Miguel Mateos en Palmahía De una emocionante rumba retro disfrutaron los asistentes al concierto de Miguel Mateos en Palmahía, recital realizado en el marco de la última Gran Batalla de los Clásicos de 2011. Pattin, Vicky Tru y el Clásico Herrera fueron los djs encargados de caldear el ambiente y preparar al público para la esperada actuación del astro argentino. “Obsesión”, “Un poco de satisfacción ”, “Tira para arriba”, “Perdiendo el control”, “Atado a un sentimiento”, y “Cuando seas grande” fueron algunas de las emblemáticas canciones que corearon los seguidores del famoso rockero.
La magia de la Navidad llega a El Castillo De un hermoso concierto de la contralto Ligia Monsalve, acompañada por el barítono Helder Espinosa y la pianista Astrid Martínez, disfrutaron los asistentes al acto inaugural del Festival de Navidad y Exposición de Pesebres en el Museo El Castillo. En medio de flores, guirnaldas, luces multicolores e infinidad de preciosas decoraciones, los invitados gozaron del placer de ser los primeros en recorrer la Exposición de Pesebres, muestra que ofrece más de ochenta de estas piezas y que estará abierta al público hasta el 22 de enero del año próximo.
Ana Lucía Vásquez, Guillermo Echavarría, Marie Josephine Restrepo
La Boca del Lobo Reunir y poner en venta las propuestas de personas de distintos medios creativos, es el concepto detrás de La Boca del Lobo. Este proyecto, que desde hace un año funcionaba de manera itinerante, inauguró su tienda permanente y galería base en Provenza, en una tarde de exhibición que contó con la participación de sus marcas fundadoras y otras más que se vinculan a este espacio. Para obtener mayor información sobre La Boca del Lobo visite www.lobotienda.com
Clara Robledo
Sara Rodas Correa Federico Castrillón, Natalia Ochoa
Telegráfica de Mon & Velarde En su sede en la Vía Primavera, Marta Gaviria, diseñadora de Mon & Velarde, marca ganadora del Décimo Concurso de Planes de Negocios Cultura E de la Alcaldía de Medellín, presentó Telegráfica, colección de ropa masculina y femenina desarrollada a partir de la selección y codificación de mensajes telegráficos venidos del pasado, encontrados en el Archivo Histórico de Medellín. Para mayor información acerca de Mon & Velarde visite www.monyvelarde.net
Marta Gaviria
Natalia Uribe
Camilo Echavarría, Carlos Tapias Sandra Aristizábal, Ana María Hurtado
La noche D’ Groupe Una experiencia única se vivió en el lanzamiento oficial de D’ Groupe, un holding enfocado en el sector del entretenimiento, que ofrece en Río Sur tres alternativas para pasarla bien: Kukaramakara, Sixttina y Delaire. La noche comenzó en Delaire, restaurante donde los invitados se deleitaron con la artes culinarias del chef Juan Pablo Valencia. Un gran dilema afrontaron al momento de decidir el destino de remate. Unos partieron hacia Sixttina a bailar al ritmo del reggaetonero J Balvin, otros prefirieron disfrutar del concierto de Santiago Cruz en Kukaramakara. Todos satisfechos.
María Inés Restrepo, Miguel Trujillo
Santiago Cruz
Andrés Muriel, Isabella Muriel
Marta Marecos, Mauricio Saraza, Brian Marcel S., Alexandra Durán María Adelaida Velásquez, Catalina Escobar
Ahora que se acercan las vacaciones, ahí está la Virgen, les quiero proponer un programa fabuloso a los que no van salir. Se trata de redescubrir las rutas gastronómicas de nuestra tierra montañera y maicera. Trabajando en el proyecto del 1er Concurso de cocina de fondas, pueblos y carreteras, me he dedicado a la deliciosa labor de conocer y volver a muchos pueblos antioqueños que mantienen nuestras tradiciones culinarias. Hemos progresado muchísimo en el mercado de los alimentos artesanales, verdaderas joyas de nuestra cocina, gracias al impulso de Antójate de Antioquia, con el cual se prueba la importancia del apoyo estatal y privado, ya que han sido cientos de familias las beneficiadas y hoy, sus negocios son verdaderas empresas que generan empleo en el campo, por fin. Medellín – La Ceja – La Unión – Sonsón – Abejorral: la estrella de esta ruta, saliendo de La Unión, se llama Lácteos Buenavista, una lechería manejada por una cheese maker legítima, educada en Europa, que prepara quesos de vaca y cabra, impresionantes, con técnicas artesanales y curados hasta de 3 años. Allí se puede sentar a probar montones de exquisiteces con un vino o un café, mientras aprende sobre kéfir o yogur búlgaro, quesos, dips, arequipes y más. En La Ceja, en pleno parque, se conservan algunos bares y fondas antiguas que mantienen la tradición, al igual que Sonsón y Abejorral, dos bellezas paisas que merecen la visita. Medellín – San Felix – San Pedro: lo mejor de esta ruta fue volver a la iglesia de San Pedro, una reliquia colonial única en el país, con réplica exacta de la Pietá, arquitectura y obras de arte impresionantes. A un paso de la iglesia, un lugar espectacular, la Parrilla La Estancia, cuya carta me gustó a pesar de dos o tres platos neopaisas que respeto pero no comparto por un gusto personal; sin embargo, la comida, la vajilla, el sitio, la gente y la decoración me encantaron. Por el contrario, en la carretera y el alto de los parapentes, tristemente la oferta se limita a arepas de paquete frías y fofas. Llama la atención que en esta tierra tan fría el plato estrella sea el róbalo, que en realidad es basa o panga traída de Vietnam, lo que resulta bastante decepcionante ante tantas delicias nuestras. Medellín – Bolombolo – Andes – Jardín: a mí me va a dar algo, la fama de Jardín es poca ante su belleza y la inteligencia de sus autoridades, que conservaron el patrimonio arquitectónico y no han permitido la construcción de moles de ladrillo a la vista, como sí ocurrió en Andes, que se llenó de edificios iguales a los de Medellín. En fin, lo mejor de Jardín es la fábrica de dulces, que justifica cualquier recorrido. De Bolombolo llama la atención que en 40 años nada no han cambiado sus dos cuadras descuidadas y sucias, en donde hay un par de fruteras y dulcerías maravillosas, pero desaparecieron sus jugos famosos, ya que a todos les dio por venderlos y los dañaron. En Camilo C, descubrí la morcilla y los chorizos picantes del gordo Toro, cuya fama lo dice todo, demasiado ricos. También hice el recorrido por Sopetrán, San Jerónimo y Santa Fe de Antioquia, en donde se rescatan las ventas de frutas y pulpas de tamarindo pero desapareció gran parte de la riqueza culinaria regional. Eso sí, muy buenos pandequesos por Palmitas. Llegué lleno a Santa Fe en donde sé que hay varios sitios ricos para visitar. Por El Peñol, me sigue encantando El Pescador, en donde me como mis chorizos favoritos… en fin, es mucho lo que tenemos para conocer, comer y gozar en nuestra Antioquia imperial y maicera. Espero sus recomendaciones en [email protected] [email protected]
Crema de aire de zanahoria Juan Manuel Barrientos, chef y creador del restaurante El Cielo, interpreta la cocina colombiana usando ingredientes clásicos pero logrando resultados creativos. En esta ocasión, Juan Manuel comparte su receta de crema de aire de zanahoria con puré de plátano y gelatina de guayaba, usando un aireador de nitrógeno y la magia de la cocina molecular. En el plato también son protagonistas ingredientes como el cardamomo, la almendra y una flor de hinojo para decorar. Esta es la versión para repetir en casa.
Ingredientes: Crema de zanahoria 3 zanahorias horneadas. 1 diente de ajo. ½ cebolla. 300 ml. de crema de leche, aproximadamente. 50 grs. de mantequilla. 500 ml. de leche, aproximadamente. sal y azúcar.
Puré de plátano 1 plátano. 50 grs. de mantequilla. Bayas de cardamomo picadas. Sal y azúcar. Crema de leche (solo si es necesario).
Gelatina de guayaba 1 ó 2 guayabas criollas. 100 grs. de azúcar. Agua. Esencia de almendras (sustituible con Amaretto) Gelatina sin sabor.
Preparación: Cocine las guayabas en almíbar para luego procesarlas y tamizarlas. Agrégueles la esencia de almendras. Disuelva la gelatina sin sabor en la mezcla de guayaba y deje cuajar moldes en forma de pequeños cubos. La gelatina no debe quedar muy sólida para que pueda derretirse con el calor de la crema. Deje a un lado. En un sartén prepare el fondo de la crema con la cebolla, el ajo, la crema de leche, la leche y la mantequilla. Agregue las zanahorias previamente horneadas y procese hasta obtener una crema suave. Aparte prepare el puré con el plátano, sal, azúcar y cardamomo. Agregue crema de leche si resulta necesario para texturizarlo. Mezcle el puré con la preparación de zanahoria. En un plato hondo ponga uno de los cubos de la gelatina de guayaba. Vierta alrededor de la gelatina la crema de zanahoria y plátano. Decore con la flor de hinojo.*Nota: Nuestras recetas de La Buena Mesa son elaboradas por expertos de la cocina, con conocimiento en el manejo de alimentos y en sus técnicas de preparación. Las recetas han sido ensayados por ellos mismos con utensilios profesionales y los resultados en casa están sujetos al conocimiento gastronómico, de ingredientes y uso de herramientas adecuadas.
Comida y fútbol El martes 29 de noviembre se realizó la inauguración del restaurante Soccer Club, un espacio gastronómico en torno al fútbol, creado por Mauricio “Chicho” Serna.
En el restaurante temático está contada la historia del fútbol a través de pantallas que, con estadísticas y grandes figuras del deporte, le permiten al visitante construir su propio hall de la fama. Además, el espacio contiene piezas únicas y representativas de la historia del fútbol mundial, obtenidas de importantes jugadores nacionales e internacionales. Los visitantes también podrán contar con análisis de expertos sobre resultados, goles, desempeño arbitral y la presencia de invitados especiales. No solo podrán verse los partidos más destacados de campeonatos nacionales sino que todos los días se proyectarán partidos de las diferentes ligas del mundo. La apertura del restaurante al público es el jueves 1 de diciembre.
Bija y Barrullo, gastronomía del Pacífico El martes 22 de noviembre se inauguró el restaurante Bija y Barrullo, una unidad productiva de alimentos, consolidada en la Asociación de Mujeres Afrodescendientes de Medellín (AMAM).
El martes 22 de noviembre se inauguró el restaurante Bija y Barrullo, una unidad productiva de alimentos, consolidada en la Asociación de Mujeres Afrodescendientes de Medellín (AMAM), del proyecto “De la Exclusión al Reconocimiento”, liderado por la Secretaría de las Mujeres. El proyecto, cuyo objetivo es mejorar las condiciones de inclusión social, económica y cultural de personas afrocolombianas en situación de pobreza extrema, es un espacio de gastronomía chocoana, ideal para degustar la gastronomía típica del Pacífico colombiano. Su carta incluye platos como el mondongo chocoano, fríjoles chocoanos, arroz bochinche, arroz clavado, sancocho de bagre, sancocho trifásico (tres carnes) y una variedad de pescados en diferentes presentaciones. Informes: 444 4144
Cortes con hueso Pocos sitios en Medellín ofrecen cortes de carne con hueso, y no porque no puedan sino porque “no son una costumbre en Antioquia”, dice Mauricio Bernal de Piemont – Asobrangus, “se venden mejor en Bogotá y suelen ser más costosos que los cortes sin hueso”.
Parte de ese costo se debe a su poca oferta y a que su proceso y manejo es más complejo y riguroso para evitar la contaminación de la carne. Por el mismo motivo, su vida útil es más corta, ya que al tener un hueso, cuyos poros permiten el almacenamiento de oxígeno, el empacado al vacío no funciona tan bien como en un corte tradicional. Pero la compensación es el sabor. El hueso, y el tuétano dentro de este, le dan un sabor único a la carne durante su cocción, y el colágeno de los huesos suelta una gelatinosa durante la ebullición, que le da sustancia a caldos, sudados, estofados, sopas y salsas. Por otro lado el hueso conduce el calor, permitiendo que la cocción sea más equitativa. Según Bernal, otro beneficio es que “si la carne sigue pegada al hueso, la contracción de la carne es menor, lo cual también incide en la belleza del plato”. Acoger cortes con hueso también implica abrir un abanico nuevo de platos por explorar. Entre las opciones está el corte argentino o asado, porterhouse, chuletón, rib eye y T-bone.
