Algunos ciudadanos opinaron cuáles medidas podrían mejorar la movilidad en Medellín, estas fueron sus respuestas.
Algunos ciudadanos opinaron cuáles medidas podrían mejorar la movilidad en Medellín, estas fueron sus respuestas.
Luigi Gaudenzzi de los restaurantes il Castello y Da Filippo nos comparte esta sencilla receta para preparar pastas en casa.
Para los que disfrutan de la exploración chocolatera, les tenemos tres opciones para que prueben.
Liliana Molina es el talento detrás de Moré, que desde 2008, y tras especializarse en chocolatería en Bélgica, descubrió que Colombia tiene todo para generar el mejor cacao posible. Hoy trabaja en alianza con cultivadores de cacao del Urabá y el Magdalena Medio. En su tienda en Laureles ofrecen bombones, barras, chocolate para preparar en taza, entre muchos otros productos, además de realizar catas especializadas. www.chocolateriamore.com.
Postres, galletas, trufas, bebidas frías y calientes, además de barras y bombones, son algunos de los productos que ofrece Me Late Chocolate en su tienda del barrio Provenza, elaborados de forma artesanal con chocolate colombiano. Ofrecen también un completo portafolio de chocolates corporativos y atención de eventos; además en 2016 comenzaron con el proceso de transformación completa desde el grano de cacao hasta el producto final. www.melatechocolate.com.
Desde el Pacífico colombiano, Chocó y Tumaco, llegan los cacaos con los cuales Tilín Tilín prepara sus barras, bombones, chocolate en taza y demás productos, con porcentajes de 70, 76 y 90 y novedosas propuestas como la de guandolo limón, endulzado con dos tipos de panela orgánica. A finales de 2018 lanzaron además su versión vegana con almendras e incluso chocolate vegano blanco. Su tienda está también en el barrio Provenza. https://tilincacao.com.
Voces de los gremios de ingeniería hablan sobre el futuro del Túnel de Oriente. ¿Será suficiente para la demanda de tráfico que se avizora?
Tan solo seis años después de su entrada en funcionamiento, el Túnel de Oriente experimentará su capacidad máxima de tráfico para el que fue diseñado en su calzada sencilla, según explicó el ingeniero Jaime Ramírez, experto en túneles y miembro de la Junta Directiva de la SAI.
“Tiene capacidad para recibir tráfico en ambos sentidos hasta el año 2025, porque no todo el tráfico irá por el túnel”, advirtió Ramírez, quien aseguró que una vez se finalice el segundo tubo o la doble calzada de la obra tendría una capacidad para más de 50 años.
Para Hugo Ospina Cano, presidente del gremio de ingeniería ACIEM – capítulo Antioquia, la obra necesita que también se construya un intercambio vial en la glorieta de Sandiego para descongestionar el empalme de Las Palmas con la 33, además aprovechar el túnel auxiliar para desarrollar por allí transporte masivo eléctrico.
A Ramírez, en cambio, la segunda calzada vehicular le parece la mejor opción “porque para eso fue diseñado”. Agrega que el sistema masivo tendría que subir casi 200 metros desde la zona plana hasta la boca del túnel en un corto recorrido, mientras que la continuidad del tranvía, según él, se enfrenta a la discusión en relación con su capacidad de movilizar pasajeros versus el espacio ocupado.
El ingeniero de la SAI recuerda que desde 1998 en la gobernación de Álvaro Uribe Vélez y su secretario de Obras, Andrés Uriel Gallego (q.e.p.d.), se explora la posibilidad de la conexión expedita por medio de un túnel entre los valles de Aburrá y San Nicolás.
Según recuerda Ramírez, hubo seis propuestas, incluyendo un túnel entre Los Balsos y La Fe, pero “el más práctico y menos dañino para el medio ambiente” era el que finalmente se decidió en la gobernación de Luis Alfredo Ramos (2008 – 2011).
“El proyecto original, de 1998, era una sola vía con dos carriles, sin embargo en el estudio realizado en el periodo de Ramos, la concesión Túnel Aburrá Oriente propuso disponer una doble calzada, para el momento en que el tráfico congestione el primer tubo”, explica el miembro de la SAI, quien también indicó que se dejarán las franjas de terreno compradas para que, cuando haya necesidad, se construya la doble calzada.
Tenga en cuenta los cierres que se realizarán desde este sábado 2 de febrero en la avenida Regional, costado oriental, con el fin de adecuar las vías de acceso al deprimido de Parques del Río, informó la Secretaría de Infraestructura.
El primer cierre se efectuará desde este sábado 2, a las 9:00 p.m., en la oreja de la calle 30 que conecta con la Regional. Esta medida aplicará hasta el lunes 4 de febrero a las 4:00 a.m. Así mismo, la calzada oriental de la Regional estará cerrada entre las calles 25 y 36, entre las mismas fechas y horario.
Además, la Secretaría agregó que el plan es que estos trabajos se adelanten hasta finales de marzo, cuando se tiene estimado iniciar la apertura del deprimido en los carriles más cercanos al Río y de manera progresiva.
Debes estar atento a los cierres y modificaciones viales en la Av. Regional por obras de Parques del Río desde el 2 de febrero. Recuerda tomar vías alternas y conducir con cuidado. #InfraestructuraYConfianza pic.twitter.com/UsYBpfpPgY
— Alcaldía de Medellín (@AlcaldiadeMed) 1 de febrero de 2019
En abril de 2010 la Alcaldía presentó el proyecto de la calle 4 sur como “el puente más grande del país dentro de una ciudad”. No se midieron en elogios los funcionarios de la administración de Alonso Salazar, quienes lo anunciaban como una solución de movilidad e inclusión de la comunidad mediante obras de paisajismo y urbanismo. “Queremos que se constituya en un símbolo de Medellín”, dijeron.
La obra se anunció por valor de 100 mil millones de pesos. Nueve años después ¿cierto que algo muy grande quedó faltando? ¿Cierto que la solución de movilidad no fue tal?
Cuando los acontecimientos se aceleran en este país, Colombia de los colombinos, me pregunto, no sin desánimo, ¿para qué los libros? ¿Para qué leer? ¿Para qué la ficción? ¿Para qué la literatura? Y casi siempre me respondo igual: yo leo para dejar de ser lo que soy.
¿Derrotismo? ¿Resignación? ¿Iluminación? Leo para ser otros. Leo cuentos para ser el aserrador que pasa y sobrevive. Leo novelas para sentir la brisa del Magdalena antes del cólera. Leo ficción para ser Sartoris o el coronel Aureliano Buendía o un rebelde de Canudos. Ya dije: leo para dejar de ser.
Valentina Toro escribe y dibuja por mero goce pagano. Capaz de idear una historia sobre la amistad entre un niño y un perro, tiene también la sabiduría para ilustrarla con trazos sensibles y precisos. Nada escapa a su doble pluma de dibujante y narradora: los detalles en las miradas de los dos amigos, las expresiones de candor o complicidad, el encadenamiento del relato, la brumosa estabilidad de esta relación tan cotidiana y, a la vez, tan insólita. ¿Quién ama más a quién? ¿El perro al niño? ¿El niño al perro?
Ojear o leer Un perro (Frailejón Editores, 2018) es una delicia que no se agota a la primera vez. Al terminar, dan ganas de volver a empezar el libro en un bucle incesante. Como todas las obras de la casa editorial de Iván Hernández y Pilar Villegas, esta es una joya de filigrana: conjuga exquisitez con liviandad. Lo que se merecen los cuentos y dibujos de Valentina…
La literatura policíaca está de moda. Con estilos y protocolos al gusto de cada cual, polizontes, investigadores privados, soplones o criminales campean en miles de páginas. Distintas personalidades y un mismo objetivo: el restablecimiento del orden. Porque así te proclames anarquista, no soportarías vivir en el caos.
En Disparos en la noche (RBA Serie Negra, noviembre de 2013, 1.148 páginas) se recopilan los cuentos completos de Dashiell Hammett (1894 – 1961), pionero del género policíaco. Agente de la Pinkerton’s National Detective Agency, Hammett alcanzó la fama con Cosecha roja (1929) y El halcón maltés (1930). Sus personajes, el agente de la Continental o Sam Spade, fijaron el prototipo del detective sagaz y rudo, realista, desconfiado a ultranza y hastiado de la corrupción. ¡Hammett, Hammett, Hammett!
¿Te gustan los libros grandes, aunque sean gruesos? ¿Te gustan las novelas de guerra con romances e intriga? ¿Te gustan los best sellers? Entonces con Tú no matarás (Plaza & Janés, octubre de 2018, 991 páginas), de la exitosísima escritora española Julia Navarro, saciarás tu hambre y sed de justicia ficcional.
Ambientada en Madrid, Alejandría y París, la novela cuenta la historia de tres jóvenes amigos (Fernando, Catalina y Eulogio) durante la guerra civil española con sus congojas y fantasmagorías. La autora, como en otras ocasiones, “indaga sobre el peso implacable de la conciencia y el transitar por esa frontera inhóspita que separa el bien del mal”. O sea, dos temas espinosos que trata con un lenguaje sencillo, directo, fácil de leer y de asimilar. Y rinde su homenaje a editores y librerías. Porque, al parecer, ella también lee para dejar de ser.
La literatura infantil es asunto de adultos, mientras más cuchos, mejor. Como Octavio Escobar, el escritor colombiano con más premios por metro cuadrado. Me ahorro la lista para que no me digan envidioso. Se los merece cada uno sin discusión. A mí Octavio me parece un escritor sin fisuras, serio y culto, intransigente con el facilismo o la frivolidad. Osado y versátil, por lo demás.
