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Así lo dio a conocer la Alcaldía de Medellín en un comunicado en el que precisa que la atención a los usuarios ya se realiza en las taquillas 3 y 4 del Centro Administrativo.
Esta oficina atiende los trámites relacionados con la contribución de Valorización. Para este proceso, los ciudadanos pueden acudir a estas taquillas entre las 8:00 a.m. y las 5:30 p.m.
Aunque no se conoce el tiempo que la atención de Fonvalmed esté en La Alpujarra, el ente pidió a los usuarios estar pendientes de las redes sociales y el sitio web donde se informará oportunamente alguna novedad.
El alcalde de Medellín Federico Gutiérrez y las autoridades de salud de la capital antioqueña entregaron un buen balance tras cumplirse un mes en funcionamiento de la estrategia del Centro Integrado de Gestión del Acceso en Salud (Ciga) que busca optimizar y mejorar los servicios de urgencias en la ciudad.
Gutiérrez señaló que el sistema de información que han implementado para redireccionar a los pacientes de acuerdo a su nivel de complejidad en los diferentes centros de salud, ha permitido la desaturarización en las urgencias de los hospitales.
“A un mes estamos hablando de 6.651 pacientes que han sido redireccionados. Aspiramos a tener por mes 12 mil pacientes, lo que significaría un 30 por ciento de desaturarización. Este primer mes el balance es muy satisfactorio, porque hemos logrado un 15 por ciento, mejorando las condiciones de prestación del servicio”, señaló el Alcalde.
La preocupante situación de la salud en Colombia y las precarias condiciones en que se atiende a los usuarios hizo que Medellín tomara la decisión de implementar esta estrategia en la que se redistribuyen los pacientes sin importar la EPS a la que esté vinculada. Un reciente estudio de Medellín cómo vamos reveló que entre 2008 y 2015, el 95 por ciento de los 2.5 millones de personas aseguradas al sistema de seguridad social en salud de la ciudad hicieron uso del servicio, pero la atención no fue la indicada.
“Cuando se les pregunta a los ciudadanos de Medellín cuántos días transcurrieron entre el momento de pedir la cita y el momento de recibir el servicio, para 2014 y 2015 se encuentra que, en promedio el 51,2% manifestaron que transcurrieron entre 1 y 5 días desde que pidieron la cita hasta que recibieron el servicio. Pero un 32,6% de los usuarios esperaron más de 11 días para ello”, señala el informe de Medellín cómo vamos.
Frente a esta situación, el alcalde Gutiérrez precisó que el tema de cobertura y atención de salud ha sido de gran preocupación para su gobierno por la congestión y precariedad en la prestación del servicio. “Ver los centros de Metrosalud repletos con personas de edad, enfermos, con niños en brazos desde las 4:00 de la mañana haciendo fila, a ver si alcanzan un ficho y muchas veces se quedaban sin atención. Algo inhumano”, comentó.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Medellín, el 45 por ciento de los pacientes que llegan a los servicios de urgencias de alta complejidad en la ciudad podrían ser atendidos en otros centros asistenciales.
¿Cómo funciona?
El usuarios se presenta en un servicio de urgencias donde se evalúa, y tras el análisis médico se determina la prioridad en la atención a través de un triage. El resultado que arroje esta prueba establece el tipo de atención que irá consignada en el Ciga y donde en un término menor a 15 minutos la EPS le tendrá que generar una consulta externa o prioritaria en un plazo no mayor a 24 o 72 horas, dependiendo la clasificación del examen. En caso que la EPS no responda a la solicitud, la Secretaría de Salud le asignará la consulta en el centro de salud más cercano a la residencia del usuario.
Y es que de acuerdo con Empresa Varias, el carro para disponer de estos elementos realiza el recorrido cinco veces al día por el sector del parque Lleras y Provenza, pero los establecimientos comerciales no acatan su presencia.
Esta situación ha generado incomodidades a la comunidad por la proliferación de roedores, insectos y olores que se esparcen por el barrio.
Por su parte, las autoridades llaman a la cultura y el compromiso para que no se saque a destiempo los residuos y así se eviten, además del mal aspecto, la presencia de animales.
/ Santiago Hernández
Lucho Herrera levantando los brazos, con el tricolor y la palabra Colombia en el pecho. No, no fue en 1987 cuando ganó la Vuelta, tampoco cuando entró a la meta con su cara ensangrentada. Fue en el Tour de Francia de 1984, en la presentación de Colombia en Europa. Una entrada triunfal de fuerza, gallardía, y cojones, como dicen los españoles. Tres características de las que echó mano Nairo Quintana para regresarnos.
Vámonos a la imagen de Lucho con la tricolor. Aún no existía el Café de Colombia, menos el Manzana Postobón. Lucho corría para el tímido Varta, primer equipo colombiano en Europa. Y en la etapa de 17 entre Grenoble y L’Alpe d’Huez, demostró una raza desconocida para el Viejo Continente. En la subida a la Cota de Laffrey, Lucho se fue con (el archienemigo) Laurent Fignon en una escapada con 48 kilómetros para llegar a la meta. ¡48! Esa etapa ganada por Lucho a punta de pundonor, marcó el inicio de una era de triunfos en Europa, de ser reconocidos como los Escarabajos, como los aguerridos de la montaña. Una gloria que vendría a consolidarse con el título de la vuelta en 1987. Pero ese pundonor y esa fuerza, parecía diluirse en medio del ciclismo moderno, entre los potenciómetros (ese Catenaccio del ciclismo que da triunfos, pero roba espectáculo) y las estrategias de equipo.
Por el triunfo general pasaremos de largo. Ya se dijo de todo sobre Nairo, su fantástico Movistar, sobre los arrancones de Chris Froome, y del segundo podio del Esteban Chaves en 2016. Es momento de hablar de Nairo y Chaves recordando el ciclismo de los 80, las escapadas de Lucho, Patrocinio Jiménez en el Tourmalet, y Fabio Parra coronando en la Estación de Cerler, de cómo el ciclismo que aprendimos a amar por radio y por periódicos maltrechos, volvió en las últimas semanas para llenarnos de alegría. Para llenarnos el corazón.
Durante años no acostumbramos al ciclismo de las mínimas diferencias en la montaña y de las grandes ejecuciones al crono. De piques en los últimos kilómetros que nos vendían como ataques. Hasta nuestros escaladores pensaron en adoptar ese sistema de llegar en el lote en la montaña, sin atacar, y marcar diferencia en la crono. Pero para la gloria colombiana, el libreto tenía que ser sacado de las historias de gregarios y colonizadores del ciclismo europeo de hace tres décadas.
La primera imagen que nos llevó al pasado fue el ataque de Alberto Contador y su obediente Tinkoff en la décima etapa de la Vuelta. La llegada al Formigal vaticinaba una lucha en los kilómetros finales, con Froome y Quintana buscando arañarse segundos, mientras una fuga reclamaba la etapa. Chévere, pero manido. El ataque de Contador, en el que se montó Nairo y del que tumbaron a Froome, desbarató los libretos, recordó esas épicas de Herrera, pero también de Perico Delgado o Bernard Hinault, que ganaban sus rondas con el sudor de las piernas en fuga, y demoliendo altos como si fueran planicies. Pedalismo puro de la vieja guardia.
El segundo capítulo lo puso Chaves. El Orica Bike Exchange fraguó la táctica de la penúltima etapa, y todo quedó en video. Una pieza hermosa. La estrategia del director deportivo, la opinión de los compañeros, y las piernas de Chaves, fueron un viaje más al pasado. Un grandulón como Damien Howson al servicio del Chavito, un top-10 Simon Yates poniendo sus piernas para recuperar el podio del colombiano, un equipo de matrícula australiana sudando por un bogotano. Poesía pura. Poesía que nos hizo revivir nuestros tiempos del romántico ciclismo de los 80, sin potenciómetros ni grandes estrategias, pero sí con radios, coraje y muchas alegrías.
Miriam García, Juan Diego Mejía, Amalia Londoño, Antonio Parral, y Federico Gutiérrez
Miriam García Cabezas, Antonio Parral, Federico Gutiérrez y Amalia Londoño
Federico Gutiérrez y Juan Diego Mejía
Inauguración Fiesta del libro
Alberto Barrera y Yesica Prado
Catalina Ramírez y Natalia Martínez
Kimberly Leshko, Narciso Hidalgo, Enrique Patterson y Derlis Padilla
Juan David Márquez, María Nelly Torres, Romeo Márquez y Paula Vélez
Alejandro García y Lisbeth Castrillón
Ana María Toro
Cata Mejía y Andrés Cardona
Cristian Vélez y Yésica Pérez
Daniela Bustamante, Luciana Ramón y Sara Gómez
Daniel Correa y Sara Bermúdez
Daniel Vélez y Katerine Aguirre
Fiesta del Libro
Juan Esteban Pérez y Elizabeth López
Juan Esteban Rúa y Fani Esperanza Cruz
Laura Higuita y Juan José Castro
Laura Ospina y Nicolás Cardenas
Lina Gómez y María Clara Velásquez
Manuela Grajales y Danilo Mesa
Marcela Naranjo y Carolina Escobar
María Isabel Vargas y Sara Isabel Bonilla
Rodolfo Toro y Lina Gil
Santiago Flores y Sara Echavarría
Sara Agudelo y Germán Sánchez
Sara Gómez
Sofía Salamanca y Melissa Rodríguez
Yohana Ochoa y Yuleni Osorio
Santy Clap
Santy Clap
Santy Clap
Santy Clap concierto Fiesta del Libro
Tatiana Palacios y Ángela Correa
Alejandra Acevedo y Elisa Ángel
Alejandra Navarro y Barbara Wiesner
Ana María Gaviria, Carolina Rico, Carolina Noreña y Valentina Mejía
Carolina Barrera, Juan Diego Hoyos y María Clara Rubio
Carolina Rico y Ana María Gaviria
Cindy Ramírez y Diana León
Darío Rodríguez y Sebastián Gómez
David Espinosa y Daniela Chica
Diego González, Mauricio Díaz, Camilo García, Andrés Yepes, Mariana Abad y Manolo Arango
Juana Martínez y Felipe Flores
Juliana Martínez y Jorge Ardila
Laura Vargas, Heiner Ávila y Sara Ramírez
Marcela Tirado y Alejandro Mejía
María José Fernández, Sara Jaramillo y Carolina Mejía
Mauricio Díaz y Mariana Arango
Natalia Restrepo y Juan Carlos Jaramillo
Nicolás Álvarez y Cristina Arroyave
Sara Sánchez y Catalina Suárez
Sebastián Escobar, Juanita Valencia y Luisa Consuegra
Susana Mosquera, Santiago Ospina y María Alejandra Ortiz
Sebastián White y Mónica Hernández
María Agudelo y Akemi Nakamura
Víctor Gómez y Elvia Vélez
Aisha Asconiga y Ilan Karpio
Alejandro Ortiz, Mónica Rincón y Jorge Trillos
Carolina de los Ríos y Alejandro Escobar
David Montes y Manuel Moreno
Diego Salas y Estefanía Figueroa
Dorian González y Lucía Gaviria
Estefanía Figueroa
Fabio Gómez, Claudia Mejía y Eduardo Restrepo
Felipe Ángel, Eugenia Betancur y Carlos Felipe Ramírez
Héctor Fabio Castaño y Sandra Posada
Jaime Carrizosa
Juan Carlos Álvarez, Juliana Restrepo y Sergio Jaramillo
Juan Diego Cano y Gloria Lucía de Cano
Juan Gaviria, Cristina Arbeláez, Mateo Betancur y Cristina Hincapié
Luz Astrid Tirado y Roberto Muñoz
Mauricio Orrego y Carolina Villabona
Natalia Lema, Andrés Monsalve y Martha Sánchez
Paulina Restrepo y Alberto Restrepo
Ricardo Arango y Ricardo Barreneche (Martillos)
Susana Escudero
Mi “caprichito” apostó por una Bandeja: fríjoles montañeros (de notas dulzonas que encantan), carne en polvo, chorizo, morcilla, arroz, tajada de maduro, huevo, aguacate. De remate, un chicharrón, aunque bien pude elegir el Tocino en cajón, crocante y lleno de carne, elaborado en la técnica del cajón chino.
