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Julio 11, día mundial de la población

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Para recordar a pesimistas, optimistas e indiferentes hacia donde vamos con ese problema, por iniciativa de la organización de las Naciones Unidas, se estableció el Día Mundial de la Población.

Kofi Annan, Secretario General de la ONU, en un discurso con motivo de la celebración, en 1999, nos recuerda que todo no son cifras: “La población no solo es cuestión de números. Es una cuestión de seres humanos, una cuestión de individuos, una cuestión de cada uno de nosotros. Se trata de que cada mujer y cada hombre sean capaces de tomar decisiones libres, informadas y en igualdad, incluyendo el tamaño de su familia y el espaciamiento entre sus hijos. Se trata de que cada hombre y cada mujer sean capaces de mantener a los hijos que eligieron tener, de asegurar su bienestar y de darles una vida digna. Se trata de libertad individual, de derechos humanos y de desarrollo sostenible para todos”.

Por ese motivo, la posibilidad de esa vida digna no solo pasa por el control del crecimiento sino también por un reparto más justo de las riquezas mundiales, por la cooperación y la solidaridad, por el respeto al medio ambiente y a nuestros semejantes. Si no ocurre así, quizás el Día Mundial de la Población se convierta en una fecha vacía. Como la que refleja el escritor uruguayo Mario Benedetti en este alarmante poema:

El niño cinco mil millones

En un día del año 1987 nació el niño Cinco Mil Millones. Vino sin etiqueta, así que podía ser negro, blanco, amarillo, etcétera. Muchos países, en ese día, eligieron al azar un niño Cinco Mil Millones para homenajearlo y hasta filmarlo y grabar su primer llanto. Sin embargo, el verdadero niño Cinco Mil Millones no fue homenajeado ni filmado ni acaso tuvo energías para su primer llanto. Mucho antes de nacer ya tenía hambre. Un hambre atroz. Un hambre vieja. Cuando por fin movió sus dedos, estos tocaron la tierra seca. Cuarteada y seca. Tierra con grietas y esqueletos de perros o de camellos o vacas. También con el esqueleto del niño número 4’999.999.999. El verdadero niño Cinco Mil Millones tenía hambre y sed, pero su madre tenía más hambre y más sed y sus pechos oscuros eran como tierra exhaustada. Junto a ella, el abuelo del niño tenía hambre y sed más antiguas aún y ya no encontraba en sí mismo ganas de pensar o de creer. Una semana después, el niño Cinco Mil Millones era un minúsculo esqueleto y en consecuencia disminuyó en algo el horrible riesgo de que el planeta llegara a estar súper poblado.


Como un salmón (a contracorriente)

Como un salmón (a contracorriente)
“De niño, cuando estudiaba pintura, nos pidieron un seudónimo. Mi papá cogió mi nombre: Carlos Andrés Mejía Gómez y lo sintentizó en Caramego. Con el tiempo la cosa se degeneró en Mego y lo terminé adoptando. Después de oír tanto que la gente me llame Mego se me hace muy raro escuchar que me digan Carlos Andrés”, recuerda Mego.

Él es un músico local, un “Pez” que ha nadado de manera rauda en los turbulentos sonidos del rock, los cadenciosos ritmos del pop, los remolinos de la música electrónica, las corrientes del folclore popular y hasta las sugerentes melodías de la música clásica. Así, confiesa Mego, ha ido fluyendo para encontrar su esencia musical.

Como un salmón
Antes de entrar al mundo de la música, Mego dibujaba. Pero las melodías le fueron ganando a las formas. Sin percatarse los colores se le volvieron sonidos, los trazos canciones y las luces, ritmos. De pronto, ese niño sensibilizado por la pintura y cantante del coro de iglesia, se fue a contracorriente como un salmón. Desde entonces no ha dejado de tocar la guitarra ni el teclado, “Pero ahora lo que definitivamente toco es el computador”, explica. Con este aparato surca los bastos confines de la música.

Esa corriente refrescante que es la alegría
Mego confiesa que lo mejor de sus primeras incursiones fueron las reacciones que suscitaba su música. “Poner a prueba gustos y oídos”, preparar un coctel de vanguardia para enardecer con sugestivas y caprichosas canciones. En esa alquimia mezcló de todo, tocó metal, punk y rock and roll. Una dosis de cada género para reinventarlo. La cosa empezó desde hacer ensayos solo con un teclado hasta combinar sonidos de manera casera. “Lo que rescato de ese período de exploración es la alegría; el goce de tocar sin más pretensiones que sentir las reacciones de la gente, despertar las energías con solo activar una canción”, afirma.

Adaptarse o seguir solo
Entonces Mego forma El Pez, un grupo que retoma las raíces del rock en español; hacer música divertida, sin dejar de jugar. “En ese momento estábamos metidos en hacer nadaísmo. Después uno empieza a encontrar cosas y se involucra con temas sociales; entendiendo lo social como el lugar que uno ocupa en una ciudad, en una cultura, y así comenzamos a expresar el contacto que teníamos con nuestra realidad”, aclara. El Pez fue como una miscelánea. “De ese proceso aprendí a ver la música como una escuela grande que se vuelve una empresa, que exige saber llegar al público y proyectar el trabajo”, dice Mego, a quien las rápidas corrientes del reconocimiento lo llevaron a grabar con una disquera. “Al principio es emocionante ingresar a una disquera porque se piensa que hay una cantidad de procesos que se van a ahorrar y solo hay que preocuparse por la creación; pero el problema es que la dirección de ese producto se sale de las manos porque las disqueras buscan un abanico más amplio y al firmar hay que sacrificar parte de las intenciones propias en aras de intereses recíprocos, así es el negocio”, explica.

Después de un proceso de 8 años, 3 trabajos y uno inédito, El Pez se acaba por el desgaste que tuvo con la disquera tratando de sacar un disco que no era tan comercial como los anteriores y eso implicaba mucho riesgo en la inversión. “Era un disco más fuerte y más sucio sonoramente. Ellos no arriesgaban y los músicos del grupo iban creciendo profesionalmente”, explica Mego.

Sonorización y musicalización para televisión
Sin duda uno de los grandes aportes de Mego ha sido la sonorización y musicalización para la televisión local. Fue Canal U el que le soltó el sonido durante 3 años. Y luego fueron Telemedellín y Teleantioquia con algunos programas. “Yo he sido muy engomado con esa relación de lo audiovisual y desde que estaba en el colegio ya estaba haciendo mis videos y musicalizándolos, poniéndole cables y adaptadores entre equipos de sonidos, vhs y televisores. Entonces llevé un par de videos caseros a Canal U y ellos se interesaron por ese tipo de musicalización. Todos aprendimos porque era algo que no se había intentando en la televisión local y menos del corte juvenil y cultural. Aprendimos a leer las necesidades de cada programa y a proponer ideas sintiendo, para traducir con música lo que los demás quieren expresar”.

Mozart K-cero
El proyecto conjunto más reciente en el que Mego ha participado es una reinterpretación de algunas obras de Mozart en la conmemoración de los 250 años del natalicio del compositor austriaco. El proyecto usa y mezcla sonidos urbanos como los pitos de los carros, los frenos, pregoneros, que lo que hace es traernos esa sociedad donde vivió Mozart al presente y mezclarla como una confusión de recuerdos, como un collage de realidades. “Lo mejor es que la intervención le da un toque popular a lo sacro de esta música y su ceremoniosidad es tocada por el humor”, explica. El proyecto lo componen 8 músicos en escena, 3 personas se encargan de los arreglos, hay un cuarteto de cuerdas: violines, violonchelo, viola y corno inglés. Un rapero que se convierte en un músico virtual, y la instalación de imágenes y fotografías de la ciudad con el concepto del fotógrafo Juan Fernando Ospina, sincronizadas con la música. “Creo que es algo muy arriesgado y de pronto haya gente a la que no le guste pero la intención es que suscite reacciones. Porque parte del encanto de la música es poder jugar al niño malo. Porque me gusta que la música suene torcida, los cambios bruscos, los sonidos extraños, los giros, las reacciones” comenta Mego.

El estreñimiento o la prolongación de la dificultad

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  La frecuencia normal de los movimientos intestinales puede variar ampliamente, de tres al día a tres a la semana. Lo que es normal para una persona puede no serlo para otra. En general, sin embargo, una persona tiene estreñimiento si defeca heces duras menos de tres veces a la semana. En algunos casos esta personas también pueden tener cólicos abdominales o dolor.

Afortunadamente, unos pocos cambios de sentido común en el estilo de vida pueden aliviar y en algunos casos prevenir el estreñimiento: hacer más ejercicio, alimentarse con comidas ricas en fibra y beber muchos líquidos, especialmente agua.

Alarma por endurecimiento
No defecar todos los días no es lo mismo que estar estreñido. Tiene estreñimiento quien:

  1. Tiene deposiciones duras menos de tres veces a la semana.
  2. Con frecuencia siente dolor cuando defeca.
  3. Siente el abdomen hinchado o incómodo.

Causas
Normalmente los desechos de la digestión son expulsados a través de los intestinos mediante contracciones musculares. En el intestino grueso, la mayor parte del agua y la sal en la mezcla son reabsorbidas porque son esenciales para muchas otras funciones corporales. Si mucha agua es absorbida o si los desechos se mueven muy despacio, la consecuencia puede ser el estreñimiento.

Varios factores pueden causar el desaceleramiento del ritmo intestinal, entre ellos el inadecuado consumo de líquidos, una dieta pobre en fibra, ignorar el llamado de la naturaleza, la edad, la inactividad física, la depresión, el embarazo, alguna enfermedad, incluso el estrés.

Muchos medicamentos, como los que se usan para tratar la enfermedad de Parkinson, la presión alta, algunos desórdenes cardíacos y la depresión, pueden causar estreñimiento. Esto también es cierto para la mayoría de los medicamentos narcóticos. El uso frecuente de laxantes a menudo agrava la situación y puede a la larga ser causa de estreñimiento.

En algunos casos poco comunes el estreñimiento puede ser una señal de otras enfermedades más serias como el cáncer colorrectal, problemas del corazón o fallas de los riñones.

Todos en riesgo

 
   
     
  Las probabilidades de padecer estreñimiento son mayores en las personas mayores, los sedentarios, los encamados, los que tienen una dieta pobre en fibra o no toman líquidos suficientes. También tienen riesgo quienes toman ciertos medicamentos como sedantes, narcóticos o reciben quimioterapia. Las embarazadas pueden tener episodios de estreñimiento porque su digestión se desacelera para que su cuerpo pueda extraer más nutrientes de la comida. Al final del embarazo la presión del útero en los intestinos también puede causar estreñimiento. Es tiempo de ir al médico Hay que ir al médico cuando se ha tenido recientemente un ataque inexplicable de estreñimiento o cambio en los hábitos intestinales. También cuando hay algunos de los siguientes síntomas, que podrían señalar un problema de salud más serio:

  1. Deposiciones solo una o dos veces a la semana a pesar de cambiar la dieta y hacer ejercicio.
  2. Dolor abdominal intenso.
  3. Sangre en la materia fecal.

Exámenes y diagnóstico El diagnóstico de estreñimiento depende de la historia médica personal y de los resultados de un examen físico. Lo primero que hace el médico es descartar problemas como obstrucción intestinal, enfermedad endocrina (como el hipotiroidismo) o desarreglos electrolíticos (como exceso de calcio en la sangre). Es bueno contarle al médico qué otros medicamentos se están tomando, pues ellos pueden ser la causa. A veces son ordenados algunos exámenes de reconocida incomodidad como pruebas de laboratorio (coprológico), enemas o colonoscopias.

Casos graves y complicaciones El estreñimiento, aunque puede ser extremadamente molesto, casi nunca es serio. Si persiste y si hay dolor al defecar, la persona podría desarrollar hemorroides y fisuras en el ano. El estreñimiento muy severo o crónico algunas veces puede causar impacción fecal, acumulación de heces secas y endurecidas en el recto o en el colon que no pueden ser eliminadas con los movimientos intestinales normales. Esto puede ser muy peligroso, incluso mortal; esa materia fecal debe ser removida manualmente por personal médico. Quienes usan laxantes con frecuencia pueden llegar a tener problemas, entre ellos la pobre absorción de vitaminas y nutrientes, la pérdida excesiva de agua, sodio y potasio, daño al tracto intestinal y empeoramiento del estreñimiento.

