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Proteger la biodiversidad

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  Proteger la biodiversidad  
     
  Protección de la megadiversidad del planeta en Huila, Cauca, Caquetá y Putumayo  
     
  Desde el 30 de agosto Colombia celebra la creación de un nuevo Parque Nacional Natural, la Serranía de los Churumbelos Auka Wasi. Sus 97.180 hectáreas de la tierra sagrada de los inganos, quillacingas, yanacondas y pastos, se convierten en el área protegida número 53 del Sistema de Parques Nacionales.  
     
 
 
     
 

Además de constituirse en un corredor biológico que le dará continuidad a grandes porciones de bosques andinos y amazónicos, se protegerá el hogar de la guacamaya verde y 461 especies de aves, el oso andino, mariposas, reptiles, anfibios y más de 825 especies de plantas.

Un proceso de estudios e investigación que se inició en 1997, en el cual se unieron numerosas instituciones públicas y privadas, culminó con este regalo a la protección de la megadiversidad de Colombia y el planeta, en los departamentos de Huila, Cauca, Caquetá y Putumayo.

Decir y hacer Impacto del turismo sobre las áreas marinas protegidas
En un mundo que valoriza cada vez más el contacto con la naturaleza, las áreas marinas protegidas son consideradas lugares excepcionales por su conservación para la práctica de actividades deportivas y recreativas como el buceo o el senderismo. Sin embargo estas actividades pueden llegar a generar impactos no deseables sobre los ecosistemas y los seres vivos que los habitan y constituyen su razón de ser. Buscando alcanzar el propósito se creó el proyecto INCOFISH WP9, un esfuerzo apoyado por la Unión Europea, el Gobierno Nacional y ONG en Ecuador y Colombia, en el cual expertos de la Fundación Charles Darwin, Fundación Malpelo, el Ecolap y el sistema de Parques Nacionales de Colombia y Ecuador, han diseñado un sistema para evaluar los impactos que genera el turismo sobre la biodiversidad, la satisfacción y experiencia del visitante, los beneficios sociales y económicos y la administración y manejo de las áreas marinas del Corredor Marino de Conservación del Pacífico Este Tropical, Malpelo, Gorgona en Colombia y Machalilla y Galápagos en Ecuador.

La propuesta podrá ser aplicada también en otras áreas en diferentes lugares del mundo que requieren poner fin al desarrollo insostenido del turismo. Un sistema de categorías (Ecoestrellas), podrá servir para evaluar los resultados y conocer si los atractivos turísticos mantienen su interés.

Sentido de pertenencia
Con el Parque de la Presidenta, el espacio público de El Poblado y la ciudad se gana 20 mil metros de zonas verdes, árboles, senderos, y jardines. Ojalá sepamos como se decía antes, apreciar el regalo, disfrutarlo y sobre todo mantenerlo libre de basura. Junto con él la Administración Municipal deja 300 mil metros cuadrados de corredores verdes para dar un uso adecuado al suelo y crear conciencia ambiental. Una propuesta maravillosa por parte de la comunidad sería liberar a los postes de energía del horroroso papel que están cumpliendo como depósitos de basura y desperdicios. ¿Seremos capaces de dejar a un lado la indiferencia, la falta de solidaridad y cultura, y hacerlo? ¿Aparecerá la conciencia ambiental?

Gaviotas, el sitio donde se piensa tropicalmente
Hace 36 años Paolo Lugari, creó en el Vichada, un sitio donde no se daba ni pasto, un desarrollo industrial llamado Gaviotas. “Es un micromundo donde conformamos un estilo de vida con caminos abiertos de construcción permanente, para que el planeta siga siendo sostenible”. Premio Mundial del Medio Ambiente y Doctor Honorario en Ciencia y Tecnología, entre muchos otros premios, es “un soñador indisciplinado que convierte la fantasía en realidad”.

Al hablar del trópico nos dice: “La gran tragedia del trópico es que donde es imposible ser pobres, somos pobres. No se entiende que países con tanta vitalidad, estén tan vaciados”. Algo para imitar, que es comprobable y está cerca de nosotros. Sin embargo seguimos tratando de encontrar el conocimiento en lugares muy diferentes a los nuestros.

 
     
 

Richard Bona, la fusión del jazz

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Richard Bona, la fusión del jazz

 
     
 

Algunos lo llaman el monstruo, otros lo comparan con Jaco Pastorius, figura legendaria del jazz

 
     
 

Desde los cinco años practicaba guitarra, flauta y percusión. Este camerunés llegó al género del jazz por un francés que buscaba músicos para su bar. Su padre y la diversidad musical del país le dieron un estilo único. Hoy dice que disfruta de todos los géneros y de todos aprende algo nuevo, sin embargo se mantiene auténtico a sus raíces africanas. Después de vivir 7 años en París hoy está radicado en Nueva York donde dice encontrar toda la variedad musical posible.

 
     
 
 
  Logró que el público cantara, chasqueara los dedos y algunos hasta gritaron y bailaron.  
     
 

Richard Bona, el fenómeno del bajo en el jazz, estuvo en Medellín y habló para Vivir en El Poblado.

¿Por qué cree que tiene tantos seguidores en el mundo cantando la mayoría de sus canciones en su lengua natal (dauola)?

Mi música está por encima del lenguaje, hablamos a través de la música. Cuando oyes buena música no importa lo que dice, tú haces tu propia historia. Cuando oí por primera vez a Mozart o Stevie Wonder no necesité que me dieran explicaciones, solo me tocó el corazón y eso es lo más importante en la música.

Si las palabras son prescindibles ¿por qué no sacar un disco solo instrumental?

Para mis propios discos no lo he pensado, tal vez algún día, no cerraré la puerta.

Ha sido comparado con Jaco Pastorius pero él siempre criticó en los artistas la tendencia a quedarse en su pasado, algo que es muy característico suyo.

Lo que otra gente piensa de mí no es realmente importante, lo que importa es lo que pienso de mi mismo. Jaco me influenció como muchos otros músicos. En la industria musical la gente tiende a comparar y a decir cosas porque toco el bajo y canto y siempre buscarán algo que decir para relacionarme con algo, pero eso no importa, amo lo que estoy haciendo. Respeto mucho a Jaco y lo que hizo, pero no se puede comparar, somos muy distintos, él nunca cantó y yo sí lo hago, así como él hizo cosas que yo no. Pero es bueno tenerlo a él como punto de comparación.

¿Le gustaría ser comparado con alguien más?
Conmigo mismo

De todos esos géneros que le gusta explorar ¿a cuál se dedica en este momento?
Estoy explorando la música indígena igual que en mi último álbum, por el cual viajé a Brasil. Me encanta viajar, aprender. El día que sienta que no puedo aprender más será el día en que deba parar, pero ahora siento que hay mucho allá afuera y me gusta conocer otros artistas, tener nueva información para enriquecer más la música.

¿Esa exploración indígena es lo que encontraremos en su próximo álbum?
Ya veremos cuando salga el disco. Algunas veces estás yendo en una dirección y después de la grabación todo el trabajo parece haber tomado otra dirección así que es una de esas cosas que no se puede predecir, ya sabes, como un mapa, lo pinto y al final no estoy en el lugar en el que creía estar. Lo más importante es que al final esté contento con el resultado, así que empiezo con retazos y en 2008 viajaré mucho, no sé dónde me sentiré inspirado.

¿Ha explorado la música colombiana?
Esta es mi primera visita a Colombia, la primera vez que estuve en Bogotá no conocí a nadie y nunca sentí como que hubiera estado aquí porque el promotor nos advirtió mucho sobre la inseguridad y los secuestros; por eso no pude estar ni un día aquí. Estuve en Jazz al Parque e inmediatamente regresé a Nueva York. Esta vez planeo comprar algunos discos, conocer músicos locales y compartir algo para aprender.

El concierto
Un bajo de color rojo encendido, pantalón de cuadro coloridos, camisa amarilla y unas rastas largas y oscuras como su piel, componían al artista camerunés en la noche de su concierto de jazz. Las cortadas en la manos por una mala reacción a unos medicamentos le impidieron practicar durante los diez días previos al concierto, pero eso no fue suficiente para que el show dejara de ser un éxito y el público disfrutara al máximo de Bona. Predominaron los ritmos latinos y africanos, y los efectos y sonidos experimentales con su voz y con el bajo.

El público muy atento, esperaba el final de unas canciones para estallar en aplausos y bravos. En otros temas, conducidos por Bona, cantaron hombres y luego mujeres. Se oyeron gritos de “I love you”, “Monstruo” y el tradicional “otra”.

Los pocos amantes de este género que fueron, pasaron una noche de música memorable. Bona tiene la virtud de pasar por muchos tonos de voz fácilmente y de hacer de una canción antigua sin instrumentos y de palabras incomprensibles una melodía conmovedora. Tiene además un carisma para comunicarse con el público aunque no hable español; balbuceando “bandeja paisa”, “caliente” y “caballeros” y haciendo participar al público, generó la química necesaria para hacer de una presentación excelente algo maravilloso.

El quinteto de Richard Bona está compuesto además por un saxofonista neoyorquino, un un teclista surinamés, un cubano en la batería y un percusionista bogotano. Todos ellos también descrestaron al público con solos durante el concierto.

 
     
 

Cecilia Echeverri Ossa

 
 

“Cuando uno está joven no tiene consciencia de los cambios que vienen”

 
     
 

“Creo que puedo cambiar el mundo y quiero que me ayuden a conservar este pulmón en medio de tanta construcción”

 
     
 

Después de vivir en El Centro de Medellín, la artista Cecilia Echeverri Ossa, conocida por sus bodegones de manteles en acuarela, regresó en el 87 a vivir a El Poblado donde había pasado gran parte de su infancia.

 
     
 
 
     
 

Durante años se dedicó a la docencia de arte infantil en el taller que ella misma fundó llamado Estepunto, a sus cuadros, y al trabajo por la comunidad con proyectos culturales para Manila. Después de alejarse del contexto artístico para cuidar de su madre, hoy regresa escribiendo un libro para contribuir a la docencia artística de niños y experimentando con otras técnicas de arte de contenido místico y extrasensorial.

¿Qué recuerda con nostalgia del barrio?
Las retretas en el parque de El Poblado y las noches del bolero. Todo eso desapareció por falta de gestión y de recursos. Había mangas para hacer paseos y caminatas, paseos de olla y bañarse en las quebradas limpias. Esto era chiquitico; cuando yo llegué en el 53, la gente se comunicaba por centrales, uno le pedía a la operadora que lo comunicara con Medellín.

Hoy me da mucho pesar tanta urbanización, ver caer todas esas casas que son patrimonio de la época de la colonia. Yo entiendo que hasta cierto punto es más funcional una obra nueva que una casa vieja que no se puede sostener, pero todo no puede ser cemento.

¿Cómo vio el El Poblado después de vivir en el Centro?
Vi muchos vacíos en la cultura. Siempre me ha preocupado la inteligencia de los niños que andan por ahí sin orientación y el desperdicio intelectual de la juventud. También me parece que a la gente le falta mucha consciencia cultural, piensan que un sector cultural es algo que se va a convertir en un Parque Lleras y en rumba.

¿Cómo ve a Manila hoy?
Manila conserva el concepto barrial, la gente barrial, y tiene una vocación artística y un potencial increíble. Hay muchos pintores, poetas, músicos, arte decorativo, marquetería. Tiene una ubicación estratégica y es un pulmón dentro de esa expansión comercial. Ojalá se pueda conservar, pero eso depende de la construcción, del urbanismo; el capitalismo no tiene frenos.

¿Cuál diría que es la problemática actual del sector?
Ese monstruo arrollador que engendra la civilización, que los niños o ancianos no puedan salir a la calle. La soledad de los jóvenes. Los papás trabajan, así que ellos viven en jaulas de oro al borde del licor y posiblemente de las drogas si no tienen unos cimientos muy fuertes. Por eso insisto en un centro bueno en la casa de la cultura porque así tengan recursos en la casa, siguen encerrados. Además la construcción en auge; tantos hoteles y no hay alternativas para ofrecerle a los turistas a parte del comercio.

¿Cómo es exactamente esa propuesta para la casa de la cultura y cómo se relaciona al proyecto de La Vía del Carretero?
La idea es que donde está la casa de la cultura y la policía se haga un centro cultural verdaderamente útil, no se trata de sacar a la policía sino de reubicarla, cuando se arregla una casa hay que reacomodar las cosas.

La idea es que el centro tenga auditorio, exposiciones, cine, biblioteca pública y más. Este espacio tiene valores que pueden dar lugar a algo interesante dada la ecología, la historia, la gastronomía, la cultura, la religiosidad. La Vía del Carretero es una idea con otras personas para hacer de Manila un corredor cultural con iglesia en el cementerio, protección al patrimonio arquitectónico y una excelente casa de la cultura; todo eso integrado a la Calle de la Buena Mesa. Ahora con el parque La Presidenta pienso que sería una extensión muy buena para la Milla de Oro, un recorrido diferente a la rumba.

¿Porqué le preocupa tanto la docencia artística infantil?
Si uno forma un individuo fundamentado en la ética como valores internos y en la estética como valores externos, obtiene un individuo integral. Hay que entender la visión de los niños al pintar y al expresarse de cualquier forma artística. A temprana edad ocurre lo que yo llamo el génesis del arte; del caos sale la creación. Ellos pasan por varias etapas y hay que guiarlos sin hacerlos copiar otros modelos, buscando autenticidad. Además la estética tiene que ver mucho con la lógica y con la salud.

 
 
Cecilia Echeverry Ossa
Después de licenciarse en arte y decorado en la Academia Superior de Artes, estudió dibujo y pintura en el Instituto de Artes Plásticas en la Universidad de Antioquia y diseño de modas en la Academia Arturo Tejada de Bogotá. Fue profesora de acuarela en el museo El Castillo y fundadora y docente del taller de artes Este Punto. Ha tenido múltiples exposiciones en el Museo de Zea, el Museo de Antioquia, la Biblioteca Pública Piloto, el Museo El Castillo y la Alcaldía de Medellín. También ha hecho aportes a su barrio con la organización Corcultura.
 
     
 

Queareparaenamorate me enamoró

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Que arepa raenamorate me enamoró
A la hora de pedir la cena la decisión no fue fácil, cada plato es una delicadeza de la cocina campesina

Recién llegados con mi esposa Matild e a Medellín, unos amigos nos dijeron: “tienen que ir a un restaurante nuevo que abrieron en las partidas de La Fe para El Retiro”, especializado en comida colombiana.

Durante la semana nos dirigimos a la zona y preguntamos a los vecinos por la dirección de un restaurante nuevo; nos dijeron que creían se trataba de uno que habían abierto hacía tres semanas llamado “queareparaenamorate”. Llegamos a las 5 y media de la tarde.

Inmediatamente nos dieron la bienvenida, nos invitaron a conocer el lugar y a seleccionar la mesa que quisiéramos. Queareparaenamorarte está construido utilizando una casa antigua de la zona acoplada armónicamente con una construcción nueva. En la primera están localizados el bar y la administración; en la segunda la cocina y el comedor principal.

El bar permite sentarse alrededor de cómodas mesas situadas en los corredores exteriores de la casa o en su interior en el que dispone también de una barra, adonde los visitantes pueden conversar y tomarse unos aperitivos; en el exterior, cerca a la puerta de acceso al bar, hay un gran tablero verde con especialidades para disfrutar mientras se comparte una conversación y unos tragos. Ese día la oferta era bien tentadora: “Enrollado de chancho”, “papitas de fondo”, “parentela de empanadas”, “chicharrón”, “cuarta de morcilla”, “palangana de carnes”, y “recua de chorizos”.

