Galería fotográfica comuna 16
Cine británico: los últimos 25 años

En el nombre del padre (1993)
En la primera sesión, la película presentada fue The Commitments (1991) del director inglés Alan Parker; una producción que narra la historia de un grupo de dublineses que deciden conformar una banda de música soul. A partir de próximo 3 de agosto, el cineclub presentará los lunes del mes, a las 6:30 pm, las siguientes películas: El juego de las lágrimas (1992), de Neil Jordan, Termina el largo día (1992), de Terence Davies, En el nombre del padre (1993), de Jim Sheridan y Trainspotting (1996), de Danny Boyle. Para el resto del semestre el ciclo británico incluirá películas como Following (1998), de Christopher Nolan, El viento que acaricia el prado (2006), de Ken loach, Fish Tank (2009), de Andrea Arnold y The Selfish Giant (2013), de Clio Barnard.
Trainspotting (1996)
El cineclub es dirigido desde el año 2000 por Juan Carlos González, columnista y crítico de cine, y autor de los libros como Francois Truffaut: una vida hecha cine (2005), Elogio de lo imperfecto, el cine de Billy Wilder (2008) e Imágenes escritas (2014).
Informes en el 261 9500.
El Metropolitano, a ritmo de Gospel Sinfónico

Orquesta Sinfónica de la Universidad Eafit. Foto cortesía
La escena cultural de la ciudad aguarda expectante la presentación del HBCU Legacy Voices Choir, formación coral estadounidense que, junto a la Orquesta Sinfónica de la Universidad Eafit, se alista para ofrecer su concierto Gospel Sinfónico en la capital antioqueña.
Con tres directores, 33 cantantes y más de 50 músicos en escena, el concierto promete ser un espectáculo de primer nivel para los amantes de la música y, en particular, para los seguidores del género gospel.
“El gospel sinfónico es una fusión que se ha hecho en Estados Unidos y otros países de Europa. Sin embargo, pocas personas han hecho el arreglo coral de estos géneros y es la primera vez que algo así se va a hacer en Medellín. En esta ocasión, yo soy la persona encargada de arreglar la orquesta y las voces para un concierto que va a hacer historia”, declara Jeremy Winston, uno de los tres directores del espectáculo.
Todos los integrantes del Coro de la Central State University of Ohio fueron seleccionados, durante el concurso 105 Voces de la Historia, para hacer parte del HBCU Legacy Voices Choir. Foto cortesía
El programa incluye una versión concertante de la obra Porgy and Bess, considerada la gran ópera americana, dirigida por Winston y la maestra Cecilia Espinosa. Estrenada en 1935, y basada en la novela Porgy, la ópera cuenta con música de George Gershwin, mientras que su libreto en inglés es autoría de DuBose Heyward e Ira Gershwin.
“El primer acercamiento con la Orquesta Sinfónica fue genial porque los músicos supieron entender y escuchar la música, y eso es lo que queremos transmitir durante el concierto: mucha seguridad, muchas cosas positivas. Fue evidente que la orquesta logró sentir la obra Porgy and Bess y si los músicos lo sienten, el público lo siente. Estoy emocionado porque tengo la seguridad de que este va a ser el concierto del año”, agrega Winston.
Además de Porgy and Bess, los asistentes escucharán la interpretación de piezas clásicas del gospel como Every Praise, de Hezekiah Walker; Total Praise, de Richard Smallwood; y Oh Happy Day, de Edwin Hawkins; así como las obras We Sing the Praises, Amen! y Amazing Grace, con arreglos del maestro Winston.
La cita es el próximo lunes 3 de agosto, a las 8 pm, en el Teatro Metropolitano José Gutiérrez Gómez, de Medellín. El concierto es una coproducción de la Orquesta Sinfónica Eafit, Medellín Cultural y el Centro Colombo Americano. Informes en el 204 0404, extensión 1045.
Sobre el HBCU Legacy Voices Choir
El HBCU Legacy Voices Choir está conformado por los músicos más destacados de universidades estadounidenses como Alabama A&M University, Central State University y Prairie View A&M University.
Así lo destacó el maestro Winston, al afirmar que “en esta ocasión se fusionaron tres coros en uno. Aunque anteriormente se habían realizado intercambios culturales con Medellín, nuestra representación estuvo siempre a cargo de una sola universidad. Esta vez son tres universidades las que envían a sus mejores voces, lo cual nos tiene muy contentos”.
La formación coral resultado de la fusión es ampliamente conocida en los Estados Unidos, debido a que sus integrantes ganaron el concurso 105 Voces de la Historia.
Esta competencia es organizada por HBCU (Historically Black Colleges and Universities), asociación de universidades con una larga tradición educativa entre la comunidad afroamericana, y administrada por PAS, Partners Achieving Success.
Luego de su triunfo, y como parte de la premiación, la HBCU Historically Black Colleges and Universities realiza una gira por varias ciudades, dentro y fuera de los Estados Unidos, incluyendo a Medellín en el itinerario.
El género musical que nació en las plantaciones
El gospel es un género musical religioso cuyos orígenes se encuentran en los cantos de los esclavos que trabajaban en las plantaciones estadounidenses, en el siglo 18.
Su nombre proviene de la expresión “GodSpell”, que traduce literalmente “palabra de Dios”.
De ahí que las letras se encuentren, en gran medida, inspiradas en el Antiguo Testamento y aborden temas relacionados con la fe, sin dejar de lado los relatos de la esclavitud y las hazañas de los líderes negros.
Durante el siglo 20, el gospel evolucionaría incorporando nuevos sonidos y ritmos, por lo cual devino en una amplia gama de géneros y subgéneros, entre los cuales se encuentran el New Gospel, el Reggae Gospel, el Black Gospel y el gospel tradicional.
Presentación en la Universidad de Antioquia
HBCU Legacy Voices Choir se presentará en la ciudad de Medellín, por segunda vez, el próximo 4 de agosto, a las 6 pm. en el Teatro Camilo Torres de la Universidad de Antioquia.
La entrada al evento es libre, previa reclamación de las boletas en el puesto de información del bloque 16, en el Edificio de Extensión, contiguo al Parque de los Deseos; y en el vestíbulo del teatro universitario.
Asímismo, el público externo puede inscribirse en la página reune.edu.co, en la sección Programación Cultural.
The Blue House

Espacios llenos de vida y personalidad propia
A la esquina de la calle 10 con la carrera 38 llega una nueva casa para el arte y el diseño. The Blue House, una galería de mobiliario que integra obras de arte en los espacios que diseñan, abrió sus puertas el 23 de julio y compartió con los asistentes la experiencia de sus tres áreas adecuadas en tres pisos: El primero, el de la Furniture Gallery, donde se exhibe el mobiliario y obras de arte locales, el segundo, donde está la empresa diseñadora del mobiliario, asesora en diseño personalizado, espacios arquitectónicos y decoración, y el tercero, es para Timebag Curator, la nueva propuesta del proyecto Timebag.
The Blue House esta inspirada en una vieja galería de Nueva York. Se le ocurrió a tres empresas que se unieron para integrar arte con mobiliario. “Queremos que cada pieza, bien sea un sofá, un espejo, una lámpara, sean piezas de arte únicas fabricadas en Colombia (…) que en los objetos haya una historia detrás y una experiencia completa”, expresa María José Fernández, directora creativa de la casa. Ella y sus compañeros recorrieron diferentes ciudades para dejar en este espacio el conocimiento de las nuevas tendencias, estilos, formas y colores que se visualizan en el mundo, a través de exhibiciones que cambiarán cada dos meses. En la primera colección, explica, “tenemos un diseño muy rústico e industrial. Pasamos de lo brillante, cromado, liso, perfecto, a un cuero desgastado, a mangas aporreadas, a una madera que habla de sus usos, pero con acabados exquisitos”. Actualmente Sara Herrera, José Julián Agudelo, David Romero, Santiago Múnera, Lindy Márquez, Juan Fernando Cano y Sara Ramírez, son los artistas invitados que recrean cada ambiente.
Espacios llenos de vida y personalidad propia
Timebag es una plataforma que busca acercar el arte contemporáneo al público general y encontrar nuevas audiencias que quizá no habitan los escenarios del arte. “La ciudad ha ido abriendo escenarios, creando nuevas ofertas que se complementan con las galerías que ya están establecidas, pero también estamos ávidos de encontrar nuevas experiencias”, expresa su director y artista Harold Ortiz. Por eso en este espacio “queremos ofrecer una dinámica distinta y rehabitar espacios de diseño que se convierten en una manera más amable de relacionarse con el público”. El proyecto Timebag inició su acción con apropiaciones de espacios que dejaron de habitarse y son habitados de forma inusual por los más de 35 artistas que han participado. Timebag Curator eligirá los artistas invitados para cada colección y tendrá una sala de proyectos permanente, con ingreso libre, en donde se realizarán instalaciones, talleres y charlas.
El Universo de Lindy Márquez,primer proyecto en la sala
La infancia permanece en la vida de las gemelas Lindy y Azul Márquez. Tienen 29 años y, aunque en apariencia más, lo de niñas, lo llevan dentro. Solo a quien le sucede sabrá qué tan influyente será nacer en un día trágico. Al menos así lo fue para la artista Lindy Márquez y su hermana, quienes consideran el día de su nacimiento un momento muy especial, aunque marcado por un momento difícil: La tragedia de Armero –la erupción del volcán Nevado del Ruiz–, el miércoles 13 de noviembre de 1985. Su madre estaba en Bogotá, pero su padre, que conducía un bus, realizaba uno de sus viajes en esa zona de Tolima. El desespero de aquella mujer sobre el paradero de su esposo, producirá que sus hijas, nazcan ese día imprevisto y antes de tiempo (eso fue lo que les contó la madre y lo que aseguraron los médicos, quienes las llamaron las gemelas de Armero). Por la atención a la tragedia, los hospitales en Bogotá estaban a reventar. Las gemelas llegaron prematuras a Medellín. En una de las salas de espera en un hospital, mientras atendían a las niñas, la madre encontró sus nombres. Lo hizo mientras se distraía explorando un mapamundi que tenía en una agenda que llevaba en la cartera. “Azul, lo vio en Argentina y a Lindy, en África”, recuerda Lindy, sonriendo.
Universo, obra de instalación de Lindy Márquez
Azul estudia idiomas, aunque Lindy es la que habla. En el tercer piso de The Blue House, se encuentra su obra reciente, Universo, una instalación que rememora el día de su nacimiento. Mientras habla de la obra y sus vidas, su hermana, como una niña pegada al brazo de su madre, permanece a su lado, callada, tímida, en busca de un lugar hacia donde mirar. “Crecimos con un imaginario de piedras, pantano y lodo y, pensar que habíamos nacido por un volcán, me hizo retomar esa anécdota y enlazarla con un proceso de investigación y creación sobre la infancia y la memoria”. De allí surgieron nuevas imágenes, gestos, acciones, donde se ve la niñez.
Azul y Lindy Márquez. Fotos cortesía
La muestra está constituida por dos videos que están en escena con unas “piezas escultóricas”. Uno es un volcán con aleluyas donde se proyecta un video de archivo del volcán Nevado del Ruiz. La otra pieza es una montaña de papel bond, sin ninguna estructura que la soporte. Lo acompaña la proyección que Lindy denominó Ser piedra, “donde nosotras arrastramos una piedra inamovible y que de alguna manera nos genera angustia y dolor tener que dejarla ahí… Nace de la visualización de las personas que veíamos tenían que sacar a sus familiares del lodo y no podían ayudarles. Lo llevamos a este ejercicio performativo para expandir nuestra visión sobre ese acontecimiento”.
“El arte nos permite ser niñas que construyen ilusiones y sueños dentro de sus imaginarios”
Y las aleluyas, están ahí, “porque aunque no tuvimos cumpleaños, sí tuvimos aleluyas”, expresa la artista. Sus padres, en empatía con el dolor ajeno, instituyeron el 13 de noviembre como un día de respeto. Cada año, la pantalla en el televisor les recuerda esta tragedia. No hubo torta ni velas, pero cada año recibieron tarjetas de su adorada madre y padre que, aún viaja en bus por los departamentos de Colombia. Este año, adjuntaron la número 29 a su colección.
Esa conexión de ser gemela es cierta. A veces una comienza un sueño y otra lo termina. De niñas, terminaban con morados en la misma rodilla, pero en su adolescencia, fue más difícil no ser reconocida. Ahora, cuando aún buscan vestirse igual, Lindy parte de la pregunta “¿quién eres tú?” y de la respuesta “soy mi hermana”.
El mundo de las bibliotecas en la ciudad

Parque Biblioteca Guayabal
Por Catalina Peláez
Según la página de Facebook del Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín, este “es un proyecto que busca asegurar el libre acceso a la información, la lectura, el conocimiento, el libre pensamiento y el disfrute de la cultura”. Del sistema hacen parte 29 unidades de información, ubicadas en puntos estratégicos de 13 comunas y cuatro corregimientos de la ciudad y a las que se denomina de esa manera porque no todas son bibliotecas. Así pues, el sistema, que hace parte de la Secretaría de Cultura Ciudadana y de la Subsecretaría de Lecturas, Bibliotecas y Patrimonio, cuenta con los siguientes tipos de unidades de información: nueve Parques Bibliotecas, nueve Bibliotecas de proximidad, una Casa de la Lectura Infantil, cuatro Centros de Documentación, el Archivo Histórico de Medellín y la Biblioteca Pública Piloto (sede central), con sus cuatro filiales. Cuenta la historia de esta biblioteca líder como institución cultural, que la Bpp se fundó por convenio entre la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura –UNESCO– y el gobierno de Colombia para el año 1952, fue además una de las experiencias que este organismo internacional proyectó como modelo de bibliotecas para poblaciones de escasos recursos en África, India y América Latina. A las unidades del sistema las vistan semanalmente 13 mil personas, se prestan dos mil materiales (libros, revistas, periódicos, documentos fílmicos entre otros) y 2 mil 700 veces en 838 equipos se da acceso libre a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Parque Biblioteca Guayabal
La biblioteca pública más próxima a la Comuna 14 (El Poblado), es el Parque Biblioteca Manuel Mejía Vallejo, ubicado en Guayabal junto al Aeropuerto Olaya Herrera. Su horario de atención es de lunes a viernes de 9 de la mañana a 8 de la noche y domingos y festivos de 11 de la mañana hasta las cinco de la tarde. Para prestar materiales en las distintas unidades de información del sistema, hay que ser usuario afiliado. Para ello, basta acercarse a uno de los puestos de circulación y préstamo, suministrar la información requerida: nombre completo, datos de contacto, dos referencias, firmar el acta de compromiso y autorizar la toma de una fotografía personal. El proceso de afiliación también se puede realizar a través de un formulario de autoregistro que se encuentra en la página web del Sistema Bibliotecas Públicas de Medellín www.bibliotecasmedellin.gov.co
El usuario registrado en el SBPM, puede prestar hasta un máximo de 16 materiales en cualquiera de las bibliotecas, por un período de 10 días, renovables hasta por dos oportunidades consecutivas, siempre y cuando no esté reservado por otro usuario.
Entre todas las unidades de información, la colección disponible de material es de 499 mil 357 libros, 41 mil 82 audiovisuales, 6 mil 733 recursos digitales, 156 mil 298 publicaciones seriadas y 398 mil 750 de material en otros formatos. En Medellín, las bibliotecas son escenarios para la construcción de contenidos, y en las que no solo se accede al conocimiento sino que también se generan preguntas, encuentros y conversaciones ciudadanas, así lo ratifica Natalia Espejo directora del Parque Biblioteca de Guayabal quien dice: “En esa medida se entiende que la oferta bibliotecaria pasa de ser un asunto de custodiar la información a ser un asunto de tejer el conocimiento asociado no solo a lo académico”.
La Red de Bibliotecas
Para entender qué es y cómo funciona el Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín, es preciso también contar qué es y qué hace La Red de Bibliotecas. Vale la pena aclararlo porque en el imaginario colectivo se confunde la una con la otra. La Red de Bibliotecas es un programa de la Fundación EPM; es un portal web que agrupa servicios digitales para 115 bibliotecas de Medellín, Área Metropolitana y Antioquia; la Red, se ocupa de apoyar, difundir y visibilizar la labor que realiza cada una de ellas y cuenta además con un conjunto de servicios y contenidos digitales para sus usuarios. “La red, es un programa que administra unos recursos con el objetivo de promover el desarrollo sostenible de las bibliotecas públicas, que estén ubicadas en áreas donde el grupo EPM tiene impacto” asegura Juan Miguel Villegas, editor del portal de la Red de Bibliotecas. La Red entonces se enfoca en brindar apoyo permanente a las bibliotecas en sus procesos de inclusión digital, en el fortalecimiento físico y tecnológico de sus espacios y en su proceso de creación de servicios accesibles para personas con discapacidad, para esto se vale de estrategias como alianzas con instituciones públicas y privadas; formación de usuarios (EnglishNet, BibliTICando), iniciación a la fotografía digital y apreciación cinematográfica; capacitación del personal bibliotecario en competencias para el servicio; dotación y donación bibliográfica y tecnológica, entre otras. Para saber cómo hacer parte de la Red, consulte en www.reddebibliotecas.org.co
Parque Biblioteca Belén
Bibliotecas en El Poblado
A la fecha la Comuna 14 no tiene una biblioteca pública en su territorio, sin embargo, en los diseños de lo que será la UVA (Unidad de Vida Articulada) de El Poblado, se contará con un edificio cultural que incluye una biblioteca, una aula múltiple y tres aulas para el programa Buen Comienzo. Entre tanto, los habitantes de El Poblado pueden acceder, por ejemplo, a la Biblioteca Luis Echavarría Villegas de la Universidad Eafit, a la biblioteca del Politécnico Jaime Isaza Cadavid o a la Fundadores de la Universidad CES. “No solo somos biblioteca académica que acompaña las tareas de la universidad. Las personas vecinas de la comuna que quieran venir, pueden acercarse y no solo tendrán acceso a la colección bibliográfica sino también a la sala de cine, la de música y la virtual. También pueden hacer préstamos de material”, comenta Nora Ledis Quiroz, directora de la Biblioteca Fundadores que está abierta de lunes a viernes de 6:30 de la mañana a ocho de la noche y los sábados de 7:30 de la mañana a dos de la tarde.
Continúa, por ahora, la restricción del parrillero en Medellín
Inconformidad por poda de árboles y ocupación de vía durante Colombiamoda
La estructura ocupa una cuadra y el paso por la acera, en el costado norte de la calle 41, está cerrado, como se observa en la imagen
Asimismo, hay quejas porque la instalación de la estructura demandó la poda de varios de los árboles que crecen en el separador de la calle 41.
Montaje de la carpa en la calle 41, despues de la poda de varios árboles
La carpa en cuestión se levanta entre la acera del pabellón verde del Palacio de Exposiciones y el andén del Teatro Metropolitano, cubriendo ambos carriles de la calle 41, entre la carrera 57 y la Avenida Regional (carrera 62).
Así luce el andén contiguo al Teatro Metropolitano José Gutiérrez Gómez
Interior del pabellón infantil de Colombiamoda, instalado sobre la calle 41
Este martes interrumpirán el suministro de agua en la Loma de Los Balsos
Puntos de atención del Tránsito en Medellín
Estos son algunos puntos de atención del Tránsito en Medellín donde podrá hacer los Siguientes tramites:
- Liquidación y pagos de comparendos .
- Notificación, liquidación, acuerdos de pago y atención de audiencias por fotodetección .
- Matriculas iniciales .
- Traspasos .
- Pago de cuotas de acuerdos de pago .
- Expedición, duplicado, refrendación y recategorización de licencias de conducción.
- Duplicado de placas .
- Expedición de historiales.
- Expedición de certificados y paz y salvos .
- Expedición y renovación de tarjetas de operación .
- Inscripción y levantamiento de prenda .
SEDE TRÁNSITO CARIBE
Ubicación: Carrera 64 C # 72 – 58 (Barrio Caribe).
Horarios:
Lunes a viernes de 7:30 am. a 5:30 pm. (El horario de atención es hasta las 4:30 pm. La suscripción de acuerdos de pago se hace solo hasta las 4:00 pm. y los viernes hasta las 3:00 pm.) .
Sábados de 9:00 am. a 12:00 m. (El horario de atención es hasta las 11:30 am. Los sábados no se realizan acuerdos de pago y la entrega de vehículos se lleva a cabo hasta las 11:00 am.).
Servicios:
- Matriculas iniciales.
- Tramites en general.
- Licencias de conducción.
- Suscripción de acuerdos de pago y pago de cuotas.
- Audiencias.
- Entrega de vehículos.
- Notificación y pago de comparendos.
- Notificación de accidentes.
- Pago de semaforización.
- Historiales.
- Paz y salvos.
Formas de Pago:
- Efectivo
- Tarjetas débito y crédito (Excluyendo Dinners Club y débito Visa).
SEDE LA FRONTERA
Ubicación: Centro Comercial Sao Paulo (La Frontera) Carrera 43 A # 18 Sur – 135, local 322
Horarios:
Sábados de 9:00 am. a 12:00 m .
Servicios:
- Liquidación y pagos de comparendos .
- Notificación, liquidación, acuerdos de pago y atención de audiencias por fotodetección .
- Matriculas iniciales .
- Traspasos .
- Pago de cuotas de acuerdos de pago .
- Expedición, duplicado, refrendación y recategorización de licencias de conducción.
- Duplicado de placas .
- Expedición de historiales.
- Expedición de certificados y paz y salvos .
- Expedición y renovación de tarjetas de operación .
- Inscripción y levantamiento de prenda .
No se realiza:
Entrega de vehículos.
Formas de pago:
Tarjetas débito y crédito (Excluyendo Dinners Club y débito Visa).
SEDE PREMIUM PLAZA
Ubicación: Centro Comercial Premium Plaza, Carrera 43 A con calle 30, local 1149
Horarios:
Sábados de 8:00 am. a 12:00 m.
Servicios:
- Notificación y pago de comparendos.
- Pago de cuotas de acuerdos de pago.
- Programación de cursos pedagógicos.
- Pago de semaforización y audiencias.
No se realiza:
Formas de pago:
PUNTO DE ATENCIÓN MÁS CERCA EL POBLADO
Ubicación: Carrera 43 B # 11 – 02 (Barrio Manila)
Horarios:
Sábados de 9:00 am. a 12:00 m. (El horario de atención es hasta las 11:30 am.) .
Servicios:
- Matriculas iniciales.
- Trámites en general.
- Notificación y pago de comparendos.
- Licencias de conducción.
- Pago de cuotas de acuerdos de pago.
- Historiales.
- Pago de semaforización.
No se realizan:
Formas de pago:
Tarjetas débito y crédito (Excluyendo Dinners Club y débito Visa).
PUNTO DE ATENCIÓN MÁS CERCA BELÉN
Ubicación: Carrera 76 # 32 – 74
Horarios:
Los días sábado no hay servicio .
Servicios:
- Notificación y pagos de comparendos.
- Pago de cuotas de acuerdos de pago.
- Programación de cursos.
- Pago de semaforización.
No se realiza:
Trámites y suscripción de acuerdos de pago.
Formas de pago:
Sólo efectivo.
¿Qué le ocurrió anoche a la electricidad en El Poblado?
Comienzan las excavaciones en La Escombrera
Tenga en cuenta las vías alternas durante el V Desfile de Motos Antiguas
La Casa Blanca de El Poblado se llena de música con Alexa y Julián
Alexa Cortés es cantante lírica egresada de la Universidad de Antioquia, máster en Producción y Gestión de Espectáculos y máster en Gestión Cultural, de la Universidad de Barcelona
El próximo 3 de agosto hay rotación del Pico y Placa
La rotación del Pico y Placa para motos de dos tiempos, automotores particulares y taxis se hará efectiva el próximo 3 de agosto.
La Secretaría de Movilidad anunció que la medida regirá de 7:00 a 8:30 y de 5:30 a 7:00 de la noche, es decir, el mismo horario que tiene actualmente.
Durante la primera semana (del 3 al 6 de agosto) de la nueva rotación, las sanciones a los conductores infractores tendrán un carácter pedagógico.
Entérese de los cambios de la movilidad en la Avenida 33
Según las autoridades, el cierre de la oreja que conecta la Avenida 33 con la Autopista Sur, en sentido oriente-sur y el lazo de conexión noroccidental que une la Autopista Sur con la Avenida 33, se hace necesario debido al avance en la obra Parques del Río.
Este cierre se extenderá hasta que culminen las obras en ese sector.
Rutas alternas
Los vehículos que vienen desde el oriente por la avenida Las Palmas, y que lleguen a la Avenida 33, deberán tomar la triada (calle 38) y continuar hacia el sur por Carabobo (carrera 52), o por Bolívar (carrera 51) hasta la Avenida Industriales. Desde allí, los vehículos deberán continuar por el puente de la calle 30 para empalmar con la Autopista Sur.
Los automotores que vienen desde el oriente por la Avenida 33 deben retornar en la glorieta de Exposiciones hasta Carabobo (carrera 52), o por Bolívar (carrera 51) hasta la Avenida Industriales donde podrán continuar por el puente de la calle 30 y empalmar con la Autopista Sur.
Los vehículos que vienen desde el oriente y llegan al puente de la Avenida 33 sobre el río, deben continuar hasta Bulerías y retornar por la Avenida 33 en sentido occidente – oriente.
A quienes vienen desde el norte por la Autopista Sur y se dirigen hacia el occidente a la altura de la Avenida 33, se les sugiere tomar San Juan (calle 44), la canalización de la quebrada La Picacha. Otra posibilidad es pasar la Avenida 33 y tomar la oreja en sentido norte-oriente, para retornar en la glorieta de Exposiciones. Igualmente, pueden desviarse por la Avenida Bolivariana para tomar la Avenida 33 hacia el occidente.
Quienes se desplacen por la Avenida Ferrocarril sentido norte – sur, deben tomar el Puente de Guayabal sobre la glorieta de Exposiciones.
Historias para reconocernos

