“El sembrador, sudoroso, tomó un puñado de semillas y las tiró al surco. Los granos de trigo ocuparon sus lugares, conscientes de su importancia para los hombres. Pero entre ellos había un diminuto grano oscuro.
-Quítate de aquí, enano -le gritó una semilla sobre la que había caído el grano negro. Y una carcajada recorrió los terrones que con el tiempo se convertirían en rubios trigales. Se burlaron de su pequeñez las amapolas y los hierbajos que, escasos, quedaban en la tierra limpia para la siembra. Y hasta se cruzaron apuestas sobre la altura que alcanzaría… ¡tan pequeña era! Y un rastrojo de la anterior siembra juró que nunca había visto nada igual y que aquella cosa oscura no era más que una piedra y como piedra quedaría para siempre.
La pobre semillita negra no se intimidó por las burlas. Había nacido para dar fruto, para transformarse y convertirse en algo valioso: no sabía en qué ni para quién. Pero debía cumplir su cometido. Y como para empezar no necesitaba demasiado espacio se acurrucó en un pedacito de tierra. Pronto echó raíces, pues aquel era un buen suelo, bien nutrido y húmedo. El invierno fue duro. Su tallo, tierno, poco a poco, con mucho esfuerzo, se abrió camino hacia el cielo. Pasada la primavera, llegó el caluroso verano y la que había sido considerada minúscula piedrecilla sobresalía en el trigal. Las espigas observaban calladas su crecimiento asombroso, no atreviéndose a hacer predicciones sobre un fenómeno que desbordaba todos sus pronósticos.
Un día pasó Jesús por allí. Iba acompañado de sus apóstoles y seguidores. Les hablaba del Reino de los Cielos al que estaban destinados los hombres y que debían comenzar ya en la tierra (…).
Jesús observó la planta que sobresalía. Mirad el grano de mostaza -dijo-. Es la semilla más pequeña, pero cuando crece se convierte en la más alta de las plantas del sembrado, se transforma en árbol frondoso y los pájaros anidan en sus ramas (Mt 13, 31-35)”.
Cada uno de nosotros puede identificarse con ese pequeño grano oscuro. Con frecuencia nuestros fracasos, flaquezas y equivocaciones nos hacen sentir los más pequeños; caemos en el abismo del sinsentido, en la soledad y la frustración. Hemos dado todo y todo parece derrumbarse. Pero entran la fe, la perseverancia y la tenacidad. Dios obra de manera misteriosa, cuando menos cavilamos. Y donde menos lo imaginamos se realiza el milagro del tan anhelado fruto; estaba más cerca de lo que sospechamos.
Es en lo simple donde se halla la respuesta, es en las pequeñísimas conquistas de cada día cuando se logran los grandes prodigios. Qué valiosa y vigente enseñanza del Maestro: Las cosas realmente importantes en la vida requieren tiempo, paciencia y perseverancia; lo simple, sincero y cotidiano nos catapulta a la felicidad. No importa en qué lugar o en qué momento de la siembra te encuentres; no importa si eres semilla, sembrador, agua o suelo; confía en aquel buen sembrador que te esparció como semilla en esta tierra y en este tiempo, aguarda tranquilo, confía y en silencio contempla gozoso la obra para la que Él te llama.
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Diminuto y Oscuro
Continúa la preocupación
Continúa la preocupación
Se insiste en una pronta solución a las fallas académicas y de convivencia
Aunque la Secretaría de Educación había dado como plazo tres meses para solucionar los problemas de bajo rendimiento académico, convivencia y seguridad en Santa Catalina de Siena, la comunidad de El Poblado y el consejo de padres de familia del centro educativo pidieron resultados más rápidos y efectivos a sus directivas, ya que el año escolar está por terminar y aún no se muestran resultados positivos. Así lo manifestaron en una concurrida reunión realizada el martes 16 de octubre en la sede social de La Divina Eucaristía, a la cual asistieron representantes de la Alcaldía, la institución escolar y la comunidad.
“Hay una preocupación muy grande. Hemos conocido que muchos padres de familia, dado los conflictos que se presentan en la institución, están buscando nuevo colegio para sus hijos. Es un problema porque los líderes luchamos mucho por tener un colegio público donde los niños de El Poblado pudieran tener una buena educación, pero ahora muchos se van a tener que desplazar a otros barrios, gastando dinero en pasajes que muchas familias no podrán garantizarles”, afirmó la líder comunitaria Hilda Escobar.
Padres de familias de barrios como El Garabato, Loma de Los González y Loma de Los Parra, sectores que concentran parte de la comunidad estudiantil del Santa Catalina de Siena, donde estudian 580 alumnos, se sienten afectados por la falta de continuidad en la planta de profesores, la poca convivencia al interior de la institución y la venta de drogas alrededor del centro educativo. Por tal razón exigen acciones efectivas por parte de la Secretaría de Educación, con el fin de prevenir la deserción escolar en esta sede anexa al Inem José Felix de Restrepo.
“A pesar de las dificultades se está haciendo el mayor esfuerzo para mejorar las condiciones administrativas de la sede. La continuidad de los profesores depende de los mismos profesores pues ellos piden ser trasladados. Además con el Inem se comparten educadores que dan clases en las dos sedes, lo que no permite una permanencia total de los profesores. El compromiso es pedir al rector y a la Secretaría de Educación estudiar la posibilidad de la presencia permanente de los profesores en Santa Catalina de Siena”, expresó Alejandro Barrios, jefe de núcleo educativo.
Por su parte, Ehilduara Castaño, coordinadora de la institución, ante los asuntos denunciados por la comunidad señaló que “se ha realizado un diagnóstico en el cual se han identificado muchos problemas, tanto de la institución como de la familia. Encontramos casos muy preocupantes de intolerancia y convivencia que debemos trabajar de la mano de los padres de familia”.
Frente a estos problemas de convivencia señalados por las directivas, líderes comunitarios y padres de familia piden mayor intervención de las instituciones del gobierno. Gladys Jimenez, comisaria de familia de El Poblado, aclara que los casos internos del colegio deben ser manejados mediante el manual de convivencia de la institución. “Por competencia nosotros atendemos los casos de violencia intrafamiliar y en ese sentido hemos actuado. En Santa Catalina hemos tenido una dificultad y ha sido el cambio constante de coordinadores, que no permite que los procesos se lleven adecuadamente con los estudiantes y sus familias”, concluye la comisaria.
Jair Jimenez, subsecretario de Seguridad, testigo de las denuncias de la comunidad, expresa que desde ya se coordina una comisión interinstitucional para tratar la problemática del Santa Catalina de Siena. “Ya comenzamos a intervenir y atacar los problemas de drogas en los escenarios deportivos y en las instituciones educativas. Estamos coordinando un plan unificado para la intervención y mejoramiento las condiciones escolares”, indicó.
Sin barreras
Sin barreras
Los Mercados campesinos contribuyen a derribar barreras sociales, a unir más a diferentes grupos humanos, todos parte de la misma ciudad
Da gusto ver cómo un espacio que ha sido significativo para El Poblado está siendo aprovechado todos los domingos para actividades positivas desde distintos puntos de vista, y que esta propuesta venga de parte de la Alcaldía, concretamente del Despacho de la Primera Dama. Nos referimos a los Mercados campesinos que empezaron a realizarse en el Parque Lineal La Presidenta a finales de agosto pasado.
Varias son sus ventajas: para empezar, se sabe que una de las maneras de conjurar la inseguridad de ciertos sitios es mediante la ocupación de la comunidad circundante con eventos culturales, artísticos u otras actividades que posibiliten lo que se conoce como sano esparcimiento, es decir, aquello que sin molestar a nadie, ni causar mal a los asistentes ni a los vecinos, divierte, descansa, despeja, anima y ayuda a recargar ánimos para las jornadas de estudio o de trabajo que impone una nueva semana. Así las cosas, el Parque Lineal La Presidenta, aquejado muchas veces por delincuentes y vándalos que se amparan en la soledad del área, los ahuyenta justamente durante los Mercados campesinos, cumpliendo de paso la labor social para la que fue creado el parque y también de paso generando sentido de pertenencia por parte de los ciudadanos beneficiados.
Igualmente se destaca que, tal y como están planteados, los Mercados campesinos contribuyen a derribar barreras sociales, a unir más a diferentes grupos humanos, todos parte de la misma ciudad, en este caso a personas de los sectores urbanos y rurales, por medio de una actividad de beneficio mutuo, un gana-gana que deja réditos (no solo materiales) tanto a los campesinos productores y emprendedores como a los compradores de sus artículos.
Otro aspecto a resaltar es la participación de la empresa privada en la realización de estos mercados, alianza que, hasta el momento, parece estar dando buenos resultados.
Por todo esto, con sorpresa no hace mucho atendimos en Vivir en El Poblado la llamada de alguien que se quejaba de la existencia de los Mercados campesinos en el Parque Lineal, sencillamente porque los consideraba “mañés”. Con todo el respeto que merecen las opiniones contrarias, quien piensa esto evidencia que poco ha viajado o aprovechado a internet para visitar otros lugares del mundo, centros urbanos muy civilizados por cierto, donde los mercados campesinos, similares al de La Presidenta, son un éxito y constituyen un notable atractivo turístico. Y, por último, lo más importante, pensar así hoy es ir un poco en contravía de la tendencia local, nacional e incluso mundial de tender puentes para acortar distancias y cerrar esas odiosas brechas que tanto daño nos han causado.
Sin barreras
Sin barreras
Los Mercados campesinos contribuyen a derribar barreras sociales, a unir más a diferentes grupos humanos, todos parte de la misma ciudad
Da gusto ver cómo un espacio que ha sido significativo para El Poblado está siendo aprovechado todos los domingos para actividades positivas desde distintos puntos de vista, y que esta propuesta venga de parte de la Alcaldía, concretamente del Despacho de la Primera Dama. Nos referimos a los Mercados campesinos que empezaron a realizarse en el Parque Lineal La Presidenta a finales de agosto pasado.
Varias son sus ventajas: para empezar, se sabe que una de las maneras de conjurar la inseguridad de ciertos sitios es mediante la ocupación de la comunidad circundante con eventos culturales, artísticos u otras actividades que posibiliten lo que se conoce como sano esparcimiento, es decir, aquello que sin molestar a nadie, ni causar mal a los asistentes ni a los vecinos, divierte, descansa, despeja, anima y ayuda a recargar ánimos para las jornadas de estudio o de trabajo que impone una nueva semana. Así las cosas, el Parque Lineal La Presidenta, aquejado muchas veces por delincuentes y vándalos que se amparan en la soledad del área, los ahuyenta justamente durante los Mercados campesinos, cumpliendo de paso la labor social para la que fue creado el parque y también de paso generando sentido de pertenencia por parte de los ciudadanos beneficiados.
Igualmente se destaca que, tal y como están planteados, los Mercados campesinos contribuyen a derribar barreras sociales, a unir más a diferentes grupos humanos, todos parte de la misma ciudad, en este caso a personas de los sectores urbanos y rurales, por medio de una actividad de beneficio mutuo, un gana-gana que deja réditos (no solo materiales) tanto a los campesinos productores y emprendedores como a los compradores de sus artículos.
Otro aspecto a resaltar es la participación de la empresa privada en la realización de estos mercados, alianza que, hasta el momento, parece estar dando buenos resultados.
Por todo esto, con sorpresa no hace mucho atendimos en Vivir en El Poblado la llamada de alguien que se quejaba de la existencia de los Mercados campesinos en el Parque Lineal, sencillamente porque los consideraba “mañés”. Con todo el respeto que merecen las opiniones contrarias, quien piensa esto evidencia que poco ha viajado o aprovechado a internet para visitar otros lugares del mundo, centros urbanos muy civilizados por cierto, donde los mercados campesinos, similares al de La Presidenta, son un éxito y constituyen un notable atractivo turístico. Y, por último, lo más importante, pensar así hoy es ir un poco en contravía de la tendencia local, nacional e incluso mundial de tender puentes para acortar distancias y cerrar esas odiosas brechas que tanto daño nos han causado.
Sin barreras
Sin barreras
Los Mercados campesinos contribuyen a derribar barreras sociales, a unir más a diferentes grupos humanos, todos parte de la misma ciudad
Da gusto ver cómo un espacio que ha sido significativo para El Poblado está siendo aprovechado todos los domingos para actividades positivas desde distintos puntos de vista, y que esta propuesta venga de parte de la Alcaldía, concretamente del Despacho de la Primera Dama. Nos referimos a los Mercados campesinos que empezaron a realizarse en el Parque Lineal La Presidenta a finales de agosto pasado.
Varias son sus ventajas: para empezar, se sabe que una de las maneras de conjurar la inseguridad de ciertos sitios es mediante la ocupación de la comunidad circundante con eventos culturales, artísticos u otras actividades que posibiliten lo que se conoce como sano esparcimiento, es decir, aquello que sin molestar a nadie, ni causar mal a los asistentes ni a los vecinos, divierte, descansa, despeja, anima y ayuda a recargar ánimos para las jornadas de estudio o de trabajo que impone una nueva semana. Así las cosas, el Parque Lineal La Presidenta, aquejado muchas veces por delincuentes y vándalos que se amparan en la soledad del área, los ahuyenta justamente durante los Mercados campesinos, cumpliendo de paso la labor social para la que fue creado el parque y también de paso generando sentido de pertenencia por parte de los ciudadanos beneficiados.
Igualmente se destaca que, tal y como están planteados, los Mercados campesinos contribuyen a derribar barreras sociales, a unir más a diferentes grupos humanos, todos parte de la misma ciudad, en este caso a personas de los sectores urbanos y rurales, por medio de una actividad de beneficio mutuo, un gana-gana que deja réditos (no solo materiales) tanto a los campesinos productores y emprendedores como a los compradores de sus artículos.
Otro aspecto a resaltar es la participación de la empresa privada en la realización de estos mercados, alianza que, hasta el momento, parece estar dando buenos resultados.
Por todo esto, con sorpresa no hace mucho atendimos en Vivir en El Poblado la llamada de alguien que se quejaba de la existencia de los Mercados campesinos en el Parque Lineal, sencillamente porque los consideraba “mañés”. Con todo el respeto que merecen las opiniones contrarias, quien piensa esto evidencia que poco ha viajado o aprovechado a internet para visitar otros lugares del mundo, centros urbanos muy civilizados por cierto, donde los mercados campesinos, similares al de La Presidenta, son un éxito y constituyen un notable atractivo turístico. Y, por último, lo más importante, pensar así hoy es ir un poco en contravía de la tendencia local, nacional e incluso mundial de tender puentes para acortar distancias y cerrar esas odiosas brechas que tanto daño nos han causado.
Las ventajas de ser invisible
Las ventajas de ser invisible
Charlie hace frente a sus problemas mentales mientras trata de encontrar un grupo al cual pertenecer.
Las ventajas de ser invisible
Las ventajas de ser invisible
Charlie hace frente a sus problemas mentales mientras trata de encontrar un grupo al cual pertenecer.
360
360
Si alguien es infiel, su amante se relacionará a su vez con otra persona y así sucesivamente hasta cerrar el círculo en 360 grados. Estreno en las salas de cine de la ciudad el 19 de octubre.
