El enólogo Sebastián Ruiz Flaño visitó Medellín para presentar Viña Tarapacáde vinos chilenos que entra al mercado colombiano de la mano de Dislicores con sus líneas gran reserva, reserva y varietal. Fundada en 1874 y ubicada en el corazón del valle del Maipo, comprende 2.600 hectáreas, bordeadas por el río Maipo y rodeadas por la Cordillera de los Andes e influencia del Océano Pacífico. “Tarapacá será una excelente opción para el paladar colombiano, cuyo consumidor ha desarrollado el gusto por los vinos tintos de gran calidad”, afirmó el enólogo.
Pollo asado en salsa de vinagre balsámico
El Pollo asado en salsa de vinagre balsámico es un plato que se hace solo. Serán 10 minutos en preparación, el resto, dos horas en el horno, perfecto para un almuerzo familiar cuando hay poco tiempo y hay que maravillar a los invitados.
Por Anita Botero chef de la cafetiere de anita
Ingredientes
- 4 dientes de ajo en pasta
- 1/2 taza de vinagre balsámico
- 2 cdas. de mostaza Dijon
- 1 cda. de azúcar morena
- 2 cdtas. de orégano seco
- 2 cdas. de perejil liso picado
- 4 presas de pollo, pernil o contramuslos
- 2 cdas. de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
1. Sazonar el pollo con sal y pimienta y untar la pasta de ajo.
2. Calentar el aceite de oliva en una sartén y dorar el pollo por ambos lados.
3. Mezclar todos los ingredientes y ponerlos sobre el pollo en un recipiente que pueda ir al horno.
4. Hornear a 150°C (300°F) durante 2 horas.
5. Poner la salsa y los jugos de cocción en una olla, quitar el exceso de grasa y dejar reducir hasta tener media taza.
6. Finalizar con perejil fresco.
Ellas en la cocina
El hogar es de cocciones lentas y reposadas y se relaciona con el agua y la tierra. Es una cocina femenina. En la cocina del exterior el fuego y el aire son los elementos dominantes. Es la cocina masculina

por: Juan Pablo Tettay De Fex
En una esquina del escritorio de Luz Marina Vélez, antropóloga y jefe de posgrados de la Colegiatura, un pocillo dice que los hombres en la cocina huelen a vainillla, llevándole la contraria al dicho de antaño que reza que cuando ellos se acercan a un fogón se levanta un olor a excremento de gallina.
Está claro, desde el principio, que la cocina no es territorio masculino y, más bien, que es un dominio femenino. En contravía, al revisar la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo elaborada por la revista Restaurant, las mujeres reseñadas son cuatro: Daniella Soto-Innes, de Cosme (25); Elena Arzak, de Arzak (31); Ana Roš, de Hiša Franko (48); y Pim Techamuanvivit, de Nahm (49).
¿Por qué, si la cocina es femenina, sucede esto?
Para la repostera Juliana Álvarez, la cocina es femenina en el hogar, pero cuando se habla del ámbito profesional, es masculina. Luz Marina Vélez le da la razón a Juliana: “existen dos tipos de cocina, la endococina y la exococina. La primera es la del hogar, que tiene cocciones lentas y reposadas y que se relaciona con el agua y la tierra, esta es una cocina netamente femenina. La segunda, es una cocina del exterior, en la que el fuego y el aire son los elementos dominantes, esta es la cocina masculina”. Así, por ejemplo, un sancocho o un estofado tienen en la matriarca a su cocinera por excelencia, mientras que el asado es un plato que sale de las manos del hombre.
Para Antonuela Ariza, del restaurante Mini-Mal en Bogotá, la cocina latinoamericana reconoce mucho más el rol femenino en el ámbito profesional: “mes a mes, las revistas de gastronomía publican mujeres mostrando su oficio. En nuestra región la cocina es un legado de la mujer, en Europa es algo que siempre ha sido dominado por los hombres”. Y es esto lo que explica, tal vez, la dominancia del hombre en los listados internacionales, por lo menos en los 50 Best y en las Estrellas Michelin. “Otras listas visibilizan más a la mujer y en Colombia, por ejemplo, muchas son las mujeres nominadas en instancias como los Premios La Barra”, agrega Ariza.
Importante versus extraordinario
En concordancia con el discurso de Luz Marina, Toni Massanés, director de la Fundación Alicia, dijo en una entrevista con el diario español La Vanguardia que las mujeres son las que dominan la cocina importante, que es aquella de lo cotidiano y que permite la supervivencia; y que son los hombres los que se encargan de lo extraordinario: de la celebración, del restaurante y del banquete. Y no es sino preguntarse: ¿quién cocina en semana y quién hace el almuerzo de los domingos? La respuesta da mucho de qué hablar.
Para el cocinero Federico Trujillo no existe tal invisibilidad. “Hombres y mujeres estamos a la par”. Pero, entonces, ¿por qué no figuran en las listas? “Yo creo que la respuesta está en que ellas no buscan protagonismo”. Laura Londoño, chef y propietaria de OCI.Mde, cree que “las mujeres somos menos pretenciosas, tenemos menos ego y somos más bajo perfil. No digo que sea algo malo, pero sí creo que pasa”. ¿Por qué? No hay una respuesta clara, pero podría ser que la sociedad machista impone, precisamente, esa postura y evita que haya un autorreconocimiento desde lo femenino en temas como el relacionamiento, lo académico y la comunicación.
¿Es la sociedad la que les resta importancia o son ellas mismas las que se autoinvisibilizan?
Para Luz Marina el gran problema está cuando las mujeres llegan al escenario de la exococina, de la cocina de lo extraordinario: “hay una minimización del poder de lo femenino porque, tal vez, hay un miedo a reconocer su fuerza transformadora”. Puede ser que en ese temor al conocimiento esté la respuesta.
¿Hay más hombres que mujeres cocinando?
Si se entra a cualquiera de las escuelas de gastronomía de la ciudad se ve la respuesta: no, hay paridad. ¿Qué pasa entonces? El discurso de muchos es el mismo: la cocina tiene ciertas exigencias que algunas mujeres no están dispuestas a soportar. “En los fogones se necesitan temperamento y aguante, nadie te tiene compasión por ser mujer”, explica Juliana. “Si las mujeres no están en una cocina es porque existe la excusa de que se necesita fortaleza y de que hay que aguantar muchas horas de trabajo”, dice Antonuela. O sea, en una cocina todos son iguales… ¿Debería ser así? Resultado de las luchas feministas, en España muchos restaurantes han organizado sus turnos para que todos trabajen ocho horas. Algunas de las mujeres que han logrado ser visibles, es porque trabajan junto a su padre o su esposo o su familia ha sido muy comprensiva.
El mundo de lo dulce
Si se habla de repostería y del rol de la mujer, Antonuela Ariza dice que hay machismo sin tapujos: “siempre se ha creído que porque la mujer es más delicada debe dedicarse a la repostería”. Para Federico Trujillo, la mujer se desenvuelve naturalmente en este escenario pues cualidades como la organización y la precisión le van muy bien a un arte que más que cocina, es química y física. Desde lo antropológico, Luz Marina Vélez hace una lectura de lo dulce como aquello que reconforta y explica que el rol femenino siempre ha sido el de la cuidadora que apacigua y esto lo logra con el dulce.
Hamburguesa mundial
Rápida, fácil de comer, pues no se necesitan cubiertos, la mano es más que suficiente. Con una cerveza o un vino tinto. La hamburguesa es versátil, puede con cientos de sabores. Para degustar la receta, los expertos recomiendan irse por lo clásico: pan, carne y queso. Tal vez salsas. Acá una selección para almorzar mientras se ve el Mundial.
por Juan Pablo Tettay De Fex – [email protected]
Las del Mundial
Con pantalla gigante, el Hard Rock Café (en la imagen) ofrece por estos días el World Burger Tour, con hamburguesas inspiradas en Estados Unidos, Alemania, España, Argentina y Colombia. Cada una tiene su encanto, aunque en La Buena Mesa recomendamos, a ojo cerrado, la alemana.
En casa
Si la idea es ver el partido en la comodidad de la sala, Grillé Better Burgers es la opción. Hamburguesas clásicas con carnes jugosas y acompañadas de papas a la francesa hechas en casa. También es recomendada la de pollo, apanada y muy crocante. Para los partidos en la mañana, en su carta también hay waffles con pollo. Haga su pedido al 322 4044.
Para los saludables
Con carta renovada, El Corral Gourmet ofrece dentro de sus nuevas especialidades una hamburguesa de portobello apanada en quínoa. En el restaurante de Laureles (Av. Jardín # 39B – 58), recién inaugurado, hay pantalla gigante para ver los partidos mientras se almuerza. Una muy buena opción al occidente de la ciudad.
La oportunidad solar
Colombia lleva cuatro años en el proceso de adopción de las energías limpias y renovables no convencionales, pero el proceso ha sido lento: la reglamentación para desarrollar ese propósito no está completa
La energía solar, como fuente de producción de electricidad, es hoy una oportunidad real de mejoramiento de la calidad de vida (por ejemplo, para zonas no interconectadas en Colombia), inversión económica (se privilegia invertir en proyectos solares), creación de empleo (hay más puestos en energía solar, que en la industria del carbón o el petróleo) y aporte al control del deterioro del planeta (por no emitir gases efecto invernadero), lo que transforma la cotidianidad y la economía de personas y comunidades.
Colombia lleva cuatro años en el proceso de adopción de las energías limpias y renovables no convencionales (eólica, solar, térmica, mareas, biomasa), a su oferta de fuentes de producción de electricidad (el 70% de esa producción proviene hoy en nuestro país de hidroeléctricas, el 28% en térmicas a gas o líquidos fósiles, y menos del 2% en renovables no convencionales como eólica, solar y biomasa).
Aunque quienes promovieron la ley de fomento de estas energías, la 1715 de 2014, entendieron que el país requería transitar, como lo hace hoy la mayoría del mundo, hacia fuentes de energía que reemplacen las fósiles, responsables del cambio climático, el proceso ha sido lento, al punto de que no está completa la reglamentación para desarrollar ese propósito.
