre en las salas de cine nacionales, Vivir en El Poblado conversó con la actriz Isabel Garcés.

Ella nos habla de la producción en Encanto, cómo vivió este sueño cumplido y las oportunidades que se le abrieron con su participación en la producción.

¿Cuál cree usted que será la sensación que dejará Encanto entre los espectadores?

Es una producción inspirada en Colombia. Ver las flores, las aves y los paisajes nos emociona mucho, pero más allá de que es bellísima visualmente, hay un mensaje muy poderoso que seguro necesitas escuchar: todos somos especiales, no hace falta tener un don. Esa es la verdadera sensación que deja Encanto.

En la película Encanto: Isabel Garcés cumplió su sueño de llegar a Disney con su voz

¿Por qué dijo sí a esta producción?

Disney se volvió mi sueño desde que empecé a trabajar con mi voz. Así que mi “sí” siempre estuvo ahí.

El mensaje de Encanto es necesario en estos tiempos para el país? ¿Por qué?

¡Por supuesto que sí! En la película vemos como el perdón termina siendo lo que salva a la familia. Nuestro país necesita reconciliación.

¿Cuáles fueron los retos en el doblaje de su personaje?

Las jornadas largas de grabación, grabar por horas y horas haciendo una voz animada es todo un reto, vocalmente fue muy exigente pero lo disfruté muchísimo.

Al fin una producción dedicada a Colombia de Disney. ¿Cómo nos ve Disney?

Como lo que somos: diversidad, carisma, un país de familias amorosas y mucha sabrosura. Van a gozar cada segundo de la película y su música.

¿Cómo es Isabela Madrigal, su personaje en Encanto?

Isabela es “la señorita perfecta”. Es bonita, muy carismática y su don es hacer crecer LAS flores. 

Todos piensan que su vida es ideal, pero no saben que carga mucha presión por siempre querer agradar.

Participar en esta producción fue un sueño cumplido, usted misma lo dijo. ¿Cuéntenos cómo sucedió al fin?

 ¡El más grande de todos mis sueños! Es increíble, veo el cuaderno en donde escribo mis sueños y ahí está Disney en mayúsculas. No puedo creer que tan solo dos años después de comenzar a desearlo, lo cumpliera. 

¿Cuáles otras oportunidades se dieron en su carrera con este proyecto?

Trabajo como actriz y actriz de doblaje, y aunque he grabado para grandes producciones nacionales e internacionales, esta es mi primera película y mi proyecto más importante. Empezar a actuar es difícil, porque es necesario tener un buen portafolio y eso toma tiempo, con Encanto espero enriquecer mi reel y así abrir más puertas en el medio, no solo como actriz de doblaje sino también frente a cámara.

¿Cómo acceder a los beneficios de la ley de Borrón y Cuenta Nueva?

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Todo lo que debe saber referente a la ley de Borrón y Cuenta Nueva.

Esta ley otorgará a 10 millones de colombianos la oportunidad para dejar de estar reportados negativamente ante las centrales de riesgo. 

¿Qué es la ley de Borrón y Cuenta Nueva?

Con la modificación del régimen de Habeas Data, esta ley trae beneficios para los deudores morosos que se pongan al día con sus obligaciones reportadas en centrales de riesgo.

¿En qué consiste?

En una amnistía por una única vez para quienes se pongan al día en los 12 primeros meses de vigencia de la ley o quienes ya lo hayan hecho con anterioridad. 

Sus reportes saldrán de las centrales en máximo seis meses.

¿Cómo funciona la amnistía?

Hay un plazo máximo en que opera esta amnistía y es de 12 meses contados a partir de la entrada en vigencia de la ley (29 de octubre de 2021).

Es una medida única y excepcional, por lo que si se reincide en mora, la misma permanecerá el doble del tiempo y máximo 4 años, como aplica la regla general.

Una vez se cumplan esos 12 meses, se volverá a la regla general de permanencia del dato negativo, que es el doble de tiempo de la mora y hasta 4 años, contado a partir del pago reportado por la entidad.

¿Qué es el historial crediticio?

En el historial crediticio se registra el comportamiento crediticio de los últimos 48 meses. Por lo tanto, si una persona estaba en mora y  se puso al día o canceló la obligación en mora, pues en el historial se refleja esto. 

Sin embargo, durante el término legal de permanencia de la información negativa se evidenciará que en el pasado la persona estuvo en mora, pero esta información se irá eliminando de la historia de crédito con el tiempo.

¿Cómo es la amnistía por sectores especiales?

Los grupos especiales son los estudiantes con créditos del Icetex, pequeños productores, jóvenes rurales, mujeres rurales y víctimas del conflicto armado quienes al cancelar totalmente la deuda saldrá inmediatamente del reporte negativo.

¿La amnistía por emergencia sanitaria?

Todas aquellas obligaciones que fueron objeto de reporte negativo durante la emergencia sanitaria del 12 de marzo de 2020 hasta el 31 de diciembre del 2020, no serán reportadas en las centrales de riesgo en ese mismo periodo, siempre y cuando ocurra lo siguiente: los titulares de la obligación hayan reestructurado su obligación.

¿Cómo consultar la información en las centrales de riesgo?

Ahora con esta ley, la consulta de información crediticia será gratuita en todo momento, no disminuirá la nota de las personas y los datos allí incluidos no podrán ser usados para otorgar un empleo.

Paralelamente, las centrales de riesgo tendrán que contar con una aplicación de acceso público a todos los titulares de datos, donde se generen alertas al momento de adquirir nuevas obligaciones, con el fin de mitigar el riesgo de suplantaciones.

¿Otros beneficios de la ley?

Esta ley permitirá a las personas que tengan deudas inferiores al 15 % del salario mínimo (menos de $136.279) recibir dos comunicaciones antes de ser reportadas negativamente. 

Las notificaciones deberán realizarse con 20 días de diferencia entre una y otra.

Aumento del 66 % en violencia de género durante 2021 denunció Personería de Medellín

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La Personería de Medellín emitió alerta por el número de casos de violencia de género que se han presentado en la ciudad.

En comparación con el año anterior, el número de denuncias por violencia contra las mujeres que se han hecho ante la Personería de Medellín este 2021 han aumentado el 66.67 %.

Según un informe, presentado por el personero William Yeffer Vivas Lloreda, hasta septiembre de este 2021 se habían recibido 35 casos de violencia contra las mujeres, de los cuales 10 fueron por violencia intrafamiliar y el 90 % de esos casos involucraban agresiones físicas y sexuales. 

Sin embargo, entre octubre del 2021 y lo que va corrido del mes de noviembre, el número de denuncias por este tipo de violencia es 56; de los cuales, 25 corresponden a lesiones personales agravadas, 9 son por amenazas de muerte y las restantes por otro tipos de agresiones.

En el informe también se alerta por la situación de los niños ante estas violencias, ya que esta población también ocupa un porcentaje alto de agresiones en Medellín. 

Finalmente, el informe indica las comunas en donde más casos de estas violencias se presentan. En cuanto a agresiones, las comunas con mayores casos son Popular, Santa Cruz, La Candelaria y Belén. Y en lo referente a casos violencia sexual, las denuncias se presentan en mayor cantidad en las comunas Popular, La Candelaria, Manrique, Robledo y Villa Hermosa.

Flota Bernal: 69 años en el corazón de El Poblado

Cuando muchos escuchan el nombre Flota Bernal imaginan viajes seguros en la mitad de la noche o conductores conocidos que ayudan a tener un recorrido tranquilo. En el 2003, Vivir En El Poblado registró una historia que habla de tranvías desaparecidos, carros amarillos y pasajeros satisfechos.

2003

A la gente que trabaja en la Flota Bernal, le gusta escuchar las historias de los abuelos. Con ellas es posible regresar a aquellos años del pasado en que conductores de medias blancas, zapatos de cuero y camisas almidonadas viajaban en sus taxis por las calles de El Poblado para recoger a familias, niños o viajeros.

Dentro de sus carros no existía la palabra miedo: había conversaciones, música y una sensación de seguridad. La historia de esta flota que algunos llaman “la mancha amarilla” comenzó antes del primer servicio, antes del primer taxímetro o carrera.

En uno de los días del año 1942, el tranvía dejó de funcionar; se detuvieron los vagones y los sonidos de los rieles, en la mitad del día. El Poblado, en ese entonces, era un pueblo conformado por fincas a las que llegaban familias de apellidos conocidos y trabajadores que los atendían. Antes de su último día, los vagones daban vuelta a la plaza, recogían pasajeros que pagaban tres pesos desde El Poblado hasta el Parque de Berrío y viajaban hacia el centro de Medellín o Envigado.

“También estamos listos para llevar niños sin acompañante o mascotas; es un servicio que prestan con gusto algunos conductores”, Juan Durán, analista de Flota Bernal.

Después de la desaparición de los rieles, algunas camionetas llevaban a las personas hasta las fincas. Consciente de la necesidad existente y con unos cuatro o cinco taxis, Isidoro Arango creó Flota de Taxis Medellín. Sus conductores llevaban a las personas hasta las lomas y ayudaban a todo aquel que encontraban en el camino. En 1955 llegaron los taxímetros. A finales de la década de los sesenta, el señor Isidoro Arango se la vendió a Oscar Bernal, y éste se la cedió a Gustavo Bernal. Posteriormente se convirtió en una Sociedad Anónima y aumentó su número de vehículos cuando Alberto Lleras ofreció la posibilidad de comprar taxis, sin pagar impuestos, en 1961. En su aniversario sesenta, la Flota Bernal tenía 280 carros y 200 radioteléfonos.

En el 2021: tecnología, idiomas y “pasión por el servicio”

Flota Bernal: 69 años en el corazón de El Poblado

Juan Durán es analista de Mercadeo y de Relaciones Públicas de la Flota Bernal. Cuenta que actualmente viajan por toda el Área Metropolitana y también llegan a distintos lugares de Colombia.