Prometían alcahuetear y a mi mesa llegó una porción de gran generosidad. Un “¿quiere comer? ¡Pues coma! Y bastante”. Mis amigos de mesa eligieron el Pollo popular, pechuga asada en salmuera de comino, ají dulce, panela y vinagre, y Posta de la Negra, cocida con cerveza, más arroz con coco, patacones, ensalada, arepa y hogao. Comida a dos manos, además de calidad, y servida con lujo en vajilla de El Carmen de Viboral. El postre fue toda una novedad: un dulce momposino creado con papa y queso.
Hay mondongo, ajiaco, cortes premium, salmón… y, como detalle de tradición, el menú infantil evita las croquetas de pollo con papitas o las salchipapas. En casa de matriarcado hay sopitas de ajiaco y de mondongo o frijoles “con cositas”.
La Matriarca es cocina de identidad, cocina con amor, dedicación, consagración, sello familiar, que complementa con una sección del restaurante, por demás, de gran formato con sus 250 mesas, con comida de mar y con un próximo café, que surtirán con producción de Ciudad Bolívar, dispuesto para el brunch o el algo de la tarde.
Para el postre me pidieron ser de “mente abierta”. Dije sí y a mi mesa llegó un postre de papa
Están de puertas abiertas de lunes a jueves entre 11 am y 10 pm, los viernes y los sábados hasta las 2 am y los domingos hasta las 5 pm. Acompañan con música en vivo y son pet friendly.
Facilidad al comer porque se trata de platos para disfrutar a mano, nada de cubiertos, tampoco de palitos. “El concepto integra preparaciones ricas, fáciles, saludables y rápidas”, agrega Lina San Juan, otra socia, desde la cocina.
La idea la encontraron en Facebook, recuerda Sebastián Múnera, ingeniero administrativo, en un post que tenía más apariencia de virus. Pero la vocación de abrir negocios lo condujo a descubrir una tendencia que se abrió paso en California y en Chicago, con gran aceptación, con filas de clientes. La calculó como posibilidad para Medellín y al instante Esteban Gaviria le cogió cuerda: comida rápida, pero no chatarra.
Están desde hace dos meses en la calle 10 # 33 – 21, diagonal al Hotel Diez, de lunes a jueves de 12 m a 9:30 pm y los viernes y los sábados hasta las 10:20 pm.
Invito a los estudiantes de las academias de cocina y gastronomía que funcionan en Medellín para que en 2017 asistan a estos tres eventos: canteras de conocimiento y ejemplos contundentes de la riqueza de nuestras cocinas populares
/ Julián Estrada
Tres ciudades diametralmente opuestas y a la vez tres eventos gastronómicos con marcadas diferencias entre los tres. Llámese como se llamen (festival, foro, simposio, congreso) la verdad es que son los únicos tres sobrevivientes de una docena que surgió hace poco menos de 12 años.
Acabo de llegar de Popayán, donde se realizó el XIV congreso gastronómico (del 8 al 11 de septiembre) con una magnífica organización y cuyo país invitado era Bélgica y la región de Colombia, Huila. Sus participaciones – en términos de oferta culinaria – fueron estupendas; pero algo que exige una mención obligada es la presencia de cocineras populares en pleno Parque Caldas, cuya organización comunitaria en los últimos 3 congresos se ha convertido en la mayor atracción debido a la calidad de sus fogones y comedores, ofertando todo tipo de manjar criollo.
Entre el 19 y el 21 de agosto se realizó la novena versión de un evento que ya tiene un acreditado prestigio en toda Colombia y cuya convocatoria crece de año en año; su nombre es perfecto: Sabor Barranquilla, el cual gira sobre 4 ejes básicos: 1º) Una muestra comercial donde participan desde la mujer artesana campesina, con su oferta de productos y recetas derivadas de la hoy subestimada algarroba, hasta la más prestigiosa empresa cuyos productos tienen gran comercialización en el mercado nacional e internacional. 2º) Una tarima de pedagogía culinaria por donde pasan los más prestigiosos chefs nacionales e internacionales enseñando sus recetas y secretos; pero donde también participan cocineras populares urbanas y campesinas, cuyos “preparados” gozan de prestigio local, razón que justifica su presencia. 3º) La convocatoria a un concurso de cocineros regionales (región Caribe) cuya filosofía es resaltar el valioso recetario regional y su acervo de técnicas y productos vernáculos que tienden a desaparecer. 4º) Un segmento académico que siempre invita a un selecto grupo de investigadores nacionales, quienes con sus conferencias y foros demuestran a un valioso público, la inagotable cantera de temas para investigar alrededor de la culinaria caribe y las cocinas regionales. Quien asiste a Sabor Barranquilla queda prendado… allí estuvimos.
Finalmente a mediados de noviembre en la cálida Riohacha se realiza un evento cuya calidad en su programación, siempre maravilla a sus asistentes, su nombre lo dice todo: La Cocina importa. Cocina con identidad. Ni un solo chef vedette, ni una sola mención a la gastronomía, todas las preparaciones de comida y bebida son auténticamente vernáculas; son dos jornadas de charlas, talleres y conversaciones sobre la tradición y el futuro del fogón guajiro, las cuales constituyen la más auténtica reflexión sobre nuestra cultura culinaria.
Esta crónica la escribo con un único propósito: informar y a la vez motivar a todos los estudiantes de las academias de cocina y gastronomía que funcionan en Medellín, para que en 2017 aprovechando un país de “carreteras abiertas”, asistan a estos tres eventos, que constituyen verdaderas canteras de conocimiento y ejemplos contundentes de la riqueza de nuestras cocinas populares. El tsunami de una nueva cocina colombiana apenas se está tornando; espero no estar equivocado.
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Laura conoce bien la historia del tríptico desde el momento en que Felipe II lo compró. Lo visita con frecuencia en su residencia actual en el Museo del Prado. Quizá, me aventuro, por esta relación cercana algunos personajes, no salidos directamente de la pintura, pero reunidos en la escritura darían cuerpo e historia a situaciones tan desbordantes como las que aparecen en el tríptico. Hablamos del rigor investigativo o de vivencia personal que hay en cada personaje. Hablamos de la ficción, del momento de quiebre en que aparece y se convierte en literatura. Hablamos de la fragmentación representada en la separación de los cuerpos en el tríptico en paralelo con la soledad del momento actual. Poco a poco nos encontramos inmersos en las dos obras, la escrita de Laura Restrepo y la pictórica de Hyeronimus Bosch y para mí es cada vez más cercana la relación. Recordé entonces las palabras de Nélida Piñón frente a la misma pintura: hay que inventar palabras; o de Michel Onfray: pensar lo impensable; o de Cees Nooteboom: ahí está todo; o de Reindert Falkenburg quien dice que el tríptico fue concebido como un elemento de conversación. Eso fue lo que hicimos.
No mencioné lo dicho por los escritores, pero a medida que avanzaba el encuentro la sensación de que Laura Restrepo hacía lo que ellos dicen y más en su obra, fue como una anunciación. Con su mirada sonriente y su manera de hablar, de narrar su trabajo, su vida, sus personajes, Laura Restrepo nos tuvo seducidos cerca de hora y media. Qué experiencia.
La travesía por el Jardín de las delicias de Laura Restrepo se puede ver en el Facebook de Vivir en El Poblado: https://www.facebook.com/vivirenelpoblado/. Allí en la columna de la derecha está el video.
Uno de los libros a los que siempre regreso es el llamado Oráculo manual y arte de prudencia, de mi querido don Baltazar Gracián (por cierto, Esteban Carlos, creo que el poema de Borges es una buena razón para leerlo), y cada vez que vuelvo me pregunto por qué tardé tanto para encontrar ese mapa tan certero del mundo y las interacciones de los hombres.
A Gracián llegué por el atajo del inglés. Les había echado el ojo a los tres volúmenes de El Criticón, me había preguntado quién leería ese mamotreto en nuestro tiempo, y consideré leerlo nada más por llevar un poco la contraria. Pero habría seguido posponiendo esa lectura si no caigo redondito en una traducción al inglés del Oráculo. Me bastó una ojeada para entender que esa vaina era más tesa que El Príncipe de Maquiavelo, mejor incluso que el bestial parloteo del Calila y Dimna, y que no estaba libre de la acidez sarcástica de las Máximas, de La Rochefoucauld.
