Onda de Mar: Nomad Cruise 2013
En su tienda de El Tesoro, Onda de Mar dio a conocer su nueva colección de fin de año. Se trata de Nomad Cruise 2013, una propuesta llena de color y misterio, inspirada en el Medio Oriente y el norte de África.
Onda de Mar: Nomad Cruise 2013
En su tienda de El Tesoro, Onda de Mar dio a conocer su nueva colección de fin de año. Se trata de Nomad Cruise 2013, una propuesta llena de color y misterio, inspirada en el Medio Oriente y el norte de África.
En la isla de Trinidad tomé el mejor café de mi vida. Los trinitarios tuvieron la sapiencia de no destruir sus cafetales de sombrío y seguir produciendo únicamente café arábica; ocurrió cuando muchos cafeteros de Colombia reemplazaron sus cafetales tradicionales por árboles de rápido crecimiento muy productivos y que no necesitaban sombrío: el caturra, pero que producían un café de calidad inferior.
Yo, que siempre consumí café en cantidades industriales y me creía el cuento de estar tomando “el mejor café del mundo”, aprendí ese día que había cafés superiores, elaborados a partir de cafés sembrados en microclimas con balance perfecto de sol, tierra y humedad, protegidos del inclemente sol tropical por árboles centenarios. Ahora trato de consumir café colombiano del denominado con origen certificado, como los de Huila y Nariño, en ellos encuentro algo parecido a lo que ese día encontré en aquella isla caribeña.
Esta semana, acompañado de ingentes tazas de humeante y aromático café de Nariño, estudié cinco libros de cocina colombiana, todos recomendables:
Las recetas de Leonor Santa María de Rodríguez fueron recopiladas por sus hijas y editadas en el magnífico libro Las recetas de la casa, con una calidad editorial difícil de encontrar. Tiene nueve capítulos: Bizcochos y cubiertas; Carnes, aves y pescados; Cocteles y bebidas; Cremas, caldos y sopas; Dulces, postres, helados y mermeladas; Panes; Pastas y vegetales; Repostería y galletas, y Salsas. Cada uno se inicia con una sección que resume las reglas de oro para la elaboración de sus recetas, valiosos aportes sustentados en la experiencia de Doña Leonor. En él encontré reflejados los sabores que hallaba diariamente en la casa paterna y en las de mis abuelos y tíos, complementadas con recetas y menús más complejos para utilizar en ocasiones especiales.
Cecilia Faciolince de Abad, autora de otro de los libros, dice en su contratapa: “Yo no he dedicado mi vida a la cocina, pero si he cocinado toda la vida. Aunque ninguna de las recetas es mía, pues son como dice el título Recetas de mis amigas, y a lo mejor muchas de estas recetas tampoco las inventaron ellas”. Sus 528 páginas son un tratado de cocina para cada día y para cada ocasión, 20 capítulos recorren las posibilidades de platos para ofrecer a familiares e invitados. Un solo detalle ilustra la amplitud de opciones: hay recetas para 30 arroces, que van desde el tradicional arroz blanco, pasan por el arroz con coco, siguen con auténticos risottos italianos y llegan hasta el arroz como se hace en Beirut.
Cocina criolla cartagenera de veddá veddá está dedicado a la cocina tradicional cartagenera. Portadores de las tradiciones fueron hombres, mujeres y niños que participaron en un proyecto de educación de la Alcaldía de Cartagena llamado “Transformemos”, con el que aprendieron a leer y escribir y que al final convirtieron en testimonio el cómo hacen aquellos sabores y cocciones que conocieron en su vida: cocina popular con arroz con coco, pescado frito, coctel de camarones y dulce de coco, entre otros. Luego leí La yuca y sus manjares, publicado por la Alcaldía de Barranquilla, que contiene 22 recetas donde este producto es el ingrediente fundamental.
La cama está servida es un paseo gastronómico para parejas que deseen maridar sus experiencias amatorias con las 23 recetas diseñadas y seleccionadas especialmente por el chef Álvaro Molina. La historia está bellamente contada e ilustrada con fotos del viaje iniciático que realizaron cuatro estudiantes a la Guajira, dispuestos a explorar los orígenes de la cocina Wayuu.
Hay cafés maravillosos y cafés horribles, los maravillosos tienen varias cosas en común: café de calidad excelente, molido de acuerdo con la preparación que se vaya a efectuar, agua a la temperatura correcta, tazas limpias y adecuadas y prolijidad en su preparación. ¡Estos últimos y un buen libro conforman una compañía ideal!
Comentarios y sugerencias serán bien recibidos en [email protected]
Buenos Aires, Septiembre de 2012
[email protected]
En esta edición de La Buena Mesa, dedicada a una de las más apetecidas y aromáticas bebidas, presentamos una sencilla receta para una excelente taza de café, preparada por Pedro Echavarría, creador del nuevo café Pergamino, en Vía Primavera.
Este espacio es uno de los resultados de una vida dedicada al cultivo de café con su familia, y más recientemente a la exportación del mismo.
Con café de cuatro orígenes (tres colombianos y uno de Etiopía) las preparaciones se hacen en chemex, prensa francesa y máquina para espresso.
(para dos personas)
Café para acompañar
La chef bogotana Andrea Trujillo estudió cocina en Barcelona y desempeñó este oficio durante años en México.
Desde su llegada a Medellín, hace tres años, había deseado tener su propio café bistró, sueño que ahora se hace realidad con Ganso y Castor. El lugar, ubicado en la carrera 36 (frente a La Divina Eucaristía), es un acogedor espacio para tomarse un expresso o un cortadito, un cappuccino o un americano, y, si el paladar lo pide, una taza de té (del Taller de Té, en Bogotá) Bollywood Chai, Té Verde Genmaicha, Rooiboos, Earl Grey o Tenue Resplandor Blanco. Estas bebidas calientes son más ricas acompañadas de beignets rellenas de Nutella, tortas de zanahoria, banano o limón, brownies con ganash y nuez caramelizada o con los desayunos, almuerzos y algos que se ofrecen en este sitio. Informes: 268 9572.
Artesanal y familiar
De la tradición familiar y el gusto por la cocina nació hace cuatro semanas De Las Moras, un café con repostería creado por las hermanas Marcela y Claudia Gaviria Mora.
La buena acogida que tuvieron sus productos durante el año pasado, dio pie al punto de venta en el barrio Provenza, cerca al templo de La Divina Eucaristía. Las recetas de su abuela se convirtieron en las delicias artesanales que hoy venden allí: el pastel de manzanas, tortas, waffles, entre otras ricuras, que se disfrutan aún más con una buena taza de café. La carta de café fue creada en compañía de Lina Zea, una reconocida barista, con el café de categoría superior Amor Perfecto. Con molino automático que hace la molienda taza a taza, se realizan preparaciones calientes o frías como cappuccino, mochaccino, espresso, americano, latte frío, frapé cremoso, con posibilidades de agregar saborizantes de macadamia, vainilla y amaretto o licores. Informes: 444 9917.
En ambiente europeo
Influencia italiana y francesa es lo que caracteriza a Amoretti Coffee & Pastry.
Este café de la Vía Primavera abrió sus puertas hace menos de un mes de la mano de Luisa Saldarriaga y Estefanía Ocampo, dos amigas que estudiaron artes culinarias en Buenos Aires. Desde Argentina empezaron a crear el concepto europeo que querían para su café, con almuerzos, desayunos, repostería y panadería artesanal. Para acompañar estas exquisitas preparaciones, las amigas y socias ofrecen cappuccino, mochaccino, frapuccino, espresso largo y corto, entre otras opciones hechas con el café de categoría superior Amor Perfecto. Recomiendan dos creaciones especiales de la casa, el traviata (café frío a base de helado) y el café especiado (infusión con canela y clavos) acompañados del muy parisino croissant de chocolate. Informes: 444 9665.
Trabajar, trabajar…y trabajar
La adicción al trabajo es una de las más difíciles de identificar, y conlleva trastornos físicos y mentales.
Un exadicto al trabajo le contó su historia a Vivir en El Poblado
Ni siquiera el día de su matrimonio Juan David Betancur dejó de trabajar. A las 2 pm. cerró la salsamentaria que tenía en el barrio El Salvador, se puso el traje y se dirigió a la iglesia Jesús de la Buena Esperanza, en Rosales. Allí se casaría a las 3 p.m.
Su novia tenía claro que era ese día o no era nunca. No porque sintiera que el destino los llamaba por alguna fuerza extraña, sino porque Juan David dejó claro que debía ser un día 18 -número que consideraba especial-, y domingo en la tarde. Todo para que las nupcias se dieran en un momento en el que no estuviera trabajando.
La futura esposa hizo cuentas y tuvo que esperar un año a que todas esas peticiones se alinearan, incluso la de encontrar una parroquia que oficiara matrimonios un festivo por la tarde. Era la única en la ciudad que lo hacía.
Juan David tenía 26 años y llevaba ocho trabajando de lunes a lunes, en ocasiones hasta 20 horas diarias, como cuando se llevó las cobijas y una colchoneta para dormir debajo del escritorio desde el que despachaba los pedidos.
Se acostaba a las 12 am. y estaba en pie a las 4 am. para tener todo listo y así, unas horas más tarde, abrir al público ese espacio que les permitía vivir a él, a sus padres y a sus cinco hermanos.
Los deseos de productividad de Juan David lo llevaron a comprar su primer carro, un Renault 4 cero kilómetros, cuando tenía 18 años y solo un año cumpliendo su sueño de ser trabajador independiente.
No contento con la producción de su empresa (por esos días una incipiente distribuidora de huevos), después de cerrar a las 8 pm. utilizaba su carro como colectivo o para “hacer carreras” a quien necesitara un transporte. Era una entrada extra.
Llegó la tragedia
Las presiones laborales que Betancur se abrogó lo llevaron a recurrir al alcohol. “A los 25 años empataba la noche con el día, trabajaba cuando había luz y rumbeaba en la noche. Llegaba a la casa en la madrugada, me bañaba y volvía a trabajar”, dice.
Los deseos de no parar lo llevaron a la cocaína. “El organismo empieza a buscar desahogo. A los 26 años los excesos en comida y alcohol me iniciaron una enfermedad prematura que tenía que ver con el ácido úrico (gota) y que me tiraba a la cama hasta ocho días”.
Para él, descansar era comer e ingerir licor. Luego un experto le diría que sus borracheras y depresiones posteriores eran un medio de descanso del cuerpo, pero sin que él fuera consciente de ello.
El 30 marzo de 1991, época en la que era capaz de pasar tres días bebiendo y consumiendo drogas, Juan David, a sus 33 años, tocó fondo. Ese día bebió sin parar, y luego, para poder conducir su vehículo, le recibió cocaína a un conocido.
“Empecé a sentir en el trayecto que la vida se me iba, que no podía respirar. Alcancé a parar el carro y me bajé a pedir ayuda. Luego caí y quedé clínicamente muerto. Después llegó un guarda de tránsito y me llevaron a un hospital”, cuenta Betancur.
Cuando se despertó tenía aparatos y sondas conectadas a su cuerpo. Pensó en sus hijos Daniel y Camila, en su esposa, en su salud, en su vida. Quizá era hora de dejar atrás el recuerdo de aquel niño de seis años que recibió de su padre un bulto de naranjas para que lo vendiera. Dejar atrás a aquel muchacho que no aprovechó nunca los recreos porque podía ganar dinero vendiendo bolas y caramelos. Aquel que convirtió el deporte (fútbol, basquet y luego ciclismo) en una obsesión constante. Ese que sintió a sus 18 años que era la esperanza familiar tras la bancarrota de la casa. Al mismo que le dijeron que no había plata para la universidad (quería ser contador o economista). Ese que apostó al salir del colegio que en cinco años tendría una empresa.
Era hora además de dejar atrás aquella frase de crianza que siempre recalcaba su padre y que lo había marcado: “Cuando se mueran descansan”. Era el momento para darse una segunda oportunidad.
Renacimiento
Tras ingresar a un tratamiento para la adicción al alcohol y dejar la empresa que había sido motivo de orgullo, Juan David empezó una nueva vida. En el negocio que emprendió después de su recuperación, no trabajaba más de ocho horas y empezó a darse espacios.
“Nunca había ido a un centro comercial. Todo lo que me ponía era porque me lo daba mi mamá o mi esposa, pero yo nunca compré ni un pañuelo”, asegura.
Hizo un diplomado de Liderazgo en Eafit y empezó a ir a cine con su esposa, por primera vez en siete años de matrimonio. Tuvo que aprender a descansar y a dejar de lado el sentimiento de culpa por no sentirse productivo.
Hoy, a sus 55 años y tras haber recuperado su vida, este hombre le ayuda a otras personas a salir de sus problemas de adicción como voluntario en una fundación.
Hoy siente que la adicción al trabajo es una de las más peligrosas, según él “porque al trabajar se produce, y eso da satisfacción; no se ve como un problema sino como un beneficio”.
Volvieron las fiestas de cumpleaños, las semanas santas y los diciembres en familia. Ahora su máxima es utilizar un triángulo para su vida: 33 por ciento para su recuperación, 33 por ciento para la familia y 33 por ciento para el trabajo. En últimas, tuvo que aprender a ser un hombre útil y feliz.
“Lo importante es poner límites”
Para Sandra Milena Restrepo, psicóloga especialista en farmacodependencia y docente del curso Adicciones no químicas, de la Universidad Luis Amigó, hay varias claves para detectar y frenar los factores que desencadenan la adicción al trabajo.
Primero, expresa que en nuestro medio ser muy trabajador no es visto como algo negativo sino como símbolo de responsabilidad. Estas personas pueden llegar a ser muy monotemáticas y hablar exclusivamente del trabajo; son incapaces de poner límites y de disfrutar de otros espacios; no tienen vida social satisfactoria y posponen permanentemente sus vacaciones”, dice.
En su concepto, son igualmente importantes los referentes que tengan, sobre todo figuras que les muestran que con el trabajo se puede sobresalir en los ámbitos familiares.
De los tipos de adicción al trabajo la psicóloga Restrepo identifica dos principales: “Tenemos a quienes tienen una personalidad obsesivo compulsiva y a los que tienen trastorno de personalidad narcisista. El obsesivo quiere la perfección. En esa necesidad su trabajo se convierte en un punto de referencia. Ya no siente que los logros que alcanza son algo para mostrar sino que es su deber. El narcisista se relaciona más con el ansia de poder. Le interesa cada vez tener mayor relevancia en su trabajo, un cargo más alto, mayor autoridad. Quiere mostrarse y verse como alguien importante. Escalar en los cargos de la empresa es fundamental para ellos”.
Sin importar las horas trabajadas, una persona debe al menos tener 20 horas semanales de descanso. “Pero no se cuentan las horas para dormir o para las actividades del hogar en el caso de muchas mujeres, sino horas de diversión. Hay que darse la oportunidad de no hacer nada por un rato”, asegura Sandra Restrepo.
Así son los adictos al trabajo
Para la pedagoga y especialista en farmacodependencia de la Corporación Paso a Paso, María Adelaida Storti los adictos al trabajo sienten: “Impulso a trabajar debido a presiones internas. Poca capacidad para disfrutar de la tarea realizada. Búsqueda de poder o prestigio. Pérdida o deterioro de relaciones conyugales o familiares. Fatiga, irritabilidad e impaciencia. Aislamiento social. Desaparición del tiempo libre. Problemas de sueño y alimentación. Pérdida de interés por conversaciones no relacionadas con lo laboral. Competitividad en cualquier actividad. Necesidad de control”.
