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El Ballet Metropolitano convoca

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90 bailarines entre los 9 y 17 años serán elegidos por el Ballet Metropolitano de Medellín para el Tercer Curso Internacional de Ballet, que tendrá la participación de cuatro maestros de talla internacional: Alice Arja, de Brasil, Rafi Maldonado y Roberto Rodríguez, de Estados Unidos, y Daina Cala, de Cuba. 

 BALLET METROPOLITANO
Susana Álvarez, Carolina Duque

 BALLET METROPOLITANO
Daina Cala, Leonor Baquero, Ana Beatriz Gutiérrez

 BALLET METROPOLITANO
Manuela Mejía
 BALLET METROPOLITANO
Maria Paulina Saldarriaga

 BALLET METROPOLITANO

 BALLET METROPOLITANO

 BALLET METROPOLITANO

 BALLET METROPOLITANO

 BALLET METROPOLITANO

Franz Liszt Superstar

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En la CasaTeatro El Poblado se llevó a cabo Franz Liszt Superstar, otra edición de las Tertulias Filarmónicas, espacios en los que la Orquesta Filarmónica de Medellín acerca al público a la vida y obra de los compositores que versiona a lo largo de año en su temporada de conciertos. Las Tertulias Filarmónicas son apoyadas por Vivir en El Poblado.

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Ramiro Isaza
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Álvaro González

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Ana María Osorio
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Beatriz Osorio

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Gloria Osorio

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Gustavo Adolfo León
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Gustavo Castellón

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Inés Parra

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Julio Álvarez
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Ligia Marín

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Lillyan Barrera
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Luz Marina Toro

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Lucy Marín

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Pedro Azuero

Días del Libro

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Durante dos días en Carlos E. Restrepo tuvo lugar la novena versión de Días del Libro, feria en torno a la promoción y disfrute de la lectura y la escritura. Días del Libro hace parte de los eventos del Plan Medellín Lectura Viva de la Secretaría de Cultura Ciudadana, en asocio con la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra.

DIAS DEL LIBRO
Tatiana Tamayo
DIAS DEL LIBRO
Yesid Díaz

DIAS DEL LIBRO
Alejandra Flórez
DIAS DEL LIBRO
Andrés Mesa

DIAS DEL LIBRO
Arbey Salazar

DIAS DEL LIBRO
Carlos Ruiz
DIAS DEL LIBRO
Claudia Vásquez

DIAS DEL LIBRO
Carolina Zuluaga, Stephanie Gutiérrez

DIAS DEL LIBRO
Jonathan Escobar
DIAS DEL LIBRO
Johan Pérez

DIAS DEL LIBRO
Isabel Álvarez, Alejandra Álvarez

DIAS DEL LIBRO
Jonathan Escobar
DIAS DEL LIBRO
Juan Pablo Arismendy

DIAS DEL LIBRO
José Ignacio Caicedo, Eduardo Quiceno, Elkin Vásquez, María Eugenia Agudelo

DIAS DEL LIBRO
Laura Carmona
DIAS DEL LIBRO
Lina Castañeda

DIAS DEL LIBRO
Luisa Valencia, Óscar Duque

DIAS DEL LIBRO
María Alejandra Vargas, Nadine Holguín

DIAS DEL LIBRO
Mario Garcés
DIAS DEL LIBRO
Nathalie Rojas

DIAS DEL LIBRO
Nelson Botero, Yoan Cardona, María Isabel Giraldo, Sergio Quintero

Paula Rojas
DIAS DEL LIBRO
Sara Ortiz

DIAS DEL LIBRO
Samuel Arenas, Santiago Sánchez, Manuela Hincapié, Natalia Duque

DIAS DEL LIBRO
Sebastián Pérez, Ximena Duque

DIAS DEL LIBRO
Simón Ramírez

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La coliflor en mi vida

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“Verás que te va a gustar, no tiene que ver con la sopa de tu madre”

/ Álvaro Navarro

Regreso una vez más a los recuerdos de mi casa paterna. En más de una ocasión, he comentado que los vegetales y las verduras no eran el fuerte de nuestra dieta familiar. En ella eran aceptados, sin protestar, el arroz, el maíz, los bananos, los plátanos en sus diferentes modalidades, los frisoles y las yucas.

Para ilustrarlo, me referiré a aquella ocasión en la que llegué al mediodía a casa con un hambre pantagruélico, luego de haber participado en un largo ensayo de marcha para un desfile de la Bolivariana –no recuerdo si para las fiestas de la misma o para una procesión del Sagrado Corazón–, y en mi mente me preguntaba: ¿qué será lo que vamos a almorzar hoy?

Fue simultáneo el abrir la puerta y encontrar la casa invadida por un olor extraño y poco invitante. Hago un paréntesis para comentar que en esos años lo normal era vivir en una casa grande con varios patios y no en los apartamentos de hoy, en los que dicho olor, pienso, haría desocupar el edificio. Pues bien, ante la inocente pregunta de “¿qué es ese olor tan feo?”, mi madre, con una sonrisa beatífica, contestó: “Hoy les tengo de sorpresa una rica sopa de coliflor”.

Los hermanos fuimos llegando uno a uno y, sin ponernos de acuerdo, nos negamos a degustar la “rica” sopa. Lógicamente, al no comernos la sopa tampoco hubo plato principal y mucho menos postre.
Pasaron los años, mi madre jamás repitió el ensayo y cuando me casé, la coliflor nunca hizo parte del menú de la casa. Pero un día –cuando vivía en Washington– en una clase de cocina, la chef Mimmetta Lo Monte indicó que el menú para ese día incluiría pasta con coliflor al horno. Mi mirada fue de pocos amigos y ella me dijo: “Verás que te va a gustar, no tiene que ver con la sopa de tu madre”. Y tenía razón.
Ahora les contaré, en forma sucinta, cómo se hace.

Ingredientes para ocho personas: 1 kilo y medio de coliflor, 1 cebolla mediana, picada finamente, media taza de aceite de oliva, 100 gramos de pasta de tomates, 6 filetes de anchoas en forma de puré, media taza de almendras doradas en una sartén con un poco en aceite de oliva, 2 cucharadas de nueces picadas, 2 cucharadas de uvas pasas (hidratadas previamente durante unos minutos en agua tibia), 300 gramos de rigatoni o alguna pasta corta, queso parmesano rallado, sal y pimienta al gusto.

Para la preparación: limpiar la coliflor (blanqueada dos minutos en agua hirviendo), separar las flores y cortar los tallos en rodajas no muy gruesas. En una sartén, poner a cocinar la cebolla en aceite de oliva y a fuego alto, hasta que empiece a cambiar de color. Agregar la pasta de tomate, revolver todo y cocinar otro par de minutos. Bajar el fuego a medio, agregar una taza de agua y las anchoas. Sin tapar, cocinar la mezcla cinco minutos. Añadir la coliflor, revolver bien, tapar y cocinar diez minutos. Adicionar las almendras, nueces y uvas pasas, revolver y apagar el fuego. Verificar el sabor y agregar la sal y pimienta que sea necesaria. Mientras se hace lo anterior, cocinar la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante. Cuando esté lista, pasar la pasta a la sartén revolviendo todos los ingredientes.

Precalentar el horno a 175 Centígrados (350º Fahrenheit). Poner un poco de aceite en un molde que pueda ir al horno, y añadir una capa de la mezcla de coliflor, una capa con el queso, y así sucesivamente dos capas adicionales. Llevar al horno por 40 minutos. Sacar del horno, cortar en porciones y acompañar con una copa de vino tinto.
Después de probar este plato me volví adepto a la coliflor.
Si desea, puede escribirme a
[email protected]
Buenos Aires, abril de 2015
[email protected]

¿A qué sabe Urabá ?

Cocineras de Apartadó comparten sus recetas con La Buena Mesa

El nombre Dulcenombre Rodríguez Colón, “rueda por Urabá” gracias a su famosa sazón, aquella que la convirtió en la cocinera predilecta de los ejecutivos y empleados de Uniban, empresa en la que se jubiló después de trabajar 26 años en sus comedores. Esta mujer, nacida en Chigorodó pero criada en Apartadó, recuerda con alegría cómo en muchas ocasiones los comensales se cercioraban si Dulcenombre había cocinado el plato antes de pedirlo. Hoy atiende eventos y reuniones a través de una pequeña empresa familiar.

Al igual que Dulcenombre, María Liliana Quinto Perea es una defensora de la cocina “perdida”, la ancestral, la de olla, la de fogón de leña, y es una digna representante de la gastronomía tradicional de Urabá. Su trabajo en restaurantes de fincas bananeras y de comida típica de la región Pacífica, ha sido una fructífera experiencia que ha llevado al programa Técnico en Cocina, que cursa actualmente en Apartadó.

Ambas cocineras se han unido a Rescate Cultural Gastronómico, proyecto de formación liderado por Sandra Milena Giraldo, cocinera manizalita e instructora de Gastronomía en el Complejo Tecnológico Agroindustrial, Pecuario y Turístico del Sena, en Urabá. Esta iniciativa tiene como objetivo que sus estudiantes trabajen por conservar y promover las costumbres, ingredientes y las raíces culinarias que se nutren de la mezcla de las gastronomías de tres departamentos: Antioquia, Chocó y Córdoba.

Dulcenombre, Liliana y Sandra fueron invitadas por el Ministerio de Cultura para cocinar en Medellín, en la feria Exportasano 2015. En su visita nos dejaron dos suculentas recetas que ilustran la riqueza de la cocina urabeña.


Arroz de cangrejo

(para 6 personas)

Ingredientes
• 300 gramos de arroz blanco.
• 200 gramos de pulpa de cangrejo.
• Tres cucharadas de azúcar.
• Un coco.
• 80 gramos de ají criollo.
• 50 gramos de ajo.  
• 100 gramos de pimentón.
• 100 gramos de cebolla morada.
• 50 gramos de cebolla de rama.
• 100 mililitros de aceite achiotado.
• Sal al gusto.
• Pipilongo al gusto (pimienta nativa de la región, puede reemplazarse por pimienta negra).

Preparación
Pelar y rallar el coco. Posteriormente licuar con el agua de coco y colar hasta obtener un agua lechosa. Poner esta agua a fuego alto en un caldero hondo con el azúcar, para conseguir que se dore y se vuelva aceite. Sofreír el arroz en este aceite de coco. Realizar la cocción del arroz como de costumbre y taparlo con una hoja de bijao verde.

Aparte, sofreír en un poco de aceite achiotado, la cebolla morada, el ají criollo, el ajo, el pimentón, el cilantro de monte, la cebolla de rama y la pulpa de cangrejo. Agregar sal y pipilongo al gusto y revolver muy bien. Por último, cuando el arroz se esté secando, agregar esta mezcla. Tapar de nuevo hasta secar el arroz y servir.


Langostinos en salsa de coco sobre puré de ñampí

(para una persona)

Ingredientes
• 3 langostinos del tamaño deseado.  
• Un coco.
• 50 gramos de ají criollo.
• Una ramita de pipilongo (puede reemplazarlo por pimienta al gusto).  
• 100 gramos de cebolla roja.
• 50 gramos de mantequilla.
• Un diente de ajo.
• Una unidad de ñampí.
• Sal al gusto.

Preparación
Limpiar los langostinos.  Rallar el coco y sacar el zumo. Sofreír en un poco de mantequilla con ajo, el ají criollo, el pipilongo, la cebolla roja  y agregar el zumo de coco, dejar cocinar por 10 minutos y licuar. Luego agregar  los langostinos y dejarlos cocinar por 5 minutos.
En una olla aparte, cocinar en agua el ñampí con cáscara por 20 minutos. Retirar, pelar y hacer un puré, agregar sal y mantequilla.

Hacer bolitas con el puré y sobre ellas ubicar los langostinos y servir.

Descripción de un salón

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Está su corazón emocionado, latiendo enloquecido de alegría

/ Gustavo Arango

Tiene el nombre bien puesto: José Eustasio Rivera. Como el corazón de la selva, es pequeño, recóndito, difícil de encontrar. El hombre y su amigo lo buscan por pasillos y edificios. Se conocieron hace más de treinta años, cuando empezaron juntos la universidad. Desde el principio supieron que estarían unidos por la literatura. Juntos vivieron la aventura de publicar el primer libro. Van con ellos los hijos de su amigo (ya están grandes; gordos no, pero sí colorados). También hay multitudes que van y que vienen, que visitan pabellones, que asisten a espectáculos, que aprietan presupuestos para comprarse algo.

Quedan pocos minutos. A pesar de la altura, y la enorme barriga que el hombre ha cultivado, se tienen que apurar. Finalmente, lo encuentran. Estaba justo encima del salón principal. Allí, a la misma hora, se está lanzando el libro de una celebridad. El grupito lo ignora, se aleja de las masas, asciende los peldaños y llega al saloncito. El hombre está agotado, tiene la lengua afuera, pero pronto se cura cuando ocupa su sitio y observa la audiencia.

“Aquí está mi vida”, piensa mientras espera.
Ahí está la novia primigenia, la de las diez cartas diarias, la de viajes a otras vidas y galaxias. También ella escribía. También incluyó cuentos en aquel primer libro cuya impresión pagó el vendedor de fantasías. Ahí están los amigos de la universidad. Hermosos y felices, orgullosos del hombre cuyo sueño conocen y han visto germinar. “Seré escritor”, decía. “Me iré a El Universal. Empezaré allí mismo donde empezó Gabito”.

Ahí está Cartagena. Está la periodista que ha empezado a alentar su propio sueño de escribir. Con ella viene al hombre el recuerdo de las noches en la redacción desierta, puliendo hasta el final la última crónica, escribiendo por fin su primera novela. En la primera fila, como alumna aplicada, está también la alumna que ahora es profesora y que quizá recuerda las clases nocturnas de veinte años atrás, el hombre sudoroso, sus pasos apurados, su afán por irse a casa a seguir escribiendo hasta la madrugada.
Está Bogotá, entregándose de a poco, haciéndose rogar. Está el país del sueño en ese niño envejecido que manotea cuando habla de su novela selvática. Está también Noruega en el vikingo que regala países. Vienen con él los fiordos y glaciares, las sagas de los hielos, la certeza de que algunas historias pueden ser milenarias. Está su lectora favorita, la niña que después de leer un cuento suyo trinó que de regalo de cumpleaños quería todos sus libros. Está Gloria, su gloria, defendiendo como propios los sueños del hombre.

Está el diseñador de la portada. Por meses buscaron, ensayaron variantes. El hombre sabía que tarde o temprano aquel inspirado daría con el rostro del libro. Está el historiador joven, brillante, que parece personaje del relato. Con palabras certeras, le revela a aquel hombre dimensiones de su libro que no había adivinado. Está la selva viva, voraz, seductora. La traen amigos que la han visitado. El hombre recuerda los viajes de infancia por aquellos ríos, los periplos mágicos junto con su padre, las piñas sublimes que le daba Chencha, la negra imponente, su primer amor.

Hay luces y cámaras, micrófonos, banners. Hay un cartel rojo que celebra a Macondo, la invención del Gabito que inspiró y dio motivos a la vida del hombre. Dice allí que el nombre de aquel pueblo de espejos fue dictado en un sueño. Está con su influjo también Luz Amalia, su amiga decana, la que hizo el milagro que condujo al hombre hasta esta ocasión. Están reporteros, fotógrafos, técnicos. Están nuevos rostros que le da la vida: Lucía, la poeta de los ojos tristes; Inés y su hija; Diana, Tove y Patricia. Está su corazón emocionado, latiendo enloquecido de alegría.
Oneonta, abril de 2015.
[email protected]

Mis respetos, Natalia

Tiene lo que hay que tener: un yacimiento propio de coraje, dignidad y resiliencia imposibles de conseguir en el mejor de los quirófanos

/ Etcétera. Adriana Mejía

No conozco a Natalia Ponce de León, pero sólo con mirar las fotos suyas anteriores al terrible 27 de marzo de 2014, me entero de que era una mujer hermosa. Y sólo con observar su presencia en el pre lanzamiento de El renacimiento de Natalia Ponce de León y en el lanzamiento en la Filbo –y oír lo que dijo en las dos oportunidades–, corroboro que sigue siéndolo. Y, seguro, al leer el libro que de ella y con ella escribió la periodista Martha Soto (Intermedio Editores), deduciré que lo será por siempre.

Natalia Ponce de León tiene lo que hay que tener: un yacimiento propio de coraje, dignidad y resiliencia imposibles de conseguir en el mejor de los quirófanos. No es producto del bisturí la verdadera belleza del ser humano.

No obstante con el convencimiento que digo esto, mis palabras me suenan huecas; me suenan a uno de esos consuelos bienintencionados que todos damos en momentos determinados, sin tener ni idea de la dimensión del sufrimiento que ha atravesado la vida de quien o quienes los reciben. Sin embargo, en medio de la impotencia, de alguna manera hay que hacerle eco a un despliegue de valor que aunque desconocemos, intentamos dimensionar. Ya no es tristeza lo que produce Natalia; es orgullo, es esperanza.

Con un sombrero negro de ala ancha y el rostro cubierto por una máscara de policarbonato que hace parte del proceso de rehabilitación, Natalia se asomó de nuevo al mundo. Mirando de frente a los asistentes y con un tono de voz sereno, sin titubeo alguno presidió las ruedas de prensa en las que habló –sin odio– del fuerte año que ha vivido, desde el momento en que un joven de su barrio le lanzó un litro de ácido sulfúrico sobre la cara y el cuerpo.

“No es fácil salir, pero he tomado valentía. Seguiré tomando valentía para que se acabe esta tortura para mucha gente”. Mucha gente que ha sufrido lo mismo que ella, una de las cosas peores que le puedan ocurrir a cualquier persona: ser desfigurada con ácido. “La parte más dura es cuando te ves destrozada, sin identidad”. Sobre todo, en medio de una sociedad en la que el culto al bótox, a la silicona, al gimnasio, a la juventud estirada y a la estética ayudada, es pasaporte al éxito.

(A eso me refiero cuando digo que hay circunstancias en las que cualquier palabra suena hueca. Nada de lo que se diga podrá mitigar el dolor de cientos de mujeres y hombres que en Colombia vienen siendo víctimas de estos delitos atroces, amparados sus perpetradores por una legislación ridícula que más parecería estar de parte de ellos que de los afectados. Mucha indignación, mucha estadística, muchas declaraciones, y qué. La mayoría de los agresores siguen libres. Justicia teórica la nuestra.)

Natalia sabe todo esto. Como sabe, también, que en medio del infortunio es privilegiada no solo por estar rodeada de una familia que, además de amarla puede apoyarla, sino porque su caso –por ser el más brutal que hasta ahora ha sucedido– ha concitado el interés de los medios de comunicación. Sin proponérselo, se ha convertido en el símbolo de Angie, Sandra, Elizabeth, Nelson, Alexander…, todos los que, como ella, han padecido en carne propia la violencia y tienen que aprender a convivir con sus secuelas. De ahí la idea de la fundación que acaba de constituir (Fundación Natalia Ponce de León, para la que destinará buena parte de las regalías que reciba por el libro), cuyo objetivo es que todas las personas atacadas por sustancias químicas tengan las posibilidades de recuperación que ella, la directora, ha tenido. En especial, porque ha logrado curar el alma.

Y ojalá se tipifique, por fin, el delito de maltrato en todas sus manifestaciones. Para que fundaciones como la de Natalia no tengan que existir.

Etcétera: “El pasado es el pasado y hay que seguir para adelante. Sé que en medio de todo soy afortunada, y por eso quiero ayudar a otras personas para que puedan salir adelante después de un crimen de esta magnitud”. Me hubiera puesto también un sombrero enorme, para quitármelo de pura admiración.
opinion@vivirenelpoblado

¡Ay corazón!

Solo desde la coherencia, desde la triplicidad que interactúa, podremos tener un buen corazón

/ Jorge Vega Bravo

La afección del corazón es una de las primeras causas de enfermedad y muerte. Qué paradoja que nuestro sol, nuestro órgano central, sea el más vulnerable a los embates de la modernidad. Si trascendemos los conocidos factores de riesgo ligados al estilo de vida actual –la falta de movilidad, la alimentación distorsionada y las presiones que generan hipertensión arterial y emocional–, podemos ampliar, desde la medicina antroposófica, el enfoque de la enfermedad cardiovascular.

“Cuando actuamos con coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos, el corazón se ve reforzado en su función de generar salud” (C. Botero). El pensar binario (cuerpo–mente), impuesto por la ciencia moderna, donde el organismo es concebido como una compleja maquinaria, desgasta al corazón. Necesitamos reforzar la visión de un ser humano triple, que tiene cuerpo, alma y espíritu, que piensa, siente y actúa, y que genera salud si respeta las leyes del ritmo. “La sobrecarga anímica personal y cultural a la que estamos sometidos en el mundo occidental…supone un desgaste y una sobrecarga de las fuerzas del corazón.” (Ibíd.).

Aparecen factores de riesgo como el egoísmo, la falta de solidaridad y el reconocimiento del otro, la ambición desmedida de dinero y de poder; tendencias que nos alejan de nosotros mismos. Dejamos de escuchar la voz del corazón –que es la voz de la conciencia– y caemos en el aburrimiento, en la pérdida del sentido de la existencia, en la unilateralidad enfermiza. El infarto del miocardio es como un intento desesperado de liberarse del enclaustramiento, del endurecimiento, en el territorio más humano del hombre: su corazón.

Una terapia causal de las enfermedades coronarias va más allá del tratamiento médico convencional, más allá de los fármacos, de la cirugía, del cateterismo. Y aunque no negamos estos procedimientos, creemos que es necesario trabajar en los tres ámbitos del ser humano para recuperar el equilibrio perdido y prevenir la enfermedad.

En el pensar: reducir la excesiva actividad neurosensorial derivada de la sobreabundancia de impresiones y estímulos de la cultura actual. (V. Fintelmann).Toda impresión sensorial debe ser digerida, de lo contrario resulta dañina. La oleada de estímulos provenientes de las pantallas constituye un impacto difícil de procesar por el corazón.