Por Luisa Martínez
Un gran campo de caña de azúcar aparece, hermoso, cubriendo la pantalla gigante. Es la imagen de una tierra cercana, un pasaje a experiencias de infancia, una pieza de recuerdos viejos, un paisaje común. Podría ser un campo de cualquier otro cultivo de tierras colombianas, en donde los campesinos padecen la inclemencia del progreso, pero este es el universo que nos presenta el director caleño César Acevedo, en su primera película La Tierra y La Sombra, que se estrena el jueves 23 de julio en las salas de cine del país.
La Tierra y La Sombra llega de Cannes 2015 como la película colombiana más galardonada en ese festival, en la historia del cine local. Se llevó el premio Cámara de Oro a la mejor ópera prima y tres reconocimientos más: Le Grand Rail D’Or, el Premio SACD –otorgado por la sociedad de autores–, y el France 4 Visionary Award –al cine independiente–. Así, esta obra se une a esas creaciones emergentes que atraen las miradas del mundo a las producciones del país. La película, de aparente sencillez, está cargada de detalles simples que logran su compleja esencia. Y es porque surge de los sentimientos más profundos y honestos de un joven de la ciudad de Cali. La historia se le ocurrió a César Acevedo a los 19 años o, más bien, fue el producto de lo que vivió en ese momento. “Nació de un dolor personal, de la muerte de mi madre y de la soledad que me produjo la ruptura de mi familia. Fue una película con la que traté de volver a los seres que más amaba, hacerle frente al olvido, sacarme los dolores y también cosas buenas”, expresa el director. Los espectadores, afirma, podrán ver una película de lo difícil que es perder los lazos con los seres que más amamos. La producción no es la biografía de César, pero es parte de él: “Hay recuerdos de mi vida, pero sí tomé una distancia porque quería que le llegara a todo el mundo. El universo funciona por sí solo y quien la ve no necesita conocerme para conectarse con él”.

“La película hace que te mueva algo en el interior y te lleva a pensar en la situación de las personas invisibles por la sociedad”, apreciación de Martha Ligia Parra. Foto Cortesía
Para ir más allá de lo personal, la narración toma la historia de una familia campesina que devela cómo, por el progreso, “está en juego el valor del arraigo, de la identidad por la tierra y a lo que se ve enfrentada esta población por la necesidad de vivir”. Ese campo de caña de azúcar que se ve es en El Tiple, un corregimiento del municipio de Candelaria, del Valle del Cauca, y allí permaneció César junto a un equipo de 30 personas durante las cinco semanas de rodaje, entre septiembre y octubre de 2014. Pero la producción es el resultado de un trabajo de 8 años de César y los amigos con los que creció en la vida y en el cine. El director vuelve a este tema porque allí están sus orígenes: “La caña hace parte del paisaje emocional de mi vida y quería hablar de todos esos problemas que se han generado por esta industria, el desplazamiento, las enfermedades… Y mostrar cómo ese progreso ha pasado por encima de los seres humanos y es legitimado por los ojos de la historia y por nosotros mismos”.
A sus 20 años, tenía el guión, la historia, el conflicto… como él dice, el microcosmos que es esta película. Fue por su compañera de pregrado en comunicación social y periodismo de la Universidad del Valle, Paola Pérez, que la película llegó a la productora Burning Blue, de Bogotá, la cual apoyó el proyecto y a la que el director le da el mérito de ser, según afirma, una de las pocas empresas de Latinoamérica que por quinto año consecutivo tiene una producción en el Festival de Cannes. La productora de La Tierra y La Sombra, es la ya reconocida joven paisa Diana Bustamente, también directora artística del Festival Internacional de Cine de Cartagena.
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César Acevedo, director de La Tierra y La Sombra. |
Nueva dirección en el Festival de Cine Colombiano
La película La Tierra y la Sombra tuvo un preestreno especial en el lanzamiento de la decimotercera edición del Festival de Cine Colombiano de Medellín que, en un mes, llenará una vez más los escenarios de la ciudad con cine propio. Del 24 al 28 de agosto se proyectarán más de 20 películas colombianas, con entrada libre y que estuvieron en cartelera entre 2014 y 2015.
Este año, la Corporación Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia, creadora del Festival de Cine Colombiano, estrena directora artística: la crítica de cine y docente universitaria Martha Ligia Parra Valencia. El día de su presentación llegó feliz y emocionada. Antes de salir de casa, pensó en el lanzamiento del festival, en la acogida que podría tener, en el nuevo reto que comenzaba. Tal como lo pensó, se llevó una grata recompensa: “Sí, estoy haciendo lo que quería hacer y es el sitio donde quería estar”, expresa Martha Ligia Parra.
Y es que han sido 25 años de trabajo dedicado al cine desde la apreciación, la reflexión, la historia, la investigación. En su experiencia se destaca el ser columnista, jurado de convocatorias y festivales dentro y fuera del país, y autora y coautora de los libros Cine y cinco expertos (Dirección, Arte, Guión) y De la novela colombiana al cine.
Una industria en ciernes
Su intención, en sintonía con la del festival, es acercar al público a las películas colombianas para “que nos reconozcamos en esas imágenes que se están creando y entendamos que es importante para la identidad de un país”. La industria del cine colombiano “está en ciernes”, asegura Parra. Por eso dice que están pasando tantas cosas interesantes. Por un lado se está naciendo y a la vez surgen una cantidad de talentos “precoces” –como el del director César Acevedo– de las escuelas de cine y de las facultades de comunicación. Los temas han cambiado y hay nuevas miradas, aunque no se debe desconocer “que vivimos en una Colombia en guerra. El problema no es hablar de la violencia, –que es tan criticado por los espectadores–, sino la manera de contarla”. Desde su apreciación piensa que “es muy bonito que en medio de la guerra está floreciendo el arte”.
La industria del cine en Colombia “es muy prometedora, porque no solo lo estamos diciendo los críticos colombianos, sino que está siendo reconocida afuera…”. Afirma que al año, en Colombia, se están estrenando 30 largometrajes y que se hacen documentales, animaciones y una gran cantidad de coproducciones, pero el problema es que muchas de esas películas duran muy poco en cartelera. A estas, “se les debe dar mayor oportunidad para que encuentren su sentido, que es el público”, expresa. Piensa que hay unos fenómenos en el cine colombiano muy interesantes, como las películas taquilleras de Dago García. “Esas películas son importantes porque impulsan la industria”.
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Martha Ligia Parra, nueva directora artística de la Corporación Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia |
La edición 13
Entre las novedades de este año, según su directora Martha Parra, es que este será un “festival austero”, pero sin demeritar y afectar la calidad artística, la muestra central y la formación académica, que es uno de sus fuertes. Explica que será así porque encontró, que el festival estaba dando pérdidas, por lo que propuso al equipo de trabajo ajustar el presupuesto, ser creativo y concentrarse en lo más importante: fortalecer el espacio.
La música en el cine es el tema del festival, y el diálogo será en un seminario con 11 invitados nacionales e internacionales. Además del Taller de Talentos Cinematográficos, continúa la iniciativa Pelados al Cine, que busca atraer a los jóvenes de barrios, que nunca han ido a una sala de cine. Para próximas ediciones se quiere reforzar la muestra de cortometrajes y abrir un espacio al patrimonio fílmico colombiano.
Esta vez, dentro de los invitados especiales estará el actor, guionista y dramaturgo Humberto Dorado, a quien se le hará un homenaje por su aporte al cine colombiano, con una retrospectiva con seis de sus mejores películas.
Mayor información en festicineantioquia.com
Progresión: la nueva exposición de Aníbal Vallejo
Aníbal Vallejo
Víctor Pérez, Silvia Vallejo
Alejandro Quiceno, Carole Soulas
Carla Moy, Andrés Arango
Catalina Franco, Sara Alzate
Daniel Mecklar, Moisés Montoya
Federico Gómez, María Luisa Vargas
James Vásquez, Juliana Mira, Carlos Gurtiérrez
Juan Diego Meneses, Sebastián Cadavid, Carlos Arango
Manuela Velásquez, Iván Hurtado, Jorge Mejía
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María Mercedes González
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Carlos Uribe
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Natalia Vallejo, Aníbal Vallejo
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Sebastián Calle
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Osvaldo Castaño
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Verónica Londoño
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El yoga se tomó Ciudad del Río
Vrinda González, Gourangi Devi
Ángela Vanegas, Andy Bailey, Paula Villegas
Carlos Hernández, Lina María Reina
Carolina Moncada, Michael Kunz
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Carolina Villalba
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Luisa Jaramillo
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Claudia Nuñez, Johnathan Julio
Daniela Correa
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Gupta Govardhan Das
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Juan David Cardona
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Juan Esteban Grajales, Roberto Muñoz
Valeria Hernández
Nicolás Escobar, Stephanie Rodas
Patita Pavana Das, Mohana Vásquez
Tatiana Vanegas, Olga Naranjo, Magda Ballesteros, Luis Montaña
Vrindaban Chandra, Hari Hara Das
XVIII Exposición de Bonsái
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Cambria Café Resto
Luis Javier Restrepo y Beatriz RestrepoCambria funciona de manera simultánea como panadería–repostería y restaurante bar. Desde temprano en la mañana, Beatriz y su equipo hornean panes (recomendado la ciabatta), rollos de canela rellenos de frutos rojos, tortas de brownie y de zanahoria, croissants dulces y salados, galletas, entre otros incitadores manjares.
Cocina internacional, particularmente la europea y la norteamericana, es el concepto dominante en la carta de Cambria. El solomito California (un jugoso medallón al horno con salsa de champiñones y tocineta, servido con puré de papa gratinado, y ensalada con vinagreta de vino y yogurt), el salmón del Nilo (un tierno salmón en una mezcla de granos egipcios y romero, acompañado de cuscús y espárragos) y las supremas de la colonia (filetes de pollo rellenos de jamón y queso y albahaca, envueltos en tocineta y acompañados de zanahorias y habichuelas salteadas en jengibre y miel) y la Belusa (canasta de hojaldre, de pollo o vegetariana), son los fuertes destacados por Luis y Beatriz Restrepo. De la sección de repostería, resaltan el cheesecake con salsa de rosas y el pecan pie.
Sándwiches, pastas y desayunos gourmet completan el abanico de delicias de Cambria, sitio que también es frecuentado por los amantes de sus capuchinos de sabores (sugeridos el de menta, el de avellana y el de frambuesa) y su expreso Martini (un Martini de café).
Cambria está ubicado en Manila (Carrera 43 E No.12 –16). En semana, abre a las 7:30 am y los sábados a las 8 am. De lunes a miércoles cierra a las 8 pm, los jueves a las 9:30 pm y los viernes y sábados a las 11 pm. Informes en el 352 1970.
Supremas otoñales
(para 2 personas)
Ingredientes
• 2 filetes de pechuga de pollo de 130 gr.
Para el marinado
• ½ taza de jugo de limón.
• 3 cucharadas de cilantro.
• 1 diente de ajo picado.
• 1 cucharadita de sal marina.
• 1 cucharadita de pimienta.
Para el relleno:
• 4 cucharadas de queso crema.
• 2 tajadas queso fundido.
• 1 cucharada de aceite de oliva.
• 80 gramos de zucchini, picado finamente en cuadritos.
• 4 albaricoques cortados en láminas.
• 50 gramos de maní triturado.
• 30 gramos de ajonjolí.
• 50 gramos de champiñones cortados en láminas.
• 1 pizca de cardamomo.
• Un tris de cúrcuma.
• ½ oz de vodka.
• Hojitas de tomillo.
Procedimiento
Preparar el marinado con todos los ingredientes y sumergir los filetes en la mezcla, dejarlos allí mientras se prepara el salteado.
Saltear el maní y el ajonjolí hasta que doren y comiencen a soltar sus aceites y aromas, luego incorporar el aceite de oliva y el zucchini. Al tiempo, se agregan los champiñones, el tomillo, las especias y el licor. Continuar salteando por 2 minutos hasta lograr el aroma y textura deseada.
Disponer los filetes sobre una tabla y untarlos con el queso crema, poner el queso fundido, el salteado y los albaricoques. Envolver los filetes, sin que se salga el relleno, y colocarles un palillo para que no se desarmen. Cortar cada rollo en la mitad y ubicarlos en un molde. Bañarlos en la salsa de estragón y llevarlos al horno por 15 minutos a 180 °C.
Retirarlos del horno y servirlos sobre un espejo de salsa. Decorar con un poco del salteado y ramas frescas. Acompañar las supremas con ensalada de hojas verdes.
Para la salsa:
• 4 cucharadas de crema de leche.
• Una cebolla morada picada finamente.
• 1 cucharada de mantequilla.
• 4 cucharadas de hojas de estragón frescas.
• 2 onzas de vino blanco.
• 1 cucharadita de pimienta.
Preparación
Quebrantar las cebollas moradas en la mantequilla, verter el vino y luego incorporar los demás ingredientes hasta lograr una salsa ligera (dejar a fuego bajo durante aproximadamente 5 minutos).
Chía, saludables delicatessen
Desayunar, almorzar o tardear de una manera saludable, sin remordimientos, probando delicatessen naturales, nutritivos y deliciosos, es un plan a realizar en Chía, un nuevo espacio de las administradoras de negocios de Eafit, Laura Gómez y Marcela Acevedo, quienes lo atienden personalmente en el Mall San Lucas Plaza (local 159).
La principal materia prima en Chía es, como su nombre lo indica, la semilla de chía, que se caracteriza por su alto contenido de calcio, fibra, omega 3 (siete veces más que el salmón), proteína y antioxidantes.
Chía ofrece “superalimentos” que nutren, aumentan la energía, mejoran el sistema inmunológico y el estado de ánimo. El gran recomendado es el parfait, el cual contiene pudding de vainilla a base de chía, yogurt griego (sin azúcar), frutas y frutos secos. Para matar el hambre, entre comidas, están los snacks saludables como los rollos de canela y quinua, las bolitas de energía (en cuatro sabores: chocolate, maní, pistacho, arándanos) y las tortas de banano y zanahoria. De las bebidas, se destacan los chocolates calientes: de maní, blanco y oscuro (con un 75 % de cacao).
Ensaladas, sándwiches, wraps, tartaletas y los chía chips (nachos elaborados sin ningún tipo de harina, que van acompañados de hummus o guacamole), son algunas alimenticias opciones de sal.
Chía abre de lunes a jueves de 10 am. a 7:30 pm. Los viernes y sábados abre a la misma hora pero cierra a las 8 pm. Los domingos funciona de 10:30 am. a 7 p.m. Informes en el 321 8878.
El sistema del arte

Uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia de Occidente se produjo, en realidad, al margen de la historia. En el terreno de la mitología griega.
Es el momento en el cual el joven dios Zeus, salvado por el amor y el dolor de su madre de la furia obsesiva de su padre Cronos, o quizá mejor de la debilidad que en Cronos produce la conciencia de la traición y del pecado cometido por él contra su propio padre, se levanta contra este y contra todas las anteriores generaciones divinas. Antes de que su madre pudiera ocultar y salvar a Zeus, Cronos (el tiempo) devoraba a sus hijos apenas nacidos para evitar que, una vez hechos mayores, pudieran atacarlo como le había anunciado su padre, Uranos, a quien Cronos castró y destronó.
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Edipo y la Esfinge. Gustave Moreau (1864)
Museo Metropolitano Nueva York |
Como ocurre siempre en los relatos de la mitología, hay versiones distintas en las cuales los actores de estas luchas cambian de posición o de estrategia. De todas maneras, quizá lo más impactante es que, frente al antiguo universo de dioses incomprensibles y espantosos, Zeus y sus hermanos aparecen casi como vecinos felices, bellos y potentes, con quienes quisiéramos encontrarnos.
Aquellas guerras de los dioses olímpicos contra los titanes y contra los gigantes, que los griegos amaban representar en todos sus templos, de manera obsesiva como si fuera necesario que las personas más sencillas y corrientes no las olvidáramos, más importantes que la guerra de Troya o la que sostuvieron todas las ciudades helénicas contra los persas, es uno de los momentos fundamentales en la vida de cada uno de nosotros.
Y es fundamental, aunque sea un mito que no sigue esquemas temporales humanos y que ni siquiera pertenece a nuestro ámbito geográfico, sino que es un mito “extranjero”, en todo caso. Pero es, realmente, una expresión de lo que somos.
Porque lo fundamental aquí no es lo que ocurre en esas batallas fantásticas sino las causas y el resultado de la guerra, sin que pueda olvidarse ninguno de los dos aspectos.
Por una parte, porque esta es una guerra contra el absurdo de que el tiempo nos mate irremediablemente: aunque seamos productos suyos, Cronos devora a sus hijos, nos destruye, como aparece en la terrible pintura de Goya; por eso, la guerra de los olímpicos contra los titanes y los gigantes es la lucha por la vida y la obsesión por la permanencia. Pero, además, la guerra se produce, no tanto por los temores de Cronos y por las aspiraciones de poder de Zeus, sino porque todas las acciones, humanas y divinas, tienen consecuencias: siempre hay que pagar las culpas, por insignificantes e intrascendentes que parezcan.
Y, por otra parte, porque el resultado de la guerra es el triunfo del ideal humano: belleza, perfección, poder, equilibrio, permanencia; lo que son los dioses; aunque para nosotros, pobres mortales, todo permanezca en el plano de la aspiración. Pero, al fin de cuentas, triunfo de lo que creemos o queremos ser…
Zeus contra los gigantes. Altar de Pérgamo Museo de Berlín
Hasta que, querámoslo o no, la realidad nos muestra que ese ideal es solo una ilusión y que la vida, quizá, nos lleva por caminos que pueden ser totalmente contradictorios. Y, cuando creíamos encontrarnos en un mundo feliz y perfecto, nos chocamos con las fuerzas del destino.
Es terrible.
Con Edipo se repite la historia: la inteligencia humana del héroe desentraña el enigma de la esfinge y, como consecuencia, la bestia muere.
Edipo siempre podrá repetirse, con toda la seguridad del mundo, que hizo lo humanamente posible por actuar de la manera más ética y sincera: abandonó a quienes creía que eran su verdadera familia para no correr el riesgo de hacerles mal y, sin querer, acabó destruyendo a sus padres biológicos y cometiendo los crímenes más abominables, sin que su buena fe o su real saber y entender tuvieran ninguna importancia.
Ante Edipo que, tras la muerte de su madre y esposa Yocasta, se presenta dolorosamente ciego ante los ciudadanos de Tebas, cabe siempre la pregunta de si valía la pena que los humanos intentaran derrotar al destino incomprensible e incontrolable. O, lo que es lo mismo, si tenía algún sentido que los dioses olímpicos hubieran derrotado a los monstruos inmortales de las generaciones nacidas del caos, ente la tierra y el cielo.
Es esta la tragedia del hombre pero es, al mismo tiempo, el contexto de nuestra existencia. Por eso, desde Grecia, el ser humano es el centro de las preocupaciones humanas. La guerra contra el mito nos permitió entender que, ante todo, somos humanos y que esta conciencia es el punto de partida del sentido de todas nuestras creaciones: el arte, la literatura, la ciencia y la filosofía.
De alguna manera, en ese momento mitológico comienza nuestra verdadera historia y, por supuesto, también la historia del arte.
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Sobre lo oculto

¿Qué es lo oculto? Es a su vez un adjetivo y el presente y participio del verbo ocultar, que proviene del latín occelere. (Ob: frente a, y celare: esconder) y, a su vez, del indoeuropeo kel: ocultar, presente en clandestino y célula.
En el lenguaje corriente, oculto es todo lo que está escondido o guardado, o lo que escapa a nuestra comprensión. Lo oculto tiene un atractivo para el ser humano. Pero el término se distorsionó. Se estiró y dio origen al “ismo”… Ocultismo: saco en el que hemos acomodado muchas corrientes, la mayor parte pensadas para engañar incautos y alimentar falsas ilusiones.
Rudolf Steiner, filósofo y científico austríaco, fundador de la Antroposofía y la Pedagogía Waldorf, escribió La Ciencia Oculta, un bosquejo. En la introducción aclara que el sentido de la palabra oculto está relacionado con lo que no podemos captar con los sentidos corrientes, lo que se esconde a la percepción y necesita ser conquistado, comprendido. La Ciencia Oculta relata –desde un punto de vista espiritual y no evidente– el proceso de evolución de la Tierra y de la humanidad. Cuenta cómo nuestro planeta ha pasado por otras tres etapas previas a la actual y relata cómo ha sido la evolución de la conciencia humana hasta nuestros días.
Desde una nueva antropología, que incluye el nivel espiritual, Steiner se ocupa del ser humano como un todo y escribe Una Fisiología Oculta, que parte de la observación de la naturaleza oculta del hombre. Por ejemplo, tenemos niveles no manifiestos de organización que llamamos cuerpos suprasensibles, que no son percibidos por los sentidos. Nuestro cuerpo vital, nuestro plano mental y emocional y nuestro yo, se ponen en evidencia por sus manifestaciones, pero no son objetivables por los sentidos corrientes.
Sabemos que tenemos órganos, pero no los vemos. El órgano más invisible de todos es el bazo. Es el único órgano vital que se puede sacar sin que se afecte la vida. Es el responsable de los ritmos internos: regula el encuentro entre los alimentos y la sangre, y es de gran importancia para el sistema inmune. Lo que nace en la medula ósea, muere en el bazo: allí fenecen los glóbulos rojos y las plaquetas después de cumplir su tarea. Solo lo reconocemos porque en el lenguaje común decimos “tengo bazo”, cuando sentimos una punzada en el vientre izquierdo. En la tradición ayurvédica es el portador del Prana, de la vitalidad.
Asuntos ocultos: Reporto con sentimiento de pesar el paso del umbral de dos personas cercanas: el columnista de Vivir en El Poblado, escritor, filósofo y diletante, José Gabriel Baena. Confieso que leía con gozo sus columnas y viajaba con él a otras realidades, a otras maneras de ver el mundo. Compartía con él ese extraño destino de ser hijos de libreros.
Y el médico veterinario David Botero Gómez, hermano del colega Camilo Botero G. –hoy oncólogo de orientación antroposófica, en Barcelona–. Tuve el gusto de atender a David en mi consulta y de recibir pacientes que me remitía de Entrerríos, Antioquia. Allí lo querían y lo valoraban como un gran ser humano, siempre dispuesto a servir. Hay mucho dolor y muchas preguntas en la comunidad de Entrerríos, donde David vivió y sirvió durante 20 años.
opinion@vivirenelpoblado
Consumo de marihuana en El Poblado aumentó en los últimos ocho años
En 2006, de cada 100 estudiantes, casi 13 habían consumido marihuana durante la vida. En 2014, 24 de cada 100 lo habían hecho
“En La calle 1 (loma de Los Parra) tenemos una situación muy compleja en relación con el consumo de vicio. Lo están haciendo frente a las casas y a cualquier hora, he llamado varias veces a la Policía y he hablado con el nuevo comandante, pero no resuelven nada.
Hasta la cocina de mi casa llega el olor de la marihuana”. Este es el testimonio de un habitante de El Poblado que vive por el sector del colegio Santa Catalina de Siena y quien se siente abrumado por el consumo de marihuana en su barrio.
Otro testimonio, que hace parte de uno de los tantos que recoge el estudio titulado Comportamiento de las adicciones en la comuna El Poblado, realizado por la Secretaría de Salud de Medellín, en convenio con la Universidad Ces durante 2014, dice:
“Si (los jóvenes) están alcoholizados les pueden quitar el carro y el pase, en cambio, la marihuana no deja ningún rastro (…) si un policía te ve no te va a hacer nada y estás en tu traba, además, (la marihuana) no te deja oliendo a nada, podés llegar a tu casa perfectamente y (los padres) están sanos, olés a humo pero si te echás una loción eso se te pasa; en cambio, el tufo del alcohol no se pasa con nada (…) y entrás a tu casa tambaleando y vomitando”.
Ambos comentarios dan cuenta de la situación que se vive en El Poblado frente al consumo de sustancias psicoactivas.
El estudio arrojó que el consumo de marihuana aumentó significativamente, entre 2006 y 2014, en los estudiantes de instituciones públicas y privadas ubicadas en El Poblado. De acuerdo con la investigación, realizada en 2006 y denominada Primer estudio salud mental del adolescente, de cada 100 estudiantes 13 habían consumido marihuana durante su vida. En comparación, en 2014, 24 de cada 100 lo habían hecho.
También alerta a las autoridades el consumo de la “Cripa”, una especie de marihuana que, según el más reciente estudio, llegó a Colombia por vía aérea en forma de semilla. “La palabra Cripa proviene del término creep en inglés, que significa arrastrarse, y llamada así por los fuertes efectos que produce en el organismo. Una de las novedades de esta hierba alterada genéticamente en los laboratorios, es que tiene un efecto 15 veces mayor al de la marihuana criolla”, asegura el estudio.
El consumo de alcohol en el sexo femenino ha aumentado
“Llama la atención lo encontrado sobre el consumo de bebidas alcohólicas y consumo hasta la embriaguez según el sexo, donde el femenino presenta un fuerte aumento”, dice la reciente investigación. También, explica que se destaca el consumo de alcohol como un medidor en las relaciones sociales y que, como integrador, juega un papel importante en la socialización de los grupos de jóvenes de El Poblado. En relación con el consumo de cigarrillo, el estudio dice que los indicadores de consumo de esta sustancia “confirman la excelente evaluación de la política pública sobre su control, disminuyendo la prevalencia de vida en más del 10,0 por ciento y la prevalencia anual en 8,0 por ciento”.
De las adicciones no químicas
La investigación también hace referencia a las adicciones no químicas, como la ludopatía, las adicciones tecnológicas y al ejercicio (vigorexia). En relación con la ludopatía, afirma que el 14 por ciento y el 6.8 por ciento de los jóvenes de sexo masculino y femenino respectivamente, presentan prevalencia de ludopatía y que la frecuencia en la presentación de problemas “siempre o con frecuencia por la utilización del internet es mayor del 25 por ciento y, por jugar con videojuegos, mayor del 20 por ciento”.
“Cocaína rosada”
Para los expertos, como el médico toxicólogo Hugo Gallego, el mundo de las drogas ilícitas ya traspasó los límites de la marihuana, la heroína y la cocaína, y se imponen nuevas como la llamada “cocaína rosada” o también conocida como 2CB, nombre pronunciado en inglés. “Es una metanfetamina, más potente que la cocaína. Son unas pastillas que las están triturando y pulverizando y las venden en bolsitas; la consumen inhalada o se la echan al licor”, dice el experto.

Asegura, además, que las metanfetaminas son drogas sintetizadas en laboratorio y tienen principios activos estimulantes y alucinógenos.
Tras la ingesta, “la cocaína rosada” puede empezar a actuar en el organismo a la media hora de haberse consumido y sus efectos son: aumento de la energía corporal, percepción alterada de la realidad, movimientos estereotipados (movimientos repetitivos), inquietud, desasosiego, que pueden durar de seis a ocho horas siempre dependiendo de la dosis y de la persona.
Esta droga según el médico toxicólogo, también produce otros efectos como la sudoración, el aumento de la temperatura que puede llegar en algunos casos, a ocasionar en la persona un schock por calor, deshidratación y falla de riñón o, arritmia cardíaca, infarto agudo de miocardio, infarto cerebral y convulsiones. Según el experto, está demostrado que el consumo de 2CB ocasiona lesión o daño en grupos de neuronas que tienen que ver con el estado de ánimo y la memoria.
El 2CB no es cocaína, pero tomó el nombre de “cocaína rosada” porque una de las formas en la que se distribuye, es como el alcaloide, en bolsita.
Comenta el doctor Hugo Gallego que una pastilla de 2CB puede costar en el mercado entre 100 y 120 mil pesos; el precio de las bolsitas varía según el tamaño. Esta nueva droga, según el médico, es mucho más potente que la cocaína,” algunos hablan de hasta 50 veces más potente” dice.
“La edad promedio de inicio de consumo de sustancias está alrededor de los 13 años”
Desde la Secretaría de Salud del Municipio de Medellín se asegura que existe un trabajo permanente en El Poblado, enfocado hacia prevención del consumo de sustancias psicoactivas. “Tenemos un centro de escucha conformado por profesionales como psicólogos, sociólogos trabajadores sociales que se desplazan todos los días a la comuna para adelantar acciones en términos de prevención y mitigación.
Este centro de escucha no es un lugar fijo, por el contrario, estos profesionales, recorren el territorio, y se articulan con otras instituciones para tener un espacio abierto de escucha. De esta manera, cualquier persona puede acercarse a ellos para solicitar ayuda u orientación”, explica Lina María Pareja, referente técnico de drogas de la Secretaría de Salud de Medellín y quien coordina el programa Medellín sana y libre de adicciones.
Otra estrategia está direccionada desde la Secretaría de la Juventud, dependencia que forma jóvenes que a sus vez son gestores y que promueven el tema de la prevención del consumo de drogas y promoción de la salud.
Silvana Zapata, epidemióloga de salud mental de la Secretaría de Salud de Medellín, asegura que “la apuesta de la Alcaldía de Medellín es reducir el consumo de sustancias psicoactivas y aumentar la edad de inicio” y agrega: “la edad promedio de inicio del consumo de sustancia psicoactivas está al rededor de los 13 años”.
Estadísticas del estudio Comportamiento de las adicciones en la comuna El Poblado 2014
La nata contaminada que flota sobre El Poblado

