Después de un año y medio las obras no eran significativas para los copropietarios que ya habían invertido en la construcción. Preocupados por el futuro del proyecto, estos decidieron hacer una ofensiva en medios de comunicación. Pero la estrategia falló y la crisis se agudizó debido a que los posibles comparadores no se querían arriesgar en un proyecto con problemas financieros. Entonces los copropietarios, con el acompañamiento dela constructora, se reunieron para conformar un comité que permitiera reactivar el proyecto. Los copropietarios asumen el proyecto Desde 2003 la obra estaba parada, y entre enero y agosto de 2004 avanzó a paso de tortuga, por ello las primeras acciones que definió el comité de copropietarios fue verificar el estado de las cuentas. “Debido a que el proyecto no estaba respaldado financieramente, el comité acordó ingresar los dineros a una fiducia, administrada por el constructor, con la interventoría del mismo comité, quien decidiría la destinación de los recursos financieros”, explica Luis Eduardo Valencia, miembro del comité de copropietarios. Así empezaron a pagar cuentas atrasadas, negociaron con proveedores y con los propietarios. “Al asumir la distribución de los recursos se buscó generar confianza en los compradores, para que con los aportes permitieran un flujo de caja y que el proyecto avanzara”, comenta Gilma Rojas Duque, encargada del manejo de los recursos financieros. Se realizó un avance de los apartamentos, dando brincos entre pisos acorde con los aportes de cada uno de los propietarios. Hasta que en mayo de este año el proyecto amenazó con detenerse de nuevo y los copropietarios tuvieron que aportar 400 millones de pesos más para garantizar la terminación satisfactoria del edificio. La entrega Finalmente, el edificio de 101 apartamentos terminó siendo un ejemplo de cómo la unión y concertación de una comunidad de propietarios puede encontrar soluciones viables para los problemas en los proyectos deconstrucción. El 2 de agosto el comité de copropietarios finalizó labores como representante y administrador del proyecto Torre Mayor. Durante su gestión logró entregar apartamentos a 90 propietarios y zonas comunes. Para los 11 apartamentos pendientes será el Consejo de Administración quien busque soluciones con los constructores para agilizar la entrega definitiva del edificio. Por su parte la constructora Torre Mayor afirmó a Vivir en El Poblado que “está en proceso de legalización y entrega de la totalidad del edificio ante Planeación”. |
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Torre Mayor se salvó de ser un elefante blanco
JMC, ¿sardino de 21 o anciano de 80? (Parte 2 de 2)
JMC, ¿sardino de 21 o anciano de 80? (Parte 2 de 2) |
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¿Almorzar en el aeropuerto? Si usted está presto a subir 32 escalones, arriba lo esperan dos maravillosos restaurantes de comida rápida. ¿Y no hay más? No, ¡no hay más! Si usted quiere una buena carne, una pasta o una sopa… o si va con ancianos, o con un niño en coche, o es minusválido, deberá contentarse con los pastelitos del piso principal. Y comerlos de pie, o en una de las escasas sillas de madera. Porque mesa no va a encontrar.
¿Comer algo luego de pasar los controles de seguridad? Ya en la sala de espera no hay posibilidad de comer ni beber nada. De acuerdo, las aerolíneas a veces regalan un dudoso café, y pare de contar. ¿Alguien conoce otro aeropuerto de su tamaño con semejante carencia? ¿Locales comerciales? ¿Quién habrá diseñado locales con 2 metros de profundidad (mídanlas si no creen), donde aún las insignes pastelerías trabajan hacinadas? ¿Cuál tienda importante o de cierto prestigio -por ejemplo un buen duty-free- aceptaría funcionar en tales condiciones? ¿Comprar un regalo? Además de las pastelerías, que son afortunada excepción (¡hay 6!), tiene usted a su disposición varias tiendas repletas de baratijas. Ropa exterior china, panties chinos, gorras chinas, carritos y avioncitos de juguete chinos, y un montón de artesanías de sospechosa calidad. ¡Ah!, y en licores, lo que quiera, siempre y cuando sea aguardiente o ron de la región. ¿Y un perfume o un reloj o un vino de calidad internacional? No. Ninguno. ¿Nadie cayó en la cuenta de que un aeropuerto de buen nivel necesitaba tiendas de buen nivel? Como un servicio para los usuarios –por algo todos los demás aeropuertos las tienen- y como una elemental fuente de ingresos para la Aerocivil. ¿Baños? Cierto, funcionan. ¿Pero ven cómo queda una superficie de fórmica barata –la de los lavamanos- luego de 21 años de uso intensivo? ¿Cuándo las cambiarán? ¿Y qué tal el jabón, que casi nunca hay? ¿Y los secadores, que a veces funcionan? Y mientras tanto, al Dorado en Bogotá lo reforman y contrarreforman, y actualizan el de Cali. Y ni hablar de países vecinos. Casi todos los aeropuertos han sido remodelados recientemente y sí parecen tener en cuenta al pasajero. Señoras y señores, si no tenemos puerto marítimo, si no tenemos carreteras de primer nivel hacia los puertos o la capital, si queremos atraer más inversionistas, más compradores, que seguramente llegarán y saldrán por avión, entonces al menos, algún día, por favor, tengamos un aeropuerto de primera calidad. Es urgente hacer algo por este pobre terminal si queremos “mantener la caña” de que Medellín pronto será una ciudad de primer nivel internacional. ¡Por el respeto! Como decía la que no respetaron. |
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Una visita guiada
El Museo de Antioquia, con una tradición centenaria, ha sido desde siempre orgullo de todos. Sus salones han sido protagonistas de una evolución vertiginosa. El Museo, patrimonio del departamento, guarda el pensamiento y los sueños de cientos de hombres y mujeres que en sus realizaciones nos presentan las más diversas formas de ver. Y es precisamente en esa diversidad donde radica la grandeza de un museo, no propiamente en el número de obras almacenadas. El de Antioquia es ejemplo por la búsqueda de proyectarse en todo el departamento como eje de la cultura y como compilador del quehacer de los creadores de la región. Desde antes de que el Museo se trasladara a su actual ubicación en Carabobo, Vivir en El Poblado dedicó muchísimas páginas a divulgar sus eventos y a invitar a los vecinos de El Poblado para que visitaran sus instalaciones. Cuando el nuevo Plan de Ordenamiento cifró en el Museo un punto focal del desarrollo del Centro nos alegramos profundamente. Esto tiene una cabal significación para la ciudad pues quiere decir, palabras más, palabras menos, que la nueva Medellín, la que estamos construyendo para los próximos siglos tiene en la cultura su eje. Hace 6 años iniciamos un ambicioso proyecto: traer el museo a los lectores del periódico. Quincena a quincena hemos narrado, de manera no lineal, esa historia custodiada por el Museo. Iniciamos la serie con todas las esculturas monumentales de la Plaza Botero, y luego, al finalizar esa primera etapa, entramos al edificio. Horizontes, esa hermosa semblanza del sentimiento de Antioquia da la bienvenida a la serie. Francisco Antonio Cano, maestro de maestros, nos saluda y continuamos con la hermosa obra de Martín Rodríguez, el propio edificio del Museo, la primera obra de arte con la que el espectador se topa al visitarlo. En esta edición alcanzamos el significativo número 100. Apenas un leve aperitivo de este suculento plato que es el Museo de Antioquia. Queremos compartir con los lectores de Vivir en El Poblado esta celebración, invitándolos a descargar a su computador un libro electrónico con toda la serie. Agradecemos la inmensa generosidad de Carlos Arturo Fernández, quien con sus comentarios da luces, de manera amable y sencilla, sobre esta visita guiada que queremos hacer cada quince días. Igualmente agradecer al Museo, que siempre ha estado dispuesto a compartir con los lectores de Vivir en El Poblado su enorme patrimonio. |
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Foto de la Semana
Foto de la Semana
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La ruta del placer
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Salir a comer siempre es una invitación placentera. Antójese con esta breve guía de sugerencias. Advertencia: Las cartas de los restaurantes están actualizadas, pero debe confirmarse con el mismo para asegurase de que su oferta se encuentre vigente. |
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Centro comercial puerta del norte
JUEVES 14 A MIÉRCOLES 20 | |||||||
PELICULA | IDIOMA | Jueves 14 Domingo 17 |
Lunes 18, Martes 19 y Miércoles 20 |
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UN GRAN DINOSAURIO 3D | Dob | 11:40 | 2:00 | 4:30 | 6:50 | 9:10 | |
¿USTED NO SABE QUIÉN SOY YO ? | Esp | 2:30 | 7:10 | ||||
PUNTO DE QUIEBRE 3D | Dob | 4:40 | 9:20 | ||||
ALVÍN Y LAS ARDILLAS 2D | Dob | 11:30 | |||||
UNO AL AÑO NO HACE DAÑO 2 | Esp | 2:40 | 5:00 | ||||
BUS 657 | Dob | 7:20 | 9:30 | ||||
ALVÍN Y LAS ARDILLAS 2D | Dob | 12:30 | |||||
GUERRA DE PAPAS | Dob | 1:55 | 4:20 | 6:40 | |||
¿USTED NO SABE QUIÉN SOY YO ? | Esp | 8:50 | |||||
UN GRAN DINOSAURIO 2D | Dob | 11:30 |
Retrato de Mujer
Como homenaje a la maestra Débora Arango, Suramericana de Seguros hará la exposición “Retrato de Mujer, de la Colonia a Débora Arango”, entre el 10 de agosto y el 29 de septiembre. La muestra está conformada por una selección de pinturas, dibujos y esculturas de diversos artistas desde la Colonia hasta la época de Débora Arango, y será complementada con una investigación sobre el tema. La muestra contará con obras de algunas colecciones empresariales, familiares, museos y casas de la cultura municipales, entre otras. ‘‘Podemos afirmar que, si se exceptúan las imágenes de culto ylos retratos de damas notables en la religión, las mujeres escasean notablemente en nuestro patrimonio pictórico colonial. La imagen de la mujer en el arte decimonónico en Antioquia, corresponde a un modelo social de orden, austeridad, principios cristianos y valores familiares. Una clase compuesta por mineros, comerciantes, agricultores ricos, abogados, recurren a los servicios del artista para hacerse retratar, o para retratar a sus mujeres, consecuencia de la prosperidad recientemente conquistada. Es así como esposas, hijas, prometidas, pasan a posar en el taller del artista o en su casa de habitación’’. |
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Jorge Aristizábal
Jorge Aristizábal
Sus estudios en artes plásticas, en Estados Unidos Francia e Italia, complementados con los que hizo en Londres, le han valido a Jorge Julián Aristizábal Vélez un gran afianzamiento en su oficio,del que es por naturaleza conocedor.
