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Mini es madre, cabeza de familia de un hogar con tres hijos a los que les gusta la música y que para nada se sienten orgullosos de su progenitora. Nadie puede creer que exista una madre así, desinteresada de la vida de sus hijos y detrás de todo, con cierta tendencia a la locura con actos maniáticos y dementes que crean el pánico en toda la casa.
Silvi, Leandro y Nene no saben qué hacer con ella, no la comprenden y hasta parecen no quererla. Silvi es la pequeña consentida, Leandro el mayor y quien trata de imponer un poco de autoridad y orden, mientras Nene utiliza más la razón para proponer soluciones a los problemas que causa su madre. Las palabras de Mini parecen un mar de confusiones y de incoherencias, hasta que sus hijos entienden que están al frente de una asesina, que al parecer sin querer acabó con la vida de una mujer en el mercado, cosa que no le preocupa, como sí no haber comprado limones para los chorizos. Las locuras de la mujer no terminan ahí, sus hijos idean todo tipo de planes para esconder el cadáver de la primera víctima sin que Norberto Suárez lo note, un policía que entra en escena y que se encariña con los muchachos a través de la música. Suárez además, termina involucrado sentimentalmente con la excéntrica Mini, aumentando la tensión dentro de la familia y para el mismo público. Pero, ¿cuál es la verdadera intensión de este policía “enamorado”? ¿Qué actitud tomarán los hijos ante esto?, preguntas que se resolverán en un desenlace inesperado y vibrante, donde habrá acción, disparos y la verdad saldrá a flote. Humor y dirección Este grupo, que lleva nueve años trabajando la técnica de la improvisación, y es creador de la primera academia de esta modalidad en la ciudad, presenta esta vez La escala humana, una obra de texto que no los aleja de su estilo, ni del humor negro que los caracteriza, bajo la dirección de Jorge Hugo Marín y con la actuación de Gustavo Miranda, David Sanín, Adriana Ospina, Catalina Hincapié y Ricardo España. Marín es conocido por su trabajo con el Teatro Nacional de Bogotá en reconocidas obras como Tu Ternura Molotov, Al Diablo la Maldita Primavera y Hamlet, entre otras. En cine, en Te Amo Ana Elisa y en algunas telenovelas. “Esta es una escala humana distorsionada, fracturada y disfuncional, que busca sostenerse con la pretensión de ser autosuficiente, una verdad parodia, que parece ajena y que no deja de producirnos risa, pero que en últimas es el más crudo y tenebroso espejo de nuestros hechos”, explica Marín, director del montaje. La escala humana terminará sus funciones este viernes 3 de abril y sábado 4, en la sala de Acción Impro. Informes: 444 8808. |
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La escala humana
Vivir en el danzar
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María Isabel no se imaginó que ver un afiche de un musical egipcio hace unos 10 años cuando salía del colegio, sería la primera señal de que su vida no estaría marcada por los libros, las fórmulas matemáticas o el trabajo de oficina.
Cuando llevaba cinco semestres de biología en la Universidad de Antioquia, viajó a Estados Unidos a una capacitación con bailarines de todo el mundo, donde descubrió que su verdadera pasión era la danza árabe, para aprenderla y enseñarla. “Cuando comencé, la danza oriental no era popular, era algo muy hermético y secreto. Yo jamás en la vida había bailado algo así, pero la cultura siempre me había gustado y fue el viaje a Estados Unidos el que me cambió la vida. Poco a poco los movimientos me iban saliendo con mayor fluidez y ahora siento que hago magia con el cuerpo”, dice esta mujer de sólo 26 años. De hobby a su profesión Viajar, su aprendizaje |
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Destino capital
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Panorámica Bogotá.Archivo IDT. Foto Germán Montes.
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Para todos los gustos e integral, esa es la estrategia de la Alcaldía de Bogotá a través de la Secretaría Desarrollo Económico y su Instituto Distrital de Turismo, que invitó a Vivir en El Poblado para contarle cómo piensa atender a los viajeros que arriben a la capital para disfrutar de la Semana Santa. Planes para conocer el Centro Histórico, museos, iglesias, parques, restaurantes y bares, entre otros, hacen de Bogotá un destino ideal para vivir la Semana Santa, o si lo desea, disfrutar de espacios culturales y de entretenimiento. Para responder las inquietudes de los turistas, el Instituto dispone de once puntos de información en toda la ciudad, allí podrán enterarse de los recorridos y de los mejores lugares para visitar.
Centro Histórico En el Centro Histórico podrá encontrar bellas catedrales como la Iglesia de San Francisco, la más antigua de la ciudad e imponente con su estilo barroco, La Veracruz, la Iglesia de La Tercera Orden y la Iglesia De Las Aguas. La mayoría de los sitios de interés se encuentra en la zona que se extiende de la Calle 7 a la Avenida Jiménez, entre la Avenida Circunvalar y la Carrera 8. Allí hay un Punto de Información de donde salen tres recorridos religiosos gratuitos, a las 10:00 a.m., 2:00 p.m. y 5:30 p.m. En este sector se encuentra La Candelaria, barrio que con sus casas coloniales conserva el recuerdo del pequeño poblado que fuera el inicio de la gran metrópoli y construcciones de gran valor arquitectónico e histórico como la Plaza de Bolívar, la Casa de Nariño, el Capitolio Nacional, la Catedral Primada de Colombia o el Santuario de Nuestra Señora del Carmen. También en este sector es imposible no visitar el Museo Del Oro, Museo Nacional, Museo de La Esmeralda, ubicado en el piso 23 del edificio de Avianca, donde el visitante experimentará gran interactividad y pasará por un socavón para ver cómo extraen la piedra, en un edificio en pleno Centro de la ciudad. El Centro Cultural Gabriel García Márquez, la donación más grande de un país extranjero en Colombia, en este caso México, es un espacio que sólo lleva un año de funcionamiento y que es digno de conocer. |
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Archivo IDT. Iglesia de San Agustín.
Foto Elizabeth Jiménez. |
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Diversión y familia
Bogotá invita a los colombianos y extranjeros a que cambien los viajes comunes, a la Costa Atlántica por ejemplo, porque en la capital hay oferta de sobra para el entretenimiento y para compartir sanamente en familia. Si su visita es con sus hijos, un lugar inolvidable para ellos sería el parque Divercity. Allí los niños podrán ser grandes por un tiempo, tendrán dinero y retirarán de los cajeros automáticos de la pequeña ciudad diseñada sólo para ellos. Podrán asumir roles de policías o veterinarios, irán a mercar y hasta escribirán un artículo para el periódico local para luego imprimirlo y llevárselo de recuerdo. Bogotá, ciudad cosmopolita donde seguro no le faltará algo para hacer o conocer. Exquisitos restaurantes en el Centro Histórico y en las llamadas Zona T, Zona M (barrio La Macarena) y la Zona C, (barrio La Candelaria), han hecho de Bogotá un importante destino gastronómico de Latinoamérica al ofrecer una carta típica e internacional. Aproveche esta Semana Santa y dése la oportunidad con los suyos, de conocer la riqueza de una ciudad completa que lo acogerá según su necesidad e interés, demostrando con su trabajo y oferta por qué es la capital colombiana. |
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Iglesia Museo Santa Clara. Foto Elizabeth Jiménez.
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El láser mágico de Medellín
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¿Qué es y para qué sirve?
El nombre Lidar es una sigla inglesa (Ligth Detection And Rancing) que significa detección de luz y medición de distancia. Para entender su trascendencia, lo mejor es recurrir a las palabras del profesor Bastidas: “Estaciones como esta se han puesto de moda porque es lo más real que uno puede tener para un diagnóstico efectivo de lo que está ocurriendo con la contaminación en nuestras grandes ciudades. El equipo tiene una fuente de luz excepcional conocida como radiación láser y que al iluminar con su gran energía la atmósfera nos permite ver la contaminación, la distribución de esas partículas contaminantes y la evolución de esos contaminantes”. Esto es importante porque “de allí se deriva todo lo que tiene que ver con los efectos en la salud, con la detección de las principales fuentes emisoras de contaminación, el efecto invernadero, nos permite medir la densidad atmosférica, la humedad y otros parámetros relacionados con especies químicas que nos afectan la salud, la vida en los cultivos y el cambio climático”. Cómo funciona el Lidar El láser es enviado mediante un telescopio, adaptado para cumplir dos funciones: dirigir la luz hacia la porción de atmósfera que se quiere estudiar y recolectar esta luz desde diferentes alturas, en la Tierra. “Recolectar significa que él puede reunir esa radiación, la huella que va dejando el rayo láser a través de la atmósfera y allí viene toda la información que interesa para el análisis de la contaminación atmosférica”. Surge entonces la pregunta sobre cómo acceden los investigadores a estos datos, y Bastidas lo explica: “Cuando el equipo recoge la radiación que se devuelve y que es la que trae esa información tan valiosa, viene equipado con una electrónica cuántica que sirve como intermediaria para que en una computadora se puedan ver en tiempo real y como si fuese una película, las imágenes de lo que está ocurriendo en la atmósfera”. Gracias a esto, también es posible detectar y predecir fenómenos como lluvias torrenciales, pequeños bloques de hielo y formación de sistemas nubosos altamente peligrosos. “Da mucha oportunidad para evitar inundaciones, alertar sobre emisiones tóxicas de una fuente muy cercana a nuestra superficie o la erupción próxima de un volcán”, añade el científico y ejemplifica con el caso del Monte Santa Elena, en Estados Unidos. “Es tan grande como el Galeras y se monitorea con Lidar, porque es una oportunidad única para poder dar una alerta real con varios días de anticipación. Cuando el cráter empieza a emitir vapor de agua, el Lidar puede medir cada diezmilésima de segundo lo que está ocurriendo”. ![]() |
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Pactos contra el ruido en la Zona Rosa
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En las reuniones del comité, tanto residentes como comerciantes exponen sus pensamientos, quejas y sugerencias, entendiendo que la zona de Poblado Centro, según el Plan de Ordenamiento Territorial, es para uso mixto, para trabajar, pero también para habitarlo y descansar.
Con campañas como Rumba Segura del programa Medellín Despierta para la Vida, varios dueños de establecimientos hacen lo posible por cumplir con los máximos estándares exigidos para que su horario de funcionamiento sea ampliado, siendo el Comité el que vigila y estudia si el local es merecedor o no, apoyados en el Decreto 1306 de 2007, aunque es finalmente el Secretario de Gobierno quien pone la firma. Casos puntuales Según Elizabeth González, Técnica Social de la Secretaría de Gobierno, “la mayoría de problemas de ruido son con locales que no están afiliados a la Corporación Zona Rosa. El comité será un mediador entre la comunidad y el comerciante, para que lleguen a acuerdos porque el afectado es alguna persona específica. Los comerciantes deben comprometerse a hacer un muro o cubrir un techo según sea el caso”, dijo. Juan Gonzalo Velásquez, Presidente de la Corporación Zona Rosa, argumenta que el ruido también viene de factores externos: “No es culpa de los comerciantes que el gobierno y el POT les permitan estar ahí. Nosotros estamos cumpliendo, tenemos campañas, estamos bajando el volumen y hay ejemplos. Otra cosa son los carro-vallas con parlantes, eso perjudica y daña la movilidad”. Después de las últimas reuniones, el Comité Local de Gobierno debe verificar las quejas de la comunidad, a la que le pide mayor participación en las reuniones para darle fluidez al proceso y exigirle a los comerciantes los cambios necesarios, aunque ya se ven algunos. “La idea del Comité es hacer una mesa de trabajo porque la Zona Rosa es un punto crítico donde convergen muchas problemáticas, pero si la comunidad no se presta nosotros no podemos avanzar. Si no van a las reuniones, no escuchan la forma como se están atendiendo las quejas y queda la imagen de que no se está haciendo nada, esto es de educación ciudadana y regulación por parte nuestra”, explicó González. Para Amparo Gaviria, Vicepresidente de la Junta Administradora Local, “el ruido ha disminuido desde las reuniones y vemos que en Provenza afecta mucho la bulla externa. Nosotros nos soñamos con una Zona Rosa para todos, son unos pocos locales los que no entran en la misma onda”. Finalmente todos están de acuerdo en proponer un pacto por el ruido que integre a secretarías como Tránsito, Salud, Cultura y al Área Metropolitana, para que conformen el Comité de Gobierno y se piense en soluciones más integrales. |
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Historia sin fin
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Princesa Plaza
El del edificio Princesa Plaza, es el único tramo que le falta a Los Balsos para ser doble calzada; son entre 60 y 70 metros que se requieren para habilitar una calzada en descenso y un separador central, abajo de la Transversal Inferior. “Ya se recibió el predio de manera formal y se elaboraron las actas de vecindad entre el Municipio y el edificio. Además se está haciendo con cada uno de los apartamentos de manera que tengamos la certeza de que al momento de iniciar y terminar el proyecto las condiciones son las mismas. Estamos podando el caucho, necesario para iniciar la intervención en su parte inferior; eso nos debe garantizar que el caucho se mantenga en condiciones de equilibrio durante la construcción”. Semaforización Aceras y adoquines Puente sobre La Volcana Lazo Santafé Manjoles Pasos a desnivel |
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El impuesto de rodamiento se diluiría en la gasolina
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“No es que vaya a subir la gasolina”, se adelanta a aclarar el congresista, “significa que los ciudadanos no tendrían que sacar de contado el impuesto de circulación o rodamiento. Todo el mundo se queja de ese impuesto, de pagarlo como si se rodara todo el año cuando con el pico y placa hay carros que se quedan parqueados dos meses”. Con este proyecto, “lo que se paga depende de usted y la gasolina que consuma, no del Estado”.
