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“La juventud no está esperando que vengan ONGs a ayudar”

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Después del conflicto
“La juventud no está esperando que vengan ONGs a ayudar”
Invitación del Foro Mundial Urbano a jóvenes de Medellín y el mundo a ensuciarse la manos y a inspirarse en el trabajo de los panelistas invitados


Aline Rahbany, joven libanesa, integrante del World Vision International, Middle East and Eastern Europe 

Un total de 800,000 Tutsis y Hutus fueron asesinados en 1994 durante el genocidio que duró 4 meses en Ruanda tras el asesinato del presidente Juvénal Habyarimana.

Esta semana se conmemoró, dentro del Foro Mundial Urbano, los 20 años de esta tragedia que impactó al mundo.

El director ejecutivo de UN-Habitat, Joan Clos, y la ruandesa, directora ejecutiva diputada de UN-Habitat, Aisa Kirabo, hicieron parte de la conmemoración con flores y luego con la participación de la doctora Kirabo en la conferencia Youth In Post Conflict (La Juventud después del conflicto)

< Directora ejecutiva diputada de UN-Habitat, Aisa Kirabo, en la conmemoración de los 20 años del genocidio en Ruanda. Fotografía UN-Habitat

La charla tuvo apertura con la participación de Saada Abdulraqeeb Abdalallah, una joven mujer de Yemen quién documentó cómo a Revolución yemení (una serie de revueltas callejeras que en su primer día unieron a más de 16.000 personas en la capital de Yemen y acabaron derribando el gobierno) transformó su vida y la de muchas otras personas, especialmente de mujeres. Si antes no tenían acceso a salud, educación, empleo, participación en política y eran obligadas a casarse antes de los 11 años, hoy gozan, en mayor medida, de estas facultades. “Lo importante es tomarnos nuestros derechos, hay que exigirlos”, concluyó la yemení.

Para Aline Rahbany, de Líbano, la tensión en su país es permanente con los refugiados sirios y con las relaciones con Israel. Según la joven no existe una definición clara de lo que significa post conflicto. Sin embargo, explicó cómo grupos de jóvenes en su país se unieron para la reconciliación y como respuesta a esta tensión y a los prejuicios que existen entre diferentes grupos culturales y que son pasados de generación en generación.

“Aprendimos cosas importantes”, cuenta Rahbany. Entre estas la necesidad de movilizar a la juventud para que esté expuesta a otros jóvenes y otras personas diferentes a su clase, cultura y capacidad económica. Así, dice la libanesa, pueden entender cómo son todos mucho más similares de lo que creen. Agregó que no es necesario proclamar que se trabaja por la paz; cualquier actividad productiva y social que se haga con la juventud es un camino de paz. Recordó también que la juventud no está esperando a que vengan ONG´s ni gobiernos extranjeros para hacer algo, quieren ensuciarse la manos y trabajar.

Madina Saidi, una joven de 16 años de Afganistán, presentó como modelo de desarrollo y participación juvenil después de la invasión estadounidense, al parque Skateistan de su país. En este espacio los jóvenes pueden montar en patineta. Niños y niñas, grandes o pequeños, asisten al Skateistan todos los días. “Vienen para patinar y luego se quedan para actividades escolares, talleres de multimedia, otros deportes y actividades de diálogo sobre el conflicto”.

La doctora Kirabo cerró la sesión comentado que “es evidente que cada vez más el conflicto es en espacios intraurbanos y no entre fronteras. Debemos integrar a los jóvenes, entender por qué ha sucedido lo que ha sucedido. Debemos escuchar a los jóvenes, ellos quieren gozarse la vida pero serán responsables si se lo permitimos”.

Finalmente dejó unos consejos para los jóvenes panelistas y asistentes: “El futuro les pertenece. Escuchen el doble de lo que hablan. Se pueden sentir pocos en números pero en términos de propósitos son la mayoría. Ustedes son mi gran inspiración por ese espíritu atrevido”.

Camino de Vida

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El FUM en el CVM
Camino de Vida
El proyecto piloto de este sendero peatonal del Cinturón Verde Metropolitano tiene 3 km construidos

Rosalba Echavarría tiene 67 años. Desde hace más de 10 años vino a Medellín, desplazada por la violencia del corregimiento Ochalí de Yarumal. Hoy vive en Villatina, en la comuna 8. Allí tiene una pequeño pedazo de tierra donde cultiva cidra, lechuga, tomates y toda suerte de vegetales.

Rosalba muestra sus cultivos y posa para las cámaras de los extranjeros invitados al Foro Mundial Urbano que subieron a la Comuna 8 a conocer el camino de vida. Ella los recibe con alegría y su optimismo es evidente.

Con el Cinturón Verde Metropolitano CVM, que pasa justo por su casa, espera que vengan muchas cosas buenas. Agua, por ejemplo, para irrigar su huerta. Le han dicho que vendrán otras huertas comunitarias con las que podrá hacer intercambios.

Lo que pasa exactamente frente a la casa de Rosalba es el Camino de Vida, el sendero peatonal del CVM con pavimento en piedra de bajo costo para la conectividad de los territorios de borde y que recupera los senderos prehispánicos que la comunidad ha marcado con el paso del tiempo.

El proyecto piloto es allí en Villatina. Se trata del tramo Cerro Pan de Azúcar que tiene 3 km construidos. El sendero marca el límite inferior de la franja de protección ambiental del cinturón. Del sendero para abajo el caminante encontrará a futuro los demás equipamentos del CVM, como la ruta para bicicletas, canchas deportivas ecoparques, gimnasios urbanos y las huertas comunitarias.

Parte de lo que el proyecto CVM espera es regular el urbanismo indiscriminado, cómo se distribuye la vivienda en el sector y cómo mejorarla a través de estudios con universidades en el proyecto Barrio Sostenible. Algunas casa serán reubicadas y otras reestructuradas. Así mismo buscará conectar a la población con alimentadores de transporte hacia el centro de la ciudad como los cables, construidos y en construcción.

El espacio multicultural del WUF7

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Abierto al público
El espacio multicultural del WUF7
El Pabellón Verde alberga los stands de las delegaciones internacionales que hacen parte del Séptimo Foro Urbano Mundial.

Uno de los mayores atractivos para los visitantes del a este gran evento que se realiza en Medellín es el gran intercambio cultural. Personas de más de 160 países se reúnen, no sólo para hablar de importantes temas de la agenda institucional, sino para realizar un verdadero intercambio humano.

El Pabellón Verde es el espacio de todo el foro que, probablemente, mejor condense la multiculturalidad y la pluralidad, ya que cuenta con 29 stands donde representantes de varios de los países invitados presentan sus ciudades y aportes a la comunidad internacional.
Los asistentes a este lugar podrán conocer experiencias de 17 países y 10 ciudades o regiones de todo el globo, que se han destacado por los avances en crecimiento social y que han tenido una presencia activa en la agenda multilateral propuesta por UN-Hábitat, ente organizador del foro.

Los países expositores son Tanzania, Israel, Ecuador, Egipto, Nigeria, Suráfrica, Yemen, Sudán, Haití, Francia, Kenia, Palestina, Alemania, Japón, Camerún, Suecia, Angola.

Por otro lado, las regiones o ciudades que presentan sus propuestas urbanísticas y sociales son Barcelona, Buenos Aires, Shouguang, Yixing, Guangzhou, Anti County, Providencia y Rio de Janeiro

Nuestro país está representado por delegaciones de la alcaldía de Bogotá y la Gobernación de Antioquia. Es importante aclarar que todos los visitantes que visiten Plaza Mayor tienen acceso al Pabellón, donde además se encuentra la Urban Library.

El espacio multicultural del WUF7

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Abierto al público
El espacio multicultural del WUF7
El Pabellón Verde alberga los stands de las delegaciones internacionales que hacen parte del Séptimo Foro Urbano Mundial.

Uno de los mayores atractivos para los visitantes del a este gran evento que se realiza en Medellín es el gran intercambio cultural. Personas de más de 160 países se reúnen, no sólo para hablar de importantes temas de la agenda institucional, sino para realizar un verdadero intercambio humano.

El Pabellón Verde es el espacio de todo el foro que, probablemente, mejor condense la multiculturalidad y la pluralidad, ya que cuenta con 29 stands donde representantes de varios de los países invitados presentan sus ciudades y aportes a la comunidad internacional.
Los asistentes a este lugar podrán conocer experiencias de 17 países y 10 ciudades o regiones de todo el globo, que se han destacado por los avances en crecimiento social y que han tenido una presencia activa en la agenda multilateral propuesta por UN-Hábitat, ente organizador del foro.

Los países expositores son Tanzania, Israel, Ecuador, Egipto, Nigeria, Suráfrica, Yemen, Sudán, Haití, Francia, Kenia, Palestina, Alemania, Japón, Camerún, Suecia, Angola.

Por otro lado, las regiones o ciudades que presentan sus propuestas urbanísticas y sociales son Barcelona, Buenos Aires, Shouguang, Yixing, Guangzhou, Anti County, Providencia y Rio de Janeiro

Nuestro país está representado por delegaciones de la alcaldía de Bogotá y la Gobernación de Antioquia. Es importante aclarar que todos los visitantes que visiten Plaza Mayor tienen acceso al Pabellón, donde además se encuentra la Urban Library.

Ahorro y vivienda van de la mano

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En el sexto día del Séptimo Foro Urbano Mundial
Ahorro y vivienda van de la mano
El presidente del Fondo Nacional del Ahorro (FNA) presentó su modelo ahorro para la vivienda en el Pabellón Rojo de Plaza Mayor

Acompañado de las directivas del FNA, Ricardo Arias Mora, presidente de esta entidad, dictó la conferencia “Reducción de la desigualdad a través de un modelo basado en el ahorro que transforma propiedad en arriendo”, en la cual presentó los resultados de gestión del Fondo, su modelo de ahorro para vivienda llamado TACS (Tasa de Ahorro Construyendo Sociedad) y además, puso sobre la mesa el tema del ahorro consistente como clave del crecimiento de los países.

En primer lugar, propuso aprender de las experiencias de los países de Europa del Este, “que después de las guerras debieron edificar nuevamente sus países”, y resaltó la importancia de construir una política de vivienda relacionada con el ahorro, cuyo objetivo es que Colombia no sea un país de arrendatarios, sino de propietarios.

Posteriormente destacó los avances de su institución pero expresó que “los logros obtenidos aún son insuficientes” y que hace falta intensificar el trabajo, ya que Colombia presenta profundas desigualdades en zonas urbanizadas. “No se puede crecimiento sin dirección, ni de forma espontánea”.

Además, recalcó que es necesario fortalecer el actual sistema hipotecario que es “poco eficiente y excluyente” y adoptar el concepto de Arrendamiento Social, ya que el 63% de los colombianos pagan arriendo. “Paradójicamente, los arriendos más costosos lo pagan las personas más pobres”, comentó.

Acudió a la máxima del metodista británico John Wesley al declarar que en Colombia “debemos dar, ahorrar y trabajar tanto como se pueda” y enfatizó en que la construcción de un plan de ahorro y vivienda adecuados, requiere de un trabajo conjunto entre ciudadanos, gremios, universidades e instituciones.

Finalmente anunció que, próximamente, el Fondo Nacional del Ahorro establecerá convenios con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), con el objetivo de fortalecer su gestión en el país.

Ahorro y vivienda van de la mano

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En el sexto día del Séptimo Foro Urbano Mundial
Ahorro y vivienda van de la mano
El presidente del Fondo Nacional del Ahorro (FNA) presentó su modelo ahorro para la vivienda en el Pabellón Rojo de Plaza Mayor

Acompañado de las directivas del FNA, Ricardo Arias Mora, presidente de esta entidad, dictó la conferencia “Reducción de la desigualdad a través de un modelo basado en el ahorro que transforma propiedad en arriendo”, en la cual presentó los resultados de gestión del Fondo, su modelo de ahorro para vivienda llamado TACS (Tasa de Ahorro Construyendo Sociedad) y además, puso sobre la mesa el tema del ahorro consistente como clave del crecimiento de los países.

En primer lugar, propuso aprender de las experiencias de los países de Europa del Este, “que después de las guerras debieron edificar nuevamente sus países”, y resaltó la importancia de construir una política de vivienda relacionada con el ahorro, cuyo objetivo es que Colombia no sea un país de arrendatarios, sino de propietarios.

Posteriormente destacó los avances de su institución pero expresó que “los logros obtenidos aún son insuficientes” y que hace falta intensificar el trabajo, ya que Colombia presenta profundas desigualdades en zonas urbanizadas. “No se puede crecimiento sin dirección, ni de forma espontánea”.

Además, recalcó que es necesario fortalecer el actual sistema hipotecario que es “poco eficiente y excluyente” y adoptar el concepto de Arrendamiento Social, ya que el 63% de los colombianos pagan arriendo. “Paradójicamente, los arriendos más costosos lo pagan las personas más pobres”, comentó.

Acudió a la máxima del metodista británico John Wesley al declarar que en Colombia “debemos dar, ahorrar y trabajar tanto como se pueda” y enfatizó en que la construcción de un plan de ahorro y vivienda adecuados, requiere de un trabajo conjunto entre ciudadanos, gremios, universidades e instituciones.

Finalmente anunció que, próximamente, el Fondo Nacional del Ahorro establecerá convenios con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), con el objetivo de fortalecer su gestión en el país.

La nueva Ley de Infraestructura (y 2)

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La nueva Ley de Infraestructura (y 2)
Hacemos votos para que el otro lado de la balanza, el de la justa indemnización, también sea motivo de interés y desvelo de los entes estatales

/ Francisco Ochoa

El 22 de noviembre pasado se aprobó la Ley 1682 de 2013, más conocida como Ley de Infraestructura y Adquisición de Inmuebles. La semana anterior destacamos varios de sus aspectos.

En esta edición no referimos a otros:
• La ley trae “borrador” incorporado. Considera que el proceso de adquisición de inmuebles por su medio conllevará el saneamiento automático de cualquier vicio relativo a su titulación y tradición, siempre y cuando se invoque por parte de la entidad adquirente. Llaman la atención los efectos retroactivos de esta disposición, aplicables incluso en el caso de adquisiciones de predios realizadas por entidades públicas antes de la entrada en vigencia de la ley 9 del 89.
• Indica también que los avalúos comerciales de los predios a adquirir para la ejecución de los proyectos de infraestructura serán realizados por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), la autoridad catastral correspondiente (municipios de Medellín, Cali, Bogotá y el departamento de Antioquia), o por personas naturales o jurídicas de carácter privado registradas y autorizadas por las lonjas de propiedad raíz. Se conserva el procedimiento establecido en el decreto 1420 de 1998 y la resolución del Igac 620 de 2008 con relación a los entes competentes para adelantar la elaboración de los avalúos.
• Los inmuebles no podrán ser objeto de ningún tipo de limitación al dominio, una vez se haya notificado le oferta de compra.
• Se establece que el propietario podrá otorgar un permiso de intervención voluntario del inmueble, irrevocable. Es una autorización conveniente para el ente público, toda vez que le permite adelantar obras en el predio sin tener aún perfeccionada la adquisición.
• Se incorpora una novedad de gran importancia en el tema de elaboración de los avalúos: la ley contempla que, de ser precedente, se incluirá en el avalúo el valor de las indemnizaciones o compensaciones que fuere del caso realizar por afectar el patrimonio de los particulares.
Este tema del reconocimiento del daño emergente y lucro cesante que se originen en favor del propietario en los casos de adquisiciones forzadas (expropiaciones), y los cuales son adicionales al valor comercial del inmueble, ha sido motivo de discusión y procederes arbitrarios por mucho tiempo. Ha habido muchísimos casos en los que se ha negado la inclusión de tales perjuicios colaterales y adicionales al mero valor comercial del inmueble, amparando tal decisión en argumentos falaces y engañosos, tales como la ausencia de metodología para el cálculo del daño emergente y el lucro cesante.
Muy importantes y trascendentales sentencias existen en el acervo jurídico colombiano, las cuales reafirman el derecho de los ciudadanos a ser indemnizados justamente en estos casos, es decir, a percibir el pago de los perjuicios adicionales y colaterales al mero valor comercial del inmueble, llámese daño emergente o lucro cesante. Lastimosamente, en muchos casos los funcionarios encargados del manejo de estos procesos de expropiación ignoran (¿deliberadamente quizá?) la existencia de estas clarísimas sentencias, entre las cuales destacamos las siguientes:
• Sentencia C 476/07, Corte Constitucional de Colombia, Bogotá, 13 de junio de 2007.
• Sentencia C 1074/02, Corte Constitucional de Colombia, Bogotá, 4 de diciembre de 2002.
• Sentencia C 153/94, Corte Constitucional de Colombia, Bogotá, 24 de marzo de 1994.

• En el artículo 37 de la nueva ley de infraestructura hay una expresa mención a la necesaria inclusión del daño emergente y el lucro cesante en el avalúo comercial del inmueble. Dicho artículo menciona que el daño emergente “incluirá el valor del inmueble” y que “el lucro cesante se calculará según los rendimientos reales del inmueble al momento de la adquisición y hasta por un término de seis (6) meses”.

Esta última frase aclara unos conceptos y oscurece otros. Es claro que se debe incluir el daño emergente y el lucro cesante en el valor comercial o, mejor, en el avalúo comercial del inmueble. Pero, ¿por qué se limita un daño a seis meses si el período de causación de perjuicios es mayor y hay elementos reales para demostrarlo?

Otra pregunta que no tiene respuesta clara por ahora es ¿qué pasa con los perjuicios ocasionados al negocio que opera en el inmueble expropiado, en caso de existir?

Una última inquietud que vale la pena formular se refiere a que la nueva ley es absolutamente clara en requerir que se incluya el daño emergente y el lucro cesante en el valor de los inmuebles a expropiar, no creando un derecho nuevo sino reafirmando su existencia, pues este derecho existía desde la Ley 9ª de 1989 y la Ley 388 de 1997.

Ese universo donde el hombre expresa sus valores

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La ciudad
Ese universo donde el hombre expresa sus valores
La ciudad entera es una imagen de nuestra cultura, de nuestra historia y de nuestro presente

Por Carlos Arturo Fernández
La relación entre el arte y la ciudad es uno de los temas más interesantes dentro de las discusiones de la cultura contemporánea, aunque no hay posiciones unificadas al respecto.

Dentro de los muchos puntos de vista posibles, convendría considerar por lo menos tres. Ellos reflejan opiniones que se han ido sucediendo históricamente y que, vistos en conjunto, pueden contribuir a iluminar un campo lleno de zonas no tan claras.

Parque de Los Deseos
Plaza Mayor

En primer lugar, muchas veces se tiende a pensar que la relación entre el arte y la ciudad solo se puede plantear con propiedad cuando hablamos de centros urbanos caracterizados por una acumulación especial de obras artísticas, lo que les confiere un papel destacado en la historia de la cultura. Son las llamadas “ciudades de arte” (desde Cartagena y Cuzco hasta Roma o San Petersburgo, y muchas otras de todos los continentes y épocas), convertidas, en todo o en parte, en un tipo de museo abierto que recoge pinturas, esculturas o arquitecturas características, en centros históricos, reconocidos como un patrimonio cultural cuya significación sobrepasa los límites locales y se extiende a toda la humanidad. Por supuesto, no es posible desconocer el valor de los centros históricos ni la responsabilidad de mantenerlos y vitalizarlos. Sin embargo, vista de esta manera, la relación arte ciudad puede acabar reducida al mantenimiento de la tradición, además de convertirse en un asunto que tiene que ver solo con algunas poblaciones especialmente valiosas.
Una segunda alternativa consiste en invocar el carácter pragmático de la actualidad para señalar que la relación arte ciudad se ha desarrollado a lo largo de los siglos gracias a la presencia de obras de arte dentro del tejido urbano, y que eso mismo debe hacerse hoy en día para que la ciudad gane en decoro, cultura y reconocimiento universal. Otra vez, se trata de una historia que presenta muchas variantes que no pueden juzgarse en bloque y sin distinciones. Pero la conciencia de esas diferencias debe llevar a que no sea posible caer en la simple decisión de “poner” obras de arte en la ciudad sin preguntarse por el significado de esa intervención o, en otras palabras, sin una política de ciudad que responda al qué, para qué y cómo de estos procesos.

La tercera posibilidad, que aquí quiere plantearse como una alternativa sobre la que vale la pena discutir, es la de afirmar que la ciudad es la obra de arte por excelencia, la más trascendental y definitiva de las creaciones humanas, el marco y espacio que sustenta todas las obras artísticas particulares.