Para ser parte de ella es necesario tener “pasión por el servicio”, aprobar exámenes médicos y cumplir con las normas establecidas por el Gobierno. Durante la pandemia, se acercaron más a los usuarios, y desde hace un año cuentan con una aplicación que permite pedir un taxi o tener registro del recorrido. Adicionalmente, y en compañía del Bureau de Medellín, muchos de los conductores aprenden inglés para comunicarse con los turistas. Actualmente trabajan en un proyecto de responsabilidad ambiental para reciclar y cuidar más la naturaleza, en su sede, en los taxis, y ojalá, próximamente, en las casas de los usuarios. “Queremos ser ejemplo en el cuidado del ambiente”, dice Juan Durán.

Mesaestándar presenta un libro sobre la cerámica de El Carmen de Viboral

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Un plato de cerámica es más que una pieza ocasional que se sirve sobre la mesa. Un jarrón no se limita a ser un recipiente para unas flores. Ambos, si se miran bien, cuentan una historia, una forma de ver el mundo, son el reflejo de una tradición y el trabajo de un grupo de personas que eligió ese oficio entre todos los demás que hay en el mundo. Quienes vivimos en esta parte de la tierra, crecimos con la cerámica del Carmen de Viboral; ahora llega la oportunidad de entender esas piezas qué hay detrás de esas piezas que nos han acompañado y hemos visto en nuestras casas o en las ajenas.

La editorial Mesaestándar acaba de presentar hace unos días “Carmen: cerámica e iconografía”, un libro de 184 páginas que cuenta la historia de la cerámica del Carmen de Viboral. Esta historia fue contada por José Ignacio Vélez, artista y alfarero, y narrada por Esteban Duperly, escritor y periodista. Con el rigor y la minucia de esta editorial, y al mismo tiempo su gusto por la belleza, este libro de 184 páginas cuenta los mensajes, retos y valores de la cerámica carmelitana.

Mesaestándar presenta un libro sobre la cerámica del Carmen de Viboral-2

El poder de las manos

Este libro visual y didáctico, explica procesos históricos, describe los decorados y las etapas de fabricación de la cerámica. Asimismo dedica una parte importante a las mujeres encargadas de decorar las piezas con las manos y fijar en ellas su arte. Su papel central en esta histórica es la razón que ha inspirado su título, el nombre de una mujer: Carmen. 

El equipo encargado de elaborar este libro ha sido escogido con cuidado para garantizar a los lectores que se trata de una  pieza con información completa, un atemporal, y con belleza: además de José Ignacio Vélez y Esteban Duperly están Alberto y Catalina Londoño quienes fotografiaron procesos y algunos objetos. Alfonso Posada tomó imágenes de los paisajes y del taller de José Ignacio Vélez. A ellos se sumó Alejandro García realizó ilustraciones inéditas sobre las flores y el ambiente. A ellos se suman Jason Guzmán y Sebastián de la Hoz, quienes diseñaron e ilustraron las letras capitales.

De acuerdo con Miguel Mesa, editor, este libro es resultado de una conversación con José Ignacio Vélez quien desde hace aproximadamente 40 años se fue a vivir a El Carmen de Viboral y Guatapé y allá ha trabajado para varias empresas del lugar. 

Después de conversar con él y después de conocer las empresas del sector, José Ignacio Vélez ha resaltado el trabajo mano y el de las mujeres. “Después de ver muchos escritos e imágenes, recibimos su archivo (junto con Juan David Diez) y comenzamos a hacer una investigación seria y descubrimos cosas. Más que una idea, es un proyecto que cuenta con el apoyo de cerámicas Renacer. A nuestra editorial le interesan las artes visuales y este proyecto nos permite tener fondo y tratar temas de realidades artísticas y culturales”.

Este libro llegará a las librerías en enero, y está actualmente en preventa y con un precio menor, hasta el 30 de noviembre en la página de la editorial: www.mesaestandar.com

Testigos de las grandes obras viales que definen el paisaje de hoy

El final del siglo XX coincidió con una explosión de ampliaciones, intercambios, puentes y nuevas conexiones viales sin las cuales sería imposible entender, recorrer y vivir El Poblado.

2001

Sin contar el dramático trazado del Metro de Medellín y sus tres estaciones en la Comuna 14, dados al servicio en noviembre de 1995, la última década del siglo XX fue una de las más trascendentales para nuestra vigente infraestructura vial. Vivir en El Poblado dio cuenta de ello en aquellas primeras ediciones, como tema principalísimo.

Lo hicimos por tres razones de peso. Primero, siendo conscientes de la transformación del territorio, de uno mayoritariamente residencial a otro que a grandes pasos fue combinando comercio y servicios. Segundo, por la obvia necesidad de estas obras ante el caos del tráfico en un momento en que ni siquiera se usaba la palabra movilidad.

Y tercero, porque buena parte de esas grandes obras se hicieron con el aporte directo de sus habitantes y propietarios, vía valorización, como en años previos había pasado con las primeras ampliaciones de las avenidas Las Vegas y El Poblado, al igual que las transversales Superior e Inferior. “Es nuestra casa, es nuestro lote, es nuestra plata”, rezaba a propósito un eslogan de entonces en nuestro periódico.

“Y no es para menos, las calles, avenidas, transversales y lomas no dan más. Así lo asegura no sólo el sentido común, sino también los funcionarios de Planeación, quienes explican que esta situación es el resultado de un retraso en obras públicas de más de quince años. Por lo mismo, cualquier solución que se plantea ahora será un mero paliativo a la grave situación que vivimos. Situación que empeora si se tiene en cuenta que cualquier intento de solución deberá ser financiada por los propios vecinos, ya que el monto de las obras proyectadas sobrepasa cualquier rubro que en esta materia tenga la Alcaldía” (Edición 40, febrero de 1994).

“Es nuestra casa, es nuestro lote, es nuestra plata”, rezaba a propósito un eslogan de entonces en nuestro periódico.

Bajo esa premisa se sacaron adelante, por valorización, las denominadas obras 358 y 607, que en realidad era cada una un grupo de intervenciones conectadas. Por ejemplo, la primera tuvo que ver con el actual deprimido de la calle 10A bajo la Avenida El Poblado, las conexiones de El Tesoro con la transversal Inferior y de la loma de San Julián con Las Palmas, al igual que la ampliación de El Poblado en su tramo de San Diego.

Con el número 607 se materializaron todos los trabajos que fueron necesarios para conectar El Tesoro con Los Balsos y ésta última con Las Palmas, un desahogo que no existía. Del registro que hicimos al respecto en nuestra edición 61 (febrero de 1995), vale la pena el muy ilustrativo sentir de los vecinos impactados, que además de quejarse por “ser mucha plata para pagarla entre muy pocos”, también lo hacen por la falta de corresponsabilidad de territorios vecinos.

607 FUE LA OBRA que conectó El Tesoro con Los Balsos y con Las Palmas. Un desahogo que no existía.

“La zona más favorecida por la ejecución de esta obra es el Oriente antioqueño, considerando que (allí), en el inmediato futuro, se desarrollará una descomunal infraestructura urbana (…)” y, a pesar de todo, no se hizo partícipe de la obra al Departamento ni a la Nación. Por último, se muestran muy en desacuerdo con los municipios del sur del área metropolitana, debido a que siempre se han favorecido con las obras que Medellín ha ejecutado por el sistema de valorización, “sin aportar un sólo peso”.

También con valorización se hizo entonces el primer intento fallido para financiar y sacar adelante la todavía inconclusa transversal Intermedia, hoy Avenida 34, que en el papel debe unir la calle San Juan con La Aguacatala, atravesando terrenos entre la Avenida El Poblado y la Transversal Inferior.

Pero no todo se hizo con valorización, aunque así lo hubiera querido la institucionalidad, pues a mediados de nuestra primera década ya estaba gravada toda la comuna con esta contribución. Fueron los casos de los intercambios de la calle 10 con Las Vegas (el José Gutiérrez Gómez) y el de la 12 Sur o La Aguacatala. El primero fue posible gracias a recursos propios del Municipio de Medellín, y el segundo, a dineros del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA).

La Feria del Millón llega para compartir buen arte con toda la ciudad

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Palermo Cultural, ese espacio de El Poblado que sirve de sede a las instituciones culturales más importantes de la ciudad recibirá en este diciembre a la Feria del Millón, un evento que reunirá a 40 artistas locales destacados y tiene como propósito, según sus organizadores, “democratizar el arte y permitir que esté al alcance de las personas”.

 

Este evento ya se realizó en ciudades como Bogotá, Ciudad de México y Barranquilla. Los asistentes podrán conversar con los artistas y entender las obras exhibidas. El nombre de este evento se origina en el valor económico de las obras exhibidas y que está alrededor del millón de pesos.

  • Fecha: entre el 2 y el 4 de diciembre
  • Lugar: Palermo Cultural. Calle 9 con la carrera 42 – 37.
  • Hora:
    • jueves, 2 de diciembre, entre las 5 de la tarde y las 10 de la noche.
    • viernes, 3 de diciembre, de 12 a 10 de la noche
    • sábado, 4 de diciembre, de 12 a 10 de la noche
  • Más información sobre los artistas, programa y obras: feriadelmillon.com/medellin

Llega la Semana de la Memoria

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“Verdades que lideran” es el nombre de la cuarta edición de la Semana de la Memoria, un espacio para mantener vivas las memorias y las voces de aquellos que han encontrado una forma de mirar los trabajos comunitarios y los trabajos de aquellos que encontraron la forma de resistir.

Para coordinar la agenda, se han organizado actividades con organizaciones sociales, las víctimas y las iniciativas para construir memorias desde los sentidos y posibilidades. Muestras de teatro y cine, presentación musical de Edson Velandia y un homenaje a líderes como Natalia Botero, Stephen Ferry, Albeiro Lopez y Jesus Abad Colorado.

