
Además, añadió que vendrán cambios importantes en materia de transporte en Medellín, como la implementación de equipos de recaudos en las rutas integradas, y “se está avanzando en el cambio de la flota para mejorar la calidad del aire de la ciudad”.

Además, añadió que vendrán cambios importantes en materia de transporte en Medellín, como la implementación de equipos de recaudos en las rutas integradas, y “se está avanzando en el cambio de la flota para mejorar la calidad del aire de la ciudad”.
La Alcaldía informó que se “invertirá en el Noroccidente de la ciudad 350 millones de pesos para reforzar la seguridad en el sector”.
Además, se programó para las 7:00 de la mañana de este martes un nuevo consejo de seguridad en Castilla.
Por otra parte, el comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Antonio Gómez, informó también que en la época decembrina en la ciudad se disminuyeron los casos de hurto en todas sus modalidades.
“El hurto a persona se redujo en un 45,8%, el hurto a residencias en un 35%, el hurto a carros en un 54% y el hurto a motos en un 35%”, explicó.
Según expresó Federico Gutiérrez, “lo importante a informar es que estos no son esfuerzos únicamente de diciembre, sino que esas acciones unificadas y esas estrategias de control contra el hurto en toda la ciudad va a continuar. Va a prolongarse. Los puestos de control permanecerán en distintas zonas de la ciudad”.
Y además, agregó que esta semana se enfocarán en Castilla, pero en todo el año irán cambiando de sectores para realizar un control de seguridad óptimo en toda la ciudad.
En un tuk tuk (motocarro) con un alegre diseño retro que remonta a los diners norteamericanos de los años cincuenta, las hermanas María José y Valentina Botero venden helados futuristas.
Elaborados de manera artesanal, con ingredientes naturales, formulaciones bajas en azúcar y en grasas y utilizando nitrógeno líquido –cuyo veloz proceso de congelamiento evita que contengan cristales de hielo–, sus helados se caracterizan además por estar formados por una suma de bolitas que se deshacen con suavidad en la boca y que con su apariencia vanguardista despiertan la curiosidad al instante. Leer más >>
Si bien durante el mes de diciembre se realizaron constantemente campañas en contra del uso de pólvora, al finalizar el año se presentaron 5 casos de quemados en la ciudad de Medellín, consolidando una reducción del 66% de lesionados comparado con años anteriores.
En total, el número de quemados en Antioquia aumentó al finalizar el mes de más festividad en el año. Hasta el 27 de diciembre se registraron en el departamento 70 quemados; entre el 27 y el 31 de diciembre esta cifra aumentó a 103 lesionados, de los cuales 52 fueron menores de edad.
Según informó la Secretaría de Salud de Antioquia, comparado con el año anterior, en el Departamento, se presentó una reducción del 59% de los casos en el mismo período. Por otra parte, fueron 32 los municipios de Antioquia que reportaron lesionados por pólvora.
Según denunciaron algunos residentes de El Poblado, la comuna 14 no se vio exenta del estruendoso ruido proveniente de la pólvora explotada en esta época de fin de año, y por ello manifestaron su descontento vía redes sociales.
@BluRadioCo No se vieron autoridades vigilando sectores como El Poblado,el chispero,el garabato,la inferior,Envigado.Mucha,mucha pólvora.⯑⯑
— Shetina Lavoix (@shetina_lavoix) 2 de enero de 2017
Luego de la implosión controlada que se realizó la tarde de este domingo en el kilómetro 14 + 350 de la autopista Medellín-Bogotá, por el derrumbe que afecta la movilidad en este importante eje vial del país, la Secretaría de Infraestructura de Antioquia precisó que entre el martes y miércoles se habilitaría el tránsito a un carril por la vía.
La detonación y movimiento de tierra fue considerado un éxito por parte de las autoridades departamentales en afán de iniciar con la labores de remoción del material que cayó sobre la autopista y que mantiene incomunicado al Oriente, Magdalena Medio y Bogotá por esta troncal.
“Para dar un primer paso provisional creemos que se deben mover unos 20.000 metros cúbicos que podrían hacerse si el tiempo sigue así, en unas 24 o 36 horas, si se trabaja continuamente. Los técnicos que saben de esto los vemos tranquilos y dicen que la voladura controlada aflojó lo que estaba suelto y que lo demás irá cayendo lentamente, a medida que se retiren los materiales”, explicó el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez.
Así fue la detonación controlada del talud en km 14 + 350 de la autopista Medellín-Bogotá. pic.twitter.com/eLwH8UpR3D
— Devimed (@Devimed) 2 de enero de 2017
Para la implosión, el Ejército Nacional suministró 150 kilogramos de Indugel, que fueron distribuidos en zonas estratégicas de la parte alta de la montaña para remover los cerca de 50 mil metros cúbicos de tierra que estaba en riesgo de venirse abajo.
Con 100 volquetas, Devimed, concesión encargada del mantenimiento de la vía desplegó el operativo para llevar la tierra hacia Copacabana y Rionegro. Así mismo, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres de Copacabana y el Dapard trabajan en el retorno de 84 familias de la zona que tuvieron que ser desalojadas por el riesgo inminente.
Vías alternas
Desde que ocurrió este deslizamiento el pasado 28 de diciembre, las autoridades desplegaron un operativo para controlar la movilidad hacia el Oriente de Antioquia y Medellín por otras vías como Las Palmas, Santa Elena y El Escobero que han utilizado los viajeros ante la contingencia.
Otra de las razones por las que se trabaja 24 horas en la remoción de piedras y lodo es la temporada vacacional, que moviliza gran cantidad de personas a pueblos cercanos que durante los próximos días celebran sus fiestas populares.
Por obras en el sistema de alcantarillado, residual, combinado y de lluvias en un sector del Barrio Colombia estarán cerradas, desde este lunes 2 y hasta el 15 de enero, varias calles de un cuadrante, informó la Secretaría de Movilidad.
De acuerdo con la información de la dependencia de Tránsito de Medellín, la restricción para la movilidad comprende la zona entre las calles 29 y 24, y las carreras 48 y 43B.
Este cierre se realiza durante las 24 horas del día, por eso se recomienda a la ciudadanía utilizar vías cercanas para su movilidad.
Además, calculan que ya se desprendieron cerca de 5 mil metros cúbicos de tierra y que faltan por caer cerca de 45 mil. No se puede remover lo que se ha desprendido por seguridad, porque sigue cayendo material.
Por el momento, no se ha determinado fecha de apertura de la vía. Debido a esto se le recomienda a los ciudadanos que se transportan al Oriente tomar vías alternas como Las Palmas, Santa Elena y El Escobero.
Es por esto que, según las autoridades, se requiere la declaratoria de emergencia para poder afectar los predios, y de esta manera mover el material en la parte baja, una actividad que es riesgosa porque el movimiento de masa está activo.
Devimed expresa que “el tamaño del deslizamiento es de aproximadamente 50 mil metros cúbicos”, por lo que la Autopista permanecerá cerrada hasta próximo aviso.
Debido a esto se le recomienda a los ciudadanos que se transportan al Oriente tomar vías alternas como Las Palmas, Santa Elena y El Escobero.
Según informan autoridades de la Secretaría de Movilidad, ya se han desplazado agentes de tránsito a las zonas alternas para mejorar el flujo vehicular y evitar el caos en la movilidad que se presentó ayer.
Voceros de Devimed informaron que el horario de apertura de la vía se comunicará en la cuenta de twitter @devimed, apenas los expertos lo determinen.