Recomendaciones
•Separar tiempo libre, tiempo para dormir (mínimo seis horas) y tiempo para trabajar.
•Hacer ejercicio con regularidad.
•Tener el escritorio o el espacio de trabajo ordenado libera el estrés laboral.
•Si una persona siente que tiene estrés laboral debe acudir al médico. En ocasiones lo pueden remitir al psicólogo.
•Poner límites al llevarse trabajo para la casa y regular el uso de los aparatos tecnológicos que permiten comunicación constante.
Riesgos profesionales
Fernando Ramírez, director de Medicina Laboral y del Trabajo ARP Sura, dice: “No hay datos estadísticos que soporten enfermedades asociadas a exceso de trabajo. Este concepto es más una apreciación personal y ocurre cuando las demandas del trabajo, bien sea por las características del mismo o por la duración en tiempo, superan las capacidades físicas o mentales del trabajador.
Se sabe que el tiempo requerido para el descanso y la recuperación funcional del organismo es de ocho horas de sueño al día. Las pausas activas son periodos de cambio de actividad muscular durante la jornada laboral y pueden corresponder a ejercicios de estiramiento de las áreas musculares utilizadas durante un proceso laboral o simplemente un cambio de actividad laboral que permita utilizar otros grupos musculares, deben realizarse cuando se detecten signos tempranos de fatiga muscular (molestias), por ello no hay un periodo estipulado para su realización durante la jornada laboral”.
Galería De La Oficina celebra 40 años
Cuatro décadas de amor por el arte se conmemoran con una retrospectiva de este espacio
“No todo es fácil, pero todo está muy bien” dice sobre su galería Alberto Sierra. La Galería De La Oficina es la creación de Alberto, el reconocido arquitecto convertido en curador, crítico y coleccionista de arte, quien inauguró el espacio junto a su amigo, y también arquitecto, Santiago Caicedo, en 1972. En septiembre de ese año, en el edificio Camacol, la primera exposición se abrió al público con grabados del maestro Alejandro Obregón, pero pocos asistieron al encuentro. Desde esa época mucho ha cambiado: la galería pasó al cruce de las vías Sucre y Caracas, luego a La Playa y finalmente a su ubicación actual en la calle 10. Lo que más ha cambiado es la forma de comprar arte. Dice Alberto Sierra que hace 40 años la gente compraba arte de la forma correcta, porque le gustaba y lo hacía al precio real, pero durante los años en que hubo mucho dinero en la ciudad se modificaron el gusto y la proporción de los precios. Sin embargo el gusto de Alberto, o el ojo crítico que tiene, “es lo que le ha dado importancia al arte en la ciudad”, dice la artista y docente Ángela María Restrepo, del taller La Estampa. “La galería fue una de las primeras serias que hubo aquí y eso se debe a que Sierra es un estudioso y una persona que ha sabido mantener la galería durante tanto tiempo a pesar de las dificultades”, explica Ángela María. Se refiere a las dificultades en el aspecto comercial del arte, pues no siempre se vende bien y siempre hay gastos fijos. Pero Alberto Sierra asegura que son características que él asume porque es un trabajo que le apasiona.
En ese esfuerzo de la galería, que confluyó con los demás salones en los que Alberto hacía y hace la curaduría, florecieron artistas como Juan Camilo Uribe, Susana Mejía, Jorge Julián Aristizábal, Ricardo Cárdenas, Hugo Zapata, Fernando Peláez y Marta Elena Vélez, entre tantos otros. Sería difícil contarlos a todos pues durante cuatro décadas se han realizado cerca de 320 exposiciones, (ocho o nueve anualmente) individuales y colectivas. De esas, Alberto recuerda especialmente la de Andrés de Santamaría en 1974.
Quienes acompañen a Sierra en esta celebración de 40 años podrán recordar mucho más de esa trayectoria. La semana entrante se abrirá en la Galería De La Oficina una exposición de las invitaciones y catálogos de todos estos años, con obras de algunos artistas que han hecho parte de esa historia.
A esta conmemoración se suma el reconocimiento que le hace esta semana el Museo de Arte Moderno de Medellín a Alberto Sierra como Amigo Platino 2012, por sus aportes al arte y la cultura del país.
La casa de los muñecos
No solo se necesita imaginación para crear un lugar como su casa
Por Saúl Álvarez Lara
Para doña Lucía Correa de Posada un muñeco comienza, a veces, por una rama seca, por una cuchara de palo, por un par de botones, por un retazo de tela que se vería bien como camisa o mejor como pantalón. Un muñeco puede empezar por un objeto inesperado o por la selección de material y colores para la piel, para los detalles, para los accesorios. En ocasiones la creación de un molde está al comienzo. Sin embargo, es importante el carácter, la personalidad del muñeco, el reflejo de su figura, su intimidad, porque los muñecos tienen una, si no, serían otra cosa. Todo esto, por supuesto, habita la imaginación y las manos de doña Lucía de Posada y se manifiesta en el momento de la combinación de materiales, en las posibilidades que presiente, lo mismo que en las características y los detalles que seguramente ve antes de terminar el personaje. Dicen que el “Arte Poética” aparece cuando dos palabras que por su naturaleza no se han unido, lo hacen para crear un significado. Combinar materiales de origen distinto, cambiar su esencia al situarlos en lugares inesperados o con funciones que antes no desempeñaban y así lograr que asuman una nueva forma casi con vida, es también poesía. Con su talento y capacidad de observación todos los materiales entran en juego, la madera, el corcho, el metal, las telas, un botón por allí, una pluma por allá, una tela de flores como falda para la chica o corbata para el varón, unas chaquiras irrepetibles en la cabeza; unas cabezas de alfiler para marcar un peinado, o las barbas de árbol para figurar el cabello al viento. Un par de broches sencillos se convierten en ojos de mirada profunda, pero lo más especial es que esos mismos broches también pueden ser diadema y parecen distintos.
Doña Lucía Correa de Posada crea muñecos desde hace más de cuarenta años. “Primero, hace muchos años, fui modista”, dice. “Hice vestidos para clientas que venían a mi casa”. En la medida en que dominó los materiales, las telas, los hilos, los botones, las mezclas entre unos y otros, infinitas posibilidades florecieron en sus manos con la ayuda de la máquina “Pfaff” de toda la vida que siempre ha estado frente a la ventana. Ha hecho colchas de retazos, manteles, cortinas, adornos, cajas, coronas con materiales diversos y también ha reparado muñecas antiguas, son innumerables sus realizaciones. Con sus muñecos ha participado en exposiciones de importancia nacional y son ellos quienes han recorrido almacenes y vitrinas de todo el país agregando un aura especial a las marcas que acompañan.
Luz Elena -mi esposa- y yo conocimos a Doña Lucía cuando se instaló con taller y casa, en compañía de Adriana, su hija, en la loma de Las Brujas. Nuestra afición por los objetos y la admiración por su trabajo hizo el resto. Hemos seguido su labor creativa durante años. Lo más fácil es decir que su casa es una casa de muñecas, no por el tamaño que se les conoce a esas casas de juguete sino por la cantidad innumerable de muñecos y muñecas que la habitan, muchos creados por ella pero también otros traídos del mundo entero por ella, sus hijos o sus familiares y amigos. También hemos dicho que la casa de doña Lucía parece una casa de cuento donde los personajes cobran vida cuando todos duermen, sin embargo es posible que eso también haya sucedido bajo sus ojos mientras trabaja en sus personajes. Su casa es un estímulo a la imaginación, es un lugar donde la convivencia entre colecciones se da en todos los rincones: la colección de cajas en las escaleras, o los Pinochos al lado de un televisor de los años cincuenta, o los corazones que se ven desde la entrada, o el santoral donde pocas figuras faltan; o las gallinas de todos los tamaños o los pájaros de cabeza inclinada y picos de colores. No importa donde se mire, siempre hay algo que estimula la vista.
No solo se necesita imaginación para crear un lugar así, su casa y lugar de trabajo son también el resultado de la relación especial que ella sostiene con los objetos, con los materiales, con la posibilidad de ver donde nadie ha visto antes. No es exagerado decir que su talento está en la capacidad de comprender la esencia de los objetos que colman su casa y en su mayoría están al origen de sus personajes, de la posibilidad de imaginarlos más allá de su forma física, de agregarles y quitarles, de vestirlos y desvestirlos, de darles forma, de conversar con ellos, de criarlos, porque doña Lucía es además la abuela de una familia con hijas, hijos y nietos que son fuente de estímulo para su labor creativa. Doña Lucía es la abuela de una familia que se amplía hasta el número infinito de personajes que ha creado.
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/ Juan Carlos Franco
A nueve meses de camino de la alcaldía de Aníbal, la verdad, esperábamos más. O, tal vez, más pronto…
Sí, claro, alta calificación en promoción de eventos para la ciudad, ni más faltaba. Pero baja nota en ejecución de políticas que enfrenten de lleno problemas tan serios como la movilidad y la calidad de vida en la ciudad.
¿No es ya tiempo suficiente para ver implementación activa y frecuente de medidas atrevidas, originales, las cuales deberían haber sido, en teoría, concebidas y maduradas antes de y durante la campaña?
¿Debemos conformarnos con que los alcaldes lleguen a su cargo a seguir diagnosticando y estudiando la ciudad?
De cierta manera, es como si no hubiéramos cambiado de alcalde. Como si todo lo bueno y malo de la alcaldía anterior hubiera que dejarlo tal como quedó.
¿Qué pasó, por ejemplo, con la Valorización? Además de estar entregando algunas obritas –que se agradecen– ¿qué pasa con los intercambios viales realmente importantes? Fuera de que se aplazan y aplazan, sobre ellos no hay definiciones concretas. Pero sí ganas de seguir haciendo estudios.
Y se sigue eludiendo de manera muy olímpica el debate clave: ¿Es serio y realista plantear que van a valorizarse las propiedades solo porque algunos tiempos de desplazamiento podrían reducirse levemente, y sin tener en cuenta efectos de ruido, contaminación y tráfico nuevo atraído?
Lo grave, lo poco serio, es que esas supuestas reducciones de tiempo solo se logran al aplicar cifras de estudios de tráfico totalmente desactualizados.
¿Y qué pasa con el control de emisiones contaminantes? Es tema del Área Metropolitana, pero no se ve, no se siente compromiso de la Alcaldía en hacer una mejora real. ¿Alguien ha visto que a un bus, buseta, moto, volqueta o camión lo paren en la vía debido a sus humos contaminantes?
Todos vemos a estos infractores, por todas las vías, todos los días… pero aquí ninguna autoridad quiere hacer nada. Hay impunidad absoluta en medio del silencio y la indiferencia de quienes deberían ser implacables en el control de polución de vehículos.
Así como no dudan en detener a un vehículo que esté violando el Pico y Placa, ¿por qué no lo hacen con los infractores contaminantes, cuya presencia en las vías de Medellín es muchísimo más dañina para la calidad de vida de todos los habitantes? Es fácil y barato hacer control in-situ de emisiones y ordenar la reparación inmediata del vehículo ofensor.
¿Y por qué siguen permitiendo que los buses paren en cualquier parte? ¿O que circulen por las lomas más empinadas volquetas muy antiguas con cinco toneladas de material o escombros? ¿O que los constructores invadan las aceras durante los dos años de su obra, cuando debería ser lo primero que entreguen?
En fin, hace falta liderazgo. Una comunicación constante, coherente, visible, de la visión que pueda tener el alcalde para mejorar la calidad de vida de sus gobernados.
Que uno mire o escuche a Aníbal y de inmediato piense: “respeto por el medio ambiente”, o, tal vez, “cero tolerancia a infractores”… y, por qué no, “ideas nuevas en movilidad” o “calidad de vida para el peatón”. Para que aprendamos a notar las grandes diferencias entre alcaldes que inspiran y transforman y otros que simplemente administran.
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Tienen horario
El habitual uso de las canchas deportivas a media noche, llevó al Comité Local del Gobierno a tomar acciones
Debido a los constantes problemas de ruido a altas horas de la noche en algunos sectores de la comuna 14, y con el fin de contribuir al fortalecimiento de la convivencia, el Comité Local de Gobierno decidió imponer normas para la utilización de los escenarios y placas polideportivas, las cuales tendrán un horario de servicio desde las 6 a.m. hasta las 11 p.m.
Esta decisión se debe, en parte, a que algunos residentes de barrios como Manila y Provenza, entre otros, se quejan de la utilización de las canchas a media noche, lo cual afecta la tranquilidad de los vecinos.
Según las disposiciones del Comité Local de Gobierno, para solicitar la utilización de los escenarios, se deben separar las canchas previamente en el Más Cerca (Manila), con el representante de escenarios deportivos del Inder. Este otorgará a la persona, grupo o empresa un documento donde se da la autorización para disfrutar de la placa deportiva elegida.
Los líderes comunitarios aclaran que después de las 11 p.m. no se otorgarán permisos. Por su parte, la Policía Nacional está facultada para retirar a las personas que usen las canchas en horarios no autorizados, para garantizar la tranquilidad de los residentes de la zona, que por corresponsabilidad tienen el derecho del descanso. Los escenarios deportivos tendrán una continua supervisión por parte de las autoridades.
El inadecuado diseño de las obras públicas es una barrera para las personas en situación de discapacidad
El acceso a las estaciones del metro, es uno de los obstáculos más frecuentes
El pasado 25 de agosto, más de 50 personas en situación de discapacidad hicieron un plantón frente a la estación Hospital, del metro. Su objetivo: protestar porque desde hace 17 años, cuando se inauguró este sistema de transporte, no se ha instalado en ella un ascensor que permita el acceso de las personas con movilidad reducida a las plataformas del tren.
Al frente de esta jornada estaba Juan Camilo Restrepo, de 37 años, un habitante de El Poblado con movilidad reducida, quien desde hace cinco años trabaja como activista voluntario por la defensa de los derechos de la población discapacitada de Medellín.
“A muchas de las personas les toca permanecer encerradas, no salen de casa porque la misma ciudad es un riesgo. Si observas, te das cuenta que son las mismas personas discapacitadas las que se ven generalmente en las calles. Para esto se necesita pericia, pues no lo puede hacer cualquiera”, dice Juan Camilo. “Desde la salida de mi casa, bajando por la calle 10 hasta la Avenida El Poblado, he contado hasta 38 obstáculos; andenes desnivelados, falta de rampas, muros, barreras en los espacios peatonales. Todos ellos dificultan la movilidad para las personas en silla de ruedas, como es mi caso”.
Diariamente las personas en situación de discapacidad hallan obstáculos que otros no perciben, como el ingreso a los cajeros bancarios, que no son accesibles para las personas que se movilizan en sillas de ruedas, y rutas de transporte público que no cuentan con facilidades de acceso. Además, con frecuencia encuentran que las celdas de parqueo privilegiadas no cuentan con las medidas técnicas y son ocupadas por conductores sin impedimentos físicos. Pero quizás, el obstáculo más habitual en las calles de El Poblado, señala Juan Camilo, es la falta de accesibilidad y continuidad de los andenes peatonales.
“La discapacidad es mirada con indiferencia. A menudo nos vemos excluidos, no solo en el sistema educativo y laboral, sino en las obras públicas; no nos tienen en cuenta. Por ejemplo, las aceras no son niveladas para que las sillas de ruedas tengan un buen desplazamiento, los andenes están llenos de obstáculos y cuando son adoquinados, para las personas que sufrimos lesiones en la columna vertebral es un martirio por el dolor que produce la vibración de la silla”, señala.
