Durante ocho ediciones nuestras portadas de Vivir exhibirán las obras fotográficas de Jonathan Carvajal Borja y Saúl Álvarez Lara
Jonathan Carvajal Borja. Foto cortesía
Saúl Álvarez Lara
El primer puesto de la segunda convocatoria de fotografía Portadas Vivir quedó en manos del fotógrafo Jonathan Carvajal Borja. Este joven de 25 años es artista plástico graduado de la escuela Débora Arango. Durante su formación como artista recibió clases de fotografía y en Yurupary hizo un diplomado en reportería gráfica. De allí pasó a trabajar como fotógrafo en medios y empresas locales. Con sus propuestas Jonathan ganó en 2007 el concurso Joven Fotógrafo. En 2008 participó en el 41 Salón Nacional de Artistas y en 2010 fue ganador de una de las becas de creación de Medellín en la categoría Fotografía Jóvenes. Además ganó el Premio Nacional de Fotografía sobre el Bicentenario de Colombia, organizado por el Ministerio de Cultura. En 2011 publicó fotografías en la revista Professional Photographer y en el periódico británico The Independent.
Para participar en la convocatoria de Vivir en El Poblado, Jonathan presentó una serie de cuatro fotografías titulada “Medellín es una ganga”. Dice el fotógrafo que se interesó en lugares donde se exhibe mercancía en grandes cantidades como la Mayorista, la Minorista y la Placita de Flórez. Allí encontró, entre otros personajes, mujeres al rebusque y las quiso retratar. La primera de sus fotografías es la obra en la portada de Vivir de esta edición.
El segundo puesto de la convocatoria fue para el escritor, editor, pintor, ilustrador y diseñador Saúl Álvarez Lara, quien fue reconocido, en 2001, con el primer premio del Concurso de la Cámara de Comercio de Medellín por su primer libro de cuentos titulado Recuentos. Desde entonces Saúl ha publicado otros dos libros de cuentos titulados “El teatro leve”y “El sótano del cielo”, así como dos novelas, La silla del otro y ¡Otra vez! Actualmente Saúl se dedica al diseño editorial de contenidos para publicaciones y a su blog Marginalia, en el que “narra los avatares de la ficción en el mundo real”.
Su interés en la fotografía viene de la creación literaria. En la cacería de personajes para sus textos, Saúl encontró que la cámara le permitía capturar imágenes de desconocidos, que dieran pie a un desarrollo literario. Para esta convocatoria el escritor participó con una serie de imágenes de mujeres en diferentes rutas de buses de la ciudad, todas capturadas desde una silla posterior. Las imágenes de Saúl Álvarez Lara estarán en nuestra portada de Vivir a partir del 18 de abril.
Empiezan a llegar propuestas para discutir el Plan de Ordenamiento Territorial
Rodrigo Chaverra y Carlos Ospina.
El abogado Carlos Ospina (La Florida) y el estudiante de Filosofía, Rodrigo Chaverra (Ciudad del Río), tomaron la vocería de muchos jóvenes para discutir el Plan de Ordenamiento Territorial (P.O.T.).
Ellos, como consejeros municipales de la juventud (CMJ) de Medellín, en representación de El Poblado, hicieron un diagnóstico y aportaron unas propuestas para la discusión de este plan, que había sido actualizado en 2006 y cuya renovación debe estar lista este año.
El primer análisis tiene que ver con la movilidad. Al respecto, Rodrigo Chaverra expresa que las zonas aledañas a la calle 10 y la Avenida El Poblado “son consideradas como ‘de consolidación nivel 1’. Es decir, donde se pretende que haya más construcción porque hay poca población. El problema es que no se están teniendo en cuenta las vías, de por sí saturadas”.
En este primer diagnóstico Chaverra muestra cómo esta zona particular es un lugar de tránsito para municipios como Sabaneta, Envigado, Rionegro, La Ceja y El Retiro, y, por lo tanto, debería ser analizada con una mirada diferente.
“Se dice que la zona ‘de consolidación 1’ (incluido también el Parque Lleras) es poco habitada, pero esto no es del todo cierto. Está bien que no hay mucha vivienda, en comparación con unidades residenciales de 200 apartamentos, pero, aunque no es de habitantes, sí es de transeúntes, de personas que cumplen unas funciones comerciales. No vamos a tener carros de residentes, pero sí de personas que trabajan en oficinas, restaurantes y de quienes vienen a almorzar”, puntualiza Carlos Ospina. La consideración es que estas zonas ‘de consolidación 1’ no están acordes a un desarrollo sostenible, porque no tienen vías de acceso suficientes, no tienen espacios públicos y carecen de espacios ambientales para contrarrestar el impacto de las construcciones. Entonces, no serían lugares idóneos para repoblar.
“Lo que tenemos claro es que El Poblado no se puede poblar indefinidamente. Hay que decir ‘aquí no cabe más’ y democratizar ese desarrollo en toda la ciudad. Esto debe quedar claro en el P.O.T. Una vez se haya hecho, se pueden empezar a cubrir las necesidades de espacio público y vías que hoy hacen falta. Por ejemplo, vías como la Avenida El Poblado deben ser consideradas como de interés regional en el nuevo P.O.T. En este momento no lo está”, continúa Ospina. Esta propuesta también sería expandible a la oferta de servicios, “pues no se puede cargar una sola comuna con esa actividad. Hay que evitar que se concentre solo aquí”, según lo propuesto por estos jóvenes.
En últimas, la propuesta se encamina a que el desarrollo económico vaya de la mano del desarrollo humano. En caso de recibir proyectos, exigir a los constructores vías habilitadas por ellos mismos para que no afecten la movilidad y que además aporten parqueaderos. Patio Bonito y Manila son algunos de los barrios que se beneficiarían con estas regulaciones.
La percepción de la comunidad es que hay un corto circuito entre Planeación y las curadurías, y se hace mucho más evidente en temas como las aprobaciones de licencias de viviendas de interés prioritario (VIP) en estratos altos. “Además, la Alcaldía tiene muy pocas herramientas para sancionar. Incluso muchas veces los constructores asumen la multa como parte de la inversión económica, para poder construir lo que quieran”, concluye Ospina.
Según estos representantes de los jóvenes, todo esto debe reformularse en el nuevo P.O.T., un plan que necesita de manifestaciones ciudadanas.
El Mamm no solo necesita el apoyo del Estado sino de fundaciones, empresas y ciudadanos del común
Es vertiginosa la transformación en Ciudad del Río. De esta antigua área industrial de la ciudad empezó a emerger y a hacerse visible hace cinco años un nuevo desarrollo urbano que ha marcado un hito, entre otras cosas, por el novedoso aprovechamiento de terrenos al nivel del río Medellín, muy cerca de sus riberas. De paso ha sido un buen ejemplo para desmotivar esa urbanización desmesurada de las laderas, sobre todo en El Poblado.
Pero al César lo que es del César. Buena parte del encanto de Ciudad del Río lo provee el Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm). Esta entidad cultural no solo se ha reinventado a partir de su traslado a esta zona sino que se ha convertido en su protagonista, uno de sus mayores atractivos. Muchos de los turistas y visitantes de otros barrios de Medellín que frecuentan a Ciudad del Río lo hacen motivados, en primer lugar, por el Mamm. El Museo, con su diversa programación cultural, sus exposiciones de talla nacional e internacional -basta recordar las de 2012 con Beatriz González, Sophie Calle, Luis Camnitzer y Luis Caballero- es un imán, una institución con ángel, que vincula a su alrededor a una ciudadanía sedienta de alimentar el espíritu con las múltiples manifestaciones del arte.
Pero a partir de 2011 a su labor cultural se le sumó el manejo del Parque Lineal, hoy conocido como Parque Cultural Mamm-Ciudad del Río, gran responsabilidad que demanda muchos esfuerzos, desgastes y recursos. Si bien en un principio fue considerada una iniciativa conveniente, es el momento de repensarla, pues los parques requieren un manejo y un presupuesto específico para que no se pierdan los esfuerzos hechos. Es un trabajo en el que definitivamente al Mamm no se le puede dejar solo. La dinámica de esta zona, la gran afluencia de personas y los usos que espontáneamente se han ido extendiendo y consolidando allí, precisan la presencia oportuna y el compromiso permanente de la Alcaldía por medio de sus distintas dependencias, secretarías y vicealcaldías. Se requiere, entre otros aspectos, educación, vigilancia, seguridad, mantenimiento, control al estacionamiento desordenado de taxis y vehículos particulares, así como la definición de políticas claras frente a la presencia de vendedores informales en los alrededores, situación sobre la que ya han llamado la atención los vecinos. También es conveniente la programación oficial de eventos que permitan la sana apropiación del lugar por parte de la comunidad, de las familias, muchas de las cuales se incomodan “con la fumadera continua de marihuana” en el Parque Cultural.
En Medellín no hay cultura de utilización de parques, y es el momento de crearla, como se ha hecho en otras ciudades del mundo. Mientras tanto, que el Mamm se siga dedicando a crear civilidad a través de la difusión del arte, los artistas y sus obras, tarea para la que necesita no solo el apoyo del Estado sino que fundaciones, empresas y ciudadanos del común nos metamos la mano al bolsillo y aportemos.
Ana Karenina Adaptación cinematográfica de la trágica novela de León Tolstoi, dirigida por Joe Wright. Ana Karenina es de la alta sociedad rusa y vive con su esposo, el funcionario Karenin. Su hermano le pide que le ayude a hacer las paces con su esposa Dolly, a quien le fue infiel, y en un viaje que emprende se encuentra con el conde Wronsky, con quien tiene una gran química.
Operación E Basada en los hechos del secuestro de Clara Rojas, quien fue privada de su libertad en 2002 junto a la candidata presidencial Íngrid Betancourt. La película cuenta la historia de una mujer secuestrada por las FARC que da a luz a un niño en medio de la selva colombiana y este le es arrebatado por dicha guerrilla. Un campesino, Crisanto, quien lucha solo por su familia, debe hacerse cargo del bebé bajo amenaza de muerte por la guerrilla. Además es perseguido por policías y militares quienes lo hacen responsable del secuestro.
Este joven es el creador de la residencia de arte Campos de Gutiérrez y nuestro artista invitado de la tres portadas anteriores
Andrés Monzón regresó a Medellín en 2011. Desde cuando se fue a vivir a Estados Unidos con su familia, a los 12 años, sintió que le habían robado algo de su infancia. Su primera parada en ese país fue en la Florida donde inmediatamente ingresó en un colegio enfocado en las artes.
No fueron años fáciles. Si bien Andrés se encontraba en un medio creativo que ya conocía desde sus clases de pintura y cerámica en Medellín y como testigo directo de la creación de cuadros de su madre y abuela, allí era el único estudiante latinoamericano y el cambio cultural había sido quizás muy brusco. Es por eso que el artista cuenta que solo se sintió cómodo como inmigrante al entrar a la universidad en el Rhode Island School of Design.
Una vez finalizado su pregrado, con intercambios semestrales en Italia y México, Andrés se fue para Korea durante un año. Allí podía costearse la estadía dando clases de inglés medio tiempo, mientras dedicaba el resto de sus horas a la creación artística. Fue en ese periodo cuando surgió la idea de regresar a Medellín con el proyecto de residencias de arte en Santa Elena.
En su familia siempre había existido la propiedad Campos de Gutiérrez. Por el mismo exilio de los suyos, la casa se encontraba sin uso y en condiciones poco óptimas. Pero renovando el lugar, con nuevos pisos, limpieza y un poco de cariño se creó el espacio para el programa de residencias que hoy maneja Andrés. La casa recibe entre una y siete personas, cuatro veces al año. Son artistas de diferentes países que se postulan a la residencia con proyectos de pintura, instalación o cualquier otra expresión de arte.
Andres Monzón es el artista creador de las obras que ilustraron las últimas tres portadas de Vivir en El Poblado, elegidas con la curaduría de Óscar Roldán, curador del Museo de Arte Moderno. Sus trabajos le dan una mirada a aquellos objetos que han dejado de ser queridos, están pasados de moda o de alguna forma olvidados.
Nuestra portada de esta edición da inicio a la serie de portadas con las obras del maestro Rodrigo Callejas, pintor y ceramista nacido en Medellín.
Spanglish girl y Señorita, música al estilo Miami, en la rumba de Medellín
En “El Pulguero”, como se le llama a un mall grande frecuentado por negros en Miami, en donde venden de todo, Al Athim se cortaba el pelo y se hacía las trenzas. La niña que se las hacia le decía “El Canadiense”. Era el blanco y mono entre los morenos, pero su alegría y efusividad lo distinguían como latino. Hablaba español. “Ya no era el blanquito que se creía rapero negro. Al latino lo respetan porque tiene la misma lucha, por así decirlo”, cuenta este artista del género urbano, que vivió 20 años en esa ciudad de la Florida. Alberto Abuchaibe, como se llama Al Athim, nació en Barranquilla, es descendiente palestinos y desde los cinco años se fue a Miami. En la radio sonaba el rap de los 80 y, al igual que muchos jóvenes estadounidenses, creció oyéndolo. Siempre le gustó la música y pintar. “Un mansito cantando”, dice, era el dibujo que siempre hacía en el colegio. Él, que creció alejado de los barrios en donde se vivía la cultura hip hop, era el único de sus amigos en ese cuento. En los barrios latinos, los raperos producen música juntos, así como sucede en Medellín y Barranquilla. Y aunque creció en un entorno diferente al de los artistas en Miami, salía de allí para compartir con nicaraguenses, dominicanos, cubanos… Con venezolanos y ecuatorianos formó un grupo al que llamaron La Gran Colombia. Con el auge del reguetón en el año 2000 se vivía al máximo la rumba latina. Wyndwood, que era en los años 50 un barrio puertorriqueño, pasó a ser un distrito de arte (Wyndwood Arts Dictrict), y su vida nocturna abría un espacio para los artistas latinos. The Roof, un programa hispano de Mun2televisión, iba por las discotecas de los barrios de la ciudad haciendo encuentros, en los que Al Athim cantaba.