Sus estudios en artes plásticas, en Estados Unidos Francia e Italia, complementados con los que hizo en Londres, le han valido a Jorge Julián Aristizábal Vélez un gran afianzamiento en su oficio,del que es por naturaleza conocedor. Por antonomasia maestro en pintura, Jorge Julián, a quien Carlos Tobón le hizo este retrato en 2002, actualmente reside en Nueva York. Sin embargo, sus vínculos personales y profesionales se mantienen atentos a los de siempre, los de esta ciudad que son fuente de inspiración.
Maestre: rap íntimo y social
Maestre: rap íntimo y social
Más vale arrepentirse de lo hecho que lamentarse por haber dejado de ser, es la premisa de “Todo a su debido tiempo”, el primer disco de este joven rapero de El Poblado
Diego Andrés Mesa: Maestre
El bicho del rap lo picó cuando escuchó grupos locales como La Etnia y Gotas de Rap. Entonces se dio cuenta de que este género musical podía tener identidad a la colombiana. Como su pasatiempo era escribir, empezó a componer letras, basadas en experiencias cotidianas. De ahí en adelante las rimas lo contagiaron y los versos se le volvieron una epidemia incurable. Así fue como a Diego Andrés Mesa le subió la fiebre del hip-hop. Tomó un nombre artístico: Maestre, que significa líder, porque desde entonces quiso dirigir su vida por el camino de la música.
Todo a su debido tiempo
Después de 9 meses de trabajo, Maestre realizó su primer disco “Todo a su debido tiempo”, producido por Gato Records de Jontre, un veterano rapero de la vieja escuela. “Yo conocí a Jontre por su trabajo de R&B (Rhythm and Blues). No podía creer que alguien en esta ciudad tocara este ritmo melódico, muy famoso en la USA pero muy arriesgado aquí y mucho más con fusiones latinas”. Maestre quedó tan impresionado que no dudó en invitarlo a trabajar y esa unión se cristalizó en el disco. “Lo que aprendí de Jontre fue la disciplina que requiere la música. Entendí que el rap no es solo rapidez mental e improvisación. Jontre fue un profesor sobre las claves del sonido, la necesidad de limpiar las letras, y encontrar profundidad en la sencillez”. El trabajo se fue enriqueciendo con la participación de músicos invitados que le dan al disco diversidad en géneros como el rock, el R&B, electrónica, funk, pop, fusiones latinas, entre otros.
Realidad + emociones = Inspiración
Su motivación para hacer rap son las emociones que provoca la realidad. “Inventar, crear, es ante todo expresar la realidad de una manera personal; uno no puede forzar la creatividad, porque la fuerza de la música es sentir”, explica. Dentro de su primer trabajo hay temas que le cantan a las calles de Medellín, a sus problemas de amor, a los amigos perdidos, a las frustraciones diarias, a las ilusiones que redimen y condenan, a las secretos y mentiras que alimentan y envenenan y a ese infierno paradisíaco que llega a ser esta ciudad.
El rap y el estigma social
Maestre piensa que el rap en Medellín está muy estigmatizado incluso por los mismos músicos. Genera discordia con seguidores de rock pesado, de metal y punk. Pero considera que por encima de estas fricciones, el rap cada vez va seduciendo más oídos por su carácter social. “El rapero celebra la vida a pesar del dolor, es muy sensible y respeta ante todo la idea de comunidad, la hermandad”.
Un rap íntimo y social
Más allá de la lírica reaccionaria y panfletaria que el rap acostumbra, la propuesta de Maestre se orienta hacia las letras intimistas. Cada canción expresa una mirada desde el otro lado de la ciudad, donde la pobreza no vive pero se exhibe y donde los gritos de la violencia son un lejano rumor que a veces estalla en la cara. Con esa franqueza su música evade la pornomiseria y propone mensajes directos con un ritmo cadencioso. Maestre canta al ritmo del corazón. “No importa lo que se cante con tal de que exprese con la honestidad, lo vivido, lo real. Yo no puedo escribir sobre el hambre o la pobreza porque yo no he vivido eso, pero sí hablo de cómo esa situación me confronta, despierta mi hermandad, porque el rapero es un soldado de la calle”, comenta Maestre.
Qué significa cantar rap
Para Maestre lo más difícil de rapear en español es la acentuación, modular la voz, manejar la respiración y controlar la euforia, para que la voz sea otro instrumento. Como buen paisa su principal problema es el manejo del siseo, la D en las terminaciones de las palabras. “Sí o no pelao”. Como en cada canción de rap se cuenta una historia o una gran poesía, requiere mucha concentración y memoria. Además, trata de leer poesía para despejar la cabeza y poner a volar las ideas. “No me gustan las poesías muy metafóricas que hablan de centellas lunares o cosas parecidas, prefiero la poesía realista, existencial, urbana”, comenta.
Perspectiva
A futuro Maestre quiere hacer rap colombiano. “Yo sé que es muy difícil construir una cultura del rap, pero esa es la lucha, con letras que reflejen las facetas y vivencias propias”. Agrega que este ideal se va volviendo de carne y hueso cuando descubre un músico con un talento brutal cantando en comunas pobres, en calles y parques, en buses urbanos, en lugares donde el silencio clama por música y el dolor necesita una canción. Para lograr este cometido, Maestre utiliza sus conocimientos de comunicador gráfico y sus pálpitos de artista en su página web donde promueve otros talentos del rap local. Y lo seguirá haciendo a pesar de las duras y las maduras, porque como dice en su disco “Más vale arrepentirse de lo hecho que lamentarse por haber dejado de ser”… porque todo llega a su debido tiempo.
Informa se lució
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A las amantes del dulce,la glotonería y el placer, adiós al tiramizú
A las amantes del dulce,la glotonería y el placer, adiós al tiramizú
Niñas, a comer dulce. Arriba las bastantonas, Doña Lucrecia
Siempre he dicho que nada más sexi que una mujer untada de chantilly o chorreada de chocolate; placeres heredados de las orgías romanas con sangre de uro, miel y chuletas de buey. Sexo y cocina juntos: según dicen, los lampiños de hoy se untan de Red Bull y bombombum en sus fiestas de trance, pobres de ropa, entreverados hasta el medio día de mañana… ahí está la Virgen. La rabia que me da, es doble, ya que no sé si será por el desmadre que se ve cuando se está por encima de los 40 ó por la legítima envidia de no estar ahí. De todas formas, una buena manera de perpetuarse en el placer es dedicarse a comer bien y nada mejor que los postres. La pastelería es el recreo del paladar, es la fiesta del sabor, es el clímax que siempre llega al final, como el premio. Pero una cosa es lo que el común de los mortales ve, y otra muy distinta es lo que pasa detrás de la puerta de la cocina, en donde la pastelería es una ciencia perfecta, exacta y profunda, nada pero nada fácil, llena de secretos, medidas en gramos, onzas, litros, tazas y demás que no se pueden violar. Un arte de locos madrugadores, un verdadero camello que poco deja de recompensa por los desvelos, pero un oficio con futuro al que cada día se dedica más gente. Por eso a todas las amantes del dulce y a Vero, a Pepita, a la señorita Rapala, a Marce, a Catalina, a Natalia y por supuesto a mi mujer, que quiere más al chocolate que al marido, les regalo algunos secreticos de los escritos de Albert Adriá, hermanito de Ferrán y pastelero del Bulli, como quien dice, mujer, no llores, quien afirma: “Un cocinero de postres debe saber comer para decidir qué armonías, y qué combinaciones visuales, táctiles y gustativas, serán las más acertadas, confiando en su sensibilidad.”
Las combinaciones son listas de productos que armonizan entre sí. Mezclas a la fija. Ingredientes que casan a la perfección. Sin embargo, al momento de crear, falta lo más importante, la receta, las técnicas, la elaboración más adecuada, el equilibrio y la armonía del plato. Falta lo que se llama, la mano del cocinero.
Para las amantes del dulce, unas combinaciones exóticas y claves del laboratorio de investigaciones culinarias de El Bulli; o sea que a investigar, a comer y a darnos gusto a los abnegados hombres: Coco, chocolate, banano y curry. Melocotón, menta, yogur y dátiles. Vainilla, vinagre, cerezas. Almendras, limón, fresas y ajonjolí. Lichy, cilantro y mandarina (a mi me va a dar algo). Maracuyá fruta de la pasión, pistacho, naranja y frambuesa. Melón, menta, oporto y grosellas. Maní, naranja, queso y miel. Manzana, azafrán, miel y chocolate. Mango, limón, jengibre y coco.
Para experimentar lo más interesante sería partir de la misma combinación para hacer diferentes postres. La finalidad es comprobar que con cuatro ingredientes se pueden lograr infinitas versiones de combinaciones, texturas, colores, aromas y sabores, a ver si por favor algún día pasamos del tiramizú, que ya es más paisa que el uso de andar parado. Invito a promover una campaña para prohibir el tiramizú, casi siempre maluco y mal hecho, que sirven en todos los restaurantes de Medellín. ¿No dicen pues que está de moda la gastronomía? A ver si cambiamos pues lo más gracioso es que hace años ni se conocía este invasor italiano, detestable.
Niñas, a comer dulce. Arriba las bastantonas, Doña Lucrecia.
¿Dónde será la próxima frijolada del maestro Botero?