Autopista Medellín-Bogotá en el km 14 + 350 sigue cerrada en ambos carriles por seguridad. Tomar vías alternas.
(6:37 a.m) pic.twitter.com/dRXLL2sPOO— Devimed (@Devimed) 29 de diciembre de 2016
Buenos días.
Departamento de Antioquia.
Información Importante: pic.twitter.com/2QB7a5SUj2— INVIAS #767 (@numeral767) 29 de diciembre de 2016
Para mitigar esta condición atmosférica, el Área Metropolitana ha puesto la salud en el centro, por tal razón, “hemos contemplado la realización de un estudio de morbimortalidad en PM 2.5 y menores, que se base en una metodología compatible a nivel internacional, que permita tener la información acerca de los verdaderos efectos de contaminación en la salud de los habitantes de Medellín”. Además, Prieto Soto aseguró que se firmó con la Universidad de Antioquia la elaboración de un estudio completo para determinar dichos efectos.
Sobre el futuro de la ciudad en materia atmosférica el director fue claro y contundente: “decidimos trabajar el tema de calidad del aire en un escenario de gestión del riesgo, para estar preparados frente a las contingencias atmosféricas, que debemos decirlo con toda franqueza, se seguirán presentando”.
Pese a las constantes campañas en contra del uso de pólvora, hasta hoy en Antioquia se han presentado 70 casos de personas quemadas, 18 de ellas en Medellín.
Según la Secretaría Seccional de Salud de Antioquia, de los 18 casos que se han presentado en nuestra ciudad, 12 involucran menores de edad, por lo que se le solicita a los padres de familia tener una mayor precaución y cuidado con sus hijos. La mayoría de casos presentados en Medellín (10) son quemaduras de segundo grado.
Los otros municipios del Departamento que presentan mayores casos de quemados son Bello con 11; Ciudad Bolívar con 4; y San Andrés de Cuerquia, con 3; Yarumal, con 2; Amagá con 2; e Itagüi, con 2.
En caso de una quemadura con pólvora, la Secretaría pide a la ciudadanía llamar inmediatamente al número de emergencia 123, y mientras llega la atención, lavar la herida con agua corriente -no fría- entre 10 y 50 minutos, para luego cubrir la quemadura con un paño limpio y seco.
Se le recuerda a la ciudadanía que el uso de la pólvora está prohibido en toda el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
El miércoles 28 de diciembre a las 9 de la mañana se desarrollará la 19° versión de la Carrera y Festival Atlético. A las dos de la tarde se dará inició a la tradicional cabalgata que saldrá desde el sector de La Fe. A partir de las 9:30 de la noche se celebrará el tablado musical que tendrá a Zona Prieta, Mauro Castillo y Kevin Flórez como artistas invitados.
El jueves 29 de diciembre, además del tablado musical (con Shako, La Bocana y Armando Hernández) que se llevará a cabo a las 9:30 p.m., los visitantes de El Retiro podrán disfrutar de Títeres con el Teatro El Trueque a las 2:00 p. m.; del Festival Regional de Baile a las 3:00 p. m. y de un concierto de clásicos del rock a las 7:00 p.m.
En el último día de las Fiestas, el viernes 30 de diciembre, desde las 12:30 del mediodía hasta las 9 de la noche se presentarán diferentes artistas como Cuarzo Trío, Dos más Dos, Grupo Variedades, Dúo Encuentro, Grupo Cumbé, entre otros. Y al finalizar estos conciertos, actuarán Daniel Calderón, Maelo Ruiz y Jhonny Rivera.
Este cierre vial se efectuará en dos etapas diferentes:
Cierre parcial diurno, 26 de diciembre de 2016 hasta las 9:00 de la noche: desde el Puente de la Madre Laura, (calle 93) y la Autopista Medellín – Bogotá (calle 120).
Cierre total las 24 horas, desde el 27 de diciembre de 2016 hasta el 9 de enero de 2017 a las 6:00 de la mañana desde el Puente de la Madre Laura (calle 93) y la Autopista Medellín – Bogotá (calle 120).
Al respecto, la Secretaría de Movilidad implementó las siguientes vías alternas:
Autopista Norte, a la que se puede acceder desde el Puente Horacio Toro, Puente de Barranquilla o Puente del Mico.
Carrera 55 (Moravia), hasta la Avenida Carabobo (carrera 52), para volver a la Avenida Regional.
En la pista es el 130. Un número que ya está arrojando resultados. Pero detrás de esa placa es toda una historia de un hombre que hace 6 años, a sus 31, la vida lo obligó a reinventarse, a volver a empezar.
De niño, en el colegio San Ignacio, institución que guarda entre sus tesoros por su modelo formativo, fue descubriendo su vocación militar y por la aviación. Se sorprende él mismo cuando recuerda que el cine de acción en parte labró su destino. “Películas como Rambo y como Top Gun marcaron decisiones de mi vida, me abrieron el camino que me llevó a ser miembro de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos”.
Nació en ese país, regresó a Colombia para su etapa escolar, entre los 6 y los 17 años, y para los días de excursión de bachilleres en San Andrés, Zuluaga eligió presentar los exámenes de ingreso. Su apuesta inicial era la Naval; su elección definitiva fue la Aérea. Primero como miembro del área de soporte electrónico, luego, con ocasión de los atentados del 9-11, en el equipo operacional: sí, volando como miembro de la tripulación de un Hércules de ataque, en un periodo de 2003 a 2008 y con alcances incluso en cielos de Afganistán.
Para la época, las motos en Zuluaga eran o la goma frustrada que vivió de niño en Medellín (“les pedí a mis papás una de regalo y nunca me la dieron, ni siquiera un casco tuve”) o un pasatiempo para liberar estrés cuando se bajaba de la guerra y se vestía de civil. “Era una escapatoria de la realidad, era rodar por los campos de Pensacola y sentir una adrenalina única”.
¿Un hombre que ha volado en Hércules de ataque, pidiendo adrenalina? Zuluaga dice que sin duda estar sobre dos ruedas no se compara con nada.
“En ese momento descubrí que tenía que empezar mi vida de cero, como civil, fue un cambio radical, fue difícil, más de lo que imaginé, ni trabajo podía conseguir”, recuerda Zuluaga.Sin embargo, otro audiovisual se pondría en su camino para mostrarle la ruta. “Ya no fueron Rambo ni Top Gun; fue Fastest, el documental sobre el Campeonato del Mundo de MotoGP, fue descubrir una admiración aún más profunda por Valentino Rossi”. Fue querer entonces subirse a una moto para volar en otros rumbos.
Como el del italiano Valentino Rossi, las gestas de los campeones colombianos Martín Cárdenas y Nicolás Stankov le dieron gasolina para luchar contra el miedo de otras caídas y ponerse hombro a hombro contra sus rivales en la búsqueda de los primeros lugares. O vivencias como las de Sebastián Olarte y de Raúl Suárez, que abrieron otra vena de pasión: la moto de aventura, que lo ha llevado por Rusia, Noruega, Hungría, México y, en su opinión, el paraje más espectacular posible: Utah. “La aventura me ha regalado los mejores viajes de mi vida y me volvió a enamorar de las motos, después de la caída”.
En las pistas, Zulu, que se inscribe como Juan Zuluaga y corre en representación de Miami, Florida, ya conoció el podio y no se quiere volver a bajar. En las primeras carreras ocupó lugares tipo 22, “no sabes lo frustrante que es dar todo de ti y más y ver que no logras una buena posición final”, pero la meta fija de ser top 3 lo mantuvo firme y decidido hasta lograrlo en dos ocasiones: la ThunderBike Ultralight y la Bridgestone Cup.“Sé que en Colombia hay mucha pasión por las motos, sé que muchos sueñan con venir a Estados Unidos a correr y a buscar triunfos. Quiero decirles que no es un imposible. Que con sacrificio, con trabajo duro y con talento se puede lograr”, comparte, por supuesto, con palabras expresadas en un montón de revoluciones por minuto.