En este mismo año creó sus propias pistas, montó las maquetas de las canciones, las llevó a un estudio profesional y de manera análoga grabó su primer disco: Represento, compuesto por cuatro canciones en inglés y una en spanglish, el idioma de los inmigrantes. Lo difundió por la web en páginas dedicadas al rap y Dj Gringo de Black Heart lo sonó por primera vez en la emisora Veracruz Estéreo de Medellín. Un momento en que todos lo conocieron como Fat Al, su primer nombre artístico.
“Está rompiendo” “El Fat”, así le dicen sus amigos en Medellín. En esta ciudad se radicó en 2007, tras haber estado en Bogotá trabajando en su empresa Arag Entertaiment Group, dedicada a impulsar artistas de la industria urbana colombiana, entre ellos J Balvin, a quien le recomendó ese nombre. A José Álvaro Osorio Balvin lo conoció años antes (2004), cuando cantaron una noche en la discoteca Dejavu, en Barrio Colombia, y desde ese momento se hicieron buenos amigos.
Un estudio de grabación en la vía Las Palmas es el sitio común en donde semana a semana se encuentran amigos y productores. “¡Ese es el que está rompiendo!”, interrumpe J Balvin cuando entra a la sala en medio de esta entrevista, saluda a Al Athim y se aleja a dedicarse a su trabajo. Alberto se ríe y continúa hablando de su vida, su música y estilo.
Estando en Medellín se unió con el Árabe, el Tigre, Aria, Mambo, JR. Ruiz (de la agrupación Laberinto) y formaron el grupo Los Extraditables. Su intención era hacer de este término negativo para el país, algo positivo. Su lema era “ Soy un colombiano extraditable por mi talento”. Lograron grabar con el Mexicano 777, un rapero de Puerto Rico, pero al final cada uno cogió su rumbo. La intención es sacar un compilado de este trabajo.
La música de Al Athim ha estado inspirada en Miami y en el rap de Nueva York. El rapero que más admira es Big Punisher, un puertorriqueño que emergió de la escena underground en el Bronx. El reguetón no ha sido su género, pero ha hecho varias producciones con amigos reguetoneros, como la canción “No estoy solo”, junto a Guerrero (artista urbano del Eje Cafetero). Su género lo denomina electro dance music, “sonidos electrónicos más anglo y afro”.
En 2012 incursiona en el género electro latino -muy al estilo de lo que hace Pitbull-, con el sencillo “Tú y yo”, junto a la cantante antioqueña Vivi Osorio. Al Athim estudia la música y lo que hacen otros artistas. “La idea es hacer las cosas bien hechas y no simplemente porque están de moda”, dice. Los últimos temas que lanzó y que suenan por estos días en la rumba colombiana son “Spanglish Girl” y “Señorita”, del cual espera grabar el video muy pronto.
Cuando va a escribir, se imagina la escena, entonces se va al entorno de la rumba y cuando la música “¡sube muy muy arriba!”… le genera sensaciones que le permiten crear cosas. El rap es la música que sigue haciendo para desahogarse.
“Soy un artista que de pronto a mucha gente le puede no gustar. De raperos escuchaba críticas de la manera de entregar la canción. No soy totalmente ni del rap ni del reguetón, pero ahora están muy abiertos a que los artistas hagan otras cosas”, reflexiona. Los tenis y la moda siempre le han gustado. En Miami, llegaba a su casa cada semana con un par de tenis diferente. “Thim” es una palabra árabe que denomina “pecador”, como su mamá le dijo cuando vio el exceso en el armario. Paradójicamente Al Athim, en ese mismo idioma, quiere decir “el bendecido”.
Discografía • Represento (2000) • American dream (2004) • Paradise lost (“No estoy solo”) (2009) • Refuse to lose (“She knows”) (2011)
Sencillos • “Tú y yo”, “Spanglish girl” y “Señorita” (2012) • “Get it started” (2013)
Noche de swing Una fiesta ideada para mover el esqueleto, así fue Swing Town, festival de swing, jazz y blues, que reunió en un mismo escenario a la banda norteamericana Squirrel Nut Zippers, el grupo bogotano Monsieur Periné y The Big Bones, de Medellín.
Ángela Álvarez, Paola Piza, Lukas Pliska Claudia Díaz, Juan José Ochoa
Cristina Wrobleski
Daniel Tabares
David Arango, María Buitrago Gustavo Hoyos, Alejandro Gómez Jhonatan Gil, Lina Espinal Johanna Múnera
Julián Ramírez
Susana Upegui
Laura Girón, Verónica Pinilla Laura Pérez, Evelyn Delgado, Daniela Hernández Luis Vanegas, Luza García Natalia Gil, Jorge Luis Álvarez Sara Muñoz, Milo Acosta Vanessa Ramírez, Natalia Mejía
Alas de Tango en El Castillo Con la presencia de conocedores de tango y las notas del bandoneonista Marcos Blandón se inauguró en El Castillo Alas de Tango, exposición de la reconocida fotógrafa Carmen Posada. La muestra, que ha sido el punto de partida para una programación de actividades en torno al tango desarrolladas por el museo, estará exhibida hasta el 7 de abril.
Yolina Mejía, Johnny Blandón Álvaro Vélez, Elvia Vélez, Julia Mejía Andrés Felipe Urán, Estefanía Arango Carlos Tobón, Iván Tobón, Carlos Gil Carmen Posada Carmen Posada Dora Luz Echeverría, Jaime Jaramillo Dora Ramírez, Jaime Osorio Jaime Jaramillo, Marco Blandón Jimena Puyo, Beatriz González Jota Hoyos, Pili Villa Juan Uribe, Margarita Echavarría, Juan Camilo Posada María Cristina Uribe, Alain Cortyl Martha Ligia Jaramillo, María Luisa Posada Martha Lucía Quirós, Laura Cecilia Bedoya, Guillermo Sánchez Ricardo Cifuentes, María Eliza Quiroz Rocío Fernández, Ramira Márquez Rodrigo Puyo, Alfredo Tamayo, Jorge Villegas Nora Ospina
Mercado Verde Un espacio recomendado para el sano esparcimiento y la compra de productos agroecológicos y alimentos artesanales es el Mercado Verde, un evento que se lleva a cabo el primer domingo de cada mes en el Jardín Botánico. Clases de yoga, talleres de bonsái y un espectáculo del ballet folclórico complementaron la oferta del Mercado Verde de marzo. Más imágenes en www.vivirenelpoblado.com
Charles Goillandeau, Melissa Velásquez Claudia Escobar, Johnny Giraldo
Gina Martínez
Vanessa Montoya, Óscar Muñoz
Luisa Fernanda Salazar
Simón Quintero, Paula Andrea Serna
Michael Castaño, Andrea Sánchez Natalia González, Katherin González Óscar Cabrera, Ana Vanegas Sebastián Garner, Blandini Garner Stephanie Mejía, Alex Escobar
Un viaje en archivos Hasta el 11 de abril estará abierta al público Hereditas Documentalis, exposición que exhibe los archivos (libros, folletos, revistas, periódicos, mapas, cartas, recortes de prensa, discos, entre muchos otros antiguos tesoros) de la Sala de Patrimonio Documental del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, de Eafit. Esta cumple una década de trabajo en el rescate de la memoria y la historia de la vida antioqueña y colombiana. La muestra puede apreciarse en el Centro de Artes de Eafit.
Libros Editorial Aguilar de España sobre literatura. Encuadernación en cuero y decorados Placa Hacia el Calvario, partitura de Carlos Vieco Primer Biblia traducida al español (Refiere dos fechas,1569 y 1622) Colección de mapas Colección de periódicos y revistas El Ingenioso Hidalgo Quijote de la Mancha. Primera edición facsimilar del siglo XIX Gatología de Uribe White Libro Colombia Cafetera de la Federación de Cafeteros ( 1927) Archivos musicales Papel Periódico Ilustrado, dirigido por Alberto Urdaneta ( 1881-1888) Periódico Medellín Musical fundado por Rafael Vega en 1953 Libros de viajeros que llegaron a Colombia en el siglo XIX Primeras impresiones en Colombia en el siglo XVIII Servicios de transportes áeros en Colombia Scadta Tesis de grado Las ideas socialistas en Colombia ( 1924) Títulos de acciones
Si algo nos distingue a los antioqueños es un orgullo inmenso por haber nacido en esta tierra maravillosa que, a pesar de tantos problemas, sigue adelante gracias a gran parte de su gente. No he sido muy partidario de las comparaciones porque poco creo en ciertos títulos como la mujer más bonita del mundo o el mejor restaurante, pues el tema de los gustos es muy personal y abrumadoramente subjetivo. Es más, creo que a veces tantos premios detienen el progreso y cuando uno se siente tan sobrado deja de estudiar y avanzar. Lo importante es que en el tema culinario cada vez estamos mejor, ahí está la Virgen, y la oferta mejora diariamente, de ahí que el sector merezca parte del importante reconocimiento que se le otorgó a la ciudad.
Gente innovadora del gremio estomacal como la que ha montado en los últimos años restaurantes y propuestas de negocios deliciosos y originales: Santa Leña, Milagros, Barbacoa, Chef Burger, Burger Factory, la panadería de Eduardo Madrid, los ahumados de Sergio Ostrovsky, Country Valley, Margaritas del Río, Tucunaré Pique, Mikaela, La Boquería, Artisano, Helados Dolche, Sushi Light, Rusticana, Mystique, Del Aire Skylounge, Le Coq, Bonuar, Lucio, La Legumbrería, Naan, Sr. Sirirí, Vinissimo Tienda de Vinos, Mundo Verde, La Choripanería, El Correo, Verdeo, El Cielo, Niña Juani, Buena Mar, Como Pez en el Agua, Ceres, Aguacate, Nagato y muchos otros que no menciono porque no he tenido oportunidad de conocer pero que nos enorgullecen por sus ofertas extraordinarias. Están a la altura de nuestra creciente cultura gastronómica y se unen a varios que ya son leyenda como Queareparaenamorarte, El Trifásico, La Tienda de Pedro, Piccolo, Pan de Abril, Il Castelo, Frutos del mar, La Casa de Amelia, La Panadería Chipre, La Cava del Inter, Hato Viejo, Asados Exquisitos, Cantaleta, Doña Rosa, San Carbón, El Salón Versalles, Sancho Paisa, La Provincia, Podestá y Casablanca, entre otros.
Por supuesto, a esta lista hay que sumarle montones de héroes anónimos de nuestra cocina criolla y popular, reconocidos ahora por Doña Claudia, la primera dama de la ciudad. Ella se ha dedicado, con un gran equipo de trabajo, a descubrirlos y exaltarlos en una guía gastronómica que próximamente circulará con información de aquellos negocios de barrio, caspetes, y garajes en donde se conserva lo mejor de nuestras costumbres antioqueñas.
Lamentablemente, como digo siempre, también tenemos varios defectos terribles como la falta de colegaje que llega con la competencia desleal, la copialina fruto de la envidia, la incompetencia que desata la guerra de precios, la falta de creatividad, la mediocridad, la pereza, la pobre capacitación, la improvisación y la carencia de identidad. De ahí que gran parte de los nuevos negocios cierren antes de su primer año de operación, aunque hayan empezado con gran ocupación. Tenemos que seguir trabajando para ser más unidos y mejorar aún más.
Frente a tantos bombos y platillos hay que tener cuidado y no olvidar que lo mejor de nuestro oficio es que es mucho más lo que nos falta por aprender que lo que sabemos. Por eso, a aquellos colegas que apenas arrancan, siempre les recomiendo tener cuidado con la arrogancia ya que empezar con el negocio lleno es muy fácil, lo difícil es mantenerse. El sobregiro, los desvelos y los clientes difíciles nos ponen los pies en la tierra para entender que este negocio es una lucha constante a pesar de ser tan divertido. Espero sus comentarios en [email protected] [email protected]
Daniel Hinestroza: Olivia El Poblado ya tiene su Olivia, pizzería artesanal que viene cosechando una creciente cantidad de fieles comensales desde su apertura en el Barrio Jardines, en Envigado. Recientemente, en Manila, en el sector de La Calle de La Buena Mesa, Olivia inauguró su segunda sede, fiel a su concepto gastronómico en donde la calidad y el respeto por los ingredientes son su principal factor diferencial.
Daniel Hinestroza, chef y parte de la sociedad Tres Sibaritas (grupo de amigos propietarios de Olivia y otros sitios reconocidos por los amantes del buen comer de la ciudad), nos brinda la receta de la pizza Greco, una de sus favoritas junto a la polpo (pulpo, mozzarella y mejillones ahumados) y la bellota (jamón bellota, mozzarella y parmesano).
