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Cámaras para limpiar el aire

En un valle cerrado como el del Aburrá, el control de emisiones debería ser la máxima prioridad de las administraciones o entidades locales

/ Juan Carlos Franco

Salió en las noticias esta semana que en Medellín ya tenemos fotomultas ambulantes. Es decir, que hay un vehículo oficial con cámaras montadas encima del tablero, a la derecha del conductor, para ir tomando fotos de todos aquellos que estén mal estacionados o estorbando el tránsito.

Las cámaras móviles, supuestamente, van por toda la ciudad. Y, supuestamente, no tendrán piedad con el infractor. Ah, y prometen que pronto habrá más de estos vehículos, al menos hasta completar tres. O sea, guerra total a los que gustan de atravesarse o dejar el carro en cualquier parte. Claro, casi siempre estorba más un vehículo quieto que uno en movimiento. Y como el carro con las cámaras no se ve llegar, la probabilidad de pillar infractores puede ser muy superior a la de las cámaras estacionarias actuales.

La idea es buena. Tan buena, tan fácil de implementar, que hay que extenderla. Por ejemplo, ¿qué tal si, además de perseguir mal parqueados, se dedicaran a tomar fotos de las negras emisiones de humo de tantos vehículos sueltos por ahí? Estos vehículos con cámaras, que por definición van a estar recorriendo la ciudad todo el día, estarán en posición privilegiada para detectar y tomar fotos de los camiones, buses, volquetas, busetas, micros, camionetas, automóviles y motos con humos visibles. Se le toma la foto al infractor –pero por favor, que se vea el humo, que no haya posibilidad de discusión– y a los dos días el empresario recibe en su casa la fotomulta, en el caso de vehículos de servicio público, o el conductor o dueño, en el caso del automóvil particular. Y puede que sea pillado otra vez y reciba una nueva fotomulta al día siguiente, y otra más… hasta que se vuelve inaplazable el arreglo del vehículo infractor. Que a estos insensatos les cueste caro su contaminación y el daño que causan a la salud de sus conciudadanos.

En un valle cerrado como el del Aburrá, el control de emisiones debería ser la máxima prioridad de las administraciones o entidades locales. Inexplicablemente, hoy no lo es. Tal vez porque no saben cómo hacerlo, o no tienen las herramientas o las bases legales. Pero si ya vamos a poder poner en cintura a los atravesados, ¿por qué no hacerlo con los contaminantes?

Hoy cualquiera puede avanzar sin la menor preocupación por toda la ciudad emitiendo negras o grises humaredas. Cualquiera puede cruzar el Área Metropolitana por el río, por el Centro, por El Poblado, Bello, Envigado, etcétera. Y ninguna autoridad le dice nada. A lo sumo, le piden certificado de gases. Y como seguramente lo tiene a la mano y al día, entonces no pasa nada. Por supuesto, hay que hacer una activa publicidad sobre este plan de fotomultas para contaminantes. Hay que poner vallas, hay que reportar cuántos infractores han sido cazados y las multas que tienen que pagar, hay que publicar las fotos. Y así, poco a poco, ir creando conciencia de que en esta ciudad –o mejor, en toda esta Área Metropolitana– por fin nos estamos volviendo serios y estrictos con el tema.

Faltan pocos meses para que Aníbal pueda mostrar verdadero compromiso con el medio ambiente. Aquí tiene las herramientas para hacerlo. Ahora, si prefiere abstenerse, ahí les queda el tema a los precandidatos actuales para que lo desarrollen y lo conviertan cuanto antes en promesa de muy fácil e impactante cumplimiento.

Y ya que estamos en esto, ¿por qué no tomar fotos de los peatones que se tiran a la calle para cruzar? ¿O de los despistados que avanzan a 20 kilómetros por hora por el carril izquierdo en las vías de doble calzada? ¿O los que se atreven a hacer un trasteo completo sobre la capota de una camioneta Renault 12 modelo 77?
opinion@vivirenelpoblado

Helí Ramírez: el testigo de Castilla

“Si no nos pensamos nosotros mismos nos piensan otros, nuestra obligación es pensarnos para que no nos manipulen como ellos crean”


Helí Ramírez. Al fondo, la que fue su casa, en la esquina de la carrera 71 A con la calle 99, en Castilla. Foto de Karin Richter, tomada el 21 de enero de 2015

Los personajes de Castilla, donde creció, alimentan los poemas y escritos de Helí Ramírez. A finales de los 70 se le empezó a conocer en la ciudad por su libro En la parte alta abajo, poemas sin ortografía y crudos como la realidad de ese barrio al que su familia llegó de Ebéjico, desplazada por la violencia, a mediados del siglo pasado.

Aunque ya no vive allí, sigue vinculado a Castilla y a su gente. Cada semana regresa a las calles tantas veces recorridas y se reúne con sus amigos, todos con un interés común: Castilla.
Es posible encontrarlo desayunando con buñuelos y perico en una de las tiendas de la llamada Zona Rosa o bulevar de la carrera 68 —alma comercial y social de Castilla—, silencioso, rumiando la vida, hilvanando poemas o conversando sobre el pasado, el presente y el futuro de la comuna 5.

Si es viernes, es factible hallarlo en una taberna de la misma vía, remojando la charla con ron, hablando de fútbol, cine, literatura, analizando con espíritu crítico los proyectos estatales que hay para la zona, o de visita en el estudio del pintor Fredy Serna. “Si no nos pensamos nosotros mismos nos piensan otros, nuestra obligación es pensarnos para que no nos manipulen como ellos crean”, apunta en alusión a las autoridades municipales. Censura la manera como la ciudad aborda el control del territorio: “La división de las comunas en barrios rompe la unidad y genera las fronteras invisibles”.

Destaca de Castilla el empuje cultural y económico, y la independencia de sus mujeres. “Es una población que no se ha dejado aplastar de la miseria. Hay una dinámica que se mueve entre la gente: los que escasamente se ganan para una aguapanela y los que obtienen millonarias ganancias, algunos con negocios ilegales”.

Entre sus libros publicados están La ausencia del descanso, En la parte alta abajo, Para morder el cielo, La noche de su desvelo, Golosina de sal, Cortinas cerradas, La luz de acá se hace en la oscuridad de aquí, y Desde al otro lado del canto.

El siguiente texto hace parte de su novela inédita Cambio de luces, buena parte de la cual se desarrolla en Castilla, y nos fue cedido amablemente por este autor antioqueño cuando le pedimos que escribiera sobre Castilla para esta publicación.


Cambio de luces

Por Helí Ramírez

“… Moisés se pasaba el día leyendo y escribiendo. Trataba de armar un libro de poemas con metra, pistolas y granadas. En la tarde salía a la cancha a mover el cuero con la gallada del barrio, se estacionaba un rato en la esquina viendo subir y bajar peladas, y conversaba con los muchachos de algunas cosas, menos de la revolución, aunque en forma general sí lanzaba sus darditos para observar la reacción de sus amigos de infancia y adolescencia con relación a la causa. Con ninguno se había sincerado en el sentido de comentar sobre sus actividades consiguiendo dinero y armas, participando en un grupo armado contra el Estado. Así su comportamiento, nadie en el barrio sabía que Moisés guardaba en una caleta hecha a punta de cincel y martillo, en un muro de contención que servía de soporte a la casa y que al mismo tiempo hacía las veces de una de las paredes de la pieza—sótano que habitaba, un revólver de su propiedad, y a veces llegaba a reunir hasta cuatro armas: dos revólveres, una pistola nueve milímetros y una escopeta que nos conseguimos en el asalto a una casafinca en el norte de la ciudad.

Desde niño, Moisés aprendió a no comunicar sus actividades a nadie, ni siquiera a los de su casa, quienes a pesar de todo sospechaban de sus movimientos, lo uno, porque su mamá en el poco tiempo que estuvo como dirigente sindical nos conoció a algunos, y lo otro, por los canazos que vivió en su juventud.

A los días de la visita de Marcia y cansado de estar encerrado en su pieza y de dar vueltas alrededor del barrio sin bajar al Centro, a Moisés le dio por bajar al sindicato a ver si se encontraba con Jotai, o con Eucario o con Cristian. Y sí, al llegar a la sede sindical con el primero que se encontró fue con Eucario que salía a hacer una vuelta. Se saludaron y Eucario le dijo que si no tenía nada para hacer que lo acompañara a visitar a un amigo con un pie fracturado al caerle encima unos bultos de cemento; necesitaba unas muletas y él iba a llevárselas.

En las horas de la tarde salía a la cancha a mover el cuero con la gallada del barrio, se estacionaba un rato en la esquina viendo subir y bajar peladas, y conversaba con los muchachos de algunas cosas, menos de la revolución

Como nada tenía pendiente, Moisés decidió acompañar a Eucario, y conversando sobre sus respectivas familias se subieron a la camioneta y salieron de la ciudad para un barrio en formación arriba de la América. Moisés preguntó a Eucario por el resto de compañeros y este respondió que hacía unos días no se veían.

—¿Ni con Jotai?

—A Jotai no lo veo desde aquella riunión en la heladería en Boston. Puede ser questé en alguna finca de algún familiar o amigo; vos sabés quel es de familia acomodada, y aprovecharía estos días de receso en las cosas pa’ dase un descanso que bien merecido lo tiene y reponga fuerzas físicas y mentales. Ese compañero es la putería. Es de una capacidá invidiable.

Moisés recordó la visita de Marcia contándole sobre la ausencia de Jotai sin darle una explicación, y eso le pareció extraño. Pensó contarle a Eucario lo de la visita de Marcia, pero pensó que podría ser que Eucario no quería hacer comentarios sobre la tarea que en ese momento estaría realizando Jotai, y se quedó callado, viendo casas con árboles de raíz fea al frente, aceras y vehículos por donde iban pasando. Eucario también guardó silencio.

Otra de las costumbres de Moisés era no indagar sobre lo que no querían darle a conocer sus compañeros, y esperaba de nosotros la misma actitud con él. Nos habíamos acostumbrado a decirnos las cosas necesarias, como medida de seguridad, dado que todas las actividades que realizábamos implicaban riesgo a corto, mediano y largo plazo, y así nos protegíamos los unos a los otros. Si eso era entre nosotros mismos, ya se imaginarán nuestra comunicación con los extraños. Con ellos sí que menos hablábamos de nuestras cosas. Moisés tenía muy asimilada esa norma, y por eso cuando estábamos en entrenamiento, por ejemplo, y Cristian o Eucario llamaban a algún compañero para conversar aparte del grupo, era de los poquitos que no se indisponía, no se sentía excluido, ni tomaba esa actitud, esa conducta, como de desconfianza.

A la hora y diez minutos de recorrido llegaron a la casa en la que entregarían las muletas. Moisés se imaginó que las recibiría un compañero de uno de los grupos de la ciudad, o como mínimo un simpatizante de La Organización. Al frenar el carro frente a una casita mitad en material y mitad con pedazos de madera y latas, en una callecita estrecha por la que con dificultad podía transitar un vehículo, sintió alegría al ver que le prestarían un servicio a alguien de su misma condición social. Qué romántico estaba el viejo Moisés en ese entonces.

Al bajar del carro observó que en la puerta de la casa, una puerta de madera casi podrida como la de su pieza, jugaban tres niños sin camisa y una niñita con una faldita rota por el lado del muslo derecho, de pelito largo pero amarilloso de la desnutrición.

Entrando a la sala Moisés vio un catre medio oxidado, una mesa desangarillada que de primer vistazo se veía que utilizaban para comer y planchar al mismo tiempo, rodeada de cuatro taburetes con el cuero del asiento roto; a quien se sentara en ellos le quedarían las nalgas en el aire, y así lo comprobó al ser invitado a sentarse y porque los taburetes de su casa eran igualiticos. En una pared colgaba un cuadro del Corazón de Jesús amarillo de la antigüedad, parecía que hubiera sido recogido en el basurero del río, y en la pared del frente del Corazón de Jesús un cuadro pequeño de San Judas Tadeo con una veladora prendida. En otra pared, una foto de Nacional, el equipo preferido de uno de los hijos mayores, y en otra pared otra foto pero del Medellín, equipo predilecto de otro de los hijos. En otra foto Ramón Hoyos y en otra Cochise. Se veía que las fotos de los futbolistas y de los ciclistas habían sido recortadas de un periódico y pegadas con colbón o cualquier otro pegante sobre un pedazo de cartón.

Enseguida de la sala, una pieza en donde dormían todos los hombres de la casa: siete, desde los menores hasta los mayores, en dos catres anchos muy viejos, y en varios tendidos de cartón, periódicos y colchas de retazos en el piso. Al frente, la pieza de las mujeres: cinco, con un catre igual a los anteriores, y en el suelo los mismos cambuches. Enseguida de la pieza de las muchachas, la cocina, levantada con madera vieja, madera que al igual que el cuadro del Corazón de Jesús parecía recogida en el basurero del río. Después de la cocina, una tira de solar en el que si hubieran tenido capacidad de construir habrían podido levantar unas tres alcobas más, y habría quedado espacio para un patio amplio para los hijos jugar sin necesidad de salir a la calle y para colgar cuerdas y poner a secar la ropa. La cama de los cuchos estaba en la sala.

En el solar un sembrado de cebolla, tomate, tres maticas de maíz y un árbol mediano de naranjas, tan desnutrido como los hijos. Moisés vio la letrina rodeada de moscos, al lado dos vacinillas untadas de mierda, y un desagüe de aguas negras común a tres casas vecinas hacia abajo, desagüe en el cual se veían los zancudos durmiendo como pachás esperando la noche para salir a besar con fiebre a los moradores de la zona.

Cuando Moisés y Eucario entraron a la sala, el señor estaba en la letrina. Su mujer lo llamó desde la cocina y le dijo que no se demorara que había llegado Eucario con las muletas y un amigo a visitarlo. Don Luis, que así se llamaba, salió de la letrina apoyado en un garrote, a punto de caer a cada paso que daba. Tenía unos cuarenta y punta de años, pero revelaba más de sesenta, con bigote estilo brocha, bien cortado, y su rostro todo denotaba un cansancio de la vida y un hastío, que Moisés pensó que tuvo que haber sufrido mucho en la vida para haberle quedado ese rostro tan trágico, y mientras estrechaba su mano al ser presentados por Eucario, pensó que cuando fueran de regreso al Centro averiguaría a Eucario sobre la vida de don Luis.

—Aquí le traje lo que le prometí hombre Luis. No se las doy yo, se las damos varios compañeros pa’ que usté se mueva con más comodidá.

La mirada fría de don Luis se iluminó por un instante mirando las muletas y mirando a Eucario. Moisés volvió a pensar que ese hombre, a pesar de sus sufrimientos, todavía tenía en su alma capacidad para disfrutar y agradecer un gesto de amistad y solidaridad, lo que quería decir que don Luis aún estaba vivo. Pensó también que todos los cuchos de su medio social eran como don Luis: amargados, tristes, duros, con el alma apagada, y no obstante con capacidad de asombro y con reservas espirituales para disfrutar los poquitos momentos de satisfacción que por ratos la vida les deparaba con pequeños regalitos.

Pensó también que todos los cuchos de su medio social eran como don Luis: amargados, tristes, duros, con el alma apagada, y no obstante con capacidad de asombro y con reservas espirituales

Por lo que hablaban mientras la señora preparaba la aguapanela con limón en la cocina, Moisés se enteró de que eran íntimos amigos; juntos trabajaron por los lados de Porce y juntos se aguantaron capataces crueles. Les tocó compartir un pedazo de panela y una botella de agua. También captó que robaron material que empleaban en sus labores para venderlo luego en la ciudad y aumentar el salario. Hablaron de la vida y de la muerte de algunos de sus amigos, y cuando la señora de don Luis entró a la sala con las tres tazas de aguapanela con limón echando humo, don Luis, como todos los maridos de su generación en nuestro medio, regañó a su mujer porque la aguapanela estaba muy caliente, y le dijo a Eucario que en su casa todas las cosas las hacían al revés.

Al rato de estar hablando ellos dos, don Luis encaró a Moisés y le preguntó que desde cuando estaba trabajando con Eucario, y Moisés le contestó que no trabajaban juntos sino que eran vecinos. Don Luis entonces dijo que él y Eucario tenían muy buena amistad desde hacía muchos años, que juntos habían sufrido mucho y también se habían divertido de lo lindo bebiendo con las putas de una cantina en Porcesito y que a Eucario lo consideraba como un hermano.
Eucario miró su reloj, dijo que se tenía que ir porque tenía un compromiso ineludible, se levantó de su taburete, acompañado en sus movimientos de retirada por Moisés, se despidió con un abrazo de su amigo diciéndole que cuando se le ocurriera alguna cosa lo llamara al sindicato, y antes de salir a la calle enrolló dos billeticos y se los entregó.

Para saber algo más sobre don Luis, Moisés le tiró el dardito a Eucario en el carro, de regreso al Centro, diciéndole que su amigo estaba muy mal de salud.

—De salú y de plata –dijo Eucario—. Están casi aguantando hambre. Si no fuera por la ayudita que les hago ya se hubieran muerto dihambre.

Enseguida le contó a Moisés que a casi toda la familia de don Luis la asesinaron en “La Violencia”, y él, para salvarse, se tiró al monte en donde se enroló en una banda de hombres que se dedicaron a conservar la vida robando ganado, asaltando fincas y alejando a la muerte a balazo limpio. La mayoría de la gente de la banda murió, solo quedaron don Luis y un tío de Eucario que murió en el asilo. Luego don Luis apareció en la ciudad y buscó a Eucario, que cuando eso camellaba en la plaza de Cisneros.

Después, como ya se dijo, a Eucario le resultó camello manejando una volqueta de la ciudad hacia los pueblos del departamento y de los pueblos del departamento a la ciudad; habló con quien figuraba como su patrón, un ingeniero de la Bolivariana muy buena persona, y aprovechando que todavía le quedaba un poquito de fuerzas enganchó a don Luis como palero. Ahí Eucario comenzó a hablarle de la lucha revolucionaria, y don Luis, enseñado a los fierros y a la vida en destierro, aceptó los planteamientos pero sin vincularse de lleno por falta de fuerza física y mental para el combate; se volvió un colaborador más que un simple simpatizante, guardando material de guerra y permitiendo que en su casa se alojara por uno o dos, o varios días, según el caso, algún compañero que resultaba herido y a donde con toda confianza un médico simpatizante o colaborador podía ir a atenderlo; o en su casa se hospedaba el compañero que iba teniendo problemas de seguridad mientras lo sacaban de la ciudad.

También le contó Eucario a Moisés que las muletas fueron compradas con dinero del último banco que atracaron, y Moisés, que en esa época era un romántico empedernido de la revolución, un hombre entregado en cuerpo y alma a la causa, casi se orina de la felicidad por haberse jugado la vida para con ese dinero impulsar la revolución y ayudar a gente como don Luis…”.

Castilla hoy

Es la historia mil veces repetida en Castilla donde los hijos no salen del nido sino que lo amplían hacia el cielo

Mucho ha cambiado Castilla en los más de treinta años que han transcurrido desde que caminaba por sus lomas tomada de la mano de mis padres. Las calles rotas han dado paso a otras, igual de empinadas, pero nuevas y asfaltadas. Los andenes se han convertido en “corredores de vida” con guías para invidentes, jardineras y banquitos para descansar antes de retomar la cuesta.

Al campanario de San Judas le hace sombra hoy un altísimo edificio de apartamentos. En la “manga” de la 65 se levanta un Parque Juanes de La Paz en permanente actividad. Hay teatro al aire libre, ciclorruta y una Unidad Deportiva José René Higuita que honra al arquero insignia de su barrio.

Los picaditos de fútbol en las cuadras le han dado paso a deportes como el skate y el rugby, el cual se practica en una moderna cancha sintética. También hay un Centro de Integración Barrial, La Esperanza, donde se enseñan gratis oficios que ayuden a esquivar la pobreza.

Son tantas las novedades que quienes regresan recorren las calles como turistas perdidos en su barrio de siempre, que cambia pero mantiene su esencia, que mira a Medellín desde la altura de la montaña, bajo el cielo interrumpido por una maraña de cables. El barrio en el que se saluda anteponiendo un respetuoso “Don” o “Doña” al nombre del interlocutor y donde aún se sufre por la violencia y se baja la voz al hablar de ella.


Los Mondongueros, La 40, Los Bananeros, Los Lecheros, son bandas criminales que obligan a los comerciantes a pagar vacunas y, a los habitantes, a caminar bajo la tiranía de las “fronteras invisibles”. Por eso el Centro de Integración Barrial comparte espacio con un Comando de Policía que los vecinos ven con buenos ojos.

Y mientras unos ponen cara a la inseguridad, otros intentan curarla con educación y recreación para este barrio de 148.490 habitantes, la mayoría menores de cuarenta años, sobrevivientes de épocas violentas y herederos de una historia que no quieren repetir, como constata David Mora Gómez, director del Inder. “Cuando entregamos escenarios deportivos la gente se nos acerca y nos dice: ‘Yo no quiero que mi hijo viva lo que yo he vivido aquí’”.

También sigue siendo un barrio de madres cabeza de hogar que buscan oficios para sobrevivir sin dejar a los hijos solos, “porque se desvían por malos caminos y así no tiene cuándo acabar la violencia”, explica Celina Arias, de la Asociación Contigo Mujer.

Con sus más y sus menos, Castilla sigue en pie. Es un barrio que a veces teme, pero que siempre disfruta y mira al futuro. Quizás la descripción que mejor resume su estado de ánimo, la hizo —sin proponérselo— Yubar Arroyave, del Centro La Esperanza, en una conversación telefónica que sostuvimos entre el ruido feliz de la música y los cantos infantiles:

—¿Si oye esa bulla al fondo, que no nos deja casi ni conversar? Son los niños jugando. Jóvenes, gente mayor, todos los que vienen aquí se olvidan de los problemas y son felices.

La vocación del Hombre III

Nuestra fuerza proviene del árbol de la vida, de su savia que nos nutre e invita a hacer crecer en nosotros el árbol del conocimiento

/ Elena María Molina

“Ir hacia sí mismo, hacia el mundo interior, amarlo, es esa la vocación para sentirse uno en esencia, y múltiple –¡locura que nos habita!– en las personas que también son únicas, ‘distinguidas’ las unas de otras pero no separadas de ellas”. (La vocación del hombre 2. Edición 613).

Cada vez que uno se toca con el alma, ella sonríe. Por eso hay que hablar de la locura divina que nos reside, para dejar las zonas de confort y siempre ir más allá. Sí que es alentador entender, en ese sentido, la locura de este mundo como sabiduría ante Dios.

Todo se mueve, todo cambia, todo evoluciona, esa es la alianza que el hombre realiza en el momento de encarnar. Ir hacia. Ir hacia el principio, hacia la unidad, hacer semejanza. Y si debemos hacerla es porque somos otros diferentes a Él. Grabada está su imagen en la semilla, en nuestra semilla, como la del naranjo para serlo y dar naranjas; en nosotros la divina para devenir uno, Dios. Para hacerlo y para serlo hay que sentir la esclavitud, la servidumbre de la vida cotidiana, de las necesidades que nos imponemos, hay que salir de ella, atravesar desiertos, querernos devolver porque nos incomoda la libertad, adorar becerros de oro, escuchar la voz, y al fin llegar a la tierra prometida.

Nuestra fuerza proviene del árbol de la vida, de su savia que nos nutre e invita a hacer crecer en nosotros el árbol del conocimiento. Cada noche, y en la oscuridad, ella desciende y crecemos, y es en la claridad y en el día que nuestro árbol del conocimiento puede reverdecer y dar frutos. Esos dos árboles son como un circuito infinito, una lemniscata que canta lo creado. Un himno nocturno como el que se escucha cuando entramos en un bosque y la vida se siente y se escucha brotar a cada paso.

La vocación del hombre es dar frutos, es ser el fruto de su árbol del conocimiento que erróneamente lo llamaron del bien y del mal. Del árbol de lo que vamos aclarando y lo que aún debemos aclarar, de la luz y la oscuridad, del consciente y del inconsciente. Y la ley del crecimiento por supuesto es aceptar y realizar las mutaciones que un árbol en su crecimiento exige. Para esto me parece importante utilizar la lengua una, la que se hablaba antes de la torre de Babel, donde la palabra vida, haï, es barrera. O sea que vivir es ir atravesando barreras e ir integrando las energías que esas barreras suponen para llegar a una mutación… y otra barrera, otras energías a integrar, otra mutación. Las que nos habitan y vemos mejor en los otros que en nosotros mismos. En el mito, misterio judeo–cristiano, son los animales-energías, que como a Adam nos los ponen al frente para nombrarlos, para domarlos (para domarlos hay que entenderlos, verse en ellos, no como ellos). Suponemos, entonces, que la vida y el misterio que ella encierra tiene como principio y fin integrar un inmenso potencial de animales-energías. Locura de la multiplicidad para llegar a ser uno, a la unidad.
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Así se conectan las obras de Valorización de El Poblado

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Los pasos a desnivel y demás obras hacen parte de un circuito que empieza a visualizarse

Por Luisa Martínez
Después de dos años del inicio de la ejecución del Proyecto de Valorización de El Poblado, 11 de las 23 obras propuestas se están ejecutando y siete están finalizadas. A la fecha, 6 de mayo, el monto recaudado por el cobro de Valorización, es de 88 mil 101 millones 550 mil 067 pesos, que corresponde al 19 por ciento del total distribuido (458 mil 362 millones 761 mil 892 pesos).

Entre las 11 obras se encuentra el circuito conformado por los pasos a desnivel en las transversales Inferior y Superior, y la obra de la vía Linares que, según Fonvalmed y la Secretaría de Infraestructura, presentan los siguientes avances:

1. Paso a desnivel de la Transversal Inferior con la calle 10
Desde el 2 de marzo los conductores pueden hacer uso del puente de esta obra que se inició en marzo de 2014. Actualmente se trabaja en redes de acueducto y alcantarillado y en el urbanismo. El nuevo espacio público contará con 1.600 metros cuadrados de andén, con un promedio de 2.50 metros de ancho, y zonas verdes correspondientes a 1.650 metros cuadrados.

Avance de la obra: 92 por ciento.
Mes de entrega: junio de 2015.
Costo total: 10 mil 519 millones 930 mil 909 pesos.
Contratista: Consorcio Azvi Ingevías, conformado por Azvi SA (50%)-Ingevías SAS (50%).


2. Paso a desnivel Transversal Superior con la calle 10
Esta obra comenzó labores preliminares en materia ambiental y social en febrero de 2015, lo cual generó inconformismos entre algunos residentes, debido a la intervención de la quebrada La Presidenta, a la tala de árboles y a no tener claridad sobre los diseños de la obra. Con el propósito de dar información y aclarar inquietudes, Fonvalmed ha realizado recorridos y reuniones con los vecinos de la zona. A finales de marzo comenzó exploración de redes.

Avance de obra: Las actividades preliminares no se cuentan en el porcentaje
Mes de entrega: febrero de 2016.
Costo total: 13 mil 685 millones 301 mil 091 pesos.
Contratista: Consorcio Pavimentar Copsa, conformado por Pavimentar S.A. (50%) y Copsa Sucursal Colombia (50%)



3. Paso a desnivel de la Transversal Superior con la vía a El Tesoro

Este es el segundo puente que se inició en marzo de 2014 y que se puso en servicio el 6 de marzo de 2015. Las labores se concentran en la construcción de las vías de servicio, la adecuación de las redes de telecomunicaciones y las obras de urbanismo. Tendrá 1.200 metros cuadrados de nuevos andenes peatonales en adoquín, con un promedio de dos metros de ancho y 700 metros cuadrados de zonas verdes.