En el cuidado de la vida anímica: se logra respetando los ritmos. En ellos viven fuerzas curativas que el hombre posmoderno ha relegado. La medicina antroposófica ofrece un camino especial para sanar el corazón: la terapia artística. El trabajo con pintura, con modelado, con música y con Euritmia, propone herramientas específicas para tratar y prevenir la enfermedad cardiovascular. Destaco el arte desarrollado por Steiner: La Euritmia, entendida como “lenguaje visible del alma”. En el ámbito del actuar, de la voluntad: es necesario replantear hábitos alimenticios y moverse libremente. El ejercicio y el trabajo físico, hechos con alegría y mejor al aire libre, renuevan y vitalizan el corazón.
Solo desde la coherencia, desde la triplicidad que interactúa, podremos tener un buen corazón.
opinion@vivirenelpoblado

Sociedad MEI, amarre para Parques del Río

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Mientras avanzan las obras de la fase inicial y se prepara la licitación para igual tramo en el costado oriental, una sociedad entre el Municipio de Medellín, EPM e ISA busca asegurar el futuro, ahora incierto

Isométrico (representación tridimensional de un espacio) de la etapa 1-1. Cortesía del Colectivo Latitud.

Por Fernando Cadavid

El sueño tiene tanto de largo como de ancho: mide unos 18 kilómetros e impacta toda la ciudad. Los soñadores son los integrantes del colectivo Latitud Taller de Arquitectura y Ciudad, quienes han diseñado un proyecto que se extiende entre las quebradas La Zúñiga en Envigado y Madera, en Bello, y pretende darle vida a un eje ambiental y de espacio público paralelo al río, con tramos de vías vehiculares soterradas.

Está en ejecución el tramo 1–1, en el costado occidental, a la vera del barrio Conquistadores, que los constructores identifican como el sector A, y donde va la vía soterrada. Paralelo a dicho trayecto está el sector B, ya diseñado. Ahora están definiendo los términos de referencia para sacar el proyecto a licitación el próximo semestre. El plazo de ejecución se estima en 18 meses.

Hasta aquí el sueño, para dar paso a la realidad mirada desde el signo pesos. Los tramos A y B se construirán con presupuesto del municipio y con los recursos provenientes del fondo Ciudad para la Vida. La plata está lista, dicen quienes manejan el bolsillo de esta iniciativa.

Pero para asegurar la construcción de las siguientes etapas, la financiación requerida, operación, recaudo y entrega de la obra terminada, se estructura una sociedad de economía mixta con el Municipio de Medellín como socio, junto a dos pesos pesados en los campos financiero y técnico: EPM e ISA, bajo la sigla MEI. Esta empresa se fundamenta en el artículo 440 del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), y estará definida en unos cuatro o cinco meses, según el director financiero del proyecto, Andrés Cano.

La sociedad MEI garantizaría a las próximas alcaldías la continuación de Parques del Río, que es “la columna vertebral para cumplir con el POT; lo que vayan a hacer en la zona del río tendrá que tener las condiciones que ya establecimos”, ha dicho Juan Manuel Patiño, subdirector de Planeación Territorial del Departamento de Planeación de Medellín, en declaraciones de prensa. El mandatario que inicie gestión en enero podrá priorizar sus propias apuestas, pero las inversiones de crecimiento que se quieran hacer en el río tendrán que pasar por el parque.

Cano es enfático: “con Parques del Río no vamos a dejar empeñada la ciudad porque su estructuración es totalmente pública”. Para garantizar que el proyecto resulte viable financiera y técnicamente, la firma internacional Aecom estudia varias fuentes de ingresos posibles: por ejemplo, definir el potencial que arrojaría el uso de la vía (peajes), al igual que el uso de instrumentos de gestión en todas sus formas (por ejemplo vender derechos de construcción, cesión urbanística, plusvalía y otros instrumentos definidos en el POT). También sumaría la generación de algún tipo de aprovechamiento comercial dentro del parque.


Estado actual del sector oriental del río junto al edificio de EPM que albergará la Plaza del Agua

La obra completa que se sueña tiene un costo, a precios de hoy, de entre cuatro y cinco billones de pesos. Aunque Cano advierte que faltan algunas definiciones. En cuanto al componente peajes, afirma que los políticos lo soslayan porque electoralmente no resulta atractivo, y precisa: “sin peajes el proyecto no es viable.”

Voces que desvelan
Pero se oyen voces que no sueñan despiertas, como la de David Suárez Tamayo, especialista en derecho administrativo, para quien la experiencia general en Colombia, en ejecución de obra pública de cierta magnitud, muestra que diseñadores y arquitectos son muy optimistas: formulan cronogramas y proyectos para un mundo ideal, descuidando los imprevistos de todo orden. Cuando surgen, los contratistas simplemente contabilizan tiempo perdido, maquinaria y personal parados, para generar reclamaciones que incrementan costos y tiempos de entrega.

Analiza que así la primera fase de Parques del Río estuviera lista en enero de 2016, por sí sola no genera el impacto importante esperado (propio de la totalidad de la propuesta): no mejora movilidad, ni ambiente. Que estén aseguradas las llamadas vigencias futuras, no es vinculante para el nuevo mandatario.

Tampoco la sociedad MEI –una especie de operador urbanístico– amarra el proyecto, agrega Suárez. El alcalde entrante puede no desarrollar las fases siguientes, y es dudoso que sacrifique capital político en defensa del peaje como mecanismo de financiación, cuya sola mención suele suscitar rechazo.

Por su parte, el concejal de Medellín Bernardo Alejandro Guerra no ve clara la estructura jurídica y financiera del proyecto. Revela que para las nuevas etapas vendrá un consorcio que las financia con un 42 % de ingresos basados en peajes. Cuestiona que la ejecución de esta primera etapa la adelante la firma Ginovart, un único proponente: “Nadie más se presentó, ¿por qué? porque dice que la hace en once meses; nadie más aceptó ese reto y con un presupuesto de 180 mil millones es imposible.” Añade que esa empresa construye el tranvía de Ayacucho, con atrasos en el tiempo y con sobrecostos por los errores en diseños, por más de diez mil millones de pesos.

Sí, pero no
De otro lado, los aspirantes a la alcaldía de Medellín se comprometen a terminar los contratos que encuentren firmados; unos no darían continuidad al proyecto, otros sí, con modificaciones. En el componente financiero no quieren peajes, algunos no ven clara su financiación, y coinciden en que revisarán las prioridades de la ciudad.



< Héctor Hoyos.

Polo Democrático

Para Héctor Hoyos (Polo Democrático) la obra es faraónica e innecesaria. “Pero si ya se contrató este tramo y si no lo encuentro terminado hay que seguirlo, pero no haría otras fases. Más daño se haría caducando los contratos.” Confía en no encontrar contratación a futuro, porque eso sería irresponsable.



< Federico Gutiérrez.

Independiente

A su turno, Federico Gutiérrez (Independiente) también lo califica de costoso y no prioritario. “Yo no dejo obras empezadas”, afirma, aunque no les dará continuidad si no tienen financiación clara. “Que digan cómo se paga la mega obra”. Calcula que el proyecto cuesta unos cuatro billones de pesos, pero con los detalles de diseño se eleva a unos seis billones.” Solicita: “Que el Alcalde no adjudique la segunda fase, porque sería un ejercicio de último momento. Que no deje amarrada la contratación.”



< Juan Carlos Vélez.

Centro Democrático

Juan Carlos Vélez (Centro Democrático) coincide en que hay que terminar esta fase, pero que es otra la prioridad para la ciudad: invertir en adecuación para la jornada única escolar. Piensa que para aprovechar los siete carriles que dejaría el proyecto, habría que ampliar la autopista, sin necesidad de más deprimidos. Considera que habría sido preferible recuperar centralidades alrededor de las estaciones del metro, o espacio público en los parques de El Poblado, Belén y la iglesia de La América, desconectados por avenidas muy congestionadas.


< Alonso Salazar.
ASI y Alianza Verde

El aspirante a la alcaldía Alonso Salazar, de la ASI y Alianza Verde, sostiene que durante su administración conformó un grupo de empresas para analizar la iniciativa, pero desistió por la incertidumbre financiera que implicaba, con un costo inicial de un billón de pesos para la primera etapa, y las complicaciones técnicas, así que lo engavetó. Lo sorprendió que se haya revivido, pues persisten las inquietudes en torno al manejo técnico y financiero. “Pero también me preocupa ese corredor vial como gran reserva de movilidad para todo el país. Vamos a hacer unas Autopistas de la Prosperidad para que la ciudad se conecte y me da la sensación de que se está cortando el corredor reservado con ese fin.”



< Eugenio Prieto.

Partido Liberal

Eugenio Prieto (liberalismo) ha dicho que la ciudad tiene que tomar decisiones de futuro y tiene que avanzar. Parques del Río la sacaría adelante, para superar el colapso actual. No es contundente con respecto a la continuidad de las obras: esperará los resultados de la construcción del primer tramo para decidir sobre su futuro.



< Gabriel Jaime Rico.

Independiente

Mientras tanto, el precandidato Gabriel Jaime Rico está pendiente de la posible adjudicación de otras etapas, para evaluar. Añade que se puede revisar la propuesta de financiación con peajes, aunque recalca su bandera de que la obra pública no se haga por cuenta del bolsillo del contribuyente. Se compromete a revisar otras alternativas de financiación, costos reales y las posibilidades jurídicas.


Comerciantes de Provenza no aguantan más

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Los habitantes de calle, la inseguridad y el inadecuado uso de las zonas públicas los tiene al borde del desespero


< Kelly Devia

“Llegué hace dos meses a Provenza y empecé a notar muchos mendigos y vendedores ambulantes; también, me di cuenta de que los clientes y visitantes del sector no se sienten cómodos y seguros frente a estas personas, entonces decidí hacer una carta que roté entre los comerciantes del sector para que la firmaran. Esa carta se la dirigí a la Junta de Acción Comunal, para que nos ayudaran a coordinar una reunión con las autoridades a las que les compete esta situación”. Quien comenta es Kelly Devia, la administradora de la repostería De Lolita, localizada en el sector de Provenza comprendido entre las carreras 32 D y 37, y entre las calles 8 y 10 de El Poblado. Fue a partir de la preocupación de Kelly, que líderes locales, comerciantes y autoridades se reunieron recientemente para exponer la situación que se vive en esta exclusiva zona, en donde tal como lo plantean, el problema de la indigencia es creciente. “Los indigentes nos tienen asolados porque son personas que asustan a la gente. Y los vendedores ambulantes -a raíz de que los hostales se han instalado en la zona y del turismo que reciben- han ido apareciendo, supuestamente a vender dulces y cigarrillos, pero según lo que dicen por acá, venden droga”, comenta con preocupación Olga Lucía Correa, propietaria de la panadería Bon Marché, otro de los establecimientos comerciales de la zona.


Carrera 36, barrio Provenza

A Santiago Solórzano, comerciante del sector, y quien encabeza la Corporación barrio Provenza, le preocupa el deterioro de la seguridad en el sector: “Se han presentado tres incidentes a mano armada en menos de un mes, entre marzo y abril. Uno en Master Sandwich & Co.; el otro, en un salón de belleza que queda al lado; y el tercer robo fue a un cliente cuando se estaba montando a su carro”.

Otro malestar son aquellas personas que de manera informal cuidan carros en la zona. A las 12 de la noche, cuando dejan de operar los parquímetros, los “cuidadores” informales de vehículos entran en la ley de nadie. “Nos dicen: ‘este es mi parquímetro, deme mi plata’; entre ellos se venden los puestos, se dicen yo estoy aquí hasta esta hora y después usted, entonces se ha vuelto una pelotera y una peleadera”, asegura Olga Lucía Correa. “Los impulsadores de los parquímetros trabajan hasta la una de la mañana, pero el permiso para la rumba es hasta las cuatro de la madrugada, entonces son ellos los que le cobran a la gente a esa hora, porque el impulsador ya no está”, concluye Correa.

“Ni al de cachaco ni al de harapos”
Luis Fernando García, inspector de Policía 14 B de El Poblado –inspección localizada en Provenza– asegura que: “A la gente hay que decirle claramente que el hecho de que los habitantes de calle deambulen por el sector no constituye ni una contravención ni un delito. Pensar que nos los vamos a llevar para la cárcel porque están en las calles y las aceras no es posible. No puedo restringirle a nadie que pase por la acera; ni al de cachacho ni al de harapos”. El inspector advierte que la misma comunidad le ha informado que hay personas que dan hasta 50 mil pesos al salir de misa en la parroquia La Divina Eucaristía, situación que según el inspector García incentiva la mendicidad.


Comerciantes inquietos por los vendedores ambulantes

Percepción errada
Mientras los habitantes de la ciudad tienen la percepción de que el fenómeno del habitante de calle es creciente, el último censo de la Secretaría de Inclusión Social y Familia dice lo contrario. Luz Aída Rendón, subsecretaria de este despacho, asegura que en 2009 fueron contabilizados 3.381 habitantes de calle, mientras que en el censo de enero de 2014 fueron identificados 3.225. Según explica la funcionaria, la percepción de aumento se debe a la ofensiva de la Policía en contra de las llamadas ollas de vicio, luego de recibir una orden del presidente Juan Manuel Santos de acabar con ellas. Es preciso recordar que estos lugares funcionaban tanto como expendios como sitios para consumir, razón por la cual los habitantes de calle, clientes de estos lugares se vieron obligados a desplegarse por toda la ciudad. En cuanto a su presencia en la comuna 14, Rendón advierte que si en un sitio confluye la droga, la limosna y el reciclaje, los habitantes de calle van a querer permanecer y transitar en esa zona. “Como en El Poblado se conjugan estos tres elementos, ellos se movilizan permanentemente por el barrio aunque no permanezcan en él”, afirma la subsecretaria. Mientras vienen y van las opiniones, los comerciantes de Provenza reclaman mayor presencia y control por parte de las autoridades.

En piloto automático

El problema con escapar del dolor es que también lo hacemos del amor y la felicidad, pues no hay manera de adormecer un solo sentimiento

/ Carolina Zuleta

La mayoría de personas viven de una manera que yo llamo “en piloto automático”. Si bien están yendo a lugares, lo hacen dormidos y sin consciencia. Pueden estar en sus casas, pero no en su hogar. Pueden estar ocupados pero no realmente comprometidos. Aunque estén haciendo cosas, que en teoría son divertidas, no se divierten realmente. Hablan pero no tienen conversaciones, oyen pero no escuchan, comen pero no saborean. Se despiertan todos los días al lado de la misma persona, pero realmente no la conocen.

Mirando mi vida me he dado cuenta de que yo también, en muchos momentos, he vivido en piloto automático. Y la pregunta que me hago es: ¿por qué? Yo quiero tener una vida feliz, plena y llena de significado. Quiero que cada minuto de mi día cuente para hacer este mundo uno mejor. Y sin embargo, me encuentro desconectada, haciendo cosas sin pensar, dejando los momentos pasar, ¿por qué?

La realidad es que vivir es difícil y hacerlo a consciencia requiere mucha valentía. Aunque somos adultos, y en teoría eso significa que somos fuertes y que tenemos nuestra vida bajo control, la realidad es que todos somos unos niños asustados. Tenemos miedo a no pertenecer, a no ser amados, a no lograr nuestros sueños, a que nos critiquen, a perder a nuestros seres queridos, a no tener suficiente dinero. Todos queremos ser vistos, escuchados, amados y queremos saber que somos suficiente. Todos los días experimentamos dolor y hacemos lo que sea por evitarlo.

La profesora budista Pema Chodron dice, en su libro Los lugares que te asustan: “Nunca subestimes tu inclinación por escapar cuando sientes dolor”.
Escapamos endureciendo nuestro corazón para no sentir tanto. Escapamos viviendo en piloto automático. Escapamos comiendo, bebiendo y viendo televisión en exceso. Escapamos tolerando relaciones que no nos hacen felices, tolerando trabajos que no están alineados con nuestros valores y principios. Vivimos en piloto automático no porque no sepamos vivir de una mejor manera, sino porque vivir a consciencia significa que vamos a sentir dolor y tristeza.

El problema con escapar del dolor es que también lo hacemos del amor y de la felicidad, pues no hay manera de aquietar un solo sentimiento. Si adormecemos el dolor, también apaciguamos el placer. Si queremos vivir una vida plena, llena de amor y felicidad, tenemos que hacer lo que dicen los Enanitos Verdes en una de sus canciones: “Hay que correr el riesgo de levantarse y seguir cayendo.”
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En un mes se entregan las obras de La Paulita

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Con un retraso de más de un año se entregarán los trabajos que se adelantan en un tramo de la quebrada


A principios de junio finalizarán los trabajos. Foto cortesía

“Este es el edificio más viejo del sector y en su momento cumplió con todo lo reglamentario”, comenta Constanza Ospina, administradora del edificio Montelar, localizado en la carrera 35 con la calle 16 sur, y que es vecino de los trabajos que se adelantan en uno de los tramos de la quebrada La Paulita. Esta obra tuvo que se decretada por una urgencia manifiesta luego de que se identificara el riesgo para el sector, sobre un colapso hidráulico causado por un lleno, que años atrás un constructor hizo sobre un box caulvert. “Luego, hicieron las construcciones aledañas (Fontanar y Torres de Hungría) –continúa Ospina–, y al parecer, hubo un incumplimiento por parte de los constructores, lo que originó la urgencia manifiesta sobre la quebrada. Cuando la Administración Municipal nos invitó para explicarnos eso qué implicaba, nos dijeron que las obras iban a durar seis meses. Eso fue el año pasado en el mes de marzo y estamos en abril y aún no la han entregado”, agrega. La administradora se preocupa porque dice que en el edificio Montelar viven varias personas enfermas que han tenido que soportar el ruido de los equipos de reparación durante este tiempo.


Obras en la quebrada La Paulita. Foto cortesía

Carlos Borja, subsecretario operativo de la Secretaría de Infraestructura Física y secretario ad hoc designado para atender la urgencia manifiesta, explica que justamente, al tratarse de una urgencia manifiesta, en la que por la premura no hubo tiempo de planificar, en el proceso han encontrado inconvenientes mayores por resolver, lo que ha implicado que el tiempo de construcción de la obra se haya extendido. “Inicialmente, el contratista planteó dos puentes y un canal, sin embrago, en la marcha se dio cuenta de que era necesario hacer otras intervenciones como, por ejemplo, unos tablestacados, que son unas pilas de unos 25 metros de alto que nos ayudan a ‘amarrar’ el terreno y a estabilizar los talud. También nos encontramos con que había que demoler un muro, y para ello era necesario hacer unos anclajes y rediseñar y cambiar redes de servicios públicos”.

A comienzos de junio
Otra de las preocupaciones de los habitantes de este edifico vecino son los costos de la obra, que según su administradora se han duplicado. “Se suponía que tenía un presupuesto y ahora resulta que se duplicó; ellos dicen que como era urgencia manifiesta, no tuvieron tiempo para planificar, lo que ha hecho que la obra cueste más, ¿pero el doble? que nos expliquen por qué, pues finalmente esto lo paga la misma ciudadanía”. Por su parte, el funcionario asegura que: “Dada la magnitud de la obra, fue necesario la conformación de un equipo de apoyo en costos, conformado por personal de la Secretaría de Infraestructura, de Secretaría de Medio Ambiente, la Edu (Empresa de Desarrollo Urbano), para garantizar que se va a pagar estrictamente lo que vale la obra y que no va a haber ningún detrimento patrimonial”. Ahora, la pregunta es: ¿cuándo se entrega esta obra?

Carlos Borja asegura que a comienzos de junio finalizarán los trabajos y explica que la Secretaría ha estado atenta a resolver las observaciones. “Sabemos que tenemos que dejar eso mejor de como lo encontramos, con la claridad de que hay una responsabilidad inicial de algunos o uno de los edificios (Fontanar y Torres de Hungría), por lo que las autoridades tendrán que determinar responsables”.

Una medida plausible

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Quizás ahora, cuando se acaba de implementar una novedosa estrategia para contrarrestar la mala y extendida costumbre de estacionar donde está prohibido, el asunto sea a otro precio

A veces es necesario insistir en determinados temas y repetir hasta la saciedad los problemas de un territorio para darles la relevancia que ameritan y recalcar su importancia ante las autoridades pertinentes. En varias oportunidades hemos sido críticos de la Secretaría de Movilidad porque sus acciones y medidas correctivas para enfrentar las dinámicas vehiculares no nos parecen suficientes. Así ha sido el caso, por ejemplo, con la agobiante situación del parqueo de carros y motos sobre las vías de El Poblado.

Ineficaz y poco provechoso ha sido el manejo de esta realidad en el barrio Manila, al que la Administración ha propuesto resolverle el asunto con un sistema de parquímetros, que la comunidad, con justa causa, se resiste a aceptar, pues su interés es quitar los vehículos del espacio público, no que se cobre por el parqueo. El mismo problema de estacionamiento irregular se presenta en las calles 9 y 10, en Astorga, en el sector céntrico de El Poblado, en Lalinde, Ciudad del Río, entre otros. Vías nuevas, objeto de cobros de Valorización como la 43 C, entre las calles 10 A y 5, permanecen buena parte del tiempo con un solo carril disponible debido a la ocupación abusiva que muchos carros hacen de ellas. Lo mismo pasa con la 43 F, entre calles 14 y 12, carrera que la empresa Cinco S.A.S, contratista de Claro, usa como un gran parqueadero. Los ejemplos cunden. Finalmente, más que vías se han construido parqueaderos.

No sorprenden entonces las cifras que ofrece la Secretaría de Movilidad de comparendos por mal parqueo durante 2014: 28.967. En lo que va de 2015 se han realizado 11.726. Pero han sido insuficientes.