Dicen que las historias de ese libro tienen cuatro mil años. Fueron y vinieron entre familias y pueblos; viajaron a lomo de mercaderes, en busca de personas que les sacaran provecho. Algunas se adaptaron donde llegaban: “Un muchacho recibía cada día una ración de mantequilla, miel y pan. El muchacho se comía el pan y guardaba lo demás en un cántaro colgado en la pared. Un día, el muchacho pensó que con la venta de ese pequeño tesoro podría comprar unas cabras. Calculó que, con los años, su riqueza aumentaría. Más tarde construyó una mansión en el paisaje de sus sueños y consiguió desposarse con una mujer hermosa. Pensó que tendría un hijo y que lo educaría con severidad y con cariño: ‘Y si veo que es torpe e ingrato’, dijo levantando un bastón, ‘le daré un golpe así…’ Y al hacerlo golpeó el cántaro y terminó bañado en miel y mantequilla”. En Damasco, la historia habla de un chico que recogía huevos. La versión que llegó a estos parajes habla de una muchacha que llevaba leche al mercado. Mil años antes de Cristo, ya los inquietos fenicios habían traído al Medio Oriente algunos de esos relatos. Esopo no tuvo que esforzarse demasiado para componer sus fábulas; en el siglo 6 antes de Cristo, ya esas historias eran muy viejas. Por esa misma época, en un reino de la India, había un rey famoso por su crueldad. Sólo pensaba en su interés y en la satisfacción de sus antojos, a expensas de sus súbditos y de los reinos vecinos. También en aquel reino vivía un sabio llamado Baidabá. Un día Baidabá reunió a sus discípulos y les dijo que se presentaría ante el rey para tratar de hacerlo cambiar. Los discípulos pensaron que era un error, pero respetaron su decisión. Baidabá fue recibido por el rey, le señaló sus excesos y lo invitó a honrar la memoria de sus antepasados, a ganar el respeto de sus súbditos y a dejar un buen recuerdo tras la muerte. El rey entró en furia y ordenó que lo mataran, pero luego decidió perdonarle la vida y mandarlo a la cárcel. Pasaron varios años y, una noche, el rey se desveló mirando las estrellas y tratando de entender los misterios más complejos. Al día siguiente llamó a sus consejeros, pero no le supieron dar respuestas. Entonces, se acordó de Baidabá, quien fue llevado a su presencia y respondió todas sus preguntas. El rey se disculpó por su aspereza y le pidió que escribiera un libro que contuviera la sabiduría de los siglos. Cuando Baidabá y sus discípulos terminaron la tarea, el rey le dijo al sabio: “Pídeme lo que quieras”. Baidabá dio las gracias y dijo que no necesitaba nada. El libro, por su parte, fue depositado con mucho celo en la biblioteca del reino. Doce siglos más tarde, un rey persa supo de la existencia de aquel libro y envió a un hombre talentoso para que lo trascribiera. La misión fue muy larga y arriesgada. El enviado se granjeó la amistad del bibliotecario del reino y logró lo que buscaba. Años después, en el siglo 7, Abdala Ibn Almokaffa se basó en el texto persa para escribir la versión árabe. Aquella fue la base de las traducciones posteriores: al latín, al castellano (ordenada por Alfonso el Sabio) y a muchas otras lenguas. A comienzos del siglo 20, Antonio Chalita Sfair hizo una versión directa del árabe al castellano moderno y ese libro, cargado de criaturas parlanchinas, siguió su largo viaje. Hace como treinta años, el vendedor de fantasías lo puso en mis manos. Me explicó la importancia de aquellas historias y me dijo que cada ser humano debe conducir su vida como un soberano. Al lado de la vida, ese libro fue su mejor regalo. Oneonta, diciembre de 2011. [email protected]
Casi tres años duró la aventura de Daniel Tirado. Un día, cansado de la monotonía, emprendió un viaje que transformaría su vida por completo. Todas sus experiencias están en su libro “Viajando sin papel higiénico”
Daniel Tirado
Daniel lo describe como un vacío, un llamado del subconsciente para cambiar. Su vida era cómoda, se graduó del Colegio Montessori, estudió un par de semestres de Administración de Empresas, tuvo novias y una vida nocturna activa. A pesar de ello, no se sentía completo hasta que tomó una de las decisiones más radicales de su vida. “Yo llevaba una vida bacana pero simple. Todo era igual, las mismas comidas, siempre pasear en Santa Marta o Cartagena. En mi casa había un mapamundi y yo lo giraba y pensaba: la realidad está afuera, quiero que me hablen otro idioma y conocer. Eso fue lo que hice”, dice.
Hoy, con sus 27 años, Daniel puede decir que conoce gran parte del continente asiático, descubrió las ventajas de ser mochilero, tuvo varios tipos de trabajo, se enamoró, se casó y regresó para presentar su libro “Viajando sin papel higiénico”, un completo relato con fotografías de su paso por países como Australia, Laos, Camboya, Corea del Sur, Japón, China, India, Singapur e Indonesia, entre otros.
Aprovechando sus destrezas de supervivencia y deportivas, participó del reality del Canal Caracol, Desafío, donde se dio a conocer y estuvo cerca de ser el ganador.
Vivir como nómada
Con pocos ahorros en el bolsillo pero con maletas llenas de artesanías para vender, Daniel salió para Australia, su primer destino de lo que sería el viaje más largo de su vida, en el que encontró su propósito y el amor de su vida, la japonesa Yuki Sakamoto.
Recorrió más de 53 mil kilómetros, 15 países, 42 ciudades, conoció amigos de muchas nacionalidades y tuvo todo tipo de empleos para subsistir. Fue mesero, limpió apartamentos, fue profesor de español y hasta deejay de salsa, labor que recuerda con cariño. “Por Facebook vi que la comunidad salsera en Asia era fuerte. Yo en Colombia toqué música electrónica y pensé que sería buena idea. Yo puse en la hoja de vida que tenía experiencia y toqué en clubes y bares de Indonesia, Corea del Sur, Japón y Vietnam. Yo no sabía mezclar salsa, me llevé una sesión pregrabada y me hacía el que mezclaba”, dice sonriendo.
A Yuki la había conocido en Australia, quería volver a verla y para ello debía ir hasta Japón, lo cual hizo recorriendo otros países y acumulando vivencias que no olvida. Comió insectos, escorpiones vivos y grillos. Escaló grandes rocas, caminó por montañas, cruzó ríos, pasó por incontables hostales y con su ritmo, asegura que lo normal en un día era gastarse 20 dólares, contando la alimentación. Para Daniel, el concepto de mochilero se debe revalidar. “Creemos que el mochilero es el hippie que se va tirando dedo, pero son muchos los que viajan por el mundo gastando poco dinero, quedándose en hostales y sin aguantar necesidades. Así fui yo”, asegura.
Cuando llegó a Japón tenía pensado quedarse una semana, aunque se terminó casando en un templo budista con Yuki y sus siete días se convirtieron en ocho meses.
Huir de la rutina
Actualmente Daniel vive con su esposa en el barrio Patio Bonito, ella es asesora de moda de una importante marca de ropa femenina, y él se encuentra promocionando su libro que se puede adquirir en las principales librerías de la ciudad. “Este libro es el terror de las agencias de viaje, con ellas desde los tiquetes aéreos las personas entran perdiendo”, dijo.
Su sueño es consolidar su proyecto en versión para televisión, dar tips de viaje, mezclarlo con supervivencia, deportes extremos y gastronomía.
Con su libro, Daniel quizás busque abrir consciencias, enseñar una forma diferente de viajar, de conocer el mundo y no dejarse consumir de la rutina. “Hay que describir el planeta en el que vivimos, las fronteras van más allá del recorrido de la casa hasta la oficina, es un espejismo monótono que poco a poco y sin darnos cuenta va consumiendo nuestras vidas”.
Lo imponente de la naturaleza
Daniel Tirado
A través de las 333 páginas de “Viajando sin papel higiénico”, Daniel Tirado narra apasionantes historias de exóticos lugares por su cultura o por su paisaje. Uno de sus preferidos fue un arco de rocas ideal para escalar en el sur de China, allí filmaron escenas de la famosa película Avatar. También la locación en Tailandia donde se grabó La Playa, con Leonardo DiCaprio.
Durante sus más de 600 días de travesía, Daniel priorizó la naturaleza sobre las grandes ciudades. El país que más le gustó, y en el que viviría, es Laos. “Allí como que el tiempo no ha llegado, están como 30 años atrás, gente sin malicia, monjes tranquilos y un paisaje muy natural”.
Para viajar como mochilero descubrió CouchSurfing, una comunidad mundial que a través de la web interactúa y recibe mochileros de forma gratuita en miles de ciudades del planeta. “Hay mucha gente ahí registrada, se puede viajar así, pensando en qué aportarle al otro y viceversa”, asegura Daniel.
Más control para los buses Pequeños computadores instalados en cada uno de los 4.500 buses de Medellín se encargarán de vigilarlos
Por Luz María Montoya Hoyos A la redacción de Vivir en El Poblado llegan con frecuencia quejas sobre las velocidades excesivas a las que transitan algunos buses de servicio público por las avenidas El Poblado y Las Vegas. La mayoría de usuarios coincide en que los correlones son los conductores de las rutas de Sabaneta y Envigado. Basta pararse un minuto al lado de una de las vías citadas o subirse a alguno de esos vehículos para sufrir en carne propia el vértigo de la guerra del centavo, la competencia para adelantarse unos a otros o llegar a su destino. Pareciera que a sus conductores nada los intimidara: ni los azules, ni las fotomultas ni mucho menos la vida de sus pasajeros y de los transeúntes. Pero a partir de 2012 este tipo de comportamientos en la ciudad será a otro precio porque en cada uno de los 4.500 buses de Medellín está siendo instalado un pequeño computador que registra todas sus acciones: la velocidad, los sitios de parada, o si andan con las puertas abiertas o con exceso de pasajeros. En fin, todos los detalles que permitan el control de las autoridades y de las empresas transportadoras. Infortunadamente la medida no cobija a otros municipios.
Plazo hasta el 31 de diciembre Según el Secretario de Transportes y Tránsito de Medellín, Rafael Nanclares, hasta el momento han sido instalados 1.500 computadores y se espera que para el 31 de diciembre los tengan todos los buses de la ciudad. “El computador graba todo lo que pasa en el bus desde que sale hasta que vuelve a su origen, nos envía la información al Centro de Control de Tránsito, allí se procesa, se detecta qué hizo bien y qué hizo mal y con lo que hizo mal mandamos un informe a las empresas para que hagan correctivos. Con esta tecnología, que hace parte del Sistema Inteligente de Movilidad, se va a mejorar mucho el servicio”. El funcionario informó que a partir del primero de enero de 2012 y durante seis meses se llevará a cabo una fase de pedagogía con las empresas transportadoras, toda vez que “es un cambio muy fuerte”. Después de este lapso comenzarán las sanciones a quienes infrinjan las normas.
“Es un sistema esperanzador” Para Jaime Sánchez, gerente de Autobuses El Poblado Laureles, “es un proyecto muy interesante y un sistema de control muy esperanzador para las empresas transportadoras.” Su compañía ya instaló los computadores requeridos para esta primera etapa en sus 317 vehículos. Desde la oficina, en una pantalla puede visualizar el comportamiento de su parque automotor. “Se puede detectar el estacionamiento en sitios no permitidos, el abandono de ruta y la velocidad”. Sin embargo, Jaime Sánchez considera que la fase de prueba (seis meses) va a ser insuficiente porque la ciudad también necesita ser educada. “No todo es responsabilidad de los buses. Hace falta cultura ciudadana. Los usuarios no caminan hasta los paraderos y muchos agreden a los conductores cuando no les paran donde quieren. Además, en El Poblado hay muchas fallas en la infraestructura peatonal y es necesario considerar otros paraderos intermedios, sobre todo en las lomas.”
¿Qué pasó con la Caja única? Hace cerca de siete años la Secretaría de Transportes anunció la implementación del sistema de Caja única para acabar con la eterna guerra del centavo en las calles de Medellín. Consistía en que la totalidad de los recaudos por pasajes que hicieran los buses de una empresa determinada, irían al mismo fondo para ser repartido entre todos. ¿Qué pasó, pues el guerreo entre buses continúa? De acuerdo con Rafael Nanclares, la Caja única no tuvo éxito por falta de control y porque algunos propietarios dentro de las empresas no compartían ese concepto. “Estamos elaborando un decreto para empezar a implementar los sistemas de recaudo electrónico, y sumados a los sistemas de control que empezaremos a probar el primero de enero, van a permitir que eso funcione”. Se espera que el recaudo electrónico esté funcionando plenamente dentro de tres años.
Las multas no faltan Según datos suministrados por la Secretaría de Transportes y Tránsito, entre el primero de enero y el 31 de octubre de este año se hicieron en Medellín 6.927 comparendos a buses de servicio público.
Rafael Nanclares.
En cuanto a las fotomultas, 100 mil infracciones de tránsito se han detectado en las calles de la ciudad desde que empezó este sistema, el pasado primero de abril. “Solo enviamos el 40 por ciento porque las otras no están claras”, admite el secretario Rafael Nanclares, quien dice desconocer el número de apelaciones que los conductores inconformes han hecho a estos comparendos. “En Medellín todos los actores de la vía cometen muchas infracciones. ¿Qué queremos? No detectar ninguna, pero, en general, el sistema de fotomultas ha sido ha sido muy bien asimilado por la ciudadanía”. Para fotomultas, la ciudad tiene hoy 40 cámaras que rotan por 200 sitios, y funcionan entre las 5 de la mañana y las 10 de la noche. “Podrían estar 24 horas y ayudarían mucho al control”, expresó el funcionario.