Basado en estas consideraciones, el senador Vélez concluyó que la mejor manera de cambiar la estructura del tributo de circulación “es pagándolo a medida que se va tanqueando, por cada medida de combustible. Eso significa que el conductor paga por lo que rueda y paga la utilización de las vías por donde rueda. El 20% de este impuesto iría al municipio donde está la estación de gasolina y el 80% al departamento”. De acuerdo con los cálculos hechos por el senador Vélez, su propuesta convertida en Ley podría implicar un incremento por galón cercano a los $200 pesos o, en aproximaciones pesimistas, de $450. Ventajas para municipios Compensación |
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Una noche azul con Estelar
Publicado en la edición 387, 1 abril de 2009
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Una noche azul con Estelar | ||
18 mil millones de pesos se invirtieron en la construcción del nuevo hotel de la cadena en la loma de Los Parra
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Sus llaves, recién entregadas por las directivas de Bienes y Bienes, volaron por los aires simbolizando que sus puertas permanecerán siempre abiertas para sus visitantes. Esto ocurrió en la inauguración del Estelar Blue, tercer hotel de esta cadena en Medellín, ubicado en la loma de Los Parra. Las danzas aéreas del grupo Ícaro- liderado por los hermanos Jaramillo, quienes fueron entrenados por el Cirque du Soleil- la voz de la soprano Silvia Cuenca y cinco cocteles tan azules como su nombre, dejaron boquiabiertos a los empresarios, periodistas, constructores, vecinos de las urbanizaciones aledañas e invitados del sector turístico reunidos para darle la bienvenida a este elegante hotel de 134 habitaciones, pensado para ejecutivos locales y foráneos. Visítelo en la Carrera 42 No.1 Sur 74 o conozca más acerca de sus servicios en el 369 8380.
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Claudia Mejía, Juan David Restrepo
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Santiago Uribe, María Teresa Mejía, Beatriz Gutiérrez
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Pilar Villa, Jorge Zuluaga, Sergio Villa, Alina Pérez, Lina Toro
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Hernán José González, Nicolás Londoño
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Camila Mejía, Elisa Londoño, Isabel Fernández
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Juan Villegas, Gloria Sánchez,
Julie Thompson, Hernán José González |
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Panamericana estrena teatro
Publicado en la edición 387, 1 abril de 2009
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Cosas de hombres / abril (quincena 1)
Publicado en la edición 387, 1 abril de 2009
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Beaux Arts Trio
Beaux Arts Trio: Clásicos, imperecederos, eternos.
“Desde su fundación hace cincuenta años, los Beaux Arts se han convertido en el modelo a seguir para los tríos de música de cámara alrededor del mundo”. Así describió el Washington Post en 2005 a The Beaux Arts Trio, legendaria agrupación que hasta hace un año llevó su música a los escenarios más prestigiosos de los cinco continentes, presentándose en eventos de la importancia de los Juegos Olímpicos de Seúl (1988) y en diferentes festivales de renombre en Moscú, Edinburgo, Nueva York, Hong Kong, Washington y Viena.
En este retrato tomado por Carlos Tobón puede apreciarse reunida a la formación más célebre y duradera del trío (pues con el correr de los años, llegaron y se fueron varios integrantes): Isidore Cohen (violinista), Menahem Pressler (pianista) y Bernard Greenhouse (violonchelo), estos dos últimos miembros fundadores de este grupo, del que el New York Times dijo alguna vez que “sus excelsas y delicadas interpretaciones los sitúan en una sublime clase aparte”.
De cómo hacer un buen risotto
De cómo hacer un buen risotto
Algunos años después logré descifrar los secretos de cómo hacer un buen risotto, y son los que hoy comparto
El tema de hoy es cómo hacer lo que ahora es una oferta corriente en restaurantes de cocina italiana o mediterránea y que puede ser el risotto tradicional, o el mismo con vegetales, espárragos, alcachofas, hongos, frutos de mar, etc.
Mi primer encuentro con este plato tuvo lugar a finales de los años 60 del siglo pasado en un viaje que hice a Cartagena. Un restaurante de Boca Grande especializado en comida italiana incluía en su carta Risotto con frutos de mar. Al pedirlo el maître me indicó que se tomaría entre 30 y 40 minutos.
Al final del tiempo prometido me encontré con un plato extraordinario, con un arroz al dente y cremoso, absolutamente exquisito. Curioso pregunté cómo se hacía y lo único que se me dijo fue: “el arroz se cocina con mucha mantequilla”, con esta precaria información me fue imposible repetir el plato.
El procedimiento de cocción es distinto del tradicional en nuestro medio para la cocción del arroz. Algunos años después logré descifrar los secretos de cómo hacer un buen risotto, y son los que comparto hoy.
Elementos esenciales
Arroz, preferiblemente de los tipos Arborio, Vialone Nano o Carnaroli, yo prefiero el Arborio. A falta de los arroces italianos y como último recurso se puede utilizar arroz japonés o el de tipo doble carolina.
Un buen caldo; los comerciales o de cubos tienen mucha sal. Un buen caldo puede ser hecho con carne de res o de ternera, con algunos huesos, una zanahoria pelada, 1 cebolla mediana pelada, 1 tallo de apio, 1/4 de pimentón sin sus semillas, 1 papa pequeña pelada, 1 tomate maduro y agua que cubra todos los ingredientes. Poner todo a cocinar. Cuando el caldo empiece a hervir, bajar el fuego. Sacar la grasa e impurezas que flotan. Dejar cocinar hasta que tenga un sabor agradable. Al final filtrar el caldo y dejar enfriar. El caldo que no se use para la preparación del plato puede congelarse en cubetas para el hielo y tenerlo listo para ser usado luego.
El método de cocción, consiste en un fondo de cebolla picada salteada en mantequilla. A continuación se le agrega el arroz (sin lavar) y se tuesta ligeramente en la mezcla. Luego se agrega una poco de vino blanco dejándose cocinar hasta que el alcohol se evapore. Después se agrega un cucharón del caldo, se revuelve el arroz hasta que el líquido se seque y nuevamente se agrega un cucharón del caldo y así sucesivamente hasta que el arroz esté hecho. El tiempo total de cocción es de unos 25 minutos. Debe quedar al dente. El proceso de agregar cantidades pequeñas de líquido, revolver, dejar secar, etc. es el que asegura que las harinas del arroz se transformen en un elemento de adherencia y da el aspecto cremoso típico del risotto.
Al finalizar la cocción agregar una cucharada de mantequilla y unas dos cucharadas de queso parmesano. Tapar la olla en que se cocinó el arroz y dejar reposar unos 5 minutos. Al final, servir en platos individuales.
La receta
Comparto con ustedes la forma de cocinar un delicioso risotto con hongos del bosque y habas tiernas.
Ingredientes
50 gramos de hongos secos / 2 cucharadas de cebolla, picada finamente / 1 diente de ajo, pelado y picado finamente / 6 cucharadas de mantequilla / 1/3 de taza de vino blanco seco / 4 tazas de caldo / 2 tazas de arroz para risotto / 1 taza de habas tiernas / sal y pimienta negra recién molida / 1/4 taza de queso parmesano rallado, preferiblemente recién rallado.
Preparación
En un recipiente remojar por 20 minutos los hongos en agua tibia. Vaciar el agua de los hongos a través de un cedazo con toallas de papel y conservarla. Retirar los hongos y lavarlos en agua corriente para remover la arena que puedan tener.
Poner una olla a fuego medio, agregarle 4 cucharadas de mantequilla; cuando esta se derrita, agregar la cebolla y el ajo, dejándolos cocinar hasta que la primera esté traslucida; agregar el arroz a la cocción y revolverlo bien hasta que esté untuoso con la mezcla; agregar el vino y dejarlo evaporar lentamente. Mientras tanto, calentar el caldo hasta que empiece a hervir. Agregar un cucharón del caldo a la cocción y revolver todo muy bien para que se integren los sólidos, agregar la sal y la pimienta.
Cuando este primer caldo esté completamente incorporado, agregar los hongos y revolviendo continuamente con una cuchara de madera agregar una cucharón del agua de los hongos, continuar agregando poco a poco el agua de los hongos y después el caldo, revolviendo para que se integre hasta que el arroz esté cocido al dente. Bajar del fuego, agregar el queso parmesano y la mantequilla, tapar y dejar descansar 5 minutos; revolver bien y servir en platos individuales.
Poner a disposición de los comensales más queso rallado, por si así lo desean.
¡Buen Apetito!
[email protected]
Buenos Aires, marzo de 2009.
El ciclo de vida de la familia
Por: Juan Sebastián Restrepo Mesa | ||
Existe una serie de etapas comunes que toda familia debe transitar a lo largo de su desarrollo. Estas constituyen lo que se ha denominado Ciclo Vital Familiar, y conllevan características biológicas, psicológicas y sociales que requieren tareas específicas de adaptación, que de no realizarse satisfactoriamente pueden generar problemas en etapas futuras de su desarrollo.
La forma en que cada una experimenta y asume las etapas del Ciclo Vital Familiar es única. Algunas situaciones imprevistas pueden impedir la vivencia de alguna de ellas, anticiparla o retardarla. A continuación se mostrará un panorama general del Ciclo Vital Familiar enunciando las características generales de cada una de las etapas que lo componen. Formación de la pareja y comienzo de la familia: Durante el noviazgo es importante lograr una independencia emocional y económica, establecer los principales propósitos de vida personales, y consolidar una identidad de pareja. El matrimonio requiere establecer convenios frente al reparto de roles y funciones, y construir un proyecto de vida común, compatible con los deseos y necesidades de cada uno. Crianza inicial de los hijos (primer embarazo- 30 meses de edad del niño): La pareja debe readaptarse afectiva y sexualmente de acuerdo a la realidad biológica y psicológica del embarazo, desarrollar planes conjuntos frente al bebe y ajustar las actividades y rutinas. Después del nacimiento la madre debe sintonizarse con las necesidades fisiológicas y afectivas del bebé, especialmente en el proceso de la lactancia, que requiere de su presencia atenta; mientras el padre debe proveer sostén y apoyo, tanto psicológico, como afectivo y material, tanto a la madre como al hijo. La familia con hijos preescolares (30 meses hasta los 6 años del primer hijo): El niño desarrolla su iniciativa y autonomía. Los padres deben potenciarlas sin desprotegerlo. Se da la incorporación de normas sociales y el desarrollo de la identidad sexual del niño. La pareja debe encontrar un equilibrio entre su vida íntima, el ejercicio parental y la vida laboral. La familia con hijos escolares (6 – 13 años del primer hijo): El niño ingresa al colegio y comienza a reconocer las normas sociales. Desarrolla su capacidad de trabajo y de relacionarse mediante el juego. Los padres deben aceptar la separación gradual de este y estimular sus capacidades intelectuales y sociales. La pareja debe recuperar espacios para su realización. Familia con hijos adolescentes (13 hasta 20 años del 1 hijo): Se conjugan dos crisis importantes: la adolescencia, por parte del hijo, y la edad media o mitad de la vida, por parte de los padres. En ambas se producen cambios físicos y un cuestionamiento del sentido de vida. Los adolescentes amplían su ámbito social y cuestionan a sus padres para asumir una identidad más propia frente al mundo. Necesitan un equilibrio entre límites claros y espacio para experimentar con la certeza de que no perderán el apoyo de sus padres. Familia en “Plataforma de lanzamiento” (Salida del hogar del primer hijo): La familia necesita desprenderse de sus hijos e incorporar nuevos individuos como el cónyuge y la familia política. La pareja debe descubrir nuevas satisfacciones en las relaciones maritales, asegurar su situación económica para la vejez y reafirmar los valores de la vida conjunta. La familia de edad media: Se dan cambios fisiológicos como la menopausia y la andropausia que inciden en la identidad y la sexualidad de la pareja. Muchas personas se jubilan y deben reinvertir su tiempo libre. Por otro lado pueden experimentar cierto grado de aislamiento. La integración con los hijos y la cohesión de la pareja se constituyen en factores cruciales para el bienestar. La familia anciana: Los padres empiezan a depender de los hijos al menguar sus capacidades físicas e intelectuales y atraviesan pérdidas y duelos, incluida la viudez. Es importante apoyar al anciano y darle un lugar activo como transmisor de la historia, ritos y costumbres a las nuevas generaciones. La inminencia de la muerte puede generar temor y redimensiona el sentido de la vida. Estas son, en términos generales las etapas del Ciclo Vital Familiar. En las próximas columnas profundizaré en los aspectos específicos de cada una de ellas para lograr una mayor comprensión de la realidad familiar. Las personas y las familias ganarían mucho en términos de conciencia y desarrollo si entendieran esta realidad, que desde hace más de 2000 años expresaba la Biblia: “Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: Su tiempo el nacer, y su tiempo el morir; su tiempo el plantar, y su tiempo el arrancar lo plantado”. |
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Todos odian las novelas
Por: Juan Carlos Orrego | ||
En Colombia creemos, enfurruñados, que lo negro no puede convivir con lo blanco. De eso no hay mejor ejemplo que la idea radical -común en cualquier tienda- de que, si no se es políticamente de una especie, es porque se es de la otra; prejuicio que ha causado no pocas miradas de odio, puñetazos, botellas quebradas y –necio sería esconderlo– velorios. Sin embargo, la televisión proporciona hoy por hoy un caso menos trágico –pero igualmente definido– de las batallas entre opciones extremas que, erróneamente, ven en la eliminación del contrincante la única solución. Hacia allá apunta esta lánguida crónica mensual.
