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Un antiguo acueducto de 1860, hallazgo arqueológico en el Centro de Medellín

La mañana de este jueves 5 de julio, durante la ejecución de las obras de peatonalización de la carrera Bolívar, se reportó un hallazgo arqueológico sobre la calle 51, Boyacá. Se trata de un antiguo acueducto que data de 1860, informó la gerente del Centro de Medellín, Pilar Velilla.

“Era un acueducto de barro, rodeado de piedras para protegerlo. Recibía las aguas puras, de manantial, que provenían de la quebrada Santa Elena, y llegaban a este lugar, corazón de ese pequeño pueblo de entonces, donde llegaban los habitantes a recoger el líquido, ya que en esa época no había acueducto domiciliario”, señaló Velilla.

El hallazgo implicará un retraso aún no determinado en las obras que se efectúan desde julio de 2017 en la zona, y que se espera estén listas antes que finalice 2018.

La gerente del Centro también informó que están analizando las disposiciones sobre la protección de los objetos hallados, para determinar qué harán con ellos, si los ubican en una especie de museo a cielo abierto, como una posibilidad, u otras opciones que las normas dicten.

Con certeza, cerró Velilla, los objetos encontrados serán custodiados y protegidos según determinen las autoridades responsables.

Barrio Manila: recórralo antes de sentarse a la mesa

Son muchas las opciones de comida que ofrece hoy el barrio Manila, tanto para comer en sus locales, como para mercar y llevar a casa.

De burratas están llenas las cartas de los restaurantes de Medellín hace unos años, lo que no había encontrado hasta ahora es una que incluyera aguacate. No es una receta para puristas, sino una bien lograda interpretación para un sitio que rinde culto al aguacate:

Lavocadería. ¿No lo conocía?

No es el único, a pesar de la cada vez más creciente popularidad del aguacate y de la consolidación de Manila como una zona para salir a comer.

Quizás la mejor idea para no terminar siempre en el mismo restaurante sea llegar al barrio a pie, o al menos dejar el carro y caminar un poco antes de sentarse a la mesa, justo como hice este recorrido. Lavocadería, así como Urbano Coffee, están en la calle 13, corta y más residencial, comparada con otras vías del barrio como las carreras 43B y 43E o las calles 11A y 12, cuyos locales están bastante más a la vista.

Manila es plana e invita a caminar.

Llegué un jueves poco después de las 9 de la mañana y ya se notaba movimiento, lógico sabiendo que en los últimos tres años el sector pasó de tener un hostal a sumar casi 20, además de tratarse de una zona con un buen número de oficinas. A esa hora se veían los extranjeros en las afueras de sus hospedajes o de algún negocio tomando el desayuno o caminando hacia el metro.

Antuaneth Cueter, de Amira –alimentos que transforman vida–, quien lleva cuatro años con su planta en el barrio y en enero abrió una tienda con venta al público, dice que la gente pregunta mucho por desayunos, por eso cuando la visitamos estaba terminando de adecuar el local para ofrecer sus granolas con yogur, frutos secos y frutas deshidratadas como opción para empezar el día. A propósito, para los amantes de los chips de kale, muy demandados y nada fáciles de conseguir, están disponibles en Amira, en la calle 12.

Mixto, diurno, sabroso

Priman las tiendas y cafés, que atienden muy bien al público mixto de habitantes, empleados de oficinas y turistas. En la mañana sitios como Hija Mía Coffee Roasters, en la calle 11A, tiene sus mesas llenas con rubios en bermudas y chanclas desayunando, allí les sirven su granola y un buen café, además hay wifi. Shaun Murdoch, neozelandés que abrió su café en 2015, dice que el barrio ha cambiado mucho, que se nota el aumento de turistas y que hoy la mayoría de sus clientes son extranjeros; allí, además de lo que sirven a la mesa, venden sus productos de la marca Mani Bros, que incluyen mantequilla de maní en tres presentaciones sin adición de azúcar, y una salsa elaborada con ají del Amazonas.

Salí de Hija Mía satisfecha con mi Flat White y mi macarrón con mantequilla de maní con cacao y me adentré en el local del lado, La Tartaletería, donde desde hace nueve meses Leidy Duque ofrece sus tartaletas dulces y saladas. Me quedé con ganas de probar la de quesos colombianos, que incluye Paipa, costeño, campesino y doble crema, y también tuve curiosidad por la de bondiola y plátano maduro, un motivo más para regresar. Todavía me faltaba pasar por Al Alma, cruzar por la puerta de Estela de Amor y recordar sus alfajores y finalmente llegar hasta Las Tres –los de la famosa milhoja–, pioneros en el barrio desde mediados de la década de 1980 y de una calidad que les ha permitido mantenerse vigentes.

Así es Manila hoy, tentación tras tentación, con otros sitios de toda la vida como Taquino, Frutos del Mar y la salsamentaria Excélsior, y novedosas propuestas como la de Sesave que también ofrece milhojas, pero saladas; De la Pitri Mitri que llevó el sabor peruano a la zona; El Güero, la mera taquería o Tal Cual Arte, que nació como tienda de artículos de arte, pasó a sumar oferta de café y hoy es un restaurante con una amplia carta que incluye carnes, aves y pescados y mariscos.

Andrea Trujillo, de Ganso & Castor, que lleva dos años y medio en Manila, dice que se trata de una buena plaza, definitivamente más diurna, que se mueve al desayuno con los turistas y al almuerzo con personas de las oficinas, y que en la noche es más bien quieto: “abríamos hasta las 10 y ahora cerramos a las 7, pues había muy poca afluencia”; no obstante, dice que otros locales de la zona como Barbacoa Burger and Grill y Olivia tienen cada vez más movimiento nocturno.

Para destacar, la convivencia entre lo tradicional y lo nuevo, gracias a que, a pesar de la gentrificación del barrio, que obviamente ha desplazado a pobladores originales, formatos tradicionales colombianos como la tienda, la legumbrería y el minimercado, tienen aún un espacio preponderante en Manila, sumando más de 10 entre unas y otras. En la calle 14, donde inicia el barrio, hay tres tiendas muy cercanas, en una de ellas nos topamos con los Santamaría: María Eugenia, Javier y Óscar, este último propietario de La Ventanita, decorada con fotografías de la primera mitad del siglo XX, en la que los protagonistas son los hermanos en tiempos en que iban con sus padres a pescar al río Medellín.

Mucha agua ha corrido por esta ciudad desde entonces y mientras los modernos edificios luchan por abrirse espacio dejando abajo alguna de estas viejas casonas, sus propietarios tratan de pasar los años que les quedan en ellas. Todavía no se reponen de la valorización que les llegó hace unos años y de la que se supone estaban eximidos, pero igual se les ve en el marco de la puerta conversando, atentos a cualquier cliente que aparezca y listos para sacar algún paquete de mecato y una gaseosa o cerveza, lo que más se vende. Les han ofrecido por sus casas, claro, hay muchos queriendo hacer edificios en el barrio, pero ellos no están interesados en vender: “¿Para dónde nos vamos a ir?”, preguntan, mientras me aclaran que la finca original, en el mismo predio, data de 1902: “aquí está nuestra vida entera”.

Productos y servicios relacionados

Además de los negocios de comida, Manila alberga otros relacionados con el sector, aunque algunos de ellos no vendan necesariamente comida.

Así por ejemplo en la calle 12 están las oficinas de Gastronomie France, que ayuda a estudiantes de cocina a ubicar un espacio para hacer sus prácticas en el país europeo.

Para los amantes de preparar postres, hace un año abrió Dulce Alelí en la carrera 43B, donde su propietaria Sandra González ofrece utensilios y productos para chocolatería y dulcería, como moldes, colorantes, cacao en distintos porcentajes y elementos para decorar.

Y aunque la lista de negocios del barrio es larga, vale la pena mencionar también a Tea World, una opción para disfrutar de esta otra popular bebida, que destaca en medio de varios cafés; Biela Bakery, con sus tortas temáticas por encargo; y Hacienda Urbana, formato más pequeño del reconocido restaurante que nació en Junín, donde todavía tiene local y que ofrece una variada carta de platos colombianos. Todos están ubicados en la calle 12.

 

Por Claudia Arias [email protected]

¿Te atreverías a rescatar sabores y saberes desde casa?

Esta mujer, que escondía su acento y nunca mencionaba sus tierras, comenzó a hablar con orgullo unas palabras que nunca habíamos escuchado: manteca negrita, chocula, ñame chapin, vinagre de plátano maduro, ají de leche…

“¿Mañana qué van almorzar?”, pregunta Luz Dary.
“Lasagna por favor”, responde la patrona.
Este escenario es común en muchos de nuestros hogares, una empleada doméstica dispuesta a los comandos de sus patronas, pero ¿qué tal si la realidad fuera otra?
“Luz Dary ¿qué te gustaría prepararnos de almuerzo para mañana?”.
“¿Qué tal un encocao y chocula?”, responde Luz Dary.
En muchos de nuestros hogares hay portadores de tradición, unos personajes que tienen sabiduría ancestral culinaria acompañada de historias, recuerdos, saberes y sabores impensables por muchos de nosotros los citadinos, quienes poco conocemos de las delicias de nuestra diversidad natural y cultural. De sancocho, frijoles, ajiaco y arepa no pasamos.
Un día, mientras almorzábamos, le preguntamos a Julieth, una mujer que nos visita una vez a la semana para ayudarnos con las tareas de la casa, qué era lo que a ella más le gustaba de lo que solía cocinar su mamá. Y lo que pasó de allí en adelante fue mágico. Esta mujer oriunda de Necoclí, Antioquia, que escondía su acento y nunca mencionaba sus tierras, comenzó a hablar con orgullo unas palabras que nunca habíamos escuchado: manteca negrita, chocula, ñame chapin, vinagre de plátano maduro, ají de leche, enyucao, buñuelitos de maíz biche. Quedamos salivando y con ganas de probar a qué sabían esas palabras que desconocíamos.
Así comenzó la idea de “rescatar la tradición, también en casa” una actividad en la que facilitamos un intercambio de saberes y sabores con Julieth, nuestra cocinera portadora de tradición. Le hacemos un café y nos sentamos a conversar, a escuchar lo que preparaba su mamita, su abuela, lo que cultivaba su abuelo, la tía que hacía el mejor mote de queso. Y así, entre historias y saberes, revivimos la memoria y los sabores de un rinconcito de Colombia.
Decidimos entre todos qué vamos a hacer la próxima semana y, guiados por Julieth, compramos los ingredientes y ¡manos a la obra!
No solamente inyectamos diversidad de sabores y de ingredientes en nuestra cotidianidad, sino que también Julieth recibe algo a cambio. Resulta que el sentido de pertenencia es algo clave para el empoderamiento y esta persona al sentirse escuchada y valorada por lo que trae consigo, más allá de ayudarnos en las labores domésticas, se empodera. Se da cuenta de que tiene un valor que quizás aún no ha explorado y que muchos quisieran saborear. Hoy por hoy Julieth comenzó con un emprendimiento en su barrio, un espacio multifuncional, donde su pareja hace mantenimiento a motos y ella deleita a los clientes con sabores de su niñez, como chorizos, panochas, tamales y más.
Queridos habitantes de El Poblado, Medellín y Colombia: los invitamos a rescatar la tradición y la memoria desde casa, a enaltecer saberes y sabores de estas mágicas personas. A probar las delicias de estas tierras, a construir nuestra identidad gastronómica desde el hogar. A reconocer a Julieth y a Luz Dary también como cocineras portadoras de tradición y a rescatar esa sabiduría ancestral.

Masmelos Suaves y esponjosos

Y dulces y deliciosos. Los malvaviscos o masmelos (del inglés marshmallow) fueron creados para combatir el dolor de garganta. La receta original incluía extractos de la planta del malvavisco, mezclada con clara de huevo y azúcar. Hoy se hacen con gelatina y jarabe de maíz.

Por Juan Pablo Tettay De Fex

Fábrica de masmelos
Fábrica de masmelos

Hace 18 años Elkin Yarce dejó su trabajo en una importante panificadora de la ciudad para dedicarse a su propio negocio. Junto con Camilo Salazar, un amigo, subarrendó una panadería en el barrio Castilla y empezó a construir un sueño que hoy tiene nombre propio: Prodismelos, una fábrica de masmelos.

Casi 20 años después, la panadería sigue existiendo y gracias al apoyo de entidades como Interactuar, la Alcaldía de Medellín y el Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia, la pequeña fábrica de masmelos ya no es tan pequeña. En un día puede producir alrededor de 22.000 unidades.

El proceso para la elaboración de los masmelos inicia con la inversión del azúcar, es decir, del estado sólido debe pasar a ser líquido. Luego, el almíbar resultante se bate con gelatina hidratada, colorantes y saborizantes. De allí se obtiene una masa que pasa a una máquina que le da forma y, finalmente, debe reposar durante ocho horas para ser empacada.

Sabores como uva, mora, naranja, chicle, piña, limón, cereza, vainilla, coco, frambuesa y fresa hacen parte de su repertorio. Además, producen gomitas y masmelos de todos los tamaños.

¿Cuentos jipis?

Somos parte de la naturaleza, la necesitamos en buen estado más que ninguna otra cosa y es obvio que está en grave riesgo, pero no nos decidimos realmente a protegerla. No es un cuento jipi, es un asunto ético.

Por Alejandro Álvarez
Por Alejandro Álvarez

La popularización del desarrollo sostenible es reciente (unos 30 años). Sin embargo, si se mira en su fin último, es fácil reconocer que se trata de un proyecto antiguo: la búsqueda de armonía en la relación entre seres humanos y en la interacción de estos con el entorno natural del que son parte. No hay nada raro en este propósito, ¿o sí? ¿No es obvio que queremos un mundo en el que las personas vivan dignamente y se respeten, se toleren, se reconozcan y se aprecien, conviviendo de forma pacífica? ¿No es evidente también que para vivir dignamente primero hay que sobrevivir, y que para esto son indispensables el aire, el agua, los alimentos y muchas otras materias primas? ¿Y será que para alguien es sorpresa que todas las materias primas -de todos los productos- son en última instancia contribuciones que nos hacen los ecosistemas? Sí, todo eso es obvio, evidente y no es sorpresa para (casi) nadie.

Sin embargo, ocurre con frecuencia que lo obvio, lo que tenemos al frente (¡en la punta de la nariz!), se nos escapa. Esto es lo que pasa con la urgencia de alcanzar un desarrollo sostenible, sobre todo en lo que al cuidado de la naturaleza se refiere: somos parte de ella, la necesitamos en buen estado más que ninguna otra cosa y es obvio que está en grave riesgo, pero no nos decidimos realmente a protegerla. Y así ocurre también con las posibles soluciones: están a la mano, pero no las agarramos. Es cierto que los cambios requieren tiempo y que la transformación de una sociedad perjudicial a una sostenible no se dará de un día para otro, pero no podemos esperar indefinidamente, postergando las medidas que le aportan a un mundo mejor. No podemos seguir en las nubes, en la ilusión del progreso material sin límites. Tenemos que ser capaces de reconocer la ineludible dependencia del sistema social (y, por ende, del económico) del sistema natural y buscar armonizar la relación entre ambos (propendiendo, además, por la ausencia de injusticias). Esto, en gran parte, significa la sostenibilidad: poder obtener, transformar, utilizar (equitativamente) y devolver lo que nos brinda la naturaleza, de tal manera que no se comprometan los procesos fundamentales de los ecosistemas ni se sobrepase su capacidad de carga. Lograrla no es solo un reto en lo tecnológico, sino también en lo cultural.

