El 21 de septiembre el Country Club Ejecutivos celebró su tradicional Fiesta del Socio. Una noche de tertulia, conversación, baile y gozo.
Country Club Ejecutivos
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El 21 de septiembre el Country Club Ejecutivos celebró su tradicional Fiesta del Socio. Una noche de tertulia, conversación, baile y gozo.
En 2017 mejoró la calidad del aire, pero quedan retos inmensos y seguimos lejos de las recomendaciones, bastante exigentes, de la Organización Mundial de la Salud.
Hay temas que son considerados de interés general a pesar de que, aparentemente, no sean pocas las personas apáticas frente a ellos. Y, claro, es “respetable” que alguien decida dar la espalda a las discusiones sobre la paz o el cuidado del ambiente, para poner un par de ejemplos. Pero, también hay que decirlo, esta falta de interés de algunos no hace que deje de ser vital la insistencia en abrir espacios para conversar sobre esos asuntos de impacto colectivo en la sociedad.
Ahora bien, son muchos los canales por medio de los cuales la gente puede informarse y encontrar datos interesantes: los periódicos (para la muestra, un botón: Vivir en El Poblado), la televisión, la radio, la internet… en fin, ¡estamos en la era de la información! Sin embargo, aunque es maravilloso poder acceder desde el celular a un tesoro interminable de datos, hacen falta espacios más personales, en los que la experiencia de informarse se nutra de las ventajas de lo presencial.
Por eso desde 2015, inspirados en los Lunes de Ciudad y con el apoyo de La Ciudad Verde, se viene realizando una serie de Cafés de Ciudad en la Universidad Eafit. Este espacio fue concebido para discutir, de manera abierta, sobre asuntos de sostenibilidad, principalmente en lo que al ámbito urbano se refiere. Algo importante es que uno de los principios es incluir puntos de vista diversos: la perspectiva académica se pone a jugar con la visión de la ciudadanía, del gobierno y del sector privado.
La semana pasada, por ejemplo, se realizó la decimocuarta versión del Café de Ciudad y en esta ocasión, interesado en hacer divulgación del componente ambiental de su Informe de Calidad de Vida en Medellín 2017, se sumó un aliado más a la organización del evento: Medellín Cómo Vamos. La conversación giró entonces alrededor de la pregunta “Medellín, ¿cómo vamos en medio ambiente?” y en esta participaron Luis Miguel Roldán, como representante de Medellín Cómo Vamos; María del Pilar Restrepo, subdirectora ambiental del Área Metropolitana; y Oriana Ballesteros, cofundadora de la iniciativa ciudadana Jóvenes y ODS.
Yo tuve el honor de moderar la conversación y puedo hacer un resumen de lo que ocurrió. En cuanto a la calidad del aire, se pudo ver que en 2017 esta mejoró, pero se reconoció que los retos que quedan son inmensos: seguimos lejos de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud -que son bastante exigentes- y se necesita un mayor y más valiente compromiso colectivo para mejorar los patrones de movilidad. La calidad del agua, por su lado, se mantuvo relativamente estable, aunque desmejoró en el norte de la ciudad: la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en Bello contribuirá al mejoramiento, pero más allá de eso se necesita reducir la descarga de contaminantes. El panorama con respecto a los residuos sólidos fue más bien oscuro: aunque aparentemente la tasa de reciclaje ha aumentado, todavía es baja (19%) y, además de esto, la cantidad de residuos generados por persona ha venido aumentando.
Además, se resaltó la relevancia de estos temas para la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se hizo énfasis en que, además de esos ODS afines por la temática que abordan (ODS 3, sobre salud; ODS 6, sobre agua; ODS 11, sobre ciudades sostenibles; entre otros), también hay que mirar seriamente el ODS 17, que subraya la necesidad de forjar alianzas para enfrentar los retos de la sostenibilidad. Se trata no solo de lograr el involucramiento de todos los sectores, sino también de realizar un trabajo eficiente entre entidades, organizaciones y grupos dentro de cada sector.
Datos interesantes, ¿cierto? No me cabe duda de que compartiéndolos en Con los pies en la Tierra podemos ir reconociendo con más detalle el panorama que nos rodea. Pero sé que es todavía mejor si aquí mismo les extiendo la invitación a los Cafés de Ciudad, un espacio abierto para todos. Pueden enterarse de ellos en las redes de Eafit o de La Ciudad Verde. ¡Bienvenidos!
El anuncio de la aplicación del mecanismo en El Retiro y en Rionegro ha suscitado polémica entre algunos habitantes de estos municipios y también apoyo desde los gremios.
Por Daniel Palacio Tamayo / [email protected]
Rodrigo Zuluaga, presidente de la Cámara de Comercio del Oriente, habla sobre el cobro de valorización en la región, por medio del cual los alcaldes de Rionegro y de El Retiro aspiran a saldar la deuda en obras viales ante el crecimiento inmobiliario y que, de no tomar acciones, agravaría la movilidad. El directivo reconoce la afectación de la medida al bolsillo de los ciudadanos y empresarios, y llama a que las obras se hagan con rigurosidad técnica.
“Es un instrumento en el que Antioquia tiene experiencia, muchas obras han sido desarrolladas con este mecanismo. Y es valioso porque siempre los presupuestos son escasos”.
“Lo que se necesita es que las obras sean planificadas y bien ejecutadas. Hay que tener paciencia y buscar la menor afectación posible. Es una medida que hay que salvaguardar para evitar que los contribuyentes sientan frustración por obras mal hechas”.
“Las administraciones y los órganos de control deben estar pendientes para evitar inversiones suntuosas. No se debe escatimar en la planeación para prever cualquier contingencia; si se dan, que sean con la menor afectación”.
“En Colombia hay muchos impuestos. Además el pago de valorización afecta el flujo de caja de las familias y compañías. Sin embargo, en el caso de Rionegro por ser una valorización general, es más distribuida. Es bueno observar que los predios pueden cambiar de vocación. Por ejemplo, algunos pasarán de zonas agrícolas y residenciales a comercial. Por equidad y justicia, los dueños de esos predios tendrán una valorización de la tierra y sus bienes más alta a los que están en un radio de ubicación más retirado”.
“Para la valorización La Lonja tiene buena reputación en esas metodologías que permiten que el cobro sea eficiente y justo”.
“El antiplano del Oriente tiene problemas serios. Hace mucho no se construyen vías entre municipios y el Túnel de Oriente incrementa ese problema de movilidad. Quienes se pasan a vivir a esta región creen que es como hace 10 años, que se podía llegar fácilmente a cualquier parte; ahora hay problemas de alto tráfico en las zonas escolares, los fines de semana en algunas partes es imposible superar los 25-30 km/ hora. El Oriente colapsa”.
“Sin duda hay deudas con el territorio: se finalizará el Túnel de Oriente, pero no unas obras complementarias. Siempre el desarrollo privado va a velocidad crucero, mientras el público es mucho más lento. Hay atrasos en espacio público y no tenemos un sistema de transporte público eficiente. En Rionegro, por ejemplo, hay zonas que requieren transporte 18 de 24 horas y apenas alcanzamos a cubrir 13 y en otras, como el aeropuerto, es indispensable un transporte público las 24 horas y no lo tenemos”.
Nos resistimos a llamar las cosas por su nombre: una fractura de órbita ocular, un desplazamiento de tabique y cinco meses de incapacidad es “un poquito de sangre en la nariz”.
“No reconozco que la golpeé… Obviamente hubo contacto… Jamás le levanté la mano… Me estaba defendiendo de una agresión… Sí hubo un incidente… Ella sí estaba botando un poquito de sangre por la nariz… Yo grabo todo porque soy fotógrafo y videografo…”.
Son frases de la autodefensa que el actor, Alejandro García, hizo en La W –adobada en su cuenta de Instagram: “Eileen Moreno NO representa el maltrato a las mujeres… Respeto por las verdaderas víctimas… Abajo las banderas falsas de las oportunistas…”-, luego de que la actriz revelara, por ese mismo medio, la golpiza que le propinó éste, dos meses atrás, y las consecuencias que le dejó.
(Los extractos de grabaciones y la selección de fotos que García publica para mostrar –para justificar lo injustificable- que Eileen es malhablada, han recibido miles de likes. ¡Miles! Ah, la inconsciencia manifiesta de los colombianos).
Son vergonzosas la insolencia y la cobardía, con las que este señor pretende absolverse. Lo de señor lo digo, no porque lo sea, sino porque, gracias a su parlamento, demostró ser un Señor Actor. Qué futuro el que le espera: un premio de revista por su magistral actuación y firmas de contratos por su papel de curtido paparazzi.
Una estrella fugaz brilla en el firmamento mediático que nos cobija. Tan encandilador e hipócrita.
Aquí los lagartos son políticos; los peluqueros, estilistas; los intensos, lobistas; los adictos de fin de semana, consumidores recreativos; los negros, afrodescendientes, los que no lo son, blancos… Nos parece más polite denominar incidente a una golpiza, contacto a un puñetazo, legítima defensa a una agresión, “un poquito de sangre en la nariz” a una fractura de órbita ocular, un desplazamiento de tabique y cinco meses de incapacidad.
Nos resistimos a llamar las cosas por su nombre.
Tanta alharaca para saber que una vez exprimido el limón García-Moreno, volverá –como canta Serrat- el rico a su riqueza/ el pobre a su pobreza/ y el señor cura a sus misas. Y sanseacabó.
Por eso yo-no-me-tapé-el-ojo. Se lo taparon muchos: la vicepresidenta de la República, el procurador general, congresistas, deportistas, artistas, periodistas, fulanita, peranito… Y está bien, cada quien apoya causas como quiere, puede y cree. Pero yo, repito, no me lo tapé.
Soy solidaria con Eileen Moreno, pero no porque su caso sea vistoso. Lo soy con las 16 mil afectadas anónimas que Medicina Legal registró en el primer semestre; lo soy con una de cada cuatro mujeres que en Colombia es víctima de violencia intrafamiliar; y lo soy con el 35 % que, en el mundo –datos de la OMS-, ha sufrido maltrato por parte de sus parejas.
Tendría que vivir, entonces, con el ojo tapado, lo cual no es práctico para una gafufa ni soluciona un problema endémico con el que -¡horror!- hemos aprendido a convivir.
(Además me pregunto: ¿cuántos de los que invadieron las redes sociales con el ojo tapado son maltratadores o maltratadas o cómplices o indiferentes o, simplemente, buscadores de reconocimiento?).
ETCÉTERA: Me quedo con el consejo llano de Rigoberto Urán. Con su permiso, lo reproduzco textual: “No se dejen cascar de ningún güevón”. Y lo traduzco al polite: el maltrato, ningún tipo de maltrato, puede ser opción en una relación.