El viaje del príncipe (Panamericana Editorial, noviembre de 2018, 56 páginas) es una muestra de tal audacia. Con ilustraciones de Olga Cuéllar, este cuento para niños de cuatro a ocho años, es una aventura casi onírica, un bofetoncito a la vida ordinaria. Está escrito con lucidez y cierto desapego, dos rasgos que Octavio comparte, quizás sin proponérselo, con el conde de Saint-Exupéry y con Charles Lutwidge Dodgson, alias Lewis Carroll. Bendito sea mi Dios, según decía mi abuelita.
Las almas descalabradas subsisten entre el cielo y el infierno, pero acá en la Tierra. El sufrimiento descuartiza sus deseos. La soledad, como una hiedra, encapucha la voluntad. El desasosiego los inmoviliza, deprime, mata.
Piedad Bonnett lleva años tratando de esclarecer el misterio del dolor y de las ausencias. Ahora con Donde nadie me espere (Alfaguara, noviembre de 2018, 205 páginas) ha creado a Gabriel, un millennial entrañable, desesperado, que busca escapar y ser feliz, como tantos de nosotros. Es un libro íntimo y atormentado. Narrada en primera persona, a veces con vértigo, otras con modosa ternura, bellamente escrita, esta novela muestra y demuestra, por contraste, el poder invencible del amor.
La ilustración de la cubierta, creada por José Antonio Suárez Londoño, un tipo raro que dibuja en silencio y con los ojos casi cerrados, presagia lo que ha de ser este viaje hacia el lugar donde nadie nos espera.
Paco de Lucía, ese guitarrista sin deudas con el mundo, compuso hace décadas una rumba flamenca, Entre dos aguas, capaz de alegrar a la más lúgubre de las estatuas del Cementerio de San Pedro. Con un título parecido, el periodista Esteban Duperly se la mete toda a la escritura de ficción y se faja una novela plena del regocijo de la buena literatura.
En Dos aguas (Angosta, diciembre de 2018, 199 páginas), Esteban se inventa los encuentros y desencuentros de dos criaturas de las antípodas: el judío Bernhardt y el negro Boga. El agua dulce de los ríos se mezcla con el agua salada del mar mientras estos dos seres se arraigan a sus diferencias o se desenredan en sus semejanzas. Aunque lo disimula muy bien, a Duperly se le desborda la picardía en todo lo que dice o no dice, incluso en este breve texto de confianza y sobriedad. Un novelista es novelista, o no es nada. ¡Chapó, Esteban Duperly!
Desde el 19 de diciembre se conoce el ganador del proyecto de diseño que reemplazará al edificio Mónaco. La fecha fue entregada por el Alcalde de Medellín y hoy se conoció la hora de la implosión: será a las 11:00 a.m. del viernes 22 de febrero.
Esta semana la Empresa de Desarrollo Urbano ha realizado la socialización con los vecinos del protocolo de seguridad para ese día. Deberán evacuar los edificios que están en un perímetro de 100 metros alrededor del edificio que fue propiedad del narcotraficante Pablo Escobar.
En ese perímetro se harán actas de vecindad, para cubrir posibles daños. La evacuación incluirá mascotas.
La empresa Atila será la encargada de la implosión controlada. Esta ya realizó el mismo procedimiento con los edificios Space y Bernavento. El proceso de desmonte de elementos no estructurales del edificio avanza sin inconvenientes. Ya han sido retiradas puertas, ventanas, tubos, vidrios, rejas y lo que aún quedaba de lavamanos, inodoros o cocinas.
En la estructura son evidentes los trabajos, pues ya se ven los espacios abiertos para instalar los explosivos y los lugares estratégicos que se necesita para que el edificio caiga.
La caja fuerte que ocupaba una habitación del apartamento del extinto narcotraficante será desmontada y con ella se hará una escultura, como parte de la estrategia que tiene la Alcaldía de Medellín de contar la historia del narcotráfico desde la legalidad.
Para la Alcaldía este edificio es “quizá el mayor símbolo de la ilegalidad que se mantiene en pie en Medellín”.
Así invita el Alcalde, Federico Gutiérrez, a algunos líderes a la implosión: “En todas las sociedades los símbolos son de gran importancia. Y los símbolos se convierten en referentes. Parte de esta lucha es acabar con los referentes de la ilegalidad. Por eso, el 22 de febrero de 2019 a las 11:00 a.m. derribaremos el Edificio Mónaco”
Vale recordar que el Mónaco fue construido entre 1983 y 1984 y nunca obtuvo licencia definitiva de construcción.
El 13 de enero de 1988 detonó allí un carro bomba con 80 kilos de dinamita. El hecho causó tres muertos y diez heridos.
El 19 de febrero de 2000 cuando estaba bajo la custodia de la Dirección Nacional de Estupefacientes, un grupo armado entró con fusiles de asalto y minutos después detonó una carga explosiva de 40 kilos.
En 2013 un estudio de la Universidad Nacional de Colombia concluyó que “la estructura existente es vulnerable y no cumple con la normatividad de sismorresistencia; no cuenta con red eléctrica, ni hidráulica, ni de acondicionamiento de aire, a la vez que, realizar desarrollos civiles de repotenciación del edificio tendrían un costo de más de treinta y tres mil millones de pesos”.
Se necesita que el proceso de “formación” de una sociedad sostenible sea exitoso. Es urgente que se logre “cultivar” una civilización justa y respetuosa de la naturaleza.
Hablar sobre desarrollo sostenible puede ser complicado. Más allá de decir que es “el balance entre lo económico, lo social y lo ambiental” o “un uso de los recursos que garantice su disponibilidad en el tiempo”, es interesante discutir las razones para buscar que el desarrollo sea sostenible y analizar cómo desde diferentes sectores se puede contribuir a que se logre.
Como no siempre hay tiempo de sobra para conversar, yo mantengo a la mano una definición: el desarrollo sostenible es un modelo que propende por un acercamiento de la humanidad a los ideales éticos que esta, de manera más o menos consensuada, se ha trazado.
Los debates alrededor del surgimiento y la legitimidad de estos ideales son interesantísimos, pero no hay espacio para esa discusión aquí. Sin embargo, los puntos a los que me refiero están casi exentos de polémica, al menos en lo que a la intención se refiere. Es decir, pocas personas rechazarían un desarrollo que se dé en paz, que respete los derechos humanos, que sea equitativo y no deje a nadie atrás, que reconozca que la naturaleza es el soporte de la civilización y no la destruya. Y esos esfuerzos por acercarnos a los ideales de la humanidad forjando una sociedad en la que la armonía caracterice las relaciones de los humanos (entre ellos mismos y con los otros elementos de la naturaleza a la que pertenecen), son, en principio, el desarrollo sostenible.
Estos ideales son cambiantes, por supuesto, y se van afianzando y van evolucionando en el imaginario colectivo de la humanidad de una manera supremamente compleja. Esto hace que lograr su sana incorporación (no impuesta con violencia) en la vida práctica no sea para nada fácil. Pero hay que hacerlo. Hay que darle una forma sostenible a la civilización para evitar la destrucción de los ecosistemas globales y para vivir de una manera que valga la pena, pues, como se menciona en el cierre del libro Los límites del crecimiento, “el quid de la cuestión no es sólo si la especie humana sobrevivirá, sino más bien si logrará hacerlo sin caer en un estado de existencia mezquina”. Se necesita entonces que el proceso de “formación” de una sociedad sostenible sea exitoso. Es urgente que se logre “cultivar” una civilización justa y respetuosa de la naturaleza. En otras palabras, se necesita educar para lograr una cultura sostenible.
La educación es eso: un proceso de (auto)formación de una estructura humana de conocimientos, valores, actitudes, habilidades que nos permiten interactuar con el mundo. Es, como lo dice Gabriel Jaime Arango Velásquez en su libro Valor social de la educación y la cultura, una herramienta cultural y por ende es determinante en la creación de hábitos, comportamientos y relaciones.
Para el sector educativo, la ampliación de la cobertura de la educación es un asunto de grandísima importancia. Se ha reconocido, además, que, si no se trata de una educación de calidad, aumentar la cobertura no tiene mucho sentido. Pero falta profundizar en las discusiones sobre lo que significa la calidad. Esta no puede medirse únicamente (ni siquiera predominantemente) en función de lo que se esté aportando al mercado laboral en términos de producción de dinero. ¿Educar para qué, entonces? Para dar lugar a seres humanos íntegros, a una ciudadanía responsable. Educar para el desarrollo sostenible.
Como nos dice la Unesco, se necesita “un replanteamiento del modo en que nos relacionamos los unos con los otros y del cómo interactuamos con los ecosistemas que sustentan nuestras vidas”. Esto, también en palabras de la Unesco, es lo que propone la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS): que podamos “tomar decisiones fundamentadas y adoptar medidas responsables en favor de la integridad del medio ambiente, la viabilidad económica, y de lograr la justicia social para las generaciones actuales y venideras, respetando al mismo tiempo la diversidad cultural”.
Ayer inició una nueva edición del Hay Medellín. El músico mexicano, guitarrista de la legendaria banda Café Tacvba, es uno de los invitados.
Por: Claudia Arias Villegas
Su rol más reconocido está en la agrupación de rock, pero Joselo Rangel también escribe, no solo canciones, sino opinión, relatos cortos y ahora una novela –Los desesperados–. Regresa a Medellín, esta vez por invitación del Hay Festival, para compartir con Juancho Valencia, uno de los más importantes protagonistas de la nueva música colombiana, en una charla este jueves 31 de enero a las 5:30 p.m. en el Museo de Arte Moderno de Medellín. Entrevistamos a Rangel, vía correo electrónico, antes de su llegada.
Escribir música, opinión, relatos cortos, novelas, ¿qué diferencias hay entre los géneros?
“Escribir canciones viene de mis sentimientos: amor, desamor, odio, rabia, tristeza, alegría. En las canciones que escribo con mi guitarra canalizo todo eso. La música es muy inmediata, no necesito pensarla tanto, de eso se trata: de no pensar, solo sentir. Con las columnas pasa lo contrario, es un lugar para reflexionar, investigar, indagar. Los relatos, la ficción, me sirven para fantasear, imaginar situaciones que no sucedieron, se me da de manera muy natural. Me gusta fantasear bastante”.