Esa noche me dormí tarde después de agotar sin digerirlos los 300 principios que constituyen el Oráculo. No es por dármelas de gringo, pero la claridad de la traducción ayudó mucho. Las veces que he regresado a la versión en español, con todo y lo bello que me parece el fraseo, me ha costado mucho entender la idea y he debido volver a la transparencia de la versión en inglés. En esas andaba, leyendo el Oráculo en castellano del siglo 17, ayudándome a entender con la traducción, cuando me crucé con el principio 98 y sentí que lo leía por primera vez.
Me permito transcribir el estilo agraciado de Gracián: “Cifrar la voluntad. Son las pasiones los portillos del ánimo. El más práctico saber consiste en disimular; lleva el riesgo de perder el que juega a juego descubierto. Compita la detención del recatado con la atención del advertido: a linces de discurso, jibias de interioridad. No se le sepa el gusto, porque no se le prevenga, unos por la contradicción, otros por la lisonja”.
La filosofía es oro puro: si quieres lograr algo, quédate callado; de lo contrario los otros querrán impedir que lo logres o arruinártelo. Lo del carácter dañino de la lisonja es uno de los aspectos más sutiles del mensaje. Oculta, oculta, oculta a como dé lugar, si quieres que nadie se interponga entre tú y el cumplimiento de tus deseos.
El lenguaje es de gran finura. Palabras como “advertido” o “cifrar”. El subjuntivo sostenido con elegancia. Las figuras de lenguaje: ¿“A linces de discurso, jibias de interioridad”? La sola nota de pie de página es un poema: “Porque la jibia se defiende disimulándose, cubriéndose con la tinta oscura que expele de su cuerpo”. La traducción misma es una belleza: “against the eye of the lynx, the ink of the cuttlefish”.
No puedo explicar aquí el sentido del Oráculo de Gracián, y ni siquiera el de este fragmento que he señalado. Su origen se remonta a las capas más animales del ser humano. Pero puedo explicar por qué en este libro me siento como en mi casa. El sábado pasado volví al Oráculo pidiéndole que me iluminara. Abrí al azar una página. Así llegué al fragmento de las jibias. Quién sabe cuántas veces habré pasado por allí, pero sólo durante esa lectura me dio por reconocer que no sabía lo que la palabra designaba. Por el contexto se podía inferir que era algo así como el calamar. Pero al leer la nota de pie de página sentí como si cayera dentro de un espejo de obsidiana. Así es, eso soy, con esta grafomanía que da sentido a mi vida… un animal que se disimula, cubriéndose con la tinta oscura que expele de su cuerpo.
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Ser pobre de espíritu es desprenderse de todos los previos para que una nueva información irrumpa. No se puede tener acceso a lo nuevo, si las viejas ideas, conocimientos e informaciones, siguen estructurando la vida
En la vida todo es una prueba, una prueba que nos forma, nos transforma. Si ese es un principio vital es porque cada situación contiene una in – formación. Es la prueba lo que permite descender y vivir las experiencias como una carga que nos conduce hacia el abismo sin fondo, donde mora la luz, la luz guardada celosamente en el femenino, inconsciente oscuro, profundo.
Difícil de aceptar, pero si ahí encontramos la luz, la claridad, y es porque ahí, descubrimos cual es nuestra misión. Al mismo tiempo que está la luz, está la trampa. Ambas al alcance de la mano, la luz permite ascenso y está siempre presente, el tramposo permite el atajo y remite a la repetición de la experiencia, hasta que el aprendizaje esté concluido y se dé un salto hacia una nueva tierra, hacia una nueva realidad. Ahí veremos el cielo abierto, es decir nuevas opciones que van a exigir nuevos descensos, la búsqueda de nuevas luces, para poder in – formar el camino.
La Qábala cristiana (¡sin ofender a nadie!) sugiere para este proceso entender que cuando uno actúa a tiempo, uno actúa fuera del tiempo, en el ahora, ese instante donde tiempo y espacio están en el punto cero. El tiempo justo, el ya; y si se actúa con goce, es decir disfrutando lo que se hace, uno es bendecido por la vida, lleno de gracia, yo diría mejor agraciado y agradecido.
Para lograrlo es necesario renunciar a creencias que han deteriorado a través del tiempo lo esencial. Renunciar a ellas nos recuerdan la bienaventuranza que dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Ser pobre de espíritu es desprenderse de todos los previos para que una nueva información irrumpa. No se puede tener acceso a lo nuevo, si las viejas ideas, conocimientos e informaciones, siguen estructurando la vida. Eso es un salto al vacío, donde se pierden la seguridad que los referentes dan. Esos referentes que como una telaraña nos envuelven ingeniosamente. Nos acompañan los seres de luz y el tramposo. Hay que deshacerse de las telarañas.
Hacer y goce. Hacer con goce. Saber que en la medida en que hacemos somos creadores y si hacemos con goce, somos agraciados. Y el hacer siempre es colaborar con la obra creadora, ayudar, y en la medida en que uno ayuda recibe lo necesario para cumplir la misión escogida por cada uno desde siempre.
Para cerrar este artículo me parece importante hacer una anotación que puede aparecer por fuera de tono. Cuando uno inicia un camino de realización donde la materia y el espíritu se encuentran en tensión permanente, donde uno entiende como el hacer con goce conduce a la realización, hay un ejercicio importante a cumplir: aprender a abrazar.
Abrazar supone fuego y es obra del Espíritu Santo o del soplo, o como se quiera nombrar. Abrazar es la manifestación de amor más simple y maravillosa. Da confianza, seguridad, felicidad. Relaja, libera tensiones. Rejuvenece. Y la Qábala sugiere que los brazos y las manos son el hacer divino del Hombre, y que si uno aprende a abrazar, siempre aprenderá a ascender, a volar.
Medellín ha obtenido importantes avances en cobertura educativa en los últimos años. Es indudable que en básica primaria y secundaria hemos logrado coberturas del 100%. Sin embargo, en la media (niveles 10 y 11) hemos caído a un promedio del 70%. En educación superior la situación es muy crítica, pues según cifras publicadas por el periódico El Colombiano en fechas recientes, solo el 18.26% de los jóvenes entre 17 y 21 años estudia en universidades y, más grave aún, en dicho artículo se dice lo siguiente: “Los mayores esfuerzos para garantizar un futuro digno a esta franja poblacional (jóvenes de 17 a 21 años) deben hacerse en la comuna nororiental, donde los inscritos en carreras técnicas, tecnológicas o de pregrado están por debajo del promedio nacional incluso por debajo de las ciudades más pobres del país”.
Es indudable que el municipio de Medellín en concurso con importantes dirigentes del sector privado, ha logrado fortalecer la oferta de educación técnica, tecnológica y universitaria para la ciudad en los últimos años. Es importante resaltar los esfuerzos que vienen haciendo las universidades públicas con asiento en Medellín, orientados a brindarles más oportunidades académicas a nuestros jóvenes, tal es el caso de nuestra Alma Mater y la Universidad Nacional. Igualmente hay que destacar los esfuerzos que también han realizado el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y el Tecnológico de Antioquia. Y por supuesto los grandes avances que hemos logrado a través del Pascual Bravo, el Colegio Mayor y el ITM, sobre todo con el gran aporte que le hizo a esta institución la Fundación Fraternidad Medellín con la donación de las antiguas instalaciones del Colegio San José. También es necesario resaltar el esfuerzo que se comenzó a hacer en la administración municipal anterior para que con los recursos de la venta del 50% de UNE se construya un gran centro educativo donde antes quedaba la Cárcel del Buen Pastor que va a darles oportunidad de formación tecnología y universitaria a 10.000 jóvenes de las comunas 12 y 13. Entiendo que en la Feria de Ganados hay un proyecto similar.
Si queremos avanzar rápido en materia de formación técnica, tecnológica y universitaria en la ciudad, es indispensable apostarles a otras estrategias, sin frenar lo que actualmente se adelanta en relación con las Ciudadelas Universitarias, de allí entonces que sea fundamental, como lo propuse en campaña, apostarle a la educación o formación virtual.
Algo se ha venido haciendo por parte de la municipalidad en relación con este tema, comenzando con la asignación de recursos del orden de 35.000 millones que hizo el Fondo para la Vida el año anterior para crear la Ciudadela Universitaria Digital denominada @Medellín. Es importante destacar que este proyecto continuará en la actual alcaldía en cuanto a que fue incluida en el Plan de Desarrollo.
Sin embargo, mi propuesta va mucho más allá para lograr un rápido crecimiento de la cobertura en educación superior. Consiste en implementar un programa de becas para que miles de nuestros jóvenes puedan inscribirse en programas virtuales que ofrecen un sinnúmero de centros educativos de nuestra región y el mundo. Becas que estarían máximo por el orden de los 2 millones de pesos el semestre. Contamos con instituciones muy próximas, como la Universidad Católica del Norte y el Politécnico Grancolombiano, con sede en la ciudad, así como la Universidad de Antioquia, la U. de M. y Eafit en posgrados, entre otras, en las cuales a través de la virtualidad podemos formar a cientos de miles de personas de la ciudad en aquellas carreras tecnológicas y universitarias que se requieren para hacer de Medellín una ciudad competitiva.
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Como recordarán algunos lectores, hace dos semanas dediqué este espacio a formularle dos preguntas a la STTMED. Una referente al uso de las bermas, otra a los vidrios polarizados. Con la esperanza, tal vez remota, de que mereciera una respuesta.
Para mi sorpresa, la STTMED respondió. Y respondió de manera concreta, oportuna y satisfactoria. Y no solo con un mensaje sino con una visita en persona por parte del Subsecretario de Seguridad Vial y Control, Mario Ramírez.
A continuación, sus respuestas:
Bermas: efectivamente, están diseñadas para la circulación de personas y de vehículos sin motor. Está muy bien caminar, trotar, montar en bicicleta. Pero muy mal meter una moto o un carro por ahí. Estos solo la pueden usar en situaciones de urgencia que les impidan seguir circulando por la calzada principal.
¿Y qué ocurre con un vehículo que sube a 10 Km/h acompañando a un ciclista que va subiendo Las Palmas, con medio carro en la berma y medio en la calzada? No debería invadir la berma, pero bien puede ir por el carril derecho a la velocidad que se le dé la gana.
Incluso podría hacerlo por el carril izquierdo, si fuera su deseo. Porque en Colombia el Código Nacional de Tránsito (CNT) solo regula velocidades máximas. Para nada se mete con las mínimas.