En el contexto de las energías renovables, la solar fotovoltaica se destaca por tener características de producción, beneficio y uso, mejores para todos quienes se sirven de ella. Durante lo que va de este siglo, países como Alemania, España, China, India, Costa Rica, Brasil, Chile, y aun los Estados Unidos, han adoptado la energía solar, en grandes plantas, así como en techos de empresas o viviendas, para reemplazar la generación de electricidad con otras fuentes.
Los estímulos económicos de la ley 1715 han permitido que Colombia desarrolle los primeros proyectos de grandes plantas solares, así como en techos de industrias, comercio y viviendas. Al tiempo, los costos de instalación de paneles solares han rebajado hasta en un 70% en los últimos cinco años. La tecnología se hace más accesible y problemas, como el del almacenamiento, se van superando.
En menos de un año, por ejemplo, los prestadores del servicio de energía deberán adaptar sus procesos a la posibilidad de que los usuarios aporten carga a sus sistemas. El cambio de solo consumidor a productor-consumidor, “prosumidores” se les llama hoy en el mundo, será el que permita los mejores efectos para los ciudadanos. Se trata de ahorros, intercambios y aportes al mejoramiento del ambiente, que se pueden hacer si en las viviendas, las industrias, el comercio, y aún las entidades públicas como escuelas y hospitales, se produce parte de la energía requerida, con paneles solares.
Los países más avanzados, los dirigentes más visionarios, los empresarios más innovadores, volvieron los ojos sobre las fuentes de energía limpias y renovables, en especial de la solar fotovoltaica, para hacer frente a la realidad del cambio climático. Usted también lo puede hacer.
Resolver problemas matemáticos es un placer para Martín Díaz Vélez
Rumania lo espera para la Olimpiada Internacional de Matemáticas.
Tiene 16 años y vive en Envigado con sus padres Mauricio y Lina. Estuvo seis meses de intercambio estudiantil en Alemania como parte de las actividades académicas de su colegio.
Por Sebastián Aguirre Eastman /[email protected]
Si tener un problema es un dilema para algunos, imagínese tener tres a la vez con el deber de resolverlos en menos de cuatro horas. A Martín Díaz Vélez ese reto le encanta. Y mientras más difíciles, mejor.
Resolviendo problemas conoció Iguazú y se apresta a viajar a Rumania. Allí, en la ciudad de Cluj-Napoca, se realizará del 3 al 14 de julio la Olimpiada Internacional de Matemática, evento de prestigio para estudiantes de secundaria.
Martín forma parte del sexteto de estudiantes colombianos que representará al país en esta cita. Es el antioqueño; el resto son de Bogotá, Barranquilla, Floridablanca, Villavicencio y Cota.
Él fue elegido en el preselectivo que organiza la Universidad Antonio Nariño, institución responsable de las Olimpiadas Nacionales.
Si la Selección Colombia se concentró un mes antes del Mundial de Rusia, Martín completa tres semanas en un hotel en Bogotá preparándose para el evento. Desde el lunes 25 de junio la intensidad aumentó: desde las 9 de la mañana y hasta la medianoche, hasta el primero de julio. Vendrá a Medellín un par de días y el 4 volará a Transilvania.
Problemas desde los cinco años
Martín recuerda que desde que tenía cinco años su papá, Mauricio, le leía libros y lo ponía a resolver problemas. De esa manera le fue inculcando el gusto por las matemáticas, cuando quizá algunos niños de su edad, e incluso mayores, recién están aprendiendo a sumar o las tablas de multiplicar, a veces con tedio y poca emoción.
Para él era todo lo contrario, los números y los problemas le encantaban. En el Colegio Alemán comenzó a participar en competencias internas con éxito. Fue asumiendo retos cada vez más complicados y, con ello, mejores oportunidades en eventos externos.
Su primera gran prueba fue en Iguazú, donde se realizó la Olimpiada Internacional en 2017. La experiencia fue fascinante, conoció las cataratas e hizo amigos para siempre.
En el colegio ha encontrado el apoyo necesario para dedicarse a las matemáticas. “Resolver un problema no es cuestión de saber ni de entender, sino de ser creativo”, sugiere.
Está en grado décimo y se ve estudiando fuera del país, Matemática pura o Data scientist. Aspira a conseguir una beca que se lo permita. Todo gracias a las matemáticas.
Los nuevos compromisos del periodismo
Buscadores de la verdad, legitimadores, líderes, veedores… en realidad los compromisos no son tan nuevos; nuevo es el impacto de la tecnología en la comunicación y en los medios.
Las pasadas elecciones dejaron entre otros desenlaces una fractura entre medios de comunicación y las audiencias que buscan cautivar. La labor de la prensa, clave para tomar decisiones informadas, generó entre el público sensaciones de ser desarrollada entre afectos, fobias, compromisos.
¿En realidad los hubo? Cada medio sabrá en qué medida protegió los valores del periodismo o los desvió hacia intereses particulares, pero la fractura con las audiencias es evidente, por supuesto manteniendo de vista que al público también le hace falta formación en consumo de medios, saber diferenciar entre información, publicidad, opinión editorial y opinión de un columnista o invitado, además de aceptación de que los hechos son lo que son, al margen de los deseos, y ni se diga la brecha no siempre percibida entre dato informativo, trino y chat.
Al público le hace falta formación en consumo de medios, saber diferenciar entre información, publicidad, opinión editorial y opinión de un columnista o invitado del medio de comunicación, entre hecho, trino y chat
Periodismo independiente es lo que se espera de los medios cuya producción no está ligada y declarada expresamente a intereses específicos, a relaciones públicas, a hacerle propaganda a un funcionario, a un movimiento. Periodismo independiente es, incluso, una obviedad, porque la labor no puede estar ligada a dependencia y sí a principios como búsqueda de la verdad, legitimación, liderazgo y veeduría.
Ese es el compromiso que renovamos ahora que estamos de regreso a las calles y que establecimos en noviembre de 1990, desde la primera edición.
Nos hemos propuesto lograrlo con base en diferentes acciones como no tomar partido por nada diferente a la búsqueda de la verdad, con todo y lo difícil que es. Con la convicción, como lo decía el escritor y periodista Ryszard Kapuscinski, de que “la noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro”.
Acordamos encarar el reto, qué difícil, usted lo tiene a prueba en su día a día, de fiscalizar, pero no juzgar. Vamos con la tranquilidad de saber que la objetividad no existe, como sí la vocación por darles cabida a diversidad de puntos de vista.
Contamos con ustedes. Con los lectores, como seguidores, proponentes y productores de contenidos. Y con los anunciantes, que, además de cumplir sus objetivos de empresa privada, suman en este proceso de responsabilidad social de impulsar los medios y, en últimas, contribuir al fortalecimiento del sentido de comunidad.
Ojo al airbag de su carro
La Superintendencia de Industria y Comercio le recomienda verificar el airbag de su vehículo si tiene Audi, BMW, Chrysler, Fiat, Ford, Honda, Jeep, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Subaru o Toyota.
En Colombia, se estima que más de 155 mil vehículos cuentan con bolsas de aire (airbags) defectuosas fabricadas por TAKATA, de las cuales, han sido revisadas y cambiadas 49 mil de ellas. Tenga en cuenta que el proceso es gratuito.
“Queremos que entre todos, autoridad, gremios y fabricantes solucionemos este problema de la mejor manera posible. Es muy importante que tomemos consciencia de los riesgos que existen y procedamos a identificar nuestro vehículo con el fin de determinar si es objeto de esta campaña de seguridad o de recall”, indicó Pablo Felipe Robledo, Superintendente de Industria y Comercio.
Ingrese a www.sic.gov.co
Casa Teatro El Poblado abre las puertas para proyecto cultural de El Teatrico
La noticia hoy sobre el cierre de El Teatrico llegó con mucho dolor para la comunidad cultural de la ciudad, un espacio en Laureles que llenó en gran medida vacíos que tenía no solo esta zona.
Hablamos con Lina Castaño, directora de la Casa Teatro El Poblado, para reflexionar sobre el futuro de las iniciativas culturales que se realizan de forma privada.
¿Cómo reciben la noticia del cierre de El Teatrico?
“Que se cierre un centro cultural o un teatro siempre es una pérdida, no solo para los que hacen parte de ese proyecto sino para toda la ciudad.
Cuando me enteré de la noticia realmente fue bastante desolador sentir que las garras de otro tipo de cosas se llevan un proyecto que ha trabajado con tanta rigurosidad y tanta entrega durante estos 6 años.
Es una gran pérdida para esa zona de la ciudad que, como El Poblado, tampoco tiene muchos espacios culturales. Sin embargo, se va un edificio pero el proyecto cultural continúa, los proyectos culturales no son solo los edificios, hay algo mucho más de fondo, hay un deseo de proponer cosas nuevas para la ciudad. Somos proyectos que nacimos en la misma época, El Teatrico puede tener ocho meses más que nosotros y nacimos como intereses particulares de ciudadanos que querían ofrecer este tipo de espacios para la ciudad. Esto nunca es un negocio, es más bien una quijotada de proponer cosas distintas.
En Casa Teatro El Poblado siempre hemos tenido una muy buena relación con El Teatrico y los vamos a acoger en una temporada de dos semanas en julio y seguramente en muchas temporadas más para todo lo que tiene que ver con su proyecto cultural”.
¿Es más difícil tener una iniciativa cultural privada?
“Casi todas las condiciones en las que vivimos en esta sociedad están en contra de que exista un proyecto cultural, más aún en zonas donde llegamos casi a colonizar, a cautivar público, a crear hábito; a proponerle a la gente que pueda disfrutar de ir a teatro o un concierto tanto como ir a un centro comercial. Es un esfuerzo grande, más sabiendo que esto no se basa en términos de rentabilidad. Si fuera así, de plano no existiría, esto es más como el tesón de proponerle algo distinto a la comunidad y de crear otros imaginarios en una sociedad que se está reconstruyendo continuamente con toda la violencia que hemos padecido”.
¿Cree que hace falta apoyo de la Administración Municipal?
“El apoyo es poco, pero no solo hablo del tema económico sino en el acompañamiento de cada uno de los procesos que se están realizando en la ciudad, no se trata de crear espacios nuevos, propuestas nuevas, sino que lo que hay realmente se apoye y se tengan en cuenta.