Llevados obligatoriamente de la mano por los acontecimientos sociales y naturales del planeta en 2011, nuestros esquemas mentales sobre el mapamundi ilustrado se han corrido más al norte, al sur, al este y al oeste, y cantidad de países están hoy en otra parte. Sabemos un poco más de otros continentes que del presunto nuestro, y mucho menos del país y muchísimo o casi nada de la ciudad. La que nombraron poetas como Gonzalo y José Manuel (Arango los dos) ya no existe, los guayacanes que ellos cantaron son talados porque mientras más viejos y luminosos, dicen los expertos, más pueden caerse sobre los autos: En crudo: los árboles son amenaza latente para el tránsito. Con el invierno a hombros es inmoral para columnistas románticos llover sobre mojado pero es un deber remartillar el yunque: las comunas, la desigualdad social, la descomposición que ya oxida a los que llaman “sectores exclusivos”. Los gobernantes repitentes se aprestan a remontarse en estos potros indomables por enigmáticos impulsos de voluntariado civil, pero ¿habrá un mejor futuro dentro de cuatro años? ¿Hubo futuro antes? La primaveral Medellín, hoy inmensa batea de concreto, es el reflejo de las contradicciones socioeconómicas del país, del continente, del mundo, la Crisis, con mayúscula, de esta civilización que se vendió a sí misma. No habrá solución en muchos años al problema de la violencia en las comunas, dijeron los alcaldes saliente y entrante. Una verdad. Es un ovillo de alambre de púas que no tiene cogedero por ninguna punta. En su programa semanal de televisión en Miami, el “clown” peruano Baily decía que lo mejor que podría hacer un candidato triunfante al día siguiente de las elecciones sería anunciar su renuncia clamando que “tal como lo había prometido no podría cumplir sus promesas” y que se iba al exilio. Otra verdad. El domingo 20-N el candidato español del PP en el balcón ante la muchedumbre proclamó, fantástico, que “tal como había prometido” su partido iba a poner a España a la cabeza de Europa; cuántos vinillos se habría tomado. Tres días antes la comunidad europea le había financiado al Estado español sus bonos urgentes a diez años, no se podía permitir que un tercer país se fuera por la borda en una semana. Ay, Europa se derrumba, Alemania se encumbra. Por los días en que Grecia e Italia se iban al carajo el presidente Obama huyó hacia el Pacífico en busca de mercados prometedores. Y en una película del “Dr. House” se pasaba la historia de un magnate digital que quería mudar todas sus compañías a Oriente antes de esfumarse como Jobs. ¿Estará por allá tan lejos la tierra prometida? ¡Claro! Si no fuera por el embeleco de las soberanías nacionales cualquier país latino con Mar Pacífico debería solicitar su anexión a China. Soñemos.Dicen las profecías que Europa será tomada por fuerzas bárbaras en 2012. Ya ocurrió, nadie se dio cuenta. Así como en microescala el diminuto sector de “El Guamal” no queda en El Poblado sino en la comuna 10, vivimos en dos partes y tiempos a la vez. Un imposible físico. Pero con el desquiciamiento de la Física por cuenta de los neutrinos ya quizá estamos hablando de algo que algún día fue recuerdo. Guirnalda de Madre Patria: un candidato opositor de Galicia, elegido, dijo en la Yunta: “Seguiré trabajando por el pueblo, por todos aquellos que como yo os levantáis a afrontar la vida a las 9 de la mañana”. Un sabio. [email protected]
¡Estamos entre todos creando un monstruo! Nos toca alimentarlo. Y darle espacio para que viva y se mueva. Y Le damos de comer pensando que pronto va a tranquilizarse, pero no… Mientras más le damos, más exigente se vuelve. Y nosotros, como ciudad, cada vez gastamos más en su alimento y alojamiento. A expensas de cosas que decimos son vitales, como salud, educación, limpieza de aire y agua. Es un monstruo de mil cabezas. No, ¡no! El de Medellín ya tiene más de un millón de cabezas… y cada año le salen como 50.000 nuevas… cada día, (¡cada día!) otras 140 cabezas nuevas. Todos nosotros, incluyendo una o dos generaciones anteriores, crecimos con la convicción de que una de las obligaciones claves de nuestros gobernantes era hacer obras públicas para que los vehículos circulen más cómodamente. O sea, para que mejore su movilidad. Han sido normalmente las inversiones más cuantiosas, más visibles y que más prestigio le dejan a cada alcalde. Y mal manejadas pueden tumbarlo, como en el caso reciente de Bogotá. Pero aceptemos que por lo general se hacen con un gran deseo de acertar y mucha gente, al menos en Medellín, da lo mejor de sí para que las cosas se hagan bien. Y uno cree que inauguran estas obras y las cosas al fin mejorarán. ¡Por fin se hizo ese puente! ¡Por fin se amplió tal vía a doble calzada! ¡Por fin se abrió ese “broche”! Y puede que sí, pero uno vuelve en pocos meses y ve trancones iguales o peores que antes de hacer la obra ¿Y entonces qué falló? ¿Quién se equivocó? ¿No era esa la obra que se requería? ¿Se habrá perdido esa platica? Pues no, todo puede estar bien, pero si de un momento a “todo el mundo” le da por comprar carro, y “todo el mundo” empieza a circular por la nueva obra, el colapso de la movilidad es inevitable. O bueno, puede evitarse, pero entonces hay que correr a hacer esta otra obra allí, y otra más allá y mientras pensamos y diseñamos, van entrando otros muchos más. O sea, la ciudad y su presupuesto se van volviendo rehenes de los vehículos, cuyos dueños siempre estarán metidos en un trancón y enfurecidos con el alcalde de turno por su supuesta falta de visión, por hacer obras a un ritmo menor al del crecimiento de los vehículos. Pregúntenle por ejemplo a Los Angeles o a Miami. Por más vías elevadas que tengan, así sean de 8 carriles en cada sentido, es tal la cantidad de vehículos que todos los días colapsan. ¿Debemos seguir copiando estos modelos? Y entonces, ¿hasta cuándo seguimos con este juego sin ganadores? ¿Qué tanto espacio libre nos queda, por ejemplo en El Poblado, para hacer nuevas vías? Y si las hacemos, ¿en cuánto tiempo también estarán saturadas? tendremos que empezar ya a hacerlas subterráneas o en segundos pisos, para garantizar que no se crucen con nada? Y entonces, ¿sólo porque parte de la población compra carros de manera excesiva, es más prioritario hacerles esas obras en lugar de, por ejemplo, invertir en transporte público de buena calidad? ¿O en educación? Va siendo hora de un buen debate. Lo único cierto es que así no podemos seguir mucho tiempo más. Al menos en Medellín, el espacio ya casi se acaba. [email protected]
Cada vez serán peores Los últimos eventos invernales en El Poblado evidencian que no son solo los aguaceros los causantes de los estragos
“La segunda temporada de lluvias en El Poblado no ha generado mayores afectaciones”, asegura Camilo Zapata, director del Sistema Municipal de Atención y Prevención de Desastres (Simpad). “Solo algunas inundaciones en vías públicas, las cuales fueron atendidas de inmediato”. Si bien, como dice el director del Simpad, las lluvias del último mes no han ocasionado tragedias ni mayores pérdidas materiales en El Poblado, sí han generado inundaciones en las zonas planas y colapsos viales, que cada vez son más frecuentes e intensos. “Cada vez las inundaciones serán mayores”, se atreve a vaticinar Guillermo León Vieira, presidente de la Veeduría de las quebradas La Poblada y La Presidenta. Desde hace muchos años, este habitante de la comuna 14 ha demostrado, estudios serios en mano, que el empalme de estas dos quebradas en Patio Bonito requiere una intervención urgente pues presenta deficiencias en su diseño hidráulico. Nada se ha hecho y las inundaciones en el sector siguen. A esto se suma el deterioro de las laderas de El Poblado. “Al construir en las laderas se aumenta el suelo duro y esto conlleva que la precipitación fluvial corra canales abajo a grandes velocidades. Cuando el agua llega a la parte plana de El Poblado, no hay ligereza hidráulica para el descargue”. Según este veedor ambiental, otro factor que propicia los estragos invernales es el que muchas construcciones no tengan colectores de aguas lluvias y estas se viertan directamente en las fuentes hídricas.
Parque en el Vivero Municipal Su compromiso es tenerlo listo antes de finalizar su administración.
La idea es convocar a un concurso para que arquitectos y firmas especializadas presenten propuestas para la utilización de este vivero ubicado en el barrio Villa Carlota, una de de las solicitudes más antiguas de la Junta Administradora Local (JAL) de El Poblado. “Deberá conservar al máximo la naturaleza, tener un acceso muy libre, un elemento integrador para toda el área y, por supuesto, tener equipamientos que faciliten su disfrute y le den personalidad”. Con respecto a si se contempla la construcción de una biblioteca dentro de este parque, indicó que, si bien no lo descarta, preferiría buscar otro lugar para no sacrificar espacio verde.
“La movilidad es prioritaria, pero no lo único” A un mes de asumir el cargo, Aníbal Gaviria habló con Vivir en El Poblado sobre los principales proyectos que tiene para la comuna 14. Sus equipos de empalme ya empezaron a trabajar en varios de ellos
Aníbal Gaviria
Por Luz María Montoya Hoyos Si bien para Aníbal Gaviria la solución a los problemas de movilidad en El Poblado es parte importante de su agenda, no es lo único que concentrará su atención. “Hay otros temas trascendentales como el ambiental y los espacios públicos”, advierte, y agrega que le resulta insólito que tanto las comunas con más desarrollo y poder adquisitivo como las más deprimidas tengan déficit de espacios públicos, vías peatonales y bulevares.
De ahí que dos de sus compromisos con la comuna 14 sean la construcción de un parque donde hoy es el Vivero Municipal (barrio Villa Carlota), y dejar lista para el disfrute la primera etapa del Cinturón verde.
Así mismo, está en sus prioridades adoptar medidas de movilidad complementarias al pico y placa y a las obras por valorización, e invita a los habitantes de El Poblado a pensar en alternativas diferentes al transporte particular. “Creo que los habitantes de El Poblado nos tenemos que hacer un mea culpa sobre lo costoso que nos ha resultado no tener la conciencia de que necesitamos un transporte público. Tal vez es una de las comunas con más déficit en este tipo de transporte y hemos creído que lo vamos a suplir con el vehículo privado. Ahí tenemos los resultados”.
Otros puntos preponderantes en su plan de trabajo son el fortalecimientos de las organizaciones culturales y comunitarias, el incremento de la seguridad mediante la creación de la Secretaría de Seguridad, el control efectivo de las normas de construcción y de los locales abiertos al público con consumo de licor, y algo fundamental: la construcción de un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Con esta última herramienta pretende dejar sentadas las bases para mejorar la convivencia en El Poblado al clarificar los usos del suelo.
Obras por valorización: una necesidad “Las obras son necesarias. Mi prioridad es avanzarlas y evitar al máximo que obstáculos que se presentan en el inicio de este tipo de proyectos los sigan aplazando. Les pido a todos los involucrados que no le pongamos palos en la rueda a unos proyectos que se debían haber construido hace 15 o 20 años, no sigamos haciendo retroceder a El Poblado y frenando la ciudad”. El alcalde electo reitera que el cobro por valorización será una realidad, aunque no descarta hacer algunos ajustes “para no cometer injusticias”. Precisamente, con respecto a las polémicas ampliación de la Avenida 34 y prolongación de Los Balsos, se compromete a estudiar la manera de que el porcentaje de contribución de los propietarios sea menor que en los demás proyectos.
Cinturón verde: en cuatro años, su primera fase Establecer un Cinturón verde o gran parque lineal que bordee la ciudad sobre los 1.800 metros de altura fue quizás la propuesta más ambiciosa de su campaña. Se trata de un cordón con parques, fuentes, teatrinos, canchas deportivas, ciclorrutas y senderos para recorrer el Valle del Aburrá. “El ideal sería que tuviera un sistema de transporte público masivo liviano, como un tranvía o un medio similar”, dice Gaviria, quien asegura que durante su administración lo dejará en un punto de no retorno. “Nos corresponde crear su institucionalidad, para lo cual nombraré un gerente; además, hacer el diseño general, lograr los acuerdos metropolitanos y con el Valle del Aburrá y, por supuesto, desarrollar la primera de muchas etapas futuras del proyecto. La inversión en estos aspectos será en nuestra administración de 300 mil a 500 mil millones de pesos”.
Aunque sabe que en El Poblado el Cinturón verde podría generar polémicas relacionadas con la tenencia de la tierra, confía en que al término de su gobierno, “comunas como la 14, la 1, la 3 y a lo mejor la 6 y la 7 puedan tener etapas desarrolladas para empezar a disfrutarlo y apropiarlo”.
Control para la rumba y la construcción Muchas de las dificultades que se presentan en El Poblado provienen de la falta de claridad en los usos del suelo y la laxitud en el control a las normas, tanto las relacionadas con la rumba como con la construcción. En ambos casos se compromete a ser estricto. “Tenemos que entrar con el POT para hacer las normas mucho más explícitas y contundentes, y con el ejercicio de la ley. Hay situaciones que nos harán entrar en conflicto con instituciones que han sido muy criticadas porque permiten que se sigan haciendo cosas que no se deberían hacer”.
Frente a la continuación de la controvertida Rumba Segura manifiesta que ninguno de los intereses contrapuestos (los de los residentes y los de los comerciantes) son ilegítimos: “la gente de los restaurantes, de los locales de diversión, está generando empleo y áreas de esparcimiento en la medida en que cumplen las reglas, pero los habitantes de las zonas aledañas ven afectada su calidad de vida. En el POT tenemos que hacer el mejor esfuerzo para que esos intereses se expresen en la forma más equilibrada posible”.
Cuando era niña mis papás no me dejaban tener un televisor en mi cuarto; el tiempo para ver televisión estaba limitado. Recuerdo que soñaba tenerlo en mi cuarto y ver películas desde mi cama, así que en 2004 cuando me fui a vivir a Bogotá sola, lo primero que hice fue comprarme uno. Aunque no me gustan los programas normales de televisión, sí me encantan las películas, así que cada noche me veo una película (en realidad sólo una parte porque siempre me quedo dormida antes de que se acabe). El ruido del televisor prendido es lo que me arrulla para dormirme. Me he acostumbrado tanto a esto, que ahora cuando intento dormirme sin prenderlo siento un poco de estrés. ¡Qué horror! Me he vuelto una esclava de la televisión. Hace unos días estaba hablando con mi hermano sobre este ritual de ver televisión en las noches. Hablamos de la cantidad de tiempo que gastamos mirando ese rectángulo que ahora ocupa un lugar importante en nuestras habitaciones. Los dos estuvimos de acuerdo en que la televisión ahora nos estaba robando tiempo para aprender nuevas cosas, para compartir con otros, para reflexionar sobre el día y para soñar despiertos. Así que decidimos intentar cambiar ese ritual por un tiempo. El decidió desconectar su televisor y yo decidí que por una semana no vería televisión en las noches. Mi hermano ha encontrado que el sólo hecho de no tener el televisor conectado, lo motiva a tocar más piano al llegar a su casa (algo que le fascina) y a dormirse más temprano y por lo tanto sentirse más descansado. Para mí al principio fue más difícil; al apagar la luz y cerrar los ojos, mi cabeza se iba de inmediato a la lista de cosas que tenía por hacer y cuando menos pensaba no me podía dormir. Buscando soluciones para poder dormirme más fácilmente, me acordé de lo que hacía cuando estaba chiquita. Para empezar, no me iba a mi cama hasta que estuviera cansada o fuera hora de dormir, así que compartía más tiempo con mis papás y hermanos. Luego, mi mamá o mi papá me contaban un cuento y al terminarlo yo me quedaba sola, en silencio en mi cama. Me acuerdo que ese era el momento en donde soñaba despierta. Jugaba a crear historias con los diferentes dibujos que habían pintados en mi pared. Y sin darme cuenta me dormía profundamente. No recuerdo levantarme cansada en la mañanas, como sí me siento muchas veces ahora. No recuerdo sentir ansiedad antes de dormir. Cerrar los ojos y simplemente dormirme era tan natural. Era un momento en el que me relajaba y cerraba el día tranquila y en paz. Ahora entiendo que mis papás tenían razón: no necesito tener un televisor en el cuarto, no necesito ver películas todos los días, poder dormirme con naturalidad me permite ver qué está pasando en mi corazón y en mi mente, reconectarme con mis sueños y levantarme mas descansada en las mañanas. Además el tiempo que antes dedicaba a ver televisión me sirve para hablar con las personas que quiero. ¿Qué tan esclavo eres tu de la televisión? Te reto a que intentes no prenderla por una semana. Descubre qué puedes hacer con el tiempo que actualmente dedicas a ver televisión. Inténtalo, si no te funciona, siempre la puedes volver a prender. [email protected]
No hay plata para La Presidenta La gran inversión e intervención que necesita la quebrada La Presidenta en Patio Bonito, no se realiza por su complejidad y por falta de recursos. Mientras tanto, las inundaciones se siguen dando
Cuando cae un fuerte aguacero, los habitantes de Patio Bonito ya saben que la probabilidad de que la quebrada crezca e inunde las cuadras cercanas a la Avenida Las Vegas y la glorieta de Monterrey es alta. Aunque el Municipio asegura que realiza labores de limpieza, la comunidad y los miembros de la veeduría de la quebrada sostienen que hace falta hacer una obra más grande que solucione el problema radicalmente. Dice Juan Ramón Piedrahita, de la veeduría ciudadana de las quebradas La Presidenta y La Poblada: “Hemos hecho tres solicitudes para que quiten los sedimentos de los últimos 300 metros de la quebrada; en septiembre nos contestaron que los habían retirado y nos mandaron fotos en blanco y negro en las que no se ve nada. Nosotros tenemos fotos a color en las que se ve que no fueron retirados y ellos dicen que está normal”. Un estudio hidráulico contratado por la comunidad, no arrojó los resultados esperados y no fue bien valorado por el Municipio. Piedrahita pide hacer de nuevo un estudio, que mitigue las inundaciones del último tramo, y propone pequeños jarillones que represen el agua preservando los senderos para caminar.