“Antes de los libros existía la tradición oral, antes de los escritores existían los trovadores que iban de pueblo en pueblo contando ‘noticias’ en forma de canción. Para mí literatura y música no están tan separadas. Para que un texto conecte, ya sea ficción o poesía, debe tener ritmo, un término que viene de la música; da la impresión de que están muy separadas en la actualidad, pero el premio Nobel de literatura entregado a Bob Dylan aclaró muchas cosas; por eso fue tan polémico”.
“Desde hace más de 10 años tengo una columna semanal en el periódico Excélsior, de México. Eso me dio la disciplina, escribir y entregar un texto cada semana. Soy muy obsesivo, lo cual puede ser un defecto, pero en mi caso es una bendición, me sirve para lo que hago. En 2014 me inventé un blog en donde subí un cuento cada semana, de esos 52 cuentos (unos muy buenos, otros malísimos; unos cortos, unos largos) salió mi primera colección de relatos One hit wonder. Había varios cuentos cuyos protagonistas eran los integrantes de una banda llamada Los desesperados, y al reunirlos me di cuenta de que estaba escribiendo una novela, la cual continué, siguiendo las distintas líneas argumentales que iban apareciendo”.
“Para mí es muy fácil: si tengo una guitarra en las manos estoy en “modo” músico. Si tengo un teclado enfrente estoy en ‘modo’ escritor”.
“Se complementan muy bien. Hay muchos ‘tiempos muertos’ al andar de gira, esperando en salas de abordaje o en cuartos de hotel a que sea la hora de subirme al escenario. Tengo que ser muy consciente de en qué voy a ocupar mi tiempo. Como ya no bebo alcohol, ya no puedo ni quiero matar tiempo en el bar, prefiero hacerlo leyendo o escribiendo”.
“Es un gran halago, Bef es mi amigo desde hace décadas, juntos hacíamos un fanzine de ciencia ficción, terror y policiaco llamado SUB. Pero hay personas a las que no conozco que me han hecho halagos parecidos y muy extraños: ‘Odio a Café Tacvba, no los soporto, pero tus cuentos y columnas me encantan, no me las pierdo’. Me lo han dicho varias veces y no sé si sonreírles o enojarme”.
“La música es muy inmediata y por lo tanto es mucho más veloz que la literatura. Esa es la diferencia básica: la velocidad. Cuando visito una ciudad con mi grupo no tengo oportunidad de dar una vuelta o conocer, pero cuando voy a un festival de literatura, sí lo puedo hacer. Lo mismo en las presentaciones: en un concierto no se puede dialogar con el público, pero en el contexto del Hay Festival sí, de hecho, eso es lo que se busca”.
“¡Nos gustó mucho! Alternar con Puerto Candelaria estuvo increíble. Y el público respondió con mucha energía. Es una lástima que haya pasado tanto tiempo, esperemos que no vuelvan a pasar otros cinco años para volver a tocar”.
“Sí, estoy escribiendo la segunda novela, ahora sí desde cero, pensándola como novela y me está gustando y al mismo tiempo me da más trabajo. Estoy viviendo toda la experiencia que alguna vez había leído que mencionaban escritores: personajes que comienzan a hacer cosas que uno no tenía planeado, cambios en la trama que no me esperaba, sorpresas. Lo único que puedo adelantar es que no se trata del mundo del rock que tanto conozco. Quiero explorar otros ambientes, otro tipo de personajes. No será realista, no me puedo alejar de la fantasía, ni quiero, es algo que ya viene conmigo desde siempre”.
En el mundo entero, las mejores gastronomías están en los hoteles. En Colombia, en cambio, evitamos entrar a sus restaurantes. La historia explica la razón.
Por: Juan Pablo Tettay De Fex
“¿Entonces querés plata para comer en el Hotel Nutibara?” le preguntaba a Jesús Fernández su madre cada vez que le hacía mala cara a lo que se cocinaba en casa. Fernández, coordinador del Forum Gastronómico de Medellín, recuerda con nostalgia aquella época en la que el restaurante del Nutibara era un referente gastronómico para la ciudad. “Allí estaban los mejores chef y estaba la mejor cocina”, dice.
Poco a poco, quienes pasaban por esa cocina llevaban sus conocimientos a las de los clubes como el Unión y el Medellín y, más tarde, a los restaurantes de la ciudad. Sin embargo, la sazón del hotel ubicado en el centro de Medellín no era para todos. Unos pocos privilegiados podían degustar las delicias y las técnicas suizas y francesas de las que sus cocineros hacían alarde.
Según Juan Manuel Moreno, experto en mercadeo de restaurantes, “desde épocas antiguas, los hoteles en Colombia se encargaron de alejar al comensal habitual” y, al mismo tiempo, se encargaban de dejar claro que sus instalaciones eran solo para los viajeros o, tal vez, para los acaudalados. Con el tiempo, la percepción de que un hotel era algo inalcanzable fue calando en el imaginario de las personas y, por ello, cuando se hablaba de restaurante de hotel, era sinónimo de “allá no se puede entrar”, puesto que hay que pasar un botones, una recepción, un guarda de seguridad y otros filtros que hacen que el comensal piense en otras opciones menos intimidantes.
“En el mundo, la gran cocina se origina en los hoteles”, explica Fernández: en Colombia “eso no pasa. Creo que a los hoteleros les ha faltado tener conciencia sobre lo que significa la gastronomía en un establecimiento como estos”.
Poco a poco, hoteles en ciudades como Bogotá y Cartagena han entendido la necesidad de atraer cada vez más a los comensales locales. Para Jorge Henao, docente de mercadeo en varias instituciones de cocina, lo primero que deben hacer es “motivar a los comensales, mostrarles que son lugares que no son únicamente para quienes se están quedando”. En ese sentido, el trabajo en conjunto con chefs como los hermanos Rausch y Harry Sasson o Juan Manuel Barrientos han sido vistos como el salvavidas para un servicio que es esencial para el sostenimiento de un alojamiento. “Sin embargo, en muchos casos esto parece no funcionar”, explica Moreno.
En Medellín, Barrientos acaba de abrir ElCielo Classic en el Intercontinental, una propuesta de cocina tradicional campesina con servicio clásico francés. Además, el hotel acaba de renovar Fogón de Piedra y alista la apertura de un nuevo restaurante italiano. “La gastronomía es el camino perfecto para que un hotel se acerque al público local”, concluye Lilli Santrich, gerente del Intercontinental Medellín.
Lo cierto es que en la ciudad hay hoteles con una gran oferta; vale la pena dejar el miedo y sentarse a una de sus mesas.
Aplicaciones móviles que le avisan cuando los almacenes que estén cerca de usted tengan ofertas que le puedan interesar.
Las promociones y los descuentos son una de las estrategias más antiguas, pero a su vez más efectivas de los establecimientos comerciales. Una de las épocas en las que más abundan estas ofertas va entre enero y febrero, con rebajas posteriores a la temporada navideña.
Son tantos los almacenes que acuden a esta fórmula que en muchas ocasiones es difícil estar atentos a todas. Para eso han surgido algunas aplicaciones digitales que les facilitan la búsqueda a sus usuarios.
Presentamos tres opciones:
Existe desde hace tres años. Juan Camilo Muñoz, integrante de su equipo de desarrollo, comentó que la idea es que el usuario “navegue” en busca de ofertas por toda la ciudad “para encontrar y saber qué beneficios y servicios hay disponibles”, comparando lo que necesita “según su ubicación, gustos y precios”. Además, la aplicación informa en tiempo real las ofertas de su agrado, “ya que hace un cruce entre sus intereses y su ubicación”.
Esta aplicación tiene el mismo fin: presentar los descuentos, según categorías de establecimientos. Señala Ana María Gañán, de Transport Systems, la empresa desarrolladora, que los almacenes afiliados pueden enviar notificaciones personalizadas de acuerdo con los intereses de los usuarios. Estas pueden llegar también por localización, es decir que el usuario puede conocer cuáles promociones están más cerca a su lugar de permanencia. Además, la persona “puede seleccionar qué tipo de tarjetas tiene para conocer mejor sus beneficios”.
Además de los servicios que ofrecen las demás en su categoría, esta app tiene la opción de descargar en formato digital los folletos promocionales de los principales establecimientos comerciales de la ciudad en la que esté el usuario.
El cliente puede personalizarla para recibir notificaciones, según sus intereses en productos o servicios. ”Nuestras mediciones indican que un usuario frecuente de Ofertia.com.co puede ahorrar entre un 15% y un 25% del total de sus compras. En Colombia 6 de cada 10 colombianos consultan en Internet antes de hacer una compra”, indicó Álvaro Bohórquez, gerente General de Ofertia en Colombia.
Con su esposa Sandra está al frente de Il Castello como únicos dueños; en sociedad tienen la empresa Pasta Artesanale GLG, el restaurante Da Filippo y la panadería Tres Trigos.
Luigi dice que debe el reconocimiento inicial de su restaurante a Vivir en El Poblado, por allá en el año 2000, cuando Doña Gula publicó un elogioso artículo. Al día siguiente, cuenta, él y su esposa Sandra Gómez vieron llegar a los clientes con el periódico bajo el brazo para probar unos platos que eran mucho más que un buen comentario de prensa.
No se graduó del colegio, lo que sí ha hecho toda la vida Luigi es cocinar y aprender por su cuenta, inicialmente de la mano de su papá Roberto, ya fallecido, un inmigrante italiano que tuvo su fábrica de pastas Gaudenzzi, y que luego vio uno de sus sueños cumplidos cuando su hijo abrió il Castello.
Han pasado casi dos décadas de un crecimiento lento, pero en firme, en las que el restaurante se amplió de 62 a 120 cubiertos, manteniendo una clientela fiel.