De acuerdo con los organizadores, “esta conmemoración manifiesta el reconocimiento a los liderazgos que impulsan el corazón como un lugar en el que palpitan la honestidad, el deseo, el amor, la unión y el empoderamiento. Los liderazgos que tejen sociedad, que creen en los sueños y confían en los demás”.

Cosmic gate presenta “Mosaik”

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El grupo musical Cosmic Gate presentará “Mosaik”, su nuevo álbum, y los clásicos musicales que han sonado en otras ciudades del mundo y los han convertido en la agrupación alemana de música electrónica más exitosa.

Bossi y Nic, sus integrantes manifestaron su entusiasmo de llegar a Latinoamérica y específicamente a Medellín para cerrar el año con fiesta y buena música. 

  • Fecha: sábado, 27 de noviembre
  • Hora: 9 de la noche
  • Lugar: calle 80 sur número 50 – 61, La Estrella, Antioquia
  • Valor de la boletería: 140 mil
  • Más información sobre el evento y la boletería: celular 313 748 14 63

Miradas, un festival para ver la ciudad de forma diferente

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Ver la ciudad de forma diferente a través de las historias proyectadas y conversar con aquellos que las realizan, disfrutan y conocen es una posibilidad que ofrece este festival de cine y artes audiovisuales con más de 80 proyecciones y actividades. 

Como parte del festival existe Miradas en la Cuadra, una iniciativa con la que se busca llevar esta programación a todos los sectores de Medellín: San Cristóbal, Altavista y el Barrio la Sierra en la Comuna 8. En esta última contaremos con la presencia de Victor Gaviria, el director artístico del evento. El sábado, los encuentros serán en la Comuna 3, San Antonio de Prado y la Comuna 10. Finalmente el domingo 28 de noviembre, último día del festival, Miradas en la cuadra estará presente en San Sebastián de Palmitas, la Comuna 13 y la Comuna 5; específicamente en el Parque Juanes de la Paz, con una proyección especial de El Niño de Medellín.

Este evento de ciudad es una iniciativa liderada por el Despacho de la Gestora Social, la Secretaría de Cultura Ciudadana, a través de la Cinemateca Municipal, y de la Secretaría de Desarrollo Económico, a través de la Comisión Fílmica de Medellín; con aliados como la Fundación EPM, el Área Metropolitana, Sapiencia, Viva Air, entre otras dependencias de la Administración Municipal y del Conglomerado Público. 

  • Fecha: hasta el 28 de noviembre
  • Lugar:  en distintos barrios de Medellín
  • Pre Registro y programación completa en:  www.miradasmedellin.com

Y2K: el “coco” del cambio de milenio

No era un 31 de diciembre cualquiera; era el inicio de un nuevo siglo y de un nuevo milenio. A los asuntos cabalísticos se sumaron los temores por una posible falla tecnológica mundial sin precedentes.

Empezó como un tema de oficinas y centros de investigación universitarios, pero, poco a poco, fue invadiendo los medios de comunicación, hasta llegar a las salas de las casas. El cambio de milenio generó preocupación en el mundo entero, no solo por asuntos cabalísticos, que abundaron, sino también por un tema que la tecnología no había previsto.

Varias ediciones de Vivir en El Poblado del año 1999 fueron dedicadas a explicarles a los lectores -los ciudadanos de a pie- cuál era la preocupación de los científicos, los funcionarios del gobierno y los empresarios con el cambio del milenio. En un ejercicio pedagógico, el periódico, en su edición 150, escribió un artículo titulado “¿Qué es lo del 2000?”, aludiendo al tema del que todo el mundo estaba hablando.

El temor era que, al sonar los doce campanazos del 31 de diciembre de 1999, la mayoría de los computadores del mundo iban a fallar, con las graves implicaciones que esto traería. Vivir en El Poblado lo explicó así: “El origen del problema proviene de utilizar solamente los dos últimos dígitos del año en el almacenamiento y procesamiento de fechas. Esta era una práctica común de programadores, fabricantes de computadores y otros equipos, que buscaban ahorrar espacio de almacenamiento en la memoria, debido a los altos costos del mismo, pero que implícitamente suponía que los sistemas no continuarían operativos para el año 2000, al no soportar el cambio a una fecha de cuatro dígitos. Al utilizar solo dos dígitos, el año 2000 se procesará como ‘00’, teniendo consecuencias inesperadas y provocando comportamientos no previstos”.

En enero de 1999, el periódico aún lo percibía como un tema lejano. “Los problemas los tendría usted -y quizás todos nosotros- si las empresas que nos venden servicios y tienen el problema 2000 no lo arreglan a tiempo”.

Pero, finalizando el año, en la edición de Vivir en El Poblado de noviembre de 1999, el “asunto ese” ya tenía nombre, características y prontuario. “Se acerca el día Y2K”, dice el titular, interpretando el temor generalizado por la incertidumbre del nuevo año y milenio: “Mientras gritos y brindis por el cambio de año, o de siglo, como lo prefiera, inundan el mundo, el afamado Y2K estará también de fiesta en el preciso instante en que suenen los doce campanazos, intentando tomarse los computadores, también de todo el mundo. Este individuo, que no es un individuo, aunque tenga nombre de guerrero de las galaxias, a esa misma hora comenzará una búsqueda sin tregua de todo lo que se haya dejado al azar. El 1 de enero y los siguientes, quienes no tomaron las simples precauciones de protección, posiblemente conozcan su letal poder”.

El término Y2K (la Y, por year; y la K, por mil) se introdujo en el lenguaje popular. Aunque las autoridades del momento trataron de tranquilizar a la ciudadanía, diciendo que todo estaba “fríamente calculado”, la Cruz Roja mandó un listado de precauciones, por si acaso: “El mensaje de la Cruz Roja Americana es que nadie puede estar seguro sobre los efectos del problema. Por eso, apuntándole a la vida cotidiana, esa organización sugiere medir qué podría sucederles a sus equipos electrónicos esenciales controlados por computador”.

Finalmente, el fantasma Y2K no logró aguar la fiesta de fin de año. Según Wikipedia, la inversión de 214 mil millones de euros en el mundo entero para evitar el “efecto 2000” evitó la debacle tecnológica, y el susto generalizado quedó como anécdota.

Eafit, diálogo y reflexión

Para Vivir en El Poblado la apertura de un nuevo escenario cultural en la Comuna 14 siempre ha sido motivo de celebración. Como cuando fue inaugurado el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, de EAFIT, en 1999.

1999

Desde el planteamiento inicial, el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, de EAFIT, se propuso como un lugar para todos, no solo para los estudiantes y docentes. En febrero de 1999, en la edición 152, Vivir en El Poblado así lo indicaba. Y la promesa se ha cumplido.

Su construcción implicó la reorganización urbana del campus. No solo se trataba de la biblioteca. Iba más allá, con su amplia sala de exposiciones, su plazoleta y la instalación de Ágora, una obra de arte para ser vivida, usada, realizada por el artista Hugo Zapata.

La inauguración fue en junio de 1999. La exposición La lógica del trópico, del maestro Juan Antonio Roda, marcó el inicio de un proyecto de largo aliento.

Su arquitecto fue Carlos Julio Calle. Con su diseño esencial, la estructura se destaca de manera serena. Su construcción generó cambios sustanciales y el ambiente interno se renovó con esa plaza central que lleva a la biblioteca a la que se accede por escaleras. Sus formas tranquilas, su altura, la iluminación natural que entra a través de tragaluces, hacen sentir a quien la visita como envuelto por la arquitectura.

68 mil LIBROS, aproximadamente, componen la colección de la biblioteca EAFIT .

Todo allí está integrado. A la sala de consulta y lectura, se suman las áreas de Patrimonio Documental y Audiovisual; los auditorios para audiciones musicales y las pequeñas aulas. Al edificio principal lo complementa, en la parte de atrás, un bloque auxiliar que está conectado por puentes peatonales y ascensores.

La inauguración de la biblioteca EAFIT, en 1999, fue celebrada por Vivir en El Poblado, por tratarse de un nuevo espacio para la cultura en la Comuna 14.
La inauguración de la biblioteca EAFIT, en 1999, fue celebrada por Vivir en El Poblado, por tratarse de un nuevo espacio para la cultura en la Comuna 14.

Su colección está compuesta por unos 68.000 libros, algunos muy antiguos. La Hemeroteca conserva más de 3.500 títulos de revistas y periódicos. Y en sus archivos históricos hay correspondencia, documentos contables, fotografías, entre otros. La Biblioteca es un centro de investigación que se ha nutrido con adquisiciones propias y con donaciones de relevancia.

Todo coincidió con la transformación de la propuesta académica de EAFIT, pues a la administración y a las finanzas de su vocación primera, llegaron las humanidades y la música, entre otros. Ese fue el interés del rector de ese entonces, Juan Felipe Gaviria. Un proyecto que expandió Juan Luis Mejía, y que ahora se potencia con Claudia Restrepo, su actual rectora.

El Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas se suma al Teatro Fundadores, un escenario para conciertos, conferencias, artes escénicas y danza, que es la casa de la Orquesta Sinfónica Eafit, dirigida por la maestra Cecilia Espinosa. Y de ese gran proyecto cultural hacen parte su Fondo Editorial y su librería; sus premios León de Greiff al Mérito Literario y Biblioteca de Narrativa Colombiana, entre otras propuestas que hacen de EAFIT un espacio para la cultura y el diálogo, para el debate y la reflexión, con una agenda que no se agota.

Virtualidad, a velocidad de pandemia

La necesidad de ofrecer educación de calidad mueve la imaginación institucional: anteayer, clases por radio (Sutatenza); hoy, plataformas Zoom y otras tecnologías, en creativa competencia.

A velocidades inimaginables ha cambiado el mundo de la academia desde que la universidad EAFIT dejó saber que estaba haciendo un curso virtual, el segundo semestre de 1998. Vivir en El Poblado hizo el registro bajo el título “Clase a las 2:00 a.m.”