Avance de la obra: 70 por ciento.
Mes de entrega: junio de 2015.
Costo total: 10 mil 592 millones 838 mil 893 pesos.
Contratista: Consorcio El Tesoro 44-13, conformado por Construcciones AP (50%) -Provías SAS (50%).



4. Apertura de la vía Linares a la calle 7

Se están realizando las últimas labores de urbanismo para entregar esta obra que, mediante un puente sobre la quebrada El Chambul, conectará la carrera 26 (vía Linares), entre las calles 7 y 7A. Esta se inició en septiembre de 2014 y es la tercera obra que conformará el corredor de la vía Linares que va desde la calle 10 hasta la loma de Los Balsos. El espacio público contará con 1.176 metros cuadrados y las zonas verdes con 1.498 metros cuadrados.

Avance de obra: 98 por ciento.
Mes de entrega: Mayo de 2015.
Valor total: 2 mil 542 millones 558 mil 592 pesos.
Contratista: consorcio Conyvías Linares, conformado por Vías SA (50%) y Conytrac (50%).


5. Paso a desnivel de la Transversal Superior con Los Balsos
En esta obra, que comenzó en febrero de 2014, se puede visualizar la estructura que dará soporte al puente que elevará la Transversal Superior. Actualmente están construidas 16 pilas (bases del puente) en el costado sur de la transversal, frente al Mall Compléx, y 15 pilas en el costado norte, frente a ETB. También se adelanta la construcción de muros de cerramiento y la instalación de redes de alcantarillado. Las obras de espacio público tendrán 3.502 metros cuadrados (andenes y obras de urbanismo) y zonas verdes con 864 metros cuadrados.

Avance de obra: 55 por ciento.
Mes de entrega: agosto de 2015.
Costo total: 24 mil 599 millones 998 mil 879 pesos.
Constructora: Gisaico SA


6. Paso a desnivel de la Transversal Inferior con Los Balsos
Esta obra, que consiste en un deprimido sobre la Transversal Inferior, se inició en marzo de 2014 y tal como lo confirmó el contratista Bernardo Ancízar Ossa, tiene un retraso de cinco meses, por dificultades en la construcción de las pantallas y en la movilización de las redes de servicios públicos. Debido a esta situación y a las constantes quejas de los residentes del sector, el consorcio presentó un nuevo cronograma en el que calcula finalizar la obra el 31 de octubre (un mes después de lo programado). Actualmente se trabaja en el empalme y distribución de red de conducción (agua) y en la construcción de muros en las urbanizaciones vecinas. Contará con andenes de aproximadamente tres metros, de los cuales 1.5 metros serán para zona verde, árboles y mobiliario urbano. Ver artículo “Contratista se compromete a entregar obra en octubre”.

Avance de la obra: 61 por ciento.
Mes de entrega: octubre de 2015.
Costo total: 13 mil 536 millones 587 mil 595 pesos.
Contratista: Consorcio Unión Temporal Cruce Los Balsos, conformado por Bernardo Ancízar Ossa (75%) y BOL Ingenieros Arquitectos SA (25%).



Otras obras que se están ejecutando

7. Prolongación Loma de Los Parra, Av. Las Vegas – Av. de El Poblado, tramo 2. Se inició en noviembre de 2014. El plazo inicial de entrega era el 17 de mayo de 2015, pero se ampliará tres meses, debido a actividades preliminares relacionadas con la fauna. Avance: 15.24 por ciento

8. Lateral norte de la quebrada Zúñiga, tramo 2. Empezó en noviembre de 2014. El plazo de entrega estaba previsto para mayo, pero se ampliará dos meses, debido a una intervención no incluida en el contrato inicial. Se conectará al tramo 1, que va desde la Avenida Las Vegas hasta el sistema vial del río y que se entregó en 2014. Avance: 52,92 por ciento.

9. Prolongación carrera 37 A hasta la Vía Las Palmas. Comenzó en febrero de 2015 y tiene plazo de entrega para el 9 de julio de 2015. Avance: 5,73 por ciento.

10. Prolongación de la loma de Los Parra desde la Transversal Inferior hasta la carrera 29. Se iniciaron las actividades preliminares en marzo de 2015 y tiene plazo de entrega para el 9 de enero de 2016.

11. Prolongación de la loma de Los Balsos entre la calle 9 A sur y la Transversal Superior. Empezaron labores preliminares en abril y tiene plazo de entrega para el 6 de febrero de 2016. Se conectará con el paso a desnivel de la Transversal Inferior con Los Balsos para llevar la doble calzada hasta el sector de la empresa ISA.

A toda marcha, Metroplús por la Avenida El Poblado

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El corredor Pretroncal Sur Medellín de Metroplús ya tiene listos los diseños de la carrera 43 A


Render cortesía. Estación Zúñiga de la Pretroncal Sur Medellín

Por Catalina Peláez
Mientras el polémico tramo 2B que la empresa Metroplús S.A. pretende construir en Envigado está a la espera de un fallo del Consejo de Estado, el Corredor Pretroncal Sur Medellín avanza sin contratiempos, según informa la empresa. Este corredor irá desde el sector de La Frontera hasta La Aguacatala, por la Avenida El Poblado, y luego continuará hacia la Avenida Guayabal por la calle 12 Sur.

Cabe recordar que el 11 de abril de 2014, el colectivo Túnel Verde presentó una acción popular ante el Tribunal Administrativo de Antioquia, instancia que sustentó sentencia favorable para este, y declaró responsable a Corantioquia, a Metroplús S.A. y a la empresa Arquitectos e Ingenieros Asociados –AIA– por la vulneración de los derechos colectivos al goce de un ambiente sano, a la existencia de un equilibrio ecológico, manejo y aprovechamiento racional de los recursos naturales y garantía de su desarrollo sostenible, entre otros. Posteriormente, la sentencia fue apelada por los demandados, por lo que llegó al Consejo de Estado, que emitirá un fallo definitivo sobre el caso.


Render cortesía. Estación Jabalcona en la calle 12 Sur

Por la Avenida El Poblado sí pasará metroplús
El corredor Pretroncal Sur Medellín de Metroplús, que está conformado por tres tramos, articulará a Medellín, Envigado e Itagüí. Así está definido cada tramo:

1. Avenida El Poblado (carrera 43A) entre calles 21 Sur y 12 Sur con 1,1 kilómetros de longitud y dos estaciones centrales. Tendrá, además, una sección para el espacio público a ambos costados de cuatro metros, con dos metros destinados a la circulación peatonal y otros dos al mobiliario urbano, zonas verdes y localización de alcorques (materas) para la siembra de árboles.

2. Calle 12 Sur, entre la Avenida El Poblado (carrera 43A) y la Avenida Guayabal (carrera 52) con 1,8 kilómetros de longitud y dos estaciones centrales. En relación con el espacio público, este tramo es igual al anterior. Una de las principales características es que su estación en La Aguacatala permitirá la integración con el Metro y el futuro Tranvía de la 80.

3. Avenida Guayabal (carrera 52) entre calles 12 Sur y 15C Sur, en límites con el municipio de Itagüí, con seis kilómetros de longitud y una estación central. Según los diseños, el espacio público tendrá cinco metros al costado oriental con 2,5 metros para circulación peatonal y 2,5 metros para mobiliario urbano, zonas verdes y localización de alcorques. Al costado occidental tendrá siete metros, de los que 4,5 serán para circulación peatonal, zonas verdes y localización de alcorques. Además, tendrá 2,5 metros para una ciclorruta.

“El estudio arrojó que lo mejor era hacer una intervención a desnivel (deprimido)”

Troncales y pretroncales
“Se hizo un estudio de priorización de corredores para establecer, con base en los recursos disponibles, cuál sería a corto plazo la infraestructura que se construiría”, explica Aura Estrada, directora de transporte de Metroplús S.A. Ese estudio definió que el tramo de la 12 Sur tendrá la configuración de troncal, y los tramos Avenida El Poblado y Guayabal se construirían, a corto plazo, como pretroncales para operar con una infraestructura liviana. La funcionaria aclara la diferencia entre ambas modalidades. “Hablamos de troncal cuando la operación es en carriles exclusivos, segregados para el sistema de metroplús, como será el caso del tramo de la 12 Sur. En cambio, en los tramos de pretroncales el sistema opera por el carril derecho, y en lugar de tener una estación, tiene paraderos; esto quiere decir que el acceso al sistema o buses es a nivel del andén”. Así, el corredor Pretroncal Sur Medellín comenzará, como pretroncal, en el sector de Zúñiga, pasará por la Avenida El Poblado y en la 12 Sur se convertirá en troncal para entrar a la estación de integración. Luego, continuará hacia Guayabal, donde se convierte nuevamente en pretroncal.


Aura Estrada, directora de transporte de Metroplús S.A.

A la fecha, el tramo de la calle 12 Sur está en etapa de intervención predial, es decir, en adquisición de predios requeridos para la obra, que posteriormente deberán ser demolidos. Se espera que para 2018 el corredor prestará servicio a los usuarios de la zona. Posteriormente, durante 2019 y 2020, los tramos Avenida Guayabal y Avenida El Poblado se convertirán en troncales.

Deprimido para el tramo Avenida El Poblado
Según Metroplús, el contratista Ginprosa Ingeniería S.L. entregó, para el tramo Avenida El Poblado, un diseño bajo operación troncal (esperado para el año 2020) en el que habrá tres carriles –uno de ellos dedicado al sistema– con una estación exclusiva a la altura de Zúñiga y un deprimido en El Campestre. “El sector del Campestre tiene una movilidad muy compleja. En el momento, tenemos un giro a la izquierda en la 43A (sentido norte–sur) para subir a la 16A Sur, que en horas pico presenta problemas de flujo, entonces en ese punto se analizaron diferentes alternativas con propuestas a nivel y a desnivel. Finalmente, el estudio arrojó que lo mejor era hacer una intervención a desnivel (deprimido) de manera que la Avenida El Poblado quedara a nivel, y el giro a la izquierda para la 16A Sur a desnivel, por medio del deprimido”, expone Aura Estrada. Adicionalmente, los diseños contemplan un bulevar peatonal.

Esto piensan de su comuna

Algunas personas que viven o trabajan en Castilla hablan sobre su historia, transformación y  la incidencia que han tenido en ellos los procesos que allí se desarrollan 

Julián Jiménez
Violinista de la Afmed, estudiante de Música de Eafit y profesor del Colegio Alemán. “Mis papás han vivido toda la vida en Castilla. Estudié en el Colegio San Judas Tadeo. Cuando estaba niño había muchos problemas, matanzas, cosas muy malucas y uno no podía salir a la calle. Era muy triste ese ambiente que se vivía allí en los años 98, 2000. Ahora ha cambiado mucho, es un barrio más sano. Las canchas son placas deportivas, antes no se podía ir a los parques o canchas porque estaban las bandas, eran lugares peligrosos, mientras ahora son super chéveres. La 68, desde que la volvieron bulevar, es muy concurrida, los fines de semana hay mucha gente, mucha diversidad, mucho qué hacer. Cuando era niño me mantenía con mis amigos de la cuadra jugando fútbol y cosas así, pero conocí la música como un camino y me fui alejando de esas amistades y quizás de cosas muy malas. Yo estaba en el coro de la iglesia San Judas y un amigo de la familia me escuchó y dijo que por qué no entraba a la Red de Escuelas de Música en el barrio Alfonso López; tenía 11 años cuando ingresé y todos los días debía ir a ensayar, ya no estaba en la calle. Pienso que en el barrio falta preocupación por los que están creciendo, la gente ve que pueden estar en malos pasos y a nadie le importa y se crea un círculo: nace un niño, crece, coge vicios, se junta con gente malosa… Hace falta algo que dañe ese círculo vicioso, bien sea con deporte, con Escuelas de Música, que los colegios hagan un programa más de tipo institucional…”.


Fredy Serna
Pintor. “Aunque no nací en Castilla sino en Pedregal (comuna 6) mi vida ha transcurrido entre estos barrios que antes del 89 eran una sola comuna. He tenido muchos nexos con Castilla, estudié bachillerato en el Alfredo Cock y allí desarrollé mi actividad de adolescente y de joven; hoy desarrollo mis actividades entre las comunas 5 y 6 y las otras 14 comunas de Medellín, en la medida de lo posible. El proceso de transformación de Castilla ha tenido varios sentidos, uno desde lo político y social; ha sido un barrio con formación y liderazgo político. Su transformación urbana ha sido notable durante las últimas tres administraciones, con sentido más igualitario en sus centros de salud, recreativos, culturales y educativos. Han cambiado sus calles y aceras. Ha habido obras importantes como la Unidad Deportiva de Castilla que logra unir las comunas 5 y 6, y dos parques bibliotecas como La Quintana y el Doce de Octubre. Dentro de la zona noroccidental también hay una gran obra que es el Centro Cultural El Pedregal, en el que está construido un maravilloso teatro al aire libre, pero todavía falta. El problema de Castilla es su movilidad caótica. El servicio de transporte público es muy deficiente; no existe un sistema de movilidad acorde con las necesidades que tenemos; aparte de lo que nos ayuda el metro, es terrible su red de transporte integrado porque son grandes colas en las estaciones. Se está planeando un sistema de metrocable que me parece importantísimo…”. br />


Viviana Gómez
Historiadora. “En Castilla hay mucho por mostrar y rescatar. Es un territorio en permanente evolución que se ve en sus calles, en la remodelación de escenarios como la Unidad Deportiva o la construcción de los jardines infantiles, en una UVA que está en desarrollo y en el Parque Juanes, que logró romper una frontera muy siniestra, por lo peligroso que era cruzar hacia el Tricentenario y otros lugares que también hacen parte de esta población pero están muy aislados. Hay una transformación física que cambia los hábitos de sus habitantes. Ha aumentado significativamente el número de universitarios y eso trae un respiro. La movilización juvenil aquí es muy fuerte desde lo artístico, los músicos, los grafiteros, los chicos que se toman las calles motivando frente a los derechos humanos; también veo mucha transformación en las miradas de las mujeres hacia sí mismas, lo que me permite pensar este territorio de una manera más amorosa, en contraposición a esos otros seres que todavía viven acá y que es muy difícil sacarlos, actores armados que viven de la riqueza que tiene este lugar. Veo muchas propuestas y cada vez me sorprendo más de lo que voy encontrando, por ejemplo la motivación que hace Felipe Laverde desde Ciudad Frecuencia para que chicos y jóvenes incursionen en la música. Los adultos mayores están muy entusiasmados con el tema de danzas folclóricas. Acá la música es una constante, una manera de expresión que lleva muchos años… La gente quiere vivir en este lugar porque tiene sus comodidades geográficas, porque aún viven familias extensas que logran tener una identidad con este territorio y genera las ganas de quedarse…”.


Juan Guillermo Cano
Pedagogo, historiador y filósofo. “La mayor transformación que ha tenido Castilla ha sido en la formación social de su gente, a partir del reconocimiento de sus necesidades, fortalezas y habilidades como personas y como colectivos. Es un beneficio de los jóvenes de hoy el reconocerse a través de los procesos de otros jóvenes que hemos transitado por la historia del barrio a través de las luchas políticas en los 60 y 70, de exigencias por los derechos colectivos y aspectos físicos de Castilla, de los profesionales que nos hemos hecho en el barrio y hemos aportado a su construcción social y cultural. A la formación política y social de la población de Castilla ha contribuido la historia de desplazamiento que ha vivido el país y ha tenido el barrio, esos campesinos que luego se convirtieron en obreros de una ciudad industrial que ya poco existe; mucha de esa formación política se dio por los mismos sindicatos de las empresas cercanas y los obreros que vivían en Castilla; a través de su formación en la exigencia de sus derechos, iban nutriendo las reuniones comunitarias, los comités cívicos y barriales que luego se convirtieron en acciones comunales y otros tipos de comités; eso nos fue alimentando a los jóvenes que íbamos creciendo en el sector y luego, por supuesto, se fue manifestando en las mismas propuestas de formación de los grupos artísticos, culturales, sociales; las exigencias como tal se venían nutriendo de la población inicial. La principal falencia de Castilla son las mismas desigualdades de los sectores populares, la falta de oportunidades de mucha gente que se está formando…”.


Felipe Laverde
Músico, director de Ciudad Frecuencia. “Me tocó ver cómo se fue desarrollando Castilla, cómo han ido cambiando sus calles, su fachada, cómo ha crecido el transporte. Vivo por la iglesia de San Judas, el epicentro del barrio, las familias son muy numerosas y muchas se han ido precisamente por la bulla, pues se ha vuelto muy comercial. Ha habido un desarrollo en la parte deportiva y cultural, hay un ocio creativo todo el tiempo. Muchas familias se tuvieron que ir también a raíz de la violencia, pero los que nos quedamos tratamos de hacer el equilibrio con muchas sonrisas y mucho amor por el barrio. Son más las cosas buenas que hay en Castilla, hay mucha vida, pero está muy estigmatizado. Los medios de comunicación están muy equivocados al tratar de mostrar siempre la sangre, hay muchas otras historias que contar, de los grupos que trabajamos en la parte social, nos tomamos la calle, seguimos haciendo esa reivindicación de la vida, carnavales por la vida, tomándonos la esquina, lo público, tratando de rescatar la memoria, convocando a nuestros ancestros, tratando de que nuestros niños no nos entierren; sabemos que la guerra no se libra con armas. Castilla ha sido muy cultural, y con los grupos de teatro, musicales y artísticos se hace un equilibrio; creo que ese es un verdadero proceso de paz al cual nadie le para bolas y en el que nadie invierte realmente, siempre es un voluntariado porque sabemos que esta generación tiene mucho para dar. Invito a la población a que participe, para que no sean generaciones muertas como en los 80 y los 90, que fue una época muy violenta, generaciones que no se conocieron. Que el barrio no se quede sin una canción, sin un poema, sin una obra de teatro, que tenga vida…”.


Se había demorado

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Más que de un hecho político, la interiorización de estos principios debe ir de la mano de la educación desde la niñez

Las palabras, el debate y la discusión de ideas son, sin duda, una poderosa arma para transformar nuestro entorno; tienen fuerza, son, en esencia, los bloques de construcción para la acción. Por ello elogiamos el impulso que se le ha dado a la creación de la Mesa de Derechos Humanos de la comuna 14, en la que participarán jóvenes y adultos voluntarios interesados en prevenir, promover y crear una cultura alrededor de estos derechos fundamentales. Su presentación oficial se hará en los próximos días.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada y aprobada en 1948, podría considerarse relativamente reciente para justificar el desconocimiento de la misma –pocas personas saben cuántos son los Derechos Humanos Universales, muchas menos podrían mencionar más de cinco sin confundirlos con artículos de la Constitución Colombiana o con los derechos del niño–. Pero no sería el tiempo pasado desde su proclamación una excusa válida, pues sabemos que la paz y la justicia, conceptos tan anhelados en esta y todas las sociedades, parten en gran medida del reconocimiento de la dignidad del otro. Y esto no tiene vigencia.

Resulta entonces fundamental su comprensión, invocación y transmisión, incluso en territorios que a simple vista parecieran privilegiados como El Poblado. Suele creerse que comunas como la nuestra, favorecidas por sus ingresos o por su nivel educativo, tienen resueltas estas situaciones. Sin embargo, es una de las últimas en tener una Mesa de Derechos Humanos, pese a que hay realidades que lo ameritan desde tiempo atrás, lo que impide un desarrollo armonioso y una adecuada participación. Por ejemplo, como lo informamos en el artículo “Un impulso por la Mesa de Derechos”, en la página 8 de esta edición, en 2013 desaparecieron cinco hombres y dos mujeres de la comuna 14, y en 2014 doce hombres y una mujer. Basta adentrarse un poco en la cotidianidad de El Poblado para observar la explotación sexual de que son víctimas algunos adolescentes; basta caminar un poco por estas calles para ser testigos de la vulneración de derechos en los grupos de indígenas, de personas desplazadas, en situación de calle, de discapacidad o en menores que trabajan en los semáforos. Hay ausencia parcial de los derechos de libertad e igualdad (No. 1) de un nivel de vida adecuado (No. 25) de educación (No. 26) o de seguridad social (No. 22). Basta escuchar a algunas personas para entender que, quizás por desconocimiento, pretenden privar a otros de derechos como la libre circulación o la elección del lugar de su residencia (No. 13). Posiblemente la integridad de quienes vulneran, también esté afectada por la violación de otros derechos y no lo sepan.

En 2015, año electoral, se enciende aún más la esperanza de que este acuerdo internacional (Declaración de los Derechos Universales) sea una prioridad para quienes aspiran a gobernarnos. Pero más que de un hecho político, la interiorización de estos principios debe ir de la mano de la educación desde la niñez, para que en las aulas y en los hogares sean asimilados a tiempo, y no esperar hasta la adultez cuando tal vez sea demasiado tarde.

Galería fotográfica de Castilla

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Paralelo

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Una movida musical en donde sucederán diferentes experiencias sonoras y artísticas


Claptone. Foto cortesía

Por Luisa Martínez
Las últimas noches de mayo cientos de personas formarán un circuito invisible por la calle 10, entre el Parque de El Poblado y el Parque Lleras. Irán de arriba a abajo tras las nuevas experiencias, colores y sonidos que podrán vivir en Paralelo. Así denominan los colectivos Breakfast Club y T310 Absent Papa, a esta nueva feria de música y arte que presentarán a la ciudad del 28 al 31 de mayo.

En su primera edición, los asistentes disfrutarán de un circuito de sonidos electrónicos, tropicales y urbanos, que une a 10 artistas internacionales y 30 nacionales. La ruta para ir en busca de lo conocido y por conocer, estará conectada por lugares que el público que disfruta de espacios alternativos conoce bastante bien: Calle 9+1, El Deck, Salón Amador y Envy Rooftop, en el Hotel The Charlee. Afuera de estas concurridas esquinas de El Poblado estará el escenario Arena, una bodega industrial en Itagüí que recientemente abrió sus puertas a las fiestas electrónicas. Allí, el 29 de mayo –luego de la presentación de djs locales–, llegará Dubfire con su onda techno y house entre las 3 y las 6 am.


Pillowtalk. Foto cortesía

Además de la música, el arte también hará parte de este recorrido urbano. Las galerías La Oficina, La Guardia y Lokkus se vinculan a este proyecto para exhibir un arte fuera de lo convencional y que apoya a nuevos talentos. El 28 de mayo se abrirá esta exhibición con entrada libre hasta la media noche, donde las obras de 15 artistas plásticos serán asequibles para muchas más personas. La curaduría será por Steven Guberek, un artista y dj colombiano, curador en la Feria del Millón de Bogotá, y a quien también se verá frente al tornamesa.

Esta es una feria para ese público que, como dice Manolo Arango, dj e integrante de Breakfast Club, no está satisfecho con la oferta tradicional de la ciudad. “Nos imaginamos a Medellín como un lugar en donde empiezan a pasar muchas cosas en la calle, así como sucede en las ferias de las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos”. Por eso esperan que se convierta en una feria importante que perdure en el tiempo, que involucre a un mayor número de sitios y sea un referente para los artistas de afuera y una plataforma de apoyo para los locales.

Programe su circuito
Cada sitio tendrá su propio color musical, de acuerdo con su estilo:
Calle 9+1, un lugar de buena vibra, descomplicado y de música potente, será el espacio para los sonidos más arriesgados. Allí estarán Andy Rourke, el bajista de The Smiths, banda del Reino Unido, representativa del rock alternativo de los 80. Además, se presentará el dúo Designer Drugs de Nueva York.

El Deck, en donde está el flow, lo urbano y la rumba seudotropical, se podrá ver a Quantic, el inglés que conoció de cerca los sonidos del Caribe colombiano para lograr unas representativas mezclas; o a Uproot Andy, otro foráneo exportador de la cumbiatrónica.


Tone of Arc. Foto cortesía

Salón Amador, el sitio de los sonidos de vanguardia, recibirá al incógnito Claptone, de Alemania, con su esperado deephouse. También se escucharán los sonidos orgánicos de Tone of Arc, de San Francisco.

Envy, el escenario chill para la música “bonita”. Benjamind Diamond vuelve a la ciudad. Es reconocido por su french–house con la canción Music sounds better with you y por colaborar con Daft Punk. Él y Pillow Talk, con su soul electrónico y sonidos vocales exquisitos, se tomarán este escenario.

Por estos sitios pasarán, por supuesto, las propuestas sonoras locales y emergentes de Frente Cumbiero, MNKYBSNSS (live), Popstitute, Unite (live), Viaje al Centro de la Tierra, Telar City Sounds Orchestra, Federico Franco y Mr. Beat, entre otros.

VIERNES 29
EL DECK SALÓN AMADOR ENVY CALLE 9+1 ARENA
DMOE 9 pm- 10:30 pm Franja Académica 6 pm- 10 pm Sebastián González 4 pm-5:30 pm Juan Erasmo 5 pm- 7 pm  
Don Mario Groove 10:30- 11:30 pm Julián Gómez 10 am- 11:30 pm Vélez 5:30- 7 pm Cheo 7 pm- 8:30 pm  
Uproot Andy 11:30 -1 am Julio Victoria 11:30 pm- 1 am Mnkybsnss (live) 7 pm- 8:30 pm Byron Maden 8:30 pm- 9 pm  
Rat Race 1am. 2 am Claptone 1:30-3:30 José M y Taco Man 8:30 pm- 9 pm Unity 9 pm-10:30 pm Merino 10 pm- 12 pm
Dany Boom 2 am 4- am   Popstite 9 pm-10:30 pm Makintouch 10:30 pm- 12 pm Figueroa y Obando 12 pm- 1:30 am
    Benjamin Diamond 10:30 pm- 12 pm La Tostadora 12 pm- 1:30 am Deraout 1:30 am-3:30 am
    Salazar 12 pm- 2 am Designer Drugs 1:30 am -4 am Dubfire 3:30- 6 am
         
SÁBADO 30
EL DECK SALÓN AMADOR ENVY CALLE 9+1
Gabriel Ganabria 8 pm -10:30 pm Franja Académica 8 pm- 10 pm Viaje al centro de la tierra 4 pm- 5:30 pm Alejandro Sánchez 5 pm- 7 pm
Dany F 10:30 pm- 12 pm Telar City Sounds Orchestra 10 pm- 11:30 pm Fel González 5:30 pm- 7 pm Federico Franco 7 pm- 8:30 pm
Mateo Rivano 12 pm- 1 am M.A.L.A 11: 30 pm- 1 am Delujo 7 pm- 8:30 pm Gladkazuka 8:30 pm- 9 pm
Mario Galeano (de Frente Cumbiero) 1 am- 2 am Tone of Arc 1 am- 3:30 am k1000 8:30 pm- 9 pm Mr. Bleat 9 pm- 10:30 pm
Quantic 2 am- 4 am   Pillow Talk 9 pm- 10:30 pm Armandito 10: 30 pm- 12 pm
    Steven Guberek 10: 30 pm- 12 pm   Andy Rourke 12 pm- 1:30 am
    Sammy D 12 pm- 2 am Magdalena 1:30- 4 am

La historia del hombre que se enamoró de una montaña

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“Cuando vine por primera vez me dije, qué bueno una montaña para cuidarla como uno cuida la mujer que se consigue en la vida. Me enamoré de ella y aquí estoy…”

Por Saúl Álvarez Lara
Hace treinta y cinco años en el filo de la montaña, frente a un potrero con pasto para vacas y tierra sembrada con papas, donde en días despejados se divisa el Valle de San Nicolás de Rionegro, la piedra de El Peñol, y los Farallones del Citará se ven a ojo limpio, Carlos Pineda, médico ortopedista, quien venía de comprar ese filo, preguntó a Luis Gonzalo Soto Atehortúa, campesino de la región: “Hombre, Luis Gonzalo ¿será muy difícil hacer que los árboles se den en estas tierras?”. Luis Gonzalo, enamorado de la naturaleza, respondió: “No, no es problema…”. Desde ese día, médico y campesino hicieron equipo con el objeto único de lograr que el bosque nativo volviera a la montaña. “Luis Gonzalo me enseñó la forma natural para que el bosque crezca”, dice Carlos. “Primero entra el helecho, después el helecho cubre la hierba, la hierba se seca y debajo del helecho los animalitos y los pájaros dejan ramitas y fruticas y pedacitos del bosque vecino… Así, con la ayuda de la naturaleza y con paciencia nace el bosque. En aquella época había menos de media cuadra de bosque, hoy puede pasar de unas quince cuadras.”