La cocina
La zona de cocina y el comedor está arreglada en un gran salón con amplias ventanas que permiten disfrutar visualmente del parque circundante, si el frío se deja sentir se cierran las ventanas constituidas por piezas de carpa enrollables, como las que utilizaban los tradicionales camiones de escalera que hace años comunicaban a los pueblos de Antioquia con Medellín. La cocina consta de dos partes: la primera totalmente abierta hacia el salón, en sus paredes se observan prolijamente ordenados los platos, ollas y demás utensilios necesarios para la preparación y servicio de los alimentos, cuenta además con grandes mesadas para hacer las labores de preparación y limpieza de trastes, una súper cocina con 16 hornallas y 4 freidoras de canasta que permiten freír con el aceite a la temperatura ideal para estos menesteres; la segunda tiene una parrilla al carbón para preparar las cocciones que requieren el calor de la brasa, y un gran horno de leña, construido en ladrillo y que con una técnica novedosa permite cocer grandes piezas dentro de una caneca de latón de 55 galones. El comedor dispone de mesas grandes que acomodan cómodamente 6 u 8 personas, separadas entre ellas razonablemente para que la conversación no interfiera con la de los vecinos, además de una mesa barra que acomoda fácilmente 12 comensales.

Para empezar en el bar mientras compartíamos algunas porciones de ecuanil líquido (viene en dos versiones: transparente y marrón) y de un vino tinto Carmenere de Viña Carmen, nos dejamos tentar con las papitas de fondo (vienen acompañadas de varios picantes, les recomiendo el ají de guanábana, una combinación de piezas de esta fruta con cilantro, pimienta de cayena y otros ingredientes secretos de la casa) y del enrollado de chancho. Versiones delicadas de dos platos tradicionales de la cocina campesina colombiana: las papas rellenas y un enrollado frío de tocino cocido al horno sazonado con romero y acompañado con bastoncitos de plátano verde.

La comida
A la hora de pedir la cena la decisión no fue fácil, cada plato es una delicadeza de la cocina campesina, aquella que ha ido desapareciendo a través de los años para ser reemplazada por las hamburguesas, las pizzas, los pollos rostizados, etcétera. El dueño del lugar y sus ayudantes han invertido años en la labor de investigar y recuperar sabores perdidos; la carta incluye comida tradicional de diferentes lugares de Colombia: costa Pacífica y Atlántica, Valle del Cauca, Antioquia y Caldas, altiplano cundiboyacense y Santander en diferentes categorías: Antojos (2), sopas (2), ni mucho ni muy poquito (5), los contundentes (7), para compartir (4) y como “grand finale” 4 opciones para endulzar el paladar.

Finalmente nos decidimos por porciones individuales de: Sopa de arracacha con orejitas; tazón de fríjoles verdes con costilla acompañado de carne en polvo, patas de chicharrón y plátano maduro; tamal de Guapi “litoral Pacífico” consistente en un envuelto de plátano, coco, róbalo y camarón; y róbalo cartagenero al escabeche, conformado por un gran filete de róbalo apanado, bañado en cebollas y pimentones en vinagre caliente. La comida estaba tan deliciosa que hubo que rogarle al vecino para que nos dejara probar una porción (minúscula) de su plato. En adición reconozco que la sopa de arracacha con orejitas me hizo arrepentir de ¡seis décadas peleado con dicho sabor!

Para terminar ordenamos papayas en almíbar (en cascos delgados acompañados de queso campesino) y pasión de chapolera (helado de café con derretido de cacao), cada uno mejor que el otro.

Calificación
La atención y el servicio fueron impecables, además la posibilidad de mirar la cocina abierta es de por sí un espectáculo y permite vislumbrar las condiciones de limpieza, orden y respeto que se tiene por los productos que consumirán los comensales.

Queareparaenamorarte es una propuesta diferente de la comida del país, alejada de platos tradicionales como la “bandeja paisa” y el “ajiaco”, que merece ser ensayada por todo aquel que quiera tentarse con sabores nuevos o reencontrar antiguos perdidos en la memoria gustativa.

Recomiendo reservar llamando previamente al 542 0011 ó al 316 741 4458. Una visita a http://www.arepamor.com le permitirá al lector anticipar lo que va a encontrar en su visita.

Medellín / Buenos Aires, septiembre de 2007.

Indios de papel

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Los conquistadores, al poner sus pezuñas en América, inauguraron una lógica de exterminio y desprecio de lo indígena que aún se mantiene vigente: hoy en día, menos del 2% de la población colombiana corresponde a gente indígena propiamente dicha, y casi toda ella vive al margen de los privilegios y en el centro del desprestigio. Sin embargo, no otra cosa habría de esperarse: el mismo Bolívar ―por algunos conocido como “mi amo”―, cuando la patria vivía apenas su infancia, dictó leyes contra los aborígenes sin importarle que muchos de ellos hubieran vertido su sangre sobre el rozagante arbusto de la independencia.

La historia de la literatura criolla es fiel indicadora de esa malhadada animadversión nacional. Inicialmente, considérese que las obras dedicadas a la vida indígena han sido reducidas a un frustrante anonimato, sólo roto eventualmente por escritores como José Eustasio Rivera ―cuyos indios, en todo caso, no alcanzan la nitidez de los caucheros mestizos― o William Ospina ―a quien, en virtud de su erudición de tuerto en país de ciegos, se ha alargado licencia para pronunciarse sobre cualquier cosa―. Lo demás es monstruosamente gris: un desfile de nombres insospechados y nada vecinos al recuerdo llenan el inventario de la literatura de tema indígena, cuyos sellos editoriales no son más conocidos: desde Iqueima hasta Quingráficas, pasando por El Guarracuco Blanco, se disputan el valiente honor de haber editado lo que nadie quiere leer.

Pero aceptado que, así sea en el putrefacto subsuelo, existen novelas sobre el indio, lo siguiente es considerar lo que ocurre con los personajes nativos: la mayor parte del tiempo son pincelados como una humanidad sucia y miserable ―en “La vorágine”, por ejemplo, la chicha de un hatajo de guahibos desgreñados es un brebaje mortificante―, cuando no ocurre que se los trata como a los representantes de una refinada crueldad o una invencible molicie: así ocurre en la tradicional “Lejos del nido”, en que dos personajes aborígenes, por su maldad infinita y su bestialismo insensato, más parecen lobos que hombres. Los antioqueños, gozosos ante semejante parábola, la han llevado a la televisión y han alargado las ediciones del libro hasta el siglo 21; incluso, los familiares del etnocéntrico y prejuiciado Juan José Botero se han reunido no hace mucho ―con todo y escarapelas para identificarse― para celebrar la infame fama de su pariente. Lo que sí queda claro es que el novelista de Rionegro no es el único con una paja en el ojo: en páginas de muchos de sus colegas, los indios son seres genéticamente tristes, enfermedad ambulante, necesidad convertida en ciego salvajismo o ―de acuerdo con la “Los hombres invisibles” del fallido Mario Mendoza― fantasmagoría inverosímil.

Pablo Neruda, a pesar de su militancia a favor de las causas justas, expresó en alguna de sus páginas que los españoles se habían llevado todo pero que habían dejado todo, refiriéndose al castellano. Nada más que un juego de palabras: toda lengua es la medida de lo que necesita ser expresado, y el Nobel chileno se hubiera sentido igualmente pagado de sí mismo si el vehículo de su poesía de colonizado hubiera sido el chino mandarín o el sánscrito. No: los conquistadores no dejaron nada, y dentro del saco del hurto iba la posibilidad de que un indio plasmara una novela en su lengua nativa; consecuencia de ese asalto es que un indio wayúu de nuestro días, de nombre Jacobo Solano Cerchiaro, haya publicado no hace mucho la italianísima novela “La maldición de Fiorella Moratti”.

El papel ha soportado la desgracia india: la literatura lo falsea, en billetes y escrituras se materializan los despojos de que es víctima, y una Constitución taimada finge conocerlo.

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Pacholo

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  Me enteré de la muerte de “Pacholo” varios días después del acontecimiento. Según me contaron, un viaje natural al Otro Mundo por fallas del maldito cuerpo, aunadas, supongo, a sus infinitas dolencias espirituales. Ciego desde hace muchos años a consecuencia de un accidente de tráfico, Francisco Espinal “Pacholo”, creador de la inolvidable cinemateca “El subterráneo” en el 75 junto con Jorge Farberoff, había sin embargo continuado dictando de memoria sus cátedras sobre las mejoras películas que había visto en su vida, e introducía las sesiones aquí y allá, en la UPB o doquiera lo invitaran.

Por esos años iniciales de los 70s, con mis amigos cinesifilíticos del barrio San Javier, debíamos preparar con nuestros agostados bolsillos estudiantiles las incursiones al “Subterráneo” en El Poblado, justo al frente de donde hoy funciona este periódico, en la 9 a la vuelta de la iglesia. Para las “funciones” nos aprovisionábamos con una botella del asqueroso vino “Tres Patadas”, una especie de tóxico para cucarachas fabricado en una licorería cercana. La botella valía 9 pesos. Una fortuna. El horroroso sabor del menjurje lo contrarrestábamos con unas cuantas chupaditas de nuestras pipas verdes de hobbits. Fuimos los precursores: de hecho, Pacholo presentó en su sala el primer intento de llevar al cine “El Señor de los Anillos”, en una curiosa versión que mezclaba actores y magníficos dibujos (Ralph Bakshi, 1978).

Bueno, pues, en el “Subte” vimos las películas que no circulaban comercialmente de Altman, como “La Boda”, “Nashville”, las de Polanski, recordemos que Pacholo compró los derechos y presentó “Valeria y los vampiros” cerca de 800 veces, de donde vienen entonces todas esas Valerias que hoy infestan los noticieros, maldita sea. Recordemos a “Solaris”, recordemos esa obra maestra “Quién esta matando a los grandes cocineros”, o lo mejor de Hitchcok, o la checa “Trenes rigurosamente vigilados” (se presentó 799 veces), otra de Polanski, la aterradora “El inquilino”, la inglesa “El vestidor” con Albert Finney, etc.

En un artículo de Luis Alberto Álvarez de 1995, el padre recordaba cómo las dos o tres distribuidoras de cine de la ciudad, envidiosas del éxito permanente del “Subte”, empezaron a conspirar para no dejarlo seguir con un negocio que según ellos “lo estaba volviendo millonario”. Pacholo salió de la sede del Poblado y se fue para el teatro de Suramericana, ese sí un verdadero Subterráneo…

Debo decir que en esas sesiones de la Cinemateca muchos de los jóvenes aprendices aprendieron a conocer en la oscuridad, adivinando, las formas corporales de muchas futuras señoras de la ciudad que luego fueron sus ex esposas y son hoy casi todas abuelas. Los peligros del cine. Ellas dicen no saber de mí. Krishna las bendiga.

Pero Pacholo fue también uno de los creadores del “Bazarte”, que durante casi diez años (80 -89…) sembró sus tiendas en las magníficas praderas de Suramericana, hasta que de nuevo las conspiraciones dieron al traste con todo: es ya historia local que la Compañía decidió expulsar al Bazarte de sus verdes latifundios, cuando, según las actas secretas, el evento se había convertido en un centro de corrupción de juventudes y fumadero y bebedero de toda clase de sustancias exquisitas. Aquello fue el acabóse. Pacholo debió entonces irse con el Subte muy, muy lejos. La última vez que entré a la Cinemateca, estaba localizada en una salita a una cuadra del parque de Envigado, donde literalmente espantaban. En el 94 ó 95, después de perder la vista, Pacholo siguió intentando revivir el Bazarte, intermitentemente, en lugares cada vez más desapacibles. El último se hizo en 2006 con una multitudinaria asistencia invisible. Bazarte ya era desde años atrás un “cadáver excelente” como la película de Francesco Rossi.

En 2004 intentamos levantar con Pacholo en la Piloto una de sus viejas obsesiones: un ciclo mensual de cine al aire libre, que se fue al traste por las inclemencias del invierno: por allí pasaron en coche y locomotora Chaplin y Keaton, y cabalgando John Wayne en “La Diligencia”. ¡Querida nostalgia! Desde esta columna elevamos nuestras oraciones al revés para que el Divino Príncipe Portador de la Luz, el denostado Lucifer, le devuelva a Pacholo la Panavisión en 70 mm. y lo siente en su caverna a ver sus amadas películas hasta que se escriba el “The End” del Universo.

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La Tribu del rap

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La Tribu del rap
Si te ponés a escuchar a la Tribu, vas a escuchar la ciudad. La historia del man de la esquina, del barrio, de la cucha, del parcero. Nuestras letras están basadas en lo que vivimos, en nuestro entorno

El agua no dio tregua a los ánimos de seis jóvenes que esperaban ansiosos el momento de salir a escena. Pese a la lluvia los espectadores seguían atentos al escenario dispuesto en el Parque de las Luces para celebrar el Día de la Música. Se aproximaban las 9:00 p.m. cuando un chamán salió a realizar su ritual entre truenos simulados y la bulla de la gente. Así fue como Tribu Omerta saludó al público en aquella ocasión.

El Mugre y Óscar Quintero tocan puertas, en espera de que reconozcan su talento y les permitan dar a conocerse más en la escena musical.

“La gente está a la expectativa de las presentaciones de Tribu, porque siempre buscamos impactar. Además, dentro del rap, nuestra música es diferente, tiene un sabor propio”, comenta Oscar Quintero, mánager de la banda. La música de este grupo es suave, cadenciosa. Las voces de sus integrantes se mezclan con sonidos a veces acústicos, en ocasiones electrónicos, para crear canciones que hablan sobre la forma en que sienten y piensan la ciudad.

“Tan solo soy un pelado de Manrique con deseos de vivir en El Poblado”* Tribu Omerta está integrado por Chonta, Violenn, Góez, Toni P., El Mugre y Óscar Quintero, quienes decidieron llamarse Tribu porque se consideran una familia y Omerta, porque es la ley del silencio de la mafia italiana; este término evidencia el sentido de unión que los convoca todos los miércoles a ensayar, con el interés de evolucionar en su propuesta musical.

El grupo empezó cantando rap sobre pistas gringas. Fue tal la emoción durante su primera presentación, que se propusieron hacer algo propio. Posteriormente, Plasco, el dueño del estudio Alcahueta Recoraz, les abrió las puertas para que produjeran el primer disco independiente de rap hecho en Medellín. Se tituló Homenaje y fue precisamente un reconocimiento a sus amigos, a la ciudad y a Manrique, su barrio.

Además del posicionamiento que consiguió su primer trabajo entre los raperos locales, las ventas les permitieron pagarle al productor y recoger algo de dinero para comprar los equipos con los que fundaron el sello discográfico Camajan Club, que ahora produce a otros artistas como Don Tranquilo. De esta forma Tribu Omerta venció el problema de producir en nuestro medio y sacó su segundo trabajo, denominado Camajanería, del cual se destaca Rasta man, su canción más representativa. Con trabajos serios y la intención constante de dar a conocer su trabajo, se presentaron en Musinet, en Altavoz, en Rap al Parque, y pusieron a sonar su disco en Estados Unidos, Venezuela y Ecuador.

“No tener que rogar al de la radio para que suene mi CD”*
El reconocimiento que han logrado es fruto de su esfuerzo constate, de la distribución de sus producciones mano a mano, de las asociaciones con otros grupos del underground, como es el caso de la Curva Reggae, que los acompaña con la música. Pero el camino es largo y a diferencia de lo que podría pensarse, Tribu Omerta debe enfrentarse a la indiferencia de las emisoras locales. “Hay dos emisoras que ponen rap, pero de afuera, no apoyan lo local. Y si uno camella, si mete diez millones de pesos prestados para sacar un CD y no te lo ponen, queda muy berraco”, afirma Óscar Quintero. “El asunto con las emisoras acá es simplemente un negocio”, agrega El Mugre.

Pese a las dificultades, los integrantes de Tribu no permiten que les roben sus sueños y se empeñan en seguir produciendo. Su próximo trabajo, Causa y efecto, oscila entre los 10 y los 15 millones de pesos, un precio alto si se tiene en cuenta que no tendrá una difusión masiva.

