Inicio Blog Página 581

Montaña de oro

0

Montaña de oro
“Oviedo y Antioquia parte de tu vida”, un gran evento cultural que permite recorrer en un instante las nueve sub-regiones del Departamento.

Beatriz Elena Vélez; gerente de Oviedo,María Eugenia Maya de Ramos; primera dama del departamento
y Maximiliano Valderrama; secretario de competitividad y desarrollo de Antioquia; los anfitriones.

En alianza con Antioquia Mía y la Secretaría de Productividad y Competitividad de la Gobernación de Antioquia, Oviedo realizará hasta el 9 de agosto en sus instalaciones “Antioquia y Oviedo parte de tu vida”, evento que tiene como objetivo dar a conocer las riquezas, paisajes y costumbres de las nueve sub-regiones que componen el Departamento (Urabá, Bajo Cauca, Occidente, Norte, Nordeste, Magdalena Medio, Oriente, Suroeste y Valle del Aburrá).
Además de los stands de cada uno de estos lugares, “Antioquia y Oviedo parte de tu vida” ofrece la posibilidad de disfrutar múltiples conciertos y ganarse un viaje en helicóptero (con un acompañante) a una de las sub-regiones del Departamento y vivir una experiencia para la memoria.


El gobernador Luis Alfredo Ramos con
Juan Carlos Molina de La Tienda Creativa,
quien donó los diseños para la muestra.

Cosas de hombres / agosto (quincena 1)

0
 
 
Publicado en la edición 395, 02 agosto de 2009
 
     
 
 
 

Desde el Museo / agosto (quincena 1)

 
 
Publicado en la edición 395, 02 agosto de 2009
 
     
 
 
     
 
Medellín un lecho de rosas
 
     
 
Retoma un lugar común de nuestra cultura, que tiende a exagerar siempre los valores y logros de todo lo que ocurre en Medellín
 
     
 
 
     
 
Por Carlos Arturo Fernández U.
 
 
Juan Camilo Uribe (Medellín, 1945-2005) realizó la obra “Medellín un lecho de rosas” en 1982, en el marco de un evento organizado por el Museo de Arte Moderno en el cual se presentaban los más recientes desarrollos urbanos y los proyectos que, como el tren metropolitano, estaban dirigidos a transformar el futuro de la ciudad. De hecho, en ese momento el MAMM se convirtió en un centro de debate de políticas sociales, culturales y urbanísticas. Así, se ponía en obra el más significativo de sus objetivos fundacionales que consiste en establecer un diálogo entre los asuntos de la ciudad y la dimensión estética, basado en la convicción de que la visión del arte contemporáneo amplía los horizontes de esas reflexiones.
La versión de “Medellín un lecho de rosas” que conserva el Museo es, en realidad, una reconstrucción de la obra original y, como ella, está compuesta por una cama metálica corriente, de las que se encuentran en el comercio, y una serie de rosas artificiales de material plástico. El artista toma esos elementos del medio cotidiano y se limita a ensamblarlos de la manera más simple y directa.
Las dimensiones de este conjunto –50 centímetros de altura por 210 de largo y 90 de ancho– corresponden, por supuesto, a las de una cama habitual de este tipo; y las flores de plástico, que son hoy una especie en vía de extinción, procedían también del mercado más popular.
Pero la referencia a lo cotidiano se extiende también al título de la obra. Con él, retoma un lugar común de nuestra cultura, que tiende a exagerar siempre los valores y logros de todo lo que ocurre en Medellín, olvidando casi siempre que, aunque no la queramos ver, la realidad tiene muchas otras caras y verdades.
Este lecho de rosas es atractivo sólo en apariencia, pero funcionalmente es un desastre. Nadie estaría cómodo en él porque carece de todo lo esencial. Pero, además, las flores que, a falta de colchón, sirven sólo para engalanarlo, se revelan por la parte inferior como especies de agujas. En fin, un lecho de rosas que parece mejor un potro de tortura.
Por supuesto, creo que tras el encanto indiscutible de esta obra se oculta la visión descarnadamente dolorosa de una ciudad, que en esa década de los años 80 se hundía en el abismo de la claudicación de todos los valores en la más profunda tragedia de su historia, pero quería ocultarlo bajo las simples apariencias.
En su diálogo con los problemas urbanos, con “Medellín un lecho de rosas” Juan Camilo Uribe reivindica el arte como una forma de conocimiento que, a partir de la sensibilidad, posibilita una reflexión e integra dimensiones vitales que superan las ramplonas consideraciones donde la ganancia utilitaria es el valor absoluto.
 
 

Desde el Museo / agosto (quincena 1)

0
 
 
Publicado en la edición 395, 02 agosto de 2009
 
     
 
 
     
 
Medellín un lecho de rosas
 
     
 
Retoma un lugar común de nuestra cultura, que tiende a exagerar siempre los valores y logros de todo lo que ocurre en Medellín
 
     
 
 
     
 
Por Carlos Arturo Fernández U.
 
 
Juan Camilo Uribe (Medellín, 1945-2005) realizó la obra “Medellín un lecho de rosas” en 1982, en el marco de un evento organizado por el Museo de Arte Moderno en el cual se presentaban los más recientes desarrollos urbanos y los proyectos que, como el tren metropolitano, estaban dirigidos a transformar el futuro de la ciudad. De hecho, en ese momento el MAMM se convirtió en un centro de debate de políticas sociales, culturales y urbanísticas. Así, se ponía en obra el más significativo de sus objetivos fundacionales que consiste en establecer un diálogo entre los asuntos de la ciudad y la dimensión estética, basado en la convicción de que la visión del arte contemporáneo amplía los horizontes de esas reflexiones.
La versión de “Medellín un lecho de rosas” que conserva el Museo es, en realidad, una reconstrucción de la obra original y, como ella, está compuesta por una cama metálica corriente, de las que se encuentran en el comercio, y una serie de rosas artificiales de material plástico. El artista toma esos elementos del medio cotidiano y se limita a ensamblarlos de la manera más simple y directa.
Las dimensiones de este conjunto –50 centímetros de altura por 210 de largo y 90 de ancho– corresponden, por supuesto, a las de una cama habitual de este tipo; y las flores de plástico, que son hoy una especie en vía de extinción, procedían también del mercado más popular.
Pero la referencia a lo cotidiano se extiende también al título de la obra. Con él, retoma un lugar común de nuestra cultura, que tiende a exagerar siempre los valores y logros de todo lo que ocurre en Medellín, olvidando casi siempre que, aunque no la queramos ver, la realidad tiene muchas otras caras y verdades.
Este lecho de rosas es atractivo sólo en apariencia, pero funcionalmente es un desastre. Nadie estaría cómodo en él porque carece de todo lo esencial. Pero, además, las flores que, a falta de colchón, sirven sólo para engalanarlo, se revelan por la parte inferior como especies de agujas. En fin, un lecho de rosas que parece mejor un potro de tortura.
Por supuesto, creo que tras el encanto indiscutible de esta obra se oculta la visión descarnadamente dolorosa de una ciudad, que en esa década de los años 80 se hundía en el abismo de la claudicación de todos los valores en la más profunda tragedia de su historia, pero quería ocultarlo bajo las simples apariencias.
En su diálogo con los problemas urbanos, con “Medellín un lecho de rosas” Juan Camilo Uribe reivindica el arte como una forma de conocimiento que, a partir de la sensibilidad, posibilita una reflexión e integra dimensiones vitales que superan las ramplonas consideraciones donde la ganancia utilitaria es el valor absoluto.
 
 

Carlos Arturo Ángel

0

Carlos Arturo Ángel: Un hombre para el recuerdo. Presidente de ConConcreto, la Andi, la Asociación de Industriales Latinoamericanos y el Ingenio Riopaila; Gobernador de Risaralda, Senador de la República y Secretario General y docente de la Universidad Tecnológica de Pereira; son algunos de los cargos que ocupó Carlos Arturo Ángel, empresario que gracias a su carisma, sentido de la responsabilidad, compañerismo y transparencia, triunfó como dirigente tanto en el ámbito público como privado, ganándose la admiración y aprecio de todos quienes tuvieron el placer de conocerlo.

Talentoso multi-instrumentista, ingeniero químico de profesión, amante del bambuco, el tango, la pintura y el golf, Carlos Arturo Ángel es y será recordado por su interés real y sincero por contribuir al progreso económico, político y social de nuestro país. Este retrato fue tomado por Carlos Tobón en julio de 1994.

Los 7 fuegos del asador

0

Los 7 fuegos del asador
Parrilla, chapa, infiernillo, horno de barro, rescoldo, asador a la cruz, y caldero de hierro

Tuve mi primer contaacto con los asados cuando tendría unos 8 años, en esa época vivía por Laureles y al lado de nuestra casa estaban construyendo una vivienda nueva. Cuando a eso del medio día llegaba desde el colegio a casa, el vecindario estaba invadido de un invitador olor a carne asada a la leña y que yo denominé como “carne de trabajador”, plato que con frecuencia le pedía a mi madre que hiciera, a lo que ella no atendía diciendo que en la casa no había una parrilla, problema que nuestros vecinos, los obreros, habían resuelto fácilmente con 4 ladrillos y unas varillas de hierro. Aún hoy, cuando aspiro el olor inconfundible de la carne requemada del asado con el fuego avivado vuelvo a esos años de mi niñez.
Los adictos a ver en televisión por cable temas relacionados con las ollas y los sartenes, es casi seguro que han tenido la oportunidad de ver capítulos de una serie en la que el protagonista principal es un señor de edad mediana y calvicie incipiente, que usa botas altas y un pesado abrigo de cuero que lo protege del viento inclemente, usual en los recónditos lugares en los que cocina y que recorre en un Land Rover verde a lo largo de caminos semi perdidos de la Patagonia y Mendoza en Argentina y de la costa uruguaya cercana a Punta del Este.
Este personaje y gran cocinero se llama Francis Mallmann, un chef mítico en Argentina que conoce como nadie los secretos del fuego para cocinar. En sus programas, y seguro que así lo hace en la vida real, arma sin dificultad aparente, unos fuegos enormes con grandes leños, asando en ellos corderos, novillos, salmones, pollos, lomitos, tiras de asado, piernas, calabazas, zapallos, papas, etcétera, es decir, cualquier elemento que cocido sirva para alimentar al hombre.
Mallmann publicó recientemente en los Estados Unidos un libro en el que comparte sus conocimientos sobre el asado: “Seven Fires – Grilling the Argentine Way”. Cuenta en él que maneja los fuegos en siete formas distintas: parrilla, chapa, infiernillo (fuego encima y debajo de la pieza que se cocina), horno de barro, rescoldo, asador a la cruz, y caldero de hierro.
Para estos menesteres de asador el autor recomienda: para empezar utilizar leñas duras; luego armar el fuego en el terreno sobre áreas secas alejadas de edificios o líquidos inflamables; y a continuación proteger con piedras el sitio donde estará el fuego a fin de evitar que el mismo se extienda cuando sople el viento. Antes de encender el fuego mirar la dirección del viento y localizar el área donde se comerá, de tal forma que el humo no llegue a ella.
Para encender el fuego recomienda el procedimiento siguiente: primero apilar pedazos pequeños de madera seca o pedazos de papel periódico; alrededor de cualquiera de estos dos, armar una especie de pirámide con ramas de madera seca y otra más encima conformado por pedazos de madera seca un poco más grandes. A continuación enrollar 4 ó 5 hojas de papel periódico e introducirlas entre los huecos que quedan en las pirámides de maderitas. Para terminar la preparación, poner una tercera pirámide conformada por leños secos de unos 10 centímetros de diámetro y unos 40 centímetros de largo. Entonces, encender los periódicos y dejar que el conjunto tenga una buena llama. Una vez que todo esté bien encendido empezar a agregar nuevos leños. La cantidad de madera a utilizar dependerá del volumen o cantidad de comida que se vaya a preparar.
Una vez que el fuego empieza a formar brasas y estas se ponen blancas, se esparcen en la zona donde se realizará la cocción, en ella es posible controlar la cantidad de calor a aplicar a las piezas a cocinar. Colocando las manos sobre la zona el “termómetro” será: muy caliente si se soporta el calor de las brasas dos segundos, entre 3 y 4 segundos estará medio caliente, entre 5 y 6 segundos el calor será medio y entre 7 y 8 segundos se tendrá un calor bajo que es útil para cocciones lentas. Si se trata de una parrilla, esta debe estar unos 10 centímetros por encima del nivel superior de las brasas.
Si no tiene madera adecuada para cocinar, se podrá hacer el fuego utilizando carbón de leña o briquetas. Da una idea que con 3 kilos de carbón se podrá hacer un asado normal, para un asado que durará unas 3 horas, estima que se requerirán 10 kilos de carbón.
El libro presenta instrucciones detalladas para trabajar con cada uno de los siete elementos indicados anteriormente y finalmente, antes de empezar con las recetas, trae esta recomendación: mueva lo menos posible las piezas sobre el fuego, tenga paciencia y deje que cada una se cocine como debe ser.
Si le interesa el tema, quiere ensayar las recetas magistrales que Mallmann comparte con los lectores, y tiene buenos conocimientos de inglés, puede adquirir el libro en Amazon. Una vez que lo reciba y empiece a trabajar con los fuegos se convertirá en el mejor asador de la familia, del grupo de amigos o del grupo que usted seleccione. ¡Le aseguro que se va a divertir y se sentirá orgulloso de los conocimientos adquiridos!

[email protected]

Especie en vía de extinción

  Por: Juan Carlos Orrego  
 
Es una verdad de a puño que, conforme pasan las generaciones, las costumbres lingüísticas viven procesos parecidos a los que se verifican sobre la piel del camaleón. Y aunque la tendencia general es hacia la persistencia de los modos de hablar, ello no estorba para que en el fresco de los detalles –una palabra, un giro, un tono– cada día traiga su modificación. Bastará recordar el trillado dicho de la piedra perforada por el agua para entender de qué se trata.
Cuando yo no tenía todavía diez años, mi madre adornaba sus comentarios sobre la voracidad de mi hermano con el dicho de que el muchacho parecía “salido del tramojo”. Ante la forzosa pregunta sobre qué diablos era o dónde quedaba dicho sitio, la jefa de casa confesaba sus dudas al respecto y decía tener la impresión de que el lugar aquel era una cárcel (es decir, un Tramojo y no un tramojo). Quién sabe de qué confín de la historia municipal o regional vendría aquel eco rancio, condenado sin embargo a la desaparición en una sociedad que, recordando solo confusamente la cárcel de La Ladera, ha preferido comparar todas las exageraciones y horrores con lo que ocurre en el infierno de Bellavista.
Otras palabras, aparentemente menos extravagantes, fueron para mí muy comunes hasta que las puse a prueba fuera de la cocina de casa. Así ocurrió con la voz “ñurido”, aplicada en nuestro hogar para describir las frutas y hortalizas poco frescas y magras hasta la lástima, y que, en general, pueden ser enarboladas por quien las recibe como palmaria prueba de la injusticia con que se le trata. Algún día, sin embargo, al calificar de ñurido un mango que me fue regalado en un solar vecino, mis oyentes me miraron con especial curiosidad: la misma que provoca entre nosotros un desenfrenado revueltero español o un taiwanés que apenas balbucea el castellano.
Pero vamos al punto que más interesa: el principio del fin de una de las más comunes palabras de nuestro vocabulario. Me refiero a la popularísima, utilísima y simpática palabra “mico”. No hace mucho sorprendí a un niño de mi familia relatando la historia de unos “monitos” que había visto no sé dónde, y hará cosa de un par de días oí en la calle, al acaso, a una niña que comparaba a su inquieto hermano con un “mono” de circo. Quedé perplejo: por un momento me sentí en Caracas, donde a los micos se les designa del mismo modo y, a los monos, “catires”. Pero bastó con que investigara –como un Piaget improvisado– los hábitos de mis hijos para descubrir el quid del asunto: la televisión por cable ha puesto al día, entre las hogareñas rutinas, la suplantadora palabra. Si un tío mío, aguardientero testarudo, cambió “taco” por “trancón” por el solo influjo de los noticieros patrios, calcúlese el efecto de la frenética programación de las cadenas televisivas especializadas sobre la mansedumbre de nuestra infancia.
Es obvio que, sin micos en la boca, nuestra cotidianidad asustadiza seguirá tal cual. Sin embargo, no deja de llamar la atención la curiosa desactualización a que se verán sometidas algunas frases hechas que hoy se revelan utilísimas: los “micos” del Congreso, por ejemplo, serán más exóticos o abominables de lo que ahora parecen. ¿Y el célebre “Puente del Mico”, Golden Gate del norte de la ciudad? Su nombre se oxidará como el de aquella remota penitenciaría del Tramojo.