Formas de alivio Los cambios en el estilo de vida representan la mejor y más segura opción para manejar el estreñimiento. Para manejar los síntomas, es bueno usar un suplemento de fibra natural pues estos ablandan la materia fecal y se pueden usar todos los días. Cuando se toma el suplemento, también se debe tomar agua suficiente durante el día, de lo contrario aquel puede agravar la enfermedad. Además hay que añadir fibra a la dieta paulatinamente para evitar problemas de gases. A veces los médicos recetan remedios que cumplen esta función, como aceite mineral, para facilitar el recorrido de las heces por los intestinos; sin embargo, estos remedios no se deben usar con frecuencia porque pueden causar otros problemas. Los aceites minerales interfieren con la absorción de vitaminas y pueden ocasionar una peligrosa forma de neumonía si son inhalados o de alguna forma llegan a los pulmones; por eso no se pueden consumir tales aceites justo antes de acostarse. Las embarazadas no deben tomar laxantes sin antes consultar con su médico. Es mejor que consuman comidas que contengan fibra. Es buena idea revisar las etiquetas de las comidas prefabricadas porque no todas son ricas en fibra a pesar de lo que promocionan. También deben tomar muchos líquidos y hacer ejercicio. Las que están tomando suplementos de hierro deben tener presente que este causa estreñimiento a algunas personas.

Para cerrarle el paso al estreñimiento

  1. Comer con un horario regular: se deben preferir las comidas ricas en fibra, incluidas las frutas frescas, los vegetales y los panes y cereales de granos completos. Hay que experimentar para ver cuál fruta o vegetal tiene efecto laxante (eso varía de una persona a otra). Algunas de estas variedades de comida producen gases, así que es mejor ingerir cantidades moderadas.
  2. Limitar las comidas problemáticas: entre estas están las que tienen mucha grasa o azúcar. También es bueno disminuir el consumo de lácteos pues pueden agravar el estreñimiento, especialmente en los niños.
  3. Tomar muchos líquidos: ¿Cuánto es mucho? Los expertos hablan de un mililitro por cada caloría quemada. Esta escala no es apropiada para las mujeres embarazadas o lactantes, bebés, niños y ancianos que no son saludables. La recomendación para el hombre promedio, que quema aproximadamente 2.900 calorías al día, es de 2.900 mililitros de agua. Eso es poco menos de tres litros o 12 vasos. La mujer promedio quema unas 2.200 calorías al día, es decir, debe tomar 2.200 mililitros de agua o dos litros largos, ó 9 vasos. Parece mucha agua, pero no se trata de llenar tantos vasos hasta arriba y beberlos. La comida sólida tiene agua. En una dieta corriente la comida proporciona de 3 a 4 vasos de agua, así que eso se le puede restar a los 9 ó 12 que hay que tomar. Los hombres queman más calorías y necesitan más agua porque generalmente son más grandes que las mujeres y tienen más tejido muscular.
  4. Aumentar la actividad física: al menos 30 minutos de actividad física al día, esa es la recomendación general. Esa media hora puede ser caminando a buen paso, montando en bicicleta o nadando.
  5. Atender el llamado de la naturaleza: entre más se aplaza la ida al baño una vez que se siente la necesidad, más agua es absorbida de las heces y estas se hacen más duras.
  6. Los suplementos de fibra: es bueno pedirle una recomendación al médico sobre los medicamentos de venta libre que pueden ayudar a suavizar las heces. Quienes toman suplementos de fibra deben beber de 8 a 10 vasos de agua al día, de lo contrario el medicamento puede causar estreñimiento o empeorarlo en quienes ya lo padecen.
  7. No vivir a punta de laxantes: muchos de estos remedios lo que hacen es irritar las paredes de los intestinos para producir la deposición. Su uso habitual puede causar daño y empeorar el estreñimiento. Para el alivio ocasional es mejor usar productos como la leche de magnesia, pero hay que tener en cuenta que el uso prolongado, aun de estos, puede ocasionar dependencia. A los niños con estreñimiento es bueno darles mucho líquido, pero evitar los laxantes, a menos que hayan sido recetados por el médico.
 

Plantas carnívoras en El Poblado

Su afición empezó con el interés por las orquídeas que su abuela le sembró en la niñez. Pero hace 13 años, cuando una compañera del colegio llevó una revista científica en la que había fotos de plantas carnívoras, supo que quería tener una colección.

“Empecé a averiguar quién tenía esas plantas en la ciudad. En los primeros años no pude conseguir pero buscando fueron apareciendo”, confiesa. Con unos jardines botánicos alemanes consiguió las primeras semillas y las sembró, asociado con gente que ya había tenido plantas carnívoras y así empezó a cultivarlas.

Una planta que parece animal

La fascinación que causan estas plantas es lo atípicas que son en la diferencia entre lo animal y lo vegetal. Casi todas tienen un movimiento notable y funciones como la digestión de animales (insectos). “Explicar porqué pasan las cosas en la historia evolutiva es prácticamente imposible, se puede explicar cómo se forman, cómo funcionan, la relación entre el medio y las estructuras que han desarrollado para vivir, pero eso no es suficiente para explicar que eso haya pasado y que el resultado sean hojas de ciertas formas que funcionen como trampas, o por qué tienen glándulas que segregan sustancias para digerir el cuerpo del animal”, explica Nicolás Peláez. Lo que entendemos hoy es que estas plantas crecen en humedales, pantanos o suelos no tan húmedos que tienen deficiencia de nitrógeno y en todos los procesos de la vida este elemento es muy importante. Por eso han desarrollado la capacidad para atrapar insectos y compensar los nutrientes que necesitan.

Las trampas y las presas

La plantas carnívoras no solo comen insectos, también comen microorganismos. Otras atrapan seres más grandes como ranas, grandes arácnidos o pequeños roedores y mamíferos, ya que tienen trampas que llegan a medir hasta 40 centímetros. Sus trampas son de todo tipo: las dentadas que se cierran como trampas de osos; otras con formas de embudo y fuelles que encarcelan, ahogan y asfixian al animal; y otras acuáticas que aspiran las presas.

Cómo capturan

Hay una planta llamada Rocío de sol, porque las hojas tienen pelos y en cada punta de estos hay una glándula que segrega una sustancia densa, viscosa y transparente que parece gotas de rocío. Esto es lo que atrae a los animales y los atrapa en la gota pegajosa. “Para nosotros sería como caer en un baño de brea”, dice Nicolás Peláez. Cuando el insecto queda atrapado empieza a moverse para zafarse de ese pegamento y la planta es capaz de detectar las sustancias que libera el animal. Entonces va cerrando todos los pelos sobre él hasta envolverlo, va secretando esas sustancias que lo degradan y el animal mientras está vivo va siendo digerido. En cuestión de dos días el animal está completamente consumido. “Pero estos químicos no representan peligro para los humanos por las escalas en que actúan”, aclara Nicolás Peláez.

No hay tantas pero que las hay, las hay

Nicolás comenta que Colombia no tiene una diversidad de plantas carnívoras tan amplia como ocurre con mariposas, ranas u orquídeas. “En el país sí hay plantas carnívoras porque éstas crecen en climas tropicales y subtropicales, pero no hay una cartografía detallada. “Así que si uno no sabe lo que está viendo es muy difícil encontrarlas. Algunas son acuáticas y parecen algas o lamas para quien no tiene un conocimiento botánico”.

El placer de verlas es suficiente

Nicolás reconoce que las plantas carnívoras más que una excentricidad es una afición para aprender y cultivar, pero sobretodo las tiene por el goce estético. “Porque fuera de ser plantas atípicas que capturan animales, de que vivan en suelos con características especiales, de su rápido movimiento o de los sistemas que intervienen cuando se alimentan, las formas son increíbles, y el goce es la contemplación”, afirma.


¿Dónde paramos?

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No se interprete lo anterior como mi única visión sobre aquel país; la he traído a cuento porque dependiendo del destino, en nuestra comarca (Antioquia) salir por carretera constituye un verdadero placer estomacal no tanto por la variedad como por la cantidad con alto promedio de calidad. Cualquier carretera que se tome para salir de Medellín comienza a ofrecer su paisaje de sabores a los pocos kilómetros de distancia; pero la verdad sea dicha, la carretera de Las Palmas en su ruta hasta Llano Grande se ha convertido en algo que merece un comentario. Partiendo desde San Diego, a vuelo de pájaro y sin mayor detalle, las cosas se inician en Chuscalito con su oferta de pandeyucas y chocolate caliente, al momentico está El Reposo (donde Toño) con un chicharrón y un chorizo de más de 40 años de tradición; 10 minutos más arriba se ubica Doña Rosa la cual goza de gran prestigio entre ciclistas de todas las pelambres; pasando el alto y sobre la glorieta para el aeropuerto surge Sancho Paisa con las mejores arepas de mote de toda la región; apenas pasado el peaje está Las Brisas con sus chorizos diminutos campeones como pasante de aguardiente; bajando del alto de Corinto (donde se ubica el Theodoro Hertzl) esta la curva de El Paraíso con otras afamadas arepas; se desciende otras tantas curvas y La Doctora está montando entable y enseguida aparece Pizzas Piccolo; en las rectas hacia Fizebad la oferta se cuadruplica con los quesitos en hoja de Los Arrayanes y sus panelitas exclusivas; luego está Montenevado dormido en sus laureles; unos metros más allá la alternativa es Donde Óscar con su oferta permanente de frijoles con pezuña, y subiendo el morro está la afamada Parrillada de Martín. El periplo continua bordeando el paisaje de la represa hasta llegar a Carabanchel, auténtico epicentro de oferta culinaria pues allí funcionan: Braham, especializado en carnes y con excelente ambientación; Savanha otro clásico de parrilla; Bella Italia cuya especialidad su nombre lo dice; al lado funcionan Opa y Oma con su tradicional y deliciosa oferta de cocina alemana; Le Petit, un encantador sitio de fondues y crepes; y Pacho Parrilla, otro clásico de las buenas carnes con cortes y salsas bastante originales. Se desciende tres cuadras y se llega al Mall de la Fe. Este lugar es un verdadero popurrí de establecimientos de comida en donde los aromas de las pizzas San Lorenzo se sienten desde la lejanía; dos curvas más adelante se llega a La Fe y allí operan otros tantos negocios: famosas son las empanaditas de Chila en Casaverde, los pandeyucas de La Tienda de Pablo y las costillas de Porcicarnes. Continuando hacia Don Diego nos topamos con Cantaleta, cuyo chicharrón es famoso por su sabor y corte.

Ya estamos entrando a Llano Grande, pero me voy a detener en este punto, pues los nuevos restaurantes -más de media docena- que han aparecido en este sector en los últimos tiempos merecen una columna exclusiva. Seguramente he omitido muchos lugares que son del encanto de viajeros permanentes por esta carretera; sin embargo, este recorrido, que más se asemeja a una carrera de observación que a una ruta gastronómica, no deja la menor duda para pensar que en estos asuntos de salir por carretera a mecatear, la de Las Palmas se constituye en una alternativa de permanente disyuntiva. De ahí mi título a esta crónica.


Cecilia Pérez

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Cecilia Pérez
El vuelco que le dio a su vida.

El vuelco que le dio a su vida, hace ya 21 años, convirtió el que fuera un hobbie en una exitosa carrera dentro del mundo de la moda. Pero la verdad es que Cecilia Pérez trae desde su casa el amor por las artes y es precisamente por eso que es licenciada en ellas aunque cuando se graduó ya tenía bases y fundamentos sobre la alta costura pues su mamá, una amante y conocedora del tema, la involucró desde muy niña y le transmitió sus conocimientos. Hoy, en su taller del Centro Ejecutivo, crea prendas únicas, con exquisitos bordados, mezclas sorprendentes de texturas y una singular paleta que trae desde los clásicos hasta combinaciones de color. Luego de su participación en el Fashion Week de Miami, en mayo de este año, otras puertas se abrieron para la diseñadora y aunque ya tenía reconomiento, este evento marcó su entrada a Nueva York en donde varias tiendas ofrecerán sus trajes e igualmente está invitada a participar en varias pasarelas donde su talento con certeza dejará huella.

León Ruiz, una lente viajera

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León Ruiz
una lente viajera.

En 1999, en su estudio, Carlos Tobón tomó esta fotografía de su colega, nacido en Medellín en 1933. Desde muy temprano estuvo en contacto con las cámaras, aunque en un principio lo que hacía era venderlas. Ahí inició un amor por la fotografía que lo llevó a viajar por Colombia y el mundo, hasta que finalmente se radicó en su ciudad natal en 1969, donde estableció un estudio para hacer retratos. Durante un tiempo fue profesor de la Universidad de Antioquia, de la Universidad Pontificia Bolivariana y del Instituto de Artes. En 1980 participó en la bienal de arte de Venecia.

Sobre las vías de Medellín

Seguro que algunas de estas decisiones, como poner a Los Balsos subiendo y Los González bajando, podrían tranquilamente haberse tomado hace años. ¿Acaso no “descubrimos” la bondad del esquema unidireccional cuando, a finales del 97, se hizo lo mismo con las transversales?