Debido al poco dinero que reciben por su trabajo musical, deben alternar los ensayos con otras labores. “Aquí todas las bandas trabajan para vivir y en el poquito tiempo que les queda tratan de hacer lo que les gusta. Quienes se dedican completamente a esto, es porque la familia les ayuda. Yo, por ejemplo, siempre he tenido el apoyo de mi cucha”, comenta El Mugre. Gracias a esta ayuda, estudia Informática Musical en el Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM), y es este conocimiento y la madurez de cada uno de los integrantes de Tribu, los que han permitido que en su producción se evidencie la evolución en términos de técnica y sonido.

Escuchar la discografía de este grupo es pasar del experimental Homenaje a las guitarras de Camajanería. Oír Dolor, el trabajo de Chonta, donde se destacan canciones como Desconexión y Madre, en las cuales se expresan las dificultades de haber crecido con carencias económicas. Dejarse llevar por el trabajo de Toni P., menos acústico y con un estilo más rapero y electrónico. O apreciar Abriendo los ojos de Violenn, quien habla de su historia personal.

Toda su música está cargada de sentimientos relacionados con un escenario urbano que exige talento a quienes deciden ser sus intérpretes. Sus integrantes aceptan este reto, en espera de la próxima vez que se presenten con la intención de impresionar al público que se disponga a escuchar a la Tribu del rap, la que presenta en sus conciertos chamanes y bailarinas árabes, ese grupo que se esfuerza por ser bueno en espera de que más personas conozcan su estilo particular de vivir la ciudad.

Los intertítulos son apartes de la canción La máquina del tiempo de Don Tranquilo.

Los integrantes de la Tribu
Tribu Omerta es el sueño de 6 jóvenes de Manrique que quieren hacer oír su voz, que relatan la ciudad a su manera, con la intención de poner su sello personal en la discografía local. En esta familia, como ellos mismos se denominan, cada uno tiene un rol específico. “El Mugre canta y es el productor; él está empeliculado en su cuento. Violenn, además de cantar es el DJ, si en las presentaciones está contemplado que hay una parte de mezclas, él se encarga de hacerlas. Chonta, Góez y Toni P. son solistas también. Finalmente, yo como mánager debo garantizar que todo suene bien, debo coordinar entrevistas y presentaciones”, afirma Oscar Quintero.

La Loma de Los Loaiza

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Esta es la casa de la familia Loaiza que aún permanece en la loma. Dos integrantes de la familia trabajan en Chuscalito hace más de 10 años.

 
     
 

Los de la loma
Desde que llegaron a la loma Justiniano Loaiza y María Dolores Montoya, dos generaciones más de ellos han nacido y crecido en la loma. Con esta pareja llegaron también el hermano y primo de Justiniano, Luciano Loaiza y Pedro Nolasco Loaiza. Albañiles de El Poblado vivían también de la siembra de yuca, papa, manzana, pitaya, naranja o peras. Jesús María Loaiza de 68 años y nieto de Justiniano, fue quien vendió los lotes al alemán considerando la posibilidad de irse de la loma. Viviendo en un terreno de 800 metros y una casa que clasifica como estrato tres, los prediales, la falta de agua potable y alcantarillado lo tienen “esperando a ver en qué condiciones se puede ir uno”. Para él y su mujer, María Leticia Jurado, la loma de su familia ha cambiado mucho, recuerdan que antes bajaban a El Poblado con zapatos en mano por las difíciles trochas. Recuerdan también la creación de Chuscalito que hoy le da empleo a dos integrantes de la familia de la loma, María Ligia y Clara Lucía Loaiza. Ambas llevan más de una década trabajando con la familia Ospina Londoño.

Puntos de referencia
A los Ospina Londoño se debe el seudónimo de la loma. Con ellos se creó un pequeño negocio hace más de 40 años llamado Chuscalito. Esta institución del pandeyuca, chocolate y otra parva para el algo, se inició como vivero. En su momento, María Teresa Londoño y su esposo Juan Manuel Ospina fundaron el negocio y evolucionaron el concepto a comidas pequeñas. Hoy Juan Manuel y su hija María Elvira manejan todo un restaurante que además ofrece servicios en diseño de jardines.

Además del tradicional Chuscalito, otro elemento en la loma promete ser punto de referencia y responsable de desarrollo urbanístico. A 500 metros de la Transversal Superior, la construcción de lo que será el Centro Parroquial Beato Marianito tendrá un total de 4.192 metros. La idea es tener un espacio, no solo para servicios religiosos, sino para actividades comunitarias. Fundada en febrero de 2003 por orden de Monseñor Alberto Giraldo, el sacerdote de esta iglesia, Bernardo Gómez Cortés, no puede decir cuándo estará terminada la obra ya que ésta marcha al ritmo de las donaciones. Aunque continúa en obra negra, espera poder inaugurarla el próximo 13 de julio, día de fiesta del beato y quinto aniversario de oficiar misa en el salón provisional. Además de inconvenientes financieros, el padre ha tenido que lidiar con jóvenes que intentan meterse a la obra para rematar fiestas electrónicas a lo que el padre se ve obligado a expulsarlos personalmente en altas horas de la noche.

La Loma de los Loaiza, que si Dios quiere y el padre Bernardo puede, intentará tomar el nombre del padre Marianito, es un sector agradable y tranquilo pero encaminado a la alta densidad poblacional con todo los desbarajustes que ello conlleva.

 
 

Regalo programa de gobierno

     
 

Sin embargo, y por si alguna vez me ataca ese bicho y contra toda expectativa me toca tragarme las palabras, desde ya estoy confeccionando una plataforma de gobierno. Anticipo que tendría gran énfasis en infraestructura vial y normas de tránsito, pues es mi convicción que del buen o mal manejo de estos asuntos se derivan muchísimos efectos en términos de educación, cultura ciudadana, tolerancia y calidad de vida de los habitantes. Aumentarla es, en síntesis, la misión básica del gobernante.

Las administraciones de esta ciudad, y de Colombia en general, han enfrentado este crítico asunto de manera incompleta, con pocos recursos y, sobre todo, con poca autoridad.

A continuación algunos puntos clave de mi programa de gobierno, que como seguramente no tendré ocasión de aplicar personalmente, gustoso lo cedo a quienquiera.

1. Al interior de mi administración seré altamente exigente con los detalles e intolerante con la mediocridad. Que tiemblen los distintos secretarios y gerentes si en la calle veo cosas mal hechas o con pobre mantenimiento. O si no se coordinan -como tanto ocurre hoy- las diferentes entidades para hacer los trabajos de manera ordenada y eficiente.

2. Pondré policías de tránsito permanentes en los cruces de mayor incidencia de infracciones, para que caigan como moscas los infractores habituales. Esto incluirá peatones que no cumplan sus normas correspondientes, en especial para cruzar una vía.

3. Implementaré patrullas movilizadas en automóvil recorriendo vías críticas, con megáfono (como en Ciudad de México), para dar instrucciones más claras y contundentes y así agilizar el tráfico.

4. Construiré muchas más aceras. Las haré bien desde el principio. Como norma, que quepa cómodamente una madre empujando un coche de bebé. Promoveré al máximo la cultura de caminar más.

5. Tomaré como propias las causas de los limitados físicos. Una ciudad que respeta a sus discapacitados es capaz de muy grandes cosas. Y viceversa.

6. Haré campaña para que todos los ocupantes de un vehículo, incluidos los del asiento trasero, tengan puesto el cinturón de seguridad. Y no permitiré que viajen niños sueltos. Tampoco permitiré más de dos personas en una moto (¡Es difícil de creer que esto aún se permite!).

7. Seré inflexible con la circulación de vehículos echando humo. Se van rapidito para el taller. Acabaré con esa farsa de que al pequeño automóvil particular le obligan a tener certificados de gases mientras que a su lado circulan orondamente todos los vehículos pesados compitiendo por quién echa más humo.

En fin, me contentaría con que el próximo ganador ponga en práctica al menos una de las iniciativas. Pero las otras también tendrán que venir, tarde o temprano. ¡Cuando ya no aguantemos más!

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Con el carro guardado

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  El Poblado es uno de las zonas con más resistencia a la propuesta por la posibilidad y la comodidad de movilizarse en carro. Además un medio de transporte, eficaz y confortable como el metro, no es muy accesible a todos las zonas de la comuna 14. Las universidades y las empresas son el público objetivo de la campaña pues son quienes más usan automóviles en las horas pico. También las amas de casa, pocas veces usan el transporte público en las vueltas de la semana y al transportar los niños a todas sus actividades.
Vivir en El Poblado habló con algunas personas para saber qué piensan sobre este día y que se puede esperar del tráfico ese miércoles.
 
     
 
 
     
Gloria Patricia Álvarez: Ya ha participado en los años anteriores porque la universidad de Medellín hace la jornada obligatoria, “Aunque es un poquito incómodo me parece muy bueno para fomentar esa cultura.”   A pesar de que hace pocos mese llegó de Barranquilla, Luis Fernando Arrázola está completamente de acuerdo con la idea, le parece que fácilmente tomaría un taxi para ir a la empresa donde trabaja.
     
 
     
Ángela María Velásquez dice: “Participo si es obligatorio, si no, no; además depende del día en que se haga. Si tengo pico y placa entonces sí podría coger un taxi.”   Verónica Arbeláez, estudiante de administración en Eafit, dice que no piensa dejar el carro pues le parece muy complicado llegar a la universidad desde su casa por El Tesoro.
     
     
Daniel Cadavid, estudiante de negocios internacionales en Eafit: “Yo vivo por El Tesoro y no voy a participar del día sin carro porque no hay transporte público bueno y me tocaría coger dos buses para ir a clase.”
   
 
 

Las cifras a superar de 2006

La emisión de monóxido de carbono se redujo en un 16%.
El flujo vehicular disminuyó en un 10%.
El nivel de gases contaminantes por uso de gasolina descendió en un 22%.
20.500 vehículos se inmovilizaron voluntariamente; este año se espera que sean 40.500.
Participaron 23 universidades y 5 entidades públicas.

 
     
 

Árboles para mí

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Trompillo.
Guanábano.
Totumo
Tulipán
Suribio
Pero de Agua
Maíz Tostao
Carbonero
 
     
  El Área Metropolitana y el Área de Conservación del Jardín Botánico, discutieron, concertaron y evaluaron junto al Politécnico, el proceso de trasplante, por eso las especies adecuadas, la cantidad y la ubicación de los árboles a trasplantar, ya está acordada.

De acuerdo con una observación y un análisis a través de un recorrido por las instalaciones del Politécnico, en conjunto con el Área Metropolitana, se realizó un inventario de los individuos que el Politécnico puede recibir, nosotros estábamos dispuestos a recibir los que ellos creyeran convenientes,” dice Máximo Enrique Rendón, Arquitecto de la Oficina Asesora de Planeación del Politécnico Jaime Isaza Cadavid.

Los árboles tendrán como nuevo destino las cercanías de la cancha de fútbol, el coliseo, y los espacios entre los diferentes bloques de la institución educativa. Para llevar a cabo un trasplante hay que tener entre otras variables, que muchas especies no deben ser movidas del micro clima en el que han crecido.

Plan ambiental
Recibir estos 46 árboles es una de las actividades contempladas en el Plan Ambiental Institucional, que contempla otras acciones referentes al quehacer ambiental del Politécnico. El plan arbóreo por ejemplo, consiste en el diagnóstico de las especies arbóreas de las sedes del Politécnico, su ubicación y su pertinencia, además de la formulación de la futura arborización, teniendo en cuenta el Plan de Desarrollo Físico Institucional, informa Máximo Enrique Rendón.

El Plan Ambiental abarca también temas como la contaminación de los vehículos, el ahorro de agua y energía, el plan de manejo de residuos sólidos, la capacitación institucional para eventos como el día del no carro: “Este Plan Ambiental se da gracias a la necesidad de sensibilizar a la comunidad educativa y en general, trabajar por el medio ambiente, además de cumplir con la reglamentación ambiental del Gobierno,” explica Rendón.

Eafit y el Inem también se airean
La Universidad Eafit recibirá 18 árboles según el convenio que ya está firmado con el Área Metropolitana, acuerdo del que también participa el Inem José Félix de Restrepo que recibirá 16 árboles. El miércoles 12 de septiembre Eafit esperaba la visita del Área Metropolitana para notificarle de los sitios escogidos para el trasplante. “La iniciativa hace parte del programa Universidad Parque,” explicó Ricardo Tamayo, Jefe del Departamento de Servicios Generales. Luis Eladio López, Subdirector Administrativo del Inem José Félix de Restrepo, informó: “Ya vino el personal del Área Metropolitana, revisó los espacios, estamos muy contentos pues son árboles adultos que brindarán paisaje, aire y sombra, por eso toda la comunidad educativa está comprometida desde ya para recibir los árboles con los brazos abiertos y cuidarlos”.

 
 

Comerciantes de La 10 esperan ayuda

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La 10
 
     
  Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado responde que hasta el momento no se tiene previsto ningún alivio de orden tributario, ni del tipo subsidio. “Si se recibe una propuesta, La Alcaldía la analizará, por lo pronto se hace un seguimiento permanente del avance y un gran esfuerzo para darle terminación a las cuadras que van hasta la 36, zona que ha sufrido un impacto más largo (…) estamos paralelamente en el proceso de retiro de postes, redes eléctricas y de telecomunicaciones aéreas, así como adelantando la siembra de árboles”.

“Solo aparecieron ayer”
Los postes de comunicación y de otros servicios que deben ser retirados continúan el proceso. “Los de Une ya están retirados (cables) y buena parte de los postes, faltan los que además tenían redes eléctricas, que están en proceso, porque a cada inmueble hay que hacerle una domiciliaria nueva pegada a la red subterránea, antes de bajar la aérea”, explicó Luis Alberto García y agregó: “Telmex ha adelantado tareas de construcción de ductos, pero todavía tiene muchas cajas sin tapar. Ayer (11 de septiembre) les notifique que si las cajas no se tapan pronto, nos veremos en la obligación de condenarlas.”Las redes de Cablepacífico, “a quienes tanto como a Telmex y a todos los operadores de redes de telecomunicaciones, se les ha invitado desde que iniciamos los diseños a acercarse para verificar el efecto de sus redes, solo aparecieron ayer (martes 11), se les indicó que debían bajarlas porque esa misma noche se retirarían los postes, procedieron al retiro de algunas y las restantes debieron retirarse con los postes,” dijo Luis Alberto García.

Esta semana un tramo listo
Las obras entre la 43A y la 36 estarán listas en un 95% el 23 de septiembre, el porcentaje restante es para realizar ajustes, detalles, instalación de mobiliario urbano y retiro de redes, acotó Luis Alberto García, que además añadió: “En el tramo de la 36 a la 33 aún se requieren 3 semanas para empalmes pendientes de acueducto, que en razón del corte del servicio y de requerir cierre del cruce de vehículos en alguna carrera, solo puede hacerse de domingo a domingo, uno a la vez. También se requiere subir el alcantarillado de la 34 a la 33 para hacer la conexión final, en ese tramo está pendiente la red de telecomunicaciones primaria y secundaría que va en los andenes como obra subterránea, y proceder luego a colocar el lleno para acabados”.

