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De cuentos y amor a la literatura

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Desde que la Academia Yurupary comenzó con sus talleres de escritura hace 13 años, Gloria María Uribe, Directora General, y Claudia Ivonne Giraldo, Directora del Taller de Escritura, soñaron con reunir en un libro los mejores textos de los talleristas que por años han conformado un grupo ameno y de amigos, en el que comparten escritos y perfeccionan sus vocaciones hacia la literatura.
“Aquí llegan personas de toda clase. Unos porque quieren ser escritores profesionales y otros por entretenimiento. A todos nos gusta contar historias y que nos lean, la gente llega a la madurez y quiere contar más cosas”, dice Gloria Uribe.

Una familia
En Yurupary se desarrollan dos talleres con niveles distintos, todos se conocen, discuten sus trabajos y se enriquecen entre sí.
En el básico se realizan actividades lúdicas y de motivación para que la persona se suelte y venza el miedo a escribir y ser escuchado, mientras que el avanzado va dirigido a quienes conocen realmente de literatura, con programas que constantemente están en innovación.
Para Claudia Ivonne Giraldo, “hacer talleres no es fácil, mantener al público interesado, que sean constantes y con seriedad tampoco. Siempre hay que pensar un proyecto distinto de taller, lo reinventamos”.
La literatura es un mundo abierto, Yurupary ha conformado un grupo que no distingue género ni edad. En él se encuentra Lina María Porras de 20 años, quien ingresó desde que tenía 14 y se perfila y sueña con ser escritora. “Siempre tuve inquietud por escribir y el taller me parece muy interesante porque escucho posiciones sinceras de los demás, que son mis amigos. El taller no hace escritores pero es una forma de estar en constante práctica, unos lo toman como hobby, pero para mí es lo más importante porque sueño con ser escritora”, dijo esta estudiante de Filosofía y Letras.
Así como Lina, María Inés Vélez es una señora de 74 años que dedica lo que más puede de su tiempo a la literatura, es ama de casa y también cuenta con la publicación de algunos de sus cuentos en el libro. “Llevo 17 años en talleres de literatura que se han convertido en el valor agregado de mí vida. Me siento feliz de aprender porque la lectura es un amigo, es una compañía para la soledad”, dijo.
Complementando los talleres, de la academia han salido cuatro promociones del Diplomado en Creación Literaria, que ofrece una formación más completa sobre la literatura y su historia, en géneros como el cuento, la crónica y la poesía.

Cantata en varias voces
Ese es el título del logro máximo que los talleres han alcanzado. El libro fue lanzado en noviembre del año pasado, no salió al mercado, sino que tuvo un sentido más íntimo para cada escritor. “Sacamos 500 ejemplares y ya están agotados. Estamos pensando si hacer una reimpresión porque lo han pedido. Es un producto muy digno y nos llena de orgullo”, afirmó Giraldo.
El libro está compuesto por cuentos de 24 talleristas, de ambos niveles, que consolida y plasma en letras su dedicación y pasión a lo largo de varios años. Para la directora Uribe, “lo mejor es que se respetó el estilo de cada uno. Uno ve las diferencias entre los textos aunque todos sean del mismo taller y hayan hecho los mismos ejercicios. Resultan cuentos trágicos, románticos o de humor”, destacó.
Claudia Ivonne Giraldo, filósofa y escritora, ganadora con un libro suyo de la Beca Ciudad de Medellín 2007, concluye que “esta es una gran motivación inicial. Los talleristas de Yurupary ya deben tener claro que tiene una parte editorial y que esto tiene que seguir, lo más probable es que este año también tengamos un libro, con proyectos más locos y arriesgados como cuentos a varias manos porque todo está por hacer. Esto es lo rico que tiene ser escritor, ver el libro publicado”.

 
     
   
 

¿Qué paga cuando tanquea?

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Claudia trabaja cerca al Parque del Poblado, vive en una urbanización aledaña a La Frontera y tiene un vehículo nuevo con un cilindraje de 1.100 centímetros cúbicos, bajo consumidor de gasolina. Sus trayectos, con algunas excepciones, se reducen a la línea recta y plana de su casa al trabajo y del trabajo a su casa; sin embargo, al mes se gasta, aproximadamente, $200.000 en gasolina corriente, porcentaje significativo de sus ingresos. No se explica, al igual que otros colombianos, por qué el precio de este combustible no ha bajado como en los demás países, pese a la caída que han sufrido los precios internacionales del petróleo. No la termina de convencer el argumento del presidente Uribe de que mejor no bajarlo para no tener que subirlo de nuevo cuando se disparen los precios del crudo, como si no los hubiera incrementado por años, mes tras mes, cuando el crudo subía.
 
     
 
“Podrían rebajarle siquiera $1.200”: Fendipetróleo
 
     
 
 
     
 
Para Juan Fernando Prieto, Director Regional de Fendipetróleo, no es justificable “que a precios de petróleo baratos – gasolina cara, si cuando los precios del petróleo estaban altos hubo incrementos mensuales importantes que tuvieron que asumir los consumidores”. Al igual que otras personalidades y expertos del país, entre ellos el Decano de Economía de la Universidad de Los Andes, Alejandro Gaviria, y el director del Banco de la República, José Darío Uribe, Prieto piensa que la decisión del Presidente Uribe de alimentar un Fondo de Estabilización a costa de lo que se está ahorrando gracias a la disminución de los precios internacionales del petróleo y al congelamiento del precio interno, es un impuesto disfrazado, lo que sería inconstitucional pues solo el Congreso puede aprobar nuevos impuestos. “La pregunta es ¿qué está haciendo el gobierno con esa plata?” Según sus cuentas, con un precio actual promedio del petróleo de 45 dólares por barril, el gobierno colombiano pudo rebajar el costo por galón de corriente entre $1.000 y $1.200.

Gasolina vs diesel
Lo concreto es que el consumo de gasolina corriente ha decrecido en el país, mientras ha aumentado el de combustibles más baratos como gas y diesel. Según Prieto, “en Medellín el consumo de gasolina corriente ha disminuido entre un 5 y un 8 % desde el año pasado mientras el diesel ha aumentado entre un 6 y un 7%”. Los expertos atribuyen la disminución a causas como el alto precio del combustible, la desaceleración de la economía, medidas restrictivas como el pico y placa y el rendimiento de los automóviles nuevos. En cuanto al aumento en el consumo del diesel, el director regional de Fendipetróleo lo explica en que “no solo es más económico sino más eficiente”. Con esta información, Claudia Patricia podría despejar una de las múltiples inquietudes que la asaltan mientras tanquea y es sobre cuánto les cuesta la tanqueada a los dueños de los carros grandes, para los que piensa que no hay bolsillo que alcance. Pues está equivocada porque muchos funcionan con diesel, cuyo galón cuesta $6.205 y rinde hasta 80 kilómetros, casi el doble que un galón de gasolina. El problema es que es más contaminante.

Cuentas ociosas
Claudia hace cuentas ociosas: cada uno de los 26 galones y medio que su carro consume al mes le cuesta $7.547, precio de referencia de la gasolina corriente en Medellín en 2009. “¿Qué es lo que estoy pagando en cada galón?”, y esa misma tarde lo averigua para comprobar que el 51.45% , es decir, $3,883.63, le corresponden a Ecopetrol (el productor), y que un 34.44% ($2,614.59) va a parar al bolsillo del gobierno a través de diferentes impuestos como el Iva ($576.26), Impuesto Global ($740.42) y Sobretasa ($1,297.91). Hasta ahí van $6,498.22 ¿Y el resto? El distribuidor mayorista se queda con $333.35 y la estación donde tanquea, con $404.04; además le cobran $265.99 del transporte de la gasolina por el poliducto hasta Medellín, $12.53 del transporte en la ciudad, $5.10 por la marcación que se le hace al combustible para detectar cuándo es robado o traído de otra parte sin pagar las contribuciones que ordena la ley, y hasta $28.42 de la evaporación que sufre la gasolina en las diferentes instancias antes de llegar a su vehículo.

 
     
   
 

Muro de contención sigue en veremos

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Con un contrato del año pasado ya habían realizado andenes y escalas, por lo que el muro de contención había quedado sin presupuesto en el momento. Ahora los interventores son claros en decir que si parte de la comunidad continúa oponiéndose, los trabajos no pueden continuar.
Aunque la gran mayoría de implicados en el barrio pide intervención del Municipio cuanto antes, unos herederos, dueños del lote que linda con el peligroso barranco, se oponen a que la construcción del muro sea en su terreno, aplazando el proceso y aumentando el riesgo para niños y visitantes que transitan por la estrecha acera.
Este es el único andén que más de seis familias tienen para salir o entrar de sus hogares. Por allí pasan niños, bicicletas y hasta una señora minusválida, que arriesgan sus vidas día a día, sospechando un posible deslizamiento que afectaría la estabilidad de las mismas casas.
“La Secretaría de Obras Públicas está en una posición incómoda porque ni siquiera es obligación del Municipio hacerlo”, afirmó David Tamayo, Arquitecto y responsable de la interventoría.
Al cierre de esta edición, los herederos habían parado las obras a pesar que el Simpad sugirió continuar con la construcción del muro.
 
 

Espejitos de oro

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Impotencia e indignación. Eso es lo que siente Darío Tirado, quien animado por copiosa publicidad de prensa, radio y televisión acudió a una concesionaria de vehículos importados, ubicada en la Avenida El Poblado. Le ofrecieron un lujoso vehículo por un precio tan tentador, liquidado con dólar de 1.800 pesos, que desde allí mismo llamó por celular a su esposa a decirle que le iba a regalar un carro y que escogiera el color.
Pero cuál no sería su sorpresa cuando al preguntar por su vehículo esa semana, el vendedor, que tan acucioso lo había atendido antes, le dijo que ya no había, porque habían vendido más de la cuenta. Ahora Darío está decidido a poner una denuncia por estafa. “No hay derecho a que se burlen de la comunidad en una empresa de esa categoría”.

Pan de cada día
Anselmiro Bañol, Presidente de la Asociación de Consumidores de Medellín, dice que los casos de engaño con publicidad son el pan de cada día. En las normas que protegen al consumidor, el delito está tipificado como propaganda engañosa, contemplado por el Decreto 3466 de la Presidencia de la República; en él incurren con frecuencia algunas concesionarias de vehículos, entre ellas las que “con las denominadas promociones invitan a llevarse un carro por solo x dinero diario. Muchas personas van a hacer uso de esa promoción y les dicen que ya la oferta se acabó, que las existencias se agotaron, que no está operando el sistema, sin que se le haya aclarado dentro de la misma promoción que solo estaba vigente hasta determinada fecha. Es publicidad engañosa porque induce a error y deducimos que pretenden aumentar las ventas con base en el engaño” es decir, llevándolo con espejitos de oro a una concesionaria. “La ley es para todos y así sea un monopolio internacional o un productor modesto tiene que someterse a las normas de protección del consumidor existentes en el país: la Ley 73 de 1981 y sus decretos reglamentarios 3466 y 1491 de 1982”.
Con respecto a la venta de vehículos no es la única queja; las hay referentes a la calidad e idoneidad del producto y al suministro de repuestos. En casos así, al afectado lo ampara la ley y está en su derecho de hacer la reclamación, siempre por escrito, tanto ante la Superintendencia de Industria y Comercio como ante los proveedores o distribuidores. “La Súper ha venido imponiendo sanciones muy fuertes por el problema de la publicidad engañosa (artículo 14). Se castiga de acuerdo con la gravedad y va desde la multa hasta el retiro del producto del comercio”, asegura Bañol, pero aclara que lo que no puede la Superintendencia es ordenar el reconocimiento al consumidor de los pagos de los perjuicios que haya ocasionado esa conducta. “Ese reclamo tiene que formularse mediante demanda ante los jueves civiles, o sea una demanda judicial”.

 
     
   
 

Juan Ricardo Ramírez

 
  Publicado en la edición 386, marzo 15 de 2009  
     
 
Juan Ricardo Ramírez
 
     
 
Un contador de historias y momentos, un escritor de palabras en colores, un pintor de formas y tonos con su cámara
 
     
 
 
     
 
Imágenes urbanas, en movimiento, que reflejan fugaz y velozmente los espacios, el ambiente, los elementos y los protagonistas que diariamente conviven en El Poblado ilustraron nuestras últimas cuatro portadas. Estas fotografías son una fiel muestra de la obra de Juanri, talentoso y experimentado publicista y fotógrafo que ya en exposiciones como Motion NY, había demostrado su habilidad innata para capturar con su lente el ritmo y el ambiente trepidante de la cotidianidad citadina. Vea otras portadas en www.vivirenelpoblado.com
 
 

La Hora del Planeta, un propósito mundial

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Publicado en la edición 386, marzo 15 de 2009
 
     
 
La Hora del Planeta, un propósito mundial
 
     
 
El próximo 28 de marzo, entre las 8:30 y las 9:30 p.m., personas, empresas y gobiernos, apagarán las luces durante una hora para apoyar las acciones frente al cambio climático
 
     
 
 
     
 
Hoy la humanidad se enfrenta a un desafío mucho más grande que sus diferencias: el cambio climático. En menos de cien años, este fenómeno ambiental ha puesto en jaque, como nunca antes, la vida en la Tierra tal como la conocemos. La acumulación de gases efecto invernadero en la atmósfera ha aumentado la temperatura del planeta y con ello, se están alterando todos sus procesos biológicos y ecológicos.
Las alarmas están encendidas y son muchos los que hablan acerca del problema y sugieren alternativas para enfrentarlo. Pero más allá del discurso, hallar soluciones al cambio climático requiere cambios profundos de nuestra forma de ser y estar en el mundo, desde la reflexión profunda que lleve a acciones más responsables con la vida. Si bien tenemos la capacidad de destruir y devastar el entorno natural, también es cierto que somos plenamente competentes para generar impactos menos nocivos e, incluso más positivos sobre la naturaleza.
La Hora del Planeta, iniciativa global de WWF, responde precisamente a este llamado y representa una gran oportunidad para que millones de personas se unan y expresen su sentimiento de preocupación frente a esta problemática ambiental. Por ello, el próximo 28 de marzo, entre las 8:30 y las 9:30 p.m., personas, empresas y gobiernos, apagarán las luces durante una hora para apoyar, con este acto simbólico, las acciones frente al cambio climático. Esta vez su objetivo es lanzar un mensaje a los líderes mundiales que se reunirán a finales de 2009 en Copenhague, para firmar un nuevo tratado global sobre cambio climático.
Este será el evento de mayor magnitud en la historia frente al cambio climático, en el que millones de personas de todo el mundo actuarán al unísono. Latinoamérica ya hace parte de la campaña, con la adhesión de México D.F., San José de Costa Rica, Ciudad de Guatemala, Buenos Aires , Santa Cruz y Río de Janeiro, junto a Londres, Paris, Copenhague, Sydney, Toronto, Nueva Delhi, Kuala Lumpur, entre otras 538 ciudades de más de 75 países de todo el mundo.
Hasta el momento, en Colombia se han vinculado Bogotá, Santiago de Cali, Cartagena de Indias y Medellín, y otras ciudades ya han manifestado su interés de unirse a esta iniciativa. Además, se tienen aliados como la Casa Editorial El Tiempo, Microsoft Colombia, Carrefour, Publik mi canal público, Bavaria, Agenda del Mar, Comfama, Compañía Nacional de Chocolates, Fundación Carvajal, Coca Cola, Código E-Marketing, Empresas de Energía del Quindío S.A. Osram Iluminaciones de Colombia S.A. y Bayer S.A., Cadbury Adams Colombia entre otros.
¿Qué podría ocurrir, entonces, en Colombia si este 28 de marzo, entre las 8:30 y las 9:30 p.m., cada ciudadano se compromete y enciende sólo la luz necesaria y desconecta los aparatos eléctricos que no necesita? ¿Qué pasaría si fuéramos más eficientes en nuestro uso de energía diario?
Los símbolos son muy poderosos, pues tienen una capacidad increíble para incitar al cambio y logran esparcirlo por todo el mundo. Oprimir el interruptor es un medio al alcance de cualquier persona en dondequiera que se encuentre para integrarse a la discusión sobre el cambio climático. Pero más allá de apagar la luz, esta campaña busca encender el interés y la reflexión de las personas y las organizaciones sobre su responsabilidad y capacidad para actuar frente a un problema que nos afecta a todos. Únase a La Hora del Planeta e invita a otros a que también hagan parte de este propósito mundial. Inscríbase en www.lahoradelplaneta.org o en www.wwf.org.co
Sin embargo, “consecuencia” no tiene que ser siempre un sinónimo de “efecto nocivo o negativo”; esto depende del grado de conciencia, sensibilidad y, ante todo, solidaridad con que enfrentemos las adversidades que ya están afectando los lugares que habitamos.
La campaña ha tenido dos versiones. En la primera (marzo de 2007), dos millones de personas en Sydney disminuyeron, en tan solo una hora, 10% del consumo de energía, lo que equivale a haber sacado de circulación 45 mil automóviles durante 60 minutos. Fue tal el éxito de la iniciativa que en 2008 se convirtió en un evento mundial que congregó a 50 millones de personas y, aunque el ahorro energético en cifras no es lo más importante para esta campaña, ciudades como Chicago redujeron hasta el 7% de su consumo de energía durante esa hora, lo que es igual a dejar de consumir 72 mil galones de gasolina.
 
 

Alonso Uribe

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Alonso Uribe: Más de dos décadas consolidando un estilo.

Conseguir “la armonía entre el color y la forma” es según Alonso Uribe aquello que separa a un buen diseñador de uno malo. Graduado en diseño de moda en el Chamberyne Junior College en Boston y especializado en diseño para extranjeros en el Instituto Artístico Abbigliamento Marangoni de Milán, Alonso Uribe lleva más de 20 años consolidando un estilo en la creación de prendas y accesorios que sobresalen por su sencillez, elegancia y utilidad.

Actualmente, Alonso Uribe se dedica al diseño de uniformes para grandes empresas -Avianca, Banco Davivienda, Suramericana de Seguros y Crepes & Waffles, son algunas que se han beneficiado de su visión y talento- y a la elaboración de vestidos de haute couture. Este retrato fue tomado por Carlos Tobón en 1988 para la primera edición de la revista Pasarela.