Museo de Arte Moderno de Medellín
Parque Bolívar

En todas las ciudades, pueblos y aldeas es posible reconocer los trazos básicos de propósitos y proyectos humanos que han determinado su establecimiento y configuración, seguramente en medio de conflictos y luchas de intereses de todo tipo. En ese sentido, todo centro urbano (y no solo las “ciudades de arte”) es, al mismo tiempo, un centro histórico cargado de sentido que manifiesta sus ideas y sus vínculos culturales y sociales a través de creaciones tangibles e intangibles. En otras palabras, la ciudad es siempre un universo creado por el ser humano como expresión de sus valores. E históricamente necesitamos encontrar la manera de desarrollarla sin que el progreso implique la destrucción del pasado fundamental, porque en ello se perdería la esencia de lo que hemos creado como cultura. No es casual que las palabras fundación, fundamento y fundamental tengan significados cercanos al origen y a la consideración de lo esencial.

Parque de Las Luces
Barrio Villatina. Comuna 8.
Elemento Identitario Sector Alto de La Cruz

Decir que la ciudad es la obra de arte por excelencia no significa que se piense en ella de la misma manera que en un cuadro o en una escultura, sino que nos ubicamos en un plano superior de sentido y de valor.

Por una parte, la ciudad es, en realidad, la obra de arte total que permite comprender todas las demás creaciones culturales. Por eso, mientras no hagamos el esfuerzo de comprender cómo viven y ocupan su mundo otros pueblos, o, mejor, cómo son sus ciudades y cómo las habitan, nos resulta prácticamente inaccesible la comprensión de sus obras de arte.

Pero, por otra parte, y sobre todo, la ciudad entera es una imagen de nuestra cultura, de nuestra historia y de nuestro presente: la imagen de nuestra comprensión del mundo, de los valores que nos identifican como sociedad; de nuestros crímenes y fracasos, pero también de las aspiraciones que nos impulsan; la imagen de lo que somos. Y si, como se afirma tantas veces, el arte es creación de imágenes, la ciudad se nos revela entonces como nuestra obra mayor.

Ese universo donde el hombre expresa sus valores

La ciudad
Ese universo donde el hombre expresa sus valores
La ciudad entera es una imagen de nuestra cultura, de nuestra historia y de nuestro presente

Por Carlos Arturo Fernández
La relación entre el arte y la ciudad es uno de los temas más interesantes dentro de las discusiones de la cultura contemporánea, aunque no hay posiciones unificadas al respecto.

Dentro de los muchos puntos de vista posibles, convendría considerar por lo menos tres. Ellos reflejan opiniones que se han ido sucediendo históricamente y que, vistos en conjunto, pueden contribuir a iluminar un campo lleno de zonas no tan claras.

Parque de Los Deseos
Plaza Mayor

En primer lugar, muchas veces se tiende a pensar que la relación entre el arte y la ciudad solo se puede plantear con propiedad cuando hablamos de centros urbanos caracterizados por una acumulación especial de obras artísticas, lo que les confiere un papel destacado en la historia de la cultura. Son las llamadas “ciudades de arte” (desde Cartagena y Cuzco hasta Roma o San Petersburgo, y muchas otras de todos los continentes y épocas), convertidas, en todo o en parte, en un tipo de museo abierto que recoge pinturas, esculturas o arquitecturas características, en centros históricos, reconocidos como un patrimonio cultural cuya significación sobrepasa los límites locales y se extiende a toda la humanidad. Por supuesto, no es posible desconocer el valor de los centros históricos ni la responsabilidad de mantenerlos y vitalizarlos. Sin embargo, vista de esta manera, la relación arte ciudad puede acabar reducida al mantenimiento de la tradición, además de convertirse en un asunto que tiene que ver solo con algunas poblaciones especialmente valiosas.
Una segunda alternativa consiste en invocar el carácter pragmático de la actualidad para señalar que la relación arte ciudad se ha desarrollado a lo largo de los siglos gracias a la presencia de obras de arte dentro del tejido urbano, y que eso mismo debe hacerse hoy en día para que la ciudad gane en decoro, cultura y reconocimiento universal. Otra vez, se trata de una historia que presenta muchas variantes que no pueden juzgarse en bloque y sin distinciones. Pero la conciencia de esas diferencias debe llevar a que no sea posible caer en la simple decisión de “poner” obras de arte en la ciudad sin preguntarse por el significado de esa intervención o, en otras palabras, sin una política de ciudad que responda al qué, para qué y cómo de estos procesos.

La tercera posibilidad, que aquí quiere plantearse como una alternativa sobre la que vale la pena discutir, es la de afirmar que la ciudad es la obra de arte por excelencia, la más trascendental y definitiva de las creaciones humanas, el marco y espacio que sustenta todas las obras artísticas particulares.

Museo de Arte Moderno de Medellín
Parque Bolívar

En todas las ciudades, pueblos y aldeas es posible reconocer los trazos básicos de propósitos y proyectos humanos que han determinado su establecimiento y configuración, seguramente en medio de conflictos y luchas de intereses de todo tipo. En ese sentido, todo centro urbano (y no solo las “ciudades de arte”) es, al mismo tiempo, un centro histórico cargado de sentido que manifiesta sus ideas y sus vínculos culturales y sociales a través de creaciones tangibles e intangibles. En otras palabras, la ciudad es siempre un universo creado por el ser humano como expresión de sus valores. E históricamente necesitamos encontrar la manera de desarrollarla sin que el progreso implique la destrucción del pasado fundamental, porque en ello se perdería la esencia de lo que hemos creado como cultura. No es casual que las palabras fundación, fundamento y fundamental tengan significados cercanos al origen y a la consideración de lo esencial.

Parque de Las Luces
Barrio Villatina. Comuna 8.
Elemento Identitario Sector Alto de La Cruz

Decir que la ciudad es la obra de arte por excelencia no significa que se piense en ella de la misma manera que en un cuadro o en una escultura, sino que nos ubicamos en un plano superior de sentido y de valor.

Por una parte, la ciudad es, en realidad, la obra de arte total que permite comprender todas las demás creaciones culturales. Por eso, mientras no hagamos el esfuerzo de comprender cómo viven y ocupan su mundo otros pueblos, o, mejor, cómo son sus ciudades y cómo las habitan, nos resulta prácticamente inaccesible la comprensión de sus obras de arte.

Pero, por otra parte, y sobre todo, la ciudad entera es una imagen de nuestra cultura, de nuestra historia y de nuestro presente: la imagen de nuestra comprensión del mundo, de los valores que nos identifican como sociedad; de nuestros crímenes y fracasos, pero también de las aspiraciones que nos impulsan; la imagen de lo que somos. Y si, como se afirma tantas veces, el arte es creación de imágenes, la ciudad se nos revela entonces como nuestra obra mayor.

Oviedo es Música 2014

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Oviedo es Música

1100 niños y jóvenes de 30 academias e instituciones educativas de la ciudad hicieron parte de Oviedo es Música, evento que, durante tres días, se llevó a cabo en el Centro Comercial Oviedo. Esta exitosa séptima versión, que fue apoyada por Vivir en El Poblado, tuvo como grupo invitado a Offcorss Band.

OVIEDO ES MÚSICA
Ana María FErnández, Luisa Benoit
OVIEDO ES MÚSICA
Academia Solo Rock, Andrés Alzate, Ana Magdalena Quijano, Mariana arroyave, Lupita Manrique, Valentina Loaiza, Sofía Ballesteros, Sebastián Valencia
OVIEDO ES MÚSICA
Offcorss Band, Andrés Gallego Rocha, Nicolás González, Daniel Velásquez
OVIEDO ES MÚSICA
Camila Duque, Carolina Sánchez
OVIEDO ES MÚSICA
Camila Henao, Aidé Quiroz
OVIEDO ES MÚSICA
Catalina Zapata, Laura Loaiza
OVIEDO ES MÚSICA
Daniel Ramírez, Paulina Correa
OVIEDO ES MÚSICA
Jennifer Gómez, Marilyn Castaño
OVIEDO ES MÚSICAOVIEDO ES MÚSICA

Juan Camilo Gómez
Juan Esteban Giraldo

OVIEDO ES MÚSICA
Julia Oquendo, Luz Adriana Arango, Carlos Oquendo
OVIEDO ES MÚSICA
Lina Gómez Andrés Urrego
OVIEDO ES MÚSICA
Luis Fernando Hincapié, Catalina Gaviria
OVIEDO ES MÚSICAOVIEDO ES MÚSICA

Natalia Zapata
Nicolás Palacio, Juan David Palacio, Matías Palacio

OVIEDO ES MÚSICA
Rosario Arango, Santiago Arango
OVIEDO ES MÚSICA
Santiago Barrientos, Isabel Cristina Olaya, María Victoria Olaya
OVIEDO ES MÚSICAOVIEDO ES MÚSICA

Sergio Hincapié
 

OVIEDO ES MÚSICA
Valentina Serna, Melissa Echandía, Luisa Niebles, Mariana Arbeláez
OVIEDO ES MÚSICA
Vanessa Salazar, Manuela Gómez, Verónica Salazar, Melissa Zuluaga, Isabella Osorio
OVIEDO ES MÚSICAOVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICAOVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICAOVIEDO ES MÚSICA

OVIEDO ES MÚSICAOVIEDO ES MÚSICA

El WUF7 en imágenes

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El WUF7 en imágenes

Una ceremonia protocolaria en el Teatro Metropolitano y un coctel privado en Ruta N fueron los espacios elegidos para inaugurar de manera formal el Foro Urbano Mundial, evento celebrado en Plaza Mayor y que culmina este viernes 11 de abril.

COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Adelaida Pérez, Juan Pedro Múnera
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Aníbal Gaviria
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Aníbal Gaviria, Jean Clos, Juan Camilo Quintero, Santiago Piedrahita1
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Axumite Gebre-Egziabher, Gulelat Kebede, Omar Syla
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIALCOCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL

Carolina Pineda
Felipe Clavijo

COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Catherine Juan Benaiah, Alikaya Aligo Samson
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
César Cortéz, Johanna Molina
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Elkin Echeverri, Alfonso José Uribe, Andrés Uribe

Fatima Dia, ElHdji Diop
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Héctor Carrascal, Jorge Alberto Calle
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Jean Clos
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIALCOCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL

Jean Clos
Jean Pierre Ndoutoum

COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Juan Alberto Toro, Miguel Moreno, Sergio Villa
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Juan Carlos Restrepo, Patricia Gallón, Sergio Ignacio Soto
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIALCOCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL

Vincent Kitio
Juan Manuel Santos

COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Juan Manuel Santos

Juan Sebastián Cuadros, Ana Isabel Duque, Mónica Ávarez, Samuel Urquijo, Lina Colorado
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Luis Felipe Henao
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIALCOCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Maite Hontelé
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIALCOCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL

Maite Hontelé
Mónica Riascos

COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Maribel Betancur, Sergio Correa
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Ricardo López, Ana María de los Ríos
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Santiago Piedrahita
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Santiago Piedrahita, Adriana Valencia, Laura Ángel, Mauricio Saldarriaga
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Sergio Fajardo
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL

COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL
Viviana Restrepo, Sandra Restrepo
COCTEL INAUGURACIÓN FORO URBANO MUNDIAL

Reserva expuesta en el Mamm

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Reserva expuesta en el Mamm

Cinco destacados profesionales de distintos campos -Jorge Mario Gómez (arquitecto), Jorge Giraldo (filósofo), Carlos Uribe (historiador y artista), Libia Posada (médica y artista) y Álvaro Cogollo (biólogo)- exploran, releen y reinterpretan la colección del Mamm en Reserva Expuesta. El primero de esta serie de ejercicios experimentales y multidisciplinares de curaduría fue realizado por Jorge Mario Gómez, teniendo como eje temático la Ciudad. Este permanecerá exhibido en el Mamm hasta el 20 abril. El 22 de abril será el turno del siguiente curador. 


Gabriel Sanín, Néstor Raúl Pérez

Gustavo Álvarez
Iván Sánchez

EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO

Jhon Jaramillo
Óscar Roldán


Jorge Echeverri

Jorge Mario Gómez, Maria Mercedez González

EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Juliana Espinoza, Juan Felipe Orozco
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Lilian Tone, Cristiano Rosa
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Marcela Colorado, Isabel Cardona
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
María Clara Trujillo, Felipe Walter
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Mónica Ramírez, Beatriz Salazar
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Nerón Durán

Paulo Villalba, Felipe Restrepo, Fabián Orozco
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Susana Mejía, María Luisa Vélez
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO

EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Ana Milena Chavarriaga, Jorge López
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Andrea Pérez
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNOEXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO

Camilo Ramírez
Alexander Escobar

EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Carlos Valencia, Cristian Arenas
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
Carolina Henao, Verónica Posada
EXPOSICIÓN - MUSEO DE ARTE MODERNO
David Gutiérrez, José David Osorio

Mercadillo en Santafé

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Mercadillo en Santafé

34 toldos con elementos decorativos, de diseño, antigüedades y jardinería integraron el Mercadillo, feria pensada para disfrutar en familia, realizada en el Centro Comercial Santafé.

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE
Ana Cristina Montoya, Darío Restrepo
MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE
Beatriz Navarro, Juan Lucas Manrique, Carolina Navarro
MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE
Catalina Velilla
MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE
Eduardo REstrepo
MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FEMERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

Johanna Marín
Juan David Moncada, Juliana Gallo

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FEMERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

Laura Restrepo
Lida Restrepo, Mariana Jiménez

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FEMERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

Lina Restrepo de Mesa
Lina Vargas

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE
Lina Toro
MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FEMERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

Marcela Cadena
María Elvira Saldarriaga

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE
Mauricio Vargas, Martín Vargas, Mónica Echeverri, Marcelo Vargas
MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE
Pedro Pablo Correa
MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FEMERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

Steven Atehortúa, Melissa Bolaños
Ana Isabel Estrada

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

MERCADILLO CENTRO COMERCIAL SANTA FE

Juan Walking

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Juan Walking

Hasta el 20 de abril, en los hoteles Poblado Plaza y Poblado Alejandría, estará exhibida Juan Walking. La exposición recoge fotografías tomadas por el viajero y chef de profesión, Juan Moreno, durante un recorrido de cinco años por 43 países del mundo.

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“The Archipielago Press”: Sueñan las islas como ángeles

josegabrielBaena

“The Archipielago Press”: Sueñan las islas como ángeles
“Las islas” siguen siendo ese paraíso que cantó el profeta nadaísta Gonzalo Arango en su libro cuasipóstumo Providencia
/ José Gabriel Baena

No había vuelto este cronista a San Andrés Islands desde hacía 38 años luz, cuando en mi juventud de hippie exploré con mi amigo el pelirrojo Jorge Londoño, maestro en ébano, todos los escondites de la cercana isla de Providencia para montar un taller de artesanías filosóficas, sueño que nunca pudimos cumplir por cien razones irracionales, como todas.

Por lo que vi en ocho días, “las islas” siguen siendo ese paraíso que cantó el profeta nadaísta Gonzalo Arango en su libro cuasipóstumo, Providencia, una obra que hoy parece “demodé” y hasta el extremo ingenua, con las ilustraciones infantiles de su amada Angelita inglesa. Esto, a pesar de lo que diga el periódico sensacionalista que sale los viernes, El Extra –semanario popular, una maravilla de leer aunque reporte uno que otro robo o accidente de motos, exagerados a morir, con titulares como “Casi me desangro”, “Las cámaras pillaron a alias Colgate”, “Marylin sufrió accidente cerebro bascular (sic), “Policías piden medidas drásticas contras los picós –equipos de sonido que derriban techos”, o “Arquitectura isleña en ruinas”. Curiosamente, el semanario es publicado por la misma empresa periodística que cada martes da a luz The Archipielago Press, donde se tratan en profundidad los asuntos serios de la región, aunque no se despega de asuntos judiciales, como por ejemplo el absurdo contrabando de yerba, con el título de “Marihuana en los genitales”, de dos mujeres que venían de Cali. Ilustres plumas opinan en las páginas editoriales con texto in-extensos, entre ellos uno titulado “¿Qué piensan hacer con nosotros?”, del doctor Daniel Newball, acerca del abandono en que el gobierno central mantiene al departamento, o las cartas de los lectores enojados que se publican íntegras.

En un carrito de golf que llaman Mule, una marca de Kawasaki, recorrí la isla de arriba abajo mientras el conductor, un antioqueño de 79 primaveras, me daba una clase magistral de historia y geografía. “Desde que el gobierno le entregó hace dos años a Nicaragua los 75 mil kilómetros de mar, lo único que ha hecho el presidente es mandar a cementar todas estas carreteritas: estaban todas en perfecto estado con el pavimento gris, lo destruyeron todo para hacer las vías en concreto”. Soy testigo de la “incementación”, mientras viajo en el carrito viendo a lado y lado todas las casas, casotas y casitas que conservan todavía el estilo “raizal” lleno de colores combinados al imposible, África pura, justamente como los mezclaba en sus mañanas de mezcalina el pintor “Kat”, un bogotano también nadaísta que vivió en la islas durante años, y algunas de cuyas obras cuelgan como van goghs exiliados en el vestíbulo de mi hotel. Aquí entre nos, y aunque sea una propuesta de traición a la patria, pienso que San Andrés debería independizarse de Bogotá y a los isleños les iría divinamente con el turismo internacional: había argentinos y gringos y españoles y alemanes por todas partes. Al filo de la medianoche, iluminado mi balcón por un cuartito de luna, veo de reojo en el canal Tele-Islas una entrevista con un antiguo (95 años) músico de la santísima Providencia, que canta en inglés, francés y españiard la mejor canción que se ha escrito sobre San Andrés, y que sólo dice “sueñan las islas como ángeles, sueñan las islas como ángeles, sueñan las islas como ángeles”. No salgo del asombro ni siquiera para despedirme.
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El otro

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El otro
Muy pronto los dos tipos del banco comprenden y aceptan que son la misma persona con casi medio siglo de diferencia
/ Gustavo Arango

El comienzo parece un homenaje a los delirios de Poe. El narrador nos tiende la primera de sus trampas al decir que lo ocurrido tal vez sea soportable si se piensa que es un cuento. Así entramos obedientes en el terror prometido, convencidos de que el cuento no es un cuento.

Cuenta el contador de este relato que una tarde del siglo pasado se sentó en un banco de madera a mirar pasar un río. No era un lugar familiar. Andaba por allí como profesor invitado. Estaba a miles de kilómetros de un sitio al que pudiera llamar suyo. Para obligarnos a identificarnos con él y con su inteligencia, dice el narrador que mirando las aguas pensó en la ocurrencia de Heráclito sobre el tiempo y el cambio y lo distintos que somos a quienes seremos y fuimos. Conoce bien a su público. Sabe que con un banco y un río similares casi todos pensaríamos lo mismo.

Apenas nos sentimos autores del dictum del oscuro estamos preparados para la historia misma, que empieza cuando alguien se sienta al lado del narrador y silba una canción muy popular años atrás en su país natal. El suceso ya de por sí es bien extraño. Imagine el lector que ha tenido el infortunio de nacer en Antioquia, por ejemplo, y que un día en otro lado del mundo –en Sri Lanka, digamos– oye que alguien está silbando la filfa “Oh libertad que perfumas”. La cosa le resultará por lo menos intrigante.

Para no alargar el cuento diremos que muy pronto los dos tipos del banco comprenden y aceptan que son la misma persona con casi medio siglo de diferencia y con la curiosidad adicional de estar sentados frente a ríos distintos. Secretos nunca salidos de ese individuo desdoblado sirvieron para confirmar la identidad.

A nadie extraña que la versión envejecida le cuente a la versión juvenil algunos de los hechos que le tiene reservado el porvenir: muertes, lecturas, destinos. Si me encontrara con mi versión más anciana la llenaría de preguntas sobre lo que me espera. También es aceptable en el relato que el muchacho sorprenda al anciano con noticias cotidianas hace tiempo olvidadas.

El encuentro de esos dos que son el mismo parece conducir a callejones sin salida cuando el joven propone que el viejo debería recordar haber tenido el mismo encuentro cuando –a su vez– era joven. Habituado a misterios e incertidumbres, el viejo propone que para el joven el encuentro tuvo lugar en un sueño y que decidió olvidarlo para no perder el juicio.

Una de las profundidades de esta historia es la revelación de que seríamos incapaces de tolerar por mucho tiempo a las personas que hemos sido y que seremos. Jugador empedernido, el autor nos sugiere que entre esos dos sujetos en el banco el diálogo era imposible porque no podían mentirse. Pero lo cierto es que sí podían. Al momento de marcharse, el viejo y el muchacho prometieron encontrarse al día siguiente, conscientes de que mentían. El meollo de este asunto es de tipo moral: somos nuestros propios enemigos porque, además de ser las personas a quienes más mentimos, nos resulta imposible ignorar que nos mentimos.