< José Fernando Jiménez, de la Facultad de Minas
La imagen asusta: un manto de humo serpentea sobre la comuna 14, con un mensaje asfixiante para sus habitantes. Proviene del incendio en los bosques de Santa Elena, que durante la última semana de junio convirtió en cenizas parte del verde purificador de sus laderas. El video sintetiza dos horas de grabación (time lapse), para enseñar cómo los aires que recorren el valle, de norte a sur, distribuyen la humareda. Si eso se percibió en tan poco tiempo, ¿qué pudo pasar durante los diez días de la quema? La pregunta desvela al profesor José Fernando Jiménez, del grupo de investigadores de Meteorología Urbana, de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional.
Es el mismo estudioso que llueve sobre mojado cuando afirma que las emisiones de gases y partículas, producto de la combustión del tráfico vehicular, nos está intoxicando. Según Jiménez, en el sector que va del centro hacia el sur del área metropolitana es donde se concentran más vehículos por unidad de área. En El Poblado se agrava la situación con la cercanía de las vías arterias: la Regional, la Autopista Sur, Las Vegas y la avenida El Poblado. “Prácticamente de la calle 5 hacia el sur, el embotellamiento es casi permanente; además, nuestra cultura promueve el uso intenso del vehículo”.
El estudioso se detiene en este análisis: para que un carro arranque debe aumentar el consumo energético, pues al frenar y acelerar aumenta la emisión de contaminantes a la atmósfera. “Es increíble: en promedio la eficiencia de un vehículo es del orden del 30 %, o sea que de 100 unidades de energía que le meto para que ruede, solo 30 se convierten en transporte neto; lo otro, el 70 % restante, es energía que liberamos a la atmósfera en forma de calor, ruido, vibraciones, etcétera, y eso va acompañado de moléculas nocivas”, explica.
Hay otra estación en el Politécnico J.I.C., para medir contaminación en la vía regional
Acerca del comportamiento de la polución, el profesor Jiménez hace más gráfica su explicación: Montañas y valle estrecho generan mayores contaminantes atmosféricos, que circulan con dificultad. El viento los debería barrer, pero hay factores agravantes como la altura de los edificios que obstaculiza este ejercicio. Además, los primeros metros de la atmósfera urbana están muy contaminados y también entorpecen la circulación del aire; lo enredan.
Para Iván Sarmiento, director del Departamento de Ingeniería Civil, de la misma Facultad y experto en movilidad urbana, en la comuna 14 circulan muchas volquetas y carros grandes, que emiten contaminación a ojos vistas, sin mucho control. Consultado por Vivir en El Poblado, precisa: “Mi percepción es que en El Poblado se realizan muchas construcciones, sea de edificaciones u obras viales, las cuales requieren materiales de construcción, la mayoría de los cuales deben ser transportados en volquetas. Según el Área Metropolitana (en el Valle de Aburrá operan) unas 8.000 volquetas que diariamente, según el plan de Manejo de Residuos Sólidos de Medellín, transportan un promedio de 8.000 toneladas de escombros (…). En todo caso, todo viaje cargado lleva asociado un porcentaje a veces alto de viajes vacíos en el sentido contrario”.
Se doblará el número de carros
En relación con el control a volquetas, la abogada Isabel Cadavid, de la secretaría de Movilidad de Medellín, advierte que para ellas no existe un programa especial de chatarrización. Se cumplen tareas de vigilancia, al igual que al resto de automotores, para controlar su peso, que circulen por sectores autorizados, que la carga se mueva en condiciones adecuadas, que el conductor tenga la categoría de licencia y documentos en orden y que la revisión técnico mecánica esté actualizada.
Agrega que en el lugar de las obras hacen presencia los agentes del tránsito para ejercer estos controles, pero más allá no existen otras exigencias porque son de la órbita del Ministerio.
Sobre el desborde del parque automotor, Sarmiento precisa: “Es sabido por muchos que nuestro nivel de motorización en Colombia, e incluso en el Valle de Aburrá, aún es bajo respecto a valores internacionales de países industrializados. La tasa de autos particulares es de 100 autos por mil habitantes, y si incluimos las motos estamos en unos 190 vehículos por mil habitantes, y si incluimos (otros) motorizados (taxis, volquetas, buses), estaremos cerca de los 200 por mil habitantes, cuando las tasas internacionales muestran valores entre 500 y 700 vehículos por mil habitantes. Todavía nuestro potencial de crecimiento de motorización es grande y puede duplicarse en 20 años e incluso triplicarse en 50 años. Actualmente el número de viajes comerciales de livianos en la ciudad está entre 20 y 25 % del tráfico (carros livianos que transportan mercancías o prestan servicios de reparación, etc.) y si sumamos los viajes escolares, de buses, de camiones pesados, el tráfico que no es particular supera el 30 %”. Añade que, al aumentar la motorización en general, los particulares no encontrarán espacio y habrá que restringirlos un poco para dar paso a la movilidad comercial (carga y servicios) y pública, esencial para la economía de la ciudad.
Por un transporte más limpio
La industria transportadora ha hecho esfuerzos por mitigar la polución, introduciendo cambios respecto a la tecnología que utilizan. Ahora todo vehículo que ingresa al parque automotor de servicio público colectivo debe estar homologado por los ministerios del Medio Ambiente y de Transporte. La implementación de la Norma Euro V reduce el nivel de contaminación en un 80 %, debido a que sus emisiones de gases son más filtradas, más compatibles con el medio ambiente y por tanto con el ser humano. Esta tipología de buses está dotada con un motor más complejo, con inyección electrónica. La explicación es del presidente de la Asociación de Transportadores del Valle de Aburrá (Asotransvaa), Juan Gonzalo Merino.
A su turno la abogada Isabel Cadavid explica que en la ciudad la desintegración física de buses, taxis y microbuses, está reglamentada por la Resolución 1131 de 2009. Se produce cuando estos carros cumplen su vida útil (veinte años), y deben salir del parque automotor rodante, para reponerlos con nuevos vehículos de alta tecnología y que no sean tan contaminantes. La desintegración de automotores se produce casi a diario, señala, pero no impacta en el número de aparatos en circulación, porque cada unidad que sale se repone de inmediato.
< Juan Gonzalo Merino, presidente Asociación de Transportadores del Valle de Aburrá
No es el caso del programa de racionalización, resultado de la implementación del sistema metroplús, del Programa del Transporte Público de Medellín (TPM) y de los cambios que traerá el tranvía.
En ese sentido, Juan Gonzalo Merino explica que en el Valle de Aburrá había cerca de 7.300 buses, busetas y microbuses (4.250 sólo en Medellín). En la primera racionalización salieron 255 vehículos y 415 en la segunda, para sumar 670 retirados, que dieron entrada a 253 buses para las cuencas 3 y 6. Este proceso se ha cumplido en los dos últimos años. Ahora bien, con la entrada en servicio del tranvía y los cables se pretende sacar otros 276 buses.
“Nosotros creíamos en algún momento que en El Poblado no había problemas de contaminación ambiental en la partes altas. Pero la estación llamada Une Poblado (al sur, por Loma de los Balsos), de la red de monitoreo de la calidad del aire, dio una sorpresa: los niveles de contaminación registrados no son bajos”, revela el docente José Fernando Jiménez.
Se propone instalar este equipo, hoy inactivo, cerca de la calle 10 con la Avenida El Poblado, para optimizar su uso
La estación está apagada desde el 15 de julio, porque debe ser reubicada, trámite que adelanta el Área Metropolitana. El profesor Jiménez sugiere que sea instalada en un sector más central (el ideal: calle 10 con avenida El Poblado). “Es que no conocemos los niveles de contaminación que están afectando al grueso de la población que circula por estas áreas. Estamos revisando la red de monitores y quisiéramos ver si la gente está respirando un aire más contaminado de lo que estamos detectando”, añade.
No es fácil encontrar un lugar de ubicación que ofrezca seguridad para los equipos. No hay cultura ciudadana para respetar la estación y se llevan o destruyen las partes exteriores del equipo. La idea es encomendarlo a alguna institución privada o pública, a la Junta Administradora Local o a una Junta de Acción Comunal. Pero se necesita una mayor disposición de la ciudadanía para permitir que queden bien ubicadas, en el lugar más representativo de donde están las personas.
Cuando una estación detecta un incremento súbito y sostenido de contaminación, la autoridad ambiental debe emitir la alerta respectiva. Pero sin instrumentos no existe tal posibilidad. “Por favor, ¡que nos ayuden!”, clama el investigador.
Por ahora, doble calzada incompleta en Los Parra

Actualmente se está finalizando el lleno para hacer la estructura de pavimento de la vía. La intervención total comprende: dos calzadas, cada una de 7 metros para dos carriles, un separador de 2 metros y dos andenes de 2 metros
Por Luisa Martínez
La Prolongación de la loma de Los Parra, tramo 2, que va desde la carrera 43 C hasta la Avenida El Poblado (carrera 43 A), y que hace parte del proyecto de Valorización de El Poblado, está a un mes de entrega, de acuerdo con el cronograma del Consorcio AS 2014 y Fonvalmed: 18 de agosto de 2015. El tramo 1 va desde la carrera 43 C hasta la carrera 43 D y ya está terminado.
Según Fonvalmed, las labores que se están realizando en el tramo 2, como la instalación de las redes de acueducto, aguas lluvia y aguas servidas faltantes, “son relativamente rápidas porque no hay que cavar mucho” y una vez se termine el lleno, se pone la base de pavimentación. Sin embargo, teniendo en cuenta que, según el nuevo POT, las obras no se pueden entregar sin el urbanismo terminado, es un hecho evidente que la obra necesita más tiempo. Cabe anotar que la obra comenzó en noviembre de 2014 y que el cronograma inicial, previsto para mayo, se amplió otros tres meses debido a las dificultades en las actividades preliminares, como el manejo ambiental, la compra de predios y la autorización del Área Metropolitana para hacer la tala correspondiente de los árboles de esa zona, que era la cuenca ya canalizada con un boxculvert, de la quebrada Guadalajara, y que los vecinos apreciaban como un “bosque”. Según aclara el equipo de Fonvalmed, los ingenieros forestales definieron que “técnicamente no era un bosque” y que muchos de los árboles que se talaron allí se encontraban en mal estado. Pero esto no es lo que expresan algunos de sus residentes: “Nos cambiaron un bosque por un tráfico de vía principal” y eso ya no tiene vuelta atrás.
La calzada sur va a quedar, por el momento, con un solo carril, hasta que se pueda intervenir la calzada norte
Ahora su inquietud es con el futuro funcionamiento de la vía, puesto que hasta ahora, los dueños del lote donde se ubica el Casino San Fernando Plaza, no han llegado a un acuerdo con la Administración Municipal sobre parte de los predios que Fonvalmed necesita para entregar la obra completa. Tal como confirma Joaquín Ramírez, ingeniero supervisor de Fonvalmed, “la intervención de la calzada norte va desde el parqueadero del casino, pero hasta que el problema no se solucione no podemos intervenir”. Según Fonvalmed, Planeación informó que “la parte de la obra en el sector del casino era una obligación vial (urbanística)” por lo que Fonvalmed solicitó iniciar el proceso de construcción “sin la inclusión de la parte de obra correspondiente a ese tramo de vía”. También asegura que en la Inspección 14B se está analizando el caso y que, según la decisión, el panorama sería el siguiente: “Si la situación se define a favor de la Alcaldía, el casino entraría a cumplir con la obligación urbanística de ese costado; si falla en contra del municipio, se haría una oferta de compra para ese predio, y si no lo aceptan, se entra a expropiar. Una vez expropiado actuaríamos para terminar la doble calzada”. De hecho, si esa situación se resuelve rápido, se podría hacer un contrato adicional para intervenir con el mismo constructor, según afirma el funcionario.
El lote en donde está el edificio del Casino San Fernando Plaza es de propiedad de Inversiones Euro. Ante la situación, Carlos Mario Rueda, gerente administrativo y financiero de Inversiones Euro, afirma que la obligación urbanística no fue definida en la licencia otorgada, por lo tanto, solo están dispuestos a vender el predio: “El Municipio está buscando que se le entregue una franja a título gratuito, de un terreno que es nuestro. Nosotros mostramos a la Inspección 14B la titularidad del terreno. Ellos argumentan que había una obligación urbanística, pero esta no existe. Si hubiera la obligación ellos tendrían la titularidad del lote y en la licencia, aprobada por la curaduría, que era para remodelación, no había obligación. Como Inversiones Euro estamos en la mejor disposición de vender la franja de terreno”.
En el caso hipotético de que por ahora no se resuelva el tema de la vía, según Fonvalmed, es probable que entre en funcionamiento un carril en un solo sentido (oriente-occidente), pero esa decisión sería de la Secretaría de Movilidad. También aclara que el cambio de normas retrasó la adquisición de los predios y “no queremos generar una preocupación, sino hacer el debido proceso y la entidad está pendiente de este tema para cumplirle a la comunidad”.
Preocupación por impacto ambiental
Pero arrasar una zona verde sin resolver esa situación es la que no perdonan los residentes: “Es inconcebible que las obras se inicien sin tener la compra de los predios y los permisos (…) La perla de la improvisación es haber iniciado sin tener resuelta la situación del lote del casino. Nos preocupa también que se hable de priorizar al peatón y las aceras sean tan estrechas –de 2 metros de ancho–, sin una franja de antejardín para sembrar árboles y evitar el aumento de temperatura. No vemos ninguna compensación ambiental para el sector y lo que nos tiene más molestos es que el cobro de la Valorización es inversamente proporcional al beneficio que obtenemos”, expresa indignado Juan Guillermo Osorio, residente de la unidad residencial El Condado.
Según Fonvalmed, el valor inicial total de la obra era de 7 mil 467 millones 096 mil 787 pesos y el valor actual es de 7 mil 544 millones 485 mil 549 pesos. Por ahora la obra avanza y otros vecinos coinciden con el buen desarrollo y manejo de la obra. Por ejemplo, doña Oliva Calle, habitante del Conjunto Residencial Uno Sur, aunque le molesta el ruido, ve que los operadores “son unos muchachos muy ordenados. Todos los días llegan cumplidos y les toca trabajar muy duro”. Por su parte, la ingeniera civil Adriana Peláez, también residente de Uno Sur, piensa que “aunque la ejecución de la obra, en sí, está bien, los vecinos no estamos de acuerdo con un proyecto que se traza sobre una quebrada y que no hace mayor diferencia porque solo se ahorran unos 20 metros y la vía igual estará semaforizada”. Su preocupación, en general, es por la reforestación y las zonas verdes. Sobre el tema ambiental, Joaquín Ramírez asegura que sembrarán árboles en los taludes, en el separador central de la vía y en las unidades residenciales vecinas para recuperar la fauna.
Peleas más efectivas

La mayoría de personas asociamos una pelea con palabras hirientes, rabia, y dolor. Muchos hemos aprendido a evitar el conflicto para no tener que enfrentar estos sentimientos dolorosos. El problema es que no pelear y guardarse lo que sentimos, nos distancia de las personas que más queremos tener cerca. Cada que no expresamos nuestros resentimientos, es como si pusiéramos una almohada entre nosotros y la otra persona, y cuando menos pensamos, tenemos tantos resentimientos guardados, tantas almohadas entre los dos, que cuando nos queremos dar un abrazo no alcanzamos. Pelear o discutir puede ser molesto, pero cuando aprendemos a pelear de una manera responsable, estas discusiones se vuelven esenciales para tener relaciones transparentes, reales y cercanas.
Aquí te comparto cinco consejos para tener peleas más efectivas.
1. Toma el 100 por ciento de la responsabilidad de tus palabras, sentimientos y actos. Evita decir frases que empiecen con “nunca” o “siempre”. Evita culpar al otro o justificar tus acciones. Expresa tus sentimientos con frases como “tengo rabia” en vez de frases como “es que tú me sacaste la rabia”. Reconoce tus errores y pide perdón cuando realmente lo sientas.
2. Honra los sentimientos. Todos deseamos ser vistos, escuchados y validados. Cuando estás en una pelea, honra todos los sentimientos presentes. Evita frases como “no deberías estar tan bravo” o “¿te vas a poner a llorar por eso?”. Si tú o la otra persona están tristes, bravos o dolidos, es importante respetar esos sentimientos y confiar que la otra persona se siente así por una razón válida. Al honrar los sentimientos, estás respetando la experiencia del otro.
3. Toma solo el 50 por ciento de la responsabilidad por la pelea. En una pelea entre dos personas, siempre hay responsabilidad de los dos lados. Algunas personas tienden a responsabilizarse por todo y piden perdón por aquello que no es suyo. Y otras tienden a poner toda la responsabilidad en el otro. Siempre que estés en un conflicto, recuerda que hay dos personas y que los dos tienen su parte.
4. Recuerda la regla 80/20. Muchas veces nuestras reacciones en un conflicto son más fuertes de lo que el conflicto genera. Digamos que en una escala de 1 a100, tienes rabia a un nivel de 100 y notas que 20 de 100 son por este conflicto. Los 80 restantes se deben a que la pelea tocó una herida que has cargado por muchos años. Aprovecha la ocasión para entender realmente qué es lo que te molestó y qué heridas del pasado no has sanado.
5. La meta es la satisfacción. El objetivo de una pelea saludable es que las dos partes queden satisfechas. Es decir, que las dos personas sientan que fueron escuchadas, vistas y validadas. Que los dos expresaron lo que sentían y pensaban y se llegó a una solución que funciona para los dos. Si al final de una pelea no te sientes satisfecho, no te rindas. A veces para sentir la satisfacción se necesitan varias conversaciones.
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CDO no pagará los auxilios de habitabilidad