En fin, más vale tarde que nunca. Esperemos que las medidas entren completamente en vigor y comentaremos sobre su resultado.

Supongamos que sí, que la movilidad mejora. Pero si la cantidad de vehículos sigue aumentando al 10% anual -pecando de optimismo-, ¿qué pasará dentro de 3 años? ¿Dentro de 5 ó 10? ¿Serán pañitos de agua tibia cuyo mínimo efecto será atropellado por la realidad demográfica y económica de la ciudad?

Y así nos pasaremos los años. Poniendo curitas y dando aspirinas a un paciente que tiene una enfermedad mucho más grave, que solo podría resolverse realmente por medio de complejos y costosos tratamientos quirúrgicos.

Como ya lo han descubierto diferentes ciudades en América Latina -México y Santiago de Chile, por ejemplo- la solución más eficaz a los problemas del tráfico urbano es construir vías preferenciales que no tengan cruces con ninguna vía secundaria. Autopistas a nivel, o elevadas, o subterráneas, que permiten a los vehículos, rápidamente, evitar las zonas de mayor congestión o casi ir de un extremo a otro de la ciudad.

Por ejemplo construir una vía subterránea de 3 carriles en cada sentido por debajo de la Avenida El Poblado, saliendo de Envigado y llegando hasta la calle 30. Similar a lo que hizo Santiago. O mejor, un puente de 2 carriles en cada sentido, similar a lo que hizo México (lo llaman “segundo piso”). ¿O qué tal hundir parte de la Avenida Oriental, para desembotellar el Centro, similar a lo que en Lima llaman “el zanjón”? Para no hablar de ciudades en Estados Unidos o Europa, donde todas las urbes de cierto tamaño en adelante las tienen.

La más interesante es la de Santiago, que incluye peajes automáticos. En las distintas entradas y salidas hay sensores que miden con precisión la distancia recorrida por el vehículo, el cual está dotado -obligatoriamente- de un receptor de señal. Al final del mes se envía a la casa la cuenta por todos los usos del período. Cabe señalar que buena parte de esta vía circula por debajo del cauce del Río Mapocho, muy similar al Río Medellín. Esto seguramente facilita el trabajo, pues la cantidad de tuberías subterráneas que habría que reubicar sería muy inferior a hacerlo por debajo de una vía ya existente.

No es tarea fácil imaginar estas soluciones para una ciudad de tan difícil topografía y tan densa como Medellín. Pero mientras no tengamos vías de esta magnitud, seguiremos en las mismas, solo que cada año con un número mayor de vehículos.

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Altavista

De la parte rosa de la historia quizá no haya mejor ejemplo que aquella narración de Manuel Uribe Ángel sobre la “Llorona” que se dejaba oír por las mangas aledañas al riachuelo “Poblado”, por ser ése el lugar en que, en vida y antes de enloquecer, asesinó a un hijo bastardo que quería esconder. La escena pavorosa encontraba compensación, de acuerdo con el eminente cronista, en la pureza de los decorados silvestres: “Espeso toldo formado por el follaje de un cañaveral, y por algunos árboles, y dominado por ancho carbonero, semejante a un paraguas gigantesco, al través de cuyas numerosas y delgadas ramas y de sus multiplicadas, verdes y encrespadas hojas, filtraba como por un tamiz la luz del astro de la noche”.

Los tiempos de la decrepitud han encontrado sus páginas más vívidas en la novela “Una mujer de 4 en conducta”, de Jaime Sanín Echeverri: Helena, una campesina sonrosada e inocente que abandona su hogar montañero para terminar haciendo de puta en una grisácea Medellín, es la contundente metáfora del destino de la quebrada Santa Elena, lozana en su nacimiento pero tan pútrida al alcanzar el corazón capitalino que terminó por merecer su encierro de concreto. Hoy, como si su historia solo hubiera sido leyenda, la quebrada aparece en las conversaciones de los jóvenes cuando, cada 7 de diciembre en el desfile de mitos y leyendas que desciende por la avenida La Playa, a algún erudito se le ocurre divulgar la fantástica noticia de que las aguas de Santa Elena corren bajo el pavimento.

El más reciente capítulo de esta historia de cauces difuntos es el de la quebrada Altavista, hasta hace poco el imponente separador de los dos sentidos de circulación de la calle 30 durante un tramo considerable. Un buen amigo, curtido y entrecano, me habló alguna vez de las excursiones de su niñez por esos parajes, conocidos hace muchos años como las “mangas de Don Fidel”. Según mi relator, los prados se extendían sin avaricia, interrumpidos por las espesas arboledas que resguardaban las aguas límpidas de la quebrada. Cerca del fin de la tarde era forzoso, sin embargo, abandonar ese paraíso, pues se daba por descontado que el temible “Cura sin cabeza” salía a patrullar los campos. A prudente distancia del bosquecillo húmedo -posiblemente por el temor suscitado por el mutilado endriago- se alargaba la rústica calle de Céspedes, primera carretera que condujo a la lejana Belén y que alguna vez recibió al tranvía.

Un aventajado nieto del tranvía es el que ahora obliga a arrojar a la historia los últimos vestigios de los mejores días de un importante tramo de la quebrada, reducido a ser, ahora, la disimulada alcantarilla del flamante Metroplús. Pero no se crea que esta crónica pide marchar y levantar carteles contra la reforma: la quebrada, flaca, maloliente y pintada con el color de una enfermedad execrable, pedía a gritos la paz de una tumba. Esta memoria solo pretende, estimado lector, elevar el sencillo réquiem que merece cualquiera de nuestros muertos. Desde que me conozco estoy bajando o subiendo por la orilla de la quebrada Altavista en un bus de Belén Terminal, y me temo que, mientras elaboro mi duelo durante el próximo par de años, al recorrer la avenida y notar la ausencia del cauce de agua repetiré algo parecido a lo que, según escribió Uribe Ángel, obsesionaba una y otra vez a la “Llorona” de su relato: “Aquí lo dejé, ¿dónde lo encontraré”.

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Vuelta a clases

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Aparte de estos eventos anecdóticos, aparece en el panorama un tema que debe ser preocupación constante para padres de familia y maestros, saber si la educación que reciben los estudiantes de verdad los estará preparando para que su proceso de aprendizaje, su curiosidad por el conocimiento, su interés por la investigación no se detengan en noviembre cuando salgan de nuevo a vacaciones.

Este momento es una buena hora para pensar en la calidad de la educación, un tema en el que Medellín ha hecho un esfuerzo enorme y que, a pesar de los pobres resultados en las diferentes pruebas de conocimiento que se aplican, ha mostrado índices de recuperación. Esto último nos habla de que, efectivamente, con un poco de esfuerzo de todos, maestros, alumnos, padres de familia y Estado, el cambio se nota y muy pronto.

Vale la pena resaltar todo el trabajo que hace la Secretaría de Educación para reparar muchas de las injustas brechas que la realidad ha abierto entre los distintos sectores de población y que se traducen en una mala calidad de educación especialmente mientras más pobre sea el estudiantado. Por eso, dicen en la Alcaldía, el resultado no se verá inmediatamente, pero sí se verá.

En las pruebas Saber, las que deben presentar los niños de 5 y 9 grado, el resultado de Medellín es significativamente mejor que hace dos años. Sin embargo, en las pruebas del Icfes a los estudiantes de último grado, el resultado sigue siendo muy triste. Apenas 8 estudiantes de Medellín entre los cien mejores de Colombia. Puede que esta no sea una interpretación suficientemente técnica de los datos, pero si es diciente de nuestro desempeño y del escalafón que tenemos en el conjunto nacional.

El trabajo que se está haciendo se inicia en el preescolar, donde debe ser, buscando darle a todos los niños de Medellín las mismas oportunidades. Por eso, alimentación, juego, afecto van de la mano con infraestructura, transporte, financiación y capacitación para los maestros. Un ejemplo de redistribución que tenemos que apoyar y aplaudir, y pedir que se continúe y se fortalezca. Un dato importante a tener en cuenta es el hecho de que de cada 100 pesos que tiene el Municipio para inversión 40 los destina al rubro de educación. A pesar de esto, el dinero es escaso.

Son muchos los frentes que hay que atender. Pero solo una política coherente y articulada con un propósito claro logrará hacer de Medellín, de verdad, la ciudad más educada de Colombia y creer que a través del conocimiento y la cultura alcanzaremos no solo a romper las desigualdades sociales sino a construir una tierra digna de ser vivida. El reto que tenemos como ciudad es hacer perdurables en el tiempo estos cambios, trabajar por mejores programas y ofrecer una capacitación continua y mejores salarios para maestros y profesores. A hacer que el oficio de maestro tenga el reconocimiento social y la dignidad que merece.

El nuevo semestre que se inicia debe marcar un paso adelante en el logro de estos objetivos, así que cuando veamos esas busetas repletas de niños que van al colegio, debemos sentirnos orgullosos de que estamos frente a quienes hacen ese cambio. Desde aquí nuestro saludo de agradecimiento a todos los que hacen parte de este trabajo, Alcaldía, Secretaría de Educación, planteles educativos, maestros, alumnos y padres de familia, todos comprometidos con lograr la meta de una ciudad mejor educada.


Noche de moda en Triada

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Amelia Toro, Hernán Zajar y Lina Cantillo

Consuelo Guzmán, Julieta Piñeres, Pedro Dávila, Isabel Estrada, July Vásquez

Mara Roldán, Felipe Agudelo, Lina Gómez

Ana María Serna, Sergio Vergara, Paola Serna

María Luisa Ortíz, Michael King, Dandi Maestre

Marea Decase, María Luisa Flórez

Lina Cantillo, Amelia Toro

John Paul Ospina, Johanna Cure, Amada Rosa Pérez

Alejandro Lotero, Catalina Pérez, Juan David Muriel

Kiro Kairuz, Isabel Henao, Mauricio Sabogal

Colombiamoda 2006

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Martes 11 de julio (Amelia Toro y Maria Luisa Ortiz)


Miércoles 12 de julio (Gef, Agua Bendita, Olga Piedrahita, Sonia Heilbron, Isabel Henao, Taller 5)

Lea aquí los comentarios del experto Pepe Reblet


Jueves 13 de julio (Elia Abuchaibe, Unico, Pepa Pombo, Leonisa)


Viernes 14 de julio

Lea aquí el epílogo escrito por el experto Pepe Reblet


Pasarela: Orbitel, con Brian Reyes y Beatriz Camacho.

Hora: 9:00 p.m.

Lugar: Centro Internacional de Convenciones

Los diseñadores

Brian Reyes es el diseñador revelación del momento. Pese a su juventud ya ha presentado su trabajo en la Semana de la Moda de Nueva York, despertando excelentes comentarios. Su experiencia en el mundo de la moda tiene trabajos al lado de nombres como Valentino y Oscar de la Renta.

Beatriz Camacho es cartagenera. Estudió en Boston en el New Burry School of Fashion Design y luego en Roma en la escuela Callegari. Su exitoso debut fue hace ya varios años, en la versión de 1992 de Colombiamoda.

El desfile

En la calle 

Vieron la pasarela


Pollo al vino

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Pollo al vino
Receta de Felipe Bedoya, chef del Café Manila

Ingredientes
(para 5 personas):
750 gramos de pechuga de pollo
125 gramos de tocineta
125 gramos de cebollitas en vinagre
125 gramos de champiñones
125 gramos de sukini en bolitas
125 gramos de zanahoria en bolitas
500 mililitros de vino tinto
250 gramos de salsa demi – glass
1 cucharada de sal
1 cucharadita de pimienta
2 hojitas de laurel 3 gramos de tomillo 

Preparación
Poner la pechuga de pollo en una sartén y calentarla en la estufa a GAS NATURAL EPM para sellarla y dorarla. Reservar (poner en un recipiente aparte). En la misma sartén, poner la tocineta y saltearla en la estufa a GAS NATURAL EPM, luego añadir las verduras y saltearlas igualmente. Agregar después el vino tinto, la salsa demi glass, las cebollitas en vinagre, la pimienta, la sal, el tomillo y el laurel. Dejar reducir por cinco minutos y luego servir, preferiblemente en una cazuela de barro.

Felipe Bedoya


Felipe Bedoya

Cuando dijo que quería estudiar gastronomía, no hubo conmoción o rechazo en su familia. Ellos, amantes de la buena mesa, se alegraron de tener un chef en el hogar. De niño le ayudaba a cocinar a su mamá, y en ocasiones especiales se inspiraba en libros de recetas para sorprenderlos. Sin embargo, no fue la gastronomía su primera opción profesional. Empezó Ingeniería de Diseño en Eafit pero la carrera no llenó sus expectativas, se retiró y luego, al ver un anuncio de la Escuela Gastronómica de Antioquia, le dijo a su mamá, en broma, que quería estudiar allí. Ella lo tomó en serio y lo apoyó. Ha trabajado en varios restaurantes, entre ellos Coma.com, del cual diseñó la carta. En este momento está al frente de la cocina del Café Manila, y quiere seguir estudiando para perfeccionarse, independizarse y montar su propio restaurante. Todo esto lo ha hecho en 25 años de vida y tres de ejercicio profesional.

