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Una fiesta emotiva
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Historia de una obsesión
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Aunque desde hace 22 años tiene su estudio en Patio Bonito, los inicios de este experto en moda se sitúan en el templo principal de El Poblado hace 50 años |
Una pizzería para tener en cuenta
San Lorenzo de El Retiro: una pizzería para tener en cuenta
Hace más de tres siglos, en las tierras donde hoy se ubica la laguna de Fizebad y leguas más abajo, habitaron los indios Guarceños, quienes poseían proliferas minas de sal. Pocas son las personas que conocen la importancia que durante muchos años tuvieron estas minas para estos pobladores, y solamente vecinos de estos parajes y quienes han trajinado por el mundo de la arqueología entienden el porqué de tantos tiestos de cerámica a la simple vista del más desprevenido.
Se trata ni más ni menos que de un “basurero arqueológico”, resultado de la explotación artesanal de dichas minas por los Guarceños. Años más tarde (finales del siglo XVIII) y antes de que declarasen como municipios a Río Negro y Sonsón, se fundó en tierra de los Guarceños un diminuto y hermoso caserío, el cual conocemos hoy con el nombre de El Retiro. En este pueblo, vivió una potentada mujer con más pantalones que faldas, quien sin consultarle a nadie, o mejor sin consultarle a los políticos de la época, decidió otorgar libertad a sus esclavos, acto que se considera como el primer intento de libertad declarada para quienes vivían bajo esta tortura.