Pizza Greco (para una persona) Ingredientes • 80 gramos de masa. • 60 gramos de pesto. • 80 gramos de queso mozzarella. • 30 gramos de queso feta. • 30 gramos de corazón de alcachofa. • 20 gramos de aceitunas negras.
Ingredientes para la masa • Un kilo de harina. • 10 gramos de levadura seca • De 400 a 500 centímetros cúbicos de agua. • 5 gramos de sal. • 10 gramos de azúcar. • 20 gramos de aceite de oliva. Separar 80 gramos de la masa para la pizza.
Preparación de la masa En un bowl, mezclar todos los ingredientes secos. Agregar el aceite de oliva y el agua. Amasar durante unos 10 minutos. Dejar reposar mínimo durante 45 minutos en un recipiente hermético a temperatura ambiente.
Ingredientes para el pesto • 100 gramos de aceite de oliva. • 30 gramos de hojas de albahaca. • 20 gramos de almendras. • 2 dientes de ajo. • Sal y pimienta al gusto.
Preparación del pesto Licuar los ingredientes.
Preparación de la pizza Tomar 80 gramos de masa, formar una bola, dejarla reposar mínimo durante 10 minutos. Estirarla hasta formar un círculo. Agregar sobre ella, en orden, el pesto, el queso mozzarella, el queso feta, los corazones de alcachofa y las aceitunas negras. Introducir en un horno precalentado, dejar allí por 20 minutos aproximadamente a una temperatura de 200 grados centígrados.
Eurek, fábrica de arte, bagels y ensaladas En el Centro Comercial El Tesoro se encuentra Eurek, un espacio en donde, con el acompañamiento de profesionales, los niños desarrollan sus capacidades creativas y cognitivas en constructivos talleres de arte. Eurek ofrece opciones para niños entre los 2 y los 12 años, que permiten a sus padres disfrutar de las delicias del resto-café, ir al cine o realizar una diligencia mientras sus pequeños se divierten y aprenden. Así mismo, cuenta con semilleros y cursos de cocina, astronomía y fotografía dirigidos a preadolescentes y adolescentes.
El hecho que motiva la presencia de Eurek en La Buena Mesa son los ricos bagels y las ensaladas de su resto-café. Entre sus alternativas de bagels sugerimos el Van Gogh (jamón de pavo, quesos azul y holandés, manzana verde y cebolla asada), el Eurek (jamón dulce, pastrami y confitura de frutos rojos) y el Da Vinci (jamón serrano, ají chiplote, mozzarella y tomates secos). De las ensaladas una apetitosa elección es la Origami (cogollo europeo, tomate cherry horneado, pancetta, queso azul y macadamias caramelizadas). Informes en el 419 1375.
En La Strada: Carnes del Francés Jean-Marie Guillois lleva la cocina en la sangre. Además de ser su profesión y la de su padre, ha sido una pasión permanente desde su niñez en Bretaña, región francesa célebre, entre otras cosas, por ser el lugar de origen de los famosos crêpes.
Hace tres meses, junto a su esposa colombiana Luisa, este chef inauguró en La Strada, Carnes del Francés, restaurante que ofrece una carta auténtica y basada en las tradiciones culinarias de su tierra natal.
El entrecôte en diversas salsas (recomendado el que va acompañado de la salsa de la casa, creada por Jean-Marie en un período que residió en Cartagena), la codorniz en salsa de uva y el cerdo en salsa de maracuyá son algunos de los exquisitos platos fuertes del restaurante. Cabe destacar que el pan baguette y los crossaints son preparados allí mismo, con recetas francesas originales. Próximamente, se incluirán nuevos platos en la carta, entre ellos unas “realmente carnudas” chuletas de cordero y pescados (salmón y mero) en unas salsas especiales con sello galo. Informes en el 266 5754.
Cuenta la tradición china que el sabio Shennong, en un estado de conciencia amplificado, miró las imágenes en el cielo y en la tierra y tuvo la intuitiva certeza de que todos los fenómenos del universo, de la naturaleza y de la vida se mueven entre dos polaridades: procesos de expansión y crecimiento y procesos de contracción y disolución. En los primeros predominan la luz y la autoconciencia y en los segundos, la oscuridad y el sueño. Shennong utilizó los ideogramas chinos: para el lado soleado de una colina, Yang, y para el lado oscuro de una colina, Inn, y le dio nombre a los procesos de expansión y contracción.
Los procesos de salud y enfermedad y las actividades humanas pueden ser comprendidos desde la ley de polaridad. En los reinos de la naturaleza esta ley se expresa en el aparente caos de los procesos de cristalización del reino mineral, en la organización polar de las plantas y en la simetría bilateral que conquista el reino animal y que alcanza su perfección en el reino humano.
Ocio y negocio son aspectos de la ley de oposición polar en las actividades humanas. Para los romanos, negotium significaba ‘ocupación, quehacer, trabajo’ y así formaron la palabra negocio, como contracción del adverbio nec: no, y el sustantivo otium: ocio, descanso. Los latinos llamaban otium no sólo a la recreación, sino también al tiempo dedicado a las artes. Así, el otium litteratum era el tiempo libre dedicado a las letras. (Ricardo Soca). Pero el sentido de la palabra negocio cambió al estar signado por la economía. La cultura anglosajona lo transformó con el mandato de que “el tiempo es oro” y planteó que el ser humano que produce dinero con su negocio es bien visto por los ojos de Dios.
En su alabanza del trabajo, los calvinistas se concentraron en la laboriosidad sistemática y continua. Así, el puritano inglés S. Hieron opinaba que “el que no tiene un negocio honrado en el que pueda emplearse normalmente…, no puede agradar a Dios”. Y al lado aparece la pereza, como la madre de todos los vicios. La pereza no tiene nada que ver con el ocio. En la pereza la voluntad está debilitada. ‘La pereza es una pérdida del sentido del ser… es una manera fácil de evitar el conflicto y de reprimir los propios puntos de vista’. (J.S. Restrepo). El antídoto contra la pereza es la voluntad y la conciencia de la necesidad.
El ocio, a diferencia de la pereza, es un tiempo que no se emplea en cuestiones laborales. Las personas que no están ociosas son las que atienden necesidades: se están lavando, peinando o trabajando. En cambio el ocio significa dedicarse a lo que te gusta. El ocio es simplemente lo que haces sin que necesiten pagarte por hacerlo, y el negocio es lo que haces para tener ingresos. La pereza es, en cambio, que tú no hagas nada: ni negocio ni ocio. (F. Savater).
La primera definición que conocí de meditación es “sentarse quieto para no hacer nada”. Esta posibilidad de aquietarse para contemplar un paisaje, para escuchar un concierto, para tejer o para orar fortalece la vitalidad humana y tiene un efecto sobre los ritmos. La salud humana vive en el ritmo y nuestro cuerpo vital es el vehículo de los ritmos y el portador de los procesos de salud. En el día enfermamos, en el ocio permitido y silencioso de la noche sanamos. Bienvenidos al ocio rítmico y creativo. [email protected]
/ Juan Carlos Franco En Medellín, sabemos todos, los vehículos cada vez tienen menos espacio para moverse. Ir de un lado a otro dentro de El Poblado, sabemos todos, cada vez toma más tiempo.
Y lo que vemos hoy, en marzo de 2013, es poco frente a lo que veremos en la última parte del año y de ahí en adelante, cuando estén en construcción algunas de las obras que ha programado el Fonval.
Hagamos un breve ejercicio mental: cerremos los ojos… imaginemos el cruce de Los Balsos con la Inferior, tipo 5 pm…. visualizamos dos filas densas interceptándose, una subiendo, que empieza más allá de Oviedo, casi desde la 4 Sur… otra por la Transversal, empezando por la calle 10… y cerca de la mitad de los conductores angustiados porque les llega el pico y placa… (Eso es hoy, es la realidad de cinco días a la semana. Nada inventado).
Ahora, sin abrir los ojos, suponga que cerramos parcialmente el cruce –mientras hacemos la obra nueva- y que en vez de pasar unos 30 vehículos por minuto solo van a pasar 15. Diga en voz alta dónde ve el comienzo de cada fila… pasan por su mente nombres de otros barrios… ¿tal vez de otros municipios?
Y si le aterró este cruce, ¿qué tal cuando cierren parcialmente el de Balsos con Superior, que además de ser el enlace fundamental entre Medellín y Oriente, recibe todo el tráfico que viene de Envigado por la Intermedia y San Lucas? ¿Ah? Bueno, suficiente por hoy de carros intentando moverse. No se exceda con este ejercicio, podría perjudicar su salud mental.
Pensemos ahora en los carros cuando no se están moviendo. Cuando están parqueados. Cada vez queda menos espacio para dejarlos.
De día los parqueaderos de muchos edificios de oficinas no son suficientes, ni de propietarios ni de visitantes. Universidades y colegios tampoco dan abasto, además de que a la entrada y salida de cada jornada bloquean las vías del vecindario durante 20 minutos. Clínicas, hoteles y restaurantes no están mejor… ¿Y los centros comerciales qué? Usted ingresa, pero ¿encuentra fácil un puesto libre? ¿Y qué tal la fila de salida?
De noche, en los edificios residenciales tampoco caben los carros, pues en muchos apartamentos pasaron de tener uno a dos, o de dos a tres. Resultado, se llenan los espacios para visitantes con carros de propietarios. O simplemente se dejan más y más carros estorbando afuera.
Ya son comunes los proyectos de nuevas oficinas, incluso de alto nivel, que ofrecen solo un parqueadero privado por oficina, lo cual agrava el problema.
En otras ciudades tan dependientes del carro como Medellín, con frecuencia es al contrario: al lado de un edificio nuevo, y como parte integral del proyecto, se construye otro de cinco o más pisos para albergar allí a todos los propietarios y visitantes. O le destinan no un par de sótanos como aquí, sino los primeros cinco pisos completos. O la ciudad promueve que se construya, por cada 8-10 edificios de oficinas, uno de parqueaderos. O se hacen estacionamientos subterráneos públicos en sitios de alta afluencia.
Pero en El Poblado no está pasando nada de eso. Y dentro de poco nuestra crisis de vehículos en reposo será tan grave como la de vehículos en movimiento.
Mirándolo desde otro ángulo, tal vez sea una bendición disfrazada. Está probado que enfrentar grandes trancones no convence a la gente de usar menos el carro.
Pero la posibilidad de no encontrar dónde dejarlo, o que parquear se vuelva demasiado costoso, sí podría hacer el milagrito, ¿o no? [email protected]
/ Carolina Zuleta Albert Einstein decía que una de las decisiones más importantes que debemos tomar como individuos es elegir si creemos que vivimos en un universo amigable o en uno hostill. En lo que leemos encontramos evidencia para los dos lados. Muchos autores, como Deepak Chopra y Wayne Dyer, escriben sobre ejemplos de vida que demuestran que vivimos en un universo de abundancia. Por otro lado, las estadísticas nos dicen lo contrario, como que solo el 5 % de nuevos negocios siguen vivos después de 5 años, el 0.4 % de los estudiantes de teatro consiguen actuar en una película de cine o el 50 % de los matrimonios termina en divorcio. ¿A quién creer?
Aunque no tengo la respuesta concreta, sí he podido observar: 1. Los que viven las vidas más maravillosas, están convencidos de que ellos pueden crear vidas maravillosas, que en ellos está el poder para crear. Los que están estancados creen que la opción de cumplir sus sueños está limitada por otros, las circunstancias y la vida; creen que el poder para crear está afuera de sí mismos.
2. Los que son exitosos se han atrevido a soñar en grande, aun cuando otros les han dicho que es imposible. Los que están estancados están enfocados en todas las razones por las cuales es imposible ser exitosos, como “no tengo dinero”, “es muy difícil”, y antes de intentarlo limitan su sueño.
3. Los que están viviendo la vida de sus sueños se han tomado el tiempo para entender qué es lo que realmente les gusta y los hace felices, en vez de ir con lo que “deberían” hacer.
4. Las personas que lo están logrando, se levantan cada día y lo intentan, mientras que los que se sienten limitados se pasan sus días pensando en lo que deberían hacer. Sin acción lo único que existe es una ilusión.
5. Las personas exitosas pasan su tiempo con otras personas exitosas y entre ellos mismos se dan fuerza para cumplir sus sueños; los demás están rodeados de personas que no creen que sea posible y juntos se alimentan la creencia de que es imposible.
Ninguna de estas cinco lecciones dice que las personas que han construido vidas maravillosas tenían más dinero, más capacidades o conexiones con personas famosas. Tampoco dice que las personas exitosas no han encontrado barreras y obstáculos. Las cinco lecciones están enfocadas en las creencias y acciones que cada individuo está en libertad de elegir.
¿Qué quieres elegir: creer que vives en universo abundante o creer que tu universo es limitado? Si hoy te sientes estancado en algún área de tu vida, revisa las cinco lecciones y descubre en dónde te estás limitando. Lo único que necesitas es un cambio de actitud y acción para empezar a caminar hacia tus sueños. [email protected]
El microcosmos de El Poblado Todos los análisis de que hoy es objeto Manila en el Concejo hay que hacerlos pronto, porque estamos ad portas de la discusión del POT
Lo que sucede en Manila es, a pequeña escala, un ejemplo de lo que pasa en toda la comuna 14.