Es claro que tenemos que volvernos tan buenos como sea posible a la hora de utilizar las contribuciones que nos hace la naturaleza, y que para eso necesitamos innovar con tecnologías más eficientes, que produzcan más usando menos recursos y generando menos daños. Pero hay que hablar de la otra eficiencia, quizás más importante todavía y que debe ir siempre de la mano de la primera: esa según la cual debemos sentirnos satisfechos, plenos y dignos sin necesidad de consumir tanto, de gastar tanto, de presionar tanto los ecosistemas. Erich Fromm, en la introducción a su libro Tener o ser, nos dice que “al conquistar a la naturaleza, al transformarla para nuestros fines, su conquista se ha convertido, cada vez más, en equivalente de destrucción” y que por ende es “necesaria una nueva ética y una nueva actitud hacia la naturaleza”. No es un cuento jipi, es un asunto ético como responsabilidad frente al mundo.

Cerremos con un ejemplo local: la contaminación del aire en el valle de Aburrá. Esta problemática (que a todos nos impacta y mundialmente acaba con alrededor de 7 millones de vidas por año) no se solucionará solo con combustibles de mejor calidad, ni con motores a gas o vehículos eléctricos. Todos estos avances tecnológicos deben darse junto con cambios de hábitos para usar más el transporte público, caminar más y usar más la bicicleta. No se solucionarán los problemas de la actualidad si seguimos encerrados y aislados de manera individualista en el vehículo del “progreso a cualquier costo”, en la burbuja de “eso a mí no me afecta”. Hay mejores formas de vivir, pero para encontrarlas hay que pensar con los pies en la Tierra.

Menos tiempo con la familia

Casi todas las obras de Valorización fueron diseñadas con especificaciones mínimas, sin posibilidad de ampliación y mirando más hacia el pasado que hacia el futuro. Quizá por aquello de empeñarse en utilizar estudios de tráfico casi prehistóricos.

Tras tanto tiempo de no escribir sobre El Poblado por el cierre temporal del semanario que el lector tiene en sus manos -o mira en su pantalla- es saludable recuperar algunos de los asuntos que con mayor frecuencia se trataban en esta columna.

Ha sido un tiempo importante para observar y sentir cómo avanza la ciudad, qué ha pasado con las obras, cuáles expectativas se han cumplido y cuáles se han aplazado o, simplemente, han desaparecido.

Un tema muy frecuente era el proyecto de Valorización. Nunca una Alcaldía había promovido una obra con tanto entusiasmo, nunca hubo una obra más esperada por los ciudadanos de El Poblado. Y tampoco ha habido una más criticada.

Cómo no recordar su pegajosa e insistente publicidad, sus avisos en medios impresos destacando las vías tan despejadas que obtendríamos con el proyecto. Según las azucaradas promesas de Fonvalmed, llegaríamos más pronto a nuestro destino y (¡lo máximo!) pasaríamos más tiempo con la familia.

Recuerdo la firmeza -que algunos llamarán arrogancia- con que sus funcionarios se defendían ante la avalancha de críticas, recuerdo la frustración de la Junta de Representantes por no ser tenida en cuenta, recuerdo cuando su implementación fue aplazada un año porque al alcalde anterior le entró urgencia de aumentar el predial…
Hoy, con el proyecto por fin entrando en su etapa de madurez -la mayoría de obras terminadas, unas pocas en ejecución y otras más por iniciar- intentemos sacar conclusiones:
Todas las obras eran importantes, casi vitales para el desarrollo vial de la Comuna 14. Y todas se hicieron 20 años tarde. La mayoría entran en funcionamiento ya saturadas. Incluso cuando todas funcionen como sistema integrado, para entonces el crecimiento vehicular habrá aplastado las pocas ganancias.

Algunas obras resuelven un problema puntual de tráfico, pero se limitan a desplazar el trancón hasta el siguiente cruce.

Casi todas fueron diseñadas con especificaciones mínimas, sin posibilidad de ampliación y mirando más hacia el pasado que hacia el futuro. Quizá por aquello de empeñarse en utilizar estudios de tráfico casi prehistóricos.

Peor aún, obras que ya venían con deficiencias de diseño, durante la fase constructiva fueron modificadas hacia abajo (caso Superior con El Tesoro).
Con el -tal vez- loable propósito de dar trabajo a empresas diferentes, en ciertos casos críticos terminamos en manos de contratistas no idóneos.
Muy pocas obras realmente han valorizado las propiedades vecinas, más bien al revés. Porque atraen tráfico nuevo, con toda su contaminación. Muchos vecinos están pagando por la desvalorización de sus propiedades.

El sistema como un todo falla en sus accesos y salidas. Los Balsos, columna vertebral de la movilidad Oriente-Occidente, termina entregando todo ese tráfico a una estrecha y empinada vía de calzada sencilla.

Y la 34, arteria fundamental Norte-Sur, nunca ha tenido claro cómo cruzar eficientemente por el corazón de El Poblado.

Conclusión: solo quedándonos en casa pasaremos más tiempo con la familia.

Palabras para arrullar a un soberano

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Somos las páginas de un antiquísimo relato: una historia de amor, honor, esperanza, compasión, piedad y sacrificio, que una voz infinita seguirá relatando mucho después de que seamos olvidados.

Este bebé que tengo entre los brazos, esta confiada ternura milagrosa, esta estrella de arcilla que palpita, este vástago de estirpes olvidadas, esta imagen de Dios color canela, este príncipe y futuro soberano, tiene apenas unas horas de nacido y ya hay gente que le teme y que lo odia.

Embriagado de roces y de aire, tiene ahora mismo todos los futuros. Descubre el poderío de su llanto. Mira, escucha, digiere; tiene dentro de sí miles de historias; lo invade un vértigo de primeras veces. Tardará poco tiempo en comprender que este reino errabundo no se humilla, que aquí caemos con la frente en alto.

Tal vez sea corto el tiempo compartido. Cada instante común será precioso. Cada gesto y conversación irán confiándole un legado milenario de gratitud y aprecio, de dignidad, pero también de indignación con la maldad. Viviré, cuando me muera, en sus recuerdos. Llevará nuestros sueños hasta seres y lugares de los que no tendré noticias.

Una horda envilecida y miserable, unas descoloridas sabandijas frías –a las que nunca nadie amó– tienen horror de desaparecer con tu tibieza. Saben que representas el futuro de estas tierras, de una lengua y unos pueblos abusados. Tu sangre es más de aquí que la de aquellos que quieren desterrarte o que te mueras.

Aquellos desalmados quieren descorazonarte. Intentarán de mil maneras convencerte de que tu reino no existe, que no eres lo que eres. Ahora mismo no dejan de decir que vales menos, que no cuentas, que en el orden de las cosas tu lugar está en resquicios y cavernas. Su avaricia los tiene atareados tratando de despojarte. Tratarán de obligarte a que les creas que el mundo tiene dueños, que no es tuyo ni de todos. Quieren vencer tu dignidad y tu coraje. Tratarán de destruirte o enjaularte. Será una guerra sin cuartel y fiera, pero el amor alienta a nuestro bando.

No hay nada que temer, mi soberano. Desde que el hombre es hombre, no ha habido tiempos fáciles. Nadie puede escapar a su destino. Algunos mueren pronto y otros tarde. Hay privilegios que son como maldiciones, y tragedias que vienen a bendecirnos. Somos las páginas de un antiquísimo relato: una historia de amor, honor, esperanza, compasión, piedad y sacrificio, que una voz infinita seguirá relatando mucho después de que seamos olvidados.

Pero ahora mismo estamos celebrando. Permite que te arrulle la música del mundo. La dicha de tu pueblo es desbordada. Hay sonrisas, suspiros, murmullos, bisbiseos. Los trenes y los pájaros te dan la bienvenida. Ya habrá oportunidad de que conozcas el color, la textura, la sublime extravagancia de esta maravillosa creación. Quisiera estar contigo para ver qué cara pones el día que conozcas la orquídea y el elefante; la tarde de sol dorado en que contemples con ojos entendidos la inmensidad del mar; la noche en que la tímida luciérnaga ilumine las líneas de tu mano. No hay prisa, majestad. Duerme. Descansa. La pluma está dispuesta y afilada. Tu ejército está dando la batalla.

“Competiremos con calidad”: rectora del ITM

El ITM abrió sus puertas en el barrio Manila con su oferta de educación continua. Ofrece clases hasta las 10 p.m., incluso hay jornadas los domingos.

por Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]

Le faltaba el sur para completar su cobertura en Medellín. Ya está en el Centro, Castilla, Boston, Belén y Floresta. Tras cumplir 25 años, el Instituto Tecnológico Metropolitano -ITM- inauguró el pasado jueves 28 de junio sus instalaciones en El Poblado, con tres aulas con capacidad para 20 personas cada una.

En las seis sedes recibe cerca de 24 mil estudiantes en educación formal y entre 15 y 20 mil más en educación continua; la rectora, María Victoria Mejía Orozco, le contó a Vivir en El Poblado sus planes con la nueva ficina, en el edificio de la Cámara Colombiana de la Infraestructura.

¿Qué los motivó a abrir esta sede?
“Después de muchos meses de análisis de oferta y demanda de la institución, vimos hacia dónde podíamos crecer y dónde podíamos tener una población importante para la demanda. Nos faltaba el sur de Medellín, donde hay 48 mil empresas y una población flotante itinerante muy alta, con personas que por cuestiones de movilidad les resulta difícil desplazarse hasta nuestras otras sedes”.

¿En qué se concentrará su oferta?
“Uno de nuestros ejes misionales es la extensión, cada una de las cuatro facultades construye una oferta según la demanda del mercado; es variada en temas puntuales de cada área. Tenemos un proyecto, De la U a la empresa, con la cual podemos llegar a las empresas de la zona, ajustándonos a sus planes de formación y capacitación, con flexibilidad de horarios y ubicación -podemos hacerlo en la misma empresa-, graduando cohortes cerradas.

No solo tendremos presencia académica, también contaremos con nuestra proyección social, el museo de ciencias naturales, eventos culturales, artísticos, de humanidades”.

¿Con qué competirán frente a las demás instituciones de educación superior en el área?
“Con calidad. Contamos con acreditación institucional, somos reconocidos en escalafones internacionales de producción científica -sextos entre las entidades colombianas en el Ranquin Mundial SCImago, segunda en Antioquia-. En 2019 tendremos los primeros estudiantes del Doctorado en Ingeniería en El Poblado”.

¿Qué necesidades de formación han detectado en las empresas?
“Recientemente grandes empresas de la ciudad han manifestado necesidades para formar a sus colaboradores en un corto plazo en temas determinados, especialmente en habilidades blandas, porque reciben gente muy buena, que entra por el saber y el hacer, pero que sale por el ser, egresados que no saben hablar, comunicarse, escribir, trabajar en equipo”.

Nosotros Los Chachos

Tengo indignación por cuenta de ese síndrome que se da silvestre en el platanal y que en los momentos más inesperados nos deja en evidencia: las deficiencias en materias de educación y cultura son notorias y estructurales

Tengo un Yerry Mina creciéndome en el pecho. Y un Falcao y un James y un Quintero y un Cuadrado…
Pero, sobre todo, un Yerry Mina.
Si hasta lo puedo mirar. Por las mañanas, cuando me paro frente al espejo, el Yerry está ahí: en mi copete acabado de levantar, con los pelos de punta.
Y tengo camiseta amarilla, me la chanto y hago eco a la alegría de quienes se pusieron de ruana la Plaza Roja de Moscú, cantando Colombia tierra querida.
Y tengo la certeza de que el resultado del partido con Inglaterra –se jugó después de la hora de entrega de esta columna- no habrá cambiado mi sentimiento por la Selección. (Claro que si ganamos…, ningún gel podrá con mi copetón). Son contadas las ocasiones en las que los colombianos sentimos el orgullo común de serlo.
Una de ellas es el Mundial, a pesar de los amarguetas que se refieren al fútbol como el opio del pueblo. Suena el himno, rueda el balón, Mina invade la pantalla y: ¡goool!!! Nos unimos todos en una sola garganta.
¡Goool!!! Y el futuro se vislumbra diáfano. Por un rato.
Pero…, también tengo indignación, por cuenta de Nosotros Los Chachos, ese síndrome que se da silvestre en el platanal y que en los momentos más inesperados nos deja en evidencia: las deficiencias en materias de educación y cultura son notorias y estructurales. En el país, en Antioquia.
“El pueblo antioqueño creó el culto al avispado”, dice Juan Luis Mejía, rector de Eafit, en su texto, El culto al avispado.
Lo define así: “Es cañero, fafarachero, lanza, espuelón, fregao y ventajoso”. (Cualquier parecido con los chachos del video que dio la vuelta al mundo…). “Tiene agallas y se lleva a todo el mundo por delante”. (Pide la actriz del tal video: “Hablen del ingenio paisa”). “El avispado se ufana: yo no lo tumbé, él se cayó solo”. (Advierte uno de los actores: “Burlada la seguridad rusa. Ojo. Atención”, mientras el otro le sirve el trago prohibido que ingresaron al estadio, camuflado en unos binóculos).
Vergonzosa tanta fanfarronería, de la misma manera que lo es la del diario, así no tenga difusión en las redes.
De ventajosos estamos llenos. Para ellos no existen los semáforos en rojo, ni los puestos en las filas, ni los impuestos que hay que pagar. No dicen ni mu cuando en la cuenta el error es a su favor y compran certificados bajo cuerda. Y, contrario al sólo sé que nada sé de Sócrates, el bobito ese que filosofaba, estos vivitos que no las piensan, se las saben todas.
Dan pena. Aunque no estén envueltos en la bandera.
El asunto no es que los pillen o no; el asunto es el avispamiento endémico.
“Para tener una sociedad educada –vuelvo con JLM- se requiere primero una sociedad educadora”.
Mmmj, que nos falta, nos falta. Empezando porque el opuesto de ventajoso no es bobo; es co-rrec-to. Primera lección de Coquito.

ETCÉTERA: Hoy día, Pékerman puede ser santo o demonio para la prensa deportiva, pero para montones de hinchas, será por siempre el técnico que nos hizo sshhorar de puro contento y nos permitió soñar. Dentro o fuera de los cuartos de final, nadie nos quita lo bailao.

Crean póliza para proteger la reputación en redes sociales

Son cada vez más los usuarios que se han visto afectados en su buen nombre por medio de de las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram. Estas plataformas permiten que los agravios se visibilicen en mayor proporción en comparación a lo que ocurre en el mundo fuera de Internet.

Por Tomás Molina Pineda / [email protected]

Con estas nuevas dinámicas, el mercado de seguros ha identificado una necesidad para los usuarios y las empresas. Protección a la reputación y responsabilidad civil por publicación en página web u otros medios digitales, es una de las coberturas que ofrece. “Reconocimos diversos riesgos que podíamos atender con soluciones construidas a la medida. Creamos un equipo que nos ayudó a entender mejor situaciones como la pérdida de información o la difamación”, manifestó Estefanía Gómez, gerente de Soluciones Patrimoniales de Seguros Sura.

Los cambios en estas plataformas han evolucionado con rapidez, lo que ha ocasionado que los usuarios tengan desconocimiento para proteger su privacidad y su integridad y busquen alternativas de blindaje.

La reputación online, que comenzó como un concepto de interés para las marcas comerciales, ha tomado relevancia para otro tipo de usuarios de las redes sociales.

“La acogida del seguro digital ha sido muy buena, sobre todo los padres de familia, a quienes les preocupa cómo sus hijos utilizan las redes sociales. También es bien recibido por los adultos en el segmento de 26 a 33 años, ya que son personas que tienen mucha información publicada en sus perfiles digitales”, agrega Gómez.