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La Plaza de la Luz o el urinario más grande del Universo
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Con la habitual resistencia al cambio
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El Municipio profundiza investigaciones sobre licencias de construcción
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Avenida 34 en la primera semana de septiembre
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Fauna de El Poblado: amenazada y exterminada
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La meta: abril de 2007
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Infiltrados, secreto a voces
Confiar en alguien para que después resulte con un chorro de babas como esta no es para menos. Pero a todas estas, alguien se ha preguntado si alguna vez a algún aspirante a cargo público le han preguntado abiertamente, bajo la gravedad del juramento, si hace parte de grupos alzados en armas, si es terrorista, o si planea atentar contra la sociedad que lo está contratando. No, eso no se estila y no por algo muy propio de nuestra cultura: confiamos en la palabra del otro y preguntar cosas así serían contrarias a la Constitución, sería tanto como pedir una prueba de embarazo. Por esa misma discreción nuestra, nadie le pidió el título de abogado al nuevo Contralor, Julio César Turbay, para ejercer como tal durante 20 años, o por lo menos, para ocupar cargos que suponen este título, no el conocimiento de las artimañas para ejercer como tal. Nunca o por lo menos que se sepa, a nadie se le ha preguntado si cuando va trabajar para el Estado planea pedir sobornos. Por eso, por ejemplo, en la oficina de Megaproyectos del Departamento, ni el director ni el señor Villegas sabían que unos millones en un contrato podían ser interpretados como un soborno por el contratista o ser mal vistos por algunos mojigatos que se enteraran del negocio. Por eso lo de Freddy sorprende. Pero la verdad, no debería causarnos tanto asombro que esta gente tenga infiltrados en la Universidad y en las entidades del Estado. Lo que preocupa no es tanto la información que pudo haber sacado en estos tres meses que estuvo al servicio de los consumidores en las Epm, allá aseguran que todo Medellín tiene acceso a la misma información que los miembros de la Junta, y así será. A nosotros lo que nos asusta es la cantidad de Freddys que debe haber por ahí, en bancos, corporaciones, entidades autónomas, Congreso de la República, en todas partes. Si bien es cierto que los guerrilleros que custodian a los secuestrados producen miedo, es casi como tenerle miedo al “coco” frente al terror que pueden sembrar estos otros jojoyes viviendo como ciudadanos de bien, dando clases en la universidad, madrugando como todos y soportando los calores y tacos de Medellín. Por eso, pedir el polígrafo para separar las aguas, es tan inocente y tan ingenuo como exigirle a los guerrilleros que se dejen crecer la barba para distinguirlos. No hay pruebas de sangre que se puedan aplicar a los “malos” y aunque aún se oiga eso de que los buenos somos más, los malos tienen información, armas y objetivos, y usan las primeras para lograr lo segundo. Así pues, que el blindaje de la sociedad frente a la infiltración de las Farc, es tan endeble como el blindaje contra la mafia o el paramilitarismo o la corrupción. El blindaje solo puede ser individual, o colectivo teniendo todos un mismo objetivo, porque la paranoia Macartista que producen medidas como la propuesta por Jorge Vélez, solo conduce a cacerías de brujas inútiles, de las que ya hemos vivido mil veces y de las que tendríamos que esperar 20 años para esperar que una nueva Virginia Vallejo amante de algún Freddy nos cuente una nueva verdad en 2025. |
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Obras del Museo Ed.284/Bandeja paisa (homenaje)
Bandeja paisa (homenaje) es una obra de Juan Camilo Uribe, realizada en 1992, de 68.5 por 100.5 centímetros, que donó al Museo de Antioquia en 2002, en un acto que simbolizó el compromiso de los artistas de vanguardia con esta idea cultural.
La obra es un collage, lo que significa que se realiza pegando sobre la superficie diversos materiales. Sobre una bandeja de plata, el artista fijó una lámina con una imagen del Niño Jesús dormido y luego la rodeó con aureolas de otras estampas de angelitos y del mismo Niño en un formato menor, sobre un fondo oscuro; también los ángulos superiores del cuadro alojan láminas pegadas. En todos los casos, se trata de ilustraciones de circulación general y muy corrientes dentro de los ámbitos de la cultura popular; es decir, aquí las referencias no están limitadas al terreno especializado del mundo del arte sino que pueden ser captadas por todas la personas que, al menos en el ámbito regional, han conocido estas mismas imágenes por medio de estampas devotas o por un uso folclórico generalizado. El artista las recorta cuidadosamente, saca las figuras del medio en el cual se presentan en aquellas estampas y, gracias a la repetición y a la estructura, crea un contexto nuevo. Por otra parte, todas las láminas han sido intervenidas con lápices de colores y toques en tinta.
Esta Bandeja paisa está llena de humor y de simpatía; por supuesto, puede evocar recuerdos de infancia, casi siempre gratos, pero además lo hace con un gesto abiertamente chistoso y desacralizado que propicia una adhesión espontánea de quien observa. Por lo demás, el conjunto es muy agradable, gracias al orden de la estructura de formas y de colores, con un valor decorativo que nos atrapa y nos obliga a detenernos en su contemplación. Pero, al mismo tiempo, nos cuestiona por su sentido.
Durante siglos, el arte asumió una posición fundamentalmente filosófica y teológica, centrado en la representación de lo divino para buscar la manifestación de una verdad de valor universal. La Bandeja paisa de Juan Camilo Uribe se mueve en una dirección diferente, no como referencia exclusiva a la religión sino, más bien, al juego de sentidos que el arte puede descubrir en todas las manifestaciones de la cultura. Por eso, tras el humor, esta Bandeja paisa –¿que es un “homenaje” a qué?– encierra preguntas acerca del arte, de su historia y de su valor, de las tradiciones, y también, ¿por qué no?, acerca del sentido de la religiosidad popular.
El pueblo y el guayacán
En el Museo presentan así la exposición: ‘‘Ethel Gilmour nos cuenta un cuento para celebrar la alegría de la vida y la belleza del mundo. En esta obra vemos fragmentos rebosantes de ternura sobre la vida apacible de un pueblo, cuyo centro es un guayacán florecido. Ethel, diminuta entre la lluvia de flores amarillas, mira la majestuosidad del árbol. Ella nos cuenta que los viejitos del pueblo se sientan a mirar el guayacán al final del día’’.
Sí, una serie de obras recientes relativas a la posible vida idílica de un pueblo colombiano, en el que es posible sentarse a la sombra de un guayacán amarillo florecido y apreciar (disfrutar) del mundo que nos rodea. Y sí, también, el cuestionamiento implícito a las razones que hacen imposible que en un pueblo colombiano, aunque florezcan los guayacanes, se pueda llevar esa vida de contemplación y deleite.
La obra de Ethel Gilmour siempre ha invitado a este tipo de reflexiones desde su creación artística llena de la exuberancia de color y vida del trópico. Ella, natural de lo que algunos llaman el sur profundo de Estados Unidos, que vino a Colombia enamorada de un colombiano, es una de las personas que con fuerza ha cuestionado, desde la plástica, el mundo contemporáneo según se ve desde estas montañas. Es la misma artista que en la puerta de su estudio recibe con estas palabras: “Una crítica de arte es la persona que sale al campo de batalla después de que la batalla ha terminado y dispara a los heridos”.
Informes en el 251 3636.
Obras del Museo Ed.248/La Anunciación
La Anunciación, de Carlos Correa es, tal vez, la obra que mayores polémicas ha desatado en toda la historia del arte colombiano, defendida por unos pocos mientras la mayoría la rechazaba como antiestética, inmoral e inclusive sacrílega: un “abominable pedazo de lienzo, bestial e irreverente”, según escribieron algunos.
El pintor, alumno de Pedro Nel Gómez, envió este cuadro, un óleo sobre lienzo de 149 por 149 centímetros, realizado en 1941, al II Salón Anual de Artistas Colombianos de ese año y fue reglamentariamente admitido por el jurado competente, para ser luego retirado por orden directa del Ministro de Educación. Al año siguiente Correa lo presentó de nuevo al III Salón, esta vez con el título de Desnudo y en esta oportunidad la situación fue todavía más grave. La obra no sólo fue admitida y expuesta sino que recibió el Primer Premio del Salón en el área de Pintura; la reacción no se hizo esperar y el nuevo Ministro de Educación anuló la decisión del jurado y ordenó, otra vez, la exclusión de la obra. Eran los primeros resultados de un debate que adquirió proporciones de problema de estado, con el gobierno liberal acorralado por el poder de la curia de Bogotá y de la prensa conservadora, sin el apoyo de los intelectuales y críticos liberales.
Hoy, sesenta años más tarde, La Anunciación de Carlos Correa es una joya preciada dentro de la colección del Museo, donde testimonia una de las etapas más vitales dentro de nuestra historia artística. El debate que produjo no puede ser ignorado, pero quizá lo más importante que nos sigue enseñando La Anunciación de Carlos Correa no se limita a esos aspectos, más o menos anecdóticos, sino que viene a demostrar que la obra de arte implica la creación de valores que conservan su validez en el tiempo, porque siguen haciendo vibrar el espíritu de quienes la observan y, sobre todo, de quienes están dispuestos a comprender su sentido poético.
Muy lejos de una ofensa sacrílega, la obra de Correa anuncia la inminencia de la vida en la figura de la mujer encinta, elemental y desnuda, pura en su simplicidad, sin adornos de ninguna clase. Y reivindica su condición sagrada, casi como si la mujer desnuda fuese un altar en honor de la Virgen María y no un sacrilegio. Así, La Anunciación permanece como obra de arte y sigue abierta para cualquiera que se acerque a ella con respeto, sin prejuicios que impongan lecturas amañadas.
Obras del Museo Ed.247/Barequera áurea
Dentro de la colección del Museo de Antioquia, la Barequera Áurea de Pedro Nel Gómez documenta un momento crítico dentro de la historia del arte regional pero, al mismo tiempo, un proceso fundamental en la obra del artista.
Se trata de una gran pintura al óleo, de 219 por 166 centímetros, con la cual Pedro Nel gana en 1949 el primer premio en una exposición nacional de artistas, organizada por la Sociedad de Amigos del Arte y patrocinada por Tejicondor.
La pintura de los frescos de Gómez en los años treinta para el Salón del Concejo y el despacho del Alcalde, en el entonces Palacio Municipal –hoy sede del Museo–, estuvo rodeada de intensas discusiones estéticas y políticas. Al contrario, después de 1945 se asiste a una especie de letargo y se elimina la perspectiva política, por lo menos en el sentido antes predominante. Pero, quizá, fue la oportunidad de desarrollar otra fase poética y simbólica, al menos en la obra de Pedro Nel.
Las barequeras, es decir, las mujeres que extraen de los ríos el oro de aluvión, llegaron a convertirse en la imagen característica de toda la obra de Pedro Nel; e incluso se entiende muchas veces, quizá no justamente, que la obsesión por ella descubre las debilidades estéticas de un artista dedicado a repetirse a sí mismo.