No es bueno metérsele a ese chicharrón
Se dice que los contratistas más experimentados se abstienen de licitar en las obras públicas, lo que parece mal hecho pues deberían aportar al desarrollo urbanístico de la ciudad. “Obviamente hay unos mejores que otros, pero aquí en La 10 cualquier contratista hubiera tenido los mismos problemas y las mismas dificultades para resolverlos, recordemos que habiendo tantos, hubo una sola propuesta, el concepto de los que uno conoce, es que no es bueno metérsele a ese chicharrón”, comentó Luis Alberto García, y dijo: “Ahora bien, los aportes de todos ellos son y serán siempre importantes, de hecho en Los Balsos hicimos un proceso que permitió escuchar su concepto sobre ese otro chicharrón, y sacar el proceso adelante; desafortunadamente y muy a pesar nuestro, también con una sola propuesta. Sobre la selección de contratistas para las obras públicas, no podemos olvidar que nos rige la Ley 80, que establece principios y reglas, de cuya aplicación se selecciona un contratista, no es posible escogerlos con criterios subjetivos”.

Haciendo esfuerzos
¿En qué porcentaje le podríamos dar fe a la comunidad de que la entrega se dará entre los últimos días de octubre y los primeros de noviembre? “Hoy lo conversamos y nos lo propusimos para esos días. Claro que esos días van hasta el 15. El esfuerzo que estamos haciendo todos, contratista, administración e interventoría es para que ese porcentaje sea del 100,” concluyó Luis Alberto García.

 
 

Comentarios a siete propuestas

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Comentarios a siete propuestas

 
     
  Hemos leído con juicio los programas de gobierno de los siete candidatos a suceder a Fajardo en la Alcaldía. De esa lectura quedan claras varias cosas y quedan también muchas dudas. Siguen apareciendo la transparencia, honestidad y capacidad como temas de campaña. ¿No son acaso esas las características fundamentales que debe cumplir cualquier ciudadano, sea candidato o no? A nosotros nos parece que ese desgaste en probar la idoneidad del candidato, en demostrar sus nobles intereses y en justificar su honestidad solo hace referencia a un profundo drama en el que estamos inmersos, el tema de la corrupción, del que es muy difícil salir y que seguramente está hoy tan vivo como hace 100 años, pues de otra manera no fuera este un asunto vital.

Quisiéramos haber leído propuestas concretas, realistas y aterrizadas en el suelo de las finanzas del municipio. Por el contrario en muchas de las propuestas lo que se alcanza a leer son las ilusiones de los electores: empleo, movilidad, transporte, niñez, juventud, tercera edad, salud, seguridad. Claro, esos son los asuntos que preocupan a todo el mundo, pero no solo en Medellín, también en Pavarandó, El Cairo o en Moscú. La cosa es ver ¿cuáles serán esas estrategias para lograr la meta de la cobertura total en educación con calidad?, ¿cuál es la ciudad que debemos soñar en conjunto?, ¿qué piensa el candidato que nos diferencia de Pavarandó o de Moscú?, ¿con qué recursos se construirán esas aceras que le faltan a la ciudad? o ¿cómo crearemos esos miles de empleos que se han perdido por la revaluación?

Los candidatos hacen un gran esfuerzo por hablarle a cada grupo de interés para lograr su apoyo. En muchas ocasiones son solo el eco de los sueños del auditorio y otras veces son respuesta a los agravios de unos contra otros, pero pocas veces se oye una propuesta concreta respaldada en números o en estudios.

Queda también claro que sí hay de donde elegir. Que son siete formas diferentes de ver la ciudad y que sea cualquiera el que suceda a Fajardo son tantas las críticas de unos a otros, que a la ciudad lo que debe quedarle claro es que habrá fiscalización y seguimiento, día a día, a la gestión del nuevo Alcalde.

 
     
 

Alberto Correa

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Alberto Correa
El maestro de maestros.

Alberto Correa es en gran medida el responsable de los sólidos cimientos que sostienen el género clásico en nuestra ciudad. Fundador en 1983 de la Filarmónica de Medellín, orquesta que todavía interpreta bajo su batuta, el maestro ha dejado muestras de su talento en otras áreas, como el montaje de óperas y la musicoterapia, técnica de la que es considerado uno de los pioneros en Colombia.

Este retrato del maestro Correa fue tomado por Carlos Tobón en 1990 en su estudio fotográfico.
 
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San Fernando Plaza

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  San  Fernando Plaza  
     
  Un espacio de puertas abiertas  
     
  Un nuevo sitio de encuentro para Medellín  
     
  En una ceremonia que congregó a comerciantes, empresarios, dirigentes políticos y gremiales y a todos aquellos quienes creyeron y orgullosamente hacen parte de este innovador proyecto, se inauguró San Fernando Plaza, complejo arquitectónico de dimensiones raramente vistas en Medellín, el cual representa el esfuerzo y la visión de Londoño Gómez, Viviendas y Proyectos y Arquitectura y Concreto, empresas que han entregado a la ciudad un espacio vital no solo para su consolidación como un centro de negocios y comercio de relevancia internacional, sino también para la interacción de toda la comunidad.  
     
 
 
 
Hernando Vélez, Tulio Gómez, Carlos Jaramillo, Adriana González,
David Escobar, Horacio Vélez, Fernando Retrepo
 
 
 
 
Ana María Tobón
Rodrigo Muñoz
Álvaro Londoño
 
 
 
 
Norman Valdez, Juan Esteban Pérez, Ángela Posada, Martha Villegas, Bernardo Pérez
 
     
 
 
 
Juan Pablo Arango, María Mercedes Bermúdez, Pablo Arroyave, Laura Yacamán
 
 
 
 
Adriana González, Eduardo Loaiza Diego Velásquez, Lida Correa
 
   
 
Emilio Moreno, Paula Paucar, Juan Luis Escobar, Paulina Saldarriaga, Natalia de Bedout.
 
   
 
Luz Marina Madrid, Alejandro Toro
Julio Posada, Manuel Posada
 
 
 
 
El Gobernador Aníbal Gaviria
 
 
 
 

La Cafetiere 10 años

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La Cafetiere 10 años
Referente para los buenos paladares.

Una perfecta noche de maridaje: con la que se celebró la primera década de la apertura del restaurante de Anita Botero, la chef Cordon Bleu y columnista de Vivir en El Poblado, que indudablemente le ha dado un sentido alto de la culinaria a nuestra ciudad y quien, sin duda también, ha dado paso para la generación de una nueva manera de sentarse a manteles en Medellín. La opípara selección de platillos de Anita y la combinación exacta de vinos, a cargo del enólogo Aurelio Montes, de la reconocida casa chilena, deleitaron los sentidos con esa perfecta mezcla de aromas, sabores y colores, en medio de una atmósfera ideal, la que se vive y se siente en su restaurante del Affinity, en La Milla de Oro, por el que todos brindamos en esta deliciosa ocasión.

Los Sato en Casa Molina

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Los Sato en Casa Molina

 
     
 

Humberto Sato y su hijo Yaquir visitaron Medellín

 
     
 
 
     
 

Recientemente en Casa Molina y en la finca donde realizan sus eventos campestres, estuvieron compartiendo sus secretos en las artes culinarias, el chef peruano Humberto Sato, catalogado como uno de los mejores del mundo, y el heredero de su talento, su hijo  Yaquir. En compañía de Álvaro Molina y de su sobrino Juan Eduardo Tromme, gestor de la participación en Colombia Provoca de estos dos chefs y de otros expertos en gastronomía del país Inca. Los Sato se divirtieron en grande deleitando a algunos afortunados comensales con la preparación de sus exquisitos platos.

 
 

“El fin de semana me pongo la ropa cara y más elegante”

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“El fin de semana me pongo la ropa cara y más elegante”

 
     
 

Otra vitrina para mirar y que entra en la competencia por el mercado de mujeres que no se ubican en los extremos juveniles o señoreros

 
     
 

Lentejuelas, bordados, el eterno negro, estampados, telas con color, brillo, seda, algodón y lino, tacones, accesorios y que se vea más piel. No hay mucho espacio para los básicos o fondos planos. Las discotecas, el parque Lleras y las fiestas del viernes o sábado son la oportunidad de lucir la ropa para la que se ahorra y que atrae miradas. Las nuevas cadenas proponen colores oscuros y neutros donde los protagonistas son los diseños y cortes de moda. “Entre semana me interesa verme profesional, nada de escotes ni ropa muy llamativa, el fin de semana me pongo la ropa cara y más elegante. Es difícil encontrar los dos estilos en el mismo punto,” dice Verónica Jaramillo, publicista.

 
     
 
 
 
 

Lina María Urrea de 28 años encuentra ropa para su estilo moderno y casual.

 
     
  Hombres y mujeres buscan estilos modernos y clásicos en variedad de prendas casuales y elegantes. Las nuevas marcas están especialmente dirigidas a mujeres entre los 20 y 35 años que disfrutan de la moda y buscan lucirla en el trabajo, la universidad y al divertirse.
Aunque marcas como Arturo Calle siguen siendo una dura competencia en calidad y precio para la ropa masculina, las mujeres encuentran mejores opciones de compra para estar a la moda sin sufrir los costos de la alta costura de las grandes pasarelas.
A propósito de la apertura de Zara en El Tesoro, Vivir en El Poblado dio una vuelta por las vitrinas para consultar la opinión de algunas mujeres sobre la oferta de ropa femenina y los cambios que ha habido en las últimas semanas.

Precios, diseños, colores
“Me habían contado que era muy barato para ser una marca tan famosa, pero no me parece tanto, es un precio normal”, opinó Marcela Romero, estudiante universitaria. “Me encanta la ropa, yo conocí la marca en un viaje y no veía la hora de que llegara a Medellín porque estaba cansada de buscar ropa en los mismos almacenes de siempre que solo cambian la ropa una vez al año”, dijo María Antonia Viana, estudiante universitaria.
“Me encantan los diseñadores de acá, sobre todo los nuevos con estilos únicos como Miau y Divino, pero las marcas de afuera son necesarias para que no todas las mujeres de Medellín tengan el mismo bluejean de Diesel o las mismas camisas de Tennis y Naf Naf,” dijo Natalia Franco, comunicadora social.
Para otras no se trata solo de lo que venden estas marcas internacionales. “Independiente de la ropa, el servicio me importa mucho. No me gusta que me sigan demasiado pero en otros almacenes me siento mejor atendida, la señorita está disponible siempre y en estos almacenes tan grandes me toca buscarla un rato”, contó Camila Mejía, estudiante universitaria.
La diseñadora gráfica y dueña de una agencia de modelaje, Lina María Urrea, ya conocía estas marcas de un viaje a E.U. “Encontré la prenda que había estado buscando hacía rato, a un precio razonable.” Por otro lado Andrea Escobar, profesional en el campo de la propiedad raíz, no encontró el vestido elegante que necesitaba y el estilo de la ropa le pareció muy lanzado. Sin duda la variedad de tiendas y estilos no alcanza para todos los gustos.

Ni tanto que queme al santo…
Medellín se ha convertido en la capital de la moda colombiana. Sus mujeres se interesan cada vez más por las tendencias y el estilo, convirtiéndose en un excelente mercado para marcas extranjeras. La llegada de nuevas marcas a la ciudad refleja el cambio que sufre Medellín desde hace algún tiempo; el desarrollo industrial en el sector de la moda que inciden en la creciente preocupación sobre la obsesión de la mujeres con la estética y su apariencia.
Marleny Ospina y su hija Sara Medina, conocen estas marcas de sus viajes a España, Argentina e Italia. Lo que les gusta es la ropa casual y siempre a la vanguardia aunque las tallas no sean iguales. “Me parece que en otras partes la ropa es más grande” dice Nelly un poco decepcionada. Algo parecido sufre la empresaria Carolina Vásquez: “Casi nunca compro bluejeans porque las marcas que me gustan llegan hasta la talla 12 y en esa talla no hay mucho qué escoger. En las marcas nuevas no es distinto, como siempre es ropa para mujeres muy flacas.”
El horario, el día de la semana, la actividad y el estado anímico determinan el estilo de los atuendos para la mujer. Generalmente para cada uno hay que cambiar de almacén.

La universidad o la pinta dominguera
La universidad y el domingo tienen una cosa en común; la comodidad de la ropa es esencial pero no debe dejar de ser bonita. Blue jeans simples, ropa más holgada, camisetas sencillas y mucho algodón. El colorido importa poco, zapatos cómodos y menos esfuerzo al arreglarse con un gasto moderado. Para este día o estilo casi todas las marcas ofrecen estampados simples en colores alegres y zapatos o sandalias sin tacón.
“Otras marcas tienen ropa casual chévere pero por los precios uno se encuentra a todo el mundo con la misma ropa, o no dura nada con las lavadas, se ve fea y vieja al poco tiempo. Ojalá que las marcas nuevas sean distintas porque aunque se ve mucha variedad la calidad se verá con el uso,” dice María Fernanda Arango, estudiante universitaria.

 
 

El Triángulo de las Bermudas y la Subjetividad (1)

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El último y buen intento televisivo de abordar el tema ha sido el presentado en julio por Cinemax, no contaré el desenlace por supuesto, pero donde se aborda no solo de soslayo sino de frente y derecho una especie de “teoría avanzada de la subjetividad”, francamente atrevida y deliciosa. El punto es muy sencillo y puede recostarse sin vergüenza en las antiguas ideas del obispo irlandés Berkeley (1685-1753),  copiemos de cualquier sitio de Internet: “Con toda la energía, pero también la inconsciencia de la juventud, Berkeley afirmó categóricamente que ser es ser percibido, o sea que lo único que posee existencia real es el mundo de las sensaciones (ajenas), mientras que la realidad externa no solo no puede percibirse sino que además no existe” (¡Admirable!). En la serie de TV, “El Triángulo”, se va mucho más allá, apelando a cierto tipo de conspiración: la realidad que percibe cada humanoide es totalmente diferente de la que percibe cada uno de los que están junto a él en un momento determinado, según sus experiencias personales únicas y, lo que es clave, según el grado de conocimientos adquiridos a lo largo de su vida y filtrados selectivamente en ese cedazo cerebral que algunos llaman “el alma”, y, para peor, de los supuestos “ideales y virtudes” que nos han inyectado padres y maestros desde el primer biberón y el ABC: “Patria te adoro en mi silencio mudo”. Para situarnos a nivel de bachillerato, jóvenes, esto bastaría para explicar, por ejemplo, por qué los críticos serios del cine ven “obras maestras” donde los anarcocinéfilos soportamos hasta donde podemos cintas soporíferas interminables como las que produce el “nuevo cine danés”, o por qué a un poeta místico le gusta ir a las corridas de toros, por qué el apuesto y cibernético millonario Fulano se enamora perdida y repentinamente de la idiota y analfabeta Zutana, vendedora de turrones en las puerta de su oficina -las señoras dirían que lo enyerbaron-, o por qué los farcos creen que ellos son los “buenos” y nosotros  los “malos”, o por qué la nueva Alcaldía va a decretar que el Mariachi rocío-durcalero será el nuevo patrimonio artístico musical y cultural de Ciudad Necrópolis (aboliendo el Tango y desconociendo el Vallenato) o, ejemplo cumbre y al dedillo, por qué el ex presidente Gaviria afirmó que el difunto “Pollo López”  había sido “el más grande intelectual colombiano del siglo 20”… ¿De qué país fue presidente el señor Gaviria? En fin, como está sentenciado en tantos proverbios, cada humanoide ve y juzga el mundo según le vaya en él, sea lo que sea “el mundo”, que no existe -según Berkeley- y por lo tanto, saltando abruptamente a Nietzsche, puesto que Dios no existe todo está permitido.

El recordado cómico neoyorkino Jerry Seinfeld solía referirse mucho al mundo paralelo o “dimensión fantasma” inventada en las historietas de Supermán, y al parecer cada uno de nosotros vivimos subjetivamente en una de esas zonas, sin contacto posible entre los seres, que tampoco “existimos” sino que nos “imaginan”. Esto me explicaría a mí mismo -si es que existo- la razón de que las columnas de “Humo veloz” que más me gustan son precisamente las que más fastidian a la “gente bien”, y las que escribo ponzoñosa y malintencionadamente “bonitas, edificantes y didácticas” son las que merecen que me llamen mis “fans” a congratularme, sin sospechar el cianuro que les he inyectado intravenoso. Atención: La última vez que se miró usted al espejo, ¿se cercioró de que fuera usted, aunque invertido, quien estaba allí?

