Desde hoy y todos los jueves Vivir en El Poblado en alianza con Bike Girls comparte secretos de conocedoras para mujeres que emprenden la aventura de la cicla.
Si tienes dudas, puedes escribirle a Mónica al correo electrónico [email protected]
Desde hoy y todos los jueves Vivir en El Poblado en alianza con Bike Girls comparte secretos de conocedoras para mujeres que emprenden la aventura de la cicla.
Si tienes dudas, puedes escribirle a Mónica al correo electrónico [email protected]
Creó Bike Girls un grupo de amigas para salir en compañía a montar en bicicleta y terminó conformando una comunidad mundial con 19 mil integrantes.
Se cansó de perseguir hombres. Recuerda que siempre tenían que esperarla en el ascenso, pero lo peor era cuando en el lote daban ganas de orinar: ellos lo hacían en cualquier árbol o rastrojo; ella tenía que buscar algún negocio con baño. Y, para colmo, la acosaban porque debían seguir con la rodada.
Mónica Rodríguez se cansó de todo esto -por muy queridos que ellos fueran con la única mujer del grupo-, y entonces llamó a Adriana Ángel, una de sus mejores amigas. Le sacudió la pereza y la invitó a que montaran juntas. Pero aún se sentían muy solas, así que siguió convocando amigas y fue juntando compañeras hasta que, como sin darse cuenta, el grupo pasaba de las treinta y funcionaba como una comunidad en la que todas se llamaban, se reunían, se compartían secretos y experiencias. Así le dieron vida a Bike Girls, un movimiento que hoy tiene presencia en 29 países con más de 19 mil integrantes.
Mónica -38 años, Medellín, negociadora internacional- siempre estuvo en contra de quienes le decían que “el ciclismo no estaba hecho para las mujeres”.
Se inició en el deporte, pero en el atletismo, que luego combinó con ciclismo y natación cuando compitió en triatlón.
Vivió en EE.UU., Ecuador y Australia y tras un periodo laboral en la empresa de su hermano tomó la decisión de irse hasta Tailandia para estudiar terapias enfocadas en deporte. Esa fue parte de su inspiración para lo que vendría luego.
La otra parte provino de su madre, María Elena González, quien era ciclista recreativa. También tuvo que ver un portugués, Joaquím Fonseca, quien le enseñó a montar en bicicleta cuando estaba niña y volvió años después enamorado de una colombiana y la motivó a enrutarse en esta senda. Todo se juntó para que Mónica se inclinara por el ciclismo.
Tras el auge que tenían sus rodadas con las Bike Girls, quiso dar un paso adicional en su empeño por convertir esta comunidad en algo más que un grupo de amigas ciclistas. Con ayuda de algunas marcas, hicieron la primera rodada solidaria a Betania, hasta donde llevaron ropa para donar a niños del municipio. Fueron 35 mujeres.
A la segunda, con un propósito similar hasta Salgar, ya asistieron 120 pedalistas. Empacaron 35 bicicletas para donar y les organizaron a los niños una fiesta en el parque principal.
Vendrían luego más rodadas, más gente, más países, y más ideas para Bike Girls. Creó una plataforma de comercio electrónico, en la que ofrece productos y accesorios de ciclismo dirigidos a mujeres y organiza eventos como el que tendrá en junio de 2019: la primera carrera Gran fondo exclusiva para ellas.
“Al montar en bicicleta cambian muchas cosas del empoderamiento de la mujer. Nos damos cuenta de que podemos lograr lo que nos proponemos, que juntas tenemos la fuerza para cambiar lo que soñemos”: es el mensaje que les transmite a miles de mujeres que siguen su ruta.
Quizá al único que no ha podido contagiar sea su hijo Martín, de 14 años, quien eligió la natación.
La primera vez que Liliana Ochoa escaló el Alto de Las Palmas tenía 45 años. Ella fue la más sorprendida ya que llevaba muy poco montando en bicicleta con las Bike Girls, comunidad a la que llegó tras pasar por un proceso de separación con su pareja y con deseos de ocupar su mente en otros asuntos.
Hoy tiene 53 años y pese a su contextura delgada y de baja estatura, es una ciclista acuciosa que no pierde oportunidad de salir a rodar casi todos los martes, jueves, sábados y domingos. Entre semana hace trayectos cortos, los fines de semana aborda jornadas de largo aliento. “Perseverancia, paciencia, constancia. Esta es una gran terapia”, sostiene.
Uno de los retos más difíciles a los que Adriana Ángel tuvo que acostumbrarse cuando su amiga Mónica Rodríguez logró atraerla al ciclismo fue combinar las rodadas con uno de sus placeres: dormir.
“Me cambió mi vida de marmota. Todavía marmoteo un poco, pero ya me he acostumbrado a despertarme a las 5:15 de la mañana o antes para salir a montar”, cuenta.
Desde antes que existiera Bike Girls Adriana rodaba con Mónica y por eso fue una de las primeras a las que ésta llamó cuando quería montar acompañada.
“Nos tocó en una época en que pocas mujeres lo hacían. Inspira ver que otras salen e inspira lograr metas que uno creía imposibles. Todo ayuda a que uno se crea el cuento”, cierra.
Desde hoy y todos los jueves Vivir en El Poblado en alianza con Bike Girls comparte secretos de conocedoras para mujeres que emprenden la aventura de la cicla.
La tristeza por la derrota y la miseria subsecuente pueden ser hasta cuatro veces mayores que la alegría percibida por una victoria.
Por: Juan Sebastián Vélez / [email protected]
Cambia de línea el calendario y ya estamos, como cada semana, sentados frente al televisor haciendo fuerza por algún compatriota que nos representa en el evento deportivo de turno.
Al Mundial le siguió el Tour, luego los Centroamericanos, ya estamos en la Vuelta y ¿A quién vamos a alentar mentalmente esta vez? ¿A Nairo? ¿A Urán? Lo que hace pocos días colmaba nuestras emociones, hoy es brumoso recuerdo disperso en el frenético ciclo de las noticias. Sin embargo, no paramos, siempre estamos pendientes del próximo podio, somos fanáticos, no importa de quién.
Entregarles nuestra atención a los deportistas colombianos es quizás el antídoto nacional a la desolación del panorama político, una posibilidad de tener héroes reales y de sumar alegrías inofensivas. ¿Pero en realidad es así? ¿Somos más felices siguiendo con denuedo los deportes?
Consideremos al más popular: el fútbol. Yo fui uno de los pendejos que fue al Mundial. La felicidad que veían en Instagram era creíble, pero falsa. No voy a quejarme: estaba en Rusia, en verano, en un Mundial. Pero el balance emocional tras pasar un mes persiguiendo a la Selección es decididamente negativo. Déjenme contarles por qué.
Los aficionados estamos llenos de agüeros contagiosos y entonces cada acto propio parece tener un impacto determinante en el resultado futuro del juego. Que usar la misma camiseta con la que vimos ganar a Colombia en Brasil. Que la manillita que tenía puesta cuando Nacional ganó la Libertadores. Que cargar el autógrafo de Falcao en la billetera. Uno sentía que la responsabilidad del partido estaba más en los rituales, que en las decisiones de Pékerman y las piernas de los jugadores.
Así pues, el viaje fue una apretadera continua de nalga, salvo el primer partido, donde todos llegamos triunfantes al estadio, mirando por encima a los japoneses. La realidad se tomó cinco minutos para morder: sin saber cómo, una expulsión, un penalti y la epifanía: me vine hasta aquí para que nos eliminen, soy el ser más estúpido del mundo.
El guayabo emocional duró tres días. Pero después llegaron los juegos contra Polonia y Senegal, los goles y la emoción de gritarlos con todas las ganas, de abrazar al de la silla del lado como si fuera el amor de tu vida, pese a que no lo conoces y en su casa es un tipo detestable. Cada gol una alegría visceral, absoluta. En una vida llena de momentos fabulosos, nunca he sentido nada comparable. Nada, ni el sexo con amor.
Pero, ¿compensa una dicha así la inevitable tristeza que se avecinaba? No. Ni siquiera borró el dolor de la derrota contra Japón. Y no soy yo, no es mi sensibilidad descalibrada. Un estudio recién publicado (Dolton y MacKerron, 2018) analizó a miles de hinchas de fútbol británicos y midió sus niveles de felicidad. Los resultados son deprimentes. Entre las conclusiones, obvias para un hincha, está que la felicidad y la tristeza por los resultados se magnifican si uno va al estadio. También, que la sorpresa amplifica los sentimientos: se siente mucha más alegría al ganar cuando tu equipo no es el favorito y se esperaba una derrota, y al revés. Pero lo más relevante es que el estudio demuestra que la tristeza por la derrota y la miseria subsecuente pueden ser hasta cuatro veces mayores que la alegría percibida por una victoria. Como es imposible ganar siempre, ser hincha de fútbol es irracional, o por lo menos, un pésimo negocio emocional.