Si el príncipe Hamlet, en los corredores de su castillo, descubrió que la alternativa fundamental era aquella de “ser o no ser”, habrá que enmendar tan sublime plana y reemplazarla con la prosaica disyuntiva de nuestros días: fútbol o telenovelas. Hasta hace pocos meses, la programación televisiva dejaba ver la sana lógica de alternar dramas sentimentales y contiendas de balompié, con la idea de que estas, de vez en cuando –cada vez que se celebrara la magna ceremonia de un “torneo”– interrumpieran la monotonía lacrimosa de aquellos. Varias décadas transcurrieron en paz, sin menoscabo de la armonía entre ambas clientelas –mujeres y hombres respectivamente, y que los que le buscan otra pata al gato no me acusen de estereotipador–. Sin embargo, especulo yo, alguna dama se sintió atropellada porque, cada vez que se jugaba la Copa América u otro campeonato, se iba al traste su deseo de regodearse con los musculosos galanes de “Pasión de gavilanes” o del folletín de turno, frustración que desembocó en quién sabe qué carta o militancia; el mitin creció y los gurús de la televisión, espantados ante un eventual bajón en las estadísticas de la “engrupida” teleaudiencia, tomaron cartas en el asunto. Imagino todo esto porque, en lo poco que va de 2009, han ocurrido cosas inéditas que no me explico de otro modo: se dejaron de trasmitir partidos de la Selección Colombia y los juegos de los equipos colombianos en la Copa Libertadores pasaron a ser programas de pacotilla, dignos de ser emitidos por los canales regionales. Mientras tanto, en los espacios destinados a la misa del balón se acomodó la ristra de las mil y una novelas, henchidas de rubias maquiavélicas, sirvientas virtuosas, galancetes acartonados, mexicanos actuando de boyacenses y argumentos que no consiguen ser divertidos. Hace un par de meses, mientras la selección juvenil de Colombia sudaba defendiendo la pírrica ventaja de un gol contra Uruguay, los televisores de la patria se solazaban con el estreno de “Todas odian a Bermúdez”. Sobra decir que la otra mitad de la humanidad colombiana también lo odia: por haber tenido que hacer fuerza ante un ciego radio fue, no cabe dudarlo, que Uruguay nos terminó empatando y ganando el dichoso partido. Desde esta columna abogo por el equilibrio perdido, en mala hora despedazado cuando, por paranoia o malicia, alguien lo confundió con machismo o quién sabe qué ideología torcida. Pasar de los bellos días de la comunión entre fútbol y novelas al despótico régimen de solo novelas es, como ya ha ocurrido en otros campos arrasados por furores como el feminismo o el antibalompedismo, ir de lo malo a lo peor; ninguna tiranía se arregla con otra. Que conste que predico con tiempo esta necesidad de equidad y concordia: falta un año largo para el Mundial de Sudáfrica, y será fácil acomodar en un horario inofensivo las emisiones de “El ocaso del capitán Ramírez” (o como se titule el drama que corresponda). |
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¿Otros que no calcularon lluvia?
Por: Juan Carlos Franco
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Viernes 13 de marzo, 5:10 p.m. Circulo por la 34 en sentido norte-sur, y cruzo Los González. La hora del pico y placa apremia. Llueve intensamente. Avanzo 50 metros hasta casi llegar a la nueva mini-glorieta. Huy, ¡vía inundada! Rápida decisión: ¿Seguir o abortar maniobra? Sigo. No era tan profunda, tal vez unos 40 centímetros. No era tan larga, tal vez unos 20 metros. Mientras cruzo, me pregunto ¿qué diablos hace una laguna en plena Avenida 34? ¿Será parte de la ornamentación?
Continúo hacia el sur por el nuevo ramal de la 34, pensando tomar el recién estrenado intercambio vial para subir por Los Balsos. A pesar de la lluvia y del pre-pico, el tráfico parece fluir. Bajo por el citado intercambio y… no puede ser… ¡también inundado! Mucho más profundo, mucho más largo que el anterior. Posibilidad mínima de cruce. Nadie se decide a vadearlo. Todos nos devolvemos. Unos en peligrosísima contravía de más de 200 metros insisten en tomar Los Balsos por el lado de arriba… otros nos devolvemos unos 50 metros y tomamos la 34 nuevamente para seguir bajando, obviamente ya sin posibilidad de tomar Los Balsos hacia arriba. El pico y placa sigue apremiando, ya faltan sólo 5 minutos, pero yo sigo alejándome de mi destino. Finalmente hago el giro por allá en Oviedo y retorno a subir por Los Balsos desde la Avenida. En esas dan las 5:30. Sigue lloviendo… Y me sigo preguntando ¿cómo diablos puede darse semejante inundación en tan bella y flamante obra? Subo lentamente por Los Balsos agradeciendo que la lluvia –al parecer– aleja a los guardas. En clara violación de la norma, llego a casa, impunemente, poco antes de las seis… Es surrealista. Una vía absolutamente nueva, en plena doble-calzada de Los Balsos, en una loma de muy alta pendiente donde el agua lo único que puede hacer es rodar… ¿e inundada? Caramba, ¿cómo lo lograron? ¿No decíamos orgullosos que “loma es loma y lo demás se inunda”? ¿Será posible que nuevamente los constructores de una importante obra vial en Medellín hayan pasado por alto que en esta ciudad llueve, y a veces incluso, muy fuertemente? Aún después del notorio fracaso de Las Palmas, ¿cómo pueden profesionales tan respetables y experimentados (contratistas y funcionarios oficiales) desatender un asunto de tal magnitud? Son previsibles las excusas: Que hay que esperar que la obra se estabilice, que la alcantarilla se tapó, que no esperaban tanta lluvia, que esto, que lo de más allá. Es evidente que, al menos en el aspecto de evacuación de lluvias, estuvo ausente la buena ingeniería. La que sabe prever los fenómenos naturales y calcula y ejecuta obras que los resistan incólumes a lo largo de los años. La que no hace falsos ahorros con sub-diseños o materiales de tercera. Y la que es contratada por una administración municipal responsable y controlada por una interventoría experta y estricta. ¿Será que la nueva Corpoblado, por medio de sus veedurías de obras, podrá revertir esta situación? Mientras tanto, señores conductores, si alguna vez los agarra el pico y placa por un atranque causado por una obra defectuosa, y no consiguen escapar como el suscrito, sírvanse pasar la cuenta a la Secretaría de Obras Públicas o a la Empresa de Desarrollo Urbano. |
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Sin conocer el balance
Publicado en la edición 387, 1 abril de 2009 | ||
Sin conocer el balance
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Tal como reza el título de esta columna, aún sin conocer el balance definitivo que llevarán cada uno de los gobernadores del BID a sus países y sin saber si la propuesta de aumentar el capital de crédito que necesita el Banco para afrontar las secuelas de la crisis financiera se hará realidad alguna vez, deberíamos hacer un pequeño balance particular de unos temas que son propios de esta discusión y que seguramente atañen a más de uno en su fuero inmediato.
Hay que distinguir claramente entre quienes se escudan en la palabra crisis para pescar en río revuelto y sacar provecho como por ejemplo quienes proponen la eliminación de empleados de trayectoria para reemplazarlos por unos nuevos a quienes sólo se les paga la mitad. O lo que es peor, escudarse en la palabra crisis para negar deudas, dilatar las inversiones necesarias para permitir que las empresas crezcan o negar el crédito o subir los intereses a tasas desproporcionadas escudándose en los altos riesgos que se podrían correr. Es claro que en Colombia hay que pensar en una reforma de fondo en el tema laboral, pues es verdad que hay cargas que se hacen impagables, por ejemplo en el caso de empleados temporales y que muchas veces llevan a que se les contrate sin las debidas garantías. Claro que es abrir una puerta difícil de controlar, pero también es cierto que no hacer algo que flexibilice ese tipo de contratación hace que muchos de esos trabajos se hagan a riesgo del propio empleado. Pagos parciales, inferiores al mes, por ejemplo, y aportados por diferentes patronos, podrían entrar a aportarle a los fondos municipal y departamental para atender a los beneficiarios de programas sociales como el Sisbén que hoy se tienen que financiar a través de impuestos. Igualmente, momentos de tantas dificultades deberían llevarnos a pensar si el sistema de contratación a término definido, hasta por tres períodos, es una manera justa o debería reemplazarse por una única vinculación y cambiar la estabilidad en los empleados por esquemas menos traumáticos al momento de pensar en una liquidación. En una de las anteriores crisis que experimentamos -una cada cinco años- un empresario decía que el tema había sido aprovechado por uno de sus amigos para despedir empleados del más bajo escalafón, dejar de comprar café para la oficina y usar el papel de reciclaje. Grandes esfuerzos que sólo aumentaron el número de desempleados y no aumentaron para nada las utilidades de la empresa. El tiempo no está para derroches, la verdad nunca lo ha estado, pero si no se rompe el círculo del miedo con inversión clara y con medidas inteligentes en nuestro propio entorno las visiones apocalípticas se harán realidad. |
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Ana María Vélez
Ana María Vélez
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Esta arquitecta de 46 años siempre contó con el apoyo de su familia. Sus hijos y su esposo en la intimidad del hogar, le dieron todo el afecto necesario para salir de su enfermedad y para que recuperara la alegría que la caracterizaba
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Fue en el año 2002 cuando Ana María sintió un nódulo en uno de sus senos, pero el resultado de la mamografía decía que era benigno, lo que le permitió vivir con cierta tranquilidad hasta 2006, cuando por medio de una biopsia se enteró de lo que ya sospechaba. Incluso no fue capaz de conocer los resultados por ella misma, sino que fue su marido el que habló con su doctora y posteriormente se reunieron con Ana María para informarla personalmente de su nueva situación.
Cuando se enteró sólo bastaron 8 días para que fuera operada y en diciembre comenzó las quimioterapias, lo que define como lo peor que le ha pasado en su vida, por el desgaste que generan y porque fue un proceso que vivió en plena Navidad, mientras sus conocidos gozaban de la tradicional época. Asegura que aunque a sus padres les dio muy duro, ella fue fuerte y nunca les mostró debilidad ni lloró delante de ellos, su desahogo y refugio siempre fue su hogar. Luego, terminando la radioterapia, Ana comenzó a sentirse asfixiada y su médico decidió realizarle una ecocardiografía, que dio como resultado miocarditis causada por la quimioterapia, caso poco común, tanto, que de 400 personas con cáncer de seno que el médico había tratado, ella era el primer y único caso. Por eso vive con controles permanentes aunque su médico explica que no es preocupante, y ella asegura que no le afecta su vida diaria, que disfruta de lo más mínimo y de lo que le trae el día a día sin pensar en el mañana. |
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Cosas de mujeres / marzo (quincena 2)
Publicado en la edición 386, marzo 15 de 2009
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Los “Giro Sintornillos” del Lleras
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“De eso sí que somos expertos: de cómo orinan las mujeres”, dice Juan Ignacio Correa y no exagera, pues se dieron a la tarea de preguntar, una a una y sin rodeos, a más de quinientas de todos los estratos y universidades: “¿Vos cómo orinás?” Y aunque debieron haber despertado suspicacias, todas les revelaron sus secretos. ¡Oh sorpresa! Resultó tal variedad de técnicas que ni las mismas encuestadas se imaginaban las maromas que hacían las otras, con tal de no sentarse en los inodoros públicos. Descubrieron que el 93.5% de las mujeres no se sienta ni se sentaría en un sanitario público. Salió a la luz “el águila”, temeraria pirueta que ha mandado a algunas de ellas a una sala de urgencias, pues implica caída y heridas de indudable incomodidad. Fue con base en las minuciosas confesiones que diseñaron el sanitario público femenino ideal, aquel por el que las mujeres les quedarán eternamente agradecidas, en caso de que logren usufructuarlo, y de paso pudieron graduarse como ingenieros de diseño, en Eafit, porque la investigación era para la tesis de grado. “Valga decir que en el diseño de dicho orinal -como le llaman ellos porque no tiene espejo de agua y, por tanto, no salpica- está interesada una empresa especializada en el ramo, de la cual depende que se justifique que las damas hubieran abierto su alma.
Vendedores de conocimiento “Esto con qué se come” |
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De cuentos y amor a la literatura
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Desde que la Academia Yurupary comenzó con sus talleres de escritura hace 13 años, Gloria María Uribe, Directora General, y Claudia Ivonne Giraldo, Directora del Taller de Escritura, soñaron con reunir en un libro los mejores textos de los talleristas que por años han conformado un grupo ameno y de amigos, en el que comparten escritos y perfeccionan sus vocaciones hacia la literatura.
“Aquí llegan personas de toda clase. Unos porque quieren ser escritores profesionales y otros por entretenimiento. A todos nos gusta contar historias y que nos lean, la gente llega a la madurez y quiere contar más cosas”, dice Gloria Uribe. Una familia En Yurupary se desarrollan dos talleres con niveles distintos, todos se conocen, discuten sus trabajos y se enriquecen entre sí. En el básico se realizan actividades lúdicas y de motivación para que la persona se suelte y venza el miedo a escribir y ser escuchado, mientras que el avanzado va dirigido a quienes conocen realmente de literatura, con programas que constantemente están en innovación. Para Claudia Ivonne Giraldo, “hacer talleres no es fácil, mantener al público interesado, que sean constantes y con seriedad tampoco. Siempre hay que pensar un proyecto distinto de taller, lo reinventamos”. La literatura es un mundo abierto, Yurupary ha conformado un grupo que no distingue género ni edad. En él se encuentra Lina María Porras de 20 años, quien ingresó desde que tenía 14 y se perfila y sueña con ser escritora. “Siempre tuve inquietud por escribir y el taller me parece muy interesante porque escucho posiciones sinceras de los demás, que son mis amigos. El taller no hace escritores pero es una forma de estar en constante práctica, unos lo toman como hobby, pero para mí es lo más importante porque sueño con ser escritora”, dijo esta estudiante de Filosofía y Letras. Así como Lina, María Inés Vélez es una señora de 74 años que dedica lo que más puede de su tiempo a la literatura, es ama de casa y también cuenta con la publicación de algunos de sus cuentos en el libro. “Llevo 17 años en talleres de literatura que se han convertido en el valor agregado de mí vida. Me siento feliz de aprender porque la lectura es un amigo, es una compañía para la soledad”, dijo. Complementando los talleres, de la academia han salido cuatro promociones del Diplomado en Creación Literaria, que ofrece una formación más completa sobre la literatura y su historia, en géneros como el cuento, la crónica y la poesía. Cantata en varias voces Ese es el título del logro máximo que los talleres han alcanzado. El libro fue lanzado en noviembre del año pasado, no salió al mercado, sino que tuvo un sentido más íntimo para cada escritor. “Sacamos 500 ejemplares y ya están agotados. Estamos pensando si hacer una reimpresión porque lo han pedido. Es un producto muy digno y nos llena de orgullo”, afirmó Giraldo. El libro está compuesto por cuentos de 24 talleristas, de ambos niveles, que consolida y plasma en letras su dedicación y pasión a lo largo de varios años. Para la directora Uribe, “lo mejor es que se respetó el estilo de cada uno. Uno ve las diferencias entre los textos aunque todos sean del mismo taller y hayan hecho los mismos ejercicios. Resultan cuentos trágicos, románticos o de humor”, destacó. Claudia Ivonne Giraldo, filósofa y escritora, ganadora con un libro suyo de la Beca Ciudad de Medellín 2007, concluye que “esta es una gran motivación inicial. Los talleristas de Yurupary ya deben tener claro que tiene una parte editorial y que esto tiene que seguir, lo más probable es que este año también tengamos un libro, con proyectos más locos y arriesgados como cuentos a varias manos porque todo está por hacer. Esto es lo rico que tiene ser escritor, ver el libro publicado”. ![]() |
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¿Qué paga cuando tanquea?