Esta nueva realidad crea un reto para incentivar la educación, pues lo que estamos viviendo es el surgimiento de una dinámica a la cual nos tenemos que acostumbrar.
“Es un nuevo aprendizaje que le toca empezar a construir a esta cultura de las redes sociales, no todo lo que leo es verídico, me toca empezar a dudar de lo que estoy viendo”, afirma el sociólogo de la U. de A., Ómar Alonso Urán.

Frente a los cuidados que hay que tener para proteger sus cuentas de redes sociales, la influenciadora Diana Higuita recomienda: “Es muy importante estar cambiando las contraseñas, no tener enlazadas las cuentas de las diferentes redes, cuidarse de los seguidores que uno acepta y tener un criterio claro para seguir usuarios”.

La evolución de las redes sociales exige cada vez más un uso responsable por parte de los usuarios para minimizar lo que ocurre en el presente, un espacio que da cabida para los insultos y la información falsa.

Alabanza de la lentitud

Al olvidar que el cerebro es una máquina lenta, el deseo de emular a las máquinas rápidas, se convierte en fuente de angustia y frustración

En esta época de intensa velocidad propongo una pausa para percibir las virtudes de la lentitud y confrontarla con la velocidad; solo el ser humano hace pausas con sentido.

Tenemos una gestación larga, comparada con casi todos los seres vivos, pero no suficiente para obtener el desarrollo que logran otros mamíferos al nacer. Nacemos prematuros y frágiles, pero creamos la estrategia de la infancia prolongada y del cuidado parental para completar el desarrollo. Para hablar de este proceso, el neurocientífico italiano L. Maffei, describe en Alabanza de la lentitud, las evidencias del desarrollo cerebral humano. Maffei cuenta que en el Salón de los Quinientos en Florencia, se observan unas tortugas que llevan sobre el caparazón una vela hinchada por el viento. Entre ellas se descubre la leyenda: festina lenti: apresuraos con lentitud. ¿Qué significan estos frescos pintados por Vasari y encargados por Cosme I de Medici? La tortuga representa la lentitud y la vela, la velocidad. Para Cosme, este oxímoron significó: “piensa y reflexiona antes de emprender acciones de gobierno”.

Al olvidar que el cerebro es una máquina lenta, el deseo de emular a las máquinas rápidas, se convierte en fuente de angustia y frustración. Pero “la felicidad suprema del pensador está en sondear lo sondable y venerar en paz y tranquilidad lo insondable” (Goethe).

Maffei adelanta la idea de que un predominio del “pensamiento rápido o digital”, acarrea actuaciones erradas, males para la educación y la vida civil e invita a reconsiderar las posibilidades del llamado “pensamiento lento”, basado en la reflexión, el lenguaje y la escritura, camino importante para la educación en general y para la enseñanza en los colegios.

Maffei cita el cuento de T. White, Camelot, donde narra la gesta de Arturo y un relato de creación de los animales: al principio fueron creados muchos embriones; se les preguntó por las características que deseaban para posibilitar su supervivencia. Todos eligieron salvo el embrión del hombre. Se le invitó a elegir de nuevo, pero el embrión humano dijo que quería quedarse como estaba. Así el ser humano conserva la curiosidad y la sed conocimientos. Desde el punto de vista evolutivo esa elección determinó ajustes como la infancia prolongada y el cuidado de los padres. En efecto, el período de mayor plasticidad del hombre dura 9 años, en tanto que el de los animales se resuelve en semanas o meses.

Al estudiar el desarrollo, en pedagogía Waldorf, también es claro que el cerebro alcanza su madurez a los 9 años. “Para construir el cerebro humano, la evolución eligió la técnica de la lentitud; en cambio para los restantes animales eligió la rapidez”. Esto tiene consecuencias para la educación y las costumbres del ser humano actual. Hablaremos de ellas.

Alabanza de la lentitud

Lamberto Maffei (autor)
Carlos Olalla Linares (traductor)
Si hay un signo de los tiempos actuales, sobre todo desde la irrupción en todos los ámbitos de la “era digital” presidida por internet y el teléfono móvil, esta es la inmediatez, el deseo cada vez mayor y más apremiante de la solución instantánea para saltar a otra cosa. Repartida nuestra atención entre cada vez más requerimientos urgentes, no es raro acabar albergando una sensación de angustia o de frustración. Y es que el cerebro es una máquina lenta, aunque útil si se acierta a hacerla funcionar. A caballo entre la neurociencia y las humanidades, Lamberto Maffei reivindica en esta “Alabanza de la lentitud” las ventajas y beneficios de una existencia más pausada que recupere el gusto por el detenimiento y por el aprecio del tiempo, y rompe una lanza a favor de la palabra, de la escritura, de la lectura y de la asimilación, así como por una civilización en la que prevalezcan la reflexión y el pensamiento lento.

Invitación para este jueves 12 de julio

Integración, la búsqueda de Manuela Mejía

El yoga permite ser la mejor versión de sí mismo, crecer, encontrarse, entender que la vida es movimiento.

“Uno enseña mejor lo que más tiene que aprender”, ha sido una de las lecciones de Manuela Mejía Vargas, quien, a sus 28 años, está en la búsqueda del punto de convergencia entre dos saberes: “amo la sicología, que me ha dado muchas herramientas para enseñar yoga”.

Si bien ha estado inmersa en el mundo del yoga desde muy pequeña e hizo su primer viaje a la India a los seis años, meditar no le resulta tan sencillo: “tengo que decirme ‘ahora voy a meditar, Manu, lo necesitas’”. La hija de Luis Enrique Mejía “el loco”, un abogado que decidió estudiar a Jung de manera autodidacta y a esto se dedicó hasta su muerte –cuando Manuela tenía ocho años– y Luz Fanny Vargas, practicante desde hace 40 y creadora de Anaisa estudio de yoga, pionero en Medellín, dice que su vida ha sido un poco buscar el medio entre un papá parrandero y una mamá espiritual.

Así que no parece gratuito el nombre de Unity, su propio estudio que funciona hace dos años en la loma de Alejandría, recogiendo la herencia de más de tres décadas de Anaisa –su mamá, más espiritual, siempre está presente–, y la visión de lo que Manuela, más dinámica, ha aprendido en su propio camino. Como sus inicios están ligados a Oriente, a la India, en la mitad de su carrera de sicología se fue a Londres a certificarse como profesora, porque le interesaba saber qué estaba pasando en Occidente.

Manuela Mejía

Fue el cierre de un regreso iniciado a los 16 años, pues en la adolescencia se había alejado del yoga –quería ser ejecutiva–, dejando atrás los días en que, recién nacida, su mamá la ponía en un cojín al lado mientras enseñaba y la diversión que le traían las clases de niños años después.

Pero bastaron unos reemplazos en Anaisa y ver la respuesta de un par de alumnos para saber que estaba por dejar una opción de vida enriquecedora. “Un día llegó un señor muy serio a la práctica, hizo su clase y a la siguiente regresó y me dijo que estaba allí gracias a mi clase anterior, a la que había ido tras tres días sin dormir y después de la cual había podido conciliar el sueño”. Ese día entendió que podía hacer la diferencia en las personas.

Hoy, en Unity, Manuela recoge los aprendizajes de crecer al lado de su mamá; de su maestro Swami Jnanananda Giri, quien estuvo presente en su vida hasta su muerte hace tres años, y de Swami Brandev, de quien también ha recibido luz para profundizar en su camino a la conciencia. ¿Su respuesta? La gratitud; ¿su búsqueda? Ser facilitadora en el camino de aquellos que llegan a su estudio.

“Swami Jnanananda Giri era un gran maestro, nos recordaba la importancia de no poner en conflicto a la gente con sus creencias, de hacerla feliz, de permitir que crezcan en su entorno y con su forma de vida. Esa es la mejor manera de propiciar que cada quien sea la mejor versión de sí mismo”, concluye.

por Claudia Arias Villegas / [email protected]

¿Nos dejaron solos con el solo bus?

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Los carriles exclusivos fueron creados como una apuesta de la ciudad en defensa del transporte público, pero por las carencias en pedagogía, para el caso de la avenida El Poblado, fueron como brotando de la tierra. Dos años después poco se sabe de sus logros.

En julio de 2016, en arterias de la ciudad, aparecieron hitos anaranjados, estoperoles y señales de pintura en la calzada. Era el carril solo bus, que la Alcaldía había presentado como un privilegio para el transporte público. En números y a manera de ejemplo, el carril preferencial generaría comodidad y agilidad para los 60 usuarios del vehículo de servicio público sobre los ocupantes, pocas veces los cuatro, que van en carro particular.

Hubo pedagogía, cuestionable en su efectividad, dado que el ciudadano en casos de medidas que comprometan su salud y su seguridad no tendría que ir a la información, sino que los datos oficiales tendrían que buscarlo hasta en la calle más estrecha. Metérsele por los ojos y en los hábitos.

En medio de ese proceso con más dudas que certezas y con cinco víctimas mortales producidas en accidentes vinculados al sistema en otros puntos de la ciudad, hitos, estoperoles y pintura llegaron en octubre de 2017 a la avenida El Poblado: son 3.7 kilómetros entre el parque principal y Los Huesos.

¿Lo de “solo bus” hay que tomarlo de forma literal? ¿Por qué buses ruedan por fuera de su carril preferencial? ¿Lo pueden hacer? Han transcurrido ocho meses y hay preguntas que permanecen abiertas

¿Lo de “solo bus” hay que tomarlo de forma literal? ¿Por qué buses ruedan por fuera de su carril preferencial? ¿Lo pueden hacer? ¿Por qué quedaron tan próximas las flechas de giro a las esquinas? ¿Cuál será el impacto en el sentido norte a sur, por la calle 14, donde la calzada solo tiene dos carriles? A falta de pedagogía suficiente, el caos ha sido protagonista en esta arteria clave para El Poblado.

Vía redes sociales, la Secretaría de Movilidad por estos días explica mediante un video que los particulares sí pueden usar el solo bus para ingresar y para salir de predios y del comercio. Se hace por las líneas punteadas en la vía. Así, cierra la contradicción planteada de origen de que “en este carril no estará permitido el funcionamiento de ningún tipo de vehículo”. No obstante, han transcurrido ocho meses y hay preguntas que permanecen abiertas y otras que se agregan.

Una práctica del urbanismo y la movilidad es la de pacificación del tránsito, que consiste en instalar cierto tipo de barreras para que la velocidad de uso se reduzca y el peatón tenga mayores garantías de seguridad en ese entorno ¿El solo bus pacificó la 43A o infartó una arteria de por sí caótica? ¿Es, como prometió la Alcaldía, más ágil y eficiente? ¿Los accidentes se mantuvieron en los cinco fallecidos del primer año? No se sabe. La pedagogía se quedó corta y las cifras de seguimiento no existen. El carril solo bus dejó sola a la avenida El Poblado.

Kombucha en el hotel The Charlee

Como se ha vuelto tradición, socios de The Studio, disfrutaron una noche de cocteles en el mezzanine del hotel The Charlee. Bajo la guianza de Isabel Muñoz (@cool_turefood) aprendieron a mezclar licores como el vodka, la ginebra y el vino con la kombucha, bebida fermentada de origen chino.

Los retos de la Alcaldía de Envigado

De acuerdo con Juan Diego Serna, la Alcaldía de Envigado firmó el pacto nacional por el teletrabajo y avanza en fases de planeación.

Ejecutarán una prueba piloto con 8 funcionarios, que elegirán entre los de carrera administrativa y los vinculados de provisionalidad y lleven más de un año. Será de aceptación voluntaria e incluirá procesos de capacitación y dotación de escritorios virtuales. Una prioridad la tendrán funcionarios con discapacidad o con familiares en situaciones especiales y mujeres en estado en lactancia o con hijos menores de un año. El modelo sería de dos días de trabajo desde la casa y tres en la oficina y esperan que en su aplicación en pleno beneficie no solo la movilidad de Envigado sino que alivie las condiciones de desempeño laboral por hacinamiento en las oficinas de la Alcaldía.

Teletrabajo en Bancolombia completa 7 años de ejercicio

En todo el país, Bancolombia cuenta con 1.592 personas vinculadas al teletrabajo, bajo un propósito: favorecer la movilidad y el medio ambiente. El balance, de acuerdo con Lina Vergara, es un ahorro equivalente a 15 hectáreas de bosque y 1.593 toneladas de CO2.

No todos los cargos aplican y las áreas administrativas, comerciales, jurídicas, gestión humana y operativas son las más viables para la metodología, con dos retos clave: no se puede afectar la calidad de vida de los empleados ni la seguridad como entidad financiera.
“Hay claridad en que no se le puede exigir de manera diferente al teletrabajador que al que se desempeña en la oficina. Todo parte de definir la productividad de cada cargo”, explica Lina Vergara. En estos 7 años el 0.58% de colaboradores retornaron al modelo tradicional.

El mecanismo es voluntario y parte de una evaluación del perfil de la persona, de sus competencias y de condiciones de conectividad y de su hogar. Ahorrar tiempos y desplazamientos, compartir con la familia y favorecer condiciones de empleados que estudian, son otra parte del éxito del modelo.

Celsia desarrolló una app

Las apuestas de la compañía por la movilidad sostenible, reporta Claudia Salazar, vicepresidenta de Recursos Humanos, incluyen el concepto del carro compartido, bicicletas asistidas con electricidad, vehículos eléctricos y horarios flexibles.

“Hoy hay posibilidades de trabajar desde cualquier sitio, los resultados no se miran por horas hombre en la oficina sino por cumplimiento de objetivos y por resultados del negocio”.

El carro compartido aplica para los viajes al aeropuerto. En viajeros permanentes tienen 190 colaboradores y hay unas cinco solicitudes de viajes por día. Una aplicación desarrollada por el área de innovación coordina los desplazamientos del proveedor de transporte y establece rutas entre quienes viven cerca y tienen los mismos vuelos. El mecanismo es voluntario y ha tenido mucha acogida por optimización de recursos y por el cuidado del ambiente.

Utilizan bicicletas con motor que acompaña en el pedaleo. Hay 42 unidades disponibles, que reportan 3.607 préstamos y 17.000 kilómetros recorridos entre la casa y el trabajo o hacia otras sedes y clientes. “Han reemplazado 433 horas de viaje en carro y evitado 2.7 toneladas de CO2”, señala la Vicepresidenta.

Además, la empresa ofrece opciones de teletrabajo, incluidos dotación de equipos y pago de internet, en ejecución con 12 empleados, y cuatro opciones de horarios flexibles para diversificar ingresos y salidas.

Seguros Sura: “Trabajadores felices”

Tras seis años de proceso, Seguros Sura tiene en teletrabajo a 372 empleados, más 50 que aplicaron a la metodología. La exigencia, para un esquema voluntario, es que pertenezcan a áreas administrativas.

En 2016 realizaron una encuesta interna y encontraron que los empleados valoran los beneficios en eficiencia, economía, movilidad, manejo de tiempo y comodidad del vestuario. Sus jefes destacaron la reducción de distractores, la optimización de tiempos y el mejoramiento en la calidad de vida.

Alexandra Cano, analista de Compensacion y Beneficios, indica que el perfil predominante es de madres cabeza de familia con hijos menores de 5 años; madres lactantes; personas con familiares con algún grado de discapacidad y aquellos afectados por largas distancias entre hogar y trabajo.

El mayor tiempo de presencia en casa implica un traslado de los costos al empleado. Luis Daniel Bermúdez, director de Salud Integral, explica que Sura tiene previstos auxilios para energía, acueducto y alcantarillado, más telefonía e internet. Si el esquema es de tres a cinco días en casa, son 95.000 pesos por mes. Además, hay una inversión de un millón 700 mil pesos en dotaciones de muebles y equipos por trabajador.