Vista de la montaña


< Carlos Pineda

La relación con la montaña es algo que Carlos Pineda lleva muy adentro, es un amor profundo al que se refiere así: “Cuando vine por primera vez a la montaña me dije, ¡qué bueno una montaña para cuidarla como uno cuida la mujer que se consigue en la vida! Me enamoré de ella y aquí estoy…”.
Cuidar la montaña ha sido una cuestión de paciencia y convencimiento. No faltó el ingeniero forestal que le aconsejara sembrar pino pátula que, en ese filo y en pocos años, le daría un beneficio excelente. Tampoco faltó el que pensara que esa tierra era perfecta para parcelar. Desde hace treinta años la gente sube hasta el filo a divisar el paisaje. No faltó tampoco quien le dijera que iba a tener que poner una puerta bien hermética para que nadie pudiera entrar en esas tierras; sin embargo Carlos no prestó atención a ninguno. “Si la gente sube hasta aquí a mirar el paisaje, pongamos un mirador, un lugar donde la gente pueda llegar y descansar y tomarse un fresco y divisar, si es a eso a lo que suben. El Mirador tiene veintidós años. Quien sube allí encuentra un paisaje espléndido, un bosque natural alrededor y también, si quiere, encuentra qué tomar y qué comer.


Bosque nativo

En treinta y cinco años de convivencia con la montaña, Carlos, guiado por Luis Gonzalo, aprendió a conocerla, ahora distingue las especies de árboles con solo mirarlos: “Los veía tan bonitos y no sabía que existían, con ellos me sucedió lo que le sucede a alguien que tiene un vecino que nunca conoce, no sabe que el vecino es encantador, es quien le ha dado vida a la tierra y uno lo descubre de un día para otro… ¡y cómo no va uno a querer a ese vecino! Todos estos árboles eran mis vecinos y yo no los conocía…” Ahora los conoce y los nombra sin temor a equivocarse: “Ese es un arrayán, ese otro el siete cueros, allá está el canelo, y el chiriguaco, y el encenillo; con hojas de encenillo hervidas mi mamá hacía gomina y nos peinaba con ella; y de ese otro, el drago, se saca una leche que sirve para curar heridas…” Y así, como cuando se habla de algo que se conoce bien, Carlos menciona el amarrabollos, el carate, el niguito, la chilca, los helechos y el rey de los helechos: el helecho arbóreo; y el tabaquillo y el cajeto. “Pero la fauna es muy pobre, dice, y la razón es que el cambio climático ha afectado la floración, los árboles no producen frutos y eso incide en la fauna. Hemos dejado pasar mucho tiempo y cada vez es más difícil recuperar la tierra. Ya vienen muy pocos pájaros, tampoco vienen mariposas. En los pozos que hemos hecho para recoger aguas lluvias ya no hay renacuajos y solo de vez en cuando se ven algunas águilas cuaresmeras.”

Bosque nativo

En la montaña no hay maleza; la maleza es la actitud de quien no la cuida. El primer enemigo son las personas: el musgo se vende, los cardos que nacen en los árboles se venden, la tierra de capote se vende. La deforestación es otro mal, donde se ha tratado mal el bosque: hay derrumbes, se represa el agua y arrastra todo, incluso viviendas. Otro enemigo es el verano, por los incendios. “Luis Gonzalo Soto Atehortúa fue quien me enseñó a querer este bosque y los campesinos de esta región lo cuidan porque se dan cuenta de su importancia. Sin embargo, cuando el acueducto llegó no se educó a la gente, y como pueden tener agua sin importar si cuidan el bosque o no, algunos han perdido interés en él. No entiendo cómo hacen obras como un acueducto en estos lugares y no se educa a la gente en su relación con el bosque…”


Bosque nativo

“Estamos construyendo una torre en el filo de la montaña, dice Carlos, es un octágono de doce metros de altura que tiene por objeto llamar la atención sobre la tierra. Desde esa torre -“Gaia” se llamará- será posible observar los alrededores. “Gaia” es la Madre de todo, origen de la Tierra y el Universo en la Mitología Griega. Es nuestra manera de concientizar sobre la realidad del planeta. Será visible desde la autopista, desde varios lugares del oriente y desde los aviones”.


Bosque nativo

Para llegar al Mirador y enamorarse también de la montaña y de la Tierra, basta con seguir la variante de Las Palmas. Frente a El Cebadero hay una entrada, el Mirador está a cinco kilómetros y medio, siga la señalización, la vía es estrecha por tramos. En el filo, está La Montaña, así con mayúscula…

Un impulso por la Mesa de Derechos Humanos

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Invitar a la defensa y promoción de los derechos ha sido una convocatoria difícil


Dora Luz Henao, Estefanía Vásquez, Luz Omaira Arias, Ana Milena Restrepo, Pedro Antonio Vásquez y Rosalba Toro

Por Luisa Martínez
El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos –DDHH–. A continuación de este acto histórico, la Asamblea recomendó a todos los Estados Miembros que publicaran la Declaración y procuraran que fuese “divulgada, expuesta, leída y comentada en las escuelas y demás establecimientos de enseñanza, sin distinción alguna basada en la situación política de los países o territorios”.

Con la intención de fortalecer la promoción y defensa de los derechos humanos en 2012, la Alcaldía de Medellín creó la Subsecretaría de DDHH (de la Secretaría de Gobierno y Derechos Humanos) que cuenta con una Unidad de Derechos Humanos para acompañar a las 19 Mesas de Derechos distribuidas en 14 comunas y 4 corregimientos. La comuna 14 (El Poblado) La comuna 11 (Laureles) y el corregimiento San Sebastián de Palmitas, no tienen.

El Grupo de Análisis de Información en Derechos Humanos de la Subsecretaría evalúa la vulneración y el efectivo goce de la vida, la libertad, la educación y la salud. En la revista Medellín Protege los Derechos Humanos de diciembre de 2014, se da un panorama de cada uno de ellos y se encuentra que la tasa de muertes violentas hasta diciembre de 2014 en la ciudad fue de 40.1 por cada 100 mil habitantes; 9.3 puntos menos que el año anterior. Sin embargo se presentó una alza en la tasa de homicidios en El Poblado (1,5) y en Castilla (2,6). En cuanto a desaparición, entre enero y septiembre de 2014 ; las desapariciones aumentaron a 546 personas (329 hombres y 217 mujeres); un aumento del 11,2% (55 personas más). En 2013, en El Poblado desaparecieron 5 hombres y 2 mujeres, y en 2014, 12 hombres y una mujer.

Derechos vulnerados en El Poblado
¿Quiénes son las víctimas por violación de derechos en la comuna 14? y ¿quién trabaja por defender esos derechos? Estos son algunos interrogantes que surgen debido a que, particularmente, El Poblado es una de las comunas que aún no cuenta con una Mesa de Derechos sólida.

Según informa Jaime Alberto Carrión, subsecretario de Derechos Humanos, las situaciones en donde más se vulneran los derechos en la comuna 14 son: explotación sexual y comercial de niños y adolescentes, mendicidad, trabajo informal y consumo de sustancias alucinógenas de niños y adolescentes. “Este informe es producto de la exploración que los abogados asesores en DDHH, designados para el territorio, vienen realizando junto con la comunidad y a la información recolectada por los diferentes programas y dependencias de la Alcaldía de Medellín”, afirma el funcionario.
Según el informe anual de 2014, de la Personería de Medellín, en la comuna 14, el 5.7 % de venteros informales trabaja en este territorio y la mayoría, el 36.75%, en la comuna 10 (La Candelaria).

Respecto a la violencia en contra de las mujeres, 10 fueron víctimas de presuntos delitos sexuales y 55, víctimas de violencia intrafamiliar. Aunque no se discriminan datos por comuna, en el Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual, se reportaron 1.186 delitos de este tipo; de ellos, 894 están relacionados con menores de edad (768 niñas y 126 niños).

Esperan presentar la mesa en mayo
Estefanía Vásquez es una joven de 24 años que vive en Ciudad del Río. En junio de 2014 se enteró de la existencia de este espacio de participación y con el entusiasmo de recién egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad CES, se le midió, junto a otros dirigentes de la JAC de su barrio, a coordinar la creación de una Mesa de Derechos Humanos en El Poblado. “La Administración fue la que nos propuso que creáramos esta mesa porque El Poblado no tenía”, cuenta. Su motivación viene de tiempo atrás. “He conocido de cerca casos de personas que han sufrido por la vulneración de los derechos. Por eso quiero profundizar en este tema y ver cómo ayudar de alguna manera”, asegura.

Actualmente, un Comité de Impulso –conformado por un representante de la Mesa de Jóvenes, una representante del Comité de Mujeres, una representante del Consejo de Cultura, un representante de la Mesa de Discapacidad, el presidente de la JAC Ciudad del Río, tres voluntarios de El Sembrador Fundación de Voluntariados, y el apoyo de dos abogados asignados por la Unidad de Derechos– se encuentra en la tarea de establecer los estatutos (normas de funcionamiento) de la Mesa de Derechos e invitar a que más personas se vinculen. Esperan hacer el lanzamiento oficial de la Mesa en mayo para prevenir, promover y crear una cultura alrededor de los derechos humanos.

Para que la mesa sea un espacio incluyente, “nos estamos acercando a diferentes sectores poblacionales de El Poblado, como a los presidentes de las JAC y a los comerciantes de la Corporación Zona Rosa y de la Zona Cero (Barrio Colombia)”, afirma Vásquez. “Vemos que la comunidad está muy interesada; nos apoyan y entienden que es fundamental que empecemos a respetarnos”, agrega. Sin embargo, la líder asegura que la convocatoria ha sido difícil porque no se logra una participación constante en las reuniones informativas.


Acciones en la comunidad
• El Comité de Impulso de la Mesa de Derechos está haciendo el diagnóstico de las necesidades de los barrios de la comuna 14. Por ejemplo se ha identificado que el Parque Lleras y Barrio Colombia son sectores susceptibles a la explotación sexual y de menores.
• El jueves 30 de abril se realizaron actividades para promover los derechos con los niños del Centro Infantil Rotatorio La Visitación.
• Entre otras actividades, aún sin fecha definida, se creará un club de cine de discapacidad y se hará una reunión con la Mesa de Jóvenes.
• Para mayor información o hacer parte de la mesa, escribir a [email protected] o llamar al 313 728 2853.



Dónde acudir si violan sus derechos

• Comunicarse vía telefónica a las líneas sociales del 123, que atiende a mujeres víctimas, menores, población en situación de discapacidad y población en situación de calle.
• Acudir a la Unidad de Derechos Humanos, ubicada en el piso 3, oficinas 315 y 320, en La Alpujarra. Comunicarse al teléfono 385 6566 o la línea de atención 350 840 0057, abierta las 24 horas.
• Atención y asesoría en DDHH por parte de los abogados designados por la UDH: Mercedes Grajales Ceballos y Luis Carlos Giraldo Ocampo, quienes se encuentran en las Inspecciones de Policía 14A y 14B de El Poblado. Teléfonos: 266 0053 (14A)-311 5537(14B).

La Magia de tus Bailes tiene alma

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Desde hace 25 años esta academia de baile funciona gracias a la magia de Fernando González


Bienvenida Hoyos, Andrés Echeverri, Dalia Isaza, Natalia Castrillón, Fernando González, Magnolia Ángel y Eslith Franco

Por Catalina Peláez
“Yo di clases de baile desde el colegio y, a cambio, negociaba con mis compañeros para que ellos me dieran clases de cualquier materia; ellos fueron mis primeros clientes”. Quién habla es Fernando González, un arquitecto de profesión y bailarín por vocación, quien hace 25 años fundó La Magia de tus Bailes, una academia dedicada a la enseñanza de bailes populares.

Remembranzas
Fernando ha bailado desde siempre, y no es una exageración decirlo porque a los seis años de edad el baile ya era su pasión. Luego, en la adolescencia, este arte pasó a ser su refugio y la manera de encontrar un desahogo en esa etapa de la vida en donde todo pareciera que se convierte en nada, y nada se convierte en todo. Dice que sus hermanas fueron sus mayores cómplices porque, cuando su mamá le imponía llevarlas al cine, él cambiaba los planes y armaba paseo con ellas para ir a los ensayos de danza. “Yo, que no era mentiroso, tenía que decir mentiras para ir a bailar; a mis hermanas les contaba la película para que supieran de qué se trataba y me pudieran acompañar”, dice entre risas Fernando.

Cuando finalizó sus estudios en el colegio, no contaba con los recursos para pagar la universidad, de manera que se dedicó a dar clases y así pudo obtener ingresos que le permitieron pagar la carrera de arquitectura, y posteriormente graduarse de esa facultad. Pasó el tiempo y Fernando, en paralelo, ejerció su profesión y continuó dando clases de baile particulares hasta que eran tantos sus alumnos que decidió buscar un espacio en El Poblado. “Conseguí un lugar encima de lo que se llamaba el Café Café, entre la calle 8 y la calle 9. Abría a las 5 de la tarde, después de salir corriendo de la oficina de arquitectos en la que trabajaba”, recuerda Fernando.

“El espíritu de un maestro es generoso”
“Todos los sábados yo iba a ver cine en un cineclub que funcionaba en una casa del barrio Prado; en una de esas reuniones vi la película La magia de tus bailes, del director Charles Walters. Me acuerdo que después de verla quedé feliz porque es bellísima y desde ahí ese nombre siempre lo tuve presente”, dice Fernando. Tan presente lo tuvo que años más tarde, llegado el momento de formalizar la academia, tuvo que escoger un nombre y no dudó en que fuera ese que lo había hecho emocionar. “El momento más importante de la Magia de tus Bailes ha sido este, sin lugar a dudas. Tengo conmigo personas que, a través del baile, han decidido ser maestros. Hay un tipo de profesor que no es precisamente el más profesor sino el más bailarín; en cambio el espíritu de un maestro es generoso y se pone al nivel del alumno”, asegura Fernando. Por eso hoy lo acompañan ocho profesores y Bienvenida, una mujer que desde los inicios de la Magia de tus Bailes ha estado a su lado. “Bienvenida empezó conmigo en los oficios varios de la academia, en momentos en los que he estado completamente solo con mi proyecto, ella ha estado ahí ayudándome a administrar la academia”, manifiesta Fernando con profunda gratitud.

25 años después, este sitio sigue lleno de musica y alegría. Los alumnos, de todas las edades, van a clases individuales, en pareja o colectivas, para aprender a bailar géneros tropicales (salsa, rueda casino, merengue, vallenato, porro, bachata), de salón (tango, milonga, vals, fox, bolero, pasodoble,) y modernos (árabe, pop, hip hop, trance, reaggeton, samba).

Pero no importa la elección musical, la magia está es en el movimiento. “Con el tiempo, nos hemos dado cuenta de que hay magia, -dice Fernando- el baile transforma”.

Verde que te quiero verde

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Blogero rosanaPor Rosana Arizmendi Mejía
 

Contratista se compromete a entregar obra en octubre

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A propósito del retraso de la obra y de las constantes quejas de los residentes, el contratista del Paso a desnivel de la Transversal Inferior con Los Balsos tuvo que ajustar el cronograma

Cinco meses de retraso cumple la obra paso a desnivel de la Transversal Inferior con Los Balsos del Proyecto de Valorización. Esta obra que inició en marzo de 2014 y que tenía dentro del cronograma un plazo de ejecución de 18 meses (septiembre de 2015), es quizá la construcción que más inconformismos ha causado entre los residentes del sector. Para abril, se tenía previsto un porcentaje ejecutado del 71 por ciento, sin embargo el porcentaje actual es del 60.6 por ciento. A la fecha 26 de abril, la inversión ejecutada es de 3 mil 596 millones 908 mil 593 pesos, del valor total programado que corresponde a 4 mil 364 millones 302 mil 359 pesos.

El argumento respecto al retraso de la obra, que presenta la Secretaría de Infraestructura y el consorcio Unión Temporal Cruce Los Balsos- conformado por Bernardo Ancízar Ossa (75%) y BOL Ingenieros Arquitectos SA (25%)- es que, a diferencia de los demás pasos a desnivel que se están ejecutando en las transversales, en este no se construirá un puente sino un deprimido que requiere una intervención técnica más compleja. Sin embargo, tal como lo reportamos en el artículo El avance del obra no se ve, en la edición 613 (9 de abril de 2015), se han presentado un sinnúmero de dificultades que administradores de diferentes unidades residenciales definieron como una evidente “desorganización y falta de control en la obra”.

Javier Darío Toro -secretario de Infraestructura Física-, Héctor Alonso Gómez, -subsecretario de Infraestructura Física-, Luis Alberto García -director del Fondo de Valorización, Fonvalmed-, Bernardo Ancízar Ossa -contratista- y Arles Herrera-director de obra-; cumplieron con la cita que tenían con la comunidad, en el auditorio del supermercado Consumo, el pasado 28 de abril. Su objetivo fue dar respuesta a las quejas e inquietudes, pero sobre todo socializar el nuevo cronograma de la obra que propuso el contratista, luego de una reunión con la interventoría y la Secretaría. Según aseguró el secretario Javier Darío Toro, este adquirió el compromiso de tener la obra terminada para el 31 de octubre de este año, es decir un mes después de lo programado.

Nuevo cronograma de la obra
En medio de la incredulidad de los asistentes, debido a los constantes incumplimientos de anuncios anteriores, Javier Darío Toro, encabezó la ponencia y anunció las nuevas fechas de finalización de cada actividad de la construcción, que serán así:

• Redes de conducción (15 de mayo).
•Lazos (como definen los tramos de construcción): 1. Lazo urbanizaciones Los Balsos y Portofino (15 de mayo). 2. Lazo Torres de Castillo (15 de mayo). 3. Lazo portería Surabaya al sur (15 de mayo). 4. Lazo portería Surabaya al norte (31 de julio). 5. Lazo Consumo, Turingia y Tierradentro (26 de septiembre). En cada uno se realizará la pavimentación de la primera capa de asfalto y andenes.
•Pantallas: pantalla Surabaya (15 de junio), pantalla Consumo (5 de agosto), pantalla central sur (25 de junio), pantalla central norte (13 de agosto).
•Construcción de la loza del puente (21 de septiembre)
•Excavación del deprimido y anclaje de pantallas (3 de octubre)
•Alcantarillado pluvial (10 de octubre)
•Pavimentación, señalización y semaforización (16 de octubre)
•Oreja retorno sur (30 de octubre)
•Urbanismo (30 de octubre)

Arles Herrera, director de la obra se comprometió con la comunidad a cumplir con el cronograma, sin embargo, aclaró: “con la salvedad de no encontrar más obstáculos en el terreno para construir las pantallas. Tenemos que bajar 12 metros y el terreno no no lo inventamos, por eso la incertidumbre está”. Afirmó que “el estudio geológico decía que el espesor máximo de roca era de 40 cm, y hemos encontrado rocas de 2, 60 cm, entonces esa variación nos cambia los procesos constructivos”. Herrera justifica que la obra también ha tenido un desarrollo complejo en función de las redes que se deben movilizar. La más crítica es la red de conducción de 600 mm que hubo que trasladar y que va por la mitad del futuro deprimido. Sin embargo aseguró que en este tema de redes solo falta realizar el empalme y la distribución de la nueva tubería de agua potable, que estaría terminada para el 15 de mayo.

En cuanto a la ejecución de la obra, Javier Darío Toro le aseguró a la comunidad: “Hemos dispuesto ingenieros que todos los días visiten la obra y vigilen los frentes de trabajo, las actividades propuestas y el número de personas trabajando, para lograr que los compromisos adquiridos por el contratista efectivamente se cumplan”. De no cumplirse lo pactado, afirmó que se haría la multa designada. Arles Herrera le confirmó a Vivir en El Poblado que según el atraso, “puede haber una multa del 10 por ciento del contrato”.

Piden claridad en el urbanismo
La Secretaría de Infraestructura Física también se refirió al urbanismo de la obra. Contará con andenes de aproximadamente 3 m, de los cuales 1.5 m será para zona verde, árboles y mobiliario urbano (12 bancas sencillas, 27 basureras metálicas y 2 paraderos de buses tipo tótem).

Los habitantes asistentes a la reunión solicitaron claridad sobre como será el urbanismo en cada unidad residencial y la compensación de árboles (se deben sembrar 198 árboles), puesto que el render, tal como lo explicó Luis Alberto García, es apenas una interpretación de lo que va a quedar. Por lo que se planteó una reunión con cada una de las urbanizaciones del sector. También, el director de Fonvalmed se comprometió a hablar con la Secretaría de Movilidad sobre cómo van a quedar los paraderos de buses, cómo va a ser la movilidad, y sobre la petición de cambio a doble sentido de la loma de Los González.

Quejas y respuestas
“Era preocupante pasar por la obra y no ver a los trabajadores”, expresó uno de los asistentes. “Esperamos que los obreros que ahora vemos sigan así y que no sea solo por el alboroto que hemos hecho en estos días”, continuó una señora. Al respecto, Arles Herrera aseguró que en la obra actualmente trabajan 55 operativos y 17 profesionales y que para cumplir con lo establecido, se dispondrán 9 obreros por cada uno de los seis frentes de trabajo.

Roberto Martínez, residente de Torres del Castillo, pidió claridad al contratista en cuanto al cumplimiento de pagos a los obreros. Coincidencialmente se encontró en su urbanización, una hoja en la que uno de los trabajadores decía que no pudo recibir su pago por problemas en la plataforma del banco. Bernardo Ancízar Ossa, el contratista, confirmó que se han presentado problemas en la plataforma electrónica, pero que se ha pagado lo correspondiente al contrato. Por su parte el interventor, Milton Rodríguez, aseguró que “los únicos inconvenientes han sido con cinco días de retraso de pago, pero no me han reportado un caso con un problema mayor, excepto el de un trabajador extranjero que tuvo un inconveniente con el banco por el número de la cédula”.

En cuanto al evidente cambio de personal, Arles Herrera, explicó que la ingeniera forestal, que estuvo e el inicio de la obra, tenía un contrato temporal de 6 meses, por lo que se contrató una nueva para finalizar la obra. Por otro lado habla de los 35 obreros que desde el inicio del contrato hasta al 26 de marzo de 2015 se retiraron: “hubo personal que trabajó, se fue y no volvió por su liquidación. Estamos hablando de un promedio de tres personas al mes”. Tambień afirma que el anterior director de obra, sigue acompañando el contrato, que los demás ingenieros son los mismos y que el residente social renunció debido a otra oferta de trabajo.

Otra situación que preocupa a Roberto Martínez es la vía interna que se deberá construir en Torres del Castillo, para dar ingreso a las urbanizaciones de San Michel. Esta incluye una nueva portería por petición de los residentes de Torres del Castillo, por lo que se han generado retrasos. Este y otros temas particulares de cada unidad residencial se han hablado con Fonvalmed. Luis Alberto García afirmó que dicha vía está incluida en el nuevo diseño y que no impide la construcción del lazo de ese costado.

Los pasos peatonales, también es un tema agobiante. “Esos pasos peatonales son un irrespeto. No puedo salir caminar con mi hijo. Esta uno en la salida del Consumo y no hay señales”, se quejó un padre de familia, y otras personas que coinciden en este punto. Esta es una queja de tiempo atrás, al igual que la falta del riego de agua por el polvo, por lo que esperan se tomen correctivos cuanto antes. “Tuve que sacar agua de mi casa para mojar la parte de atrás porque el contratista no lo hacía, y ahora la factura de los servicios es más alta”, intervino una señora. Así mismo, otros vecinos expusieron problemas de salud, por eso se insistió en que tuvieran en cuenta a las personas que viven en el lugar que ya no soportan más, lo que han padecido durante un año.

Amantes del papel

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En Días del Libro se reunieron los protagonistas más importantes de la lectura: los libros

Harper Lee jamás se acurrucará en su cama con un computador, no dejará caer sus lágrimas por Anna Karenina sobre el frío metal de una tableta electrónica, ni entrará al corazón de las tinieblas con Mistah Kurtz a través de una pantalla. “Algunas cosas deben suceder sobre la suavidad del papel”, ha dicho la escritora norteamericana.

Así como Lee, obstinados y amantes del papel son muchos de los personajes que visitaron Días del Libro en Medellín, el primero de los eventos del Plan Lectura Viva de la Secretaría de Cultura Ciudadana, para este año. Allí, en un auditorio –y más tarde bajo una carpa– Alberto Salcedo Ramos conversa sobre su oficio como periodista y cronista, sobre escribir y leer, enseñar y vivir la vida. A pocos pasos de donde se escuchan sus palabras, se cruza por el paseo peatonal de Carlos E. Restrepo, Juan Manuel Roca con aquellos poetas anónimos que solo unas horas más tarde se atreverán a leer en voz alta sus textos en el Rincón del Espontáneo. También pasan bajo las carpas y entre la multitud, columnistas, periodistas, profesores de literatura y de escritura creativa; pero sí que pasan a caudales los lectores de la ciudad. Vienen y van como una marea que carga bolsas, arrastra mascotas, sostiene vasos de cerveza; vienen y van como una marea que fuma, que ríe y que cada segundo está preguntando por un título, un autor o pidiendo una recomendación.


Luis Alberto Arango, cofundador de la librería Palinuro

“¿Tiene la mujer de Marai?”, pregunta un despistado. Luis Alberto Arango, administrador y cofundador de la librería Palinuro lo corrige y decepciona con dulzura: “La mujer justa. No lo tengo, todo lo de Sandor Marai sale rapidito”. Arango ha asistido con los títulos de literatura de Palinuro –lo que él considera el “solomito” de la lectura– a Días del Libro desde hace nueve años, es decir, se conoce la feria como pocos. “La queremos mucho porque Carlos E. Restrepo es un sector muy acogedor y amable, y este evento ha cogido mucha fuerza”, dice. Agrega que son dos días de ventas en una feria en que no les cobran “ni un peso por estar aquí, solo un seguro colectivo que es un costo pequeñísimo”. Palinuro participó este año con 350 libros aproximadamente, y en ambas ocasiones vendió cerca del 80 por ciento.