Claudia trabaja cerca al Parque del Poblado, vive en una urbanización aledaña a La Frontera y tiene un vehículo nuevo con un cilindraje de 1.100 centímetros cúbicos, bajo consumidor de gasolina. Sus trayectos, con algunas excepciones, se reducen a la línea recta y plana de su casa al trabajo y del trabajo a su casa; sin embargo, al mes se gasta, aproximadamente, $200.000 en gasolina corriente, porcentaje significativo de sus ingresos. No se explica, al igual que otros colombianos, por qué el precio de este combustible no ha bajado como en los demás países, pese a la caída que han sufrido los precios internacionales del petróleo. No la termina de convencer el argumento del presidente Uribe de que mejor no bajarlo para no tener que subirlo de nuevo cuando se disparen los precios del crudo, como si no los hubiera incrementado por años, mes tras mes, cuando el crudo subía.
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“Podrían rebajarle siquiera $1.200”: Fendipetróleo
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Para Juan Fernando Prieto, Director Regional de Fendipetróleo, no es justificable “que a precios de petróleo baratos – gasolina cara, si cuando los precios del petróleo estaban altos hubo incrementos mensuales importantes que tuvieron que asumir los consumidores”. Al igual que otras personalidades y expertos del país, entre ellos el Decano de Economía de la Universidad de Los Andes, Alejandro Gaviria, y el director del Banco de la República, José Darío Uribe, Prieto piensa que la decisión del Presidente Uribe de alimentar un Fondo de Estabilización a costa de lo que se está ahorrando gracias a la disminución de los precios internacionales del petróleo y al congelamiento del precio interno, es un impuesto disfrazado, lo que sería inconstitucional pues solo el Congreso puede aprobar nuevos impuestos. “La pregunta es ¿qué está haciendo el gobierno con esa plata?” Según sus cuentas, con un precio actual promedio del petróleo de 45 dólares por barril, el gobierno colombiano pudo rebajar el costo por galón de corriente entre $1.000 y $1.200.
Gasolina vs diesel Cuentas ociosas |
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Muro de contención sigue en veremos
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Con un contrato del año pasado ya habían realizado andenes y escalas, por lo que el muro de contención había quedado sin presupuesto en el momento. Ahora los interventores son claros en decir que si parte de la comunidad continúa oponiéndose, los trabajos no pueden continuar.
Aunque la gran mayoría de implicados en el barrio pide intervención del Municipio cuanto antes, unos herederos, dueños del lote que linda con el peligroso barranco, se oponen a que la construcción del muro sea en su terreno, aplazando el proceso y aumentando el riesgo para niños y visitantes que transitan por la estrecha acera. Este es el único andén que más de seis familias tienen para salir o entrar de sus hogares. Por allí pasan niños, bicicletas y hasta una señora minusválida, que arriesgan sus vidas día a día, sospechando un posible deslizamiento que afectaría la estabilidad de las mismas casas. “La Secretaría de Obras Públicas está en una posición incómoda porque ni siquiera es obligación del Municipio hacerlo”, afirmó David Tamayo, Arquitecto y responsable de la interventoría. Al cierre de esta edición, los herederos habían parado las obras a pesar que el Simpad sugirió continuar con la construcción del muro. |
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Espejitos de oro
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Impotencia e indignación. Eso es lo que siente Darío Tirado, quien animado por copiosa publicidad de prensa, radio y televisión acudió a una concesionaria de vehículos importados, ubicada en la Avenida El Poblado. Le ofrecieron un lujoso vehículo por un precio tan tentador, liquidado con dólar de 1.800 pesos, que desde allí mismo llamó por celular a su esposa a decirle que le iba a regalar un carro y que escogiera el color.
Pero cuál no sería su sorpresa cuando al preguntar por su vehículo esa semana, el vendedor, que tan acucioso lo había atendido antes, le dijo que ya no había, porque habían vendido más de la cuenta. Ahora Darío está decidido a poner una denuncia por estafa. “No hay derecho a que se burlen de la comunidad en una empresa de esa categoría”. Pan de cada día |
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Juan Ricardo Ramírez
Publicado en la edición 386, marzo 15 de 2009 | ||
Juan Ricardo Ramírez
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Un contador de historias y momentos, un escritor de palabras en colores, un pintor de formas y tonos con su cámara
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Imágenes urbanas, en movimiento, que reflejan fugaz y velozmente los espacios, el ambiente, los elementos y los protagonistas que diariamente conviven en El Poblado ilustraron nuestras últimas cuatro portadas. Estas fotografías son una fiel muestra de la obra de Juanri, talentoso y experimentado publicista y fotógrafo que ya en exposiciones como Motion NY, había demostrado su habilidad innata para capturar con su lente el ritmo y el ambiente trepidante de la cotidianidad citadina. Vea otras portadas en www.vivirenelpoblado.com
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La Hora del Planeta, un propósito mundial
Publicado en la edición 386, marzo 15 de 2009
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La Hora del Planeta, un propósito mundial
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El próximo 28 de marzo, entre las 8:30 y las 9:30 p.m., personas, empresas y gobiernos, apagarán las luces durante una hora para apoyar las acciones frente al cambio climático
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Hoy la humanidad se enfrenta a un desafío mucho más grande que sus diferencias: el cambio climático. En menos de cien años, este fenómeno ambiental ha puesto en jaque, como nunca antes, la vida en la Tierra tal como la conocemos. La acumulación de gases efecto invernadero en la atmósfera ha aumentado la temperatura del planeta y con ello, se están alterando todos sus procesos biológicos y ecológicos.
Las alarmas están encendidas y son muchos los que hablan acerca del problema y sugieren alternativas para enfrentarlo. Pero más allá del discurso, hallar soluciones al cambio climático requiere cambios profundos de nuestra forma de ser y estar en el mundo, desde la reflexión profunda que lleve a acciones más responsables con la vida. Si bien tenemos la capacidad de destruir y devastar el entorno natural, también es cierto que somos plenamente competentes para generar impactos menos nocivos e, incluso más positivos sobre la naturaleza. La Hora del Planeta, iniciativa global de WWF, responde precisamente a este llamado y representa una gran oportunidad para que millones de personas se unan y expresen su sentimiento de preocupación frente a esta problemática ambiental. Por ello, el próximo 28 de marzo, entre las 8:30 y las 9:30 p.m., personas, empresas y gobiernos, apagarán las luces durante una hora para apoyar, con este acto simbólico, las acciones frente al cambio climático. Esta vez su objetivo es lanzar un mensaje a los líderes mundiales que se reunirán a finales de 2009 en Copenhague, para firmar un nuevo tratado global sobre cambio climático. Este será el evento de mayor magnitud en la historia frente al cambio climático, en el que millones de personas de todo el mundo actuarán al unísono. Latinoamérica ya hace parte de la campaña, con la adhesión de México D.F., San José de Costa Rica, Ciudad de Guatemala, Buenos Aires , Santa Cruz y Río de Janeiro, junto a Londres, Paris, Copenhague, Sydney, Toronto, Nueva Delhi, Kuala Lumpur, entre otras 538 ciudades de más de 75 países de todo el mundo. Hasta el momento, en Colombia se han vinculado Bogotá, Santiago de Cali, Cartagena de Indias y Medellín, y otras ciudades ya han manifestado su interés de unirse a esta iniciativa. Además, se tienen aliados como la Casa Editorial El Tiempo, Microsoft Colombia, Carrefour, Publik mi canal público, Bavaria, Agenda del Mar, Comfama, Compañía Nacional de Chocolates, Fundación Carvajal, Coca Cola, Código E-Marketing, Empresas de Energía del Quindío S.A. Osram Iluminaciones de Colombia S.A. y Bayer S.A., Cadbury Adams Colombia entre otros. ¿Qué podría ocurrir, entonces, en Colombia si este 28 de marzo, entre las 8:30 y las 9:30 p.m., cada ciudadano se compromete y enciende sólo la luz necesaria y desconecta los aparatos eléctricos que no necesita? ¿Qué pasaría si fuéramos más eficientes en nuestro uso de energía diario? Los símbolos son muy poderosos, pues tienen una capacidad increíble para incitar al cambio y logran esparcirlo por todo el mundo. Oprimir el interruptor es un medio al alcance de cualquier persona en dondequiera que se encuentre para integrarse a la discusión sobre el cambio climático. Pero más allá de apagar la luz, esta campaña busca encender el interés y la reflexión de las personas y las organizaciones sobre su responsabilidad y capacidad para actuar frente a un problema que nos afecta a todos. Únase a La Hora del Planeta e invita a otros a que también hagan parte de este propósito mundial. Inscríbase en www.lahoradelplaneta.org o en www.wwf.org.co Sin embargo, “consecuencia” no tiene que ser siempre un sinónimo de “efecto nocivo o negativo”; esto depende del grado de conciencia, sensibilidad y, ante todo, solidaridad con que enfrentemos las adversidades que ya están afectando los lugares que habitamos. La campaña ha tenido dos versiones. En la primera (marzo de 2007), dos millones de personas en Sydney disminuyeron, en tan solo una hora, 10% del consumo de energía, lo que equivale a haber sacado de circulación 45 mil automóviles durante 60 minutos. Fue tal el éxito de la iniciativa que en 2008 se convirtió en un evento mundial que congregó a 50 millones de personas y, aunque el ahorro energético en cifras no es lo más importante para esta campaña, ciudades como Chicago redujeron hasta el 7% de su consumo de energía durante esa hora, lo que es igual a dejar de consumir 72 mil galones de gasolina. |
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Alonso Uribe
Alonso Uribe: Más de dos décadas consolidando un estilo.
Conseguir “la armonía entre el color y la forma” es según Alonso Uribe aquello que separa a un buen diseñador de uno malo. Graduado en diseño de moda en el Chamberyne Junior College en Boston y especializado en diseño para extranjeros en el Instituto Artístico Abbigliamento Marangoni de Milán, Alonso Uribe lleva más de 20 años consolidando un estilo en la creación de prendas y accesorios que sobresalen por su sencillez, elegancia y utilidad.
Actualmente, Alonso Uribe se dedica al diseño de uniformes para grandes empresas -Avianca, Banco Davivienda, Suramericana de Seguros y Crepes & Waffles, son algunas que se han beneficiado de su visión y talento- y a la elaboración de vestidos de haute couture. Este retrato fue tomado por Carlos Tobón en 1988 para la primera edición de la revista Pasarela.
Dramatizado con la dieta del pico y placa
Dramatizado con la dieta del pico y placa
Cinnamon
Dulcemente les cuento que en Manila al lado de Las Tres, abrieron Cinnamon, una franquicia internacional de repostería dietética que sinceramente vale la pena conocer, sobre todo la gente como yo que se tiene que cuidar y no quiere dejar de comerse sus postres, muffins, galletas, tortas y antojos favoritos. He probado de todo, exquisito sin remordimientos y las señoras que atienden son queridísimas. A mis colegas les cuento que pueden encargar para sus restaurantes para que cambien el inmamable tiramisú y ofrezcan buena repostería dietética para cuando me inviten, qué rico.
Carta a los que están por abrir restaurante
Hola nuevo colega insomne. Te escribo para decirte que todos los días como restaurador (restaurantero), me entristece ver las vitrinas de los que abrieron hace tan poco, con los letreros de Se Arrienda, pero me esperanza y entusiasma ver como tantos otros se embarcan en esta aventura de abrir un restaurante. Hace años cuando éramos menos la cosa parecía más fácil, aunque ni antes, ni ahora, es tan fácil como algunos creen, más ahora en medio de la llamada crisis mundial, que como dice mi tocayo Álvaro José Estrada: “el mundo es otro”.
Pero mi mensaje va dirigido muy especialmente a los jóvenes que empiezan y se los diré con un dicho argentino: “che, al que se sube solo al caballo, lo tumban…” en español medio runcho, por si no has entendido, quiere decir que es mejor procurar arrancar con una actitud humilde, mirá que cuando uno está empezando cree que se las sabe todas; yo fui uno de esos; después de muchos años afortunadamente descubre que es mucho más lo que le falta por aprender que lo que sabe y a veces muy tarde apenas empieza a disfrutar su trabajo. Mirá que hay espacio para todos, así que mejor inventate un negocio, en vez de copiar otro. Nunca dejés de estudiar. Viajá. Viajá. Viajá y leé todo lo que podás. Tratá de ser colega en una cultura de competidores donde ni siquiera hay gremio por egoísmo. Por último, ten cuidado que nuestra ciudad tiene la peligrosísima costumbre de mandarte clientes por oleadas al principio y uno cree que está solo, por eso, preocupate por cómo vas a estar en un año, el arranque con las mesas llenas poco o nada te garantizan. Mucha suerte, la vas a necesitar.