“El problema es cuando el río está crecido” Para el Subsecretario de Metro Río, Carlos Eduardo Macías, “cuando el Río Medellín está crecido por lluvias en el sur, el agua que viene de la quebrada no encuentra salida. Puede llover duro en El Poblado pero si el río tiene el cauce normal no habrá problema”. Agregó el funcionario que han realizado limpieza en el deprimido, pero que la obra ideal para hacer tendría un costo de 10 mil millones de pesos, teniendo en cuenta que el Municipio cuenta con 9 mil millones para las quebradas de toda la ciudad que son más de 4 mil. “Aumentar la capacidad hidráulica implica romper justo debajo de la Avenida Las Vegas y del intercambio vial de la 10, imagínese el caos”, dijo.
La Poblada en la mira
Esta quebrada que junta sus aguas con La Presidenta en Patio Bonito, aunque no representa altos riesgos de inundación en sus partes altas, sigue siendo vigilada y la veeduría de las quebradas sostiene que el manejo hidráulico en el empalme de las aguas debe cambiar. Guillermo León Vieira, Presidente de la veeduría, indicó que “el estudio que se realizó de la zona de Patio Bonito sigue en vigencia, es indispensable que la Administración Municipal corrija lo necesario pero que se realice la modificación del manejo hidráulico. Debe ser así porque las inundaciones irán en aumento por culpa del urbanismo exagerado en la parte alta de El Poblado. La quebrada Yerbabuena tiene tres afluentes que se convierten en La Poblada. Con más construcciones, más se va a afectar”. El subsecretario de Metro Río, Carlos Eduardo Macías, aseguró que la quebrada recibe mantenimiento, y que muestra de ello fue el trabajo que realizaron en un piso a nivel de la Avenida El Poblado.
Un problema de plata Las inundaciones de La Presidenta se han convertido en hecho habitual de esta época del año, como el viento para elevar cometas en agosto
Las inundaciones en Patio Bonito se han convertido en un hecho habitual en cada temporada de lluvias. Ya se sabe que cuando las nubes oscurecen el cielo del sur del Valle del Aburra, un aguacero de grandes proporciones viene en camino. Y después de esos grandes aguaceros, es probable que la quebrada La Presidenta se salga de su cauce en Patio Bonito, poco antes de desembocar en el río Medellín. El desenlace es, no por conocido y esperado, menos temido por los habitantes de El Poblado. Las coladas de lodo, los sótanos anegados, los daños en las propiedades, los malos olores, todo junto, hacen parte de la vida cada año y a pesar de que hay estudios y diagnósticos sobre la problemática de esta quebrada y su solución, todo sigue igual, y con riesgo de empeorar. Esa situación no se compadece con las condiciones y características propias de una ciudad como Medellín, en una zona urbana consolidada como Patio Bonito, que cuenta con todos los servicios e infraestructura disponibles en nuestro medio. Sin embargo, la realidad contradice esta descripción: las inundaciones de La Presidenta se han convertido en hecho habitual de esta época del año, como el viento para elevar cometas en agosto. Por eso se hace incomprensible la afirmación del Subsecretario de Metro Río publicada en esta edición (ver artículo en la página tres), según la cual la solución de este problema es inalcanzable pues las obras requeridas valdrían alrededor de 10 mil millones de pesos y el presupuesto total para atender todas las quebradas de Medellín es de nueve mil millones de pesos. ¿Qué significa eso entonces? ¿Que en plena zona urbana, como quedó dicho arriba, nos debemos acostumbrar a las crecientes de la quebrada y aprender a vivir como en las zonas de inundación de los grandes ríos? ¿De qué tamaño es la zona de retiro que requeriría La Presidenta en la temporada de lluvias para que cuando se desborde no sucedan las cosas que pasan hoy en día? ¿Habría que desocupar esa zona? Nos parece que lo más sensato es tratar de conseguir la plata para construir las obras necesarias y para tomar los correctivos ambientales requeridos para vivir con la cantidad de agua que llueve hoy en día. Cualquier otra cosa se antoja inaceptable para este tiempo y lugar. Este sería un buen punto de partida para pagar nuestras deudas con el medio ambiente y empezar a arreglar todo lo que la acción humana ha hecho. Nada de lo que sucede se debe a hechos aislados. La reparación debe involucrar a toda la región pues la lluvia no conoce de fronteras administrativas o sociales. Lo que sucede con La Presidenta nos lo recuerda con cada nueva temporada invernal: este no es un problema de la naturaleza sino de las personas.
Un problema de plata Las inundaciones de La Presidenta se han convertido en hecho habitual de esta época del año, como el viento para elevar cometas en agosto
Las inundaciones en Patio Bonito se han convertido en un hecho habitual en cada temporada de lluvias. Ya se sabe que cuando las nubes oscurecen el cielo del sur del Valle del Aburra, un aguacero de grandes proporciones viene en camino. Y después de esos grandes aguaceros, es probable que la quebrada La Presidenta se salga de su cauce en Patio Bonito, poco antes de desembocar en el río Medellín. El desenlace es, no por conocido y esperado, menos temido por los habitantes de El Poblado. Las coladas de lodo, los sótanos anegados, los daños en las propiedades, los malos olores, todo junto, hacen parte de la vida cada año y a pesar de que hay estudios y diagnósticos sobre la problemática de esta quebrada y su solución, todo sigue igual, y con riesgo de empeorar. Esa situación no se compadece con las condiciones y características propias de una ciudad como Medellín, en una zona urbana consolidada como Patio Bonito, que cuenta con todos los servicios e infraestructura disponibles en nuestro medio. Sin embargo, la realidad contradice esta descripción: las inundaciones de La Presidenta se han convertido en hecho habitual de esta época del año, como el viento para elevar cometas en agosto. Por eso se hace incomprensible la afirmación del Subsecretario de Metro Río publicada en esta edición (ver artículo en la página tres), según la cual la solución de este problema es inalcanzable pues las obras requeridas valdrían alrededor de 10 mil millones de pesos y el presupuesto total para atender todas las quebradas de Medellín es de nueve mil millones de pesos. ¿Qué significa eso entonces? ¿Que en plena zona urbana, como quedó dicho arriba, nos debemos acostumbrar a las crecientes de la quebrada y aprender a vivir como en las zonas de inundación de los grandes ríos? ¿De qué tamaño es la zona de retiro que requeriría La Presidenta en la temporada de lluvias para que cuando se desborde no sucedan las cosas que pasan hoy en día? ¿Habría que desocupar esa zona? Nos parece que lo más sensato es tratar de conseguir la plata para construir las obras necesarias y para tomar los correctivos ambientales requeridos para vivir con la cantidad de agua que llueve hoy en día. Cualquier otra cosa se antoja inaceptable para este tiempo y lugar. Este sería un buen punto de partida para pagar nuestras deudas con el medio ambiente y empezar a arreglar todo lo que la acción humana ha hecho. Nada de lo que sucede se debe a hechos aislados. La reparación debe involucrar a toda la región pues la lluvia no conoce de fronteras administrativas o sociales. Lo que sucede con La Presidenta nos lo recuerda con cada nueva temporada invernal: este no es un problema de la naturaleza sino de las personas.
Un problema de plata Las inundaciones de La Presidenta se han convertido en hecho habitual de esta época del año, como el viento para elevar cometas en agosto
Las inundaciones en Patio Bonito se han convertido en un hecho habitual en cada temporada de lluvias. Ya se sabe que cuando las nubes oscurecen el cielo del sur del Valle del Aburra, un aguacero de grandes proporciones viene en camino. Y después de esos grandes aguaceros, es probable que la quebrada La Presidenta se salga de su cauce en Patio Bonito, poco antes de desembocar en el río Medellín. El desenlace es, no por conocido y esperado, menos temido por los habitantes de El Poblado. Las coladas de lodo, los sótanos anegados, los daños en las propiedades, los malos olores, todo junto, hacen parte de la vida cada año y a pesar de que hay estudios y diagnósticos sobre la problemática de esta quebrada y su solución, todo sigue igual, y con riesgo de empeorar. Esa situación no se compadece con las condiciones y características propias de una ciudad como Medellín, en una zona urbana consolidada como Patio Bonito, que cuenta con todos los servicios e infraestructura disponibles en nuestro medio. Sin embargo, la realidad contradice esta descripción: las inundaciones de La Presidenta se han convertido en hecho habitual de esta época del año, como el viento para elevar cometas en agosto. Por eso se hace incomprensible la afirmación del Subsecretario de Metro Río publicada en esta edición (ver artículo en la página tres), según la cual la solución de este problema es inalcanzable pues las obras requeridas valdrían alrededor de 10 mil millones de pesos y el presupuesto total para atender todas las quebradas de Medellín es de nueve mil millones de pesos. ¿Qué significa eso entonces? ¿Que en plena zona urbana, como quedó dicho arriba, nos debemos acostumbrar a las crecientes de la quebrada y aprender a vivir como en las zonas de inundación de los grandes ríos? ¿De qué tamaño es la zona de retiro que requeriría La Presidenta en la temporada de lluvias para que cuando se desborde no sucedan las cosas que pasan hoy en día? ¿Habría que desocupar esa zona? Nos parece que lo más sensato es tratar de conseguir la plata para construir las obras necesarias y para tomar los correctivos ambientales requeridos para vivir con la cantidad de agua que llueve hoy en día. Cualquier otra cosa se antoja inaceptable para este tiempo y lugar. Este sería un buen punto de partida para pagar nuestras deudas con el medio ambiente y empezar a arreglar todo lo que la acción humana ha hecho. Nada de lo que sucede se debe a hechos aislados. La reparación debe involucrar a toda la región pues la lluvia no conoce de fronteras administrativas o sociales. Lo que sucede con La Presidenta nos lo recuerda con cada nueva temporada invernal: este no es un problema de la naturaleza sino de las personas.
Happy feet 2 Mumble, el gran bailarín de Tap, tiene un problema porque su pequeño hijo, Erik, tiene fobia a las coreografías. Reusándose a bailar, Erik se escapa y se encuentra con el pingüino “the Mighty Sven” que puede volar.
Mumble no tiene ninguna posibilidad de competir con este nuevo carismático ídolo de su hijo. Pero todo se pone peor cuando el mundo es sacudido por grandes fuerzas poderosas. Momento en el cual Erik aprende de su padre al ver como éste reúne las naciones de los pingüinos y a todas las criaturas fabulosas para arreglar la situación.
Beatriz González: comedia y tragedia “Los grandes coleccionistas de mi obra están en Medellín, siento que aquí mi pintura hizo eco.” Dice Beatriz González. Tal vez el eco reside en la historia de dolor y tragedia de la ciudad, características que definen, en gran medida, la obra de la maestra.
Beatriz González en la exposición La comedia y la tragedia. Retrospectiva de 1948 a 2010 en el Museo de Arte Moderno de Medellín.
La tragedia, a partir del punto crítico que fue la toma del Palacio de Justicia, marcó un hito en su trabajo. Es ahí cuando Beatriz se da cuenta que no puede andar riéndose de figuras públicas, y empieza abrir los ojos para ver la angustia colombiana.“Quizá hay otro corte en mi trabajo, que sería con la Constituyente, en el sentido que trabajaba algo político y de ahí viene un momento de cosas dolorosas y etnográficas”. Pero muchos dirían que el dolor ha estado presente en toda su trayectoria, incluso en medio de la burla y la ironía, sin robarle nunca el placer por la pintura. A pesar de que evidentemente, pintar sea un gusto, Beatriz se pone a tono: “yo quiero que la gente intuya que estoy sufriendo, no pretendo acabar con la violencia ni aleccionar a nadie, pero quiero comunicar ese sufrimiento”. Para lograrlo, el proceso creativo ha implicado impregnarse de noticias. Solían ser fotografías mal impresas, con chorriones de tinta, intervenidas con tachones en la desnudez o con flechas que indicaban la información más importante. “Esa intervención, esa pobreza de tinta y de los sistemas de 1960, no se compara con las fotografías perfectas de hoy, que son casi obras de arte. Lo que me gustaba en ese entonces era la imagen torpe”. Esa misma torpeza la inspiró con las primeras fotografías a color: corridas y con unos bordes de colores en los que se “podía ver el arcoíris”. Ahora mezcla imágenes de prensa en una especie de collage, y a veces, cuando va por la calle, encuentra objetos y personajes que le llaman la atención. De alguna manera empezó a inventar el contenido y a intervenir la fuente de su obra, a pintar desde la imagen viva. De alguna manera ahora ocupa el lugar del reportero gráfico. Esas creaciones de Beatriz se han exhibido por el mundo y, además de otras galerías y museos internacionales, el Museo de Arte Moderno de Nueva York ha adquirido sus obras, lo cual la hace reflexionar sobre esa idea de ser una pintora provinciana. “En el MOMA ni siquiera saben quién es Turbay, pero ven algo en la pintura”. Así, la obra colombiana no puede reducirse a sus límites geográficos. “Yo pienso mucho en Tomás Carrasquilla, traducido al alemán. Cuando uno lo lee, entiende hasta el hablado paisa y eso lo hacen porque la gente encuentra ingredientes universales.” La obra, universal o de provincia, también la ha plasmado en piezas icónicas tridimensionales, muebles y objetos, llevándola a lo doméstico. Una mesa, una cama o un paragüero, son los marcos, como los coloniales o los del siglo 18, que en el caso de Beatriz, abrazan las pinturas con humor: jugadores de cartas pintados en un mesa, la muerte del justo pintada en una cama. “Era un chiste conceptual. Me divertía, tenia mucho humor… todavía lo tengo”.
Una retrospectiva, un auto examen Los colores se han atenuado con la presencia del dolor. Con la serie del presidente Turbay se siente satisfecha. Se ve sí misma como “una artista comprometida, que quería denunciar a ese personaje”. Pero sobre todo, releyendo el diario que hizo durante la creación del Guernica, llegó a la conclusión de que estaba loca. “Quería que fuera un diario técnico pero uno lee ahí que entra y sale Marta Traba, voy a un té, después pinto hasta las 3:00 a.m. o llego triste de Bucaramanga porque mi padre se está muriendo”. Al preguntarle cuál cree que sea la obra con la que vaya a ser recordada, dice que Los suicidas, indudablemente, y la serie de Yolanda Izquierdo. Al preguntarle si esas mismas son sus predilectas, contesta decididamente: “¡No! Tengo muchas y es difícil escoger… de pronto el Cristo de Montserrat… me gusta verlo.”