De ese final del XX a este cuarto de siglo que avanza, también imparable, ríos de desarrollos tecnológicos han corrido bajo los puentes del mundo. Del puñado de alumnos con quienes el profesor Juan David Betancur puso en marcha su novedoso experimento, al sol de hoy, son miles los alumnos que -solo en esta universidad y en este semestre- avanzan en sus materias académicas vía clases virtuales.

La Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD inició este 2021 con más de 8 mil estudiantes nuevos y un aumento del 20 % en el número de matrículas. Desde abril de 1982 ha sido pionera en la implementación de programas académicos con la estrategia de la educación a distancia.

900 % HA AUMENTADO el número de alumnos que estudian en remoto en el mundo, en los últimos veinte años.

Pero ¿qué hizo el profe Juan David en EAFIT, en 1998? Montó un curso que usaba herramientas de internet para el proceso de aprendizaje, y que prescinde de salón y horarios de clase tradicionales, explicaba esa edición del periódico. Agregaba que “Ya había dictado Gestión de Tecnología por varios semestres a la manera tradicional”. Luego surgió la inquietud de desarrollar el curso con las cosas de las que hablaba. Entonces complementaron “lo dicho en clase con una página en internet en la que había material de apoyo al curso”. Betancur propuso a EAFIT “desarrollar todo el curso bajo estos parámetros, apoyado en un programa de Lotus llamado Learning Space, el cual permite la creación de módulos académicos para ser desarrollados en internet”.

Virtualidad, a velocidad de pandemia
En 1998, Vivir en El Poblado reportaba, con asombro, el montaje de una clase virtual en la Universidad EAFIT. ¡Cuánto ha cambiado la educación en solo 23 años!

La evaluación reveló que el profesor se convertía en un tutor o facilitador; que perdía su rol de dueño de la verdad, de revelador de conocimientos, para hacerse guía en el proceso de aprendizaje. Pero que “el peso de la calidad de este proceso recae en ellos (los estudiantes) … pues el pasivo, aquel que va al salón de clase solo como asistente, ya no puede sobrevivir en el nuevo sistema”.

La evaluación reveló que el profesor se convertía en un tutor o facilitador; que perdía su rol de dueño de la verdad, de revelador de conocimientos, para hacerse guía en el proceso de aprendizaje.

Además, el informe reseña que, fuera de alcanzar los objetivos del curso, hubo mejoría en habilidades nuevas y necesarias para la vida profesional, como la capacidad de comunicar adecuadamente y por escrito las ideas propias.

Finalmente, admiten que liberaron mucho tiempo. “Ahora ‘podían ir a clase’ en el momento que pudieran y desde el lugar en el que se encontraran”. Igual lo hacían desde un computador en cualquier lugar del mundo.

Fue 9 años más tarde cuando se anunció: “La universidad EAFIT trabaja la educación virtual desde el año 2007, con el propósito de apoyar la virtualización de sus programas de pregrado, posgrado y educación continua, ampliando su oferta educativa a través de la internet”.

El exótico tema del periódico de noviembre de 1998 ha evolucionado al punto que “Desde 2000 el número de alumnos que estudian en remoto en el mundo se ha multiplicado un 900 %”, según elpais.com de mayo 17 de 2021.

¿Cuántas especies de pájaros hay hoy en El Poblado?

La respuesta no es precisa, pero desde la Sociedad Antioqueña de Ornitología aseguran que el número supera, por mucho, las 70 identificadas hace 23 años y reportadas por Vivir en El Poblado en ese entonces.

Podría pensarse que con la cantidad de urbanizaciones que llegaron a El Poblado en las últimas tres décadas los pájaros se habrían desplazado; aun así, vecinos de distintas zonas reportan haber visto águilas, garzas y especies pequeñas que antes no estaban presentes. Nos lo cuenta Luis Germán Olarte, vicepresidente de la Sociedad Antioqueña de Ornitología —SAO—, quien explica que antes de la gran urbanización el sector tenía grandes potreros, es decir verde, pero sin muchos árboles, que llegaron en mayor medida en el proceso de urbanización.

En una edición de 1998, un artículo que tenía justamente como fuente a la SAO, reportaba que se habían “llegado a censar hasta 70 especies diferentes de aves, de las cuales es posible que entre 20 y 30 visiten su cebadero buscando alimento”. Luis Germán afirma que, si bien hoy no hay un inventario zonal preciso, porque se cuentan las especies que se avistan en el Área Metropolitana, “de 70 pasamos derecho como por entre un tubo; hoy el número de especies registradas es altísimo, lo que pasa es que tratamos de mostrar lo que pasa en la ciudad región”.

“La urbanización trajo verdor, por paradójico que parezca, y ahí empezaron a proliferar aves, chuchas, ardillas y más; regresaron o llegaron, porque la ciudad creció y se tragó esos potreros, muy pobres en biodiversidad”. Luis Germán Olarte.

El observador afirma que la expresión “selva de cemento”, peyorativa, puede tomarse en un buen sentido, porque con la urbanización llegaron más árboles y con ellos más especies, no solo de pájaros, sino de otros animales; “incluso pumas en El Tesoro se han reportado”, anota. Hasta la década de 1960, continúa Olarte, las lomas de El Poblado eran pastizales de vacas, “así que desde el punto de vista de biodiversidad era lo poquito que lograba sobrevivir en las quebradas, además había mucha cacería”.

¿Cuántas especies de pájaros hay hoy en El Poblado?
En 1998, la SAO reportaba 70 especies de aves en El Poblado. La urbanización de la zona ha traido más árboles y pájaros.

Entonces, continúa, en la década del 90, en El Poblado se empiezan a sembrar árboles, con gran impulso también de Jorge Molina Moreno, quien se ganó el apodo de Alcalde Verde, por ser el motor de la arborización de la ciudad. “La urbanización trajo verdor, por paradójico que parezca, y ahí empezaron a proliferar aves, chuchas, ardillas y más; regresaron o llegaron, porque la ciudad creció y se tragó esos potreros, muy pobres en biodiversidad”.

Comparar las más de 70 especies de aves de El Poblado de hace 30 años con las existentes hoy es, pues, impreciso, pero Luis Germán, seguro del aumento del número, invita a seguir velando por el bienestar de los árboles, quebradas, jardines y materas con flores en los balcones, así como cebaderos y cuencos con agua para que se bañen los pájaros y seguir atrayéndolos. Sí, hay esperanza en su mirada: esta selva de cemento tiene su lado verde en los árboles, los mismos que trajeron guácharos, cierta especie de águila negra y halcones propios de otros hábitats, que se quedan en la comuna gracias a los frutos que hoy dan los árboles sembrados hace décadas.

Un tesoro: ¡agua!

El barrio El Tesoro -el de las casitas- ya existía en 1890, habitado por las mismas familias. Pero fue en 1998 cuando mojó prensa: ¡por fin llegó el agua!

1997

En junio de 1997 Vivir en El Poblado publicaba la historia del barrio El Tesoro. Daba cuenta de que su nombre, un siglo atrás, pudo originarse en algún cargamento de mulas que, cargadas de oro, se perdieron entre esas montañas. Agregaba que, a pesar de contabilizar más de cien años de fundado lo único que tenía, además del apego de sus habitantes al lugar, y de la buena vecindad, era una larga lista de carencias.

La crónica las enunciaba: un ingreso digno al territorio y transporte público permanente (solo llegan tres buses al día: 6:30 a.m., 5:00 y 6:30 p.m.). También, un andén interno para el barrido que aísle la gente de los vehículos. No tenía escuela, mucho menos colegio para sus 200 niños. Además, clamaba por vigilancia policial “que controlara a los malhechores que subían al sector para aprovecharse de la soledad de las carreteras y cometer sus fechorías”. Pero, sobre todo, carecían de acueducto. Dependían del conducto artesanal que les llevaba agua de la quebrada La Volcana, servicio por el que pagaban 300 pesos mensuales, a cambio de un líquido impuro que les ulceraba la piel y producía incontenibles desarreglos digestivos.

Catorce meses más tarde, el mismo periódico registraba el motivo de fiesta y descontrol del viejo asentamiento: “Agua después de un siglo”, era titular con que abría el periódico.
La publicación es de agosto de 1998 y narra que las EPM escuchó sus ruegos y construyó una red de acueducto de 700 metros para que el servicio llegara a cada una de las 75 viviendas del sector, que apenas en 1993 fue reconocido como zona urbana.

Así que la parranda fue hasta el amanecer, protagonizada por los herederos de las primeras familias: Torres, Londoño, Ochoa, Gaviria y Pérez. “De todos ellos hay descendientes en el barrio El Tesoro, ya sea en La Ye, El Hoyo -conocido recientemente como El Achantadero- y El Tesoro propiamente dicho”, precisa la crónica que da base a este informe.

Añade que “Parte de esos terrenos eran propiedad en el siglo pasado de María Lucrecia Parra, de la loma con ese apellido, y bisabuela de Luis Fernando Londoño, uno de los habitantes actuales”.

Del servicio de acueducto recién inaugurado se beneficiaban las viviendas del barrio, y el llamado Achantadero. En ese momento solo faltaba la Ye para que toda la loma de El Tesoro quedara atendida, “porque este sector está por encima de la cota 1.900, así que debe esperar que construyan el acueducto de Las Brisas”. La presidenta de la Junta de Acción Comunal, María Eugenia Mesa, predicó -en medio de la celebración- que la obra llevaba progreso y saneamiento al barrio.

En la actualidad, si alejamos la lupa para abarcar un territorio mayor, tenemos que el circuito de El Tesoro EPM contabiliza 10.469 instalaciones, de las cuales 9.463 son residenciales, 945 comerciales y 8 oficiales, según informes suministrados por la empresa.
La rumba por el agua fresca y vital que llegó a El Tesoro hace 23 años será una piñata, comparada con las que celebrará la humanidad -por igual motivo- si se cumple la agorera advertencia de que días llegarán en los que no habrá líquido potable para tanta gente.