Este chef propone Pollo al vino


180 años de Medellín como capital de Antioquia

La Alcaldía, durante los festejos de la Feria de la Flores de este año, hará mención de los 180 años que cumple Medellín como la capital de Antioquia.

Se pueden considerar varias circunstancias para que Medellín fuera la capital de Antioquia, entre ellas la fertilidad de la tierra y el clima propicio, su ubicación estratégica y el apoyo de varios gobernantes.

Antioquia buscó ser departamento y Medellín su capital

El 17 de diciembre de 1819 fue dada en el Congreso de Angostura la Ley Fundamental que creó la República de Colombia, cuyo vicepresidente fue el medellinense Francisco Antonio Zea. Quedaron unidas la Nueva Granada y Venezuela divididas en tres departamentos: Cundinamarca, Venezuela y Quito. Antioquia quedó como provincia del Departamento de Cundinamarca. Como capitales de las provincias quedaron las mismas de la Colonia.

El 12 de julio de 1821 el Congreso de Cúcuta, bajo la presidencia del envigadeño José Manuel Restrepo, dio la Constitución de la Gran Colombia, basada en la de Angostura, la que dividió la República en departamentos y estos en provincias. Antioquia quedó como Provincia del departamento de Cundinamarca y su capital continuó siendo Santafé de Antioquia. Tanto Zea como José Manuel Restrepo estaban enterados de las intenciones de Medellín de ser capital pero en los inicios de la República seguramente no consideraron prudente tratar dicho punto en los congresos constituyentes. Sin embargo, dos pretensiones empezaron a cobrar mucha mayor fuerza, la de que Antioquia fuera departamento y no provincia y la de que su capital fuera Medellín. En esa década de 1820 se alcanzarían ambas cosas.

Medellín no había sido antes capital de la provincia de Antioquia porque primero se fundó Antioquia y luego Santafé, dos poblaciones que se unieron como Santafé de Antioquia en 1541 para ser capital en tiempos de Gaspar de Rodas, por decreto de la corona española. Además la Villa de Medellín solo fue fundada como ciudad en 1675, mediante cédula real de Mariana de Austria.

Esto causó malestar en la comunidad de Santafé de Antioquia al verse rebajada en su calidad de capital de la provincia. Pero en 1823, el gobernador Gregorio Urreta, movió sus influencias políticas con el entonces vicepresidente Francisco de Paula Santander, para convencerlo de que Santafé de Antioquia no era el lugar más propicio para que continuara siendo la capital de la provincia por la poca fertilidad de la tierra, lo que empobrecía a la gente y ocasionaba la emigración, principalmente al Valle del Aburrá.

Medellín es capital por una modificación a la ley

No obstante el interés de los pobladores del Valle del Aburrá, en junio de 1824 fue expedida una ley de ordenamiento territorial que consolidaba que las provincias y sus capitales seguían como venían. Pero no fue bien vista por varias regiones, incluyendo a la Villa de Medellín y se presionó para que se modificara esa ley con una ley llamada Aclaratoria del 17 de abril de 1826. Porque hay que aclarar que Medellín no fue declarada capital de la provincia por una ley específica realizada para ese efecto, sino que en esa modificación a la ley de ordenamiento territorial de 1824, el artículo tercero estableció a la Villa de Medellín como la capital de la provincia de Antioquia. La determinación de esta modificación la tomó finalmente el Congreso Nacional, Senado y Cámara reunidos, y fue sancionada por el vicepresidente Francisco de Paula Santander.


Salidas de la bandeja de entrada

“En 2001 empecé a usar internet para ofrecer mi música, blogs, etcétera, sin tener problemas de derechos de autor ni cosas así. Además regalo no solo las canciones, sino las grabaciones originales de las mismas para que otras personas la manipulen, la remezclen o simplemente jueguen con ella”. Una idea, nada más y nada menos.

 ¿Simple, no? Pues la propuesta tuvo gran acogida y de ella salió un álbum completo de canciones hechas por músicos de todos los calibres. “La cosa empezó como una idea novedosa, pero los resultados sobrepasaron mis expectativas. Aparte de convertir en arte algo tan fastidioso como el spam, me alegra tener la oportunidad de mostrar al mundo algo de la escena musical independiente que circula en internet por estos días”.

Ya se sabe que internet no es un lugar, ni un país, pero precisamente por eso muchas personas se han volcado en él, y con ellos han expuesto toda su creatividad para que quien sea capaz la pueda apreciar. Como está dicho arriba, una buena idea y algo de iniciativa, no es mucho lo que se pide. Son muchas personas en todo el mundo, y hay muchachos de Medellín protagonistas de ese mundo en otros campos del arte, que han encontrado allí el mejor escaparate para su inventiva.

Brad sucks

El muchacho de esta historia se conoce en internet como la banda de rock Brad sucks. El solo es el compositor, músico, ingeniero de sonido, mezclador y distribuidor de la música de su banda unipersonal, y además fue el líder detrás de Outside the Inbox. Su música ha sido calificada por la crítica como de letras vívidas y pegajosas, con una extraordinaria sensibilidad pop. Los que saben le encuentran influencias de Beck, Moby, Folk Implosion y John Vanderslice, en su primer trabajo solista llamado No sé qué estoy haciendo; sin embargo, sigue siendo más conocido como el motor de las canciones del spam, álbum de 13 canciones (una de Brad) que ha tenido relativo éxito en lugares tan disímiles como Alemania, Suráfrica y Australia.


Juan Serna


Juan Serna

De la edición impresa (Edición 323)

En esta serie de portadas fotográficas que “miran” El Poblado, La Tienda Creativa propone una visión urbana que recupera lo simple, lo básico del transcurrir cotidiano, los escenarios que nos presenta la ciudad a veces inesperadamente, a veces para sorprendernos, a veces simplemente congela el tiempo en una imagen que dice muchas cosas, a veces para cuestionarnos, para preguntarnos que cosas hacemos o dejamos de hacer por nosotros mismos y por los demás, para ser concientes de que todos hacemos parte integral de la sociedad y sobre todo para dejar de ser simples espectadores de la vida y empezar a formar parte de las soluciones, a cumplir nuestro deber, en lugar de seguir exigiendo que los otros hagan las cosas por nosotros. El vivir cotidiano, el hacer cosas tan simples como no pisar el prado, pasar por la cebra, no pitar, respetar a los demás. Así son las portadas y los mensajes de la Tienda Creativa, con la mirada de Juan Serna, no son verdades, son sugerencias de vida, para Vivir Bien, Vivir en El Poblado.

Vea las portadas de La Tienda Creativa (Ediciones 318, 319, 321 y 322)


Habrá Señorita Antioquia

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Habrá Señorita Antioquia

De la edición impresa (Edición 323)

Iván Obando, Silvia Calle, Juan Diego Córdoba, María Adelaida Echavarría.

María Adelaida Echavarría fue la encargada de presentar la convocatoria para la elección de Señorita Antioquia, este año organizada por el canal regional Cosmovisión, quienes le han dado un giro a la usual selección. Las niñas interesadas, que deben tener mínimo 18 años y máximo 23, pueden inscribirse hasta el 29 de julio, y luego, entre los días 12 y 13 de agosto, se someterán a la primera eliminatoria de donde se seleccionarán las 10 finalistas, participantes de varias pruebas y eventos, naturalmente calificadas por los jurados, quienes elegirán entre ellas a la nueva reina, a la virreina y una primera princesa en un espectáculo muy interesante por su carácter abierto, a celebrarse el 9 de septiembre en el outlet Mayorca. Igualmente, en el canal estarán muy pendientes de las participantes pues de allí pueden formar su semillero de presentadoras, así que es una buena oportunidad para quienes opten por los reinados y la presentación. Para inscribirse, solo debe llamar al 350 4650 y allí le suministrarán toda la información.


Atenta

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Atenta

De la edición impresa (Edición 323)

En una inusual pasarela, montada en los jardines de una casa de San Lucas, y con locaciones al interior, se presentaron oficialmente las diseñadoras Carolina Duque y Pamela Pérez, con su marca Atenta. Durante la lúdica noche de fuego las creadoras presentaron ocho de sus diseños inspirados en los cinco elementos y en personajes míticos como gnomos y elphos. Su propuesta, la propuesta de Atenta, pretende vestir a las mujeres que además de ariesgarsee a llevar sus atrevidos conceptos también están atentas a los momentos simples de la vida, los que a su juicio cambian la velocidad de la vida y matizan la rutina contemporánea. Fue una noche veraniega, con mucho color y calor.


Nueva tienda Kosiuko

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Nueva tienda Kosiuko

De la edición impresa (Edición 323)

La reconocida marca, con 23 años en el mercado desde su aparición en Argentina, tiene presenica en Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Ecuador, España y desde hace tres años en Colombia, con tiendas en Bogotá, Cali y Cartagena. Ahora completan su oferta con la apertura en Medellín de un generoso local, bien cuidado y pensado, como las prendas mismas. Los jeans, elaborados muy artesanalmente, son el fuerte de la marca, sin embargo, la oferta contempla todo tipo de vestuario desde camisetas y busos hasta ropa deportiva y accesorios, con espacio también para vestidos y chaquetas hasta delicada ropa interior. Hombres y mujeres, desde los más pequeños hasta los mayores, pueden lucir este look casual que propone Kosiuko con diseños y tendencias muy informales cargadas de detalles. Una buena apertura en Oviedo.


Joan Manuel Serrat, el cantante del Mediterráneo

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Joan Manuel Serrat
El cantante del Mediterráneo.

Este retrato de Joan Manuel Serrat fue tomado por Carlos Tobón en el Teatro de la Universidad de Medellín, en 1985. Serrat nació en Barcelona en 1943. Su primer disco lo grabó en 1964, con canciones en catalán. Sus posturas políticas, que le valieron el rechazo de la dictadura franquista, lo llevaron a encerrarse en un monasterio, en compañía de otros artistas e intelectuales, para protestar contra la pena de muerte, entre otros actos. Algunos de sus trabajos han sido Mediterráneo (1971), Piel de Manzana (1975) y Sombras de la China (1998).

Estudiar cocina en Argentina

Estudiar cocina en Argentina
“Hola a todos. Soy una persona interesada en viajar a Argentina a realizar la carrera acelerada. La verdad he recibido infinidad de propaganda de varios institutos de allá y quisiera que ustedes me dijeran si realmente vale la pena, pues desde acá es complicado saber de la idoneidad de cada uno. Quiero que me digan cómo les va en su desarrollo profesional y si se aplica y ha servido lo que aprendieron y lo tienen en cuenta para un trabajo. Yo tengo conocimientos en panadería y he trabajado en hoteles, al igual que en restaurantes. Gracias por su ayuda, y si me pueden enviar sus teléfonos y responder pronto, les agradecería por ser una decisión que debo tomar rápido. Muy agradecido por su ayuda”.
Hola Mauricio: Gracias por la nota sobre cursos en Argentina. Yo ya he hecho varios y te puedo contar algunas cosas. Pienso que el nombre del instituto es importante, pero más aún la actitud con que lo asumas. El Instituto Argentino de Gastronomía IAG es muy bueno, el Gato Dumas es muy bueno y el Mariano Moreno es muy bueno. Para tu información, los profesores de todos trabajan y se mueven por todos. Lo realmente importante es como vos aprovechés la oportunidad. Exprimir los profesores es clave. Salir por la ciudad y el país a conocer, más importante todavía ya que Argentina con sus inmigrantes y cocina criolla tiene mucho para que aprendas. El tema fuerte allá es la carne y hace mucha falta gente que vaya de aquí a aprender sobre cortes y manejo. En pastas y postres son muy duros. En cocina tradicional internacional son como aquí, de medio pelo.
Ahora, más que la escuela que escojas, siento que como pasa con otras artes, mucha parte de la cocina la puedes aprender por tu cuenta. Compra libros para leer y experimentar, viaja todo lo que puedas a conocer otras culturas, cuestiona todo o casi todo lo que te quieran meter como absoluto, ya que en esto nadie tiene la última palabra. En Argentina, España, Medellín, en todas partes, hay gente muy buena y otra muy muy regular. Aquí mismo en Medellín, cuídate, ya que como la carrera está in, algunos están metiendo gato por liebre. Yo sin duda estudiaría en el Sena y no pagaría las tarifas que están cobrando algunos institutos en los que conozco gente menos buena que mediocre, que no solo no te transmiten algunas cosas básicas, sino peor, te las enseñan mal. Fíjate muy bien en el tipo de personas que trabajan en estas escuelas ya que sin querer mencionar a nadie en particular, he conocido gente funesta, que si me llamas te digo donde están y lo peor, cobrando muy caro.
Por favor, estudiantes, a despertar, a exigir por lo que están pagando. Para terminar, te respondo sin dudarlo, sal del país si quieres ser alguien en el futuro. De pronto Juanes, Shakira y demás son buen ejemplo, si no hubieran salido, serían tan conocidos como los tríos de los parques de pueblo. Ahora, como cocinero, qué mejor ejemplo que nuestro gran Harry Sasson, orgullosamente del Sena, pero pregúntale, luego salió del país y triunfó. Yo me iría para el Mariano Moreno, escríbele a Gilles, o a Roberto Sade, pero ándate para el de Buenos Aires ya que lo importante es estudiar en un país con mucha cultura gastronómica y luego volver a compartir y crecer nuestra incipiente pero creciente gastronomía.
 