Visa USA
Visa USA
La visa USA fue y sigue siendo una de las que mayores inquietudes causa entre quienes la solicitan
Por Saúl Álvarez Lara
Nadie podría decir que nunca ha hecho una fila. Por necesidad, por obligación o porque no había otra salida. Hay que hacer fila. Claro está, hay filas alegres y festivas: para entrar a fútbol, para un concierto, para recibir un premio. Hay otras, en cambio, que oprimen y pueden ser causa de depresión y hasta de negocio entre quienes las hacen. Filas para obtener un certificado o pagar un impuesto en cualquier institución pública son un martirio. Para obtener una visa, cualquier visa para cualquier país que la requiera, la fila es un encuentro con lo desconocido, un mar de dudas que se atiza porque el postulante no se puede ahogar y entonces pregunta a amigos o conocidos, sin considerar que cada uno tiene una respuesta distinta según su experiencia o inexperiencia.
La visa USA fue y sigue siendo una de las que mayores dudas causa entre quienes la solicitan. Claro está, se acabaron aquellos tiempos de madrugadas imposibles y filas eternas con toda suerte de especulaciones sobre lo que encontrará quien llegue a la ventanilla: … que hoy sí la están dando, que quienes vayan en familia tienen ventajas, que el funcionario de la casilla tres rechaza a todo el mundo, que casi todos salen llorando; “mirá… aquél salió riéndose, se la dieron”. A pesar de que las cosas han cambiado y la tecnología y el sistema de citas han agilizado el proceso, las dudas campean entre quienes, algunos con tres horas de anticipación a la de su cita porque no creen, deben presentarse a la fila en la puerta de la Embajada. ¿Tengo todos los papeles? se preguntan y por milésima vez revisan la carpeta: extractos bancarios, cartas de presentación, certificados de propiedad, quizá también pasajes y direcciones de los lugares que piensan visitar o donde se van a hospedar, certificados de renta, hoja de vida, diplomas, certificado médico, estado civil. ¿Fotos? ¿Tengo las fotos? y de nuevo a revisar a ver si están donde deben estar.
La cuarentena comienza con los preparativos y a medida que la fecha se acerca la tensión sube, sobre todo porque se corre el riesgo de perder el esfuerzo de recolección de información, el dinero de la inscripción y el de los pasajes porque es obligatorio ir hasta Bogotá.
La fila es larga en la entrada de la Embajada. Hay afiches por todas partes que indican que uno no se debe dejar ayudar de nadie. Una voz monotónica da instrucciones por un altavoz: “El señor de corbata morada… no se salga de su lugar… Quien no tenga los papeles en orden regresará al final de su fila…” Una mujer ofrece chicles, gaseosas, galletas, manipapas y sombrillas para proteger del sol. Un hombre mayor pero con cabeza joven viste camisa de cuadros, jeans Levis estrechos, botas camufladas uno o dos números más del necesario, nadie cree que le den la visa, sin embargo dicen que se la están dando a todo el mundo: “Todos salen riendo”. La voz monotónica continúa las instrucciones: “… En las zonas verdes o junto a las materas no debe haber nadie… Los funcionarios van a revisar los documentos. Tengan listo el papel de la cita, foto, pasaporte, el que no los tenga en orden pasa al final de la fila”. Una mujer que parece muy enterada dice que Shakira también pasó por allí. Hasta entrar a la embajada la fila parece poco ágil, después de pasar el primer escollo y entrar al recinto –la sensación de ser observado se pega a la piel– hay que pasar los rayos X donde todo aparato electrónico: cámaras, celulares, portátiles o tabletas tipo iPad, deben quedar a cambio de un ficho azul con letras blancas, para reclamar, a la salida, lo que quede en consigna.
Después viene un espacio abierto que conduce a otras filas más cortas donde se distribuyen las personas de la fila inicial. Al cabo de algunos minutos una mujer de apariencia gringa, rubia, pelo corto y ojos claros detrás de gafas sin montura y con expresión de piedra, llama a quien sigue. Amable pero seria. Hace preguntas de rigor: ¿Cuántos son? ¿Visa? ¿Vencida? ¿Han pedido otra? ¿Quienes vienen? ¿Las fotos son antiguas? ¿Recientes? ¿Cuánto tiempo? La conversación ocurre por teléfono a través de un vidrio de seguridad. Consulta sus bases de datos, confirma lo dicho por internet en el momento de la solicitud –saben más de nosotros que nosotros mismos, dice alguien en la fila– y pide ir a otra ventanilla donde tomarán las huellas digitales. Allí otra funcionaria igualmente seria hace su trabajo y se queda con los pasaportes, que se pondrán en contacto, dice, y pasa una nota explicativa por debajo de un vidrio de seguridad verde y grueso. No se sabe si otorgaron la visa, la duda persiste. Si la respuesta es positiva es posible considerar que la tarea estuvo bien hecha. Si es un “no” rotundo, dará a pensar que algo quedó mal hecho, por supuesto, de parte de quien hizo la solicitud, la subjetividad de los anfitriones es a prueba de todo.
El origen de las palabras
El origen de las palabras
La composición es la pasión de Carlos Palacio, un músico que regresa a Medellín y encuentra una nueva escena musical donde caben sus letras y melodías
“Angina, dermatitis, condiloma, mieloma, candidiasis, cefalea, condromalacia, lupus, glaucoma, laringotraqueitis, seborrea….”. Así empieza la canción “Hay que beber vino”. Es una balada hiponcondríaca creada por Carlos “Pala” Palacio como parte de su sexta producción musical, El origen de las especias.
Años atrás, Pala quería ser médico. Después de graduarse de Medicina de la Universidad Pontificia Bolivariana en 1993 tuvo que enfrentar el hecho de que esa no era su carrera. Dando un paso valiente para dedicarse a lo que realmente lo apasionaba, decidió irse a Cuba a estudiar composición y música popular. A su regreso a Medellín se encontró con una ciudad en la que prefería no vivir, donde las oportunidades para músicos eran más que limitadas. Nuevamente empacó sus maletas, esta vez con destino a Bogotá y luego a Buenos Aires, Argentina. En esas dos ciudades, durante 14 años, produjo sus primeros cinco álbumes. De los cinco, al primero, titulado Amnesialandia, lo odia. Dice que toda ópera prima es presuntuosa, pero tal vez este sea su disco más reconocido. Desde ese, hasta El origen de las especias, el sonido ha cambiado, pasando de ritmos muy pop, con mucha batería, a un formato más pequeño, con guitarra y contrabajo. Las melodías, muy colombianas e influenciadas por las guabinas y cumbias de su infancia en Yarumal, permiten que se luzcan mucho mejor las letras de las canciones.
Pala dice que no es guitarrista, que toca guitarra; dice que no es cantante, que canta. Lo que le interesa es el texto, la composición de letras. Entre risas cuenta que se dedicó a la música por no poder dedicarse a la literatura, cosa que abunda más en su casa que los mismos discos. Por esa afición a la composición de letras cabría en la categoría de cantautores, pero él se apresura a desvincularse de esa idea de aquellos que “usan boina roja y cantan canciones de Silvio Rodríguez al lado de una chimenea”. No se trata de demeritar a nadie, sino de entender la adaptación del compositor a su momento y su contexto. “Hoy en día, en un país como Colombia, con la historia que tenemos, cantarle a la revolución es imperdonable… le cantamos a otras cosas”, dice. Esas cosas son, entre otras, una pelea que tiene casada con la religión, con esta sociedad que considera conservadora e intolerante, y en general con el cómo siente y ve a su país.
En estos casi dos años que lleva en Medellín, mira la ciudad con otros ojos. “Hay más espacios y las facultades de música han propiciado más campo de acción para sensibilizar a los jóvenes”, apunta. Y desde Medellín puede dedicarse a componer para otros músicos en cualquier lugar del mundo, como “Esto vale todo”, canción que escribió para el próximo álbum de Gilberto Santa Rosa, o “Días de cine” para el grupo cubano Habana Abierta.
Sea para él o para otros, Carlos no deja de componer. Todos los días le dedica al menos cuatro horas a escribir canciones y melodías. Dice que no cree en la inspiración, o por lo menos la entiende como el punto en el que se tiene “la maquinaria lo suficientemente aceitada para que la escritura fluya más fácil”.
Con o sin inspiración, El origen de las especias tiene 11 canciones nuevas, y 11 de producciones pasadas, interpretadas en el nuevo formato. Una de las primeras, titulada “Medellín”, recorre la ciudad en un nostálgico ritmo de son cubano… “Puedes ceñirte el pantalón pero al final del reggaetón la silicona no destrona el corazón. Trampa de dios, templo y burdel, te hablo de vos carta y Cartel. ¡Quién te dejara lo que te dejó Gardel!”.
El que quiera creer, que crea

¿Sanar a una enferma con cáncer hepático? ¿Curar un lupus? ¡Joder y jolines! Duda hasta el más cándido, pero el doctor Vicente Ramírez González lo dice sin ponerse colorado. Y mucho menos teme confrontar sus experiencias con otros médicos: su consultorio queda en la Clínica El Rosario, en El Tesoro, entre colegas escépticos, desdeñosos o curiosos. Así nos lo contó en ¿Puedo cambiar mi destino?, el pasado conversatorio de Vivir en El Poblado y el centro comercial Santafé Medellín.
Vicente tiene un remoto parecido con el actor norteamericano Kevin Spacey, protagonista de Belleza americana y Criminal y decente, dos películas en las que brilla por su carisma, buen humor y seguridad en sí mismo. No es que se le parezca mucho. Eso sí, cuando te mira a los ojos y te suelta su rollo sobre la energía sanadora, uno tiende a ver la misma gracia y la misma convicción del galán gringo. Aunque las dudas más atroces e inescrupulosas me atormentaron durante la charla, terminé por ceder a su persuasión. Acepté que el ansia de creer de los seres humanos es inagotable.
El año rural de Vicente fue en La Chorrera y Leticia, Amazonas. Allí, desprevenido y en soledad, descubrió otras formas de practicar la medicina. Nos habló de la noche en que, frente a un herido grave, tuvo la insólita sensación de anticiparse a los acontecimientos y de leer el pensamiento ajeno, no como un chamán, sino como un compañero de viaje. Al volver a Medellín (¿la civilización?) leyó a Barbara Brennan, física de la Nasa, cuyo libro Hands of light lo encarriló por nuevos trayectos. No sin esfuerzo, Vicente aclaró sus sentimientos frente a la enfermedad, compaginó ciencia con sanación y se consagró a la medicina cuerpo-mente mediante una visión holística de la salud.
Para cambiar el destino, Vicente propone cinco pasos: Atención, Intención, Emoción, Inteligencia y Acción. Atención es despertar, romper el cascarón, salir de la modorra del vientre social. La intención esclarece la rectitud de los deseos, desprovistos de envidia o malignidad. Con la emoción se movilizan los líquidos corporales y espirituales de sentir y presentir. La inteligencia ayuda a ordenar. Y el poder de la acción tiene que ser directo, sin equívocos, fulminante.
De ese poder, Vicente dio ejemplos a granel. Abrazó a un señor que, al meditar, no logra librarse de sus pensamientos. Abrazó a una joven señora que, al borde de las lágrimas, se quejó de su incapacidad para romper un mal contrato, ya con casi veintidós años de vigencia, y que yo, quizás por la cercanía de Vicente, intuí como contrato matrimonial. Y abrazó a decenas de personas que se abalanzaron sobre él para recibir su energía revitalizadora. Confieso que cuando me abrazó no sentí ni calor ni frío. Tampoco escalofríos. Sentí simpatía por él y respeto por la fuerza de la fe. Si yo creo, a pie juntillas, que León Tolstói y Vladimir Nabokov no han muerto y conviven en mi biblioteca, ¿por qué no pueden los demás creer que el destino se puede cambiar? Santa paz: cero moralina. El que quiera creer, que crea.
El próximo jueves, 18 de octubre, seguiremos en la misma onda. Con Elena Molina Villegas hablaremos de La armonía y el bienestar del ser. En Santafé nos vemos, pues.
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Un Maridaje para el recuerdo
Un Maridaje para el recuerdo
Cerca de 23 mil personas se gozaron Maridaje 2012, el festival gastronómico que durante tres días reunió a gran parte de los mejores restaurantes de la ciudad. En el acto inaugural se les brindó un homenaje a la repostería Santa Elena, al restaurante La Fragata y al antropólogo Julián Estrada, columnista de nuestro periódico Vivir en El Poblado, quien ha dedicado más de tres décadas al estudio y la reivindicación de las distintas cocinas regionales del país.
Julián Estrada
Julián Estrada, Gabriel Jaime Rico
Julián Estrada, Gabriel Jaime Rico
Liliana Montoya, Santiago Puerta, Lina Giraldo, Juan Gonzalo Velásquez, Marcela Obando, Jorge Gómez, Natalia Ángel, Federico Miranda
Nora Mendoza, Federico Trujillo, Santiago Isaza
Santiago Puerta
Santiago Puerta, Nora Mendoza
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Julián Estrada
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Santiago Puerta, Nora Mendoza
Uriel Sánchez, Rubén Tamayo
Álvaro Mejía, Jorge Gómez 1
Álvaro Mejía, Jorge Gómez 1
Gabriel Jaime Rico
Jorman Franco, José Guevara, Anderson Suárez, Daniela Marín, Federico Trujillo, Felipe Torres, Susana Rivera, Dora Palacio, Cristián Sánchez
Juan Gonzalo Velásquez
Juan Jairo García, Germán Patiño
Adriana Ruiz, Diego Restrepo
Andrés Gaviria, Juan Esteban Gómez
Berenice García, Angélica Madrigal
Érica López
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Miryam Gaviria
Federico Acosta
Ignacio Goncalves, Stella Correa
Jorge Agudelo, Marcela Montoya
Jorge Raich, Marta Ferrer
Juan Betancur, Ángela María Ocampo
Juan Carlos Cantillo, Maribel Tobón
Juan Pablo Valencia, Martín Carrera
Julián Ramírez, Ana Isabel Zuluaga, Carlos Duque
Marcia Arcila, Luchy Vásquez
María Inés Yepes, Estefanía Gaviria
Nohemi Fierro, Juan Camilo Valencia
Orlando Álvarez, María Camila Álvarez
Paola Osorio
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Robert Peckham
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Rodrigo Isaza, Carlos Estrada
Santiago Pérez, Catalina Giraldo
Festival Internacional de Música de Cámara
Festival Internacional de Música de Cámara
En el Teatro Pablo Tobón, durante dos noches consecutivas, tuvo lugar la décima versión del Festival Internacional de Música de Cámara. El evento tuvo como invitado especial al pianista italiano Gregorio Nardi, acompañado de la Orquesta Sinfónica de Eafit. En los conciertos, los asistentes también presenciaron el estreno mundial del Concierto para piano y orquesta, del maestro Adolfo Mejía, y el estreno nacional del Concierto para piano y orquesta, del maestro Jesús Bermúdez Silva.