Quizás ahora, cuando la Secretaría de Movilidad acaba de implementar una novedosa estrategia para contrarrestar la mala y extendida costumbre de estacionar donde está prohibido, el asunto sea a otro precio: la implementación de cámaras móviles de fotodetección. La detección se realiza mediante un vehículo dotado con una cámara que permite enviar comparendos a quienes infrinjan la norma, aplicando el mismo proceso existente de fotomultas. Hasta el viernes 1 de mayo la medida es pedagógica, y a partir del lunes 4 de mayo empiezan las sanciones que duelen directamente en el bolsillo. De acuerdo con el Código Nacional de Tránsito, estacionar en sitios prohibidos se multa con 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que equivale a 322.170 pesos.

Si bien un vehículo no será suficiente, es plausible que surja como iniciativa. Triste aceptarlo, pero se ha constatado cómo las sanciones de carácter económico son las que más dan resultado en nuestro medio. Hace 10 años, quienes usaban el cinturón de seguridad eran una minoría, ahora casi nadie concibe la idea de conducir ni viajar como pasajero sin usarlo. Lo mismo se ha hecho evidente, en tiempos más recientes, con los excesos de velocidad y el consumo de bebidas alcohólicas antes de manejar. Solo cuando las multas se empezaron a aplicar sin contemplaciones, los conductores desobedientes decidieron acatar la norma.

Seguro las fotodetecciones móviles vendrán acompañadas de las inconformidades de algunos de los multados por posibles inconsistencias en el reporte o en la distribución de las multas; surgirán las dudas sobre su funcionamiento y habrá voces de oposición. Todo ello tan válido y necesario como la reeducación de los conductores en el uso del espacio público.

Protesta firme en contra de la Valorización

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La Corporación Dignidad Colombia convoca a una segunda marcha el 30 de abril


Foto archivo. Primer plantón en contra de la Valorización en El Poblado. 17 de octubre de 2014.

La Corporación Dignidad Colombia, conformada por líderes de El Poblado y líderes de otros sectores de la ciudad, persiste en su intención de derogar el cobro por Valorización. Una vez más invita a los habitantes de El Poblado a emprender una marcha en contra de dicho gravamen, desde el parque de El Poblado hasta el Centro Empresarial San Fernando Plaza, a partir de las 10 am.


Foto archivo. Primer plantón en contra de la Valorización en El Poblado. 17 de octubre de 2014.

La primera de estas convocatorias fue el pasado 19 de marzo, en medio de un clima frío y lluvioso que amainó la participación. Esta vez, además del cobro de la Valorización en El Poblado se unen a los habitantes de Envigado, quienes también deberán tributar por la construcción de obras públicas en ese municipio. Alfonso Vergara, presidente de la JAC Poblado Sur y quien ha liderado la promoción de estas movilizaciones expresa: “Nuestra intención sigue siendo la misma porque consideramos que la Valorización no es el mecanismo apropiado para construir obras que no solo tienen que ver con El poblado sino con la ciudad y que, deben salir de los impuestos que ya hemos pagado de una forma abultada”. Además invita a los asistentes a usar camisa o camiseta blanca.

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Foto archivo. Primer plantón en contra de la Valorización en El Poblado. 17 de octubre de 2014.

Él y otros líderes de la comunidad son concientes de que la convocatoria y la participación en la comuna 14 es díficil. Muestra de ello, fue la poca asistencia a la Asamblea Departamental en donde se abrió un debate en torno a los desacuerdos con el cobro de la Valorización por motivos jurídicos, sociales, ambientales y urbanos. Al respecto Alfonso Vergara opina: “Muy pobre la participación de El Poblado y muy rica la de Envigado. Me pregunto: ¿será que a los habitantes de El Poblado no les importa la solidadridad?, ¿qué habría que hacer para lograr el interés de tantos habitantes alrededor de un tema crucial para la ciudad y su futuro?”.

En la marcha participarán el Comité de Envigado, líderes de Conquistadores, el movimiento Colombia Quiere, entre otras organizaciones. Esperan para esta oportunidad una asistencia masiva, pues así podrán tener mayor efecto ante las autoridades, los medios de comunicación, sectores políticos y por su puesto en los nuevos candidatos a la Alcadía de Medellín.

Últimos días para inscripción de delegados de PP

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Anímese a hacer parte del Presupuesto Participativo

Hasta el 8 de mayo estarán abiertas las inscripciones para los aspirantes a delegados, quienes serán elegidos en la jornada de votación de Asambleas Barriales del 31 de mayo. Los delegados representarán los intereses colectivos de los 22 barrios de la comuna 14 en el proceso de Planeación Local y Presupuesto Participativo, mediante el cual podrán priorizar los recursos según las necesidades del territorio.

Los delegados se pueden participar a partir de los 14 años y en representación de:

Barrio o vereda: En representación de la comuna o corregimiento. Estos deberán inscribir su candidatura en el plazo establecido y serán elegidos con mínimo 25 votos en las zonas urbanas y 15 votos en las zonas rurales. Deben inscribirse en el punto habilitado con el documento de identidad y la copia del mismo y aspirar específicamente por el lugar en el que reside.

Organización social, comunitaria o solidaria: Se debe ser elegido y nombrado por la junta directiva o asamblea de la organización. En este caso los requisitos son: fotocopia del certificado de Cámara y Comercio vigente en los últimos dos meses, una carta de la junta directiva donde autoricen al aspirante y, una copia del documento de identidad.

Propiedad horizontal: En representación de edificios y urbanizaciones. Deberán presentar fotocopia del Reglamento de Propiedad Horizontal (que es el documento que comprueba la legalidad del conjunto residencial), un acta de asamblea, consejo de administración o junta de vecinos en la que los residentes avalen la candidatura y una fotocopia del documento de identidad del aspirante.

Grupos poblacionales o sectoriales: En representación de mujeres, negritudes, adultos mayores, jóvenes, LGBTI, entre otros. Estos delegados deben contar con el aval de la Secretaría que reconoce el grupo y del sector al que pertenece. Además del documento de identidad y la fotocopia.

La Junta Administradora Local:Los integrantes de la JAL por derecho propio hacen parte del PL y el PP, por lo que no necesitan inscripción.

Registro de votantes
Además de las inscripciones de delegados, se realizará el registro de votantes en la sede social de Manila o en la taquilla 33 de la Alcaldía, de lunes a viernes de 12 m a 4 pm y los sábados, de 9 am a 4 pm. Los votantes también podrán inscribirse el día de la jornada electoral y podrán consultar su lugar de votación previamente en www.presupuestoparticipativomed.blogspot.com

Los habitantes de El Poblado podrán elegir un representante del barrio que deseen, sin importar su lugar de residencia. Sin embargo, solo podrán votar una vez, puesto que si tratan de hacerlo dos veces, el sistema lo impedirá. Durante la elección se habilitarán 13 puestos de votación: uno en cada sede de las Juntas de Acción Comunal (11 en total), en el barrio El Guamal y en el Parque Lineal La Presidenta. En cada punto de sufragio estará la tarjeta electoral con los candidatos correspondientes a cada barrio.

Detección de mal parqueo con cámaras móviles

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A partir del lunes 4 de mayo empezarán las sanciones

La Secretaría de Movilidad de Medellín implementa a partir de esta semana la detección del mal parqueo con cámaras móviles.


La detección se realizará mediante un vehículo dotado con una cámara de fotodetección que permitirá enviar comparendos a quienes infrinjan la norma aplicando el mismo proceso existente.

Hasta el viernes 1 de mayo la medida será pedagógica, y a partir del lunes 4 de mayo empezarán las sanciones. De acuerdo con el Código Nacional de Tránsito, estacionar en sitios prohibidos se sanciona con 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que equivale a 322.170 pesos.

La estrategia pretende mejorar la movilidad descongestionando la malla vial, y atender las más de 200 quejas que se generan cada mes por vehículos mal estacionados.

Según la Secretaría de Movilidad, durante 2014 se impusieron 28.967 comparendos por mal parqueo y en lo que va de 2015 se han realizado 11.726.

Guayabal, lienzo del futuro urbano

Por sus características, Guayabal o comuna 15 es un sector sui géneris de Medellín y se prevé que en las próximas décadas se convertirá en lienzo de lo que la ciudad quiere hacer mediante el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) actual y los siguientes. De allí que hoy sea objeto de mirada especial, tanto de los planificadores y constructores que ven en ella un lugar ideal para adecuarse a las nuevas disposiciones del POT –aprovechar los terrenos planos cercanos al río, desarrollar las centralidades, etcétera–, como de sus propios habitantes y otros visionarios menos optimistas. Estos últimos presagian aquí el principio del fin de la vida barrial tradicional que se conserva en algunas áreas de la comuna 15 y la consecuente destrucción del tejido social, con las implicaciones que conlleva. Ejemplo de ello es el barrio Campoamor, donde la convivencia entre vecinos todavía se hace a la vieja usanza.

La ubicación estratégica de Guayabal en la zona suroccidental de la ciudad, su desarrollo vial, su geografía plana, su escasa población y los amplios espacios que la componen, hacen de ella una comuna fundamental en la visión de futuro. De hecho, lugares de dimensiones privilegiadas como el Olaya Herrera y el Club El Rodeo han sido objeto desde años atrás de discusiones acerca del uso que deban tener. Y no son pocas las opciones que se han planteado, de acuerdo con los intereses y perfiles de los proponentes: están desde los ambientalistas que abogan para que sean pulmones verdes a la manera de un Central Park –guardadas las proporciones– hasta los que avizoran allí grandes posibilidades de desarrollos urbanísticos que incluyan, cómo no, nuevos edificios y unidades residenciales. El tema suele agitarse, obviamente, durante las campañas electorales, pero solo de manera tangencial por lo polémico que resulta.

Eso en cuanto al futuro, porque el presente tiene otros afanes. Dada su composición mixta –habitacional e industrial–, la sana mezcla de usos sigue siendo prioritaria. Aunque su contaminación industrial se ha reducido a lo largo de las últimas décadas, todavía es una de las más altas de la ciudad. Sus habitantes también destacan las inversiones que la municipalidad ha hecho en años recientes en equipamientos urbanos, pero creen que faltan espacios que permitan un mayor desarrollo artístico y cultural, expectativa que será colmada, en parte, por la Casa de Música, hoy en diseño.

Con el presente cuadernillo, el tercero de nuestra serie Vivir en Medellín, no pretendemos agotar ese universo que es Guayabal. La intención, sí, es antojar a nuestros lectores de conocer más sobre esta comuna vecina de El Poblado, a la que tanto le debe el desarrollo industrial del país.


Ubicación
La comuna 15, Guayabal, está situada en la zona suroccidental de Medellín. Por el norte limita con la comuna 16 (Belén), por el oriente con la comuna 14 (El Poblado) y por el sur con el corregimiento de Altavista y el municipio de Itagüí.
Tiene una extensión de 760.33 hectáreas.


Población
De acuerdo con el más reciente Informe de Calidad de Vida de Medellín (2013), la comuna 15 presenta –junto con la 10, La Candelaria– la menor población de la ciudad. Mientras Guayabal tiene 93.326 habitantes (44.072 hombres y 49.254 mujeres), en su vecina Belén, la más poblada de Medellín, habitan 195.588 personas.

Por grupos de edad, en Guayabal 28.364 personas tienen entre 45 y 64 años; 14.497 están entre los 25 y los 34 años; 13.710 tienen entre 0 y 14 años; 13.214 están entre los 15 y los 24 años; 11.831 tienen entre 35 y 44 años, y 11.710 personas tienen 65 o más años.


Barrios
De acuerdo con Planeación, la comuna 15 está compuesta por los barrios Tenche, Trinidad (Barrio Antioquia), Santa Fe, Campoamor, Cristo Rey, Guayabal y La Colina.

De esta comuna también hacen parte zonas institucionales que son referente de ciudad, como el Aeropuerto Olaya Herrera, el Zoológico Santa Fe, el Club El Rodeo, Campos de Paz, el Parque Juan Pablo II y numerosas empresas e industrias.


Viviendas
Dado su alto componente industrial, Guayabal es la comuna con el menor número de viviendas de la ciudad: 20.872. De ellas, 11.625 están en estrato 3; 5.473 en estrato 4; 3.523 en estrato 2 y 161 en estrato 1.

Talento limpio, a pesar del aire mugroso

Existen familias que se la juegan por la educación, como alternativa vital, para desarrollar talentos. Y comunidades que le apuestan a sacudirse el estigma de una contaminación bíblica, hasta respirar mejores aires y mayor calidad de vida


Parte de la familia Suárez Arteaga: Gildardo, Claudia Patricia, Inés, Mónica Cecilia, Daniela y Juan José. Fotografía Karin Richter

Por Fernando Cadavid Pérez

Quemarse las pestañas con la nariz pegada a los libros, el secreto para que los Suárez Arteaga sean ahora una familia que se ríe de la vida. Estornudar estruendosamente, para sacudirse de un estado de cosas atoradas en una nariz y garganta intoxicadas por el hollín, la clave en la lucha para que Guayabal recuperara su derecho a un respirar decente. Sucede que la historia de los Suárez Arteaga está cosida a la vida de la comuna 15 de Medellín:

Ellos maestriaron toda la vida y por eso ahora sus hijos son unos tesos como profesionales: Diana María es sicóloga con especialización en Sicología Organizacional, cuatro hijos; José Fernando es ingeniero electricista especializado en Estrategia Gerencial y Prospectiva, dos hijos; Claudia Patricia, arquitecta de la Universidad Nacional; cero hijos. Y Mónica Cecilia, la niña, resultó la más pila: es maestra en artes escénicas con énfasis en danza contemporánea de la Universidad Distrital de Bogotá, y terminó haciendo un doctorado en Territorio, Patrimonio y Cultura en la Universitat de Lleida, en Cataluña, España; este año regresará a casa con su flamante título bajo el brazo. Cero hijos.

¿Y de cuándo acá tanto talento? No le echen la culpa a la nata de mala leche que generaban los aires viciados de Guayabal, la patria chica. Mejor a la enjundia de doña Inés, la normalista superior, la madre obsesiva por enseñarle a todo el que se le pusiera a tiro de tiza. La historia comenzó cuando ella resultó víctima de Cupido: se enamoró de su profesor, Gildardo Suárez, cuando todavía estudiaba en la escuela de Sopetrán. Más tarde también se hizo maestra, y empezó llenando tableros en la escuela Villa de Guadalupe, en Manrique. El noviazgo terminó en matrimonio en 1965; siguieron siete años de docencia, juntos, en el municipio de Jardín, para pasar luego a Envigado ella y al barrio Belén, él.

Gildardo nació en Cisneros; hijo y nieto de maestras, también dos de sus hermanos fueron docentes. Llegaron a Medellín en 1956. Unos 17 años dedicó a la docencia, pero renunció “por física ambición”, acusa ahora doña Inés.

Tierra de promisión
Como los Suárez de esta historia, Guayabal se ha hecho a pulso, tal y como dice el lugar común. Y pulso fuerte con autoridades y empresas empecinadas en envenenarlos. El rosario de agentes contaminantes parece un salterio: las industrias con su hollín poniendo brochazos grises en techos, camas, muebles y gargantas. El río Medellín y la quebrada El Bolo con sus efluvios de alcantarilla recalentada. La tumultuosa avenida Guayabal, con sus 2.500 vehículos por hora, atropellando cualquier vestigio de sosiego. El atronador zumbido de aviones en el techo de la comuna, buscando nido en el vecino aeropuerto. Todos los demonios convocados sobre sus 760.33 hectáreas (el siete por ciento de la zona urbana de Medellín), donde se han levantado los barrios Tenche, Trinidad, Santa Fe, Campoamor, Cristo Rey, Guayabal, La Colina, y sus áreas institucionales: Club El Rodeo y Parque Juan Pablo II. En la retahíla de los sociólogos “la comuna guarda cierta homogeneidad socioeconómica, con estrato medio-bajo predominante”. Pontifican que su estructura familiar y vecinal mantiene un buen grado de cohesión social, y que aún son comunes las prácticas solidarias. Su territorio se explaya entre las calles 10 y 13 Sur y entre el río Medellín y la carrera 70.


Los vientos de estas tempestades contaminantes fueron sembrados desde 1950, cuando se declaró Guayabal como zona industrial. Fotografía Róbinson Henao

Gildardo retrocede la película de su vida para evocar al Guayabal que lo recibió a mediados de los años 50, cuando podía pescar sabaletas y barbudos pequeños en el río Medellín, cuando el entorno era de potreros infinitos inundados de guayabales que le daban munición para su cauchera, cuando el río era transparente y abundante en agua, arena, piedra y cañabrava, como para levantar las primeras casas del barrio Cristo Rey. Por esos años, el futuro docente se trenzaba en batallas con dardos de guayabas biches con sus amigos, y picando una pelota se tomaban toda la Calabacera, el morro vecino, hoy tierra tomada por la muerte: el encopetado cementerio Campos de Paz. Todo aquel entorno cenagoso era dominio de la muchachada, hasta cuando lo rellenaron con escombros y arena, en los 70, porque el Municipio había dicho: “Hágase la carrera 80” y ahí está, con su estridencia de motores y su manto de esmog.

El estropicio comenzó propiamente cuando en 1950 se declaró a Guayabal como zona industrial, con el argumento de que los vientos que van de norte a sur convocan un remolino en el suroccidente, concentrando el aire sucio antes de salir del valle: bonita manera de alejar la contaminación de los ámbitos representativos de Bolívar, Berrío y Cisneros

Más atrás en el tiempo y en la desmemoria de los Suárez, porque lo aprendieron de los libros: la “Otrabanda” era tierra libre, donde vivía borracha de aire puro la tribu Aburrá de los Yamesíes. Tierra de rituales de pagamento: en 1675 ese sitio era el segundo más poblado del Valle de Aburrá. Entre 1950 y 1960, el antropólogo Graciliano Arcila lo identificó como “Estación arqueológica de Guayabal”, un referente de sus estudios científicos, en razón de la riqueza en número y variedad de piezas prehispánicas, que ratifica la vocación de alfareros y tejedores de sus primitivos habitantes.


En un 90 % las enfermedades respiratorias las produce el tráfico automotor

De haciendas a chimeneas
Años después, pero antes de que llegaran los Suárez Arteaga, en esos andurriales echaron raíces los Uribe Vásquez: don Alberto y doña Cecilia, para montar ubérrimas haciendas; también Carlos Correa, el dueño de lo que hoy es el Club el Rodeo; el ganadero Santiago Díaz, asentado en los terrenos del actual cementerio Campos de Paz. Y el cortijo Santa Fe, de doña Mercedes Sierra de Pérez, quien lo donó en 1951 a la Sociedad de Mejoras Públicas para que en 1960 se abrieran las puertas del emblemático Zoológico Santa Fe. En general, se trataba de terrenos con sembrados de café y caña de azúcar, árboles frutales nativos (pomas, guamas, guayabas) y la explotación de arcilla para los tejares y ladrilleras.

Pero el estropicio comenzó propiamente cuando en 1950 se declaró a Guayabal como zona industrial, con el argumento de que los vientos que van de norte a sur convocan un remolino en el suroccidente, concentrando el aire sucio antes de salir del valle: bonita manera de alejar la contaminación de los ámbitos representativos de Bolívar, Berrío y Cisneros.


Las emisiones de las fuentes móviles en Guayabal aportan el 37 % del total emitido en el Valle de Aburrá. Fotografía Róbinson Henao

Una década antes el ingeniero Manuel Escobar había dispuesto: “Las industrias, muevan las industrias”, para reactivar la alfarería con sus tejares y que vomitaran tejas y adobes que les dieran cuerpo a los hogares de los medellinenses, y alcahuetear así su manía de procrear cual conejos lujuriosos.

En 1956 el “Plan Regulador” de Wiener y Sert (Paul Lester Wiener y José Luis Sert, arquitectos europeos encargados de elaborar el Plan Piloto para Medellín) indujo nuevos desarrollos: obras de valorización que habilitaron grandes reservas de tierra y estimularon el auge residencial. Llegó la rectificación y canalización de quebradas y la apertura de avenidas y calles. Ya para entonces estaba decretada la rectificación y ampliación de aquel camino de polvorientos recovecos que llevaba de Medellín a Itagüí, la actual avenida Guayabal.

Por esos años Gildardo adquirió dos lotes, cada uno de ocho de frente por doce de fondo, cada uno a quince mil pesos. Soñaba con una casa grande porque, acostumbrado a lidiar con legiones de alumnos, anhelaba sacarle a Inés la docena de hijos. Le compró los lotes a Rita Díez, seguramente heredera del ganadero Santiago. Cuando eso, rememora, solo unas pocas empresas retemblaban por allí, entre ellas Incametal, Noel, la Colombiana de Tabaco, Curtimbres S.A. y Sulfácidos S. A., que ya impregnaba de olores raros el todavía entorno rural. Sobrevivían algunos tejares y las casas tenían sus propios nacimientos de agua que descascaraban la pintura recién aplicada: las ciénagas de otrora cobraban por ventanilla. Cuando compró ya habían tumbado los guayabales para hacer pozos de 15 a 20 metros para la provisión de agua: cada vivienda disponía de un aljibe.

Rápidamente en esos parajes se instaló la creatividad paisa para producir jabones, abonos, telas, cigarrillos y hasta café molido. Y aunque ahora están ausentes las más grandes, quedaron iniciativas empresariales de todos los tamaños, hasta sumar hoy unas 4.500 (solo 65 tienen programas de producción más limpia).