En este céntrico barrio, uno de los 22 que conforman El Poblado, se presentan muchas de las características y problemas que se viven en el barrio en general, tal y como se expone en un artículo de esta edición de Vivir en El Poblado.
Varios de estos asuntos, que generan molestias y hasta roces entre los ciudadanos, están relacionados con el aumento del parque automotor y las dificultades de movilidad que afectan a toda la comuna: parqueo desordenado, escasez de parqueaderos y proliferación de construcciones nuevas con un número insuficiente de estacionamientos para atender la demanda de los servicios que ofrecen. Sobre este ítem también profundiza en la presente edición el columnista Juan Carlos Franco (pag 8).
Pero existen otras circunstancias que devienen en inconformidades de los vecinos: el ruido nocturno, el descuido de los espacios públicos, las falencias en la seguridad, las basuras sacadas o recogidas a destiempo… En fin, todos ellos son denominadores comunes en los diferentes sectores de El Poblado. Por eso, la manera como se enfrenten y se resuelvan estos problemas de Manila, que hoy son objeto de estudio por parte de una comisión accidental del Concejo de Medellín, pueden ser ejemplares y definitivas para tomar decisiones en el resto del territorio.
Si la administración municipal y la recién nombrada gerente de El Poblado, Astrid Velásquez, quieren de verdad mejorar no solo la imagen sino la calidad de vida en El Poblado e impedir que sus características negativas se intensifiquen y propaguen, deben contribuir a dar solución a los problemas de Manila, un barrio ubicado en pleno corazón de la comuna y donde confluyen los usos residencial y comercial. Esto no significa que los ciudadanos comunes y silvestres quedemos eximidos de responsabilidades, pues al fin y al cabo en la indisciplina social se gesta buena parte de los problemas que nos aquejan.
Sin duda, Manila y El Poblado son lo que se denomina popularmente un buen vividero. Esto los convierte en sitios estratégicos que si no tienen el debido control por parte del gobierno local y la misma comunidad, se desbordan y se convierten en malos vivideros.
Todos los análisis de que hoy es objeto Manila en el Concejo hay que hacerlos pronto, porque estamos ad portas de la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín (POT), mediante el cual se definen y clarifican, entre otras cosas, los usos del suelo. Habrá que establecer estrategias para que lo residencial y lo comercial puedan convivir, ninguno en detrimento del otro. Quienes están diseñando las soluciones deben hacerlo con mucha responsabilidad, conscientes de que estas serán un insumo para posteriores intervenciones a mayor escala.
El microcosmos de El Poblado Todos los análisis de que hoy es objeto Manila en el Concejo hay que hacerlos pronto, porque estamos ad portas de la discusión del POT
Lo que sucede en Manila es, a pequeña escala, un ejemplo de lo que pasa en toda la comuna 14.
En este céntrico barrio, uno de los 22 que conforman El Poblado, se presentan muchas de las características y problemas que se viven en el barrio en general, tal y como se expone en un artículo de esta edición de Vivir en El Poblado.
Varios de estos asuntos, que generan molestias y hasta roces entre los ciudadanos, están relacionados con el aumento del parque automotor y las dificultades de movilidad que afectan a toda la comuna: parqueo desordenado, escasez de parqueaderos y proliferación de construcciones nuevas con un número insuficiente de estacionamientos para atender la demanda de los servicios que ofrecen. Sobre este ítem también profundiza en la presente edición el columnista Juan Carlos Franco (pag 8).
Pero existen otras circunstancias que devienen en inconformidades de los vecinos: el ruido nocturno, el descuido de los espacios públicos, las falencias en la seguridad, las basuras sacadas o recogidas a destiempo… En fin, todos ellos son denominadores comunes en los diferentes sectores de El Poblado. Por eso, la manera como se enfrenten y se resuelvan estos problemas de Manila, que hoy son objeto de estudio por parte de una comisión accidental del Concejo de Medellín, pueden ser ejemplares y definitivas para tomar decisiones en el resto del territorio.
Si la administración municipal y la recién nombrada gerente de El Poblado, Astrid Velásquez, quieren de verdad mejorar no solo la imagen sino la calidad de vida en El Poblado e impedir que sus características negativas se intensifiquen y propaguen, deben contribuir a dar solución a los problemas de Manila, un barrio ubicado en pleno corazón de la comuna y donde confluyen los usos residencial y comercial. Esto no significa que los ciudadanos comunes y silvestres quedemos eximidos de responsabilidades, pues al fin y al cabo en la indisciplina social se gesta buena parte de los problemas que nos aquejan.
Sin duda, Manila y El Poblado son lo que se denomina popularmente un buen vividero. Esto los convierte en sitios estratégicos que si no tienen el debido control por parte del gobierno local y la misma comunidad, se desbordan y se convierten en malos vivideros.
Todos los análisis de que hoy es objeto Manila en el Concejo hay que hacerlos pronto, porque estamos ad portas de la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín (POT), mediante el cual se definen y clarifican, entre otras cosas, los usos del suelo. Habrá que establecer estrategias para que lo residencial y lo comercial puedan convivir, ninguno en detrimento del otro. Quienes están diseñando las soluciones deben hacerlo con mucha responsabilidad, conscientes de que estas serán un insumo para posteriores intervenciones a mayor escala.
Con mínimos recursos pero mucho amor por la cerámica, se inauguró este espacio para descubrir el desarrollo de la artesanía insigne de ese municipio
Cuando alguien menciona El Carmen de Viboral de inmediato se vienen a la mente los platos blancos de escasas flores alegres, o los juegos de pocillos en tonos azules de las casas de las abuelas y de las fincas familiares. La historia detrás de estos artefactos es más rica de lo esperado. Ese imaginario colectivo del icónico plato decorado fue una de las chispas que prendió la iniciativa de José Ignacio Vélez para crear el Museo de la Cerámica en El Carmen. “No podía cree que con tan poco hubiéramos hecho tanto”, dice el artista sobre este sitio, inaugurado hace poco más de dos meses.
La verdad es que no fue solo José Ignacio. Se trata de un equipo compuesto por Sandra Giraldo, conocedora del turismo de la región, y Marcela Duque, una antropóloga. Juntas vieron la posibilidad de lograr lo que desde hacía muchos años era solo un sueño. Contactaron a José Ignacio, y este a su amigo Mario Augusto Arroyave. El primero, ceramista reconocido, y el segundo, artista e historiador del arte.
El espacio ya existía en la Casa de la Cultura de El Carmen. Un pequeño cuarto llamado Museo Municipal guardaba sillas viejas, unas mesas, las campanas de la parroquia, entre otras cosas. “Casi como un baúl de abuela”, recuerda Mario Augusto. Eran objetos sin ninguna ilación ni contexto, cosas que expresaban algo del pasado del municipio, recordando por destellos los ancestros de El Carmen, que poco o nada han sido reconocidos por su aporte al arte de la cerámica desde hace 114 años.
La mujer como centro En diciembre de 2012 se inauguró el nuevo museo. Las paredes, pintadas con los colores del fuego que cuece el barro, reciben el despliegue de platos decorados y le rinden homenaje a la mujer con hermosas fotografías. Reconocer a la mujer fue uno de los objetivos principales del museo. Cuenta Mario que desde antes de que a la mujer colombiana se le permitiera salir de la casa, con el voto otorgado a ella en 1957, las mujeres de El Carmen ya hacían su propia revolución trabajando, decorando cerámicas, sin dejar de lado todas sus funciones de madres y de cuidadoras del hogar.
Los trabajos de estas mujeres le dieron a El Carmen su distinción. Pero esa identidad de decoración, tan conocida hoy, se forjó por medio de muchas influencias. Dicen Mario y José Ignacio, quienes hicieron decenas de entrevistas a decoradoras y artesanos para conceptualizar el museo, que los diseños florales de El Carmen se crearon, entre otras cosas, a partir de las flores observadas en el campo, de las impresiones de las telas que llegaban al pueblo o de los platos de tierras lejanas que llevaban personas en busca de réplicas. También, para sorpresa de ellos, en su investigación descubrieron la influencia de artesanos venidos del sur (Popayán, Pasto, Quito) -José Ignacio asegura que están relacionados con el maestro Jorge Oteiza, escultor vasco-, y su estadía en El Carmen.
Con paciencia e ingenio las mujeres fueron adaptando los materiales de su entorno en herramientas para trabajar. “El relleno de una silla de un carro hecho chatarra y el mechón de pelo de un niño empezaron a funcionar como espuma y pincel que dieran forma a los diseños”, dice José Ignacio. Hoy en las paredes del museo se puede apreciar el recorrido de esas herramientas y cómo en manos habilidosas han diseñado flores, mazorcas, peces, manzanas, hojas, entre tantas otras imágenes.
Sólo el principio El museo permite ver y entender la decoración de la cerámica, apreciar platos antiguos donados y nuevas concepciones de la cerámica en años recientes, pero, sobre todo, contextualizarse sobre esta forma de arte del Oriente antioqueño. Este primer paso es solo eso. José y Mario se emocionan hablando de las posibilidades. Quieren ver ese espacio ampliado, tener más paredes para contar más historias de barro. Tener actividades culturales y educativas, herramientas multimediáticas e interactivas y, por supuesto, darle espacio a los protagonistas que son parte del proceso: desde el sacador del barro en una veta hasta los pregoneros que llevaron el arte de El Carmen al resto del país.
El Museo de Antioquia tiene nueva sala Con la exposición El barro tiene voz. De la cerámica prehispánica al arte actual, se inauguró en Museo de Antioquia la Sala de Diálogos Interculturales. En este espacio se proponen diálogos entre épocas históricas, concepciones estéticas, propuestas de técnicas, materiales, soportes y formatos, que pueden tener propósitos exclusivamente poéticos o referirse a asuntos políticos; y pueden surgir entre regiones, generaciones, etnias o tribus ancestrales o urbanas.
Manuela Gaitán María Mercedes González María Patricia Carvajal Melisa Lema, Marisol Jaramillo Natalí Ramírez, José Giraldo Patricia Galeano Rafael Tamayo, Paola Builes, Carlos Manuel Gómez Rodrigo Callejas, Ricardo Cárdenas Rosella Feno Catalina Trujillo, Cristina Abad, María Cristina Vargas Daniel González, Beatríz Gutierrez, Andrés González Gloria Lucía Robledo, Humberto Echavarría Laura Victoria Franco, Janis Cárramo, Uwdin Franco Lina Colorado, Santiago Osorno
A Ocho Manos En la Galería de La Oficina fue inaugurada A Ocho Manos, exposición que es el resultado de un taller experimental dirigido por el artista Jorge Julián Aristizábal, llevado a cabo en el Taller La Estampa. En esta muestra pueden apreciarse los ejercicios realizados por ocho artistas con mucha proyección: Alejandro García, Ana María Velásquez, Johana Bojanini, Marcela Cárdenas, Cristina Castagna, Male Correa, Ana Fernández y Sandra Pizano.
Federico Balthazar, Male Correa Jean Gabriel Thénot, Álvaro Márquez Jorge Felipe González, Diana Zapata Marcela Alarcón Marcela Cárdenas, Ana María Velásquez, Alejandro García, Sandra Pizano, Ana Eugenia Fernández, Male Correa, Johana Bojanini, Cristina Castagna María Adelaida Díez, Tata Soto
Pablo Ornan, Claudia Sánchez
Paula Builes
Sara Bustamante, Martín Bustamante, Mónica Londoño, Juan Andrés Bustamante Trinidad Caballero, Carlos Montoya, Jeffer Rodríguez Verónica Piedrahita, Pedro Molina víctor Garcés, María Fernanda Calderón Victoria Cárdenas Alberto Sierra, Jorge Julián Aristizábal, Dwight Critchfield Carlos Mario Correa, Emma Beatriz Posada Claudia Velásquez, Ana Piedad Jaramillo
Portabale/Bodycode en Attic Bar El reconocido Dj sudafricano Alan Brahams, bajo sus dos alias Portable y Bodycode, ambos ligados a proyectos de música electrónica vanguardista, se presentó en Attic Bar en Río Sur.
Catalina Gómez, Esteban Mora, Daniela Roldán Estefanía Gutiérrez, Esteban Zuluaga Jessica Santa, Juan Hercs Juan Sebastián Lopera María Claudia Arrendondo, Camilo Ríos, María Fernanda Mejía María Isabel Acevedo, Lina María Múnera Sebastían Vásquez, Andrea Arias Vanessa Llanos, Juan Rojas, Lina Suárez Ana María Manotas, Liz Zuluaga Mauricio Ramírez, Elsa de La Fuente
Olivia y Barbacoa llegan a El Poblado A la Calle de La Buena Mesa, en Manila, arribaron dos restaurantes que desde hace buen tiempo han causado sensación en el barrio Jardines, o también denominado como la Calle de La Buena Mesa de Envigado: Olivia y Barbarcoa. Ambos fueron creados por 3 Sibaritas, una sociedad de amigos que comparten una pasión por la gastronomía. Olivia ofrece pizzas artesanales hechas en horno de leña, mientras que Barbacoa brinda un perfecto maridaje entre hamburguesas gourmet y cervezas de diferentes latitudes.