¿Cómo avanza la formulación del Plan de Acción Ambiental de la Comuna 14 – El Poblado?

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En los recursos del Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Comuna 14 – El Poblado fue priorizado el Plan de Acción Ambiental para este territorio.

El mismo se está construyendo de manera participativa con la comunidad, la Alcaldía de Medellín y la Universidad de Antioquia. Además, es una iniciativa que promocionó la Mesa Ambiental de El Poblado.

¿Qué es?

El Plan de Acción Ambiental de la Comuna 14 -PAAL- nació con la motivación de mejorar las condiciones ambientales y orientar esfuerzos para el cuidado y conservación del medioambiente.

José Fernando Álvarez, coordinador de la Mesa Ambiental de la Comuna 14, explicó que el PAAL surgió de un proceso que, según dijo, “queríamos muchas personas de la comunidad de El Poblado”, y que es tener un plan integral del manejo de planeación y ejecución de las obras y proyectos en materia ambiental y urbanístico

“Desde hace 10 años, en conjunto con representantes de diferentes sectores, como organizaciones cívicas, Juntas de Acción Comunal y la propia comunidad, consideramos que lo más importante es tener una ruta que se ejecute año a año para el mejoramiento del tema ambiental acá en El Poblado”, narró el líder ambiental.

¿En qué consiste?

El PAAL estará conformado por un diagnóstico ambiental, la misión y visión del Plan y el componente programático. 

Este se constituirá en la hoja de ruta para la inversión ambiental de la Comuna 14 en los próximos 12 años.  

Andrés Santiago Arroyave, subsecretario de Gestión Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente, manifestó: “De la mano con los líderes comunitarios, las instituciones educativas, las organizaciones sociales, la mesa ambiental y los habitantes de la Comuna 14 hemos venido construyendo el Plan de Acción Ambiental para El Poblado. Invitamos a toda la ciudadanía para que participe”. 

¿Cómo se está ejecutando?

Hace algún tiempo, iniciaron los recorridos por cada barrio para recolectar información primaria, que permitirá construir el diagnóstico ambiental del PAAL. 

A la fecha se han visitado los barrios Los Naranjos, Alejandría, Patio Bonito, Astorga, Barrio Colombia, Villa Carlota, Manila, Florida, Poblado, Castropol, El Castillo, Los Balsos No. 1, Los Balsos No. 2, Lalinde, Diamante No. 2, La Aguacatala y Santa María de los Ángeles.

En ese proceso, se han identificado 123 puntos; la mayoría de ellos corresponden a 42 potencialidades, seguido de 39 problemáticas relacionadas con puntos críticos de residuos sólidos y 12 de vertimiento de aguas. Las demás problemáticas se relacionan con suelos y aire. 

¿Quiénes ejecutan el PAAL?

El PAAL se elabora con la Mesa Ambiental, comerciantes, Juntas de Acción comunal, la Junta Administradora Local, instituciones educativas y Consejo Comunal de Participación- CCP.

En el ejercicio, todos proponen programas y proyectos orientados a la protección del medio ambiente, a través del desarrollo de acciones que promuevan la conservación y su cuidado, el fortalecimiento de las instancias de participación, organizaciones y colectivos que trabajan por este sector y también el desarrollo de iniciativas que permitan el uso sostenible y sustentable de los recursos naturales en el territorio. 

¿Hallazgos del proceso?

En la construcción del diagnóstico ambiental, que adelantan la Secretaría de Medio Ambiente y la  Universidad de Antioquia como primera fase del PAAL, se han identificado problemas como:

1. Puntos críticos de residuos sólidos con presencia de vectores.

2. Ocupación del cauce y vertimientos en las fuentes hídricas.

3. Contaminación visual, del aire y daños en la infraestructura de espacios públicos.

4. Problemas de convivencia, pérdida de valores y poco sentido de pertenencia en algunas zonas de la comuna. 

¿Qué es la Mesa Ambiental de El Poblado?

La Mesa Ambiental de la Comuna 14 trabaja para mitigar las razones de deterioro del ambiente en su territorio, asociadas a la poca educación y cultura ambiental, carencia de paisajismo, falta de control de la red hidráulica, inadecuado manejo de aguas lluvias y residuales, indisciplina en la disposición de residuos sólidos y un riesgo latente relacionado con las fuentes hídricas, abundantes en la comuna. 

Más de 4.000 contagios activos de COVID19 tiene Antioquia, 2.500 de esos casos son de Medellín

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Este jueves 25 de noviembre, la gobernación de Antioquia informó que en el departamento se registraron 536 nuevos casos de COVID19 y 8 muertes por el virus.

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En total, desde el comienzo de la pandemia, Antioquia registra 767.239 casos. De ellos, 404.396 son mujeres y 362.843 son hombres.

En cuanto a las muertes relacionadas a complicaciones de la enfermedad, Antioquia suma 16.532 fallecimientos por coronavirus. En la última jornada se reportaron 8 fallecidos, 4 de ellos ocurrieron en la ciudad de Medellín.

Igualmente, el informe indica que, a la fecha, hay 4.188 casos activos en el departamento y la cifra de personas recuperadas es de 744.346.

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Este último reporte detalla que de los activos, en Medellín hay 2.560 casos y los 1.628 restantes están distribuidos en municipios del Valle de Aburrá y de las demás subregiones del departamento.

Finalmente, en el momento Antioquia tiene un porcentaje de ocupación de camas UCI de   86.95 %.

casos de covid19 en Antioquia al 25 de noviembre

Más de 14.000 casos activos de COVID19 tiene Colombia al 25 de noviembre

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Tras procesar 51.065 pruebas en las últimas 24 horas, de ellas 25.109 pruebas PCR y 25.956 de antígenos, este jueves 25 de noviembre el Ministerio de Salud confirmó 2.644 nuevos casos de COVID19 en Colombia

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Con esta cifra, el total de contagios se elevó a 5.057.897 y el número de casos activos se ubicó en 14.116.

Igualmente, tras el reporte de 54 nuevas muertes, el país llegó a los 128.290 decesos por complicaciones del contagio de COVID19.

Mientras que el número de recuperados ascendió a 4.897.986, con 2.055 nuevos registros de este indicador.

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Finalmente, el país suma 27.891.010 muestras procesadas.

casos de covid19 en Colombi al 25 de noviembre
Colombia registró este jueves 25 de noviembre el total de 2.644  nuevos contagios de COVID19, según el último informe del Ministerio de Salud.

Muchas formas de hacer las paces

Entre las muchas maneras de definir a la cultura, existe una que alude directamente a la convivencia, porque es la manera en que cultivamos las relaciones con nosotros mismos, con los demás con la naturaleza.

Entonces, si las culturas son muchas, también son múltiples las maneras de entender la paz y hacer las paces. El peligro está entonces en ver solo una manera, la nuestra. Se trata más bien de aprovechar la gran riqueza de la diversidad, de la interculturalidad. Ahí está la verdadera potencia, en lo multifactorial.

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A partir de ese concepto amplio y rico de pluralidad cultural y convivencia, nos será más fácil cuidarnos, ponernos en los zapatos del otro y desarrollar la empatía, porque se confirma que todos tenemos esa habilidad social para ayudarnos, a la vez que crecemos en entendimiento.  Tranquiliza bastante saber además que, si somos imperfectos e incompletos, esa paz construida entre todos también es, a su vez, imperfecta, porque es hecha por nosotros.

El cuidado se transforma entonces en una habilidad para aprender a vivir juntos, a progresar en la transformación pacífica de los naturales conflictos. Es  entonces  esa valiosa y humanizadora preocupación por los demás, el mejor de los entrenamientos en las competencias para un mejor vivir.

Una de las claves primordiales en la filosofía del cuidado es aprender a darle la voz al otro, conocerlos, escucharlos y superar la mirada arrogante de suponer el conocimiento de lo que ese otro desea o necesita. Nada mejor que la experiencia de compartir en los escenarios cotidianos  de la vida: el trabajo, el vecindario, el estudio, la diversión. No temerle a la suma de razones y emociones porque vienen juntas y nos constituyen de igual manera.

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Es por eso que se dice que La paz, más que una utopía es un proceso, una reconstrucción de relaciones, muchas veces perdidas, que nos ayudan a mejorar los niveles de compromiso, porque todos los ciudadanos somos los verdaderos protagonistas políticos y morales. 

Es necesario superar el vicio de la pasividad y negarnos a marginar el cuidado a la esfera privada, sacándolo a la calle, porque también allí se necesita con urgencia. Para reconfirmar esa necesidad, recordemos a  la gran Adela Cortina: “Este reparto sexual de la vida humana, por el que la vida privada queda en manos de las mujeres y la pública en la de los hombres, ha perjudicado a las personas concretas de uno y otro género y, a su vez, a esas dos formas de vida, la privada y la pública… Perjudica a las formas de vida social, porque ni la vida privada es un dominio en que no sea necesaria la inteligencia, ni la pública es aquello en la que están de más la ternura y la compasión”.

Vivimos en la incertidumbre

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“Los dioses nos dan muchas sorpresas: lo esperado no se cumple y para lo inesperado un dios abre la puerta”: Eurípides.

La incertidumbre es la falta de certeza, un estado de conocimiento limitado donde es imposible describir exactamente el estado existente, un resultado futuro o más de un resultado posible. 

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Los humanos tenemos la asombrosa capacidad de olvidar que una de las pocas certezas con las que se pueden contar a lo largo de la vida es que nuestra vida va cambiando. Cuando los acontecimientos dan un giro inesperado, tendemos a sentirnos abrumados por la incertidumbre, así cada resultado pueda ofrecer más y mejores posibilidades futuras.