Sin embargo, la Barequera Áurea revela que alrededor del trabajo de las minas Pedro Nel Gómez desarrolla un auténtico proceso poético. Aunque el artista dirá muchas veces que la experiencia de los mineros lo acompañó desde la cuna, hace falta esperar hasta los frescos del Palacio Municipal para que se convierta en tema efectivo de su pintura. Y en ese momento, como ya se dijo, predomina en Pedro Nel una visión política: lo que le interesa es discutir la injusticia que se ejerce sobre los mineros y las consecuencias sociales que de ello se desprenden.
En comparación con esas escenas, la Barequera Áurea aparece como una composición independiente que, por tanto, pretende expresar un significado autónomo, aunque sin desconocer el punto de vista político original. La repetición de la imagen de la barequera busca constituirla como realidad simbólica: ya no es sólo la mujer que sufre en la mina sino, ante todo, la proclamación como mito de la relación de amor y lucha con la tierra, el trabajo y la violencia, la fuerza de la vida. Y, por eso, es la mujer que surge como manifestación misma de toda la condición humana.
Obras del Museo Ed.246/Constructivismo
En la primera mitad del siglo XX, el arte antioqueño permaneció muy encerrado en sus fronteras, quizá convencido de que con los grandes pintores de los años treinta y cuarenta había logrado su plena madurez. Sin embargo, la colección del Museo de Antioquia permite descubrir que ya en los cincuenta se presenta el esfuerzo consciente de establecer vínculos con otras posibilidades estéticas los cuales, al mismo tiempo, permiten descubrir los límites de la situación anterior.
Constructivismo, una pintura al óleo sobre madera, de 101 por 69 centímetros, realizada por el uruguayo Julio Alpuy en 1958 y adquirida por el Museo en ese mismo año, es un buen testimonio de esa preocupación.
La pintura de Alpuy debió aparecer como sumamente “moderna” en el contexto de la ciudad, incluso mucho más moderna que lo pretendido por el mismo artista. Este tipo de trabajo es resultado de una apasionada actividad educativa desarrollada en el sur del continente por Joaquín Torres García, también él de origen uruguayo, uno de cuyos mejores discípulos fue, precisamente, Julio Alpuy.
Constructivismo sigue en lo esencial la enseñanza de Torres García, inclusive desde la misma elección del tema de la pintura, que Alpuy plantea como una mirada sobre el paisaje de la ciudad: con un poco de atención es posible descubrir que tras el rigor de las formas geométricas se revelan calles y edificios, pero también montañas, el mar y el cielo, los barcos y las personas.
Entonces, se nos manifiesta con toda claridad que el artista no pretende escondernos la realidad, ni mucho menos hacer que la olvidemos para dedicarnos a un ritmo abstracto de geometría y color. Por el contrario, Julio Alpuy intenta que descubramos una nueva dimensión del mundo. La realidad que vivimos como seres humanos no puede ser definida únicamente por los conceptos geométricos de largo, ancho y profundo, y ni siquiera cuando, como Alpuy sabe hacer muy bien, se agrega el valor del tiempo. Es verdad que las implicaciones de la racionalidad nos acompañan siempre, como en este paisaje geométrico. Pero todavía más en el fondo, Alpuy nos revela la presencia de la poesía y de la sensibilidad, que no imponen una definición precisa y conceptual, sino que nos abren al universo infinito de los significados y a la reivindicación de los valores de la concreta existencia humana.
Obras del Museo Ed.245/Busto de mujer
El Busto de mujer, obra de Rodrigo Arenas Betancourt, es una talla en piedra, de 53 centímetros de altura por 36 de ancho y 26 de profundidad, que permite aproximarse a las características propias de la escultura, lo mismo que a las formas originales de los primeros trabajos de su autor.
En efecto, el Busto de mujer fue una de las primeras obras realizadas por Arenas Betancourt, quien la presentó en el Segundo Salón de Artistas Nacionales en 1941, cuando sólo contaba 22 años de edad; por tanto, es muy anterior a todos los monumentos que el escultor realizó en su madurez, y que son mucho más conocidos.
Una escultura como ésta es el resultado de la talla directa de un bloque de piedra, que se enfrenta con cinceles y martillos para eliminar progresivamente las capas exteriores del material, hasta llegar a una forma y a una superficie final, más o menos pulida según los intereses del artista. Miguel Ángel, quizá el mayor escultor de toda la historia del arte, decía que se trataba de quitar lo sobrante para que pudiera salir afuera la imagen que, de alguna manera, ya vivía dentro de la piedra.
Aunque ello no puede afirmarse de manera general, en una tal concepción de la escultura es muy frecuente que predomine el sentido del volumen y la sensación de bloque. En esa dirección, el Busto de mujer, por ejemplo, presenta un cierto carácter estático, que Arenas Betancourt abandona totalmente en los grandes monumentos posteriores, que ya no fueron realizados por la talla directa en piedra sino por el sistema de construir modelos en arcilla o yeso, luego vaciados en bronce, lo que posibilita las complejidades (y complicaciones) a veces extremas de estas obras.
El Busto de mujer, por el contrario, se caracteriza por una intensa sencillez, dentro de la cual el estatismo se convierte en virtud. La mujer simplemente está allí, frente a nosotros; no hace nada, no intenta convencernos de nada, no relata ninguna anécdota. Se nos impone por su presencia. Sólo existe como obra de arte, es decir, se nos presenta como una realidad que conocemos a través de los medios sensibles.
Pero se trata de una sencillez eficaz porque no nos deja impasibles ni desatentos. En efecto, la obra crea un ámbito solemne y arcaico, como si nos obligara a entrar en un universo mítico elemental en el cual, sin ninguna retórica, descubrimos los valores esenciales del mundo primitivo al cual todos pertenecemos.
Obras del Museo Ed.244/Los hermanos de Greiff
Ignacio Gómez Jaramillo, quien nació en Medellín en 1910 y murió en 1970, es una de las figuras más trascendentales en la historia de las artes plásticas en Colombia, aunque su obra no siempre ha gozado del reconocimiento que merece.
Quizá podría decirse que, especialmente hacia la década de los años cuarenta, la suya es una de las pinturas más modernas que se realizan en el país, porque Gómez Jaramillo tiene conciencia de la gran transformación que significaron la obra de Cézanne y el cubismo de Picasso, pero, al mismo tiempo, está cargado del espíritu social y político de los muralistas mejicanos. Como consecuencia de esos vínculos, desarrolla una pintura que se aparta de la idea tradicional según la cual la función del arte consiste, sobre todo, en ofrecernos una imagen lo más exacta posible de la realidad. Sin embargo, ese alejamiento de los conceptos del pasado no presenta todavía el carácter radical que encontraremos más adelante en el arte abstracto.
El retrato de Los Hermanos De Greiff, un óleo de 131 por 101 centímetros, que Gómez Jaramillo pintó en 1940, ofrece muchos elementos que, muy fácilmente, podemos entender desde el habitual aspecto de una representación de elementos reales. Así, por ejemplo, se distinguen los retratos de los dos hermanos, el poeta León y Otto, el músico, aunque dentro de un cierto esquematismo y reducción a formas simples. Y a su alrededor se despliega una gran cantidad de elementos que también identificamos claramente: los libros, las fotografías de artistas del pasado, las jarras para beber, el paisaje al fondo.
Pero una mirada atenta a la pintura nos revela que los componentes de la obra se acumulan en el primer plano y que nosotros mismos, como espectadores, parecemos asumir un punto de vista muy cercano, que casi nos introduce dentro del cuadro; inclusive el paisaje del fondo no parece tan distante como sería normal.
En efecto, lo que ocurre es que Ignacio Gómez Jaramillo no se limita a retratar a los De Greiff sino que está interesado en relacionarlos con una serie de elementos y ambientes muy disímiles. Y esas relaciones le obligan a realizar un análisis y simplificación de las formas. Es decir, la pintura se ubica en un terreno en el cual lo que se busca es el desarrollo de la obra de arte como realidad con un valor propio que procede de su construcción y no solo de la referencia con el mundo representado.
Obras del Museo Ed.243/La procesión va por dentro
Desde mediados de los años ochenta, Débora Arango entregó al Museo de Arte Moderno de Medellín un amplio conjunto de su trabajo pictórico, una donación que se constituye en uno de los más ricos patrimonios artísticos del país. Gracias a un generoso préstamo por parte del Museo de Arte Moderno, dentro de la muestra de arte antioqueño del Museo de Antioquia se cuenta siempre con algunas obras de la artista, que se cambian periódicamente, mientras que, de manera permanente, se exhibe una acuarela de 120 por 133 centímetros, realizada hacia 1940.
Es curioso que, incluso desde sus primeras presentaciones, esta pintura no contara con un título preciso; en efecto, se la conocía con los nombres de El Obispo, La indulgencia o La procesión. En la actualidad se expone en el Museo de Antioquia como La procesión va por dentro. Puede tratarse de un asunto meramente anecdótico y, con toda razón, debería admitirse que lo que interesa es el cuadro mismo mientras que el rótulo que se le asigna es secundario. Sin embargo, a partir de allí, también es posible vislumbrar, de manera muy fragmentaria, el proceso que comienza a desarrollarse en la obra de Débora Arango, entre el tradicional mecanismo de la representación y una revolucionaria intención de expresarse.
Por supuesto, la acuarela tiene un carácter de representación. La escena es muy clara: una procesión religiosa con la presencia del Obispo y un conjunto de clérigos o seminaristas, y la irrupción de una mujer, bastante maquillada y de apariencia mundana, que besa humildemente el anillo del prelado; inclusive puede afirmarse que se trata de la presentación de un hecho efectivamente ocurrido.
Pero Débora Arango no se contenta con referir una anécdota; sabe que los eventos y los comportamientos humanos están cargados de significado y, por eso, quiere profundizar en ellos e interpretarlos. Aquí se enfrentan el bien y el mal; pero el bien no parece morar en el alma de algunos de aquellos clérigos solapados que miran lascivamente a la mujer, sino, en la descubierta actitud de alguien que la sociedad considera una pecadora pero que se atreve a llegar ante la Iglesia, en una nueva versión del episodio evangélico de la adúltera.