¿Por qué entonces la gente sigue siendo hincha de equipos que nunca van a ganar nada como el DIM? Se ofrecen varias causas: la sobreestimación de la probabilidad de ganar, el recordar falsamente las alegrías como si fueran mayores de lo que fueron, la presión de grupo, entre otros.
Mi explicación es vivencial y, sí, irracional. Estar detrás del arco cuando Yerry Mina se lo clavó de cabeza a Inglaterra en el último minuto, pagó todas las derrotas de esta y de todas las vidas.
Salmón con piel crocante en salsa pesto, con vegetales salteados es un plato apetitoso al paladar y saludable para el cuerpo. Receta del restaurante Calle Cruz.
Para preparar la salsa pesto, agregar todos los ingredientes (a excepción del aceite de oliva) en la licuadora, comenzar a licuar lentamente e ir agregándole el aceite de oliva en forma de hilo (a temperatura ambiente) y continuar con el proceso hasta que quede una salsa homogénea.
Para el salmón, sellar el filete por el lado de la piel hasta que quede crocante, con ghee de tocineta, voltear y sellar nuevamente. Terminar su cocción en el horno a 250 grados durante cinco minutos.
Para la ensalada de vegetales salteados, cortar los zucchinis en cubos de aproximadamente 2 centímetros cada uno, y la zanahoria cortarla en rodajas. Para la preparación de la ensalada blanquear las zanahorias, después saltearlas con ghee de ajo y cuando estén doradas adicionarles los zucchinis, salpimentar.
Verter la salsa sobre el salmón y servirlo acompañado de la ensalada. Decorar con julianas de rábano o limón.
Con más de 100 actividades la Semana de la Juventud en Medellín se realizará entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre bajo la reflexión sobre los ancestros, los territorios y las prácticas culturales que construyeron la ciudad.
Miércoles 29 de agosto
Mil estudiantes llegarán cominando desde sus colegios al cerro Nutibara y sembrarán árboles para concluir con un picnic ecológico.
Maloka: espacio de reflexión y conocimiento.
Seis personas resultaron lesionadas en una colisión entre tres vehículos y dos motos en la Autopista Norte a la altura de la Feria de Ganado.
Uno de los vehículos tumbó un poste de energía, lo que afectó la movilidad en ambos sentidos en la Carrera 64C con calle 104.
⚠️Paso vehicular restringido en ambos sentidos de la Autopista Norte a la altura de Zenú, por incidente de tránsito. #MovilidadMedellín
— Secretaría de Movilidad de Medellín (@sttmed) 28 de agosto de 2018
El pastel de papas se puede presentar en cazuelas individuales (como las que se usan para el sancocho), o bien en una asadera alta de loza o acero inoxidable
( Receta del Restaurante Malevo para 6 porciones abundantes)
En primer lugar, picar la cebolla en rodajas gruesas y ponerla a rehogar.
Cortar la carne en cubos pequeños (dados de 3 x 3 cms), dorar en una sartén y colocar en la olla junto a las cebollas rehogadas.
Agregar una taza de agua o caldo de costilla, los hongos de pino, los champiñones previamente dorados y las especias (paprika y comino). Salar un poquito, no todo de golpe, pues en cocciones prolongadas tiende a potenciarse la salazón.
Cocinar con la olla tapada durante aproximadamente dos horas, o hasta que la carne esté tierna, las cebollas se deshagan y se hayan convertido en una salsita.
Cuidar continuamente que la preparación no se seque y agregar agua si es necesario.
Poner a hervir las papas con abundante agua y hacer un puré con leche y mantequilla.
Poner de base la carne y por encima el puré, en parte iguales. Llevar al horno hasta que esté bien caliente. Antes de servir, espolvorear con azúcar y canela en polvo.
Otra opción, para las personas a las que no les agrada el sabor agridulce, es espolvorearlo con queso parmesano o mozzarella, y gratinarlo. Acompañar el pastel con una ensalada fresca.
Para dorar bien la carne, se debe poner poca cantidad en la sartén y no moverla. Al principio tiende a soltar agua y a hervir un poco, pero luego de un momento empieza a caramelizarse y a tornarse dorada. A partir de ese momento podemos comenzar a mover la carne y dorarla de forma uniforme, salando antes de sacarla.
Ese sabor será el gusto predominante en nuestro pastel.
La muerte del sacerdote John Fredy García Jaramillo, el pasado 25 de julio en el barrio Belén, enlutó la ciudad. El también docente del colegio San Ignacio marcó una huella en todas las personas que lo conocieron.
Ya transcurrió un mes de la desaparición, pero los mensajes de aprecio, respeto y sentimiento por su partida no cesan. La comunidad religiosa, académica y general no lo olvidan con el pasar de los días y por eso sus familiares crearon redes sociales para recopilar todos los mensajes que le rinden tributo.
La intención de su familia es enviar un mensaje de reflexión y de agradecimiento por todos los mensajes que han recibido. Rinden homenaje bajo la premisa “hoy queremos darte las gracias por la maravillosa labor que ejerciste con nosotros, por tu dedicación, paciencia y compromiso”.
“¿Qué nos reconforta en estos momentos el alma? Ver esos testimonios, ver esa semillita que quedó sembrada en las personas”. Los estudiantes, desde los más pequeños hasta los de grados más avanzados, resaltaron su personalidad, la de un hombre exigente que les enseñaba la palabra de Cristo, conocieron el lado ético de él , desde un punto de vista humano, con pasión al otro”, destacó una de sus hermanas.
Las plataformas digitales sirven en este caso para rendir homenaje a un ser humano que como dicen la gran cantidad de personas que lo conocieron en sus cartas, promovió “el respeto por el otro y la compasión”.
Comenzó la primera etapa de arborización del parque principal del municipio de La Ceja, esta fase consiste en la siembra de 20 árboles en los alcorques de la zona peatonal de las calles 19 y 20 y en la carrera 20.
Serán cuatro especies que serán sembradas, guayacán de Manizales (Lafoensia acuminata), chirlobirlo (Tecoma stans), pino romerón (Retrophyllum rospigliosii) y magnolio (Magnolia grandiflora). Los trabajos se complementarán con la siembra de plantas herbáceas alrededor de cada árbol.
Vea también: Túnel de Oriente comenzaría operaciones en mayo de 2019
“Estas actividades de siembra tendrán todo el rigor técnico en lo relacionado con preparación y limpieza de alcorques, adecuación de mecanismos de oxigenación de raíces y fertilización”, informó Johnatan Carmona, ingeniero forestal de la Subsecretaría de Medio Ambiente.
En este proyecto, de forma adicional, se sembrarán otros 40 individuos nativos en la zona central del parque, un espacio que se denominará “El Bosque” que servirá como lugar de esparcimiento y de educación ambiental.
A través de una campaña de crowdfunding, un colectivo de ciudadanos busca recoger fondos para construir una sede comunitaria en el barrio El Faro, comuna 8 de Medellín.
La meta es conseguir 30 millones de pesos para poder realizar las obras de un espacio para que los habitantes de esta zona tengan un espacio de actividades para niños, jóvenes y ancianos.
El diseño de la sede fue realizado a través de un proceso participativo con el objetivo que pueda ser construido por la misma comunidad y cuente con materiales que se encuentran en el sector.
La iniciativa estará activa hasta el 8 de diciembre de 2018, hasta el momento se han recolectado 900 mil pesos.
Si desea contribuir con esta causa puede ingresar a PonemosPaElFaro
Ingredientes
En un recipiente, batir las yemas de huevo con el azúcar (las tres cucharadas). Calentar un poco la crema de leche (sin que llegue a hervir) y luego agregarla poco a poco a la mezcla anterior, revolviendo hasta integrar completamente.
Verter la mezcla en un molde y llevarla al horno a 80 grados centígrados, durante 45 minutos aproximadamente. Retirar y dejar enfriar. Cortar el mango en mitades y retirar la fruta de cada una de ellas. Cortar la fruta retirada en cuadritos.
Poner créme brûlée sobre cada una de las cáscaras, agregarles cuadritos de fruta y espolvorearlas con la suficiente azúcar para lograr una capa blanca. Con un soplete caramelizar la azúcar. Una alternativa, si no se tiene un soplete, es elaborar un caramelo líquido con agua y azúcar, y verter sobre la créme brûlée y los cuadritos de mango (en este caso, no espolvorear con azúcar las porciones ). Servir y decorar con hojitas de hierbabuena fresca.
