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Pedalear…

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Movilidad sostenible Pedalear… Una alternativa que coge impulso

Si usted invita a un conductor motorizado a montar en bicicleta por Medellín es probable que al final del día termine pedaleando con un urbanista aficionado. Por lo menos así fue la transformación para Diana Jaramillo, una administradora de empresas que solo necesitó un corto recorrido en dos ruedas por El Poblado para examinar sus hábitos de transporte y tomar conciencia de sus encuentros con ciclistas en las vías que recorre.

“Los conductores de carros son imprudentes, van muy rápido y no hay suficiente iluminación en la noche, pero la verdad es que se disfruta mucho más la ciudad al ritmo de la bici, es una forma bonita de redescubrir a Medellín”, dice esta habitante de El Poblado.

 

Para Diana fue un descubrimiento natural, incentivado por el interés de su esposo en hábitos saludables. Pero a nadie le gusta que le impongan un estilo de vida, no importa qué tan bien se lo vendan. Sin embargo, no se trata de una pelea con el carro; es solo que por el uso de la bicicleta se viene haciendo una campaña fuerte por todo el mundo y Colombia y Medellín no se quedan atrás.

El Área Metropolitana ha sido el abanderado de la causa. Anunció la construcción de 29 kilómetros de ciclorrutas durante 2014 y 2015. En la primera semana de abril, el programa de bicicletas públicas EnCicla cambia de operador.

Eafit le entrega el sistema a la firma Mysvial – Tevaseñal S.A. Este cambio incluirá la construcción de 37 estaciones que se suman a las 13 existentes, y 1.000 bicicletas más para un total de 1.300 que estarán activas en octubre. El contrato es por un valor de 13.566 millones de pesos. Además, el Área trabaja en el Plan Metropolitano de la Bicicleta, con el que se busca implementar para 2030 una red de cicloinfraestructuras conectadas, con una inversión de 623.000.000 de pesos.

 

Hacen falta cuidados

Tal vez Diana tenga razón. Los conductores de carro van muy rápido. En el año 2010, 12 ciclistas murieron y 549 quedaron heridos en accidentes de tránsito en Medellín. En 2012 también murieron 12 ciclistas en la vías y en 2013 el número aumentó a 13.

Determinar las causas exactas no es sencillo. Sin embargo, un estudio de la Society for Academic Emergency Medicine de Estados Unidos, con datos de 2002 a 2010, encontró que, más que carriles exclusivos para las bicicletas, lo que reduce o no significativamente la severidad de las heridas en ciclistas es la velocidad a la que viajan los vehículos cercanos a ellos. Las cifras de muertos y heridos son altas, más si se considera que de los 5,6 millones de viajes en el Valle de Aburrá, 74 por ciento son motorizados y las bicicletas representan el 1 por ciento.

Según la Encuesta de Origen y Destino de 2012, ese año se movían 36 mil bicicletas diariamente, versus las 45 mil que se registraron en la misma encuesta de 2005. Para Carlos Carvajal, fundador del colectivo Pedaleando Alma y la Fiesta de la Bici, esta medición podría tener un error puesto que los colectivos de bicicletas, los eventos, la oferta de almacenes y marcas de bicicletas en la ciudad, y los kilómetros de ciclorrutas han aumentado. “Hay muchísima más gente; lo evidencian las cicleadas y la Fiesta de la Bici.

En esos encuentros la gente ha descubierto que la ciudad es pedaleable y con tres o cuatro mil personas en cada ocasión se ha roto el mito de la montaña porque hacemos recorridos en pendientes. Además, la distancia entre los orígenes y destinos de los ciudadanos en Medellín no sobrepasa los 10 km y en la fiesta recorremos 20 km”.

 

 

Para Carlos, los ciclistas tienen que aprender a conocer las rutas más seguras y desarrollar inteligencia vial por su propia protección. Por otro lado, opina que la Secretaría de Movilidad debería plantear mejores estrategias para la movilización en bicicletas.

“Ellos han sido el gran ausente en este tema”, dice el activista. Según Carvajal, en dos años de trabajo de movilización con el Área Metropolitana, Planeación, Cultura y los grandes colectivos de bicicletas como SiClas y Bellocicleta, la Secretaría de Movilidad poco o nada ha participado.

Para él y los colectivos, la Secretaría podría vincularse con estrategias de tráfico calmado (zonas de velocidad máxima de 30 km/h para que todos los actores transiten con seguridad) y control del parqueo en las vías para una mejor circulación.

Ninguna de las dos requeriría inversión de insfraestructura, dice. Sin embargo, la inversión en infraestructura es necesaria si Medellín verdaderamente quiere orientarse a las tendencia sostenibles. Vivir en El Poblado intentó hablar varias veces con la Secretaría de Movilidad sobre estas apreciaciones, pero no obtuvo respuesta.

 

Un POT fuerte para la bici

Juan Diego Betancur, de 41 años, vive en Itagüí. El trayecto hasta su trabajo, en El Poblado, le toma entre 20 y 25 minutos en moto cuando cuenta con suerte y hay tráfico fluido. Cuando no, puede gastarse hasta una hora en desplazarse. El mismo trayecto lo ha recorrido en bicicleta y le toma entre 35 y 40 minutos, pero no lo hace por simple temor de enfrentarse a los vehículos. El profesor Jorge Agudelo, de 35 años, vive en Santa Mónica y para desplazarse hasta la Universidad de Antioquia le toma 15 minutos en bicicleta. Si coge un bus se demora una hora.

 

 

Ejemplos hay muchos, pero solo daremos uno más. Camilo Restrepo, ingeniero civil y especialista en vías, es el encargado del componente de Movilidad en la actual revisión del Plan de Ordenamiento Territorial. Para “tener autoridad moral” a la hora de presentar las propuestas de movilidad no motorizada, Restrepo dejó guardada su moto y desde hace nueve meses se desplaza en bicicleta. Desde su casa en la loma de El Encierro –en El Poblado– hasta La Alpujarra se gasta 12 minutos. En moto solían ser 25.

Cuenta Restrepo que lo que hay en este momento propuesto para el POT, en cuanto a bicicletas, es prácticamente todo lo que han planteado los colectivos. Lo primero es extender la red actual de ciclorrutas a 400 kilómetros, segregados o compartidos con otros usuarios de la vía, sin temerle a las pendientes. Esto implicaría soluciones técnicas, como la bicicleta eléctrica y elevadores mecánicos para bicicletas a nivel de calzada.

La propuesta también incluye vías de tráfico calmado en la que los vehículos, controlados por medio de resaltos, cámaras o por un diseño zigzagueante de las calzadas, tendrían que transitar a menos de 30 km por hora. Además se propone que todos los equipamientos públicos y privados tengan biciparqueaderos (uno por cada 10 vehículos) y de encontrarse a menos de 250 metros de una ciclorruta estarían en la obligación de construir la conexión hacia la misma.

El presupuesto es de mil millones de pesos por kilómetro en rutas segregadas y cien millones por kilómetro en rutas compartidas. Es decir que para esos 400 km podría hablarse de unos 250 mil millones de pesos.

Aunque por ahora solo es una propuesta, Restrepo cree que hay un buen ambiente en el Concejo de Medellín para su aprobación a finales de mayo o principios de junio. De ser así y “si nos creemos el cuento de ser la ciudad más innovadora, hacia el 2020 Medellín será una ciudad excelente en términos de sostenibilidad vial”, predice el ingeniero.

 

En el WUF7

Pedaleando Alma, Colectivo SiClas y Bellocicleta preparan para el Séptimo Foro Mundial Urbano lo que podría ser una de las pedaleadas ciudadanas más grandes que se haya realizado en el país. El 9 de abril a las 8 pm saldrán del Parque de las Luces .

El problema de la espiritualidad

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Un texto del padre Hernando Uribe Carvajal
El problema de la espiritualidad
Así se titula el artículo que este presbítero escribió para el libro “Protocolos de la SAI sobre el futuro de Antioquia”, publicado en noviembre pasado como parte de la celebración de los 100 años de esa institución

Hoy parece premonitorio el artículo El problema de la espiritualidad, escrito en agosto de 2013 por el padre Hernando Uribe, por solicitud de la Sociedad Antioqueña de Arquitectos e Ingenieros (SAI), en ese entonces en cabeza de Álvaro Villegas Moreno. También resulta paradójico que estas reflexiones, algunas bastante críticas, aparezcan publicadas en el libro de la SAI para conmemorar su centenario, y que fueran escritas solo dos meses antes del escandaloso colapso de la torre 6 del edificio Space, construido por la constructora Lérida CDO, de propiedad de Álvaro Villegas Moreno y su familia.

Por considerarlo de interés para nuestros lectores y muy acorde con los temas de ciudad tratados en el Séptimo Foro Urbano Mundial –que se realiza entre el 5 y el 11 de abril en Medellín– transcribimos a continuación algunos apartes de este texto, cedido a Vivir en El Poblado por este presbítero de la Orden de los Carmelitas Descalzos.

El problema de la espiritualidad

Introducción
La espiritualidad ha interesado siempre, y ahora más que nunca, como lo más complicado y simple a la vez. Es espiritual el que vive con espíritu. Todo lo humano, por simple que sea, tiene espiritualidad, el espíritu con que hacemos lo que hacemos. La espiritualidad, poca o mucha, es el distintivo del hombre, pues, con poco o mucho, cada acción es realizada con espíritu. Nos encanta el espíritu que percibimos en ella. Tratar el tema de la espiritualidad es, por tanto, abordar un problema que no es problema, algo tan natural como el ver para los ojos y oír para los oídos. Cada uno tiene la espiritualidad del espíritu con que vive y actúa.

El espíritu está presente en todo gesto humano, y por tanto es determinante el cuidado que ponga en él, y que, en términos generales, es el amor o son los apegos. Y ese cuidado es su cultura, pues cultura es cuidado. Amor es lo que une, y apegos lo que desune o separa. Es abismático constatar que vivimos en un mundo de apegos sin amor, obra del hombre, abandonado a sí mismo, sabiendo que quien vive es el hombre, y por tanto, el amor o los apegos son el modo como el hombre vive.

Ingeniería y arquitectura son puntos de vista de la realidad, que es la cultura en su noción unívoca: unidad en la pluralidad y pluralidad en la unidad. Por lo cual, voy a plantear, como fundamento del trabajo, el tema de la cultura. Al desarrollarlo, mostraré sus resonancias extraordinarias en la espiritualidad de la ingeniería y la arquitectura.

Cultura y espiritualidad van de la mano, pues en la cultura está la espiritualidad, y por eso, la cultura sienta las bases de la espiritualidad. Por eso, hacer claridad sobre la cultura es poner el fundamento de la espiritualidad.

La cultura
Hay muchas nociones de cultura. Aquí tomo la cultura en su noción unívoca, entendida como modo de relación, de manera que relación y modo constituyen la cultura. Para Juan Pablo II, ‘cultura no hay sino una, la humana, la del hombre y para el hombre’1, y por tanto, todo lo que el hombre es y hace, egregio o vulgar, bueno o malo es cultura. Parodiando al conde de Buffon, para quien “el estilo es el hombre”, decimos que la cultura es el hombre. Esta noción unívoca de cultura ve la realidad como unidad en la pluralidad y pluralidad en la unidad, y así las culturas son propiamente modos, puntos de vista de la cultura, y todo punto de vista es la vista de un punto.

Esta noción unívoca de cultura se refiere a toda la realidad humana, unidad en la pluralidad, pluralidad en la unidad. No hay nada humano que no sea cultura. En realidad, la cultura es el hombre, y por eso donde hay un hombre hay cultura, que es su modo de relación consigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios, llamada relación cosmoteándrica. Y por eso, las artes, la moda y las costumbres son dimensiones de la cultura, que abarca todo lo humano.

La relación
Si cultura es modo de relación, la relación aparece como el fundamento de la cultura, y el modo lo que la determina. La relación es, por tanto, de importancia excepcional. Podemos entender la relación como la ‘corriente de secreta simpatía que une las partes con el todo’2, el equipaje que todo ser trae a la existencia: la piedra, el árbol, el pájaro, y en especial el hombre, ser relacional por excelencia pues existe en relación con todo.

La relación es de la misma categoría que la sustancia, fundamento de todo pues nada existe fuera de la relación. El hombre no quita ni pone la relación, sino que la daña o la mejora según el modo con que la determina, malo si es de desamor, como la codicia o el odio, o bueno si es de amor, como la acogida y la solidaridad. Por ser dinámica, la relación requiere cultivo permanente, de donde le viene el nombre de cultura, lo que el hombre cuida, cultiva, trata con interés y solicitud. Mediocridad es el resultado del descuido del modo en la relación, más frecuente de lo deseable.

“Surge así una nueva imagen y una nueva ordenación del mundo en la que la suprema posibilidad del ser no es la de poder vivir aislado, la de necesitarse sólo a sí mismo y la de subsistir en sí mismo. La suprema forma de ser lleva pareja la relación”3. La relación no es, entonces, concepto, teoría o cosa, sino poder personal, persona, el Espíritu Santo, poder personal, divino, que da existencia y sentido a todas las cosas.


Padre Hernando Uribe Carvajal, conventual Casa de Espiritualidad Monticelo

El modo
Junto a la relación, aparece el modo, también de importancia excepcional. Modo es estilo, sello, talante, carácter, el determinante que convierte en cultura la relación. Los modos son ilimitados, como lo expresa el adjetivo con que calificamos el sustantivo. De esta manera podemos afirmar que solo hay un hombre, y que cada hombre es un modo de ser hombre, un modo relación, un modo de cultura, y no puede no serlo. Si la cultura es el hombre, cada hombre tiene la cultura del modo que pone a su relación consigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios, llamada relación cosmoteándrica porque incluye al cosmos, a Dios y al hombre. El pesimismo y la pereza, o el entusiasmo y la solidaridad son modos de relación, y por tanto de cultura.

Del modo es posible afirmar lo mismo que de la relación, que no es un concepto o una cosa, sino una persona, el Espíritu Santo, el Amor divino, dando vida y sentido a todo. Hay un modo de los modos, el amor, que es unidad de dos.

Si al hablar de relación y de modo, nos referimos al Espíritu Santo, quiere decir que la espiritualidad está en todo, pues la espiritualidad es la obra del Espíritu en la creación, en especial en el hombre, agente por excelencia de encarnación y presencia del Espíritu. En cuanto creador, el hombre secunda la creación, la obra del Espíritu, y en esa medida es espiritual.

El amor, el modo de los modos
Amor es “unidad de dos”4. Amar es convertir la relación en comunión, en comunidad. Yo me amo en la medida en que hago comunidad conmigo mismo, tarea excepcional, fundamento de todo, en extremo comprometedora, sobre todo porque ni siquiera tengo conciencia de ella, de la autorrelación. La Biblia hace una afirmación extraordinaria, de la cual necesito tomar conciencia por el sentido que da a mi vida cotidiana: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10, 27). Mi amor a mí mismo es el fundamento de mi amor al prójimo y al cosmos, fruto del amor de Dios. Dios me capacita para la tarea asombrosa de ser el guardián del ser en el mundo, lugarteniente del Creador en la creación.

El amor está determinado por los sentimientos. Ellos me indican de manera precisa el amor que me tengo a mí mismo. Todo sentimiento dañino, como la rabia o el odio, es un maltrato que me doy, indicio de que me amo poco o no me amo. Me amo cuando cultivo sentimientos que afianzan la relación mía conmigo mismo, sentimientos benéficos, como generosidad, acogida, solidaridad. Gracias al amor a mí mismo voy a mi interioridad y descubro la maravillosa compleja unidad que soy, lo que el hombre del siglo XXI necesita con urgencia, sobretodo por lo distraído que lo mantienen los medios de comunicación.

El amor es el modo de los modos. Quien ama, participa de la condición divina, “porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rom 5,5), pues el amor hace al hombre divino, “imagen y semejanza de Dios”. “Donde no hay amor, ponga amor y sacará amor”, es la consigna de San Juan de la Cruz, uno de los grandes maestros de la humanidad, sobretodo en este momento turbulento y codicioso.

Los místicos conocen la novedad divina del amor. “Por grandes comunicaciones y presencias y altas y subidas noticias de Dios que un alma en esta vida tenga, no es aquello esencialmente Dios, ni tiene que ver con él, porque todavía, a la verdad, le está al alma escondido, y por eso siempre le conviene al alma sobre todas esas grandezas tenerlo por escondido y buscarle escondido diciendo: ¿Adónde te escondiste? […] en el íntimo ser del alma […] por lo cual le conviene entrarse en sumo recogimiento dentro de sí misma” 5. Y allí encontrará al Amado, que es a la vez ‘el principal amante’6 . Por lo cual, buscar siempre al Creador como su Amado es la condición natural, apremiante y ennoblecedora de la criatura.

El influjo
Del carácter totalizante de la relación viene el influjo, bueno o malo, que flota en el ambiente que respiramos. “Nuestros pecados ocultos envenenan el aire que otros respiran, y cierto crimen, del que un miserable lleva el germen sin saberlo, no habría madurado nunca sin este principio de corrupción” (G. Bernanos). Del bien puedo decir lo mismo, lo irradio, aun sin darme cuenta, en mi modo de sentir, pensar, hablar y actuar. Mi modo de relación es el espíritu que irradio, el influjo que ejerzo, la espiritualidad que me distingue y contagio a los demás, sabiendo que mi comportamiento es el fruto del influjo que los demás, aun en forma inconsciente, ejercen en mí.

El influjo es una fuerza recíproca extraordinaria. Quien se cultiva poniendo amor en su relación consigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios, llamada relación cosmoteándrica, ejerce en los demás, en el medio ambiente un efecto de mejoramiento admirable. Quien ejerce el mal con pasión porque se ha jugado a ello su vida, crea una atmósfera de destrucción sorprendente por su influjo demoledor en los demás.

Todo lo humano está marcado por el influjo, como lo manifiesta tan bien el inconsciente colectivo, del cual todos participamos sin darnos cuenta. Por lo cual la educación debe prestar especial atención a la fuerza y eficacia del influjo. Educar es desatar fuerzas poderosas en líderes, que lo son porque influyen con su comportamiento en los demás, crean un mundo, un sistema, una cultura, un modo de vivir que se arraiga en forma indeleble.

El influjo aparece de modo especial en las bellas artes, como la literatura, la poesía, la pintura, la música. No hay artista sin deuda. Es fácil seguirle los pasos, para descubrir cómo se enriquece hasta con el aire que respira. Juan Sebastián Bach, por ejemplo, llevó a la perfección los géneros musicales tradicionales. Con El Clave bien Temperado llevó al teclado muchos ritmos de la danza. Además reciclaba melodías escritas por él y por otros, y eso era considerado un halago. Ana Magdalena cuenta que Bach necesitaba siempre una melodía inicial de otra parte para empezar a componer.

Cultura y religión.
Cultura es modo de relación del yo consigo mismo, con los demás y con el cosmos y también con Dios. La relación con Dios, que es de inmediatez, es decir, sin intermediarios, va de dentro hacia fuera, y se llama religión. La religión es la relación de amor de Dios con el hombre, del hombre con Dios, y cuya práctica es la oración. Para S. Teresa, “orar es tratar de amistad con quien sabemos nos ama”7. Cultivar la oración es cultivar la seguridad del amor divino, del Creador a su criatura, al hombre.

Así como cultura no hay sino una, religión no hay sino una, la humana, la del hombre y para el hombre, y así las religiones son propiamente modos de religión. De esta manera aparecen con naturalidad el ecumenismo y el diálogo interreligioso, en que cada uno se enriquece con el modo del otro en dinamismo constante.

San Agustín presenta así su relación con Dios:
“¡Tarde te amé, Hermosura siempre antigua y siempre nueva, tarde te amé! Tú estabas dentro de mí y yo fuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que si no estuviesen en ti no existirían” 8.

No hay razón para vivir lejos de Dios que camina en mí conmigo. Cultivo mi relación con Él con solicitud, teniendo en cuenta que Él es mi verdadera intimidad.

Si la religión es la relación de Dios con el hombre, del hombre con Dios, relación de amor, pues Dios es amor, como lo dice la Biblia (1 Jn 4, 8.16), la institución religiosa no es propiamente la religión, sino una dimensión de la misma, que tiene la calidad del amor que pongo, que ponemos en ella. Ratzinger tiene esta página magistral:

“La relación con Dios es algo profundamente personal, y la persona es un ser en relación, y si la relación fundamental —la relación con Dios— no está viva, si no se vive, tampoco las demás relaciones pueden encontrar su justa forma. Pero esto vale también para la sociedad, para la humanidad como tal. También aquí, si falta Dios, si se prescinde de Dios, si Dios está ausente, falta la brújula para mostrar el conjunto de todas las relaciones a fin de hallar el camino, la orientación que conviene seguir”9.

La relación de amor con Dios es una dimensión de la cultura y al mismo tiempo su fundamento, y por tanto la garantía del comportamiento, la ética. De esto hablaremos más adelante.

Cultura y espiritualidad
Cultura es modo de relación del yo consigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios. La espiritualidad acentúa la relación con Dios como Espíritu, y como el Espíritu está en todo dándole existencia y sentido, en todo hay espiritualidad.

La espiritualidad es un tema de actualidad. Aparecen con frecuencia títulos como éste: “El espíritu del ateísmo. Introducción a una espiritualidad sin Dios”, con preguntas y afirmaciones de este talante:

“¿Qué es la espiritualidad? ¿Qué es la vida del espíritu? ¿Qué es un espíritu? ‘Una cosa que piensa’, dijo Descartes, ‘es decir, una cosa que duda, que concibe, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que también imagina, y que siente’. Yo añadiría: que ama, que no ama, que contempla, que recuerda, que se burla y bromea […] El espíritu no es una sustancia; es una función, un poder, un acto (el acto de pensar, querer, imaginar, hacer bromas…) y este acto es por lo menos incuestionable, ya que todo cuestionamiento lo supone.”10.

Espiritualidad es un sustantivo abstracto, que en la mentalidad racionalista de la cultura occidental significa una cosa. Pero, en realidad el sustantivo abstracto existe sólo en la mente con fundamento en la realidad. No se trata, por tanto, de una cosa que podemos tomar o dejar, sino de un modo de ver y entender la realidad y de ubicarse en ella. El sustantivo abstracto determina modos de ser y modos de ver y tratar personas y cosas. La espiritualidad no es una cosa que yo tengo; soy yo mismo como aparezco en mis acciones, buenas si son de amor, y malas si son de apegos.

Religión y espiritualidad
La cultura es el hombre, y la religión y la espiritualidad son afines, dos dimensiones de la cultura. En la relación con Dios, la religión acentúa la relación, y la espiritualidad el espíritu. No es raro oír y leer: religión no, espiritualidad sí. Afirmación basada ante todo en el desconocimiento de ambas dimensiones de la cultura, que es toda la realidad humana.

Vemos la religión como un religar, un volver a juntar lo separado. ¿Y qué es lo separado? ¿Dios y el hombre? ¿Y quién es Dios? ¿Y quién es el hombre? ¿Puede estar Dios separado del hombre? ¿Puede el hombre estar separado de Dios? Un Dios separado, ¿qué Dios es? Un hombre separado de Dios, ¿qué hombre es? Gran tragedia la de enredarse en confusiones de este estilo por la falta de claridad en la apreciación de la realidad. Ver la cultura como modo de relación cosmoteándrica enriquece sobremanera la visión de la realidad y el modo de vivir.

La relación del hombre con Dios admite incontables modos, y el ser humano, iluminado y fortalecido por Dios, determina el modo de relación en cada situación y oportunidad. De parte de Dios, la relación es de amor, perfecta, divina, infalible; de parte del hombre requiere disposición para que sea buena. Dios da al hombre su amor divino para que lo ame con ese mismo amor, amor que el hombre acoge disponiéndose.

Para los presocráticos todo está lleno de dioses. Su saludo espontáneo es digno de toda admiración. “Entrad, también aquí hay dioses”. El instinto de lo divino llenaba la atmósfera de cordialidad. Catalina de Génova, por su parte, afirmaba: “Si como, si bebo, si me muevo, si hablo, callo, duermo, velo, veo, oigo o pienso, si estoy enferma o sana… todo en mí es para Dios, y para el prójimo por amor a Dios”. Y para San Agustín, Dios era más íntimo a él que él a sí mismo 11.

Acercamiento a lo divino
Dios, el Creador, no puede ser abordado con los criterios racionales con que abordamos lo creado, que es sensorial en cuanto nos llega por los sentidos: lo vemos, oímos, olemos, gustamos, tocamos y pisamos, y elaboramos su conocimiento con la mente y el corazón. Dios, por el contrario, es inespacial e intemporal, y por eso no es, no puede ser objeto de los sentidos. La luz del sol enceguece a la lechuza en vez de darle mejor visión. Dios es invisible, inaudible, inefable, intangible, requiere, por tanto, criterios diferentes de acogida. “No era de luz, no era de armonía, / ni de color; el corazón lo sabe, / pero decir cómo era no podría / porque no es forma ni en la forma cabe” (Dámaso Alonso).

De Dios hablamos en símbolos. El símbolo es una cosa que remite a otra, nos lleva de lo conocido a lo desconocido, de lo sensorial a lo insensorial. Cuando decimos que Dios es luz, agua, fuego hemos de caer en la cuenta de que estas palabras aquí cambian de significado, mundo inimaginable que la fantasía y el corazón tienen por descubrir. En realidad, luz, agua y fuego derivan su sentido y valor de la luz, el agua y el fuego que es Dios.

“Cuando amo a Dios, amo cierta luz, cierta armonía, cierta fragancia, cierto manjar y cierto deleite, que es luz, fragancia, alimento y deleite de mi alma. Resplandece entonces en mi alma una luz que no ocupa lugar; percibo un sonido que no lo arrebata el tiempo; siento una fragancia que no la esparce el aire; recibo gusto de un manjar que no se consume por comerlo y poseo estrechamente un bien tan delicioso, que por más que lo disfrute y me sacie, nunca puedo dejarlo por fastidio”.

Texto admirable de S. Agustín sobre la inefabilidad de Dios, para ser captada y vivida por el hombre como tarea incansable de su condición humana.

La espiritualidad es el Espíritu divino dando amorosamente la existencia a cada ser creado, a la piedra, al árbol, al pájaro, al hombre. Si ver es natural para los ojos, ser espiritual lo es para el corazón, sabiendo que también la piedra tiene corazón, como asegura el constructor de catedrales.

La espiritualidad es la obra de Cristo. Así lo atestiguan los peregrinos de Emaús, que al final del camino se dicen llenos de asombro: “¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba por el camino?” (Lc 24, 32). Cada hombre es un peregrino, movido en cada paso por el Espíritu divino que le incendia el corazón.

Espiritualidad y ética.
Soy agente de cultura haciendo lo que hago. Ser y hacer son dimensiones distinguibles, no separables. En lo que hago, manifiesto lo que soy. Por sus frutos los conoceréis, dice el Evangelio, y añade: “Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos” (Mt 7, 18). Hago lo que soy, soy lo que hago. La espiritualidad indica lo que soy, espíritu encarnado, y la ética es mi comportamiento, lo que hago. La verdadera ética es fruto de la espiritualidad, de una vida de amor. Por lo cual, es muy acertado S. Agustín:

“Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor. Si gritas, gritarás con amor. Si corriges, corregirás con amor. Si perdonas, perdonarás con amor. Si está dentro ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz”.

Soy verdaderamente ético en la medida en que cultivo la relación de amor conmigo mismo, que es la autoestima; con los demás, que es la política, el arte del bien común; con el cosmos, que es la ecología, la vida en casa, y la economía, el buen manejo de la casa; y con Dios, que es la religión, la espiritualidad. Los cuatro polos, gracias a la relación, tienen sentido de unidad. Si falla uno de los cuatro polos, fallan los otras tres, pues la relación entre ellos es esencial, no puede no darse, siempre existe. Tarea posible en la medida en que el hombre cuenta con Dios. En la medida en que Dios es el fundamento de la autoestima, la política, la economía y la religión, hay espiritualidad. Y ética, fruto de la espiritualidad. Por ser amor, realizo obras de amor, la verdadera ética.

Que Dios sea la verdadera garantía y fundamento del comportamiento humano, de la ética, lo dice en forma acertada S. Juan de la Cruz.

“Cuanto el alma va más a oscuras y vacía de sus operaciones naturales, va más segura; porque, como dice el profeta (Os. 13, 9), la perdición al alma solamente le viene de sí misma, esto es, de sus operaciones y apetitos interiores y sensitivos, y el bien, dice Dios, solamente de mí. Por tanto, impedida ella así de sus males, resta que le vengan luego los bienes de la unión de Dios en sus apetitos y potencias, en que las hará divinas y celestiales” 12.

Estoy llamado a actuar con espíritu porque soy espíritu y tengo espíritu, y el espíritu con que vivo y actúo es mi espiritualidad, el fundamento de mi ética. El hombre encarna el Espíritu Divino en el mundo según el espíritu con que vive y actúa. Sé bien lo que es vivir y actuar con espíritu: me encanta ver comer con espíritu a quien invito a la mesa familiar, y el espíritu con que me cuenta su último viaje y el éxito en su trabajo. Da gusto ver caminar, mirar, barrer, cocinar, escribir, estudiar, orar con espíritu. Ética y espiritualidad van de la mano. La garantía de mi ética es mi espiritualidad, mi espiritualidad se manifiesta en mi ética. Mi ética manifiesta lo que soy. Por sus frutos los conoceréis.

Ratzinger tiene esta página magistral sobre la ética.

“El mundo es bueno y es bueno vivir en él. El Dios que es creador y que se expresa en su creación, da también a la acción humana dirección y medida. Estamos viviendo una crisis del ethos que no sólo es, ni mucho menos, una cuestión académica sobre los fundamentos últimos de las teorías éticas, sino también una oportunidad eminentemente práctica. Que el ethos sea una cosa que realmente no se puede fundar, es algo de lo que se habla por ahí y que influye. Las publicaciones sobre el tema ethos brotan por todas partes, lo cual, si bien muestra por un lado lo mucho que la cuestión preocupa, por otro indica hasta dónde llega el desconcierto. A lo largo de su itinerario intelectual, Kolakowski ha llamado expresamente la atención sobre el hecho de que la eliminación de la fe en Dios, por más que pueda girar y cambiar, lo que hace en definitiva es quitar al ethos su fundamentación. Si ni el mundo ni el hombre vienen de una razón creadora, que porta en sí misma la medida y se inscribe en la existencia del hombre, entonces lo único que queda son las normas de tráfico de la conducta humana, que se justificarán o rechazarán según su utilidad” 13.