Andrés Ovallo Daniela Acevedo, Eduardo Calvo Jahir Rueda, Alfonso Arango, Santiago Gómez, Mónica Moscozo Juan Carlos Rojas, alejandra Navarro, Santiago Restrepo Juan Esteban REstrepo, Daniel Hinestroza, Ricardo Restrepo, Nicolás Gutiérrez Juanita Hinestroza, Jaime Muñoz, Roberto Montoya, Manuela Montoya Juliana Valero, Isabel Mesa, Amelia Ochoa, Elisa Ochoa, Sara Lasso
Laura Vargas
Lina Marín, Miranda
Maria Emilia Rivera
Natalia Candamil
María Luisa Fernández, Natalia Arango, Valentina Correa, Carolina Toledo Natalia Osorio, Juan Camilo Marín, Tomás Mejía Natalia Osorio, Piedad Duque Piso 21 y Mónica Moscoso Santiago Jaramillo, María Clara Sánchez Sebastián Castaño, Alejandra Ríos, Felipe Agudelo – Acceso directo Vaneesa Peláez, Isabel Jiménez
“¿Qué podemos hacer para esta ocasión?”, es la disyuntiva que se nos presenta cada vez que invitamos a alguien a comer en casa.
Pues bien, hace poco teníamos una cena y había que definir el menú. Como estamos en pleno verano en Buenos Aires, con temperaturas extremas y una humedad muy alta -¡algunos días con sensaciones térmicas superiores a los 40 grados, un verdadero infierno!-, lo primero que hice fue tratar de armarlo con base en platos ligeros y no muy picantes, que no generaran más calor ni compitieran con las altas temperaturas circundantes.
Con ello en mente realicé una visita al mercado de San Telmo para observar qué era lo que estaba disponible ese día, de la mejor calidad y a buen precio. Encontré champiñones, rúcula, higos maduros, tomates cherry maduros, perejil, albahaca y buenos quesos. Donde mi carnicero de confianza hallé un peceto (muchacho), ideal para hacer ese plato tradicional de la gastronomía italiana de verano: el vitello tonnato, o vitel toné como le dicen por acá, pues en la despensa de la casa teníamos los ingredientes necesarios para preparar su condimento.
Inicialmente pensé hacer un cebiche como entrada, pero en la pescadería del barrio no tenían los pescados o mariscos adecuados para ello, así que deseché la opción. Busqué entonces levadura, harina integral y harina de trigo para hacer un pan de campo para las bruschetas que ofrecería como abrebocas.
Fui a la vinería a buscar un vino liviano para acompañar la cena y encontré un Pinot Noir de 2010 a buen precio.
Con todo a mano, me dirigí a casa y empecé a preparar el siguiente menú: Para la bienvenida, bruschetas con tostadas de pan de campo aderezadas con aceite de oliva y un poco de ajo, sobre las que puse porciones de champiñones cortados en tajadas finas, cocidos en mantequilla y adobados con un poco de ajo, perejil, caldo de verduras y vinagre de vino.
Para la entrada, dispuse en platos individuales una ensalada de rúcula, higos, queso azul, pimienta recién molida, algo de sal y una cantidad generosa de aceite de oliva (y, si se quiere, un poco de vinagre de vino de buena calidad).
Para el plato principal había preparado desde la víspera el vitello tonnato y lo había puesto a refrigerar para que la carne tomara la esencia del sabor de la salsa de atún, anchoas, alcaparras y mayonesa hecha en casa.
Como guarnición, hice una ensalada de tomates cherry bien maduros, pelados y sin semilla, picados en trozos no muy grandes (puestos una hora en un colador a fin de drenar su líquido), acompañada de queso mozzarella muy fresco, albahaca y aceitunas negras. Todo aderezado con aceite de oliva y jugo de limón recién partido.
El postre ideal para las altas temperaturas del verano es el helado artesanal. A los argentinos les encantan los de dulce de leche y los de sambayón; a mí me gustan los de frutos rojos, pero en las heladerías es usual encontrar más de 30 sabores.
Y así es como armo el menú cada vez que tenemos invitados en casa: lo que en el mercado está fresco, a buen precio y en estación, preparado de acuerdo con las preferencias de los huéspedes o del cocinero y ¡tomando en cuenta las temperaturas prevalecientes!
Nota: Agradezco a los lectores sus opiniones sobre mis columnas y el interés y entusiasmo que despertó mi oferta de compartir la receta de las albóndigas cocidas en salsa de tomate. En total recibí y respondí 17 mensajes, uno de ellos con un regalo inesperado y muy apreciado: la fórmula para hacer dulce de arracacha a la manera de la casa materna de un lector nacido en Armenia Mantequilla. ¡Gracias a todos nuevamente!
“Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”, es una famosa frase de Hipócrates, el padre de la medicina, que resume la filosofía de Up Fruit Bar, lugar donde transforman frutas y vegetales frescos en novedosos ups: jugos y smoothies que brindan energía y bienestar integral al organismo.
Situado en el Mall Inter Diez, Up Fruit Bar es un proyecto de la comunicadora Ana María Arbeláez, quien junto a la chef Melina Alzate desarrolló una selección de nutritivas combinaciones de smoothies energizantes, jugos frutales y vegetales, y próximamente sándwiches saludables.
En esta edición de La Buena Mesa ofrecemos dos recetas de su oferta de refrescantes smoothies: clorofila y pasión. A partir del miércoles 6 de marzo, Up Fruit Bar atenderá domicilios. Más información de Up Fruit Bar en el 321 815 8082.
Clorofila (para un vaso de 16 onzas) Ingredientes • Un kiwi. • Media manzana. • Una feijoa. • Cuatro onzas de helado de yogur natural sin azúcar. • Hielo (10 onzas). • 30 mililitros de agua.
Pasión (para un vaso de 16 onzas) Ingredientes • 20 gramos de agraz. • 50 gramos de fresa. • Medio durazno. • Cuatro onzas de helado de yogur natural sin azúcar. • Hielo (10 onzas). • 30 mililitros de agua.
Preparación (para ambos smoothies) Picar las frutas, agregarlas a la licuadora con el hielo, el agua y el helado de yogur natural (en caso de no tenerlo, reemplazarlo por una bola pequeña de helado de vainilla bajo en grasa). Endulzar al gusto con almíbar, miel o endulzante sin calorías.
Arazá y acaí, frutos del Amazonas La Frutera Campestre (con sedes en la Clínica El Rosario de El Tesoro, el Club Campestre y en el gimnasio Green Fit) ofrece la posibilidad de probar (en jugos o smoothies) dos frutas exóticas que proporcionan una variedad de beneficios para la salud: arazá y açaí. Ambas son originarias del Amazonas y son comercializadas en pulpas por Pulpas La Granja, marca que ofrece este tipo de productos, 100 % naturales, sin azúcar y conservantes artificiales.
El açaí data de tiempos precolombinos, es un poderoso antioxidante que reduce los efectos del envejecimiento, aumenta la energía, resistencia e impulso sexual, previene el estreñimiento y ayuda a bajar de peso. Mientras que el arazá, o también llamado guayaba amazónica, tiene altos niveles de potasio y vitamina C y es útil en los tratamientos del colesterol, diabetes, o padecimientos del hígado y los riñones. Más información de Pulpas La Granja en www.facebook.com/pulpalagranja. Para comunicarse con la Frutera Campestre (sede Clínica El Rosario de El Tesoro) llamar al 326 9100. Ext 5111.
Yo Quiero Ensaladas Dos jóvenes emprendedores, José Iglesias y Katherine Jaramillo, son los responsables de Yo Quiero Ensaladas, negocio que ofrece 30 variedades de ensaladas gourmet a domicilio para disfrutar en casa, el trabajo o la universidad. Preparadas con ingredientes de primerísima calidad, entre los que se incluyen carnes maduradas, finos quesos y hasta mariscos (en el caso de la ensalada marinera), se comercializan en tiqueteras de 7, 15 y 30 ensaladas. De este modo, el comensal recibirá en los días elegidos, a domicilio, las opciones solicitadas.
Los mismos creadores de Yo Quiero Ensaladas son los gestores De Mi Huerta, negocio que ofrece frutas y hortalizas lavadas, peladas, troceadas (en diferentes cortes) y empacadas al vacío, a precios muy económicos. Más información de ambas marcas en www.frutasyhortalizas.co o en el 448 3030.
Deliciosas, espesas y saludables. Así son las malteadas de Milkytree, sitio localizado en la nueva etapa del Mall San Lucas.
Allí se ofrecen unas opciones preestablecidas, divididas en body treat milkshakes (malteadas para el cuidado del cuerpo) y en signature milkshakes (malteadas insignia). También pueden armarse al gusto, eligiendo entre helado de yogur natural o vainilla, y jugando con los cerca de 70 toppings (frutas, salsas, dulces, chocolates, frutos secos) que ofrece para inventar una malteada de ensueño.
Entre las body treat milkshakes recomendamos la saludable (helado de yogur, banano, un poco de leche descremada, granola y salsa dietética de frutos del bosque). La rocky road (helado de vainilla, chips de chocolate, masmelos rostizados, nueces de nogal y salsa de chocolate) es nuestra sugerida entre las signature milkshakes. Otro de los productos fuertes de Milkytree son sus ricos paninis y flats, entre los que se destacan el de chorizo español con queso azul y el de jamón serrano. Informes: 313 1026.
/ Carlos Arturo Fernández U. En 1979, en circunstancias distintas a las de las últimas semanas con el retiro de Benedicto XVI, Ethel Gilmour (Cleveland, Ohio, 1940 – Medellín, 2009) pintó, en gran formato, el “Entierro de un papa”. Este acrílico sobre lienzo, de 194 por 137 centímetros, se remitía, por supuesto, a las muertes de Pablo VI y de Juan Pablo I, entre agosto y septiembre de 1978. Sin embargo, el análisis que sirve de fundamento a la obra puede ser hoy todavía más vigente que antes.
A pesar de su procedencia y formación extranjera, Ethel Gilmour es una de las personalidades artísticas contemporáneas que más intensamente penetra en la idiosincrasia popular. Desde su llegada a Colombia en 1971 se dedica sin pausa a revisar los estereotipos que permean la cultura nacional; quizá, justamente su origen foráneo le permite descubrir y analizar situaciones que, por obvias, pasan inadvertidas para la mayor parte de nosotros.
Dentro de ese contexto, Ethel Gilmour encuentra que todo lo que tenga que ver con la religión católica parece ubicarse en el lugar central de la vida cotidiana, determinando una parte fundamental del imaginario colectivo, como se revela, por ejemplo, en la enorme cantidad de giros lingüísticos de connotación religiosa que usamos a diario. Y, por eso, su obra está cruzada muchas veces por referencias a esos temas: no porque esté interesada ni directa ni indirectamente en proponer que el arte recupere estos terrenos de la religión sino, más bien, por su incidencia en los esquemas culturales establecidos, los cuales analiza y critica por medio de su trabajo artístico.
En ese orden de ideas, lo que Ethel Gilmour plantea es una reflexión sobre la manera como los temas de contenido religioso acaban convertidos muy frecuentemente en estereotipos vacíos de sentido, mediados por la televisión y los periódicos.
En realidad, este “Entierro de un papa” no responde, desde ningún punto de vista, a una experiencia espiritual, como sería, por ejemplo, la de un creyente que se sintiera conmovido por la muerte del Papa y quisiera estar místicamente unido al ceremonial de sus funerales.
Lo que aparece en el cuadro de Ethel Gilmour es, claramente, la imagen “oficial-religiosa” transmitida por los medios de comunicación. El enfoque de la escena revela que el punto de partida de la composición debió ser una fotografía correspondiente al momento del traslado del cadáver a la cámara ardiente. Por una parte, percibimos el montaje ceremonial del acontecimiento, cargado de un formalismo tal que hace olvidar su significado religioso e incluso puramente humano, como sería, por ejemplo, la reflexión acerca de la fugacidad de la vida de todos. Quizá lo que más impacta es el enorme fondo verde limón que tiene el efecto adicional de mostrarnos que estamos fuera de lo real. Pero, además, por otra parte, a ello se agrega la conversión del hecho en espectáculo, lo que constituye un nivel adicional de distanciamiento de la experiencia directa.
En última instancia, hay aquí una profunda crítica política, todavía válida en la actualidad, que, quizá sin pretender cuestionar la dimensión espiritual, o, al menos, sin detenerse en ello directamente, hace patente las consecuencias de su conversión en espectáculo. [email protected]
/ Esteban Carlos Mejía ¡Qué confederación de almas! Más de 270 personas asistieron el pasado jueves al conversatorio de Vivir en El Poblado y el Centro Comercial Santafé (Constelaciones familiares o Búsqueda de soluciones, comprendiendo nuestra historia familiar) con Judith Duque Camargo, psicóloga de la Universidad San Buenaventura. Al principio de su clínica, fue psicoanalista, freudiana pura. Luego, librepensadora ella, buscó otros caminos y por casualidad dio con el sistema de Bert Hellinger, Familienaufstellung, que en español quiere decir algo así como “composición o ubicación de la familia”, pero que, por jugarretas del destino, terminó llamándose “constelaciones familiares”.
La familia tiene leyes: orden, jerarquía, pertenencia o no exclusión, dar y recibir. El orden es natural: primero los padres, después los hijos según su nacimiento, “en orden de aparición”, como en Hollywood, incluidos abortos o pérdidas. Y también los hijos que por una u otra razón ya no están. “Las personas tienden a hablar más de la familia de la que vienen, no de la que tienen en el presente, pues intuitivamente sienten que esa disposición o ubicación ha sido decisiva en sus vidas psíquicas.” Me acordé de El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, uno de los libros más hermosos y penetrantes de Karl Marx: “La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.”