Fue diagnosticada con insuficiencia renal hace casi seis años, y desde entonces se ve sometida a diálisis día de por medio, pero tenía miedo de pensar en un trasplante.
Por Claudia Arias Villegas / [email protected]
Desde que Gloria Cárdenas padece su enfermedad sabe que una alternativa para una mejor calidad de vida es un trasplante de riñón, pero nunca lo había considerado por temor. “Me dan miedo las cirugías, los hospitales, que le saquen un órgano a uno y le pongan otro es difícil de asumir”, expresa.
No obstante, hace poco más de un mes aceptó la invitación de un compañero de su unidad de diálisis para presentarse a la Fundación Nacional de Trasplantados: “me dijo que aquí nos daban apoyo de muchas formas y además estaba la posibilidad de entrar a lista de espera para un riñón, estoy terminando de hacer el protocolo para ello”.
Se siente lista para dar un paso que sabe que le permitiría tener una mejor calidad de vida, si bien dice que una vez aceptó su condición y aprendió a vivir con esta, la lleva de buena manera y trata de no pensar en que está enferma. Pero la diálisis le toma cuatro horas día de por medio y si no se la hacen se hincha y se empieza a sentir asfixiada.
De hecho, con su enfermedad no pudo volver a trabajar en los talleres de confección como solía hacerlo, por fortuna sus padres Héctor y Luz Mery la acogieron y la apoyan en todo desde que se diagnosticó su condición y su esposo se marchó. Vive con ellos y su hijo Kevin de 13 años; su hija Marielly de 23 está casada.
Hoy, tras seis años de una forma de vida a la que se ha acostumbrado, Gloria mira el miedo de frente y sueña con vivir de otra manera, y en la Fundación la apoyan y preparan mientras resulta su donante de riñón. Ella, que les tiene tanta pereza a clínicas y cirugías, quizás encuentre una manera de librarse de estas cuatro veces por semana, cuando no tenga que someterse a diálisis.
Entró tranquila y con mucha fe al quirófano. No se fijó en mitos, al contrario estaba convencida de que hacía lo correcto por su hermano.
Por Daniel Palacio Tamayo /[email protected]
María Teresa Montoya lleva, por lo menos, 13 días sin abrazar a su hermano. No es que se le haya muerto o lo haya dejado de querer. Todo lo contrario. El acto voluntario y altruista de donarle un riñón es lo que le permitió a él continuar sus días.
Jorge Iván y Mariaté, como la llaman en su casa, están en proceso de recuperación después del trasplante y aunque sin abrazo, por recomendación médica por estos días, han sentido la felicidad de regalar vida.
“Eso duele… ¡y mucho!”, le decían a María Teresa para probar su voluntad de avanzar en el proceso. Ella guardaba silencio, recuerda, porque su idea desde que supo que el riñón de su hermano mayor estaba en estado crítico, era iniciar el recorrido para ser una posible donante. Todo se extendió por unos seis meses y al final fue la seleccionada entre nueve candidatos provenientes de hermanos y de sobrinos.
El 12 de septiembre, tan solo hace dos semanas, después de despertar de la intervención, lo primero que María Teresa hizo fue preguntar por su hermano Jorge Iván, quien estaba en recuperación. Ella se considera discreta y entregada a la familia, valores que sus padres les inculcaron a los siete hijos (5 hombres y dos mujeres).
La recuperación para los dos hermanos ha sido exitosa. El dolor natural de una intervención como esta quedó bajo control. Ella, tras derrumbar con asesoría de profesionales los mitos de los trasplantes, supo que los avances de la ciencia le permitían una intervención menos invasiva a como se tenía que hacer en sus inicios.
“Mi hermano es una persona muy carismática, siempre está al tanto de todos nosotros, para estudio, salud, es como un segundo padre”, dice Mariaté. Ella ahora quiere incentivar el gesto de regalar vida. “Donar no es vender, es hacerlo por los seres queridos o por quien lo necesite”, dice.
Desde que salió del quirófano sin uno de sus riñones, no duda que donar un órgano es de los gestos de amor más bellos.
El proceso para donar es más complejo de lo que divulgan los mitos. Paso a paso, qué hacen los expertos para conservar un órgano de un donante que está a cientos de kilómetros de su beneficiario.
Por Daniel Palacio Tamayao / [email protected]
En el caso del Hospital Universitario San Vicente Fundación se reciben notificaciones de los centros médicos de Antioquia, Córdoba, Chocó, Caldas y San Andrés cuando reciban a un paciente que es potencial donante debido a una muerte cerebral y debe permanecer conectado a una máquina.
Después de recibir el reporte, el equipo de rescate se desplaza al sitio para verificar la información y emprender la ruta establecida que contempla exámenes para saber qué órganos sirven y verificar que no tengan enfermedades que se le puedan contagiar al paciente receptor.
El personal médico aborda a la familia del donante para persuadirla de permitir la donación de órganos de su ser querido. Proceso que, en el caso del San Vicente Fundación, se sigue haciendo, pese a la ley 1895 de 2016, que establece que todo ciudadano colombiano es donante y quien no lo quiera ser, lo debe manifestar en vida y de manera formal en una notaría.
El grupo de rescate se desplaza hasta la ciudad donde se encuentre el donante. Una vez allí, el equipo conformado por cirujano, instrumentador, anestesiólogo y nefrólogo, cardiólogo o hepatólogo, de acuerdo con el caso, hacen la intervención para la extracción del órgano que posteriormente será donado.
Una vez el órgano es extraído debe permanecer en unas bolsas con un líquido que ayuda a su conservación hasta que se lleve a su receptor. No consiste, como dice erróneamente el mito popular, en llevarlo en una nevera con hielo. Cuando el donante está en las ciudades por fuera de Medellín se facilita el avión de la Seccional de Salud de la Gobernación de Antioquia para su traslado, pero cuando no es posible, el personal médico puede recurrir a empresas comerciales de transporte aéreo. “Ese material no debe ir en la bodega, sino en la cabina”, explica Claudia Franco, médica coordinadora operativa de transplantes del Hospital Universitario San Vicente Fundación, pues no son considerados como peligrosos.
Solo los medicamentos para realizar un trasplante de riñón pueden costar 9 millones de pesos. A ese valor hay que sumarles otros costos asociados como el quirófano, el tiempo de recuperación en la UCI, los servicios del personal médico experto, entre otros.
El grupo de investigación en biomédica de Eafit y Ces diseñó Smartbone, un aporte para los procedimientos que utilizan implantes en las reconstrucciones de cráneo y maxilofaciales.
Por Tomás Molina Pineda / [email protected]
Luego de cerca de 20 años de investigación conjunta las universidades Ces y Eafit crearon implantes maxilofaciales y craneales a la medida, como un aporte de bienestar a pacientes que han presentado lesiones en estas zonas del cuerpo.
“Es un grupo de investigación bien interesante, porque une la capacidad de los médicos con la de los ingenieros, dentro de estas investigaciones desarrollaron metodologías y patentes para realizar este tipo de implantes” dijo Adriana García Grasso, directora de innovación de Eafit.
El desarrollo comenzó enfocado en Antioquia y ahora, con 10 años de aplicación, se ha expandido debido a los buenos resultados en los pacientes. Eafit cuenta con un espacio especializado para la elaboración de los implantes y un proceso estandarizado para atender la demanda de otras regiones de Colombia.
“Estamos en capacidad, mediante tomografías, de realizar el proceso de diseño, según las especificaciones del paciente, de reconstrucción del defecto craneal y de implante que ajuste tal cual a la lesión que tenga la persona”, señala Juliana Ortiz, coordinadora de transferencia de tecnología y conocimiento de Smartbones.
Dentro de las ventajas que tiene este tipo de implantes, además de ser diseñados a la medida, también está la reducción en costo y en tiempo, debido a que no es necesario realizar ajustes complejos durante el proceso de cirugía. La fabricación de los dispositivos puede durar entre una y dos semanas, según la complejidad de la reconstrucción.
Para el próximo año estamos trabajando, también como grupo de investigación, en dispositivos para columna con el mismo enfoque de la personalización”, añadió María Fernanda Macía.
La proyección de este desarrollo innovador no se limita al mercado nacional. Ya hay contactos para comercializar el producto en Perú, México y Chile.
Por escuchar esta frase, Paula Andrea Medina Gómez está dispuesta a contar su historia una y otra vez, pues su vida es otra después del 16 de noviembre de 2016: ese día recibió un corazón.
Por Claudia Arias Villegas / [email protected]
Doris, su mamá, estaba en Bogotá con su hermanita Marilyn cuando Paula tuvo los primeros síntomas de su enfermedad, una cardiopatía dilatada, justo la misma que le habían diagnosticado a la menor de la casa y por la cual esperaban un trasplante de corazón. Marilyn murió en la cirugía; tenía 12 años, Paula 21.
Al regresar a Pereira la familia enfrentó meses de diagnósticos de Paula, hasta que fue confirmada su condición. Para entonces estudiaba diseño y trabajaba dando clases de porrismo y gimnasia; no le impactó la noticia de su enfermedad, sino saber que no podía hacer deporte, algo que consideraba su vida, además que no podría tener hijos.
Entre los 21 y los 25 años pasó muchos dolores y cirugías a causa de otros padecimientos, además enfrentó que le dijeran que no era apta para un trasplante, sentía tanto dolor en su pierna –por unos coágulos a causa de una operación– y tanta desesperanza, que llegó a considerar la eutanasia. Pero sobrevivió –debió aprender a caminar de nuevo– y uno de sus médicos le insistió en que retomara la idea del trasplante, lo cual eventualmente aceptó.
Estuvo en lista de espera tres meses y Medellín fue la ciudad en la que recibió esa nueva oportunidad. Menos de dos años después Paula tiene una vida nueva. Aquí encontró también un nuevo camino, la repostería, y se matriculó en la Escuela de Gastronomía de Medellín, va en tercer semestre de cuatro y hace su práctica en un café en Manila, lo próximo será un emprendimiento. Además, se reconectó con el deporte, la natación, y forma parte de la Selección Colombia de Deportistas Trasplantados, que estará en los IX Juegos Latinoamericanos 2018 en Argentina, en octubre.
“En el agua nada me duele”, cuenta, y agrega que caminar le cuesta, debe parar cada cuadra. Hoy recuerda a Marilyn y siente que está viviendo el sueño de ella, que quería estudiar cocina en Argentina: “era su meta, no la mía, y yo estaba trabajando para apoyarla cuando murió”.
A sus 31 años Paula lo tiene claro: “lo mejor que me ha pasado es mi enfermedad y el trasplante, todo lo malo lo he convertido en bueno; ese es mi mensaje para cualquiera que esté esperando un trasplante”.
