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Restablecido el suministro de agua en tres barrios de la comuna 14

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A las 4 pm. de hoy se normalizó el servicio de acueducto en los barrios Las Lomas, Altos de El Poblado y Los Naranjos, interrumpido desde ayer en la noche
rotura tubo superior

El daño en la tubería se produjo de manera accidental, durante la realización de los trabajos de construcción del paso a desnivel de la transversal superior con la calle 10 (FOTO CORTESÍA: FONVALMED)

Tres barrios de la comuna 14 se encontraban sin agua desde la noche de ayer, cuando se presentó la rotura accidental de una tubería a la altura de la Transversal Superior con Calle 10, precisamente donde se lleva a cabo una de las obras de Valorización de El Poblado.

La interrupción afectó a cientos de familias que residen en los barrios Las Lomas, Altos de El Poblado y Los Naranjos, así como a la sede de la Universidad CES y a los establecimientos comerciales de la zona.

Durante toda la noche, el personal de Fonvalmed trabajó para reparar el daño y restablecer el suministro de agua, hecho que finalmente se concretó en la tarde de hoy, cuando un equipo de ingenieros verificó el correcto funcionamiento de las válvulas y restableció el servicio.

Fonvalmed informó que una trabajadora social visitó los barrios afectados, donde se entrevistó con los residentes y los representantes de la comunidad.

Asimismo, la entidad informó que será la empresa interventora la encargada de investigar lo ocurrido y esclarecer las causas del daño.

Residentes de la comuna 14 podrán estudiar inglés gratis

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Aprender otro idioma sin incurrir en gastos es posible, gracias al programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo

cursos ingles

Se espera una nutrida participación de la comunidad en los cursos de inglés

¿Reside en la comuna 14 y desea recibir clases gratuitas de inglés?

Tal vez le interese saber que están abiertas las inscripciones para los cursos de inglés financiados con los recursos priorizados por la comunidad, a través del programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo.

Pueden inscribirse estudiantes de educación superior y personas que se encuentren laborando en la actualidad, cuya edad esté entre los 18 y 39 años y residan en la comuna 14.

El proceso de inscripción es sencillo y se realiza a través de un formulario virtual, desde la comodidad de su lugar de residencia o trabajo.

El inicio de las clases cursos tendrá lugar, una vez se haya completado el mínimo de personas inscritas.

Los interesados pueden obtener información adicional en el teléfono 444 65 30 (Corpoblado).

Entregan intercambio vial en la Loma del Tesoro con la Transversal Superior

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La Alcaldía de Medellín inauguró la obra, que hace parte del Proyecto de Valorización de El Poblado
 
intercambio vial

El nombre del nuevo intercambio vial es Evelio Ramírez Martínez

La inauguración de la obra tuvo lugar este jueves y contó con la presencia del Alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa, quien destacó que el proyecto mejorará la movilidad del sector.

Aunque el nuevo intercambio vial fue entregado oficialmente, todavía faltan por terminar algunos detalles para que la obra quede terminada y entre en pleno funcionamiento.

Según algunos obreros que trabajan en el sector, las lluvias que cayeron esta semana retrasaron los trabajos, que terminarían en una semana, aproximadamente.

 La obra finalizada contempla un puente de 170 metros lineales sobre la Transversal Superior, dejando a nivel la vía al Tesoro con el fin de lograr mayor fluidez al tráfico por ambos ejes viales.

También se construyeron 1.18 kilómetros de nuevo carril y 2.400 metros cuadrados nuevos de espacio público, con una inversión superior a los $10.300 millones.

Las autoridades señalan que una vez se finalice el intercambio vial que se está construyendo en la Transversal Superior con la Loma de los Balsos, se evidenciará una descongestión vehicular mayor, pues las dos estructuras permitirán la continuidad de la circulación en sentido sur – norte, por el corredor vial.

Cultivarse

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Todo se resume en esa palabra: la importancia de la lectura y la escritura, la necesidad de formarse un criterio, el hecho simple y decisivo de que cada uno está a cargo de su vida
/ Gustavo Arango

Hace mucho no enseñaba en el país de los colombios. Estuve en talleres para periodistas, en mesas de congresos, pero a un salón de clase no entraba desde hace dieciocho años. Era un curso intensivo de escritura creativa. Era un grupo de estudiantes de comunicación social ya muy cerca de graduarse. Era una universidad privada de la Costa. Tardé poco en recordar las actitudes y dinámicas del mundo en que empecé a ser profesor.

Ahí estaban los alumnos aplicados, los que preguntan y aprovechan cada instante de la clase. Pero también estaban los otros. Los que miran desde los rincones con desdén. Los que intentan medirte la paciencia y el conocimiento, con la esperanza de dejarte derrotado. Los que arman corrillos y se mandan mensajitos y se ríen y se olvidan de que al frente hay un tipo tratando de enseñarles alguna cosa que sirva. Todo se dio cita en ese salón de clase: el matoneo, los conflictos de raza y de clase, la cultura envilecida del dinero y la ingenuidad que sueña. Estaban los que piensan que pagando la matrícula ya han comprado el diploma. También, los que alguna vez tuvieron ilusiones de aprender y fueron decepcionados una y otra vez por profesores engañosos.

Como el perro viejo ladra echado, fui sorteando una a una las dificultades. A medida que lo hacía fui entendiendo que no sería el profesor que he sido en el país del sueño, y que no me sentiría tan a gusto con lo que hago, si no hubiera empezado mi carrera de tiza y tablero en un medio tan exigente. Entonces pensé en las dificultades, en el futuro incierto de esos muchachos, y sentí la necesidad de darles un mensaje que de veras fuera útil.

Primero les dije lo más obvio: que quien escribe tiene que leer y escribir mucho, que detrás de cada texto que se publica hay muchas horas de práctica, de borradores frágiles, de intentos que no clasificaron. Les hablé del témpano de hielo, de la pequeña punta que flota gracias a la masa enorme que hay debajo. Les hablé de las diez mil horas de práctica. Les dije que un comunicador que no es aficionado a las palabras es una cosa tan extraña como si a James Rodríguez no le gustara el fútbol y a Nairo Quintana lo aburrieran las bicicletas.

Luego les hablé de las historias, de esa necesidad humana tan vital como el alimento o el techo. Les expliqué que una de las tareas fundamentales del comunicador es transmitir historias y que su deber como profesionales es conocer cuáles son los temas esenciales, las preocupaciones básicas, lo que mueve esa red de relatos que envuelve y le da forma a nuestras vidas.

A medida que hablaba sentía que el efecto en los más atentos era evidente. Pero me quedaban los apáticos, los desconfiados. Supe que debía resumir mi legado en una o dos palabras que quedaran resonando, que quizá produjeran efecto meses o años más tarde.

Les hablé del Enquiridión de Epicteto, de su hermosa reflexión sobre la libertad y la felicidad, sobre la importancia de saber cuáles aspectos de nuestra vida controlamos y cuáles no. Les dije que solo somos dueños de nuestras decisiones, de lo que aceptamos y rechazamos, y que ese breve espacio de libertad está perdido si no nos formamos un criterio.

Así llegué a la síntesis con la que me despedí de mis únicos alumnos colombianos en casi dos décadas. Sin haberlo planeado, inspirado tal vez por los ejercicios de escritura, conseguí resumir todo lo que les había dicho con al verbo reflexivo “cultivarse”. Todo se resume en esa palabra: la importancia de la lectura y la escritura, la necesidad de formarse un criterio, el hecho simple y decisivo de que cada uno está a cargo de su vida. Les dije que el mundo los quería dóciles y mediocres para poder manipularlos, y que su propia vida era la empresa a la que cada uno tenía la obligación de enriquecer y dar prosperidad.
Cartagena, julio de 2015
[email protected]

Una carta para no olvidar

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Daniela Abad, una joven espontánea y tranquila, deja entrever los valores simples como el amor por la familia
Carta a una sombra
es el primer documental de Daniela Abad Lombana
Por Luisa Martínez

Daniela Abad pudo hacerle a su padre, el escritor y columnista Héctor Abad Faciolince, muchas de las preguntas que tenía. Eran del abuelo, de su relación con él, de la familia, y otras, más íntimas, de hija a padre. Preguntas naturales que volvieron un día, a propósito de su documental Carta a una sombra, que codirigió junto al director bogotano Miguel Salazar, para contar la historia de la vida y muerte de Héctor Abad Gómez, el médico que luchó por la salud pública y la defensa de los derechos humanos en Medellín. Según describe Salazar: “la de un hombre bueno asesinado por ser bueno”.>

El documental se encuentra actualmente en las carteleras de cine de la ciudad y ha logrado sacar lágrimas a más de uno, como muestra de un sentimiento de empatía con una historia cercana y propia. Ganó el Premio Especial del Jurado y del Público en el 55º Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias –FICCI–. Con su investigación, los realizadores comprueban la amplia narración del libro El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince, la inspiración del documental. Aunque la idea inicial fue de un cineasta holandés, luego de que Daniela llegara de Barcelona hace dos años, en donde se formó en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña, se encontró sentada en la biblioteca de su padre, hablando de recuerdos y grabando escenas.

La familia está feliz. No pueden creer ver al abuelo en un afiche en el cine. Y luego, verse en pantalla gigante, es emocionante. La conmoción era de esperarse. Era volver a las fotografías guardadas en los baúles de la abuela y reencontrarse con momentos que quizá no recordaban; tener el previo aviso de videos fuertes, que por motivos de sobra, no se apresuraron a obtener; oír audios nunca conocidos y que guardan la voz, ya apagada. Pero fueron esas cartas habladas que el abuelo enviaba desde Indonesia o Filipinas, grabadas en un casete, las que sorprendieron a la nieta. Fue muy bonito para Daniela encontrar una para ella cuando acababa de nacer y oír por primera vez a quien le hablaba de la grandiosa mujer que sería.

Con esta historia no se pretendía encontrar al autor del asesinato de Héctor Abad Gómez –el 25 de agosto de 1987– sino, como expresa la codirectora, “contar una parte de la historia de Colombia, pero sobre todo recordar unos valores muy simples que mi abuelo siempre tenía presentes como el amor por la familia, los hijos, la belleza, la vida… Y hacer un cuestionamiento político desde esos valores, más que hablar de afiliaciones políticas, que igual están ahí”.

Afiche del documental

Una de las paradojas más tristes de su vida, relata en el documental Héctor Abad Faciolince, es que casi todo lo que ha escrito ha sido “para alguien que no puede leerme, y esto no es otra cosa que la carta a una sombra”. De cierta forma, revela su hija, “el documental es una carta, mía y de Miguel para mi papá y es muy emocionante que él sí pueda verla”.

“El cine es el único amor que no he perdido”, asegura. Quizá por eso abandonó, igual que su padre, la carrera de medicina que cursó por dos años. “Las películas, son definitivamente lo que más me gusta”, agrega. Por estos días, anda escribiendo el nuevo documental del que será directora y que grabará en 2016, esta vez dedicado a su abuelo materno, el escultor Tito Lombana.

Ser de aquí y de allá
Su vida ha estado entre este país, el que siente como propio, y Europa. Daniela Abad nació en Turín, Italia, el 22 de mayo de 1986, pero creció en la ciudad de Verona, a donde fueron sus padres, luego del exilio de Héctor Abad hijo tras el homicidio de Héctor Abad padre. Verona, recuerda, es esa ciudad pequeña y conservadora –ahora de moda y bohemia–, en la que no tenía mucho qué hacer, pero donde comía delicioso. Allí, en un barrio de inmigrantes, Veronetta, vive aún su madre Bárbara Lombana, en el mismo apartamento amplio, pero acogedor, y con ese ambiente que ella le da, “con sus cosas de hippie”, según cuenta. Por eso ha vivido con esa dualidad de dónde estar, si acá o allá.


Fotografía tomada por Carlos Bernal, amigo de Héctor Abad Gómez. Foto Cortesía

Daniela, que casi siempre sonríe, deja entrever el amor que siente por su familia. Habla de esas mujeres que, en un encuentro íntimo y sincero, se atrevieron a evocar la tragedia de un padre y un esposo, pero también el legado de enseñanzas y bellos momentos. La primera de ellas es Cecilia Faciolince, su abuela y amiga. La mujer sabia que entre tantas cosas le enseñó por qué la independencia económica es tan importante: “para que no te dominen y no tengas que hacer cosas que no quieres”. Las otras, sus tías son esas mujeres que cuando están, la vida es diferente: Mary Luz, la mayor, es “muy generosa”. Ella, que arregla los floreros de las casas, sabe lo que está de moda y lo que no, es la que se encarga de que Daniela “esté bien arreglada” y se queja porque ella no usa aretes. María Clara, es con quien puede conversar libremente de cualquier cosa, “es la más alegre e intelectual”. “Cuentan que era la más bonita, modelo de Piel Roja y esas cosas…”. Eva Victoria o “Vicky”, es “glamourosa”, “puede no ser muy visible, pero para mí es la más sensata y en quien confío mucho”. Sol Beatriz o “La nena”, es la médica que, igual que el abuelo, cuida la salud pública y la de la familia. “Siempre está pendiente de este tema y nos regaña por eso”, cuenta Daniela. Es con quien de niña más tiempo compartió. Sus hijos, María y Miguel, son sus primos más cercanos. Por su puesto, está su padre, Héctor Abad. Con él, habla tantas veces al día que sus amigas se asombran. Es el amigo a quien le pide consejos todo el tiempo y con quien está a veces en desacuerdo. “No he leído todos sus libros ni leo todos los domingos sus columnas (…)”, admite, pero lo que sí tiene presente es su mayor enseñanza: “Confiar en uno mismo, oír lo que uno siente y quiere hacer y hacerlo”.


Héctor Abad Gómez junto a su familia. Foto cortesía 

F-AIR Colombia, una feria en el cielo

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Con una gran asistencia de público, la Fuerza Aérea Colombiana y la Aeronáutica Civil llevaron a cabo, en el Aeropuerto José María Córdova, la Feria Aeronáutica Internacional F-AIR Colombia. Muestra comercial, exposición de aeronaves, shows aéreos, jornadas académicas y espacios de networking fueron algunas de las actividades de esta versión.

FERIA AERONAUTICA 2015
Alejandra Pérez, Jenifer Márquez, Estefanía Márquez

FERIA AERONAUTICA 2015
Alexander Henao, Ana María Duque, Santiago Duque, María Alejandra Henao

FERIA AERONAUTICA 2015
Andrés García, Sandra Botero

FERIA AERONAUTICA 2015
Antonio Charry, Daniel Peralta, Ricardo Martínez

FERIA AERONAUTICA 2015
Camilo Sánchez, Marta de los Ríos, Alejandro Vallejo, Alejandro Montoya

FERIA AERONAUTICA 2015
Daniel Martínez, María Claudia Bechara, Darío Mendoza

FERIA AERONAUTICA 2015
Daniel Ochoa, Camila Jaramillo, Santiago Ramírez, Elisa Maya

FERIA AERONAUTICA 2015
David Ángel, Pablo Ángel, Lina Alzate, Susana Ángel

FERIA AERONAUTICA 2015
Edier Nuñez, Juan David Gutiérrez, Juan Pablo Quintero

FERIA AERONAUTICA 2015
Esteban Gallo, Carolina Medina, John Edwin Arroyave, Alejandro Arroyave, Elizabeth Buitrago

FERIA AERONAUTICA 2015
Fernando Valencia, Luis Eduardo Calderón, Sandra Vaca

FERIA AERONAUTICA 2015
Juan Esteban Londoño, Valentina Uribe, Jesús Arias

FERIA AERONAUTICA 2015
Juan Gómez, Manuela Gómez, María José Tafur, Cristina Gómez

FERIA AERONAUTICA 2015
Juan Luis López, Tatiana Vallejo, Juan David Viveros, Katherine Valencia

FERIA AERONAUTICA 2015
Juan Pablo Segovia

FERIA AERONAUTICA 2015
Juan Sebastián Betancur, Natalia Perilla

FERIA AERONAUTICA 2015
Lina de la Roche, Bradley Nieto

FERIA AERONAUTICA 2015
Lorena Fandiño, Yuly Ospina

FERIA AERONAUTICA 2015
María Juli Correa
Mariana Méndez, Fabián Henao
FERIA AERONAUTICA 2015
Natalia Delgado, Sebastián Jaramillo

FERIA AERONAUTICA 2015
Natalia Soto, Esteban Alzate

FERIA AERONAUTICA 2015
Natalia Tobón, Sebastián Velásquez

FERIA AERONAUTICA 2015
Santiago Morales

FERIA AERONAUTICA 2015
Tomás Galdos, Maribel Restrepo, Teniente Carlos Lozano, Nicolás Galdos


Milton Becerra

FERIA AERONAUTICA 2015

Mercadillo de mascotas en Santafé

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Microcharlas, desfiles y toldos con productos y accesorios para perros, gatos y peces fueron las actividades y espacios que presentó el Mercadillo de Mascotas, evento realizado durante tres días en el Centro Comercial Santafé.
MERCADO DE MASCOTAS
Sakura, Paula Rodríguez, Alejandro Santos
MERCADO DE MASCOTAS
Bingo, Óscar Pérez
 
MERCADO DE MASCOTAS
Camila González
MERCADO DE MASCOTAS
Carlos Tapias, Canela
MERCADO DE MASCOTAS
Elizabeth Prieto, Cristina Arroyave

MERCADO DE MASCOTAS
Jorge Ramírez, Juana de La Cuesta

MERCADO DE MASCOTAS
Juan Alberto Rúa, Lukas, Denis Londoño

MERCADO DE MASCOTAS
Juan Luis Peláez, Carolina Montoya, Felipe Restrepo

MERCADO DE MASCOTAS
Juliana Echeverri, y su perro Bruno Albeiro de las Casas
MERCADO DE MASCOTAS
Kira, Santiago Valencia
MERCADO DE MASCOTAS
Juliana Rodríguez, Katherine Hernández

MERCADO DE MASCOTAS
Liliana Botero, Jorge Ángel

MERCADO DE MASCOTAS
Liliana Rodríguez, Juan David Díaz
MERCADO DE MASCOTAS
Marianella Cardona, Andrés García
 
MERCADO DE MASCOTAS
Mario Arturo Casas, Alejandra Casas, Rosalba Espinoza, Liliana Casa, y la mascota Pilarica
MERCADO DE MASCOTAS
Mateo Tapias, Juana
 
MERCADO DE MASCOTAS
Mercedes Toro, y Merlín
MERCADO DE MASCOTAS
Natalia Hernández, Cristian Vinasco, y sus mascotas Dakota y Ziggy
MERCADO DE MASCOTAS
Natalia García, Esteban García, Julio García y su perro Fido

MERCADO DE MASCOTAS
Óreo, Diana Díez

Sabores artesanales en El Castillo

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Más de 40 pequeñas y medianas empresas gastronómicas hicieron parte dael Mercado de Sabores Artesanales, festival que tuvo lugar en el Museo El Castillo.


Titi Berrío, Miguel Ramírez, Luisa Upegui, , Juan David Ramírez, Ricardo Agudelo, Felipe Agudelo

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Verónica Urrego, Santiago Escobar

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Carlos Hincapié, Natalia García, Juan Camilo Vargas, Alejandro de la Torre

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Carlos Suárez, Lidia Jiménez
 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Carolina Echeverri
 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Cristian Andrés Elejalde, Andrés Serna

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Diego Buitrago, Jennifer Bravo, Mandy Londoño

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Eliana Monsalve
 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Fanny Díaz, Allondra Quintero
 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Juanita de Bedout, Simón Zuluaga

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Laura Mejía, Ana Luisa Arroyave

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Liliana Molina, Claudia Guzmán

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Lucía de la Pava, Juan Manuel Torres, Kiko Kairoz, Sofía de la Pava, Catalina Irurita, Lucía de la Pava

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Manuela Fernandes, Luis Fernandes
 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Marta Eugenia Arango
 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
María Luisa Fernandes, Merciane Fernandes
 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Michelle García, Alejandro Sierra
 
 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Nicole Gazzera, Claudine Murphy

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Rubén Vásquez, Mónica Tamayo

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES
Sara Orozco, Luciana Pabón, Santiago Pabón

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES

 MERCADO DE SABORES ARTESANALES  MERCADO DE SABORES ARTESANALES

La cocina fresca de Calle Cruz

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Platos apetitosos al paladar y saludables para el cuerpo ofrece Calle Cruz, un restaurante de cocina de autor, que utiliza ingredientes orgánicos, muy frescos, en preparaciones afines al estilo de vida de las personas que disfrutan del buen comer sin descuidar su peso.

Juan Guillermo García y Carolina Correa

Calle Cruz es un proyecto de los empresarios Juan Guillermo García, Santiago Madrid y la chef Carolina Correa, quienes han concebido un lugar moderno y cautivante, donde utilizan ingredientes preponderantes en la gastronomía colombiana para confeccionar tentadoras recetas que vinculan lo propio con lo foráneo

El ceviche de temporada, el pulpo glaseado con Kola Román (acompañado con milhoja de plátano y queso costeño, bañado en salsa de chorizo) y los kibbes (hechos con harina de trigo y sofritos en aceite de oliva) son entradas irresistibles.

La cazuela de mariscos, el bowl Mediterráneo, el solomito Calle Cruz, el morrillo estofado en Kola Román (requiere un proceso de cocción de 12 horas, que asegura su suavidad) y el pollo en hojaldre (relleno de queso holandés y jamón serrano, sobre una espuma de queso y acompañado de ratatouille en tomatina de albahaca) son los fuertes recomendados.

Los postres se renuevan cada dos semanas. De los actuales, aconsejamos la esfera de chocolate (tres capas de chocolate con un relleno de mermelada de frambuesa y acompañado de helado artesanal de vainilla y limón).

Calle Cruz tiene muy presentes a los comensales vegetarianos. Para ellos, ofrece gustosas alternativas como el bowl de vegetales, el rissoto de hongos, el tamal de plátano y la pizza fresca (con masa marroquí delgada, crocante y liviana para el estómago).

Calle Cruz, que igualmente funciona como bar (vale la pena probar sus sangrías y margaritas), está ubicado en el Mall Trivento (en la Transversal Superior, a unos 100 metros del mall San Lucas Plaza). Horario de martes a domingo de 12 m a 10 pm. Los domingos cierra a las 5 pm. Informes en el 313 9708.

Salmón con piel crocante en salsa pesto, con vegetales salteados

Ingredientes
• 200 gramos de salmón fresco.
• 1 gramo de ghee con tocineta (mantequilla clarificada, con un tris de tocineta para darle sabor).
• Sal y Pimienta al gusto.
Para la salsa pesto
• 30 gramos de albahaca.
• 1 diente de ajo.
• 15 gramos de queso parmesano.
• 10 gramos de maní.
• 20 mililitros de aceite de oliva.
• 40 mililitros de aceite de girasol.
• Sal y pimienta al gusto.
Para la ensalada de verduras calientes
• 3 gramos ghee de ajo.
• 25 gramos de zucchini amarillo.
• 25 gramos de zucchini verde.
• 25 gramos de zanahoria.

Procedimiento
Para preparar la salsa pesto, agregar todos los ingredientes (a excepción del aceite de oliva) en la licuadora, comenzar a licuar lentamente e ir agregándole el aceite de oliva en forma de hilo (a temperatura ambiente) y continuar con el proceso hasta que quede una salsa homogénea.


Para el salmón, sellar el filete por el lado de la piel hasta que quede crocante, con ghee de tocineta, voltear y sellar nuevamente. Terminar su cocción en el horno a 250 grados durante cinco minutos.

Para la ensalada de vegetales salteados, cortar los zucchinis en cubos de aproximadamente 2 centímetros cada uno, y la zanahoria cortarla en rodajas. Para la preparación de la ensalada blanquear las zanahorias, después saltearlas con ghee de ajo y cuando estén doradas adicionarles los zucchinis, salpimentar.

Verter la salsa sobre el salmón y servirlo acompañado de la ensalada. Decorar con julianas de rábano o limón.

 

Kabuki, con acento nipón

Por Juan Sebastián Mora

En Provenza, en la carrera 33 No. 8A – 37, hace poco reabrió sus puertas Kabuki, restaurante especializado en gastronomía japonesa tradicional, con cierta influencia, en algunos platos, de la cocina nikkei (una fusión entre la peruana y la nipona).

La carta es obra del distinguido chef japonés Tomoyuki Sugano, quien formó en las técnicas y sabores milenarios de su país al chef actual de Kabuki, Camilo González, que aprendió el perfeccionismo y respeto por las recetas originales de la cocina nipona.

En una mesa a la vista de sus comensales, Camilo realiza un show de teppanyaki, donde, entre juegos con los cuchillos, prepara el famoso plato de teppanyaki, integrado por arroz yakimeshi, ensalada y una variedad de proteínas (pollo, solomito, salmón, róbalo y diferentes mariscos) a elección del cliente.


Yakisoba Osaka

“El sushi es técnica; el arroz debe quedar suave y ‘explotar’ en la boca del comensal, que este sienta cada grano”, afirma Camilo, quien resalta que el sushi de Kabuki se destaca, entre otras cosas, por llevar auténtico vinagre de arroz importado del Japón.

Para los principiantes en el mundo del sushi, Camilo sugiere el Coco Roll (rollo con palmito de cangrejo, queso crema, aguacate, envuelto con coco dulce); para los de nivel intermedio, el Tempura Roll (salmón, langostino, queso crema, caviar de cangrejo, espinaca y champiñón); y para los expertos el Arcoíris (tamago –huevo japonés–, espinaca, champiñones y caviar de cangrejo y cubierto con variedad de pescados y aguacate).