Hoy se suman –con distintos socios– la fábrica Pasta Artesanale GLG; el restaurante Da Filippo, junto a il Castello, más bar con pizza napolitana y pastas; y la panadería Tres Trigos, en la misma cuadra.
Tras la ampliación de il Castello en 2013 Luigi dejó los fogones, pero sigue al otro lado para recibir los platos listos y hacer control de calidad; cocina, claro, nuevas recetas y las de siempre para que no se desdibujen; así le queda tiempo para pasarse por el comedor, saludar a sus clientes y recordarles que, 20 años después, su compromiso de buena relación entre precio, calidad y servicio, se mantiene.
Nos limitamos a comprar e ingerir sin preguntarnos el origen; si ha sido fumigado o no; y, para el caso de las carnes, ¿cómo fue el sacrificio? o ¿cuánto tiempo llevan congeladas?
Ya casi a un mes de haber entrado en un nuevo año, que comienza lleno de propósitos, unos muy firmes, algunos que podrán desvanecerse, otros que se transformarán, hay uno que deseo cumplir lo más que pueda y que espero transmitir: generar más consciencia sobre cómo y con qué nos alimentamos.
Llegamos a un punto en donde lo “normal” es comprar, en su mayoría, alimentos que provienen de grandes industrias donde todo tiene una marca y está empacado. Si revisamos nuestras despensas, casi todo viene en un empaque de plástico, pet, cartón o poliestireno.
¿Qué nos pasó? Que por facilidad, por mercadeo y por hacer de nosotros unos compradores compulsivos, las grandes industrias nos engancharon haciéndonos creer que necesitamos de todo eso para vivir bien. Empaques llamativos, promociones 2×1 y la promesa de que todo esto nos hará la vida mejor. Y la verdad es que sí es muy práctico, pero ¿somos conscientes de cuánto daño hacemos al planeta? ¿Conocemos las buenas prácticas para que estos empaques tengan el menor impacto en La Tierra? ¿Conocemos de donde provienen los alimentos que consumimos a diario?
Nos limitamos a comprar e ingerir sin preguntarnos el origen; si ha sido fumigado o no; y, para el caso de las carnes, ¿cómo fue el sacrificio? ¿cuánto tiempo llevan congeladas? ¿Es necesario que lleve tal empaque?
La invitación es a reconocer qué les estamos brindando a nuestros cuerpos, a estas máquinas perfectas que necesitan una buena alimentación para operar en las mejores condiciones.
Lo interesante es que ya tenemos muchos lugares donde podemos adquirir productos orgánicos, que nos brindan trazabilidad, que nos permiten llevar nuestros envases para reutilizar, que nos invitan a usar bolsas de materiales durables, reciclables y de poco impacto sobre el medio ambiente y así poco a poco ir generando la consciencia.
Tenemos también la posibilidad de encontrar productos increíbles que si bien se cultivaban, no eran conocidos ni populares. Sobre todo para nosotros, los cocineros, es una dicha: vegetales de otras latitudes, que antes era impensable tener; criaderos de gallinas de campo, que se alimentan sin estimulantes hormonales y tanto las carnes como los huevos saben a lo que deberían saber; mercados campesinos, donde podemos apoyar a nuestros productores locales.
Otras acciones necesarias son colaborar con el correcto uso de las basuras. Tengamos al menos tres canecas en casa: una para desechos de origen biológico, tales como vegetales y residuos de alimentos; otra para desechos reciclables, tales como plásticos y cartones limpios de desechos orgánicos; y una última para los desechos ordinarios.
No usemos pitillos, ni siquiera los de papel. Para eso se requieren árboles y sin un proceso adecuado de compostaje no habrá valido de nada haberlos usado.
Pensemos que poco a poco podemos ir cambiando cosas sencillas que tendrán un gran impacto.
Cada día a la vez. Reconoce de dónde vienen tus alimentos. Revisa cómo los manipulas y si las cocciones son las adecuadas. Disfrútalos en calma y saboreando cada bocado.
Aliméntate conscientemente.
En marzo de 2015 el Metro de Medellín creó su cuenta de Twitter, como primer canal en redes sociales que tuvo la empresa que presta su servicio de transporte desde el 30 de enero de 1995.
Después de haber estado ausente tanto tiempo en las redes sociales (Twitter nació en 2006), el cambio es absoluto, tanto que algunos de sus trinos han sido tendencia y considerados icónicos, como uno publicado en 2015 en respuesta a un usuario.
Últimamente se leen trinos con mensajes poco tradicionales, que, según explica Juan Carlos Monroy, profesor del departamento de Mercadeo y coordinador del área de Mercadeo Digital de Eafit, “buscan una conexión más cercana con la gente”.
El experto en mercadeo digital asegura que “son herramientas que permiten seguir siendo una marca formal, pero cercana, que habla como habla la gente”. Monroy considera que la estrategia del lenguaje y el tono de los mensajes tienen que ver con la cercanía que tiene la empresa con sus distintos públicos.
Afirma que “sigue siendo una marca formal, pero en construcción de nuevos servicios, no en la marca misma sino en el público”. En el mismo sentido cree que a futuro cercano esta es una estrategia que le permitirá al metro contener una posible crisis de reputación, porque la gente la siente y está más cercana y eso genera identificación.
Una de las claves importantes que ve el coordinador de Mercadeo Digital de Eafit, es que “ya no solo informa, sino que interactúa”, aunque deja claro que la marca debe tener presente que puede llegar a un terreno peligroso, que según él, es confundir los conceptos de validador y de influenciador.
Monroy cree que es clave “ser validador de su propio mensaje, sin embargo, mantener claro el alcance de a dónde se quiere llegar y no perder la esencia”.
Por último, considera que “hasta ahora lo está haciendo bien, respetando los valores de la marca”.
El @metrodemedellin en Twitter tiene actualmente 233.121 seguidores.
Juan David Correa, director de comunicaciones del Metro de Medellín, en dialogo con Vivir en El Poblado se refirió a la estrategia que desde hace año y medio la empresa ha desarrollado.
El Centro de Atención al Ciudadano busca por parte del Metro darle información a los viajeros, acorde a las necesidades del siglo XXI, afirma el Correa.
El Director de Comunicaciones explicó que las redes sociales, pantallas, los canales internos de la organización y externos para el público, están alineados para llegar con información de servicio, pero a la vez, con lenguaje de la Cultura Metro y que permite hablarle a la gente como habla ella habla, como lo necesita y requiere.
En el mismo sentido Correa cuenta que son conscientes que existen riesgos, pero que a la vez interactuar con los usuarios los vuelve cercanos, y les permite que las quejas y reclamos sean contestados con argumentos lo más oportuno posible.
Por último, el vocero de Metro de Medellín dijo que se tiene claro que existe un lenguaje serio para los temas de servicio y operativos, pero para realacionarse con los viajeros existe un manifiesto que está relacionado con la estrategia y que permite lograr sorprender escuchando y entrando en la conversación.
El año pasado vi en la portada de la revista Jet-Set una foto de Meghan, la duquesa de Sussex, y su cuñada Kate, la duquesa de Cambridge, con el título “¡Se odian!”. Me quedé pensando, ¿por qué esta revista elegiría esta portada?
Días antes había leído dos artículos sobre estas mujeres. Uno de los escritos hablaba de cómo Meghan había ayudado a un grupo de mujeres a recoger más de medio millón de dólares para apoyar una cocina creada por ellas, donde preparan comida para cientos de personas de su comunidad.
La historia me encantó pues las personas de esta comunidad representan muchísimas culturas y religiones diferentes y me pareció inspirador el ejemplo de cómo a través de la comida todos se mantienen unidos.
El otro escrito hablaba del trabajo que ha hecho Kate para crear consciencia sobre las enfermedades mentales y el impacto que su trabajo ha tenido en niños y jóvenes.
¿Si estas mujeres tienen historias tan alentadoras, por qué enfocarse en un chisme que las muestra como rivales?
Maluma hace alarde de haber tenido sexo con una mujer que había tomado más alcohol de la cuenta. ¿Si hay tantas historias inspiradoras, por qué elegir escribir esta canción?
Hace unos días Jada Pinket-Smith, una actriz americana, quien también es la esposa del cantante y actor Will Smith, preguntó a sus seguidores en redes sociales “¿por qué la violencia sexual y emocional hacia las mujeres es aceptada e inclusive celebrada en la música?”. Su pregunta me hizo pensar en una de las canciones de Maluma –Borró cassette-, en donde el artista hace alarde de haber tenido sexo con una mujer que había tomado más alcohol de la cuenta y no podía recordar lo que había sucedido. ¿Si hay tantas historias inspiradoras para una canción, por qué elegir escribir sobre cómo él se aprovechó de una mujer embriagada?
Creo yo que el problema es que estamos tan desensibilizados del acoso y la violencia hacia las mujeres, que portadas como la de la revista Jet-Set y canciones como la de Maluma nos parecen normales. Por muchísimos años hemos recibido mensajes que nos dicen que las mujeres no podemos confiar en otras mujeres, que si una mujer borracha y sin conciencia tiene sexo con un hombre es culpa de ella por no saber comportarse, y que está bien que los hombres nos vean como objetos sexuales.
También creo que estamos en un despertar de consciencia sobre el maltrato verbal, emocional, físico y sexual en contra de las mujeres. Aunque es muy importante que haya movimientos políticos y legales para transformar este abuso, creo que el cambio más importante es en la consciencia de cada uno de nosotros.
Así que hoy te invito a que reflexiones y te preguntes ¿por qué nos parece normal ver chismes como los de Jet-Set y oír canciones como las de Maluma? ¿Es este el mensaje que queremos enviarles a las nuevas generaciones?
Hace pocos días tuve la fortuna de hacer un recorrido largo por el barrio de mi niñez: Laureles. Me encantó poder disfrutarlo a pie, recorrer las calles por donde solía caminar, el sitio en el cual me recogía el bus del Calasanz, el atrio de Santa Teresita, donde a diario íbamos a la misa del padre Gabriel Díaz, con la segunda clara intención de echarles miradas a las bellas sardinas del barrio.