La Alcaldía de Medellín y la Secretaría de Cultura deberían estar más al pie de cada proceso, no es solamente que nosotros vayamos hacia ellos, de pedir recursos sino que realmente hubiera un acompañamiento desde múltiples instancias para todas las dificultades que hay”.
¿Qué papel juega la comunidad frente a estos espacios?
“Realmente nos hemos dado cuenta que no hay un hábito creado y en esa medida no hay una facilidad para que la gente se acerque y mucho menos que pague una boleta. Nos hemos dado cuenta de que sí hay difusión, la gente sí se entera cuando es un evento con entrada libre y que pudo estar en otra ocasión con pago de boletería, pero la gente no responde. Yo pienso que hay un estado de indiferencia muy grande y cada vez nos hemos dado cuenta de que llegamos a un territorio que está baldío. Es difícil y va a ser un proceso muy largo y de mucha paciencia. Hay un público cautivo, que nos acompaña, pero siempre es una minoría, uno quisiera que estos espacios estuvieran más habitados todo el tiempo. Es un camino largo y es al que le estamos apuntando”.
¿Cuál es el panorama hacia el futuro?
“Son las dificultades que diariamente vemos en las entidades culturales, no solo por el tema del sostenimiento, también por las dificultades que hay en términos tributarios. Hay que estar muy institucionalizados, pero al estar así, también se llena de complicaciones que se vuelven muy difíciles de cumplir. Ahora con la llegada de la reforma tributaria y la economía naranja con seguridad que hay muchas instituciones que van a desaparecer.
Yo creo que esta es la oportunidad de poner la reflexión sobre la economía naranja, yo no sé hasta qué punto se puede tomar a la cultura como una empresa como la están queriendo direccionar porque si El Teatrico, que ha tenido una rigurosidad en los procesos, le pasa una cosa de estas, otras entidades culturales pueden estar más vulnerables”.
Imágenes de la Luna en Medellín
Disfruta de las mejores imágenes de la Luna en Medellín que han compartido los usuarios en las redes sociales.
El satélite natural se encuentra en un 95.7% luminosa, para el 28 de junio estará completamente llena.
Fotos tomadas por Héctor Ciro, Luis Alfonso Yepes y @soydeituango
El Teatrico cerrará su espacio en Laureles
La Casa Teatro El Poblado albergará a los humoristas Germán Carvajal y Leonardo Jiménez con su obra Humor Inmarcesible un Júbilo Inmortal, luego de confirmarse la noticia del cierre definitivo de El Teatrico en el barrio Laureles.
La sociedad Cultural S.A.S anunció el cierre de la sede que durante 6 años se consolidó como un espacio de ciudad. “En meses anteriores, motivos ajenos a la voluntad de los socios llevaron a la sociedad a ceder el espacio del edificio” … “Sin embargo las condiciones que pone el nuevo dueño del inmueble nos dejan sin espacio para poder continuar con nuestro proyecto cultural”.
Germán Carvajal expresó que “en las más de 1.700 funciones de El Teatrico conocí cerca de 600 artistas. Sentí su emoción y su adrenalina. Todos nos asombraron con su talento y generosidad. Gratitud y admiración”.
Como obra de cierre los días 28, 29 y 30 de junio, Leo y Germán realizarán su última función en esta sede del occidente de Medellín con la obra A que te hacemos reír.
Festival de Tango en Medellín congregó a 35 mil personas
La décimo segunda edición del Festival de Tango de Medellín finalizó el domingo 24 de junio
La Secretaria de Cultura de Medellín, Lina Botero, destacó al cierre de la edición número 12 del Festival Internacional de Tango de la ciudad, la numerosa asistencia a las diferentes presentaciones fue uno de los aspectos a resaltar.
De acuerdo a Botero, casi 35 mil personas participaron de las cerca de 80 actividades gratuitas que se programaron durante la semana del 18 al 24 de junio en lugares como los teatros Pablo Tobón Uribe y Metropolitano, además de las Plazas gardel y Botero y el Salón Málaga, en el centro de la ciudad.
Las presentaciones tangueras contaron con más de 700 artistas locales y 60 internacionales, lo que según Botero posición a este Festival como el segundo más importante en su género en todo el mundo.
Ciclista es atropellado mientras entrenaba en el Oriente antioqueño
El ciclista antioqueño Miguel Ángel Zapata, de 17 años, integrante del equipo Ramguiflex Risaltex Jóvenes Ciclistas, fue atropellado en la mañana de este viernes por un motociclista cuyo vehículo sufrió un inconveniente en la vía que comunica a Marinilla con El Peñol, en el Oriente antioqueño.
Pablo Pulido, entrenador del equipo, informó que Miguel, especialista en las pruebas de contrarreloj, entrenaba junto a sus compañeros de escuadra para la Clásica de El Carmen. La moto lo embistió y la colisión le provocó traumas en pantorrillas y rodillas.
El deportista está siendo atendido en el Hospital de Marinilla, donde es objeto de rayos equis para verificar su estado de salud.
El deportista está siendo atendido en el Hospital de Marinilla, donde es objeto de rayos X para verificar su estado de salud.
Nuestro #JovenCiclista Miguel Ángel Zapata se encuentra en este momento en la clínica, luego de ser atropellado por una motocicleta durante su entrenamiento por el oriente antioqueño. #EnMetroYMedioUnaVida#RespetoAlCiclista pic.twitter.com/L7gtXNb4yx
— Jóvenes Ciclistas (@jciclistas) June 22, 2018
Paso restringido en la vía que conduce de Llanogrande al Aeropuerto
Organice su tiempo si tiene previsto viajar hacia el Aeropuerto José María Córdova pues la vía que conduce de Llanogrande hacia la terminal aérea tiene paso restringido.
El concesionario realiza obras de mantenimiento de la malla vial, los trabajos se desarrollan a la altura del Hospital San Vicente de Paúl en el kilómetro 12+ 220 metros.
Tenga presente que en el sector de Don Diego en la vía que conduce hacia los municipios de La Ceja, Rionegro y La Unión también hay restricción en una de las calzadas.
Colección Movado Museum en Sterling Joyeros
Sterling Joyeros, representante exclusivo en Colombia de la marca suiza Movado, presentó en su local de Oviedo nuevas piezas de la colección Movado Museum Watch, disponibles en las cinco joyerías del país. El Museum de Movado data de 1947 y es la única esfera de reloj que hace parte de la colección de diseño permanente del MoMA de Nueva York. Movado, uno de los primeros fabricantes de relojes del mundo, es célebre por su emblemática esfera Museum.
Paso restringido en el sector Don Diego – oriente cercano
Si tiene previsto movilizarse hacia el oriente cercano tenga en cuenta que la vía en el sector Don Diego tiene paso restringido.
Para el día de hoy la vía que conduce hacia los municipios de La Ceja, Rionegro y La Unión tiene cierre en una de las calzadas por trabajos de pavimentación.
La obras se realizan en el kilómetro 23 + 500 metros de la vía Las Palmas – La Ceja – La Unión.
Vea también : Relaciones rotas entre Devimed y Rionegro
Comenzó el restablecimiento de suministro de gas natural en el Valle de Aburrá
EPM informó que paulatinamente se dio inicio al restablecimiento del suministro de gas natural en las estaciones de servicio.
La suspensión comenzó sobre las 5:00 p.m. de este jueves 21 de junio en todos los surtidores del Valle de Aburrá provocada por una afectación en el gasoducto de la empresa que realiza el transporte del gas natural desde los campos productores de Cusiana y Cupiagua al interior del país.
Las estaciones que ya cuentan con el suministro son:
- Caribe
- Bosque
- Mayorca (municipio Sabaneta)
- La 30
- Belén
- Exposiciones
- José María Córdova ( municipio Rionegro)
- Bolivariana
La empresa de servicios públicos aseguró que se garantizó el suministro a “ los buses articulados del Metro que operan con gas, los buses alimentadores y los vehículos recolectores de residuos sólidos de Emvarias, por no tener otro combustible sustituto”.
Esta interrupción también afectó el suministro de gas natural en el Eje Cafetero, Centro y Suroccidente de Colombia.
Problemas en el suministro de gas natural vehicular en Medellín y el Oriente
EPM anunció que hay interrupciones en el suministro de gas natural en la industria y en estaciones de servicio del Valle de Aburrá y el Oriente antioqueño.
Los problemas con el suministro del gas natural en el Valle de Aburrá y el Oriente antioqueño se deben, según informó EPM, a “afectación en el gasoducto de la empresa Transportadora de Gas Internacional (TGI), que realiza el transporte desde los campos productores de Cusiana y Cupiagua al interior del país”.
La interrupción en el suministro se realizará a las industrias y todas las estaciones de servicio de gas natural vehicular. Sin embargo, la empresa de servicios públicos aseguró que la interrupción “excluye los buses articulados del Metro que operan con gas, los buses alimentadores y los vehículos recolectores de residuos sólidos de Emvarias, por no tener otro combustible sustituto”.
Hasta ahora no se tienen previstas interrupciones a los usuarios residenciales y la pequeña industria. El daño que se presenta desde el pasado 20 de junio también afecta el Eje Cafetero, Centro y Suroccidente de Colombia.
El Perpetuo Socorro, un distrito creativo para Medellín
Gracias a iniciativas de empresas del sector privado como Mattelsa y Comfama, El Perpetuo Socorro se proyecta como una zona en la que las industrias culturales y creativas de la ciudad tendrán sede.
Por Juan Pablo Tettay De Fex
Una cafetería, un centro creativo y una empresa de moda son nuevos actores que llegaron a cambiar la cara del barrio El Perpetuo Socorro. Son Cafeteso (Cafetería Central del Perpetuo Socorro), Comfama y Mattelsa.
El Perpetuo Socorro está delimitado por las avenidas 33 y 30, por la Regional y las carreras 43 y 42B. Por allí pasan 40 rutas de buses, tiene dos estaciones de metro (Industriales y Exposiciones) y su ubicación lo convierte en un lugar estratégico.