Iván Hernández, creador de Frailejón Editores

Laura Catalina Blandón,
coordinadora de distribución y ventas de Tragaluz

Aunque ofrece libros muy diferentes a los de Palinuro, cifras similares puede pregonar la editorial Tragaluz, quien participó este año con 400 ejemplares de 30 títulos, y sus ventas se acercan al 70 por ciento de lo exhibido. Juan Carlos Restrepo, editor y cofundador, se siente a gusto con Días del Libro. “La feria ha evolucionad mucho; se queda cortica con dos días”, dice. En Tragaluz, el cuidado y el cariño por las ilustraciones, y el diseño en cada texto, son el fuerte de esta pequeña pero empecinada editorial. Restrepo señala algunos de los libros que ofrecen mientras los clientes se amontonan como coleccionistas, esculcando qué publicación aún no han comprado. La juma de Maqroll, de Antonio García, por ejemplo, es una de los libros que más se ve que curiosean quienes se acercan. Restrepo les sale con una breve explicación de la publicación que deja a cualquiera antojado: “Son las recetas de cocteles de Maqroll, el protagonista de las novelas de Álvaro Mutis”. Más tarde le piden que recomiende algo de lo que han traído a la feria y con cuidado toma de la mesa un bello ejemplar de Cuando los peces se fueron volando, de Sara Bertrand, un texto que se acerca a las pérdidas que a todos nos suceden en la vida, desde los ojos de un niño.

Con el mismo cuidado y cariño de Tragaluz, se les ve por primera vez en Días del Libro a Frailejón Editores. En su stand, Iván Hernández –profesor de literatura jubilado y creador de Frailejón–, muestra con paciencia y dedicación lo preciosos libros que trae a la feria. En ellos se aprecia el amor por el libro, no solo como texto o como pasaporte mental a otras vidas y experiencias, sino como objeto. Las delicadas hojas de papeles finos están encuadernadas artesanalmente; cada libro es hecho a mano en un proceso que puede tardar seis meses. Frailejón recoge poesía y literatura, contemporánea y clásica. Para la ocasión, Hernández ha traído 50 títulos, entre ellos hay uno por el que los visitantes no disimulan su entusiasmo: Historias de perros, con textos de Iván e ilustraciones de Daniel Gómez. Y entre los clásicos se ve Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique, que es texto y libreta de apuntes a la vez.


Pasaje peatonal Carlos E Restrepo

Hernández habla en voz baja, y lo que dice, a pesar del apasionamiento que siente por sus libros, es apenas perceptible en medio del bullicio de la fiesta que se da en Carlos E. Restrepo. La música, la alegría de los lectores, la fogosidad del público y el desbordamiento de libros por todas partes es solo la antesala para lo que queda de 2015: la Parada Juvenil de la Lectura, en junio y la Fiesta del Libro y la Cultura, en septiembre.

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“Poblado presente, no nos roben de frente”

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Habitantes inconformes con el cobro de Valorización, salen una vez más a manifestar

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Cerca de 80 personas aceptaron la invitación a la marcha de este 30 de abril, convocada por la Corporación Dignidad Colombia para protestar en contra del cobro de la Valorización. Desde las 10:30 am habitantes y líderes de El Poblado se conglomeraron en el Parque de El Poblado en donde iniciaron la manifestación que se extendió hasta el Centro Empresarial San Fernando Plaza. Allí permanecieron hasta la 1 pm.

“Poblado presente, no nos roben de frente”, fue una de las arengas entre los manifestantes quienes gritaron de manera eufórica su descontento frente a las decisiones del Alcalde Aníbal Gaviria y de los concejales que aprobaron el acuerdo 58 de 2008, por el cual se reglamenta el Estatuto de Contribución de Valorización. Piensan que este cobro es “injusto”, por lo que en otra pancarta expresan: “Alcalde usted también vive en El Poblado, colóquenos la misma vacuna suya y en 24 horas le cancelamos, no sea inequitativo”. Quienes protestaron creen que pagan los impuestos suficientes. “Nos están cobrando impuestos y además una Valorización que no es justa. La protesta la vamos a seguir hasta las últimas consecuencias, no solo nosotros, sino Envigado, Laureles, Conquistadores, y otras comunas”, asegura Carlos Arturo Mesa, habitante de Manila.

Debido a esta situación, el desplazamiento aparece como otro tema crucial. “Mire como nos tiene el alcalde, con ese cobro nos está desplazando…Pero la idea de nosotros es quedarnos aquí, donde nacieron nuestros abuelos y bisabuelos, por eso no lo vamos a permitir”, expresa Susana Henao, quien reside en el barrio Diamante 2, en el sector de La Frontera.

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Además de la Valorización, el proyecto Parques del Río fue también centro de objeción. Por eso a esta iniciativa también se unieron habitantes del barrio Conquistadores e integrantes del equipo #NoalParqueDelRío. Claudia Hoyos, integrante de ese equipo, mientras camina por la Avenida de El Poblado manifiesta: “acompañamos esta marcha porque más adelante el cobro de Valorización y el problema del peaje nos va a tocar todos”. A propósito, Alfonso Vergara, líder de la Corporación Dignidad Colombia y de la marcha, a través del megáfono reafirma su acompañamiento a los habitantes de Conquistadores, de quienes asegura, no necesitaban un parque y con las obras su medio ambiente se vio afectado ante la tala de árboles, que tenían hasta 60 años de vida.

En volantes, el movimiento ciudadano #NoalParquedelRío dice que se opone a este proyecto porque “no es una prioridad para la ciudad, se cobran peajes intraurbanos, hay mal uso de recursos públicos, se afecta el medio ambiente y la movilidad”, entre otras razones.

A pesar de que la inconformidad con el cobro de Valorización es latente, la asistencia a la marcha fue poca y los líderes de Envigado, que también fueron invitados, no estuvieron presentes. Al respecto, Alfonso Vergara asegura que un día laboral no les ayuda mucho, por eso, programaron una próxima marcha para el sábado 23 de mayo.
 
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A propósito de la Subasta de Arte Cariño

De allí la trascendencia de las colecciones porque en ellas se está conservando buena parte de la actual historia artística y cultural del país

/ Carlos Arturo Fernández U.

Con frecuencia pensamos en el arte como una de las altas manifestaciones del espíritu humano: una creación a través de la cual el artista interpreta las múltiples relaciones del hombre con la realidad que lo rodea y lo define, desde las dimensiones más trascendentales y metafísicas, pasando por las circunstancias sociales, políticas y culturales y llegando hasta la exploración de la propia subjetividad, el gozo de la cotidianidad y de la fugacidad de la experiencia. Por eso decimos, con razón, que las manifestaciones artísticas nos hacen mejores seres humanos; y no solo cuando pensamos en el artista que las produce, sino también cuando nos referimos a quienes nos aproximamos a ellas para experimentarlas, disfrutarlas y conocerlas como público.


Paisaje 2. Humberto Chavez

Sin embargo, el arte es muchas cosas más, cosas que, incluso, pueden parecer poco apropiadas cuando hablamos de altos valores espirituales; pero no por ello son menos importantes y significativas.

El arte también es trabajo, valor de uso y valor de cambio; es decir, no solo está profundamente implicado en las tramas estéticas y culturales sino que guarda relación con la vida económica en todos sus niveles, con el desarrollo de los gustos sociales y, por supuesto, al menos en un sentido amplio, con las tendencias de las modas.

La Subasta de Arte Cariño puede ser el momento oportuno para volver sobre algunos de estos asuntos que, desde ciertos puntos de vista, confluyen en el tema del coleccionista de arte y hacen de él un nudo fundamental en todo el sistema artístico. Y no se trata solo del “gran coleccionista” que dedica mucha parte de sus esfuerzos a esta actividad, sino de un público más vasto que, de manera esporádica y circunstancial, decide adquirir una obra de arte. Es claro que la compra de obras de arte nunca ha sido una actividad “popular”; seguramente cuando más personas tuvieron acceso a ella fue en la Holanda del siglo 17. Pero también es cierto que la actual lógica del mercado, lo mismo que la del arte, abren posibilidades que hace apenas unos años parecían imposibles.

Homenaje a Popayán. Enrique Grau

En síntesis, el arte no subsistiría si no existiera un público que, al demandarlo y pagarlo con su dinero, permite que el artista se dedique a crearlo. Se pueden traer a cuento muchos momentos en los cuales se producen verdaderas extinciones masivas en el arte porque desaparece o se transforma radicalmente el público que lo demandaba. Baste recordar aquí cómo la caída del Imperio Romano de Occidente y el simultáneo exterminio de la clase senatorial romana significaron también la muerte del arte clásico porque las nuevas clases dominantes representadas por los jefes bárbaros, hasta entonces nómadas, no contemplaban dentro de sus intereses asuntos como la pintura, la escultura o la arquitectura del imperio. Y al no haber demanda, en poco tiempo, quizá en el giro de una generación, desapareció también la producción y la oferta, y Europa entró en los que, quizá injustamente, han sido llamados los “siglos oscuros” de comienzos de la Edad Media.

A lo que asistimos en la actualidad es a un proceso exactamente inverso: el crecimiento sostenido del coleccionismo en Colombia, que ya no se limita a las esferas públicas, de las cuales el mejor ejemplo y casi el único es la Colección de Arte del Banco de la República, sino que se despliega sobre todo en el ámbito privado. Y, como es obvio, las consecuencias de ese crecimiento son también muy significativas.

Es fácil decir que hace falta conocer más acerca de las colecciones privadas de arte en el país. En realidad, la historia de esas colecciones es bastante limitada pero sirve para comprender la trascendencia que reviste para la cultura nacional el actual auge del coleccionismo. En el siglo 19 y en buena parte del 20 se coleccionaba especialmente arte colonial que, con frecuencia, acababa siendo donado a iglesias y conventos; por su parte, ante la falta de interés del Estado, las colecciones de arte académico se desintegraban o eran vendidas en el extranjero.

Por eso, a diferencia de lo que ocurría en otros países latinoamericanos, los demás fenómenos vinculados con el coleccionismo, como son, por ejemplo, las galerías de arte, las subastas y los salones, tuvieron en Colombia un desarrollo muy tardío y precario (sin hablar de las ferias de arte, totalmente inexistentes hasta hace muy pocos años). En la segunda mitad del siglo 20 aparecerá un coleccionismo empresarial que, quizá, debe ser considerado como el verdadero punto de partida de este fenómeno en Colombia. Pero, mientras tanto, si el sistema de circulación de las obras era paquidérmico y difícil, necesariamente las principales consecuencias negativas las sufría la producción del arte mismo.

Hoy existe en Colombia un fuerte coleccionismo privado que, justo es reconocerlo, se concentra sobre todo en Bogotá, y corre paralelo a un auge de las galerías, las publicaciones y las ferias; es un fenómeno que recoge gran parte del arte contemporáneo que, por razones diversas, no encuentra todavía una fácil ubicación en el sistema de los museos. Y de allí la trascendencia de estas colecciones porque en ellas se está conservando buena parte de la actual historia artística y cultural del país. De alguna manera, también esas colecciones son patrimoniales.

Visto en esta perspectiva, un evento como la Subasta de Arte Cariño, que realiza el 7 de mayo su 27ª edición, además de la finalidad benéfica y social que lo impulsa, tiene un significado especial para el mundo del arte: es un elemento de un proceso estructural que contribuye a dinamizar la producción artística y, en consecuencia, a hacer que sea posible que, a través de las obras de arte, podamos analizar y comprender mejor el sentido de nuestra existencia como seres humanos.
[email protected]

El Ballet Metropolitano convoca

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90 bailarines entre los 9 y 17 años serán elegidos por el Ballet Metropolitano de Medellín para el Tercer Curso Internacional de Ballet, que tendrá la participación de cuatro maestros de talla internacional: Alice Arja, de Brasil, Rafi Maldonado y Roberto Rodríguez, de Estados Unidos, y Daina Cala, de Cuba. 

 BALLET METROPOLITANO
Susana Álvarez, Carolina Duque

 BALLET METROPOLITANO
Daina Cala, Leonor Baquero, Ana Beatriz Gutiérrez

 BALLET METROPOLITANO
Manuela Mejía
 BALLET METROPOLITANO
Maria Paulina Saldarriaga

 BALLET METROPOLITANO

 BALLET METROPOLITANO

 BALLET METROPOLITANO

 BALLET METROPOLITANO

 BALLET METROPOLITANO

Franz Liszt Superstar

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En la CasaTeatro El Poblado se llevó a cabo Franz Liszt Superstar, otra edición de las Tertulias Filarmónicas, espacios en los que la Orquesta Filarmónica de Medellín acerca al público a la vida y obra de los compositores que versiona a lo largo de año en su temporada de conciertos. Las Tertulias Filarmónicas son apoyadas por Vivir en El Poblado.

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Ramiro Isaza
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Álvaro González

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Ana María Osorio
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Beatriz Osorio

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Gloria Osorio

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Gustavo Adolfo León
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Gustavo Castellón

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Inés Parra

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Julio Álvarez
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Ligia Marín

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Lillyan Barrera
TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Luz Marina Toro

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Lucy Marín

TERTULIA CON RAMIRO ISAZA
Pedro Azuero

Días del Libro

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Durante dos días en Carlos E. Restrepo tuvo lugar la novena versión de Días del Libro, feria en torno a la promoción y disfrute de la lectura y la escritura. Días del Libro hace parte de los eventos del Plan Medellín Lectura Viva de la Secretaría de Cultura Ciudadana, en asocio con la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra.

DIAS DEL LIBRO
Tatiana Tamayo
DIAS DEL LIBRO
Yesid Díaz

DIAS DEL LIBRO
Alejandra Flórez
DIAS DEL LIBRO
Andrés Mesa

DIAS DEL LIBRO
Arbey Salazar

DIAS DEL LIBRO
Carlos Ruiz
DIAS DEL LIBRO
Claudia Vásquez

DIAS DEL LIBRO
Carolina Zuluaga, Stephanie Gutiérrez

DIAS DEL LIBRO
Jonathan Escobar
DIAS DEL LIBRO
Johan Pérez

DIAS DEL LIBRO
Isabel Álvarez, Alejandra Álvarez

DIAS DEL LIBRO
Jonathan Escobar
DIAS DEL LIBRO
Juan Pablo Arismendy

DIAS DEL LIBRO
José Ignacio Caicedo, Eduardo Quiceno, Elkin Vásquez, María Eugenia Agudelo

DIAS DEL LIBRO
Laura Carmona
DIAS DEL LIBRO
Lina Castañeda

DIAS DEL LIBRO
Luisa Valencia, Óscar Duque

DIAS DEL LIBRO
María Alejandra Vargas, Nadine Holguín

DIAS DEL LIBRO
Mario Garcés
DIAS DEL LIBRO
Nathalie Rojas

DIAS DEL LIBRO
Nelson Botero, Yoan Cardona, María Isabel Giraldo, Sergio Quintero

Paula Rojas
DIAS DEL LIBRO
Sara Ortiz

DIAS DEL LIBRO
Samuel Arenas, Santiago Sánchez, Manuela Hincapié, Natalia Duque

DIAS DEL LIBRO
Sebastián Pérez, Ximena Duque

DIAS DEL LIBRO
Simón Ramírez

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La coliflor en mi vida

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“Verás que te va a gustar, no tiene que ver con la sopa de tu madre”

/ Álvaro Navarro

Regreso una vez más a los recuerdos de mi casa paterna. En más de una ocasión, he comentado que los vegetales y las verduras no eran el fuerte de nuestra dieta familiar. En ella eran aceptados, sin protestar, el arroz, el maíz, los bananos, los plátanos en sus diferentes modalidades, los frisoles y las yucas.

Para ilustrarlo, me referiré a aquella ocasión en la que llegué al mediodía a casa con un hambre pantagruélico, luego de haber participado en un largo ensayo de marcha para un desfile de la Bolivariana –no recuerdo si para las fiestas de la misma o para una procesión del Sagrado Corazón–, y en mi mente me preguntaba: ¿qué será lo que vamos a almorzar hoy?

Fue simultáneo el abrir la puerta y encontrar la casa invadida por un olor extraño y poco invitante. Hago un paréntesis para comentar que en esos años lo normal era vivir en una casa grande con varios patios y no en los apartamentos de hoy, en los que dicho olor, pienso, haría desocupar el edificio. Pues bien, ante la inocente pregunta de “¿qué es ese olor tan feo?”, mi madre, con una sonrisa beatífica, contestó: “Hoy les tengo de sorpresa una rica sopa de coliflor”.

Los hermanos fuimos llegando uno a uno y, sin ponernos de acuerdo, nos negamos a degustar la “rica” sopa. Lógicamente, al no comernos la sopa tampoco hubo plato principal y mucho menos postre.
Pasaron los años, mi madre jamás repitió el ensayo y cuando me casé, la coliflor nunca hizo parte del menú de la casa. Pero un día –cuando vivía en Washington– en una clase de cocina, la chef Mimmetta Lo Monte indicó que el menú para ese día incluiría pasta con coliflor al horno. Mi mirada fue de pocos amigos y ella me dijo: “Verás que te va a gustar, no tiene que ver con la sopa de tu madre”. Y tenía razón.
Ahora les contaré, en forma sucinta, cómo se hace.

Ingredientes para ocho personas: 1 kilo y medio de coliflor, 1 cebolla mediana, picada finamente, media taza de aceite de oliva, 100 gramos de pasta de tomates, 6 filetes de anchoas en forma de puré, media taza de almendras doradas en una sartén con un poco en aceite de oliva, 2 cucharadas de nueces picadas, 2 cucharadas de uvas pasas (hidratadas previamente durante unos minutos en agua tibia), 300 gramos de rigatoni o alguna pasta corta, queso parmesano rallado, sal y pimienta al gusto.

Para la preparación: limpiar la coliflor (blanqueada dos minutos en agua hirviendo), separar las flores y cortar los tallos en rodajas no muy gruesas. En una sartén, poner a cocinar la cebolla en aceite de oliva y a fuego alto, hasta que empiece a cambiar de color. Agregar la pasta de tomate, revolver todo y cocinar otro par de minutos. Bajar el fuego a medio, agregar una taza de agua y las anchoas. Sin tapar, cocinar la mezcla cinco minutos. Añadir la coliflor, revolver bien, tapar y cocinar diez minutos. Adicionar las almendras, nueces y uvas pasas, revolver y apagar el fuego. Verificar el sabor y agregar la sal y pimienta que sea necesaria. Mientras se hace lo anterior, cocinar la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante. Cuando esté lista, pasar la pasta a la sartén revolviendo todos los ingredientes.

Precalentar el horno a 175 Centígrados (350º Fahrenheit). Poner un poco de aceite en un molde que pueda ir al horno, y añadir una capa de la mezcla de coliflor, una capa con el queso, y así sucesivamente dos capas adicionales. Llevar al horno por 40 minutos. Sacar del horno, cortar en porciones y acompañar con una copa de vino tinto.
Después de probar este plato me volví adepto a la coliflor.
Si desea, puede escribirme a
[email protected]
Buenos Aires, abril de 2015
[email protected]

¿A qué sabe Urabá ?

Cocineras de Apartadó comparten sus recetas con La Buena Mesa

El nombre Dulcenombre Rodríguez Colón, “rueda por Urabá” gracias a su famosa sazón, aquella que la convirtió en la cocinera predilecta de los ejecutivos y empleados de Uniban, empresa en la que se jubiló después de trabajar 26 años en sus comedores. Esta mujer, nacida en Chigorodó pero criada en Apartadó, recuerda con alegría cómo en muchas ocasiones los comensales se cercioraban si Dulcenombre había cocinado el plato antes de pedirlo. Hoy atiende eventos y reuniones a través de una pequeña empresa familiar.

Al igual que Dulcenombre, María Liliana Quinto Perea es una defensora de la cocina “perdida”, la ancestral, la de olla, la de fogón de leña, y es una digna representante de la gastronomía tradicional de Urabá. Su trabajo en restaurantes de fincas bananeras y de comida típica de la región Pacífica, ha sido una fructífera experiencia que ha llevado al programa Técnico en Cocina, que cursa actualmente en Apartadó.

Ambas cocineras se han unido a Rescate Cultural Gastronómico, proyecto de formación liderado por Sandra Milena Giraldo, cocinera manizalita e instructora de Gastronomía en el Complejo Tecnológico Agroindustrial, Pecuario y Turístico del Sena, en Urabá. Esta iniciativa tiene como objetivo que sus estudiantes trabajen por conservar y promover las costumbres, ingredientes y las raíces culinarias que se nutren de la mezcla de las gastronomías de tres departamentos: Antioquia, Chocó y Córdoba.

Dulcenombre, Liliana y Sandra fueron invitadas por el Ministerio de Cultura para cocinar en Medellín, en la feria Exportasano 2015. En su visita nos dejaron dos suculentas recetas que ilustran la riqueza de la cocina urabeña.


Arroz de cangrejo

(para 6 personas)

Ingredientes
• 300 gramos de arroz blanco.
• 200 gramos de pulpa de cangrejo.
• Tres cucharadas de azúcar.
• Un coco.
• 80 gramos de ají criollo.
• 50 gramos de ajo.  
• 100 gramos de pimentón.
• 100 gramos de cebolla morada.
• 50 gramos de cebolla de rama.
• 100 mililitros de aceite achiotado.
• Sal al gusto.
• Pipilongo al gusto (pimienta nativa de la región, puede reemplazarse por pimienta negra).

Preparación
Pelar y rallar el coco. Posteriormente licuar con el agua de coco y colar hasta obtener un agua lechosa. Poner esta agua a fuego alto en un caldero hondo con el azúcar, para conseguir que se dore y se vuelva aceite. Sofreír el arroz en este aceite de coco. Realizar la cocción del arroz como de costumbre y taparlo con una hoja de bijao verde.

Aparte, sofreír en un poco de aceite achiotado, la cebolla morada, el ají criollo, el ajo, el pimentón, el cilantro de monte, la cebolla de rama y la pulpa de cangrejo. Agregar sal y pipilongo al gusto y revolver muy bien. Por último, cuando el arroz se esté secando, agregar esta mezcla. Tapar de nuevo hasta secar el arroz y servir.


Langostinos en salsa de coco sobre puré de ñampí

(para una persona)

Ingredientes
• 3 langostinos del tamaño deseado.  
• Un coco.
• 50 gramos de ají criollo.
• Una ramita de pipilongo (puede reemplazarlo por pimienta al gusto).  
• 100 gramos de cebolla roja.
• 50 gramos de mantequilla.
• Un diente de ajo.
• Una unidad de ñampí.
• Sal al gusto.

Preparación
Limpiar los langostinos.  Rallar el coco y sacar el zumo. Sofreír en un poco de mantequilla con ajo, el ají criollo, el pipilongo, la cebolla roja  y agregar el zumo de coco, dejar cocinar por 10 minutos y licuar. Luego agregar  los langostinos y dejarlos cocinar por 5 minutos.
En una olla aparte, cocinar en agua el ñampí con cáscara por 20 minutos. Retirar, pelar y hacer un puré, agregar sal y mantequilla.

Hacer bolitas con el puré y sobre ellas ubicar los langostinos y servir.

Descripción de un salón

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Está su corazón emocionado, latiendo enloquecido de alegría

/ Gustavo Arango

Tiene el nombre bien puesto: José Eustasio Rivera. Como el corazón de la selva, es pequeño, recóndito, difícil de encontrar. El hombre y su amigo lo buscan por pasillos y edificios. Se conocieron hace más de treinta años, cuando empezaron juntos la universidad. Desde el principio supieron que estarían unidos por la literatura. Juntos vivieron la aventura de publicar el primer libro. Van con ellos los hijos de su amigo (ya están grandes; gordos no, pero sí colorados). También hay multitudes que van y que vienen, que visitan pabellones, que asisten a espectáculos, que aprietan presupuestos para comprarse algo.

Quedan pocos minutos. A pesar de la altura, y la enorme barriga que el hombre ha cultivado, se tienen que apurar. Finalmente, lo encuentran. Estaba justo encima del salón principal. Allí, a la misma hora, se está lanzando el libro de una celebridad. El grupito lo ignora, se aleja de las masas, asciende los peldaños y llega al saloncito. El hombre está agotado, tiene la lengua afuera, pero pronto se cura cuando ocupa su sitio y observa la audiencia.

“Aquí está mi vida”, piensa mientras espera.
Ahí está la novia primigenia, la de las diez cartas diarias, la de viajes a otras vidas y galaxias. También ella escribía. También incluyó cuentos en aquel primer libro cuya impresión pagó el vendedor de fantasías. Ahí están los amigos de la universidad. Hermosos y felices, orgullosos del hombre cuyo sueño conocen y han visto germinar. “Seré escritor”, decía. “Me iré a El Universal. Empezaré allí mismo donde empezó Gabito”.

Ahí está Cartagena. Está la periodista que ha empezado a alentar su propio sueño de escribir. Con ella viene al hombre el recuerdo de las noches en la redacción desierta, puliendo hasta el final la última crónica, escribiendo por fin su primera novela. En la primera fila, como alumna aplicada, está también la alumna que ahora es profesora y que quizá recuerda las clases nocturnas de veinte años atrás, el hombre sudoroso, sus pasos apurados, su afán por irse a casa a seguir escribiendo hasta la madrugada.
Está Bogotá, entregándose de a poco, haciéndose rogar. Está el país del sueño en ese niño envejecido que manotea cuando habla de su novela selvática. Está también Noruega en el vikingo que regala países. Vienen con él los fiordos y glaciares, las sagas de los hielos, la certeza de que algunas historias pueden ser milenarias. Está su lectora favorita, la niña que después de leer un cuento suyo trinó que de regalo de cumpleaños quería todos sus libros. Está Gloria, su gloria, defendiendo como propios los sueños del hombre.

Está el diseñador de la portada. Por meses buscaron, ensayaron variantes. El hombre sabía que tarde o temprano aquel inspirado daría con el rostro del libro. Está el historiador joven, brillante, que parece personaje del relato. Con palabras certeras, le revela a aquel hombre dimensiones de su libro que no había adivinado. Está la selva viva, voraz, seductora. La traen amigos que la han visitado. El hombre recuerda los viajes de infancia por aquellos ríos, los periplos mágicos junto con su padre, las piñas sublimes que le daba Chencha, la negra imponente, su primer amor.

Hay luces y cámaras, micrófonos, banners. Hay un cartel rojo que celebra a Macondo, la invención del Gabito que inspiró y dio motivos a la vida del hombre. Dice allí que el nombre de aquel pueblo de espejos fue dictado en un sueño. Está con su influjo también Luz Amalia, su amiga decana, la que hizo el milagro que condujo al hombre hasta esta ocasión. Están reporteros, fotógrafos, técnicos. Están nuevos rostros que le da la vida: Lucía, la poeta de los ojos tristes; Inés y su hija; Diana, Tove y Patricia. Está su corazón emocionado, latiendo enloquecido de alegría.
Oneonta, abril de 2015.
[email protected]

Mis respetos, Natalia

Tiene lo que hay que tener: un yacimiento propio de coraje, dignidad y resiliencia imposibles de conseguir en el mejor de los quirófanos

/ Etcétera. Adriana Mejía

No conozco a Natalia Ponce de León, pero sólo con mirar las fotos suyas anteriores al terrible 27 de marzo de 2014, me entero de que era una mujer hermosa. Y sólo con observar su presencia en el pre lanzamiento de El renacimiento de Natalia Ponce de León y en el lanzamiento en la Filbo –y oír lo que dijo en las dos oportunidades–, corroboro que sigue siéndolo. Y, seguro, al leer el libro que de ella y con ella escribió la periodista Martha Soto (Intermedio Editores), deduciré que lo será por siempre.