La juventud de Ruta N

Por el perfil de la empresa y de sus integrantes, Ruta N puede considerarse un mundo aparte. “Trabajamos por proyectos, entonces acordamos tareas y sus entregables; requerimos desarrollar muchos trabajos de campo; además, somos una institución joven, con 9 años, y con colaboradores que tienen en promedio 38 años de edad. Por estas razones le podemos aportar a la movilidad de la ciudad, por supuesto con orientación al logro, una cultura de camaradería y verificación de indicadores estratégicos y operativos”, explica el gerente administrativo y financiero, Diego Serna.

Otros elementos de la estrategia son las jornadas con horarios flexibles y escalonados, la dotación de una herramienta colaborativa de conexión remota o el estímulo al uso del carro compartido, mediante preferencia para usar el parqueadero. “No hay que estar sentados en el puesto de trabajo para lograr un desempeño con rigor, ceñido a la norma y a la transparencia”, cierra Serna.

Renunció el gerente de Plaza Mayor

Juan Santiago Elejalde Escobar, gerente de Plaza Mayor, renunció al cargo que ocupaba desde el 27 de julio de 2017.

Por Daniel Palacio Tamayo

Un mes antes del inicio de Colombiamoda, el evento más importante realizado en Plaza Mayor, su gerente general Juan Santiago Elejalde renunció al cargo aduciendo “razones personales y de crecimiento profesional”.

Elejalde Escobar se desempeñó dos años y medio como Gerente de Operaciones y Servicios y uno más como su gerente general, afirmó que deja el cargo justo cuando el recinto ferial muestra “evidentes signos de estabilidad financiera” y una recuperación de la eficiencia administrativa.

“Fue un orgullo y un placer servirle a Plaza Mayor y por intermedio de ella a mi ciudad con la mayor dedicación, transparencia y cuidado por lo público y contribuir con el desarrollo de la industria de los eventos y reuniones en la región, gracias a todo el equipo humano de Plaza Mayor por su dedicación, pasión y profesionalismo que permitirá seguir haciendo eventos únicos para encuentros inolvidables”, manifestó Elejalde Escobar.

El presidente de la Junta Directiva y Secretario de Hacienda de Medellín, Orlando Uribe Villa, aceptó formalmente la renuncia del gerente después de la carta de renuncia presentada por Elejalde el pasado viernes 29 de junio.

Elejalde Escobar dejará el cargo el próximo viernes 13 de julio y asumirá como Gerente General Encargado, Juan David Restrepo, actual Gerente Comercial.

Dos latinos entre los 10 finalistas del Basque Culinary World Prize

Los cocineros peruanos Karissa Becerra y Virgilio Martínez son los dos latinoamericanos en la lista de 10 finalistas del Basque Culinary World Prize 2018, cuyo ganador se conocerá el 24 de julio en Módena, Italia. Este año 140 candidatos de 40 países optaron al galardón, creado por el Gobierno Vasco y el Basque Culinary Center –BCC–, que reconoce a chefs con iniciativas transformadoras en diversas áreas.

La tercera edición del premio está dotada con 100 mil euros, que el ganador destinará a un proyecto que exprese el poder transformador de la cocina. La primera ganadora en 2016 fue la venezolana María Fernanda Di Giacobbe, que busca brindar oportunidades a mujeres con vulnerabilidad económica, para convertirlas en microempresarias del chocolate; en 2017 el turno fue para Colombia con Leonor Espinosa, que a través de Funleo reivindica el hacer y el saber ancestral de poblaciones indígenas y afrocolombianas.

Los otros finalistas son: Anthony Myint (USA), Caleb Zigas (USA), Dieuveil Malonga (Congo/Alemania), Ebru Baybara Demir (Turquía), Heidi Bjerkan (Noruega), Jock Zonfrillo (Australia/Escocia), Marc Puig-Pey (España) y Matt Orlando (Dinamarca/USA). El jurado lo preside Joan Roca del Celler de Can Roca (España), junto a los chefs del Consejo Internacional del BCC: Massimo Bottura (Italia), Gastón Acurio (Perú), Dominique Crenn (USA), Yoshihiro Narisawa (Japón) y Enrique Olvera (México). Como invitados están la escritora Ruth Reichl, la historiadora gastronómica Bee Wilson, los chefs Andoni Luis Aduriz, Mauro Colagreco, Manu Buffara y Leonor Espinosa, el realizador David Gelb y la diseñadora Isle Crawford.

Vivir para pensar y compartir: Vivir en El Poblado

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Vuelve Vivir En El Poblado: vivir aquí, es vivir rodeados de diversidad… un barrio donde la historia, el arte, la arquitectura y la naturaleza conviven en un lugar único que nos sorprende día a día. 

Vivir aquí, es vivir rodeados de diversidad… un barrio donde la historia, el arte, la arquitectura,  y la naturaleza conviven en un lugar único, que nos sorprende día a día.

El Poblado, se escapa de las definiciones cortas… y más que un lugar de vivienda para algunos, es el sitio donde trabajan muchos más… donde otros llegan a pasar su tiempo libre… Donde se vive un intercambio constante de experiencias y saberes, para juntos construir comunidad.

El Poblado, lo habitamos personas con una convicción compartida: las necesidades de los habitantes se alcanzarán a través del compromiso de estar juntos… de apoyarnos y vivir en armonía.

Una comuna que cree en el poder de la inclusión, la cercanía y la interacción para lograr una sociedad más humana… que finalmente construye ciudad.

Paso restringido en la carrera 48c

Por la construcción que se está desarrollando para edificar el nuevo acceso de la estación Poblado del metro en el costado sur, la Secretaría de Movilidad recordó que se mantendrá el cierre parcial del carril derecho de la carrera 48C -paralela a la sede del Politécnico Jaime Isaza Cadavid-, entre las calles 7 y 10. Esta medida se extenderá hasta el 30 de agosto.

El Almacén, restaurante del Atton de El Tesoro

Milhoja de hongos y puerros entre láminas de wontón, risotto con costillas de cerdo, queso momposino y plátano maduro y ceviche de chicharrón, son algunas de las opciones de la carta del restaurante El Almacén, del hotel Atton de El Tesoro, cocina de autor con el sello del chef Óscar Gónima, jefe de alimentos y bebidas. Pronto abrirá también el bar Periférico, ubicado en el piso 24, junto a la piscina, con comida ligera, cocteles y bebidas sin alcohol para disfrutar de la vista de la ciudad.

Metrocables entran en mantenimiento

Ya es tradición que a mitad de año los Metrocables de la ciudad reciban mantenimiento preventivo.

El mantenimiento de los Metrocables inició este sábado 30 de junio e irá hasta el 5 de julio, con el Metrocable de San Javier, motivo por el cual estará fuera de operación comercial. Las demás líneas de Metrocables se irán turnando en las revisiones hasta completar el ciclo el 23 de julio.

Restricción de parrillero en Envigado fue suspendida provisionalmente

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La medida de restricción de parrillero hombre que tenía el municipio de Envigado fue suspendida provisionalmente ante el fallo del Juzgado 14 Administrativo de Medellín que determinó vicios de inconstitucionalidad por restringir las libertades individuales.
“Somos respetuosos de las decisiones judiciales y dentro de los términos legales procederemos a interponer los respectivos recursos que nos otorga la Ley”,afirmó Juan Manuel Botero Betancur, Secretario de Seguridad y Convivencia de Envigado.
Aunque la Administración Municipal puede apelar la decisión, la prohibición queda revocada ante un nuevo fallo.

Bienvenida a la edición 700 en el MAMM

Miembros del grupo promotor, socios, anunciantes, colaboradores y amigos se reunieron en el Museo de Arte Moderno de Medellín MAMM para darle la bienvenida a la edición 700 de Vivir en El Poblado, que circuló el pasado jueves 21 de junio. Alegría por el regreso de la publicación tras la pausa de un año, fue el sentimiento general de los asistentes.

Ingreso en la Estación Poblado tendrá cambios a partir de mañana

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Tenga en cuenta los cambios que tendrá el ingreso a la estación Poblado 

Por Tomás Molina Pineda

[email protected]

A partir de mañana 4 de julio el ingreso hacia la estación Poblado del Metro tendrá una nueva logística para mitigar la congestión de usuarios.
Para entrar a las instalaciones, los usuarios encontrarán demarcadas dos filas diferentes: una para quienes cuentan con la tarjeta Cívica recargada y otra para quienes van a adquirir el tiquete o vayan a realizar recargar.
Los primeros, con saldo suficiente en la tarjeta para utilizar el servicio, accederán por las zonas demarcadas con señales azules, mientras que los viajeros que necesiten hacer el pago en las taquillas deberán movilizarse por los sectores señalizados con verde.
“Debido a las carcterísticas de la infraestructura, algunas estaciones son pequeñas, era necesario hacer un plan de organización para que la gente ingrese con más seguridad y agilidad”, manifestó Juan Camilo Chaves, profesional de Servicio al Cliente del Metro de Medellín.
Este sistema ya se aplica en la estación Industriales, con buenos resultados, que permitieron replicar el método en Poblado (que recibe en promedio 40.000 viajeros diarios); luego será el turno para Aguacatala, Ayurá, Envigado, Itagüí, La Estrella y Sabaneta.

Tere y Aleja, acaban de ganar el Oscar de los libros de cocina

Madre e hija son maquilladoras de alimentos. Acaban de ganar el Oscar de los libros de cocina.

Tere es una cajita de música. Y Aleja no se queda atrás. Tere habla con dichos y refranes. Aleja es pura ternura. Ambas son pioneras en una profesión que hoy tiene grandes potenciales: son maquilladoras de alimentos o, mejor, estilistas de alimentos.

Tere Vélez y Aleja Camacho, madre e hija, hoy tienen una noticia para contar: T’ACH, libro del chef panameño Marck Colllin al que le hicieron el estilismo de alimentos y la dirección de arte, acaba de ganar el premio de Mejor Libro del Mundo 2018 en la categoría herencia culinaria otorgado por los Gourmand World Cookbooks Awards. Algo así como el premio Oscar de los libros de cocina.

No hay un año en el que Colombia no figure en esta lista: en 2017 fue el chef Carlos Gaviria con Técnicas de Cocina Colombianas, y antes habían sido MNR Comunicaciones y los cocineros tradicionales del Palenque de San Basilio. Entrar en ese club es un verdadero honor; honor que se han ganado tras casi 30 años de trabajo haciendo fotos publicitarias y editoriales. “A mí me tocó empezar de cero”, dice Tere, “cuando arranqué no teníamos internet, ni Instagram, ni Pinterest, la creatividad era total, teníamos muy pocos referentes”. Tere, que antes (y todavía) hacía catering, recibió una propuesta de Integración, agencia de publicidad, para maquillar alimentos para anuncios. “Acá nadie lo hacía, solo en Bogotá. Y me le medí”. Muchos cursos después, muchos clientes después, hoy Tere y Aleja, que empezó a trabajar con su mamá hace 12 años, son referente en la ciudad y en el país. Sus fotos hacen parte de campañas de compañías como Éxito, Nutresa, Cristar y Universal.

T’ACH

Tere ya había trabajado antes con el chef Collins. Pero esta vez la labor era especial. T’ACH, que en lengua indígena Wounaan significa plátano (comida), aborda las costumbres y la cocina autóctona de catorce regiones de Panamá, en la que se resalta el rescate de 133 recetas que han sido trasmitidas a las generaciones actuales. Y el reto era grande, las fotos, hechas en estudio, debían hablar el mismo lenguaje de aquellas que se tomaron haciendo trabajo de campo. Fondos, bases, utensilios e implementos fueron escogidos minuciosamente para dar la sensación de estar en una cocina tradicional en cualquier pueblo del país centroamericano. “Recorrimos mercados, centros comerciales, cocinas de amigos y amigas buscando siempre aquellas cosas que nos comunicaran lo tradicional, lo centenario”, y lo lograron, cada foto expresa esa sensación de hogar, de comida casera. “Uno sabe que las cosas salen bien cuando al ver la foto, el departamento saliva empieza a funcionar”.

El legado

Pero el premio no es en vano. Tere y Aleja miran redes sociales para mantenerse actualizadas, pero a la hora de hacer fotos, son expertas en creatividad o, lo que se debería decir mejor: improvisar. “Tere es muy rápida, reacciona con facilidad, a mí todavía me cuesta un poco”, dice Aleja, pero reconoce que trabajar juntas ha sido la mejor escuela. “Cuando estaba en la universidad ella me preguntó si me gustaba lo que ella hace, y mi respuesta fue sí”. A partir de ahí, han ido juntas a cursos de estilismo y de cocina, “porque para poder trabajar con esto hay que, por lo menos, saber manejar un cuchillo”, dice Tere.

Parte de su legado está en las manos de su hija, pero también en los clientes: “hoy son más conscientes de la importancia de nuestro trabajo, además ellos nos educan, pero nosotros también los educamos a ellos”.

Tere, por Aleja
“Es una berraca. Es una mujer inspiradora y es muy recursiva: a veces, en una sesión de fotos hace algo y yo le pregunto que porque no me había enseñado: “gordita, porque se me acaba de ocurrir”. Abrió camino en una profesión a contracorriente, sin que nadie creyera en ella”.

Tere, por Tere
“Si no estoy haciendo fotos, siempre estoy cocinando. Creo que uno tiene que saber para qué es bueno en la vida y tener presente que nadie podrá enseñarte buen gusto y creatividad”.

El premio, por Tere
“Ganarse un premio es muy satisfactorio, más cuando hoy la competencia es muy joven”.

 

 

Nuevas estéticas que rompen la rutina en El Poblado

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A El Poblado están llegando nuevas formas expresadas en diseños, objetos, dibujos o paisajes que están cambiando, para bien, las maneras de ver el barrio.

Por Sebastián Aguirre Eastman 

Un edificio construido hace un par de años sobre la transversal Inferior se ha encargado no solo de romper la rutina visual de quienes circulan por esta vía de El Poblado; también se convirtió en un referente turístico con perfil incluso de recomendado en redes sociales por agencias y visitantes.

Más hacia el centro del barrio, en la entrada a Provenza por la avenida 34, un pez pirarucú con tonalidades amarillentas dibujado sobre el muro oriental es desde hace cinco meses una distracción grata para conductores y transeúntes, en otra apuesta particular por romper la cotidianidad en estas calles.

El edificio y el mural son hoy íconos visuales de un barrio que, como lo señala el arquitecto Andrés Felipe Mesa, gerente de la firma M+ Group, es agradecido y recibe con beneplácito estas propuestas arriesgadas y distintas que invitan a otras ópticas.

“Salirse del formato”

El arquitecto Mesa, en compañía de sus colaboradores Kevin García y Luna Barrientos, diseñaron el edificio Energy Living, hecho para albergar a personas solteras o parejas sin hijos. En 2017 fue nominado a los premios Building of the year por el sitio web de arquitectura, Arch Daily.

Construida en 2015, esta edificación fue pensada para “salirnos de los parámetros tradicionales de las construcciones de la ciudad. Analizamos muy bien el target del producto (cliente) y con base en ello proyectamos un edificio muy específico”, dijo Kevin García en entrevista para el sitio web de M+ Group.

Para Andrés Felipe Mesa fue un aporte al movimiento arquitectónico que en Medellín se está viviendo en los años recientes, un despertar del “ostracismo”. Todo, comenta, se hacía igual, “los proyectos eran parecidos unos a otros, en algunos casos repetitivos”, y eso en parte es una respuesta a las exigencias de los clientes, quienes hoy son más conocedores, más educados visual y estéticamente, y quieren explorar otras tendencias, costumbres y maneras de vivir los espacios.