“Sin título, de la serie Mutantes” La realidad concreta se aparta de la neutralidad de las formas teóricas y Carlos Rojas comprende muy bien que esa clase de fórmulas no logra dar cuenta de la profundidad de la experiencia
La obra “Sin título – de la serie Mutantes”, de Carlos Rojas (Facatativá, 1933 – Bogotá, 1997) se ubica en el contexto de las complejas relaciones entre racionalidad y sensibilidad que caracterizan la cultura del siglo 20. Así, por ejemplo, frente a movimientos artísticos como el cubismo, el constructivismo o la arquitectura del Movimiento Moderno, de fondo racionalista, se desarrollan el dadaísmo, el surrealismo o la pintura de acción e informal, para rechazar la razón y exaltar el inconsciente, el azar y la experiencia vital. Con frecuencia, ambas vertientes se concibieron como irreconciliables, no sólo al interior de las artes sino también en las relaciones entre ciencia y vida, conciencia e inconsciencia, filosofía y arte. Los “Mutantes” de Carlos Rojas plantean la imposibilidad de sostener esas contraposiciones maniqueas. “Sin título – de la serie Mutantes” es una construcción en madera, guadua, láminas metálicas oxidadas y laca, de 130 centímetros de lado, realizada por Carlos Rojas en 1990; como su nombre lo indica, se trata de un conjunto de trabajos de los cuales se conservan dos en la colección del MAMM. Es evidente que la obra revela un afán de organización y de lógica. En efecto, como decidió desde mediados de los años sesenta, Carlos Rojas elimina las curvas y limita su construcción al uso de líneas rectas que no son naturales ni orgánicas. El artista divide la superficie en tres sectores horizontales diferenciados por el tipo de material y limitados, al menos parcialmente, por listones y tejidos; el central, formado por una pieza única de madera, tiene aproximadamente la mitad de la anchura de los otros dos, los cuales, a su vez, están divididos verticalmente en tres partes iguales. A partir de la descripción anterior, uno podría imaginar que la obra es una estructura absolutamente formal y neutra, de total racionalidad, casi como si fuera la aplicación de una fórmula matemática, abstracta y permanente. Sin embargo, la realidad concreta se aparta de la neutralidad de las formas teóricas y Carlos Rojas comprende muy bien que esa clase de fórmulas no logra dar cuenta de la profundidad de la experiencia. Entonces, las láminas de metal oxidado se traslapan sobre la madera central rompiendo la geometría en una especie de paisaje de montañas, mientras las guaduas de la zona superior se separan, lo que introduce la estructura misma del bastidor e incluso la pared como elementos de la obra. “Soy consciente de lo demasiado humano e imperfecto que es todo, y por eso también acepto cada cosa como lo que es”, decía Carlos Rojas. Y, en consecuencia, la racionalidad que bebe de las fuentes del cubismo y del constructivismo, movimientos que admira, se ve intervenida y transformada por el deterioro que es resultado del tiempo, de la vida, del uso. Carlos Rojas es reconocido como uno de los más trascendentales artistas colombianos del siglo 20; y esa trascendencia hace que su significación permanezca viva y palpitante, para recordarnos que el imperio de la racionalidad es una forma vacía que tienen que ser vivificada por la experiencia y la sensibilidad.
“Sin título, de la serie Mutantes” La realidad concreta se aparta de la neutralidad de las formas teóricas y Carlos Rojas comprende muy bien que esa clase de fórmulas no logra dar cuenta de la profundidad de la experiencia
La obra “Sin título – de la serie Mutantes”, de Carlos Rojas (Facatativá, 1933 – Bogotá, 1997) se ubica en el contexto de las complejas relaciones entre racionalidad y sensibilidad que caracterizan la cultura del siglo 20. Así, por ejemplo, frente a movimientos artísticos como el cubismo, el constructivismo o la arquitectura del Movimiento Moderno, de fondo racionalista, se desarrollan el dadaísmo, el surrealismo o la pintura de acción e informal, para rechazar la razón y exaltar el inconsciente, el azar y la experiencia vital. Con frecuencia, ambas vertientes se concibieron como irreconciliables, no sólo al interior de las artes sino también en las relaciones entre ciencia y vida, conciencia e inconsciencia, filosofía y arte. Los “Mutantes” de Carlos Rojas plantean la imposibilidad de sostener esas contraposiciones maniqueas. “Sin título – de la serie Mutantes” es una construcción en madera, guadua, láminas metálicas oxidadas y laca, de 130 centímetros de lado, realizada por Carlos Rojas en 1990; como su nombre lo indica, se trata de un conjunto de trabajos de los cuales se conservan dos en la colección del MAMM. Es evidente que la obra revela un afán de organización y de lógica. En efecto, como decidió desde mediados de los años sesenta, Carlos Rojas elimina las curvas y limita su construcción al uso de líneas rectas que no son naturales ni orgánicas. El artista divide la superficie en tres sectores horizontales diferenciados por el tipo de material y limitados, al menos parcialmente, por listones y tejidos; el central, formado por una pieza única de madera, tiene aproximadamente la mitad de la anchura de los otros dos, los cuales, a su vez, están divididos verticalmente en tres partes iguales. A partir de la descripción anterior, uno podría imaginar que la obra es una estructura absolutamente formal y neutra, de total racionalidad, casi como si fuera la aplicación de una fórmula matemática, abstracta y permanente. Sin embargo, la realidad concreta se aparta de la neutralidad de las formas teóricas y Carlos Rojas comprende muy bien que esa clase de fórmulas no logra dar cuenta de la profundidad de la experiencia. Entonces, las láminas de metal oxidado se traslapan sobre la madera central rompiendo la geometría en una especie de paisaje de montañas, mientras las guaduas de la zona superior se separan, lo que introduce la estructura misma del bastidor e incluso la pared como elementos de la obra. “Soy consciente de lo demasiado humano e imperfecto que es todo, y por eso también acepto cada cosa como lo que es”, decía Carlos Rojas. Y, en consecuencia, la racionalidad que bebe de las fuentes del cubismo y del constructivismo, movimientos que admira, se ve intervenida y transformada por el deterioro que es resultado del tiempo, de la vida, del uso. Carlos Rojas es reconocido como uno de los más trascendentales artistas colombianos del siglo 20; y esa trascendencia hace que su significación permanezca viva y palpitante, para recordarnos que el imperio de la racionalidad es una forma vacía que tienen que ser vivificada por la experiencia y la sensibilidad.
Fenómeno siniestro Nos muestra un equipo de cazadores de fantasmas en un show televisivo que ruedan un episodio dentro del abandonado hospital psiquiátrico Collingwood, donde durante años se han informado de fenómenos inexplicables.
Pero no tardarán en darse cuenta de que el edificio está vivo, y no tiene la menor intención de dejarles salir de allí con vida. No tardarán en cuestionarse su propia cordura y grabando lo que será su último episodio. Unicentro 2:40 p.m. 4:50 p.m. 7:10 p.m. 9:20 p.m.
Congreso Internacional de Pastelería Siete expertos en creaciones dulces estarán reunidos el sábado 26 de noviembre para el Congreso Internacional de Pastelería en el Hotel Dann Carlton.
Entre los invitados estarán Josep María Rodríguez Guerola, campeón de la Copa del mundo de pastelería 2011 en Lyon y conocido como uno de los mejores chocolateros de España, y las argentinas Mariana G. Sebess, directora del instituto de gastronomía Mausi Sebess y ganadora de dos medallas de bronce en la Copa del Mundo de Artes Culinarias 2002 en Luxemburgo; y Myriam Mollo, decoradora artesanal de tortas y docente desde hace más de 15 años. También estarán Oscar Castro O’Sullivan de Costa Rica, experto en gastronomía de catering; Astrid Morales, bogotana ganadora del premio al Mejor postre y Mejor torta de chocolate en 2010; y Jacobo Álvarez, maestro en artes culinarias y creador de Don Jacobo Postres y Ponqués . Informes: 412 0671.
Don Juan en De Ida y Vuelta El próximo encuentro del programa “De Ida y Vuelta” del restaurante Herbario, con el apoyo de Vivir en El Poblado, tendrá como anfitrión a Juan Felipe Camacho, creador y chef del restaurante cartagenero Don Juan, el sábado 26 de noviembre a la 1:00 p.m. El lomo de pargo rojo a la sartén con salsa de chorizo y jerez será uno de los invitados al menú. Además de los cinco tiempos de sal y uno de dulce, habrá selección de vinos y son cubano con el Cuarteto de la Nubia.
Juan Felipe Camacho, cocinero ibaguereño de 34 años, abrió el restaurante Don Juan en 2009 después de un extenso recorrido de aprendizaje gastronómico en San Sebastián, España y después de fundar el restaurante 8-18. Informes: 311 2537.
Costillas de cerdo y desayuno inglés Simon y Elizabeth se conocieron en Inglaterra; ella estudiaba inglés y él se dedicaba a su bar y restaurante.
Cuando él la acompañó de visita a Medellín, Simon quedó flechado con la ciudad y no tardaron mucho en vender lo que tenían en Brighton, y venirse a vivir aquí. Después de unos años, decidieron montar un negocio de comida, algo especializado en un solo producto. Así nació Mu, un pequeño local ubicado en el barrio Provenza donde no hay carta ni cubiertos, solo guantes y costillas al horno, acompañadas de papas fritas (de las grandes y crujientes con cáscara). Con esta filosofía gastronómica de keep it simple (mantenerlo simple), han estado untándole la cara a los clientes desde hace dos años y medio. Las costillas vienen marinadas en una mezcla de la casa y acompañadas de cuatro salsas: mango, hierbabuena, picante y BBQ. Pero la historia culinaria de esta pareja sigue. Desde hace un mes abrieron, también en Provenza, lo que Simon describe como su capricho simpático. Greasy Spoon es un sitio para comer el auténtico desayuno inglés, compuesto de salchicha y tocineta inglesas (ambas hechas por Simon), fríjoles (blanquillo), huevo frito, tomate y tostada de pan blanco, todo esto en un mismo plato acompañado de café o té: “el verdadero y excelente té, oscuro y fuerte” dice Simon. Una deliciosa idea para un buen brunch o un buen guayabo.
Como en todo, en la gastronomía y en la cocina también, una marca exitosa permite recorrer raudamente un camino difícil y abrir una serie de puertas hacia la calidad. Esta semana estuve revisando mis viejas libretas de apuntes y me topé con mis listas de Navidad de joven cocinero. Más de 15 años después vuelvo a leer dicha lista y encuentro: Un set de ollas de hierro forjado con recubrimiento de porcelana “Le Creuset” de diversos colores, sartenes con fondo de cobre “Falk”, sartenes de hierro con terminación de cera de abejas “De Buyer”, cuchillos “Sabatier” y así sigue, todo con nombre y apellido. Más allá de una moda o de esnobismo, cada una de estas marcas refleja un inmenso acumulado de savoir-faire, de conocimiento de los mejores insumos y materiales, de las técnicas ancestrales de elaboración y de un diseño adaptado a cada uno de los usos específicos; por lo general no han sido modificados desde hace más de 50 años. Digámonos la verdad, contar con estos aditamentos en la cocina no garantiza una cocina de calidad, pero hay que admitir que se hace fácil cocinar con ellos. La transmisión de la temperatura, la durabilidad, el peso, la hidratación de los alimentos, todo ha sido estudiado y puesto a disposición del cocinero tanto profesional como amateur. ¿Dónde están nuestros utensilios de referencia en Colombia? Aquellos que aseguran que nuestros ingredientes e insumos den lo mejor de sí. Desde mi punto de vista sobresalen las ollas de barro, pero la composición de la arcilla no es estándar y el curado diferente, por lo tanto la resistencia al calor y la transmisión de éste es desigual. ¿Existe acaso alguna marca de utensilios que recoja lo mejor de las ollas de barro, o de las cucharas de palo, de las pailas de cobre? Se ha quedado en un cajón olvidado este importante componente de nuestra identidad gastronómica. Hemos visto cómo algunas marcas locales han incursionado e intentado realizar algunas innovaciones en la materia, aunque tímidos y con una calidad discutible. Dejando al rango de artesanía, casi siempre precaria, la importante labor de conducir la transformación de nuestros insumos. La verdad, disponemos de utensilios inferiores a la calidad de nuestras materias primas. [email protected]
Cazuela en Carmen El restaurante Carmen es la creación de Carmen Ángel y Rob Pevitts, quienes a pesar de tener una carta de comida americana contemporánea, con influencias internacionales, nos recibieron en su cocina para enseñarnos su interpretación de la cazuela típica de fríjoles.
Un plato que no está en la carta pero no falta en sus paseos a la finca con amigos y familia. Carmen y Rob, chefs del California Culinary Academy en San Francisco, explican que los secretos para este plato antioqueño son: un tipo de adobo seco para frotar la costilla, característico de la preparación de carnes en Estados Unidos y conocido como rub, hacer el fondo en casa y nunca usar caldo de concentrado, y procurar una buena cerveza.
Ingredientes para 6 personas: 1 kilo de costilla de cerdo. 1 kilo de frijol verde. 1 cucharada de pimienta de Cayena. 2 cucharadas de harina. 1 cucharada de sal. 4 cucharadas de panela molida. pimienta blanca al gusto. 2 cebollas rojas. 1 zanahoria grande y pelada. 1 tallo de puerro. De 1 a 2 litros (según lo espeso o líquido que desee el plato) de caldo de pollo o cerdo. 1 mazorca de maíz dulce. 3 dientes de ajo picado. 1 o 2 plátanos verdes. 1 plátano maduro. 1 cerveza. Cilantro al gusto. Aceite vegetal. Aguacate. Hogao.
Preparación: Prepare el rub o adobo mezclando la sal, pimienta de Cayena, pimienta blanca, harina y panela molida. Frote las costillas de cerdo con esta mezcla hasta impregnarlas bien y llévelas a dorar a la plancha o parrilla, para sellar la carne y caramelizar un poco la panela. Esto debe ser realizado a fuego medio y de manera rápida por ambos lados sobre un poco de aceite vegetal. Aparte, en la brasa de la parrilla, queme las cebollas, el puerro y la zanahoria hasta darle un leve color negro para profundizar su sabor. Luego llévelas a la olla a presión con la costilla y agregue la cerveza, el caldo y los fríjoles. Ponga la olla a pitar durante una hora y 15 minutos. Mientras tanto prepare los acompañamientos de la cazuela. Pique el plátano maduro en cubitos y fríalo. Pique el plátano verde para hacer platanitos o patacones. Desgrane la mazorca y saltee el maíz con el ajo picado hasta dorarlo (aproximadamente 15 minutos a fuego medio). Pique el cilantro que le dará un toque de hierba fresca. Parta el aguacate en tajadas. Deje a un lado todas estas preparaciones y cuando sea hora, retire la olla de presión de la estufa y retire las verduras y el líquido de caldo y cerveza para llevarlos a la licuadora. Una vez licuadas las verduras, mezcle nuevamente el líquido, ahora más espeso, con los fríjoles. Revise el sabor y agregue sal y pimienta si es necesario, pero solo después de que hayan pitado los fríjoles para que no se pongan duros. Sírvalos en platos hondos o en cazuelas. Ponga encima porciones de costilla y empiece a agregar los acompañamientos: maíz, platanitos, maduritos, aguacate, cilantro y hogao. Todo puede ir junto en la cazuela o servirse en cocas separadas.