Alejandro Larios
Catalina Velásquez, Gilles de Boysson
David Córdoba
Elizabeth Agudelo
Federico Vargas, ángela María gómez
Libia Estela Duque, Marta Velásquez
Lisseth Herrera, Tatiana Mosquera
Luis Carlos Rodríguez, Galina Lokosova, Gregorio Nardi
Luis Hernando Valencia, Lucy Fernández
Mario Melguizo
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Weibar Toro
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Martha Lía Restrepo, Gloria María Cárdenas
Sergio Alonso Correa, Lucía Atehortúa
Tatiana Mejía, Santiago Gardeazábal
Susana Castro
Millàu, sofisticación cautivante
Millàu, sofisticación cautivante
Elegante, innovador, moderno, con un sinfín de atractivos para sus propietarios, así es Millàu, proyecto inmobiliario de Umbral, localizado en el sector de El Tesoro alto. Recientemente, sus clientes potenciales disfrutaron de una velada donde aprendieron de tendencias de diseño con el interiorista José Hoyos y de cocina con el chef de Casa Magna, Alejandro Briceño. Para mayor información sobre Millàu ingrese a www.umbral.com.co
Ana María Ochoa, Mauricio Echeverri
Ángela Aristizábal
Diana Martinez
José Hoyos, Diana Martínez
Luz María Saldarriaga, Malena Mejía
Malena Mejía
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Comedor
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Manuel Posada, José Hoyos
Alejandro Briceño
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Olga Lucía Botero
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Panoramica
A volar con Kuaile
A volar con Kuaile
En Vizcaya, la academia de danza aérea Kuaile celebró en presencia de amigos, alumnas, profesores y personas cercanas a su labor, la inauguración de su nueva sede en el tercer piso del centro comercial. Exhibiciones de danzas aérea, odissi y pole dance (opciones que hacen parte de la oferta de la academia), y un show del Solle El Cuerpo, el grupo que se destacó en el programa televisivo Colombia Tiene Talento, fueron los actos preparados para el grupo de invitados.
Alejandro Arango, Miryam Velásquez
Álvero León Pérez, Isadora Libertad Pérez
Ángela López
Carolina Sánchez, Juan David Villa
Eva Boddez, Ana María Villegas
Juan David Montoya, Juan Manuel Villegas, Cielo Villegas, Vanessa Gallo
Juliana Franco, Ana María Franco, María Isabella Marín, Luisa Cuartas
Laura Bano, Alejandra Vidal
Laura Estrada, Natalia Estrada
Manuela Gómez, Juanita Panesso, Daniela Agudelo
Sofía Duque, Sara Carmona, José Luis Rojas
Sofía Olarte, María Helena Villegas
Solle El Cuerpo
Solle El Cuerpo
Tesoros cotidianos que no vemos
Tesoros cotidianos que no vemos
Hasta el 15 de octubre estarán exhibidos en la Plaza Cines de El Tesoro los trabajos ganadores y finalistas de Tesoros cotidianos que no vemos, concurso de fotografía que buscaba encontrar imágenes que reflejasen la vida y los habitantes de los barrios de la ciudad. Tanto la instalación de la exposición como la selección de las mejores propuestas contaron con la curaduría del Mamm. La muestra estará abierta al público hasta el 15 de octubre.
Bernardo del Cristo, Proyecciones
Bernardo del Cristo_Pilares del Tesoro
Luis Arcesio Tobón, Fiesta fantasma
Luis Arcesio Tobón_La levedad de una mujer de hierro
Nicolás Gil, El tobogán de mi casa
Nicolás Gil, Los jugadores de cartas
Los lectores de Shakespeare
/ Gustavo Arango
Todos conocemos mucha gente que admira la obra de Van Gogh. Confieso que yo mismo encuentro estimulantes, sugestivas, dolorosas, algunas de sus pinturas. Pero siempre que me veo recorriendo esos árboles en llamas y esas noches biliosas me pregunto si mi admiración sería la misma si no hubiera existido ese enorme andamiaje de historias y reacciones aprendidas que rodean al artista. Lo personal ayuda: la oreja cortada, la pobreza y la casi demencia del artista, la ironía del reconocimiento póstumo. El gran empujón lo dieron unos cuantos expertos y comerciantes de arte y, desde entonces, se ha vuelto sospechosamente fácil apreciar, de un vistazo, el genio de Van Gogh.
Suelo preguntar a mis alumnos si serían capaces de reconocer a un artista genial si se lo encontraran en la calle vendiendo sus pinturas. Algunos se apresuran a decir que sí. Yo me apresuro a dudar. Pocas veces tenemos la oportunidad de formarnos una impresión desprejuiciada frente al arte. En materia de gustos, apenas tenemos un mayor entendimiento que el que tiene el perro de Pavlov. Salivamos con los artistas frente a los que nos enseñaron a salivar. Por eso es tan peligroso oponerse a las jaurías numerosas, a las admiraciones multitudinarias, casi unánimes. Debería considerarse una forma de suicidio hablar mal, por ejemplo, de Frida Kahlo o de Bolaño.
Hay un maravilloso texto de Edgar Allan Poe, la “Carta a B.”, donde expresa montones de ideas sobre la apreciación del arte. Allí habla, por ejemplo, de lo dispuestos que estamos a admirar una obra cuando vienen acompañada por reconocimientos en el extranjero. En el caso de Estados Unidos, el reconocimiento necesario era el de Europa. En el caso colombiano, una opinión que venga de tres metros más allá de la costa ya nos parece suficientemente autorizada. Poe también dice en la carta algo a lo que nadie le ha parado bolas: que no hay nadie mejor que el propio escritor para hacer una crítica de su obra. Hablaré en otra ocasión de los riesgos y oportunidades de esa práctica (ahora mismo estoy escribiendo un tratado sobre mis creaciones tempranas). Pero la idea que viene al caso es la reflexión que hace sobre la admiración general que ha recibido Shakespeare. Poe consuela a B, su amigo, diciéndole que no hay que preocuparse por la aprobación general:
“Shakespeare goza de aprobación general y, sin embargo, Shakespeare es el más grande de los poetas. Uno podría decir que el mundo está correcto en su juicio. Pero el problema reside en la interpretación que demos a la palabra juicio. La opinión que la gente tiene no es “su” opinión; del mismo modo que no son “suyos” los libros que compra. Un tonto, por ejemplo, puede pensar que Shakespeare es un gran poeta; aunque el tonto no lo haya leído nunca. Pero el vecino del tonto, que está un poco más arriba en los Andes mentales, dice que Shakespeare es grande y el tonto le cree. La opinión del vecino, a su vez, tampoco es suya; también fue adoptada de otro que está más arriba en la montaña. Al final, sólo quedan unos pocos individuos que miran cara a cara al espíritu en la cima”.
La fórmula se aplica para toda opinión generalizada: tontos y más tontos repitiendo la opinión de unos pocos. Sólo hay algo que ha cambiado desde los tiempos de Poe. Los que dictan desde arriba lo que el mundo va a opinar, tampoco se han leído a esos “Chespieres” que ahora nos quieren fabricar.
Oneonta, octubre de 2012.
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Su majestad el arroz blanco
Entre las tantas cosas que me gusta comer de manera desaforada, el arroz blanco es una de mis preferidas. Me gusta el arroz frío, caliente, húmedo, trasnochado, recalentado, ahumado y, casualmente, el más desprestigiado es el que más me gusta: el “pegao” de arroz, al cual llaman con cariño en muchas partes del país “cucayo”.
No se necesita ser un experto culinario, para -con casi nada- convertir un poco de arroz blanco en una excelente receta. Inicio mi glosario con la más sencilla… es mi receta preferida: el arroz blanco con gotas de limón y ¡ya está! Cada vez que me encuentro una olla de arroz en una cocina (mía o ajena) destapo y pruebo: la primera cucharada sin gotas de limón, para degustar el producto incólume y, las restantes, van con el toque cítrico. Más sencilla que la anterior es la siguiente: añadir un chorrito de aceite de oliva y no más, ¡me encanta! También tengo recetas con mayor elaboración, totalmente versátiles, como aquellas que hacemos añadiendo al arroz una cantidad mínima de “otra cosa”, pues no se trata de borrar el arroz del plato, sino de afectar su sabor con el toquecito del acompañante. En este orden de ideas, con frecuencia transformo mi arroz blanco con filetes de champiñones y hojitas de cilantro; también procedo con un poco de petit-pois (arvejas) y queso parmesano; me encanta con un puñadito de ajonjolí previamente dorado o con cabello de ángel horneado. Quede claro que no estoy proponiendo la confección de mezclas con una gran cantidad de cosas, para llegar al resultado final de un arroz con pollo o de un arroz a la valenciana versión “creatividad mamá paisa”, en los cuales abundan habichuelas, salchichas, huevos duros y todo aquello que de la nevera o despensa se pueda rescatar; sencillamente se trata de involucrar sabores de manera insinuada.
Ahora bien, mención necesaria debo hacer de aquellas recetas donde su presencia gana toda la fama, pero obviamente la mezcla con sus acompañantes lo acaban de endiosar. Me refiero a las torticas fritas de arroz con hogao; a la sopa de arroz con carne en polvo, aguacate, y tajadas maduras; al arroz blanco en hoja de bijao que acompaña papa, yuca y rebanada de posta; al arroz blanco coronado con huevo frito (de yema temblona para reventar) y picado de maduro, y al arroz blanco con frijoles recalentados en el desayuno dominical. Finalmente, y en coherencia con el título de esta columna, aquello que entre nosotros se ha convertido en pan de todos los días (una porción de arroz blanco cocinado) en otras cocinas del mundo se le considera como un acompañamiento de refinado gusto; basta con observar algunos recetarios de cocina mundial para constatar el papel que cumple el simple arroz blanco como guarnición de famosas recetas de cocina: pollo al curry de la India; goulash húngaro; lontong indonesio; chirashi-sushi japones; lengua alcaparrada madrileña. Expuesto lo anterior, se me antoja una mínima reflexión: el arroz blanco en su receta más elemental es otro gran “fucú” de la cocina sencilla, pues todo el mundo asume que lo sabe preparar… pero no a todo el mundo le sale bien.
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Ana María Morillo: La Niña Juani
Gran parte de sus recetas provienen de sus tías costeñas, y el nombre de su restaurante es un homenaje a su abuela Juani, quien en Cartagena hacía maravillas en la cocina con una sazón incomparable. La barranquillera Ana María Morillo es la artífice de La Niña Juani, donde todos los días se preparan suculentos menús típicos del Caribe, Córdoba y Sucre, que se han ganado un gran número de fieles comensales por su sabor y cantidad.
En este restaurante, que desde hace un año trasladó su sede de la 10 A a Provenza (a la carrera 33 con la 8 A), también ofrece antojos para endulzar, desayunar y mecatear típicos de la Costa (como sus famosos quibbes traídos de Cereté) y próximamente ofrecerá unos ejecutivos con un toque muy caribeño. El arroz apastelado de cerdo, es una deliciosa receta de Carolina, la tía abuela de Ana María.
Arroz de cerdo apastelado (12 porciones)
1 libra de tocino • 1 libra de costilla de cerdo • 1 libra de pierna de cerdo • 2 libras de arroz • Media libra de habichuelas • Media libra de col • Una cabeza de ajo • 3 cebollas rojas • 4 ramas de cebolla junca • Media libra de zanahoria • Media libra de ají • Una taza de aceite achiotado • 8 tazas de agua • 50 gramos de aceitunas • 50 gramos de alcaparras • Vinagre blanco al gusto • Comino al gusto • Pimienta negra al gusto • Pimienta de olor al gusto • Hojas de bijao • Hojas enteras de col.
Procedimiento
Condimentar la pierna, la costilla y el tocino con tres dientes de ajo, comino, vinagre blanco, pimienta negra y sal. Dejar reposar durante dos horas. Sofreír en un caldero las cebollas rojas y junca, el ají y el ajo sobrante (todo ello picado), en el aceite achiotado. Agregar las carnes y sofreírlas a fuego alto durante diez minutos.
Agregar el arroz, el agua y sal al gusto. Una vez hierva, incluir las habichuelas finamente picadas, las zanahorias cortadas, las aceitunas deshuesadas, las alcaparras picadas y la pimienta de olor entera.
Dejar cocinar a fuego alto hasta que se seque. Al secarse el arroz, debe cubrirse con las hojas de col y encima las de bijao. Luego se debe tapar el caldero y dejarlo en fuego bajo hasta que esté listo.
El arroz debe quedar húmedo. Servir con patacones o yucas fritas, y una ensalada con aguacate.
El chocoano de Credenza
El chocoano de Credenza
En el décimo piso de la sede del Centro Colombo Americano, del Centro de Medellín, está Credenza, el restaurante de la chef Marcela Gómez, quien se formó en Argentina en la Maussi Sebes, y en el colegio de cocineros Gato Dumas. Credenza trasciende el mero concepto de restaurante, pues allí continuamente hay exposiciones itinerantes, actos culturales y conciertos.
De acuerdo con su chef y propietaria, allí se sirve “el mejor café del Centro” (hecho con la premiada marca Devotion). Uno de los platos estrellas de su carta es el arroz chocoano. Es cremoso, con una base de coco, salteado con verduras y camarones con un toque de curry. Otros de nuestros sugeridos son el morrillo la 30 (con salsa pomodoro natural y lajas de portobello salteadas), la pasta pollera y sus distintas alternativas de bowls de fideos de ramen (en particular, el múcura de camarones).
Informes en el 513 4444. Ext: 169.
Arroz con pato, de Bijao
Arroz con pato, de Bijao
“Nuevo latino cuisine”. Ese el concepto detrás de Bijao, restaurante que rescata ingredientes típicos y exóticos de la gastronomía latinoamericana, explorando nuevas combinaciones y retomando técnicas clásicas culinarias.
Un ejemplo de ello es el arroz con pato. Este se prepara con pasta de ají amarillo, se sofríe con ajo y se le agrega cerveza, gandul, piernas de pato braseadas y desmechadas. Como toque final, encima del arroz va el magret (pechuga magra) de pato asado.
En Bijao, de entrada sugerimos las muelas de cangrejo y de postre el carpaccio de piña. Otro plato fuerte que vale la pena probar es la cobia (servido sobre un rissoto de lentejas y decorado con algodón de aceitunas), pescado traído de un cultivo a mar abierto en Cartagena. Bijao está localizado en el Parque Lleras. Informes: 311 6294.
Cuzco: sazón inca
Cuzco: sazón inca
Las recetas más famosas de la gastronomía peruana hacen parte de la carta de Cuzco, restaurante que cuenta con sedes en el Mall Palms Avenue y el Centro Comercial El Tesoro.
Para los amantes de los arroces, Cuzco ofrece un ramillete de deliciosas alternativas. Su arroz chaufa, plato clásico de la chifa (cocina que surgió de las preparaciones de los inmigrantes chinos en Perú), tanto con mariscos o carnes es exquisito. El peruano (mariscos, en una base de ají amarillo y cilantro) y el estilo norteño (mariscos, verduras, queso, en una base de cilantro) son otros arroces recomendados. Igual de provocativo, aunque menos autóctono del país de los incas, es el rochefort, el cual viene con quesos mozzarella, azul, holandés, parmesano, champiñones, pancheta, camarones y cilantro. Informes en el 312 4936.