La fragilidad del hombre es tal, que sólo Dios puede garantizar el sentido ético de la existencia humana. Ama y haz lo que quieras indica que el amor, que viene de Dios y mantiene al hombre en Dios y lo lleva a Dios, es lo único que puede sostenerlo y darle sensatez y equilibrio para hacer el bien y evitar el mal. Es evidente que la fragilidad humana está en cada paso del camino, pues como atestigua el mismo san Pablo: “No hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí” (Rom 8, 19-20).

La religiosidad popular
La religión y la espiritualidad se manifiestan de manera especial en la religiosidad popular, fenómeno humano con entrañas de madre, pues se mama con la leche materna. La religiosidad popular da al ser humano su verdadera estatura, la de vivir de amor, amor a sí mismo, amor a los demás y amor a todos los seres de la creación, fruto del amor a Dios, de donde dimana todo amor, el misterio, la más entrañable realidad. Voltaire expresa a su manera el sentido de la religiosidad popular, pura evidencia de inmediatez: “Para saber si hay un Dios, sólo te pido una cosa, que abras los ojos”. El pueblo tiene esta mirada instintiva, y si la cultiva, obtiene un beneficio que ninguna ciencia humana alcanza.

Me adiestro en el arte de ver, de mirar hasta encontrarme de repente en la admiración y la alabanza de lo divino aconteciendo en mí, haciendo transparente y simple mi corazón. Da gusto conversar con la gente en forma espontánea sobre los sentimientos que determinan los anhelos elementales del corazón, y más cuando se ve claramente que el que habla se llena de emoción hablando de lo que no tiene nombre con quien está dispuesto a escuchar.

Un Padrenuestro rezado en secreto, una novena hecha de rodillas en un campamento de carretera antes del sueño, un gesto de gratitud por el premio de la paciencia en una enfermedad, son gestos que conmueven aun el corazón más insensible a lo divino, hasta estallar en alabanza y adoración. Un sutil sentimiento de ternura sostiene hasta el más desventurado de los destinos. Hay en el hombre muchas más cosas dignas de admiración que de desprecio, es la expresión de un novelista perplejo ante la incógnita del destino humano. Como si esa admiración tuviera nombre propio, Dios. Lo que el pueblo lleva en las entrañas con una ternura tan sutil que cabe en los resquicios más ocultos del alma.

La religiosidad popular es una geografía por explorar. Las sorpresas llevarán de suspenso en suspenso hasta al más avezado de los caminantes.

La espiritualidad del antioqueño
El antioqueño es religioso, trabajador, familiar, creativo, honrado, emprendedor. En la familia tradicional ha existido un acentuado espíritu religioso, de costumbres singulares, como pedir la bendición a los papás al salir de casa, rezar juntos el rosario y la novena, ir a misa el día de fiesta. Su religiosidad se manifiesta de modo especial en las despedidas: “Que Dios te lleve con bien”, “que la Virgen te acompañe”, y al llegar: “Me fue muy bien, gracias a Dios”. Las novenas patronales son el orgullo del pueblo: la Virgen del Carmen, el Señor de las misericordias, María Auxiliadora, la Asunción, el Santísimo Sacramento, con las horas santas y las cuarenta horas, etc. La religiosidad popular es el instinto de lo divino, riqueza autóctona, grata y espontánea a la vez. En ella el corazón vive con naturalidad su relación de amor con el ser divino, cuyos beneficios son incalculables.

El antioqueño es acogedor y hábil para los negocios, y también engreído y antipático. Siente, con todo, en su interior una fuerza que lo lleva más allá de sí mismo, el Espíritu Divino, que da existencia a todo, pues “en Él vivimos, nos movemos y existimos […] porque somos también de su linaje” (Hechos 17, 28). Siente porque Él lo mueve a sentir; piensa porque Él lo mueve a pensar; habla porque Él lo mueve a hablar; actúa porque Él lo mueve a actuar. Su compañía es siempre fiel. El mérito del creyente consiste en cultivarse para acoger la presencia bienhechora del Espíritu, pues contando con él, puede lo imposible, hacer el bien y evitar el mal.

El narcotráfico ha ejercido un influjo enorme en el espíritu codicioso del antioqueño, que se jacta, además, de ser “tumbador”, a pesar de saber que un negocio es bueno si las dos partes ganan. La codicia, la inequidad, la tacañería, la violencia, la inseguridad y el miedo envenenan el ambiente que respiramos. Forma de espiritualidad que necesita cambiar de rumbo. Desafío enorme para la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, SAI.

El antioqueño necesita ver la religión con los ojos del corazón para cambiar su mirada codiciosa por la mirada amorosa sin apego ninguno a personas y cosas. El amor lo hace libre, desapegado, exigente y responsable. S. Juan de la Cruz tiene un poema sobre el amor y los apegos que le da sentido pleno a la existencia humana.

“Sin arrimo y con arrimo,
sin luz y a oscuras viviendo,
todo me voy consumiendo”.

Estribillo con esta glosa o comentario:

“Mi alma está desasida
de toda cosa criada
y sobre sí levantada
y en una sabrosa vida
sólo en su Dios arrimada;
por eso ya se dirá
la cosa que más estimo
que mi alma se ve ya
sin arrimo y con arrimo”.

El amor cambia el comportamiento codicioso del idólatra y corrupto por la mirada amorosa del creyente que se manifiesta en generosidad, justicia y paz. El amor, que da sentido al universo, es la solución a las crisis en que vive el hombre actual, y que tiene como fruto la solidaridad, que significa ante todo cargar con el pecado ajeno como si fuera mío.

Ingeniero, arquitecto y espiritualidad.
Medellín es una ciudad de desarrollo vertiginoso, marcado por el desorden, la tacañería, la codicia, el mal gusto, la chabacanería y la corrupción. Tarea ímproba para la Sociedad antioqueña de ingenieros y arquitectos. Para los filósofos la ingeniería es un arte científico mediante el cual un grupo particular de personas cultiva su ingenio, que es la destreza en discurrir e inventar cosas, que con frecuencia destruye la naturaleza y contamina el mundo con formas dañinas para el ser humano. Desafío enorme a la espiritualidad.

El arquitecto sabe, por su parte, que la casa está en función del que vive en ella, y por eso la construye con gusto refinado para que quien la habite se contagie de la atmósfera divina que el constructor puso en ella. S. Juan de la Cruz escribió unos versos de poderosa inspiración: “Mil gracias derramando / pasó por estos sotos con presura, / y yéndolos mirando / con sola su figura / vestidos los dejó de hermosura”. Hermosura que el arquitecto aprisiona con destreza, anticipando el cielo en la tierra. Admirable espiritualidad.

Un caso patético
Rogelio Salmona (1927 – 2007), figura central de la arquitectura colombiana, estuvo en Medellín en marzo de 2006, donde dijo que Colombia es víctima de un urbanismo atropellador y especulativo. Los constructores quieren ganar hasta el mínimo centavo por metro cuadrado.

«En Medellín, una ciudad que yo he visto hace años, que he visto hace unos meses y que he visto ahora, hay una total insensibilidad con el medio geográfico. Lo que está ocurriendo en El Poblado es asustador. Eso hay que decirlo y hay que frenarlo. Como hay que decir que Medellín debe recuperar el centro, porque en el pasado fue un lugar activo y un lugar de encuentro, que se fue perdiendo en el momento en que se produjeron intervenciones insensibles con los lugares tradicionales como lo fueron La Playa y Junín. Allí la destrucción no se hizo porque la ciudadanía lo quiso sino porque se intervino bruscamente sin tener en cuenta la tradición y la historia […] Hay que frenar la injusticia de que la empresa privada gane dinero con la plata del pobre, subvencionada por el Estado. El Estado puede hacer propuestas coherentes de diseño, que equilibren ese mercado tan dañino. La vivienda social en manos privadas ha sido un desastre para las ciudades en Colombia”14.

Un caso singular
En 1853 Napoleón III nombró a Jorge Eugenio Haussmann prefecto del Sena con plenos poderes para transformar a París. Y por eso le dio un equipo de juristas, ingenieros, arquitectos, paisajistas y geómetras, con el cual realizara durante diecisiete años un programa de urbanismo de una amplitud desmesurada por lo atrevido, casi brutal. París asombra a los visitantes por las decenas de kilómetros de amplias avenidas rectilíneas, llenas de árboles y de construcciones casi idénticas. En Medellín tenemos esta inquietud: ¿qué pasó con los diseños urbanísticos de Pedro Nel Gómez, gran conocedor de París y Florencia?

Las preguntas abundan. ¿Hay algo nuevo comparable a la arquitectura de la plazuela de S. Ignacio o la estación del tren o el palacio de la gobernación? ¿Qué significa el hacinamiento de edificios antiestéticos al lado del Hotel Intercontinental? Un profesor universitario de Medellín, especialista en urbanismo, dice que El Poblado es la zona tugurial más grande de América Latina. Para la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, que se plantean la inquietud de la espiritualidad, estas inquietudes causarán desvelo, preocupación. O mejor, ¿qué han hecho y qué deben hacer para evitar semejante atropello urbanístico?

Conclusión
La espiritualidad no existe. Terminar un trabajo sobre la espiritualidad con esta afirmación es un despropósito o al menos una humorada. En realidad, espiritualidad es un sustantivo abstracto, que sólo existe en la mente con fundamento en la realidad. Existe el hombre espiritual. Y cada ser humano lo es en la medida en que vive con espíritu. El espíritu que pone en lo que hace es su espiritualidad.

En todo hay espiritualidad porque todo es obra del Espíritu. Es natural y laudable que la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos se interese en la espiritualidad, pues todo lo que han hecho tiene espiritualidad, es su espiritualidad.

Preguntar qué espíritu han puesto en su trabajo, y con qué espíritu deben trabajar, es la inquietud. Si somos sinceros, cambiar la codicia y el tráfico de influencias por la creación estética y el arte del bien común, la política, llevaría nuestras empresas muy lejos en la construcción del humanismo cristiano, la obra del hombre como representante del Creador en el perfeccionamiento de la creación. Vivir con espíritu, trabajar con espíritu, caminar con espíritu, comer con espíritu, hacer ingeniería y arquitectura con espíritu es verse ante un desafío colosal, digno de toda admiración.

Hablando del Dios desconocido, San Pablo dice en el areópago de Atenas que “en él vivimos, nos movemos y existimos”. La presencia del Espíritu en el hombre es una realidad envolvente, abrumadora. Se trata de cultivar la sensibilidad para poner espíritu en cada gesto del trabajo cotidiano. El ingeniero es hombre de ingenio, creativo, hábil para hacer lo que hace, y el arquitecto tiene la vocación de hacer acogedora la casa que construye.

El gran matemático alemán, Carl F. Gauss (1777-1855) dejó esta consigna: “Cuando suene nuestra última hora será grande e inefable nuestro gozo al ver a quien en todo nuestro quehacer solo hemos podido vislumbrar”. Fuente de inspiración para llenar de belleza creativa la tarea de ingenieros y arquitectos antioqueños. Cada trazo será anticipo del cielo, expresión perfecta de su espiritualidad.

Hernando Uribe Carvajal ocd
Monticelo, Casa de espiritualidad
6 de agosto de 2013.

1.Juan Pablo II. Ex corde Ecclesiae 3.
2 .Cf. PAZ, Octavio. Las peras del olmo. Bogotá: Planeta. 1985, p. 150. Es un artículo sobre “Arte mágico”.
3. Id., p. 125. 4. S. Juan de la Cruz, Cántico Espiritual 36, 1.
5. S. Juan de la Cruz, ib., 1, 3.6.
6. Ibid., 31, 2.
7. Libro de la vida 8, 5.
8. Confesiones. 10, 27, 38.
9. Ratzinger, J. Vísperas en la catedral de Aosta, 24 de julio de 2009.
10. COMTE-SPONVILLE, André. L’Esprit de l’athéisme. Introduction à une spiritualité sans Dieu. Paris: Albin Michel. 2008, p. 144.
11. Cfr. Confesiones 3, 6, 11.
12. Noche oscura 2, 16, 3.
13. Ratzinger, J. Introducción al cristianismo. Salamanca: Sígueme. 205, p. 30.
14. Rogelio Salmona. En: “Alma Mater”, Periódico de la Universidad de Antioquia, 541 (marzo de 2006) 9.

El problema de la espiritualidad

Un texto del padre Hernando Uribe Carvajal
El problema de la espiritualidad
Así se titula el artículo que este presbítero escribió para el libro “Protocolos de la SAI sobre el futuro de Antioquia”, publicado en noviembre pasado como parte de la celebración de los 100 años de esa institución

Hoy parece premonitorio el artículo El problema de la espiritualidad, escrito en agosto de 2013 por el padre Hernando Uribe, por solicitud de la Sociedad Antioqueña de Arquitectos e Ingenieros (SAI), en ese entonces en cabeza de Álvaro Villegas Moreno. También resulta paradójico que estas reflexiones, algunas bastante críticas, aparezcan publicadas en el libro de la SAI para conmemorar su centenario, y que fueran escritas solo dos meses antes del escandaloso colapso de la torre 6 del edificio Space, construido por la constructora Lérida CDO, de propiedad de Álvaro Villegas Moreno y su familia.

Por considerarlo de interés para nuestros lectores y muy acorde con los temas de ciudad tratados en el Séptimo Foro Urbano Mundial –que se realiza entre el 5 y el 11 de abril en Medellín– transcribimos a continuación algunos apartes de este texto, cedido a Vivir en El Poblado por este presbítero de la Orden de los Carmelitas Descalzos.

El problema de la espiritualidad

Introducción
La espiritualidad ha interesado siempre, y ahora más que nunca, como lo más complicado y simple a la vez. Es espiritual el que vive con espíritu. Todo lo humano, por simple que sea, tiene espiritualidad, el espíritu con que hacemos lo que hacemos. La espiritualidad, poca o mucha, es el distintivo del hombre, pues, con poco o mucho, cada acción es realizada con espíritu. Nos encanta el espíritu que percibimos en ella. Tratar el tema de la espiritualidad es, por tanto, abordar un problema que no es problema, algo tan natural como el ver para los ojos y oír para los oídos. Cada uno tiene la espiritualidad del espíritu con que vive y actúa.

El espíritu está presente en todo gesto humano, y por tanto es determinante el cuidado que ponga en él, y que, en términos generales, es el amor o son los apegos. Y ese cuidado es su cultura, pues cultura es cuidado. Amor es lo que une, y apegos lo que desune o separa. Es abismático constatar que vivimos en un mundo de apegos sin amor, obra del hombre, abandonado a sí mismo, sabiendo que quien vive es el hombre, y por tanto, el amor o los apegos son el modo como el hombre vive.

Ingeniería y arquitectura son puntos de vista de la realidad, que es la cultura en su noción unívoca: unidad en la pluralidad y pluralidad en la unidad. Por lo cual, voy a plantear, como fundamento del trabajo, el tema de la cultura. Al desarrollarlo, mostraré sus resonancias extraordinarias en la espiritualidad de la ingeniería y la arquitectura.

Cultura y espiritualidad van de la mano, pues en la cultura está la espiritualidad, y por eso, la cultura sienta las bases de la espiritualidad. Por eso, hacer claridad sobre la cultura es poner el fundamento de la espiritualidad.

La cultura
Hay muchas nociones de cultura. Aquí tomo la cultura en su noción unívoca, entendida como modo de relación, de manera que relación y modo constituyen la cultura. Para Juan Pablo II, ‘cultura no hay sino una, la humana, la del hombre y para el hombre’1, y por tanto, todo lo que el hombre es y hace, egregio o vulgar, bueno o malo es cultura. Parodiando al conde de Buffon, para quien “el estilo es el hombre”, decimos que la cultura es el hombre. Esta noción unívoca de cultura ve la realidad como unidad en la pluralidad y pluralidad en la unidad, y así las culturas son propiamente modos, puntos de vista de la cultura, y todo punto de vista es la vista de un punto.

Esta noción unívoca de cultura se refiere a toda la realidad humana, unidad en la pluralidad, pluralidad en la unidad. No hay nada humano que no sea cultura. En realidad, la cultura es el hombre, y por eso donde hay un hombre hay cultura, que es su modo de relación consigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios, llamada relación cosmoteándrica. Y por eso, las artes, la moda y las costumbres son dimensiones de la cultura, que abarca todo lo humano.

La relación
Si cultura es modo de relación, la relación aparece como el fundamento de la cultura, y el modo lo que la determina. La relación es, por tanto, de importancia excepcional. Podemos entender la relación como la ‘corriente de secreta simpatía que une las partes con el todo’2, el equipaje que todo ser trae a la existencia: la piedra, el árbol, el pájaro, y en especial el hombre, ser relacional por excelencia pues existe en relación con todo.

La relación es de la misma categoría que la sustancia, fundamento de todo pues nada existe fuera de la relación. El hombre no quita ni pone la relación, sino que la daña o la mejora según el modo con que la determina, malo si es de desamor, como la codicia o el odio, o bueno si es de amor, como la acogida y la solidaridad. Por ser dinámica, la relación requiere cultivo permanente, de donde le viene el nombre de cultura, lo que el hombre cuida, cultiva, trata con interés y solicitud. Mediocridad es el resultado del descuido del modo en la relación, más frecuente de lo deseable.

“Surge así una nueva imagen y una nueva ordenación del mundo en la que la suprema posibilidad del ser no es la de poder vivir aislado, la de necesitarse sólo a sí mismo y la de subsistir en sí mismo. La suprema forma de ser lleva pareja la relación”3. La relación no es, entonces, concepto, teoría o cosa, sino poder personal, persona, el Espíritu Santo, poder personal, divino, que da existencia y sentido a todas las cosas.


Padre Hernando Uribe Carvajal, conventual Casa de Espiritualidad Monticelo

El modo
Junto a la relación, aparece el modo, también de importancia excepcional. Modo es estilo, sello, talante, carácter, el determinante que convierte en cultura la relación. Los modos son ilimitados, como lo expresa el adjetivo con que calificamos el sustantivo. De esta manera podemos afirmar que solo hay un hombre, y que cada hombre es un modo de ser hombre, un modo relación, un modo de cultura, y no puede no serlo. Si la cultura es el hombre, cada hombre tiene la cultura del modo que pone a su relación consigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios, llamada relación cosmoteándrica porque incluye al cosmos, a Dios y al hombre. El pesimismo y la pereza, o el entusiasmo y la solidaridad son modos de relación, y por tanto de cultura.

Del modo es posible afirmar lo mismo que de la relación, que no es un concepto o una cosa, sino una persona, el Espíritu Santo, el Amor divino, dando vida y sentido a todo. Hay un modo de los modos, el amor, que es unidad de dos.

Si al hablar de relación y de modo, nos referimos al Espíritu Santo, quiere decir que la espiritualidad está en todo, pues la espiritualidad es la obra del Espíritu en la creación, en especial en el hombre, agente por excelencia de encarnación y presencia del Espíritu. En cuanto creador, el hombre secunda la creación, la obra del Espíritu, y en esa medida es espiritual.

El amor, el modo de los modos
Amor es “unidad de dos”4. Amar es convertir la relación en comunión, en comunidad. Yo me amo en la medida en que hago comunidad conmigo mismo, tarea excepcional, fundamento de todo, en extremo comprometedora, sobre todo porque ni siquiera tengo conciencia de ella, de la autorrelación. La Biblia hace una afirmación extraordinaria, de la cual necesito tomar conciencia por el sentido que da a mi vida cotidiana: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10, 27). Mi amor a mí mismo es el fundamento de mi amor al prójimo y al cosmos, fruto del amor de Dios. Dios me capacita para la tarea asombrosa de ser el guardián del ser en el mundo, lugarteniente del Creador en la creación.

El amor está determinado por los sentimientos. Ellos me indican de manera precisa el amor que me tengo a mí mismo. Todo sentimiento dañino, como la rabia o el odio, es un maltrato que me doy, indicio de que me amo poco o no me amo. Me amo cuando cultivo sentimientos que afianzan la relación mía conmigo mismo, sentimientos benéficos, como generosidad, acogida, solidaridad. Gracias al amor a mí mismo voy a mi interioridad y descubro la maravillosa compleja unidad que soy, lo que el hombre del siglo XXI necesita con urgencia, sobretodo por lo distraído que lo mantienen los medios de comunicación.

El amor es el modo de los modos. Quien ama, participa de la condición divina, “porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rom 5,5), pues el amor hace al hombre divino, “imagen y semejanza de Dios”. “Donde no hay amor, ponga amor y sacará amor”, es la consigna de San Juan de la Cruz, uno de los grandes maestros de la humanidad, sobretodo en este momento turbulento y codicioso.

Los místicos conocen la novedad divina del amor. “Por grandes comunicaciones y presencias y altas y subidas noticias de Dios que un alma en esta vida tenga, no es aquello esencialmente Dios, ni tiene que ver con él, porque todavía, a la verdad, le está al alma escondido, y por eso siempre le conviene al alma sobre todas esas grandezas tenerlo por escondido y buscarle escondido diciendo: ¿Adónde te escondiste? […] en el íntimo ser del alma […] por lo cual le conviene entrarse en sumo recogimiento dentro de sí misma” 5. Y allí encontrará al Amado, que es a la vez ‘el principal amante’6 . Por lo cual, buscar siempre al Creador como su Amado es la condición natural, apremiante y ennoblecedora de la criatura.

El influjo
Del carácter totalizante de la relación viene el influjo, bueno o malo, que flota en el ambiente que respiramos. “Nuestros pecados ocultos envenenan el aire que otros respiran, y cierto crimen, del que un miserable lleva el germen sin saberlo, no habría madurado nunca sin este principio de corrupción” (G. Bernanos). Del bien puedo decir lo mismo, lo irradio, aun sin darme cuenta, en mi modo de sentir, pensar, hablar y actuar. Mi modo de relación es el espíritu que irradio, el influjo que ejerzo, la espiritualidad que me distingue y contagio a los demás, sabiendo que mi comportamiento es el fruto del influjo que los demás, aun en forma inconsciente, ejercen en mí.

El influjo es una fuerza recíproca extraordinaria. Quien se cultiva poniendo amor en su relación consigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios, llamada relación cosmoteándrica, ejerce en los demás, en el medio ambiente un efecto de mejoramiento admirable. Quien ejerce el mal con pasión porque se ha jugado a ello su vida, crea una atmósfera de destrucción sorprendente por su influjo demoledor en los demás.

Todo lo humano está marcado por el influjo, como lo manifiesta tan bien el inconsciente colectivo, del cual todos participamos sin darnos cuenta. Por lo cual la educación debe prestar especial atención a la fuerza y eficacia del influjo. Educar es desatar fuerzas poderosas en líderes, que lo son porque influyen con su comportamiento en los demás, crean un mundo, un sistema, una cultura, un modo de vivir que se arraiga en forma indeleble.

El influjo aparece de modo especial en las bellas artes, como la literatura, la poesía, la pintura, la música. No hay artista sin deuda. Es fácil seguirle los pasos, para descubrir cómo se enriquece hasta con el aire que respira. Juan Sebastián Bach, por ejemplo, llevó a la perfección los géneros musicales tradicionales. Con El Clave bien Temperado llevó al teclado muchos ritmos de la danza. Además reciclaba melodías escritas por él y por otros, y eso era considerado un halago. Ana Magdalena cuenta que Bach necesitaba siempre una melodía inicial de otra parte para empezar a componer.

Cultura y religión.
Cultura es modo de relación del yo consigo mismo, con los demás y con el cosmos y también con Dios. La relación con Dios, que es de inmediatez, es decir, sin intermediarios, va de dentro hacia fuera, y se llama religión. La religión es la relación de amor de Dios con el hombre, del hombre con Dios, y cuya práctica es la oración. Para S. Teresa, “orar es tratar de amistad con quien sabemos nos ama”7. Cultivar la oración es cultivar la seguridad del amor divino, del Creador a su criatura, al hombre.

Así como cultura no hay sino una, religión no hay sino una, la humana, la del hombre y para el hombre, y así las religiones son propiamente modos de religión. De esta manera aparecen con naturalidad el ecumenismo y el diálogo interreligioso, en que cada uno se enriquece con el modo del otro en dinamismo constante.

San Agustín presenta así su relación con Dios:
“¡Tarde te amé, Hermosura siempre antigua y siempre nueva, tarde te amé! Tú estabas dentro de mí y yo fuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que si no estuviesen en ti no existirían” 8.

No hay razón para vivir lejos de Dios que camina en mí conmigo. Cultivo mi relación con Él con solicitud, teniendo en cuenta que Él es mi verdadera intimidad.

Si la religión es la relación de Dios con el hombre, del hombre con Dios, relación de amor, pues Dios es amor, como lo dice la Biblia (1 Jn 4, 8.16), la institución religiosa no es propiamente la religión, sino una dimensión de la misma, que tiene la calidad del amor que pongo, que ponemos en ella. Ratzinger tiene esta página magistral:

“La relación con Dios es algo profundamente personal, y la persona es un ser en relación, y si la relación fundamental —la relación con Dios— no está viva, si no se vive, tampoco las demás relaciones pueden encontrar su justa forma. Pero esto vale también para la sociedad, para la humanidad como tal. También aquí, si falta Dios, si se prescinde de Dios, si Dios está ausente, falta la brújula para mostrar el conjunto de todas las relaciones a fin de hallar el camino, la orientación que conviene seguir”9.

La relación de amor con Dios es una dimensión de la cultura y al mismo tiempo su fundamento, y por tanto la garantía del comportamiento, la ética. De esto hablaremos más adelante.

Cultura y espiritualidad
Cultura es modo de relación del yo consigo mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios. La espiritualidad acentúa la relación con Dios como Espíritu, y como el Espíritu está en todo dándole existencia y sentido, en todo hay espiritualidad.

La espiritualidad es un tema de actualidad. Aparecen con frecuencia títulos como éste: “El espíritu del ateísmo. Introducción a una espiritualidad sin Dios”, con preguntas y afirmaciones de este talante:

“¿Qué es la espiritualidad? ¿Qué es la vida del espíritu? ¿Qué es un espíritu? ‘Una cosa que piensa’, dijo Descartes, ‘es decir, una cosa que duda, que concibe, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que también imagina, y que siente’. Yo añadiría: que ama, que no ama, que contempla, que recuerda, que se burla y bromea […] El espíritu no es una sustancia; es una función, un poder, un acto (el acto de pensar, querer, imaginar, hacer bromas…) y este acto es por lo menos incuestionable, ya que todo cuestionamiento lo supone.”10.

Espiritualidad es un sustantivo abstracto, que en la mentalidad racionalista de la cultura occidental significa una cosa. Pero, en realidad el sustantivo abstracto existe sólo en la mente con fundamento en la realidad. No se trata, por tanto, de una cosa que podemos tomar o dejar, sino de un modo de ver y entender la realidad y de ubicarse en ella. El sustantivo abstracto determina modos de ser y modos de ver y tratar personas y cosas. La espiritualidad no es una cosa que yo tengo; soy yo mismo como aparezco en mis acciones, buenas si son de amor, y malas si son de apegos.

Religión y espiritualidad
La cultura es el hombre, y la religión y la espiritualidad son afines, dos dimensiones de la cultura. En la relación con Dios, la religión acentúa la relación, y la espiritualidad el espíritu. No es raro oír y leer: religión no, espiritualidad sí. Afirmación basada ante todo en el desconocimiento de ambas dimensiones de la cultura, que es toda la realidad humana.

Vemos la religión como un religar, un volver a juntar lo separado. ¿Y qué es lo separado? ¿Dios y el hombre? ¿Y quién es Dios? ¿Y quién es el hombre? ¿Puede estar Dios separado del hombre? ¿Puede el hombre estar separado de Dios? Un Dios separado, ¿qué Dios es? Un hombre separado de Dios, ¿qué hombre es? Gran tragedia la de enredarse en confusiones de este estilo por la falta de claridad en la apreciación de la realidad. Ver la cultura como modo de relación cosmoteándrica enriquece sobremanera la visión de la realidad y el modo de vivir.

La relación del hombre con Dios admite incontables modos, y el ser humano, iluminado y fortalecido por Dios, determina el modo de relación en cada situación y oportunidad. De parte de Dios, la relación es de amor, perfecta, divina, infalible; de parte del hombre requiere disposición para que sea buena. Dios da al hombre su amor divino para que lo ame con ese mismo amor, amor que el hombre acoge disponiéndose.

Para los presocráticos todo está lleno de dioses. Su saludo espontáneo es digno de toda admiración. “Entrad, también aquí hay dioses”. El instinto de lo divino llenaba la atmósfera de cordialidad. Catalina de Génova, por su parte, afirmaba: “Si como, si bebo, si me muevo, si hablo, callo, duermo, velo, veo, oigo o pienso, si estoy enferma o sana… todo en mí es para Dios, y para el prójimo por amor a Dios”. Y para San Agustín, Dios era más íntimo a él que él a sí mismo 11.

Acercamiento a lo divino
Dios, el Creador, no puede ser abordado con los criterios racionales con que abordamos lo creado, que es sensorial en cuanto nos llega por los sentidos: lo vemos, oímos, olemos, gustamos, tocamos y pisamos, y elaboramos su conocimiento con la mente y el corazón. Dios, por el contrario, es inespacial e intemporal, y por eso no es, no puede ser objeto de los sentidos. La luz del sol enceguece a la lechuza en vez de darle mejor visión. Dios es invisible, inaudible, inefable, intangible, requiere, por tanto, criterios diferentes de acogida. “No era de luz, no era de armonía, / ni de color; el corazón lo sabe, / pero decir cómo era no podría / porque no es forma ni en la forma cabe” (Dámaso Alonso).

De Dios hablamos en símbolos. El símbolo es una cosa que remite a otra, nos lleva de lo conocido a lo desconocido, de lo sensorial a lo insensorial. Cuando decimos que Dios es luz, agua, fuego hemos de caer en la cuenta de que estas palabras aquí cambian de significado, mundo inimaginable que la fantasía y el corazón tienen por descubrir. En realidad, luz, agua y fuego derivan su sentido y valor de la luz, el agua y el fuego que es Dios.

“Cuando amo a Dios, amo cierta luz, cierta armonía, cierta fragancia, cierto manjar y cierto deleite, que es luz, fragancia, alimento y deleite de mi alma. Resplandece entonces en mi alma una luz que no ocupa lugar; percibo un sonido que no lo arrebata el tiempo; siento una fragancia que no la esparce el aire; recibo gusto de un manjar que no se consume por comerlo y poseo estrechamente un bien tan delicioso, que por más que lo disfrute y me sacie, nunca puedo dejarlo por fastidio”.

Texto admirable de S. Agustín sobre la inefabilidad de Dios, para ser captada y vivida por el hombre como tarea incansable de su condición humana.

La espiritualidad es el Espíritu divino dando amorosamente la existencia a cada ser creado, a la piedra, al árbol, al pájaro, al hombre. Si ver es natural para los ojos, ser espiritual lo es para el corazón, sabiendo que también la piedra tiene corazón, como asegura el constructor de catedrales.