Natalia Ponce de León tiene lo que hay que tener: un yacimiento propio de coraje, dignidad y resiliencia imposibles de conseguir en el mejor de los quirófanos. No es producto del bisturí la verdadera belleza del ser humano.

No obstante con el convencimiento que digo esto, mis palabras me suenan huecas; me suenan a uno de esos consuelos bienintencionados que todos damos en momentos determinados, sin tener ni idea de la dimensión del sufrimiento que ha atravesado la vida de quien o quienes los reciben. Sin embargo, en medio de la impotencia, de alguna manera hay que hacerle eco a un despliegue de valor que aunque desconocemos, intentamos dimensionar. Ya no es tristeza lo que produce Natalia; es orgullo, es esperanza.

Con un sombrero negro de ala ancha y el rostro cubierto por una máscara de policarbonato que hace parte del proceso de rehabilitación, Natalia se asomó de nuevo al mundo. Mirando de frente a los asistentes y con un tono de voz sereno, sin titubeo alguno presidió las ruedas de prensa en las que habló –sin odio– del fuerte año que ha vivido, desde el momento en que un joven de su barrio le lanzó un litro de ácido sulfúrico sobre la cara y el cuerpo.

“No es fácil salir, pero he tomado valentía. Seguiré tomando valentía para que se acabe esta tortura para mucha gente”. Mucha gente que ha sufrido lo mismo que ella, una de las cosas peores que le puedan ocurrir a cualquier persona: ser desfigurada con ácido. “La parte más dura es cuando te ves destrozada, sin identidad”. Sobre todo, en medio de una sociedad en la que el culto al bótox, a la silicona, al gimnasio, a la juventud estirada y a la estética ayudada, es pasaporte al éxito.

(A eso me refiero cuando digo que hay circunstancias en las que cualquier palabra suena hueca. Nada de lo que se diga podrá mitigar el dolor de cientos de mujeres y hombres que en Colombia vienen siendo víctimas de estos delitos atroces, amparados sus perpetradores por una legislación ridícula que más parecería estar de parte de ellos que de los afectados. Mucha indignación, mucha estadística, muchas declaraciones, y qué. La mayoría de los agresores siguen libres. Justicia teórica la nuestra.)

Natalia sabe todo esto. Como sabe, también, que en medio del infortunio es privilegiada no solo por estar rodeada de una familia que, además de amarla puede apoyarla, sino porque su caso –por ser el más brutal que hasta ahora ha sucedido– ha concitado el interés de los medios de comunicación. Sin proponérselo, se ha convertido en el símbolo de Angie, Sandra, Elizabeth, Nelson, Alexander…, todos los que, como ella, han padecido en carne propia la violencia y tienen que aprender a convivir con sus secuelas. De ahí la idea de la fundación que acaba de constituir (Fundación Natalia Ponce de León, para la que destinará buena parte de las regalías que reciba por el libro), cuyo objetivo es que todas las personas atacadas por sustancias químicas tengan las posibilidades de recuperación que ella, la directora, ha tenido. En especial, porque ha logrado curar el alma.

Y ojalá se tipifique, por fin, el delito de maltrato en todas sus manifestaciones. Para que fundaciones como la de Natalia no tengan que existir.

Etcétera: “El pasado es el pasado y hay que seguir para adelante. Sé que en medio de todo soy afortunada, y por eso quiero ayudar a otras personas para que puedan salir adelante después de un crimen de esta magnitud”. Me hubiera puesto también un sombrero enorme, para quitármelo de pura admiración.
opinion@vivirenelpoblado

¡Ay corazón!

Solo desde la coherencia, desde la triplicidad que interactúa, podremos tener un buen corazón

/ Jorge Vega Bravo

La afección del corazón es una de las primeras causas de enfermedad y muerte. Qué paradoja que nuestro sol, nuestro órgano central, sea el más vulnerable a los embates de la modernidad. Si trascendemos los conocidos factores de riesgo ligados al estilo de vida actual –la falta de movilidad, la alimentación distorsionada y las presiones que generan hipertensión arterial y emocional–, podemos ampliar, desde la medicina antroposófica, el enfoque de la enfermedad cardiovascular.

“Cuando actuamos con coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos, el corazón se ve reforzado en su función de generar salud” (C. Botero). El pensar binario (cuerpo–mente), impuesto por la ciencia moderna, donde el organismo es concebido como una compleja maquinaria, desgasta al corazón. Necesitamos reforzar la visión de un ser humano triple, que tiene cuerpo, alma y espíritu, que piensa, siente y actúa, y que genera salud si respeta las leyes del ritmo. “La sobrecarga anímica personal y cultural a la que estamos sometidos en el mundo occidental…supone un desgaste y una sobrecarga de las fuerzas del corazón.” (Ibíd.).

Aparecen factores de riesgo como el egoísmo, la falta de solidaridad y el reconocimiento del otro, la ambición desmedida de dinero y de poder; tendencias que nos alejan de nosotros mismos. Dejamos de escuchar la voz del corazón –que es la voz de la conciencia– y caemos en el aburrimiento, en la pérdida del sentido de la existencia, en la unilateralidad enfermiza. El infarto del miocardio es como un intento desesperado de liberarse del enclaustramiento, del endurecimiento, en el territorio más humano del hombre: su corazón.

Una terapia causal de las enfermedades coronarias va más allá del tratamiento médico convencional, más allá de los fármacos, de la cirugía, del cateterismo. Y aunque no negamos estos procedimientos, creemos que es necesario trabajar en los tres ámbitos del ser humano para recuperar el equilibrio perdido y prevenir la enfermedad.

En el pensar: reducir la excesiva actividad neurosensorial derivada de la sobreabundancia de impresiones y estímulos de la cultura actual. (V. Fintelmann).Toda impresión sensorial debe ser digerida, de lo contrario resulta dañina. La oleada de estímulos provenientes de las pantallas constituye un impacto difícil de procesar por el corazón.

En el cuidado de la vida anímica: se logra respetando los ritmos. En ellos viven fuerzas curativas que el hombre posmoderno ha relegado. La medicina antroposófica ofrece un camino especial para sanar el corazón: la terapia artística. El trabajo con pintura, con modelado, con música y con Euritmia, propone herramientas específicas para tratar y prevenir la enfermedad cardiovascular. Destaco el arte desarrollado por Steiner: La Euritmia, entendida como “lenguaje visible del alma”. En el ámbito del actuar, de la voluntad: es necesario replantear hábitos alimenticios y moverse libremente. El ejercicio y el trabajo físico, hechos con alegría y mejor al aire libre, renuevan y vitalizan el corazón.
Solo desde la coherencia, desde la triplicidad que interactúa, podremos tener un buen corazón.
opinion@vivirenelpoblado

Sociedad MEI, amarre para Parques del Río

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Mientras avanzan las obras de la fase inicial y se prepara la licitación para igual tramo en el costado oriental, una sociedad entre el Municipio de Medellín, EPM e ISA busca asegurar el futuro, ahora incierto

Isométrico (representación tridimensional de un espacio) de la etapa 1-1. Cortesía del Colectivo Latitud.

Por Fernando Cadavid

El sueño tiene tanto de largo como de ancho: mide unos 18 kilómetros e impacta toda la ciudad. Los soñadores son los integrantes del colectivo Latitud Taller de Arquitectura y Ciudad, quienes han diseñado un proyecto que se extiende entre las quebradas La Zúñiga en Envigado y Madera, en Bello, y pretende darle vida a un eje ambiental y de espacio público paralelo al río, con tramos de vías vehiculares soterradas.

Está en ejecución el tramo 1–1, en el costado occidental, a la vera del barrio Conquistadores, que los constructores identifican como el sector A, y donde va la vía soterrada. Paralelo a dicho trayecto está el sector B, ya diseñado. Ahora están definiendo los términos de referencia para sacar el proyecto a licitación el próximo semestre. El plazo de ejecución se estima en 18 meses.

Hasta aquí el sueño, para dar paso a la realidad mirada desde el signo pesos. Los tramos A y B se construirán con presupuesto del municipio y con los recursos provenientes del fondo Ciudad para la Vida. La plata está lista, dicen quienes manejan el bolsillo de esta iniciativa.

Pero para asegurar la construcción de las siguientes etapas, la financiación requerida, operación, recaudo y entrega de la obra terminada, se estructura una sociedad de economía mixta con el Municipio de Medellín como socio, junto a dos pesos pesados en los campos financiero y técnico: EPM e ISA, bajo la sigla MEI. Esta empresa se fundamenta en el artículo 440 del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), y estará definida en unos cuatro o cinco meses, según el director financiero del proyecto, Andrés Cano.

La sociedad MEI garantizaría a las próximas alcaldías la continuación de Parques del Río, que es “la columna vertebral para cumplir con el POT; lo que vayan a hacer en la zona del río tendrá que tener las condiciones que ya establecimos”, ha dicho Juan Manuel Patiño, subdirector de Planeación Territorial del Departamento de Planeación de Medellín, en declaraciones de prensa. El mandatario que inicie gestión en enero podrá priorizar sus propias apuestas, pero las inversiones de crecimiento que se quieran hacer en el río tendrán que pasar por el parque.

Cano es enfático: “con Parques del Río no vamos a dejar empeñada la ciudad porque su estructuración es totalmente pública”. Para garantizar que el proyecto resulte viable financiera y técnicamente, la firma internacional Aecom estudia varias fuentes de ingresos posibles: por ejemplo, definir el potencial que arrojaría el uso de la vía (peajes), al igual que el uso de instrumentos de gestión en todas sus formas (por ejemplo vender derechos de construcción, cesión urbanística, plusvalía y otros instrumentos definidos en el POT). También sumaría la generación de algún tipo de aprovechamiento comercial dentro del parque.


Estado actual del sector oriental del río junto al edificio de EPM que albergará la Plaza del Agua

La obra completa que se sueña tiene un costo, a precios de hoy, de entre cuatro y cinco billones de pesos. Aunque Cano advierte que faltan algunas definiciones. En cuanto al componente peajes, afirma que los políticos lo soslayan porque electoralmente no resulta atractivo, y precisa: “sin peajes el proyecto no es viable.”

Voces que desvelan
Pero se oyen voces que no sueñan despiertas, como la de David Suárez Tamayo, especialista en derecho administrativo, para quien la experiencia general en Colombia, en ejecución de obra pública de cierta magnitud, muestra que diseñadores y arquitectos son muy optimistas: formulan cronogramas y proyectos para un mundo ideal, descuidando los imprevistos de todo orden. Cuando surgen, los contratistas simplemente contabilizan tiempo perdido, maquinaria y personal parados, para generar reclamaciones que incrementan costos y tiempos de entrega.

Analiza que así la primera fase de Parques del Río estuviera lista en enero de 2016, por sí sola no genera el impacto importante esperado (propio de la totalidad de la propuesta): no mejora movilidad, ni ambiente. Que estén aseguradas las llamadas vigencias futuras, no es vinculante para el nuevo mandatario.

Tampoco la sociedad MEI –una especie de operador urbanístico– amarra el proyecto, agrega Suárez. El alcalde entrante puede no desarrollar las fases siguientes, y es dudoso que sacrifique capital político en defensa del peaje como mecanismo de financiación, cuya sola mención suele suscitar rechazo.

Por su parte, el concejal de Medellín Bernardo Alejandro Guerra no ve clara la estructura jurídica y financiera del proyecto. Revela que para las nuevas etapas vendrá un consorcio que las financia con un 42 % de ingresos basados en peajes. Cuestiona que la ejecución de esta primera etapa la adelante la firma Ginovart, un único proponente: “Nadie más se presentó, ¿por qué? porque dice que la hace en once meses; nadie más aceptó ese reto y con un presupuesto de 180 mil millones es imposible.” Añade que esa empresa construye el tranvía de Ayacucho, con atrasos en el tiempo y con sobrecostos por los errores en diseños, por más de diez mil millones de pesos.

Sí, pero no
De otro lado, los aspirantes a la alcaldía de Medellín se comprometen a terminar los contratos que encuentren firmados; unos no darían continuidad al proyecto, otros sí, con modificaciones. En el componente financiero no quieren peajes, algunos no ven clara su financiación, y coinciden en que revisarán las prioridades de la ciudad.



< Héctor Hoyos.

Polo Democrático

Para Héctor Hoyos (Polo Democrático) la obra es faraónica e innecesaria. “Pero si ya se contrató este tramo y si no lo encuentro terminado hay que seguirlo, pero no haría otras fases. Más daño se haría caducando los contratos.” Confía en no encontrar contratación a futuro, porque eso sería irresponsable.



< Federico Gutiérrez.

Independiente

A su turno, Federico Gutiérrez (Independiente) también lo califica de costoso y no prioritario. “Yo no dejo obras empezadas”, afirma, aunque no les dará continuidad si no tienen financiación clara. “Que digan cómo se paga la mega obra”. Calcula que el proyecto cuesta unos cuatro billones de pesos, pero con los detalles de diseño se eleva a unos seis billones.” Solicita: “Que el Alcalde no adjudique la segunda fase, porque sería un ejercicio de último momento. Que no deje amarrada la contratación.”



< Juan Carlos Vélez.

Centro Democrático

Juan Carlos Vélez (Centro Democrático) coincide en que hay que terminar esta fase, pero que es otra la prioridad para la ciudad: invertir en adecuación para la jornada única escolar. Piensa que para aprovechar los siete carriles que dejaría el proyecto, habría que ampliar la autopista, sin necesidad de más deprimidos. Considera que habría sido preferible recuperar centralidades alrededor de las estaciones del metro, o espacio público en los parques de El Poblado, Belén y la iglesia de La América, desconectados por avenidas muy congestionadas.


< Alonso Salazar.
ASI y Alianza Verde

El aspirante a la alcaldía Alonso Salazar, de la ASI y Alianza Verde, sostiene que durante su administración conformó un grupo de empresas para analizar la iniciativa, pero desistió por la incertidumbre financiera que implicaba, con un costo inicial de un billón de pesos para la primera etapa, y las complicaciones técnicas, así que lo engavetó. Lo sorprendió que se haya revivido, pues persisten las inquietudes en torno al manejo técnico y financiero. “Pero también me preocupa ese corredor vial como gran reserva de movilidad para todo el país. Vamos a hacer unas Autopistas de la Prosperidad para que la ciudad se conecte y me da la sensación de que se está cortando el corredor reservado con ese fin.”



< Eugenio Prieto.

Partido Liberal

Eugenio Prieto (liberalismo) ha dicho que la ciudad tiene que tomar decisiones de futuro y tiene que avanzar. Parques del Río la sacaría adelante, para superar el colapso actual. No es contundente con respecto a la continuidad de las obras: esperará los resultados de la construcción del primer tramo para decidir sobre su futuro.



< Gabriel Jaime Rico.

Independiente

Mientras tanto, el precandidato Gabriel Jaime Rico está pendiente de la posible adjudicación de otras etapas, para evaluar. Añade que se puede revisar la propuesta de financiación con peajes, aunque recalca su bandera de que la obra pública no se haga por cuenta del bolsillo del contribuyente. Se compromete a revisar otras alternativas de financiación, costos reales y las posibilidades jurídicas.


Comerciantes de Provenza no aguantan más

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Los habitantes de calle, la inseguridad y el inadecuado uso de las zonas públicas los tiene al borde del desespero


< Kelly Devia

“Llegué hace dos meses a Provenza y empecé a notar muchos mendigos y vendedores ambulantes; también, me di cuenta de que los clientes y visitantes del sector no se sienten cómodos y seguros frente a estas personas, entonces decidí hacer una carta que roté entre los comerciantes del sector para que la firmaran. Esa carta se la dirigí a la Junta de Acción Comunal, para que nos ayudaran a coordinar una reunión con las autoridades a las que les compete esta situación”. Quien comenta es Kelly Devia, la administradora de la repostería De Lolita, localizada en el sector de Provenza comprendido entre las carreras 32 D y 37, y entre las calles 8 y 10 de El Poblado. Fue a partir de la preocupación de Kelly, que líderes locales, comerciantes y autoridades se reunieron recientemente para exponer la situación que se vive en esta exclusiva zona, en donde tal como lo plantean, el problema de la indigencia es creciente. “Los indigentes nos tienen asolados porque son personas que asustan a la gente. Y los vendedores ambulantes -a raíz de que los hostales se han instalado en la zona y del turismo que reciben- han ido apareciendo, supuestamente a vender dulces y cigarrillos, pero según lo que dicen por acá, venden droga”, comenta con preocupación Olga Lucía Correa, propietaria de la panadería Bon Marché, otro de los establecimientos comerciales de la zona.


Carrera 36, barrio Provenza

A Santiago Solórzano, comerciante del sector, y quien encabeza la Corporación barrio Provenza, le preocupa el deterioro de la seguridad en el sector: “Se han presentado tres incidentes a mano armada en menos de un mes, entre marzo y abril. Uno en Master Sandwich & Co.; el otro, en un salón de belleza que queda al lado; y el tercer robo fue a un cliente cuando se estaba montando a su carro”.

Otro malestar son aquellas personas que de manera informal cuidan carros en la zona. A las 12 de la noche, cuando dejan de operar los parquímetros, los “cuidadores” informales de vehículos entran en la ley de nadie. “Nos dicen: ‘este es mi parquímetro, deme mi plata’; entre ellos se venden los puestos, se dicen yo estoy aquí hasta esta hora y después usted, entonces se ha vuelto una pelotera y una peleadera”, asegura Olga Lucía Correa. “Los impulsadores de los parquímetros trabajan hasta la una de la mañana, pero el permiso para la rumba es hasta las cuatro de la madrugada, entonces son ellos los que le cobran a la gente a esa hora, porque el impulsador ya no está”, concluye Correa.

“Ni al de cachaco ni al de harapos”
Luis Fernando García, inspector de Policía 14 B de El Poblado –inspección localizada en Provenza– asegura que: “A la gente hay que decirle claramente que el hecho de que los habitantes de calle deambulen por el sector no constituye ni una contravención ni un delito. Pensar que nos los vamos a llevar para la cárcel porque están en las calles y las aceras no es posible. No puedo restringirle a nadie que pase por la acera; ni al de cachacho ni al de harapos”. El inspector advierte que la misma comunidad le ha informado que hay personas que dan hasta 50 mil pesos al salir de misa en la parroquia La Divina Eucaristía, situación que según el inspector García incentiva la mendicidad.


Comerciantes inquietos por los vendedores ambulantes

Percepción errada
Mientras los habitantes de la ciudad tienen la percepción de que el fenómeno del habitante de calle es creciente, el último censo de la Secretaría de Inclusión Social y Familia dice lo contrario. Luz Aída Rendón, subsecretaria de este despacho, asegura que en 2009 fueron contabilizados 3.381 habitantes de calle, mientras que en el censo de enero de 2014 fueron identificados 3.225. Según explica la funcionaria, la percepción de aumento se debe a la ofensiva de la Policía en contra de las llamadas ollas de vicio, luego de recibir una orden del presidente Juan Manuel Santos de acabar con ellas. Es preciso recordar que estos lugares funcionaban tanto como expendios como sitios para consumir, razón por la cual los habitantes de calle, clientes de estos lugares se vieron obligados a desplegarse por toda la ciudad. En cuanto a su presencia en la comuna 14, Rendón advierte que si en un sitio confluye la droga, la limosna y el reciclaje, los habitantes de calle van a querer permanecer y transitar en esa zona. “Como en El Poblado se conjugan estos tres elementos, ellos se movilizan permanentemente por el barrio aunque no permanezcan en él”, afirma la subsecretaria. Mientras vienen y van las opiniones, los comerciantes de Provenza reclaman mayor presencia y control por parte de las autoridades.

En piloto automático

El problema con escapar del dolor es que también lo hacemos del amor y la felicidad, pues no hay manera de adormecer un solo sentimiento

/ Carolina Zuleta

La mayoría de personas viven de una manera que yo llamo “en piloto automático”. Si bien están yendo a lugares, lo hacen dormidos y sin consciencia. Pueden estar en sus casas, pero no en su hogar. Pueden estar ocupados pero no realmente comprometidos. Aunque estén haciendo cosas, que en teoría son divertidas, no se divierten realmente. Hablan pero no tienen conversaciones, oyen pero no escuchan, comen pero no saborean. Se despiertan todos los días al lado de la misma persona, pero realmente no la conocen.

Mirando mi vida me he dado cuenta de que yo también, en muchos momentos, he vivido en piloto automático. Y la pregunta que me hago es: ¿por qué? Yo quiero tener una vida feliz, plena y llena de significado. Quiero que cada minuto de mi día cuente para hacer este mundo uno mejor. Y sin embargo, me encuentro desconectada, haciendo cosas sin pensar, dejando los momentos pasar, ¿por qué?

La realidad es que vivir es difícil y hacerlo a consciencia requiere mucha valentía. Aunque somos adultos, y en teoría eso significa que somos fuertes y que tenemos nuestra vida bajo control, la realidad es que todos somos unos niños asustados. Tenemos miedo a no pertenecer, a no ser amados, a no lograr nuestros sueños, a que nos critiquen, a perder a nuestros seres queridos, a no tener suficiente dinero. Todos queremos ser vistos, escuchados, amados y queremos saber que somos suficiente. Todos los días experimentamos dolor y hacemos lo que sea por evitarlo.

La profesora budista Pema Chodron dice, en su libro Los lugares que te asustan: “Nunca subestimes tu inclinación por escapar cuando sientes dolor”.
Escapamos endureciendo nuestro corazón para no sentir tanto. Escapamos viviendo en piloto automático. Escapamos comiendo, bebiendo y viendo televisión en exceso. Escapamos tolerando relaciones que no nos hacen felices, tolerando trabajos que no están alineados con nuestros valores y principios. Vivimos en piloto automático no porque no sepamos vivir de una mejor manera, sino porque vivir a consciencia significa que vamos a sentir dolor y tristeza.

El problema con escapar del dolor es que también lo hacemos del amor y de la felicidad, pues no hay manera de aquietar un solo sentimiento. Si adormecemos el dolor, también apaciguamos el placer. Si queremos vivir una vida plena, llena de amor y felicidad, tenemos que hacer lo que dicen los Enanitos Verdes en una de sus canciones: “Hay que correr el riesgo de levantarse y seguir cayendo.”
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En un mes se entregan las obras de La Paulita

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Con un retraso de más de un año se entregarán los trabajos que se adelantan en un tramo de la quebrada


A principios de junio finalizarán los trabajos. Foto cortesía

“Este es el edificio más viejo del sector y en su momento cumplió con todo lo reglamentario”, comenta Constanza Ospina, administradora del edificio Montelar, localizado en la carrera 35 con la calle 16 sur, y que es vecino de los trabajos que se adelantan en uno de los tramos de la quebrada La Paulita. Esta obra tuvo que se decretada por una urgencia manifiesta luego de que se identificara el riesgo para el sector, sobre un colapso hidráulico causado por un lleno, que años atrás un constructor hizo sobre un box caulvert. “Luego, hicieron las construcciones aledañas (Fontanar y Torres de Hungría) –continúa Ospina–, y al parecer, hubo un incumplimiento por parte de los constructores, lo que originó la urgencia manifiesta sobre la quebrada. Cuando la Administración Municipal nos invitó para explicarnos eso qué implicaba, nos dijeron que las obras iban a durar seis meses. Eso fue el año pasado en el mes de marzo y estamos en abril y aún no la han entregado”, agrega. La administradora se preocupa porque dice que en el edificio Montelar viven varias personas enfermas que han tenido que soportar el ruido de los equipos de reparación durante este tiempo.


Obras en la quebrada La Paulita. Foto cortesía

Carlos Borja, subsecretario operativo de la Secretaría de Infraestructura Física y secretario ad hoc designado para atender la urgencia manifiesta, explica que justamente, al tratarse de una urgencia manifiesta, en la que por la premura no hubo tiempo de planificar, en el proceso han encontrado inconvenientes mayores por resolver, lo que ha implicado que el tiempo de construcción de la obra se haya extendido. “Inicialmente, el contratista planteó dos puentes y un canal, sin embrago, en la marcha se dio cuenta de que era necesario hacer otras intervenciones como, por ejemplo, unos tablestacados, que son unas pilas de unos 25 metros de alto que nos ayudan a ‘amarrar’ el terreno y a estabilizar los talud. También nos encontramos con que había que demoler un muro, y para ello era necesario hacer unos anclajes y rediseñar y cambiar redes de servicios públicos”.

A comienzos de junio
Otra de las preocupaciones de los habitantes de este edifico vecino son los costos de la obra, que según su administradora se han duplicado. “Se suponía que tenía un presupuesto y ahora resulta que se duplicó; ellos dicen que como era urgencia manifiesta, no tuvieron tiempo para planificar, lo que ha hecho que la obra cueste más, ¿pero el doble? que nos expliquen por qué, pues finalmente esto lo paga la misma ciudadanía”. Por su parte, el funcionario asegura que: “Dada la magnitud de la obra, fue necesario la conformación de un equipo de apoyo en costos, conformado por personal de la Secretaría de Infraestructura, de Secretaría de Medio Ambiente, la Edu (Empresa de Desarrollo Urbano), para garantizar que se va a pagar estrictamente lo que vale la obra y que no va a haber ningún detrimento patrimonial”. Ahora, la pregunta es: ¿cuándo se entrega esta obra?

Carlos Borja asegura que a comienzos de junio finalizarán los trabajos y explica que la Secretaría ha estado atenta a resolver las observaciones. “Sabemos que tenemos que dejar eso mejor de como lo encontramos, con la claridad de que hay una responsabilidad inicial de algunos o uno de los edificios (Fontanar y Torres de Hungría), por lo que las autoridades tendrán que determinar responsables”.

Una medida plausible

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Quizás ahora, cuando se acaba de implementar una novedosa estrategia para contrarrestar la mala y extendida costumbre de estacionar donde está prohibido, el asunto sea a otro precio

A veces es necesario insistir en determinados temas y repetir hasta la saciedad los problemas de un territorio para darles la relevancia que ameritan y recalcar su importancia ante las autoridades pertinentes. En varias oportunidades hemos sido críticos de la Secretaría de Movilidad porque sus acciones y medidas correctivas para enfrentar las dinámicas vehiculares no nos parecen suficientes. Así ha sido el caso, por ejemplo, con la agobiante situación del parqueo de carros y motos sobre las vías de El Poblado.