[email protected]

 
 

 
 

Necesito que fumen bastante

0
 
Por: Marta Lucía Restrepo
 
 
Nada parecía más sexi que tomar el cigarrillo entre el dedo índice y el medio de la mano derecha, llevarlo hasta el lado izquierdo de los labios, chupar, aspirar el humo con la boca entreabierta, contener la respiración por unos instantes y luego levantar un poco la cara, para lanzar el humo con elegancia.
Como decía Sarita Montiel en su canción Fumando espero: “Fumar es un placer genial…, sensual… Fumando espero al hombre a quien yo quiero…”. De otro lado, un símbolo de virilidad era el hombre Marlboro montado en su caballo, en contraluz, cigarrillo en mano, en medio de una nube de humo… Y como Sarita Montiel, oculta tras mi propia nube de humo yo soñaba con un hombre como el de los comerciales de Marlboro.
Para los adolescentes de la generación de los setenta, la primera vez que podíamos fumar delante de los papás era como obtener una patente de corso que simbolizaba una aproximación inicial al mundo de los adultos.
Los setenta eran tiempos de ceniceros por todas partes. Un buen aguinaldo empresarial podía ser un cenicero portátil, hecho de metal cromado y pintura horneada de vistosos colores (una de mis hermanas mayores tenía uno rojo), porque era útil para llevar en la cartera; no existían las zonas de fumadores, porque los adultos podían fumar sin restricciones en los aviones, en el carro, el taxi y hasta en los buses. Y en mi casa, hubo un tiempo en que de ocho hijos fumábamos cinco, más nuestros padres.
También era usual que los estudiantes universitarios fumáramos en clase y hasta arrojáramos con toda tranquilidad las colillas al piso. Era un comportamiento de regular factura, tolerado por alumnos y profesores; porque era feo comer en clase, pero cualquiera podía fumarse los cigarrillos que quisiera.
La fiesta se aguó cuando empezaron a divulgar resultados de investigaciones que anunciaban que ese placer que producía cada bocanada de humo era en realidad una adicción de las más bravas, era una trampa mortal de oscuro pronóstico; que el sensual enronquecimiento de la voz y esa progresiva dificultad para respirar eran efectos adversos del cigarrillo.
En cuestión de algunas décadas, muchos de esos famosos que en la pantalla invitaban a fumar, entre ellos el hombre Marlboro, han muerto por causa de su adicción al cigarrillo. Amén de una señora que conocí, que no era famosa, pero que ahogada por el enfisema, se quitaba el tubo de oxígeno para inhalar unas desesperadas bocanadas de humo.
Para millones de personas en el mundo, me incluyo entre ellas, empezó entonces la quijotesca lucha contra las demandas de nicotina del organismo. Esfuerzos fallidos, triunfos de corto plazo y la sensación de que era imposible liberarse de este seductor carcelero. Muchos logramos ganar la batalla, pero millones de personas aún la pierden a diario, porque la nicotina es una de las sustancias más adictivas que hay.
Según dice en el informe Neurociencia del Consumo y Dependencia de Sustancias Psicoactivas, que publicó la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2005, el potencial de dependencia asociado con el fumar parece igual o mayor que el de otras sustancias psicoactivas.
Entonces, ahora liberada, me pregunto qué hay en la mente de quien después de todo lo que se sabe sobre el cigarrillo aún tiene como objetivo conseguir tantos nuevos adictos a la nicotina como sea posible, con el único propósito de obtener beneficio económico. Qué extraña disociación guarda el cerebro de esos ejecutivos impecables, que son buenos esposos y buenos padres, que a diario van a sus oficinas para ver cómo idear la forma de hacerle marrullas a la ley de los países en vías de desarrollo de todo el planeta; cómo dirigir sus embates al público objetivo, es decir, a los adolescentes, cómo lograr seducirlos para que queden atrapados por la adicción a la nicotina.
¿Será que los directivos de la industria tabacalera fuman y persuaden a sus hijos para que, aunque “el tabaco es nocivo para la salud”, necesito que fumen bastante, todo lo que puedan, para que nos ayuden a cumplir el presupuesto de la empresa?

[email protected]

 
 

Ya no quiero ser como él

 
Por: Juan Carlos Franco
 
 

Como tantos otros yo también le admiré, profundamente y con convicción, su valentía, liderazgo, tenacidad y capacidad de trabajo. Y su inteligencia desbordante, su increíble conocimiento del país, su dominio de la economía, la historia y las ciencias políticas. Y su capacidad de tomar el toro por los cuernos, nunca evadiendo la crítica sino debatiendo de frente. Y su oratoria elegante y certera. Y su honradez y pulcritud. Y su amor por la patria. Y hasta su sencillez y claro don de gentes. Quería ser como él en casi todo.
Y me fui acostumbrando a escuchar opiniones positivas sobre sus ejecutorias, reales e imaginarias. Y a que el país entero -o al menos el 70%, que en política es algo poco visto- aprobara su gestión y fuera reelegido de manera arrolladora. Para muchos se convirtió en un ser infalible, el redentor tan esperado y que finalmente llegó para quedarse entre nosotros.
A pesar de que lamento la calidad de algunos de sus funcionarios y la de muchos de sus políticos aliados, no tengo dudas de que su gestión está llena de ejecutorias en campos muy diferentes. El país ha cambiado de manera impresionante en los últimos 7 años y tendremos mucho qué agradecer al liderazgo de este ilustre gobernante. Incluso me atrevo a afirmar que somos (o tal vez, ¿éramos?) la envidia de numerosos habitantes de países vecinos que padecen las perturbaciones de otro tipo de líderes.
Hasta que, en un acto de innegable vanidad y dudoso patriotismo, ¡le dio por la segunda reelección! Y todas esas virtudes tan deseables en un líder político se han transformado poco a poco en defectos. Esa tenacidad se convirtió en testarudez, ese liderazgo se puso al servicio de su monomanía de poder, esa inteligencia empezó a funcionar para hacer maquinaciones políticas. Y claro, esa pulcritud se vio manchada por acuerdos y componendas que pensábamos le eran tan ajenas.
Vamos, Colombia, no es serio que la inteligencia y las energías de un país de por sí casi inmanejable se distraigan durante tanto tiempo en debatir, negociar o ferrocarrilear acuerditos politiqueros y aún más ajusticos a la Constitución con el único fin de extender la permanencia en el poder de un presidente, por bueno que haya sido. Peor aún en una época de tanta turbulencia.
No es sorpresa entonces que de un tiempo para acá muchas acciones del gobierno se ven erráticas e improvisadas. Como si no hubiera tiempo para pensar sino para reaccionar, apagando incendios todo el tiempo. Conquistas de vital importancia en seguridad ciudadana, guerra contra la subversión y economía, para no hablar de relaciones con los vecinos -cosas que ya parecían pruebas superadas- empiezan a verse tan frágiles, tan frágiles…
El Presidente es una persona muy valiosa para malgastarse en otro período presidencial que casi con certeza polarizaría aún mucho más las cosas adentro y afuera. Lamentablemente, y ante la inminente derrota del referendo, va a salir como un perdedor y con su poder e influencia disminuidos.
Por él y por nosotros, nada mejor que uno o varios períodos por fuera del gobierno. Por ejemplo, podría prestarle un gran servicio al país en algo tan crítico y digno como ser líder de la oposición. Que se refresque, que piense con calma, que estudie, que mire las cosas desde otra perspectiva… Y que sólo después de este necesario peregrinaje “por el desierto” vuelva a presentarse a elecciones como el líder maduro que era y no como el adolescente angustiado en que se nos convirtió.
De lo contrario, ¡ya no quiero ser como él!
[email protected]

 
     

Decisiones

0
 
  Publicado en la edición 395, 02 agosto de 2009  
     
 
Decisiones
 
     
 
La verdad no hay aún una forma clara de interpretar el hecho de que se esté hablando que por la crisis mundial, finalmente en la ciudad las obras que se habían proyectado como inminentes y parte del Plan de Desarrollo de esta administración, se vayan a tener que reducir significativamente. Aunque no hay un anuncio oficial al respecto, ya se pueden hacer algunos comentarios.
Es claro que visto desde cierto ángulo, esta decisión puede resultar correcta, pues es lógico pensar que los ciudadanos no estarán cómodos pagando una valorización con la que se pretendía financiar parte de las obras, sobre todo en una época de vacas flacas.
Es casi un axioma pensar que a ningún ciudadano del mundo le gusta pagar impuestos. Y si existe la disculpa, cierta o falsa, de que el palo no está pa’ cucharas, también es sabido que decretar algún impuesto es la manera más rápida de perder popularidad para cualquier mandatario, de cualquier parte del mundo. No hay excepciones.
Pero, mirado también de manera inversa, en estos momentos de gran crisis, como en momentos anteriores y viendo los niveles de violencia e inseguridad que nos rondan, de desempleo, falta de inversión, por no mencionar los temas que tienen que ver con Venezuela o Ecuador, el análisis en Medellín sobre la conveniencia o no de proyectar obras de gran envergadura, no debería obedecer a las directrices que marcan ciertos analistas pegados de mezquinos intereses.
Ya ha sido probado históricamente que en momentos de gran crisis económica como la que los detractores del modelo de valorización esgrimen, la construcción de grandes obras públicas ha servido para reactivar todos los sectores de la economía y evitar que la crisis se cale profundamente hasta lugares donde sea imposible o por lo menos muy difícil proponer soluciones.
Buscar alargar los plazos de pago, por ejemplo, buscar la manera de que la ciudad consiga préstamos garantizados en el pago que deberán hacer a futuro los ciudadanos, emitir bonos, por mencionar algunas soluciones que se han usado en otros momentos, deberían ser revisadas detalladamente ahora. Quizás de esta dificultad salga un modelo de financiación para que la competitividad de la que presumimos se haga verdad.
A veces la realidad es tan dura al mirarla de frente que no pareciera haber una puerta de escape. Pero es precisamente en estos momentos cuando la sociedad en su conjunto, gobernantes y ciudadanos, trabajen de la mano, empujando todos para el mismo lado.
No es fácil tomar alguna de estas dos decisiones. Sea que se siga con el proyecto de valorización como se había planteado o que se reduzca para tratar de no molestar a quienes de todas maneras se van a quejar. Desde aquí esperamos que Medellín busque una salida que le permita a sus habitantes demostrar su talento y que no se plantee el trabajo del rebusque en la calle como una alternativa de dignidad.
 
 

 
 

Seguridad social por días

0
 
 
     
 
Según la información suministrada por el Ministerio de Protección Social, los trabajadores que laboran por días y accedan a este sistema de afiliación, podrán recibir los siguientes beneficios:
1.En salud podría acceder de manera inmediata al régimen subsidiado.
2.Podrá hacer un ahorro para cuando ya no pueda trabajar.
3.En lo que al sistema de riesgos profesionales se refiere, la afiliación que siempre ha estado a cargo del empleador, se realizará por el mes completo y el pago corresponderá a ese plazo, según la clase de riesgo.
4.En caso de que se prefiera cotizar al régimen contributivo en salud, deberá hacer lo mismo para pensiones, salvo los que pagan por PILA como cotizantes tipo 41 ó 42.
Según las cuentas dadas por el Ministerio de Protección Social, el valor mensual de los aportes por un trabajador que labora 8 días al mes es de $27.900. Así se hacen las cuentas según el Ministerio:
Una persona que trabaja 8 días al mes, recibe un pago e1equivalente al salario mínimo diario, es decir, $17 mil por día, su patrón debe contribuir con el 8.5% de ese salario para salud, que representa $11 mil 600 ($16.000 x 8 días x 8.5%).
Para ahorro programado de largo plazo debe contribuir con $16 mil 300 ($17.000 x 8 días x 12%).
El empleador está obligado a realizar un pago para salud que corresponde a 8.5% del valor del pago mensaul que le hace al trabajador y el 12% sobre la misma base para el ahorro de largo plazo.
En total debe contribuir con $27 mil 900 para estas dos coberturas, más el valor correspondiente al aporte de Riesgos Profesionales, que varía según la clase de riesgo de la actividad en la que esté clasificado el empleador o el centro de trabajo.
 
     
     
 
Seguridad social por días

Con la expedición del decreto 1800 de 2009, el Gobierno Nacional ofrece la posibilidad para que algunos trabajadores que laboran por períodos inferiores a un mes y que cuentan con un ingreso inferior a un salario mínimo legal mensual, puedan acceder a unos beneficios sociales complementarios

Los trabajadores que laboran por días y accedan a este sistema de afiliación, podrán recibir los siguientes beneficios:
1. En salud podría acceder de manera inmediata al régimen subsidiado.
2. Podrá hacer un ahorro para cuando ya no pueda trabajar.
3. En lo que al sistema de riesgos profesionales se refiere, la afiliación que siempre ha estado a cargo del empleador, se realizará por el mes completo y el pago corresponderá a ese plazo, según la clase de riesgo.
4. En caso de que se prefiera cotizar al régimen contributivo en salud, deberá hacer lo mismo para pensiones, salvo los que pagan por PILA como cotizantes tipo 41 ó 42.
Lo novedoso del esquema está constituido por la posibilidad de que en la vejez estos trabajadores por cuenta de un mínimo aporte de solidaridad que realiza exclusivamente el empleador, logren acceder a un ahorro de largo plazo que posteriormente les permitirá obtener un subsidio de la Nación para contar con un Beneficio Económico Periódico.

¿Para quién está diseñado?
Este nuevo servicio social complementario está diseñado para la población de muy bajos ingresos, porque si bien trabaja, no lo hace por el mes completo.
Son los trabajadores vinculados a un empleador, que sólo trabajan unos días al mes, como es el caso de muchos trabajadores domésticos, profesores que acuden a las casas, enfermeros o quienes atienden a menores o ancianos en sus propias casas, meseros de restaurantes o bares que solo trabajan los fines de semana o unas noches a la semana, para trabajadores rurales como jornaleros o cosecheros, entre otros, que ganan menos de un salario mínimo legal mensual vigente.
También pueden optar por esta modalidad de seguridad social quienes en la PILA se han registrado como cotizante 41 o cotizante 42, es decir, las personas que carecen de ingresos propios, que pueden ser los que trabajan solo unos días al mes. Para quienes son beneficiarios en el régimen contributivo de salid, por ser menor de edad o estudiante o cónyuges que solo trabajan unos días al mes, en estos casos también pueden permanecer como beneficiarios y realizar su ahorro de largo plazo.

¿Qué hay que hacer para acceder a este nuevo esquema de cobertura social?
Lo primero que debe hacer el empleador es registrarse ante el operador de información que ofrezca la AFILIACIÓN ÚNICA ELECTRÓNICA.
Luego debe diligenciar el formulario de afiliación, en el cual se señalará, junto con los datos de los empleados, a qué servicios se vincularán. Por ejemplo, la persona que trabaja solo unos días, puede afiliarse al Régimen Subsidiado de Salud, al Ahorro de Largo Plazo y al Sistema General de Riesgos Profesionales.
Cuando la persona está en el Régimen Contributivo, por ser beneficiaria, no tiene que volverse a afiliar a este sistema, porque ya está en una EPS, pero sí deberá marcar la Administradora de Riesgos Profesionales, ARP, a la cual se afiliará, y se señalará qué días estará trabajando, qué actividad realiza ese empleador, si es un restaurante, una finca, una casa de familia u otro.
Para afiliarse al ahorro de largo plazo se escogerá la administradora en la cual ser hará el aporte. Inicialmente se tiene previsto que esta sea el Fondo Nacional del Ahorro, sin perjuicio de que más adelante otras administradoras de cesantías ofrezcan este producto.
Una vez se diligencia la Afiliación Única Electrónica, el empleador debe verificar que todos los datos están correctos. Si todo está bien, el operador envía la información a cada administradora y sólo le queda pagar cada mes.

¿Luego qué pasa?
El operador de información verificará que el afiliado no esté registrado como cotizante activo en el régimen contributivo de salud, ni en el Sistema de Riesgos Profesionales, ni en Pensiones. También verificará que se encuentre en el registro de personas de bajos ingresos, cuando se trate de quienes están como cotizante 41 o cotizante 42 en la PILA.
Si el operador detecta que la persona aparece como cotizante activo en dichas bases, no le permitirá continuar haciendo los aportes correspondientes, tal como los venía realizando.

¿Cuánto es el pago mensual?
El empleador está obligado a realizar un pago para salud que corresponda a 8.5% del valor del pago mensual que le hace al trabajador y el 12% sobre la misma base para el ahorro de largo plazo.

Un ejemplo:
Una persona que trabaja 8 días al mes, recibe un pago e1equivalente al salario mínimo diario, es decir, $17 mil por día, su patrón debe contribuir con el 8.5% de ese salario para salud, que representa $11 mil 600 ($16.000 x 8 días x 8.5%).
Para ahorro programado de largo plazo debe contribuir con $16 mil 300 ($17.000 x 8 días x 12%).
El empleador está obligado a realizar un pago para salud que corresponde a 8.5% del valor del pago mensual que le hace al trabajador y el 12% sobre la misma base para el ahorro de largo plazo.

En total debe contribuir con $27 mil 900 para estas dos coberturas, más el valor correspondiente al aporte de Riesgos Profesionales, que varía según la clase de riesgo de la actividad en la que esté clasificado el empleador o el centro de trabajo.

¿Esta afiliación tiene costo?
Sí, solo para el empleador por una vez y por cada persona. Después deberá hacer el aporte mensual que corresponda a los días que trabaja la persona al mes.