Dramatizado con la dieta del pico y placa

Dramatizado con la dieta del pico y placa

Necesita arepas blancas con los quemaditos como deben ser, desmenuzadas a mano en trozos de unos dos centímetros
8:45 a.m. Ella divina llegando tarde, oliendo rico a recién bañadita, con toda su coquetería le habla al patrón: – hay qué pena Don Carlos pero estoy en pico y placa (Don Carlos igual de coquetón se hace el pelotudo).
4:45 p.m. Ella más divina todavía entra a la oficina de Don Carlos hablando con su vocecita de adolescente como llamando a tropitropicana: – hay qué pena Don Carlos pero estoy en pico y placa y oronda se va como rin rin, ahí está la Virgen pero es que está tan linda.
45 minutos tarde dos veces a la semana por la mañana, una hora y cuarto antes, dos tardes, suman como 4 horitas a la semana, y eso por 49 semanas (las otras tres son las vacaciones) son como 196 horitas, a 8 horas el día laboral son un poquito más de 24 días al año, otras vacaciones más diez días… hay que tener un ombligo muy bien puesto para que un patrón tolere que una medida para proteger el medio ambiente se convirtiera en la excusa para poder llegar tarde a todo. Para otros más de buenas (Medellín es único) se volvió el escape perfecto para el furtivo mañanero de la ruta motelera con cuenta por ventanita. El pico y placa divide la gente en dos: los que cumplen la norma pensando en la salud de sus hijos y usan servicio público o comparten el carro para contribuir con la disminución de gases nocivos y los que simplemente salen tarde por la mañana y por supuesto, temprano por la tarde emitiendo sus gases en otro horario y haciendo taco a la hora que no había. Pero bueno, todo esto es para enseñar una receta auténtica paisa de un desayuno memorable para que valga la pena la quedada en la casa y por supuesto que de dieta nada, por el contrario. La vi perfecta en una serie excelente de cocina colombiana que sacó El Tiempo, pero la que les daré es la versión casera como se la vi preparar muchas veces a la entrañable Carmelina hace 40 años. Se trata de las Migas de huevo o migas de arepa. Necesita arepas blancas con los quemaditos como deben ser, desmenuzadas a mano en trozos de unos dos centímetros. Huevos al clima, que como casi siempre van a ser mejores si se hacen a temperatura ambiente. Tomate maduro, cebolla blanca y junca, picaditos. Plátano maduro ya frito en dados pequeños. Queso blanco y mantequilla de verdad. Necesita un sartén o cacerola muy calientes; vierta la mantequilla y revuelva hasta que empiece a salir espuma amarilla, inmediatamente baje el fuego y empiece salteando las cebollas, luego las arepas y el tomate. Adicione los huevos batidos, 2 ó 3 por cada arepa tela, luego el queso blanco en trocitos y el plátano maduro; sal al gusto, revuelva y listo. Acompañe con trozos de pierna de cerdo frita y chocolate caliente. Ahí está la Virgen, el desayuno favorito de la gran Dra. Noemí que ahora tendrá que comerse el espantoso desayuno inglés. Ensáyelos para que valga la pena la quedada en la casa hasta tarde.

Cinnamon
Dulcemente les cuento que en Manila al lado de Las Tres, abrieron Cinnamon, una franquicia internacional de repostería dietética que sinceramente vale la pena conocer, sobre todo la gente como yo que se tiene que cuidar y no quiere dejar de comerse sus postres, muffins, galletas, tortas y antojos favoritos. He probado de todo, exquisito sin remordimientos y las señoras que atienden son queridísimas. A mis colegas les cuento que pueden encargar para sus restaurantes para que cambien el inmamable tiramisú y ofrezcan buena repostería dietética para cuando me inviten, qué rico.

Carta a los que están por abrir restaurante
Hola nuevo colega insomne. Te escribo para decirte que todos los días como restaurador (restaurantero), me entristece ver las vitrinas de los que abrieron hace tan poco, con los letreros de Se Arrienda, pero me esperanza y entusiasma ver como tantos otros se embarcan en esta aventura de abrir un restaurante. Hace años cuando éramos menos la cosa parecía más fácil, aunque ni antes, ni ahora, es tan fácil como algunos creen, más ahora en medio de la llamada crisis mundial, que como dice mi tocayo Álvaro José Estrada: “el mundo es otro”.
Pero mi mensaje va dirigido muy especialmente a los jóvenes que empiezan y se los diré con un dicho argentino: “che, al que se sube solo al caballo, lo tumban…” en español medio runcho, por si no has entendido, quiere decir que es mejor procurar arrancar con una actitud humilde, mirá que cuando uno está empezando cree que se las sabe todas; yo fui uno de esos; después de muchos años afortunadamente descubre que es mucho más lo que le falta por aprender que lo que sabe y a veces muy tarde apenas empieza a disfrutar su trabajo. Mirá que hay espacio para todos, así que mejor inventate un negocio, en vez de copiar otro. Nunca dejés de estudiar. Viajá. Viajá. Viajá y leé todo lo que podás. Tratá de ser colega en una cultura de competidores donde ni siquiera hay gremio por egoísmo. Por último, ten cuidado que nuestra ciudad tiene la peligrosísima costumbre de mandarte clientes por oleadas al principio y uno cree que está solo, por eso, preocupate por cómo vas a estar en un año, el arranque con las mesas llenas poco o nada te garantizan. Mucha suerte, la vas a necesitar.

¿Qué quiere que le responda?

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  Por: Olga Clemencia Villegas de Estrada  
 
Exceptuando asuntos legales, médicos o personales, no veo por qué a los demás les interesa tanto el tema de la edad ajena. Yo estoy muy contenta con los años que tengo, pero me parece innecesario andar por ahí respondiendo a la impertinencia de muchos sobre este asunto. Es que la pregunta, en muchos casos, no cobra importancia pero para muchas personas es preferible no hablar del tema. Cuando se indaga sobre edades, debe entenderse que no a todo el mundo le gusta y por lo tanto resulta de muy mal gusto cuestionar incisivamente sobre los años. Abstenerse de hacerlo, es un asunto de cuidar los límites con los otros.
Y si de preguntas innecesarias hablamos, nada más incómodo para muchos que los insistentes requerimientos sobre valores y precios, que van desde cuánto valió una camisa hasta en cuánto vendieron la casa. Desde cuánto les cobró el abogado hasta cuánto les valió la clínica y la cirugía. Hay quienes incluso preguntan por cosas más simples pero no por ello menos íntimas: el valor de una matrícula, el costo del mercado, los salarios de los empleados o el costo de un viaje. A no ser que uno tenga injerencia sobre esas compras, o tenga participación para sufragar los gastos, no hay razón para averiguar esos detalles que bien pueden causar sensación de incomodidad y muchas veces respuestas desobligantes, francamente merecidas por el chismoso.
¿Por qué se separaron? ¿ por qué lo echaron del trabajo? ¿quién tuvo la culpa? Normalmente son preguntas que se hacen cuando uno más desprevenido está. De verdadero sopetón. Rapiditas, tal vez para que pasen inadvertidas. Pero incomodan, son innecesarias y necias. Como pretender conocer salarios, ganancias o utilidades. Vuelvo a decirlo, a no ser que uno tenga algo implicado en la pregunta o la confianza suficiente para inquirir sobre aquellos temas, lanzar ese tipo de interrogantes es en la mayoría de los casos de mala educación y simplemente obviarlos hace más amable la comunicación.
Te veo muy gorda, te noto muy flaco, ¿qué son esas ojeras? Son, en fin, múltiples los comentarios innecesarios a los que se somete a diario a nuestros interlocutores. Para tener una buena conversación es preciso preservar la propia intimidad y con mayor razón la de los demás. Porque resulta que en muchas ocasiones no se trata de la curiosidad ajena, sino más bien de los comentarios propios. Si es cierto que muchas cosas no se preguntan, también lo es que muchas otras no se cuentan. El protagonismo desafortunado de algunos se basa en las historias que poco o nada aportan a la charla: lo mismo que se siente cuando se reciben preguntas irreverentes e irrelevantes, es lo que se siente cuando nos cuentan historias o nos ofrecen datos que no son de nuestra incumbencia. La conversación se torna sosa en muchos casos, pero en otros no pasa de resultar fanfarronería que francamente aburre y deteriora los que podrían haber sido gratos momentos de camaradería y amistad.
“La prudencia que hace verdaderos sabios”. No es tan complicado, se trata de no intentar intimar más allá de lo debido y eso lo da el sentido común, que si bien para muchos es el menos común de los sentidos, la verdad es que para estos casos se basa en una clave simple: si no tiene nada bueno o importante que decir, mejor no diga nada. El tiempo se puede pasar perfectamente hablando de asuntos más banales, pero que a la postre terminan por generar la confianza o por lo menos la tranquilidad de una buena tenida y cuando las circunstancias lo ameriten o resulten pertinentes, con seguridad puede llegarse a informaciones más precisas y necesarias.
El que hace preguntas quiere respuestas y por lo tanto se somete a ellas. Como aquel que cuenta cuentos, quien también se somete a comentarios, que a veces no son más que un largo silencio.
 
 

Chesterton y el color

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  Por: Gustavo Arango  
  Leí El hombre que fue jueves hace como un cuarto de siglo y no he sido capaz de volver a leerlo por miedo a estropearlo. Tardé en convertirme en un fiel lector de Chesterton, quizá porque no estaba preparado para tantas paradojas. De la lectura de aquella novela sólo me quedó algo que podría llamar un asombro visual: todas las imágenes del libro tenían color. Cuando pienso en ese libro pienso en un vitral desmesurado.
La cosa no pasó de ser un hecho curioso, como cuando uno descubre que es falsa la idea de que los sueños son en blanco negro. Todavía tardaría en adentrarme del todo en el mundo de Chesterton y en descubrir que los colores son parte esencial de ese mundo.
Otras veces he intentado explicar lo que significa para mí la obra de este inglés olvidado –por peligroso, claro, porque interesa poco que la gente vea el mundo de frente. Puedo hablar de las historias del padrecito Brown, ese modesto detective que conoce mejor el infierno que los mismos criminales; puedo hablar de las biografías: despojadas de fechas pero capaces de auscultar profundo en los biografiados; puedo ofrecer un panorama general de esa obra periodística capaz de llenar varios estantes; puedo tratar de justificar sus ideas religiosas o la franqueza de su carácter, pero siempre tendré la sensación de haber dejado por fuera algo esencial. Con Chesterton pasa lo mismo que él dijo sobre Robert L. Stevenson, que tiene las dos condiciones de los grandes hombres: la tergiversación de sus detractores y la incomprensión de sus admiradores. Quizá, después de todo, hablar del color en su obra sea la manera microscópica apropiada de hablar de esa constelación.
Invito al lector a que haga la prueba. Abra cualquier libro de Chesterton, en especial sus cuentos y novelas, y tardará menos de media página en encontrarse con un color. Los ojos tienen color, las ropas tienen color, las paredes, el cielo, los cabellos. La heroína predilecta de Chesterton tiene cabello rojo. Las variedades de azul y verde hacen que nos sintamos sumergidos en un acuario. Las reflexiones sobre el blanco son más estremecedoras que las del mismo Melville.
Esa insistencia cromática pudo haber sido una simple curiosidad del estilo si hace unos meses no me hubiera cruzado con El retorno de Don Quixote, una novela donde la cosa ya se hacía demasiado evidente: uno de los personajes principales emprende un viaje heroico en busca de cierto tono de rojo, que se usaba en las pinturas medievales, para traérselo a su amada. Desde entonces no tuve descanso hasta entender el sentido de esa obsesión.
Escribo ahora sobre el asunto porque creo haber hallado la respuesta. Fue como descubrir el agua tibia. Pero es un descubrimiento renovado. Chesterton también decía que podemos mirar un objeto noventa y nueve veces sin que produzca en nosotros una reacción notable, pero que al mirarlo una vez más corremos el riesgo de verlo por primera vez. Ésa fue justamente la sensación que tuve cuando leía la biografía de Robert Browning, en la que Chesterton hablaba de un periodo en la vida de su esposa, la también poeta Elizabeth Barrett Browning, como “carente de color, carente de vida”. Entonces vi la cosa por primera vez y fue, al mismo tiempo, gozosa y aterradora: el color es la vida y rara vez tenemos el enorme privilegio de encontrarnos con la vida en las páginas de un libro.
Nueva York, marzo de 2009.

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¿Legalizar o no? he ahí la cuestión

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  Por: Juan Carlos Velez  
 
Otra vez se abre el debate. ¿Legalizar el consumo de estupefacientes o no? Volvemos nuevamente a la discusión que se vivió en el país después de que la Corte Constitucional, el 5 de mayo de 1994, en su sentencia C-221 aprobó el porte de la dosis mínima personal y estableció que el consumo de estupefacientes no era infracción penal. Todo ello porque el Presidente de la República nos planteó a los parlamentarios el analizar nuevamente la posibilidad de sancionar al consumidor de drogas ilícitas.
La preocupación del gobierno surge del incremento en el consumo de estupefacientes que se ha venido presentando en el país después de la despenalización del consumo. Cifras que hoy se reafirman en la encuesta recientemente presentada por el Ministerio de Protección Social, después de 12 años que fue cuando se realizó la última, que muestra que pasamos a ser un país ya no solamente exportador de narcóticos, sino consumidor de los mismos. Según esta encuesta, no menos de 2 millones de colombianos han consumido drogas ilícitas y cerca de 600 mil son consumidores habituales, por debajo en niveles porcentuales de Chile y Argentina, pero por encima de los demás países latinoamericanos.
¿La única solución a este problema es la sanción al consumo de estupefacientes? Pienso que no. Hay que incentivar más que todo la prevención al consumo. Aplicar las disposiciones constitucionales que obligan al Estado de manera directa, o a través del régimen subsidiado o contributivo de salud, de tratar y rehabilitar al adicto. Sin embargo, a mi modo de ver, también hay que aplicar algunas sanciones tal como lo hacemos con algunas drogas lícitas: A su consumo público y abierto, más aun cuando a través de esta conducta, se incentiva el uso de drogas entre menores de edad. Dicha sanción no deberá ser nunca pena privativa de la libertad, pero sí deberá consistir en trabajo social o comunitario, o podrá ser sanción de carácter pedagógico.
Con el fin de tratar de manera integral la problemática del consumo de estupefacientes, he presentado a consideración del Congreso de la República el proyecto de ley número 245 de 2009, en el cual proponemos entre otros: institucionalizar el 26 de junio como el día nacional de la prevención al consumo de drogas ilícitas, la promoción de campañas institucionales a través de los medios de comunicación y la vinculación del Sena a la preparación de expertos en los programas de prevención y rehabilitación. Así mismo la sanción a ciertas conductas de consumo en público y la obligación legal para el Estado de vincularse a los programas de rehabilitación de adictos. Creo que la discusión de este proyecto de ley puede vincular a diferentes actores relacionados con la problemática del consumo de alucinógenos y de esta manera encontrar soluciones pragmáticas al problema.
Propongo que el debate que comienza en torno a la legalización o no del consumo de estupefacientes, lo saquemos de la tradicional discusión jurídica constitucional de si impera el articulo 16 de nuestra Constitución Política que se refiere al principio “del libre desarrollo de la personalidad” o del artículo 1° de nuestra Carta Magna que habla “del respeto a la dignidad humana”.

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El libro de Félix Ángel

  Por: Jose Gabriel Baena  
 

El libro publicado por Félix Ángel en agosto/08 –“Nosotros, vosotros, ellos”- parte quizás de dos premisas equivocadas: UNA: de que “la historiografía del arte en Colombia, y en particular en Medellín es un terreno todavía muy atrasado… esa puede ser una razón para que en todos estos años nadie se haya sentido interesado en realizar un estudio sobre este tema, y esto es preocupante”; y DOS: “Eso no quiere decir que no existan diversos textos sueltos y hasta ´monografías´ sobre los mismos artistas que este libro reúne… pero no nos digamos mentiras, son fruto más de la amistad, la ansiedad o las relaciones públicas…”. El autor cae redondo en el pecado que condena, porque todos los personajes que aparecen en el libro fueron amigos suyos o por lo menos conocidos, y lo desvelaba la ansiedad de fijar históricamente el rumbo que habían tomado después los no sólo famosos artistas del grupo “Los once” que aparecieron en el libro “Nosotros…” de 1976, y otros más de la época, porque según él nadie se había preocupado de hacerlo y porque “la falta de análisis y esfuerzo por definir nuestra historia artística es responsable, sin duda, de muchos de los vicios y manías que generaciones posteriores de artistas han conservado”.
Ángel olvidó por ejemplo el esfuerzo de la universidad Eafit con su colección de “El Arte en Antioquia Ayer y Hoy”, que publicó 10 volúmenes en 5 años –entre los cuales se encuentran algunos de los artistas angelicales- y otros que han venido después fuera de la colección, además de libros como los de Sofía Stella Arango, Carlos Arturo Fernández, Alberto González, Jorge Cárdenas, entre otros.
Salvo esto y el tedioso prólogo del historiador Álvaro Tirado Mejía –con errores de “tempus”, el libro es una maravilla de revelaciones sobre sí mismos por parte de los artistas y críticos entrevistados. Diecinueve personajes que desde principios de los años sesentas ya estaban voliando pincel, cinceles, forjas o tintero atraviesan unos indiferentes, otros solemnes a morir y predicadores, otros insufriblemente petulantes, otros muy sencillos y puros, y otros definitivamente de muy buen humor, las páginas de este libro cuyos ingredientes mencionados lo hacen un platillo delicioso y hasta –lugar común- “fuente de investigación y necesario estudio por parte de estudiantes y profesores del arte antioqueño, etc”.
Algunos de los artistas se pisaron de este mundo sin ver el libro, como Javier Restrepo y Ethel Gilmour, otro burlón no alcanzó ni siquiera a salir: Juan Camilo Uribe. Para efectos de esta breve nota nos interesan primero en su ácido zumo dos intelectuales tan diferentes como Darío Ruíz Gómez y Samuel Vásquez, quienes parecen haber inventado el arte moderno en Antioquia, donde antes de ellos sólo reinaba la oscuridad, la sombra: los dos dicen haber creado de la nada las famosas y extintas Bienales de Arte de Coltejer… Darío: “Modestia aparte, yo hice la primera Bienal… Samuel (Vásquez) sufrió un síndrome muy especial… pero tanto fantaseó sobre su verdadero papel que terminó creyendo historias que él mismo imaginó porque quería que fueran verdad…”. Vásquez: “Medellín no existía. A nosotros nos tocó inventar a Medellín… Los profesores (del Instituto de Artes Plásticas de la U. de A.) no eran ni medianamente analfabetas: eran analfabetas. Nunca he podido entender cómo gente que no conoció a Rafael Sáenz puede decir que fue un gran profesor y que fue una persona muy culta… Rafael no tenía respuesta para ninguna pregunta… tampoco tenía preguntas…”. Alguien debe de estar ovnivelado porque otros de los entrevistados hablan muy bien de Sáenz y de artífices de los cuales rezuman pestes Vásquez y Ruiz, luego entonces… Las declaraciones narcisistas se contrastan fuertemente con las de aquellos a quienes el arte o la “importancia” del artista no parece tocarlos ni un carajo –Javier Restrepo, o los que dejaron el arte por otras ocupaciones más rentables o calisténicas o los que manifiestan su desconcierto actual ante “las cosas” como Álvaro Marín: “El futuro es el presente… Ojalá que quienes vienen detrás no se equivoquen tanto como nosotros y aprendan de nuestra experiencia. El futuro como tal no existe”. Terminemos con la prudente Ethel: “El trabajo del artista es su manera de sobrevivir y vivir día tras día con felicidad”. Así sea. (Fuente: “Nosotros, vosotros, ellos”. Félix Ángel. Tragaluz Editores, 2008).

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Obsesión oscurantista

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  Publicado en la edición 386, marzo 15 de 2009  
     
 
Obsesión oscurantista
 
     
 
No parece clara la razón para el renacimiento de la obsesión por controlar el comportamiento privado de los ciudadanos de parte de las personas que están ahora en cargo del Estado colombiano. Puede ser, quizás, que detrás de esa obsesión no existe un argumento racional sino una creencia. En todo caso, no es fácil entender por qué quieren meterse en la vida privada de las personas para decirles cómo deben vivir, para enseñarles qué pueden, pero sobre todo qué no pueden hacer con sus cuerpos. El debate sobre la dosis personal de drogas se ha llevado a un terreno que abre una puerta que parecía cerrada, la que lleva a un Estado autoritario que no se encarga de proteger la vida de sus ciudadanos, sino de controlarla.
Con las propuestas que hay en discusión para tratar de revivir la penalización al consumo de la llamada dosis personal, muchos han dejado ver el lado oscuro de sus convicciones. En ellas se ve su deseo reprimido por establecer alguna forma de nuevo totalitarismo que derrumbe las fronteras que hoy tenemos entre lo público y lo privado. Nada más sugerir que se puede obligar a las personas que consumen drogas a recibir un tratamiento de rehabilitación es confundir el remedio con la enfermedad. En principio a nadie se le debe obligar a recibir un tratamiento contra nada, ni contra el cáncer, ni contra la gripa ni contra nada de nada. Además, asumir que los consumidores de drogas, sin matices, requieren una rehabilitación y no, por ejemplo, los de licor -según datos científicos uno de los pilares de muchas de las violencias que vivimos, no solo de la intrafamiliar-, deja claro que no hablamos de salud pública, ni del bienestar general, sino de prejuicios.
Y por ese camino, por el de tratar de suprimir o al menos de controlar, los comportamientos que se consideren indeseables, volveremos fácilmente a una etapa oscurantista de esta sociedad que parecía en el pasado.
Las personas que conocen de cerca (por un hijo, un amigo, ellas mismas) los problemas sociales y de salud que genera el consumo de drogas, saben que estas son las víctimas, no los victimarios de un problema mucho mayor; no cuesta nada suponer que harían lo imposible por evitar que uno de los suyos sea penalizado por esto.
Los colombianos tenemos muchos valores preciados que nos unen, y entre ellos está la gran consideración que tenemos por la vida privada y la autodeterminación individual (y la propiedad privada, claro). El Estado no tiene nada qué hacer mirando por las ventanas para ver qué hacen los ciudadanos con sus cuerpos (ni cómo, ni con quién, ni cada cuánto, etcétera), debe más bien protegernos para que vivamos nuestra vida privada como nos plazca. Debe cuidar y potenciar lo público, para que también podamos disfrutar de lo privado.
 