Familias de indios han escogido a Ciudad del Río como su residencia. ¿Por qué? Como los demás vecinos, encuentran en pocos metros todo lo que necesitan.
Por: Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
Con la frescura de la mañana, Srividhya Srinivasan usa el parque de Ciudad del Río para hacer ejercicio. De piel color aceituna y cabellera negra, llama la atención de quienes madrugan a trotar. Ella, que también hace parte de la Selección Colombia de críquet, es solo una de las tantas mujeres que de la India llegó a Ciudad del Río. Vive en Medellín con su esposo, Balaji Krishnan, desde hace ocho años. Hablan en un perfecto español y dicen que aprendieron interactuando con los demás.
Srividhya, Balaji y su hijo Sairam también eligieron a Ciudad del Río como su residencia. En Vivir en El Poblado hablamos con cinco familias que habitan en las diferentes unidades de este sector y que hoy hacen que pueda ser considerado una Pequeña India.
Algunos llevan ya buen tiempo, otros llegaron a la ciudad hace dos o tres años. A todos los une algo: son ingenieros informáticos expertos en banca y laboran en empresas como Sophos Banking Solutions, una compañía especializada en desarrollo de software que trabaja con Bancolombia, que tiene sede en Ciudad del Río y en el Centro Empresarial Olaya Herrera. También hacen parte de TCS, Tata Consultancy Services, entre otras empresas del sector de tecnología.
Creen que solo en el barrio suman alrededor de 100 personas. Además de la cercanía con su trabajo, valoran el espíritu cosmopolita de Ciudad del Río. “Lo tenemos todo a la mano: restaurantes, supermercado, parque, recreación, salud, arte”. Les encanta, por ejemplo, que pueden almorzar en sus casas.
Vienen de diferentes regiones por lo que sus culturas también son distintas. Fue el idioma la primera barrera a vencer, sin embargo, en la convivencia aprenden rápidamente. Valoran que los medellinenses hacen lo posible por comunicarse y recuerdan una vez que un amigo recién llegado pudo entenderse con una empleada de un restaurante de comida rápida a través de una videollamada que ella le hizo a su esposo que sabía inglés. “La gente es muy querida y lo mejor es que está abierta a conocer más de nuestra cultura”, dice Himanshi.
Dicen que tomar la decisión de venir a Medellín fue difícil. “Lo que nos llega y lo que internet cuenta es la violencia y la inseguridad, pero cada día que pasamos en la ciudad nos damos cuenta de que no podíamos estar más equivocados”, anota Viswanath . Y recuerdan con gracia que cuando llegaron no salían a la calle en las noches por temor a lo que les pudiera pasar.
De India les hacen falta muchas cosas. Una de ellas, la comida, pues muchos de los ingredientes que usan en sus platos no se consiguen en la ciudad y el Gobierno colombiano les pone trabas para traerlos. “Quisiéramos conseguir la gran variedad de lentejas que comemos en nuestro país”. También extrañan el cine y, aunque canales como Cosmovisión pasan películas producidas en Bollywood, desearían verlas en una sala de cine. Sin embargo, lo que más quisieran en la ciudad es un templo, un lugar de espiritualidad en el que se puedan juntar a orar. “De India traemos imágenes e ídolos y rezamos en casa. Nuestro día empieza y termina siempre con la oración”, explica Balaji quien agrega que, a falta de un lugar en el que puedan ejercer la espiritualidad, visitan con frecuencia las iglesias católicas porque “para nosotros, todos los dioses son el mismo dios”.
Se reúnen con frecuencia para no olvidar su cultura y para que los niños puedan experimentar lo que ellos vivieron en su país de origen. La música, el baile y la danza los reúnen. Cocinan en comunidad y disfrutan de su gastronomía.
Balaji dice que está en Medellín y no ve planes de regreso a su país, más que para pasar vacaciones. Otros, en cambio, ven un rápido regreso aunque desde ya dicen que irse será triste.
El skate park de Ciudad del Río fue el primero en Medellín en tener forma de bowl y desde su construcción fue testigo de la aparición de talentos que hoy son referentes.
Cuando el parque de skate de Ciudad del Río fue inaugurado en 2009, Juan Pablo Gallego -Barbas-, Santiago Echeverría y Alejandro Giraldo recuerdan que fue la sensación en la ciudad. Era, dicen, el primer bowl de Medellín, el escenario que todos los practicantes estaban esperando.
En esa época funcionaban otras pistas muy básicas en la ciudad, que constaban de rampas y poco más. Estaban en la Terminal del Sur y en las estaciones Madera y Santa Lucía del metro. Esta, en cambio, era la primera que ofrecía profundidad y amplitud.
Santiago Echeverría desarrolló allí sus habilidades sobre el skate con Barbas como profesor. Vivía en Ciudad del Río y la cercanía con el escenario les dio confianza a sus papás para que tomara clases allí.
Hoy Santiago -23 años-, próximo a graduarse como ingeniero mecánico en Eafit, es embajador de Vans, marca de la que recibe sueldo mensual e indumentaria, que debe lucir en eventos, competencias y en su vida cotidiana.
Recuerda que la pista fue un gran impulso para los skaters de la ciudad, que encontraron opciones novedosas y que les permitió incrementar su práctica.
Un recuerdo similar tiene Alejandro Giraldo -20 años, estudiante de Negocios Internacionales del Ceipa-, quien frecuentó el parque en sus inicios, cuando recién comenzaba a patinar.
“Veníamos casi todos los días, se mantenía llena. No había tantas urbanizaciones como ahora, era casi un desierto”, afirma quien, al igual que Santiago, presta su imagen y sus habilidades a Adidas.
Hoy, Barbas, Santiago y Alejandro poco vienen por la pista. De hecho, este último no la visitaba hace cerca de cinco años, hasta la entrevista con Vivir en El Poblado. Cuentan que se debe a la aparición de otros escenarios como El Salado en Envigado, la 4 sur y especialmente street park de Envigado, junto a la pista de patinaje de Los Almendros.
Volvieron para recordar aquellos tiempos en que el furor por el skate los atrapó, en especial a Santiago y Alejandro, mucho menores que Barbas -37 años-. Rememoran las competencias que allí se realizaban con gran cantidad de practicantes que venían -y vienen aún- desde zonas alejadas de la ciudad.
Tanto aprecian la pista que coinciden en hacer algunas recomendaciones para que el bowl mejore. Barbas, por ejemplo, sugiere poner barreras que sirvan de “filtro” para que quienes deseen disfrutar ese espacio deportivo lo hagan en un ambiente sano.
Otra propuesta, esta de Santiago Echeverría, es que la pista sea reformada; que le den más profundidad y le agreguen un sector de street park.
Con todo, la pista sigue teniendo vida y no solo es utilizada por skaters; también bikers y patinadores la gozan. Tanto, que a veces no cabe la gente.
Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
El subdirector de Escenarios Deportivos del Índer, Juan Esteban Restrepo, reconoció a Vivir en El Poblado que el estado en que se encuentra la pista de Ciudad del Río no es el mejor.
“Tiene bordes despicaados y daños en la infraestructura”, pero aseguró que esto no impide su uso y que al no representar un riesgo, no está en el orden de prioridades de intervención, al menos para este año. Espera que pueda estarlo en 2019.
La programación que la institución tenía en el escenario no está activa, pues aduce que no hubo respuesta positiva de la comunidad a las convocatorias.
La pista cuenta con baños y camerinos, que son vigilados por guardas de seguridad que se turnan las 24 horas.
El bowl está en servicio todos los días de la semana, de 9:00 de la mañana a 9:00 de la noche, para garantizarles descanso a los vecinos, aunque funcionarios del Índer aseguran que hay días en que es tanta la afluencia que les toca retirar usuarios más allá de estas horas.
En las mañanas y en las tardes, los perros corren libres en el parque de Ciudad del Río. Los propietarios se quejan del poco control que hay los fines de semana.
Por: Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
Dobby persigue a Lola hasta el cansancio. El Sol cae y el viento alegra a este cachorro de dachshund (perro salchicha) que insiste en jugar con la perrita que con cuatro años ya no es capaz de seguir el ritmo. Son las 5:30 p.m. y la zona del parque que queda justo detrás del Museo de Arte Moderno se va llenando de perros. Cada uno es un nuevo compañero de juego para Dobby, que corre tras ellos.
Bajo un árbol, Luis Carlos Galeano lo vigila. En sus planes nunca estuvo tener un perro, pero hace dos meses una amiga le dijo que se quedara con él y al verlo, fue imposible decir que no. Viene desde su casa, cerca a Premium Plaza, todos los días para que el cachorro juegue por espacio de dos horas.