La espiritualidad es la obra de Cristo. Así lo atestiguan los peregrinos de Emaús, que al final del camino se dicen llenos de asombro: “¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba por el camino?” (Lc 24, 32). Cada hombre es un peregrino, movido en cada paso por el Espíritu divino que le incendia el corazón.

Espiritualidad y ética.
Soy agente de cultura haciendo lo que hago. Ser y hacer son dimensiones distinguibles, no separables. En lo que hago, manifiesto lo que soy. Por sus frutos los conoceréis, dice el Evangelio, y añade: “Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos” (Mt 7, 18). Hago lo que soy, soy lo que hago. La espiritualidad indica lo que soy, espíritu encarnado, y la ética es mi comportamiento, lo que hago. La verdadera ética es fruto de la espiritualidad, de una vida de amor. Por lo cual, es muy acertado S. Agustín:

“Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor. Si gritas, gritarás con amor. Si corriges, corregirás con amor. Si perdonas, perdonarás con amor. Si está dentro ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz”.

Soy verdaderamente ético en la medida en que cultivo la relación de amor conmigo mismo, que es la autoestima; con los demás, que es la política, el arte del bien común; con el cosmos, que es la ecología, la vida en casa, y la economía, el buen manejo de la casa; y con Dios, que es la religión, la espiritualidad. Los cuatro polos, gracias a la relación, tienen sentido de unidad. Si falla uno de los cuatro polos, fallan los otras tres, pues la relación entre ellos es esencial, no puede no darse, siempre existe. Tarea posible en la medida en que el hombre cuenta con Dios. En la medida en que Dios es el fundamento de la autoestima, la política, la economía y la religión, hay espiritualidad. Y ética, fruto de la espiritualidad. Por ser amor, realizo obras de amor, la verdadera ética.

Que Dios sea la verdadera garantía y fundamento del comportamiento humano, de la ética, lo dice en forma acertada S. Juan de la Cruz.

“Cuanto el alma va más a oscuras y vacía de sus operaciones naturales, va más segura; porque, como dice el profeta (Os. 13, 9), la perdición al alma solamente le viene de sí misma, esto es, de sus operaciones y apetitos interiores y sensitivos, y el bien, dice Dios, solamente de mí. Por tanto, impedida ella así de sus males, resta que le vengan luego los bienes de la unión de Dios en sus apetitos y potencias, en que las hará divinas y celestiales” 12.

Estoy llamado a actuar con espíritu porque soy espíritu y tengo espíritu, y el espíritu con que vivo y actúo es mi espiritualidad, el fundamento de mi ética. El hombre encarna el Espíritu Divino en el mundo según el espíritu con que vive y actúa. Sé bien lo que es vivir y actuar con espíritu: me encanta ver comer con espíritu a quien invito a la mesa familiar, y el espíritu con que me cuenta su último viaje y el éxito en su trabajo. Da gusto ver caminar, mirar, barrer, cocinar, escribir, estudiar, orar con espíritu. Ética y espiritualidad van de la mano. La garantía de mi ética es mi espiritualidad, mi espiritualidad se manifiesta en mi ética. Mi ética manifiesta lo que soy. Por sus frutos los conoceréis.

Ratzinger tiene esta página magistral sobre la ética.

“El mundo es bueno y es bueno vivir en él. El Dios que es creador y que se expresa en su creación, da también a la acción humana dirección y medida. Estamos viviendo una crisis del ethos que no sólo es, ni mucho menos, una cuestión académica sobre los fundamentos últimos de las teorías éticas, sino también una oportunidad eminentemente práctica. Que el ethos sea una cosa que realmente no se puede fundar, es algo de lo que se habla por ahí y que influye. Las publicaciones sobre el tema ethos brotan por todas partes, lo cual, si bien muestra por un lado lo mucho que la cuestión preocupa, por otro indica hasta dónde llega el desconcierto. A lo largo de su itinerario intelectual, Kolakowski ha llamado expresamente la atención sobre el hecho de que la eliminación de la fe en Dios, por más que pueda girar y cambiar, lo que hace en definitiva es quitar al ethos su fundamentación. Si ni el mundo ni el hombre vienen de una razón creadora, que porta en sí misma la medida y se inscribe en la existencia del hombre, entonces lo único que queda son las normas de tráfico de la conducta humana, que se justificarán o rechazarán según su utilidad” 13.

La fragilidad del hombre es tal, que sólo Dios puede garantizar el sentido ético de la existencia humana. Ama y haz lo que quieras indica que el amor, que viene de Dios y mantiene al hombre en Dios y lo lleva a Dios, es lo único que puede sostenerlo y darle sensatez y equilibrio para hacer el bien y evitar el mal. Es evidente que la fragilidad humana está en cada paso del camino, pues como atestigua el mismo san Pablo: “No hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí” (Rom 8, 19-20).

La religiosidad popular
La religión y la espiritualidad se manifiestan de manera especial en la religiosidad popular, fenómeno humano con entrañas de madre, pues se mama con la leche materna. La religiosidad popular da al ser humano su verdadera estatura, la de vivir de amor, amor a sí mismo, amor a los demás y amor a todos los seres de la creación, fruto del amor a Dios, de donde dimana todo amor, el misterio, la más entrañable realidad. Voltaire expresa a su manera el sentido de la religiosidad popular, pura evidencia de inmediatez: “Para saber si hay un Dios, sólo te pido una cosa, que abras los ojos”. El pueblo tiene esta mirada instintiva, y si la cultiva, obtiene un beneficio que ninguna ciencia humana alcanza.

Me adiestro en el arte de ver, de mirar hasta encontrarme de repente en la admiración y la alabanza de lo divino aconteciendo en mí, haciendo transparente y simple mi corazón. Da gusto conversar con la gente en forma espontánea sobre los sentimientos que determinan los anhelos elementales del corazón, y más cuando se ve claramente que el que habla se llena de emoción hablando de lo que no tiene nombre con quien está dispuesto a escuchar.

Un Padrenuestro rezado en secreto, una novena hecha de rodillas en un campamento de carretera antes del sueño, un gesto de gratitud por el premio de la paciencia en una enfermedad, son gestos que conmueven aun el corazón más insensible a lo divino, hasta estallar en alabanza y adoración. Un sutil sentimiento de ternura sostiene hasta el más desventurado de los destinos. Hay en el hombre muchas más cosas dignas de admiración que de desprecio, es la expresión de un novelista perplejo ante la incógnita del destino humano. Como si esa admiración tuviera nombre propio, Dios. Lo que el pueblo lleva en las entrañas con una ternura tan sutil que cabe en los resquicios más ocultos del alma.

La religiosidad popular es una geografía por explorar. Las sorpresas llevarán de suspenso en suspenso hasta al más avezado de los caminantes.

La espiritualidad del antioqueño
El antioqueño es religioso, trabajador, familiar, creativo, honrado, emprendedor. En la familia tradicional ha existido un acentuado espíritu religioso, de costumbres singulares, como pedir la bendición a los papás al salir de casa, rezar juntos el rosario y la novena, ir a misa el día de fiesta. Su religiosidad se manifiesta de modo especial en las despedidas: “Que Dios te lleve con bien”, “que la Virgen te acompañe”, y al llegar: “Me fue muy bien, gracias a Dios”. Las novenas patronales son el orgullo del pueblo: la Virgen del Carmen, el Señor de las misericordias, María Auxiliadora, la Asunción, el Santísimo Sacramento, con las horas santas y las cuarenta horas, etc. La religiosidad popular es el instinto de lo divino, riqueza autóctona, grata y espontánea a la vez. En ella el corazón vive con naturalidad su relación de amor con el ser divino, cuyos beneficios son incalculables.

El antioqueño es acogedor y hábil para los negocios, y también engreído y antipático. Siente, con todo, en su interior una fuerza que lo lleva más allá de sí mismo, el Espíritu Divino, que da existencia a todo, pues “en Él vivimos, nos movemos y existimos […] porque somos también de su linaje” (Hechos 17, 28). Siente porque Él lo mueve a sentir; piensa porque Él lo mueve a pensar; habla porque Él lo mueve a hablar; actúa porque Él lo mueve a actuar. Su compañía es siempre fiel. El mérito del creyente consiste en cultivarse para acoger la presencia bienhechora del Espíritu, pues contando con él, puede lo imposible, hacer el bien y evitar el mal.

El narcotráfico ha ejercido un influjo enorme en el espíritu codicioso del antioqueño, que se jacta, además, de ser “tumbador”, a pesar de saber que un negocio es bueno si las dos partes ganan. La codicia, la inequidad, la tacañería, la violencia, la inseguridad y el miedo envenenan el ambiente que respiramos. Forma de espiritualidad que necesita cambiar de rumbo. Desafío enorme para la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, SAI.

El antioqueño necesita ver la religión con los ojos del corazón para cambiar su mirada codiciosa por la mirada amorosa sin apego ninguno a personas y cosas. El amor lo hace libre, desapegado, exigente y responsable. S. Juan de la Cruz tiene un poema sobre el amor y los apegos que le da sentido pleno a la existencia humana.

“Sin arrimo y con arrimo,
sin luz y a oscuras viviendo,
todo me voy consumiendo”.

Estribillo con esta glosa o comentario:

“Mi alma está desasida
de toda cosa criada
y sobre sí levantada
y en una sabrosa vida
sólo en su Dios arrimada;
por eso ya se dirá
la cosa que más estimo
que mi alma se ve ya
sin arrimo y con arrimo”.

El amor cambia el comportamiento codicioso del idólatra y corrupto por la mirada amorosa del creyente que se manifiesta en generosidad, justicia y paz. El amor, que da sentido al universo, es la solución a las crisis en que vive el hombre actual, y que tiene como fruto la solidaridad, que significa ante todo cargar con el pecado ajeno como si fuera mío.

Ingeniero, arquitecto y espiritualidad.
Medellín es una ciudad de desarrollo vertiginoso, marcado por el desorden, la tacañería, la codicia, el mal gusto, la chabacanería y la corrupción. Tarea ímproba para la Sociedad antioqueña de ingenieros y arquitectos. Para los filósofos la ingeniería es un arte científico mediante el cual un grupo particular de personas cultiva su ingenio, que es la destreza en discurrir e inventar cosas, que con frecuencia destruye la naturaleza y contamina el mundo con formas dañinas para el ser humano. Desafío enorme a la espiritualidad.

El arquitecto sabe, por su parte, que la casa está en función del que vive en ella, y por eso la construye con gusto refinado para que quien la habite se contagie de la atmósfera divina que el constructor puso en ella. S. Juan de la Cruz escribió unos versos de poderosa inspiración: “Mil gracias derramando / pasó por estos sotos con presura, / y yéndolos mirando / con sola su figura / vestidos los dejó de hermosura”. Hermosura que el arquitecto aprisiona con destreza, anticipando el cielo en la tierra. Admirable espiritualidad.

Un caso patético
Rogelio Salmona (1927 – 2007), figura central de la arquitectura colombiana, estuvo en Medellín en marzo de 2006, donde dijo que Colombia es víctima de un urbanismo atropellador y especulativo. Los constructores quieren ganar hasta el mínimo centavo por metro cuadrado.

«En Medellín, una ciudad que yo he visto hace años, que he visto hace unos meses y que he visto ahora, hay una total insensibilidad con el medio geográfico. Lo que está ocurriendo en El Poblado es asustador. Eso hay que decirlo y hay que frenarlo. Como hay que decir que Medellín debe recuperar el centro, porque en el pasado fue un lugar activo y un lugar de encuentro, que se fue perdiendo en el momento en que se produjeron intervenciones insensibles con los lugares tradicionales como lo fueron La Playa y Junín. Allí la destrucción no se hizo porque la ciudadanía lo quiso sino porque se intervino bruscamente sin tener en cuenta la tradición y la historia […] Hay que frenar la injusticia de que la empresa privada gane dinero con la plata del pobre, subvencionada por el Estado. El Estado puede hacer propuestas coherentes de diseño, que equilibren ese mercado tan dañino. La vivienda social en manos privadas ha sido un desastre para las ciudades en Colombia”14.

Un caso singular
En 1853 Napoleón III nombró a Jorge Eugenio Haussmann prefecto del Sena con plenos poderes para transformar a París. Y por eso le dio un equipo de juristas, ingenieros, arquitectos, paisajistas y geómetras, con el cual realizara durante diecisiete años un programa de urbanismo de una amplitud desmesurada por lo atrevido, casi brutal. París asombra a los visitantes por las decenas de kilómetros de amplias avenidas rectilíneas, llenas de árboles y de construcciones casi idénticas. En Medellín tenemos esta inquietud: ¿qué pasó con los diseños urbanísticos de Pedro Nel Gómez, gran conocedor de París y Florencia?

Las preguntas abundan. ¿Hay algo nuevo comparable a la arquitectura de la plazuela de S. Ignacio o la estación del tren o el palacio de la gobernación? ¿Qué significa el hacinamiento de edificios antiestéticos al lado del Hotel Intercontinental? Un profesor universitario de Medellín, especialista en urbanismo, dice que El Poblado es la zona tugurial más grande de América Latina. Para la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, que se plantean la inquietud de la espiritualidad, estas inquietudes causarán desvelo, preocupación. O mejor, ¿qué han hecho y qué deben hacer para evitar semejante atropello urbanístico?

Conclusión
La espiritualidad no existe. Terminar un trabajo sobre la espiritualidad con esta afirmación es un despropósito o al menos una humorada. En realidad, espiritualidad es un sustantivo abstracto, que sólo existe en la mente con fundamento en la realidad. Existe el hombre espiritual. Y cada ser humano lo es en la medida en que vive con espíritu. El espíritu que pone en lo que hace es su espiritualidad.

En todo hay espiritualidad porque todo es obra del Espíritu. Es natural y laudable que la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos se interese en la espiritualidad, pues todo lo que han hecho tiene espiritualidad, es su espiritualidad.

Preguntar qué espíritu han puesto en su trabajo, y con qué espíritu deben trabajar, es la inquietud. Si somos sinceros, cambiar la codicia y el tráfico de influencias por la creación estética y el arte del bien común, la política, llevaría nuestras empresas muy lejos en la construcción del humanismo cristiano, la obra del hombre como representante del Creador en el perfeccionamiento de la creación. Vivir con espíritu, trabajar con espíritu, caminar con espíritu, comer con espíritu, hacer ingeniería y arquitectura con espíritu es verse ante un desafío colosal, digno de toda admiración.

Hablando del Dios desconocido, San Pablo dice en el areópago de Atenas que “en él vivimos, nos movemos y existimos”. La presencia del Espíritu en el hombre es una realidad envolvente, abrumadora. Se trata de cultivar la sensibilidad para poner espíritu en cada gesto del trabajo cotidiano. El ingeniero es hombre de ingenio, creativo, hábil para hacer lo que hace, y el arquitecto tiene la vocación de hacer acogedora la casa que construye.

El gran matemático alemán, Carl F. Gauss (1777-1855) dejó esta consigna: “Cuando suene nuestra última hora será grande e inefable nuestro gozo al ver a quien en todo nuestro quehacer solo hemos podido vislumbrar”. Fuente de inspiración para llenar de belleza creativa la tarea de ingenieros y arquitectos antioqueños. Cada trazo será anticipo del cielo, expresión perfecta de su espiritualidad.

Hernando Uribe Carvajal ocd
Monticelo, Casa de espiritualidad
6 de agosto de 2013.

1.Juan Pablo II. Ex corde Ecclesiae 3.
2 .Cf. PAZ, Octavio. Las peras del olmo. Bogotá: Planeta. 1985, p. 150. Es un artículo sobre “Arte mágico”.
3. Id., p. 125. 4. S. Juan de la Cruz, Cántico Espiritual 36, 1.
5. S. Juan de la Cruz, ib., 1, 3.6.
6. Ibid., 31, 2.
7. Libro de la vida 8, 5.
8. Confesiones. 10, 27, 38.
9. Ratzinger, J. Vísperas en la catedral de Aosta, 24 de julio de 2009.
10. COMTE-SPONVILLE, André. L’Esprit de l’athéisme. Introduction à une spiritualité sans Dieu. Paris: Albin Michel. 2008, p. 144.
11. Cfr. Confesiones 3, 6, 11.
12. Noche oscura 2, 16, 3.
13. Ratzinger, J. Introducción al cristianismo. Salamanca: Sígueme. 205, p. 30.
14. Rogelio Salmona. En: “Alma Mater”, Periódico de la Universidad de Antioquia, 541 (marzo de 2006) 9.

Tengamos en cuenta a Bello

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Tengamos en cuenta a Bello
Debemos comenzar por lograr equidad de inversión y desarrollo en nuestro propio Valle de Aburrá
/ Juan Carlos Vélez Uribe

Cuando discutíamos en el Senado de la República la nueva ley que regula las áreas metropolitanas, recuerdo que hice mucho énfasis en la necesidad de poder contar en otras regiones del país con una herramienta institucional que permitiera lograr equilibrios regionales como los que hemos venido buscando para el Valle de Aburrá. Desafortunadamente, los legisladores de las otras regiones no entendieron la importancia de tener un instrumento para articular los diferentes entes territoriales que hacen parte de una subregión, con el fin de lograr un desarrollo equitativo y armónico y disminuir la brecha social entre los que tienen recursos y pocas obligaciones y los que no tienen tantos recursos pero sí muchas obligaciones.

En nuestra área metropolitana hay cada vez una mayor diferenciación entre un sur rico y un norte pobre. Sobre todo cuando le recargamos todas las obligaciones para atender a los más necesitados y a los más pobres a un municipio que en un momento dado no va a tener cómo aguantar más, pues es muy poca la solidaridad que tenemos con él: me refiero a la ciudad de Bello.

Sí, ciudad, porque dada su población de casi 500 mil habitantes podría considerarse como una de las más grandes del país. Puede decirse que tiene mayor población que Manizales, Armenia, Montería o Valledupar. Sin embargo, es la ciudad con el mayor porcentaje de personas en los estratos 1, 2 y 3 del Valle de Aburrá, pues solo hay 27 viviendas en estrato 5 y ni una sola en estrato 6. El 24 por ciento de su población está en estrato 1 y el 39 por ciento en estrato 2.

Además, a Bello le hemos asignado una serie de cargas que no tienen otros municipios de nuestro valle: la cárcel, la planta de tratamiento de aguas residuales, el relleno sanitario -que ya cumplió su vida útil y continúa produciendo efectos dañinos para sus habitantes- y, sobre todo, es el mayor asentamiento de desplazados de la subregión.

El otro problema es que poco hacemos para evitar que Bello se nos convierta en una bomba social que explote en cualquier momento. Poca solidaridad tienen con él entes como el propio municipio de Medellín, cada vez más moderno y con menos personas pobres porque ha contado con importantes recursos para su desarrollo, como son las transferencias de EPM. Estas ascendieron en 2013 a cerca de un billón de pesos. A ello sumémosle los dineros que recibirá Medellín por la venta de UNE, que, si no estoy mal, podría ser un billón adicional.

Si queremos avanzar en superar las barreras que dividen a los ricos de los pobres en nuestro departamento, definitivamente debemos comenzar por lograr equidad de inversión y desarrollo en nuestro propio Valle de Aburrá. Por ello propongo una cruzada para que recursos que corresponden al municipio de Medellín y a EPM se puedan comprometer para ayudarle a Bello a enfrentar las cuantiosas inversiones que debe asumir para atender a los más pobres. Estos no pueden asentarse hoy en las otras poblaciones porque las políticas públicas se diseñan cada vez más para que solo en ellos se asienten las clases medias y los más ricos.
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La Medellín de dos espíritus libres

La Medellín de dos espíritus libres
Medellín asfixia a ratos, a pesar de ser La Más en tantas cosas
/ Etcétera. Adriana Mejía

Con el Foro Urbano Mundial, Medellín ocupará primeras planas en medios de comunicación de muchas partes. La Medellín in, supongo, ni bobas que fueran las autoridades. Y eso está bien, la de mostrar también es una cara verídica; no la única. Por eso, con el fin de evitar caer en excesos de azúcar o gotas amargas para darle un vistazo a la ciudad, nada mejor que apelar a textos escritos por dos escritores antioqueños, polémicos y libres. Y vigentes:

Fernando González: Dice el “filósofo de Envigado” (1895-1964) en Los Negroides, publicado por primera vez en 1936: “Ciudad paradisíaca es Medellín, por clima, cielo y tierra, por la flora y la fauna, por sus noches y sus días, y por sus muchachas. En cuanto a su humanidad habita allí una gente rara, única que tiene personalidad en Suramérica. Gente egoísta y áspera más que piedra quebrada; hombres de móviles primitivos, muy fuertes. Humanidad prometedora para el educador, pero desagradable en su estado actual de cultura. Hasta hoy ha vivido el medellinense bajo motivación netamente individualista: conseguir dinero para él; guardarlo para él; todo para él. Tiene su lindero en sus calzones; tiene los mojones de su conciencia en su almacén de la calle Colombia, en su mangada de El Poblado, en su cónyuge encerrada en la casa, como vaca lechera… El gordo de Medellín se va para la mangada; reza el rosario con mujer, hijos y cocineras, y, así, se queda también con el Cielo. ¡Gente verraca!”. (Con su rebeldía pensante y transformadora, y loca de amor por Medellín y Antioquia, FG alzó la voz. Cuánta razón tenía y tiene. Lo sucedido con Space, por ejemplo –hablando en términos urbanos locales-, ¿qué es si no “conseguir dinero para él, guardarlo para él”, aplicado a CDO, en lugar de al gordo de la Droguería? Muchos, y en muy distintos frentes, siguen manteniendo su lindero en sus calzones. Una triste realidad).

Gonzalo Arango: Dice el fundador del Nadaísmo (1931-1976) en su ensayo Medellín, a solas contigo, publicado en 1974, en Buenos Aires: “¡Oh, mi amada Medellín, ciudad que amo, en la que he sufrido, en la que tanto muero! Mi pensamiento se hizo trágico entre tus altas montañas, en la penumbra casta de tus parques, en tu loco afán de dinero… De tu corazón de máquina me arrojabas al exilio en la alta noche de tus chimeneas donde sólo se oía tu pulmón de acero, tu tisis industrial y el susurro de un santo rosario detrás de tus paredes… Te confieso que no me gustaba tu filosofía de la acción, y elegí para mí la poesía… Tus mañanas son las más bellas que han amanecido en ciudad alguna. Pero me negaba a perder su contemplación por tus oficinas burocráticas. No, Medellín: prefería esperar tus mañanas en un bar, o en un parque solitario para que te vomitaras plena de libertad y radiante de sol sobre mi corazón borracho. Por eso me decías “vago”, porque nunca fui avaro con tu belleza. En cambio tú nunca fuiste generosa con mi locura… Te adoraba. Pero de tanto amarte casi me destruyes. Hui de tu belleza y de tus glorias para conquistar las mías, en vista de que no parecías orgullosa de mis alabanzas, y me despreciabas como a un bastardo porque no hacía lo de todos: rezar el rosario, casarme, trabajar como un negro y después morir”. (Cuánta verdad encierra este canto de amor dolido de GA y cuánto me hubiera gustado conocerlo para decirle que, desde mi orilla, comparto su mezcla de sentimientos. Medellín asfixia a ratos, a pesar de ser La Más en tantas cosas. No es fácil ser de Medellín, si hay gente que lo sabrá).

Etcétera: Después de la más innovadora, la más resiliente y la más sostenible, ya sí es justo que escojan a Medellín como la ciudad con más altos índices de adicción –por habitante y por metro cuadrado– a pinchar “me gusta” en las redes sociales. Si no, ¿cómo es que hemos ganado tan variopintos conc

Las mujeres participan del Foro Urbano

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En El Poblado
Las mujeres participan del Foro Urbano
“La equidad urbana también implica que todos, y las mujeres en particular, deberán tener la oportunidad de contribuir a la economía urbana” (WUF7)


Patricia Ossa, Beatriz Ossa y Mariela Ramírez

En el año 2009 nació el Colectivo de Mujeres de El Poblado. Su coordinadora Adriana Quintero, gestora de Igualdad de la comuna 14, dice que el grupo nació con la idea de que “las mujeres participen e incidan política y socialmente en las decisiones de su comuna”. El colectivo empezó con seis mujeres y hoy participan otras 18, todas interesadas en identificar diversos problemas de El Poblado y en especial los que afectan a las mujeres. Salud, educación, deportes, recreación, medio ambiente y cultura son las cinco mesas temáticas de trabajo.

Como parte de la programación del Séptimo Foro Urbano Mundial, se llevará a cabo el lunes 7 de abril la Asamblea de Mujeres. Allí participará el Colectivo de El Poblado, representado por Patricia Ossa, una de sus integrantes. “En la Asamblea vamos a estar mujeres de todas partes del mundo compartiendo lo que en cada país pasa en relación con la equidad de género, el sexismo, los espacio públicos, violencia sexual y violencia familiar entre otros temas”, dice Patricia.

Según la Secretaría de las Mujeres de la Alcaldía de Medellín, este espacio tiene dos objetivos: uno, “destacar la relación entre igualdad de género, empoderamiento de las mujeres y urbanización como motores positivos de la Nueva Agenda Urbana…” y el segundo, “identificar y promover estrategias para mejorar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres como parte integral de la transformación”

Las mujeres participan del Foro Urbano

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En El Poblado
Las mujeres participan del Foro Urbano
“La equidad urbana también implica que todos, y las mujeres en particular, deberán tener la oportunidad de contribuir a la economía urbana” (WUF7)


Patricia Ossa, Beatriz Ossa y Mariela Ramírez

En el año 2009 nació el Colectivo de Mujeres de El Poblado. Su coordinadora Adriana Quintero, gestora de Igualdad de la comuna 14, dice que el grupo nació con la idea de que “las mujeres participen e incidan política y socialmente en las decisiones de su comuna”. El colectivo empezó con seis mujeres y hoy participan otras 18, todas interesadas en identificar diversos problemas de El Poblado y en especial los que afectan a las mujeres. Salud, educación, deportes, recreación, medio ambiente y cultura son las cinco mesas temáticas de trabajo.

Como parte de la programación del Séptimo Foro Urbano Mundial, se llevará a cabo el lunes 7 de abril la Asamblea de Mujeres. Allí participará el Colectivo de El Poblado, representado por Patricia Ossa, una de sus integrantes. “En la Asamblea vamos a estar mujeres de todas partes del mundo compartiendo lo que en cada país pasa en relación con la equidad de género, el sexismo, los espacio públicos, violencia sexual y violencia familiar entre otros temas”, dice Patricia.

Según la Secretaría de las Mujeres de la Alcaldía de Medellín, este espacio tiene dos objetivos: uno, “destacar la relación entre igualdad de género, empoderamiento de las mujeres y urbanización como motores positivos de la Nueva Agenda Urbana…” y el segundo, “identificar y promover estrategias para mejorar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres como parte integral de la transformación”

“Las mujeres de Moravia no nos arrugamos para nada, somos de todito”

Con el proyecto “Moravia florece para la vida”, de la Alcaldía, Medellín aspira a saldar parte de la deuda que tiene con este sector

Reminiscencia. Pisar el “morro” de Moravia era enfrentarse a la miseria humana en su máxima expresión y, peor aún, a la pasmosa indolencia de Medellín que veía aquel lugar como su caneca. Es decir, un basurero donde en la cara de otros seres humanos tirábamos todos los desechos de la ciudad.

La violencia de los años 50 hizo que muchos campesinos salieran de sus tierras y tuvieran que desplazarse hacia Medellín en busca de futuro. Pero este “remanso de paz”, poco más tarde se convertiría en su tormento. Año tras año, fueron llegando grupos familiares que hicieron de Moravia su lugar en el mundo, así fuera sumergidos en la basura. A mediados de los 60 este sector de Medellín ya florecía pero en casuchas de lata y madera. El morro de Moravia fue creciendo en basura y a la par en asentamientos humanos y ratas; se llegó a afirmar incluso que la cantidad de roedores superaba el número de personas; ratas y ratones hacían de las suyas mordiendo y lastimando las boquitas u orejas de los bebés que habiendo acabado de mamar de sus madres, quedaban untados de leche materna.

Antiguo Moravia, cortesía Centro de Desarrollo Cultural
Antiguo Moravia, cortesía Centro de Desarrollo Cultural


Entre los años 50 y 70, Moravia, que en sus inicios era un terreno plano y cenagoso, recibió basuras y escombros hasta convertirse en morro, sin que el Municipio ejerciera control alguno; luego, mediante lo que hoy se analiza como un desatinado decreto –el acuerdo 3 de 1977–, la administración municipal oficializó el “morro” como el basurero municipal: “No obstante el uso recreativo que tiene como finalidad el lote en mención, una vez que el Municipio lo adquiera lo entregará a las Empresas Varias de Medellín, para que estas, durante cinco años, lo destinen para botadero de basuras de la ciudad…”, decía el acuerdo. En sus inicios, el basurero recibía cien toneladas diarias de residuos; con el tiempo esta cantidad fue aumentando, lo que motivó a que algunas personas que se dedicaban al reciclaje, decidieran también asentarse en el morro y llevar al terreno, ya saturado de basuras, todo el material de reciclaje producto de sus jornadas laborales.

Pese a que el decreto limitaba la disposición del morro como basurero a cinco años, solo el 15 de marzo de 1984 se cerró definitivamente. A partir de entonces sería la Curva de Rodas el nuevo “relleno sanitario” de Medellín y de tres municipios más del Valle de Aburrá (hasta el año 2003, cuando entró en operación el aún vigente “Parque ambiental La Pradera”).

No obstante existiera pues un nuevo basurero, la costumbre de tirar desechos al morro quedó entre los habitantes de Moravia, quienes comenzaron también a depositar escombros y el material que reciclaban.

Luisa Fernanda Henao, Marta Inés Orozco y María del Carmen Ramírez
Luisa Fernanda Henao, Marta Inés Orozco y María del Carmen Ramírez

El problema empeoró alrededor de los años 90, cuando personas desplazadas por la violencia que se vivía en aquella época tuvieron que abandonar sus tierras y huir hacia las ciudades. Medellín no fue ajena al fenómeno y durante este tiempo la Terminal de Transportes del Norte fue receptora de cientos de familias que llegaban desorientadas a la ciudad buscando un lugar para vivir, un lugar que por la cercanía a la terminal de buses no podía ser otro sino Moravia.

Un documento denominado Moravia una Historia de Resistencia, elaborado por la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín en el año 2006, dice: “Moravia da cuenta de una historia de ciudad pues parece convertirse en un arquetipo de la historia de muchos barrios populares de Medellín; el poblamiento a través de procesos informales de invasión, la configuración de fuertes lazos de solidaridad y formas de organización social, la presencia y transformación del conflicto armado desde bandas, milicianos y paramilitares, la presencia de procesos de reconciliación y reinserción, la expulsión y recepción de población desplazada y una histórica ausencia del Estado que hoy trata de saldar la deuda con estas comunidades”.

