Publicado en la edición 397, 06 septiembre de 2009
Corrupción en el congreso
Bien mirado, los asistentes a una serie de conferencias académicas no son más que un hatajo de gente impaciente en espera de su turno y solo casualmente interesada por lo que emana de bocas ajenas
Publicado en la edición 397, 06 septiembre de 2009
El Dios de las aceras por fin nos oye
Parece que estamos entendiendo que, como ha dicho y hecho Peñalosa en Bogotá, las aceras son el elemento más importante de la infraestructura de una ciudad democrática
A la hora de leer literatura en Colombia pensamos que el mérito de una obra radica en la precisión con que refleja los rasgos más exteriores de nuestra identidad
No hace mucho sorprendí a un niño de mi familia relatando la historia de unos “monitos” que había visto no sé dónde, y hará cosa de un par de días oí en la calle, al acaso, a una niña que comparaba a su inquieto hermano con un “mono” de circo
Hasta que, en un acto de innegable vanidad y dudoso patriotismo, ¡le dio por la segunda reelección! Y todas esas virtudes tan deseables en un líder político se han transformado poco a poco en defectos
Los niños son educados para la efectividad, la inteligencia lógica, la astucia y la desconfianza; pero no para la inteligencia emocional y la sabiduría
Hay tiempo todavía para aquellos que quieran leerlo como leyeron a Cervantes sus primeros lectores, libres de toda carga, con palabras aún vivas, palpitantes
Las facultades de arquitectura de Medellín deberían tener en sus programas una materia residencial en el pueblo, para que los futuros profesionales no sigan cometiendo las atrocidades que se ven hoy
Hace un par de meses, cuando fue arrestado -entre evidentes irregularidades- el sociólogo Miguel Ángel Beltrán, los comentaristas virtuales de las diversas publicaciones electrónicas que trataron la noticia se despacharon con toda clase de opiniones sobre el asunto
Contaban los campesinos que Epifanio fue embrujado por las sirenas del río Caunce en su tierra natal, con quienes bajaba a conversar en largas noches, hasta la madrugada
Ya decía el poeta Khalil Gibran: “Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti, porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer”
Así que compré la entrada, caminé al teatro, me instalé en la platea, en medio de la más fancy intelectualidad, y me enteré de que estaba asistiendo a la premiere mundial
A mediados de los setentas los expertos declararon que el jaguar o leopardo antioqueño se había extinguido a punta de perdigones, y nunca más se volvió a saber de los peligrosos mininos ni de los Echeverris, gracias a Dios
Es más cómodo para la administración de una ciudad hacerle exigencias a los dueños de automóviles particulares: Son más mansos, colaboradores y no están agremiados
Una señora vecina de mi antiguo barrio de San Javier, a quien le habían diagnosticado un “feroz” o agresivo cáncer de hígado que dizque se la iba a llevar en menos de dos meses, se dio a la tenaz tarea de no morirse “hasta que midiós se lleve a Tiberio”
Se dejaron de trasmitir partidos de la Selección Colombia y los juegos de los equipos colombianos en la Copa Libertadores pasaron a ser programas de pacotilla, dignos de ser emitidos por los canales regionales
Algunos de los artistas se pisaron de este mundo sin ver el libro, como Javier Restrepo y Ethel Gilmour, otro burlón no alcanzó ni siquiera a salir: Juan Camilo Uribe
Todavía repito en mis fiebres las preguntas y respuestas del Catecismo Astete, que me marcaron para siempre, la tablas del 11 al 16, los Himnos, las historias sagradas y profanas, los inmensos textos de Cívica de Don Abraham que había que escribirlos punto por punto en los exámenes o si no se perdían, y demás
Veo venir para el zoológico un final de bronce y toboganes, donde las diversiones infantiles se distribuirán entre bosquecillos y estatuas de los animales que alguna vez pisaron aquel predio
Los chinos, por el I-Ching, saben que ya viene el fin del mundo y ahí siguen, ampliando el puerto de Shangai. Por supuesto que están locos de atar, pero sólo los locos hacen cosas perdurables
Caminando por cualquiera de sus calles, tiene uno la sana sospecha de que, bajo la fronda que emerge tras los muros de los patios, duerme con dulzura algún marrano o mil gallinas buscan lo que no se les ha perdido
¿O será una posición facilista para ahorrarse el gasto de desmontar el máximo esperpento de Medellín, que atenta contra el bienestar de todos los vecinos y usuarios?
Hace un frío horrible en las noches y todo consuelo está en el nocturno avistamiento de las estrellas rutilantes, teniendo como almohada una gigantesca piedra fría
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