Recorrí varias calles, recordando con profundo cariño el nombre de las familias que las habitaban y a quienes llevábamos los domicilios desde el Granero de mi padre (El Placer). Evoqué el Múltiple, la farmacia Santa Paula, El Embeleco, la droguería Minotas, El Coche Rojo, la lonchería la Gloria, El Paraguas y el almacén Belen’s. Recordé la papelería de Las Berrío, recreé las procesiones de Semana Santa y los fallos de la proyectora de películas en el Kínder Parroquial.
Lamento el momento en el cual optamos, permitimos y fomentamos construir los conjuntos cerrados, negación de sus habitantes al espacio público y a quienes transitan por su entorno.
Me alegró observar cómo la movilidad de buena parte de los habitantes es a pie; que las personas se conocen entre sí; que se saludan y tejen conversaciones; que tienen gran cantidad de sitios que frecuentan en la búsqueda de un café, un almuerzo o una cerveza al final de día.
Esto me hizo recordar la época de mi niñez, cuando la cuadra era una familia, donde era evidente que había un tejido social intenso y profundo. Me enamoró poder ver el maravilloso efecto de la combinación armoniosa de la actividad residencial con la comercial, con locales ubicados en los primeros pisos de los edificios de apartamentos.
Una de las fascinaciones que tienen las ciudades europeas es ese: el comercio complementario, lugares mágicos donde se realizan encuentros de amigos.
Mi nostalgia aumentó cuando me pregunté ¿cuándo se rompió esta trama urbana que dio al traste con el tejido social de nuestra sociedad? ¿Por qué en muchos barrios no existe dicho tejido y no se tienen condiciones para que se recupere?
Lamento de corazón el momento en el cual optamos, permitimos y fomentamos construir los denominados conjuntos cerrados, condominios que tienen una negación de sus habitantes al espacio público y a quienes transitan por su entorno.
Reconozco que razones como la inseguridad dieron pie al nacimiento de estos condominios, pero acompaño el pensamiento de Zoraida Gaviria G., quien afirma que es imperdonable la pérdida del tejido social en una sociedad solidaria y amable como la antioqueña.
El arquitecto Norman Foster expone que “en principio la arquitectura trata del refugio, después de salir de la cavernas y más adelante cuando se han trascendido las necesidades absolutas, se trata del espíritu”. Agregaría que la interrelación es inherente al espíritu de los seres humanos.
En buena hora el POT de Medellín ha permitido y exigido la presencia de las denominadas mixturas en las cuales deberán coexistir actividades comerciales y residenciales y aún residenciales de varios estratos. Ojalá esta normativa nos permita alejarnos del frío estilo de vida que hemos creado. Amén.
La joven de 14 años es una de las promesas con mayor proyección de la gimnasia colombiana. Quinta entrega del seriado con los talentos de El Poblado que hacen parte del Team Medellín.
Su primer viaje fuera del país fue “a Cali”. En verdad era un error, pero quién quería corregir a esa pequeña de siete años cuando a todos les contaba emocionada que iba para su primera competencia como gimnasta.
Luna Henao Bedoya comenzaba así a sobresalir en un deporte al que llegó como una manera de canalizar su hiperactividad infantil. Al menos así lo pensaron sus papás, Juan Carlos y Adriana, en especial él, quien creyó que en la Liga de gimnasia le enseñarían mejores maneras para pararse de manos y dar vueltacanelas sin que algo malo le pasara, como se temía cuando ambos jugaban por largos ratos en su casa del barrio Manila.
Tras casi siete años (cumplirá quince en julio), Luna ha progresado hasta el punto que entre noviembre y diciembre del año pasado estuvo durante 20 días en un intercambio deportivo en Azerbaiyán, puliendo su técnica con entrenadores de Europa Oriental, quizá los más estrictos y rigurosos de esta disciplina.
Los inicios de Luna en la gimnasia fueron como los de cualquier niño o niña de seis años, con clases dos veces por semana sin más pretensiones que divertirse y, como se dijo, entretenerla para quemar sus energías infantiles.
Al principio tuvo un breve paso de seis meses por el deporte, pero Luna volvió para satisfacción de la entrenadora Alejandra Forero -“su segunda mamá”, dice Adriana-, a quien le bastó poco tiempo para detectar habilidades físicas en Luna -inició en la gimnasia artística (la de los aparatos), luego pasó a la gimnasia rítmica por su flexibilidad y la coordinación de movimientos para la danza, el ballet y el baile en general con objetos como cuerdas, aros y pelotas-, pero más que eso destacó su actitud, sus ganas y el compromiso, que eran síntomas de cosas mayores.
Le tocó entonces a Alejandra una dura labor para convencer a los papás que le permitieran aumentar la intensidad en el entrenamiento con Luna. El objetivo lo consiguió y logró que la niña asistiera a practicar por tres horas diarias de lunes a viernes.
De repente la carrera deportiva de Luna se convirtió en un proyecto familiar para los Henao Bedoya, hasta el punto que la mamá tuvo que cancelar las clases nocturnas que dictaba en el Centro del Hábitat y la Construcción del Sena en Pedregal -trabajo que combinaba con sus labores en una empresa de construcción- para poder acompañar a su hija a los entrenamientos.
Con el tiempo, el esfuerzo de los padres y la niña fueron recompensados, pero sus progresos continuaron modificando sus rutinas. Cuando estaba cursando sexto grado en el colegio Palermo, la Liga de gimnasia le planteó a la familia la posibilidad de inscribir a Luna en clases académicas virtuales con la Universidad Católica del Norte, con la cual se había suscrito una alianza de preparación con los deportistas.
Fue un cambio muy brusco y de difícil aceptación para todos, pero que benefició la preparación deportiva de Luna, ya que no se atrasaba en sus obligaciones académicas aún si estaba de viaje en alguna competencia -algo que cada vez era más frecuente -y podía concentrarse en ambas actividades.
Luna y su entrenadora Alejandra no niegan que algún día quieren llegar a unos Juegos Olímpicos, pero ellas prefieren ser cautas con sus metas e ir planificando año a año, sin dejar que la mente vuele muy lejos.
Su crecimiento deportivo la ha llevado a ser seleccionada por Antioquia y Colombia, compitiendo en torneos nacionales e internacionales como Panamericanos y Suramericanos.
En la preparación, ha ido tres veces a México a medir su nivel ante gimnastas del ciclo olímpico, también en Chile en otra ocasión, y a finales de 2018 fue a Azerbaiyán junto a su compañera Salomé Ricaurte.
“Los 20 días más duros de mi existencia”, recuerda Luna. No fue fácil su estadía allí, tanto por el choque cultural como por la exigencia de los entrenamientos. Las instructoras no eran tan cálidas como Alejandra, no por nada eso de que es su “segunda mamá”, pero la experiencia fue gratificante en cuanto aprendió y repitió técnicas que seguro se reflejarán en futuros resultados.
El viaje tenía el objetivo de prepararse, aprender y conocer, pero también esperan Luna y Alejandra que les sirva para lucirse en el Mundial juvenil de Rusia en el segundo semestre de 2019 y en los Juegos Nacionales de Cartagena a finales de año.
Este es un programa creado por el Índer de Medellín para apoyar a “deportistas de diferentes disciplinas en temas económicos, de medicina, fisioterapia, psicología, nutrición y con educadores físicos que fortalecen su proceso deportivo”.
Los integrantes deben tener entre 5 y 19 años y haber nacido en la ciudad o al menos haber vivido en ella los últimos tres años.
La entidad realiza una convocatoria pública y primero hace una preselección. Luego efectúa unas pruebas de condición física para finalmente elegir a los integrantes.
El Índer ha hecho hasta el momento dos convocatorias de las cuales han sido seleccionados 116 deportistas entre más de 400 postulados.
En tiempos de multitudes la soledad es vergonzosa. Crecí creyendo que estar sola es sinónimo de ser rechazada y no tener más que resignarse a andar sin compañía. La soledad como una carga explícita, visible, social, sexista, que te obliga a buscar un grupo de amigas estilo hollywoodense, tan codependientes que no te dejen sola ni un solo segundo o una relación de esas absorbentes, a tal punto que deja de ser compañía para convertirse en una necesidad.
Pero aún no sé qué nos incomoda más: si la idea de estar solas o el hecho de encontrar a alguna mujer que disfrute de su soledad y no poder normalizarlo porque no seríamos capaces de estar en su lugar.
“¡Una mujer sola! ¿No hay cierto lamento en la asociación de estas dos palabras?”. Lo leí en un libro de historia del que aún no recuerdo su nombre. La sociedad europea de mediados del siglo XIX lamentaba las mujeres solas que perdían sus esposos en las guerras civiles porque sus vidas eran miserables al no tener quién les diera sentido.
¿La vida no tiene sentido si solo tenemos nuestra compañía? Casi doscientos años después seguimos llamando solterona o beata a aquella mujer que elige un matrimonio con la soledad, en vez del amor. Amargadas, dirían otros. Y creemos, inconscientemente, que nadie la eligió a ella porque está rota, como cuando se rechaza un juguete que se rompió. Su culpa, a fin de cuentas.
“Brujas”, mujeres con tanto tiempo libre que pueden leer y saber hasta más que ellos.
Ni qué hablar de una mujer homosexual o una mujer hétero que haya elegido no ser madre
La soledad representa una amenaza a la existencia de una sociedad porque desarticula la tradición impuesta a lo femenino: mujeres enamoradas de la idea del amor romántico, casadas y dando a luz; mujeres a disposición del otro: una promesa de existencia y permanencia de un mundo que necesita mujeres en casa en función de reproducirse. Una mujer sola y, peor aún, enamorada de su soledad, es una amenaza para la supervivencia y la estructura social.