Como a la par con la montaña de basuras, que llegó a los 35 metros de altura, creció el problema social que envolvía la zona, el Ministerio del Interior y de Justicia, mediante la resolución 31 del 28 de julio de 2006, declaró el morro de Moravia como zona de calamidad pública, por lo que el Municipio debía reubicar o trasladar a sus habitantes y formular planes a corto y a mediano plazo para el manejo ambiental y sanitario de la zona.

De basurero a jardín

Moravia no quedó en el olvido y años más tarde floreció. Hoy es otra la sensación al caminar por el antiguo morro. Al llegar y dar los primeros pasos por las losas que fueron dispuestas para subir a la cima, la historia de este no queda sepultada: cada losa plasma el pasado de sus habitantes, palabras como “perdón” y “fortaleza”, entre otras, recuerdan que lo que se está pisando es más que un morro, es la historia de más de 2000 familias. ¿A quién le cabe en la cabeza que en vez de basura, hoy en este sitio haya flores de un intenso color rojo –como los novios–, girasoles, lirios y, en fin? Definitivamente hay que estar en el sitio para dimensionarlo.

Pero si las losas marcadas con mensajes nos recuerdan su historia y la de sus habitantes, también lo hacen las 40 personas (16 hombres y 24 mujeres) contratadas por la Alcaldía de Medellín para labores de jardinería. Impacta la fuerza con la que trabajan, sobre todo el grupo de mujeres que conforma este equipo. Muchas de ellas pasan de los 45 años, pero frescas, como las flores que cuidan, a pleno sol del mediodía suben y bajan el morro, riegan las plantas y recogen la maleza.

 
Yudy Elena Echavarría
Yudy Elena Echavarría

Yudy Helena Echavarría es una de ellas. Tiene 47 años y llegó de un año a Moravia. Aunque hoy vive en El Oasis, un barrio cercano al morro, recuerda con nostalgia los cinco años que junto a su compañero de vida vivió allí. Ella recorre diariamente el lugar, en jornadas de trabajo que comienzan a las 7 de la mañana y finalizan a las 5 de la tarde, obviamente con un espacio para el almuerzo que, al igual que sus compañeras, se toma muy en serio: un buen plato de sopa, acompañado con arroz. Con orgullo y algo de melancolía llega hasta donde quedaba su casa en plena montaña de basura, aquella en la que vivió entre 1986 y 1990 y donde hoy hay una jardinera sembrada con cintillas y toscanas: “Me matan los girasoles pero estas también están muy bonitas”, dice.

Fueron solo cinco los años que Yudy vivió en el morro, pero los suficientes para marcar el resto de su vida: “En este pedacito viví los años más felices de mi vida porque tenía una persona que me valoraba, me apreciaba, me respetaba y siempre estaba pendiente de mis cosas, pero desgraciadamente la violencia lo hizo salir, y me tuve que ir; en un principio me fui muy resentida, muy dolida, y no quería volver”. Hace un largo silencio y continúa: “Mire, hoy vuelvo acá, a este pedacito, a hacer parte de este proyecto; estar acá es como hacer el duelo que nunca hice por haber perdido a una persona tan importante para mí, ella fue asesinada en Cocorná”. Al oír la historia de Judy y recordar la del morro de Moravia y verlo hoy convertido en un jardín, es inevitable evocar una frase de El Principito, de Antoine de Saint Exupéry: “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.”

Transformación del espacio público

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Corredores de Vida
Transformación del espacio público
“El andén es el elemento más equitativo en la construcción de ciudad”


Construcción de corredor de vida en Juan del Corral

Una de las características de la comuna 14 es la falta de andenes o la infraestructura peatonal incompleta. El plan Corredores de Vida, adscrito a la Secretaría de Infraestructura, cuenta en principio con 30 mil millones de pesos para diseñar y construir 110.000 metros cuadrados de andenes en la ciudad. Estos corredores buscan dignificar y empoderar al peatón y, en algunos casos, a los ciclistas con un espacio público estéticamente agradable. A largo plazo, esta iniciativa busca que los usuarios se conecten con toda la ciudad a través de estos mismos corredores o integrándolos a sistemas de transporte masivo.

“Tenemos problemas en la conectividad peatonal, en las zonas verdes, en los estados de los andenes, en el acceso a personas con movilidad reducida y en el sostenimiento de materiales”. Es el parte que da José Richard Blanco, arquitecto encargado de los Corredores de Vida, sobre el estado actual del espacio público para peatones y ciclistas.

Los corredores no estarán unificados por diseños específicos ni dimensiones exactas pues cada intervención está sujeta a las características de cada sector. Sin embargo, Blanco explica que habrá un lenguaje que los uniforme y les permita ser reconocidos. La iluminación, el amoblado, la arborización y especialmente los colores alegres que hagan una alegoría a la Ciudad de la Eterna Primavera y a la ciudad de las flores, serán los distintivos de estos espacios.

La idea de los corredores está alineada a los conceptos de espacio público de la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial de este año, y asentada en una clara tendencia mundial de darle mucha más importancia al peatón en la ciudad. De hecho, el proyecto de la Secretaría de Infraestructura tomó como referencias las creaciones exitosas de otras ciudades como las zonas “Cool Water Hot Island” y “High Line” de Nueva York, el proyecto “Superkilen” en Copenhague y la peatonalización de la Avenida Tomás Heredia, en Málaga, entre otros.

Para lograr que la conexión urbana sea realmente completa con los corredores y superar el déficit de espacios peatonales, se requieren muchos más años y un presupuesto más amplio. Como lo había reportado anteriormente Vivir en El Poblado, los 30 mil millones de pesos solo representan el cuatro por ciento de los 700 mil millones de pesos que se estima serían necesarios.


Idea de diseño Corredores de Vida. Render cortesía

No obstante, hay que empezar. El proyecto piloto, en el sector Juan del Corral de la comuna 10, ya está en marcha para construir 1.559 metros cuadrados en la carrera 51 D, entre las calles 61 y 64, y en una segunda etapa otros 2.168 metros cuadrados. En El Poblado, el proyecto planteará diseños a finales de mayo para la construcción de corredores en la calle 10, la calle 10 A y la Calle de la Buena Mesa. ¿Por qué en esos lugares? Son sectores concurridos y con posibilidades de conectarse a una posible peatonalización del Parque Lleras y al sistema Metro.

Los diseños de estos corredores en la ciudad también se conciben a partir de referentes naturales y equipamientos o puntos de referencia que conecten el río, parques, UVAs, sitios turísticos, patrimonios históricos y arquitectónicos, puentes, etc. A futuro, si cada nueva infraestructura es responsable de desarrollar obras peatonales que conecten a los corredores, se completarían circuitos que creen un tejido en la ciudad. Para El Poblado, la comuna más activa en la construcción de obras viales, las obras del Proyecto de Valorización integradas a este concepto significarían una buena oportunidad para mejorar los espacios peatonales.

“Imagine que una persona salga de El Poblado y pueda recorrer toda la ciudad por un corredor seguro”, propone Jose Richard. “Eso daría equilibrio social para participar en el espacio público”.

Transformación del espacio público

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Corredores de Vida
Transformación del espacio público
“El andén es el elemento más equitativo en la construcción de ciudad”


Construcción de corredor de vida en Juan del Corral

Una de las características de la comuna 14 es la falta de andenes o la infraestructura peatonal incompleta. El plan Corredores de Vida, adscrito a la Secretaría de Infraestructura, cuenta en principio con 30 mil millones de pesos para diseñar y construir 110.000 metros cuadrados de andenes en la ciudad. Estos corredores buscan dignificar y empoderar al peatón y, en algunos casos, a los ciclistas con un espacio público estéticamente agradable. A largo plazo, esta iniciativa busca que los usuarios se conecten con toda la ciudad a través de estos mismos corredores o integrándolos a sistemas de transporte masivo.

“Tenemos problemas en la conectividad peatonal, en las zonas verdes, en los estados de los andenes, en el acceso a personas con movilidad reducida y en el sostenimiento de materiales”. Es el parte que da José Richard Blanco, arquitecto encargado de los Corredores de Vida, sobre el estado actual del espacio público para peatones y ciclistas.

Los corredores no estarán unificados por diseños específicos ni dimensiones exactas pues cada intervención está sujeta a las características de cada sector. Sin embargo, Blanco explica que habrá un lenguaje que los uniforme y les permita ser reconocidos. La iluminación, el amoblado, la arborización y especialmente los colores alegres que hagan una alegoría a la Ciudad de la Eterna Primavera y a la ciudad de las flores, serán los distintivos de estos espacios.

La idea de los corredores está alineada a los conceptos de espacio público de la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial de este año, y asentada en una clara tendencia mundial de darle mucha más importancia al peatón en la ciudad. De hecho, el proyecto de la Secretaría de Infraestructura tomó como referencias las creaciones exitosas de otras ciudades como las zonas “Cool Water Hot Island” y “High Line” de Nueva York, el proyecto “Superkilen” en Copenhague y la peatonalización de la Avenida Tomás Heredia, en Málaga, entre otros.

Para lograr que la conexión urbana sea realmente completa con los corredores y superar el déficit de espacios peatonales, se requieren muchos más años y un presupuesto más amplio. Como lo había reportado anteriormente Vivir en El Poblado, los 30 mil millones de pesos solo representan el cuatro por ciento de los 700 mil millones de pesos que se estima serían necesarios.


Idea de diseño Corredores de Vida. Render cortesía

No obstante, hay que empezar. El proyecto piloto, en el sector Juan del Corral de la comuna 10, ya está en marcha para construir 1.559 metros cuadrados en la carrera 51 D, entre las calles 61 y 64, y en una segunda etapa otros 2.168 metros cuadrados. En El Poblado, el proyecto planteará diseños a finales de mayo para la construcción de corredores en la calle 10, la calle 10 A y la Calle de la Buena Mesa. ¿Por qué en esos lugares? Son sectores concurridos y con posibilidades de conectarse a una posible peatonalización del Parque Lleras y al sistema Metro.

Los diseños de estos corredores en la ciudad también se conciben a partir de referentes naturales y equipamientos o puntos de referencia que conecten el río, parques, UVAs, sitios turísticos, patrimonios históricos y arquitectónicos, puentes, etc. A futuro, si cada nueva infraestructura es responsable de desarrollar obras peatonales que conecten a los corredores, se completarían circuitos que creen un tejido en la ciudad. Para El Poblado, la comuna más activa en la construcción de obras viales, las obras del Proyecto de Valorización integradas a este concepto significarían una buena oportunidad para mejorar los espacios peatonales.

“Imagine que una persona salga de El Poblado y pueda recorrer toda la ciudad por un corredor seguro”, propone Jose Richard. “Eso daría equilibrio social para participar en el espacio público”.

El respeto en la ciudad (3)

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La ciudad y la vida en la ciudad
El respeto en la ciudad (3)
¿Qué pasa cuando un miembro de una élite da un paso en falso, aprovecha su posición corruptamente, cuando comete acciones ilegales, un crimen o todas las anteriores?

Por Lina María Aguirre Jaramillo
En 22 de agosto de 2013, el gobernador Sergio Fajardo Valderrama abrió una sesión del XXX Simposio de Ciencias Sociales, organizado por la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín. Académicamente, para el propósito de la convocatoria, su presentación resultó irrelevante. Habló como gobernante de un catálogo escogido de obras en marcha, de planes futuros, y hasta del pasado, recordándole al público su anterior paso por la Alcaldía de Medellín, lo cual le sirvió de pretexto para mencionar el ideario que orienta su programa político general antes de advertirse a sí mismo (de forma retórica porque igual lo siguió haciendo) que no debería hablar de las acciones en Medellín desde su cargo actual. El público además tuvo que ver el inesperado cuadro en la cual el Sr. Gobernador fue incapaz de reconocer a cuáles municipios del Departamento pertenecían las imágenes de tres de las diapositivas de su presentación. Trató de salvar la omisión diciendo “un pueblo/otro pueblo muy bonito de Antioquia”. El mandatario se marchó sin tener que responder preguntas, no estaban contempladas en el programa. Ahora bien, en el saludo, el Sr. Gobernador fue deferente con los dos ponentes principales del Simposio: Richard Sennett y Saskia Sassen, reconocidos expertos internacionales con estudios cruciales en cuestiones de urbanismo, sociología, relaciones sociales en contextos contemporáneos, problemas de las ciudades y las sociedades que albergan. De hecho, el Sr. Fajardo dijo tener al libro Respeto del profesor Sennett, como uno de máxima referencia.

El Sr. Gobernador no se refirió concretamente a nada del libro en su presentación pero aquel hecho sirve de introducción para examinar el porqué uno de los puntos centrales del próximo Foro WUF7 en Medellín es indiscutiblemente el análisis y debate crítico de la ciudad, tanto en términos genéricos en el mundo del siglo 21 como en asuntos particulares que conciernen a Medellín, hoy y hacia las décadas que vienen. El Dr. Sennett es uno de los conferencistas principales en el Foro y precisamente teniendo en cuenta el título de este: “Equidad urbana para el desarrollo – Ciudades para la vida”, es oportuno retomar algunos de los asuntos claves que propone este sociólogo estadounidense, residenciado en el Reino Unido, en su libro El respeto, cuya edición en español (Anagrama, 2003) tiene como subtítulo “Sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdad”.

“La sociedad moderna carece de expresiones positivas de respeto y reconocimiento de los demás”, afirma el autor en el prefacio. Reconoce que una idea dominante en la sociedad es que el trato igual unos a otros es la afirmación del respeto mutuo, pero ¿cómo tratar a quienes no son iguales a nosotros, a quienes están ‘fuera’ de las fronteras trazadas por el talento, o por otras condiciones creadas por la misma sociedad, fronteras socioeconómicas, por ejemplo? Sennett describe la atmósfera contracultural de su juventud. No se trata de reencarnar movimientos pasados pero sí es valioso preguntar en dónde está hoy el pensamiento inteligente que es capaz de controvertir las nociones que por mayoritarias no necesariamente están correctas. Homogeneización y adocenamiento no hacen precisamente interesante a una sociedad, esta se nutre del debate público diverso y de individuos que sean capaces de aprovechar la educación para pensar por sí mismos.

En sus investigaciones sobre los grupos privilegiados en Boston, EE.UU., tanto los de generaciones mayores como los jóvenes contemporáneos de su época, Sennett encontró también un momento de ruptura del statu quo y la cadena de eventos que hacen que una sociedad abra los ojos y constate cuándo y porqué “una élite puede perder su prestigio”, y cómo reaccionan esta y el resto de la sociedad ante ello. ¿Qué pasa cuando un miembro (s) de una élite da un paso en falso, aprovecha su posición corruptamente, cuando comete acciones ilegales, un crimen o todas las anteriores? El autor observó cómo entre los pares no suele disminuir “la consideración mutua”: ¿qué pasa cuando otros poderes le hacen también el guiño ‘considerado’ al miembro caído en desgracia? “La decadencia era algo que ellos administraban, que negociaban”, escribe el autor. Si en una ciudad como Medellín se observa un paseo de ‘emperadores’ que van desnudos como en la fábula de Andersen, ocupados en “administrar” su decadencia, entonces urge que la academia y por supuesto el periodismo mantengan la independencia necesaria de investigadores y aboguen por el respeto mutuo debido en una sociedad, incluso cuando tengan que recalcar lo evidente: miembro (s) de la élite, incurren en acciones que les despojan de traje alguno.

Sennett también indaga en el origen y significado de conceptos relacionados con el respeto, como estatus (lugar que ocupa una persona en la jerarquía social), prestigio (las emociones derivadas del estatus) y honor: una categoría más compleja que impone un código de conducta y que se define en función social. El honor debe ser conferido por los demás. Históricamente, en nombre del honor se han cometido muchas barbaridades pero también es un fundamento para el reconocimiento positivo. En este sentido, una sociedad hoy puede interrogarse: ¿qué da un alto estatus en ella? ¿es este un concepto contante, sonante y ostentable exclusivamente?, ¿qué valor concede a las cualidades intelectuales? León de Greiff describió una plaza medellinense obsesionada con la bolsa y la panza. ¿Cómo la pintaría hoy?, ¿qué sentido tiene el honor hoy para quienes están al mando de los medios de producción locales?, ¿a cuál código de conducta se adhieren hoy quienes en Medellín invocan estatus y/o prestigio, y porqué tiene tanto auge perverso el salirse con la suya a costa del derecho del otro, de la ley?

“La falta de respeto, aunque menos agresiva que un insulto directo, puede adoptar una forma igualmente hiriente. Con la falta de respeto no se insulta a otra persona, pero tampoco se le concede reconocimiento; simplemente no se la ve como un ser humano integral cuya presencia importa. Cuando la sociedad trata de esta manera a las masas y solo destaca a un pequeño número de individuos como objeto de reconocimiento, la consecuencia es la escasez de respeto, como si no hubiera suficiente cantidad de esta preciosa sustancia para todos”, se lee a Sennett. Es también un aviso para la sociedad en conjunto: ¿qué pasa cuando los discursos que obedecen a fines corporativos públicos o privados no promueven precisamente el reconocimiento de ciertos problemáticos fenómenos sociales y sus protagonistas?, ¿qué pasa cuando campañas publicitarias intentan hacer prevalecer una visión sesgada de ciudad en la cual se invisibilizan los agujeros importantes reeditando nociones de progreso y desarrollo del siglo 20 bastante cuestionadas, precisamente uno de los temas de la agenda del Foro? ¿Cuáles son las consecuencias al buscar esconder o minimizar la situación en la cual malviven altos números de personas, incluyendo una amplia base de población infantil y adolescente? Los apartes de Sennett sobre juventud y delincuencia ofrecen puntos de discusión al respecto.

Ç

También, a partir de lo anterior, vale la pena hacer otro ejercicio: ¿qué pasa cuando, en virtud de asistir a las poblaciones más vulnerables de la ciudad se ignora la necesidad de promover respeto, honor, sentido de ciudadanía y tejido social entre las comunidades que no dependen directamente de la asistencia social pero sí pagan impuestos y subsidian servicios? Desconocer dichas necesidades y suponer que deberán ser provistas -si acaso- por agentes privados, es otra forma de falta de reconocimiento de otros grupos sociales que en la Medellín presente no conforman, ni mucho menos, un grupo compacto de familias otrora llamadas prestantes. Las políticas públicas fallan muy a menudo porque marginalizan en doble sentido. Así que confluye aquí la necesidad de autoformación y autonomía: de educación en los asuntos que afectan la vida contemporánea en una ciudad como Medellín, cómo se conectan con los de otras ciudades y cómo interviene el respeto en el proceso, a sabiendas de que, tal y como concluye el profesor Sennett en su libro, “el trato respetuoso entre la gente no se consigue simplemente ordenándolo. El reconocimiento mutuo ha de negociarse; esa negociación compromete tanto las complejidades del carácter personal como la estructura social”.

El respeto en la ciudad (3)

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La ciudad y la vida en la ciudad
El respeto en la ciudad (3)
¿Qué pasa cuando un miembro de una élite da un paso en falso, aprovecha su posición corruptamente, cuando comete acciones ilegales, un crimen o todas las anteriores?

Por Lina María Aguirre Jaramillo
En 22 de agosto de 2013, el gobernador Sergio Fajardo Valderrama abrió la sesión del XXX Simposio de Ciencias Sociales, organizado por la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín. Académicamente, para el propósito de la convocatoria, su presentación resultó irrelevante. Habló como gobernante de un catálogo escogido de obras en marcha, de planes futuros, y hasta del pasado, recordándole al público su anterior paso por la Alcaldía de Medellín, lo cual le sirvió de pretexto para mencionar el ideario que orienta su programa político general antes de advertirse a sí mismo (de forma retórica porque igual lo siguió haciendo) que no debería hablar de las acciones en Medellín desde su cargo actual. El público además tuvo que ver el inesperado cuadro en la cual el Sr. Gobernador fue incapaz de reconocer a cuáles municipios del Departamento pertenecían las imágenes de tres de las diapositivas de su presentación. Trató de salvar la omisión diciendo “un pueblo/otro pueblo muy bonito de Antioquia”. El mandatario se marchó sin tener que responder preguntas, no estaban contempladas en el programa. Ahora bien, en el saludo, el Sr. Gobernador fue deferente con los dos ponentes principales del Simposio: Richard Sennett y Saskia Sassen, reconocidos expertos internacionales con estudios cruciales en cuestiones de urbanismo, sociología, relaciones sociales en contextos contemporáneos, problemas de las ciudades y las sociedades que albergan. De hecho, el Sr. Fajardo dijo tener al libro Respeto del profesor Sennett, como uno de máxima referencia.

El Sr. Gobernador no se refirió concretamente a nada del libro en su presentación pero aquel hecho sirve de introducción para examinar el porqué uno de los puntos centrales del próximo Foro WUF7 en Medellín es indiscutiblemente el análisis y debate crítico de la ciudad, tanto en términos genéricos en el mundo del siglo 21 como en asuntos particulares que conciernen a Medellín, hoy y hacia las décadas que vienen. El Dr. Sennett es uno de los conferencistas principales en el Foro y precisamente teniendo en cuenta el título de este: “Equidad urbana para el desarrollo – Ciudades para la vida”, es oportuno retomar algunos de los asuntos claves que propone este sociólogo estadounidense, residenciado en el Reino Unido, en su libro El respeto, cuya edición en español (Anagrama, 2003) tiene como subtítulo “Sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdad”.

“La sociedad moderna carece de expresiones positivas de respeto y reconocimiento de los demás”, afirma el autor en el prefacio. Reconoce que una idea dominante en la sociedad es que el trato igual unos a otros es la afirmación del respeto mutuo, pero ¿cómo tratar a quienes no son iguales a nosotros, a quienes están ‘fuera’ de las fronteras trazadas por el talento, o por otras condiciones creadas por la misma sociedad, fronteras socioeconómicas, por ejemplo? Sennett describe la atmósfera contracultural de su juventud. No se trata de reencarnar movimientos pasados pero sí es valioso preguntar en dónde está hoy el pensamiento inteligente que es capaz de controvertir las nociones que por mayoritarias no necesariamente están correctas. Homogeneización y adocenamiento no hacen precisamente interesante a una sociedad, esta se nutre del debate público diverso y de individuos que sean capaces de aprovechar la educación para pensar por sí mismos.

En sus investigaciones sobre los grupos privilegiados en Boston, EE.UU., tanto los de generaciones mayores como los jóvenes contemporáneos de su época, Sennett encontró también un momento de ruptura del statu quo y la cadena de eventos que hacen que una sociedad abra los ojos y constate cuándo y porqué “una élite puede perder su prestigio”, y cómo reaccionan esta y el resto de la sociedad ante ello. ¿Qué pasa cuando un miembro (s) de una élite da un paso en falso, aprovecha su posición corruptamente, cuando comete acciones ilegales, un crimen o todas las anteriores? El autor observó cómo entre los pares no suele disminuir “la consideración mutua”: ¿qué pasa cuando otros poderes le hacen también el guiño ‘considerado’ al miembro caído en desgracia? “La decadencia era algo que ellos administraban, que negociaban”, escribe el autor. Si en una ciudad como Medellín se observa un paseo de ‘emperadores’ que van desnudos como en la fábula de Andersen, ocupados en “administrar” su decadencia, entonces urge que la academia y por supuesto el periodismo mantengan la independencia necesaria de investigadores y aboguen por el respeto mutuo debido en una sociedad, incluso cuando tengan que recalcar lo evidente: miembro (s) de la élite, incurren en acciones que les despojan de traje alguno.

Sennett también indaga en el origen y significado de conceptos relacionados con el respeto, como estatus (lugar que ocupa una persona en la jerarquía social), prestigio (las emociones derivadas del estatus) y honor: una categoría más compleja que impone un código de conducta y que se define en función social. El honor debe ser conferido por los demás. Históricamente, en nombre del honor se han cometido muchas barbaridades pero también es un fundamento para el reconocimiento positivo. En este sentido, una sociedad hoy puede interrogarse: ¿qué da un alto estatus en ella? ¿es este un concepto contante, sonante y ostentable exclusivamente?, ¿qué valor concede a las cualidades intelectuales? León de Greiff describió una plaza medellinense obsesionada con la bolsa y la panza. ¿Cómo la pintaría hoy?, ¿qué sentido tiene el honor hoy para quienes están al mando de los medios de producción locales?, ¿a cuál código de conducta se adhieren hoy quienes en Medellín invocan estatus y/o prestigio, y porqué tiene tanto auge perverso el salirse con la suya a costa del derecho del otro, de la ley?

“La falta de respeto, aunque menos agresiva que un insulto directo, puede adoptar una forma igualmente hiriente. Con la falta de respeto no se insulta a otra persona, pero tampoco se le concede reconocimiento; simplemente no se la ve como un ser humano integral cuya presencia importa. Cuando la sociedad trata de esta manera a las masas y solo destaca a un pequeño número de individuos como objeto de reconocimiento, la consecuencia es la escasez de respeto, como si no hubiera suficiente cantidad de esta preciosa sustancia para todos”, se lee a Sennett. Es también un aviso para la sociedad en conjunto: ¿qué pasa cuando los discursos que obedecen a fines corporativos públicos o privados no promueven precisamente el reconocimiento de ciertos problemáticos fenómenos sociales y sus protagonistas?, ¿qué pasa cuando campañas publicitarias intentan hacer prevalecer una visión sesgada de ciudad en la cual se invisibilizan los agujeros importantes reeditando nociones de progreso y desarrollo del siglo 20 bastante cuestionadas, precisamente uno de los temas de la agenda del Foro? ¿Cuáles son las consecuencias al buscar esconder o minimizar la situación en la cual malviven altos números de personas, incluyendo una amplia base de población infantil y adolescente? Los apartes de Sennett sobre juventud y delincuencia ofrecen puntos de discusión al respecto.

Ç

También, a partir de lo anterior, vale la pena hacer otro ejercicio: ¿qué pasa cuando, en virtud de asistir a las poblaciones más vulnerables de la ciudad se ignora la necesidad de promover respeto, honor, sentido de ciudadanía y tejido social entre las comunidades que no dependen directamente de la asistencia social pero sí pagan impuestos y subsidian servicios? Desconocer dichas necesidades y suponer que deberán ser provistas -si acaso- por agentes privados, es otra forma de falta de reconocimiento de otros grupos sociales que en la Medellín presente no conforman, ni mucho menos, un grupo compacto de familias otrora llamadas prestantes. Las políticas públicas fallan muy a menudo porque marginalizan en doble sentido. Así que confluye aquí la necesidad de autoformación y autonomía: de educación en los asuntos que afectan la vida contemporánea en una ciudad como Medellín, cómo se conectan con los de otras ciudades y cómo interviene el respeto en el proceso, a sabiendas de que, tal y como concluye el profesor Sennett en su libro, “el trato respetuoso entre la gente no se consigue simplemente ordenándolo. El reconocimiento mutuo ha de negociarse; esa negociación compromete tanto las complejidades del carácter personal como la estructura social”.

“No somos tan diferentes”

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Recorren la ciudad y propician el cambio
“No somos tan diferentes”
Jóvenes que han circulado por la ciudad mostrando sus propuestas de transformación urbana llegan al Parque de El Poblado y al WUF7


Fotos cortesía

Para hablar de la ciudad hay que reconocerla. Se empieza recorriendo sus calles, oyendo historias, visitando direcciones desconocidas, apropiándose de los espacios, identificando los cafés, las bibliotecas, los parques y otros lugares que las comunidades utilizan para sus encuentros. Una vez se ha hecho apropiación del territorio, es decir, cuando se sabe donde se compra el pan y donde se coge el bus, empieza la convivencia. Con el ánimo de reconocer la ciudad, 600 jóvenes iniciaron su trabajo en febrero, motivados por la inminencia del Séptimo Foro Urbano Mundial (WUF7), el evento que reflexiona sobre las ciudades a partir de diferentes componentes que permiten transformarlas.

Por medio de la campaña internacional Puedo Cambiar el Mundo, promovida por el programa Visiones de Cambio, el Foro convocó a los jóvenes de todos los sectores de Medellín para que pensaran y vivieran su ciudad. La tarea estuvo dirigida a discutir la Medellín de antes, la de ahora y la que sueñan, teniendo en cuenta las líneas de medio ambiente, sostenibilidad, innovación, inclusión social, cultura y deporte, y convivencia y conflicto.

Los participantes eligieron el tema sobre el que querían explorar, hicieron recorridos por diferentes zonas, estudiaron la historia de la ciudad y participaron en debates y discusiones que dieran luz a una propuesta transformadora. Esa interacción con el otro y con territorios desconocidos fue como un gran descubrimiento social que les despejó horizontes y a muchos les llevó a afirmar que sí se puede cambiar el mundo. “Conocimos a personas de toda la ciudad y diferentes estilos. ¡Nadie se lo imaginó! ¡Nadie se imaginó que íbamos a ser tan amigos! Nos dimos cuenta de que la gente es abierta, que no somos tan diferentes porque queremos la misma Medellín”, contó entusiasmada Mariana Chejne, estudiante del grado 10 del Colegio San José de Las Vegas. Ella, al igual que otros jóvenes de El Poblado, expresó lo gratificante que ha sido compartir en este espacio. La inclusión social no necesitó definiciones, era lo que vivían. “Los problemas surgen cuando no nos importa el otro: la inseguridad, la falta de oportunidades, la desigualdad”, dice Mariana, quien piensa que superar la indiferencia es fundamental para construir una ciudad.


Fotos cortesía

Trece Acciones de cambio fueron el resultado de este proceso, y desde marzo han estado socializándose en Ferias de Ciudad (programa de la Alcaldía) en las que también participan artistas de las diferentes comunas. Chivas rodantes que se desplazan por varios sitios a compartir poesía, arte, música y baile; un picnic que invita a los transeúntes a comer y a conocerse, y grupos de artistas, raperos y skaters que enseñan nuevas cosas a otros, son algunas de esas acciones de cambio que han rodado por parques y lugares emblemáticos de Medellín.

El domingo 5 de abril, la feria llega al Parque de El Poblado, de 10 am a 6 pm, con presentaciones artísticas y en un stand para compartir las experiencias de este proceso. Por ejemplo, Anclaje, una propuesta realizada por el grupo de jóvenes que se dedicó a la innovación, se presenta a la 1 pm. Consiste en un prototipo de anclaje para los buses de servicio público, donde se puedan llevar las bicicletas de los ciudadanos que bajen desde las periferias.
Dichas propuestas, creadas con el fin de romper la cotidianidad y propiciar la reflexión de los transeúntes sobre cómo pueden aportar para cambiar su mundo, se presentarán el 7 de abril en el séptimo Foro Urbano Mundial, en la Mesa Mundial de la Juventud, en un debate con el artista Juanes.