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Aprender a vivir y segundo desayuno con esquimales…¡ooooops!

Aprender a vivir y segundo desayuno con esquimales…¡ooooops!
Les da miedo enfrentarse con ellos mismos, descubrir cómo han perdido el tiempo trabajando como bestias para morir iguales como en la ranchera

El mundo aunque a veces es un pañuelo, es diverso y no hay nada que pueda llenar el alma más que viajar así sea a las quebradas de Barbosa; cargar la vida de recuerdos entre la naturaleza es mucho mejor que mil reuniones con el contador a inventar balances. Las personas necesitan con frecuencia esos momentos de intimidad con los ríos y las montañas para poder tomar decisiones importantes en la vida, pero aquí la gente prefiere no abandonar sus inversiones y cuidar la platica para los yernos. El lunes de la semana pasada pude practicar el exquisito arte de la pesca con mosca en el acabadísimo Peñol con mi compañero de columna Álvaro Navarro y como siempre el buen escocés nos puso a reflexionar sobre la vida del empresario paisa. Aquí el que se cree rico se mata trabajando hasta la muerte. La frase de mi papá, “es mejor ser feliz que ser importante”, como que a pocos les va, aunque los hay que sí saben disfrutar la vida y los conozco bien.
Y una vez más, la cosa no es de plata, mi amigo el gran pescador Rodrigo García dueño de una cantina ínfima en Rionegro les podría dar clase de vivir. Pero otros son los ricos más pobres del universo, dedicados a trabajar las 24 horas del día cuando mucho mejor pasa el de mediopelo que gana la quinta parte o menos pero que sabe vivir y se lleva la noviecita a piquiársela a cine al Tesoro mientras el patrón sigue en junta. Ricos pobres que nunca apagan el celular; para ellos sacar un día en semana es impensable, menos un lunes, una semana ni en sueños, de qué sirve trabajar tanto o ser tan poderoso para poder vivir, vivir, vivir tan poquito, porque algunos hasta se tragan el cuento de que se la gozan en la oficina, otra cosa es que no saben vivir, los embelesa el poder y caminan por la rayita de la soberbia, la terrible soledad del patrón, el afán del pico y placa; les falta poco para las citas en la Cardiovascular pero no ceden. No saben lo que es ser dueños de su propia vida ni pueden manejar su tiempo.
Lo dice Navarro: les da miedo enfrentarse con ellos mismos, descubrir cómo han perdido el tiempo trabajando como bestias para morir iguales como en la ranchera y los hijos en la casa esperando para conocer un papá que les da un ratico de consolación los domingos, mientras lee la prensa y habla por celular de trabajo con los amigos que hacen lo mismo y después se pregunta si es que se entera de dónde es qué se metió el peladito con el éxtasis o la hija porqué come y vomita; pero si a duras penas cuando lo ven por la noche está rendido y casi siempre mal genio mientras la mujer se la pasa en el club firmando sauna y comiendo palitos de queso que paga en vaca con otras pobres ricas.
Gracias a Dios son pocos los que son así, pero los hay, y si usted lo es, salga al campo con sus hijos y conózcalos que a lo mejor tienen la terrible herencia suya y aún los puede enderezar. Pero ojo, ir al campo con los hijos no es pasarse en el Internet de la finca, ¿o si?
Una de las cosas que más me gustó de los pueblitos aparentemente infelices del Círculo Polar Ártico es que no hay Internet ni celular y la gente todavía sabe conversar. La mamá yupik sale con sus hijas y nietos a recoger frutos rojos a la tundra, cargadas de vodka, escopetas y pistolas por si el oso, mientras conversan, se ríen, beben y pelean como en reality. Al llegar (la receta que prometí), ponen los frutos en una olla con la misma cantidad de azúcar y vinagre blanco de vino y los cocinan hasta reducir a un caramelo espeso que se usa de mermelada para acompañar los pancakes del desayuno, que van con huevos pericos y tostadas francesas, espantoso sausage de venado muerto, salchichas, hamburguesas, papitas, tocineta como para bestias, whisky o vodka por litros, jugos y café, mermeladas, mantequillas, siropes, miel y todo lo que tenga muchas calorías ya que por el polo norte nunca se sabe qué viene al almuerzo, lo más probable, una salchicha en fogatica a la orilla del río, con auténtico relish ruso, vodka y whisky por litros. Luego a las dos o tres de la mañana y con luz, la comida, todo lo que dejaron del desayuno de toda la semana en una sopa, luego king crab que todavía se movía cuando lo metieron a la olla con vodka y agua hirviendo para consolarlo borracho, salmón chinook, salmón rosado, char, tocineta, sausage, hamburguesa, huevos, papas fritas, pan, mantequilla, etcétera.
Por supuesto ellos son los que más comen y beben ya que uno no está acostumbrado a tanto y por mi lado prefiero quitarme el frío con una chaqueta y no con capas de grasa, muy necesarias, aunque el whisky no me cae tan mal y el ruso es dietético. Allí los niños al nacer parecen los gorditos de un año que arrastran en carritos por los parques de Orlando; las adolescentes son como abuñueladitas simpaticonas y las señoras grandes rebosantes de kilos que beben como camello en oasis. Casi todo es más grande menos cuando usted pesca con el agua a la cintura porque el frío del deshielo atemoriza todo.
Lo que si crece son las historias de pesca sin necesidad de mentiras, el pobre Tiburón Anfitrión no hizo sino repetir todo el paseo “a mí me va a dar algo”, cada vez que veía los salmones terribles que picaban, saltaban y se soltaban (la verdad sea dicha) después de tres horas de pelea… de solo acordarme, a mí me está dando algo otra vez. Con Navarro nos comimos un sancocho de gallina memorable preparado en la marina de el Peñol y desayunamos los mejores chorizos del mundo en el restaurante el pescador de ese pueblo tan feo pero tan bueno.

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Ganador: tamal de piangua de Buenaventura

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Ganador: tamal de piangua de Buenaventura

 
     
 

El Chef de arriba se empeñó en que la tercera versión de Colombia Provoca fuese pasada por abundante agua, es decir que en buen romance culinario se trató de una jornada sazonada con torrenciales lluvias tropicales; sin embargo, la excelente organización y la contundente asistencia de público demostraron que en nuestro medio, cuando se trata de noveleriar asuntos de comprobada calidad, la desobediencia civil supera e ignora los designios metereológicos del Chef de Chefs. Bastante se dijo, bastante se escribió y bastante se mostró en los diferentes medios de comunicación sobre este particular bazar del mundo de los sabores, razón por la cual solamente voy a referirme a uno de los tantos aciertos de su organización: El Premio Nacional de Gastronomía 2007.

 
     
 
 
     
 

Según el boletín de prensa del Ministerio de la Cultura (Padrino mayor del concurso) se presentaron 32 propuestas (léase platos o recetas) de las más apartadas regiones de Colombia. Cada plato fue presentado por un equipo de tres personas (un chef profesional, un investigador académico, un portador de la tradición del lugar de origen de la receta) recibiendo mención especial el Rundown de las islas de Providencia y Santa Catalina, el Sancocho de Guandul del Barrio de Abajo de Barranquilla, el Pusandao de Barbacoas, el Dorado Miraña de Caquetá y Amazonas. Sin embargo, el veredicto del Jurado, conformado por 4 reconocidos especialistas de la Buena Mesa, decidió por unanimidad que el ganador fuese el Tamal de Piangua de Buenaventura. Observando y conociendo el resto de preparaciones mencionadas, me atrevo a suponer que la decisión del jurado no fue fácil ya que la gama de sabores, colores y consistencias de las otras recetas en competencia ponen a chupar los dedos al mismito Ferrán Adrià.
Quienes hemos tenido la gloriosa oportunidad de comer con tranquilidad en los restaurantes, bares y comedores en los alrededores de la plaza de mercado de Buenaventura, recordamos esa baraúnda de mujeres de color que ubicadas en el primer piso gritan, lloran, ríen y cantan, al mismo tiempo que ofrecen la más variada variedad de carnes de monte, pescados y mariscos además de irreconocibles especies entre las que se destaca por épocas la dura y cauchuda piangua, pero que con la mágica sazón de la mujer negra se convierte en manjar para el guiso de la empanada o el tamal. A propósito y para entrar en materia antropológico-culinaria, permítaseme transcribir unas líneas del acta de premiación que dicen así:
 “Al amanecer las mujeres de Tribugá empacan algo de comer, una botella de “biche”, agarran sus canoas y salen a pianguar en el manglar. Los fríos del estómago, el camarón bravo, la culebra de agua y el pejesapo no las detienen. La recolección en marea baja dura hasta 8 horas y las mujeres ríen, fuman y cantan las melodías del laboreo, mientras que la piangua, cada vez más escasa, se convierte en fuente de sostenimiento de muchas familias afrodescendientes y, lo más importante, posibilita la organización de asociaciones de mujeres que inciden en el bienestar familiar y comunitario. Usualmente el Tamal de Piangua era un plato reservado para Semana Santa; hoy en día se consume los domingos, en fechas especiales y se vende en los mercados por encargo. La Piangua hace parte del consumo cotidiano de las comunidades afrodescendientes del Pacífico colombiano y está íntimamente relacionada con la tradición y el saber ancestral. El Tamal de Piangua, en cuanto a la recursividad de su preparación, evidencia la capacidad de adaptación de la cultura negra a las adversidades sociales y del territorio a las que han sido sometidos durante siglos de historia.”
El tamal ganador es una deliciosa receta cuya masa es de plátano verde cocinado, la cual arropa un refinado guiso en donde la piangua aporta su mágico sabor. El grupo ganador encabezado por el chef Iván Martínez, la antropóloga Giovanna Buenahora y la portadora de la tradición Nelly Cuero se lució con su propuesta y demostró que en la cocina colombiana pululan las preparaciones de gran calidad gastronómica provenientes todas de la desconocida y subestimada cocina popular. Estoy convencida de que concursos como este contribuyen de manera contundente a la reivindicación de nuestra cocina y motivan a las nuevas generaciones de chefs y propietarios de restaurantes a creer más en lo nuestro y dejar a un lado la obnubilación que le merece las cocinas de otras latitudes. 

 
 

Rosa María Chalarca

 
  “El Poblado se convirtió en una ciudad”  
     
  “El Poblado era una tacita de porcelana, donde se encontraba amor, tranquilidad, felicidad, todo el mundo se comprendía”  
     
  Rosa María Chalarca, una persona humilde y siempre trabajadora por el mejoramiento de su barrio, La Chacona, es líder de El Poblado desde hace 20 años, al haberse desempeñado como presidenta de la Acción Comunal de su barrio; ahora se dedica al trabajo con la juventud y la niñez, a través de programas con el Inder.  
     
 
 
 

77 años de vida tiene Rosa Chalarca, y hoy continua ayudando a su comunidad a través de la recreación, el deporte, y temas como el orden público y la seguridad.

 
     
  ¿Cuándo fue su llegada a El Poblado?
Llegué en 1948 al “Pueblito”, como le decíamos de manera cálida a esta extensa pradera que era El Poblado en sus inicios, pensar en aquellos tiempos me produce cierta nostalgia. Recuerdo que en ese entonces solo 3 ranchitos daban inicio a un barrio de características humildes, La Chacona, nombre adoptado de la quebrada que nace aquí en el barrio. Después de la muerte de mis padres, viví 8 años con las monjas del Colegio Marymount, hasta que conocí a William de Jesús Molina, con quien me casé y trasladé de nuevo a La Chacona.

¿Qué recuerdos tiene de esa época en El Poblado?
Alberto Morales, Rodrigo Franco, Manuel Escobar y otros miembros de familias como los Echavarría y los Bedout, con quienes además de recibir ayuda para fortalecer La Chacona, nos juntábamos frecuentemente para bailar durante toda una noche en las fincas que en esos tiempos se posaban sobre el abundante verde de El Poblado. Existían diferencias económicas pero no había desigualdad, las relaciones se desarrollaban bajo conceptos de unión, nos reuníamos en los potreros, no se sabía quién era pobre o rico, nos bañábamos en el río, y al encontrar gallinas en los matorrales, las cogíamos para hacer sancochos.
Eso era muy lindo, esa época de la juventud en la que bajábamos a pie por la montaña para coger las bestias de un señor que vivía por donde hoy está la zona deportiva de Manila, ya que él las subía a pastar por donde hoy queda el depósito de La 10; en ese entonces ese sector era conocido como La Cachucha, por donde también montábamos 2 bueyes de un señor Jesús.

¿Qué más le dejó esa relación con esas familias?
Fueron apareciendo una cantidad valiosa de jóvenes que se unían para trabajar y sacar adelante La Chacona, pues el barrio comenzó a multiplicarse gracias al crecimiento de las mismas familias, sobre todo los Castaño Quintero, Castaño Vargas. Los jóvenes de El Poblado, de familias pudientes, entre los que se encontraban las hijas de Manuel Escobar, y los hijos de Bernardo Molina, no ahorraban esfuerzos para ayudar a establecer un barrio más digno para todos sus habitantes; hoy estos muchachitos trabajan en el sector público y privado, yo llego a La Alpujarra y me encuentro con varios, se alegran de verme, lo que me da felicidad y ánimos de vivir.
Gracias a las jóvenes fue que aprendí a cocinar, ellas fueron las que me enseñaron a preparar una ensalada, pues cuando yo me casé no sabía hacer ni arroz.

¿Cómo es el trabajo con los niños?
Gracias al Inder logré gestionar para la comunidad dos programas que le brindan a los niños diferentes actividades como clases de manualidades y salidas pedagógicas a los parques de la ciudad; por ejemplo hace un mes salimos 74 personas, entre ellas las mamás de los menores, hacia el Parque Los Tamarindos. El otro programa que educa a los niños y jóvenes, son las Escuelas Populares del Deporte, un proyecto de formación integral. Pero sí tengo una deuda pendiente, se trata de solucionar la merienda de los niños que asisten a clases en la escuela Carla Cristina, sector de La Visitación.

¿Qué significa El Poblado para Rosa Chalarca?
Yo no cambiaría esta tierra por nada a pesar del crecimiento, estoy rodeada de naturaleza, la quebrada La Chacona es tan limpia que da gusto tenerla de vecina, me acuerdo que en una parte de su recorrido nos ofrecía una caída y una canoa para bañarse, y después de esto muchas personas recogían agua para procesar los alimentos. Sí me da pesar no ver todas las cosas hermosas que se veían antes en el “Pueblito”, como las amplias praderas que brindaban un aire siempre fresco, o las damas elegantes que entraban a la iglesia, con las cuales nos abrazábamos en medio de una manifestación de amor, hoy ya todo eso se murió, El Poblado se convirtió en una ciudad.