En una carretera con muchas curvas, casi todas en Antioquia, es sumamente peligroso encontrar de repente un vehículo demasiado lento sobre mi propia vía, y si es por la calzada izquierda, ni se diga. Muy fácil golpearlo por detrás y ser uno el culpable.
Mientras no haya nueva versión del CNT –ley aprobada justo el último día del gobierno Pastrana, en 2002–, este peligro evidente seguirá existiendo, pero no se puede sancionar a nadie.
Vidrios Polarizados: en teoría, cualquiera en Colombia puede mandar a polarizar los vidrios de su vehículo, siempre y cuando cumpla algunas normas sobre el grado de opacidad o transparencia. Y que tenga un certificado de la Policía que lo autorice.
En la práctica, medir el grado de opacidad de un vidrio no es fácil. Los hay absolutamente negros, pero de alguna manera consiguen el documento que certifica que su nivel de transparencia es muy alto. Y entonces, ¿qué puede hacer un guarda de tránsito?
Por el momento nos tendremos que acostumbrar a no saber qué va a hacer el conductor del carro polarizado de al lado, pues se vuelve totalmente invisible. Imposible saber si nos vio o no, si nos está dejando pasar o no, si va hablando por celular…
Pero justo por esa misma razón, ese conductor se siente mucho más seguro con el vidrio negro, pues el atracador en potencia no ve quién está adentro, no ve dónde está el bolso con el celular, si lleva cadena de oro o no…
Es decir, el vidrio negro contribuye a la tranquilidad del usuario. Y estar deteniendo y sancionando a los que no tienen el certificado de opacidad, o sí lo tienen, pero es mentiroso, quizá no es la prioridad en una ciudad todavía insegura y con tantos desafíos para la autoridad de tránsito.
Y hay muchas cosas que, aunque necesarias, tampoco se pueden hacer, explica Mario. Por ejemplo, no se puede sancionar más de una vez al dueño de un camión-chimenea, por más reiterado que sea su incumplimiento de las normas. Ni se puede incrementar la plantilla de guardas de tránsito debido a la Ley 617 de 2000. Ni los usuarios pueden mover los vehículos luego de un choque de latas mientras no lleguen los guardas…
En fin, labor difícil y con pocas herramientas, especialmente con una muy pobre y obsoleta legislación de tránsito y movilidad. Y lo peor, con una altísima cuota de indisciplina e indiferencia por parte de conductores y peatones.
Gracias, STTMED. Gracias, Mario.
“Santillana del Mar es el pueblo más bonito de España”, afirma uno de los personajes de la novela La náusea, de Jean Paul Sartre, y acaso tuviera razón. Queda en el norte del país, en la comunidad autónoma de Cantabria, a 30 kilómetros de Santander. Por allí pasan algunas de las rutas del Camino de Santiago. La distingue su bellísima colegiata de santa Juliana (santa Illana), edificación del siglo XII que le da nombre a la villa. El entorno del pueblo es apacible y hermoso. Una ladera de suave pendiente desciende hacia el mar, cubierta de verdes pastos. Al oeste se alcanzan a ver las cumbres nevadas de los Picos de Europa y al norte está el poderoso Cantábrico rugiente y amenazador.
Un año más tarde, en 1880, don Marcelino publicó un opúsculo titulado Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la provincia de Santander y una de las primeras cosas que hizo fue enviarle una copia a Émile Cartailhac, arqueólogo francés reconocido entonces como la primera autoridad del mundo en asuntos prehistóricos. Para evaluar el caso, Cartailhac pidió consejo a su amigo y colega Gabriel de Mortillet quien era profundamente antirreligioso y sentía particular antipatía por la religión Católica. De Mortillet logró convencer a Cartailhac de que los supuestos descubrimientos de Altamira no eran otra cosa que una conspiración orquestada por los jesuítas para desacreditar el evolucionismo. Cartailhac resolvió entonces enviar a Édouard Harlé para que realizara una visita a la cueva y emitiera un concepto. La opinión de Harlé fue contundente: la frescura de los colores y la calidad artística de las pinturas resultaban muy sospechosas. Por otra parte, la única manera de iluminarse en la antigüedad era con antorchas, y dado que no podían observarse huellas de humo en las paredes o el techo de la cueva, resultaba forzoso concluir que se trataba de una falsificación reciente realizada con un método moderno de iluminación. Los falsificadores habrían engañado a Sans de Sautuola; esto en el caso de que no hubiese sido él mismo el falsificador. Hoy sabemos que los pintores paleolíticos tenían para iluminarse pequeñas lámparas de piedra alimentadas con médula de huesos de animales, que no produce humo.
Pocos meses después de la publicación del folleto de Sanz de Sautuola se llevó a cabo en Lisboa el Congreso Internacional de Antropología y Arqueología Prehistórica y Juan Vilanova, destacado paleontólogo español, hizo la presentación de los descubrimientos de Altamira. Cartailhac abandonó deliberada y notoriamente la conferencia; en las actas del congreso ni siquiera se menciona Altamira. En 1886 Cartailhac publicó su libro Las edades prehistóricas de España y Portugal y tampoco hizo mención de Altamira, la cual, según su opinión, era “una vulgar tomadura de pelo de un artista de pacotilla”.
Don Marcelino Sanz de Sautuola murió en 1888 agobiado por la frustración y la amargura. Creía haber encontrado un tesoro para la humanidad y solo recibió a cambio desprecio, burlas y hostilidad. Un fin lamentable para quien por primera vez valoró acertadamente estas pinturas y les adjudicó su autoría a los hombres del paleolítico superior. Bien puede decirse que fue un adelantado a su tiempo.
En los años siguientes al descubrimiento de Altamira se encontraron en Francia las cuevas decoradas de Pair-non-Pair en 1881, la Mouthe en 1894 y Font-de-Gaume en 1901. Estos hallazgos finalmente convencieron a Carteilhac, quien publicó en 1902 un artículo titulado La gruta de Altamira. Mea culpa de un escéptico donde aceptaba su error y reconocía el mérito de don Marcelino Sanz de Sautuola; pero era muy tarde, don Marcelino había muerto catorce años antes.
En el gran techo de Altamira hay 27 bisontes, un ciervo macho, cuatro ciervos hembra y dos caballos. Resulta natural pensar que estos animales debían constituir la base alimentaria de las tribus paleolíticas que habitaron la zona, y que por esa razón están representados tan abundantemente en las pinturas, pero es el caso que la base alimenticia de estos hombres no era el bisonte, sino el reno y el salmón, animales que no aparecen ni una sola vez en el techo.
Ignoramos totalmente el sentido de las pinturas de Altamira. Algunos piensan que tenían un sentido mágico relacionado con la caza, otros lo vinculan a actividades chamánicas, otros hablan de una expresión de la paridad sexual donde unos animales representan lo feminino y otros lo masculino, otros en fin, hablan de totemismo, pero nada sabemos con certeza.
El techo pintado de la cueva de Altamira (162 metros cuadrados) es comparable en área al Juicio Final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina (167 metros cuadrados) y la destreza técnica demostrada por el artista es equivalente a la alcanzada por los pintores y dibujantes mejor dotados de nuestro tiempo. Los análisis estilísticos parecen demostrar que todo el techo fue obra de una misma persona. Se dice que Picasso visitó la cueva de Altamira en su juventud y que al salir exclamó: “Ninguno de nosotros podría pintar así”, otras versiones afirman que sus palabras fueron: “No hemos aprendido nada en 12.000 años”.
La anécdota en cualquiera de sus versiones es seguramente apócrifa, pero creo estar seguro de que Picasso “pudo” haber dicho algo como eso. Alguien opinará que es inadecuado utilizar criterios evaluativos de nuestro tiempo para calificar unas obras que fueron pintadas hace 15.000 años, pero también habrá que decir que es inevitable hacerlo así; lo ignoramos todo con respecto a los criterios evaluativos artísticos del hombre del paleolítico, de manera que nos vemos obligados a usar los nuestros. Y la conclusión a la que llegamos es que estos hombres tenían una sensibildad estética muy desarrollada que parece evidenciar procesos mentales abstractos, complejos, muy elaborados y extremadamente parecidos a los nuestros.
Por Saúl Álvarez Lara
Cuando Santiago Vélez llegó para estudiar en la Universidad de Barcelona una Maestría en Producción e Investigación Artística, hace poco más de dos años, no esperaba encontrar en las calles de la Ciudad Condal la multitud de inmigrantes que intimidados por la separación de sus raíces intentaba disimularse lo mejor posible en los vericuetos de las calles o en los extramuros. Era posible que en el mismo momento en que Santiago desembarcaba en el aeropuerto de El Prat, cientos, seguramente miles de inmigrantes que huyen de la guerra, la destrucción o el hambre, perseguidos por fanáticos enardecidos o mafiosos del transporte, se encontrarán en altamar con solo un neumático de motocicleta por equipaje y tabla de salvación. En caso de naufragio estos hombres, mujeres y niños se pierden en el Mediterráneo; si son rescatados y después depositados en tierra firme, continúan su odisea en medio del miedo, la soledad y la indiferencia.
La situación actual no es el epílogo de esta diáspora que va por el medio siglo y el Mediterráneo, que ya no es punto de encuentro, se convirtió en frontera. Impresionado por la situación Santiago empezó a preguntar. Pronto se encontró con que el mar ejerce la función de frontera casi siempre insalvable. Desde los inicios de su carrera como artista plástico, el agua, el elemento maleable por excelencia, había sido el centro de sus trabajos. El agua que fue reflejo, corriente, desborde, olvido, objeto, disolución, estanque en obras anteriores, era, en ese momento, frontera, náufragos, desarraigo. Una confirmación de su versatilidad. Santiago Vélez se dedicó a investigar en cuanto lugar fue posible el origen de la fragmentación que llevaba a esos miles de personas de todas las edades a lanzarse al mar en busca de la casualidad que acaso les permitiera malvivir en la otra “rivera”, el título de una de sus obras.
Es posible que sus reflexiones lo llevaran por esos parajes; lo que sí es seguro es que multitud de artículos de prensa lo remitieron a la situación actual después de veinte o treinta años de haber sido publicados. Titulares de prensa como: “El mar que se convirtió en frontera”, “Poner puertas al mar”, “La frontera de cristal” tomaron poco a poco forma e imagen.