“El otro” termina con un acertijo asociado con la fecha de un billete. Pero ese truco, destinado a recordarle al lector su propia sustancia onírica, es quizá lo menos logrado en este breve prodigio con el que Borges nos demuestra por qué no precisó escribir novelas para expresar el infinito.

Oneonta, abril de 2014
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Odio la comida poquita

Odio la comida poquita
Me deprime la comida poquita, pues por ser el chiquito de la casa siempre me tocó el ala del pollo o la rabadilla
/ Álvaro Molina

En algunos restaurantes he pagado cuentas exorbitantes que me parecen regaladas y en otros he pagado cuentas baratas -en apariencia- que son carísimas, lo que me permite reiterar el dicho: “Lo barato sale caro”. Cuando sabe rico, el servicio es bueno, el sitio acogedor y la cantidad justa, siempre es barato, pero lo que más rabia me da es que lo crean a uno bobo y le cobren caro por porciones de pichón a dieta.

Una cuenta de restaurante incluye ambiente, decoración y utilería, pero algunos gastan millones en locales espectaculares y a la hora de mercar prefieren ingredientes del mercado institucional, comprados al por mayor, y usted termina pagando por los honorarios del diseñador, el tapete y los cuadros, y sale con hambre o triste por el mal sabor. En algunos sitios se demoran 15 minutos con una gaseosa mientras los meseros chatean o juegan Candy Crush; un servicio malo siempre es caro y no se trata de llenarse de personal haciendo inviable el negocio trasladando a las cuentas el exceso de costos fijos, sino más bien invertirle a la capacitación del personal y luchar contra la mediocridad agobiante.

Unos se quieren hacer ricos con porciones miniaturas midiendo cada gramo, como ciertos asaderos que rediseñaron los cortes universales de la carne. No sé de dónde sacaron algunos que un rib eye, chuletón, entrecote o bife de chorizo pueden ser de menos de 200 gramos cuando en el mundo exquisitamente superan los 450 gramos; aquí algunos usan porciones pequeñas en muchos cortes desvirtuando su esencia original; deberían ofrecer la alternativa de los cortes grandes usuales en sus países de origen. Muchos, como yo, preferiríamos pagar más, que salir con hambre. Me deprime la comida poquita, pues por ser el chiquito de la casa siempre me tocó el ala del pollo o la rabadilla. Gracias a Dios también tenemos parrillas serias y excelentes, todo hay que decirlo.

Un ejemplo de cómo engañan a incautos, supuestamente pagando barato, son las pseudopromociones de pizza de algunos negocios poco serios. La gente no se da cuenta de que está pagando carísimo. Una pizza de estas, como mucho, tendrá 200 gramos de harina de mala calidad que no pasa de 400 pesos, algún sustituto de queso que por kilo no llega a 500 , dos o tres tajadas jamón de origen dudoso que al por mayor implica costos inferiores a 300 pesos, una rodaja de piña terrible de 200, pasta de tomate de pipiripao unos 50 pesos y dos tajadas de tomate biche que no llegan a 40; al final el cliente queda feliz con una pizza de 30.000 pesos, cuyo costo difícilmente llega a 2.000. Por fortuna hay buenas pizzerías en donde usan insumos de primera, lo que se refleja en su gran flujo de clientes que prefieren la calidad y entienden que una cosa es alimentarse y otra muy distinta comer. Hablo de este tema a pedido de muchos colegas que viven mortificados, con toda razón, con la moda peligrosa de la comida en promoción que nos aleja de la tan anhelada cultura gastronómica.

Lamentable para el paladar, el gusto, la ciudad y el sector el anuncio del cierre de Mystique. Definitivamente este negocio no es fácil, ahí está la Virgen. Juan Pablo es un chef extraordinario que tendrá éxito en cualquier ciudad del mundo. Espero sus comentarios en [email protected]
[email protected]

Calle Jardín

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Un corredor dedicado a la gastronomía en Envigado
Desde un ambiente de tequilería mexicana y gastrobar texano hasta un diner norteamericano retro, pasando por un restaurante de aire porteño especializado en los asados del sur de nuestro continente. Todo esto se encuentra en Calle Jardín, un espacio integrado por negocios culinarios que podrían catalogarse como temáticos, donde la comida y el diseño van de la mano para brindar a los comensales una experiencia conceptual. Localizada en el Barrio Jardines, en Envigado, a Calle Jardín la componen los siguientes restaurantes:


Submarino Amarillo
Nombre que evoca, en la mayoría, la famosa canción de The Beatles de 1966, aunque en este caso hace referencia a un coctel mexicano preparado con tequila y cerveza. El Submarino Amarillo es una tequilería, cervecería y gastrobar, donde es posible disfrutar de platos fuertes y para compartir, en los que se fusionan cocinas de distintas latitudes, aunque existe cierto predominio del concepto tex-mex.

Una de las ventajas para quienes deseen tomarse unos tragos en los restaurantes de la Calle Jardín, es que pueden dejar sus vehículos en el parqueadero, hasta al día siguiente, sin ningún costo. Esto es un factor tranquilizate para los comensales interesados en probar las 78 cervezas de diversos países y los 40 tipos de tequila que ofrece Submarino Amarillo (vendidos también por trago, lo que facilita degustar varios).

Entre nuestros recomendados están el burro criollo, la ensalada terrenal, las tortillas huastecas y los muffins de chócolo con jamón serrano. De los cocteles, sugerimos el Submarino y la Margarita Coronada.


Classic Diner
Carros estadounidenses antiguos y auténticos, carteles publicitarios del mundo de los motores y decoración y diseño que emulan a un diner norteamericano de antaño, caracterizan a Classic Diner. La especialidad son las hamburguesas, las costillas y las alitas de pollo. La música del lugar incluye, principalmente, clásicos del pop y rock de los 60, 70 y 80.

De las hamburguesas se destacan la Classic Diner y la Mustang. De los perros calientes aconsejamos el Flathead. Para los amantes de las alitas y las costillas el sugerido es el combo Piston. La Blooming Onion (una flor de cebolla apanada acompañada de una salsa de la casa) es una de las entradas más solicitadas. De los postres, los preferidos son la milhoja de agraz y el cheesecake de lima kafir. Todos los panes, carnes y salsas son artesanales, recetas de la casa.


Corrientes
Restaurante de influencia argentina que ofrece cortes nacionales e importados, choripanes, pescados a la parrilla y ensaladas. De las entradas, aconsejamos las empanadas de churrasco y camarones y los buñuelos de risotto de queso.

Sus choripanes merecen una mención aparte, todos ellos preparados con chorizos artesanales del restaurante. Cerdo con mariscos, uruguayo, argentino y alemán son algunos de los favoritos de los clientes asiduos de Corrientes.

De los cortes, además de los clásicos bife chorizo y churrasco, vale la pena ordenar el tocino inglés y el lomito relleno. Corrientes también ofrece un asado argentino, compuesto por varias delicias guachas, para dos. La panacota de guanábana y el alfajor de chocolate frío son perfectas opciones para el postre.

Todos los días a la hora de almuerzo hay un recomendado del chef que suele no estar incluido en la carta, para quienes busquen alternativas nuevas y sabrosas.

Para reservar en alguno de los restaurantes de Calle Jardín llamar al teléfono: 403 9370.

El WUF7 en imágenes

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Galería
El WUF7 en imágenes
Al Séptimo Foro Urbano Mundial se inscribieron en total 25 mil personas, diez mil de las cuales reclamaron su acreditación durante el primer día del evento.

 Al miércoles 9, los acreditados eran 20 mil. Los hoteles de la capital antioqueña recibieron visitantes de 164 países del mundo. El WUF7 incluyó más de 450 actividades entre conversatorios, lanzamientos de publicaciones, sesiones académicas, jornadas culturales y de entretenimiento y recorridos urbanos. En el lugar de la exposición, en Plaza Mayor, se congregaron 100 stands de organizaciones de distintos lugares del mundo.

El clima, un intenso verano, se convirtió en buen aliado para anfitriones y visitantes.

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El WUF7 en imágenes

Galería
El WUF7 en imágenes
Al Séptimo Foro Urbano Mundial se inscribieron en total 25 mil personas, diez mil de las cuales reclamaron su acreditación durante el primer día del evento.

 Al miércoles 9, los acreditados eran 20 mil. Los hoteles de la capital antioqueña recibieron visitantes de 164 países del mundo. El WUF7 incluyó más de 450 actividades entre conversatorios, lanzamientos de publicaciones, sesiones académicas, jornadas culturales y de entretenimiento y recorridos urbanos. En el lugar de la exposición, en Plaza Mayor, se congregaron 100 stands de organizaciones de distintos lugares del mundo.

El clima, un intenso verano, se convirtió en buen aliado para anfitriones y visitantes.

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Percepciones de un recorrido en escalera

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Conexión barrial en la comuna 13
Percepciones de un recorrido en escalera
Más que un recorrido, en los seis tramos de las escaleras eléctricas se tejen historias de transformación urbana

Por Luisa Fernanda Martínez
Como una visitante extranjera, me uní a una delegación de chilenos, colombianos de otras ciudades y uno que otro estadounidense, para hacer un recorrido por la comuna 13 de Medellín. Las escaleras eléctricas, un proyecto urbano que se construyó en el barrio Las Independencias 1, entre 2010 y 2012, son el atractivo. Es una de las rutas que se ofrece por estos días a los visitantes del Séptimo Foro Urbano Mundial, entre ellos funcionarios, arquitectos y urbanistas interesados en conocer la transformación y la nueva forma de habitar que se dio en este lugar de la ciudad. También se encuentra incluida en un paquete turístico de 90 mil pesos que ofrece transporte, souvenires, guía bilingüe, entrada a los sitios de interés, asistencia médica, hidratación y almuerzo.

Ximena Bórquez
Pedro Vanegas

En la estación Plaza Mayor del metroplús, donde empezó el recorrido, un guía dio las orientaciones del trayecto y habló de los beneficios que genera el sistema Metro, como la conexión con los barrios de las laderas. “Esperemos un momentico, y si tienen alguna dudita, me preguntan”, fueron las indicaciones que quizá algunos espectadores no entendieron. Yo esperé junto a Pedro Vanegas, el director de Planeación de Concepción, Chile y desde ese momento seguí su rumbo. En los tres días que llevaba en Medellín, su primera impresión fue con los taxistas: “Los tienen formados para el desarrollo de la ciudad. A su gente no le queda difícil comunicarse”, dice sonriendo, refiriéndose a su amabilidad. Participó en el XXI Congreso Cideu (Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano), que se realizó en Medellín tres días antes del Foro y terminó en este tour porque prefiere caminar la ciudad y vivirla, a oír en un salón cómo se está desarrollando la ciudad.

Las personas que seguían el trayecto, capturaron en sus cámaras los vagones del metrocable de occidente y esas edificaciones que veían por primera vez alzarse en las pendientes del barrio San Javier. A más de un chileno sorprendió la debilidad de los sistemas antisismo de muchos de los edificios altos de Medellín, teniendo en cuenta que en su país es fundamental una ingeniería a prueba de terremotos. Pero las casillas de colores, las callejuelas estrechas y los caminos de escalas sin fin, llamaron mucho más su atención, una vez estábamos en el viaducto media ladera 1, un trayecto que conduce al descenso por las escaleras eléctricas. Se conoce como el Balcón de la 13 y allí las señoras pasan la tarde junto con sus vecinas y los niños se deslizan por un tobogán que se creó a partir de esa topografía empinada del territorio.

¿Y de esas caminadas que realizó, cómo ve la planeación de Medellín?, le pregunté a Pedro mientras descendíamos por las escaleras y uno que otro habitante nos veía tras las ventanas, o nosotros los veíamos a ellos tras los laberintos de casas. “No se planificó la ciudad desde el principio. Creció y después se empezó a ordenar. Ahora se está empezando a planificar una ciudad distinta donde se pretende incluir a los barrios para que los ciudadanos puedan recuperar espacios públicos dignos. Por lo que se ve, es una iniciativa que no depende de un solo alcalde, sino de un proceso donde han participado varios actores políticos, sociales y económicos que han buscado un mismo objetivo: la calidad de vida para los ciudadanos que están segregados por la gran urbe”, respondió.

Por su parte, Cristián Galleguillos, alcalde de Coquimbo, una provincia ubicada en el norte de Chile, opinó: “Nos interesa conocer está experiencia de las escaleras eléctricas y del teleférico porque queremos hacer una intervención importante en nuestra ciudad, que tiene una geografía similar a Medellín. Creemos que es un avance importante de infraestructura vial que ayuda a disminuir la diferencia”.

La urbanista Ximena Bórquez, directora nacional del Colegio de Arquitectos de Chile, vino junto a otras organizaciones porque ven en Medellín un laboratorio en donde se practican iniciativas para resolver los temas de equidad en las ciudades. “Si logras generar estas conexiones, generas mejores condiciones de vida. Logras cruzar las barreras invisibles, un ambiente solidario y de participación. Aquí, con las flores y los maceteros, te das cuenta de que la gente está poniendo de su vida un pedacito y eso es muy bonito”, dijo.

La 13
La comuna 13 está ubicada en la zona centroccidental de la ciudad y tiene 19 barrios, entre ellos, Las Independencias 1, 2 y 3. Por las escaleras eléctricas, un proyecto en el que se invirtieron seis millones de dólares, circulan 2000 mil personas al día, desde las 6 am a las 10 pm. Seis tramos permiten conectar el barrio 20 de julio con Las Independencias 1, algo que anteriormente se hacía a través de 357 escalones. Niños con caras tristes o felices, transitan solos, o señores suben con víveres en la espalda. Viven un ambiente de seguridad que hasta ahora apenas tienen. “Lo más difícil del proyecto fue quitarle el protagonismo y el control del territorio a los grupos al margen de la ley para que la comunidad le diera uso”, afirmó Gloria López, directora de Gestión Social y Ambiental de la EDU, quien con alegría contó a los visitantes las intervenciones que se han realizado en el sector, como lo fue la creación de murales por parte de artistas locales a partir de propuestas de la comunidad.

Vecinos de escaleras
Adentro de esas casas coloridas y de techos con flores pintadas, estos últimos por una campaña del Despacho de la Primera Dama a propósito del Foro, están los habitantes que ven con agrado que a su barrio lleguen tantos turistas. “Con el turismo, la Administración da más ayudas y beneficios para nosotros”, expresó Ester Gutiérrez, una joven del barrio.

En lo que coinciden los vecinos es que, aunque se disparó de nuevo la violencia entre 2009 y 2010, la última escena de miedo que permanece en sus memorias es la de la Operación Orión en 2002. A quien le preguntaba, algo revelaba de este episodio.

En la entrada de la casa de Claudia Holguín están recostadas contra la pared las tejas pintadas que luego se verán desde el Balcón de la 13. Adentro, ella está preparando la comida que venderá en la noche, en una plazoleta que se abre en uno de los parajes de las escaleras y donde en la tarde los niños juegan con canicas. Con papas peladas en unas grandes poncheras, Claudia me recibió en la cocina de su casa. Sobre una mesa, estaba un chocolate que parecía estar servido desde horas matutinas. En esa mesa fue donde hablamos. Me contó porque se ha visto beneficiada por la obra: “Tenía que estar uno descansando para llegar aquí arriba”. -¿Y cómo se sintió cuando se iba a construir la obra?. “Me asustó mucho cuando estaban tumbando las casas y muchos se tuvieron que ir, pero gracias a mi Dios aquí estoy y de aquí espero no volver a salir, sino pa’ un cementerio”, dijo. La vida de Claudia, como la de muchos en la comuna 13, la marcaron la muerte y el desplazamiento intraurbano. Por cuenta del Bloque Metro de las Autodefensas, que operó en 2003 en Santo Domingo Savio, en donde vivía, perdió a su hija de 14 años. Por la amenaza del grupo llegó a vivir a Las Independencias 1. “Se enamoraron de mi hija y aquí vinieron por ella. Un día salió y no la volví a ver hasta tres meses después que la encontré en el anfiteatro…”. Su voz se quebró y se diluyó ante aquel recuerdo, pero con la misma fuerza que enfrentó su desgracia, tomó aire para decirme: “Pero sí, aquí estamos… mejor que antes”. En este sector vive hace 30 años. Ahora que tiene su casa a una de las orillas de las escaleras, vive más tranquila, pero siempre pendiente del cuidado de su hijo menor “porque uno nunca sabe cuándo se le pueda salir de las manos”.

Percepciones de un recorrido en escalera

Conexión barrial en la comuna 13
Percepciones de un recorrido en escalera
Más que un recorrido, en los seis tramos de las escaleras eléctricas se tejen historias de transformación urbana

Por Luisa Fernanda Martínez
Como una visitante extranjera, me uní a una delegación de chilenos, colombianos de otras ciudades y uno que otro estadounidense, para hacer un recorrido por la comuna 13 de Medellín. Las escaleras eléctricas, un proyecto urbano que se construyó en el barrio Las Independencias 1, entre 2010 y 2012, son el atractivo. Es una de las rutas que se ofrece por estos días a los visitantes del Séptimo Foro Urbano Mundial, entre ellos funcionarios, arquitectos y urbanistas interesados en conocer la transformación y la nueva forma de habitar que se dio en este lugar de la ciudad. También se encuentra incluida en un paquete turístico de 90 mil pesos que ofrece transporte, souvenires, guía bilingüe, entrada a los sitios de interés, asistencia médica, hidratación y almuerzo.

Ximena Bórquez
Pedro Vanegas

En la estación Plaza Mayor del metroplús, donde empezó el recorrido, un guía dio las orientaciones del trayecto y habló de los beneficios que genera el sistema Metro, como la conexión con los barrios de las laderas. “Esperemos un momentico, y si tienen alguna dudita, me preguntan”, fueron las indicaciones que quizá algunos espectadores no entendieron. Yo esperé junto a Pedro Vanegas, el director de Planeación de Concepción, Chile y desde ese momento seguí su rumbo. En los tres días que llevaba en Medellín, su primera impresión fue con los taxistas: “Los tienen formados para el desarrollo de la ciudad. A su gente no le queda difícil comunicarse”, dice sonriendo, refiriéndose a su amabilidad. Participó en el XXI Congreso Cideu (Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano), que se realizó en Medellín tres días antes del Foro y terminó en este tour porque prefiere caminar la ciudad y vivirla, a oír en un salón cómo se está desarrollando la ciudad.

Las personas que seguían el trayecto, capturaron en sus cámaras los vagones del metrocable de occidente y esas edificaciones que veían por primera vez alzarse en las pendientes del barrio San Javier. A más de un chileno sorprendió la debilidad de los sistemas antisismo de muchos de los edificios altos de Medellín, teniendo en cuenta que en su país es fundamental una ingeniería a prueba de terremotos. Pero las casillas de colores, las callejuelas estrechas y los caminos de escalas sin fin, llamaron mucho más su atención, una vez estábamos en el viaducto media ladera 1, un trayecto que conduce al descenso por las escaleras eléctricas. Se conoce como el Balcón de la 13 y allí las señoras pasan la tarde junto con sus vecinas y los niños se deslizan por un tobogán que se creó a partir de esa topografía empinada del territorio.

¿Y de esas caminadas que realizó, cómo ve la planeación de Medellín?, le pregunté a Pedro mientras descendíamos por las escaleras y uno que otro habitante nos veía tras las ventanas, o nosotros los veíamos a ellos tras los laberintos de casas. “No se planificó la ciudad desde el principio. Creció y después se empezó a ordenar. Ahora se está empezando a planificar una ciudad distinta donde se pretende incluir a los barrios para que los ciudadanos puedan recuperar espacios públicos dignos. Por lo que se ve, es una iniciativa que no depende de un solo alcalde, sino de un proceso donde han participado varios actores políticos, sociales y económicos que han buscado un mismo objetivo: la calidad de vida para los ciudadanos que están segregados por la gran urbe”, respondió.

Por su parte, Cristián Galleguillos, alcalde de Coquimbo, una provincia ubicada en el norte de Chile, opinó: “Nos interesa conocer está experiencia de las escaleras eléctricas y del teleférico porque queremos hacer una intervención importante en nuestra ciudad, que tiene una geografía similar a Medellín. Creemos que es un avance importante de infraestructura vial que ayuda a disminuir la diferencia”.

La urbanista Ximena Bórquez, directora nacional del Colegio de Arquitectos de Chile, vino junto a otras organizaciones porque ven en Medellín un laboratorio en donde se practican iniciativas para resolver los temas de equidad en las ciudades. “Si logras generar estas conexiones, generas mejores condiciones de vida. Logras cruzar las barreras invisibles, un ambiente solidario y de participación. Aquí, con las flores y los maceteros, te das cuenta de que la gente está poniendo de su vida un pedacito y eso es muy bonito”, dijo.