No sabemos bien qué es lo que pasa, y de allí surge la vieja inquietud por el título. Pero también el acierto final: siempre “La procesión va por dentro”, y de lo interior no juzga ni la Iglesia, dice San Pablo. Ahora, la pintura de Débora Arango deja de lado todo interés por las bellas apariencias y se asoma a las profundidades del alma humana.
Obras del Museo Ed.242/Muchachas de color
Muchachas de color es una pintura al óleo, de 62 por 83 centímetros, realizada por Guillermo Wiedemann, un artista nacido en Alemania pero radicado en Colombia, donde desarrolló prácticamente todo el ciclo de su trabajo.
En un contexto artístico como el colombiano, en el cual predominó durante toda la primera mitad del siglo XX una visión muy local y cerrada, esta obra de Wiedemann permite descubrir la manera como paulatinamente comienzan a asimilarse los procesos de los movimientos internacionales más avanzados, que el artista había tenido la oportunidad de conocer en su juventud en Alemania.
Muchachas de color revela el interés que despierta en el pintor europeo el mundo del trópico y, de manera especial, el ambiente del litoral del Pacífico que le permite descubrir un universo de formas y colores que le resultan insólitos. Durante cierto tiempo se dedicará, sobre todo, a representar lo que allí encuentra, fascinado por su vitalidad y exotismo.
Sin embargo, paulatinamente, emprende un proceso en el cual su pintura se libera de la función tradicional de reproducir las apariencias de la realidad exterior y comienza a preocuparse por sus propios elementos. El punto de llegada de ese camino será un arte ‘‘abstracto’’, que no intenta producir imágenes que se parezcan a las que nos da nuestra mirada habitual, pero que sigue viviendo de las más profundas experiencias con lo real. Por eso, las posteriores pinturas abstractas de Wiedemann conservarán los valores de sus vivencias de las tierras húmedas y cálidas.
Muchachas de color se ubica, precisamente, en el momento en el cual el color comienza a liberarse de las ataduras que le imponía el dibujo tradicional y adquiere el carácter de una yuxtaposición de manchas que, al menos hasta cierto punto, se despreocupan de la forma anatómica o de los elementos con los cuales se relacionan.
De todas maneras, no podría decirse que se desvincule del contenido. Por el contrario, lo que aquí ocurre es que la pintura vive del color con más fuerza que antes, y que éste asume toda la función expresiva de la obra.
En síntesis, Muchachas de color se ubica en una línea expresionista que enriquece nuestra visión de la realidad y del arte con las vivencias más íntimas y los sentimientos más intensos del artista frente a su mundo.
Obras del Museo Ed.241/El retrato de Arturo Celis
El Retrato de Arturo Celis, de Ángel María Palomino, en el Museo de Antioquia, es una de las obras que mejor ilustra la situación en la cual se encontraba el arte en esta región en la segunda mitad del siglo XIX, cuando todavía no existía una educación artística organizada ni había aparecido la figura del artista profesional.
Seguramente tienen razón quienes consideran que el arte es una actividad necesaria, unida a la historia de manera tan esencial que nos resulta imposible imaginar una sociedad humana sin alguna forma de producción estética. Y, por eso, parecería desarrollarse por todas partes, sin las limitaciones que actualmente relacionamos con el ejercicio académico y profesional del arte. Sin embargo, no puede pensarse que el arte nace de la nada, de una manera espontánea.
El Retrato de Arturo Celis parece ingenuo y primitivo, cuando se compara con otras pinturas similares en el mismo Museo, más sofisticadas, muchas de ellas procedentes de Europa, donde los personajes más adinerados de la época se hacían retratar. Pero también la obra de Ángel María Palomino es el resultado de un largo proceso de aprendizaje, en este caso de carácter familiar y artesanal, con numerosas manifestaciones en toda la vieja Antioquia.
Surgen de aquí por lo menos dos maneras de aproximarnos al retrato de este niño. La primera, se limitaría a compararlo con los retratos que lo acompañan, para demostrar que no se ajusta a las normas clásicas; es, en efecto, la visión negativa que casi siempre se tuvo de obras como ésta, que acabaron consideradas como poco importantes y relegadas al olvido.
Pero, si en lugar de mirarlo a partir de lo que presentan otros retratos, observamos directamente el de Palomino, sus valores se nos revelan de manera positiva.
En esa dirección, el carácter en cierto sentido ingenuo y primitivo de la obra es uno de sus atractivos fundamentales, porque permite dejar de lado los artificios académicos y nos ofrece una visión más auténtica de la realidad. No se trata, en este caso, de discutir si el retrato pudiese o no parecerse más al niño Celis. Se trata de la sensación que produce de estar presente y de ser real. En otras palabras, Palomino logra producir una obra viva. Y, en definitiva, es ese –y no el dominio de los artificios académicos– el objetivo que persigue la creación artística.
Obras del Museo Ed.240/Boceto para la batalla de Boyacá
En 1926, el artista bogotano Andrés de Santa María pintó un óleo gigantesco sobre la campaña libertadora, para ser ubicado en el Capitolio Nacional. La obra desató una polémica muy violenta, entre otras cosas porque Santa María abandona la idea de una representación retórica de los héroes de la independencia, tal como había predominado en el arte académico, y busca una expresión más verdadera y humana.
Por eso, en lugar de la imagen de un ejército glorioso, visto después de la Batalla de Boyacá, el pintor escoge el episodio dramático y doloroso del paso del Páramo de Pisba que, como se sabe, permitió a los patriotas sorprender a las tropas realistas y aseguró la independencia nacional.
En este caso, el artista asume una posición muy moderna ante los acontecimientos, al reconocer que la historia es el resultado de las acciones y los compromisos de seres humanos concretos: el triunfo de la campaña libertadora se debe a estos hombres humildes y corrientes y no a unas fuerzas sobrenaturales que, casi siempre, parecen sostener la condición mítica de los héroes.
Dentro de la colección del Museo de Antioquia se conserva el Boceto para la Batalla de Boyacá, que sirvió a Santa María como trabajo preparatorio para el óleo destinado al Capitolio y que hoy se encuentra en el Museo Nacional. Como todo boceto, éste le permitió al artista definir la estructura de la pintura, es decir, la manera de organizar los distintos elementos, tales como los grupos de personajes, la distribución de los colores o la manera de reunir todos los componentes a través de unas líneas fundamentales.
En el Boceto del Museo de Antioquia, un óleo sobre lienzo de 46 por 85 centímetros, la obra se concibe dividida en tres partes –por lo que decimos que es un "tríptico"–; y cada una de ellas adquiere una carga significativa propia, dentro de la historia que se presenta. Por supuesto, el Boceto no tiene la definición de detalles que luego aparecen en la obra final; pero, tal vez por eso mismo, nos revela mucho mejor la manera como se crean las imágenes a través de los colores y de las líneas que las envuelven. El Boceto, quizá mejor que la obra final, nos habla de manera contundente por estos medios y, en ese sentido, se ubica en un contexto expresivo: más que relatarnos unos hechos, nos compromete emocionalmente con sus protagonistas.
Lengua atomatada
Receta de Silvia Mosquera, chef de La Tienda del Vino
Ingredientes
2 lenguas de res
1 kilo de tomates maduros
1 cucharada sopera de pasta de tomate
250 gramos de cebolla junca
7 hojas de laurel
2 cabezas de ajo
1 cucharadita de mantequilla
Sal al gusto
Preparación
Limpiar las lenguas quitando las agallas. Ponerlas a cocinar por una hora a fuego alto con la cebolla, el ajo y tres hojas de laurel. Después de cocinadas se pelan y se cortan en tajadas. Pelar los tomates, sofreírlos en la mantequilla, agregarles las cuatro hojas de laurel restantes, la pasta de tomate y la sal al gusto. Cuando se tengan todos los ingredientes mezclados, adicionar las lenguas y dejarlas en la salsa por 10 minutos. Si la salsa se ve un poco seca se le agrega consomé de manera que quede suelta.
Silvia Mosquera
Silvia Mosquera
El legado gastronómico de Álvaro Vasco, quien fuera dueño y creador de la carta del restaurante Piamonte y de La Tienda del Vino, tiene en esta mujer chocoana uno de sus mejores depositarios. Junto a él y a Ana de Dios Grajales, chef de Piamonte, ella complementó los conocimientos que traía de su natal Itsmina, en el Chocó, aprendiendo cocina internacional. Ingresó al restaurante en una ocasión en la que una amiga le propuso trabajar como extra en uno de los banquetes que allí atendían, la volvieron a llamar en varias ocasiones y finalmente la contrataron como cocinera de planta, hasta que llegó a ser jefe de cocina de La Tienda del Vino, hoy administrada por Álvaro Sergio Vasco, hijo del fundador. Son ya nueve años de trabajo en ese restaurante, al que entra todos los días pensando: “llegué a hacer lo que me gusta”.
Este chef propone: Lengua atomatada
El Tesoro La Virgen exige agua limpia
En el proyecto Reservas del Tesoro, de la firma Fajardo Moreno, se solicitó hacer estructuras de contención para impedir que los sedimentos se vayan a la quebrada; la conservación de los retiros de mínimo 10 metros, y “trasladar de manera provisional la captación de agua sobre el cauce de la quebrada La Volcana, a unos 10 metros arriba del puente de la vía El Tesoro (cota 1.863), como medida de compensación y mitigación a las afectaciones generadas en la construcción del proyecto. Y se sugiere la captación provisional más arriba (cota 1.930) en el mismo lugar donde capta la sociedad Santa María Botero y Cia”.
Merced de la aguas
Ante la preocupación de que las urbanizaciones de la parte alta viertan el residuo de aguas hacia El Tesoro La Virgen, la comunidad solicitó a Corantioquia una prórroga de la merced de la quebrada La Volcana, y el permiso para que se hiciera la captación de este recurso, más arriba de la actual cota (1.865) a través de un sistema de tuberías al tanque surtidor. En febrero de 2005 Corantioquia, concluyó:
- Que es viable la prórroga de la concesión de aguas otorgada en 1994 de la quebrada La Volcana a favor de la Junta de Acción Comunal del barrio El Tesoro La Virgen.
- El aprovechamiento puede hacerse en la cota 2.010, en predio de la urbanización Santa María (cerca de la vía principal de El Tesoro – Las Palmas), con diseño y planos recomendados por Corantioquia para la construcción de la obra de control y reparto.