 

 
 

Beatriz Helena Casas

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Beatriz Helena Casas
 
     
 
Beatriz cree que cada día es una oportunidad, que hay que disfrutar de cada minuto y no pasar por la vida sin darse cuenta de lo que en realidad es valioso, dándole siempre gracias a Dios.
 
     
 
 
     
 
Después de graduarse de Administración de Empresas de la Fundación Universitaria María Cano, con especialización en Gerencia de Mercadeo y un Diplomado en Bogotá, Beatriz trabajó 18 años en una compañía que en 2007 fue liquidada, y desde entonces no ha vuelto a trabajar, más que todo, por lo que días después descubriría.
3 meses después de asumir su situación de desempleada, se encontraba descansando en su casa cuando observó un comercial en televisión sobre la importancia de realizarse el autoexamen, de inmediato se lo hizo y notó algo extraño en uno de sus senos.
Aunque en los resultados de la mamografía y ecografía no aparecía daño alguno, ella seguía sintiendo el mismo malestar, por lo que sólo fue identificado por medio de una biopsia.
Justo en el momento en que la doctora se lo comunicó, su madre se encontraba con ella y ambas decidieron no usar la palabra cáncer, ni darlo a conocer a su familia hasta que el momento de la operación llegara.
El cáncer era pequeño pero agresivo y por eso la operación debía realizarse lo más rápido posible. Al no tener ni hijos ni esposo, Beatriz se refugió en su hogar con sus padres, con los que ha vivido casi toda su vida, y también con una hermana y un sobrino.
Cuando realizaba el proceso de quimioterapia conoció la Fundación Fundayama, lo que define como conocer otra familia. Allí se motivó al ver mujeres que llevan más tiempo con la enfermedad y a pesar de eso, conservan su felicidad y demuestran que es posible llevar una vida normal.
Con la ayuda de su doctora que siempre le dijo que lo primero era asumir una actitud positiva, y con el acompañamiento y amor que su madre le ha dado hasta ahora, Beatriz se siente físicamente bien a pesar de no poder tomar medicamentos porque su diagnóstico es triple negativo y eso no se lo permite.
Hoy con 45 años, piensa que le dedicó tiempo exagerado al trabajo y estudio, y ahora lo que más quiere es cuidar su salud y velar por la digna vejez de sus padres.
 
 

“Que nos entierren juntos”

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Subiendo por las escaleras de El Morro, en la Loma de Los González, se llega a la casa más célebre del sector, allí donde los más escépticos encontrarán la prueba de que el amor sí existe, el conyugal de hasta que la muerte los separe, y pondrán en duda, al menos por un segundo, aquella sentencia de que el amor es eterno mientras dura.
La evidencia la encarnan Nelly y Luis Eduardo, quienes este sábado 28 de febrero celebraron sus bodas de diamante con una misa en el templo de San José, el mismo donde se casaron, y, claro, con una rumba de tiro largo, como esas que los caracterizan. Desde hace mucho tiempo son el centro de El Morro, qué centro, el alma de El Morro, la pareja que aglutina y convoca no solo a sus siete hijos, ocho nietos, y seis bisnietos sino a hermanas, cuñados, primos, sobrinos y vecinos. Todas las tardes, los agradables corredores de esta casa, construida por Luis Eduardo cuando se casaron, son el tertuliadero predilecto de familiares y amigos. Las fiestas del 24 y del 31, ambas de amanecida, tienen una alta recordación y también los desenguayabes del 25 y el 1 de enero, con sancocho y baile incluidos. Alrededor de esta pareja vibran el barrio y las lomas aledañas, tanto como debieron vibrar durante el aniversario los tres amplificadores gigantescos que ocupan casi la mitad de la sala.

“Hay que tener encarnadura de mula”
“Para sobrellevar 60 años de matrimonio hay que tener encarnadura de mula”, dice Nelly risueña y sin trascendentalismos. Se le cree. “No puedo decir que me he pasado la vida seca de risa”, pero sí una buena parte porque ambos tienen una bien ganada fama de animados, paseadores, aguardienteros, bailarines de tangos y de porros. Con decir que él a sus 84 y ella a sus 77 cautivan con su gracia para bailar El Apachurrado, éxito de la música parrandera. “El día que ellos falten nos vamos a morir del tedio”, dice una vecina y no exagera, porque al carisma de la pareja se suma un encanto adicional: las arepas de maíz molido y amasado por Nelly tienen popularidad interbarrial, lo mismo que sus fríjoles. Luis Eduardo no come nada que no sea preparado por ella, la mejor cocinera, la más bonita y la más buena, esa que conoció en un paseo cuando solo tenía 12 años y él 20, y con quien se reencontró en una procesión de Semana Santa en el barrio Lleras. Desde ese entonces fue el flechazo.
Por tres años se vieron a escondidas y solo al cabo de ese tiempo formalizaron el noviazgo. Luis Eduardo era un Romeo de la Loma de Los Parra, y Nelly una Julieta de Los González, cuyo padre no gustaba del Montesco pobladeño. Le parecía mujeriego y que tenía todos los vicios “menos ser ladrón”. Finalmente, cuando ante la terquedad de la enamorada adolescente y la persistencia de Luis Eduardo “el viejo vio que no había más remedio”, entregó a Nelly en el altar por la misma época en que le celebró los 15. Desde eso Luis Eduardo se ganó el corazón de la parentela en pleno y se pasó a vivir a los dominios de su amada, la Julieta de Los González.

La receta para llegar a los 60
Por más pregunta de cajón que sea, es imposible no pedirles a quienes celebran 60 años de casados el secreto de tal mérito. “La comprensión entre la pareja”, contesta Luis Eduardo y prosigue con un discurso muy propio de su generación: “Es que la época de ahora no es como la de antes. Hoy los muchachos se casan por un capricho y en cuestión de días ya están cansados el uno del otro”.
“¿Qué que es lo que más me ha gustado del matrimonio? Pues hombre, todo. Cuando yo me casé era nada, por ahí desperdigado porque quedé huérfano muy temprano y me crié con los abuelos. En semana trabajaba y los fines de semana ¡vamos a beber!”. Es decir, se enderezó con el sagrado sacramento, aunque los primeros años tuvo cierto resabio: el de negar de vez en cuando que era casado. “Me daban la oportunidad y me la tiraba de soltero. Es que uno no nació viejo sino muchacho y como todo muchacho también fue travieso”.
Para Nelly el secreto de estas bodas de diamante es “el amor y el respeto. Cuando ha habido problemas los hemos afrontado, sin necesidad de decirle a él desocúpeme la casa. Que el amor se acaba, eso es mentira, lo que pasa es que hay que cultivarlo, vivir esmerándose por el marido y pensando únicamente en él”.
A lo largo de estas seis décadas ni por un día se han separado y no contemplan hacerlo ni siquiera cuando Dios lo ordene. “No nos separaremos ni con la muerte, que nos entierren juntos”, dice Luis Eduardo. De solo imaginar que él le falte, Nelly llora en plena entrevista. Por un momento se empañan los diamantes de estas bodas que convirtieron El Morro en carnaval.

 
     
   
 

Talud, lluvias y tanque de agua: trío mortal

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Tres fueron los factores que confluyeron para que ocurriera la tragedia de la urbanización Alto Verde el 16 de noviembre pasado. Esa fue la conclusión a la que llegó, luego de tres meses de análisis, la Comisión de Evaluación de Laderas y Movimientos de Tierra, designada por el Alcalde Alonso Salazar para evaluar las causas del deslizamiento en esta unidad residencial localizada en la Cola del Zorro. Los estudios, adelantados por la firma consultora Inteinsa -especializada en geotecnia y contratada por la Alcaldía-, determinaron que en el talud realizado durante la construcción de Alto Verde, en la intensidad de las lluvias en 2008 y en el tanque de agua que hace parte del sistema de acueducto de la unidad residencial, se gestaron los detonantes del desastre. A la misma conclusión había llegado la comisión técnica del Simpad durante una evaluación preliminar hecha por los días de la tragedia.

Las lluvias y el tanque de agua

Dos factores que incidieron en la tragedia, pues debilitaron aún más el talud, fueron, según la firma Inteinsa, las intensas lluvias del año pasado y las aguas del tanque de la unidad residencial. Así se describe en el informe final: “Las altas precipitaciones registradas durante todo el año 2008 dieron lugar a la infiltración de las aguas lluvias a lo largo de la ladera, en la parte alta del terreno. Sumado a esto, las aguas provenientes del tanque -el cual hace parte del sistema de acueducto que abastece a esta unidad y a otras del sector- ubicado en la parte superior del predio afectado, produjeron un deterioro de los materiales constituyentes del talud, lo cual dio lugar a las condiciones necesarias para que se presentara su falla”.

Llamado a la tranquilidad
Durante la presentación pública de estos resultados, el ingeniero civil Carlos Villegas, familiar de varias de las víctimas, insistió en que no “no hay que buscar culpables, pues no los hay. Allí vivían varios ingenieros y nadie, ni yo que visitaba con frecuencia a mi hermano, pensó que esto pudiera ocurrir”.
La Alcaldía, por su parte, entregó de nuevo un parte de tranquilidad sobre la situación de las laderas de El Poblado, basada en las recientes 128 visitas de inspección de riesgos a 57 proyectos y urbanizaciones. Sin embargo, recomendó a los habitantes de esta zona del sur de Medellín que en caso de tener cualquier inquietud acerca de las condiciones de seguridad de las edificaciones donde habitan, se comuniquen con el 123 o se dirijan al Departamento Administrativo de Planeación, en el piso 8 de La Alpujarra.

El talud

Textualmente lo detalló la consultora Inteinsa: “La altura del talud de corte realizado durante el proceso constructivo, sobrepasa la altura recomendada en los estudios de suelos realizados para el desarrollo del proyecto urbanístico de la urbanización Alto Verde. Los parámetros del suelo (resistencia al corte) antes de la ocurrencia del evento, al igual que la altura y el ángulo de inclinación de los taludes, presentaban unas condiciones de estabilidad precaria, dada la resistencia al corte, entre moderada y baja”.

 
     
   
 

No devuelven la Casa de la Cultura

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“Nos agotó la paciencia”, afirmó el Secretario de Cultura Ciudadana, Jorge Melguizo, en declaraciones más severas por el nuevo incumplimiento de la directora de la corporación, Lili Córdoba, quien solicitó un nuevo plazo hasta el 12 de marzo.
Y el Secretario fue más allá, “yo le dije que me parecía el colmo. La Corporación Taller de la Música está afectando a la comunidad, la misma que la apoyó por 10 años y por eso tiene la obligación ética de no defraudar esa confianza. Si ese tiempo no le permitió tener un ahorro, significa que su proyecto cultural no es viable”, añadió.
También se refirió que si para el 12 de marzo tampoco cumple, el Municipio tendrá que intervenir directamente para recuperar un espacio que la Comuna 14 reclama, para desarrollar programas culturales sin exclusiones y dignos de los habitantes de El Poblado.
“La comunidad pide un espacio que no sea coartado con otra entidad. Es algo muy necesario en la comuna y estamos de acuerdo con el Municipio que busca recuperarla”, afirmó Sebastián Mesa, Presidente de la Junta Administradora Local.
Lili Córdoba, Directora de Taller de la Música, no quiso dar ninguna declaración.
 
 

En moto y a pie, están alborotados

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Luz Elena Nieto, habitante de la Comuna 14, manifestó a Vivir en El Poblado su preocupación por los recientes atracos que, asegura, han sufrido varios peatones y pasajeros de buses, entre las lomas de Alejandría y Los Balsos. “Uno de los atracadores es un moreno con el pelo pintado de mono, de unos 24 a 27 años. Siguen a quienes sacan dinero de cajeros o van a comprar elementos en los supermercados de la zona y los atracan con navajas en plena vía, en los paraderos o se suben tras de ellos a los buses, donde les roban”.
“Estamos tomando medidas”, dijo al respecto el coronel Luis Fernando Peralta, Comandante de Policía de El Poblado, y confirmó que, efectivamente, “algunas personas, como se construye Los Balsos, se esconden y aprovechan las oscuridad para atracar a transeúntes”. Aclaró, sin embargo, que faltan informaciones y denuncias más precisas por parte de los afectados. “Hace poco nos alertaron sobre un supuesto atraco colectivo, en la Transversal Superior cerca a la Cola del Zorro. Era un teléfono roto porque cuando fuimos solo habían atracado a una muchacha del servicio, a quien le robaron el bolso, le sacaron el dinero y el celular y le devolvieron el bolso”. Se trataba de dos motociclistas con quienes la víctima hubiera quedado más agradecida si hacen lo contrario: se llevan el bolso y le devuelven su quincena y el celular, conseguidos con tanto esfuerzo.

Plan guitarra
De los atracos en vehículos de transporte público, el coronel Peralta, Comandante de la Estación de Policía de El Poblado, dijo que, para prevenirlos, está adelantando el “plan guitarra” en horas de la noche. “Cuando personal de la reacción bancaria termina su turno en los bancos, lo enviamos a subirse a los buses para que y verifiquen si alguien lleva arma o hay algún sospechoso”.
La ciudadanía puede dar información o solicitar ayuda de la policía en los puestos fijos que hay sobre la Superior con la Cola del Zorro y con la Loma de El Tesoro. Así mismo puede llamar al 123 o la estación, al 266 8826. Cuando se trate de denuncias, deben hacerse personalmente en el Comando, ubicado en la Calle de la Buena Mesa, en el barrio Manila.

Alerta con motos
La zona donde más hay alerta de las autoridades es Santa María de Los Ángeles y detrás de Carulla de La Frontera. “Han ocurrido unos tres casos de robos en moto -informó el coronel Peralta, Comandante de la Estación de Policía de El Poblado. Hace unos meses capturamos a unos individuos que hurtaban en motocicleta y ahora hemos recibido información sobre motos sospechosas que rondan el sector. Por eso por medio de la policía comunitaria hemos tenido reuniones con los habitantes y les pedimos que armen un árbol telefónico, que se vinculen dando información oportuna, no tanto después de que ocurran las cosas sino antes, que nos avisen sobre movimientos sospechosos con el fin de prevenir los delitos”.
Precisamente, gracias a información oportuna fue que la policía capturó el pasado sábado 21 a uno de los delincuentes que le robaron el dinero a un ciudadano luego de salir de una casa de cambios. “Nos dieron aviso oportuno, cerramos la jurisdicción, la motocicleta logró huir pero uno de los delincuentes se subió a un vehículo de transporte público y tras una persecución lo capturamos en inmediaciones de La Aguacatala. Se recuperó el dinero y se incautó un revólver calibre 38”.

 
     
 
 
 

Los cuidacarros serán vigías comunitarios

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Algunos de estos personajes históricamente han sido dolor de cabeza para residentes y visitantes en Poblado Centro. Por eso, atendiendo las quejas sobre su mal comportamiento y abusos al usuario entre otros, la Secretaría de Gobierno del Municipio ha decidido incluir a los que, claro está, lo merecen, al Programa Vigías: “El Vigilante Tradicional de Mi Barrio”, el cual funciona en otras comunas de la ciudad.
El problema con los cuidadores informales en la Zona Rosa tiene su historia. Consumo de licor y estupefacientes, pedir dinero extra por permitir estacionar en determinado sitio o por el contrario, no dejar hacerlo porque lo tiene “reservado” a otro cliente, así como hacer parquear donde el Tránsito no lo permite; son algunas de las situaciones que el Municipio y la asociación que los agremia desean revertir desde este 2 de marzo.
Por eso, la Asociación de Vigilantes de la Zona Rosa, Avizor, ya se encuentra depurando personal y en la última semana de febrero recorrió su sector de influencia, desde el Parque Lleras hasta la carrera 33, visitando puerta a puerta a residentes y comerciantes para que los identificaran con su uniforme y carnet, y presentar su inclusión al Programa de Vigías de la Alcaldía de Medellín.
“Pasaremos a ser vigilantes comunitarios y aspiramos que de acá a junio conformemos la cooperativa. El personal recibirá cursos de vigilancia privada, primeros auxilios y derechos humanos, así como se exigirá certificado del Das y libreta militar. El reconocimiento a este proceso lo dará la misma comunidad”, afirmó Alcibiades. Galvis, Presidente de Avizor.

“Deben cambiar de mentalidad”

El Programa de Vigías de la Alcaldía de Medellín establece la creación de entidades legalmente constituidas para agruparlos acorde con la ley, con el fin de mejorar sus condiciones sociales y laborales.
En Provenza serían 78 vigías, tendrán supervisor de la Junta Administradora Local y la regulación estará a cargo de la Superintendencia de Vigilancia, cuando conformen la persona jurídica con la cooperativa.
Juan Camilo Arroyave, Secretario de la Junta de Acción Comunal Poblado Centro, piensa que “ellos deben cambiar la mentalidad de hacer lo que quieren, cambiar ese libertinaje y se ganen el respaldo de la comunidad con hechos. Esto además de generar empleo y seguridad, al dar el paso a cooperativa podrán aspirar a licitaciones públicas para prestar el servicio de vigilancia legalizado”.

Que se vea el cambio
Es lo que reclama la comunidad. Sebastián Mesa, Presidente de la Jal, asegura que “siempre nos han preocupado los llamados caciques de cuadra, que venden cupos y hacen parquear donde es prohibido. Estamos de acuerdo con la creación de la cooperativa para que tengan una regulación y se les investigue su pasado judicial. Apoyamos la iniciativa siempre y cuando sea un compromiso sincero”, dijo.
Juan Gonzalo Velásquez, Presidente de la Corporación Zona Rosa, añadió que “nuestra posición es acompañar el programa, pero con el compromiso de hacerles mensualmente un balance de gestión en compañía de los residentes. Es una medida sana si los vigías están capacitados, bien presentados y no extralimitan sus funciones. La comunidad los debe ver como aliados protectores”.
Jorge Iván Castañeda cuida carros en el Parque Lleras hace 4 años, y dice que “ahora estamos más disciplinados. Yo pido el apoyo de la comunidad, que confíen en nosotros que ahora con el respaldo de la Alcaldía hay mucho más control. Tendremos página web y un correo para que nos comenten las inquietudes”.

 
 

Silvia Ochoa

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Silvia Ochoa: Compone, comparte, reinventa.