Ineficaz y poco provechoso ha sido el manejo de esta realidad en el barrio Manila, al que la Administración ha propuesto resolverle el asunto con un sistema de parquímetros, que la comunidad, con justa causa, se resiste a aceptar, pues su interés es quitar los vehículos del espacio público, no que se cobre por el parqueo. El mismo problema de estacionamiento irregular se presenta en las calles 9 y 10, en Astorga, en el sector céntrico de El Poblado, en Lalinde, Ciudad del Río, entre otros. Vías nuevas, objeto de cobros de Valorización como la 43 C, entre las calles 10 A y 5, permanecen buena parte del tiempo con un solo carril disponible debido a la ocupación abusiva que muchos carros hacen de ellas. Lo mismo pasa con la 43 F, entre calles 14 y 12, carrera que la empresa Cinco S.A.S, contratista de Claro, usa como un gran parqueadero. Los ejemplos cunden. Finalmente, más que vías se han construido parqueaderos.

No sorprenden entonces las cifras que ofrece la Secretaría de Movilidad de comparendos por mal parqueo durante 2014: 28.967. En lo que va de 2015 se han realizado 11.726. Pero han sido insuficientes.

Quizás ahora, cuando la Secretaría de Movilidad acaba de implementar una novedosa estrategia para contrarrestar la mala y extendida costumbre de estacionar donde está prohibido, el asunto sea a otro precio: la implementación de cámaras móviles de fotodetección. La detección se realiza mediante un vehículo dotado con una cámara que permite enviar comparendos a quienes infrinjan la norma, aplicando el mismo proceso existente de fotomultas. Hasta el viernes 1 de mayo la medida es pedagógica, y a partir del lunes 4 de mayo empiezan las sanciones que duelen directamente en el bolsillo. De acuerdo con el Código Nacional de Tránsito, estacionar en sitios prohibidos se multa con 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que equivale a 322.170 pesos.

Si bien un vehículo no será suficiente, es plausible que surja como iniciativa. Triste aceptarlo, pero se ha constatado cómo las sanciones de carácter económico son las que más dan resultado en nuestro medio. Hace 10 años, quienes usaban el cinturón de seguridad eran una minoría, ahora casi nadie concibe la idea de conducir ni viajar como pasajero sin usarlo. Lo mismo se ha hecho evidente, en tiempos más recientes, con los excesos de velocidad y el consumo de bebidas alcohólicas antes de manejar. Solo cuando las multas se empezaron a aplicar sin contemplaciones, los conductores desobedientes decidieron acatar la norma.

Seguro las fotodetecciones móviles vendrán acompañadas de las inconformidades de algunos de los multados por posibles inconsistencias en el reporte o en la distribución de las multas; surgirán las dudas sobre su funcionamiento y habrá voces de oposición. Todo ello tan válido y necesario como la reeducación de los conductores en el uso del espacio público.

Protesta firme en contra de la Valorización

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La Corporación Dignidad Colombia convoca a una segunda marcha el 30 de abril


Foto archivo. Primer plantón en contra de la Valorización en El Poblado. 17 de octubre de 2014.

La Corporación Dignidad Colombia, conformada por líderes de El Poblado y líderes de otros sectores de la ciudad, persiste en su intención de derogar el cobro por Valorización. Una vez más invita a los habitantes de El Poblado a emprender una marcha en contra de dicho gravamen, desde el parque de El Poblado hasta el Centro Empresarial San Fernando Plaza, a partir de las 10 am.


Foto archivo. Primer plantón en contra de la Valorización en El Poblado. 17 de octubre de 2014.

La primera de estas convocatorias fue el pasado 19 de marzo, en medio de un clima frío y lluvioso que amainó la participación. Esta vez, además del cobro de la Valorización en El Poblado se unen a los habitantes de Envigado, quienes también deberán tributar por la construcción de obras públicas en ese municipio. Alfonso Vergara, presidente de la JAC Poblado Sur y quien ha liderado la promoción de estas movilizaciones expresa: “Nuestra intención sigue siendo la misma porque consideramos que la Valorización no es el mecanismo apropiado para construir obras que no solo tienen que ver con El poblado sino con la ciudad y que, deben salir de los impuestos que ya hemos pagado de una forma abultada”. Además invita a los asistentes a usar camisa o camiseta blanca.

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Foto archivo. Primer plantón en contra de la Valorización en El Poblado. 17 de octubre de 2014.

Él y otros líderes de la comunidad son concientes de que la convocatoria y la participación en la comuna 14 es díficil. Muestra de ello, fue la poca asistencia a la Asamblea Departamental en donde se abrió un debate en torno a los desacuerdos con el cobro de la Valorización por motivos jurídicos, sociales, ambientales y urbanos. Al respecto Alfonso Vergara opina: “Muy pobre la participación de El Poblado y muy rica la de Envigado. Me pregunto: ¿será que a los habitantes de El Poblado no les importa la solidadridad?, ¿qué habría que hacer para lograr el interés de tantos habitantes alrededor de un tema crucial para la ciudad y su futuro?”.

En la marcha participarán el Comité de Envigado, líderes de Conquistadores, el movimiento Colombia Quiere, entre otras organizaciones. Esperan para esta oportunidad una asistencia masiva, pues así podrán tener mayor efecto ante las autoridades, los medios de comunicación, sectores políticos y por su puesto en los nuevos candidatos a la Alcadía de Medellín.

Últimos días para inscripción de delegados de PP

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Anímese a hacer parte del Presupuesto Participativo

Hasta el 8 de mayo estarán abiertas las inscripciones para los aspirantes a delegados, quienes serán elegidos en la jornada de votación de Asambleas Barriales del 31 de mayo. Los delegados representarán los intereses colectivos de los 22 barrios de la comuna 14 en el proceso de Planeación Local y Presupuesto Participativo, mediante el cual podrán priorizar los recursos según las necesidades del territorio.

Los delegados se pueden participar a partir de los 14 años y en representación de:

Barrio o vereda: En representación de la comuna o corregimiento. Estos deberán inscribir su candidatura en el plazo establecido y serán elegidos con mínimo 25 votos en las zonas urbanas y 15 votos en las zonas rurales. Deben inscribirse en el punto habilitado con el documento de identidad y la copia del mismo y aspirar específicamente por el lugar en el que reside.

Organización social, comunitaria o solidaria: Se debe ser elegido y nombrado por la junta directiva o asamblea de la organización. En este caso los requisitos son: fotocopia del certificado de Cámara y Comercio vigente en los últimos dos meses, una carta de la junta directiva donde autoricen al aspirante y, una copia del documento de identidad.

Propiedad horizontal: En representación de edificios y urbanizaciones. Deberán presentar fotocopia del Reglamento de Propiedad Horizontal (que es el documento que comprueba la legalidad del conjunto residencial), un acta de asamblea, consejo de administración o junta de vecinos en la que los residentes avalen la candidatura y una fotocopia del documento de identidad del aspirante.

Grupos poblacionales o sectoriales: En representación de mujeres, negritudes, adultos mayores, jóvenes, LGBTI, entre otros. Estos delegados deben contar con el aval de la Secretaría que reconoce el grupo y del sector al que pertenece. Además del documento de identidad y la fotocopia.

La Junta Administradora Local:Los integrantes de la JAL por derecho propio hacen parte del PL y el PP, por lo que no necesitan inscripción.

Registro de votantes
Además de las inscripciones de delegados, se realizará el registro de votantes en la sede social de Manila o en la taquilla 33 de la Alcaldía, de lunes a viernes de 12 m a 4 pm y los sábados, de 9 am a 4 pm. Los votantes también podrán inscribirse el día de la jornada electoral y podrán consultar su lugar de votación previamente en www.presupuestoparticipativomed.blogspot.com

Los habitantes de El Poblado podrán elegir un representante del barrio que deseen, sin importar su lugar de residencia. Sin embargo, solo podrán votar una vez, puesto que si tratan de hacerlo dos veces, el sistema lo impedirá. Durante la elección se habilitarán 13 puestos de votación: uno en cada sede de las Juntas de Acción Comunal (11 en total), en el barrio El Guamal y en el Parque Lineal La Presidenta. En cada punto de sufragio estará la tarjeta electoral con los candidatos correspondientes a cada barrio.

Detección de mal parqueo con cámaras móviles

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A partir del lunes 4 de mayo empezarán las sanciones

La Secretaría de Movilidad de Medellín implementa a partir de esta semana la detección del mal parqueo con cámaras móviles.


La detección se realizará mediante un vehículo dotado con una cámara de fotodetección que permitirá enviar comparendos a quienes infrinjan la norma aplicando el mismo proceso existente.

Hasta el viernes 1 de mayo la medida será pedagógica, y a partir del lunes 4 de mayo empezarán las sanciones. De acuerdo con el Código Nacional de Tránsito, estacionar en sitios prohibidos se sanciona con 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que equivale a 322.170 pesos.

La estrategia pretende mejorar la movilidad descongestionando la malla vial, y atender las más de 200 quejas que se generan cada mes por vehículos mal estacionados.

Según la Secretaría de Movilidad, durante 2014 se impusieron 28.967 comparendos por mal parqueo y en lo que va de 2015 se han realizado 11.726.

Guayabal, lienzo del futuro urbano

Por sus características, Guayabal o comuna 15 es un sector sui géneris de Medellín y se prevé que en las próximas décadas se convertirá en lienzo de lo que la ciudad quiere hacer mediante el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) actual y los siguientes. De allí que hoy sea objeto de mirada especial, tanto de los planificadores y constructores que ven en ella un lugar ideal para adecuarse a las nuevas disposiciones del POT –aprovechar los terrenos planos cercanos al río, desarrollar las centralidades, etcétera–, como de sus propios habitantes y otros visionarios menos optimistas. Estos últimos presagian aquí el principio del fin de la vida barrial tradicional que se conserva en algunas áreas de la comuna 15 y la consecuente destrucción del tejido social, con las implicaciones que conlleva. Ejemplo de ello es el barrio Campoamor, donde la convivencia entre vecinos todavía se hace a la vieja usanza.

La ubicación estratégica de Guayabal en la zona suroccidental de la ciudad, su desarrollo vial, su geografía plana, su escasa población y los amplios espacios que la componen, hacen de ella una comuna fundamental en la visión de futuro. De hecho, lugares de dimensiones privilegiadas como el Olaya Herrera y el Club El Rodeo han sido objeto desde años atrás de discusiones acerca del uso que deban tener. Y no son pocas las opciones que se han planteado, de acuerdo con los intereses y perfiles de los proponentes: están desde los ambientalistas que abogan para que sean pulmones verdes a la manera de un Central Park –guardadas las proporciones– hasta los que avizoran allí grandes posibilidades de desarrollos urbanísticos que incluyan, cómo no, nuevos edificios y unidades residenciales. El tema suele agitarse, obviamente, durante las campañas electorales, pero solo de manera tangencial por lo polémico que resulta.

Eso en cuanto al futuro, porque el presente tiene otros afanes. Dada su composición mixta –habitacional e industrial–, la sana mezcla de usos sigue siendo prioritaria. Aunque su contaminación industrial se ha reducido a lo largo de las últimas décadas, todavía es una de las más altas de la ciudad. Sus habitantes también destacan las inversiones que la municipalidad ha hecho en años recientes en equipamientos urbanos, pero creen que faltan espacios que permitan un mayor desarrollo artístico y cultural, expectativa que será colmada, en parte, por la Casa de Música, hoy en diseño.

Con el presente cuadernillo, el tercero de nuestra serie Vivir en Medellín, no pretendemos agotar ese universo que es Guayabal. La intención, sí, es antojar a nuestros lectores de conocer más sobre esta comuna vecina de El Poblado, a la que tanto le debe el desarrollo industrial del país.


Ubicación
La comuna 15, Guayabal, está situada en la zona suroccidental de Medellín. Por el norte limita con la comuna 16 (Belén), por el oriente con la comuna 14 (El Poblado) y por el sur con el corregimiento de Altavista y el municipio de Itagüí.
Tiene una extensión de 760.33 hectáreas.


Población
De acuerdo con el más reciente Informe de Calidad de Vida de Medellín (2013), la comuna 15 presenta –junto con la 10, La Candelaria– la menor población de la ciudad. Mientras Guayabal tiene 93.326 habitantes (44.072 hombres y 49.254 mujeres), en su vecina Belén, la más poblada de Medellín, habitan 195.588 personas.

Por grupos de edad, en Guayabal 28.364 personas tienen entre 45 y 64 años; 14.497 están entre los 25 y los 34 años; 13.710 tienen entre 0 y 14 años; 13.214 están entre los 15 y los 24 años; 11.831 tienen entre 35 y 44 años, y 11.710 personas tienen 65 o más años.


Barrios
De acuerdo con Planeación, la comuna 15 está compuesta por los barrios Tenche, Trinidad (Barrio Antioquia), Santa Fe, Campoamor, Cristo Rey, Guayabal y La Colina.

De esta comuna también hacen parte zonas institucionales que son referente de ciudad, como el Aeropuerto Olaya Herrera, el Zoológico Santa Fe, el Club El Rodeo, Campos de Paz, el Parque Juan Pablo II y numerosas empresas e industrias.


Viviendas
Dado su alto componente industrial, Guayabal es la comuna con el menor número de viviendas de la ciudad: 20.872. De ellas, 11.625 están en estrato 3; 5.473 en estrato 4; 3.523 en estrato 2 y 161 en estrato 1.

Talento limpio, a pesar del aire mugroso

Existen familias que se la juegan por la educación, como alternativa vital, para desarrollar talentos. Y comunidades que le apuestan a sacudirse el estigma de una contaminación bíblica, hasta respirar mejores aires y mayor calidad de vida


Parte de la familia Suárez Arteaga: Gildardo, Claudia Patricia, Inés, Mónica Cecilia, Daniela y Juan José. Fotografía Karin Richter

Por Fernando Cadavid Pérez

Quemarse las pestañas con la nariz pegada a los libros, el secreto para que los Suárez Arteaga sean ahora una familia que se ríe de la vida. Estornudar estruendosamente, para sacudirse de un estado de cosas atoradas en una nariz y garganta intoxicadas por el hollín, la clave en la lucha para que Guayabal recuperara su derecho a un respirar decente. Sucede que la historia de los Suárez Arteaga está cosida a la vida de la comuna 15 de Medellín:

Ellos maestriaron toda la vida y por eso ahora sus hijos son unos tesos como profesionales: Diana María es sicóloga con especialización en Sicología Organizacional, cuatro hijos; José Fernando es ingeniero electricista especializado en Estrategia Gerencial y Prospectiva, dos hijos; Claudia Patricia, arquitecta de la Universidad Nacional; cero hijos. Y Mónica Cecilia, la niña, resultó la más pila: es maestra en artes escénicas con énfasis en danza contemporánea de la Universidad Distrital de Bogotá, y terminó haciendo un doctorado en Territorio, Patrimonio y Cultura en la Universitat de Lleida, en Cataluña, España; este año regresará a casa con su flamante título bajo el brazo. Cero hijos.

¿Y de cuándo acá tanto talento? No le echen la culpa a la nata de mala leche que generaban los aires viciados de Guayabal, la patria chica. Mejor a la enjundia de doña Inés, la normalista superior, la madre obsesiva por enseñarle a todo el que se le pusiera a tiro de tiza. La historia comenzó cuando ella resultó víctima de Cupido: se enamoró de su profesor, Gildardo Suárez, cuando todavía estudiaba en la escuela de Sopetrán. Más tarde también se hizo maestra, y empezó llenando tableros en la escuela Villa de Guadalupe, en Manrique. El noviazgo terminó en matrimonio en 1965; siguieron siete años de docencia, juntos, en el municipio de Jardín, para pasar luego a Envigado ella y al barrio Belén, él.

Gildardo nació en Cisneros; hijo y nieto de maestras, también dos de sus hermanos fueron docentes. Llegaron a Medellín en 1956. Unos 17 años dedicó a la docencia, pero renunció “por física ambición”, acusa ahora doña Inés.

Tierra de promisión
Como los Suárez de esta historia, Guayabal se ha hecho a pulso, tal y como dice el lugar común. Y pulso fuerte con autoridades y empresas empecinadas en envenenarlos. El rosario de agentes contaminantes parece un salterio: las industrias con su hollín poniendo brochazos grises en techos, camas, muebles y gargantas. El río Medellín y la quebrada El Bolo con sus efluvios de alcantarilla recalentada. La tumultuosa avenida Guayabal, con sus 2.500 vehículos por hora, atropellando cualquier vestigio de sosiego. El atronador zumbido de aviones en el techo de la comuna, buscando nido en el vecino aeropuerto. Todos los demonios convocados sobre sus 760.33 hectáreas (el siete por ciento de la zona urbana de Medellín), donde se han levantado los barrios Tenche, Trinidad, Santa Fe, Campoamor, Cristo Rey, Guayabal, La Colina, y sus áreas institucionales: Club El Rodeo y Parque Juan Pablo II. En la retahíla de los sociólogos “la comuna guarda cierta homogeneidad socioeconómica, con estrato medio-bajo predominante”. Pontifican que su estructura familiar y vecinal mantiene un buen grado de cohesión social, y que aún son comunes las prácticas solidarias. Su territorio se explaya entre las calles 10 y 13 Sur y entre el río Medellín y la carrera 70.


Los vientos de estas tempestades contaminantes fueron sembrados desde 1950, cuando se declaró Guayabal como zona industrial. Fotografía Róbinson Henao

Gildardo retrocede la película de su vida para evocar al Guayabal que lo recibió a mediados de los años 50, cuando podía pescar sabaletas y barbudos pequeños en el río Medellín, cuando el entorno era de potreros infinitos inundados de guayabales que le daban munición para su cauchera, cuando el río era transparente y abundante en agua, arena, piedra y cañabrava, como para levantar las primeras casas del barrio Cristo Rey. Por esos años, el futuro docente se trenzaba en batallas con dardos de guayabas biches con sus amigos, y picando una pelota se tomaban toda la Calabacera, el morro vecino, hoy tierra tomada por la muerte: el encopetado cementerio Campos de Paz. Todo aquel entorno cenagoso era dominio de la muchachada, hasta cuando lo rellenaron con escombros y arena, en los 70, porque el Municipio había dicho: “Hágase la carrera 80” y ahí está, con su estridencia de motores y su manto de esmog.

El estropicio comenzó propiamente cuando en 1950 se declaró a Guayabal como zona industrial, con el argumento de que los vientos que van de norte a sur convocan un remolino en el suroccidente, concentrando el aire sucio antes de salir del valle: bonita manera de alejar la contaminación de los ámbitos representativos de Bolívar, Berrío y Cisneros

Más atrás en el tiempo y en la desmemoria de los Suárez, porque lo aprendieron de los libros: la “Otrabanda” era tierra libre, donde vivía borracha de aire puro la tribu Aburrá de los Yamesíes. Tierra de rituales de pagamento: en 1675 ese sitio era el segundo más poblado del Valle de Aburrá. Entre 1950 y 1960, el antropólogo Graciliano Arcila lo identificó como “Estación arqueológica de Guayabal”, un referente de sus estudios científicos, en razón de la riqueza en número y variedad de piezas prehispánicas, que ratifica la vocación de alfareros y tejedores de sus primitivos habitantes.


En un 90 % las enfermedades respiratorias las produce el tráfico automotor

De haciendas a chimeneas
Años después, pero antes de que llegaran los Suárez Arteaga, en esos andurriales echaron raíces los Uribe Vásquez: don Alberto y doña Cecilia, para montar ubérrimas haciendas; también Carlos Correa, el dueño de lo que hoy es el Club el Rodeo; el ganadero Santiago Díaz, asentado en los terrenos del actual cementerio Campos de Paz. Y el cortijo Santa Fe, de doña Mercedes Sierra de Pérez, quien lo donó en 1951 a la Sociedad de Mejoras Públicas para que en 1960 se abrieran las puertas del emblemático Zoológico Santa Fe. En general, se trataba de terrenos con sembrados de café y caña de azúcar, árboles frutales nativos (pomas, guamas, guayabas) y la explotación de arcilla para los tejares y ladrilleras.

Pero el estropicio comenzó propiamente cuando en 1950 se declaró a Guayabal como zona industrial, con el argumento de que los vientos que van de norte a sur convocan un remolino en el suroccidente, concentrando el aire sucio antes de salir del valle: bonita manera de alejar la contaminación de los ámbitos representativos de Bolívar, Berrío y Cisneros.


Las emisiones de las fuentes móviles en Guayabal aportan el 37 % del total emitido en el Valle de Aburrá. Fotografía Róbinson Henao

Una década antes el ingeniero Manuel Escobar había dispuesto: “Las industrias, muevan las industrias”, para reactivar la alfarería con sus tejares y que vomitaran tejas y adobes que les dieran cuerpo a los hogares de los medellinenses, y alcahuetear así su manía de procrear cual conejos lujuriosos.

En 1956 el “Plan Regulador” de Wiener y Sert (Paul Lester Wiener y José Luis Sert, arquitectos europeos encargados de elaborar el Plan Piloto para Medellín) indujo nuevos desarrollos: obras de valorización que habilitaron grandes reservas de tierra y estimularon el auge residencial. Llegó la rectificación y canalización de quebradas y la apertura de avenidas y calles. Ya para entonces estaba decretada la rectificación y ampliación de aquel camino de polvorientos recovecos que llevaba de Medellín a Itagüí, la actual avenida Guayabal.

Por esos años Gildardo adquirió dos lotes, cada uno de ocho de frente por doce de fondo, cada uno a quince mil pesos. Soñaba con una casa grande porque, acostumbrado a lidiar con legiones de alumnos, anhelaba sacarle a Inés la docena de hijos. Le compró los lotes a Rita Díez, seguramente heredera del ganadero Santiago. Cuando eso, rememora, solo unas pocas empresas retemblaban por allí, entre ellas Incametal, Noel, la Colombiana de Tabaco, Curtimbres S.A. y Sulfácidos S. A., que ya impregnaba de olores raros el todavía entorno rural. Sobrevivían algunos tejares y las casas tenían sus propios nacimientos de agua que descascaraban la pintura recién aplicada: las ciénagas de otrora cobraban por ventanilla. Cuando compró ya habían tumbado los guayabales para hacer pozos de 15 a 20 metros para la provisión de agua: cada vivienda disponía de un aljibe.

Rápidamente en esos parajes se instaló la creatividad paisa para producir jabones, abonos, telas, cigarrillos y hasta café molido. Y aunque ahora están ausentes las más grandes, quedaron iniciativas empresariales de todos los tamaños, hasta sumar hoy unas 4.500 (solo 65 tienen programas de producción más limpia).

< Jorge Ortiz, forjador de cultura ambiental en la comuna 15. Al fondo, un desleído mural da cuenta de sueños verdes y aires menos turbios

Un desorden legal
Un líder local a quien desvela la contaminación de la comuna, Jorge Humberto Ortiz Rave, describe el pandemónium: Planeación Municipal decretó multiusos para su suelo, así que un inversionista adquiere una casa vieja que convierte en bodega, que luego muda a empresa para afectar la cotidianidad. Entonces se va perfilando una invasión de lo público que satura el espacio peatonal e impacta la movilidad. Allí se disputan un espacio talleres artesanales de fundición con los de pintura automotora y publicidad, entre otros. A veces con malas prácticas que afectan el medio ambiente y denotan carencia de rigor en el ordenamiento territorial: una panadería al lado de un depósito, una chatarrería al pie de un preescolar; en los barrios Cristo Rey y Trinidad es más evidente el desorden.
Agrega Ortiz que el espacio público en Guayabal es de 5.83 m2 por persona, cuando el parámetro internacional habla de 15 m2. Una limitación que obliga a ejercitar una cultura callejera de atrios y parques. Solo cuenta con canchas de fútbol en Campoamor, Cristo Rey y San Rafael, únicos sitios abiertos. Y doce placas polideportivas.

Pero volvamos a Gildardo Suárez y compañía familiar. Hombre leído como su padre, un campesino izquierdoso del que heredó la fidelidad a Voz Proletaria, el semanal compromiso ideológico del que se deduce su inclinación política, aunque se apresura a advertir que nunca fue militante de nada. Solo de la Junta de Acción Comunal que lideró durante un año para levantar andenes, muros, senderos y otras obras de beneficio comunitario.

Aunque parrandero y un tanto mujeriego –gajes de la juventud, justifica– el viejo Gildardo llegó tarde a la repartición de prostitutas en el Barrio Antioquia, cuando el decreto 517 de septiembre de 1951 lo convirtió en referente cultural al señalarlo como la nueva “zona de tolerancia” de la ciudad. El padre Mario Morales lideró una cruzada para hacer revocar el prostibulario decreto; a cambio, consagró el barrio a la Santísima Trinidad. Paradoja: ese mismo año se cantó con toda pompa la primera misa en el nuevo templo consagrado a Cristo Rey, con arzobispo a bordo. Ese decreto marcó más que el Plan Regulador; el barrio todavía arrastra el inri. Porque tras las faldas de cada femme fatale llegaron la indigencia y la drogadicción. Aparecieron los de profesión “aplanchadores”, los que a golpes de machete por el lado plano escarmentaban a los enemigos políticos por órdenes “de más arriba”. Con el tiempo emergió Griselda Blanco “La novia de la coca” y más tardecito alias el Papo y su combo de más de cien malevos, en las épocas turbias del narcotráfico. Tiempos por suerte bien enterrados. Ligero coletazo se instaló en años recientes cerca a la Autopista, pero el puente de la 4 Sur hizo desaparecer “la olla” con todo y su cocina.


Las emisiones de las fuentes móviles en Guayabal aportan el 37 % del total emitido en el Valle de Aburrá. Fotografías Karin Richter

La comunidad ha sido altruista, verraca para sacar adelante sus sueños: allí nació la Cooperativa John F. Kennedy, como fruto del espíritu asociativo, que ha sido un referente sociocultural y la llave de oro para levantar obras de beneficio social como los colegios de La Salle y La Presentación, y la iglesia de Jesús Obrero, áreas deportivas y parques, gracias a colectas, festivales, empanadas.

La comuna 15 ha soportado una contaminación ambiental que cual tóxico oculto se mete en casas y pulmones, y que viene de los procesos incompletos de combustión y químicos de fuentes fijas como la industria, y móviles (el parque automotor), además de los altos niveles de ruido y malos olores

Vamos más adelante en la historia: el año 1974 encontró a Guayabal muy urbanizado y próspero, pero con una enfermedad que tornaba cenizos sus techos, mientras que un vaho podrido, proveniente de las gargantas de lata o de adobe de las fábricas vecinas, se instalaba en todos los rincones. Agentes causantes: la polvareda irrespirable que emitía la Trilladora Antioquia, situada justo al frente de la escuela República de Costa Rica, y la procesadora de abonos y sustancias químicas Sulfácidos S. A., “Donde la química se hizo colombiana”, según su eslogan publicitario, por mencionar solo a dos.

¡Se respira lo ambiental!
La comuna 15 ha soportado una contaminación ambiental que cual tóxico oculto se mete en casas y pulmones, y que viene de los procesos incompletos de combustión y químicos de fuentes fijas como la industria, y móviles (el parque automotor), además de los altos niveles de ruido y malos olores. Factores confabulados para impactar de manera adversa sobre la salud y tranquilidad de los residentes.

Aquí juega papel clave la vocación docente de los Suárez Arteaga y de todos sus homólogos, ya que en las 28 instituciones educativas de la comuna han trabajado intensamente los Proyectos Ambientales Escolares (Prae), como estrategia fundamental para incluir esta dimensión en los Proyectos Educativos Institucionales (PEI). El objetivo ha sido construir con los educandos una sólida cultura ambiental, para que los 44.072 hombres y 49.326 mujeres que ahora, en 2015, viven allí, tengan acceso a unos aires menos turbios.