Beatriz González, Retrospectiva 1948-2010 Con gran asistencia de colegas, amigos e importantes personalidades del país, se inauguró con un coctel en el Mamm La comedia y la tragedia, la esperada exposición retrospectiva de la maestra Beatriz González. Cerca de doscientas piezas (objetos, pinturas, dibujos y esculturas) divididas en cuatro ejes temáticos componen esta muestra, que recoge obras realizadas por la artista bumanguesa entre 1948 y 2010. La exposición, que estará abierta hasta marzo del próximo año, será complementada por una amplia programación académica y cultural, que pretende acercar a los diversos públicos a la obra de la renombrada artista.
Julián Posada, Alberto Sierra, Beatriz González Gustavo Vives, Guillermo Melo, Diego García
Fiesta de Neón en Dry El Circo de la Rúa -grupo que realizó malabares con elementos de neón-, percusionistas en vivo y un saxofonista electrónico, fueron algunas de las atracciones del tercer aniversario de Dry Martini Bar, una rumba donde el neón fue el protagonista. Este gran festejo de cumpleaños, fue también para Dry una ocasión de grandes lanzamientos, pues dio a conocer a los asistentes su nuevo álbum de música electrónica de la casa Dry Sounds Vol.3, además del coctel Martini Neón Parte Dos, explosiva combinación de curacao azul, ginebra y champagne.
Bienes y Bienes, 25 años de grandes proyectos Directivas, inversionistas, empleados, empresarios y demás personas que de alguna manera han sido testigos o hecho parte de la exitosa labor de Bienes & Bienes durante más de dos décadas de existencia, se reunieron en el Club Campestre, sede Medellín, con motivo de las bodas de plata de la reconocida firma constructora e inmobiliaria. En el coctel, tras las intervenciones del gerente de la firma, Nicolás Londoño, el director administrativo, Héctor José González, y del ingeniero y ex gerente de Urbanizadora Nacional, Sergio Betancur, los más de seiscientos invitados brindaron por el valioso aporte de Bienes & Bienes al desarrollo urbanístico y comercial de nuestra ciudad. Goya Sánchez, Juan Carlos Villegas
Tita Montoya, Vilma López
Juan Carlos Rico
María Isabel Lince, Horacio Lince, Margot Arango, Hernán Montoya Ana Marí Serna, María Isabel Gutiérrez
Marymount despide su año escolar con Alicia Con un montaje de la obra Alicia en el País de las Maravillas, combinando danza, música, actuación, manualidades, pintura, maquillaje artístico, diseño de vestuario,canto y con la participaron de cerca de 180 estudiantes del colegio, esta institución cerró su año escolar promoviendo la cultura y la creatividad.
“Alice’s Adventures in Wonderland and Through The Looking Glass” fue el nombre de este musical presentado en inglés hace pocos días en el Teatro Universidad de Medellín. En la obra se entrelazan las visitas a lugares y personajes salidos de racionalidad del género humano y de la realidad conocida. El montaje está estructurado en tres actos en inglés, de los cuales dos de ellos se desarrollan en el País de las Maravillas, y uno a través del espejo. Los personajes como el sombrerero, la cocinera, la duquesa, los gemelos, la reina roja y los misteriosos como la oruga, el gato, la liebre de marzo, la reina blanca y el unicornio, se congregaron alrededor de Alicia para mostrarle un mundo totalmente diferente donde las flores y las cartas también hablan. La puesta en escena estuvo a cargo de la profesora María Victoria Berrío, con el apoyo de los profesores de inglés John Joho y Sarah Graydon, y la dirección general de Mónica Martínez. El Comité Cultural del Colegio Marymount está conformado por varios profesores, los cuales tienen a cargo cada una de las diferentes disciplinas que posibilitaron esta interpretación de las alumnas.
Despedida para un gran hombre El destacado dirigente público y empresarial Ignacio Vélez Escobar dejó un legado de importantes logros profesionales que aún hoy afectan positivamente la vida de miles de personas en Antioquia
El fallecimiento de Ignacio Vélez Escobar el pasado domingo 20 de noviembre ha puesto en perspectiva la calidad del tradicional liderazgo antioqueño, pues él lo encarnó con lujo de detalles en todos los cargos de responsabilidad que desempeñó tanto en el sector público como en el privado. Muchos de sus principales logros siguen siendo emblemáticos aún hoy, décadas después de su paso por la Gobernación de Antoquia, la rectoría de la Universidad de Antioquia o la Alcaldía de Medellín. Ni la ciudad ni la región se entienden hoy sin la Clínica SOMA, sin la Ciudad Universitaria, o sin el Instituto para el Desarrollo de Antioquia. Estos tres ejemplos, los más conocidos de una larga lista de logros personales y profesionales, dan cuenta de la visión y el liderazgo de Ignacio Vélez Escobar y ayudan a entender porqué ha sido tan lamentado su fallecimiento. Formado a la vieja usanza, se graduó de bachillerato en el Colegio San Ignacio en 1934 y de medicina en la Universidad de Antioquia en 1942. Viajó a Estados Unidos, donde se especializó en gastroenterología, y regresó al país en 1945. Dueño de una destacada trayectoria profesional -había sido docente, decano, miembro de la academia de medicina, rector de la Universidad y empresario exitoso- decidió dedicarse al servicio público después de asistir a un congreso médico en México en 1961 donde conoció a un exiliado cubano quien le expuso sus puntos de vista sobre la obligatoriedad de que los dirigentes del sector privado se vincularan a la gestión del Estado, a pesar de los bajos salarios y de la corrupción imperante, para evitar que pasaran cosas como lo sucedido en su país con la dictadura comunista. Ignacio Vélez Escobar aceptó el reto y trajo el mensaje a la clase dirigente de Antioquia. Sus palabras tuvieron rápida e inesperada resonancia. El entonces Presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo, lo nombró Gobernador de Antioquia. Desde ese cargo inició una fructífera trayectoria política de la que aún se viven consecuencias positivas en nuestra región. El doctor Vélez, retirado de la vida pública desde 1991, ejerció siempre un modelo de liderazgo propositivo, advertido en el momento de su fallecimiento por amplios sectores de la sociedad antioqueña y colombiana. El reconocimiento de la Gobernación de Antioquia “a la probidad de sus actos y a la brillantez de sus ideas” es testimonio de un accionar político y empresarial digno de emular por los dirigentes actuales y por venir. Paz en su tumba.
Amparo la incansable La reconocida líder comunitaria terminará su gestión en la JAL este año, pero afirma que su labor no tiene fin y que seguirá trabajando para que las condiciones de vida mejoren en El Poblado
Amparo Gaviria
Ir caminando y charlando con Amparo Gaviria por las calles del barrio Provenza, es una actividad sujeta a varias interrupciones de algunos residentes de ese sector, que cuando la ven le dicen: “Amparo, como no te presentaste a la JAL entonces no voté”, “Amparo qué vamos a hacer con el ruido del Parque Lleras”, “Amparo tenemos un problema en mi cuadra, te tengo que contar”, y así por el estilo. Dicha confianza de la comunidad no se la ha ganado de un día para otro, ya ni siquiera recuerda cuántos años lleva en la Junta Administradora Local, y no en vano se ha ganado apodos como “la alcaldesa de El Poblado” y “la profe”, por su etapa como docente y gestión por darle estudio a los más necesitados. Es Presidente de la Junta de Acción Comunal Poblado Centro, ha estado al frente de muchos procesos sociales y asegura que no se retira por amor a la comunidad. “Cuándo uno lleva el trabajo comunitario dentro de uno, es muy difícil dejarlo. Uno de mis fuertes es la educación y seguiré luchando por la cobertura de los niños menores de cinco años. En estos momentos tenemos 20 en una guardería privada gracias a los recursos del Presupuesto Participativo”, dijo.
¿Cómo ve a los nuevos ediles? Es importante que esta gente nueva mire lo que es el verdadero trabajo comunitario, no que lo vean únicamente como trampolín político. Viene gente muy joven que veo con mucho entusiasmo y muchas ganas de trabajar, espero que tengan tiempo porque solo con ganas no es suficiente. Espero poderles ayudar en la medida de mis posibilidades.
¿Qué le dejó el paso por la JAL? Una gratitud muy grande por las personas. Nunca me imaginé tanto apoyo, es la mayor satisfacción. Lo otro más grato es la educación, gracias a todos los líderes la escuela Santa Catalina de Siena se convirtió en una realidad; era un sueño y me decían que era imposible. Yo siempre insistí. Cuando el Alcalde dijo que yo destapara la placa, fue un momento muy especial.
¿Qué piensa de esta Administración Municipal? Con las últimas administraciones he tenido mucha afinidad. Para mi mejoró 100% la comunicación con los funcionarios. Nosotros, que somos nueve juntas de acción comunal, no tenemos que buscar ningún concejal sino que tocamos la puerta directamente en la Secretaría, y vienen acá y hablan con nosotros. Eso antes era más difícil. Ha mejorado la educación y en seguridad hay avances, pero sigue faltando.
¿Y el exceso de ruido en la Zona Rosa? Yo destaco que siempre hemos tenido un diálogo respetuoso entre comerciantes y residentes. Nosotros con mesas de trabajo íbamos bien, cuando el ruido era exagerado ahí sí llamábamos a la Secretaría de Gobierno, pero las mesas no siguieron y dieron tantas licencias que ya lo que vemos es una zona mixta sin control, se salió de las manos. No son todos, siempre lo hemos dicho; son negocios ubicados más en la periferia del Parque Lleras los que enloquecen. Hay falta de control y la inspección debería publicar sus resultados de multas y cierres.
¿Cómo enfocará su trabajo de ahora en adelante? En la parte educativa, estoy esperando una reunión con la asociación de padres de familia de la escuela Santa Catalina de Siena porque tienen proyecto de independizarse del INEM, ahí la JAL tendrá un papel importante pero los padres siguen la figura mía y ahí estaré con ellos. Quiero que vean lo bueno y lo malo de separarse del INEM. También lo de valorización, estoy en la Junta de Representantes de Propietarios y Poseedores, uno de los nuevos ediles me debe reemplazar, pero voy a estar pendiente, así como con la seguridad. A mí me ha ido bien porque yo voy a la comunidad, voy a los barrios, me siento y escucho la persona. Por eso no puedo abandonar a la comunidad, mi trabajó continuará.
La JAL en empalme Luego de conocer los siete ediles electos que ingresan a la Junta Administradora Local a partir del 1 de enero, la JAL actual se ha reunido con algunos de ellos un par de veces para lograr puntos comunes y saber más sobre el funcionamiento de esta corporación.
Santiago Quintero, edil actual, afirmó que “les hemos hecho recomendaciones prácticas de cómo funciona El Poblado, fortalecer procesos que traemos como el Plan de Desarrollo, apostarle a la centralidad zonal en Provenza y los parques Lleras y El Poblado en los que hay problemas de convivencia, cumplir con un papel importante en la valorización porque vienen más obras y participar en la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial”. El edil electo Gabriel Aramburo, destacó que “a los nuevos nos han hecho sentir cómodos, Santiago nos ha dado la información de temas como la mesa ambiental y Corpoblado entre otros. Es muy importante que el equipo de gestión del Plan de Desarrollo se conserve durante el otro año”.
El ritmo fundamental de la existencia humana es el ritmo vigilia-sueño. En el día transformamos el mundo y gastamos la vida en procesos de pensar, sentir y actuar. En la noche reconstruimos y recuperamos la vitalidad que la conciencia consume en el día. Noche y día reúnen las grandes polaridades del universo, de la naturaleza y de lo viviente. En el ser humano partimos de dos polos: el polo de la cabeza o neurosensorial, asiento de la conciencia despierta y centro del pensar y el polo de las extremidades o polo metabólico-motor, asiento del actuar y centro de la conciencia durmiente. Los equilibra el sistema rítmico, con dos órganos polares y complementarios: el corazón y el pulmón; ellos viven en una conciencia intermedia y operan con procesos de expansión y contracción en una relación que en la vida sana funciona en el ritmo 4:1. La noche permite que los procesos anabólicos o de construcción actúen plenamente y que los procesos catabólicos o destructivos se retiren. La fisiología oculta (R. Steiner) plantea que en la noche la conciencia ligada al pensar se retira de la cabeza para permitir que el cerebro descanse y se reponga. La organización del yo y el alma se separan de la cabeza y van al mundo de la noche, al mundo espiritual. Dormir es un acto sagrado, maravilloso, reconfortante. Entrar al sueño es entrar en un templo y para ello es importante tener una mínima disposición y una adecuada preparación. Cuando vamos a la cama nos contraemos, entramos en un mundo íntimo, propio. El ser humano moderno ha alterado su relación con el mundo de la noche y ha desplazado el tiempo de descanso utilizándolo para actividades productivas o de entretenimiento. Es frecuente entrar al sueño viendo T.V. o después de estar frente al computador o a los muchos etcéteras que nos brinda la tecnología. Éstos dejan nuestro cerebro en un estado de estimulación que va en contravía del estado de sueño. Así como el espacio para dormir debería estar libre de ‘smog’ electromagnético (TV desconectado, celular apagado o a más de tres metros, no teléfono inalámbrico, no Wi Fi), debemos preparar nuestra alma y nuestro yo para emprender el viaje. Y un camino adecuado para lograrlo es separarnos de los contenidos conscientes del día que termina. Acudo a una burda pero ilustrativa comparación: para apagar el ordenador debemos cerrar todos los programas que abrimos; el cerebro -mucho más complejo que el computador- necesita cerrar los contenidos y programas del día para entrar en el mundo de la noche. El ejercicio propuesto por antiguas tradiciones y retomado por R. Steiner es doble: la primera parte se llama RETROSPECTIVA. La palabra expresa la acción de mirar (‘ops: vista’) hacia atrás y recorrer ordenadamente los eventos del día que termina, separándose conscientemente de ellos. Es necesario tener precaución con los sucesos que tienen carga emocional o peso mental o con las actividades pendientes para no quedar detenidos allí. Una posible ayuda consiste en poner los eventos del día en un cesto para entregárselos al genio o ángel de cada uno. Hago el recorrido partiendo del momento de la acostada y retorno mental o verbalmente hasta el momento de la levantada. Observo, entrego y me separo. Logro así las condiciones para tener un sueño profundo y reparador -que debería empezar antes de las 11 p.m. como ya planteamos en otra columna- y permitir al hígado entrar en su proceso revitalizante (anabólico). La segunda parte del ejercicio es la imaginación-meditación del punto y el círculo, a la que me voy a referir en detalle en otra columna. [email protected]
Un plan pensado para el futuro Continúan las muestras y presentaciones para que la comunidad e integrantes de diferentes gremios, conozcan el Plan de Desarrollo de El Poblado, su importancia, sus estrategias y el papel que juegan en el crecimiento de la comuna
Fue recurrente escuchar a Aníbal Gaviria Correa decir durante los debates de la anterior contienda electoral, que su plan de gobierno contenía los 21 planes de desarrollo de las comunas y los corregimientos de Medellín. En un foro específico sobre El Poblado, Gaviria dijo que durante su gobierno todos los planes de desarrollo tendrían continuidad, que eso garantizaba pensar en proyectos de largo plazo y valoraría el trabajo hecho desde las propias comunidades. Aunque en la muestra de planes de desarrollo realizada el pasado viernes 18 de noviembre, su visita estaba anunciada, el próximo alcalde de la ciudad no acudió pero envió a un equipo de trabajo, el cual sostuvo varias reuniones con los gestores de cada plan para armonizar tesis y propuestas, y efectivamente continuarlas a partir de 2012.
