Por: José Gabriel Baena | ||
¿Somos un país “civeta”? A finales de mayo Mr. Michael Geoghegan, presidente de la Corporación Bancaria Hong-Kong-Shanghai, anunció que Colombia figura entre los que ellos denominan “países civetas”: aquellos cuya clase media emergente “en tres años superará el mundo desarrollado, medido por paridad de poder adquisitivo, una nueva clase media con acceso a todo el portafolio financiero global”. Noticia no sólo interesante en sí, sino por el nuevo término “civetas”, que diferencia a estos países de aquellos otros, más poderosos hoy, titulados países “Bric” por las iniciales de Brasil, Rusia, India y China: “Países que se abren camino en el escenario por sus altas tasas de crecimiento, sus grandes poblaciones y su voraz apetito por el consumo de nuevas marcas”.
Resulta que “civetas”, explicó el humilde magnate, se utiliza por la similitud de nuestros países con una especie de “vivérridos” o familia de mamíferos carnívoros que incluye las ginetas y civetas, arbóreos, parecidos a los gatos y a las mangostas. “Civeta” es una definición imprecisa de muchas criaturas parecidas al gato de Norteamérica, África, el leopardo asiático, el gato verdadero y el gato salvaje criollo. Sus mejores hábitats son las tierras inundables, sabanas, montañas y sobre todo selvas tropicales. La descripción es perfectamente aplicable a lo que hoy denominan “clase media colombiana vergonzante”: 32 millones de “almas” que viven del salario mínimo para abajo, por no decir que en la pobreza total. Esta cifra es del Banco Mundial, palabra de fe. Los “civetas”, por la pérdida de sus hábitats propios, están siendo considerados especies vulnerables. De manera dramática, el señor Geoghegan tiene toda la razón, y se queda corto. Pero de para arriba. La verdadera clase media-alta colombiana no sólo ya pasó por ser “civeta creciente” sino que se encamina rápidamente hacia su pertenencia al grupo “Bric”. El panorama de abrumadores edificios construídos en la montaña de El Poblado, visto desde la autopista, es angustioso y a la vez tópicamente futurista: un telón de fondo de los que llaman en el cine “mate paint”, sólo apreciable desde abajo, desde el occidente donde se apiña el 50% de los miserables de la ciudad. Los gatos erizados que viven en las montañas orientales no pueden tener vista hacia allá, aunque estén paralelas sus edificaciones de lata y de cañabrava. El grupo Hong-Kong-Shanghai agrega con alegría que en la recién capitalista China se encuentran 750 millones de oji-rasgados con su teléfono celular registrado, de los mil 200 millones de habitantes, de modo que esto nos puede prever desde ya y como ejemplo la muerte de los teléfonos fijos o “de pared” en todo el mundo. Esto era un complot fraguado y nuestras EPM están pensando en el glorioso anuncio que nos pondrá en el futuro. Si usted todavía tiene un teléfono de pared, vaya guardándolo porque será caro objeto de colección en 2011. En esta clase de inutilidades pienso siempre que voy en el Metro y paso, ya sea desde la Universidad hacia la estación Madera o desde El Poblado a Sabaneta. La miseria de los civetas humanos que pululan a lo largo de la línea es para sentarse a llorar, como los judíos bíblicos “junto a los ríos de Babilonia”. El Metro cruza airoso y veloz al lado de kilómetros y kilómetros donde nuestros auténticos ciudadanos-civetas corresponden perfectamente a sus prototipos de enciclopedia: habitan territorios inundables, cuelgan su raída hamaca entre los arbustos y su concreto es la “cañabrava”. Entre El Poblado y La Aguacatala desembocan unas diez quebradas o túneles de fábricas químicas y en sus bordes despicados nuestros civetas se las arreglan para vivir y dormir. Verdaderas especies mutantes inmunes al cianuro y los ácidos sulfúricos. Extraños anuncios pintados sobre la creencia en cierto Dios se ven a lado y lado, sobre los muros de la “quebrada Medellín” canalizada. En la misma edición del diario donde leí a Geoghegan un político decía que “el desplazamiento y la miseria son ya una profesión en Colombia”: Diplomatura oficial del Hambre. Es posible que exista un compasivo Dios “civeta” que da consuelo y narcosis a nuestros gatos humanoides colombianos, a la medianoche. Sólo esos seres lo saben. |
País “civeta”
Tres esquinas
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Tres esquinas
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Nos encontramos ante una experiencia fugaz del tiempo, de la cultura y del arte, como valores que se fragmentan y disuelven vertiginosamente, a pesar de su aparente solidez y consistencia
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Por Carlos Arturo Fernández U.
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La ciudad contemporánea tiene un carácter antimonumental. En contra de lo que ocurría en las ciudades antiguas, en las cuales el urbanismo de sectores completos se definía o transformaba para acoger y exaltar un monumento, las urbes actuales hacen primar valores más pragmáticos y económicos, además de hacer patente que aquel tipo de obra de arte respondía a pensamientos y a ideologías que ya no tienen vigencia. Por ese motivo, la escultura pierde sus tradicionales espacios exclusivos y, casi siempre, debe adecuarse a las posibilidades que le ofrecen las áreas públicas funcionales. En ese orden de ideas, uno de los principales problemas que enfrenta el escultor es el de la ubicación de su obra en el espacio disponible, a veces apenas residual; y no meramente para situarla sino para sacar de ello un enriquecimiento de significación. Alberto Uribe (Medellín, 1947) lo resuelve de forma muy original en la obra “Tres esquinas”, ubicada en el edificio San Lucas de la Serranía, en el cruce entre las Transversales Superior, Inferior e Intermedia. La escultura, en hierro pintado de poliuretano rojo, presenta, como su título indica, tres esquinas que corresponderían a un gran cubo de 15 metros de lado, del cual sólo vemos un fragmento. Realizada en 1989, la obra forma parte del amplio conjunto de trabajos que se crearon en Medellín en cumplimiento del acuerdo del Concejo Municipal que ordenaba dotar de una obra de arte ciertas construcciones de la ciudad. Coherente con ese origen, quizá el mayor logro de Alberto Uribe es el de haber creado su obra, precisamente, con relación al proceso urbanístico y constructivo de la zona y del edificio. De manera muy sofisticada, trabaja la sensación de que su cubo es apenas un descubrimiento que se produce en el curso de la excavación, al cortar la montaña para dar paso a la vía. Y, como si se tratara de un hallazgo arqueológico, se respeta lo encontrado y se mantiene su relación con el terreno, con la diferencia paradójica de que lo que aquí se descubre no es el pasado sino un presente inmediato. Nos encontramos, pues, ante una experiencia fugaz del tiempo, de la cultura y del arte, como valores que se fragmentan y disuelven vertiginosamente, a pesar de su aparente solidez y consistencia. Por lo demás, las posibilidades de reflexión que se desprenden de “Tres esquinas” de Alberto Uribe están vinculadas con un cierto carácter antimaterial y conceptual que plantea la obra. Por una parte, hay un contraste evidente entre el gigantesco volumen del cubo y la relativa ligereza de sus componentes, que tienen apenas 70 centímetros de lado. Y, por otra, sobre todo, porque “Tres esquinas” nos hace ver un cubo semienterrado que, en últimas, sólo existe a nivel conceptual: como es obvio, el artista no produce el cubo completo pero le da una existencia real e indiscutible que se nos impone a través de la intuición de las formas. “Vemos” el cubo y pensamos en sus implicaciones en un proceso que, además, hace patente el poder intuitivo y reflexivo del arte contemporáneo. *** La exposición “El cielo en la tierra”, en el Museo de Antioquia, ofrece la posibilidad de ver importantes obras de arte religioso de la colección de la Arquidiócesis de Medellín, que plantean la penetración y el mestizaje cultural y religioso durante la época colonial. Es, además, la oportunidad de percibir la riqueza de nuestro arte colonial, frecuentemente subvalorado. Con la curaduría de Sol Astrid Giraldo, la muestra estará abierta hasta el 12 de julio. |
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Tres esquinas
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Tres esquinas
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Nos encontramos ante una experiencia fugaz del tiempo, de la cultura y del arte, como valores que se fragmentan y disuelven vertiginosamente, a pesar de su aparente solidez y consistencia
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Por Carlos Arturo Fernández U.
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La ciudad contemporánea tiene un carácter antimonumental. En contra de lo que ocurría en las ciudades antiguas, en las cuales el urbanismo de sectores completos se definía o transformaba para acoger y exaltar un monumento, las urbes actuales hacen primar valores más pragmáticos y económicos, además de hacer patente que aquel tipo de obra de arte respondía a pensamientos y a ideologías que ya no tienen vigencia. Por ese motivo, la escultura pierde sus tradicionales espacios exclusivos y, casi siempre, debe adecuarse a las posibilidades que le ofrecen las áreas públicas funcionales. En ese orden de ideas, uno de los principales problemas que enfrenta el escultor es el de la ubicación de su obra en el espacio disponible, a veces apenas residual; y no meramente para situarla sino para sacar de ello un enriquecimiento de significación. Alberto Uribe (Medellín, 1947) lo resuelve de forma muy original en la obra “Tres esquinas”, ubicada en el edificio San Lucas de la Serranía, en el cruce entre las Transversales Superior, Inferior e Intermedia. La escultura, en hierro pintado de poliuretano rojo, presenta, como su título indica, tres esquinas que corresponderían a un gran cubo de 15 metros de lado, del cual sólo vemos un fragmento. Realizada en 1989, la obra forma parte del amplio conjunto de trabajos que se crearon en Medellín en cumplimiento del acuerdo del Concejo Municipal que ordenaba dotar de una obra de arte ciertas construcciones de la ciudad. Coherente con ese origen, quizá el mayor logro de Alberto Uribe es el de haber creado su obra, precisamente, con relación al proceso urbanístico y constructivo de la zona y del edificio. De manera muy sofisticada, trabaja la sensación de que su cubo es apenas un descubrimiento que se produce en el curso de la excavación, al cortar la montaña para dar paso a la vía. Y, como si se tratara de un hallazgo arqueológico, se respeta lo encontrado y se mantiene su relación con el terreno, con la diferencia paradójica de que lo que aquí se descubre no es el pasado sino un presente inmediato. Nos encontramos, pues, ante una experiencia fugaz del tiempo, de la cultura y del arte, como valores que se fragmentan y disuelven vertiginosamente, a pesar de su aparente solidez y consistencia. Por lo demás, las posibilidades de reflexión que se desprenden de “Tres esquinas” de Alberto Uribe están vinculadas con un cierto carácter antimaterial y conceptual que plantea la obra. Por una parte, hay un contraste evidente entre el gigantesco volumen del cubo y la relativa ligereza de sus componentes, que tienen apenas 70 centímetros de lado. Y, por otra, sobre todo, porque “Tres esquinas” nos hace ver un cubo semienterrado que, en últimas, sólo existe a nivel conceptual: como es obvio, el artista no produce el cubo completo pero le da una existencia real e indiscutible que se nos impone a través de la intuición de las formas. “Vemos” el cubo y pensamos en sus implicaciones en un proceso que, además, hace patente el poder intuitivo y reflexivo del arte contemporáneo. *** La exposición “El cielo en la tierra”, en el Museo de Antioquia, ofrece la posibilidad de ver importantes obras de arte religioso de la colección de la Arquidiócesis de Medellín, que plantean la penetración y el mestizaje cultural y religioso durante la época colonial. Es, además, la oportunidad de percibir la riqueza de nuestro arte colonial, frecuentemente subvalorado. Con la curaduría de Sol Astrid Giraldo, la muestra estará abierta hasta el 12 de julio. |
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Suramericana celebró 65 años con arte
Suramericana celebró 65 años con arte
Carmen Emilia Sánchez Luis Enrique Atehortúa.
Fue el momento propicio para recordar la historia de Suramericana y su aporte al desarrollo del país.
Norma Uparela, Óscar Iván Zuluaga, Alberto Sierra, Jorge Humberto Melguizo.
Carlos Mario Londoño, Fernando Yepes.
Fernando Ojalvo, Gonzálo Alberto Pérez, Cecilia Duque Duque, Laura de Gamboa, David Bojanini
Lina Roldán, María del Rosario Escobar, Marta Elena Bravo.
La presentación del libro Maestros del Arte Popular Colombiano fue la mejor manera de conmemorar los 65 años de la empresa de seguros Suramericana, cuyo apoyo a la plástica ha ido a la par de sus parámetros empresariales desde hace varias décadas.
La sala de arte del Edificio Central sirvió como escenario para una celebración que también se enmarcó dentro del Bicentenario de la Independencia y destacó las obras mencionadas en la investigación escrita y dirigida por Cecilia Duque. Aparte de la publicación, Suramericana adquirió estos trabajos artísticos para engrosar su nutrida colección.
Y es que ya son 400 obras las que Suramericana ostenta con orgullo; la primera de ellas conseguida en la década del setenta: “El Caballero Mateo”, reconocida obra de Obregón.
Esta colección privada de incalculable valor para Colombia, seguirá como uno de los tesoros más apreciados por la compañía de cara a su futuro empresarial y de apoyo artístico. Por ahora estos trabajos estudiados en la investigación del Arte Popular, estarán hasta el 30 de julio de 7:30 a.m. a 6:00 p.m. de lunes a viernes y sábados de 8:00 a 12:00 m., en una exposición que conmemora 65 años de triunfos, crecimientos económicos y que a su vez pondera el apego y reconocimiento antioqueño por la plástica.