¿Qué quiere que le responda?
Por: Olga Clemencia Villegas de Estrada | ||
Exceptuando asuntos legales, médicos o personales, no veo por qué a los demás les interesa tanto el tema de la edad ajena. Yo estoy muy contenta con los años que tengo, pero me parece innecesario andar por ahí respondiendo a la impertinencia de muchos sobre este asunto. Es que la pregunta, en muchos casos, no cobra importancia pero para muchas personas es preferible no hablar del tema. Cuando se indaga sobre edades, debe entenderse que no a todo el mundo le gusta y por lo tanto resulta de muy mal gusto cuestionar incisivamente sobre los años. Abstenerse de hacerlo, es un asunto de cuidar los límites con los otros.
Y si de preguntas innecesarias hablamos, nada más incómodo para muchos que los insistentes requerimientos sobre valores y precios, que van desde cuánto valió una camisa hasta en cuánto vendieron la casa. Desde cuánto les cobró el abogado hasta cuánto les valió la clínica y la cirugía. Hay quienes incluso preguntan por cosas más simples pero no por ello menos íntimas: el valor de una matrícula, el costo del mercado, los salarios de los empleados o el costo de un viaje. A no ser que uno tenga injerencia sobre esas compras, o tenga participación para sufragar los gastos, no hay razón para averiguar esos detalles que bien pueden causar sensación de incomodidad y muchas veces respuestas desobligantes, francamente merecidas por el chismoso. ¿Por qué se separaron? ¿ por qué lo echaron del trabajo? ¿quién tuvo la culpa? Normalmente son preguntas que se hacen cuando uno más desprevenido está. De verdadero sopetón. Rapiditas, tal vez para que pasen inadvertidas. Pero incomodan, son innecesarias y necias. Como pretender conocer salarios, ganancias o utilidades. Vuelvo a decirlo, a no ser que uno tenga algo implicado en la pregunta o la confianza suficiente para inquirir sobre aquellos temas, lanzar ese tipo de interrogantes es en la mayoría de los casos de mala educación y simplemente obviarlos hace más amable la comunicación. Te veo muy gorda, te noto muy flaco, ¿qué son esas ojeras? Son, en fin, múltiples los comentarios innecesarios a los que se somete a diario a nuestros interlocutores. Para tener una buena conversación es preciso preservar la propia intimidad y con mayor razón la de los demás. Porque resulta que en muchas ocasiones no se trata de la curiosidad ajena, sino más bien de los comentarios propios. Si es cierto que muchas cosas no se preguntan, también lo es que muchas otras no se cuentan. El protagonismo desafortunado de algunos se basa en las historias que poco o nada aportan a la charla: lo mismo que se siente cuando se reciben preguntas irreverentes e irrelevantes, es lo que se siente cuando nos cuentan historias o nos ofrecen datos que no son de nuestra incumbencia. La conversación se torna sosa en muchos casos, pero en otros no pasa de resultar fanfarronería que francamente aburre y deteriora los que podrían haber sido gratos momentos de camaradería y amistad. “La prudencia que hace verdaderos sabios”. No es tan complicado, se trata de no intentar intimar más allá de lo debido y eso lo da el sentido común, que si bien para muchos es el menos común de los sentidos, la verdad es que para estos casos se basa en una clave simple: si no tiene nada bueno o importante que decir, mejor no diga nada. El tiempo se puede pasar perfectamente hablando de asuntos más banales, pero que a la postre terminan por generar la confianza o por lo menos la tranquilidad de una buena tenida y cuando las circunstancias lo ameriten o resulten pertinentes, con seguridad puede llegarse a informaciones más precisas y necesarias. El que hace preguntas quiere respuestas y por lo tanto se somete a ellas. Como aquel que cuenta cuentos, quien también se somete a comentarios, que a veces no son más que un largo silencio. |
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Chesterton y el color
Por: Gustavo Arango | ||
Leí El hombre que fue jueves hace como un cuarto de siglo y no he sido capaz de volver a leerlo por miedo a estropearlo. Tardé en convertirme en un fiel lector de Chesterton, quizá porque no estaba preparado para tantas paradojas. De la lectura de aquella novela sólo me quedó algo que podría llamar un asombro visual: todas las imágenes del libro tenían color. Cuando pienso en ese libro pienso en un vitral desmesurado. La cosa no pasó de ser un hecho curioso, como cuando uno descubre que es falsa la idea de que los sueños son en blanco negro. Todavía tardaría en adentrarme del todo en el mundo de Chesterton y en descubrir que los colores son parte esencial de ese mundo. Otras veces he intentado explicar lo que significa para mí la obra de este inglés olvidado –por peligroso, claro, porque interesa poco que la gente vea el mundo de frente. Puedo hablar de las historias del padrecito Brown, ese modesto detective que conoce mejor el infierno que los mismos criminales; puedo hablar de las biografías: despojadas de fechas pero capaces de auscultar profundo en los biografiados; puedo ofrecer un panorama general de esa obra periodística capaz de llenar varios estantes; puedo tratar de justificar sus ideas religiosas o la franqueza de su carácter, pero siempre tendré la sensación de haber dejado por fuera algo esencial. Con Chesterton pasa lo mismo que él dijo sobre Robert L. Stevenson, que tiene las dos condiciones de los grandes hombres: la tergiversación de sus detractores y la incomprensión de sus admiradores. Quizá, después de todo, hablar del color en su obra sea la manera microscópica apropiada de hablar de esa constelación. Invito al lector a que haga la prueba. Abra cualquier libro de Chesterton, en especial sus cuentos y novelas, y tardará menos de media página en encontrarse con un color. Los ojos tienen color, las ropas tienen color, las paredes, el cielo, los cabellos. La heroína predilecta de Chesterton tiene cabello rojo. Las variedades de azul y verde hacen que nos sintamos sumergidos en un acuario. Las reflexiones sobre el blanco son más estremecedoras que las del mismo Melville. Esa insistencia cromática pudo haber sido una simple curiosidad del estilo si hace unos meses no me hubiera cruzado con El retorno de Don Quixote, una novela donde la cosa ya se hacía demasiado evidente: uno de los personajes principales emprende un viaje heroico en busca de cierto tono de rojo, que se usaba en las pinturas medievales, para traérselo a su amada. Desde entonces no tuve descanso hasta entender el sentido de esa obsesión. Escribo ahora sobre el asunto porque creo haber hallado la respuesta. Fue como descubrir el agua tibia. Pero es un descubrimiento renovado. Chesterton también decía que podemos mirar un objeto noventa y nueve veces sin que produzca en nosotros una reacción notable, pero que al mirarlo una vez más corremos el riesgo de verlo por primera vez. Ésa fue justamente la sensación que tuve cuando leía la biografía de Robert Browning, en la que Chesterton hablaba de un periodo en la vida de su esposa, la también poeta Elizabeth Barrett Browning, como “carente de color, carente de vida”. Entonces vi la cosa por primera vez y fue, al mismo tiempo, gozosa y aterradora: el color es la vida y rara vez tenemos el enorme privilegio de encontrarnos con la vida en las páginas de un libro. Nueva York, marzo de 2009. |
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¿Legalizar o no? he ahí la cuestión
Por: Juan Carlos Velez | ||
Otra vez se abre el debate. ¿Legalizar el consumo de estupefacientes o no? Volvemos nuevamente a la discusión que se vivió en el país después de que la Corte Constitucional, el 5 de mayo de 1994, en su sentencia C-221 aprobó el porte de la dosis mínima personal y estableció que el consumo de estupefacientes no era infracción penal. Todo ello porque el Presidente de la República nos planteó a los parlamentarios el analizar nuevamente la posibilidad de sancionar al consumidor de drogas ilícitas.
La preocupación del gobierno surge del incremento en el consumo de estupefacientes que se ha venido presentando en el país después de la despenalización del consumo. Cifras que hoy se reafirman en la encuesta recientemente presentada por el Ministerio de Protección Social, después de 12 años que fue cuando se realizó la última, que muestra que pasamos a ser un país ya no solamente exportador de narcóticos, sino consumidor de los mismos. Según esta encuesta, no menos de 2 millones de colombianos han consumido drogas ilícitas y cerca de 600 mil son consumidores habituales, por debajo en niveles porcentuales de Chile y Argentina, pero por encima de los demás países latinoamericanos. ¿La única solución a este problema es la sanción al consumo de estupefacientes? Pienso que no. Hay que incentivar más que todo la prevención al consumo. Aplicar las disposiciones constitucionales que obligan al Estado de manera directa, o a través del régimen subsidiado o contributivo de salud, de tratar y rehabilitar al adicto. Sin embargo, a mi modo de ver, también hay que aplicar algunas sanciones tal como lo hacemos con algunas drogas lícitas: A su consumo público y abierto, más aun cuando a través de esta conducta, se incentiva el uso de drogas entre menores de edad. Dicha sanción no deberá ser nunca pena privativa de la libertad, pero sí deberá consistir en trabajo social o comunitario, o podrá ser sanción de carácter pedagógico. Con el fin de tratar de manera integral la problemática del consumo de estupefacientes, he presentado a consideración del Congreso de la República el proyecto de ley número 245 de 2009, en el cual proponemos entre otros: institucionalizar el 26 de junio como el día nacional de la prevención al consumo de drogas ilícitas, la promoción de campañas institucionales a través de los medios de comunicación y la vinculación del Sena a la preparación de expertos en los programas de prevención y rehabilitación. Así mismo la sanción a ciertas conductas de consumo en público y la obligación legal para el Estado de vincularse a los programas de rehabilitación de adictos. Creo que la discusión de este proyecto de ley puede vincular a diferentes actores relacionados con la problemática del consumo de alucinógenos y de esta manera encontrar soluciones pragmáticas al problema. Propongo que el debate que comienza en torno a la legalización o no del consumo de estupefacientes, lo saquemos de la tradicional discusión jurídica constitucional de si impera el articulo 16 de nuestra Constitución Política que se refiere al principio “del libre desarrollo de la personalidad” o del artículo 1° de nuestra Carta Magna que habla “del respeto a la dignidad humana”. |
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El libro de Félix Ángel
Por: Jose Gabriel Baena | ||
El libro publicado por Félix Ángel en agosto/08 –“Nosotros, vosotros, ellos”- parte quizás de dos premisas equivocadas: UNA: de que “la historiografía del arte en Colombia, y en particular en Medellín es un terreno todavía muy atrasado… esa puede ser una razón para que en todos estos años nadie se haya sentido interesado en realizar un estudio sobre este tema, y esto es preocupante”; y DOS: “Eso no quiere decir que no existan diversos textos sueltos y hasta ´monografías´ sobre los mismos artistas que este libro reúne… pero no nos digamos mentiras, son fruto más de la amistad, la ansiedad o las relaciones públicas…”. El autor cae redondo en el pecado que condena, porque todos los personajes que aparecen en el libro fueron amigos suyos o por lo menos conocidos, y lo desvelaba la ansiedad de fijar históricamente el rumbo que habían tomado después los no sólo famosos artistas del grupo “Los once” que aparecieron en el libro “Nosotros…” de 1976, y otros más de la época, porque según él nadie se había preocupado de hacerlo y porque “la falta de análisis y esfuerzo por definir nuestra historia artística es responsable, sin duda, de muchos de los vicios y manías que generaciones posteriores de artistas han conservado”. |
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Obsesión oscurantista
Publicado en la edición 386, marzo 15 de 2009 | ||
Obsesión oscurantista
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No parece clara la razón para el renacimiento de la obsesión por controlar el comportamiento privado de los ciudadanos de parte de las personas que están ahora en cargo del Estado colombiano. Puede ser, quizás, que detrás de esa obsesión no existe un argumento racional sino una creencia. En todo caso, no es fácil entender por qué quieren meterse en la vida privada de las personas para decirles cómo deben vivir, para enseñarles qué pueden, pero sobre todo qué no pueden hacer con sus cuerpos. El debate sobre la dosis personal de drogas se ha llevado a un terreno que abre una puerta que parecía cerrada, la que lleva a un Estado autoritario que no se encarga de proteger la vida de sus ciudadanos, sino de controlarla.
Con las propuestas que hay en discusión para tratar de revivir la penalización al consumo de la llamada dosis personal, muchos han dejado ver el lado oscuro de sus convicciones. En ellas se ve su deseo reprimido por establecer alguna forma de nuevo totalitarismo que derrumbe las fronteras que hoy tenemos entre lo público y lo privado. Nada más sugerir que se puede obligar a las personas que consumen drogas a recibir un tratamiento de rehabilitación es confundir el remedio con la enfermedad. En principio a nadie se le debe obligar a recibir un tratamiento contra nada, ni contra el cáncer, ni contra la gripa ni contra nada de nada. Además, asumir que los consumidores de drogas, sin matices, requieren una rehabilitación y no, por ejemplo, los de licor -según datos científicos uno de los pilares de muchas de las violencias que vivimos, no solo de la intrafamiliar-, deja claro que no hablamos de salud pública, ni del bienestar general, sino de prejuicios. Y por ese camino, por el de tratar de suprimir o al menos de controlar, los comportamientos que se consideren indeseables, volveremos fácilmente a una etapa oscurantista de esta sociedad que parecía en el pasado. Las personas que conocen de cerca (por un hijo, un amigo, ellas mismas) los problemas sociales y de salud que genera el consumo de drogas, saben que estas son las víctimas, no los victimarios de un problema mucho mayor; no cuesta nada suponer que harían lo imposible por evitar que uno de los suyos sea penalizado por esto. Los colombianos tenemos muchos valores preciados que nos unen, y entre ellos está la gran consideración que tenemos por la vida privada y la autodeterminación individual (y la propiedad privada, claro). El Estado no tiene nada qué hacer mirando por las ventanas para ver qué hacen los ciudadanos con sus cuerpos (ni cómo, ni con quién, ni cada cuánto, etcétera), debe más bien protegernos para que vivamos nuestra vida privada como nos plazca. Debe cuidar y potenciar lo público, para que también podamos disfrutar de lo privado. |
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Beatriz Helena Casas
Beatriz Helena Casas
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Beatriz cree que cada día es una oportunidad, que hay que disfrutar de cada minuto y no pasar por la vida sin darse cuenta de lo que en realidad es valioso, dándole siempre gracias a Dios.