Ya en 1989 la organización de la comunidad había dado paso a un “Comité Comunitario de Desarrollo Integral” para gestionar una mejor calidad ambiental. Incluía una red de siete veedurías ciudadanas, una por cada foco de mayor infestación, apoyada por la Personería Delegada del Medio Ambiente de Medellín. Allí confluían amas de casa, jóvenes, sacerdotes, maestros, obreros. Eran las épocas de las reuniones por cuadra y por manzana, para respirarle en la nuca al galopante problema. Poco a poco involucraron y comprometieron a los responsables de las empresas, para facilitar los procesos de reclamación.

Así fueron logrando que las factorías introdujeran cambios para paliar el tufo de sus chimeneas o el resuello de las máquinas, y en ocasiones para que optaran por el discreto retiro, si era del caso. El proceso seguido por la comunidad se fortaleció luego con el Presupuesto Participativo, figura que les permitió trabajar de lleno en proyectos ambientales, según Ortiz Rave. Luego conformaron una Mesa de Trabajo Ambiental en la que coincidieron las autoridades del ramo, la comunidad afectada, las industrias y las veedurías. Y de esta manera se fue tejiendo la red de vecinos sensibilizados frente al problema, que todavía está activa.


La parroquia de Cristo Rey es uno de los rincones apacibles de la comuna, a la vera del tráfago tenaz de la Avenida Guayabal

Y no es para menos: un estudio sobre la relación entre enfermedades respiratorias y contaminación en la ciudad de Medellín, de 2013, encontró que los niveles de MP10 en Guayabal se encuentran por encima de los valores recomendados internacionalmente. Y se deben en un 90 % al tráfico automotor. Estos valores están por debajo de la norma colombiana pero por encima de la norma internacional de la OMS. Las emisiones de las fuentes móviles en la zona de Guayabal aportan el 37 % del total emitido en el Valle de Aburrá. La expresión MP10 hace referencia a material particulado inferior a diez micras que está en el ambiente y puede alojarse en los pulmones. El deterioro que produce puede extenderse a la vegetación y disminuir la fauna; además, afecta y deteriora los materiales de las fachadas y reduce la visibilidad.

Ortiz Rave agrega que proliferan algunas pymes que no cuentan con programas de buenas prácticas empresariales con el medio ambiente ni con procesos de producción limpia. Todos estos son temas que preocupan a los líderes locales y que han plasmado en el Plan de Desarrollo de la comuna, en su dimensión ambiental “Guayabal ambientalmente más sana”.

Saga de profesionales
También Gildardo Suárez entendió en su momento que tenía que darle un viraje a su “plan de desarrollo familiar”: se dio cuenta de que maestriando no le alcanzaría para educar a sus hijos, aunque Inés se deslomara en las aulas. Entonces abandonó la docencia, como ya señalamos, y se hizo sucesivamente carnicero, comerciante y taxista, hasta terminar montado en su propio camión, trayendo diez toneladas de plátano hartón, en cada viaje, desde el departamento de Córdoba para un gran supermercado de Medellín.

Luego, con los pesos ahorrados, se compró una finca en Morro Amarillo, en el municipio de Jardín. Amarillo, dice la mitología pueblerina, porque la montaña está llena del oro que atesoró el cacique de los Emberá. Gildardo no ha visto ni una onza, pero le ha sacado a la parcela miles de kilos de banano: en estos doce años cada semana junta su producción con la de los vecinos para traer a Medellín entre 2.000 y 2.500 kilos de fruta que entrega religiosamente a siete clientes de altísima fidelidad. El compañero de aventuras, un Daihatsu modelo 98 de tres toneladas, luce tan entero y tan afanoso por trabajar como su dueño.


Gildardo Arteaga y su compañero de aventuras, el Daihatsu modelo 98

El maestro, camionero, taxista y ambicioso soñador que descubrió y potenció el talento de sus hijos, en asocio con doña Inés, ahora saca pecho para anunciar, en la cumbre de sus no bien respirados 73 años, que su nieto Nicolás, de 17 años, se va todo este semestre para Canadá, a aprender inglés. Ya hizo una pasantía en la UPB, y allí lo esperan, para que se haga ingeniero. ¿Ambiental?


El cronista

Fernando Cadavid Pérez
Es comunicador social – periodista de la Universidad de Antioquia y especialista en Gerencia del Desarrollo Social de la Universidad Eafit.

Fue redactor del periódico El Mundo; redactor y editor de libros y documentos publicados por la Gobernación de Antioquia entre los años 1990 y 2005, y colaborador de diversas publicaciones de la ciudad.Es autor del libro De memoria: Cinco lecciones de vida, que rinde homenaje a los defensores de los derechos humanos en Antioquia Jesús María Valle, Carlos Gónima, Luis Fernando Vélez, Leonardo Betancur y Héctor Abad Gómez. (2007).

AYER & HOY

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Recuerdo de la Academia Filarmónica en Viena

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Es gratificante ver cómo estas nuevas generaciones aprovechan su talento, trabajando con seriedad y buen juicio

Filarmónica en Viena

Jueves 9 de abril por la tarde. Faltan dos días para el concierto. La orquesta ensaya bajo la dirección de Andriy Yurkevych, el director que acompaña regularmente a Ana Netrevko. Es un hombre bastante joven que se dirige a los músicos en italiano con cordialidad y precisión. Estamos en el sexto piso del edificio de la Ópera de Viena, en un gran salón, con un órgano y espacio suficiente para que la orquesta esté cómoda. La acústica es excelente, como podría esperarse. Sorprende que estos espacios, sin demasiada ingeniería, suenen tan bien. La música se oye de manera espléndida y la orquesta está en forma.

Filarmónica en Viena Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal / Alfonso Arias, Alejandro Posada, Esteban Rúa, Pablo Mielgo, Ana Cristina Molina, Daniel Londoño, Norbey Román,Juan Pablo Parra, Jhoser Salazar, Andrés Arroyo, María Hincapié y María Elena Tamayo

Muchos de sus integrantes se conocían desde antes, pues habían tocado juntos en Ginebra, Suiza, el año pasado, cuando se presentaron en la sede de las Naciones Unidas, con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos. Son excelentes músicos, a pesar de su corta edad. Se los ve concentrados y poniendo los cinco sentidos en lo que hacen. Es gratificante ver cómo estas nuevas generaciones aprovechan su talento, trabajando con seriedad y buen juicio.

Mezzo piano per tutti”, dice el director y completa la frase con un ta–ta–ta que arca el tempo. Los jóvenes lo siguen con interés. Me pregunto cuántas veces estaría Mahler en estos mismos espacios hace cien años. Sobrecoge pensar en la cantidad de música de excelente calidad que ha sonado aquí.

El grupo está compuesto por unos treinta jóvenes de nueve países, que se integrarán con la Filarmónica de Viena para interpretar el concierto. Hay nueve colombianos. Me siento muy contento con estos primeros frutos de la Academia Filarmónica. Los colombianos son: Juan Pablo Parra en los primeros violines, Daniel Londoño en los segundos violines, Norbey Román en las violas, Andrés Arroyo en los contrabajos, Ana Cristina Molina en los cornos, Jhoser Salazar en los clarinetes, María Hincapié en las flautas, Rodrigo Esteban Rúa en la percusión, y Cristian González, que viene de Bogotá, en los violines.

Filarmónica en Viena Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  María Hincapié y Wolfgang Zuser

Viernes 10 de abril, 9:30 am. El concierto es pasado mañana, se ensaya en la misma sala. Hoy nos acompañan algunos músicos de la Filarmónica de Viena y Juan Diego Flórez. Más tarde irán llegando los demás solistas. Suena la música de Non ti scordar di me y la voz de Juan Diego Flórez nos transporta a todos. Los músicos aplauden golpeando con los pies el piso de madera. El solo de clarinete de E lucevan le stelle es muy delicado y Jhoser Salazar lo interpreta con virtuosismo. Todo es muy emocionante.

Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Alfonso Arias Bernal y Juan Diego FlórezFotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Alfonso Arias Bernal y Juan Diego Flórez

El teatro de la Ópera de Viena fue inaugurado en 1869 por el emperador Francisco José y es una de las grandes obras de construcción que se realizaron en los terrenos que antes ocupara la muralla de la ciudad y que hoy se conocen como la Ringstrasse. En 1945 fue destruido por un bombardeo aliado. Fue reinaugurado en 1955, fecha muy importante en la historia del país, pues fue en ese año cuando se firmó el Acta de Independencia de Austria, que puso fin a la ocupación aliada.

Filarmónica en Viena Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Pablo Urbina, Vittorio Ferrari, Josef Reif y Ana Cristina Molina

Domingo 12 de abril por la tarde. El concierto fue a las 11 de la mañana con lleno total, como era de esperarse. La orquesta y los solistas estuvieron fantásticos, pero el dúo de la Cenerentola interpretado por Juan Diego Flórez y Cecilia Bartoli, merece mención aparte. Para empezar, se trató de un momento histórico, pues es la primera vez que la Bartoli se presenta en la Ópera de Viena. Su aparición en escena fue impresionante: entró ataviada como una moderna empleada del aseo, guantes amarillos de caucho incluidos. Escoba en mano, barriendo debajo de las sillas de los músicos y limpiando uno por uno los micrófonos, con ese cuidado meticuloso propio de los verdaderos profesionales. Alguien pudo pensar que se trataba de una desorientada empleada que ingresó al escenario sin advertir que lo hacía en medio de una presentación. El contraste con las opulentas galas de las demás solistas no podía ser mayor. Pero cuando esta mujer abrió la boca para cantar, el teatro enmudeció. Podía sentirse la emoción acumulada del público. La gente contenía la respiración. Cuando terminó de cantar los aplausos fueron atronadores, la gente gritaba, los músicos golpeaban el piso, se oyeron fuertes gritos de brava, poco usuales en la estirada y flemática Viena.

Fotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Cecilia BartoliFotos cortesía Alfonso Arias Bernal /  Cecilia Bartoli

Nada era como lo usual en ese día maravilloso. No suele la Orquesta Filarmónica de Viena compartir sus atriles con otras agrupaciones. No obstante, allí estaban nuestros jóvenes, serenos y orgullosos de sí mismos. Me pregunto si eran cabalmente conscientes del logro que estaban obteniendo, de lo trascendental de la situación.

*Gerente de la Orquesta Filarmónica de Medellín – Filarmed.


Aproveché esa vez para ir a un concierto que dirigía Bernal, el exmarido de Eva, con una orquesta de jóvenes de los barrios de Medellín, la Academia Filarmónica. Tocaron tan bien la Quinta de Beethoven y luego el Concierto para violín de Tchaikovsky, con un solista español, que alcancé por un rato a reconciliarme con mi ciudad y a pensar que sí había un futuro para ella, en la música y en los violines que yo tanto he querido”.

-Héctor Abad Faciolince. La Oculta. Pgs 273-274

Interior del Teatro de la Ópera, el día del concierto
Interior del Teatro de la Ópera, el día del concierto

 

Por Alfonso Arias Bernal *

Dog Run, una carrera canina

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200 corredores y sus perros hicieron parte de la carrera Dog Run, evento que también contó con una muestra comercial y actividades para toda la familia. El ganador de esta competencia, cuyo punto de partida y llegada fue el Centro Comercial Los Molinos, fue el corredor profesional manizalita Carlos Andrés González y su french poodle.

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Lila, María Arango, Santiago Bedoya, Lola

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Luisa Molina, Goliath, Alejandro Posada

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
María Salomé Vélez, Tobías, Lina Vélez, Felipe Gallego, Martín

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Mónica Valencia, Lola, Sebastián Ospina

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Nancy Buriticá, Wilmer Avendaño, y su perro Toby

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Natalia Pérez, Bruno, Juan David González

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Optimus, Carlos Monsalve
THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Orus, Álvaro Herrera

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Rocco, Daniela Palacios, Cristian Gómez, Horus

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Salomón, César Bedoya
THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Thor, Luis Felipe Gallego

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Sebastián Cifuentes, Rocky

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Yango, Andrés Mauricio Botero
THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Yogui, Liz Osorio

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Carlos Martínez, Holly, Elizabeth Arboleda

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Carolina Quinchía, Jenifer Muñoz, y Kobe

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Competidores preparándose para el comienzo de Dog Run

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Daniela Montoya, Atenea, Chronos, Diana Rincón
THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Geraldine Sepúlveda, Papi

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Drako, Héctor Carmona, Alejandro Valencia, Astro, Ana María Zuluaga

THE DOG RUN-  LOS MOLINOS
Gloria Castaño, Samba, Martín Castaño

Expoartesano 2015, La Memoria

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Hasta el 26 de abril, estará en Plaza Mayor Expoartesano, feria que reúne el trabajo de artesanos provenientes de 64 etnias indígenas y afrocolombianas y más de 100 creadores contemporáneos de distintos lugares del país, además de espacios para la gastronomía colombiana y nuestra cultura.

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Angélica Serna
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Arraitz Fernández

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Beatriz Herrera, Susana Uribe

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Carlos Lopera, María Adelaida Lince, Katty Winograd

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Catalina Gaviria, Marina Guirales, Mateo Vélez

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Daniela López, Juan Pablo López, Mateo Araque, Laura Palacios

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
David Marín, Marcela Mejía

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Felipe Mejía
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
José Téllez

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Juan Echagüe
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Juan García

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Juan Gaviria
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Marc Beale

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Juliana Delgado, Carmen Helena Villegas, Luis Fernando Delgado

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Julio Restrepo, Angélica Fernández

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
María Clara Estrada, Carolina Estrada

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Miguel Uribe, Daiana Welgos

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Nubia Martínez, Johanna Aristizábal

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Rubén Valle
EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Nur Ellis

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Paulina Urhán, Juan Urhán, Luz Adriana Villa, Valeria Urhán

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Verónica Vargas, Jolber Jiménez

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Aleida Londoño, Luz Elena Restrepo, Paula Andrea Palacio

EXPOARTESANO - PLAZA MAYOR
Andrés Mejía, Natalia Delgado, Juan Simón Fernández

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Oviedo es Música

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Un evento de ciudad, eso es Oviedo es Música, una plataforma del Centro Comercial Oviedo para niños y jóvenes de diferentes academias y colegios locales que buscan dar a conocer su talento. La edición 2015, que fue apoyada por Vivir en El Poblado, tuvo como invitados especiales a los cantantes Daniel Lema y Sebastián Yatra.

OVIEDO ES MUSICA
Susana Gómez, Laura Restrepo, Marcela Jaramillo

OVIEDO ES MUSICA
Alejandro Echavarría, Natalia Mejía

OVIEDO ES MUSICA
Alejandro Vallejo, María Carolina González

OVIEDO ES MUSICA
Amalia Sánchez, Valentina Puerta, Natalia Franco, María Posada, Elena Suárez

OVIEDO ES MUSICA
Ana Sofía Ramírez, David Montoya, Jacobo Alonso, Natalia Correa, Pablo Sepúlveda

OVIEDO ES MUSICA
Andrea Jaramillo, Laura Elorza, Elisa Gómez, Manuela Toro

OVIEDO ES MUSICA
Anny Ortiz, Susana Ochoa

OVIEDO ES MUSICA
Carolina Agudelo, Angélica Almazar, María Camila Álvarez

OVIEDO ES MUSICA
Cris Gene, Juan Sebastián Mendoza, Salomé Piedrahita, Laura Huertas

OVIEDO ES MUSICA
Gladys Restrepo
OVIEDO ES MUSICA
Juan José Jaramillo, Antonia Ramírez, David Zapata, Daniel Sierra
OVIEDO ES MUSICA
Juliana Gómez, Natalia Mejía, Juliana Bolívar, Daniel Vélez
OVIEDO ES MUSICA
Mauricio Zapata, Nora Restrepo
OVIEDO ES MUSICA
Moon
OVIEDO ES MUSICA
Moon
OVIEDO ES MUSICA
Natalia Aguirre, Alicia Gómez, Alejandra Muñoz
OVIEDO ES MUSICA
Sara Botero, Carlos Castro, Laura Botero
OVIEDO ES MUSICA
Sergio Ruiz, Gloria Carmona
OVIEDO ES MUSICA
Simón Ramírez, Manuela Lince, Pedro Lince
OVIEDO ES MUSICA
Sofía Restrepo, Ana Lucía Ríos
OVIEDO ES MUSICA
Sebastián Yatra
OVIEDO ES MUSICA
Sebastián Yatra
OVIEDO ES MUSICA
Sebastián Yatra

Staff Music Academy

Staff Music Academy

Glacée, sanduchería de helado

Nueve tipos de galletas crocantes (doble chocolate, naranja, nueces del Brasil, canela y jengibre, uvas pasa, avena, coco, chips de chocolate blanco, chips de chocolate negro), mini waffles y una variedad de helados artesanales y toppings pone Glacée a disposición de sus clientes para armar dulces sandwiches.

Glacée es el negocio de Alejandra Mejía (chef) y Pamela Ángel (publicista), situado en el barrio Provenza (carrera 34 # 8A-15). Entre las combinaciones sugeridas por estas amigas pereiranas, está un sandwich de galleta doble de chocolate y galleta de naranja con helado de cheesecake, fresas y chocolate caliente derretido. Para quienes les gusta cuidarse, sugieren uno compuesto por galleta de coco y galleta de avena, helado de yogur y almendras. También invitan a probar los mini waffles con helado de dulce de leche y chips de chocolate amargo.

Glacée es un lugar pet friendly que va más allá de permitir la entrada de las mascotas al establecimiento, ofreciendo cinco helados para perros (algunos de ellos también pueden ser consumidos por gatos), desarrollados por veterinarios. Estos pueden ser consumidos en el local o llevados a casa. Los sabores son: cábano, salami, mango, galleta y brownie. Informes en el 268 7542.

Lemoncillo, cocina vietnamita

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Nacido en Laos, de padres vietnamitas, y formado en Alemania –en mecánica industrial, estudios latinoamericanos y arqueología–, Kim Ngoc Le conoció Colombia en el año 2000 por una invitación de un amigo, mientras recorría Suramérica como mochilero. Volvió al país varias veces y se enamoró de Medellín, lugar donde decidió cumplir su anhelo de montar un pequeño restaurante en el cual preparar las numerosas recetas tradicionales vietnamitas que aprendió de su madre.

Kim Ngoc Le

El nombre Lemoncillo viene del apellido de Kim Ngoc y de la planta limoncillo, un ingrediente muy importante en la cocina vietnamita. De las entradas, Kim Ngoc sugiere la Tom Kha Gai, único plato tailandés en la carta que también se vende como fuerte. Es una sopa de coco y curry de pollo, berenjena, zucchini, mazorcas baby, pimentón y zanahoria. De los fuertes, recomienda Ga Mam Gung (contramuslo de pollo estofado con jengibre, servido con cilantro, ajonjolí, col china blanqueada y arroz de jazmín) y el Heo Xao Mien (cerdo salteado con fideos de frijol, col de china, mazorcas baby, zanahoria, tomate y pimentón, acompañado de arroz de jazmín). El postre de la casa es la torta de Maniok con salsa de coco.

Kim Ngoc también ofrece un plato muy recomendado, que debe ordenarse con un día de antelación, debido a la extensa duración de su proceso. Se trata del Thit Heo Kho, este contiene tiras de tocineta caramelizadas y bañadas en jengibre y limoncillo, servido con cilantro, col china blanqueada y arroz de jazmín.

Lemoncillo se encuentra en Envigado, en el sector de la Bota del Día, en la transversal 33 Sur No. 39 – 39. Informes en el 270 6980.

Dau Phu Rán –cubos de tofu fritos
con jengibre, ajo, cebolla y limoncillo  
(para una persona)

Ingredientes
• 170 gramos de tofu (seleccionar uno que no sea muy suave).
• 2.5 gramos de tallos de limoncillo (utilizar únicamente la parte inferior morada).
• 8 gramos de jengibre.
• 25 gramos de cebolla.
• 2 dientes de ajo.
• Cilantro al gusto.
• Albahaca al gusto.
• Yerbabuena al gusto.
• 7 cucharadas de aceite vegetal.

Preparación
Picar finamente el jengibre, la cebolla (procurando conservar su jugo), el ajo y el limoncillo. Picar las hierbas. Agregar las cucharadas de aceite vegetal a una sartén caliente, introducir el tofu cortado en cubos y freír hasta que solo falten por dorar dos de sus lados. Agregar el jengibre y la cebolla. Cuando la cebolla esté dorada, adicionar el ajo y saltear. Incorporar el limoncillo y dejar freír por un minuto, mezclando los ingredientes. Servir sobre una cama de lechuga y agregar las hierbas sobre los cubos de tofu. Acompañar con la salsa de soya, pescado y limón.

Salsa de soya, pescado y limón Ingredientes
• Dos cucharadas de salsa de pescado.
• Una cucharada de salsa de soya.
• Media cucharada de jugo de limón.
• Ají macerado al gusto.
Mezclar los ingredientes y servir en un recipiente aparte.

Palabras, imágenes,la guerra tonta

josegabrielBaena

La guerra entre las palabras y las imágenes se declara entonces sin ganador claro, quien gana es el amor

/ José Gabriel Baena

Desde que la famosa frase “una imagen vale más que mil palabras” –emanada de la célebre Madison Avenue de Nueva York– se tomó el mundo de la publicidad y de la estética y los valores, pocos han sido quienes se han atrevido a refutarla, sin mucho éxito que digamos. La publicidad, creada para hacernos creer que sin los productos que promociona todos somos unos infelices, y basada en los rostros sonrientes de los anunciadores y protagonistas, es uno de los pilares del capitalismo y su verdadera religión. Pienso a veces en un cuento de ciencia ficción donde un gobierno aparentemente “puro” quiso suprimir las marcas de los productos, cambiándolas simplemente por palabras tan poco atractivas como “pan”, o “aceite”, o “leche”, o “auto”, y así, ad infinítum, resultando en que una inmensa tristeza cubrió el país entero y hubo que volver al viejo sistema de las etiquetas resplandecientes y los comerciales en todos los medios imaginables. Digo estas cosas mientras estreno con grandes dificultades un computador Apple que me regalaron para sustituir a mi destrozado clon sin marca, y justamente después de ver en la tele una película que trata precisamente el viejo asunto de si una imagen vale más que mil palabras, frase que oí por primera vez en un comercial de Nescafé que daban en los matinales por allá en los años 60, donde un adicto a la cafeína se tragaba literalmente entero el pocillo con la marca impresa.

La película Words and pictures, hecha en 2013, pero apenas lanzada para la TV en octubre pasado, es protagonizada por Clive Owen y mi adorada Juliette Binoche. Dicen los críticos cítricos, que no faltan los malditos, que es predecible y “formulaica” –¡bendito sea dios!–, aunque le reconocen algunos hallazgos y hasta la sitúan entre ese género mediomoralista de La sociedad de los poetas muertos y Mr Holland Opus, entre las más notables. Contaré el cuento de manera telegráfica porque es bastante improbable que llegue a los cines.

Colegio de secundaria, de último año en Boston, digamos. Profesor fanático de literatura inglesa y las palabras clásicas, no ligeramente sino bastante alcoholizado, cuyos alumnos son a su vez discípulos de una profesora de pintura (Binoche) que trata de competir con sus imágenes con las teorías de Markus (Owen): ella se aprende todos los días una inmensa palabra polisilábica –pésimanente traducida por UNE-TV–, para humillar al profesor, con quien se entabla entonces una abierta guerra donde toman partido los alumnos. Muchos episodios triviales se generan entre los jóvenes, pero lo que en verdad más cautiva es la singular actuación de mi Juliette como la profesora afectada por la artritis reumatoide, cuyas inmensas pinturas abstractas –de las cuales no se puede decir nada, ni una palabra–, terminan por seducir al profesor y, por qué no, llevarlo hasta su lecho de dolores. La guerra entre las palabras y las imágenes se declara entonces sin ganador claro, quien gana es el amor en un atardecer rosa. ¿Qué pienso yo del asunto? Prefiero las palabras por sobre todas las cosas, “las palabras han sido mis únicos amores, no muchos”, como decía Beckett, aunque algunas pinturas nunca dejarán de fascinarme, como El nacimiento de Venus, de Boticcelli. Pero citaré solo una de Balthus, en una sala del Metropolitan de Nueva York: varias personas en la cima de una montaña, bañadas por el sol y por la sombra. Un misterio. En cuanto a mi palabra más idolatrada: dinero. Y tú, lector, ¿qué tienes en tu corazón?

¿Regalo mis libros?

Eduardo Mendoza, uno de los novelistas españoles más amenos y traviesos de hoy en día, sólo conserva en la casa aquellos libros que considera imprescindibles en su vida

/ Esteban Carlos Mejía

Dijo un profeta del siglo 19: “La riqueza de las sociedades en que impera el régimen capitalista de producción se nos aparece como un inmenso arsenal de mercancías”. Irrefutable. Y a la gente le gusta acumularlas. No es sino mirar con cuidado. Abarrotes y bastimentos: líquidos, gaseosos, sólidos. Computadores, televisores, celulares, cámaras, equipos de sonido, neveras, fogones, ollas, peroles. Vitaminas y proteínas, marihuana, éxtasis y cocaína, como en una canción de Calle 13. Caballos de paso fino. Reses de ubres majestuosas. Fincas de tierra fría y haciendas de tierra caliente. Casas en el campo y apartamentos en la ciudad. Carros, motos, bicicletas. Trapos para días de sol, trapos para la lluvia. Vestidos de baño, trajes de gala, corbatas, camisas de seda, zapatos, botas, botines, zapatillas, pantys, tangas, perfumes, relojes, pulseras, collares. De todo. ¿Y los libros?

En este mundo hay más libros que vacas y toros, los ganaderos me perdonen la osadía. Yo veo libros por todas partes. En estanterías de madera pandeadas por el peso. En tambaleantes montañas alrededor de mi portátil. Libros en sillas y sofás, unos encima de otros, en caos apocalíptico. Libros debajo de las camas, junto a la lavadora, en los baños, al lado de los inodoros. Libros en la cocina, en el garaje, en mansardas, clósets y cuartos útiles. Libros apeñuscados en doble o triple fila, curtidos por el polvo, carcommidos por el comején.

¿Para qué? No sé: yo me dejo esculcar, si es el caso. Eduardo Mendoza, uno de los novelistas españoles más amenos y traviesos de hoy en día, sólo conserva en la casa aquellos libros que considera imprescindibles en su vida. O sea, unos cuantos. Se deshace del resto. Sin remordimientos ni avaricia, sin importarle la inmensidad del arsenal de mercancías. ¿Será buena idea? ¿Le hago caso?

* Día tras día. ¿La efeméride de esta semana? El 22 de abril de 1616, a los 68 años de edad, por culpa de una diabetes, murió en Madrid “El Príncipe de los Ingenios”, don Miguel de Cervantes Saavedra. A él le debemos lo bueno y lo mejor de leer en español. ¿Quién no lo ha oído mentar? ¿Quién no ha mentido en su nombre? El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, con su inolvidable trío de personajes, Alonso Quijano, Rocinante y Sancho Panza, es un insuperable hito literario. Hoy en día, algunos escépticos murmuran a sus espaldas y dicen que ya (casi) nadie lee a Don Quijote. Error. Por experiencia propia yo sé que su lectura atrae constantemente a lectores nuevos y a relectores viejos. La madre de todas las novelas ha sabido vencer al tiempo, siglo tras siglo.