Según el estudio, a 150 personas las distinguimos con detalle; a 50 las invitaríamos a nuestra casa; a 15 les daríamos o pediríamos ayuda, y solo cinco forman nuestro círculo más íntimo.
Un amigo me explicó por qué los grupos primitivos se dividían después de alcanzar un número mágico: la capacidad del cerebro solo permite que tengamos relaciones sustanciales con 150 personas. Volví a tener noticia del estudio en una película donde un terapeuta le explicaba a su paciente las cifras de la vida: 150 son las personas que distinguimos con detalle, 50 son las que invitaríamos a nuestra casa, quince son aquellas a quienes daríamos o pediríamos ayuda, y solo cinco las que forman nuestro círculo más íntimo.
Las cifras son aproximadas. Mi vida de errabundo, profesor y periodista hace que el círculo exterior sea populoso. Alguna vez hice una lista de personas con quienes tuve encuentros significativos, para tratar de escribir sobre cada una, y no me fue difícil recordar más de quinientas. En mi caso, los círculos estrechos son más desiertos: muy pocas personas conocen mi casa, he aprendido a arreglármelas más o menos por mi cuenta y, quizá porque crecí oyendo el poema de Garrick, en el círculo más íntimo suelen ser más los muertos que los vivos.
He pensado en la relación de estos números con el hecho de que ahora uno pueda tener miles de “amigos” en las redes sociales. Hay efectos evidentes: la gente se vuelve borrosa y es solo una masa imprecisa que prodiga la droga de los likes. También hay consecuencias que podemos llamar beneficiosas: seguimos en contacto con personas lejanas en el tiempo o el espacio. Entre mis amigos virtuales hay algunos que no veo desde el bachillerato. Hace poco supe que hay personas que recuerdan mi paso por la ciudad de los crepúsculos.
Buena parte de mi vida afectiva convive allí en las redes de manera civilizada. Pero hay algo que no deja de darme vueltas: los desaparecidos. A las cifras del estudio les faltan las personas que siguen influyendo en nuestras vidas aunque no sepamos de ellas.
Entiendo que la humanidad entera no está ni tiene interés en ser parte de esa escandalosa multitud que son las redes sociales. Pero eso no evita que me agobie mi incapacidad para encontrar ciertas personas que fueron definitivas. Un día traté de buscar a un amor adolescente y comprobé que me olvidé de su apellido y que no había amigos comunes que me pudieran conducir a ella. Luego busqué al vecino que me contagió la pasión por el fútbol –íbamos al estadio antes de que abrieran las puertas, para sentarnos junto a la banca del Nacional–, pero su nombre es muy común y tampoco pude encontrarlo. Tuve en quinto de primaria un compañero, dos o tres años mayor, que soñaba con ser escritor y que me hablaba emocionado de la novela que estaba escribiendo. He querido encontrarlo para decirle lo mucho que le debo, pero es como si se hubiera esfumado después de cumplir su misión en este mundo. He perdido para siempre a una mujer a la que no supe amar y a cuyo lado imagino que la vida habría sido más sencilla. Las presencias multiplican las ausencias y, a medida que más busco, es más lo que hace falta en esta tribu que ya empieza a poblarse de nostalgias.
Nos entregarán en 2019 una obra modelo 1997: calzada sencilla, sin posibilidad de sobrepaso. Como si los años de atraso del proyecto no hubieran servido para modernizar los diseños.
Cuando uno salía de Medellín por carretera en los años 70, podía elegir tomar las vías de Las Palmas, Minas, San Cristóbal o Bello. Además de unos pocos carreteables no significativos.
Después, en los 80, ya tuvimos el lujo de la flamante autopista Medellín-Bogotá, que acortó en tres horas el trayecto entre las dos ciudades más importantes del país. Vía nueva y -más o menos- suficiente para los requerimientos de la época.
Después, en los 90, lamentable reportarlo, aquí no sucedió nada importante. Las carreteras para entrar y salir de Medellín se quedaron estáticas. Ninguna administración departamental o municipal, mucho menos nacional, se puso en la tarea de dotar a Medellín de accesos decentes. Década perdida.
Ya en los 00, no se perdió del todo la década, hubo algo de movimiento. A Las Palmas, con mucho dolor y más ganas que buena técnica, se le puso un carril adicional. Y también uno al primer tramo de la Medellín-Bogotá.
Y se inauguró el Túnel de Occidente, que evitó el difícil paso por Boquerón. Una buena ganancia. Pero no, en esta década tampoco hubo ninguna vía realmente nueva.
Entretanto, en las demás carreteras de Antioquia, todo igual, gracias. La vía a la Costa, igualita, pero con más derrumbes; todas las de Suroeste empeorando, el paso por el alto de Minas cada vez más difícil… Década perdida en Antioquia, qué duda cabe.
Y en estos años 10, que ya casi terminan, por fin en Antioquia nos estamos permitiendo construir vías nuevas y decentes: la Vía al Mar, con Túnel del Toyo incluido, las concesiones en las vías del Suroeste, las mejoras por Minas, la Conexión Norte entre Zaragoza y Caucasia, la vía a Puerto Berrío por el Nus…
Sin olvidar los puertos en Urabá.
Cerca de Medellín, podemos mostrar el Túnel de Oriente, con nueva vía y nuevo acceso al aeropuerto. Aunque nos entreguen en 2019 una obra modelo 1997: calzada sencilla, sin posibilidad de sobrepaso en los túneles. Como si los casi 20 años de atraso que tuvo el proyecto no hubieran servido para modernizar los diseños básicos.
Sea como sea, es como si Antioquia por fin está despertando de un prolongado e inexplicable letargo, es como si repentinamente caímos en cuenta de la importancia fundamental, irreemplazable, de vías modernas, amplias y seguras.
Solo recorrer la vía nueva entre Pintada y Puente Iglesias es suficiente para comprobar que los tiempos y las actitudes están cambiando radicalmente: doble calzada, amplia, sin mezquindades, con puentes y túneles bien hechos, intercambios generosos y buena señalización. Honestamente, uno no cree estar en Antioquia.
Sería bueno reflexionar por qué le tomó tanto tiempo a Antioquia -mucho más que a otros departamentos- concretar estos proyectos. Y por qué finalmente no ocurrió gracias al liderazgo de los antioqueños sino de presidente y ministro de obras bogotanos.
Nos faltan tal vez cinco años de paciencia, pares y sigas y derrumbes. Qué frustración, pero quizá lo merecemos por la falta de liderazgo: nuestro y de los gobernadores y alcaldes de los últimos 20 años.
Estos son los ganadores de las boletas del Glocal Food Fest
El médico no convencional, respetando la medicina tradicional, quiere amplificar la mirada y ocuparse de la higiene, de la cosmética, de los ritmos como generadores de salud.
Hablamos hace quince días de Higiene del sueño y la diosa Higieia me sigue seduciendo. Ella constituye un buen equipo con su hermana Panacea –hijas de Asclepio- y con el señor Cosmos, nombre que los antiguos griegos usaron para designar el orden y la totalidad.
Higieia, de donde proviene Higiene, era la diosa que producía los recursos naturales y culturales para el buen vivir: agua limpia, buena alimentación, aseo, tranquilidad y armonía social. Higieia se asocia con Cosmos -de donde se deriva cosmética- para generar orden; y hace polaridad con Caos, estado primigenio del cual surge el movimiento de la vida.
La diosa Panacea (pan, todo y akos, remedio), de donde viene Pharma: farmacia, era la que buscaba solucionar el mal o la enfermedad después de que estos ocurrían; era la generadora de re-medios y venenos; de medios que nos provee la naturaleza para trascender los procesos de enfermedad.
La medicina occidental se concentró en Panacea y dejó relegada a Higieia. El modelo positivista-reduccionista, transformó los re-medios (en alemán Heilmittel -medio para la salud-) en drogas y puso su foco en la lucha contra la enfermedad y en su comprensión, dejando de lado lo que genera y restablece la salud: modelo salutogenético.
En este modelo no hablamos de medicina preventiva, que igualmente se mueve en términos de la enfermedad posible. Se trata de pensar en términos de generación de salud. Cómo la salud puede ser invocada y actualizada. De aquí surge un estilo de vida (higiene) que tiene unas características particulares sin caer en extremos obsesivos con la alimentación (ortorexia) o con el ejercicio (vigorexia).
El concepto de Salutogénesis fue acuñado por Aaron Antonovsky en la década de los setenta, 120 años después de que el patólogo R. Virchow, acuñara el concepto de Patología Celular y se desarrollara el concepto de Patogénesis de la medicina moderna. Estas dos visiones son complementarias y necesarias para el ser humano de hoy. ¿Cómo integrar la mirada del médico convencional, que se ocupa de combatir la enfermedad, de resolver un trauma, de salvar una vida con una cirugía; con la del médico no convencional, que respetando los anteriores aspectos, quiere amplificar la mirada y ocuparse de la higiene, de la cosmética, de los ritmos como generadores de salud? Este es un gran reto para la medicina actual y en muchos países del mundo, incluido Colombia, ya hay procesos que van en esta dirección. Estamos asistiendo al nacimiento de la medicina integrativa y un diálogo fecundo entre diferentes visiones traerá grandes beneficios humanos, sociales y económicos para los pacientes.
CODA: Maravilloso el concierto del 31º Aniversario del Teatro Metropolitano de Medellín. Muy sugestiva y original la obra de Natalia Valencia; excelente la fusión de las orquestas, magistral la dirección de Andrés Orozco y una violinista que raya en la genialidad: Hilary Hahn. Lleno total. Felicitaciones a Medellín Cultural.
Luis Viviano Grajales ha visto crecer una generación de clientes. Abrió su puesto de perros calientes en la avenida El Poblado, frente al Banco de Bogotá, hace 34 años. Tenía 22. Sus ojos han visto la transformación nocturna del parque y sus alrededores. Todos los días llega a las 5:30 p.m. con el tomate verde y la cebolla picados finamente, el guacamole, las salchichas, los panes y los chuzos de pollo con tocineta. Su producto estrella es el perrito, del que dice que en una noche puede vender unos 300. “¿El secreto de los perritos? ¡Yo creo que el secreto es uno mismo!”, concluye.
El proceso de donación y trasplantes de órganos en Colombia es coordinado, regulado y auditado por las secretarías departamentales de salud, bajo una normativa estricta.
Vivir en El Poblado inicia hoy una campaña para tocarle el corazón. Y el riñón, el pulmón, el hígado, los tejidos. Una campaña para darles oportunidades de salud y vida a quienes las esperan hace años.