(Tomado del sitio web del Ministerio de Protección Social)

 
     
     
 
ABC del servicio doméstico

Una de las preguntas más frecuentes que recibe el Ministerio de la Protección Social a través del grupo de atención al ciudadano es cómo liquidar las prestaciones del servicio doméstico, este interrogante demuestra el desconocimiento por parte de las empleadoras y trabajadoras a los deberes y derechos que tienen en las relaciones laborales, por ello, en este número de nuestro boletín resolveremos sus inquietudes.

¿Cuáles son los trabajadores considerados de servicio doméstico?
Todos los trabajadores que desempeñen labores domésticas relativas a quehaceres de casa, como: jardinería, aseo, cocina, cuidado de niños, cuidado de mayores, cuidado de animales, conductor de familia, ama de llaves, etc.

¿Puedo pagar por debajo del salario mínimo legal?
No, ningún trabajador puede laborar por debajo del salario mínimo legal establecido por el Gobierno Nacional, pero para el servicio doméstico hay un aparte especial que indica que si la persona empleada vive en el lugar de trabajo puede recibir en especie hasta un 30% del salario.

¿Cómo puedo liquidar el Servicio Doméstico por días?
Cálculo del salario base de liquidación para trabajadores por días:
Salario semanal / 7 (siete días a la semana) = Salario Promedio Día Salario Promedio Día X 30 (número de días del mes) = Salario Base de Liquidación

¿Cómo liquido las cesantías e intereses a las cesantías?

Cesantías: Salario Base de Liquidación X Tiempo Trabajado (expresado en # de días) / 360 Intereses a las Cesantías: Valor de las Cesantías X Tiempo Trabajado (expresado en # días)X12%/ 360

El servicio doméstico tiene derecho a vacaciones?
Sí, a las vacaciones y a su respectiva liquidación de la siguiente manera: Vacaciones: Salario Base de Liquidación X Tiempo Trabajado (expresado en # días) / 720

¿El servicio doméstico tiene derecho a Prima?
El Servicio Doméstico está excluido del pago de prima de servicios, derecho que corresponde a trabajadores/as de empresas, como beneficio de la distribución de las utilidades generadas por la empresa. Pero eso no significa que los empleadores no puedan entregar voluntariamente una bonificación, por el reconocimiento del servicio recibido.

¿Debo afiliar a la trabajadora a salud, pensiones y riesgos profesionales?
Si, debe estar afiliado a la seguridad social integral y bajo las siguientes indicaciones:
Salud: No podrán cotizar sobre un valor inferior a un (1) SMMLV, el aporte total para salud es del 12% del salario mensual, de los cuales el 8% estará a cargo del empleador y el 4% del trabajador.
Pensiones: La cotización se hará por el 14.5% del salario, del cual el 75% estará a cargo del empleador y el 25% restante del trabajador.
Riesgos Profesionales: A diferencia de Salud y Pensiones, el total de los aportes corren por cuenta del empleador, quien es el encargado de elegir la Administradora de Riesgos Profesionales – ARP.

(Tomado del sitio web del Ministerio de Protección Social)

 
 

 
 

Iván Hurtado

Memorias de un artista fuera de casa
Iván Hurtado


Capas y líneas de colores que se superponen unas sobre otras, es lo que se observa en la superficie de las cuatro obras de Iván Hurtado que ilustraron las más recientes portadas de Vivir en El Poblado. Pero en el fondo de ellas, según su propio creador, están representados los recuerdos olvidados de un territorio que ya no habita; las memorias de una artista lejos de casa. Radicado en São Paulo desde hace cinco años, actualmente este arquitecto urbanista de profesión se encuentra trabajando en Amor de Madre, un proyecto colectivo de artistas colombianos y brasileños que trabajan en el diseño de objetos innovadores para la vida cotidiana.

Esperando el momento apropiado

0
 
Lo ideal es que la pareja tenga su primer hijo, cuando ambos hayan alcanzado una madurez afectiva en su relación. Esto significa que cada uno de los involucrados haya aprendido a aceptar las debilidades del otro, sus diferencias y espacios propios.

Haber establecido acuerdos de convivencia y hablado de las expectativas y obligaciones que se tendrán con la llegada de un hijo, también son requisitos previos a traer un nuevo ser al mundo. Un niño cambia totalmente la dinámica de la relación marital, y ambos deben estar realmente conscientes de ello.

La pareja no debe tener un hijo si su matrimonio está en crisis. Muchas personas creen erróneamente que concebir un hijo es la mejor manera de salvar una relación, pero tenerlo por las razones equivocadas solo empeorará enormemente la situación.

Vencer la infertilidad está a su alcance, visitando CONCEVIDAS. Edificio Colmena. Consultorio 204 Carrera 43A No.1A Sur – 29. Teléfonos: 312 2020 / 268 1900. Fax: 352 2960. Medellín – Colombia. www.concevidas.com

 
 

Jóvenes líderes se muestran al mundo

0
 
 
     
 
Del 10 al 14 de este mes con el Congreso Nacional, y el viernes 10 con una muestra cultural en la que participaron más de 30 países en el Parque de las Luces, Aiesec, asociación con más de 35 mil miembros en el mundo y que es catalogada por la UNESCO y la ONU, como la organización juvenil más grande del planeta, demostró que son los jóvenes quienes deben capacitarse para intentar el cambio, y que no existen fronteras para cumplir sueños y metas personales.
En Colombia Aiesec cuenta con 17 comités en diferentes ciudades, de los cuales hay dos en Medellín, en la Escuela de Ingeniería y en Eafit.

El liderazgo es la clave
En el congreso de cuatro días realizado en el Hotel Nutibara el tema central fue la formación de líderes para ingresar a la vida laboral o para crear empresa.
“Somos una organización estudiantil que pretendemos fomentar el liderazgo entre los jóvenes, de manera que se vuelvan emprendedores, personas responsables y uno de los medios para alcanzar eso es a través del intercambio cultural”, indicó July Alejandra Gutiérrez, Vicepresidente de Comunicaciones Aiesec Eafit.

La magia del intercambio
En el Global Village, feria paralela al congreso realizada en el Parque de las Luces, que sirvió como intercambio cultural para que algunos jóvenes se animaran a realizar la práctica profesional en otros países registrados a Aiesec, más de 1.100 visitantes pudieron disfrutar del ají mexicano, la tradición del fútbol de Inglaterra, la medicina oriental explicada por un hindú, la riqueza natural de Brasil, lo exótico de la cultura china, lo urbano de Estados Unidos y Holanda, entre muchos países más como Sudáfrica, Ecuador, Suiza, Omán, República del Congo y por supuesto Colombia.
Los expositores de cada país, fueron extranjeros que se encuentran desarrollando su práctica profesional en Colombia, lo que demuestra el funcionamiento de la asociación e invita directamente a jóvenes colombianos a registrarse y pensar en hacer lo mismo en aquellos países.
Ha sido tanta la compenetración cultural, que fue fácil escuchar al indú Harinder decir “parcero”, o a la brasilera Débora Basso que trabajó para una fundación en el Chocó, decir repetidamente “pues” con tono muy paisa, y en general ver a todos a gusto con lo que hacen y con la oportunidad dada en Colombia.
“Queremos romper paradigmas y fronteras, que conozcan los países y sus culturas, los intercambios tienen muchas ventajas, yo ya llevo un año en Bogotá”, comentó Édgar Gómez, mexicano que realiza su práctica de finanzas en una importante productora de cerveza.

 
     
 
 
 

Aplazados obras y cobros por valorización

0
 
 
     
 
Pese a que se esperaba que en enero de 2009 el alcalde Alonso Salazar decretara la contribución por valorización con el fin de empezar a construir este segundo semestre los proyectos viales para descongestionar El Poblado, han pasado más de seis meses y ese trámite aún no se efectúa y, por supuesto, las obras todavía no arrancan. La razón, según el concejal Santiago Londoño, ponente del nuevo Estatuto de Valorización, es que el Municipio no se quiere equivocar en un asunto tan sensible. “La demora es por un análisis de la situación económica de la ciudad; se están tomando el tiempo para no decretar la valorización de una manera que no sea sostenible para los habitantes de El Poblado”. Agregó el concejal Londoño que “se espera que el 30 de julio el Alcalde decrete cuáles van a ser las obras por valorización, que al parecer van a ser muchas menos de las que se pensaban”. Es decir, que ya no serían los 22 proyectos de los que se habló inicialmente, sino menos.
Por su parte, el director de Planeación Municipal, Carlos H. Jaramillo, informó que ya están listos estos estudios que se requieren para efectuar los cobros por valorización, y que están pendientes de la revisión y del visto bueno del Alcalde. No obstante, los quebrantos de salud del mandatario han obligado a retrasar esta revisión, y Jaramillo optó por no hablar de ellos hasta que Salazar los conozca.

Comunidad: a la espera de convocatoria
Otro de los procesos retrasados es la elección de la Junta de Representantes de los Propietarios. Diego Restrepo, director ejecutivo de Corpoblado, se mostró sorprendido por el que considera “hermetismo de la Alcaldía” frente a la valorización y la elección de la junta compuesta por la comunidad. “Hemos manifestado en el Concejo y en Planeación nuestro interés de participar en el proceso y estar al tanto pero no nos han avisado nada”.
Al respecto, el nuevo Estatuto de Valorización establece una amplia participación de la comunidad, la cual deberá dar el visto bueno a los cobros y a las obras. Sin embargo, el Municipio aún no ha hecho la convocatoria para que los interesados en participar se inscriban y participen en un proceso democrático de elección. Según el concejal Santiago Londoño, esta convocatoria se realizará en agosto y el 30 de septiembre será la elección.

Diseños listos
Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado, aseguró que “vamos muy adelante con la mayoría de los diseños viales, hay algunos terminados y deben recibir las aprobaciones de Planeación en lo referente al urbanismo y de Epm en el caso de las redes; también se están presentando al Comité de Silvicultura los planes de paisajismo para que los revise y apruebe antes de empezar el trámite con el Área Metropolitana”.
Los diseños que están terminados son la prolongación de la doble Calzada Los Balsos hasta la Transversal Superior; la prolongación de la Loma de Los Parra, desde la Avenida El Poblado hacia Patio Bonito; la prolongación de la Loma de los Parra desde la Transversal Inferior hasta la Carrera 29 A en el sector de El Tesoro; el paso a desnivel de la Transversal Inferior con la Loma de los Balsos; y el sistema de conexiones de las carreras 43B, C y D (puente en la quebrada La Poblada entre las calles 11 y 11A, puente sobre La Presidenta entre la Calle 7 y y la Transversal 6, y paso por el barrio Astorga, entre calles 8 y 9).
Para agosto se espera terminar los diseños de los otros pasos a desnivel sobre Los Balsos y La 10, y para noviembre estará listo el diseño del puente de la Calle 4Sur hasta la Carrera 50D (prolongación de Los Balsos), uno de los proyectos primordiales y más complejos del paquete vial para construir por valorización.

 
     
 

Casa de la Cultura, la historia continúa

0

 
 
     
 
Los plazos parecen agotarse para la Corporación Taller de la Música. Después de que esa corporación no se notificara de la orden de devolver al Municipio la casa que ocupa, la Unidad de Bienes Inmuebles de la Secretaría de Hacienda ha fijado el edicto el 6 de julio. “Ellos ya saben. A partir del 17 de julio se cuentan 5 días hábiles, o sea que el 27 a las 6 de la tarde es el último día para que se presenten, de lo contrario se le dirá a la Inspección para que proceda con la restitución”, dijo Marcela Restrepo, abogada de Bienes Inmuebles.
Patricio Gaviria, asesor jurídico de la corporación, afirmó que “diremos lo que tengamos que decir sólo ante los jueces”.
Para finales de este mes, habría noticias importantes sobre este asunto tan reclamado por la comunidad, que sólo pide una Casa de la Cultura con actividades para todos. Luis Miguel Úsuga, Secretario de Cultura Ciudadana, ha dicho en repetidas ocasiones que la Secretaría pretende manejar directamente todas las casas de cultura del Municipio, y la de El Poblado no sería la excepción.
 
     
 

La calle es privada

0
 
 
     
 
Ante las quejas de varios vecinos y usuarios de la loma, el Municipio y la Inspección 14A de Policía aclaran que esa parte de la calle 16B hace parte del predio del restaurante Las Cuatro Estaciones, y por tal motivo no pueden hacer nada sobre el cerramiento realizado por sus dueños. “Ya visitamos el lugar y después de que Planeación Municipal estudiara el caso, efectivamente se comprobó que es propiedad privada”, aseguró Ahida Ladino, Inspectora 14A.
En días pasados, un trabajador enviado por los dueños del restaurante, instaló en la esquina con la Avenida El Poblado 5 bolardos que impiden el paso de cualquier carro. Además, pintó las flechas de señalización de negro por si quedaba alguna duda. Él mismo fue el encargado de mostrar los respectivos papeles que comprueban que la calle pertenece al lote del restaurante, cuando recibió visitas de la Policía, Espacio Público y Planeación.
Lucía Estrada, administradora del lote, dijo que “los dueños no están de acuerdo con que se convierta en algo público. Seguramente cuando se construya algún proyecto se abrirá pero por ahora no”.
 
     
 

Lo de la bulla es en serio

0
 
 
     
 
Además de la sordera parcial, otras de las consecuencias que según la Organización Mundial de la Salud ocasiona el ruido en los seres humanos son estrés, mala comunicación interpersonal, insomnio, disminución del rendimiento y la concentración; alteraciones cardiovasculares y metabólicas que se manifiestan con cefaleas, aumento de presión arterial y ritmos cardíacos, junto con incremento de niveles de colesterol y glucosa en la sangre. El efecto más común y el que incita a las personas a quejarse es el malestar, identificado como intranquilidad, inquietud, desasosiego, depresión, desamparo, ansiedad o rabia, estados muy opuestos a la definición de salud que da la OMS: “Estado de completo bienestar físico, mental y social, no la mera ausencia de enfermedad”.
Y eso es justamente a lo que están expuestos quienes padecen la contaminación auditiva en la Zona Rosa, uno de los sitios “críticos” con más ruido en Medellín, según un informe reciente de la Dirección Ambiental del Área Metropolitana. Aunque las consecuencias pueden variar de acuerdo con la sensibilidad de cada persona, el número de horas de exposición al ruido y la intensidad de este, para la OMS no hay duda de que la contaminación sónica es uno de los factores que más está afectando hoy la calidad de la vida de los seres humanos.

Bola de nieve
Aparte de la música en bares y discotecas, de los pitos y rugidos de carros y motos, en una reunión reciente de las autoridades municipales con residentes y comerciantes de la Zona Rosa, muchos se quejaron del ruido generado por los vehículos que publicitan licor y cigarrillos, y de las papayeras a altas horas de la noche. Es decir, son multiplicidad de fuentes que obligan a unos a gritar más para que los demás los oigan, o a aumentar el volumen de sus televisores, radios o equipos de sonido, creando un efecto de bola de nieve, como lo han detectado estudiosos del tema. Otros optan por tomar medicamentos para dormir o pastillas tranquilizantes, con las consecuencias que a largo plazo pueden traer, y, los que pueden, se refugian temporalmente o de manera definitiva en sus fincas de recreo. En resumen, el aumento en los niveles de ruido desencadena una serie de hechos que modifican el comportamiento social.

Camino a la sordera
Entre diciembre de 2008 y el 11 de julio de este año, el Área Metropolitana evaluó en cercanías del Parque Lleras 59 establecimientos abiertos al público. “En esa primera evaluación los 59 establecimientos sobrepasaron el nivel de ruido permitido, y a la fecha solo seis de ellos han hecho las insonorizaciones pertinentes”, dice María Edilia Arboleda, profesional de Control y Vigilancia del Área Metropolitana. “Están en un promedio entre 75 y 80 decibeles y el máximo permitido es 55 en la noche. Y eso que la medición es afuera del establecimiento, no adentro porque la cifra aumentaría”. Según eso, los más afectados por el ruido serían los mismos trabajadores de los establecimientos y, claro, los comensales. “Les he dicho: piénsenlo ustedes mismos porque la sordera es una enfermedad que se va adquiriendo y no nos damos cuenta”, comenta al respecto la funcionaria del Área Metropolitana.

Con las manos atadas
El Área Metropolitana remitió los reportes a la Inspectora 14B de El Poblado, Ana María Arredondo, con el fin de iniciar los respectivos procesos. “De esos establecimientos hemos sancionado 10 ó 12 pero ninguno ha sido cerrado por ruido”, afirma la Inspectora. Para ella, existe un problema adicional y es que aunque muchas veces los establecimientos hacen las mejoras y se limitan a los decibeles permitidos (55) “el ruido tiende a salir y la gente se sigue quejando de que no puede dormir pero los inspectores no tenemos como actuar porque no hay informes técnicos sobre la afectación a la salud de las personas. La autoridad que está delegada para efectuar estas mediciones en las viviendas es la Secretaría de Salud, pero no está ejerciendo esas funciones. Estamos a la espera de que el Tribunal falle y decida cuál va a ser la entidad competente para hacerlas”.
Eso significa que actualmente en Medellín no se están haciendo los estudios pertinentes en las casas de los afectados por el ruido, para determinar la afectación en la salud de las personas, lo cual daría más herramientas para efectuar sanciones o, al menos, para crear conciencia sobre la necesidad de bajarle al ruido. No se trata de un capricho sino de la vida misma.