Invitación a formar nuestro primer Convivia y primer Terra Madre
Invitación a formar nuestro primer Convivia y primer Terra Madre
Mientras disfrutaba de una generosa porción de pierna de cordero, cocida a la perfección, acompañada de polenta recién hecha y aderezada con una reducción de licor de guindas, creación de la chef, entré en conversación con ella
Estuve en abril pescando en la Patagonia, disfrutando de la belleza agreste de su paisaje y acompañado por entrañables amigos patagónicos. Como siempre que voy, visité a uno de mis restaurantes favoritos en Argentina: Pirque de Gabriela Smit, localizado en un lugar de ensueño que mira desde un promotorio el Valle del Hoyo, con sus sembrados de fruta fina y vides y serpenteado lentamente por las aguas del río Puelo. Pirque queda cerca de la localidad de El Bolsón, a unos 150 kilómetros al sur de San Carlos de Bariloche.
Mientras disfrutaba de una generosa porción de pierna de cordero, cocida a la perfección, acompañada de polenta recién hecha y aderezada con una reducción de licor de guindas, creación de la chef, entré en conversación con ella. Entre las porciones de cordero que acompañaba con sorbos de Malbec patagónico, me comentó que había sido invitada nuevamente a Italia para participar en los encuentros que promueve cada dos años el movimiento “Slow Food International”. Movimiento que inspira su vida, su trabajo en el restaurante y su relación con la impactante naturaleza circundante.
Curioso como soy, empecé a investigar de qué se trata esto de la comida lenta (slow food) y cual sería su propósito; lo que sigue es el resumen de la interesante información que he conseguido y que hoy comparto con los lectores.
En el año de 1986 Mac Donalds, la cadena de comida rápida, inauguraba su primer restaurante en el centro de Roma, iniciativa que trajo como respuesta que el señor Carlo Petrini y otros activistas interesados en preservar la buena comida, las delicias del disfrute gastronómico y el placer de una vida tranquila crearan el movimiento en cuestión, fines que posteriormente fueron ampliados con apoyar la supervivencia de nuestro planeta.
El movimiento de la comida lenta cree en una gastronomía nueva relacionada con la libertad para seleccionar, con la educación y con una aproximación multidisciplinaria hacia la comida; las que nos permiten vivir lo mejor posible usando los recursos de que disponemos. Esta manera de enfrentar la vida cuenta hoy con 100.000 miembros activos y que están distribuidos en 132 países.
El movimiento está comprometido con la protección y sustentabilidad de las distintas comidas tradicionales de calidad, sus ingredientes primarios, la conservación de métodos tradicionales de cultivo y procesamiento, y la defensa de la biodiversidad de las especies naturales y cultivadas.
Mantiene además que el único tipo de agricultura que ofrece posibilidades de desarrollo para las áreas pobres es el basado en el conocimiento tradicional de sus comunidades y desarrollada en total armonía con los ecosistemas que los rodean.
El movimiento trabaja también en la protección de lugares con valor histórico artístico y social que hacen parte del patrimonio comunitario. Para el proyecto, los consumidores también somos responsables por la exigencia de la calidad y desde este punto de vista somos considerados como co-productores.
El trabajo de la comunidad de la comida lenta se dedica a desarrollar redes que interconectan los productores con los co-productores, la educación de los consumidores y la protección de la biodiversidad gastronómica.
La primera de ellas atendida por Terra Madre, una actividad que apoya pequeñas economías locales y sustentables, está compuesta por un entramado de 5.000 productores de 1.600 comunidades, 1.000 cocineros y 400 académicos de 150 países y cada dos años realiza un evento que congrega a sus seguidores.
La segunda está relacionada con la Educación del Gusto que es el camino que permitiría preservar las cocinas regionales, los cultivos locales y aquellos productos tradicionales en peligro de desaparición debido a la invasión de la comida rápida. La educación es promovida por los denominados Convivia, que son talleres para desarrollar el conocimiento de gustos nuevos conducidos por expertos en Escuelas del Gusto o en la Universidad de las Ciencias Gastronómicas, ubicada en el norte de Italia en las localidades de Polenza y Colorno y está orientada a la educación universitaria formal y al entrenamiento de los gastrónomos del futuro.
La protección de la Biodiversidad Gastronómica está relacionada con el mantenimiento de aquellas comidas, plantaciones o prácticas tradicionales de cultivo que son llevadas a cabo artesanalmente y que cada vez más se ven desplazadas por la industria alimentaria y los grandes negocios agrícolas.
Para escribir este artículo he revisado y estudiado las páginas de Internet de “Slow Food” ( http://www.slowfood.com ) y de “Terra Madre” ( http://www.terramadre.org ), y entre otras cosas he encontrado que en Colombia hay Convivia en Bogotá, Cali y San Agustín y existen 17 comunidades asociados a Terra Madre, localizadas en diferentes zonas del país pero ninguna en Antioquia.
Personalmente pienso que la organización de la “slow food” ofrece oportunidades insospechadas para aquellas personas, entidades o comunidades interesadas en el mantenimiento y desarrollo de nuestra gastronomía y en la conservación de su patrimonio cultural.
Me gustaría conocer que algún seguidor o lector de esta columna está organizando los primeros Convivia y Terra Madre de Antioquia.
Buenos Aires, junio de 2010.
[email protected]
Lista primera etapa de renovación en El Castillo
La intervención de 5 fuentes y del jardín francés han recuperado la apariencia original del Castillo, y gracias a la política de entrada libre de la Secretaría de Cultura Ciudadana, todos los habitantes de la ciudad pueden ahora disfrutar de las exposiciones que ofrece el Museo y de sus renovados y enriquecidos espacios. “Es un desafío de esta sociedad y mío como gobernante de acercar un espacio como este para toda la ciudad”, dijo el alcalde Salazar en la ceremonia de inauguración. |
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El conflicto que sigue: niños versus viejos
Por: Juan Carlos Franco | ||
Al menos en eso creíamos los que nacimos y crecimos en la segunda mitad del siglo 20. Imaginábamos el año 2000, que se veía por allá tan lejano, tan inalcanzable, como el culmen del progreso. Nuestros problemas, tanto locales como mundiales, muy seguramente iban a resolverse con una combinación ingeniosa de tecnología y buena voluntad.
Pero el tiempo fue pasando y los problemas no se resolvían. La tecnología sí llegó (¡y de qué manera!) y nos permitió estar más comunicados y tal vez ser más eficientes, y ciertamente nos resolvió algunos problemas. Pero también nos generó otros, seguramente más complejos. El hecho es que seguimos enfrascados en innumerables conflictos: Entre clases, y sistema políticos, por narcotráfico, guerrilla, corrupción, fronteras, comercio, daños al medio ambiente y… el más inesperado de todos, entre las generaciones de un mismo país. Justamente, ¡entre padres e hijos! Todo gracias a la demografía. El siglo 20 fue el del crecimiento acelerado de la población y el siglo 21 será el de su envejecimiento. En muchos países del mundo, incluyendo Colombia, se está generando la tormenta perfecta: Nacen menos de dos bebés por pareja, los viejos viven mucho más tiempo, los fondos de pensiones -estatales y privados- están desbalanceados y los gobiernos no salen de su déficit fiscal. La economía de un país depende enteramente de la población que está trabajando en un momento dado. Con lo que estos generan, igual que en una familia, se tienen que sostener ellos y el resto de la población que no trabaja: Niños, enfermos, desempleados y retirados. Al paso que vamos, con la población en edad de trabajar creciendo muy poco (y en muchos países decreciendo), y la de retirados creciendo a muy alto ritmo, dentro de pocos años no habrá con qué pagar las pensiones de estos últimos y nuestro precario sistema de seguridad social podría colapsar. ¿Cuál es la solución? Simple y cualquiera lo sabe: Subir la edad de retiro. Que en lugar de los actuales 57 para mujeres y 62 para hombres se pueda llegar a, digamos, 62 y 67. De esta manera cada persona estaría más tiempo aportando y menos tiempo improductiva, dependiendo de una pensión que el resto de la sociedad debe financiar. El problema está en la implementación: Casi nadie que hoy esté a punto de jubilarse aceptará que le aplacen siquiera un año la llegada de cheques sin trabajar. Ningún gobierno impulsará ni ningún congreso apoyará medidas tan impopulares, aún si se aplican gradualmente. Y peor aún si además de aplazamiento hubiera reducción en el valor del cheque. Lo grave es que a la generación que hoy está entre unos 45 y 60 años, nacida durante la época de mayor crecimiento demográfico (y por consiguiente su número es mayor) se le prometieron cosas que, lamentablemente, no van a ser cumplibles: Que van a poder vivir retirados por 20 o más años percibiendo un porcentaje muy alto del sueldo que tenían al retirarse. A no ser que los niños y los jóvenes de hoy, que sí van a estar trabajando a plena capacidad, acepten pasar sus vidas con impuestos mucho mayores que los que pagamos los trabajadores de hoy para que sus poco generosos y poco previsivos abuelos vivan más. Con todo lo dramático que ha sido el tema de la salud en Colombia, podría parecer un picnic en comparación con lo que se viene en pensiones. |
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El final del infierno
El final del infierno | ||
Por: Gustavo Arango | ||
Una de las tareas más arduas que he emprendido ha sido la lectura de la Divina Comedia. Varias veces he tratado de acompañar a Dante en su viaje inconcebible; de manera repetida lo he visto saludar a ese Virgilio con quien pudo hallar el rumbo en caminos imposibles; me he adentrado con ellos en el infierno, sabiendo que después de las escenas más “dantescas” y de las penas del viaje se encuentra el paraíso; me he armado de paciencia para interpretar símbolos y para conocer montones de habitantes de Florencia de fines del siglo 13; pero nunca, hasta ahora, había podido salir de los infiernos y entrever la esperanza que ilumina el purgatorio.
Muchas razones me hicieron penoso ese viaje. La falta de compañía era una de ellas. Me ha costado encontrar hoy en día gente interesada en ese poema sobrenatural. A la soledad se le suma la ligereza con que el mundo ha llegado a descreer de la imaginería que puebla la obra de Dante. El infierno ya no asusta a nadie. Si hay cielo o purgatorio es algo que tiene sin cuidado a la mayoría. Cuesta encontrar a una persona cuyos actos estén gobernados por el temor a un castigo o por la esperanza de un premio que se encuentran más allá de los confines de esta vida. Pero aún solo y sin creyentes quiero hablar de las sorpresas que ha venido a depararme este viaje hasta el final de los abismos infernales. Quizá no esté de más decir que la arquitectura perfecta del poema está compuesta por cien cantos, de los cuales 34 corresponden al infierno, 33 al purgatorio y 33 al paraíso. Mi último viaje me había conducido hasta el canto XXX, donde fue viva la emoción al comprender que esos gigantes que parecían molinos eran el opuesto perfecto, y quizá inspirador, de los molinos que parecían gigantes en la historia de Quijano el de la Mancha. Resultaba tentadora la idea de que Cervantes había hecho una alegoría del infierno aquí en la tierra. Pero esta vez el arrojo me alcanzó para seguir más allá y me permitió adentrarme en los círculos finales. Los últimos círculos del infierno son helados y derivan sus nombres de traidores. En Caína están los que traicionaron y ejercieron violencia contra los suyos. En Antenora se encuentran los que traicionaron a su patria. En Tolomea se encuentran quienes traicionaron a sus huéspedes. En Judeca, en el fondo más hondo del infierno, están quienes traicionaron a sus benefactores. La distribución podría ser tan solo un capricho de Dante, para quien la traición era el más vil de los pecados, si no hubiera en Tolomea un complejo problema teológico: allí es posible hallar las almas de personas que aún están vivas. La explicación la da uno de los condenados: en el momento en que alguien comete una traición, su alma es conducida a ese penúltimo círculo del infierno, y el cuerpo queda a cargo de un demonio. Uno puede no creer en el infierno o los demonios, uno puede estar convencido de que las religiones están hechas para controlar multitudes; pero, si ha seguido de corazón la profunda reflexión ética que es el infierno de Dante, no puede evitar preocuparse por los riesgos que corre el alma en cada pequeño acto. Saber que el infierno es posible e inmediato para aquel que comete una traición tiene un efecto sobrecogedor. El dolor podría ser insoportable si no llegara a rescatarnos esa luz con que termina el canto XXXIV: “E quindi uscimmo a riveder le estelle”, uno de los versos más consoladores que hayan sido concebidos. Oneonta (Nueva York), julio de 2010. |
La situación del Lleras
La situación del Lleras
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Cada dos años, más o menos, durante los últimos 10 años, ha sido propuesta la peatonalización del Parque Lleras y las calles aledañas. Esas propuestas han sido surgido, con distinta intensidad y formalización, de todos los sectores involucrados en la problemática de la Zona Rosa.