No donamos. Por razones culturales, religiosas, sociales, de carencias de información, la tasa de donantes en Colombia ni se compara con el promedio latinoamericano. Imperan mitos, prohibiciones y consideraciones de respeto, incluso estéticas, por el cuerpo y, bajo ese contexto de posiciones contrarias, en una tasa basada en un millón de habitantes, en todo el país encontraremos 7.2 donantes.
Medellín, ciudad pionera en este tipo de procedimiento, acumula entre los especialistas una experiencia de 42 años en trasplantes y la ciudadanía tiene cultura de donación: 22.3 por millón de habitantes, cercano al comportamiento promedio en Latinoamérica. No obstante, alertan en el gremio, la población nacional inmigrante, con otros puntos de vista, está marcando un impacto negativo en los índices. España es el modelo mundial con 46.9 donantes por millón de habitantes.
Por Ley, en Colombia todos somos donantes, pero el proceso no debe provenir de una obligación al ciudadano; debe derivar de un gesto de amor a los demás. Así lo promueven las religiones.
Todas las posiciones se consideran, pero lo que hoy propone Vivir en El Poblado, con el inicio de la campaña Vivir. Donar. Vivir, es la mirada desde la ciencia, que expresa un argumento en apariencia obvio, pero no tan de uso corriente: como órganos y tejidos pierden su función con la muerte, solo extenderán su sentido y valor si están activos en el cuerpo de otra persona. Un cuerpo necesitado. Hasta 55 pacientes se pueden beneficiar del aporte de un solo individuo.
Proponemos la expresión máxima del altruismo consistente en aportar segundas oportunidades para los demás. Un tema para dialogar en familia, establecer acuerdos y honrar la voluntad expresada, a pesar del dolor al instante del fallecimiento.
Estamos de acuerdo con el sector médico cuando plantea que la donación no debe provenir de una obligación al ciudadano, contando con que por Ley en Colombia todos somos donantes potenciales, sino que se debe derivar de un gesto de amor a los demás, justo como lo promueven las religiones.
En Vivir en El Poblado hacemos un reconocimiento a la comunidad médica, a los donantes en vida, que deciden someterse a una cirugía en favor de la salud de otra persona, y a los familiares que le dieron continuidad a la intención de su ser querido y tomaron la decisión en pleno umbral de la muerte.
Además hacemos un llamado al corazón: hoy cuatro pacientes están en lista de espera en Antioquia para recibir una donación. Y un llamado al pulmón: seis pacientes en lista. Y otro llamado al riñón: 295 personas esperan una nueva oportunidad.
Por más de 40 minutos el paso por la avenida regional estuvo prácticamente detenido, generando un monumental trancón.
Por Daniel Palacio Tamayo
El árbol, que cayó a eso de las 6:20 de la mañana, impactó a un vehículo y dos motocicletas dejando a dos personas heridas que fueron atendidas en el sitio por personal de bomberos y la secretaria de salud.
Sin embargo, mientras el árbol y los vehículos era. Retirados del auto que estaban obstaculizando el paso de la avenida regional a la altura de la calle 33, se generó una congestión que iba hasta Monterrey y que obligó a algunos conductores hasta a apagar el vehículo debido a la espera que se extendió por más de 45 minutos.
Finalmente, la Secretaria de Movilidad de Medellín informó que la vía fue reabierta a eso de las 7:30 de la mañana del jueves.
Mónica Rodríguez de Bike Girls nos da algunos consejos para montar la cadena de la bicicleta de forma rápida.
Si se cae hacia la parte interior de los platos…
Debes coger el tensor en la parte baja, soltar la cadena, acomodarla en el plato pequeño y luego se suelta suavemente.
Si se cae hacia la parte exterior de los platos…
Debes coger el tensor en la parte baja, soltar la cadena, acomodarla en el plato pequeño y luego se suelta suavemente.
Si la cadena se va hacia la parte externa…
Debemos mover el descarrilador con el plato grande porque de otra forma no sería posible mover la cadena, luego bajamos el tensor y la ponemos en el plato.
Entrevista de Mauricio Kertzman sobre la vida musical de TJbbe Donner y una mirada profunda sobre los gustos por el rock clásico.
Participa en el concurso de Glocal Food Fest
Regalaremos 15 pases dobles para asistir al Glocal Food Fest del 28 al 30 de septiembre de 2018 en el Orquideorama del Jardín Botánico.
¿Qué debes hacer?
Responde a la pregunta ¿Cuál es el nombre de uno de los pioneros de la cerveza artesanal en Medellín? En nuestro portal web encontrarás la respuesta.
Condiciones:
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Este miércoles el Área Metropolitana decretó que desde el próximo lunes 1° de octubre y hasta el 27 de ese mes aplicará la medida de Estado de prevención para mitigar el impacto que en la calidad del aire podría tener la llegada de Fenómeno del Niño, que “aumenta la probabilidad de que más de cinco estaciones de monitoreo del Valle de Aburrá lleguen a índices naranja para octubre y noviembre”.
Esta medida implica que, además de los turnos y el horario normal que están vigentes en este semestre para el Pico y Placa (lunes a viernes de 7:00 a 8:30 de la mañana y de 5:30 de la tarde a 7:00 de la noche), la restricción también se aplicará los sábados alternando entre los números pares e impares del último dígito de la placa (comienza el sábado 6 de octubre con los impares).
La medida, además, restringe la movilización de camiones y volquetas de modelos anteriores o igual a 2009, con pico y placa de cuatro dígitos (los mismos dígitos que aplican para los particulares en este semestre), de 5:00 a 8:30 de la mañana y de 4:30 de la tarde a 9:00 de la noche.
“Entre las medidas para la industria, se suspenden aquellas que no estén cumpliendo con las normas de emisiones, y ninguna puede realizar mantenimiento preventivo de los equipos de control de emisiones atmosféricas”, indicó la autoridad ambiental, que agregó que las entidades con más de 200 empleados deben reforzar las acciones del Plan Empresarial de Movilidad Sostenible en cuanto al teletrabajo, horarios flexibles y compartir el vehículo.
Un accidente automovilístico dejó una persona lesionada en la Avenida Las Palmas a la altura de la unidad residencial Punta de Piedra.
Los hechos ocurrieron sobre las 10:00 a.m. cuando el conductor de un vehículo particular perdió el control sufrió un volcamiento y colisionó contra una camioneta que se movilizaba en la calzada opuesta.
José Luis Valls, chef español nacido en Mallorca, quien comenzó a estudiar cocina a la temprana edad de 13 años nos comparte esta receta de Fideuá de carne
(para 2 personas)
Dorar en la paella (recipiente donde se elaboran el arroz en paella) la carne de cerdo y el pollo con aceite de oliva, sazonar ligeramente con sal y pimienta. Después añadir la cebolla y el pimentón.
Una vez que está todo medio cocinado agregar la picada, cocinar brevemente y añadir la paprika, dejando cocinar unos segundos más antes de añadir la pasta de tomate y vertiendo unas cucharadas de agua para conseguir un sofrito jugoso pero no caldudo.
Seguidamente incorporar las habichuelas, las arvejas, el fideo y el azafrán (unas hebras previamente tostadas o en su defecto el color) rehogar el conjunto unos segundos y añadir el caldo de pollo. Remover algunas veces hasta que alcance el punto de ebullición, probar el caldo y si es necesario añadir más sal y pimienta al gusto, en ese momento bajar el fuego a medio-bajo hasta que el fideo haya absorbido casi por completo el caldo.
Si es necesario, cubrir la paella para que el caldo se absorba más armoniosamente, también cabe la posibilidad de hacer el proceso final en el horno donde la cocción es más uniforme. Decorar la fideuá con tiras de pimentón rojo asado y pelado y unos casquitos de limón y queda lista para comer.
Se viene de nuevo el agua entre octubre y noviembre. En entrevista con Vivir en El Poblado, el director del Sistema de Alerta Temprana, Carlos David Hoyos, explica qué se espera en materia de lluvias en Medellín.
A pesar de que en la últimas semanas se han presentado lluvias, la temporada húmeda está prevista para que inicie en el mes de octubre. La explicación sobre este fenómeno en particular se debe a la actividad en el océano Atlántico provocada por los huracanes específicamente el paso de Isaac que alteró el comportamiento de la nubosidad en toda la región.
Frente a lo que se espera en materia de precipitaciones, el director del Siata indica que se espera que el acumulado sea menor debido a lo que ocurre en el océano Pacífico, “está experimentando un calentamiento en el costado oriental, cerca a Suramérica, en donde existe la posibilidad que el fenómeno de El Niño se materialice”.
El conductor de un automóvil particular perdió el control y colisionó contra un poste en la Avenida Las Palmas.
Los hechos ocurrieron sobre las 7:00 a.m. en el kilómetro 7+800 en el sentido oriente occidente. En el accidente no hubo personas lesionadas.
Crema de zanahoria sin lácteos receta que nos comparte Paula Hoyos : “Una alimentación macrobiótica se centra en el individuo y sus necesidades.
Ingredientes (para 4 raciones)
Lavar las semillas de girasol y secarlas. Colocar una sartén al fuego para que se caliente. Una vez esté caliente, agregar las semillas de girasol y remover constantemente. Las semillas irán cambiando su color y se pondrán doradas. Se podrá percibir un delicioso aroma a tostado. Reservar las semillas tostadas.
Cortar la zanahoria en trozos grandes y homogéneos. La cebolla en medias lunas. Poner una olla en el fuego y dejar que se caliente un poco, agregar aceite de ajonjolí, la cantidad suficiente para que cubra con un ligero velo el fondo de la olla. Esperar unos segundos para que se caliente un poco y agregar las cebollas. Removerlas enérgicamente con una espátula para que se unten con el aceite y agregar una pizca de sal. Saltear a fuego alto por unos 2 minutos removiendo, bajar el fuego y tapar para que se cocinen en su jugo por 10 minutos. La sal saca el dulzor de las cebollas y las dora ligeramente. Destapar y agregar la zanahoria en trozos, agregar agua que cubra a ras o que sobrepase apenas las verduras (la cantidad de agua añadida hará que la preparación resulte más cremosa o más líquida). Cocinar en bajo y con tapa durante 30 minutos.
Destapar, retirar un poco del caldo de cocción, la cantidad suficiente para llenar media taza. Tomar el miso y agregarlo a este caldo, mezclar hasta diluir. Agregar de nuevo a la olla y dejar cocinar 5 minutos más sin que hierva (el miso pierde sus propiedades cuando hierve).
Colocar todo en una licuadora. Licuar hasta que quede sin trozos. En este momento se podrá ajustar la consistencia de la crema añadiendo más agua, si se prefiere menos cremosa. Servir la crema con los germinados y las semillas tostadas.