Arroz cremoso

El Yakisoba Osaka (pasta salteada con vegetales y mariscos acompañada de un estofado de cerdo al estilo japonés, y salsa okonomiyaki) y el arroz cremoso (arroz con langostinos, pulpo, calamares, preparados en bisque de langostinos y queso parmesano) son dos platos fuertes favoritos del chef. De las entradas propone las gyosas, empanadas típicas japonesas cocinadas al vapor, y los eby fry, langostinos tempurizados en parmesano y acompañados de una salsa tártara artesanal.

El turrón de las tres leches y, para los niños, el helado de sushi (una crepe de chocolate enrollada, con helado de vainilla y frutas) son los postres más solicitados en Kabuki, lugar que abre de lunes a domingo de 12 a 3 pm y 6 pm a 10 pm. Los viernes  y sábados (este día funciona en jornada continua) cierra a las 10:30 pm, los domingos opera hasta las 5 pm. Informes en el 311 6152.

Humo veloz

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Como homenaje al filósofo y escritor José Gabriel Baena, fallecido el viernes 10 de julio de 2015, y quien fuera colaborador de Vivir en El Poblado durante diez años con su columna Humo veloz, publicamos este perfil que él mismo escribió en abril de 2010

José Gabriel Baena (1953-2015). Foto archivo

“Toda novela es una gran mentira”
Al solicitársele una entrevista al escritor y periodista José Gabriel Baena, no se sabe si por amabilidad o desconfianza, hizo un ofrecimiento que nunca nos habían hecho. Escribir él mismo su perfil para evitarnos, según dijo, el trabajo de grabar y desgrabar. Esto escribió:

José Gabriel Baena se acuerda mucho de un cuento titulado “Memorias de un niño embustero”, que empezaba: “Yo todavía no había nacido, cuando de pronto nací”. “Lo leí a los ocho años, a mediados del siglo pasado, en una inmensa “Antología del Cuento Colombiano”. Esos golpes de talento ingenuo son los que lo marcan a uno de por vida, y creo que de ahí de esa lectura, y de leer tanto embuste, nací yo como escritor”. Baena fue uno de los siete hijos de don Bernardo, el Mono, quien manejó la Librería América, al lado de La Candelaria, durante cuarenta años. Todavía existe la librería, al frente de “la Puerta del Perdón”, es la más antigua de Medellín, y Baena se crió entre los miles de libros que había en su casa, que llevaba el papá para leer y recomendarles a los clientes. “Había de todo en la casa, pero mi papá era Caballero del Santo Sepulcro, y entonces pululaban en cada rincón las biografías de santos, al lado de toda clase de literatura. De ahí mi vocación eterna de monje solitario. Pero estaban sobre todo los malditos franceses, y en general los grandes europeos. De tanto leer ya era miope a los nueve años, no había TV en la casa, me leí “La Metamorfosis“ de Kafka a los ocho, traducida por Borges, la Biblia completa a los 10, cinco mil páginas, y Cervantes solo vine a leerlo ya muy entrado en años, a los 20. Uno se forma como escritor en la niñez y en la adolescencia, ya después no se aprende, no creo en los llamados Talleres de Escritores”.

Baena estudió filosofía, se fue para Europa a mirar museos dos años, y cuando volvió se metió al periodismo. Fue uno de los insomnes fundadores de “El Mundo” en el 79, donde trabajó desde los subterráneos hasta la sala de redacción. Hizo de todo allí, y publicó en diez años centenares de artículos “de todo”. Tiene varios volúmenes empastados, y no está ni la mitad. “Del periodismo escrito, les recomiendo a ustedes, guarden, guarden todo. El periodismo es flor de tres minutos, como las buenas canciones antiguas. Ya los periodistas de hoy, con sus computadores, no pueden saber lo que es una rotativa tronando, al pie de una sala de armada, hacer un diario a las tres de la mañana, dormir tres horas y volver a las máquinas a mediodía. Y si me va a preguntar por la relación entre periodismo y literatura deberé decirle, tímido, humilde y necio: no hay ninguna, hoy. Antes, había. Recordemos las grandes épocas del periodismo en Colombia, solamente, y hasta los años 50–60 hubo escritores–periodistas, hoy habrá si mucho tres, no voy a decir nombres. Y poetas–periodistas, lo cual tuvo años de gloria en toda Iberoamérica. Hoy, así como dicen que el vídeo mató a la radio y luego la red mató todo, y todos los días internet mata algo tangible y nace algo invisible, como los teclados de la nueva iPad de la Apple, algo insólito, el periodismo mató a la gran mayoría de los escritores colombianos. No se le puede creer un poema a un “poeta” que escriba una columna semanal mercenaria. En cambio a los pocos novelistas que sobrevivimos en este país nos queda el lujo de escribir novelas y vivir casi de la nada y en la Nada, soy el último escritor nadaísta, escribiendo mentiras. Toda novela es una gran mentira, aunque pretenda decir la supuesta verdad de un mundo. No hay verdad que resista una palabra escrita, ni siquiera la palabra “Dios”. Por eso los judíos no se atreven a escribirla, y por paradoja los grandes novelistas son todos judíos, o tienen sus raíces por allá”. Baena, en España, “era y es un pueblo de judíos falsamente convertidos a la brava al cristianismo. Y el primer gran libro español lo hizo a mano Juan Alfonso de Baena, hacia 1450. Una inmensa recopilación de la literatura oral de la época. Creo que era tatarabuelo mío”.

Después de su vida en “El Mundo”, Baena trabajó como director cultural en la Biblioteca Piloto casi veinte años, y allí, de noche, entre centenares de exposiciones y conferencias, empezó a escribir sus novelas abrumadoras para los lectores comunes, de extraños títulos, desde 1993: “El amor eterno es un sándwich express”, “La Virgen Luna, los Siete de Urantia y el Dragón Láser”, “El Libro del Desapego de Beremundo Transz”, “O sea”, “Florecillas de Merlín de Asís”. Rockero a morir de la vieja guardia, editor de libros, periodista mensual de Vivir en El Poblado con su columna “Humo veloz”, Baena trabaja en su casa como oficina, con la gerencia de dos gatos ingleses. Cree que sus novelas son para el futuro, para el año 2300 en adelante. “Tres atrevidos las han leído por ahora, y eso es suficiente”. En junio saldrá la primera edición de otra novela, de un único ejemplar en papel. “Por cada libro que se publica hay que tumbar 17 árboles. Eso es muy grande pecado y pura vanidad. Pero se puede escribir para los amigos y enviarles capítulos sueltos por el e–mail. El novelista chino Gao Xingjian dice, y lo comparto y es mi lema: “No conviene sondear las almas, no conviene buscar las causas y los efectos, no conviene buscar el sentido, todo no es más que caos. Se han contado ya tantas tonterías que nada te impide seguir contando más”. Aviso: de cortesía: se ofrece su última novela en formato digital por demanda, a domicilio. Consignar en dólares.



Foto archivo

Buen viento y buena mar
José Gabriel Baena pasó de ser colaborador mensual a quincenal en Vivir en El Poblado a partir del año 2011 y continuó haciendo parte de la vida cultural de El Poblado, entre otras, con una inolvidable lectura titulada Yoko Ono Toronjaluna Sucediendo, en junio de 2013 en el Museo de Arte Moderno, que incluía la instalación de “333 toronjas vengadoras” en una producción general de “Baena Films y Los Ardientes Labios”, así como con la publicación del cuento “neofantastic” titulado Corazón de mantequilla, que narra el idilio entre Vampiretto y Funeralda. Su última creación literaria fue Cuaderno de Estampas y ejemplos de Beatitud, publicado en 2014.

En su última columna, publicada en la edición 625 de Vivir en El Poblado (2 de julio de 2015), Baena deja un memorable mensaje: “Me pregunto, ¿a dónde se fue ese niño que nunca fue iluminado por la fatal revelación, quizás, citando a Jean Genet, “el niño melodioso muerto en mí, mucho antes de que me cortara el hacha”? Creo que sobreviví merced a la lectura y la escritura. Y a una frase de mi profesor de literatura secundaria: “Todos podemos ser literatos”.



Foto archivo

Amigos que lo recuerdan
Álvaro Morales Ríos (director del museo Pedro Nel Gómez): “Gran pérdida de un hombre culto, inteligente y que tenía en la cultura la razón de ser de su vida. Música, cine, literatura, y tantas tardes y tantas noches de buena compañía. Buen viento y buena mar mi amigo de tantos días inolvidables”.

Ricardo Aricapa Ardila (periodista): “A José Gabriel lo conocí en el periódico El Mundo, como redactor de la sección cultural. Es decir, en su salsa, porque dado el mundo intelectual en el que se movía y sus muchos conocimientos y lecturas, siempre bordeando las vanguardias artísticas, el hombre no encajaba en una sección distinta. Además su frágil figura de nerd irredento, y sus ojos siempre alertas detrás de sus lentes de aumento (cuando se los quitaba quedaba casi ciego), no daban margen para encasillarlo en otro terreno. Desde entonces aprecié su amistad y las charlas en las que a veces nos enfrascábamos, siempre lúcido y certero en sus apreciaciones, prudente en sus opiniones y con un sentido del humor que, más que negro, era corrosivo, ácido sulfúrico puro. Por eso era un gusto conversar con él, tan distinto al resto de los colegas. Lamento mucho su partida, relativamente prematura”.

Gloria Inés Palomino (directora Biblioteca Pública Piloto): “Compartimos muchos años de sueños y propósitos personales e intelectuales. Fue un gran compañero en abrir espacios y recursos institucionales para la ciudad y los investigadores más diversos que requerían nuestro aporte. Su amplia y profunda formación, su aguda capacidad de análisis, el equipaje de sus muchas lecturas siempre fueron para mí motivo de admiración. Fue solidario y coherente, disfrutó haciendo sus escritos e investigando; también celebramos muchas veces. Nos deja indudablemente un legado e importantes reflexiones que llevaremos siempre. Para la Biblioteca Pública Piloto su paso por la Dirección Cultural –17 años– fue de gran aporte. Dejó un importante patrimonio en la institución y en la memoria de la ciudad.”

Adriana Mejía Londoño (periodista y columnista): “Quienes alguna vez trabajamos cerca de Baena –para nosotros era suficiente nombre su apellido– echaremos mucho de menos sus amplios conocimientos en música, literatura y cine, su gran sentido del humor, sus anotaciones al margen siempre tan oportunas y, por sobre todo, la gran persona que era”.

Párvulos Intelectuales II

Más que miedo a una derrota militar le tienen miedo a pasar a la irrelevancia, a dejar de ser divas y a que el país se olvide de ellos

/ Juan Carlos Franco

Hablábamos en la columna anterior sobre cómo piensa y actúa la guerrilla colombiana, tanto Farc estalinista como ELN maoísta. No importa la diferencia, a los desdichados países que les han aplicado estas ideologías les han destruido la sociedad, la propiedad, las familias y han crecido el Estado hasta hacerlo dueño de todo. Incluyendo la libertad. Hablábamos de cómo sus concepciones del mundo no necesitan estar atadas a los hechos ni a la historia, solo cuando les conviene. La única realidad que cuenta es la que ellos inventan, hilando con destreza medias verdades.

¿Qué pasaría, entonces, si el proceso de paz llega a buen término? Es decir, si hay una firma y las armas no vuelven a usarse, las minas no se instalan y los atentados cesan. Los guerrilleros del monte no disparan, posiblemente se concentran y el ejército no los ataca. Y las milicias urbanas encuentran otro oficio. Puede ser que varios o muchos de sus comandantes ingresen a la política y busquen por fin alcanzar objetivos políticos por medios pacíficos. Y que sus tropas se vayan reintegrando a la sociedad civil.

¿Qué puede pensar un mando medio o alto de estos movimientos, acostumbrado a mandar de manera casi monárquica, si de un momento a otro se ve lanzado a la arena política? ¿Se someterá dócilmente a la democracia, que incluye el cumplimiento de unas reglas y una alta probabilidad de no ganar? ¿Será capaz de aceptar y asumir una derrota en las urnas? ¿Esperará otros cuatro años y tratará de hacer mejor la tarea para la próxima vez? Difícil. Eso no está en su ADN. Ellos no se meten a nada que no estén seguros de poder ganar. Si es por las buenas o por las malas, eso es secundario.

Como ellos conservarían un pie en el monte y otro en el pueblo o la ciudad, cualquiera de estas adversidades tan normales en la vida política, para ellos serviría como excusa perfecta para argumentar que el Estado los engañó y deben regresar a filas para continuar su heroica lucha.

Si algunos llegan al Congreso, tratarán de desmontar tratados de libre comercio, de renegociar la explotación petrolera con las multinacionales, de expropiar tierras, industrias y todo lo que puedan, de elevar al máximo los impuestos a “la burguesía” y de buscar alianzas con los países más cerrados y retrógrados del mundo. Bueno, y si en el Congreso no consiguen los votos suficientes para aplicar por las buenas semejantes ideas, si se dan cuenta de que no es tan sencillo, ¿qué van a hacer?

Todo eso que hoy estando afuera les suena tan fácil de hacer, estando adentro no lo lograrán. Y si eventualmente algo logran, pronto se verá que esas medidas solo traerán más ruina y pobreza para el campo y las ciudades colombianas. Pero ellos, que nunca pierden una, rápidamente encontrarán la manera de pasarle la culpa al otro. Párvulos intelectuales.

Por supuesto, todo lo anterior lo sabe cada uno de ellos pero lo guarda en el fondo de su rígido cerebro. Jamás reconocería, ni ante propios ni ante extraños, que su ideología sirve para destruir pero es completamente impracticable para sacar adelante un país moderno.

Por lo pronto, que siga adelante el Gobierno, que firme un tratado de paz. Con todas sus dificultades, alguien tenía que hacerlo algún día. Y que de pronto tengamos unos cuantos meses o años de relativa paz…

Y que después veamos desfilar de nuevo hacia el monte (o hacia la delincuencia, o hacia las Bacrim) a la mayoría de esos combatientes que por su infantilismo mental no serán capaces de interpretar la vida civil ni la política en Colombia. Porque más que miedo a una derrota militar le tienen miedo a pasar a la irrelevancia, a dejar de ser divas y a que el país se olvide de ellos.
opinion@vivirenelpoblado

La nueva sede de Telemedellín, ya tiene cara

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A un año de iniciar la construcción de la nueva sede del canal local, los bloques A y B de la edificación ya cuentan una historia

Vista superior desde la terraza

Por Catalina Peláez

La promesa de la Alcaldía de Medellín de convertir el antiguo vivero municipal en la nueva sede de Telemedellín, y que a su vez fuera un canal parque, al que llamaron Parque Gabriel García Márquez en homenaje al Nobel de literatura, se está cumpliendo. Hoy es posible ver en esos 28.800 metros cuadrados de lote, ubicado en el sector de Villa Carlota, una edificación de más de 4.000 mil metros cuadrados que se compone de dos bloques el A y el B. “Se puede ver que construimos sobre una huella natural que tenía el vivero; había unos claros en el bosque entonces los aprovechamos, por eso el edificio es como una serpiente”, cuenta Henry Horacio Chaves, gerente de Telemedellín. Desde el comienzo, cuando ni siquiera el canal existía en planos, estaba claro que la construcción se ubicaría en el costado norte del lote, aquel que menos árboles tenía. Al hacer el recorrido por la nueva sede, pueden verse en el bloque A los dos estudios de televisión, uno de 400 metros cuadrados y otro de 250 metros cuadrados, este último con una ventana que lo comunica con la sala de noticias. “Yo puedo decidir en cualquier momento, que el backing del estudio durante el noticiero sea la sala de noticias” cuenta el gerente. Tener dos estudios de producción le permitirá al canal hacer producciones una seguida de otra, así, por ejemplo, en el estudio de 250 metros podría en cualquier momento estar produciéndose el noticiero y empatar la programación con lo que se esté produciendo en el estudio de 400 metros. En este bloque, también se ven las salas de edición, de posproducción, el máster de emisión, los espacios para maquillaje, vestuario, camerino y utilería. Las generosas áreas de los estudios de televisión llaman la atención si se tienen en cuenta que el estudio con el que cuenta actualmente el canal, en su sede de Caribe, es de tan solo 90 metros cuadrados. Continuando con el recorrido, un amplio corredor comunica el bloque A con el B, en donde se ubicará la sede administrativa.


Construcción en medio de los árboles


Vista desde la terraza sentido Occidente – Oriente


El avance de obra es del 60 por ciento


Corredor interno que comunica el bloque A y el B

Más que un canal de televisión
“¿Se imagina una fábrica de comida, donde le dijeran que puede llegar a cualquier hora a ver como es que hacen las cosas? eso es lo que le vamos a decir a la gente, venga cuando quiera para que vea cómo se hace televisión”, dice entusiasmado Henry Horacio Chaves, quien también asegura que será el primer canal de América Latina en tener una visita guiada.


Estudio de producción de 400 metros cuadrados


Espacios de oficinas en el bloque B


Al fondo, edificios Ciudad del Río

La obra, que cumple con las especificaciones Leed: liderazgo de energía y diseño ambiental, va en un 60 por ciento de su fase constructiva. Una vez finalizada, se adecuarán ambos edificios tecnológicamente; la idea es que la segunda semana de octubre empiecen a trasladar algunos procesos a la nueva sede y en diciembre comenzar con las operaciones. Al finalizar el recorrido, Henry concluye con emoción: “Este es un lugar para hacer televisión pero que le va a entregar espacio publico a la ciudad”.

En la calle 10, de puertas para dentro

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Hoy, sobre la calle 10, entre el Éxito y el Parque de El Poblado, quedan cinco familias, tres de ellas de las más antiguas de la zona

“Cierras la puerta en la noche y no sientes nada, no se oyen los carros”, asegura Piedad

Por Catalina Peláez

Caminando por el costado sur de la calle 10, desde el Éxito hasta el Parque de El Poblado, nadie se imaginaría que hoy, en medio de semejante barullo, viven cinco familias en cinco casas que, a través de sus espacios cuentan una parte de la larga historia de El Poblado.

Nora Jaramillo
“Con la llegada del Éxito y el metro, El Poblado cambió cien por ciento”
Un viernes en la tarde, bastante bochornoso por cierto, visité la casa de Nora Jaramillo Restrepo. Al llegar, me recibieron ella y los campanazos de un reloj de pared de 1962 que me confirmaron que estábamos cumpliendo con la hora acordada para la cita: las tres de la tarde. “Vivimos en esta casa desde 1960, a mí me trajeron aquí de 12 años, entonces ya podés hacer la cuenta de cuántos tengo”, dice Nora, sonriendo. Recuerda, además, de manera vívida, que su papá, su mamá y sus tres hermanos menores se pasaron a esa casa el 27 de octubre de 1960, un miércoles, “al otro día mi hermano cumplía 10 años, nunca se me va a olvidar”, dice. “Hoy, aunque ya no están papá y mamá, sigue siendo la casa de abuelos”, expresa Nora, quien se reconoce a sí misma como la abuela, la tía, la hermana y “la todo”. Aunque a la casa llegaron en 1960, la historia familiar en esa vivienda se remonta a 1935, cuando su abuelo paterno la construyó para vivir ahí, hasta 1956 año en el que murió. En adelante, la casa estuvo alquilada hasta que su papá, Franciso Eladio Jaramillo decidió volver a ella y hasta el día de hoy la familia la conserva. Ahora, en la casa vive Nora y, algunos días, su hermano menor Sergio; sus otros dos hermanos se casaron y viven con sus familias en otras casas. “En El Poblado están sucediendo muchas cosas y, yo te digo, el progreso es muy bonito pero no nos metamos mentiras, con la llegada del Éxito y el metro, El Poblado cambió cien por ciento”, asegura Nora, quien agrega que sobre esa calle también vive otra de las familias más antiguas de la cuadra, los Posada Zea, a quienes no fue posible entrevistar.


Casa de Nora Jaramillo. Al fondo, reloj de pared de 1962

Corredor principal de la casa de Nora Jaramillo
“No nos vamos de acá porque uno siempre quiere lo suyo”
Algunos negocios más arriba de la casa de Nora, porque sobre la calle 10 ya no se cuentan viviendas sino locales, está la casa de la familia Uribe Echeverri. “Nosotros somos nueve hijos; mi papá y mi mamá ya fallecieron. Prácticamente todos nacimos aquí, excepto el mayor que nació en una casa de la calle 9. Somos cinco mujeres y cuatro hombres… todos estamos vivos, y aunque mis papás no estén, esta es la casa de los abuelos”, cuenta Susana Uribe Echeverri, quien junto a tres de sus hermanas conservan la casa que, según dice, puede tener más de 72 años y que fue levantada por su papá, un maestro de construcción. Haciendo la interminable lista de las familias que en otra época habitaron sobre la calle 10, los Saldarriaga, los Restrepo, los Penagos, los Orozco, los Montoya, etcétera, llega a la mente de Susana el recuerdo de la casa de don Víctor Restrepo: “El tradicional don Víctor, de El Poblado. Él traía los cuadernos de la Bedout, y todos tenían que ver con ese señor porque era el que nos surtía los útiles para la escuela”.
El apego de esta familia por su casa aflora en cada palabra utilizada para referirse a ella. “No nos vamos de acá porque uno siempre quiere lo suyo. Nosotros adoramos la casa. La pintamos, la cuidamos y tratamos de conservarla porque hasta el momento no se nos ha ocurrido pensar que la vamos a vender”, afirma Susana.


Casa de Nora Jaramillo

Como en otra dimensión
Desde 1993, Alberto Hugo Restrepo Saldarriaga vive con su hijo Santiago en otra de las viejas casonas de la calle 10. La puerta de entrada a la casa, pintada de blanco inmaculado, no dice nada, pero al cruzarla, recorrer unos cuantos metros y traspasar un segundo portal de entrada, se pasa a otra dimensión. El calor, el ruido, el polvo, los olores, la multitud y el desorden de la concurrida calle quedan atrás. Adentro, los sentidos se despiertan de tal manera que caminar por la casa se vuelve una experiencia absolutamente sensorial. Cuenta Alberto que cuando fue a comprar la casa, esta estaba casi en ruinas, hoy es difícil creerlo. “Antes de que yo comprara la casa, ya llevaba desocupada seis años; a mí me decían que el dueño no la vendía y que ni se me ocurriera ofrecer por ella”. Al final logró convencerlo y hoy no solo disfruta de la casa a la que le construyó un segundo piso, sino también de un gran estudio y un patio, su lugar favorito. “En este momento está florecida la orquídea y estas son yucas, que traje de una finca… ¡mire! ¡acá tengo nabos gigantes! Si no les cambio el agua se me van a podrir. Cuanta semilla vea por ahí me la traigo. Ahora que estuve en Europa me traje unas semillas de baobab y de secuoya, esta semana preparé el semillero porque estamos en menguante”, cuenta Alberto mientras recorre el jardín.


Alberto Hugo Restrepo


Estudio y oficina de Alberto Hugo Restrepo, situado junto al patio trasero


Estudio y oficina de Alberto Hugo Restrepo, situado junto al patio trasero


Casa de Alberto Hugo Restrepo. Al fondo, portal de entrada


Puerta de entrada al estudio de Alberto Hugo Restrepo

La casa de la esquina
En toda la esquina de la calle 10 con la carrera 43 C vive Piedad Helena Sosa López, en una antigua casa que también funciona como hotel, solo para colombianos. “Yo no recibo sino colombianos que trabajen o estudien, tengo dos muchachos estudiantes que son residentes del hotel, no me gusta hospedar a extranjeros porque vienen más que todo a tirar vicio al Parque Lleras y son muy complicados. Además, yo no sé inglés ni lo voy a aprender”. Piedad llegó a vivir a la casa en 1989, cuando junto a su esposo la compró. Tardó un año antes de que pudiera ser habitada porque, según dice, la casa estaba “caída”. Hoy, cada espacio de la casa, que con esmero ha cuidado Piedad, cuenta una historia de más de 60 años, y aunque siente que la 10 ya no es lo mismo ni para los pajaritos, asegura que de su casa no se va.


Corredor principal de la casa de Piedad Sosa


Ventana con vista al patio de la casa de Piedad Sosa


Cuenta Piedad Sosa que muchas de las antigüedades de su casa pertenecieron a sus abuelos


Sasa de Piedad Sosa


Sasa de Piedad Sosa

El nuevo aire de Buenos Aires

Tradición y nostalgia son dos palabras presentes en los antiguos habitantes del barrio Buenos Aires, aquel que le dio el nombre a la comuna 9, en el centroriente de Medellín.

Su poblamiento se inició hacia el año 1874 cuando uno de los primeros urbanizadores de la ciudad empezó a subastar lotes que hasta el momento eran potreros y guayabales. Sin embargo, la urbanización en forma empezó con el siglo 20 y se consolidó a mediados de este, alrededor de la calle 49 (Ayacucho), corredor que aún hoy marca su transformación. Sobre todo ahora, cuando el tranvía está próximo a volverla a recorrer. Buenos Aires, pues, arranca un nuevo ciclo.

El tranvía concentra actualmente la atención en la comuna 9 y genera sentimientos ambivalentes: orgullo y optimismo frente a las consecuencias positivas que tendrá en su área de influencia en cuanto a movilidad, seguridad y dinámica comercial, entre otros aspectos, pero también temor a los costos en términos de memoria, historia y paisaje urbano, por la destrucción de casas y lugares que no figuran como bienes de interés cultural, pero que poseen un inmenso valor para sus habitantes y para la misma arquitectura urbana. La mayor inquietud la genera la ola urbanizadora que, avivada por el tranvía, ya empezó a manifestarse e implica la demolición de viejas casas para dar paso a torres de apartamentos de veinte pisos o más.

Vale considerar las palabras del arquitecto Luis Fernando González, director de la Escuela del Hábitat de la Universidad Nacional, en su texto La transformación urbana de Medellín: el tranvía de Ayacucho: “El problema de la ciudad no es que se transforme sino cómo lo hace. Esa condición fundamental la cualifica o da al traste con ella, pues a la tristeza y las implicaciones históricas de lo que desaparece se suma, muchas de las veces, la pobreza de lo nuevo que se construye. Una acción que siendo una vez podría pasar desapercibida pero repetida con constancia multiplica la desmemoria y la fealdad urbana”.