< Jorge Ortiz, forjador de cultura ambiental en la comuna 15. Al fondo, un desleído mural da cuenta de sueños verdes y aires menos turbios

Un desorden legal
Un líder local a quien desvela la contaminación de la comuna, Jorge Humberto Ortiz Rave, describe el pandemónium: Planeación Municipal decretó multiusos para su suelo, así que un inversionista adquiere una casa vieja que convierte en bodega, que luego muda a empresa para afectar la cotidianidad. Entonces se va perfilando una invasión de lo público que satura el espacio peatonal e impacta la movilidad. Allí se disputan un espacio talleres artesanales de fundición con los de pintura automotora y publicidad, entre otros. A veces con malas prácticas que afectan el medio ambiente y denotan carencia de rigor en el ordenamiento territorial: una panadería al lado de un depósito, una chatarrería al pie de un preescolar; en los barrios Cristo Rey y Trinidad es más evidente el desorden.
Agrega Ortiz que el espacio público en Guayabal es de 5.83 m2 por persona, cuando el parámetro internacional habla de 15 m2. Una limitación que obliga a ejercitar una cultura callejera de atrios y parques. Solo cuenta con canchas de fútbol en Campoamor, Cristo Rey y San Rafael, únicos sitios abiertos. Y doce placas polideportivas.

Pero volvamos a Gildardo Suárez y compañía familiar. Hombre leído como su padre, un campesino izquierdoso del que heredó la fidelidad a Voz Proletaria, el semanal compromiso ideológico del que se deduce su inclinación política, aunque se apresura a advertir que nunca fue militante de nada. Solo de la Junta de Acción Comunal que lideró durante un año para levantar andenes, muros, senderos y otras obras de beneficio comunitario.

Aunque parrandero y un tanto mujeriego –gajes de la juventud, justifica– el viejo Gildardo llegó tarde a la repartición de prostitutas en el Barrio Antioquia, cuando el decreto 517 de septiembre de 1951 lo convirtió en referente cultural al señalarlo como la nueva “zona de tolerancia” de la ciudad. El padre Mario Morales lideró una cruzada para hacer revocar el prostibulario decreto; a cambio, consagró el barrio a la Santísima Trinidad. Paradoja: ese mismo año se cantó con toda pompa la primera misa en el nuevo templo consagrado a Cristo Rey, con arzobispo a bordo. Ese decreto marcó más que el Plan Regulador; el barrio todavía arrastra el inri. Porque tras las faldas de cada femme fatale llegaron la indigencia y la drogadicción. Aparecieron los de profesión “aplanchadores”, los que a golpes de machete por el lado plano escarmentaban a los enemigos políticos por órdenes “de más arriba”. Con el tiempo emergió Griselda Blanco “La novia de la coca” y más tardecito alias el Papo y su combo de más de cien malevos, en las épocas turbias del narcotráfico. Tiempos por suerte bien enterrados. Ligero coletazo se instaló en años recientes cerca a la Autopista, pero el puente de la 4 Sur hizo desaparecer “la olla” con todo y su cocina.


Las emisiones de las fuentes móviles en Guayabal aportan el 37 % del total emitido en el Valle de Aburrá. Fotografías Karin Richter

La comunidad ha sido altruista, verraca para sacar adelante sus sueños: allí nació la Cooperativa John F. Kennedy, como fruto del espíritu asociativo, que ha sido un referente sociocultural y la llave de oro para levantar obras de beneficio social como los colegios de La Salle y La Presentación, y la iglesia de Jesús Obrero, áreas deportivas y parques, gracias a colectas, festivales, empanadas.

La comuna 15 ha soportado una contaminación ambiental que cual tóxico oculto se mete en casas y pulmones, y que viene de los procesos incompletos de combustión y químicos de fuentes fijas como la industria, y móviles (el parque automotor), además de los altos niveles de ruido y malos olores

Vamos más adelante en la historia: el año 1974 encontró a Guayabal muy urbanizado y próspero, pero con una enfermedad que tornaba cenizos sus techos, mientras que un vaho podrido, proveniente de las gargantas de lata o de adobe de las fábricas vecinas, se instalaba en todos los rincones. Agentes causantes: la polvareda irrespirable que emitía la Trilladora Antioquia, situada justo al frente de la escuela República de Costa Rica, y la procesadora de abonos y sustancias químicas Sulfácidos S. A., “Donde la química se hizo colombiana”, según su eslogan publicitario, por mencionar solo a dos.

¡Se respira lo ambiental!
La comuna 15 ha soportado una contaminación ambiental que cual tóxico oculto se mete en casas y pulmones, y que viene de los procesos incompletos de combustión y químicos de fuentes fijas como la industria, y móviles (el parque automotor), además de los altos niveles de ruido y malos olores. Factores confabulados para impactar de manera adversa sobre la salud y tranquilidad de los residentes.

Aquí juega papel clave la vocación docente de los Suárez Arteaga y de todos sus homólogos, ya que en las 28 instituciones educativas de la comuna han trabajado intensamente los Proyectos Ambientales Escolares (Prae), como estrategia fundamental para incluir esta dimensión en los Proyectos Educativos Institucionales (PEI). El objetivo ha sido construir con los educandos una sólida cultura ambiental, para que los 44.072 hombres y 49.326 mujeres que ahora, en 2015, viven allí, tengan acceso a unos aires menos turbios.

Ya en 1989 la organización de la comunidad había dado paso a un “Comité Comunitario de Desarrollo Integral” para gestionar una mejor calidad ambiental. Incluía una red de siete veedurías ciudadanas, una por cada foco de mayor infestación, apoyada por la Personería Delegada del Medio Ambiente de Medellín. Allí confluían amas de casa, jóvenes, sacerdotes, maestros, obreros. Eran las épocas de las reuniones por cuadra y por manzana, para respirarle en la nuca al galopante problema. Poco a poco involucraron y comprometieron a los responsables de las empresas, para facilitar los procesos de reclamación.

Así fueron logrando que las factorías introdujeran cambios para paliar el tufo de sus chimeneas o el resuello de las máquinas, y en ocasiones para que optaran por el discreto retiro, si era del caso. El proceso seguido por la comunidad se fortaleció luego con el Presupuesto Participativo, figura que les permitió trabajar de lleno en proyectos ambientales, según Ortiz Rave. Luego conformaron una Mesa de Trabajo Ambiental en la que coincidieron las autoridades del ramo, la comunidad afectada, las industrias y las veedurías. Y de esta manera se fue tejiendo la red de vecinos sensibilizados frente al problema, que todavía está activa.


La parroquia de Cristo Rey es uno de los rincones apacibles de la comuna, a la vera del tráfago tenaz de la Avenida Guayabal

Y no es para menos: un estudio sobre la relación entre enfermedades respiratorias y contaminación en la ciudad de Medellín, de 2013, encontró que los niveles de MP10 en Guayabal se encuentran por encima de los valores recomendados internacionalmente. Y se deben en un 90 % al tráfico automotor. Estos valores están por debajo de la norma colombiana pero por encima de la norma internacional de la OMS. Las emisiones de las fuentes móviles en la zona de Guayabal aportan el 37 % del total emitido en el Valle de Aburrá. La expresión MP10 hace referencia a material particulado inferior a diez micras que está en el ambiente y puede alojarse en los pulmones. El deterioro que produce puede extenderse a la vegetación y disminuir la fauna; además, afecta y deteriora los materiales de las fachadas y reduce la visibilidad.

Ortiz Rave agrega que proliferan algunas pymes que no cuentan con programas de buenas prácticas empresariales con el medio ambiente ni con procesos de producción limpia. Todos estos son temas que preocupan a los líderes locales y que han plasmado en el Plan de Desarrollo de la comuna, en su dimensión ambiental “Guayabal ambientalmente más sana”.

Saga de profesionales
También Gildardo Suárez entendió en su momento que tenía que darle un viraje a su “plan de desarrollo familiar”: se dio cuenta de que maestriando no le alcanzaría para educar a sus hijos, aunque Inés se deslomara en las aulas. Entonces abandonó la docencia, como ya señalamos, y se hizo sucesivamente carnicero, comerciante y taxista, hasta terminar montado en su propio camión, trayendo diez toneladas de plátano hartón, en cada viaje, desde el departamento de Córdoba para un gran supermercado de Medellín.

Luego, con los pesos ahorrados, se compró una finca en Morro Amarillo, en el municipio de Jardín. Amarillo, dice la mitología pueblerina, porque la montaña está llena del oro que atesoró el cacique de los Emberá. Gildardo no ha visto ni una onza, pero le ha sacado a la parcela miles de kilos de banano: en estos doce años cada semana junta su producción con la de los vecinos para traer a Medellín entre 2.000 y 2.500 kilos de fruta que entrega religiosamente a siete clientes de altísima fidelidad. El compañero de aventuras, un Daihatsu modelo 98 de tres toneladas, luce tan entero y tan afanoso por trabajar como su dueño.


Gildardo Arteaga y su compañero de aventuras, el Daihatsu modelo 98

El maestro, camionero, taxista y ambicioso soñador que descubrió y potenció el talento de sus hijos, en asocio con doña Inés, ahora saca pecho para anunciar, en la cumbre de sus no bien respirados 73 años, que su nieto Nicolás, de 17 años, se va todo este semestre para Canadá, a aprender inglés. Ya hizo una pasantía en la UPB, y allí lo esperan, para que se haga ingeniero. ¿Ambiental?


El cronista

Fernando Cadavid Pérez
Es comunicador social – periodista de la Universidad de Antioquia y especialista en Gerencia del Desarrollo Social de la Universidad Eafit.

Fue redactor del periódico El Mundo; redactor y editor de libros y documentos publicados por la Gobernación de Antioquia entre los años 1990 y 2005, y colaborador de diversas publicaciones de la ciudad.Es autor del libro De memoria: Cinco lecciones de vida, que rinde homenaje a los defensores de los derechos humanos en Antioquia Jesús María Valle, Carlos Gónima, Luis Fernando Vélez, Leonardo Betancur y Héctor Abad Gómez. (2007).

AYER & HOY

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Recuerdo de la Academia Filarmónica en Viena

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Es gratificante ver cómo estas nuevas generaciones aprovechan su talento, trabajando con seriedad y buen juicio

Filarmónica en Viena

Jueves 9 de abril por la tarde. Faltan dos días para el concierto. La orquesta ensaya bajo la dirección de Andriy Yurkevych, el director que acompaña regularmente a Ana Netrevko. Es un hombre bastante joven que se dirige a los músicos en italiano con cordialidad y precisión. Estamos en el sexto piso del edificio de la Ópera de Viena, en un gran salón, con un órgano y espacio suficiente para que la orquesta esté cómoda. La acústica es excelente, como podría esperarse. Sorprende que estos espacios, sin demasiada ingeniería, suenen tan bien. La música se oye de manera espléndida y la orquesta está en forma.

Filarmónica en Viena Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal / Alfonso Arias, Alejandro Posada, Esteban Rúa, Pablo Mielgo, Ana Cristina Molina, Daniel Londoño, Norbey Román,Juan Pablo Parra, Jhoser Salazar, Andrés Arroyo, María Hincapié y María Elena Tamayo

Muchos de sus integrantes se conocían desde antes, pues habían tocado juntos en Ginebra, Suiza, el año pasado, cuando se presentaron en la sede de las Naciones Unidas, con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos. Son excelentes músicos, a pesar de su corta edad. Se los ve concentrados y poniendo los cinco sentidos en lo que hacen. Es gratificante ver cómo estas nuevas generaciones aprovechan su talento, trabajando con seriedad y buen juicio.

Mezzo piano per tutti”, dice el director y completa la frase con un ta–ta–ta que arca el tempo. Los jóvenes lo siguen con interés. Me pregunto cuántas veces estaría Mahler en estos mismos espacios hace cien años. Sobrecoge pensar en la cantidad de música de excelente calidad que ha sonado aquí.

El grupo está compuesto por unos treinta jóvenes de nueve países, que se integrarán con la Filarmónica de Viena para interpretar el concierto. Hay nueve colombianos. Me siento muy contento con estos primeros frutos de la Academia Filarmónica. Los colombianos son: Juan Pablo Parra en los primeros violines, Daniel Londoño en los segundos violines, Norbey Román en las violas, Andrés Arroyo en los contrabajos, Ana Cristina Molina en los cornos, Jhoser Salazar en los clarinetes, María Hincapié en las flautas, Rodrigo Esteban Rúa en la percusión, y Cristian González, que viene de Bogotá, en los violines.

Filarmónica en Viena Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  María Hincapié y Wolfgang Zuser

Viernes 10 de abril, 9:30 am. El concierto es pasado mañana, se ensaya en la misma sala. Hoy nos acompañan algunos músicos de la Filarmónica de Viena y Juan Diego Flórez. Más tarde irán llegando los demás solistas. Suena la música de Non ti scordar di me y la voz de Juan Diego Flórez nos transporta a todos. Los músicos aplauden golpeando con los pies el piso de madera. El solo de clarinete de E lucevan le stelle es muy delicado y Jhoser Salazar lo interpreta con virtuosismo. Todo es muy emocionante.

Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Alfonso Arias Bernal y Juan Diego FlórezFotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Alfonso Arias Bernal y Juan Diego Flórez

El teatro de la Ópera de Viena fue inaugurado en 1869 por el emperador Francisco José y es una de las grandes obras de construcción que se realizaron en los terrenos que antes ocupara la muralla de la ciudad y que hoy se conocen como la Ringstrasse. En 1945 fue destruido por un bombardeo aliado. Fue reinaugurado en 1955, fecha muy importante en la historia del país, pues fue en ese año cuando se firmó el Acta de Independencia de Austria, que puso fin a la ocupación aliada.

Filarmónica en Viena Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Pablo Urbina, Vittorio Ferrari, Josef Reif y Ana Cristina Molina

Domingo 12 de abril por la tarde. El concierto fue a las 11 de la mañana con lleno total, como era de esperarse. La orquesta y los solistas estuvieron fantásticos, pero el dúo de la Cenerentola interpretado por Juan Diego Flórez y Cecilia Bartoli, merece mención aparte. Para empezar, se trató de un momento histórico, pues es la primera vez que la Bartoli se presenta en la Ópera de Viena. Su aparición en escena fue impresionante: entró ataviada como una moderna empleada del aseo, guantes amarillos de caucho incluidos. Escoba en mano, barriendo debajo de las sillas de los músicos y limpiando uno por uno los micrófonos, con ese cuidado meticuloso propio de los verdaderos profesionales. Alguien pudo pensar que se trataba de una desorientada empleada que ingresó al escenario sin advertir que lo hacía en medio de una presentación. El contraste con las opulentas galas de las demás solistas no podía ser mayor. Pero cuando esta mujer abrió la boca para cantar, el teatro enmudeció. Podía sentirse la emoción acumulada del público. La gente contenía la respiración. Cuando terminó de cantar los aplausos fueron atronadores, la gente gritaba, los músicos golpeaban el piso, se oyeron fuertes gritos de brava, poco usuales en la estirada y flemática Viena.

Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Cecilia BartoliFotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Cecilia Bartoli

Nada era como lo usual en ese día maravilloso. No suele la Orquesta Filarmónica de Viena compartir sus atriles con otras agrupaciones. No obstante, allí estaban nuestros jóvenes, serenos y orgullosos de sí mismos. Me pregunto si eran cabalmente conscientes del logro que estaban obteniendo, de lo trascendental de la situación.

*Gerente de la Orquesta Filarmónica de Medellín – Filarmed.


Aproveché esa vez para ir a un concierto que dirigía Bernal, el exmarido de Eva, con una orquesta de jóvenes de los barrios de Medellín, la Academia Filarmónica. Tocaron tan bien la Quinta de Beethoven y luego el Concierto para violín de Tchaikovsky, con un solista español, que alcancé por un rato a reconciliarme con mi ciudad y a pensar que sí había un futuro para ella, en la música y en los violines que yo tanto he querido”.

-Héctor Abad Faciolince. La Oculta. Pgs 273-274

Interior del Teatro de la Ópera, el día del concierto
Interior del Teatro de la Ópera, el día del concierto

 

Por Alfonso Arias Bernal *

Dog Run, una carrera canina

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200 corredores y sus perros hicieron parte de la carrera Dog Run, evento que también contó con una muestra comercial y actividades para toda la familia. El ganador de esta competencia, cuyo punto de partida y llegada fue el Centro Comercial Los Molinos, fue el corredor profesional manizalita Carlos Andrés González y su french poodle.

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Lila, María Arango, Santiago Bedoya, Lola

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Luisa Molina, Goliath, Alejandro Posada

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
María Salomé Vélez, Tobías, Lina Vélez, Felipe Gallego, Martín

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Mónica Valencia, Lola, Sebastián Ospina

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Nancy Buriticá, Wilmer Avendaño, y su perro Toby

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Natalia Pérez, Bruno, Juan David González

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Optimus, Carlos Monsalve
THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Orus, Álvaro Herrera

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Rocco, Daniela Palacios, Cristian Gómez, Horus

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Salomón, César Bedoya
THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Thor, Luis Felipe Gallego

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Sebastián Cifuentes, Rocky

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Yango, Andrés Mauricio Botero
THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Yogui, Liz Osorio

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Carlos Martínez, Holly, Elizabeth Arboleda

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Carolina Quinchía, Jenifer Muñoz, y Kobe

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Competidores preparándose para el comienzo de Dog Run

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Daniela Montoya, Atenea, Chronos, Diana Rincón
THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Geraldine Sepúlveda, Papi

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Drako, Héctor Carmona, Alejandro Valencia, Astro, Ana María Zuluaga

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Gloria Castaño, Samba, Martín Castaño

Expoartesano 2015, La Memoria

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Hasta el 26 de abril, estará en Plaza Mayor Expoartesano, feria que reúne el trabajo de artesanos provenientes de 64 etnias indígenas y afrocolombianas y más de 100 creadores contemporáneos de distintos lugares del país, además de espacios para la gastronomía colombiana y nuestra cultura.

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Angélica Serna
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Arraitz Fernández

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Beatriz Herrera, Susana Uribe

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Carlos Lopera, María Adelaida Lince, Katty Winograd

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Catalina Gaviria, Marina Guirales, Mateo Vélez

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Daniela López, Juan Pablo López, Mateo Araque, Laura Palacios

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
David Marín, Marcela Mejía

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Felipe Mejía
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
José Téllez

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Juan Echagüe
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Juan García

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Juan Gaviria
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Marc Beale

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Juliana Delgado, Carmen Helena Villegas, Luis Fernando Delgado

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Julio Restrepo, Angélica Fernández

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
María Clara Estrada, Carolina Estrada

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Miguel Uribe, Daiana Welgos

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Nubia Martínez, Johanna Aristizábal

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Rubén Valle
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Nur Ellis

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Paulina Urhán, Juan Urhán, Luz Adriana Villa, Valeria Urhán

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Verónica Vargas, Jolber Jiménez

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Aleida Londoño, Luz Elena Restrepo, Paula Andrea Palacio

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Andrés Mejía, Natalia Delgado, Juan Simón Fernández

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Oviedo es Música

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Un evento de ciudad, eso es Oviedo es Música, una plataforma del Centro Comercial Oviedo para niños y jóvenes de diferentes academias y colegios locales que buscan dar a conocer su talento. La edición 2015, que fue apoyada por Vivir en El Poblado, tuvo como invitados especiales a los cantantes Daniel Lema y Sebastián Yatra.

OVIEDO ES MUSICA
Susana Gómez, Laura Restrepo, Marcela Jaramillo

OVIEDO ES MUSICA
Alejandro Echavarría, Natalia Mejía

OVIEDO ES MUSICA
Alejandro Vallejo, María Carolina González

OVIEDO ES MUSICA
Amalia Sánchez, Valentina Puerta, Natalia Franco, María Posada, Elena Suárez

OVIEDO ES MUSICA
Ana Sofía Ramírez, David Montoya, Jacobo Alonso, Natalia Correa, Pablo Sepúlveda

OVIEDO ES MUSICA
Andrea Jaramillo, Laura Elorza, Elisa Gómez, Manuela Toro

OVIEDO ES MUSICA
Anny Ortiz, Susana Ochoa

OVIEDO ES MUSICA
Carolina Agudelo, Angélica Almazar, María Camila Álvarez

OVIEDO ES MUSICA
Cris Gene, Juan Sebastián Mendoza, Salomé Piedrahita, Laura Huertas

OVIEDO ES MUSICA
Gladys Restrepo
OVIEDO ES MUSICA
Juan José Jaramillo, Antonia Ramírez, David Zapata, Daniel Sierra
OVIEDO ES MUSICA
Juliana Gómez, Natalia Mejía, Juliana Bolívar, Daniel Vélez
OVIEDO ES MUSICA
Mauricio Zapata, Nora Restrepo
OVIEDO ES MUSICA
Moon
OVIEDO ES MUSICA
Moon
OVIEDO ES MUSICA
Natalia Aguirre, Alicia Gómez, Alejandra Muñoz
OVIEDO ES MUSICA
Sara Botero, Carlos Castro, Laura Botero
OVIEDO ES MUSICA
Sergio Ruiz, Gloria Carmona
OVIEDO ES MUSICA
Simón Ramírez, Manuela Lince, Pedro Lince
OVIEDO ES MUSICA
Sofía Restrepo, Ana Lucía Ríos
OVIEDO ES MUSICA
Sebastián Yatra
OVIEDO ES MUSICA
Sebastián Yatra
OVIEDO ES MUSICA
Sebastián Yatra

Staff Music Academy

Staff Music Academy

Glacée, sanduchería de helado

Nueve tipos de galletas crocantes (doble chocolate, naranja, nueces del Brasil, canela y jengibre, uvas pasa, avena, coco, chips de chocolate blanco, chips de chocolate negro), mini waffles y una variedad de helados artesanales y toppings pone Glacée a disposición de sus clientes para armar dulces sandwiches.

Glacée es el negocio de Alejandra Mejía (chef) y Pamela Ángel (publicista), situado en el barrio Provenza (carrera 34 # 8A-15). Entre las combinaciones sugeridas por estas amigas pereiranas, está un sandwich de galleta doble de chocolate y galleta de naranja con helado de cheesecake, fresas y chocolate caliente derretido. Para quienes les gusta cuidarse, sugieren uno compuesto por galleta de coco y galleta de avena, helado de yogur y almendras. También invitan a probar los mini waffles con helado de dulce de leche y chips de chocolate amargo.