Mural en El Poblado

El pirarucú lo observa

David Ynche es un tatuador que en sus ratos libres es muralista. Las calles del barrio Colombia y Ciudad del Río lo conocen bien, algunas de sus obras decoran muros de estos sectores.

Hace cinco meses su trabajo se observa en el muro del costado oriental de la avenida 34, cerca a Los Parra. En donde antes un grafiti invitaba a una reconocida marca de hamburguesas, David se instaló para dibujar un pirarucú, un pez amazónico, con líneas orientales en las que impera el amarillo.

Sin pedirle permiso a nadie -“hay lugares en los que el espacio no le compete a nadie”-, este artista plástico plasmó su obra en un espacio de 2,30 metros de alto con unos 7 de ancho. “Es una forma de tocar a las personas, sin tener que pararlas y presentarme, es una forma de detenerse en medio de su vida cotidiana y que quienes por allí pasan miren otra imagen que los saque de su vida actual y que los haga pensar en que yo vivo de lo que me gusta”. En resumen, dice, es una forma de entregarles su visión sin que se la estén pagando.

Al hacerlo intenta conectarse con quienes lo rodean y con aquellos que habitan el lugar, para luego proponerles romper sus rutinas y abrir la mente desde su arte.

¿Dónde ver el partido de Colombia vs. Inglaterra en El Poblado?

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Estos son los lugares en El Poblado donde podrá verse el partido de Colombia vs Inglaterra este martes a la 1:00 p.m.

Centro Comercial Premium Plaza, boulevar central.

Parque Comercial El Tesoro, plazoleta al lado de Zara.

Centro Comercial Oviedo, Rotonda del Tercer nivel.

Restaurante San Carbón, av. Las Palmas, calle 14 con carrera 30.

Restaurante Angus Brangus, av. Las Palmas

Centro Comercial Punto Clave, zona de comidas.

Centro Comercial Sandiego, plazoleta del Éxito.

Centro Gastronómico La Strada.

San Fernando Plaza, zona de comidas.

Centro Comercial Almacentro.

Seis errores que no debe cometer un ciclista nuevo

Si se quiere sumar a la tendencia de montar en bicicleta, atienda las siguientes recomendaciones de un médico deportivo.

Hacen los 160 kilómetros, ida y vuelta, entre Medellín y Porce, pero en la mitad de la ruta no les puede faltar el desayuno con calentado que los recargue de energía, cuando, en realidad, ocurre todo lo contrario: podrá ser placentero, pero es negativo para su rendimiento y su salud, más en medio de tamaño esfuerzo.

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Este es solo uno de los errores que novatos cometen en carretera, atraídos por el auge del ciclismo que se ha instalado en Medellín y varias zonas más del país en los últimos tres años -las ventas de bicicleta han crecido cerca de un 30 %, calcula Fenalco-, impulsado por los triunfos internacionales de los deportistas.

El doctor Alejandro Ramírez, quien ha trabajado con el equipo Orgullo Antioqueño y las selecciones Antioquia y Colombia de este deporte, señala algunos de los desaciertos en que caen algunos primíparos, quizá por desconocimiento y llevados más por la emoción al rodar.

1. No se exceda en calorías

No crea que por ser ciclista tiene que ingerir muchas calorías. Muchas veces al rodar estas no se gastan, sino que se acumulan. Y en ese caso, el cuerpo no las necesita en abundancia. Procure que haya balance.

Como su cuerpo estará al límite en recorridos exigentes, evite consumir alimentos altos en grasa, carbohidratos simples como frutas y lácteos, que, de alguna manera, dice Ramírez, generan un funcionamiento inadecuado.

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Procure no tomar alimentos que no se digieran con facilidad. Las grasas, por ejemplo, se demoran en recorrer el aparato digestivo e implican mucha carga metabólica, esfuerzo y costo de energía.

2.Coma por fracciones

No se alimente en abundancia, ingiera por porciones para que el cuerpo pueda ir absorbiendo nutrientes y los utilice consecutivamente.

3.No a las comidas muy condimentadas

Resultan irritantes para el estómago. Al montar en bicicleta el flujo sanguíneo se redistribuye y, además de visitar el aparato digestivo, viaja hasta órganos vitales como el corazón, los pulmones y el cerebro. Si la sangre no llega al aparato digestivo, tampoco lo hacen los nutrientes, y con comida irritante se pueden generar gastritis, colon irritable o diarrea.

4. El calentamiento es clave, no carreta

El cuerpo, explica el médico, necesita entrar en calor para que los tejidos puedan recibir irrigación sanguínea. Cuando está frío, los vasos sanguíneos están estrechos y no tienen la capacidad suficiente para llevar la sangre y el oxígeno a los músculos. Al subir la temperatura corporal hay una vasodilatación que permite el ingreso de nutrientes.

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El calentamiento debe ser progresivo, ir aumentando la intensidad de forma gradual, para que la frecuencia cardiaca aumente sincronizada con la respiración.

5. Protéjase del sol, pero deje que este entre a su piel

Antes de rodar imprégnese de bloqueador solar con un factor de protección mínimo de 50, aunque intente exponerse sin el protector por media hora para hacer la conversión a la vitamina E, que es importante en el metabolismo del calcio y la salud de los músculos.

6. Compre la bicicleta adecuada para su cuerpo

No se deje meter una bicicleta solo por la oportunidad de venta del asesor. Revise bien que sí sea de su talla, que se ajuste a su biomecánica, que el sillín se adapte a su cuerpo, con el manubrio ideal. Muchas lesiones son provocadas por una mala elección y, por ende, una mala posición.

Nómadas que no alzan con carpas sino con sus puestos de trabajo

Al esquema clásico de trabajo, una empresa – una oficina, le nació un hermano menor, versátil, más económico, eficiente y con resultados probados. Se llama coworking. Así crece en El Poblado.

Por : Juan Felipe Quintero / [email protected]

No es nuevo, no en el mundo, porque por ejemplo San Francisco, Estados Unidos, lo tiene en marcha desde hace 13 años, pero entre nosotros está en proceso de consolidación, incluso, en expectativa por la llegada de grandes marcas. Son al menos 32 negocios en el Aburrá enfocados en coworking, de todas las posibilidades, pintas y colores; de lo informal a lo básico y también lo más potente y chic. Y con una finalidad: ofrecer oficinas para que la gente trabaje. Oficinas compartidas.

El modelo clásico es el de una empresa – una oficina. Y sucursales. El modelo de coworking revalúa el concepto y establece un espacio de labores para diferentes compañías, también para independientes y teletrabajadores. “Trae tu portátil, elige un sitio libre y ponte a trabajar”, es una de las ofertas de Wework, marca relevante del mercado mundial.

¿Una empresa trabajando en el mismo piso que otra? ¿En áreas compartidas? ¿Sin puestos fijos? Sí. Y los usuarios lo valoran. “El mundo laboral viene presentando cambios, uno de ellos el del concepto de la competencia. Hoy hablamos más de coopetencia, de empresas que se conocen en el mismo espacio y deciden emprender negocios juntos”, explica Alejandra Vélez, directora de Global Express – Lifeafar, una compañía que ofrece coworking en la calle 10 con la carrera 42. “Trabajo en un ecosistema con nuevas formas de relacionamiento entre empresas que conviven en el mismo espacio, que creen en las sinergias y en la flexibilidad”, anota Gabriel Pérez, del Centro Audiovisual Medellín, ubicado frente al restaurante San Carbón.


Coopetencia, sí. En un mismo espacio, trabajadores de diferentes compañías hacen sus labores del día, pero no están ni encriptados ni en actitud de protegerse del competidor. Al contrario, por voluntad propia existe total apertura de intercambio y colaboración, para conectarse, resolver dudas con especialistas, lanzar proyectos.

“Promovemos una regla de oro: darle 5 minutos a la persona que se te acerca”, reporta Giovana Bazurdo, desde Torre Scaglia, en la transversal Inferior, donde funciona Co-Work, una firma chilena con once sedes en el país de origen, dos en Uruguay y dos en Medellín.
“En el Centro Audiovisual Medellín cada empresa trabaja sus objetivos y sus negocios, pero también buscamos cómo crecer y aportar con la participación de las demás”, señala Gabriel Pérez. Este es uno de los perfiles de coworking del tipo temático: cine, fotografía, video, realidad virtual, marketing digital. Son 30 empresas, de la misma línea de negocio, que saben juntarse y abrir nuevas posibilidades. “Aquí trabajamos unas 80 personas, es un entorno muy estimulante, de optimización de gastos, de economía colaborativa”, agrega.
Son entornos, además, en funcionamiento permanente, como ocurre en Global Express – Lifeafar, de operación 24 / 7: “Acogemos trabajadores extranjeros, que necesitan conectarse con el mundo, hacer negocios”, cuenta Bryan Sánchez. El horario 8 a 12 y 2 a 6 dejó de ser la regla.

Eficiencia, costos, simplificación

Volviendo al modelo clásico, todo conduce, incluso vía tercerización, a la disponibilidad de roles como secretaria, oficios varios, mantenimiento, seguridad, aun más, áreas contables y jurídicas. El coworking simplifica el esquema, comparte servicios y abarata costos.

Necesitaba una oficina, el crecimiento de mi negocio y la rutina del día a día hicieron que el trabajo desde la casa dejara de ser viable”, cuenta Carolina Laverde, socia de Moonblock AI. Hoy, en Co-Work, paga 300 mil pesos por 100 horas de uso. “Es un valor muy diferente al que pagaría en arrendamiento de una oficina exclusiva, más servicios públicos”, agrega.
Co-Work está instalado en siete pisos de Torre Scaglia y ofrece planes desde 216.000 mensuales para usuarios pequeños y medianos, en un área compartida, hasta 86.000 pesos por metro cuadrado para grandes empresas. “Ofrecemos toda la dotación, internet, mobiliario, limpieza, cafetería. Todo eso en el modelo tradicional valdría un 30% más en costos para las empresas y sin tener el valor agregado del networking, que genera ideas, clientes y proveedores”, dice Giovana Bazurdo.

Los negocios hoy son otros, la fábrica, con máquinas y grandes instalaciones y dotación amplia de personal no es el único modo de generar riqueza; hoy el mundo laboral también lo protagonizan los llamados nómadas digitales, con saberes diferentes y redes de contactos y que para lograr sus objetivos solo requieren un portátil, un teléfono y conexión a internet.

“Han surgido modelos más eficientes. Habíamos desarrollado nuestros entornos laborales con el modelo del militar, del trabajador vigilado, de marcar tarjeta. Pero ya el mundo no funciona así”, cierra Carolina Laverde.

“Lo importante son los resultados”

Carolina Laverde vive lejos de sus tres socios. No consideran necesario ni práctico verse todos los días, sin que trabajar a distancia implique romper los indicadores y perder eficiencia. “Nos conectamos con buen internet, buen sonido, una pantalla grande y nos ponemos a trabajar. Lo que importan son los resultados de los negocios”.
En un comienzo la casa, los cafés internet y los centros comerciales fueron su sede laboral, pero la exigencia del proyecto y el nivel de trabajo la animaron a consultar la opción del cowork. “En precios de oficina, es imposible que haya mejores posibilidades”.

“He ensayado cuatro y el actual, en Torre Scaglia, es brutal: tiene muy buena conexión, cuenta con parqueaderos para visitantes y para bicicletas, máquinas de bebidas y de comida. Armas todo tu lugar de trabajo, incluso eliges desde el tipo de silla y el escritorio, y si necesitas salas de reuniones, si será por horas, días, semanas o meses”.
Un par de semanas bajo el modelo y ya Carolina encontró posibles aliados, gente que está desarrollando negocios parecidos. “El mundo cambia y está transformando los códigos. No nos vemos como competidores. Redes, confianza y sinergia son las claves”.

Para hacer cuentas

Los 560.000 pesos de tarifa de Wework por un mes de espacio en un área común crecen a 930.000 pesos para una oficina privada, cerrada y dotada con escritorios, sillas, archivadores y servicios públicos. Es el modelo que opera en Bogotá.

En El Poblado, el Centro Audiovisual Medellín hay alternativas entre 400.000 y 550.000 pesos, con un par de requisitos: firmar un contrato por un año y tener un perfil acorde con la temática tecnológica o audiovisual.

Selina, hotel y cowork ubicado diagonal al Centro Comercial Vizcaya, ofrece desde el día básico de espacio por 35.700 hasta el mes con servicios adicionales por 571.200 pesos. “Tenemos 130 puestos disponibles y manejamos hoy una ocupación del 75%”, informa Andrés Felipe Giraldo.

Global Express – Lifeafar, otra de las opciones cercanas, tiene para sus clientes la modalidad puesto dedicado, por 535.000 pesos, oficinas abiertas día y noche en las que se pueden dejar los equipos al terminar la jornada; el plan flexible, sin puesto fijo, por 245.000 pesos; y el plan día, por 21.000 pesos. “No solo estamos hablando de coopetencias entre trabajadores; ahora, desde Espacios N, apostamos a sinergias entre proveedores de espacios de cowork, de economía colaborativa, incluso en temas tarifarios”, señala Alejandra Vélez.

Tres razones para aumentar la ambición

Quiero empezar por compartir la alegría de estar de nuevo con todos ustedes. Me siento una afortunada de poder ser parte de Vivir en El Poblado y me siento feliz y orgullosa de que tengamos este espacio para compartir temas que nos enriquezcan a todos. Quiero seguir trabajando por una Medellín en paz, con más oportunidades e innovación, y para eso creo que es fundamental que soñemos en grande y aumentemos nuestra ambición.

Cuando oímos la palabra ambición muchos la relacionamos con avaricia o codicia. Inclusive a veces criticamos a otros por ser muy ambiciosos y nos frenamos a nosotros mismos de expresar todo lo que realmente deseamos. Es como si tuviéramos una voz interna que nos dijera: “¿Y quién soy yo para querer algo tan grande?”. O “desear tanto es malo.” Aunque la ambición ciega puede hacernos egoístas e inclusive causarnos daño, también es una fuerza fundamental para el desarrollo como persona y de una sociedad.

Es más, creo que como sociedad nos hace falta más de la buena ambición. Como coach personal uno de los retos más grandes a los que me enfrento es a poder motivar a las personas a desear más para su vida. La mayoría le ha puesto límites a sus sueños e inclusive se ha rendido de alcanzarlos. En este artículo comparto tres razones por las que debemos aumentar nuestra ambición:

  1. O estás creciendo o te estás muriendo, no existe tal cosa como quedarte en el mismo lugar. Lo vemos claramente con nuestro cuerpo. Si no hacemos ejercicio que nos rete, nuestro cuerpo no se queda igual, con el tiempo se va debilitando y entiesando. Para mantenernos en estado óptimo, debemos trabajar para alcanzar un estado físico más allá del cual tenemos en este momento. Así mismo sucede con nuestra profesión, nuestro dinero y nuestras relaciones personales. Aumenta tu ambición y elige crecer.
  2. Cuando persigues tu ambición, la recompensa es más grande de lo que obtienes en cosas materiales. La verdadera recompensa es la persona en la que te conviertes en el camino. Cuando nos ponemos una meta afuera de nuestra zona de comodidad, nos debemos enfrentar a miedos, aprender nuevas habilidades y hacer nuevos contactos. Aumenta tu ambición y descubre que eres valiente y capaz.
  3. El dinero nos permite expandir nuestro goce y nuestro impacto. Sara Blakely es una mujer que admiro mucho pues creó su empresa Spanx sin tener dinero y hoy tiene ventas multimillonarias. Al perseguir su ambición y obtener grandes sumas de dinero, ha podido impactar positivamente la vida de muchas personas. Ha generado muchísimos empleos, ha donado grandes sumas de dinero para darles un hogar a las mujeres y niños de la calle, ha invertido en otras mujeres emprendedoras para que puedan crear sus empresas, ha viajado por el mundo acompañada de sus seres queridos. Aumenta tu ambición, vive experiencias nuevas y ten un impacto positivo en la sociedad.