- La concesión de esta agua será otorgada por 5 años con el objeto de verificar las obras de control, reparto y mejoramiento del sistema de acueducto.
- Que a futuro se deberá reconsiderar el trámite de prórroga de la concesión de aguas, debido a que la comunidad del sector de La Virgen tiene una alternativa de abastecimiento distinta al acueducto veredal (servicio de acueducto de Epm). La viabilidad dependerá de la gestión y uso eficiente del recurso hídrico.
- Así mismo, se debe mejorar la cobertura boscosa en el punto donde se realizan las bocatomas entre las cotas 2.000 y 1.865. Aislar los cauces para evitar intervención humana, actividad que el compete a Reservas de El Tesoro.
- Para construcciones futuras se deberá dejar un retiro de 100 metros con respecto a zonas de nacimiento y un retiro de 30 metros a cualquier fuente, según lo determina el POT.
En que va la solución
La comunidad del Tesoro La Virgen solicitó a la constructora Fajardo Moreno la restitución de la captación del agua sobre la vía Las Palmas. Y ahí está el problema porque Gabriel Jaime Rincón, ingeniero residente afirma que “esta cota se puede subir solo si existe un acuerdo entre las comunidades involucradas (Reservas de El Tesoro y sector de La Virgen), pero la comunidad Reserva de El Tesoro no es la constructora sino el Consejo de Administración”, aclara. Frente a este problema Corantioquia establece “que si no se llega a un acuerdo entre las partes se podrá considerar el mismo sitio de la captación sobre la quebrada La Volcana en la cota 1.865”. Por lo tanto, la constructora Fajardo Moreno afirma que “solo debe restituir la bocatoma tal cual estaba en el inicio de la obra, y no se ha hecho en espera de un acuerdo entre las comunidades”. Gabriel Jaime Rincón, agrega que el problema para la constructora autorizar que la cota se suba es que implica una servidumbre y es algo que la comunidad Reservas del Tesoro debe definir. Así mismo, el representante de la constructora dice que ya cumplió con los retiros de la quebrada, exigidos por Corantioquia, y aclara que Reservas de El Tesoro toma agua de otro ramal de la quebrada La Volcana, donde tiene una merced de aguas y una planta de tratamientos para su consumo, otorgada por Corantioquia.
‘‘Parcelaciones deterioraron zona rural de El Poblado’’
Sin embargo, allí en los últimos 8 años han construido 20 proyectos urbanísticos, con parcelaciones y condominios en lugares con restricciones de uso, que han afectado la calidad ambiental de esta zona, según indica un diagnóstico hecho por Martha Ruby Falla, Secretaria de Medio Ambiente, en el Primer Encuentro de Curadores y Autoridades Ambientales del Área Metropolitana.
No hay condiciones para construir, sin embargo…
En la actualidad esta zona rural de El Poblado presenta una alta vulnerabilidad ambiental para soportar a la población que se piensa instalar allí. Para proteger los suelos de las zonas rurales el POT le ha dado una categoría acorde con sus condiciones ambientales.
- Suelo forestal protector: Con un uso restrictivo para urbanizar por cada 30 mil metros cuadrados.
- Suelo forestal protector productor: No se permite fraccionamiento para urbanización.
- Suelo mixto urbano: Permite la mezcla de usos urbanos y rurales. Se reconoce el fraccionamiento para vivienda semicampestre.
No obstante estas limitaciones, según la Secretaría de Medio Ambiente en El Poblado hay 803 hectáreas urbanizadas; de estas, 259 están en suelos de protección, 291 en suelos de protección producción, 48 en suelos de uso mixto y 113 en suelos suburbanos, con una generalización de vivienda campestre cuya densidad es 40 veces mayor que la capacidad de soporte. Esta situación ha causado, dice el diagnóstico de Medio Ambiente, que 63% de los suelos estén sin cobertura vegetal y solo el 37% estén en condiciones adecuadas.
Recursos afectados
En el mismo diagnóstico, la Secretaría de Medio Ambiente dice que el recurso hídrico es el más afectado, principalmente por intervenciones inadecuadas en zonas de retiros y cauces, por procesos de socavación de estructuras, tráfico pesado en vías que no tienen resistencia, banqueos verticales, drenajes mal elaborados, excavaciones y deforestaciones indiscriminadas y sin cumplir con normas de preservación forestal. ‘‘Hay quebradas que están siendo intervenidas por constructores hasta en 7 puntos sin plan de manejo de microcuencas como lo exigen el POT y las entidades ambientales. Estas son las causantes de inundaciones y deslizamientos, suelos sin cobertura vegetal, zonas erosionadas, impactos paisajísticos y serios daños al recurso hídrico’’. Solo en la zona alta de El Poblado las autoridades encontraron 35 puntos graves que presentan deterioro ambiental.
Proyectos urbanísticos a medias
La Secretaría de Medio Ambiente dice en su diagnóstico que de los 20 proyectos urbanísticos identificados en la parte alta de El Poblado, 6 ya están construidos y habitados, 12 están en ejecución pero en etapas por iniciar y 2 sin iniciar. ‘‘Pero solo 9 lotes están en trámites ante las entidades ambientales de 13 que solicitaron licencia ambiental. 8 tienen concesión de aguas, 2 cuentan con redes de acueductos, apenas 3 tienen manejo de vertimientos, 9 están conectados a redes de alcantarillados, y solo 1 tiene una vía adecuada de soporte’’.
Acciones para resolver la problemática ambiental
Según Martha Ruby Falla, Secretaria de Medio Ambiente, este problema de saturación de proyectos urbanísticos en la zona rural de El Poblado se ocasionó por un tránsito normativo. La norma antigua definía casi unas 6 viviendas por hectárea en zonas rurales y la siguiente fue muy restrictiva de una sola vivienda por hectárea, porque con la nueva norma son considerados suelos de protección. “Por ello se está haciendo un trabajo conjunto con Corantioquia y el Área Metropolitana para requerir a los parceladores y constructores y lograr que ellos mitiguen los daños ambientales generados. Independiente de la legalidad de las licencias, que será otro tema que tendremos que evaluar con Planeación y los curadores, los daños ya están hechos a los cauces, a las reservas forestales y a los suelos con la pérdida de capa vegetal, pero muchos de esas cosas con inversión económica son recuperables y mitigables. Lo que falta es tomar la decisión de hacerlo y a exigirlo a particulares”, explica la Secretaria de Medio Ambiente.
Marco regulatorio de tarifas para 2007
Marco regulatorio de tarifas para 2007
De la edición impresa (Edición 325)
Tanto la Contraloría como el Concejo afirmaron que para evitar que las nuevas tarifas para 2007 alteren la sostenibilidad del sistema y la prestación continua e ininterrumpida del servicio de aseo en la ciudad, se requiere que la Superservicios permita que Empresas Varias permanezca con su esquema de tarifas actuales por los menos 3 años más, ya que al aplicar el nuevo marco de tarifas Empresas Varias tendría una reducción de 44% de sus ingresos actuales.
En Medellín la empresa privada Tierra Blanca E.S.P. solicitó a Empresas Varias la liberación de 500 usuarios para ser ella la que les preste el servicio. Según dijo en marzo pasado Nicolás Ossa, Gerente de Tierra Blanca, a Vivir en El Poblado, esta compañía pretende prestar el servicio de aseo inicialmente a clientes comerciales y de estrato alto. Esos son los que mayores ingresos reportan, según argumenta Empresas Varias. La prestación del servicio a los más pobres no es rentable por sí sola y se financia en parte con subsidios. Sobre este punto dijo Ossa en marzo: “Aunque Tierra Blanca por ahora está concentrada en ofrecer sus servicios a sectores comerciales y estratos altos, garantiza que destinará el porcentaje de subsidios para el fondo de solidaridad del Municipio, mientras se generan servicios a otros estratos”.
El libre mercado en servicios de aseo necesita reglas claras
Según Martha Cecilia Vélez, Contralora General de Medellín, “la Superintendencia debe ser respetuosa del orden legal, el cual establece que mientras un acuerdo esté vigente, una autoridad nacional, que no sea jurisdicción de los contencioso administrativo, no puede exigir que no se aplique”.
Por su parte, la Concejal Aura Marleny Arcila, afirma que “la apertura a una libre competencia en la prestación del servicio de aseo en la ciudad se debe dar siempre y cuando no afecte la viabilidad de Empresas Varias, que es un patrimonio público, y se garantice una clara reglamentación para los nuevos operadores”. Porque como ya lo había dicho Andrés de Bedout a Vivir en El Poblado, “sin la debida reglamentación, la entrada de nuevos operadores generaría un caos en el servicio de aseo y un grave problema de salud pública en la ciudad”.
Normas claras para la libre competencia
Para garantizar que con la apertura al libre mercado en la prestación del servicio de aseo en Medellín mantenga la cobertura universal que hasta ahora tiene, el Concejo y la Contraloría solicitaron a la Superservicios que reglamente aspectos para los nuevos operadores como subsidio a los estratos bajos, barrido de vías públicas y disposición de residuos.
Por esta razón, la Contraloría constituyó una comisión especial de carácter interdisciplinario para ver hasta que punto la actuación de las autoridades nacionales afecta el servicio de aseo en Medellín con la entrada de la libre competencia, y así mismo, instó a la Superservicios ‘‘a constituir un escenario común donde se permita la defensa de los intereses de los usuarios y promoción de la libre competencia en un ambiente de sostenibilidad, que no afecte ni vaya en detrimento del patrimonio público’’.
Hay que buscar otras alternativas
Por su parte el Concejo tras su debate ratificó su posición de defender a Empresas Varias como patrimonio público de la ciudad, al concluir que: “Ante la errada creencia de que con la expedición de la Ley 142 de 1994 las autoridades municipales han perdido todo tipo de competencias en materia de servicios públicos domiciliarios, es necesario que las autoridades municipales, en especial alcaldías y concejos, ratifiquen de manera clara sus competencias y se haga cumplir lo afirmado en diferentes pronunciamientos por la Corte Constitucional, para la defensa de la autodeterminación local y el autogobierno”, afirma la Concejal Aura Marleny Arcila. Por ello, se propuso considerar otras modalidades de competencia, como la desagregación vertical de las etapas del servicio, abrir licitación pública para la concesión de zonas, competencia por comparación de mercados (similar a la que está aplicando Bogotá) y la competencia virtual o por regulación, acorde con indicadores de capacidad.