 
     
 
 
 

Ciudad del Río, un regalo para la ciudad

0

Ciudad del Río, un regalo para la ciudad
15.500 millones de pesos invirtió el Grupo Bancolombia en la renovación de Talleres Robledo y la construcción de dos amplios parques para la comunidad.

Luis Alfredo Ramos, Jorge Londoño,
Carlos Posada.

Entre duendes, hadas y otros personajes mitológicos, Valores Simesa, empresa del Grupo Bancolombia, entregó oficialmente al Municipio los parques Ciudad del Río y Los Colores, además de Talleres Robledo, edificio que fue renovado para albergar al Mamm.
Tras los discursos del gerente de Simesa, Carlos Guillermo Posada, el gobernador Luis Alfredo Ramos y la alcaldesa encargada Nora Elena Salazar, los invitados tuvieron la oportunidad de hacer un recorrido por los 27.000 metros cuadrados que componen los dos parques; el de Los Colores, caracterizado por sus extensas zonas verdes, y el de Ciudad del Río, con su muro de escalada y su pista de skate, lugar donde finalizó la velada con una exhibición de esta disciplina deportiva.


Gonzalo Toro y Nora Salazar.

Luis Jaramillo, Mauricio Ortega,
Juliana Ramírez, Sebastián Barrientos.

Talleres Robledo, la futura sede del Mamm.

Cosas de Mujeres / julio (quincena 2)

0
 
 
Publicado en la edición 394, 19 julio de 2009
 
     
 
 
 

Ábrale la puerta a los recuperadores

0
 
Ábrale la puerta a los recuperadores
 
 
Los recuperadores no son habitantes de la calle, son personas que desempeñan un importante oficio
 
 
 
 
 
 
Fotografías de RECIMED.
 
 
 
 
Jesús Antonio Cárdenas vive en la parte alta de El Poblado y es recuperador de oficio.
Desde hace 3 años pertenece a Recimed, Precooperativa de Recicladores de Medellín, organización solidaria, que nació por iniciativa de la Secretaría del Medio Ambiente con apoyo del Área Metropolitana y que actualmente cuenta con 755 asociados.
A don Jesús, Recimed le cambió el trabajo. “Antes era todo muy informal, no nos ponían cuidado, éramos ignorados. Desde que nos dieron el uniforme comenzamos a tener el apoyo de la comunidad. Yo trabajo y vivo en El Poblado parte alta y gracias a la precooperativa tengo dos convenios: el Parque Empresarial El Tesoro y la Urbanización Linares, en donde trabajo solo. Vivo en casa propia y tengo un espacio para almacenar el material. Allí separo el vidrio, el plástico, el cartón, el papel y el tetrapak. Los viernes, el motocarro de Recimed me recoge el material y lo lleva a vender en el Centro de Acopio en donde me pagan ahí mismo. A mí me va bien, pero me iría mejor si la personas se dedicaran a separar y a entregar las cosas en buenas condiciones, que no lo dejen ensuciar, porque sucio ya no sirve”. Historias como las de don Jesús son comunes en la cuidad. Medellín tiene cerca de 4.000 recuperadores y cada uno de ellos desvía alrededor de 1 tonelada mensual de desechos del relleno sanitario, contribuyendo a alargar su vida útil, a minimizar el impacto ambiental y a regresar materia prima a las cadenas productivas. Los recuperadores afiliados a Recimed se encuentran, uniformados, carnetizados y cuentan con el respaldo de una institución que les brinda capacitación, acompañamiento y apoyo integral. Lo invitamos a que le abra la puerta a los recuperadores entregándoles adecuadamente el material que se puede reciclar.
Cada recuperador al año previene: La tala de 100 árboles; el consumo de 672.000 litros de agua; la extracción de 2.88 toneladas de arenas, arcillas y silicatos para la elaboración de vidrio; el consumo de 684 litros de petróleo en la fabricación de plástico.
 
 
 
 
 
 
Jesús Antonio Cárdenas.
 
 
 
 
Eclipse total de sol en el Pacífico
 
 
 
 
 
 
 
 
Durante el Año Internacional de la Astronomía que se celebra en este año, ocurrirán una serie de eventos muy interesantes en el cielo, pero, probablemente el más majestuoso sea el eclipse total de Sol que habrá el próximo 22 de julio. En el punto de máximo eclipse, en el Océano Pacífico, tendrá una duración de 6 minutos y 39 segundos. Dado que la franja de eclipse total cruzará la ciudad costera de Shangai, que tiene una población de 20 millones de habitantes, será eventualmente uno de los fenómenos astronómicos observados por más personas en el planeta. Desafortunadamente las estadísticas climatológicas indican que durante el mes de julio China tiene un 60% de probabilidades de nubosidad, lo que asociado al alto nivel de contaminación presente allí, ha hecho desistir del viaje a muchos perseguidores de eclipses.
Para encontrar un eclipse total de Sol más largo recientemente, hay que referirse al que se dio el 11 de julio de 1991, cuyo período de totalidad duró 6 minutos y 53 segundos.
¡Cielos claros y estrellados!
 
 
 
 
Gloria Villegas de Molina, un ser excepcional con compromiso humano y ambiental
 
 
 
 
Una frase resume una pequeña parte de lo que representó Gloria Villegas de Molina: “El medio ambiente es de todos, tanto humanos como seres vivos. Tenemos que concientizarnos de que nuestro deber es cuidarlo y protegerlo, pues todos tenemos derecho a vivirlo en armonía”.
Gloria Villegas de Molina trabajó de la mano con la Agenda del Mar en el proyecto de las Cartillas del Planeta Azul y gracias a su labor en la Corporación Santo Domingo Savio, cerca de 16.000 niños aprendieron a cuidar nuestro planeta.
Un ser excepcional nos dejó, pero nos queda su ejemplo que siempre guardaremos en nuestros corazones. Para ella, en el más allá, para su familia y amigos: Buen viento y buena mar.
 

Viva el jardín / julio (quincena 2)

0
 
 
Publicado en la edición 394, 19 julio de 2009
 
     
 
 
     
 
Calateas
 
     
 
 
 

 

 
 
Es un género de plantas de la familia de las marantaceae, con cerca de 25 especies entre ellas la Calathea lancifolia, la ornata y la undulata. Nativas de América tropical, en especial de Brasil y Perú, son populares y muy apreciadas como plantas de interior. Las que crecen de modo espontáneo alcanzan hasta un metro de altura, y las cultivadas y destinadas a ambientes específicos llegan a 50 ó 60 centímetros. Se distinguen por la belleza de sus hojas de extraordinario colorido, entre el verde y el rojizo en diferentes tonalidades y matices. Constituyen el lujo de interiores y de jardines en países tropicales. No toleran el sol y requieren de una atmósfera húmeda; les conviene la tierra de hojarasca. Algunos cultivadores acostumbran poner la planta sobre pequeñas piedras mojadas para lograr una buena dosis de humedad. No es necesario un riego permanente, y basta con una o dos veces semanales. Hay un consejo de expertos para el manejo de este género de plantas: calor, humedad y sombra.
 
     
 

Desde el Museo / julio (quincena 2)

 
 
Publicado en la edición 394, 19 julio de 2009
 
     
 
 
     
 
Carlos Gardel de fuego
 
     
 
 
     
 
Por Carlos Arturo Fernández U.
 
 
La apertura del Museo de Arte Moderno de Medellín y sus primeras realizaciones se producen en un contexto cultural y artístico, rico en propuestas y debates estéticos que superan ampliamente los límites nacionales y que, mirados desde la perspectiva de casi tres décadas, aparecen como eventos de trascendental importancia para la definición del arte actual en América Latina.
En 1981, esos debates intensos se desarrollaron alrededor de la IV Bienal de Arte de Medellín, patrocinada por un grupo de importantes empresas locales, y del Primer Coloquio y Muestra Latinoamericana de Arte No Objetual y Arte Urbano, organizado por el MAMM. Sin embargo, en su momento, ni siquiera muchos de sus protagonistas percibían muy claramente lo que estaba en discusión. Es el caso de la artista argentina Marta Minujín quien participa simultáneamente en ambos eventos. En el marco de la IV Bienal realiza su “Carlos Gardel de fuego”, una obra que quedó inscrita en la memoria de la ciudad.
El trabajo de Marta Minujín (Buenos Aires, 1943) se mueve entre los ámbitos de la escultura, las acciones artísticas participativas o “happenings”, de las cuales es pionera, y las infinitas posibilidades del arte efímero. Contra la tradición de un arte absoluto, crea uno fugaz que, a pesar de su transitoriedad, tiene una carga conceptual y cultural que asegura su permanencia en el imaginario colectivo.
“Carlos Gardel de fuego” era una gran estructura metálica de 17 metros de altura, recubierta de algodón a la que se le prendió fuego y fue consumida en pocos minutos ante la mirada de los espectadores. Por supuesto, no es casual que se tratara de una evocación de Carlos Gardel, ni que la estructura fuera destruida por el fuego, ni que la obra se desarrollara en la ciudad donde el cantante murió quemado en un accidente aéreo en 1935. La obra vivía de la historia y del mito.
En este contexto cambian todos los parámetros a partir de los cuales se puede analizar la validez de una obra de arte. No interesa aquí la semejanza aparente que, por supuesto, es imposible encontrar en una estructura metálica recubierta de algodón, ni el trabajo manual del artista, ni la perdurabilidad. Pero, por encima de todo, lo que el “Carlos Gardel de fuego” reivindica es que la cultura depende del poder de la memoria, sin la cual no hay historia: ni pasado, ni presente, ni futuro.
 
     
 
 
 

 
 
 
 

 
 
 
 

Desde el Museo / julio (quincena 2)

0
 
 
Publicado en la edición 394, 19 julio de 2009
 
     
 
 
     
 
Carlos Gardel de fuego
 
     
 
 
     
 
Por Carlos Arturo Fernández U.
 
 
La apertura del Museo de Arte Moderno de Medellín y sus primeras realizaciones se producen en un contexto cultural y artístico, rico en propuestas y debates estéticos que superan ampliamente los límites nacionales y que, mirados desde la perspectiva de casi tres décadas, aparecen como eventos de trascendental importancia para la definición del arte actual en América Latina.
En 1981, esos debates intensos se desarrollaron alrededor de la IV Bienal de Arte de Medellín, patrocinada por un grupo de importantes empresas locales, y del Primer Coloquio y Muestra Latinoamericana de Arte No Objetual y Arte Urbano, organizado por el MAMM. Sin embargo, en su momento, ni siquiera muchos de sus protagonistas percibían muy claramente lo que estaba en discusión. Es el caso de la artista argentina Marta Minujín quien participa simultáneamente en ambos eventos. En el marco de la IV Bienal realiza su “Carlos Gardel de fuego”, una obra que quedó inscrita en la memoria de la ciudad.
El trabajo de Marta Minujín (Buenos Aires, 1943) se mueve entre los ámbitos de la escultura, las acciones artísticas participativas o “happenings”, de las cuales es pionera, y las infinitas posibilidades del arte efímero. Contra la tradición de un arte absoluto, crea uno fugaz que, a pesar de su transitoriedad, tiene una carga conceptual y cultural que asegura su permanencia en el imaginario colectivo.
“Carlos Gardel de fuego” era una gran estructura metálica de 17 metros de altura, recubierta de algodón a la que se le prendió fuego y fue consumida en pocos minutos ante la mirada de los espectadores. Por supuesto, no es casual que se tratara de una evocación de Carlos Gardel, ni que la estructura fuera destruida por el fuego, ni que la obra se desarrollara en la ciudad donde el cantante murió quemado en un accidente aéreo en 1935. La obra vivía de la historia y del mito.
En este contexto cambian todos los parámetros a partir de los cuales se puede analizar la validez de una obra de arte. No interesa aquí la semejanza aparente que, por supuesto, es imposible encontrar en una estructura metálica recubierta de algodón, ni el trabajo manual del artista, ni la perdurabilidad. Pero, por encima de todo, lo que el “Carlos Gardel de fuego” reivindica es que la cultura depende del poder de la memoria, sin la cual no hay historia: ni pasado, ni presente, ni futuro.
 
     
 
 
 

 
 
 
 

 
 
 
 

Emilia García de Fontán

0

Emilia García de Fontán: Aliada con la excelencia. Desde que esta alegre y activa española arribó, junto a su esposo Ventura Fontán, a Medellín en 1953, su compromiso con la transformación de la educación de la ciudad ha sido permanente.

Tras ejercer como docente de latín por un par de años, fundó con su esposo el Centro Psicotécnico, lugar en el que durante casi 30 años realizó investigaciones en psicología del aprendizaje. En 1985, el Centro Psicotécnico se convirtió en el Fontán, colegio reconocido por su innovadora propuesta educativa, en la que cada alumno aprende a su ritmo y sólo pasa de grado al alcanzar la excelencia.

En 1999, Carlos Tobón retrató a esta graduada en filosofía y letras de la Universidad de Barcelona, quien reparte su tiempo entre su labor como rectora del Fontán y su otra pasión, el atletismo, disciplina en la que ha conseguido para Colombia una innumerable cantidad de medallas en mundiales y sudamericanos de la categoría Senior Máster.

Pelada te invito al Gril y SOS se me fue la correctora

Pelada te invito al Gril y SOS se me fue la correctora

Este oficio no es tan fácil. Ahora que tanta gente cree que montar restaurante es el mejor negocio del mundo, quiero decir que tienen toda la razón ya que si es por divertido no hay duda, pero que sea fácil o una mina sin fondo, es otra cosa y más en nuestra ciudad que se debate entre un boom de vanguardismo neopaisa divertidísimo (y muy sano para el sector) y la arepa y los frisoles de siempre, triunfando el asadito, la cocina veloz, barata y bastante y por supuesto la de moda de turno. El negocio no es ni cinco de fácil; otra cosa es que aquí se pone de moda montar casinos y ahora somos como Las Vegas pero con más y hoteles y Acapulco nos queda chiquito. Pero la verdad es que en el caso de los restaurantes ganamos todos: el sector que se fortalece, los cocineros nos tenemos que capacitar, los comensales que tienen mejor oferta y “dan más ganas de salir”. Pero montar un restaurante aquí es duro desde la inauguración cuando los invitados que seguro no volverán nunca pagando van con ánimo de buscar el pero y el pelo y enloquecen al pobre soñador con sus sugerencias, recomendaciones y consejos de expertos en otra cosa; definitivamente nos cuesta muchísimo “ver a un pobre con jíquera”.

Muchos restaurantes famosos de Europa y Asia tienen siglos de historia; en América varios célebres clásicos han trascendido por generaciones, aun en varias ciudades colombianas. Por el contrario en nuestra ciudad es un negocio efímero muchas veces, tan difícil que en el mejor de los casos dura lo que su dueño cocinero, ya que cuando el tema es de inversionista, saca la mano mucho antes, apenas se da cuenta de que las avalanchas de clientes del arranque son casi imposibles de mantener y que el negocio culinario es cosa de mucha más pasión, sacrificio y compromiso. En los últimos 35 años desaparecieron muchísimos que alguna vez alcanzaron la gloria, muchos a los que fui y recuerdo con especial cariño: La hostería Las Nieves en la Medellín-Bogotá al lado del túnel se lleva mis mejores evocaciones; Doña María de Robledo, El Noral en la vía a Girardota, El Peñasco deliciosamente oscuro, La Posada de de la Montaña, La Aguacatala, La Bella Época impresionante, La Estación de doña María Estela memorable, La Tranquera con sus chinchulines ricos, La Posada del Contento, La Bella Villa, Monserrat y Los Tambos, La Sombrilla, El Café Café, Le Bourguignon, Piemonte, Salvatore, Zorba, La Res, El Ejecutivo 18, El Club de Ejecutivos del Centro, Cumaná, Bremen, El Balcón, Florida y La Esmeralda.

Antes no solo íbamos a restaurantes, también a estaderos y griles ahora en extinción: Bonanza, La Macarena, Los Cristales, Menqueteba, El Tambo de Aná, Azteca Internacional, Castillo de Chapultepec, El Mirador del Aburrá, La mesa del Rey, Fujiyama, El Dino Rojo, Guadalajara y el Gril de las Estrellas. Entre otras cosas para los pelaos que no saben qué son Griles, es una mezcla de restaurante, bar, discoteca, mesero con linterna, media de guaro con piña y coco y boleros para bailar apretadísimos con peladas bacanas operadas de las que no se pueden mostrar en la casa y todavía huelen rico a Cloé (lo que usaban las niñas bien de los 70 y los 80 cuando un beso era lo único que daba la novia y un trío era de músicos…a mí me va a dar algo). En la época de los griles (¿o grilles?), La 70 era la Zona Rosa, El Poblado quedaba lejísimos e ir a Envigado era paseo de tiro largo.