El 1 va antes que el 2. “Por encima están los padres. Pero les tengo una novedad”, dijo con cierta complacencia. “No hay que amarlos. Hay que honrarlos, lo cual es muy distinto.” Honrar quiere decir respetar. El mundo contemporáneo nos induce a amar a padres odiosos, maltratadores, excluyentes. “¿Cómo amar a un papá que te ha violado cuando adolescente? ¿Cómo amar a una mamá que te ha echado de tu familia? No es necesario. Basta el respeto”.
Bajo la ley de la pertenencia, nadie debe ser excluido. La experiencia clínica le ha revelado que las exclusiones traen consecuencias en el tiempo. “Si en una familia alguien ha sido excluido por homosexual, no es extraño que en la siguiente generación aparezca un homosexual.” Y así con cualquier exclusión, sin importar motivo o causa. Porque en las familias, lo que se da, se recibe, en una cadena sucesiva y, digamos, inevitable. Dar y recibir, de padres a hijos, de hermanos mayores a hermanos menores.
Ahora bien, ¿qué buscan los pacientes al hacer una constelación? Ubicarse. Conocer, entender y aceptar su puesto en la composición familiar. “No se trata de pensar o interpretar, sino de actuar”. En este punto, la doctora Judith agregó otras dos novedades. Sin vacilar, aseguró que “el pensamiento se trasmite”. Dudé, los dioses me perdonen. “¿Quiere pruebas’”, me preguntó y, en seguida, hizo dos ejercicios con personas escogidas al azar para mostrar que con solo plantarnos delante de otro somos capaces de sentir lo que ese otro está sintiendo. Todo ello porque el alma es energía. “Y no hablo de magia ni de brujería sino de energía, que yo llamo cuántica, perceptible por los demás, como un fluido.” Al final, “las almas se comunican entre sí, se ubican, se organizan hasta hallar el lugar que les corresponde en su constelación”.
*** El próximo jueves, 7 de marzo, a las 6:30 p. m., hablaremos de pesca, aventuras y gastronomía con Álvaro Molina Villegas y Juan Carlos Uribe Restrepo, cocineros de alcurnia y pescadores de aguas dulces y saladas. En Santafé nos vemos. [email protected]
/ Etcétera. Adriana Mejía Mi amiga Fulanita es católica, porque nació en una familia y en un país de tradición católica. Igual hubiera podido ser musulmana, judía, hinduista…, según dónde hubiera llegado al mundo. Las religiones, tanto como las lenguas, forman parte de la cultura humana. Son creación de los hombres para convivir y comunicarse y, además, para canalizar sus necesidades espirituales, mantener contacto con los muertos, buscar sentido a la existencia.
Es admiradora de la esencia del cristianismo, aunque al tiempo piensa, duda y se hace muchas preguntas (muchísimas, es insomne), para las que no encuentra respuestas. Cree en Dios, ha decidido hacerlo a sabiendas del misterio. (Más allá del límite del mundo, más allá de la senda infinita, más allá de la vida, estás tú). Y cree que Dios está por encima de las religiones y es el mismo para todos, seamos o no católicos, apostólicos y romanos.
Uy, romanos. En este punto sí que tiene interrogantes Fulanita. Ahora más, con las frases sueltas de Benedicto XVI: “Tomé esta decisión por el bien de la Iglesia”. “El rostro de la Iglesia aparece muchas veces desfigurado. Pienso, en particular, en las culpas contra la unidad, en las divisiones del cuerpo eclesial”. “Debemos atravesar el corazón y no los vestidos. En nuestros días son muchos los que están dispuestos a rasgarse las vestiduras ante escándalos e injusticias, pero pocos parecen dispuestos a actuar sobre su propia conciencia e intenciones”. Etcétera.
Corrupción, intrigas, boato, “suciedad” (palabra suya), traiciones –la de su propio mayordomo pudo haber sido la gota que rebozó la copa– se solapan bajo túnicas purpurinas, sonrisas hipócritas y herencias non sanctas que a fuerza de merodear por los salones pontificios han terminado por instalarse en sus vericuetos. Poco edificante –con honrosas excepciones–, el comportamiento de la cúpula del catolicismo; demasiados lobos arrebatándose la gloria terrenal, mientras montones de pastores anónimos –esos sí en nombre de Dios–, desde la retaguardia de las tropas sacerdotales, dejan a diario la sotana y la vida en parroquias, barrios, pueblos…, haciendo el bien sin mirar a quien; alejados de venias, cabriolas y besamanos.
Alejados de pompas tan perecederas como las del jabón, se dice Fulanita, a la vez que se detiene en un concepto del sacerdote brasilero Leonardo Boff, experto en catolicismo e Iglesia que bien podría hacer reflexionar a los cardenales: “Es un error teológico pensar en el Papa como representante de Dios en la Tierra. Esa arrogancia la padecieron algunos jerarcas de la Iglesia en el medioevo, al tratar de imponerse a los reyes. Los cristianos deben acostumbrarse a no mitificar ni a idolatrar la figura del Papa, que es un hombre sometido a las contingencias humanas”. (El Tiempo). Muchos “vatichicos”, pues, tendrían que empezar por reconocer que son simples mortales, reflexiona Fulanita, al explicarse mejor por qué sucede lo que sucede al interior de ese gran champiñón, llamado El Vaticano, que campea en inmediaciones de la Ciudad Eterna.
Y repasa a otro teólogo que la entusiasma, el sacerdote suizo Hans Küng: “El debate sobre la unidad debería ser uno sobre la identidad. ¿Quién refleja mi fe hoy en día? ¿El catolicismo romano o la creencia en Cristo? Yo voto por esta última. La Iglesia católica subsiste hoy, pero la de Cristo subsistirá siempre. La primacía de la Iglesia no es la dominación ni el poder, sino el cuidado y el bienestar de la gente”.
Es consciente de que si bien estos temas despiertan pasiones, hay que discutirlos con franqueza, serenidad y respeto. Cuanto antes, mejor. Etcétera. Ojalá –suspira Fulanita– tantos prelados donaran los anillos de piedras como meteoritos que lucen en sus anulares, para contribuir a mitigar la hambruna del África, por ejemplo. Mientras más ligeros de equipaje, más ágiles en el camino de la humildad, la compasión, la misericordia, el amor al prójimo. [email protected]
Pero si bien una gerencia para El Poblado tiene varios pros, no está por demás advertir sobre posibles contras
Por casualidad supimos que desde el pasado 11 de febrero El Poblado tiene gerente. Una gerente, para ser más precisos. La creación de este cargo, así como su titular, aún no ha sido presentada oficialmente por la Alcaldía a los medios de comunicación ni a El Poblado.
En todo caso, enhorabuena, porque es una petición que se estaba haciendo de tiempo atrás, dadas las características especiales que tiene la comuna 14 en el contexto de ciudad, su importancia como centro turístico, financiero, comercial, de entretenimiento, residencial y cultural. No hay que olvidar que es un territorio complejo, compuesto por 22 barrios y habitado por 122.489 personas (según la última Encuesta de calidad de vida), sin contar las miles que trabajan, visitan o transitan diariamente por el sector.
Tanto en reuniones de la comunidad para tratar temas de seguridad, ruido o movilidad, como en editoriales y artículos de opinión de este periódico se había expresado la necesidad de crear una gerencia para El Poblado, una especie de “mayordomía” que se encargara de tramitar todo lo relacionado con este barrio del suroriente de Medellín, una dependencia que sirviera de canal comunicante efectivo entre la administración municipal y los ciudadanos con el fin de resolver problemas comunes y mejorar la calidad de vida en la comuna 14.
Pero si bien una gerencia para El Poblado tienes varios pros, no está por demás advertir sobre posibles contras, para que no suceda lo que ha ocurrido con otras gerencias en Medellín, por ejemplo la del Centro. Porque tener buenas intenciones y un funcionario capacitado no es suficiente para impactar de manera contundente una zona que corre el peligro de deprimirse. Hacen falta recursos propios que den capacidad de maniobra, y poder de decisión para no estar sujeto a la buena voluntad de otras dependencias de la Alcaldía. Al no tener asignación presupuestal, una gerencia como la de El Poblado podría correr el riesgo de convertirse en un cargo burocrático más, un quemadero para el gerente de turno, con los brazos atados por la imposibilidad de tomar decisiones.
Pero a la par que El Poblado saluda a su nueva gerente, también despide a uno de sus funcionarios: tras dos años y tres meses de estar al frente de la Estación de Policía, fue promovido a la dirección de inteligencia de la Policía en Bogotá el teniente coronel Fabio Rojas. Desde el lunes 4 de marzo lo reemplaza en el cargo el mayor Andrés Pulido Tobo, instructor de la Escuela General Santander. Todo un reto empezar a coger el hilo de los intríngulis de seguridad en la comuna 14, donde el teniente coronel Rojas había logrado bajar los índices de delincuencia. Buenos vientos para ambos.
Pero si bien una gerencia para El Poblado tiene varios pros, no está por demás advertir sobre posibles contras
Por casualidad supimos que desde el pasado 11 de febrero El Poblado tiene gerente. Una gerente, para ser más precisos. La creación de este cargo, así como su titular, aún no ha sido presentada oficialmente por la Alcaldía a los medios de comunicación ni a El Poblado.
En todo caso, enhorabuena, porque es una petición que se estaba haciendo de tiempo atrás, dadas las características especiales que tiene la comuna 14 en el contexto de ciudad, su importancia como centro turístico, financiero, comercial, de entretenimiento, residencial y cultural. No hay que olvidar que es un territorio complejo, compuesto por 22 barrios y habitado por 122.489 personas (según la última Encuesta de calidad de vida), sin contar las miles que trabajan, visitan o transitan diariamente por el sector.
Tanto en reuniones de la comunidad para tratar temas de seguridad, ruido o movilidad, como en editoriales y artículos de opinión de este periódico se había expresado la necesidad de crear una gerencia para El Poblado, una especie de “mayordomía” que se encargara de tramitar todo lo relacionado con este barrio del suroriente de Medellín, una dependencia que sirviera de canal comunicante efectivo entre la administración municipal y los ciudadanos con el fin de resolver problemas comunes y mejorar la calidad de vida en la comuna 14.
Pero si bien una gerencia para El Poblado tienes varios pros, no está por demás advertir sobre posibles contras, para que no suceda lo que ha ocurrido con otras gerencias en Medellín, por ejemplo la del Centro. Porque tener buenas intenciones y un funcionario capacitado no es suficiente para impactar de manera contundente una zona que corre el peligro de deprimirse. Hacen falta recursos propios que den capacidad de maniobra, y poder de decisión para no estar sujeto a la buena voluntad de otras dependencias de la Alcaldía. Al no tener asignación presupuestal, una gerencia como la de El Poblado podría correr el riesgo de convertirse en un cargo burocrático más, un quemadero para el gerente de turno, con los brazos atados por la imposibilidad de tomar decisiones.
Pero a la par que El Poblado saluda a su nueva gerente, también despide a uno de sus funcionarios: tras dos años y tres meses de estar al frente de la Estación de Policía, fue promovido a la dirección de inteligencia de la Policía en Bogotá el teniente coronel Fabio Rojas. Desde el lunes 4 de marzo lo reemplaza en el cargo el mayor Andrés Pulido Tobo, instructor de la Escuela General Santander. Todo un reto empezar a coger el hilo de los intríngulis de seguridad en la comuna 14, donde el teniente coronel Rojas había logrado bajar los índices de delincuencia. Buenos vientos para ambos.
Pero si bien una gerencia para El Poblado tiene varios pros, no está por demás advertir sobre posibles contras
Por casualidad supimos que desde el pasado 11 de febrero El Poblado tiene gerente. Una gerente, para ser más precisos. La creación de este cargo, así como su titular, aún no ha sido presentada oficialmente por la Alcaldía a los medios de comunicación ni a El Poblado.
En todo caso, enhorabuena, porque es una petición que se estaba haciendo de tiempo atrás, dadas las características especiales que tiene la comuna 14 en el contexto de ciudad, su importancia como centro turístico, financiero, comercial, de entretenimiento, residencial y cultural. No hay que olvidar que es un territorio complejo, compuesto por 22 barrios y habitado por 122.489 personas (según la última Encuesta de calidad de vida), sin contar las miles que trabajan, visitan o transitan diariamente por el sector.
Tanto en reuniones de la comunidad para tratar temas de seguridad, ruido o movilidad, como en editoriales y artículos de opinión de este periódico se había expresado la necesidad de crear una gerencia para El Poblado, una especie de “mayordomía” que se encargara de tramitar todo lo relacionado con este barrio del suroriente de Medellín, una dependencia que sirviera de canal comunicante efectivo entre la administración municipal y los ciudadanos con el fin de resolver problemas comunes y mejorar la calidad de vida en la comuna 14.
Pero si bien una gerencia para El Poblado tienes varios pros, no está por demás advertir sobre posibles contras, para que no suceda lo que ha ocurrido con otras gerencias en Medellín, por ejemplo la del Centro. Porque tener buenas intenciones y un funcionario capacitado no es suficiente para impactar de manera contundente una zona que corre el peligro de deprimirse. Hacen falta recursos propios que den capacidad de maniobra, y poder de decisión para no estar sujeto a la buena voluntad de otras dependencias de la Alcaldía. Al no tener asignación presupuestal, una gerencia como la de El Poblado podría correr el riesgo de convertirse en un cargo burocrático más, un quemadero para el gerente de turno, con los brazos atados por la imposibilidad de tomar decisiones.