La vida está llena de imprevistos y la seguridad que se anhela es una gran ilusión. Cuando tenemos que modificar o abandonar la rutina diaria que nos mantiene cómodos y seguros, sobrevienen un mayor estrés y ansiedad. Sin embargo, como ya se ha demostrado, justamente es a partir de esos imprevistos cuando se potencia la creatividad. Siempre se cita el ejemplo de cómo el conductor que realiza siempre la misma ruta corre el riesgo de

dormirse por falta de estímulos y sufrir un accidente; enfrentarse a situaciones sobrevinientes nos impulsa a sacar lo mejor de nosotros mismos, pues nuestra mente y los cinco sentidos están permanentemente dispuestos a aprender en y desde ese mundo desconocido. La incertidumbre es una oportunidad para crecer.

Siempre estamos tratando de controlarlo todo, pero es mucho mejor y más saludable estar dispuestos a esperar lo inesperado. En vez de sucumbir al miedo -una de las fuerzas más deshumanizadoras, dice la filósofa Beatriz Restrepo Gallego-, si aceptamos que la vida es cambio y una sorpresa constante, vamos a saber navegar en esta corriente de nuevas posibilidades que nos lleva al futuro.

Dice Edgar Morin: “Aún no hemos incorporado en nosotros el mensaje de Eurípides que es esperar lo inesperado”; y también plantea que, frente a la incertidumbre y lo imprevisto, frente a la trama compleja de orden, desorden y organización que nos constituye, existe una crisis de entendimiento, y nos propone tratar de resolver esta disociación a través de la reforma del pensamiento. Esa reforma es la que corresponde emprender a la mayor brevedad a la familia y las instituciones educativas, insistiendo en el pensamiento crítico ahora que la pandemia nos ha puesto de frente la incertidumbre.

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La incertidumbre “sana” es una cualidad: indagar, preguntar y confrontar son parte de su esencia; dosis “adecuadas” construyen, se entrecomillan “sana” y “adecuadas” para denotar que su exceso paraliza y no conduce a nada, dice el médico y profesor Alfredo Kraus. La incertidumbre es una actitud y cualidad emparentada con la ética, quienes dudan y buscan conocer el sustento de ambas, ejercen la autocrítica, conocen sus limitaciones y poseen una dosis de humildad que se suma a la honestidad y transparencia.

La multiplicación actual del desarrollo tecnológico y los medios para conseguirlo, han llevado al extremo la indeterminación, incertidumbre, que ha sido propia de la conducta humana, dicho en otros términos, ha ensanchado los límites de nuestra libertad, llevando al capítulo de lo posible aquello que en un pasado remoto o reciente, era imposible aunque necesario. 

Esa creciente libertad ahora y a partir de la incertidumbre, lógicamente se refleja en la vida moral y la ética. “La incertidumbre está en todos los niveles, y no desaparece por firme y fiable que sea la investigación y las pruebas de que se disponen.

Ahora bien, es duro entender y, sobre todo, manifestar dicha incertidumbre como incertidumbre científica. Dicho de otro modo, esa duda no puede ser científica, tiene que ser moral” dice Victoria Camps, quien además plantea que la incertidumbre en la que vivimos y el elegir libremente las respuestas y acciones a tomar hacen parte fundamental de lo ético-moral.

No se llamaba Tres Patadas y su receta era el tamarindo

De propiedad de la familia Velásquez, marcó época con una bebida popular. Su sede en el barrio Manila fue demolida ante la construcción del centro de salud de El Poblado.

1998

Hoy que me dedico a las catas de vino y los maridajes, creo que no hay jornada en la que no resulte la pregunta sobre el Tres Patadas, que algunos en júbilo por las rumbas que les brindó entre los ochenta y los noventa y los recuerdos que quedan, también han dado por denominarlo Tres Pachangas.

Los chilenos Gato Negro, La Huerta y Segú Ollé apenas asomaban en el mercado colombiano, y la alternativa a la FLA fue esta bebida elaborada en una casona de la esquina de la carrera 43B con la calle 14. Que si era bueno, que de qué vino se trataba, que cuáles comidas le hacían maridaje… el Tres Patadas, por el que me siguen haciendo preguntas, se clavó en la memoria colectiva.

José Miguel Velásquez, dueño de la Colombiana de Vinos
José Miguel Velásquez, dueño de la Colombiana de Vinos

Esta semana contacté a José Julián Velásquez, hijo de José Miguel, el propietario de la marca y quien falleció hace tres años. José Julián es el conocidísimo Chivo, campeón y entrenador olímpico de Colombia en ciclismo en pista, y me reveló el secreto de elaboración de la bebida que, en ley, todos hemos debido conocer como Sáenz, por el apellido de la familia cubana que fundó la fábrica y como se leía en la etiqueta, pero que la gente rebautizó: “El nombre de Tres Patadas se lo dio el consumidor y toda la población de aquel tiempo lo conoció así”, me explicó José Julián.

“El nombre de Tres Patadas se lo dio el consumidor y toda la población de aquel tiempo lo conoció así”

¿Revisamos el nombre “vino”?

La Organización Internacional de la Viña y el Vino, la OIV con sede en París y fundada en 2001, ha sostenido que lo que conocemos como vino solo será creado mediante uvas, además uvas de vinificación: la vitis vinífera. Manzana, mortiño, ni naranja aplican, y así lo dicta la OIV.

Entonces aquí viene otro detalle del Sáenz – Tres Patadas: ¡no era vino! De acuerdo con José Julián, se trataba de una bebida de elaboración artesanal, con la pulpa de tamarindo como materia prima, más la adición de alcohol (alcanzaba el 12 % de graduación), agua y azúcar en caramelo y guarda en barriles de roble. Venía en dos presentaciones, rojo y blanco, este sin el caramelo para evitar el color.

Entonces no era vino, pero convengamos que no es necesario hacer retroactivas las reglas de la OIV y que pesan más los buenos recuerdos de caminatas nocturnas por la Medellín ochentera, esas de mucho rock y pocos pesos para los pasajes.

Un negocio familiar

Me dio la impresión de que José Julián tiene tan buenos recuerdos del ciclismo de alta competencia como del Sáenz – Tres Patadas. Recuerda a su padre como “un señor, un gran hombre” y a la fábrica como “un negocio del cual vivimos, con el que nos educamos y salimos adelante”.

El inicio del fin de la fábrica en Manila lo marcó la decisión de Metrosalud de hacerse al predio, de demolerlo y de construir allí el centro de salud de El Poblado. Todo empezó en 1997 y así quedó registrado en la edición 105 de Vivir en El Poblado, en febrero de ese año.

José Julián recuerda que la fábrica estuvo cerrada por dos años, y por sus gestiones, luego de retirarse del ciclismo, reanudó operaciones en Laureles. “Luego la llegada de muchos vinos de Chile, Argentina, California, España y Francia hizo difícil el negocio y tomamos la decisión de cerrar definitivamente”. Así terminó la historia del Tres Patadas. Del Sáenz. Por lo menos como producto, pero no como objeto de gran recordación.

Un premio al compromiso social

En 2001, Vivir en El Poblado, en conjunto con las agencias Integración Publicidad y La Tienda Creativa, recibió en México un reconocimiento por tres campañas educativas y de beneficio social.

El 25 de octubre de 2001, cuando Vivir en El Poblado estaba cumpliendo 11 años, recibió un premio que enorgulleció al periodismo nacional: el Caracol de Plata, Reconocimiento Iberoamericano al Mensaje de Beneficio Social, en las categorías de Educación y Salud.

El premio, entregado en México, fue compartido con la agencia Integración Publicidad y la Tienda Creativa, en reconocimiento a las tres campañas diseñadas por ellos, y publicadas en el periódico. En la edición 205, Vivir en El Poblado reproducía con orgullo el discurso de presentación del premio: “Dicho programa fue creado con la idea de reconocer y premiar, a través de la escultura denominada Caracol de Plata, el trabajo y compromiso de empresas e instituciones privadas que patrocinan y participan en la creación, producción y difusión de mensajes publicitarios sin fines comerciales, dedicados a promover causas de beneficio común, y a los que nos referimos como Mensajes de Beneficio Social”.

A la convocatoria se presentaron 319 campañas de 15 países, y las tres propuestas enviadas por Vivir en El Poblado fueron premiadas. En la categoría Educación, se presentó la campaña “Cógela con Calma”, una serie de doce avisos que mostraba el drama de la accidentalidad vial. En la categoría de Salud, el periódico presentó dos campañas: la primera, con el lema “Busca ayuda, estás a tiempo siempre”, sobre la dependencia a las drogas y al alcohol; y la segunda, “No seas animal, usa condón”, sobre el cuidado requerido para evitar enfermedades de transmisión sexual.

Hoy, 20 años después, nos enorgullece todavía el impacto de estas campañas. Aún son vigentes para Vivir en El Poblado las palabras del editorial de ese entonces: “El camino es claro: comprometerse y participar con las causas nobles, brindando parte de nuestros recursos, tiempo y talento…”.

La trascendencia de una donación

Dos hechos fundamentales dan inicio al siglo XXI en Medellín y Antioquia. Aquí la historia se cuenta desde el arte.

2000

El traslado del Museo de Antioquia al antiguo Palacio Municipal y la donación ofrecida por el artista antioqueño Fernando Botero fueron hechos de honda repercusión.

La donación incluyó 116 piezas, entre dibujos y pinturas en distintas técnicas y 23 esculturas monumentales con su firma. Además, 32 obras de artistas internacionales de su colección privada. No solo se trataba del traslado a un nuevo espacio, sino de la creación de la Plazoleta de las Esculturas, frente al Museo. Además, la entidad conservó su sede al lado de la iglesia Veracruz.

116 piezas conformaron la donación, entre dibujos y pinturas en distintas técnicas, y 23 esculturas monumentales con su firma.

El 14 de octubre de 2000, se inauguró este sueño. Fue un día Festivo. Vivir en El Poblado hizo un seguimiento completo desde que se dio la noticia de lo que se llamó Ciudad Botero hasta el cubrimiento de esa apertura. Fue un proyecto de ciudad. Con el aval del alcalde en ese momento, Juan Gómez Martínez; la participación directa de EPM y la Promotora Inmobiliaria, y de numerosas empresas privadas, y el entusiasmo de la directora del Museo, Pilar Velilla, el trabajo fue intenso.