Un total de 16 ¿Y cuántas conoce? Tal vez 5 o 6. Si estas vacaciones quedarse en la ciudad es la opción, no haga lo mismo de siempre.
Intercale los centros comerciales con los museos y con la gastronomía.
Esta vez lo invitamos a recorrer la ciudad redescubriéndola, reconociéndola, a que se ponga los zapatos de turista y se atreva, además, a probar nuevos platos, sentarse en nuevas mesas. De la mano del Bureau de Medellín y de la Subsecretaría de Turismo recorrimos diferentes experiencias y comimos en algunos de los establecimientos que hacen parte del programa Medellín Saberes y Sabores. Acá nuestra propuesta para pasear en la ciudad durante una semana completa.
El día empieza en la estación Parque Berrío del Metro. Allí cerca, por la calle Boyacá está la Repostería y Panadería Boyacá (calle 51 # 52-23), uno de los mejores sitios para desayunar en el centro de la ciudad. La recomendación es la parva tradicional: pandequesos y buñuelos y si tiene hambre, una porción de torta negra. Después del desayuno entre al Museo de Antioquia y asómbrese con detalles únicos de las esculturas de Botero: cada una está marcada con el número de esculturas iguales en el mundo. Descubra la gastronomía en las obras del maestro antioqueño. Si se le despertó el apetito, visite Café con Mucho Amor (carrera 52 # 48-61 Local 142) en el Palacio Nacional y deguste una deliciosa bebida. Tome el tranvía en la estación San Antonio y bájese en el Pabellón del Agua: para almorzar son tres las opciones, lechona y tamales en Delicias del Tolima (carrera 42 # 50A – 48), cocina de autor en Ítaca (carrera 42 # 54-60) y cocina internacional en Ven a Nuestra Almas (carrera 43 # 47 – 64 Local 133, Torres de Bomboná). Busque postres tradicionales en Panelitas Mi Fortuna (calle 54 # 43 – 81). Conozca el Museo Casa de la Memoria, un lugar para hacer un reconocimiento a las miles de víctimas del conflicto armado. Después del recorrido, vuelva al tranvía y bajándose en la estación Buenos Aires camine una cuadra hacia el centro de la ciudad, encontrará el restaurante Pizzas y Lasagnas, pregunte allí por los helados artesanales de Dolce Gelato (calle 49 # 33-88) y pruebe el de Amoracuyá, premiado como el mejor helado de América. Regrese al tranvía y en la estación Oriente tome la nueva Línea H del metrocable. Al regresar, en Buenos Aires busque a Asados Don Jorge y termine el día con un rico chorizo o una crocante morcilla (Carrera 23 # 40-6). No deje esta zona sin probar las esponjosas arepas de La Chocolerita (carrera 43 # 49-07) y tomar el café en Mitaka en el primer piso de La Alpujarra.
Deje la ciudad y diríjase al Parque Arví. Si va en metrocable, recuerde que los lunes el cable que va desde Santo Domingo hasta Santa Elena no está en funcionamiento. Una vez abajo, diagonal a la estación Arví puede desayunar en el restaurante El Mejor Punto de Rojas, lugar ideal para degustar la cocina tradicional antioqueña hecha en horno de leña. Después de recorrer el parque y conocer sus atracciones, regrese a la estación, esta vez para hacer un almuerzo liviano en Cable a Tierra, restaurante vegetariano ubicado cerca a la estación.
Si la visita la hizo en carro, entonces escoja el restaurante La Rosita para su desayuno. Luego, recorra una de las ocho fincas silleteras que encuentra en el corregimiento. A pesar de que no estamos en la Feria de las Flores, los silleteros le contarán encantados del origen y de la historia de la cultura silletera, patrimonio cultural inmaterial. Regrese al parque de Santa Elena y almuerce en el Café Canela, esta vez, una rica opción de pastas y pizzas.
En la Zona Norte de la ciudad se concentra este año el alumbrado navideño. Sin embargo, la oferta cultural y gastronómica del sector va mucho más allá de las luces y la Navidad. Allí encontrará el Parque Explora y su acuario, el Jardín Botánico, el Parque Norte, el Planetario, el Centro Cultural de Moravia, la Casa Museo de Pedro Nel Gómez, entre otros. Y las opciones gastronómicas son deliciosas y variadas. Para los amantes de lo natural, Jugos El Coste (carrera 52 con calle 64) ofrece bebidas de frutas tropicales, una buena forma de empezar la mañana. Luego, puede caminar hacia el norte y desviarse hacia el Hospital San Vicente de Paul y asombrarse con su sede, diseñada en 1914 por el arquitecto francés August Gavet. Después de conocer el edificio de Ruta N, el Parque de los Deseos y el Planetario, escoja diferentes opciones para almorzar: Vegetarian Resto con cocina vegetariana de vanguardia (carrera 51 D # 67 – 32), Kilele (carrera 55 # 64 – 36) con el sabor del mar de Urabá o El Mezón de la 55 (carrera 55 # 80-39), en el que la comida del Chocó es la protagonista. La tarde puede pasarla en Explora y al momento de la comida, regrese hacia Barranquilla y tome el metroplús; baje en la estación Gardel y diríjase a Rapimondongo (carrera 45 # 73 – 39) para probar un rico mondongo de sazón casera.
Esta vez, la invitación es a recorrer calles, carreras, circulares y diagonales. Perderse caminando entre árboles. Pasar la mañana o la tarde en el Primer o en el Segundo Parque, visitar la Unidad Deportiva Atanasio Girardot y, de paso, descubrir delicias gastronómicas. Si la comida de mar es lo suyo, en Lo Exquisito del Mar (calle 49B # 68-56) encontrará deliciosos platos con el sabor del Urabá antioqueño. Si, en cambio, prefiere lo típico, hay que pasar por Las Margaritas # 2 (carrera 70 # 45E – 11) y una vez en la 70, busque a Cholao Santi en la esquina de la calle 47. Y si lo que quiere son arepas puede ir a La Famosa Arepa de Chócolo (carrera 73 # circular 4 – 54) o a Guilliarepas (circular 76 # 39B – 104) y pedir una rica arepa al carbón rellena con queso y otras delicias. Para tomar la mediamañana o el algo o beber una buena taza de café visite Algarabía (calle 39 C # 73-29) en el Primer Parque de Laureles o Pasión Café en Unicentro.
El mejor lugar para ver la transformación de Medellín es la comuna 13. Allí, un colectivo de jóvenes amantes del hip hop hace un tour al que bautizaron Grafitour pues es un recorrido por los grafitis que ellos mismos han hecho en las paredes de lugares como el Parque Biblioteca San Javier, el barrio 20 de Julio y las escaleras eléctricas, entre otros. Es, además, un momento para conocer un sector golpeado por el conflicto urbano y que ha logrado salir adelante. Durante el tour, Cremas Doña Consuelo (calle 35 F # 109 – 59) es parada obligada, esta mujer se ha vuelto famosa por su deliciosa crema de mango biche y maduro acompañada de sal y limón. Una vez finalice el recorrido, pida a su guía que lo lleve al restaurante Mi Palenque (carrera 101 # 41-47), si es sábado pida el arroz bochinche, una preparación chocoana de arroz con queso, verduras y carne. Luego, tome el metrocable y en la estación La Aurora un taxi lo llevará hasta el Palacio de las Fresas (calle 63 # 117-9), lugar que lo espera para el postre. Al regresar a Medellín, puede escoger comer una deliciosa sobrebarriga en Asados Familia Los García (calle 73 # 69-171, Interior 106) o una rica posta negra en El Volador (calle 73 # 70 – 92).