Si quieres aprender más sobre este tema, te invito a que escuches una grabación sobre la ambición en www.carolinazuleta.com/podcast

Galerías de puertas dispuestas

Con o sin sede física, dentro o fuera del horario, los espacios dedicados a la exhibición y venta de arte hoy tienen diversas modalidades para operar.

Por Claudia Arias
[email protected]

“¿Esto tan elegante sí es para gente normal como uno?”, “¿Aquí se puede entrar sin pagar?”. Estas son dos de las preguntas a las cuales se enfrentó Liliana Hernández, artista plástica y galerista, mientras tuvo abierto Plecto espacio de arte contemporáneo en el barrio Conquistadores. Sus vecinos, acostumbrados a convivir con otros residentes, oficinas de sectores más “tradicionales”, tiendas y otros negocios, veían con extrañeza este lugar dedicado a la estética.

Tras culminar las actividades del primer semestre, y después de seis años de tener su galería física, Liliana decidió tomarse un sabático e irse a Greenville, Carolina del Sur, donde vivió muchos años y donde, justamente, inició sus labores como galerista. Hoy, que cierra la sede física de Plecto, explica que la galería en sí no termina, la marca continúa promoviendo artistas, participando en ferias y operando eventos temporales sin fronteras geográficas.

Y es que de hecho la labor de estos espacios de arte trasciende el contenedor en el que operan –si lo tienen porque muchas lo hacen solo desde la virtualidad–. “La naturaleza de las galerías es diferente a la de los museos, los cuales tienen un horario establecido y están abiertos sí o sí; en las galerías, por su parte, hay al menos dos maneras, las más corrientes: abiertas al público o con cita previa, aunque lo que suele haber es una combinación de ambas cosas, porque si uno no abre algún día, pero llama una persona que quiere visitar una exposición, obviamente se le recibe”, aclara Liliana.

José David López de la galería José Amar, que funciona desde 2009, inicialmente virtual y hoy itinerante, cuenta que en estos años muchas personas le han preguntado por qué no abre una sede, pero él siente que su manera de operar es más eficiente en un mercado aún tímido como el de Medellín. “El arte en esta ciudad es mucho más barato que en Bogotá, aun así, muchos prefieren irse a comprar allá. Aquí estamos en un momento positivo, pero todavía incipiente, con clientes en proceso de aprendizaje, no es fácil y con una sede con costos fijos es más duro”. No se queja, solo describe el sector.

Con su modelo de virtualidad e itinerante, este amante del arte que dejó el trabajo corporativo para dedicarse a su pasión, representa a más de 10 artistas, para lo cual utiliza estrategias combinadas. “Me ha funcionado muy bien hacer eventos en empresas, con el objetivo de acercar a nuevos públicos; propongo una exposición de una semana con actividades culturales conexas como ciclos de conferencias y visitas guiadas, y ya si hay alguien que quiere comprar, puede hacerlo. También hago muestras temporales en algún espacio determinado, es costoso, pero no hay costos fijos y ahí se puede hacer inauguración que trae buenos visitantes”, anota.

Lo otro, tanto para los que tienen sede permanente, como para los que no, es un trabajo de mercadeo tradicional, si se quiere, que incluye contacto con los clientes vía correo electrónico o teléfono; presencia en redes sociales; asistencia a eventos del sector que los mantenga vigentes; y participación en ferias nacionales e internacionales, entre otras opciones. Así que haya o no haya puerta física que abrir y cerrar, las puertas de las relaciones son un asunto de 24/7 en un sector que es algo más que un negocio.

Virtuales después de medio siglo

Haciendo un sondeo con galeristas aquí y allá, hay consenso en que las galerías son espacios que suelen ser bien concurridos el día de la inauguración y que luego reciben visitantes graneados durante el tiempo que dura la muestra. Esto lo confirma Ana Lucía Mejía, hoy a cargo de la galería familiar con 52 años de historia –los tres últimos operando sin sede física–: “Cuando terminé mi master en mercadeo de arte en España me quedé unos meses trabajando en una galería allá, e incluso en una ciudad como estas con tanto movimiento, era muy poca la gente que entraba, la galería no es un espacio de tráfico alto”, explica.

Así que ahora que está de nuevo en Medellín a cargo de la galería familiar de forma virtual, siente, al igual que José David López, que esta es una manera costo beneficiosa de operar: “Si bien no contamos con un espacio para exposiciones, una buena fotografía y presentación de la obra en Internet –web, redes sociales, mail–, permite difundir el trabajo de los artistas de manera adecuada, más en nuestro caso que estamos muy enfocados en arte moderno con formatos como pintura y escultura, que pueden mostrarse más fácil en fotos, si comparamos con otras manifestaciones como performances o instalaciones”.

Recuerda la distinción de las galerías que se dedican al mercado primario –que obtienen la obra del artista, sin intermediación–, y las enfocadas en el secundario –cuando las obras ya han tenido otro dueño, han sido comercializadas antes–. Ellos trabajan ambos, pero Ana Lucía advierte que hay ciertos artistas que no manejan, por el tipo de obra que hacen, así que ella los refiere a sus colegas: “A veces me llegan artistas que no están en mi foco de trabajo, entonces los remito a galerías como Lokkus, que hacen un gran trabajo en arte contemporáneo; y una galería de este tipo podría, a su vez, remitirme a alguien que llegue con una obra de un artista moderno que quizás no estén interesados ni en exhibir, ni en vender”.

Explica también que cuando no hay una sede, se desarrollan o refuerzan otras estrategias como el crecimiento de las bases de datos, las llamadas a nuevos y antiguos contactos para ofrecer su portafolio y la visita a clientes potenciales. “Es estratégico ir a los espacios de los clientes, porque si bien ellos buscan algo específico, cuando los visitamos conocemos su estilo, las áreas y podemos proponerles otras obras”.

Conversar resulta fundamental en un sector de la economía en el cual no solo se está vendiendo un objeto, sino que se está sensibilizando a una persona para que se acerque al arte, para que le pierda el miedo que le tienen algunos, para que abra la mente. Así que si bien ninguno de los entrevistados descarta tener –por primera vez o de nuevo– una sede física, tampoco es un tema que los desvele; más los desvela acercar el arte, atraer nuevos públicos, mostrarse cercanos, recordarle a la gente, no importa a quien, que sí, que las puertas –físicas o virtuales– están abiertas, que entrar no cuesta dinero y que a eso “tan elegante” sí se puede acceder, porque el único objetivo no es vender.

Jornadas de galería

Es común que las galerías estén agrupadas en una misma zona, con lo cual, en diversas ciudades del mundo, entre ellas Bogotá, sus promotores han optado por hacer jornadas de puertas abiertas que propongan un recorrido a los visitantes, para que al desplazarse a un sector tengan la alternativa de ver más de una exposición. Así hay estrategias como inaugurar las muestras la misma fecha –si el calendario lo permite–, siendo el sábado durante el día una opción que convoca a público de edades diversas; y si no pueden abrir oficialmente la exhibición la misma fecha, al menos procuran elegir un día especial para tener horario extendido y actividades especiales. El objetivo: llevar más público a estos espacios.

Estación Poblado cambia forma de ingreso desde el 4 de julio

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Ante la congestión permanente de usuarios en el acceso de la estación Poblado del metro, el sistema masivo comenzará a aplicar una nueva forma de ingreso a partir del miércoles 4 de julio.

Para entrar a las instalaciones, los usuarios encontrarán demarcadas dos filas diferentes: una para quienes cuentan con la tarjeta Cívica recargada y otra para quienes van a adquirir el tiquete o vayan a realizar recargar.

Los primeros, con saldo suficiente en la tarjeta para utilizar el servicio, accederán por las zonas demarcadas con señales azules, mientras que los viajeros que necesiten hacer el pago en las taquillas deberán movilizarse por los sectores señalizados con verde.

El Metro de Medellín anunció que tendrá personal logístico para orientar a los usuarios y recordó la posibilidad de recargar la tarjeta Cívica a través de internet y en nueve puntos ubicados en los alrededores de la estación.

Por protestas y derrumbe, cierre de la vía Medellín-Costa Atlántica entre Yarumal y Caucasia

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El Invías reportó que la carretera que comunica a Medellín con la Costa Atlántica presenta un cierre total en el kilómetro 62, entre los municipios de Yarumal y Caucasia, debido a dos incidentes: un deslizamiento de tierra en el sector conocido como El Rancho y las protestas de algunos comerciantes que reclaman atención urgente a dicho evento natural.

La entidad no informó el tiempo previsto para la reapertura de la vía, pero ofreció dos opciones de desplazamiento a la región: la primera por la vía Arboletes, en la zona de Urabá, y la segunda por la ruta que comunica a Puerto Berrío, en la Troncal del Magdalena Medio.

El mar de leva nos lleva y nos trae

La más reciente novela de Octavio Escobar Giraldo es una feliz marejada conradiana. Mar de leva (Literatura Random House, mayo 2018. 184 páginas) transcurre en Sulaco, la antigua Provincia Occidental de la República de Costaguana. Ambos lugares, Sulaco y Costaguana, son trasunto, es decir, imitación o imagen o representación de Panamá City y Colombia, respectivamente. Se los inventó el cuasi diabólico marinero polaco Józef Teodor Konrad Korzeniowski, conocido e idolatrado por su seudónimo, Joseph Conrad.

Por Esteban Carlos Mejía
Por Esteban Carlos Mejía

Costaguana aparece por primera vez en la novela Nostromo, 1904: un país tormentoso en meteorología y política, playas, islotes, arrecifes, minas de plata, mulatos, cocoteros, guerras civiles, luchas fratricidas, patria boba, héroes y mesías. Hasta la bandera es abrumadora: un trapo dividido en diagonal entre el rojo y el amarillo, con dos palmeras en el centro. Hoy en día, según Mar de leva, Sulaco es una nación independiente, separada de Costaguana, un típico paraíso tropical con un pasado feroz. Como dice Elena, la narradora de la novela: “la historia de este país es como la de cualquier otra banana republic: tragedia y folclor, ricos muy ricos y pobres muy pobres” (p. 80).

Tres protagonistas cautivan la atención del lector: Elena, Mariana y Javier. Elena es una espléndida cuarentona, bonita y sexy, heredera de una fortuna en decadencia, frívola, snob, extrovertida y bisexual (o al menos, lesbiana). Vive en Miami con su novia Kimberly y pasa breves temporadas en Sulaco. Un weekend invita y recibe en casa a Mariana, amiga y ex compañera de universidad, médica de Costaguana, todavía en la edad precoz de los 40, casada con Alejandro Guzmán, cuyo secuestro hace ya casi un lustro le ha templado la existencia, casi aniquilado su voluntad aún jovial y transformado en una mujer medio aburrida y… aburridora. El motivo del fin de semana es celebrar los 15 años de Javier, hijo de Mariana y Alejandro, un adolescente caviloso, encadenado al smartphone, a los chats con la novia y los amigos y a la efervescente lascivia de su tierna edad. (A los 15 años la paja es bendita.) Y además se aburre como una ostra en el caparazón. Para festejarlo, Elena se ingenia un regalo fantástico… ¡Alto ahí! Yo no revelo el final de un libro ni aunque me paguen unas vacaciones de verano en la Estación Espacial Internacional.

Octavio se toma casi la quinta parte del texto para hacer el casting de los personajes, lo cual puede resultar excesivo en una novela de menos de 200 páginas. Uno llega hasta malpensar que el hombre quería escribir más largo, ser más prolijo, según repiten, digo, reiteran los comentaristas de fútbol argentinos. Este agridulzor (permítanme el neologismo) se evapora cuando uno comprende que apenas se trata de propiciar el escenario oportuno para los acontecimientos de la trama, menos melodramáticos, eso sí, que la historia de Costaguana, secreta o pública, mínima o concisa, oligárquica o proletaria.

Mar de leva parece un homenaje toponímico a Nostromo: península de Azuera, batalla de Río Seco, “Con López Bento, familia y progreso”, Martín Decoud, Casa Gould, El Porvenir, don José Avellanos, mina de Santo Tomé, Fundación Holroyd para la Cultura, Esmeralda, Albergue Viola, Seguros Fidanza, Higuerota et al. Hasta el nombre de la actriz porno favorita de Javier, Freya Isles, recuerda a Freya of the Seven Isles, novella o novelette poco conocida de Conrad.

¿Pero qué hay detrás o debajo de tal despliegue de pirotecnia conradiana? Todo y nada. El mar de leva como símbolo de lo revuelto en las almas humanas. El deseo incestuoso de Javier por la mamá, viuda sin viudez. La ecualización sexual de pensamientos, vicisitudes y acciones. El fetichismo. La incertidumbre final: ¿Alejandro Guzmán está muerto o apenas lo van a matar? Todo y nada. La trivialidad y obsolescencia de la vida burguesa en las repúblicas bananeras contemporáneas. El vacío. El desperdicio de la existencia. La inmadurez eterna de las buenas conciencias. La perversidad. Y el horror. El horror. El horror.

Las ciudades y su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Impactos como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad se originan en las ciudades.

La alteración de los ciclos del nitrógeno y el fósforo, por ejemplo, obedece en gran medida al abuso de fertilizantes para la producción de comida

Por: Santiago Mejía Dugand
Por: Santiago Mejía Dugand

 

La definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de la ONU entrega a las ciudades, por primera vez, un rol protagónico en la persecución de objetivos globales de sostenibilidad. El número 11, Ciudades y comunidades sostenibles, da cuenta de un nuevo enfoque: de pensar en el desarrollo en las ciudades, a pensar en el rol de las ciudades en el desarrollo; de ver a las ciudades como lugares para acciones de desarrollo sostenible, a verlas como impulsoras de cambio global. Este objetivo es el primer intento unificado de establecer una visión urbana global en cuanto a aspectos sociales, económicos y ambientales de las ciudades y sus sistemas.

Por lo menos en parte, la atención que antes se enfocaba en narrativas catastróficas se ha dirigido hacia temas de empoderamiento y acción. Este nuevo enfoque ha traído consigo la motivación de promover soluciones pragmáticas, en vez de intereses políticos; innovación, en vez de ideologías; y soluciones, en vez de imposiciones.

Muchas discusiones contemporáneas acerca de las ciudades giran alrededor de soluciones tecnocráticas que priorizan el desarrollo económico, dejando a un lado preocupaciones de justicia socioecológica. Especial atención se necesitará entonces para entender cómo funcionan las ciudades, no solo cómo están construidas; en no desautorizar iniciativas locales de cambio, sino en reforzarlas y complementarlas.

En particular, es importante entender los valores y las tradiciones de aquellos involucrados en –o impactados por– los esfuerzos de implementación de los ODS y de qué manera ganarán o perderán.

Es importante defender el rol del conocimiento local en la búsqueda de la sostenibilidad en las ciudades. Varios autores han expresado su preocupación por los efectos que tienen los imaginarios impuestos de ciudades sostenibles: a nivel global, modelos de ciudades norteamericanas o de Europa; a nivel local, la imposición de grupos dominantes sobre comunidades con menos poder. Algunos han llamado a esto “imperialismo de estilos de vida” o “tiranía de los expertos”. Aunque sociedades complejas como las modernas han evolucionado en gran parte debido a las tensiones y contradicciones que las caracterizan, es necesario adaptar, no solo adoptar.