Soñar con una comuna mejor Actualmente el Plan de Desarrollo de El Poblado se encuentra en su cuarta etapa, formulación de proyectos. Llegar a este punto ha tomado tiempo, elaborando antes un diagnóstico y evaluación de la comuna, fase en la que fue vital la unión temporal entre Esumer, Universidad CES y la Corporación Cívica de El Poblado, Corpoblado. Encuestas, socializaciones, capacitaciones y estudios apoyados por el Departamento Municipal de Planeación, son algunas de las actividades que el equipo de gestión del plan ha realizado desde hace un par de años. Consuelo Gómez es una de las integrantes del equipo. Sobre la nueva fase del proyecto, dijo que “hay siete proyectos pero por ahora estamos presentando tres pilares, uno de alianzas, otro de encadenamiento productivo y el de comunicaciones. Con el de alianzas buscamos crear lazos sociales con entes públicos, privados y las universidades, para tener estrategias para la investigación, la educación y la competitividad de El Poblado”. El de encadenamiento busca generar empleo a través de 15 pymes de la comuna, y el de comunicaciones tiene como fin que la comunidad se entere sobre el plan. Rodrigo Chaverra es consejero municipal de juventud y miembro del equipo de gestión. Opinó que “es importante la presencia de jóvenes en esto para tener una visión diferente para las alianzas estratégicas, pensando en la necesidad de empleo por ejemplo. También podemos aportar en lo cultural, no como obras de arte sino como cultura ciudadana, avanzar en la forma como nos imaginamos El Poblado”.
No es bueno que a uno lo llamen al celular, lo traten de “señor” y le digan el nombre completo: invariablemente, se trata de la falsa noticia de un obsequio o de una promoción magnífica que sólo un tonto dejaría pasar. Por supuesto, cuesta parecer un tonto y declinar semejantes ofrecimientos las mil veces en que nos son elevados, pero la paz y el bolsillo obligan a la negativa. Sin embargo, ¡basta de evasivas dulces y de tímidos agradecimientos! Nada tan práctico, en esos casos, como echar mano de la grosería y espantar las moscas a manotazos. El lector timorato, amigo de la tolerancia y seguramente egresado de algún cursillo de relaciones personales, se escandalizará con mi propuesta. De ahí que esta columna tenga —a pesar de su nuevo formato reducido— su respectivo marco teórico. Esquilo, el dramaturgo griego, enseñó que “es natural mostrarse soberbio con los soberbios”. Sin alterar el equilibrio de la sentencia, podemos trocar soberbia por grosería. Porque no debe quedar duda de que las compañías telefónicas se propasan, entrometiéndose en nuestras vidas con sus ofertas hipócritas o cediendo sus bases de datos para que otras empresas lo hagan. La pasada contienda política mostró hasta dónde puede llegar tanto atrevimiento: me llegó un panfleto de texto en que un candidato difamaba a otro. Sin embargo, aunque mi método de mandar al diablo a los oferentes sea eficacísimo y esté moralmente justificado, debo confesar que lo descubrí por casualidad. Ocurrió en unas vacaciones, en esos días del final de diciembre en que uno suele levantarse al mediodía y con tufo. A las siete de la mañana me llamó Pedro Villa —o algo así— de “servicio al cliente”, supongo que para ofrecerme la ganga de mi vida. Pero antes de que acabara de presentarse le advertí, semi inconsciente y con la peor de mis voces cavernosas, que no estaba interesado en comprarle ningún plan, por maravilloso que fuera. Villa se puso como un energúmeno, me gritó no sé qué cosa y colgó. Sin darme cuenta, me lo había quitado de encima en menos de diez segundos. Desde ese día apliqué sistemáticamente la estrategia del ladrido anticipado. Los asesores comerciales son lobos con piel de oveja: en la misma medida en que son terriblemente zalameros, son incapaces de tolerar la frustración y no tienen ningún problema en darlo a entender. Una mujer del mismo servicio me insinuó que yo era un amargado, y otra me dijo —con el tono de una hermana mayor furiosa— que si yo quería malbaratar mi plata no accediendo a su jugosa oferta, era mi problema. Respuesta de arpía; pero, para arpía, arpía y media. En tales casos, de nada sirve la cortesía: los asesores están preparados para escalar por ella como por una cucaña y alcanzar el botín del consentimiento, mismo que ellos interpretan apenas con un “quizá” o un “podría ser” de nuestra parte. Estimado lector: los sabios de la antigüedad descubrieron que nada es regalado y que lo bueno se nos dosifica con gotero. Defienda como perro rabioso su propiedad virtual y muerda a los carteros; sé, de muy buena fuente, que ellos hacen lo mismo. [email protected] [email protected]
El ambiente alegre de esta época del año empezó a vivirse con fuerza en los centros comerciales Desde el punto de vista oficial, solo hasta el siete de diciembre, con el Desfile de Mitos y Leyendas, empieza la temporada, pero desde ya muchos centros comerciales, que en la práctica representan buena parte del espacio público de nuestra comuna, en lo que de lugar de encuentro tiene este, han sido decorados bellamente para que sus visitantes se contagien de la alegría de esta época.
Así es como se vive esta temporada en el siglo 21. Con claras alusiones a las frías navidades del hemisferio norte, los pasillos y las plazoletas de los centros comerciales nos ponen en un estado de ánimo apropiado para las festividades que se aproximan: árboles nevados, castillos de dulce, pistas de hielo, alegorías de motivos nórdicos, polares, de bosques mitológicos y, por supuesto, del Medio Oriente, con pesebres, bueyes, burros, ovejas y aldeanos de los tiempos de Jesús, María y José.
En El Poblado es posible vivir la Navidad en medio de árboles de luces y colores, copos y muñecos de nieve, trineos, regalos y un sinfín de detalles que rompen con la cotidianidad. La decoración oficial de la ciudad, los alumbrados del río, de los parques y las avenidas, también responde a estos motivos. Además, la programación de eventos en entidades culturales, públicas y centros comerciales gira casi en su totalidad en torno a motivos decembrinos. Llegado diciembre, busque en www.vivirenelpoblado.com la programación completa sobre las novenas y las celebraciones navideñas en nuestra comuna.
Llega el Festival de Luz Entidades públicas y privadas se unieron para hacer la mejor Navidad de los últimos años
El secretario de Cultura y la gerente del Buró de Convenciones hablan sobre la programación navideña en la ciudad.
Entre el 3 de diciembre y el 9 de enero Medellín ratificará una vez más porqué hace parte de la Asociación de Ciudades Iluminadas del Mundo. A las 7 de la noche del primer sábado de diciembre se encenderán 16 millones de bombillas en sitios estratégicos como La Avenida del Río, el bulevar de Castilla, el parque de Villahermosa y San Antonio de Prado, escenarios donde la gente podrá ser partícipe del encendido del alumbrado navideño. EPM será la encargada de abrir oficialmente la temporada con un gran espectáculo de luz y agua en la fuente situada frente al edificio inteligente. “Este año la fuente tendrá elementos sorpresa y se prenderá todas las noches dos veces, y tres durante los fines de semana”, manifestó Ana Cristina Navarro, Jefe de la Unidad de Comunicaciones de EPM, quien agregó que a partir de enero la fuente se podrá encender en otras épocas del año, en certámenes importantes para la ciudad como Colombiatex y Colombiamoda.
En la mira turística Los alumbrados de este año en Medellín girarán en torno a las tradiciones navideñas. Con ellos se pretende atraer a 19 mil turistas internacionales (un 10 por ciento más que el año pasado). Según las proyecciones de Adriana González, gerente del Buró de Convenciones de Medellín, “también esperamos crecer un 10 por ciento en llegada por aeropuertos de más de 44.800 pasajeros nacionales, y crecer un dos por ciento por terminales de transporte y peaje”. El objetivo es que la ocupación hotelera durante la época de alumbrados aumente del 48 por ciento al 51 por ciento, para lo cual se promocionó este Festival de Luz en países como Ecuador y Panamá y en ciudades como Bogotá, Manizales, Cali y Barranquilla. “Tenemos un producto espectacular, muy atractivo para todos los turistas”, aseguró la gerente del Buró.
Navidad y cultura Para Luis Miguel Úsuga, secretario de Cultura Ciudadana de Medellín, lo más destacable en este año será la oferta cultural que complementará el alumbrado. “Uno de nuestros retos es que cada año tiene que ser mejor que el anterior. Por eso, son más de 300 los espectáculos que ofrecerá la ciudad en la temporada, tanto públicos como privados. Diariamente, ciudadanos y visitantes podrán asistir de manera gratuita a 4 ó 5 espectáculos de muy buena calidad organizados por la Alcaldía y podrán disfrutar de los museos en familia. Entre las presentaciones artísticas más destacables están el Festival de Música Popular y de Vallenato, en el Cerro Nutibara, con la participación de los músicos populares de la carrera 70, los buses y el Parque Berrío; el Festival de Chirimías, en los parques biblioteca; presentaciones del grupo de humor Águila Descalza en el Parque de Los Deseos, por primera vez en espacio público; y el Festival Internacional de Animación. Sin duda, la mayor expectativa se concentra en el Desfile de Mitos y Leyendas el 7 de diciembre, que este año ofrecerá un elemento sorpresa con la luz como protagonista. De acuerdo con Adriana González, del Buró de Convenciones de Medellín, el 95 % de la entrada al Desfile de Mitos y Leyendas será libre y un cinco por ciento, o sea dos mil puestos en graderías, fueron adquiridos por empresas patrocinadores para sus empleados.
“En El Poblado sí hay control” Ante las persistentes quejas por ruido y apertura de establecimientos con venta y consumo de licor en el centro de El Poblado, hablamos con el encargado de imponer la disciplina y el orden en la zona Henry Saavedra, Ana Clemencia Montoya, Hermes Pineda, María Victoria Salazar y Wilfer Sánchez
Siguen llegando a la redacción de Vivir en El Poblado correos y llamadas que alertan sobre el ruido en las horas de rumba o de personas que quieren saber si es o no legal la apertura reciente de establecimientos con características de discotecas en la Zona Rosa. Según el Inspector 14 B, Hermes Pineda, quien tiene bajo su lupa la vigilancia y control de 331 establecimientos abiertos al público del área céntrica de El Poblado, la normativa vigente indica que solo pueden abrirse discotecas y grilles en hoteles de alta categoría o en centros comerciales. De allí, por ejemplo, que Río Sur y La Strada tengan este tipo de establecimientos, así como el muy nuevo Diez Hotel, ubicado en la calle 10A con la carrera 34. No obstante, muchos locales semejantes funcionan en la Zona Rosa, aunque no con el nombre de discotecas sino registrados como restaurantes o bares, lo que sin duda dificulta su control. “Lo paradójico es que casi siempre es peor la bulla de los barcitos que de las mismas discotecas porque estas son encerradas e insonorizadas mientras que los otros no”, anotan varios visitantes asiduos del Parque Lleras. De hecho, la mayoría de quejas que recibe la Inspección 14 B está relacionada con el ruido que generan estos establecimientos con venta y consumo de licor. “Superar la intensidad auditiva permitida, esa es la contravención que más se sigue presentando”, constata el funcionario Pineda. Otra de las quejas ciudadanas tiene que ver con que las inspecciones, como la 14 B, no trabajan ni en las noches ni los fines de semana, que es precisamente cuando ocurren los desmanes con el ruido. La opción disponible es llamar a la policía o la Inspección de Permanencia de El Bosque, situada en el norte de la ciudad, para que luego remitan las quejas a la Inspección 14 B. Para corregir esta carencia absurda en una zona con las características de El Poblado y la Zona Rosa, actualmente el Municipio busca un local cerca al Parque Lleras para instalar una inspección de permanencia.
“Sí hay control”
Datos actualizados al 31 de octubre de 2011 y suministrados por la Inspección 14 B, dan cuenta de que hoy hay en la Zona Rosa y sus alrededores 34 establecimientos sancionados con multas que van desde los 13 millones y medio de pesos por infringir las disposiciones legales. “Hemos ordenado además el cierre temporal de 12 establecimientos y el definitivo de tres”, informa el inspector Hermes Pineda, quien asegura que el 59 por ciento de los locales de su jurisdicción cumple los requisitos de ley y sus procesos se han archivado. Con respecto a si es o no efectivo el recaudo por multas, “hay de todo”, dice el funcionario. “Hay gente que paga de contado, hay quienes piden financiación y otros presentan acciones de nulidad o de tutela tendientes a no pagarlos. Hay quienes cierran y cambian de razón social, cambian de dueño, pero estamos trabajando en eso para que la gente no siga en ese juego”. Valga aclarar que es la Secretaría de Hacienda de Medellín la encargada de efectuar los cobros de las multas que factura la Inspección. Para Hermes Pineda, uno de los mayores logros en el año que lleva al frente de la Inspección 14 B es que “hemos evitado que se abran 103 locales en El Poblado al dar conceptos negativos a los comerciantes porque existe congelación o saturación en una determinada dirección”. Y es que de acuerdo con la ley 232, reguladora de los establecimientos abiertos al público, para abrir un establecimiento en El Poblado no hace falta pedir permiso sino que una vez en funcionamiento se somete al control de las autoridades. “Nos evitaríamos muchos dolores de cabeza si antes de abrir un negocio la gente nos pidiera el concepto. Así nosotros le diríamos si en la dirección donde pretende instalarlo se puede o no se puede y no perdería su inversión”.