A partir de Geografía, su exitoso álbum debut lanzado a mediados de los años noventa, esta bella y talentosa diseñadora gráfica mejor conocida como Silvia O, se ha ganado un espacio permanente en la mente de los melómanos con imborrables canciones como “Todo me recuerda a ti” o “Ya nada es”, su famoso dueto con Juanes.

Desde hace tres años, motivada por los cambios sucedidos en la industria musical, la cantante viene dando a conocer su nueva música a través de CC Mixter, página Web en la que sus canciones son compartidas, remezcladas y reinventadas por músicos de otras latitudes. Algunas de las mejores de ellas pueden bajarse gratuitamente en su página oficial en la Red.

Retratada por Carlos Tobón en su estudio en 1999.

Del difícil arte de cocinar los pescados a la plancha

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Del difícil arte de cocinar los pescados a la plancha
Hace años un chef amigo me comentaba, en una conversación sobre las prácticas que seguía para contratar personal nuevo para su restaurante, que para él esto no presentaba ningún problema.

Hace años un chef amigo me comentaba, en una conversación sobre las prácticas que seguía para contratar personal nuevo para su restaurante, que para él esto no presentaba ningún problema. Que cuando quería contratar un cocinero nuevo solo le hacía una prueba: le entregaba una sartén, un huevo, aceite y sal y le pedía que hiciera un huevo frito. Los resultados de este corto examen, de no más de tres minutos le permitían intuir las capacidades del novel aspirante para el arte de las sartenes y los fogones, y me comentaba, que raramente se equivocaba con su percepción inicial.
Hasta hace pocos años los pescados que uno encontraba en los restaurantes venían generalmente con tres tipos de cocción: fritos en abundante aceite, tal y como vendían las sabaletas en las épocas en las que estas existían, o también los pescados que se consiguen en los ranchos a la orilla del mar; o cocidos en un poco de leche con una cebolla junca; o cocidos por unos 20 minutos en un horno medio en mantequilla, para ser cubiertos luego con una salsa que enmascaraba su sabor e imperfecciones en la cocción.
La cocina fue cambiando, se modernizó y desde hace algunos años se ha hecho cada vez más frecuente encontrar en las cartas de los restaurantes la oferta de pescado a la plancha. Pero pasa lo siguiente: es fácil de decir cómo se hace pero difícil de ejecutarlo a la perfección, porque cada tipo de pescado requiere de un tratamiento previo que asegure su frescura, y además de una temperatura y tiempo óptimo de cocción. No es lo mismo cocinar a la plancha un filete o posta gruesa de salmón, pez espada o atún, que una posta de bagre, o un filete delgado de corvina, para nombrar solo unas pocas situaciones.Y allí es donde el comensal empieza a padecer de las debilidades y conocimientos incipientes del cocinero de turno; si uno es relativamente exigente en temas de sabor y textura, con frecuencia se va a encontrar con sorpresas desagradables, tales como pescados poco hechos, pescados pasados de cocción o pescados sin sabor y prácticamente desechos después de una cocción inadecuada en la bendita plancha.
Y el tema de la insatisfacción se hace cada vez más frecuente y para mí gusto se repite de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad y de país en país, sin importar que los sitios tengan una tradición importante en la pesca y la cocción de pescados. La tradición se mantiene, pero las que están cambiando cada vez con más frecuencia son las personas frente a los fogones y sus conocimientos sobre este difícil arte.
¿Y saben porque pasa esto?, porque el pescado cocinado en la plancha como el huevo frito, no le perdona errores al cocinero, como si lo hace por ejemplo la carne de vacuno, que es tan agradecida que no delata fácilmente la capacidad da la persona que la cocinó.
Los errores en la cocción de los pescados a la plancha son todos “pecados mortales”, que solo se perdonan con otro plato bien hecho, cosa que raramente sucede cuando en el restaurante uno deja el plato a un lado, después de haber probado el primer bocado.
Así las cosas, me he puesto a pensar en la importancia de que los restaurantes ofrezcan en forma consistente platos de pescado a la plancha cocidos a la perfección, ni mucho ni muy poco, jugosos y con sabor a pescado fresco. Para lograr este sueño me atrevo a proponerle a los dueños de estos establecimientos y profesores de escuelas de cocina, que hagan la prueba de mi amigo el chef a los candidatos, pero ahora en dos pasos: primero con el huevo frito y después ¡con el pescado a la plancha!
Buenos Aires, enero 2009.

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Diviértase en grande catando vinos blancos

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Publicado en la edición 385, marzo 1 de 2009
 
     
 
Diviértase en grande catando
vinos blancos
 
     
 
Diviértase y aprenda a degustar cada día de una mejor manera los vinos que más le gustan.
 
     
 
En el caso de los vinos blancos, dos variedades se convierten en su mejor aliado: el Sauvignon Blanc y el Chardonnay. Asi que será necesario explorar bien las características típicas de cada uno de ellos para disfrutarlos solos y en compañía de algunos platos que harán del maridaje un ejercicio único.
 
     
 
Características únicas de cada variedad
 
     
 
Sauvignon Blanc
Es una variedad ideal para la elaboración de vinos ligeros, ácidos, ideales al aperitivo y acompañado de platos frescos.
Su color debe ser translúcido, con reflejos verdes en su juventud y son ideales cuando se consumen jóvenes. Es decir, en los primeros tres años de edad.
Sus aromas varían entre las notas vegetales (típicas del nuevo mundo), el famoso descriptivo “pipí de gato”, los aromas cítricos y algunos frutos exóticos como el maracuyá. Con el pasar de los años pierden sus notas frutales para adquirir nuevos aromas vegetales como los espárragos y hierbas secas.
En la boca, son vinos de una gran acidez y un grado de alcohol relativamente bajo (inferior a los 13.5% vol.). Son ligeros, agradables y refrescantes.

Chardonnay
Ideal para la elaboración de vinos grasos, complejos y fermentados en barril de madera. Acompaña sin igual entradas elaboradas, platos calientes y una gran variedad de quesos.
Su color tiende más hacia las notas amarillas y doradas debido a la fermentación en barril de madera. Sin embargo, en su juventud, puede presentar reflejos verdosos.
Liberan aromas clásicos, florales y frutales, de una gran complejidad y diversidad. Los frutos secos, las nueces, las almendras y los aromas tostados de la madera son claves en la complejidad aromática de estos vinos. Con el envejecimiento en la botella, los aromas reductores, las especias, las flores blancas, la miel y las resinas serán nuevos actores en un abanico de olores.
En la boca no son vinos tan ácidos como los vinos ligeros pero poseen un volumen y una textura que solo esta variedad puede entregar. Son generalmente más alcohólicos, alcanzando hasta los 14.5% vol.

 
     
 
Diviértase catando y combinando los vinos
con cenas casuales y/o especiales
 
     
 
Disfrute sin esnobismo alguno y con mayor conocimiento las delicias detrás de una copa de vino bien servida. Y cuando hablo de bien servida, me refiero tanto a la selección previa de la marca como a la temperatura del vino y al tipo de comida que lo acompaña.
Con el Sauvignon Blanc. Como los vinos blancos del Sauvignon Blanc poseen una acidez elevada estos se convertirán en su mejor aliado al momento del aperitivo. La temperatura de degustación es una de las más bajas posibles: entre 12 y 14 grados centígrados.
Se disfrutan solos pero también acompañando algunas entradas clásicas, como las ostras crudas, los mejillones y una inmensa variedad de comida asiática, especialmente el sushi. Una de las verduras más difíciles de maridar con un vino son los espárragos, excepto para los vinos de esta variedad de uva. Gracias a la evolución de los aromas, las notas vegetales del Sauvignon Blanc se transforman en notas algunas veces de espárragos, un complemento ideal de una entrada que contenga estas verduras.
Con el Chardonnay. La temperatura ideal de cata es alrededor de los 16 grados centígrados. Como existen dos diferentes estilos de Chardonnay, vale la pena tratar de encontrar en el mercado vinos del estilo de Chablis y vinos del estilo de las más prestigiosas regiones de la Borgoña o los vinos de guarda producidos en el nuevo mundo. Esta variedad es amante de los mariscos de sabores más sutiles y texturas suaves como los langostinos, la langosta y los pescados de piel blanca (acompañados de salsas cremosas y con base en mantequillas). El pollo, el puerco, el cordero y el ternero son algunas de las carnes que acompañan estos vinos de manera especial.
 
     
 
Tarea
Recomiendo a aquellos aventureros del buen comer que ensayen algunas recetas de entradas de mariscos o frutas y verduras frescas con alguno de estos dos tipos de vino al mismo tiempo. Efectúe el mismo ejercicio con platos calientes y una variada tabla de quesos. Es en el ejercicio de la cata y la comparación entre platos y vinos como descubrirá sus propios maridajes perfectos.
 
     
 
 
 

Acerca de las crisis o de las oportunidades

  Por: Juan Sebastián Restrepo Mesa  
 
En todas partes se libra una lucha obstinada contra aquella dimensión de la vida que se escapa al control, saca de los refugios confortables, implica confrontación y cuestiona la integridad de lo que se es.
Se trata de una lucha imposible de ganar: la vida no es ni será una vida confortable en un sentido absoluto; su misma esencia es impermanente, paradójica e incierta. Vivirla implica asumir las crisis y el cambio como algo ineludible.
No obstante, se invierte más en luchar contra lo inevitable que en desarrollar aquellas herramientas que hacen la vida menos confortable pero más plena y satisfactoria. Se privilegia el miedo sobre el valor, la rigidez sobre la flexibilidad, el apego sobre la apertura, la certeza sobre la curiosidad y la evitación sobre el afrontamiento.
Se ignora que la dimensión poco confortable de la vida guarda su mayor riqueza, porque sólo asumiéndola se despliega el potencial humano. Se crece en amor, libertad y conocimiento únicamente cuando se sale de esa tibia cáscara de protección, donde sólo es posible vivir en “estado de sitio” y evasión y se asumen plenamente aquellas cosas que confrontan.
Es importante comprender que la búsqueda de la felicidad no es compatible con la negación obsesiva del dolor y la dificultad. Estos últimos no deben ser negados, sino aceptados y asumidos en la medida en que nuestros recursos lo permitan. Quien niega de manera obstinada y constante el dolor, genera sufrimiento.
Esto es particularmente válido para las familias, cuyo desarrollo normal atraviesa de forma recurrente períodos críticos de desorganización y reorganización, donde los viejos modelos y capacidades pierden su vigencia y se hace necesaria una transformación. Estos períodos conllevan grados variables de ansiedad y de dolor, ya que exigen renunciar a lo viejo, aceptar la incertidumbre del cambio y elegir y desarrollar nuevas formas de ser y hacer.
Una familia en crisis, al igual que las personas, está viviendo un llamado de cambio. No asumirlo implica estancamiento, sufrimiento y en el peor de los casos enfermedad. Asumirlo conlleva transformación y desarrollo: es la posición asumida frente a las circunstancias críticas la que establece la diferencia.
Estanislao Zuleta nos da un sabio consejo en su “Elogio de la Dificultad”: “Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades”.

Próxima entrega, Las etapas del ciclo vital familiar. 1/8

 
     

¿Qué seguirá después de la globalización?

 
Por: Juan Carlos Franco
 
 
En Colombia llevamos casi dos décadas hablando de apertura y globalización. A lo largo de este tiempo hemos saboreado sus beneficios o soportado sus inconvenientes. La economía se ha tenido que reinventar y en numerosos sectores hay ya un clarísimo sesgo exportador, mientras en otros prácticamente todos los productos son importados.
A nivel mundial no hay duda de que las cosas son más eficientes hoy, pues cada país se va especializando en lo que puede, o en lo que le permiten los demás. En muchos casos hemos ganado los consumidores, pues pagamos bienes y servicios considerablemente más baratos y mejores que si sólo estuviéramos comprando productos nacionales. Y en contrario, en la medida en que hemos conseguido nuevos mercados para los productos que hacemos mejor, el empleo ha subido en esos sectores.
Pero también por reciprocidad hemos tenido que abrir nuestros mercados, perdiendo cantidades de empleos en sectores claves. Especialmente en agricultura… aunque justo ahí la reciprocidad brilla por su ausencia.
Y nos seguimos alistando para todavía más globalización: Llevamos años rogando que nos aprueben el TLC con Estados Unidos y tal vez pronto firmaremos uno nuevo con la Unión Europea. Además de los otros tantos que ya tenemos con diferentes países de la región. Y el valor total de nuestras exportaciones es hoy casi el triple de lo que era hace 6 años. ¡Pero el de las importaciones también!
Hasta ahí todo muy bien. Lo malo es que, justo cuando ya hemos avanzado un muy largo trayecto por este camino, y justo cuando la tasa de cambio finalmente es favorable a nuestras exportaciones, los fundamentos económicos de la globalización repentinamente han dejado de ser ciertos. El mapa de ruta que traíamos ya no sirve.
A medida que el desempleo en el mundo crece por la crítica situación actual de los mercados, algunos gobiernos, para dar la impresión de que están actuando, se están viendo tentados -o forzados- a restringir las importaciones, entre ellas las de productos colombianos. En otros casos no será necesario aplicar medidas, pues la demanda simplemente irá disminuyendo. Es radicalmente diferente tratar de vender a un mercado en expansión que a uno en recesión.
Flujos de personas, capitales y productos de pronto empiezan a devolverse y lo que antes era ventaja y orgullo, de un momento a otro se convierte en vulnerabilidad. Particularmente cuando un país se ha especializado en una gama muy limitada de bienes y servicios, que muchos otros también pueden ofrecer.
Muchas empresas colombianas, que llevan tantos años haciendo bien la tarea para ser exportadores serios y confiables, podrían ver severamente limitados sus mercados y tendrían que dejar en la calle a buena parte de su personal. Especialmente si esos mercados son Venezuela, Ecuador y Estados Unidos, cada uno con un tipo de crisis muy particular.
¿Qué otro modelo económico podrán aplicar ya las empresas colombianas, sobre la marcha, antes de que se nos caiga la estantería y el empleo se desplome? ¿Volver a enfocarse en el mercado nacional, abandonando algunos internacionales? ¿O seguir insistiendo en permanecer allá, sólo que con productos aún más básicos y baratos, seguramente muy poco rentables?
Ningún camino es claro ahora. Sólo queda ratificar la lección de que en economía nada es permanente y todo da la vuelta tarde o temprano. Ah, claro, y nunca, nunca, poner todos los huevos en la misma canasta.

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Lugares comunes

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  Por: Juan Carlos Orrego  
 
Porque confío en la justa interpretación de quienes amparan mis líneas en este periódico digo, sin tapujos, que buena parte de los periodistas colombianos –aunque supongo que se trata de una epidemia mundial–son imbéciles rematados; incluso sospecho que se trata de algo más que imbecilidad: el torpe empecinamiento de algunos más parece enfermedad fatal, retraso mental salido de madre. Las escenas de la última jornada de liberación de secuestrados no dejan pensar otra cosa.
No sabe uno si el más grave padecimiento de la clase reporteril es la frivolidad, la impertinencia o la vanidad. Claro, nada más trillado que tal inventario de defectos en un gremio que ha hecho todo lo posible por labrar su mala reputación; sin embargo, no estará de más echar al fuego la leña de nuevos ejemplos. En lo que respecta a la frivolidad, es difícil imaginar algo peor que los folclóricos cálculos en que se enzarzaron los periodistas antes de que se revelara la identidad de los policías liberados, bazar que incluyó un sinnúmero de entrevistas irresponsables, burlas a la esperanza ajena. Parecía como si, ante un partido de la Selección Colombia, trataran de acertar a estar en la casa del hombre gol; o peor: parecían soldados romanos jugándose la sangrienta capa de Jesús con los dados de la angustia del prójimo.
Enseguida viene la nula prudencia de esos monstruos con micrófono, apiñados como moscas ante la cansada carne de calabozo que es todo ex secuestrado. El famélico Alan Jara, llevado en vilo por su hijo, resistía a duras penas los gritos, preguntas necias y asedio de una jauría insensata que, bien se veía, trataba de agradar a jefes estúpidos -odiosos gurús de la radio y la televisión- o ganarse un premio de hojalata en la próxima noche de gala de las comunicaciones. Jorge Alfredo Vargas -quien se tiene por tuerto entre los ciegos- preguntó al llanero liberado sobre el abrazo aplazado que tenía para su mujer y su hijo: poco faltó para que pidiera detalles de la nueva cópula de Jara con su mujer, aplazada por siete años de infierno verde. Un par de días después, otros como Vargas echaban carnadas a la boca sin control de Sigifredo López, demente con su restablecida libertad.
En defensa de lo que creen es su “derecho a informar” –pero realmente solo hay afán de brillar como vedettes–, los periodistas se desgarran las vestiduras ante las cámaras y se alían momentáneamente entre enemigos, y, cejijuntos, citan a Aristóteles, Mandela y las Naciones Unidas para exigir que se les deje meter sus narices en lo que les place. Pero aquello que casi desata un golpe político del “cuarto poder” colombiano se redujo a poca cosa: imágenes de abrazos de familias que no están amarradas con nuestros lazos de sangre, reiteración de noticias consabidas, homilías babosas y patéticas improvisaciones poéticas de reporteros demasiado pagados de sí mismos. No otra cosa era lo que les urgía informar.
Finalmente, lo que se produce a fuerza de repetir tantos vicios es, también, un objeto sin ningún sabor original: ahora tenemos la impresión de que sabemos cuáles son los pasos del show televisivo de cada liberación de rehenes. Nuestros periodistas lo han estandarizado como una procesión de Semana Santa: primera estación: los comisionados en el hotel; segunda: los comisionados van al aeropuerto; tercera: la esposa guisa un sancocho especial… A duras penas, el humor de cepa de alguien como Alan Jara puede torcer el destino del consabido libreto. La falta de autenticidad se expande como una plaga una vez que los duendes de la información profieren el conjuro de sus torpezas. Incluso esta columna ha resultado de lo más previsible, empeñada en llamar huevo a aquello que pone la gallina.

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Es muy difícil convivir así

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  Publicado en la edición 385, marzo 1 de 2009  
     
 
Es muy difícil convivir así
 
     
 
Cualquiera que viva con otra persona sabe que la convivencia es una tarea compleja que exige esfuerzo, dedicación, compromiso y tolerancia, para solo citar las cosas fáciles. Y también sabe cualquiera que si se arruina la convivencia, la vida se hace aún más dura y difícil que la tarea que no se pudo cumplir. Y eso en el plano individual porque si nos vamos al plano colectivo la complejidad de la relación crece en forma exponencial.
Nada más piense en el comité de convivencia de su urbanización, en el vecino de arriba que hace bulla o en el de abajo que protesta por todo. Recuerde al que seca ropa en el balcón o al que repara el carro en el parqueadero. Hay quienes creen que en las asambleas de copropietarios hay unos derechos superiores por antigüedad o por asistencia a reuniones pasadas y otros que suponen que el edificio es solo para jóvenes solteros, o para viejitos o para niños, según sea el caso.
Sí, la convivencia es difícil. Pero se hace mucho más difícil cuando a pesar de que existen leyes y reglamentos, desde el Estado se empuja a la ciudadanía a que haga nuevos pactos y firme compromisos en los que probablemente deba renunciar a las garantías y a los derechos que le concede la ley.
Pasa con los mencionados comités de convivencia, usualmente promotores de la conciliación a toda costa, mucho más allá, no digamos de lo legal, si no de lo razonable, cuando, por ejemplo, quieren que las partes enfrentadas arreglen por la buenas sin verificar si las quejas del uno son ciertas o se trata simplemente del perecoso que hay en todas partes, o de si las disculpas del otro están fundamentadas o son las de un conchudo al que le importan un pito sus vecinos. Y pasa cuando la Alcaldía de Medellín quiere que los comerciantes de la noche y los habitantes de los barrios donde funcionan estos negocios arreglen sus diferencias mediante pactos de convivencia a todas luces innecesarios si todos cumplen el pacto de convivencia principal, es decir la legislación vigente.
No se entiende cómo ahora, de buenas a primeras, esto de los pactos y la conciliación se volvió una excusa para obligar a tolerar lo intolerable, para renunciar a algunos derechos a cambio de una supuesta tranquilidad. Parece como la encarnación del refrán de que es mejor un mal arreglo que un buen pleito, un mecanismo perverso que desfavorece al ofendido.
Está fuera de discusión que la conciliación, el acuerdo, el pacto, son buenos como mecanismos para la solución de conflictos, pero la Alcaldía y los comités de convivencia deben entender que el incumplimiento de la ley o el reglamento de propiedad horizontal están en el origen del conflicto que quieren conciliar y que ese problema se arregla acatando aquellos y no firmando nuevos acuerdos.
 