De ahí que Planeación y las curadurías urbanas deban redoblar su cautela para dar licencias, para no ensombrecer el esplendor del tranvía y la simpatía que despierta. Así mismo, las autoridades locales deberán poner su ojos en otros sectores y vías de Buenos Aires, pues si bien Ayacucho quedará libre de tráfico, es apenas obvio que este se desviará hacía arterias aledañas, con su carga de ruido y contaminación. En últimas, y como lo advierte la sabiduría popular, se trata de no borrar con el codo lo que se hace con la mano.


Ubicación
La comuna 9 (Buenos Aires) está ubicada en la zona centroriental de Medellín. Limita por el norte con la comuna 8 (Villa Hermosa); por el oriente con el corregimiento de Santa Elena; por el sur con la comuna 14 (El Poblado) y por el occidente con la comuna 10 (La Candelaria). Extensión: 700,520 hectáreas.

Barrios
La comuna 9 está conformada por los barrios Juan Pablo II, Barrios de Jesús, Bomboná No. 2, Los Cerros – El Vergel, Alejandro Echavarría, Caicedo, Buenos Aires, Miraflores, Cataluña, La Milagrosa, Gerona, El Salvador, Loreto, Ocho de Marzo, Asomadera No. 1, Asomadera No. 2 y Asomadera No. 3. Sus habitantes también reconocen otros barrios como Brisas de Oriente, Los Caunces, Las Parcelas, Quinta Linda, Ávila y Medellín sin Tugurios, conocido como barrio Pablo Escobar.

Viviendas
De acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida Medellín 2013, Buenos Aires tiene 47.046 viviendas, la mayoría en estrato 3 (28.246); en estrato 2 hay 11.971; en el 4, 4.559; en el 1, 1.483; en el 5, 501, y en el 6, 286.

Población y edades
La misma Encuesta indica que en la comuna 9 habitan 136.154 personas, de las cuales 71.913 son mujeres y 64.241 son hombres. De 0 a 14 años hay 22.697 personas; de 15 a 24, 21.279; de 25 a 34 años, 21.415; de 35 a 44, 17.847; de 45 a 64, 39.388 y de 65 años o más, 13.528 personas.

Niveles de educación
Media: 38.871 personas • Primaria: 32.533 • Ninguno: 16. 816 • Preescolar:11.422 • Universitaria: 11.019 • Secundaria: 10.614 • Técnica: 7.641 • Tecnológica: 5.222 • Especialización: 1.541 • Maestría: 425 • Doctorado: 50

Seguridad
Según el Sistema para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2015 se registraron en la comuna 9 (Buenos Aires) siete homicidios, cuatro menos que en el mismo periodo de 2014, 12 menos que en igual lapso de 2013 y 18 menos que en 2012. En consonancia con esta reducción, los días sin homicidios entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2015 sumaron 175, cinco días más que el año anterior. En la comuna 9 hay 13 cuadrantes de Policía y 47 cámaras de videovigilancia instaladas.

Tatequieto al descontrol urbanístico

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Ausencia de autoridad, más artimañas de algunos constructores, más poca transparencia de una curaduría, resultado: grave afectación urbanística y 70 denuncias en Fiscalía
Por Fernando Cadavid

Las “agallas” de algunos constructores amenazaban con dejarle a El Poblado mayor densificación urbanística, problemas de legalidad, de convivencia ciudadana, de corrupción abierta y de poderes y mafias absolutas; además, escenarios legales absorbidos por la ilegalidad. La inquietante enumeración es del exedil del barrio Laureles, Carlos Ríos Puerta.

Edificio Oslo, uno de los
proyectos VIP en El Poblado
Álvaro Berdugo López, ex vicealcalde de Planeación y Gestión Territorial afirma, al respecto: “Encontramos una ciudad ocupada con muchos intereses económicos detrás de los urbanistas, en zonas como El Poblado. Específicamente encontramos casos aberrantes como el de personas que construían, a su decir, viviendas de interés prioritario, pero que hacían trampa: esto quiere decir que te vendían un coco vacío y cobraban por terminarlo y por los parqueaderos, para evadir los aportes a la ciudad. Eso se atacó de frente…”

Reparando en el proyecto Frontiere (ahora llamado La Frontera), líderes encabezados por Elisa Sánchez, presidenta de Corpoblado, establecieron hace unos cinco años, que había en el sector diez licencias similares para grandes proyectos, como uno de casi 1.800 apartamentos, del mismo constructor. Llevaron la inquietud a la alcaldía de entonces, porque también detectaron que las curadurías tenían culpa: una de ellas parecía trabajar “en manguala” con los edificadores, dice la señora Sánchez.

La actual Administración tomó cartas en el asunto: Álvaro Berdugo, entonces director de Planeación, precisa que gracias a una acción popular la dependencia pudo hacerse parte civil para enderezar la situación. Además, “se expidió un decreto que buscaba aumentar el número de parqueaderos de estos proyectos, para que el costo fuese casi que el real. Eso hacía que se acomoden las cosas”.

Otro impulsor de estos logros en Medellín fue el entonces edil del barrio Laureles, Carlos Ríos, quien por las vías jurídicas logró frenar 38 proyectos de falsas Viviendas de Interés Prioritario y Social VIP. Según sus cálculos, se construyeron en Medellín 1.346 proyectos (entre 15 y 20 mil viviendas).

Frontiere, proyecto VIP en El Poblado,
ahora llamado edificio La Frontera
Por fin, un doliente
De acuerdo con lo establecido en el Decreto 833 de 2015, el ejercicio de autoridad sobre la urbanización, la construcción y la ilegalidad en usos del suelo compete a la nueva Secretaría de Gestión y Control Territorial. Abarca el control a curadores urbanos, el recibo de obras y otros aspectos de vivienda segura.

En un documento producido para Vivir en El Poblado, el Departamento de Planeación expresó que “Esta Administración regularizó y controló de manera particular a las curadurías, con acciones como: revisión periódica y detallada de los trámites, verificando la radicación en legal y debida forma, de acuerdo con la norma nacional; consolidación de una base de datos unificada, con el fin de estandarizar la información entregada por las curadurías y ejercer un mayor control sobre las licencias otorgadas; informes periódicos de hallazgos en la función de control a las curadurías; reporte al Concejo de Medellín y a las entidades de control y emisión de circulares normativas para la interpretación de asuntos específicos, y precisar procedimientos en el licenciamiento”. Además, con el proyecto de ley denominado “Vivienda Segura” se pretende ejercer un mayor control a los curadores urbanos, a través de la Superintendencia de Notariado y Registro.

También precisa Planeación que “La Administración Municipal ha presentado aproximadamente 70 denuncias ante la Fiscalía General de la Nación por proyectos que presuntamente superaron el precio de venta para VIP”. Señala la importancia de que el ciudadano denuncie, pues como comprador obtiene información de primera mano sobre los precios de venta y las negociaciones de los constructores. Estas pruebas permiten presentar nuevas denuncias. Y advierte: “Quienes compran viviendas en este tipo de edificios, se hacen parte de una propiedad construida en forma irregular”.

Conviene recordar que, mediante circular 043 del 23 de enero de 2013, el Departamento Administrativo de Planeación puso fin a la proliferación de falsas VIP. Esto significa que no se han aprobado nuevos proyectos con las características que se venían desarrollando, es decir, torres de gran altura con altísimas densidades.

Para tipificar el control ejercido sobre estos proyectos se cita el caso de Poblado Bonito (2.925 viviendas y 293 parqueaderos), “en el cual se encontró que la licencia había perdido su vigencia, se informó a la curaduría para que negara un trámite de modificación que no era procedente, y finalmente con las acciones adelantadas no se construirá este proyecto VIP”, revela la Alcaldía.

Luis Guillermo Restrepo, vocero de la Curaduría Urbana Uno, aclara que el nuevo POT identificó sectores donde se puede promover esta figura; ahora es más clara la reglamentación por cuanto se especifican densidades y nuevos topes, según el sector. Agrega que últimamente se presentan pocos proyectos.

A su turno Ríos Puerta explica que “El espíritu de las VIP era bajar el déficit habitacional de los estratos 1, 2 y 3; eso no se cumplió, porque la figura VIP se convirtió en la principal mafia de Medellín. Porque era más rentable construir VIP que tener una plaza de vicio, que extorsionar, que el narcotráfico, por la simple razón de que la rentabilidad es más alta y tiene capacidad de lavado de activos”.

El afán

Si, como dice la cultura express, el tiempo es el comodity más valioso, o como lo dice la calle, “el tiempo es oro”, entonces el afán es la experiencia contemporánea de la carencia
/ Juan Sebastián Restrepo
Nacemos con el tiempo medido, sin tiempo, contra el tiempo. Desde la gestación hasta el parto nos controlan la velocidad. La infancia, por ejemplo, se la roba el afán. Padres sin tiempo meten a los niños en guarderías construidas para acelerar la vida con la estimulación temprana, la terapia ocupacional y toda clase de tecnologías para que los niños desarrollen las “competencias” necesarias para su edad. “Que el niño no se vaya a quedar atrás”. “Pero si se adelanta… pues mejor”, ¿para qué?, “pues ni idea”.

Se la terminan de robar esos generadores industriales de “competencias” llamados colegios. Y so pretexto de que es esencial para la supervivencia, al niño lo afanan y lo angustian en una experiencia escolar que ha terminado por parecerse al terrible mundo que nos inventamos los adultos. Clases, reuniones, extracurrilares, tareas, exámenes, pruebas de toda clase. Y el niño anda con afán, y llega a la casa con afán, y está con sus padres con afán. Ni decir que lo levantan con afán y le embuten un insípido cereal con afán. “Porque tenemos que verificar que el niño no esté atrasado, porque tenemos que darle a los padres la idea de que el niño está avanzando, y el producto está quedando bien terminado”.

Y ni qué decir de la pobre adolescencia. El folclórico Evo se lo atribuyó al pollo con hormonas –y no descarto que tenga algo de razón– pero yo creo más bien que los niños están obligados a crecer rápido. Y si quiere ver las consecuencias desastrosas del afán en los jóvenes, observe que no son capaces de seguir la coherencia de una conversación larga, que no entienden oraciones prolongadas, que se desesperan con cualquier espera, que su tolerancia a la frustración es muy inferior al 0. A mí me da mucha risa el lema juvenil de “vive el día” de los jóvenes, porque lo único que no viven es el día, porque ese carpe diem lo que expresa es la incapacidad del presente, la avidez enfermiza de un futuro inexistente: el afán.

Pero todo ese afán, esa ansiedad, ese futuro sin presente solo nos sirve para enrutarnos hacia una carrera cada vez más estrecha, ¡una carrera de ratas! No en vano usamos la palabra carrera tanto para la universidad como para el trabajo: “Estoy haciendo tal carrera”, “fulanito puede hacer carrera en tal empresa”. Y sí, el lenguaje no falla. El pobre pelao entra a la carrera y la carrera, ahora sí, nunca termina. Porque siempre estamos en deuda: de plata, de posgrados, de tareas. Y así se vive esta maldición contemporánea del afán.
Y una vez salimos al ruedo, sentimos los residuos de adrenalina los domingos en la tarde, pequeñas crisis de pánico nos atacan, las depresiones nos persiguen. Y los terapeutas no entienden que somos sobrevivientes, que vivimos una vida inhumana por afanada y que la ley que nos gobierna es la ansiedad y su correlato la indigestión.

Si, como dice la cultura express, el tiempo es el comodity más valioso, o como lo dice la calle, “el tiempo es oro”, entonces el afán es la experiencia contemporánea de la carencia. Los afanados son los verdaderos pobres del presente. Por eso, cada vez soy más abiertamente admirador de los tiempos del vago, y de esas pequeñas revoluciones de las personas que se mamaron de vivir arriadas.

El afán es una necesidad en nuestra época, pero también una decisión. Y saber distinguir entre ambas es el gran reto que tenemos. Lo es por dos razones fundamentales: la primera, bien importante, es que “no por mucho madrugar amanece más temprano” y la segunda, la más importante, es que el alma anda en burrito, y por eso todos los afanados son desalmados.
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Obra por Valorización de Castropol estará lista en octubre

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A pesar de las dificultades y del retraso en esta nueva vía, que conectará la carrera 37 A con la Avenida Las Palmas, algunos vecinos reconocen sus beneficios

Los trabajos sobre las redes de servicios públicos son complejas por el poco espacio

Por Luisa Martínez

Actualmente, en el barrio Castropol se construye una nueva obra por Valorización que se conoce como Prolongación de la carrera 37 A hasta la vía Las Palmas. Esta tendrá como propósito acceder directamente a Castropol desde Las Palmas y conectar el sector con la Avenida de El Poblado.

En el artículo “Quejas por obras viales en Castropol”, publicado el 6 de julio en vivirenelpoblado.com, algunos habitantes del sector expresaron quejas por la deficiencia en los senderos peatonales, por el polvo, el ruido, los trancones y los materiales de construcción que encontraban en la vía. Sin embargo, en un nuevo recorrido por la zona, otros vecinos dan miradas más optimistas y sienten el impacto normal que implica una construcción. Por ejemplo, para Rubiela Isaza, habitante de Altos de la Quince, la obra no ha sido ningún problema: “La verdad es que yo soy muy tranquila. Que la obra moleste es normal, pero yo veo que eso va muy adelantado y que va a quedar muy bueno. Voy a poder ir a pie a Carulla y vamos a tener nuevas entradas y salidas. Pero habrá que esperar a que lo terminen para uno ver bien (…)”. Otra mirada en ese sentido es la de Aura Salazar de Urrego, residente de la urbanización Providencia e integrante del comité ciudadano de obra: “Yo soy una persona muy positiva, entonces me parece normal. En las reuniones un equipo muy completo nos ha informado y veo que todo va muy bien… Sí se presentó algo de retraso por un terreno que no habían entregado, pero eso lo explicaron. Yo tengo la obra aquí al lado y no he tenido problema”, asegura. Además cuenta que desde la unidad residencial hicieron la solicitud de adecuar una zona verde y esta fue aceptada. A su vez, Consuelo Robledo, de Altos de Castropol expresa: “Es lógico que hay traumatismo en el tránsito de los vehículos y que el ruido mortifica, pero esos son cosas que van a beneficiar a toda la comunidad. Vi que ampliaron la calle y que hay más visibilidad para bajar por la 14A, porque antes era muy difícil girar a la izquierda”.


Empiezan labores de excavación cerca al mall Palms Avenue

Esta obra, que se inició en febrero de 2015, incluye dos tramos de ejecución en el corredor vial formado por la diagonal 40 A, la calle 15 A y la carrera 37A. Uno en el extremo sur, cerca al mall Palms Avenue y otro en el extremo norte, entre las calles 13 y 17. Tal como explica el equipo de Fonvalmed, en el sitio de la obra “hay unas labores iniciales que tienen el trabajo más largo y tedioso, y que más molesta a la comunidad, y son las canalizaciones de las redes”. Esa primera labor que inició en el costado oriental del extremo norte, implicó reemplazar una red de aguas lluvias de 25 pulgadas, para lo que llegaron a estar a más de cuatro metros de profundidad. Además esta vía en particular “era muy estrecha”, tenía 4,50 metros de ancho y con las nuevas ampliaciones quedará de 11 metros –7 m para la vía y 4 m para los andenes–. Esa condición implica que no se pueda trabajar en todos los tramos al mismo tiempo y que haya que “tapar y volver abrir”. Además, una retroexcavadora, una volqueta y un carro no caben al mismo tiempo y eso genera dificultades en el flujo vehicular. “Nos ha tocado cargar tres o cuatro paladas y dar paso, otra vez paladas y dar paso, por ambos extremos, con ayuda de controladores viales”, narra el ingeniero y director de la obra, Humberto Serna. Y aunque aún se presentan dificultades por el espacio, “esa parte la hemos superado”. Por las condiciones de la obra, también es complicado que los senderos peatonales tengan continuidad, sin embargo están señalizados, asegura Fonvalmed.


Adecuación de andenes y redes, frente a la unidad residencial Altos de la Quince

A la fecha la obra cuenta con un avance de ejecución del 34 por ciento. En el primer frente de trabajo se han repuesto redes de alcantarillado y telefonía, se complementó un muro sobre la unidad residencial Altos de la Quince y se construyó un nuevo andén en el costado occidental. Hace 15 días, comenzaron labores de excavación en el extremo norte, para hacer el lleno estructural y poner la base granulada, que es la obra principal para conectar con la vía Las Palmas.

El proyecto, ejecutado por el consorcio Prolongación 37 A (Vías S.A, 75 %, y Engico Ltda, 25 %) tenía un costo inicial de cerca de 6 mil 515 millones de pesos, al que se adicionaron 247 millones de pesos, por ajustes en el diseño de redes de telecomunicaciones y energía. Según Fonvalmed, el plazo de entrega de la obra, que estaba programada para julio de 2015, se ampliará hasta octubre “por el retraso en la entrega del lote en la zona más cercana a Las Palmas, cuya situación ya fue solucionada”.

Desapariciones

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La palabra desaparecido se ha convertido en la explicación de lo inexplicable
Cuando las mujeres no son el objeto directo de secuestros y desapariciones, son ellas –madres, esposas e hijas de los desaparecidos– las que se enfrentan a las dificultades sociales y económicas: dedicarse a reconstruir su vida, a cuidar de su familia y a padecer el trauma emocional de haber perdido un ser querido, todo dentro de un limbo paralizante de incertidumbre sobre el paradero de esa persona. Para ellas, la palabra desaparecido se ha convertido en la explicación de lo inexplicable.

Este es el drama para las familias de los más de 61,604 casos de desapariciones forzadas en Colombia, según Amnistía Internacional, durante más de 50 años de conflicto interno. Eso equivale al Estadio Atanasio Giradot lleno de personas, una vez y medio. La cifra es más difícil de digerir cuando se miran los números de las conocidas dictaduras de Pinochet en Chile o de Videla en Argentina, que si bien no duraron tantos años como ha durado nuestra tragedia, impactan con sus 3.065 y 30.000 víctimas que respectivamente agregan al conteo mundial de desaparecidos. 

Medellín sigue sumando a las cifras, pero el informe Medellín Cómo Vamos 2014 asegura que los índices han mejorado. “La Alcaldía de Medellín no reporta casos de desaparición forzada sino de tres tipologías de desaparición”, explica el texto y enumera los siguientes tipos: 1. Continúa desaparecido. 2. Apareció vivo. 3. Apareció muerto. En 2014 se registraron en la ciudad 651 casos de desapariciones, de los cuales 453 resultaron en que la persona apareció viva, 24 personas aparecieron muertas y 174 siguen desaparecidas. En 2013 las mismas tres tipologías se registraron así: de 658 casos, 400 personas aparecieron vivas, 36 personas aparecieron muertas y 222 siguieron desaparecidas. Según el informe, “el contraste de las series de homicidios y de continúa desaparecido no sustenta la afirmación de que conforme bajan los homicidios crecen las desapariciones forzadas (…) de hecho, a partir de 2012 se puede observar un descenso importante en la serie de continúa desaparecido”. Sin embargo, esos datos no son consuelo para un pasado tan fuerte como el de esta ciudad, pasado que aún no nos acercamos a comprender completamente. La próxima semana, por ejemplo, entre el 27 y el 29 de julio, a raíz de los testimonios de exparamilitares, arrancarán las labores de exhumación en La Escombrera (La Arenera), en la comuna 13, considerada como la fosa común en zona urbana más grande del país.

Esas noticias, esos hechos, esas cifras, esas caras de los desaparecidos, esas mujeres detrás de las fotografías, poco resuenan en la comuna 14. En el sector más privilegiado de Medellín se acostumbra la suma discreción ante la noticia de un secuestro, y una mínima expresión de compasión ante el reporte de desaparecidos en otros barrios. Pareciera que no hiciéramos parte de ese dolor, que la empatía no residiera en nuestros espacios.

Por eso resaltamos una buena oportunidad que surge en nuestra comuna para acercarse a las víctimas de estos crímenes, a través de la exposición Des Apariciones, de la fotógrafa Natalia Botero, en la Casa Teatro El Poblado. Allí también se realizarán los próximos talleres de memoria, el próximo 28 de julio y 25 de agosto. En ellos se producirán páginas colectivas de álbumes familiares que servirán como herramientas de sensibilización para todos los asistentes. Después de estar en la Casa Teatro El Poblado, la muestra irá al Salón de Nunca Más, en el municipio antioqueño de Granada, así como al stand que tendrá el Centro Nacional de Memoria Histórica, durante la Fiesta del Libro y la Cultura, en el mes de septiembre.

Ayacucho entre tranvías ( crónica de Saul Álvarez Lara )

Como Puente de Bocaná, Quebrada Arriba o El Cuchillón se conoció este sector del Valle de Aburrá que después,por sus aires diáfanos y situación privilegiada, se llamó Buenos Aires

 

“En Buenos Aires no hay parque”, me sorprende Eduardo Valencia, músico y antiguo habitante de este sector. La falta de un espacio verde y arborizado, como existe en otros barrios de la ciudad, me abrió las puertas de un mundo: el de la calle que desde sus primeros días fue puerta de entrada, polo de desarrollo, ruta de tranvías, inspiración de poetas y escritores, columna vertebral y también parque, a su manera. La calle Ayacucho se convirtió en personaje. Si hablara, cuántas historias contaría. Agreste e inesperada en sus primeros años; bulliciosa y plena de energía en el tránsito a la modernidad y, ahora, entrado el siglo 21 y en vísperas de que el tranvía la recorra de nuevo, es otra vez la calle joven, inesperada y excitante de la comuna 9.

 

Calle Ayacucho, sector Buenos Aires, en 1903. Fotografía Rodríguez (1889-1995). Cortesía Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto
Calle Ayacucho, sector Buenos Aires, en 1903. Fotografía Rodríguez (1889-1995). Cortesía Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto

Antes que Prado y Laureles, Buenos Aires fue el barrio por excelencia de Medellín. La calle Ayacucho, su eje, se hizo inevitable porque todo —alegrías, tristezas y bullicio— pasó por ella; sus vías afluentes hicieron las veces de parque donde la vida de barrio, con sus celebraciones, bazares y procesiones, transcurrió en el buen aire que se respiraba en sus alturas… “En lugar de andar ‘juniniando’, nosotros íbamos Ayacucho arriba y Ayacucho abajo”, recuerda Valencia.

 

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En 1919 don Tomás Carrasquilla escribió en su libro Medellín: “… se prolongó hacia arriba, obra de cuadra y media y todavía extramuros, la calle Ayacucho. Un ciudadano Rave levantó por ahí una venta con billares. ‘Buenos Aires’ rezaba su letrero enorme. ¡Y tú que lo dijiste! ¡Eso fue como un sortilegio ineludible! Vecinos y no vecinos acudieron. Quiénes, solar; quiénes, casa; éste, quinta; aquél, ventorro; arbolado del Municipio, iglesia los fieles, pronto cuajó aquello como por arte de encantamiento.

Paseo Buenos Aires en 1914. Fotografía de Benjamín De la Calle Muñoz (1869-1934). Cortesía Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto
Paseo Buenos Aires en 1914. Fotografía de Benjamín De la Calle Muñoz (1869-1934). Cortesía Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto

 

‘Buenos Aires’ por sus alturas y sus vistas, con su rambla y sus calles adyacentes y sus vertientes al Santa Elena; ‘Buenos Aires’ con su éter, su Gerona y su Basílica, será siempre, en este suelo andino, el paseo sin rival.

Otros camellones han surgido; muchos surgirán todavía; ¡pero tú Buenos Aires, hermoso y saludable, dominarás siempre, imponente y soberano…!”.

A mediados del siglo 19 el doctor Ignacio Uribe Mejía, dueño de las tierras conocidas hoy como Plazuela de San Ignacio, camino obligado hacia el Oriente, impedía el paso por sus predios. La gente debía seguir el cauce de la quebrada Santa Elena o atravesar la hacienda El Pantano, hoy Guayaquil, propiedad de don José Santamaría. Esa calle se llamó Pepe Santamaría; sin embargo, con la construcción del llamado “cementerio de los pobres”, en San Lorenzo, y el consecuente recorrido de los cortejos fúnebres, fue más conocida como Calle de la Amargura. Cuando los herederos del doctor Uribe Mejía autorizaron el paso, el camino, apenas apto para transitar a pie o en mula, se llamó Camellón de Ayacucho en honor a los patriotas que, bajo mando del general Antonio José de Sucre, vencieron en la batalla del mismo nombre. Cuando el Camellón pasó a llamarse Paseo de Ayacucho, permitió el paso de vehículos. El siglo 20 convirtió el Paseo en Calle Ayacucho y la modernidad con su nomenclatura la convirtió en Calle 49.

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Los enemigos de Carlos Coriolano Amador lo llamaban El burro de oro porque cada empresa que se le venía a la cabeza era un éxito que contribuía a aumentar su fortuna. Potentado excéntrico en una época en que la burguesía local tenía como faro la cultura europea, Coriolano Amador trajo a Medellín el primer automóvil, con conductor francés incluido; hizo instalar ascensor en su Palacio de la Plaza Berrío y mandó a fabricar, en Inglaterra, una réplica del portón en hierro forjado del Palacio de Buckingham para que sirviera de puerta de entrada de su finca Miraflores, en la parte alta del Paseo de Ayacucho, al inicio de la falda de Miraflores (hay quien asegura que Coriolano Amador compró el título de Marqués de Miraflores en la Corte española, por el nombre con el cual eran conocidas sus tierras). La réplica se hizo popular como La Puerta Inglesa. Años más tarde, en el mismo lugar nacería una doble vía arborizada y empinada como ninguna, conocida como Las Mellizas. Ayacucho, que entonces tenía diecinueve cuadras, subía desde la carrera Cundinamarca hasta La Puerta Inglesa, punto de referencia ineludible en la historia de la calle y del barrio.