* * Body copy. “Fermina Daza pensaba en él sin quererlo, y cuanto más pensaba en él más rabia le daba, y cuanto más rabia le daba más pensaba en él, hasta que fue algo tan insoportable que le desbordó la razón. Entonces se sentó en el escritorio del marido muerto, y le escribió a Florentino Ariza una carta de tres pliegos irracionales, tan cargados de injurias y de provocaciones infames, que le dejaron el alivio de haber cometido a conciencia el acto más indigno de su larga vida”.

Gabriel García Márquez. El amor en los tiempos del cólera. 1985.
* * * Vademécum. ¿Hidalgo? “Persona que por linaje pertenecía al estamento inferior de la nobleza.”
[email protected]

Ni se compra ni se vende

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Para conquistar la felicidad es necesario recorrer un camino arduo y a veces espinoso

/ Bernardo Gómez

Hace pocos días, y por puro despiste, entré a una conocida cadena de almacenes que se encontraba en ofertas. Me detuve un poco a observar lo que pasaba en mi entorno. Me pareció ver cientos de personas que como un enjambre de abejas, tocaban, repasaban, comparaban, calculaban, miraban y manoseaban una gran variedad de artículos de casa, ropa, mercado, etcétera. Embelesados, deleitándose con el dulce néctar del consumismo.

Advertí a un grupo que aguardaba impaciente a que el empleado de la tienda surtiera de nuevo una canasta que ostentaba el letrero de mitad de precio. Poco duró mi interés científico al ver un objeto que llamó mi atención; no sé en qué momento pasó, pero con una rapidez sorprendente ya estaba de primero, junto a la canasta, echándole el diente para compararlo. ¿Cómo negarlo? hacemos parte de este mundo capitalista, consumista y hedonista. Queramos o no, entramos con frecuencia a ese juego del mercado y poco o nada hacemos para evitarlo. Valdría la pena detenernos y reflexionar: ¿cómo tomar distancia?

Una luz de esperanza encontramos en la propuesta logo-terapéutica del neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl, que fundamenta su teoría en la pregunta por el sentido; respondiendo de manera seria y responsable a ella lograremos salir del laberinto que se nos ha impuesto.

Gilles Lipovetsky, en su libro La felicidad paradójica, hace una interesante descripción del hombre contemporáneo –llamándolo, irónicamente, el Homo consumericus– como una especie de turbo consumidor, desatado, móvil y flexible, liberado en buena medida de las antiguas culturas de clase, con gustos y adquisiciones imprevisibles; que pasó de ser un consumidor influenciado por las dominaciones sociales a ser el hiperconsumidor al acecho de experiencias emocionales y de mayor bienestar.

El capitalismo reinante se ha dedicado a incentivar la demanda, a la venta y a la multiplicación infinita de las necesidades humanas. Han bastado solo unos decenios para una nueva revolución, con una novedosa jerarquía de objetivos, de costumbres y, por ende, una nueva manera de relacionarnos con las cosas, con nosotros mismos y con los demás.

Atrapados en el presente, con no muchas expectativas del futuro e ignorando de tajo el pasado, el hedonismo reemplazó las militancias políticas, y el afán por el confort y la diversión han depuesto los ideales de un mundo justo y mejor. Ha nacido una nueva religión que fundamenta sus principios en la comodidad; el vivir mejor se convirtió en una pasión de masas, en el fin ultimo de una sociedad democrática.

El materialismo de la primera etapa ha pasado de moda: actualmente asistimos a la expansión del mercado del alma y su transformación, del equilibrio y la autoestima. El hiperconsumidor, que por el hecho de serlo no deja de ser un hombre en sus tres dimensiones, se da cuenta de que no solo necesita bienestar material, sino que también necesita alimentar su espíritu y equilibrar su mente. No es casualidad el florecimiento actual de grandes ofertas de doctrinas orientales, de nuevas formas de espiritualidad y guías de felicidad y sabiduría, que ofrecen, como producto de supermercado, la felicidad interior.

Es sano y necesario recordar que el cultivo de la vida interior es un esfuerzo personal, que requiere paciencia, perseverancia y, en ocasiones, abnegación; que para conquistar la felicidad es necesario recorrer un camino arduo y a veces espinoso; que justamente, el andar ese camino nos capacita para ser felices; y que de ahorrarnos la caminada, nada logramos. La felicidad ni se compra ni se vende, solo se conquista.
opinion@vivirenelpoblado

“¿Por cuál taco quiere?”

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Así viven los taxistas de la ciudad el día a día de una movilidad que ven colapsada

Jorge Iván Muñoz, taxista de la Flota Bernal

Como de costumbre, Jorge Iván Muñoz encendió su taxi y salió de su casa en Bello hacia El Poblado. El pasado 20 de abril, lo hizo a las 11:45 am, recogió un pasajero y lo dejó en el parque del municipio donde vive. Luego, tomó una carrera para Guayabal y desde que llegó al puente de Coca-Cola, empezó su travesía contra el taco. Cruzó el puente por debajo, salió a la autopista, se metió al barrio Carlos E. Restrepo y siguió por el puente de Suramericana para llegar a la Avenida del Ferrocarril. Cuando llegó a Guayabal, luego de una hora, quiso tomar el puente de la 4 Sur, y se vio encerrado. A las 2 pm, finalmente, llegó al Parque de El Poblado, en donde está la Flota Bernal, la empresa para la que trabaja. Más de dos horas le tomó atravesar la ciudad, y eso representa una carrera por hora.

< Autopista Sur, desde el puente de la calle Colombia

Por estos días, montarse en un taxi, la mayoría de las veces, significa mantener una conversación sobre la movilidad de Medellín con el conductor. Aunque este tema es latente, el malestar se envalentonó con el inicio de la construcción del primer tramo del proyecto Parques del Río, que va desde la Biblioteca Pública Piloto hasta la estación Industriales del metroplús, y que produjo el primer cierre total de la Autopista Sur, en el costado occidental, entre San Juan y la calle 33. “¿Sí ha visto como tienen esto?”, es la expresión de varios taxistas. Hablan de lo caótico que está Medellín, del aumento de vehículos por los bajos precios, del deterioro de la malla vial, de la ausencia de puentes, de las decisiones del Alcalde y de lo que hablan los políticos en la radio. Se convierten en asesores y dan medidas alternativas, porque aunque no son ingenieros civiles ni urbanistas ni arquitectos, conocen mejor que nadie cada rincón de la ciudad con sus nombres y nomenclaturas, el clima, los devenires del hampa y los secretos de la vida sobre las vías.

No solo los afecta Parques del Río sino las demás obras que se ejecutan de manera simultánea en el Centro, en El Poblado y otros municipios como Envigado e Itagüí. Tal como lo describen Jorge Iván Muñoz y sus compañeros de la Flota Bernal –Miro López, Gerardo Hernández, Carlos Grisales y Juan Manuel Patiño–, los puntos críticos son: el puente de Coca-Cola, el puente de La Minorista, la Avenida Oriental, la Avenida del Ferrocarril, Ayacucho, Bomboná, La Toma, El Palo, Colombia, San Juan, La 33, la carrera 65, la Avenida Las Vegas, la Avenida de El Poblado, La Aguacatala, Los Balsos, las transversales Inferior y Superior, La Frontera… y por supuesto, la Autopista (norte-sur) y la Avenida Regional (sur-norte). Expresan que no saben ni por dónde trabajar porque, aunque hay horas pico, de 6 a 9 am, y de 5 a 7:30 pm, en cualquier momento del día hay congestión.

“A las 5 de la tarde, ¡téngase fino!”, alerta Muñoz. A esta hora todo los carros salen despavoridos por la Avenida Regional antes de que comience el pico y placa. “¡Y vaya a Castilla o Robledo!”, exclaman varios. Estos destinos espantan debido al trancón en la carrera 65, una vía que va en doble calzada, desde la calle 30 hasta Colombia, en sentido sur-norte. “De Conquistadores a Castilla me he demorado una hora y media”, afirma Miro López. A la autopista la consideran obsoleta, incluso, ni la consideran como tal, debido a su deterioro, al número de carriles y a la presencia de semáforos en algunos sectores, que impiden que sea una vía rápida.


Avenida San Juan, desde el puente de la Avenida Oriental

En El Poblado por ejemplo, en momentos de congestión, se pueden demorar, desde el puente de la calle 10 sobre la Avenida Las Vegas hasta el centro comercial El Tesoro, cuarenta minutos, o del puente de la transversal Inferior con la 10 a San Lucas, una hora y 20 minutos, y de la Avenida Oriental hasta el Parque de El Poblado, entre media y una hora. Por eso, “ya uno no le pregunta al pasajero que por cuál ruta lo lleva, sino por cuál taco quiere”, agrega Muñoz.


Autopista Sur, desde el puente de la calle 33

Una carrera por la liquidación
Desde que los taxistas empiezan la jornada, su meta es recoger el dinero que deben dar a diario a la empresa donde estén afiliados. Es lo que llaman liquidación y esta tiene un valor entre 70 y 75 mil pesos. Lo demás es para cubrir los gastos básicos y ganancia. En promedio, el ingreso diario es de 150 mil pesos, y de ahí se paga la liquidación, la lavada del carro (hasta tres veces a la semana por mínimo 8 mil pesos) y la gasolina, que es entre 30 y 35 mil pesos al día. Quienes pagan aplicaciones móviles como EasyTaxi, deben recargar al menos 12 mil pesos (esta descuenta 600 pesos por cada servicio) y el GPS puede valer 40 mil pesos mensuales. Pero es que también se tiene que contar con el “fresco” y el almuerzo; de ahí en adelante, con todo lo que se necesite como aceite, llantas, tecnicomecánica… A esto se suman requisitos como seguro del conductor, seguro contractual, Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito –Soat–, seguro para terceros, tarjeta de operación, planilla (documento que permite ir a cualquier municipio del país), impuesto de rodamiento y administración (se paga a la empresa 93 mil pesos mensuales). Si al menos se logra tener libres 40 mil pesos al día, el ingreso mensual es de 1 millón 200 mil pesos.

Con la situación actual, tener la liquidación al día es cada vez más difícil. “Como no hay por donde andar, le tuve que decir al jefe que me rebajara la liquidación, porque sino me iba a tocar entregar el carro”. Afirma Jorge Muñoz. Y es que a veces se le queda debiendo al “patrón” o se llega sin un peso a la casa. Con el cierre de las vías, las carreras, que eran de 20 minutos, se convierten en una hora, lo que disminuye el número de servicios. Por este motivo, tienen que extender los horarios laborales hasta cinco horas para recaudar lo necesario. Por ejemplo, si antes hacían un turno de 6 am a 5 pm, ahora se hace hasta las 10 pm. Entre más horas de trabajo, más combustible. “Para hacer 200 km, me gastaba entre 25 mil y 30 mil pesos, ahora para hacer lo mismo, me puedo gastar 38 mil pesos”, asegura Juan Manuel Patiño.


Congestión en la Avenida oriental

Por otro lado, sí tienen demanda pero no tienen cómo cubrirla. Les suena el radioteléfono o el celular, pero a veces no pueden acceder a las rutas. Se sienten encerrados y las vías alternas, también se bloquean.
Una medida que consideran que les podría ayudar es que el pico y placa dure un día completo para los vehículos particulares, además de promover el transporte público y el uso del carro con mayor número de pasajeros. Finalmente, Gerardo Hernández expresa: “Le pedimos a la Administración una solución inmediata porque la ciudad está colapsada”.


Congestión en la Avenida oriental

Un sector clave para la transformación
Según informa la Secretaría de Desarrollo Económico, en Medellín y en el Valle de Aburrá hay más de 27 mil taxis, y en el Área Metropolitana existen alrededor de 32 mil conductores, por lo que se considera al sector como una fuente importante de empleos y que beneficia a numerosas familias de todos los estratos socioeconómicos, especialmente medios y bajos. De acuerdo con la última Encuesta Medellín Cómo Vamos, el medio de transporte que reportó mayor cantidad de usuarios satisfechos fue el taxi, con el 97 por ciento seguido por el Metro con el 88 por ciento.


Primer tramo del proyecto Parques del Río, obra que ha afectado al gremio de taxistas

A pesar de que los taxistas consultados por Vivir en El Poblado aseguraron no tener conocimiento de convocatorias o socializaciones de la Administración Municipal, el pasado 11 de abril, la Alcaldía realizó una feria de servicios en el Aeroparque Juan Pablo II, para dialogar con los taxistas sobre los diferentes programas de las secretarías a los que pueden acceder. En esta participaron 200 conductores y 400 familiares, a quienes se les presentó el proyecto Parques del Río. Según Juan Pablo López, director operativo de Parques del Río, se dio una conferencia abierta con preguntas y respuestas sobre la obra, se aclararon mitos como cobros de peaje y valorización y se les entregó una separata con las rutas, las vías alternas y el Plan Integral de Movilidad con el que se pretende reducir el efecto del proyecto. Asegura que esta fue la primera convocatoria masiva de las diferentes estrategias que tiene la Alcaldía para relacionarse con los taxistas. Entre otras acciones, se han sensibilizado, por medio del Proyecto de Educación Vial de la Secretaría de Movilidad, 10.062 taxistas, y adicionalmente, 500 taxistas serán técnicos laborales a través del proyecto Enrutados para la vida, que le apunta a la formación en servicio de transporte individual de pasajeros.

Frases engañosas

Con lo sano que es revisar creencias y cambiarlas si se descubre un error, o mejor, ¡una nueva verdad!

/ Juan Carlos Franco

“Llevar un contenedor de Medellín a Cartagena cuesta más que de Cartagena a Hong Kong”. La frase es impactante y nunca falla en generar una reacción de sorpresa e indignación por parte de paisas y colombianos en general. Si Hong Kong está tan lejos y Cartagena tan cerca, el transporte terrestre debería ser una fracción pequeña del marítimo. Claro, ¿cómo va a progresar un país así? Con razón estamos tan atrasados, es que no hay carreteras, es que los camioneros nos tienen agarrados de ya se sabe dónde, es que el gobierno es totalmente incompetente… La indignación crece y la frase progresa, hasta el punto de haberse convertido en una de las banderas de un periódico de Medellín, y de tener vallas consagradas a ella.

Resulta que para llevarlo por carretera entre Medellín y Cartagena se necesita un camión exclusivo, con conductor exclusivo, que se le dedique entre uno y dos días, que vaya a recogerlo a la puerta de la fábrica, que tal vez espere horas y horas en puerto, etcétera. En cambio, en un barco mediano se pueden acomodar, sin mucho problema, 5.000 o más contenedores; todos hacia el mismo destino, con muy poca tripulación y sin mucho tráfico por el mar. Es obvio que por ser un transporte altamente eficiente, y porque todo se puede repartir entre un número muy alto de unidades, el costo puede bajar sustancialmente. Pensándolo bien, no sería tan extraño que el transporte terrestre costara el doble o el triple del marítimo. Pero ¿qué hacemos entonces con la frase y con nuestra indignación? Se parece al cada vez más famoso “vaso con agua”.

Más del 80 por ciento de mis conocidos aseguran que es la manera correcta de hablar, y que decir “vaso de agua” es un error digno de gentes con mínima educación. Tú les preguntas y te dan una sesuda explicación: es que el vaso no es de agua, es de vidrio. Claro que no tienen problema en pedir en un restaurante, el dichoso vaso con agua y luego, sin encontrar contradicción, una copa de vino. La explicación sencilla es que en la frase “vaso de agua” la palabra “vaso” no se refiere al material sino a la cantidad de agua que cabe en un vaso. Como quien habla de un tarro de pintura, un tanque de agua o una bolsa de leche. Pierdes tu tiempo tratando de explicarlo; las personas se sienten seguras cuando el error lo cometen todos.

Similar a lo que ocurre con “Columbia”. ¿Cuánta tinta no se gasta dizque para explicarle a los gringos que nuestro país se escribe con “o” y no con “u”? Y resulta que no, que Columbia está perfectamente bien. La explicación es sencilla, es que así se dice en inglés. Y en alemán se dice Kolumbien y en francés Colombie. Y Brasil en inglés es Brazil, Italia es Italy, etcétera.

¿Y qué tal el otro 80 por ciento que dice “preveer” en lugar de “prever”? Que, como su nombre claramente lo indica, significa “ver anticipadamente”. Pero ya “preveer” parece haberse vuelto culta y es posible que no tenga vuelta atrás. Hasta los más reputados periodistas la usan en radio y televisión.

Si estas confusiones entre gente bien informada se dan en temas tan objetivos, tan fácilmente verificables, que no están sujetos a interpretaciones o visiones del mundo, ¿cómo será con temas sociales, políticos o religiosos?
Si es ardua tarea lograr que alguien acepte estar equivocado y cambie en cosas tan sencillas, ¿cómo será con las que mueven la sociedad? Después de cierta edad, la gente se acomoda con facilidad a una versión de las cosas, tal vez a la de alguien que admira, y tiende a quedarse ahí; siente como si cambiar fuera traicionar sus raíces, sus padres o sus ídolos. Con lo sano que es revisar creencias y cambiarlas si se descubre un error, o mejor, ¡una nueva verdad!
opinion@vivirenelpoblado

¿Hacia dónde va el transporte público colectivo?

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Se espera que en 2016 el proyecto de modernización del transporte público colectivo esté operando en la ciudad


El proyecto de reorganización del transporte público colectivo de la ciudad, denominado Transporte Público de Medellín –TPM–, pretende integrar de forma adecuada el servicio público colectivo particular con el servicio público masivo institucional, denominado Sitva (Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá). Así mismo, busca una reducción importante del impacto ambiental por la emisión de contaminantes de los vehículos; la optimización de la malla vial; la eficiencia del servicio de cara a los usuarios en términos de seguridad, cobertura y calidad; e implementación de nuevas tecnologías.

Este proyecto, que nació en los inicios de la administración del alcalde Aníbal Gaviria, y quién se empecinó en sacarlo adelante, ha contado en el tiempo con tres momentos definitivos. El primero fue durante 2012 – 2013, etapa en la que se estructuró legal, financiera y técnicamente la propuesta; se cumplió un segundo periodo durante 2014 – 2015, tiempo en el que se socializó el proyecto con las empresas del transporte público colectivo de la ciudad, de manera que estas pudieran presentar sus propuestas en aras de suscribir con la Secretaría de Movilidad, lo que hoy denominan convenios de colaboración empresarial. Ahora, en 2015, se debe cumplir la tercera etapa del proceso, en la que esos convenios de colaboración empresarial se implementarán de cara a los usuarios. Según la Secretaría de Movilidad, la reestructuración del servicio adelantada por el proyecto TPM, que depende de dicha secretaría, “establece que la operación se deberá hacer por convenios de colaboración empresarial, bajo una modalidad contractual que permite agrupar a las 43 empresas que actualmente prestan el servicio, uniendo sinergias y asumiendo de manera homogénea la experiencia acumulada”.


Componentes estación lateral. Render cortesía

Saldrán de circulación 1.068 vehículos
Según la Secretaría de Movilidad, en Medellín se realizan un millón 160 mil viajes por día en transporte público colectivo, con la participación de 43 empresas transportadoras que suman entre todas 2.966 vehículos entre buses y microbuses; con el proyecto de reorganización se espera que salgan de circulación 1.068 vehículos, lo que representaría una reducción del 37 por ciento de la flota. Así, esos 1.068 automotores serán reemplazados por 1.898 de tecnología limpia, de manera que se pasará de generar 39 toneladas de material particulado 2.5, a 0,4 toneladas al año, con una reducción del 92 por ciento. En cuanto al CO2, se calcula la disminución en un 27 por ciento. A la fecha, la Secretaría de Movilidad ha recibido 14 propuestas por parte de las empresas transportadoras, y ya firmó el primer convenio de colaboración empresarial. “El 25 de marzo aprobamos el primer Acuerdo para la Cuenca 2B que atiende Transmedellín en el noroccidente de la ciudad; también a través del Área Metropolitana aceptamos un acuerdo con una empresa que opera la cuenca 4 (La estrella, Itagüí, San Antonio de Prado y Guayabal)”, comenta Ómar Hoyos, secretario de Movilidad de Medellín, quien también asegura que: “Uno de los aspectos más relevantes de este convenio con Transmedellín es que racionalizará su flota, de 480 buses que ingresaban a diario al Centro, a partir del segundo semestre lo harán solo 100”.

¿Finalmente, qué verá el usuario?
Con el proyecto TPM se espera que los paraderos de buses tengan wifi. Desde su celular, el usuario podrá verificar cuántos minutos faltan para que el transporte llegue, cuál será el recorrido o si el bus que espera viene lleno o vacío por medio de un aplicativo móvil que está en desarrollo y que estará listo, si las cosas salen bien, para mediados de 2015. Otra novedad, es que los paraderos recibirán energía a través de páneles solares y los usuarios verán en pantallas táctiles información sobre horarios, frecuencias, mapa de ruta y sitios de parada. En cuanto a los vehículos, cada ruta se distinguirá por medio de colores. Atrás quedará el sistema de pago actual, en el que el conductor de bus recibe billetes y monedas; el nuevo sistema de recaudo a los pasajeros se hará a través de tarjetas electrónicas. Ante tanta belleza junta, cabe preguntarse, ¿qué costo tiene el proyecto de reestructuración del transporte público colectivo? La inversión será de 62 mil millones de pesos del Fondo Medellín para la Vida, que se dedicarán a infraestructura, señalización, nuevos paraderos, bahías y carriles exclusivos. Por su parte, las empresas transportadoras deberán asumir el costo de la racionalización de los vehículos o la renovación paulatina de su parque automotor. Así pues, se espera que para el segundo semestre de 2015, Transmedellín, empresa en firmar el primer convenio, tenga rodando en el mes de diciembre 40 buses a gas por los corredores viales que se delimitarán en el proyecto TPM.

“Nadie quiere estar al lado de la Policía”

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Vecinos del Mónaco están inquietos con la llegada del 123, la Cipol y la Secretaría de Seguridad al mítico edificio


Edificio Mónaco, ubicado en Santa María de Los Ángeles

Dudas y más dudas tienen los vecinos del edifico Mónaco, ubicado en el barrio Santa María de Los Ángeles (carrera 44 # 15 sur – 31), y que años atrás fuera la residencia del desaparecido narcotraficante Pablo Escobar y su familia. Luego de conocer la decisión de la Administración Municipal de trasladar las sedes del Sistema Integrado de Emergencia y Seguridad (conocido como el 123), la Central de Inteligencia de la Policía Metropolitana (Cipol) y la Secretaría de Seguridad a este mítico edificio –hoy roído por el tiempo– volvieron los “fantasmas” que por décadas han espantado a los vecinos del sector. “Lo que van a hacer en el Mónaco es como perfumar un marrano; Medellín necesita una central de inteligencia como las que hay en todas las ciudades importantes del mundo, ¿qué tienen que venir a hacer aquí?, que nos dijeran que van a ubicar una centralidad como el Mascerca de El Poblado listo, pero ¿cómo se les ocurre concentrar tres dependencias en un edificio que tiene si mucho 40 parqueaderos?, ¿no ven que el Mónaco tiene una sola vía de acceso (por la carrera 44) porque la parte de atrás del edificio da contra otra que es cerrada?, imagínese cómo irá a ser la salida y entrada de carros”, comenta con angustia un residente del sector quien pidió no ser identificado. Pero la decisión por parte de la Alcaldía ya está tomada. “Estas tres dependencias causarán una afectación menor en el sector. El 123 mueve de trece a catorce agencias, y no son necesariamente de seguridad. En la Cipol, los hombres no están armados”, asegura Luis Fernando Suárez, vicealcalde de Gobernabilidad, Seguridad y Servicio a la Ciudadanía de Medellín, quién también agrega: “Hay una deuda con El Poblado en temas de seguridad, en lo que tiene que ver con equipamiento, (…) me imagino a los muchachos de la Policía desplazándose desde la estación del metro de La Aguacatala hasta la nueva sede; a mi parecer, ese hecho representa prevención en temas de seguridad”.


Sector comercial, aledaño al edificio Mónaco

Pero lo mismo no piensan los vecinos del sector a quienes les ha tocado vivir dos atentados. En 1988 fue blanco de un carrobomba y luego en 1999, cuando el edificio, ocupado por el CTI (Cuerpo Técnico de Investigación) de la Fiscalía, sufrió un nuevo atentado y obligó al organismo de investigación a dejar el inmueble. “Mi preocupación es que se vea afectada la convivencia; las propiedades valen por la calidad del sector, este es un barrio residencial muy apetecido, muy costoso y paga un predial muy alto, el nuevo uso que le van a dar al edifico nos va a desvalorizar los predios. Nadie quiere estar al lado de la Policía por las razones que ya todo el mundo conoce”, comenta con resignación el vecino.

María Eugenia Montoya, habitante del edificio Pinares del Campestre, dice, “esa decisión me parece desastrosa por la situación que está viviendo el sector; si la movilidad hoy en día es imposible entonces ¿cómo irá a ser con los nuevos ocupantes del Mónaco? El barrio se volvió un parqueadero publico, no hay aceras para caminar. En cuanto a la seguridad, no creo que vaya a mejorar con estas tres dependencias que lo van a ocupar, por el contrario, creo que puede perjudicar la zona”.


Fotografía tomada hacia el sur, desde la portería del edificio Mónaco

Por su parte, Juan Fernando Londoño, administrador de Santa María del Campestre, comenta que no tiene aún la postura oficial de los habitantes del edificio en relación con la medida de la Alcaldía, “sin embargo, sí he oído comentarios de que la gente no está muy a gusto, comentan que les parece necesario que el edifico sea ocupado pero no por las dependencias que anunció la Administración porque pueden representar un riesgo para la comunidad”.

“En mi opinión, no la de la copropiedad, veo positivo el hecho porque ese es un lugar abandonado y la ocupación va a traer beneficios” comenta Obed Cardona, administrador de Torres de San Marino.


Carrera 44

¿Qué dice Planeación?
Otra de las inquietudes de los habitantes, comerciantes y empresas que funcionan en el sector, tiene que ver con el uso del suelo para el edificio Mónaco, definido por el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial. En su momento, la Secretaría de Seguridad de Medellín pidió un concepto al Departamento Administrativo de Planeación, entidad que respondió el pasado mes de febrero de manera favorable diciendo: “El predio tiene asignado el uso de centralidad dotacional, aglomeraciones comerciales y de servicios de orden barrial, corredores y zonas de transición, integrando zona Media Mixtura. Debido a su localización en el ámbito Río, se requiere la formulación macroproyecto o plan parcial”. Así pues, según el nuevo POT, en el edificio Mónaco podrá ser la sede del Sistema Integrado de Emergencia y Seguridad (123), la Central de Inteligencia de la Policía Metropolitana (Cipol) y la Secretaría de Seguridad, pero antes, la Alcaldía deberá destinar 10 mil millones de pesos del Fondo Medellín Ciudad para la Vida, para acondicionar el edifico. Se esperan tener listos los trabajos de adecuación para finales de 2015 y en ese momento trasladar la sede del 123.