En un comunicado con fecha del 16 de julio de 2015 y firmado por María Cecilia Posada, representante legal de la constructora Alsacia CDO S.A., se anuncia que los auxilios de habitabilidad que venía pagando la constructora a los habitantes de Asensi y Continental Towers, edificaciones evacuadas luego del colapso de la torre 6 del edifico Space, no se pagarán más. “Continuamos en nuestro empeño de realizar los activos para proceder con los reforzamientos requeridos. Sin embargo, como se ha mencionado, no nos es posible continuar con el pago de los auxilios”. Así finaliza el documento.
Sin embargo, como se ha mencionado, no nos es posible continuar con el pago de los auxilios”
Las reacciones no se hicieron esperar, y tanto las 67 familias del edificio Continental Towers como las 76 de Asensi alzaron su voz de protesta. Mediante un comunicado, las familias de Continental Towers aseguran: “La única muestra de responsabilidad que estaba dando la familia Villegas, propietaria de la constructora, ante esta enorme tragedia humana y social era el pago de este auxilio, con el cual se compensaba en parte la necesidad de las familias evacuadas de pagar un arriendo mientras se encontraba una solución definitiva al tema”.
También exigen a la Superintendencia de Industria y Comercio –SIC–, que haga valer la orden dada a la constructora mediante la Resolución 1389 en el sentido de mantener el pago de los auxilios de habitabilidad hasta tanto haya una solución definitiva al problema y hacen un llamado urgente a las autoridades a las cuales les compete. A la Superintendencia de Sociedades “para que en el marco del proceso de reorganización del grupo empresarial CDO que actualmente llevan a cabo, se priorice sobre la situación de la gente y se encuentren los mecanismos de protección necesarios, para que podamos recuperar el patrimonio”, a los gremios, en especial la SAI –Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos– y a Camacol, a los que consideran que han mostrado indolencia y silencio, para que inviten a CDO a responder como es debido. A las universidades, para que promuevan un debate ético en torno al tema, a la Alcaldía de Medellín para “que retome este asunto que parece haber olvidado”, y a otras instituciones del orden municipal y nacional como la Personería de Medellín y a la Defensoría del Pueblo, a las que les ruegan: “No nos abandonen y actúen con decisión para que no se vulneren más nuestros derechos”. Así mismo, manifiestan que no dan tregua en su lucha por la búsqueda de la restitución de sus derechos: “Seguiremos con dignidad y firmeza acudiendo a todas las instancias que nos permite la Constitución y la ley, para reclamar que opere la justicia. Y estamos estudiando la posibilidad de acudir a las instancias internacionales que sean necesarias y pertinentes, para encontrar la reparación justa a esta terrible situación”.
Asensi en el limbo
Por su parte, los copropietarios de Asensi aceptaron el pasado 14 de abril, en asamblea extraordinaria, el plan de reforzamiento estructural para su edificio, propuesto por CDO. La decisión de aceptar la propuesta fue tomada con la condición de que la constructora se comprometiera a continuar pagando los auxilios de habitabilidad hasta que se finalizaran los trabajos, explica Leana Catalina González, propietaria del apartamento 523 de la torre dos, del edifico Asensi. Las obras de refuerzo en Asensi aún no han comenzado.
La hora del Centro (editorial)
Y son paños de agua tibia esas obras y acciones puntuales emprendidas para mejorar la comuna 10, porque allí también confluyen otras realidades contundentes. Por ser precisamente el centro, al Centro llegan todas aquellas personas marginadas, desempleadas, desplazadas, que han ido poblando las laderas de Medellín sin más opción que el rebusque, las actividades informales de todo tipo. A la par, han incidido de manera negativa, claro, las mutaciones del narcotráfico, con secuelas que aún no terminamos de ver y padecer: las sórdidas cuevas, las plazas de vicio; los herederos de los carteles desmantelados, resucitados, atomizados, del gusto por el dinero fácil y la muerte atroz, y la aterradora horda de personas, ya de fama internacional, que consumida por las adicciones deambula por Medellín.
Otro factor que para muchos influyó en el deterioro del Centro fue la construcción de la Avenida Oriental y la fractura que hizo a la antes aristocrática zona residencial de Medellín. Igualmente, se le atribuye su “guayaquilización” a la irrupción que hizo el metro por la carrera Bolívar. Estos y otros factores han hecho del Centro lo que es hoy. Pero hay esperanzas. Nuevas obras, sumadas a la creciente inversión social en las comunas, a las enseñanzas de los errores pasados y a la consciencia cada vez mayor de la necesidad de protegerlo, hacen pensar que empezó el resurgimiento del Centro y que por fin recuperará el esplendor que alguna vez tuvo.
Ubicación
La comuna 10 (La Candelaria), más conocida como el Centro de Medellín, está ubicada en la zona centroriental de la ciudad. Limita por el norte con la comuna 4 (Aranjuez); por el oriente con las comunas 8 (Villa Hermosa) y 9 (Buenos Aires); por el sur con la comuna 14 (El Poblado), y por el occidente con las comunas 7 (Robledo), 11 (Laureles – Estadio) y 16 (Belén). La Candelaria es considerada el centro fundacional, histórico y patrimonial de la ciudad. Extensión: 609 hectáreas.
Barrios
A la comuna 10 la conforman 17 barrios: Prado, Jesús Nazareno, El Chagualo, Estación Villa, San Benito, Guayaquil, Corazón de Jesús, Calle Nueva, Perpetuo Socorro, Barrio Colón, Las Palmas, Bomboná No. 1, Boston, Los Ángeles, Villa Nueva, La Candelaria y San Diego.
Viviendas
De acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida Medellín 2013, en la comuna La Candelaria hay 30.375 viviendas: 16.002 en estrato 4; 11.045 en estrato 3; 2.210 en estrato 2 y 1.118 en estrato 5Población y edades
Según la misma Encuesta, la comuna 10 tiene 85.323 habitantes, de los cuales 43.711 son mujeres y 41.612 son hombres. De 0 a 14 años hay 10.668 personas; de 15 a 24 años, 10.093; de 25 a 34, 14.289; de 35 a 44, 10.923; de 45 a 64, 26.834 y de 65 años o más, 12.516 personas.
Niveles de educación
Media: 21.353 personas • Primaria: 16.657 • Universitaria: 14.374 • Ninguna: 7.647 • Preescolar: 6.589 • Técnica: 5.713 • Secundaria: 5.325 • Tecnológica: 3.667 • Especialización: 2.883 • Maestría: 1.008 • Doctorado: 107 personas
Seguridad
De acuerdo con datos suministrados por la Alcaldía de Medellín, con base en el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2015 los homicidios en la comuna 10 (La Candelaria) se redujeron en un 43 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2014, al pasar de 68 a 39. Con respecto a igual lapso de 2013, cuando hubo 80 homicidios, disminuyeron el 52 por ciento. Los días sin homicidios durante el primer semestre de 2015 aumentaron, al pasar de 132 el año pasado, a 148 en 2015. Sin embargo, la comuna 10 sigue presentando la tasa de homicidios más alta de la ciudad.
Otro índice que mejoró fue el de hurto de vehículos, al pasar de 78 en el primer semestre de 2014, a 63 en el mismo periodo de 2015. En la comuna 10 hay 66 cuadrantes de Policía y 266 cámaras de videovigilancia instaladas.
Estudiar la cura
Progresar en la reducción del consumo también implica más trabajo empírico para descifrar qué funciona a la hora de combatir y corregir el problema. Sabemos que el abuso de sustancias no es simplemente el resultado de una mala elección. Es una enfermedad biológica, sicológica y social. Es decir, si bien las elecciones que toman las personas cumplen un papel determinante en una adicción, no son las únicas culpables. Entender eso es importante, pues uno de los factores que a menudo se pasa por alto es la trascendencia del apoyo social. Desafortunadamente, en la fallida guerra contra las drogas también hemos desatado y declarado una innecesaria guerra contra los consumidores a través de la estigmatización. Mientras más se comprenda el uso y el abuso de las drogas como un problema de salud, más se podrán sanar sus repercusiones. Pero seguimos quedándonos cortos.
Hace poco más de un año, el New York Times publicó una discusión de uno de sus foros en línea, en el que preguntaba a varios expertos ¿qué es la adicción? Se les pedía que opinaran si las adicciones son un desorden, una enfermedad, materia de debilidad humana, o algo diferente. En ella se habló en profundidad sobre los esfuerzos científicos de los últimos 25 años para desarrollar medicamentos que bloquean los efectos de recompensa que producen las drogas en el cuerpo y sobre la posibilidad de desarrollar una vacuna para prevenir la adicción a la cocaína. Ese conocimiento y esa discusión es más que válida y necesaria, así como lo son las encuestas y estudios de los índices de consumo, del origen de la adicción y si se llega a ella por curiosidad u otro medio. Sin embargo, uno de los puntos que sobresalen en el foro mencionado –para tratar de ir más allá en la discusión–, es que al enfocarnos en el debate de si la adicción es una enfermedad o una elección, y al centrarnos en las estadísticas del consumo, nos alejamos de otras discusiones que, quizá, son igualmente importantes: ¿cómo se dan los casos de recuperación y rehabilitación de forma exitosa? ¿por qué se invierte poco en el estudio de los buenos resultados?
Shawn Achor, psicólogo de la Universidad de Harvard y uno de los especialistas más reconocidos en psicología positiva, plantea que la manera de acercarse a las soluciones sociales a través del estudio de la enfermedad es mucho menos eficiente que a través del entendimiento de la cura. Esa ruta, aplicada a la drogadicción, nos debe interesar, al menos, tanto como saber cuántos adictos hay y cómo llegaron a exponerse a las drogas. Vale la pena preguntarse qué tan significativas son las soluciones que se han logrado a través de los datos y encuestas tradicionales. Y de paso, preguntarse qué tanto se puede beneficiar la sociedad al enfocarse en el estudio de la recuperación de un adicto: ahorro en costos de salud, del sistema legal, en perjuicios y daños hechos lejos de la sobriedad, etcétera.
La organización Rostros y Voces de la Recuperación (en Estados Unidos) publica anualmente una encuesta titulada La Vida en la Recuperación que documenta los dramáticos resultados positivos de las personas que entran en programas de rehabilitación efectiva y que afectan a toda la comunidad: empleo estable, ahorro, educación, participación en actividades familiares, voluntariados y creación de empresas. ¿Qué tanta información tenemos nosotros sobre aquellas personas que han tenido un éxito medible en su proceso de rehabilitación? Este tipo de estudios existen para determinar cómo se sostiene en el tiempo la recuperación de pacientes con cáncer o sida y qué factores inciden en los casos de remisión. ¿Por qué no abundan para las adicciones?
Esplendor entre las ruinas (crónica de Gustavo Arango)
“Miré los muros de la tierra mía, Si un tiempo fuertes ya desmoronados” Francisco de Quevedo
1. Instrucciones para quienes van al Centro
Se recomienda no dar papaya. No mostrar el miedo. No dar visaje. Estar pendientes a cuatro ojos. Si alguien se acerca con intención de cosquilleo, no revirar, no decir nada (nunca andan solos y son peligrosos). No llevar mucha plata, ni objetos de valor. Llevar el bolso adelante y bien pegado al cuerpo. Usar zapato bajito que permita correr. Mirar a los lados. Poner cara de pocos amigos. Caminar rápido y con determinación. Encomendarse a los santos y a la Virgen, de preferencia a Nuestra Señora de La Candelaria.
2. Un poco de historia
Cuenta la historia que el cráter donde hoy rebulle la capital mundial de la verraquera fue descubierto en 1541 por un grupo de exploradores sin caminos que llegaron por donde hoy queda Robledo. Dicen que la ciudad no fue fundada por don Miguel de Aguinaga, sino por Francisco Herrera Campuzano, en 1616. Lo que hizo don Miguel fue oficializarla como villa y ponerle ese nombre de pueblo extremeño con el que casi todo el mundo la ha conocido. Se ha dicho que la ciudad empezó en el Poblado de San Lorenzo, pero todo indica que su primera actividad comunitaria ocurrió cerca del Centro, en un lugar conocido como el alto de las sepulturas. En ese sitio, con prácticas carroñeras, violando la paz de las tumbas indígenas empezó la Bella Villa. Su nombre original fue Nuestra Señora de la Candelaria de Aná.
Medellín recibió el título de ciudad en 1813, junto con Marinilla, y así alcanzó el nivel que ya tenían Santa Fe de Antioquia y Rionegro. En 1890, el Concejo expidió un acuerdo que regulaba la construcción de edificios, apertura y pavimentación de vías, acueducto y alcantarillado, y hasta la forma de las ventanas, para que no obstruyeran el paso de peatones. El Parque de Bolívar se inauguró en 1892, con motivo del cuarto centenario del descubrimiento. Ese mismo año, la quebrada de Aná pasó a llamarse Santa Elena y se conformó el paseo público de la Avenida de La Playa.

Desde la mitad del siglo 18 se trazaron calles, así como las salidas a Rionegro (Ayacucho), a Marinilla (La Ladera), a Bermejal (Bolívar), a occidente (Boyacá y Colombia) y a El Poblado y Envigado (La Asomadera o Avenida El Poblado). En 1895, la plaza principal, donde estaba y hoy perdura la iglesia de La Candelaria, recibió el nombre de Parque de Berrío. A finales del siglo 19 se elaboró el plan llamado “Medellín futuro”, que orientó el desarrollo de la ciudad: en 1905 se inauguró el primer tranvía tirado por mulas (tranvía de sangre), en 1914 llegó el Ferrocarril de Antioquia, en 1925 arrancó el funcionamiento de los tranvías eléctricos, y en 1928 se cubrió totalmente la quebrada Santa Elena. En 1940 empezaron las obras de canalización y rectificación del río Medellín, a lo largo del Valle de Aburrá. El Hotel Nutibara fue construido en 1945. A finales de los años 40, realizados los trabajos en el río y por la expansión urbana hacia el occidente (Otrabanda), fue necesario un nuevo plan para la ciudad.
Dicen que alguna vez Medellín fue una ciudad tranquila, de espíritu progresista, sanamente exaltado. Así la pintan los testimonios de principios del siglo 20. Los ricos se paseaban todos pinchados en sus autos de lujo, sin que los pobres parecieran resentirse por eso. En aquel tiempo todavía había temor de ir al infierno y ser pobre era aceptado como mandato divino. La gente se divertía en el Bosque de la Independencia o en el Hipódromo de San Fernando o en la retreta del Parque de Bolívar. En el club Cantaclaro había peleas de gallos. Se tomaba Carta Roja y se comían jamones de La Ceja y rellena de Envigado. La gente solía ubicarse por lugares precisos: la revueltería El Paraíso, el colegio de Lola González, el Salón Mariela, el Café Tal. En los cafés se tomaba ron don Félix y era posible encontrar cantantes de talento como “los negritos”, Julián y Obdulio. La gente comía prójimo pero rara vez lo mataba. Se contaban chistes de Cosiaca, y los limpiabotas eran tan cultos que tarareaban el Danubio Azul y la Traviata.

Los urbanistas Paul L. Wiener y José L. Sert hicieron el Plan Piloto que proyectó la ciudad entre 1948 y 1950, el cual sugería, entre otras, la construcción de diversas avenidas y el diseño del nuevo centro de Gobierno. Algunas obras de impacto, como la Avenida Oriental (años 70) y el Centro Administrativo La Alpujarra (años 80), no estaban contempladas en ese plan, pero encontraron en él su inspiración. Entre 1950 y 1980 se agudizó el fenómeno de invasiones, dificultando el cumplimiento de los planes de crecimiento. La población se triplicó en 20 años, pasó de 358.189 en 1951, a 1.071.252 en 1973. Muchas edificaciones antiguas y otras de principios del siglo 20 fueron destruidas para hacer edificios de oficinas y vivienda.
En 1973 empezó la construcción de la Avenida Oriental, la cual cortó el vínculo natural entre los barrios residenciales Villanueva y Prado. Villanueva dejó de ser un sector de casas unifamiliares y pasó a estar ocupado por edificios de apartamentos. Años más tarde, se llenaría de inseguridad, prostitución, indigentes y droga. En 1987 se inauguró el Centro Administrativo La Alpujarra, en el sector que antes se conocía como Guayaquil. El 30 de noviembre de 1995 inició operaciones el metro. En el 2000 se inauguró Ciudad Botero. En 2002 empezó la construcción del nuevo sistema de transporte unido al metro: metrocable, que uniría el centro con los barrios populares de las comunas nororientales, hasta Santo Domingo Savio.
A partir de la segunda mitad del siglo 20 la ciudad se fue extendiendo y se volvió más compleja, pero el Centro siguió siendo “su centro” por mucho tiempo. Allí confluían los habitantes de todos los rincones, a hacer compras y gestiones, a encontrarse unos con otros. El Centro era la síntesis y el rostro de la ciudad.
3. Apunte autobiográfico
Nací en el Centro, en una clínica que se llevaron las llamas. Pasé los primeros años de mi vida en barrios que no recuerdo, pero vivía en el Centro cuando empecé a ser consciente de las cosas: de una avidez que identificaba con mi nombre, del universo de la casa, de un mundo exterior agitado y peligroso.
Vivía en el Centro sin tener idea de lo que era el Centro o de que el Centro tuviera algo de particular. Lo más lejos que salía era a la esquina, cuando mi padre nos compraba vasitos de helado. El resto del tiempo lo pasaba de puertas para adentro, perdido en abstracciones, en mundos imaginados.

Sólo en ocasiones especiales el Centro parecía inofensivo. Los árboles de La Playa se llenaban de frutos luminosos. Las vitrinas de Junín nos daban ideas para la lista del Niño Dios. La fuente del Parque de Bolívar, con su danza caprichosa y sus aguas de colores cambiantes, era el lugar más fascinante de la tierra. Pero, el resto del tiempo, el Centro era como una fiera peligrosa a la que era mejor no provocar.
Las ventanas de la casa tenían alas de madera. Casi siempre que pienso en esas ventanas las recuerdo cerradas. Recuerdo el aire de ceniza, la oscuridad de los cuartos. Recuerdo el miedo que sentí aquellas noches en que la madera se estremecía con las piedras que lanzaban los estudiantes. Recuerdo los ruidos de los carros y los monólogos de los borrachos en la madrugada. En cierto modo, jamás he salido de la casa sombría del Palo con Ayacucho donde conocí al mismo tiempo el miedo y la alegría de estar vivo.
4. La ciudad que se devora
Las ciudades son voraces e insensibles, devoran tiempo y gente sin detenerse, mudan de piel en cada construcción que cae y se levanta, y guardan un silencio rotundo e indiferente. En las fauces del progreso fueron desapareciendo los lugares que habían llenado de orgullo a las generaciones del pasado. Desaparecieron el Teatro Junín y el Hotel Europa: donde cantaron y se hospedaron luminarias como Roberto Ledesma, Miguel Aceves Mejía, Daniel Santos, Agustín Lara y el mismo Carlos Gardel. Embriagados con la idea de progreso, no había tiempo para la nostalgia. Sucumbieron los teatros (el Medellín, el Bolívar, el Odeón, el Cid, el Ópera), el Hotel Bristol, el Pasaje Sucre, la Estación Villa, el Palacio Arzobispal, el Circo España, la Plaza de Cisneros, el edificio de Melitón Rodríguez, la casa de Tomás Carrasquilla, la de Pedro Justo Berrío, la de Ciro Mendía, el Cementerio San Lorenzo. Todo desaparecido.
A principios de los años 70, en un café de Junín, ocurrió el primer asesinato sicarial. La ciudad perdió la inocencia y la vida humana empezó a devaluarse. A finales de esa década, la ciudad parecía en guerra abierta contra su propio pasado. Empezaron unos cambios que la volverían irreconocible. Surgió un edificio que con algo de optimismo podía llamarse rascacielos. Empezaron a gestarse las tres obras que, a juicio de algunos, determinaron la “guayaquilización del Centro”: la destrucción de Guayaquil y su Plaza de Cisneros para hacer el centro administrativo, la construcción de la Avenida Oriental y la construcción del metro, en especial su paso elevado por la carrera Bolívar.

Al lado de aquellos cambios, empezó la deserción. Empresas y bancos se fueron a otro lado. La paz bucólica fue desapareciendo. El mundo estaba cambiando y surgieron negocios que les permitieron a los marginales hacerse más ricos que los viejos ricos. Así empezó a asomarse un resentimiento represado por décadas. Nuevo patrones señorearon.
Con el tiempo el Centro dejó de ser indispensable; mucha gente aprendió a vivir sin tener que visitarlo. Las congestiones desalentaban. La inseguridad se desbordó. Pero el Centro se resiste a la caída. Es la zona de la ciudad con más oferta cultural. Concentra importantes lugares como el Museo de Antioquia, la Plaza de Botero, el Centro Internacional de Convenciones y Exposiciones Plaza Mayor, los teatros Pablo Tobón Uribe, Metropolitano y otros, el Parque de los Pies Descalzos, centros comerciales y una oferta gastronómica que incluye lugares tradicionales como Versalles y el Ástor, así como —según algunos— la mejor pizza y pasta de la ciudad.
“Dicen que la decadencia del Centro no es más que una estrategia para abaratar las propiedades, que el resurgir vendrá cuando todo lo que vale se encuentre en otras manos”
5. Regreso del desterrado
Alguna vez volvió en busca de sus recuerdos:

6. El fin se acerca
Para algunos el Centro es feo e inhóspito, una olla podrida, un tumor maligno, un territorio de cartelitos criminales y de enganchados en la droga, un paraje salvaje en el que no hay que aventurarse, a menos que sea por razones de fuerza mayor. “El Centro está muy peye”, dice Merceditas. “Su sordidez y su miseria son deprimentes”, sostiene Mónica. “El Centro es muy bonito”, replica Consuelo. “Nunca me han atracado”. “Aquí se juntan lo noble y lo oscuro”, dice Efraín, mirando hacia los lados. “Hay fuerzas ocultas, intereses extraños”. “Va a quedar muy bonito cuando lo terminen”, dice Omaira. “El Centro es una cosa toda rara”, dice la gerente de un local. “El Centro parece un mundo aparte”, dice Miguel. “Un territorio en otro tiempo y espacio, un hueco inmenso cuya vida transcurre en otra dimensión”.
“Los que vivimos y trabajamos en el Centro tenemos la casa por cárcel”, dice Leonardo. “Somos como una casa donde hay unos cuadros muy lindos”, dice el párroco de la catedral, “pero detrás de esos cuadros hay miseria, dolor, injusticia social”. “Es un asunto de estratos”, dice Melina. “Hay gente que toda la vida ha ido al Centro y sigue yendo. Lo que pasa es que los de los estratos altos prefieren las burbujas de los centros comerciales”.