 

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Desde 1874, Ayacucho fue la principal conexión con el centro del barrio y el oriente del departamento. Con la aparición del tranvía, la calle evolucionó. Cuando se inauguró su primer tramo, tirado por mulas desde la Plazuela de La Veracruz hasta el bosque de El Edén, hoy Jardín Botánico, y, luego, al extenderse por la Avenida Bolívar y la Calle Ayacucho, la expansión urbana tomó la dirección de Buenos Aires. En los primeros años del siglo 20 existían sobre el Paseo de Ayacucho algunas casas fincas y bosques concurridos por su belleza y buen clima. Fue por estos años cuando el señor Julián Rave abrió en Nariño con Ayacucho la tienda de abasto que llamó “Buenos Aires”, como cita don Tomás Carrasquilla, y de la que el barrio tomó el nombre. 

Calle Ayacucho, por donde en pocos meses rodará el tranvía. A la derecha, la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Foto Róbinson Henao, tomada el 14 de julio de 2015
Calle Ayacucho, por donde en pocos meses rodará el tranvía. A la derecha, la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Foto Róbinson Henao, tomada el 14 de julio de 2015

 

El tranvía subía hasta el lugar donde los habitantes de Quebrada Arriba y El Cuchillón solicitaron permiso para construir un templo. El arzobispo de entonces concedió el permiso pero con cuatro condiciones. “Primera: como quienes piden el templo dicen tener el terreno, que se haga la cesión con escritura. Segunda: que sea un lote con área suficiente para un templo grande. Tercera: que el párroco de la Catedral pueda participar en las decisiones. Cuarta: que las limosnas continúen y sean suficientes para la parroquia y para costear al capellán”.

 

De La Puerta Inglesa para arriba, la carretera de Santa Elena, donde se batieron récords y también se vivieron tragedias. Y de La Puerta Inglesa para abajo, Ayacucho, la calle donde los lugares y las gentes hicieron su historia.

 

En el año 1902, doña Mercedes Saldarriaga de Botero cedió el terreno y el diseño se encomendó al arquitecto Francisco Navech -el mismo que diseñó la célebre Casa Botero unos metros más abajo de la iglesia-, quien concibió un templo de estilo neogótico. Durante los años siguientes y hasta su terminación en 1931 los sacerdotes encargados de administrar la construcción pidieron limosnas en la plaza de mercado, dos días por semana, para terminar la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Buenos Aires. No se les ocurrió, como años más tarde en San Joaquín, que el templo lo podían construir con el producido de la venta de empanadas.

 

Inicio de las llamadas “Mellizas”, donde antes quedaba la Puerta Inglesa. Foto tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015
Inicio de las llamadas “Mellizas”, donde antes quedaba la Puerta Inglesa. Foto tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015

 

La demanda de vivienda aumentó, en general por gentes venidas del oriente de Antioquia, y el desarrollo de la ciudad se dirigió hacia la ladera de la montaña en forma rápida y desordenada. En 1921, cuando empezó a funcionar el tranvía eléctrico, el crecimiento se incrementó; para 1922 el tranvía, con doce coches a disposición del público, movilizaba a más de nueve mil personas cada día.

 

“… El tranvía aceleró la urbanización de las laderas, en especial Buenos Aires, Sucre, Villa Hermosa y Manrique, así como zonas más planas y remotas como Aranjuez y eventualmente Berlín, con lo que la ciudad adquirió el perfil alargado en dirección sur a norte que todavía hoy conserva…”, escribiría Jorge Orlando Melo en Espacio e Historia en Medellín en el año 1997.

Pero con el aumento de automóviles y buses de transporte público a gasolina, las operaciones del tranvía disminuyeron y la ruta de Aranjuez fue la última en prestar el servicio en 1951.

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Y Ayacucho cambió. Aunque en la nomenclatura oficial era la calle 49, para todos seguía siendo Ayacucho, la calle empinada que llegaba hasta La Puerta Inglesa, el lugar donde nacen Las Mellizas, paso obligado para ir a Rionegro. Por allí subían los buses de escalera, los paseos, las carreras de bicicletas, por allí iniciaba o terminaba la famosa “vuelta a oriente”. En las diecisiete curvas en subida desde Miraflores hasta el alto de Santa Elena, Ramón Hoyos Vallejo ganó en 1951 su primera carrera en una bicicleta destartalada. Nadie creyó, los jueces en la meta pensaron que los cronómetros se habían dañado. Ramón Hoyos subió al alto cinco minutos más rápido que Pedro Nel Gil, dueño del récord. 

Barrios El Salvador y La Milagrosa, de la comuna 9 (Buenos Aires). Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015.
Barrios El Salvador y La Milagrosa, de la comuna 9 (Buenos Aires). Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015.

De La Puerta Inglesa para arriba, seguía la carretera de Santa Elena, donde se batieron récords y también se vivieron tragedias como el derrumbe a la altura de Media Luna que sepultó a la mamá del campeón que dos años antes había pulverizado el tiempo en esa carretera de curvas empinadas. Y de La Puerta Inglesa para abajo, Ayacucho, la calle donde los lugares y las gentes hicieron su historia, aparecieron y desaparecieron y volvieron a aparecer.

 

Panorámica del barrio Buenos Aires, en Medellín, tomada por Gonzalo Escovar en 192(?). Cortesía Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto
Panorámica del barrio Buenos Aires, en Medellín, tomada por Gonzalo Escovar en 192(?). Cortesía Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto

Las calles narran las ciudades y sus habitantes narran las calles. A pesar de los trabajos de construcción del nuevo tranvía que volteó patasarriba la Ayacucho de hoy, Juan Alberto Gaviria y Eduardo Valencia, mis anfitriones en la comuna 9, la recorren con los recuerdos a flor de piel. Subimos desde Girardot rumbo a Las Mellizas y a medida que avanzamos la historia hace presencia. Un día de 1953, el mismo año de la doble tragedia de Media Luna, el señor Rafael Flórez —propietario de una casa que fue orfelinato y luego plaza de mercado sobre la calle 50, Colombia, entre Berrío y Giraldo, a una cuadra de Ayacucho—, decidió donar el terreno a las Empresas Varias para construir allí una plaza de verdad. El nuevo sitio se convirtió en la Placita de Flórez, en honor al donante. Muchos creyeron y creen aún que el nombre tiene origen en la cercanía con Santa Elena y sus flores. “… Aquí en la Placita de Flórez —dice Luis Rodrigo, un hombre colorado como la gente de tierra fría, que hace treinta y cinco años atiende un puesto que heredó de su papá— se encuentran las más bellas flores de Santa Elena y San Cristóbal y se come la mejor arepa de chócolo de los alrededores…”.

 

El Granero Imperio, lugar tradicional en Buenos Aires. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015
El Granero Imperio, lugar tradicional en Buenos Aires. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015

 

Frente a la Casa Botero, que algunos llaman palacio, otros castillo y fue una clínica, mis guías se preocupan por su futuro incierto. Pocos pasos más arriba, por la misma acera y bordeando un muro de piedra que recuerda el de Las Lamentaciones, encontramos la iglesia del Sagrado Corazón. Dos años antes de su inauguración fueron instalados los catorce pasos del viacrucis que pintó el artista belga Georges Brasseur en 1926. No se sabe cómo logró terminarlos pues no le gustaba Colombia y no veía la hora de dejar el país. Diagonal a la iglesia, quedaba la farmacia Santa Elena, de don Alberto Gaviria Vélez, donde acudía gente hasta de la América para que les aplicaran inyecciones intravenosas; la farmacia era, además, punto de encuentro de los campesinos ricos del oriente en su paso hacia Medellín. Allí paraban a conversar, a solucionar la situación del país o a recordar.

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La esquina de Uribe Ángel con Ayacucho es el centro de los acontecimientos para los habitantes del barrio. El bar de Pompilio, a mitad de camino entre Girardot y La Puerta Inglesa, es parada obligada desde hace casi siete décadas. Aunque Pompilio murió hace quince años, sus hijos heredaron el bar y hace algunos meses lo cedieron a Fernando, un hombre de voz ronca que piensa que el nuevo tranvía traerá grandes beneficios. A pesar del tiempo, el bar sigue igual. Solo el mostrador, que antes estaba sobre un costado, ahora se encuentra al fondo del local, y el letrero en la fachada, repintado, parece nuevo. La música a toda hora y desde siempre es la misma: Gardel, Daniel Santos, Felipe Pirela, Alci Acosta, Julio Jaramillo, Nino Bravo. 

El bar Pompilio (en Ayacucho), lugar tradicional en Buenos Aires. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015
El bar Pompilio (en Ayacucho), lugar tradicional en Buenos Aires. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015

Al frente del bar de Pompilio, en el costado sur de Ayacucho, está la panadería Buenos Aires, famosa por los hojaldres. Y de allí hasta La Puerta Inglesa, en el tramo menos empinado de la calle, donde estaban el Jardín Clarita y el bar Astral, no queda nada; las fachadas, las mesas de billar y los selladeros del 5 y 6 y del Totogol, desaparecieron. En lo que fue la casa de don Efe Gómez, donde su viuda vivió después de la muerte del maestro, hay un parqueadero. Don Efe no vivió en esa casa pero siempre tuvo un apego especial por Buenos Aires. El personaje de su cuento El paisano Álvarez Gaviria nació en cercanías del puente de La Toma, que une a Buenos Aires con Enciso, y como coincidencia última, don Efe murió en 1938 en la carrera Córdoba a una cuadra de Ayacucho, donde vivió sus últimos años.

 

Bar Sol de Oriente, lugar tradicional en Buenos Aires. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015
Bar Sol de Oriente, lugar tradicional en Buenos Aires. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015
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Estamos en verano, el sol inclemente no permite sombras. Por los trabajos del nuevo tranvía, escasean los aleros o espacios para evadir el sol; la calle, congestionada por la maquinaria y los trabajadores, no es como aquella donde Juan Alberto y Eduardo pasaron su niñez, su juventud y buena parte de sus vidas. Sin embargo la memoria fluye. Recuerdan las fachadas de las casas de antes, quiénes vivían aquí y quiénes más allá. Frente a la casa de Efe Gómez vivía don Alfonso Montoya, especialista en mecanismos monumentales y reparador de relojes de iglesia; y más arriba estaba la casa de doña Rosa, donde ensayaban “Los Jupers”, uno de los grupos de música gogó y yeyé del barrio. Por la otra acera estaba la tienda de Marcos y más arriba, antes de llegar al bar Sol de Oriente (en la esquina con Alemania), donde también había billares, quedaba la barbería de Horacio Castaño, quien para señalar que estaba abierto sacaba un sinsonte a la puerta. Todo el barrio pasó por la barbería de Horacio. Los lunes cerraba a las doce, pasaba la tarde con los amigos en el Jardín Clarita, entonces el sinsonte desaparecía de su puerta. José Rubén Orozco, otro barbero, más conocido como Lindbergh por ser el nombre de moda al momento de nacer —recién había desaparecido el hijo del célebre aviador— , asegura que “un buen barbero le lleva la corriente a los clientes: es liberal, conservador, comunista, ateo, católico, protestante. Es lo que sus clientes sean…”. Desde hace sesenta años (tiene ochenta), Lindbergh es barbero en Buenos Aires: “Nosotros sí motilábamos bien —dice—, ahora hay un salón cada diez metros y la moda es el trasquilado. Éramos cuatro los barberos del barrio: Horacio Castaño, Elías Agudelo, Raúl Henao y yo… pero ellos ya murieron”.

 

En el cruce de Suiza con Ayacucho empiezan Las Mellizas. En lugar de La Puerta Inglesa hay una estación de gasolina y al otro lado de la doble calzada está el mercado Puerta Inglesa. En 1946, allí terminaba el recorrido del tranvía. El nuevo tranvía de Ayacucho volteará a la izquierda en la esquina de Suiza y seguirá hacia Miraflores y Oriente, estaciones del metrocable más arriba…

 

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… Carlos Coriolano Amador murió el 13 de octubre de 1919 y su fortuna se repartió entre los herederos. La Puerta Inglesa, o una copia, fue a parar a Loyola, la casa de ejercicios de los Jesuitas. La parcelación de la finca Miraflores dio lugar a los barrios de Las Mellizas para arriba: el Alejandro Echavarría para trabajadores de Coltejer; el Vergel y Cataluña, antes mangas donde se jugaba fútbol; por allí quedaba el Club del Comercio y más tarde, en las mismas instalaciones, el Templo de Regina Once; La Asomadera, tres barrios llamados igual; los Barrios de Jesús y también Gerona, La Milagrosa y Loreto. La calle 45, Cuchillón, un eje de estos barrios, subía hasta El Cambray, bar de camajanes y malevos. Pero fue en Miraflores y Restrepo donde tuvieron asiento mansiones, algunas de las cuales se conservan; por allí, entre calles empinadas y caserones de otros tiempos vivieron los Sierra, los Mejía, los Saldarriaga, los Noreña, los Jaramillo, los Gaviria y, más arriba del Consulado de Suiza, los Delgado.

 

 

Barrio El Salvador. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015
Barrio El Salvador. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015

La casa de los Gaviria, en el barrio Restrepo, era el punto de encuentro. Como un recuerdo imborrable, Juan Alberto y Eduardo hablan de “El helechal” un espacio entre helechos en la casa de los Gaviria, donde se hacían todas las celebraciones, fiestas de cumpleaños, grados, empanadas bailables y compromisos; allí surgieron amistades que hoy perduran y se consolidaron vocaciones musicales interminables. Recuerda Eduardo Valencia que había noches en que se reunían allí hasta veinte guitarras y a cada una se le adjudicaba un turno para ejecutar su música. Casi siempre terminaban como una estudiantina interpretando música colombiana o, con el tiempo, las baladas yeyé y gogó de moda…

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… No se puede decir que Eduardo Valencia se hizo músico en El helechal… o quizá sí; allí cultivó compañeros musicales con los que recorrió las calles de Buenos Aires y los barrios aledaños, o incluso los del otro lado del río, llevando serenatas a las muchachas bonitas. Eduardo Valencia nació y vivió en Buenos Aires, en el cruce llamado “cuatro esquinas”, que en realidad son siete, donde desembocan las vías El Salvador, Cuchillón, Bomboná, Nariño, el Callejón de la Palencia y la vía hacía La Milagrosa por la manga del Mosco, donde llegaban los circos. Eduardo dice que su pasión por la música comenzó cuando iba a la casa donde ensayaba la Banda Municipal —en cuatro esquinas—, después la Banda Sinfónica mientras él escuchaba por las ventanas. Pero su vocación comenzó en forma cuando su papá le regaló una guitarra. La primera canción que aprendió fue Pueblito Viejo. Después, con Jorge Cardona y Raúl Ramírez conformó el Trío Quitasueño y empezaron a dar serenatas. “Nos aprendimos los boleros de Los Panchos y de Los Tres Reyes y dábamos las serenatas a pie porque en esos años 60 no había plata para el taxi y nadie tenía carro. A veces las muchachas salían a la ventana y cuando no salían metíamos la tarjeta por debajo de la puerta hasta la mitad, cuando la jalaban sabíamos que estaban despiertas. Muchas veces, de regreso para Buenos Aires, pasábamos por el puente de La Toma y nos encontrábamos con los camajanes.
 
 
Calle Ayacucho. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015
Calle Ayacucho. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015

Eran unos bacanes, nos invitaban a un trago y nosotros cantábamos una o dos canciones. Nunca nos pasó nada, había noches que íbamos hasta Enciso y volvíamos a las dos o tres de la mañana. Otros días, al final de la noche, nos encontrábamos con los demás grupos que también venían de dar serenatas y nos juntábamos a cantar.”

Estamos en verano, el sol inclemente no permite sombras. Por los trabajos del nuevo tranvía,escasean los aleros o espacios para evadir el sol

Y así, poco a poco, descubro la memoria asombrosa de Eduardo para los lugares y los nombres de quienes vivieron en el barrio durante aquellos años felices. En la calle Honduras, detrás de la iglesia, vivían los Macías, los González, los Lotero y los Aristizábal que enseñaban a manejar carro. En la misma calle, las Tortas Doña Teresa en el primer piso, y en el segundo Gustavo Quintero, el vocalista de Los Graduados, quien cantaba la misa en latín. Y los Domínguez, también músicos; los Ramírez, los Díaz, los González, los Villegas, los Soto, las Eusse, los Álvarez —dos hermanos músicos y famosos—, los Cardona, los Ochoa, los Arango, los Ossa, los Cañas, los Ríos; los Uribe, que vivieron cerca de cuatro esquinas; los Vieco —en Bélgica con Pichincha—; los Palacio, los Serrate, los Toro. La lista es larga… Hugo Macías, Norman Bravo y Fausto, voces inolvidables; Los Black Stars, Los Médicos, Los Hispanos, Los Cardenales, Los Golden Boys, Los Allegro, Los Éxitos y los Echeverri, pioneros del perifoneo en Medellín. Músicos por todas partes.

Cuando no se encontraban en el bar de Pompilio, se encontraban en el Buenaventura o donde Ismael, el del Granero Imperio, en la calle Honduras, el mismo que conservó un vale dejado por unos vecinos, estudiantes y sin plata, hasta que volvieron veinte años después a cancelar la deuda.

 

Placita de Flórez. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015
Placita de Flórez. Fotografía tomada por Róbinson Henao el 14 de julio de 2015

 

Y, de repente, todo se acabó. Entre los 70 y los 80, con la llegada de la cultura mafiosa, barras de amigos desaparecieron. Algunos vecinos, conocidos, compañeros, hijos de familias del barrio se metieron en “la pomada” y se volvieron choferes, guardaespaldas, capos o mulas del narcotráfico. La plata fácil apareció con las motos ruidosas, los carros deslumbrantes, los desconocidos. A unos los mataron, a otros los encanaron… y Buenos Aires cambió.

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Hoy, más de sesenta años después de haberse ido, vuelve el tranvía. Son sesenta años de historias imposibles de narrar en estas páginas. El tranvía será un revivir para la calle Ayacucho y la comuna 9 donde sus habitantes esperan los buenos aires que desde septiembre soplarán con él. 


 


El cronista

Saul Álvarez Lara

Nació en Bogotá y reside en Medellín. Es escritor, editor, pintor, ilustrador y diseñador. Estudió Pintura Monumental en La Cambre, en Bruselas (Bélgica).

Entre sus obras publicadas están los libros de cuentos Recuentos (primer premio del Concurso de la Cámara de Comercio de Medellín en 2001), El teatro leve, El sótano del cielo, y las novelas La silla del otro y ¡Otra vez!

También es autor de Las musas del teatro leve, publicación digital de BCN Base de Barcelona, y de Tres cuadernos: 1. Testigos urbanos. 2. Pasajeros de bus. 3. Signos de ciudad (ficciones y fotografías).

En 2014 presentó en la Galería Banasta, en el Complex de Llanogrande, Sensibilidad nómada. Lo inesperado va por mi cuenta, exposición de ficciones y fotografías.

Esto piensan de su barrio

Entre la nostalgia por los tiempos idos y la expectativa por los cambios que se avecinan, habitantes antiguos o actuales de la comuna 9 opinan sobre este sector del centroriente de Medellín
 
Eduardo Valencia. Fotografía tomada por Róbinson Henao

Eduardo Valencia
Músico. Vivió en el barrio Buenos Aires. “Buenos Aires va a tener un cambio muy bueno, lo que pasa es que como por ahí vivían tantas familias de tradición y algunas todavía habitan allí, no captan las ventajas de la transformación. Les parece aburrido por las obras pero apenas las terminen y empiece a funcionar el tranvía, van a ver que que le va a dar una inyección de vida al barrio y lo va a mejorar. La movilidad va a ser mejor porque Ayacucho se había saturado, era la arteria principal y pasaban toda clase de vehículos, desde motos hasta volquetas y jaulas. El ruido se ha mermado en un 80 por ciento; ya no pasan ni van a volver a pasar vehículos, y como el tranvía va a ser eléctrico, esto será una maravilla. La gente lo va a ir aceptando. Como el metro, el tranvía también va a ser una solución, más cuando terminen los dos cables.

La mayoría de familias tradicionales que vivían en Buenos Aires cuando yo estaba niño (años 60) se fue a otros barrios. Influyó la violencia de la mafia porque, al igual que otros sectores, Buenos Aires se fue llenando de grupos de sicariato, se deterioró y la gente empezó a irse. A unos bares que había en esa época empezaron a entrar los mafiosos y ya uno no se arrimaba, pues se veía el ambiente caliente. Nos tocó ver cómo se torcieron personas de buenas familias. ¿Qué caracterizaba al Buenos Aires de los años 60? Era muy amigable, demasiado sano, todas las familias se conocían…”.



Carolina Restrepo. Fotografía tomada por Karin Richter

Carolina Restrepo
Contadora. Vive en La Milagrosa y trabaja en El Poblado. “Mi niñez la pasé en La Milagrosa, de los 15 a los 20 viví en Buenos Aires y luego volví a La Milagrosa. Este sector me ha gustado muchísimo, y aunque tiene problemas como todos los barrios, nunca he sido víctima de robos ni actos violentos. Es muy tranquilo, a pesar de que hay barrios aledaños que tienen muchos conflictos. Me gusta, además, que es muy cercano al Centro, en un bus se llega en cinco minutos. Hay muchas cosas a la mano: la Placita de Flórez, supermercados, bancos…

La comuna ha cambiado mucho desde que yo era niña, y con el tranvía el vuelco es total. El servicio de transporte también ha cambiado, es mucho mejor ahora cuando lo cubre el metroplús; antes eran buses viejos que iban a mil, y ya no. Los trabajos del tranvía están quedando espectaculares, Ayacucho se ve gigante, superamplia, bonita y están arreglando los frentes de las casas.

Pienso que a Buenos Aires le hace falta más Policía, más presencia de las autoridades. En Buenos Aires como tal, tampoco hay parque, como sí hay en otros barrios de la misma comuna, por ejemplo en La Milagrosa, lleno de árboles gigantes y lugares para sentarse. Incluso la iglesia de Buenos Aires esta sola, sin zonas verdes”.



Álvaro Perez. Fotografía tomada por Karin Richter

Álvaro Perez
Periodista. Habita en Miraflores y trabaja en El Poblado. “Miraflores es un barrio tranquilo, donde reside mucha gente adulta, muy buen vividero. La comuna 9 tiene una centralidad muy marcada en el barrio Buenos Aires, sobre todo ahora con las obras del tranvía de Ayacucho, las cuales han potenciado su vocación comercial. Están apareciendo muchos negocios nuevos a lo largo de la 49 (Ayacucho), que se combinan con los usos residenciales del suelo y algunos servicios en los costados. Pero todavía es un sector residencial. Uno se interna por las manzanas del barrio y sigue encontrando casas de familia, con una tendencia incipiente a la construcción en altura.

Es una comuna con muchas condiciones favorables por la cercanía que tiene con el Centro, y esa accesibilidad impulsa al comercio y a la gente. Igual, la 49 fue durante muchos años el lugar de tránsito obligado para salir de Medellín hacia el oriente. Ahí hay una potencialidad dormida porque, aunque la vía está en malas condiciones y tiene fallas geológicas, todavía es una alternativa para conectar al Centro con el oriente, donde hay sitios tan estratégicos como el aeropuerto, zonas francas y demás.

Desde que lo conozco, hace 17 años, Buenos Aires se ha transformado mucho. Ayacucho era una calle de circulación de automóviles —con el tranvía nunca más van a circular—, de muchas ventas ambulantes, muy movida, y eso por el momento está en stand by. Es la intervención urbanística que ha generado un impacto más fuerte porque cambia las dinámicas del barrio”.



Horacio Arango. Fotografía tomada por Róbinson Henao

Horacio Arango
Asesor de la Secretaría de Educación de Antioquia. “Viví en Buenos Aires toda mi infancia, del 55 al 65. Era un barrio de clase media, sano, muy tranquilo, alegre, de gente muy trabajadora, casi toda proveniente del oriente de Antioquia. Era encantador para jugar, en todas las calles había partidos de fútbol, carreras; los niños teníamos que hacer los juegos, globos y trompos, manualmente. Los paseos en diciembre eran ir arriba de la Santa Elena a conseguir las varillas para hacer las cometas; caminábamos mucho, íbamos a la Placita de Flórez a comprar las frutas. La gente se congregaba alrededor de la Semana Santa. El padre Fernando Gómez hacía unas semanas santas muy pomposas, con muy buenos músicos, como la familia Paniagua, que todavía existe. También íbamos a cine. En el barrio había tres teatros, el Colombia, el Buenos Aires y el Ayacucho y a veces bajábamos al Teatro Junín, antes de que lo tumbaran. En las vacaciones caminábamos por todas esas mangas. La zona de Las Mellizas era de casas fincas muy lujosas.

Todo Ayacucho hacia arriba, hasta el bar Sol de Oriente, era un barrio de tango. La gente jugaba muy bien al billar y cantaba bastante. Había un bar que se llamaba el Jardín Clarita, donde viernes y sábado iban las señoritas, las mamás y había venta de empanadas, cervezas y cantantes muy buenos, como Óscar Gaviria —de Los Médicos—, Fausto y Gustavo Quintero. Se oía música en todas partes y la gente iba a pie hasta el estadio para ver al Medellín y al Nacional. Cuando se fue complicando la vida en Medellín, en los 70, empezaron los problemas de los muchachos con las drogas, los atracos, el desempleo, los jóvenes no pasaban a la universidad, Buenos Aires cambió, se fue llenando de bares y se fue perdiendo la idea de zona residencial. Al barrio se lo consumió la otra sociedad, la del vicio, el trago, el rebusque. Yo voy ahora allá y no conozco, ya se perdió el encanto de lo que uno llama ‘el barrio’”.