A las 6:30 p.m. hay alrededor de 15 perros. “Este es el parque de las mascotas”, dice Jaime Cano, propietario de Mi Lola, una pequeña burbuja ubicada en el costado oriental y en la que vende productos para perros. Allí llegan muchos caninos, pues saben que en los frascos del mostrador hay deliciosas galletas. Jaime es, además, paseador en la zona y conoce a muchos de los perros y dueños que cada tarde se acercan a jugar. “Creería que en las cuatro unidades del barrio hay entre 200 y 300 perros”, aunque no todos visitan el parque.
María Inés Ochoa es la dueña de Lola, una criolla que tiene en su sangre algo de pug. Es feliz durante la semana, sin embargo, sábados y domingos prefiere buscar otro lugar para sacar a su perrita, pues el parque se llena de perros visitantes cuyos dueños no controlan.
Jaime, por ejemplo, dice que es frecuente encontrar los lunes muchas heces que los dueños no recogen. “Es simple educación, si el perro usa la manga como baño, el propietario debería estar listo para recoger”. Pero muchos no lo hacen.
Con la noche, los humanos llegan a casa y los perros saben que eso significa diversión. El juego es obligatorio. María Inés dice que los perros ya se conocen y que se quieren como si fueran parte de la misma familia. Los dueños también lo son y mientras los canes corren, los humanos comparten y conversan. Son espacios de socialización que se han perdido en las grandes ciudades y que, gracias a la dinámica de Ciudad del Río, se recuperan.
“Cada día viene más perros”, dice Irma Cano, esposa de Jaime, el paseador. La burbuja que ambos administran lleva un año y nació, precisamente, como una respuesta a que cada vez hay más canes que usan el parque como espacio de juego: Jaime pasea entre 25 y 35 perros al día en turnos de una hora, por lo que nunca tiene más de cinco al mismo tiempo. Oso, un criollo, se acerca a la burbuja, quiere una galleta y las mira insistentemente. Su dueño termina cediendo y le da una, no sin antes hacer que se la gane. Oso se aleja feliz y busca a otro compañero para seguir jugando.
“La gente acá es muy querida y conoce muy bien a sus mascotas, quienes tienen un perro agresivo nunca lo sueltan”, dice Jaime y explica que en un año que lleva en el negocio nunca ha visto una pelea grave entre dos perros. Hace sí un llamado a que la gente que visita el parque no deje basuras, pues en muchos casos los perros las comen y terminan intoxicados. Aún así, expresa que el parque es cómodo y seguro y que en él los perros están poco expuestos a un accidente con un carro, por ejemplo.
Se hace más oscuro, las luces se encienden y va siendo hora de regresar a casa. Con pelota en boca, muchos van a su hogar sabiendo que al día siguiente volverán a jugar con sus amos y sus amigos de cuatro patas.
Para una sana convivencia, el Código de Policía establece que los perros deben estar sujetados con correa. También se impondrán multas a quienes no recojan los excrementos de sus perros y a quienes permitan que los animales esparzan en el espacio público el contenido de las bolsas y recipientes para la basura dispuestos para su recolección, entre otros comportamientos.
Con un total 99. 41 % de mesas escrutadas, la Consulta Popular Anticorrupción no logró superar el umbral de 12. 140. 342 de votos.
La jornada que se llevó a cabo entre las 8:00 a.m y las 4:00 p.m no tuvo alteraciones del orden público en la ciudad.
Vea también: En la consulta anticorrupción se juega más que el salario de los congresistas
Los resultados por pregunta van así:
Pregunta 1. Reducir el salario de congresistas y altos funcionarios del Estado.
11.644.910
Sí: 99,16 %
No: 0,83 %
Pregunta 2. Cárcel a corruptos y prohibirles volver a contratar con el Estado.
11.645.987
Sí: 99,54 %
No: 0,45 %
Pregunta 3. Contratación transparente obligatoria en todo el país.
11.642.705
Sí: 99,39 %
No: 0,60 %
Pregunta 4. Presupuestos públicos con participación de la ciudadanía.
11.644.238
Sí: 99,22 %
No: 0,77 %
Pregunta 5. Congresistas deben rendir cuentas de su asistencia, votación y gestión.
11.640.035
Sí: 99,61 %
No: 0,38 %
Pregunta 6. Hacer públicas las propiedades e ingresos injustificados de políticos elegidos y extinguirles el dominio.
11.640.226
Sí: 99,48 %
No: 0,51 %.
Pregunta 7. Máximo tres períodos en corporaciones públicas.
11.633.104
Sí: 99,51 %.
No: 0,48 %.
Picar los tomates en cascos, la cebolla en julianas y el ajo finamente. Pelar la papa criolla y reservar. Calentar una olla y adicionar el aceite, cuando se caliente saltear el ajo, la cebolla y los tomates hasta que se doren.
Adicionar al sofrito las papas criollas, cocinar con el fondo de pollo y el orégano, la albahaca y el laurel hasta que las papas estén cocidas. Cuando las papas se ablanden retirar del fuego y licuar bien la preparación. Volver a la olla, agregar la sal al gusto, taparla y reservar.
En una sartén sin aceite ni mantequilla asar los granos de mazorca hasta que estén dorados. Cortar el queso y el aguacate en cubos medianos. Mezclar la crema de leche con el zumo de limón y batir bien para que no se corte.
Servir la sopa y en cada plato, a gusto de los comensales, agregar el pollo desmechado, el queso, el aguacate y un poco de la crema agria. Para finalizar, espolvorear la sopa con cilantro.
La consulta anticorrupción no hará magia contra uno de los principales flagelos del país, pero expertos advierten avances simbólicos y jurídicos por el manejo transparente de los recursos públicos.
Por: Daniel Palacio Tamayo / [email protected]
El domingo 26 de agosto se requieren 12 millones 300 mil votos para que la consulta anticorrupción supere el umbral, que para los analistas es el primero de los retos que tiene este mecanismo de participación ciudadana. Ahora, si se supera el número mínimo de sufragantes, para que cada pregunta sea válida tiene que obtener la mayoría de los votos afirmativos.
Mauricio Uribe, jefe del departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de Eafit, considera que “si la consulta pasa, es una prueba de que los ciudadanos se toman en serio lo público”. En caso contrario, sería “desalentador” porque mientras en otros países hay grandes movilizaciones contra este delito, en Colombia “el ciudadano mostraría que no sale de su esfera privada”.
Para Uribe López, la corrupción es un flagelo que está por encima de las diferencias entre izquierda y derecha, por lo que cree que esta consulta es la oportunidad de “firmar una amistad cívica”. Añade que en esta consulta se podrá ver la madurez política de los ciudadanos ante fenómenos como las noticias falsas y la seguidilla de cinco elecciones, desde la consulta Liberal hasta las presidenciales, en nueves meses.
Abstención es el camino que tomará el ciudadano Álex Barajas: “algunas de estas medidas ya están vigentes y no tienen efecto inmediato, además, el costo de la consulta tardará en recuperarse con la reducción de los salarios de los congresistas”. El fondo del problema es otro, finaliza: “nadie elige esos cargos por el sueldo, sino por la influencia, los contactos y la mermelada”.
Por su parte, el rector de la universidad CES, el médico Jorge Julián Osorio Gómez, considera que es un primer paso para un ejercicio de la política más transparente. “La consulta no acaba con la corrupción, pero hay que apoyarla así valga mucho y tenga manipulación política”, sostiene.
Otro de los cuestionamientos que plantea Osorio es que “pareciera que quien tiene un ingreso alto es corrupto” y que “se parte de que los malos están en el sector público”, sin hacer referencia a procesos de cartelización empresarial o de trampas ciudadanas en lo cotidiano.
Jhon Helber Rodríguez, coordinador Comité Promotor
(Ingredientes 4 porciones)
En una olla llevar el agua a punto de ebullición. Agregar la quinoa, una pizca de sal y cocinar a fuego medio-bajo por 15 a 20 minutos, hasta que la quinoa absorba toda el agua. Dejar enfriar.
Mezclar aparte el jugo de limón con el aceite de oliva, ajo, sal y pimienta. Agregar los tomates, pepino, cebolla, menta y perejil.
En un recipiente mezclar la quinoa con los demás ingredientes y dejar enfriar.
Ingredientes
Enjuagar los garbanzos en un colador para quitarles el exceso de sodio. Ponerlos en un procesador o licuadora junto con el resto de los ingredientes. Procesar o licuar bien todo.
Servir con pan pita integral o galletas de arroz.