Se calcula que en Medellín cerca de 125 mil personas están en situación de discapacidad, según la Encuesta de Calidad de Vida 2011. La Secretaría de Infraestructura Física, encargada de las intervenciones urbanas, expresa que con la Política Pública de Discapacidad (Acuerdo 86 de 2009), la Alcaldía viene trabajando para que las obras cumplan las normas de accesibilidad. Para esto se ha conformado un Comité Técnico de Accesibilidad, en el cual participan como veedores personas en situación de discapacidad, con el objetivo de crear conciencia en los diseñadores para que las obras urbanas sean universales e incluyentes.
Juan Camilo, quien día a día lucha por movilizarse en una ciudad más digna y con menos barreras, en su trabajo como activista invita a las personas en situación de discapacidad a visitar la página www.nomasobstaculos.org, donde pueden enterarse sobre las políticas y actualidad en materia de accesibilidad y entorno físico en la ciudad.
Piden mejorar educación
Comunidad escolar pide mejorar las condiciones académicas y de convivencia en el claustro educativo
Bajo nivel académico de los estudiantes, altos índices de indisciplina, casos frecuentes de bullying, poca permanencia de la planta de profesores, cambio constante de coordinadores y abandono por parte de las directivas educativas, fueron algunas de las quejas sostenidas por el Consejo de Padres de Santa Catalina de Siena, colegio anexo al Inem José Felix de Restrepo, ubicado en la loma de Los Parra.
“Recibimos una preocupación muy grande de los padres de familia, que están sacando a sus hijos de la institución por el bajo nivel académico. Se han manifestado sobre situaciones administrativas como la falta de atención por parte del Inem y la Secretaría de Educación, profesores que no tienen sentido de pertenencia, carencia de espacios recreativos, niños que pasan de tres a cinco días afuera porque no hay clases, problemas de convivencia como consumo y comercio de estupefacientes, entre otras circunstancias”, afirma Alejandro de Bedout, vicepresidente de la Junta Administradora Local -JAL-, organismo que recientemente convocó a una sesión ampliada para tratar estos asuntos.
A trabajar de la mano
La Secretaría de Educación de Medellín hizo presencia junto a padres de familia, estudiantes y directivas escolares en dicha sesión e instó a las partes a trabajar de la mano, pues considera que ha faltado autoridad educativa y una presencia más fuerte de parte del jefe de núcleo. “Mejorar la articulación entre la institución y la sede de Santa Catalina es un compromiso, ya que el Inem es reconocido por su nivel educativo. Se necesita un mayor acompañamiento, fortalecer los vínculos y hacer que los logros académicos se puedan replicar. El director del núcleo y el rector deben acompañar el proceso curricular del centro educativo”, señala Ana Lucía Hincapie, subsecretaria de Educación.
La construcción de la planta física y el mejoramiento de la actual sede de Santa Catalina de Siena, que se entregó a comienzos de 2009 gracias a recursos del Presupuesto Participativo y EPM, es un esfuerzo de la comunidad por garantizar la educación pública para la población de estratos bajo y medio de El Poblado. Por eso preocupan las malas condiciones académicas en la institución. Actualmente, en las jornadas de mañana y tarde, estudian 580 alumnos.
“Nosotros tenemos en el Inem un gran aliado, pero considero que es necesario la separación de la institución porque esta sede necesita recursos propios, profesores permanentes y un administrativo jefe que esté todo el tiempo pendiente del colegio. Nosotros hemos adelantado un diagnóstico donde evidenciamos las dificultades en los métodos de evaluación y formas de trabajo, el acompañamiento de la familia y la dificultad para educar por el grado de intolerancia. Estamos trabajando para enseñarles a nuestros estudiantes valores ciudadanos y de convivencia”, expresa Ehiduara Castaño, quien hace dos meses se desempeña como coordinadora de Santa Catalina de Siena.
Por su parte, el rector del Inem, Fernando Antonio Carvajal, ante las inquietudes de padres de familia y estudiantes, expresa: “Como rector no estaría de acuerdo con la separación, ya que desde el colegio se puede hacer un acompañamiento total a la sede educativa. Muchos de los líderes de la comunidad saben de las necesidades y proponen esa posibilidad, pero nosotros, teniendo en cuenta la preocupación, hemos enviado una coordinadora nueva, de tiempo completo. Además, hemos hecho el nombramiento de un psicólogo para esta sede”.
La Secretaría de Educación, con el fin de mejorar las condiciones académicas y de convivencia en la institución, anunció la implementación del programa “Jornada Complementaria”, que busca que los estudiantes, en horario diferente a las clases, aprovechen el tiempo libre con cursos de bilingüismo, deportes, recreación y actividades artísticas. “Buscamos generar en los estudiantes autocuidado y autorregulación a partir de actividades extracurriculares que promuevan la convivencia. Estamos recibiendo el acompañamiento de Fundación Mi Sangre que esperamos implementar este año en el centro educativo”, concluye la subsecretaria de Educación.
/ Carolina Zuleta
Para un proyecto en el que estoy trabajando, le pedí a mis amigas más cercanas que me enviaran preguntas que les gustaría hacerle a un coach de vida. La mayoría tenía la misma pregunta: ¿Cómo poder alcanzar el éxito profesional cuando veo que este demanda más de 40 horas de trabajo a la semana y ser una mamá activa en la vida de mis hijos? ¿Qué debo hacer para tenerlo todo? Me siento muy afortunada de estar rodeada de amigas con sueños grandes, inteligentes, trabajadoras y comprometidas con dejar una huella en este mundo. Con el tiempo he ido observando como algunas han ido renunciando a su carrera profesional con tal de poder estar al frente de sus familias, mientras otras han pospuesto tener hijos hasta conseguir cierto nivel en su profesión. Cada decisión tiene su costo: si abandonas tu carrera para dedicarte a tu familia, existe el riesgo de que nunca regreses a tu profesión y dejes de crecer en algo que te apasiona. Si esperas a tener un hijo, pues el cuerpo humano tiene un límite para tener hijos, y tenemos más energía para correr detrás de un niño cuando estamos más jóvenes. Pero la pregunta de fondo no es única para las mujeres, la compartimos todos los seres humanos: ¿Será que podemos tenerlo todo?
Cuando empiezo con un cliente nuevo en coaching, lo primero que hacemos es definir qué es lo que esa persona quiere. Tener claridad sobre lo que uno quiere es muy importante, pues es lo que nos indica el camino que debemos seguir; si no tenemos un lugar a donde ir muy fácilmente podemos perdernos en la vida cotidiana y levantarnos 40 años más tarde sintiendo que no hemos logrado lo que deseamos. Sin embargo, hay una pregunta más importante, pero que muy pocas veces nos detenemos a hacer: ¿Cómo te quieres sentir? Ve más allá de la respuesta automática de “sentirme feliz”. ¿Qué significa felicidad para ti? Por ejemplo, en mi caso significa sentirme libre, con pasión por lo que hago, amor por las personas que me rodean, saludable y con la mente en paz. Para otra persona la lista puede incluir asuntos como valioso y seguro. Esta pregunta es muy importante porque una vez entiendes cómo te quieres sentir, no es necesario tenerlo todo.
¿Será que podemos tenerlo todo? Creo que la respuesta es no. Algo tiene que ceder. Si bien una mujer puede tener una carrera interesante y apasionada mientras tiene hijos, tal vez ser presidente de una corporación, llevar a los hijos a clases en las tardes, ir al gimnasio, cenar con amigos y tener tiempo para relajarse es imposible –el día solo tiene 24 horas-. La idea de que al tenerlo todo vamos a estar plenos es una falacia. No podemos tenerlo todo, pero sí podemos sentir lo que queremos.
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Mejora la cara del Lleras
Peatonalización del Parque Lleras y jornadas de limpieza de los espacios públicos de la Zona Rosa, hacen parte de la intervención municipal
Ante las comisiones accidentales de peatonalización y parquímetros del Parque Lleras, presididas por los Concejales José Nicolás Duque y Robert Bohórquez, la Secretaría de Movilidad se comprometió a informar, el próximo 4 de octubre cuáles son las calles a cerrar dentro del proyecto del bulevar peatonal en la Zona Rosa.
“Esperamos tener algo definitivo para esta fecha. Estamos realizando un trabajo social con comerciantes y residentes, porque este proyecto se debe hacer de una manera conciliada. Hay que definir cómo será el impacto en la zona y cuáles son las calles y vías que nos permitirán generar la mejor movilidad alrededor del Parque Lleras y que garantice el acceso a los residentes de la zona”, dice Flor Alicia Peláez, subsecretaria de Movilidad.
Por ahora se proyecta cerrar la “doble T” que rodea el Parque Lleras: la carrera 38, entre calles 8 y 9, y la calle 9 A, entre las carreras 38 y 37 A. “Las calles 37 y 39 deben continuar abiertas. Estas son vías que garantizan el acceso a los residentes vecinos. El compromiso de la Secretaría es definir las direcciones y calles de cierre, mientras que el de la Corporación Zona Rosa es adelantar el proceso de socialización con la comunidad”, dice el concejal Robert Bohórquez.
Con respecto al retiro de las 63 celdas Z.E.R (Zonas de Estacionamiento Regulado) que hoy están en el área de influencia de peatonalización, Carlos Alberto Molina, gerente de Terminales Medellín, manifiesta: “Tenemos todo el interés en que este proyecto salga adelante. Algunos empleados de los parquímetros en el sector se verán afectados, pero esperamos que estos espacios puedan ser reubicados en otra zona”.
Precisamente algunos residentes de Manila temen que en este barrio sean instalados los parquímetros y se oponen a ello. Sin embargo, Edier Velásquez, de Terminales Medellín, aclara que esperan los estudios de movilidad de la Secretaría de Tránsito y su definición acerca del sector al cual se asignarán las nuevas celdas de parqueo. “Aún no sabemos dónde se podrán ubicar los parquímetros que salen del Lleras. Esto es decisión del Tránsito de Medellín de los que esperamos el informe”, dice.
Limpieza y ornato
Debido a los problemas de aseo y ornato en el Parque Lleras y alrededores de la Zona Rosa, la administración municipal adelantó el 20 de septiembre una intervención integral con el fin de devolverle la cara bonita a esta zona turística.
La Secretaría de Gobierno y la Subsecretaría de Espacio Público, acompañadas de una cuadrilla de limpieza, identificaron grafitis no artesanales en los muros, puentes percudidos por la polución vehicular y mal manejo de los residuos sólidos en los alrededores de la Zona Rosa, y realizaron el lavado de zonas duras, graderías y escaleras del Parque Lleras, borraron grafitis y retiraron publicidad en los postes de la calle 10, entre la Avenida El Poblado y la carrera 35.
Por su parte, la Secretaría de Salud identificó puntos críticos en el manejo de residuos sobre la carrera 35 con calle 8 y aplicó rodenticida para el control de roedores, una de las principales problemáticas que presenta el sector.
Otras de las actividades de limpieza llevadas a cabo durante la jornada, fueron el mantenimiento de los jardines del Parque Lleras y zonas verdes aledañas, pintura de puentes y pasamanos, limpieza de sumideros y poda de árboles para el despeje de luminarias de la vía pública, con el apoyo de Obras Públicas.
Déjà vu
Pocos se dan cuenta de lo absurdo que resulta que nos parezca normal que todo siga igual
La palabra déjà vu, de origen francés, es de uso extendido. Expresa esa extraña sensación de estar viviendo algo ya vivido. Y eso sucede a menudo con las reuniones que se realizan en El Poblado para tratar las problemáticas de la comuna 14, lo mismo que al oír las declaraciones de algunos funcionarios: “Estamos haciendo los estudios pertinentes”, “Vamos a recuperar la Casa de la Cultura”, “Esperamos que las obras estén listas a más tardar en…”, “Eso es asunto prioritario para el alcalde”. Frases frecuentes que ya poco dicen. Suenan gastadas y carentes de significado, pues se han usado mucho y sin recato.
Es así como pasan los meses y los años, cambian las administraciones municipales pero hay asuntos que parecen estancados en el tiempo, como algunas de las problemáticas de El Poblado: una y otra vez se denuncian, se conversan, se publican, se hacen promesas de mejoramiento, anuncios grandilocuentes, se informa sobre estrategias novedosas para enfrentarlas, se establecen compromisos, se muestran proyectos, la comunidad espera, se apacigua, deja constancias. Pero transcurre el tiempo y todo sigue igual, a veces peor. Empieza de nuevo el ciclo: se denuncia, se conversa, se anuncia, se promete… Pocos se dan cuenta de lo absurdo que resulta que nos parezca normal que todo siga igual, que nada o muy poco se arregle y que tengamos que volver a tocar los mismos temas desde el principio, como si apenas estuviéramos empezando. Pasa con la seguridad, con el espacio público, y ni se diga con la movilidad: los tacos continúan, los obras no avanzan, los procesos se estancan y los diagnósticos y evaluaciones se eternizan, tanto, que cuando se terminan ya están desactualizados y hay que volver a empezar.
Por eso no es raro que en la más reciente reunión del Comité Local de Gobierno, el miércoles 26 de septiembre, se tuviera la sensación de estar viviendo un déjà vu. Las necesidades de la comunidad de El Poblado siguen siendo las mismas de hace varios años: continúan las denuncias por la inseguridad, por los robos perpetrados por delincuentes en motocicletas, por los excesos de ruido, la inconformidad ante la falta de control; se repite la solicitud de instalar baños públicos en los parques principales para evitar que las aceras y fachadas de casas y locales sigan siendo utilizados como sanitario. Se pide de nuevo el control al uso de inmuebles y a la contaminación visual y auditiva, la adecuación de aceras y corredores peatonales, el mantenimiento permanente a las obras de paisajismo, no con paños de agua tibia. No cesan las inconformidades por los árboles talados y no reemplazados, por el hundimiento de aceras, por los adoquines quebrados, por los numerosos y peligrosos huecos que dejan en los andenes los ladrones de tapas metálicas.
Más que cómico, esto es trágico e inconveniente. Ya es hora de dejar de jugar con el tiempo, con la comunidad y con las palabras.
El cartel de los sapos
Martín González, un joven de clase baja que descubre en el cartel de narcotráfico del Norte del Valle la manera de ascender socialmente y conquistar a Sofía. Estreno en salas de cine este 28 de septiembre.
Resident Evil 5: La venganza
La última y única esperanza de la raza humana, Alice, despierta en una instalación clandestina de la Corporación Umbrella y descubre más cosas de su misterioso pasado.
/ Carlos Arturo Fernández U.
La obra de Norman Mejía (Cartagena 1938 – Barranquilla 2012) es una de las más violentas de la historia del arte colombiano, hasta el punto de que resulta casi imposible enmarcarla en ella. Se trata, de todas maneras, de una violencia de carácter existencial y no solo relacionada con los conflictos sociales del país.
En 1965, con apenas 27 años y una formación autodidacta, recibió el primer premio de pintura en el Salón Nacional con el cuadro “Horrible mujer castigadora”, que desde entonces se convirtió en el paradigma con el cual es identificado su trabajo. Sin embargo, poco antes, a propósito de su primera gran exposición en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, Marta Traba ya había escrito que Norman Mejía llegaba para romper las convenciones del arte en Colombia, representado entonces por valores establecidos y aceptados como Obregón, Botero y Ramírez Villamizar. Esa obra destruía la ilusión de que en las dos décadas anteriores Colombia había encontrado un camino estable de modernidad artística; y, aunque con aquellos valores ya “convencionales” apenas empezábamos a romper con los esquemas académicos, Norman Mejía nos abocaba a la discontinuidad y al caos. Tras la armonía poética que se imponía entre los artistas modernos colombianos, abstractos, semiabstractos o figurativos, él aparecía con un grito visceral, violento y destructivo de cualquier rezago de belleza.