Juan Alberto Gaviria. Fotografía tomada por Róbinson Henao

Juan Alberto Gaviria
Director Galería de Arte Colombo Americano. “Con la construcción del tranvía se está haciendo una obra magistral en cuanto a recuperación de lo que queda de patrimonio y de un barrio que fue muy tradicional pero que por motivo de ese progreso agresivo, se perdió por muchas décadas. Hasta mediados de los 80 todavía tenía una estructura muy de barrio y luego se abandonó por todos los conflictos de violencia. Las oficinas de urbanismo deben ser muy cautelosas y estrictas para dar licencias de construcción, pues se están demoliendo las casas, cuadras con solares, por estar construyendo unas torres absolutamente absurdas dentro de una estructura patrimonial. No hay control de nada y a uno le da nostalgia. Por ejemplo en La Milagrosa, todos estos urbanistas agresivos compran todos los solares subiendo por la 45 y por Ayacucho y hacen unas torres deshumanizantes.

Buenos Aires está en recuperación y esa es de las cosas importantes que se siente al volver a caminar por Ayacucho, el proceso de educar a la comunidad con el tranvía; educar es hacer comunidad, es algo muy novedoso.

El Buenos Aires que viví de niño significa los tiempos felices, los tiempos de oro de mi familia, como hijo del farmaceuta Alberto Gaviria. La farmacia Santa Elena quedaba diagonal a la iglesia de Buenos Aires. Conocían a mi papá en todo el barrio y venían hasta de La América. Recuerdo que yendo al atrio de la iglesia, los señores jubilados se reunían a hablar y los campesinos le contaban a uno en la banca de la farmacia cómo traían la mercancía desde Marinilla y cómo trabajaban en época de luna llena toda la noche.

Era un barrio al que llegaba gente del oriente a vivir en las casonas y uno podía moverse por todas las calles con mucha seguridad. Disfrutábamos mucho de las semanas santas y del patrimonio de la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, donde hay unas pinturas al óleo de un artista belga que son exquisitas…”.



Ricardo Montoya. Fotografía tomada por Róbinson Henao

Ricardo Montoya
Jubilado. “Aún vivo en la casa de mis abuelos, que fue construida en 1896 y tuvo un costo de 800 pesos. Queda en Ayacucho, que cuando eso se llamaba la vía a Rionegro, a una cuadra y media de la iglesia. Este fue un sitio muy tranquilo y por eso se llama Buenos Aires, el mejor vividero que había en Medellín. Con el tiempo, el progreso y la urbanización que ha habido con el cambio de uso de las casas, prácticamente toda la vía es comercio. Solo mi casa y otra que está al frente no tienen local, se conservan tal cual. En esa época (mediados del siglo 20) casi todas estas casas tenían corredor. Cuando a Ayacucho la ampliaron, los corredores desaparecieron pero uno podía montar en bicicleta, jugar fútbol. Era una vida muy diferente a la de ahora. Tal vez es mejor para las nuevas generaciones pero muy mala para las anteriores. Uno salía en esa época a las mangas y guayabales que había por el oriente, por donde queda el barrio Loyola.

Vivir en Buenos Aires es muy bueno por la cercanía al Centro, aunque aquí se consigue de todo. En cuanto a tranquilidad, nos desvelan mucho las fiestas que hacen en los bares. En las cuatro cuadras de la carrera 33 a la bomba hay 22 bares. Inclusive enseguida tenemos una casa que empezó con una licorera, después con un barcito y ahora es una discoteca. Me ha anclado aquí el arraigo familiar, pero tuve que cambiar mi sitio de habitación —la segunda alcoba que había de la calle hacia adentro— e irme a la última pieza, en el solar de la casa, para no sentir la bulla. El tranvía va a mejorar la zona comercialmente, va a disminuir la contaminación, y la seguridad puede mejorar porque va a haber más gente”.

Ficme llega a su IV edición

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La temporada de cine de corta duración se extenderá hasta el domingo 19, con Francia como país invitado

La cinemateca de la Biblioteca EPM fue escenario de la inauguración del Festival Internacional de Cortos de Medellín, Ficme, evento que cada año es organizado por la Biblioteca EPM y la Corporación Cinefilia.

En esta, su cuarta versión, el Ficme cuenta con una selección oficial de 29 cortometrajes en competencia. De esa cifra, dieciocho pertenecen a la ficción, mientras que los once restantes son documentales.

Del jurado hace parte el director y guionista colombiano Carlos César Arbeláez, cuya filmografía incluye títulos como Eso que llaman amor (2015), Los colores de la montaña (2011), La Serenata (2008) y Negro profundo, historias de mineros (2002).

Junto a Arbeláez, los encargados de dar el veredicto son Orlando Mora, quien es crítico de cine y programador del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, y Juan Carlos González, editor de la Revista Kinetoscopio, publicación especializada en crítica cinematográfica.


El Ficme fue uno de los proyectos ganadores de apoyos concertados en la Convocatoria Pública 2015: Arte y Cultura para la Vida, organizada por la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín

Gracias al Festival Internacional de Cortos de Medellín, los aficionados al séptimo arte podrán asistir, durante todo el fin de semana, a la proyección de cortometrajes de excelente factura, en diferentes sitios estratégicos de la ciudad.

Los espacios elegidos por los organizadores son la Biblioteca EPM, el Parque de Los Deseos, el Teatro Lido, el Cine Andariego de la Biblioteca Pública Piloto y la Alianza Francesa de Medellín.

Los invitados
Para la presente edición, los organizadores eligieron a Francia como país invitado. Además, este año el Festival contará con la presencia de Rubén Mendoza, director y guionista de producciones como Memorias del calavero (2014), Tierra en la lengua (2014) y La sociedad del semáforo (2010); quien impartió, el miércoles 15 de julio, un seminario de dirección cinematográfica.

Por su parte, Adriana Bernal, quien fue directora de fotografía del largometraje El ángel del acordeón (2008) y del documental Cantamos para no morir (2007), dicta un taller de fotografía el jueves 16 de julio.

El viernes 17 de julio, el turno es para Oscar Campo, uno de los documentalistas más reconocidos del país, gracias a producciones como Garras de oro: Mudo testigo de una injusticia (2009), Noticias de guerra en Colombia (2002), Retratos tras las rejas (1989), La casa de las penas (1988) y Pacífico negro (1988). Campo será el encargado de dictar una clase magistral sobre el documental.

El director del Festival de Cortos de Bogotá, Bogotshorts, Jaime E. Manrique, quien además es fundador y director de Laboratorios Black Velvet, participará como invitado en el llamado Encuentro de Festivales, que reunirá a los directores de varias muestras cinematográficas del ámbito nacional.

También Pedro Adrián Zuluaga, periodista, curador de festivales y crítico de cine estará presente en el Ficme.
La programación del evento incluye una muestra con más de treinta cortometrajes, incluyendo los primeros proyectos de algunos de los grandes directores del cine, así como producciones para el público infantil y juvenil. Encuéntrela en www.grupo-epm.com

La invasión

Tuve el privilegio de vivir varios años en Bélgica y jamás podré olvidar los aromas callejeros de sus waffles, hoy famosos en el mundo entero
/ Julián Estrada
No se trata de una película. Voy a referirme al proceso de aceptación que han tenido en nuestra ciudad los legendarios waffles. Seguramente para los niños y los jóvenes de clase media y alta, este amasijo de origen anglosajón, es para ellos algo tan común como la arepa; sin embargo, con permiso de los historiadores de nuestra vida cotidiana, me atreveré a relatar aquello que considero “los orígenes del waffle en la cultura paisa”. Su nombre con múltiples acepciones (gofre, wafle, goufre, wafer, wafl), deriva de la forma cuadrada que durante la Edad Media, en el oficio de herrería, tomaban unas placas para hacer galletas y cuyo nombre variaba de país en país. Hay quienes sostienen que su cuna es británica; pero su “renacimiento” obedece al boom del turismo yankee hacia Europa, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, turismo que motivó a mesones, hostales y hoteles para que incluyeran en su oferta aquellas dos masas “íconos” del breakfast norteamericano: waffle y pancakes… los cuales terminan re–popularizándose en Bélgica, Holanda y Alemania.

El nombre de waffle se conoce y se pronuncia en Antioquia y en todo el país, desde mediados del siglo pasado (finales de los años 50) debido a la aparición en tiendas y supermercados de unas galletas dulces con dicho nombre (aún vigentes) y además con una presentación que en miniatura simulaba las cuadriculas que caracterizan su versión original. De igual manera, es a finales de los años 50 que se instalan en Colombia (Medellín, Bogotá y Barranquilla) los almacenes Sears, en cuya oferta especial de electrodomésticos, la wafflera se destacaba entre licuadoras, tostadoras, grilles, sanducheras y termos, como un equipo absolutamente suntuario. En otras palabras, escasas eran las familias antioqueñas en donde la gerente del hogar, en un gesto de vanguardismo culinario, reemplazaba al desayuno la tradicional arepa por el moderno waffle.

Actualmente, en Medellín existen tres empresas diferentes que tienen sitios de venta en distintos lugares de la ciudad, es decir, si no todo el mundo los ha probado, al menos la gran mayoría los ha visto. No voy a tomar partido por uno u otro, me limitaré a decir que me encanta constatar una oferta variada en masas y recetas, otorgándole cada una su toque de diferencia. Siempre degusté esta preparación como un representante de la cocina dulce; sin embargo, hoy veo que numerosas y reconocidas salsas y aderezos de la cocina de sal, hacen maridaje con su masa. No soy un experto en este amasijo; por asuntos del destino tuve el privilegio de vivir varios años en Bélgica y jamás podré olvidar los aromas callejeros de sus waffles, hoy famosos en el mundo entero tanto o más que su cerveza. Quien llega por primera vez a este país y se pasea por las calles de Amberes, Brujas, Lieja o Bruselas, se demora en entender porqué en algunos sectores de dichas ciudades el aire de su atmósfera es delicadamente perfumado: la causa es la contundente volatilidad de los aromas que exhala la receta del auténtico waffle belga… no en vano el más famoso del mundo.
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Des Apariciones: reflexión y lectura visual del fenómeno de la desaparición en Colombia

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Una exposición itinerante busca recordar a la sociedad sus responsabilidades adquiridas, directa o indirectamente, con las víctimas del conflicto

des apariciones

De izquierda a derecha: Oscar Muñiz, Natalia Botero, Amparo Cano, Luz Helena Galeano, Silvia Quintero, Alejandra Laverde, Elizabeth Laverde y María Gloria Holguín

Con un conversatorio organizado por el Museo Casa de la Memoria y liderado por la foto documentalista Natalia Botero, se dio inicio a la itinerancia de la exposición Des Apariciones.

Des Apariciones es el producto de un proceso de seis meses, en el cual participaron diez mujeres que han vivido la tragedia de perder a sus familiares y no tener noticias sobre su suerte, o su paradero.
 
Así, la muestra se ha convertido en un espacio para hablar y reflexionar sobre el pasado, la guerra, la ausencia, la búsqueda incansable y la preservación del recuerdo de los seres queridos que ya no están con los suyos.

Según los organizadores, la idea es que cada vez más ciudadanos se involucren con este tipo de iniciativas y que se produzca un verdadero acompañamiento de las víctimas, quienes en reiteradas ocasiones han denunciado la apatía con la que muchas personas, e incluso el Gobierno, reaccionan ante sus casos.

“Siento que hay mucha insolidaridad de la gente que asume con frecuencia que nuestros familiares fueron desaparecidos porque hicieron algo malo, así como de las autoridades, para quienes las cifras de desaparecidos bajan las de los homicidios”, sostiene Silvia Quintero, quien perdió a su padre Carlos Enrique y a sus hermanos Luis Fernando y Jaime Enrique.

Por su parte, Natalia Botero explica que “el proyecto hace un llamado a quienes no han sido víctimas directas, para que sean partícipes de la restauración del tejido social y de la construcción de memoria histórica. Es importante visibilizar la desaparición forzada porque si no hablamos, ni entendemos el tema, dejamos a las víctimas en los mismos escenarios, hablando solas y volviéndolas a victimizar”.

Actualmente, la exposición Des Apariciones se encuentra en la Casa Teatro El Poblado. En dicho lugar tendrán lugar dos talleres de memoria, el próximo 28 de julio y el 25 de agosto, entre las 2:30 pm. y las 5:30 pm.

La convocatoria para participar en los talleres de memoria está abierta a todo el público y, durante los mismos, se producirán páginas colectivas de álbumes familiares que servirán como herramientas de sensibilización para todos los asistentes.

Después de estar en la Casa Teatro El Poblado, la muestra irá al Salón de Nunca Más, en el municipio antioqueño de Granada, así como al stand que tendrá el Centro Nacional de Memoria Histórica, durante la Fiesta del Libro y la Cultura, en el mes de septiembre.

Adicionalmente, se planea que pase por las universidades y parques biblioteca de Medellín.

En busca de atención colectiva a un problema que es de todos
Existe una creencia, ampliamente extendida, según la cual la desaparición forzada es un fenómeno que se produce únicamente en estratos socio económicos bajos o en entornos rurales.

Sin embargo, las familiares de desaparecidos que participan en Des Apariciones sostienen lo contrario.

Ellas, mejor que nadie, saben que cualquier familia puede ser golpeada por dicha manifestación de la violencia que vive el país, en el momento menos esperado.

De ello da cuenta Luz Mery Velásquez, cuyo esposo, el ingeniero civil Julián Emilio Cataño Carmona, desapareció en Norcasia, Caldas, en el año 2001, cuando trabaja en la construcción de la hidroeléctrica La Miel.

“Cuando escuchamos hablar de desapariciones, creemos que es un fenómeno ajeno, que no nos tocará nunca a nosotros. Pero al ingeniero, quien trabajó en 5 hidroeléctricas, en la última de ellas le tocó. A mí solo me quedó la exigencia de la verdad, a la que no renuncio; la exigencia de justicia, a la que tampoco renuncio. También me quedó la rabia… hasta que llegué a este taller a reencontrarme con lo bueno y lo malo que viví con Julián, a recordar que nos amábamos y el hogar que perdimos”, relata.

Como Luz Mery, las demás mujeres que participan en el proyecto han vivido un proceso que les ha ayudado a sobrellevar su situación, reconstruyendo, en lo posible, sus vidas, sin dejar de mantener viva la memoria de sus ausentes.

“No sé qué pasó con los míos, dónde están o por qué se los llevaron. Estos talleres nos ayudan a no olvidarlos, a tenerlos muy presentes, a la vez que nos animan para seguir adelante, hasta encontrarlos”, manifiesta Amparo Cano, quien busca a su esposo Hernando Balvín y a su hijastro Adonis Balvín, desaparecidos en La Caucana, corregimiento de Tarazá.

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Des Apariciones pretende hacer posible “encontrar parte del ser querido y volver la ausencia del desaparecido un poco presente. Es recordarlo, conmemorarlo y reconstruirlo a partir de relatos visuales”, según Natalia Botero

Comienza la búsqueda en la Comuna 13
El final de la espera podría estar cerca para decenas de familias que por años han escudriñado por todas partes, en búsqueda de algún rastro del esposo, el hermano o el hijo que se fue y nunca más regresó.

Esto sería posible gracias a que las autoridades anunciaron que comenzarán a excavar en el sector de La Arenera, en el barrio San Javier, el próximo 27 de julio.

La determinación de comenzar a explorar la zona en búsqueda de cuerpos tiene como precedente la confesión de Carlos Villa, alias “Móvil Ocho”, que permitió delimitar tres polígonos en La Arenera, en los cuales estarían enterradas alrededor de setenta personas.

Inicialmente, las excavaciones tendrán lugar en el polígono número 1, quedando pendiente la exploración de los dos restantes polígonos y del sector conocido como La Escombrera, donde se presume que está el mayor número de fosas comunes.

“Algunos desmovilizados han confesado que enterraron personas en La Escombrera y tal vez ahí puedan estar nuestros familiares. Aunque lo que nos van a entregar son unos restos y no va a ser lo mismo que cuando él salió de la casa, al menos vamos a tener la satisfacción de darles cristiana sepultura”, declara María Gloria Holguín, quien busca a su hijo Carlos Emilio Torres Holguín.

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Registro fotográfico de María Gloria Holguín y su hijo Carlos Emilio Torres Holguín

Mañana presentarán el nuevo Plan de Desarrollo Local

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La comuna 14 cuenta, a partir de ahora, con un nuevo documento guía que le permite planificar su futuro de manera estratégica.

el poblado

22 barrios hacen parte de la comuna 14, en la foto.

La socialización de los resultados del proceso de revisión y ajuste al Plan de Desarrollo Local de la comuna 14  tendrá lugar en la sede social de Manila, en la carrera 43D # 11 – 73 (Al frente del Cerca y al lado de las canchas del barrio).

La cita es el martes 14 de julio, a las 6 pm., y las autoridades esperan una nutrida participación de los habitantes de El Poblado, dada la relevancia que tiene el instrumento para la zona.

El Plan de Desarrollo Local de la comuna 14 es el resultado de el trabajo conjunto del Departamento Administrativo de Planeación de la Alcaldía de Medellín, el Comitato Internazionale per lo Sviluppo del Popoli -CISP, y la comunidad, que participó activamente durante el proceso.

Mañana se va el agua en El Poblado

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Entre la noche del martes y el amanecer del miércoles habrá interrupción del servicio de acueducto en varios sectores de la comuna 14

corte agua

Mediante un comunicado, EPM presentó excusas a sus usuarios por las incomodidades que puedan generar esta situación.

Debido a labores de reparación en la red de acueducto, Empresas Públicas de Medellín anunció que interrumpirá el servicio de acueducto entre las 11 pm. del martes 14 de julio y las 8 am. del miércoles 15 de julio.

Los sectores donde no habrá agua son:

De las carreras 43 a 35 por las calles 36 y 16DE.

De las carreras 43A a 29C entre las calles 16 y 5 Sur.

De las carreras 43A a 32 entre las calles 5 Sur y 16A Sur.

De las carreras 44 a 34 entre las calles 16A Sur y 24 Sur.

El servicio dejara de prestarse temporalmente en alrededor de 25.831 instalaciones, ubicadas en los barrios El Diamante No. 2, Zúñiga, El Castillo, Los Balsos No 1 y No. 2, Alejandría, Las Lomas No. 1 y No. 2, El Poblado, La Florida (Medellín), Lalinde; El Tesoro, Los Naranjos (Medellín), La Asomadera No. 1 y No. 2, Castropol, San Lucas, San Diego, Barrio Colombia y Villa Carlota.

Tampoco habrá suministro de agua en los siguientes edificios: Campestre (Cl 16A Sur 34-950), Dann Carlton Belfort (Cl 17 No. 40B 300), Novatempo (Cr 43A, Cl 14-109), Park Hotels (Cr 36B, Cl 11-12), Hotel Medellín Royal (Cr 42, Cl 5 Sur -110), Colegio Palermo De San José (Cl 9 Cr 39-97), Poblado Plaza (Cr 36 Cl 2 Sur -60), Clínica Medellín (Cl 7 Cr 39-290), Colegio Palermo De San José (Cl 9 Cr 39-161), Suramericana (Cr 30 10-81), Mimos (Cr 43 A Cl 25 A-27), Bancolombia (Cr 32 No. 1 B Sur 79 ), Bancolombia (Cr 36 No. 10b 100), Bancolombia (Cl 10 No. 38-63), Bancolombia (Cl 7 Sur No. 42-70), Éxito (Cl (Cl 16 A Sur Cr 34-950), Colegio La Enseñanza (Cl 9 Sur Cr 37-345), Congregación Hermanas Franciscanas (Cl 9 Cr 39-97), Dann Carlton (Cr 43 A Cl 7-50), Edificios Colmena (Cr 43A Cl 1 A Sur-29) y Hotel Alejandría (Cr 36 Cl 2 Sur-60).

“No haré promesas populistas simplemente por ganar”: Federico Gutiérrez

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El candidato sostuvo un encuentro con residentes de la comuna 14, quienes tuvieron la oportunidad de conocer sus posiciones sobre las principales problemáticas de El Poblado y el resto de la ciudad

federico gutierrez

Federico Gutiérrez, candidato del movimiento Creemos, durante el conversatorio

El cobro de la valorización, la seguridad ciudadana y los Parques del Río continúan haciendo parte de los temas que más interés generan entre la comunidad de El Poblado.

Así quedó evidenciado durante el más reciente diálogo entre Federico Gutiérrez, aspirante a la Alcaldía por el movimiento Creemos, y los vecinos de la zona, quienes semanalmente se reúnen para escuchar las propuestas de los diferentes candidatos, a razón de uno por semana.
 
Preguntado sobre la situación general actual de la ciudad, el candidato se refirió a la necesidad de priorizar los aspectos sociales y criticó la estructura administrativa que tiene la Alcaldía.

“Hoy son más importantes las fachadas que las personas. Hemos avanzado en la construcción de imagen de ciudad, pero queda mucho por resolver en lo social. Hay un gran problema de burocracia, la Administración está parcelada entre los concejales, quienes, salvo tres o cuatro, tienen todos un pedacito a su nombre. Los problemas de Medellín no se resuelven con burocracia sino con liderazgo”, respondió.

Gutiérrez puntualizó que, de ser elegido, eliminará todas las vicealcaldías creadas durante la actual Administración y asumirá él, personalmente, las riendas de la ciudad.

Valorización: revisar el modelo
“No voy a prometer que voy a eliminar la valorización, ni que voy a revertir el cobro en su totalidad, porque me parece que serían promesas populistas”. Con estas palabras, el candidato del movimiento Creemos descartó la desaparición del modelo de recaudo.

Sin embargo, Gutiérrez se mostró de acuerdo en revisar la metodología porque, según él, ésta no genera condiciones de equidad tributaria. En ese sentido, consideró que la plusvalía es una figura más adecuada que la de la valorización.

“Si se demuestra que no hay valorización, que no hay hecho generador, no se puede cobrar valorización. Me parece que la plusvalía es una herramienta más justa. Considero, además, que las fajas para un futuro tranvía y la doble calzada, ambas por la carrera 34, no deben hacer parte del paquete de obras financiadas por valorización, porque no corresponden exclusivamente a El Poblado, sino que son proyectos de ciudad que deben ser asumidos por el Municipio”, expresó.

“La seguridad es prioridad”
Para Federico Gutiérrez, la clave para contrarrestar la inseguridad radica en articular mejor el trabajo de la Alcaldía y la Fuerza Pública, a la vez que se aplican estrategias específicas para cada sector de la ciudad.

“Así haya una percepción general de inseguridad, es muy diferente lo que ocurre en El Poblado a lo que ocurre en otros sectores. En términos de seguridad, El Poblado se comporta igual que una ciudad como Buenos Aires, aunque se han disparado los hurtos. No quiero generalizar, pero Medellín necesita una Policía sin corruptos y si es necesario pediremos una depuración”, manifestó.

Asimismo, aseguró que el hurto a peatones, a conductores de vehículos, a residencias y a oficinas son los delitos más frecuentes en la comuna 14.

Parques del Río
No faltaron las preguntas de los ciudadanos sobre el megaproyecto conocido como Parques del Río. La prioridad y futuro de esta obra han sido un tema recurrente en los discursos de Gutiérrez, quien ha manifestado varias veces que hay asuntos más urgentes para resolver desde la Alcaldía.

“Estoy seguro que la primera fase ni se ejecuta en once meses, ni cuesta la plata que se dijo. Sin embargo, lo que encontremos contratado, se ejecuta. Un alcalde tiene que cumplir con la Ley”, comentó y agregó que “en repetidas ocasiones le hemos solicitado al Alcalde que replantee la idea porque, en todo caso, la obra tendría que haber empezado por el norte, que es donde están las grandes problemáticas sociales de la ciudad”.

Quién es Federico Gutiérrez
Federico Gutiérrez es ingeniero civil y especialista en alta gerencia y ciencias políticas. Entre 2004 y 2011 hizo parte del Concejo de Medellín, Corporación de la que fue presidente en el año 2008.

En 2011 fue candidato a la Alcaldía de Medellín, obteniendo 120.278 votos.

Actualmente lidera la fundación Medellín a la Cabeza y se desempeña como con consultor en Seguridad Urbana Integral del Ministerio de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en Argentina, y la Ciudad de Celaya, en México.

Adiós, José Gabriel

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Vivir en El Poblado lamenta profundamente el fallecimiento de su columnista José Gabriel Baena, ocurrido en la mañana del viernes 10 de julio de 2015

gabriel baena

José Gabriel Baena Gaviria (1953 – 2015)

El filósofo y escritor de 62 años se desempeñó como periodista en el periódico El Mundo y como director cultural en la Biblioteca Pública Piloto. Desde hace diez años era colaborador de Vivir en El Poblado.

Atrás deja un legado literario que incluye títulos como El amor eterno es un sándwich express, La Virgen Luna, Los Siete de Urantia y El Dragón Láser, El Libro del Desapego de Beremundo Transz, O sea, y Florecillas de Merlín de Asís, entre otros.

José Gabriel, quien solía describirse como un “rockero a morir de la vieja guardia”, fue, además, editor de libros y autor de la columna Humo Veloz, publicada quincenalmente en Vivir en El Poblado.

Su última columna fue publicada el pasado 2 de julio, en nuestra edición 625, con el título Evocación Comunión. En ella, el autor rememoraba algunos episodios de su infancia.

“Me pregunto, ¿a dónde se fue ese niño que nunca fue iluminado por la fatal revelación, quizás, citando a Jean Genet, ‘el niño melodioso muerto en mí, mucho antes de que me cortara el hacha’?”, escribió.

A su esposa e hijos, a sus amigos y allegados, expresamos nuestras más sentidas condolencias.

A José Gabriel, paz en su tumba.