En la época más dura del conflicto por la instalación de los parquímetros, la peatonalización surgió como una posible solución a la disputa de los comerciantes de entonces con la Alcaldía y la compañía Azer. Nunca se pasó de las palabras. Años después, al inicio del gobierno de Serio Fajardo, cuando después de una convocatoria del Alcalde a las entidades y personas vinculadas con el liderazgo cívico de El Poblado fueron formuladas unas intervenciones físicas de corto plazo para mejorar la movilidad vehicular, fueron esbozadas otras obras, de mayor envergadura, alcance y consecuencias, para que fuera estudiada su viabilidad por una comisión técnica. Una de esas obras era una intervención del Parque Lleras que podría incluir su peatonalización. Así empezó el Plan de Ordenamiento de El Poblado, mediante el cual se han construido entre otras, la doble calzada de Los Balsos, las reformas de La 10 y la Avenida El Poblado y el Parque Lineal de La Presidenta. Una de las ideas estudiadas por la Alcaldía en esa época era conectar el Parque Lineal con la Zona Rosa por la carrera 38, y de ahí a la recién reformada calle 10. La peatonalización era una de las opciones de más peso, pero como es obvio que la considerable inversión de dinero público que habría que hacer para construir esa obra daría un muy grande beneficio directo a un pequeño grupo de particulares, que históricamente no se ha distinguido por su civismo, el entonces alcalde Fajardo puso como condición que los comerciantes debían aportar una parte del dinero del costo de las obras. Como ya se sabe, hasta ahí llegó el proyecto porque los comerciantes involucrados, no estuvieron dispuestos a poner plata para esas obras. Solo estaban interesados en su beneficio particular. Han pasado casi cuatro años desde que la idea quedó archivada y ahora resurge, aunque con una forma diferente. Las consecuencias sí son las mismas: el beneficio económico directo de un pequeño grupo de particulares. Los problemas de convivencia siguen a la orden del día. Sin embargo, con lo dicho en el debate sobre este asunto en el Concejo Municipal a mediados de junio, parece que este gobierno prefiere dejar las cosas como están y que las contradicciones entre las partes -residentes, Alcaldía y comerciantes-se agudicen aún más, si acaso es posible. Solucionar este viejo problema no está en el Plan de Desarrollo, que es la manera como en La Alpujarra explican que algo no existe para ellos o no importa. |
Viva el jardín / Julio (quincena 1)
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Dipladenia
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De una belleza deslumbrante, esta planta posee grandes flores rosadas que se destiñen en blanco hacia el centro, formando gajos en los cuales se mezclan los botones de un rojo coral.
Le sienta bien una especie de calor húmedo, de ahí que se debe rociar con agua tibia. Debe plantarse en una maceta de buen tamaño con tierra adecuada, colocando piedritas en el fondo para lograr un buen drenaje. Permanece casi todo el tiempo en floración y aunque en épocas de invierno tiene menos flores, gana en crecimiento. Puede abonarse cada semana con fertilizante normal. Tolera muy bien el sol y se reproduce por medio de esquejes. Sus vástagos desarrollan raíces enterrándolos en tierra arenosa y deben podarse si son muchos. |
Maite Hontelé
Una alegre añoranza, es el sentimiento que transmite la música de Maite Hontelé, trompetista holandesa, pero de alma latina, pues el son, la salsa, la charanga y el cha-cha son su religión. Maestra en trompeta de jazz y música latinoamericana del Conservatorio de Rotterdam, “la mona” ha tocado con importantes grupos nacionales e internacionales, entre ellos el Buena Vista Social Club.
Desde 2009 reside en Medellín, ciudad de la que se enamoró durante una de sus giras en 2003. Actualmente, Maite prepara su participación en el North Sea Jazz Festival -el evento de jazz más grande del mundo- y en la Feria de las Flores en las Noches de Bolero y Son, presentación que es sumamente especial para ella, pues allí realizará el lanzamiento de su segundo disco: Mujer Sonora. Retratada por Carlos Tobón en 2010.
Sobre las tres formas de amor
Por: Juan Sebastián Restrepo Mesa | ||
Philia se refiere al amor admirativo, valorativo y devocional que busca la trascendencia, encontrar principios, se funda en el respeto mira hacia “arriba” y honra la grandeza de lo amado. Este amor se deriva de la función paterna. Es decir, lo aprendemos a experimentar a partir de nuestra relación histórica con el padre o otras figuras de autoridad que hayan hecho sus veces.
Ágape es el amor compasivo. No se basa en el mérito, sino en la necesidad. Es el ejercicio de la ternura, la nutrición, el cuidado y la sensibilidad a las demandas del otro. Es de tinte emocional. Se deriva de la función materna. Es decir, lo aprendemos a experimentar y vivenciar a partir de nuestra relación con nuestra madre o las figuras que hayan hecho sus veces. Eros es el amor erótico ligado a la búsqueda elemental del placer y una orientación libre hacia la felicidad. Está relacionado con los impulsos, los deseos básicos, la sexualidad y la sensualidad. Es un amor instintivo. Claudio Naranjo lo relaciona con la función inocente del niño que todos debemos desplegar libremente. Ahora bien, lo importante de este planteamiento es que estos tres amores son igualmente importantes y constitutivos. Deberíamos tener la capacidad de vivirlos de forma integrada. El problema central de la crítica del Dr. Naranjo es que nuestra sociedad escinde sistemáticamente en estas tres formas de amor. Hay, en todos nosotros una u otra forma de desequilibrio entre el amor admirativo, el compasivo y el erótico. En un mundo de capitalismo salvaje se privilegia el heroísmo solitario y tirano, el enaltecimiento del más fuerte y poderoso, poniendo en primer plano a un amor admirativo pervertido y distorsionado. El amor instintivo y el amor compasivo pasan a un segundo plano. No es de extrañar entonces que nuestra capacidad de admirar y valorar devenga idolatría y autoexaltación porque le falta compasión y deseo genuino. Nuestra capacidad empática y compasiva se vuelve dependencia, hipocresía y falso altruismo. Y nuestro amor erótico se convierte en necesidad compulsiva ligada no al placer, sino a la carencia y producto de compraventa al servicio de la seducción mendicante. Para probar lo dicho pregúntese cómo está el equilibrio de estos amores con relación a su pareja si la tiene. Fácilmente se dará cuenta de que falta alguno de los tres amores, y que esta falta le resta plenitud a la relación y genera permanentes cojeras e incesantes búsquedas, mentales o reales, de otros amores “perfectos”. Este “programa civilizatorio” nos hace compulsivamente adaptables en nuestra dependencia del afecto y nuestra vulnerabilidad a los castigos y las recompensas. |
Hoy el voto sí cuenta
Hoy el voto sí cuenta
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Creemos que la abstención no es en todos los casos una conducta que dañe la democracia. Es equivocado pensar que todas las personas que no votan lo hacen por desconocimiento, desinterés, desconfianza o apatía. La abstención puede ser también la manifestación de una opinión política y eso está garantizado por la Constitución y las leyes. Sin embargo, lo que tenemos en nuestro caso es que la inmensa mayoría de las personas que se abstienen de votar en las elecciones lo hacen por razones como las enunciadas arriba y no como expresión de sus ideas políticas.
Podríamos arriesgarnos a decir, sin temor a equivocarnos, que los millones de abstencionistas colombianos no solo no votan en las elecciones sino que en términos generales no participan de la vida pública. Le dejan la política a los mal llamados políticos (a los que usan al Estado y los cargos de elección popular para su beneficio particular). Por eso nos parece acertado que de parte de las dos campañas que este domingo 20 disputan la Presidencia de la República llamen a los abstencionistas a que se involucren, se informen, participen y voten. Creemos que en elecciones como las de este domingo votar es tanto o más importante que cuando las encuestas predicen un resultado con una diferencia mínima entre los candidatos. Esto se debe a que en una elección como esta no solo se elige a una persona para que ocupe el cargo de Presidente de la República, sino que se hace una manifestación personal de apoyo a la democracia, la forma de gobierno que tenemos, con las imperfecciones tantas veces señaladas, pero que en un balance frente a sus virtudes es claramente la mejor opción de gobierno entre las conocidas (y ensayadas) por el hombre. Como dicen en los tiempos de campaña electoral, cada voto cuenta y es la manifestación de apoyo a la forma como está estructurada nuestra sociedad. Un Presidente elegido con una baja participación electoral no tendrá el mismo soporte y autoridad moral que uno que elegido en una elección de gran participación ciudadana. El viejo discurso antisistema contra la legitimidad del Estado y la democracia colombianos se fundamenta en la histórica baja participación electoral y en la pobre calidad de la misma por los millones de votos comprometidos en la tradicional compraventa del día de elecciones. Invitamos a votar este domingo no solo por la persona que cada quien considere el mejor candidato, sino como una manera de expresar nuestro respaldo a la democracia y como una manifestación de respeto y acatamiento de la Constitución y las leyes. Esa es una expresión de mucho peso en la lucha que como sociedad libramos contra los grandes males que nos aquejan: la corrupción, el narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares. |
El increíble e irracional límite de 30
Por: Juan Carlos Franco | ||
Imagine que un Alcalde de Medellín se levanta un día muy preocupado por el daño moral que están causando ciertas películas que presentan en los teatros de la ciudad. Entonces nombra una comisión que, tras juicioso estudio, recomienda subir de 18 a 30 años la edad mínima de admisión a los teatros donde se exhiben dichas cintas. Sólo así, dice la comisión, se podrá reducir el daño moral para el espectador y mejorará la salud mental de la población.
El Alcalde acepta la recomendación y ordena instalar a la entrada de los teatros avisos enormes que dicen “Edad Mínima de Ingreso 30 años”. Inicialmente los habitantes de Medellín se sienten confundidos. La gente pregunta a los funcionarios y todos confirman que las películas sí son peligrosas para menores de 30 y que la norma es indispensable. E insisten en que ellos están en su deber de hacerla cumplir. El único detalle que no tienen en cuenta es instalar un control a la entrada de los teatros: Nadie comprueba edad, nadie pide cédulas ni impide que entre el que quiera. Ingresan tranquilos niños de segundo de primaria en paseo, familias con niños en brazos, aún las hijas de 8 y 10 años del Alcalde… Y cuando un observador externo se para en la puerta del teatro y pregunta a un alto funcionario de la administración sobre semejante incoherencia, el diálogo típico es: Obs: Señor funcionario, pero mire por favor, esos niños entrando y aquí por todos lados dice que la película es para mayores de 30. Fun: ¡Es muy importante para esta administración preservar la salud mental, la moral y las buenas costumbres de la población! ¡No ingresa nadie menor de 30! Obs: Pero todos se entran, ¿acaso no los está viendo? ¿Qué le pasa? Fun: Es muy importante para esta administración preservar la salud… Exactamente esto ocurre hoy en Medellín con las señales de tránsito. Y exactamente en esa tónica ambigua e indolente han respondido las consultas que este columnista ha hecho sobre el ridículo límite de velocidad de 30 km/h que han impuesto para casi todas las vías de El Poblado, incluyendo la carretera de Las Palmas. Dicen que lo hacen para protegernos de los peligros de ir más rápido. Por supuesto, como en el caso relatado de edad mínima 30 años, todos sabemos que es tan extravagante este límite de 30 km/h que a los conductores no se nos pasa por la mente cumplirlo. Ni a las autoridades se les ocurre hacerlo cumplir, tan ingenuas no son. Compruébelo usted, todos los vehículos circulan por allí entre 60 y 90 km/h. Es como si hubieran recibido un enorme cargamento de señales sólo con el número 30 y tuvieran que “desencartarse” sembrándolas por todos lados. ¿Qué importa que sea una vía amplia y de doble calzada? ¿O que nos costó miles de millones y fue planeada para “mejorar la movilidad”? Para tener una mejor idea, a 30 km/h es que se pasa cautelosamente sobre un resalto, por ejemplo en la loma de ISA: La señales ahí muestran el resalto e indican este límite. ¿Cómo pueden pretender que también circulemos a ese ritmo subiendo o bajando por Los Balsos, Las Palmas y otras? Lo triste es que son los propios funcionarios burlándose de sus señales, pues terminan siendo sólo ornamentales. Con lo cual logran que todas las demás señales de la ciudad pierdan sentido y autoridad. En síntesis, Alcalde y Secretarios: Si las quieren dejar, ¡por favor háganlas cumplir! O si no las quieren/pueden hacer cumplir, ¡por favor háganlas cambiar! |
Cyberbullying o acoso cibernético