La 13
La comuna 13 está ubicada en la zona centroccidental de la ciudad y tiene 19 barrios, entre ellos, Las Independencias 1, 2 y 3. Por las escaleras eléctricas, un proyecto en el que se invirtieron seis millones de dólares, circulan 2000 mil personas al día, desde las 6 am a las 10 pm. Seis tramos permiten conectar el barrio 20 de julio con Las Independencias 1, algo que anteriormente se hacía a través de 357 escalones. Niños con caras tristes o felices, transitan solos, o señores suben con víveres en la espalda. Viven un ambiente de seguridad que hasta ahora apenas tienen. “Lo más difícil del proyecto fue quitarle el protagonismo y el control del territorio a los grupos al margen de la ley para que la comunidad le diera uso”, afirmó Gloria López, directora de Gestión Social y Ambiental de la EDU, quien con alegría contó a los visitantes las intervenciones que se han realizado en el sector, como lo fue la creación de murales por parte de artistas locales a partir de propuestas de la comunidad.

Vecinos de escaleras
Adentro de esas casas coloridas y de techos con flores pintadas, estos últimos por una campaña del Despacho de la Primera Dama a propósito del Foro, están los habitantes que ven con agrado que a su barrio lleguen tantos turistas. “Con el turismo, la Administración da más ayudas y beneficios para nosotros”, expresó Ester Gutiérrez, una joven del barrio.

En lo que coinciden los vecinos es que, aunque se disparó de nuevo la violencia entre 2009 y 2010, la última escena de miedo que permanece en sus memorias es la de la Operación Orión en 2002. A quien le preguntaba, algo revelaba de este episodio.

En la entrada de la casa de Claudia Holguín están recostadas contra la pared las tejas pintadas que luego se verán desde el Balcón de la 13. Adentro, ella está preparando la comida que venderá en la noche, en una plazoleta que se abre en uno de los parajes de las escaleras y donde en la tarde los niños juegan con canicas. Con papas peladas en unas grandes poncheras, Claudia me recibió en la cocina de su casa. Sobre una mesa, estaba un chocolate que parecía estar servido desde horas matutinas. En esa mesa fue donde hablamos. Me contó porque se ha visto beneficiada por la obra: “Tenía que estar uno descansando para llegar aquí arriba”. -¿Y cómo se sintió cuando se iba a construir la obra?. “Me asustó mucho cuando estaban tumbando las casas y muchos se tuvieron que ir, pero gracias a mi Dios aquí estoy y de aquí espero no volver a salir, sino pa’ un cementerio”, dijo. La vida de Claudia, como la de muchos en la comuna 13, la marcaron la muerte y el desplazamiento intraurbano. Por cuenta del Bloque Metro de las Autodefensas, que operó en 2003 en Santo Domingo Savio, en donde vivía, perdió a su hija de 14 años. Por la amenaza del grupo llegó a vivir a Las Independencias 1. “Se enamoraron de mi hija y aquí vinieron por ella. Un día salió y no la volví a ver hasta tres meses después que la encontré en el anfiteatro…”. Su voz se quebró y se diluyó ante aquel recuerdo, pero con la misma fuerza que enfrentó su desgracia, tomó aire para decirme: “Pero sí, aquí estamos… mejor que antes”. En este sector vive hace 30 años. Ahora que tiene su casa a una de las orillas de las escaleras, vive más tranquila, pero siempre pendiente del cuidado de su hijo menor “porque uno nunca sabe cuándo se le pueda salir de las manos”.

Gabriel Serna, violinista urbano

Estudia viola, canto y toca violín en los buses
Gabriel Serna, violinista urbano
“Quizá un bus no sea el escenario más apropiado para tocar el violín, pero me siento orgulloso de hacerlo y no me da pena…”

Por Saúl Alvarez Lara
Lo vi por primera vez un jueves al mediodía. Subió al bus con su violín, se acomodó en la primera fila frente a los ocho o diez pasajeros y tocó un fragmento del Concertino en Re, al estilo de Mozart. No menciono el fragmento porque lo conociera sino porque al final de su miniconcierto –unos tres minutos–, él lo dijo. Luego entregó su tarjeta de presentación. Pasaron tres semanas antes de que me decidiera a llamarlo para hablar con él de su experiencia como músico urbano. Hicimos cita, como es lógico, en una parada de bus. Pensé que lo reconocería por el violín y así fue. Gabriel Serna llegó a la cita con su novia y el violín, instrumento que tuvo bajo el brazo durante toda la conversación.

Me encontré frente a una pareja joven, entre los veinte y los veintiséis años. Ella, Valentina Bohórquez, estudiante de Filología en la Universidad de Antioquia, y él estudiante de viola y canto en la Escuela Débora Arango de Envigado y violinista urbano. Frente a jugos de uva y mango conversamos un rato.

“Soy el menor de cinco hermanos aficionados a la música que tocaban guitarra y cantaban”, cuenta. “Dos de ellos decidieron un día estudiar instrumentos sinfónicos. Uno estudió contrabajo y el otro violonchelo, eso me gustó y empecé a estudiar viola. De esto hace más de once años. En el 2009 empecé a tocar en los buses con un primo. Desde el 2011 toco violín en los buses. Solo…

“Al principio creí que uno podía subir a un bus cualquiera y tocar, así no más, pero no. En los buses te dejan trabajar si te conocen y te tienen aprecio. Si están en un paradero o en un semáforo te abren la puerta y te dejan montar. Pero después de trabajar debes esperar la siguiente parada para bajar, los choferes en general son buena gente pero no les gusta que uno les toque el timbre. Para tocar en un bus en movimiento hay que tener muchos factores en cuenta, lo más difícil es mantener el equilibrio. Cuando empecé con mi primo tenía que tocar sentado, de otra manera era muy difícil concentrarme, hay que pensar en muchas cosas: en el bus cuando acelera, cuando frena, cuando pasa un resalto; hay que pensar en el chofer y en los pasajeros, si estorbo no me dejarán tocar otra vez. El equilibrio es indispensable, es el primer punto. El segundo, tener en cuenta cuando el conductor lleva el radio prendido y no lo apaga o no le baja al volumen. Y tercero, cuando la gente habla duro y no escucha la música. Son muchas cosas al tiempo”, dice.

Gabriel habla y mueve sus manos ligeras, de violinista. Valentina escucha en silencio. “Trabajo de martes a sábado, de seis de la mañana a una de la tarde. Los lunes estudio todo el día; de martes a jueves voy a la escuela entre dos y ocho de la noche y, cuando llego a casa, estudio. Para tocar hay que tener entrenamiento permanente, si no lo hago la diferencia es notoria. Cada día elijo una ruta distinta, unos días la Avenida El Poblado; otros, desde la estación Exposiciones hasta Café Salud, en la 33. También hago rutas en Laureles o por los lados del Estadio. Siempre trato de tocar música que atraiga a la gente”.

Para Gabriel todos los pasajeros son público en potencia. Si el bus viene con todo el “tendido”, es decir, lleno, es un buen bus para trabajar. “Si viene con más de diez personas, puede resultar bueno; si tiene menos de seis pasajeros se toma el riesgo, igual uno se equivoca con frecuencia: hay buses que vienen con el tendido y el trabajo es malo, en cambio, otros que vienen vacíos salvan el día. Uno creería –agrega para confirmar la duda–, que los días de quincena van a ser buenos pero no siempre es así…
“También hay que tener en cuenta a los pasajeros, a veces vienen cargados con sus propios problemas y se tapan los oídos o miran para otro lado. Para no estorbar cuando toco, levanto los codos más de la cuenta y si veo un asiento libre en la parte de adelante ocupo el espacio libre para no incomodar a nadie. Una vez, un señor que iba cerca del puesto libre me dijo: ‘¡Quítese de ahí, ese ruido me molesta!’, pero yo tomo esas cosas con calma y sigo tocando”.

Pregunto a Gabriel que espera estar haciendo dentro de cinco años. “No quisiera que la música se convirtiera en un empleo, no espero encontrar un trabajo a través de ella porque eso no recompensaría la satisfacción que me produce tocar. Espero tocar música que le llegue a la gente. Mi aspiración es que quienes me escuchen sientan lo que yo siento cuando toco”.

Cuando llega la hora de partir les pregunto para dónde van: “Ahora –dicen– vamos a casa, tenemos tareas por hacer”.

Más de 200 personas trabajan día y noche

En el proyecto Parques del Río Medellín
Más de 200 personas trabajan día y noche
En julio de este año deberán estar listos los diseños definitivos de Parques del Río Medellín

< Antonio Vargas, gerente Parques del Río Medellín

Decía el escritor antioqueño Tomás Carrasquilla en 1919, refiriéndose al otrora río Aburrá, hoy Medellín: “El Aburrá es un humilde, un ignorado, un agua sin nombre. Como los buenos y sencillos trabaja en silencio y en la oscuridad, y trabaja ¡Dios lo sabe! Él riega y fertiliza los campos de esta villa que quiso darle un nombre”. Del Aburrá no solo ha cambiado el nombre sino el entorno. Tal vez lo único que sigue intacto sea su nacimiento como riachuelo afable en el Alto de San Miguel, en el municipio de Caldas.

¿Medellín sin su río? Sería como pensar en lo impensable. Sin embargo, la ciudad ha sido ingrata; así haya crecido alrededor de él y gracias a él, le ha dado la espalda: el río es botadero de desechos, vertedero de agentes químicos y escombros. Sólo en época navideña pretendemos cambiarle la cara; lo adornamos con miles de luces de colores y figuras gigantescas y nos volcamos sobre él, pero al empezar el nuevo año y apagarse las luces, diciembre con su alegría pasa al olvido y con él, el río. Vuelve entonces a ser lo que en realidad es: una cloaca.


Juan David Hoyos y Sebastián Monsalve

Afortunadamente hay quienes lo piensan y sueñan diferente. Es el caso de Latitud Taller de Arquitectura y Ciudad, grupo ganador del concurso público internacional que pretende devolverle al río Medellín todo lo que se le ha quitado. En cabeza de los arquitectos Juan David Hoyos y Sebastián Monsalve, Latitud Taller visualizó al río como una gran aula ambiental, un lugar de encuentro y disfrute ciudadano, por eso en sus orígenes el proyecto se denominó Parque Botánico.

Dice Sebastián que este nombre inicial cautivó al exigente jurado compuesto por siete personas: tres colombianos (Martha Fajardo, fundadora de la Sociedad Colombiana de Arquitectura y Paisajismo; Jorge Pérez, director de Planeación de Medellín, y Luis Fernando Arbeláez, exdirector de ese despacho) y cuatro extranjeros (el español Ginés Garrido, ganador del concurso del proyecto Madrid Río; Peter Rowe, graduado en la Universidad de Melbourne y exdecano de la Graduate School of Design de Harvard; la austro-argentina Laura Spinadel, profesora invitada en Harvard, y el venezolano Manuel Delgado, ganador del diseño del Parque Verde Metropolitano de Caracas). “Al jurado le llamó la atención el manejo ambiental y la claridad, pues no es lo mismo cuando llamás un proyecto Parque de las Esculturas o Parque Vial que cuando lo llamás Parque Botánico, porque con ese nombre encontrás una relación ecológica ambiental contundente”, dice Sebastián, y agrega que el jurado también se interesó “en la sencillez y la tranquilidad con que el proyecto abordó la ciudad”.

Al hablar con Sebastián y Juan David se intuye que el proyecto ahora llamado Parques del Río Medellín, se gestó como se observa el nacimiento del río, de forma apacible y sin pretensiones mayores a las de devolverle a la ciudad parte de su vida, que es el río mismo y todo lo que pasa a lo largo y ancho de él cuando la atraviesa de sur a norte.

Dejan claro que su idea no surgió a partir de la convocatoria. Era pasión de vieja data. “Cuando uno habla de un proceso hay que ser coherente con algo, y es que todo viene de pasiones, obsesiones o cosas que a uno le interesan demasiado”, dice Sebastián. “No es que en el concurso haya nacido la idea ganadora, sino que nosotros desde hacía cuatro años veníamos en un recorrido y una aproximación a temas contundentes de ciudad. Eso lo hemos hecho caminándola, entonces cuando uno llega a abordar un proyecto así, se pregunta qué es lo que la ciudad necesita. Y la respuesta es: lugares de estancia, lugares de esparcimiento. Por ejemplo, nos gusta mucho ir a Ciudad del Río y tirarnos en la manga, otro lugar como ese no existe en la ciudad. También me gusta mucho el Jardín Botánico”.

Habrá que esperar a que la voluntad política de esta y futuras alcaldías se mantengan con esta propuesta de ciudad que ya comienza a tomar forma. Más de 200 personas trabajan todos los días en duras jornadas que exceden las ocho horas tradicionales, para que en el 2015 la ciudad pueda ver el primer tramo del megaproyecto construido, algo más de dos kilómetros de intervención entre las calles San Juan (44) y 33. Mientras se avanza en el diseño, en el terreno se adelantan tareas como una serie de apiques, que son perforaciones en suelo, además del conteo de árboles, de afluentes que llegan al río y de vehículos que circulan por las vías circundantes.

Una vez finalizada la construcción de este tramo, la ciudad va a poder ver una gran plaza de eventos y en el costado occidental del río un parque verde. Para sus creadores, “este va a ser el primer detonante del proyecto y a partir de ahí comenzarán a pasar muchas cosas en la ciudad”.


Integrantes del grupo Latitud Taller de Arquitectura y Ciudad

Estos jóvenes, que no sobrepasan los 30 años, tienen a cuestas no solo el diseño arquitectónico de Parques del Río, sino lo que a futuro implicará para la ciudad. Su sueño es precisamente concretar su sueño de que la ciudad sea una gran aula ambiental, un lugar para educar de manera didáctica a las futuras generaciones. Saben que la ciudad le ha hecho mucho daño al río, y creen que para saldar la deuda hay que volverlo a sus orígenes, convertirlo de nuevo en un río limpio, rodeado de la fauna y la flora que se devastó para darle cabida a otro sueño de ciudad que ahora se convirtió en una pesadilla.

¿Medellín sin su río? Sería como pensar en lo impensable. Sin embargo, la ciudad ha sido ingrata; así haya crecido alrededor de él y gracias a él, le ha dado la espalda: el río es botadero de desechos, vertedero de agentes químicos y escombros…

Sobre el otrora Río Aburrá también dijo Carrasquilla hace más de un siglo: “… Por arriba o abajo del ´puente de Colombia´ te invadía los domingos la estudiantina bárbara. Era la horda anfibia que trasegaba todo el día de tus riberas a tus corrientes, de tus arenales a tus bosques; un juego de aguas y un zambullir perpetuo entre las hartadas de naranjas y los atracones de guayabas…”.
Ojalá las futuras generaciones, puedan hacer lo mismo.

Salutogénesis y patogénesis urbana

Salutogénesis y patogénesis urbana
En Medellín, vivimos polarizados en los extremos y esto conduce a una franca disociación y a una situación de enfermedad
/ Jorge Vega Bravo

Los seres humanos vivimos en asentamientos grupales hace unos siete mil años. Este proceso, que empezó con el aquietamiento de cazadores y nómadas, ha sufrido grandes transformaciones hasta alcanzar las megápolis actuales.

La vida en una ciudad puede ser generadora de salud (salutogenética) o generadora de enfermedad (patogenética). A propósito del Foro Urbano Mundial (WUF7) que se realiza en Medellín, queremos pensar la ciudad como fuente de salud o de enfermedad. El concepto de salutogénesis fue acuñado por el sociólogo médico Aaron Antonovsky y abarca una serie de factores que tienen la posibilidad de generar salud a partir de las condiciones del entorno en que se vive y de las oportunidades que se tienen. Y así como podemos definir las características de un hombre sano, podemos hablar de una ciudad, de un hábitat que genera salud. La noción de salutogénesis es fundamentada por Antonovsky en dos cualidades del individuo o del entorno: la capacidad de resistencia (resiliencia) y el sentido de coherencia. Medellín es una ciudad afortunada y privilegiada en muchos aspectos pero con limitaciones importantes que generan enfermedad.

Medellín ha sufrido en los últimos 30 años un grave deterioro de su centro. La ‘pérdida del centro’ en un proceso que está presente en toda tendencia a polarizarse, a enfermar. Y así como la polaridad entre esclerosis-endurecimiento e inflamación-disolución es un buen modelo para comprender la enfermedad humana, también es útil para aproximarnos a la ciudad. En la enfermedad humana actual predominan las enfermedades esclerosantes: arterioesclerosis, diabetes, cáncer. En la enfermedad urbana predomina la tendencia al endurecimiento, al predominio de lo material-metálico, a la polarización en la distribución de los recursos, al carcinoma social, donde unos pocos crecen en exceso, a expensas de la totalidad. Todos estos procesos están asociados a un estilo de vida donde priman la competencia, la pérdida del ritmo, la vida sedentaria, el consumo de alimentos artificiales y el smog aéreo y electromagnético. Conocimos la semana pasada un informe que habla del papel de la contaminación ambiental en la génesis de enfermedades respiratorias y en la mortalidad de los habitantes de Medellín. Y nos preciamos de tener bastante verde en la ciudad, pero abundan el cemento y el asfalto.

Una ciudad generadora de salud tiene que ser una ciudad incluyente, donde haya coherencia entre el discurso de los políticos y las realizaciones comunitarias, donde una gran parte de sus habitantes se pregunte: ¿cómo puedo contribuir con el proceso de generar o mantener el equilibrio? ¿cómo ayudo a generar salud? Planteo a los lectores pequeñas tareas generadoras de salud: camino en vez de usar el carro; privilegio el transporte público. Respeto, cuido y siembro árboles. Tengo una actitud amable y reconozco a los otros: saludo –saludar es dar salud–. Percibo la realidad de una manera amplia y respetuosa, no juzgo a los demás. El paradigma salutogenético despierta responsabilidad, solidaridad y compromiso (Antonovsky). Supera la polarización. En Medellín, vivimos polarizados en los extremos y esto conduce a una franca disociación y a una situación de enfermedad. Oj-alá (sic) que este foro permita reflexiones reales sobre lo que son las ciudades actuales y lo que necesita el ser humano para vivir de manera plena y coherente.
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Alcaldes, estudien urbanismo

Alcaldes, estudien urbanismo
Para que la gente tenga mejor calidad de vida y sea más feliz, es indispensable que el entorno físico en que se mueve sea más amable e incluyente

/ Juan Carlos Franco

Ya que casi termina el WUF7, que tanta buena vitrina le ha dado a Medellín, es apasionante apreciar cómo esta ciudad al fin se está dando cuenta de lo profundo e importante que es el tema y que a lo largo de su historia no ha hecho otra cosa que darle la espalda.
Resulta que manejar una ciudad es mucho más complejo de lo que nos imaginábamos. Y que tiene implicaciones sociales, demográficas y económicas que perduran por décadas. Y que el proceso de desarrollar a Medellín como urbe ha estado muchas veces en las manos equivocadas. No por mala fe, más por falta de interés y conocimiento. Mientras hubo alcaldes designados por el gobernador de turno, los funcionarios llegaban al cargo como cuotas burocráticas o premios por apoyo político. ¿Qué sabían de urbanismo? No mucho, en la mayoría de casos. Hoy estamos sufriendo las consecuencias.

Es que ni siquiera eran necesarios programas de gobierno. Con pocas excepciones, simplemente llegaban a administrar el día a día y a procurar que su partido ganara la siguiente elección. Y el urbanismo quedaba por ahí, al garete. Aprobaban licencias, recogían impuestos y promulgaban normas sin garantía de que fueran mantenidas por sus sucesores.

Desde que hay elección popular de alcaldes, al menos hay programas de gobierno y los asuntos de urbanismo salen a flote durante la campaña, pero solo en años recientes se percibe real interés por el tema, se ven programas concretos y sueños de ciudad diferente, aspiraciones de cambio de modelo.

Estos gobiernos ya se han dado cuenta de que para que la gente tenga mejor calidad de vida y sea más feliz es indispensable que el entorno físico en que se mueve sea más amable e incluyente. Además, la ciudad como tal será más próspera y tendrá mayor equidad y menos desempleo.

