Es paradójico que ad portas de empezar en Medellín la séptima edición del Foro Urbano Mundial, el evento más importante en materia de vivienda y, según el ministerio del ramo, el gran espacio “para examinar los retos que enfrenta el mundo en relación a los asentamientos humanos, como la rápida urbanización y su impacto en las ciudades, comunidades, economías, cambio climático y políticas”, la ciudad y particularmente los damnificados de las torres 1, 2, 3, y 4 de Space se enfrenten a la vulneración de unos de sus principales derechos, consagrado en la Declaración Universal de Los Derechos Humanos: el derecho universal a una vivienda digna.
Más contradictorio parece aún si se tiene en cuenta el argumento para escoger a esta ciudad como sede del evento: “Medellín se destaca por ser un ejemplo mundial en políticas públicas de vivienda y hábitat… como ejemplo internacional de transformación urbana a través del urbanismo social”.
Lo cierto es que mientras la ciudad termina los preparativos para que comience el importante Foro, los habitantes de Space no saben qué va a pasar con sus vidas y con lo que, pese a todas las afectaciones, continúa siendo su patrimonio, es decir, todos y cada uno de los apartamentos de las torres 1, 2, 3 y 4, en los que no pueden vivir aunque hayan invertido en ellos sus ahorros y por ellos se hayan endeudado.
Propuesta polémica
Tras 39 días que duró la negociación entre la mesa de representantes de los afectados y la Constructora CDO, al cierre de esta edición no había arreglo entre las partes.
Pasado este tiempo, las familias propietarias esperaban cerrar un capítulo, por lo menos el de la negociación. Pero sus esperanzas se fueron abajo el viernes 21 de marzo cuando recibieron de parte de la constructora Lérida CDO el documento que contenía los términos y condiciones de la negociación. Palabras más palabras menos, el pago de sus apartamentos estaría condicionado a la autorización del Municipio de Medellín de “rehabilitar” las torres 1, 2, 3 y 4 y a dos cláusulas más, que de tajo consideraron “abusivas”.
El alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, también rechazó la presión ejercida por la constructora y pidió a CDO entrar en razón: “La cláusula es completamente inviable. La decisión de la repotenciación es completamente independiente, una cosa es la negociación que haga CDO con los propietarios y otra la decisión de la demolición que ha ordenado la Alcaldía de Medellín basada en los estudios de la Universidad de Los Andes. No tiene presentación que CDO, meses después de hablar con los propietarios, salga con esa situación”.
Pese al desconcierto y la incertidumbre que generó el contenido del documento enviado por la Constructora Lérida CDO, las 79 familias que aún no tienen resuelta su situación de vivienda, no dieron por terminada la batalla y enviaron una contrapropuesta. Esta, según el vocero de la mesa de damnificados de Space, Santiago Uribe, es similar a la que presentaron durante la negociación del valor de los apartamentos de las desaparecidas torres 5 y 6. Hasta el miércoles 26 de marzo, los representantes de los damnificados de Space no habían recibido ninguna respuesta de la constructora, lo que han interpretado como un cese definitivo de la negociación. Sin embargo, Vivir en El Poblado consultó con el abogado Álvaro Isaza, asesor de Lérida CDO, quien manifestó que la constructora mantiene la voluntad de negociar.
Por las vías del Derecho
Ante el panorama, y sin encontrar más salidas, en reunión celebrada el martes 25 de marzo en la noche, muchas de las familias afectadas decidieron acogerse a una acción de grupo. Hoy están representadas por el equipo de abogados Tamayo Jaramillo & Asociados, en cabeza del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Javier Tamayo. Sobre los alcances de la acción de grupo, el abogado de la firma, Juan Bernardo Tascón, explicó a los afectados: “Es un instrumento que permite en una sola demanda reclamar una indemnización plena de perjuicios para todos los afectados por un mismo hecho (…). Pedimos la reparación plena de los perjuicios que han sufrido y eso incluye el pago del valor de los apartamentos por el avalúo comercial; apartamentos, parqueaderos, cuartos útiles y terrazas en el caso de los que las tengan. Además, la indemnización de los perjuicios extrapatrimoniales; eso incluye los perjuicios morales y lo que se denomina ‘daño a la vida de relación’, un daño por haberse alterado sustancialmente las condiciones de vida de existencia que ustedes tenían. También estamos pidiendo la reclamación de lo que se llama lucro cesante”.
En la reunión del 25 de marzo, varios propietarios expresaron preocupación por una eventual liquidación de CDO
A la fecha Tamayo & Asociados asegura haber recibido 20 poderes de personas que han solicitado ser sus representados, número que podría aumentar. El jurista Javier Tamayo les habló sobre lo largo que podría ser el proceso: “Lo que sí les quiero es ser franco, si no hay un arreglo en el camino este es un pleito que no rebaja de 15 años”. Tamayo, quien ha llevado en materia de responsabilidad civil diversos casos para las compañías más grandes del país, sabe a qué y a quién se enfrenta: “Es que nos pisó el pulpo más pulpo que el país tenía”, dijo en clara alusión a los propietarios de la constructora Lérida CDO.
Por el compás de espera
Pero mientras unos de los afectados optan por esta acción de grupo, otros piensan que las puertas de la negociación no se han cerrado definitivamente y que es prudente dar un compás de espera. Es así como fijaron el 4 de abril como plazo para que la constructora entregue una respuesta o se pronuncie sobre su contrapropuesta. Ese mismo día Lérida CDO deberá presentar a la Inspección de Policía 14 A de El Poblado el plan de rehabilitación de las torres 1, 2, 3 y 4, y la Inspección deberá dar respuesta positiva o negativa el 11 de abril.
Mientras pasan los días con los ires y venires de propuestas de un lado y del otro, en el terreno de la tragedia donde perdieron la vida 12 personas, la constructora Lérida CDO continúa removiendo los escombros, pese a que el 24 de marzo se cumplió el segundo plazo otorgado por el Municipio de Medellín para hacerlo.
En el mismo escenario se exhiben carteles dejados por los damnificados de Space, en los cuales protestan por el comportamiento de Álvaro Villegas Moreno y su familia, dueños de la constructora Lérida CDO.