El primer trabajo que realizó en relación con los inmigrantes en el mar Mediterráneo tuvo como elemento central neumáticos que, inflados con aire cumplen la función de salvavidas, pero llenos de cemento sólido se convierten en trampas mortales. Es la metáfora de la salvación que arrastra hacia el fondo del mar. Luego decidió buscar los inmigrantes y quienes estaban en contacto con ellos, quienes los ayudaban. Encontró videos de Médicos sin Fronteras en operaciones de rescate y construyó una narración a partir de los audios de esos videos, desde el momento en que saben dónde están, cómo se acercan a ellos, cómo les dicen que los van a rescatar, cómo los calman, cómo los suben al barco de rescate y como les entregan la manta térmica, primer contacto con el nuevo mundo y centro de esta parte de la obra de Santiago.
Y luego vinieron las puertas. Las construyó con material reciclado, con piezas que fueran próximas a la vida de los inmigrantes. Cada pieza de la plancha de flotación que lleva la puerta corresponde a la cultura y al lugar de origen de los inmigrantes que representa. Las canecas que servirían de flotadores en la puerta que flotó en el Mediterráneo se las compró a unos africanos, lo mismo que la puerta y los tablones y las cuerdas. Lo mismo hizo cuando vino a Turbo donde la situación de los inmigrantes africanos, cubanos, chinos, de paso hacia Estados Unidos es la misma que la de los inmigrantes africanos o sirios en el Mediterráneo. Con las puertas en altamar Santiago pone en evidencia un símbolo de aislamiento, de fragmentación. Una puerta en medio del mar por la que no hay que pasar y no aísla nada, pero marca las líneas de la inmigración y simboliza las puertas cerradas que los inmigrantes esperan abrir. Sin embargo, si no naufragan en altamar, es posible que naufraguen en una selva peor, más cruel; una selva de soledad y con el mundo en contra.
El trabajo de Santiago Vélez es un proceso que se mueve por el mundo entero, espera tener sus puertas navegando en el Pacífico frente al muro entre California y México o en el estrecho de la Florida entre Cuba y Miami, en cada caso todos los elementos corresponderán a la cultura del inmigrante.
Estas puertas en medio del mar son una mínima muestra de la obra de Santiago Vélez, un artista joven que mantiene su trabajo en proceso permanente porque el agua es fundamental en el devenir de los seres humanos. Santiago Vélez expone Los límites del mar en la Galería de la Oficina, Calle 10 No. 40-37, hasta finales de septiembre.
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La conversación surgió de un grupo que se identificó como “jóvenes universitarios indefensos que quieren la paz” y que se propuso conocer la posición del alcalde Federico Gutiérrez de cara a los acuerdos entre el Gobierno y las Farc.
La respuesta del Alcalde, en apariencia simple, decir SÍ o contestar NO, fue “que cada ciudadano tome su propia decisión”.
Como esta ciudad no descansa, el debate fue interrumpido por el sismo del martes y sus réplicas. Gutiérrez apareció en las redes sociales para dar un parte de tranquilidad en Medellín. Con horas de diferencia, la coyuntura lo había llevado al incendio en Villatina y al caso de alias Pedro Pistolas.
Pero, como ciudadanos, no podemos ir saltando de tema en tema sin digerir, sin avanzar.
El SÍ o el NO de Federico son justo eso: suyos, su mirada personal. Frente a los acuerdos, el Alcalde de Medellín señaló que son “un paso histórico”. También dijo que ha expresado “unas dudas” y que “no está mal” hacerlo, además que prefiere “ser optimista”.
¿Dará el SÍ o el NO? Respondió que invita “a leer los acuerdos y votar a consciencia”, a tener una discusión con tolerancia.
Las miradas personales de referentes públicos pueden servir como guía para que cada ciudadano fije una posición. Pero eso es diferente a “votar por”. El 2 de octubre no estaremos eligiendo a favoritos o derrotando a contrarios.
El SÍ o el NO de Federico Gutiérrez no compromete a Medellín, lo compromete a él como ciudadano. Por un NO suyo, que predomina como especulación en las redes sociales, donde también hay participantes sin mérito ni preparación suficientes para debatir, pero igual comentan y rellenan, Medellín no quedaría aislada en caso de que gane el SÍ. Y viceversa. El voto del Alcalde no constituye decreto.
La Medellín de las oportunidades ha atraído comunidades de reinsertados, también de población desplazada, además ha sido núcleo de todo tipo de violencias. Pero esos factores no pueden ser vinculados con la posición del Alcalde. Ni su carrera política, por la conveniencia que le represente plantear su voto en público, compromete a la ciudad.
Por José Fernando Serna Osorio
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El único recuerdo que no tienen en la mente es de la hora que estuvo inconsciente y con convulsiones en 2013, cuando un golpe con la bola de hockey sobre piso le impactó la cabeza. El despertar lo sorprendió mientras le realizaban los exámenes de urgencia en la clínica. Resultado: trauma craneoencefálico. Ni esa situación le cortó el aire, don Gil tiene piernas, fuerza y sobre todo ganas de seguir representando a Antioquia, colores con los que se volvió a vestir después de 25 años de ausencia. ¡Nadie le quita lo bailado!Medellín, finales de la década del 60. En el barrio Los Ángeles, muy al centro de la ciudad llegó el rumor de un nuevo deporte que atrajo a los jóvenes de la capital antioqueña. Aquella particular práctica cautivó a los muchachos como Gildardo que, sin mucha resistencia se dejaron contagiar de su juego rápidamente.
Gustavo Peláez, su padre, solo atinó a respetar el gusto de su hijo. Lo propio hizo Lilian Velásquez, su madre, que hasta el día de hoy todavía le recuerdan aquellos momentos en los que la onda hippista también lo empezaba a seducir. Entre The Beatles, Grand Funk Railroad y los estudios en el Colegio San José, los sticks (palos de juego), los patines y la creciente industria que permeable la sociedad antioqueña creció el que iba a hacer uno de los jugadores insignias del hockey en Antioquia y en Colombia.
La primera cancha que hubo en Medellín, recuerda Gildardo, estuvo en el centro del Velódromo, pero los pelotazos que se ganaban los ciclistas hicieron que aquellos muchachos fueran desplazados unos metros más abajo, donde hoy está la Liga de Patinaje. Allí, el municipio les donó un terreno y con algunos aportes del Gobierno, él y sus amigos construyeron el primer escenario en 1976 para que rodarán las nuevas figuras del patinaje.
El primer campeonato juvenil lo jugó en 1972, pero el talento de este hombre de ojos azul grisáceos, figura desgarbada, delgadez de cara y de abundante pelo canoso, no se limitaba sola al deporte. Estudió Mecánica Industrial en la Universidad Nacional, aunque la época de los paros de la revolución estudiantil solo le permitía hacer un semestre por año. Esa dificultad la convirtió en virtud y explotó el artista: fabricación de patines. Para esa época un gran porcentaje de las personas que practicaban hockey en Medellín jugaban con los patines que este hombre hacía.
Hasta el día de hoy Gildardo es un “especialista en hacer chicharrones”. Piezas mecánicas, metálicas o cualquier “gallito” para poner a funcionar algo puede ser solucionado con las manos de un aventurero empedernido que nunca se sometió al mando de otro y que dejó que cada instante de la vida le permitiera hacer lo que se le viniera en gana. Un revolucionario de su propio mundo.
Ni la doble fractura de mandíbula en el 64, ni la velocidad de los “pelaos” cuatro veces menores que él en las canchas lo han frenado en su deseo libertino. Don Gil va y viene en la vida. Se retiró de la universidad en el quinto semestre y después volvió a hacer otros dos semestres. El hockey se quedó a un lado 25 años, de 1985 al 2010, después de haber integrado las selecciones Colombia del 80 y el 82. Y por esas cosas de la vida hace seis años volvió como el gran defensa que siempre ha sido dentro del juego.
Con gran ímpetu, y sin sentirse inferior con sus seis décadas encima, este hombre entrena toda la semana al mismo ritmo que los compañeros de la Selección Antioquia de hockey en línea que la integran jóvenes desde los 15 años, y los fines de semana sí se da el gustico con los contemporáneos de las primeras épocas de juego. Un grande entre los veteranos.
Su hijo, Andrés Peláez, lo apoya. Lo mismo su esposa Martha. Su bolso al hombro y en su moto, carga la experiencia por toda la ciudad para deslizarse en las canchas. Casco, canilleras, guantes y stick, son los fieles amigos de un hombre que entre risas recuerda el Festival de Ancón y que siente que la figura de Dios está representada en hacer las cosas bien. Feliz, Gildardo se jacta de ser un crack del hockey a sus 63, el más veterano de los jugadores del país.
Las ferias comenzaron en 2009 en Bogotá, y en la que tendrá lugar en Plaza Mayor este año el hilo conductor será el involucramiento parental. Según Saldarriaga, varios bloques guiarán el día y las conferencias con expertos, pero además habrá un encuentro de líderes y otro de rectores: “Vienen a aprender sobre modelos de trabajo conjunto entre familia y escuela”, dice la también psicóloga.
Los bloques, en este caso, hablarán de temas problemáticos o positivos que enfrentan todos los días los acompañantes a retos que superar. Saldarriaga abrirá la discusión sobre crianza de educación hablando sobre las altas expectativas de los padres al educar a sus hijos: “Las altas expectativas no solo ayudan a guiar el camino, sino que se cumplen, los niños tienen mejores indicadores en lo educativo y pueden desarrollar mejores competencias”.
La directora de contenidos también aclara que se abordará el aspecto de comunidades y familias educando para la paz, que tendrá a cargo José Fernando Mejía. “Son temas que hemos venido trabajando hace mucho tiempo sobre cómo estas habilidades relacionadas con las competencias ciudadanas nos sirven para construir paz desde adentro de las familias. Hablamos de como aprender a perdonar, a resolver conflictos, a valorar la diversidad y a participar, desde los entornos más elementales como las peleas con los hermanos o situaciones escolares”, dice la psicóloga. Los demás bloques desarrollarán estilos de vida que promueven el bienestar y reflexiones en torno al aprendizaje de niños y padres.
Resiliencia y niñez
En una de las conferencias, el psicólogo Leonardo Aja abordará la mirada del optimismo en la educación y la crianza. El psicólogo forense y experto en drogodependencias menciona que buscará presentar tres miradas académicas al optimismo: la resiliencia, la psicología positiva y la loboterapia o enfoque existencialista.
