Aparte de estos eventos anecdóticos, aparece en el panorama un tema que debe ser preocupación constante para padres de familia y maestros, saber si la educación que reciben los estudiantes de verdad los estará preparando para que su proceso de aprendizaje, su curiosidad por el conocimiento, su interés por la investigación no se detengan en noviembre cuando salgan de nuevo a vacaciones.
Este momento es una buena hora para pensar en la calidad de la educación, un tema en el que Medellín ha hecho un esfuerzo enorme y que, a pesar de los pobres resultados en las diferentes pruebas de conocimiento que se aplican, ha mostrado índices de recuperación. Esto último nos habla de que, efectivamente, con un poco de esfuerzo de todos, maestros, alumnos, padres de familia y Estado, el cambio se nota y muy pronto.
Vale la pena resaltar todo el trabajo que hace la Secretaría de Educación para reparar muchas de las injustas brechas que la realidad ha abierto entre los distintos sectores de población y que se traducen en una mala calidad de educación especialmente mientras más pobre sea el estudiantado. Por eso, dicen en la Alcaldía, el resultado no se verá inmediatamente, pero sí se verá.
En las pruebas Saber, las que deben presentar los niños de 5 y 9 grado, el resultado de Medellín es significativamente mejor que hace dos años. Sin embargo, en las pruebas del Icfes a los estudiantes de último grado, el resultado sigue siendo muy triste. Apenas 8 estudiantes de Medellín entre los cien mejores de Colombia. Puede que esta no sea una interpretación suficientemente técnica de los datos, pero si es diciente de nuestro desempeño y del escalafón que tenemos en el conjunto nacional.
El trabajo que se está haciendo se inicia en el preescolar, donde debe ser, buscando darle a todos los niños de Medellín las mismas oportunidades. Por eso, alimentación, juego, afecto van de la mano con infraestructura, transporte, financiación y capacitación para los maestros. Un ejemplo de redistribución que tenemos que apoyar y aplaudir, y pedir que se continúe y se fortalezca. Un dato importante a tener en cuenta es el hecho de que de cada 100 pesos que tiene el Municipio para inversión 40 los destina al rubro de educación. A pesar de esto, el dinero es escaso.
Son muchos los frentes que hay que atender. Pero solo una política coherente y articulada con un propósito claro logrará hacer de Medellín, de verdad, la ciudad más educada de Colombia y creer que a través del conocimiento y la cultura alcanzaremos no solo a romper las desigualdades sociales sino a construir una tierra digna de ser vivida. El reto que tenemos como ciudad es hacer perdurables en el tiempo estos cambios, trabajar por mejores programas y ofrecer una capacitación continua y mejores salarios para maestros y profesores. A hacer que el oficio de maestro tenga el reconocimiento social y la dignidad que merece.
El nuevo semestre que se inicia debe marcar un paso adelante en el logro de estos objetivos, así que cuando veamos esas busetas repletas de niños que van al colegio, debemos sentirnos orgullosos de que estamos frente a quienes hacen ese cambio. Desde aquí nuestro saludo de agradecimiento a todos los que hacen parte de este trabajo, Alcaldía, Secretaría de Educación, planteles educativos, maestros, alumnos y padres de familia, todos comprometidos con lograr la meta de una ciudad mejor educada.