Por encima del hombro

Ahora me importa un pito que los vecinos de mesa en la buñuelería se enteren de lo que leo

/ Esteban Carlos Mejía

Confieso que he vivido, según dijo Neruda. No me gusta que nadie se asome por encima de mi hombro a leer lo que estoy leyendo. Me da ira mala. Es como si un intruso metiera su cuchara en mi plato, aunque sea de lentejas. Durante años tuve la precaución de forrar los libros con papel de Manila para que no se pudieran ver ni el título ni el autor, manía propicia a equívocos. ¿Cómo saber que cogí Historia del ojo, de Georges Bataille, y no Las palabras, autobiografía de Jean Paul Sartre? Muchas veces me confundí y me llevé a la playa un libro que debería haberse quedado en la mesita de noche, Los bienes terrenales del hombre, de Leo Huberman, o Historia de la revolución rusa, de León Trostky, por ejemplo. Todo para que ningún fisgón se entrometiera en mis lecturas.

Por fortuna ya se me pasó el vicio de ponerle forro a los libros. Ahora me importa un pito que los vecinos de mesa en la buñuelería se enteren de lo que leo. Pero, ¡ay si alguien se inclina por encima de mi hombro y se mete con mi texto! No lo increpo ni lo confronto, por favor. Tampoco le hago mala cara. Simplemente me volteo y le cierro el libro en las narices. Porque la lectura como la escritura, no me cansaré de insistir, son actos íntimos, solitarios, casi autoeróticos, sobre los que solo el lector o el escritor tienen albedrío. Al fin y al cabo, cada cual lee el libro que se merece.

* Día tras día. ¿La efeméride de esta semana? Un día que debería ser festivo en todas las lenguas. El 10 de julio de 1871, en Auteuil, al suroccidente de París, nació un niño tan escuálido y tan frágil que sus padres se vieron a gatas para salvarlo con mimos y cuidados: Valentin Louis Georges Eugène Marcel Proust Weil. Proust, a secas, para quienes amamos la buena literatura y creemos a pie juntillas en el milagro de la transmigración artística.

Lecram –o sea, Marcel al vesre, digo, al revés– era zalamero, obsequioso, histérico y adulador. Con perspicacia y agudeza incomparables, adivinaba lo que no veía. “Nada ponía fin a su clarividencia, ni aun el que no hubiera nada que ver”, según afirmó uno de sus amigos. Enfermizo o hipocondríaco, frígido o perverso, meticuloso o desbordado, Proust vivió dos o tres vidas en una sola, suficiente para escribir los siete volúmenes de una obra sin medida, En busca del tiempo perdido (1913 – 1927), con la que entró como dios de dioses al panteón de los politeístas literarios que pululamos en este planeta monoteísta. A mi juicio, sin Proust las bibliotecas no tendrían sentido ni los bibliotecarios tendrían oficio. Y ahí perdonen mi audacia los antiproustianos, que los hay, los hay. Como las brujas.

* * Body copy. “Sed prudentes, muchachas, y antes de comprometeros pensadlo bien. No os abandonéis a un amor demasiado sincero. No digáis nunca todo lo que sentís, y aún será mejor que no sintáis mucho. Ved adónde conduce un amor demasiado leal y confiado, y no os fiéis de nadie. Casaos como hacen en Francia, donde los abogados son los padrinos y confidentes. No tengáis ningún sentimiento que pueda ser para vosotras fuente de amargura. No hagáis promesas que no podríais retirar en caso necesario sin que os cueste un disgusto. Esta es la única manera de salir adelante, de hacerse respetar y de pasar por mujer de carácter en la Feria de las Vanidades.”

William M. Thackeray. La feria de las vanidades. 1848.
* * * Vademécum. ¿A pie juntillas? “Sin discusión”. ¿Fisgón? “Que hace burla. Aficionado a husmear.” ¿Albedrío? “Voluntad no gobernada por la razón, sino por el apetito, antojo o capricho.”
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Paralelo Diecisiete

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En una amplia casa del barrio Astorga, tuvo lugar la inauguración oficial del restaurante Paralelo Diecisiete, sitio donde el chef Rodrigo Isaza, inspirado en la cocina del sudeste asiático, gesta provocativas creaciones gastronómicas.

 INAUGURACION PARALELO
Esteban Rivera, Sarita Sánchez

 INAUGURACION PARALELO
Ignacio Asin, Luis De Benito

 INAUGURACION PARALELO
Jaime Andrés Bedoya, Catalina Jaramillo

 INAUGURACION PARALELO
Jaime Villegas, Andrés Sánchez, Jorge Mario Correa

 INAUGURACION PARALELO
Juan Carlos Vega, María consuelo Garcías

 INAUGURACION PARALELO
Juan Pablo Córdoba, Carolina Arbeláez

 INAUGURACION PARALELO
Luisa Aristizábal, Juan Sarra

 INAUGURACION PARALELO
Marcela Pérez, Alejandro Suárez

 INAUGURACION PARALELO
María del Mar González, Martín Rippens, Rob Rippens, Sergio Rodríguez, Andrea Uribe

 INAUGURACION PARALELO
Paola Betancur, Luz Celeste Lopera

 INAUGURACION PARALELO
Rodrigo Isaza, Carlos Estrada, Carlos Estrada

 INAUGURACION PARALELO
Sofía Aristizábal, Rodrigo Callejas

 INAUGURACION PARALELO
Adriana Betancur, Alejandra Cárdenas

 INAUGURACION PARALELO
Alejandro Restrepo, Verónica Ramírez, Juan David Pérez

 INAUGURACION PARALELO
Camilo Ángel, Andrea Arbeláez
 INAUGURACION PARALELO
Emerson Marín

 INAUGURACION PARALELO
Carlos Estrada, Claudia Restrepo, Javier Ramírez

 INAUGURACION PARALELO
Carlos Estrada, Rodrigo Isaza, Carlos Estrada

 INAUGURACION PARALELO
Carlos García, Verónica Álvarez

 INAUGURACION PARALELO
Carlos Jota Roldán, María Teresa Mesa

 INAUGURACION PARALELO
Carlos Restrepo, Juan Guillermo Ortega, Harold Freydell

 INAUGURACION PARALELO
Clara López, Catalina López

 INAUGURACION PARALELO
Daniel Botero, Manuela Arango

 INAUGURACION PARALELO
Diana Montoya, Margarita Arango, Amelia Sánchez

 INAUGURACION PARALELO
Emilio Manjarrés, Laura Restrepo

 INAUGURACION PARALELO

 INAUGURACION PARALELO

 INAUGURACION PARALELO

 INAUGURACION PARALELO

Percusión en la Jungla

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El Ensamble de Percusión de la Orquesta Sinfónica de Antioquia, en compañía del narrador Raúl Ávalos, fueron los protagonistas de Percusión en la Jungla, una aventura musical presentada en el Teatro Pablo Tobón. Más imágenes en vivirenelpoblado.com

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Verónica Ospina, Susana Ospina

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
William Aristizábal, Jacobo Aristizábal, Diana Alzate

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Bryan Naranjo, Laura Ramírez, Geovany Cardona

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Gregorio Martinez, Cristobal Martínez, Luis Felipe Martínez, Claudia Restre

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Jerónimo Soto, María Antonia Soto

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Jorge Andrés Soto

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Juan David Bravo, María Camila Bravo

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Lina María Ramírez

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Mariana Gutiérrez, Jorge Jiménez

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Mileidy Arteaga, Sebastián Briceño, Arnaldo Briceño

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Natlia Olarte, Andreson Chavarría

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Pedro Galeano, Julio Galeano, María Galeano, Ana Lucía Valencia

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Sara Manuela Ríos, Diego Andrés Ríos, Astrid Álvarez

 CONCIERTO ORQUESTA SINFONICA DE ANTIOQUIA
Susana Mesa, Mauricio Mesa, Paula Andrea Acevedo

Vestigios

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Durante el mes de julio estará exhibida Vestigios, exposición de 10 obras recientes, de gran formato, del artista David Arias. La muestra se encuentra en la Galería de La Oficina.

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Celina Zuluaga, Teres Zuluaga, Ana Lucía Arias

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Claudia Acosta, Rodrigo Callejas, Gabriel Mesa

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Claudia Cuesta
EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Francy Cardona

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
David Arias

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
David Ocampo, Catalina Pineda, Andrés Arias

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Giovanni Rodríguez, Laura Villa
EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Gisela Ochoa

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Hudo Zapata
EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Laura Duque

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Luz Mary Mesa
EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Marta Elena Vélez

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
María del Socorro González, Rodolfo Arias

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
María Mercedes González, Alberto Sierra

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Olga Lucía Castaño, Krister Martinson

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Ricardo Cárdenas
EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Carlos Alberto Mesa

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Salomón Kertzman, David Arias, Alberto Sierra

EXPOSICION GALERIA DE LA OFICINA
Carlos Alberto Mesa, Luz Mery Mesa

La Condesa, charcutería bar

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En la carrera 36, diagonal al Hotel Park 10, sobre un creciente corredor gastronómico en El Poblado, se encuentra La Condesa, un lugar mágico que encanta con su diseño árabe–europeo, con fuerte influencia de la estética mediterránea y una depurada selección de veinte platos frescos, desarrollados con ingredientes de primera categoría y una presentación que aviva los sentidos.

Equipo de cocina de La Condesa

 

Desde su terraza hasta el mural realizado por la ilustradora Sara Hoyos, cada detalle en La Condesa ha sido visualizado para entregar a sus comensales una experiencia indeleble. Para compartir en una tarde y noche de originales sangrías y gin tonics (macerados en romero; albahaca; tomillo), los sugeridos de la casa son la tabla La Condesa (una exquisita variedad de quesos y carnes maduradas), las Artesanas (flatbread de pepperoni, de chorizo y morrón, y capresse de rúgula fresca) y el Jardín de Mar (tartar de salmón, aguacate y crocante con alcaparras, acompañado de patacones).

Para los que buscan platos fuertes contundentes, los recomendados son La Armadura (costillas deshuesadas, con bbq a base de cerveza Budweiser, con crocante de puerro), El Conde (sándwich de roast beef, jamón york, queso provolone y berenjenas escabechadas) y Calle de La Condesa (solomito en reducción de vino, con hongos profundos, sobre un puré de arveja).

La carta de postres está en continuo movimiento para así dar nuevas sorpresas a los comensales. De las actuales opciones, se destacan el cheesecake de maracuyá, la torta de manzana y el derroche de chocolate.

La Condesa, charcutería bar que también ofrece en semana menús de almuerzo tan refinados y llamativos como las alternativas fijas de su carta, está en la Carrera 36 No.10 B–78. Su horario es de lunes a miércoles de 12 m a 10 pm, y jueves a sábado de 12 m hasta la medianoche. Informes: 266 9235.

Jardín de Mar

(Para una persona o como entrada para compartir)

Ingredientes
• 50 gramos de salmón.
• 50 gramos de aguacate.
• 5 gramos de cebolla.
• 7 gramos de aceituna.
• 10 gramos de mostaza dijón.
• 20 centímetros cúbicos de zumo de limón.
• 1 gramo de sal.
• 1 gramo de pimienta.

Para el emplatado:
• 10 gramos de ajonjolí tostado.
• 20 gramos de mezclum.
• 10 centímetros cúbicos de vinagre de vino.
• 10 centímetros cúbicos de aceite oliva.
• 10 gramos de alcaparras.
• 5 gramos de piel de salmón.

Preparación
Cortar el salmón y el aguacate en cubos de 1 centímetro x 1 centímetro. Cortar la cebolla en brunoise y la aceituna en cubos muy pequeños.

Colocar todos estos ingredientes en un bowl (recipiente hondo), agregar sal, pimienta y mostaza dijón. Mezclar bien. Sofreír la piel de salmón, en su propia grasa, hasta que esté crocante.
En un bowl aparte, agregar el mezclum, el vinagre de vino, el aceite y mezclar.

Emplatado
Poner la mezcla de salmón y aguacate en un plato, adicionar el ajonjolí, acompañar con los patacones, agregar la ensalada de mezclum y vinagre, colocar alcaparras fritas por encima y adicionar piel del salmón para darle un toque crocante al plato.

Un grato retorno: Plaza Pakita

Pakita es una marca querida y añorada por varias generaciones de antioqueños que recuerdan haber comido fresas con crema, tomado yogur de mandarina o leche achocolatada en sus puntos de encuentro en La Ceja, Amagá, San Jerónimo y Guarne.

Por Juan Sebastián Mora

Pakita es una marca querida y añorada por varias generaciones de antioqueños que recuerdan haber comido fresas con crema, tomado yogur de mandarina o leche achocolatada en sus puntos de encuentro en La Ceja, Amagá, San Jerónimo y Guarne.

En el año 2000, Pakita decidió “irse de viaje”. Hace poco regresó renovada, con un proyecto en el que es la marca anfitriona de un grupo de negocios amigos (restaurantes, productores artesanales, tiendas de decoración e incluso una librería café), que conviven en un gran mercado: Plaza Pakita.

Ubicada en el kilómetro 16 de la vía Las Palmas (antes del peaje hacia El Retiro), Plaza Pakita tiene como promesa “ofrecer a las familias un espacio en el que todos sus miembros encuentren una opción para divertirse”, sostiene Daniela Gómez, gerente del proyecto, cuyo diseño está inspirado en distintas plazas de mercado del Viejo Continente.

La nueva Pakita cuenta en la Plaza con un punto de venta (además de tener allí su planta de producción) que integra delicias de antaño con llamativas novedades. Yogures artesanales (incluido, por supuesto, el más célebre: mandarina), buenos quesos, y, especialmente, gelatos italianos, helados soft y yogur griego, son algunos de los productos estrella de la remozada Pakita.

Restaurantes de cocina mexicana, argentina, caribeña, árabe, de parrilla, charcutería bar, una panadería artesanal y una hamburguesería son una muestra de lo que los comensales hallarán en el nuevo hogar de Pakita y sus vecinos, una plaza que apuesta al disfrute en familia.

Mercado de sabores artesanales

Por Juan Sebastián Mora

Del 9 al 12 de julio, en el Museo El Castillo se llevará a cabo una nueva versión de Mercado de Sabores Artesanales, festival al aire libre que reúne pequeñas y medianas empresas gastronómicas.

Durante tres días, 40 microempresarios deleitarán a los visitantes del Mercado de Sabores, con productos de panadería y repostería, encurtidos, hamburguesas, sándwiches gourmet, pastas, ensaladas, helados, chocolates y muchos otros antojos artesanales.

Esta edición contará con la participación especial de Mercados Campesinos, la Corporación Mundial de la Mujer y los Eccotuk, y tendrá una zona de picnic y música en vivo.

Por este evento y la inauguración del decimoséptimo Salón de las Artes Decorativas, Decorarte, el Museo El Castillo tendrá un horario extendido del 9 al 12 de julio: el jueves y viernes de 5 pm a 10 pm; el sábado de 11 am a 9 pm; y el domingo de 11 am a 8 pm. Informes en el 266 0900.

Jóvenes y futuro musical

Es así como se sientan precedentes que muestran cómo los frutos de un trabajo disciplinado y constante, traen para la ciudad y sus habitantes promesas de futuro diferentes
/ Sebastián Mejía

Dentro del institucionalizado orden de la música sinfónica de la ciudad, se llevó a cabo en días pasados un concierto donde se supo cuestionar el futuro musical de Medellín y del país.

La presentación de la Orquesta Filarmónica Joven de Colombia, que reúne jóvenes profesionales o en formación, guiados por figuras ya consagradas del ámbito internacional, ratificó su intención de convertirse en una de las agrupaciones más importantes de su tipo.

El concierto sobresalió por el numeroso y heterogéneo público que colmó el teatro, el cual reafirma la existencia de un grupo que integra y participa de forma activa de este tipo de eventos.

La presencia de Andrés Orozco Estrada –uno de los músicos nacionales más destacados en la escena musical extranjera–, hizo ver de nuevo un director noble y comprometido con devolver a los jóvenes intérpretes del país y a su público, lo mejor de su experiencia.

Es de resaltar la completa y abundante dotación de la Orquesta Filarmónica Joven, que puso en escena instrumentos poco comunes en este tipo de agrupaciones: dos arpas, marimba, celesta y dos juegos de timbales.

El programa incluyó obras poco ejecutadas en nuestro contexto. La inclusión de Escaramuza, de la norteamericana Gabriela Lena Frank, pone en primera línea el trabajo de mujeres compositoras.

El Concierto para Cello Op. 107, de Shostakovich, ejecutado por el canadiense Johannes Moser, dio muestra del aguante y concentración de la orquesta acompañante. Moser regaló, adicionalmente, un aparte de la Suite No. 1 para Violonchelo, de Bach, demostrando un sorprendente dominio de los diferentes estilos y técnicas de su instrumento.

Para cerrar el programa, La Consagración de la Primavera, de Igor Stravinsky, se ejecutó como pocas veces se había visto en la ciudad. En el transcurso de la obra, los músicos realizaron un performance que cautivó la atención de los asistentes. Sus gestos, salidos de todo contexto tradicional, se ganaron la atención de un público que percibió la asistencia a un concierto de música académica, como un espectáculo que asalta todos los sentidos, alejándolo de la segregante frialdad de la “escucha racional”.

Por fuera del programa, se escuchó la novena variación, “Nimrod”, de las catorce que componen las variaciones sobre un tema original Op. 36 del compositor inglés Edward Elgar. El acople de su interpretación, supo demostrar un agradable poder evocador.

Se augura a estas jóvenes promesas un honroso recorrido por las ciudades norteamericanas de Fort Worth, Dallas y Houston, por donde continuarán una gira internacional que hablará muy bien del talento nacional y del estado en que se encuentran algunas de las iniciativas de formación musical del país.

La atenta y ordenada producción logística del concierto, lograda gracias a una generosa financiación, invita a considerar una mayor inversión y administración del presupuesto para empresas culturales similares. Es así como se sientan precedentes que muestran cómo los frutos de un trabajo disciplinado y constante, traen para la ciudad y sus habitantes promesas de futuro diferentes a las que sugieren otras esferas de nuestra cotidianidad.

Si usted no pudo hacer parte del concierto reseñado, preste atención y no deje pasar próximas oportunidades.

*Sebastián Mejía es docente e investigador de Eafit, egresado como músico percusionista y musicólogo de la misma universidad. Apasionado estudioso, libera su discurso de las aulas del mundo académico para comunicar personalmente experiencias musicales de ciudad. Espera contribuir con su opinión a la construcción de un ambiente musical de la ciudad cada vez más amplio y abierto.

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Arquine llega a Medellín

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Una oportunidad para hablar de arquitectura en el Congreso Internacional Arquitectura: Territorio y Ciudad


Camilo Restrepo, arquitecto y fundador de Agenda

Por Luisa Martínez

Arquitectos, expertos, estudiantes y curiosos llegarán al Museo de Arte Moderno –Mamm–, ese espacio que evoca temas como la industria, la transformación urbana, el arte y la creación, y estarán allí durante dos días –el 16 y 17 de julio– para dialogar en el Congreso Internacional Arquitectura: Territorio y Ciudad, realizado por Arquine, en asocio con el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales Urbam– Eafit.


Central de Beneficio Farallones, en el municipio Ciudad Bolívar. Diseño y construcción de Agenda, agencia de arquitectura

Arquine, de México, “es la mayor gestora de contenidos de arquitectura y urbanismo en Latinoamérica”, según el arquitecto y coordinador académico del congreso en Medellín, Camilo Restrepo. Desde el año 2000, realiza el Congreso Arquine en ese país para concentrarse en dichos temas. Hoy se conoce como Mextrópoli, Festival Internacional de Arquitectura y Ciudad, un evento en el que participan personalidades destacadas en el campo de la arquitectura nacional e internacional. En 2014 migra a Chile para construir contenidos, difundir e intercambiar ideas en otros contextos, y ahora llega a Medellín. Esta será la primera edición en la ciudad, donde se espera realizarlo cada dos años.

Las transformaciones urbanas y sociales que ha tenido Medellín en las administraciones recientes han hecho eco. “Medellín se eligió como sede por las experiencias que se han construido en Antioquia, que van desde lo que se ha hecho hasta lo que se hace hoy, por medio de políticas públicas, como, por ejemplo, los parques educativos. Es un modelo donde se utiliza la arquitectura para trabajar, no solo en los centros urbanos, sino también por fuera de ellos”, comenta Camilo Restrepo.

¿Qué van a encontrar?
La mirada a la ciudad y al territorio será desde diferentes puntos de vista, procedentes de Venezuela, España, México, Chile y Colombia, países que actualmente, según Restrepo, “son los referentes latinoamericanos más interesantes en arquitectura”. Desde 2010, cuando se realizó el evento Ciudad Abierta, no se realizaba un encuentro dedicado exclusivamente a este arte y técnica. En compañía de 17 arquitectos, reconocidos por sus propuestas en sus lugares de origen y en el escenario mundial, se hablará de arquitectura en relación con otras disciplinas y fenómenos: el arte, la vivienda, la pedagogía, la geografía, el paisaje, las construcciones informales, la ciudad latinoamericana, las infraestructuras sociales en zonas marginales. Frida Escobedo, Jorge Ambrosi y Gabriela Etchegaray, de Ciudad de México; Miquel Adrià y Josep Bohigas, de Barcelona; Alejandro Haiek, de Caracas; Juan Román, de Talca, Antonio Yemail, de Bogotá, y Alejandro Echeverri y Camilo Restrepo, de Medellín, son algunos de los invitados.


Instalación Maqueta para el Dante, en el Monumento a los Héroes de Bogotá, del artista Alejandro Restrepo. Diseño y construcción de la estructura, por Oficina Informal y Antonio Yemail

Arquitectura en los territorios
Camilo Restrepo es fundador y director de AGENdA, agencia de arquitectura, y miembro de Urbam de la Universidad Eafit. Además de ser el coordinador académico del congreso, será uno de los exponentes. En esta oportunidad presentará la Central de Beneficio Farallones, un proyecto que AGENdA construye desde hace poco en Ciudad Bolívar para la Cooperativa de Caficultores de Andes y Colcafé, para entregarse en octubre de 2015. Ese lugar es donde sucederá todo el proceso que tiene el café desde que es recolectado hasta que es secado. Según el arquitecto, este proyecto es una muestra de los beneficios que puede generar la arquitectura cuando se articula en una serie de procesos económicos, sociales, ambientales, técnicos y tecnológicos, para fortalecer una serie de situaciones que se desarrollan en un lugar. Allí, explica, hay un gran trabajo ambiental, pues se reducirá el consumo de agua, y en cuanto a lo social, 657 familias caficultoras de la región podrán tener mayores posibilidades de calidad y precio para su producto, entre otros beneficios, como mayor tiempo para sus actividades personales. El edificio, que incluye en su diseño la historia de los municipios antioqueños, “va a ser uno de los más grandes de concreto prefabricado de Colombia –de 60 x 35 metros y con una área de 2 mil metros cuadrados–”, afirma Restrepo.

Una mirada a la ciudad: volver a los barrios
La reflexión sobre la ciudad y el territorio llevará de manera inevitable a preguntarse sobre la Medellín que se construye hoy. En aras de la discusión, este es apenas un fragmento de la mirada del arquitecto Camilo Restrepo sobre la pregunta ¿cree que Medellín es modelo de transformación urbana? “Creo que en algún momento se utilizó la arquitectura como instrumento de transformación de la ciudad y eso generó un interés por cierto tipo de acercamiento, que ya no está pasando porque se cambió el modelo de intervención local a un modelo de intervención metropolitana, con proyectos como Parques del Río y el Jardín Circunvalar. En anteriores administraciones había proyectos específicos para comunidades específicas, lo que permite un impacto más localizado y tener más indicadores claros de beneficios”, expresa. Aclara que no está en contra de Parques del Río –de hecho se presentó al concurso de licitación–, pero piensa que por ahora “es más importante intervenir en un barrio con unos indicadores bajos en inversión social, educación, infraestructura, espacio público… que intervenir en un proyecto macro que posiblemente no es necesario en este momento”.

En síntesis, sobre Medellín, Restrepo ve que “se han hecho avances pero no nos podemos creer el cuento de que la ciudad es la más innovadora del mundo. Hay cosas por hacer y creo que hay que volver a intervenir los barrios (…) así como repensar las oficinas de gestión urbana de la Alcaldía de Medellín, como la EDU, la cual debe generar diversidad en quienes piensan, hacen y construyen los proyectos. Estos están siendo mirados desde la misma perspectiva y eso no es bueno para una ciudad”.

Aprender a vivir

La educación tiene el deber y la posibilidad de corregir muchos males de la sociedad, y de salvarla de tanta angustia y confusión, pero tiene que comprometer a toda la comunidad, no solo a la escuela

/ Jorge Vega Bravo

¿Qué es la vida? ¿Qué significa vivir con dignidad y salud? Estas preguntas nos ubican en la biología, la filosofía y la medicina, y están cerca de la respuesta los sabios y los poetas. Vivir en Medellín, en Colombia, es un reto, una oportunidad y un riesgo. En la geografía del planeta, estamos cerca al trópico, sin estaciones definidas; es un lugar que se corresponde con el centro, con el sistema rítmico de la tierra. El norte tiene una vocación neurosensorial, pensante, ordenada. El sur se acerca al fuego, al movimiento, a los cambios. En el centro tenemos la misión de encontrar el punto de equilibrio. ¡Y cuánto nos cuesta! Qué difícil ponernos de acuerdo, por ejemplo, en la conducción del país; en qué carrera extraña estamos con el tema de la paz. Y aunque muchos deseamos llegar a una salida negociada del conflicto, el panorama está lleno de egoísmo, de desencuentros e incoherencias.