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Después de graduarse de Administración de Empresas de la Fundación Universitaria María Cano, con especialización en Gerencia de Mercadeo y un Diplomado en Bogotá, Beatriz trabajó 18 años en una compañía que en 2007 fue liquidada, y desde entonces no ha vuelto a trabajar, más que todo, por lo que días después descubriría.
3 meses después de asumir su situación de desempleada, se encontraba descansando en su casa cuando observó un comercial en televisión sobre la importancia de realizarse el autoexamen, de inmediato se lo hizo y notó algo extraño en uno de sus senos. Aunque en los resultados de la mamografía y ecografía no aparecía daño alguno, ella seguía sintiendo el mismo malestar, por lo que sólo fue identificado por medio de una biopsia. Justo en el momento en que la doctora se lo comunicó, su madre se encontraba con ella y ambas decidieron no usar la palabra cáncer, ni darlo a conocer a su familia hasta que el momento de la operación llegara. El cáncer era pequeño pero agresivo y por eso la operación debía realizarse lo más rápido posible. Al no tener ni hijos ni esposo, Beatriz se refugió en su hogar con sus padres, con los que ha vivido casi toda su vida, y también con una hermana y un sobrino. Cuando realizaba el proceso de quimioterapia conoció la Fundación Fundayama, lo que define como conocer otra familia. Allí se motivó al ver mujeres que llevan más tiempo con la enfermedad y a pesar de eso, conservan su felicidad y demuestran que es posible llevar una vida normal. Con la ayuda de su doctora que siempre le dijo que lo primero era asumir una actitud positiva, y con el acompañamiento y amor que su madre le ha dado hasta ahora, Beatriz se siente físicamente bien a pesar de no poder tomar medicamentos porque su diagnóstico es triple negativo y eso no se lo permite. Hoy con 45 años, piensa que le dedicó tiempo exagerado al trabajo y estudio, y ahora lo que más quiere es cuidar su salud y velar por la digna vejez de sus padres. |
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“Que nos entierren juntos”
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Subiendo por las escaleras de El Morro, en la Loma de Los González, se llega a la casa más célebre del sector, allí donde los más escépticos encontrarán la prueba de que el amor sí existe, el conyugal de hasta que la muerte los separe, y pondrán en duda, al menos por un segundo, aquella sentencia de que el amor es eterno mientras dura.
La evidencia la encarnan Nelly y Luis Eduardo, quienes este sábado 28 de febrero celebraron sus bodas de diamante con una misa en el templo de San José, el mismo donde se casaron, y, claro, con una rumba de tiro largo, como esas que los caracterizan. Desde hace mucho tiempo son el centro de El Morro, qué centro, el alma de El Morro, la pareja que aglutina y convoca no solo a sus siete hijos, ocho nietos, y seis bisnietos sino a hermanas, cuñados, primos, sobrinos y vecinos. Todas las tardes, los agradables corredores de esta casa, construida por Luis Eduardo cuando se casaron, son el tertuliadero predilecto de familiares y amigos. Las fiestas del 24 y del 31, ambas de amanecida, tienen una alta recordación y también los desenguayabes del 25 y el 1 de enero, con sancocho y baile incluidos. Alrededor de esta pareja vibran el barrio y las lomas aledañas, tanto como debieron vibrar durante el aniversario los tres amplificadores gigantescos que ocupan casi la mitad de la sala. “Hay que tener encarnadura de mula” La receta para llegar a los 60 |
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Talud, lluvias y tanque de agua: trío mortal
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Tres fueron los factores que confluyeron para que ocurriera la tragedia de la urbanización Alto Verde el 16 de noviembre pasado. Esa fue la conclusión a la que llegó, luego de tres meses de análisis, la Comisión de Evaluación de Laderas y Movimientos de Tierra, designada por el Alcalde Alonso Salazar para evaluar las causas del deslizamiento en esta unidad residencial localizada en la Cola del Zorro. Los estudios, adelantados por la firma consultora Inteinsa -especializada en geotecnia y contratada por la Alcaldía-, determinaron que en el talud realizado durante la construcción de Alto Verde, en la intensidad de las lluvias en 2008 y en el tanque de agua que hace parte del sistema de acueducto de la unidad residencial, se gestaron los detonantes del desastre. A la misma conclusión había llegado la comisión técnica del Simpad durante una evaluación preliminar hecha por los días de la tragedia.
Las lluvias y el tanque de agua Dos factores que incidieron en la tragedia, pues debilitaron aún más el talud, fueron, según la firma Inteinsa, las intensas lluvias del año pasado y las aguas del tanque de la unidad residencial. Así se describe en el informe final: “Las altas precipitaciones registradas durante todo el año 2008 dieron lugar a la infiltración de las aguas lluvias a lo largo de la ladera, en la parte alta del terreno. Sumado a esto, las aguas provenientes del tanque -el cual hace parte del sistema de acueducto que abastece a esta unidad y a otras del sector- ubicado en la parte superior del predio afectado, produjeron un deterioro de los materiales constituyentes del talud, lo cual dio lugar a las condiciones necesarias para que se presentara su falla”. Llamado a la tranquilidad |
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No devuelven la Casa de la Cultura
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“Nos agotó la paciencia”, afirmó el Secretario de Cultura Ciudadana, Jorge Melguizo, en declaraciones más severas por el nuevo incumplimiento de la directora de la corporación, Lili Córdoba, quien solicitó un nuevo plazo hasta el 12 de marzo.
Y el Secretario fue más allá, “yo le dije que me parecía el colmo. La Corporación Taller de la Música está afectando a la comunidad, la misma que la apoyó por 10 años y por eso tiene la obligación ética de no defraudar esa confianza. Si ese tiempo no le permitió tener un ahorro, significa que su proyecto cultural no es viable”, añadió. También se refirió que si para el 12 de marzo tampoco cumple, el Municipio tendrá que intervenir directamente para recuperar un espacio que la Comuna 14 reclama, para desarrollar programas culturales sin exclusiones y dignos de los habitantes de El Poblado. “La comunidad pide un espacio que no sea coartado con otra entidad. Es algo muy necesario en la comuna y estamos de acuerdo con el Municipio que busca recuperarla”, afirmó Sebastián Mesa, Presidente de la Junta Administradora Local. Lili Córdoba, Directora de Taller de la Música, no quiso dar ninguna declaración. |
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En moto y a pie, están alborotados
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Luz Elena Nieto, habitante de la Comuna 14, manifestó a Vivir en El Poblado su preocupación por los recientes atracos que, asegura, han sufrido varios peatones y pasajeros de buses, entre las lomas de Alejandría y Los Balsos. “Uno de los atracadores es un moreno con el pelo pintado de mono, de unos 24 a 27 años. Siguen a quienes sacan dinero de cajeros o van a comprar elementos en los supermercados de la zona y los atracan con navajas en plena vía, en los paraderos o se suben tras de ellos a los buses, donde les roban”.
“Estamos tomando medidas”, dijo al respecto el coronel Luis Fernando Peralta, Comandante de Policía de El Poblado, y confirmó que, efectivamente, “algunas personas, como se construye Los Balsos, se esconden y aprovechan las oscuridad para atracar a transeúntes”. Aclaró, sin embargo, que faltan informaciones y denuncias más precisas por parte de los afectados. “Hace poco nos alertaron sobre un supuesto atraco colectivo, en la Transversal Superior cerca a la Cola del Zorro. Era un teléfono roto porque cuando fuimos solo habían atracado a una muchacha del servicio, a quien le robaron el bolso, le sacaron el dinero y el celular y le devolvieron el bolso”. Se trataba de dos motociclistas con quienes la víctima hubiera quedado más agradecida si hacen lo contrario: se llevan el bolso y le devuelven su quincena y el celular, conseguidos con tanto esfuerzo. Plan guitarra Alerta con motos |
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Los cuidacarros serán vigías comunitarios
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Algunos de estos personajes históricamente han sido dolor de cabeza para residentes y visitantes en Poblado Centro. Por eso, atendiendo las quejas sobre su mal comportamiento y abusos al usuario entre otros, la Secretaría de Gobierno del Municipio ha decidido incluir a los que, claro está, lo merecen, al Programa Vigías: “El Vigilante Tradicional de Mi Barrio”, el cual funciona en otras comunas de la ciudad.
El problema con los cuidadores informales en la Zona Rosa tiene su historia. Consumo de licor y estupefacientes, pedir dinero extra por permitir estacionar en determinado sitio o por el contrario, no dejar hacerlo porque lo tiene “reservado” a otro cliente, así como hacer parquear donde el Tránsito no lo permite; son algunas de las situaciones que el Municipio y la asociación que los agremia desean revertir desde este 2 de marzo. Por eso, la Asociación de Vigilantes de la Zona Rosa, Avizor, ya se encuentra depurando personal y en la última semana de febrero recorrió su sector de influencia, desde el Parque Lleras hasta la carrera 33, visitando puerta a puerta a residentes y comerciantes para que los identificaran con su uniforme y carnet, y presentar su inclusión al Programa de Vigías de la Alcaldía de Medellín. “Pasaremos a ser vigilantes comunitarios y aspiramos que de acá a junio conformemos la cooperativa. El personal recibirá cursos de vigilancia privada, primeros auxilios y derechos humanos, así como se exigirá certificado del Das y libreta militar. El reconocimiento a este proceso lo dará la misma comunidad”, afirmó Alcibiades. Galvis, Presidente de Avizor. “Deben cambiar de mentalidad” El Programa de Vigías de la Alcaldía de Medellín establece la creación de entidades legalmente constituidas para agruparlos acorde con la ley, con el fin de mejorar sus condiciones sociales y laborales. En Provenza serían 78 vigías, tendrán supervisor de la Junta Administradora Local y la regulación estará a cargo de la Superintendencia de Vigilancia, cuando conformen la persona jurídica con la cooperativa. Juan Camilo Arroyave, Secretario de la Junta de Acción Comunal Poblado Centro, piensa que “ellos deben cambiar la mentalidad de hacer lo que quieren, cambiar ese libertinaje y se ganen el respaldo de la comunidad con hechos. Esto además de generar empleo y seguridad, al dar el paso a cooperativa podrán aspirar a licitaciones públicas para prestar el servicio de vigilancia legalizado”. Que se vea el cambio |
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Silvia Ochoa
Silvia Ochoa: Compone, comparte, reinventa.
A partir de Geografía, su exitoso álbum debut lanzado a mediados de los años noventa, esta bella y talentosa diseñadora gráfica mejor conocida como Silvia O, se ha ganado un espacio permanente en la mente de los melómanos con imborrables canciones como “Todo me recuerda a ti” o “Ya nada es”, su famoso dueto con Juanes.
Desde hace tres años, motivada por los cambios sucedidos en la industria musical, la cantante viene dando a conocer su nueva música a través de CC Mixter, página Web en la que sus canciones son compartidas, remezcladas y reinventadas por músicos de otras latitudes. Algunas de las mejores de ellas pueden bajarse gratuitamente en su página oficial en la Red.
Retratada por Carlos Tobón en su estudio en 1999.
Del difícil arte de cocinar los pescados a la plancha
Del difícil arte de cocinar los pescados a la plancha
Hace años un chef amigo me comentaba, en una conversación sobre las prácticas que seguía para contratar personal nuevo para su restaurante, que para él esto no presentaba ningún problema.
Hace años un chef amigo me comentaba, en una conversación sobre las prácticas que seguía para contratar personal nuevo para su restaurante, que para él esto no presentaba ningún problema. Que cuando quería contratar un cocinero nuevo solo le hacía una prueba: le entregaba una sartén, un huevo, aceite y sal y le pedía que hiciera un huevo frito. Los resultados de este corto examen, de no más de tres minutos le permitían intuir las capacidades del novel aspirante para el arte de las sartenes y los fogones, y me comentaba, que raramente se equivocaba con su percepción inicial.
Hasta hace pocos años los pescados que uno encontraba en los restaurantes venían generalmente con tres tipos de cocción: fritos en abundante aceite, tal y como vendían las sabaletas en las épocas en las que estas existían, o también los pescados que se consiguen en los ranchos a la orilla del mar; o cocidos en un poco de leche con una cebolla junca; o cocidos por unos 20 minutos en un horno medio en mantequilla, para ser cubiertos luego con una salsa que enmascaraba su sabor e imperfecciones en la cocción.
La cocina fue cambiando, se modernizó y desde hace algunos años se ha hecho cada vez más frecuente encontrar en las cartas de los restaurantes la oferta de pescado a la plancha. Pero pasa lo siguiente: es fácil de decir cómo se hace pero difícil de ejecutarlo a la perfección, porque cada tipo de pescado requiere de un tratamiento previo que asegure su frescura, y además de una temperatura y tiempo óptimo de cocción. No es lo mismo cocinar a la plancha un filete o posta gruesa de salmón, pez espada o atún, que una posta de bagre, o un filete delgado de corvina, para nombrar solo unas pocas situaciones.Y allí es donde el comensal empieza a padecer de las debilidades y conocimientos incipientes del cocinero de turno; si uno es relativamente exigente en temas de sabor y textura, con frecuencia se va a encontrar con sorpresas desagradables, tales como pescados poco hechos, pescados pasados de cocción o pescados sin sabor y prácticamente desechos después de una cocción inadecuada en la bendita plancha.
Y el tema de la insatisfacción se hace cada vez más frecuente y para mí gusto se repite de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad y de país en país, sin importar que los sitios tengan una tradición importante en la pesca y la cocción de pescados. La tradición se mantiene, pero las que están cambiando cada vez con más frecuencia son las personas frente a los fogones y sus conocimientos sobre este difícil arte.
