Periodista de la UPB y especialista en Estudios Políticos de EAFIT. Se formó en El Mundo de Medellín, durante doce años, lapso en el cual obtuvo dos premios nacionales de periodismo Simón Bolívar y el Primer Premio Iberoamericano Inserso, del Ministerio de Asuntos Sociales de España. Se ha desempeñado como columnista en varios medios de comunicación, y ha trabajado como directora y presentadora de programas de opinión en televisión y radio. Es autora del libro De tacón en la pared.
Llamar las cosas por su nombre, nos parece parte de mala educación, de ahí la experticia que hemos adquirido en dar varias vueltas alrededor de un asunto antes de enfrentarlo.
Con todo y su irreverencia, sus blasfemias, sus sacadas de clavo, su pesimismo, sus insultos, sus ganas de escandalizar, sus exabruptos, su todología. Qué le vamos a hacer.
Estaba hipnotizada viendo rodar una cabeza de culto: la de la Dama de París. Y me dolieron los huesos. Y agradecí como nunca a Víctor Hugo porque la salvó de una demolición casi segura.
Ni siquiera las víctimas directas, a quienes de manera bienintencionada quiso la Alcaldía visibilizar con el acto mediático y quiere honrar con el memorial...
Los códigos de honor y venganza que regulaban las relaciones sociales, en reemplazo del Estado ausente, fueron pulverizados por la bonanza del cultivo y...
/ Etcétera. Adriana Mejía Me gusta como escribe y para nada me predispone el hecho de que sea una máquina de producir bestsellers. La primera tirada de El laberinto fue de 700 mil ejemplares y sus obras han sido traducidas a 40 idiomas
/ Etcétera. Adriana Mejía Pudiendo salir a votar, no lo hacen, cambian el voto por un sancocho, van a las urnas “verracos”. Son responsables de que quienes nos producen vergüenza ajena, indignación y desconfianza estén ahí, fungiendo de prohombres
/ Etcétera. Adriana Mejía En un país nórdico, monárquico y resuelto no tienen cabida las irreverencias. Sobre todo tratándose de un Premio salpicado por la correcta política y el eficiente lobby (qué lo diga Vargas Llosa)
/ Etcétera. Adriana Mejía Es la hora de la grandeza. Alargar el tire y afloje hasta las elecciones del 2018 es inaceptable. Que se note, entonces, que el anhelo común sí es, como aseguran ustedes, conseguir el fin definitivo del conflicto
/ Etcétera. Adriana Mejía El perdón es libre porque no se decreta, ni obedece a presiones de la comunidad, ni a directrices de colectivos de víctimas, es una decisión personal, aunque es innegable que un ambiente propicio estimula a “perdonar, incluso, lo imperdonable”
/ Etcétera. Adriana Mejía Qué pena con quienes de verdad están de luto con la desaparición de Juan Gabriel, pero que diez días después de muerto siga insepulto y lo tengan volteando como circo pobre, más parece la letra de un corrido
/ Etcétera. Adriana Mejía Soy una de las muchísimas colombianas que no encaja en estas afirmaciones. Me siento ofendida, porque la vida mía no sería la misma sin la presencia y las enseñanzas de un ser humano maravilloso que vino de Tutunendo
/ Etcétera. Adriana Mejía Como las campañas por el SI y por el NO tienen apellido, los responsables de las mismas apelan a la animadversión que existe entre ambos y a la receta mágica de los culebrones
Más allá de las cirugías estéticas que con tan buen suceso se le han practicado a la ciudad y más allá del primoroso maquillaje con el que consigue aplausos extranjeros.