Fotos cortesía

Con las deficiencias y avances que los jóvenes identificaron en la ciudad, redactaron un manifiesto que harán público el 11 de abril. En él dan un no rotundo al servicio militar obligatorio y reivindican los derechos a una educación integral, a una vivienda digna y a una seguridad que trascienda la vigilancia y el control.

“No somos tan diferentes”

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Recorren la ciudad y propician el cambio
“No somos tan diferentes”
Jóvenes que han circulado por la ciudad mostrando sus propuestas de transformación urbana llegan al Parque de El Poblado y al WUF7


Fotos cortesía

Para hablar de la ciudad hay que reconocerla. Se empieza recorriendo sus calles, oyendo historias, visitando direcciones desconocidas, apropiándose de los espacios, identificando los cafés, las bibliotecas, los parques y otros lugares que las comunidades utilizan para sus encuentros. Una vez se ha hecho apropiación del territorio, es decir, cuando se sabe donde se compra el pan y donde se coge el bus, empieza la convivencia. Con el ánimo de reconocer la ciudad, 600 jóvenes iniciaron su trabajo en febrero, motivados por la inminencia del Séptimo Foro Urbano Mundial (WUF7), el evento que reflexiona sobre las ciudades a partir de diferentes componentes que permiten transformarlas.

Por medio de la campaña internacional Puedo Cambiar el Mundo, promovida por el programa Visiones de Cambio, el Foro convocó a los jóvenes de todos los sectores de Medellín para que pensaran y vivieran su ciudad. La tarea estuvo dirigida a discutir la Medellín de antes, la de ahora y la que sueñan, teniendo en cuenta las líneas de medio ambiente, sostenibilidad, innovación, inclusión social, cultura y deporte, y convivencia y conflicto.

Los participantes eligieron el tema sobre el que querían explorar, hicieron recorridos por diferentes zonas, estudiaron la historia de la ciudad y participaron en debates y discusiones que dieran luz a una propuesta transformadora. Esa interacción con el otro y con territorios desconocidos fue como un gran descubrimiento social que les despejó horizontes y a muchos les llevó a afirmar que sí se puede cambiar el mundo. “Conocimos a personas de toda la ciudad y diferentes estilos. ¡Nadie se lo imaginó! ¡Nadie se imaginó que íbamos a ser tan amigos! Nos dimos cuenta de que la gente es abierta, que no somos tan diferentes porque queremos la misma Medellín”, contó entusiasmada Mariana Chejne, estudiante del grado 10 del Colegio San José de Las Vegas. Ella, al igual que otros jóvenes de El Poblado, expresó lo gratificante que ha sido compartir en este espacio. La inclusión social no necesitó definiciones, era lo que vivían. “Los problemas surgen cuando no nos importa el otro: la inseguridad, la falta de oportunidades, la desigualdad”, dice Mariana, quien piensa que superar la indiferencia es fundamental para construir una ciudad.


Fotos cortesía

Trece Acciones de cambio fueron el resultado de este proceso, y desde marzo han estado socializándose en Ferias de Ciudad (programa de la Alcaldía) en las que también participan artistas de las diferentes comunas. Chivas rodantes que se desplazan por varios sitios a compartir poesía, arte, música y baile; un picnic que invita a los transeúntes a comer y a conocerse, y grupos de artistas, raperos y skaters que enseñan nuevas cosas a otros, son algunas de esas acciones de cambio que han rodado por parques y lugares emblemáticos de Medellín.

El domingo 5 de abril, la feria llega al Parque de El Poblado, de 10 am a 6 pm, con presentaciones artísticas y en un stand para compartir las experiencias de este proceso. Por ejemplo, Anclaje, una propuesta realizada por el grupo de jóvenes que se dedicó a la innovación, se presenta a la 1 pm. Consiste en un prototipo de anclaje para los buses de servicio público, donde se puedan llevar las bicicletas de los ciudadanos que bajen desde las periferias.
Dichas propuestas, creadas con el fin de romper la cotidianidad y propiciar la reflexión de los transeúntes sobre cómo pueden aportar para cambiar su mundo, se presentarán el 7 de abril en el séptimo Foro Urbano Mundial, en la Mesa Mundial de la Juventud, en un debate con el artista Juanes.


Fotos cortesía

Con las deficiencias y avances que los jóvenes identificaron en la ciudad, redactaron un manifiesto que harán público el 11 de abril. En él dan un no rotundo al servicio militar obligatorio y reivindican los derechos a una educación integral, a una vivienda digna y a una seguridad que trascienda la vigilancia y el control.

Para salvar el mundo

Para salvar el mundo
Cuando nuestro día a día está enfocado en dar y servir a otros, no queda espacio en nuestra mente para el sufrimiento
/ Carolina Zuleta

En los últimos días he estado siguiendo de cerca lo que está pasando en Venezuela y esa situación me ha inspirado a escribir este artículo. Como colombiana y sobre todo como ser humano siento que lo mínimo que debo hacer es utilizar mi voz para crear consciencia. En este artículo no les comparto mis ideales políticos, sino mi reflexión sobre cómo mi vida y la tuya pueden hacer una diferencia.

Marianne Williamson es una mujer que admiro profundamente, ella ha sido una gran inspiración en mi vida. Es la autora de mi libro favorito, Volver al Amor. Su más reciente proyecto es lanzarse al Congreso de Estados Unidos.

De Marianne he aprendido la fuerza, el poder y la importancia que tiene el amor. Marianne ha propuesto que el amor vuelva a la conversación política. Sobre esto ha recibido muchísimas críticas, a las que ha respondido con lo siguiente: “Pues el amor es un tema muy serio. No solo lo es en las relaciones personales, sino también en las relaciones sociales y políticas. El tipo de amor que va a salvar al mundo obviamente no es el amor que sentimos por nuestra pareja e hijos. El amor que va a salvar el mundo es el amor que sentimos por los niños que viven en el otro lado de nuestra ciudad, el amor que sentimos por el otro lado del mundo. El amor que va a salvar al mundo es el amor que sentimos por personas que ni nos gustan. Martin Luther King dijo: “Todos estamos en esto juntos y o todos vamos a subir o todos vamos a caer”.

La Madre Teresa decía: “No me asustan los actos malos de la gente mala, sino la indiferencia de la gente buena”. Sé que como lectores de esta columna ustedes son personas con corazones muy grandes y con un deseo de crear un mundo mejor. Sé que a veces los problemas parecen tan enormes y tantos que nos quedamos paralizados, y no hacemos nada, no porque no queramos sino porque no sabemos qué hacer o cómo hacerlo. Pero mi intención con este mensaje es recordarles que su voz tiene valor… mucho.

Margaret Mead dijo: “Nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos comprometidos puede cambiar el mundo, de hecho, es lo único que lo ha logrado”. Pues creo que nosotros somos ese pequeño grupo de ciudadanos.

Además, es importante recordar que nuestra miseria y desdicha vienen de ensimismarnos. Cuando nuestro día a día está enfocado en dar y servir a otros, no queda espacio en nuestra mente para el sufrimiento. Es nuestro egoísmo el responsable de nuestro dolor. Mi invitación hoy es a que dejemos nuestros problemas a un lado por un rato y enfoquemos nuestra atención al servicio de otros que la necesitan.

Ahora los invito a que tomen acción, los invito a que utilicen su voz, su correo electrónico, sus redes sociales para contribuir un poquito a expandir la consciencia de lo que está sucediendo en el mundo. ¿Cómo puedes ayudar hoy?
[email protected]

“Con las declaraciones de este domingo estamos frente a criminales”

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Dice Santiago Uribe, representante de los damnificados de Space
“Con las declaraciones de este domingo estamos frente a criminales”
Así se refirió a las declaraciones de Pablo Villegas, gerente de Lérida CDO

La Fiscalía imputó cargos por la tragedia de Space: por el delito de homicidio culposo, a Pablo Villegas, quien para el 12 de octubre de 2013 era representante legal de la constructora Lérida CDO; a Jorge Aristizábal, ingeniero estructuralista del proyecto, y a la ingeniera María Cecilia Posada, quien dirigió la construcción. Por el delito de prevaricato por omisión fueron imputados Eliney Francis, curadora segunda de Medellín (2005-2006), quien otorgó las licencias para las etapas 1, 2 y 3, y Carlos Alberto Ruiz, curador segundo en 2007, quien otorgó las licencias para las etapas 4, 5, 6 A y 6 B.

La Fiscalía determinó que “hubo fallas en diseño y construcción. Más de mil irregularidades en vigas, columnas, elevadores, entre otros. Hubo un cálculo erróneo en materia de soporte del peso. Se planearon 22 pisos y fueron construidos 26. Además, se constató que la obra fue diseñada sin el respeto por las normas de sismorresistencia”. El vicefiscal Jorge Perdomo añadió: “El edificio no hubiese aguantado un sismo”.

Estas apreciaciones, similares a las de la Universidad de Los Andes, contrastan con la insistencia de la constructora Lérida CDO en “rehabilitar” las torres 1, 2, 3 y 4 de Space. El plan de repotenciación de estas estructuras fue entregado el martes 1 de abril por CDO a la Inspección 14 A de Policía de El Poblado, según aseguró María Cecilia Posada, hoy representante legal de esta constructora, a Vivir en El Poblado.

El ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, desestimó esta pretensión. “Lo que yo creo es que se tienen que derribar las cuatro torres”, dijo, y afirmó que el pago de las viviendas a los damnificados de Space no puede estar condicionado a la rehabilitación del edificio.
Con el fin de evitar que se repitan casos como este, el Gobierno radicó en el Congreso el proyecto de ley que contempla medidas como la exigencia de pólizas obligatorias para proyectos de vivienda nueva, supervisión técnica independiente de proyectos, certificación técnica de ocupación e incompatibilidades e inhabilidades para los curadores urbanos.

En reciente cuestionario contestado a El Colombiano, el gerente de CDO, Pablo Villegas, trató de disminuir la gravedad de lo sucedido en Space y aseguró que en Medellín se están “repotenciando 40 edificios”. Tanto Planeación Municipal como el Dagrd (Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo) desestimaron las declaraciones.

Entre tanto, ocho de las familias damnificadas de Space y 40 de Asensi, representadas por el jurista Javier Tamayo, se unieron a la acción de grupo que cursa en el Juzgado 11 Administrativo de Medellín. El instrumento permite en una sola demanda reclamar una indemnización plena de perjuicios para todos los afectados por un mismo hecho.

El Foro Urbano y otros pendientes

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El Foro Urbano y otros pendientes
Mejor dicho, además de su lucimiento en el Foro Urbano Mundial, Medellín tendrá trabajo para rato

En sintonía con la realización de ese importante evento que es el Séptimo Foro Urbano Mundial, que se realiza del 5 al 11 de abril, dedicamos esta edición de Vivir en El Poblado a varios temas de ciudad, crónicas y opiniones relacionadas no solo con el Foro sino con el desarrollo de Medellín. Damos cabida en estas páginas a notas que hablan de algunos problemas, aciertos, esfuerzos y proyectos de la ciudad para superar coyunturas y transformar escenarios difíciles como lo fue, por ejemplo, Moravia. También destacamos el auge que ha tomado el uso de la bicicleta, pese a tener en las pendientes un fuerte factor en contra. O los trabajos que hacen los jóvenes y las mujeres para reconocer y reconocerse en el territorio. Creemos, como muchos, que Medellín posee una fuerte capacidad de resiliencia, destacada de tiempo atrás, incluso internacionalmente. Como lo dice la columnista Adriana Mejía en su artículo de esta edición, “la de mostrar también es una cara verídica; no la única”, refiriéndose a la imagen que suele presentarse de Medellín.

Pero a la par con el Foro y las numerosas facetas bonitas que tiene por mostrar, “La ciudad que establecerá la ruta para el desarrollo de Iberoamérica” –como lo resalta una de las frases oficiales que promueven esta sede del evento– tiene graves problemas por resolver. Uno de ellos es el creciente poder de pulpo con tentáculos que bandas criminales de todos los pelambres ejercen sobre barrios de todas las comunas: los Urabeños, los Triana, la Terraza y la imperecedera Oficina de Envigado son solo algunas de ellas. Cada vez es mayor el número de sectores de Medellín que tienen dueño, delincuentes que fortalecidos por los negocios ilícitos, las armas y la violencia establecen fronteras visibles e invisibles y amedrentan, intimidan y extorsionan a todos y cada uno de sus habitantes. Como si fuera poco, quien por motivos de trabajo tiene que ingresar a determinados barrios de la ciudad, tiene que conseguir un intermediario que interceda por él ante el “duro” del sector, para que este, si es magnánimo, otorgue el consabido permiso. Tremendo panorama que demanda acciones efectivas.

También está por resolver otro problema en aumento, aunque disimulado un poco por estos días del Foro: el de los habitantes de calle, hordas de víctimas del vicio promovido y defendido a sangre y fuego por los dueños de las plazas de drogas. Vuelven y juegan pues las bandas criminales.

Sigue en curso el caso Space. La ciudadanía continúa pendiente del desenlace de este trágico episodio que tiene mil aristas, entre ellas la indemnización y reparación de las víctimas, el empecinamiento de la constructora Lérida CDO en mantener en pie cuatro torres que para muchos son insostenibles, y las consecuencias penales que acarreará la muerte de 12 personas.

Son también asuntos urgentes la revisión del POT –con los muy necesarios ajustes a la construcción y a los usos del suelo–, el desenvolvimiento del Plan Vial de El Poblado y el sistema de Valorización y, por consiguiente, el desembotellamiento del tráfico. Por último, pero no menos importante, está en mora la reeducación ciudadana, para que el respeto por el otro sea la característica principal del comportamiento de todos. Mejor dicho, además de su lucimiento en el Foro Urbano Mundial, Medellín tendrá trabajo para rato.

Plan integral de seguridad para El Poblado

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Seguridad
Plan integral de seguridad para El Poblado
A partir de una alianza entre Corpoblado, la ESU (Empresa para la Seguridad), Avantel y la ciudadanía, se espera construir una red que garantice la seguridad del sector

seguridad
A raíz de los resultados del programa piloto de seguridad que se realizó en 21 unidades de las zonas de Altos del Poblado y Ceylan Plaza, en los meses de noviembre y diciembre de 2013 y enero de 2014, Corpoblado, la ESU y Avantel decidieron estructurar un plan definitivo que pretende incluir a todos los conjuntos residenciales del barrio.

En una reunión efectuada el 1 de abril, en la cual estuvieron David Ospina, Secretario General de la ESU; Juan David Montoya, gerente regional para Antioquia de Avantel; Elisa Sánchez, presidente de Corpoblado, y representantes de las urbanizaciones y empresas de seguridad, se comenzaron a concretar los detalles de la estrategia integral de seguridad para el sector.

Se realizó un análisis de las estadísticas de ejecución del plan piloto que, en términos generales, arrojó cifras positivas pero que tiene algunos elementos por corregir. La baja participación de los administradores, la comunicación entre los vigilantes de cada conjunto y la capacitación frente al uso de la tecnología que unifica las denuncias son los puntos por mejorar al construir el nuevo proyecto.

Además del personal de seguridad, entre los aspectos más destacados del plan se encuentra el desarrollo del alumbrado barrial, adecuación física del barrio y un plan de pedagogía destinado a concientizar a los vecinos del sector acerca de la importancia de la colaboración y la construcción de tejido social.

Ricardo Salgado, director de la ESU, es quien está al frente de esta iniciativa que pretende apoyar a las autoridades locales. Las organizaciones gestoras, los administradores, vecinos y vigilantes son los actores fundamentales de esta iniciativa que, de ser exitosa, podría mejorar la calidad de vida del barrio.

A partir del lunes 7 – Candidatos a la Junta de Representantes

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Proyecto de Valorización de El Poblado
Candidatos a la Junta de Representantes
A partir del lunes 7 de abril se podrán inscribir los propietarios y poseedores de predios ubicados en el área adicionada a la zona de citación interesados en hacer parte de la junta

Candidatos zona citacion

Luego de que el pasado 11 de marzo fuera decretada la ampliación de la zona de citación del Proyecto de Valorización de El Poblado, quedó establecido en la Resolución 027 de 2014 expedida por el Fondo de Valorización del Municipio de Medellín (Fonvalmed) el proceso para la inscripción de candidatos que quieran ser uno de los dos integrantes adicionales a la Junta de Representantes del Proyecto, a partir del lunes 7 de abril.

En la inscripción, que estará abierta entre el 7 y el 16 y del 21 hasta el 26 de abril, podrán participar todos los propietarios y/o poseedores de predios ubicados en el área adicionada:

• Parcialmente vereda Las Palmas, que pertenece al corregimiento de Santa Elena.
• Parcialmente el barrio Asomadera N°. 1 (Sector El Indio).
• Parcialmente el barrio San Diego.
• Barrio Perpetuo Socorro.
• Zona industrial y comercial de la comuna Guayabal comprendida entre la Avenida Guayabal y el río Medellín.

Los interesados deben dirigirse a la oficina de Fonvalmed, ubicada en el Edificio Torre Nuevo Centro La Alpujarra, carrera 50 # 40 A-20, en el horario de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 12:30 p.m. y 2:00 p.m. a 5:30 p.m. Los requisitos para las inscripciones están publicados en la página web www.fonvalmed.gov.co o en www.elecciones.fonvalmed.gov.co

Sólo están facultados para hacerlo los propietarios y/o poseedores de predios del área adicionada.

Lugares y fechas de votación:

Del viernes 16 al domingo 18 de mayo a través del sitio web www.fonvalmed.gov.co .

El sábado 17 y el domingo 18 mayo se habilitarán en el horario de 9:00 a.m. a 3:00 p.m. tres puntos físicos de votación:

– Parque Biblioteca Manuel Mejía Vallejo de Guayabal.
– Institución Educativa Santa Catalina de Siena en El Poblado.
– Centro Comercial Punto Clave.

Equidad de género y ciudad

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La ciudad y la vida en la ciudad
Equidad de género y ciudad
La disparidad de géneros será debatida como parte del nuevo marco conceptual de discusión durante y después del Foro en Medellín.

Lina María Aguirre Jaramillo
Durante el Foro Urbano Mundial WUF7, se ha establecido un espacio de discusión para la agenda de Desarrollo Post-2015, en relación con el nexo crítico entre equidad, crecimiento incluyente y desarrollo sustentable. Así que la disparidad de géneros será debatida como parte del nuevo marco conceptual de discusión durante y después del Foro en Medellín.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) y la organización Pathfinder International anunciaron el pasado 10 de febrero la firma de un memorandum de compromiso para avanzar significativamente en los programas de planificación familiar como parte de la equidad de género. Ambas instituciones tienen programas en 15 países de África, Asia, el Medio Oriente y Sur América.

Este memorandum renovado (firmado inicialmente en 2010) aborda la necesidad de trabajar “ahora más que nunca para asegurar que los derechos y salud sexual y reproductivos no sean olvidados o dejados atrás”. En particular, el compromiso encara la necesidad de adolescentes para disponer de los recursos y posibilidad de acceso a la educación para un conocimiento y control de sus elecciones en tener o no hijos, los embarazos prematuros y la mortandad maternal.

Un reportaje publicado en el diario británico The Guardian en febrero pasado, con base en análisis de datos de las Naciones Unidas y el Banco Mundial muestra a Colombia con siete puntos de legislación para enfrentar la violencia doméstica, en tener una Constitución que consagra la igualdad y la no discriminación, en legislación de mismos derechos para temas de propiedad, de igualdad de ciudadanía para mujeres solteras y casadas, en que la ley no obliga a estas últimas a obedecer a sus esposos y en algunos aspectos relativos a la legislación para enfrentar acoso sexual. No obstante, en este campo específico, no dispone Colombia de normativa en cuanto a acoso en la educación, en lugares públicos o en la provisión de servicios.

En el trabajo, a diferencia de otros países, la ley colombiana no obliga expresamente a cumplir la fórmula “igual valor de trabajo = igual remuneración”, tampoco prohíbe la discriminación por razón de género ni prohíbe a empleadores/as a preguntar a candidatas por condiciones familiares durante una entrevista laboral.

El reportaje interactivo completo puede verse aquí. Las bases de datos pueden ser consultadas y descargadas aquí.

Para más información sobre la brecha laboral entre hombres y mujeres en América Latina: este artículo de Johanna Mendelson Forman, investigadora de School of International Service en American University, en el Huffington Post, enero 23 2014.

En situaciones de conflicto armado, de emergencias humanitarias las mujeres y niñas soportan una carga enorme. La violencia afecta hombres y niños también pero la evidencia científica y anecdótica disponible indica que el rostro femenino -especialmente el de las adolescentes- el que está en mayor riesgo y el blanco principal de violencia de género, “además de sufrir las consecuencias más graves”, según se lee en los estudios de UNFPA, que el 4 de diciembre 2013, lanzó en conjunto con el departamento UN Women lanzaron un programa global conjunto para mejorar la calidad y el acceso a servicios esenciales que respondan a las necesidades de esta población específica. La discriminación socioeconómica hace que mujeres y niñas tengan menos opciones y recursos para “escapar de situaciones abusivas y buscar justicia”.

Proyecto ‘Sexismo Cotidiano’ (The Everyday Sexism Project en español)

Equidad de género y ciudad

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La ciudad y la vida en la ciudad
Equidad de género y ciudad
La disparidad de géneros será debatida como parte del nuevo marco conceptual de discusión durante y después del Foro en Medellín.

Lina María Aguirre Jaramillo
Durante el Foro Urbano Mundial WUF7, se ha establecido un espacio de discusión para la agenda de Desarrollo Post-2015, en relación con el nexo crítico entre equidad, crecimiento incluyente y desarrollo sustentable. Así que la disparidad de géneros será debatida como parte del nuevo marco conceptual de discusión durante y después del Foro en Medellín.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) y la organización Pathfinder International anunciaron el pasado 10 de febrero la firma de un memorandum de compromiso para avanzar significativamente en los programas de planificación familiar como parte de la equidad de género. Ambas instituciones tienen programas en 15 países de África, Asia, el Medio Oriente y Sur América.

Este memorandum renovado (firmado inicialmente en 2010) aborda la necesidad de trabajar “ahora más que nunca para asegurar que los derechos y salud sexual y reproductivos no sean olvidados o dejados atrás”. En particular, el compromiso encara la necesidad de adolescentes para disponer de los recursos y posibilidad de acceso a la educación para un conocimiento y control de sus elecciones en tener o no hijos, los embarazos prematuros y la mortandad maternal.

Un reportaje publicado en el diario británico The Guardian en febrero pasado, con base en análisis de datos de las Naciones Unidas y el Banco Mundial muestra a Colombia con siete puntos de legislación para enfrentar la violencia doméstica, en tener una Constitución que consagra la igualdad y la no discriminación, en legislación de mismos derechos para temas de propiedad, de igualdad de ciudadanía para mujeres solteras y casadas, en que la ley no obliga a estas últimas a obedecer a sus esposos y en algunos aspectos relativos a la legislación para enfrentar acoso sexual. No obstante, en este campo específico, no dispone Colombia de normativa en cuanto a acoso en la educación, en lugares públicos o en la provisión de servicios.

En el trabajo, a diferencia de otros países, la ley colombiana no obliga expresamente a cumplir la fórmula “igual valor de trabajo = igual remuneración”, tampoco prohíbe la discriminación por razón de género ni prohíbe a empleadores/as a preguntar a candidatas por condiciones familiares durante una entrevista laboral.

El reportaje interactivo completo puede verse aquí. Las bases de datos pueden ser consultadas y descargadas aquí.

Para más información sobre la brecha laboral entre hombres y mujeres en América Latina: este artículo de Johanna Mendelson Forman, investigadora de School of International Service en American University, en el Huffington Post, enero 23 2014.

En situaciones de conflicto armado, de emergencias humanitarias las mujeres y niñas soportan una carga enorme. La violencia afecta hombres y niños también pero la evidencia científica y anecdótica disponible indica que el rostro femenino -especialmente el de las adolescentes- el que está en mayor riesgo y el blanco principal de violencia de género, “además de sufrir las consecuencias más graves”, según se lee en los estudios de UNFPA, que el 4 de diciembre 2013, lanzó en conjunto con el departamento UN Women lanzaron un programa global conjunto para mejorar la calidad y el acceso a servicios esenciales que respondan a las necesidades de esta población específica. La discriminación socioeconómica hace que mujeres y niñas tengan menos opciones y recursos para “escapar de situaciones abusivas y buscar justicia”.

Proyecto ‘Sexismo Cotidiano’ (The Everyday Sexism Project en español)

A raíz del caso Space

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Proyecto de ley 
A raíz del caso Space
Fue radicado por el Ministerio de Vivienda en el Congreso

 

Pólizas obligatorias para proyectos de vivienda nueva, supervisión técnica independiente de proyectos que reporte directamente a las empresas aseguradoras y un régimen de inhabilidades e incompatibilidades para curadores. Estas son algunas de las medidas que plantea el proyecto de ley que radicó hoy martes 1 de abril de 2014 el Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Luis Felipe Henao Cardona en la Secretaría General del Senado de la República.

El proyecto de ley, socializado con mandatarios locales, constructores y aseguradores, entre otros gremios, busca evitar que se repitan tragedias como la sucedida el 12 de octubre de 2013 en el edificio Space en Medellín.

Las medidas de supervisión también pretenden controlar la construcción, la bitácora de obra, materiales y planes de diseño. Según informó el Ministerio de Vivienda, el proyecto de ley determina que los profesionales que realicen labores de revisión de estudios y supervisión técnica estarán sujetos a un régimen de incompatibilidades. “Es decir, los supervisores no podrán ser socios, los predios no pueden pertenecerle a parientes hasta en el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad y no podrán tener relación contractual o intereses comerciales de cualquier naturaleza en el proyecto específico y quien incumpla las medidas será sancionado por los Consejos Profesionales de Arquitectura e Ingeniería”.

Así mismo se propondrá de un registro único nacional de profesionales acreditados para adelantar labores de diseño, revisión o supervisión, y un régimen de inhabilidades e incompatibilidades para ser designado curador urbano y para el ejercicio de la función. Los curadores además serían vigilados a través de la Superintendencia de Notariado y Registro.

La Brújula del deseo

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En la UPB
La Brújula del deseo
Nueva publicación del columnista y escritor Gustavo Arango

Hasta el miércoles 2 de abril la Universidad Pontificia Bolivariana celebra la décimo primera edición del Festival del Libro y la Palabra en el campus de Laureles.

Entre otros objetivos, el evento pretende fomentar la lectura y promocionar publicaciones de editoriales de la ciudad y el país. Tanto la comunidad académica como cualquier persona que desee visitar la institución, puede hacer parte de la presentación de libros y conversatorios con sus autores.

Uno de ellos fue el escritor y columnista de Vivir en El Poblado, Gustavo Arango, quien presentó su colección de textos breves La Brújula del deseo (cuentos 1986-2014).

Arango habló a los asistentes sobre su obra y proceso, la inspiración en cuadros al ver la pintura como otra posibilidad semejante a la literatura, la necesidad de sacarle tiempo al atareado día para pensar y su gusto por la invención de palabras: “La extrema corrección no supone buena literatura y la imperfección controlada humaniza el texto literario”, dijo el autor.

Después de un trabajo de 4 o 5 meses de edición y selección de cuentos y textos, esta obra le ha permitido liberarse a nivel de estilo, con párrafos más cortos e ideas más fraccionadas, y a su vez encontrar aún más su voz para sus futuros proyectos.

En cuanto al trabajo de escritura y el gran temor que se siente a la hora de escribir, el autor recomienda hacerle caso a los ataques de escritura. “A veces cometí el error de dejar las ideas para después, o interrumpir un ataque de escritura. Hay que dejarse llevar por esos momentos de creación”. Agregó, como recomendación a los estudiantes y demás creadores de textos que se encontraban en su presentación, que a pesar de no haber fórmulas para escribir bien, el ejercicio del periodismo le permitió estar viendo el mundo en términos de historias, encontrar algo para contar en cada ocasión posible y, por supuesto, escribir contra reloj. “Ahí es cuando uno se da cuenta de lo que es capaz de hacer”.

Programación para martes y miércoles

Martes 1 de abril
– 10:00 a.m. Vida y milagros. Crónicas periodísticas. John Saldarriaga.
– 4:00 p.m. Redacciones integradas 24/7. Juan José García Villegas y Ángela Correa Aramburo.

Miércoles 2 de abril
– 10:00 a.m. Sea como Zea. Mario Melguizo Bermúdez.

La última sonrisa

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La última sonrisa

Mi papá era perfecto, al menos para mí. Cariñoso, culto, pulcro, no hablaba mal de nadie; de humor fino y oportuno, y una aguda inteligencia de radar a la que no escapaba ninguno de los pasos de sus hijos.

No es porque esté muerto, pero todos lo querían, familia, amigos y empleados, y celebraban sus apuntes.


Luz María Montoya Hoyos I Periodista I La última sonrisa I Fotografía de Luis Carlos Montoya R. (1952)

Nunca se enojó, con excepción de las dos o tres veces en las cuales mis hermanos Luis y Jorge, con su necedad en la banca trasera del Chevrolet 53, lo sacaron de casillas mientras manejaba. Verlo bravo era un acontecimiento. Paraba el carro en seco, soltaba la mano derecha de la cabrilla, volteaba amenazante, ponía el brazo en el espaldar de su banca y pelaba enteros los dientes grandes, marfiles y parejos: “¡Te pego un lapo carajete y te volteo el mascadero!”. Silencio absoluto y risas contenidas. Era la ira de Dios la ira paterna, pero jamás lo vi pegar un lapo y mucho menos voltear un mascadero. Cinco minutos después todo estaba en el olvido, en apariencia, porque aún hoy no hay reunión familiar en la que no salga a flote entre carcajadas aquel insulto sorprendente en medio de tanta compostura.

Me decía Bulindulés-Belinchu-Polu-Polulés, una retahíla con la que expresaba su amor por la niña de la casa, la consentida, ese pozo de pucheros que no soltaba la falda materna ni la mano del “dotol-papá”, ni sus cinco almohaditas de plumas, las únicas capaces de quitar dolores de muela, de oído o de barriga.

Empezó a derrumbarse de a poquitos o, mejor, de a mucho, y con él, mi mundo. Un intempestivo bloqueo cardíaco partió mi niñez en dos. Aquel protector al que jamás le había dado ni una gripa, de repente cayó al piso cuan largo era.

Aterrorizada, desde la habitación contigua lo oí pedir perdón “por todo lo malo que les he hecho”. ¡Si jamás nos hizo nada! Escondida, lo vi recibir los Santos Óleos y alejarse en la ambulancia, llevándose de paso a mi madre a una larga hospitalización, en la que para siempre dejé de ser el centro de atención de aquella casa. 