El encuentro con el Nilo es una de las experiencias más fascinantes para cualquier viajero que recorra Egipto.
Por Carlos Arturo Fernández
Era así desde el mundo antiguo. Cuando el griego Herodoto lo visitó en el período de mayor esplendor de Grecia y ya el mundo de los faraones estaba en decadencia, agobiado por los invasores persas, escribió con admiración que “Egipto es un don del Nilo”. Y hoy sigue siendo cierto que es el Nilo quien posibilita la vida, la cultura y el arte en medio de las arenas calcinantes del desierto libio.
Y escribo conscientemente “quien posibilita”, como si fuera una persona. Porque ante el Nilo uno tiene la impresión de que es una realidad sobrenatural, manifestación del amor y de la misericordia del cielo hacia la Tierra: un dios de belleza excepcional. Un río increíblemente azul, al menos hasta atravesar El Cairo, la ciudad más grande de África; de aguas muy frescas si uno tiene la suerte de poder nadar al sur de Aswan, donde se experimenta el contraste entre el calor agobiante y un río casi helado que reconforta con su abrazo.
El paisaje de las orillas del Nilo parece nuevo y recién pintado, con sus colores nítidos y precisos: una franja azul seguida del verde intenso de la zona fértil que, muchas veces, alcanza a ser de apenas unos cuantos metros, y luego la arena dorada que se recorta de nuevo con el azul transparente del cielo.
Sin embargo, el momento más sublime es siempre el atardecer cuando, después de una jornada de luminosidad extrema, que llega a ser agobiadora, el Sol empieza a perder fuerza.
En el Antiguo Egipto todas las dimensiones de la existencia dependían del Sol: la religión, el ejercicio del poder, la organización del Estado, la vida de las personas antes y después de la muerte, el trabajo, las artes. Y ahora al atardecer, cuando el Sol declina, la vida egipcia empieza a detenerse. Los campesinos que trabajan sus campos fértiles a orillas del Nilo desde hace más de seis mil años, regresan a la seguridad de sus casas, construidas con las mismas técnicas milenarias; los animales descansan; las falucas buscan sus puntos de amarre y bajan sus velas blancas como queriendo ocultarse entre las sombras; y hasta los barcos turísticos dan la sensación de detenerse para asistir al espectáculo de la muerte del Sol.
Casi siempre el cielo de Egipto está libre de nubes y, por eso, los atardeceres se encienden de un rojo intenso que paulatinamente es derrotado por la oscuridad que avanza; a veces unas cuantas nubes interfieren con el Sol que las ilumina de forma dramática.
Hace apenas pocas décadas, en un Egipto menos electrificado que el de hoy, tras la desaparición del Sol llegaba muy pronto la oscuridad que producía una cierta desazón. Pero todavía ahora, como parece ocurrir indefectiblemente en la vida, al fin vencen las sombras y crece la sensación de inseguridad. Los antiguos egipcios sabían que en la noche reinaban todos los peligros, las amenazas cósmicas y demoníacas que podían llegar a destruir toda la realidad.
Quizá por eso, como una herencia que se transmite a través de la memoria de los siglos, el viajero que cruza Egipto se alegra de nuevo a la mañana siguiente, después de vencer las amenazas de la muerte nocturna. Entonces para todos, y también para el viajero, la vida puede continuar.
A partir de las 11:00 a.m. se realizará una marcha pacífica en defensa del Túnel Verde.
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La manifestación comenzará desde la Plazoleta del edificio Sao Paulo en el sector La Frontera y culminará en el parque La Fecundidad cerca a la iglesia San Marcos.
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(para dos personas)
Cortar 5 unidades de ají rocoto, desechar las venas y las semillas de la parte interior.
Poner el ají en agua y dejarla hervir. Realizar de 5 a 6 cambios de agua (llevando a hervor), para que el ají disminuya su picor. Licuar el ají y tamizar. Refrigerar. Podrá usar esta salsa hasta por 10 días en refrigeración.
Para realizar trabajos en la pista del aeropuerto José María Córdova, Airplan, la empresa operadora del terminal aéreo anunció un cierre programado este año y comienzos del 2019.
“Durante estas jornadas estaremos interviniendo la pista garantizando así la seguridad de las personas y las aeronaves y salvaguardando la vida útil de la misma. Los trabajos se ejecutarán en estos horarios para mitigar el impacto generado y garantizar la operación del Aeropuerto debido a que contamos con una sola pista, dijo Fredy Jaramillo Giraldo, gerente del terminal.
Las restricciones tendrán dos fases, la primera irá desde el 29 de octubre hasta el 15 de diciembre entre la medianoche y las 8:00 a.m.
La segunda etapa se desarrollará entre el 8 de enero al 19 de febrero de 2019 en los horario de la medianoche y las 8:00 a.m.
Para este fin de semana se presentarán varios cierres viales en Medellín. Tenga en cuenta las horas de los eventos y las obras que se realizarán en la ciudad.
El viernes 21 de septiembre se realizará la “Segunda ciclada por la convivencia”, entre las 7:30 y las 11:00 de la noche, por diferentes vías del centro y occidente de la ciudad.
Este domingo 23 de septiembre se llevará a cabo el ciclopaseo “Hábitos y estilos de vida saludable en mi ciudad”, entre las 9:00 y las 11:00 de la mañana, por lo que habrá cierres viales de Laureles y la América.
Cierres por obras del proyecto Centro Parrilla, entre el 22 y el 28 de septiembre:
LA SECA
El Viaje de ida y vuelta a Alaska de Ricardo y Sara lo terminaron en agosto un recorrido de un año realizado en carro: terremoto, nieve hasta las rodillas, testigos solidarios y la compañía de Chavo… así fue la aventura.
Por Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
Aún contaban su noviazgo en meses cuando Ricardo le propuso a Sara la idea: irse en carro desde Medellín hasta Alaska -en realidad, desde Ciudad de Panamá, pues el carro iría hasta ese puerto a bordo de un buque que parte desde Cartagena-.
Eso fue en diciembre de 2016. Ambos se habían conocido en Auteco, donde Ricardo fue jefe de Sara en un área comercial. Y hubo química. Tanta, que ella fue la única que le copió la idea de irse hasta el extremo norte del continente por carretera. Infructuosos habían sido los esfuerzos de él para convencer a familiares y amigos, la respuesta no pasaba del “ah, chévere”.
Ricardo venía con el cuento desde hacía diez años. Por su afición por los carros y las motos supo del ralli Panamá-Alaska, que se corrió a principios del presente siglo, y luego conoció la historia del ferry que conectaba a Ciudad de Panamá con Cartagena.
Sumó razones tras conocer la historia de una familia argentina, los Zapp, que a bordo de un Graham Paige de 1928 recorrió el mundo en un viaje de 16 años, incluyendo el trayecto Argentina-Alaska. Hizo sus cuentas, Sara las suyas, vendieron cuatro carros (un FJ40 modelo 82; una Pick Up International modelo 34, un FH Cruisser del 2010 y un Spark), vendieron pertenencias personales y a cambio compraron por $28 millones una Ford Runner 4z4 modelo 1999, en la que invirtieron hasta otros $20 millones para adecuarla de forma que les sirviera como transporte y como alojamiento.
Tras renunciar a sus trabajos -él en Auteco y ella en una empresa de su familia- viajaron en avión el 20 de agosto de 2017 junto a Chavo, su perro salchicha, desde Cartagena hasta Panamá, no sin antes sortear la tramitología del puerto colombiano que, tras 10 días de diligencias, por poco los hace perder el vuelo y el embarque del carro en el buque que lo llevó hasta Centroamérica.
Con el perro no tuvieron ningún problema en las fronteras ya que llevaban los papeles en regla del ICA. Solo se los pidieron en el cruce de Panamá a Costa Rica.
En Centroamérica disfrutaron de las playas de Costa Rica y apuraron el paso por Nicaragua. Estaban en México durante el terremoto de septiembre de 2017 y pensaron que en vez de un movimiento telúrico, alguien les estaba sacudiendo el carro. Se enteraron al otro día por los mensajes de sus amigos y familiares.
En diciembre de 2017 entraron por Texas a EE.UU. En ese país durmieron en parques naturales, parqueaderos de centros comerciales y en las casas de familiares. Hubo ciudades en las que prolongaron su estancia; en Portland permanecieron por tres meses debido al invierno de fin de año e inicio de 2018.
En Alaska, paradójicamente, solo estuvieron ocho días a finales de marzo de 2018, pues el frío no los dejó. Ricardo recuerda que la nieve cubría sus piernas hasta las rodillas y la neblina hacía difícil la manejada.
Al viaje llevaron 10 mil dólares -cerca de 30 millones de pesos-, pero en el camino recibían donaciones y aportes de curiosos que leían la leyenda “Ayúdanos a hacer nuestro sueño realidad” en una calcomanía pegada al carro. A veces no llegaba nada, otras se aparecía alguien con un billete de 50 dólares. Una tanqueada, 200 millas más.
A Medellín volvieron en agosto pasado. Sara regresó a sus labores en la empresa familiar y Ricardo comenzó en una startup financiera. Ya sueñan con volver.
A veces, cuando se abre una barra de chocolate se descubre que esta tiene algunas manchas blancas. Al ver esto, se puede pensar que el producto está malo. En realidad, debido a que el chocolate tiene poca humedad, casi nunca tendrá hongos. Esta capa blanca, llamada fat-bloom, da cuenta de mal almacenamiento. No se preocupe: aún es comestible.
Se ha preguntado por qué las recetas de repostería piden agregar un poco de sal. Este condimento potencia el sabor en casi todas las preparaciones. De hecho, los receptores que perciben lo dulce y lo amargo en la lengua se vuelven más sensibles cuando hay sal de por medio. Por ejemplo, endulce una taza de café con una cucharadita de azúcar y agregue una pizca de sal: sentirá como si el café tuviera tres veces más azúcar.
Hoy viernes 21 de septiembre se realizará la “Segunda ciclada por la convivencia” entre las 7:30 p.m y las 11:00 p.m, por diferentes vías del Centro y Occidente de la ciudad.
El recorrido comenzará desde Ciudad del Río en el Museo de Arte Moderno, coge hacia el norte por la Av. Industriales para seguir por Carabobo hasta San Juan, de ahí voltea hacia el oriente hasta direccionarse por la Av. Oriental. Luego de Bomboná pasa por el Museo Casa de la Memoria para retomar la Av. Oriental hasta llegar a El Chagualo. Pasa le da la vuelta al cerro El Volador para transitar por el ITM, La Iguaná y coge hacia el sur hacia el Estadio, posteriormente se dirige hacia el Velódromo, San Joaquín para salir hacia San Juan y llegar al Parque de Las Luces.