De los restaurantes de toda la vida sobreviven gracias a Dios El Che que lleva años, Podestá extraordinario, Hatoviejo siempre lleno, y claro, las joyas escondidas de los héroes anónimos de metederos como la Lonchería Maracaibo, los salones de Junín y las cafeterías del edificio Portacomidas. Yo sé que me faltaron muchos y me encantaría seguir la lista con su ayuda en [email protected]
El domingo pasado se me fue mi correctora para el cielo. Mamá, me están haciendo mucha falta tus espaguetis horribles, tu sonrisa y tu llamada de las 7. Te prometo que no voy a criticar mucho, que no voy a decir vulgaridades y que me voy a lavar los dientes al menos tres veces al día. Aunque te hice llorar alguito, menos mal te hice reír siempre y eso sí hasta el final te hice ejercer de mamá. Ahora te llevo adentro y ya sé que siempre vas a estar bien. Ahí está la Virgen.

[email protected]

Apuntes sobre la educación y sus vicios

  Por: Juan Sebastián Restrepo Mesa  
 
En esta columna haré algunas reflexiones en torno a la tercera y cuarta etapa del ciclo vital familiar: la familia con hijos preescolares y la familia con hijos escolares respectivamente. En estas etapas se consolidan los procesos de socialización del niño básicamente a través de tres instancias: la familia, la escuela (preescolar incluido) y los medios. Pienso que valdría la pena hacer un par de reflexiones críticas en torno a la forma en que socializamos y educamos a nuestros niños.
Empezaré citando estas palabras que el psiquiatra inglés Ronald Laing dijo hace ya más de 40 años y que siguen manteniendo su vigencia: “Tenemos que haber perdido nuestra cordura. Empezamos con los niños. Es imperativo agarrarlos a tiempo. Sin el más exhaustivo y rápido lavado de cerebro sus mentes verían a través de nuestros trucos sucios. Los niños aún no son tontos, pero debemos volverlos estúpidos como nosotros, con alto coeficiente intelectual de ser posible.”
Laing se refiere a la forma en que nuestra sociedad socializa a sus niños. Pero ¿por qué dice que dicha socialización nos vuelve “estúpidos” y “acaba con nuestra cordura”? A mi modo de ver, porque privilegia las "respuestas correctas", sobre las búsquedas humanas; la especialización sobre la integridad; la estandarización sobre la autenticidad y la autonomía; la competencia sobre la cooperación y la empatía; la adquisición ávida sobre la libertad y la generosidad; la agresión sobre el amor; y el desapego de la vida sobre el cuidado atento de la vida.
Lo que quiero decir es que hay una brecha entre lo que la educación actual brinda y las necesidades profundas del ser humano. Esto nos lleva a una pregunta de primer orden, que cualquier familia debería hacerse: ¿para qué educar a los hijos?
La educación no ha asumido cabalmente los retos que impone un verdadero desarrollo humano. Se educa para la competencia enseñando habilidades específicas desde el dominio intelectual. Pero no se educa para desarrollar las dimensiones emocional e instintiva de los niños. Por eso Laing habla de “imbéciles como nosotros, con alto coeficiente intelectual de ser posible”. Se educa para la efectividad, la inteligencia lógica, la astucia y la desconfianza; pero no para la inteligencia emocional y la sabiduría.
Lo anterior tiene, como es de prever, consecuencias en los niños, como en las sociedades: vemos por un lado niños que no están satisfechos con nada, adictos al consumismo, desatentos, hiperactivos, bulímicos, competitivos, intranquilos, estresados, incapaces de aceptarse, deprimidos, sin autenticidad ni espontaneidad.
Y por el otro vemos la tragedia de una sociedad global que a pesar de tener, como nunca antes, los medios técnicos y económicos para trabajar por el bienestar humano, se precipita una y otra vez hacia las guerras, la usurpación y la destrucción del planeta.
El problema es que aún se cree que nuestros grandes problemas son económicos o materiales y se ignora que nuestra falla radica en la profunda ignorancia de nuestra propia humanidad.
Se educa para la obediencia y no para la responsabilidad, para el consumo y no para el servicio, para la inteligencia y no para la sabiduría. Se enseña más no se acompaña a aprender. Y un conocimiento poderoso pero inhumano suplanta generalmente al autoconocimiento que necesita cualquier persona para ser más humana, virtuosa y feliz.
¿Para qué se educa un hijo? Solo una educación que responda a esta pregunta es una educación responsable.

Próxima columna: La familia con hijos adolescentes.

 
     

Onetti y el espagueti

0
  Por: Gustavo Arango  
 
Juan Carlos Onetti es un buen escritor. Léanlo, se los recomiendo. Por estos días se cumplen cien años de su nacimiento, murió hace quince, pero apenas empiezan los homenajes. Tarde o temprano tenía que saberse que era un iluminado, que vio el alma con ojos de místico enlodado de inmundicia, que seguirá diciendo cosas importantes mientras el mundo aloje seres humanos. Léanlo, bajo su propio riesgo, si quieren que les digan la verdad con sobreabundancia de matices. El alma humana es cosa seria, tiene lados oscuros y Onetti estuvo allí, como Teseo, se internó en la oscuridad del laberinto llevando en la mano un espagueti medio cocido, dócil como un cabello, pero fuerte como una soga, en cuyo extremo opuesto se encontraba, esperando su salida, Dorotea Muhr, la mujer-niña que le daría felicidad a la segunda mitad de su vida, el “ignorado perro de la dicha”: una grácil violinista que se quedó encantada al mirar aquella percha de labios desencantados y decidió regalarle su vida.
Lean a Onetti antes de que lo vuelvan clásico y sea más ilegible. Porque no es fácil, no es Harry Potter, no es ni siquiera Cien años de soledad. Su prosa es de las más finas que ha habido en esta lengua de abusados y abusivos. Corriendo el riesgo de ser un heraldo del momento en que quede convertido en monumento, me atrevo a sugerir que leyendo al señor del espagueti, ahora mismo, antes de la gloria que todo lo trastorna, hay tiempo todavía para aquellos que quieran leerlo como leyeron a Cervantes sus primeros lectores, libres de toda carga, con palabras aún vivas, palpitantes.
Corran al estante o a la tienda de libros. ¿El título? Cualquiera. Cada quien entra al infierno por su propia puerta. Asómense a ese mundo de derrotados donde la dignidad brilla como diamante. Miren a Jacob pelear contra el ángel del fracaso, humillarse humillando. Ausculten los ojos vacíos de Larsen en medio de las ruinas del astillero; acompáñenlo en su loca aventura por encontrar un sitio al que pueda llamar hogar. Denle a Bob la bienvenida al deterioro, véanlo decirle adiós a su arrogancia juvenil. Acompañen a la mujer gorda a morir viendo la realización de un sueño. Vayan con Kirsten al puerto para verla ver partir los barcos imposibles que van para su tierra, ese sitio al que nunca volverá. Convivan unos días con el basquetbolista enfermo al que visitan dos mujeres y compartan la envidia de otros moribundos que ni siquiera tienen eso. Vayan al infierno tan temido en que arde Rizzo mientras recibe las fotos que Gracia César se toma con todos sus amantes. Sientan la tristeza del hombre tan triste como su esposa, la mujer que al suicidarse, al llevarse a la boca la punta del arma, pensó en una remota caricia que le dio cuando eran novios. Acompañen a Brausen a inventar un universo que haga tolerable la existencia. Conozcan a la mujer condenada a enamorarse una y otra vez de un hombre al que detesta. Oigan a Linacero y traten de no cometer el error que cometieron su amigo y la prostituta, esos que no pudieron entender la pureza que brillaba justo en medio de su infierno. Reciban el dinero que les entrega Baldi y crean en sus mentiras, a la vez crueles y piadosas. Acompañen al conspirador que quemó a Santa María a emprender su ataque fallido. Pregúntense dónde está la verdad en las historias gemelas de la mujer muda, violada y asesinada. Pasen una temporada en el falansterio o acompañen a Jorge Malabia a visitar a la novia de su hermano muerto. Escuchen a la mujer flaca y preñada decir sin sobresalto las únicas verdades: “Me parieron y aquí estoy”, asistan a la atroz hermosura de su parto. Entren si quieren por la última novela, la que Onetti escribió después de los ochenta (tras salir del laberinto y quedarse hasta la muerte con la niña del espagueti medio cocido), una síntesis tan luminosa y leve como una levitación. Asistan a los últimos gestos de un Díaz Grey que nació viejo y cansado y se la pasó de libro en libro por más de medio siglo, hasta su papel absurdo de marido vicario, hasta la resolución final de acabar con su vida imaginaria. Usen la puerta que la vida les depare y lean, no con los ojos, ni con los pulmones, ni siquiera con el corazón: léanlo con el alma, como se lee un texto sagrado. En las profundas cavernas del sentido encontrarán las llamas de la purificación.
Nueva York, julio de 2009.

[email protected]

 
     

Cauca Viejo, sólido espejismo

  Por: Jose Gabriel Baena  
 
Yendo al suroeste, a mitad de la carretera entre Bolombolo y Puente Iglesias se encuentra el viajero con una portada singular: es la entrada a un territorio fundacional a la manera antigua antioqueña, denominado “Cauca Viejo”. Producto de un sueño absolutamente loco hace poco más de diez años, lo que era por aquellos días un inmenso potrero para cincuenta felices novillos es hoy, sobre una extensión de 33 hectáreas, un verdadero pueblo, el último fundado en nuestro departamento, donde ya se erigen poco más de 150 hermosas casonas en el estilo verdadero y certificado de la arquitectura de la colonización paisa que tuvo su época mayor entre 1880 y 1930 aproximadamente. He aquí el delirio cumplido de Don Rodrigo Restrepo Puerta, sus amigos Ramiro Mejía y Martín Tamayo, y del trabajo esforzado inicial y continuo de sus hijos Camilo y Andrés y familias. Durante mucho tiempo los que transitábamos por la calle 10 de El Poblado veíamos en la esquina de la 43D el gran aviso del proyecto, que parecía prometer algo imposible: un pueblo antiguo… recién fundado. Pero el sueño se volvió realidad: los costos iniciales fueron asumidos del todo por los entusiastas Restrepos y otros reclutados, quienes, como visionarios y racionales arquitectos y constructores tendieron primero bajo tierra toda la estructura de aguas y de electricidad, con los planos hechos para toda la inmensa parcelación, antes de empezar a elevar las casas. La gente fue llegando y asentándose, construyendo sus hogares según los modelos de la antigua arquitectura de hace cien años, previa aprobación de los fundadores, quienes viajaron por más de 80 pueblos de la antigua Antioquia, el Viejo Caldas, el Valle, identificando y registrando cuidadosamente los modelos originales. La fundación se hizo a la manera como se solía en la Colonización: primero un inmenso parque, con su iglesia y su alcaldía, donde funciona hoy la administración: vimos las fotografías de hace diez años, y en lo que era una explanación sin un solo arbusto hoy se puede sentar el viajero a la sombra de palmeras y de árboles nativos que en tan poco tiempo han crecido prodigiosamente. La tierra es generosa y grata y se han sembrado especies por todas partes, que ya parecen como si hubiesen estado allí desde siempre. Aves y otras especies animales han ido repoblando el territorio. Hermosas lagartijas se pasean a su amaño, hay un lago con patos, cisnes, peces. El cielo refulge de azul y sol. Y reina un silencio espléndido.
“Cauca Viejo” se divide en veredas de terreno plano y suaves colinas. Situado en un gran meandro o curva natural del río Cauca, tiene su puertecito desde donde parten las balsas de goma para los gomosos, reiteremos, del canotaje: se organizan paseos por el río desde allí hasta Bolombolo y de regreso, y cuentan los habitantes y huéspedes de las casas y de los dos hoteles del lugar con diversas actividades recreativas y culturales: paseos en bicicletas y vehículos todoterreno, cabalgatas, canchas de fútbol, básket, voleibol, tennis; tres fondas camineras para refrescarse del calor el caminante ecológico, recitales, tertulias y video-cine en el parque, retretas dominicales y la misa, no faltaba más.
Los niños de las veredas cercanas a “Cauca Viejo”, muchos de cuyos padres trabajan hoy allí, tenían que recorrer largas distancias para llegar a la escuela. Pues bien, la administración del lugar les puso su propia escuelita, a la que asisten 30 juiciosos y cumplidos alumnos diariamente. Se está pensando en organizar una biblioteca básica de autores antioqueños. En suma, “Cauca Viejo” es un pueblo surgido de la nada por el milagro del trabajo y de la imaginación unidos esforzadamente. Las facultades de arquitectura de Medellín deberían tener en sus programas una materia residencial en el pueblo, para que los futuros profesionales no sigan cometiendo las atrocidades que se ven hoy en fincas de todo oriente: arquitectura presuntamente posmoderna y hasta “bauhaus” y otros salpicones horrendos. Si por lo menos no estamos de acuerdo con mucha de la idealización de los “valores de la raza paisa” que tanto daño nos ha hecho, nos quitamos la cachucha rockera a la sombra acogedora de estas casas de “Cauca Viejo”, donde la medida del hombre ha vuelto a recuperar su respeto.

[email protected]

 
 

 

Una buena noticia

0
 
  Publicado en la edición 394, 19 julio de 2009  
     
 
Una buena noticia
 
     
 
El anuncio hecho hace poco por el Ministerio de la Protección Social en el sentido de que a partir de agosto empleadores y patronos podrán regularizar sus relaciones, probablemente signifique una gran transformación en la incorporación a la vida activa y legal de cientos de miles de personas que hoy en día se ven obligadas, por la necesidad, a permanecer al margen del Estado y por ende a fomentar la evasión y la exclusión que muchas veces los empleadores se ven obligados a alentar por el hecho de que los costos de la contratación simplemente, como están, hacen inviable muchas de las formas convencionales de relación laboral.
Actualmente, cuando no existe una relación laboral permanente, es decir, cuando un empleador requiere los servicios de alguien solo por unos días, está obligado por Ley a reconocerle al empleado todo un mes en parafiscales. Esta manera de relacionarse hace que muchas veces las opciones de contratación temporal, como muchas veces se requieren, se hagan inviables por lo absurdo de los sobrecostos o que se opte por evadir la norma, y a riesgo de uno y por la necesidad del otro, contratar por fuera de la Ley.
La nueva norma, que puede consultar en www.vivirenelpoblado.com, podrá garantizarle a esos miles de empleados entrar en los circuitos de la legalidad y le permitirá a los patrones estar tranquilos frente a sus responsabilidades sociales. Esta norma, claro, solo puede aplicarse a aquellas relaciones que sean inferiores a veinte días y que reconozcan, como mínimo el salario mínimo legal vigente. Falta aún que se implementen todos los elementos para que la norma se generalice, pero a partir de agosto, no habrá disculpa para que meseros, empleadas domésticas por días, empleados temporales o esporádicos, no tengan todos los amparos que consagra la ley, inclusive, la misma norma garantiza un sistema de ahorro pensional, proporcional obviamente, pero frente a estar totalmente desprotegido, como ocurre actualmente, la propuesta se ve muy ajustada.
En cuanto al amparo de riesgos profesionales, estos sí deben garantizarse por todo el mes, aunque es valedero anotar, que estas tarifas, frente a los beneficios que implica el sistema, asistencia en caso de accidentes o riesgos, es supremamente beneficioso.
Una norma que, para algunos, es simplemente regularizar el subempleo y darle estatus a la pobreza. Es esta una manera de ver las cosas y, claro, sería mucho mejor propender porque el Estado le ayudara a los empresarios a generar pleno empleo. Pero una cosa es sentarse a legislar para mundos ideales mientras las personas en la calle viven la realidad lejos de todo amparo y desprotegidas de todo y otra cosa es tratar de encontrar salidas a una realidad tan dura como la que viven muchos colombianos. Habrá que esperar para ver cómo opera el sistema en la práctica, pero desde estas líneas esperamos que en todo, sea un camino para darle dignidad a tantas personas que por su condición, se ven obligadas a vivir en una situación de total indignidad.
 
 

 
 

Respiración de la casa

0
 
 
     
 
El libro de poesía del escritor, investigador de literatura y poesía, ensayista y Director del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia, Eufrasio Guzmán Mesa, recorre a través de varios poemas las sensaciones y vivencias que deja la casa o el hogar. Es entender una casa con vida, en la que diferentes situaciones y elementos desapercibidos para sus habitantes, construyen ese espacio único que le da sentido y vida misma de ellos. “Respiración de la casa es un ejercicio de captación del habitar. Habitar con intensidad supone amar y rastrear las huellas que luego le dan sentido al vivir. En esta colección de poemas se intenta captar la luz propia de todo morar y la importancia del permanecer y el sufrimiento de la pérdida, la forma como la casa se teje de ausencias, de partidas y silencios que a veces devoran la morada humana”, comenta el autor.
También se destacan sus libros: “De la navegación”, “Del patio y el Velamen”, “Fernando Vallejo, condición y figura” y “Encuentros con Fernando Pessoa” entre otros.
     