Pero no murió entonces. Tras varios bloqueos cardíacos y las respectivas depresiones, cuatro marcapasos, un número indefinido de hospitalizaciones, tres aplicaciones más de los Santos Óleos, otras salidas en ambulancia, la pérdida paulatina de la visión, el movimiento, la brillantez y la alegría, expiró dieciséis años después, un sábado 16 de agosto. 

Cuando el reloj de la iglesia de San Joaquín daba las nueve campanadas de esa hora de la noche, mi papá extendió al máximo los delineados labios y dejó ver por última vez los dientes. Ochenta años y todavía bellos. Ese piano marfil de su rictus postrero, que me recordaba al gato cínico y risueño de Alicia en el país de las maravillas, aún me intriga y me atemoriza. No era el gesto de ira de “¡te pego un lapo carajete!”, no era la risa de sus momentos de humor; era, me aseguró un médico, el reflejo ocasionado por las descargas que el marcapasos daba a su corazón. No lo dejaba morir. Esa noche, cada vez que su corazón dejaba de latir, el efectivo aparato le pasaba un corrientazo tan fuerte que su torso se incorporaba leve e involuntariamente de la cama. Fue una agonía lenta y dolorosa. 

No fui a la velación. Yo, que era tan llevada de mi parecer, hice caso al descabellado argumento de una vecina, según el cual, a mis seis meses de embarazo, el frío del cadáver podía hacerle daño al bebé. Me fui a la cama y no dormí, culpándome por estar lejana la última noche que podía estar con él.

Recuerdo al otro día, a la salida de la misa, el ataúd en el atrio y la consciencia de que jamás volvería a verlo. Discretamente me arrimé a la caja. Hacía mucho sol y el calor del mediodía había corrido la base de su cara, aplicada por los empleados de la funeraria. Era extraño. Jamás lo había visto maquillado. Tampoco muerto, con excepción de la víspera.

Quería eternizar ese momento, ese retrato, esa última mirada, pero una vez más alguien se creyó con derecho a decidir por una mujer embarazada y cerró de manera abrupta la ventanita del ataúd cuando apenas empezaba a mirarlo. Han pasado veintiocho años y todavía lamento no haberlo podido observar un minuto más.

En noches de insomnio, aquel misterioso rictus de su muerte suele volver a la memoria. ¿Fue dolor? ¿Fue un simple reflejo? Sigo preguntándome qué sintió en ese momento y qué sintieron años después mi mamá y mi hermana, a quienes también vi irse, mirándome sin mirarme. Me hago entonces una pregunta ociosa: qué sentiré cuando llegue aquella hora ineludible… si el día de la desconocida cita intuiré lo que me espera y me invadirá una desazón inexplicable, o si, por el contrario, me levantaré, me bañaré, me vestiré y tomaré un tinto, como si fuera hoy, como si fuera siempre. Es cuando surge del olvido, a manera de respuesta, un viejo verso del poeta Carlos Mazo: 

“Secretos del arcano profundo
que de rasgarse fueran
todo el dolor del mundo”.

Un nuevo El Pulguero

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Un nuevo El Pulguero

En el Parque La Morelia, diagonal al Mall Llanogrande, se celebró una edición más de El Pulguero, mercadillo que integra moda, gastronomía, naturaleza y entretenimiento familiar.


Alonso Tobón, Rosalba Mejía

Amelia Ramos, Jorge Ramos, Eloísa Ramos

Ana María Cadavid
Carolina Tobón


Carlos Mira

Carolina Arango, Juan Pablo Becerra

Carolina Domínguez, José Sarmiento

Claudia Restrepo, Eduardo Restrepo

Elisa Calero, María Teresa Rendón
EL PULGUERO - LLANOGRANDE

Emilia Rendón, Luisa Cardona
Estefanía Palacio, Felipe Grajales


Estefanía Palacio, Felipe Grajales
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Harry O´Rawe, Hannah O´Rawe, Sabrina Segovia
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Laura Zuluaga
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Lucía Restrepo, Verónica Bustamante, Ana María Pineda
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Luisa Fernanda Tobón, Juan David Román
EL PULGUERO - LLANOGRANDE

Luisa Toro
María Antonia Correa

EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Manuela Mejía

Natalia Ramírez, Sergio Álvarez
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Pablo Moreno, Luis Moreno
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Ricardo Jaramillo
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Sakina Segovia, Judith Patiño, Carlos Escobar

Sergio Mira, Nataly Correa, Anny Arias
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Sofía Jaramillo, Juanita Rojas

Verónica Molina, Paulina Amariles, Alejandra Velásquez, Sara Restrepo, Susana Ortiz
EL PULGUERO - LLANOGRANDE
Verónica Suárez, Valentina Agudelo
EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

EL PULGUERO - LLANOGRANDE

Brahms en el Alemán

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Brahms en el Alemán

Con entrada libre, la Orquesta Filarmónica de Medellín presentó en el Auditorium Maximum, del Colegio Alemán, el Ciclo de Sinfonías de Brahms. El jueves 27 de marzo la Orquesta interpreta las sinfonías No.1 y No. 3 del legendario compositor alemán, a las 8 pm, con un conversatorio previo de 6 a 7 pm, en el Teatro Metropolitano. El ciclo Brahms continuará en este teatro el sábado 29 de marzo a las 6 pm con las sinfonías No. 2 y No. 4 y conversatorio previo de 4:30 a 5:30 pm. La entrada a los conciertos es con boleta y a los conversatorios es libre.


Laura Andrea Toro, Flor Verona

Luz Marina Toro
María Eugenia Gaviria


Luis Carlos Velásquez, Olga Lucía Velásquez, Ignacio Velásquez

Marcela González, Álvaro González

María Fernanda Perdomo, Renata Gómez
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN

Néstor Bedoya
Sandra López

CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN
Nora Morales
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN
Peter Thorpe, Manuel Oviedo
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN
Santiago Cardona, Alejandra Ossa, Mariana Ossa, Juan Pablo Sierra
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN
Sergio Jaramillo
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN
Alina Villa, Elena de Villa, Silvia Cardona
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMANCONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN

Álvaro Esteban García
Amparo Vallejo

CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN
Ana Isabel Vélez, Santiago Vélez
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN
Andrea Flórez, Catalina Alzate
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN
Fernando Perdomo, Sara Carvajal
CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN

CONCIERTO BRAHMS - FILARMED - COLEGIO ALEMAN

Esquema Publicidad cumple 25

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Esquema Publicidad cumple 25

“Creatividad con honestidad y atención personalizada”. Esta ha sido, según sus fundadores Ignacio Restrepo y Gabriel Jaramillo, una de las claves de la vigencia de Esquema Publicidad durante 25 años.

La agencia, se consolida en Bogotá y ha ampliado sus operaciones en Barranquilla, aparte de la publicidad tradicional y la gestión de medios, ha incursionado en la tecnología digital para la generación de contenidos y los servicios de BTL para llegarle a los clientes de una marca de una manera más directa.

> Gabriel Jaramillo e Ignacio Restrepo

Un día para ser feliz

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Un día para ser feliz

In-deleble y La Pájara Zumbambica, empresas que promueven la felicidad, en alianza con otras marcas locales (Amarillo Chocolate, La Kasa Gráfica, Experience Lab, Té Hatsu, Casablanca, Quinto Elemento, Amimanera, Súper Fiestas, Pájaro Limón, Atman Yoga, Assento Academia de Música y Quick) ofrecieron experiencias para dejar a un lado los miedos, y sonreír. El motivo del evento, realizado en La Presidenta, fue el Día Internacional de la Felicidad.


Adaín Sepúlveda, Verónica Palacio, Manuel Yepes

Ana María Montes, Alejandra Torres, Melissa Usma

Ana Montenegro, Juan Cantillo

Camila Correa
Tatiana Gómez


Carolina Noreña

Cindy Piedrahíta

Daniel Retrepo, Yuliana Vargas

Diana Ocampo, Angie Machado

Dora Correa

Dora Vélez, Cristóbal Arbeláez, Paula Builes
Jorge Sáenz


In-Deleble, La Pájara Zumbambica

Juliana Suanza

Laura Castaño
Sol Beatriz Vélez


Luisa Ángel, Manuela Granada, Nicolás Suárez

Sara Martínez, Esteban Gómez

Tania de Villa
Carolina Dapena

Territorios-Mapas-Viajes

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Territorios-Mapas-Viajes

La Galería Banasta (Complex Llanogrande) exhibe la exposición Territorios–Mapas–Viajes, del artista Alejandro Castaño, quien muestra el territorio en la quietud de sus habitantes y construcciones que lo pueblan. Abierta hasta el 13 de abril.

Unión entre fogones

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Emilia Castellanos y Felipe Arizabaleta, los protagonistas del segundo De Ida y Vuelta en Herbario
Felipe Arizabaleta
Emilia Castellanos
Un matrimonio y una exitosa sociedad en torno a la gastronomía une a los chefs bogotanos Emilia Castellanos y Felipe Arizabaleta. Se conocieron muy jóvenes, hace 14 años, pero su aventura conjunta en el mundo de la cocina empezó a partir del nacimiento de su hija Antonia. Su primer paso fue la incursión en la elaboración de conservas, encurtidos, mermeladas y postres artesanales. La aceptación que cosecharon sus productos en las tiendas gourmet de la capital, los llevó a planear un rumbo profesional compartido.

La joven familia se trasladó al País Vasco, donde residieron durante siete años. “Estudiamos en San Sebastián, en la escuela Casa Armendáriz. Tuvimos la suerte de trabajar con grandes cocineros como Juan Mari Arzak y Martín Berasategui”, recuerda Emilia. En 2009 regresaron a Colombia, después de trabajar como jefes de cocina de varios importantes restaurantes, decidieron montar uno propio.

Emilia, quien se destacó como chef del restaurante El Comedor, recuerda que al crear Bandido Bistro, el primer restaurante de la pareja, decidieron que trabajarían en equipo. Felipe se encargaría del servicio de cocina y ella del servicio de sala, labor que también desempeñó un par de años en España en dos restaurantes del cocinero Iñigo Lavado.

“El Bandido Bistro es un sitio que ofrece comida popular francesa sin pretensiones, acompañada de una cuidadosa selección de vinos, una decoración ecléctica y el jazz, swing y bebop que caracteriza los toques de nuestras bandas en vivo”, afirma Emilia.

Tras los buenos resultados de El Bandido Bistro, la pareja se embarcó en otros dos nuevos proyectos en Bogotá: Bruto y Apache. El primero es un restaurante de comida española en el barrio Quinta Camacho y el segundo es un burger bar, localizado en la azotea del Hotel Click Clack.

Esta pareja de talentosos chefs –que en casa solo cocinan en ocasiones especiales para así poder dedicar el mayor tiempo posible a sus hijos, Antonia y Mariano– tiene entre sus proyectos próximos el montaje de dos restaurantes más.

De Ida y Vuelta con el Bandido Bistro
Los chefs Emilia Castellanos y Felipe Arizabaleta serán los invitados en el segundo De Ida y Vuelta de 2014, evento que tendrá lugar el sábado 29 de marzo a la 1 pm en el restaurante Herbario.

Los chefs capitalinos prepararán un provocativo menú con toque francés, integrado por varias de las delicias más solicitadas por los clientes habituales del restaurante El Bandido Bistro: Steak tartare, Rillettes de pato confitado, Pulpo grillé, Pescado meunière, Navarin de cordero, Strudel de manzana y Coulant de chocolate. Estas entradas, platos y postres serán maridados por el sommelier Mauricio Sánchez, de La Ravinia, con los vinos de Viña de Martino (Chile).

De Ida y Vuelta es un programa de intercambio de chefs de Herbario con otros restaurantes del país. Este espacio, concebido para los amantes del buen comer, es apoyado por Vivir en El Poblado.

Los interesados en reservar un lugar en De Ida y Vuelta con El Bandido Bistro pueden hacerlo en los números: 311 2537- 312 833 0240. El cupo es limitado (80 comensales). El valor por es persona es de 100 mil pesos.

Para concursar por un pase doble para De Ida y Vuelta, visite la página web de Vivir en El Poblado, llene el formulario y cuéntenos ¿qué es lo que más disfruta de cocinar? La mejor respuesta será la ganadora. La fecha límite para participar es el viernes 28 de marzo antes de las 10 am. El nombre de la persona afortunada será anunciado ese mismo día en la tarde.

P4, paellas para disfrutar en casa

P4, paellas para disfrutar en casa

Ricas paellas a domicilio, con ingredientes de alta calidad y a precios asequibles, ofrece P4, negocio que desde hace más de cuatro años funciona con gran éxito en Bogotá y hace unos meses llegó a Medellín.

A diferencia de otros restaurantes que exigen ordenar paella para dos comensales, al menos, P4 ofrece porciones individuales, permitiendo pedir lo necesario o probar e intercambiar distintas paellas en una reunión o cena en grupo. El empaque también es una de sus fortalezas. Es una caja diseñada para conservar el calor, dotada con varios compartimentos para los cubiertos, panes artesanales y limones que acompañan las paellas, lo que las hace ideales para picnics o eventos familiares. Para paellas de ocho personas en adelante, P4 facilita la paellera. Se deja un depósito por su préstamo y se retorna al cliente luego de su devolución.

P4 cuenta en su carta con 12 tipos de paellas, entre las que se destacan la Catalana (camarón, calamar, scallops, mejillones, langostinos, colas de langosta, arveja y pimentón asado) y la Rústica (pollo, costilla de cerdo, camarón, calamar, chorizo español). Este restaurante ofrece además tapas, sangrías, vinos, postres y ensaladas.
P4 atiente los domicilios en el 444 7770.

Épocas de pescado seco

Épocas de pescado seco
Con motivo de la proximidad de la Semana Santa, un discreto recetario del pescado seco sale a relucir en cocinas y comedores

/ Julián Estrada

Hace muchos años tuve el privilegio de vivir en Bruselas. Espero que mi memoria jamás me falle y pueda mantener intactos en mi caja gris los aromas y sabores de la más prolífera y atiborrada salsamentaria de barrio que he conocido en mi vida. Madame Pavlova, su propietaria, era una mujer rusa de más de ochenta años, con un semblante de mujer de noventa, pero con una agilidad de trapecista de circo ruso, pues subía y bajaba de sus estanterías con mayor agilidad que la de su gato. Traspasar el contraportón de vidrio y de campanas delatoras, significaba llegar a un lugar saturado de mercancías provenientes de toda Rusia y de imposible reconocimiento para un provinciano de un país tropical. En un maremágnum de cajas, frascos, botellas, charoles, canastos, damajuanas, tolvas, estantes, neveras y vitrinas, el surtido de alimentos –todos desconocidos– era completamente fascinante; pero más fascinantes eran los aromas de esturiones, albóndigas, salamis, salchichas y jamones que se mezclaban con aquellos de preparaciones en vinagres y mostazas, y con las poncheras de pimientas y alcaparras secas, amén de una docena de quesos deliciosos e impronunciables. Sin embargo, allí reinaba el aroma del mejor y más afamado arenque seco… hoy, después de cuarenta años, todavía me lo saboreo.

Hace diez años visité por primera vez a Quibdó, adonde viajé con un canastado de incógnitas culinarias y, por consiguiente, ávido de despejarlas; conocí su pusandao y sus carnes saladas, conocí sus quesos, conocí sus longanizas ahumadas; cuando pretendí conocer su pescado seco, me encontré con un fenómeno social y cultural de talla mayor; en efecto, la llegada de la época del pescado seco es una cruzada de comercialización que transforma el embarcadero de la plaza de mercado sobre el río Atrato en un epicentro de compraventa, cuya cantidad no cabe en la imaginación del visitante; son cientos y cientos de canoas y embarcaciones que llegan y salen permanentemente cargadas con unos alijos apilados en altura, cuya forma y color los convierten en una auténtica instalación de arte contemporáneo (opinión que expongo, con la venia de los especialistas Alberto Sierra y Carlos Arturo Fernández); pero más interesante aún es enterarse de que dichas canoas viajan río arriba –algunas durante cuatro o cinco días, otras durante más de una semana– para proveer caseríos y aserríos cuyos habitantes logran permanecer hasta medio año en la remota selva, consumiendo únicamente pescado seco, además de la carne de monte.

Los aromas culinarios son un tema más de la lista de “discusiones infinitas” en donde nadie tiene la razón. Con motivo de la proximidad de la Semana Santa, un discreto recetario del pescado seco sale a relucir en cocinas y comedores de todas las clases sociales en muchas regiones de Colombia. Lo que acontece en nuestro medio –Medellín y Antioquia– donde el remilgo y la repugnancia han combatido durante siglos los sabores ictiológicos, será el tema de mi próxima columna.
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¿Vías en vez de andenes?

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Pregunta un lector
“¿Vías en vez de andenes?”
El siguiente es un comentario enviado a nuestra redacción por Adonaís Jaramillo, del Colectivo Ambiental

“Tal vez en el próximo foro mundial de urbanismo que se anuncia y que tendrá como sede la ciudad, no aparezca la disyuntiva de si la atención prioritaria de la nueva ciudad va de la mano del peatón o del motorizado, asunto que parece baladí y que no lo es, pues Medellín se casó con el vehículo y esto sería feo mostrarlo cuando la tendencia que se impone es apostarle a los medios alternativos y limpios de transporte…

“Ver los andenes de nuestra ciudad invadidos por el parqueo de vehículos, fracturados buena parte de ellos, con depresiones y resaltos donde se espejea el propietario del inmueble que lo adereza con mosaicos deslizantes para dañar y ahuyentar al que se atreva a pasar, no sería un buen ejemplo. Y esto se da al amparo de la dejadez e impunidad de los gobiernos municipales que no parten de ‘ciudad educadora’, como lo han pregonado algunos, que construye comportamientos a partir del espacio público generoso y que derivaría en ‘la ciudad para la vida’, porque la falta de actuación gubernamental, malogra esa posibilidad…

“La civilidad se construye desde la institucionalidad respetuosa de la ley. Si la prioridad es el motorizado, el vehículo, es explicable que los andenes y las zonas verdes (que son vida para el que camina y deja el carro guardado), estén a punto de desaparecer, convertidos en garaje colectivo, a costa de la seguridad del peatón que ha sido expulsado y se le ha negado el derecho a la ciudad sostenible. La apuesta por la movilidad debería partir por ofrecerle al ciudadano de a pie una red de andenes, como los que se han insinuado en algunos sectores afortunados, con diseño comprensivo de derechos para los discapacitados, pero es programa que marcha como tortuga mientras que a la construcción de vías se le da prioridad…

“El Poblado es una muestra de este acento en un sector donde el peatón es rara avis. Que para resolver el trancón se le recetan más vías no es acertado, cuando la experiencia y las conclusiones de los investigadores serios advierten que serán copadas tan pronto entren a funcionar; que la movilidad no se resuelve con más vías, sino fortaleciendo los sistemas masivos y limpios de transporte (en Medellín, capital de la hidroelectricidad, importamos gas para mover el metroplús y construimos Hidroituango)…

“Solo fortaleciendo alternativas como las ciclovías –que es política de salud pública– y andenes seguros para que la gente salga a caminar, se favorece una orientación correcta que permite construir una mejor ciudad, apartada de esa ilusoria pretensión de resolver el problema de la movilidad construyendo más vías, de las que al final solo se benefician los contratistas”.

 

¡Listos para Oviedo es Música!

Más de 800 niños y jóvenes
¡Listos para Oviedo es Música!

El evento más esperado por los jóvenes de las academias y colegios de Medellín, se realizará por séptima vez en el Centro Comercial Oviedo

Los chicos que pertenecen a las academias de música y áreas de música de varios colegios de Medellín, reciben felices cada año la convocatoria de Oviedo es Música. La calidad de los escenarios, el montaje y contar con la admiración del público, hace que este sea uno de sus escenarios favoritos. Los grupos están conformados, las canciones montadas, las coreografías ensayadas y la actitud más que dispuesta para presentarse en la séptima edición de Oviedo es Música, que se realizará del 4 al 6 de abril, en el Centro Comercial Oviedo.

Este evento, que convocó unas pocas academias hace siete años, hoy reúne a más de 800 niños y jóvenes, de cinco a veinte años, de 32 instituciones. Academias como Solo Rock, Staff Music, Canto Alegre y Yamaha Musical fueron las pioneras, pero la oportunidad de mostrar el talento fuera del aula, llegó a colegios de Medellín y otros municipios cercanos, para apoyar esas áreas de música de alta calidad y ya estructuradas. Lo que empezó como un encuentro sectorial es ahora una plataforma de talentos, un conector de amistades musicales y el espectáculo más importante de este Centro Comercial.

De izquierda a derecha: Daniel Morales (bajo), Silvana Dangelo (contralto), Daniela Toro (contralto),Sebastián Bedoya (barítono) Sara Arrubla (soprano), Juan Pablo Roldán (piano) de la academia Staff Music

Su esencia es ser un festival abierto al público y para compartir en familia. Las presentaciones que se hacían en un solo día, ahora se hacen en tres. No hay premios ni competencia. Es el escenario para gozársela y lucirse. Allí están los padres, los tíos, los primos, o la niña del colegio esperando ver al chico que le gusta.

Experiencia y pasión

Preparándose para lograr la mejor presentación y superar las del año anterior, es lo que vienen haciendo desde febrero los participantes de la academia Staff Music. Para ello cuentan con la profe María Isabel Piedrahíta, quien desde que abandonó su vida de músico como baterista y vocalista ha transmitido, junto a su esposo Juan Camilo Camacho (contrabajista y bajista), toda su pasión a este proyecto. Andaban en un carro con pocos instrumentos y recorrían las unidades residenciales de El Poblado donde vivían sus primeros estudiantes, en busca de salones sociales y garajes para hacer los ensayos. Esto se lograba gracias a los padres, apoyo que, según María Isabel, es lo más importante en este proceso de formación.

El Coro Mini, el Coro Junior, el Coro de Proyección (de mujeres) y el Grupo Instrumental de Proyección (de hombres), son las agrupaciones con las que participará la “Familia Staff”.

Hacer parte de las bandas con las que la academia se presenta en los eventos y conciertos de la ciudad, es la meta de los estudiantes y es el premio por su trayectoria y disciplina. A Juan Pablo Roldán, del Colegio Calasanz, la música le abrió el mundo. Sus instrumentos son el piano y la guitarra y quiere ser ingeniero de sonido. “Yo quiero ser como ellos”, dijo Juan Fernando Quintero cuando vio tocar a Staff en su Colegio Cumbres. Eligió el bajo “porque la guitarra y la batería ya estaban muy trillados”. Después de ocho años, al fin pertenece al grupo. Quiere ser escritor y guionista. Y a Julián Llano, de The Columbus School, desde cuando tenía tres años sus padres le vieron el talento para tocar piano. Aunque pronto empezará su formación en Medicina, su pasión será siempre la música, asegura. Los tres son del Grupo Instrumental de Proyección. Aman estar en Staff y entre risas hablan de las anécdotas y experiencias con la academia: “Aquí tienes siempre una oportunidad de aprender. Para pasado mañana estas cinco mil canciones”, exagera Juan Pablo, refiriéndose a la exigencia que le piden sus profesores a la hora de montar un repertorio. Con esa dedicación han preparado para Oviedo es Música, Circus, de Britney Spears, pero en la versión de Dirty Loops, y la canción Run away, de Bruno Mars.

Así mismo, semana tras semana se han estado preparando los participantes de Solo Rock. Hugo Restrepo, director de esta academia y exguitarrista de Kraken, estará en un mismo escenario cantando Vestido de Cristal, con su hijo de seis años en la batería. Solo Rock ha hecho parte de Oviedo es Música desde sus inicios. Según Hugo, esta iniciativa se dio gracias a Lina Hinestroza, ejecutiva de Tripartita Comunicaciones, agencia organizadora del evento. “Ella tenía a uno de sus hijos en la academia y pensó en un espacio en donde se pudiera mostrar el talento de los niños”, cuenta. Sueños Rotos, de La Quinta Estación, Nada queda, de Kudai, y Locked out of heaven, de Bruno Mars, harán parte del repertorio de sus cuatro agrupaciones participantes.

Las presentaciones de Oviedo es Música se podrán ver el viernes 4 de abril, de 5 pm a 9 pm, el sábado 5, de 11 am a 9 pm, y el domingo 6, de 11 am a 8 pm.

Rafael Palacios

Sankofa
Rafael Palacios
Para este bailarín, coreógrafo y único antioqueño invitado al Iberoamericano de Teatro de este año, su proceso de identidad fue fuerza creadora

Su identidad, desde la infancia, está ligada al baile. Nada menos que su padre, profesor de profesión, fue quien creó la escuela de danza en el colegio de Copacabana donde enseñaba. “Mi papá no se imaginó”, dice Rafael sobre la dimensión del baile en su vida.

Todo comenzó después de esas clases de baile en Copacabana. Con 18 años Rafael se fue para la capital. ¿Por qué Bogotá? Porque allá estaban Totó La Momposina, Esperanza Biohó y el Ballet Nacional. Lo que no estaba, después de tres años de que Rafael lo buscara allí, era una forma de baile que representara las negritudes, alejada del cliché erótico y exótico. “Nos negaban otros items importantes como la historia que hay antes de llegar a América como esclavos y otro montón de preguntas sobre la identidad”, cuenta el bailarín.

¿Y cómo descubrir la identidad que viene desde África? Viajando primero a Francia. La respuesta le llegó a Rafael a través de dos mujeres africanas. En Bogotá había corrido con la suerte de conocer a Germaine Acogny, creadora de la escuela senegalesa Mudra. Ella, al ver su entusiasmo e interés, le recomendó visitarla en Francia para que estudiara en su escuela. Rafael no lo dudó. Unos ahorros más tarde estaba en Toulouse donde Germaine. Pero tal vez ella vio más talento del que esperaba o quiso encaminar al joven bailarín en una ruta especial porque pronto le recomendó irse a París en busca de Irene Tassembedo, la bailarina de Burkina Faso.

“Ahí, con Irene, vi lo que quería hacer” recuerda Rafael. Con ella bailó durante cinco años, aprendió y descubrió pero, sobre todo, vivió sus raíces viajando y estudiando en más de 18 países del continente africano. Este aprendizaje le permitió a Rafael volver a Medellín, cosa que siempre supo que sucedería, con las herramientas para construir un puente entre África y Colombia. Ese puente lo nombró Sankofa.

Sankofa significa regresar a la raíz, en el lenguaje africano Akan. Como filosofía, significa conocer el pasado comprender el presente y avanzar hacia el futuro. Con esa filosofía se integran hoy 20 jóvenes del país para crear y difundir la danza afrocolombiana contemporánea con obras como Pasos en la tierra, que los hizo merecedores de una mención de la Unesco como buenas prácticas de inclusión social afrodescendiente en América Latina; San Pacho Bendito, y La Puerta, una obra sobre Goreé, la isla de los esclavos declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, por donde cruzaron más de 20 millones de personas desde Senegal hacia América.


Los otros cien

Las becas, los premios y las obras ya son abundantes pero los retos no paran. Uno de esos es enfrentarse al racismo y la realidad de que, por ahora, a Sankofa le va mejor en el extranjero que en su país, aunque Rafael espera que llegue el día en que tengan que negarse a propuestas internacionales porque su agenda esté copada con el público nacional.

“Colombia tiene un alto índice de racismo que hay que empezar a combatir desde la cátedra de estudios afrocolombianos y con proyectos políticos y sociales”, sugiere Palacios. Los estereotipos que existen sobre las negritudes, o aquellos que los excluyen, los vive continuamente. “Todos los días me preguntan que de dónde soy, como si ser antioqueño significara tener un fenotipo específico”.

Por fortuna, la danza, la creatividad y las artes no miran el color de la piel y le permiten a Rafael y su grupo hacer toda suerte de propuestas, como una interpretación coreográfica de la novela Cien años de soledad, titulada Los otros cien años, que llevarán al Festival Iberoamericano de Teatro en Bogotá.

Al oír la música que compuso Paul Dury, basada en la novela del premio Nobel, Rafael supo que algún día la llevaría al escenario. Ese fue el origen de los movimientos, pasos y ritmos de personajes tan recordados como Melquiades y Remedios la bella.

Nymphomaniac: la más grande estafa del cine “culto”

josegabrielBaena

Nymphomaniac: la más grande estafa del cine “culto”
Con Nymphomaniac, el señor Von Trier se ha tomada la amarga cucharada de su propia medicina
/ José Gabriel Baena

Es posible que a la hora de aparecer este artículo, la película Nymphomaniac, de Lars von Trier, haya salido de las pocas salas de cine que se atrevieron a proyectarla, pero me parece necesario decir algo sobre ella. El señor Von Trier tiene una larga trayectoria como director de los que llaman “de culto” –como si fueran pastores de alguna iglesia de garaje–, y gran parte de su filmografía obedeció a los preceptos del movimiento danés “Dogma” –otra palabra con sentido religioso– basados en la pobreza o ausencia de los materiales físicos: no luces, no música, no diálogos doblados, no decoración, cámaras al hombro, no historias difíciles de creer sino casi que del cinema-verité, edición salvaje, etcétera. En suma, una pretensión del cine del primer mundo para hacer películas como si fueran del tercero o cuarto. ¿Acercamiento luterano de ricos a pobres? Una treintena de películas europeas se hizo con estos predicamentos, hasta que el miembro más destacado, Von Trier, sucumbió a la tentación maldita de apartarse del camino recto. Insufribles fueron sus cintas de los últimos años como Dogville, Antichrist, Bailando en la oscuridad –de la que sólo se salva una canción de Bjork– pero sobre todo Melancholia, una visión findelmundesca, apocalíptica y llena de los efectos especiales que el grupo Dogma tanto odiaba.

Ahora con Nymphomaniac, el señor Von Trier se ha tomada la amarga cucharada de su propia medicina: la pobreza inicial de su cinematografía –palabra que uso en el sentido justo de “la escritura o el lenguaje de las imágenes en movimiento”–, lo ha devorado sin esperanza de regurgitarlo. Y qué disparatada historia: esa jovencita que desde los 13 años siente la necesidad de ser penetrada por miles y miles de penes –valga la redundancia–, hasta que al final del volumen 1 de la cinta y ya a los 50 años, descubre que nunca ha sentido nada y que ni siquiera tiene atisbos de la supuestamente filosófica frase soplada al oído por su amiga de que “el amor es el ingrediente secreto del sexo”. Y en el curso de todos sus días y de sus “búsquedas” ha sido brutalmente apaleada física y anímicamente casi hasta la muerte. En el llamado volumen 2 se supone que la protagonista, “Joe” –nombre de hombre– e interpretada por Charlotte Gainsbourg, acelera más su campeonato fórmula 1 de penetraciones –la cinta está por llegar, dicen–, con un afiche dizque provocador que muestra a todos los actores con el rostro en el clímax del orgasmo, incluyendo a mi hasta ahora bienamada Uma Thurman, a quien digo adiós.