Caminar por El Perpetuo es dar pasos por un pequeño mundo en el que hay espacio para el comercio y la industria. El crecimiento del barrio fue el resultado de la dinámica industrial de Medellín en la primera mitad del Siglo XX. Ese proceso se dio de manera desordenada y sin planeación. Ante este panorama, organizaciones públicas y privadas han visto la necesidad de llegar al barrio con una mirada nueva. El POT fue esa primera instancia: propone una intensidad alta en la mixtura de usos, dando mayor importancia a usos residenciales y a servicios complementarios a la vivienda. Estudiantes de Arquitectura de la UPB desarrollaron un diagnóstico que da pistas sobre los puntos que deberían trabajarse: crear zonas verdes; empezar a traer nuevos actores que se apropien de los espacios y que los habiten; generar vivienda; desarrollar ejes viales para los carros, las bicicletas y los peatones; crear ofertas culturales y de comercio en primer piso y rescatar edificios patrimoniales como la iglesia neogótica que le da nombre al barrio.
Comienzan los cambios
Nuevos aires han llegado; uno de ellos es el que trajo Mattelsa, una empresa de moda que se acomodó allí hace dos años. “Cuando construimos nuestra sede, quisimos crear un barrio para juntar a la gente de las industrias creativas de Medellín”, expresa Mateo Jaramillo, CEO. Para Clara Duque, arquitecta y docente de la UPB, “un territorio como este debe ofrecer servicios a varias escalas que puedan impulsar otras experiencias”. Y así lo hizo Comfama, que vio el potencial y decidió abrir una sede que será casa para la innovación y la creatividad. “Este espacio será un gran laboratorio de ideas y culturas para la ciudad región”, expresa Paula Trujillo, responsable de la nueva sede de Comfama en El Perpetuo Socorro. Arte, música, gastronomía, literatura, diseño… expresiones creativas llenarán los espacios de esta bodega. “Nuestra apuesta es la de crear un Distrito Creativo”, explica Paula.
Al mismo tiempo, el sector empieza a recibir diseñadores y nuevas propuestas gastronómicas. Julián McLean es uno de esos emprendedores: abrió Cafeteso, una cafetería de alto perfil con el objetivo de ofrecer una nueva opción gastronómica y de encuentro. “Ofrecemos un menú diferente y una experiencia renovada. Nos preocupamos por la salud y en nuestras opciones ofrecemos platos vegetarianos y veganos”, explica. Esta oferta es la que da cuenta del perfil de personas que se espera empiecen a poblar el barrio y lleguen en el futuro con las ofertas de vivienda que se tienen proyectadas, pues la idea es, además, generar un Distrito en el que la productividad sea alta: “vivir al lado del trabajo y que el carro sea casi que un estorbo”, agrega el CEO de Mattelsa. En ese sentido, Julián tiene como uno de sus objetivos disminuir los desplazamientos, “que las personas que están en las oficinas del sector no tengan que ir a El Poblado o a Laureles para encontrar comida sana y de calidad”.
Personas como Mateo, Paula y Julián le creen a un territorio que se proyecta como un gran ecosistema creativo para la ciudad que, además, pretende ser un motor dinamizador para barrios vecinos.
¿Los habitantes del barrio?
Según un censo realizado por Comfama, hoy en día solo dos familias habitan El Perpetuo. En la zona conviven ferreterías, restaurantes, cafeterías, talleres y concesionarios entre otros. ¿Qué pasará con ellos? “Nuestra idea es que podamos convivir, el sueño es que todas esa ofertas permanezcan y que puedan convivir con esos nuevos habitantes que seguramente llegarán”, expresa Paula Trujillo, responsable de la nueva sede de Comfama. Al respecto, el arquitecto Carlos David Montoya piensa que, más allá de un desplazamiento, los habitantes actuales del barrio deben empezar a pensar cómo transformarse, “cómo cambiar la forma de hacer las cosas para que puedan encajar en modelos de economía naranja”.
Fiesta en el día más largo del año
Hoy 21 de junio, los hemisferios Norte y Sur se unen para celebrar el Solsticio, este evento astronómico en el que el Sol, de repente, se detiene y regresa en su camino. En Medellín habrá celebraciones hasta el sábado.
Unos celebrarán el solsticio de verano, los del Norte; y otros, el de invierno, en el Sur. Coincide hoy 21 de junio, en gran parte del mundo, con la Fiesta de la Música. No confundir con el Día de la Música, que es en octubre.
Según la cultura, en distintos países se celebra a su manera. Viviana Aguirre, paisa que habita en Toronto, Canadá, comenta que allí cada ciudad organiza ferias típicas con conciertos y mercados tradicionales. El solsticio, agrega, cambia el estado de ánimo de las personas, quienes suelen enviarse mensajes alegres de bienvenida al verano, dejando atrás el frío invierno.
En el Reino Unido lo hacen de otra manera. Alejandro Millán, periodista antioqueño que trabaja en la BBC en Londres, narra que una tradición milenaria es asistir a ver este fenómeno en Stonehenge, un monumento de formación rocosa en el que cada 21 de junio el Sol se alinea con las piedras presentando un paisaje mágico. Las personas suelen pasar la noche, y al amanecer hacen todo tipo de rituales, incluso asisten chamanes y profesores de yoga, entre otras actividades.
En otras ciudades europeas la celebración del solsticio ocupa toda la semana, como en Barcelona, con conciertos públicos y actividades culturales, igual en París y otras capitales y urbes principales.
En Colombia el fenómeno no es tan visible por la ubicación geográfica, pero algunos se las ingenian para celebrar y conocer, como el científico Gabriel Jaime Gómez Cárder, exdirector del Planetario, quien saldrá de viaje para avistar el solsticio desde un lugar privilegiado.
Gómez, en compañía de otras siete personas, volará a Río de Janeiro para disfrutar de este evento astronómico como parte de la expedición Cruzeiro do Sul, uno de los viajes que organiza en Endeavour Expeditions. Es un grupo que conformó en 2007, un año antes de terminar sus labores en el Planetario, junto a Carlos Posada.
En este caso, apunta, verán un fenómeno que se asemeja al movimiento de un péndulo, que viaja de un lado a otro. Cuando el cuerpo se queda quieto en uno de los extremos antes de devolverse al otro, se presenta el solsticio; en este caso, el Sol hace las veces del cuerpo.
En realidad, la que se mueve es la Tierra, pero para el ojo humano es el Sol el que cambia de lugar.
Solsticio, agrega Gómez, es sol sistere en latín -sol quieto-. La explicación astronómica: cuando el Sol se sostiene en la máxima distancia respecto al Ecuador: 23 grados 27 minutos.
¿Por qué lo celebramos?
El solsticio se celebra el 21 de junio y el 21 de diciembre. El apellido de verano o invierno se lo da el lugar en que se celebre. Para Colombia, si bien no es un país de estaciones, este jueves será el de verano, por estar en el hemisferio norte.
Para observarlo, los astrónomos se instalan en montañas y se asisten de telescopios y otras herramientas. Los ciudadanos corrientes lo notamos en casa cuando vemos que el Sol se va moviendo y sus rayos alcanzan ángulos diferentes en el año.
Fueron los mayas, también los incas y antes astrónomos precolombinos, quienes avistaron este fenómeno. Luego se fue armando a su alrededor una celebración vinculada a asuntos místicos.
En el hemisferio Norte se conectó con la Fiesta de la Música en 1976, dado que por el solsticio, el 21 de junio es el día más largo del año para esta zona del planeta (en el otro extremo ocurre a la inversa, y los papeles se invierten luego en el solsticio de diciembre).
“Alrededor del solsticio siempre ha existido un carácter festivo, siempre que esta efemérides llegaba, se preparaban celebraciones con fogatas en tiempos antiguos”, sostiene Gómez.
Programación de solsticio y la música
En Medellín, la celebración de la Fiesta de la Música es organizada por la Alianza Francesa. Se realizará el sábado 23 de junio con la siguiente programación:
Parque de El Poblado: de 2 p.m. a 2 a.m. Habrá agrupaciones de electrónica, rock reggae, ska, ska fusión, funk, rock alternativo, rock duro, electro y new wave.
Restaurante Oh la la, en Manila, a partir de las 6:30 p.m., con dos DJ de electrónica.
En otras zonas de la ciudad: Alianza Francesa (parque de San Antonio), Pedregal, Teatro Pablo Tobón Uribe, Comfama San Ignacio, estaciones Oriente de metrocable y Parque Berrío del metro, Mercado del Tranvía, entre otros.
La programación completa en Alianzafrancesa.org.co
Hablemos sobre desarrollo (sostenible)
Durante mucho tiempo hemos creído que tener más, consumir más y construir más son acciones sinónimo de progreso. Sin embargo, es momento de replantearnos estas creencias
por Rosana Arizmendi Mejía
Hola, de nuevo, queridos lectores. Qué rico poder estar otra vez aquí, conversando sobre temas que nos pueden interesar a todos.
Hace unos días tuve la fortuna de participar en un taller maravilloso, en el que nos enseñaron varias metodologías muy interesantes y útiles para co-construir, entre personas de diferentes perfiles, agendas de desarrollo sostenible.
Conversando sobre el tema con algunos amigos que no trabajan en asuntos de medio ambiente (ya es más adecuado decir solo “ambiente”), ni están involucrados en el mundo de la sostenibilidad, me pregunté: ¿todos entendemos lo mismo cuando hablamos de desarrollo sostenible? ¿Qué es desarrollo cuando el término se usa con relación a poblaciones humanas? ¿Por qué, en este contexto, se le suele poner el “apellido” sostenible?
Arranquemos por lo más sencillo, hablando sobre lo que es desarrollo sostenible. Este término se usó por primera vez en el Informe Brundtland, publicado en 1987 y llamado así en honor a Gro Harlem Brundtland, líder de la Comisión que realizó este informe para las Naciones Unidas y primera ministra de Noruega en aquel entonces. En el reporte, el desarrollo sostenible se define como aquel que “satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”, definición que lleva implícita (¿o explícita?) la noción de que los recursos no son infinitos y que, además, tienen que alcanzar para todos los que vivamos aquí, sea en este momento o dentro de muchos años.
Esto implica, entonces, que debemos administrar bien los recursos y, por lo tanto, conocer muy bien lo que tenemos: curioso que la palabra economía venga del griego oikos “casa” y nemein “administración” y que la palabra ecología tenga la misma raíz oikos seguida de logía “estudio de”, ¿verdad?