Los buñuelitos de Leonor

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Los buñuelitos de Leonor

De la edición impresa (Edición 323)

No estoy acostumbrada a recibir llamadas de personas de alto turmequé y mucho menos de personas quienes por uno u otro motivo se encuentran vinculadas al Gobierno. En días pasados recibí una llamada de la señora del Gobernador de Caldas, quien con una simpatía como de amiga mía de toda la vida me pidió que la acompañara en un evento que estaba organizando, denominado “Primer Taller de Cocina y Gastronomía Caldense”. Adoro a Manizales y sus gentes y por lo tanto, ni corta ni perezosa, empaqué mis ruanas y mis chales y salí oronda a participar en aquello que creía sería un evento más con frijoles, arepas y chicharrones. Me equivoqué de cabo a rabo pues lo que allí estaba pasando es algo que merece papel carbón, o mejor dicho, merece replicarse en la mayoría de departamentos de Colombia. La señora del Gobernador (mi nueva amiga) asumió literalmente el concepto de taller y sin pretensiones de congreso, ni de foro, ni de festival, se dio a la tarea de convocar en un amplio y bien dotado recinto no solo a los propietarios de restaurantes de su capital, sino igualmente a los propietarios de fondas de camino, estaderos de carretera, cafeterías, bares y cantinas y en la medida de lo posible los invitó a participar a cada uno de ellos acompañado de su personal de comedor y cocina ¿Total? Durante 6 días (dos semanas continuas de lunes a miércoles) asistieron de sol a sol más de 300 personas de todos los estratos sociales, quienes en absoluta cordialidad y orden desarrollaron actividades pedagógicas alrededor de estos dos ejes (comedor y cocina) fundamentales para concebir una política única de buen servicio en todo el departamento. Allí se trataron los temas más elementales, pero a la vez críticos y es así como se habló de la importancia de hacer un buen café (tinto) a partir de un seminario detallado y ameno sobre equipos, técnicas de preparación, molienda y variedad de recetas alrededor del grano; de igual manera se habló de la importancia de una mínima organización administrativa, se habló de los baños, se habló de la música, se habló del servicio de comedor y de manera muy especial se habló de la actual cocina caldense y su gran potencial gastronómico. Para este último tema, con meses de anticipación la señora del Gobernador contactó a la hoy más reputada y reconocida chef colombiana Leonor Espinosa, quien con un grupo de colaboradores se dio a la tarea de revisar y estudiar el recetario caldense para demostrar con su creatividad e ingenio las múltiples posibilidades de transformación que posee toda cocina regional sin necesidad de caer en vanguardismos totalmente tergiversadores de la cocina popular. Realizó Leonor más de 6 talleres matutinos, apoyada en la mejor tecnología visual, permitiendo y motivando a todo el auditorio a comprometerse en “oxigenar” la asfixiada y tradicional propuesta del recetario caldense, que no por asfixiado se considera pobre o atrasado. Tuve el privilegio de degustar entre las muchas recetas que propuso Leonor unos pequeños buñuelitos confeccionados con maíz pilado y añejo (dos variables fundamentales que resaltan y justifican su investigación y profesionalismo) a los cuales les involucra en su interior, diminutas paticas de tostado chicharrón… el resultado fue sencillamente sublime. El anterior es un solo ejemplo de aquello que causó verdadera sensación entre los asistentes, pues productos como el chachafruto, la arracacha, el patacón de guineo y otras tantos productos y recetas del trajín cotidiano fueron catapultadas con sencillez y calidad, demostrando que nuestras cocinas regionales se encuentran todas ávidas de una investigación seria que las convierta en algo más que comida al bulto para todos los días. Desde esta columna quiero felicitar a María Teresa, la señora del Gobernador, por tan excelente resultado y reitero que su experiencia debe servir de modelo para otras regiones de Colombia.


La interventoría en obras públicas… ¿q.e.p.d?

Era realmente importante, pues en el fondo defendía los dineros públicos, asegurando que no se engañara al público, al mismo tiempo usuario y dueño de la obra. Claro, buena parte de los impuestos que pagamos se destina a infraestructura, lo cual nos vuelve a todos copropietarios de cada obra.

La interventoría realmente mandaba: Revisaba todos y cada uno de los materiales con rigor absoluto y no le temblaba el pulso para hacer demoler y reconstruir una obra si encontraba defectos. Y claro, sin su respetada firma, no se pagaba un peso al contratista.

No sabemos cuándo murió ni de qué. No vimos anuncios en los diarios ni leímos obituarios. No sabemos si le hicieron honras fúnebres. Solo sabemos, por deducción, que tiene que estar muerta, pues de ella no se volvió a saber ni se ha dejado ver ni sentir. O si no está muerta, entonces anda de parranda. Porque es totalmente imposible que una interventoría “viva y coleando” haya permitido la patética calidad de buena parte de nuestras obras públicas, tanto en El Poblado como en Medellín en general.

Hay entonces cuatro opciones, a juzgar por lo que vemos y padecemos para la mayoría de obras, especialmente las pequeñas:

  1. La interventoría ya no existe.
  2. La interventoría aún existe, pero es débil y tolerante.
  3. La interventoría existe y actúa, pero los diseños y las especificaciones son tan pobres que el resultado necesariamente será malo.
  4. Ya solo se contrata interventoría para las obras grandes, como el túnel de Occidente, la doble calzada de Las Palmas, etcétera, dejando a las obras pequeñas a la deriva.

O si no, que aparezcan los interventores -especialmente los contratados por Epm- que han permitido aceras tan malas, pavimentos tan frágiles, parcheos que duran unos pocos días, postes en medio de las aceras, obstáculos por doquiera para peatones y vehículos, y un largo etcétera. Y que nos expliquen por qué aprobaron, recibieron y pagaron semejantes despropósitos.

Y si alguien encuentra en alguna parranda a la interventoría, busque un poco más a fondo a ver si por ahí también aparecen otros grandes desaparecidos: El mantenimiento periódico y las pólizas de estabilidad.

Y para rematar: ¿No sería bueno que el nombre del contratista y del interventor se dejaran visibles por un buen tiempo luego de entregada la obra? Muy feo, sí. ¡Pero peor aún cuando nos dejan ciertas obras, que más que construidas parecen perpetradas!

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El mal del siglo

La verdad es que, desde meses atrás, venían manifestándose los síntomas de esta enfermedad en su modalidad futbolística: no de otra manera debe entenderse el hecho de que decenas de muchachos -cuál de todos con más cara de mestizo y de natural de la zona tórrida- se apeñusquen bajo un televisor para reventarse las entrañas y los pulmones a favor de unos remotos y poderosos Barcelona o Milán que, entre otras cosas, solo en broma necesitarían de la fuerza hecha por estos improvisados hinchas de aquende los mares. Para la gente de mi generación y anteriores, las aficiones futbolísticas, más allá del equipo amado -ese club específico que, de una vez y para siempre, algún tío materno clavó en nuestro corazón-, se dirimen según un romántico y valiente criterio de solidaridad que pide simpatizar con el más chico o pobretón de los equipos en contienda. Así, el triunfo de Camerún contra la encopetada Argentina que defendía su título en 1990 fue algo así como un triunfo personal para los nacidos antes de 1980, y asimismo la victoria de Senegal contra Francia en el Mundial del 2002. Estas alegrías pueden cosecharse sin importar los obstáculos geográficos porque, sobre todo, se sufre de corazón durante los 90 minutos de la difícil prueba, aguantando como saetas en la piel los infinitos ataques que el equipo célebre y plenipotenciario dirige contra la humildad del otro.

Pero ese estoicismo es visto como cosa extravagante en el nuevo siglo, y las nuevas hornadas de aficionados jamás comprenderán, por ejemplo, aquel sentido reclamo que hizo un fidelísimo y desdentado hincha del Deportivo Pereira cuando, años atrás, ese equipo descendió a la categoría B de nuestro campeonato: “Millonarios, América, Nacional… ¡ser hincha tuyo es muy fácil!”. La juventud de hoy reputará de patético a este héroe de la raza, pero no adivina lo patética que ella misma se muestra cuando, en furibunda masa, canta los goles que Inglaterra le hace a Trinidad y Tobago (diría Nicolai Gogol: “Como si por ello percibiese sabe Dios qué sueldo”), o los que Francia le hace a una vejada Togo. Dirán nuestros europeístas que sus simpatías están a favor del buen fútbol o algo por el estilo, sin reparar que, por lo que respecta al actual campeonato mundial de fútbol, son los equipos tradicionales de la ufana Europa los que -con alguna que otra excepción- han olvidado las buenas maneras por los procedimientos sosos y calculadores propios de quien, como sea, lo único que quiere es cobrar la bolsa.

Por desgracia, nuestros impúberes simpatizantes son apenas la manifestación de algo todavía más detestable que un salpullido de facilismo. Alemania 2006 ha mostrado que la simpatía por los grandes también es cosa de árbitros y comentaristas deportivos, empeñados todos en ruines actuaciones -con el pito o con la boca- contra los intereses de los equipos de África, Asia y Oceanía. El mundo parece haberse puesto de acuerdo para frustrar los conatos de protagonismo de los pueblos sin historia balompédica, y ha echado a rodar una oscura maquinaria a favor de lo que, se cree, es la tradición futbolística. Y eso es lo que disfrutan nuestros jóvenes hinchas de pacotilla: disfrutan las frutas insípidas de una globalización inerte que en mala hora se coló en nuestras casas de boñiga y techos altos (allí donde, frente a un televisor que no es de pantalla plana, alguien se alegra todavía por la primera estrella del Deportivo Pasto).

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Ciudad o ciudadanos en construcción

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Ciudad o ciudadanos en construcción

De la edición impresa (Edición 323)

No hay posibilidad de dar razones a partir de la lógica a eventos que se justifican en la sinrazón. Nadie cuerdo podría medírsele a explicar por qué, por ejemplo, entre los constructores que atienden las obras públicas en Medellín, un mes tiene 45 ó 50 días y un peso vale uno con cincuenta.

Los últimos casos son claros y todos hemos tenido que padecerlos, la construcción de la Avenida El Poblado, la Doble Calzada a Las Palmas, la Avenida 34, por solo citar tres inmediatas. Presupuestada para tres meses la Avenida El Poblado va a ajustar seis y no se le ve fin. Las otras dos tiene igual cronograma. Cien frentes de trabajo abiertos, obreros de aquí para allá, cierre de vías y la explicación que se da deja insatisfecho a cualquiera: el invierno o las redes de Empresas Públicas.

Se pregunta uno, si el retraso de todas las obras durante los últimos 50 años ha sido siempre a causa del invierno, ¿no debería contemplarse este factor en el cálculo inicial? El invierno no es nuevo, por lo mismo no puede ser una contingencia, o no de esta magnitud. Igual sucede con las redes subterráneas a cargo de Empresas Públicas. Cómo es posible que en vías relativamente nuevas, no exista claridad de esas redes. Acaso entonces eso explica las mil y una reparaciones. Tener que abrir en varios puntos para encontrar un tubo debería dar vergüenza, especialmente a una entidad que se precia de ser modelo empresarial para todo el mundo.

No se trata de echarle la culpa a nadie por los retrasos y los sobrecostos, pero alguien debe ser culpable, o alguien debe haber hecho mal las cuentas, o acaso es que las cuentas y los presupuestos se manejan con la esperanza de que esta vez sí vamos a poder.