Glacée es un lugar pet friendly que va más allá de permitir la entrada de las mascotas al establecimiento, ofreciendo cinco helados para perros (algunos de ellos también pueden ser consumidos por gatos), desarrollados por veterinarios. Estos pueden ser consumidos en el local o llevados a casa. Los sabores son: cábano, salami, mango, galleta y brownie. Informes en el 268 7542.

Lemoncillo, cocina vietnamita

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Nacido en Laos, de padres vietnamitas, y formado en Alemania –en mecánica industrial, estudios latinoamericanos y arqueología–, Kim Ngoc Le conoció Colombia en el año 2000 por una invitación de un amigo, mientras recorría Suramérica como mochilero. Volvió al país varias veces y se enamoró de Medellín, lugar donde decidió cumplir su anhelo de montar un pequeño restaurante en el cual preparar las numerosas recetas tradicionales vietnamitas que aprendió de su madre.

Kim Ngoc Le

El nombre Lemoncillo viene del apellido de Kim Ngoc y de la planta limoncillo, un ingrediente muy importante en la cocina vietnamita. De las entradas, Kim Ngoc sugiere la Tom Kha Gai, único plato tailandés en la carta que también se vende como fuerte. Es una sopa de coco y curry de pollo, berenjena, zucchini, mazorcas baby, pimentón y zanahoria. De los fuertes, recomienda Ga Mam Gung (contramuslo de pollo estofado con jengibre, servido con cilantro, ajonjolí, col china blanqueada y arroz de jazmín) y el Heo Xao Mien (cerdo salteado con fideos de frijol, col de china, mazorcas baby, zanahoria, tomate y pimentón, acompañado de arroz de jazmín). El postre de la casa es la torta de Maniok con salsa de coco.

Kim Ngoc también ofrece un plato muy recomendado, que debe ordenarse con un día de antelación, debido a la extensa duración de su proceso. Se trata del Thit Heo Kho, este contiene tiras de tocineta caramelizadas y bañadas en jengibre y limoncillo, servido con cilantro, col china blanqueada y arroz de jazmín.

Lemoncillo se encuentra en Envigado, en el sector de la Bota del Día, en la transversal 33 Sur No. 39 – 39. Informes en el 270 6980.

Dau Phu Rán –cubos de tofu fritos
con jengibre, ajo, cebolla y limoncillo  
(para una persona)

Ingredientes
• 170 gramos de tofu (seleccionar uno que no sea muy suave).
• 2.5 gramos de tallos de limoncillo (utilizar únicamente la parte inferior morada).
• 8 gramos de jengibre.
• 25 gramos de cebolla.
• 2 dientes de ajo.
• Cilantro al gusto.
• Albahaca al gusto.
• Yerbabuena al gusto.
• 7 cucharadas de aceite vegetal.

Preparación
Picar finamente el jengibre, la cebolla (procurando conservar su jugo), el ajo y el limoncillo. Picar las hierbas. Agregar las cucharadas de aceite vegetal a una sartén caliente, introducir el tofu cortado en cubos y freír hasta que solo falten por dorar dos de sus lados. Agregar el jengibre y la cebolla. Cuando la cebolla esté dorada, adicionar el ajo y saltear. Incorporar el limoncillo y dejar freír por un minuto, mezclando los ingredientes. Servir sobre una cama de lechuga y agregar las hierbas sobre los cubos de tofu. Acompañar con la salsa de soya, pescado y limón.

Salsa de soya, pescado y limón Ingredientes
• Dos cucharadas de salsa de pescado.
• Una cucharada de salsa de soya.
• Media cucharada de jugo de limón.
• Ají macerado al gusto.
Mezclar los ingredientes y servir en un recipiente aparte.

Palabras, imágenes,la guerra tonta

josegabrielBaena

La guerra entre las palabras y las imágenes se declara entonces sin ganador claro, quien gana es el amor

/ José Gabriel Baena

Desde que la famosa frase “una imagen vale más que mil palabras” –emanada de la célebre Madison Avenue de Nueva York– se tomó el mundo de la publicidad y de la estética y los valores, pocos han sido quienes se han atrevido a refutarla, sin mucho éxito que digamos. La publicidad, creada para hacernos creer que sin los productos que promociona todos somos unos infelices, y basada en los rostros sonrientes de los anunciadores y protagonistas, es uno de los pilares del capitalismo y su verdadera religión. Pienso a veces en un cuento de ciencia ficción donde un gobierno aparentemente “puro” quiso suprimir las marcas de los productos, cambiándolas simplemente por palabras tan poco atractivas como “pan”, o “aceite”, o “leche”, o “auto”, y así, ad infinítum, resultando en que una inmensa tristeza cubrió el país entero y hubo que volver al viejo sistema de las etiquetas resplandecientes y los comerciales en todos los medios imaginables. Digo estas cosas mientras estreno con grandes dificultades un computador Apple que me regalaron para sustituir a mi destrozado clon sin marca, y justamente después de ver en la tele una película que trata precisamente el viejo asunto de si una imagen vale más que mil palabras, frase que oí por primera vez en un comercial de Nescafé que daban en los matinales por allá en los años 60, donde un adicto a la cafeína se tragaba literalmente entero el pocillo con la marca impresa.

La película Words and pictures, hecha en 2013, pero apenas lanzada para la TV en octubre pasado, es protagonizada por Clive Owen y mi adorada Juliette Binoche. Dicen los críticos cítricos, que no faltan los malditos, que es predecible y “formulaica” –¡bendito sea dios!–, aunque le reconocen algunos hallazgos y hasta la sitúan entre ese género mediomoralista de La sociedad de los poetas muertos y Mr Holland Opus, entre las más notables. Contaré el cuento de manera telegráfica porque es bastante improbable que llegue a los cines.

Colegio de secundaria, de último año en Boston, digamos. Profesor fanático de literatura inglesa y las palabras clásicas, no ligeramente sino bastante alcoholizado, cuyos alumnos son a su vez discípulos de una profesora de pintura (Binoche) que trata de competir con sus imágenes con las teorías de Markus (Owen): ella se aprende todos los días una inmensa palabra polisilábica –pésimanente traducida por UNE-TV–, para humillar al profesor, con quien se entabla entonces una abierta guerra donde toman partido los alumnos. Muchos episodios triviales se generan entre los jóvenes, pero lo que en verdad más cautiva es la singular actuación de mi Juliette como la profesora afectada por la artritis reumatoide, cuyas inmensas pinturas abstractas –de las cuales no se puede decir nada, ni una palabra–, terminan por seducir al profesor y, por qué no, llevarlo hasta su lecho de dolores. La guerra entre las palabras y las imágenes se declara entonces sin ganador claro, quien gana es el amor en un atardecer rosa. ¿Qué pienso yo del asunto? Prefiero las palabras por sobre todas las cosas, “las palabras han sido mis únicos amores, no muchos”, como decía Beckett, aunque algunas pinturas nunca dejarán de fascinarme, como El nacimiento de Venus, de Boticcelli. Pero citaré solo una de Balthus, en una sala del Metropolitan de Nueva York: varias personas en la cima de una montaña, bañadas por el sol y por la sombra. Un misterio. En cuanto a mi palabra más idolatrada: dinero. Y tú, lector, ¿qué tienes en tu corazón?

¿Regalo mis libros?

Eduardo Mendoza, uno de los novelistas españoles más amenos y traviesos de hoy en día, sólo conserva en la casa aquellos libros que considera imprescindibles en su vida

/ Esteban Carlos Mejía

Dijo un profeta del siglo 19: “La riqueza de las sociedades en que impera el régimen capitalista de producción se nos aparece como un inmenso arsenal de mercancías”. Irrefutable. Y a la gente le gusta acumularlas. No es sino mirar con cuidado. Abarrotes y bastimentos: líquidos, gaseosos, sólidos. Computadores, televisores, celulares, cámaras, equipos de sonido, neveras, fogones, ollas, peroles. Vitaminas y proteínas, marihuana, éxtasis y cocaína, como en una canción de Calle 13. Caballos de paso fino. Reses de ubres majestuosas. Fincas de tierra fría y haciendas de tierra caliente. Casas en el campo y apartamentos en la ciudad. Carros, motos, bicicletas. Trapos para días de sol, trapos para la lluvia. Vestidos de baño, trajes de gala, corbatas, camisas de seda, zapatos, botas, botines, zapatillas, pantys, tangas, perfumes, relojes, pulseras, collares. De todo. ¿Y los libros?

En este mundo hay más libros que vacas y toros, los ganaderos me perdonen la osadía. Yo veo libros por todas partes. En estanterías de madera pandeadas por el peso. En tambaleantes montañas alrededor de mi portátil. Libros en sillas y sofás, unos encima de otros, en caos apocalíptico. Libros debajo de las camas, junto a la lavadora, en los baños, al lado de los inodoros. Libros en la cocina, en el garaje, en mansardas, clósets y cuartos útiles. Libros apeñuscados en doble o triple fila, curtidos por el polvo, carcommidos por el comején.

¿Para qué? No sé: yo me dejo esculcar, si es el caso. Eduardo Mendoza, uno de los novelistas españoles más amenos y traviesos de hoy en día, sólo conserva en la casa aquellos libros que considera imprescindibles en su vida. O sea, unos cuantos. Se deshace del resto. Sin remordimientos ni avaricia, sin importarle la inmensidad del arsenal de mercancías. ¿Será buena idea? ¿Le hago caso?

* Día tras día. ¿La efeméride de esta semana? El 22 de abril de 1616, a los 68 años de edad, por culpa de una diabetes, murió en Madrid “El Príncipe de los Ingenios”, don Miguel de Cervantes Saavedra. A él le debemos lo bueno y lo mejor de leer en español. ¿Quién no lo ha oído mentar? ¿Quién no ha mentido en su nombre? El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, con su inolvidable trío de personajes, Alonso Quijano, Rocinante y Sancho Panza, es un insuperable hito literario. Hoy en día, algunos escépticos murmuran a sus espaldas y dicen que ya (casi) nadie lee a Don Quijote. Error. Por experiencia propia yo sé que su lectura atrae constantemente a lectores nuevos y a relectores viejos. La madre de todas las novelas ha sabido vencer al tiempo, siglo tras siglo.

* * Body copy. “Fermina Daza pensaba en él sin quererlo, y cuanto más pensaba en él más rabia le daba, y cuanto más rabia le daba más pensaba en él, hasta que fue algo tan insoportable que le desbordó la razón. Entonces se sentó en el escritorio del marido muerto, y le escribió a Florentino Ariza una carta de tres pliegos irracionales, tan cargados de injurias y de provocaciones infames, que le dejaron el alivio de haber cometido a conciencia el acto más indigno de su larga vida”.

Gabriel García Márquez. El amor en los tiempos del cólera. 1985.
* * * Vademécum. ¿Hidalgo? “Persona que por linaje pertenecía al estamento inferior de la nobleza.”
[email protected]

Ni se compra ni se vende

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Para conquistar la felicidad es necesario recorrer un camino arduo y a veces espinoso

/ Bernardo Gómez

Hace pocos días, y por puro despiste, entré a una conocida cadena de almacenes que se encontraba en ofertas. Me detuve un poco a observar lo que pasaba en mi entorno. Me pareció ver cientos de personas que como un enjambre de abejas, tocaban, repasaban, comparaban, calculaban, miraban y manoseaban una gran variedad de artículos de casa, ropa, mercado, etcétera. Embelesados, deleitándose con el dulce néctar del consumismo.

Advertí a un grupo que aguardaba impaciente a que el empleado de la tienda surtiera de nuevo una canasta que ostentaba el letrero de mitad de precio. Poco duró mi interés científico al ver un objeto que llamó mi atención; no sé en qué momento pasó, pero con una rapidez sorprendente ya estaba de primero, junto a la canasta, echándole el diente para compararlo. ¿Cómo negarlo? hacemos parte de este mundo capitalista, consumista y hedonista. Queramos o no, entramos con frecuencia a ese juego del mercado y poco o nada hacemos para evitarlo. Valdría la pena detenernos y reflexionar: ¿cómo tomar distancia?

Una luz de esperanza encontramos en la propuesta logo-terapéutica del neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl, que fundamenta su teoría en la pregunta por el sentido; respondiendo de manera seria y responsable a ella lograremos salir del laberinto que se nos ha impuesto.

Gilles Lipovetsky, en su libro La felicidad paradójica, hace una interesante descripción del hombre contemporáneo –llamándolo, irónicamente, el Homo consumericus– como una especie de turbo consumidor, desatado, móvil y flexible, liberado en buena medida de las antiguas culturas de clase, con gustos y adquisiciones imprevisibles; que pasó de ser un consumidor influenciado por las dominaciones sociales a ser el hiperconsumidor al acecho de experiencias emocionales y de mayor bienestar.

El capitalismo reinante se ha dedicado a incentivar la demanda, a la venta y a la multiplicación infinita de las necesidades humanas. Han bastado solo unos decenios para una nueva revolución, con una novedosa jerarquía de objetivos, de costumbres y, por ende, una nueva manera de relacionarnos con las cosas, con nosotros mismos y con los demás.

Atrapados en el presente, con no muchas expectativas del futuro e ignorando de tajo el pasado, el hedonismo reemplazó las militancias políticas, y el afán por el confort y la diversión han depuesto los ideales de un mundo justo y mejor. Ha nacido una nueva religión que fundamenta sus principios en la comodidad; el vivir mejor se convirtió en una pasión de masas, en el fin ultimo de una sociedad democrática.

El materialismo de la primera etapa ha pasado de moda: actualmente asistimos a la expansión del mercado del alma y su transformación, del equilibrio y la autoestima. El hiperconsumidor, que por el hecho de serlo no deja de ser un hombre en sus tres dimensiones, se da cuenta de que no solo necesita bienestar material, sino que también necesita alimentar su espíritu y equilibrar su mente. No es casualidad el florecimiento actual de grandes ofertas de doctrinas orientales, de nuevas formas de espiritualidad y guías de felicidad y sabiduría, que ofrecen, como producto de supermercado, la felicidad interior.

Es sano y necesario recordar que el cultivo de la vida interior es un esfuerzo personal, que requiere paciencia, perseverancia y, en ocasiones, abnegación; que para conquistar la felicidad es necesario recorrer un camino arduo y a veces espinoso; que justamente, el andar ese camino nos capacita para ser felices; y que de ahorrarnos la caminada, nada logramos. La felicidad ni se compra ni se vende, solo se conquista.
opinion@vivirenelpoblado

“¿Por cuál taco quiere?”

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Así viven los taxistas de la ciudad el día a día de una movilidad que ven colapsada

Jorge Iván Muñoz, taxista de la Flota Bernal

Como de costumbre, Jorge Iván Muñoz encendió su taxi y salió de su casa en Bello hacia El Poblado. El pasado 20 de abril, lo hizo a las 11:45 am, recogió un pasajero y lo dejó en el parque del municipio donde vive. Luego, tomó una carrera para Guayabal y desde que llegó al puente de Coca-Cola, empezó su travesía contra el taco. Cruzó el puente por debajo, salió a la autopista, se metió al barrio Carlos E. Restrepo y siguió por el puente de Suramericana para llegar a la Avenida del Ferrocarril. Cuando llegó a Guayabal, luego de una hora, quiso tomar el puente de la 4 Sur, y se vio encerrado. A las 2 pm, finalmente, llegó al Parque de El Poblado, en donde está la Flota Bernal, la empresa para la que trabaja. Más de dos horas le tomó atravesar la ciudad, y eso representa una carrera por hora.

< Autopista Sur, desde el puente de la calle Colombia

Por estos días, montarse en un taxi, la mayoría de las veces, significa mantener una conversación sobre la movilidad de Medellín con el conductor. Aunque este tema es latente, el malestar se envalentonó con el inicio de la construcción del primer tramo del proyecto Parques del Río, que va desde la Biblioteca Pública Piloto hasta la estación Industriales del metroplús, y que produjo el primer cierre total de la Autopista Sur, en el costado occidental, entre San Juan y la calle 33. “¿Sí ha visto como tienen esto?”, es la expresión de varios taxistas. Hablan de lo caótico que está Medellín, del aumento de vehículos por los bajos precios, del deterioro de la malla vial, de la ausencia de puentes, de las decisiones del Alcalde y de lo que hablan los políticos en la radio. Se convierten en asesores y dan medidas alternativas, porque aunque no son ingenieros civiles ni urbanistas ni arquitectos, conocen mejor que nadie cada rincón de la ciudad con sus nombres y nomenclaturas, el clima, los devenires del hampa y los secretos de la vida sobre las vías.

No solo los afecta Parques del Río sino las demás obras que se ejecutan de manera simultánea en el Centro, en El Poblado y otros municipios como Envigado e Itagüí. Tal como lo describen Jorge Iván Muñoz y sus compañeros de la Flota Bernal –Miro López, Gerardo Hernández, Carlos Grisales y Juan Manuel Patiño–, los puntos críticos son: el puente de Coca-Cola, el puente de La Minorista, la Avenida Oriental, la Avenida del Ferrocarril, Ayacucho, Bomboná, La Toma, El Palo, Colombia, San Juan, La 33, la carrera 65, la Avenida Las Vegas, la Avenida de El Poblado, La Aguacatala, Los Balsos, las transversales Inferior y Superior, La Frontera… y por supuesto, la Autopista (norte-sur) y la Avenida Regional (sur-norte). Expresan que no saben ni por dónde trabajar porque, aunque hay horas pico, de 6 a 9 am, y de 5 a 7:30 pm, en cualquier momento del día hay congestión.

“A las 5 de la tarde, ¡téngase fino!”, alerta Muñoz. A esta hora todo los carros salen despavoridos por la Avenida Regional antes de que comience el pico y placa. “¡Y vaya a Castilla o Robledo!”, exclaman varios. Estos destinos espantan debido al trancón en la carrera 65, una vía que va en doble calzada, desde la calle 30 hasta Colombia, en sentido sur-norte. “De Conquistadores a Castilla me he demorado una hora y media”, afirma Miro López. A la autopista la consideran obsoleta, incluso, ni la consideran como tal, debido a su deterioro, al número de carriles y a la presencia de semáforos en algunos sectores, que impiden que sea una vía rápida.


Avenida San Juan, desde el puente de la Avenida Oriental

En El Poblado por ejemplo, en momentos de congestión, se pueden demorar, desde el puente de la calle 10 sobre la Avenida Las Vegas hasta el centro comercial El Tesoro, cuarenta minutos, o del puente de la transversal Inferior con la 10 a San Lucas, una hora y 20 minutos, y de la Avenida Oriental hasta el Parque de El Poblado, entre media y una hora. Por eso, “ya uno no le pregunta al pasajero que por cuál ruta lo lleva, sino por cuál taco quiere”, agrega Muñoz.


Autopista Sur, desde el puente de la calle 33

Una carrera por la liquidación
Desde que los taxistas empiezan la jornada, su meta es recoger el dinero que deben dar a diario a la empresa donde estén afiliados. Es lo que llaman liquidación y esta tiene un valor entre 70 y 75 mil pesos. Lo demás es para cubrir los gastos básicos y ganancia. En promedio, el ingreso diario es de 150 mil pesos, y de ahí se paga la liquidación, la lavada del carro (hasta tres veces a la semana por mínimo 8 mil pesos) y la gasolina, que es entre 30 y 35 mil pesos al día. Quienes pagan aplicaciones móviles como EasyTaxi, deben recargar al menos 12 mil pesos (esta descuenta 600 pesos por cada servicio) y el GPS puede valer 40 mil pesos mensuales. Pero es que también se tiene que contar con el “fresco” y el almuerzo; de ahí en adelante, con todo lo que se necesite como aceite, llantas, tecnicomecánica… A esto se suman requisitos como seguro del conductor, seguro contractual, Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito –Soat–, seguro para terceros, tarjeta de operación, planilla (documento que permite ir a cualquier municipio del país), impuesto de rodamiento y administración (se paga a la empresa 93 mil pesos mensuales). Si al menos se logra tener libres 40 mil pesos al día, el ingreso mensual es de 1 millón 200 mil pesos.

Con la situación actual, tener la liquidación al día es cada vez más difícil. “Como no hay por donde andar, le tuve que decir al jefe que me rebajara la liquidación, porque sino me iba a tocar entregar el carro”. Afirma Jorge Muñoz. Y es que a veces se le queda debiendo al “patrón” o se llega sin un peso a la casa. Con el cierre de las vías, las carreras, que eran de 20 minutos, se convierten en una hora, lo que disminuye el número de servicios. Por este motivo, tienen que extender los horarios laborales hasta cinco horas para recaudar lo necesario. Por ejemplo, si antes hacían un turno de 6 am a 5 pm, ahora se hace hasta las 10 pm. Entre más horas de trabajo, más combustible. “Para hacer 200 km, me gastaba entre 25 mil y 30 mil pesos, ahora para hacer lo mismo, me puedo gastar 38 mil pesos”, asegura Juan Manuel Patiño.


Congestión en la Avenida oriental

Por otro lado, sí tienen demanda pero no tienen cómo cubrirla. Les suena el radioteléfono o el celular, pero a veces no pueden acceder a las rutas. Se sienten encerrados y las vías alternas, también se bloquean.
Una medida que consideran que les podría ayudar es que el pico y placa dure un día completo para los vehículos particulares, además de promover el transporte público y el uso del carro con mayor número de pasajeros. Finalmente, Gerardo Hernández expresa: “Le pedimos a la Administración una solución inmediata porque la ciudad está colapsada”.


Congestión en la Avenida oriental

Un sector clave para la transformación
Según informa la Secretaría de Desarrollo Económico, en Medellín y en el Valle de Aburrá hay más de 27 mil taxis, y en el Área Metropolitana existen alrededor de 32 mil conductores, por lo que se considera al sector como una fuente importante de empleos y que beneficia a numerosas familias de todos los estratos socioeconómicos, especialmente medios y bajos. De acuerdo con la última Encuesta Medellín Cómo Vamos, el medio de transporte que reportó mayor cantidad de usuarios satisfechos fue el taxi, con el 97 por ciento seguido por el Metro con el 88 por ciento.