Brujas, les podrían llamar, mujeres con tanto tiempo libre que pueden leer y saber hasta más que ellos. Ni qué hablar de una mujer homosexual o una mujer hétero que haya elegido no ser madre.
Entonces bien, hemos aprendido a camuflar ese gusto por andar solas. Nos enseñaron a avergonzarnos cuando nos sorprendían conversando con el alma, cuando preferíamos jugar solas que con los hijos de los vecinos y ni hablar de la vergüenza que viene después de reconocer que la relación que teníamos no funcionó y todos llegan con: “no estás sola”, “si te ve en la calle, que no te vea sola” y el horror de escuchar: “mira, llegó sola”.
Leí alguna vez que la palabra alone (solo, en inglés) viene de all one, que significa “todo uno”. Y sí, somos totalmente nosotras cuando estamos en soledad,cuando reconocemos que en ella encontramos la compañía que necesitamos, en vez de esa que nos enseñaron a buscar afuera en forma de media naranja o de soul mate. Que los amigos, los amores y la familia nunca serán una dependencia sino una compañía maravillosa para celebrar la vida que nos rodea.
Ahora las heroínas van a cine solas, comen solas, toman solas, bailan solas.
No tienen capa, pero con solo verlas nos enseñan que la soledad es cuestión de foco, porque nunca estamos solas si nos tenemos a nosotras mismas.
¿Cómo controlar el caos de movilidad en Medellín? Con pico y placa. Así resolvió un decreto del alcalde Sergio Fajardo en febrero de 2005, que restringió la circulación por dos horas en la mañana y dos más en la tarde, con la expectativa de sacar de las calles el 20% de los vehículos particulares y el 10% de los taxis.
Hoy, 14 años después, el pico y placa sigue vigente, mientras el crecimiento de motos ha sido del 411% y el de carros del 102%. El parque automotor aumentó en 846.000 unidades, según la Encuesta Origen-Destino 2018.
Se creció el monstruo del taco, se deterioró la calidad de vida y aparecieron las alertas por contaminación. El Observatorio Nacional de Salud reporta que los factores de riesgo ambiental producen en el país 223.000 muertes al año y que el material particulado es causante de 11.152 fallecimientos.
Es justo reconocer que la ciudad no se ha estancado en la búsqueda de soluciones: inversiones de la magnitud del metro, el metroplús, el cable y el tranvía, Encicla, las obras por valorización o los programas de educación vial, han intentado cortar el paso a la congestión. Algo más tendrá luz para el segundo semestre con posibles nuevas intervenciones, por ejemplo pico y placa para todas las motos y para los sábados, cuando salgan en marzo los resultados de un estudio de la Alcaldía.
Y aun así seguimos en taco. Elisa Londoño, académica experta en movilidad, anota que “es momento de estudiar la viabilidad del cobro de peajes urbanos, complementado con un transporte público tan atractivo que nos anime a dejar el carro en la casa, o con horarios laborales flexibles y teletrabajo”, mientras Daniel Suárez, miembro del colectivo Aire Medellín, señala que si bien el uso de la bicicleta ha crecido, “todavía la inseguridad constituye una barrera: hay usuarios que temen transportarse entre los demás vehículos”; además que “la Alcaldía tiene que cumplir con los 80 kilómetros de ciclorrutas que prometió, de los cuales ha entregado menos de 30 kilómetros”.
Seguimos en taco. La ciudad montó, además de los grandes proyectos, el reporte en vivo del estado de las calles por redes sociales, más carril solo bus, paraderos inteligentes, cepos, parquímetros… con ausencia, sí, de medidas impopulares y de voluntad y valentía políticas extremas. Ya es tiempo, es suficiente, porque el problema es extremo: hoy nos estamos gastando en tiempo destinado a viajes unos 52 días del año.
Para retirar la llanta trasera de la bicicleta de montaña se debe tener en cuenta que los cambios estén en el piñón y plato pequeño para que quede suelta la cadena.
Posteriormente se suelta la aguja se levanta la bicicleta y se saca la llanta.
Su trabajo es diseñar empaques, su pasión correr, su inspiración apoyar a fundaciones que trabajan con enfermos de cáncer y difundir el mensaje sobre la importancia del deporte para prevenir la enfermedad. Había corrido su primera maratón en Francia en 2015, mientras adelantaba su máster en diseño de juegos, pero todo cambió al regresar a Colombia, cuando diagnosticaron a su papá con un colangiocarcinoma con el cual luchó por 10 meses.
Leonardo Muñoz cuenta que entonces dejó sus entrenamientos, mientras en familia, junto a su mamá Omaira Salazar y a su hermano Marco Antonio, acompañaban a su papá. Dos cosas lo inspiraron: “un sueño suyo en el que él corría y escuchaba una voz que le decía: ‘eres un trotamundos de Dios’; y un pico positivo de su salud, en el que nos dijo que al recuperarse se dedicaría a dar esperanza a quienes luchaban contra el cáncer”.
Rubén Darío perdió la batalla, pero Leonardo, con apoyo de su socia Natalia Restrepo, conservó su deseo a través de Run2KillCancer God Globetrotters. Se constituyeron en enero de 2018 y hoy tienen 800 embajadores.
Run2KillCancer apoya a siete organizaciones que luchan contra el cáncer infantil: Funicáncer (Medellín), Proyecto Unión (Bogotá), Retos (Barranquilla), Héroes y Valientes (Bucaramanga), La Divina Providencia (Cali), Funvivir (Cartagena) y Fuerza Floppy (Ecuador). Su objetivo: “que quienes han perdido a sus seres queridos, transformen ese dolor en inspiración para hacer deporte”, explica Leonardo.
Los ingresos llegan con la venta de ropa deportiva y el desarrollo de eventos, donaciones en dinero, especie o tiempo; en Medellín se reúnen a entrenar martes y jueves de 7 a 9 p.m. en Parques del Río.
Leonardo quiere correr una maratón en menos de tres horas y clasificar a Boston; para Run2KillCancer espera seguir consolidándola como la fundación articuladora más importante del país y tener una carrera de 21 kilómetros en Medellín. Hoy recogen los frutos de haber entregado ayudas por cerca de $15 millones en su primer año, más una novena de Navidad para 567 niños gracias a $46 millones en donaciones.
“Comenzar a correr es sinónimo de dificultad, pero la comunidad es un gran apoyo, y, de paso, creamos conciencia sobre la importancia de prevenir el cáncer”, dice Leonardo.
En la mañana de este miércoles 30 de enero fue desmontada la avioneta ubicada en la entrada del parque temático Hacienda Nápoles, uno de los símbolos aún existentes del extinto narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
Óscar Jairo Orozco, director del parque tématico Hacienda Nápoles, aseguró que el desmonte obedece a la estrategia con la que buscan ser consecuentes con lo que se ha hecho la última década: “El parque ha venido desarrollando una nueva propuesta de turismo social y familiar, con contenidos nuevos y propuestas que interpretan a un nuevo país que busca superar, sin negar, los problemas de su pasado”.
El director dijo que “esta medida nos permitirá ser mucho más coherentes con nuestra propuesta de entretenimiento y hacer más visible la portada que representa al Parque, un referente internacional de turismo que tiene más futuro que pasado”.
¿Qué representaba la avioneta?
La aeronave monomotor que recibió por años a los visitantes era una réplica de la primera con la que Escobar envió el primer cargamento de droga a Estados Unidos, por ello era objeto de fotografías de turistas.
La Hacienda Nápoles fue comprada por Escobar en 1978, un lote de cerca de 3.000 hectáreas que albergó 27 lagos artificiales, seis piscinas, pista de aterrizaje, helipuerto, hangares, plaza de toros, estación de gasolina y rutas de escape.
Entre las especies de animales hubo jirafas, venados, canguros, flamencos, avestruces, cebras, camellos, elefantes, rinocerontes e hipopótamos, justamente una estatua de Vanessa, la primer hipopótama en llegar a la hacienda en el municipio de Doradal, Antioquia, la que reemplace a la avioneta.
El parque temático
Desde 2008 el terreno se convirtió en el Parque Temático Hacienda Nápoles, con diversas atracciones y en la que se cuenta la historia de su vínculo con el narcotraficante, pero como memoria a las víctimas.
Entre las atracciones vigentes del parque está el safari, donde será reubicada la avioneta, que ya fue desmontada y ahora trabajan en el desmonte del arco que la sostenía.
Con la firma del chef Juan Manuel Barrientos, abrió las puertas El Cielo Classic, una propuesta de cocina campesina colombiana con servicio clásico francés. La inauguración fue el jueves 24 de enero.
El incremento por la entrada en operación de la Planta de tratamiento Aguas Claras se verá reflejado a partir de la cuenta de servicios públicos de febrero. El vicepresidente comercial de EPM, Juan Felipe Valencia, indicó a manera de ejemplo que esa variación, para una vivienda estrato seis con un consumo de 15 metros cúbicos, podría significar un incremento de $4.500.
Si se le suma el incremento anual al concepto de agua y saneamiento, el ajuste será cercano, según cálculos de la empresa de servicios públicos, al 9%. Valencia también indicó que, incluso después de la nueva tarifa, Medellín se mantendrá por debajo del cobro que se hace por el mismo servicio en ciudades como Cali y Bogotá.
Santiago Ochoa Posada, vicepresidente de aguas y saneamiento de EPM, explicó que para calcular el incremento se le presentó a la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico la estructura de costos del funcionamiento de la nueva Planta.
“Incluimos el salario de los operarios, los productos químicos, la energía y la operación”, afirmó el funcionario.
Con la recuperación del río Medellín se busca regresarle a la ciudadanía espacios a orillas del río que décadas atrás eran intransitables por sus olores nauseabundos.
La mañana del pasado sábado 27 de enero, una potranca llamada Victoria cayó a un barranco desde una altura cercana a 10 metros en la vereda Tierra Amarilla de La Estrella, en el camino a Laguna Encantada. Unos ciudadanos la encontraron el domingo mientras practicaban senderismo, y llamaron a bomberos y Policía Ambiental, pues el animal tenía una fractura abierta en una de sus patas.