El calor, la luz y el aire destruyen los sabores de el aceite de oliva. La primera indicación es guardarlos en recipientes herméticos. También es necesario almacenar este y cualquier otro aceite que aporte aroma y sabor a la preparación (ajonjolí, por ejemplo) en lugares frescos y oscuros. Tener el aceite al lado de la estufa es perjudicial y lo único que se logra es eliminar atributos.
La primera regla del maridaje es el placer. Luego, explica el maestro quesero Pierre Davos, ambos productos se deben respetar: “hay que crear una sinergia”. Queso y cerveza no es una combinación habitual. ¿Sabe cómo maridar? El sabor amargo de la cerveza pide quesos complejos y con alto nivel de grasa. El secreto es buscar armonía.
El sabor acaramelado de las maltas tostadas y las notas a pan tostado de esta cerveza, resaltan en boca las notas dulces del Emmental que recuerdan frutas secas y nueces.
La untuosidad del Camembert y su sabor a mantequilla juegan en boca a la perfección con esta cerveza que recuerda el café y el chocolate.
Esta cerveza con notas a frambuesa tiene alta cantidad de burbujas, por lo que va bien con la cremosidad del
Brie.
En boca, este queso de coloración naranja recuerda el sabor de la avellana, luego, la acidez que aparece va muy bien con esta cerveza de sabor cítrico y notas amargas.
Por Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
Takehiro Ohno es figura del Canal Gourmet. Se aleja de los estereotipos preparando cocina japonesa mezclada con sabores latinos.
Por Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
Takehiro Ohno es japonés, descendiente de samurais y eso, tal vez, es lo que le entrega la rigurosidad que lo caracteriza en la cocina. Aunque vivió en España durante varios años, habla español con acento porteño. Cuando llegó al País Vasco no sabía español y, cuenta, aprendió el idioma cocinando.
El destino lo llevó luego a Argentina y, además de conocer un estilo de cocina diferente, allí encontró la fama.
A sus 40 años (hoy tiene 51) presentó un casting para el Canal Gourmet y pasó. “De 24 personas, nunca pensé que yo fuera el elegido”, dice. Estudió nutrición en Japón y luego pasó a la cocina.
Su trabajo es fusión de Japón, España y Argentina. Sus clases magistrales de cocina son más que recetas de Europa y Asia. Cuentan la experiencia de un japonés latinoamericano, junto a la historia, la cultura y la ética milenaria de Japón.
“Para todo hay un momento. Por suerte llegué a la televisión cuando tenía 40 años y tenía mucha experiencia para mostrar. Nunca he tenido miedo de la televisión, sé que cuando cocino no voy a fallar porque ya tengo mucho trabajo. Soy diferente y único, de hecho en mi casting no hice cocina asiática pues eso hace parte del mensaje que quiero enviar: soy un japonés que no hace sushi”.
“Siempre intento aprender algo nuevo cada día, encontrar algo para mejorar, todas las personas que me he topado, me han dado herramientas para armar mi camino. Hace 10 años cuando inicié en El Gourmet empezaba de cero. Antes de cumplir 40 años mi único trabajo había sido en restaurantes como cocinero y vivía mi vida normal de cocinero. Cuando empecé en el canal inicié algo increíble”.
“En los programas de televisión el protagonista no soy yo, son los televidentes. Cuando pienso en las recetas, siempre lo hago pensando en ellos: debe ser algo divertido y sencillo, que ayude a ampliar el gusto en América Latina”.
“Entre temporada y temporada hay casi un año, y en ese año me dedico a estudiar, a aprender y a mejorar. Tengo una responsabilidad social enorme: la cocina me ayuda a tocar vidas y eso es lo que me hace ser mejor”.
“Más que un tipo de cocina, yo elegí un maestro cocinero. Yo lo conocí y quería seguirlo para que me educara y me enseñara cosas de la vida. Él, casualmente, hacía cocina española. Yo necesitaba un gran maestro, sin importar qué tipo de cocina hacía. Con él hice mi camino”.
“En Japón un maestro enseña no a hacer una receta, sino a respetar un ingrediente y a agradecerle al cliente. Para agradecerle al cliente hay que darle una buena comida. Y una buena comida se logra con educación y ética para estar en cocina, es una filosofía de vida que si se aprende, los platos van a salir bien. No es necesario enseñar la técnica, la técnica se desarrolla sola”.
“Extraño mucho eso, no tengo muchos maestros ahora. Me hace falta alguien que me oriente, alguien que me enseñe, que me rete”.
“Es difícil. He llegado a un nivel de autoexigencia que me obliga a retarme a mí mismo. Un practicante que falló en uno de mis restaurantes no lo hace porque se equivocó él, es un error mío: yo no le enseñé bien. No se trata de retar a esa persona, es retarme a mí mismo, ofrecer excusas y brindar soluciones en conjunto”.
Poesía de Lumen, novela de Tusquets Editores, una obra con 12 millones de lectores en todo el mundo, de Debate, cuentos, “apenas siete”, de Frailejón… un menú para todos los gustos.
La Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín es al pensamiento libre lo que la Feria de las Flores es a la antioqueñidad. Los libros jamás se dejan acorralar por el carriel, la boñiga y el zurriago. Este año, con palpables reducciones en el presupuesto y soterradas exclusiones a escritores y pensadores locales, la Fiesta volvió a conmover por el entusiasmo y el tesón de autores, editores y lectores. Bajo la lluvia o a pleno sol, miles de personas dijeron sí y sí y sí al más antiguo de los ocios: la literatura.
Escribir literatura para niños no es un arte: es una dicha. Y editar libros para chiquitolines es faena complicada, casi de piantados, pero con recompensas sin igual. María Fernanda Paz-Castillo, la popular Mafe, es la inspiradora de Cataplum Libros, una editorial que está conquistando el corazón de grandes y chicos con la belleza y el buen gusto de sus libros. Y ningún compañero mejor en esta aventura que el buenazo de Triunfo Arciniegas.
Decir Triunfo en literatura infantil y juvenil es decir el triunfo. En novelas y cuentos, su escritura significa imaginación, ternura, sensibilidad e inteligencia. ¿Quieren comprobarlo? Por favor, busquen Cuando el mundo era así (Cataplum Libros. Con ilustraciones de Álvaro Sánchez y diseño de Camila Cesarino, 2017, 55 páginas). Los niños, que solo mienten por consideración a los adultos, me darán la razón.
Juan Carlos Orrego es un bicho raro. Caramelo escaso. Él se define como “profesor de antropología que escribe cuando puede”. A lo mejor, quién quita. Está vinculado a la Universidad de Antioquia y atiende con solvencia un par de cursos para paralizar de terror al más valiente: Teoría Antropológica II e Introducción a la lingüística. Su desquite es un blog casi iconoclasta en el que se da el gusto de divagar y/o desvariar sobre literatura y/o artificios anexos. El diario se llama Antropólogo de poltrona, como el libro de Sílaba Editores (septiembre de 2018, 236 páginas), que reúne las primeras 50 entradas, aparecidas entre agosto de 2012 y octubre de 2015. Tengo entendido que por exigencias constitucionales la antropología ha de ser circunspecta y más o menos aburrida. Con Orrego se vuelve entretenida. Malinowski me perdone la impertinencia.
¿En un chat de WhatsApp lo dejaron en “visto”? ¿Le tiemblan los ojos? ¿Le pica la lengua? ¿Cree que los gatos no son de este mundo? ¿A cada rato se ve fuera de sí, mirándose? ¿Canta por cantar? ¿Su cuerpo le parece otra cosa? A usted le está haciendo falta una (sobre)dosis de poesía.
Lumen acaba de publicar Darío Jaramillo Agudelo. Poesía selecta (300 páginas), un viaje sin fronteras por la obra de uno de los mejores poetas de Colombia, país de juglares, saltimbanquis y trovadores. El libro recoge desde Poemas de amor, de 1986, hasta El cuerpo y otra cosa, Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura en 2017, pasando por Cuadernos de música, 2008, y sus piezas para piano y violonchelo. Daríojaramilloagudelo, santarrosano de osos y nefelibata como el malicioso Miguel Ángel Osorio, alias Porfirio Barba Jacob, es un poeta único e intransferible.
Doce millones de lectores en el mundo. Traducciones a más de 45 idiomas. Alabanzas de Bill Gates, Barack Obama, Kazhuo Ishiguro, Jorge Wagensberg. Los dos best sellers anteriores de Yuval Noah Harari, Sapiens. De animales a dioses y Homo Deus, son el aperitivo perfecto de 21 lecciones para el siglo XXI, (Debate, septiembre de 2018, 399 páginas).
Harari no es santo de devoción de rezanderos ni beatas. Su prosa es elocuente, sin concesiones, esclarecedora. Porque “en un mundo inundado de información irrelevante, la claridad es poder”. Aquí hallarán respuestas a preguntas sobre el desafío tecnológico, los retos políticos, la desesperación y la esperanza, la verdad y la resiliencia. Guardando proporciones, estas 21 lecciones me recuerdan las Seis propuestas para un nuevo milenio, de Italo Calvino, en el ya lejano 1985. Nunca sobran la lucidez y el escepticismo.
Un escritor fracasado se enamora hasta la médula de la hermosa y enigmática actriz de teatro Irene Damián, protagonista de Medea, antigua tragedia de Eurípides. Lo que parece un idilio feliz al cabo de pocos capítulos se transforma en amarga tribulación. Odio, berrinches, celos, maltratos, fantasmagorías, soledad, melancolía, crimen: una degradación de sentimientos sin retorno. Todo se jode en este mundo cuando un hombre y una mujer se desenamoran y se echan al olvido. Si no, que me corrija José Feliciano.
En Amor ciego (Tusquets Editores, febrero de 2018, 314 páginas), Miguel Torres disecciona el enamoramiento y su contrapartida, el olvido, con precisión y sin anestesia… local o general. El azaroso e impactante desenlace de la novela, que traumatizará a más de un lector, los dejará sin aire, queridos románticos del siglo 21. Se les advierte, pues.
Saltar del periodismo a la literatura es como ponerse a hacer acrobacias en un trapecio sin red de protección. Fallas, resbalas y adiós culito. O, al contrario, aciertas, haces bien lo que sabes hacer y ganas… lectores.
Por la codicia del capitalismo, los tres géneros literarios más relegados de la galaxia Gutenberg son la poesía, el ensayo y el cuento. Que los hermeneutas nos expliquen la vaina. Me limito a declarar: desde chiquito a mí me encanta leer fábulas. Unos pendejos de la cuadra me arrebataban las revistas de cómics. Por eso, me fui quedando con los cuentos en vez de los muñequitos de las historietas. Cosa que ahora les agradezco, pirobos. Y los de Pudo ser así, de Mario Alberto Duque Cardozo (Frailejón Editores, 2017, 93 páginas, ilustraciones de Don Repollo), se leen con placer y regocijo. ¡Lástima que apenas sean nueve!