Las novedades
Las novedades
De la edición impresa (Edición 325)
Las obras se harán en un recorrido de 930 metros entre la quebrada La Presidenta y Oviedo, en un esquema similar a lo ya hecho, aunque con andenes más pequeños, más detalle en la arborización, mejor planificación en lo de las redes de servicios públicos y con obras adicionales relativas al proyecto de Metroplús en la Avenida El Poblado, que tendría estaciones en La Presidenta, Los Parra y Los González (en la zona de cobertura del corredor urbano, porque en su recorrido total, entre Envigado y la calle 30 en Medellín, habrá más estaciones).
‘Siempre hay espacio para aprender’’
‘Siempre hay espacio para aprender’’
De la edición impresa (Edición 325)
Eso le dijo a Vivir en El Poblado Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado, cuando se le preguntó con el mismo tono escéptico por lo aprendido en el tramo uno del corredor urbano. ‘‘Aún con los planos de las redes en la mano, lo que se encuentra en el terreno es sorprendente’’, dijo García, y anotó. ‘‘Hay redes muy viejas, construidas en tiempos en que la sistematización no era tan rigurosa como es hoy, y además encontramos hechos dados, que no figuraban en ningún plano oficial, que con seguridad son fruto de la indisciplina social del contratista de turno o de algún ciudadano’’.
Y en cuanto a las enseñanzas, García habló de mejorar, en extremo, la planificación del trabajo, asunto en el que dijo ya están trabajando para no tener los mismos problemas en la segunda etapa. Además, dice, hay que darle a la comunidad tanta información como sea posible, entre otras cosas, para que esté advertida de las incomodidades inherentes a este tipo de trabajos, y entre todos, los empleados oficiales, los contratistas y la ciudadanía, las sobrelleven de la mejor manera.
Que para algo sirva la experiencia
Lamentablemente así fue. Esta primera etapa, prometida oficialmente para mayo, estuvo terminada en julio, no sin antes sortear toda clase de obstáculos, principalmente con las redes de Empresas Públicas, pero también por el invierno y el debate oportunista sobre la tala de árboles frente a la iglesia.
Ahora, cuando estamos próximos al inicio de las obras desde La Presidenta hasta Oviedo, es probable que no se oigan más las quejas iniciales (‘‘¿Para qué más espacio para los peatones?’’), pero sí habrá, eso es seguro, voces de protesta por los tacos, el polvo (o el pantano, si a los críticos les llueve), los cierres de vía, y la demora para la entrega. Y sí, la obra no la entregarán a tiempo (palabra de apostador) porque nunca una obra pública en El Poblado ha sido entregada en el tiempo prometido y ha valido lo calculado inicialmente.
La primera etapa del corredor estuvo presupuestada en 1.646 millones de pesos y valió 2.157; prometida para mayo y entregada en julio.
Esta vez el anuncio oficial dice que los trabajos en la calle empezarían después de la Feria de las Flores, y durarán 8 meses, es decir, estarían listas para abril de 2007. La recomendación es pensar en junio o julio para no hacerse falsas ilusiones. Con seguridad valdrá más plata de la presupuestada (3.948 millones) y tendrá muchos problemas con las redes de Empresas Públicas.
Este panorama irónico y pesimista podrá superarse, claro está, si las enseñanzas que dejó la construcción de la primera etapa sirvieron para algo.
¿Por qué talaron los árboles del separador frente al parque?
La explicación oficial: Porque estaban sembrados sobre una superficie inapropiada (una losa de pavimento) que eventualmente los podría hacer peligrosos. “El Estado debe actuar antes de que ocurran las tragedias”, dijo en su momento Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado.
La explicación oportunista: Por el mal manejo ambiental dado al proyecto. En los días en que más se hablaba de esto, un aguacero tropical tumbó un árbol grande en el cruce de la Avenida con la calle 5, lejos de las obras, por la misma razón por la que talaron los otros, porque estaba sembrado sobre una losa de pavimento. Al debate lo desinfló el aguacero.
En lo que viene, en las obras desde La Presidenta hasta Oviedo, más de 300 árboles serían plantados a lo largo del recorrido del corredor urbano, otros serían talados y algunos más transplantados.
Tres temas no tan sueltos
Por eso, por el hecho de que se haya tenido en cuenta a los ciudadanos, porque se tuvo en cuenta a los peatones y porque el resultado final es muy agradable debemos dar cuenta en esta página de un trabajo bien hecho.
Los peros claro, los hay, lo han denunciado en estas mismas páginas varios lectores y algunos son ciertos. Falta calidad en la instalación de los adoquines; los árboles son muy pequeños; no se sembraron árboles en el costado sur de la Iglesia, el empate con la calle 9 deja mucho que desear y todo esto le resta méritos a la obra, aunque no por ello podemos dejar de sentir alegría por las mejoras en nuestra comuna.
Igualmente, y en la misma línea, la apertura de la carretera a Las Palmas nos ha permitido constatar que esta obra efectivamente quedará estupenda. La reducción de la distancia al aeropuerto, que todo Medellín había rogado desde hace veinte años, por fin será una realidad y el paso que se dio al servicio permite imaginar lo que será este paseo al Oriente. Lo mismo que con la Avenida El Poblado, las obras se pudieron haber hecho más rápido y los interventores pudieran ser más exigentes a la hora de la recepción de las obras.
Agosto es por tradición el mes de Antioquia, en Medellín se celebra la Feria de las Flores y en general en la ciudad el ambiente de fiesta inunda parques y calles. Cada vez más, la Feria acoge más personas y públicos. La transformación es notoria, de una feria cuyo principal atractivo era el Desfile de Silleteros, se ha pasado a un jolgorio de una semana, con altos consumos de licor y excesos de todo tipo. La fiesta, si bien logra el propósito de conmemorar la Independencia de Antioquia no deja de tener desvíos delicados. Por eso, las restricciones al porte de armas, a la movilización de motocicletas con parrilleros y el incremento en la vigilancia son medidas apenas lógicas.
Se debería aprovechar esta fiesta para romper barreras imaginarias y saltar los propios prejuicios, a veces expresados en formas tan simples y evidentes como las palabras cotidianas. Cuántas veces no se oye descalificar a alguien con un término tan denigrante como el estrato social al que pertenece. Normalmente las palabras esconden nuestros propios miedos y por eso es común oír que se insulta con el nombre de un barrio, un oficio, una profesión o el color de la piel. Podría ser este mes el de la oportunidad para celebrar la independencia y leer en nuestras propias palabras esas barreras que las obras públicas intentan eliminar físicamente.
Una acera no es solo el lugar por donde se puede caminar, es también el símbolo de la posibilidad de acceder con igualdad de condiciones y sin barreras impuestas a un lugar. Hacer espacios públicos de calidad es una tarea de la administración municipal. Hacer de la convivencia una forma de vida, del lenguaje un puente entre las personas es tarea de cada uno, y es esa suma de individualidades las que pueden cambiarlo todo.
En la Zona Rosa
En la Zona Rosa
De la edición impresa (Edición 325)
El proyecto de intervención en la Zona Rosa sigue en discusión, después de que el año pasado el Municipio anunciara que este quedaba en suspenso debido a los problemas de convivencia en el sector.
La idea inicial planteada por el alcalde Fajardo, según la cual estas obras deben ser pagadas en parte por los directos beneficiarios de ellas, sigue en pie. Los funcionarios del Plan Poblado y representantes de la Corporación Zona Rosa siguen conversando, en busca de un acuerdo que permita la realización del proyecto según las directrices del Alcalde. Al cierre de esta edición, en el Municipio esperaban una contrapropuesta de intervención por parte de los comerciantes del Lleras. La del Municipio es conocida y ya ha sido reseñada en estas páginas. Hace alusión al mejoramiento del espacio público en el parque y en concordancia con otras obras, como la del Parque Lineal de La Presidenta.
Sin embargo, todavía no se ha dicho la última palabra sobre la delimitación de la zona intervenida, los costos de las obras y la financiación.
Doble calzada de Los Balsos
Doble calzada de Los Balsos
Está definido que la doble calzada irá desde la Inferior hasta el lote de los guayabales en Patio Bonito. Ya está en curso la compra de los predios relacionados con el proyecto entre la Inferior y la Avenida El Poblado. El plan oficial es iniciar las obras en octubre, igual que las del intercambio con la 43A.
La unidireccionalidad de Los Balsos, en par vial con Los González, sigue programada para agosto. Empezaría el 9 si la señalización está lista a tiempo (depende del clima).
La 10
La 10
De la edición impresa (Edición 325)
Las reuniones de socialización del proyecto han dejado en claro a los funcionarios municipales que no hay oposición al proyecto de forma global, sino observaciones puntuales de parte de algunos propietarios de predios sobre la zona afectada.
Las obras están planificadas para empezar en octubre, aunque con la advertencia de que al proceso de socialización del proyecto se le dará todo el tiempo que requiera.
El proyecto de La 10 se refiere a una mejora significativa del espacio público y del entorno ambiental de esta calle entre la Avenida El Poblado y Vizcaya.
Revive idea de Metroplús para El Poblado
Del Metroplús que se habla ahora es del que iría desde Envigado hasta La 30, en la estación Industriales del metro. Como se ve, este no es un proyecto barrial sino metropolitano, por lo tanto no hace parte en sentido estricto del Plan Poblado, sin embargo, en lo que a esta comuna se refiere, hay intención de hacer las estaciones en los cruces principales de la Avenida, o sea con las lomas, en el separador central del tráfico vehicular, y en el estilo ahora llamado de pretroncal, es decir, sin un carril exclusivo. En el momento no se sabe mucho más, pero ya estamos investigando.
Poblado en construcción
¿Qué hace usted cuándo en su apartamento tiene a un grupo de albañiles trabajando? ¿Para dónde se va? Pues bien, algo así provocará hacer desde octubre cuando en El Poblado estén haciendo simultáneamente la segunda etapa del corredor urbano de la Avenida, la doble calzada de Los Balsos, el intercambio de esta loma con la misma avenida y la reforma de La 10.
Hasta ahora ese será el panorama que tendremos desde octubre, en las vacaciones de fin de año, al volver al colegio y quizás hasta mitad, o más, de 2007.
Ahora, más que nunca, la planificación adecuada y rigurosa, de la mano del compromiso y comprensión ciudadana, serán las que hagan más llevaderos los meses por venir.