El confitero gardeliano
El confitero gardeliano
Desde hace siete años don Nelson vende dulces e inciensos en las calles de Manila. Su forma de vestir lo identifica
Diariamente Nelson de Jesús Posada Vélez se ve sentado en la esquina de la 43 D con calle 10 A, en el centro de El Poblado. Su pinta, como la de los hombres de los años 50, cuando el tango retumbaba en las vitrolas de los bares guayaquileros, no pasa desapercibida. Y menos en estos años de reinado del bluyín.
Lleva sombrero gardeliano y saco negro, corbatín y unos zapatos de charol italianos marca Roselly, de esos que usan los bailarines de tango con toda su bohemia y elegancia. Debajo del ala de su sombrero se descubren unos ojos verdes claros y unas delgadas cejas pobladas de hebras color plata.
“Desde joven me ha gustado vestir bien”, explica, pues sabe que su estampa no es común. A sus 69 años el susurro de su voz ronca, en medio del tráfico, es ahogado por el ruido de los motores. Solo cuando habla de los cantantes de tango, de los que dice saber de memoria sus biografías, su voz se pone enérgica y vivaz, como si de nuevo tuviera 20 años.
“El tango me ha acompañado toda la vida. Yo conocía a muchos de ellos, los que venían de Argentina a cantar a Medellín. Los que visitaban lugares como el Salón Málaga, el sitio más popular de tango del Centro”, dice. Sus ojos adquieren brillo. “Cada vez que puedo voy con un amigo a escuchar música y pasar un buen rato”.
Surgen más recuerdos. “Hace poco me presenté en una obra de tango basada en mi propia historia, hice el papel de mi propia vida. Salí al escenario y desesperado busqué a mi hijo, el que murió. Luego apareció un cantante de tango, que hacía las veces de mi hijo, e interpretaba una canción”, cuenta Nelson mientras saca una cajetilla de cigarrillos del bolsillo de su saco. “Soy un fumador empedernido”, se excusa.
En los años setenta Nelson trabajó como mesero en una taberna. Se llamaba El Abasto Tango, quedaba en la calle Colombia con la carrera 65. Allá pasaba las noches escuchando las historias de los beodos y los tangos de Carlos Gardel, Raúl Berón, Juan Carlos Godoy, Agustín Magaldi, Jorge Valdez y argentinos de voz aguardientera que visitaban la ciudad, impregnando de aroma bonaerense las calles de Guayaquil y todo Medellín. Allí, entre tertulias, conversaciones y tragos dobles, vivió parte de su vida. De ahí también salió su pinta.
“Yo soy mesero profesional. Todavía trabajo cuando me contratan para alguna fiesta. Ya por viejo es más difícil conseguir trabajo, pero a veces la gente me busca para atender sus reuniones. Hoy sobrevivo vendiendo dulces, porque no tengo pensión”, dice Nelson mientras sostiene una pequeña caja donde lleva confites, chocolates y barras de incienso que ofrece a los conductores cuando el semáforo de la 10 A está en rojo.
En los ojos de este tanguero por vocación, mesero de profesión y confitero por necesidad, se esconden muchas anécdotas desde que nació el 16 de junio de 1943 en Pueblo Rico, en el suroeste antioqueño. “Al año de nacido me llevaron para Ciudad Bolívar y después para Envigado. Allá fue donde crecí. Cuando tenía como 15 años recuerdo que iba a coger naranjas a Otraparte, donde Fernando González, quien me hablaba de filosofía. La universidad mía siempre fue la lectura”, comenta. Fue así como Dostoievski, Tolstoi, Homero, Camus, Capote, Víctor Hugo, Nietzsche, Wilde, entre otros, se convirtieron en la mejor compañía de su juventud.
Con gratitud recuerda también los años de soldado raso en el segundo contingente del Batallón Colombia, época en que la guerrilla era llamada “chusma” y existían célebres forajidos como “Sangre Negra”, “Tiro Fijo” y el “Capitán Galleta”, a quien capturaron, cuenta Nelson, en Sevilla-Valle, fortín de la chusma liberal. “Era el único pueblo que tenía dos cementerios: uno para la gente normal y otro para la chusma”, expresa con el tono conservador de los devotos de la Santa Cruz.
Hoy en día el confitero gardeliano, con lo poco que gana de dinero, paga una habitación en el barrio Naranjal. Tiene cuatro hijos, con quienes habla periódicamente, y muchos amigos que lo saludan en las calles. Dice que las personas de El Poblado han sido generosas con él, que la familia Laverde Uribe fue la que le regaló el traje de gala que viste, y que en el parqueadero Zona Libre le celebraron su más reciente cumpleaños.
A las seis de la tarde, cuando termina su jornal, camina por la calle 10 hacía la estación del metro, en medio de las oficinistas de traje de lino, que van apresuradas. Lleva su mano izquierda en el bolsillo y con la derecha agarra su maletín, donde guarda su vida entera: los dulces, las fotos de sus hijos, la libreta de teléfonos con estampitas religiosas y, cómo no, muchas oraciones a la Santa Cruz, para regalarle, sobre todo, a las mujeres embarazadas. El saco negro, que parece ser de unas tallas más grande, le cuelga hasta las rodillas.
En el metro, recostado en una de las ventanas, observa la ciudad. Parece estar naufragando en sus pensamientos, repasando los años de su vida mientras el tren avanza, viendo las luces de los cerros pasar como una película fotográfica.
Rally Red Misión
Rally Red Misión
Un evento solidario con competencias de autos deportivos, camperos y cuatrimotos
Un día de fuertes emociones, adrenalina y velocidad se vivirá en el Rally Red Misión, un evento organizado por la Fundación Red Misión, con el fin de recaudar fondos para los múltiples programas sociales que desarrolla en pro de los menos favorecidos de Colombia.
Esta séptima versión se llevará a cabo el sábado 20 de octubre en la Fonda Caballos Bar, en Llanogrande. Se trata de un rally de regulación a través de un recorrido por el Oriente Antioqueño, donde a cada equipo se le entrega una hoja de ruta con las variables que se deben tener en cuenta. Además, en el trayecto habrá instalados puestos de control para verificar quiénes de ellos son los más exactos al pasar.
Los participantes
El rally se divide en tres categorías: vehículos 4×4 (camperos), autos deportivos y cuatrimotos. Esta última categoría ofrece dos modalidades: competencia y turismo (para quienes desean hacer el recorrido solo por el disfrute del mismo).
Las categorías vehículos 4×4 (camperos) y autos deportivos son por parejas (piloto y copiloto) mientras que la de las cuatrimotos se desarrolla en equipos de tres a seis aparatos, cada uno de ellos con su piloto y copiloto.
El valor de la inscripción para participar en cualquiera de las categorías es de 135 mil pesos (por vehículo, cuatrimoto o campero), precio que incluye dos camisetas y almuerzos. Para quienes deseen asistir a observar estas competencias la entrada es gratuita.
Por una buena causa
La Fundación Red Misión cuenta con los programas sociales Darte, Lazos por Colombia, Soñar Despierto, Anspac, El amor nos une, Juventud y Familia Misionera. Todos ellos son ejecutados en las principales ciudades del país, atienden a más de 45 mil personas de escasos recursos y movilizan a más de siete mil voluntarios.
Programación del Rally
A las 8 am. del sábado 20 de octubre será la llegada de equipos (entrega de kits y refrigerios, y revisión técnico-mécanica).
Las salidas de los camperos, carros deportivos y los cuatrimotos se realizarán a las 9 am., 11 am. y 1 pm., respectivamente. La llegada del último equipo de cuatrimotos está establecida para las 5 pm. La premiación se realizará a las 6 pm.
Para esta versión se espera la participación de cientos de autos deportivos, camperos y competidores en los equipos de cuatrimotos, que en unión con los patrocinadores y el acompañamiento de la Liga Antioqueña de Motociclismo y Auto Club La Montaña, brindarán un gran espectáculo a favor de las comunidades más necesitadas.
Para mayor información acerca de las inscripciones y el rally ingrese a www.rallyredmision.com
Este evento es apoyado por Vivir en El Poblado.
LSD, de moda en Medellín
Al LSD en Medellín se le conoce también como ácido, papel o papelito y no es inofensivo como muchos creen, asegura el toxicólogo Hugo Gallego
En Medellín es fácil conseguir LSD, un alucinógeno conocido también como ácido lisérgico: lo venden los dealers o jíbaros, se puede comprar en fiestas electrónicas o parques como el de El Poblado, tan fácil como se adquiere un bareto o cigarrillo de marihuana.
Veinte mil pesos cuesta un “papelito” de medio centímetro cuadrado impregnado con este líquido, una dosis personal inolora, muy fácil de ocultar e indetectable en las pruebas o chequeos, que por lo general se comparte entre dos o tres personas que aspiran a tener un “viaje” de entre ocho y doce horas. Algunos se lo ponen en la lengua y luego se lo pasan a otra persona, otros en el ojo –como si fuera un lente de contacto–, en la piel o dentro de la nariz para que el cuerpo absorba la sustancia.
Aunque todavía no aparece registrado en los estudios nacionales y locales sobre prevalencia o incidencia de consumo de sustancias psicoactivas, la oferta y el uso del LSD se está incrementando de manera importante. Así lo asegura el médico toxicólogo Hugo Gallego. “En Medellín su consumo involucra a personas entre los 10 y los 18 años, generalmente de estratos 4, 5 y 6 aunque también es ofrecido a los demás estratos.
Los distribuidores prefieren dirigir su atención a jóvenes escolares en sus fiestas, reuniones o en los espacios del colegio, con el mensaje de que es lo que está de moda, y con el engaño de que no causa adicción ni daño a largo plazo, lo cual no es cierto”, dice con preocupación este experto, a la par que hace un llamado “a toda la sociedad, a los padres y a los jóvenes en particular para que se enteren e informen de este fenómeno que está tomando fuerza.
“Sí es adictiva”
Considera el médico Gallego que una de las causas de que el consumo de LSD se esté extendiendo en nuestro medio es que “a los jóvenes les han creado un mito: se los están presentando como una sustancia que no es adictiva, que se puede manejar y que no causa daño. Nada más alejado de la realidad, esto es completamente falso”. Añade que la potencia alucinógena del LSD es 100 veces mayor que la de los hongos alucinógenos. “Además, como es una sustancia tan fuerte y tan alucinógena, por lo general no es consumida continuamente. Esto lleva a pensar, de manera errónea, que no es adictiva y que se puede controlar”, advierte.
¿Qué es el LSD?
El nombre científico de este alucinógeno es D-dietilamida del ácido lisérgico.
Se le clasifica como droga de conocimiento y sustancia de excursión psíquica. Es incolora, inolora, insabora y soluble en agua.
Se obtiene a partir del ácido lisérgico, alcaloide contenido en el Claviceps purpúrea o cornezuelo de centeno, hongo que parasita los cereales. Hoy es posible aislar el ácido lisérgico a partir de la multiplicación del hongo en tanques de fermentación, sin necesidad de recurrir a cereal parasitado, lo que permite obtenerlo por toneladas a bajo precio.
En el mercado ilícito está disponible en forma de polvo, comprimidos y soluciones, además de los pequeños papeles impregnados con la sustancia, su presentación más usual. Se absorbe por todas las vías pero la más frecuente es la oral.
Así actúa
Según estudios científicos, el LSD ejerce su acción a través del neurotransmisor serotonina, al que es muy similar. Por el tracto digestivo se absorbe y distribuye de manera fácil y completa por el organismo. La mayor concentración se encuentra en el hígado, los riñones y las glándulas suprarrenales. Solo un 1 por ciento de la dosis ingerida se concentra en el cerebro. El metabolismo se hace por medio del hígado y la excreción se realiza en un 80 por ciento por la bilis, lo que dificulta encontrar esta sustancia en exámenes de sangre u orina.
Efectos agudos
Al ingerir LSD es posible que se presente aumento del pulso, la temperatura, la frecuencia cardíaca y respiratoria; dilatación de las pupilas, lagrimeo, salivación, sensaciones de hormigueo y entumecimientos en las manos o los pies, náusea, vómito, anorexia, enrojecimiento de la cara, temblores y escalofríos.
En el plano mental, bajo sus efectos se presentan alteraciones temporoespaciales y alucinaciones intensas, sobre todo de tipo visual, que involucran formas geométricas, intensificación de los colores y visualización de halos alrededor de los objetos. Así mismo, son comunes las alucinaciones auditivas y el cruzamiento de las respuestas sensoriales (se escuchan los colores, se ven los sonidos). El contenido de las alucinaciones también puede ser terrorífico y generar reacciones de pánico, cuadros de ansiedad intensa o depresiones severas con ideas suicidas.
Algunos usuarios pueden presentar reacciones psicóticas que se prolonguen dos o más días después de la ingestión. Las sobredosis pueden acompañarse de problemas en la coagulación y sangrados, ya que la serotonina es un importante intermediario de la función de las plaquetas.
Efectos crónicos
Los efectos crónicos más frecuentes del consumo de LSD se producen a nivel mental y son psicosis prolongadas, trastornos depresivos severos, exacerbación de enfermedades psiquiátricas preexistentes y flashbacks. Estos últimos se diagnostican como trastorno perceptual persistente por alucinógenos. Son también conocidos como regresiones o retrospecciones, durante las cuales se presentan alteraciones perceptuales –como formas geométricas, luces o colores intensificados- después de varios días, semanas o meses de haber consumido el LSD.
Indica el médico toxicólogo Hugo Gallego que estos flashbacks pueden ser desencadenados por ansiedad, estrés, fatiga, entrada en un ambiente oscuro, consumo de otras sustancias psicoactivas o en algunos sujetos pueden ser autoinducidas. “Hay estudios que han demostrado mayor ideación suicida entre los consumidores habituales de LSD y una mayor posibilidad de aparición de enfermedades mentales como la esquizofrenia, también al parecer porque se altera la expresión de algunos genes en la corteza prefrontal de los individuos consumidores y esto afecta de manera importante la plasticidad neuronal, que es la capacidad de conectarse de manera adecuada para desarrollar las funciones superiores del cerebro”, agrega.
Historia del LSD
Algunos autores creen que la historia del LSD se inició en Grecia durante la celebración de los ritos eleusinos, al utilizar extractos del hongo cornezuelo de centeno.
En el siglo 17 se comprobó que las epidemias ocurridas durante la Edad Media, conocidas como “fuego de San Antonio”, se debieron a la ingestión de pan contaminado con dicho hongo. Estos envenenamientos masivos, que sea manifestaban como “peste gangrenosa” o “peste convulsiva”, cobraron muchas vidas y siguieron asolando a Europa durante más de dos siglos.
Sus efectos alucinógenos los descubrió el químico e intelectual suizo Albert Hofmann en 1943. Desde entonces se iniciaron múltiples investigaciones con esta sustancia que inicialmente fue calificada como un invento maravilloso para convertirse posteriormente en droga psicoactiva peligrosa.