Rumba Segura: falta control Los sellos fueron retirados.
Uno de los temas que más genera polémica en El Poblado es la Rumba Segura, esa figura mediante la cual los establecimientos con venta y consumo de licor pueden abrir hasta las cuatro de la mañana siempre y cuando cumplan algunos compromisos, entre ellos no perturbar a los residentes con el ruido. “Si la gente cumpliera de verdad esta filosofía sería espectacular, excelente, pero falta compromiso con el cumplimiento de las normas”, manifiesta el Inspector 14 B, Hermes Pineda. “Falta ser más duros para que los comerciantes efectivamente se comprometan y no generen impacto negativo si se quieren beneficiar con la ampliación de horario”. En últimas, la recomendación de este funcionario es que “se modifiquen los protocolos de Rumba Segura, que sean más estrictos con el control y verificación de los compromisos de los comerciantes, para que los residentes se den cuenta de que si bien hay establecimientos cercanos a su casa no van en contra de su tranquilidad”.
Sí cayó Ante la inquietud del abogado Hugo Castrillón, reiteramos nuestra información acerca del proyecto VIP de Castropol que se quedó sin piso
Tal y como lo informó Vivir en el Poblado en su edición 450, el Juzgado Séptimo Penal para Adolescentes con función de conocimiento sí revocó integralmente el fallo de primera instancia por medio del cual el Juzgado Tercero Penal Municipal para Adolescentes con función de control de garantías, tuteló el derecho fundamental al debido proceso invocado por el señor Jairo Emel Gómez (quien pretende edificar un edificio de Vivienda de Interés Prioritario -VIP- en Castropol) en contra de Planeación. En otras palabras, esto significa que el Juzgado Séptimo Penal para Adolescentes le dio la razón a Planeación cuando revocó mediante la resolución 361 la licencia al señor Gómez. La licencia le había sido otorgada por la Curaduría 4 de Medellín.
Fallo textual A continuación transcribimos el citado fallo de tutela de segunda instancia, el cual puede ser consultado en las oficinas de Planeación Municipal: “El Juzgado Séptimo Penal para Adolescentes con función de conocimiento, en fallo proferido el 28 de octubre de 2011 revocó integralmente el fallo del 20 de septiembre de 2011, a través del cual el Juzgado Tercero Penal Municipal para Adolescentes con función de control de garantías tuteló el derecho fundamental del debido proceso invocado por el señor Jairo Emel Gómez Ramírez en contra del departamento Administrativo de Planeación.” Esta tutela corresponde al oficio 0537, con radicado de tutela 2011-00-100-01.
No a la conciliación La abogada de Planeación, Silvia Baena, informó que al quedar sin piso este proyecto de VIP en Castropol y al ver que mediante tutelas no pudo resolver el asunto a su favor, el interesado en construir el edificio “impugnará la resolución 361 de Planeación, pero esta vez por medio de una demanda por la vía contenciosa. Parte del trámite, es la solicitud de una conciliación a Planeación pero esta no conciliará porque está segura de sus argumentos para revocar esta licencia de construcción”.
Para hacer memoria Como ser recordará, Planeación advirtió sobre el riesgo de invertir en este proyecto urbanístico que se pretende construir en Castropol en la carrera 32 No. 16 -218. “Al impugnar, argumentamos que hay riesgos para quienes van a vivir allí, están en juego tanto la seguridad de la vida como del patrimonio y se necesitan estudios técnicos sobre la capacidad del suelo para soportar la edificación. Consideramos que el fallo no tuvo en cuenta este asunto de fondo”, explicó la abogada Silvia Baena en la edición 448 de Vivir en El Poblado.
La personas que llegan a los consultorios son las más saludables. No estoy negando que sean insoportables, ni sus abismales confusiones, sus egos salidos de lugar, sus patéticas y pesadas neurosis, sus expectativas desmedidas y poco prácticas frente a sí mismos y los otros. Pero lo cierto es que por cada neurótico hay una familia mentirosa. Por eso digo que son las más saludables; porque al menos algo están haciendo para que sus vidas mentirosamente cimentadas sean cuestionadas y terminan por denunciar aquello que nadie más se atreve. Pero muchas veces aquellos que se quedan en casa son los perpetradores reales, los promotores de la mentira, los apacibles verdugos del conflicto sano, la honestidad humana y la comunicación abierta. Recuerdo que ya desde pequeño aprendí a desconfiar de la moral colegial cuando observaba a quienes izaban la bandera: aquellos que tenían personalidades de cenicero. Se premiaban ante todo la docilidad y el silencio: los dos efectos más profundos que tiene la violencia sobre la humanidad. Nunca vi premiar a nadie por confrontar a un profesor, subirse a un árbol, hacer rayones en las paredes o quitarse la camisa en clase. Pero sobre todo, nunca vi premiar la honestidad. Pero la familia es muchísimo peor que el colegio. Pecan los que hablan y actúan. Pero se premia el silencio, la represión, la distorsión y la anestesia. No se denuncian la envidia asesina, el aburrimiento insoportable, los dobles mensajes. Lo que quiero expresar es que en una cultura donde se premian la docilidad y el silencio, deben primar el secreto y la represión. Y ambos, como ya lo sabemos, enferman. ¿Cuántos secretos hay en nuestras familias? Además de la falta de libertad, además de los destinos frustrados, tenemos que soportar la hoya podrida de todo lo no dicho, de todo lo guardado, de lo deseado que devino lo temido. Estamos llenos de parejas que no denuncian su hartazgo e ineptitud sexual, de hijos que no salen del closet a vivir el placer de una sexualidad sana y voluptuosa. No despedimos a los muertos, no acogemos a los enfermos. En nuestro tributo al irrealismo, en nuestra crítica de la vida espontánea, en nuestra reverencia a los tabúes que nos inoculan, nos hacemos déspotas y víctimas. Creo a estas alturas que el crimen y el acto violento son las formas poco elegantes que tiene la realidad reprimida de expresarse. Mientras impere en nuestras familias el pacto tácito de ser dóciles, silenciosos y mediocres para no desacomodarnos, estas no serán los espacios donde pueda vislumbrarse una nueva humanidad más sana y madura. La mentira, el silencio y la deshonestidad son nuestro pan de cada día y los enemigos de la paz interna y mundial. [email protected]
La personas que llegan a los consultorios son las más saludables. No estoy negando que sean insoportables, ni sus abismales confusiones, sus egos salidos de lugar, sus patéticas y pesadas neurosis, sus expectativas desmedidas y poco prácticas frente a sí mismos y los otros. Pero lo cierto es que por cada neurótico hay una familia mentirosa. Por eso digo que son las más saludables; porque al menos algo están haciendo para que sus vidas mentirosamente cimentadas sean cuestionadas y terminan por denunciar aquello que nadie más se atreve. Pero muchas veces aquellos que se quedan en casa son los perpetradores reales, los promotores de la mentira, los apacibles verdugos del conflicto sano, la honestidad humana y la comunicación abierta. Recuerdo que ya desde pequeño aprendí a desconfiar de la moral colegial cuando observaba a quienes izaban la bandera: aquellos que tenían personalidades de cenicero. Se premiaban ante todo la docilidad y el silencio: los dos efectos más profundos que tiene la violencia sobre la humanidad. Nunca vi premiar a nadie por confrontar a un profesor, subirse a un árbol, hacer rayones en las paredes o quitarse la camisa en clase. Pero sobre todo, nunca vi premiar la honestidad. Pero la familia es muchísimo peor que el colegio. Pecan los que hablan y actúan. Pero se premia el silencio, la represión, la distorsión y la anestesia. No se denuncian la envidia asesina, el aburrimiento insoportable, los dobles mensajes. Lo que quiero expresar es que en una cultura donde se premian la docilidad y el silencio, deben primar el secreto y la represión. Y ambos, como ya lo sabemos, enferman. ¿Cuántos secretos hay en nuestras familias? Además de la falta de libertad, además de los destinos frustrados, tenemos que soportar la hoya podrida de todo lo no dicho, de todo lo guardado, de lo deseado que devino lo temido. Estamos llenos de parejas que no denuncian su hartazgo e ineptitud sexual, de hijos que no salen del closet a vivir el placer de una sexualidad sana y voluptuosa. No despedimos a los muertos, no acogemos a los enfermos. En nuestro tributo al irrealismo, en nuestra crítica de la vida espontánea, en nuestra reverencia a los tabúes que nos inoculan, nos hacemos déspotas y víctimas. Creo a estas alturas que el crimen y el acto violento son las formas poco elegantes que tiene la realidad reprimida de expresarse. Mientras impere en nuestras familias el pacto tácito de ser dóciles, silenciosos y mediocres para no desacomodarnos, estas no serán los espacios donde pueda vislumbrarse una nueva humanidad más sana y madura. La mentira, el silencio y la deshonestidad son nuestro pan de cada día y los enemigos de la paz interna y mundial. [email protected]
Pedirán modificar ley de piscinas Con ayuda del senador Juan Carlos Vélez, unidades residenciales de El Poblado intentan modificar artículo de la ley 1209 de 2008, reglamentada en mayo pasado
Antes de que en mayo de 2012 sea de obligatorio cumplimiento la reglamentación de la ley 1209 (ley de piscinas), efectuada en mayo pasado, Corpoblado y administradores de unidades residenciales esperan que esta sea modificada. Hoy su esperanza está puesta en el senador Juan Carlos Vélez, quien se comprometió a radicar en el Congreso de la República en los próximos días un proyecto de ley para modificar uno de los artículos de esta reglamentación. Se trata del que obliga a las urbanizaciones a tener salvavidas capacitados por el Sena.
El meollo Para el senador Vélez la ley 1209 quedó con un error que perjudica a las unidades residenciales. “El error fue poner sus piscinas al mismo nivel de las de los hoteles y clubes; las exigencias que se les están haciendo son muy costosas y creemos que por el uso que se les da no amerita ser tan exigente”. La propuesta entonces será incluir en la reglamentación un artículo específico sobre las piscinas de los conjuntos de casas y apartamentos, para que no se les exija el salvavidas sino “cuando tengan mucho uso y las utilicen todos los días 50 ó 100 personas. Para ese caso habría una excepción, pero no se justifica un salvavidas en una piscina que utilizan dos o tres personas al día”, argumenta el congresista. Uno de los problemas de la ley vigente, en caso de cumplirla, es que el valor de las cuotas de administración de las unidades residenciales se incrementaría notablemente, con lo cual no todos los copropietarios estarían de acuerdo, menos aún aquellos que no acostumbran utilizar las piscinas. El otro asunto es que algunas urbanizaciones se verían en la obligación de prescindir de las piscinas, lo cual, con toda razón, motivaría quejas y posibles demandas de aquellos que se motivaron a comprar porque había piscina, información que les llegó por medio de anuncios publicitarios.
Inconsistencias que preocupan Son varias las preocupaciones que deja en el ambiente la ley 1209. Lo de los salvavidas, además de oneroso, no habría como cumplirlo si entrara en vigencia en mayo de 2012. Y es que en el Valle del Aburrá hay 50 salvavidas certificados por el Sena y más de 1.600 piscinas. La capacitación para los salvavidas dura siete meses y los cursos del año 2012 solo empiezan en el segundo trimestre. Es decir, solo a fines del año estarían certificados, por tanto, al entrar en vigencia la reglamentación no habría cómo suplir la demanda.
También preocupa a los administradores la exigencia de los censores de inmersión que se disparan cuando alguien cae a la piscina. El problema es que esta alarma se demora en sonar entre 10 y 15 segundos, tiempo valioso para poder salvar a alguien. “Pensamos que la alarma no serviría”, dice la administradora Yenny Acero. Como este requisito aun no está reglamentado, no ha entrado en vigencia pero en cualquier momento podría pasar.
Se obedece pero no se cumple El eterno problema de convivencia entre residentes, comerciantes y autoridades municipales se puede simplificar, para entenderlo, a una sola idea: una cosa dice la ley y otra cosa hacen las personas
Para las personas que no pertenecen a nuestro mundo hispano y latinoamericano, ni qué decir de quienes no conocen las particularidades del ser colombiano, la relación que tenemos con la ley, desde el punto de vista cultural, es a todas luces, extraña, si se quiere bizarra. Eso de que la ley se obedece pero no se cumple, una verdad verdadera desde la lejana España hasta la no más cercana Patagonia, en la cálida Cuba y en la fría Bolivia, y por supuesto, en la lluviosa y primaveral Medellín, es un concepto incomprensible para los que no comparten nuestra cultura y nuestra lengua. Pero es algo que nosotros vivimos en nuestra cotidianidad a cada paso de la vida, en los negocios, en el trabajo, en la convivencia entre vecinos, incluso en los más serios asuntos congresionales y estatales, entre quienes hacen las leyes y quienes las deben hacer cumplir. Por ejemplo, en la Zona Rosa la ley se obedece pero no se cumple. El eterno problema de convivencia entre residentes, comerciantes y autoridades municipales se puede simplificar, para entenderlo, a una sola idea: una cosa dice la ley y otra cosa hacen las personas. Los funcionarios públicos trabajan incansablemente programando y asistiendo a reuniones con la comunidad, visitando establecimientos, exigiendo el cumplimiento de las leyes relacionadas con la actividad comercial de cada uno y con las exigencias de planeación municipal y de usos del suelo: se pasan la vida haciendo control. Y el problema sigue ahí, como si nadie hiciera nada. Todos los negocios controlados o cumplen la ley y pueden seguir abriendo sus puertas o son obligados a cumplirla para poder continuar su actividad, pero son cientos los que aunque cumplen lo que les piden (papeles, certificados, permisos, etcétera), al mismo tiempo le hacen el quite a la ley, es decir, la obedecen pero no la cumplen. Por eso el problema de convivencia sigue ahí. Y lo mismo, pero al contrario, podría decirse de las normas vigentes sobre piscinas en unidades residenciales. La ley se obedece por supuesto, pero tampoco se cumple. Aquí no por la viveza de personas hábiles que le hacen el quite, sino porque el texto legal, por la imposibilidad física de cumplir lo que dice, parece escrito para otra dimensión en el tiempo y en el espacio. Los encargados en primer lugar de velar por su cumplimiento, los administradores de propiedad horizontal, son los primeros en denunciar la distancia insalvable que hay entre la ley y la realidad, pero no solo ellos: también algunos legisladores y funcionarios públicos dicen que la ley es imposible de cumplir. El proceso para reformarla está en curso, pero mientras tanto, para la ley vigente solo queda obediencia e incumplimiento. Sí, la idea parece absurda, pero es de una claridad meridiana en estas latitudes tropicales.
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