 
 

Quince primaveras (comedia en dos actos)

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La primera vez que estuve en una fiesta de quince fue hace muchos años, en mi propia casa, cuando mi hermana alcanzó esa meta de la edad. Se trató de un festejo homogéneo de principio a fin: conversación, baile, un ir y venir en pos de pasabocas y trago y, por supuesto, un suculento plato con alguna carne palaciega. Desde entonces y durante un par de décadas, ya porque jamás fui aficionado al baile o porque -y acaso por eso mismo- no tenía la suficiente cantidad de amigas, solo otra vez volví a una celebración semejante, comprobando lo mismo que ya había visto por allá en el período cámbrico de mi biografía. Pero las cosas ya habían cambiado cuando, la semana pasada, estuve por tercera vez en uno de esos emblemáticos cumpleaños.
A lo que más se parece la actual celebración estándar de quince años es a una pieza en dos actos. Al principio, todo es increíblemente solemne: la festejada hace su entrada triunfal agarrada al brazo del padre y custodiada por media docena de edecanes armados de espadas, y luego todos ellos -incluido un variado ramillete de los más importantes familiares de la muchacha- ejecutan una compleja coreografía que incluye baile, acrobacias de circo, prosternaciones ante el trono de la juventud, desfiles, flores, pompas de jabón y -ver para creerlo- liberación de un ejército de mariposas especialmente criadas para morir en una noche de fiesta. Llama la atención la unción con que se ejecuta todo esto: la joven y su familia, con compostura de gárgolas, no esbozan una sonrisa mientras dura la obra, y el fotógrafo y el administrador del salón se pasean entre las mesas dando órdenes de diácono a todos los invitados: “todos de pie”, “acérquense a recibir la quinceañera”, “levanten las copas”, “aplaudan”. En tales momentos uno descubre, con verdadera sorpresa, que también hace parte del reparto.
Después de cumplida esta difícil y milimétrica formalidad, el alivio aparece en las caras de los participantes y por primera vez alguien hace una broma, consciente de que se da inicio a la parte en que hay que disfrutarlo todo hasta las últimas consecuencias. La quinceañera echa un ojo codicioso sobre el baúl en que reposan los sobres llovidos desde el bolsillo de sus invitados -que más parecen accionistas de la fiesta- y se confunde entre sus amigos dispuesta a arruinar su traje entre la montonera del baile. Una hora después todo es griterío, y entre los vapores del sudor son visibles los gestos de cópula que entretienen a los danzantes, los traspiés de la borrachera de buena parte de los convidados y los movimientos furtivos de los edecanes sin uniforme que se han colado en pos de alguna aventurilla. Cuando el guión ha agotado las vanguardistas maromas de los bailes del siglo 21, hacen su aparición el porro, la cumbia y el mapalé, y el salón rebosa de un inusitado sentimiento patriótico que abarca todas las edades.
Sin embargo, si la cultura acaba encontrando su reivindicación, no ocurre lo mismo con las más elementales prácticas sociales, pues la disposición de los invitados en el salón obliga al atrincheramiento: como en un restaurante, a cada familia le ha sido asignada una mesa, la cual visitará periódicamente un mesero que hará inservible el pretexto de una visita a la barra. Apenas será lícito abandonar la silla en medio de la oscuridad para, adivinando rostros, sumarse a la masa bailadora. Atrás han quedado los tiempos en que un redondel de taburetes adosado a las paredes caseras obligaba a todas las confrontaciones, y en que el deseo de un aguardiente obligaba a entablar los diálogos más impensados.
Hoy en día, en la fiesta de quince años se deja de ser celebrante para convertirse en espectador: se paga la entrada, se asiste a una representación y apenas hay que pararse para ir al baño; quizá solo el matrimonio, henchido de falaces promesas de amor y tolerancia, la supere en teatralidad.

 
     
 

¿Parquímetrosen Provenza?

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La mayor problemática de Provenza, el estacionamiento de carros en la calle, fue analizada el año pasado al reunirse autoridades y comunidad, pero no hubo importantes acuerdos más allá de la autorregulación, medida que para algunos habitantes funciona, pero para otros no ha servido.
José Fernando Ángel, Secretario de Tránsito, informó que después de haber cancelado el tema de los parquímetros para Provenza, “por solicitud amplia de la comunidad,” se quiere evaluar el programa de los parquímetros en general, para tomar decisiones como agregar o suprimir celdas: “Sectores de otras comunidades, como San Diego y Astorga, han solicitado se amplíen las zonas de parquímetros.” Por lo pronto se mantendrá el actual estado de cosas. La decisión queda en manos del próximo alcalde.

 
 

Vandalismo y robo

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“No solo hemos aguantado las prórrogas de las obras en La 10, a tal punto que preferimos cerrar por el mugre producido y en pro de conservar en buen estado la mercancía. Además de la incomodidad para que las personas se acerquen al almacén, ahora nos tocó sufrir lamentables hechos vandálicos que arruinaron en primera instancia los avisos publicitarios del local, y después se robaron uno de ellos,” informó Fernando Prieto Amaya, Gerente del almacén Mis Pañalitos.
Él cuenta que mantener el local cerrado le genera un costo de lucro cesante muy alto, además del riesgo de perder la clientela porque esta se desplace y se quede en otros sitios en busca de su producto. “El caso ya está en manos de la Estación de Policía El Poblado y agradezco al periódico Vivir en El Poblado, para que así la opinión pública se entere y tome consciencia.”
El Comandante de la Estación de Policía El Poblado, Luis Peralta Lizcano, estableció contacto con Fernando Prieto Amaya, y ambos quedaron de reunirse para analizar los hechos. “Se trata de una situación aislada, el sector cuenta con vigilancia constante, pero con la realización de las obras de La 10 ha existido una especie de soledad; también es recomendable que los establecimientos cuenten con algún tipo de alarma y que los avisos publicitarios estén más asegurados, por ejemplo con una altura considerable,” comentó Peralta Lizcano. Para que la gestión de la Policía obtenga mayores frutos, esta debe ser complementada con la ayuda de la ciudadanía, por eso cualquier situación extraña debe ser reportada al número 123, concluyó el oficial.

 
 

¿Un vaso con agua?

 

El español que se habla en Colombia, y por supuesto el de esta comarca paisa, cambia y evoluciona permanentemente. Cada año aparecen nuevos vocablos y giros idiomáticos que enriquecen -y en no pocos casos, empobrecen- ese idioma del que tantas veces nos han dicho debemos sentirnos orgullosos.
Por lo general son los adolescentes quienes con mayor gusto y eficacia introducen nuevos términos, llegando casi a desarrollar sus propios acentos y dialectos. Este lenguaje diferenciado es uno de los símbolos más importantes de independencia frente al mundo adulto.
Y por supuesto, mejor mientras más se sorprendan y escandalicen los adultos con las nuevas expresiones y estilos. Y mayor será la probabilidad de que permanezcan en el tiempo. Por supuesto, dentro de unos años, los jóvenes rebeldes de hoy se escandalizarán con las expresiones de las nuevas generaciones y así sucesivamente.
Pero cuando son los adultos quienes se ponen en ese juego, la cosa es distinta. Lo que para un sardino de colegio podría pasar como rebeldía propia de la época, en gente hecha y derecha, tal vez profesional, suena a poca cultura y tal vez a una cierta falta de higiene personal en el hablar.
De unos años para acá, por ejemplo, a todo el mundo en Medellín le dio por pedir “un vaso con agua” en lugar del “vaso de agua” de toda la vida. Si se les pregunta por qué dicen así, la respuesta invariable es “porque el vaso no es hecho de agua sino de vidrio”. Una lógica impecable y precisa. Pero totalmente equivocada.
Y además, inconsistente. Porque esas mismas personas pedirán sin ninguna duda una “caja de chicles”, comprarán un “tarro de pintura” y tendrán en su casa un “tanque de agua”. O se tomarán un “vaso de leche”. Y para colmo de contradicción, en un restaurante ordenarán “un vaso con agua y una copa de vino”. O incluso, permitirán que se arme “una tempestad en un vaso de agua” pero seguirán, muy lógicos ellos, insistiendo en su vaso con agua.
¿Por qué para todos los demás productos no aplica la supuesta lógica tan racional del vaso con agua? ¿Qué tiene de especial el pobre?
La explicación de esta confusión aparente es que en la expresión “vaso de agua” la palabra “vaso“ no tiene la connotación de material sino de cantidad. Cuando se pide un vaso de agua, se está pidiendo una cierta cantidad de agua, la que cabe en un vaso. Igual para todos los demás casos.
Pero claro, está tan arraigada la expresión, que muchos no aceptarán que esté equivocada pues así la han escuchado y utilizado toda su vida. Entonces, por si quedara alguna duda, basta con que se refieran a otros idiomas. En todos ellos se habla de “vaso de agua“, por ejemplo en inglés “glass of water“, francés “verre d’eau“ o italiano “bicchiere d’acqua“.
¡Y sin embargo, sí es correcto pedir “un vaso con hielo”!

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Señales de alegría

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Señales de alegría

 
     
 

Es muy reconfortante tener la oportunidad de escribir una nota cargada de optimismo, especialmente en estos días cuando el ambiente de elecciones políticas colma todos los espacios de opinión.
La transformación de nuestro barrio, iniciada hace un poco más de año con la adecuación de la Avenida El Poblado para darle prelación al peatón y organizar el tráfico de este sector, cambió sustancialmente la vida de nuestra comuna, pues, como nunca, el ciudadano común fue tomado en cuenta y las obras públicas y los impuestos fueron invertidos en mostrar respeto por el hombre de la calle.
Este segundo semestre será el de las entregas, y coincide con un par de eventos que reflejan la fe en la ciudad de los inversionistas locales. Obras como La Strada y San Fernando Plaza, sumadas al Parque Lineal de La Presidenta, y a las otras obras que se construyen sobre la Avenida El Poblado, muestran una nueva ciudad y una fe en el futuro como hacía mucho tiempo no veíamos.
En la edición número 2 de Vivir en El Poblado, en 1990, hablábamos de la transformación del barrio a través de las inversiones de particulares que dieron lugar a lo que hoy conocemos como Zona Rosa. Entonces el gran reclamo de todos eran las obras públicas que complementaran las inversiones de los particulares. Las solicitudes eran por aceras, parqueaderos, paraderos, jardineras, en suma, lo que se puede definir como orden. Nos hemos demorado mucho en lograrlo pero la sinergia que se ve en la Avenida El Poblado entre obras públicas e inversión privada, da cuenta de un esfuerzo conjunto que en resumen favorece a todos.
Estamos seguros de que en La 10 sucederá lo mismo. La inversión privada reivindicará estos espacios públicos de calidad que se están construyendo, que si bien se han demorado mucho más de lo previsto, presagian una puerta de entrada a El Poblado digna y respetuosa. Es bueno tener en la mente siempre lo que había antes, lo que estamos remplazando, para que el cansancio por el pantano, no agote la alegría.

 
     
 

Pacto para el buen uso

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Proteger el agua, mantener sus cauces y recuperar el espacio público que rodea las quebradas, para  optimizar la calidad de vida de los habitantes, es el propósito anunciado por la Secretaría del Medio Ambiente para La Presidenta; por eso el parque lineal.

Pacto Ciudadano
Las secretarías del Medio Ambiente, Gobierno y Cultura Ciudadana, la Subsecretaría de Orden Civil, el Comité Cívico de la Zona Rosa, la Junta Administradora Local, los líderes cívicos de El Poblado, la Veeduría de la obra, y los visitantes de la ciudad, que usan y disfrutan el Parque Lineal La Presidenta, más la Alcaldía y las entidades que atienden asuntos de interés público en el sector, acordaron asumir cada uno, en la medida de sus competencias y responsabilidades, el compromiso de hacer del Parque un sitio para el disfrute ecológico, para el encuentro tranquilo entre vecinos y el cuidado del medio ambiente, en el que los comerciantes, transeúntes y la Alcaldía, unan esfuerzos para que la cultura ciudadana se exprese en las ideas y comportamientos que construyan cada día mejores condiciones para la convivencia y la calidad de vida para todos.
El Pacto Ciudadano busca promover y practicar por convicción los principios del Manual de Convivencia Ciudadana, proteger el medio ambiente, fomentar y apoyar la realización de actividades ecológicas, educativas, lúdicas, culturales y recreativas, dar una mano a las autoridades para preservar la seguridad, el ecosistema y la convivencia, y regular las actividades comerciales, publicitarias y de uso del parque.
Ojalá pues el puente entre la teoría y la práctica funcione de tal manera que el Parque sea un modelo ecológico y de encuentro sano, y no un rematadero de rumba y fuente de problemas de convivencia ciudadana.

 
 

Suspensión del servicio de acueducto en La 10

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Suspensión del servicio de acueducto en La 10

 
     
  La interrupción permitirá avanzar las obras de las nuevas redes de acueducto  
     
  Entre las 8:00 a.m. y las 6:00 p.m. del domingo 2 de septiembre será suspendido el servicio del agua en La 10 y las zonas aledañas. El cierre se ejecutará bajo la supervisión de Epm, es requerido para continuar las obras de redes de servicios contempladas en la Recuperación Urbana de La 10, será desde la carrera 43A (Avenida El Poblado) hasta la carrera 32 (Vizcaya), y entre las calles 7 y 11, abarcando urbanizaciones de barrios como Provenza, Lleras y Catay, entre ellas Vegas de Catay, Semicampos de Catay, Vizcaya Real y el centro comercial Vizcaya.  
 
 

Atención esta noche: No al licor en el espacio público

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Atención esta noche: No al licor en el espacio público

 
     
 

Secretaría de Gobierno y Policía Nacional inician campaña de recordación sobre la prohibición de consumir licor en el espacio público

 
     
 

A través de representaciones mímicas y en compañía del personal de la policía, se adelanta una campaña desde el jueves 30 de agosto, para recordar la norma existente en parques y zonas verdes respecto al consumo de licor. La campaña obedece a las inquietudes y solicitudes de la comunidad que reside en los sectores vecinos a los parques El Poblado, Lleras, La Presidenta y Astorga, quienes ven con preocupación e inconformidad, el incremento de personas que consumen licor fuera de los establecimientos públicos.
No está permitido el consumo de bebidas alcohólicas en: locales comerciales que estén a menos de 50 metros de establecimientos educativos. Zonas comunes de edificios y unidades residenciales. Vehículos automotores de transporte terrestre público o privado. Vías públicas y parques situados en zonas residenciales.
Menores de edad consumiendo licor en el espacio público, serán conducidos a la Comisaría de Familia donde se requerirá la presencia de sus padres o de un acudiente. Recuerde además abstenerse de satisfacer sus necesidades fisiológicas en el espacio público. Estas contravenciones serán sancionadas con multa de 1 a 5 salarios mínimos mensuales vigentes.

 
 
 

Galería agosto

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Campaña buen ejemplo

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Pop Art en La Strada

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Pop Art en La Strada 
 
     
  Styloide presentó su propuesta de otoño-invierno   
     
  En medio de luces multicolores, música y arte urbano se celebró en La Strada el lanzamiento de la nueva colección de Styloide, Pop Art. En la pasarela los invitados lograron apreciar el talento de la diseñadora Gloria Cadavid para tomar imágenes representativas de esta tendencia artística y elementos de la cultura popular colombiana, y fusionarlos en prendas femeninas vanguardistas, elegantes y cómodas.  
     
 
 
 

Ronny Vayda

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Ronny Vayda
Artífice de esculturas urbanas que atrapan la mirada.

Creador de monumentales esculturas, muchas de ellas ubicadas en los lugares más representativos de Medellín, Rony Vayda lleva más de 30 años moldeando figuras y objetos que por sus precisas  formas geométricas y formatos nunca resultan desapercibidas para el observador.

En el 2004, Carlos Tobón retrató a este escultor, quien no cree solamente en la inspiración, al considerar el trabajo y la dedicación permanente como vía hacia a la obtención de nuevas y brillantes ideas. 
 
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Cien millones de tiburones

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Cien millones de tiburones

 
     
 

Los tiburones están en peligro y con ellos una buena parte del equilibrio de los mares. No podemos seguir pensando en ellos como máquinas silenciosas y siniestras que recorren sin cesar los océanos en busca de presas humanas. Tienen un valor ecológico incalculable y representan en muchos lugares un atractivo turístico.