Esos 23 bronces se instalaron en la Plazoleta de Esculturas. Se intervinieron más de siete mil metros cuadrados. Allí están, entre otros, Los Amantes, Mano, Caballo, Venus Reclinada, Leda y el Cisne, Dama a Caballo, Mujer Recostada y Bailarina.

El Museo de Antioquia es patrimonio de la ciudad. A Pilar Velilla, le siguieron en la conducción de la entidad Lucía González, Ana Piedad Jaramillo y María del Rosario Escobar, su actual directora. Cada una ha enriquecido el proyecto, imprimiéndole un sello propio.

El maestro Fernando donó su primera obra al Museo de Antioquia en 1974. Exvoto marcó el inicio de esta alianza, que continuó en 1976, 1984, 2000 y 2012, cuando obsequió Viacrucis. En total, el Museo cuenta con 188 piezas de su autoría, de las cuales sólo dos no las donó él. Esta es la colección más grande de Botero conservada en un mismo lugar, con una particularidad: incluye todas las técnicas que ha trabajado, incluso el fresco, con la llegada este año de Escena con Jinete.

La tercera refundación

Han pasado dos décadas de un relato sin punto final. María del Rosario Escobar, en conversación con Vivir en el Poblado, destacó el hecho de ocupar un edificio emblemático como el Palacio Municipal -por medio de un comodato con la Alcaldía de Medellín-, y que sea allí donde se conserve esta colección.

Recordó que la entidad estaba en lo que hoy es la Casa del Encuentro, “solo ocupaba dos mil metros cuadrados y estaba pasando por una situación financiera, administrativa y de gestión supremamente crítica. La donación actualiza la institución (…)”.

La directora señaló que esto generó, además, posibilidades de trabajo profesional en el campo de la museología. Y esto tiene que ver “con la profesionalización del campo de los museos en nuestro departamento, la incursión de un museo de gran importancia para el país, la transformación completa de esa zona del centro de Medellín y el cambio para siempre no solamente de la institución sino de los alrededores. Esa donación de alguna forma es como una tercera refundación si entendemos la de 1881 como obviamente la primera; la de los años cuarenta, cuando se reabre el museo de Antioquia, gracias a la Sociedad de Mejoras Públicas; y la de 2000, con la gran donación de Botero y la alianza con la Alcaldía de Medellín de la época”.

Además, esto le ha permitido a la entidad “afianzar la relación de corresponsabilidad con el centro de Medellín, con los alrededores y con las comunidades”.

Botero y el Museo

La donación realizada por Fernando Botero al Museo de Antioquia en el año 2000 incluyó 32 obras de artistas internacionales de su colección privada, entre ellos, Max Ernst, Auguste Rodin, Wifredo Lam, Julian Schnabel, Roberto Matta, Antoni Tàpies, Alex Katz, Helen Frankenthaler, Frank Stella y Robert Rauschenberg. Después de la gran remodelación, el centro de arte del Museo quedó con 27 mil metros cuadrados: 18.000 en el Palacio Municipal, dos mil en la Casa del Encuentro y siete mil en el lote del parqueadero.

Un grito inolvidable

‘La Gran Marcha del ¡No más!’ en 1999 simboliza un punto de quiebre en la historia del conflicto y la violencia del país. Un hito que rememoramos para reflexionar sobre el presente.

1999

“Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia”, dijo José Saramago hace ya algunos años en su ensayo “De la luz a la sombra”. Una cita que guarda vigencia para conversar y contrastar la realidad de Colombia y Medellín, tras 22 años de ‘La Gran Marcha del ¡No más!’
Y es que el 24 de octubre de 1999 quedó en los anales de la historia nacional como la movilización que reunió a cerca de dos millones de ciudadanos en torno a un clamor: ¡No más muerte! ¡No más secuestros! ¡No más violencia!

Dos décadas más tarde, Vivir en El Poblado propone estas líneas como un ejercicio que invita a continuar movilizándonos por el anhelo imprescindible de la paz.

Una sociedad en contraste

No es erróneo afirmar que la historia de nuestra nación y ciudad puede narrarse acompañada por la violencia como factor determinante. Lo que carece de todo rigor es denominar la violencia como un genérico, que poco aporta al entendimiento y la transformación social.

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Fernando Birri, director de cine argentino.

Y en esa lógica, viajar a 1999 significa asistir a un momento bisagra. No solo llegaba a su fin el milenio, sino también la paciencia de los ciudadanos. No había espacio ya para un dolor tan intenso.

La forma más práctica de comprobarlo es acudir a las estadísticas. Estas revelan que la movilización del ¡No más! materializó el repudio a uno de los situados más trágicos de la historia reciente: 3.500 secuestros al año en Colombia o una tasa de 153 homicidios por cada 100 mil habitantes en Medellín, son evidencias que con creces alimentaban el desasosiego popular.

Al margen de las diferencias políticas, la súplica pasó a ser común. Así, por ejemplo, quedó consignado en este periódico los días anteriores a la marcha: “Usted puede transformar a Colombia. El secuestro, los asesinatos, las desapariciones y la violencia en general amenazan gravemente el presente y el futuro de nuestro país. La presión conjunta de la enorme mayoría de los colombianos puede cambiar esta situación”.

Una generación entera nació y creció desde entonces y las movilizaciones sociales persisten. No obstante, la siguiente es una invitación a preservar la esperanza, con base en la evidencia de que sí podemos ser mejores.

Pensarse Medellín y Colombia en la actualidad como un ideal sería caer en una peligrosa condescendencia, en tanto los retos en materia social abundan. Sin embargo, para hacer justicia con la ciudadanía, el sector social, académico, privado y público es necesario reconocer, con mesura y abiertos a la crítica, los avances durante este periodo, para aprender y sumar ahínco en lo que aún queda por mejorar, que seguro es mucho.

Conservar la esperanza tiene método. Y una buena forma de alimentarla es acudir a los avances graduales de nuestra sociedad. No podemos olvidar que los secuestros en Colombia pasaron de 3.500 por año a menos de 100 en la actualidad. Algo que todavía está lejos de celebrarse, pero que sí configura un motivo para perseverar. En el mismo sentido podemos evidenciar que Medellín pasó de 3.200 asesinatos en 1999 a 350 (a noviembre) en el 2021. Una estadística que solo habrá de justificarse cuando sea cero, pero que invita a creer que el valor de la vida cotiza al alza en nuestro medio.

Es mucho, literalmente, lo que la sociedad ha movilizado a lo largo de estos años. Aunque en el caminar ha tropezado, es cierto también que siempre se ha sabido levantar. Lejos está aún la meta, pero puede sobrevivir y resistir en la premisa que popularizó el director de cine argentino, Fernando Birri, a quien, cuando le preguntaron ¿para qué sirve la utopía?, contestó: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.

Manipob, la accidentada antena parabólica de El Poblado

En 1997, la única manera de ver televisión internacional era instalando antenas parabólicas. Una historia antes de Netflix.

1997

Mientras hoy se trabaja en regular la televisión por streaming, más de una década después de su aparición, viene a la mente el recuerdo de lo que fue la regulación de las antenas parabólicas en la décadas de 1980 y 1990. Hoy los protagonistas son Netflix, Amazon, Disney y un centenar más de servicios; entonces el asunto era con los canales peruanos, Televisión Española, HBO y otros.

En abril de 1995, Vivir en El Poblado reportaba que, tras meses de papeleo, los líderes Gabriel Congote, Guillermo García y Amparo Gaviria lograban los permisos de Planeación Metropolitana para el montaje de la parabólica en un lote entre calles 11A y 11B No. 48B-68, entregado en comodato por el Municipio. Ya se habían adquirido los equipos y contratado a la empresa para su montaje; era cuestión de meses para que los 300 interesados de Poblado Centro, Patio Bonito y Manila recibieran la señal de ocho canales internacionales y uno local, pagando una cuota única de $150.000, y $10.000 anuales por mantenimiento, pues no podían cobrar por una señal incidental (que llegaba a los televisores sin costo).

Entonces llegó una comunicación del Ministerio de Comunicaciones, firmada por el ministro de la época Armando J. Benedetti, en la que se advertía: “La distribución de señales codificadas —según el presupuesto, la antena (Manipob) contará con cuatro de este tipo— exige un título para prestar dicho servicio, que solo se obtiene mediante licitación pública; la autorización de la Comisión Nacional de Televisión (CNTV) y el pago de derechos de autor”, so pena de incurrir en sanciones. Por fortuna, como reportaba este medio, aún estaban a tiempo para solicitar los permisos.

Al respecto, explica Constanza Vanegas, quien ha trabajado por más de dos décadas en servicios de televisión, existía autorización para la instalación de antenas parabólicas, pero su uso debía ser comunitario, no para emitir canales comerciales. Entonces surgió la necesidad de crear la normatividad desde el Estado, a través de la CNTV, que clasificó entre televisión abierta y cerrada, de pago o no, y otorgó licencia a los canales privados para operar. Aparecen los primeros cableoperadores, entre ellos Veracruz TV Cable y Cable Sistemas, para ofrecer esa TV de pago o por suscripción, sin límite de canales.

Manipob sigue enfrentando escollos

Se surtieron los trámites de permisos y Manipob siguió adelante; pero, un año después, en abril de 1996, EPM los demandó por usar los postes para llevar cables hasta las viviendas afiliadas, es decir, una “querella por restitución de uso de bien público y, según las EPM, ya se los habían advertido pero no acataron”. Mauricio Restrepo, gerente de la entidad entonces, habló del abuso de su infraestructura de servicios, con los consecuentes riesgos de seguridad para el personal y mala señal para los usuarios, lo cual solucionarían con instalación de fibra óptica en los meses siguientes.