 

La carrera que eligió

0
 
 
     
 
Un día cualquiera, esta diseñadora de espacios de la Colegiatura Colombiana se fue para el kartódromo en busca de su sueño. Había dado el primer paso para alcanzarlo y allí se encontraba, aferrada a las reja que separaban aquel espacio anhelado del andén; entró e inocentemente preguntó: “si yo quiero montar karts, ¿qué tengo que hacer?”. Así comenzó su historia, encontró su felicidad y el motor que necesitaba. De la mano de su entrenador, Iván D’angelo, Manuela ha logrado en poco tiempo lo que muchos llevan años buscando, con sólo un año y medio en el deporte ya fue tercera a nivel nacional y ajusta dos viajes a Europa, donde ha practicado en las pistas y con los rivales más exigentes.
“Cuando me monto al carro se me olvida todo, es desconectarse y tener concentración absoluta. Llegan momentos como espirituales porque uno esta ahí, sólo con el carro y nada más. Ojalá la vida me permita dedicarme todo el tiempo a los carros y vivir de eso”, dice.

No a las oficinas, sí al deporte
Desde pequeña se perfilaba, ni siquiera un fuerte accidente cuando manejaba moto a los siete años, que la dejó inconsciente, fue motivo para olvidar su gusto por la velocidad. Al contrario, al graduarse de la universidad y a pesar de que trabaja en una empresa familiar, Manuela sintió que algo le faltaba, que no estaba persiguiendo su verdadera pasión. “No quería seguir con lo de mi carrera. A mi me dicen que estoy viejita para empezar en lo de los carros, pero creo que nunca es tarde y la felicidad se encuentra en hacer lo que a uno le gusta”, afirma.

Entrenamiento sin autódromo
Desde aquel día que se acercó al antiguo kartódromo, sólo le bastó con dar una vuelta en un kart para entender que es la sensación que más le gusta en la vida. Habló con su familia y el año anterior ya contaba con chasis y motor para comenzar el campeonato nacional.
Lastimosamente, ese lugar que fue inicio de su sueño ya no existe, fue demolido para ampliar las piscinas con miras a los Juegos Odesur 2010, por lo que Manuela y sus compañeros deben viajar a otros departamentos para continuar con sus prácticas. “Algo se ha hablado para construir una pista en Bello, que también sirva para conciertos. Toca esperar porque es muy triste que varios amigos tengan el kart guardado”, dijo la piloto.
A su entrenamiento personal, le adicionó clases de kickboxing para fortalecer la espalda, los brazos y el cuello, partes fundamentales para resistir horas dentro de un kart.

Ganadora en tiempo récord
2008, el año de su debut, fue tercera en el campeonato nacional ganando tres carreras, por encima de muchos hombres aficionados desde niños. En su categoría compite con cerca de 26 pilotos, la mayoría de válidas son en Bogotá y cada uno debe correr con los gastos de traslado y llegar por sus medios. Junto a Daniela Moncada, son las únicas antioqueñas en esta disciplina; este año va segunda en la clasificación general y también fue la primera mujer en hacer podio en una carrera de la Easy Kart en Cartagena, compitiendo con grandes pilotos como Sebastián Saavedra y Martín Sala.
“Nunca me había metido de lleno a un deporte así, uno empieza a aprender a perder, que no es fácil cuando uno da lo mejor y lo pasan, eso es muy duro. Hay que aprender a tener persistencia”, comentó.
En las grandes ligas

Con la falta de kartódromo y apoyo a estos deportistas, Manuela entendió que para trascender en su pasión debe cruzar fronteras, incluso atravesar el océano para sentir su sueño más cerca y posible.
Desde principios de este mes se encuentra en Italia por segunda vez, dispuesta a correr dos válidas del Open Italiano, campeonato que corren los mejores kartistas del mundo. Pero la novedad y expectativa más grande será cuando aborde por primera vez un carro de fórmula, 1.600 BMW. Manuela tendrá la oportunidad de correr un día en la pista de Jérez, España, por donde han pasado los mejores pilotos de la Fórmula 1 y donde se corre la Moto GP. De su desempeño en fórmula dependerá si continúa con los karts o participa de una campeonato de carros en 2011, pronostica.
Al pensar en su sueño, suspira y dice que quisiera llegar a la Indy Cart, que corrió Juan Pablo Montoya, o en carros la DTM de Alemania, corrida por ex pilotos de Fórmula 1. El punto es que tomó la decisión más importante, que encontró en la velocidad y los motores la felicidad que tanto le interesa conseguir, que la acompaña cuando está a bordo de su vehículo, la larga carrera que escogió para ser feliz.

     
 
 
 

Escasez de sedes sociales e inseguridad

0
 
 
 
Dos de los problemas señalados por la comunidad es la falta de actividad recreativa y deportiva para todas las edades y la deficiente dotación y equipamiento de parques para el disfrute y la sana recreación. Las secretarías del Municipio deberán dar alternativas de solución a los problemas de la Comuna 14, en aras de resolverlos con dineros del Presupuesto Participativo.
 
     
 
El primer problema identificado por los habitantes de la Comuna 14 en las 12 asambleas barriales realizadas el 7 de junio fue la inexistencia de sedes sociales y el deterioro de las existentes, y el segundo lugar lo ocupó la inseguridad. En tercer término, de acuerdo con el número de votos de los 704 asistentes, se situó la carencia de obras de protección, contención y drenaje para mejorar las calles, andenes, aceras, espacios públicos y quebradas, así como la deficiencia en la señalización, iluminación, vías, senderos y escalas. A estas y otras dificultades priorizadas por los habitantes de El Poblado, se les deberá dar solución mediante el Presupuesto Participativo destinado para la Comuna 14.

Presupuesto para 2010

Para ejecutar en El Poblado en 2010 hay 3.676 millones de pesos de Presupuesto Participativo. Con miras a definir estas inversiones, se reunió por primera vez este 4 de julio el Consejo Comunal elegido en las asambleas barriales y el cual quedó conformado por 654 delegados. La idea en esta reunión era dividirse por comisiones y asignar a cada una de estas el presupuesto con el cual contarán para solucionar las problemáticas. Al cabo de un mes de trabajo se reunirán de nuevo en un Consejo Comunal. El proceso es acompañado por técnicos del Municipio, encargados de administrar los recursos del Presupuesto Participativo.

Otras problemáticas
En total, son 38 las principales dificultades identificadas en la Comuna 14. Después de las mencionadas, le siguen en importancia y en su orden la insuficiencia de programas de actividad recreativa y deportiva para todas las edades; pocas oportunidades de formación integral en arte, artesanías, música, pintura; deficiente dotación y equipamiento de parques para el disfrute y la sana recreación; alta presencia de enfermedad mental, alcoholismo y drogadicción; difícil acceso y falta de recursos para la permanencia en la educación media y superior; carencia de oferta de programación cultural y artística en los barrios; insuficiencia de oportunidades en formación técnica y tecnológica para el trabajo a los jóvenes desescolarizados y adultos; desprotección y falta de mantenimiento de las quebradas y sus retiros; contaminación auditiva, del aire y visual; carencia de resaltos y señalización de vías; bajo aprovechamiento y pérdida de la vegetación y fauna por los nuevos desarrollos de la comuna; invasión del espacio público con ventas, talleres, lavado de carros, parqueaderos y vallas; y carencia de recursos económicos para apoyar los planes de trabajo de las juntas de acción comunal y la Junta Administradora Local.

Oportunidades para todos
La lista de problemas continúa con el manejo inadecuado de escombros y basuras y falta de control a los recicladores; baja oferta y carencia de promoción en salud, de estilos de vida saludable y prevención de la enfermedad; plagas en solares, vías y casas; prostitución; abandono e inseguridad alimentaria de mayores de 60 años en estratos 1, 2 y 3; deficiencia de apoyo a actividades deportivas innovadoras; baja oferta para el sano esparcimiento de adultos mayores y discapacitados; insuficiencia en el mantenimiento y mobiliario de áreas públicas recreativas y deportivas; baja educación inicial para niños de 2 a 12 años; baja calidad de la educación e inexistencia de pedagogías innovadoras que promuevan proyectos de vida dentro de la participación ciudadana; falta de apoyo y acompañamiento para los procesos de control y veeduría ciudadana; falta de creación de nuevas empresas productivas; problemas de educación básica y secundaria para adultos; falta de atención a la población con necesidades educativas especiales; falta de fortalecimiento en las unidades productivas existentes en su estructura administrativa y de mercadeo; problemas de convivencia familiar y social; falta de cultura de formulación de proyectos productivos y empresariales; y, por último, falta de dotación de uniformes a los grupos deportivos y recreativos.

     
 

El 15 de julio homenajearán a La Bailarina

0
 
 
     
 
“Obviamente tengo rabia por la muerte de mi niña; es algo que nunca voy a superar. Porque no era una brincona como mucha gente dijo, como un taxista que pasó y cuando le pidieron ayuda dijo que no porque “debe ser una loca borracha” y siguió. No era eso, era una niña como cualquiera de 18 años, de clase media, estudiosa y trabajadora, porque entre las dos manteníamos la casa. Esa noche precisamente estaba paseando a su jefa que vino de Bogotá y le dijo que quería un recorrido por Medellín. Eso estaba haciendo mi niña y cuando la jefa la dejó porque le dio sueño la niña se quedó con los compañeros de Bolivariana que la iban a traer hasta la casa.
Estaban en Los Saldarriaga (Parque de El Poblado) cuando llegó un muchacho, la llamó desde la puerta y le dijo “Isa, ven que tengo que contarte algo”. Ese muchacho ni siquiera estudiaba con ella, pero mi hija tenía fama de ser la mamá, la gallina que protege a los pollitos, la que aconseja, escucha, la que seca las lágrimas y obviamente al él decirle “ven que tengo que contarte algo” la niña se paró y se fue a caminar con él y ahí fue cuando…
… Eso es algo oscuro que creo que nunca sabremos porque el muchacho se negó a declarar y nunca ha hablado con nosotros. Ni lo conozco, nunca ha aparecido. No sé si es cierto que tenía cuentas pendientes con el asesino pero algunos testigos que estaban en el parque me dijeron que se escudó con el cuerpo de mi niña, por eso la obra artística que hago (cuelga de un árbol en el Parque Astorga) se llama Escudo de tutú para valientes hombres. Luego el muchacho salió corriendo y llegó a Monterrey y allí ni siquiera le dijo a la Policía que mi hija estaba herida en el parque.
Ever Johny Vásquez Arboleda, el asesino de mi niña (capturado el 4 de julio de 2008), cuando se vio pillado se acogió a sentencia anticipada y recibió una condena de 18 años. Él no se imaginó que mi hija tenía mamá; ella era demasiado buena, decente y trabajadora como para que yo sintiera vergüenza por lo que la gente se pudiera imaginar. Muchas personas me dijeron “su hija dio papaya… muy bruta” pero es que vivimos en una sociedad que engaña a los jóvenes, les dice salgan y los convence de que nada les va a pasar y cuando les pasa de inmediato dicen “esa muchachita era una brincona” y no saben el trasfondo, no saben qué estaba haciendo, no saben nada. Pero yo me siento orgullosa de mis hijas y por eso hice bulla. No tenía nada que ocultar. La víctima fue mi hija”.

El Jardín de Isabel
La Alcaldía de Medellín, por medio del Programa de Atención a víctimas del conflicto armado, prestará el apoyo logístico para los diferentes actos que habrá el 15 de julio en el citado parque, y donará el pedestal y la placa con el nuevo nombre. Allí mismo la Secretaría de Medio Ambiente plantará el “Jardín de Isabel” que tendrá el diseño de un tutú, según lo dice José Rodrigo Henao, Coordinador de la Línea de Reparación Simbólica. También se presentará un cortometraje sobre la joven, habrá danza contemporánea y tocarán los grupos Volcánica y Ágape, el cual le compuso dos canciones a Isabel.

     
 
 
     
 
Escudo contra el olvido
Así habla la artista plástica Betty Cárdenas casi 13 meses después del asesinato de su hija Isabel Cristina Restrepo con arma blanca en el Parque Astorga. Isabel, quien alcanzó a llegar con vida pero tardíamente a un centro asistencial, tenía 18 años, cursaba cuarto semestre de arquitectura, hacía parte del Ballet de El Castillo, trabajaba en una empresa publicitaria, tocaba batería y estaba próxima a ingresar a estudiar publicidad. Vivía con su madre y su hermana, amaba a sus dos perros y dejó una huella imborrable en quienes la conocían, los mismos que se empeñan en dignificar su memoria y la de otras mujeres que han sido asesinadas en Medellín ante la indiferencia ciudadana. Para ello, Betty y varios amigos de Isabel Cristina formaron Alas de Mariposa, colectivo que mediante manifestaciones artísticas conmemora el aniversario de su muerte los 15 de cada mes en el parque donde fue agredida. Hoy cumplen su deseo de que se agregue el nombre de La Bailarina al Parque Astorga, pero falta recuperar realmente el espacio para la ciudadanía.
 
     
 

Sigue suspenso con la Casa de la Cultura

0

 
 
     
 
Fue a finales del año anterior que el entonces Secretario de Cultura Ciudadana, Jorge Melguizo, le pidió a Lili Córdoba, Directora del Taller de la Música, que devolviera la Casa de la Cultura ya que no cumplía con su real función ni beneficio a la comunidad. Hoy, después de incumplir varios plazos y que el caso lo tenga la Secretaría de Hacienda, sigue aferrada a las dilaciones del debido proceso.
Hasta el 3 de julio tuvo oportunidad de notificarse, ahora el proceso es por edicto (tiene 10 días más). Después de eso, la Alcaldía podrá hacer restitución del inmueble de inmediato.
Al cierre de esta edición, Vivir en El Poblado conoció que el Municipio tiene otro proyecto de casa de la cultura para El Poblado, en un inmueble diferente al que ocupa hoy. El anuncio oficial está pendiente desde el viaje del Alcalde a Corea del Sur. Aunque al cierre de esta edición ya Salazar ya había regresado, los funcionarios encargados del anuncio dicen no poder hacer público el proyecto hasta no tener autorización del mandatario. En ese anuncio debería quedar claro qué suerte correrá el predio donde hoy está la Casa de la Cultura y que, igual que la sede de la Estación de Policía, que hace parte del mismo predio, debe estar dedicado a fines educativos, según el acuerdo original entre el donante y el Municipio de Medellín.
También por el mismo motivo, el viaje del Alcalde, aún no se sabe cuándo será la visita del gabinete municipal a esta comuna para escuchar a la ciudadanía y ofrecer soluciones a los problemas más apremiantes, tal como lo prometió públicamente Alonso Salazar en el programa de Contacto Ciudadano.
 
     
 

Cuidacarros deben vincularse a programa de la Alcaldía

0
 
Con el fin de terminar con la informalidad, los abusos, y para mejorar su calidad de vida, las secretarías de Transportes y Tránsito, y de Gobierno, socializan con los conocidos “trapo rojos” sobre su inclusión a un programa con las terminales de transporte, en el que tendrían un salario fijo con las prestaciones sociales que esto implica. Por ahora realizan un estudio para determinar quiénes son aptos, aunque será difícil cambiar su cultura de ganar del día a día. Según el Tránsito “recibieron la medida con alegría”.
     
 

Casa, pero no en el aire

0
 
 
     
 
Ascensores sin mantenimiento y forrados en cartón, números de los apartamentos en papel, shut de basuras y citófonos fuera de servicio, baños sin lavamanos, escaleras y corredores sin luces, plafones sueltos, cuartos útiles con apariencia de barracas, puerta de ingreso de vehículos sin motor pues el que tenía se lo llevó la empresa que lo instaló por falta de pago, zonas comunes sucias y enmontadas. En este ambiente viven 15 de las 60 familias “propietarias” de un edificio que está inconcluso, pese a que debió terminarse a mediados de 2007. Los “propietarios” no pueden vender porque no les han hecho escritura porque el lote está embargado. Por lo mismo, tampoco pueden terminar de pagar el apartamento porque los bancos no les prestan y la constructora, con otros proyectos estancados en la ciudad, dice no tener plata para terminarlos. Un círculo vicioso.
Y es sólo uno de los muchos casos similares que ocurren en Medellín a quienes convencidos de que “tener casa no es riqueza pero no tenerla sí es pobreza”, invierten sus ahorros y se endeudan para comprar una vivienda, sueño que a menudo se convierte en pesadilla.
“No son todas las construcciones ni todos los constructores, algunos cumplen pero otros no”, dice el concejal Federico Gutiérrez, quien desde meses atrás se enfrenta a este tema en una comisión accidental del Concejo destinada a encontrar soluciones para los compradores que hoy solo tienen una casa en el aire. Su objetivo es estructurar y sacar adelante un proyecto de acuerdo que permita que en Medellín comprar casa propia sea más seguro.

Las irregularidades
Según el concejal Federico Gutiérrez, una de las irregularidades más comunes es el incumplimiento en el plazo de entrega. “Si a los 90 días de vencido ese plazo no han entregado, al comprador le tienen que empezar a pagar un arriendo correspondiente al valor del apartamento. Pero eso por lo general no se cumple”. También son frecuentes los incumplimientos con la lista de acabados y con las características de las zonas comunes.
El concejal asevera incluso que hay constructores que buscan aburrir a quienes compraron sobre planos. “Cuando los precios se disparan le empiezan a incumplir al comprador, no le pagan los arriendos, no lo reciben y cuando se empieza a quejar le dicen que si está muy aburrido deshagan el negocio. Claro, cuando ya el metro vale el doble. Eso es falta de ética”. Muchos se abstienen de demandar por lo demorado del proceso y prefieren quedarse “amarrados”, sujetos a lo que el constructor quiera hacer con ellos. Y otros, cuando van a demandar, no tienen a quien porque la sociedad que vendió el proyecto ya está disuelta.