Hoy se habla de “límites planetarios” para referirse a los límites físicos de nuestro planeta, y de encontrar un “espacio seguro” en el que las actividades humanas puedan operar sin amenazar la vida. A pesar de que impactos de tanto alcance como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son manifestaciones globales de acciones insostenibles, muchas de estas acciones se originan en las ciudades. Es claro que, aunque muchos de los impactos más significativos sobre la capacidad de soporte de nuestro planeta se manifiestan lejos de ellas, somos los urbanitas quienes más presionamos los límites de los sistemas naturales. Por ejemplo, el cambio en el uso del suelo y la reducción de la biodiversidad tienen vínculos directos con la vida en la ciudad.

La Nueva Agenda Urbana es un llamado a reconocer la responsabilidad que viene de la mano de la comodidad que brinda la ciudad. Aunque la tecnología y la vida moderna se han encargado de esconder el origen de los recursos y el destino de los desechos, llamados globales como los ODS, y en particular el número 11, buscan reconectar las ciudades y sus habitantes con lo que los rodea. El gran reto es entender que las acciones locales tienen un impacto sobre lo global, que las acciones individuales contribuyen al impacto colectivo, y que el cambio que se requiere en la sociedad depende, en gran medida, del cambio dentro de cada uno de nosotros.

Celestina para solteros en Medellín

Toman fuerza los eventos para viudos, divorciados y solteros en Medellín. Hay actividades para personas hasta 69 años que buscan pareja.

Por Daniel Palacio Tamayo / [email protected]

A medida que van pasando los años el círculo social se va cerrando. Atrás quedaron las invitaciones a fiestas, a reuniones con compañeros de la universidad y cambian por bautizos de los hijos de esos amigos. Por eso, hombres y mujeres, solteros, divorciados y viudos “ya mayores”, ven reducidos sus espacios de socialización para encontrar una pareja. Algunos, por eso, clavan su mirada en el celular mientras se descartan candidatos en la pantalla.

Cristina Poveda, 38 años, soltera y profesional en Ingeniería de Sistemas, pensó en algo así. “Existen aplicaciones, pero para uno pasar fotos y chatear me parece aburrido; uno se lo encuentra y es un fiasco: tiene mal aliento, no hay química o la foto es de hace 10 años”.

¿Dónde se conocen personas con las mismas características? se preguntó Cristina. Pensó en algo diferente, nada de “solos y solas” porque “no es un desespero”, sino más bien en generar ambientes para conocer personas.

Desde 2017 inició una convocatoria por medio de redes sociales buscando solteros y solteras entre los 28 y 48 años. Después llegó el primer evento senior para personas entre los 49 y 69. Lo que sigue: un encuentro LGTB.

“Son personas que necesitaban reactivar su vida social”, dice la celestina, quien enfoca sus esfuerzos de convocatoria en los hombres, “las mujeres somos supercomunicadoras y le cuentan a la mamá, la hermana, la vecina sobre la actividad”.

Cuando hay por lo menos 20 solteros se organiza el encuentro: chivas, ciclopaseos, picnic y hasta caminatas en los que los solteros puedan compartir y conocer a los otros asistentes. Seis minutos son suficientes para saber si hay match.

Es lo que le ocurrió á Carlos Alberto Hernández, de 45 años, cuando asistió a un encuentro, a cinco años de su divorcio. Y aunque tenía pocas expectativas en el encuentro, pocos minutos fueron suficientes para sentir la afinidad con su actual pareja, con quien tiene una relación desde hace cinco meses.

Después del encuentro de solteros vinieron las salidas, el cortejo y una nueva historia de amor.

Sigue la agenda de esta propuesta en @eventosdemedellin en Facebook e Instagram o al número 3127771097. 

Hacen “vaca” para comprarle escenario a El Teatrico

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El cierre de El Teatrico, el escenario cultural de Laureles cuyas directivas no lograron convencer a los nuevos dueños del inmueble que ocupaba hace seis años para mantener en pie este proyecto artístico y, en cambio, darle un uso distinto, conmovió al público seguidor de sus actividades, que luego de la tristeza parece que no quiere quedarse de brazos cruzados y está incitando a ir más allá de los lamentos.

Por Sebastián Aguirre Eastman – [email protected]

Mauricio Mosquera, quien fuera gerente de Telemedellín y Canal U y también subsecretario de Cultura Ciudadana -hoy en Comfama-, está promoviendo desde la noche del jueves un movimiento ciudadano para hacer la popular “vaca” o en términos más digitales un crowdfounding y recoger dinero para ayudar en la compra de un espacio propio para El Teatrico.

La idea va en serio, dice Mauricio. De hecho la cuenta en la cual recibirían los recursos la abrirían este viernes en la tarde.

“En seis años El Teatrico se ganó la credibilidad, es un negocio que funciona bien, se ha sostenido”, afirma el promotor de la idea, quien en principio lanzó el trino como una reflexión tuitera pero pronto se convenció de que había forma de ejecutar su idea.

La meta es recoger 5.500 millones de pesos, lo que está pidiendo por el inmueble el nuevo dueño del edificio.

“Estas cosas hay que hacerlas. Quienes estamos del otro lado del escenario, que siempre reconocemos la labor del artista, podemos darles ese empujón”.

Su iniciativa tuvo acogida en redes sociales, tanto que lo motivaron a hacerla realidad.

“Si uno es berraco se consigue la plata y le ofrece el dinero al dueño del edificio; si este no acepta, pues buscamos un lote y le construimos sede a El Teatrico”, comenta Mauricio, quien sabe que puede ser una locura, y hasta se autocalificó como “irresponsable”, pero defiende su postura y cree que “fórmulas hay muchas, y quien crea tener propuestas, que las plantee”.

Al conocer la iniciativa, Germán Carvajal, director del teatro, se conmovió con la posibilidad de que la gente la que lo apoye de tal manera. Indicó que los 5.500 millones que Mauricio Mosquera afirma tener como meta es la cifra en la que se vendió el inmueble, y habría que ver si es el mismo valor por el que el actual dueño estaría dispuesto a negociar.

“Sería un milagro social. Este tipo de iniciativas ya se han hecho antes, con entidades culturales que se han puesto en manos del público, no sé cómo lo esté visualizando Mauricio en este caso. A mi no me interesa que mi nombre aparezca en una escritura, sino que la ciudad conserve un escenario que la beneficie”.

Germán y su esposa, Marta Elena Ramírez, a su vez gerente de El Teatrico, autorizaron a Mosquera para adelantar las gestiones del caso.

Las personas que deseen colaborar pueden ingresar a este link y hacer su aporte. Hasta este miércoles 4 de junio en la mañana iban recogidos tres millones 585 mil pesos.

Food halls, la experiencia que sofistica la plaza de comida

Los food halls se han reivindicado gracias al movimiento foodie. Los consumidores modernos se interesan por experiencias del campo a la mesa y en el movimiento slow food, es decir, comida que hace contrapeso a la que sirven en las cadenas

Nadie niega la practicidad de las plazas de comida de los centros comerciales, es por ese atributo que reúnen por igual a oficinistas y familias enteras. Hay algo para cada hora del día, cada gusto y cada presupuesto. Sin embargo, estos no son los lugares que uno consideraría para disfrutar una buena comida.

Una tendencia busca revertir esto, una que ya logró consolidarse en mercados como el de Estados Unidos y Europa, y que en Colombia está en pleno proceso de posicionamiento. Hablo de los food halls.

Son la redefinición de las plazas de comidas. ¿Su mayor atractivo? Ofrecer de forma rápida y sencilla comidas que son dignas de un restaurante a manteles. En los food halls todos los comensales comparten en una misma mesa, con la ventaja de que cada uno puede elegir una especialidad distinta. Y además pueden llevar alimentos sin preparar a sus casas.

Vale mencionar que la tendencia no es nueva, en Estados Unidos hay food halls tan antiguos como el Quincy Market, de Boston, que opera desde 1742. Mientras que el Macy’s Cellar era el predilecto en Nueva York en las décadas de 1970 y 1980.

Lo que sí es cierto es que los food halls se han reivindicado gracias al movimiento foodie. Los consumidores modernos se interesan por experiencias del campo a la mesa y en el movimiento slow food, es decir, comida que hace contrapeso a la que sirven en las cadenas. Estudios como el que publica Coresight Research indican que para finales de este año habrá cerca de 180 en Estados Unidos.

Uno de los más frecuentados en ese mercado es Eataly que sirve especialidades italianas y también vende los ingredientes para hacer estas preparaciones en casa. Este proyecto, liderado por el célebre chef Mario Batali, hoy cuenta con locaciones en Nueva York, Chicago, Boston y Los Ángeles, por no mencionar las que tienen en otros países.

Colombia no ha sido indiferente a esta tendencia. Propuestas como Plaza Pakita y Mercado del Río tienen varios años operando con éxito en Medellín. Mientras que Bogotá cuenta con Plaza de Andrés, food halls inspirados en la marca que Andrés Carne de Res hizo famosa. Este proyecto próximamente tendrá un competidor en la frecuentada zona de Usaquén, el Boho Food Market. Este lugar espera reunir más de 39 puestos con diferentes categorías gastronómicas y espacios de ocio.

La apertura de esta locación probablemente desencadenará que ciudades como Barranquilla, Cali y Cartagena, con interesante desarrollo gastronómico, también se interesen por este concepto. Si es que ya no hay ávidos inversionistas explorando cómo implementarlo.

Viña Tarapacá ofrece nueva opción de vinos chilenos

El enólogo Sebastián Ruiz Flaño visitó Medellín para presentar Viña Tarapacáde vinos chilenos  que entra al mercado colombiano de la mano de Dislicores con sus líneas gran reserva, reserva y varietal. Fundada en 1874 y ubicada en el corazón del valle del Maipo, comprende 2.600 hectáreas, bordeadas por el río Maipo y rodeadas por la Cordillera de los Andes e influencia del Océano Pacífico. “Tarapacá será una excelente opción para el paladar colombiano, cuyo consumidor ha desarrollado el gusto por los vinos tintos de gran calidad”, afirmó el enólogo.

Pollo asado en salsa de vinagre balsámico

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El Pollo asado en salsa de vinagre balsámico es un plato que se hace solo. Serán 10 minutos en preparación, el resto, dos horas en el horno, perfecto para un almuerzo familiar cuando hay poco tiempo y hay que maravillar a los invitados.

Por Anita  Botero chef de la  cafetiere de anita

Ingredientes

  • 4 dientes de ajo en pasta
  • 1/2 taza de vinagre balsámico
  • 2 cdas. de mostaza Dijon
  • 1 cda. de azúcar morena
  • 2 cdtas. de orégano seco
  • 2 cdas. de perejil liso picado
  • 4 presas de pollo, pernil o contramuslos
  • 2 cdas. de aceite de oliva
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación

1. Sazonar el pollo con sal y pimienta y untar la pasta de ajo.
2. Calentar el aceite de oliva en una sartén y dorar el pollo por ambos lados.
3. Mezclar todos los ingredientes y ponerlos sobre el pollo en un recipiente que pueda ir al horno.
4. Hornear a 150°C (300°F) durante 2 horas.
5. Poner la salsa y los jugos de cocción en una olla, quitar el exceso de grasa y dejar reducir hasta tener media taza.
6. Finalizar con perejil fresco.

Ellas en la cocina

El hogar es de cocciones lentas y reposadas y se relaciona con el agua y la tierra. Es una cocina femenina. En la cocina del exterior el fuego y el aire son los elementos dominantes. Es la cocina masculina

Laura Londoño, del restaurante OCI.mde
Laura Londoño, del restaurante OCI.mde

por: Juan Pablo Tettay De Fex

En una esquina del escritorio de Luz Marina Vélez, antropóloga y jefe de posgrados de la Colegiatura, un pocillo dice que los hombres en la cocina huelen a vainillla, llevándole la contraria al dicho de antaño que reza que cuando ellos se acercan a un fogón se levanta un olor a excremento de gallina.

Está claro, desde el principio, que la cocina no es territorio masculino y, más bien, que es un dominio femenino. En contravía, al revisar la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo elaborada por la revista Restaurant, las mujeres reseñadas son cuatro: Daniella Soto-Innes, de Cosme (25); Elena Arzak, de Arzak (31); Ana Roš, de Hiša Franko (48); y Pim Techamuanvivit, de Nahm (49).

¿Por qué, si la cocina es femenina, sucede esto?

Para la repostera Juliana Álvarez, la cocina es femenina en el hogar, pero cuando se habla del ámbito profesional, es masculina. Luz Marina Vélez le da la razón a Juliana: “existen dos tipos de cocina, la endococina y la exococina. La primera es la del hogar, que tiene cocciones lentas y reposadas y que se relaciona con el agua y la tierra, esta es una cocina netamente femenina. La segunda, es una cocina del exterior, en la que el fuego y el aire son los elementos dominantes, esta es la cocina masculina”. Así, por ejemplo, un sancocho o un estofado tienen en la matriarca a su cocinera por excelencia, mientras que el asado es un plato que sale de las manos del hombre.

Para Antonuela Ariza, del restaurante Mini-Mal en Bogotá, la cocina latinoamericana reconoce mucho más el rol femenino en el ámbito profesional: “mes a mes, las revistas de gastronomía publican mujeres mostrando su oficio. En nuestra región la cocina es un legado de la mujer, en Europa es algo que siempre ha sido dominado por los hombres”. Y es esto lo que explica, tal vez, la dominancia del hombre en los listados internacionales, por lo menos en los 50 Best y en las Estrellas Michelin. “Otras listas visibilizan más a la mujer y en Colombia, por ejemplo, muchas son las mujeres nominadas en instancias como los Premios La Barra”, agrega Ariza.

Importante versus extraordinario

En concordancia con el discurso de Luz Marina, Toni Massanés, director de la Fundación Alicia, dijo en una entrevista con el diario español La Vanguardia que las mujeres son las que dominan la cocina importante, que es aquella de lo cotidiano y que permite la supervivencia; y que son los hombres los que se encargan de lo extraordinario: de la celebración, del restaurante y del banquete. Y no es sino preguntarse: ¿quién cocina en semana y quién hace el almuerzo de los domingos? La respuesta da mucho de qué hablar.
Para el cocinero Federico Trujillo no existe tal invisibilidad. “Hombres y mujeres estamos a la par”. Pero, entonces, ¿por qué no figuran en las listas? “Yo creo que la respuesta está en que ellas no buscan protagonismo”. Laura Londoño, chef y propietaria de OCI.Mde, cree que “las mujeres somos menos pretenciosas, tenemos menos ego y somos más bajo perfil. No digo que sea algo malo, pero sí creo que pasa”. ¿Por qué? No hay una respuesta clara, pero podría ser que la sociedad machista impone, precisamente, esa postura y evita que haya un autorreconocimiento desde lo femenino en temas como el relacionamiento, lo académico y la comunicación.

¿Es la sociedad la que les resta importancia o son ellas mismas las que se autoinvisibilizan?

Para Luz Marina el gran problema está cuando las mujeres llegan al escenario de la exococina, de la cocina de lo extraordinario: “hay una minimización del poder de lo femenino porque, tal vez, hay un miedo a reconocer su fuerza transformadora”. Puede ser que en ese temor al conocimiento esté la respuesta.

¿Hay más hombres que mujeres cocinando?