Vivimos en un momento donde cada vez hay más personas y hay menos recursos; ¿cómo hacer, entonces, para garantizar el bienestar de todas las personas y no acabar con la naturaleza? ¿Cómo lograr que la especie humana pueda seguir habitando este planeta? De lo primero se encarga el desarrollo sostenible y lo segundo hace referencia directa a la sostenibilidad, que significa perdurar en el tiempo.
Pero, ¿cómo permanecer si nos gastamos lo que tenemos? Esta pregunta me lleva a reflexionar sobre si lo que hasta ahora hemos entendido como desarrollo ha sido la mejor versión del término. Cabe preguntarnos si el desarrollo no debería ser “sostenible” per se, sin necesidad de tener apellido.
Durante mucho tiempo hemos creído que tener más, consumir más y construir más son acciones sinónimas de progreso. Sin embargo, es momento de pensar que, más bien, la calidad de vida, el bienestar y el acceso y disfrute equitativo de los recursos pueden ser nuestras guías para el desarrollo.
En el mundo ya nos estamos dando cuenta de esto y, aunque van surgiendo “de a poquitos”, por ahí ya vamos viendo muestras de que lo que considerábamos progreso está cambiando.
Por ejemplo, en Ecuador y Bolivia se incorporó el Buen Vivir –filosofía nacida en varias comunidades indígenas andinas, la cual promueve el bienestar colectivo, no solo de los seres humanos, sino también de la naturaleza- en sus respectivas constituciones y, además, comunidades de varios lugares del planeta la están adoptando como modelo de desarrollo. Los derechos de la naturaleza (ejemplo: el caso del río Atrato) son otra muestra de este cambio de consciencia en el mundo, así como la bioeconomía –una economía basada en los recursos renovables y en la biodiversidad-, que está tomando cada vez más fuerza a nivel global y, que, en Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo, ésta (y no el petróleo o la minería) debería ser la base de nuestro “progreso”. ¿Qué opinan?
Los invitamos a esta conversa
En este espacio estaremos participando:
∙ Alejandro Álvarez Vanegas, MSc. en Ciencias de la Sostenibilidad y candidato a doctor en Gobernanza y Análisis de políticas públicas, experto en temas de desarrollo sostenible y economía circular.
∙ María Claudia Mejía Gil, MSc. en Antropología social y candidata a doctora en Ciencias Sociales, gran conocedora de asuntos de consumo responsable y gestión de residuos.
∙ Santiago Mejía Dugand, MSc. en Ingeniería Mecánica y PhD en gestión e ingeniería ambiental, experto en mejoramiento ambiental de las ciudades e implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
∙ Rosana Arizmendi Mejía, MSc. en Ciencias del Mar y PhD en Ecología. Les estaré hablando sobre temas relacionados con la naturaleza y la biodiversidad.
Esperamos contar con sus aportes y comentarios ¡Sean todos bienvenidos!
Geografías de dolor y resistencia, de Jesús Abad Colorado
Quizá lo más impresionante dentro de este conjunto de imágenes es el reconocimiento del dolor y la dignidad ante la tragedia instalada en la vida cotidiana. Y también, aunque sea difícil reconocerlo, la posibilidad de un futuro mejor.
En la Sala de Arte de Suramericana, con un total de 154 fotografías, es la más grande e importante exposición realizada hasta la fecha por Jesús Abad Colorado.
Sin embargo, a pesar de su amplitud, la muestra recoge solo una pequeña parte de la extensa y constante labor de testigo de la realidad colombiana que el autor ha desarrollado en el país durante más de 30 años. Cabe decir que en esta obra se contradice el dicho clásico, porque, en efecto, aquí la vida es larga y el arte es corto.
Más todavía, aquí la vida se impone sobre el arte. No es casual que Colorado siga mirando con cierto escepticismo cada vez que se habla de él como artista; quizá preferiría que se le mencionara como autor. Desde su perspectiva, es periodista y, sobre todo, un reportero gráfico que ha asumido la responsabilidad ética y política de ofrecer los testimonios dolorosos que demuestran, sin sombra de dudas, que en la guerra y la violencia perdemos todos.
El concepto de arte está vinculado tradicionalmente con la creación de una nueva realidad, que no es natural sino artificial. Por eso, cuando miramos una pintura o una escultura, sabemos que no estamos ante un paisaje o ante un cuerpo vivo sino ante representaciones. En cambio, un recorrido por la exposición de Geografías de dolor y resistencia nos obliga a cambiar de registro: sabemos ahora que estamos ante experiencias humanas realmente vividas. Sin que con ello se niegue que la vida nacional abarca muchos otros aspectos, se hace evidente que lo que aparece en estas fotografías es una “realidad real”, no una ficción artificial.
En las últimas décadas las prácticas artísticas contemporáneas rompieron con la representación y con el concepto tradicional de arte y plantearon la presentación de “realidades reales” como su problema básico. Pero quizá estas reflexiones teóricas están aquí fuera de lugar. Subsiste, de todas maneras, el problema de la intencionalidad. En contra de lo que es más frecuente, Jesús Abad Colorado no busca descubrir un camino para ser artista; los suyos son valores menos personales y más sociales.
Quizá lo más impresionante dentro de este conjunto de imágenes es el reconocimiento del dolor y la dignidad ante la tragedia instalada en la vida cotidiana. Y también, aunque sea difícil reconocerlo, la posibilidad de un futuro mejor: como un camino cubierto de flores amarillas de guayacán que corremos el riesgo de destrozar inconscientemente.
Sus fotografías producen en nosotros un impacto emocional, un cuestionamiento de experiencias, de ideas y de posturas éticas, quizá similares a las que vivía una persona en la Edad Media o en nuestro mundo colonial cuando ingresaba al templo y se enfrentaba cara a cara con la divinidad a través de los frescos y de los retablos de los altares: la realidad real. Muy acertadamente, el autor y el curador, Julián Posada, organizaron muchos sectores de la muestra con estructuras simétricas que podrían recordar antiguos retablos, con unas presencias centrales y otras derivadas que no importan como entidades separadas sino como conjuntos que intensifican su significado.
Jesús Abad Colorado es un gran reportero gráfico; un gran fotógrafo; una de las conciencias más lúcidas de la tragedia que hemos vivido; un testigo que nunca toma partido a no ser por la vida y para decir que “nunca un muerto más”, que en la guerra perdemos todos; un hombre profundamente comprometido con una ética civil. A pesar de su incredulidad, es un gran artista. Uno de los más trascendentales dentro del panorama del arte colombiano contemporáneo.
Un periódico que genera salud
Vivir en El Poblado, primer periódico sectorial gratuito de Colombia, renace después de una pausa obligada de 1 año largo y lo hace en su año 28 con la edición # 700.
Vivir en El Poblado es una publicación periódica: y cuando masticamos esta palabra, surge todo lo que tiene ritmo, lo que sucede con un pulso. Período viene del griego peri: alrededor de y hodos: camino, viaje. Leer un periódico genera placer y leer éste -que además tiene una obra de arte en la portada- es una actividad que produce alegría, que educa, que genera salud.
Afirmo con convicción de antiguo lector, que este es un periódico salutogenético: generador de salud. La salud humana depende en gran parte de los ritmos (el ritmo día-noche, el ritmo ocio-negocio). Y la salud también depende del equilibrio entre el pensar, el sentir y el actuar, que llegan a ser armónicos en la medida en que tienen ritmos.
En Vivir en El Poblado encontramos columnas que inducen a pensar, que generan preguntas, que crean opinión; y un valor agregado es que opera desde la libertad en el pensar, desde la búsqueda de la verdad. Encontramos también aspectos que tocan el corazón humano y que desde el sentir generan armonía. El arte tiene un papel sanador fundamental. Cada vez es más claro, el papel de la música y del arte, en la recuperación de procesos de crisis y enfermedad. Vivir en El Poblado le apunta a la generación de cultura; un periódico que sacrifica la pauta comercial en la portada, para ubicar allí una obra de arte, es un regalo para el espíritu humano, un bálsamo para el alma. Y también encontramos espacio para Vivir, para transformar el mundo desde nuestro actuar. El periódico destaca seres humanos que con su acción y sus capacidades aportan a la transformación de la ciudad, del país, de la humanidad. Pero también tiene espacios lúdicos, que generan bienestar: espacios para el deleite de los sentidos, para la buena mesa y las actividades deportivas.
Esta actividad triple que promueve el pensar, generando luz, que le da espacio al sentir, generando calor, y que invita a transformar, generando fuerza, nos remite a los ideales de la cultura griega: la verdad en el pensar, la belleza en el sentir y la bondad en el actuar. Y el salto a los ideales que inflamaron la Revolución Francesa es inmediato: libertad en el pensar. “La verdad nos hace libres”. Igualdad en los encuentros humanos: todos somos iguales frente a la vida y frente a las leyes. Y fraternidad en las acciones: “Que todos los seres humanos vuelvan a ser hermanos” (Schiller. Oda a la Alegría). De estos ideales se nutre Vivir en El Poblado. La prensa libre nos ayuda a ser libres, nos ayuda a ser humanos. Hallelujah por este periódico y larga vida en su segunda etapa.
Invitación para este jueves 12 de julio
En el mundo estamos
Opinar, hoy en día, es muy distinto a lo que era hace un cuarto de siglo. Hoy en día, con la red donde transcurren nuestras vidas, la proporción se ha invertido; puede haber dos o tres opinadores por lector.
Nunca he vivido en El Poblado y, como nadie es profeta en su tierra, ofrezco mis credenciales de forastero para predicar en estas páginas. Nací y crecí en esa ciudad de cuyo nombre muchas veces he querido no acordarme y, en aquel tiempo, mi familia se la pasó de un lado a otro. Trasteamos corotos de Buenos Aires al Centro, del Centro (donde me nació la consciencia de estar vivo) a Belén los Alpes (donde tuve una infancia feliz), y de ahí a San Joaquín, Laureles y Envigado. Después he vivido en Cartagena, New Haven, New Brunswick y Siberia, y, como más de tres trasteos son un incendio, ofrezco mis credenciales de ave fénix para sugerir que algo habré visto de este mundo tan extraño.