“Estas son miradas esperanzadoras que incentivan, alientan y proponen más que destruir. La historia de la psicología normalmente ha estado enfocada en el estudio de lo enfermo, de lo insano, de lo que no está bien”, reflexiona Aja, quien es director científico de la Corporación Buscando Ánimo, enfocada en prevención del riesgo de suicidio y las adicciones. En su opinión, estas miradas cobran relevancia dada la actual coyuntura de acuerdos de paz, en especial la de la resiliencia.
“La resiliencia estudia qué es lo que fortalece a las personas en situaciones de particular adversidad”, enuncia, y aclara que así como este debe ser el enfoque de tratamiento hacia las víctimas, debe ser fundamental en la crianza de las nuevas generaciones. “Nos lleva a preguntarnos qué estamos haciendo en el entorno familiar para fortalecer a los niños, niñas y jóvenes. Los niños requieren seguridad y protección, pero qué sucede cuando se les protege más allá de lo que ellos pueden protegerse a sí mismos”. Completa que “el asistencialismo lo que hace es incrementar aquello que pretende combatir, dando sin que la persona asistida se comprometa con su propia vida. La resiliencia propone algo totalmente distinto”.
Según Saldarriaga, su idea es que “la red siga creciendo y se siga fortaleciendo, y que más instituciones y colegios se sumen a buscar soluciones y experiencias que salgan del día a día de la crianza de los niños. Esto es muy importante porque no solo deja capacidad instalada en los papás sino que hace que la comunidad se beneficie, al final”.
La Red PaPaz tiene presencia en 22 departamentos del país, y realiza actividades como 70 conferencias anuales para llegar a comunidades alejadas. El evento Escudos del Alma Antioquia en 2015 tuvo 1.611 asistentes, y el de este año es apoyado por Vivir en El Poblado.
Por Daniel Palacio Tamayo
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Esa coyuntura exige, según Gutiérrez, “cambiar estilos de vida, patrones de consumo y reflexiones de cómo se trascienden los acuerdos internacionales”, por eso el papel de los ciudadanos es fundamental para sumar soluciones. Entre las alternativas para consolidar ciudades bajas en carbono se pueden enumerar acciones como la promoción de la agricultura urbana, el uso del transporte público o de la bicicleta, reciclar, entre otras. Estas acciones a escala podrían traer grandes transformaciones en las condiciones de vida de sus ciudadanos.
Ejemplos de esas comunidades hay en Medellín, podrían ser de acuerdo con Gutiérrez, Conquistadores y Laureles, que ya están interconectados por ciclorrutas y tienen espacio público generoso para el ciudadano. Sin embargo, aclaró que también en el resto de la ciudad se pueden encontrar iniciativas como la red de huerteros urbanos y otras que aportan a la sostenibilidad ambiental y social del entorno.
“Tenemos ya 77 mil árboles sembrados (a agosto 31) y consideramos que para diciembre la siembra estará completa”, anunció la ingeniera. Esta fue la fecha prevista cuando comenzó la intervención, que se realiza en convenio con la Secretaría de Medio Ambiente y la Reforestadora Integral de Antioquia.
Los árboles estarán distribuidos en quebradas, en los corregimientos de Altavista, donde se sembrarán 31 mil individuos, San Sebastián de Palmitas, que tendrá 26 mil árboles nuevos, San Cristóbal, que contará con 3.500, Santa Elena, donde se sembrarán 19.500, además en el Cerro El Volador, que tendrá 20 mil nuevos árboles y es especialmente importante para Tamayo, porque se encuentra cerca de Parques del Río y esto genera conexiones biológicas.
“A estas las llamamos fragmentos, que deben estar mínimo a 300 metros entre ellas en la ciudad y las necesitamos para tener una zona boscosa a donde las especies migratorias como aves y mariposas puedan volar, tener refugio y alimento”, explica la funcionaria.
El resto de la compensación se desarrolla para facilitar corredores biológicos, que conecten mediante las cuencas diversos ecosistemas y le permitan a especies de fauna moverse, alimentarse y habitar estos árboles.
“Todo se va a sembrar con especies nativas, propias de la zona. Se habla de bosques de zonas de vida, muy importantes para el municipio porque son fuentes de agua y se conservan, no se aprovechan en otros proyectos”, dice la ingeniera. También apunta que con la diversidad de especies buscan que brinden más servicios biológicos, entre los que se encuentran la captura de CO2 y de material particulado contaminante.
La ingeniera explicó que se harán labores de mantenimiento y resiembra, para garantizar que los individuos sobrevivan, aunque, precisa, en toda siembra hay un 10% de mortalidad prevista.
¿Siembra o conservación?
Aunque los procesos de compensación ayudan a diversificar la flora urbana, expertos difieren de la necesidad de hacerlos en las ciudades como regla. Zorayda Restrepo, ingeniera forestal e investigadora, asegura que la prioridad en Colombia, como lo es en otros países, debería ser la conservación de árboles grandes y antiguos.
Según ella, estos tienen cierta densidad en la madera y un diámetro mayor a 60 centímetros, y representan el 1,33% del total de individuos que hay en Medellín. “Los árboles grandes deberían mantenerse en la ciudad porque no son compensables. No estoy de acuerdo con que la compensación sea sembrando: pienso que una compensación debería hacerse conservando ecosistemas equivalentes”, dice.
La ingeniera aclara que este tipo de árboles son importantes porque, por ejemplo, en lo que a captura de carbono se refiere, este 1,33% captura el 25% del total que se genera en la ciudad (unas 177.708 toneladas de CO2), lo que los pone por encima de los jóvenes en esta característica, al igual que la captura de material particulado.
“Estos individuos mantienen áreas para la fauna silvestre en Medellín y atraen mayor cantidad, producen más semillas, más frutos, permiten la conectividad entre diferentes espacios, es muy fácil y seguro que un animal pueda moverse y vivir en árboles grandes y son más resistentes a las plagas”, precisa Restrepo.
La ingeniera, que participó en la reciente publicación Naturaleza Urbana del Instituto Humboldt con un trabajo al respecto, asegura que los árboles grandes y antiguos son una de las soluciones más directas a la contaminación de Medellín, la segunda ciudad más contaminada del país. Por eso argumenta que la idea debe ser conservar, y no talar y luego sembrar.
“La política debe ser: que los árboles grandes se conserven porque son muy pocos en la ciudad y ya están adaptados. Los árboles grandes en todo el mundo tienen políticas de conservación por su condición genética: la prioridad es conservarlos, no cortarlos. Aquí los bosques se están quedando con los árboles más pequeños, más malos para prestar servicios biológicos”.
Concluyó que el obstáculo en la ciudad es el espacio: “Necesitas sembrar hasta 500 árboles para compensar un solo árbol grande. No hay espacio en Medellín para realizar esta compensación”.
La obra que tiene un valor superior a los 8.500 millones de pesos cuenta con un plazo de ejecución de 12 meses, que empezaron a correr desde el momento de la firma del acta de inicio, por lo que vecinos y contribuyentes se preguntan acerca de los avances en los trabajos. Este proyecto hace parte del plan de valorización y fue adjudicado a la firma Ingevías S.A. y al interventor Consorcio Los Parra II, este último contrato por un valor de 1.123 millones de pesos.
De acuerdo con la Alcaldía, la obra avanza en 2,5%, correspondiente a la instalación del contratista en el sector, el trabajo de aprovechamiento forestal en la faja de predios adquiridos para el proyecto, el levantamiento de las actas de vecindad y la revisión de las redes de servicios públicos ubicadas en el sector. Fonvalmed aseguró que estima que “las labores de movimiento de tierras y demoliciones iniciarán en una semana”.
Fonvalmed también anunció que hasta el 30 de octubre permanecerá cerrado un carril de la loma de Los Parra entre las carreras 35 y 37 para adelantar precisamente las actividades forestales, por lo que recomendó tomar como vías alternas la carrera 35 para posteriormente bajar a la avenida El Poblado por la calle 5A o tomar la carrera 36 hacia el sur para descender por la calle 3 sur.
Este tramo de la loma de Los Parra, es según Fonvalmed, una de las cuatro obras fundamentales del proyecto, pues lograría unir en doble calzada la avenida Las Vegas hasta la carrera 30 y a una calzada hasta el sector de El Tesoro; sin embargo, aún es incierto cómo se resolverá el pleito jurídico que debe definir si el lote del casino San Fernando hace parte o no de una compensación urbanística, pues esa situación ha impedido finalizar a doble calzada esa conexión.
Esta obra, según Fonvalmed, aportará además de un nuevo carril vehicular más de 2.500 metros cuadrados de zonas verdes, andenes más generosos para los peatones y más de 3.700 metros cuadrados mejorados.
Hasta el cierre de la edición Vivir en El Poblado, se trató de comunicar con la Secretaría de Infraestructura para conocer más detalles de la ejecución, pero no fue posible obtener respuesta.
Mejía describió que a la obra, que demanda una inversión de 20 mil millones de pesos, se le están realizando trabajos de paisajismo y detalles a los edificios, pero que las vías y las estructuras principales ya están listas. También apuntó que se solucionaron inconvenientes de materia ambiental, que obligaron a modificar la ubicación de algunos edificios.
El ingeniero enumeró que habrá edificios para un Jardín Buen Comienzo, uno multipropósito con áreas administrativas y un salón con capacidad para 80 personas, otro con salas de internet, ludotecas y espacios recreativos y una cancha polideportiva, juegos recreativos y parque infantil.
Carlos Quintero, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Garabato, barrio vecino de la UVA, explicó que la comunidad tiene mucha expectativa con la entrega de la obra: “La visión de todo Medellín es que la comuna 14 no tiene necesidades, pero sí las tenemos y necesitamos este tipo de espacios”.
Por su parte, Angélica Quintero, expresidenta de la misma junta, explica que la comunidad ha tenido varios reparos a la obra, como la decisión de hacer solo una cancha cuando se habían proyectado dos y la guardería, que tiene capacidad para 65 niños cuando en otros jardines este número se eleva con creces, entre otros ajustes. “Pese a eso estamos muy contentos porque es una transformación positiva”, explicó.
La conversación surgió de un grupo que se identificó como “jóvenes universitarios indefensos que quieren la paz” y que se propuso conocer la posición del alcalde Federico Gutiérrez de cara a los acuerdos entre el Gobierno y las Farc.
La respuesta del Alcalde, en apariencia simple, decir SÍ o contestar NO, fue “que cada ciudadano tome su propia decisión”.