Lo triste del caso es que las explicaciones terminan por ser tan vagas y tan laxas como los mismos atrasos. No es justificable que una obra logre los niveles de atraso y desorden que han tenido estas de El Poblado y volvemos aquí con un planteamiento sustancial y que podría servirle de ejemplo y ayuda a los encargados de las construcciones en el Municipio: los usuarios de las obras no tienen claro qué es lo que de verdad se está haciendo, cuándo se va a terminar y cuál es el alcance de las mismas. Esto lo podemos afirmar por las múltiples llamadas, cartas y comentarios que recibimos en esta redacción para hablar de las molestias con los trabajos, ya ni siquiera con la justificación o no de ellos.

Estamos seguros, eso esperamos, de que estas obras al finalizar van a demostrar que efectivamente serán de gran calidad. Pero, entretanto, las molestias se podrían haber minimizado y la relación con los ciudadanos se hubiera podido mejorar. Un trabajo de la envergadura de estos, que además es piloto de otros, por todo Medellín, amerita un programa de comunicaciones más agresivo, acompañado por un trabajo de la Secretaría de Tránsito que haga cumplir las pocas normas de tránsito que una intervención como esas deja en pie.

Obras públicas dejadas a su propia suerte y sin el acompañamiento de un programa de educación cívica no serán perdurables y se convertirán apenas en meros adornos de cuatro esquinas. La construcción de una cultura urbana no consiste en hacer calles y aceras, consiste en crear ciudadanos, los dolientes de esa urbe, los ojos de la ciudad.

La pregunta entonces es ¿a quién le corresponde esa labor educativa? ¿Qué se quiere hacer: una ciudad de cemento o ciudadanos fuertes y ciudadanía responsable? Preguntas que quedan en el aire y a las que deberíamos buscarle respuesta.


Después del puente cambia el pico y placa

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¿Cómo queda la rotación?

El martes no pueden circular los carros cuyas placas terminan en 6 y 7, el miércoles los que las tienen finalizando en 8 y 9, el jueves no circulan los que terminan en 0 y 1, el viernes los 2 y 3 y el lunes los 4 y 5. El horario se mantiene igual, de 6:30 a 8:30 a.m. y de 5:30 a 7:30 p.m.

Los taxis

La rotación para ellos quedó de la siguiente manera:


Sorbete frapé de hierbas con tiritas de salmón ahumado

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Sorbete frapé de hierbas con tiritas de salmón ahumado
Receta de Álvaro Molina, chef de Casa Molina

Ponga en la licuadora dos tazas de hierbas frescas como: tomillo (poquito), estragón (poquito), albahaca, orégano y perejil liso, con una taza de vinagre blanco y media de agua. Licue con la tapa abierta y vaya vertiendo hielo hasta que quede frapé o granizado. Sirva en recipientes pequeños y ponga un poquito de salmón o el ahumado que más le guste, cortado en tiritas delgaditas, encima de cada porción. Adicione un tris de sal marina y pimienta negra. Acompañe con pan y vino.

Canasticas de pasta phyllo rellenas con tomates acaramelados

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Canasticas de pasta phyllo rellenas con tomates acaramelados
Receta de Anita Botero, chef de La Cafetiere de Anita


Ingredientes:

8 onzas de pasta phyllo
1 libra de tomates maduros
125 mililitros de vinagre balsámico
2 onzas de azúcar morena
125 mililitros de aceite de oliva
4 onzas de albahaca fresca
Sal y pimienta

Preparación
Hacer las canastitas de pasta phyllo de manera individual. Aparte pelar los tomates, partirlos en cuartos y quitarles las semillas, saltearlos ligeramente en un poco de aceite de oliva y ponerlos de forma ordenada formando una flor en una sartén pequeña y antiadherente; agregarles el vinagre y el azúcar, sazonar con sal y pimienta y dejar reducir hasta obtener un caramelo. Desmoldarlos sobre las canastitas y servir decorando el plato con un poco de aceite verde hecho a base de albahaca y aceite de oliva.

Congrio napolitano

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Congrio napolitano
Receta de María Adelaida Moreno, chef de La Provincia

Ingredientes
(para 4 personas)
4 Filetes de Congrio, cada uno de
200 gramos
2 Cucharadas de cebolla blanca finamente picada
3 dientes de ajo finamente picado 1/4 de mantequilla
1 Tarro pequeño de tomate pomodoro finamente picado
1/4 de taza de fondo de pollo
1/4 de taza de vino blanco
1 cucharada de azúcar Sal y pimienta Tomillo, laurel y orégano frescos
2 Cucharadas de pasta de tomate
1 manojo grande de espinaca
3 papas grandes en viruta.
 
Preparación
Los filetes se adoban con sal y pimienta y se llevan a la hornilla con un poco de mantequilla clarificada. Para la salsa se saltean en mantequilla el ajo, la cebolla, el orégano, el laurel y los tomates, se le agrega el fondo de pollo, el vino y la pasta de tomate y se deja reducir hasta formar la salsa. La espinaca se saltea en mantequilla. Se sirve la salsa napolitana, luego la espinaca salteada y por último el filete. Se decora con la viruta de papa.

Timballo de penne al basilico

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Timballo de penne al basilico
Receta de Marta de Peroni, chef de Tramezzini

Ingredientes (para dos personas)
250 gramos de penne
8 tomates chontos bien maduros
100 gramos de tocineta
2 cucharadas de perejil
2 cucharadas de mantequilla
3 hojas de albahaca
4 tajadas de queso mozarella
5 cucharadas de queso parmesano Sal y pimienta Ajo al gusto

Preparación
Se parte la tocineta en trozos y se sofríe con mantequilla, perejil y ajo en la estufa de gas natural EPM. Se agregan los tomates previamente pelados y triturados, la sal y la pimienta, teniendo al fuego hasta que la salsa adquiera buena consistencia. Aparte se cocina el penne hasta que esté listo, se le agrega a la salsa y se deja cocinar durante 2 minutos. En una refractaria se coloca una capa de penne, encima queso mozarella y queso parmesano; luego otra capa de penne, y nuevamente queso mozarella y queso parmesano. Se lleva al horno a gas natural EPM a 450 grados durante 5 minutos aproximadamente. Al llevar a la mesa se esparce encima la albahaca finamente picada.

Cierres nocturnos de la Avenida El Poblado

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En sentido norte – sur también habrá cierre el jueves 22 en el mismo horario y el mismo tramo, pues los encargados de la obra deben realizar trabajos de fresado (levantamiento de la capa asfáltica existente). Igualmente, desde el 25 habrá nuevos cierres por la colocación de la nueva capa de pavimento.

Rutas alternas

Para el sentido sur – norte, desde el Plan Poblado recomiendan tomar la calle 4 Sur y luego buscar Las Vegas o La Regional. Si el recorrido es corto, la sugerencia entonces es que tome la calle 7 y luego busque el norte por las calles 11A o 10A.

Para el caso del trayecto norte – sur, la vía alterna que recomiendan los funcionarios del Plan Poblado es la Avenida Las Vegas para los recorridos largos, y para los cortos e intermedios cruzar la calle 10 y buscar salidas por las calles 7, 8 y 9, dependiendo de la hora por el avance que los trabajos de fresado vayan reportando.


Ensalada de camarones con aguacate y gazpacho

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Ensalada de camarones con aguacate y gazpacho

Ingredientes
(Para dos personas)
1/2 taza de camarones limpios
1 aguacate
2 cucharadas de cebolla blanca en cuadros
2 cucharadas de pimentón rojo y verde en cuadros
4 cucharadas de tomate pelado y picado sin semillas
3 cucharadas de pepino pelado y picado en dados
4 cucharadas de dados de pan blanco
1/4 de taza de vinagre
4 cucharadas de agua
1/2 taza de aceite de oliva extra virgen
Tomate, huevo duro y aceitunas para decorar
Sal y pimienta recién molida

Preparación
Limpiar y cocinar los camarones en agua hirviendo por unos tres o cuatro minutos en la estufa. Cortar el aguacate en dos mitades, retirar la semilla y desecharla. Cortar un cuarto del aguacate en dados regulares. Luego mezclar con los camarones y añadir una cucharada de cebolla, una de pimentón, una de tomate y una de pepino. Rociar con un poco de sal, pimienta, zumo de limón y de aceite de oliva. Retirar la piel de la otra mitad del aguacate y rellenar con la ensalada de camarones. Aparte licuar la cebolla, el pepino y el tomate restantes con los dados de pan blanco, el vinagre, el agua y el aceite de oliva para hacer un gazpacho. Sazonar con sal y pimienta y refrigerar. Servir el medio aguacate relleno sobre hojas de lechuga fresca, gajos de tomate y huevos duros. Aderezar con el gazpacho.

Corvina o Curvina de profundidad

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Corvina o Curvina de profundidad

Ingredientes 
(para 2 personas)
400 gramos de filete de corvina
60 gramos de mantequilla
20 gramos de aceite de oliva
1 cucharada de vino blanco
3 gotas de ají picante
1 cucharadita de perejil liso picado
2 limones
 
Preparación
Aliñar los filetes con limón y sal. Poner 20 gramos de mantequilla y 10 de aceite de oliva en una sartén, y calentarlos en la estufa. Pasar el pescado ligeramente por harina y sofreírlo en la sartén durante 6 minutos, 3 por cada lado, a fuego medio. Se retira la corvina y se pone en los platos para servir. En la misma sartén se calienta el resto de la mantequilla y de aceite de oliva, el jugo de 1 limón, la cucharada de vino blanco, las gotas de ají y al final el perejil picado. Para llevar a la mesa se vierte esta salsa sobre el pescado y se acompaña con papas al vapor y bróculi u otra verdura de su elección.
Receta de Inacio Goncalves, chef de Frutos del Mar

Pollo Fatto in Casa

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Pollo Fatto in Casa
Ingredientes (para dos personas)
2 pechugas de pollo deshuesadas
2 copas de vino blanco
100 gramos de queso mozzarella
20 gramos de queso parmesano
1 taza de salsa Pomodoro
Aceite, cantidad necesaria para dorar el pollo
Sal, pimienta, salsa negra y ajo

Preparación
Poner el aceite en una sartén y llevarlo a la estufa. Cuando esté caliente añadir el pollo para que dore. Retirarlo de la sartén y ponerlo en una refractaria. Verter el vino en la misma sartén para desglazarla, para bañar luego el pollo con esta mezcla y con la salsa pomodoro. Agregar el queso mozzarella y el queso parmesano y llevar al horno a GAS NATURAL EPM a 250 grados por aproximadamente 5 minutos, o hasta que el queso gratine.
Servir acompañado de papas al vapor y verduras cocidas.
Receta de Adolfo Podestá, chef de Fatto in Casa

Cebiche de salmón y pulpo al ponsu

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Cebiche de salmón y pulpo al ponsu

Ingredientes

  • 80 gramos de salmón en cubos
  • 50 gramos de pulpo cocido
  • 1 cucharadita de aceite de ajonjolí
  • 3 cucharadas de panela rayada
  • 1/2 cucharadita de jengibre rayado
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de salsa soya
  • 1/4 de taza de jugo de limón
  • 2 unidades de ají dulce en julianas
  • 1/4 de cebolla roja en plumas
  • 6 gotas de ají tabasco

    Preparación
    Lavar muy bien el pulpo con agua fría y frotarlo con sal, llevarlo a una olla honda con agua hirviendo y cocerlo por 90 minutos en la estufa con hojas de laurel para ablandarlo. En un bowl colocar el aceite de ajonjolí, la panela, el jengibre, la sal, la salsa soya, el ají tabasco, el jugo de limón y mezclar muy bien. Sobre esta mezcla colocar el salmón en cubos y el pulpo y dejar marinar entre 4 y 5 minutos. Adicionar la cebolla, el ají dulce y revolver bien. Servir en plato frío.

    Receta de Alejandro Pérez, chef de Mezeler

  • Solomito en salsa de albahaca y pimentón

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    Solomito en salsa de albahaca y pimentón

    Ingredientes (para dos personas)

    • 400 gramos de solomito cortados en medallones
    • 40 gramos de mantequilla de ajo
    • 1 pimentón asado y cortado en julianas
    • 20 gramos de crema de leche
    • 4 hojas de albahaca finamente picadas
    • 40 mililitros de vino tinto
    • 20 mililitros de salsa de soya

    Preparación

    Poner el solomito en una sartén con la mantequilla de ajo y el pimentón. Saltearlos en la estufa y reservar (ponerlo en un recipiente aparte). En la misma sartén se vierte la salsa soya, el vino tinto y la crema de leche para desglazar (recuperar los jugos de la cocción). A esta mezcla se añade el solomito y las hojas de albahaca, se calienta por unos minutos y se retira del fuego. Servir acompañado de puré de papa y verduras cocidas. Se puede decorar con dos hojitas de albahaca.