 

 
 

Diana Buitrago

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Diana Buitrago
 
     
 
Diana era una mujer independiente que vivió sola 17 años. Sus padres se habían separado cuando era niña y por eso su crianza fue con sus abuelos, además su mamá se casó de nuevo, se fue a vivir a España y dos hermanos suyos también vivían en el exterior.
 
     
 
 
     
 
Es comunicadora social de la Universidad de Antioquia, donde trabajó hasta que hace 1 año y 8 meses cuando tenía 40 años, le diagnosticaron la enfermedad que le cambiaría la vida por completo.
Al percatarse gracias al autoexamen, a su tacto, a lo que le atribuye que se encuentre con vida, y luego de que la medicina se lo confirmara, Diana escogió el silencio a lo largo de un mes para no hacer sufrir a su familia. Sólo cuando faltaba una semana para la operación comunicó su padecimiento y lo que encontró fue un apoyo total. Después de la intervención se hospedó en la casa de una tía por un período de 4 meses, donde fue la consentida de tías, tíos y su padre, con el que vive y trabaja actualmente.
Con su madre residente en España, sólo tenía contacto por Internet o por teléfono, y fue por este medio que 4 días después de la operación, decidió contarle de su enfermedad para no hacerla sufrir antes desde la impotencia que genera la distancia. Pero la vida le tenía una prueba más. Su madre también era víctima del cáncer y Diana fue testigo de su decadente evolución a través de la pantalla de un computador por tres años.
Justo cuando su hija concluía el proceso de quimioterapia y el pronóstico parecía alentador, su madre falleció en España de otro cáncer diferente, lejos de ella y dejando en su memoria la última conversación telefónica que mostraba una hija en recuperación, contrario a la situación al otro lado de la bocina.
Ahora Diana espera el momento para hacerse la reconstrucción, trabaja en el negocio de su padre, y asegura que aprecia más la vida, que es más corta de lo que cree, y que es el momento de dedicarse a hacer lo que le gusta y no trabajar por el simple hecho de ganar plata. Quiere sentirse bien consigo misma para verse hermosa nuevamente.
 
 

Ochenta años de olvido

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  Por: Gustavo Arango  
 
La frase es de Borges. Decía más o menos así: “Ochenta años de olvido equivalen, tal vez, a la novedad”. La primera vez que la leí tuve que detenerme y releerla. Ese pequeño trocito de discurso es todo un tratado sobre la superstición de lo nuevo, ese error tan extendido que consiste en creer que el último grito de la moda es el mejor de los gritos. Después de muchos gritos la gente se pone afónica y aquel que ha vivido bastante sabe que los entusiasmos y las grandiosidades cada vez son menos grandiosos.
La frase de Borges me ayudó a entender un versículo enigmático del Eclesiastés: “No hay nada nuevo bajo el sol”. Fue a través de Borges que conseguí descubrir por qué la gente casi nunca nota que aquello que le parece nuevo ha estado dando vueltas por ahí desde hace miles de años.
Ochenta años, dos o tres generaciones, la duración promedio de una vida, bastan para que alguien proclame que estamos en presencia de cosas nunca vistas. Quizá los plazos se hayan acortado, pero la duración no es lo importante, sino la forma tan repetida como caemos en la trampa de lo nuevo. Pasa en todos los territorios de la vida y, por supuesto, pasa en el territorio de la literatura. No dudo que por ahí se están escribiendo obras maestras, pero prefiero dejarle al tiempo la tarea de encontrarlas. Admiro a los lectores de hoy, escarbando entre tanta basura, para dejar indicios a los del futuro sobre lo que vale la pena; pero no quiero quitarles su trabajo.
Yo me quedo con lo viejo, con lo que ya pasó, con ese descubrimiento prodigioso que uno hace en el silencio de los estantes. Me quedo con la relectura, con ese volver a un río que no es el mismo. Los libros viejos casi siempre son más baratos y suelen decir cosas más inteligentes y sensibles que las que dicen los libros de hoy en día.
Por eso acepto con gusto y agradecimiento la invitación a hablar de relecturas, de regresos o de descubrimientos de cosas que andaban perdidas en el tiempo. Para empezar por algún lado, sugiero que volvamos a un libro que fue escrito hace justo ochenta años, La noche de San Martín, por un hombre de treinta años llamado, qué coincidencia, Jorge Luis Borges. El libro está lleno de grandes poemas: ”Fundación mítica de Buenos Aires” nos recuerda que con cada persona empieza de nuevo el mundo, la serie “Muertes de Buenos Aires” nos habla del diálogo secreto entre las flores y las tumbas, “La noche que en el Sur lo velaron” es, según Borges, “acaso el primer poema auténtico que escribí”. Son bocados deliciosos de esos que rara vez se encuentran.
Pero quiero señalar un poema en el que Borges recuerda la muerte de su abuelo. Una de las bellezas del poema es que el autor imagina, con detalles, el sueño que arrastró a Isidoro Acevedo mientras dormía. Pero más allá de la belleza está la magnitud descomunal de lo que ocurre cuando cualquiera de nosotros conoce, por primera vez, como si nunca antes hubiera existido, la realidad de la muerte. Es un poema para releer, habla de uno de los momentos definitivos de la vida, porque cuando somos niños y descubrimos la existencia de la muerte termina de repente nuestra inmortalidad.
Nueva York, enero de 2009.

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Así va el Mamm en Ciudad del Río

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Todos los días de la semana, de 7 de la mañana a 5 de la tarde, decenas de obreros trabajan en la sede que estrenará el Museo de Arte Moderno de Medellín a más tardar en septiembre (según sus directivas), en un sector que empezó a adquirir una nueva vida: Ciudad del Río, en inmediaciones de la antigua siderúrgica Simesa. Esta primera etapa hace parte del ventarrón que comenzó a airear al Mamm a mediados del año pasado con la llegada de la joven directora Juliana Restrepo, publicista y profesora de filosofía. Tras ocho meses en el cargo, ha logrado sacudir al Museo del letargo en que se había sumido en los últimos años, estado contradictorio con su nombre de Museo de Arte Moderno.

La primera parte estaría lista en mayo
Quien pase hoy por la Avenida Los Industriales, puede ver al costado oriental la vieja estructura, ya despejada. Lo que era una bodega de 2.900 mt2 construida en 1930 en la zona industrial de Medellín, recibe desde el 3 de noviembre un sinfín de reformas y adecuaciones “con el fin de tener el coco listo en mayo”, afirma la directora del Mamm, mientras recorre la obra. La labor no ha sido sencilla en una edificación que nunca fue pensada para ser habitada, mucho menos para albergar un museo. Una vez concluya esta etapa, vendrá la adecuación, es decir, “la construcción de espacios especiales para controlar la humedad, la iluminación, la temperatura y todo lo que requiere la conservación de obras de arte”. Y la tercera etapa será la dotación de oficinas, instalación de cámaras de seguridad, montaje de restaurante y tienda de objetos, que es la que se espera terminar en septiembre de este año. De esta manera, lo que antiguamente se conoció como Talleres Robledo pasará a convertirse en sede del arte de vanguardia en Medellín. Tendrá espacios para una colección permanente, una itinerante y otra de pequeño formato, también itinerante. Igualmente, contará con un área despejada, la cual “servirá para eventos, exposiciones, performances, instalaciones y esculturas”.
Así mismo, entre esta sede y la Avenida Los Industriales, se avanza en la construcción de una plazoleta de piso duro y jardines, “en la cual muy pronto vamos a programar eventos y cine al aire libre, de modo que el entorno empiece a tener la experiencia de un museo de arte moderno”.

Moderno desde la arquitectura
Esta constituye la primera fase del proyecto del Mamm, pues la segunda será la torre complementaria, que se prevé esté terminada en 2011, antes de finalizar el gobierno de Salazar. Se levantará en un lote de 1.400 mt2, situado donde inicialmente quedarán los parqueaderos del Museo. “Contrastará con este edificio patrimonial que vamos a conservar (la antigua bodega), porque esa sí será la expresión de la arquitectura contemporánea”, cuenta Juliana Restrepo. “Tendrá cinemateca digital, biblioteca de arte y diseño contemporáneo, el área de bodega y unos auditorios multifuncionales”. Su costo se calcula en 14 mil millones de pesos y para su construcción se hará una convocatoria pública. Después de todo, “esta sede es un gran reto porque los museos de arte moderno son los que muestran lo que está ocurriendo con el arte joven, nuevo y contemporáneo de una ciudad, y eso arranca desde el espacio: es lo primero que te invita y te sorprende y eso es lo que pretendemos, porque si bien el edificio donde hemos estado toda la vida es muy bonito y lo queremos mucho, ya se queda corto para la función que debe cumplir un museo de arte moderno”. De hecho, la vieja sede tiene solo 1.200 mt2, casi una cuarta parte del futuro Mamm.
Lo cierto es que esta zona de Medellín donde se construye el Mamm muy pronto cobrará nueva vida. Aparte de recientes construcciones como la de Bancolombia, en menos de 15 días se proyecta entregar la primera de ocho torres de apartamentos que tendrá Ciudad del Río, y al término de 2009 deberán estar concluidos y habitados 240 de un total de 496 apartamentos. La torre médica del sector también se entregará en septiembre, y contará con 168 consultorios y un parqueadero público.

 
     
 
 
 

Bellas Voces del Mundo

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Llega al Teatro Pablo Tobón un espectáculo que seguramente dejará boquiabiertos a los amantes de la ópera en la ciudad. Se trata de Bellas Voces del Mundo, show que reunirá en un mismo escenario a cinco afamadas estrellas del género: los italianos Carlo María Cantoni (barítono) y Luca Bodini (tenor); la mezzosoprano rusa María Ratkova; y las sopranos Soyung Yu y Alexandra Zabala, colombiana que en 2005 fue invitada a cantar con Andrea Bocelli y que dentro de poco actuará junto a Plácido Domingo en Sevilla.
El 3 de marzo es la fecha elegida para la única función de estos artistas, quienes estarán acompañados de 45 maestros de la Orquesta de Ópera de Corea.
 
 

Siguarajazz, el sonido de un barrio

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De lo más profundo e íntimo de la comuna nororiental surge Siguarajazz. Influenciados musicalmente desde pequeños por su padre, en un ambiente callejero de salsa y música tropical en Manrique, los tres hermanos García crecieron tocando congas y tambores sin saber que ese sería su destino al pasar los años.
“Terminé el bachillerato y no sabía que iba a ser músico, incluso me presenté a ingeniería, pero en ese momento nos llamaron para estudiar en Batuta. Nos dieron los cupos y ahí empezamos a estudiar música porque antes éramos muy empíricos”, comenta Juan Fernando García, Director Musical y hermano de Albert Nicolás y Sebastián, percusionista y baterista respectivamente.
Juan Fernando es “El Trucu”, como es conocido por sus amigos gracias a la canción cubana “Juancito Trucupey”, toca el bajo y ha sido testigo de la evolución del grupo desde sus inicios. “Al principio nunca habíamos estudiado música, pero tocábamos y llevábamos el sabor por dentro porque crecimos escuchando salsa. Ya todos estudiamos y estamos entregados a la música aunque algunos tengan otros grupos, de esto vivimos”, añade “Trucu”.
En el año 2000 el grupo ya contaba con ocho integrantes tras la inclusión de José Tobón, que también hace parte de La República y de Puerto Candelaria, quien se enamoró de Siguarajazz y se preocupó por darlo a conocer y conseguir conciertos. Hoy toca el saxo y es el Productor Musical.
El grupo se ha presentado en varios bares de la zona rosa de El Poblado y en ciudades como Bogotá y Manizales, aunque entre lo más significativo ha sido el pasado Festival Internacional Medellín de Jazz y Músicas del Mundo, donde fueron teloneros del famoso bongosero de la Fania All Stars, Roberto Roena, generando los mejores comentarios y positiva recepción de un público que se sintió identificado con sus propias composiciones, la mayoría creaciones del “Trucu”. “Fue un éxito total, la gente sintió que era el grupo de su ciudad. Abrirle a Roberto Roena era consagrar nuestro proceso de 10 años y saber que se ha logrado cierta madurez”, dice con orgullo.

El barrio es la inspiración
Allí está la materia prima, como dice su director, “con nuestra música queremos contar la historia de mi barrio”, y eso sin necesidad de letras ya que la mayoría de canciones son instrumentales, con sonidos que evocan sus recuerdos y vivencias que se juntan en un mismo sentimiento, para proyectarlo en sus melodías del barrio a cualquier lugar de la ciudad.
“Siguarajazz es creación de ciudad, es lo que vemos los jóvenes y la necesidad de expresarnos. Es el barrio, es la esquina, la calle, la música, los amigos. En mi barrio está la particularidad que la música siempre fue salsa, porro y gaita. Ahora con mi capacidad y vivencia del barrio al lado de mis hermanos y amigos da el resultado de un tema como Manrique Mambo, que es la historia de mi barrio narrada desde los tambores y la descarga. Nuestra música es identificarse con los símbolos y elementos que nos rodean a diario en el barrio”, así define su grupo Juan Fernando.
Esta agrupación, antes de ser conocida como de latin jazz y salsa, incursionó en la música colombiana con bambuco y cumbia, dándoles como resultado su primer disco titulado: “063”, un homenaje al folclor colombiano.

Manrique Mambo
Ese es el nombre de su segunda producción discográfica. Se trata de un disco con mayor influencia de la salsa y el latin jazz, influenciados por el Mambo, el Cha Cha Cha y la Guaracha entre otros. Una creación que llevará al público a disfrutar de una combinación sonora basada en la cultura y las expresiones musicales que unen a los pueblos de Latinoamérica.
Siguarajazz tiene ocho integrantes. Sebastián García, el menor de los hermanos con sólo 20 años, baterista y timbalero que también pertenece a la banda de planta del Ballet Folclórico de Antioquia. Nicolás García en los bongós y Tito Sánchez en las congas para completar la percusión.
La armonía está a cargo de Diego Lopera en el piano y Juan Fernando García en el bajo eléctrico. Los vientos son Juan Carlos Rodas en el trombón, quien le da agresividad con sus improvisaciones fuertes y callejeras; el saxo, tenor y soprano José Tobón, y Juan Pablo Castaño, quien también pertenece al Combo de las Estrellas, en la trompeta.
Luego de lanzar su último álbum, Manrique Mambo, esperan volver a promocionar su primer trabajo musical, realizar una gira nacional o algún concierto internacional, así como sueñan con ser los teloneros de Carlos Santana y la Fania All Stars, que se presentarán el próximo mes de marzo en nuestro país.
Siguarajazz lanzará su segundo trabajo discográfico el próximo viernes 20 de febrero, a partir de las 10 de la noche en el Teatro Matacandelas.

Informes: 215 1010. Descargar canción

 
     
 
 
 

Forjadores de talentos tropicales

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Quien en Medellín no haya bailado al menos un diciembre al son de los 14 cañonazos bailables, de Discos Fuentes, fácilmente podría ser incluido en la categoría de extraterrestres. Así mismo, quien de las viejas generaciones no haya oído a Radio Ritmos y a su locutor control, Rafael Mejía, probablemente pasó dormido por los años 60. Cada uno por su lado, empresa y hombre, han hecho historia en la discografía nacional, pero desde hace un año se unieron para superar dos condiciones que le han sido adversas a la industria en los últimos tiempos: piratería y formato digital.
Sin duda, en cuestión de rumba y disfrute de la música tropical es mucho lo que se le debe a Discos Fuentes, fundada hace 74 años por Toño Fuentes. Qué tal el descubrimiento de los Corraleros de Majagual, con cuyo éxito Los Sabanales algunos fanáticos reemplazarían gustosos el himno nacional.

Aquí nació El preso
A Fuentes se le abona el que más de un colombiano aprendiera a bailar salsa, pues fue en sus estudios donde surgieron Fruko y sus tesos. Canciones como El preso, pusieron a bailar salsa prácticamente a todo el mundo, y de paso les dejaron la piel de gallina de por vida a todos los reos y ex reos del país. Pero, sin duda, uno de los sellos de Discos Fuentes ha sido esa producción anual que los más guapachosos esperan con ansias al acercarse diciembre: los 14 cañonazos bailables. Precisamente con su primera edición, hace 48 años, Fuentes introdujo en Colombia el sonido estéreo, y más adelante fue pionera en sonido cuadrafónico.

El descubridor de talentos
Mientras Fuentes se consolidaba, en otras empresas se formaba quien hace años es reconocido como uno de los gerentes artísticos con más olfato para descubrir, moldear y promocionar talentos: En 1965, Rafael Mejía, de 18 años y estudiante de Comunicación, estaba en la nómina de Radio Ritmos, emisora juvenil número uno de la ciudad.
En términos de hoy era Dj (en aquellos días locutor control), labor que lo acercó a la música, a los éxitos y a los gustos de los oyentes. A finales de los 60 ingresó a Codiscos, donde por 18 años se desempeñó como director y, después, gerente artístico.

El Binomio de Oro
Al paso de Rafael Mejía por Codiscos debe la historia musical colombiana varios grupos que también marcaron época. Es el caso del Binomio de oro. “Estaban en la compañía pero a través de otras agrupaciones -recuerda. Israel Romero era el acordeonero de Daniel Celedón, y Rafael Orozco era el cantante de Emilio Oviedo. Dentro de esa búsqueda de talentos los dividí, puse a Rafael Orozco con Israel Romero y lo denominé el Binomio de Oro”. Y, sin asomos de modestia, continúa: “Además fui el artífice de su primer éxito: La creciente”. Nada menos. En esa búsqueda de estrellas llegó otro nombre, en ese momento desconocido, pero que de ahí en adelante sí que ha dado de qué hablar. “Necesitábamos un cantante y Emilio Oviedo me insistió que grabáramos a un muchacho nuevo que tenía muy buena voz. Lo trajimos a Medellín y le grabamos un primer disco: Lo titulamos como El Cacique de la Junta, le pusimos la carátula y sacó un éxito, su primer disco”. Fueron los inicios de Diomedes Díaz. A la lista se sumaron Los Betos, Otto Serge y Rafael Ricardo, y el grupo Niche.

Mi mayor descubrimiento
Carlos Vives con sus Clásicos de La Provincia es “el descubrimiento más importante que he tenido”, dice Rafael Mejía. Ocurrió cuando él trabajaba en Sonolux y “Vives sumaba cuatro discos sin ningún éxito. Como ya habíamos visto la tendencia que su producto mostraba durante la serie Escalona, decidimos grabar Clásicos de la Provincia. Rompió todos los esquemas que había en Colombia para un artista nacional”. Después, vinieron para Rafael Mejía otras empresas radiales y discográficas y nuevos descubrimientos, como Aterciopelados.