Ana Milena Giraldo y Camila Ospina
Ana Sofía Zúñiga y Jaime Alberto Zúñiga
Emiliano Estrada y Natalia Correa
Juanita Fernández, Antonia Vélez y Martina González
Laura Gómez, Gerónimo y Dora Castaño
María clara Rueda y Gabriela Gaviria
Nora Elena García, Ángela María García, Sara Zapata y Lucía García
Tomás Escobar, Marcela Naranjo y Luciana Escobar
Viviana Bustamante y Sofía Marín
William Villa, Valentina Villa y Eliana Villa
¿Por qué, si hemos presenciado desgracias como Pablo Escobar y no obstante seguimos viendo novelas como el Capo; por qué, si hemos padecido pacientemente el sicariato y nos vimos obligados a naturalizar la muerte para poder seguir con nuestra vida; por qué, si fuimos testigos del terror de Bojayá y no fuimos tan generosos con nuestros hermanos chocoanos; por qué, si no hemos reaccionado indignados contra las fatalidades a cuentagotas de la corrupción que silencian, no 71, sino cientos y miles de vidas igualmente humanas?
No me malinterpreten por favor la pregunta. No pretendo otra columna de indignación, de esas que proliferan en las redes sociales. No pretendo ahora arrogarme el derecho moral del látigo, cuando látigo es lo que hemos recibido durante años, y del más severo. Tampoco estoy condenando nuestra empatía hacia las fatalidades de Gardel y el Chapecoense, ni la altura humana con que reaccionamos frente a esta última. Solo trato de explicar nuestra problemática relación con la muerte y la fatalidad a partir del contraste de nuestras reacciones.
Lo cierto es que la muerte no es un asunto fácil para nosotros los hombres. Lacán decía: “La muerte es una cuestión de fe, pero hacéis bien en creer que vais a morir”. Y es que, aunque sepamos que somos mortales, y aunque saberlo sea fundamental, la muerte siempre será un enigma, un problema. Y la forma en que respondemos ante ella, depende de nuestras actitudes, identificaciones, proyecciones, vínculos, etcétera, frente a aquello que muere.
Pero volvamos a la pregunta. Y creo que una respuesta pasa por entender que somos una sociedad de la era del simulacro. Y esto implica una suerte de apatía en el espacio de lo íntimo y lo privado que contrasta con una hipersensibilidad hacia la esfera del espectáculo, donde proyectamos una gran parte de nuestra humanidad. Vivimos a través de los dioses contemporáneos que son las estrellas de fútbol, los actores, los cantantes, los políticos. A través de ellos vivimos las agonías y pasiones que no encontramos en nuestra interioridad. Y esta condición nos permite empatizar con las estrellas, estremecernos con ellas, resonar con ellas. Por eso somos pasivos ante la muerte cotidiana, pero la muerte de una estrella nos estremece profundamente.
¿Hubiera sido igual nuestra tristeza si en ese avión no hubiesen perecido los sueños de una copa? ¿Hubiese sido igual nuestro dolor al margen del contexto futbolístico que le da sentido? No estoy condenando al fútbol, al contrario, tal vez podamos usarlo como una ventana. Si en esta ocasión sirvió para empatizarse con el dolor humano, tal vez debamos hacer el ejercicio inverso: reconozcamos en cada ser humano un campeón Chapecoense, en cada muerte una copa truncada, y en cada fatalidad humana, la agonía de una hinchada. Al fin y al cabo, la Copa Suramericana solo es un símbolo de la vida, y los verdaderos jugadores somos todos. Todos somos campeones por el hecho de existir. Y todos vamos a morir.
Una mirada así necesariamente se llena de compasión.
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Qué difícil para El Poblado este año que aún no termina. Repleto de malas noticias, decepciones y esperanzas aplazadas.
Para empezar, un deterioro considerable, extenuante, de la movilidad en toda la zona. Cada vez más difícil entrar a El Poblado, salir de él o circular dentro de él. Continúa el alto crecimiento vehicular, jamás imaginado por nuestros planificadores y ejecutores. No se les culpa, lo que no es aceptable es que aún hoy haya entidades que persistan en usar estudios anteriores a 2010.
Siguiendo con más y más evidencias de lo poco apropiado e insuficiente del proyecto de Valorización. De sus mediocres y a veces antitécnicos diseños y de las irregulares contratación y construcción de varios de ellos. Tremendo choque con la realidad que todos conocíamos. Menos ellos. Luego de años y años de alcaldes y director de Fonvalmed pintando pajaritos de oro sobre las maravillas de estas obras y la indiscutible valorización -y reducción de trancones- que traerían a todo El Poblado.
Continuando con el sinnúmero de obras e intervenciones por todo el territorio. Bloqueos constantes, demoras intolerables, abrir y cerrar calles para luego volver a abrirlas. Obvio, por esto siempre hay que pasar, es inevitable para el progreso, pero sin duda podrían manejarse mejor. Pero que nuestra ya maltrecha movilidad está colapsando, no le quede duda a nadie. La terminación de los cruces críticos en El Poblado será un débil atenuante frente al crecimiento constante y agresivo de la cantidad de vehículos.
Sin olvidar una repentina y -como temíamos- efímera preocupación por el control de emisiones tóxicas de fuentes móviles. Es decir, por fin empezaron a poner controles serios a tanto vehículo contaminante que circula por Medellín. Pero, tras pocas semanas, se les acabó el impulso. ¿Cuándo se volvió a ver agentes deteniendo camiones, buses, busetas, motos y automóviles que dejan a su paso horrendas estelas de gases? ¿Cuánto tardará en llegar la próxima emergencia ambiental, que tan poco estamos haciendo para prevenir?
Y finalizando con un franco deterioro en la percepción de seguridad, a pesar del trabajo incansable de la Policía y las autoridades. A pesar del aumento de cuadrantes, la gente tiene más miedo que hace un año. Más fleteos, más asaltos a mano armada en vehículos y apartamentos, más asaltos callejeros…
2016, un año difícil como pocos. Y eso que contamos con una administración municipal y un alcalde que escuchan más que los anteriores. No hacen milagros, pero generan un mínimo de tranquilidad.
A nivel regional, también la movilidad es factor preponderante. En especial en el cercano Oriente. Al menos esta nueva Gobernación demuestra mayor interés que la anterior en integrar la región por medio de un Área Metropolitana. A ver si por fin sus municipios aprenden a trabajar en la misma dirección.
Y además se está promoviendo una vía totalmente nueva entre Las Palmas y El Tablazo, que ojalá sea pronto una realidad. Y que ojalá sea un proyecto limpio y transparente, que realmente desembotelle el tráfico.
Pero para la vía Las Palmas, el eje vial crítico de la región y que comunica a Medellín con el Oriente y el aeropuerto, 2016 fue un año negro. Aumento radical en el número y la intensidad de los trancones, además de la cantidad y gravedad de los accidentes. Sin contar con las veces en que tuvo que recibir toda la camionada de Oriente por estar reemplazando a la autopista Medellín – Bogotá.