“Corte de televisión”, en la colección del Mamm, es un pequeño óleo sobre lienzo, de 57 por 40 centímetros, de 1964, que se ubica, por tanto, en el momento de la gran fractura operada por Norman Mejía, muy anterior a eventos como las Bienales de Arte de Coltejer que, como resulta claro, tampoco son la fuente única de nuestras vanguardias.
El concepto de “neo-figuración” que se aplicó a este tipo de obras, que aparecen en todo el mundo hacia mediados del siglo, refleja muy bien el desconcierto que suscitaban. Porque aquí no se crea una figura sino que se destruye, hasta hacerla prácticamente irreconocible; y es un acto de destrucción que Norman Mejía repite en una amplia serie de imágenes de mujeres, de las cuales se dijo que parecían descuartizadas.
Pero incluso resulta difícil identificar los elementos de este cuerpo que, más bien, se nos imponen por la presencia física de sus referencias y de las formas y el color. En otras palabras, este amasijo de fragmentos se aleja completamente de la idea de representar al ser humano como medida de todas las cosas y, en cambio, nos ofrece una descarga de energía, inconsciente e irracional que es la del caos y el conflicto existencial.
Por lo demás, la violencia de Norman Mejía contra las tradiciones figurativas estuvo también acompañada por un permanente desacuerdo con galerías, museos, historiadores y críticos de arte, lo que lo llevó a un casi total aislamiento; él mismo afirmaba que había sido excluido de la historia del arte colombiano porque eso era más fácil que enfrentar la realidad que gritaban sus obras. Por eso, el recién fallecido pintor sigue siendo una figura incómoda para los esquemas del arte, y su obra un mundo todavía por descubrir.
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Una charla de cronistas
Dos reconocidos periodistas dieron algunos consejos a jóvenes cronistas
Alberto Salcedo y Alonso Salazar se reunieron en el conversatorio Consejos para jóvenes cronistas. Hablaron sobre el proceso de escritura y el arte de contar historias, haciendo hincapié en el dictamen entregado por Salcedo: “No se tomen enserio lo que dicen los maestros”.
“No sé que a horas el periodismo se convirtió en una carrera de velocidad. Entre el trabajo de campo y la escritura, hay una fase previa que mucha gente se salta por la premura de los medios de comunicación, que es pensar y planear la historia”, dijo. “Uno debe tener un mapa conceptual, una ruta de viaje de lo que se va hacer: qué, porqué y cómo lo va a contar”. También habló de la grabadora: “En lo posible hago las transcripciones de las entrevistas. Al hacerlas me aparece lo mejor de la historia, descubro cosas que pasaron por mis oídos y no fueron tan significantes como en el momento en que las escucho en frío. Por eso defiendo el uso de la grabadora, que mucho satanizan. García Márquez dijo que la grabadora no escucha los latidos del corazón. Yo con algo de sorna irrespetuosa dije que los únicos que debían escuchar los latidos son los cardiólogos. La grabadora basta con que escuche el lavado de la vajilla o unos gatos en el tejado. La grabadora me da una realidad con banda sonora”.
Sobre los métodos de consulta, Alonso Salazar puntualizó: “En varios de mis trabajos la consulta de las fuentes primarias fue muy importante, como el registro de los periódicos. Pensaba si Google era una ventaja o una desventaja, y creo que puede ser una desventaja si se trata de retratar una vida larga. En La parábola de Pablo ir en busca de los periódicos y tener el inventario de los titulares del día a día me dieron la información que necesitaba, y eso es algo que Google no puede hacer”.
Lenguaje en movimiento
Sergio y Carolina son dos realizadores y creativos independientes, movidos por la pasión y la transformación de nuevas estéticas
Sergio Areiza es flaco y alto, tiene tatuajes en sus brazos, como un marinero, y de su cabeza se desprenden largos dreadlocks al estilo rastafari, que han crecido salvajes desde hace siete años. En su cuello siempre luce unos auriculares, donde generalmente suena algo de latin jazz y el viejo blues de Nueva Orleans, que lo acompaña por donde camina.
Carolina Restrepo, en cambio, habitante de El Poblado, es de estatura baja, casi la mitad de Sergio. Lleva un peinado poco convencional, con un corte de pelo que le llega unos centímetros más arriba de su cuello y unas gafas grandes y redondas como claraboyas, que dejan ver tras los cristales unos ojos claros y expresivos.
Se conocieron en la Universidad Pontificia Bolivariana. Él estudiaba diseño gráfico y ella diseño de vestuario. Corría el año 2008 cuando por cuestiones académicas se juntaron en los módulos que ofrecía el pénsum de la U: “Imagen en movimiento” y “Puesta en escena”, donde tuvieron sus primeros acercamientos al lenguaje audiovisual y aprendieron, además, a vestir personajes y decorar escenarios. Allí comenzaron a cimentar lo que se convertiría con el tiempo en su pasión y profesión.
Checho Areiza, como firma en sus producciones, para despertar su creatividad lo primero que hizo fue pasar horas en el cine club Lumiére de la UPB, observando películas de cine independiente y documental, cortometrajes y toda pieza audiovisual que allí se presentaba. En este lugar conoció la magia de directores europeos y latinoamericanos, clásicos y contemporáneos, desde Charles Chaplin hasta Stanley Kubrick.
“Cuando estuve en el cine club conocí mucho más sobre el cine. Salía con una cámara de video 8 y me andaba la ciudad. Capturaba todo lo que veía. Siempre documental, porque lo que me gustaba era retratar la realidad y lo urbano”, recuerda Sergio, hoy con 28 años. “En un mismo casete creo que grababa como diez veces, todo lo que se me atravesaba estaba ahí”.
Carolina, quien tiene 25 años, tenía un gusto especial por la dirección de arte, los escenarios, el maquillaje, el vestuario y, particularmente, por los peinados, arte en el que se especializó durante cinco meses en Argentina en Espacio Buenos Aires —EBA—, un centro integral de capacitación en moda, diseño y artes.
Allí aprendió a transformar a un personaje común y corriente en un ser especial por medio de bucles, cortes de flequillo, recogidos y batidos, afros, frizee y trenzas, representando distintas épocas y tendencias. Con su creatividad y habilidad para el manejo del cabello, fácilmente aprendió a convertir a una simple quinceañera en una princesa de la guerra de las galaxias.
“Saber caracterizar a los personajes, entenderlos desde su propia esencia para poder sacar un resultado estético impactante, hacer un balance entre el documental y las artes plásticas, generando buena coherencia de los personajes dentro de un espacio. Y para esto es el peinado, el vestuario, el maquillaje, la escenografía, la recreación de un ambiente o época, todo lo que hacemos. Poder trasgredir el arte a través de la imagen”, señala Carolina.
De esta manera fue como estos dos jóvenes creativos formaron El Aquelarre, una productora creativa independiente donde han desarrollado propuestas audiovisuales como cortometrajes, piezas publicitarias y videoclips musicales de artistas locales. “La academia siempre nos dio la excusa para trabajar”, expresa Sergio.
Una de las primeras aproximaciones al mundo audiovisual fue un clip experimental llamado Bing, una adaptación del relato del dramaturgo irlandés Samuel Beckett, que recibió el reconocimiento del Festival de la Imagen de Manizales, en 2008. Luego de esto emprendieron varios proyectos como el corto Inquisición, donde reunieron más de 30 actores y usaron cerca de 10 locaciones. “Estos proyectos fueron el mejor laboratorio, porque todo se hizo con pocos equipos y bajos recursos. Lo más difícil de la producción independiente es que nunca hay plata para nada y que no hay espacios de proyección en la ciudad para mostrar las propuestas de los realizadores”, expresan los creativos.
Por ahora, Carolina espera el fin de año para hacer un diplomado en la Academia de Cine de Nueva York. Sergio, por su parte, continuará con sus labores en el Sena, donde emplea sus conocimientos audiovisuales dentro de los programas virtuales de la institución educativa. Desde ya desarrollan la preproducción de dos nuevos proyectos, buscando espacios de proyección de los jóvenes creativos y educación por medio del arte audiovisual.
Cómo llegamos al Teatro Leve
El libro de cuentos e ilustraciones “Las musas del Teatro Leve” está disponible para usuarios de iPad en el App Store: BCN Musas del Teatro Leve
Todos los caminos llevan al Teatro Leve. Por supuesto están las coincidencias y los encuentros. El primero, con Humberto Pérez, sucedió una tarde de verano en tierra fría cuando me mostró en su estudio del Oriente antioqueño los cuadros que pintaba sobre madera con técnica del Renacimiento. Parecían ejecutados en el instante justo de la acción. Los personajes solo esperaban que una voz diera la entrada a una escena donde las historias abundan y quienes participan las narran con diferencias de una versión a otra. Es lo natural, así es el arte. Allí surgió el Teatro Leve como un arte de encuentros entre imágenes que ya existen e historias que se construyen entre los colores, las texturas, las formas, los cielos, las nubes, los personajes de esas imágenes.
Este primer encuentro fue publicado por Julio Posada en Vivir en El Poblado y más tarde en coedición con la Universidad de Antioquia. Eafit publicó un libro bajo el título “Prácticas, bocetos y maquetas para un Teatro Leve”. Luego circularon otros textos, entre ellos: “Desde la tramoya del Teatro Leve” en el número 4 de la Revista Co-herencia de Eafit.
El segundo encuentro sucedió por otra coincidencia. Serge Herbiet, diseñador y editor, se cruzó en el camino con Sergio Mora, ilustrador y artista. La obra de Sergio recordó a Serge el Teatro Leve que compartimos con Humberto en Medellín. Me habló desde Barcelona, me mandó algunas ilustraciones de Sergio y me sugirió una segunda temporada de Teatro Leve. Tenía razón. Las obras de Sergio Mora están habitadas por historias cambiantes según quien se encuentre en frente. Sus personajes, aunque parecen iguales como en el teatro real, cambian cada vez que un espectador está frente a ellos.
Era un reto. Acepté el reto y Serge me puso en contacto con Sergio. Intercambiamos correos. Recibí algunas obras más, pedí explicaciones sobre detalles o expresiones que parecían retratos. Pedí también algún tiempo que se convirtió en meses mientras recorría las páginas y blogs de Sergio Mora en internet para conocer su obra.
La sorpresa sucedió cuando los personajes dejaron el trazo, la forma, el color, se convirtieron en historias y como sucede con frecuencia, los personajes fueron dueños de su devenir y me convertí en artífice de sus narraciones. Ahora me encuentro con Serge Herbiet y Sergio Mora entre la utilería de una escena que se inventa cada vez que alguna de sus ilustraciones aparece y sugiere otra historia. Es una ventaja encontrarme en la tramoya de estas obras y tener la posibilidad de pasar entre luces, personajes e historias que abundan en ellas. Este es el recorrido que sugiere “Las musas del Teatro Leve” el libro que fue presentado en la Galería Contrast de Barcelona el jueves 13 de septiembre, resultado del encuentro entre Serge, Sergio, el Teatro Leve y la invitación que me hicieron para subir a esta escena y quedarme.
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/ Etcétera. Adriana Mejía
Terminó la VI Fiesta del Libro y la Cultura y, con ella, el papel protagónico de la lectura. Durante diez días, cada año, todo lo que tiene relación con el mundo editorial regresa del agujero negro del sueño profundo, se despereza, y, cuando logra espabilarse, ¡a las cajas otra vez! (Lo mismo que sucede con los pastores, después del 6 de enero).
Y, de nuevo, la somnolencia. En especial, la que ataca a los lectores. Porque editores, distribuidores, libreros, si bien también atraviesan sus fases de bostezos, ahí siguen, al pie del negocio. Solo algunos están comprometidos con la difusión de las palabras, antes que con la facturación del producido de las mismas. Son los que saben que editar, distribuir y vender libros es distinto a fabricar, distribuir y vender llantas o pandeyucas.
Ha habido esfuerzos en este sentido. De instituciones educativas, fundaciones, alguna que otra empresa privada, del sector público. La alcaldía de Medellín, por ejemplo, con la Red de Bibliotecas y el Plan de Lectura 2009-2014, viene liderando campañas de sensibilización, dentro de las cuales se enmarca la feria que acaba de cerrar puertas.
No obstante los avances, sobre todo en los barrios populares, el recorrido es kilométrico. Según datos recientes de la Cámara Colombiana del Libro, el promedio de libros leídos en Colombia, por habitante, es de apenas 2.2 al año, lo que nos lleva a ocupar el deshonroso último puesto del continente, si nos atenemos a estas cifras suministradas por el Cerlalc: en Brasil, el promedio es de 4.0; en Argentina de 4.6; en Chile de 5.4. (En España, 10.3). Lejísimos estamos del partidor definido por la Unesco para ingresar al pelotón de los países educados: 25 libros anuales por cabeza. ¡Nos faltan 22.8!
Y, lo más triste, es que a pesar de que muchos colombianos no pueden comprar libros por motivos económicos, no es ese el principal motivo para no leer. (Igual están las bibliotecas). El principal motivo es, atérrense, falta de ganas.
Mientras padres y profesores no se pellizquen, alcanzar el placer de la lectura será una utopía para montones de personas que, desde niñas, observan los libros como si fueran ovnis. No. Los libros no constituyen amenazas de ninguna índole. Tampoco existen para barnizar de intelectualidad a nadie ni para que nadie se vea en la obligación de disculparse porque no le gusta tal autor o no quiere leer tal título.
Un acto de total libertad como es el de elegir un libro –no me refiero a las lecturas que por estudio, investigación, etcétera, son obligadas–, apropiárselo, comenzar a leerlo de la manera y en el lugar que a uno le plazca, subrayarlo, releerlo por pedazos o entero si nos fascinó, abandonarlo si después de un buen número de páginas no nos agarró, no puede estar encorsetado por aburridores informes de lectura o por ir más allá de adonde el texto nos lleve. O por justificar una opinión que siempre va a ser subjetiva.
Con la lectura, el sabor es lo primero; el saber llega por añadidura, teniendo en cuenta que los libros son para gozarlos, nunca para sufrirlos. Así que a leer sin timideces, la vida es corta y el universo que reposa en los anaqueles es vasto. ¡Y a gozar!
ETCÉTERA. Por siempre, mi admiración, mi aprecio y mi gratitud para Alberto Aguirre.
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Oviedo enamorado
De un romántico concierto gozaron los visitantes del Centro Comercial Oviedo, con motivo del Día del amor y la amistad. Parejas y amigos de todas las edades presenciaron la actuación de Los Ángeles, grupo de boleros y baladas.