Del 31 de agosto al 2 de septiembre tendrá lugar la cuarta edición del Salón del Queso en la Terraza Mall del Este. Los visitantes disfrutarán más de 300 referencias nacionales e importadas, para acompañar con carnes maduradas, panes, frutos secos o vinos.
El equipo femenino de voleibol prejuvenil del colegio San José de Las Vegas se prepara para representar a Antioquia en el zonal regional del Eje Cafetero, clasificatorio para los Juegos Nacionales Intercolegiados Supérate, luego de coronarse como campeón departamental de estas mismas justas hace dos semanas en Bello.
Integrado por doce jugadoras, entre ellas dos refuerzos: Manuela Suaza del colegio Lola González y Sofúa Cuartas del Calasanz, este conjunto viajará a Manizales para enfrentarse, desde el jueves 30 de agosto y hasta el domingo 2 de septiembre, con los seleccionados de Risaralda, Quindío y el local Caldas.
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En el grupo de deportistas destacan algunas con recorrido en selecciones Antioquia e incluso con experiencia en torneos internacionales. Salomé Gálvez estuvo en los Suramericanos Escolares de 2017 en Cochabamba, Bolivia, actuando como refuerzo del Calasan Femenino, junto a Sofía Cuartas. Una viviencia inolvidable en su concepto, por el hecho de compartir con jóvenes de todos los países de la región.
“Sueño con ser voleibolista profesional. Esta vez quiero repetir esa experiencia suramericana pero con mi colegio y mis compañeras”, cuenta Salomé, quien el año pasado fue campeona nacional infantil con Antioquia en Manizales, coincidencialmente.
Andrea Skinfill se presenta como la líder del equipo, por su posición como pasadora. También estuvo en el grupo de la selección Antioquia en el nacional infantil, y no por ello deja de sentir ansiedad por el reto que se les viene la semana entrante. Antes del voleibol pasó por fútbol, basquetbol, karate, patinaje, gimnasia y tenis, hasta dar con el que en realidad era su deporte predilecto.
Comenta la entrenadora Paola Arias que este año el colegio quiso recuperar su prestigio en el voleibol colegial antioqueño, una fama bien ganada desde hace décadas pero que en los años recientes la habían perdido al no participar en competencias de alto nivel por decisiones internas.
Hoy la historia es distinta. Como campeonas departamentales sueñan con dejar atrás a Risaralda, Quindío y Caldas y vérselas con los favoritos Valle y Bogotá en busca de un cupo en eventos internacionales.
El San José de Las Vegas celebra que las voleibolistas más pequeñas de la categoría preinfantil, entre 7 y 8 años, también se coronaron campeonas del torneo interescolar organizado por el Índer Medellín. Ahora se preparan para representar a la ciudad en el zonal metropolitano que tendrá lugar en septiembre y allí lograr el cupo para los zonales regionales y quizá los nacionales de la categoría.
Dislicores en la Milla de Oro: El jueves 16 de agosto Dislicores inauguró su tienda en el edificio Milla de Oro. Otro lugar de la distribuidora para encontrar vinos exclusivos, licores premium, jamones y productos para los paladares más exigentes, que se suma a su tradicional punto de venta de la avenida El Poblado.
Tenga en cuenta los cierres viales en Medellín y las vías del departamento durante este fin de semana.
La Secretaría de Movilidad de Medellín informó que el domingo 26 de agosto se realizará el cierre de la calzada Oriental de la Avenida Regional entre la Calle 34 y la Calle 36, por obras de Parques del Río.
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El estado de las vías doble calzada Las Palmas, variante Palmas y Santa Elena presenta las siguientes novedades:
Vía Santa Elena: Habilitada con normalidad.
Vía variante Palmas: Habilitada con normalidad. El domingo 26 de agosto no se realizará unidireccionalidad desde la glorieta Sajonia hasta la glorieta del Alto de Las Palmas en sentido Rionegro – Medellín.
Vía doble calzada Las Palmas: Tránsito con normalidad. Este domingo 26 de agosto no habrá ciclovía.
Transitar con cuidado en la calzada que conduce de Rionegro a Medellín en la vía Doble Calzada – Sajonia – Aeropuerto 300 metros antes de llegar a la glorieta Sajonia, debido a los trabajos adelantados en la zona.
Es fascinante ver el inmenso mar y comer un delicioso mote de queso costeño, desayunar una crujiente arepa de huevo con jugo de corozo y refrescar la tarde con una buena Kola Román.
A mis 22 años, en unas vacaciones, conocí el mar por primera vez, precisamente en Cartagena, la ciudad en la que hoy, a mis 31, llevo viviendo y disfrutando desde 2014. Para mí, una persona que se crió felizmente en Boyacá, rodeado de grandes montañas y verdes paisajes, comiendo un buen cocido, tardeando con una almojábana con chocolate caliente o saboreando en la mañana un buen jugo de curuba, es fascinante ver a diario el inmenso mar y comer un delicioso mote de queso costeño, desayunar una crujiente arepa de huevo pasada con jugo de corozo y refrescar la tarde con una buena Kola Román.
En mi infancia la cocina del Caribe siempre fue ajena. Mi madre, quien es mi maestra y una gran cocinera, me acercó con sus deliciosos platos a muchas creaciones regionales de Colombia, menos a esta. Por eso en este tiempo que llevo viviendo en el Caribe me ha interesado más conocerla, ya que cada día vivido está lleno de nuevos sabores. Muchos suelen ver la cocina del Caribe resumida en un plato de pescado frito con arroz con coco y patacones, pero esto no representa la más mínima parte de una gastronomía que se forjó del mestizaje de culturas, donde indígenas, africanos, españoles y árabes conjugaron sus mejores técnicas, ingredientes y sabores para hacer esta joya una de las más valiosas de Colombia.
Mi espíritu de aventurero y el gran amor que le tengo a la cocina me han llevado a viajar por la amplia geografía de la región caribeña. He conocido desde las áridas tierras de la Guajira, pasando por el bosque seco tropical que inunda la Sierra Nevada de Santa Marta y los Montes de María, cayendo en su extensa llanura bañada por grandes ríos e inmensas ciénagas y humedales que albergan parte importante de la biodiversidad de nuestro país, gran responsable de su variada y exótica cocina. Entre sus corregimientos, pueblos y ciudades he conocido cocineras tradicionales, comunidades de agricultores, productores y artesanos que me han abierto sus puertas, brindándome el conocimiento de sus saberes y sabores ancestrales sin refutar si soy o no de esta tierra, ya que su mayor interés es que estos se compartan para que prevalezcan en el tiempo.
Eso y mucho más he aprendido. Pero sé que esto es realmente una pequeña parte de todo lo que me falta por conocer. Yo estaré siempre agradecido por todo lo que este hermoso Caribe ha hecho por mí y seguiré enfocado trabajando en lo que más pueda hacer por la región ya que es muy importante mantener vivas las tradiciones. Estas son el mapa genético de nuestros pueblos.
La sede de Hacienda, en Ciudad del Río, comparte esta receta de Sopa de cura en vereda, que se sirve con carne en polvo, viruta de papa, huevo frito, chicharrón, chorizo… o lo que la imaginación y el gusto manden.
Por: Restaurante Hacienda
Preparación:
A la par con el desarrollo de la zona, en Ciudad del Río aumentan las alternativas de comida.
Por: Claudia Arias / [email protected]
María Camila Arroyave probó toda la oferta de El Colmado, una de las primeras ofertas gastronómicas que abrió en Ciudad del Río. Cuando ella llegó al barrio hace ocho años, con el Museo de Arte Moderno inaugurado un año antes y la zona apenas iniciando su desarrollo, eran pocas las alternativas para encontrar comida, así que la tradicional salsamentaria con sus perros calientes y su parva fresca era un tesoro –y sigue siéndolo, aunque las opciones de locales han crecido–.
Ella vivía entonces en Santa María de los Ángeles y llegó a abrir un minimercado esquinero en un local del complejo Torres del Río, que mantuvo por cuatro años, cuando cambió –en el mismo espacio– a la panadería Panera, con la cual lleva otros cuatro. Ahora, además, habita en el sector. “¿Un tintico?”, pregunta Camila apenas cruza alguien por la puerta y luego explica que le encanta atender a la gente, muchos conocidos, que llegan buscando pasteles de queso, de pavo, ranchero, empanadas y demás productos de su vitrina; también van allí a almorzar o por unas cervezas en la tarde.
Conoce el barrio como pocos y de tanto en tanto se come algo en los food trucks, “incluso pido y me lo llevan a domicilio”, cuenta y continúa destacando el crecimiento de la oferta en el sector. Pero para ella lo mejor es estar allí, dispuesta, sonriente “como el payaso, con la mejor actitud, incluso cuando la procesión va por dentro”, lo cual sus clientes reconocen, diciendo “vamos para donde Camila”, que es quien al final los recibe en Panera.