Ni siquiera con su doble calzada es capaz esta vía de dar servicio eficiente al intensísimo flujo vehicular entre El Poblado y el Oriente de Medellín.
Por favor, 2017, ven, no tardes tanto…
[email protected]
Tal vez a Bob Dylan le gusta la música de Facundo Cabral. En su actitud frente al Nobel es posible hallar vestigios de los versos: “Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario; pues el que acepta un halago empieza a ser dominado”. Algún crítico aplicado podría quemarse las neuronas demostrando que “No soy de aquí ni soy de allá” y “Like a Rolling Stone” son, en últimas, la misma canción.
Tal vez Bob Dylan es lector apasionado de las fabulas errantes y remotas de la India, donde los animales del bosque no dejan de advertirnos que el que adula es peligroso y busca algo. No sería raro que aparecieran tratados académicos sobre las influencias del Panchatantra en la actitud y las canciones del juglar americano.
Pero lo más probable es que la actitud de Dylan frente al Nobel la haya aprendido en las calles y recintos donde ha hecho su carrera. La calle es un libro vivo y suele tener más sabiduría que la que llega a los libros. Al fin y al cabo, los libros los escriben los raros del pueblo, mientras la sabiduría popular es una obra colectiva en la que escribe el mundo entero.
Con su ausente presencia en la entrega de los premios, Bob Dylan dio la espalda y la cara al mismo tiempo, y nos dejó la tarea de interpretar ese gesto ambivalente. Podría decirse que el mundillo literario ha recibido con frialdad su mensaje para la Academia Sueca. Pero lo cierto es que las palabras que leyó la embajadora de su país son una pequeña obra maestra que brilla más por lo que sugiere que por lo que dice.
Sin decirlo, Dylan dijo que –en asuntos literarios, como en todos los asuntos– la interpretación nunca depende de quien emitió el mensaje. Dijo una verdad certera sobre los fenómenos de masas: que es más difícil complacer a un grupo pequeño que a una multitud uniformada. Con tres frases destruyó todo el montaje de la industria editorial y se encargó de recordarnos que el impacto de una obra –una canción, una novela, un epigrama–, si es auténtico, es un milagro secreto en el corazón de quien la acoge.
El discurso fue modesto, sin llegar a la impostura. Dylan no negó que alguna vez, secretamente, hubiera deseado recibir el reconocimiento que le hacían. Pero, al decir que le parecía tan improbable como visitar la luna, se encargó de recordarnos que el artista verdadero no es el que busca los premios.
No quiso posar de excepcional. Al hablar de sus lecturas, mencionó los autores que todos han leído en los colegios. Después habló de Shakespeare como ejemplo para ilustrar la importancia de la autenticidad. Con soberbia elegancia, Bob Dylan denunció las intrigas y falsedades del mundillo literario. Nuevas generaciones de escritores hacen su obra movidos por la sombría idea de que, si no tienen éxitos notables, lo que hacen no vale nada. Leen a los que han ganado premios para aprender sus fórmulas. Son expertos en relaciones públicas y posicionamientos de mercado; en tramitar reseñas y bendiciones de vacas sagradas. Olvidan que al hacer eso se alejan de las actitudes más genuinas, se vuelven complacientes cortesanos.
Para Dylan, cuando el artista se proclama literato empieza a falsearse. Shakespeare nunca se detuvo a pensar que lo que hacía era literatura; estaba demasiado ocupado con los detalles de sus producciones teatrales: buscar actores, ajustar diálogos, conseguir un cráneo humano para Hamlet. La lección principal que nos deja la candorosa carta de Dylan es que el arte es una batalla íntima: el artista verdadero ha de sentirse tan grande como Shakespeare y, también, tan insignificante.
Tomas Echavarría, Katherine Yepes y Sebastián Echavarría
Alejandra López, Daniel Escobar y Katherine Vargas
carolina keilwerth y Isabela Aguirre
Harrison Alcaraz y Estefanía Ramírez
Jaisson Rivera y Samuel Andrés Rivera
Karen Ocampo y Isabela Cardona
José Vélez, Valentina Betancur, Mateo Vélez y Simón Vélez
Karen Ocampo y Isabela Cardona
Katherin Pineda, Fernando Pineda y Laura Cardona
Mariana López, Diego Zapata y Juan Felipe Zapata
Mario Piedrahita, Valeria Piedrahita y Alexander Vargas
Miriam Toro y Helen Gallego
Pilar Triana y Diego Castellanos
Sebastián Naranjo, Daniel Naranjo y Jani Martínez
Cien pesebres en diferentes materiales y construidos a partir de diversos ejes temáticos componen la clásica exposición del Museo El Castillo, que estará abierta al público hasta el 15 de enero.
Hoy la reparación de esta obra de Valorización que necesito la intervención, incluso antes de su inauguración, tiene un cronograma de trabajo establecido bajo la batuta de Conconcreto y la interventoría de Integral. La secretaria de Infraestructura de Medellín, Luz Marina López, afirmó que posterior a la instalación de los andamios para iniciar las demoliciones y los realces de los muros donde sea necesario, “vamos a preparar la superficie donde se instalarán las vigas con la fibra de carbono y se harán los drenajes donde está saliendo agua debajo del puente”.
La funcionaria explicó que si bien el proceso de demolición es muy manual se hará únicamente en los lugares requeridos para la instalación del sistema de vigas longitudinales y horizontales como lo recomendó en un principio un estudio de la Universidad de Medellín.
López agregó que este proceso se extenderá hasta febrero.
De acuerdo con el alcalde Federico Gutiérrez, los costos adicionales en los que se ha tenido que recurrir para la reparación de esta obra no saldrán del presupuesto del Fondo de Valorización sino del presupuesto general del Municipio de Medellín. Esta obra que ha sido calificada de “vergüenza” o “coco de la obra pública” ha requerido unos 18 mil millones de pesos, el doble por lo que fue contrata en 2014 por el entonces secretario de Infraestructura Luis Javier Toro.
Cesar Alzate, veedor de la obra y vecino de la urbanización Surabaya, manifiesta su parte de tranquilidad por los trabajos de reparación que se han adelantado desde la primera semana de diciembre, pero sigue angustiado por los insoportables tacos sobre Los Balsos. “Le hemos insistido mucho a Movilidad que Los Gonzales debe ser en doble vía, pero eso les entra por un oído y les sale por el otro, pues se supone que la unidireccionalidad era temporal”, recuerda.
En cuanto a los trabajos para reparar este túnel, Alzate afirma que “estamos tranquilos, sabemos que la Secretaría está tratando de ir a la fija y por eso hacen todas las evaluaciones necesarias, porque ya sí sería el colmo que vuelvan a aparecer con otra barrabasada”.
Surabaya espera nuevos estudios
En cuanto a las casas de la Urbanización Surabaya, que han presentado agrietamientos y algunas fallas y que no estaban cubiertos por las pólizas todo riesgo de la obra, el vecino Alzate, explicó que “estamos esperando el informe de Integral con el estudio hidrológico y los estudios de un patólogo sobre Surabaya para ver qué ha pasado”.
Alzate aclaró que las viviendas más afectadas están estabilizadas mientras que las autoridades les ofrecen una solución definitiva a partir de los análisis técnicos.
Debido a la construcción del paso a desnivel de la transversal Superior con la 10, una de las obras de valorización, se presentarán cambios en materia de movilidad en el sector.