 
     
 
 
 

Por Agenda del Mar

 
     
 

Veamos por qué:
Eliminan los peces enfermos y débiles dejando a los más aptos para reproducirse.
Controlan otros carnívoros; con ello impiden que se reproduzca el número de peces que se alimentan de algas y mantienen sanos a los arrecifes de coral.
Su disminución podría destruir ancestrales jerarquías alimentarias y a la larga, acabar con los arrecifes.
El valor de los ingresos por turismo durante la vida útil de un solo tiburón alcanza los 200 mil dólares. Cuba, las Bahamas, Australia, Sudáfrica, California entre otros, son lugares donde se ofrece bucear con tiburones.
Pese a su importancia como predadores situados en la cúspide la cadena alimenticia, tienen en sus aletas a su peor enemigo porque convertidas en insípidas titas de cartílago, constituyen el costoso ingrediente fundamental de la sopa de aleta de tiburón. Cada año se masacran más de 73 millones de tiburones para obtenerlas. Se cortan estando el animal vivo y luego se lanza al mar para que muera de hambre, se ahogue o sea devorado. Si a esto se agregan las capturas planificadas para el consumo de su carne, la cifra de muertes puede alcanzar los 100 millones.
Científicos y ecologistas advierten que, de no emplear acciones enérgicas de protección, podrían agotarse diversas poblaciones de tiburones en un decenio.
Gobiernos, fundaciones y entidades ambientales realizan desde hace poco una campaña a escala mundial para proteger a los escualos. Se le está dando un mayor valor a un tiburón vivo que a uno muerto.  

 
 

Monólogo esquimal del comer, beber y pescar como un oso

Monólogo esquimal del comer, beber y pescar como un oso
Entramos a Alaska por Anchorage, una bella ciudad, deliciosa para caminar, con shopping y gastronomía extraordinarios, artesanías admirables y el mejor king crab del universo

Por seguirle la corriente y creerle los cuentos que resultaron prudentes a los abogados y pescadores con mosca Ana Lucía Barrientos y Alejandro Morales, viajamos con ellos y mi esposa más de 20.000 kilómetros de Medellín a Bogotá – Los Ángeles – Anchorage – Kotzebue – Nome – St. Michael – a la boca del río Golsovia en el heladísimo Mar de Bering y tanto más de regreso ya que las escalas fueron muchas más. Cruzamos la línea del Círculo Polar Ártico, todo por conocer los famosos salmones migratorios de Alaska. La aventura comienza en Los Ángeles con Alaska Airlines, cuyos horarios no existen y no tienen vergüenza en darle un tinto con 7 gramos de pretzels en un vuelo de 7 horas y media y ofrecer para vender comida rápida poquita y cara que se acaba pues llevan 10 ó 15 raciones para todo un jet. Por cuenta de esta aerolínea pasamos sustos, hambres terribles y grandes atrasos, y sinceramente veníamos mal acostumbrados con el cumplimiento exacto y servicio magnífico de nuestra Avianca en donde sin duda han estado pasando cosas bastante positivas.
Entramos a Alaska por Anchorage, una bella ciudad, deliciosa para caminar, con shopping y gastronomía extraordinarios, artesanías admirables y el mejor king crab del universo. De ahí volamos a varios pueblos con muy pocos habitantes que se mantienen absolutamente borrachos durante las horas de luz que son hasta 23 y media por día según se va acercando uno al propio Polo Norte; de hecho en varios pueblos, aunque rige ley seca permanente, las caletas con miles de botellas de vodka y whisky ruso de menos de un dólar son comunes; fue fácil deducir qué hacen los esquimales todo el día para aguantar tanto frío y soledad. Pudimos conocer y compartir la cultura Yupik esquimal a través de la querida y amable familia de Austin Adventures, un outfitter de pesca y aventuras bastante distante, con un cómodo lodge a orillas de un río cristalino y fácil de pescar que está igual hace miles de años, en el que muy pocos pescadores del mundo por temporada pueden tirar sus anzuelos para sacar a 50 metros de la cama monstruos que pasan las 80 libras y pelean por tres y más horas a veces con carreras de varios kilómetros río abajo o arriba, en lo que termina siendo más una maratón que una pesca. Quisiera ver yo a mis amigos Guillermo Misas y Oskar Posada, especialistas en monstruos pegados de un submarino rojo cargado de sangre, grasa y oxígeno que salta como dorado, jala como tucunaré y resiste como ninguno que hubiera conocido antes, ahí está la Virgen, donde pescamos salmones de varias especies entre 3 y 100 libras, recién llegan de una viaje de 10.000 millas por el océano alimentándose, así que su fuerza es algo incomprensible para cualquier enfermo por la pesca, de ahí que aunque Olafo diga que un pescador que no diga mentiras es detestable, tengo que confesar que solo logramos sacar uno de los de 25 libras , un bebé al lado de los que cogió Alejandro que el mismo día chuzó y perdió el mismo tantas veces que se fue quedando con todas sus moscas y nos hizo reír mucho y llorar a él… El mejor momento de cualquier pescador es cuando a su amigo se le va el grande del día.
En Alaska todo es exagerado, las avionetas son como mosquitos y los mosquitos como avionetas. En cuanto a la comida, otra vez ahí esta la Virgen ya que los esquimales no comen si no que se alimentan, como muchos por aquí; allí pueden servirle oso, beluga, narval, cangrejo, orca o caribú ya que cualquier cosa que nade, camine, vuele o se arrastre es valiosa y una cosa para ellos es conseguir la comidita en verano como nos tocó, con clima suave y otra son de 7 a 9 meses de hielo permanente y poca luz a 40 grados bajo cero promedio. Comimos sopa de alce, un animal parecido a los que arrastran el trineo de Papá Noel y que sabía a zapato de Papá Noel, además tenía pedacitos de comida que quedaban en los platos de todos los días. Pero a la final la comida es parte de la aventura con ricas sorpresas como king crab fresco, salmón de mil maneras, crepes con frutos rojos silvestres, confituras de pétalos de flores de la tundra, tocineta por toneladas, calorías con bastante colesterol y triglicéridos, cargas de fritos y bastantes litros de alcohol ya que las personas educadas se tienen que adaptar a todo, lo que no me costó mucho la verdad, porque cada vez descubro más que por mi moderación, el animal más parecido a mí es el oso. Por Dios, si la vida fuera varias veces, me controlaría.
En este paseo el único tema realmente complicado son las armas, yo que le tengo miedo a una gallina, allí tenía que salir acompañado y armado con fusil, escopeta, pistola, changón y revólver para defendernos de varios bichos que se lo pueden masticar como los terribles osos grises que alguna vez literalmente se comieron un amigo de mi mujer, famoso fotógrafo de la National Geographic.
Espere la segunda parte con recetas de los Yupik y la explicación del por qué casi todo es más grande hasta que usted se mete a pescar al agua del deshielo y por qué un pescador allí abre los ojos y cree que se murió y llegó al cielo y por qué el Tiburón Anfitrión todo el tiempo repitió: a mi me va a dar algo.
Para terminar: Señor Alcalde (y primo) Don Sergio, la quebrada que pasa frente al Hotel Dann huele terrible, es apestosa y por mucho que le haga ese bello parque mientras no la limpien queda como curar un cáncer con sal de frutas. El parque es una belleza, la quebrada una vergüenza como todas las aguas de nuestro Valle de Aburrá. Entre otras cosas, su distinguida siquiatra doña Lucrecia gozaría mucho en Alaska ya que todas las mujeres son gordísimas y allí la anorexia no existe.

Empacando los sobraos

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Empacando los sobraos

 
     
 

La segunda pidió que se lo frieran hasta quedar que se pudiese partir con los dedos 

 
     
 

No voy a negarlo: en mis tantos años de vida, yo también he cometido el pecado, pero hace mucho rato que no lo practico. La costumbre es universal, sin embargo, entre nosotros los paisas el asunto toma visos de tacañería extrema y me atrevo a creer que quienes lo practican con asidua frecuencia, realmente lo que ponen en práctica es su derecho de propiedad y lo hacen orondos argumentando toda clase de razones eufemísticas. Repito: hace muchos años que no hago esta solicitud -desde mi época de estudiante en otras latitudes- y hoy por hoy, cuando alguien que comparte mesa y manteles conmigo solicita este servicio, inmediatamente siento absoluta vergüenza, pues yo no tengo ni perro, ni gato, ni pajarito.

 
     
 
 
     
 

He traído este tema a colación porque estando sentada la semana pasada en un restaurante de comida colombiana de reconocido prestigio, en el largo rato que estuve disfrutando de sus especialidades fui testigo involuntaria de varias exigencias que en las mesas cercanas hicieron a los meseros al momento de estos proceder a levantar sus platos. La primera “perla” es de antonomasia, pues se trataba de tres amigas (cualquiera de ellas más robustas que yo) quienes habiendo solicitado frijoles y chicharrones y después de haber batallado cada una a su manera con las lonjas del marrano, las tres desaparecieron de sus bandejas la totalidad de lo ofrecido y seguramente por cuidar dentaduras o por no hacer muecas y maromas con los cueros entre sus manos, estos fue lo único que dejaron en sus platos. Pues bien, al momento de llegar el mesero a recoger, cada una dio instrucciones muy precisas para recuperar el manjar parcialmente degustado. La primera solicitó se lo empacaran muy cuidadosamente, procurando no se untara de carne en polvo; la segunda pidió que se lo frieran hasta quedar que se pudiese partir con los dedos, y la tercera solo dijo que se lo picaran en pedacitos bien pequeños.
Hora y media más tarde, en otra mesa aledaña una señora de avanzada edad -fascinada con las arepas de bola- pidió que le empacaran todas las arepas de los platos de su prole (hijos y nietos) incluyendo las mordidas y obviamente que no eran para las gallinitas de su casa, pues también pidió que le empacaran un poquito de hogao.
No habían pasado 20 minutos del asunto de las arepas de bola, cuando en la mesa frente a la nuestra un señor malhumorado, de esos que salen los domingos a almorzar con la esposa y el hijo único (sin cruzar una sola palabra en todo el almuerzo), ante la persistente oposición del niño en comerse la ensalada que acompañaba su plato, solicitó llevarla para que el parvulito se la comiera en las horas de la noche… sin lugar a dudas era para el papá.
Ahora bien, este cuadro de costumbres lo voy a completar describiendo otra frecuente ocurrencia en el mundo de los restaurantes, que si bien nada tiene que ver con la “empacada de las sobras”, de todas formas nos muestra el espíritu práctico del comensal paisa.
Yo estaba convencida de que aquella tarde ya lo había visto todo, sin embargo, este fue el remate de mi observación: se trataba de cinco adultos -tres señores y dos señoras- quienes argumentando achaques de edad (no de bolsillo) solicitaron tres sancochos en cinco platos y remataron con un postre para todos con cuatro cucharas… uno de ellos se estaba cuidando del dulce. Una vez finalizaron y salieron del lugar, comenté con el mesero el asunto y se me destapó en anécdotas de todo tipo. El asunto me hizo pensar que seguramente esto que estoy comentando acontece en muchas otras partes del mundo; no en vano los gringos que son tan pragmáticos han institucionalizado la “Doggie Bagg”. Adoro mi gente, adoro nuestras costumbres, adoro nuestra comida, pero esto de llevarnos las sobras para la casa no va conmigo. 

 
 

Cuando nos polarizamos

 

Si hay algo que caracterice a la Colombia de la época que atravesamos es la polarización. En el lenguaje y en las posiciones. Todo tiene que ser blanco o negro, sin matices, sin tonos de gris. Y con mayor razón ahora que de nuevo estamos inmersos en el frenesí de una campaña electoral.
Los ánimos se caldean y personas normalmente inteligentes comienzan a actuar como poseídas, convencidas -y tratando de convencernos- de que solo su candidato es el perfecto para Medellín y todos los demás la perdición. Las debilidades evidentes o las anteriores metidas de pata del candidato propio son maquilladas u olvidadas, en tanto que las de los demás son magnificadas y aderezadas con todo tipo de conjeturas malévolas.
Y es durante esta época que se hace el mayor derroche de inteligencia y creatividad. Pero no para diseñar el mejor programa de gobierno ni presentar soluciones válidas para tantísimos problemas de ciudades tan complejas como las colombianas. No, la inteligencia es gastada casi exclusivamente en la parte táctica de la campaña: Cómo hacer para que pierda el otro, cómo evitar afrontar temas difíciles en público, etcétera. Lo importante es llegar a la alcaldía, ya veremos qué hacemos una vez puestos allí.
Finalmente no queda tiempo para las cosas importantes porque todo se va en manejo de imagen y nada en fondo. Un síntoma muy concreto es el afán de evitar el debate hasta donde sea posible, no sea que se diga algo que pudiera afectar los resultados de las encuestas.
Pero bueno, al fin de cuentas tampoco importaría. Desde hace mucho tiempo la gente ya tiene posiciones -al menos sabe a quién odia o por quién no votaría- y unas cuantas discusiones públicas tal vez no cambien para nada la intención de voto. Cualquier cosa que diga el otro servirá para probar que es un inepto o que forma parte de una oscura conspiración para favorecer a determinado grupo económico. Y por nada del mundo modificarían esa opinión; a la gente le gusta sentirse inteligente y astuta por haber descubierto algo podrido en el candidato del otro bando.
Los candidatos seguirán cuidándose hasta el último día, dirán vaguedades que no los comprometan y actuarán solo en función de las últimas o de las próximas encuestas. Y en particular los aspirantes a repetir tratarán de inflar sus pocos aciertos y esperarán que el tiempo transcurrido desde su primera alcaldía no vuelva a sacar a flote su evidente mediocridad.
Y el día de elecciones saldremos a elegir convencidos de que ahora sí todo cambiará, pero en el fondo también sabremos que todo seguirá igual pues estaremos votando, nuevamente, por la imagen del candidato mas no por el candidato en sí. Y esperaremos ilusos que en las próximas elecciones sí haya más material de dónde elegir.

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Todo por una nueva sonrisa

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  Las personas que estén considerando someterse a un tratamiento de ortodoncia, deben hacerlo con un especialista debidamente certificado. Los reclamos a los tribunales de ética por malos resultados están a la orden del día y se deben fundamentalmente al desfase existente entre lo posible y lo esperado en los resultados del tratamiento y a que muchas personas se someten a estos procedimientos con falsos ortodoncistas.  
     
  Para entender por qué son necesarios los brackets y otros aparatos dentales, es bueno analizar primero los dientes. Los primeros dientes, los de leche, salen a los 6 meses de edad aproximadamente. Son 20 en total y han terminado de salir más o menos a los 3 años. Estos son remplazados por los llamados permanentes. A los 14 años lo más probable es que una persona tenga 28 dientes. Otros 4 salen en los años siguientes, para completar 32. Esos 4 finales, que no le salen a todas las personas, son conocidos como cordales.
El ordenamiento básico de los dientes es igual para todas las personas y muchas tienen la suerte de que sus dientes salen desde las encías en el ángulo correcto y con el espacio apropiado entre cada uno. Otras personas, millones de ellas, no tienen esa suerte: algunos salen torcidos o superpuestos. Hay personas que tienen la boca muy pequeña y sus dientes quedan apiñados debido a la falta de espacio. Por eso su desubicación. En otros casos, la mala posición de los dientes se debe a que los huesos de la  mandíbula (el superior y el inferior) son de tallas diferentes, uno más grande que el otro. La consecuencia de esto se llama mordida cruzada.
En la mayoría de estos casos la mala mordida, el apiñamiento de los dientes o su mala ubicación, no son culpa del paciente sino más bien cosas de la herencia genética, como el color del pelo o el tamaño de las manos. A veces estos problemas se deben a enfermedades dentales, accidentes, chupar dedo u otras razones particulares.
Los problemas de la mordida pueden tener consecuencias que afecten la digestión, por no masticar bien. Los dientes que no están debidamente alineados son difíciles de cepillar bien y pueden ser causa indirecta de caries. Y también, no menos importante, los dientes torcidos pueden afectar la autoestima.