Rafael Mejía

Con 61 años, Rafael Mejía es hoy gerente artístico de Discos Fuentes. En el año que lleva en la empresa logró revertir los resultados económicos y acomodar a la disquera a las exigencias del mercado. “Además de ingresar al mundo virtual, en 2008 creamos los 20 estuches Las 100 canciones más exitosas del siglo, los discos más vendidos del año en la industria nacional. Eso nos volvió a poner en la palestra de las compañías importantes en Colombia y este año lo vamos a tratar de consolidar con nuevos talentos y exportando más productos”.

 
     
 
 
 

Vía de servicio al lado de Eafit sólo llegará hasta la 4Sur

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Algunos usuarios de la vía se preguntan por qué no se avanza en su construcción hasta llegar a Monterrey, toda vez que ayudaría a despejar el tráfico de vehículos. Para resolver la inquietud de los lectores, Vivir en El Poblado consultó con el Jefe de Vías de Planeación Municipal, Juan Fernando Franco, quien indicó que, por ser una vía de servicio no puede pasar debajo de lo que será el puente de la 4Sur. Como lo hemos informado en ediciones anteriores, este puente hace parte del paquete de proyectos viales que la Administración Municipal empezará a construir por valorización en el segundo semestre de este año para mejorar la movilidad en la ciudad. Este puente es considerado prioritario, pues dará continuidad a Los Balsos, desde Montecanelo hasta Guayabal.
“No se pueden construir vías de servicio debajo de los puentes porque se mezclarían con otros flujos difíciles de manejar”, explicó el funcionario de Planeación y aclaró que “estas (las vías de servicio) se construyen para que los colindantes operen sin generar situaciones de riesgo. Debajo del puente sólo van a pasar la Vía Regional y la Distribuidora”. Sin embargo, agregó que “estamos esperando a tener todo el intercambio diseñado porque la vía de servicio sí debe llevar un lazo para salir a la 4Sur”.
 
 

“Por fin tendremos cancha”

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Felices están los habitantes de esta zona de El Poblado, cerca a la glorieta que une las lomas de El Tesoro y Los Balsos. La razón es que después de varios años de “no tener espacio ni para jugar catapis” -como repetía hasta el cansancio Henry Londoño, de la Junta de Acción Comunal- y solicitar al Municipio la construcción de una cancha cerca a sus viviendas, por fin la tendrán. La cancha, apta para jugar microfútbol y voleibol, será construida por la empresa Arquitectura y Concreto, la cual, a través del ingeniero Jorge Mario Ospina, se comprometió con la comunidad de la zona y funcionarios municipales a realizarla en el sitio donde los vecinos quieren, siempre y cuando el terreno sí pertenezca al Municipio, como aseguran.
Esta certificación la debe dar la Secretaría de Hacienda a Planeación, para así autorizar la obra. De estar pendiente de tal gestión, quedó encargada Amparo Gaviria, vicepresidenta de la Junta Administradora Local, quien insistió en agradecer a la dirección de Planeación y a la firma constructora el interés manifestado en los últimos días en complacer a la comunidad.

Trasladarán los juegos infantiles
Por el momento, se prevé que la cancha tenga una dimensión de 22 metros por 11, “una malla lateral para que el balón no se vaya a la quebrada y poder elevar globos y reunirnos”, como lo desean los vecinos. También se requiere la construcción de un muro de contención de dos metros de altura. Así mismo, Arquitectura y Concreto se comprometió, a solicitud de los habitantes del sector, a trasladar al lado de la futura cancha los juegos infantiles situados 40 metros más abajo, los cuales hacen parte del polémico parque recreativo que la misma firma construye hace varios años en el área pero que no ha sido terminado debido a múltiples problemas con el terreno (lea en www.vivirenelpoblado.com el artículo “Sin estrenar, este parque es una ruina”, publicado en la edición anterior). Lo significativo ahora es que los constructores, quienes están cumpliendo una obligación urbanística, darán gusto a la comunidad para que los juegos y la cancha queden cerca a sus casas. De esta manera, el antiguo e inconcluso parque solo quedará con un mirador, un teatrillo y los senderos peatonales. “Esos espacios vamos a entregarlos en perfecto estado, ya hicimos varias obras para estabilizar terrenos”, dijo el ingeniero Ospina.

“Sí las recibimos”
A propósito de este tema, el Director de Planeación, Carlos H Jaramillo, aclaró que por una información errónea en su despacho, manifestó en días pasados a Vivir en El Poblado que las obras del citado parque recreativo en Los Balsos y La Y aún no habían sido recibidas por la dependencia municipal. “Sí les dimos el recibo de obra, pero lo importante es que los constructores están comprometidos a terminarlas y entregarlas en buen estado”.

 
     
   
 

Provenza espera ayuda de la Alcaldía

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Solo basta con transitar por la carrera 36 ó la 35 entre las calles 10 y 7, para notar una buena cantidad de locales con los avisos de Se vende, Se arrienda. Provenza se ha convertido en un dolor de cabeza para muchos comerciantes y residentes. Los primeros porque no encuentran donde ubicar sus vehículos, y lo que es peor, no le pueden garantizar a sus clientes que lleguen en sus carros y hagan la compra en pocos minutos, sin ser sorprendidos por algún agente de Tránsito.
En cuanto a los habitantes, las quejas por el ruido de los espacios nocturnos son continuas, teniendo en cuenta la instalación de nuevas licoreras que permiten que su público se acomode en los muros y aceras del barrio. También les preocupa la situación del estacionamiento y la abundancia de hostales, fenómeno que ha tomado fuerza en los últimos meses.
 
     
 
 
     
 
Siguen esperando respuesta del Tránsito
Desde las últimas reuniones a finales del año pasado, en las que el Secretario de Transportes y Tránsito, Ricardo Smith, pudo conocer de primera mano la situación que agobia hace varios años a Provenza, el Tránsito de Medellín se comprometió a realizar un estudio y a diseñar la posible solución a la prolongada problemática. Hasta ahora, no se han pronunciado.
“Eso sigue igual, no hay donde parquear. Entre más se demoren peor porque más cuadras se van a desocupar. Habían prometido un poco de tolerancia mientras diseñaban la solución, pero hemos visto todo lo contrario, los agentes siguen partiendo y hay barrios como Manila donde no van”, afirmó Amparo Gaviria, líder y Vicepresidente de la Junta Administradora Local.
Paulina Arango es comerciante y opina que “los problemas con el parqueadero hacen que disminuyan las ventas, es tan complicado parquear que a los clientes no les gusta venir. Si yo solo dependiera de mi local ahí, seguro ya me hubiera ido”.
Similar piensa Cristina Gómez, dueña de un edificio en el que alquila locales comerciales, y quien no comprende por qué el Tránsito no permite estacionar en su predio, si el espacio no obstruiría ni la calle ni el andén para los peatones. “Los comerciantes se van de Provenza y en mi caso se quieren ir desesperados sin terminar el contrato de arrendamiento. Estamos pagando prediales por locales vacíos gracias a la negligencia de la Alcaldía que no plantea soluciones. Por organizar una ciudad no pueden acabar con el comercio”, dijo.

Los hostales
Otro factor determinante en la transformación de Provenza son los hostales. En los últimos tiempos se ha visto una proliferación de esta modalidad de hospedaje en el barrio, escogida en su mayoría por los llamados “mochileros”, principalmente extranjeros, que prefieren estar en un lugar barato (desde 20 mil pesos la noche), familiar y a escasas cuadras de la Zona Rosa y los centros nocturnos.
A algunos vecinos no les gusta el tipo de gente que allí se hospeda y las actividades que, suponen, realizan allí dentro.
Según Elizabeth González, Técnica Social de la Secretaría de Gobierno, “hay algunos en proceso en la Inspección porque les falta documentación que acredite que se acogieron a la normatividad de los hoteles”. Sobre las suposiciones de algunos vecinos no hay procesos en curso.

Las primeras soluciones
Desde el pasado 24 de enero, cuando la Vicepresidente de la Jal, Amparo Gaviria, realizó un recorrido por los barrios de la comuna con Yefferson Miranda, asistente del alcalde Salazar, el concejal Santiago Londoño y otros funcionarios del Municipio, varias soluciones se han planteado y se consiguió que la Alcaldía fijara su atención en algunos problemas puntuales.
“En Provenza se ha aumentado el patrullaje y han pasado fines de semana con menos ruido. Tenemos gratitud con el asistente del Alcalde que nos escuchó y nos acercó directamente a los secretarios”, dijo Amparo Gaviria. Muestra de ello ha sido las visitas de Carlos H. Jaramillo, Director de Planeación, y Sebastián Álvarez, Subsecretario de Obras Públicas, quienes se han reunido con la comunidad para planificar el arreglo de parques.
También se consiguió que la Administración Municipal destinara los recursos para la reparación de 8 motos que se encuentran paradas en la Estación de Policía.

 
 

Consorcio constructor prepara defensa ante CCI

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Deficiente señalización, falta de cerramientos adecuados, interrupción de zonas de parqueo y andenes, son algunas de las críticas que la Cámara Colombiana de Infraestructura -CCI- hizo a la Empresa de Desarrollo Urbano -EDU- por la ejecución de obras en Medellín, especialmente en El Poblado. Mediante unas carta dirigida a Carlos Mario Rodríguez, Gerente de la EDU, el Director Ejecutivo de la CCI, José Fernando Villegas, manifestó preocupación por el proceso de construcción de las obras que se han ejecutado en los últimos años en la ciudad, “las cuales no han tomado las medidas efectivas para mitigar el impacto comunitario que se debe implementar en este tipo de proyectos…” Para la CCI, el resultado es “el panorama que la ciudad tiene actualmente: una zona impactada más amplia y por más tiempo”. Está claro que el proyecto que más impactado en los últimos meses a El Poblado es la Doble Calzada Los Balsos y, por tanto, las acusaciones recaen, en gran medida, sobre ella.
En la carta, enviada con copia al Gerente del Plan Poblado, Luis Alberto García, también se enumeran otros motivos de inconformidad, como “la realización de trabajos nocturnos sin controles adecuados; la falta de pautas para el manejo de residuos sólidos; el inadecuado almacenamiento de los materiales de construcción; la incorrecta adecuación de senderos peatonales; la apertura de las vías al tránsito sin contar con el estado adecuado de las obras; la deficiente información a la comunidad sobre la emisión de vías alternas; y la falta de control de las emisiones de polvo, entre otros”.
Según la CCI, los aspectos enunciados “están proyectando una imagen de desprestigio para la ingeniería antioqueña y que obedece fundamentalmente, desde la visión de la Cámara, a la no inclusión en los presupuestos de obra de los costos del impacto comunitario especificado para cada obra”.

Gerencia del Plan Poblado respeta pero no comparte

Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado, quien ha estado al frente de proyectos viales como la ampliación de la Avenida El Poblado y la Doble Calzada Los Balsos, manifestó que “la observación de la CCI no es para desdeñar, pero hace referencia a hechos tan delicados e inaceptables como que los presupuestos de la EDU no tienen en cuenta este tipo de actividades. Eso no es cierto. La propuesta del contratista de Los Balsos establece un porcentaje del 6.1 % (840 millones de pesos) del valor total de la obra para manejo socioambiental”.
Agregó el Gerente del Plan Poblado que “el que se describe en la carta no es el comportamiento promedio ni usual de la obra, sin embargo, es posible que en la dinámica de tres o cuatro proyectos en la misma zona (como el centro comercial Santafé) se generen desajustes en aspectos como la señalización y la disposición de residuos, muchas veces por los afanes, pero siempre hemos estado vigilantes para reacomodarnos a la situación”. Así mismo, resaltó otras características particulares de la construcción de Los Balsos, entre ellas que “el esquema de desvíos sea transitorio y varíe de un mes a otro; no obstante, ha habido un esfuerzo de socialización para informar a la comunidad por dónde hay rutas alternas. Hay señales y pasacalles de desvíos, además de un refuerzo de comunicación persona a persona, a cada una de las urbanizaciones y administradores, y elementos de información que les llegan a cada hogar”.

Contratistas preparan la respuesta
Héctor Palacio, contratista coordinador del proyecto Doble Calzada Los Balsos, dijo que las tres firmas que componen el consorcio constructor (Ingevías, Pórticos y Trainco) “estamos preparando una respuesta para la CCI con copia a la EDU, en la cual se incluirán los soportes y reportes de cuándo entregamos casa a casa, unidad a unidad, las comunicaciones sobre el impacto que íbamos a generar, los volantes y afiches que hemos sacado, la señalización en todas las vías de acceso al proyecto, la página web y los pagos que le hemos hecho a EPM por el agua de consumo para riego, para disminuir el impacto de polvo. La obra perfecta, sin impacto, la vamos a tener el día que la entreguemos, de resto es una obra dinámica”.

 
     
   
 

Se avecinan los gloriosos

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En pocos días, el 28 de febrero, si nada extraordinario pasa, quienes transitan por El Poblado sentirán uno de los mejores alivios de los últimos años en materia de movilidad: podrán transitar por la Doble Calzada Los Balsos y su intercambio vial en la Avenida El Poblado, pues para esa fecha está prevista su inauguración. Valga aclarar que no se entregará al 100% , pues quedarán pendientes algunos detalles y tramos que, según Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado, se concluirían “en 15 ó 20 días, máximo”, además de otro tramo que demorará aún más y es el que está comprometido con el terreno de la discordia entre la Alcaldía y la urbanización Princesa Plaza.
Lo cierto es que por estos días, al igual que en los últimos meses, trabaja de manera intensa el consorcio contratista, conformado por las empresas Ingevías, Pórticos y Trainco, con el fin de cumplir el compromiso adquirido con el alcalde Alonso Salazar de dar al servicio la vía el último día de febrero. De acuerdo con Héctor Palacio, Coordinador de la obra, “lo que vamos a entregar significará una mejoría considerable con respecto a lo que hay ahora: quien venga por la Avenida El Poblado en el sentido norte sur, va a poder subir hacia Los Balsos mediante un giro a la izquierda, o tomar hacia Oviedo, además de otros giros que todavía no están habilitados y que darán una gran movilidad a lo largo de la doble calzada”. Son, en total, 1.400 metros en doble calzada -descenso y ascenso- desde el sector conocido como Montecanelo hasta la Avenida El Poblado. Quien baje por Los Balsos podrá tomar la avenida hacia el norte, o el deprimido para salir por detrás de Oviedo. Por el contrario, la 43A (Avenida El Poblado) hacia el sur, solo se podrá tomar cuando esté implementado el Puente Lazo Carulla, contemplado por la Alcaldía para construir en este trienio.

Puntos críticos
Al momento de su entrega, el 28 de febrero, la Doble Calzada Los Balsos presentará dos puntos inconclusos. Uno de ellos es la salida a la Transversal Inferior, en Princesa Plaza. En ese sitio habrá, temporalmente, dos carriles de subida y únicamente uno de bajada, en un tramo de 40 metros. Es decir, quienes bajen por Los Balsos a tomar la 35, encontrarán paso restringido a un carril. “Esperamos que esto quede solucionado dos meses después de que el Princesa Plaza entregue el predio a la Alcaldía”, manifiesta Héctor Palacio.
El otro sitio que no estará terminado es el lazo que rodea al Centro Comercial Santafé. Explican en la coordinación de la obra que ese muro no estará pavimentado para esa fecha.
Es posible que otro tramo no esté listo a finales de febrero; se trata de 40 metros de vía debajo del puente, “donde hemos tenido que hacer la reposición de la cobertura de la quebrada Los Balsos, con una tubería más grande porque la encontramos en muy mal estado”, asegura Palacio. No obstante, Luis Alberto García, Gerente del Plan Poblado, insiste en que ese punto sí debe estar concluido el 28, y que en el lugar sólo quedarán pendientes para entregar el 14 de marzo las dos pequeñas plazoletas que habrá bajo el puente, a los lados del deprimido. Igualmente, el 14 de marzo se prevé entregar “los andenes y todo el espacio público de la 42 hacia arriba”.

Vías por valorización: en diseño
En diversos sitios de El Poblado empezaron los trabajos concernientes a los proyectos que se construirán mediante el sistema de valorización. Se trata de levantamiento topográficos, mediciones, inventarios forestales y perforaciones para hacer estudios de suelos, parte fundamental del diseño de las obras que buscan mejorar la movilidad en la ciudad. Con base en esos estudios, y luego de oír las recomendaciones de los grupos de especialistas de la Alcaldía, se elaborarán los planos definitivos. Así mismo, la Gerencia del Plan Poblado informa que empezó el proceso con EPM “para monitorear las redes de servicios públicos de una manera más exhaustiva con el fin de que al decretar las obras no tengamos tantas sorpresas en esa materia, como sucedió con la quebrada de Los Balsos, que fue una aparición 12 metros bajo tierra”. Añade Luis Alberto García que el objetivo es que “a más tardar en agosto o septiembre tengamos diseñados totalmente cada uno de los proyectos viales para empezar su construcción, de acuerdo con lo que establezca la Alcaldía”. Los trabajos de calle, entonces, comenzaron en la calle 4Sur (donde se construirá un puente) y en la doble Calzada Los Balsos hasta la Superior.

 
     
   
 

Normatividad para piscinas, en espera

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“Los peligros inherentes al funcionamiento de las piscinas, independientemente de que la ley esté en proceso de reglamentación, no cesan. A diario mueren niños en piscinas, a diario suceden accidentes, a diario hay que tener cuidados en ellas y, desde ese punto de vista, nosotros consideramos que hay una responsabilidad de administradores y propietarios de las piscinas de garantizar unas condiciones de seguridad e higiénicas”. La afirmación es de Raúl Alberto Rojo, líder del programa de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud de Medellín, encargado, entre otros asuntos, de hacer cumplir la normatividad en lo que a piscinas se refiere.
Lo que sucede es que al entrar a regir la Ley 1409, así esté en período de transitoriedad mientras se reglamenta, quedaron sin piso las disposiciones municipales vigentes desde 2007 para la seguridad en las piscinas públicas y de unidades residenciales. Por eso “hemos suspendido la aplicación del Decreto 1589 y la Resolución 398, en los términos que se considera que están sujetos a reglamentación”. Eso quiere decir que el cumplimiento de aspectos como cerramientos y sistemas de alarma quedó suspendido mientras sale la norma nacional, o sea, que durante este semestre no habrá sanciones. Sin embargo, Raúl Alberto Rojo aclaró que la normatividad con respecto a la calidad del agua de las piscinas en la ciudad continúa vigente.

Piscinas privadas: En la mira
Pero realmente una de las novedades más significativas que contempla la nueva ley es que las piscinas privadas, es decir, de uso unifamiliar, entran a hacer parte de procesos de inspección, vigilancia y control. Antes no eran objeto de ello y en el proyecto de reglamentación está incluido. En opinión del ingeniero Raúl Rojo “eso pone en sistema de alarma un montón de propiedades, pues significa que todas las fincas de El Poblado, casas individuales, de municipios como Sopetrán, San Jerónimo y Santa Fe de Antioquia quedan sujetas a vigilancia para que cumplan las normas que determine la ley”.
Habrá que esperar entonces que el Ministerio de Protección Social entregue a mediados del año la reglamentación de la polémica Ley 1409.

Recomendaciones
Ahora muchos en Medellín se preguntan si se perdió la inversión hecha en los cerramientos y sistemas de alarma que exigían las normas que quedaron sin vigencia. “No creo que vaya a haber cambios tan radicales -expresó el funcionario. Además, conque se salve una persona, conque se evite un accidente, queda librada cualquier inversión que se haga”. Con respecto a qué va a pasar en aquellas urbanizaciones donde ya recogieron dineros para los trabajos, indicó que “serán los copropietarios quienes determinen si guardan la plata y esperan que salga la norma; son decisiones de cada administración”. Lo cierto es que una vez salga la reglamentación en el mes de julio, a las piscinas que se encuentren en construcción o en funcionamiento la ley les concederá un plazo de seis meses para que realicen las adecuaciones.
Por el momento, el líder del Programa de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud recomendó a los propietarios de piscinas en construcción que cuando hagan el recibo de obra, si no la entregan con el cerramiento apropiado, quede muy clara la condición de que en los seis meses siguientes la constructora o la empresa procederá a construirlo.