El restaurante La Matriarca fue el lugar elegido este mes para realizar el Maridaje a 4 Manos, un espacio de encuentro para disfrutar de una buena charla y una buena comidad.
Aún quedan en pie edificios con pasado oscuro. Muchos de ellos han permanecido buena parte del tiempo en estado de ruina, como el caso del Mónaco y que pronto caerá. Otros ahora lucen muy majos.
Por: Daniel Palacio Tamayo
Las miradas por estos días se posan sobre el edificio Mónaco, que tiene sus días contados. De algunas de las otras estructuras levantadas con dineros mafiosos queda sino el recuerdo de cuando estuvieron en ruinas por el abandono, los problemas legales o los bombazos que estremecieron a la Medellín de finales de los 80 y principios de los 90.
Para transformar el espacio donde hoy está el Mónaco, la Alcaldía de Medellín ha recibido más de 460 propuestas de la ciudadanía, empresarios del turismo, artistas y víctimas, a partir de las cuales los participantes de un concurso público de diseño, que se abrirá en octubre, tendrán que inspirarse para trazar una nueva línea arquitectónica, con el reto adicional de construir memoria.
De acuerdo con el secretario privado de Medellín, Manuel Villa, por concurso se determinará si será un parque, un memorial o un museo a cielo abierto. El Mónaco será el primer edificio de estas características en caer; otros han pasado después de un largo proceso por un cambio extremo.
El arquitecto Luis Fernando Arbeláez considera que “en una sociedad como la nuestra, tumbar es un contrasentido”; más bien, agrega, hay que darles a esos edificios un nuevo uso, sin importar su destinación inicial. Arbeláez, afirma que el uso no estigmatiza, pues “el edificio no es persona, es objeto, y es la sociedad la que le da sentidos e interpretaciones”.
“Si se tumba un edificio, se tumba la historia y eso no contribuye a abordarla luego. Tenemos que aprender que la memoria se construye”, afirma Arbeláez quien hace una analogía entre las ciudades y los libros: “por malas historias que algunos cuenten no pueden ser desaparecidos”.
El experto recomienda que todos estos espacios que sean recuperados por la institucionalidad o el sector privado tengan un uso social con el fin de promover una transformación a partir de la apropiación.
Los ejemplos del edificio Dallas y el parque temático Hacienda Nápoles son dos de los más representativos en su transformación, sin embargo, hay otros que avanzan en ese proceso sin necesidad de ser demolidos como el edificio Ovni, donde funciona Mondongos, cerca al Lleras, y el predio Montecasino, ubicado en la zona de la Frontera y hoy tomado en arriendo por una empresa de eventos.
El 19 de abril de 1993, minutos antes de que explotaran los 100 kilos de dinamita en el edificio Dallas —ubicado sobre la avenida El Poblado con la calle 14—, un grupo de hombres les pidió a quienes estaban cerca que “se perdieran”. La prensa del día siguiente cuenta cómo después de ese bombazo, el edificio construido por Pablo Escobar quedó “regado en la calle”, al igual que otras estructuras cercanas que también sufrieron afectaciones.
Diez años después solo habitaba en ese tétrico lugar una familia que encontró ese refugio gracias al olfato de su perro. Durante todo ese tiempo, y mientras avanzaba el proceso de extinción al dominio del bien que estaba a nombre del hijo de Escobar, se vio cómo la estructura fue saqueada. También caían propuestas para un nuevo uso.
Finalmente el bien quedó en poder de la cadena de hoteles Viaggio. La gerente de su sede en Medellín, Sandra Posada, afirma que desde un principio se buscó desarrollar las cualidades de la estructura, pero indica que “su conceptualización no se basó en la historia del predio, la cual no conocemos a profundidad”.
En Colombia la cadena tiene 12 hoteles, en Medellín genera unos 60 empleos directos. Posada afirma que antes de entrar en funcionamiento, hace un poco más de un año, se realizó una “remoción de casi todas las áreas y la ampliación y construcción de una nueva estructura, dado el estado en el que se encontraba”. A partir de ahí buscaron crear un nuevo ambiente con elementos locales “que lleve a los clientes a que disfruten las condiciones de la ciudad”.
Posada reconoce el propio hotel es el resultado no solo del crecimiento de la región, sino de la transformación de la ciudad, lo que ha permitido que espacios que antes fueron símbolos del mal, ahora acojan a los turistas que llegan con fines de trabajo o de diversión. Ahora el propósito de Posada es que la comunidad también se apropie de estos espacios: “en la nueva historia del edificio queremos apostarle al presente”.
En consideración del gerente del parque temático Hacienda Nápoles, Oberdán Martínez, esa gran extensión de tierra tiene una nueva identidad lejos de ser el lugar de la ostentación de quien llegara a ser el hombre más buscado del mundo.
“Se le ha devuelto la dinámica económica al Magdalena Medio, que fue muy golpeada por actores armados. Ahora toda la región resurgió y el Parque ha sido como una forma de aportarle en efectos positivos todo el daño que sufrió”, afirma Martínez.
Esas tierras en el corregimiento de Doradal, en Puerto Triunfo, son una prueba de que, una vez recuperadas por el Estado, es posible realizar proyectos productivos, en palabras del gerente Martínez, “que beneficien al municipio, a los privados y a la comunidad”. Por eso llama a las instancias competentes a no dejar perder en el abandono otros bienes de esas características, que por medio de alianzas con privados pueden ser aprovechados para un beneficio colectivo.
Tras diez años de que Nápoles fuera entregado para su administración a un privado quedan muy pocos referentes de su vida pasada. Se adecuó un museo de la memoria que reconstruye la historia de destrucción dejada por el anterior dueño, la avioneta del ingreso fue pintada con colores acordes con la temática safari, algunas edificaciones han sido derribadas y en otras solo se ha aprovechado su parte estructural.
También hay espacios para la cultura africana, se han construido nuevos símbolos como dinosaurios gigantes, una gran catarata como atracción acuática y los animales exóticos, como hipopótamos y elefantes, están bajo el concepto de libertad controlada, lo que, según Martínez, permite tener a estas especies en las mejores condiciones posibles.
Según las cifras del Parque Temático Hacienda Nápoles el lugar es visitado por más de 400 mil personas al año —como llenar unas 10 veces el estadio Atanasio Girardot— y se tienen más de 150 empleados de forma permanente que se pueden hasta duplicar en temporada alta.
Juan Pablo Valencia Heredia fue nombrado por la Orquesta Filarmónica de Medellín como director residente. Esta figura hace parte de un nuevo proyecto en el cual cada año un joven talento tendrá la oportunidad de trabajar con la orquesta profesional.
Su formación la inició en la Escuela de Música Belén-Las Playas, cuando vivía en el barrio Belén Rincón, del occidente de Medellín. A los 12 años hizo parte de la Red de Escuelas de Música de Medellín. En 2009 se graduó como músico con énfasis en violonchelo en la Universidad Eafit, posteriormente obtuvo el postgrado en este instrumento en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca y en 2015 finalizó su maestría en Dirección Orquestal en Eafit.
“Sueño con crecer al lado de la Orquesta Filarmónica de Medellín, tanto en lo artístico como en lo humano; un crecimiento integral que llegue tan lejos como ambas partes estemos dispuestos. Sueño con que la ciudad pueda estar cada día más orgullosa de su orquesta. Entrar a cualquier barrio con los músicos y que ellos sean referente de calidad artística y de nuestra ciudad ante el mundo. Ser una marca de Medellín que se viva en todos los rincones”, le dijo Juan Pablo Valencia a Vivir en El Poblado.
Con 32 años, Valencia ha dirigido la Filarmónica Joven de Colombia, la Sinfónica de Eafit, la Sinfónica Nacional de Ecuador y la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia. Durante dos años fue el Director nacional sinfónico de la Fundación Nacional Batuta.
El maestro Andrés Orozco-Estrada se refirió a esta nueva etapa profesional de Juan Pablo: “Es un joven con muchas cualidades artísticas y humanas. Es un director que está dispuesto a entregar su pasión y disciplina al servicio de la música, por lo tanto me parece muy adecuado que la Orquesta Filarmónica de Medellín emprenda esta nueva etapa con esta gran promesa de la dirección orquestal”.
Juan Pablo iniciará su labor en octubre de 2018. Será quien trabaje con la planta orquestal en todos los procesos artísticos y pedagógicos de la organización.
Influencias y sueños
“Fue un amor a primera vista, en esa época había docentes que presentaban los instrumentos. Cuando miré la posición del violín, no fue atractiva para mí. El contrabajo me encantó, pero yo era muy chiquito, es gigante, me monté en varias sillas, pero realmente no podía por mi estatura.
En ese momento no había profesor de violonchelo, pero me acuerdo de que en una esquina estaba el instrumento acostado, lo agarré y lo comencé a tocar como una guitarra. El profesor me dijo que así no se tocaba, me mostró cómo se hacía; le dije, no me importa cómo se toque, este me gusta. Luego llegó un profesor y ahí me encaminé.
Fue un sonido muy natural con el que me conecté de forma rápida, desde ahí comencé a construir una carrera muy bonita que ya tiene 20 años”.
“Destaco a Juan Guillermo Ocampo, director del programa, a y Wílber Corrales, director de la Escuela de Música en la Fundación Amadeus. Después apareció mi profesor de chelo formal, es un cubano, Pavel Tejeda. Nunca se me va a olvidar porque él venía de una formación rusa y fue muy estricto en mi proceso con el instrumento”.
El venezolano, Rubén Coba fue director mío en orquestas infantiles y juveniles.
Recuerdo mucho a mi maestro Ludmil Vassilev, búlgaro que ahora es profesor en la Universidad de Antioquia. En mi postgrado me acompañó Mario Díaz Leal, principal de chelo de la orquesta de Castrillón en España, y cuando integré la Orquesta Sinfónica de Eafit, los últimos 5 años tuve la oportunidad de ser el principal de violonchelo.
Cuando hice la maestría en dirección tuve el acompañamiento de la maestra Cecilia Arango y del maestro Alejandro Posada.
Cada uno de los directores y músicos que pasan son como una master class”.
“Quisiera ser director titular de orquesta profesional a nivel mundial, teniendo como referentes a los maestros Alejandro Posada y Andrés Orozco Estrada. Otra de mis líneas es poder ser un puente activo para las futuras generaciones, que tengan mayores oportunidades y experiencias en los lugares donde esté desarrollando mi carrera profesional”.