Andrés Felipe Trespalacios, Natalia Díaz
Anita Ferrer, Amalia Isaza
Beatriz López, Lucía Toro
Carlos Vélez, Martha Isabel Vásquez
Clara Inés López, Elsy López
Clara Quiceno, Marta Ochoa, Ana Cecilia Aguirre
Diana Molina, Julián Betancur
Diana Soto, Mónica Posada, Guillermo Aranzazo, William Tabares
Gabriel Vieco, Margarita Fernández
Helena Roldán, Myriam Hernández
Ilda Posada, Dolly Vélez
León Jaime Velásquez, Arnulfo Cadavid, Ana Cecilia Aristizábal
Los Ángeles
Los Ángeles
Los Ángeles
María Emilia Mejía
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Nora Molina
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María Teresa Isaza, Gilma Díez de Escobar
Martha Gutierrez, Ana María Gómez
Amparo Ruíz
Una clausura para recordar
La Orquesta Filarmónica de Medellín cerró el Festival Internacional de Música con dos invitados venezolanos muy especiales: el violinista Alexis Cárdenas -considerado como uno de los diez mejores del mundo- y la dirección musical del maestro Rodolfo Saglimbeni. El programa de este concierto final, de un evento de ciudad del que disfrutaron cerca de trece mil personas, estuvo integrado por la Sinfonía No.5 de D. Shostakovich, Fuga con Pajarillo de A. Romero, Tzigane de M. Ravel y Poema para Violín, de E. Chausson.
Arelis Guerrero, Juan Carlos Botero
Felipe Escobar, Carolina Salazar
Héctor Manuel Quiroz, Ángela María Sánchez
Juan Fernando Giraldo, Néstor Mesa
Juan Guillermo Buitrago, Ángela Aristizábal
Juan José Mesa, Juana María Zapata, Antonio Ramírez
Katherine Dennis, Nora González
Manuela Sanoja, Ofelia del Rosal
Marco Aurelio Paz, Antonia Mejía
María Elena Mejía, Marianelly Paz
Marina Robledo de Vélez, Ramiro Vélez
Migdalia Valenzuela
Nora López, Norellena González, Silvia Rolz, John Francis
Palma Piedrahita, Aneli Seifert
Ruth Estela Álvarez, Alfonso Arias
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Migdalia Arcila
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Trinidad Montero, Johnatan Medina
Valentina Aristizábal, Sebastián Muñoz
Radiónica en el Pablo Tobón
Panorama, Alcolirykoz, De Bruces a Mí y Systema Solar fueron las reconocidas bandas nacionales que hicieron parte del concierto del séptimo aniversario de Radiónica, popular emisora pública para jóvenes. El lugar elegido fue el Pablo Tobón, donde los asistentes disfrutaron de una tarde-noche de música con sello criollo.
Lucas García, Catalina Restrepo
Lucas Riasgos, Paulina Gil, James Gil
Manuela Idárraga, Melissa Castaño, Camilo Betancur
Manuela Sierra, Pamela Becerra
María Camila Gómez, Juliana Rúa
Yasmin Ayala, Diego Sabogal
Yenny Giraldo, Juan Diego Alzate
Daniela Jaramillo, Carmela Cuellar
Deisy Restrepo, Ana Estrada
Elizabeth Orozco, María Camila Villa, Geraldine Espinoza, Alejandro Rodríguez
Geraldine Gutiérrez, Juan Camilo Serna
Juliana Arroyave, Edgar Arango
Panorama
Alcolirycoz
La reina del piano de juguete
En el homenaje al multifacético compositor avant-garde John Cage, su alumna más aventajada, Margaret Leng Tan, se presentó en el Mamm. La denominada por el New York Times como “La reina del piano de juguete”, hizo una puesta en escena con nuevas formas de comunicación: incluyó plástica, teatro y coreografía, e introdujo a su instrumento borradores, puntas de madera, corchos, piedras y tornillos, para destruir las normas musicales establecidas.
Ana Bravo, María Cecilia Bravo
Ángela de Steinhäuser, Hans Steinhäuser
Galina Likosova, Jorge Mejía
Gloria Eugenia Echeverri, Carlos Bernardo Restrepo
Johanna Bojanini, Juan David Díez
Lucía González, Lina Castaño
Lucrecia Piedrahita
Luis Arredondo, Lucella Gómez
Margaret Leng Tan
María Camila Moreno, Mercedes Piedrahita
Néstor Enanales, Celeny Mejía
Rocío Fernández, Elsi Correa
Rosa María Botero, Jorge de La Hoz
Udo Scheuten, Rosario Millán
Juan Esteban Arjona, Daniel Zuluaga
Yoga por la paz
En la plazoleta del Mamm se reunieron cerca de 50 personas para realizar la rutina de los 108 saludos al sol (secuencia de posturas básicas de yoga), como una forma de celebrar y promover el Día Internacional de la Paz, de Naciones Unidas. Esta actividad fue organizada por las academias 108 Yoga y Asana Yoga Estudio.
Andrea Fernández
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Santiago Martínez
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Carlina Pulgarín
Elizabeth Tacaño
Elizabeth Tacaño
Jimmy Larrauri
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Luisa Fernanda Montoya
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Sandra Murillo, Lina Toro
Night Rosé en La Bolsa Bar
En La Bolsa Bar, en Río Sur, se vivió una gran rumba por el Día del amor y la amistad. El color rosado fue el protagonista, tanto en las vestimentas femeninas como en el vino de la noche, el Michel Torino Rosé.
Ana Cristina Jaramillo, Ángela Mahecha
Camila Mosquera, Santiago Mosquera
Claudia Ramírez, Santiago Otero
Diana Perez, Mónica Escocia, Cristina Pineda
Diego Bohorquez
Juan Carlos Robledo, María Camila Moreno, Sebastián Perdomo
Juan Díaz, Fernando Vargas
Luisa Duque
Manuela Marín
Marcela Berrío, Carolina Carvajal
Natalia Rodríguez, Lorena Páez
Óscar Calle, Daniel Zapata
Paola Montaño
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Valeria Vallejo
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Santiago Echeverri, Laura Hincapié
En los 80 apareció una interesante colección de cultura culinaria (gastronomía) titulada Los 5 Sentidos, la cual, con el pasar de los años, se convirtió en una deliciosa y sesuda biblioteca de cocina que hoy sobrepasa los 30 títulos. Entre esta treintena se destaca un librito escrito por Jean – François Revel cuyo título es: Un festín en palabras, en el cual Monsieur Revel sostiene: “… no hay cocinas nacionales, hay cocinas regionales. En asuntos de cocina, la célula gastronómica es la región y de ninguna manera la nación”. No sé cuántas veces en mi condición de pregonero del conocimiento culinario, he citado a monsieur Revel, pues considero de suma importancia que quienes trabajamos en el mundo de la identidad cultural, logremos entender tan elemental axioma. Dicho lo anterior, abro el libro Europa a la carta (Alemania página 233) y este inicia: “El abanico de especialidades culinarias de los países que conforman la federación alemana abarca desde el pan de especias de Aquisgrán hasta el pastel de carne de Berlín, desde los espadines de Kiel hasta la salchicha blanca de Múnich. La cocina de los 16 estados federados es tan variada como las diferentes regiones que la componen; por lo tanto, no existe lo que podríamos denominar un plato típico alemán”. Como tantas otras cocinas europeas, la cocina Alemana es tan amplia, tan rica, tan variada y tan especial que se hace difícil comentar con orden. ¿Será que observamos superficialmente su panadería? ¿Superficialmente?… los que saben aseguran la existencia de 400 panes diferentes. ¿Será que comentamos sobre su animal preferido… Don Marrano? Comencemos por sus embutidos y digamos para facilitar que existen cuatro grandes grupos: Rohwürste, embutidos crudos (aproximadamente 550 clases); Brühwürste, embutido escaldado (aprox. 750 clases); Kochwürste, embutido hervido (aprox. 350 clases); Schinken, jamones, mencionamos únicamente dos: selva negra de Wesfalia o de Holstein. Tal vez un capítulo más breve puede ser el de los pescados, en el que tienen mención obligada: la anguila ahumada, la caballa, el espadín, el arenque, la solla, y el rodaballo, para no seguir la lista de otros tantos pescados (trucha y carpa) ya no del mar del norte, sino característicos de los cientos de lagos y lagunas germánicas; larga crónica merecen las más de 90 especies de papas que hoy se preparan de infinitas maneras en las cocinas alemanas; no menos importantes son sus ocho variedades de coles y repollos; seguramente parece mentira afirmar que existen 100 clases diferentes de manzanas y, por último, para dejar los sólidos y mencionar los líquidos, premeditadamente omitiremos sus vinos, que exigirían un tratado completo, para sólo decir que el pueblo alemán disfruta y comercializa 15 clases de cervezas diferentes, todas de reconocimiento mundial. No he mencionado ni un solo plato, ni una sola receta, únicamente me he referido a algunos productos genéricos cuya variedad y cantidad dejan entrever el gigantesco espectro de sabores de las cocinas alemanas.
El día que los gringos llegaron a la luna yo llegué a Alemania. No tengo la más remota idea qué desayunaron los astronautas; sin embargo, recuerdo como si fuese hoy mi opíparo desayuno en el comedor estudiantil de la Universidad de Karlsruhe:
Strammer Max: pan negro con mantequilla, encima lonja de jamón dulce y se corona con huevo frito.
Reibekuchen: pastel de papa rallada con cebolla y nuez moscada Flensburger Pilsener: cerveza suave de color dorado pálido.
Nota: Hace más de 50 años probé por primera vez la cocina alemana, pues a principios de los años 60 se establecieron en Medellín (Altos de Robledo) dos restaurantes alemanes que causaron furor y novelería durante más de 20 años… sólo estuve una vez en uno de ellos (Gambrinus) y jamás olvidaré sus costillas horneadas. Bienvenidos a Medellín todos los proyectos comerciales de cocina alemana.
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Wolfgang Richter
Desde su infancia en una pequeña granja en Bad Godesberg (Alemania), donde vivía con su madre y hermanos, aprendió -en un principio por necesidad, pues eran duros tiempos de posguerra-, a tomar todo tipo de frutos de la naturaleza para transformarlos en sabrosos productos gastronómicos.
Hace varias décadas, desde su llegada a Colombia, e influenciado por las recetas de su madre Lindgard, Wolfgang prepara y vende por temporadas miel de abejas y, a quien se lo solicita por encargo, distintas mermeladas artesanales de maracuyá, fresa, mora, naranja dulce y agria, guayaba, pera, manzana, entre otras.
Jefe de servicios generales del Colegio Alemán durante muchos años, Wolfgang nos proporciona su receta de mermelada de mora, la preferida de su familia y amigos. (Informes y pedidos en el 334 3277).
Mermelada de mora (para 4 frascos)
Ingredientes
• 1 kilo de moras.
• 350 gramos de azúcar.
• 25 gramos de pectina.
• Agua.
Preparación
Lavar y limpiar las moras (retirar los tallos y las hojas grandes, dejar las pequeñas para dar sabor). Licuarlas por tandas (que estarán determinadas por la capacidad de la licuadora que se tenga en casa), con media taza de agua. Colarlas y separar el jugo.
De manera simultánea, en un plato, revolver la pectina con el azúcar.
Comprobar que el jugo obtenido en total alcance un volumen de unos 900 mililitros. Verter en una olla el jugo con la mezcla del azúcar y la pectina, y calentar con el fogón en alto hasta que hierva, revolviendo de manera permanente. Una vez hierva, contabilizar tres minutos, en los que se continuará revolviendo el jugo a alta temperatura.
Retirar la olla, y con una cuchara remover la espuma formada en el jugo. Tomar un poco de la mezcla y verterla en un plato pequeño, si esta al enfriarse cuaja, está al punto. De lo contrario, se le deberá agregar un poquito más de pectina (12 gramos aproximadamente).
Repartir la mezcla en cuatro frascos de vidrio y cerrarlos. Voltearlos para sellarlos.
Galería Móvil
Un espacio itinerante y flexible que se abre como plataforma para conocer más caras del arte de la ciudad
Hace un par de años, se viene viendo la tendencia mundial de las experiencias pop up. Son restaurantes, almacenes y toda suerte de espacios comerciales que se presentan en diferentes lugares por tiempo limitado. Una vivencia efímera que cautiva al público que no quiere perderse lo que en poco tiempo dejará de existir.
Yennifer Cano, José Moreno, Sara Herrera
La Galería Móvil, creada por Viviana Palacio y Camila Botero, dos amigas artistas plásticas, nació en 2008 con el ánimo de buscar una alternativa para mostrar el trabajo de artistas jóvenes emergentes. “Pensamos que hay una oferta buena en propuesta plástica en la ciudad pero no tanto en lugares expositivos”, dice Viviana. Así imaginaron un espacio por fuera de lo institucional “con elementos de la galería tradicional y autogestionado”. Pero más que unirse a una tendencia de tipo pop up, de la cual ellas fueron pioneras en la ciudad, el cambio de sitio y la temporalidad hacían, y hacen parte, de la idea de mantener este proyecto flexible. Cada edición de la Galería Móvil se adapta al espacio, a la ubicación y a la autogestión de cada artista exponente. Inicialmente pensaban ocupar apartamentos y propiedades en los interines entre una venta o un alquiler, pero encontraron que a veces “son los espacios los que nos buscan a nosotras”, explica Viviana. Así es como la Galería Móvil ha pasado por apartamentos pequeños y grandes de El Poblado, con propuestas estructuradas por los artistas y curaduría de Camila y Viviana, pero también ha estado junto al restaurante Bonuar, haciendo uso hasta del mobiliario del restaurante, y ha sido, en ciertas ediciones, una oportunidad de mercado de arte donde quien tenga obra puede mostrarla. La versatilidad permite no solo que el espacio cambie sino que el público, y las preguntas que le genere la obra, también lo hagan. Cuenta Viviana que esta galería se ha vivido como un modelo de cooperatividad, donde diferentes personas se van uniendo según lo que pueden contribuir y hasta el mismo modelo de convocatoria se va dando por el voz a voz y las recomendaciones.
El próximo jueves 27 de septiembre se dará apertura a la quinta edición de este proyecto con la exposición colectiva titulada Natura Inversa. En ella, tres jóvenes artistas se unieron y consolidaron el proyecto de exposición, y luego buscaron el apoyo de Galería Móvil. Sara Herrera, José Moreno y Yennifer Cano trabajan técnicas tradicionales pero con ciertas inversiones en el uso de los materiales, del formato o en el contenido de la obra. Natura Inversa estará abierta durante tres semanas en la Carrera 34 No. 8ª 15 (Barrio Provenza). Informes en el 312 6683.
En riesgo el patrimonio histórico
El archivo histórico de la Casa de la Convención se está destruyendo
Es lunes, único día de la semana en el que la Casa de la Convención de Rionegro no abre sus puertas. Sin embargo, Carmen Cecilia Garzón, la encargada de este histórico espacio, aparece puntual para recibir a Vivir en El Poblado.
No es una casa cualquiera. En ella, el 4 de febrero de 1863, se reunió la junta de la Convención Nacional que expidió la nueva Constitución Política e instituyó la Confederación de los Estados Unidos de Colombia. Pero más que una copia enmarcada de esa constitución (la original está en el Senado), o una estructura de la época, la casa guarda un archivo histórico invaluable, con documentos que datan del año 1647 y van hasta 1950.
En un cuarto oscuro, pequeño y bastante expuesto a agentes destructores, se pueden apreciar los 1.533 volúmenes del archivo, dividido por fondos (Gobierno, Concejo, Notarial y Judicial). Carmen Cecilia abre con cuidado varios de ellos revelando hojas curtidas de bordes irregulares. En ellas se ve la caligrafía de siglos anteriores, los sellos originales de autenticación, y nombres y apellidos de genealogías de Antioquia. Se detiene en el volumen ocho, aquel que contiene los documentos de la fundación de Rionegro. En las primeras páginas alguien cortó uno de los sellos. Los trazos de la cuchilla atraviesan los siguientes tres folios.