“Calcúleme la edad”, dice don Octavio. “Aquí donde me ve, tengo ochenta y cuatro años. Cada día, religiosamente, vengo a sentarme en este café. Doy propinas generosas y las meseras me llaman ‘mi amor’”. “Los habitantes del Centro sabemos que después de las seis de la tarde ya no hay seguridad”, dice Joaquín. “Sabemos que las cámaras que resguardan el sistema financiero no nos protegerán y que hasta los policías se encierran en el CAI”. “Cuentan que unos inversionistas españoles estuvieron recorriendo el sector”, dice Adolfo. “Dicen que la decadencia del Centro no es más que una estrategia para abaratar las propiedades, que el resurgir vendrá cuando todo lo que vale se encuentre en otras manos”.
“Medellín, mi ciudad, no me gusta”, dijo hace poco en su muro de Facebook el poeta Elkin Restrepo. “Creo que ha colapsado y que, si se quiere llevar una existencia como se debe, habrá que ir pensando en abandonarla. Pienso en lo que este deprimido y angustiante escenario será en un año o dos y cuento los días porque, como oye uno por ahí, el fin se acerca”.
7. Y sin embargo…
Veo el árbol que dio sombra a la muerte de mi padre… y sin embargo es bello el verde de sus hojas. Veo la oferta del porno más atroz a la puerta de la iglesia de La Candelaria… y sin embargo siento que la zoofilia que me ofrecen dará pan a una familia, y que el misterio que habita en esa iglesia sirve para entender esa terrible paradoja.
Veo a la gente acostumbrada a bajarles la cerviz a criminales, acobardada por decenios de abusos… y sin embargo veo nobleza y gente que trabaja y que ama lo que hace, y hay miradas embriagadas de esperanza y de futuro. Percibo en el ambiente los fantasmas de unos tiempos insensibles, sanguinarios… y sin embargo hay bondad en ese embolador cetrino y viejo que no sabe que existe La Traviata, en el rostro de ese niño que mira fascinado los globos de colores.
Oigo sirenas y canciones. Huelo nubes alucinógenas. Veo a las amigas ancianas que se encuentran para tomar el algo, los jubilados que resuelven los problemas del país, los artistas callejeros, las hipnosis colectivas, los trabajos en las calles, las luces, las palomas, el algodón de azúcar, los ruidos, las ventas, los tumultos… y, a pesar de todo el gris y de tanto desencanto, siento que en todo aquello hay una rara melodía, un esplendor que se asoma entre las ruinas, y entiendo que el afán de ver tan solo decadencia no es más que la tristeza del que sabe que se marcha y que, cuando se marche, el Centro seguirá como si nada, con su olvido desdeñoso, y que vendrán otras criaturas con sus sueños y temores, y habrá flores y palomas, y habrá fuentes luminosas, y habrá gente inconcebible que levante su mirada hacia las nubes y que piense que la vida, a pesar de sus miserias, no deja de ser hermosa.
El cronista
Gustavo Arango.
Comunicador social – periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. Es profesor de Español y Literatura Latinoamericana en la Universidad del Estado de Nueva York, en Oneonta.
Fue editor del suplemento literario de El Universal, en Cartagena, y recibió el Premio Simón Bolívar de Periodismo 1992, al mejor trabajo cultural en prensa. Es autor, entre otros, de los libros Un tal Cortázar y Un ramo de nomeolvides: García Márquez en El Universal. Recibió el Premio Bicentenario de Novela en México (2010), por El origen del mundo, y fue el autor homenajeado en la Feria Hispana/Latina de Nueva York 2013. Su libro más reciente, Santa María del Diablo, acaba de recibir en Estados Unidos el International Latino Book Award, a la mejor novela histórica en español. Es columnista de Vivir en El Poblado.
(Colaboración en reportería, Omaira Aristizábal)
Esto piensan del Centro (testimonios)
Víctor Bustamante
Escritor. “Aunque parezca contradictorio, Medellín se caracteriza por la ausencia de amor de empresarios, urbanistas, políticos y, en síntesis, de la élite paisa por el legado de sus antecesores. Solo les interesa la especulación inmobiliaria, construir edificios, sin preservar el patrimonio. Esa ciudad que fue construida por tantos e importantes arquitectos, y que antes de la década del 70 tenía cierta unidad urbanística, se fue acabando. El primer gran símbolo del Centro que se destruyó fue el Teatro Junín, el más hermoso que había en Medellín (…). Cada generación va desmantelando lo que dejó la anterior y va construyendo la ciudad a su gusto. No hay sentido de memoria ni de historia. (…). Si miramos fotografías del Parque de Berrío vemos que ha sido construido y destruido unas cinco veces. Muchos edificios de diversos arquitectos han sido tumbados para erigir otros y nadie dice nada. Tres obras de gran impacto y que causaron un daño inmenso al Centro y transformaron la arquitectura, fisonomía y la vida de esa área vital, son la destrucción de Guayaquil y su Plaza de Cisneros para hacer el Centro Administrativo, la construcción de la Avenida Oriental y la construcción del viaducto del metro por el Parque de Berrío…”.
Claudia Vásquez
Comunicadora, empresaria. “Viví en Boston —tres cuadras arriba del parque— desde niña (desde el 67 hasta el 92). Para mí significaba barrio, amiguitos, jugar en la calle, había muchas familias que venían del oriente y se asentaron en ese sector.
El Centro era otro universo, era la felicidad. Las amiguitas nos bajábamos a pie a conocer los ascensores de los edificios de La Playa, a ver la construcción del edificio Coltejer, de la Avenida Oriental. La otra aventura era ir a la cárcel de La Ladera, pero al escondido porque allá no nos dejaban ir.
Nos tocó la época del gran impacto de la mafia, a finales de los 70 y principios de los 80. Algunas de las niñas lindas del barrio terminaron en manos de los mafiosos; la familia de la esposa de Pablo Escobar vivía cerca del Parque de Boston; hubo niñas que terminaron muertas en vendettas, en las drogas, o yéndose para Tokio como prostitutas. Las motos también crearon un gran impacto y muchos de los niños, cuando eran buenos motociclistas, fueron contactados para ser sicarios y terminaron muertos.
Cuando me casé, viví en Bolivia con Mon y Velarde, y luego en las Torres de Bomboná pero en el 99 el Centro nos sacó, se volvió peligroso, las Torres cambiaron y empezó a pauperizarse el comercio, los locales grandes se dividieron en locales chiquitos, y el ambiente se volvió más pesado. Además, el Centro se fue envejeciendo, se quedaron las abuelitas porque los hijos se fueron a otros barrios, llegaron otras personas de un estilo distinto y uno ya no se sentía en el mismo lugar”.
Padre Bernardo Restrepo
Párroco de la catedral Metropolitana. “El Centro es el lugar de confluencia de todas las personas que tienen que hacer sus vueltas, ir a sus lugares de trabajo, coger líneas de transporte, hacer compras o descansar. También es donde confluyen fenómenos de tristeza, como bandas que se relacionan entre sí para la extorsión, el microtráfico, el macrotráfico, la explotación sexual, la prostitución. Estamos hablando de una ciudad que es reconocida como la ciudad más innovadora del mundo (…). Somos como una casa donde hay unos cuadros muy lindos, pero detrás de los cuales hay mucha miseria, dolor, injusticia social, desempleo, lucha de clases y, lo que es más difícil de entender, hay demasiada pobreza, pocas oportunidades de trabajo y de estudio para muchas personas, sobre todo de los barrios populares. El Centro ha tenido una transformación muy grande, se volvió terriblemente caótico. Tiene barrios que denotan un olvido total de los mandatarios…”.
Leonardo Gómez
Propietario de bar entre La Playa y Caracas. “Las personas que vivimos y trabajamos en el Centro tenemos la casa por cárcel. La vida nocturna no existe desde hace muchos años. Por eso a quienes les gustaba disfrutar de su diversión, cultura y recreación tuvieron que emigrar por la inseguridad que reina en la comuna 10. La Policía pasa por el Parque del Periodista echando a la gente para la casa, sin que esté sucediendo nada. La justificación es la inseguridad. Pienso que es para ellos poder refugiarse tranquilos, porque a veces llegan destacamentos hasta de 30 policías y lo que hacen es decirle a la gente que se vaya para la casa. ¿Por qué no cuidan el viaducto del metro? Esa zona está tomada por la ilegalidad y por los indigentes. Ni siquiera la autoridad llega hasta esos lugares para recuperarlos.
Ahora también los comerciantes están perjudicados con el bloqueo de las calles por hacer todos los trabajos al tiempo…”.
Estela Alzate
Administradora Astor de Junín. “Trabajo en el Centro hace 22 años. Me parece que el Centro ha tenido muy pocos momentos de tranquilidad. En los últimos años he visto un deterioro muy grande, qué pesar. Siempre he pensado que el Centro debería ser un lugar muy privilegiado como en otras ciudades del mundo. Creo que en Medellín ha faltado mucho compromiso con el Centro, hay mucha inseguridad, la mayoría del tiempo es muy descuidado. Las gerencias del Centro no han sido para nada protagonistas, su papel ha sido el de un acompañamiento muy regular. Pienso que lo que más falta es continuidad de un programa serio, porque todo es muy momentáneo; ha faltado seriedad, no hay seguimiento. Yo le pediría a un gobernante tres cosas: seguridad, seguridad y seguridad”.
Gabriel Abad
Comunicador social. Empresario “Vivía en la carrera La Unión, entre La Playa y Maracaibo; eran cuadras chiquitas y callecitas cerradas y cuando tenía nueve años empezaron a hacer la Avenida Oriental y a tumbar lo que es hoy el Parque San Antonio, que era un barrio hermoso, de casas muy humildes pero muy bonitas. Y siguieron tumbando, pero quebró la obra de la Avenida Oriental y quedaron destruidas como cinco o seis cuadras, desde San Antonio hasta Bolivia o Perú. Eso quedó desbaratado como tres o cuatro años —lo que es hoy El Paso, el Camino Real— e hicimos cancha de fútbol, diamante de béisbol, pista de ciclocross, teníamos donde jugar en todas esas ruinas. Fue muy tenaz porque se fueron todos los niños del barrio porque les tumbaron las casas y no quedamos sino algunos. En el separador central de la Avenida Oriental era donde estaban todos los patios de esas casas.
He querido el Centro toda la vida, pero con mucha tristeza veo que ya es invivible. Cuando yo crecí, el Centro era como otro barrio residencial y eso se fue perdiendo. Todas las casas las demolieron para hacer edificios. Se fue pauperizando el comercio y fue llegando gente que no era del Centro. El problema del Centro no es el Centro, es la pobreza en las comunas y los barrios periféricos porque la gente se baja a rebuscarse la vida. También ha perdido toda la belleza arquitectónica, todo su gusto, las casas bonitas. Creo que el gran daño se lo hizo la Avenida Oriental porque lo destruyó y cambió todo. La idea era construir una vía por donde hoy queda la transversal que pasa por los Bomberos para no dañar el Centro, pero decidieron que no”.
Joaquín Pérez*
“Los habitantes del Centro sabemos que después de las seis de la tarde no hay seguridad, que no podemos dar papaya, que las cámaras que resguardan el sistema financiero no nos protegerán y que las fuerzas del orden se van a descansar. Entonces lo más sensato por nuestra integridad y nuestras vidas es hacer lo mismo. Es tal la inseguridad que hasta los del CAI se encierran. El Parque de Bolívar, por ejemplo, se lo toman después de las seis de la tarde diferentes fuerzas ilegales.
Todo se empezó a degradar por la especulación inmobiliaria. Hasta hace 25 años todo Palacé, con Bolivia, hasta el Teatro México era muy transitado y tranquilo. Pero esa zona la depreciaron los especuladores (…). Esas casas están convertidas en lugares de lenocinio, o están en proceso de extinción de dominio. Hay una nueva generación de ricos que no es igual a la que había y que creó la especulación inmobiliaria. Es una generación producto de la extorsión, las vacunas y el expendio de drogas ilegales y es tanto el recaudo que hace que, según las cifras de la misma Policía, pueden comprar un edificio al año o todo un barrio. Los especuladores financieros e inmobiliarios que propiciaron todo este caos en el Centro para poderse quedar con las casas para construir en altura, ahora tienen el problema de que están peleando con esta delincuencia organizada…”.
*Nombre cambiado por petición de la fuente.
Emiro Cifuentes*
“Yo soy de las Convivir del Centro, pero de las buenas. El Centro de hoy está desorganizado, más que todo en cuestión de tránsito y para los peatones por todas las obras que están haciendo, y hay demasiada inseguridad: fleteo, cosquilleo, raponazo y atraco. Cuando las Convivir empezaron a organizar a Medellín, cuando trabajaban normalmente —porque Medellín anteriormente era un porquería— esto se limpió. Usted podía ir al Hueco con la plata que fuera y no le pasaba nada y los ladrones se acabaron. Lo que hace que las Convivir acabaron de existir estamos viendo otra vez el raponeo, el robo, el atraco. Unas convivires sí hacían cosas mal hechas, recibían plata para dejar robar, pero había otros que no. Yo no permito eso. Pero empezó la ley a acosarlos, a cogerlos, a ficharlos, y lo que hacen ya las Convivir es trabajar al escondido. Lo que estamos es defendiendo a la ciudadanía, no dejando que los roben; nosotros somos tan conocidos por la gente mala, que cuando lo ven a uno, se abren. Nos tienen miedo. Si uno coge un ladrón, puede hacer lo que la Policía, desgraciadamente, no puede hacer porque está maniatada. Mientras uno esté caminando por esta zona, no se ve nada, cuando yo me pierdo de aquí ocho días y vuelvo, las quejas son horribles. Llevo 15 años lidiando con ladrones y los comerciantes me ven y sienten tranquilidad, alegría, porque saben que uno los está cuidando. Ellos colaboran pero no se obligan; había unas Convivir que sí estaban obligando a la gente a pagar, y eso no es así, por eso perdieron tanta credibilidad. Los comerciantes que quieran que me den la liga, eso no es pagar”.
*Nombre cambiado por petición de la fuente.
Luis Fernando Arroyave
Docente universitario. “El Centro está en un grave estado de deterioro. Es lamentable, gran parte del patrimonio de la ciudad ha sido demolido y otra parte permanece en el olvido, incluyendo ese patrimonio inmaterial oculto detrás del material.
La inseguridad está alejando a la gente del Centro. Tiene innumerables problemas cuyo origen es el POT, la organización territorial del suelo, porque se autorizó su uso indiscriminado. El POT de los años 90 mostró algunas cosas buenas, pero no fue claro. No se elaboraron planes de manejo, no hay un plan de protección del patrimonio, hay muchos vacíos en las leyes y aunque ya existían las del Instituto Nacional de Cultura, no se aplicaban, aquí todo el mundo demolía con el visto bueno de Planeación. Fuera del comercio tradicional, llegaron entonces el vicio y el crecimiento de bares y cantinas en cualquier lugar del Centro (…). El modelo de educación también ha sido muy deficiente, además se quitó de primaria una materia que veíamos en las escuelas que se llamaba Civismo y Urbanidad y eso fue la debacle. Así comenzó el derrumbe total de la ciudad y de la sociedad (…) Es una vergüenza pasar por el Parque Berrío, o por el Parque de Bolívar, así están todos los parques y plazas públicas, deteriorados, invadidos por los indigentes, los borrachitos, los piperos, los ladrones y los viciosos…”.
Cada cual lee lo que se merece

Recomendar un libro es faena ingrata. Casi nunca acierto. Una vez, por ejemplo, le recomendé La feria de las vanidades, de William M. Thackeray, a una exnumeraria o exsupernumeraria del Opus Dei. Horror de horrores. “En la Obra me aconsejaban leer ese bodrio para dormir en paz”, me replicó ácidamente. En otra ocasión aconsejé La canción del verdugo, de Norman Mailer, a un fulano que acababa de pasar doce años en un curso intensivo de inglés en Coleman, una prisión federal en Florida.
Me opongo a hacerle palanca a los libros. Cada cual lee lo que se merece. Las recomendaciones son una secuela del nepotismo. Y a mí, el nepotismo en sus múltiples versiones, sibilinas o campechanas, me inflama el colon.
* Día tras día. ¿Y la efeméride de esta semana? El 24 de julio de 1991, a los 89 años de edad, murió en Surfside, Estados Unidos, el escritor polaco Isaac Bashevis Singer, Premio Nobel de Literatura en 1978. Escribió toda su obra, copiosa y ancestral, en yiddish. Según Miss Google, el yiddish es una lengua germánica con cerca de 3 millones de hablantes, principalmente judíos askenazis, en Estados Unidos, Israel, Rusia, Ucrania y otros países. La palabra yiddish, asegura también la cavilosa Señorita Google, parece ser una versión abreviada de yidish–taytsh, que significa ‘alemán judío’, ni más ni menos, para escarnio de tanto nazi y neonazi que conspira por ahí. Bashevis Singer escribía en yiddish porque le parecía “la lengua con más palabras para definir a un pobre.”
Todavía recuerdo las sombras y el brillo sensual de su novela El mago de Lublin (1960), con las desventuras del ilusionista Yasha Mazur, que malbarata el deseo entre cuatro mujeres: su esposa Esther, su ayudante Magda, su amante Zeftel (esposa de un ladrón) y Emilia, una viuda católica por la que se desvive o… desmorona. Lección ejemplar.
* * Body copy. “Y luego el murmullo que sube de pronto, como un mar de fondo que viene de lejos, de los confines de la ciudad y quizás de las cuatro esquinas del inmenso país, y que se convierte en un solo grito, espantoso, gutural, el grito de miles de gargantas que parecen tomar conciencia de la irreversibilidad de la muerte cuando la hoguera prende súbitamente en una explosión de llamas y en pocos minutos envuelve el sudario en un abrazo fatal. Rahul da unos pasos hacia atrás. Sonia se tambalea. Su hija le pasa el brazo por encima de los hombros y la sostiene hasta que recobra fuerzas. A través del muro de llamas, los tres asisten al espectáculo antiguo y tremendo de ver cómo la persona que más quieren se consume y se convierte en cenizas. Es como otra muerte, lenta, penetrante, para que los vivos siempre recuerden que nadie escapa a lo inevitable del destino.”
Javier Moro. El sari rojo. 2008.
* * * Vademécum. ¿Nepotismo? “Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos”. ¿Sibilino? “Misterioso, oscuro con apariencia de importante”. ¿Escarnio? “Burla tenaz que se hace con el propósito de afrentar”.
Homenaje a León de Greiff en Eafit

2015 será recordado, además, por ser el año en el cual se conmemora el primer centenario de la publicación de Los Panidas, revista que circuló entre los meses de febrero y junio del año 1915. Dicha publicación marcó un importante hito en las letras colombianas, ya que en sus páginas un grupo de intelectuales, entre quienes se encontraban Fernando González y Ricardo Rendón, rompió con los cánones de la literatura y el pensamiento.
En conmemoración del hecho, las directivas de la Universidad Eafit realizaron un acto el miércoles 22 de julio, en el que estuvo presente Hjalmar de Greiff, hijo del escritor; Belisario Betancur Cuartas, expresidente de la República; Héctor Abad Faciolince, escritor e investigador de la obra de De Greiff; y Luis Fernando Macías Zuluaga, autor del libro Glosario de referencias léxicas y culturales en la obra de León de Greiff.
Durante el homenaje, representantes de los diferentes estamentos universitarios manifestaron su agradecimiento a la familia de Greiff, que recientemente donó una parte de la colección bibliográfica personal del escritor a la Sala Patrimonial Eafit.
Los textos fueron entregados por Hjalmar y Alexis, hijo y nieto del autor antioqueño, el pasado mes de abril a las directivas de la universidad.
“Estos textos nos dicen qué leía De Greiff, de qué se nutría intelectualmente y sobre qué discutía”, manifestó María Isabel Duarte Gandica, coordinadora de la Sala Patrimonial de Eafit.
En las cajas que guardaban los libros también se encontró evidencia de cómo sus conocimientos de contabilidad le ayudaron al literato para organizar su biblioteca. Así, además de las anotaciones, dedicatorias y fechas, en el lote de textos también hay un libro de inventario hecho por él, en el cual están relacionados más de 6.000 títulos, coincidiendo con la numeración que aparece en los textos.
El acto del miércoles tuvo un prólogo musical a cargo del maestro Gustavo Yepes y el barítono Andrés Yepes, quienes interpretaron composiciones que se hicieron a partir de letras del homenajeado.
Una donación fundamental para entender la obra del escritor
El acto de homenaje sirvió además para que los asistentes dialogaran sobre aspectos poco conocidos y detalles inéditos de la vida de Francisco de Asís León Bogislao de Greiff Häusler, el escritor antioqueño que, además de firmar sus escritos como León de Greiff, también usó diversos seudónimos como Leo Le Gris y Gaspar de la Nuit.
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León de Greiff.
Imagen del Banco de la República |
Sobre su colección de libros, los invitados coincidieron en destacar su importancia en razón de aportar luces para entender la producción literaria del autor.
El escritor Héctor Abad Faciolince, director del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, quien ya tuvo la oportunidad de revisar algunos de los títulos donados, y que por estos días prepara una investigación sobre De Greiff, comentó: “Su obra no se entiende sin sus lecturas. Aquí está lo fundamental. Los pensadores y los poetas que lo formaron están entre esos primeros libros de su catálogo”.
Por su parte, Juan Luis Mejía, director de Eafit, señaló que la colección contiene los componentes para tratar de descifrar a “uno de los poetas más encriptados por los símbolos, claves y figuras que utilizaba. Esta es una oportunidad de acercarse a uno de los literatos más reconocidos del país”.
La donación también refleja la melomanía del poeta. La Coordinadora de la Sala Patrimonial de Eafit comentó que contiene mucha música, con catálogos de obras de Estados Unidos y Europa.
Exposición sobre León de Greiff
Entre el 22 de julio y el 31 de agosto estará habilitada una exposición que también le rendirá homenaje a León de Greiff. Estará ubicada en el segundo y tercer piso del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, en Eafit.
Allí se podrán apreciar las primeras ediciones de los libros que se publicaron del maestro, parte de los títulos de su biblioteca personal con numeración y anotaciones, partituras con las interpretaciones que se hicieron de sus poemas y algunos de los textos que se han escrito sobre él.
Anime, cosplay y videojuegos en el Ágora Fest 2015
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Notas de La Habana