¿Y saben porque pasa esto?, porque el pescado cocinado en la plancha como el huevo frito, no le perdona errores al cocinero, como si lo hace por ejemplo la carne de vacuno, que es tan agradecida que no delata fácilmente la capacidad da la persona que la cocinó.
Los errores en la cocción de los pescados a la plancha son todos “pecados mortales”, que solo se perdonan con otro plato bien hecho, cosa que raramente sucede cuando en el restaurante uno deja el plato a un lado, después de haber probado el primer bocado.
Así las cosas, me he puesto a pensar en la importancia de que los restaurantes ofrezcan en forma consistente platos de pescado a la plancha cocidos a la perfección, ni mucho ni muy poco, jugosos y con sabor a pescado fresco. Para lograr este sueño me atrevo a proponerle a los dueños de estos establecimientos y profesores de escuelas de cocina, que hagan la prueba de mi amigo el chef a los candidatos, pero ahora en dos pasos: primero con el huevo frito y después ¡con el pescado a la plancha!
Buenos Aires, enero 2009.
Diviértase en grande catando vinos blancos
Publicado en la edición 385, marzo 1 de 2009
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Diviértase y aprenda a degustar cada día de una mejor manera los vinos que más le gustan.
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En el caso de los vinos blancos, dos variedades se convierten en su mejor aliado: el Sauvignon Blanc y el Chardonnay. Asi que será necesario explorar bien las características típicas de cada uno de ellos para disfrutarlos solos y en compañía de algunos platos que harán del maridaje un ejercicio único.
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Características únicas de cada variedad
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Sauvignon Blanc
Es una variedad ideal para la elaboración de vinos ligeros, ácidos, ideales al aperitivo y acompañado de platos frescos. Su color debe ser translúcido, con reflejos verdes en su juventud y son ideales cuando se consumen jóvenes. Es decir, en los primeros tres años de edad. Sus aromas varían entre las notas vegetales (típicas del nuevo mundo), el famoso descriptivo “pipí de gato”, los aromas cítricos y algunos frutos exóticos como el maracuyá. Con el pasar de los años pierden sus notas frutales para adquirir nuevos aromas vegetales como los espárragos y hierbas secas. En la boca, son vinos de una gran acidez y un grado de alcohol relativamente bajo (inferior a los 13.5% vol.). Son ligeros, agradables y refrescantes. Chardonnay |
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Diviértase catando y combinando los vinos
con cenas casuales y/o especiales |
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Disfrute sin esnobismo alguno y con mayor conocimiento las delicias detrás de una copa de vino bien servida. Y cuando hablo de bien servida, me refiero tanto a la selección previa de la marca como a la temperatura del vino y al tipo de comida que lo acompaña.
Con el Sauvignon Blanc. Como los vinos blancos del Sauvignon Blanc poseen una acidez elevada estos se convertirán en su mejor aliado al momento del aperitivo. La temperatura de degustación es una de las más bajas posibles: entre 12 y 14 grados centígrados. Se disfrutan solos pero también acompañando algunas entradas clásicas, como las ostras crudas, los mejillones y una inmensa variedad de comida asiática, especialmente el sushi. Una de las verduras más difíciles de maridar con un vino son los espárragos, excepto para los vinos de esta variedad de uva. Gracias a la evolución de los aromas, las notas vegetales del Sauvignon Blanc se transforman en notas algunas veces de espárragos, un complemento ideal de una entrada que contenga estas verduras. Con el Chardonnay. La temperatura ideal de cata es alrededor de los 16 grados centígrados. Como existen dos diferentes estilos de Chardonnay, vale la pena tratar de encontrar en el mercado vinos del estilo de Chablis y vinos del estilo de las más prestigiosas regiones de la Borgoña o los vinos de guarda producidos en el nuevo mundo. Esta variedad es amante de los mariscos de sabores más sutiles y texturas suaves como los langostinos, la langosta y los pescados de piel blanca (acompañados de salsas cremosas y con base en mantequillas). El pollo, el puerco, el cordero y el ternero son algunas de las carnes que acompañan estos vinos de manera especial. |
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Tarea
Recomiendo a aquellos aventureros del buen comer que ensayen algunas recetas de entradas de mariscos o frutas y verduras frescas con alguno de estos dos tipos de vino al mismo tiempo. Efectúe el mismo ejercicio con platos calientes y una variada tabla de quesos. Es en el ejercicio de la cata y la comparación entre platos y vinos como descubrirá sus propios maridajes perfectos. |
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Acerca de las crisis o de las oportunidades
Por: Juan Sebastián Restrepo Mesa | ||
En todas partes se libra una lucha obstinada contra aquella dimensión de la vida que se escapa al control, saca de los refugios confortables, implica confrontación y cuestiona la integridad de lo que se es.
Se trata de una lucha imposible de ganar: la vida no es ni será una vida confortable en un sentido absoluto; su misma esencia es impermanente, paradójica e incierta. Vivirla implica asumir las crisis y el cambio como algo ineludible. No obstante, se invierte más en luchar contra lo inevitable que en desarrollar aquellas herramientas que hacen la vida menos confortable pero más plena y satisfactoria. Se privilegia el miedo sobre el valor, la rigidez sobre la flexibilidad, el apego sobre la apertura, la certeza sobre la curiosidad y la evitación sobre el afrontamiento. Se ignora que la dimensión poco confortable de la vida guarda su mayor riqueza, porque sólo asumiéndola se despliega el potencial humano. Se crece en amor, libertad y conocimiento únicamente cuando se sale de esa tibia cáscara de protección, donde sólo es posible vivir en “estado de sitio” y evasión y se asumen plenamente aquellas cosas que confrontan. Es importante comprender que la búsqueda de la felicidad no es compatible con la negación obsesiva del dolor y la dificultad. Estos últimos no deben ser negados, sino aceptados y asumidos en la medida en que nuestros recursos lo permitan. Quien niega de manera obstinada y constante el dolor, genera sufrimiento. Esto es particularmente válido para las familias, cuyo desarrollo normal atraviesa de forma recurrente períodos críticos de desorganización y reorganización, donde los viejos modelos y capacidades pierden su vigencia y se hace necesaria una transformación. Estos períodos conllevan grados variables de ansiedad y de dolor, ya que exigen renunciar a lo viejo, aceptar la incertidumbre del cambio y elegir y desarrollar nuevas formas de ser y hacer. Una familia en crisis, al igual que las personas, está viviendo un llamado de cambio. No asumirlo implica estancamiento, sufrimiento y en el peor de los casos enfermedad. Asumirlo conlleva transformación y desarrollo: es la posición asumida frente a las circunstancias críticas la que establece la diferencia. Estanislao Zuleta nos da un sabio consejo en su “Elogio de la Dificultad”: “Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades”. Próxima entrega, Las etapas del ciclo vital familiar. 1/8 |
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¿Qué seguirá después de la globalización?
Por: Juan Carlos Franco
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En Colombia llevamos casi dos décadas hablando de apertura y globalización. A lo largo de este tiempo hemos saboreado sus beneficios o soportado sus inconvenientes. La economía se ha tenido que reinventar y en numerosos sectores hay ya un clarísimo sesgo exportador, mientras en otros prácticamente todos los productos son importados.
A nivel mundial no hay duda de que las cosas son más eficientes hoy, pues cada país se va especializando en lo que puede, o en lo que le permiten los demás. En muchos casos hemos ganado los consumidores, pues pagamos bienes y servicios considerablemente más baratos y mejores que si sólo estuviéramos comprando productos nacionales. Y en contrario, en la medida en que hemos conseguido nuevos mercados para los productos que hacemos mejor, el empleo ha subido en esos sectores. Pero también por reciprocidad hemos tenido que abrir nuestros mercados, perdiendo cantidades de empleos en sectores claves. Especialmente en agricultura… aunque justo ahí la reciprocidad brilla por su ausencia. Y nos seguimos alistando para todavía más globalización: Llevamos años rogando que nos aprueben el TLC con Estados Unidos y tal vez pronto firmaremos uno nuevo con la Unión Europea. Además de los otros tantos que ya tenemos con diferentes países de la región. Y el valor total de nuestras exportaciones es hoy casi el triple de lo que era hace 6 años. ¡Pero el de las importaciones también! Hasta ahí todo muy bien. Lo malo es que, justo cuando ya hemos avanzado un muy largo trayecto por este camino, y justo cuando la tasa de cambio finalmente es favorable a nuestras exportaciones, los fundamentos económicos de la globalización repentinamente han dejado de ser ciertos. El mapa de ruta que traíamos ya no sirve. A medida que el desempleo en el mundo crece por la crítica situación actual de los mercados, algunos gobiernos, para dar la impresión de que están actuando, se están viendo tentados -o forzados- a restringir las importaciones, entre ellas las de productos colombianos. En otros casos no será necesario aplicar medidas, pues la demanda simplemente irá disminuyendo. Es radicalmente diferente tratar de vender a un mercado en expansión que a uno en recesión. Flujos de personas, capitales y productos de pronto empiezan a devolverse y lo que antes era ventaja y orgullo, de un momento a otro se convierte en vulnerabilidad. Particularmente cuando un país se ha especializado en una gama muy limitada de bienes y servicios, que muchos otros también pueden ofrecer. Muchas empresas colombianas, que llevan tantos años haciendo bien la tarea para ser exportadores serios y confiables, podrían ver severamente limitados sus mercados y tendrían que dejar en la calle a buena parte de su personal. Especialmente si esos mercados son Venezuela, Ecuador y Estados Unidos, cada uno con un tipo de crisis muy particular. ¿Qué otro modelo económico podrán aplicar ya las empresas colombianas, sobre la marcha, antes de que se nos caiga la estantería y el empleo se desplome? ¿Volver a enfocarse en el mercado nacional, abandonando algunos internacionales? ¿O seguir insistiendo en permanecer allá, sólo que con productos aún más básicos y baratos, seguramente muy poco rentables? Ningún camino es claro ahora. Sólo queda ratificar la lección de que en economía nada es permanente y todo da la vuelta tarde o temprano. Ah, claro, y nunca, nunca, poner todos los huevos en la misma canasta. |
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Lugares comunes
Por: Juan Carlos Orrego | ||
Porque confío en la justa interpretación de quienes amparan mis líneas en este periódico digo, sin tapujos, que buena parte de los periodistas colombianos –aunque supongo que se trata de una epidemia mundial–son imbéciles rematados; incluso sospecho que se trata de algo más que imbecilidad: el torpe empecinamiento de algunos más parece enfermedad fatal, retraso mental salido de madre. Las escenas de la última jornada de liberación de secuestrados no dejan pensar otra cosa.
No sabe uno si el más grave padecimiento de la clase reporteril es la frivolidad, la impertinencia o la vanidad. Claro, nada más trillado que tal inventario de defectos en un gremio que ha hecho todo lo posible por labrar su mala reputación; sin embargo, no estará de más echar al fuego la leña de nuevos ejemplos. En lo que respecta a la frivolidad, es difícil imaginar algo peor que los folclóricos cálculos en que se enzarzaron los periodistas antes de que se revelara la identidad de los policías liberados, bazar que incluyó un sinnúmero de entrevistas irresponsables, burlas a la esperanza ajena. Parecía como si, ante un partido de la Selección Colombia, trataran de acertar a estar en la casa del hombre gol; o peor: parecían soldados romanos jugándose la sangrienta capa de Jesús con los dados de la angustia del prójimo. Enseguida viene la nula prudencia de esos monstruos con micrófono, apiñados como moscas ante la cansada carne de calabozo que es todo ex secuestrado. El famélico Alan Jara, llevado en vilo por su hijo, resistía a duras penas los gritos, preguntas necias y asedio de una jauría insensata que, bien se veía, trataba de agradar a jefes estúpidos -odiosos gurús de la radio y la televisión- o ganarse un premio de hojalata en la próxima noche de gala de las comunicaciones. Jorge Alfredo Vargas -quien se tiene por tuerto entre los ciegos- preguntó al llanero liberado sobre el abrazo aplazado que tenía para su mujer y su hijo: poco faltó para que pidiera detalles de la nueva cópula de Jara con su mujer, aplazada por siete años de infierno verde. Un par de días después, otros como Vargas echaban carnadas a la boca sin control de Sigifredo López, demente con su restablecida libertad. En defensa de lo que creen es su “derecho a informar” –pero realmente solo hay afán de brillar como vedettes–, los periodistas se desgarran las vestiduras ante las cámaras y se alían momentáneamente entre enemigos, y, cejijuntos, citan a Aristóteles, Mandela y las Naciones Unidas para exigir que se les deje meter sus narices en lo que les place. Pero aquello que casi desata un golpe político del “cuarto poder” colombiano se redujo a poca cosa: imágenes de abrazos de familias que no están amarradas con nuestros lazos de sangre, reiteración de noticias consabidas, homilías babosas y patéticas improvisaciones poéticas de reporteros demasiado pagados de sí mismos. No otra cosa era lo que les urgía informar. Finalmente, lo que se produce a fuerza de repetir tantos vicios es, también, un objeto sin ningún sabor original: ahora tenemos la impresión de que sabemos cuáles son los pasos del show televisivo de cada liberación de rehenes. Nuestros periodistas lo han estandarizado como una procesión de Semana Santa: primera estación: los comisionados en el hotel; segunda: los comisionados van al aeropuerto; tercera: la esposa guisa un sancocho especial… A duras penas, el humor de cepa de alguien como Alan Jara puede torcer el destino del consabido libreto. La falta de autenticidad se expande como una plaga una vez que los duendes de la información profieren el conjuro de sus torpezas. Incluso esta columna ha resultado de lo más previsible, empeñada en llamar huevo a aquello que pone la gallina. |
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Es muy difícil convivir así
Publicado en la edición 385, marzo 1 de 2009 | ||
Es muy difícil convivir así
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Cualquiera que viva con otra persona sabe que la convivencia es una tarea compleja que exige esfuerzo, dedicación, compromiso y tolerancia, para solo citar las cosas fáciles. Y también sabe cualquiera que si se arruina la convivencia, la vida se hace aún más dura y difícil que la tarea que no se pudo cumplir. Y eso en el plano individual porque si nos vamos al plano colectivo la complejidad de la relación crece en forma exponencial.