Crecí oyendo la leyenda de que El Poblado fue el lugar donde nació la capital mundial de la verraquera. Sólo lo visitaba para participar en los campeonatos de piscina corta en El Campestre (¿Dónde estarás Lalai de mis suspiros?), y con el tiempo comprendí que allí no sólo estaba el poder, sino también la esencia y el ADN de esa ciudad que no consigo quitarme de las células y el alma.
Por eso acepté la invitación que hace diez años me hizo Julio Posada (y que ahora me hacen los herederos de su legado), a opinar en las páginas de Vivir en El Poblado. Siempre pensé que el nombre del periódico tenía un aire bucólico, que sonaba algo así como “Pernoctar en la aldea” o “Dormitar en el campo”. De manera que pocas veces me he sentido tan universal como cuando he metido la cucharada y he puesto a resonar mis peroratas en ese caserío.
Opinar, hoy en día, es muy distinto a lo que era hace un cuarto de siglo, cuando empecé a publicar en El Universal de Cartagena. Entonces me escondía detrás un personaje de ficción, un vejete un poco díscolo que con el tiempo cobró vida, para entablar un diálogo con mis dos o tres lectores. Hoy en día, con la red donde transcurren nuestras vidas, la proporción se ha invertido; puede haber dos o tres opinadores por lector. Pero la mayoría se limita a hacerle eco a la ficción que se quiere hacer pasar por realidad. Ya casi es imposible ver el mundo sin que alguien quiera imponernos lo que debemos pensar.
Hace quince años vivo en un lugar que se conoce como la Ciudad de las Colinas, y no he dejado de notar la invitación a la modestia que me ha hecho la vida, al traerme desde la Capital de la Montaña a este villorrio perdido. Aquí mis huesos errabundos decidieron detenerse. En este tranquilo paraíso de veranos fugaces e inviernos feroces transcurren mis días. Aquí enseño, leo, escribo y cuido de un bosquecito. Pero no dejo de habitar en los lugares que he vivido. Mi pensamiento sigue en todos los allás que han sido parte del camino.
Revivir en El Poblado
Tras casi un año y medio de interrupción -qué tiempo tan largo- por fin vuelve a aparecer Vivir en El Poblado.
por Juan Carlos Franco
Han sido demasiados meses en los que se pudo sentir la enorme falta que este digno periódico le hace a la comunidad pobladense.
Pero tiempo suficiente para reinventarse y regresar recargado, con nuevos bríos, con nueva estructura empresarial, con caras nuevas y otras de larga trayectoria. Y, sobre todo, con nuevas ideas sobre cómo ser un mejor instrumento para nuestra vida en comunidad. Sobre cómo aumentar nuestro sentido de pertenencia hacia este sector de la ciudad en el que muchos hemos pasado y pasaremos la mayor parte de nuestros días.
Por fin, los jueves hacia el mediodía, tantos habitantes y visitantes de El Poblado de nuevo sentirán ese fresquito interior que produce ver en la portería de su edificio, o en algún mostrador de almacén, aquella pila perfectamente armada de periódicos -frescos, limpios, olorosos a papel y tinta fresca- esperando que manos de todos los estilos y tamaños los vayan levantando uno a uno.
Leer mi propio ejemplar físico de Vivir en El Poblado es uno de los pocos placeres gratuitos que quedan en la convulsionada vida de nuestra comuna. Tomarlo de la pila, doblarlo o enrollarlo, y llevarlo a casa. Esperar con ansia ese momento a solas con él, tal vez encerrado en el baño -por qué no, difícil encontrar sitio mejor- y enterarse con deleite sobre lo que ocurre alrededor.
Cómo van las obras, en qué se invierten o malgastan nuestros impuestos, cómo van nuestros gobernantes, qué nuevos atractivos hay, cuáles restaurantes o cafés o eventos sería bueno visitar. Dónde nos están metiendo el dedo al ojo y de qué deberíamos quejarnos. Qué y a quién haríamos bien en aplaudir…
Qué posiciones editoriales fijará el periódico, qué opinarán los columnistas, cuáles campañas cívicas se emprenderán…
Qué nueva iniciativa se propondrá para hacer más llevadera la vida y cómo se podría hacer más respirable y sostenible el medio ambiente de esta contaminada urbe…
Un saludo desde esta columna para directivos y colaboradores, enhorabuena por este gran esfuerzo. Y un saludo a los lectores y anunciantes, todos son claves para el buen éxito de este re-emprendimiento.
Revive Vivir en El Poblado en un momento clave: por fin ha terminado la campaña política y ya respiramos más tranquilos. A pesar de tanto pesimismo, Colombia no se vino abajo, no fue entregada en bandeja de plata a la izquierda ni se asoció con el supuesto castrochavismo. Ese pánico colectivo era exagerado.
Tampoco se dispararon la inflación y la tasa de cambio, el capital no huyó, en las elecciones no hubo fraude, conocimos los resultados desde temprana hora y el perdedor concedió pronto el triunfo de su oponente. ¡Bien por nuestra a veces incierta democracia!
Después de todo, no era necesario escapar del país. Aquí seguiremos. Y ya con la dañina incertidumbre política firmemente sembrada en el pasado, quienes contribuimos con este pequeño gran periódico dedicaremos nuestra energía a que podamos vivir mejor en El Poblado. Y en Medellín. ¡Y en Colombia, por supuesto!
Como decíamos ayer…
Fray Luis de León. El agustino de letras que en un día como hoy, aunque distinto, inspiró esta columna. Sin saberlo. Ni él, ni yo.
Caí redonda en una de esas bancas duras, angostas y sin espaldar, y sentí la gloria.
La Gloria.
Afuera el termómetro marcaba 42 grados, del pavimento salía vapor; y turistas monos de chanclas que cargaban a cuestas sus morrales y las huellas del sol ardiente de agosto en sus pieles de red lobsters, abarrotaban la plazoleta del claustro antiguo de la Universidad de Salamanca.
Con los índices arriba, hablaban a los gritos –el zumbido que sentía en los oídos, supe después, era síntoma de lo que los españoles llaman “golpe de calor”; algo así como quedarse frito: ¡plop!, y ya-, tratando de ubicar en esa fachada repleta de figuras, la famosa rana sobre el cráneo cuya leyenda otorga la buena suerte a quien la encuentre.
(Creo haberla visto, mas no apuesto por ello; alucinaciones tuve varias.)
Al fin atravesé el sudoroso muro de contención que me separaba de la entrada y me colé al interior de las Escuelas Mayores, un segundo antes de que cerraran el portón. Y la vi, el aula. La banca también, en la parte de atrás. Estaba ahí, al otro lado de la puerta abierta, tosca y centenaria. Incómoda hasta más no poder. Pero, para mí, mullida sin comparación. (Nada como desmayarse sobre un tronco de madera.)
La Gloria.
El salón, austero. Como suelen ser los espacios castellanos: paredes blancas, piso adoquinado, techo alto y bancas en fila india. Al fondo, un pequeño púlpito y en la atmósfera fresca, minúsculas partículas de 800 años de historia.
Fundada en 1218 por el rey Alfonso IX, es la universidad más antigua de España. Y tiene una biblioteca, la General Histórica -fundada por Alfonso X, El Sabio, en 1254- que, además de haber sido la primera en su género, es ahora fuente inagotable de conocimiento para investigadores de todas las latitudes. A uno, simple mortal, no lo dejan entrar. Lo que natura no da, Salamanca no lo presta, dice el dicho.
Por sus salones de clase han pasado muchos ilustrísimos, conocidos o no para nosotros. Está Nebrija, autor de la primera gramática castellana, a fines del siglo XV; Unamuno, filósofo de la Generación del 98, a comienzos del siglo XX rector de la Institución. Están este, aquel…, y…
Fray Luis de León. El agustino de letras que en un día como hoy, aunque distinto, inspiró esta columna. Sin saberlo. Ni él, ni yo.
Fue en 1576, al volver de la cárcel de Valladolid, a donde lo habían enviado los dominicos, señores de la Santa Inquisición -por preferir la versión hebrea de la Biblia, según ellos-, cuando Fray Luis entró como si nada al aula que ahora lleva su nombre -¡sííí, la misma en la que yo pasaba la calentura!-, se acomodó en el pequeño púlpito del fondo, miró con detenimiento a los alumnos, suspiró hondo, y retomó su cátedra con las tres palabras más célebres de todo su legado poético y teológico: “Como decíamos ayer…”
ETCÉTERA: Hoy, con la fiebre periodística a 42 grados, tomo prestadas esas tres palabras mágicas: como-decíamos-ayer… Y siento La Gloria.
Confesiones de un chef caldero de opinión
Con este libro Bourdain entró pisando duro en el mundo editorial y no por simple estratégica del marketing; demostró ser un ameno y original escritor.
Con el título de esta columna Anthony Bourdain escribe en el año 2000 su primer libro, cuya crudeza escandaliza a la opinión pública norteamericana y luego a la opinión mundial, descubriendo un submundo de relaciones humanas y económicas nefastas -en la élite de los restaurantes norteamericanos- las cuales permanecieron intocables durante más de medio siglo por el prestigioso y ponderado periodismo gastronómico internacional. Fue él quien a riesgo de su integridad física denunció las triquiñuelas de un contundente tráfico de drogas en las cocinas de los más importantes restaurantes de New York, Chicago, Boston y Los Ángeles; fue él quien reconoció la explotación, pero a la vez la fortaleza e importancia de la mano de obra de mexicanos, ecuatorianos y colombianos en las cocinas de muchos restaurantes norteamericanos y fue también él quien en dicho libro denunció la existencia de una mafia empresarial que controla y domina proveedores y licencias de funcionamiento.
Con este libro Bourdain entró pisando duro en el mundo editorial y no por simple estratégica del marketing; demostró ser un ameno y original escritor de un tema que él resumió así: “…quiero que los lectores echen un vistazo a las verdaderas alegrías que proporciona hacer buena comida con profesionalidad. Me gusta que entendieran (…) qué se siente, se ve y se huele en medio del ajetreo y el siseo de la cocina del restaurante de una gran ciudad. Me gustaría transmitir lo mejor posible las curiosas delicias del lenguaje, la jerga, las calaveradas de quienes están en primera línea de los fogones. Me gustaría despertar en el personal de a pie que lea este libro la idea de que, a pesar de todo, la vida puede ser divertida”.