Estado de otras intervenciones del Plan Poblado
El Colectivo, pionero del trip-trop
El Colectivo, pionero del trip-trop
En el cuarto piso de un antiguo edificio gris, a dos cuadras del parque de Boston, El Colectivo, prepara su próximo disco. El apartamento es amplio y funciona como sala de ensayos, estudio de grabación y centro de operaciones del grupo. A través de la ventana se divisa una amplia panorámica de los cerros centro-orientales de Medellín, iluminados por la claridad y el brillo de una tarde veraniega.
Abajo, los solares de las casas, sembrados de frondosos árboles nativos, proclaman en todos los tonos de verde la exuberante diversidad de esta tierra. Más arriba las escamas de los techos van conduciendo a disformes construcciones de ladrillo y cuando la vista se expande, la perspectiva arma
un atropellado laberinto anaranjado que invade la montaña. Coronando este paisaje urbano tropical, el Cerro Pan de Azúcar, centinela sempiterno de esta ciudad, tiene marcado en letras blancas, un anhelo: “Paz”. Mientras tanto suena la música que El Colectivo prepara, adereza y pule. Es entonces cuando uno siente que la esencia de ese escenario que se contempla, que ese colectivo de gente, espacios y clima que son esta ciudad, está siendo interpretado por la música de este grupo local. Así comienza la entrevista con dos de los tres miembros de El Colectivo, Andrei Castillo (Zeta Dei) y Jorge Mario Giraldo (Magio), quienes se identifican con sus seudónimos. Falta el vocalista Camilo Vásquez, pero tras escuchar su voz en las canciones uno siente que ronda por allí.
El colectivo
Hace 4 años nació El Colectivo. “En una época en la que estábamos observando proyectos de colectividades musicales del mundo. Entonces nos encontramos un grupo de amigos, hacíamos música por diferentes lados y tendencias y decidimos reunirnos para hacer un ensamble que bautizamos como: El Colectivo Sonoro Automático”, explica Andrei Castillo. La intención fundamental era hacer música automática, lo más rápido posible, sin pensar mucho y en colectividad (todos componían). Al año el proyecto comenzó a cuajar con 8 músicos y otros artistas itinerantes que aportaron sus ideas. Y después de un arduo trabajo de producción, al año siguiente logró crear el primer sencillo, con 5 temas, que se llamó El Colectivo, un trabajo “producido en casa”. Gracias a la calidad de este trabajo y a su innovadora propuesta, el grupo fue escogido como el telonero del concierto de Bossacucanova, realizado en el Jardín Botánico
El nuevo disco
Con el nuevo disco, El Colectivo ha visto una luz al final del túnel, tras dos años de explorar rutas sonoras. “Lo que tenemos claro es que nuestra propuesta es hacer canción electrónica, porque ante todo nos interesan las canciones, las letras”, afirma Andrei. El nivel de audio del nuevo trabajo es más dinámico, gracias a la incorporación de elementos como el house, jazz, balada, rock y hip-hop. “Es una propuesta de fusiones donde se cuentan canciones siempre de una manera diferente para no quedar atrapados en la misma fórmula”, explica Jorge Mario. El lanzamiento del disco será en septiembre.
Padre Marianito
Padre Marianito
De la edición impresa (Edición 325)
Aunque las obras de la nueva parroquia avanzan a pasos agigantados, la verdad es que todavía hacen falta muchos recursos para que esta maqueta sea realidad. El llamado es para quienes quieran vincularse y hacer posible este templo. Para informarse de cómo se puede hacer efectiva su contribución, llame al 266 0813.
Palmahía, la discoteca
Palmahía, la discoteca
De la edición impresa (Edición 325)
Era una noche esperada. Nadie quería perderse la inauguración de Palmahía, pues los rumores hablaban del sitio como el más grande e impactante, en su género, en toda Latinoamérica. Así que sus tres mil metros de construcción se vieron abarrotados por gran cantidad de visitantes que se sorprendieron con el diseño de Palmahía: volley playa, ocho balcones V.I.P., escenario central para espectáculos en vivo, dos barras centrales y seis más laterales sumadas a sus servicios de lavado de carros y valet parking convirtieron a esta discoteca en el sitio del momento, el sitio de la rumba en Medellín.
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Raúl Fajardo Moreno, más de 50 años construyendo ciudad
Raúl Fajardo Moreno
Más de 50 años construyendo ciudad.
En 2004 Carlos Tobón realizó, en su estudio, el retrato de este arquitecto, quien desde hace más de 50 años está vinculado a una de las firmas constructoras más importantes de la ciudad, Fajardo Moreno, la cual ayudó a fundar en 1950 con el nombre de Aristizábal – Fajardo – Zapata. Solo o en asociación con otros arquitectos ha ganado numerosos concursos. Por mencionar tan solo uno, el del edificio Coltejer, en compañía de Germán Samper, Aníbal Saldarriaga y Jorge Manjarrés. Raúl Fajardo ha sido siempre arquitecto jefe del taller de diseño, y actualmente es el gerente de la compañía.
Un cuarteto de buenos restaurantes en Llanogrande
Hasta no hace muchos años pretender encontrar un restaurante en la carretera de Llanogrande -distinto a una parrillada o un puesto de arepas y empanadas- era algo escaso. Recuerdo los esfuerzos iniciales de Truchas Sierra Blanca con su carta de truchas en 8 ó 10 versiones, tratando de educar la idiosincrasia gastronómica paisa acostumbrada a carnes asadas, frijoles y chicharrones. No menos dificultades tuvieron lugares como La Pampa Argentina o Restaurante Don Ramón, los cuales han perseverado pasando por épocas de vacas gordas y flacas, pero sobre todo por éstas últimas.
Hoy en día las cosas son muy diferentes y da gusto ver durante los fines de semana y me atrevo a decir -desde el jueves en la tarde- comensales sentados en todos los lugares mencionados en la crónica anterior, convirtiéndose en verdadera romería gastronómica los fines de semana y festivos. En otras palabras, aquella diáspora ocurrida durante años recientes por asuntos de orden público ha sido superada, no solo por los viajeros de carretera, sino más importante aun, por los inversionistas y empresarios dedicados a fogones y manteles. Es así como en la carretera a Llanogrande hoy existen 4 nuevos restaurantes que merecen mi reconocimiento y que espero detallar sobre su oferta culinaria en próximas crónicas, pues por el momento solo mencionaré sus nombres y mínimas señas de ubicación a manera de abrebocas. Son ellos:
- Cocina, Campo & Madera: hermoso restaurante metido entre un bosque de pinos, cuya chimenea y platos elaborados en horno de leña cautivan a propios y extraños.
- La Casa de Amelia: plácida atmósfera de comedor, ubicada antes de las partidas para el aeropuerto, con la más deliciosa oferta de sánduches y ensaladas bajo la dirección de nuestro amigo y excelente cocinero Sergio Tamayo.
- M.Aquí: arquitectónicamente es un simpático galpón californiano donde funciona un lindo anticuario y a la vez se disfruta de especialidades italianas y otros platos preparados todos en fogón de leña. Quien lo visita vuelve. Lo regenta la siempre sonriente Maquí Vásquez.
- Chez León: Pequeño y acogedor fogón de carbón en donde su propietario León Ruiz (el fotógrafo) pone su toque y entusiasmo de gran chef para brindar a sus visitantes deliciosas carnes al carbón. Una vez se llega a las partidas de El Tablazo, todo el mundo da cuenta de él.
Me comprometo, en próximas crónicas, a profundizar sobre la cocina de cada uno de ellos. Por el momento dejo la inquietud y presento excusas por mis precarias señas para su ubicación. Estoy segura de que una vez los encuentren y los disfruten, me agradecerán.
¿JMC, sardino de 21 o anciano de 80?
No hablemos de asuntos estrictamente aeronáuticos, en los que nuestro aeropuerto más o menos se ha mantenido vigente. Sin duda es seguro para operaciones en condiciones meteorológicas normales. Mereciendo incluso el honor de recibir, hace poco, al famoso A380. Claro que el honor es dudoso, pues no fue escogido tanto por bueno como por poco usado.
Solo vamos a referirnos al terminal, al edificio propiamente dicho. Del que son clientes y usuarios los pasajeros que llegan y los que salen, la gente que los lleva y recoge, los pilotos y azafatas, y claro, muchos empleados del mismo aeropuerto y de los negocios allí instalados.
Lo primero que impacta es la estrechez. En un terreno tan amplio como el que había para trabajar, de todos modos tenía que imponerse la estrechez. La misma que nos hacina en nuestras vías, en nuestras ciudades. Y también se impusieron la incompetencia y la mezquindad. Veamos:
- ¿Salas de espera? ¡Estrechísimas! Pregúntenle a los viajeros matutinos a Panamá y Miami. Gente de pie, sentada en el piso… para no hablar de la silletería tan inapropiada. Y de su mala calidad. Y de su peor estado. Pero esa sería otra historia.
- ¿Area de emigración? Perfecta para horas de poco movimiento, fatal para horas pico. Y ni hablar cuando la Policía decide hacer requisas manuales detalladas; no hay ni dónde hacer la cola. Claro, si solo son dos máquinas de rayos equis. Pero aún si decidieran poner más, simplemente no cabrían.
- ¿Recepción de maletas de vuelo internacional? ¡Los maleteros están afuera de la sala de equipajes! Tú pagas por el carrito y te toca montar las maletas al carrito, bajarlas para rayos equis o aduana, subirlas a la banda, bajarlas de la banda, volverlas a montar al carrito… y allá, a lo lejos, con la gente que te espera, hallarás al dichoso maletero cuando ya casi no lo necesitas, cuando lo más difícil ha pasado. Ah, tampoco se puede sacar el carrito. ¿Por qué será, a propósito, que en este aeropuerto los maleteros no pueden ingresar hasta la sala de equipajes, pero sí en el de Bogotá, lo mismo que en todos los demás?
- ¿Salir con maletas hacia el parqueadero? ¡Esta sí es increíble! Reto a cualquiera a que encuentre otro aeropuerto de tamaño medio o grande sin el más mínimo rastro de ascensor para subir las maletas. Defiéndase como pueda, porque es al hombro. Y se quejan de que la gente quiera entrar en carro a recoger pasajeros.