¿Cuáles son las claves para lograrlo?:
∙ Aceras, siempre aceras. Amplias y sin obstáculos, que inviten a caminar y a encontrarse. Primero, diseñe cómo van a moverse los peatones y luego resuelva el movimiento vehicular. O al menos hágalo al tiempo.
∙ En desarrollos nuevos, tenga vías y aceras amplias desde el comienzo, aun a costa del área neta urbanizable, aun si va a percibir menos impuestos. Las generaciones futuras le agradecerán que quede el máximo posible para desplazarse a pie o en carro o en bicicleta.
∙ Zonas verdes y puntos de encuentro. Aguante las ganas y las presiones para “desarrollar” ese lote tan atractivo para vivienda o un centro comercial y conviértalo en parque antes de que sea tarde.
∙ Educación, por supuesto. Monte una cátedra desde el mismo colegio, breve pero obligatoria, para que todos los ciudadanos desde muy jóvenes sepan cómo manejarse en la ciudad. A veces ser peatón es más difícil que ser conductor y nadie lo enseña. Pues hágalo.
∙ Y claro, proyecte transporte público que desestimule el uso del carro particular… Para Medellín, muy bien los metros, metrocables y metropluses. Lástima que para El Poblado con sus lomas y alta densidad ya no sean una opción realista.

Finalmente, ¿por qué no exigir como norma mínima para aspirar a la alcaldía de una ciudad colombiana (digamos de más de 200,000 habitantes) que la persona tenga una formación básica en urbanismo? No, no estamos pidiendo que sea urbanista profesional, pero que al menos haya recibido un curso de una o dos semanas en un ambiente académico para que el candidato esté expuesto a las tendencias urbanísticas más significativas. ¡Para que a ninguno se le ocurra dar vuela atrás en el cambio de modelo!
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“Los días del centro comercial están llegando a su fin”

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Brent Toderian
“Los días del centro comercial están llegando a su fin”
El urbanista, exdirector de planeación de Vancouver y uno de los invitados principales del WUF7 discute algunas nociones de ciudad para Medellín

< Brent Toderian

Ha existido en Medellín una tendencia por el gran centro comercial que enclaustra todas las actividades del ciudadano, sumado a las unidades residenciales que mantienen a la gente en pequeñas burbujas.

¿Cómo ve esto?
Ese ha sido el gran error de los últimos 20 años. Las unidades residenciales y los grandes centros comerciales se segregan a sí mismos del resto de la ciudad y venden el mito de la seguridad y la exclusividad. En muchas partes del mundo esto es visto, cada vez más, como menos seguro y ciertamente mucho menos interesante. Las burbujas aíslan a la gente, tanto hacia afuera como hacia adentro, y eso produce ciudadanos que cada vez se conocen y se entienden menos. La gran ventaja de la ciudad es la integración y la gran desventaja de los suburbios es la separación. Creo que en este renacimiento de las ciudades que estamos viviendo, la sociedad, incluida la población más pudiente, ha empezado a redescubrir la integración. Vemos una gran tendencia en Norteamérica en la que los centros comerciales se exteriorizan, se reconstruyen hacia afuera para activar las calles y crear la sensación de la calle, porque incluso las personas pudientes no quieren ir de compras a lugares falsos. Los días del centro comercial como lo conocemos están llegando a su fin. Muchos ya se intentan integrar al tránsito de la ciudad para que las personas no tengan que navegar por un mar de carros para llegar a ellos. Eso es positivo porque todos los grupos demográficos estamos más receptivos a condiciones urbanas más auténticas.


Puente de la calle 4 Sur en El Poblado

¿Cómo pueden el urbanismo y la buena planeación contrarrestar aspectos más complejos como las fronteras invisibles?
Medellín es un gran ejemplo de eso. Una buena inversión en la calidad de lo que llamamos el reino público: qué tan caminables son los barrios, cómo se pueden conectar. Las escaleras eléctricas en los barrios o los cables son medios de transporte pero también son métodos de integración social y equidad, es acceso igual para todos, independiente de la posición social o económica. Creo que todo lo que el buen diseño y la buena planeación pueden hacer es poner la mesa para una mejor conversación. Proveer lugares de calidad, calles caminables que se perciban más seguras y tomar mejores decisiones sobre el uso del suelo para mezclar e integrar en lugar de separar. Pero creo que es solo eso, después son las comunidades las que, tomando provecho de esas oportunidades, atiendan las dificultades de las barreras invisibles. Me han inspirado mucho las historias que he oído en Medellín. El avance desde los años 90 es increíble. La ciudad ha invertido en espacios públicos, bibliotecas, mejores lugares para tránsito y recreación y eso estimula el rompimiento de barreras invisibles, pero la ciudad no puede hacer todo el trabajo, la comunidad tiene que dar los siguientes pasos.

< Panorámica Avenida Oriental

¿Cuáles son los grandes factores de equidad en el urbanismo de una ciudad?
Las aceras, calles y espacios públicos. Allí todos son bienvenidos y no hay chequeo de clases a la entrada. Lo que ha sido poderoso en Medellín, con el público tomándose las calles, las aceras y los espacios públicos después de tanta violencia en los años 90, es que se han convertido en los grandes integradores sociales. Si el centro comercial separa a la gente, el espacio público la une. Y digo que las calles también porque parte de la percepción actual es que estas son para los carros pero en el espíritu de las ciudades para la vida existe la oportunidad de aprender de otras ciudades que se están tomando las calles como lugares para el tránsito de la gente, lugares para simplemente estar o para celebraciones públicas. Las aceras, más que el transporte público, crean igualdad porque incluso habrá quienes tengan que escoger entre un pasaje o comida. Las aceras son gratuitas. Pero hay que trabajar en la seguridad, en términos de violencia y de movilidad, para que la gente no tema usarlas. Ser una ciudad para la vida también quiere decir atender la seguridad en la movilidad, la violencia del automóvil con peatones y ciclistas. Hay que priorizar al peatón y quitarle énfasis al auto porque actualmente solo el 14% o 18% de la población en Medellín tiene un auto y sin embargo ya tienen las calles colapsadas de tráfico. Mientras más gente conduzca, más se debilita la ciudad. La idea es ser una ciudad para peatones, para ciclistas, para el transporte público masivo; no porque nos guste como ideología sino porque la diferencia en consumo de espacio es abrumadora, cuesta mucho menos que la infraestructura de los carros y es más efectivo a la hora de movilizar gente en una ciudad con espacio finito.

Ahora se habla mucho de la ecodensidad en esos espacios finitos.

Ecodensidad es una conversación importante en cualquier parte de la ciudad. Pero es diferente en cada sector. Obviamente no puedes poner edificios altos en cualquier parte. Hay muchísimas opciones de altura que pueden hacer parte de la diversidad de la ciudad, así que el término que a mí me gusta es “densidad bien hecha” para ilustrar que no solo se trata de densidad, eso es solo un número, importante, pero solo un número. El arte de la buena densidad está en la alta calidad del diseño, alta apreciación de las comodidades y características que vienen con la densidad para hacer habitable las altas densidades. Y realmente abrazar la idea de la multimovilidad, porque la densidad solo funciona cuando facilita caminar, pedalear y el transporte público masivo. Si tienes densidad orientada al auto es un fracaso y debo decir que en Medellín vi mucha densidad orientada al auto. A medida que subes las lomas ves torres altas de apartamentos pero no hay nada adonde caminar desde ellas, no hay mezcla de densidad para completar una comunidad, no hay infraestructura para ciclistas y peatones, y el sistema de buses allí no es exitoso. Se convierte en un enclave de autos y eso es una receta para el fracaso. Lo que quieres hacer es tener esa alta densidad pero con énfasis en lugares en los que puedas caminar y pedalear, con infraestructura y diseño de alta calidad para que el caminante tenga una excelente experiencia, y un sistema de buses eficiente que puedan alimentar los sistemas como el metro o el metroplús. Eso es densidad bien hecha; mejora tu calidad de vida teniendo en mente que la calidad no es solo los números.

¿Y el diseño de alta calidad?
La gran arquitectura se trata de firmeza, comodidad y deleite. El buen diseño tiene que ser práctico, funcional para su propósito y estéticamente complaciente. Podría considerarse superficial pero no lo es, eso contribuye a la calidad de la experiencia, porque si el diseño, por ejemplo, recompensa al caminador por elegir la acera en lugar del auto, entonces caminará más. Hay que evitar el diseño que solo se piensa desde la estética, pero solo funcional tampoco sirve. Para nosotros el gran diseño facilita la experiencia urbana, fortalece la calle y siempre considera el espacio público. Es verde, habitable, amistoso, sostenible, saludable, no trata de llamar la atención, ni de ser aventurero ni extravagante, tiene que alcanzar muchas de nuestras metas como sociedad.

¿En ese aspecto interesa modificar o regular las alturas de las estructuras?
Yo rechazo esta noción y el debate actual de que hay una escala mejor que la otra. Eso es dogma -en mi opinión- y las ciudades son mucho más complejas que eso. En Vancouver tenemos un modelo que se llama “El podio y la torre” para combinarlas. Construimos estructuras de medio nivel y encima construimos las de gran altura y así tenemos todas las ventajas de las de medio nivel para crear un espacio caminable y darle una escala humana a la calle porque mucho se ha dicho de que la sensación de la calle y la comodidad del peatón está en el ambiente urbano, y a los peatones les gusta la estructura de medio nivel. Estas tienen muchas ventajas pero hay que apreciar las de las estructuras altas. El arte está en decidir dónde hacer cada una. Es diseñar una ciudad donde haya la correcta densidad con las correctas escalas de alturas, en los lugares adecuados.


Edificio residencial en Aranjuez, nororiente de Medellín

¿En qué campo se debe dar más la pelea por la sostenibilidad?
Las mejores ciudades en este tema tienen campos o estrategias multifacéticas y nuestra iniciativa en Vancouver para volvernos la ciudad más verde en 2020 tiene 10 categorías. Pero si tuviera que escoger un campo o elegir el más importante, sería la movilidad porque gran parte de nuestro impacto esta basado en cómo diseñamos la ciudad alrededor del carro. Si solo me pudiera enfocar en una cosa sería en repensar la percepción de tráfico y movilidad.
El compromiso y la participación ciudadana se han vuelto primordiales

Absolutamente y Medellín va en el camino correcto. Se trata de participación ciudadana en el momento en que se están haciendo los planes o se está tomando una iniciativa. Si verdaderamente escuchamos, aprendemos de la sabiduría de la gente que vive en estos lugares que se van a intervenir. A veces no puedes hacer feliz a todo el mundo y algunas decisiones importantes no son populares, pero el proceso compromete al ciudadano. Se trata también de un continuo debate con la ciudadanía sobre el cambio y el progreso, no solo en el momento de hacer proyectos puntuales. Es muy difícil conversar con la ciudadanía sobre un proyecto específico si no vienes trabajando un marco amplio de cambio y progreso con ella. En mi trabajo con la ciudad de Medellín estoy asesorando sobre ambas cosas, cómo tener una mejor conversación en un proyecto y cómo tener un conversación amplia y general a la que contribuyamos todos continuamente.

“Los días del centro comercial están llegando a su fin”

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Brent Toderian
“Los días del centro comercial están llegando a su fin”
El urbanista, exdirector de planeación de Vancouver y uno de los invitados principales del WUF7 discute algunas nociones de ciudad para Medellín

< Brent Toderian

Ha existido en Medellín una tendencia por el gran centro comercial que enclaustra todas las actividades del ciudadano, sumado a las unidades residenciales que mantienen a la gente en pequeñas burbujas. ¿Cómo ve esto?
Ese ha sido el gran error de los últimos 20 años. Las unidades residenciales y los grandes centros comerciales se segregan a sí mismos del resto de la ciudad y venden el mito de la seguridad y la exclusividad. En muchas partes del mundo esto es visto, cada vez más, como menos seguro y ciertamente mucho menos interesante. Las burbujas aíslan a la gente, tanto hacia afuera como hacia adentro, y eso produce ciudadanos que cada vez se conocen y se entienden menos. La gran ventaja de la ciudad es la integración y la gran desventaja de los suburbios es la separación. Creo que en este renacimiento de las ciudades que estamos viviendo, la sociedad, incluida la población más pudiente, ha empezado a redescubrir la integración. Vemos una gran tendencia en Norteamérica en la que los centros comerciales se exteriorizan, se reconstruyen hacia afuera para activar las calles y crear la sensación de la calle, porque incluso las personas pudientes no quieren ir de compras a lugares falsos. Los días del centro comercial como lo conocemos están llegando a su fin. Muchos ya se intentan integrar al tránsito de la ciudad para que las personas no tengan que navegar por un mar de carros para llegar a ellos. Eso es positivo porque todos los grupos demográficos estamos más receptivos a condiciones urbanas más auténticas.


Puente de la calle 4 Sur en El Poblado

¿Cómo pueden el urbanismo y la buena planeación contrarrestar aspectos más complejos como las fronteras invisibles?
Medellín es un gran ejemplo de eso. Una buena inversión en la calidad de lo que llamamos el reino público: qué tan caminables son los barrios, cómo se pueden conectar. Las escaleras eléctricas en los barrios o los cables son medios de transporte pero también son métodos de integración social y equidad, es acceso igual para todos, independiente de la posición social o económica. Creo que todo lo que el buen diseño y la buena planeación pueden hacer es poner la mesa para una mejor conversación. Proveer lugares de calidad, calles caminables que se perciban más seguras y tomar mejores decisiones sobre el uso del suelo para mezclar e integrar en lugar de separar. Pero creo que es solo eso, después son las comunidades las que, tomando provecho de esas oportunidades, atiendan las dificultades de las barreras invisibles. Me han inspirado mucho las historias que he oído en Medellín. El avance desde los años 90 es increíble. La ciudad ha invertido en espacios públicos, bibliotecas, mejores lugares para tránsito y recreación y eso estimula el rompimiento de barreras invisibles, pero la ciudad no puede hacer todo el trabajo, la comunidad tiene que dar los siguientes pasos.

< Panorámica Avenida Oriental

¿Cuáles son los grandes factores de equidad en el urbanismo de una ciudad?
Las aceras, calles y espacios públicos. Allí todos son bienvenidos y no hay chequeo de clases a la entrada. Lo que ha sido poderoso en Medellín, con el público tomándose las calles, las aceras y los espacios públicos después de tanta violencia en los años 90, es que se han convertido en los grandes integradores sociales. Si el centro comercial separa a la gente, el espacio público la une. Y digo que las calles también porque parte de la percepción actual es que estas son para los carros pero en el espíritu de las ciudades para la vida existe la oportunidad de aprender de otras ciudades que se están tomando las calles como lugares para el tránsito de la gente, lugares para simplemente estar o para celebraciones públicas. Las aceras, más que el transporte público, crean igualdad porque incluso habrá quienes tengan que escoger entre un pasaje o comida. Las aceras son gratuitas. Pero hay que trabajar en la seguridad, en términos de violencia y de movilidad, para que la gente no tema usarlas. Ser una ciudad para la vida también quiere decir atender la seguridad en la movilidad, la violencia del automóvil con peatones y ciclistas. Hay que priorizar al peatón y quitarle énfasis al auto porque actualmente solo el 14% o 18% de la población en Medellín tiene un auto y sin embargo ya tienen las calles colapsadas de tráfico. Mientras más gente conduzca, más se debilita la ciudad. La idea es ser una ciudad para peatones, para ciclistas, para el transporte público masivo; no porque nos guste como ideología sino porque la diferencia en consumo de espacio es abrumadora, cuesta mucho menos que la infraestructura de los carros y es más efectivo a la hora de movilizar gente en una ciudad con espacio finito.

Ahora se habla mucho de la ecodensidad en esos espacios finitos.
Ecodensidad es una conversación importante en cualquier parte de la ciudad. Pero es diferente en cada sector. Obviamente no puedes poner edificios altos en cualquier parte. Hay muchísimas opciones de altura que pueden hacer parte de la diversidad de la ciudad, así que el término que a mí me gusta es “densidad bien hecha” para ilustrar que no solo se trata de densidad, eso es solo un número, importante, pero solo un número. El arte de la buena densidad está en la alta calidad del diseño, alta apreciación de las comodidades y características que vienen con la densidad para hacer habitable las altas densidades. Y realmente abrazar la idea de la multimovilidad, porque la densidad solo funciona cuando facilita caminar, pedalear y el transporte público masivo. Si tienes densidad orientada al auto es un fracaso y debo decir que en Medellín vi mucha densidad orientada al auto. A medida que subes las lomas ves torres altas de apartamentos pero no hay nada adonde caminar desde ellas, no hay mezcla de densidad para completar una comunidad, no hay infraestructura para ciclistas y peatones, y el sistema de buses allí no es exitoso. Se convierte en un enclave de autos y eso es una receta para el fracaso. Lo que quieres hacer es tener esa alta densidad pero con énfasis en lugares en los que puedas caminar y pedalear, con infraestructura y diseño de alta calidad para que el caminante tenga una excelente experiencia, y un sistema de buses eficiente que puedan alimentar los sistemas como el metro o el metroplús. Eso es densidad bien hecha; mejora tu calidad de vida teniendo en mente que la calidad no es solo los números.

¿Y el diseño de alta calidad?
La gran arquitectura se trata de firmeza, comodidad y deleite. El buen diseño tiene que ser práctico, funcional para su propósito y estéticamente complaciente. Podría considerarse superficial pero no lo es, eso contribuye a la calidad de la experiencia, porque si el diseño, por ejemplo, recompensa al caminador por elegir la acera en lugar del auto, entonces caminará más. Hay que evitar el diseño que solo se piensa desde la estética, pero solo funcional tampoco sirve. Para nosotros el gran diseño facilita la experiencia urbana, fortalece la calle y siempre considera el espacio público. Es verde, habitable, amistoso, sostenible, saludable, no trata de llamar la atención, ni de ser aventurero ni extravagante, tiene que alcanzar muchas de nuestras metas como sociedad.

¿En ese aspecto interesa modificar o regular las alturas de las estructuras?
Yo rechazo esta noción y el debate actual de que hay una escala mejor que la otra. Eso es dogma -en mi opinión- y las ciudades son mucho más complejas que eso. En Vancouver tenemos un modelo que se llama “El podio y la torre” para combinarlas. Construimos estructuras de medio nivel y encima construimos las de gran altura y así tenemos todas las ventajas de las de medio nivel para crear un espacio caminable y darle una escala humana a la calle porque mucho se ha dicho de que la sensación de la calle y la comodidad del peatón está en el ambiente urbano, y a los peatones les gusta la estructura de medio nivel. Estas tienen muchas ventajas pero hay que apreciar las de las estructuras altas. El arte está en decidir dónde hacer cada una. Es diseñar una ciudad donde haya la correcta densidad con las correctas escalas de alturas, en los lugares adecuados.


Edificio residencial en Aranjuez, nororiente de Medellín

¿En qué campo se debe dar más la pelea por la sostenibilidad?
Las mejores ciudades en este tema tienen campos o estrategias multifacéticas y nuestra iniciativa en Vancouver para volvernos la ciudad más verde en 2020 tiene 10 categorías. Pero si tuviera que escoger un campo o elegir el más importante, sería la movilidad porque gran parte de nuestro impacto esta basado en cómo diseñamos la ciudad alrededor del carro. Si solo me pudiera enfocar en una cosa sería en repensar la percepción de tráfico y movilidad.

El compromiso y la participación ciudadana se han vuelto primordiales
Absolutamente y Medellín va en el camino correcto. Se trata de participación ciudadana en el momento en que se están haciendo los planes o se está tomando una iniciativa. Si verdaderamente escuchamos, aprendemos de la sabiduría de la gente que vive en estos lugares que se van a intervenir. A veces no puedes hacer feliz a todo el mundo y algunas decisiones importantes no son populares, pero el proceso compromete al ciudadano. Se trata también de un continuo debate con la ciudadanía sobre el cambio y el progreso, no solo en el momento de hacer proyectos puntuales. Es muy difícil conversar con la ciudadanía sobre un proyecto específico si no vienes trabajando un marco amplio de cambio y progreso con ella. En mi trabajo con la ciudad de Medellín estoy asesorando sobre ambas cosas, cómo tener una mejor conversación en un proyecto y cómo tener un conversación amplia y general a la que contribuyamos todos continuamente.

La ciudad abierta de Richard Sennett

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La ciudad y la vida en la ciudad (4)
La ciudad abierta de Richard Sennett
Por problemas de salud, Richard Sennett no pudo estar presente en el WUF7, al cual estaba invitado como conferencista. ¿Quién es y por qué es importante lo que dice en el debate sobre ciudades?


Richard Sennett

Por Lina María Aguirre Jaramillo

¿Quién es?
Richard Sennett (1943, Estados Unidos). Su madre, Dorothy Skolnik Sennett, era escritora y estaba dedicada al trabajo social. Al poco tiempo de nacer, su padre se fue a España a luchar contra Franco, así que creció solo con su madre en la ciudad de Chicago.