Primer tramo del proyecto Parques del Río, obra que ha afectado al gremio de taxistas

A pesar de que los taxistas consultados por Vivir en El Poblado aseguraron no tener conocimiento de convocatorias o socializaciones de la Administración Municipal, el pasado 11 de abril, la Alcaldía realizó una feria de servicios en el Aeroparque Juan Pablo II, para dialogar con los taxistas sobre los diferentes programas de las secretarías a los que pueden acceder. En esta participaron 200 conductores y 400 familiares, a quienes se les presentó el proyecto Parques del Río. Según Juan Pablo López, director operativo de Parques del Río, se dio una conferencia abierta con preguntas y respuestas sobre la obra, se aclararon mitos como cobros de peaje y valorización y se les entregó una separata con las rutas, las vías alternas y el Plan Integral de Movilidad con el que se pretende reducir el efecto del proyecto. Asegura que esta fue la primera convocatoria masiva de las diferentes estrategias que tiene la Alcaldía para relacionarse con los taxistas. Entre otras acciones, se han sensibilizado, por medio del Proyecto de Educación Vial de la Secretaría de Movilidad, 10.062 taxistas, y adicionalmente, 500 taxistas serán técnicos laborales a través del proyecto Enrutados para la vida, que le apunta a la formación en servicio de transporte individual de pasajeros.

Frases engañosas

Con lo sano que es revisar creencias y cambiarlas si se descubre un error, o mejor, ¡una nueva verdad!

/ Juan Carlos Franco

“Llevar un contenedor de Medellín a Cartagena cuesta más que de Cartagena a Hong Kong”. La frase es impactante y nunca falla en generar una reacción de sorpresa e indignación por parte de paisas y colombianos en general. Si Hong Kong está tan lejos y Cartagena tan cerca, el transporte terrestre debería ser una fracción pequeña del marítimo. Claro, ¿cómo va a progresar un país así? Con razón estamos tan atrasados, es que no hay carreteras, es que los camioneros nos tienen agarrados de ya se sabe dónde, es que el gobierno es totalmente incompetente… La indignación crece y la frase progresa, hasta el punto de haberse convertido en una de las banderas de un periódico de Medellín, y de tener vallas consagradas a ella.

Resulta que para llevarlo por carretera entre Medellín y Cartagena se necesita un camión exclusivo, con conductor exclusivo, que se le dedique entre uno y dos días, que vaya a recogerlo a la puerta de la fábrica, que tal vez espere horas y horas en puerto, etcétera. En cambio, en un barco mediano se pueden acomodar, sin mucho problema, 5.000 o más contenedores; todos hacia el mismo destino, con muy poca tripulación y sin mucho tráfico por el mar. Es obvio que por ser un transporte altamente eficiente, y porque todo se puede repartir entre un número muy alto de unidades, el costo puede bajar sustancialmente. Pensándolo bien, no sería tan extraño que el transporte terrestre costara el doble o el triple del marítimo. Pero ¿qué hacemos entonces con la frase y con nuestra indignación? Se parece al cada vez más famoso “vaso con agua”.

Más del 80 por ciento de mis conocidos aseguran que es la manera correcta de hablar, y que decir “vaso de agua” es un error digno de gentes con mínima educación. Tú les preguntas y te dan una sesuda explicación: es que el vaso no es de agua, es de vidrio. Claro que no tienen problema en pedir en un restaurante, el dichoso vaso con agua y luego, sin encontrar contradicción, una copa de vino. La explicación sencilla es que en la frase “vaso de agua” la palabra “vaso” no se refiere al material sino a la cantidad de agua que cabe en un vaso. Como quien habla de un tarro de pintura, un tanque de agua o una bolsa de leche. Pierdes tu tiempo tratando de explicarlo; las personas se sienten seguras cuando el error lo cometen todos.

Similar a lo que ocurre con “Columbia”. ¿Cuánta tinta no se gasta dizque para explicarle a los gringos que nuestro país se escribe con “o” y no con “u”? Y resulta que no, que Columbia está perfectamente bien. La explicación es sencilla, es que así se dice en inglés. Y en alemán se dice Kolumbien y en francés Colombie. Y Brasil en inglés es Brazil, Italia es Italy, etcétera.

¿Y qué tal el otro 80 por ciento que dice “preveer” en lugar de “prever”? Que, como su nombre claramente lo indica, significa “ver anticipadamente”. Pero ya “preveer” parece haberse vuelto culta y es posible que no tenga vuelta atrás. Hasta los más reputados periodistas la usan en radio y televisión.

Si estas confusiones entre gente bien informada se dan en temas tan objetivos, tan fácilmente verificables, que no están sujetos a interpretaciones o visiones del mundo, ¿cómo será con temas sociales, políticos o religiosos?
Si es ardua tarea lograr que alguien acepte estar equivocado y cambie en cosas tan sencillas, ¿cómo será con las que mueven la sociedad? Después de cierta edad, la gente se acomoda con facilidad a una versión de las cosas, tal vez a la de alguien que admira, y tiende a quedarse ahí; siente como si cambiar fuera traicionar sus raíces, sus padres o sus ídolos. Con lo sano que es revisar creencias y cambiarlas si se descubre un error, o mejor, ¡una nueva verdad!
opinion@vivirenelpoblado

¿Hacia dónde va el transporte público colectivo?

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Se espera que en 2016 el proyecto de modernización del transporte público colectivo esté operando en la ciudad


El proyecto de reorganización del transporte público colectivo de la ciudad, denominado Transporte Público de Medellín –TPM–, pretende integrar de forma adecuada el servicio público colectivo particular con el servicio público masivo institucional, denominado Sitva (Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá). Así mismo, busca una reducción importante del impacto ambiental por la emisión de contaminantes de los vehículos; la optimización de la malla vial; la eficiencia del servicio de cara a los usuarios en términos de seguridad, cobertura y calidad; e implementación de nuevas tecnologías.

Este proyecto, que nació en los inicios de la administración del alcalde Aníbal Gaviria, y quién se empecinó en sacarlo adelante, ha contado en el tiempo con tres momentos definitivos. El primero fue durante 2012 – 2013, etapa en la que se estructuró legal, financiera y técnicamente la propuesta; se cumplió un segundo periodo durante 2014 – 2015, tiempo en el que se socializó el proyecto con las empresas del transporte público colectivo de la ciudad, de manera que estas pudieran presentar sus propuestas en aras de suscribir con la Secretaría de Movilidad, lo que hoy denominan convenios de colaboración empresarial. Ahora, en 2015, se debe cumplir la tercera etapa del proceso, en la que esos convenios de colaboración empresarial se implementarán de cara a los usuarios. Según la Secretaría de Movilidad, la reestructuración del servicio adelantada por el proyecto TPM, que depende de dicha secretaría, “establece que la operación se deberá hacer por convenios de colaboración empresarial, bajo una modalidad contractual que permite agrupar a las 43 empresas que actualmente prestan el servicio, uniendo sinergias y asumiendo de manera homogénea la experiencia acumulada”.


Componentes estación lateral. Render cortesía

Saldrán de circulación 1.068 vehículos
Según la Secretaría de Movilidad, en Medellín se realizan un millón 160 mil viajes por día en transporte público colectivo, con la participación de 43 empresas transportadoras que suman entre todas 2.966 vehículos entre buses y microbuses; con el proyecto de reorganización se espera que salgan de circulación 1.068 vehículos, lo que representaría una reducción del 37 por ciento de la flota. Así, esos 1.068 automotores serán reemplazados por 1.898 de tecnología limpia, de manera que se pasará de generar 39 toneladas de material particulado 2.5, a 0,4 toneladas al año, con una reducción del 92 por ciento. En cuanto al CO2, se calcula la disminución en un 27 por ciento. A la fecha, la Secretaría de Movilidad ha recibido 14 propuestas por parte de las empresas transportadoras, y ya firmó el primer convenio de colaboración empresarial. “El 25 de marzo aprobamos el primer Acuerdo para la Cuenca 2B que atiende Transmedellín en el noroccidente de la ciudad; también a través del Área Metropolitana aceptamos un acuerdo con una empresa que opera la cuenca 4 (La estrella, Itagüí, San Antonio de Prado y Guayabal)”, comenta Ómar Hoyos, secretario de Movilidad de Medellín, quien también asegura que: “Uno de los aspectos más relevantes de este convenio con Transmedellín es que racionalizará su flota, de 480 buses que ingresaban a diario al Centro, a partir del segundo semestre lo harán solo 100”.

¿Finalmente, qué verá el usuario?
Con el proyecto TPM se espera que los paraderos de buses tengan wifi. Desde su celular, el usuario podrá verificar cuántos minutos faltan para que el transporte llegue, cuál será el recorrido o si el bus que espera viene lleno o vacío por medio de un aplicativo móvil que está en desarrollo y que estará listo, si las cosas salen bien, para mediados de 2015. Otra novedad, es que los paraderos recibirán energía a través de páneles solares y los usuarios verán en pantallas táctiles información sobre horarios, frecuencias, mapa de ruta y sitios de parada. En cuanto a los vehículos, cada ruta se distinguirá por medio de colores. Atrás quedará el sistema de pago actual, en el que el conductor de bus recibe billetes y monedas; el nuevo sistema de recaudo a los pasajeros se hará a través de tarjetas electrónicas. Ante tanta belleza junta, cabe preguntarse, ¿qué costo tiene el proyecto de reestructuración del transporte público colectivo? La inversión será de 62 mil millones de pesos del Fondo Medellín para la Vida, que se dedicarán a infraestructura, señalización, nuevos paraderos, bahías y carriles exclusivos. Por su parte, las empresas transportadoras deberán asumir el costo de la racionalización de los vehículos o la renovación paulatina de su parque automotor. Así pues, se espera que para el segundo semestre de 2015, Transmedellín, empresa en firmar el primer convenio, tenga rodando en el mes de diciembre 40 buses a gas por los corredores viales que se delimitarán en el proyecto TPM.

“Nadie quiere estar al lado de la Policía”

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Vecinos del Mónaco están inquietos con la llegada del 123, la Cipol y la Secretaría de Seguridad al mítico edificio


Edificio Mónaco, ubicado en Santa María de Los Ángeles

Dudas y más dudas tienen los vecinos del edifico Mónaco, ubicado en el barrio Santa María de Los Ángeles (carrera 44 # 15 sur – 31), y que años atrás fuera la residencia del desaparecido narcotraficante Pablo Escobar y su familia. Luego de conocer la decisión de la Administración Municipal de trasladar las sedes del Sistema Integrado de Emergencia y Seguridad (conocido como el 123), la Central de Inteligencia de la Policía Metropolitana (Cipol) y la Secretaría de Seguridad a este mítico edificio –hoy roído por el tiempo– volvieron los “fantasmas” que por décadas han espantado a los vecinos del sector. “Lo que van a hacer en el Mónaco es como perfumar un marrano; Medellín necesita una central de inteligencia como las que hay en todas las ciudades importantes del mundo, ¿qué tienen que venir a hacer aquí?, que nos dijeran que van a ubicar una centralidad como el Mascerca de El Poblado listo, pero ¿cómo se les ocurre concentrar tres dependencias en un edificio que tiene si mucho 40 parqueaderos?, ¿no ven que el Mónaco tiene una sola vía de acceso (por la carrera 44) porque la parte de atrás del edificio da contra otra que es cerrada?, imagínese cómo irá a ser la salida y entrada de carros”, comenta con angustia un residente del sector quien pidió no ser identificado. Pero la decisión por parte de la Alcaldía ya está tomada. “Estas tres dependencias causarán una afectación menor en el sector. El 123 mueve de trece a catorce agencias, y no son necesariamente de seguridad. En la Cipol, los hombres no están armados”, asegura Luis Fernando Suárez, vicealcalde de Gobernabilidad, Seguridad y Servicio a la Ciudadanía de Medellín, quién también agrega: “Hay una deuda con El Poblado en temas de seguridad, en lo que tiene que ver con equipamiento, (…) me imagino a los muchachos de la Policía desplazándose desde la estación del metro de La Aguacatala hasta la nueva sede; a mi parecer, ese hecho representa prevención en temas de seguridad”.


Sector comercial, aledaño al edificio Mónaco

Pero lo mismo no piensan los vecinos del sector a quienes les ha tocado vivir dos atentados. En 1988 fue blanco de un carrobomba y luego en 1999, cuando el edificio, ocupado por el CTI (Cuerpo Técnico de Investigación) de la Fiscalía, sufrió un nuevo atentado y obligó al organismo de investigación a dejar el inmueble. “Mi preocupación es que se vea afectada la convivencia; las propiedades valen por la calidad del sector, este es un barrio residencial muy apetecido, muy costoso y paga un predial muy alto, el nuevo uso que le van a dar al edifico nos va a desvalorizar los predios. Nadie quiere estar al lado de la Policía por las razones que ya todo el mundo conoce”, comenta con resignación el vecino.

María Eugenia Montoya, habitante del edificio Pinares del Campestre, dice, “esa decisión me parece desastrosa por la situación que está viviendo el sector; si la movilidad hoy en día es imposible entonces ¿cómo irá a ser con los nuevos ocupantes del Mónaco? El barrio se volvió un parqueadero publico, no hay aceras para caminar. En cuanto a la seguridad, no creo que vaya a mejorar con estas tres dependencias que lo van a ocupar, por el contrario, creo que puede perjudicar la zona”.


Fotografía tomada hacia el sur, desde la portería del edificio Mónaco

Por su parte, Juan Fernando Londoño, administrador de Santa María del Campestre, comenta que no tiene aún la postura oficial de los habitantes del edificio en relación con la medida de la Alcaldía, “sin embargo, sí he oído comentarios de que la gente no está muy a gusto, comentan que les parece necesario que el edifico sea ocupado pero no por las dependencias que anunció la Administración porque pueden representar un riesgo para la comunidad”.

“En mi opinión, no la de la copropiedad, veo positivo el hecho porque ese es un lugar abandonado y la ocupación va a traer beneficios” comenta Obed Cardona, administrador de Torres de San Marino.


Carrera 44

¿Qué dice Planeación?
Otra de las inquietudes de los habitantes, comerciantes y empresas que funcionan en el sector, tiene que ver con el uso del suelo para el edificio Mónaco, definido por el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial. En su momento, la Secretaría de Seguridad de Medellín pidió un concepto al Departamento Administrativo de Planeación, entidad que respondió el pasado mes de febrero de manera favorable diciendo: “El predio tiene asignado el uso de centralidad dotacional, aglomeraciones comerciales y de servicios de orden barrial, corredores y zonas de transición, integrando zona Media Mixtura. Debido a su localización en el ámbito Río, se requiere la formulación macroproyecto o plan parcial”. Así pues, según el nuevo POT, en el edificio Mónaco podrá ser la sede del Sistema Integrado de Emergencia y Seguridad (123), la Central de Inteligencia de la Policía Metropolitana (Cipol) y la Secretaría de Seguridad, pero antes, la Alcaldía deberá destinar 10 mil millones de pesos del Fondo Medellín Ciudad para la Vida, para acondicionar el edifico. Se esperan tener listos los trabajos de adecuación para finales de 2015 y en ese momento trasladar la sede del 123.

El cuerpo perfecto

Andar de pelea con el propio cuerpo es hacerse la guerra a sí mismo, y nadie es feliz existiendo en el enemigo

Juan Sebastián Restrepo

Siempre he pensado que cada tiempo genera las patologías mentales que se merece. El caso del culto al cuerpo, y todas las patologías que de este se derivan, no es la excepción. Me refiero a esa obsesión por hacer del físico una imagen insuperable a través de una constante lucha contra la naturaleza e interminables ritos cotidianos de esfuerzo.

Esta condición es esclarecedora, en primer lugar, porque devela nuestra verdadera situación frente a las imágenes que producimos. Y es que la nuestra es una sociedad del espectáculo, de la imagen. Por un lado producimos y consumimos imágenes, y por el otro, estamos tan dormidos, ausentes y carentes de vida interior, que terminamos por confundirnos con ellas.

Esta es la primera lección del culto al físico: olvidamos que somos un cuerpo orgánico para ser experimentado y tratamos de volverlo una imagen para ser mostrada. Pero este nunca es una imagen, porque una imagen es un parámetro, una idea vacía y sin tiempo, mientras que un cuerpo es carne que siente, informada de naturaleza y arrojada en el tiempo. Queremos que el cuerpo se comporte como la imagen, pero eso es imposible: él se envejece, se engorda y se enferma y, lo peor, no podemos corregirlo con Photoshop.

La segunda lección es que esta brecha se vive como una guerra contra el cuerpo en defensa de la imagen: desde el vigoréxico que trata de eliminar una debilidad imaginada a punta de esteroides y pesas, hasta la profesora de aeróbicos que coquetea con la anorexia, pasando por la señora que elimina el alma de su cara con pinchazos de botox, hasta la mujer que cambia unos pequeños senos por pedazos de materia inerte dentro del pecho. Todos comparten el dolor de no ser la imagen que los obsesiona, sino un cuerpo que no aceptan ni reconocen. Reconozcamos que el culto al cuerpo genera violencia contra nuestra naturaleza, así como el culto al progreso genera violencia contra la Tierra.

La tercera lección es que las personas obsesionadas con su aspecto no pueden ver el vacío y la angustia que motivan realmente sus constantes esfuerzos. Y ciegos ante la angustia, tratando de lograr la perfección, solo la aumentan. Nadie vence la naturaleza. El vigoréxico terminará blando como Schwarzenegger, la adicta al bisturí acabará deforme como la Tigresa del Oriente, la bulímica perderá la alegría interior, y, a fin de cuentas, la arruga es menos ridícula que el botox. La moraleja siempre será: el tiempo no para, nadie vence a la naturaleza y no hay cuerpo perfecto.

La cuarta lección es que nunca nos preguntamos seriamente ¿para qué? La respuesta es clara: lo hacemos por amor, para que nos quieran, porque nos metieron el cuento de que si no teníamos un cuerpo perfecto no nos iban a querer. ¿Pero han constatado ustedes si aquellos fanáticos del cuerpo que se acercaron a lograrlo fueron amados por ello? La respuesta es obvia: no. El amor es precisamente aquello que trasciende las apariencias.

Las quinta lección es lo obedientes y dóciles que somos para tragarnos mandatos e imposiciones que hacen de nuestras vidas pequeños infiernos. Con cuánta facilidad nos dejamos meter en moldes, el silencio con que nos tragamos la maldita violencia cotidiana que nos imponen los medios y la ligereza con que traicionamos nuestra verdadera naturaleza.

Si lo que buscamos es felicidad, vamos a tener que dejar atrás la pendejada, porque andar de pelea con el propio cuerpo, es hacerse la guerra a sí mismo. Y nadie es feliz existiendo en el enemigo.
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Escudos del Alma

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Red PaPaz presenta una selección de conferencistas para aprender sobre el cuidado de la niñez y la adolescencia


El próximo 30 de abril Red PaPaz, una entidad que nació en 2003 con la misión de ser una fuerza civil que representa a padres y madres, realizará la Feria Escudos del Alma – Antioquia 2015, un evento en el que expertos nacionales brindarán a padres, madres, educadores y cuidadores las herramientas para la promoción y cuidado de la niñez y la adolescencia en temas de convivencia escolar y pautas de crianza, entre otros.

Algunas de las conferencias programadas son El matrimonio abuelos-padres para la crianza: manual de convivencia, a cargo de Jorge Eslava Cobos; Carácter fuerte sexualidad inteligente, con Carlos Santiago Cano; Tabaco y Alcohol: cómo poner límites al consumo y no morir en el intento, a cargo de Angélica María Claro, o ¿Cómo educar para la convivencia y la paz? Algunas ideas sobre quehacer en la casa y en el colegio, de Lina María Saldarriaga.

La feria se llevará a cabo en Plaza Mayor de 8 am a 7:30 pm. Adicionalmente, los asistentes podrán conocer proyectos en la zona de stands, de buenas prácticas para la infancia y adolescencia en el ámbito familiar, escolar, empresarial y público. Así mismo, podrán disfrutar de la Feria del Libro especializada en temas de infancia y adolescencia y formación de familia, con más de 40 títulos.

Listos los diseños de la UVA de El Poblado

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El inicio de construcción de la obra será en mayo


Render. Así se verá la UVA de El Poblado

Luego de que a finales de 2014 el Área Metropolitana identificara una quebrada activa en el terreno del sector Los Naranjos (entre las calles 3 B sur y 4 sur, con las carreras 28 y 29 C), en donde quedará la Unidad de Vida Articulada –UVA– de El Poblado, la construcción de esta obra quedó aplazada.

La última vez que los habitantes del sector tuvieron información sobre la UVA, fue en la rendición de cuentas de las Jornadas de Vida, en septiembre del año pasado, en la que se propuso una próxima socialización de los diseños definitivos. “Después de eso, –expresa Hilda Escobar, líder del Garabato, barrio aledaño a la obra,– hubo un silencio total con la comunidad y no nos han citado más”. Sin embargo, por medio de EPM, la líder se enteró de que los diseños estaban listos.

Las UVA de la ciudad son espacios que se caracterizan por la creatividad arquitectónica, el aprovechamiento de espacios públicos y la construcción de zonas verdes para servir a la recreación, la cultura y el deporte. La UVA de El Poblado contará con un edificio cultural, una sede para la guardería de Buen Comienzo y un Polideportivo. “La parte del proyecto que el Área Metropolitana objetó, fue concretamente el Polideportivo, que sería construido sobre la huella de la quebrada La Sucia”, aclara Horacio Valencia, arquitecto y jefe del Departamento de Intervenciones Urbanas Sostenibles de EPM.

Según el informe que recibió Vivir en El Poblado en diciembre de 2014, debido a que no se había previsto la quebrada, la obra debía ser rediseñada. Sin embargo, Horacio Valencia asegura que no se ha cambiado ningún diseño sino que del original se excluyó, por el momento, la construcción del Polideportivo.