/ Etcétera. Adriana Mejía Las afirmaciones de Caterine deben ser sustentadas, investigadas y aclaradas. Por el bien de los interesados y de los colombianos, que nos sentimos violentados porque amamos el deporte
/ Etcétera. Adriana Mejía Queda en Turbo, donde llegan en estampida perseguidores de otro sueño: el americano. Y se quedan atrapados en el limbo del puerto, a merced de los traficantes que abusan de ellos como les da la gana
/ Etcétera. Adriana Mejía “Una semana después, la piel se me caía a pedazos, el tejido comenzó a necrosar. El cirujano me ordenó un tratamiento que me sirvió para la recuperación del tejido, pero la cicatriz jamás tomó buen aspecto”
/ Etcétera. Adriana Mejía Qué pena, señores, pero los contribuyentes nos sentimos chalequeados. En muy buena parte debido a que entre ustedes el sentido común brilla por su ausencia, sumado a que los plazos para la cancelación de las cuotas no reciben contraprestación con los plazos indefinidos para la entrega de obras
/ Etcétera. Adriana Mejía El vocabulario con el que los líderes políticos se lanzan trinos envenenados, los insultos con los que integrantes de foros virtuales disfrazan la falta de argumentos… los colombianos somos francotiradores del lenguaje
/ Etcétera. Adriana Mejía Grupo Familia contestó el fuego con golpes de pecho públicos que si bien no se pueden desconocer, ya que en el lenguaje de las grandes empresas no existe la expresión “pedir perdón”, tampoco se deben aplaudir. ¿Cómo se va a reparar a las víctimas?
/ Etcétera. Adriana Mejía Que una muchacha de buenas costumbres, con seis hijos a cuestas y una casa de zaguán en Caracas con El Palo, pisara los terrenos del divorcio y de la pintura profesional al mismo tiempo, era plato suculento para los vecinos
/ Etcétera. Adriana Mejía El viernes pasado se apagó la Luna mía. La de nuestra casa, la cuarta integrante de la familia a la que jamás pretendimos humanizar –ella no se hubiera dejado, con el carácter que tenía…– ni acicalar como mascota de revista
/ Etcétera. Adriana Mejía Estamos ardiendo. No solo por los incendios, cinco mil en el país, con 120 mil hectáreas de bosque destruidas, sino porque las lluvias han disminuido en un 60% comparadas con las de hace un año
/ Etcétera. Adriana Mejía Y a esa gente que está dejando de comer arepa, no porque la esté sustituyendo por panes o galletas, sino porque con lo que gana ya no le alcanza, la tienen sin cuidado los rifirrafes entre el gobierno y las grandes superficies
/ Etcétera. Adriana Mejía Mientras en los aeropuertos y puestos de frontera se hace todo lo posible por dificultar el libre tránsito de los seres humanos, capitales golondrina, delincuentes, bichos y epidemias entran y salen como Pedros por sus casas
/ Etcétera. Adriana Mejía Nunca antes el mundo había movido tanto dinero y había sido tan inequitativo como lo es hoy. Algo anda mal en la mente universal, cuando la base de la pirámide se engorda y la cresta de la misma se enflaquece
/ Etcétera. Adriana Mejía Hay que agradecer al Grupo Éxito, financiador y promotor del proyecto, el que contemos ahora con otro tema de conversación y otra posibilidad de mostrar al mundo, sin maquillaje, una de las múltiples caras del país. La más hermosa, la más gratuita
/ Etcétera. Adriana Mejía ¿Es la ciudad, su gente, su presente y su futuro lo que en realidad empuja a los candidatos al berenjenal de promesas y consecución de votos? ¿Es el pulso vanidoso que libran entre sí para marcar territorio y fungir de machos alfa de esta manada de urbanitas?
/ Etcétera. Adriana Mejía Los libros son una fiesta y la lectura, un acto gozoso de principio a fin. No admite comparaciones, nadie es mejor o peor por sus preferencias literarias; ni obedece a rigideces, leer por obligación es una pérdida de tiempo cuando hay tanto para escoger
/ Etcétera. Adriana Mejía Tiene lo que hay que tener: un yacimiento propio de coraje, dignidad y resiliencia imposibles de conseguir en el mejor de los quirófanos
/ Etcétera. Adriana Mejía Temo que tanta euforia desatada nos esté llevando a idealizar la bicicleta; a confundir, incluso, el esnobismo con la conciencia medioambiental o de convivencia
/ Etcétera. Adriana Mejía Esta evidencia retrata de cuerpao entero el irrespeto patológico por el otro, que unos y otras hemos ido reforzando generación tras generación
Usamos cookies para asegurar que te damos la mejor experiencia en nuestra web. Si continúas usando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo con ello.Aceptar