    Receta de Francisco García, chef de La Parrilla de Pacho


    Ensalada del chef

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    Ensalada del chef

    Ingredientes (Para una persona)

    • 150 gramos de pechuga de pollo
    • 50 gramos de jamón ahumado
    • 50 gramos de queso holandés
    • 10 gramos de queso parmesano
    • 20 gramos de lechuga batavia
    • 20 gramos de lechuga lisa
    • 20 gramos de lechuga romana
    • ½ tomate picado en cubitos
    • Aceite (cantidad necesaria para freír)
    • Para el aderezo
    • 10 gramos de mostaza
    • 10 gramos de miel
    • ½ taza de crema de leche
    • 1 pizca de pimienta negra

    Preparación

    Cortar el pollo en julianas, pasarlo por una mezcla de huevo, leche, harina, sal y pimienta y ponerlo a freír en la estufa. Retirar del fuego y dejar reposando. Mientras tanto, cortar el queso y el jamón también en julianas, picar y mezclar las tres lechugas entre sí y luego añadirles el aderezo. Poner las lechugas en un plato hondo, sobre ellas añadir el jamón y el queso y por último el pollo. Servir enseguida.

    Receta de Luis Garvizu, chef de Triada


    Filete de res en reducción de malbec y portobelo

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    Filete de res en reducción de malbec y portobelo

    Ingredientes (para una persona)

    • 1 medallón de solomito de 200 gramos
    • 6 cucharadas de azucar
    • 2 tazas de vino tinto (malbec)
    • 1 cucharadas de mantequilla
    • 1 champiñón portobelo
    • 1 ramito de tomillo
    • Para decorar: Bermichel (pasta oriental hecha con arroz)

    Preparación

    Poner el vino, el azúcar y el tomillo en una olla. Llevar a la estufa y calentar hasta que espese. En una sartén, sellar el medallón hasta el punto de cocción deseada y luego ponerlo en un recipiente aparte. Saltear los champiñones en la misma sartén hasta que adquieran una consistencia más o menos dura y ponerlos también aparte. Verter la salsa en esa sartén para terminarla, y añadir, en el momento final, la mantequilla. Bañar el medallón con la salsa, decorar con los champiñones y servir sobre puré de papa campesino (con cáscara). Decorar con el bermichel frito.

    Receta de Juan Diego Uribe, chef de Orzo


    Juan Diego Uribe


    Juan Diego Uribe

    En la casa materna aprendió el gusto por la buena mesa, el mismo que lo llevó a estudiar gastronomía, primero en los diferentes cursos que existían en la ciudad y luego de una manera más académica en la Escuela Gastronómica de Antioquia, a la que ingresó en 1998. Una vez terminó sus estudios se marchó a continuar su aprendizaje en el Art Institute de Fort Lauderdale, en Estados Unidos. Regresó a Colombia para montar, en compañía de dos amigos más, Juan Carlos Díaz y Miguel Salazar, el restaurante Orzo, cuya carta es, en buena medida, el reflejo de sus gustos gastronómicos, como las carnes rojas, las preparaciones clásicas francesas y un toque oriental. Una de las cosas que más lo gratifica en su profesión es ver la cara de satisfacción de la gente cuando termina un plato, pues considera que no vende comida sino sensaciones.

    Este chef propone: Filete de res en reducción de mablec y portobelo


    Luis Garvizu


    Luis Garvizu

    Hace dos años que este boliviano, radicado en Estados Unidos durante un tiempo, llegó a Medellín pues su esposa, una paisa a la que conoció en ese país, decidió regresar a la ciudad en la que nació. Su primer trabajo en estas tierras fue en hoteles, pero luego empezó a trabajar en la puesta en marcha de Triada, restaurante para el cual ha diseñado tres cartas, la última de ellas lanzada a finales de abril, a la cual pertenece el plato aquí propuesto. En Estados Unidos, más concretamente en Nueva York, vivió 26 años, y allí tuvo su formación académica como chef, gracias a una beca que obtuvo en el Culinary Institute of America. En la llamada capital del mundo acumuló experiencia en varios restaurantes, principalmente de estilo italiano y francés. Lo que más lo atrae cuando entra a la cocina son las preparaciones que involucran vino y salsas especiales.

    Este chef propone: Ensalada del chef


    Francisco García


    Francisco García

    Si hay algo que caracteriza a este chef es la dedicación, la misma que le permite permanecer al frente de todos y cada uno de los detalles de La parrilla de Pacho, el restaurante que desde hace casi siete años maneja en la vía Las Palmas, un poco más allá de las partidas para El Retiro, en el mall Carabanchel. Gracias a ese esmero también es capaz de pasarse cinco años investigando y experimentando la mejor manera de ahumar una trucha, para obtener finalmente un delicioso resultado. Pacho, como lo conocen todos sus clientes y amigos, llegó al mundo de la gastronomía en un período de su vida en el que quedó sin trabajo. Inicialmente empezó en el servicio del comedor, pero luego se formó como chef en el Sena y en los múltiples restaurantes en los que trabajó, casi todos ellos dedicados a preparar carne asada. A la hora de cocinar se inclina por la comida francesa, pero como el cliente tiene la razón se ha dedicado a la parrilla, aunque allí no solo pone carne sino también pescados como atún y salmón, cuyo sabor describe como inigualable. En los raros momentos en los que no está cocinando, Pacho se dedica a otra de sus pasiones: montar a caballo.

    Este chef propone: Solomito en salsa de albahaca y pimentón


    Adolfo Podestá


    Adolfo Podestá

    El saber culinario lo lleva en la sangre italiana que corre por sus venas, y lo ha ido perfeccionando gracias a la experiencia en los asuntos del mundo de la gastronomía, que cultiva desde los tiempos de Piamonte, el restaurante que puso en 1960 en el Centro de la ciudad, en la calle Maracaibo. Llegó a Colombia a mediados de los años 50 para trabajar como primer violín en la orquesta sinfónica del departamento de Caldas. Luego se trasladó a Medellín a trabajar también como músico, campo que sigue despertando su interés y por el que es reconocido y recordado tanto como por su cocina. Lo suyo son los restaurantes, particularmente Fatto in Casa Podestá, en el que su esposa Amparo, tiene un papel protagónico. Adolfo, nacido en la ciudad de Piacenza, en el departamento de Emilia, está al corriente de lo que ocurre en Italia, sobre todo los avatares de la liga de fútbol y del agitado mundo de la política, los dos placeres de todo italiano fuera de su país.

    Este chef propone: Pollo Fatto in Casa


    Alejandro Pérez


    Alejandro Pérez

    Este bumangués, nacido en 1977 e hincha fiel del equipo de fútbol de su ciudad, ha tenido tiempo en la vida para seguir dos carreras, estudiar en el exterior y trabajar en varios restaurantes, incluida la sede bogotana del muy famoso y reputado Astrid & Gastón. Desde pequeño la cocina llamaba su atención, al punto que sus juegos infantiles consistían, muchas veces, en preparar sánduches para los vecinos, y además su papá tenía un restaurante. Sin embargo, los prejuicios machistas que en la sociedad bumanguesa, y en otras partes de Colombia, existen hacia la cocina, hicieron que su primera opción en cuanto a formación personal fuera la carrera de Derecho y Ciencias Políticas. Al cabo del tiempo pudo más la vocación y se retiró para matricularse en el Sena. Luego viajó a Buenos Aires a estudiar en el Colegio de Cocina del Gato Dumas. Además de Astrid & Gastón, su experiencia también incluye Hard Rock Café, Mama´s y Casa San Isidro, todos en Bogotá. A Medellín llegó para trabajar en Mezeler, el último restaurante abierto en la ciudad. Alejandro está próximo a dejar la soltería, para tener una vida familiar que, dice, muchas veces le ha tocado sacrificar para poder hacer su carrera, pues cuando la mayoría está celebrando los chef están trabajando en las cocinas. Los grados, matrimonios y demás acontecimientos familiares están casi prohibidos, pero este sacrificio se compensa, según él, cuando alguien, así sea de una sola mesa, le dice que nunca se había comido algo tan especial.

    Este chef propone: Ceviche de salmón y pulpo al ponsu


    Gabriel Castelar


    Gabriel Castelar

    Las palabras, en las que siempre hay un saludo para todo aquel que se cruce en su camino, brotan con rapidez de su boca, impregnadas de una sonrisa constante y de una cadencia que delata su origen caribe, cartagenero para más señas. En esa ciudad estudió contaduría, profesión que, aunque parezca extraño, lo llevó de los libros de contabilidad a los de cocina. Su primer empleo fue a mediados de los años 70 en el departamento de costos en el hotel Caribe, en el cual se tenía que relacionar bastante con la cocina. Esto hizo salir a flote la pasión por la gastronomía, que estaba en él por tradición familiar. Abandonó su carrera original y se matriculó en el Sena, donde inició su formación. Después, gracias a la vinculación con la cadena de hoteles Intercontinental, para la que actualmente trabaja en Medellín, pudo conocer a chefs de países como Alemania, Suiza y Francia, con los que ha profundizado sus conocimientos. También ha tenido la oportunidad de trabajar en Brasil, Ecuador, Perú y México. Como es apenas lógico ante esta trayectoria, sus gustos gastronómicos son bastante internacionales, con predilección especial por las cocinas asiática e italiana. Claro que Colombia tiene su lugar en el paladar de Castelar, quien afirma que en el país estamos en mora de explotar y explorar productos autóctonos como la yuca, el ñame e inclusive el maíz. Además de cocinar le gusta la lectura, sobre todo novelas, y la música, particularmente la que involucra ritmos afroamericanos, pues, según dice, “al ser costeño los tambores hacen vibrar mi corazón”. En ella ve una síntesis de lo que para él debe ser la gastronomía: Innovación, cambio, alegría y entusiasmo.

    Este chef sugiere: Ensalada de camarones con aguacate y gazpacho 


    Inacio Goncalves


    Inacio Goncalves

    Nació en Portugal, y después de recorrer el mundo aplicando lo que aprendió en su país, cocinando en restaurantes de Francia, Inglaterra, Canadá y Estados Unidos, un vendaval paisa, como el mismo la describe, lo sacudió hasta tal punto que terminó por echar raíces en Medellín, en una tierra de la que poco o nada había oído hablar. Esa ráfaga que lo trajo a la ciudad es su esposa, Estella Correa, su mano derecha en el restaurante Frutos del Mar, que fundaron hace 25 años cuando se radicaron definitivamente en el país. Inacio, además, maneja también la charcutería Excelsior. El asunto de echar raíces va más allá de una simple figura literaria, pues en el suelo del oriente antioqueño transplantó una de las costumbres más arraigadas de los europeos meridionales, la de tener una pequeña huerta en la que cultiva tomates, cebollas, lechugas y otras hortalizas que más adelante se convierten en las ensaladas que se sirven de entrada en Frutos del Mar. Su paladar ha asimilado varios de los platos de la cocina típica colombiana, como el mondongo, la sobrebarriga y el chicharrón, siempre y cuando no sea muy grande. Para Inacio el servicio es una de las cosas más importantes en lo que a asuntos de restaurante se refiere, y por eso les insiste a sus empleados en que el verdadero patrón es el comensal.

    Este chef sugiere: Corvina de profundidad


    María Adelaida Moreno


    María Adelaida Moreno

    La tradición familiar sembró en ella la inquietud por la gastronomía, pues sus padres están al frente del reconocido Café Le Gris, y además se ha preparado a través de cursos sobre los más diversos temas relacionados con el mundo de la buena mesa. La carrera de diseño gráfico que estudió y ejerció durante diez años le ha servido para lograr que en cada uno de los platos que prepara la comida entre realmente por los ojos, mientras que el área administrativa del mismo diseño, en la que trabajó durante cinco años, le fue útil en el momento de montar La Provincia, su restaurante de cocina mediterránea. Su paladar se desvía hacia Italia, y particularmente hacia todas las formas del rizoto, cuando tiene que definir un plato o una cocina que le atraigan particularmente, aunque disfruta con casi cualquier manjar, como el sushi, otro de sus favoritos. Es casada y madre de dos hijas, familia con la que comparte sus momentos de ocio. En época de vacaciones, algunas veces, todos se dedican a la cocina. Es una convencida de las virtudes del trabajo en grupo, y siempre ha pensado que cuando uno actúa de esta manera es más fuerte que todo.