 
 

Chef Laura que Viva Antioquia Federal pero estoy harto de la “bandeja con:”

Chef Laura que Viva Antioquia Federal pero estoy harto de la “bandeja con:”
Fácil de entender cuando el personal se la pasa fumando, hablando por celular y haciendo nada, pero para hacer una arepa deA verdad o un buen chuzo ya no hay tiempo

Me gusta salir por carretera y sentarme sin afán, mientras otros manejen, a tomarme unos aguardienticos, con la peligrosa teoría tan nuestra de que así toleraré mejor la sobrecarga de fritos, grasa y carbohidratos que ofrecen en la mayoría de estaderos; que pecao las jovencitas paisas que se cuidan tanto, prefieren pedir redbull porque no hay otra cosa que “bandeja con:”, que es siempre lo mismo cambiando una de las carnes: Fríjoles mal escrito, arepa fría de paquete, patacón frito grasoso, maduro frito idem, arroz rico, huevo frito pasado, ensalada aborrecible y mal hecha de repollo con zanahoria y remolacha calada espantosa que mancha el arrocito rico, chicharrón frito, morcilla frita, chorizo frito, carne, más carne en polvo con la capa oscura de vieja; lo malo es que como nos criamos así, cada vez que quiero desafiar la dieta, me la como y lo peor de todo es que me encanta… a mí me va a dar algo.
Una cosa es que adoremos la falta de moderación y otra cosa es que, no hay derecho, a que gran parte de nuestra cocina de carretera hoy se limite a una exageración de grasa y calorías y a los mismos platos casi siempre preparados con poco cariño. Pero el problema puede ser más grave y de fondo ya que algunos, como por ejemplo el tan amado y odiado Doña Rosa, “solo le tiran piedras al que madura”, conserva dos o tres platos distintos muy propios de nuestra cultura, pero va usted a ver y es la mayoría de la gente la que pide bandeja, así que los estaderos, tienen que sacar los otros platos que no venden y se limitan a la “bandeja con”. Como si fuera poco, y lo creyeran a uno bobo, el otro plato es “fríjoles con”, que básicamente es lo mismo más poquito con nombre en bogotano. Los famosos chefs peruanos que vinieron a mi restaurante el año pasado quedaron aterrados con el desequilibrio de la bandeja y creen que ningún otro plato en el mundo tenga un balance así de harinas y proteínas juntas, millones de calorías que son la dicha para los cardiólogos de la ciudad. Pero la cosa es peor, el resto de la oferta es un chuzo de pollo y tocineta que compran listo, que asan a medias y venden crudo con la tocineta quemada y acompañan con las arepas que aborrezco de paquete que tampoco saben asar. Fácil de entender cuando el personal se la pasa fumando, hablando por celular y haciendo nada, pero para hacer una arepa de verdad o un buen chuzo ya no hay tiempo.
Y lo triste, como no me canso de repetir, es que hablamos tanto y con tanta arrogancia del boom gastronómico, cuando la cultura gastronómica de una ciudad o región la componemos todos, no solo los vanguardistas dedicados a hablar del tal boom. Se salvan, ahí está la Virgen, algunos que se mantienen en sus principios y no caen en el pecado de la “bandeja con”. Y es que la competencia motivada por envidia hace que todo el mundo venda lo mismo y se preocupe más porque su vecino vende mucho y no por su mala calidad, nula creatividad e incompetencia. La fila de carros afuera, más si son camiones, es buena señal; el parqueadero vacío y el personal afuera fumando, perversa.
Por eso ahora que está de moda estudiar cocina, los estudiantes tienen que aprender de los errores de nuestra generación y pensar en negocios nuevos, con propuestas distintas y no en tratar de imitar y quitarle los clientes al que le va bien; no es gratuito que el dicho “No puede ver un pobre con jíquera” sea antioqueño.
Y como ya lo he mencionado aquí un par de veces, lo repito como en una charla reciente a muchos periodistas del turismo, que los antioqueños perdimos la guerra de los frisoles y aunque se rieron mucho me dieron la razón. Toda la vida, hasta que llegaron los 80’s, en Medellín y Antioquia comíamos frisoles y sólo dos o tres familias rolas le decían fríjoles; como muchos eran más que cuarentones como yo, confirmaron que nos los comíamos con la s, hasta que la j y la tilde los bogotanizaron. Qué sería de la célebre jarretona para rimar con esa tilde su poética sentencia inmortal de amor: “Es que ya ni los frisoles me llaman la atención”; las trovas y la rima paisa con una esdrújula como que no van, además de aquello de los “frisoles con coles” ¿entonces qué? Yo propongo que volvamos a comer frisoles a mucho honor y que viva Antioquia Federal.
Vi a la linda chef Laura Londoño, graduada con altos honores de la escuela de Paul Bocusse en Lyon y me enteré de sus logros académicos y laborales en Europa; tan jovencita y ya tiene experiencia en Italia y se prepara para trabajar en París en un restaurantico para 20 comensales, con nada menos que tres estrella Michelin, como quien dice, mujer no llores. Hace años trabajó conmigo y ya era muy brillante por eso puedo asegurar que cuando vuelva, algún día, podrá aportarnos bastante a nuestra cocina paisa y nuestros frisoles, ahí está la Virgen.

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¿Los vinos blancos se prefieren jóvenes o de guarda?

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Publicado en la edición 384, febrero 15 de 2009
 
     
 
¿Los vinos blancos
se prefieren jóvenes o de guarda?
 
     
 
El secreto detrás de los vinos blancos se encuentra no solo en la variedad de la uva seleccionada sino en el proceso que el enólogo aplica a su producción
 
     
 

Los vinos jóvenes, ligeros y ácidos. Son todos aquellos que se deben consumir a más tardar, tres años luego de haber sido embotellados. Las variedades de uvas más populares en este rango de vinos son el Sauvignon Blanc, el Pinot Blanc, el Moscato, el Sylvaner y el Albariño. Durante el proceso de elaboración, dos factores serán esenciales para lograr con éxito un producto típico y apreciado por los consumidores: la fermentación alcohólica se hace en tanques de acero inoxidable, para evitar cualquier oxidación del vino y pérdida de los aromas más volátiles y el embotellamiento se realizará en menos de seis meses. Este embotellamiento prematuro indica también que no habrá ninguna fermentación maloláctica.

Características generales de los vinos jóvenes, ligeros y ácidos
A la vista. Su color debe ser límpido y brillante con tonalidades que varían del translúcido al amarillo pálido dependiendo de la variedad, generalmente contienen reflejos verdosos, los cuales son indicadores de juventud.
Al olfato. Imaginar todas las familias aromáticas desde los frutales hasta los florales, pasando por los aromas de especias es posible en estos tipos de vinos. Generalmente poseen aromas varietales que representan aún a ciegas la tipicidad de cada uva.
Al gusto. Poseen una acidez bien pronunciada y no deben contener azúcar residual, por lo cual pueden describirse como vinos secos. Sus aromas deben ser puros y característicos, intensos y dominantes y de una frescura natural gracias a su acidez y riqueza en pequeñas burbujas de gas.

Los vinos de guarda, con cuerpo y crianza en barril
El potencial de guarda de un vino depende directamente de la calidad de la uva con la cual se comienza el proceso. La variedad preferida por los enólogos para elaborar vinos de larga guarda es el Chardonnay, reconocida por su presencia en los viñedos de los mejores Grands Crus de la Borgoña en Francia. El mosto será fermentado en barriles de madera y tradicionalmente seguirá un proceso de fermentación maloláctica y de conservación en sus lías finas durante un periodo variable entre 9 y 24 meses. Esta crianza será favorable a nivel olfativo y gustativo gracias al refinamiento que adquiere el vino por sí solo y a la presencia de nuevos aromas tostados, de vainilla y especias provenientes del roble.

Características generales
de los vinos de guarda, con cuerpo y crianza en barril
A la vista. Las tonalidades de estos vinos se acercan más hacia las notas amarillas que con los años pasan del dorado al ámbar y del ámbar al marrón cuando tienen más de diez años en la botella.
Al olfato. En sus primeros años de vida, las notas frutales de cada variedad y la influencia de la madera serán los principales descriptores de estos vinos al igual que los aromas tostados y de la vainilla típicos de la madera. Los aromas de fruta fresca se transforman en frutos secos, los vegetales cambian de las notas herbáceas a notas de hojas secas como el tabaco y las tisanas. Con el pasar de los años nuevas notas de nueces, rancio y flores aparecen para crear un maravilloso e inesperado mundo de aromas.
En boca. En su juventud son concentrados, potentes y vivaces. Con el pasar del tiempo se vuelven más sutiles y delicados aunque conservan su fuerza y capacidad de permanecer varios segundos en la boca luego de ser ingeridos.

¿Cómo se escogen y cuánto cuestan?
Generalmente los vinos blancos de consumo ligero son económicamente más accesibles y son preferibles para el consumo del día a día. Ideales en los días cálidos del verano, estos vinos se deben consumir a bajas temperaturas (alrededor de los 12 grados centígrados) y como su nombre lo indica, deben consumirse jóvenes, por lo cual siempre se recomienda favorecer la añada más reciente. Alrededor del mundo, cualquier país del Nuevo o del Viejo Mundo produce excelentes vinos ligeros a precios variables entre los 30 mil y 100 mil pesos colombianos.
Los vinos de guarda son al contrario, mucho más costosos y escasos en el mercado colombiano. Son vinos que se deben comprar jóvenes pero esperar en la cava personal durante al menos unos cinco años o comprarse en subastas internacionales cuando han sido añejados en alguno colección personal o por las mismas bodegas productoras. Hoy en día los mejores Grands Crus de la Borgoña como son los provenientes del famoso viñedo “Le Montrachet” pueden costar a su salida al mercado entre 500 mil y 6 millones de pesos colombianos por botella. Si se venden ya añejos en subastas sus valores han llegado a los 10 millones de pesos colombianos por botella.

 
     
 
 
 

Adolfo Naranjo y Pilar Velilla

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Adolfo Naranjo y Pilar Velilla: Entre tapetes, libros y arte.

En el año 71 se conocieron y cada uno está convencido de que fue el otro quien se enamoró primero. El respeto a la individualidad, como dice Pilar, o a las tres vidas “una juntos, una mía y una de ella”, según Adolfo, han permitido a la periodista y el administrador mantener por más de tres décadas un sólido matrimonio y al mismo tiempo desarrollar conjuntamente varios proyectos de vida, primero como propietarios de una editorial, luego como corredores de arte y actualmente como galeristas y comercializadores de tapetes persas.

Adolfo está al frente de la Galería en San Fernando Plaza y Pilar lidera desde hace cuatro años el proceso de renovación integral del Jardín Bótanico. De todos modos, siempre juntos, como en este retrato tomado por Carlos Tobón hace 15 días.

Nuestras carreteras

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  Por: Juan Carlos Velez  
 
Hace unos cuantos meses traté en esta misma columna la problemática que ha venido padeciendo nuestro departamento con el estado de sus carreteras y el aislamiento que este ha presentando en los últimos años con respecto a otras regiones del país. En aquella ocasión me detuve a cuestionar la propuesta de conectar la ciudad de Medellín con el municipio de la Pintada a través de una doble calzada hasta Bolombolo, continuando luego por la marginal del Cauca hasta llegar a dicha población, por una vía de 60 kilómetros más extensa que la actual.
La verdad es que seguimos como en las mismas. Nuestra conexión con el occidente del departamento, dígase Santa Fe de Antioquia, a cada rato tiene que intervenirse por los constantes derrumbes que allí se presentan, teniendo que desviar el tráfico por un carreteable que tiene más de 60 años de construido, cuando ni siquiera existían las tractomulas. Ni que decir de la “trocha” a Urabá, que en reciente visita a esa región, el estado de la vía al mar se volvió tema obligado de todas las reuniones a las que asistí. Hay derrumbes que no se intervienen hace 7 años.
Sigamos para el suroeste. Vamos a tener una doble calzada sólo hasta Amagá. ¿Y después qué? ¿Seguiremos con la misma carretera hacia Bolombolo? Bueno, para qué hablar de la vía al Chocó, tema ampliamente tratado en los últimos días por los medios de comunicación. Para el norte del departamento, excelente la doble calzada Bello-Hatillo (sería bueno que los constructores de la doble calzada a Las Palmas y de la vía el tunel-Santa Fe de Antioquia, visitaran esta obra para que vean como se intervienen los taludes). Pero llegamos a la pendiente de Matasanos y todo lo ganado en la doble calzada se pierde en este sitio. Y ni para qué hablar de “Ventanas”, el eterno calvario para los que por allí han transitado en las últimas cinco décadas. ¿Y el oriente? Estamos comunicados hasta Marinilla por una excelente autopista, pero da grima la situación de la vía a Las Palmas y ni qué decir del camino a Santa Elena. No tengo nada contra la vía al Escobero pero no cumple las especificaciones de una carretera regional.
Miremos por otra parte algunas regiones. Bogotá cuenta con el proyecto de conexión en doble calzada hasta Buenaventura, obra que se esta construyendo y que concluye con el Túnel de la Línea que ya está en licitación. El Gobierno Nacional alista los términos de referencia para la doble calzada Bogotá-Santa Marta a través de la “Ruta del Sol”. Ya se aprobó la doble calzada Bogotá-Villavicencio y está próxima a concluirse Bogotá-Sogamoso. El Valle también ha mejorado sustancialmente su conectividad vial lo mismo que la Costa Atlántica. Queda entonces una pregunta ¿Y Antioquia cuándo va a poder decir: Tenemos dobles calzadas a Urabá, la Costa Atlántica, a Bogotá y a la Pintada? Ahí, amable lector le dejo la inquietud.

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Ellos siempre mentirán

  Por: Jose Gabriel Baena  
 
Por estos días, organizando mi paleolítica discoteca rock de LPs capitalistas, pura penetración cultural yanqui-europea, me encontré con dos antiguo discos de plástico delgaditos que venían adjuntos con las partituras en la revista “Pekín Informa” del 71 y que contienen las ocho principales canciones de la ópera “La linterna roja” a la cual tenían que asistir TODOS los niños chinos como parte de su lavado de cerebro doctrinal. En esa ópera está pintado el “concepto general” que rige la ideología revolucionaria marxista-leninista, que no es otro que el odio ciego hacia el enemigo y la venganza justiciera en busca de que la “linterna roja” permanezca encendida por siempre iluminando la sangre de sus mártires. Si esto no es una religión, “el opio del pueblo”, entonces qué es.
Veamos en resumen los perennes mandamientos que todavía son el faro de nuestra guerrilla, aplicados en el plano teatral de la “Linterna roja” traducida al criollo, y que nos da motivo justo para pensar que por mucho que la guerrilla dizque busque “acercamiento humanitario” eso no es más que una farsa dilatoria y distractora que pertenece a la franja de “combinación de todas las formas posibles de lucha”.
“Nada en el mundo puede intimidar a un comunista”, canta “El Mico Gafufo”, cuando despide al enlace que le acaba de entregar una clave secreta enviada por la guerrilla desde las montañas de Colombia.
“Soy inconmovible como una montaña”, grita “La Rata Costeña” al ser arrestado por el ejército. “Venceremos a todo enemigo y jamás nos dejaremos someter”.
“El partido me enseña a ser una mujer de acero”, canta “Sonia La demonia” cuando la van a juzgar y a extraditar, pero logra convertir la prisión en un campo de batalla. Se encuentra allí con su abuela “Misiá Escopeta”, a quien le comunica “su firme determinación de luchar hasta el fin por la revolución”.
“Mi férrea voluntad jamás podrán doblegar”, canta “Poncho Elcano” cuando lo llevan encadenado a USA, por cargos de secuestro y narcotráfico, “no piensa en su propio destino sino en la liberación completa de toda la humanidad”. “Poncho Elcano” mira hacia el futuro “hacia la brillante perspectiva del comunismo”.
“Seguir el ejemplo de estos hombres”, la canta digamos “La Perla Pietá”, hija de “El Mico”. La “Pietá” comprende la “verdad revolucionaria” a los 17 años. Su abuela “Misiá Escopeta” le había cantado la “Linterna Roja” desde que estaba en la cuna, ¡pobre criatura!
“En mi pecho el odio germinará” es otra de las arias que canta “La Perla”. El “Mico” y “Misiá Escopeta” han sido asesinados por el enemigo imperialista. Jura hacerse cargo de “la importante misión inconclusa de los mártires revolucionarios y luchar hasta su última gota de sangre para derrocar por fin al enemigo y al viejo mundo”.
“Ten el corazón rojo y la voluntad férrea de tu padre” es otra aria que cantaba “Misiá Escopeta”. La nieta largamente probada como sucesora revolucionaria tiene una voluntad ilimitada hacia el Partido y luchará contra el enemigo hasta el fin.
De última viene el aria colectiva “Las deudas de sangre se pagan con sangre” al estilo colombo-mexicano-argentino que nos viene fácil en las venas con los mariachis y el tango y la admirable herencia asesina hispano-árabe; allí se insta a los niños a que “avancen por el camino teñido por la sangre de los mártires, no olviden jamás la opresión de clase y la nacional, y mantengan la linterna roja, transmitida de generación en generación, para que resplandezca por siempre”.
En fin: esos credos operáticos son para la guerrilla como el “Señor Mío Jesucristo” de los cristianos o como el Corán para los musulmanes. ¿Será Poncho Cano todavía tan fanático? ¿Alguna vez fue creyente ardido? ¿El Gusano Mojojoy creerá en eso o se morirá de la risa? Los pobres guerrilleros niños en sus inmundas botas de caucho, ¿sabrán quiénes fueron Mao, Marx, Lenin? Pero con los militantes ciegos y sordos de este credo es con lo que deben enfrentarse las fuerzas militares y los políticos y la intelectualidad colombiana descreída y yuppie y superplay. Los intelectuales de ese lejano y extraño país llamado La Capital y que escriben entre cocteles en Semana, Cambio, El Tiempo, Soho, Don Juan, Hola y Fucsia. Ah, y El Espectador, no faltaba más. La guerrilla ha jurado tomarse el poder aunque tarde cien años. Ya llevan 50 dando bala, TNT y secuestrando en montes, pueblos, ciudades. En 2060 “El Mico versión Windows-Corel-Mac X-66” entrará triunfante a Palacio. Qué pensarán ahora en sus tumbas los Maos, Lenines y Marxes con la vuelta de tuerca de China hacia el neo-capitalismo feroz. Por aquí nos falta mucha sangre por ver todavía. Vámonos pa´cine.

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¿Por qué siempre al revés?

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  Publicado en la edición 384, febrero 15 de 2009  
     
 
¿Por qué siempre al revés?
 