Los depredadores: entorno, falta de recursos y vándalos
“El peor depredador del archivo, más que los hongos o la humedad, es el ser humano”, asegura Luis Fernando Giraldo, director de operaciones culturales de Rionegro. “Se lo roban y lo venden en el mercado negro, y Carmen solita ha sido la guardiana de esto”.
Son 28 años los que lleva Carmen trabajando allí. Cuando empezó, el archivo se encontraba en paquetes, ubicados en otro extremo de la casa, en donde recibían la luz y el calor del poniente todos los días. Ella decidió cambiarlo de lugar y guardarlo en cajas especiales que lo protegieran. Hace 15 años, la Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales (Faes), con recursos propios, hizo un índice general de los 1.533 volúmenes, pero por falta de dinero no se indexó el contenido específico de cada volumen, ni el de aquellos documentos sueltos en cajas y paquetes.
Según Álvaro Alfonso Vidal, historiador y conocedor del archivo, el índice del Faes es más un inventario, que se hizo antes de la regulación y normativa que se estableció con la ley de archivos 594 de 2000. Esta, entre otras cosas, indica las herramientas para indexar y promueve la digitalización para evitar al máximo la manipulación. En esas manipulaciones no solo se hacen daños involuntarios, sino que algunas personas, por evitar quedarse consultando allí mismo, arrancan las hojas que necesitan.
En lo que va del año, más de 4.600 personas han visitado el archivo de la Casa de la Convención de Rionegro. No hay un sistema de cámaras de vigilancia, ni una persona que le ayude a Carmen a cuidar lo que sucede cuando ella entrega uno de los valiosos e históricos volúmenes. Y aunque las personas que quieren consultar el archivo deben llevar cartas de presentación y registrar qué tomos consultan, los daños persisten. A esto se suma la humedad, el deterioro natural del papel, los hongos y el polvo. Frenar el daño y mejorar las condiciones de almacenamiento son los primeros auxilios que requiere el archivo.
Es un proceso muy costoso, más si se considera que la Casa Museo de la Convención de Rionegro no está articulada a la Dirección de Cultura de ese municipio, ni a ninguna Secretaría y, por ende, no tiene presupuesto para sus operaciones. Así lo explica el director Giraldo. Cada necesidad que ha tenido Carmen en el manejo de la casa se ha resuelto por medio de peticiones a la Secretaría de Hacienda. “Hace diez años estoy pidiendo un computador”, dice con desconsuelo, mientras hace anotaciones con lapicero. Luis Fernando Giraldo explica que de los 3.200 millones que tiene de presupuesto la Dirección de Cultura para este cuatrienio, la mayor parte se va en apoyo a eventos y talento artístico, y a las escuelas musicales, con solo “una delgada línea para la conservación del patrimonio, la cual buscará en esta administración una financiación del Ministerio de Cultura y de la Gobernación de Antioquia por 1.200 millones para el archivo (mínimo se requieren 2.000) y 2.000 para la Casa Museo”.
Ese camino podría decirse que lo inició Carmen Cecilia cuando decidió hacer, como trabajo final para su posgrado en Museología, un proyecto para mejorar las condiciones del archivo. Hace un año y medio lo presentó a la Gobernación de Antioquia para participar por los recursos provenientes del incremento al IVA de la telefonía móvil. Obtuvo 120 millones de pesos. El proyecto, que debe empezar la próxima semana, consiste en clasificar y organizar el archivo, adecuar la sala y digitalizar el archivo para evitar más contacto humano. 80 millones de pesos están destinados solo para la digitalización de 500 volúmenes. Los demás tendrán que esperar pero, como dice la guardiana de este pedazo de historia de Colombia, “lo importante es empezar”.
En el archivo
El historiador Álvaro Alfonso Vidal, quien consulta este archivo desde 1995, lo considera el tercero en importancia en Antioquia, pues contiene documentos de municipios circundantes que dependieron administrativamente de Rionegro. Asegura que no puede saberse con exactitud qué hay en el archivo por falta de un índice completo, sin embargo existen documentos notables como los planos de la Casa de la Maestranza (lugar en Rionegro que se construyó para instruir militarmente a jóvenes durante el periodo de Independencia), correspondencia de Francisco José “El Sabio” Caldas, de Tomás Cipriano de Mosquera, de José María Córdova y de Juan del Corral. Otros temas muy consultados en el archivo son la libertad de esclavos, la vida de Javiera Londoño, la construcción de la Iglesia de San Francisco en Rionegro en 1740, minas, caminos y genealogías.
Un mentor en Medellín
El polo apuesto a la situación de Rionegro, lo constituye el Archivo Histórico de Medellín, que tiene experiencia para aprovechar. El restaurador del archivo, Felipe Vargas, explica las condiciones óptimas: las estanterías están confinadas, su metal y pintura son antifuego, no tocan el suelo para evitar daños en una inundación, tienen luces en cada pasillo que se activa por sensores para minimizar la radiación UV. Recibe dos horas diarias de limpieza en seco, se fumiga cíclicamente y se registra la humedad diaria para que se mantenga estable. Además de estos procesos de conservación, el archivo ha digitalizado tres metros de los 2.000 metros lineales totales. La directora del archivo, Claudia Vásquez, cuenta lo costoso que resulta la digitalización. “Nosotros tenemos 95 mil imágenes de documentos con acercamiento progresivo y cada una costó alrededor de 1.300 pesos”. Dice que ha habido experiencias malogradas de digitalización y por eso ofrece el acompañamiento y asesoría al archivo de Rionegro para que su primer proyecto sea eficiente. Además asegura que hay que aprender a hacer búsquedas de dinero. El de Medellín contó el año pasado con un presupuesto de 400 millones y este año cuenta con 230 millones, según la formulación del Plan de Desarrollo de Medellín, pero existen otros medios como el proyecto que presentó a la Universidad de Harvard en 2010, que le otorgó 13 mil dólares. “Hay que seguir tocando puertas”, dice la directora.
Se nos acabó el café
/ Juan Carlos Vélez Uribe
Después de ser Colombia el segundo productor de café del mundo durante muchos años, hoy hemos caído al sexto puesto, siendo desplazados por países como Indonesia, Vietnam, Etiopía y, próximamente, con seguridad, Perú.
Pasamos de producir 18 millones de sacos al año a principios de la década de los 90 a apenas siete millones este año. Una caída de la producción sin precedentes del que fue nuestro producto de exportación bandera, y del que vivió el país durante muchos años. En los años 80 el café generaba el 60 % del total de las divisas colombianas y hoy solamente nos produce el 5 % total de las exportaciones; ni siquiera deberíamos ya considerar al café como una de las exportaciones tradicionales del país.
Qué tristeza, ya ni siquiera el café que consumimos en nuestras casas es colombiano. En reciente debate en el Congreso demostré cómo el café que consumimos en Colombia, en su mayoría, es peruano y el resto es de origen ecuatoriano. No es sino revisar en ciertos empaques del café tostado y molido que compramos en el supermercado que estos dicen simplemente que su contenido es café, pero no que es café colombiano; por ende, es importado. Según cifras que tenemos en nuestro poder, el año anterior importamos a nuestro país cerca de 70 millones de dólares. Increíble que siendo nosotros los colombianos reconocidos productores de café estemos haciendo esas importaciones, pues el negocio ya no es ponernos a tomar la pasilla del café sino café importado para poder exportar todo el que producimos, en razón a que este cuenta con una prima especial por la calidad que se le reconoce en el mercado internacional.
Otra triste historia de nuestro producto bandera de exportación es que quienes lo cultivan, nuestros cafeteros, se nos están envejeciendo. Ya los jóvenes no quieren trabajar el campo y por ello la edad promedio del cafetero en Colombia es de 58 años. Además es lamentable que el promedio de la finca cafetera sea de apenas 0.76 hectáreas (un poco más de una cuadra), lo que le representa un promedio de ingreso mensual a la familia cafetera de solo 300.000 pesos al mes.
Esta situación del café nos conduce a concluir que definitivamente el Gobierno debe tomar algunas decisiones con urgencia. El sector cafetero del país exige soluciones inmediatas. No en vano hace poco tuve la oportunidad de presenciar una impresionante manifestación de cafeteros del país en Manizales, donde se reunieron más de 15.000 personas llegadas de todos los rincones de la geografía nacional. Me sorprendió la presencia de cafeteros de regiones tan apartadas como Nariño y Cesar.
A pesar de solicitarle al Gobierno Nacional medidas de fondo, como mantener un precio mínimo de la carga del café de siquiera $ 750.000, que es el costo de producción (hoy está el precio por el orden de los $ 620.000); renegociar las deudas de los cafeteros; subsidiar los insumos e implementar el seguro de cosecha, aún no toma decisión alguna. Su prioridad hoy parece ser la de sacar adelante un proceso de paz con la guerrilla y no concentrarse en atacar las causas objetivas de la violencia, entre las cuales se encuentran el empobrecimiento de nuestros campesinos y la quiebra de actividades económicas de tanta importancia para el desarrollo de nuestra comarca como la del café.
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Vecinos piden intervención
Vigías del Patrimonio Cultural de El Poblado, piden a la Procuraduría intervenir ante su inminente demolición
La carrera 43 B, antes Vía del Carretero y hoy conocida como Calle de la Buena Mesa, en Manila, perderá dentro de poco uno de sus referentes más significativos: el Claustro de Villa Carlota, en el cruce con la calle 16. Allí construirá su sede la Cámara Colombiana de Infraestructura(CCI), entidad que ocupa este inmueble desde enero de 2011.
Inconformes con esta determinación, los Vigías del Patrimonio Cultural de El Poblado enviaron el 4 de septiembre una carta a la Procuraduría Provincial del Valle de Aburrá, en la que solicitan una “intervención preventiva y urgente” para evitar la pérdida de la casa. “Es un patrimonio cultural e histórico, la casa mayoral de todo el sector que hoy comprende el vivero municipal y las unidades residenciales que poseen el mismo nombre en su honor”, argumentan.
Manifiestan en la carta Inés Cecilia Echeverri y Péter Flandorffer, integrantes del grupo de Vigías, que “(…) el edificio de oficinas planeado, por su carácter ultramoderno, no corresponde al diseño tradicional que debe tener el corredor cultural e histórico adoptado en el mencionado Acuerdo”. Se refieren al acuerdo municipal No. 23 de 2009, por el cual se adopta el Plan Especial de Protección del Patrimonio Cultural Inmueble del Municipio de Medellín. “En el artículo 55, en el cuadro 6 –Corredores de articulación- se incluye en el listado la carrera 43 B en el barrio Manila, con intervención recomendada de Recuperación. Y en el artículo 82, Proyectos Estratégicos, aparece, incluida en el Plan Especial de protección Patrimonial, la Recualificación de la Antigua Vía del Carretero Sur…”.
La CCI se pronuncia
“Nos sorprende porque con mucha anticipación consultamos con Planeación si el inmueble tenía alguna afectación, y no la tiene, ni de carácter histórico ni arquitectónico. Esta casa ha sufrido muchas intervenciones”. Esto asegura José Fernando Villegas, director de la CCI, quien informa que las obras empezarán en el primer semestre de 2013 y se prolongarán durante 18 meses. “Construiremos una plataforma de cuatro niveles y una torre de oficinas de 19 pisos, con cinco sótanos para no ver carros en la vía. El proyecto es muy generoso en espacio público. No queremos atropellar sino ser muy respetuosos de todo el acervo cultural”, reitera.
Entre tanto, los Vigías del Patrimonio Cultural de El Poblado también presentaron la queja a la Personería Municipal, y están a la espera de las respuestas, tanto de esta como de la Procuraduría.
/ Jorge Vega Bravo
Droga es una palabra de origen incierto derivada del vocablo celta droug,que significa malo, algo en lo que no podemos confiar. Droga se usó para sustancias curativas químicas o vegetales y desplazó a la palabra remedio, emparentada con ‘med’: que significa mediar, curar y de don to generó viudas, huérfanos, desplazados y seres sin esperanza, en una espiral que parece sin retorno. Y además de enquistarse en el tejido social, nos convirtió en un país consumidor de drogas ilícitas y de sustancias ‘lícitas’ en busca de un calmante para el dolor del alma.
Si contextualizamos estos fenómenos, vemos que están ubicados en una época en la que la humanidad empezó a replantear una serie de valores que hasta la segunda posguerra mundial parecían inamovibles. El Concilio Vaticano II en 1962, la Revolución de la Primavera (Francia, Mayo del 68), el movimiento hippie y el nacimiento de la música rock marcaron -desde distintos ángulos- un intento de superación de la visión materialista y consumista del mundo. El ser humano quiso retornar por diversos caminos a su mundo interior. El descubrimiento del LSD (1938) y el inicio de experiencias con psicofármacos fueron intentos de amplificar la conciencia, por un camino artificial.
El uso de plantas alucinógenas formó parte de la experiencia humana desde hace miles de años en rituales religiosos y curativos. Ahora, por fuera del contexto cultural y mágico-religioso, el ser humano escapa de la realidad: consume sustancias y repite comportamientos que conducen a dos tipos de adicciones: tóxicas y no tóxicas (ludopatía, adicción al trabajo, al sexo, al internet). Ron Dunselman dice que las adicciones en la época actual son un acontecimiento en el que el hombre moderno se busca a sí mismo y a su patria espiritual. Y en apariencia esto lo proporcionan ciertas drogas o comportamientos compulsivos; pero la personalidad humana se ve condenada a que ellos ocupen el lugar del Yo; las experiencias anímicas y espirituales se sumergen en una esfera de esclavitud.
Los principales factores de protección y riesgo de las adicciones están en la familia y en la escuela. Los principales factores que desestructuran el proceso de maduración del cuerpo para albergar la individualidad son: violencia o maltrato físico; violencia sexual; abandono físico o afectivo y exceso de afecto -falta de límites-. Estas conductas obturan el desarrollo evolutivo sano, impiden al Yo apropiarse del cuerpo, crean las condiciones para buscar escapes y hacen que una conducta recreativa o de consumo se transforme en conducta adictiva o dependencia. Es necesario trabajar con decisión en los procesos preventivos dentro de la familia y de la escuela.
Cuando el deseo es más fuerte que nuestra individualidad, estamos “enganchados” y nos convertimos en adictos. Verslaving, la palabra holandesa para denominar adicción, contiene el concepto de esclavitud (Dunselman).
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Fiebre de Pole Dance
Miss Pole Dance es el nombre del campeonato que se realizará en el Parque Comercial El Tesoro del 26 al 28 de septiembre
Las piernas se abren, se encogen, se estiran. Hacen un arco para sujetarse al tubo, darle la vuelta con todo el cuerpo y sentir un frío en los dedos de los pies. El Pole Dance es un juego de manos, abdomen y pies que, entrelazados, permiten subir a lo alto y después dejarse caer. En el público estos movimientos provocan la falsa impresión de que los practicantes del Pole Dance en cualquier momento podrían terminar de cabeza contra el suelo.
Líneas, ángulos, lanzamientos, barridos, estiramientos, elasticidad, agilidad, fortaleza, fluidez, conciencia física y mental, son técnicas de esta disciplina, que exigen un riguroso entrenamiento por el practicante para lograr los movimientos y las figuras correctas.
Este espectáculo, que si bien es un derroche de sensualidad pero no su fin último, contará con la participación de 28 atletas de Bogotá, Cali y Medellín en las categorías juvenil, principiantes, intermedios y profesionales.
Miss Pole Dance Colombia es organizado por Pin Up Girls Academy y tendrá como jurados a Pantera Blacksmith (poledancer estadounidense) y a Carlos Franca (brasilero reconocido por su trabajo con el mástil chino), los cuales marcarán la calificación centrados en los detalles de la técnica y el aspecto artístico.