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En las dos últimas generaciones hemos visto cambios tan drásticos en las formas de comunicación de los menores, que no hemos tenido tiempo de asimilar las consecuencias de esos cambios. Hace unos años, a lo máximo que podían aspirar los menores era a tener una extensión telefónica en su cuarto. Esa habitación era compartida con un hermano y el contacto con el exterior era regulado en todo o en parte por los padres. Hoy en día, cuando la mayoría de niños y adolescentes tienen al menos una cuenta de correo electrónico y de mensajería instantánea, para no mencionar a todos los que usan redes sociales como Facebook y Twitter, y todos los que tienen su propio teléfono celular como mínimo con la posibilidad de enviar y recibir mensajes de texto y fotos, su propio computador y su propio cuarto, no es de extrañar que las formas violentas de comportamiento que se ven en los pasillos de los colegios, ahora viajes por las redes informáticas. El cyberbullying o ciberacoso implica el uso de tecnologías de información y comunicación para deliberada y repetidamente ejercer comportamiento hostil por parte de un individuo o grupo, con la intención de dañar a otros. Y es un problema grave que afecta a muchas familias. El cyberbullying se hace por medio del correo electrónico, los mensajes de texto (SMS), los mensajes multimedia (MMS), la mensajería instantánea (IM), los blogs y las páginas web difamatorias. Bullying y cyberbullying El cyberbullying, como otras formas de bullying, se da en el cruce entre el control y el poder en el contexto de las relaciones interpersonales. Los que acosan tratan de ejercer poder y control sobre otros a los que consideran más débiles que ellos. Los que acosan quieren hacer sentir a sus víctimas que carecen de algo, que hay algo malo en ellas, pero las víctimas deben saber que no hay nada fundamentalmente malo con ellas y sí con quienes las acosan. El cyberbullying se diferencia del bullying de varias maneras. Mientras el segundo se da en la mayoría de los casos por fuera de la vista y percepción de los adultos, el primero está totalmente por fuera de su alcance pues sucede entre personas de la primera generación de seres humanos que está siempre en línea y por esa misma razón, por estar siempre conectados, las víctimas lo sufren más a menudo y con más intensidad. Esta generación es la primera que está todo el tiempo en comunicación sin supervisión y con formas casi siempre desconocidas por los adultos. Además, el cyberbullying es diferente del bullying porque cuenta con el supuesto anonimato que brinda Internet, los ataques pueden llegar a más personas en menos tiempo y los atacantes a menudo no aprecian el daño que causan (a diferencia de lo que sucede con una agresión física). También es diferente porque los ataques suceden de forma y en momentos por fuera del alcance legal y la supervisión de los colegios: el acoso se hace primordialmente vía Internet en los computadores personales, es decir, en el cuarto de la víctima, o mediante los teléfonos celulares. Miedo a la desconexión |
El Poblado ya tiene Plan de Desarrollo
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Luego de varios meses de trabajo, quedó trazada la ruta de desarrollo de El Poblado hasta 2020, plan elaborado por Corpoblado, Esumer y el CES. Según la Alcaldía de Medellín, el Plan de Desarrollo de El Poblado, como el del resto de comunas y corregimientos, se creó pensando en articularse al Plan de Desarrollo Municipal y deberá ser tenido en cuenta por los futuros gobiernos. Frente a su alcance y contenido, Juan Diego Tobón, decano de Psicología del CES y miembro del equipo coordinador del Plan de Desarrollo Local, informó que “esta propuesta está compuesta por líneas estratégicas, programas y proyectos que se espera puedan ser puestos en ejecución de manera articulada, comprometiendo recursos de Presupuesto Participativo, recursos adicionales del Municipio y vinculando a todas las organizaciones presentes en la Comuna 14”. ¿Cuándo se pondrá en operación el Plan de Desarrollo de El Poblado? ¿Cuáles son las líneas estratégicas del Plan de Desarrollo de El Poblado? ¿Cuáles son las propuestas específicas para desarrollar estas líneas estratégicas? |
Encerrona de película
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Aspectos del operativo contra las carreras ilegales de motocicletas. (Foto cortesía Estación de Policía de El Poblado). | ||
El primero de estos operativos ocurrió el jueves 12 de junio entre las 8 de la noche y las 5 de la mañana. Requirió una preparación minuciosa y una logística especial por parte de la Policía y la Secretaría de Tránsito pues la labor no era nada fácil: interceptar, perseguir y poner en cintura a los cientos de motociclistas que en los dos últimos años han hecho de la Vía Las Palmas y la variante al aeropuerto José María Córdova una pista clandestina de piques y carreras, sobre todo los jueves en la noche, tal y como lo informó en su momento Vivir en El Poblado. Hace varios meses las quejas eran frecuentes por parte de usuarios de esta vía, quienes sienten su seguridad amenazada al quedar en medio de los veloces conductores, muchos de los cuales se pasan los vehículos de manera imprudente. Sin embargo, las autoridades poco o nada hacían para controlar las competencias, entre otras cosas porque no más con verlos los motociclistas salían en desbandada a velocidades difíciles de igualar y trasladaban sus carreras para la carretera a Guarne. La molestia y las quejas iban en aumento. Precisamente en la redacción de Vivir en El Poblado recibimos en días recientes un correo de Alejandro Múnera, habitante de la Comuna 14, en el cual manifestaba que “no sé a quien corresponda, si a la Policía o al Tránsito, el establecer los debidos controles para que se termine de raíz con algo que comienza a volverse costumbre: grupos de amigos en 20 y 30 motos de alto cilindraje que convierten a la Vía Las Palmas en sitio de alta competición, generalmente en las noches de semana, con lo que no solo arriesgan sus vidas sino las del prójimo y de paso atormentan con el tremendo ruido el sueño que comenzamos a conciliar quienes debemos madrugar a trabajar al día siguiente. Una pista para volvérselo más fácil a las autoridades de tránsito: les gusta entre Carulla y el Colegio Latino, y a veces bajan por la loma del Padre Marianito (Chuscalito)”. Continuarán los operativos |
Viva el jardín / Junio (quincena 2)
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Fittonia
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Planta foliácea ornamental, decorativa por el diseño de sus hojas que semejan un conjunto de venas blancas sobre un fondo verde claro. Es fácil de cultivar si se tiene en cuenta que necesita de una atmósfera muy húmeda, lo que se logra rociando con frecuencia las hojas con agua tibia. Los conocedores no recomiendan emplear agua fría o salida de la llave. Sus raíces no poseen mucha profundidad, pero le permiten a las hojas una gran amplitud, lo que implica emplear macetas anchas y de poca altura. No tolera el sol directo, así que debe protegerse prefiriendo la sombra.
Existen variedades con venas rojas, que crecen más lento. |
Óscar Mesa Rodríguez
Óscar Mesa Rodríguez una voz crítica, con recorrido.
Hace 40 años el arquitecto que diseñó el edificio del Teatro Metropolitano, el IDEA, la Sede de Investigación de la Universidad de Antioquia y un largo etcétera, recibió su título en la Universidad de Washington, institución en la que también hizo su maestría. Su primer trabajo en la ciudad fue el proyecto habitacional Los Rincones, cuando encima de la Avenida El Poblado no se podían construir edificios de más de ocho pisos. “Hoy las ciudades nuestras son diseñadas por los políticos y unos cuantos ingenieros viales sin pedir concepto de urbanistas calificados. Por eso ahora es absurdo pensar que la movilidad se mejora sólo ampliando vías”. Óscar Mesa hace estas afirmaciones con vehemencia desde su oficina, todavía con mesa grande para expandir planos de arquitectura y dibujo. En la pared una foto suya en una carrera organizada por Coltejer, es una fiel descripción de alguien que, a sus 65 años, aún trota 42 kilómetros y se siente libre con un buen recorrido. Carlos Tobón lo retrató en 2010.
Carlos Julio Calle
Desde su juventud a Carlos Julio Calle le apasionaron las ciudades y sus potencialidades, tal y como lo confirma su hijo Carlos Eugenio, quien lo acompañó en esa empresa que significó el diseño del edificio Inteligente de las Empresas Públicas.
Su apasionamiento por los espacios citadinos lo llevó a estudiar arquitectura en la Facultad de Minas y a especializarse en Diseño Urbano en Inglaterra, para luego convertirse en socio fundador de A.I.A. Arquitectos Asociados. Como “un hombre universal, pendiente de la literatura, la música, los desarrollos tecnológicos, además de profesor de muchas de las personas que han diseñado edificaciones en la ciudad”, así lo define su hijo Carlos, quien lo acompaña en estos momentos de convalecencia en un hospital, a la espera de su pronta recuperación. A sus 80 años es descrito además como un defensor de la priorización de otros aspectos de Medellín como urbe, por encima de las eternas discusiones sobre la movilidad. Carlos Tobón lo retrató en 2009.
Qué robadera
Qué robadera | ||
Al parecer es una misma banda la que está cebada en La 10 y sus alrededores. Este año han hecho de las suyas y han asaltado varios negocios -dañan techos, puertas y ventanas para entrar a los locales- y los robos a automóviles -espejos, insignias, accesorios, etcétera- , y atracos a conductores y peatones, son cosa de todos los días. Los afectados, en muchos casos, desisten de las denuncias porque el proceso es engorroso y, en cierta forma, desconsiderado con las víctimas. El modus operandi de la banda es reconocido, al punto de que se sospecha de que en la banda hay menores de edad, y los comerciantes están, con sobrada razón, muy alterados por lo que está sucediendo. Si a esto se suma la desatención de las autoridades -las quejas de los robados contra el trato recibido en la Fiscalía, las inspecciones y la Policía son repetitivas- el panorama es desconsolador. El nuevo Comandante de la Estación de Policía, por el poco tiempo en el cargo, dice no conocer bien lo que está pasando, en cuanto a casos puntuales, y promete reunirse con la comunidad. Advierte, sin embargo, que el número de agentes disponibles es inferior a las necesidades de seguridad de El Poblado, y que esa situación es igual en todo el país. En Colombia hay menos policías de los que se necesitan. Para dar una medida de la situación, en enero llegaron 1.200 policías nuevos a Medellín, pero se jubilaron 700, según informó un funcionario de esa institución. A esto hay que agregarle el acelerado aumento de la población de El Poblado, no solo en habitantes sino en empleados (cifras oficiales hablan de 132 mil 747 habitantes aproximadamente), y las estrategias y los recursos de seguridad son los mismos de cuando éramos alrededor de 80 mil. En pocas palabras, la mejoría de la seguridad es un mito urbano, al menos en nuestras calles. En esta edición hay un reportaje en el que contamos solo algunas de las muchas historias que conocemos de robos en este sector. Pero la situación no es diferente en otros barrios de El Poblado, y si vamos al caso, en toda la ciudad. La promesa de las autoridades siempre es que tratarán de dar un mejor rendimiento con los pocos recursos que tienen, y para eso piden el compromiso de la ciudadanía con información y denuncias. Pero aquí es donde se cierra el círculo. Los afectados se quejan de lo inútil de dar información y denuncias, y nosotros damos fe de eso con esta “anécdota”: Cuando indagamos el año pasado a la Policía de Infancia y Adolescencia por sus programas para atender a los gamines de El Poblado, nos respondieron con otra pregunta: ¿Y es que en El Poblado hay gamines? Como se infiere, no tenían programas para un problema que no sabían que existía. |
Qué robadera
Qué robadera | ||
Al parecer es una misma banda la que está cebada en La 10 y sus alrededores. Este año han hecho de las suyas y han asaltado varios negocios -dañan techos, puertas y ventanas para entrar a los locales- y los robos a automóviles -espejos, insignias, accesorios, etcétera- , y atracos a conductores y peatones, son cosa de todos los días. Los afectados, en muchos casos, desisten de las denuncias porque el proceso es engorroso y, en cierta forma, desconsiderado con las víctimas. El modus operandi de la banda es reconocido, al punto de que se sospecha de que en la banda hay menores de edad, y los comerciantes están, con sobrada razón, muy alterados por lo que está sucediendo. Si a esto se suma la desatención de las autoridades -las quejas de los robados contra el trato recibido en la Fiscalía, las inspecciones y la Policía son repetitivas- el panorama es desconsolador. El nuevo Comandante de la Estación de Policía, por el poco tiempo en el cargo, dice no conocer bien lo que está pasando, en cuanto a casos puntuales, y promete reunirse con la comunidad. Advierte, sin embargo, que el número de agentes disponibles es inferior a las necesidades de seguridad de El Poblado, y que esa situación es igual en todo el país. En Colombia hay menos policías de los que se necesitan. Para dar una medida de la situación, en enero llegaron 1.200 policías nuevos a Medellín, pero se jubilaron 700, según informó un funcionario de esa institución. A esto hay que agregarle el acelerado aumento de la población de El Poblado, no solo en habitantes sino en empleados (cifras oficiales hablan de 132 mil 747 habitantes aproximadamente), y las estrategias y los recursos de seguridad son los mismos de cuando éramos alrededor de 80 mil. En pocas palabras, la mejoría de la seguridad es un mito urbano, al menos en nuestras calles. En esta edición hay un reportaje en el que contamos solo algunas de las muchas historias que conocemos de robos en este sector. Pero la situación no es diferente en otros barrios de El Poblado, y si vamos al caso, en toda la ciudad. La promesa de las autoridades siempre es que tratarán de dar un mejor rendimiento con los pocos recursos que tienen, y para eso piden el compromiso de la ciudadanía con información y denuncias. Pero aquí es donde se cierra el círculo. Los afectados se quejan de lo inútil de dar información y denuncias, y nosotros damos fe de eso con esta “anécdota”: Cuando indagamos el año pasado a la Policía de Infancia y Adolescencia por sus programas para atender a los gamines de El Poblado, nos respondieron con otra pregunta: ¿Y es que en El Poblado hay gamines? Como se infiere, no tenían programas para un problema que no sabían que existía. |
Anatomía de la melancolía
Anatomía de la melancolía
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Aún hoy resulta imposible rastrear las miles de fuentes que Burton utilizó para ilustrar su tratado sobre la insensatez y la tristeza humanas
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Por: Gustavo Arango | ||
La pregunta sobre los libros y la isla desierta quedó casi sin sentido cuando Chesterton respondió que llevaría un manual para construir embarcaciones. Pero, como hay otro tipo de islas, todavía se justifica responder qué elegiríamos si alguna circunstancia nos dejara con un libro para acompañar la vida. Cuando pienso en esas cosas, considero y descarto El astillero (¿Qué sentido tendría anhelar un hogar cuando no queda nadie?), la Biblia (su tremendismo puede ser exasperante), el I Ching (la naturaleza seguirá cumpliendo sus ciclos) y me quedo con un libro donde el entretenimiento y el consuelo se combinan en proporciones ideales. Muchos escritores han tratado de crear “el libro total”. Plutarco se dedicó a biografiar notables de Grecia y Roma. Santo Tomás de Aquino se propuso entender a Dios y, después de unas visiones inefables, su cerebro se fundió. Balzac quiso ser el notario de toda una sociedad. Joyce le aplicó toda clase de lentes a un día en la vida de un pobre diablo. García Márquez quiso escribir las venturas y desventuras de todas las estirpes. Pero creo que quien más cerca estuvo de lograrlo fue un modesto curita de Oxford, a través de la más humana de las emociones.