La fractura provocó que la potranca, de 15 meses, perdiera mucha sangre. Varios activistas, al conocer de su situación, se unieron para ir a rescatarla y, por medio del concejal Álvaro Múnera y de la clínica veterinaria de la Universidad CES, obtuvieron ayuda.
Julio Aguirre, el veterinario forense del CES, junto con la Policía Ambiental y siete personas más, recorrieron en carro, cuatrimoto y a pie por más de hora y media el camino hasta Victoria. Al encontrarla, la potranca estaba en muy mal estado, y para sacarla del lugar utilizaron tablas de madera, lazos, sabanas, toallas, pero debido a su peso, 200 kilos, la camilla improvisada se partió.
Solo hacia las 10:00 p.m. del domingo, con una puerta metálica -utilizada como camilla- y lazos pudieron terminar de sacar a Victoria hasta la camioneta en la que la trasladaron a la clínica veterinaria San Luis en La Estrella, donde hasta este martes seguía siendo atendida y en la tarde de este mismo día será sometida a una cirugía para amputarle parte de su pata y así salvarle la vida.
La eutanasia fue una opción en la intervención, pues en este tipo de animales es común que al no poder seguir transportando carga y al faltarle una extremidad, la muerte inducida sea una alternativa, indicó el rescatista y activista animal Federico Orrego. Pero quienes participaron en el rescate son, al igual que él, activistas por los animales, en ningún momento consideraron esa opción, pues tenían la propuesta de salvarla, ponerle un prótesis a la pata amputada y llevarla a un santuario animal, La Voz de Goyo en Fredonia.
En el país ya hay antecedentes de prótesis para extremidades en animales. Para el caso de Victoria, el costo sería cerca de $700.000.
Federico Orrego le contó a Vivir en El Poblado que los costos de la operación, hospitalización, cuidado posquirúrgico y traslado a Fredonia serán cercanos a $4.000.000. Han recurrido a las redes sociales para solicitar apoyo económico y han publicado la cuenta bancaria para quienes quieran ayudar. Hasta el mediodía del martes 29 habían recaudado cerca del 60% del dinero.
El dueño de Victoria les dijo a Federico y compañeros activistas, así como a la Policía Ambiental, que la potranca la utilizaba para transportar carga. Al saber la condición en la que quedó luego del accidente, les dijo que ya no le servía y que se las regalaba para que la tuvieran en el santuario animal. El dueño ayudó en el rescate del animal hasta llevarla a la camioneta.
Quienes deseen apoyar a la recuperación de Victoria, la cuenta es 259-000145-73 ahorrros Bancolombia
Gloria Elena Peña Medina será sometida a una cirugía de alto riesgo en el hospital Marco Fidel Suárez de Bello para esta intervención necesita seis donantes de sangre tipo B+ u O-.
Si desea realizar una donación puede acercarse a la Cruz Roja de la avenida Guayabal Carrera 52 No 29A-11.
Mayor información con Adriana Peña Medina en el número : 318 5159730
Conozca las vías exentas del Pico y Placa en Medellín luego del anuncio de la Secretaría de Movilidad de Medellín sobre la rotación del Pico y Placa para el primer semestre del 2019.
El horario de la medida se mantiene de 7:00 a.m. a 8:30 a.m. y de 5:30 p.m. a 7:00 p.m.
La rotación comenzará el 4 de febrero para motos de dos tiempos y vehículos particulares mientras que para taxis iniciará el 1ro del mismo mes.
Lunes: 6-7-8-9
Martes: 0-1-2-3
Miércoles: 4-5-6-7
Jueves: 8-9-0-1
Viernes: 2-3-4-5
Lunes: 4-5
Martes: 6-7
Miércoles: 8-9
Jueves: 0-1
Viernes: 2-3
El pasado fin de semana se realizó la primera edición del Hay Festival en Jericó. Ocupación hotelera completa, 4.100 asistentes a las charlas, entre otras cifras dan cuenta de un exitoso evento. Fotos de Isaac Meneses.
El compromiso de la Alcaldía de revertir la racha de homicidios con que terminó 2018 y su plan bandera de seguridad para Medellín, tambalean. Analistas señalan problemas de enfoque.
Cerró 2018 con un panorama de miedo y dolor en Medellín por los homicidios y con el compromiso de las autoridades de reducir las muertes violentas en el nuevo año, por demás, programa bandera de Federico Gutiérrez. Pero las estadísticas se rompieron.
Medellín sufrió 625 asesinatos en 2018; en diciembre hubo 51 casos y lo que va de enero (miércoles 23 a la 1 a.m.) reporta 42. Y no se debería hablar de una eventual reducción. Comparar las estadísticas de homicidios deshumaniza y trivializa el fenómeno. La vida es sagrada y no admite paralelos. Hay que decirlo así: desde el primero de diciembre en la ciudad se han perdido 93 vidas. O 667 en los últimos trece meses.
En 23 días de 2019 van 42 homicidios. Hay que ampliar el concepto de “nosotros”, anota Lukas Jaramillo: “No es un fenómeno de Villa Hermosa, San Javier, Belén o San Cristóbal, hay que ver la ciudad como un todo”.
Para la Alcaldía los asesinatos tienen como raíz principal la confrontación entre grupos delincuenciales. Hay identificados 84 en la ciudad y la captura o la muerte de sus cabecillas derivan en más homicidios, además ordenados desde las cárceles, asegura el alcalde. Esta disputa pone el 70% de las muertes. Villa Hermosa y San Javier son las más golpeadas.
¿Entonces estamos sometidos al círculo captura-asesinato, vicio que no tendría fin ante la prolífica renovación de estructuras criminales alentadas por el narcotráfico y la extorsión?
Lukas Jaramillo, del centro de estudios Casa de las Estrategias, identifica otras explicaciones: “La Alcaldía tiene vocación por la captura y descuidó otros frentes de intervención. Los cabecillas delinquen desde la cárcel y en las calles hay sobreoferta de jóvenes para los grupos criminales. La Alcaldía debe perseguir a los criminales y fortalecer la Justicia, pero sin desechar la intervención integral de los barrios. No hay presencia institucional suficiente, con oportunidades sociales para la comunidad. Por eso el crimen organizado se reestructura”.
“La Alcaldía debe revisar su enfoque: si solo ofrece confrontación, habrá más muertos”, analiza Lina Zuluaga, investigadora del Observatorio de Seguridad Humana. “Las estructuras armadas ilegales cada vez ganan más espacio en los barrios en el manejo de la justicia, la economía y la seguridad. Por la ausencia de la institucionalidad, o por su lentitud, la gente termina acudiendo, pagando, temiendo y legitimando a las estructuras ilegales. El enfoque no solo debe ser el de la fuerza, el Plan integral de seguridad y convivencia relegó puntos clave como el de la prevención”, añade.
En 23 días de 2019 van 42 homicidios: reto de once meses para el equipo de Federico Gutiérrez. Y reto de ciudad.
¿Quién pone en orden el parque Lleras?: volvemos a preguntar…
Denuncias desde el celular: la nueva estrategia de seguridad en Medellín
Su apuesta por este deporte, al que eligió en vez del baloncesto, le ha salido bien por ahora. Cuarta entrega de los talentos de El Poblado vinculados al Team Medellín.
Si los entrenadores del club de ultimate más importante del país, el Revolution de Medellín, te dicen que cómo es posible que con tu talento no estés jugando con ellos, algo estarás haciendo bien para que reclamen tu presencia en su nómina.
Le ocurrió a Laura Arango Mejía (17 años, celebra los 18 a comienzos de febrero) en Bélgica. Corría 2016 y esta joven habitante del barrio San Lucas completaba su cuarto año jugando ultimate. Había sido seleccionada para asistir a un torneo europeo con la Selección Colombia para menores de 17 años, gracias a la insistencia de su profesor Santiago Montaño, quien fue el primero que detectó sus habilidades y la invitó a que se presentara a las pruebas en las que finalmente fue elegida.
Allí su participación fue destacada y los entrenadores de las selecciones Colombia, Mauricio Moore y Alejandra Torres, que a su vez son instructores del Club Revolution, se cuestionaron sobre el porqué no habían tenido a Laura antes bajo su mando.
“No lo sé”, fue lo único que ella les pudo responder. Quizá, dice, era porque el lugar de entrenamiento, la Unidad Deportiva de Belén, le quedaba muy lejos de casa.
Una vez llegaron de Bélgica, Alejandra la invitó para que fuera y desde entonces la trayectoria de Laura en el ultimate ha sido en escalada.
Laura recuerda que la primera vez que observó un juego de ultimate fue en su colegio, el Montessori, en 2012. Allí se realizaba un torneo intercolegial y se antojó por saber más de ese deporte en el que un disco volaba y tras él los jugadores hacían toda clase de maromas para lanzarlo, atraparlo y llevarlo a una zona de anotación.
Sin embargo para practicarlo tuvo que esperar, pues en el colegio la convocatoria solo aplicaba para estudiantes entre noveno y undécimo grado. Ella estaba en séptimo. De todos modos, unas compañeras del mismo grado consiguieron cupo y ella las acompañaba apenas terminaba la jornada.
De tanto verla, el profesor Montaño la invitó para que acudiera y de la cancha no la sacaron más. Incluso dejó de lado el baloncesto, disciplina en la que había hecho sus primeros contactos con el deporte.
“El ultimate es muy libre, diferente al resto de los deportes, no hay árbitros y uno tiene la libertad de la honestidad, de discutir con su punto de vista. Me gustó que es un deporte con acrobacias, permite muchos vuelos, mucha agilidad, es difícil que en el baloncesto se viera a alguien tirado en el piso jugando, esas habilidades me parecen bacanas”, menciona.