Pero a la par que El Poblado saluda a su nueva gerente, también despide a uno de sus funcionarios: tras dos años y tres meses de estar al frente de la Estación de Policía, fue promovido a la dirección de inteligencia de la Policía en Bogotá el teniente coronel Fabio Rojas. Desde el lunes 4 de marzo lo reemplaza en el cargo el mayor Andrés Pulido Tobo, instructor de la Escuela General Santander. Todo un reto empezar a coger el hilo de los intríngulis de seguridad en la comuna 14, donde el teniente coronel Rojas había logrado bajar los índices de delincuencia. Buenos vientos para ambos.
Circo del Sol: Mundos lejanos Una joven pareja que se separa, debe viajar a través de los oníricos y sorprendentes mundos de Cirque du Soleil para encontrarse el uno al otro, mientras la audiencia experimenta la tecnología en 3D que les permitirá saltar, volar, nadar y bailar con los artistas.
Hitchcock Una historia de amor acerca de uno de los cineastas más influyentes del último siglo, Alfred Hitchcock, y su esposa y socia Alma Reville. La película tiene lugar durante el rodaje de la película Psicosis de Hitchcock.
Obras de gran valor histórico hacen parte de la exposición que celebra los 10 años de la Sala de Patrimonio Documental de Eafit
reservación y conservación es una tarea de todos los días en la Sala de Patrimonio Documental del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas de la Universidad Eafit. Las primeras colecciones bibliográficas que llegaron a sus estanterías fueron las de Joaquín Vallejo Arbeláez y Fabio Botero Gómez en 2002. A estas se les sumaron libros, folletos, revistas, periódicos, mapas, cartas, recortes de prensa, documentos contables, dibujos, archivos históricos y archivos musicales, que se irían ordenando adecuadamente después de una previa evaluación y un proceso de restauración.
Este 2013 la Sala de Patrimonio Documental conmemora 10 años de trabajar en el rescate de la memoria y la historia de la vida antioqueña y colombiana. En tributo a ello se abre a la ciudad hasta el 11 de abril la exposición Hereditas Documentalis en el Centro de Artes de Eafit. En esta se exhiben sus tesoros más preciados, rarezas desconocidas para muchos, entre ellas antigüedades del siglo 16 desempolvadas por sus archivistas, como es el libro La Sexta Partida, de Alfonso el Sabio, el más antiguo de la colección, impreso en 1506.
La vigilante de este patrimonio documental durante los últimos seis años ha sido la historiadora María Isabel Duarte. Consciente de lo que los investigadores pueden hallar en este lugar, guarda en su memoria muchas de las historias que albergan estos libros, para servir así como guía en las búsquedas. La intención de esta exposición, según dice, “es que el público conozca los documentos que guardamos y entienda que se guardan para preservar la memoria, generar cultura y jugar un papel muy activo en el presente”.
Colecciones valiosas La Sala de Patrimonio Documental tiene el compromiso de conservar las colecciones que familias, personas e instituciones le han donado durante este tiempo, afirma María Isabel. Entre algunas de ellas se encuentran La librería El Carnero de Bogotá, adquirida en 2003, especializada en América Latina y el mundo; en 2006 llegó la biblioteca de Pilar Moreno de Ángel con cerca de ocho mil libros, en su mayoría sobre Colombia; y en 2010 se inauguró la colección de la Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales (Faes), especializada en Antioquia, ciencias sociales y humanas.
“Un archivo es la parte más íntima de las personas y las familias”, dice María Isabel para referirse a los archivos privados, como los de la familia Ospina Vásquez, la familia Escobar y la familia Botero, en los que se evidencian las prácticas comerciales, las relaciones sociales, la vida cotidiana y la educación de la época a la que pertenecieron.
Entre las colecciones sobresalen 36 archivos musicales, piezas que lo convierten en el segundo archivo musical más grande del país, después del de la Biblioteca Nacional. Precisamente para rendirle homenaje, durante la inauguración de la exposición el pasado martes 19 de febrero se ofreció el concierto Desde Los Andes. En él se interpretaron obras donadas por célebres compositores colombianos.
El archivo de un cronista musical “Un librero con intereses culturales y humanistas”, así denominó el coordinador de investigación en Musicología Histórica de Eafit, profesor Fernando Gil Araque, al reconocido cronista y crítico musical Rafael Vega, quien en vida donó a esta universidad el archivo que recopiló por más de 70 años. En él se encuentran los primeros libros de teoría musical (1850), su colección personal de discos, catálogos de la RCA de principios del siglo 20 (1915), fotografías autografiadas de artistas de la década de los 40, libretas de anotaciones, partituras inéditas de autores colombianos, programas de mano, su periódico Medellín Musical, fotografías de sus abuelas haciendo música y artículos que publicaba en prensa, entre otros aportes sobre la industria musical y las transformaciones culturales de los años 50 en la ciudad. En diciembre de 2012, seis meses después de la muerte de Rafael Vega, su familia entregó a Eafit el resto de su legado musical, conformado por libros, guiones de programas radiales, discoteca, reconocimientos y condecoraciones.
Como estas, son las piezas patrimoniales que los visitantes pueden encontrar en la exposición Hereditas Documentalis, a la cual la directora del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, Martha Senn, hace una invitación especial: “Esta es una ocasión muy preciosa para que las escuelas, los colegios, las otras universidades y el ciudadano del común puedan venir a apreciar y a apropiarse de lo que es de verdad suyo, su historia antioqueña”.
Libros Editorial Aguilar de España sobre literatura. Encuadernación en cuero y decorados Placa Hacia el Calvario, partitura de Carlos Vieco Primer Biblia traducida al español (Refiere dos fechas,1569 y 1622) Colección de mapas Colección de periódicos y revistas El Ingenioso Hidalgo Quijote de la Mancha. Primera edición facsimilar del siglo XIX Gatología de Uribe White Libro Colombia Cafetera de la Federación de Cafeteros ( 1927) Archivos musicales Papel Periódico Ilustrado, dirigido por Alberto Urdaneta ( 1881-1888) Periódico Medellín Musical fundado por Rafael Vega en 1953 Libros de viajeros que llegaron a Colombia en el siglo XIX Primeras impresiones en Colombia en el siglo XVIII Servicios de transportes áeros en Colombia Scadta Tesis de grado Las ideas socialistas en Colombia ( 1924) Títulos de acciones
/ Gustavo Arango Cuando empiezo a sentirme como el Ismael de Moby Dick, que miraba con atención melancólica –y quizá esperanzada– los desfiles funerarios, suelo recurrir a mis amigos escépticos para curarme. Cioran es uno de ellos. Basta buscar sus contundentes aforismos para curarse de vanas ilusiones, para instalarse tranquilos en esa nada fugaz que es la conciencia de estar vivos. Schopenhauer es otro.
Esta semana decidí conversar con don Arturo Schopenhauer. Empecé riendo un rato con sus ideas sobre las mujeres. Me divierte pensar que hay damas que se ofenden con lo que dijo el filósofo alemán, sin darse cuenta de que son los elogios más certeros que se han podido hacer sobre las madres, esposas e hijas de la humanidad. Quizá la frase más difundida de Schopenhauer sobre las mujeres es aquella que las define como seres de cabellos largos e ideas cortas. Todo el mundo parece conocerla. Todo el mundo parece coincidir en que lo dicho refleja menosprecio. Pero basta pensar el concepto que le inspiran a Schopenhauer las “ideas” para entender que es un verdadero privilegio tener ideas cortas. Para él, las ideas –ese ingrediente que separa a los humanos de los animales– son las responsables de que nuestro sufrimiento sea descomunal. Sufrimos porque razonamos y somos conscientes del tiempo y de la muerte. Buena parte de nuestras vidas se va en recordar lo perdido y en anhelar lo que aún no hemos conseguido. “Tiempo” y “Felicidad”, son dos de las ideas que nos esclavizan.
En una ocasión Schopenhauer dijo que sólo en Londres había 81 mil prostitutas, refiriéndose al número de mujeres casadas. Muchas mujeres siguen tomando afirmaciones como ésa para criticar al genio de Danzig. Lo que pocos se han detenido a considerar es que la crítica no apunta a las mujeres, sino a la sociedad –machista, por supuesto– que inventa instituciones que degradan y disfrazan esa degradación. Admito que he sido tendencioso a la hora de elegir las citas de Schopenhauer. Reconozco que hay frases suyas difíciles de defender. Pero un poco de misoginia no le queda mal a nadie de vez en cuando. La prueba es que las mujeres son las mayores misóginas y, si ellas son así, si ellas –que de verdad perciben lo que pasa– actúan de ese modo, por algo será.
Pero mi charla con Schopenhauer no se quedó en el inagotable tema de las mujeres. Al leerlo esta semana tenía un interés especial: comprobar si era cierto que defendió alguna vez el suicidio, como sostienen algunos. Su ensayo sobre el suicidio empieza con unos planteamientos estremecedores. Dice, por ejemplo, que la biblia, en ninguna parte, ataca el suicidio. Schopenhauer lo presenta como un acto de soberanía personal. Afirma incluso que no debemos saludar a nuestros semejantes con títulos honorarios o con nombres, sino decir simple y llanamente: “Buenos días, compañero de presidio, colega de sufrimiento”. Y que no hay que reprochar a nadie por renunciar al sufrimiento.
Todo eso, quizá, es lo que ha contribuido para que muchos vean a Schopenhauer como un abogado del suicidio. Pero limitarse a esos argumentos es hacer una lectura equivocada. Pues son los antecedentes de una conclusión determinante. En mi opinión, Schopenhauer jamás defendió el suicidio, defendió la libertad de pensar en él, la de considerarlo una alternativa. Pero lo descartó rotundamente cuando dijo que suicidarse es hacer una pregunta metafísica y no quedarse para saber la respuesta a esa pregunta. Oneonta, febrero de 2013 [email protected]
La Bolsa estrena disco bar Un concierto del grupo pop Piso 21 y un animado karaoke con clásicos de los noventa y ochenta fueron las principales sorpresas del restaurante La Bolsa en el lanzamiento de la Bolsa Disco Bar. Este espacio, ubicado en el segundo piso de La Bolsa, está diseñado para disfrutar de vibrantes noches de rumba crossover.
Alberto Vélez, Ana Hinestroza Ana María Pérez, Karen REstrepo Carolina rico, Karina Tobón Cindy García, Camilo Segura, Selene Cardona, Doris García Cristina Puerta Daniel Cardona, Eliana Pérez
Diana Trothez
Juliana Giraldo
Lina María Peña, John Jairo Ramírez Piso-21 Piso-21 Piso-21 Piso-21 Piso-21 Santiago Llado Valentina Vargas Paulina Aristizábal
Pipe Peláez en Kukaramákara Con “Voy a beber”, “Mi celosa hermosa”, “El amor más grande del planeta”, “Loco”, “Caminaré” y otros éxitos más, Pipe Peláez prendió la rumba en Kukaramákara. El cantautor vallenato de Maicao, Guajira, se presentó en esta discoteca en Río Sur en el fin de semana de San Valentín. Un concierto perfecto para enamorados.
Santiago Vélez, Juanita Arango Alejandro Tobón, Lorena Martínez, Sebastián Botero, Arturo Monsalve Ana María Córdoba, Carlos Ramos Ana María Franco, Daniela Arizmendi Andrés Agudelo, Daniel Hoyos, Catalina Rodríguez, Paula Echandía, Alex Benítez, Vanessa Gómez, Juan Felipe Gómez Andrés Felipe Mancilla, Natalia Aranda Catalina Estrada, Catalina Arango Clara Henao, Carolina Restrepo Daniel López, María Paula González Daniel Montoya, Gloria Duque, Andrés Cano, Lina Moreno Daniel Vélez, Juliana Vargas María Juliana Berrío, Pedro Luis Franco Juliana Echavarría, Juliana Bedoya Laura Delgado, Cristian García Lina Uribe, Sergio Bedayo, Carolina Castaño – Acceso directo María Camila Vargas, Verónica Posada, Camila Katisch, Marcela Betancur Sara Baena, Juan José Ordoñez Pipe Peláez Pipe Peláez
Exposición Internacional Con el aval de la Tica (The International Cat Association) se llevó a cabo durante tres días, en el Centro Comercial Sandiego, la quinta Exposición Internacional Felina. Fue un espectáculo único con la participación de los ochenta gatos mejor rankeados de toda la región Tica Suramérica.