El cinco de diciembre de 1620, a los 43 años de edad, Robert Burton puso punto final a su primera versión de un libro monumental, “Anatomía de la melancolía”. Aún hoy resulta imposible rastrear las miles de fuentes que Burton utilizó para ilustrar su tratado sobre la insensatez y la tristeza humanas. El libro de Burton se divide en tres partes. La primera, es un prólogo en el que Demócrito junior (un seudónimo al que renuncia en las últimas páginas) se dirige al lector y expone los alcances de su esfuerzo. Luego vienen una sección donde se exponen las causas de la melancolía y otra más donde se proponen remedios. Dadas las proporciones de este libro, de casi mil páginas, dedicaré los próximos meses –por lo demás propicios para la melancolía– a ponderar la riqueza de cada una de esas partes. El prólogo de “Anatomía” es, por sí solo, una obra maestra. De la mano de filósofos y poetas de todos los tiempos Burton nos muestra una sabiduría destilada hasta la esencia. Parece estar comentando nuestra historia reciente cuando afirma que “al crimen, cuando es próspero y exitoso, se le llama virtud”, o cuando dice que “donde hay miedo y sufrimiento no puede haber sabiduría”. Sin haberse tomado la molestia de conocernos, nos recuerda que “normalmente a los más ladrones, a los villanos más desesperados, a los bribones traicioneros, a los asesinos inhumanos, a los miserables temerarios, crueles y disolutos, se los llama espíritus valientes y generosos”. Cita a Horacio para explicarnos que nuestra libertad se pierde por culpa de nuestros deseos: “Aquel que desea también teme, y aquel que teme nunca podrá ser libre”. Realiza un inventario de la estupidez humana y concluye que parte de esa misma estupidez está en el hecho de que “todos nos creemos sanos y nos burlamos de los demás”. Burton, por supuesto, se cuida de no excluirse: “Soy tan estúpido y loco como cualquier otro… los hombres sólo dejan de ser estúpidos cuando dejan de ser”. Los últimos veinte años de su vida solitaria y silenciosa los pasó dedicado a revisar y reeditar su obra maestra, un libro que consuela, que divierte, que transmite alegría. Se conoce muy poco sobre su vida y su muerte. Gustavo Ibarra Merlano dice que Burton se suicidó, pero me ha sido imposible comprobarlo. Suponiendo que ése fuera su final, ya el mismo Burton había explicado la ironía cuando dijo que los que curan a otros rara vez pueden curarse de su propia enfermedad. Oneonta (Nueva York), junio de 2010. |
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Alcaldía defiende su diseño
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El ingeniero Jose Darío Aristizábal propone rediseñar el puente de la Calle 4 Sur. | ||
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El ingeniero Aristizábal recomienda “un puente en arco en tubos de acero como el de Lupu, en Shangai, una solución más eficiente, un 50% más económica y más bella”. | ||
Primero invitado por la Veeduría Ciudadana para la valorización en El Poblado y luego por la SAI, el ingeniero civil y profesor de Análisis y Diseño de Puentes en la Facultad de Minas, José Darío Aristizábal, ha expuesto públicamente varias críticas al diseño del puente de la Calle 4 Sur, el cual será ejecutado con recursos de la Alcaldía de Medellín. Aunque en un principio estuvo incluido dentro del paquete de obras a construir por valorización, hace varios meses la Alcaldía anunció que solo sus aproximaciones viales se adelantarán mediante este sistema. Según Aristizábal, quien se ha destacado internacionalmente como investigador en ingeniería estructural, “se puede construir un puente mucho mejor, mucho más económico, estético, más resistente a los ataques del hombre (terroristas) y la naturaleza (sismos, corrosión, vientos), con bajos costos de mantenimiento y duradero (más de 100 años de vida útil)”. En su opinión, es equivocada la decisión de construir un puente atirantado para una luz de sólo 108 metros, como en este caso, “de dos torres con muy poca estética y costosas. Los puentes atirantados de hoy son muy elegantes y estéticos, con una luz principal que excede los 1.000 metros”. Agrega que “esta obra no es económica, ni estética, ni eficiente, ni duradera. Obedece a una mala planeación, a una arquitectura e ingeniería muy pobres”. En su reemplazo, recomienda “un puente en arco en tubos de acero como el de Lupu, en Shangai, una solución mucho más eficiente, un 50% más económica y más bella para la ciudad”. El diseño cumple el objetivo |
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Cierres diurnos en la Avenida El Poblado
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El motivo de esta alteración en la circulación es la instalación de la última capa de pavimento que requiere la Avenida, trabajos que deberán hacerse en horario diurno para garantizar su óptima calidad, según lo indicó la Secretaría de Obras Públicas. Las labores se adelantarán inicialmente en la calzada oriental, de lunes a sábado, de 8 a 11 de la mañana y de 2 a 5 de la tarde. La recomendación de la Administración Municipal a la ciudadanía es tomar vías alternas. Aunque la selección de estas rutas adicionales dependerá del destino final, se prevé que tanto la Avenida Las Vegas como la Vía Regional asumirán buena parte del tráfico vehicular. La ciudadanía puede obtener más información sobre esta intervención en las líneas 323 5005 ó 321 241 3773. |
Corpoblado habla de valorización
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Diego Restrepo, Presidente de Corpoblado. | ||
Con posiciones claras y conscientes de la importancia de la valorización en la comuna, Corpoblado participa en la socialización del proceso y convoca a la comunidad en general a asistir a un foro en el Auditorio San Fernando Plaza, el próximo viernes 11 de junio a las 2:00 p.m. Están invitados concejales, Director del Fonval, junta de propietarios, gremios y el Alcalde de Medellín, Alonso Salazar. Diego Restrepo, Presidente de Corpoblado, que afirmó que el Plan de Desarrollo se presentará el 16 de junio a las 9:00 p.m. por Telemedellín, habló con Vivir en El Poblado sobre valorización. ¿Qué posición tienen frente a la valorización? ¿Cómo cree que ha sido la socialización por parte del Municipio? ¿Ven equivocaciones en las obras? ¿Por qué se oponen al traslado de la Virgen de La Aguacatala? ¿Cómo analiza obras como el Puente de la 4 Sur y la calle 34? |
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El Tesoro La Y: con arraigo en El Poblado
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Su Junta de Acción Comunal, con 27 años de existencia, es reconocida como una de las más activas de la Comuna 14, promotora de procesos de avance para la comunidad, entre ellos la construcción del acueducto. “Siempre nos hemos identificado como habitantes de El Poblado, desde cuando este se fundó”, dice María Eugenia Mesa, presidente de la Junta de Acción Comunal. Añade que “los primeros habitantes de El Poblado eran los mayordomos de todas esas fincas, dueños de lo que ahora se llama El Tesoro La Y, lotes que han pasado de generación en generación. Por eso para nosotros es una sorpresa que de la noche a la mañana nos digan “ustedes son de Santa Elena”, y que existe un decreto desde el año 2000, decreto que nunca socializaron con la comunidad, del que nunca nos informaron nada”. Los habitantes de El Tesoro La Y, al igual que los de El Guamal, viven su cotidianidad en El Poblado: estudio, trabajo, ruta de buses, actividades sociales, culturales, cívicas, comunitarias y religiosas. Ir a Santa Elena les tomaría mínimo 40 minutos en bus para poder asistir a las reuniones del Presupuesto Participativo. Debido a esta distancia es que jamás han tenido nexo alguno con este corregimiento, como no sea un paseo eventual. |
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La calle sustituyó al parque
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Esta calle era hace unos meses la zona verde que la comunidad tanto defendió. A pesar de las protestas, la vía está casi terminada aunque el Municipio de Envigado analiza si repone el verde en otro sector del barrio. | ||
Diagonal a La Frontera, en la Avenida El Poblado con la calle 23 Sur, barrio Bosques de Zúñiga, decenas de personas se juntaron con pancartas y arengas para impedir el inicio de una obra vial que acabaría con un bosque donde los niños jugaban y que era hogar de algunas especies animales. Según la comunidad, este espacio está escriturado como zona verde peatonal y sólo sería revisado en caso de emergencia, y para ellos este no es el caso. Para la Alcaldía de Envigado, el desarrollo de esa vía estaba contemplada desde el Plan Vial de 1970. Así las cosas, cuando un juez levantó la medida cautelar sobre la acción popular interpuesta por la comunidad, unos 30 miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (Esmad), ingresaron al parque desplazando la pacífica protesta para darle inicio a la demolición y al proyecto vial que hoy en día se desarrolla. Impotencia y desengaño “Una vía necesaria” |
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Las raíces de El Guamal
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Una de sus fundadoras es Pastora Martínez, quien hace 56 años llegó a la zona con su esposo procedentes de Guatapé, para instalarse en una propiedad cedida por su jefe, un conocido industrial antioqueño, el mismo que años después les cedió el terreno. “Desde ese momento nos sentimos de El Poblado”, dice hoy, a sus 88 años. Recuerda Pastora que como único vecino tenían en ese entonces al señor Eliseo Muñoz. “Poco a poco las familias se fueron multiplicando y el sector fue creciendo hasta convertirse en lo que es hoy”. A lo largo de estos años, la vida de El Guamal se ha desenvuelto en El Poblado, en todos los aspectos. La nuera de Pastora, Ángela María Escobar, quien arribó al barrio en 1974, cuenta, por ejemplo, que sus cuñados y cuñadas estudiaron en establecimientos educativos de la Comuna 14, como la escuela Diego Echavarría, la Francisco Herrera Campuzano y el Instituto El Poblado. Así mismo, actividades sociales, labores notariales y otro asuntos de la vida cotidiana como mercar, ir al médico, o bautizarse, casarse e ir a misa lo han hecho y lo seguirán haciendo en El Poblado. Por eso, el saberse excluidos de la Comuna 14 lo han recibido como una especie de desplazamiento y piden sea reconsiderada la decisión, que les parece traída de los cabellos. |
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Maestros que reflejan nuestra identidad
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Colombia, un país con amplia diversidad cultural y geográfica, fue el escenario para la investigadora y artista Cecilia Duque Duque durante cerca de 4 meses en los que recorrió departamentos como Boyacá, Antioquia, Amazonas, Guajira, Nariño, Huila y Cundinamarca, entre muchos más. Su labor: encontrar aquellos artistas silenciosos que con su trabajo le han dado cierta identidad a sus poblaciones, por ejemplo la cerámica en El Carmen de Viboral, lo textil en la cultura Wayúu en la Guajira, la talla en madera y el barniz en Nariño, la cestería en varios municipios de Córdoba y la joyería de Mompox, entre otros. Suramericana en su aniversario 65 quiso vincularse a la cultura nacional financiando la producción del libro “Maestros del arte popular colombiano”, 287 páginas que muestran el trabajo de la investigadora, llenas de fotografías e historias de cada maestro encontrado en el camino. Además, sus productos fueron adquiridos para montar la exposición que reposa hoy en la Sala de Arte de Suramericana. La investigación de su vida La bella Colombia |
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Se quedan en El Poblado
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Los sectores El Guamal y El Tesoro La Y sí podrán participar este año del proceso de distribución del Presupuesto Participativo de la Comuna 14 con miras a ejecutar en 2011. Así lo aseguró Johanna Ramírez, Coordinadora Zonal de Presupuesto Participativo en las zonas 5 y 6. Tal y como lo informamos en la edición 414 de Vivir en El Poblado, tanto El Guamal como El Tesoro La Y habían sido excluidos en días recientes del proceso en la Comuna 14, para dar cumplimiento al decreto 346 de 2000, el cual estableció los límites de Medellín. Según esta disposición, El Guamal hace parte del barrio San Diego, de la Comuna 10, y El Tesoro La Y pertenece al corregimiento de Santa Elena, por tanto, con esas comunidades deberían participar en las jornadas del Presupuesto Participativo y beneficiarse de sus presupuestos. No obstante, la historia y la vida de estos dos barrios se ha desarrollado y continúa desenvolviéndose en El Poblado. Respeto a la identidad |
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¿Y dónde está el policía?