    Esta chef sugiere: Congrio napolitano


    Anita Botero


    Anita Botero

    Es casada y madre de dos hijos. Su primera carrera fue el Derecho, pero jamás ejerció esa profesión porque una vez terminó sus estudios se marcho a Europa a aprender gastronomía. En una de las escuelas más prestigiosas del mundo en la materia, la Cordon Bleu, obtuvo el título de cheff profesional grado A, la máxima distinción que otorgan allí. Luego regresó a Colombia donde tuvo una escuela de gastronomía, y posteriormente una empresa de catering. Hace 7 años abrió su restaurante, La Cafetiére de Anita, en el que se nota la formación francesa que adquirió en el viejo continente, pues los platos que allí se sirven son inspirados en la cocina de ese país. Lo que más le gusta cocinar son las entradas, porque cree que son claves para generar expectativa sobre lo que vendrá después, y la repostería, pues sostiene que un buen postre ayuda a que el recuerdo de la comida sea memorable. A la hora de comer su paladar no tiene límites: disfruta por igual desde la comida gourmet hasta la más típica y casera. Una de sus aficiones es viajar para conocer la gastronomía de diferentes países. También le gustan los perros (tiene 6), y se dedica a la costura en sus ratos libres. Su gran pasión, aparte de la cocina, son sus dos hijos.

    Esta chef propone: Canasticas de pasta phyllo rellenas con tomates acaramelados

    Lea las culumnas de Anita Botero en la sección La Buena Mesa 


    La historia del barrio Lleras

    El barrio Lleras Quizá uno de los más tradicionales, y el que más claramente encarna el proceso de transformación urbana que ha vivido el sector. Las viviendas residenciales han dado paso a bares, discotecas y negocios de todo tipo, lo que no ha estado exento de tensiones entre los comerciantes y los antiguos habitantes. Conozca la historia del barrio Lleras en esta crónica de Vivir en El Poblado

     

    Era la una y media de la tarde, jueves. Uno de los tres días de la semana en que don Germán Obeso Muñoz va a jugar tenis al Club Campestre. Una de sus prácticas deportivas y tal vez de los pocos contactos que tiene actualmente con El Poblado.

    Cerca de 50 años atrás vendió su casa del Barrio Lleras y se trasladó para el primer parque de Laureles.

    Se estaba cambiando de ropa en el reservado para hombres después del juego y casi sin saludar preguntó: “¿Cómo está eso por allá? Imagínese que en el Barrio Lleras tuve mi primera casita después de haberme casado”.

    1937
    Sesenta años atrás don Germán vivía en El Palo, al pie de la iglesia de San José. Entre sus planes estaba casarse y por eso se inscribió entre los posibles adjudicatarios de unas viviendas construidas por el Banco Central Hipotecario cerca a la quebrada La Presidenta y unas cuadras arriba del parque principal de El Poblado. El banco citado también se encargaría de su venta y las llamaría Barrio Lleras.

    “El BCH me adjudicó una casa de tipo A. Tuve que pagarles el diez por ciento de contado, es decir, 320 pesos, y cuotas mensuales de 25 pesos durante quince años. Mi casa me costó 3 mil 200 pesos con 10 centavos”, cuenta don Germán, mientras termina de empacar su raqueta.

    Eran cerca de 45 casas, la gran mayoría adquiridas, según recuerda, por empleados de clase media. Las de tipo B valían cinco mil pesos y las C, ocho mil.

    “Era un buen vividero, un barrio de gente buena. Casi nadie tenía vehículo y teníamos que viajar en camionetas del transporte público”, dice.

    Volver
    Entre tantos recuerdos, don Germán paró de hablar. “¿Usted tiene tiempo para que vayamos al barrio? Yo quiero ver cómo está mi casa”.

    Minutos después habíamos llegado a la carrera 39. Un puente para vehículos sobre La Presidenta construido dos años atrás, el estacionamiento a ambos costados de la vía y un sinnúmero de establecimientos comerciales lo hicieron pensar que aún no había llegado. No obstante, hubo una seña que lo ubicó: “ese es el Parque Lleras, ¿cierto?, dijo”.

    Otro lugar que lo llenó de emoción fue Niágara, del cual recuerda que era un caspete de un solo piso y además sitio donde fue a parar un día en que, montando en bicicleta por la calle 8, se lo comió la curva para tomar la carrera 38.

    Casa por casa iba recordando aquellos vecinos de sesenta años atrás. Allí el alemán Dagoberto Levin, en esta J.B. Londoño, allí la casa de abuelos de Nohemí Sanín y allí la del doctor Congote -“si lo ve, mándele saludes y dígale que voté por él para el Concejo”.Transformación<class=”intertitulo”> Tras mirar casa por casa y asombrarse de la cantidad de cambios, don Germán llegó a la carrera 37. Un asombro más por el tamaño del edificio de Catay y por cómo aquella extensa manga de otras épocas hoy tenía varias casas y una cancha polideportiva.

    El recorrido terminó en el cruce con la calle 7. Su cara no se pudo ver, pero su voz demostraba mucho pesar. “Aquí era mi casita, mirá cómo quedó. Era linda, aquí teníamos una zona verde donde sembramos un curazao hermoso”. No obstante su desilusión, sacó su cámara y fotografió al menos el sitio donde vivió durante diez años y donde tuvo sus primeros hijos. Un establecimiento llamado Alianzza se leerá en esa foto.

    Un barrio con de todo
    La historia de don Germán se podría repetir decenas de veces más. Si los viejos dueños de las casas del Lleras regresaran al barrio se encontrarían que sus propiedades, antes adquiridas por miles de pesos, hoy van con varios ceros de más.

    Otra de las cosas que no identificarán serán los usos: tal vez el barrio Lleras sea el barrio de las peluquerías, las floristerías, las sastrerías y sobre todo las comidas. Aquí usted podrá encontrar desde las rápidas con hamburguesas y platos mexicanos, hasta una cerveza o un café en terrazas que divisan el parque, sin olvidar la posibilidad de un asado con los secretos del sur o la variada oferta italiana.

    Y no queda todo ahí. Reparación de electrodomésticos, agencia de viajes, antigüedades, almacenes de ropa, helados, pasteles y tortas, tatuajes, una academia de televisión y modelaje, centros de estética, una compañía de comunicaciones, una de vigilancia recién trasladada, una emisora, un convento, una aseguradora, marqueterías y este periódico. Todo eso en un barrio que no va más allá de cinco cuadras. Ahh, bueno y aquí también vive gente.

    El Parque Lleras.
    Uno de los parques más conocidos de El Poblado, ubicado entre las carreras 37 y 39 y las calles 9 y 9A y construido por el Banco Central Hipotecario en la década de los 30. Su nombre proviene del señor Julio Eduardo Lleras, exgerente general del banco en mención y cuya historia dice que nació en diciembre de 1884 en Bogotá y que, aunque quería ser abogado, tuvo que dedicarse a otras labores debido a su situación económica.

    Una de esas ocupaciones fue la de cajero y fue así como ingresó a la vida bancaria.

    Don Julio Eduardo fue además fundador de la junta directiva de la Caja de Crédito Agrario, del Instituto de Crédito Territorial, del Tranvía y del Acueducto de Bogotá.

    Así fueron los primeros días de una remodelación a cargo del municipio y hecha por etapas durante dos años y ocho meses.

    Barrio Colombia

    El del Barrio Colombia es un ambiente distinto. Allí es donde Medellín ha fundamentado gran parte de su reconocimiento como capital industrial. Toda una cuadra huele como a húmedo y como a salado y se descubre el porqué al ver a varios hombres cargar un camión con grandes cuadros de queso. Unas casas más hacia el Río Medellín, otro grupo de muchachos preparan las latas de un vehículo para llevarlo a pintura, mientras los siguientes en el turno esperan estacionados en los alrededores de la casa. El Colombia es un barrio sin andenes, al menos cuando funciona la jornada laboral.

    Cerca del taller abrieron recientemente el tercer banco en el barrio y un poco más hacia el sur varios empleados juegan un partido en la cancha de fútbol de la empresa, luego de la hora del almuerzo. Otro, quien no tiene tiempo para jugar y afuera de la malla, lee las páginas que quedaron de un viejo Espacio con su espalda apoyada en el andén y su cabeza recostada en el zócalo de la fachada de un restaurante, de aquellos que cobran 2.300 pesos por una bandeja de media mesa. Mientras tanto un compañero revisa con un mecánico las posibilidades de que su vehículo encienda.

    Según un estudio de1995 realizado por el Comité Cívico De Participación Ciudadana del Barrio Colombia y el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, la población mayoritaria del sector en mención es la flotante con cerca de 30 mil personas, quienes laboran en talleres de reparación automotriz y venta de repuestos; confecciones y telas; en mecánica industrial; distribuidoras, metalmecánica, productos de acero, conservas, zapatos y muebles tubulares, entre otros. El 18% de las empresas o negocios están dedicados a los servicios automotores.

    ¡Es que aquí también vive gente!

    Cuando la ciudadela empresarial e industrial cierra, el barrio no muere. Allí, entre talleres, grasa, ruidos, vehículos estacionados y olores, viven 181 personas, según informa Amparo Arango, líder cívica del sector. Son 28 viviendas cuyos propietarios siguen resistiendo a la tentación de vender.

    Simesa. Según la tradición oral, la llegada de la siderúrgica fue uno de los primeros pasos para el poblamiento del sector hoy denominado Barrio Colombia. Esta imagen corresponde al año de 1960.

    Los recuerdos de doña Amparo indican que cuando ella llegó, por allá en 1958 -28 años después de que el Colombia se poblara-, el barrio estaba conformado sólo por las carreras 44 y 45, entre calles 24 y 28. Es decir, cuatro manzanas, todas residenciales, vecinas de grandes mangas y de Simesa, Argos, Pintuco y la primera piedra de Erecos, entre otras industrias.

    Doña Amparo también recuerda que por los años 70 varias empresas, industrias y talleres identificaron al barrio como un buen sitio para asentarse. Por eso no sólo las grandes extensiones de terrenos baldíos sino también algunas de las viviendas fueron vendidas y ocupadas para el uso actual. Hoy, por algunas de esas viviendas los empresarios ofrecen más de los 130 millones de pesos en que están avaluadas por catastro, cuando hace 25 años a doña Amparo su casa le costó 70 mil pesos. Tal vez ese sea uno de los motivos para que en los últimos seis años la población haya disminuido en 109 personas.

    “De aquí no me voy”
    No importan los martillazos provenientes del taller del frente; menos que en el primer piso del edificio donde reside, un mecánico esté instalando un equipo de sonido en un vehículo y que tenga que probar durante varios minutos cuál es el máximo volumen que resisten los parlantes. Tampoco que sólo puedan celebrar la misa cada quince días, pues en el Colombia no hay iglesia y la parroquia a la cual pertenecen -el Perpetuo Socorro- queda por el Hospital General. Menos que pase una sola ruta de bus. Así los niños no tengan donde jugar o deban desplazarse hasta el centro o hasta la escuela Guillermo Echavarría -calle 10 con 43B- para poder estudiar, la mayoría de vecinos, entre ellos doña Amparo, dicen que de ahí nunca se irán.

    “Este es un barrio muy sano y de gente buena, el Comité Cívico de Participación Ciudadana y la industria nos apoyan mucho y tenemos muy buenos servicios públicos. Los que han vendido vienen a visitarnos y se van llorando”, dice doña Amparo entre el taladrar de las máquinas del taller de confección que tiene su hijo en el piso de arriba. “Eso es sólo de día porque de noche todo es santa paz”, explica.

    La nueva estratificación
    Según la Gerente Social de El Poblado, Gloria Patricia Correa M., en el Barrio Colombia se han detectado serios problemas de orden social como hacinamiento en las viviendas, con casos de inquilinato hasta de seis personas por alcoba. También se ve el uso múltiple de las mismas, hasta el punto que conoció el caso de un predio que tiene funciones de taller, de venta de comestibles y de casa de prostitución no “oficial”.

    A criterio de la Gerente, el origen de los problemas que aquejan a este barrio de El Poblado es que en el municipio, entendido como alcaldía y demás, no saben de la existencia de habitantes, tanto así que en el mapa de usos del suelo de Medellín el Barrio Colombia figura exclusivamente como industrial. Eso sumado a las dificultades que se han presentado entre los residentes para conformar grupos de trabajo, tales como una acción comunal, dan como resultado que nadie conozca la otra cara, la residencial.

    Nuevos estratos
    Con todos los argumentos señalados -hacinamiento, subempleo, carencias en el transporte público y de templos, parques y zonas recreativas, entre otros- el Comité Cívico de Participación Ciudadana local y la Gerencia Social de El Poblado recurrieron en mayo de 1996 al Departamento de Planeación para solicitar una revisión y cambio en la estratificación de algunas de las viviendas del sector. El resultado, tras un recurso de reposición, fue positivo: a partir de este año algunos de los predios ubicados en la carrera 45 con calles 24 y 28 pasarán del cuatro al tres. Así mismo, otra vivienda de la 44 bajó del tres al dos, hecho que representará tarifas menores en los servicios públicos para casi 20 propiedades.