“Que no paguen justos por pecadores”
Eduardo Loaiza, Gerente de Camacol Antioquia, entidad que agremia un 80% de los constructores de la región, asegura que el Comité de Ética “no ha recibido una sola queja de un afectado denunciando a un constructor afiliado. Los constructores antioqueños son los más serios del país”. Por eso lo preocupa que “paguen justos por pecadores” y el gremio se afecta por las actuaciones de unos pocos que no pertenecen a él. Para prevenir, recomienda no comprar a advenedizos de la construcción sino a empresas serias y dejar todo escrito en la promesa de compraventa, preguntar cuál banco financia el proyecto, verificar la información, y asesorarse con Camacol y con las oficinas municipales de Planeación.

El caso Torremayor
Gracias a las gestiones del Concejo y Planeación Municipal, se solucionó a favor de los compradores del edificio Torremayor, en cercanías de La Frontera, la situación en la que estaban envueltos desde hacía varios años, a raíz de la quiebra de la constructora y el sin número de incumplimientos en que había incurrido. Recientemente el constructor se comprometió a pagar con un lote la deuda de $400 millones que tiene con el Municipio, lo que permitirá que se dé el recibo de obra y los propietarios accedan por fin a los servicios públicos legales.

     
 
 
 

Cosas de hombres / julio (quincena 1)

0
 
 
Publicado en la edición 393, 05 julio de 2009
 
     
 
 
 

Desde el Museo / julio (quincena 1)

 
 
Publicado en la edición 393, 05 julio de 2009
 
     
 
 
     
 
Pedro Justo Berrío
 
     
 
Como es obvio, una vez que se dio paso a la participación del público los platillos desaparecieron rápidamente, lo que hacía pensar acerca de valores como la permanencia de la obra de arte y sus límites visuales y materiales
 
     
 
 
     
 
Por Carlos Arturo Fernández U.
 
 
Con frecuencia se piensa que el interés por la ciudad es un problema estético propio de los artistas actuales. Incluso pareciera que en ello radicara una de las características más específicas de lo contemporáneo frente al arte del pasado, en un mundo donde la mayor parte de la población se concentra en centros urbanos más o menos grandes. Y en esa dirección, es claro que, además de la abundante presencia de esculturas e intervenciones plásticas en el espacio público, un amplio número de creadores concibe hoy su trabajo como participación y acción social en el marco de la ciudad y de sus comunidades.
Sin embargo, el problema no puede limitarse sólo a las expresiones y conceptos del arte de hoy. En efecto, a lo largo de toda su historia el arte ha mantenido una estrecha relación con la vida urbana, hasta el punto de que, muchas veces, se identifica la historia del arte con la historia de las ciudades.
En esa relación, los monumentos ciudadanos juegan un papel fundamental. Ellos no fueron pensados solamente (ni sobreviven) con la misión de embellecer calles y plazas sino que son manifestación de las ideologías que sustentan los proyectos de ciudad que se van imponiendo a lo largo de la historia urbana. Ese doble carácter, estético y político, les confiere quizá su mayor valor histórico y social.
La estatua de Pedro Justo Berrío, en la plaza mayor y centro fundacional de Medellín, tiene un especial poder en la configuración de los ideales cívicos de la ciudad. La escultura, instalada en 1893, es una figura de tamaño natural vaciada bronce y colocada sobre un pedestal de mármol de Carrara. Es obra del escultor italiano Giovanni Anderlini, quien se había especializado en la realización de este tipo de monumentos ciudadanos, que en la segunda mitad del siglo 19 muchas personas consideraban como la más elevada manifestación en el arte de la escultura por ser vigorosos núcleos de pensamiento político.
En realidad, la estatua de Pedro Justo Berrío es producto de un taller donde se realizaban obras más o menos en serie para atender una amplia demanda de monumentos en las jóvenes repúblicas americanas, sin que el artista tuviera un conocimiento claro de los personajes representados. A pesar de ello, la obra de Anderlini se destaca por su sobriedad republicana, su contención, la ausencia de retórica y el tratamiento directo del personaje, lo que la convierte en símbolo cívico de los mejores valores de la ciudad en crecimiento. Aquí se alude a la ética del ciudadano que vive el servicio a la patria como un valor supremo, y no a un héroe cuyas gestas gloriosas lo han ubicado por encima de los demás mortales.
Por supuesto, las ideologías e intereses pueden hoy ser diferentes. Pero los monumentos ciudadanos no sólo nos recuerdan el pasado sino que también hacen presente la idea de la ciudad como construcción colectiva y la posibilidad de una interpretación estética de los valores que nos constituyen como sociedad.
 
 

Desde el Museo / julio (quincena 1)

0
 
 
Publicado en la edición 393, 05 julio de 2009
 
     
 
 
     
 
Pedro Justo Berrío
 
     
 
Como es obvio, una vez que se dio paso a la participación del público los platillos desaparecieron rápidamente, lo que hacía pensar acerca de valores como la permanencia de la obra de arte y sus límites visuales y materiales
 
     
 
 
     
 
Por Carlos Arturo Fernández U.
 
 
Con frecuencia se piensa que el interés por la ciudad es un problema estético propio de los artistas actuales. Incluso pareciera que en ello radicara una de las características más específicas de lo contemporáneo frente al arte del pasado, en un mundo donde la mayor parte de la población se concentra en centros urbanos más o menos grandes. Y en esa dirección, es claro que, además de la abundante presencia de esculturas e intervenciones plásticas en el espacio público, un amplio número de creadores concibe hoy su trabajo como participación y acción social en el marco de la ciudad y de sus comunidades.
Sin embargo, el problema no puede limitarse sólo a las expresiones y conceptos del arte de hoy. En efecto, a lo largo de toda su historia el arte ha mantenido una estrecha relación con la vida urbana, hasta el punto de que, muchas veces, se identifica la historia del arte con la historia de las ciudades.
En esa relación, los monumentos ciudadanos juegan un papel fundamental. Ellos no fueron pensados solamente (ni sobreviven) con la misión de embellecer calles y plazas sino que son manifestación de las ideologías que sustentan los proyectos de ciudad que se van imponiendo a lo largo de la historia urbana. Ese doble carácter, estético y político, les confiere quizá su mayor valor histórico y social.
La estatua de Pedro Justo Berrío, en la plaza mayor y centro fundacional de Medellín, tiene un especial poder en la configuración de los ideales cívicos de la ciudad. La escultura, instalada en 1893, es una figura de tamaño natural vaciada bronce y colocada sobre un pedestal de mármol de Carrara. Es obra del escultor italiano Giovanni Anderlini, quien se había especializado en la realización de este tipo de monumentos ciudadanos, que en la segunda mitad del siglo 19 muchas personas consideraban como la más elevada manifestación en el arte de la escultura por ser vigorosos núcleos de pensamiento político.
En realidad, la estatua de Pedro Justo Berrío es producto de un taller donde se realizaban obras más o menos en serie para atender una amplia demanda de monumentos en las jóvenes repúblicas americanas, sin que el artista tuviera un conocimiento claro de los personajes representados. A pesar de ello, la obra de Anderlini se destaca por su sobriedad republicana, su contención, la ausencia de retórica y el tratamiento directo del personaje, lo que la convierte en símbolo cívico de los mejores valores de la ciudad en crecimiento. Aquí se alude a la ética del ciudadano que vive el servicio a la patria como un valor supremo, y no a un héroe cuyas gestas gloriosas lo han ubicado por encima de los demás mortales.
Por supuesto, las ideologías e intereses pueden hoy ser diferentes. Pero los monumentos ciudadanos no sólo nos recuerdan el pasado sino que también hacen presente la idea de la ciudad como construcción colectiva y la posibilidad de una interpretación estética de los valores que nos constituyen como sociedad.
 
 

Sergio Elejalde

0

Sergio Elejalde: El estudioso de los cortes.

Desde su época escolar cortaba el pelo de amigos y vecinos, por el simple gusto de cultivar su vocación. Las cabelleras de muchas de las grandes personalidades de la ciudad han pasado por su peluquería, aquella que durante 30 años ha funcionado a puerta cerrada, sin aviso alguno en su sede de fachada amarilla, aunque registrada con el nombre de su talentoso creador.

Retratado por Carlos Tobón en 1989, Sergio Elejalde se destaca entre sus colegas por su constante investigación y actualización en las técnicas utilizadas por las grandes escuelas de educación en belleza y peluquería del mundo, como la Pivot Point de Chicago, con la que suele organizar ocasionalmente seminarios, talleres y otras actividades académicas.

La importancia de atreverse

La importancia de atreverse
En la casa de mis padres las ensaladas nunca fueron el fuerte de la dieta familiar

En general, podría decirse, que todos tenemos algunos alimentos que por una u otra razón nos abstenemos de consumir, práctica que mantenemos por años y años, hasta que un día cerrando los ojos, nos vemos obligados a consumirlos o a atrevernos a ello.
Esto bien podría ocurrir el día en que asistamos a un banquete oficial del que seamos el invitado principal y nos toque estar sentado a la derecha del oferente del evento, y de pronto, ¡puf!, por arte de magia, aparece ante nuestros ojos ese odiado plato de muchos años; que en mi caso podría ser una simple ensalada hecha con lechugas y tomate, ¿y entonces que Álvaro?; no se le puede decir al anfitrión: “sabe qué Señor Alcalde, yo de esto no como”; las buenas costumbres indican aceptar que hay que comérsela haciendo de tripas corazón y de pronto descubrir que el preconcepto no era válido y que estamos abriendo una puerta para disfrutar de nuevos sabores.
Tal vez Mafalda sea el personaje más emblemático del odio o rechazo por un plato específico de comida. Ella odiaba la sopa cuando tenía 7 u 8 años y que yo sepa, la sigue odiando 40 años después. Para ella el plato de sopa era la representación en vivo y en directo del potro de tormentos.
Las comidas que a lo largo de mi vida menos me han gustado, además de la susodicha ensalada y, para mencionar solo unas pocas, son: la sopa de arracacha, los sesos, la coliflor hervida y los erizos. A continuación comparto con el lector lo que encontré el día que decidí superar cada uno de estos traumas.
En la casa de mis padres las ensaladas nunca fueron el fuerte de la dieta familiar, pero el día que tocaba hacerlas, invariablemente eran hechas con tomates medio maduros partidos en cascos y lechuga campesina que estaban aderezadas con lo que se conseguía por esos años en Medellín: aceite vegetal de solla y vinagre blanco hecho a base de alcohol. Años después encontré que la odiada ensalada de mi niñez cambiaba sustancialmente si los tomates se pelan, se les sacan las semillas, se parten en pedazos pequeños, se mezclan con dos o tres tipos de lechuga, se entreveran trozos de queso muzzarella o cualquier tipo de queso fresco, se combina todo, se agregan unas hojas de albahaca fresca, un poco de pimienta negra recién molida, y una vinagreta hecha con una mezcla de aceite de oliva y un buen vinagre de vino obteniéndose así la deliciosa ensalada caprese.
El sabor medio dulzón pero desabrido de la sopa de arracacha, me hacía reaccionar como a la Mafalda de la imagen, hasta que en mi última visita a Medellín en un restaurante cercano a El Retiro su dueño me invitó a probar mi enemiga ancestral, y cómo le iba a decir: “Julián, yo de eso no como”, asesinando las buenas costumbres que me enseñaron en casa. La probé y encontré un caldo delicado, lleno de sabores escondidos y de amplias posibilidades sensoriales, digno de ser combinado con otros ingredientes no tradicionales, como por ejemplo costillitas de cerdo o frisoles verdes.
Cuando en casa se mencionaba que habría sesos, todos inmediatamente nos descomponíamos e inventábamos las excusas más inverosímiles para no comerlos: “que me duele el estómago”, “que tengo que ir ya al colegio porque el profesor va a dar una clase especial para explicar lo de la inmortalidad del cangrejo”, etcétera; mi madre a fuerza de bregas nos hacía probar un bocado pequeño, diciendo entonces: “¡Vio lo bueno que es!, además los sesos son muy saludables, etcétera” y uno obedientemente decía: “Sí mamá, tiene razón”, pero comía lo menos posible, aguantando estoicamente las historias de los niños que se morían de hambre en Biafra. Un día en un restaurante de Buenos Aires pedí unos ravioles con relleno de pollo y nueces; el plato llegó, lo probé y me encantó, a los pocos minutos llegó el mozo y me dijo: “Señor ha habido una equivocación de cocina, los ravioles que le servimos estaban rellenos de sesos y nueces, ¿quiere que se los cambiemos por los de pollo que pidió?” Justo es reconocer que a partir de ese día mi pasta rellena favorita es aquella que tiene sesos entre sus ingredientes.
Años ha, el día que al final de la mañana llegaba del colegio y encontraba la casa pasada al olor pungente de la coliflor hervida, yo quería desaparecer o inventar que inopinadamente había sido invitado a almorzar a la casa de un amigo y entonces hacer una dieta imprevista hasta la noche, con tal de no consumir este plato “nauseabundo”. Años después, estudiando cocina encontré que haciendo hervir unos pocos minutos la coliflor en agua abundante, separando luego las pequeñas cabezas o flores, mezclándolas entonces con una buena salsa blanca (bechamel), queso parmesano, nuez moscada, un poco de pimienta negra recién molida y poniendo toda la mezcla en un molde refractario, agregando al final un poco de mantequilla cortada en cubitos y llevándola a un horno bien caliente, obtenía algo muy diferente a la odiosa coliflor de mi niñez. Un día decidí hacer el mismo procedimiento con brócoli o con una mezcla de los dos vegetales y me encontré, en términos de sabores, ¡cerca del cielo!
Hace muchos años, en mi primer viaje a Chile, un amigo me invitó a almorzar al comedor del Hotel Carrera en Santiago, en ese entonces el más elegante y tradicional de la ciudad. Mi amigo me insistió que después del imperdible aperitivo de Pisco Sour, debería consumir como entrada unos erizos al natural; su fuerte olor y penetrante sabor a yodo hicieron que empezara a sudar frío, mirar fijamente a mi amigo, excusarme e ir a descansar unas horas al hotel. Después de esta penosa experiencia nunca volví a verlo y la frustración de no haber sido capaz de disfrutar de los erizos me acompañó por muchos años; pero hace unos pocos meses que nuevamente visité ese país, decidí, y después de pensarlo mucho, que era tiempo de reencontrar los erizos y doy fe de que no me he arrepentido de éste paso trascendental.
Ahora, afortunadamente, ¡me quedan pocos de estos fantasmas gastronómicos!
Buenos Aires, julio de 2009.

[email protected]

La audacia de los tatuados

0
 
Por: Marta Lucía Restrepo
 
 
La primera vez que vi en vivo y en directo a una persona tatuada fue hace muchos años, y no fue a una sino a dos, hombres jóvenes y mellizos para más señas, que habían ido haciendo de su piel una especie de mural callejero, en el que de manera arbitraria habían ido buscando lugar, a lo largo y ancho de sus anatomías, para repartirse y acomodar palabras, figuras geométricas, mariposas, sendos ángeles de plumosas alas, dragones y hasta la cabeza de Antínoo ahogado, flotando en las aguas del Nilo, con las pirámides de Egipto como telón de fondo.
Esta forma de relacionarse con sus cuerpos me evocaba la hermosa película Escrito en el cuerpo, de Peter Greenaway (The Pillow Book, Francia-Reino Unido; 1996), que gira alrededor de la piel como papel y lienzo, y que inicia con la historia de una mujer que guarda el recuerdo de la hermosa caligrafía japonesa que durante los años de infancia y adolescencia su padre le dibujaba en el rostro para cada cumpleaños; obsesionada con revivir esta experiencia en su vida adulta, un día encuentra a un amante que logra satisfacer su deseo y que prolonga de manera dramática su historia, en una especie de ritual cargado de drama, sensualidad y poesía.
De regreso a la historia de mis amigos, había grandes diferencias entre sus tatuajes y los textos de los personajes de Greenaway. Una de ellas era, precisamente, que mientras los textos escritos en la piel de los protagonistas de la película eran perecederos y se disolvían al entrar en contacto con el agua, los mellizos se iban dejando improntas cada vez más estridentes, que contaminaban su apariencia y que los iban a acompañar hasta que la muerte o una novedosa técnica de borrado los separara.
No sospechaba que, en ese entonces, tenía frente a mí a dos de esos personajes que en publicidad se llaman consumidores vanguardistas, que son los que se atreven a pasarse por la faja la tradición y a hacer propuestas que en sus inicios pueden resultar hasta excéntricas o escandalosas, pero que terminan convertidas en moda.
En efecto, ahora estoy rodeada de una generación que ha asumido el tatuaje como una forma de expresión, que ha desacralizado la dermis y se la marca con tinta indeleble, que se perfora la lengua, la nariz, las cejas y hasta los lugares más íntimos y ocultos.
Para la muestra, en estos últimos días he tenido reuniones de trabajo con tres mujeres de esa generación. Una de ellas, que tiene una apariencia más bien discreta, me hizo sonreír cuando dijo que le estaba rascando mucho la espalda porque se acababa de hacer “otro” tatuaje: era un hermoso dibujo abstracto y multicolor, de gran tamaño; otra se tatuó cinco estrellas en el empeine del pie derecho, y una tercera me dijo que desde hacía varios meses tenía un dragón en su omoplato izquierdo.
Pero si antes me desconcertaba (ya no, porque me ha ocurrido lo que a veces les pasa a las bacterias con algunos medicamentos, que de tanto exponerse han desarrollado tolerancia), y aún sigo sin entender muy bien qué puede caber en la mente de quien se arriesga a marcarse la piel en un camino sin retorno, ahora me resulta divertido imaginar a los futuros ejecutivos que en un tiempo no muy lejano serán cincuentones, y que bajo el puño de finas camisas van a dejar entrever la esquina de algún tatuaje desteñido, o la de abuelas octogenarias, de arrugados centauros aferrados temblorosos a sus espaldas.
Debo confesar que aunque en cortos pero transitorios ataques de esnobismo contagioso he dicho con euforia que me quiero hace un tatuaje, estos arrojos se han esfumado tan rápido como mis palabras. Prefiero seguir celebrando con admiración la audacia de los tatuados y conservar invicta mi piel blanca, salpicada a lo sumo de una que otra peca o de algún lunar de inofensiva apariencia.