Estudió historia en la Universidad de Chicago con el profesor Christian Mackauer y conoció a la reconocida pensadora y politóloga Hannah Arendt, quienes se convirtieron en influyentes guías académicos. Hizo un doctorado en Historia de la Civilización con el sociólogo David Riesman en la Universidad de Harvard. A pesar de tocar el chelo desde los cinco años, tuvo que abandonarlo al sufrir una lesión en la mano en 1964.

¿Qué hace?
Es un estudioso con una carrera dentro y fuera de la academia, ocupado en el campo de la experiencia urbana, la interconexión entre autoridad, modernismo y vida pública. Su trabajo comprende arquitectura, diseño, música, arte, literatura, historia, ciencia política y económica, y antropología. Es un intelectual público que escribe “reportes sobre el acto de pensar” y está dispuesto a mostrarle a una sociedad qué es, cómo es, cómo ha llegado al punto en el cual se encuentra y abogar por una mayor disciplina en la vida pública, al mismo tiempo que en la necesidad de indagar en los efectos que la vida en la ciudad tiene en la identidad de una persona y en su vida privada.

También tiene una producción destacada en el estudio de la brecha entre la política y la expresión ciudadana. Ya en uno de sus libros más importantes, La caída del hombre público (1974), comenzó a describir las formas cambiantes de la vida pública y urbana y los impactos de avaricia, envidia y corrupción. Asuntos como la tensión entre anonimato y comunidad en una ciudad y los sentimientos ambiguos que una persona puede tener en relación con esta, con su país (él mismo los revela en relación con Estados Unidos y con ciudades distintas a Nueva York) son igualmente asuntos destacados en su trabajo.

¿Por qué en el WUF7 y qué le dice a Medellín?
Sennett investiga y responde cuestiones claves en las discusiones sobre ciudades: cómo se crean valores, normas y conceptos en una ciudad; quién los crea, con qué fines, para quiénes, con qué consecuencias, cómo calificarlos y medir su penetración.
En el caso de Medellín, por ejemplo, tales discusiones se beneficiarían notablemente de una perspectiva que comprende distintas escuelas de pensamiento, de teoría social, psicología, sociología, estudios sobre criminalidad, etnografía y los aspectos positivos de lo que podría llamarse las fuerzas intrínsecas del ‘desorden’ que se rebela ante las imposiciones de administradores de una ciudad (públicos, privados, funcionarios, planificadores, urbanistas, publicistas) que terminan yendo realmente en detrimento de una auténtica calidad de vida, y de la capacidad de la sociedad para contrastar lo que le prometen, lo que le gravan y lo que le venden, con la realidad de su experiencia cotidiana.

El profesor también llama la atención sobre las situaciones en las cuales la idea de una “ciudad inteligente” termina por irse en contra, con efectos desastrosos, de la complejidad avasallante de la vida diaria de calle en una ciudad. En ese sentido, la conjunción de cierto tipo de urbanistas con funcionarios, constructores y algunos expertos técnicos que modelan una idea de una ciudad confiando solo en la pantalla de sus computadores puede traer resultados negativos y detonar más problemas en una urbe que los que, desde la comodidad de un estudio de diseño, se proclama resolver.

Este problema ya ha sido avizorado desde tiempo atrás en distintos países. Sennett cita, por ejemplo, a Lewis Mumford, el estudioso estadounidense preocupado con los planes de “movilidad” moderna, impuesta en vías que olvidan al peatón y terminan asfixiando una ciudad. El arquitecto suizo Sigfried Giedion advirtió sobre las construcciones “eficientes” que privilegian el cemento y la altura sobre la escala humana, la luz natural y la calle para la gente, creando paisajes “sin espíritu, llenos de cristal, aluminio y cajas de concreto”: precisamente el paisaje que hoy crece en distintos sectores de una ciudad como Medellín.

“La ciudad inteligente del pasado es la pesadilla de hoy”, escribe Sennett
en relación con algunas ciudades nuevas en Asia y en la Península Arábiga

“La ciudad inteligente del pasado es la pesadilla de hoy”, escribe Sennett en relación con algunas ciudades nuevas en Asia y en la Península Arábiga, aunque con un poco de análisis la afirmación tiene eco también en ciertas ciudades emergentes de América Latina. Con base en sus estudios, se puede preguntar también ¿qué es la buena ingeniería y cómo sirve a una ciudad que quiera ofrecer buena calidad de vida en el siglo 21?, ¿quién controla y decide sobre los diseños y el uso de tecnología?, ¿saben los expertos en ‘renders’ cómo va la nueva agenda de recomendaciones sobre urbes con prospectos de sobrevivencia para las décadas futuras? y ¿cuál fue el último texto relevante que entendieron sobre sociología urbana contemporánea y vulnerabilidad física y social de las ciudades?

Sennett encuentra que mucho de lo que hoy se hace en una ciudad, a menudo por parte de manos privadas con la bendición oficial, es crear más espacios cerrados, fronteras, cerrar los resquicios por los cuales necesitaría transcurrir la ciudad que él describe como realmente abierta; se elevan bloques masivos de vivienda “sin individualidad, sin sentido”, indistinguibles. Fundamentalmente, el profesor recuerda que una ciudad necesita coordinación, no prescripciones dispersas que satisfacen solo a algunos grupos cerrados, a veces sin suficiente calado académico y cuestionable historial experimental.

Recuerda también la razón de ser de una ciudad: “No es una máquina” y, podría añadirse, ni un producto para ser vendido. Una ciudad debe responder en primer lugar a sus propios habitantes y si el régimen que la administra “no provee a los seres humanos con razones profundas para preocuparse unos de otros no puede preservar su legitimidad por largo tiempo”, como cierra su libro The Corrosion of Character (La corrosión del carácter).

La ciudad abierta de Richard Sennett

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La ciudad y la vida en la ciudad (4)
La ciudad abierta de Richard Sennett
Por problemas de salud, Richard Sennett no pudo estar presente en el WUF7, al cual estaba invitado como conferencista. ¿Quién es y por qué es importante lo que dice en el debate sobre ciudades?


Richard Sennett

Por Lina María Aguirre Jaramillo

¿Quién es?
Richard Sennett (1943, Estados Unidos). Su madre, Dorothy Skolnik Sennett, era escritora y estaba dedicada al trabajo social. Al poco tiempo de nacer, su padre se fue a España a luchar contra Franco, así que creció solo con su madre en la ciudad de Chicago.

Estudió historia en la Universidad de Chicago con el profesor Christian Mackauer y conoció a la reconocida pensadora y politóloga Hannah Arendt, quienes se convirtieron en influyentes guías académicos. Hizo un doctorado en Historia de la Civilización con el sociólogo David Riesman en la Universidad de Harvard. A pesar de tocar el chelo desde los cinco años, tuvo que abandonarlo al sufrir una lesión en la mano en 1964.

¿Qué hace?
Es un estudioso con una carrera dentro y fuera de la academia, ocupado en el campo de la experiencia urbana, la interconexión entre autoridad, modernismo y vida pública. Su trabajo comprende arquitectura, diseño, música, arte, literatura, historia, ciencia política y económica, y antropología. Es un intelectual público que escribe “reportes sobre el acto de pensar” y está dispuesto a mostrarle a una sociedad qué es, cómo es, cómo ha llegado al punto en el cual se encuentra y abogar por una mayor disciplina en la vida pública, al mismo tiempo que en la necesidad de indagar en los efectos que la vida en la ciudad tiene en la identidad de una persona y en su vida privada.

También tiene una producción destacada en el estudio de la brecha entre la política y la expresión ciudadana. Ya en uno de sus libros más importantes, La caída del hombre público (1974), comenzó a describir las formas cambiantes de la vida pública y urbana y los impactos de avaricia, envidia y corrupción. Asuntos como la tensión entre anonimato y comunidad en una ciudad y los sentimientos ambiguos que una persona puede tener en relación con esta, con su país (él mismo los revela en relación con Estados Unidos y con ciudades distintas a Nueva York) son igualmente asuntos destacados en su trabajo.

¿Por qué en el WUF7 y qué le dice a Medellín?
Sennett investiga y responde cuestiones claves en las discusiones sobre ciudades: cómo se crean valores, normas y conceptos en una ciudad; quién los crea, con qué fines, para quiénes, con qué consecuencias, cómo calificarlos y medir su penetración.
En el caso de Medellín, por ejemplo, tales discusiones se beneficiarían notablemente de una perspectiva que comprende distintas escuelas de pensamiento, de teoría social, psicología, sociología, estudios sobre criminalidad, etnografía y los aspectos positivos de lo que podría llamarse las fuerzas intrínsecas del ‘desorden’ que se rebela ante las imposiciones de administradores de una ciudad (públicos, privados, funcionarios, planificadores, urbanistas, publicistas) que terminan yendo realmente en detrimento de una auténtica calidad de vida, y de la capacidad de la sociedad para contrastar lo que le prometen, lo que le gravan y lo que le venden, con la realidad de su experiencia cotidiana.

El profesor también llama la atención sobre las situaciones en las cuales la idea de una “ciudad inteligente” termina por irse en contra, con efectos desastrosos, de la complejidad avasallante de la vida diaria de calle en una ciudad. En ese sentido, la conjunción de cierto tipo de urbanistas con funcionarios, constructores y algunos expertos técnicos que modelan una idea de una ciudad confiando solo en la pantalla de sus computadores puede traer resultados negativos y detonar más problemas en una urbe que los que, desde la comodidad de un estudio de diseño, se proclama resolver.

Este problema ya ha sido avizorado desde tiempo atrás en distintos países. Sennett cita, por ejemplo, a Lewis Mumford, el estudioso estadounidense preocupado con los planes de “movilidad” moderna, impuesta en vías que olvidan al peatón y terminan asfixiando una ciudad. El arquitecto suizo Sigfried Giedion advirtió sobre las construcciones “eficientes” que privilegian el cemento y la altura sobre la escala humana, la luz natural y la calle para la gente, creando paisajes “sin espíritu, llenos de cristal, aluminio y cajas de concreto”: precisamente el paisaje que hoy crece en distintos sectores de una ciudad como Medellín.

“La ciudad inteligente del pasado es la pesadilla de hoy”, escribe Sennett
en relación con algunas ciudades nuevas en Asia y en la Península Arábiga

“La ciudad inteligente del pasado es la pesadilla de hoy”, escribe Sennett en relación con algunas ciudades nuevas en Asia y en la Península Arábiga, aunque con un poco de análisis la afirmación tiene eco también en ciertas ciudades emergentes de América Latina. Con base en sus estudios, se puede preguntar también ¿qué es la buena ingeniería y cómo sirve a una ciudad que quiera ofrecer buena calidad de vida en el siglo 21?, ¿quién controla y decide sobre los diseños y el uso de tecnología?, ¿saben los expertos en ‘renders’ cómo va la nueva agenda de recomendaciones sobre urbes con prospectos de sobrevivencia para las décadas futuras? y ¿cuál fue el último texto relevante que entendieron sobre sociología urbana contemporánea y vulnerabilidad física y social de las ciudades?

Sennett encuentra que mucho de lo que hoy se hace en una ciudad, a menudo por parte de manos privadas con la bendición oficial, es crear más espacios cerrados, fronteras, cerrar los resquicios por los cuales necesitaría transcurrir la ciudad que él describe como realmente abierta; se elevan bloques masivos de vivienda “sin individualidad, sin sentido”, indistinguibles. Fundamentalmente, el profesor recuerda que una ciudad necesita coordinación, no prescripciones dispersas que satisfacen solo a algunos grupos cerrados, a veces sin suficiente calado académico y cuestionable historial experimental.

Recuerda también la razón de ser de una ciudad: “No es una máquina” y, podría añadirse, ni un producto para ser vendido. Una ciudad debe responder en primer lugar a sus propios habitantes y si el régimen que la administra “no provee a los seres humanos con razones profundas para preocuparse unos de otros no puede preservar su legitimidad por largo tiempo”, como cierra su libro The Corrosion of Character (La corrosión del carácter).

Movilidad sostenible, otro tema vital

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Movilidad sostenible, otro tema vital. No todo son novedades en el WUF7. Los expertos también se refieren a diagnósticos e iniciativas ya conocidos
 

 

Durante la segunda mitad del siglo 20 nació el concepto de movilidad sostenible. Este se refiere a un conjunto de procesos y acciones orientados a conseguir un uso racional de los medios de transporte. Los problemas sociales y medioambientales, nacidos del modelo de transporte urbano basado en los automóviles particulares, fueron el detonante. Trajo como consecuencia la contaminación del aire, la saturación en los corredores viales, efectos negativos en la salud de la población, entre otros.

 Rodrigo Rodríguez
Rodrigo Rodríguez

Metroplús, como ente gestor que planea y desarrolla la infraestructura del Sistema Integrado de Transporte Masivo del Valle de Aburrá, asegura que “la ciudad vive una transformación urbana en movilidad bajo un modelo ambientalmente amigable y sostenible”

¿Pero, qué dicen expertos como el argentino Rodrigo Rodríguez, especialista ambiental, investigador asociado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), en relación con la movilidad sostenible en una ciudad como Medellín?: “Creo que Medellín es interesante porque es la primera ciudad que identificó una visión de algo distinto, de un desarrollo más orientado hacia la gente, hacia el ciudadano; ha tenido la valentía de plantear un sistema como el metro que en 20 años se conformó como parte integrante de la ciudad. Yo le he preguntado a varios habitantes de Medellín: ‘¿Cómo te imaginás la ciudad sin el metro?’, y por cinco segundos se quedan callados, lo cual es genial. La ciudad está promoviendo nuevas culturas sociales, donde se están reconfirmando lazos sociales, y el transporte público es un espacio democratizador donde todos somos iguales”.

Los medios de transporte masivo de Medellín, como el metro, metrocable, rutas alimentadoras, tranvías y los buses rápidos conocidos por la comunidad como metroplús, son sistemas que propenden por una movilidad sostenible, menos contaminante.
El experto destaca que ya en la agenda política de la ciudad se esté hablando de este concepto, y cómo impacta positivamente las urbes.

Hablar también de movilidad sostenible en una ciudad como Medellín, implica que sus habitantes asuman prácticas de movilidad responsable, desplazándose en bicicleta, caminando, viajando en transporte público en vez de utilizar el automóvil particular. También incluye el desarrollo de tecnologías que amplíen las opciones de este tipo de movilidad y, por último y quizás lo más importante, las determinaciones y programas municipales para promoverla.

Sin cabeza ni corazón

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Sin cabeza ni corazón
“Avanzamos” no se sabe hacia dónde

/ Bernardo Gómez

El capitalismo podría compararse con una vieja locomotora que va destruyendo y consumiendo todo a su paso, ruidosa y contaminante pero confortable. Inicialmente funcionaba a vapor y ha ido cambiando a la par con la evolución de la ciencia, sin dejar de utilizar y explotar los antiguos materiales que procuran su movimiento.

En ese tren se ha obligado a montar a cada integrante de la humanidad, cada hombre es al mismo tiempo pasajero y mobiliario, sin posibilidad de bajarse; cada sujeto está clasificado, catalogado y estratificado. Hay un vagón para cada segmento: uno para los gobernantes, de lujo –dicen–, sirven champán y whiskey; otro para los banqueros, empresarios, obreros, estudiantes e incluso para los antiguos comunistas que, al parecer, se han adaptado de maravilla. Este tren posee una sofisticada red inalámbrica y satelital; los vagones están siempre conectados y en milésimas de segundos se sabe lo que ocurre en cualquiera de ellos; la divulgación de la vida privada está al orden del día, la intimidad es algo público que se propaga y comparte.

Posee enormes centros comerciales, donde se practica el deporte de compra-venta y, para orgullo de los que allí subsisten, todos son campeones. Es un tren entretenido, hay casino, estadio, se hacen mundiales de fútbol, juegos olímpicos… Todo con el noble propósito de enaltecer el alma valiente del deportista y, claro, de llenar las arcas de los altruistas empresarios que han sacrificado su valioso tiempo organizándolo.

En este tren hay creyentes, ateos, matemáticos, científicos, cantantes, magos, hechiceros, marinos, militares, curas, maestros y hasta reos; se ha cumplido por fin el sueño revolucionario de la igualdad.

Inicialmente tenía una carrilera bien delimitada llamada democracia, y un destino: el bienestar de la humanidad, pero ha ido perdiendo el rumbo y el destino y su carrilera se ha ido acomodando a los caprichos y designios de aquella locomotora. El mercado es el maquinista y a la vez el titiritero de cada habitante de ese tren: dictamina qué se usa, se piensa y se debe sentir, cómo y cuándo sentirlo, pero, sobre todo, impone qué se compra, qué se vende, cómo, cuándo y dónde comprarlo y cómo, cuándo y dónde venderlo, no sin antes convencerlos a todos de que son los seres más libres del universo.

Y como si se tratase de una historia de terror, aquel siniestro maquinista y titiritero está detrás, en cada noticiero, en cada reality, en cada red social, anida en los catálogos de revista, en cada supermercado y aviso publicitario, en cada transacción, en cada resquicio de la vida humana y hasta en sus más íntimos sentimientos. Ese misterioso ser tiene un fatal defecto: no tiene cabeza y si hacemos un recuento del camino recorrido, la conclusión es preocupante: “avanzamos” no se sabe hacia dónde (a eso se le llama progresar) en un tren que posee un feroz apetito, pues a su paso destruye ríos, contamina océanos, tala árboles y compra conciencias, es tan veloz y ruidoso que no da tregua a las personas para pensar, contemplar el paisaje y cultivar el espíritu.

Un maquinista sin cabeza significa que no tiene cerebro, pues aunque fundamenta sus decisiones en complicados estudios que valen millones, no sabe pensar, ni a dónde va, ni tiene un plan; va hacia adelante simplemente porque así fue programado, es un robot sin alma, no tiene culpa porque es sólo un objeto, un mero engranaje puesto en marcha por el hombre, engranaje que sólo este mismo hombre, recobrando su cordura, tiene el poder de detener.

¿Cuánto tiempo tendrá que pasar antes de que aquellos pasajeros desprevenidos, indiferentes, hiperconectados, hiperconsumistas, por fin despierten del letargo y se den cuenta de que van en un tren sin rumbo? Arrastrado por una locomotora que conduce un maquinista sin cabeza y, lo peor, sin corazón.

Un lenguaje similar para distintas latitudes

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En el Séptimo Foro Urbano Mundial
Un lenguaje similar para distintas latitudes
Elementos comunes desde la pluralidad, una de las características del WUF7 que tomó por sede a Medellín entre el 7 y el 11 de abril

La alcaldesa de Santiago de Chile, Carolina Tohá, la participante más aplaudida en uno de los diálogos celebrados dentro del Séptimo Foro Urbano Mundial (WUF7) -“La equidad en la legislación de desarrollo urbano”-, resaltó varios aspectos de este evento que reunió representantes de 164 países del mundo. “Destaco en primer lugar la relevancia que han adoptado las políticas urbanas y cómo países tan distintos estamos hablando un lenguaje tan parecido. Sociedades que tienen realidades muy distintas y condiciones socioeconómicas radicalmente diferentes, enfrentan problemas similares y se encuentren con obstáculos parecidos para revertirlos. Eso ha hecho que aquí logremos una transversalidad de inquietudes, de ideas y de motivaciones entre países muy distintos”.

Según cifras suministradas por la ONU, organizadora del WUF7, más de la mitad de la humanidad vive en zonas urbanas, de ahí que surjan una serie de problemas comunes que propician el diálogo entre los diferentes países participantes. La población mundial asciende a siete mil millones de personas, de las cuales el 52 por ciento, es decir, 3.6 mil millones, viven en zonas urbanas. De allí que ejes de discusión de cara al futuro, como movilidad, equidad, planificación, seguridad y gestión de servicios básicos, hayan sido la base de los debates.

“Yo creo que lo que van a ganar los antioqueños y en general los colombianos es que se esté mencionando a Medellín a nivel mundial como la verdadera ruta de acción de las ciudades de los próximos 50 años”, fue el balance preliminar que hizo del Séptimo Foro Urbano Mundial el ministro de Vivienda de Colombia, Luis Felipe Henao. “No miento si digo que vamos a empezar a exportar el modelo de las cien mil viviendas del Fondo Nacional del Ahorro, los planes de ordenamiento territorial y que Medellín se va a consolidar aún más como una ciudad para realizar grandes eventos como este”, dijo el funcionario el miércoles en la tarde, dos días antes de concluir el evento.

El eje central de las diversas exposiciones, deliberaciones y conclusiones en el WUF7 ha sido ciudades para la vida, donde han cobrado protagonismo temas como vivienda, movilidad, espacio público y sostenibilidad, entre otros.