La más profunda crítica de la película ha sido escrita, en un verdadero ensayo, por la profesora brasileña Elianne Brum; comparto en general sus conclusiones –buscadlas en El País de España– y de las cuales cito su final: “Pedimos a nuestro amante, al hombre que amamos: ‘Llena todos mis agujeros’. Pero sabemos que pedimos un imposible. O un posible sólo durante el momento en que nuestros cuerpos respiran uno en el otro, para después descubrirnos de nuevo incompletas. Y seguimos, cargando nuestro vacío, no como ausencia, sino como presencia. Como movimiento que nos mantiene vivas y deseantes”.

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La brújula del deseo

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La brújula del deseo
Nada ocurre en las casi quinientas páginas de La brújula del deseo, salvo esperanzas frustradas, deseos insatisfechos, miserias y pesadillas

/ Gustavo Arango

Gustavo Arango es un pésimo escritor. Si escribir mal fuera un delito, estaría pudriéndose en la cárcel. Si se hiciera una encuesta para saber quién ha sido el peor escritor de finales del siglo veinte y comienzos del veintiuno, votaría por Arango. No imaginen que exagero, soy sesgado o trato de ser irónico. Tengo autoridad moral: soy la única persona que ha leído su veintena de libros publicados y otro par de docenas que aún no ha conseguido publicar. >

Improbables defensores dirán que los premios que le han dado deben significar algo. Nadie está libre de ganarse un premio y, a diferencia de Homero, los jurados de concurso sólo muy de vez en cuando están despiertos. Para probar mi punto me basta con citar a la segunda persona en el mundo que más ha leído a Gustavo Arango. Después de recorrer con admirable obstinación las páginas de La risa del muerto, misia Nubia –su madre– exclamó con un suspiro: “No me explico qué le vieron los jurados a esto tan enredado”.

El mundo no está exento de sensatos. Después de leer Un ramo de nomeolvides, el sucesor de García Márquez tildó a Arango de hipócrita y criticó la exigua longitud de sus párrafos. Lo de hipócrita no tiene discusión. Lo de la longitud de los párrafos parece no tener remedio; mientras más viejo se vuelve más cortos hace los párrafos. A esas justas objeciones habría que sumarle que, en más de treinta años cometiendo libros, Arango todavía no ha podido dominar cosas tan simples como el uso del punto y coma. Hace poco leí una reseña de El origen del mundo, la novela de Arango que los mexicanos se equivocaron premiando. Para el reseñista, Arango es un patético si quiere compararse con Borges o Woody Allen. El personaje de Máximo Delgado, ese quijote enloquecido por leer pornografía, es simplemente grotesco. Yo no podría estar más de acuerdo con ese reseñista.

Las editoriales comerciales han estado muy atentas a que Arango no se cuele entre sus filas. Salvo la novela de don Máximo, el resto de sus libros han salido publicados en editoriales independientes, universitarias o en su propia editorial, la cual –muy acertadamente– se llama El Pozo. Pero no se culpe a los editores que se han arriesgado a seguirle la corriente. En literatura pasan cosas raras y no sería de extrañar que alguna cosa se salvara entre los escombros de la aranguiana. Sólo una arriesgada apuesta por un futuro improbable justificaría el poco juicio de quienes han acogido su trabajo.

Ahora Arango nos joroba la paciencia con una recopilación de sus textos breves: La brújula del deseo (cuentos 1986-2014). La presentación del libro dice que las categorías no importan –que hablar de cuentos, relatos, narraciones o nouvelles, es irrelevante. Pero aquí entre nos les cuento que el vesánico de marras no podría explicar lo que es un cuento. La razón de esta columna es pedirles el favor de que no compren ese libro y, si llegan a comprarlo –pensando que ese verde mamoncillo sirve para decorar–, que no pierdan su tiempo valioso tratando de leerlo. Como bien lo dijo el editor colombiano que rechazó El origen del mundo: “Ahí no pasa nada”. Nada ocurre en las casi quinientas páginas de La brújula del deseo, salvo esperanzas frustradas, deseos insatisfechos, miserias y pesadillas. Sería un gran alivio que Arango callara y dejara de agobiarnos con su grafomanía.

Oneonta, Marzo de 2014.
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Invadidos y olvidados

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En Bosques de La Aguacatala
Invadidos y olvidados
Así se sienten los residentes de la tradicional unidad, deteriorada por el ruido, la contaminación y los problemas de movilidad

Bosques de La Aguacatala era un paraíso residencial al que muchos llegaron hace 37 años. Fue la primera unidad abierta de Medellín, en el barrio El Poblado, sobre la carrera 48 con la calle 12 Sur. Un guayacán amarillo y otro centenar de árboles conformaban la vista ideal tras los ventanales. Pero aunque el guayacán persiste, junto con otras especies, en los últimos cinco años el deterioro del entorno de esta urbanización (120 apartamentos en 15 torres), ha causado cierto desasosiego a sus residentes, que añoran la tranquilidad de otros tiempos.

“Las principales afectaciones que tenemos son ruido, movilidad, contaminación por material particulado e inseguridad”, afirma Alfonso Vergara, uno de los habitantes de Bosques de La Aguacatala y promotor de la JAC Poblado Sur. Él ha estado al tanto de los impactos que causó la construcción de la Vía Distribuidora a la unidad residencial, del aumento vehicular en el intercambio vial de La Aguacatala como vía alterna hacia Envigado y del incremento de vendedores informales en los alrededores.

¿ Y de los acuerdos, qué?
Como lo reportó en su momento Vivir en El Poblado, la construcción de la Vía Distribuidora (carrera 49) se dio en medio de polémicas entre los residentes y ambientalistas con el Área Metropolitana, encargada de la obra. En 2005, cuando se socializó el proyecto, tanto el Área como Planeación y la Secretaría de Tránsito llegaron a varios acuerdos con los residentes. Hoy, cinco años después de terminada la obra, algunos de ellos no se han cumplido, según afirma Alfonso Vergara.

Dice, por ejemplo, que para contrarrestar el ruido de los motores y llantas de los carros, se acordó la construcción de una barrera natural en medio de la vía. Actualmente permanece un separador metálico. También se convino reorganizar el acopio de taxis y recuperar la zona verde, ambos ubicados sobre la vía de servicio (carrera 48 C) que conecta con la entrada trasera de la unidad. En el acopio, que estaba dispuesto para ocho taxis, hoy se encuentran alrededor de 20, además de los buses alimentadores del metroplús y de los integrados del metro.

“El problema es que aquí teóricamente deben estar tres buses integrados del metro y en este momento hay entre siete y ocho rutas que en vez de ocupar una bahía ocupan todo el espacio. Esto hace que se forme un taco cuando salimos por la vía que da a la vía de servicio o cuando vamos por la Vía Distribuidora a buscar la oreja del intercambio vial”, explica el residente. En cuanto la zona verde, “se destruyó para construir el paradero de buses, pero se hizo una veeduría ante la Personería y la zona se tuvo que recuperar”.

En ese mismo corredor, todos los días, desde las 11 am a 8 pm, están más de una decena de vendedores, algunos de ellos sin el permiso de la Subsecretaría de Espacio Público, que encuentran en los alrededores de la estación La Aguacatala una opción para su sustento económico. Según las quejas de los residentes, los buses y los vendedores, además de obstaculizar el paso de los peatones, son causa de contaminación ambiental, visual y auditiva.

“Desde las 5 am, empiezan a gritar. Si no son ‘las fresas’, ‘la gelatina’ o los periódicos son las rutas de los buses: ‘¡San Lucas!’, ‘¡San Fernando!’. No entiendo por qué si las rutas están señalizadas hay señores gritando. Además del mecato, ya tienen fritangas, butifarras, carnes, no sé en qué condiciones. Yo entiendo que tienen familia, que tienen derecho, pero que no nos dañen la armonía de la urbanización”, expresa Beatriz Londoño, miembro del Consejo Administrativo de Bosques de La Aguacatala.

Cuando llueve, plásticos pintorescos cuelgan de la reja de la unidad y se extienden hasta que termina la acera. Lo que para los residentes es un deterioro estético, para los vendedores es la manera de sortear los inconvenientes del clima. Otra causa de incomodidad es que la gente que pasa en los buses o que va caminando alrededor de Bosques de La Aguacatala, puede curiosear o no tras las rejas. Lo que quizás los mirones no sepan es que detrás de estas mallas hay personas que no volvieron a abrir sus ventanas, a fin de preservar su intimidad. Por otro lado, el hollín es permanente en sus casas. Además de estas situaciones, los residentes se sientes inseguros por los robos y el microtráfico de drogas. Ninguno se atreve a asegurarlo por cuenta propia, pero dicen que hay casos de vacunas a los vendedores y que han visto “guardar el vicio en las jardineras”, también deterioradas.

Para hablar sobre estos puntos, el Consejo Administrativo de la unidad se ha reunido varias veces con el Metro, Metroplús, Planeación, Infraestructura, Movilidad y Espacio Público, pero aún no se han tomado decisiones. Mientras tanto, insisten en “que nos construyan la barrera que fue prometida, haya unos cambios de sentido vial para nuestra salida y trasladen las rutas alimentadoras a los bajos del intercambio vial de La Aguacatala”.

La duda, el odio y el miedo

La duda, el odio y el miedo
“Cuando venzas estos obstáculos alzarás el vuelo que te lleva al camino del conocimiento” (R. Steiner)

/ Jorge Vega Bravo

En las últimas cuatro columnas realicé un viaje hacia el espacio interior de los seres vivos, cómo se crea este espacio en el proceso evolutivo y cómo se emprende un viaje hacia él. La educación actual hace énfasis en el desarrollo exterior, en la conquista del espacio exterior, en el tener y no en el ser, en los resultados y no en los procesos. “No hay manera de avanzar si uno mismo no cambia”, cita Piedad Bonnett en su columna de El Espectador a J. Franzen. Y aunque él lo plantea para el oficio del escritor, es válido en otros ámbitos de la vida.

Existen tres grandes obstáculos para emprender un proceso de cambio y recorrer el camino del desarrollo interior: son la duda, el odio y el miedo. Con estas tres herramientas operan las fuerzas opositoras de manera trimembrada.

La duda es el obstáculo que se opone a un pensar libre, que se opone a la verdad. Una estrategia común cuando no queremos aceptar la verdad es ponerla en duda. La duda se mete como un fantasma en nuestra mente e impide que el pensar se conecte con el sentir y se transforme en acción. La duda también actúa cuando tenemos pensamientos obsesivos alrededor de un problema. La duda nos priva de la libertad. Uno de los disfraces de la duda es la mentira. El mundo actual está lleno de informaciones contradictorias plenas de intereses, que generan dudas. Si fortalecemos nuestra convicción en los principios fundamentales, vencemos el fantasma de la duda. La duda se combate con creatividad.

El odio se opone al sentir y desfigura la belleza; el odio bloquea las manifestaciones del espíritu e impide una vida de relación adecuada. Los tiranos utilizan el odio y promueven la separación utilizando el populismo y la demagogia. El odio se opone a la igualdad, al respeto por el otro, a la fuerza de atracción magnética que mantiene la vida. Podemos combatir el odio con la fuerza del amor, con el respeto y el reconocimiento de las diferencias. Solo si reconocemos el tú, transformamos el odio.

El miedo es el obstáculo para la voluntad humana: el miedo se mete como una bestia en las entrañas y genera ira o parálisis. Los déspotas utilizan el miedo, el abuso del poder como estrategia para gobernar. El miedo puede ser transformado en prudencia y respeto por aquello que no podemos controlar. Por ejemplo, frente al mar sentimos un enorme respeto, pero no podemos tener miedo. En la inmensidad del mar podemos templar la voluntad y afinarla para vencer el miedo. El coraje es la fuerza que se opone al miedo y se adquiere en la calma interior y la quietud.

El aburrimiento es una de las máscaras del miedo. ¿De qué tiene miedo el aburrido? De quedarse solo consigo mismo. El ser humano aburrido no puede elevar la mirada a otro plano y tiene mucho miedo de entrar en su propio interior. El aburrimiento fue considerado por un grupo de médicos ingleses como uno de los factores de riesgo para sufrir enfermedades del corazón.

Con un pensar libre y verdadero vencemos la duda y la mentira. Con un sentir solidario transformamos el odio. Con la fuerza moral y el coraje, vencemos el miedo y el aburrimiento. “Cuando venzas estos obstáculos alzaras el vuelo que te lleva al camino del conocimiento” (R. Steiner). El estado de confusión y de guerra soterrada en que vivimos se fundamenta en la duda, el odio y el miedo. Podremos salir de este estado si cada uno enfrenta estos tres enemigos del desarrollo interior. La verdadera transformación empieza en el espacio interior.
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WUF7 para cambio de modelo

WUF7 para cambio de modelo
Ojalá el Foro sea la ocasión para que la ciudad cambie definitivamente de modelo de desarrollo

/ Juan Carlos Franco

En pocos días comienza en Medellín el WUF7 (World Urban Forum 7), organizado por Hábitat, organismo de las Naciones Unidas enfocado en promover un mejor futuro urbano. O sea, busquemos cómo vivir mejor en las ciudades. Lo que tenemos hoy puede y tiene que ser mejorado. El tema general del foro será “Equidad Urbana en el Desarrollo – Ciudades para la Vida”. Esta última frase, sin duda aportada por nuestra Alcaldía, servirá como marco de trabajo general.

Cuando uno estudia con cuidado los documentos de preparación para el evento es inevitable concluir que, de existir un manual sobre cómo construir una ciudad lo menos equitativa posible, Medellín serviría como destacado modelo.

Y es posible que esta ciudad, así como muchas de las ciudades latinoamericanas, hubiera sido relativamente exitosa durante un buen tiempo. Pero no porque tuviera o promoviera equidad, sino porque esta pasaba relativamente desapercibida. No figuraba en el radar. Con el tiempo, la inequidad ha seguido creciendo por diferentes razones que se mezclan y amplifican entre sí: migración del campo, poca planeación y mala administración de la ciudad, deficiente infraestructura física, falta de zonas verdes y espacios comunes, corrupción, hacinamiento, politiquería, violencia, debilidad institucional, pésima educación, pérdida de puestos de trabajo, ineficiencia de la justicia, etcétera. Además, por supuesto, de la actitud egoísta, racista o machista de buena parte de la población.

Y también, por fortuna, la inequidad se ha atenuado, aunque sea levemente, gracias a la buena dotación de servicios básicos con que cuenta casi toda la ciudad (es decir, EPM), al metro (con sus metrocables, metropluses y tranvías), a la construcción reciente de buenas escuelas y bibliotecas, al mayor pie de fuerza de la policía, entre otros. Y, claro, gracias a la labor de incontables fundaciones e individuos que hacen lo que pueden para redistribuir recursos y oportunidades.

Hay elementos que son gestionables por una alcaldía y otros que corresponden a complejas dinámicas sociales de todo el país y que en cuatro años de gobierno local difícilmente se pueden enfrentar. Un alcalde puede desenfocarse y perder efectividad si pretende resolver todos los problemas posibles en tan poco tiempo.

El alcalde tiene que concentrarse en volver la ciudad más amable y segura, y, por ende, más equitativa para sus habitantes. Que la gente al menos pueda caminar tranquila, sin miedo a ser atropellada o asaltada, que pueda salir con los niños a jugar al parque.

Nada más sencillo y equitativo que una buena acera. Nada más inequitativo que una vía sin aceras. Solo en años recientes esta ciudad parece estar entendiendo un principio tan elemental y por fin hay programas serios y bien financiados en esta dirección. Pero ¿cuánto tiempo tomará reversar lo que no hicimos en tantas décadas?

Ojalá el Foro sea la ocasión para que la ciudad cambie definitivamente de modelo de desarrollo y anteponga siempre el bienestar y seguridad del peatón al de los dueños de vehículos. La cercanía a zonas verdes valoriza, a vías llenas de vehículos desvaloriza. La tendencia mundial es cada vez más parques, más calles convertidas en zonas peatonales, cada vez más puntos de encuentro y esparcimiento, cada vez más y mejores aceras.

Ahí está la equidad. O al menos la mínima base para aspirar a que algún día haya igualdad de oportunidades.
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Sexismo en la ciudad (2)

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La ciudad y la vida en la ciudad
Sexismo en la ciudad (2)
Muy afortunadamente, en esa agenda internacional (Foro Urbano UN-Habitat WUF7) están participando en forma activa hombres de diversos caminos de la vida

Por Lina María Aguirre Jaramillo
La equidad de género es, ante todo, un derecho humano. Hombres y mujeres tienen el derecho de vivir dignamente sin persecución ni miedo por causa de su respectivo género. Así que al hablar de “Equidad urbana para el desarrollo – Ciudades para la vida”, el título de la séptima versión del Foro Urbano UN-Habitat WUF7, es indispensable discutir sobre cómo va una ciudad en este terreno. En el documento conceptual se advierte: “Las inequidades (…) persisten en muchos países y contextos”, citando tasas más bajas de acceso a la educación secundaria, al empleo decente, a la representación política y la correlación género-pandemia del VIH. La premisa clave para discutir es que la equidad es un pilar en el desarrollo y por ello no solo es una de las ocho Metas del Milenio, sino que se le reconoce como una fundamental para conseguir las otras siete.

En ese escenario, ¿qué pasa con las mujeres? Que un número mayor, en términos globales, vive en condiciones en las cuales ese derecho es vulnerado de forma consistente y mediante prácticas diversas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (Unfpa) asegura que la “discriminación en contra de mujeres y niñas -incluyendo violencia de género, discriminación económica, desigualdades en salud reproductiva y prácticas dañinas tradicionales- continúa siendo una de las formas más pervasivas y persistentes de inequidad”. Cuando las mujeres están en condiciones de equidad, de desarrollar todo su potencial (“empoderamiento”), los prospectos mejoran para comunidades enteras con efectos revisables que benefician a la siguiente generación.

En América Latina, el informe presentado por un grupo de agencias de las Naciones Unidas en enero de 2014 llama la atención sobre la brecha persistente entre hombres y mujeres en términos de trabajo y equidad. El Informe no desconoce progresos hechos en la región y el hecho de que más de 100 millones de mujeres de A. Latina y el Caribe se hayan incorporado a la fuerza laboral en la última década pero alarma sobre las condiciones que relegan a las mujeres por prejuicios y discriminación.

Mientras el porcentaje de mujeres cabeza de familia creció del 22% en 1990 al 31% en 2008, las mujeres ganan entre el 60 y 90% del salario promedio de los hombres. Más mujeres (86% en Guatemala, 74% en México y Uruguay) dedican más tiempo a actividades no remuneradas. Un 54% labora, pero en el sector informal. Las mujeres de la región tienen el doble de posibilidades que los hombres de tener que trabajar sin pago. Cuando se revisa la situación a lo largo de todo el continente americano, una variable constante es que también existen enormes inequidades entre distintos grupos de mujeres, siendo el origen étnico, la condición urbana o rural, la condición de residente o migrante e incluso la condición de tener o no hijos, factores que inciden en la disparidad.

La calidad de oportunidad y progreso laboral está directamente relacionada con las posibilidades de desarrollo real de un país, y esto involucra las posibilidades que tienen las mujeres en un país de la región, como Colombia y una ciudad como Medellín, en donde también es necesario -y a propósito de la agenda del Foro Urbano- revisar las ideas sobre el lugar y el papel que las mujeres ocupan o deberían ocupar en la sociedad.

Es posible que desde la comodidad de un café ‘neohipster’ en Medellín, algunas de estas cuestiones parezcan abstractas o distantes. Pero no lo son. Las condiciones previstas, deseables, reales de las mujeres en una ciudad conciernen a toda la sociedad. Cuestiones como la situación de mujeres expuestas, participantes y víctimas de acciones delincuenciales desde el menor a mayor grado en todas las comunas; los escenarios que enfrentan las mujeres en el trabajo, tanto en el sector público como privado; los riesgos de discriminación pura y dura, tanto como aquella más sutil o condescendiente; la presencia o ausencia de modelos de liderazgo visible femenino fuera de pasarelas –por ejemplo en la ciencia–; las diversas formas de violencia física y/o psicológica, relegación o directo menosprecio que no distinguen clase social; la puja por el dinero y el mostrar el dinero. Están también temas que ocupan debates internacionales, como el sexismo casual de cada día que no es inofensivo, el de la provocación indecente vestida de ‘piropo’, el de la presunción de que cualquier avance sexual conseguido, incitado o aceptado por una mujer le niega a ella el derecho a parar en cualquier momento sin tener que temer un asalto físico indeseado.

En el contexto de ciudad y equidad es necesario también preguntarse por la forma como las mujeres enfrentan, concilian o no las consecuencias de mayores conquistas, derechos y autonomía con su entorno social, cultural y económico, y si van a un compás similar hombres y mujeres en Medellín. ¿Y cómo está la salud? ¿Sufren ahora las mujeres que habitan la ciudad más enfermedades por razones de angustia, estrés, incertidumbre económica, afectiva? Ya se sabe, la cuenta de ahorros en negro no blinda contra el rompimiento emocional.

¿Cómo viven las adolescentes y jóvenes de Medellín?
Probablemente no expuestas a mutilaciones o matrimonios forzados por norma, como en otras partes del mundo. Pero es importante indagar qué pasa entre muros de Facebook que se pueden convertir en muros de miseria, insultos, ‘matoneo’, detonantes de desórdenes psíquicos y físicos –también sin distinción de clase social–. Cuando hay múltiples sitios web que ofrecen todo tipo de acompañantes y servicios sexuales femeninos en Medellín a clientes extranjeros (la ciudad figura alto en las búsquedas de turismo de este tipo y de ‘novias por correo’) con la correspondiente generalización estereotipada que puede generar el hecho, crecer y formarse en la crucial etapa veinteañera debe suponer preocupaciones nuevas para formular en voz alta. Es razonable pensar que algunas personas encontrarán disonante las imágenes publicitarias de la ciudad con las imágenes reales captadas en algunos parques y sitios de ocio.

De hecho un periodista español, y uno que ejerce lo que podría llamarse ‘galanteo castellano’ y no es propiamente conservador en sus opiniones, comentaba en una conversación personal, y bajo condición de no revelar su nombre, que había encontrado profundamente perturbadora la idea de que un DJ en una discoteca pudiera conseguir tanto eco en su grito “¡viva la silicona!” y que ese “viva” se replicase tranquila, calladamente en la calle sin que hubiese “una discusión, una campaña en medios, en las agencias públicas, debates universitarios, grupos de cabildeo entre estudiantes, entre alguna organización de mujeres”.

La palabra ‘feminismo’ puede tener mala prensa y abundan mitos germinados en prejuicios. Quizá representa para algunas personas la idea de señoras lanza en ristre, sofocadas, muy pagadas de sí mismas, terriblemente sexistas a su vez, por una propensión a subestimar a sus pares masculinos, o “feas”, o incapaces de disfrutar “buen sexo” o simplemente que “no se depilan”. Curiosamente, en esta ciudad –en la cual una parte de su población con mayores accesos a la información internacional y con hábito de calcar algo de lo que ve afuera aquí a como dé lugar– no ha calado aún la interesante discusión acerca de una nueva ola del feminismo siglo 21. Con o sin lápiz de labios, asuntos formales sobre la equidad o no en la situación de las mujeres son hoy tenidos como determinantes para el desarrollo real. Muy afortunadamente, en esa agenda internacional están participando en forma activa hombres de diversos caminos de la vida. A ellos se les debe un reportaje también, más cuando se sabe que el cromosoma Y de la masculinidad parece estar a salvo, según científicos de la U. de California en Berkeley en una investigación de Plos Genetics el pasado 6 de enero (algunos estudios recientes anticiparon su posible desaparición al haber perdido más del 90% de sus genes en millones de años de evolución). Pero ese es otro tema.

Ahora, la equidad real de género será otro tema para seguir cuidadosamente en el desarrollo del WUF7, mientras será interesante también el día en que se vean también mujeres en sendos despachos principales de La Alpujarra, en las rectorías de acreditadas universidades o presidiendo las empresas insignes cuyas asambleas de accionistas se convocan por estos días, y las cuales encabezan la alianza público-privada de respaldo al Foro.

Sexismo en la ciudad (2)

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La ciudad y la vida en la ciudad
Sexismo en la ciudad (2)
Muy afortunadamente, en esa agenda internacional (Foro Urbano UN-Habitat WUF7) están participando en forma activa hombres de diversos caminos de la vida

Por Lina María Aguirre Jaramillo
La equidad de género es, ante todo, un derecho humano. Hombres y mujeres tienen el derecho de vivir dignamente sin persecución ni miedo por causa de su respectivo género. Así que al hablar de “Equidad urbana para el desarrollo – Ciudades para la vida”, el título de la séptima versión del Foro Urbano UN-Habitat WUF7, es indispensable discutir sobre cómo va una ciudad en este terreno. En el documento conceptual se advierte: “Las inequidades (…) persisten en muchos países y contextos”, citando tasas más bajas de acceso a la educación secundaria, al empleo decente, a la representación política y la correlación género-pandemia del VIH. La premisa clave para discutir es que la equidad es un pilar en el desarrollo y por ello no solo es una de las ocho Metas del Milenio, sino que se le reconoce como una fundamental para conseguir las otras siete.

En ese escenario, ¿qué pasa con las mujeres? Que un número mayor, en términos globales, vive en condiciones en las cuales ese derecho es vulnerado de forma consistente y mediante prácticas diversas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (Unfpa) asegura que la “discriminación en contra de mujeres y niñas -incluyendo violencia de género, discriminación económica, desigualdades en salud reproductiva y prácticas dañinas tradicionales- continúa siendo una de las formas más pervasivas y persistentes de inequidad”. Cuando las mujeres están en condiciones de equidad, de desarrollar todo su potencial (“empoderamiento”), los prospectos mejoran para comunidades enteras con efectos revisables que benefician a la siguiente generación.

En América Latina, el informe presentado por un grupo de agencias de las Naciones Unidas en enero de 2014 llama la atención sobre la brecha persistente entre hombres y mujeres en términos de trabajo y equidad. El Informe no desconoce progresos hechos en la región y el hecho de que más de 100 millones de mujeres de A. Latina y el Caribe se hayan incorporado a la fuerza laboral en la última década pero alarma sobre las condiciones que relegan a las mujeres por prejuicios y discriminación.

Mientras el porcentaje de mujeres cabeza de familia creció del 22% en 1990 al 31% en 2008, las mujeres ganan entre el 60 y 90% del salario promedio de los hombres. Más mujeres (86% en Guatemala, 74% en México y Uruguay) dedican más tiempo a actividades no remuneradas. Un 54% labora, pero en el sector informal. Las mujeres de la región tienen el doble de posibilidades que los hombres de tener que trabajar sin pago. Cuando se revisa la situación a lo largo de todo el continente americano, una variable constante es que también existen enormes inequidades entre distintos grupos de mujeres, siendo el origen étnico, la condición urbana o rural, la condición de residente o migrante e incluso la condición de tener o no hijos, factores que inciden en la disparidad.

La calidad de oportunidad y progreso laboral está directamente relacionada con las posibilidades de desarrollo real de un país, y esto involucra las posibilidades que tienen las mujeres en un país de la región, como Colombia y una ciudad como Medellín, en donde también es necesario -y a propósito de la agenda del Foro Urbano- revisar las ideas sobre el lugar y el papel que las mujeres ocupan o deberían ocupar en la sociedad.

Es posible que desde la comodidad de un café ‘neohipster’ en Medellín, algunas de estas cuestiones parezcan abstractas o distantes. Pero no lo son. Las condiciones previstas, deseables, reales de las mujeres en una ciudad conciernen a toda la sociedad. Cuestiones como la situación de mujeres expuestas, participantes y víctimas de acciones delincuenciales desde el menor a mayor grado en todas las comunas; los escenarios que enfrentan las mujeres en el trabajo, tanto en el sector público como privado; los riesgos de discriminación pura y dura, tanto como aquella más sutil o condescendiente; la presencia o ausencia de modelos de liderazgo visible femenino fuera de pasarelas –por ejemplo en la ciencia–; las diversas formas de violencia física y/o psicológica, relegación o directo menosprecio que no distinguen clase social; la puja por el dinero y el mostrar el dinero. Están también temas que ocupan debates internacionales, como el sexismo casual de cada día que no es inofensivo, el de la provocación indecente vestida de ‘piropo’, el de la presunción de que cualquier avance sexual conseguido, incitado o aceptado por una mujer le niega a ella el derecho a parar en cualquier momento sin tener que temer un asalto físico indeseado.

En el contexto de ciudad y equidad es necesario también preguntarse por la forma como las mujeres enfrentan, concilian o no las consecuencias de mayores conquistas, derechos y autonomía con su entorno social, cultural y económico, y si van a un compás similar hombres y mujeres en Medellín. ¿Y cómo está la salud? ¿Sufren ahora las mujeres que habitan la ciudad más enfermedades por razones de angustia, estrés, incertidumbre económica, afectiva? Ya se sabe, la cuenta de ahorros en negro no blinda contra el rompimiento emocional.

¿Cómo viven las adolescentes y jóvenes de Medellín?
Probablemente no expuestas a mutilaciones o matrimonios forzados por norma, como en otras partes del mundo. Pero es importante indagar qué pasa entre muros de Facebook que se pueden convertir en muros de miseria, insultos, ‘matoneo’, detonantes de desórdenes psíquicos y físicos –también sin distinción de clase social–. Cuando hay múltiples sitios web que ofrecen todo tipo de acompañantes y servicios sexuales femeninos en Medellín a clientes extranjeros (la ciudad figura alto en las búsquedas de turismo de este tipo y de ‘novias por correo’) con la correspondiente generalización estereotipada que puede generar el hecho, crecer y formarse en la crucial etapa veinteañera debe suponer preocupaciones nuevas para formular en voz alta. Es razonable pensar que algunas personas encontrarán disonante las imágenes publicitarias de la ciudad con las imágenes reales captadas en algunos parques y sitios de ocio.

De hecho un periodista español, y uno que ejerce lo que podría llamarse ‘galanteo castellano’ y no es propiamente conservador en sus opiniones, comentaba en una conversación personal, y bajo condición de no revelar su nombre, que había encontrado profundamente perturbadora la idea de que un DJ en una discoteca pudiera conseguir tanto eco en su grito “¡viva la silicona!” y que ese “viva” se replicase tranquila, calladamente en la calle sin que hubiese “una discusión, una campaña en medios, en las agencias públicas, debates universitarios, grupos de cabildeo entre estudiantes, entre alguna organización de mujeres”.