Como esta ciudad no descansa, el debate fue interrumpido por el sismo del martes y sus réplicas. Gutiérrez apareció en las redes sociales para dar un parte de tranquilidad en Medellín. Con horas de diferencia, la coyuntura lo había llevado al incendio en Villatina y al caso de alias Pedro Pistolas.
Pero, como ciudadanos, no podemos ir saltando de tema en tema sin digerir, sin avanzar.
El SÍ o el NO de Federico son justo eso: suyos, su mirada personal. Frente a los acuerdos, el Alcalde de Medellín señaló que son “un paso histórico”. También dijo que ha expresado “unas dudas” y que “no está mal” hacerlo, además que prefiere “ser optimista”.
¿Dará el SÍ o el NO? Respondió que invita “a leer los acuerdos y votar a consciencia”, a tener una discusión con tolerancia.
Las miradas personales de referentes públicos pueden servir como guía para que cada ciudadano fije una posición. Pero eso es diferente a “votar por”. El 2 de octubre no estaremos eligiendo a favoritos o derrotando a contrarios.
El SÍ o el NO de Federico Gutiérrez no compromete a Medellín, lo compromete a él como ciudadano. Por un NO suyo, que predomina como especulación en las redes sociales, donde también hay participantes sin mérito ni preparación suficientes para debatir, pero igual comentan y rellenan, Medellín no quedaría aislada en caso de que gane el SÍ. Y viceversa. El voto del Alcalde no constituye decreto.
La Medellín de las oportunidades ha atraído comunidades de reinsertados, también de población desplazada, además ha sido núcleo de todo tipo de violencias. Pero esos factores no pueden ser vinculados con la posición del Alcalde. Ni su carrera política, por la conveniencia que le represente plantear su voto en público, compromete a la ciudad.
El sector que no tendrá flujo vehicular entre las 6:00 de la mañana y las 6:00 de la tarde es el que comprende las calles 38 A Sur y 39 Sur en el municipio envigadeño ubicado del Valle de Aburrá.
Para garantizar la movilidad por la zona, la Secretaría de Tránsito hará presencia en ese punto orientando a los conductores para que giren por la calle 38 A Sur, luego giren a la izquierda en la carrera 44 y nuevamente giren a la izquierda hasta llegar a la calle 39 en la que tendrán la posibilidad de seguir por Guanteros o la 43A hacia Sabaneta.
Los trabajos que se van a realizar están enfocados en la conexión de las redes de alcantarillado en el frente 5 de la obra que pretende habilitar este sistema de transporte masivo en la localidad.
De acuerdo con el Alcalde, los detenidos oscilan entre los 20 y los 27 años, reconocidos con los alias de “Jostyn”, “Cumbis” y “Tita” en el barrio Manrique, al nororiente de la ciudad, donde les fueron allanadas las viviendas en las que encontraron un arma de fuego, 13 millones de pesos y joyas que, según las autoridades, habrían sido hurtadas.
Estos hombres, presuntamente fueron los causantes de la muerte del ciudadano danés Tomas Willemoes, quien fue ultimado el 16 de junio en inmediaciones del parque Lleras, en El Poblado, en un caso de sicariato.
“Gracias a la información de la ciudadanía, gracias a las cámaras de seguridad propias del Municipio, pero también a cámaras de seguridad particulares que tienen personas en negocios y viviendas, pudimos obtener la información y también se hace todo el proceso de investigación”, dijo el alcalde Gutiérrez.
La muerte de Willemoes se dio 12 días después que en un intento de hurto también fuera asesinado el ciudadano mexicano Jesús Estrada de la Rosa, en el barrio Belén Los Alpes y que presuntamente habría sido cometido por estos mismos hombres.
A los implicados, señalados por las autoridades como miembros de la banda delincuencial “La Viña” se les imputarán cargos por homicidio agravado, hurto agravado y tráfico de armas.
El coordinador área de desastres del Dapard Antioquia, Gilberto Mazo, declaró la mañana del miércoles que el sismo de magnitud 6.1 que se sintió en todo Antioquia ha generado unas 30 réplicas en las últimas 16 horas y que estas pueden continuar.
Según Mazo, tres de ellas han sido de consideración mayor por su magnitud, por lo que hizo un llamado a estar alerta en caso de presentarse una emergencia.
También informó que algunas viviendas del Occidente y el Urabá antioqueños han presentado afectaciones y que las comunidades deben estar alerta a un posible cambio en el caudal de los ríos.
El funcionario puntualizó que el primer sismo se sintió en todos los municipios de Antioquia, así como en algunos sectores de Córdoba, Sucre y Caldas.
Lea: Nuevas réplicas elevan a cinco los sismos que se sintieron en las últimas 12 horas
También explicó que el movimiento fue causado por la actividad del nido sismológico de Murindó, lo que hace que la zona y sus alrededores sean propensos a este tipo de eventos.
Según el Servicio Geológico Colombiano, la actividad más relevante está representada en siete movimientos, el primero de ellos presentado a las 8:58 pm. del martes con una magnitud de 6.1 grados, seguido de sus respectivas réplicas a las 12:29 am. del miércoles con 4 grados, 1:46 am. con 4.8 grados, 7:02 am. con 4.7 grados, 9:43 am. de 4.1 grados y 10:59 am. con 4.6 grados, con epicentro tanto en el municipio de Mutatá como en Dabeiba.
El ingreso a la conferencia es libre con aporte voluntario. El Centro de Fe y Culturas está ubicado en el sector de La Aguacatala (Calle 10 Sur # 45 – 178)
El problema secular del Chocó ha sido el abandono estatal en salud, educación, infraestructura, empleo productivo, justicia, servicios públicos. La aparición de grupos irregulares, relativamente reciente, empeoró aún más una situación que ya era grave.
De otro lado, la deforestación intensiva y una minería destructiva y contaminante constituyen una seria amenaza para la salud de sus habitantes y para un desarrollo sostenible.
Lo que para cualquier otro país sería un paraíso por su gente, su biodiversidad, su geografía, su cultura, sus recursos naturales, su gastronomía, no lo es para la institucionalidad pública y la privada. El Chocó, olvidado por Colombia y depredado por su propia dirigencia política, parece no existir sino para reclamar votos y enriquecer a algunos. Cuando algún gobierno apropia recursos para la región, camarillas corrompidas se encargan de impedir que lleguen a su destino. Y los que efectivamente llegan se esfuman en la sucia política local.
Ante esa realidad “la sociedad civil se vio en la necesidad de emprender la movilización social para denunciar la corrupción en todos los niveles y expresar la voz de protesta de un pueblo impaciente que ve amenazada sus existencia física, espiritual y cultural, sus modos de vida, sus identidades, su diversidad” como lo expresó la diócesis de Quibdó.
El Comité Cívico por la Salvación y la Dignidad del Chocó, aguerrido, diverso, integrado por líderes comunales, sindicales, académicos, sociales, eclesiales, cabeza visible tanto del reciente como de paros anteriores, anunció su compromiso de luchar contra ese flagelo e impulsar “una campaña de transparencia en el manejo de los recursos públicos de todas las entidades nacionales, regionales y locales con asiento en el departamento”.
Ojala el Comité conserve su independencia y no sea cooptado por la política local como de hecho se quiso hacer durante el paro. Que además de los fundacionales, sus retos principales sean fomentar una cultura de legalidad y trabajar para dignificar el ejercicio de la actividad política.
Un documento de 32 páginas contiene los compromisos adquiridos para responder las demandas de la sociedad chocoana.
En materia de salud, el gobierno nacional estudiará la construcción de un hospital de tercer nivel en Quibdó y tres de segundo nivel en las subregiones de Darién, Pacífico y San Juan. Así mismo, entregará 37.000 millones de pesos para el saneamiento de la ESE Hospital San Francisco, cuya gestión será confiada a la Gobernación del Chocó, justamente el origen del problema. Esa decisión demanda la vigilancia de la comunidad para evitar la repetición de los malos manejos que condujeron a su liquidación. Los organismos de control no lo van a hacer porque están en manos de los mismos grupos políticos corruptos que deben controlar.
Otro compromiso fue aportar 720.000 millones de pesos para la conexión vial con el resto del país. El acuerdo relaciona vías internas, pero solo para su posible inclusión, previo los estudios respectivos, en la matriz de priorización que permite clasificar este tipo de obras según su importancia. De nuevo se hace necesaria la presencia vigilante de la sociedad civil para que estas promesas se hagan realidad. Se trata de proyectos como las vías Nuquí – Las Animas, Río Sucio – Belén de Bajirá, Unguía – Acandí, Nóvita – San Jose del Palmar, El Carmen de Atrato – Depresión la M, en límites con Urrao, entre otras, así como estudios de navegabilidad para los ríos Atrato, San Juan y Baudó.
También aceptó el gobierno surtir los trámites de ley para dirimir el diferendo limítrofe con Antioquia por Belén de Bajirá, cuyo verdadero fondo es la figura de propiedades colectivas amparadas por la Constitución Nacional para comunidades negras e indígenas.
Que la delimitación geográfica no sirva de excusa para formalizar el despojo de tierras a comunidades raizales con cultura e identidad propias y prácticas ancestrales de producción, ni para individualizar predios de usufructo colectivo. Que la tierra cumpla su función social al servicio de la mayor cantidad posible de familias es más importante que una disputa que tendrán que resolver las instancias pertinentes y cuya solución no puede estar justificada en la ausencia institucional del Chocó porque con idéntico criterio, ésta y otras regiones del país podrían reclamar su adhesión a otras soberanías.
Algo anda mal cuando en forma reiterada un pueblo pacífico se ve compelido a recurrir a paros y movilizaciones para que se le reconozca su lugar en la dignidad. La institucionalidad no puede reducirse a la presencia de una fuerza pública que en ocasiones no estuvo al servicio de quienes más la necesitaban.
El último se presentó, según el Servicio Geológico Colombiano, a las 7:48 de la mañana del miércoles con epicentro en Dabeiba, con una magnitud de 2.7 grados Richter.
El primero de los movimientos telúricos fue reportado a las 8:55 de la noche del martes con una magnitud de 6.1 grados y menos de 20 kilómetros de produndidad con epicentro en Mutatá, municipio del Urabá antioqueño, y que si bien no generó daños, se sintió en gran parte de la geografía del departamento.