Bourdain seguirá siendo un icono del mundo de los fogones por su acertada mezcla de irreverencia y conocimiento, adobada con elegancia. Su éxito como chef empresario y luego como escritor, nunca llegó a compararse con el éxito logrado como protagonista de televisión en su programa Sin Reservas el cual batió cifras de audiencia en todo el planeta.
La noticia de su muerte estremeció a toda la comunidad culinaria mundial. Permítaseme transcribir cuatro líneas más de su libro las cuales nos dejan pensando: “… la vida de cocinero ha sido para mí un largo enredo amoroso , con momentos tanto sublimes como ridículos. Pero igual que en todo enredo amoroso, cuando miras atrás recuerdas mejor lo buenos momentos… desde siempre he creído que la buena comida está por encima de cualquier riesgo. Para mí la comida siempre ha sido una aventura”.
Taller de cocina Lucero Vílchez
“Este taller tiene varios objetivos, el primero, cultivar el amor por cocinar con muy buenos amigos”. Esto dijo Lucero Vilchez, cocinera, periodista y presentadora radial y de televisión con muchos años de experiencia, al abrir su taller de cocina, un espacio multipropósito ligado a las ollas y sartenes. Las actividades serán permanentes con clases martes, jueves y sábados, cuyos profesores variarán dependiendo de la temática, todos ellos profesionales con amplia experiencia, habrá cocina básica, por países, saludable, repostería, coctelería y más.
El lugar está también concebido para la realización de cenas y catas, tanto promovidas por la misma Lucero, como por iniciativa de empresas o entidades que lo alquilen para sus actividades. Así, organizaciones del sector podrán hacer allí lanzamiento de productos o activaciones de marca; o incluso entidades no relacionadas con la restauración planear reuniones alrededor de la cocina con su capacidad de congregar. Hay horarios, presupuestos y temáticas para gustos diversos.
¿Dónde?
Calle 12 Sur No. 54 C 30, Medellín
Teléfono: 448 8387
Chicharrón ahumado con costra de quínoa
Chicharrón ahumado con costra de quínoa
(Para cuatro unidades)

Ingredientes
½ libra de tocino ahumado
1 taza de cerveza
1 cda. de paprika
1 cda. de curry
1 cda. de pimienta
2 hojas de laurel
2 tallos de romero
1 taza de quínoa
1 huevo
Harina
Aceite para freír
1 maracuyá
1 pulpa de tamarindo
¼ de taza de azúcar morena
1 cebolla morada finamente picada
Cilantro al gusto finamente picado
1 ají pajarito finamente picado
½ limón
3 cdas. de vinagre blanco
Sal y pimienta
Preparación
1. Salar el tocino.
2. Cocinar por 45 minutos el tocino en una olla c
on la
cerveza, la paprika, la pimienta, el laurel y el romero.
3. Cocinar la quínoa en un poco de agua.
4. Pasar el chicharrón por harina, el huevo y finalizar con la quínoa.
5. Freír en aceite caliente.
6. Mientras tanto, poner a cocinar la pulpa del maracuyá, la pu
lpa de tamarindo y el azúcar. Si está muy espeso, agregar un poco de agua.
7. Mezclar la cebolla, el cilantro y el ají con el vinagre blanco y el limón. Agregar sal y pimienta al gusto.
8. Servir los chicharrones con el picadillo anterior y con la salsa de maracuyá y tamarindo.

Del cafetal de La Sierra a la taza en Laureles
El valle de Aburrá cuenta con 400 caficultores, con los que se busca posicionar el sello cafés especiales origen Medellín.
Cuando Cristian Raigosa probó las tres muestras de café que le llevó la compradora de una cooperativa para la cual trabajaba, se sorprendió de encontrar que dos eran buenas y la otra muy buena, casi excelente, “no es común toparse con tres de tres en una catación”, explica el barista. La sorpresa fue aún mayor cuando ella le dijo que todas provenían del barrio La Sierra de Medellín.
A los pocos días, y sin mayores pistas, Cristian se fue con su socia y novia Jennifer Bravo a buscar a alguno de los caficultores, un primer contacto que tres años después ha dado muchos frutos. La pareja, junto al también barista Joan Molina, creó Rituales, compañía dedicada a comprar, procesar, vender y servir los cafés de La Sierra –donde existen al menos 40 caficultores–, de los cuales ellos ya trabajan con 10, cuyos cafés pueden probarse en su tienda en Laureles, identificados con el nombre de cada caficultor: Gabriel, Iván, Raúl, Hernán, Cheo, Yesid, Guillermo, Pedro, Alicia y Silvio.
Consumo local en su máxima expresión, que no solo remite a este barrio de la comuna 8, centro oriente de Medellín, pues también hay café en la comuna 13, en la 16 –Belén–, en corregimientos como Santa Elena, Palmitas y San Antonio de Prado, y en municipios del área metropolitana como Sabaneta, hasta superar los 400 caficultores urbanos: CUATROCIENTOS con el sello cafés especiales origen Medellín –o en busca del mismo–. Tomarse un buen café con el valor agregado de impulsar la economía de zonas que suelen tener menos oportunidades y, de paso, contribuir a una cadena de valor en la cual el producto es tratado con un respeto cada vez más creciente.
Una apuesta social (y estratégica)
Manuel Díaz, antropólogo mexicano experto en café que asesoró a la Gobernación de Antioquia en tiempos de Fajardo y que sigue trabajando en el departamento con iniciativas públicas y privadas, dice que la apuesta del café en los tiempos que corren debe ser por la sofisticación de su consumo, pues con el precio actual del producto en el mercado mundial es un negocio insostenible. “En Colombia la producción es muy costosa, y no solo hay que pensar en controlar estos costos, sino en diferenciarse especializándose en cafés dotados de cualidades sensoriales memorables, hay que conectar al productor con las tendencias de consumo, en una cadena de valor en la que todos ganen”.
Justamente esto inspira proyectos como Rituales, que tiene un componente social fundamental, desde una estrategia de negocios clara; y como su experiencia les ha mostrado la importancia de cualificar toda la cadena, su decisión es comprar el café en cereza y encargarse de todo el proceso. Para hacerlo posible, la empresa invirtió en un beneficiadero comunitario que denominan microcentral Proyecto Renacer, ubicado a 2.050 metros de altura, donde Pedro Quintero, uno de los caficultores, tiene sus cafetales y guarda su producción.
Hasta allá llegamos con el aire fresco que viene de Santa Elena, para presenciar parte del proceso y para escuchar de la misma voz de Pedro y de sus colegas Raúl Rodríguez y Yesid Guzmán –líder del proyecto de Rituales–, los beneficios que les ha traído la llegada de la empresa: “El trabajo de la recolección ya es exigente, pero desde que don Cristian nos compra el café en cereza, nos ahorramos el resto del proceso”, igual opinan los demás caficultores, que antes debían llevar el café ya procesado –en pergamino–, hasta Caldas, sin saber a cuánto se los pagarían en cada ocasión.
Y lo que es una ventaja para ellos, también lo es para Rituales, pues recibir el café con pulpa les permite ese control del proceso, para garantizar consistencia en el tiempo: “Nuestra apuesta es por la calidad, la trazabilidad, relaciones a largo plazo y un comercio justo”. Todo esto lo logran encargándose del lavado, la despulpada, la fermentación, el secado y el tostado, en la búsqueda de resaltar cualidades de los granos de cada caficultor para lograr tasas excelentes.
Lo primero es partir de un buen producto, y ya para lograr cafés de aún mejor calidad, baristas como Cristian y Joan exploran diferentes tiempos de fermentación o métodos menos usados en Colombia como los de los cafés naturales –que se secan en cereza–, buscando sabores y aromas más complejos. La tarea continúa en su local con la tostión –diferente para cada café– y el molido –hecho al momento de preparar dependiendo del método–.
Así, grano a grano, se construye una nueva manera de tratar el producto nacional que tanto prestigio le ha dado al país en el mundo y que hoy muestra nuevas maneras de ofrecerse, sin necesidad de azúcar, y aun así más sabroso. Como en La Sierra, la historia se repite con cambios de altura, variedades y procesos, en distintas esquinas y montañas de la ciudad, donde unidas, las manos de caficultores y baristas buscan el camino para seguir creciendo el prestigio y la visibilidad de los cafés especiales origen Medellín.
Tour cafetero en el Valle de Aburrá
Conocer la cultura cafetera y el proceso que vive el café desde la recolección hasta el tostado, ese es el objetivo del Tour del café de Medellín que ofrece Zooming, visitando una hacienda cafetera que data de 1919 y ubicada en Sabaneta. Para María Clara Ruiz, su promotora, tomar café de Medellín es una oportunidad de apoyar la economía local y reconocer el territorio.
- Días y hora: lunes, martes, miércoles, viernes y sábado 8.30 a.m.
(duración cuatro horas). - Punto de encuentro: Zooming, calle 10 # 42 – 28
- Incluye: transporte privado, entradas, guía bilingüe, experiencia cafetera, preparaciones y muestra de café especial origen Medellín.
- Informes: zooming.co
Por: Claudia Arias – [email protected]
La quínoa
La quínoa: Este seudocereal proveniente de Suramérica es considerado un superalimento. Tiene el tamaño de las semillas de mostaza y se encuentra de diferentes colores: blanca, roja y negra.
por Juan Pablo Tettay De Fex
Una fiesta de nutrientes
La quínoa es alta en proteínas, pues tiene los nueve aminoácidos esenciales. También es rica en grasas omega, vitaminas del complejo B y minerales. Es por ello que ha sido catalogada como un superalimento. Además, es un grano de fácil digestión que puede ser consumido por personas alérgicas al gluten.
La cocción
No hay que complicarse, la quínoa se cocina igual que el arroz, aunque está lista en menos de 20 minutos. También puede tostarse en seco. ¿El resultado? Crispetas de quínoa que se pueden usar como topping para sopas, ensaladas y postres. Para consumirla, se puede comer sola (como sustituto del arroz), como base de una ensalada, en postres o de la forma en la que la creatividad dicte.
Una fiesta de nutrientes
La quínoa es alta en proteínas, pues tiene los nueve aminoácidos esenciales. También es rica en grasas omega, vitaminas del complejo B y minerales. Es por ello que ha sido catalogada como un superalimento. Además, es un grano de fácil digestión que puede ser consumido por personas alérgicas al gluten.