Durante los años 40 y 50 se realizaron varios estudios para investigar la utilidad del LSD en la terapéutica médica. Fueron muy llamativos los hallazgos iniciales sobre las aplicaciones en la terapia psiquiátrica y en el tratamiento del alcoholismo. Incluso en 1977, en el libro El encuentro del hombre en la muerte, de Stanislav Grof y Joan Halifax, se explora el posible beneficio del uso del LSD en el tratamiento de los pacientes terminales.
A finales de los años 50 y comienzo de los 60 el surgimiento del movimiento hippie en los Estados Unidos, liderado, entre otros, por el profesor de Psicología de Harvard, Timothy Leary, quien impulsó la utilización de esta sustancia convirtiéndola en “estupefaciente peligroso” y “droga de la locura”.
Desde octubre de 1966 el LSD se convirtió en sustancia ilegal.
Aunque durante los años 70 el consumo de LSD había disminuido, durante los 80 se incrementó su uso en Estados Unidos y Europa, y ha seguido aumentando el número de pacientes que ingresan a los servicios de urgencias debido a malas experiencias con LSD.
Viajes con LSD
“Una amiga me regaló un cuarto de papel. Estábamos en un concierto de rock y a la media hora empecé a ver los colores de las luces más intensos, creía que el vocalista me estaba cantando solo a mí, sentí que el vientre se me llenaba de música, que estaba embarazada de música y que iba a parir música. Mientras tanto, veía a mi amiga parada a todo el frente de los amplificadores gritando “aquí está el parche”.
Este fue solo un pequeño y primer viaje con LSD de Ana, una joven profesional de El Poblado.
Sin embargo, los efectos del LSD se hicieron famosos en los años 60 y 70, con la aparición del llamado arte hippie o arte psicodélico, ligado a los efectos de alucinógenos. Su consumo por parte de músicos famosos, entre ellos los Beatles, ayudó a darlo a conocer. “De repente tuve la sensación más increíble del mundo. Fue una versión concentrada de la mejor sensación que he tenido en mi vida. Era fantástico”, relataba George Harrison acerca de la primera vez que consumió LSD. Y decía John Lennon: “No hay que olvidar que el LSD se lo debemos a la CIA y al Ejército. Les salió todo al revés: lo crearon para controlarnos y nos hicieron libres”.
Por su parte, McCartney contaba: “Después de tomarlo abrí los ojos (…) Si los políticos tomaran LSD no habría ni más guerras, ni más pobreza, ni más hambre”.
Seguro mató a confianza
La cultura del valet parking se ha venido implementando en hoteles, restaurantes y sitios de entretenimiento de la comuna 14.
Este servicio, prestado por empresas privadas basado en la confianza con los clientes, puesto que se entregan las llaves del automóvil para ser conducido por valets o maleteros a un estacionamiento cercano o un área asignada de parqueo, ha generado algunas incomodidades en usuarios, quienes se preguntan cuáles son las responsabilidades de los prestadores del servicio en cuanto a pérdidas o daños causados.
“Hace poco fuimos a comer a un restaurante en Envigado. Antes de llegar, guardé en una de las gavetas una cosmetiquera, un disco duro y unas gafas. Al otro día llegué a la oficina y resulta que me habían sacado las tres cosas. La respuesta del valet parking fue que no iban a responder por la pérdida: ‘Usted no leyó la letra menudita donde tiene que dar el inventario que deja en su carro’, dijeron. ¡Por Dios, ¿quién cuando entrega el carro en valet parking hace inventario?”, se pregunta una usuaria.
Ante esta situación, Juan Felipe Restrepo, gerente de VIP Valet Parking, expresa que la compañía ofrece a los usuarios, en el momento de tomar el servicio, una póliza de seguro que cubre la totalidad de los daños ocasionados por manutención. “Cada vez que llega un cliente se hace una revisión externa, se observan las características del automóvil y las condiciones en que llega. Se entrega un ficho donde se consigna esta información y en el que los usuarios pueden hacer un inventario y declarar los elementos que llevan dentro del carro. En caso de pérdidas, esta es la garantía para cualquier reclamo”, dice el empresario.
Sea precavido
En El Poblado funcionan dos empresas que prestan este tipo de servicio, además de algunos parqueaderos que tienen su propio personal de valet parking. Las empresas recomiendan a los usuarios realizar un peritaje externo para detectar daños o rayones y saber en qué condiciones se entrega el vehículo; fijarse que los valets estén identificados y lleven uniformes de la empresa, y, por último, si tiene objetos de valor dentro del carro, dejarlos consignados en un inventario. La empresa, por su parte, debe garantizar un buen manejo del vehículo. Para ello los valets son capacitados en ruta, velocidad y normas de tránsito.
Tiene usted asimilación selectiva
¿Tiene usted asimilación selectiva?
/ Juan Carlos Franco
Pensaría uno que a medida que avanza el mundo, a medida que la gente tiene más y más información sobre tantos y tantos temas, sería más fácil llegar a acuerdos sobre lo fundamental y todos tendríamos una vida más pacífica y productiva.
Es decir, si a las personas se les presentan los argumentos a favor y en contra de alguna idea, balanceada y desapasionadamente, serán capaces de analizarlos con madurez y objetividad y, de ser necesario, harán modificaciones a lo que piensan para acercarse más a la verdad.
Pero todo indica que las personas no somos tan simples, ni tan objetivas ni tan honestas intelectualmente.
Hay estudios que lo comprueban, basados en un experimento simple: se reúnen grupos de personas con criterios muy definidos sobre algún asunto que genere controversia (aborto, matrimonio homosexual, creación vs. evolución, política, etc.). Luego se les suministran -de manera totalmente balanceada y neutra- argumentos sólidos, expertos y plausibles en pro y en contra; y finalmente se analiza qué tanto cambian las actitudes como resultado de ser expuestos a dichas presentaciones.
Resulta que, lejos de suavizarse, las posiciones o creencias originales se endurecen. La mayoría de las personas experimenta “asimilación selectiva”, consistente en asimilar nueva información selectivamente, dando gran valor a la información que confirma lo que pensaban y descartando sin análisis todo lo que lo contradice.
Las personas que están muy convencidas de algo y reciben correcciones o interpelaciones tienden a reaccionar con indiferencia y desprecio. O con agresividad. Por eso es tan difícil desterrar leyendas urbanas, falsos rumores y errores fácticos.
Con frecuencia lo que llamamos “opinión pública” no es resultado del razonamiento juicioso, debidamente procesado por el cerebro, sino la suma de reacciones individuales instintivas, tal vez gobernadas por algún otro órgano. Reaccionamos como hinchas de fútbol:
Si soy uribista, todo lo que diga o haga Uribe me parecerá maravilloso, sabio, y lo que es con él es conmigo, y que nadie intente siquiera mencionar algo positivo de Santos en mi presencia. Que sea cierto o falso no es importante. Si soy creacionista, solo escucharé a quienes confirmen lo que yo creo, el que pretenda hablarme de evolución es una encarnación del diablo. Y buscaré, de manera consciente o inconsciente, relacionarme más con gente que piense muy parecido a mí. Y al cabo de poco tiempo mis convicciones iniciales serán validadas y se volverán más extremas. Y no habrá posibilidad de que una presentación en PowerPoint, mostrándome los méritos de una opinión contraria, me haga mover un milímetro. Y el mundo empezará a dividirse en “ellos” contra “nosotros”.
Qué puede hacerse? Según Cass Sunstein, columnista del New York Times, la gente solo estaría dispuesta a cambiar si alguien a quien siguen o admiran cambia de opinión. Las convicciones iniciales empiezan a ser vulnerables solo si es difícil descalificar a alguien como parcializado, equivocado, confundido o enemigo.
En otras palabras, solo un “voltearepas” importante y visible puede influenciar a la gente para que revise su posición.
Y en conclusión, lo que importa no es tanto qué se dice sino quién lo dice.
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De camello a oficio
De camello a oficio
Un perro agotado es un perro juicioso, pero ¿el caminador está certificado?
Que las mascotas hagan ejercicio es básico, pero no todos los amos pueden o quieren responsabilizarse por las tres horas semanales requeridas. No asombra entonces que el oficio de llevar a caminar perros esté en aumento, con personas cobrando entre cinco y diez mil pesos la hora.
Pero no cualquiera puede darle “una vueltica al perro”. Alberto Díez, etólogo del CES y adiestrador canino, es evaluador del Sena. Evalúa a los aspirantes a cumplir la nueva norma de competencia laboral para caminadores de perros: una certificación que indique que saben desempeñar el oficio, por medio de un examen escrito sobre etología (comportamiento de animales) primeros auxilios y qué hacer en casos de fuga o pelea. En la práctica, Díez califica su desempeño: si lleva correas y collares adecuados (correas de 1.80 mts. de largo máximo y collares helty y gentle leader, en lugar de los de ahogo) manejo de una bitácora en la que documente cómo encontró, cómo dejó al perro y detalles de su salud y ánimo. Debe llevar bolsas de plástico, botiquín, agua, un celular, conocer la zona, tener plan de trabajo y un contrato. No debe pasear todas las razas juntas, ni más de cuatro perros en cada mano (principalmente por la dificultad al recoger materia fecal y al enfrentar peligros). También debe conocer la ley 746 de 2002 y el Manual de Convivencia de Policía que lo rige.
La última convocatoria de 20 personas para esta certificación, la cual tiene vigencia durante cinco años pero puede ser revocada en cualquier momento, se hizo hace más de dos meses y a ella se presentaron solo cinco caminadores. La certificación también es para auxiliares de veterinaria, cuidadores de mascotas en guarderías o criaderos, y peluqueros caninos y felinos.
Cada vez madruga más
Cada vez madruga más
Las pruebas de encendido de los alumbrados decembrinos en septiembre, sorprendieron a muchos
Ver a un técnico de EPM realizando una instalación en plena calle 10 no es una novedad. Pero lo que sí es por lo menos reseñable es que cuando aún no terminaba septiembre su trabajo se concentrara en darle los últimos toques eléctricos a unos rosetones de alumbrado navideño.
Si bien para algunos es descabellado, no es del todo extraño pues desde hace mucho tiempo estos meses previos se han convertido en sinónimos de papás Noel, mangueras de luces, arbolitos decembrinos y de un sinnúmero de productos que le dan desde temprano la bienvenida a esas fechas tan especiales.
Sin embargo, de inmediato surgen preguntas acerca de la pertinencia de estos trabajos faltando tanto tiempo para la Navidad. Por ejemplo, en el parque de El Poblado la instalación ya está completa y ya fue probada. Se trató de un encendido de prueba que hizo que muchos ciudadanos admiraran una muy bella puesta en escena luminosa.
Pero hay otras voces. Entre ellas las de quienes se preguntan cuánto le cuesta de más a la ciudad este tipo de instalación y si este valor llega en la factura de servicios públicos, o las de quienes analizan si este tipo de instalaciones durante tanto tiempo son o no antiecológicas.
Una explicación técnica
EPM dio a conocer el diseño de los alumbrados. Este tiene un costo de 12 mil millones de pesos y cubre 35 kilómetros en la ciudad. Son cerca de 18 millones 500 mil bombillas (incluidas mangueras, mallas, instalaciones y proyectores) cuya instalación habrá generado 1.500 empleos, entre directos e indirectos, cuando esté terminada.
Aunque son cifras robustas, el arquitecto Horacio Valencia, encargado del diseño del alumbrado navideño de este año, expresa que el desarrollo de nuevas tecnologías en iluminación ha hecho mucho más eficiente todo el andamiaje. “La energía que consume este alumbrado durante un mes y medio es la misma que gasta Medellín durante una hora. En algunas zonas estamos utilizando iluminación led, que consiste en unos diodos que generan mucha luz y menos calor y por tanto mayor eficiencia (a diferencia de las bombillas incandescentes). Gracias a esto hemos logrado que con la misma energía se haya podido crecer entre un 5 y un 10 por ciento en la cobertura del alumbrado cada año”, dice.
Acerca del encendido prematuro del alumbrado, EPM explica que, aparte de que no se le cobra a los ciudadanos, tiene varias motivaciones: la primera es que Medellín será el anfitrión de la Asamblea General anual del LUCI (Lighting Urban Community International), la comunidad de ciudades iluminadas más importante del mundo, que convocará a más de 120 representantes de 60 países entre el 14 y el 18 de noviembre.
Así que el 17 de ese mes (solo ese día) se prenderá en honor a estos invitados.
Además, está previsto que se encienda también el 28 y el 29 de noviembre por los conciertos de Madonna, para luego hacer el encendido definitivo el 1 de diciembre ( y hasta el 7 de enero).
La motivación es mostrar un alumbrado que es elogiado por muchos, pero que otros no ven como una marca de ciudad tan definitiva. Cabe decir que, según la Alcaldía Municipal, los alumbrados navideños causan un impacto invaluable para la imagen nacional e internacional de Medellín.
En cuanto a los beneficios colaterales de la experiencia que ha adquirido la ciudad, Horacio Valencia expresa que se han hecho unas pruebas piloto para implementar estas iluminaciones eficientes en el alumbrado público general, y de esta manera generar ahorros sostenidos.
“El problema es que la iluminación de una ciudad tiene unas normas internacionales que tienen que ver con vías y estándares de seguridad. Hemos hecho unas pruebas en Belén y tenemos que seguir en esa búsqueda, aunque hay que informar que ninguna ciudad del mundo ha hecho el cambio definitivo hasta el momento”, advierte.
Por lo pronto en El Poblado, que es uno de los sectores que recibirá mayor atención de parte de los turistas, tendrá alumbrados navideños en el parque La Presidenta, en el Lleras y en los mencionados calle 10 y el parque de El Poblado.
“Naturaleza, vida y luz” será el lema de esta edición de los tradicionales alumbrados, los mismos que son disfrutados por la mayoría, pero cuestionados con igual vehemencia cuando se encienden en otros momentos del año.
Inconformidad por roedores y basuras
Inconformidad por roedores y basuras
Las ratas y los desechos preocupan a los vecinos de La Presidenta, el Parque Lleras, Provenza y La Divina Eucaristía
Basuras en las zonas verdes de la quebrada, una caja de cartón con cáscaras que suele dejar un señor que vende frutas sobre la Avenida El Poblado, el mantenimiento de la carpa y los juegos infantiles, fueron los primeros puntos críticos señalados por Amparo Gaviria, presidenta de la JAC de Poblado Centro, ante algunos funcionarios de la administración municipal.
El recorrido lo determinó el cauce de la quebrada La Presidenta y sobre este hicieron seguimiento Sandra Lucía Serna, administradora de EEVV para la zona de El Poblado; Juan Guillermo Cardona, supervisor de barrido, y Andrés Felipe Ramírez, coordinador de los guías ambientales de la Secretaría de Medio Ambiente, acompañado por su equipo. La espuma de jabón, que no logra aromatizar el hedor del agua, los detuvo en el segundo puente del Parque Lineal La Presidenta. Allí observaron las evidencias de esta deplorable contaminación que corre quebrada abajo. Un flujo que continúa ante la vigilancia y se diluye en el silencio que produce la falta de una pronta solución.