Edward Jaramillo llegó al barrio hace casi dos años a trabajar en la sede de Comfama, tiempo en el que ha conocido más que bien la oferta de comida disponible, pues “desayuno, almuerzo y como aquí”, dice. Le ha gustado mucho ser testigo del crecimiento de la oferta: “Lo más fuerte en un inicio eran los food trucks, que es un parche chévere, aunque más para ciertas noches; pero las opciones se han multiplicado con espacios como Mercado del Río, que abrió en octubre de 2016 y que es un lugar para encuentros más calmados; o zonas como la del Centro Empresarial Ciudad del Río, que tiene una oferta diversa con alternativas como Hacienda, La Bottega Verde, Fire House o Subway”.
Uno de sus favoritos para almorzar es Nativa, en el edificio de la Clínica del Prado, un concepto de ejecutivo o menú casero balanceado, que incluye sopa, un wrap o una crepe y la bebida. Ya saliendo de Ciudad del Río y entrando al barrio Colombia, Edward dice que vale la pena echarse el viaje a Parrilla Don Miguel, reconocido por sus carnes, que solo abre de lunes a viernes al almuerzo. En un sector cercano también se ubica Tres Cordilleras, que ofrece tours cerveceros.
Una zona inclusiva, así lo destaca Edward, con opciones para los habitantes, personas que como él trabajan allí o para quienes van a divertirse. En su opinión, la transformación apenas está en curso y se trata de un espacio de ciudad que se ha convertido en punto de referencia para muchas actividades culturales, académicas, deportivas y, poco a poco, también para aquellas que giran alrededor de un plato de comida.
Los domingos, cuando el barrio está más calmado por menor movimiento de las instituciones médicas y las empresas del sector, los mercados campesinos se instalan en la Plazoleta Las Vegas, que da sobre la avenida Los Industriales, y que ofrece la posibilidad de comprar frutas y verduras para llevar y, al mismo tiempo desayunar alguna delicia local o tomar algo para refrescar la jornada deportiva de la mañana.
El arte y la buena mesa van bien de la mano, no en vano los museos suelen tener en sus sedes propuestas culinarias cuidadas. El Mamm tiene esta premisa presente y cuenta con dos restaurantes en sus instalaciones. En una terraza exterior en la parte posterior se ubica Ganso & Castor, un bistró con una carta de preparaciones ligeras como sándwiches, wraps y ensaladas, preparados con ingredientes de calidad; y hacia un costado del museo, donde hasta hace unos meses estaba el restaurante Bonuar, acaba de abrir la reconocida cadena Crepes & Waffles, que desde 2016 se ubica también en el Museo de Arte Moderno de Bogotá –Mambo–, en una apuesta que ha dado buenos resultados para ambos.
La carrera 43G, entre las calles 20 y 24, es paraíso gastronómico en Ciudad del Río. Entre 10 y 15 camiones de comida Food trucks se estacionan todos los días desde las 5:00 p.m. hasta tarde en la noche para deleitar a los habitantes del barrio y a los visitantes con gustos, aromas, texturas. Cocina mexicana, hamburguesas artesanales, costillas ahumadas, pizzas, cocina peruana, quebabs, cervezas artesanales y otras opciones se encuentran dentro de los sabores para probar y degustar. Acérquese, pregunte y disfrute.
Por: Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
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Tras el paro de taxistas que fue convocado el pasado miércoles en Medellín y el área metropolitana, y en el que según la Alcaldía participaron no más de 200 conductores -de 19.000 que hay registrados-, representantes de ambas partes se reunieron este jueves en La Alpujarra para buscarles solución a los reclamos que este gremio ha expresado mediante dichas manifestaciones para exigir un control al transporte informal de pasajeros, en especial aquellos que operan en plataformas digitales.
El secretario de Movilidad, Humberto Iglesias, dijo que en la reunión recibió el respaldo de 16 empresas de taxis para que continúe con sus solicitudes a los ministerios de Tecnología de Información y Comunicaciones y el de Transporte para que regulen el servicio que prestan dichos operadores virtuales.
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“Les hemos insistido en que este es un tema que trasciende lo local y que les corresponde a dichos ministerios pronunciarse. A los taxistas también los hemos invitado a que la mejor manera de combatir la ilegalidad es mejorando su servicio, capacitándose, profesionalizando su labor”, dijo Iglesias.
A ellos, agregó el secretario, la Administración les dará todo su apoyo para que cuenten con las herramientas necesarias y mejorar su atención a los clientes.
Héctor Ocampo, integrante de la Mesa nacional del taxismo y del sindicato nacional de este gremio, aseguró que tras participar en las manifestaciones del miércoles los conductores entendieron que hacer protestas no es el camino para expresar su inconformidad, y por tanto decidieron reforzar su presencia en las mesas de diálogo que la Alcaldía ha abierto para encontrar soluciones.
“La secretaría nos ha prestado un gran apoyo con los operativos contra la ilegalidad, pero este fenómeno ha crecido mucho en los últimos meses”, añadió Ocampo.
El líder gremial recalcó que muchos taxistas se han visto perjudicados y lo que producen en su día a día no les está alcanzando para cumplir con sus obligaciones.
“Le hemos pedido a la Alcaldía que nos regale unas vallas donde le expliquemos a la ciudadanía por qué no deben utilizar el servicio público ilegal, que no les ofrecen pólizas de responsabilidad ante cualquier incidente”, y contó que cerca de 780 conductores ya están certificados en técnica de manejo individual con el Sena, en una muestra de su compromiso por mejorar su servicio.
Oreo se encuentra perdido desde el miércoles 15 de agosto en el sector de La Frontera, por la unidad residencial Fuentes de Zúñiga al frente de cantapiedra.
Si tiene alguna información puede comunicarse al número 319-501-05-97.
El caso de Ciudad del Río es emblemático para mostrar las ventajas que puede generar un desarrollo urbanístico realizado a través de la figura de Plan Parcial.
La ley 388 de 1997 generó una real reforma urbana en Colombia. Introdujo temas tan importantes como la obligatoria elaboración de los planes de ordenamiento territorial para los municipios.
Esta ley es bastante densa. Trata temas profundos e importantes, varios de ellos complejos y no propiamente fáciles de implementar.
Uno de estos temas es el relativo a los planes parciales, una herramienta de desarrollo que aplica de manera concreta varios de los principios inspiradores de la ley:
Los desarrollos inmobiliarios se venían haciendo predio a predio y el lote era la unidad básica. Es el caso de Patio Bonito. Allí un lote de 800 metros cuadrados se desarrollaba de manera autónoma y se construía, por ejemplo, un edificio de 12 apartamentos. Usualmente estos desarrollos en lotes tan pequeños, presentaban condiciones particulares, muchas veces negativas, como la imposibilidad de disponer de servicio de conserjería 24 horas, por las altas cuotas de administración; la carencia de zonas verdes y áreas de esparcimiento comunal tipo piscina y salón social; la ausencia de parqueaderos de visitantes, o el alto costo por vivienda del mantenimiento de ascensor, en caso de tenerlo. Y no había aporte a zonas verdes públicas, pues las cesiones que corresponden para un lote tan pequeño, no constituyen atractivo para las ciudades.
La ley 388 planteó la posibilidad de desarrollar planes parciales para zonas determinadas por el POT, en áreas de expansión urbana, de redesarrollo y en algunas de desarrollo.
Un plan parcial es un instrumento de planeación y gestión del suelo que permite desarrollos armónicos. Permite la participación del Estado en la gestión urbana, que había sido reservada a los particulares (propietarios de los lotes). Admite el uso equitativo y racional del suelo, generando construibilidad para el particular y áreas públicas eficientes (vías, zonas verdes, museos, zonas recreativas) para la ciudad, sin costo para el Estado. Es un ejercicio de reparto de cargas y beneficios: las primeras, son las obligaciones de construir y dotar infraestructura de ciudad y amoblamiento urbano; las segundas, representadas en los mayores índices de edificabilidad que permiten al promotor privado generar ingresos para hacer rentable su proyecto y financiar las obras públicas catalogadas como “cargas”.
En Ciudad del Río (Plan Parcial Simesa), se puede apreciar la existencia de unas zonas públicas bien interesantes, construidas y entregadas por los gestores privados a la municipalidad: zonas verdes generosas, plazoletas, un precioso museo (el MAMM) y unos edificios de oficinas, consultorios y viviendas de buen tamaño, con servicios comunes óptimos para sus propietarios y con cuotas de administración sensatas.