Nada más piense en el comité de convivencia de su urbanización, en el vecino de arriba que hace bulla o en el de abajo que protesta por todo. Recuerde al que seca ropa en el balcón o al que repara el carro en el parqueadero. Hay quienes creen que en las asambleas de copropietarios hay unos derechos superiores por antigüedad o por asistencia a reuniones pasadas y otros que suponen que el edificio es solo para jóvenes solteros, o para viejitos o para niños, según sea el caso. Sí, la convivencia es difícil. Pero se hace mucho más difícil cuando a pesar de que existen leyes y reglamentos, desde el Estado se empuja a la ciudadanía a que haga nuevos pactos y firme compromisos en los que probablemente deba renunciar a las garantías y a los derechos que le concede la ley. Pasa con los mencionados comités de convivencia, usualmente promotores de la conciliación a toda costa, mucho más allá, no digamos de lo legal, si no de lo razonable, cuando, por ejemplo, quieren que las partes enfrentadas arreglen por la buenas sin verificar si las quejas del uno son ciertas o se trata simplemente del perecoso que hay en todas partes, o de si las disculpas del otro están fundamentadas o son las de un conchudo al que le importan un pito sus vecinos. Y pasa cuando la Alcaldía de Medellín quiere que los comerciantes de la noche y los habitantes de los barrios donde funcionan estos negocios arreglen sus diferencias mediante pactos de convivencia a todas luces innecesarios si todos cumplen el pacto de convivencia principal, es decir la legislación vigente. No se entiende cómo ahora, de buenas a primeras, esto de los pactos y la conciliación se volvió una excusa para obligar a tolerar lo intolerable, para renunciar a algunos derechos a cambio de una supuesta tranquilidad. Parece como la encarnación del refrán de que es mejor un mal arreglo que un buen pleito, un mecanismo perverso que desfavorece al ofendido. Está fuera de discusión que la conciliación, el acuerdo, el pacto, son buenos como mecanismos para la solución de conflictos, pero la Alcaldía y los comités de convivencia deben entender que el incumplimiento de la ley o el reglamento de propiedad horizontal están en el origen del conflicto que quieren conciliar y que ese problema se arregla acatando aquellos y no firmando nuevos acuerdos. |
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Diana Buitrago
Diana Buitrago
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Diana era una mujer independiente que vivió sola 17 años. Sus padres se habían separado cuando era niña y por eso su crianza fue con sus abuelos, además su mamá se casó de nuevo, se fue a vivir a España y dos hermanos suyos también vivían en el exterior.
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Es comunicadora social de la Universidad de Antioquia, donde trabajó hasta que hace 1 año y 8 meses cuando tenía 40 años, le diagnosticaron la enfermedad que le cambiaría la vida por completo.
Al percatarse gracias al autoexamen, a su tacto, a lo que le atribuye que se encuentre con vida, y luego de que la medicina se lo confirmara, Diana escogió el silencio a lo largo de un mes para no hacer sufrir a su familia. Sólo cuando faltaba una semana para la operación comunicó su padecimiento y lo que encontró fue un apoyo total. Después de la intervención se hospedó en la casa de una tía por un período de 4 meses, donde fue la consentida de tías, tíos y su padre, con el que vive y trabaja actualmente. Con su madre residente en España, sólo tenía contacto por Internet o por teléfono, y fue por este medio que 4 días después de la operación, decidió contarle de su enfermedad para no hacerla sufrir antes desde la impotencia que genera la distancia. Pero la vida le tenía una prueba más. Su madre también era víctima del cáncer y Diana fue testigo de su decadente evolución a través de la pantalla de un computador por tres años. Justo cuando su hija concluía el proceso de quimioterapia y el pronóstico parecía alentador, su madre falleció en España de otro cáncer diferente, lejos de ella y dejando en su memoria la última conversación telefónica que mostraba una hija en recuperación, contrario a la situación al otro lado de la bocina. Ahora Diana espera el momento para hacerse la reconstrucción, trabaja en el negocio de su padre, y asegura que aprecia más la vida, que es más corta de lo que cree, y que es el momento de dedicarse a hacer lo que le gusta y no trabajar por el simple hecho de ganar plata. Quiere sentirse bien consigo misma para verse hermosa nuevamente. |
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Ochenta años de olvido
Por: Gustavo Arango | ||
La frase es de Borges. Decía más o menos así: “Ochenta años de olvido equivalen, tal vez, a la novedad”. La primera vez que la leí tuve que detenerme y releerla. Ese pequeño trocito de discurso es todo un tratado sobre la superstición de lo nuevo, ese error tan extendido que consiste en creer que el último grito de la moda es el mejor de los gritos. Después de muchos gritos la gente se pone afónica y aquel que ha vivido bastante sabe que los entusiasmos y las grandiosidades cada vez son menos grandiosos.
La frase de Borges me ayudó a entender un versículo enigmático del Eclesiastés: “No hay nada nuevo bajo el sol”. Fue a través de Borges que conseguí descubrir por qué la gente casi nunca nota que aquello que le parece nuevo ha estado dando vueltas por ahí desde hace miles de años. Ochenta años, dos o tres generaciones, la duración promedio de una vida, bastan para que alguien proclame que estamos en presencia de cosas nunca vistas. Quizá los plazos se hayan acortado, pero la duración no es lo importante, sino la forma tan repetida como caemos en la trampa de lo nuevo. Pasa en todos los territorios de la vida y, por supuesto, pasa en el territorio de la literatura. No dudo que por ahí se están escribiendo obras maestras, pero prefiero dejarle al tiempo la tarea de encontrarlas. Admiro a los lectores de hoy, escarbando entre tanta basura, para dejar indicios a los del futuro sobre lo que vale la pena; pero no quiero quitarles su trabajo. Yo me quedo con lo viejo, con lo que ya pasó, con ese descubrimiento prodigioso que uno hace en el silencio de los estantes. Me quedo con la relectura, con ese volver a un río que no es el mismo. Los libros viejos casi siempre son más baratos y suelen decir cosas más inteligentes y sensibles que las que dicen los libros de hoy en día. Por eso acepto con gusto y agradecimiento la invitación a hablar de relecturas, de regresos o de descubrimientos de cosas que andaban perdidas en el tiempo. Para empezar por algún lado, sugiero que volvamos a un libro que fue escrito hace justo ochenta años, La noche de San Martín, por un hombre de treinta años llamado, qué coincidencia, Jorge Luis Borges. El libro está lleno de grandes poemas: ”Fundación mítica de Buenos Aires” nos recuerda que con cada persona empieza de nuevo el mundo, la serie “Muertes de Buenos Aires” nos habla del diálogo secreto entre las flores y las tumbas, “La noche que en el Sur lo velaron” es, según Borges, “acaso el primer poema auténtico que escribí”. Son bocados deliciosos de esos que rara vez se encuentran. Pero quiero señalar un poema en el que Borges recuerda la muerte de su abuelo. Una de las bellezas del poema es que el autor imagina, con detalles, el sueño que arrastró a Isidoro Acevedo mientras dormía. Pero más allá de la belleza está la magnitud descomunal de lo que ocurre cuando cualquiera de nosotros conoce, por primera vez, como si nunca antes hubiera existido, la realidad de la muerte. Es un poema para releer, habla de uno de los momentos definitivos de la vida, porque cuando somos niños y descubrimos la existencia de la muerte termina de repente nuestra inmortalidad. Nueva York, enero de 2009. |
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Así va el Mamm en Ciudad del Río
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Todos los días de la semana, de 7 de la mañana a 5 de la tarde, decenas de obreros trabajan en la sede que estrenará el Museo de Arte Moderno de Medellín a más tardar en septiembre (según sus directivas), en un sector que empezó a adquirir una nueva vida: Ciudad del Río, en inmediaciones de la antigua siderúrgica Simesa. Esta primera etapa hace parte del ventarrón que comenzó a airear al Mamm a mediados del año pasado con la llegada de la joven directora Juliana Restrepo, publicista y profesora de filosofía. Tras ocho meses en el cargo, ha logrado sacudir al Museo del letargo en que se había sumido en los últimos años, estado contradictorio con su nombre de Museo de Arte Moderno.
La primera parte estaría lista en mayo Moderno desde la arquitectura |
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Bellas Voces del Mundo
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Llega al Teatro Pablo Tobón un espectáculo que seguramente dejará boquiabiertos a los amantes de la ópera en la ciudad. Se trata de Bellas Voces del Mundo, show que reunirá en un mismo escenario a cinco afamadas estrellas del género: los italianos Carlo María Cantoni (barítono) y Luca Bodini (tenor); la mezzosoprano rusa María Ratkova; y las sopranos Soyung Yu y Alexandra Zabala, colombiana que en 2005 fue invitada a cantar con Andrea Bocelli y que dentro de poco actuará junto a Plácido Domingo en Sevilla.
El 3 de marzo es la fecha elegida para la única función de estos artistas, quienes estarán acompañados de 45 maestros de la Orquesta de Ópera de Corea. |
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Siguarajazz, el sonido de un barrio
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De lo más profundo e íntimo de la comuna nororiental surge Siguarajazz. Influenciados musicalmente desde pequeños por su padre, en un ambiente callejero de salsa y música tropical en Manrique, los tres hermanos García crecieron tocando congas y tambores sin saber que ese sería su destino al pasar los años.
“Terminé el bachillerato y no sabía que iba a ser músico, incluso me presenté a ingeniería, pero en ese momento nos llamaron para estudiar en Batuta. Nos dieron los cupos y ahí empezamos a estudiar música porque antes éramos muy empíricos”, comenta Juan Fernando García, Director Musical y hermano de Albert Nicolás y Sebastián, percusionista y baterista respectivamente. Juan Fernando es “El Trucu”, como es conocido por sus amigos gracias a la canción cubana “Juancito Trucupey”, toca el bajo y ha sido testigo de la evolución del grupo desde sus inicios. “Al principio nunca habíamos estudiado música, pero tocábamos y llevábamos el sabor por dentro porque crecimos escuchando salsa. Ya todos estudiamos y estamos entregados a la música aunque algunos tengan otros grupos, de esto vivimos”, añade “Trucu”. En el año 2000 el grupo ya contaba con ocho integrantes tras la inclusión de José Tobón, que también hace parte de La República y de Puerto Candelaria, quien se enamoró de Siguarajazz y se preocupó por darlo a conocer y conseguir conciertos. Hoy toca el saxo y es el Productor Musical. El grupo se ha presentado en varios bares de la zona rosa de El Poblado y en ciudades como Bogotá y Manizales, aunque entre lo más significativo ha sido el pasado Festival Internacional Medellín de Jazz y Músicas del Mundo, donde fueron teloneros del famoso bongosero de la Fania All Stars, Roberto Roena, generando los mejores comentarios y positiva recepción de un público que se sintió identificado con sus propias composiciones, la mayoría creaciones del “Trucu”. “Fue un éxito total, la gente sintió que era el grupo de su ciudad. Abrirle a Roberto Roena era consagrar nuestro proceso de 10 años y saber que se ha logrado cierta madurez”, dice con orgullo. El barrio es la inspiración Allí está la materia prima, como dice su director, “con nuestra música queremos contar la historia de mi barrio”, y eso sin necesidad de letras ya que la mayoría de canciones son instrumentales, con sonidos que evocan sus recuerdos y vivencias que se juntan en un mismo sentimiento, para proyectarlo en sus melodías del barrio a cualquier lugar de la ciudad. “Siguarajazz es creación de ciudad, es lo que vemos los jóvenes y la necesidad de expresarnos. Es el barrio, es la esquina, la calle, la música, los amigos. En mi barrio está la particularidad que la música siempre fue salsa, porro y gaita. Ahora con mi capacidad y vivencia del barrio al lado de mis hermanos y amigos da el resultado de un tema como Manrique Mambo, que es la historia de mi barrio narrada desde los tambores y la descarga. Nuestra música es identificarse con los símbolos y elementos que nos rodean a diario en el barrio”, así define su grupo Juan Fernando. Esta agrupación, antes de ser conocida como de latin jazz y salsa, incursionó en la música colombiana con bambuco y cumbia, dándoles como resultado su primer disco titulado: “063”, un homenaje al folclor colombiano. Manrique Mambo Ese es el nombre de su segunda producción discográfica. Se trata de un disco con mayor influencia de la salsa y el latin jazz, influenciados por el Mambo, el Cha Cha Cha y la Guaracha entre otros. Una creación que llevará al público a disfrutar de una combinación sonora basada en la cultura y las expresiones musicales que unen a los pueblos de Latinoamérica. Siguarajazz tiene ocho integrantes. Sebastián García, el menor de los hermanos con sólo 20 años, baterista y timbalero que también pertenece a la banda de planta del Ballet Folclórico de Antioquia. Nicolás García en los bongós y Tito Sánchez en las congas para completar la percusión. La armonía está a cargo de Diego Lopera en el piano y Juan Fernando García en el bajo eléctrico. Los vientos son Juan Carlos Rodas en el trombón, quien le da agresividad con sus improvisaciones fuertes y callejeras; el saxo, tenor y soprano José Tobón, y Juan Pablo Castaño, quien también pertenece al Combo de las Estrellas, en la trompeta. Luego de lanzar su último álbum, Manrique Mambo, esperan volver a promocionar su primer trabajo musical, realizar una gira nacional o algún concierto internacional, así como sueñan con ser los teloneros de Carlos Santana y la Fania All Stars, que se presentarán el próximo mes de marzo en nuestro país. Siguarajazz lanzará su segundo trabajo discográfico el próximo viernes 20 de febrero, a partir de las 10 de la noche en el Teatro Matacandelas. ![]() Informes: 215 1010. Descargar canción |
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