Estuve viendo el documental sobre la vida y la obra del médico salubrista Héctor Abad Gómez: Carta a una sombra. Es un trabajo hecho con gran sensibilidad por su nieta, Daniela Abad y por Miguel Salazar, y se nos pone de presente el nivel de intolerancia e irrespeto por la vida al que llegó nuestra sociedad. Salí lleno de preguntas, como las que nos hacía en clase el Dr. Abad. Y pienso que una gran puerta para encontrar respuestas coherentes es la educación: esa por la que luchó tanto el colega. La educación, como la salud, está gravemente enferma en este país. Y el problema no es de los maestros, el problema es de los políticos y los dirigentes. La profesión de maestro ha sido mal pagada, subestimada. La educación tiene el deber y la posibilidad de corregir muchos males de la sociedad, y de salvarla de tanta angustia y confusión, pero tiene que comprometer a toda la comunidad, no solo a la escuela. Así lo plantea el escritor William Ospina en Carta a un maestro desconocido, uno de los cuatro ensayos sobre la educación que hacen parte de La Lámpara Maravillosa.

Y en medio del desierto, hay oasis. Uno de ellos actúa de manera silenciosa y contundente. Es la Fundación Secretos para Contar, entre cuyos objetivos están: mejorar la calidad de vida de la población rural colombiana; promocionar la lectura en los habitantes del campo; generar estrategias que contribuyan a la permanencia de las familias en el campo; mejorar los niveles de enseñanza en las escuelas rurales y acompañar el trabajo de los maestros y resaltar en las comunidades rurales sus saberes, conocimientos e historias. Con el apoyo de la Pedagogía Waldorf y evitando los procesos de intelectualización precoz, los talleristas de la Fundación apoyan de manera directa a padres y maestros de las escuelas rurales y retoman el saber tradicional, para retornarlo en forma de libros. Han editado 16, ilustrados, que contienen formación científica, actividades prácticas y cuentos tradicionales.

Debemos volver a tener la certeza de que los cuentos y los cantos sigan acompañando desde temprano a los seres humanos. Dudo, con W. Ospina, “que las pantallas logren introducirnos en los secretos del lenguaje, que son también los secretos del sonido, del ritmo, del afecto”, de la identidad cultural. Aprendemos a andar, a hablar y a pensar solo por imitación y en contacto con otros seres humanos. No privemos a nuestros niños de estas maravillas; volvamos a contarles cuentos, a cantarles; dejémoslos jugar y vivir y tendrán la opción de llegar a ser humanos libres.

opinion@vivirenelpoblado

“Ya no sé qué más hacer para encontrarte”

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El drama de las familias de víctimas de desaparición forzada no tiene orillas: ante los cuerpos ausentes, historias presentes que testimonian un horror incesante


El grupo de integrantes del taller, que pudo sensibilizarse para enseñar cómo sienten el dolor, tras la desaparición de 19 de sus seres queridos. Foto cortesía Natalia Botero

Por Fernando Cadavid

“Ya no sé qué más hacer para encontrarte”, reza un aparte de un texto en la cuenta de Facebook de la esposa del ingeniero Alejandro Ramírez, publicada el 2 de julio de 2015, a los cuatro meses de la desaparición de este profesional, en Barbosa (Antioquia).

¿Qué puede hacer una mujer desesperada por la ausencia infinita de un ser querido? ¿Qué, para encontrar la verdad? Irse por las zonas rojas de pueblos y ciudades; contabilizar hasta cuatro encuentros con un legendario jefe paramilitar; reclamar ante la negligente empresa a la que servía la víctima; trasegar por despachos oficiales, por cuarteles de policía, por estrados judiciales; visitar brujos para escucharles lo que se quiere oír y hasta tocar puertas en la Presidencia de la República y también en La Picota…

Eso fue lo que hizo Luz Mery Velásquez en la desaforada búsqueda de su esposo Julián Emilio Cataño Carmona, desaparecido en el municipio de Norcasia, Caldas, en 2001. Un ingeniero civil especializado en suelos y en presas de tierra, atraído por los diversos proyectos hidroeléctricos debido a la escasez de este tipo de profesionales. Estaba al servicio de la empresa que construía La Miel I, después de haber pasado por proyectos como Betania, Troneras y Porce II, y a quien ya buscaban para Hidroituango.

¿Qué pasó en el amanecer de ese domingo 25 de febrero en Norcasia? Para ser breves y crudos: un falso empresario entregó a Julián al hijo de Ramón Isaza, Ovidio (alias Roque o Terror), el comandante paramilitar de la zona, quien los esperaba en el prostíbulo del pueblo. De inmediato ordenó: “Guarden a ese señor”: un santo y seña que significaba “lleve, pique y tire al río”.


Con las fotografías evidencian el pasado, la ausencia, la búsqueda y la resistencia. Foto cortesía Natalia Botero

Con esa orden nació la zozobra infinita en que se hundió desde entonces la familia del ingeniero, empezando por Luz Mery su esposa y Carolina, la hija. Lo que siguió fue conjugar los verbos que connotan infortunio: llorar, buscar, recorrer, llamar, suplicar… Y otros más prosaicos: vender el carro para asegurar que Carolina terminara su carrera profesional; recogerse en la casa materna, en El Poblado; dejarse estafar por mercaderes que le pidieron plata a cambio de supuestas certezas sobre el paradero de Julián; enfrentar el riesgo de perder el apartamento; lidiar con la liquidación del esposo ausente (consignada por la empresa y luego, ¿con qué papeles se reclama?); luchar por el seguro de vida que se perdió porque cuando se hizo “oficial” su muerte, ya habían vencido los términos sin alma de la aseguradora.


Con las fotografías evidencian el pasado, la ausencia, la búsqueda y la resistencia. Foto cortesía Natalia Botero

¿Quién y por qué?
Muchos esfuerzos y muchos viajes le hizo la señora Luz Mery a alias Terror en busca de la verdad. Quería confrontarlo y preguntarle directamente tres cosas, por tenaces que resultaran las respuestas: ¿Quién lo hizo? ¿Por qué lo hizo? ¿Cómo lo hizo? Son los interrogantes que desvelan a las familias de una víctima de desaparición forzada. Pero pareciera que a Terror le dio miedo darle la cara. Por eso ella buscó y se entrevistó con el padre de éste, Ramón Isaza, implorando su mediación. La primera entrevista con el viejo paramilitar se frustró porque estaba dedicado a organizar la procesión de la Virgen del Carmen, por el río Magdalena: era un 16 de julio y la embarcación de Isaza era la más fastuosa y la más devotamente arreglada. Pocos años después, la Fiscalía General de la Nación le imputaría más de 620 hechos de violencia, según el portal Verdadabierta.com.

Luz Mery Velásquez
Con las fotografías evidencian el pasado, la ausencia, la búsqueda y la resistencia. Foto cortesía Natalia Botero

Luz Mery canaliza la voz de madres, hijas y hermanas que reclaman ser reconocidas como víctimas. Asegura que saber la verdad es más reparador. Verdad envuelta en arrepentimiento, no como le tocó ver a Isaza en las audiencias, excitado y como “complacido”, asegura, cuando describía cómo mataba, cómo descuartizaba, cómo vaciaba los vientres de las víctimas. Sin gota de arrepentimiento.

La señora Velásquez coincidió más tarde con un puñado de mujeres en similar condición, en el Taller Des Apariciones, que les permitió transformar el dolor, sanar y solidarizarse entre ellas. Pudieron entonces construir un ejercicio de memoria, para que a partir del relato familiar trataran de entender los hechos, y de rendir homenaje a esos ausentes siempre presentes en la cotidianidad, para memorarlos y devolverles su dignidad, al igual que a ellas. La explicación es de la fotodocumentalista Natalia Botero, líder del proyecto.
Once mujeres participaron en el programa para cerrar un capítulo de sus vidas y empezar a escribir otro sin tanto dolor; no con resignación, sí con valentía y aceptando los hechos: entre ellas contabilizan 19 seres queridos desaparecidos.

¿Por qué todas mujeres? Porque son ellas las que se encargan de hacer visible la tragedia, de marchar, de deambular de oficina en oficina buscando respuestas. Porque se han ido al monte, han enfrentado a guerrilleros, a militares y a paramilitares exigiendo una explicación, aclara Botero. Además, porque a ellas se les facilita hablar del ausente, porque son dadas a guardar objetos y simbologías que hacen recordar; es más fácil hacerse a la idea del otro con ellas.

En el proceso de “sanación” se pretende que se recuperen como personas y para ello trabajan el cuerpo, se masajean, se descalzan antes de ingresar a la sala taller para dejar afuera suciedad y estorbos; se describen a sí mismas, caminan descalzas, se hacen fotos… Así recuperan su identidad, porque el desaparecido parece que se la toma, al tiempo que gana prevalencia sobre la familia. “Cuando miras a una madre, o hermana, o hija que porta una imagen del ausente, no la ves a ella detrás”, advierte Natalia. Añade que olvidan su rol en la familia por dedicarse a una búsqueda perenne y perfilar en el núcleo familiar una segunda pérdida. El taller pretende que sus vidas se conserven paralelas al desaparecido. Para ello abren heridas que puede que no cierren, pero eso ayuda a sanar; es difícil, es duro volver al pasado.

Un relicario, por favor
Ellas buscan un espacio para darle rienda suelta al sentimiento que las acoyunda. Un lugar para el encuentro, para entronizar su dolor, para el duelo y el llanto. El Museo Casa de la Memoria, en Medellín, fue ese ámbito, pero también lo fue el hogar de cada una, porque hasta allá llegaron los talleres. Se reunían un día entero a exorcizar el sufrimiento. “Es que la sala de la casa es el lugar del mausoleo, para llorar en ella a sus ausentes, porque no hay dónde más”, dice Natalia. De allí la idea de la sala itinerante Des Apariciones.
Otro lugar de memoria es el álbum, una especie de relicario, para que haga las veces de lugar de representación en una fotografía del ser perdido. Las fotografías, como tales, son una prueba. Lo que no está en una imagen está en una idea, en el imaginario. La foto objetiva esa idea y vuelve real el hecho, porque se convierte en un fragmento de historia, asegura la fotógrafa Botero. Entonces es más fácil evocar lo vivido con el otro: los paseos, los detalles, los gestos y, por qué no, los desencuentros.

Ponerlas a colorear una imagen del ausente, en blanco y negro, era como darle vida. También convocaron recuerdos con cartas, con tarjetas, con bitácoras que ellas hicieron, con maquetas que recreaban espacios de la vida pasada, de ambientes en fuga. Era combinar varias actividades narrativas desde todos los puntos de vista, que ayudaran a entender qué significa la desaparición violenta, y ayudar a reconciliarse entre ellas con su pasado y su presente. Porque, por añadidura, cargan con un sentimiento de culpa: “Si yo hubiese estado con él; si no lo hubiera dejado salir ese día”, se recriminan.

Pero eso sí, mantienen una fe que no desaparece: “Solo de una cosa estoy convencida: Dios sigue siendo Dios”. Con esta expresión cerraba su mensaje Natalia Bolívar, la esposa de Alejandro, en los cuatro meses de su desaparición en inmediaciones de Barbosa.

Des Apariciones en El Poblado

Como producto del taller Des Apariciones quedó una exposición itinerante, que este jueves 9 de junio abre sus puertas en la Casa Teatro de El Poblado, a las 5:30 pm. El sicólogo Óscar Muñiz y la fotodocumentalista Natalia Botero orientarán un conversatorio sobre trabajo social con víctimas. Tres de éstas guiarán un taller – reflexión sobre el tema.

El Poblado no escapa a las historias que emergen del conflicto, pero han sido mal contadas, tal vez por alguna falsa creencia de que las únicas víctimas proceden del sector rural o de los estratos socioeconómicos bajos. También es una comuna golpeada, solo que aquí la respuesta es diferente, en concepto de la profesora Botero. Igual, la idea es recuperar la dignidad de las víctimas y descartar el sofisma de que los problemas son diferentes, cuando son comunes a todo el país y como tal se deben resolver colectivamente.

Una rápida mirada al fenómeno da cuenta de que entre 2010 y 2013, en Medellín, desaparecieron 2.526 personas. De éstas, según la Personería, aparecieron vivas 1.017, muertas 147 y siguen en condición de desaparecidas 1.272. En 2014 el registro fue de 644 víctimas. La comuna en donde es más alta la cifra de casos reportada es la 13 (San Javier), le siguen la 7 (Robledo), la 4 (Aranjuez) y la 3 (Manrique). Según la misma fuente, cada día desaparecen en la ciudad a 1.4 personas; el 24 % de los casos registrados en Colombia se producen en Antioquia.

En Envigado se movilizan contra cobros por valorización

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Un colectivo de ciudadanos presentó una acción popular para tumbar los cobros; ahora están a la espera de que un juez la admita


Obras para la ampliación de la loma del Escobero

Por Catalina Peláez

En el plan de desarrollo de la actual administración de Envigado, se incluyó lo que denominaron megaplán vial, que contempla 25 obras viales para ejecutar con un plazo máximo de 4 años (2019). Mediante el cobro de valorización se financiarán 11 de ellas, de las cuales tres ya están en marcha: la construcción de la paralela de La Ayurá entre las avenidas Las Vegas y Regional, la ampliación de la loma del Escobero y cuatro puentes de retorno en el sector de La Salle. 135 mil propietarios de 102 mil predios ubicados en ese municipio contribuirán al recaudo de 205 mil 602 millones de pesos para la construcción de las 11 obras.
 

< Santiago Molina, vocero del colectivo ciudadano AVE 

Vientos huracanados
“Presentamos una acción popular argumentando que tres derechos fueron violentados: el debido proceso, la participación ciudadana y moralidad administrativa. Decimos que moralidad administrativa porque algunas de estas obras fueron contempladas desde el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) de 2001, y no se han dado a la tarea de ejecutarlas (…) y al final del cuarto mandato del alcalde Héctor Londoño nos vienen a decir que si no se ejecutan estas obras, se va a generar un caos vial”, asegura Santiago Molina, vocero del colectivo ciudadano AVE (Afectados Valorización Envigado), que el 22 de junio adelantó dicha acción judicial, respaldada por 20 mil 135 firmas, y que hoy se encuentra en el Tribunal Administrativo de Antioquia, a la espera de que un juez la admita. “Una vez sea admitida, esperamos que el juez suspenda el cobro como medida cautelar, hasta que no se produzca un fallo de fondo” manifiesta el vocero.

El colectivo afirma que las obras que se adelantarán por valorización solo van a beneficiar ciertos sectores de Envigado: la loma del Escobero, la del Chocho y Santa Catalina. “Han sido administraciones laxas con los constructores; es sabido que Envigado tiene una vocación constructora y toda esa zona se decretó de expansión urbanística”, comenta Santiago Molina. También asegura que con el grupo de abogados e ingenieros que asesoraron la demanda pudieron llegar a la conclusión de que las obras solo beneficiarán a esa zona de expansión, “porque fueron pensadas para servir de desfogue vehicular para ese sector”.
 
< Director del Departamento de Planeación de Envigado, Juan Carlos Montoya

Planeación responde
“Nos enteramos de la acción popular, pero no hemos sido notificados formalmente. No sabemos cuántas de esas firmas que la respaldan son de propietarios o por lo menos de habitantes de Envigado”, expresa el director del Departamento de Planeación de Envigado, Juan Carlos Montoya, quién también comenta que a la fecha el Municipio solo tiene conocimiento de una demanda interpuesta por un particular, y sobre la cual ya fueron notificados formalmente y fue respondida.

El funcionario dice, además, que al 7 de julio el Municipio ha recaudado, por el concepto de valorización, 31 mil 23 millones de pesos, de una meta para este año de 45 mil millones de pesos. El 31 de julio vence el plazo para que los contribuyentes paguen la primera cuota de lo estipulado por valorización o el total de lo adeudado.

En relación con los casos calamitosos, el funcionario asegura que alrededor de 330 propietarios solicitaron a esta dependencia que fuera revisada su situación socioeconómica. “A mi juicio fueron muy poquitos casos. Haremos un estudio socioeconómico para evaluar la capacidad de pago de cada reclamante, porque también, hemos encontrado personas que dicen no tener con qué (pagar), y tienen más propiedades en otras partes o hasta por fuera del país… no todo el que dice que es pobre lo es”.


Las 11 obras vialesque se construirán

Mediante la Resolución número 5496 de noviembre 27 de 2014, Envigado decretó el cobro por valorización de estas obras.

1. Paralela quebrada La Ayurá.
2. Ampliación Av. Las Vegas.
3. Intercambio vial sector La Salle – Etapa I.
4. Intercambio vial sector Benedictinos.
5. Ampliación de la diagonal 29.
6. Intercambio vial Sector Esmeraldal.
7. Intercambio vial cruce Transversal Intermedia con la loma del Esmeraldal.
8. Intercambio vial cruce Transversal Intermedia con la loma del Chocho.
9. Ampliación de la loma del Escobero.
10. Intercambio vial sector Piedra de la Ayurá.
11. Eje vial Las Antillas.

Mentalidad de crecimiento

Si quieres vivir tu máximo potencial, adopta una mentalidad de crecimiento y aplícala a todas las áreas de tu vida

/ Carolina Zuleta

Cuando alguien nos dice que tiene una crítica constructiva o quiere hablar de algo que le molestó, la mayoría de nosotros nos ponemos nerviosos por lo que nos van a decir. Muchas veces, cuando nos están expresando una opinión, nos molestamos e inclusive nos ponemos a la defensiva, justificamos nuestro comportamiento, culpamos a otros o a las circunstancias por los resultados, o nos sentimos tan mal que pareciera que quisiéramos desaparecer. ¿Por qué a veces es tan difícil recibir retroalimentación? La respuesta puede ser el tipo de mentalidad que tenemos.

La Dra. Carol Dweck, de la Universidad de Stanford, explica que hay dos clases de mentalidades. La primera es la fija. Quienes tienen una mentalidad fija creen que sus capacidades son estáticas y se enfocan en tratar de probar que son suficientemente buenos. Este tipo de personas evitan los retos, se rinden cuando hay obstáculos y se sienten amenazados por el éxito de otros. El resultado es que no viven su máximo potencial y se quedan estancados.

El segundo tipo de mentalidad es la de crecimiento. Aquellos que la poseen, creen que sus capacidades pueden ser desarrolladas y por lo tanto ponen todo su enfoque en el esfuerzo por aprender. Este tipo de personas adoptan los retos, persisten cuando se enfrentan a obstáculos y ven a quienes son exitosos como una inspiración para alcanzar lo que desean. El resultado es que obtienen mayores logros y descubren su potencial.

El impacto de estas mentalidades lo veo todos los días con mis clientes y mis estudiantes. Aquellos que tienen mentalidad de crecimiento toman más riesgos, sueñan más grande y viven la vida más plenamente. En mi experiencia no he conocido personas que tengan un 100 por ciento de mentalidad fija o un 100 por ciento de mentalidad de crecimiento. Lo que he encontrado es que tienen la de crecimiento en unas áreas y en otras no. Por ejemplo, creen que pueden mejorar en su trabajo pero no en sus relaciones sociales.

¿Qué tipo de mentalidad tienes tú? ¿En qué áreas de tu vida tienes mentalidad fija y en cuáles tienes mentalidad de crecimiento? Observa tu reacción a la crítica constructiva en las diferentes áreas de tu vida. ¿Qué tan abierto estás a recibir retroalimentación sobre tu trabajo? ¿Sobre tu relación con tu parejas, hijos o amigos? ¿Sobre sexo? ¿Sobre tu apariencia física? Es probable que notes que en las áreas donde no quieres recibir retroalimentación, es donde te sientes más estancado y donde tienes mentalidad fija.

La mentalidad de crecimiento es una elección. Los estudios de la Dra. Dweck muestran que los seres humanos podemos aprender y mejorar nuestras capacidades en todas las áreas de la vida. Si quieres vivir tu máximo potencial, adopta una mentalidad de crecimiento y aplícala a todas las áreas de tu vida.
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Metroplús responde a las inquietudes sobre el tramo del Campestre

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La directora de transporte de Metroplús S.A habla sobre la construcción del deprimido, la afectación a los vecinos, las franjas que deberán aportar y los estudios hidrogeológicos


Loma del Campestre con la Avenida de El Poblado, sector donde se construirá el deprimido

Por Catalina Peláez

El deprimido de uno de los tramos de Metroplús, que se piensa construir para 2020 en la Avenida de El Poblado entre las calles 21 Sur y 12 Sur, con un giro sobre la loma de El Campestre, desde ya causa malestar en los vecinos del sector, en especial en los copropietarios del edificio Danzas PH, como lo reportamos en la edición 625 de Vivir en El Poblado.


< Aura Estrada, directora de transporte de Metroplús S.A

Al respecto, Aura Estrada, directora de transporte de Metroplús S.A., argumenta la necesidad de su construcción: “Este es un punto que, dentro del corredor Pretroncal Sur Medellín de Metroplús, fue considerado como neurálgico en materia de movilidad. En este momento hay un giro a la izquierda sobre la carrera 43A con la Calle 16 Sur (loma de El Campestre) en sentido Norte–Sur, y que tiene incidencia negativa en la movilidad”. La directora explica que en materia de urbanismo, el Departamento Administrativo de Planeación emitió un concepto en el que dice que la Avenida El Poblado es una vía arteria, y que sobre estas se debe evitar, en lo posible, infraestructuras a desnivel por el impacto urbanístico que representan, y porque cualquier intervención sobre la Avenida de El Poblado se convertiría en una barrera que segregaría el costado Occidental del costado Oriental. Una intervención así, según ese mismo concepto de Planeación, tendría otros inconvenientes como que el peatón hiciera “un sobrerecorrido para cruzar la avenida”. Siguiendo esos lineamientos, en el trazo vial definitivo y aprobado se contempló el deprimido que consiste en mantener el nivel actual de la carrera 43 A y soterrar bajo esta la conectante Norte–Oriente desde la Avenida El Poblado hacia la calle 16 A Sur, en un giro en L invertida.

El corredor Pretroncal Sur Medellín de Metroplús, del cual hace parte el deprimido, está conformado por tres tramos:
1. Avenida El Poblado (carrera 43A) entre calles 21 Sur y 12 Sur con 1,1 kilómetros de longitud, dos estaciones centrales y el deprimido sobre la loma de El Campestre.

2. Calle 12 Sur, entre la Avenida El Poblado (carrera 43A) y la Avenida Guayabal (carrera 52) con 1,8 kilómetros de longitud y dos estaciones centrales. En relación con el espacio público, este tramo es igual al anterior. Una de las principales características es que su estación en La Aguacatala permitirá la integración con el Metro y el futuro Tranvía de la 80.

3. Avenida Guayabal (carrera 52) entre calles 12 Sur y 15C Sur, en límites con el municipio de Itagüí, con seis kilómetros de longitud y una estación central.

Sobre las aguas
En relación con los estudios hidrogeológicos, que según la copropiedad del edificio Danzas PH no existen, la funcionaria aclara: “Ese estudio se va a adelantar, previo al proceso constructivo, pues no estaba dentro del alcance del contrato. El estudio también será un insumo que nos permitirá decir qué estructuras complementarias se deben construir para mantener esos flujos de aguas y, además, si estas tienen incidencia en la parte estructural del edifico Danzas y otros del sector”. También asegura que a finales de junio, Metroplús S.A. recibió por parte de EPM la aprobación del diseño de redes de acueducto y alcantarillado.

No se afectará estructuralmente el edificio Danzas PH
Una de las principales inquietudes expresadas por los vecinos del edificio Danzas PH son las fajas de terreno que deberán ser intervenidas, tanto en esta propiedad (según los copropietarios, la entrada principal vehicular del edificio desaparecería, al igual que la zona de antejardín sobre la calle 16 A Sur y parte del trazo del antejardín sobre la carrera 43 A) como en el Club Campestre (predio que los vecinos consideran tiene mayor capacidad para aportar terreno a la obra). Al respecto, Aura Estrada asegura que lo que se buscó con el proyecto fue tener una afectación equitativa y proporcional en cada uno de los predios. “El Club Campestre no solo tiene afectación por el deprimido, sino también sobre la sección vial de lo que le corresponde sobre la Avenida de El Poblado y también por la calle 16 sur”.

A la copropiedad Edificio Danzas PH también le preocupan los daños estructurales que pueda sufrir el edificio una vez comiencen los movimientos de tierra para la construcción de la obra. La funcionaria aseguró que la metodología constructiva, mediante la cual se ejecutará el deprimido, no afectará estructuralmente el edificio.

El camino al infierno

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Con el agobiante tráfico que enfrentamos hoy, cooperar y buscar la mitigación del impacto vehicular con medidas reales es una obligación social

El Informe de Calidad de Vida 2014, del programa Medellín Cómo Vamos, revela que la inversión en transporte el año pasado correspondió al 15,7 por ciento del total destinado a la ciudad, es decir, 735.824 millones de los 4,7 billones invertidos. Después de Barranquilla, Medellín es la capital que más proporción de su inversión total dedicó al transporte. Después de la educación, el transporte es el campo al que más se destinaron recursos, y dentro de este, las áreas a las que más dinero se les asignó fueron: sistemas de transporte masivo (217.887 millones), seguido por estudios y preinversión en infraestructura (30.412 millones) y construcción de vías (21.289 millones). Se construyeron 10,9 kilómetros carril de vías, frente a los 1,3 kilómetros carril en 2013.

El mismo informe reporta 1.234.946 vehículos nuevos (614.334 carros y 620.612 motos). Entre 2013 y 2014, el crecimiento del parque automotor fue del 4,5%, (más de 53.000 vehículos). Finalmente, informa que en 2014 se redujo en 60 el número de agentes de tránsito al pasar de 514 a 454.