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Desde que instaló su estudio a mediados del año pasado en la Calle 9, media cuadra abajo del Parque de El Poblado, el fotógrafo Antonio Betancur ha sido víctima de tres robos: uno dentro del estudio, cuando le sustrajeron valiosos equipos de fotografía, y dos más en su carro, en momentos en que lo tenía estacionado en la calle. La última vez, a finales de mayo, le abrieron el capó y le robaron el maf o sensor del flujo de aire, cuyo costo se acerca a los dos millones de pesos, y la bocina de la alarma, que no sonó. Se dio cuenta porque se quedó varado pocos metros después de arrancar y de pagarle, claro está, a uno de los supuestos vigilantes callejeros. 15 días antes le habían robado los espejos. Es sólo uno de los múltiples casos y modalidades de robos de que han sido víctimas en días recientes comerciantes y habitantes de cercanías del Parque El Poblado, donde la permanencia de un CAI no ha sido impedimento para los delincuentes, a quienes no los atortola ni siquiera la sede del Comando de Policía, situada a escasas cuatro cuadras, en el barrio Manila. Gatos humanos Ciudadanos: impotentes Soluciones concertadas |
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Ética de bachillerato
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El profesor Nóver Ruiz con sus alumnos en el Teodoro Hertzl. | ||
El acoso en el colegio, más conocido como matoneo o bullying, seguramente pasó por nuestras vidas estudiantiles en algún momento. Se refiere a esa escena en la que alguien molesta repetidamente a otro compañero ya sea porque lo ve débil, por algún defecto o por llevar accesorios que nos parecen tan normales en la vida adulta como pueden ser unas gafas. Según las investigaciones de Enrique Chaux, unos de los expertos en bullying en Colombia, cerca del 30% de los estudiantes entre 9 y 14 años en el país sufre agresiones físicas y psicológicas. Aunque en Medellín no hay cifras concluyentes sobre el fenómeno, sí existen grupos que lo investigan. Una de las iniciativas más innovadoras para tratar de revertir la incidencia del bullying en los colegios inició en el grado décimo del colegio Teodoro Hertzl en 2008. Allí el profesor de ética, Nóver Ruiz, dividió a sus alumnos en cuatro grupos para estudiar el fenómeno. Cada uno se encargaría de analizar a un actor diferente en esta maraña de acosos; un grupo con padres de familia, otro con profesores, otro con grupos de primaria y preescolar (más de carácter preventivo), y un último con alumnos de bachillerato. “Lo más importante fue que después de desarrollar el proyecto e incluso haber ido a otros colegios a dictar conferencias, concluimos que la clave está más que todo en los mismos pares, es decir, en los mismos estudiantes”, asegura el profesor Ruiz. Este proyecto pudo establecer tres actores principales: acosadores, espectadores (pasivos y activos) y víctimas, como la clave para desarticular estos acosos, e incluso halló entre estos grupos unos subgrupos que segmentan, por ejemplo, a los acosadores. Una de las participantes del nuevo grupo Antibullying del Teodoro Hertzl es Sarita Botero, quien reconoce haber sido acosadora y se convirtió en parte del grupo de estudiantes que analizan este actor problemático. “En primaria yo siempre molestaba a una niña por ser muy mimada y encontraba razones para molestarla porque la sentía débil y ella se dejaba; le decíamos apodos, la excluíamos hasta que ella se cansó y le dijo a los padres que la sacaran del colegio. A mi no me importaba lo que dijeran los demás y cuando ella se salió no tenía a nadie a quien molestar; luego me di cuenta de que uno podría causar mucho daño a alguien solo por querer sobresalir en un grupo”. Pero el análisis de esta joven ha ido más allá, y aprovechando su situación particular ha escarbado en la psicología de un acosador. Según ella, “son personas con carácter fuerte, no dependientes, inteligentes, líderes y aparentemente fuertes emocionalmente, para que no les afecte lo que digan los demás”, dice. Incluso se habla de un acosador intelectual, que es quien planea la burla pero manda a otro para que la haga; por el contrario hay otro que la planea y ejecuta, el cual es el que más quiere sobresalir. “A los (acosadores) intelectuales les gusta molestar pero no quieren verse implicados. Ellos no tienen amigos sino seguidores y su deseo fundamental es adquirir liderazgo para que todos lo halaguen”, concluye esta estudiante. Laura Farine Builes, es otra alumna del grupo. Ella aprovechó que se sintió burlada en la primaria para sumergirse en el estudio de las víctimas. “A mí me pusieron gafas y entonces la autoestima se me vino al piso. No tenía la capacidad para afrontar esa nueva situación. Empezaron a decirme “gafufa” lo cual me generó mucha inseguridad. Llegué a tener crisis de depresión. Luego de un tiempo me di cuenta de que no podía seguir asumiendo el rol de víctima y empecé a adquirir más seguridad”, expresa Laura, quien fue operada de los ojos y advierte que no se deja de ser víctima de la noche a la mañana: para muchas personas llega a afectar su vida adulta. La clave, según esta joven, es que la víctima no enriquezca al acosador mostrándole que se siente mal, sino que debe más bien ignorarlo o ponerse por encima de él. A Enrique Birbragher, le fue asignado el componente que quizá sea el más trabajando en la actualidad: el de observador o espectador. “Siempre fichábamos como ‘nerda’ a una niña. Me empecé a dar cuenta de que si los demás compañeros no decíamos nada, le hacíamos un daño mayor a la víctima. Él acosador quiere tener el control de la situación y busca atención. Por eso la estrategia es no dársela”, explica el alumno. Este es quizá uno de los enfoques más novedosos para la solución del bullying, pues el espectador no sólo tiene el poder de frenar la situación con su indiferencia sino también la fuerza para deslegitimar lo que le hacen a la víctima, haciéndola sentir más segura para que salga de este infierno. En Medellín y en Colombia hay muchas personas interesadas en esta situación. Redpapaz, una red de padres, ofrece información valiosa para afrontar este acoso, desde el lugar que nos toque, para que no siga ocurriendo y no llegue a niveles que tengamos que lamentar. |
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Qué robadera
Qué robadera | ||
Al parecer es una misma banda la que está cebada en La 10 y sus alrededores. Este año han hecho de las suyas y han asaltado varios negocios -dañan techos, puertas y ventanas para entrar a los locales- y los robos a automóviles -espejos, insignias, accesorios, etcétera- , y atracos a conductores y peatones, son cosa de todos los días. Los afectados, en muchos casos, desisten de las denuncias porque el proceso es engorroso y, en cierta forma, desconsiderado con las víctimas. El modus operandi de la banda es reconocido, al punto de que se sospecha de que en la banda hay menores de edad, y los comerciantes están, con sobrada razón, muy alterados por lo que está sucediendo. Si a esto se suma la desatención de las autoridades -las quejas de los robados contra el trato recibido en la Fiscalía, las inspecciones y la Policía son repetitivas- el panorama es desconsolador. El nuevo Comandante de la Estación de Policía, por el poco tiempo en el cargo, dice no conocer bien lo que está pasando, en cuanto a casos puntuales, y promete reunirse con la comunidad. Advierte, sin embargo, que el número de agentes disponibles es inferior a las necesidades de seguridad de El Poblado, y que esa situación es igual en todo el país. En Colombia hay menos policías de los que se necesitan. Para dar una medida de la situación, en enero llegaron 1.200 policías nuevos a Medellín, pero se jubilaron 700, según informó un funcionario de esa institución. A esto hay que agregarle el acelerado aumento de la población de El Poblado, no solo en habitantes sino en empleados (cifras oficiales hablan de 132 mil 747 habitantes aproximadamente), y las estrategias y los recursos de seguridad son los mismos de cuando éramos alrededor de 80 mil. En pocas palabras, la mejoría de la seguridad es un mito urbano, al menos en nuestras calles. En esta edición hay un reportaje en el que contamos solo algunas de las muchas historias que conocemos de robos en este sector. Pero la situación no es diferente en otros barrios de El Poblado, y si vamos al caso, en toda la ciudad. La promesa de las autoridades siempre es que tratarán de dar un mejor rendimiento con los pocos recursos que tienen, y para eso piden el compromiso de la ciudadanía con información y denuncias. Pero aquí es donde se cierra el círculo. Los afectados se quejan de lo inútil de dar información y denuncias, y nosotros damos fe de eso con esta “anécdota”: Cuando indagamos el año pasado a la Policía de Infancia y Adolescencia por sus programas para atender a los gamines de El Poblado, nos respondieron con otra pregunta: ¿Y es que en El Poblado hay gamines? Como se infiere, no tenían programas para un problema que no sabían que existía. |
Viva el jardín / Junio (quincena 1)
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Fresal de la India
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Se trata de una fresa ornamental que se cultiva tanto como planta de interior y como enredadera. Cultivada en maceta, hay quienes la enredan en forma de corona dándole un hermoso aire. Es fácil de cultivar siempre que se cuente con un lugar luminoso. Se puede reproducir a partir de semillas y forma muchos vástagos que se deben separar por con sus raíces cultivándolo como plantas independientes. En la época de crecimiento necesita mucha agua y es conveniente mantener húmeda la tierra de la maceta. Debe abonarse con fertilizante apropiado para plantas de interior, disuelto en agua. También se puede hacer trepar la planta empleando una estaca sujeta a la maceta. Es de advertir que sus frutos no son comestibles.
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Eros y psique
Por: Juan Sebastián Restrepo Mesa | ||
Es tiempo de rendirle tributo a un viejo amigo y enemigo. Su reputación es ambigua. Para algunos ángel, para otros demonio. En la mitología griega era llamado aquel a quien los dioses temen. Se trata del dios Eros, responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo. En algunos mitos era hijo de Afrodita y Ares, pero según Platón fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explicaba los diferentes aspectos del amor.
Eros es para Octavio Paz “ese demonio o espíritu en el que se encarna un impulso que no es ni enteramente animal ni enteramente espiritual”, que puede hacernos caer en la concupiscencia y elevarnos también a la contemplación más alta. El erotismo ocupa un lugar ambiguo en el ser humano, siempre dispuesto a los volcanes de la pura excitación sexual, que no conoce períodos de celo y reposo como en el resto de los animales. Por un lado implica la vivencia del instinto sexual, pero la trasciende al plano del deseo, la imaginación, la libertad, la elección y la restricción, entre otras cosas. Digamos por el momento que Eros es mitad divinidad y mitad animalidad pura. Una primera tesis que propongo es que la sexualidad ligada a la reproducción es vital, pero es la sexualidad desligada de la reproducción; la juguetona, deseante, poética, pasional e íntima sexualidad erótica, la que define lo humano. En ella, animal, sociedad, cultura, espíritu, psiquismo, conjuran al sujeto deseante y amante. Esto supone muchas contradicciones: entre ellas, las innumerables taras producidas por ideologías que dividen mente y cuerpo, lo sagrado y lo profano, y que condenan la sacralidad del deleite de dos cuerpos en un estallido orgásmico. Para el lúcido y polémico psiquiatra Wilhelm Reich la salud mental se puede medir por el potencial orgásmico. Esto quiere decir que un individuo psíquicamente sano disfruta del sexo sin traumas o inhibiciones, y una persona neurótica no. Digámoslo de otra forma: uno se resuelve en la cama, no es necesario el orgasmo, pero la capacidad de entrega espontánea, libre, honesta, creativa y dionisiaca a otro deseado, real o imaginario, está directamente ligada a nuestra capacidad de vivir plenamente. Pero en nuestra estúpida sociedad patriarcal se le ha dado más importancia a los pesos y a las balas que a la lenta y plena construcción del placer y el deleite. Siempre pisamos la cabeza de la serpiente que simboliza la fuerza de la vida. Lo peor es que el erotismo en nuestra sociedad ha perdido su capacidad subversiva, su libertad y potencia creativa, poniéndose al servicio del mercado. Este nos dice cómo desear, nos vende una pobre imagen del erotismo, muy alejada del verdadero volcán o manantial del deseo asumido en la intimidad. La pornografía, visitante silenciosa de la mayoría de los computadores, es tediosa, repetitiva, estéril. La angustia, la compulsividad y el desencuentro se posesionan del lugar que debía ocupar el peligroso y redentor Eros. Hay que dejar claro que la proliferación desbordante de la sexualidad mercantilizada no garantiza la vivencia plena del erotismo. No es extraño que la frigidez y la eyaculación precoz sean las marcas de nuestra precaria vivencia erótica. Perseguimos las imágenes de belleza de los medios masivos, y su tonta propuesta erótica, pero a la hora de la verdad, no nos apropiamos de las artes del placer. Hay educación sexual, pero no educación erótica. Qué gran descuido de ese arte que nos hace específicamente humanos. Cuánta salud mental habría si cultiváramos, con más cuidado y arte, nuestro erotismo; si pudiéramos vivir nuestro instinto en el plano de la creatividad, el juego y el cultivo deliberado y consciente del placer. Tal vez habría más orgasmos de verdad y menos muertos. |
Luz Marina Acosta Madrid
Luz Marina Acosta Madrid. Decoración para vivir.