La ganadora viajará al campeonato que se realizará en Argentina en noviembre próximo, donde competirá con las mejores poledancer de Suramérica en representación de Colombia.
La entrada es gratuita, previa adquisición de boletas en Pin Up Girls Academy (frente a Monterrey).
Invadidos por los avisos
Legales e ilegales, El Poblado está lleno de anuncios publicitarios que se convirtieron en parte del paisaje
Gabriel González, subsecretario de Espacio Público. Pese a los controles de Espacio Público persiste la contaminación visual. Fotomontaje
Son constantes en Vivir en El Poblado las quejas de residentes sobre la alta contaminación visual ocasionada por vallas, pasacalles y diferentes tipos de propaganda en sitios como la calle 10, la Avenida El Poblado, la Avenida Las Vegas, el Parque El Poblado y el Parque Lleras, tanto de entidades públicas como privadas. También es notoria la violación de la prohibición de ubicar avisos en espacios como árboles, mallas, postes y señalizaciones de tránsito.
“No hay un poste que se salve de la invasión de pasquines, afiches y ahora avisos con cupones”, dice José Fernando Álvarez, coordinador de la Mesa Ambiental de El Poblado. En su opinión, el incremento de avisos publicitarios se debe a un vacío “durante el cambio de la administración municipal pasada a la actual, en el cual no se estaba haciendo el control debido”. Precisamente, la Mesa Ambiental está haciendo un seguimiento fotográfico de ARP, EPS, entre otras empresas, así como de construcciones y edificios “que tienen inundadas las vías principales de la comuna 14”.
Controles: ¿Sirven o no sirven?
El subsecretario de Espacio Público y Logística de Medellín, Gabriel González, reconoce que en El Poblado ha habido un aumento progresivo de avisos publicitarios, sobre todo referentes a la construcción y asuntos inmobiliarios. “Con ellos hemos tenido mayores problemas”, dice el funcionario. Agrega que para controlar la situación, la Subsecretaría cuenta con un equipo de desmonte de 15 personas para el área de El Poblado. En la calle 10, una de las más afectadas, todos los viernes se realiza un recorrido desde las cinco de la tarde para desmontar los anuncios ilegales, es decir, los que no tienen permiso o no cumplen las disposiciones que reglamentan la publicidad visual exterior, como la ley 140 de 1994 y el decreto municipal 1683 de 2003. “Cuando se incumple el permiso legal se procede al desmonte de los anuncios y a la sanción de los responsables”, asegura Gabriel González. No obstante, a menudo sucede que los promotores de algunos eventos, aún sabiendo que sus avisos podrían desaparecer, aprovechan, así sea unas pocas horas, para cautivar a posibles consumidores.
De acuerdo con reportes de la Subsecretaría de Espacio Público, entre el 1 y el 17 de septiembre desmontaron en El Poblado 37 pasacalles, 40 publipostes y un aviso (en el oriente, cuatro avisos).
Pero no todos los elementos de contaminación visual son ilegales. Los pasacalles legales también se han convertido en parte del paisaje en El Poblado. “Cuando finalizan los eventos, no todas las empresas publicitarias hacen el desmonte en el momento debido. De esta manera, Espacio Público procede recogiéndolos, y por ello cobra”, dice el subsecretario, quien resalta que trabajan de la mano de la Mesa Ambiental de El Poblado.
Sin embargo, el vocero de dicha mesa, José Fernando Álvarez, cuestiona la efectividad de las acciones y las sanciones. “Hasta ahora no conocemos qué se ha hecho en concreto para impedir que esta problemática aumente”, manifiesta Álvarez. Aunque reconoce buena voluntad en la administración municipal, insiste en que hay una falla frente al número de permisos que se le dan a una empresa y en la vigilancia a los sitios donde se ubican los anuncios.
Valga informar que si un anuncio o pasacalle tiene permiso, lleva visible una R y el número de la resolución, pero cuando haya dudas frente a la autenticidad de esta información o al cumplimiento de la normativa, la comunidad puede comunicarse al teléfono 229 13 04, o, para mayor efectividad, enviar un mensaje a las cuentas de twitter @gabrielespacio o @subsecretarioespacio
Panorama en Medellín
En la Subsecretaría de Espacio Público hay en curso 860 procesos de inspección de publicidad exterior en toda la ciudad. Las sanciones contemplan desde una multa pedagógica hasta 10 salarios mínimos. “Estamos comprometidos con el cumplimiento de la ley, tanto por parte de privados como de la misma Alcaldía. No nos tiembla la mano para bajar el pasacalle de la empresa que cometió la infracción, tenemos que apoyar el tema de no contaminación visual”, puntualiza Gabriel González.
Empieza el 13
La etapa inicial de este bulevar de la Zona Rosa durará seis meses
El viernes 21 de septiembre, integrantes de las dos comisiones accidentales del Concejo encargadas de la peatonalización y los parquímetros del Parque Lleras, respectivamente, harán un recorrido por los alrededores del parque, acompañados por empresarios de la Zona Rosa, residentes y representantes de la administración municipal. El objetivo es establecer cuáles serían las vías a intervenir dentro del proyecto de peatonalización, y los compromisos de cada una de las entidades municipales implicadas en el tema.
“No existe un mejor momento que este, para sacar adelante la peatonalización del Parque Lleras. Encontramos el compromiso de los residentes y empresarios del sector, porque, más allá de cerrar la vía, este es un tema de convivencia. El trabajo es poder llegar a unos acuerdos fundamentales con la comunidad para que los derechos de todos sean respetados, generar mayor control y seguridad en el sector. Si logramos instaurar un modelo de convivencia acá, nos puede servir de ejemplo para el resto de la ciudad”, dice Sergio Zuluaga, secretario de Gobierno de Medellín.
Por su parte, la comunidad residente ve con buenos ojos la transformación del Parque Lleras, siempre y cuando las partes cumplan los compromisos que se adquieran en beneficio de la convivencia. Amparo Gaviria, presidente de la Junta de Acción Comunal de Poblado Centro, expresa: “Debemos reunirnos con los administradores de los edificios, pero creemos que esta es una buena noticia si se nos garantiza la convivencia en temas como el ruido. Esto sin duda nos traerá más seguridad y control a la zona”.
Un proyecto de ciudad
Las comisiones accidentales conformadas en el Concejo de Medellín para la peatonalización y los parquímetros del Parque Lleras, presididas por los corporados José Nicolás Duque y Robert Bohórquez, respectivamente, reiteraron que el proyecto que pretende convertir los alrededores de la Zona Rosa en una alameda, ya ha dado el primer paso. Según los concejales, desde el próximo 13 de octubre, los residentes y visitantes del Parque Lleras podrán disfrutar de la nueva cara de este lugar.
“Después de discutir el tema en el Concejo entendimos que este no solo es un proyecto para los residentes de El Poblado, sino que es un proyecto de ciudad. Es la oportunidad de transformar y entregar un lugar que sirva de modelo para otros sitios del Valle de Aburrá que necesitan mejorar sus condiciones de espacio público. Medellín viene dando pasos grandes para la internacionalización, como el concierto de Madonna, donde tendremos muchos visitantes, y sabemos que el Lleras es el punto de encuentro para todos los turistas”, afirma Nicolás Duque.
Según el anuncio, el proyecto, que está incluido dentro del Plan de Desarrollo 2012 -2015 y el paquete de obras de Valorización de El Poblado, se ejecutará en dos etapas. La primera, explica Luis Guillermo Orjuela, representante de la Corporación Zona Rosa, se extenderá por seis meses desde su apertura, cuando habrá un periodo de sensibilización y adaptación con los comerciantes y visitantes. “Durante este tiempo el cierre de las vías será por medio de vallas, que garanticen el paso peatonal por los alrededores del Lleras. Mientras tanto, la corporación adelantará junto a la administración los modelos más viables para la financiación del proyecto, que no queremos que se haga por valorización, sino por alianzas público-privadas”, afirma Orjuela.
La segunda etapa, con un costo estimado de cuatro mil millones de pesos, contempla la intervención física de las vías aledañas al Parque Lleras: comprende la carrera 38 (Al Rojo) entre calles 8 y 9, y la calle 9 A, entre las carreras 38 y 37 A. Estos corredores peatonales aún están por definir.
“Ya tenemos los conceptos favorables de la Secretaría de Tránsito y la Secretaría de Gobierno, que han visto en este proyecto un impacto muy positivo para la ciudad en materia de movilidad y convivencia. Además, con la empresa de parquímetros que opera en la zona se está llegando a un consenso, de la mano de los empresarios, residentes, Policía y la administración”, afirma el concejal Robert Bohórquez. “Los parquímetros se deben correr para algún otro sector de El Poblado”, concluye.
Estoy de acuerdo con mi maestro Claudio Naranjo en que los males del mundo provienen de los males del alma. Y los males del alma tienen su asiento en las pasiones.
Estas no son un asunto de filósofos, psicólogos, psiquiatras o consultores como lo ha hecho creer la agonizante psicología del siglo pasado. Nos conciernen a todos y de la comprensión que tengamos de ellas dependerán la calidad de nuestra vida, nuestro desarrollo psico-espiritual, la supervivencia del planeta y nuestro desarrollo como especie.
Los clarividentes griegos o los héroes trágicos, como Edipo, son ciegos o de alguna manera renuncian a sus ojos de “afuera” para mirar con los ojos de “adentro”. Es sabio solamente quien aprende a mirar adentro y comprende más el sinuoso terreno de sus pasiones.
La psicología nos ha invitado a pensar en el sufrimiento humano, no tanto en función de maldades- como lo hizo el dogmatismo católico en su compulsión de moralizar todo lo existente-, sino como disfunciones, confusiones o desviaciones de los impulsos. Así nos ha reconciliado, sin quererlo, con el significado de la palabra pecado en el antiguo testamento –Hamarteia en griego– que, extraído del lenguaje de la arquería, se refería a “no dar en el blanco”, y aludía a un error trágico, defecto o fallo.
La pasión es, en primer término, aquello que nos hace errar en el blanco. Las tradiciones espirituales aluden a un tipo de inconsciencia profunda que nos hace anhelar, pensar, sentir y hacer lo que nos hace sufrir. San Pablo decía: “Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí”. Léase esta última parte como “(…) las pasiones que residen en mí”.
Las pasiones son deseos destructivos, exagerados, cuya satisfacción nos hace más dependientes, vacíos e insaciables. ¿No se pierde el vanidoso en el engaño de su propia vanidad? ¿No crea el iracundo con su ira las condiciones de más ira? ¿No se pierde el orgulloso en el encanto de su seducción volviéndose aún más adicto a la seducción?
Ante ellas, la voluntad y la consciencia son pasivas; nuestra libertad y responsabilidad quedan paralizadas. El adicto a los logros y las credenciales no puede decidir ante su impulso a ser reconocido. El iracundo perfeccionista no puede decidir frente a su compulsión a corregir. El goloso abandona todo, sin decidir, por perseguir sus espejismos en la tierra del “Nunca Jamás”.
La pasión indica una inclinación exclusiva hacia un objeto, un estado afectivo duradero y violento en el cual se produce un desequilibrio psicológico. Las pasiones siempre adelgazan nuestro ojo y nuestra consciencia. Enceguecen. ¿No es el envidioso experto en ver solamente la parte vacía del vaso?
En un sentido profundo, las pasiones pueden ser vistas como un intento desviado de ser que se constituye negando el ser. Incrementan el sufrimiento tratando de evitarlo. Esta es la cárcel en que nos meten. Me encanta la imagen del Atlas Griego condenado a desarrollar una tarea que tiene que volver a empezar una y otra vez hasta el infinito.
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Comerciantes piden más seguridad
La oleada de robos en algunos sectores de El Poblado, preocupa a comerciantes y residentes. Piden un control más efectivo de las autoridades
A raíz de las denuncias realizadas por los comerciantes de la calle 10 A, donde se ha presentado una oleada de robos en sus locales comerciales, los empresarios de la calle 10 B, entre carreras 36 y 37, se manifestaron ante la comandancia de policía de El Poblado, para frenar los actos delictivos que han estado ocurriendo también en este sector.
“Ha sido una situación muy constante en las últimas semanas. Nos preocupa porque estas condiciones de seguridad nos están degradando la zona, pues los clientes ya no van a querer venir a los restaurantes. No solo son atracos sino que algunos establecimientos hemos recibido llamadas extorsivas. Por eso pedimos un control y presencia más efectiva y permanente de la policía”, señala uno de los comerciantes afectados.
Según el coronel Fabio Rojas, comandante de la Estación Poblado de Policía, durante este año la actividad delictiva ha estado concentrada principalmente en la zona comercial de la comuna 14, en sectores como el Parque Lleras y Provenza. Por ello, explica, se creó hace dos meses el cuadrante especial 4.1 (dentro del cuadrante 4), que se integra a los nueve cuadrantes restantes, para patrullar el perímetro de la Zona Rosa y garantizar su seguridad.
En el cuadrante 4, en 2012 han sido capturadas seis personas por hurto, cinco por porte ilegal de arma de fuego, y se han recuperado tres motos y tres carros robados, dice el coronel Rojas.
Sin embargo, esos sectores no son los únicos azotados por la delincuencia. Residentes de las lomas de Los Balsos y Los Parra, también denuncian la inseguridad que los rodea. “Tres miembros de mi familia hemos sido víctimas de atracos a mano armada, que vienen ocurriendo en los mismos sitios de manera reiterativa. Esta inseguridad ciudadana acontece en medio de las grandes congestiones vehiculares, que con poca movilidad son el escenario ideal para estos eventos, que nos tienen intimidados a todos los habitantes del sector”, se lamenta Carolina Valero.
Otro habitante de El Poblado, quien pide guardar su identidad, coincide con la queja de la residente Valero, y considera que la Transversal Inferior con la loma de Los Balsos, cerca del Consumo, “se está convirtiendo en un atracadero”. “En la pasada quincena la empleada doméstica salía con su sueldo y fue robada en uno de los transportes públicos por tipos encapuchados. No es suficiente con la presencia y patrullaje de la policía, sino que deben hacer inteligencia para poder desmantelar a estas bandas”, señala este ciudadano.
Así mismo, habitantes de la Cola del Zorro dan cuenta de que en esta loma también son asaltadas a menudo las empleadas del servicio doméstico que bajan a pie con sus pertenencias, luego de la jornada laboral.
Entre tanto, el coronel Fabio Rojas recomienda a los ciudadanos comunicarse directamente con los teléfonos de los cuadrantes de la comuna 14, para una atención oportuna y efectiva de las unidades policiales. “Esta es la forma más directa de comunicación con la estación. Con esto esperamos tener una respuesta más oportuna. Nuestro tiempo de respuesta es de 4.25 minutos”, asegura. “Desde hace un mes tres policías de la estación fueron enviados al centro de control del 123, para estar pendientes de las cámaras de seguridad ciudadana de El Poblado, desde allí también hacemos un control más efectivo”, concluye.
En el Mes del Patrimonio
No se entiende que los presupuestos de la cultura tengan marginados estos Bienes de Interés Cultural del Ámbito Nacional
Con bombo y platillos el Ministerio de Cultura de Colombia presentó recientemente a septiembre como el Mes del Patrimonio Cultural. “Hay que tener en cuenta que el patrimonio está a la vuelta de la esquina, en las cosas cotidianas, las que nos rodean en nuestra vida diaria, como en la tetera, en el frasco donde se guarda la leche, en un cuadro, en la casa, en el parque… En todo lo que puede tener un significado emocional, o con lo que nos podemos identificar”, decía durante la presentación Juan Luis Isaza, director de Patrimonio de Mincultura.