Provenza y La Divina Eucaristía son los sectores en donde más proliferan las ratas, pero estas pueden salir de alguna alcantarilla del Parque Lleras o cenar desperdicios en los parques y puentes. Es la queja recurrente de los vecinos. Las ven caminar gordas y lentas por la calle 14 B y la carrera 35, y por cualquier sitio en donde antes algunos comerciantes y residentes abandonaron basuras.
Bares y restaurantes del Parque Lleras optaron por poner rejillas que obstaculizaran el paso de las glotonas, pero son robadas, según denuncian los comerciantes. Los desperdicios orgánicos, que son sacados a destiempo y permanecen durante horas sin ser recogidos, se convierten en el principal asidero de estos roedores, que cada vez más indisponen a los habitantes, bien sea por la repulsión que causan o por el problema de salud pública en el que se convierten.
En medio del recorrido, plantas dobladas por pisotadas, fragmentos de tierra removidos, collage de vidrios sobre la hierba, un espejo atado a una rama y una camisa recibiendo sol a la orilla de la quebrada, revelan una presencia clandestina. La frondosidad del trayecto por el Parque Lineal hacia la cancha del barrio Provenza camufla dichos asentamientos. Amparo Gaviria afirma que son tramos abandonados, a la vez que se queja de los muebles improvisados con troncos de árboles, ubicados al frente de los bares de ese sitio, pues asegura que “es un espacio público que no puede ser utilizado”.
En el camino aparecieron otras inconformidades como el mantenimiento del paisajismo y de las cercas de madera que rodean la quebrada en inmediaciones a la iglesia La Divina Eucaristía. “Que quede claro que estamos pidiendo una intervención de obras públicas en este sector”, advirtió Amparo en representación de la comunidad.
Búsqueda de alternativas
Así como se acumulan montoncitos de bolsas de basura, cajas de cartón y escombros en los andenes, se suman al listado las solicitudes en pro de un impecable espacio público, las cuales buscan ser resueltas por medio de un trabajo de la comunidad con las diferentes dependencias de la Alcaldía dispuestas para cada situación.
Ante este panorama, Sandra Lucía Serna, de las Empresas Varias de Medellín, afirma: “El proceso debe empezar con cultura ciudadana, pues si la comunidad no se compromete con el buen manejo de los residuos, a Empresas Varias no le queda más que seguir recogiendo”.
Varias fueron las estrategias que se contemplaron en el encuentro, entre ellas sanciones más severas a los establecimientos que incumplan la normativa referente al desecho y la acumulación de basuras; la inclusión de nuevas rutas de recolección que se ajusten a los horarios en que bares y restaurantes terminan su labor; la instalación de rejillas de propileno para las alcantarillas, y campañas educativas y de sensibilización puerta a puerta para el manejo de residuos y horarios.
Se espera que las quejas y medidas se consoliden. La JAC de Poblado Centro se comprometió a establecer una propuesta clara entre vecinos y comerciantes para presentarla a la Alcaldía, mientras que el coordinador de los guías ambientales, Andrés Ramírez, tomó nota de las solicitudes que la secretaría de Medio Ambiente puede atender. Las demás se darán a conocer a la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Obras Públicas.
Se aplaza la peatonalización
Se aplaza la peatonalización
El 13 de octubre, como lo había establecido la comisión accidental del Concejo, no se hará efectiva la peatonalización del Lleras
Aunque la comunidad residente, comerciantes y visitantes de la Zona Rosa esperaban para el 13 de octubre el inicio de la prueba piloto de la peatonalización del Parque Lleras, esta aún no se hará debido a que la Secretaría de Movilidad y Planeación Municipal no han definido las vías de cierre y su impacto en el tránsito del sector.
Según Flor Alicia Peláez, subsecretaria de Movilidad, “estamos evaluando unas alternativas para tomar decisiones definitivas. Debemos tener claridad y hacer una evaluación técnica de cuáles son las mejores opciones en cuanto al cierre, teniendo en cuenta la afectación de la movilidad y las zonas de estacionamiento reguladas que van a ser suprimidas. Nosotros lo tenemos como un proyecto prioritario. Esta semana estaremos dando un vistazo con Planeación para definir la peatonalización. Después de evaluar las alternativas, entregaremos oficialmente el proyecto para su socialización”.
Robert Bohórquez, concejal que preside la comisión accidental de parquímetros del Parque Lleras, expresa: “Es importante que se defina antes de finalizar octubre, ya que se avecinan eventos internacionales para la ciudad como el concierto de Madonna, donde se esperan muchos visitantes y turistas a Medellín. El Parque Lleras debe estar preparado para recibir toda esta gente”.
Asimismo, el concejal Nicolás Duque, quien ha acompañado el proyecto de peatonalización, puntualiza: “Sabemos que el cierre implica una correcta evaluación, pero notamos que el proceso se puede estar dilatando si no se definen rápidamente las fechas”.
A estas posiciones se suma la Corporación Zona Rosa, que congrega a los comerciantes del sector, y que espera lo antes posible el cierre de “las dobles T”, alrededor del Parque Lleras. “El compromiso de nosotros es dar una correcta socialización del proyecto para que las personas se apropien del espacio. Estamos trabajando junto a los residentes para avanzar en temas como el control del ruido y la seguridad, y garantizar que este proyecto sea un ejemplo de ciudad”, expresa su vocero Luis Guillermo Orjuela.
Por su parte, los representantes de la comunidad piden a la administración municipal y a empresarios del Parque Lleras tener muy en cuenta a los habitantes vecinos del Lleras y Provenza, para que el proyecto garantice pactos de convivencia que impidan la vulneración de los derechos de los residentes. “Exigimos que haya normas precisas con respecto a los residentes vecinos. Hay que tener claro el protocolo antes de implementar los cierres”, manifiesta Elisa Sánchez, presidente ejecutiva de Corpoblado.
Aceras en mal estado
Aún sin comenzar la prueba piloto de peatonalización del Lleras, una de las mayores preocupaciones de los usuarios de la Zona Rosa es el estado actual de los andenes que hay alrededor del parque. “Antes de volver peatonal el parque la Alcaldía debería darse una caminada por acá para que vea en qué condiciones se están movilizando los peatones. Normalmente, un fin de semana, nos toca caminar por la calle, porque los andenes son muy estrechos, además tienen huecos y sobresaltos. He visto personas caerse”, expresa Alejandro Aguirre, peatón de El Poblado.
A quejas como esta se suma la de la residente María Cristina Piedrahita, quien hace poco decidió visitar la zona más turística de Medellín junto a un amigo extranjero, recién llegado a la ciudad. “Fue una sorpresa ver las condiciones en que están los andenes de la Zona Rosa. Ahora que hablan de peatonalización, no entiendo cómo un lugar de estos, tan importante, que es referente de Medellín, tiene unas aceras tan malas. Le deberían poner más atención a esto”, señala la ciudadana.
La Corporación Zona Rosa declara que a raíz del mal estado del espacio público alrededor del Parque Lleras, han hecho un llamado a la administración municipal para que mejore las condiciones urbanísticas del sector. “Además de que muchas de las aceras no garantizan un buen desplazamiento, se están robando las tapas de las alcantarillas. Todo esto está degenerando la calidad de los andenes y es grave porque allí la gente puede caerse”, señala Luis Guillermo Orjuela, representante de la agremiación de empresarios.
Aceptar lo que es
Aceptar lo que es
/ Carolina Zuleta
Las personas se preguntan: ¿Qué tengo que hacer para ser feliz? Y yo creo que a veces las respuestas son tan simples y están tan cerca de nuestras narices que no las vemos. Al leer teorías sicológicas, científicas y religiosas he observado que hay ciertos principios para ser feliz que son universales. Me pregunto: ¿Cuántas veces más los tendremos que leer hasta que los adoptemos de una vez por todas? En los próximos artículos escribiré sobre algunos de estos principios: aceptar lo que es, perdonar, ser agradecido, vivir en el presente y elegir el amor.
En una Navidad, cuando éramos niños, como era tradición, elevamos un globo. Encendimos la mecha y vimos cómo el globo de papel se iluminaba y se llenaba de aire caliente. Al soltarlo, empezó a volar como si fuera magia. En ese momento, mi hermano, que no tenía más de cinco años, empezó a llorar porque el globo estaba yendo en la dirección opuesta a la que él quería. Deseaba que el globo se fuera hacia el sur, pero los vientos quisieron llevarlo al norte. Él lloraba por algo que estaba fuera de su control; porque no quería aceptar lo que era.
Como adultos no sufrimos por un globo, pero igualmente sufrimos por cosas que están fuera de nuestro control y en especial sufrimos por nuestra incapacidad de aceptar lo que es.
Estoy convencida de que nuestros comportamientos y actitudes tienen un impacto muy grande en la vida que tenemos, pero también sé que hay cosas que están fuera de nuestro control. Muchas personas se amargan la vida porque quienes están a su alrededor no se comportan como ellos desean: “Es que él nunca me acompaña a mis planes”. Otras personas tienen lo que todos podríamos acordar que son razones más válidas para sufrir –una enfermedad terminal o perder a un ser querido–. Sin embargo, no importa qué tan pequeña o importante sea la razón por la cual estamos sufriendo, el sufrimiento siempre es más grande cuando nos negamos a aceptar lo que es. En el momento en que decidimos internamente aceptar lo que es, empezamos a sentir alivio. Aceptar lo que es, no significa rendirnos y vivir una vida mediocre, sino estar en paz con situaciones que no podemos cambiar.
Como dice esta oración: “Señor, dame fuerza para cambiar lo que puedo cambiar, la serenidad necesaria para aceptar lo que no puedo cambiar, y la sabiduría para distinguir entre ambas”.
Revisa tu vida: ¿Qué no estás aceptando? ¿Qué crees que algún día va a cambiar, pero que al mirarlo de cerca te das cuenta de que no está en tus manos modificarlo? En especial, observa tus relaciones con otras personas: ¿Qué esperas que ellas cambien para sentirte mejor? Acéptalo en este momento, piensa que eso no va a cambiar o, por lo menos, que no depende de ti. Y, sobre todo, ten claro en tu corazón que aunque eso no cambie, tú siempre puedes elegir cómo sentirte.
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El Poblado votó sus proyectos
El Poblado votó sus proyectos
Cinco proyectos y 63 delegados fueron elegidos durante las Asambleas Barriales de Planeación Local y Presupuesto Participativo
Promoción de la salud y prevención de la enfermedad; acceso a la educación de la primera infancia a niños con necesidades educativas especiales, y a la educación superior para los estratos 1, 2, 3 y 4; fortalecimiento de las redes de organizaciones como la JAL, las JAC, comités cívicos, mesa ambiental, clubes de vida, entre otras; atención social a población vulnerable como personas mayores y en situación de discapacidad; y programas para el fortalecimiento del deporte y la recreación, fueron los cinco proyectos priorizados por la comunidad de El Poblado, dentro de las Asambleas Barriales del pasado 7 de octubre.
Según la Secretaria de Desarrollo Social y el programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo –PL y PP–, a la jornada electoral en El Poblado asistieron, aproximadamente, 1.830 personas, siendo Manila y la Loma de Los González los barrios de mayor participación ciudadana de las once asambleas barriales programadas en la comuna 14. Durante la jornada fueron elegidos 63 delegados, representantes de las organizaciones comunitarias.
“Hasta el momento los datos son preliminares; el monto del techo de participación aún no se tiene, pues faltan asambleas barriales en Santa Elena, y el tema de la participación en la ciudad influye en el proceso de distribución de recursos para las comunas”, aclara Arsei Herrera, dinamizador de la comuna 14 de la Secretaría de Desarrollo Social.
La Alcaldía de Medellín destinó para los próximos cuatro años 584 mil millones de pesos dentro del programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo. El año pasado, El Poblado recibió recursos por 4.132 millones, los cuales fueron destinados a proyectos de medio ambiente, salud, educación, seguridad, deporte y atención social, entre otros.
Andrés López, secretario general de la Junta Administradora Local, manifiesta que si bien en las Asambleas Barriales hubo una buena participación de estratos 2, 3 y 4, aún sigue faltando la participación de los estratos altos. “Si tenemos en cuenta que la participación es uno de los ítems que da recursos para PP para el próximo año, y que en El Poblado participaron 1.830 personas, de aproximadamente 106.000 que participaron en toda la ciudad, y que la comuna tiene un poco más de 122.000 habitantes según la encuesta de calidad de vida del 2011, pues entonces nos volvimos a rajar en participación”, señala López.
La ciudad participa
Según los datos oficiales de la Secretaría de Desarrollo Social, en las 16 comunas de Medellín y sus cinco corregimientos, 106 mil personas participaron en los 470 puestos de votación dispuestos para las jornadas comunitarias. Los resultados arrojan que 105 proyectos fueron priorizados en toda la ciudad, de los 305 propuestos, y se eligió el 84 por ciento de los candidatos inscritos, 3.448 de un total de 4.100.
Los proyectos más votados por las distintas asambleas tienen relación con salud, educación superior y vivienda. En un segundo orden se encuentran los proyectos de protección social, obras públicas, cultura, organización y participación, convivencia y seguridad, medio ambiente y seguridad alimentaria.
Jorge Iván Mejía, secretario de Participación Ciudadana, destaca que durante la jornada hubo “una aceptación muy grande, masiva, a los cambios que se han introducido al proceso de Planeación Local y Presupuesto Participativo a partir del presente año; cambios que tienen que ver con la necesidad de articular los 150 mil millones de pesos que para el 2013 van a ser priorizados a través del Presupuesto Participativo con los Planes de desarrollo Local”.
No por mucho madrugar…
No por mucho madrugar…
“Antes se esperaba el 7 de diciembre para prender las velas y salir a ver los alumbrados, ahora ya se espera para perderse…”
No terminaba de empezar septiembre y en un almacén de cadena, en El Poblado, un villancico sonaba como música de fondo. No era por equivocación. Tras él sonaron otros y en las estanterías sobresalían los árboles de Navidad, las guirnaldas verdes, rojas, azules, fucsias, doradas y plateadas; los papanoeles y sus trineos cargados de regalos; los pesebres, los pastores, las ovejas, los camellos, el niño Jesús en todos los tamaños y los reyes magos. Un ambiente mágico, sin duda. Lástima que aún faltara un trimestre para diciembre.
Claro está que al despuntar agosto las vitrinas de grandes avenidas, como la 33 y la 43 A, ya ofrecían las luces y demás elementos navideños; en diversas zonas de la ciudad varias bodegas empezaron a exhibir en las aceras atractivos decorados propios de la época decembrina, cuando ni siquiera se habían comenzado a vender los disfraces del Halloween. ¡Y eso sí que es bien extraño! No solo que nos adelantemos en el tiempo sino que una época se salte a otra. Es como salir primero a vacaciones de julio que de Semana Santa, o celebrar el cumpleaños tres meses antes, o sepultarnos antes de tiempo. No en vano un dicho popular, de incuestionable sabiduría, afirma que no por mucho madrugar amanece más temprano.