Hace 30 años llegó, de la mano de una pionera y comprometida de su trabajo, la idea de que un decorador es más que un asesor para comprar muebles. Con un amor infinito y un cariño particular, se dio a la tarea de cambiar el chip a quienes acudían a su experiencia. Su intención era hacerles notar que lo importante no era le belleza del comedor sino lo que pasaba en familia al sentarse a la mesa. Durante todos estos años Luz Marina Acosta siguió con esa línea de pensamiento, disfrutando de un reconocimiento que la llevó a acumular 17 exposiciones de muebles y que hoy ve desde la distancia que le confiere su nueva pasión por la creación de suculentos postres con receta francesa. Sus dos nietas la apasionan y ella sigue en su tarea de enseñarles o más bien motivarlas a entender que “ser un buen trabajador es dar un poco más de lo que te piden”. Carlos Tobón la retrató sonriente en 1996 luego de que él le pidiera que arrugara los ojos. Ante esto ella le respondió: “cómo pides que arrugue los ojos si todavía no he pagado una cirugía”.
Una tentación de belleza
Una tentación de belleza y comodidad
Libertad, seducción y triunfo, tres facetas inherentes a las mujeres actuales, son la fuente de inspiración para la nueva colección de zapatos y accesorios, Dulce Tentación. La variedad de diseños es también motivo para dejarse tentar por estas formas que premian los detalles manuales y artesanales, y que lo muestra como un producto exótico, diferente y único. Las texturas los colores y la comodidad presentan esta alternativa femenina para verse bella y estar cómoda a cualquier hora. Los zapatos y accesorios son entregados a los clientes en empaque de lujo. Mayores informes en el 444 5675.
Naturaleza urbana en El Castillo
Una exposición que invita a percibir los paisajes y su relación con la cultura y las transformaciones de la ciudad, está abierta al público en el Museo El Castillo con cerca de 30 obras, en su mayoría de gran formato, que ocupan dos salas y le otorgan un carácter urbano a la naturaleza. Cultura visual y territorio, Ciudad – Paisaje – Naturaleza, es el nombre escogido para esta muestra de acrílicos, óleos, fotografías y objetos tridimensionales, desarrollados por los artistas Alejandro Castaño, Aníbal Vallejo, Fredy Alzate, Fredy Serna, Gloria Escobar, Gloria Posada, Jesús Abad, John Jader Bedoya, Jorge Gómez, Juan Luis Mesa, Luis Fernando Escobar, Mauricio Gómez, Nadir Figueroa, Patricia Bravo y Yosman Botero. La exposición, curada por Lucrecia Piedrahíta, estará abierta hasta el 3 de junio en el Museo El Castillo, día en el que se dará entrega a la primera etapa del proyecto de renovación de sus parques y jardines de parte de la Alcaldía. El ingreso es gratuito para disfrutar de estas obras llenas de percepción y naturaleza. Recuerde los horarios: lunes a viernes de 9:00 a.m. a 6:00 p.m., sábados, domingos y festivos de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Antioquia Mía y su colección “Oasis”
Inspirada en los parques, en este caso Pies Descalzos y el Parque de los Deseos, la Corporación Antioquia Mía, por medio de su marca Moda Antioquia, presentó la colección “Oasis”, con cortes básicos, colores llamativos y estampados a manera de mapa de un tesoro pirata, que se convierten en el escenario perfecto para resaltar estos espacios. Ángela Tabares y Jaqueline Ruiz, creadoras de la colección, afirman que estos oasis citadinos son reconocidos pero no han sido explorados. Antioquia Mía, bajo la dirección y liderazgo de la Primera Dama del Departamento María Eugenia Maya de Ramos, invita a adquirir estas prendas en almacenes Exito, Tiendas del Museo de Antioquia, Flamingo, en la oficina 1211 de la Gobernación y en la tienda del Jardín Botánico. Estos recursos han logrado que 227 corregimientos de Antioquia tengan parque infantil. El programa cuenta con el apoyo de Vivir en El Poblado.
Asunto de Mujeres / Mayo (quincena 1)
Publicado en la edición 414, Mayo 22 de 2010
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Moda internacional en Oviedo
Moda internacional en Oviedo
Oviedo vuelve a demostrar que es un referente de la moda en la ciudad con su primer desfile en 2010. Son 30 años y 70 pasarelas que confirman el compromiso del Centro Comercial con los diseños más innovadores. Esta vez la invitada fue la diseñadora peruana Meche Correa con el acompañamiento de la colombiana Isabel Henao, quienes deleitaron a los asistentes con las propuestas “Texturas” y “Nocturnas y paisajismos”. La talentosa diseñadora del vecino país, una de las que más proyección tiene en Latinoamérica, mostró prendas que ponderan siempre la falda como elemento imprescindible en la mujer y con las que ha desarrollado la técnica del plisado, que les ha valido el calificativo de “faldas mil rayas” en el mundo del diseño. Isabel Henao mostró un concepto elegante y un remate con prendas para niña, muy femeninas y retomando los estampados. Cabe destacar el carácter gratuito de estos eventos, un hecho que reafirma el compromiso de Oviedo con la moda.
Meche Correa e Isabel Henao en compañía de las modelos que llevaron las prendas de sus colecciones ‘‘Texturas” y “Nocturnas y Paisajismo”.
Andrea Trujillo, Juan Esteban Pérez.
Carlos Eduardo Botero, Richard Luis.
Isabel Henao, Daniela Castaño, Salomé Echeverri.
Desde el Museo / Mayo (quincena 2)
Publicado en la edición 414, Mayo 22 de 2010
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Casa vieja – Colegio La Enseñanza
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Esta casa, modelo de la arquitectura antioqueña tradicional,
se estructura a partir de un patio central que actúa como ordenador de toda la construcción y alberga las plantas que dan luz, frescura, tranquilidad y color al ambiente |
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Por Carlos Arturo Fernández U.
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Por desgracia, durante gran parte del siglo 20 predominó entre nosotros la idea de que el progreso y el desarrollo estaban vinculados sólo con el impulso de lo nuevo, mientras que lo antiguo parecía condenarnos al atraso y la pobreza. Por eso, como resulta evidente cuando se mira el paisaje urbano de Medellín, destruimos casi todo el patrimonio arquitectónico del pasado. Parecía que aquí no hubiera casi nada que valiera la pena rescatar y conservar por encima del simple valor mercantil. Y, en efecto, casi nada quedó. La casa vieja del Colegio La Enseñanza, en la Loma de Los Balsos, es uno de los escasos ejemplos de la arquitectura tradicional antioqueña que todavía se mantiene en pie en el Valle del Aburrá, y que nos recuerda los grandes valores patrimoniales que perdimos. Según información del historiador Roberto Luis Jaramillo, la casa, construida a mediados del siglo 19, era propiedad de Luciano Restrepo Escobar quien, entre 1881 y 1885, ejerció como último Presidente del Estado Soberano de Antioquia, en el seno de los Estados Unidos de Colombia; además, Luciano Restrepo, junto con su pariente Fernando Restrepo Soto, fue uno de los primeros promotores de la industria antioqueña. El Colegio La Enseñanza, que había sido establecido en Medellín en 1899, se trasladó al sector de El Poblado en 1955. Gracias a ello, aunque la vieja casa perdió su vista sobre el paisaje del valle, ha conservado su belleza y utilidad. Siguiendo los análisis del profesor Néstor Tobón Botero, puede anotarse que esta casa, modelo de la arquitectura antioqueña tradicional, se estructura a partir de un patio central que actúa como ordenador de toda la construcción y alberga las plantas que dan luz, frescura, tranquilidad y color al ambiente. Las dependencias se desarrollan en forma de claustro, alrededor de los cuatro lados del patio, aunque el cuerpo que da hacia el oriente es sobre todo el cerramiento que separa el espacio doméstico de la finca circundante, frente a la que abre con cuerpos adicionales en forma de U. Como es habitual en este tipo de arquitectura, el patio está rodeado de amplios corredores que garantizan la separación y simultanea continuidad entre el espacio abierto y el íntimo de las habitaciones y los espacios familiares. Por su parte, el corredor externo que rodea la casa por el norte, el occidente y el sur, está cerrado por chambranas de macana que garantizan la más estrecha vinculación con el paisaje. Por lo demás, también con el paisaje regional se relacionan los materiales de construcción: tapias, pisos de piedra y ladrillo en patios y zonas interiores, pilastras y vigas de madera, techos con teja de barro. De todo ello se desprende una sensación de solidaridad y de respeto con el ambiente natural. En fin, más allá de cualquier sentimiento de nostalgia, ya inútil, esta vieja casa nos hace caer en la cuenta de lo que perdimos por el prurito de la novedad y el ansia de la ganancia inmediata; pero, sobre todo, debería servirnos para defender los restos que todavía se conservan de este riquísimo patrimonio cultural: una gran arquitectura, plena de sencillez, de sobriedad, de paz, de elegancia, de variedad y de riqueza artesanal. |
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Desde el Museo / Mayo (quincena 2)
Publicado en la edición 414, Mayo 22 de 2010
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Casa vieja – Colegio La Enseñanza
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Esta casa, modelo de la arquitectura antioqueña tradicional,
se estructura a partir de un patio central que actúa como ordenador de toda la construcción y alberga las plantas que dan luz, frescura, tranquilidad y color al ambiente |
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Por Carlos Arturo Fernández U.
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Por desgracia, durante gran parte del siglo 20 predominó entre nosotros la idea de que el progreso y el desarrollo estaban vinculados sólo con el impulso de lo nuevo, mientras que lo antiguo parecía condenarnos al atraso y la pobreza. Por eso, como resulta evidente cuando se mira el paisaje urbano de Medellín, destruimos casi todo el patrimonio arquitectónico del pasado. Parecía que aquí no hubiera casi nada que valiera la pena rescatar y conservar por encima del simple valor mercantil. Y, en efecto, casi nada quedó. La casa vieja del Colegio La Enseñanza, en la Loma de Los Balsos, es uno de los escasos ejemplos de la arquitectura tradicional antioqueña que todavía se mantiene en pie en el Valle del Aburrá, y que nos recuerda los grandes valores patrimoniales que perdimos. Según información del historiador Roberto Luis Jaramillo, la casa, construida a mediados del siglo 19, era propiedad de Luciano Restrepo Escobar quien, entre 1881 y 1885, ejerció como último Presidente del Estado Soberano de Antioquia, en el seno de los Estados Unidos de Colombia; además, Luciano Restrepo, junto con su pariente Fernando Restrepo Soto, fue uno de los primeros promotores de la industria antioqueña. El Colegio La Enseñanza, que había sido establecido en Medellín en 1899, se trasladó al sector de El Poblado en 1955. Gracias a ello, aunque la vieja casa perdió su vista sobre el paisaje del valle, ha conservado su belleza y utilidad. Siguiendo los análisis del profesor Néstor Tobón Botero, puede anotarse que esta casa, modelo de la arquitectura antioqueña tradicional, se estructura a partir de un patio central que actúa como ordenador de toda la construcción y alberga las plantas que dan luz, frescura, tranquilidad y color al ambiente. Las dependencias se desarrollan en forma de claustro, alrededor de los cuatro lados del patio, aunque el cuerpo que da hacia el oriente es sobre todo el cerramiento que separa el espacio doméstico de la finca circundante, frente a la que abre con cuerpos adicionales en forma de U. Como es habitual en este tipo de arquitectura, el patio está rodeado de amplios corredores que garantizan la separación y simultanea continuidad entre el espacio abierto y el íntimo de las habitaciones y los espacios familiares. Por su parte, el corredor externo que rodea la casa por el norte, el occidente y el sur, está cerrado por chambranas de macana que garantizan la más estrecha vinculación con el paisaje. Por lo demás, también con el paisaje regional se relacionan los materiales de construcción: tapias, pisos de piedra y ladrillo en patios y zonas interiores, pilastras y vigas de madera, techos con teja de barro. De todo ello se desprende una sensación de solidaridad y de respeto con el ambiente natural. En fin, más allá de cualquier sentimiento de nostalgia, ya inútil, esta vieja casa nos hace caer en la cuenta de lo que perdimos por el prurito de la novedad y el ansia de la ganancia inmediata; pero, sobre todo, debería servirnos para defender los restos que todavía se conservan de este riquísimo patrimonio cultural: una gran arquitectura, plena de sencillez, de sobriedad, de paz, de elegancia, de variedad y de riqueza artesanal. |
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Mandan las mujeres también en la cocina
Mandan las mujeres también en la cocina
Hace un tiempo en mis desvelos me asaltaba una gran preocupación con el legado de la cocina casera antioqueña
Cuando yo estaba chiquito la legendaria Carmelina me echaba a los gritos de la cocina cuando entraba a robar carne en polvo o pechuga desmenuzada y repetía un dicho muy popular en esa época: “pa fuera que los hombres en la cocina huelen a mortecina”, al tiempo que me amenazaba con la escoba. Mientras yo no le robara, me acogía cariñosa en su cocina y me dejaba verla transformar con magia ingredientes comunes en sabores inolvidables.
Hace un tiempo en mis desvelos me asaltaba una gran preocupación con el legado de la cocina casera antioqueña, ya que venimos por algunas generaciones de mujeres que en gran parte odian la cocina, aunque afortunadamente disfrutan y conocen la buena mesa. Hoy una nueva generación de señoritas estudiantes con gran vocación, carisma y talento nos renuevan la esperanza de mantener el bagaje culinario casero. Reconozco la gran influencia que en esto están teniendo las instituciones educativas preocupadas cada vez más por la recuperación de “lo nuestro” pero siento que falta mucho más ya que todavía muchas niñas salen muy expertas en brownies, Caesar y cocina fusión y sólo algunas preocupadas por mejorar la sopita de guineo, el dulce de moras o el sudao de posta.