La importancia del Séptimo Foro Urbano Mundial realizado en Medellín también está en que sienta las bases del debate del tema de la equidad, el crecimiento inclusivo y el desarrollo urbano sostenible, con miras a la nueva Agenda de Desarrollo Post 2015 para plantear la adecuada formulación de los retos urbanos en este nuevo marco. Así mismo, será fundamento del proceso preparatorio global de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III) prevista para el año 2016.

Un lenguaje similar para distintas latitudes

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En el Séptimo Foro Urbano Mundial
Un lenguaje similar para distintas latitudes
Elementos comunes desde la pluralidad, una de las características del WUF7 que tomó por sede a Medellín entre el 7 y el 11 de abril

La alcaldesa de Santiago de Chile, Carolina Tohá, la participante más aplaudida en uno de los diálogos celebrados dentro del Séptimo Foro Urbano Mundial (WUF7) -“La equidad en la legislación de desarrollo urbano”-, resaltó varios aspectos de este evento que reunió representantes de 164 países del mundo. “Destaco en primer lugar la relevancia que han adoptado las políticas urbanas y cómo países tan distintos estamos hablando un lenguaje tan parecido. Sociedades que tienen realidades muy distintas y condiciones socioeconómicas radicalmente diferentes, enfrentan problemas similares y se encuentren con obstáculos parecidos para revertirlos. Eso ha hecho que aquí logremos una transversalidad de inquietudes, de ideas y de motivaciones entre países muy distintos”.

Según cifras suministradas por la ONU, organizadora del WUF7, más de la mitad de la humanidad vive en zonas urbanas, de ahí que surjan una serie de problemas comunes que propician el diálogo entre los diferentes países participantes. La población mundial asciende a siete mil millones de personas, de las cuales el 52 por ciento, es decir, 3.6 mil millones, viven en zonas urbanas. De allí que ejes de discusión de cara al futuro, como movilidad, equidad, planificación, seguridad y gestión de servicios básicos, hayan sido la base de los debates.

“Yo creo que lo que van a ganar los antioqueños y en general los colombianos es que se esté mencionando a Medellín a nivel mundial como la verdadera ruta de acción de las ciudades de los próximos 50 años”, fue el balance preliminar que hizo del Séptimo Foro Urbano Mundial el ministro de Vivienda de Colombia, Luis Felipe Henao. “No miento si digo que vamos a empezar a exportar el modelo de las cien mil viviendas del Fondo Nacional del Ahorro, los planes de ordenamiento territorial y que Medellín se va a consolidar aún más como una ciudad para realizar grandes eventos como este”, dijo el funcionario el miércoles en la tarde, dos días antes de concluir el evento.

El eje central de las diversas exposiciones, deliberaciones y conclusiones en el WUF7 ha sido ciudades para la vida, donde han cobrado protagonismo temas como vivienda, movilidad, espacio público y sostenibilidad, entre otros.

La importancia del Séptimo Foro Urbano Mundial realizado en Medellín también está en que sienta las bases del debate del tema de la equidad, el crecimiento inclusivo y el desarrollo urbano sostenible, con miras a la nueva Agenda de Desarrollo Post 2015 para plantear la adecuada formulación de los retos urbanos en este nuevo marco. Así mismo, será fundamento del proceso preparatorio global de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III) prevista para el año 2016.

Que el Foro trascienda

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Que el Foro trascienda
En contra de la consolidación de una ciudad más equitativa también actúa una arraigada exclusión, no solo de las clases más desfavorecidas sino de la población con mayores recursos

El tema más relevante de los abarcados durante el Séptimo Foro Urbano Mundial ONU-Hábitat (WUF7) realizado en Medellín, es el desarrollo equitativo de las ciudades como un requisito indispensable para hacer de estas un verdadero lugar para la vida y lograr un mayor desarrollo económico.

La importancia de las ciudades radica en que cada vez más personas se trasladan a vivir a ellas y se integran a su economía. A medida que aumenta la concentración de habitantes, surgen problemas que inciden en la calidad de vida e impactan el desarrollo: contaminación ambiental, congestión vehicular, inseguridad, extensión geográfica, pobreza, indigencia y desigualdad. De todo esto, Medellín es un claro reflejo.

Según expertos presentes en el WUF7, como el nobel de economía Joseph Stiglitz, situaciones como las anteriores no constituyen necesariamente una sin salida, pues los gobiernos locales pueden jugar un papel fundamental en el tratamiento de esas y otras fallas. Aseguran que por medio de la planificación de largo plazo y el desarrollo de mayores oportunidades para que las personas alcancen su máximo potencial, se podrían lograr ciudades más equitativas.

De ahí que parezca vital que en momentos en que la ciudad está emprendiendo grandes proyectos de transformación urbana, como las Unidades de Vida Articulada (UVA), el proyecto Parques del Río Medellín o el Cinturón Verde Metropolitano, la ciudadanía esté vigilante de que el gobierno municipal cumpla con los criterios de planificación a largo plazo y la creación de mayores oportunidades para los más rezagados.

Sin embargo, consideramos que no es suficiente, que más que veedurías se necesita participación ciudadana directa. Y aquí viene lo complejo del asunto, pues en una sociedad como la nuestra, donde hay un alto desprestigio y falta de credibilidad en la clase política, la apatía tiende a afincarse, lo que se traduce, en muchas ocasiones, en bajos índices de participación en procesos sociales y democráticos. Este divorcio entre gobierno y ciudadanos, sumado al irrespeto generalizado entre seres humanos en la vida cotidiana, es un fuerte impedimento para los avances sociales.

En contra de la consolidación de una ciudad más equitativa también actúa una arraigada exclusión, no solo de las clases más desfavorecidas sino de la población con mayores recursos. Desde lo público, este rechazo se evidencia en la carencia histórica de andenes, espacios públicos y culturales en barrios como El Poblado, por no ahondar en otros terrenos. También juega en contra la calidad de la educación. Se hacen, sí, inversiones en cobertura y en instalaciones físicas, pero los bajos índices de calidad siguen siendo contundentes. En fin, son muchos los retos a superar.

Gobierno y ciudadanos tenemos pues una larga tarea por delante si queremos que el Foro Urbano Mundial deje una huella perdurable que trascienda las relatorías, la cifra de visitantes y el orgullo por la buena vitrina que se ha dado la ciudad.

Cata de Ron Maestro Gabo en San Carbón 3

Cata de Ron Maestro Gabo en San Carbón

El jueves 24 de abril a las 7 pm tendrá lugar en San Carbón una nueva edición de las catas de Ron Maestro Gabo, de la FLA, espacios apoyados por Vivir en El Poblado.

Vivir en El Poblado ofrece nuevamente a sus lectores la oportunidad de asistir a esta noche de maridajes de rones premium de la Fla y platos de San Carbón. El periódico entregará 10 pases dobles a las primeras diez personas en responder los interrogantes que plantearemos en Facebook.

Las personas que hayan obtenido pases dobles de Vivir en El Poblado para catas anteriores de la FLA en San Carbón, no podrán participar en este concurso. Tampoco es permitido transferir el premio.

El Foro es para todos

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Programación de ciudad
El Foro es para todos
Aunque muchos de los temas sean especializados, los habitantes de la ciudad pueden acercarse a Plaza Mayor y acceder a muchas actividades.

Los habitantes de Medellín representan uno de los activos más importantes de la ciudad y fueron pieza clave en la organización del Séptimo Foro Urbano Mundial que se celebra en Plaza Mayor. Por lo tanto, la organización ha destinado espacios para el ingreso general, donde la gente puede venir, sentir el ambiente multicultural y aprovechar las distintas opciones que ofrece el evento.

En primer lugar, en el Pabellón de ONU-Hábitat, ente organizador, pueden hacer parte de la programación de las Changer Room A y B, espacios destinados para que la ONU y sus aliados muestren sus proyectos y donde se pone en común la Agenda Urbana actualizada de este organismo. El diálogo entre ciudades es el componente principal de estas salas. Conozca la programación aquí.

Por otro lado, los asistentes tendrán libre acceso a la Urban Library, donde además de eventos, podrán encontrar las últimas publicaciones sobre desarrollo urbano y social. Además, escritores presentarán nuevas obras y académicos destacados harán firma de libros. Consulte la programación.

Aquellos que se acerquen a Plaza Mayor también podrán ingresar a la Cinema Room, donde se están proyectando películas relacionadas con el evento que hacen parte de la categoría “Equidad urbana en Desarrollo – Ciudades por la Vida”. La programación la pueden ver a solo un click.

Finalmente, el Agora Room es un espacio destinado a la discusión de temas fundamentales como la ecología, la movilidad, reconciliación y resiliencia. Una programación muy interesante para aquello interesados en temas sociales.

No hay excusa para decirle que no al Foro Urbano Mundial, pero recuerden que no se permite el ingreso de vehículos. El traslado debe ser en metro, bus, taxi o a pie.

El Foro es para todos

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Programación de ciudad
El Foro es para todos
Aunque muchos de los temas sean especializados, los habitantes de la ciudad pueden acercarse a Plaza Mayor y acceder a muchas actividades.

Los habitantes de Medellín representan uno de los activos más importantes de la ciudad y fueron pieza clave en la organización del Séptimo Foro Urbano Mundial que se celebra en Plaza Mayor. Por lo tanto, la organización ha destinado espacios para el ingreso general, donde la gente puede venir, sentir el ambiente multicultural y aprovechar las distintas opciones que ofrece el evento.

En primer lugar, en el Pabellón de ONU-Hábitat, ente organizador, pueden hacer parte de la programación de las Changer Room A y B, espacios destinados para que la ONU y sus aliados muestren sus proyectos y donde se pone en común la Agenda Urbana actualizada de este organismo. El diálogo entre ciudades es el componente principal de estas salas. Conozca la programación aquí.

Por otro lado, los asistentes tendrán libre acceso a la Urban Library, donde además de eventos, podrán encontrar las últimas publicaciones sobre desarrollo urbano y social. Además, escritores presentarán nuevas obras y académicos destacados harán firma de libros. Consulte la programación.

Aquellos que se acerquen a Plaza Mayor también podrán ingresar a la Cinema Room, donde se están proyectando películas relacionadas con el evento que hacen parte de la categoría “Equidad urbana en Desarrollo – Ciudades por la Vida”. La programación la pueden ver a solo un click.

Finalmente, el Agora Room es un espacio destinado a la discusión de temas fundamentales como la ecología, la movilidad, reconciliación y resiliencia. Una programación muy interesante para aquello interesados en temas sociales.

No hay excusa para decirle que no al Foro Urbano Mundial, pero recuerden que no se permite el ingreso de vehículos. El traslado debe ser en metro, bus, taxi o a pie.

Ciudades latinas hablaron del futuro

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En el Séptimo Foro Urbano Mundial
Ciudades latinas hablaron del futuro
En este evento, alcaldes y representantes de ciudades latinoamericanas discutieron las claves de las ciudades con futuro.

El periodista colombiano Francisco Miranda fue el moderador del encuentro “Construyendo ciudades con futuro” que se llevó a cabo en la City Changer Room B, y en el cual delegados de Ecuador, Brasil, Perú y Colombia hablaron de las experiencias específicas de sus países y de los planes de acción concretos para superar los retos que las ciudades plantean.

Esta charla se realizó con el apoyo de la CAF, Banco de Desarrollo de América Latina. Y precisamente el primero en intervenir fue Diego Sánchez, Director de Análisis y Programación Sectorial de la Vicepresidencia de Infraestructura. Resaltó la importancia de realizar intervenciones multisectoriales integradas al territorio. Además, profundizó sobre el proyecto “Ciudades con futuro”, y las cuatro líneas de trabajo que esta entidad desarrolla en las ciudades en las que tiene presencia. Desarrollo urbano incluyente, transformación productiva, sostenibilidad ambiental y fortalecimiento integral de la seguridad ciudadana son los ejes de la labor de esta institución.

Posteriormente, tomó el micrófono el alcalde la Quito, Augusto Barrera, quien contó cómo se está planeando la unificación de su ciudad alrededor del proyecto del Metro y destacó que es necesario entender la concepción de infraestructura como parte de la planificación global sin “dar pasos a desnivel”, ya que ahora, “somos ciudades con menos pobres, pero más desiguales”.

La tercera intervención corrió por cuenta del alcalde de la ciudad de Montería, Carlos Eduardo Correa. “Buscamos que la gente siga manteniendo su patrimonio y cultura, pero en mejores condiciones”, apuntó. También opinó que las ciudades con futuro debían ser compactas y tener una expansión controlada.

Reinaldo Saunito, representante de la Secretaria Municipal de Turismo de Fortaleza, Brasil, fue el siguiente el contar las experiencias de sus ciudad. La mayor lección que Fortaleza tiene para contarle al mundo, consiste en una idea de turismo que integra todos los aspectos del desarrollo de la ciudad. Infraestructura, movilidad, ecología, son algunos de los temas que hacen parte del proyecto turístico de esta ciudad del estado de Ceará. “Una ciudad es buena para los turistas si es buena para sus habitantes”, finalizó.

A continuación tomó la palabra el alcalde de Pasto, Harold Guerrero, quien afirmó que una ciudad con futuro debe tener confianza. Luego habló del proyecto de Central de abastos de su ciudad, que sería un eje de comunicación entre diversas ciudades de Colombia y países limítrofes.

Finalmente, Juan Tapia, representante de la Municipalidad Metropolitana de Lima contó la experiencia de su ciudad. Opinó, además, que “nuestras ciudades están sobrediagnósticadas”, y que es necesario mirar más las causas que los resultados. Sobre el problema de la movilidad, declaró que “la integración de transportes es más que una tarjeta inteligente. Tiene que ser física”.

Numerosas ideas quedaron para ser reflexionadas y aplicadas en esta conversación de ciudades, en la cual, el activo más valioso es el encuentro y la capacidad de poner en común y escuchar experiencias de varios países.

Ciudades latinas hablaron del futuro

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En el Séptimo Foro Urbano Mundial
Ciudades latinas hablaron del futuro
En este evento, alcaldes y representantes de ciudades latinoamericanas discutieron las claves de las ciudades con futuro.

El periodista colombiano Francisco Miranda fue el moderador del encuentro “Construyendo ciudades con futuro” que se llevó a cabo en la City Changer Room B, y en el cual delegados de Ecuador, Brasil, Perú y Colombia hablaron de las experiencias específicas de sus países y de los planes de acción concretos para superar los retos que las ciudades plantean.

Esta charla se realizó con el apoyo de la CAF, Banco de Desarrollo de América Latina. Y precisamente el primero en intervenir fue Diego Sánchez, Director de Análisis y Programación Sectorial de la Vicepresidencia de Infraestructura. Resaltó la importancia de realizar intervenciones multisectoriales integradas al territorio. Además, profundizó sobre el proyecto “Ciudades con futuro”, y las cuatro líneas de trabajo que esta entidad desarrolla en las ciudades en las que tiene presencia. Desarrollo urbano incluyente, transformación productiva, sostenibilidad ambiental y fortalecimiento integral de la seguridad ciudadana son los ejes de la labor de esta institución.

Posteriormente, tomó el micrófono el alcalde la Quito, Augusto Barrera, quien contó cómo se está planeando la unificación de su ciudad alrededor del proyecto del Metro y destacó que es necesario entender la concepción de infraestructura como parte de la planificación global sin “dar pasos a desnivel”, ya que ahora, “somos ciudades con menos pobres, pero más desiguales”.

La tercera intervención corrió por cuenta del alcalde de la ciudad de Montería, Carlos Eduardo Correa. “Buscamos que la gente siga manteniendo su patrimonio y cultura, pero en mejores condiciones”, apuntó. También opinó que las ciudades con futuro debían ser compactas y tener una expansión controlada.

Reinaldo Saunito, representante de la Secretaria Municipal de Turismo de Fortaleza, Brasil, fue el siguiente el contar las experiencias de sus ciudad. La mayor lección que Fortaleza tiene para contarle al mundo, consiste en una idea de turismo que integra todos los aspectos del desarrollo de la ciudad. Infraestructura, movilidad, ecología, son algunos de los temas que hacen parte del proyecto turístico de esta ciudad del estado de Ceará. “Una ciudad es buena para los turistas si es buena para sus habitantes”, finalizó.

A continuación tomó la palabra el alcalde de Pasto, Harold Guerrero, quien afirmó que una ciudad con futuro debe tener confianza. Luego habló del proyecto de Central de abastos de su ciudad, que sería un eje de comunicación entre diversas ciudades de Colombia y países limítrofes.

Finalmente, Juan Tapia, representante de la Municipalidad Metropolitana de Lima contó la experiencia de su ciudad. Opinó, además, que “nuestras ciudades están sobrediagnósticadas”, y que es necesario mirar más las causas que los resultados. Sobre el problema de la movilidad, declaró que “la integración de transportes es más que una tarjeta inteligente. Tiene que ser física”.

Numerosas ideas quedaron para ser reflexionadas y aplicadas en esta conversación de ciudades, en la cual, el activo más valioso es el encuentro y la capacidad de poner en común y escuchar experiencias de varios países.

Para no dejar pasar

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En el WUF 7
Para no dejar pasar
Tres lugares especiales del Foro Mundial Urbano que valen la pena visitar

Entre tanta programación y despliegue de conocimiento, es buena idea sacar unos minutos para admirara otros espacios y detalles del Foro Mundial Urbano

Biblioteca Urbana

Libros colgando del techo. Así es la entrada al pequeño espacio que la da el Foro Mundial Urbano WUF7 a la Biblioteca Urbana Medellín. Una vez pasado el encanto de estos textos en el aire, un encargado del espacio invita a los asistentes a ver el mapa de comunas de la ciudad, cada una con un punto donde tiene su archivos, centros de documentación, biblioteca, parque biblioteca o donde podría tenerlo en el futuro. Con hilos los asistentes tejen el mapa de la ciudad a través de estos puntos de lectura que conocen.

Al seguir, encuentran información de la transformación de habitantes y comunidades en las que la lectura y los libros han tenido un alto impacto. Así mismo los archivos que han documentado a través de los años el cambio urbano que ha sufrido la ciudad.

Salón Medellín
Las paredes del salón Medellín están en obra negra. La intención es darle a entender a los más de 20 mil visitantes que esta ciudad está en construcción.

A pesar de no tener el espacio más privilegiado en cuanto a ubicación (pocas personas llegan allí sin que alguien se los recomiende específicamente) en los corredores de Plaza Mayor, en los pabellones, en los stands y en la sala de prensa se comenta lo especial que es este espacio.

Si duda el diseño del salón es especial y su presentación sobre cómo puede cambiar Medellín en el futuro cercano es esperanzadora. Al espectador lo recibe un organigrama administrativo de la ciudad que da pie a un corredor con tres salas de muros de acabados grises rústicos. Dos grandes maquetas en el piso dan cuenta de las zonas urbanas y rurales de Medellín y el impacto que tendrán diferentes proyectos de la ciudad.

Este es el espacio en el que Medellín le explica a los invitados locales que aún no se enteran, y se luce ante los invitados internacionales, con obras como el Cinturón Verde Metropolitano, las Unidades de Vida Articulada, el Plan Integran Único, el sistema del río y el Parque del Río

La Maloca
Este espacio, creado como las viviendas comunales de las poblaciones indígenas de Colombia y que se creía que representaba el cosmos, es la pieza central de la Onu Hábitat en el WUF7.

maloca

Con el nombre de ONE UN, esta pieza fue construida por una tribu Uitoto y sirve de punto de encuentro para funcionarios de la ONU y para sesiones y debates creados por esta misma organización.

Como o explica ONU Hábitat en su agenda y presentación de la Maloca, este espacio es un ejemplo de humildad y una invitación para escuchar y hablar con el propósito de producir los acuerdos necesarios para que toda la población coexista de forma más amable en el planeta.

Para no dejar pasar

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En el WUF 7
Para no dejar pasar
Tres lugares especiales del Foro Mundial Urbano que valen la pena visitar

Entre tanta programación y despliegue de conocimiento, es buena idea sacar unos minutos para admirara otros espacios y detalles del Foro Mundial Urbano

Biblioteca Urbana

Libros colgando del techo. Así es la entrada al pequeño espacio que la da el Foro Mundial Urbano WUF7 a la Biblioteca Urbana Medellín. Una vez pasado el encanto de estos textos en el aire, un encargado del espacio invita a los asistentes a ver el mapa de comunas de la ciudad, cada una con un punto donde tiene su archivos, centros de documentación, biblioteca, parque biblioteca o donde podría tenerlo en el futuro. Con hilos los asistentes tejen el mapa de la ciudad a través de estos puntos de lectura que conocen.

Al seguir, encuentran información de la transformación de habitantes y comunidades en las que la lectura y los libros han tenido un alto impacto. Así mismo los archivos que han documentado a través de los años el cambio urbano que ha sufrido la ciudad.