Es un caso digno de los planes parciales, que benefició al Estado y a los privados que lo promovieron. Tiene elementos por mejorar, pero es una valiosa experiencia para aprender de ella.
Entre más votos y más puntos aprobados se consigan este domingo 26 en la Consulta Anticorrupción, más fuerte será el mensaje que se envíe y más grande será el paso que se dé hacia una sociedad más justa.
Entre todas las personas a las que les he preguntado si consideran que la justicia es importante, no he encontrado la primera que diga que no. El resultado no es sorprendente: la pregunta apela a una sensatez casi que intuitiva, pues los seres humanos, desde pequeños, desarrollamos un fuerte sentido de lo justo y lo injusto.
Amartya Sen da inicio a su libro La idea de la justicia con esta frase (tomada de Dickens): “En el pequeño mundo en el cual los niños viven su existencia, no hay nada que se perciba y sienta con tanta agudeza como la injusticia”. La definición (y más aún, el alcance) de un mundo justo es una tarea utópica. Sin embargo, como también lo señala Sen, hay que reconocer que, aunque no podamos lograr esa definición, tanto a los niños como a los adultos nos resulta indignante la existencia de injusticias remediables. Y siempre existirá el deseo de eliminarlas.
Sin pretender una definición universal, la justicia tiene que ver con un modo de distribución (y por ende es un asunto incrustado en el corazón de la economía, que debe ser distributiva por diseño). Distribución de cargas y de beneficios -de cualquier índole- y de manera no arbitraria. La naturaleza, por ejemplo, hace contribuciones que son necesarias para soportar y dignificar la vida (lo que se ha llamado “servicios ecosistémicos”) y eso cuenta como un beneficio al que todos debemos tener acceso en alguna medida: el aire, el agua, los alimentos. Y para acceder a esos beneficios se necesita un esfuerzo (cultivar, cosechar, transportar): aparece una carga.
Difícilmente encontraremos a alguien incapaz de reconocer que una sociedad en la que solo algunos individuos estén obligados a “trabajar la tierra”, mientras que otros llenan sus barrigas y acumulan más y más sin mover un dedo, sería una sociedad injusta. Y lo mismo tendría que ocurrir con una sociedad -parecida a la actual- que derroche los recursos naturales de hoy dejando sin nada a las generaciones del mañana. Pero no se trata solo de que la distribución de aquello que es tangible no sea arbitraria. Se requiere justicia en el acceso (en el presente y en el futuro) a un trabajo y a un salario, a la salud, a la educación, a la paz, a la participación.
Si hay algo que obstaculice la transición hacia una sociedad sostenible, es la presencia de grandes injusticias. Y si hay algo que les favorece es la corrupción: el uso indebido del poder para acumular más beneficios o asumir menos cargas. La corrupción deshumaniza. Hiere y desangra el ideal de una sociedad solidaria en la que cada persona se dedica al cuidado de sí misma y de quienes la rodean (incluyendo los ecosistemas). La corrupción impide que se satisfagan de manera equitativa las necesidades presentes y, además, compromete la habilidad de las generaciones futuras de satisfacer sus necesidades.
Este domingo 26 de agosto, tendremos una bonita oportunidad para alzar la voz y decir “¡no más corrupción!”. Es claro que este fenómeno no se eliminará de un tajo, pues las causas fundamentales de la corrupción en nuestro país son raíces de una profundidad histórica y cultural tremenda.
No existirá una Colombia perfectamente justa. Y la Consulta Popular Anticorrupción, por sí sola, no salvará al país. Sin embargo, entre más votos y más puntos aprobados se consigan, más fuerte será el mensaje que se envíe y más grande será el paso que se dé hacia una sociedad más justa.
Una de las modelos de Victoria’s Secret se defendía ante las críticas que le hicieron por tener una pancita que le quedó por su embarazo, más pequeña que una inflamación de colon.
Entré al baño del gimnasio antes de comenzar mi rutina. Escuché a una chica que en el baño de al lado vomitaba. Pensé, de inmediato, que algo le había caído mal o que se sentía indispuesta. El ser humano siempre tiene fe en que las cosas pueden ser mejor de lo que parecen aunque se muestren diáfanas en su oscuridad. Luego recordé dónde estaba y entendí. Me sentí triste y con ira, primero por ser parte de esa basura que cree y después por ella, que lo creyó.
Salí del baño y no pude quitarme la imagen de la cabeza. Las arcadas martillantes y ella, en su licra y tenis deportivos, agachada, asistiendo a una cita impuesta para sentirse bien con ella misma. Fallida. Una tortura esclavizante y cíclica.
Algún día me iba a tocar. Como la guerra, de la que lees y escuchas y te dueles, pero no te clava el pecho. Ahora, me rompía por dentro.
Recordé que hace un par de días vi un post de Candice, una de las modelos de Victoria’s Secret, en el que se defendía ante las críticas que le hicieron por unas fotos de paparazzi que le tomaron en la playa una semana después de tener a su segundo hijo. La recriminaron por tener una pancita mínima que le quedó por su embarazo, más pequeña que una inflamación de colon regular.
Esta mujer sigue siendo un milagro de la naturaleza y el mundo se empecina en decirle que está mal porque espera una perfección imposible. Todas sabemos a lo que ella está expuesta porque todas lo estamos.
El mundo sigue girando porque creemos un discurso que nos enferma, ese mismo que nos dice qué hacer para sentirnos mejor. Nos engañan para vendernos una falsa solución. La industria vive de nuestros miedos, complejos y dolores internos. Una industria transparente no te ocultaría las arrugas sino que te hidrataría la piel, no excluiría tu talla sino que diseñaría a tu medida, no te vendería la felicidad sino un accesorio para tu sonrisa.
En una sociedad que se enriquece de tus dudas y miedos, tener amor propio es un acto de rebeldía. Creemos y consumimos discursos tan arbitrarios que perdemos toda noción de lo que para nosotros está bien. Olvidamos qué creemos bello, qué amamos de nuestro cuerpo y nuestras propias definiciones, para luego vestirnos de las mismas máscaras que están de moda y así pasar desapercibidos. Porque que nos libre Dios de dar de qué hablar.
Ya quisiera que en los paquetes no dijeran que son cruelty free o gluten free sino self doubt free, prejuicios free, manipulación free. Basura free. ¡Productos sostenibles y responsables! Con el mundo y con nosotros.
Nos visten, nos cortan, nos cosen, nos pintan, nos educan para obedecer. Fui testigo de cómo se hacía pedazos por encajar porque ella creyó de lo que en algún momento fui cómplice porque en el fondo, muy en el fondo, yo estaba ahí para recordárselo. Nos dejamos vestir, nos cortamos, nos cosemos, nos pintamos, les creemos. Lejos de ser la experiencia más aterradora, logró exorcizarme del deseo a ser.
Nota: Tal vez ella sí estaba enferma. Tal vez, ojalá.
Son metas que te invitan a crecer y maximizar tu potencial. Las metas de fantasía viven fuera de tu zona de comodidad y te permiten sacar de ti fortalezas y creatividad.
Parte de mi trabajo como coach es ayudar a mis clientes a alcanzar sus metas. Siempre que empiezo a trabajar con una persona le pregunto: ¿Qué es lo que quieres lograr? ¿Cuál es el sueño que quieres realizar? La mayoría me responde con metas que son posibles de alcanzar durante el próximo año. Yo los reto a que vayan un poco más allá, se conecten con su corazón y me compartan lo que realmente desean.
Mi pregunta favorita es: si pudieras tenerlo todo a tu manera, ¿qué elegirías? Con un poco de risa nerviosa me comparten esos sueños que los apasionan, pero que no tienen idea de cómo realizarlos. Me dicen: “quisiera tomarme un año sabático con mi familia y viajar por el mundo entero”. “Quisiera poder generar 1.000 empleos y así ayudar a muchas familias”. “Quisiera ser un multimillonario”. A estas metas, que parecen inalcanzables, yo las llamo sueños imposibles.
Por ejemplo, si tu meta imposible es tomarte un año sabático con tu familia, inmediatamente vas a empezar a pensar qué debes hacer para poder trabajar desde otros países, tal vez tengas que cambiar de empleo o montar un negocio en línea que te dé más flexibilidad. También al contarles a otros sobre tu meta, puedes empezar a conocer personas que ya lo hayan hecho y que te puedan guiar.
Hoy te invito a que te tomes un tiempo y pienses, ¿cuál es tu sueño imposible? Me encantaría si me lo compartes por email. Escríbeme a [email protected].
Un complejo de talleres pasó a ser uno de los nuevos íconos de Medellín. Su transformación trajo valorización y una apropiación ciudadana que desbordó los pronósticos.