La palabra ‘feminismo’ puede tener mala prensa y abundan mitos germinados en prejuicios. Quizá representa para algunas personas la idea de señoras lanza en ristre, sofocadas, muy pagadas de sí mismas, terriblemente sexistas a su vez, por una propensión a subestimar a sus pares masculinos, o “feas”, o incapaces de disfrutar “buen sexo” o simplemente que “no se depilan”. Curiosamente, en esta ciudad –en la cual una parte de su población con mayores accesos a la información internacional y con hábito de calcar algo de lo que ve afuera aquí a como dé lugar– no ha calado aún la interesante discusión acerca de una nueva ola del feminismo siglo 21. Con o sin lápiz de labios, asuntos formales sobre la equidad o no en la situación de las mujeres son hoy tenidos como determinantes para el desarrollo real. Muy afortunadamente, en esa agenda internacional están participando en forma activa hombres de diversos caminos de la vida. A ellos se les debe un reportaje también, más cuando se sabe que el cromosoma Y de la masculinidad parece estar a salvo, según científicos de la U. de California en Berkeley en una investigación de Plos Genetics el pasado 6 de enero (algunos estudios recientes anticiparon su posible desaparición al haber perdido más del 90% de sus genes en millones de años de evolución). Pero ese es otro tema.

Ahora, la equidad real de género será otro tema para seguir cuidadosamente en el desarrollo del WUF7, mientras será interesante también el día en que se vean también mujeres en sendos despachos principales de La Alpujarra, en las rectorías de acreditadas universidades o presidiendo las empresas insignes cuyas asambleas de accionistas se convocan por estos días, y las cuales encabezan la alianza público-privada de respaldo al Foro.

La fe

La fe
Tenemos sed de certezas, sobre todo frente a nosotros mismos, y solo las encontramos en el camino hacia nuestro interior

/ Elena María Molina

Llenos de contradicciones, con facilidad perdemos la fe, o al menos eso decimos, y por ese embudo se van también nuestras creencias.

Me uno a Bachelard, quien piensa que el hombre necesita soñar el mundo y comprenderlo. Necesitamos de ambos para creer. “Toda comprensión es un sueño superado”, dice el filósofo y teólogo Bertrand Vergely. Los sueños y las intuiciones fundamentan los conceptos y a partir de ahí llegamos hasta la ciencia.

Buscamos certezas; sin embargo, las certezas nos inquietan porque creer no significa estar en lo cierto, pero al menos permiten la vivencia de la reflexión, de la vida interior, de la mirada íntima que nos despoja de prejuicios para expresarnos y entendernos. Eso es un acto de liberación personal, porque admite la escucha y evita los fanatismos que buscan persuadir al otro desde nuestra propia inseguridad. El fanatismo siempre está poblado de violencia.

Me encanta cuando se habla de fe desde la certeza individual que nace del diálogo interior y un sí a lo comprendido. Siento que ese es el camino de la espiritualidad que deja de lado lo pasivo de lo cotidiano para ingresar en un flujo intenso de la vida activa. Cada cual lo siente o lo va a percibir como un llamado apasionante sobre su mundo interior que permite sentirse vivo.

Eso significa apertura a lo nuevo. La aventura interior es la gran aventura, porque nos remite a lo más profundo y ahí nos remite al mundo, a todo lo creado que en él se manifiesta. Del pequeño yo individual, a lo universal. Es ahí donde se nos permite entender que todo vive de una forma diferente, que todo vive. Y la fe está en eso que vive y se manifiesta cuando nace, brota desde el interior, desde lo íntimo, y nos llena, nos alienta y tonifica.

Tenemos sed de certezas, sobre todo frente a nosotros mismos, y solo las encontramos en el camino hacia nuestro interior. Que esa sed infinita se mantenga, persevere, que así sea, para que ese flujo de pasión del conocimiento de nosotros mismos nos conecte con todo lo creado. De lo contrario, vamos a caminar sin rumbo, vamos a errar, buscando afuera en esta realidad que solo nos puede llevar y llenar de espejismos, de esas certezas con las que no resonamos porque nada tienen que ver con nuestro ser interior.

Lo que se nos comunica y lo que comunicamos tiene dos aspectos: uno es la forma de hacerlo y el otro las palabras, que se quedan cortas y se convierten en obstáculos. ¿Quién puede entendernos? Adicionalmente, lo que decimos y lo que trasmitimos siempre va cargado de lo que sentimos como individuos y como seres sociales. Por eso solo lo que proviene del interior es válido y nos toca, porque es vida con tintes que en todos están, como la creación toda, en el interior de cada ser humano.

Lo que expresa vida nos conduce a la fe tradicional, nos despierta, y por momentos a ella nos aferramos. También nos anclamos a esa otra fe, que es la misma desde otro lado, la que nace de la pregunta, de la lucha y que al tocarse con lo íntimo se toca con el Verbo que en nosotros encarna y vive.
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“Nos pisó el pulpo más pulpo que el país tenía”

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Dice el jurista Javier Tamayo Jaramillo
“Nos pisó el pulpo más pulpo que el país tenía”
Así se refirió a Lérida CDO el abogado que representa a varias de las familias de Space en una acción de grupo

Es paradójico que ad portas de empezar en Medellín la séptima edición del Foro Urbano Mundial, el evento más importante en materia de vivienda y, según el ministerio del ramo, el gran espacio “para examinar los retos que enfrenta el mundo en relación a los asentamientos humanos, como la rápida urbanización y su impacto en las ciudades, comunidades, economías, cambio climático y políticas”, la ciudad y particularmente los damnificados de las torres 1, 2, 3, y 4 de Space se enfrenten a la vulneración de unos de sus principales derechos, consagrado en la Declaración Universal de Los Derechos Humanos: el derecho universal a una vivienda digna.

Más contradictorio parece aún si se tiene en cuenta el argumento para escoger a esta ciudad como sede del evento: “Medellín se destaca por ser un ejemplo mundial en políticas públicas de vivienda y hábitat… como ejemplo internacional de transformación urbana a través del urbanismo social”.

Lo cierto es que mientras la ciudad termina los preparativos para que comience el importante Foro, los habitantes de Space no saben qué va a pasar con sus vidas y con lo que, pese a todas las afectaciones, continúa siendo su patrimonio, es decir, todos y cada uno de los apartamentos de las torres 1, 2, 3 y 4, en los que no pueden vivir aunque hayan invertido en ellos sus ahorros y por ellos se hayan endeudado.

Propuesta polémica
Tras 39 días que duró la negociación entre la mesa de representantes de los afectados y la Constructora CDO, al cierre de esta edición no había arreglo entre las partes.

Pasado este tiempo, las familias propietarias esperaban cerrar un capítulo, por lo menos el de la negociación. Pero sus esperanzas se fueron abajo el viernes 21 de marzo cuando recibieron de parte de la constructora Lérida CDO el documento que contenía los términos y condiciones de la negociación. Palabras más palabras menos, el pago de sus apartamentos estaría condicionado a la autorización del Municipio de Medellín de “rehabilitar” las torres 1, 2, 3 y 4 y a dos cláusulas más, que de tajo consideraron “abusivas”.

El alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, también rechazó la presión ejercida por la constructora y pidió a CDO entrar en razón: “La cláusula es completamente inviable. La decisión de la repotenciación es completamente independiente, una cosa es la negociación que haga CDO con los propietarios y otra la decisión de la demolición que ha ordenado la Alcaldía de Medellín basada en los estudios de la Universidad de Los Andes. No tiene presentación que CDO, meses después de hablar con los propietarios, salga con esa situación”.

Pese al desconcierto y la incertidumbre que generó el contenido del documento enviado por la Constructora Lérida CDO, las 79 familias que aún no tienen resuelta su situación de vivienda, no dieron por terminada la batalla y enviaron una contrapropuesta. Esta, según el vocero de la mesa de damnificados de Space, Santiago Uribe, es similar a la que presentaron durante la negociación del valor de los apartamentos de las desaparecidas torres 5 y 6. Hasta el miércoles 26 de marzo, los representantes de los damnificados de Space no habían recibido ninguna respuesta de la constructora, lo que han interpretado como un cese definitivo de la negociación. Sin embargo, Vivir en El Poblado consultó con el abogado Álvaro Isaza, asesor de Lérida CDO, quien manifestó que la constructora mantiene la voluntad de negociar.

Por las vías del Derecho
Ante el panorama, y sin encontrar más salidas, en reunión celebrada el martes 25 de marzo en la noche, muchas de las familias afectadas decidieron acogerse a una acción de grupo. Hoy están representadas por el equipo de abogados Tamayo Jaramillo & Asociados, en cabeza del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Javier Tamayo. Sobre los alcances de la acción de grupo, el abogado de la firma, Juan Bernardo Tascón, explicó a los afectados: “Es un instrumento que permite en una sola demanda reclamar una indemnización plena de perjuicios para todos los afectados por un mismo hecho (…). Pedimos la reparación plena de los perjuicios que han sufrido y eso incluye el pago del valor de los apartamentos por el avalúo comercial; apartamentos, parqueaderos, cuartos útiles y terrazas en el caso de los que las tengan. Además, la indemnización de los perjuicios extrapatrimoniales; eso incluye los perjuicios morales y lo que se denomina ‘daño a la vida de relación’, un daño por haberse alterado sustancialmente las condiciones de vida de existencia que ustedes tenían. También estamos pidiendo la reclamación de lo que se llama lucro cesante”.


En la reunión del 25 de marzo, varios propietarios expresaron preocupación por una eventual liquidación de CDO

A la fecha Tamayo & Asociados asegura haber recibido 20 poderes de personas que han solicitado ser sus representados, número que podría aumentar. El jurista Javier Tamayo les habló sobre lo largo que podría ser el proceso: “Lo que sí les quiero es ser franco, si no hay un arreglo en el camino este es un pleito que no rebaja de 15 años”. Tamayo, quien ha llevado en materia de responsabilidad civil diversos casos para las compañías más grandes del país, sabe a qué y a quién se enfrenta: “Es que nos pisó el pulpo más pulpo que el país tenía”, dijo en clara alusión a los propietarios de la constructora Lérida CDO.

Por el compás de espera
Pero mientras unos de los afectados optan por esta acción de grupo, otros piensan que las puertas de la negociación no se han cerrado definitivamente y que es prudente dar un compás de espera. Es así como fijaron el 4 de abril como plazo para que la constructora entregue una respuesta o se pronuncie sobre su contrapropuesta. Ese mismo día Lérida CDO deberá presentar a la Inspección de Policía 14 A de El Poblado el plan de rehabilitación de las torres 1, 2, 3 y 4, y la Inspección deberá dar respuesta positiva o negativa el 11 de abril.

Mientras pasan los días con los ires y venires de propuestas de un lado y del otro, en el terreno de la tragedia donde perdieron la vida 12 personas, la constructora Lérida CDO continúa removiendo los escombros, pese a que el 24 de marzo se cumplió el segundo plazo otorgado por el Municipio de Medellín para hacerlo.

En el mismo escenario se exhiben carteles dejados por los damnificados de Space, en los cuales protestan por el comportamiento de Álvaro Villegas Moreno y su familia, dueños de la constructora Lérida CDO.

Propuesta indecente

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Propuesta indecente
Nos parece infame con las familias ya agobiadas por la espera y el cansancio

No encontramos otra definición más apropiada para referirnos a los últimos acontecimientos protagonizados por la constructora Lérida CDO S.A y sus dueños, la familia de sangre y empresarial conformada por Álvaro Villegas Moreno y sus hijos (“mis aventajados alumnos en el manejo de mis empresas”, como lo señala el expresidente de la SAI en su libro Secretos de un líder, publicado en febrero de 2013).

Con la propuesta enviada con sus voceros a los propietarios de los apartamentos de las torres 1, 2, 3 y 4 de Space, queda en evidencia lo que ya se deducía del largo silencio indolente y las distintas estrategias utilizadas por estos empresarios, hoy sin rostro, como los jueces de otras épocas: el afán de dilatar las negociaciones y evitar a toda costa la implosión de esas estructuras fantasmagóricas en las que nadie quiere vivir, por razones obvias que, incluso, trascienden la gravedad de lo técnico.

Ya decíamos a principios del año que se nos hacían raros los intempestivos aplazamientos del cronograma y el súbito cambio de decisión de la Alcaldía con respecto a la demolición de las torres. Consideramos prudente recordar una vez más que en diciembre la Alcaldía había anunciado que la demolición de la torre 5 se haría a finales de diciembre o a principios de enero. Luego se justificó el aplazamiento para mediados de enero en que era mejor esperar el estudio preliminar de la Universidad de Los Andes: si este determinaba que las cinco torres estaban en riesgo, lo mejor era hacer la implosión de todas simultáneamente. Sin embargo, cuando la Universidad de Los Andes dijo que las cinco eran inhabitables, para sorpresa de muchos se siguió programando (y aplazando) solamente la implosión de la 5. Ya después vendría el recurso de reposición interpuesto por CDO ante la Inspección 14 A de El Poblado para evitar la demolición de las cuatro fases.

Aunque por fortuna la Alcaldía está hoy firme en que se debe demoler, ahora no nos queda ninguna duda de que las presiones para que el Municipio avale la supuesta rehabilitación de estas estructuras existían de tiempo atrás y no terminan.

Así lo demuestra la reciente condición que puso esta constructora a los propietarios afectados para comprarles sus apartamentos y liberarlos de una vez por todas del terrible error que cometieron al comprarlos. Si la Alcaldía no permite la supuesta ‘rehabilitación’ de las torres, los propietarios no recibirán su plata. Al menos así se desprende del “Modelo del Contrato de Transacción”, presentado por los voceros de Lérida CDO a los afectados. Uno de sus apartes, dice: “… La validez, efectos y vigencia de la presente transacción quedan sometidos a la condición suspensiva de que las fases 1 a 4 del conjunto residencial SPACE cuenten con la viabilidad de la rehabilitación conforme a los conceptos y estudios presentados por la EMPRESA ante la INSPECCIÓN 14 B (sic) DE POLICÍA y la ALCALDÍA DE MEDELLÍN y sea autorizada por las autoridades competentes. Si la presente condición no se ha dado cuando llegue la fecha del primer plazo aquí estipulado las fechas se desplazarán hasta tanto no (sic) se concrete la condición”.

La propuesta, además de indecente, nos parece infame con las familias ya agobiadas por la espera y el cansancio. Como lo dijo en forma enérgica y valiente el alcalde Aníbal Gaviria: “La cláusula es completamente inviable… Una cosa es la negociación que haga CDO con los propietarios y otra la decisión de la demolición que ha ordenado la Alcaldía de Medellín basada en los estudios de la Universidad de Los Andes”. Más claro no canta un gallo.

Protestaron contra CDO

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Propietarios de Space
Protestaron contra CDO
No están de acuerdo con las condiciones que exige la constructora para el pago de los bienes

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Desde las 6:30 de la mañana del martes, algunas de las víctimas de la tragedia del edificio Space se reunieron en la vía Marianito para protestar contra la constructora Lérida CDO, empresa con la que vienen negociando los términos de indemnización tras el colapso de la fase 6 en octubre de 2013 y posterior implosión controlada de la fase 5, en febrero de 2014.

Los manifestantes protestaron con pancartas que llamaban la atención sobre la responsabilidad de la familia Villegas (de Álvaro Villegas Moreno) en el asunto y evidenciaban la decepción de las víctimas en el proceso de indemnización.

En la propuesta de reparación por los daños presentada por la constructora a las víctimas la semana pasada, se plantea una cláusula en la que solo se pagarían los apartamentos de las fases 1 a la 4 si la Alcaldía aprueba su plan de rehabilitar la estructura.

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En el contrato se lee así: “La validez, efectos y vigencia de la presente transacción quedan sometidos a la condición suspensiva de que las fases 1 a 4 del conjunto residencial SPACE cuenten con la viabilidad de la rehabilitación conforme a los conceptos y estudios presentados por la Empresa (Lérida CDO)
ante la Inspección14 B de Policía y la Alcaldía de Medellín y sea autorizada por las autoridades competentes. Si la presente condición no se ha dado cuando llegue la fecha del primer plazo aquí estipulado las fechas se desplazarán hasta tanto no se concrete la condición.

En todo caso si la inspección 14 B de El Poblado ratifica la orden de demolición en cualquier momento del trámite de evaluación de las alternativas de rehabilitación, el presente acuerdo perderá sus efectos y las disposiciones y obligaciones aquí contenidas perderán obligatoriedad y exigibilidad por cualquier vía”.

El alcalde Aníbal Gaviria aclaró que la negociación de los afectados de Space con la constructora es independiente a la determinación de rehabilitar o demoler las torres 1 a la 4, la cual está sujeta únicamente a los estudios de la Universidad de Los Andes. Además le solicitó a CDO que entrara en razón frente a este tema.   

Nataly Ortiz, del grupo de víctimas de la fase 5, estuvo presente en la manifestación a pesar de que la intención del encuentro estuviera centrada en las condiciones del contrato de las víctimas de las fases 1 a la 4. “Me interesa apoyar porque las condiciones de nuestro contrato también fueron muy abusivas”. Agregó que hubieran esperado más personas de las casi 30 que asistieron pero entiende que la hora y posiblemente una falta de comunicación habría afectado la asistencia. “Además llevamos seis meses quitándole tiempo a la continuación de nuestras vidas para resolver todo lo de Space”.

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Crónica de una fiesta electrónica

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Freedom 2014
Crónica de una fiesta electrónica
Alrededor de 4000 personas se reunieron en un espacio de libertad, movimiento y expresión, que se abre como plataforma para la escena local
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Fotos cortesía

Al mediodía, el sonido que los djs mezclaban en sus tornamesas y mixers se oía retumbar desde afuera de Plaza Mayor. Los más entusiastas que no pensaban perderse ni media, hacían la fila para entrar al Freedom, Festival Internacional de Música Electrónica, que se realizó por segunda vez en Medellín, el pasado fin de semana, desde las 12 m del sábado 15 de marzo hasta las 4 am del domingo 16 de marzo.

En tres ambientes diferentes se vivió este festival donde se unen diferentes sonidos electrónicos como el techno, el house, el tech house, el minimal y el deep: el Gmid (Good Music I dance) Arena en el Pabellón Verde, una plataforma para los djs que dentro del underground hacen parte del mainstream; el Medellín and Beyond en el Pabellón Blanco, dedicado a djs clásicos, orgánicos y experimentales del underground; y el Street Funk, un espacio lounge con bebidas, que conectaba a los otros dos y que servió de escenario a las propuestas locales.

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Fotos cortesía Mauricio Atencia

Djs locales dejaron rodar la música aún sin público. A eso de las tres de la tarde se abrieron las puertas y pronto esos grandes salones en donde la música subía y bajaba, fueron ocupados según los sonidos iban seduciendo. En el reporte final: casi 4000 personas y no más de 8 mareos, según le informaron los socorritas al director del festival, José Luis Posada de MedellinStyle.

El Freedom es un festival que busca promover la esencia de la electrónica. “Aquí no tienes un dj famoso, sino propuestas musicales para que la gente se enamore de una electrónica artística donde surgen un montón de historias y sentimientos”, dice José Luis. -¿Por qué Freedom? “Este género es como un curador social que me ha enseñado a compartir con la la gente sin importar género o condición social. Estamos conectados con la vida, el movimiento, la expresión, el mundo, la evolución y el futuro. Hacemos nuevas cosas que nos permite la libertad del individuo y bailar con el otro en paz”.  

Los locales abrieron la fiesta

Dj Jaguar, el primero en el Street Funk, una vez bajó del escenario, revoloteó por ahí, al ritmo de la música de sus colegas. Algo de house y deep house, eso fue lo que tocó, algo suave para empezar. Álvaro Cardoso, quien se hace llamar Jaguar empezó a moverse en el mundo de las fiestas y la música electrónica desde hace quince años y como dj hace 7. En las fiestas tuvo acceso a los djs, a sus cabinas y a sus conocimientos. ¿Y qué djs le gustan? Algo acelerado, se le vienen a la cabeza: Marco Carola, Stacy Pullen y Snake. Antes de seguir su revoloteo, dijo emocionado por qué le gusta Paco Osuna: “porque Paco es puro baile, puro movimiento, todo el tiempo la gente está ¡arriba, arriba, arriba!”. 

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Fotos cortesía

En los djs jóvenes que están surgiendo en la escena electrónica de Medellín se pueden encontrar hechos comunes: nacer en una “época ochentera y noventera” al lado de padres que siguieron la onda del pop, el rock, el disco y el trance del momento; interesarse en los sonidos producidos por sintetizadores y acercarse a ellos en el resurgimiento de las fiestas de electrónica en el 2006, momento explosivo del techno y el minimal en la ciudad. Su comienzo se da en los toques de cada semana en bares, discotecas o fincas y si son constantes sus nombres empiezan a sonar, a reconocerse para ser invitados a más y nuevos y espacios.

Entre ellos están Jorge Jara (Jorge Jaramillo) de 22 años  y Nikol Claude (Julián Salazar de 23), que siguieron en el turno de la tarima. Desde hace cuatro años encontraron una energía complementaria para tocar juntos techno y mininal, y en ese tiempo han producido al menos 30 tracks con el sello MedellinStyle. Son reconocidos por hacer híbridos (mezclar pistas de otros djs y adicionarle sonidos propios) y lives (producción en vivo de música propia). Han tocado en el mismo escenario con el italiano Josep Capriati y el norteamericano Rick Wade, además de ser en 2012 los teloneros de Chemical Brothers. Participaron en el Freedom 2013, -¿qué esperan de este? “Vos de cada dj aprendes un poquito, por eso para uno, más que venir de fiesta, es aprender cosas distintas”, contesta Jara. -¿Y que encuentran en la música electrónica? “Libertad. Cuando escuchas una canción todo se desenvuelve en una letra. La electrónica te da miles de conexiones que vos podes imaginar”, dice Nikol.

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Fotos cortesía Mauricio Atencia

Andrés Gil, otro chico que hace 8 años viene formándose, estrenó tres tracks en el Medellín and Beyond,: Redo (Original Mix) y otro aún sin nombre, de su propio sello Refluxed Records y Freedom, para el label ucraniano DSR Digital. Al igual que otros djs locales su casa es Mansion Club, ubicado en la carrera 36 con la calle 10, en El Poblado, una discoteca que viene promoviendo su colectivo de djs desde el 2010. La fiesta apenas comenzaba y en este mismo escenario iban a demostrar su experiencia Robag Wruhme, de Alemania y Pär Grindvik, de Suiza. “Djs que quiero oír por ser del estilo que ahora me está cautivando, un estilo clásico que  vuelve a la producción y que mantiene esa fuerza de siempre”, dice.

El fragmento de una historia dj

Solitario en el Gmid Arena, estaba Dj Morris, el nombre artístico que eligió Mauricio Rodríguez, la cuota local en este escenario. En Europa una francesa pronunció su nombre en ese acento bonito y particular, algo así como “Maourris”, pero en Medellín definitivamente quedó “Morris”. Es un dj de vieja data de la ciudad que empezó en la época en que la electrónica aún no había llegado a su boom (2001). En 1996, empezó como el músico que primero reconoce el espacio en el que se va a mover antes de serlo. Recibió boletas, requisó en la entrada, hizo inventarios.

freedom5Fue portero, mesero, barman, lightjockie. Como lighjocki llegó al dj y al fin a sus equipos y desde ese momento nadie lo paró. Recuerda que fue en “Ábsalon”, un “antro”, según cuenta, ubicado en San Juan con la 70, donde llegaba la gente que no podía entrar a  “Fortaleza”, la discoteca de moda de la época.

Después de explorar la música y saber que quería poner a bailar, empezó un proceso de aprendizaje de técnicas, formas, géneros y estilos. Lo suyo fue aprender en la calle, en la sensación de los after party en 1999, “lugarcitos”, casas, garajes, bodegas, fincas y bares, para después “cogerse de parche a Medellín” con los djs Julián y Fabían entre el 2000 y el 2004.

Sus influencias antiguas son Dj Boom y Dj Tuso, los locales que oía en la radio. En el 98, el español Cerati, y del 2009 hasta hoy, el canadiense Mathew Jonson. ¿A quién espera ver en el Freedom 2014? “A Rozzo, un tipo que nació en Suecia hace 54 años y que ha influenciado la música electrónica europea desde sus inicios. Tiene el proyecto
Fotos cortesía Mauricio Atencia

The Mountain People, por eso quisimos traerlo porque nosotros somos gente de la montaña”, finalizó sonriendo.  
 

Estalló la fiesta

Las nubes estaban entre rosadas y grisáceas, cuando Robag Wruhme ya tocaba en sus consolas. Los visuales en las pantallas del Medellín and Beyond, movió sensaciones diferentes a las luces intermitentes y coloridas del Gmid Arena que mantuvieron siempre arriba la fiesta con Sean Random, antes de la apertura internacional con el canadiense Hobo y el irlandés Matador, donde subió aún más. Un boom boom boom de múltiples interpretaciones tarareadas con lucidez o entre la psicodelia, el éxtasis y la embriaguez, cambiaba de nivel y provocaba una posterior euforia que buscaba permanecer.  En este escenario de fiesteros en el que la multitud se mantuvo, el sueco Alexi Delano sorpendió con nuevo techno y al fin subió el muy esperado español Paco Osuna, que a  más de uno le parece “un mounstro”.

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Fotos cortesía Mauricio Atencia

Del otro lado tocaba Robag, quien antes de cerrar, soltó la pista Around the world, de Daft Punk, que logró más de una conexión en ese momento, junto con los ojos rotatorios que salían en las pantallas. El underground y clásico Rozzo la rompió con toda. Su música y una mezcla de imágenes artísticas lograban cierta exquisitez y sugestión, cuando la fiesta estalló y llegó a su mejor momento, exactamente a las 12 am y a 23 grados centígrados. Se podía leer en la pantalla que siempre marcó la hora, afuera, en otro pabellón. Mientras Paco hacía su “traqueteo”, nos deleitamos con el gran Park Grindvik que mantuvo la plenitud de la euforia de quienes lo seguían. A una señal de cierre y las luces ya encendidas, la impotencia de no poder complacer a un público que con aplausos y gritos le pedía más, fue inevitable.

En marcha los Corredores de vida

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Movilidad peatonal
En marcha los Corredores de vida
Un proyecto piloto en la comuna 10 adelanta lo que se verá en los próximos dos años en El Poblado

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En Plaza Mayor Medellín se realizó un montaje recreando los nuevos CorredoresdeVida

El plan Corredores de vida, adscrito a la Secretaría de Infraestructura, ya tiene en marcha su proyecto piloto en el sector Juan del Corral, de la comuna 10. Este primer tramo tendrá 1.559 metros cuadrados en la carrera 51 D, entre las calles 61 y 64. La segunda etapa adecuará 2.168 metros cuadrados de andenes en el mismo sector. En dos meses el proyecto piloto estaría listo para ser replicado en otras zonas, como El Poblado.

Aunque aún no se han definido con precisión las zonas de la comuna 14 en las que se implementará este proyecto, ya se estima una inversión de 1.400 millones de pesos durante 2014 para los primeros 5.956 metros cuadrados. Para 2015 quedaría faltando una inversión de 424 millones para 1.772 metros cuadrados.

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Imaginario #3 del “Plan Corredores de Vida” – Sector La Presidenta

El plan Corredores de Vida completo cuenta con unos recursos iniciales de 30.000 millones de pesos para construir 110.000 metros cuadrados de andenes en la ciudad.

Como lo había reportado Vivir en El Poblado, este plan busca conectar oriente y occidente mediante las estaciones del metro y el puente de la 4 sur, posiblemente con algunas intervenciones de diseño para las calles 10 y 10A, entre Las Vegas y la Avenida El Poblado.

Javier Darío Toro, secretario de Infraestructura de Medellín, dijo que estos corredores serán espacios públicos en condiciones de calidad, comodidad y seguridad que no solo incluirán andenes nuevos, sino ciclorrutas y zonas verdes. Asimismo aseguró que en la adecuación de estos espacios se consideró ampliamente el tránsito de personas discapacitadas o de movilidad reducida.

Primera semana de cambios viales

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Partes contradictorios
Primera semana de cambios viales
Cinco días después de instaurarse los cambios viales en El Poblado, varios ciudadanos se han quejado de la confusión y reportan una primera colisión en la Transversal Superior con la calle 3 Sur

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Foto cortesía de un ciudadano del sector.

Carlos Alberto Marín, subsecretario de Seguridad Vial y Control de Medellín, aseguró que hasta el jueves 19 de marzo el balance de los recientes cambios viales en el Poblado, medida tomada por el inicio de construcción de cuatro obras viales por Valorización, había sido positivo. Agregó que los gestores pedagógicos y los mapas distribuidos en el sector continúan siendo efectivos y que no se han visto cambios negativos. Por el contrario, indicó, la gente ha sido receptiva.

Sin embargo, en el desarrollo de las obras es probable que ocurran algunos cambios, incluso aquellos sugeridos por los ciudadanos, después de una completa consideración de parte de las autoridades. Hasta el momento el subsecretario no sabe de sugerencias hechas por los ciudadanos que estén considerando las autoridades.

A las personas que han manifestado descontento por la confusión y algo de caos, les recomienda tomar consciencia de los cambios, salir con tiempo y tratar de circular por lugares menos congestionados.

En la margen izquierda del Río Medellín

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Avanzan obras del metro
En la margen izquierda del Río Medellín
Finalizando marzo estarían en funcionamiento nuevamente las estaciones Envigado y Ayurá que se encuentran cerradas por las obras de rehabilitación

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Alejandro González Valencia, director de Corantioquia, autoridad ambiental encargada de las obras de rehabilitación en la margen izquierda del Río Medellín, por el daño ocasionado por el afluente a la infraestructura férrea del Metro entre las estaciones Ayurá y Envigado, asegura que las obras avanzan conforme al cronograma, “estamos trabajando con el Área Metropolitana aguas arriba y aguas abajo, para que esa zona tenga la estabilidad adecuada. 45 metros aguas arriba y 35 metros aguas abajo”, agregó González.

En el sitio Corantioquia ha dispuesto de personal técnico y logístico para atender la emergencia, además de maquinaria pesada que trabaja sin tregua en el punto de afectación.
Con este panorama, la autoridad ambiental esperan comenzar a hacer pruebas de estabilidad durante el fin de semana. Las pruebas se iniciarían una vez estén culminados los trabajos que se adelantan en la parte superior del talud y estén avanzadas las columnas en el río.

Entre tanto, y para garantizarlas necesidad de movilidad entre los municipios del Sur del Valle de Aburrá, el Metro continúa operando entre las estaciones Envigado, Itagüí, Sabaneta y la Estrella.
Por su parte, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá,  en compañía de las secretarías de movilidad de los municipios del Sur, continúa coordinando la prestación y reubicación de las tradicionales rutas integradas al sistema Metro.

Teniendo en cuenta los 15 días previstos para adelantar las obras en la margen izquierda del río, el servicio del sistema Metro debería reanudarse entre la estación Poblado y las demás que conforman el sur, el sábado 29 de marzo.