Salón Medellín
Las paredes del salón Medellín están en obra negra. La intención es darle a entender a los más de 20 mil visitantes que esta ciudad está en construcción.

A pesar de no tener el espacio más privilegiado en cuanto a ubicación (pocas personas llegan allí sin que alguien se los recomiende específicamente) en los corredores de Plaza Mayor, en los pabellones, en los stands y en la sala de prensa se comenta lo especial que es este espacio.

Si duda el diseño del salón es especial y su presentación sobre cómo puede cambiar Medellín en el futuro cercano es esperanzadora. Al espectador lo recibe un organigrama administrativo de la ciudad que da pie a un corredor con tres salas de muros de acabados grises rústicos. Dos grandes maquetas en el piso dan cuenta de las zonas urbanas y rurales de Medellín y el impacto que tendrán diferentes proyectos de la ciudad.

Este es el espacio en el que Medellín le explica a los invitados locales que aún no se enteran, y se luce ante los invitados internacionales, con obras como el Cinturón Verde Metropolitano, las Unidades de Vida Articulada, el Plan Integran Único, el sistema del río y el Parque del Río

La Maloca
Este espacio, creado como las viviendas comunales de las poblaciones indígenas de Colombia y que se creía que representaba el cosmos, es la pieza central de la Onu Hábitat en el WUF7.

maloca

Con el nombre de ONE UN, esta pieza fue construida por una tribu Uitoto y sirve de punto de encuentro para funcionarios de la ONU y para sesiones y debates creados por esta misma organización.

Como o explica ONU Hábitat en su agenda y presentación de la Maloca, este espacio es un ejemplo de humildad y una invitación para escuchar y hablar con el propósito de producir los acuerdos necesarios para que toda la población coexista de forma más amable en el planeta.

Pixies devolvió el tiempo en el Estéreo Picnic

Por primera vez en Colombia
Pixies devolvió el tiempo en el Estéreo Picnic
En su primera visita a nuestro país, Pixies cautivó al público de Bogotá con un show contundente, ruidoso y emotivo.


Fotos Cortesía / Diego Vega

Hay grupos que a lo largo de la historia han calado en el inconsciente colectivo sin necesidad de una exagerada exposición mediática y sin ceder un ápice en sus convicciones artísticas. Pixies, banda de Boston, es uno de los ejemplos más representativos.

Desde 1986 hasta hoy, con excepción de algunas pausas naturales, no han parado de tocar y ahora, alrededor de ellos, se gestó una mitología que siempre hace especial sus conciertos. Es que haber sido influencia para Thom Yorke de Radiohead y Kurt Cobain de Nirvana, entre muchísimos otros, lleva el concepto de “banda de culto” a otro nivel.

La banda, conformada por Black Francis en las guitarras y voz principal, David Lovering en la batería, Joey Santiago en la guitarra y Paz Lenchantin (reemplazante de Kim Deal y Kim Shattuck) en el bajo, trajo al Festival Estéreo Picnic 2014 sus canciones marcadas por los contrastes, melódicas y ruidosas, pegadizas y sin sentido. En fin, un mensaje lleno de riqueza dentro de canciones vertiginosas de dos minutos y medios.

En vivo en Bogotá
Ver a Pixies hoy en día no está exento de contradicciones. Ver cómo los años y la vida del rock han hecho su misión, al comienzo del show te hace pensar que las cosas pueden no ponerse tan intensas. Sin embargo, el primer acorde los rejuvenece. El primer grito desgarrador de Black Francis retrocede el tiempo y la década de los noventa se apodera de las gargantas y corazones de los asistentes.

Una vez comienza, un show de Pixies es una aplanadora que no se detiene. No te permite asimilar lo que sentiste con la canción anterior. Y su presentación el viernes 4 de abril en el marco del Festival Estéreo Picnic, no fue la excepción.

Veinticinco canciones y ni una sola palabra entre ellas. Mezcla de la arrogancia del rock con el deseo de recuperar el tiempo perdido. Desde las más antiguas como “Caribou” y “Here comes your man”, pasando por las recientes “Indie Cindy” y “Bagboy” hasta reventar en su himno “Where is my mind?”, el show dio el círculo completo, sin grietas, ni pirotecnias innecesarias. Impecable desde la interpretación y con la misma crudeza de siempre.


Fotos Cortesía / Diego Vega

El ritmo casi perfecto de Lovering fue el hilo conductor del show. Prácticamente no se detuvo. Ni siquiera en la torrencial lluvia de aplausos que seguían a cada canción. Por su parte, Santiago fue la necesaria cuota de ruido y distorsión que, aunque impetuosa, se convertía en el alma de cada canción.

Por otro lado, la argentina nacionalizada norteamericana, Paz Lenchantin, a pesar de ser la tercera bajista en la historia de la banda, parece haber estado siempre. Sus bajos certeros y sencillos, y sus aportes vocales, típicos de la banda bostoniana, fueron básicos para que el público viviera la experiencia de ver a Pixies plenamente.

Finalmente, Black Francis no escatimo energía en su primer concierto en Colombia. Sus canciones, siempre prodigiosas por su ambivalencia, ya que hacían del ruido y lo extraño un elemento de gusto masivo, sonaron mejores en vivo que las mismas grabaciones. La cancha que dan años de conciertos y, a lo mejor, una que otra experiencia intensa de la ruta. La plasticidad de su voz, que pasó de los gritos más intensos a las melodías más suaves, fue uno de los elementos más sobresalientes del show, en el cual Pixies saldó una deuda antigua, pero dejó con la expectativa del pronto regreso a todos sus seguidores colombianos.

Nueva música
Si bien deben mucho al pasado, Pixies sigue haciendo música. El 29 de abril lanzarán su primer disco después de 23 años. “Indie Cindy” será el nombre de la nueva producción, compuesta por canciones de tres EP`s lanzados por la banda en los últimos meses de 2013 y primeros de 2014.

Este disco, sucesor de “Trompe Le Monde”, que fue lanzado en 1991, será producido por Gil Norton, una cara conocida en la historia de Pixies y estará disponible en todos los formatos.

Sabemos que leer la música es algo complejo, pero esperamos haberlos antojado a indagar más acerca de esta legendaria banda norteamericana, que hasta el día de hoy es una influencia poderosa para la música alternativa.

Colombia tiene su Pabellón en el WUF7

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Para visitar en el Séptimo Foro Urbano Mundial
Colombia tiene su Pabellón en el WUF7
El Hall de Plaza Mayor alberga el Pabellón Colombia, sitio dentro del foro donde el Gobierno Nacional y otras instituciones oficiales visibilizan su gestión.

Como país anfitrión, era necesario que Colombia tuviese participación dentro del Séptimo Foro Urbano Mundial que se realiza en la ciudad de Medellín. El Pabellón Colombia, en pleno corazón de Plaza Mayor, es el espacio donde varias instituciones nacionales muestran sus avances en términos de desarrollo social.

Esta iniciativa surge a partir de una alianza entre la organización del Séptimo Foro Urbano Mundial y el Gobierno Nacional, a través de su Marca País. A esta alianza también se suma la Alcaldía de Medellín como ente administrativo anfitrión del evento.

El Pabellón cuenta con dos pisos. En el primer piso se encuentran los stands de los Ministerios de Ambiente, Cultura, Comercio, Salud y Defensa; la Alcaldía de Medellín, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, el Departamento Nacional de Planeación, el Banco Agrario, el Fondo Nacional del Ahorro y Findeter (Financiera del Desarrollo).

Por su parte, el segundo piso cuenta con el Salón Colombia, en el cual se realizarán 60 ponencias a lo largo del foro. Además, está dotado con tres salas de reuniones, llamadas Territorio, Desarrollo y Equidad, destinadas para reuniones bilaterales entre alcaldes y, en general, diferentes funcionarios nacionales e internacionales.

Colombia tiene su Pabellón en el WUF7

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Para visitar en el Séptimo Foro Urbano Mundial
Colombia tiene su Pabellón en el WUF7
El Hall de Plaza Mayor alberga el Pabellón Colombia, sitio dentro del foro donde el Gobierno Nacional y otras instituciones oficiales visibilizan su gestión.

Como país anfitrión, era necesario que Colombia tuviese participación dentro del Séptimo Foro Urbano Mundial que se realiza en la ciudad de Medellín. El Pabellón Colombia, en pleno corazón de Plaza Mayor, es el espacio donde varias instituciones nacionales muestran sus avances en términos de desarrollo social.

Esta iniciativa surge a partir de una alianza entre la organización del Séptimo Foro Urbano Mundial y el Gobierno Nacional, a través de su Marca País. A esta alianza también se suma la Alcaldía de Medellín como ente administrativo anfitrión del evento.

El Pabellón cuenta con dos pisos. En el primer piso se encuentran los stands de los Ministerios de Ambiente, Cultura, Comercio, Salud y Defensa; la Alcaldía de Medellín, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, el Departamento Nacional de Planeación, el Banco Agrario, el Fondo Nacional del Ahorro y Findeter (Financiera del Desarrollo).

Por su parte, el segundo piso cuenta con el Salón Colombia, en el cual se realizarán 60 ponencias a lo largo del foro. Además, está dotado con tres salas de reuniones, llamadas Territorio, Desarrollo y Equidad, destinadas para reuniones bilaterales entre alcaldes y, en general, diferentes funcionarios nacionales e internacionales.

Sociedad Civil reclama mayor participación

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Cuarto día del Séptimo Foro Urbano Mundial
Sociedad Civil reclama mayor participación
Ocho representantes de organizaciones civiles de todo el mundo se congregaron en el Gran Salón de Plaza Mayor para hablar acerca de derechos humanos y participación comunitaria en el marco global.

El periodista político norteamericano Peter Seidel fue el encargado de moderar la mesa redonda de organizaciones de la sociedad civil, en la cual, líderes sociales de todo el mundo expusieron las experiencias de sus comunidades y dieron ideas orientadas a construir una agenda enfocada a las comunidades vulnerables.

La mesa redonda transcurrió con intervenciones cortas de cada uno de los ponentes invitados, en las que hablaron acerca de sus proyectos y respondieron preguntas planteadas por el moderador, quien indagó sobre las mejores formas de fomentar la intervención de la ciudadanía en las decisiones gubernamentales.

¿Quiénes asumieron la vocería?
Los primeros en tomar la palabra fueron la argentina Lorena Zárate, de la Coalición de Hábitat para la Humanidad, la sudafricana Rose Molokoane, de Slum Dwellers International y South African Federation; y el fijiano Semiti Qalowasa, Director Ejecutivo de Pacific Peoples Community.

Posteriormente, el micrófono fue de la hondureña Maité Rodríguez Blandón, integrante del Consejo de la Comisión Huiarou; del brasilero Benedito Barbosa, miembro de la Central de Movimientos Populares; y de los norteamericanos Renée Lewis Glover, representante de Hábitat para la Humanidad Internacional; Jonathan Reckford, CEO de Hábitat para la Humanidad Internacional y Anita Nayar, jefa de UN NGLES.

Temas clave
Todos los líderes fueron enfáticos en que ya es el momento de convertir en acciones todas las mesas redondas, foros y conversatorios a lo que son invitados, para darle verdadero valor a las discusiones planteadas por la sociedad civil.

Fueron profundamente críticos con los gobiernos de sus respetivos países y evidenciaron como los mega proyectos afectan a la gente que cuenta con menos recursos y oportunidades.

Por otro lado, se concluyó que no se puede tener agenda de ciudad, en tanto no exista un programa de trabajo en el campo, y que ambos son fundamentales para la generación de vivienda y desarrollo sostenible de los países. En este orden, es urgente la creación de políticas de suelo adecuadas que contribuyan a una distribución más equitativa de la tierra.

También observaron con preocupación el debilitamiento de las intervenciones de las organizaciones civiles en el foro público e hicieron un llamado a la corresponsabilidad y la mutua gestión.

Sociedad Civil reclama mayor participación

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Cuarto día del Séptimo Foro Urbano Mundial
Sociedad Civil reclama mayor participación
Ocho representantes de organizaciones civiles de todo el mundo se congregaron en el Gran Salón de Plaza Mayor para hablar acerca de derechos humanos y participación comunitaria en el marco global.

El periodista político norteamericano Peter Seidel fue el encargado de moderar la mesa redonda de organizaciones de la sociedad civil, en la cual, líderes sociales de todo el mundo expusieron las experiencias de sus comunidades y dieron ideas orientadas a construir una agenda enfocada a las comunidades vulnerables.

La mesa redonda transcurrió con intervenciones cortas de cada uno de los ponentes invitados, en las que hablaron acerca de sus proyectos y respondieron preguntas planteadas por el moderador, quien indagó sobre las mejores formas de fomentar la intervención de la ciudadanía en las decisiones gubernamentales.

¿Quiénes asumieron la vocería?
Los primeros en tomar la palabra fueron la argentina Lorena Zárate, de la Coalición de Hábitat para la Humanidad, la sudafricana Rose Molokoane, de Slum Dwellers International y South African Federation; y el fijiano Semiti Qalowasa, Director Ejecutivo de Pacific Peoples Community.

Posteriormente, el micrófono fue de la hondureña Maité Rodríguez Blandón, integrante del Consejo de la Comisión Huiarou; del brasilero Benedito Barbosa, miembro de la Central de Movimientos Populares; y de los norteamericanos Renée Lewis Glover, representante de Hábitat para la Humanidad Internacional; Jonathan Reckford, CEO de Hábitat para la Humanidad Internacional y Anita Nayar, jefa de UN NGLES.

Temas clave
Todos los líderes fueron enfáticos en que ya es el momento de convertir en acciones todas las mesas redondas, foros y conversatorios a lo que son invitados, para darle verdadero valor a las discusiones planteadas por la sociedad civil.

Fueron profundamente críticos con los gobiernos de sus respetivos países y evidenciaron como los mega proyectos afectan a la gente que cuenta con menos recursos y oportunidades.

Por otro lado, se concluyó que no se puede tener agenda de ciudad, en tanto no exista un programa de trabajo en el campo, y que ambos son fundamentales para la generación de vivienda y desarrollo sostenible de los países. En este orden, es urgente la creación de políticas de suelo adecuadas que contribuyan a una distribución más equitativa de la tierra.

También observaron con preocupación el debilitamiento de las intervenciones de las organizaciones civiles en el foro público e hicieron un llamado a la corresponsabilidad y la mutua gestión.

Juanes habló de paz con los jóvenes de Medellín

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En el Gran Salón de Plaza Mayor
Juanes habló de paz con los jóvenes de Medellín
Con la moderación de Catalina Cock, directora de la Fundación Mi Sangre, el reconocido músico expuso su pensamiento sobre Medellín y escuchó a cinco jóvenes que hicieron parte de Visiones de Cambio, componente del programa Puedo Cambiar el Mundo que pretende formar líderes sociales en todos los sectores de la ciudad.

María Márquez, Juan Mesa, Natalia Rondón, Laura Ruíz y Sofía Posada fueron los elegidos para representar a sus compañeros y hacer parte de una conversación con Juanes, en el marco del Séptimo Foro Urbano Mundial, ya que sus acciones de cambio para la ciudad fueron elegidas a través de una convocatoria en redes sociales y el sitio web del programa.

El primero en tomar la palabra fue Juanes. Se refirió al hecho de haber crecido y vivido su juventud en Medellín. “Una alegría muy grande, pero también una experiencia llena de contrastes”. Recordó lo compleja que fue la década de los ochenta, en la cual “la música fue el salvavidas”. Finalmente, destacó los avances de la ciudad en general e hizo un llamado a “que las armas nunca sean una decisión, sino el diálogo”.

Posteriormente, Catalina Cock indagó a los participantes, representantes de los 600 jóvenes que hicieron parte de Visiones de Cambio, sobre su visión de la ciudad y de conceptos como la equidad, la inclusión y el desarrollo.

Todo hicieron énfasis en el valor de la interacción con personas de toda la ciudad para construir “una ciudad para la vida”, como la nombró Juanes, quien también se puso en el papel de entrevistador y además de responder, planteó preguntas a los participantes.

Del programa Visiones de Cambio hicieron parte 64 colegios, 600 jóvenes, 120 docentes y 40 niños que finalmente, como cierre a la actividad, enviarán el próximo viernes 11 de abril, un manifiesto al alcalde de la ciudad, Anibal Gaviria Correa, con sus ideas para Medellín.

Juanes habló de paz con los jóvenes de Medellín

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En el Gran Salón de Plaza Mayor
Juanes habló de paz con los jóvenes de Medellín
Con la moderación de Catalina Cock, directora de la Fundación Mi Sangre, el reconocido músico expuso su pensamiento sobre Medellín y escuchó a cinco jóvenes que hicieron parte de Visiones de Cambio, componente del programa Puedo Cambiar el Mundo que pretende formar líderes sociales en todos los sectores de la ciudad.

María Márquez, Juan Mesa, Natalia Rondón, Laura Ruíz y Sofía Posada fueron los elegidos para representar a sus compañeros y hacer parte de una conversación con Juanes, en el marco del Séptimo Foro Urbano Mundial, ya que sus acciones de cambio para la ciudad fueron elegidas a través de una convocatoria en redes sociales y el sitio web del programa.

El primero en tomar la palabra fue Juanes. Se refirió al hecho de haber crecido y vivido su juventud en Medellín. “Una alegría muy grande, pero también una experiencia llena de contrastes”. Recordó lo compleja que fue la década de los ochenta, en la cual “la música fue el salvavidas”. Finalmente, destacó los avances de la ciudad en general e hizo un llamado a “que las armas nunca sean una decisión, sino el diálogo”.

Posteriormente, Catalina Cock indagó a los participantes, representantes de los 600 jóvenes que hicieron parte de Visiones de Cambio, sobre su visión de la ciudad y de conceptos como la equidad, la inclusión y el desarrollo.

Todo hicieron énfasis en el valor de la interacción con personas de toda la ciudad para construir “una ciudad para la vida”, como la nombró Juanes, quien también se puso en el papel de entrevistador y además de responder, planteó preguntas a los participantes.

Del programa Visiones de Cambio hicieron parte 64 colegios, 600 jóvenes, 120 docentes y 40 niños que finalmente, como cierre a la actividad, enviarán el próximo viernes 11 de abril, un manifiesto al alcalde de la ciudad, Anibal Gaviria Correa, con sus ideas para Medellín.

El poder del fútbol

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WUF7
El poder del fútbol
Entre la iniciativas de desarrollo social que reúne el Foro Mundial Urbano el fútbol es uno de los grandes convocadores

No hay que llamar a nadie, los niños y los jóvenes llegan solos sin que nadie los invite. Así es el fútbol. Congrega a toda suerte de personas y esa es precisamente la idea.

Así lo describe Esteban Reyes, director de Tiempo de Juego, una fundación bogotana que se ha extendido a otras ciudades como Medellín y Cartagena, en barrios y comunas donde hay insuficiencia general en los servicios del Estado.

A través de juego se implementan tres estrategias. Primero: fijar acuerdos de juego, los niños y jóvenes establecen las reglas para cada partido. Segundo: desarrollo del juego, con alegría y sin importar las habilidades pero con control para que se cumplan los acuerdos. Tercero: evaluación, se cuentan puntos y cumplimiento de acuerdos para determinar el ganador.

El mismo enfoque y metodología se ha empezado a usar en atletismo, baloncesto y porrismo. Incluso en otras fundaciones similares como Street Football World. Mirella Domenich, gerente general de esta organización en Brasil, contó cómo este deporte ha sido un gran factor de inclusión social y de equidad de género en su país. Dice que las jóvenes y niñas quieren estar en la cancha, jugando con hombres, y que esto ha determinado que el fútbol no solo sea un deporte ni una recreación sino un espacio que garantice los derechos fundamentales.

Reyes también ha visto cambios positivos en este aspecto. En regiones que él describe como muy machistas, la posibilidad de que niñas compartieran las canchas con hombres era remota. Luego pasaron a un mejor nivel: “Se propuso con ellos que una de las reglas de juego fuera que el primer gol de cada equipo tuviera que ser de una mujer, pero después del primer gol las empezaron a ignorar, a no hacerles pases y son ellas ahora las que hacen el reclamo”.

El desarrollo de esas actividades ha generado cambios en imaginarios de violencia y se ha convertido en una herramienta de paz con la que quieren participar, incluso, los padres de los niños.

Tiempo de Juego, buscando ser autosostenible y suplir las necesidades más importantes (refrigerios para los niños y los 1.500 uniformes anuales) creó dos microempresas para la comunidad: un taller de estampados para los uniformes y una panadería.

El pretexto de tener un balón de futbol repercute en muchas otras esferas de la sociedad.