Pero la detención en el tiempo se observa también en casas y edificios, algunos mejor cuidados que otros, pero todos de baja altura. Solo pude ver una gran torre en las cercanías del Hotel Nacional, que, según me dijeron, también es de la época anterior a la revolución. Estas imágenes, acompañadas de la calidez y la amabilidad de los habaneros, hicieron de este viaje uno de los mejores de mi vida.
Nuestro hotel estaba localizado en la zona de Vedado, a dos cuadras del imponente Hotel Nacional de Cuba, declarado hoy como patrimonio histórico de ese país. Su enorme edificio, una combinación ecléctica de diferentes estilos arquitectónicos –desde reminiscencias árabes, hispano morunas, Neoclásico y Neocolonial–, fue construido a finales de los años 20 del siglo pasado e inaugurado el 30 de diciembre de 1930.
Traspasar el impactante lobby y abrir la puerta hacia el patio posterior generalmente va acompañado de un “¡Oh!” o de alguna exclamación parecida: ante nuestros ojos tuvimos una amplia galería amoblada con cómodos sofás y sillones de mimbre. Caminando unos pasos más allá, se encuentra un extenso jardín arbolado que también cuenta con mesas y un bar, y que balconea sobre el inmenso Atlántico. Una vista y ambiente imperdible, y los reyes de este jardín son una o dos parejas de pavos reales que circulan por entre las mesas, reclamando con sus graznidos un poco de pan.
Pasé varios días apoltronado en uno de estos sofás, leyendo a ratos, en otros mirando hacia el horizonte, fumando lentamente un habano y disfrutando siempre de la amabilidad e impecable atención del personal del hotel. Memorables los daiquirís, los mojitos y los jugos de frutas frescas, pero insuperables los rones cubanos de tres, siete, diez, once y más años de añejamiento. Mis favoritos fueron el Ron Santiago de once años o el Selección de Maestros de Havana Club, para ser tomados solos, en copa de brandy o cognac. El bar de la galería ofrece una selección limitada de pasantes y sandwichs, el más recomendable es el cubano con jamón, queso y carne desmechada de marrano.
El Comedor de Aguiar, el restaurante de lujo del hotel, ocupa un salón imponente cubierto con un impresionante techo artesonado. Su carta refleja la comida francesa de los años 60 del siglo pasado y entre las estrellas de su magnífica cocina están los camarones flambeados, la langosta thermidor, el Filete Mignon con salsa de champignones, el Chateaubriand con salsa bearnesa o algunas delicias de la cocina cubana como la ropa vieja con moros y tostones o el cordero estofado a la hierba buena. Para terminar, son recomendables unos creppes Suzzete cocidos y flambeados al lado de la mesa o los famosos helados Copelia. Mientras cenábamos, Ada Martín, la famosa pianista y compositora cubana, deleitaba a la concurrencia con hermosos danzones y otras canciones.
Espero poder regresar más de una vez a La Habana y a su Hotel Nacional.
Si desea puede escribirme a
[email protected]
Buenos Aires, julio de 2015
[email protected]
“Nos faltan veinte años de trabajo intenso”

Alejandro Echeverri, director de Urbam, (en primer plano) y Miquel Adrià, director de Arquine, durante uno de los conversatorios (FOTOGRAFÍAS: CORTESÍA UNIVERSIDAD EAFIT)
¿Qué opina del proyecto Parques del Río?
Yo no me atrevo a descalificar estos proyectos para nada, creo que los proyectos estratégicos que se están planteando hoy en Medellín son absolutamente necesarios. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos con las estrategias y los planes que se establezcan para que esas iniciativas no pierdan su conexión con lo inmediato y con lo social.
El congreso registró un lleno total, durante los dos días que duró
¿Cuánto tiempo tomaría minimizar esos problemas?
Nos faltan veinte años de trabajo intenso para eso. Lo que tenemos son unas tareas inmensas pero eso no me genera un trauma, ni me desanima, porque siempre trato de ver lo interesante de los retos que tenemos por delante.
Formulación de una política pública de construcción sostenible

Desde octubre de 2014, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en convenio con la Universidad Pontificia Bolivariana, trabaja en la formulación de una política pública de construcción sostenible para la región, alineada con el reglamento de nivel nacional, que en julio de 2015 se lanzó oficialmente (Reglamento de Construcción Sostenible para Colombia Decreto 1285 de 2015). El documento contiene los parámetros y lineamientos técnicos necesarios para lograr el uso eficiente de los recursos de agua y energía en las nuevas construcciones a partir del año 2016. Este reglamento fue formulado por el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio en el marco del Plan de Acción Sectorial de Vivienda y Desarrollo Territorial.
De forma paralela, el objetivo del Área Metropolitana y de la Universidad Pontificia Bolivariana es orientar la planeación, diseño, construcción, operación, renovación y la deconstrucción de los proyectos urbanos y de las edificaciones en la región hacia un desarrollo más sostenible, caracterizado por una mayor eficiencia en el uso de recursos, un menor impacto ambiental y una mayor inclusión social. Esto incluye temas relacionados con la biodiversidad, la gestión de los materiales y la reducción en la generación de residuos, entre otros.
El desarrollo técnico del documento está a cargo de un equipo interdisciplinario compuesto por arquitectos, ingenieros, paisajistas, biólogos, comunicadores y abogados, pertenecientes a grupos de investigación de las facultades de Arquitectura, Comunicación Social y Derecho de la UPB.
Adicionalmente, diferentes entidades públicas y privadas, así como gremios relevantes al tema, aportan elementos según sus competencias y experiencias. Las instituciones que participan por el momento son la Cámara Colombiana de la Construcción –Camacol- Seccional Antioquia, Centro Nacional de Producción Más Limpia y Tecnologías Ambientales, Curadurías Urbanas, Departamentos de Planeación Municipal, Empresa de Desarrollo Urbano –EDU-, Empresa de Vivienda de Antioquia, Empresas Públicas de Medellín, Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín –Isvimed-, Parque del Emprendimiento y la Sociedad Colombiana de Arquitectos –SCA-.
La estrategia de construcción de esta política pública también incluyó la realización de cuatro foros con la participación de los diversos participantes de la construcción y las empresas afines. Así mismo, la ciudadanía en general puede hacer sus aportes mediante la aplicación de la metodología de Voces Ciudadanas, que ya fue empleada para canalizar la participación comunitaria en la formulación del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín en 2014. En esta oportunidad se hace a través de las cuentas en redes sociales del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Voces Ciudadanas usando #MedellínSostenible en las cuentas de Twitter @Areametropol y @Vc_sostenibilid o en Facebook Areametropol y Vcsostenible.
Las preguntas que se plantean en las redes sociales son las siguientes:
1. ¿Qué impactos genera la construcción en su comunidad? (edificaciones, espacio público, vías)
2. ¿Cómo considera usted que deberían mejorar las construcciones en su comunidad?
3. ¿Qué entiende usted por construcciones sostenibles?
4. ¿Qué características marcan la diferencia entre una construcción sostenible y una no sostenible?
5. ¿Cómo cree usted que el Estado debería garantizar la sostenibilidad en una construcción?
6. ¿Cómo un ciudadano puede ejercer control sobre el proceso de una construcción?
7. ¿Qué beneficios presenta para el sector, la ciudad y los usuarios una construcción sostenible?
Restablecido el suministro de agua en tres barrios de la comuna 14

Residentes de la comuna 14 podrán estudiar inglés gratis
Entregan intercambio vial en la Loma del Tesoro con la Transversal Superior

Cultivarse

Ahí estaban los alumnos aplicados, los que preguntan y aprovechan cada instante de la clase. Pero también estaban los otros. Los que miran desde los rincones con desdén. Los que intentan medirte la paciencia y el conocimiento, con la esperanza de dejarte derrotado. Los que arman corrillos y se mandan mensajitos y se ríen y se olvidan de que al frente hay un tipo tratando de enseñarles alguna cosa que sirva. Todo se dio cita en ese salón de clase: el matoneo, los conflictos de raza y de clase, la cultura envilecida del dinero y la ingenuidad que sueña. Estaban los que piensan que pagando la matrícula ya han comprado el diploma. También, los que alguna vez tuvieron ilusiones de aprender y fueron decepcionados una y otra vez por profesores engañosos.
Como el perro viejo ladra echado, fui sorteando una a una las dificultades. A medida que lo hacía fui entendiendo que no sería el profesor que he sido en el país del sueño, y que no me sentiría tan a gusto con lo que hago, si no hubiera empezado mi carrera de tiza y tablero en un medio tan exigente. Entonces pensé en las dificultades, en el futuro incierto de esos muchachos, y sentí la necesidad de darles un mensaje que de veras fuera útil.
Primero les dije lo más obvio: que quien escribe tiene que leer y escribir mucho, que detrás de cada texto que se publica hay muchas horas de práctica, de borradores frágiles, de intentos que no clasificaron. Les hablé del témpano de hielo, de la pequeña punta que flota gracias a la masa enorme que hay debajo. Les hablé de las diez mil horas de práctica. Les dije que un comunicador que no es aficionado a las palabras es una cosa tan extraña como si a James Rodríguez no le gustara el fútbol y a Nairo Quintana lo aburrieran las bicicletas.
Luego les hablé de las historias, de esa necesidad humana tan vital como el alimento o el techo. Les expliqué que una de las tareas fundamentales del comunicador es transmitir historias y que su deber como profesionales es conocer cuáles son los temas esenciales, las preocupaciones básicas, lo que mueve esa red de relatos que envuelve y le da forma a nuestras vidas.
A medida que hablaba sentía que el efecto en los más atentos era evidente. Pero me quedaban los apáticos, los desconfiados. Supe que debía resumir mi legado en una o dos palabras que quedaran resonando, que quizá produjeran efecto meses o años más tarde.
Les hablé del Enquiridión de Epicteto, de su hermosa reflexión sobre la libertad y la felicidad, sobre la importancia de saber cuáles aspectos de nuestra vida controlamos y cuáles no. Les dije que solo somos dueños de nuestras decisiones, de lo que aceptamos y rechazamos, y que ese breve espacio de libertad está perdido si no nos formamos un criterio.
Así llegué a la síntesis con la que me despedí de mis únicos alumnos colombianos en casi dos décadas. Sin haberlo planeado, inspirado tal vez por los ejercicios de escritura, conseguí resumir todo lo que les había dicho con al verbo reflexivo “cultivarse”. Todo se resume en esa palabra: la importancia de la lectura y la escritura, la necesidad de formarse un criterio, el hecho simple y decisivo de que cada uno está a cargo de su vida. Les dije que el mundo los quería dóciles y mediocres para poder manipularlos, y que su propia vida era la empresa a la que cada uno tenía la obligación de enriquecer y dar prosperidad.
Cartagena, julio de 2015
[email protected]
Una carta para no olvidar
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Carta a una sombra es el primer documental de Daniela Abad Lombana |
Daniela Abad pudo hacerle a su padre, el escritor y columnista Héctor Abad Faciolince, muchas de las preguntas que tenía. Eran del abuelo, de su relación con él, de la familia, y otras, más íntimas, de hija a padre. Preguntas naturales que volvieron un día, a propósito de su documental Carta a una sombra, que codirigió junto al director bogotano Miguel Salazar, para contar la historia de la vida y muerte de Héctor Abad Gómez, el médico que luchó por la salud pública y la defensa de los derechos humanos en Medellín. Según describe Salazar: “la de un hombre bueno asesinado por ser bueno”.>
La familia está feliz. No pueden creer ver al abuelo en un afiche en el cine. Y luego, verse en pantalla gigante, es emocionante. La conmoción era de esperarse. Era volver a las fotografías guardadas en los baúles de la abuela y reencontrarse con momentos que quizá no recordaban; tener el previo aviso de videos fuertes, que por motivos de sobra, no se apresuraron a obtener; oír audios nunca conocidos y que guardan la voz, ya apagada. Pero fueron esas cartas habladas que el abuelo enviaba desde Indonesia o Filipinas, grabadas en un casete, las que sorprendieron a la nieta. Fue muy bonito para Daniela encontrar una para ella cuando acababa de nacer y oír por primera vez a quien le hablaba de la grandiosa mujer que sería.
Con esta historia no se pretendía encontrar al autor del asesinato de Héctor Abad Gómez –el 25 de agosto de 1987– sino, como expresa la codirectora, “contar una parte de la historia de Colombia, pero sobre todo recordar unos valores muy simples que mi abuelo siempre tenía presentes como el amor por la familia, los hijos, la belleza, la vida… Y hacer un cuestionamiento político desde esos valores, más que hablar de afiliaciones políticas, que igual están ahí”.
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Afiche del documental
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Una de las paradojas más tristes de su vida, relata en el documental Héctor Abad Faciolince, es que casi todo lo que ha escrito ha sido “para alguien que no puede leerme, y esto no es otra cosa que la carta a una sombra”. De cierta forma, revela su hija, “el documental es una carta, mía y de Miguel para mi papá y es muy emocionante que él sí pueda verla”.
“El cine es el único amor que no he perdido”, asegura. Quizá por eso abandonó, igual que su padre, la carrera de medicina que cursó por dos años. “Las películas, son definitivamente lo que más me gusta”, agrega. Por estos días, anda escribiendo el nuevo documental del que será directora y que grabará en 2016, esta vez dedicado a su abuelo materno, el escultor Tito Lombana.
Ser de aquí y de allá
Su vida ha estado entre este país, el que siente como propio, y Europa. Daniela Abad nació en Turín, Italia, el 22 de mayo de 1986, pero creció en la ciudad de Verona, a donde fueron sus padres, luego del exilio de Héctor Abad hijo tras el homicidio de Héctor Abad padre. Verona, recuerda, es esa ciudad pequeña y conservadora –ahora de moda y bohemia–, en la que no tenía mucho qué hacer, pero donde comía delicioso. Allí, en un barrio de inmigrantes, Veronetta, vive aún su madre Bárbara Lombana, en el mismo apartamento amplio, pero acogedor, y con ese ambiente que ella le da, “con sus cosas de hippie”, según cuenta. Por eso ha vivido con esa dualidad de dónde estar, si acá o allá.
Fotografía tomada por Carlos Bernal, amigo de Héctor Abad Gómez. Foto Cortesía
Daniela, que casi siempre sonríe, deja entrever el amor que siente por su familia. Habla de esas mujeres que, en un encuentro íntimo y sincero, se atrevieron a evocar la tragedia de un padre y un esposo, pero también el legado de enseñanzas y bellos momentos. La primera de ellas es Cecilia Faciolince, su abuela y amiga. La mujer sabia que entre tantas cosas le enseñó por qué la independencia económica es tan importante: “para que no te dominen y no tengas que hacer cosas que no quieres”. Las otras, sus tías son esas mujeres que cuando están, la vida es diferente: Mary Luz, la mayor, es “muy generosa”. Ella, que arregla los floreros de las casas, sabe lo que está de moda y lo que no, es la que se encarga de que Daniela “esté bien arreglada” y se queja porque ella no usa aretes. María Clara, es con quien puede conversar libremente de cualquier cosa, “es la más alegre e intelectual”. “Cuentan que era la más bonita, modelo de Piel Roja y esas cosas…”. Eva Victoria o “Vicky”, es “glamourosa”, “puede no ser muy visible, pero para mí es la más sensata y en quien confío mucho”. Sol Beatriz o “La nena”, es la médica que, igual que el abuelo, cuida la salud pública y la de la familia. “Siempre está pendiente de este tema y nos regaña por eso”, cuenta Daniela. Es con quien de niña más tiempo compartió. Sus hijos, María y Miguel, son sus primos más cercanos. Por su puesto, está su padre, Héctor Abad. Con él, habla tantas veces al día que sus amigas se asombran. Es el amigo a quien le pide consejos todo el tiempo y con quien está a veces en desacuerdo. “No he leído todos sus libros ni leo todos los domingos sus columnas (…)”, admite, pero lo que sí tiene presente es su mayor enseñanza: “Confiar en uno mismo, oír lo que uno siente y quiere hacer y hacerlo”.
Héctor Abad Gómez junto a su familia. Foto cortesía
F-AIR Colombia, una feria en el cielo
Alejandra Pérez, Jenifer Márquez, Estefanía Márquez
Alexander Henao, Ana María Duque, Santiago Duque, María Alejandra Henao
Andrés García, Sandra Botero
Antonio Charry, Daniel Peralta, Ricardo Martínez
Camilo Sánchez, Marta de los Ríos, Alejandro Vallejo, Alejandro Montoya
Daniel Martínez, María Claudia Bechara, Darío Mendoza
Daniel Ochoa, Camila Jaramillo, Santiago Ramírez, Elisa Maya
David Ángel, Pablo Ángel, Lina Alzate, Susana Ángel
Edier Nuñez, Juan David Gutiérrez, Juan Pablo Quintero
Esteban Gallo, Carolina Medina, John Edwin Arroyave, Alejandro Arroyave, Elizabeth Buitrago
Fernando Valencia, Luis Eduardo Calderón, Sandra Vaca
Juan Esteban Londoño, Valentina Uribe, Jesús Arias
Juan Gómez, Manuela Gómez, María José Tafur, Cristina Gómez
Juan Luis López, Tatiana Vallejo, Juan David Viveros, Katherine Valencia
Juan Pablo Segovia
Juan Sebastián Betancur, Natalia Perilla
Lina de la Roche, Bradley Nieto
Lorena Fandiño, Yuly Ospina
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María Juli Correa
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Mariana Méndez, Fabián Henao
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Mercadillo de mascotas en Santafé
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Sakura, Paula Rodríguez, Alejandro Santos
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Bingo, Óscar Pérez
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Camila González
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Carlos Tapias, Canela
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Elizabeth Prieto, Cristina Arroyave
Jorge Ramírez, Juana de La Cuesta
Juan Alberto Rúa, Lukas, Denis Londoño
Juan Luis Peláez, Carolina Montoya, Felipe Restrepo
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Juliana Echeverri, y su perro Bruno Albeiro de las Casas
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Kira, Santiago Valencia
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Juliana Rodríguez, Katherine Hernández
Liliana Botero, Jorge Ángel
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Liliana Rodríguez, Juan David Díaz
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Marianella Cardona, Andrés García
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Mario Arturo Casas, Alejandra Casas, Rosalba Espinoza, Liliana Casa, y la mascota Pilarica
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Mateo Tapias, Juana
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Mercedes Toro, y Merlín
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Natalia Hernández, Cristian Vinasco, y sus mascotas Dakota y Ziggy
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Natalia García, Esteban García, Julio García y su perro Fido
Óreo, Diana Díez
Sabores artesanales en El Castillo
Titi Berrío, Miguel Ramírez, Luisa Upegui, , Juan David Ramírez, Ricardo Agudelo, Felipe Agudelo
Verónica Urrego, Santiago Escobar
Carlos Hincapié, Natalia García, Juan Camilo Vargas, Alejandro de la Torre
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Carlos Suárez, Lidia Jiménez
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Carolina Echeverri
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Cristian Andrés Elejalde, Andrés Serna
Diego Buitrago, Jennifer Bravo, Mandy Londoño
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Eliana Monsalve
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Fanny Díaz, Allondra Quintero
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Juanita de Bedout, Simón Zuluaga
Laura Mejía, Ana Luisa Arroyave
Liliana Molina, Claudia Guzmán
Lucía de la Pava, Juan Manuel Torres, Kiko Kairoz, Sofía de la Pava, Catalina Irurita, Lucía de la Pava
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Manuela Fernandes, Luis Fernandes
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Marta Eugenia Arango
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María Luisa Fernandes, Merciane Fernandes
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Michelle García, Alejandro Sierra
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Nicole Gazzera, Claudine Murphy
Rubén Vásquez, Mónica Tamayo
Sara Orozco, Luciana Pabón, Santiago Pabón
La cocina fresca de Calle Cruz
Platos apetitosos al paladar y saludables para el cuerpo ofrece Calle Cruz, un restaurante de cocina de autor, que utiliza ingredientes orgánicos, muy frescos, en preparaciones afines al estilo de vida de las personas que disfrutan del buen comer sin descuidar su peso.