Con las cifras del informe es evidente que la ciudad necesita más agentes de tránsito que refuercen el cumplimiento de las normas viales, que impidan el uso de las vías como parqueadero, que estén en capacidad de afrontar el crecimiento del parque automotor y de la infraestructura vial; que estén a la par de los recursos públicos invertidos durante 2014. Pero, como siempre, también es necesario hacer responsable al sector privado, a los ciudadanos, para que los resultados de la inversión se intensifiquen. De poco sirve la basta inversión municipal en vías, o en transporte público, si no optamos por contribuir.

En las ediciones 621, 622 y 625 publicamos la serie de tres artículos sobre movilidad y transporte, titulados “Movilidad sostenible: del discurso a las acciones puntuales (1)”, “Movilidad sostenible: del discurso a las acciones puntuales (2)” y “Movilidad sostenible: del dicho al hecho hay mucho trecho (3)”. Estos estuvieron enfocados al aporte que algunas empresas hacen al transporte de la ciudad a través de políticas y medidas con su planta de empleados, proveedores y/o clientes, o por el contrario, si entorpecen la movilidad.

En la mayoría de la empresas existe una buena dosis de voluntad y disposición, o por lo menos un discurso a favor de la movilidad sostenible. Muchas de ellas aseguran que implementan la flexibilidad en los horarios de trabajo y el teletrabajo, incentivan el carpooling y los vehículos eficientes, ofrecen rutas de transporte colectivo y espacios para las bicicletas, y establecen sus sedes en inmediaciones de estaciones del metro o con buenos accesos a otras formas de transporte público. Si estas medidas son tomadas en serio por los empleados o, mejor aún, si se hacen cumplir por sus directivos, las aplaudimos. De lo contrario, no tienen sentido ni valor, no tendrán resultados que sumen a la calidad de vida de la ciudad. Como se sabe desde tiempos ancestrales, el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones.

Es sorprendente ver los casos de los centros comerciales. Sus estrategias para reducir el impacto en la movilidad –teniendo en cuenta su gran incidencia en la congestión de las zonas donde están ubicados– son pocas y en ocasiones inexistentes. Lo mismo sucede con las Tiendas D1, un modelo de negocio de reducción de costos, en gran medida, a costillas del espacio público al no tener parqueaderos para clientes y proveedores. Estas decisiones lucrativas para ellos, dificultan –hasta paralizan– la movilidad de las zonas donde se ubican.

Con el agobiante tráfico que enfrentamos hoy, cooperar y buscar la mitigación del impacto vehicular con medidas reales es una obligación social.

Talento musical colombiano en el corazón de los Alpes Suizos

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Tres artistas de la Academia Filarmónica de Medellín participarán en el Verbier Festival, entre el 17 de julio y el 2 de agosto

Santiago Bernal, (primero de izquierda a derecha) durante uno de los ensayos.

Santiago Bernal, Nicolás Bernal y David Espinosa son tres jóvenes músicos de nuestro país que por estos días se encuentran en Suiza, preparándose para participar en el Verbier Festival.

Creado en 1994, este festival internacional de música clásica es realizado cada año en Verbier, localidad del Cantón del Valais, y está considerado como uno de los más importantes de Europa.

El inmenso prestigio del Festival es rúbrica del talento de los artistas colombianos, quienes cumplirán una apretada agenda que incluye clases maestras, audiciones y conciertos.

Una participación de lujo
Esta semana, David Espinosa (percusión) y Nicolás Bernal (violín) se encuentran participando en el campamento de verano del Festival, que se realiza de manera paralela al evento y comenzó el pasado 5 de julio.

Ellos harán parte de la Verbier Festival Music Camp Orchestra, formación que se presentará en la Salle des Combins, recinto festival del Festival, el domingo 19 de julio. La dirección correrá a cargo de la mexicana Alondra de La Parra y el programa incluye obras de A. Copland, B. Britten, S. Prokofiev y A. Márquez

David y Nicolás volverán a esta sala de conciertos el sábado 25 de julio, nuevamente con la Verbier Festival Music Camp Orchestra, bajo la dirección, esta vez, del ruso Dima Slobodeniouk. El programa incluye obras de F. Schubert y J. Brahms.

Adicionalmente, ambos artistas asistirán a clases maestras y jornadas de estudio, bajo la dirección de coachs de renombre en la escena mundial, como Roberto González Monjas, David Ballesteros y Jacob Nissly.

Por su parte, Santiago Bernal (violonchelo) será uno de los integrantes de la Verbier Festival Orchestra, la orquesta principal del Festival, con funciones en la Salle des Combins, los días 17 y 20 de julio. En estos programas se interpretarán obras de G. Verdi, S. Rachmaninoff, R. Strauss, H. Berlioz y F. Schubert.

Consulte toda la programación en el sitio web oficial del Verbier Festival.

¿Quién es quién?

Santiago Bernal

Santiago Bernal (violonchelo) cuenta con un recorrido musical bastante amplio: nació en Bogotá, tiene 23 años y toca el violonchelo desde los 10. Es egresado de la Universidad Eafit y participó en el campamento de verano Interlochen (Estados Unidos); en Festichelo; en Femusc (Brasil) y se presentó con la Harmonia Symphony Orchestra, en las Naciones Unidas, en Ginebra. Santiago repite participación después de 2014, pero esta vez ingresa a la Verbier Festival Orchestra.

Nicolás Bernal
 

Su hermano Nicolás (violín), nació en Medellín, en 1998. Interpreta el violín desde los 7 años y actualmente estudia bachillerato en el Instituto Musical Diego Echavarría. Participó del IX Encuentro de Orquestas de Cámara Infantiles y Juveniles de la Universidad Javeriana y en el VI Festival Internacional de Música de Medellín.

David Espinosa

David Espinosa (percusión), con 18 años recién cumplidos, estudia Música en la Universidad de Antioquia. Ha participado en conciertos con la Orquesta Filarmónica de Medellín como invitado Afmed. En diciembre de 2014 tocó con la recién creada Harmonia Symphony Orchestra, con ocasión del aniversario del Día para los Derechos Humanos, en las Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza.

Doble desmodulador gris Frank Stella / Obra del mes

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Ese cuadro “postpictórico” ofrece solo elementos formales y no tiene sentido avanzar en la interpretación de contenidos: un cuadro es solo lo que se ve en él
Por Carlos Arturo Fernández

Los artistas de las vanguardias del siglo 20 lucharon con mucha fuerza para reivindicar la autonomía de la obra de arte. Un arte que no estaba al servicio de la religión, ni de las ideologías políticas, ni de los poderes económicos, encontró que solo podía estar al servicio de sí mismo. Arte por el arte; arte como análisis de las condiciones propias de la obra: estructura, composición, relaciones formales.

Este tipo de estética llega a su más plena manifestación con los movimientos del Minimalismo y de la Nueva Pintura (o Abstracción Postpictórica) en la década de 1960 y Frank Stella va a ser uno de sus más radicales defensores. Con poco más de veinte años se atreve a afirmar que un cuadro es solamente una superficie plana con pintura sobre ella y nada más. Por tanto, ese cuadro “postpictórico” ofrece solo elementos formales y no tiene sentido avanzar en la interpretación de contenidos: un cuadro es solo lo que se ve en él.

Doble desmodulador gris, 1968, realizada por Frank Stella:
• Es una pintura de gran formato, de 176 por 351 centímetros, lo que equivale a dos cuadrados exactos de 176 centímetros de lado, con un centímetro compartido en el costado común.

• Stella abandona la tradicional estructura rectangular del cuadro y hace que el formato responda a las formas que hay en la pintura. Aquí, aparentemente, esa idea no se aplica porque esta pintura sigue siendo rectangular. Pero cuando miramos lo que aparece sobre la tela y analizamos sus proporciones, entendemos que esta forma rectangular tiene aquella estructura especial de dos cuadrados exactamente iguales que comparten un centímetro en su lado común.

• Tiene en cada uno de los dos cuadrados doce cuadrados concéntricos, separados siempre por una línea blanca de un centímetro de ancho (al encontrarse en el lado común los dos cuadrados mayores se elimina una de las líneas blancas y por eso las proporciones resultan perfectas).

• El efecto de la parte derecha del cuadro es el contrario que produce la izquierda. Con esa especie de juego óptico tenemos la sensación de que a la izquierda se enrollan los cuadrados concéntricos y a la derecha se desenrollan; o, mejor quizá, que estamos ante una especie de pulsación porque el proceso no es plano sino esférico: lo que está en el centro pasa al borde externo, y eso de manera continua y repetida a medida que dirigimos la mirada de un lado a otro.

• De lo anterior también surge el título de la pintura: son como los dos extremos de una comunicación radial: el emisor modula y el receptor desmodula el mensaje.
Podría creerse que este tipo de arte no tiene nada que decir. Sin embargo, este es un momento fundamental: cuando el arte entendió que no estaba al servicio del poder, pudo comprender también que podía poner su creatividad para impulsarnos a pensar y a expandir nuestra capacidad perceptiva, tanto en el ámbito privado como en el espacio social.


 
Obra del Mes
A partir de esta edición el Museo de Antioquia y Vivir en El Poblado retoman los recorridos por las obras de la colección del Museo, con imágenes y textos que narran la historia y el contexto del que son protagonistas

Vivir la voz, el instrumento del alma

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Voces de afuera y propias interpretarán y compartirán diversos estilos, en el XIV Festival de Música Coral José María Bravo Márquez

Por Luisa Martínez

En la noche del 7 de julio, el templo El Verbo Divino, en el barrio Conquistadores de Medellín, tembló. Tembló con el vozarrón que soltaron coristas al aire y estremeció a los asistentes que, por gusto o casualidad, estaban presentes. La iglesia estaba a reventar –había más de 600 personas–; era la inauguración de XIV Festival Coral de Medellín José María Bravo Márquez. Los grupos anfitriones, Ensamble Vocal de Medellín y Capella Nova, dirigidos por Jorge Hernán Arango, dieron la apertura y los coros invitados de Venezuela, Chile, México, Argentina y Estados Unidos estaban expectantes. De pronto, algunos coristas que estaban en las bancas se sobresaltaron, cuando de improviso, Jorge Hernán, también director del festival, los presentó al público y les pidió cantar. Valga decir que “los cogió fuera de tono” y así, confundidos y sorprendidos, tuvieron su primera presentación en la ciudad.

Hasta el 11 de julio, en diferentes escenarios de la ciudad, se oirá música coral en 19 conciertos gratuitos con coros locales. Tal como dice su director, “el coro no es un estilo de música, sino un instrumento musical que puede cantar lo que desea”. Es especial, porque es “el instrumento más íntimo de todos… Puedes dominar un piano, un violonchelo o una guitarra, pero nunca alcanzas a tocar lo que verdaderamente siente tu alma, en cambio sí puedes cantar lo que está en tu alma”, agrega.

En El Poblado se presentarán, el 9 de julio, Capella Nova y el coro de la Universidad de La Florida, en la iglesia San José a las 7 pm. El 10 julio, la Coral Alianza Francesa de Medellín y Vox Lumini, estarán en la Casa Teatro El Poblado, a las 8 pm. La clausura será el 11 de julio, en el Teatro Metropolitano, a las 4 pm, con los cuatro coros invitados, el Ensamble Vocal de Medellín, en compañía de la Orquesta Sinfónica Juvenil Red de Escuelas de Música de Medellín.


Ensamble Vocal de Medellín: el coro en la ciudad


Coro Ensamble Vocal de Medellín. Foto cortesía


< Jorge Hernán Arango. Foto cortesía

Con un trabajo intenso desde 2002, cada año el festival le da un espacio a esta música del alma para mantenerla y conservarla. Para eso, Jorge Hernán Arango tiene claro que lo más importante cuando se es director, es la comunicación, pues esta es “la relación exacta entre lo que quiere el compositor y lo que el público entiende”. Cuando esto no sucede, “es que el público se va alejando y es lo que hace creer que la música coral es solo para las iglesias”. Con la Corporación Ensamble Vocal, que en 2015 cumple 20 años, Jorge ha llevado este arte a diferentes públicos de la ciudad. Hace poco creó un nuevo coro con jóvenes de las comunas 1, 2 y 3 y está seguro que a donde llegue, con esta iniciativa, siempre habrá quienes querrán formar un grupo. En este ejercicio musical, dice, se aprenden cinco valores fundamentales: tolerancia, disciplina, mística, confianza y respeto. “Todos ellos forman el único valor del ser humano que es la ética”, agrega.

Durante el festival, Ensamble de Música de Medellín presenta un repertorio diverso, y cada pieza, sea colombiana, latinoamericana, clásica o espiritual, la cantan con cariño. El repertorio está vigente en la memoria, pues acaban de presentarlo en el Festival Internacional de Coros Sine Musica Nulla Vita, en la ciudad de Egeln, Alemania, que se realizó a finales de mayo. Por ahora, hay dos obras con las que el coro vibra: Laudate domini –se las dedicó el director catalán Josep Vila i Casañas, y “cuando cantamos es como si tomáramos agua fresa”, dice Jorge–. La otra, un arreglo de Lucía, de Joan Manuel Serrat, que hizo Arango junto al director venezolano Gregory Pino. “El problema es que cuando la cantamos, lloramos”, expresa emocionado.

En los próximos días, antes de salir al escenario, Jorge hará con el coro la rutina acostumbrada: respirar cinco o 10 minutos, vocalizar y resonar para alertar al cuerpo de que va a entrar en sintonía. Luego dejará al coro tranquilo y, antes de dirigirse por primera vez al público –que es cuando tiene la voz quebrada, con una mezcla de alegría y debilidad–, les dirá: “Muchachos, solo el amor logra que uno cante bien. Vamos”.


El canto lírico Vox Lumini, de Chile


Coro Vox Lumini, de Chile. Foto cortesía


< María Isabel Fredes

Antes de venir a Medellín, los integrantes de Vox Lumini se prepararon durante un mes, tres horas diarias. Aun cuando había partido de Chile en la Copa América, su joven directora, de 30 años, María Isabel Fredes, convocó a ensayo. Para ella, lo más importante en el grupo es la solidaridad: “Cuando se falta a un ensayo o cuando se quiere cantar más fuerte para sobresalir, no eres solidario”. Y es que “la gracia del coro no es que sobresalga alguien, la virtud está en ensamblar y formar esto que se llama instrumento coral”.

Los integrantes de Vox Lumini son estudiantes o egresados de licenciatura en música, con especialización en canto y dirección coral, y hacen parte del Teatro Regional del Maule, en la ciudad de Talca. Su repertorio busca la complejidad y va desde el Renacimiento hasta la música contemporánea. En esta ocasión, su estilo lírico hará vibrar con Gracias a la vida, de Violeta Parra, entre otras canciones.


Hominis Urbi: Voces masculinas


Coro Hominis Urbi, de Venezuela. Foto cortesía


< Henry José Quintero

“Después de que cantas en un coro una vez, cantas toda la vida”, expresa Henry José Quintero, director del coro Hominis Urbi, de Venezuela. Quintero lo creó en 2006 con un grupo de amigos suyos de coros anteriores que lo apoyaron. Todos ellos, hombres, son los que ahora abarcan composiciones de diferentes géneros –boleros, tango, espiritual, sacra– y la música venezolana –joropo, gaita, pases, merengue venezolano– que es lo que quieren compartir en Medellín.

Ver programación en www.ensamblevocaldemedellin.com

El portal Mujeres Digitales celebra su primer aniversario con un balance positivo

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El proyecto busca fortalecer y estimular las capacidades de las mujeres, además de propiciar el ejercicio de sus derechos en Antioquia

mujeres digitales

Hasta ahora, 125 mentoras voluntarias han utilizado los contenidos del portal para trabajar temas de equidad de género con 3.665 mujeres de sus comunidades (FOTO: CORTESÍA SECRETARÍA DE EQUIDAD DE GÉNERO)
 
La sexualidad, la relación con el cuerpo, la educación y la manera como se representa a lo femenino son los temas más leídos y comentados en este espacio virtual, descrito como “de mujeres para mujeres”.

La iniciativa de crear Mujeres Digitales es de la Secretaría Departamental de Equidad de Género, dependencia que realizó todo un trabajo de investigación y conceptualización, previo al lanzamiento del portal.

“Hicimos una búsqueda de portales similares y encontramos que la mayoría se enfocan en temas como la belleza, el bienestar, el hogar y la cocina. Estos son portales dirigidos a lo que históricamente ha sido el estereotipo de la mujer y perpetúan una idea errónea de lo femenino”, sostiene Natalia Zapata Vásquez, directora de contenidos del proyecto.

En contraste, Mujeres Digitales aborda siete ejes temáticos, a saber: salud, paz, educación, autonomía económica, corresponsabilidad doméstica, violencias y participación política.

“Estos ejes apuntan al desarrollo y empoderamiento de la mujer, reivindicando sus derechos. Hasta ahora, nuestro principal logro ha sido hablar con las mujeres, y de las mujeres, como nunca se había hecho: sin tapujos ni estereotipos, y siempre apuntando a promover una sociedad igualitaria”, agrega la funcionaria.

Alrededor de 2.620 usuarias se encuentran registrados en Mujeres Digitales, portal que registra un promedio de 3.000 lecturas mensuales e interacciones desde más de 6.200 perfiles de redes sociales.

Adicionalmente, con motivo del primer aniversario del portal, se pondrá en funcionamiento una aplicación móvil del mismo, que permitirá aumentar el alcance de los contenidos al público.

Sobre la inscripción de cédulas, el pago de impuestos y la renovación de pasaportes

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Corren los plazos para realizar estos trámites y las autoridades recomiendan no dejar todo para el último momento. Vivir en El Poblado le recuerda en qué consiste cada procedimiento

pago impuestos vehiculo

Las filas son frecuentes durante los últimos días de los plazos establecidos para realizar esta clase de trámites

Inscribir la cédula para las votaciones de octubre, pagar los impuestos del carro y renovar el pasaporte son algunos de los asuntos pendientes que tienen muchos ciudadanos por esta época.

Sin duda, la mejor manera de hacerle el quite a las congestiones de última hora, y de evitar percances y sanciones, es realizar con suficiente anticipación tales diligencias.

Inscripción de cédulas
Hasta el próximo 12 de julio podrán acercarse al punto de votación más cercano a su lugar de residencia, quienes deseen inscribir su cédula y ejercer su derecho al voto en las próximas elecciones de alcaldes, gobernadores, diputados, concejales y ediles, programadas para octubre.

La Registraduría Nacional del Estado Civil tiene habilitados los puestos de votación, en toda la ciudad, para que los ciudadanos puedan realizar en ellos la inscripción de sus cédulas, de manera fácil y rápida.

El horario de atención es de 10 am. a 6 pm.

Con esta medida, el organismo busca facilitar el proceso previo a los próximos comicios.

Entretanto, en las registradurías se atenderá la inscripción de cédulas de 8 am. a 4 pm. hasta el próximo 25 de agosto.

Las personas que ya se encuentran inscritas en el padrón electoral pueden verificar su lugar de votación aquí.

Recaudo del impuesto de vehículos
El 17 de julio de 2015 es la fecha límite para el pago del Impuesto sobre Vehículos Automotores. Después de esa fecha, los contribuyentes que no hayan cumplido con esta obligación tributaria incurrirán en sanciones y tendrán que pagar intereses de mora.

La sanción mínima por extemporaneidad es de $141.000.

Quienes así lo deseen, pueden consultar sus estados de cuenta y solicitar la generación de la liquidación en línea.

Renovación de pasaportes
El nuevo pasaporte de lectura mecánica comenzará a ser exigido en los aeropuertos el próximo 24 de noviembre. De esta manera, si usted planea salir del país por esas fechas, es conveniente que renueve su viejo pasaporte para que no sufra contratiempos en el viaje.

Una vez que la medida entre en vigor, los viajeros que no hayan renovado su pasaporte no podrán salir de Colombia.

La renovación del documento tiene un costo de $190.000. El público puede solicitar online la cita para este trámite.

“Crónicas de La Eterna” se suma a la blogósfera de Vivir en El Poblado

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Relatos de la urbe y periodismo Gonzo es lo que trae Juan David Restrepo en su nueva bitácora digital

juan david restrepo

Juan David Restrepo, autor de Crónicas de La Eterna

Las historias de ciudad tienen, a partir de hoy, un espacio propio en Crónicas de La Eterna, el más reciente blog de Juan David Restrepo.

“Será un blog de crónicas urbanas; de las cosas que la gente hace y que, frecuentemente, pasan desapercibidas para los demás. Hay muchas cosas que nos parecen diminutas y que son grandes en sí, por las historias que suele haber detrás”, expresa el autor.

En Crónicas de La Eterna el lector podrá encontrar textos que se encuadran en el llamado periodismo Gonzo, un estilo de reportaje que es subgénero del Nuevo Periodismo y que fue creado por el periodista y escritor estadounidense Hunter S. Thompson, famoso por ser el autor de la novela y obra de culto Miedo y Asco en Las Vegas.

“Quiero seguir esa línea narrativa y que mis crónicas tengan eso mórbido, eso grotesco que caracteriza al Gonzo; que la gente sienta y vea eso, pero siempre con un sentido, con un fin. Que no sean textos para simplemente pasar el tiempo libre, sino que motiven una reflexión”, precisa Juan David.

Sobre Juan David Restrepo
Juan David Restrepo es estudiante de noveno semestre de Filosofía y tercero de Literatura en la Universidad Pontificia Bolivariana.

El bloguero, quien previamente ha producido contenidos para su bitácora Realidades Efímeras, es aficionado a la lectura, la escritura y la fotografía; pasiones que combina con sus actividades como DJ y grafitero.

“Hago muchas cosas, soy una persona más bien inquieta con el arte y por ello me gusta incursionar en diversas áreas”, sostiene.

Quejas por obras viales en Castropol

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Habitantes del barrio dicen “estar cansados” de las dificultades que les ocasionan los trabajos de mejoramiento y prolongación de la carrera 37A, ejecutados por Fonvalmed

obras castropol

Maquinaria pesada, vehículos y peatones deben compartir la vía, en la que además hay excavaciones y materiales de construcción

Irritados se declaran algunos residentes de Castropol y los barrios aledaños, debido a los inconvenientes que ocasionan los trabajos en el corredor vial formado por la diagonal 40A, la calle 15 y la carrera 37A.

Además de quejarse por el ruido y el polvo, factores prácticamente inevitables durante la construcción de este tipo de proyectos, los vecinos expresan indignación por los trancones generados y, sobre todo, por la precariedad de los senderos que han sido dispuestos para la circulación de peatones, a lo largo de las vías intervenidas.

Tal es el caso de Carolina Vélez, quien transita diariamente por el lugar y sostiene haber solicitado varias veces la adecuación de un corredor más seguro para las personas.

“No piensan en el peatón y no hay una acera por la que se pueda andar con tranquilidad. Uno se queja con la persona que está a cargo y siempre promete solucionarlo al día siguiente, pero cada vez es peor. Salgo con mi perra a caminar y hemos estado a punto de ser atropelladas por los carros, de caer a un hueco e, incluso, una vez, me cayó tierra en la cara”, expresa visiblemente molesta.

En el mismo sentido se pronuncia Camilo Andrés Betancourt, residente de Castropol, quien utiliza la bicicleta para sus desplazamientos cotidianos.

“Lo más incómodo no es la maquinaria en la vía, sino que no recogen bien los materiales (de construcción). Andar en bicicleta ya es difícil como para que encima las calles estén llenas de piedras y polvo que pueden provocar que se me pinche la llanta, que me caiga, o un accidente”, manifiesta.

Hasta octubre habría trabajos en la vía
Otra de las quejas expresadas por la comunidad tiene que ver con la falta de información sobre aspectos clave del proyecto, como el calendario de construcción y la fecha de entrega de la vía.

No son pocos los vecinos que se preguntan por qué la obra se encuentra lejos de estar lista, teniendo en cuenta que Fonvalmed había anunciado su culminación para el mes de julio.

Tal es el caso de Iván Zuloaga Posada, quien reside, hace muchos años, en una de las pocas viviendas unifamiliares que quedan en el barrio.

“No han dicho nada. Solo sabemos que empezaron a trabajar hace como cinco meses, pero nadie dice cuándo van a terminar. Mientras tanto, entrar y salir de aquí se ha vuelto una cosa horrible por los trancones que se forman”, comenta.

Lo cierto es que Fonvalmed realiza comités ciudadanos mensuales para resolver las inquietudes de la ciudadanía, y actualiza regularmente su página web con información sobre los avances de la obra.

En su circular más reciente, (la número 21, fechada el pasado 1 de julio) la entidad da a conocer el motivo por el cual se extendió el plazo de ejecución de los trabajos.

“La obra tenía como fecha de finalización en julio (sic). No obstante, debido al retraso en la entrega del lote en la zona más cercana a Las Palmas, y cuya situación ya fue solucionada, se ampliará tres meses más para finalizar en octubre”, reza el documento.

mapa castropol

Sobre el mapa, en naranjado, se aprecia la zona donde actualmente se ejecutan los trabajos (MAPA: CORTESÍA FONVALMED)

Características del proyecto
El proyecto comprende la construcción de un nuevo tramo de la carrera 37A, con lo cual se busca favorecer la accesibilidad al sector desde la avenida Las Palmas y viceversa.

Asimismo, Fonvalmed está trabajando sobre la vía existente, entre las calles 13 y 17, mediante el aumento de la sección, la construcción de andenes y la adecuación de zonas verdes.

Con estas obras, las autoridades esperan mejorar la movilidad en Castropol, barrio que ha experimentado un auge importante de la construcción en altura, con el consecuente crecimiento del número de habitantes y el inevitable aumento de los automotores que circulan por sus vías.

Inicialmente, el costo del proyecto se estimó en alrededor de $6.515 millones (incluyendo diseños, predios, construcción e interventoría).

Sin embargo, al presupuesto inicial se adicionaron $247 millones, debido a ajustes en el diseño de redes de telecomunicaciones y energía, y a cambios en la construcción de las redes hidrosanitarias, principalmente.

Así, el valor total de la obra es, al día de hoy, del orden de los 6.762 millones de pesos.