Primero, desde el 26 de diciembre y hasta el 5 de enero de 2017 se cerrará la intersección de la Superior con la calle 9A. Debido a este cierre, los conductores de vehículos particulares y de transporte público deberán tomar vías alternas:
El transporte público bajará por la Loma El Tesoro y los vehículos particulares bajarán por la calle 6. Al llegar a la vía Linares -carrera 27- deberán tomar hacia el norte hasta la calle 10 para subir hacia la Transversal Superior.
A los residentes de la zona en cierre se les permitirá llegar a su lugar de residencia, con un paso excepcional para los habitantes de Montana, Selva Clara y La Chacona, quienes ingresarán por la calle 10.
Además, otra de las modificaciones que habrá será la unidireccionalidad de la transversal Superior desde el viernes 6 de enero, pues se modificará el sentido de esta vía entre las calles 10 y 10D, tramo que era bidireccional y quedará solo en sentido Sur-Norte.
Los vehículos que antes circulaban por la Transversal Superior de norte a sur, entre las calles 10 y 10D, ahora podrán tomar la Transversal Inferior, subir por la calle 10 y continuar por la Transversal Superior hacia el norte.
Se desconoce hasta el momento si el cambio de comandante en la Policía Metropolitana tendrá repercusión en los cargos de la estación de El Poblado.
El comandante de la estación de Policía de El Poblado, mayor Leonel Rogeles, informó que tres presuntos ladrones fueron capturados por un cuadrante de la zona en el parqueadero del Casino San Fernando, en la Milla de Oro de El Poblado. Una cuarta persona huyó del lugar.
Sin embargo, el administrador del casino, Johnatan Álvarez, desmintió que se hubiera presentado en sus instalaciones, aunque aceptó que el enfrentamiento sucedió frente al casino.
Rogeles explicó que los hombres fueron identificados por el personal de seguridad por sus antecedentes, y que los señalaron como ladrones que rompen los vidrios de los vehículos parqueados para hurtar lo que hay adentro, por lo que los vigilantes intervinieron antes de que se presentara el delito.
Lea: Hurtos en El Poblado han crecido un 112%
Tomada del Twitter de la Policía Metropolitana
El uniformado también dijo que en el enfrentamiento un vigilante resultó herido con unas tijeras y uno de los señalados escapó antes de la llegada de la Policía, que logró la captura de los demás.
Testigos del hecho, que se presentó en la noche del lunes, narraron que el enfrentamiento terminó en vía pública y que se presentaron disparos. Rogeles contradijo esta versión y detalló que la empresa de vigilancia usó gas pimienta contra los presuntos delincuentes.
El mayor aseguró que están buscando a la persona que escapó con información que les dio el supervisor de seguridad, y revisando otros establecimientos públicos donde aparentemente también habrían actuado. Comentó que debido a que no se presentó flagrancia en el delito es más difícil lograr su captura y correcta judicialización.
Al 9 de diciembre, en El Poblado en 2016 se habían presentado 44 hurtos en modalidad rompimiento de ventana.
Fue adoptada en marzo de 2010 y se vino de Bogotá para El Poblado en abril de 2015.
Paloma se encontraba en tránsito en una veterinaria por problemas de depresión, poca sociabilidad con personas, otros gatos y perros.
Su proceso de adaptación fue un poco lento. Con cuidados y paciencia volvió a recuperar la confianza y ahora es una gatica muy consentida.
Vive en El Poblado, por Los González, se adaptó muy bien al clima y a la sociedad paisa, al igual que su mamá, y a pesar del corto tiempo ya es bastante conocida en Caninos y Felinos y en Aristogatos, donde le tienen miedo a la hora del baño.
En las redadas contra la delincuencia se produjeron 2.837 comparendos y la inmovilización de 1.091 motocicletas que presentan anomalías en sus documentos.
Los operativos identificaron a conductores cuyos vehículos tenían placas dobladas o con números ocultos para facilitar la comisión de delitos, explicó el Alcalde. “A los criminales tenemos que hacerles frente entre todos”, dijo Gutiérrez.
Según informó la Alcaldía, los 25 puestos de control se mantendrán por tiempo indefinido en diferentes corredores estratégicos de la ciudad como la carrera 80 y las calles 30, 33 y San Juan, además de operativos especiales en Castilla, Robledo, Aranjuez, Centro y El Poblado.
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Foto cortesía de video musical
En la madrugada del 18 de diciembre falleció el cantante Gustavo ‘El Loko’ Quintero, tras permanecer hospitalizado desde el 16 de diciembre.
Por Daniel Palacio Tamayo
Quien haya vivido en Colombia cualquiera de los 55 últimos diciembre ha sabido de Gustavo ‘El Loko’ Quintero, quien desde el inicio de su carrera artística ha ambientado los diciembres con sus canciones parranderas.
Quintero, nació un 23 de diciembre de 1939 en Rionegro, Antioquia, es decir, el artista estaba próximo a cumplir 77 años, sin embargo, una complicación de su salud lo obligó a internarse en la Clínica Las América de Medellín desde el pasado 16 de diciembre, donde falleció a eso de las 1:30 de la madrugada del domingo 18. Las causas de su deceso se han mantenido bajo reserva por petición de sus familiares y allegados.
El alma parrandera de diciembre era el Loko Quintero, quien en su 55 años de carrera dejó memorables canciones como: ‘Así empezaron papá y mamá’, ‘Ese muerto no lo cargo yo’, ‘La cinta verde’, ‘Fantasía nocturna’, ‘Carita de ángel’, entre otras que grabó a su paso por las agrupaciones Teen Agers, Los Hispanos y Los Graduados.
La última presentación de Gustavo ‘El Loko’ Quintero, fue el pasado 10 de diciembre en la plaza de Toros La Macarena donde, con su peculiar personalidad cargada de alegría, espontaneidad y ocurrencias divirtió las navidades de las últimas generaciones que hoy despiden, en plena navidad, al Loko Quintero.
Las exequias del cantante se hará este lunes 19 de diciembre en la basílica Metropolitana de Medellín a las 11 de la mañana.
A eso de las 10:30 de la noche del pasado miércoles 14 de diciembre, cuando Ryan Esko, director de la fundación Juntos Regalando Sonrisas, descendía por Los Balsos desde el aeropuerto José María Córdova fue interceptado por dos sujetos armados en una motocicleta que le hurtaron sus pertenencias como dinero en efectivo, documentos y otros objetos de valor que no fueron especificados.
Pedro Vásquez Pino continúa innovando a partir de la receta original de sus ancestros. En El Gran Buñuelo 1 y El Gran Buñuelo 2, negocios complementarios también ubicados en Sabaneta (El 1, ubicado en la calle 68 Sur No.45-70, y el 2, en la calle 77 Sur No.46 B- 3), Pedro vende buñuelos más pequeños (de 75 gramos) que los de El Peregrino, con diferentes rellenos: guayaba, café, chocolate, arequipe y piña.Otras opciones estelares de la carta de El Peregrino son los tamales y el plato mixto o navideño, que incluye los tres fritos más solicitados: chorizo, chicharrón y morcilla. Informes en el 378 0266.
A El Viejo John hay que ir con hambre. Siguiendo la costumbre de los restaurantes de comida antioqueña de antaño, las porciones son generosas y el servicio, sin importar el increíble volumen de clientes que rotan por sus mesas, es cálido y personalizado.
Las populares picadas son, por su tamaño, un reto suculento. “Con la picada para dos personas, comen muy bien tres; con la picada para tres, comen entre cuatro y cinco personas; y con la que es para cuatro, pueden llegar a comer hasta siete. Son platos muy abundantes”, advierte John Vásquez, quien también recalca que otro producto estrella de su restaurante son los fiambres en hoja de bijao.