     
 
Hace más de 45 años que los buses de Autobuses El Poblado Laureles suben y bajan por esta montaña, y casi desde el principio la ubicación de la terminal ha sido un problema. Así fue cuando era en el Parque de El Poblado, luego en La Cachucha y después en Los Parra y en San Lucas y en La Chacona y ahora, en la Vía Linares, al lado de El Garabato.
En una presentación para Corpoblado, Juan Bernardo Gálvez, de la Empresa de Desarrollo Urbano, Edu, la entidad encargada por la Alcaldía de la construcción de las terminales de buses, explicó que aun faltan muchas cosas para que la terminal sea construida en ese lugar, entre otras, un estudio técnico de movilidad y que el Concejo de Medellín apruebe una modificación de los usos del suelo para poder construir el edificio allí. En esa presentación el señor Gálvez argumentó una serie de razones técnicas relacionadas con la organización y el costo del transporte público para que la terminal deba estar ubicada en un lugar cercano al punto de inicio de la ruta.
Al saber estas cosas no se entiende entonces por qué la Alcaldía respalda con tanta fuerza el proyecto actual si los vecinos más cercanos han demostrado con paciencia y sensatez que ese quizás no sea el mejor punto. Si la terminal debe cerca del punto de inicio de la ruta, y en la actualidad la empresa de buses tiene un depósito en Barrio Colombia donde guarda sus vehículos en la noche, por qué cuando la comunidad sugiere que la terminal sea por esos lados, los funcionarios de la Edu descartan la idea. O por qué cuando les dicen que en la ubicación actual propuesta los buses deberán subir por calles empinadas y estrechas para llegar o salir de allí, les parece que eso no es algo que agrave más la congestión y la seguridad vial. Y nadie explica por qué la terminal, construida con dinero público, debe hacerse en un lugar en el que la tierra es objetivamente más cara que en casi todos los lugares posibles para su ubicación.
Además, la defensa cerrada de este proyecto y su ubicación, extraña aún más si se tiene en cuenta que aún no ha sido hecho un estudio técnico de movilidad, que seguramente mostrará algunas cosas obvias que padecemos quienes vivimos aquí, como que los buses tienen recorridos y horarios que poco sirven a nuestras necesidades cotidianas (laborales y familiares) de desplazamiento y que la ubicación de la terminal en el lugar propuesto no sería menos equivocada que lo que hay, por ejemplo, en Los Parra. Esperamos que en la Alcaldía entiendan esta vez que cuando llaman a la comunidad a participar de las decisiones no basta con hacer reuniones para cumplir un requisito formal, como sienten que está volviendo a suceder en este caso, según algunos de los afectados.
 
 

 
 

Beatriz Londoño

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Beatriz Londoño
 
     
 
Su caso fue detectado por casualidad, dice. Su ginecólogo le recomendó una biopsia y en la mamografía apareció lo que tanto temía. Era el año 2002, sus padres ya habían fallecido y Beatriz se tuvo que apoyar en su marido y en sus compañeros de trabajo para asumir su nuevo padecimiento.
 
     
 
 
     
 
En ese momento entendió que el cáncer no solo era para ella, que es un impacto tan grande que su familia, amigos y conocidos, terminan igualmente involucrados. Sin embargo, optó por ocultar la verdad a sus hijos de 10 y 11 años durante los primeros meses, hasta que un médico y sus compañeros de trabajo la convencieron de que les hablara de su enfermedad, para que no la vieran sufrir sin saber el motivo.
Su trabajo en el Hospital San Vicente de Paúl nunca lo dejó. Para ella fue una gran terapia en todo el proceso después de la mastectomía y la reconstrucción, y ni siquiera dejó de ejercer sus funciones cuando comenzó la quimioterapia.
Ahora Beatriz vive diferente, le agradece a sus familiares el apoyo incondicional, a su ex marido y a sus compañeros en el hospital. Se siente completamente sana y cada cuatro meses visita a su oncólogo, ya que a pesar de haber pasado 6 años de la operación, la posibilidad de volver a sufrir la enfermedad la siente latente, entre otras cosas, porque cualquier dolor lo relaciona, pero asegura que se ha ido acostumbrando y superando los miedos.
Esta incansable trabajadora ya no se apega a lo superficial, los problemas no los ve como problemas y todo lo ve más liviano. Vive feliz con sus dos hijos, ahora universitarios, y continúa su labor en la fundación Fundayama para que otras mujeres no atraviesen por lo que ella pasó.
 
 

Tener más que voluntad

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A primera vista es difícil creer que Daniel tiene algún tipo de limitación física. Gentil, alegre y sencillo, este joven de casi 25 años padece una enfermedad genética en los ojos llamada Stargardt, la cual no tiene cura hasta el día de hoy. Sus ojos son claros y azules como el agua que lo hace feliz y libre, allí no se preocupa si cogió el bus que era, y tampoco tiene que pensar en escanear fotocopias y libros para estudiar y que su computador lea las palabras que él no puede ver.
Daniel Giraldo Correa actualmente cursa segundo semestre de Negocios Internacionales en Eafit, aunque para llegar a este punto ha pasado por otras situaciones producto de su enfermedad, incluso llevándolo a otros países.
En 2001 él y su madre se fueron para Toronto, Canadá, esperanzados en un mejor futuro en un país con mayores posibilidades sociales y de apoyo a discapacitados. Allí terminó el colegio y comenzó a trabajar en fincas recogiendo flores y frutas, pero su escasa visión le quitó la oportunidad de ahorrar para estudiar en aquel país.
Sin embargo, su viaje al exterior tenía otra intención: “Por mi problema con los ojos vimos a Canadá como una salvación y posibilidad de recuperarme. Pero pasó lo mismo que antes en una cita médica en Miami, otra vez me dijeron que con mis ojos no hay nada que hacer y que me resignara”, dice.
Luego de 4 años fuera del país, en 2006 regresó por ese dolor de patria y sentimiento que tienen muchos emigrantes.

No hay límites
La enfermedad de Stargardt es tener la mácula del centro de la retina completamente ciega, y hasta ahora la medicina no le ha podido encontrar cura.
“Yo no puedo llegar a saludar a la gente porque no sé si sí es la persona que yo creo, mejor espero que me saluden. Sólo tengo visión periférica y de noche me da duro caminar. En cuanto a mi agudeza visual es 400 sobre 20 y lo normal es 20 sobre 20, osea que lo que una persona normal ve a 400 metros yo lo veo a 20”, explica.
Tener la vista limitada le ha impedido desarrollar varias actividades. Primero quiso ser neurólogo, pero por la precisión que requiere asumió que era imposible. Luego ingresó a biología en la Universidad de Antioquia, carrera que lo apasiona, pero que después de un semestre y medio tuvo que abandonar. “De graduarme me graduaba porque los profesores me ayudaban, pero a la hora de conseguir trabajo no iba a poder ejercer por mi problema”, afirma con resignación.
Ahora en Negocios Internacionales ha desarrollado su sentido auditivo, en clases toma nota en su portátil, y luego escanea libros de hasta 500 páginas para que un programa se los lea en el computador. “Para escanear me he demorado casi 10 horas, pero es hacer esto o no estudiar”.

La natación, su escape
En la piscina es feliz, ahí es uno más, tanto que ha sido Selección Colombia convencional, es decir, que competía con deportistas sin limitaciones y alcanzó a ganar medalla de plata en una Copa Pacífico.
Para los Paralímpicos de China asegura que no lo enviaron por no pertenecer a la “rosca” de Bogotá, y dice tener los mejores tiempos de Colombia y Suramérica en su categoría. Desde ya se prepara para el mundial en Río de Janeiro a finales de este año.
Aunque practica la natación desde los 11 años, sólo a partir de 2006 empezó a hacerlo a nivel competitivo, y en los pasados Paralímpicos Nacionales en Cali, se colgó dos preseas de oro en 50 y 100 metros estilo libre.
Sin embargo, Daniel reclama más derechos de igualdad y critica a la organización. “A los participantes convencionales les dieron 5 millones por medalla de oro y a nosotros no nos quieren dar ni un peso. No me parece justo que uno se está sacrificando tanto todo un año y no salgan con nada. Pido igualdad, supuestamente esa es la idea de los juegos, tener las mismas oportunidades de una persona normal. Nosotros tenemos más gastos y todo es más meritorio, si para coger un bus es complicado”, expresa indignado y alzando la voz.
Con la ayuda del deporte y su conocimiento, este hombre determinado va en búsqueda de oportunidades que le permitan incluirse en una sociedad sin discriminaciones, que lo lleven al cumplimiento de sus metas y sueños.

 
  Publicado en la edición 383, febrero 1 de 2009  
     
 
 
 

Expropiación: No es tan mala como parece

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¿Qué mecanismos legales de defensa tiene quien no esté de acuerdo con el cobro de valorización que empezará a hacerse el próximo año en El Poblado?
Si alguien tiene un reclamo, puede solicitarle al Municipio que le revise su capacidad de pago o el cálculo del derrame, porque puede ser que, por error humano, le hayan calculado áreas superiores a las que tiene. Pero si todo está en orden, usualmente lo que se hace son acuerdos de pago.

¿Hay otras formas de pago diferentes al dinero?
El Municipio puede recibir bienes en parte de pago. Ha sido una figura que se ha utilizado en otras épocas.

¿En qué ley se puede amparar el contribuyente frente a un reclamo por cobros de valorización?
No hay ley para escaparse de un cobro de valorización. Si no tiene con qué pagarlo, venda la casa o no tenga propiedades, es la mejor manera de que no lo graven.

¿Qué otro tropiezo pueden encontrar los propietarios durante un proceso de valorización?
Además del cobro al ciudadano, la valorización tiene una segunda faceta que es la compra de inmuebles para ejecutar las obras. Obedece a la Ley 388 de 1997, la cual establece unos procedimientos para adelantar un proceso llamado de adquisición forzosa o expropiación.
¿En qué consiste la expropiación?
Lo primero que hace el Municipio es decretar el inmueble como de importancia para la ciudad para la ejecución de una obra pública. Tan pronto se afecta esa propiedad a ese uso prioritario, el Municipio dispone de una herramienta mágica para comprar, pide un avalúo a una entidad autorizada como el Agustín Codazzi, Catastro Municipal, una lonja o asociación profesional. Pasa una oferta de compra y anexa ese avalúo, que normalmente es el valor que ofrece por el inmueble. El ciudadano tiene 30 días para aceptar esa decisión. Si no la acepta, y ahí de una vez se lo dicen, lo amenazan con la famosa palabra expropiación.

¿El ciudadano puede pedir revisión del avalúo?
La ley no le da ninguna opción para que pida revisión del avalúo que le pasa el Municipio, pero esa persona no tiene la obligación de aceptar esa propuesta de compra si no está de acuerdo con ella. Debe entender que el Municipio tiene derecho a comprarle de manera forzosa pero que él tiene derecho a que le paguen lo justo.

¿Cómo puede reclamar este derecho?
Si el Municipio no le está ofreciendo un valor justo, la ley contempla una instancia judicial para que un juez decida cuánto le pagan realmente en justicia.

¿Cómo llega a esa instancia?
Haciéndose expropiar, que es un proceso de adquisición donde el Estado ejerce el derecho que tiene de comprar, recibe el bien, hace un pago provisional y luego se van donde un juez para que este defina cuánto se le le debe pagar al dueño del inmueble.

¿Cómo es el proceso de expropiación?
Puede ser judicial o administrativo. Si el Estado ha sido ágil en el manejo, en cerca de 90 días está obligando a que le entreguen la propiedad, o poniéndose de acuerdo con el dueño para que se la entregue o entregando el dinero, y se inicia un proceso de un juicio que tiene un trato preferencial porque los jueces les dan prioridad a los procesos de expropiación. Ante el juez, el ciudadano puede presentar avalúos y análisis de expertos particulares y le será útil una buena asesoría en materia inmobiliaria. Mientras el juez decide, el Estado recibe la propiedad porque la necesita para ejecutar la obra y le entrega al propietario o la totalidad o un buen porcentaje del valor del inmueble, como pago provisional.

¿Y después?
El pago no solo contempla el valor del inmueble sino que es indemnizatorio. Es decir, comprende también el daño emergente y el lucro cesante (cuando se trate de negocios, el Estado debe cubrir los gastos de traslado, pagos de publicidad, brazos caídos, etcétera), tal y como lo determinó la Corte Constitucional en 2007. Además, si el juez se demora cuatro años en fallar, no le van a pagar el costo de hace cuatro años sino que en el momento de entregar el cheque se actualizan los valores al precio de ese día. En síntesis, hay que tener un poco de paciencia y de valor civil para enfrentar un proceso judicial, pero lo importante es saber que el Estado tiene que pagar lo justo.

 
  Publicado en la edición 383, febrero 1 de 2009  
     
 
 
 

Puente peatonal y puesto de policía

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La transformación que se inició hace tres años en la antigua zona industrial de Medellín, no cesará en el largo plazo y menos aún en el corto plazo. Vivir en el Poblado conoció que Bancolombia hizo los diseños y cálculos estructurales de un nuevo puente peatonal con el fin de presentarlo al Municipio para su aprobación. Este nuevo puente, con acceso abierto al público, estaría ubicado en inmediaciones de la nueva sede del banco, “sobre la Avenida Industriales, en toda la puerta del río, que es la que divide nuestras dos torres y cruza al otro lado”, manifestó Humberto Duque, Gerente de Proyectos de Edificios Corporativos de Bancolombia, quien enfatizó en que la Acción Comunal del Barrio Colombia conoce el proyecto.
El directivo añadió que “el banco está dispuesto a hacer esa inversión y dársela a la comunidad, pero necesita la colaboración porque hay que mover unas líneas eléctricas y ejecutar algunas obras públicas, que es lo que esperamos que el Municipio aporte, pues el puente lo aporta Bancolombia”.
Al respecto, Carlos H. Jaramillo, director de Planeación, dijo que el Municipio está dispuesto e interesado en mirar la propuesta de Bancolombia una vez la presente.

Sede policial
Pero además del puente peatonal, el barrio Colombia también aspira a tener en los meses próximos una sede para vigilancia de la policía en el sector. “Es un asunto que se ha trabajado entre la policía y la Acción Comunal del Barrio Colombia, de la cual nosotros hacemos parte”, informó Humberto Duque, de Bancolombia. “Nos pidieron ayuda y vamos a apoyar con el costo de diseños y, obviamente, la participación, como todos los demás vecinos y los componentes de la junta. Ya dispusimos los arquitectos y la intención. Los diseños estarán listos en un mes”.
El Subsecretario de Gobierno, Carlos Andrés Pérez, manifestó que aplauden esta iniciativa del sector privado en beneficio de la convivencia y la seguridad de esta zona en desarrollo. Sin embargo, dejó claro que al no estar contemplada por el plan de desarrollo la construcción de una subestación de policía en esta zona, su construcción, dotación y mantenimiento deberán ser asumidas en su totalidad por el sector privado. Por ahora, se proyecta que la sede policial quede ubicada en la zona verde, una especie de triángulo que hay al iniciar el costado oriental de la Avenida los Industriales, entre la sede de Bancolombia y Ciudad del Río. “La Acción Comunal del Barrio Colombia tiene la intención de seguir trabajando esto con las autoridades y de poner toda la colaboración económica que se requiera”, aclaró Humberto Duque, de Bancolombia. “Lo importante es que estén los diseños pues estos dirán cuál es la capacidad que hay, qué es lo más conveniente hacer sin dañar el urbanismo y las pocas zonas verdes que tiene este sector”. Mientras se concreta la construcción de la sede, en esta área hay vigilancia permanente por parte de patrullas, policías a pie y motorizados.

 
  Publicado en la edición 383, febrero 1 de 2009  
 

No entregarán completa la doble calzada

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El problema viene de años atrás, desde que construyeron la urbanización Princesa Plaza. Según la Administración Municipal, el terreno es una cesión vial obligada y por eso puede disponer de él en caso que lo requiera.
Hubo un primer acuerdo entre el Municipio y la urbanización con compromisos y derechos en un acta, los cuales no se cumplieron porque el predio no ha sido entregado por parte de los particulares, y eso impide hacer escritura y desarrollar el proceso de manera legal.
“Necesitamos que nos entreguen formalmente eso porque es espacio público y debemos continuar la obra. Yo espero que se resuelva antes de que concluya este contrato el 14 de marzo. Con el resto de la doble calzada estamos trabajando duro para entregarla el 28 de febrero”, afirmó el Gerente del Plan Poblado, Luis Alberto García.

Lo que hay que esperar
Actualmente el proceso se encuentra en manos de la Inspección 14B de Policía. Mientras tanto los encargados de la obra diseñan las soluciones al sector que quedará sin doble calzada cuando entreguen el resto de la vía. “Hay que hacer los diseños para mejorar la circulación en ese punto y hacerla segura. En el plazo que tenemos no será posible entregarla, pero si el proceso avanza podemos actuar, ojalá de manera acordada con la comunidad. Lastimosamente ellos se negaron a entregar el predio sin condiciones, y si es del Estado no tienen por qué ponerlas. Les habíamos propuesto un cerramiento o el traslado de juegos, entre otras cosas, incluso sin ser nuestra obligación”, dijo García.
Sin embargo, el funcionario también aclaró que la obra no se quedará incompleta. Que si el plazo se termina, culminarán esa parte de la vía en otro contrato, para lo que es necesario contar con el predio lo antes posible.
La Inspección de Policía informó que “el jueves 29 se les venció el plazo para interponer el recurso de reposición. Ahora tienen 60 días para entregar voluntariamente, y si no, el Municipio dispondrá del predio’’, dijo la Inspectora encargada, Liliana Osorio.

 
  Publicado en la edición 383, febrero 1 de 2009  
 

Sin estrenar, este parque es una ruina

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Al lado derecho, subiendo por la Loma de los Balsos, en La Y, hace varios años se construye un parque recreativo que por lo interminable empieza a asemejarse a un mito griego, el de Penélope, la de Ulises, quien destejía de noche lo que tejía de día. Pues este parque no es que lo deshagan de noche los constructores, sino que el terreno se encarga de destruirlo una y otra vez. Todas las reparaciones que le hacen, se deshacen de la noche a la mañana; la cancha de microfútbol, el pozo de patinaje, los andenes peatonales y el teatro al aire libre se agrietan y hunden, “y hasta los desagües que se instalan a los pocos días se revientan”, aseguran los vecinos. Se trata de una obligación urbanística que tiene con el Municipio una empresa constructora, pero, por obvias razones, los habitantes de la zona no se han beneficiado de él. Por eso en diciembre pasado, la comunidad del sector elevó un derecho de petición al alcalde Alonso Salazar en el cual le solicitó reemplazar esta obra por un parque verde o ecológico, y pidió la construcción de una placa polideportiva en un sitio cercano. Además, alertó sobre un eventual represamiento de la quebrada La Aguadita, debido a los continuos movimientos de tierra.

“No hay riesgo”: Planeación
Sobre estas peticiones, el Director de Planeación Municipal, Carlos H. Jaramillo, manifiesta que hay confusión por parte de la comunidad “porque nada tiene que ver la obligación urbanística de unos constructores, con un parque recreativo que debieron haber gestionado por presupuesto participativo”. No obstante, el funcionario reconoce que “desde el principio ha habido dificultades con esa obligación urbanística; problemas con los árboles y el terreno que ocasionan que se averíen los trabajos. Incluso Planeación hizo modificar los diseños”. Lo que descarta Jaramillo es que la zona esté en riesgo. “No reviste peligro para la comunidad”, asegura, pero deja claro que sólo recibirá las obras “cuando estén estables y puedan ser usadas”

“La culpa es de un lleno inadecuado”
Henry Londoño, integrante de la Junta de Acción Comunal y uno de quienes firmó el derecho de petición, atribuye la desestabilización y hundimiento del terreno a que hace cerca de cinco años destruyeron allí un sembrado de árboles para vaciar la tierra de varias construcciones. “Cómo sería la cantidad de tierra que le echaron, que pinos de hasta de 30 metros quedaron cubiertos hasta la mitad y se secaron. Eso quedó filtrando agua y sobre ese lote es que están construyendo el parque. Qué peligro”. Por el momento, la única respuesta oficial que han recibido los firmantes del derecho de petición es la copia de una carta del Simpad a Metrorrío, en la que le solicita hacerse cargo de la supervisión y trabajos que requiera la quebrada La Aguadita..

 
  Publicado en la edición 383, febrero 1 de 2009