Calle Cruz es un proyecto de los empresarios Juan Guillermo García, Santiago Madrid y la chef Carolina Correa, quienes han concebido un lugar moderno y cautivante, donde utilizan ingredientes preponderantes en la gastronomía colombiana para confeccionar tentadoras recetas que vinculan lo propio con lo foráneo
El ceviche de temporada, el pulpo glaseado con Kola Román (acompañado con milhoja de plátano y queso costeño, bañado en salsa de chorizo) y los kibbes (hechos con harina de trigo y sofritos en aceite de oliva) son entradas irresistibles.
La cazuela de mariscos, el bowl Mediterráneo, el solomito Calle Cruz, el morrillo estofado en Kola Román (requiere un proceso de cocción de 12 horas, que asegura su suavidad) y el pollo en hojaldre (relleno de queso holandés y jamón serrano, sobre una espuma de queso y acompañado de ratatouille en tomatina de albahaca) son los fuertes recomendados.
Los postres se renuevan cada dos semanas. De los actuales, aconsejamos la esfera de chocolate (tres capas de chocolate con un relleno de mermelada de frambuesa y acompañado de helado artesanal de vainilla y limón).
Calle Cruz tiene muy presentes a los comensales vegetarianos. Para ellos, ofrece gustosas alternativas como el bowl de vegetales, el rissoto de hongos, el tamal de plátano y la pizza fresca (con masa marroquí delgada, crocante y liviana para el estómago).
Calle Cruz, que igualmente funciona como bar (vale la pena probar sus sangrías y margaritas), está ubicado en el Mall Trivento (en la Transversal Superior, a unos 100 metros del mall San Lucas Plaza). Horario de martes a domingo de 12 m a 10 pm. Los domingos cierra a las 5 pm. Informes en el 313 9708.
Salmón con piel crocante en salsa pesto, con vegetales salteados
• 200 gramos de salmón fresco.
• 1 gramo de ghee con tocineta (mantequilla clarificada, con un tris de tocineta para darle sabor).
• Sal y Pimienta al gusto.
• 30 gramos de albahaca.
• 1 diente de ajo.
• 15 gramos de queso parmesano.
• 10 gramos de maní.
• 20 mililitros de aceite de oliva.
• 40 mililitros de aceite de girasol.
• Sal y pimienta al gusto.
• 3 gramos ghee de ajo.
• 25 gramos de zucchini amarillo.
• 25 gramos de zucchini verde.
• 25 gramos de zanahoria.
Procedimiento
Para preparar la salsa pesto, agregar todos los ingredientes (a excepción del aceite de oliva) en la licuadora, comenzar a licuar lentamente e ir agregándole el aceite de oliva en forma de hilo (a temperatura ambiente) y continuar con el proceso hasta que quede una salsa homogénea.
Para el salmón, sellar el filete por el lado de la piel hasta que quede crocante, con ghee de tocineta, voltear y sellar nuevamente. Terminar su cocción en el horno a 250 grados durante cinco minutos.
Para la ensalada de vegetales salteados, cortar los zucchinis en cubos de aproximadamente 2 centímetros cada uno, y la zanahoria cortarla en rodajas. Para la preparación de la ensalada blanquear las zanahorias, después saltearlas con ghee de ajo y cuando estén doradas adicionarles los zucchinis, salpimentar.
Verter la salsa sobre el salmón y servirlo acompañado de la ensalada. Decorar con julianas de rábano o limón.
Kabuki, con acento nipón
En Provenza, en la carrera 33 No. 8A – 37, hace poco reabrió sus puertas Kabuki, restaurante especializado en gastronomía japonesa tradicional, con cierta influencia, en algunos platos, de la cocina nikkei (una fusión entre la peruana y la nipona).
La carta es obra del distinguido chef japonés Tomoyuki Sugano, quien formó en las técnicas y sabores milenarios de su país al chef actual de Kabuki, Camilo González, que aprendió el perfeccionismo y respeto por las recetas originales de la cocina nipona.
En una mesa a la vista de sus comensales, Camilo realiza un show de teppanyaki, donde, entre juegos con los cuchillos, prepara el famoso plato de teppanyaki, integrado por arroz yakimeshi, ensalada y una variedad de proteínas (pollo, solomito, salmón, róbalo y diferentes mariscos) a elección del cliente.
Yakisoba Osaka
“El sushi es técnica; el arroz debe quedar suave y ‘explotar’ en la boca del comensal, que este sienta cada grano”, afirma Camilo, quien resalta que el sushi de Kabuki se destaca, entre otras cosas, por llevar auténtico vinagre de arroz importado del Japón.
Para los principiantes en el mundo del sushi, Camilo sugiere el Coco Roll (rollo con palmito de cangrejo, queso crema, aguacate, envuelto con coco dulce); para los de nivel intermedio, el Tempura Roll (salmón, langostino, queso crema, caviar de cangrejo, espinaca y champiñón); y para los expertos el Arcoíris (tamago –huevo japonés–, espinaca, champiñones y caviar de cangrejo y cubierto con variedad de pescados y aguacate).
Arroz cremoso
El Yakisoba Osaka (pasta salteada con vegetales y mariscos acompañada de un estofado de cerdo al estilo japonés, y salsa okonomiyaki) y el arroz cremoso (arroz con langostinos, pulpo, calamares, preparados en bisque de langostinos y queso parmesano) son dos platos fuertes favoritos del chef. De las entradas propone las gyosas, empanadas típicas japonesas cocinadas al vapor, y los eby fry, langostinos tempurizados en parmesano y acompañados de una salsa tártara artesanal.
El turrón de las tres leches y, para los niños, el helado de sushi (una crepe de chocolate enrollada, con helado de vainilla y frutas) son los postres más solicitados en Kabuki, lugar que abre de lunes a domingo de 12 a 3 pm y 6 pm a 10 pm. Los viernes y sábados (este día funciona en jornada continua) cierra a las 10:30 pm, los domingos opera hasta las 5 pm. Informes en el 311 6152.
Humo veloz

José Gabriel Baena (1953-2015). Foto archivo
“Toda novela es una gran mentira”
Al solicitársele una entrevista al escritor y periodista José Gabriel Baena, no se sabe si por amabilidad o desconfianza, hizo un ofrecimiento que nunca nos habían hecho. Escribir él mismo su perfil para evitarnos, según dijo, el trabajo de grabar y desgrabar. Esto escribió:
José Gabriel Baena se acuerda mucho de un cuento titulado “Memorias de un niño embustero”, que empezaba: “Yo todavía no había nacido, cuando de pronto nací”. “Lo leí a los ocho años, a mediados del siglo pasado, en una inmensa “Antología del Cuento Colombiano”. Esos golpes de talento ingenuo son los que lo marcan a uno de por vida, y creo que de ahí de esa lectura, y de leer tanto embuste, nací yo como escritor”. Baena fue uno de los siete hijos de don Bernardo, el Mono, quien manejó la Librería América, al lado de La Candelaria, durante cuarenta años. Todavía existe la librería, al frente de “la Puerta del Perdón”, es la más antigua de Medellín, y Baena se crió entre los miles de libros que había en su casa, que llevaba el papá para leer y recomendarles a los clientes. “Había de todo en la casa, pero mi papá era Caballero del Santo Sepulcro, y entonces pululaban en cada rincón las biografías de santos, al lado de toda clase de literatura. De ahí mi vocación eterna de monje solitario. Pero estaban sobre todo los malditos franceses, y en general los grandes europeos. De tanto leer ya era miope a los nueve años, no había TV en la casa, me leí “La Metamorfosis“ de Kafka a los ocho, traducida por Borges, la Biblia completa a los 10, cinco mil páginas, y Cervantes solo vine a leerlo ya muy entrado en años, a los 20. Uno se forma como escritor en la niñez y en la adolescencia, ya después no se aprende, no creo en los llamados Talleres de Escritores”.
Baena estudió filosofía, se fue para Europa a mirar museos dos años, y cuando volvió se metió al periodismo. Fue uno de los insomnes fundadores de “El Mundo” en el 79, donde trabajó desde los subterráneos hasta la sala de redacción. Hizo de todo allí, y publicó en diez años centenares de artículos “de todo”. Tiene varios volúmenes empastados, y no está ni la mitad. “Del periodismo escrito, les recomiendo a ustedes, guarden, guarden todo. El periodismo es flor de tres minutos, como las buenas canciones antiguas. Ya los periodistas de hoy, con sus computadores, no pueden saber lo que es una rotativa tronando, al pie de una sala de armada, hacer un diario a las tres de la mañana, dormir tres horas y volver a las máquinas a mediodía. Y si me va a preguntar por la relación entre periodismo y literatura deberé decirle, tímido, humilde y necio: no hay ninguna, hoy. Antes, había. Recordemos las grandes épocas del periodismo en Colombia, solamente, y hasta los años 50–60 hubo escritores–periodistas, hoy habrá si mucho tres, no voy a decir nombres. Y poetas–periodistas, lo cual tuvo años de gloria en toda Iberoamérica. Hoy, así como dicen que el vídeo mató a la radio y luego la red mató todo, y todos los días internet mata algo tangible y nace algo invisible, como los teclados de la nueva iPad de la Apple, algo insólito, el periodismo mató a la gran mayoría de los escritores colombianos. No se le puede creer un poema a un “poeta” que escriba una columna semanal mercenaria. En cambio a los pocos novelistas que sobrevivimos en este país nos queda el lujo de escribir novelas y vivir casi de la nada y en la Nada, soy el último escritor nadaísta, escribiendo mentiras. Toda novela es una gran mentira, aunque pretenda decir la supuesta verdad de un mundo. No hay verdad que resista una palabra escrita, ni siquiera la palabra “Dios”. Por eso los judíos no se atreven a escribirla, y por paradoja los grandes novelistas son todos judíos, o tienen sus raíces por allá”. Baena, en España, “era y es un pueblo de judíos falsamente convertidos a la brava al cristianismo. Y el primer gran libro español lo hizo a mano Juan Alfonso de Baena, hacia 1450. Una inmensa recopilación de la literatura oral de la época. Creo que era tatarabuelo mío”.
Después de su vida en “El Mundo”, Baena trabajó como director cultural en la Biblioteca Piloto casi veinte años, y allí, de noche, entre centenares de exposiciones y conferencias, empezó a escribir sus novelas abrumadoras para los lectores comunes, de extraños títulos, desde 1993: “El amor eterno es un sándwich express”, “La Virgen Luna, los Siete de Urantia y el Dragón Láser”, “El Libro del Desapego de Beremundo Transz”, “O sea”, “Florecillas de Merlín de Asís”. Rockero a morir de la vieja guardia, editor de libros, periodista mensual de Vivir en El Poblado con su columna “Humo veloz”, Baena trabaja en su casa como oficina, con la gerencia de dos gatos ingleses. Cree que sus novelas son para el futuro, para el año 2300 en adelante. “Tres atrevidos las han leído por ahora, y eso es suficiente”. En junio saldrá la primera edición de otra novela, de un único ejemplar en papel. “Por cada libro que se publica hay que tumbar 17 árboles. Eso es muy grande pecado y pura vanidad. Pero se puede escribir para los amigos y enviarles capítulos sueltos por el e–mail. El novelista chino Gao Xingjian dice, y lo comparto y es mi lema: “No conviene sondear las almas, no conviene buscar las causas y los efectos, no conviene buscar el sentido, todo no es más que caos. Se han contado ya tantas tonterías que nada te impide seguir contando más”. Aviso: de cortesía: se ofrece su última novela en formato digital por demanda, a domicilio. Consignar en dólares.
Foto archivo
En su última columna, publicada en la edición 625 de Vivir en El Poblado (2 de julio de 2015), Baena deja un memorable mensaje: “Me pregunto, ¿a dónde se fue ese niño que nunca fue iluminado por la fatal revelación, quizás, citando a Jean Genet, “el niño melodioso muerto en mí, mucho antes de que me cortara el hacha”? Creo que sobreviví merced a la lectura y la escritura. Y a una frase de mi profesor de literatura secundaria: “Todos podemos ser literatos”.
Foto archivo
Ricardo Aricapa Ardila (periodista): “A José Gabriel lo conocí en el periódico El Mundo, como redactor de la sección cultural. Es decir, en su salsa, porque dado el mundo intelectual en el que se movía y sus muchos conocimientos y lecturas, siempre bordeando las vanguardias artísticas, el hombre no encajaba en una sección distinta. Además su frágil figura de nerd irredento, y sus ojos siempre alertas detrás de sus lentes de aumento (cuando se los quitaba quedaba casi ciego), no daban margen para encasillarlo en otro terreno. Desde entonces aprecié su amistad y las charlas en las que a veces nos enfrascábamos, siempre lúcido y certero en sus apreciaciones, prudente en sus opiniones y con un sentido del humor que, más que negro, era corrosivo, ácido sulfúrico puro. Por eso era un gusto conversar con él, tan distinto al resto de los colegas. Lamento mucho su partida, relativamente prematura”.
Gloria Inés Palomino (directora Biblioteca Pública Piloto): “Compartimos muchos años de sueños y propósitos personales e intelectuales. Fue un gran compañero en abrir espacios y recursos institucionales para la ciudad y los investigadores más diversos que requerían nuestro aporte. Su amplia y profunda formación, su aguda capacidad de análisis, el equipaje de sus muchas lecturas siempre fueron para mí motivo de admiración. Fue solidario y coherente, disfrutó haciendo sus escritos e investigando; también celebramos muchas veces. Nos deja indudablemente un legado e importantes reflexiones que llevaremos siempre. Para la Biblioteca Pública Piloto su paso por la Dirección Cultural –17 años– fue de gran aporte. Dejó un importante patrimonio en la institución y en la memoria de la ciudad.”
Adriana Mejía Londoño (periodista y columnista): “Quienes alguna vez trabajamos cerca de Baena –para nosotros era suficiente nombre su apellido– echaremos mucho de menos sus amplios conocimientos en música, literatura y cine, su gran sentido del humor, sus anotaciones al margen siempre tan oportunas y, por sobre todo, la gran persona que era”.
Párvulos Intelectuales II

/ Juan Carlos Franco
Hablábamos en la columna anterior sobre cómo piensa y actúa la guerrilla colombiana, tanto Farc estalinista como ELN maoísta. No importa la diferencia, a los desdichados países que les han aplicado estas ideologías les han destruido la sociedad, la propiedad, las familias y han crecido el Estado hasta hacerlo dueño de todo. Incluyendo la libertad. Hablábamos de cómo sus concepciones del mundo no necesitan estar atadas a los hechos ni a la historia, solo cuando les conviene. La única realidad que cuenta es la que ellos inventan, hilando con destreza medias verdades.
¿Qué pasaría, entonces, si el proceso de paz llega a buen término? Es decir, si hay una firma y las armas no vuelven a usarse, las minas no se instalan y los atentados cesan. Los guerrilleros del monte no disparan, posiblemente se concentran y el ejército no los ataca. Y las milicias urbanas encuentran otro oficio. Puede ser que varios o muchos de sus comandantes ingresen a la política y busquen por fin alcanzar objetivos políticos por medios pacíficos. Y que sus tropas se vayan reintegrando a la sociedad civil.
¿Qué puede pensar un mando medio o alto de estos movimientos, acostumbrado a mandar de manera casi monárquica, si de un momento a otro se ve lanzado a la arena política? ¿Se someterá dócilmente a la democracia, que incluye el cumplimiento de unas reglas y una alta probabilidad de no ganar? ¿Será capaz de aceptar y asumir una derrota en las urnas? ¿Esperará otros cuatro años y tratará de hacer mejor la tarea para la próxima vez? Difícil. Eso no está en su ADN. Ellos no se meten a nada que no estén seguros de poder ganar. Si es por las buenas o por las malas, eso es secundario.
Como ellos conservarían un pie en el monte y otro en el pueblo o la ciudad, cualquiera de estas adversidades tan normales en la vida política, para ellos serviría como excusa perfecta para argumentar que el Estado los engañó y deben regresar a filas para continuar su heroica lucha.
Si algunos llegan al Congreso, tratarán de desmontar tratados de libre comercio, de renegociar la explotación petrolera con las multinacionales, de expropiar tierras, industrias y todo lo que puedan, de elevar al máximo los impuestos a “la burguesía” y de buscar alianzas con los países más cerrados y retrógrados del mundo. Bueno, y si en el Congreso no consiguen los votos suficientes para aplicar por las buenas semejantes ideas, si se dan cuenta de que no es tan sencillo, ¿qué van a hacer?
Todo eso que hoy estando afuera les suena tan fácil de hacer, estando adentro no lo lograrán. Y si eventualmente algo logran, pronto se verá que esas medidas solo traerán más ruina y pobreza para el campo y las ciudades colombianas. Pero ellos, que nunca pierden una, rápidamente encontrarán la manera de pasarle la culpa al otro. Párvulos intelectuales.
Por supuesto, todo lo anterior lo sabe cada uno de ellos pero lo guarda en el fondo de su rígido cerebro. Jamás reconocería, ni ante propios ni ante extraños, que su ideología sirve para destruir pero es completamente impracticable para sacar adelante un país moderno.
Por lo pronto, que siga adelante el Gobierno, que firme un tratado de paz. Con todas sus dificultades, alguien tenía que hacerlo algún día. Y que de pronto tengamos unos cuantos meses o años de relativa paz…
Y que después veamos desfilar de nuevo hacia el monte (o hacia la delincuencia, o hacia las Bacrim) a la mayoría de esos combatientes que por su infantilismo mental no serán capaces de interpretar la vida civil ni la política en Colombia. Porque más que miedo a una derrota militar le tienen miedo a pasar a la irrelevancia, a dejar de ser divas y a que el país se olvide de ellos.
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