No se trata de ser aguafiestas, pero consideramos que forzar el inicio de diciembre y empezar a prender los alumbrados desde octubre, así sea de vez en cuando, lejos de contribuir a prolongar el espíritu navideño, lo que logra es restarle magia a una época del año que solía esperarse con ansia e ilusión durante 11 meses.
Adelantar la Navidad disminuye la capacidad de asombro que ese tipo de costumbres exalta; es quitarle a una época especial y determinada su condición de excepcional. Es privar a los rituales de su importancia, sacarlos de contexto, despojarlos de sentido, con cualquier pretexto. Hoy se prenden los alumbrados por la celebración de la Asamblea General del Luci (Lighting Urban Community International), luego por los conciertos de Madonna, después quién sabe por qué, pues este anacronismo empezó a principios del siglo cuando al alcalde de turno le dio por recibir a los asistentes a Colombiatex a finales de enero con los alumbrados prendidos y desde ahí la costumbre se ha venido extendiendo.
Sería interesante saber si se trata de una política pública que pretende que los alumbrados sean parte del paisajismo permanente de Medellín, y, de ser así, si eso es en realidad lo que queremos que nos caracterice y no otros elementos.
Como decía un habitante de El Poblado: “Antes se esperaba el 7 de diciembre para prender las velas y salir a ver los alumbrados, ahora ya se espera para perderse, porque a esa altura ya estamos saturados de tanta Navidad”.
No por mucho madrugar…
No por mucho madrugar…
“Antes se esperaba el 7 de diciembre para prender las velas y salir a ver los alumbrados, ahora ya se espera para perderse…”
No terminaba de empezar septiembre y en un almacén de cadena, en El Poblado, un villancico sonaba como música de fondo. No era por equivocación. Tras él sonaron otros y en las estanterías sobresalían los árboles de Navidad, las guirnaldas verdes, rojas, azules, fucsias, doradas y plateadas; los papanoeles y sus trineos cargados de regalos; los pesebres, los pastores, las ovejas, los camellos, el niño Jesús en todos los tamaños y los reyes magos. Un ambiente mágico, sin duda. Lástima que aún faltara un trimestre para diciembre.
Claro está que al despuntar agosto las vitrinas de grandes avenidas, como la 33 y la 43 A, ya ofrecían las luces y demás elementos navideños; en diversas zonas de la ciudad varias bodegas empezaron a exhibir en las aceras atractivos decorados propios de la época decembrina, cuando ni siquiera se habían comenzado a vender los disfraces del Halloween. ¡Y eso sí que es bien extraño! No solo que nos adelantemos en el tiempo sino que una época se salte a otra. Es como salir primero a vacaciones de julio que de Semana Santa, o celebrar el cumpleaños tres meses antes, o sepultarnos antes de tiempo. No en vano un dicho popular, de incuestionable sabiduría, afirma que no por mucho madrugar amanece más temprano.
No se trata de ser aguafiestas, pero consideramos que forzar el inicio de diciembre y empezar a prender los alumbrados desde octubre, así sea de vez en cuando, lejos de contribuir a prolongar el espíritu navideño, lo que logra es restarle magia a una época del año que solía esperarse con ansia e ilusión durante 11 meses.
Adelantar la Navidad disminuye la capacidad de asombro que ese tipo de costumbres exalta; es quitarle a una época especial y determinada su condición de excepcional. Es privar a los rituales de su importancia, sacarlos de contexto, despojarlos de sentido, con cualquier pretexto. Hoy se prenden los alumbrados por la celebración de la Asamblea General del Luci (Lighting Urban Community International), luego por los conciertos de Madonna, después quién sabe por qué, pues este anacronismo empezó a principios del siglo cuando al alcalde de turno le dio por recibir a los asistentes a Colombiatex a finales de enero con los alumbrados prendidos y desde ahí la costumbre se ha venido extendiendo.
Sería interesante saber si se trata de una política pública que pretende que los alumbrados sean parte del paisajismo permanente de Medellín, y, de ser así, si eso es en realidad lo que queremos que nos caracterice y no otros elementos.
Como decía un habitante de El Poblado: “Antes se esperaba el 7 de diciembre para prender las velas y salir a ver los alumbrados, ahora ya se espera para perderse, porque a esa altura ya estamos saturados de tanta Navidad”.
No por mucho madrugar…
No por mucho madrugar…
“Antes se esperaba el 7 de diciembre para prender las velas y salir a ver los alumbrados, ahora ya se espera para perderse…”
No terminaba de empezar septiembre y en un almacén de cadena, en El Poblado, un villancico sonaba como música de fondo. No era por equivocación. Tras él sonaron otros y en las estanterías sobresalían los árboles de Navidad, las guirnaldas verdes, rojas, azules, fucsias, doradas y plateadas; los papanoeles y sus trineos cargados de regalos; los pesebres, los pastores, las ovejas, los camellos, el niño Jesús en todos los tamaños y los reyes magos. Un ambiente mágico, sin duda. Lástima que aún faltara un trimestre para diciembre.
Claro está que al despuntar agosto las vitrinas de grandes avenidas, como la 33 y la 43 A, ya ofrecían las luces y demás elementos navideños; en diversas zonas de la ciudad varias bodegas empezaron a exhibir en las aceras atractivos decorados propios de la época decembrina, cuando ni siquiera se habían comenzado a vender los disfraces del Halloween. ¡Y eso sí que es bien extraño! No solo que nos adelantemos en el tiempo sino que una época se salte a otra. Es como salir primero a vacaciones de julio que de Semana Santa, o celebrar el cumpleaños tres meses antes, o sepultarnos antes de tiempo. No en vano un dicho popular, de incuestionable sabiduría, afirma que no por mucho madrugar amanece más temprano.
No se trata de ser aguafiestas, pero consideramos que forzar el inicio de diciembre y empezar a prender los alumbrados desde octubre, así sea de vez en cuando, lejos de contribuir a prolongar el espíritu navideño, lo que logra es restarle magia a una época del año que solía esperarse con ansia e ilusión durante 11 meses.
Adelantar la Navidad disminuye la capacidad de asombro que ese tipo de costumbres exalta; es quitarle a una época especial y determinada su condición de excepcional. Es privar a los rituales de su importancia, sacarlos de contexto, despojarlos de sentido, con cualquier pretexto. Hoy se prenden los alumbrados por la celebración de la Asamblea General del Luci (Lighting Urban Community International), luego por los conciertos de Madonna, después quién sabe por qué, pues este anacronismo empezó a principios del siglo cuando al alcalde de turno le dio por recibir a los asistentes a Colombiatex a finales de enero con los alumbrados prendidos y desde ahí la costumbre se ha venido extendiendo.
Sería interesante saber si se trata de una política pública que pretende que los alumbrados sean parte del paisajismo permanente de Medellín, y, de ser así, si eso es en realidad lo que queremos que nos caracterice y no otros elementos.
Como decía un habitante de El Poblado: “Antes se esperaba el 7 de diciembre para prender las velas y salir a ver los alumbrados, ahora ya se espera para perderse, porque a esa altura ya estamos saturados de tanta Navidad”.
Actividad Paranormal 4
Actividad Paranormal 4
La cuarta parte de la historia continúa volviendo al presente para retratar acontecimientos posteriores a los primeros dos filmes.
Argo
Argo
Narra la operación encubierta para rescatar a seis rehenes estadounidenses en manos de militantes iraníes. Basada en hechos reales de 1979.
Asesino del Futuro
Asesino del Futuro
Joe tendrá que asesinar gente que después es enviada al pasado, en donde se encarga de quemar los cuerpos para que no queden rastros. Estreno el 12 de octubre en las salas de cine de la ciudad.
Autorretrato del gesto
Autorretrato del gesto
Esta y tres portadas más de Vivir en El Poblado llevan las obras del artista David Bedoya, de la serie Pinturas de pared
David Bedoya González, estudiante de licenciatura en artes plásticas en la Universidad de Antioquia e ilustrador científico del Museo Universitario (Muua), identificó a temprana edad sus habilidades artísticas. Al terminar bachillerato en Medellín, conformó con otros jóvenes un grupo de dibujantes que recorrió varias ciudades del país haciendo retratos en eventos culturales, ferias y exposiciones. David se dedicó a esto de los 17 hasta los 23 años, edad en la que se presentó a la universidad. La experiencia le enseñó a trabajar el retrato natural y espontáneo, a vivir del arte y a conocerse a sí mismo.
En la carrera universitaria ha ido descubriendo su inclinación por la pintura y la buena acogida de su trabajo por parte de sus profesores. En medio de muchas propuestas de instalación, performance, audiovisual y otras técnicas, David se pregunta por la relevancia de la pintura desde su experiencia personal. Así, las obras de la serie Pinturas de pared, en las cuales ha trabajado durante los últimos dos años, parten del quehacer artístico. “Intento retratarme a mí mismo pero no desde el rostro si no desde la mano, desde el gesto y lo que hago”, dice.
Desde el año 2005 ha estado participando en exposiciones colectivas e individuales. En 2009 presentó la obra Dibujos y retratos, en la biblioteca de la Universidad de Antioquia. Fue parte de las exposiciones y subastas de la Facultad de Artes y la Fundación Infantil Santiago Corazón en 2010 y 2011, respectivamente, y este año participó en la exhibición Impar, en Comfenalco La Playa. Sus cuadros, de la serie Pinturas de pared, son actualmente portada de Vivir en El Poblado. En la presente edición, la obra en óleo sobre lienzo, titulada Pintura gris, deja ver la pintura esparcida e intervenida con los dedos.
María Mercedes González Cáceres
María Mercedes González Cáceres
Desde esta semana lidera el Museo de Arte Moderno de Medellín
La primera vez que María Mercedes González visitó la nueva sede del Museo de Arte Moderno de Medellín fue en la exposición del cubano Carlos Garaicoa, a mediados de 2010. Poco se imaginaba esta bumanguesa que dos años más tarde se convertiría en la nueva directora de la entidad.
Hace un par de semanas le fue anunciado su nuevo cargo y esta semana llegó a Medellín para hacer el empalme con la directora saliente, Juliana Restrepo.
María Mercedes es politóloga de la Universidad Javeriana de Bogotá, pero su afición por las artes viene desde temprana edad con dos abuelos músicos y con el descubrimiento de la flauta traversa en una orquesta sinfónica infantil. En la carrera, las materias electivas la fueron encaminando hacia el arte y finalmente su monografía de grado fue sobre el arte como expresión política, mediante la investigación del trabajo del artista alemán Joseph Beuys. Hoy sigue siendo una apasionada por la música clásica, la ópera y el rock, el cine y la lectura o, como se describe a sí misma, una consumidora cultural.
A sus 35 años cuenta con dos maestrías, una en Historia del Arte Argentino y Latinoamericano, de la Universidad Nacional de San Martín, en Buenos Aires, Argentina, y otra en Estudios Mediáticos en The New School, Nueva York. Esta última ciudad es donde María Mercedes residía hasta el fin de semana pasado.
Comparar Medellín con una capital mundial como lo es Nueva York, especialmente en términos de arte, es injusto, pero no es absurdo que la nueva directora venga permeada de esa metrópoli. “Son dos contextos muy distintos, económicos y culturales, pero uno de los frentes en los que se puede aprender mucho de los museos e instituciones sin ánimo de lucro en Estados Unidos es en el fortalecimiento del área de desarrollo y consecución de recursos; allá es una ciencia y es una ardua tarea para hacer continua e insistentemente”, dice la nueva directora.
Sus otros retos serán la realización de la segunda etapa del Mamm, la internacionalización del mismo –que ya inicia con la exposición de la maestra Débora Arango itinerando por Estados Unidos– y la continuación del legado de Juliana Restrepo, a quien María Mercedes reconoce un gran aporte en la reinvención del museo y un alto nivel de calidad en las exposiciones. El sueño de María Mercedes es traer a la serbia Marina Abramovic, una reconocida artista del performance. Pero la tarea para estos primeros días es la inmersión total en el museo y en su cargo, y en la exposición que se avecina del maestro Luis Caballero.
Andrea Landa: diseñando una pasión
Andrea Landa: diseñando una pasión
Después de vivir y estudiar varios años en Europa, esta diseñadora de modas regresa a Medellín para emprender nuevos retos
Cuando Andrea Landa Aguirre se graduó del Columbus School en 2004 tenía el mapa de su ruta profesional trazado de forma precisa. Iría seis meses a París a estudiar francés y regresaría a Colombia para estudiar Administración de Empresas en la Universidad de Los Andes, en Bogotá. El encanto de la vida parisina fue más fuerte de lo esperado y el semestre se convirtió en un año en el que se alternaban la clases de francés con cursos de fotografía.
Cuando visitó en Barcelona a una amiga que estudiaba diseño de moda, Andrea recordó que su verdadera pasión era el diseño. Desde pequeña había visto el trabajo de su madre, Ana María Aguirre, en accesorios en cuero y había sido testigo del desarrollo completo de su empresa de moda y de su pasión por la estética en este campo.
Sin querer hacer un giro abrupto en lo que había planeado para su carrera, Andrea decidió buscar un punto intermedio entre diseño de modas y administración, lo cual la llevó presentarse a la carrera de mercadeo y comunicación de la moda en el IED (Instituto Europeo de Diseño). Una vez tenía el título en la mano, sintió que aún no era suficiente. “Lo más lindo de la moda es el diseño”, dice Andrea.
Así que se fue a Londres a realizar una especialización en el Instituto Marangoni, pero con seis meses de estudio entendió que definitivamente lo que necesitaba hacer era el pregrado en diseño de modas y empezó de cero en la misma institución educativa. “Yo quería saber todo desde la investigación hasta el desarrollo del diseño”.
Después de lo que parecía un largo camino para encontrar lo que verdaderamente la apasiona, Andrea vio las recompensas cuando al graduarse en junio de este año, fue seleccionada con otros 19 estudiantes de su clase (entre un total de 80) para presentar su colección de grado en el desfile de fin de año. De los 20, ella recibió el premio a mejor colección. El premio incluía presentar sus prendas en las competencia internacional del Instituto Marangoni, en París, y allí obtuvo el segundo puesto.
We grew up with folk tales
Crecimos con mitos y leyendas. Ese es el nombre de la colección de Andrea, inspirada en personajes como La Patasola y La Llorona. “Tiene mucho que ver con la naturaleza, con el Amazonas, con los bejucos de donde uno se colgaba chiquito con los primos, con la naturaleza y el medio ambiente colombiano”, explica la diseñadora. Fueron 30 vestimentas dibujadas y seis producidas, compuestas por 14 prendas. Todas fueron realizadas con mucho trabajo a mano en cuero, gamuza y chifón de seda, este último estampado digitalmente con diseños desarrollados por Andrea. Ahora, con solo unos meses de haber regresado a Medellín, Andrea espera darle inicio a su marca con la producción completa de esta colección.
El homenaje de Alberto
El homenaje de Alberto
Con motivo del aniversario número cuarenta de su Galería De La Oficina, el arquitecto, curador, crítico y coleccionista de arte Alberto Sierra, fue homenajeado por el Mamm. El museo le otorgó el Amigo Platino, reconocimiento que brinda “a las personas que han entregado su vida y conocimiento para que hoy entidades como el Mamm existan y sean lugares de encuentro y asombro”. Con frases de cariño y admiración, sus amigos le honraron por su invaluable contribución a la promoción y desarrollo del arte y la cultura en nuestro país.