Una prueba de superación
Laura recibió la noticia de que había sido seleccionada por el Team Medellín, el programa del Índer que apoya y forma a jóvenes talento, al término de un partido con su club. Le dio mucha alegría, pues el proceso para ser escogida no le fue fácil.
“Sentí mucha felicidad de saber que había cumplido con las capacidades que el programa solicitaba, ya que las pruebas fueron muy exigentes”, y menciona que le tocó demandar a su cuerpo en todos los aspectos posibles: resistencia, fuerza, flexibilidad, salto, velocidad. “Eran unos test muy duros y completos”, y eso que le tocó hacerlo por partida doble. “Me sorprendió, pues en algunos claramente creía que no me sentía bien, es muy difícil tener todas las capacidades en perfecto estado”.
El apoyo que recibe de profesionales de distinta índole, preparadores físicos, nutricionistas, entrenadores mentales, psicólogos, le dan el impulso para su meta más próxima: ser seleccionada para el Mundial para menores de 20 años que se efectuará en 2020 en Suecia.El objetivo mayor sería representar a Colombia en unos Olímpicos, con la esperanza de que el ultimate sea incluido en el programa de los Juegos en un futuro cercano.
Ana Lucía Pérez Tobón, escultora, fotógrafa y bloguera antioqueña, que recorre el mundo en su Mercedes Benz, ha realizado tres grandes viajes: América del Sur en 2006; América del Norte en 2010, y el más reciente en Europa y Medio Oriente.
El pasado viernes 18 de enero sufrió un accidente en Cisjordania, en Kfar Adumim, cuando un Toyota blanco con matrícula israelí chocó el costado derecho del Mercedes modelo 1961.
El golpe dejó casi destruído el carro y a ella le ocasionó una triple fractura de cadera y otra del pómulo izquierdo. Otras dos personas resultaron heridas.
Aún recluida en un hospital de Jerusalén envió este mensaje por medio de sus redes sociales:
Ana Lucía tiene 59 años. El 2 de marzo de 2018 llevó su Merce a Cartagena para transportarlo en barco hasta Corea del Sur, allí lo recogió el 11 de mayo y pasó por Rusia y gran parte de Europa y ahora estaba en el Medio Oriente.
El plan era llegar a África a través de Jordania y Egipto.
El accidente fue reseñado por medios locales, en uno de ellos Yedioth Pérez contó: “En el cruce de Kfar Adumim recuerdo que giré a la izquierda hacia Jerusalén, cuando de repente un coche se me acercó. No vi luces ni nada que señalara su llegada. Me golpeó fuerte y desde entonces no recuerdo nada”.
Diez días después del accidente es consciente de que pudo ser mucho más grave, agradece estar viva, se lamenta por su automóvil, aunque reconoce que la salvó: “El auto contiene mayores cantidades de metal que los autos nuevos y esto me protegió durante el accidente. Los médicos dijeron que es un milagro que pueda volver a caminar”.
La Visitación
Martina Ramirez Cardenas, 20 de enero
Jorge Enrique Blanco Rodríguez, 26 de enero
Santa María de Los Dolores
Margarita Bravo de Restrepo, 23 de enero
María Camila Mejía Bedoya, 21 de enero
San Juan Ápostol
Jaime de Jesús Vieira de Jaramillo, 14 de enero
Ana Cecilia Suárez de Castrillón, 14 de enero
Amanda Posada de Vélez, 25 de enero
San Lucas
Clara Patricia Vélez Osorio, 29 de enero
Este lunes falleció en Medellín la antioqueña Rocío Vélez de Piedrahíta, destacada escritora quien además hizo parte de la Academia Colombiana de Lengua como Miembro Correspondiente, era columnista de algunos medios en el país y también integró la Comisión de Paz durante el gobierno de Belisario Betancur en la primera mitad de la década de los 80.
Vélez de Piedrahíta tenía 92 años y fue autora de 15 publicaciones, algunas de las más destacadas El hombre, la mujer y la vaca; Entre nos; La Cisterna y El pacto de las dos Rosas.
Sobre Rocío, la autora María Teresa Ramírez escribió en la biografia autorizada Rocío Vélez de Piedrahíta. Vida y obra anclada en la memoria (Medellín, las Mujeres y las artes, Secretaría de las Mujeres de Medellín, 2010): “Entre la bruma de mis recuerdos de adolescente, puedo ver un ejemplar de El Espectador que llegaba a mi casa los fines de semana. A mí me resultaba un tanto extraño el interés que aquel periódico de Bogotá despertaba en mis padres, pero para ellos era un delicioso manjar. En la noche, mi padre, acostado en la cama, lo leía y releía durante largo rato hasta que se quedaba dormido y las páginas sueltas se deslizaban de sus manos para caer sobre la alfombra. De allí lo recogía mi madre, que era también una gran lectora, y alguna noche de aquellas, cuando me acerqué hasta su cama para despedirme y pedirle la bendición, la vi sonreír por algo que estaba leyendo. Eran las crónicas de una escritora llamada Rocío Vélez de Piedrahíta”.
Y añadió: “Fue así como escuché hablar por primera vez sobre esta mujer, cuyo nombre, un tiempo después, se convertiría en un referente obligado dentro del panorama literario de Medellín y de Colombia”.
En 2016, la directora de la Editorial de la Universidad Eafit, Claudia Ivonne Giraldo, escribió en Vivir en El Poblado: “Sin alardes, Rocío establece una línea matrilineal en esta Antioquia dominada por las voces masculinas, para que la otra visión del mundo, la de las mujeres, la de los diferentes, la de los segregados, pueda contar también con claridad y con hondura, sus verdades distintas”.
Rocío Vélez de Piedrahíta también fue docente de la Universidad de Antioquia y representante de Colombia ante la Unesco-Cerlal.
Su esposo fue Ramiro Piedrahíta, también fallecido, con quien tuvo cinco hijos: Mercedes, Amalia, Carmenza, María Cecilia y Evaristo.
El miércoles 30 de enero se realizará una misa en su honor a las 11:30 a.m. en la iglesia de San Lucas.
El Servicio Geológico Colombiano registró un sismo de magnitud de 4.0 con epicentro en el Volcán Nevado del Huila y una profundidad de inferior 9 kilómetros sobre las 4:07 p.m.
El movimiento telúrico fue reportado por algunos usuarios en la ciudad de Medellín.
El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres DAGRD informó que, “Luego de sismo registrado en los últimos minutos, no se reporta novedad en Medellín”.
A las 4:32 p.m. el Metro de Medellín informó que se normalizó la operación en la línea B, que operó entre las estaciones San Antonio y Estadio por una falla técnica desde las 4:04 p.m. de este lunes 28 de enero de 2019.
Un tren detenido entre las estaciones Estadio y Floresta a causa de un inconveniente técnico, obligó al personal de Metro de Medellín a detener la operación habitual de la línea B y atender el imprevisto para restablecer el servicio.
La gata Nikita se perdió por la transversal Superior en el sector de la universidad CES. Si tiene algún reporte de este felino raza Maine Coon por favor comunicarse al número 3173129394.
https://www.vivirenelpoblado.com/vivir-bien/mascotas/
A partir del lunes 4 de febrero de 2019 iniciará la rotación del Pico y Placa en Medellín y los municipios del Valle de Aburrá que tienen establecida la medida. Para taxis la rotación comenzará a partir del viernes 1 de febrero.
El horario se mantendrá de 7:00 a.m. a 8:30 a.m. y de 5:30 p.m. a 7.00 p.m.
Lunes: 6-7-8-9
Martes: 0-1-2-3
Miércoles: 4-5-6-7
Jueves: 8-9-0-1
Viernes: 2-3-4-5
Lunes: 4-5
Martes: 6-7
Miércoles: 8-9
Jueves: 0-1
Viernes: 2-3
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Sutex presentó en Colombiatex 2019 su nueva colección Celi La Lavandera, una alianza con la marca SOY junto a los diseñadores Diego Guarnizo y María Luisa Ortiz.
Ángel es un sello que se ha transmitido en cuatro generaciones en el ámbito de la joyería local. Mauricio conoce el negocio hace 38 años. El cliente cambia, la promesa no.
Ángel Ángel, el abuelo, puso hace 40 años la primera piedra más que de una empresa o una marca, de una forma de hacer las cosas. Le siguió Ángel María, luego Mauricio y la línea va en Juanita, siempre con el trabajo a mano y la honestidad como expresiones comunes.
Mauricio en su taller de joyería Joyangel, ubicado en el edificio Colmena, ha atendido centenares de clientes y ha visto la transformación del mercado, antes compuesto por parejas que querían afirmar su compromiso con un anillo y elegir luego una argolla como símbolo de eternidad. “Hoy además tenemos uniones libres y vínculos entre personas del mismo sexo. El caso es el amor. Y ya no solo son argollas, hay quienes se quieren diferenciar de los demás y expresar su relación con pulseras, cadenas, relojes. Pero el caso es el amor, es lo importante”.
Honestidad es uno de los valores que quieren expresar con la marca. Y salta la duda: ¿Hay colegas que no la profesan? “En el gremio se ve de todo. Pero al margen del gremio, fue la primera lección y exigencia de mi abuelo hace 40 años: trabajar con honestidad, con ética en la labor, en los materiales, en la custodia, en los avalúos y en la discreción por los bienes del cliente”.
Lo expresa en su taller a la vista para el visitante y mediante atención personalizada, además con extensión a su hija Juanita, de Joyas Juanita Ángel, la cuarta generación: “Ella, las nuevas tendencias; yo, lo clásico”, dice, sin negarse a las alternativas presentes: una app para que el cliente inspire su propio diseño y la próxima implementación del modelo 3D.
Los tiempos cambian, el mercado ya vimos, pero la esencia está firme: “Tengo un compromiso con el apellido, nos buscan por ser Ángel, es un peso que debemos saber llevar”.
Por: Juan Felipe Quintero