Cada picada está compuesta por carne de res, carne de cerdo, morcilla, chorizo, chicharrón, papas, patacones, tomate, y se puede adicionar costilla, con un costo adicional.
La dirección es carrera 45 No. 70 sur – 42. Informes y reservas en el 288 7022.
Botero no pretende que observemos sus figuras como retratos más o menos fidedignos que se justifican por el parecido con sus modelos sino, precisamente, como obras de arte con búsquedas y posibilidades propias
Botero transita por una tercera alternativa que cuestiona simultáneamente la figuración y la abstracción al afirmar que la obra de arte es, ante todo, un problema estético que no quiere limitarse a la mera reproducción de la realidad ni tampoco convertirse en un simple juego de formas y colores. En efecto, cuando, entre muchas otras obras, crea una serie de figuras de niñas casi reducidas a ser una gigantesca cabeza que llena toda la superficie del cuadro, Fernando Botero no pretende que las observemos como retratos más o menos fidedignos que se justifican por el parecido con sus modelos sino, precisamente, como obras de arte con búsquedas y posibilidades propias.
Monalisa niña, de 1961, un óleo sobre lienzo de 126 por 130 centímetros, que fue una de las primeras obras del artista en llegar al Museo de Antioquia, forma parte de esta serie, lo mismo que Monalisa de 12 años, de 1959, que en 1961 fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
La referencia expresa del título a la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, una de las pinturas más reconocidas del mundo, tiene una carga significativa no exenta de humor. Por una parte, de inmediato nos dice que, de alguna manera, esta es una variación desarrollada a partir de la obra renacentista y que, por tanto, su contexto es el mundo de las obras de arte. Pero, por otra, frente a la enigmática seriedad de Leonardo, las de Botero resultan juguetonas y simpáticas, “variaciones diferentes” que se alejan completamente de los esquemas clásicos sin limitarse al solo juego de formas y colores. Y, por supuesto, convendría pensar en las diferencias que se crean.
Es un lugar común afirmar que la pintura de Leonardo nos atrapa por su extraña expresión y, en especial, por su enigmática sonrisa. A pesar de que el cuadro es mucho más que eso, a lo largo de los siglos lo hemos ido reduciendo a la sonrisa, en un proceso concéntrico que acaba llevándonos de la totalidad del plano a un punto central. En la Monalisa niña de Fernando Botero asistimos a un proceso inverso, centrífugo, en el cual, a partir de un pequeño centro formado por los ojos, nariz y boca, el rostro se expande violentamente hasta ocupar casi totalmente la superficie de la tela. Y mientras que en Leonardo nos movemos del primer plano del rostro hasta la profundidad de las lejanas montañas, Botero crea una gigantesca esfera que parece salirse de la superficie del cuadro para ocupar nuestro propio espacio.
De la misma manera, contra la pincelada totalmente difuminada de Leonardo con su paso sutil de la luz a la sombra, aquí aparecen pinceladas fuertemente definidas y colores contrastantes que se escalonan entre el violeta del sombrero y su opuesto complementario, el amarillo de las mangas del vestido.
Este tipo de “variación diferente”, que parte de la referencia al mundo de la historia del arte para buscar nuevas posibilidades de la imagen y de la pintura, constituye una tercera vía entre figuración y abstracción, un camino que Fernando Botero es uno de los primeros en empezar a recorrer.
El Chow chow a pesar de su aspecto de peluche, esta raza es independiente y hasta arrogante, aunque tiene otros atributos que compensan este carácter. Los que saben dicen que es mejor comprarlos cuando son cachorros. Es una raza originaria de China, donde vivía desde hace bastantes siglos. Es una de las razas más todoterreno que existen, y también la única, junto con el Shar Pei, que posee una lengua morada.
Sin embargo el Chow-chow tiene sus atractivos “sustitutos”: su pelo suave y generoso, su andar elegante de pasos cortos y rectos, su lengua morada única en el mundo canino junto con la del Shar-pei, sus ojos penetrantes, y una cola llevada con elegancia, que a muchos cautivan. “Lo de que no derrochan simpatía es relativo, todo depende del amo. Jerónimo -de 2 años- es juguetón y muy entregado a nosotros”, dice su dueña.
La raza ya existía en China hace unos 2 mil años, es una de las más antiguas, mientras que su origen son los Spitz nórdicos, descendientes del lobo boreal. En China ha sido perro de trineo, cazador -el emperador Tang reunió una jauría de 5 mil-, vigilante, pastor, proveedor de pieles y animal para la guerra, además fue criado en granjas especiales que surtían a las carnicerías. De hecho, Chow-chow debemos traducirlo como “comida”.
El mundo occidental conoció los chows cuando el príncipe de Gales recibió en 1880 una pareja de regalo de parte del embajador inglés en Pekín. Dicen los conocedores, la selección y educación rigurosas dirigidas por los británicos hicieron de esta una raza más sociable, fina y bonita que la original.
Sobre Toño, el otro chow invitado, solo se sabe que es el perro del Parque Lleras. Allí vive, allí trata de dejarse querer por los vecinos.
Altura | Los machos de 48 a 56 centímetros y las hembras de 46 a 51. |
Peso | Los machos de 20 a 25 kilos y las hembras de 18 a 20. |
Colores | Blanco, crema, negro, azul, y amarillo rojizo. |
Promedio de vida | 12 años. |
Otras características especiales | Los perros azules y los amarillo rojizos tienen los ojos claros. |
Tenga en cuenta | Necesita cepillado semanal y hacer ejercicio regularmente. |
Relación con los niños | Bastante buena. |
Relación con otros perros | Regular. |
Carácter | Valiente, arrogante, fiel, tranquilo, sensible. |
Variedades | Pelo corto y pelo largo. |
En centro académico recordó que desde el sábado 17 de diciembre a las 4:00 p.m. y hasta el domingo 18 de diciembre a las 11:00 a.m., no se permitirá el ingreso al campus universitario y que el domingo entre “las 9:45 a.m. y las 10:30 a.m., se prevé un cierre total de la avenida Las Vegas que estará supervisado, dirigido y acompañado por la Secretaría de Movilidad de Medellín, que dispondrá de un grupo de guardas en el lugar”.
Este bloque, utilizado hasta mediados de 2016 como sede de Idiomas de EAFIT, le dará lugar, “en el mediano plazo, a un edificio moderno y acorde con las necesidades educativas”, señaló la universidad.
Después de treinta años Francisco sigue en el arte, en compañía del elenco de Casa Tumac, la fundación que él creó en 2010 para difundir la cultura del Pacífico en Medellín. “Lo hacemos no desde el estereotipo sino como una construcción de identidad. Creemos que al darla a conocer, podemos disminuir la discriminación y que se genere un respeto a la diferencia”, dice Francisco.
Esta fundación tiene un elenco de 16 personas, bailarines y músicos, con cinco obras montadas, y adicionalmente hacen semilleros en los barrios Nuevo Amanecer y en Moravia, donde enseñan danza afro tradicional y contemporánea y músicas tradicionales. Un proceso, en palabra de Francisco, “con nivel profesional, pero con carácter comunitario”.
Justamente en Nuevo Amanecer comenzó el trabajo de Francisco hace 7 años. Él venía de Bogotá, donde estudió una tecnología en alimentos, a hacer parte del grupo de danza Sankofa. “Los niños que empecé a formar allá desde el 2009 eran descendientes del Pacífico, y sus padres fueron desplazados. Dos veces, diría yo, porque muchas de esas familias llegaron del barrio la Mano de Dios, que se quemó”.