El día domingo 27 de mayo de 2007, en el gran Forum de Barcelona, se presentó por primera vez ante el mundo el Manifiesto internacional de la cocina. El documento, firmado por 111 profesionales culinarios de las más diversas nacionalidades -franceses, españoles, suizos, austriacos, turcos, marroquíes, vietnamitas, ecuatorianos, venezolanos-, resalta en ocho puntos el lugar que debe tener la cocina en la cultura de todo el mundo y desecha la “globalización” que llena los congeladores de todo el planeta de comidas prefabricadas. Quien lideró la concepción de este manifiesto y su presentación ante la opinión pública mundial fue uno de los cocineros españoles más importantes de finales del siglo 20 y principios del presente. Paradójicamente, jamás pisó una academia o escuela técnica de cocina y toda su formación de cocinero la logró empíricamente en la cocina de su familia, llegando a convertirse en el primer chef español en recibir las codiciadas tres estrellas por parte de la denominada biblia culinaria: la guía Michelin. Me refiero a: Santi Santamaría. Aunque S.S. no goza del prestigio y de la simpatía que hoy tienen ante los medios de comunicación internacionales muchos de sus colegas catalanes vanguardistas y posmodernistas, para quienes lo hemos estudiado con detenimiento es un genio innato del fogón y de las recetas; su éxito radica en su auténtica y bien estructurada ideología culinaria, cuyos pilares fundamentales son la identidad cultural y la cocina regional.
Y es que hacer de los avatares de la cocina y el comedor, propios de la vida cotidiana, asuntos de absoluto valor sociocultural y demostrar que costumbres de más de tres siglos de arraigo hoy están casi en desaparición del modus vivendi del ciudadano cosmopolita, y de igual manera interpretar la huerta del campesino, los productos agropecuarios artesanales, el mercado del pueblo, los instrumentos, las herramientas y los procesos culinarios como un verdadero acervo de valores antropológicos; además, demostrar que la cocina tiene mucho que ver con la educación pública, con la industria de la alimentación, con la seguridad alimentaria, señalar los inconvenientes de las semillas transgénicas, denunciar la aplicación del pensamiento científico en pro de una gran industria alimentaria cuyos resultantes de producción se demuestran absolutamente nocivos…, todo esto y mucho más, generó polémica y pisó ampollas. Pero su idoneidad profesional, sus reconocimientos internacionales y sus abrumadores resultados económicos como empresario de la restauración demostraron que estos argumentos los pregonaba un hombre de indiscutible éxito profesional y no obedecían a envidias, ni a protagonismos mediáticos, ni a fanatismos de izquierda política.
Por hablar claro, en su polémica se involucraron las más importantes figuras de la política y de la opinión pública europea, convirtiéndose en un respetuoso contestatario, cuya más importante bandera era hacer de la cocina del terruño (léase la cocina regional) una auténtica fortaleza cultural.
Hoy, desde esta modesta columna, deseo rendir un cálido homenaje a quien era un verdadero filósofo de la culinaria. Santi Santamaría será a la historia de la cocina del mundo lo que John Lennon representa a la historia del rock and roll. Si el cielo existe, Santi Santamaría cumplió el 17 de febrero dos años de estar cocinando para ángeles, arcángeles y querubines.
Nota: Recomiendo a la nueva generación de chefs investigar sobre la vida y obra de este gran señor y de manera especial recomiendo la lectura de su último libro La cocina al desnudo. [email protected]
En La Strada, hace unos meses abrió sus puertas Ícaro, restaurante y lounge bar especializado en cocina mexicana y tex-mex que ha operado con éxito durante 16 años en Bogotá en el Parque de la 93. Burritos gratinados, costillas rancheras, chilaquiles y otros provocativos platos como te quiero tampiqueña, el lomito endemoniado y el pollo Pancho Villa, son los recomendados del chef bogotano César Ortiz, quien también destaca la variedad de tequilas y margaritas que ofrece este sitio gastronómico.
En esta edición de La Buena Mesa, César Ortiz, quien ha sido chef ejecutivo de varios restaurantes capitalinos, nos brinda una receta sencilla y apetitosa, el pollo Pancho Villa.
Pollo Pancho Villa (para una persona)
Ingredientes • 1 filete (200 gramos) de pechuga de pollo. • 2 lonjas de jamón. • 100 gramos de tocineta. • 2 lonjas de queso mozzarella • Perejil al gusto.
Salsa de mostaza mexicana: Ingredientes • 50 gramos de mostaza antigua. • 50 gramos de mostaza Dijon. • 50 gramos de crema de leche.
Preparación Asar el filete por ambos lados. Una vez esté listo, extender encima las lonjas de jamón, queso y la tocineta. Enrollar y sostener el rollo resultante insertando dos palillos. Llevar al horno durante cinco minutos a una temperatura de 60 grados. Retirar del horno y cortar el pollo en cuatro rodajas. Verter sobre este, la salsa de mostaza mexicana y decorarlo con perejil. Acompañar con papas a la francesa y una ensalada de tomate y lechuga con guacamole.
Para la salsa de mostaza mexicana: En una sartén combinar los ingredientes y dejar a fuego lento hasta el alcanzar el punto de ebullición.
Una diversidad de suculentos platos, entradas y sopas preparados con muelas de cangrejo ofrece La Fragata en su actual festival gastronómico.
Seis tipos de muelas, provenientes de diferentes mares del mundo, encuentran los comensales en la carta de esta temporada culinaria: alaskan king crab, snow crab, blue crab, centolla, stone crab y muelas de cangrejo de Providencia. Pueden ordenarse combinadas o con una porción de cada una de ellas, en distintas salsas: fragata, al ajillo, vinagreta, mayonesa japonesa, salsa de queso, entre otras.
La jaiba tres fragatas, calamares rellenos de cangrejo, centolla gratinada y la caldereta de cangrejo son algunos platos recomendados de este atractivo festival que se prolongará hasta el final del mes de febrero. Informes: 268 5578.
En las sedes de Envigado y Los Balsos -esta última inaugurada hace poco en la carrera 35 No. 9 Sur 20- del restaurante La Doctora del Escobero se realiza el Festival de Pescados y Mariscos. Para ello, este sitio gastronómico ha creado una carta especial donde los comensales encuentran nuevos platos y otros habituales en su menú con los frutos del mar como ingredientes protagonistas.
Ceviches, salmón en diferentes y exquisitas preparaciones, pargo rojo a la parrilla, róbalo gratinado con camarones, chicharrones de mariscos, y el mar y tierra (medallones de solomito con langostinos en salsa de vino blanco y ajo) son una selección de las ricas opciones que componen el menú del Festival, que estará vigente hasta el 3 de marzo. Informes: 311 1564.
Un negocio de cinco primos, creado a raíz de sus experiencias en torno al té mientras residían en distintos lugares del mundo, es Namasté.
Es un mercado especializado en el té -en su estado más natural-, y en la cultura que se desprende de esta ancestral bebida.
Namasté ofrece veinte variedades de té importadas de India, China, Japón y Sri-Lanka divididas en cuatro categorías: origen (puros sin mezclas), tropical (combinaciones frutales, ideales para tomarlas frías), latte (mezclas ideales para fusionar con leche) y sensación (mezclas de sabores creativos). En este mercado de té no solo se venden los productos para consumir allí, junto a sabrosos postres y delicias de sal y dulce, sino que pueden adquirirse por gramos para disfrutarlos en casa. Teteras, pocillos y otros accesorios completan las alternativas de Namasté, sitio que entre sus novedades tiene el blooming tea (bebida que contiene una pequeñas bolitas que combinan hojas de té y una flor, que “florece” en el agua). Namasté está ubicado en Provenza en la carrera 35 # 8A-59. Informes: 312 2914.
Aparte de no hacer nada sin vergüenza soñando sueños me mantengo, muchos sobre los Grandes Misterios situados en otros mundos y algunos pocos acerca de trivialidades exacerbadas, al fin y al cabo hace tiempos fui humano. Amanecí en 2013 con las temibles guerras africanas, “terroristas” tuaregs, fuerzas francesas neocoloniales, pero no tardé en ser reconfortado con una noticia como joya deslumbrante: el 1 de febrero, en el País del Río Gambia, su dictador Jammeh decretó que la semana laboral para sus súbditos sea de sólo ¡cuatro días!, de lunes a jueves, de 8 a.m. a 6 p.m. Esto, con el fin de sumarle a los festivos religiosos de cada sábado y domingo los días viernes, para que los feligreses de Alá puedan dedicarle más tiempo a sus oraciones. Podrán trabajar el sábado los que quieran. Esto sitúa a Gambia en el mundo como el país más inteligente y avanzado en este asunto de ganarse el pan diario con sangre, sudor y lágrimas y se da por paradoja en ese país que es uno de los más pobres del mundo y el más pequeñito de África. Larguirucho y estrecho a lado y lado de un río escuálido, como nuestro Valle de Aburrá, con sólo 1.800.000 habitantes, como Medellín, cabe 100 veces en Colombia y vive escasa y únicamente de la agricultura, la pesca, el turismo y la impresión oficial de estampillas oficiales. Lo que quiero resaltar es que la doctrina derivada que se practica entre los gambianos es el sufismo, la parte más profunda y mística del Islam, su Camino del Amor. Dicen los lingüistas que “sufismo” viene de los vocablos árabes “safä”: pureza, o “süf”: lana en extremo pura, o del griego “sofía”: sabiduría; no es importante, pero sus textos y prácticas son fascinantes. Recuerdo una película de Peter Brooks que ví en “El Subterráneo” (1980), Encuentros con hombres notables, acerca del brujo caucasiano Gurdjieff, donde se presentaban notables apartes de las danzas sufís de horas y horas alrededor de la nada espiritual bajo hipnosis en el trance de vértigo del bailarín solitario. Son abundantes los textos sufís, hermosos, certeros, tan sabios, que datan desde los mismos tiempos de Mahoma y que invito a conocer. Dada nuestra curiosa similitud valleaburresca con esa Gambia exótica, qué tal si el Comendador nos decretara semana laboral de cuatro días durante el resto del siglo, para que nos olvidáramos de las siniestras catastroficialidades y valorizaciones que acaban de imponernos. Y que en toda Colombia hicieran lo mismo y pasáramos a llamarnos “Colgambia” –marca registrada-. Y nosotros, nuevos sufistas, seríamos como los antiguos, verdaderos y originales proponentes de la tolerancia, la paz y cualquier forma de violencia. Terminemos con citas sufís rompedoras de cabezas: “Hacer buenas preguntas es la mitad del aprendizaje. Lo que sea que tengas en tu mente, olvídalo. Lo que sea que tengas en tu mano, obséquialo. Lo que sea que sea tu destino, afróntalo. El Sol nunca le dice a la Tierra: ‘Tú me perteneces’. Mira lo que pasa con un amor así, que incendia de amor todo el Cielo. Ábrete a mí con la pureza de tu corazón de blanca lana de las ovejas de la luna, de tal modo que yo pueda abrirme a ti. Dame a ver tu Inspiración de tal manera que yo pueda ver la mía, y nadaremos juntos en los estanques del Dios”. [email protected]
/ Juan Carlos Vélez Uribe En días recientes el Gobierno Nacional anunció la presentación de un proyecto de ley que pretende actualizar el estatuto de estupefacientes, conocido como ley 30 de 1986. En dicho proyecto se menciona de manera equívoca la posibilidad de aprobar nuevamente el consumo libre de sustancias sicotrópicas y alucinógenas, al establecer la reglamentación de lo que se conoce como “ la dosis mínima”.
En el año 2009, por medio de una reforma constitucional, en Colombia se prohibió el porte y consumo de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, salvo prescripción médica. (Acto Legislativo 2 de 2009, que modificó el artículo 49 de la Constitución). Esta decisión del Congreso fue producto, en primera instancia, de aquella sentencia con la cual en 1994 la Corte Constitucional legalizó el consumo de drogas ilícitas en Colombia, y, en segunda instancia, de los abusos que se venían cometiendo con el porte de la dosis mínima, pues servía de escudo a los “jíbaros” o expendedores de drogas para su comercialización.
Para un policía era muy difícil determinar si la persona que se retenía con estupefacientes llevaba lo que se estableció como dosis mínima de droga (dos gramos de cocaína,100 gramos de hachís o 200 gramos de marihuana), en cuanto a que debería contar prácticamente con una micro báscula con la cual se pudiera determinar con exactitud que la persona portaba las cantidades que establecía la ley 30 y sus decretos reglamentarios.
A la ministra de Justicia y al Gobierno les falta entonces explicarle bien a los colombianos que cuando una persona porta hasta tres pastillas de éxtasis, lo que deben hacer las autoridades es decomisarlas por la prohibición de su porte; si lleva consigo más de esa cantidad deberá detenerla y conducirla ante un fiscal para que se le inicie un proceso por la comercialización de sustancias prohibidas, lo que implicaría para la persona una pena privativa de la libertad de muchos años.
Ahora bien, si el mensaje del Gobierno no es el que acabo de interpretar sino que en el trasfondo está dando los primeros pasos para lograr la legalización del consumo y porte de estupefacientes en el país, me parece que el camino es equivocado. En ese caso, lo que debería hacer primero es presentar un proyecto de acto legislativo al Congreso para que este revoque la decisión de 2009 de prohibir el porte y consumo de drogas ilícitas. Ha sido tan confuso ese mensaje del Gobierno que inmediatamente le salió el procurador general de la Nación a proponer un referendo para evitar la legalización del consumo de estupefacientes, que para mí no es necesario en virtud de la prohibición constitucional existente.
El debate de todas maneras va a estar intenso frente a este asunto, sin embargo, como autor de un proyecto de ley que fue acumulado al que acaba de plantear la ministra de Justicia, soy amigo de una tercera vía: ni prohibición, ni legalización, sino, antes que todo, prevención. [email protected]
Usamos cookies para asegurar que te damos la mejor experiencia en nuestra web. Si continúas usando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo con ello.Aceptar