Volviendo a la regulación estatal, el 15 de noviembre de 1997 fue expedido el acuerdo No. 6 de la CNTV, aclarando que quien tuviera parabólica para uso propio no tenía que solicitar permiso, pero que quien la tuviera para uso de una comunidad, sí, para lo cual debía diligenciarse un formulario y anexar los documentos necesarios. En su edición No. 106, Vivir en El Poblado reportaba que tenía “una copia de ese formulario y lo presta sin ningún costo a los interesados en fotocopiarlo”. La CNTV estudiaría si la comunidad reunía los requisitos y la autorizaría para prestar el servicio; quedaba claro que solo podían “recibir la señal de la parabólica los copropietarios de la misma y que no se puede cobrar por el servicio. Nadie puede ser dueño de una antena y venderle el servicio a una comunidad”.

Saber qué paso con Manipob no resulta sencillo. Gabriel Congote uno de los líderes del proceso, falleció; Amparo Gaviria, líder de Provenza aún activa, dice que no recuerda bien lo sucedido; por su parte uno de los periodistas de Vivir en El Poblado de esa época recuerda que la antena sí llegó a operar, pero tuvo que cerrar por alguno de estos asuntos legales.

Mientras tanto, los cableoperadores evolucionaron y en los primeros años del siglo XXI empezaron a vender sus servicios empaquetados, el Triple Play, que evolucionó al consumo de contenidos en Internet y al streaming actual. Nuevamente el mercado va más rápido que la norma, pero hoy la fuerza es más masiva que la de una parabólica para 300 familias, así que tarde o temprano deberá haber claridad en esa normativa.

Como dice el experto académico Gabriel E. Levy: “Colombia no tiene regulación para plataformas Over The Top —OTT—, más allá del gravamen del IVA, no hay ni cuota de catálogos de pantalla, ni obligaciones de protección del consumidor como en otros países, es decir, hay un gran vacío legal, una deuda histórica”.

De amparo a hospital infantil

Pocas edificaciones antiguas de El Poblado han sobrevivido al paso de los años y al ritmo acelerado de la urbanización. Una de ellas es el Amparo Infantil Santa Ana, ahora Hospital Infantil, fundado en 1943. En 1991, Vivir en El Poblado invitaba a los vecinos a apoyar la obra de su creadora, Ana Josefa Misas de Echavarría.

1991-1992

Son casi 80 años en el mismo lugar, en el barrio Manila justo al borde de la antigua vía a El Poblado, después conocida como la Calle de la Buena Mesa. El Hospital Infantil Santa Ana, antes Clínica, fundado por la matriarca Ana Josefa Misas de Echavarría, es una institución privada sin ánimo de lucro enfocada en proporcionar atención médica y odontológica a niños de escasos recursos de El Poblado y posteriormente del departamento y del país, y atención prenatal a sus madres.

El doctor Jorge Guzmán, pediatra vinculado a la institución desde hace 27 años, recuerda que inicialmente existía el propósito de acoger a niños, y a sus familias, que venían de otros municipios enfermos o a operarse y necesitaban pasar allí su recuperación tras ser dados de alta en los hospitales en los que los habían atendido; luego se fueron ampliando sus servicios. Hace cuatro años, ante el crecimiento de la demanda y las exigencias de normatividad, se emprendió una reforma de las instalaciones, que hasta entonces contaba con cuartos para hasta seis pacientes, quedando hoy un total de 23 camas, con habitaciones individuales y dobles.

“La parte física se renovó con un edificio totalmente nuevo, moderno, cómodo, conformando un hospital de segundo nivel con toda la normatividad exigida y sin dejar de lado el aspecto social, que ha sido la columna vertebral de la organización a lo largo de su historia”. La renovación trajo consigo una serie de alianzas, iniciando con la Clínica Noel, antes ubicada en Prado Centro, ahora en las instalaciones de Santa Ana, compartiendo espacios físicos y convenios asistenciales. “La Noel presta servicios quirúrgicos y también consulta clínica y el Hospital Santa Ana hospitalización y consulta”.

Así mismo, y como una oportunidad de ampliar los ingresos de la entidad, hace cuatro años le alquiló unos espacios al Hospital Pablo Tobón Uribe, en los cuales prestan servicios de consulta externa en distintas especialidades, para adultos y niños. Igualmente hay un convenio con ayudas diagnósticas de Sura, para radiografías, resonancias y laboratorio clínico.

Hoy los servicios del Hospital Infantil Santa Ana continúan creciendo, cuentan con consulta externa pediátrica general y en dermatología, otorrinolaringología, cardiología, endocrinología, además de nutrición y psicología, y hospitalización, con convenios con distintas EPS. La obra de doña Ana Josefa sigue dando frutos y, ubicada en este estratégico lugar de la comuna 14, continúa abierta para atención pediátrica, hasta los 18 años, de forma incluyente.

Agradecer dando

En la edición 10, de agosto de 1991, el periódico El Poblado apelaba a la solidaridad de los pobladeños con el Amparo Infantil Santa Ana: “Un centro como estos no recibe auxilios casi de ninguna entidad pública, y, por lo mismo, ha tenido que inventarse la manera de conseguir recursos. Por eso, apelan a la buena voluntad de quienes hemos sido más favorecidos por la suerte. Porque la mejor forma de agradecer lo que se tiene es dando, porque dando se recibe”.

De La Buena Mesa a Vivir con Sazón

De la mano de Julián Estrada Ochoa y Julio César Posada apareció una de las secciones más emblemáticas de Vivir en El Poblado. Hoy es Vivir con Sazón, sección y revista.

El nombre de Julián Estrada Ochoa ha estado relacionado con el de la gastronomía colombiana desde hace ya muchos años. No en vano, recibió la condecoración Vida y Obra en la primera versión del encuentro Bogotá Madrid Fusión celebrado en 2019. Su labor como antropólogo, investigador y cocinero ha sido fundamental en la conservación del inventario de ingredientes, recetas, técnicas y tradiciones de la cocina colombiana.
Estrada fue, junto con Julio Posada, fundador y primer director de Vivir en El Poblado, el artífice de una sección que se convirtió en un referente para el periodismo gastronómico en el país. Al principio, Vivir la Buena Mesa, luego La Buena Mesa y hoy, Vivir con Sazón (sección y revista). Sin importar el nombre o quien escriba, la sección gastronómica del periódico tiene su impronta.

¿Por qué pensar en una sección de gastronomía para un periódico sectorial?

“Todo comenzó desde la segunda o tercera edición del periódico, cuando aún no teníamos una sede definida y cada número se hacía desde lugares diferentes de Medellín. En un principio, el periódico se gestó sin páginas de cocina o gastronomía. Pero en una reunión con Julio Posada y Gabriel Abad, que en ese entonces era socio, les propuse que hiciéramos una separata al estilo de un periódico que había visto en San Francisco, dedicada al divertimento, páginas en las que le dijéramos a la gente qué hacer. En esas separatas se reseñaban obras, conciertos, exposiciones y se les daba mucha importancia a los bares y restaurantes”.

¿Apareció ahí la separata salmón de La Buena Mesa?

“No, eso vino después. Al principio, comencé a escribir columnas. Muchas de ellas fueron versiones actualizadas de las que había escrito para el periódico El Mundo. Luego, empecé a escribir sobre lugares, si se comía bien o no, cómo se construyó su propuesta, dónde estaba ubicado. Así aparecieron columnas como Ronda de Manteles, Solomito de Tal, Tres Paladares y Despensa de Noticias”.

Una de esas columnas también fue la de Doña Gula…
“Fue Julio el que me bautizó así. Recuerdo que, en medio de risas y conversaciones, hablábamos sobre lo que debía ser la sección. Nos reíamos mucho de lo que íbamos a hacer, Julio era un tipo con mucha alegría, muy buen sentido del humor. A Doña Gula le dimos una columna llamada Visitamos y Sapotiamos y le creamos una imagen inspirada en las pinturas de Picasso, una mujer de perfil con un pescado. Fue ahí cuando dejé de hablar de restaurantes para empezar a escribir de lo trivial alrededor del alimento: una mazorca en la esquina, un muchacho que vendía arepas que huelen a cuajada… Era darles lugar a las ventas callejeras, al artesanado culinario”.

“Fue ahí cuando dejé de hablar de restaurantes para empezar a escribir de lo trivial alrededor del alimento: una mazorca en la esquina, un muchacho que vendía arepas que huelen a cuajada… Era darles lugar a las ventas callejeras, al artesanado culinario”

¿Y la separata?

“Esa viene después. Personas como Álvaro Molina o Álvaro Navarro empezaron a escribir y la sección fue siendo cada vez más grande y ahí sí, coge el peso de separata. Un producto que además tuvo mucha acogida entre los anunciantes”.

¿Cómo ha visto la evolución de la gastronomía en Medellín en estos 30 años?

“Hemos progresado en calidad y cantidad. En lo cuantitativo de manera exagerada: ya no me alcanza el tiempo para ir a todos los sitios que hay en Medellín. Respecto a la calidad, veo el gran trabajo de las nuevas generaciones. Pero también veo que se han acabado las sopas y que las cocinas se han endulzado enormemente. También ha evolucionado el comensal moderno, antes solo se probaba lo que fuera conocido. Hoy hay un resurgimiento de lo colombiano, hay un vanguardismo de la cocina colombiana”.

¿Qué papel juega lo tradicional?

“Hay que tener cuidado porque hoy todo lo están volviendo artesanal: se le pone la impronta, pero se le quita el valor a lo artesano. No podemos olvidar que su capacidad son su taller y sus manos”.

“…les propuse que hiciéramos una separata al estilo de un periódico que había visto en San Francisco, dedicada al divertimento, páginas en las que le dijéramos a la gente qué hacer. En esas separatas se reseñaban obras, conciertos, exposiciones y se les daba mucha importancia a los bares y restaurantes”