A cuál patrimonio se referiría el director. No sería, en todo caso, al archivo histórico de la Casa de la Convención de Rionegro, que mientras el funcionario pronunciaba el discurso seguía su camino hacia la destrucción, tal y como lo informamos en un artículo de esta edición.
Valga aclarar que la Casa de la Convención no es un inmueble cualquiera. En 1863 se reunió allí la Junta de la Convención Nacional que expidió la nueva Constitución Política e instituyó la Confederación de los Estados Unidos de Colombia. Sus archivos no son papeles comunes. Ambos guardan memoria, han sido escenario y dan cuenta de hechos históricos y cotidianos del desarrollo de la región y el país. Ambos hacen parte vital del Centro Histórico de Rionegro, que tampoco es un municipio del montón. Paradójicamente, desde 1963, hace casi medio siglo, es uno de los seis Centros Históricos de Antioquia, y uno de los 44 del país, declarados Bienes de Interés Cultural del Ámbito Nacional. Pero, evidentemente, de poco le ha servido tal distinción, pues no solo el archivo está en condiciones deplorables sino el inmueble, sus muebles coloniales y sus alrededores.
Es increíble que un archivo, con documentos irreemplazables que dan cuenta de la historia desde mediados del siglo 17 hasta mediados del siglo 20, solo le duela a una funcionaria y no esté bajo la responsabilidad de ninguna entidad del Municipio de Rionegro, ni de la Gobernación de Antioquia, ni de la Nación. Como dice el arquitecto e historiador Luis Fernando González: “Un archivo no es un depósito de papeles viejos, requiere procesos y trabajos de restauración muy importantes, pero los políticos no han entendido eso”. Del Centro Histórico de Rionegro y de su Casa de la Convención, considera González, más tajante aún, que “los han vuelto chicuca, los han descontextualizado, la casa en sí ha perdido su valor porque han deformado, demolido y mutilado este Centro Histórico”.
Este caso de desidia y de falta de sensibilidad frente a la memoria, hacen preguntarse de nuevo cómo un país que ni siquiera valora su historia, puede crear y fortalecer el tejido social, sin repetir los mismos errores eternamente.
En últimas, no se entiende que los presupuestos de la cultura tengan marginados estos Bienes de Interés Cultural del Ámbito Nacional. Ellos hacen parte de la memoria, que es precisamente la base de la construcción de la cultura y de sus manifestaciones.
Susi: artesanal y nutritiva
En la comunidad germana de la ciudad, Susi, panadería y repostería artesanal europea al por mayor, es sinónimo de alta calidad y autenticidad. Su creadora y alma es Susanne Seifert, “Susi”, colombiana de ascendencia alemana. Susi estudió panadería y repostería en varios lugares de ese país e hizo pasantías en hoteles de lujo de Estados Unidos, antes de fundar su famoso negocio en 1985.
El pan de doble centeno y el brezel (típico de Alemania, ideal con cerveza), son algunos de nuestros sugeridos, así como las tortas selva negra y engandiner, y sus galletas crocantes para dips. Susi cuenta con un punto de venta en el Mall Ventura. Sus productos también pueden adquirirse en algunos almacenes de cadena. Informes en el 312 4574.
Ehlers, carnes con experiencia germana
En una escuela en Heidelberg, Alemania, aprendió los secretos de carniceros expertos, para luego desempeñarse, durante casi una década, como asesora de empresas de desposte y procesadoras de carnes frías en ese país, Suiza y Austria.
Estas experiencias permitieron a la ingeniera de alimentos Margarita Saldarriaga dar vida a Ehlers (apellido de su madre alemana), una productora y comercializadora de carnes frías, elaboradas con fórmulas cien por ciento germanas. Su punto de venta está localizado en Provenza (en la carrera 35 con la 8 A). Allí podrá encargar finas salchichas como la servela, la grill bratwurst o la neürenberger, además de acompañantes como el sauerkraut y el repollo morado agridulce. Informes y domicilios: 448 0481.
Sandra y su bizcocho casero alemán
La receta proviene del libro de cocina de Gelma, la abuela paterna de su esposo, quien, como buena alemana, solía preparar una gran cantidad de manjares de dulce y sal para la familia.
Apasionada por la gastronomía desde pequeña, Sandra Pajón, motivada por su marido mientras vivían en Inglaterra, comenzó a vender de manera informal un único pero muy apetitoso bizcocho fruchte brot (de almendras, frutas y nueces), típico en Alemania, particularmente en Navidad.
Sandra vende desde su casa el bizcocho. Acepta pedidos en Navidad y todo el año, con al menos tres días de anticipación. Sugiere dejar “envejecer” el bizcocho una semana después de comprarlo, pues en ese lapso se realza su sabor. Informes: 317 5532.
¿Volver a enamorarse?
Esteban Carlos Mejía
En cierta ocasión, no sin sarcasmo, el buenazo de Alexandre Dumas (hijo) se quejó de las hieles de la vida. “Las cadenas del matrimonio son tan pesadas que para llevarlas son necesarias dos personas, y a veces, tres”, dijo, tragó saliva y miró para otro lado. ¡Cuánta razón, por todos los dioses! Un hecho irrefutable en el siglo de Dumas, el 19 romántico y lleno de damas y camelias. Indiscutible hoy en día, en los albores de este siglo 21, en el que las parejas duran menos que un leasing.
Es cosa sabida y admitida a regañadientes: la infidelidad es una distracción. Así lo planteó, entre otros temas, la psicóloga Gladys Elena Villegas, en Re-encantamiento de la vida en pareja, el más reciente conversatorio de Vivir en El Poblado y el centro comercial Santafé. Ante un público cada vez más abundante, interesado y activo, charlamos sobre orígenes, circunstancias y perspectivas de las relaciones de pareja en el mundo contemporáneo.
La experiencia clínica de Gladys le ha permitido reconocer cuatro o cinco fases al emparejarse: enamoramiento, romance, maduración, rutina, re-encantamiento. Estas etapas varían en calidad y cantidad según cada pareja: algunas perduran en el romance, otras se rutinizan antes de tiempo. No pocas se desbaratan, pese a sus intenciones. El re-encantamiento es muy tentador para sobreponerse a la monotonía, volver a amarse y vivir en paz, felicidad y armonía sin fecha de caducidad. Para re-encantarse las parejas necesitan comunicarse verbal y no verbalmente, reestructurar su sexualidad, compaginar sus proyectos de vida y redefinir sus relaciones con hijos, padres, amigos y exparejas.
Ahora bien, ¿es el re-encantamiento un nuevo enamoramiento? Pensé en Jacques Lacan, reinventor (¡re-encatador!) del psicoanálisis, idolatrado o despreciado por igual. Para él, “no hay relación sexual”, afirmación tan criptográfica como casi todas las suyas, pero con la que, supongo, quería decir que las parejas, hasta las más re-encantadas, son chuecas, desajustadas, imperfectas, insuficientes. Para cruzar ese abismo entre los sexos, al parecer infranqueable, cada pareja se inventa su propio puente, su propio goce, sus propios síntomas. ¡Ay, el satánico doctor Lacan tan aguafiestas!
De tanto oír hablar de re-encantamiento se me ocurrieron más preguntas que respuestas, culpa mía. ¿Por qué la mayoría de la gente ansía vivir bajo una misma idea de normalidad? ¿No hay modo de escapar de la rigidez de lo establecido? ¿Por qué algunas personas viven el amor y el deseo de maneras distintas a las socialmente aceptadas? ¿Por qué el que está en la normalidad pretende que los demás sean tan normales como él? Y viceversa, ¿por qué los outsiders o marginales quieren que los otros sean también anormales? ¿Qué es lo normal, qué es lo anormal? Tantas preguntas. Eso es lo bueno de los conversatorios de Vivir en El Poblado y Santafé: uno queda con ganas de más.
En el próximo, jueves 20 de septiembre, a las 6:30 p.m., hablaremos de Deseos, placeres y adicciones, con Jorge Vega, médico experto en trabajo de pedagogía de las adicciones, y Hugo Alberto Gallego, especialista en toxicología clínica. Allá nos vemos.
El segundo aire de Acuarimántima
El Fondo Editorial de Eafit, a cargo de Ana María Cano, presentó en la Fiesta del Libro una compilación para el recuerdo
De 1973 a 1982 circuló en Medellín una revista de poesía que renovó el aire cultural de la ciudad. Era Acuarimántima, una idea nacida en una cafetería de la Universidad de Antioquia en las cabezas de cinco escritores y poetas: Elkin Restrepo, José Manuel Arango, Jesús (Pacho) Gaviria, Miguel Escobar y Orlando Mora. El nombre, un chispazo surgido al pasar por la puerta de una de las librerías de Junín, se convirtió en un homenaje al poema de Porfirio Barba Jacob.
A Acuarimántima, en sus inicios con q en vez de c, le debe la ciudad el haber leído por primera vez a poetas de otras latitudes que años después fueron reconocidos mundialmente, así como el conocer el valor real de otros vates de estos lados que habían pasado desapercibidos. Pero, sobre todo, en Acuarimántima vieron por primera vez sus versos en letras de molde varios jóvenes, entre ellos Víctor Gaviria, quien luego también triunfó como cineasta, y Helí Ramírez, el poeta de Castilla, quien con sus poemas bellos y crudos se encargó de desconcertar por primera vez a Medellín con la dura realidad que campeaba en sus barrios marginales.
Gracias a la que denominan generosidad del director de Acuarimántima, Elkin Restrepo, los versos de Helí, y los de otros, fueron conocidos y de paso sus vidas se enrutaron definitivamente por el camino del arte. A su vez, se convirtieron en inspiradores de trabajos ajenos. Por ejemplo, Víctor Gaviria reconoce que fue la poesía de Helí Ramírez y sus personajes quienes lo motivaron para hacer Rodrigo D, la película que lo dio a conocer internacionalmente. Sobra hablar de la influencia que ha tenido Gaviria en el cine colombiano y la que sigue teniendo en las nuevas generaciones de cineastas.
Luego de 33 ediciones, en 1982 Acuarimántima cerró su ciclo. La revista tampoco escapó a ese receso cultural, periodo oscuro y aciago en que el narcoterrorismo sumió a Medellín hasta bien entrados los años 90.
Hoy, 30 años después de este cierre, Eafit saca a la luz una joya editorial: Acuarimántima Edición Completa, una recolección de las revistas que alimentaron con poesía a las generaciones nacidas en los años 50, 60 y 70.
Su presentación en la ciudad se hizo en un acto entrañable e íntimo. Siete personajes de la cultura en Medellín deleitaron con sus recuerdos a los asistentes a una biblioteca del Jardín Botánico, durante la Fiesta del Libro. Todos tuvieron que ver con Acuarimántima, a todos ellos en distintos momentos les marcó la vida, y ahora estaban reunidos de nuevo, en una sencilla mesa principal, ante un público pequeño pero agradecido y deseoso de oírlos: Pacho Gaviria, Helí Ramírez, Elkin Restrepo, Juan José Hoyos, Víctor Gaviria, Rubén Darío Lotero y, como moderador, el rector de Eafit, Juan Luis Mejía. Estaban las sillas vacías de Miguel Escobar, ya fallecido, y Orlando Mora, de viaje.
Al final de la presentación un aplauso sincero y la emoción de haber tenido juntos, contando sus recuerdos, a varios de los más significativos intelectuales de Medellín.
“Somos de El Poblado”
Pronto empezarán a discutirse en Medellín las modificaciones al POT. El Tesoro La Ye aprovechará la coyuntura
Otro de los asuntos que tienen hoy por resolver los habitantes de El Tesoro La Ye, aparte de la construcción de la sede comunal prometida por el Municipio, es el referente a la modificación del decreto 346 de 2000, el Plan de Ordenamiento Territorial, el cual define los límites urbanos y rurales de Medellín. Según este, El Tesoro la Ye, por estar encima de la cota de 1.850 metros sobre el nivel del mar (msnm), pertenece al corregimiento de Santa Elena y no al barrio El Poblado. Sin embargo, por tradición y cercanía, sus residentes se sienten más de la comuna 14 que de Santa Elena. Depender de Santa Elena los obligaría a trastocar su cotidianidad para muchos asuntos prácticos, entre ellos las reuniones, asignación y priorización de recursos del Presupuesto Participativo, lo cual consideran desfavorable para ellos.
“En este sector siempre han habitado las mismas familias desde hace muchos años. Somos nativos de El Poblado, no somos invasores, nuestras actividades cotidianas están más cerca de la comuna 14 que de Santa Elena. Declararnos como parte del corregimiento es un desarraigo cultural, pues todos los habitantes nos sentimos como parte de El Poblado”, señala María Eugenia Meza, presidente de la JAC.
Se estima que en octubre próximo empiecen los debates de modificación del Plan de Ordenamiento Territorial -POT- en el Concejo de Medellín, por lo que la comunidad de barrios como La Ye abrieron la discusión en sus asambleas para que estas decisiones no los tomen por sorpresa.
“Desde el punto de vista técnico y jurídico debemos que discutir esta situación. Para poder demostrar que se es parte de El Poblado y no de Santa Elena hay que hacer una propuesta detallada para presentar a Planeación. Yo espero que la administración entregue el próximo mes un borrador de cómo va a quedar el Plan de Ordenamiento Territorial, porque este puede ser una hoja de ruta importante, ya que el Concejo es el encargado de determinar cuales son los sitios del sector urbano y rural. Para eso debemos hacer un estudio”, expresó el concejal Jesús Aníbal Echeverri, quien acompañó recientemente a la comunidad durante la mesa citada por la JAC de El Tesoro La Ye.
El Departamento de Planeación Municipal, por su parte, explica que el tema de los límites urbanos es una situación que pasa habitualmente en muchas comunas de la ciudad, donde algunos barrios quedan por fuera del perímetro. “Desde Planeación estamos en planificación del Plan de Ordenamiento. Estamos identificando todas esas anomalías que se están presentando y con el equipo de gestión recogemos las inquietudes de la comunidad para formular el POT”.
Enlace Henríquez-Escobar
En la Parroquia de Santa María de Los Dolores, a las diez de la mañana, Ana Cristina Henríquez Díaz y Juan David Escobar Rodríguez, se casaron en presencia de sus familiares y amigos. La recepción se llevó a cabo en el Restaurante In Situ, del Jardín Botánico. Cancún fue el destino elegido por los novios para su luna de miel.
Ana Cristina Henríquez y Juan David Escobar
Ana Cecilia Pérez
Ángela Builes de Henríquez
Aura Henríquez, Tatiana Henríquez
Carlos Mario Escobar, Margarita Rodríguez, Ana Cristina Henríquez, Juan David Escobar, Adriana Díaz
Carolina Henríquez, Ángela María Henríquez, Juan Camilo Robledo
Claudia Bernal, Felipe Arango
Elkin Garcés, Matilde Ángel
Gerold Zeller, Ingrid Correa
Gloria Jaramillo, Jorge Díaz
Jessica Álvarez
José Luis Sierra
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Juan David Pérez, Natalia Díaz
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Juan David Escobar, Ana Cristina Henríquez
Marcela Arbeláez
Margarita María Álvarez, Isabella Escobar Álvarez
Narally López
Natalia Ochoa
Sandra Roldán
Verónica Echeverry
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Adriana Díez, Jan Wels
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Álvaro Vitola, Diana Valencia