Si se entra a cualquiera de las escuelas de gastronomía de la ciudad se ve la respuesta: no, hay paridad. ¿Qué pasa entonces? El discurso de muchos es el mismo: la cocina tiene ciertas exigencias que algunas mujeres no están dispuestas a soportar. “En los fogones se necesitan temperamento y aguante, nadie te tiene compasión por ser mujer”, explica Juliana. “Si las mujeres no están en una cocina es porque existe la excusa de que se necesita fortaleza y de que hay que aguantar muchas horas de trabajo”, dice Antonuela. O sea, en una cocina todos son iguales… ¿Debería ser así? Resultado de las luchas feministas, en España muchos restaurantes han organizado sus turnos para que todos trabajen ocho horas. Algunas de las mujeres que han logrado ser visibles, es porque trabajan junto a su padre o su esposo o su familia ha sido muy comprensiva.

El mundo de lo dulce

Si se habla de repostería y del rol de la mujer, Antonuela Ariza dice que hay machismo sin tapujos: “siempre se ha creído que porque la mujer es más delicada debe dedicarse a la repostería”. Para Federico Trujillo, la mujer se desenvuelve naturalmente en este escenario pues cualidades como la organización y la precisión le van muy bien a un arte que más que cocina, es química y física. Desde lo antropológico, Luz Marina Vélez hace una lectura de lo dulce como aquello que reconforta y explica que el rol femenino siempre ha sido el de la cuidadora que apacigua y esto lo logra con el dulce.

Hamburguesa mundial

Rápida, fácil de comer, pues no se necesitan cubiertos, la mano es más que suficiente. Con una cerveza o un vino tinto. La hamburguesa es versátil, puede con cientos de sabores. Para degustar la receta, los expertos recomiendan irse por lo clásico: pan, carne y queso. Tal vez salsas. Acá una selección para almorzar mientras se ve el Mundial.

por Juan Pablo Tettay De Fex – [email protected]

Las del Mundial

Con pantalla gigante, el Hard Rock Café (en la imagen) ofrece por estos días el World Burger Tour, con hamburguesas inspiradas en Estados Unidos, Alemania, España, Argentina y Colombia. Cada una tiene su encanto, aunque en La Buena Mesa recomendamos, a ojo cerrado, la alemana.

En casa

Si la idea es ver el partido en la comodidad de la sala, Grillé Better Burgers es la opción. Hamburguesas clásicas con carnes jugosas y acompañadas de papas a la francesa hechas en casa. También es recomendada la de pollo, apanada y muy crocante. Para los partidos en la mañana, en su carta también hay waffles con pollo. Haga su pedido al 322 4044.

Para los saludables

Con carta renovada, El Corral Gourmet ofrece dentro de sus nuevas especialidades una hamburguesa de portobello apanada en quínoa. En el restaurante de Laureles (Av. Jardín # 39B – 58), recién inaugurado, hay pantalla gigante para ver los partidos mientras se almuerza. Una muy buena opción al occidente de la ciudad.

Polémica no frena doble calzada Las Palmas El Tablazo

Que la doble calzada Las Palmas – El Tablazo entre Medellín y Rionegro pase cerca de una propiedad del gobernador Luis Pérez despertó suspicacias, pero no frenó su avance.

por Daniel Palacio Tamayo

Sin estrenarse el Túnel de Oriente, ya está sobre un escritorio del Ministerio de Hacienda el proyecto para el desarrollo de una alianza público privada, de iniciativa privada, que pretende construir una doble calzada entre los valles de Aburrá y de San Nicolás. Sería adicional a Santa Elena, la autopista Medellín – Bogotá y Las Palmas.

Las preguntas sobre su necesidad, los presuntos intereses particulares para valorizar grandes extensiones de tierra y el manejo ambiental, son temas que rodean el proyecto que iría entre Sancho Paisa y el Tablazo, en Rionegro.

Esta iniciativa, que fue presentada en 2016, reduce el tiempo de desplazamiento hasta en un 40% entre Medellín y Rionegro.

La obra de casi 14 kilómetros está diseñada con velocidades de 80 kilómetros por hora, demandará una inversión de 1.1 billones de pesos y contará con 22 puentes y ciclorruta.

Entre la variante al aeropuerto y La Fe se movilizan unos 18 mil vehículos por día, flujo suficiente para contemplar una nueva alternativa. Germán Vélez Villegas, gerente de Devimed, considera que es una opción valiosa para quien desee ir por una doble calzada y sin congestiones. El peaje valdría entre 12 y 14 mil pesos de hoy, dinero que servirá para que el privado recupere en una concesión a 30 años los 1.1 billones de pesos invertidos en construcción y mantenimiento.

El gerente de Devimed afirma que, de no haber contratiempos, esta etapa previa a la construcción, incluyendo permisos ambientales, puede estar lista entre octubre de 2018 y enero del próximo año. Una vez surtida, iniciarán los trabajos que tardarían dos años.

Los enredos

El nombre de Byron Adolfo Valdivieso quizá no sea conocido, pero él fue nombrado por el Ministerio del Interior como Gobernador ad hoc de Antioquia para el impulso de esa obra.

Ese nombramiento se hizo porque el gobernador, Luis Pérez, se declaró en conflicto de intereses. Vélez Villegas asegura que “ese problema se ha sobrevalorado, pues hay un gobernador encargado haciendo un proceso normal que en vez de entorpecer el proceso, ayuda en su gestión ante el gobierno nacional”.

El concejal rionegrero Daniel Arbeláez, afirma que “los nativos que no son estrato 5 o 6 sienten que son intereses particulares los que motivan la obra” al paso que se pregunta por la necesidad de la autopista teniendo en cuenta las otras vías.

El directivo de Devimed responde que “si no se construye la doble calzada ¿se frenará la construcción? ¿Van a dejar de llegar vehículos?”.

 

$4 millones 305 mil, el ingreso promedio por persona en El Poblado

La brecha respecto al a las demás comunas es profunda. Laureles, la segunda en el listado, recibe algo más de la mitad por persona. Entre 2010 y 2017 en el Valle de Aburrá se redujo la brecha de desigualdad en ingresos.

por Sebastián Aguirre Eastman – [email protected]

Sumando todos los ingresos recibidos por distintas fuentes (salario, especie, entre otros), cada persona de El Poblado recibe al mes, en promedio, 4 millones 305 mil 56 pesos.

Norman Mejía, subdirector de Información de Planeación Medellín, compartió la cifra, resultado de los estudios que dicho Departamento realiza en cada comuna de la ciudad para establecer la media de ingresos por persona -1 millón 136 mil 718 pesos en promedio-.

Si bien el promedio para El Poblado es alto, en el comparativo con las otras quince comunas se evidencia una brecha de ingresos muy marcada, dada cuenta que Laureles-Estadio, la segunda en el listado, registra una media de 2 millones 576 mil 833 pesos, es decir algo más de la mitad de la comuna 14.

En esto incide además que, explicaron desde Planeación, la mayoría de la población de El Poblado está en edad productiva, entre 18 y 54 años.

El panorama es más dramático al descender en el comparativo. Belén, por ejemplo, tiene un promedio de 1 millón 582 mil 754pesos y algunos reportan menos de 1 millón; Popular (comuna 1), con 474 mil 494 pesos, es la de menos ingresos por habitante.
Del resto, solo La Candelaria y La América superan la media del millón.

La brecha se ha reducido

Si bien la diferencia entre El Poblado y las otras comunas es evidente, el informe de Medellín Cómo Vamos, que fue presentado la primera semana de junio, reflejó que la brecha de desigualdad en ingresos se redujo entre 2010 y 2017 en el Valle de Aburrá.

Pasó de 0.54 en 2010 a 0.46 en 2017, medida a través del índice de Gini (siendo cero la máxima igualdad y 1 la máxima desigualdad), reportó Medellín Cómo Vamos. Haciendo énfasis en Medellín, la reducción fue menor: de 0.55 en 2010 a 0.52 en 2017.

¿Es posible que la brecha se siga reduciendo? “Medellín Cómo Vamos ha reiterado su recomendación, en varias versiones del Informe de Calidad de Vida que publica cada año, que se debe seguir insistiendo en que los adolescentes y jóvenes sigan formándose en competencias y capacidades que les permitan acceder con mayor facilidad al mercado laboral, culminando como mínimo la educación media (secundaria completa)”.

Para el economista y profesor de la Universidad Eafit, Jesús Botero, en Medellín se refleja la desigualdad que padece Colombia en general, con uno de los índices Gini más altos del mundo (0,517 en 2016, Banco Mundial).

“Esas disparidades son generalizadas en Colombia. Hay tres factores: primero, las calidades básicas del trabajo de la gente por la educación recibida son distintas, hay un grupo privilegiado con acceso a educación de calidad desde pequeños, y otro cuya calidad es muy baja, casi es un lastre inicial; en condiciones de igualdad les pagan más a unos que a otros. Segundo, la educación superior está mal distribuida. Mayoría de estratos altos tienen un porcentaje alto de calificación y reciben las rentas propias de mano de obra calificada y especializada; y el tercer factor son las tasas de desempleo, más altas en estratos bajos, con menos posibilidades de ubicar a su gente”, señala el economista Botero.

Ingresos promedio por persona
según la Comuna

Comuna Media ($)

1. Popular 474.494
2. Santa Cruz 545.285
3. Manrique 583.208
4. Aranjuez 662.582
5. Castilla 839.373
6. Doce de Octubre 646.801
7. Robledo 785.871
8. Villa Hermosa 702.280
9. Buenos Aires 896.140
10. La Candelaria 1.304.994
11. Laureles Estadio 2.576.833
12. La América 1.582.754
13. San Javier 626.681
14. El Poblado 4.305.156
15. Guayabal 978.025
16. Belén 1.388.098

La oportunidad solar

Colombia lleva cuatro años en el proceso de adopción de las energías limpias y renovables no convencionales, pero el proceso ha sido lento: la reglamentación para desarrollar ese propósito no está completa

La energía solar, como fuente de producción de electricidad, es hoy una oportunidad real de mejoramiento de la calidad de vida (por ejemplo, para zonas no interconectadas en Colombia), inversión económica (se privilegia invertir en proyectos solares), creación de empleo (hay más puestos en energía solar, que en la industria del carbón o el petróleo) y aporte al control del deterioro del planeta (por no emitir gases efecto invernadero), lo que transforma la cotidianidad y la economía de personas y comunidades.

Colombia lleva cuatro años en el proceso de adopción de las energías limpias y renovables no convencionales (eólica, solar, térmica, mareas, biomasa), a su oferta de fuentes de producción de electricidad (el 70% de esa producción proviene hoy en nuestro país de hidroeléctricas, el 28% en térmicas a gas o líquidos fósiles, y menos del 2% en renovables no convencionales como eólica, solar y biomasa).

Aunque quienes promovieron la ley de fomento de estas energías, la 1715 de 2014, entendieron que el país requería transitar, como lo hace hoy la mayoría del mundo, hacia fuentes de energía que reemplacen las fósiles, responsables del cambio climático, el proceso ha sido lento, al punto de que no está completa la reglamentación para desarrollar ese propósito.

En el contexto de las energías renovables, la solar fotovoltaica se destaca por tener características de producción, beneficio y uso, mejores para todos quienes se sirven de ella. Durante lo que va de este siglo, países como Alemania, España, China, India, Costa Rica, Brasil, Chile, y aun los Estados Unidos, han adoptado la energía solar, en grandes plantas, así como en techos de empresas o viviendas, para reemplazar la generación de electricidad con otras fuentes.

Los estímulos económicos de la ley 1715 han permitido que Colombia desarrolle los primeros proyectos de grandes plantas solares, así como en techos de industrias, comercio y viviendas. Al tiempo, los costos de instalación de paneles solares han rebajado hasta en un 70% en los últimos cinco años. La tecnología se hace más accesible y problemas, como el del almacenamiento, se van superando.

En menos de un año, por ejemplo, los prestadores del servicio de energía deberán adaptar sus procesos a la posibilidad de que los usuarios aporten carga a sus sistemas. El cambio de solo consumidor a productor-consumidor, “prosumidores” se les llama hoy en el mundo, será el que permita los mejores efectos para los ciudadanos. Se trata de ahorros, intercambios y aportes al mejoramiento del ambiente, que se pueden hacer si en las viviendas, las industrias, el comercio, y aún las entidades públicas como escuelas y hospitales, se produce parte de la energía requerida, con paneles solares.

Los países más avanzados, los dirigentes más visionarios, los empresarios más innovadores, volvieron los ojos sobre las fuentes de energía limpias y renovables, en especial de la solar fotovoltaica, para hacer frente a la realidad del cambio climático. Usted también lo puede hacer.

El aleteo de la mariposa

Lo que resulta de toda esa sopa en hervor, no es posible saberlo. De ahí la conocida frase que afirma que el aleteo de una mariposa en Indonesia puede llegar a ser un huracán en el Caribe

La historia es una caótica sucesión de hechos improbables; ella no va para ninguna parte. Aunque la naturaleza funciona según unas leyes, todos nos levantamos sin tener idea de lo que va a pasar ese día, nada es anticipable: el día se va tejiendo en un continuo de tiempo y cada uno de nosotros es espectador y protagonista de lo que ocurre. Pero es impredecible.

La visión teleológica, que afirma que detrás de cada fenómeno hay una intención que se origina en el más allá, es una fórmula que pretende darle sentido a lo que pasa sin necesidad de meterse en los laberintos de la razón: la enfermedad se hizo para enseñarnos a ser pacientes, las desgracias ocurren para que podamos cumplir nuestra misión en este mundo… y cosas por el estilo.

¿No es un contrasentido pensar que las infecciones existían desde siempre con el fin de que Fleming cumpliera su misión de descubrir la penicilina? ¿O que la miseria en Calcuta tenía el propósito de permitirle a la madre Teresa entregarse a los pobres?

Esa visión teleológica no solo es propia del pensamiento religioso. Uno de los postulados básicos del marxismo es que la historia tiene señalada una ruta: la humanidad se mueve hacia un paraíso habitado por un ser nuevo, una especie de superhombre moral ajeno a todas las mezquindades y bajezas de sus antepasados; un hombre cuyo interés sería solo el bienestar de sus vecinos, el interés colectivo. Ese sueño fue solo un sueño, ya lo sabemos: al despertar de la pesadilla stalinista y de la Revolución Cultural de Mao Tse-tung el espécimen humano seguía siendo el mismo, como lo vemos en Rusia o en China hoy ¿O era que el socialismo estaba muy reciente y el hombre no había comenzado a caminar el camino de la perfección? Bueno, dejémoslo ahí.

Aunque la historia no va para ninguna parte, el acto humano sí define consecuencias ineludibles para quien lo realiza. Es la ley del karma. Cuando alguien mata, se convierte en un asesino. Probablemente su crimen quede impune. Pero la persona se ha transformado, ha cruzado una línea, se dio ese permiso y no volverá a ser lo que era. Y esta es la consecuencia predecible de su acto. Eso es el karma. Puede ser incluso que la persona se acepte como un asesino; pero de todas formas le implica asumir una manera de relacionarse con el mundo, una forma de sentir. Le implica seguramente cancelar para siempre dimensiones que hacen parte de lo humano ¿Podrá maravillarse con el universo?
Más allá de lo meramente personal, las consecuencias del acto individual son impredecibles ¿Por qué? Porque este cae en una realidad cambiante de infinita complejidad, se cruza con el eco de los incontables actos de los demás hombres y, también, con el fluir propio de la naturaleza. Por eso hablamos de aleatoriedad. Lo que resulta de toda esa sopa en hervor, no es posible saberlo. De ahí la conocida frase que afirma que el aleteo de una mariposa en Indonesia puede llegar a ser un huracán en el Caribe. Esa es la historia.