Render. La UVA de El Poblado tendrá un costo estimado de 28 mil 500 millones de pesos

La obra que esperan en El Poblado
Este proyecto cuenta con recursos de EPM, el Inder y el Área Metropolitana, y tiene un costo total estimado de 28 mil 500 millones de pesos. Por motivo de los requerimientos técnicos, se decidió construir la UVA en dos etapas. En la primera, con un costo de 19 mil 500 millones de pesos, se contemplan un edificio de servicios de EPM y un edificio cultural que incluye una biblioteca, una aula múltiple y tres aulas para Buen Comienzo. Esta tiene un plazo de siete meses y espera ser entregada en diciembre. En la segunda, se construirá el Polideportivo, que estará debajo de una cancha con tribunas, y un edificio de apoyo al Inder, una vez se tenga la autorización del Área Metropolitana para intervenir el cauce. El plazo es de 360 días y está programada para el próximo año.

La primera etapa de la obra se encuentra en proceso de licitación, y según informa Gustavo Molina, jefe de Proyectos Centralizados de EPM, a cargo de la ejecución de las UVA, “si no tenemos ningún inconveniente, la obra se estará adjudicando el 27 de abril y podría empezar, máximo, 20 días después”. Lo conveniente, afirma Molina, es que la socialización se realice al menos cuatro días antes del inicio.

La obra va conectada por senderos verdes, entre la Transversal Superior (al frente del centro comercial El Tesoro) y la Transversal Inferior (con la loma de El Garabato). La conexión con el centro comercial será por medio de una plazoleta, cerca al edificio de servicios, que contará con un local comercial y zonas comunes. El diseño busca adaptarse a la topografía del terreno, por eso no se levantarán edificios altos, sino que irán en escala y se aprovecharán sus terrazas para espacio público. También habrá diseño alrededor de los dos tanques de EPM. En uno, se implementará un sistema de agua recreativa y el segundo funcionará como galería de arte.

Desde el punto de vista urbano, explica Horacio Valencia, este proyecto va a ser un gran parque en donde sucederán todo tipo de eventos y actividades públicas y que logra hacer una intervención en asentamientos urbanos de estratos 1, 5 y 6, “lo que es muy interesante, porque integra una comunidad muy disgregada”.

A propósito de la silbatina

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Más allá de estas democráticas expresiones, está lo fundamental:el inmenso e incuestionable valor de la vida sin distingo alguno

Pocos asuntos han polarizado tanto a la opinión del país como las negociaciones de paz que se adelantan entre el gobierno y las Farc en La Habana, Cuba. Las razones son evidentes, pero no sobra recordar una de las más fuertes: la gran mayoría de colombianos, si no todos, hemos sido tocados, en diferentes proporciones y en múltiples formas de dolor por este devastador conflicto armado, que ya ha perdido sentido. No hace falta una manifestación pública más, ni nuevas encuestas y estudios pormenorizados sobre la procedencia de las víctimas y las supuestas causas de su muerte, como tampoco seguir conociendo frías estadísticas, para entender que si algo nos unifica es el cansancio colectivo ante esta violencia de más de cinco décadas.

Esta situación, sumada a la desconfianza generalizada en la institucionalidad y en los representantes de los diferentes poderes públicos, incita a tomar posiciones frente al proceso de paz desde el dolor y el rencor y no desde la racionalidad y la lectura sensata de los acontecimientos. Para lograr un buen discernimiento del momento que atraviesa el país y de la complejidad de las negociaciones, se requiere precisamente lo que nos falta: una información profunda, veraz y contextualizada, no solo del estado de estas, sino de lo que sucede en medio del conflicto en zonas rurales apartadas de las que nos llegan muy pocas noticias. Es decir, tenemos una visión mínima y parcializada de la realidad, presentada muchas veces por aquellos que han perdido credibilidad debido a las evidentes mentiras, engaños o imprecisiones en que más de una vez han incurrido.

No obstante, creemos que el único camino es el de la institucionalidad. Sea pues este el momento de permitirnos un acto de fe y de confianza en ella para dar por terminada esta guerra absurda.

Esta reflexión surge ahora a raíz de la protesta callejera reciente de que fueron objeto el presidente Santos y las negociaciones de paz, en las inmediaciones del San Fernando Plaza, cuando el mandatario recibía, en la asamblea de Proantioquia, el apoyo del empresariado antioqueño, no sin algunas observaciones al proceso. Las manifestaciones de solidaridad con los soldados fallecidos en el Cauca y sus familias son más que bienvenidas en una sociedad que por muchos años ha parecido anestesiada frente al dolor ajeno. Pero más allá de estas democráticas expresiones, está lo fundamental: el inmenso e incuestionable valor de la vida, sin distingo alguno. Cada ser humano involucrado en este conflicto arrastra unas circunstancias determinadas que lo condujeron al punto en que se encuentra y que en la mayoría de los casos, resultan incomprensibles para quienes no estamos inmersos directamente en el núcleo de la confrontación.

Ante el dolor de la pérdida de una vida, es sano reconocer que los hijos seguirán siendo hijos, los esposos, esposos y los hermanos, hermanos, bien sean guerrilleros, militares o de la población civil. La muerte nos duele a todos. No ser conscientes de esto, contribuye, sin quererlo, a una guerra que el peor peligro que ofrece es el de perpetuarse.

Carta Abierta a la Producción

Confieso, como apasionado que soy del universo culinario, que lloré y reí todas las noches

/ Julián Estrada

El 29 de enero del año en curso, publiqué en este periódico (edición 604) una columna titulada: Master Chef: sí, pero no. En ella hice unos breves comentarios elogiando la calidad de su producción, pero concentré mis argumentos en tres puntos críticos que, a mi modo de ver, convertían el programa en 60 minutos de angustias ajenas, afanes, gritos, lágrimas, risas nerviosas, equivocaciones, humillaciones y reclamos, complementándose con una notoria ausencia de producto y sazón de nuestra cocina, y permitiendo deducir que de aquella propuesta solo disfrutaba un público que se identificara con el suspenso y el sufrimiento. Obviamente, existen millones de televidentes proclives a tal forma de pasatiempo y por consiguiente, ustedes, en asuntos de rentabilidad y raiting, sabían lo que hacían y triunfaron.

Aclaro: escribí la columna referida con la única intención de exponer ante mis lectores, mi opinión sobre un programa tan bien promocionado. Disentí de manera muy respetuosa sobre lo mencionado en líneas anteriores y en ningún momento difamé o hice comentarios deshonestos sobre los protagonistas. Parece ser que en las redes sociales mis opiniones fueron replicadas con un efecto de magnitud sorprendente, llegando a ojos y oídos de los miembros del jurado y causando un malestar que puso en riesgo mi espontánea amistad con uno de ellos. Afortunadamente, el asunto no pasó a mayores y después de una sincera aclaración de los acontecimientos, seguimos como pan con mantequilla.

Hoy, en fecha próxima a la finalización del programa, les escribo esta carta no con ánimo de crítica mordaz, sino todo lo contrario, con la intención de reconocerles un conjunto de aciertos y bondades que finalmente afloraron y le dieron calidad humana al programa. Confieso, como apasionado que soy del universo culinario, que lloré y reí todas las noches, y con el transcurrir de los capítulos, sentí que el trabajo de divulgación y reivindicación que se estaba haciendo alrededor de nuestra desconocida cocina colombiana tenía estupenda repercusión en el ramillete de finalistas y, más aún, en su amplia audiencia. Es un hecho, con el pasar de los episodios, el programa se fue creciendo en toda su estructura: sus temas, la escogencia de producto, sus modalidades de participación, las propuestas regionales, sus jurados y sus observaciones, los participantes con sus características respuestas… sus relaciones recíprocas. En síntesis, el programa termina como una gran serie de televisión con drama, acción y humor. Finalizo esta breve misiva, reiterándoles mi reconocimiento y aclarando que mis críticas anteriores sólo tenían la intención de hacer un aspaviento en pro de nuestra cocina.

Atentamente.
Julián Estrada Ochoa.
P.D: Si en el transcurso de este año 2015 el destino llegase a ubicar en El Retiro (Antioquia) a cualquiera de los 15 finalistas, o cualquiera de los 3 jurados del programa o a su dilecta y hermosa moderadora; están todos invitados a disfrutar de nuestro horno de leña y a conversar sobre nuestra cocina colombiana; para el efecto me podrán contactar en:
[email protected]

Oro, Proyecto Año Cero

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Rescatar valores y promover mensajes audiovisuales positivos que transformen vidas es el objetivo de Proyecto Año Cero, un colectivo de músicos, fotógrafos y diseñadores dirigidos por el arquitecto y músico Pablo Rico. En el Hotel The Charlee, el Proyecto Año Cero presentó Oro, un álbum que fusiona música pop y electrónica, y su primer videoclip Con Nosotros.


Marisol Sierra, Lorena Tamayo


Sara Pulgarín, Laura Bedoya, Santiago Tobón

Andrés Mesa, Juliana Gil, Julián Bilbao, Lorena Salinas


Catalina Urrego, Bibiana Pareja


Daniela Castrillón, María Fernanda de los Ríos


Francisco Carmona, Yomar Mejía


Gonzalo Rojas, Diana Carolina Utrera


Lina María León, Johana Hincapié


Luis Fernando Rico, Pablo Rico, Clara de Rico


Luis Valencia, Gamaliel Álvarez


María Camila Vélez, Estefanía Vélez, Elizabeth Pino, Michelle Lopera, Juliana Hernández

Esto piensan de su barrio

Músicos, periodistas, urbanistas, artistas plásticos y líderes comunitarios que han vivido o trabajado en barrios de la comuna 15 hablan de sus características, fortalezas y necesidades 

Julio Ernesto Estrada (Fruko)
“He tenido contacto con Guayabal desde que trabajé con Discos Fuentes. Viví en Campoamor, en San Pablo. He visto su desarrollo. Fue muy bonito porque, además de ser vecinos del Olaya Herrera, allí llegaron a través del tiempo la Terminal del Sur, se fueron desarrollando las avenidas que harían contacto con El Poblado e industrias muy queridas como Noel. Tenemos un flujo vehicular y de transporte espectacular. Como Medellín es la ciudad más innovadora, todos estos barrios han salido de problemáticas y hoy hay un comportamiento especial, mucho deporte. En Guayabal fue donde nació la orquesta Fruko y sus Tesos, muy cerca del Olaya Herrera empezamos esa historia musical que cambió la cultura del país. Nuestros trabajos musicales han sido los pioneros para generar nuevos ritmos y movimientos que tienen la virtud del éxito. Ensayábamos en la 10 con la 54 con todos estos muchachos: Joe Arroyo, Wilson Manyoma; son bonitos recuerdos porque allí se vivía un ambiente muy bueno y además estuvo el compañero Rodolfo Aicardy, quien vivió en Campoamor. Teníamos un círculo de amigos y vecinos que iban a visitarnos, y como los muchachos venían de otras partes y era una orquesta heterogénea, conseguimos muchas amistades y nos atendieron muy bien. A mí me encantaría que Guayabal tuviera sitios donde los artistas pudieran mostrar su talento, hicieran conciertos y exposiciones porque para el deporte sí hay muchos escenarios”.


Álex De los Ríos
Publicista y magíster en Economía Urbana, habitante de Manzanares. “En su mayoría es una comuna tranquila que ha venido progresando mucho, más desde lo privado que desde lo público. Tiene una fortaleza enorme y es la reserva que posee para los nuevos POT, porque tiene el cinturón industrial y el Olaya Herrera, dos zonas que cuando se les cambie el uso del suelo la plusvalía sobre la vivienda va a ser altísima. Los Parques del Río serán un acierto enorme que le darán una dinámica muy distinta a la comuna; con el puente de la 4 Sur la integración con El Poblado ya es alta pero todavía hay cuellos de botella. Uno de los problemas de Guayabal es que absorbe toda la carga de tráfico que va hacia el sur, sobre todo el transporte en bus y muchos colectivos de Itagüí, de los que no recibe ningún tipo de beneficio pero le dejan la contaminación. Su centro es la Avenida Guayabal, una de las más bien planificadas de la ciudad; tiene la carrera 65, que es un patrimonio natural de la comuna. Entre sus sitios característicos están la Terminal del Sur; el Olaya Herrera, uno de los íconos arquitectónicos de la ciudad; el parque cementerio Campos de Paz, otra reserva natural grande que tiene Guayabal –y es bueno que una comuna con tantas industrias tenga buena arborización–, y el parque de Cristo Rey, con una parroquia bastante emblemática. Entre los nuevos referentes están el puente de la 4 Sur y el parque biblioteca, ubicado dentro del Olaya Herrera”.


Fernando Cifuentes
Periodista, habitante de Campoamor. “En los últimos años Guayabal ha tenido una evolución positiva, sobre todo en equipamientos urbanos, una deuda que Medellín tenía con el sector; quizás por esa vocación industrial, la ciudad lo descuidó en cuanto a colegios, escenarios deportivos y unidades hospitalarias. Y aunque el déficit ha disminuido, todavía falta mucho porque es una zona muy popular, con un componente industrial muy importante pero también con un gran componente barrial al que hay que darle más importancia; tiene barrios de mucha tradición y muy poblados, donde los vecinos se conocen, se ayudan, comparten la vida cotidiana y construyen en conjunto. Hay que trabajar mucho la sostenibilidad de Guayabal para que de manera sana se complementen los usos del suelo industrial y habitacional, para superar los conflictos ambientales que existen. En la comuna 15 hay emisión de gases, polución y el mismo tráfico de camiones hace un poco más contaminado el sector, pero eso se puede mitigar y se ha venido mejorando. Recuerdo que en los 70 y 80 las emisiones de gases eran supremamente grandes y pesadas, pero las autoridades han puesto controles y las industrias cada vez mitigan más el daño ambiental, tienen horarios e infraestructura para evitar que las emisiones salgan casi que directas al aire. Una de las ventajas de vivir en Guayabal es su cercanía al corredor del río, lo que facilita la movilidad. El ser plano permite buena planificación, inversiones menos costosas y mejor servicio de transporte”.


Gonzalo Martínez
Artista plástico y músico, habitante y fundador de Campoamor. “Guayabal es como la cenicienta del medio ambiente de todo el territorio porque desde su fundación, en 1941, llegaron muchas empresas debido al sector tan despoblado y plano, la cercanía relativa al Centro de la ciudad y su salida hacia el sur. Cada empresa creó un barrio para tener a sus empleados cerquita, entonces surgieron los barrios barrio Apolo, Incametal, Cudecom, Inextra; los propietarios fueron parcelando y vendiendo para pequeñas urbanizaciones: Manzanares, Acacias, Mayorca, Colina, Colinita, y los barrios de invasión fueron El Bolo, el sector de Las Chozas –en el Barrio Antioquia–, y la parcelación de Betania. Por ser plano, Guayabal ha sido muy codiciado, en 20 años o 30 es posible que saquen a este sector de acá para hacer torres. El barrio ha tenido etapas muy duras: cuando la droga, cuando Pablo Escobar, sufrimos mucho entre el 85 y el 91 porque aquí se asentaron las bandas, pero hemos sido favorecidos por la cercanía a Discos Fuentes y a Sonolux, porque hemos tenido como vecinos a Fruko, a Rodolfo, a Joe Arroyo –quien vivió en Campoamor muchos años cuando trabajaba con Fruko–. También acá ensayaban Los Yetis en los años 60; ha sido una manera de darle una identidad cultural a Campoamor. He conocido su proceso de crecimiento, casas que eran de un piso ahora son de dos, tres y cuatro, y muchos de sus fundadores ya han fallecido”.


Óscar Montoya
Periodista, habitante de La Colinita. “Guayabal es una barrio que todavía tiene tradición familiar. Su transformación urbanística a través de la 4 Sur ha sido importante aunque también lo ha embotellado.

El “pero” que tiene Guayabal es la contaminación. De acuerdo con mediciones del Área Metropolitana, es uno de los sectores de Medellín más contaminados, lo que perjudica la salud, sobre todo de los niños, con afecciones respiratorias. Es necesario incrementar las redes de salud y educación porque esta es una población que viene creciendo bastante con las urbanizaciones aledañas. Esta infraestructura no se puede quedar rezagada; se requieren más puestos en escuelas y colegios. Una de las cosas buenas de Guayabal son las vías de acceso; pese a que algunas son muy congestionadas usted pueden ingresar por la Autopista, por la Avenida Guayabal o por la 65, también es conveniente la cercanía a algunos centros comerciales y a las terminales, tanto aérea como terrestre.

En cuanto a desventajas, lo que está sucediendo se veía venir: el tema de la movilidad, el acceso al puente de la 4 Sur, que por momentos se congestiona demasiado.

También el tema de la seguridad; hay que implementar muchas medidas porque, lastimosamente, como en toda la ciudad, no faltan las ollas de vicio y esto afecta a la juventud del sector”.


Cuatro personas capturadas en operativo en El Lleras

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Hurtos, porte de armas, comparendos, pruebas de alcoholemia, irregularidades en venta y expendio de licor y salubridad, entre otras, fueron el balance del Comando Situacional

En el operativo que se realizó en el Parque Lleras y sitios cercanos durante el fin de semana, las autoridades realizaron cuatro capturas, entre ellas la de un hombre de 32 años (vendedor ambulante según las autoridades), quien fue capturado en flagrancia luego hurtar un celular Avvio de 700 mil pesos. Las demás capturas corresponden a un hombre de 38 años, solicitado por el Juez 2 de Pasto por concierto para delinquir agravado, fabricación o porte de armas de fuego y con circular azul de la Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal); otro de 29 años, pintor (según las autoridades), quien purga prisión domiciliaria en su casa de Belén por el delito de tráfico, porte o fabricación de armas de fuego; y un tercero, hombre de 32 años, quien conducía un campero de marca Mitsubishi que había sido robado en Envigado a una mujer de 31 años.

En el Comando Situacional, como es llamado este tipo de operativos por las autoridades, también fueron registrados 160 automotores, 80 motos y 340 personas: fueron impartidos 56 comparendos, e inmovilizados 12 vehículos, también, se realizaron 208 pruebas de alcoholemia de las cuales siete resultaron positivas; 23 establecimientos comerciales de la zona fueron visitados, de los cuales las autoridades sellaron dos por irregularidades en la venta y expendio de licor y otros dos más por incumplimiento de reglamentación en relación con la salubridad del sitio; un tercero también fue sellado luego de confirmar que en él se encontraba disfrutando de la noche un menor de edad.

El operativo que arrojó un balance positivo para las autoridades, se realizó en la noche del viernes 17 de abril, y al amanecer del sábado 18. Contó con la participaron 18 Inspectores de Policía, 15 agentes de Movilidad, 14 funcionarios de la Secretaría de Salud, 5 de Espacio Público, 3 de Rentas Departamentales, 2 de Gestión Territorial y 1 de la Secretaría de Seguridad, y con el apoyo de 120 agentes de la Policía Metropolitana.

A tirar paso y azotar baldosa

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Clases recreativas, charlas académicas y presentaciones artísticas en el Día Internacional de la Danza

El 29 de abril fue la fecha adoptada mundialmente como el Día Internacional de la Danza, y proclamada por la Unesco en 1982. Para celebrar la ocasión, más de 40 grupos de baile y alrededor de 800 artistas participarán en la programación de la Alcaldía y el Consejo de Danza de Medellín, del 24 al 30 de abril.

Clases recreativas, charlas académicas y presentaciones artísticas harán parte de las actividades que se centrarán en géneros de danza como el folclor, los bailes de salón, árabe, urbano y ritmos internacionales, y que serán realizadas en espacios culturales tales como el Teatro Pablo Tobón Uribe, el Teatro Lido, Centro Cultural Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia, entre otros, así como en las estaciones del Metro de Medellín. La fiesta empieza el viernes 24 de abril en la Casa de la Cultura Ávila y culminará el 30 de abril con la presentación Bailongo, en la Corporación Cultural Canchimalos.
Informes en el 444 4144, opción 4.

Poesía por la Paz en El Poblado

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Poetas internacionales y nacionales se encuentran el 21 de abril en San Fernando Plaza

Por séptima vez, poetas antioqueños dan la bienvenida a los poetas que vienen de afuera a dejar sus palabras en Medellín y Antioquia. Hasta el 26 de abril se realizará el Séptimo Encuentro Internacional Poesía por la Paz, un espacio de intercambio artístico que en nombre de la paz se toma diferentes escenarios de la región y la ciudad.
Foto cortesia Poesia por la Paz
Foto cortesía Poesía por la Paz

Poesía por la Paz es un colectivo de poetas, fundado por Carlos Alberto Valle y cofundado por Angela Penagos Londoño. Tal como expresa Angela Penagos, el encuentro “opta por la palabara como vía privilegiada para canalizar y desatar las fuerzas creadoras de lo social y cultural, construyendo puentes de entendimiento entre culturas diversas”.

Gracias a esta iniciativa, poetas de diferentes países han recorrido los caminos de Antioquia. “Los poetas son arquitectos de palabras que vienen a ondear nuestra bandera con sonidos de paz”, agrega Penagos. Este año la poesía vendrá de Argentina, México y Perú y otros rincones de Colombia y en El Poblado, los escenarios serán los colegios Santa Catalina de Sena y el Inem José Félix de Restrepo, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y el C.I San Fernando Plaza.

El encuentro central será un recital, mañana 21 de abril en el auditorio del Centro Empresarial San Fernando Plaza, a las 4 pm, con entrada libre. Entre los partipantes estarán Salvador Chávez, de México, Jorge Samuel Narváez, de Perú, Alberto Ábrego, de Argentina, Wilfredo de la Cruz, de Perú, Margarita Rosa Patiño, de Cali, Yolanda Tenorio, del Tambo (Cauca), Georgina Cuartas, de Chinchiná (Caldas), y en representación de la poesía local, Angela Penagos, Carlos Alberto Valle, Constanza Muñoz y Gloria Gutiérrez.

Los poetas visitarán municipios como Guarne, Girardota, Amagá y Betania, el corregimiento San Sebastián de Palmitas en donde los esperan los niños de las escuelas y el 25 de abril habrá un tour por el Parque Botero, Parque de los Deseos y el Pueblito Paisa, desde las 2 pm.