La filósofa y la diseñadora industrial, gracias a su sensibilidad se convirtieron en referentes, en cazatalentos, en formadoras en la industria del modelaje desde Medellín y con efecto nacional, en esos días del año 2002 en que Informa cumplía sus 15. Continúan vigentes y con un mapa de acción de alcance aun mayor.
Aunque las ciudades no son un relato, sí tienen hilos conductores; los caminos, calles, andenes y autopistas suelen asociarse con lo estructural.
Por Miguel Mesa (Mesa Estándar) / [email protected]
Por ejemplo, hablamos del sistema de transporte masivo metropolitano como el esqueleto de la ciudad. Y no falta razón a quienes piensan así, pero también hay lugares o cruces -esquinas, parques, plazas, jardines y bosques suburbanos-, que por su condición o encadenamiento propician y fundamentan la civilidad o la vida armónica. Estos espacios nos permiten ir más lento y encontrarnos con gente a una velocidad apta para conversar o reflexionar. Es el caso del conjunto que arman el Parque de los Pies Descalzos -1999-, Parque de los Deseos -2003-, Biblioteca EPM -2005- y el Parque Arví -2011-. A primera vista parecen obras independientes que ocupan realidades específicas, sin embargo, comparten entre ellas un origen y unas características. Fueron encargadas por EPM y Comfama a Felipe Uribe de Bedout en un lapso de doce años, arquitecto que se ha especializado en el diseño de espacios públicos activos, duraderos, generosos con el visitante, dispuestos al uso y el abuso del público, acondicionados con espejos y chorros de agua, areneros, jardines, árboles y mobiliario urbano lúdico de gran calidad. Las tres primeras obras transformaron áreas difusas de la ciudad en entornos atractivos y cualificados, en espacios que acogen al visitante y promueven el intercambio ciudadano: bañarse descalzos en chorros de agua, leer de cara al Parque de la Luz, acostarse a ver cine en una plataforma de piedra. En cambio, el Parque Arví, ofrece un bosque en las afueras de la ciudad para pasear y descansar, hacer picnic y caminar. La arquitectura de estos cuatro conjuntos está dada al ciudadano, es penetrable, confortable, protege del sol y la lluvia, invita a recorrerla, se mezcla con el suelo público, atiende el día y la noche, y nos ofrece vistas hermosas. Pero lo más interesante es que estas obras constituyen un modo de recorrer y conocer Medellín. Es viable disfrutarlas por separado, o encadenarlas mediante el metro y conocerlas en un día, culminando por ejemplo con un descenso sobre Medellín en la cabina del metrocable. Una ruta como esta, es el tipo de cosas que en una ciudad podemos llamar patrimoniales, espacios que debemos cuidar y replicar.
Arquitecto: Felipe Uribe de Bedout / Edificio Guaca – Parque Arví
El críquet deporte nacional indio es promovido por los cerca de cien habitantes de este país que viven en Medellín.
Por Sebastián Aguirre Eastman /
Con más de dos mil millones de personas, se calcula que la Copa Mundial de Críquet es el cuarto evento deportivo con más audiencia en el planeta, solo por detrás del Mundial de Fútbol, los Juegos Olímpicos y el Mundial de Rugby. Un hecho sorprendente si se tiene en cuenta que este deporte solo se juega de forma regular en 12 países -aunque 103 son miembros de la Federación Internacional-, la mayoría que integran la Mancomunidad Británica (que comparten lazos históricos con el Reino Unido).
En India, el críquet es el más popular, más que el fútbol incluso, con estadios cuya capacidad supera los 60 mil asientos. Su equipo ha ganado en dos ocasiones el Mundial.
De este lado del mundo, en específico en Ciudad del Río, se calcula que viven más de cien indios, entre ellos Balaji Krishnan. Han venido llegando desde hace una década a Colombia, junto con ciudadanos de Inglaterra, Australia, Suráfrica, y no encontraron ni críquet, ni federación, ni clubes y, menos, lugares para jugar.
Esa fue una de las razones, comenta Balaji, para que en 2010 comenzara a formarse una comunidad de practicantes de este deporte en Bogotá, Cali y Medellín.
Al principio fue difícil, afirma Balaji. Recuerda que en la primera convocatoria que hicieron en Medellín solo fueron seis personas “locales”, que estaban interesadas en el deporte, pero no tenían idea de cómo jugarlo. Lo otro era conseguir el campo, hasta que lograron hacerse a un espacio en el colegio Colombo Británico de Envigado, donde todo comenzó.
La creación de un grupo en Facebook llamado Medellín Cricket Club, que fue sumando integrantes, en especial de ciudadanos de los países donde sí se practica, también fue clave. Llegaron australianos, ingleses, sudafricanos, y con ellos ya hubo juego.
A la par, había otros movimientos similares en Bogotá y Cali, y comenzaron los intercambios con los clubes que allí se formaban.
Tras los primeros movimientos, Balaji cuenta que lograron conseguir un mejor lugar para practicar, en el estadio de béisbol de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, dadas las similitudes entre ambas disciplinas.
Sin embargo, la disponibilidad no siempre está garantizada, pues en ocasiones hay programación del deporte para el cual fue construido el escenario, y por tanto solo pueden encontrarse los domingos, si no hay eventos allí.
“Esto nos ha puesto más dificultades, pues a veces no logramos tener continuidad en las prácticas”. Un problema no menor, si se menciona que un test match (así se les llama a los encuentros en el críquet) pueden durar entre tres y cinco días.
Tres veces al año, en marzo, julio y noviembre, los equipos de Medellín, Bogotá y Cali se reúnen en cada ciudad para disputar el torneo nacional. De estos encuentros son escogidos los mejores jugadores para conformar la Selección Colombia que, por ejemplo, representó el mes pasado al país en el Suramericano de Críquet que tuvo por sede la capital de la República.
Asistieron Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Guyana, México, Perú y Colombia. El ganador fue el seleccionado mexicano y nuestro país ocupó la cuarta posición.
En la mayoría de estos equipos juegan deportistas que como Balaji provienen de los países con tradición en el críquet. De hecho su esposa, Srividhya Srinivasan, disputó el torneo con Perú.
Conformar un equipo local femenino es una de las tareas que tiene en la actualidad Balaji. Por el momento la convocatoria no ha resultado exitosa y las que juegan también son de la comunidad india y de países cercanos.
Otro de los planes es conformar un club afiliado a las entidades deportivas, que les permita masificar el críquet. Una dificultad ha sido su disponibilidad de tiempo, pues los practicantes suelen tener múltiples ocupaciones profesionales y no tienen la posibilidad de dedicarse a dichas gestiones, pero esperan obtener el apoyo de la dirigencia y lograr su meta.
El críquet es parecido al béisbol, pues se juega con una pelota y un bate. Se enfrentan equipos de once jugadores cada uno, en el que gana el que más carreras anote, pero con la diferencia respecto al béisbol de que en el campo están dos bateadores a la vez, ubicados en extremos opuestos, y la carrera se contabiliza cuando, después de batear lo más lejos que se pueda, el corredor llega al otro extremo, cuantas veces pueda mientras el rival recupera la pelota.
Los once jugadores pasan al turno del bate, y el equipo contrario debe poner por fuera (out) a diez para finalizar la entrada. Hay partidos que se juegan a dos entradas y los partidos duran entre tres y cuatro días en algunas ligas como en Inglaterra y Nueva Zelanda, y cinco en los test match (juegos internacionales entre los miembros de la Federación Internacional de Críquet).
En la naturaleza rara vez se produce basura. Los desechos de algún organismo son un insumo para otro. Los humanos no hemos sido tan buenos para imitar estos comportamientos.
La naturaleza funciona en círculos, no en líneas. El ciclo del agua, por ejemplo: el agua del mar se evapora, se forman nubes que viajan a la montaña, llueve, se forman ríos, estos llegan al mar y empieza nuevamente el ciclo. Existen muchos otros, como los del nitrógeno y el fósforo (nutrientes esenciales para la vida en el planeta), el del carbono (alterado en gran medida desde la Revolución Industrial), y el alimenticio (los animales comen plantas, otros animales comen esos animales, estos a su vez mueren y se convierten en alimento para hongos y microorganismos, que a su vez producen nutrientes para las plantas… y empieza nuevamente el ciclo).
En la naturaleza rara vez se produce basura. Los desechos de algún organismo son un insumo para algún otro organismo. De manera elegante, todo lo que es inútil para unos, se convierte en algo útil para otros. Los humanos no hemos sido tan buenos para imitar estos comportamientos. Por el contrario, hemos diseñado sistemas profundamente lineales. En particular, el sistema económico dominante promueve un comportamiento lineal que se puede resumir en cuatro etapas: extracción, producción, consumo y desecho.
Para muchos (no todos, desafortunadamente) es claro que habitamos un planeta finito. Hay una cantidad finita de hierro, petróleo, oro, plata y agua. Nada se crea de la nada y muy poco llega del espacio exterior. El hierro, el oro y el petróleo provienen de algún lugar y van a parar a otro, y ninguno se renueva: los dos primeros se formaron hace millones de años en una estrella lejana, el otro requirió también de muchísimos años y condiciones geológicas particulares para formarse. Llamamos estos recursos no renovables.
Por otro lado, están aquellos que llamamos renovables, como la madera. Sin embargo, hasta estos tienen una capacidad limitada de renovarse y no se puede dar por sentada su disponibilidad. Pensemos en una cuenta de ahorros: si saco más dinero del que meto, es cuestión de tiempo hasta que me quede sin dinero. De igual manera, si talo más árboles de los que siembro (y dejo crecer), es claro que un día no habrá más madera.
Finalmente hay otro grupo: la gran variedad de materiales creados por el ser humano. No todos son malos, raros o tóxicos, pero muchos lo son. La naturaleza no ha tenido el tiempo que necesita para encontrar la manera de deshacerse de ellos de la misma elegante manera.
Los materiales no renovables no se renovarán (por definición), los renovables que no se exploten de manera sostenible no se renovarán, y los raros o tóxicos que se dejen tirados tardarán mucho tiempo en transformarse y harán mucho daño al ambiente en el proceso. Sin embargo, un cambio de pensamiento puede disminuir el impacto y mejorar las condiciones que están ocasionando las crisis ambientales que vivimos.
El pensamiento de ciclo de vida tal vez nos puede ayudar. Aunque puede llegar a ser tan complicado como para merecer estudios científicos complejos, cada quien puede formularse preguntas sencillas:
Es difícil cambiar el mundo, pero hay algo muy potente que se llama microrrevoluciones.
¿Qué hace cada uno de nosotros en su casa, cada día, para impulsar el cambio que se necesita? Alguna vez vi una frase que nos invita a asumir nuestro rol: “sé el cambio que quieres ver en el mundo”.