Tratamiento
El ortodoncista es la persona indicada para decidir cuál es el tratamiento apropiado para cada caso. Para algunos pacientes bastará con un retenedor removible. Para otros, especialmente quienes tienen la mordida cruzada en extremo, es necesaria la cirugía. Para la mayoría basta con los brackets.
Los brackets enderezan los dientes porque mantienen su posición por mucho tiempo y ejercen una presión uniforme. Esa doble función, con el ajuste mensual que hace el ortodoncista, es la que cambia con éxito la posición de los dientes.
El tiempo que hay que tener los brackets varía entre 6 meses y dos años según el caso, aunque algunas personas deben usarlos por más tiempo.
A veces los ajustes mensuales que hace el ortodoncista producen incomodidad y dolor. Si el dolor es constante, es bueno informarle al especialista. Casi siempre basta con tomar un analgésico de venta libre como acetaminofén o ibuprofeno.

Cuidado de los dientes
El ortodoncista le enseña al paciente cómo cuidar sus dientes y los brackets durante el tratamiento. Muchos de los aparatos dentales actúan a veces como imanes de la comida y de la placa y si no son removidos, dejan manchas. Hay que seguir con seriedad esas instrucciones.
Algunas personas sufren lesiones en la boca, debido a los brackets. Si este es el caso, el ortodoncista probablemente recete alguna medicina para aplicar en las heridas.

La nueva cara
Después de tanto sacrificio, cuando finalmente el ortodoncista quita los brackets, vienen los ajustes finales. Si las cordales no han salido, lo más probable es que haya que extraerlas quirúrgicamente, porque al salir podrían desalinear de nuevo los dientes (necesitan espacio y lo consiguen). Y como los huesos, las encías y los músculos tienen aún que adaptarse a la nueva posición de los dientes, el especialista ordenará el uso de retenedores, cosa que muchos pacientes no quieren hacer después de dos años con aparatos en la boca.
La mayoría de las personas deben usar los retenedores todo el tiempo durante los primeros 6 meses y después solo cuando duermen ¿Por cuánto tiempo? Cada caso es diferente. A veces unos pocos meses, otras varios años. Lo importante es saber que los retenedores son trascendentales; sin ellos los dientes podrían regresar a su lugar inicial, es decir, no usarlos es tirar por la borda el trabajo y el sacrificio de dos años de tratamiento. 

 

Colombicidio

 

El cuadro era desolador: una pila de palomas y tórtolas desgonzadas amenazaba con tapar la estatua del Libertador, mientras un redondel de vecinos impotentes agachaba la cabeza mascullando sabe Dios qué oración, conteo o maldición. Al otro día, el principal diario de la ciudad tachó de “intolerante” al demente que arrojó el maíz ponzoñoso: un calificativo posiblemente más apropiado para el hincha que se sale de casillas y propina un coscorrón a algún rival o para el energúmeno que termina una discusión a los puñetazos, pero, en honor a la verdad, ya es demasiada tolerancia llamar apenas “intolerante” al anónimo criminal aviar.
Lo cierto es que las palomas, sus primas las tórtolas y cualesquiera otras criaturas aladas que tengan su morada en los frontispicios y otros recovecos eclesiales no las han tenido todas consigo, pues incluso han despertado tentaciones oscuras en los mismos ensotanados. No hace mucho, el purpúreo monseñor Rubiano cercó con alambres punzantes algunos parapetos de la Catedral Primada de Bogotá, en lo que parecía una insensata y sacrílega cacería del Espíritu Santo. En el mismo sentido, una historia contada por Roberto Bolaño, difunto escritor chileno, deja ver que buena parte de los capellanes europeos se aficionaron a la cetrería con la esperanza de que sus halcones combatieran las miles de palomas que acostumbraban dejar su cagajón sobre las iglesias, milenarias joyas de la arquitectura católica. Por supuesto, damos por descontada la inocencia de los ministros de Nuestra Señora de Belén en el caso que nos agobia; sin embargo, los precedentes ejemplos dejan el mal sabor de boca de que el intento policial de dar con el Campo Elías ornitológico es tarea vana, si aún los propios siervos de Dios han tirado, alguna vez, la primera piedra.
Nos intoxica un antropocentrismo abominable y putrefacto. Una sábana manchada por un insignificante disparo de mierda celestial o un inesperado recuerdo canino en un jardín parecen ser, en los tiempos que corren, razones suficientes para el sacrificio animal. Sin embargo, lo aterrador no es tanto el hecho de matar al inocente enemigo cuanto la actitud del verdugo, quien se tiene por un auténtico redentor de la civilización y siente la tentación de que otros se enteren de su alto conocimiento en cosas humanas y del loable pragmatismo de sus acciones, que cree positivamente encaminadas hacia el bienestar común; una clase de asesino que, puedo jurarlo, es lector devoto -y neurótico- de la famosísima “Urbanidad” de Carreño.
Finalmente, ante las aves caídas manifiéstese también el pesar de una tragedia simbólica. Nuestra patria, que reivindica el apellido Colombo del descubridor de América, indirectamente consagra lo que aquel apellido reivindicaba a su vez: la paloma, “colomba” en buen italiano. Una suerte irónica señaló para nuestra tierra enferma un emblema tan sublime, pues, aparte de la masacre del parque de Belén y de las púas de la Plaza de Bolívar, nuestra historia no ha hecho otra cosa que caricaturizarlo: son muchas las décadas que ha sido usado, en banderitas, para implorar una paz que a nadie interesa y que es apenas pretexto para diabluras políticas. Más lúcido fue quien pensó, para nuestro escudo, en un voraz cóndor de los Andes, ladrón de ovejas y patrón de gallinazos.

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En septiembre empezarían las obras en Los Balsos

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El comienzo de las obras en Los Balsos está a la espera de que se firme el contrato.

 
     
 

“Estamos en el proceso de elaboración del plan de manejo de tráfico y los demás documentos que se requieren para firmar el contrato, aspiramos a firmar en los próximos días y a suscribir después el acta de iniciación, para que luego de las actividades preliminares de localización topográfica del proyecto, podamos empezar obras en la primera semana de septiembre,” comentó Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado.

 
 

Centro Comercial Santa Fe repondrá arboles

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En ese sentido, el Área Metropolitana, afirma María del Pilar Restrepo Mesa, Subdirectora Ambiental, viene realizando gestiones con el sector de la construcción para sensibilizarlos y permitir conservar en la medida de las posibilidades, la masa arbórea.
El Área Metropolitana a través del artículo 58 del Decreto 1791 de 1996, autoriza la tala, trasplante o reubicación de árboles para la realización, remodelación o ampliación de obras públicas o privadas, obligando reponer las especies que se autorizan talar.

Imposible la reparación en el mismo sitio
Al presentarse la imposibilidad de realizar reposición total en el lugar del proyecto Santa Fe, la empresa constructora presentó una propuesta basándose en el Plan Maestro de Espacios Públicos Verdes Urbanos, además de común acuerdo con el Municipio y el Área Metropolitana, entregó algunos ejemplares para ser trasplantados a otros proyectos de la ciudad. 

 
 

“Vamos a buen ritmo y con invierno”

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Chuscalito y Los Balsos, progresa paso a paso.
El trayecto entre Chuscalito y Los Balsos está en un 85 por ciento terminado, informa Carlos Macías, Asesor de la Gerencia de Concesiones de Antioquia, y agrega, “las obras van a buen ritmo pero el invierno nos genera complicaciones; ya la vía está totalmente excavada, los viaductos de casi un kilómetro ya se terminaron, la gran mayoría de los llenos en los muros están terminados, y estamos terminando de instalar la base asfáltica, para empezar a adelantar la carpeta de rodadura y así poner las líneas de señalización.”
“Ya la doble calzada se divisa de forma clara, estamos muy adelante a lo concerniente con la compra de predios, solo con 1 ó 2 se está en negociaciones, pero en general la obra está muy adelantada; después de la entrega de los primeros 6 kilómetros, estamos a la espera de entregar 4 kilómetros más, para que la proyectada conexión vial rápida, segura y cómoda entre los valles de San Nicolás y del Aburrá, sea una realidad,” informó. 

 
 

Enseñan a usar el Paseo Urbano de la 43A

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Campaña pedagógica
Una buena parada, por tu vida y por Medellín, busca el buen uso de los paraderos. Se estima que a diario se movilizan un millón de personas por la Avenida El Poblado, por eso cumplir con las normas de tránsito en esta vía es importante para una buena movilidad, informa Diego Reyes, Subsecretario Administrativo de Tránsito, y agrega: “Los paraderos están ubicados de forma estratégica, de modo que si son bien utilizados, además de ser más seguro, es un aporte positivo para la búsqueda de un mejor tráfico; la campaña informa que los paraderos son espacios seguros y mejoran la movilidad, lo que permite un mejor aprovechamiento del tiempo.”

Readecuación de carriles
“El pasar de 3.50 a 3.25 metros en los carriles, implica que el flujo se concentre más en la línea de carril, y así se evita el desorden. Esto ayuda para una mejor movilidad; además la dotación de bahías en equilibrio con el espacio público y una conjugación con los accesos a edificios, permiten que los carriles efectivos se mantengan en la mayoría del trayecto,” explica Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado. 

 
 

Problema cultural
Se espera que las obras de la Avenida El Poblado, estén acompañadas de un atento seguimiento de las autoridades y un uso responsable de los usuarios, en pro de una movilidad tranquila y fluida. Algunos testimonios:

 

“No se pretende que todo funcione como un reloj, aunque sería lo óptimo, son culturas distintas, a lo mejor nunca se verá la misma actividad en un cruce de semáforos de Tokyo y Medellín, pero avanzar hacia una cultura menos caótica del tráfico, será sin duda alguna, un camino que permitirá aproximarse hacia unas costumbres menos agresivas, por eso la importancia de trabajar conductores, usuarios, y autoridades, por una mejor movilidad,” opina Tatiana Zambrano, habitante de El Poblado.  

 

Para Alejandro Posada, habitante de El Poblado, el problema no es de vías y de su buen uso, “lo que pasa es que  estas obras deben ir acompañadas de una formación encaminada al equilibrio del uso del carro, creo que el pico y placa debería extenderse, y que las personas deberían acordar ir a determinados sitios como las universidades, en un solo carro.” 

 

 
 

Democracia no es un juego de azar

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Democracia no es un juego de azar 

 
     
 

Recientemente un colega periodista se declaró públicamente defensor de las teorías de uno de los candidatos a la Alcaldía de Medellín. Lo dijo a todo pulmón y completó la frase con un temerario “y no me da pena”. Los allí presentes, en su mayoría simpatizantes del candidato oferente, celebraron la gracia del periodista, y acto seguido fuimos increpados por nuestras simpatías. Nuestra respuesta fue idéntica a la que dimos hace 4, hace 8, hace 12 años: nuestras simpatías son por Medellín y no por un candidato en particular. No creemos correcto que las simpatías personales se entrometan en nuestra labor de informar.
Esta anécdota, aparentemente insubstancial, da cuenta de un peligro y un juego en el que entran los medios de comunicación al manifestar sus querencias o sus odios por tal o cual candidato, olvidándose de su deber ser: dar información a los ciudadanos.
La competencia por ocupar cargos públicos no debe ser simplemente una carrera para ganar una posición, sino para servir. El periodista y el medio de comunicación tienen unas funciones y unas tareas propias en este debate y ellas deben estar ajenas a la exposición de sus simpatías particulares, a menos que quien opine lo haga en su propio nombre.
Igualmente, es menester de los aspirantes entender que las maneras como determinados columnistas o informaciones no les son beneficiosas, están ahí para ayudarle al ciudadano a formar su propio criterio, el cual se construye como una sumatoria de su experiencia como vecino con los distintos puntos de vista que manifiestan los columnistas y que los propios candidatos expresan, para lo cual, los medios deberían estar abiertos de par en par para recibir todas sus propuestas.
Con un panorama como el planteado, que sería el ideal, el ciudadano construye su propia opinión y entonces así, vota conscientemente por quien representa lo que él cree es lo mejor para la ciudad y no por aquel que cree vaya a ganar o por quien evitará que otro gane las elecciones. De esta manera la que termina ganando finalmente es la democracia y eso siempre será bueno para la ciudad.
Por eso nos ufanamos públicamente de tener abiertas las puertas de Vivir en El Poblado a todos los candidatos para que expresen sus opiniones, para que traten de convencer al electorado, para que planteen la ciudad del futuro. Nuestro afecto es por Medellín y porque sea mejor trabajamos incansablemente. 

 
     
 

Ni La 10 ni el Parque Lineal de La Presidenta

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1. El primer mes de contrato entre diciembre y enero no se trabajó en virtud de un compromiso con los comerciantes para no intervenir en épocas de Navidad y vacaciones.
2. Dificultades con redes viejas que no están georeferenciadas de manera adecuada en razón de la época en que se construyeron, y que han obligado a cambios sobre la marcha. Se destaca la existencia de un número importante de redes acometidas domiciliarias, construidas sin ajuste a las normas técnicas, e incluso acometidas construidas de manera irregular para evitar el cumplimiento de las normas.
3. La presencia de bolas de roca ha sido un factor que ha introducido bajas en el rendimiento.
4. El invierno tuvo incidencia en los rendimientos y de alguna manera dio al traste con el rendimiento en la época de cierre total de la vía.
5. Hay dificultad en el suministro de materiales (adoquín, material de cantera, conducciones para redes y también alambres para redes eléctricas y de telecomunicaciones) por la alta demanda que se presenta en la ciudad.
6. Alta movilidad de la mano de obra, explicada en la misma circunstancia que el punto anterior.
 
Parque Lineal La Presidenta
La entrega final de la obra se reprogramó para el 31 de agosto. “El contrato fue ampliado en 2 oportunidades, la fecha inicial era el 2 de julio y fue aplazada en 35 días, después se volvió a postergar para 22 días más, informa Elkin Vanegas, profesional universitario de la Secretaría del Medio Ambiente. 
Jorge González, Subsecretario de Metro Río, entidad que ejecuta las obras de la Secretaría del Medio Ambiente, informa que después de una evaluación técnica y de imprevistos entre los interventores de las obras en el Parque Lineal La Presidenta y la Alcaldía, se decidió conceder una prorroga más: “Una de las causas es la definición del diseño,” dijo.
Marta Ruby Falla, Secretaria del Medio Ambiente explica las prórrogas, “porque durante el invierno el contratista tuvo un atraso y no lo recuperó.”
La próxima fecha de entrega anunciada es el viernes 31 de agosto. 

 
 

Desfile de silleteros 2007

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Lionel Hampton

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Lionel Hampton
El rey del vibráfono.

Ocho décadas de éxitos musicales y experimentos sonoros constatan la grandeza del apodado “rey del vibráfono”, instrumento con el que pasó a hacer parte de la historia del jazz. Compositor y multi-instrumentalista, Lionel Hampton no solo será recordado por sus magníficas piezas de swing o sus enérgicas presentaciones, sino por su talento como formador de músicos: entre sus alumnos se pueden contar artistas de la talla de Aretha Franklin, Dexter Gordon y Quincy Jones.
Carlos Tobón retrató a este genio musical norteamericano en 1985, año en que el maestro se presentó en compañía de su célebre Lionel Hampton Orchestra en el Teatro Universidad de Medellín.
 
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Punto de vista

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Punto de vista 

 
     
 

Exposición de Carlos Tobón en el Hotel Dann Carlton Belfort 

 
     
 
 
 
Carlos Tóbon.
 
 
 
 
David Espinal, Claudia Botero y David Cataño.
 
 
 
 
Maribel Salazar, Martha Vallejo y Lucía Ángel.
 
 
 
 
Cristian Miranda y Piedad Escobar.
 
     
 

En el Hotel Dann Carlton Belfort se realizó el lanzamiento de la exposición Punto de Vista, muestra compuesta por fotografías del reconocido fotógrafo y colaborador permanente de Vivir en El Poblado, Carlos Tobón. En esta exposición, la cual estará abierta al público hasta el 15 de septiembre, Tobón aborda esencialmente tres conceptos: arquitectura, vegetación y agua.

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