El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, Dagrd, hizo un llamado a evitar el pánico : “Estos eventos no pueden ser predecibles, para desmentir un mensaje que esta circulando por Whatsapp en el cual dice que se va a presentar un sismo muy fuerte en Colombia o Venezuela, esto no es cierto porque no se puede predecir y la información debe tenerse de fuentes oficiales”, dijo Jaime Enrique Gómez, subdirector del Dagrd.
El Sistema Geológico Colombiano informó además que se presentaron réplicas a las 12:29 am. con una intensidad de 4 grados y con epicentro a 21 kilómetros de Dabeiba, al occidente de Antioquia.
Otro reporte habla de un movimiento a la 1:48 am., esta vez de 4.9 grados y de nuevo con epicentro en Mutatá, que alertó a los usuarios de redes sociales que comentaron la intensidad del temblor en sus cuentas, y uno más a las 7:02 am. con epicentro en Dabeiba y magnitud de 4.7 grados.
Las autoridades activaron los protocolos de emergencia y están al tanto de nuevos sismos, pero a su vez, alertaron a la ciudadanía para que estén atentos ante una situación similar como la presentada en las últimas 12 horas para evacuar puestos de trabajo, viviendas y demás lugares en los que se encuentren y representen un peligro para sus vidas.
“Este mantenimiento es necesario para no tener luego sobrecostos y para que los daños no se expandan a otras zonas. Este contrato ya inició y para el próximo año tendremos otros dos para hacer repavimentación completa”, indicó la secretaria de Infraestructura Física, Luz Marina López.
Según informó el Sistema de Gestión Vial e Infraestructura Asociada, en El Poblado se han reportado 93 huecos, los cuales serán la prioridad en el mantenimiento y reparación. Es el inventario reportado por la ciudadanía a la Secretaría de Movilidad y a la Secretaría de Infraestructura.
Usted puede informar sobre huecos y fallas de la malla vial por medio de las redes sociales de la Alcaldía en Facebook (https://www.facebook.com/AlcaldiadeMed) y en Twitter (@AlcaldiadeMed), así como por el sistema de PQRS del Municipio o la línea de atención al ciudadano 444 41 44.
De acuerdo con testigos, dos hombres se acercaron en un vehículo blanco y dispararon contra una persona y esta a su vez respondió al ataque con varios disparos. En ese intercambio el hombre resultó herido y los atacantates huyeron abandonando el vehículo en plena vía pública.
Tras la presencia de las auroridades se verificó que el carro recibió ocho impactos de bala. El hombre lesionado fue trasladado a un centro asistencial.
Fuentes de la Policía precisaron que sobre el agredido se tienen antecedentes judiciales y previos ataques que atentaban contra su vida.
Se espera que las autoridades de la Secretaría de Seguridad entreguen más detalles sobre este hecho este martes.
Inseguridad, microtráfico, ruido y parahotelería fueron las situaciones con más denuncias de la población en la reunión que se hizo la tarde de este lunes. El concejal Mejía recibió las quejas y las consignó entre los temas que serán prioridad para la comuna 14.
“La parahotelería es un fenómeno muy grave y que aumenta cada vez más. Están cogiendo todas estas casas que hay en la zona, las remodelan y hacen fiestas a las que asisten extranjeros con altos consumos de droga”, dijo el Concejal.
La invasión al espacio público, la venta y consumo de licor son otras de las situaciones reportadas por la ciudadanía y que llegarán a manos de Javier Parra, coronel retirado de la Policía y designado Gerente Especial para la Recuperación de El Poblado.
“Un caso especial pasa con una bodega de Claro en la que las motocicletas son parqueadas ocupando el espacio público. Voy a mandar un oficio al Gerente de Claro reportando la situación. Otro caso es la alta presencia de habitantes de calle debajo del puente de Manila, un fenómeno que viene creciendo”, agregó Jaime Mejía.
Esta comisión ya ha realizado trabajos previos en el sector de Poblado Centro en el que igualmente recogió las quejas de las personas en afán de socializar posibles soluciones.
De acuerdo al Fonvalmed el cierre se debe al inicio de los trabajos correspondientes a la “ampliación de la doble calzada de la loma de los Parra entre La Avenida El Poblado y la Avenida 34”. Según el Fondo de Valorización, el cierre se es necesario para poder adelantar “las actividades forestales de la obra”.
Sin embargo, durante el tiempo que el carril permanecerá cerrado, las autoridades de Movilidad garantizaron el tráfico por la zona; por lo que habilitaron otras vías alternas como se ilustra en el mapa.
A través de un comunicado, la autoridad que trabaja en este sector de El Poblado dijo que tras el buen clima de las últimas horas y los trabajos de manera continua se logró habilitar el paso por la Superior con un día de anticipación a lo pactado.
Las fuertes lluvias que han caído en la última semana sobre Medellín y en especial en la comuna 14 generaron problemas en la quebrada La Moná. Este problema tuvo que ser intervenido con la instalación de micropilotes de 6 metros de profundidad para consolidar la falla en la que se perdió parte de la banca y que amenazaba con un deslizamiento de mayor envergadura.
Desde el pasado jueves, la Secretaría de Infraestructura de Medellín, la Secretaría de Movilidad y Fonvalmed trabajaron para resolver esta emergencia. Entre las soluciones que se establecieron estaba la de realizar cierres viales y las obras ya comentadas.
De acuerdo al Fonvalmed el cierre se debe al inicio de los trabajos correspondientes a la “ampliación de la doble calzada de la loma de los Parra entre La Avenida El Poblado y la Avenida 34”. Según el Fondo de Valorización, el cierre se es necesario para poder adelantar “las actividades forestales de la obra”.
Sin embargo, durante el tiempo que el carril permanecerá cerrado, las autoridades de Movilidad garantizaron el tráfico por la zona; por lo que habilitaron otras vías alternas como se ilustra en el mapa.
Javier Vélez, tardó 15 minutos más del tiempo habitual en su vehículo particular, debido a los desvíos programados. Tanto para Vélez como para Elsa Gutiérrez, el punto más crítico fue en la carrera 26A con la calle 10, debido a la falta de información sobre el cambio de sentido a unidireccional de la vía Linares.
Catalina Guzmán, rectora Marymount, asegura que han sufrido una afectación directa en la movilidad debido a la ejecución de esa obra, “porque obvio el trancón cada vez es peor, la obra retrasada, cada que se rompe una tubería, somos los primeros afectados”. Esa situación les ha implicado una revisión diaria de la logística para buscar reducir el impacto en la movilidad a la hora de entrada y de salida de las estudiantes, pues son conscientes de que entre el Mall del Este y el colegio a las 7 de la mañana un padre de familia puede tardar hasta 20 minutos.
En relación con el cierre que inició este jueves, la rectora aseguró que con el apoyo de los agentes de tránsito, se pudo subsanar en parte la tardanza y la imprecisión en la información oficial respecto a los cierres; pero que igual, los problemas de movilidad las han obligado a ser flexibles en los horarios de ingreso. “Comenzamos la primera clase a las 7 a.m., pero en realidad estamos recibiendo carros hasta las 7:35 a.m. por la obra; ser intransigentes es desconocer el contexto”, afirmó Guzmán quien pidió paciencia aunque reconoció que están al límite.
Fonvalmed y la Secretaría de Infraestructura estiman que el tránsito por el puente que avanza en un 62% se puede habilitar hacia noviembre, mientras que la obra integral sería entregada unos meses después. La promesa inicial era febrero de este año.
La administración municipal informó que para detener el alud de tierra en el perímetro de la obra y evitar una situación de riesgo es necesario el cierre “para inyectar una serie de micropilotes de 6 metros de profundidad, que ayudarán a consolidar la zona de falla, brindando seguridad para las personas que transitan por el sector”.
De acuerdo con la Secretaría, la falla se debió a las fuertes lluvias de los últimos días, que habrían sido la causa de un deslizamiento sobre la quebrada la Moná y que de no repararse se podría perder la totalidad de la banca hoy utilizada como paso provisional en la zona.
Click para conocer los cierres y los desvíos propuestos por las autoridades
Juan Fernando Ossa y Daniel Álvarez
Karen Rodríguez y Jorge Cuervo
Laura Sierra y Sergio Sánchez
Lucas Monsalve y Victoria Bravo
Manuela Toro y Jairo Ochoa
Sebastián Alcaraz y Andrea Quiroz
Sebastián Castro y Natalia Hoyos
Sebastián Rivera y Cristina Vélez
Vasio Cumha y Andreia Louro
Adrián Quintero, Martina Quintero y Sonia Robledo
Alexis Henao, Juanita Valencia y Santiago Pastrana
Ana María Restrepo y Alejandro Madrid
Andrés Urrego y Silvia Vélez
Camilo Cano, Esteban Arango, Alejandra García, Julián Betancur y Duván Benjumea
Camilo Pineda y Vanessa Velásquez
Carolina García y Tato Gómez
Christian Olaya y Daniela Ramírez
Cristian Triana y Tatiana Suárez
Daniel Upegui y Nicole Gómez
Diego Alzate y Daniela Ospina
Emilio Ott, Daniel Ott, Simón Ott y Lina Uribe
Gabriel Moreno y Valentina Rodríguez
Gloria Conde y Lina Conde
Javier Ramírez y Elizabeth Coral
John Bayron Botero y Carolina Gómez
Juan Andrade y Cindy Roldán
Juan Aristizábal y Ángela Pulido
Juan David Ramírez y Sara López
Alejandro Álvarez y Luis Villegas
Alfred Megally
Ana Moreno, Luis Bernando Cano, Olu Díaz y Carolina Gaviria
Camilo Duque
Claudia Silva, Carolina Gaviria, Mariana Matija, Santiago Isaza, Carolina y Mariana Gaviria
Cristián Gutiérrez y Susana Rocha
Felipe Llano y David Tobón
Harold Ortiz, Claudia Arias , Juan Manuel Barrientos, Carolina Daza, Carlos Cadena y Carolina Gaviria
Isabel García y Mateo Cortés
María Katherine Flórez y Andres Walker
Paola Pollmeier y Julián Aristizábal
Santiago López y Sara Chinchilla
Esteban Pineda, Felipe González y Luis Vidal
Esteban Pineda y Felipe González
Gabriela Ranowsky y Juan Carlos Patiño
John Henao, Luis Carlos Florez, Valentina Barreras y Felipe González
Laura Piedrahita y Carolina Mesa
Luis Vidal y Carolina Mesa
Marta Lorena Salinas, José Eladio Pérez y María Antonia Arango