Por: Daniel Palacio Tamayo [email protected]
En las paredes de la oficina de Carlos Posada, gerente de Valores Simesa, una colección de fotos aéreas le hace seguimiento a la evolución de Ciudad del Río. Y todo avanza tan rápido, que la más reciente —del año pasado— está desactualizada. “Acá ya hay un edificio en construcción”, señala.
Valores Simesa, la firma que ha liderado la transformación de esta gran manzana, ha visto cómo estas calles ofrecen una agenda cultural, el arte de los grafitis, un espacio público generoso —más que el exigido por las oficinas públicas— apropiado por la ciudad y una amplia oferta gastronómica.
Los impulsores de la iniciativa, en cabeza de Carlos Posada, pensaron en que la intervención del antiguo lote de la siderúrgica debería lograr “una nueva ciudad para la ciudad”. Y es que a ésta no la hacen los edificios —insiste Jane Jacobs en sus libros de urbanismo—, sino las personas. Y, sin duda, los espacios de Ciudad del Río ofrecen: color, sabor, alegría, cultura, emoción… “Cuando las calles de una ciudad ofrecen interés, la ciudad entera ofrece interés”, agrega Jacobs.
Afirma Posada, “se han visto los frutos de esa decisión en una valorización real del 17% anual y en el aprecio de la ciudadanía, pues al parque del barrio van más de cinco mil personas en un fin de semana”.
Hay construidos 1.800 apartamentos y cuatro edificios más de servicios y faltan unas 2.500 viviendas. Explica Posada que el éxito de este proyecto es que ha sido “sin afanes”. En principio se rechazaron ofertas para aprovechar la totalidad del lote con el fin de cuidar el entorno y garantizar un buen desarrollo.
En 2003, tres años después de la venta de los activos de la siderúrgica, se decidió que lo ideal era ejecutar en el lugar un plan parcial para cambiar la vocación. De lo contrario, allí solo podría haber una oferta comercial e industrial.
El cambio fue muy bien recibido, tanto que en principio significó un gran reto: “Había una gran demanda, pero de inversionistas; temíamos que una vez estuvieran los edificios salieran letreros de venta o alquiler por todo lado”, recuerda.
Hoy, afirma con satisfacción, hay filas de interesados por vivir allí. Las evidencias le indican a Posada que esa ciudad que insertaron en la ciudad, es ahora uno de los barrios más apreciados de Medellín.
Vivir en El Poblado dedica esta edición especial a un sector considerado modelo en Medellín. Su origen, su desenvolvimiento presente, sus retos y la extensión de sus sueños.
En noviembre de 2003 la noticia llegó a Vivir en El Poblado: algo grande se estaba moviendo en la industria no solo con la venta de los activos de Simesa sino con la liberación del espacio ocupado por la siderúrgica desde 1939 en la zona de Industriales. Nuestros periodistas buscaron contactos y se encontraron con lo que para la época eran términos por descubrir para la comuna 14, como renovación urbana y ordenamiento territorial.
Londoño Gómez, Coninsa Ramón H. y Arquitectura y Concreto, contratados por Simesa, daban los primeros pasos para configurar un proyecto, en principio, de aprovechamiento con vivienda y comercio. Así se desataron intervenciones que han configurado este sector como un modelo para la ciudad y que, durante 15 años, ha tenido a Vivir en El Poblado como vecino, testigo y relator.
Es modelo porque no se desarrolló mediante esfuerzos aislados sino con concepto integral. Y, evidentemente, tiene tareas por resolver en materia de movilidad, ocupación indebida del espacio público y estacionamiento irregular; de consumos que no compaginan con prácticas del uso familiar, de manejo de residuos, también de convivencia. Otras voces lamentan que la renovación, con excepción de la conservación de parte de Talleres Robledo, haya demolido testigos de la vocación industrial que tuvo Medellín o que su propuesta arquitectónica no se inspirara en los hitos fabriles que le dieron vida ni ofreció recursos de corte futurista.
Son tareas que deben inspirar soluciones e intervenciones para las etapas que se proyectan hacia 2026. Pero claro que son más las conquistas de Ciudad del Río. Por ejemplo, consolidar un barrio compacto, donde sus residentes, a la distancia de una caminada, resuelven necesidades de comercio, salud, capacitación, inspiración y entretenimiento. Los barrios compactos no generan aislamiento y contribuyen a la sostenibilidad de la ciudad.
Barrio modelo, además, porque su levantamiento no comprometió las laderas de la ciudad, que para la época ya presentaban desequilibrio entre la demanda y su capacidad de soporte. Porque, sin proponérselo, aportó un gran parque abierto metropolitano. Y porque se constituyó en un polo de generación de riqueza y baste mencionar la meta de dotación de 4.300 apartamentos.
Hoy, de nuevo, caminamos Ciudad del Río, en una edición especial para recordar, recorrer y proyectar. Bienvenidos.
Una carrera mínima en los taxis de lujo podría valer 3 mil pesos más que uno tradicional y no se podrá cancelar con dinero en efectivo, adelantó la Secretaría de Movilidad.
Por Daniel Palacio Tamayo
Aunque desde hace meses se vienen anunciando su entrada en funcionamiento, por fin, se superaron todos los obstáculos y en cualquier momento podría iniciar su operación.
El inicio de la operación de los taxis de lujo en Medellín ya tiene el visto bueno del Ministerio de Transporte y la Secretaría de Movilidad de la ciudad, después de que el Consejo de Estado diera vía libre hace una semana para que se pudiera continuar con el proceso.
Según el secretario de Movilidad, Humberto Iglesias, su dependencia ya reglamentó la tarifa, por lo que únicamente resta que las empresas de taxis tengan los vehículos y las herramientas tecnológicas a punto para su operación.
Los taxis de lujo no manipularán efectivo y todo el cobro se realizará por medio de transacciones electrónicas por medio del celular o de tarjetas crédito o débito. Igualmente los vehículos habilitados para este servicio serán de una gama más alta a los tradicionales.
Iglesias afirmó que la diferencia en la carrera mínima de un taxi tradicional y uno de lujo será de aproximadamente de 3 mil pesos.
Por otro lado, 16 empresas legales constituidas manifestaron que no apoyaban la protesta que planean algunos taxistas para el próximo 26 de agosto. El funcionario aseguró que siguen buscando mejorar las condiciones de trabajo del gremio amarillo.
Por trabajos en las obras de ampliación de la Estación Poblado, la Avenida Regional tendrá cierre parcial entre las 9:00 p.m. de hoy y las 4:00 a.m. del 23 de agosto.
La restricción en la vía se realizará en la calzada occidental entre la Calle 10 Sur, contigua a la Universidad EAFIT, y el Puente de la Calle 10.
La obra que se adelanta en la estación Poblado consiste un nuevo ingreso que estará ubicado en el costado sur, el cual contará con pasarelas peatonales de acceso y salida de viajeros, tanto en el costado Oriental como Occidental.
El primero de septiembre desde las 10 a.m. se realizará, en el Canal Parque Telemedellín, Origen Fest, que celebra el bienestar e invita a tomar consciencia sobre las decisiones de consumo. Contará con 35 emprendedores y sus productos y servicios de consumo responsable.
La entrada tiene un valor de $10.000.
Las primeras horas de la movilización que algunos taxistas convocaron para este miércoles en Medellín y el área metropolitana, como protesta por lo que consideran una falta de control de las autoridades a las plataformas virtuales que ofrecen el transporte de pasajeros, han transcurrido con normalidad y no se han presentado alteraciones en la circulación vehicular en la ciudad, informó la Secretaría de Movilidad.
El primer reporte que podemos hacer desde la Secretaría de Movilidad es de total tranquilidad. Muchos taxis están trabajando y prestando sus servicios.#MovilidadMedellín pic.twitter.com/pj7nJB0kPA
— Secretaría de Movilidad de Medellín (@sttmed) August 22, 2018
El secretario Humberto Iglesias afirmó que las protestas de los taxistas son válidas, pero declaró: “”El tema de las plataformas de transporte ilegal es un problema que trasciende el orden local, es un tema nacional. Los ministerios de la Tecnología de la Información y las Comunicaciones y el de Transporte deben pronunciarse y regular a nivel nacional, para que nosotros como autoridades locales podamos regir bajo sus directrices”.
La Secretaría informó que entre enero y julio de 2018 han hecho 1.683 operativos contra el transporte informal de pasajeros, con 5.981 comparendos impuestos y 3.106 licencias de conducción suspendidas.
Los taxistas convocaron al paro con concentraciones en los cuatro puntos cardinales desde las 8:00 de la mañana.