Con la intriga de que estos niños no conocían el lugar de donde eran originarios sus padres, hizo el proyecto Retorno al Pacífico. Trajo niños de Tumaco a que conocieran la ciudad, y llevó a los niños a lo que enseñaba a conocer Tumaco. “Así empezó la Casa Tumac”, dice.
Además ayudan con la estadía a jóvenes, de Tumaco en su mayor parte, que quieren estudiar en Medellín. También, en mayo realizan el Festival Noches del Pacífico, al que traen grupos de danza y de música, preparan platos típicos y dan talleres y charlas. El director cree que hay mucho desconocimiento: “El Pacífico no es solo Chocó, también es Valle, Cauca y Nariño, y su diversidad cultural es muy grande. Está el Norte que habla de contradanza y chirimía, el Sur que habla del currulao, de la manglería, el bambuco viejo, el bunde, el abozao y la caramba”.
Paola Vargas, bailarina y directora artística de Casa Tumac, comenta que además está la idea errónea de que lo afro es lo único que hay en el Pacífico: “También están la cultura indígena y la mestiza”, dice.
Francisco acepta que en Medellín se vive aún la discriminación por etnia o color de piel. Él mismo ha tenido problemas para arrendar apartamentos, por ejemplo. “Aunque hay muchos afro en la ciudad, están casi todos concentrados en los pocos espacios en los que les dieron acceso. Los afro nos buscamos para estar más tranquilos y protegernos de la discriminación”.
Aunque haya prejuicios, Francisco acepta que es valioso que la ciudad tenga una política hacia lo afro. Paola opina que “acá pasa algo muy raro, desde el arte y la cultura Medellín es fuerte con el tema de la inclusión, pero en el diario vivir se nota la discriminación. A los paisas nos hace falta más etnoeducación”.
“Los antioqueños son discriminados en el exterior por el pasado del narcotráfico y vuelven a discriminar”, completa Francisco. “Pasa igual con los afro. Somos discriminados y llegamos a la casa a discriminar a nuestras mujeres. Eso hay que romperlo”, reflexiona Francisco.
Sus demás trabajos son La Cueva del Sapo, que habla de la rumba y la cotidianidad de un pueblo; Bamburazo, del desplazamiento hacia lo urbano mirado desde la dignidad y el enriquecimiento de otras culturas; Fronteras, de las líneas invisibles que generan conflictos en todo el territorio nacional; Bombolá, que aborda la migración y el cambio. Desde 2011 han investigado sobre los movimientos cotidianos tradicionales, que incluyen como pasos de baile en sus representaciones. “El territorio es mucho más que la tierra. Lo llevamos a todas partes”, dice el músico y bailarín.
A largo plazo, los gestores de Casa Tumac quieren tener un Centro Cultural del Pacífico, y esperan pronto grabar un disco, iniciar una escuela abierta al público y visibilizarse más en el exterior. “Y ojalá los proyectos comunitarios como este tuvieran más apoyo, porque las comunidades como la de Nuevo Amanecer nos necesita y a veces es difícil llegar por la seguridad”, complementa Paola.
Jarlinson, Yubergen y el poderoso Nacional, que ni el desastre del Mundial de Clubes logra empañar: el sello de un 2016 para sacar pecho por la palabra colombiano. Así solo sea en el deporte
No fueron los tres momentos de gloria más altos: ni el segundo del podio, ni de la imposición de la medalla o del levantamiento del trofeo. Fueron tres días, tres lugares, tres personajes, que nos hicieron emocionar hasta la lágrima. Puede que no sean los más taquilleros, los héroes de los afiches o los millonarios, pero estos tres acontecimientos, con sus personajes, redefinieron el concepto de orgullo colombiano, gracias a sus gestas. Momento para irnos hacia atrás en el calendario y darnos cuenta por qué el 2016 será un año inmejorable en nuestro deporte.
17 de julio: ya había pasado el Giro de Italia con la sonrisa de Esteban Chaves como protagonista, con un podio y una etapa lograda. En el Tour de Francia, las cosas no iban como las soñaba Nairo Quintana en la general, pero un hombre quería sacar lo mejor de sí en las cimas, y sobre todo, en los descensos. Jarlinson Pantano salió de la nada, cuando los favoritos se marcaban al milímetro, y nos dio una victoria épica. Acostumbrados a ver nuestros brazos en alto en las grandes cuestas, el caleño se valió de un arma casi suicida, el descenso, para ganar la etapa 15 del Tour, disputada un domingo entre Bourg-en-Bresse y Culoz.
Jarlinson hizo parte del genial año del ciclismo colombiano, que contó con el título general de la Vuelta a España de Nairo, con tercer lugar del Chavito; el mismo Chaves siendo segundo del Giro, y a Quintana como tercero de Tour; así como las 5 etapas y dos carreras de un día ganadas por el joven y raro embalador nacional Fernando Gaviria. Un año que quedará en la memoria como en el que Nairo reclamó el trono de mejor de nuestros tiempos, en el que Chaves mostró su sonrisa, y en el que Jarlinson, a la bajada, nos supo emocionar.
10 de agosto: Yubergen Martínez llegó a Río de Janeiro como uno de los 147 colombianos a los Juegos Olímpicos de verano, tan desconocido, que aún no se ponen de acuerdo si la tilde de su nombre se escribe con G o con J. Venía con los puños empacados desde Urabá, donde se había ganado la vida arreglando bicicletas, pero ahora quería que le dieran la gloria como boxeador. Y ese miércoles su sueño se cumplió.
El español Samuel Carmona era su rival, y el ganador del combate, pactado a tres asaltos, aseguraba metal. Tras la decisión, y con el aplauso lejano del europeo, Yubergen se arrodilló, agradeció al cielo y vio como su vida cambiaba de manera radical. Era la cuarta medalla de Colombia en los Juegos, pero era la representación de un sueño casi anónimo que se hacía realidad en la piel de un chico de 49 kilos de peso.
La medalla de Yubergen puede que no fuera dorada como la de Óscar Figueroa (pesas 62 kg), Caterine Ibargüen (triple salto) o Mariana Pajón (BMX). Apenas iguala a Yuri Alvear (judo 70 kg), y supera en metal a los bronces de Luis Javier Mosquera (pesas 69 kg), Ingrit Valencia (boxeo 51 kg), Carlos Ramírez (BMX) y las entregadas a posteriori a Leidy Solís y Ceiver Ávila. Pero el momento de emoción de Yubergen, de rodillas ante el mundo, es invaluable.
9 de mayo: Partido 2-1, minuto 93, un central de delantero y un par de minutos para que el poderoso Nacional de la primera ronda quedara eliminado ante Rosario Central. Centro de Andrés Ibargüen, cabezazo de Alexis Henríquez y Orlando Berrío que se vistió de héroe. Nacional, en el último minuto posible, lograba su paso a la semifinal de la Copa Libertadores (bochorno de por medio), pero empezaba a escribir su año grande en el fútbol internacional.
Ese duelo ante los argentinos forjó el carácter de un equipo que, durante toda una temporada, jugó como el mejor. Lo ratificó con el título el 27 de julio, agrandó su hazaña con el gesto de claudicar a la Copa Sudamericana en pro del Chapecoense, y hasta se fue al Mundial de Clubes. El equipo de Reinaldo Rueda firmó el mejor año de un club colombiano en su historia, con título, otra final, y sobre todo, un gran juego que ni el desastre del Mundial de Clubes logra empañar. Y fue el sello de un 2016 para sacar pecho por la palabra colombiano. Así solo sea en el deporte.
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