[email protected]

 
 

Despecho social

  Por: Juan Carlos Orrego  
 
Un tío mío, días antes de inscribirme en la universidad, me rogó que no estudiara antropología sino artes. Aparentemente, se trató de un consejo hippie y folclórico, habida cuenta de la convencional idea que se tiene de las libertades y bolsillos vacíos que, a un mismo tiempo, bendicen y agobian la vida del artista. A veces pienso, sin embargo, que la sugerencia de mi pariente fue sabia, pues, al haberme graduado como estudioso de la cultura y todos sus intríngulis, ahora me moja el pantano del desprestigio que buena parte de nuestros compatriotas ha arrojado sobre las ciencias sociales.
Hace un par de meses, cuando fue arrestado -entre evidentes irregularidades- el sociólogo Miguel Ángel Beltrán, los comentaristas virtuales de las diversas publicaciones electrónicas que trataron la noticia se despacharon con toda clase de opiniones sobre el asunto. Hubo de todo en tales foros, pero, como siempre pasa -ya sea porque los golpes pesan más que los besos o porque en todos nosotros gana el ánimo pendenciero-, las necedades parecieron ganar, al bulto, la partida. Y hay qué ver en qué se resumen las barbaridades que conformaron esa “última palabra”: los científicos sociales son delincuentes sin que sea necesario probar ninguna fechoría adicional a la registrada en sus diplomas, y si bien no es posible atenuar su historial, se puede agravarlo si se demuestra que dichos canallas se ganan el pan en las universidades públicas.
Algún lector podrá decir, a esta altura de la columna, que me anima el despecho: acertará. La opinión pública despertada con motivo del “affaire” Beltrán me ha hecho sumamente infeliz. Y, para colmo, hará cosa de dos semanas leí un artículo que, en pocas palabras, proclamaba que las revistas editadas por los profesores de ciencias sociales de las universidades públicas -es decir, lo más malo dentro de lo peor- no eran más que un descarado sartal de sandeces, urdidas solo con la corrupta idea de aumentar el sueldo y ganar vanidoso prestigio académico. No faltaba más; o sí, faltará algo: no me sorprendería que en los próximos días cayera, desde quién sabe dónde, un nuevo mandoble.
Todo esto me hace pensar en la hipocresía de buena parte de mis conciudadanos: aquellos que me mostraron caras de simpatía cuando di clases de antropología en las universidades de la “buena” sociedad y que hoy en día -lo sé con certeza que ahora no voy a explicar- son, en buena parte, los suscriptores de aquel desprecio público. Francamente, ahora agradezco el gesto -que entonces me pareció ruin- de quienes me escupieron, de frente, que mi asignatura era un relleno inservible. Y pienso también en los cuarenta mil parroquianos -y en sus padres, claro- que cada semestre tocan a las puertas de la Universidad de Antioquia: ¿qué pasa después de que solo cuatro mil consiguen el botín? ¿Los otros se matriculan inmediatamente en una odiosa desconfianza contra el Alma Máter? Parece ser que yo no soy el único despechado.
En el fondo, poco importan los delgados hilos de las sensibilidades golpeadas en esta y similares coyunturas. Realmente grave es lo que se insinúa como razón general para esa gratuita animadversión contra las ciencias sociales y lo público: el desinterés ante la posibilidad de cobrar conciencia de lo que somos, conocimiento posible tanto cuando se escarba la vida con adecuadas herramientas científicas como cuando se convive con los que no son como uno. Pero, qué demonios: aquí solo se trata de conectarse el iPod en las orejas, jugar póker por Internet y ponerse a punto para aparecer ante el mundo como el humano más delicioso y original.

[email protected]

 
 

 
 

¡6 años y siguen resonando!

 
Por: Juan Carlos Franco
 
 
Esta columna mantiene desde hace casi cuatro años una campaña en contra de la estupidez. Especialmente la que tiene que ver con obras públicas en la comuna de El Poblado. Con dos simples objetivos: Que se hagan las cosas bien, no de manera torpe e improvisada; y que se respete a los usuarios, que son quienes finalmente las pagan y –valga la redundancia- las usan.
Al menos una vez al año me siento obligado a referirme a los famosísimos 19 resonadores de la Loma de Los Balsos, arriba de la Superior. Dizque reductores de velocidad, ¡qué buen chiste! Llevamos ya 6 años sufriendo las consecuencias de esta “obra”, ideada y construida durante la administración de Luis Pérez.
6 años de dañar vehículos, 6 años de generar ruido insoportable para los vecinos, 6 años de no reducir la velocidad de casi nadie… y 6 años de total y absoluta indiferencia de las distintas administraciones municipales (y de concejos y juntas administradoras locales) para enfrentar este problema como se debe y resolverlo.
He visto con interés y curiosidad que en días recientes se están recogiendo firmas de ciudadanos -vecinos y usuarios en general- para pedirle, suplicarle a la administración que los elimine. Me informan que esperan recoger más de 2.000 firmas, con lo cual probablemente la Alcaldía se dé por aludida y proceda a hacer algo.
Excelente que esto ocurra, pero se basa en una lógica perversa: “Si no se nos queja una cantidad suficiente de personas (incluyendo nombre, firma y cédula, cosa no tan fácil en esta época), debe ser que la obra es buena y entonces no es obligación hacer nada”. ¿Se necesitará un referendo a nivel nacional, acaso, con participación mínima del 25% del censo electoral?
Como si no fuera suficientemente obvio que la “obra” es un adefesio y que afecta de forma muy negativa a la comunidad… como si los funcionarios de la Alcaldía no tuvieran criterio propio o autoridad para corregir errores, incluso si fueron hechos por una administración anterior.
No deja de ser frustrante, a propósito, que las muy prestigiosas empresas situadas a lo largo de la loma parecen ser indiferentes frente al tema. Cuesta creer (¿o tal vez no?) que los funcionarios y gerentes de Isa y Une, que suben y bajan por ahí todos los días, se hayan acostumbrado a este monumento a la mediocridad y la vean como parte del paisaje.
Bueno, tampoco parecen haber asumido liderazgo alguno en el tema de las aceras de esta loma, que son las peores de todo El Poblado: Estrechísimas, discontinuas y llenas de obstáculos (postes, cables, huecos, ¡lo que quiera!). Los empleados, clientes y prestadores de servicios de estas empresas que no llegan en carro se ven obligados a subir o bajar por la propia vía, teniendo que esquivar a los vehículos, que circulan no propiamente a baja velocidad.
Señores de Isa y Une, ustedes que se precian de su total orientación al cliente, ¿no piensan ustedes que es parte elemental de un buen servicio hacer lo posible para que el acceso a sus propias instalaciones sea fácil y seguro? Tal vez con unos aportes monetarios muy pequeños, en total coordinación con el Municipio (dueño de una de ellas), ¿no será que se puede lograr el milagro?
¿O nos tocará a los ciudadanos particulares seguirnos quejando, solos como para variar?

[email protected]

 
     

Mirar con otros ojos

0
 
  Publicado en la edición 393, 05 julio de 2009  
     
 
Mirar con otros ojos
 
     
 
Muchas veces las quinientas palabras de esta nota han sido dedicadas a reclamar airadamente, con desconsuelo otras y en la desesperanza algunas tantas, el por qué si soñamos con un país nuevo, una sociedad diferente, una ciudad ejemplar, no la construimos todos, aportando cada uno su mejor esfuerzo para alcanzar ese objetivo.
Igualmente a como nos llegan voces quejándose por todo lo habido y por haber. Así como nuestros teléfonos se llenan de llamadas de quienes ven en todo lo que se refiere al Estado a un enemigo que no espera sino a que los ciudadanos se replieguen para atacarlos, también es justo hacer mención de aquellas voces que nos demuestran con ejemplos cómo la generalización no es más que otro error en el que caemos con frecuencia.
Basten dos de ejemplos que nos demuestran que mientras muchos están buscando la manera de apoderarse de los dineros públicos, de no hacer su tarea en concordancia con lo que se espera de ellos, también existen quienes sí lo hacen y con su trabajo callan a los que miran al Estado como contraparte de la ciudadanía.
El primer ejemplo sale de una llamada de un lector de Vivir en El Poblado, quien nos relató cómo en las oficinas del gas de Empresas Públicas se apersonaron de su caso que no había logrado resolver por ningún medio. Solo y sin ayuda de funcionarios de alto rango, este ciudadano simplemente fue atendido y comprendido por los empleados de EPM, quienes le resolvieron de manera ágil y certera su situación.
Igualmente, otro lector, llamó a nuestra redacción para relatarnos cómo en el Das, a pesar de lo cuestionado y emproblemado que se encuentra, le ayudaron amablemente, también sin tener que recurrir a nadie y solo usando los instrumentos más elementales de todos, la paciencia, la amabilidad y un teléfono.
Nos contó el lector que en esa interminable cola para llegar a las oficinas del Das, hay quienes se desesperan y tratan con grosería y altanería a los funcionarios que están tratando de hacer su trabajo. Olvidamos muchas veces, que todas las instituciones o empresas, sin importar si se trata del sector público o privado, están conformadas por personas que en su mayoría son buenos ciudadanos.
Pensar antes de hablar, callar antes de injuriar, medir el efecto de las palabras, estar seguros de que toda generalización no conduce más que a discriminaciones y al fomento de prejuicios que en nada ayudan a cambiar este mundo, sería el consejo que podríamos dar.
Siempre es más fácil ser voceros del apocalipsis, mirar el lado oscuro de la vida, ver cómo el fracaso ronda toda empresa que se inicie, añorar tiempos pasados y pensar que el futuro de los hijos será peor que el presente de los padres, que buscar, aunque sea con la linterna de Diógenes, aquellas acciones que lo reconforten a uno con la vida, que den esperanzas por nuevos tiempos. Solo hay que tener ojos para ver.
 
 

 
 

NO SE COMA EL CUENTO CHINO

0

Click sobre la imagen
 
 

 

El momento de actuar

0
 
 
     
 
La fertilidad en los hombres según la edad
Aunque está comprobado que en el hombre la influencia de la edad en la fertilidad es menor que en la mujer, recientes estudios médicos muestran que sí existe en ellos un deterioro en la producción de espermatozoides con el paso del tiempo.
 
 

 
 
 
 
Cuadro tomado del Journal of Assisted Reproduction and Genetics, 2008.
 
     
 
* El espermograma es un examen que permite evaluar la calidad del semen y medir la capacidad reproductiva de los hombres.

El momento de actuar contra la infertilidad es ahora, visitando CONCEVIDAS. Edificio Colmena. Consultorio 204 Carrera 43A No.1A Sur – 29. Teléfonos: 312 2020 / 268 1900. Fax: 352 2960. Medellín- Colombia. www.concevidas.com

 
 

Una sabrosa noticia

0
 
 
     
 
Lo que empezó como una afición para atender en la casa, se convirtió en una deliciosa oferta que incluye pasteles dulces de pera chilena y nueces; ochuvas; agraz; guayaba y ricotta; papayuela y coco y los exquisitos pasteles de pollo que ahora están también acompañados por los riquísimos y delicados pasteles de salmón.
La calidad de los pasteles, que se puede apreciar en su delicada masa hojaldrada y en los fresquísimos y naturales ingredientes, hacen que Guayaba y Ricotta se haya convertido en referente de calidad y buen gusto en Medellín.
Para llevar a una visita formal, una reunión de amigos, como una atención especial, o simplemente para darse gusto en casa, las ocasiones no faltarán para deleitarse con los exquisitos pasteles de Guayaba y Ricotta que puede encargarlos para 6, 8, 10 ó 12 porciones en los teléfonos 311 3955 ó en el 311 4067, arriba del Park 10, en la Transversal 12A N. 32 – 116
 
 

El karateca del Poli

0
 
 
     
 
Su mirada proyecta una transparencia, seguridad y serenidad poco comunes. Su voz, recia pero suave, y su figura, aunque baja, infunden respeto, ese mismo respeto conque trata a los demás, incluso en el combate. No es casual, estos distintivos tienen que ver con la disciplina oriental que practica hace 21 años y en la que se ha destacado internacionalmente: Karate Do.
A sus 25 años, Jose Guillermo Ramírez Gutiérrez, estudiante de noveno semestre de Ingeniería de Productividad y Calidad en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, es uno de los karatecas más destacados del continente. Acaba de coronarse como Campeón Panamericano de Karate Do, en Curazao, Venezuela, donde compitió con representantes de 14 países, y por estos días se prepara para alcanzar el oro en los XIX Juegos Suramericanos que se realizarán en Medellín del 28 de junio al 5 de julio. “Para mí es importante porque he ganado el Campeonato Centroamericano y del Caribe, el Panamericano y torneos abiertos en otros países, pero no la medalla suramericana”.
Sin embargo, su gran meta se sitúa en 2010, cuando pretende convertirse en campeón mundial de Karate Do en Belgrado y de paso en el primer colombiano en obtener esta distinción. “He quedado entre los 16 primeros en los mundiales de Finlandia y Japón pero no tenía la preparación y el fogueo que he tenido este año y que tendré el otro. Ese objetivo de ser campeón mundial lo tengo muy claro”. Así mismo sueña conque en octubre en Copenhague el karate sea incluido como disciplina olímpica: ese sería otro reto.

De viaje por el mundo
Desde 2001, este joven nacido en el barrio Santa Cruz, nororiente de Medellín, donde aún habita, ha cruzado con frecuencia las fronteras: Trinidad y Tobago, Venezuela, Ecuador, San Salvador, Brasil, Argentina, República Dominicana, Cuba, Finlandia, España, Francia, Japón y Estados Unidos son algunos de los países donde ha competido. “Me asombro con cada cultura pero siempre anhelo llegar a mi casa, saludar a mi familia, a mi novia y estar en la universidad”. El apoyo del Politécnico y su propia organización han posibilitado que los compromisos deportivos no afecten su carrera. “Estudio de 6 a 11:30 de la mañana y tengo clase de karate de 12 a 2; en las tardes trabajo en la academia de karate que bauticé con mi nombre; en la noche entreno de 6 y 30 a 9 y 30, llego a la casa, estudio y a dormir”.
En esta disciplina que le ha cambiado la vida se inició a los cuatro años, pese a su resistencia a quitarse los zapatos. “Mi papá entrenaba judo y karate y me insistía para que entrenara, pero yo le decía que me daba pena descalzarme. Con el tiempo entendí que no era eso sino que la clase en que él estaba era de adultos y yo no me sentía bien. Cuando vi una clase de niños me engomé mucho y me quité los zapatos. Recuerdo ese día porque tenía una sudadera azul y una camiseta blanca y el entrenador me dijo “tú eres cinturón azul” y yo, sin saber nada, dije que sí y me puso a hacer unas técnicas de las que yo no tenía ni idea. Fue muy chistoso y ahí empecé”.

Disfrute: el secreto de José Guillermo

Según el diccionario, el Karate Do es un “arte marcial japonés que se caracteriza por el empleo de golpes de puño o patadas y en el que se coordinan la fuerza, la respiración, el equilibrio, la postura, el correcto giro de cadera y el movimiento de extremidades”. Para Guillermo “es una felicidad porque te ilumina, te empuja, te ayuda a salir adelante, se impone en gozo, disfrute y pasión. Se basa en respeto, honestidad, disciplina y ganas. Todo eso lo llevo al combate, y al momento de ejecutar cada acción, cada técnica se vuelve un karate limpio y humilde”.
Por eso su consejo para los niños es que nunca pierdan la entrega y el gozo con el que llegan a las primeras clases. “Cuando crecemos a veces se nos olvida ese sentimiento y empezamos a hacer karate y otras disciplinas por presión, por un título, pero lo más importante es que no se pierda el disfrute. Si van a competir, que lo hagan con pasión porque ahí es donde está el placer de los deportes”.