Esta noticia le gustaría a Julio
Vecino y ciudadano, escéptico, determinado, solidario, luchador, sibarita, de gran sentido del humor… hoy, que Vivir en El Poblado está de regreso, le rendimos tributo a su fundador, Julio César Posada Aristizábal ( 2010).
por Juan Felipe Quintero
A Julio lo recuerdo donde Gabo, sí, el Nobel, en su casa de Cartagena, tomando tanto café como si fuera la última gota en el mundo (“estos paisas salen muy baratos, no reciben nada más”, gozó Mercedes Barcha). Estaba feliz, orgulloso, por exponer ante tamaño interlocutor su periódico, de barrio, gratuito y con ocho años de circulación. Lo recuerdo explicando con entusiasmo cada enfoque periodístico, cada pieza del negocio. Y lo recuerdo firme ante la sugerencia de García Márquez de “no regales tu trabajo, la gente no valora lo que es gratis”. Julio valoró cada idea, cada comentario recibidos esa tarde, pero mantuvo el modelo de gratuidad de Vivir en El Poblado. Él no creía que estaba regalando un esfuerzo; él estaba seguro de que desarrollaba un propósito: una nueva manera de vivir en comunidad. Y la audiencia le copiaba, lo agradecía, se sumaba.
También lo recuerdo escéptico frente a la gestión del Municipio en El Poblado, un sector de fincas y rieles que veía mes tras mes levantar más torres de apartamentos y de negocios, un rompecabezas sin planeación. Escéptico como lo fue con los ciudadanos que tumbaron el plan vial de la Obra 500. Y lo recuerdo decidido, sin tomar partido, para que unos y otros expusieran sus puntos de vista. Quería páginas de debate abierto.
Lo recuerdo tomando partido, sí, por la búsqueda de soluciones, por la gastronomía local y por cada emprendimiento surgido con valentía en medio del terror de los noventa.
A todo ese entorno, el viejo sitio de veraneo, que empezaba a tomar forma de nuevo centro de ciudad, Julio le quiso sumar periodismo, con el valor agregado de construcción de comunidad y con la mirada puesta en Medellín. Él tampoco creía que el mundo se terminaba en la avenida Pintuco; él estaba seguro de la necesidad de tender lazos.
Fue un emprendedor, para la época el término no se usaba con tanto vértigo, y lo hizo justo en los días más desesperanzadores de esta ciudad.
Comenzó con 11.000 ejemplares, que él escribía, editaba, les conseguía columnistas y anunciantes y los distribuía.
“Mantuvo la curiosidad de un niño y se gozó lo que hacía. Un niño grande que asumía las tareas con alegría, pero siempre guiado por un propósito superior: hacer de cada lugar un mejor lugar, un lugar para vivir bien”, apunta María Eugenia, de los Posada Aristizábal, su familia, el apuntalamiento clave para este sueño.
Ya transcurrieron 28 años. Julio falleció en 2010 y queda su legado del valor del periodismo independiente. Hoy, 21 de junio de 2018, estas páginas están de regreso, con la misma mirada crítica, transparente, cívica, divertida, incluyente. Vivir en El Poblado vuelve: seguro que esta noticia le gustaría a Julio.
Nos hicimos mucha falta
Proponemos un periodismo independiente, ajeno a intereses que no coincidan con el propósito de hacer de Medellín y El Poblado un lugar donde todos vivamos bien.
Medellín sintió que perdía algo que le pertenecía y no se resignó. De manera espontánea, sin que de por medio hubiera nada distinto al deseo de contribuir a la construcción de una mejor ciudad, casi desde el momento del cierre de Vivir en El Poblado, en enero de 2017, un amplio número de ciudadanos comenzó a trabajar para hacer posible su renacer.
Usamos la palabra ciudadanos a propósito. Porque ser ciudadano implica, en alguna forma, hacerse responsable del destino de su ciudad. Y este grupo de personas asumió a fondo lo que pensó era la mejor manera de hacerlo: dando vida de nuevo a un medio que durante veintisiete años se distinguió por hacer un periodismo independiente, ajeno a intereses que no coincidan con el propósito de hacer de Medellín y El Poblado un lugar donde todos vivamos bien.
El periódico ha tenido unos sutiles ajustes en el diseño para ponerlo a tono con las nuevas tendencias del mejor periodismo escrito del mundo. Una publicación refrescante, ágil, bonita, pero también seria y confiable, donde el lector de cualquier edad pueda encontrar lo que le gusta o le interesa. Como es nuestra tradición la portada seguirá dedicada a una obra de arte.
Nos entendemos como generadores de contenidos para los diferentes canales que hoy ofrece la tecnología. Además del impreso nuestros lectores tendrán actualización permanente a través del portal y de las redes sociales. En la difusión de noticias a través de medios digitales continuaremos tan rigurosos como lo hemos sido con la información impresa.
Nuestros principios son los mismos que Julio César Posada definió desde 1990 cuando circuló la edición número uno: Vivir en El Poblado trabajará por hacer de este, nuestro lugar en el mundo, un buen lugar para vivir; lo cual exige estar informado oportuna y verazmente.
Vivir en El Poblado continuará promoviendo la participación de los ciudadanos en las decisiones que tienen que ver con la administración y con el futuro de la ciudad, a través de los mecanismos establecidos en nuestra Constitución. Seguirá trabajando por el desarrollo de una cultura ciudadana fundamentada en el respeto a la ley, en la tolerancia y en la inclusión social; en la valoración del esfuerzo y en la aceptación de la diversidad. Seremos como siempre lo fuimos promotores del valor del tiempo libre. Como esa ha sido nuestra vocación, durante este año y medio nos sentimos en el vacío. ¡Nos hicieron mucha falta nuestros lectores!
El deporte, un escape al encierro en El Poblado
De los 886 escenarios deportivos públicos que administra el Índer Medellín, ocho están en El Poblado. De las 16 comunas de la ciudad, esta es la que cuenta con el menor número de espacios de este tipo. Solo como punto de comparación, Castilla tiene 100, Laureles 98 y Belén 94. Si contamos además los cinco corregimientos, El Poblado solo supera a Santa Elena, con cinco, y Palmitas, con tres.
Daniel Palacios, director del Índer, señala que quisieran tener más espacios deportivos en esta comuna, pero también es cierto que la oferta va de la mano con la demanda, y la participación de la comunidad de este sector en los programas que dispone la entidad es muy baja.
El Índer ofrece 67 programas de deporte, recreación y actividad física en El Poblado, con los que impactan a 1.571 personas. La comuna tiene, según datos de la Alcaldía, 131.486 habitantes (2017). Es decir que el 1,1% de su población accede a la oferta del Índer. Aquí no se cuentan quienes libremente usan los espacios deportivos vía préstamo, ni tampoco quienes acuden a las ciclovías de la avenida El Poblado, Ciudad del Río y Las Palmas, que en conjunto suman 16 mil usuarios.
Para César Núñez, profesor investigador de Psicología de la Universidad de Medellín y director del Grupo de Investigación en Psicología y Procesos Clínicos Sociales, el deporte es una de las vertientes que tiene la organización humana para construir comunidad.
El Poblado, como lo advierte el director del Índer, ofrece algunas particularidades que no permiten que su gente se integre mediante el deporte en los escenarios públicos. La principal es que la mayoría vive en urbanizaciones cerradas que, por lo general, cuentan con espacios exclusivos -cerca del 83% calcula la Alcaldía-, y además eligen, por condiciones económicas, pagar por cursos o escenarios privados, como en establecimientos abiertos al público o clubes (el promedio de ingresos mensuales por hogar es de dos millones y medio de pesos).
El reto para la entidad, señala Palacios, es convencer a los habitantes de esta zona de la ciudad para que se enamoren de lo público, esto es con escenarios y oferta de calidad.
Una manera de lograrlo es instalar dicho concepto desde la población más joven, y en ello es clave el deporte colegial y universitario con los juegos que organiza el Índer en la ciudad, y en los cuales participan los 23 instituciones educativas públicas y privadas y las seis universidades que tienen sus sedes principales o sucursales en El Poblado.
“Es una manera perfecta de integrar la ciudad, que niños y jóvenes se la caminen y repliquen ese impacto social que tiene el deporte en la ciudadanía. Nuestro objetivo es visibilizarlos más, mostrar la articulación entre deporte y educación”, comenta Palacios.
El deporte y las condiciones sociales y mentales
En un entorno como el de El Poblado, donde la mayoría de su gente vive encerrada en urbanizaciones, y en la que si bien hay oferta de programación deportiva pública, los lugares para practicarlos son limitados, el deporte se convierte no solo en una manera de generar comunidad, sino además de mejorar las condiciones de salud física y mental.
El psicólogo César Núñez plantea que en estratos altos, el deporte ayuda a evitar que sus habitantes tengan mayor predisposición a condiciones de estrés y tensión y a consolidar grupos de interés relacionados entre sí, como las comunidades que acuden a gimnasios, que montan juntos en bicicleta, entre otras actividades comunes en este sector.
“La práctica deportiva logra centrar muchos intereses que son preventivos de problemáticas sociales como la violencia y la predisposición a estilos de vida negativos en temas de alimentación inadecuada o a tendencias sicoafectivas y emocionales asociadas a patrones depresivos o de patrones opresores”, concluye Núñez.
El espacio encerrado no es impedimento
El preparador físico y educador deportivo William Villa, quien ha trabajado en equipos como Independiente Medellín, Santa Fe y Deportivo Cali, comenta que vivir en espacios cerrados como urbanizaciones no es impedimento para realizar actividad física, no necesariamente deportiva.
Comenta que hacerlo no solo mejora la parte física sin que tiene implciaciones en factores sociales, estrés, autoestima, tensión y presión.
Sugiere acudir a los parques del vecindario, las unidades deportivas cercanas o vincularse a algún grupo que practica una actividad física, incluso el baile.
“Por pequeño que sea el edificio, casi todos tienen un salón pequeño. Allí se pueden hacer todo tipo de ejercicios, ejercicios de flexibilidad, equilibrio que ayudan a segregar hormonas que ayudan a aclarar muchas cosas en la parte física y mental”, cierra.