Alberto Sierra
Fernando Ojalvo
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Humberto Echavarría
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Álvaro Marín Vieco, Nicanor Restrepo
Ana Piedad Jaramillo
Armando Montoya, Ana Patricia Palacios
Camila Uribe, Óscar Salazar, Martha Luz del Corral, Horacio Jaramillo
Dwight Crutchfield, Juliana REstrepo, Jorge Julián Aristizábal
Eugenia Pérez, Roberto Luis Jaramillo
Eugenia Sierra, Rocío Sierra, Alicia Sierra, Alberto Sierra, Mario Sierra
Héctor Rincón, Heriberto Fiorillo
Juliana Restrepo, Alberto Sierra
Juliana Restrepo, Alberto Sierra
Alberto Sierra y su Medalla
Lina Roldán, Ronny Vayda
Lusa Aguilar, Johanna Logreira
Manuela Colorado, Ricardo Cárdenas, Iván Hurtado, Jesús Abad Colorado
María Eugenia Muñoz, Claudia Ramírez
Maribel Salazar, Marta Elena Vélez
Marta Beatríz Mejía, Guillermo Melo
Natalia Tejada, Carlos Zapata, Rodrigo Callejas, Julián Estrada
Palabras de Juliana Restrepo
Pilar Velilla, Julián Posada
Ramón Ramírez
Rocío Sierra, Alicia Sierra, Alberto Sierra, Mario Sierra
Tony Evanko, Helena Aguilar, Luis Estrada, Sonia Sequeda
Victoria Jiménez, Carlos Montoya
Adolfo Naranjo, Astrid Arango, Pilar Naranjo
Alberto Sierra
Subasta de Arte Cariño
Subasta de Arte Cariño
Obras de Fernando Botero, Beatriz González, Débora Arango, Enrique Grau, entre otros grandes artistas, hicieron parte de la Subasta de Arte Cariño. El objetivo del evento era obtener fondos para la Corporación de Amor al Niño Cariño, organización sin ánimo de lucro que trabaja en contra del maltrato y abuso sexual infantil en nuestro país. En esta vigésima cuarta versión, celebrada en la Sala de Artes de Suramericana, se subastó incluso una vajilla diseñada por Salvador Dalí.
Alejandra López, Claudia Cuartas
Doris Ortega, Luz Ángela Soto
Elkin Vásquez
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Jaime Roldán
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Felipe Molina, Luis Fernando Molina, Pedro Villa
Iván Darío Gil, Beatríz Upegui
Jorge Aníbal Zapata
José Mejía, Maricela Gómez
Lina María Quirana, Harold Ortíz, Wilber Molina
Manolo Cienfuegos, Cecilia Escobar
Manuela Velásquez, Jorge Uribe
María Eugenia Puente, Checho Zuluaga
María Eugenia Saldarriaga, Alberto Hugo Restrepo, Amparo Loaiza, Juan Carlos Álvarez
Marta Cecilia Lince, Rosmira Álvarez, Elvia Ruth Sierra
Martha Yepes, Cristina Ortíz
Mateo Loaiza, Jorge Eduardo Loaiza
Matías Gaviria, Paola Jiménez
Mauricio Jaramillo, Carlos Mario Álvarez, María Elena Soto
Nelson Mejía, Luis Ignacio Alzate
Nicolás Duque
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Orlando Jiménez
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Ricardo Arango
Julio Restrepo
Justin Miller en Attic
Justin Miller en Attic
El famoso dj neoyorquino Justin Miller mostró todo su talento detrás del tornamesa, en su concierto en Attic Bar Loft , en Río Sur. El exproductor del aclamado sello discográfico norteamericano DFA, brindó un espectáculo memorable en el que prendió a todos los fiesteros con su fusión de new disco y deep house.
Carolina Gudlach
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Carolina Rojas, Paola Betancur
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Catalina Estrada
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Justin Miller
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Daniela Bedoya
Erika Mena
Hayley Burrows, Esteban Gaviria, Sara Vásquez, Carolina Vélez, Grant Twentyman
Juan Flórez, Clara Cárdenas
Juliana Clavijo, Juliana Vásquez, Melina Alzate
Juliana González, José Vangoechea
Justin Miller
Luis Bernardo Pérez, Juanita Betancur, David Díez
Paula Salinas
Paulina Castaño, Tomás Peláez
Santiago Londoño, María Jaramillo
Natura Inversa
Natura Inversa
José Moreno, Sara Herrera y Yennifer Cano son los tres jóvenes artistas que integran Natura Inversa. Esta exposición colectiva es impulsada por la Galería Móvil, una plataforma itinerante y flexible para la promoción del arte en la ciudad. La muestra se encuentra en la carrera 34 No. 8-15 (barrio Provenza), de lunes a sábado (los martes con cita)
de 2:30 pm a 8 pm. Abierta hasta el 21 de octubre.
Informes en el 312 6683 – 313 650 3219
José Moreno
José Moreno
José Moreno
Sara Herrera
Yennifer Cano
Yennifer Cano
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Yennifer Cano
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Yennifer Cano
José Moreno
CSI, ¿a tus órdenes?
CSI, ¿a tus órdenes?
/ José Gabriel Baena
Los muchos y espeluznantes crímenes que podemos ver todos los días, repetidos una y otra vez por culpa del ya ido verano en los programas de TV de “CSI” de Los Ángeles, New York, Miami, ya los podremos tener traducidos al antioqueño, casi que “producidos en vivo y en directo” por medio de las obras de infraestructura de vanguardia que la semana pasada inauguraron en La Alpujarra el Fiscal General de la Nación y el embajador de los Estados Unidos: la Unidad contra las Bandas Criminales, la sub-unidad de Atención a Víctimas (para denuncias, información, procesos y asesoría legal), y, para este cronista, la más interesante de las nuevas oficinas, el Centro de Identificación Humana, que según el embajador McKinley, literalmente “es el segundo laboratorio más moderno del mundo, con la última tecnología para identificación de restos por parte de los forenses” y lo cual hace más rápida la entrega de los cuerpos a las familias. ¿Qué significa esto? Por las películas de las franquicias CSI sabemos que una vez se produce un crimen en tierra o mar se establece de inmediato lo que los forenses llaman “la escena del crimen”, rodeada de cintas amarillas y toda puerta clausurada dentro de los recintos implicados. Una vez los expertos examinan milímetro a milímetro el terreno en busca de cualquier huella o partícula que les pueda servir para la investigación, incluido naturalmente el cuerpo de la víctima –cuando lo encuentran- todo es llevado en bolsas cerradas y selladas, ahora sí, al laboratorio forense propiamente dicho. Si el que acaban de inaugurar en La Alpujarra es tan súper dotado tecnológicamente como el de CSI Miami, los criminales de corbata que abundan en la ciudad podrán empezar a temblar o a pensar en cambiar de terreno. Lo más simple en una búsqueda es el cotejo de ADN y el rastreo digital de identidades, sumado esto a una cantidad de procedimientos de matching o comparación pero sobre todo a la reflexión de los investigadores, especialistas en medicina, física, química, psicología, sobre “qué y por qué pasó esto y aquí en este lugar”. Me refiero más a la serie hecha sobre el CSI Miami –ya fuera de emisión en USA- porque en ella trataron en profundidad los peligrosos ambientes del crimen “latino” en esa ciudad, no en cualquier tugurio –que también los hay- sino en los lujosos ambientes de la mafia, la moda, los programas corruptos de la TV, las “aristocracias” cubanas o portorriqueñas, etc. Uno se pregunta con espanto cómo es posible que en Medellín no se haya podido declarar culpable en algún grado a la persona que lanzó a una niña desde un piso 18 hace pocas semanas, con todas las pruebas ahí, o que a diario pongan en libertad a sujetos que matan a un ciudadano para robarle el auto. Hoy veo en la prensa la nota del joven bailarín muerto por una inyección de silicona en las nalgas: en CSI- NY ya estaría el culpable en condena perpetua. O la noticia del “Degollado joven en el barrio Villatina”. ¿Ya empezó a funcionar el Laboratorio CSI Medellín? Invito con entusiasmo al productor Jerry Bruckheimer para que se dé una pasadita por La Alpujarra y se lleve, y nos deje, algunas ideas.
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Picar: doble placer
Picar es doble placer: para el comensal porque puede comer de todo. Para el cocinero porque puede sacar lo mejor de su repertorio. Afortunadamente en nuestra ciudad crece la oferta de estos sitios deliciosos para almorzar, comer o tardear de tiro largo y cada vez más restaurantes se adaptan a esta forma de servir. El comensal tiene la palabra y la clave está en sus manos, ya que puede ir pidiendo de a poco para ir picando. Mucho mejor que la picada tradicional paisa en la que se mezclan sabores y temperaturas y unos alimentos afectan los otros. Por eso prefiero las picadas de “juntos pero no revueltos”, de ahí que un buen sistema sea servir todo en coquitas independientes.
Conozco, porque he trabajado en los dos tipos de restaurantes en donde sirven picadas: la mayoría, en donde las planean responsablemente desde la mise en place y son ricas, y otros, muy pocos pero que los hay los hay, en donde simplemente van reservando lo que se va quedando y se preocupan más por salir del inventario que por enamorar al comensal.
Picada de noticias
• “Aquí paró Lucho”. Se nos fue Lucho, el célebre cocinero que puso de moda la Plaza Minorista. Que en paz descanse este extraordinario personaje del que aprendimos tanto y comimos tan rico. Sigue el negocio en manos de su hermana y las cocineras de siempre. Que Dios lo tenga en su cocina.
• Texaco Otraparte, entrando a Envigado, se convirtió en un rico polo gastronómico que arrancó con Burger King y siguió con frutera, cebichería, tienda delicatesen y dos de mis cocineros favoritos: Santiago Uribe, quien reabrió, ahí está la Virgen, su extraordinaria Pizza Rusticana, y el argentino Alberto Palópoli, quien montó una parrilla muy argentina donde sirve carnes y otras delicias, al mejor estilo porteño.
• Esta semana es obligatorio ir a Maridaje 2012, en donde gran parte de los mejores restaurantes de la ciudad se reúnen para ofrecer sus platos. Un programa fabuloso para toda la familia y exquisito para el paladar, que cada año está mucho mejor.
• Se institucionalizaron los Mercados Campesinos promovidos por la primera dama, doña Claudia Márquez. Arrancaron con gran éxito en La Presidenta pero también se van a estar haciendo en varios parques de la ciudad. Allí puede comer de la mano de la gente del campo, que vende todo fresco y más barato, y descubrir varios productores sensacionales de exquisiteces artesanales como “Country Valley” y “Margaritas del Río”.
• El restaurante El Aguacate se comprometió a volver a la arepa hecha a mano, como debe ser. Ya las probé, demasiado ricas lo transportan a uno a los mejores momentos de la vida. Ojalá muchos sigan su ejemplo a ver si recuperamos tanto camino perdido.
• Me indigna ver cómo muchos sitios emperifollados siguen ofreciendo el pescado vietnamita, basa o panga, como róbalo o bagre. Lo acepto de los caspetes y estaderos de carretera en donde probablemente no tienen la información, pero me duele ver cómo literalmente se engaña a la gente en restaurantes y hoteles importantes, a sabiendas de que está prohibido en muchos países por los peligros que implica para la salud y no tiene nada de róbalo ni de bagre. Usted, antes de comprarlo para su familia, investigue por internet. Escríbanme por favor a [email protected]
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Juana La Cubana: Carlos Andrés Jaramillo
Juana La Cubana: Carlos Andrés Jaramillo
En sus paredes reposan tambores, bongoes, maracas, cuadros de habanos, muñecos, fotografías y una gran cantidad de objetos traídos de La Habana y otros parajes de Cuba. Artículos que complementan a la perfección la propuesta gastronómica de Juana La Cubana, restaurante que ofrece una irresistible carta con platos auténticos de la cocina del país del mojito y el son, como la vaca frita, la ropa vieja, el codillo de cerdo, el bistec de palomilla, entre otros ricos manjares.
Carlos Andrés Jaramillo, chef de este restaurante localizado en el próspero sector culinario del Barrio Jardines, en Envigado, nos brinda una receta cubana ideal para picar y compartir: empanadas de camarón.
Empanadas de camarón (para 30 unidades)
Relleno: 800 gramos de camarón picado • 2 cabezas de ajo cortadas en pequeñas láminas • Aceite de oliva • Media copa de vino blanco • Sal • Pimienta.
Masa: 2 kilos de harina de trigo • 15 gramos de levadura (activa) • 450 gramos de mantequilla • 30 gramos de sal • 780 gramos de agua tibia (3 tazas aprox.) • 15 gramos de azúcar.
Preparación
Relleno: A una sartén caliente agregar el aceite de oliva y saltear el ajo hasta que dore. Añadir el camarón picado, sal y pimienta, y saltear. Verter media copa de vino. Retirar y dejar enfriar por 30 minutos.
Masa: Hacer un volcán de harina con los ingredientes secos (levadura, sal y azúcar). Derretir la mantequilla y cuando esté tibia combinar con la mezcla anterior, agregando también el agua. Amasar hasta que quede una mezcla homogénea y suave (hacerlo durante 15 minutos). Dejarla reposar durante media hora. Estirar con un rodillo, cortar y armar las empanadas, agregándoles el relleno (una cucharadita por unidad). Se recomienda enfriarlas en la nevera antes de freírlas, para que la masa quede bien tostada.Ají de hierbabuena
• 40 gramos de ají rocoto • 100 gramos de cebolla de huevo • 250 gramos de hierbabuena • 145 gramos de pimentón • 2 tazas de agua • 2 tazas de vinagre • 20 gramos de azúcar • 15 gramos de sal • 10 gramos de pimienta.
Preparación
Picar finamente la hierbabuena (con tallos incluidos). Picar en brunoise (cuadritos) la cebolla, el pimentón, el rocoto, y el pimentón. Mezclar con el resto de los ingredientes y reservar.
De tapas en Montaditos
De tapas en Montaditos
Concebido para emular a las acogedoras cervecerías de Barcelona, Madrid y otras ciudades españolas, Montaditos es un punto de encuentro excepcional para todos aquellos que buscan compartir unas exquisitas tapas en buena compañía.
Los montaditos, bocadillos de pan tipo barra con toda clase de deliciosas combinaciones encima, son la especialidad del restaurante, que los ofrece individuales y en tablas de 6, 12 y 18.
Entre nuestros sugeridos están los montaditos de tortilla de patatas, jamón serrano con queso manchego, langostino apanado con miel mostaza, solomito en salsa azul, y queso brie con cebollas caramelizadas (es dulce). De postre, vale la pena probar sus mini cheesecakes con helado. Las sangrías y las entradas son otras de sus fortalezas.
Montaditos cuenta con dos sedes, en el Mall San Lucas y en el Mall Interplaza. Informes en el 352 1808.