Hablo en femenino porque adoro a las mujeres en la cocina. Los hombres cocinamos por pasión o por oficio, mientras ellas nacen con el sabor y la vocación de atender en su instinto. De hecho mi chef de Montelíbano hace años me hizo a un lado del fogón gracias a que cocina mil veces mejor que yo. Como lo he repetido tanto y no es por la edad, nuestra cocina ha sido un gran matriarcado que empezó con doña Maraya, doña Sofía, doña Zayda, Doña Elisa Hernández, Doña María Estela Gómez y ahora con varias genios como Anita Botero, Tere Vélez, Laura Londoño, Silvia Bravo y María Adelaida Moreno, entre muchas otras. Qué contradicción tan afortunada en un gremio universalmente masculino, y una cultura tan machista. En Antioquia las mujeres nos llevan bastante ventaja a los hombres; ellas trabajan sin cansancio y sin la arrogancia de los nuevos chef del jet set. Y de todas maneras lo que es seguro es que nadie cocina mejor que la mamá.
Sabores para el espíritu, porque no hay como comer rico
Conocí dos sitios que me reconfortaron el alma y el estómago y me revivieron el orgullo por nuestra cocina familiar. El primero, de todo mi gusto, de esos en donde los cocineros nos morimos de envidia y emoción por la armonía de sabores y el respeto por las técnicas culinarias, heredadas de su dueño canadiense de quién todos dicen fue un cocinero extraordinario como lo pudimos comprobar con mi esposa; se trata del restaurante Donde Edward en la vereda el Placer en Santa Elena; hace mucho no comía tan bueno en carretera; el arroz blanco más rico que he probado en muchos años (la vida sin arroz no es vida), y el mejor pan casero a la minuta del que me acuerde. No pude conocer más que a Sergio, el mesero experto que nos atendió con eficiencia y perfecto protocolo (tiene 10 años y está en tercero de primaria), pero pronto llevaré a mi amigo Tulio de Gastrosophía, con el que competimos por descubrir esta joyas culinarias. El otro que me sorprendió se llama María Santo, lindando con mis ídolos del Trifásico en la calle frente a Pavezgo, de dos cocineros muy estudiosos y hábiles, que diseñaron un sitio con un ambiente delicioso y una carta colombiana notable, ejecutada a la perfección. Ahí está la Virgen que no tienen tiramizú ni ningún otro oprobio neopaisa, en cambio sí tienen montones de exquisiteces llegadas de todas partes del país.
Violando como siempre mi dieta, volví a Frutos del Mar y otra vez salí convencido de que por sus sabores y servicio excepcionales, merece ser uno de los restaurantes que encabece el inventario de los iconos gastronómicos de la ciudad. Y sin que me oiga mucho la doctora Susan Cross, como si fuera poco, me tocó comerme una María Luisa de arequipe y dulce de mora de Patucha’s, donde además mi vecina Patricia prepara, con su mamá, hamburguesas de muerte, sánduches únicos y repostería clásica de exposición. Yo digo que a esta edad, chicharrón que uno deje pasar, no lo vuelve a ver. A mí me va a dar algo, que pena con la doctora.
[email protected]
Lina, la líder futbolista
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Sus compañeras la buscan, a ella llegan todos los balones para que organice el equipo, es la líder y volante que distribuye juego además de contar con su habilidad propia. Lina lleva el fútbol en la sangre, no sólo lo disfruta jugando, sino que no falta a ningún partido del Medellín y siempre está actualizada del fútbol mundial para emitir su opinión: Que el Barcelona salió campeón, que le gusta más Cristiano Ronaldo que Messi, que le gusta el estilo de jugar de “Choronta” Restrepo, y que los jugadores ante todo deben ser buenas personas y profesionales. Lina Restrepo Correa tiene 23 años y cursa el quinto semestre de Ingeniería de Producción en la Universidad Eafit, colores que defiende con orgullo, aunque también ha militado en la Selección Antioquia, un club de El Retiro y se prepara para integrar Londo Bello F.C. Esta habitante de Castropol que estudió en el Colegio Jorge Robledo, prefería jugar y ver fútbol a realizar otras actividades; su padre y su hermano, fanáticos de Atlético Nacional, lograron inculcarle la pasión del deporte más popular del mundo, pero lo que no consiguieron fue que Lina siguiera las banderas verdes, al contrario, con orgullo dice que es fanática del Dim y que sobre su tobillo derecho reposa un tatuaje con la bandera de su equipo. Más victorias que derrotas Su pasión de todos los días |
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Sigue la preocupación
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Sigue dando de qué hablar el congelamiento al que están sometidas desde principios de este año 11 mil hectáreas de tierra en el oriente antioqueño por hacer parte de la reserva forestal protectora del río Nare con el fin de construir el Parque Arví. La norma, proveniente del año 1970, sólo viene a hacerse cumplir ahora, 40 años después, mediante la resolución 021 del 5 de enero de 2010 del Ministerio de Ambiente. Ni curadurías, ni oficinas de Planeación, ni Corantioquia, ni Cornare hicieron en este lapso correctamente la labor que les correspondía de controlar la construcción y proteger la zona en reserva. De ahí que ahora se están sufriendo las consecuencias. Para el arquitecto vinculado al sector inmobiliario Felipe Rodríguez, hasta ahora las preocupaciones manifestadas han girado en torno a los recursos que están dejando de recibir los cinco municipios cobijados por la norma (Medellín, Envigado, El Retiro, Rionegro y Guarne), “que se iban a quedar sin plata porque no iban a poder aprobar licencias de construcción, que los curadores estaban muy preocupados porque no iban a poder aprobar las urbanizaciones, pero por ninguna parte se ha hablado de qué va a pasar con los propietarios, de si el Gobierno o los municipios les van a comprar sus tierras”. Compra: una solución |
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A mano limpian las quebradas
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Teniendo en cuenta el clima cambiante o la temporada de invierno que comienza en cualquier momento, una cuadrilla de obreros contratados por la Secretaría del Medio Ambiente, trabaja desde hace más de un mes en la limpieza de las quebradas La Presidenta y La Poblada. Equipados con sus botas y usando sus propias manos, los trabajadores han ingresado a los puntos críticos como el canal cercano a la Avenida Las Vegas en el caso de La Presidenta, y el trayecto paralelo a la calle 10 en La Poblada. Carlos Eduardo Macías, Subsecretario de Metro Río, explicó que “en La Presidenta llevan un mes debajo del puente al lado del Éxito, les ha tocado limpiarla a mano porque la maquinaria no cabe. Es muy importante esta limpieza para que el nivel del agua baje y no pase nada con el puente”. Henry Álvarez, capitán de la cuadrilla, informó que en esta quebrada repararon el piso desde el barrio Patio Bonito, y que en la quebrada La Poblada “estamos haciendo una limpieza total porque tiene mucha carga, en promedio hemos sacado 40 metros cúbicos en piedra y creo que vamos por la mitad. Hay piedras muy pesadas y mucha basura; al sacar esto, evitamos incidentes cuando caiga un gran aguacero. |
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Del Centro para El Poblado
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Cambio drástico. Ese es el salto laboral que acaba de dar el nuevo comandante de Policía de El Poblado, teniente coronel Javier Pérez Watts, quien por 14 meses estuvo a cargo de la seguridad en el Centro de Medellín, como comandante de la Estación Candelaria. Este barranquillero de 39 años se enfrenta hoy a los retos que le impone manejar la seguridad de la Comuna 14, zona residencial, hotelera, comercial, turística, cultural, financiera y lugar de habitación de personalidades y autoridades que requieren seguridad especial. Sabe Pérez Watts que El Poblado con la Zona Rosa, la Milla de Oro, los centros comerciales y casinos y el gran número de unidades residenciales, es eje fundamental en el progreso y la internacionalización de Medellín, de allí la enorme responsabilidad a la que se enfrenta. Aparte de su pasión por el trabajo policial y la intención de fortalecer la comunicación con la comunidad, tiene a su haber la reducción de los índices de criminalidad e inseguridad en el Centro de la ciudad. En su nueva estación, cuenta con el apoyo de 212 agentes, quienes disponen para su movilización de siete vehículos y 22 motocicletas. Hurtos y violencia intrafamiliar Plan cuadrantes |
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El Guamal y el Tesoro La Y: en el limbo
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Para los habitantes de los sectores El Guamal y El Poblado la Y, el papel puede con todo aunque la realidad sea otra. Ocurre que por años han hecho parte de El Poblado y su vida se ha desarrollado en la Comuna 14, pero el decreto 346 de 2000, el cual estableció los límites de Medellín, los dejó por fuera. El Guamal quedó perteneciendo al barrio San Diego en la Comuna 10 y El Tesoro la Y a Santa Elena. Sólo ahora, 10 años después, empiezan a sentir las consecuencias de esta determinación, toda vez que fueron excluidos del proceso de Presupuesto Participativo de la Comuna 14, pese a que habían participado en los años anteriores. Por este motivo están recogiendo firmas para solicitar al Alcalde de Medellín, Alonso Salazar, que los deje participar en el PP e impulse una reforma a los límites de la ciudad. Como lo explica el presidente de la JAL de El Poblado, Santiago Quintero, quien tomó la vocería en este asunto, “ es un decreto que no refleja el tratamiento histórico, social y cultural que le han dado a estas dos comunidades. Por ejemplo, para El Tesoro la Y la situación es bien complicada porque el acceso a los servicios de Santa Elena es muy difícil, les toca coger un bus que se demora cerca de 40 minutos, y además en este momento no se beneficiarán de los dineros del Presupuesto Participativo”. En síntesis, para este líder barrial “este es un desplazamiento a la inversa: en vez de que los desplacen del territorio, el territorio se les desplaza a ellos”. Al respecto, Adriana Zafra, Técnica de Planeación Local y Presupuesto Participativo del Municipio de Medellín, indica que al entrar en vigencia el decreto 1073 de 2009, por medio del cual se reglamenta el proceso de Presupuesto Participativo, se acogió también la normatividad vigente. “Mientras más fuerza va adquiriendo el Presupuesto Participativo, el proceso se va tornando más complejo y es necesario ajustarse a las fuentes, en este caso el Departamento Administrativo de Planeación”. Explicó que la modificación de los límites del Municipio es una decisión que requiere la participación del Concejo Municipal y que, por lo pronto, la participación de El Guamal y El Tesoro la Y en el PP debe hacerla el primero en la Comuna 10 y al segundo en el corregimiento de Santa Elena. |
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Movilidad en El Poblado, no da espera
Por: Juan Carlos Vélez Uribe | ||
Definitivamente el caos vehicular en toda la Comuna Catorce sigue siendo una de las primeras inquietudes de los ciudadanos. Cada vez se hace más difícil circular por las estrechas y mal diseñadas vías de este sector de la ciudad. La lógica de la planeación vial todavía no hace presencia en El Poblado y planteamos la construcción de algunas obras por el sistema de valorización que van a contribuir a mejorar la movilidad, pero que para nada se convierte en la solución definitiva.
Pragmáticamente hablando podríamos afirmar que hay soluciones indispensables que se podrían adoptar con el fin de mejorar de manera inmediata esa movilidad tan necesaria para esta comuna de Medellín. Por ejemplo permitir nuevamente en toda la comuna los giros a la derecha cuando el semáforo se encuentre en rojo. Revisar la duración de los semáforos que en algunos cruces viales, como los del sector de Vizcaya, son supremamente demorados, o en el caso contrario, muy cortos, como el de Los González con la Transversal Inferior. Pero lo más importante es tener la capacidad de decisión para considerar la construcción de obras viales fundamentales para la movilidad de El Poblado: 1.Avenida de El Poblado: Sigo insistiendo que hay que ampliarla a tres carriles. El maquillaje que se hizo sirvió para alegrarnos el espíritu, pero lamentablemente se acaba el entusiasmo cuando nos vemos inmovilizados en un taco de inmensas proporciones, como suele presentarse todos los días. Me decía algún funcionario de la Alcaldía que era imposible ampliar la vía por la ubicación de las redes de servicios públicos, entre otros. Pero, ¿Por qué sí se ha podido plantear la ampliación para un eventual Metroplus por la Avenida de El Poblado? 2.Paralelas de la Quebrada la Presidenta: Hace muchos años se planteó este proyecto vial como continuidad a las vías paralelas a la quebrada que hay en el Barrio Patio Bonito. Lamentablemente estas fueron suprimidas por un bonito parque, que pudo haberse hecho de manera complementaria. El embotellamiento de Patio Bonito tiende a agravarse, ya que solo cuenta con una única salida a la Avenida de El Poblado, la de la calle 5. Ojalá la Alcaldía tenga en cuenta estas dos recomendaciones, como alternativas al mejoramiento de la movilidad vial en El Poblado, a más de impulsar las obras que se van a ejecutar por valorización, teniendo en cuenta las sugerencias de la ciudadanía, como por ejemplo la del puente sobre el Río Medellín de la calle 5 sur o Loma de los González, que de cuatro carriles se reduce a dos cuando se conecta con las vías de El Poblado y las de Guayabal. |
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