Programación en El Poblado

Abril 21
Recital y pacto de confianza por la paz, en el auditorio del Centro Empresarial San Fernando Plaza, a las 4 pm

Abril 22

Celebración especial Día del Idioma, en la Institución Educativa Santa Catalina de Sena, a las 8 am
Recital Institución Educativa Inem José Félix de Restrepo, grados 11, de 7:30 am a 12:30 am
Recital institución educativa Inem José Félix de Restrepo, grados 8°, de 2: 30 pm a 7 pm

Abril 23

Recital, en la Institución Educativa Inem José Félix de Restrepo, a las 8 am.
Conversatorio con alumnos Taller de Literatura, en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, a las 2 pm
Recital, en el auditorio Juan Gómez Martínez en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, a las 4 pm

Santos en Medellín: otro trago amargo

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Esta tarde el presidente fue abucheado en plena Avenida El Poblado

24 horas después de la abucheada y silbatina sin precedentes que recibió el presidente Juan Manuel Santos en Bogotá durante la octava versión de la carrera por los militares caídos en el conflicto armado, la que se previa como una sosegada visita protocolaria a Medellín se convirtió en un segundo calvario.

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Mientras el mandatario se encontraba en la asamblea de Proantioquia, en el C.I. San Fernando Plaza, en los alrededores la bulla se asemejaba a la de una final de fútbol. Con bubuselas, silbidos, pitos, coros, pancartas y carteleras, decenas de personas se apostaron en la Avenida El Poblado, en las afueras del conjunto inmobiliario, a protestar contra las negociaciones de paz que se adelantan con las Farc en Cuba desde noviembre de 2012. El detonante fue el reciente asesinato de 11 soldados en el departamento del Cauca por parte de este grupo guerrillero.

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Con epítetos como “vende patrias”, “Judas”, y consignas como “paz sin impunidad”, numerosos transeúntes se fueron sumando a la espontánea manifestación. Algunos de los vehículos que transitaban por la Avenida El Poblado participaron con sus pitos.

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Fuerzas del Esmad fueron trasladadas a las afueras de San Fernando Plaza para evitar que las protestas pasaran a mayores.

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Día sin carro en el Valle de Aburrá

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Diez municipios se suman a esta medida que busca reducir la contaminación y fomentar el uso de medios alternativos de transporte

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El miércoles 22 de abril, de 7 de la mañana a 6 de la tarde, se realizará una nueva versión del Día sin Carro en Medellín y los demás municipios del Valle de Aburrá. Bajo el eslogan “Apaga el motor, enciende tu corazón”, esta medida, reglamentada en el Acuerdo Municipal N. 21 del 2008, se realiza para conmemorar el Día de la Tierra, reducir los índices de contaminación y accidentalidad, y fomentar el uso del sistema de transporte público y medios alternativos de movilidad.

Diego Marín Ramírez, subsecretario de Movilidad, asegura que se estima que alrededor de 220 mil vehículos dejen de circular por las calles de la ciudad durante la jornada. “La idea es que tomemos conciencia y usemos los medios alternativos de transporte, para que respiremos un aire más puro en la ciudad de Medellín”, comentó el funcionario.

Marín contó que en el corredor del río Medellín no regirá la medida y que, ese día, el pico y placa continuará funcionando para los vehículos con placas terminadas en 6, 7, 8 y 9. Los vehículos con mínimo tres personas que hagan el trayecto completo juntas están exentos de la medida, además de vehículos oficiales, ambulancias y transporte público. En Medellín, la sanción por incumplir el Día sin Carro es de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, que corresponden a $322.170, más la inmovilización del vehículo.

Por otro lado, Ana Milena Joya Camacho, subdirectora ambiental del Área Metropolitana, resaltó que, aunque los diez municipios del Valle de Aburrá hacen parte del Día sin Carro, tres municipios lo están haciendo de manera obligatoria y los demás de manera voluntaria. “Los que van a tener sanciones por no dejar el carro en la casa serán Medellín, Barbosa y Girardota”, detalló.

Joya también comentó que esta iniciativa hace parte de un cambio cultural. “Más allá de esta medida, lo que más tenemos que hacer es compartir el carro continuamente, usar el transporte público, el sistema de bicicletas, caminar y tener cosas como el teletrabajo y horarios flexibles, para que todos no lleguemos al mismo punto a la misma hora”.

Finalmente, la subdirectora ambiental del Área Metropolitana contó que, en el marco del Día sin Carro, se firmará un pacto que busca promover el teletrabajo en la ciudad. A este acto asistirán Diego Molano, Ministro de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones); Enrique Borda Villegas, Viceministro de Relaciones Laborales, y Aníbal Gaviria Correa, alcalde de Medellín.

De rojo a amarillo, de amarillo a verde

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Con una inversión cercana a los 10 mil millones de pesos, Medellín estrena el Centro de Ingeniería de Operaciones de Semáforos (CIOS) y la modernización de su red semafórica

“Teníamos unos semáforos que simplemente servían para prender de rojo a amarillo y de amarillo a verde. Si se presentaba un daño en alguno de ellos, un técnico tenía que ir con su maletín al sito y verificar qué era lo que estaba pasando”. Ómar Hoyos, secretario de Movilidad de Medellín habla en pasado sobre los semáforos de la ciudad porque ahora, esta secretaría se moderniza en su red semafórica e inaugura el nuevo Centro de Ingeniería de Operaciones de Semáforos (CIOS). Y es que ya era justo y necesario, si se tiene en cuenta que la red de luces de tráfico de Medellín no se renovaba desde hace más de 30 años. “Hoy tenemos un software totalmente actualizado, el anterior no soportaba que programáramos los semáforos”, comenta el funcionario y agrega: “Esta red nos permitirá controlar, en tiempo real, los 600 cruces semafóricos que existen en la ciudad; anteriormente, por ejemplo, los semáforos del Centro no se ‘hablaban’ con los de Belén, los de Belén no se ‘hablaban’ con los de El Poblado porque estaban totalmente desconectados unos de otros”.

Desde este centro, ubicado en la parte inferior del Museo de Antioquia, se controlarán las 600 intersecciones de la ciudad, dando prioridad a la circulación del transporte público como los buses de metroplús, las ambulancias y los vehículos para emergencias. “Hemos mejorado el tiempo de desplazamiento en metroplús hasta en 15 minutos por viaje, solamente programando los semáforos”, asegura Ómar Hoyos.

Desde este centro, ubicado en la parte inferior del Museo de Antioquia,
se controlarán las 600 intersecciones de la ciudad

“No vamos a depender de este único proveedor”
Hasta hace poco, la Secretaría de Movilidad dependía de la empresa holandesa Peek Traffic, representada en Colombia por Civilec Ltda, como único proveedor para mantener y operar la red semafórica de la ciudad. “Ya no vamos a depender solamente de este único proveedor, porque la nueva red está montada sobre estándares abiertos y protocolos abiertos. Eso quiere decir que puede ‘hablar cualquier tipo de idioma’ y así cualquier fabricante puede implementarlo en la fabricación de sus dispositivos”, explica Hernán Darío Tapias, coordinador del Centro de Ingeniería de Operaciones de Semáforos (CIOS).

Con solo oprimir un botón
Según el coordinador Hernán Darío Tapias, Medellín es la primera ciudad del país en tener este moderno sistema, lo que la pone a la par con ciudades como Londres, Santiago de Chile, Curitiba y Valencia. Ahora, el centro podrá determinar, en tiempo real, la ocupación de las vías, la cantidad de vehículos circulando, velocidades promedio, entre otros indicadores que una vez medidos permitirán optimizar el funcionamiento de la red semafórica. “Si necesitáramos, por alguna circunstancia, bloquear todos los semáforos y dar vía libre completa en la avenida Oriental, o Carabobo, o la Avenida de El Poblado, con solo oprimir un botón podríamos hacerlo”, asegura Ómar Hoyos. También informa el funcionario que, “si antes las quejas y las llamadas de los agentes de tránsito, solicitando que les ayudaran a controlar los semáforos, eran alrededor de 60 a 70 diarias, hoy ya no hay ninguna”. Desde la Secretaría de Movilidad se afirma igualmente que ahora el 90 por ciento de los cruces semafóricos ya están conectados a la nueva red y el 10 por ciento restante estarían listos en junio.

Entre otros beneficios del nuevo sistema y del Centro de Ingeniería de Operaciones de Semáforos (CIOS) están la administración de la red según el tráfico vehicular; maximizar los desplazamientos por la ciudad, disminuyendo los tiempos de recorrido; reducir el tiempo de espera en los semáforos; economizar combustible y minimizar el desgaste de las piezas de los vehículos; proteger al peatón y ordenar el tráfico.

Minas, mulas y mujeres

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Seamos justos, mi querido don Juan, comparada con la prosa “entelerida” que hoy en día nos quieren meter por literatura, Minas, mulas y mujeres es un verdadero clásico

/ Gustavo Arango

La historia comienza algún día de hace setenta años. Donde ocurren los hechos siempre es primavera. El sol se oculta detrás del Nutibara y “los últimos reflejos áureos tiñen el Morro de Pandeazúcar”. Suenan las campanas de Nuestra Señora de la Candelaria. Hay un viento suave. El suelo lo tapizan flores de guayacán. Los “cachaquitos” se agolpan en las esquinas y las puertas de los cafés a ver pasar las muchachas. Las empleadas del comercio, las señoritas de la aristocracia, las solteras, las solteronas y las casadas, con su esplendor y natural coquetería se apoderan del Parque de Berrío, de las calles Junín, Ayacucho, Boyacá y Bolívar; se toman el Ley, invaden el Astor y La Fuente. “Unas contemplan vitrinas; otras levantan novio, y están todas animadas con esa gracia, donaire y elegancia únicos y exclusivos de la mujer medellinense, que, dicho sea entre paréntesis, es la más hermosa y más mujer del mundo entero”.

Con este paisaje impresionista empieza la novela Minas, mulas y mujeres, de Bernardo Toro, publicada en Medellín, en 1943, por la Tipografía Industrial y, para Juan Hincapié, una novela tan mala que no me la quiso cobrar. Quizá sea mi tendencia a llevar la contraria, pero ha sido una de las lecturas más placenteras que he tenido en años. El encanto de este libro está en su falta de pretensiones. Cuenta la historia de Paco Miraflores, un hombre honesto, educado, pero ingenuo para entender las mañas de la mujer que ha decidido engatusarlo. Paco está tan enamorado de Dolly que, aunque no le gusta bailar, es capaz de pagar por las fiestas que ella inventa para agasajar a su corte de amigos y pretendientes. Si el bobo de Paco no se pliega a sus caprichos, Dolly finge un enojo casi siempre efectivo.

El destino de Paco parece sellado. A pesar de las reservas que tiene su familia, todo indica que se casará con Dolly. Pero la Providencia interviene para enviarlo a trabajar en unas minas. Así aparecen las otras dos “emes” contra las que el difunto padre de Paco le aconsejaba cuidarse: las tercas mulas –que no a todos obedecen– y las impredecibles minas –que por igual arruinan o enriquecen.

A juzgar por el título, se podría pensar que esta novela es parte de la milenaria tradición misógina a la que la misma Biblia pertenece. Pero a mitad de camino en la historia se produce una curiosa transformación. Las tres emes dan lugar a una reflexión sobre el valor pedagógico de la experiencia y la adversidad. Al regresar a Medellín, nuestro héroe descubre que su novia lo ha estado engañando y decide romper con ella. De nada sirven los intentos de la coqueta para volver a enlazarlo. Tras unos pocos días de dolor, Paco empieza a fijarse en Rocío, una chica cercana a la familia, buena, hermosa e inteligente, a la que conocía desde niña. La novela concluye con unos deliciosos cuadros de costumbres donde podemos apreciar en detalle las navidades de principios de los años cuarenta.

Quizá el final feliz de esta historia le reste puntos en un país donde preferimos las estirpes condenadas y los amores imposibles. Es posible que el par de prólogos elogiosos produzca un efecto contrario al deseado. Pero lo cierto es que esta obra de Bernardo Toro debería ser leída y estudiada como una de las pioneras de nuestra novela urbana y de los géneros híbridos entre el periodismo y la ficción. En ella abundan personajes reales de una ciudad que hace mucho dejó de existir. Su lenguaje es fino, rescata joyas verbales. Sus escenas son bien logradas. Si no es una obra maestra es porque nunca se propuso serlo. Seamos justos, mi querido don Juan, comparada con la prosa “entelerida” que hoy en día nos quieren meter por literatura, Minas, mulas y mujeres es un verdadero clásico.
Oneonta, abril de 2015.
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John Ruskin y el vello púbico

josegabrielBaena

Una noción infantil de la feminidad, mitad gatito, mitad reina de las hadas, y cuando la confrontaba con la realidad retrocedía horrorizado

/ José Gabriel Baena

Como si estuviéramos viviendo en tiempos bíblicos, y quién sabe si no, todos los días se me derrumba uno de mis ídolos con pies de barro y pretendida cabeza de oro, y hace nada le tocó el turno a uno de mis críticos artísticos del siglo 19, quizá el único que hubo junto con Baudelaire. En uno de esos canales de TV, donde uno disfruta las cintas antes de que las pasen por los ya obsoletos teatros, ví una película notable especialmente por quien la escribió, la actriz británica Emma Thompson, Effie Gray, la vida de la desgraciada esposa del inglés John Ruskin.

Ruskin (1819) era hijo de un rico comerciante de licores, uno de los dueños de Domec. Ingresó por supuesto a Oxford en 1839 y se graduó en 1842. En 1843 apareció el primer volumen de Modern Painters, by a Graduate of Oxford, en el que Ruskin sostenía la superioridad de los paisajistas modernos sobre los viejos maestros. También se aplicó a otros dominios del arte en Las siete lámparas de la Arquitectura (1849) y Las piedras de Venecia (1851-1853), dicen algunos que su obra cumbre.

Ruskin formuló la teoría de que el arte alcanzó su cenit en el Gótico, un estilo de inspiración religiosa y ardor moral, a la cual se añadía la belleza abstracta de las cosas, basada en la forma, y de ahí su gran adoración por Fra Angélico. Pero señaló a Rafael como autor del pecado de pintar con más detalle unas partes que otras. Los alumnos de Ruskin fueron llamados prerrafaelitas. Él mismo señaló a este grupo como la esperanza artística de Inglaterra. Se equivocó. Una extraña mezcla de perfección pictórica, mística y mitos del rey Arturo.

Y aquí llegamos al punto frígido de este artículo: también es conocida su fascinación hacia la belleza de las niñas, lo que hoy sería un crimen. En 1859 Ruskin conoció en una escuela infantil de Wington a la que será más tarde su esposa, Effie Gray, de 12 años de edad. Según el famoso Kenneth Clark, Ruskin tenía: “…una noción infantil de la feminidad, mitad gatito, mitad reina de las hadas, y cuando la confrontaba con la realidad retrocedía horrorizado”. Los malos matrimonios modernos no son más extraños que el que cometió Ruskin con su jovencita, primera y única esposa. Historiadores reputados escriben que, en su noche de bodas, Ruskin se sintió tan aterrorizado a la vista del vello púbico de Effie que se rehusó a acostarse con ella, y para siempre. ¿Qué pasaba con Ruskin? Nadie lo supo. La escritora Emma Thompson parece aportar algo con su película. Sugiere que Ruskin rechazó a Effie porque su cuerpo desnudo, visto aquí como un melocotón ya ligeramente peludito y suave, no se parecía a la niña que había conocido en la bañera a los doce años, cuando él tenía 39 y de la cual supuestamente entonces se habría enamorado. ¡Qué sórdida época! En la película, Effie trata desesperadamente de que Ruskin se digne tocarla y desflorarla, noche tras noche, sin lograrlo, pobrecilla. Una historia de horror marital injustificable, ya que en su adolescencia Effie era curiosa, anhelante, suspiraba por la vida plena, deseaba vivir con ansias, y solo se anima un poco cuando conoce al célebre Millais, un pintor prerrafaelita.

La película se sostiene un poco merced a la fotografía, caminatas, paisajes. Una célebre bloguera inglesa, Jill Burke, aporta a la discusión sobre el horror anti-vello púbico de Ruskin afirmando que él pensaba que, como en el arte italiano del Renacimiento las modelos aparecían completamente sin vello, en la era victoriana todas las mujeres deberían ser así. Burke llama al Renacimiento “la edad de oro de la depilación”. Hoy, las razones de por qué las mujeres se depilan el sexo son tan variadas como ellas mismas, y basadas predeciblemente en el control que quieren asumir sobre sus cuerpos, “que tienden, –según Burke– a ser menos peludos y aterradores cuando jóvenes”.
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Paisajismos en la Piloto

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Con la curaduría de Walter Correa, fue inaugurada en la Biblioteca Pública Piloto la exposición fotográfica Paisajimos, muestra del fotógrafo, guionista y creativo audiovisual Carlos Felipe Ramírez. Abierta al público hasta el 2 de mayo.

EXPOSICION PAISAJISMOS
Susana Prieto

EXPOSICION PAISAJISMOS
Adolfo Moreno, Cristina Sierra

EXPOSICION PAISAJISMOS
Ana Emilia Mejía, Jairo Osorio

EXPOSICION PAISAJISMOS
Andrés Urrego, Daniel Ángel

EXPOSICION PAISAJISMOS
Carlos Felipe Mesa, Diana Escobar

EXPOSICION PAISAJISMOS
Carlos Felipe Ramírez, Ligia Mesa

EXPOSICION PAISAJISMOS
Claudia Garcés, Rafael Betancur, Martha Cecilia Mesa, Eugenio Betancur

EXPOSICION PAISAJISMOS
Daniel Velásquez, Juliana Hernández

EXPOSICION PAISAJISMOS
David Soberón
EXPOSICION PAISAJISMOS
Mateo Pereira

EXPOSICION PAISAJISMOS
Fredy Zapata, Humbeiro Valencia, Guillermo Gómez

EXPOSICION PAISAJISMOS
Guadalupe Urrego, Gregorio Ángel

EXPOSICION PAISAJISMOS
Isabel Cristina Arango, Alba Luz Mesa, Lina Parra

EXPOSICION PAISAJISMOS
Katherin Mack-wen, Felipe Marín, Juan José Castaño, Paulina Echavarría

EXPOSICION PAISAJISMOS
Luis Serna, Walter Correa

EXPOSICION PAISAJISMOS
Ian Palmer
EXPOSICION PAISAJISMOS
Natalia Barbosa, Pablo Posada

EXPOSICION PAISAJISMOS
Pacho Velásquez, Octavio García
EXPOSICION PAISAJISMOS
Pedro Pablo Correa

EXPOSICION PAISAJISMOS
Sara Arango, Carlos Esteban Fernández

La Filarmónica recuerda a Mozart

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Con la dirección del violinista español Roberto González-Monjas y la participación del violista estadounidense Blythe Teh Engstroem, la Orquesta Filarmónica de Medellín realizó un concierto con un repertorio compuesto por obras de Mozart: la Sinfonía No.34, música del ballet de Idomeneo, y la Sinfonía concertante para viola y violín. La presentación tuvo lugar en el Teatro Metropolitano.

CONCIERTO FILARMED - MOZART
María Mercedes Carmona
CONCIERTO FILARMED - MOZART
Daniel Arango, Luisa Martínez


Mariana Aristizábal, Daniel Jaramillo

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Camilo Villegas, Susana Arredondo

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Carlos Andrés Gómez, Cristian Marín

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Carlos Gutiérrez, James Vásquez

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Claudia Dávila, Ángela Franco

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Claudia Restrepo, Germán Cifuentes

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Daniel Díaz, Ximena Marín

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Diego Andrés David, Lina Marcela David

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Édgar Puentes, Patricia Vásquez, Juan Yepes

CONCIERTO FILARMED - MOZART
El violinista Roberto González Monjas y la Orquesta Filarmónica de Medellín

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Guillermo Sánchez, Martha Lucía Quirós

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Jennifer Yarce, María Antonia Tamayo

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Juan Carlos Mejía, Ana Lucía Mesa

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Luz Marina Velásquez, Camila Puerta, Juan José Rodríguez

CONCIERTO FILARMED - MOZART
Manuel Arango
CONCIERTO FILARMED - MOZART
Lorena Acosta

CONCIERTO FILARMED - MOZART

CONCIERTO FILARMED - MOZART

CONCIERTO FILARMED - MOZART

Comienza Medellín Gourmet

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En el Hotel San Fernando Plaza se llevó a cabo el lanzamiento de Medellín Gourmet, evento gastronómico mediante el cual 50 destacados restaurantes de la ciudad ofrecen en su carta, durante un mes, menús especiales con atractivos precios. Medellín Gourmet estará vigente hasta el 15 de mayo. 

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Andrés Zapata, Juliana Vicente, Óscar Isaza

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Camila Arango, Daniel Díaz, María Paulina Arango

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Carolina Vélez, Diana González, Juliana Vélez, Gloria Sanín

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Diana María Saldarriaga, Carolina Londoño

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Federico Gariboldi, Agustín Adelardi

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Gustavo Molina, Olga Toro

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Juan Esteban Martínez, Valeria Martela, Juan José Giraldo

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Karen Valencia
Luis Fernando Valencia, Jorge Gómez

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Libardo Toro, Libia Restrepo

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
María Paulina Giraldo, Santiago Piedrahita

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Natalia Ángel, Diana Arango, Juliana Montoya, Laura Salazar

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Ricardo Ramírez, Andrés Mejía, Daniel Valencia, Andrés Cano

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Samuel Martínez

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Sarita Londoño, Alejandra Gómez

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Sergio Gómez, Sebastián Vargas

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Sergio Ignacio Soto, Luz Marina Mejía

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET
Yamid Pemberthy, Eduardo González, Diego Jero, Daniel Zapata

INAUGURACIÓN MEDELLIN GOURMET