Según el Análisis de la Cartera y del Mercado Inmobiliario en Colombia del Banco de la República, durante el primer semestre de 2020, el crecimiento del acumulado de ventas de viviendas nuevas decreció un 0,5 % entre febrero y mayo en Bogotá, Medellín y Cali.
Además, el indicador de confianza del consumidor calculado por Fedesarrollo y su componente de intención de compra de vivienda “mostraron su menor registro histórico en mayo de 2020 como consecuencia de los impactos económicos derivados de la pandemia”, dice el informe. Y aunque en mayo se mostró un repunte, siguió muy por debajo de los índices históricos. Ese mes, el indicador se ubicó en el -42,6 %, el más bajo de la historia de la medición.
Para Carlos José Arango, experto inmobiliario y CEO de Buscamos tu Casa, “mientras se prolongue el confinamiento obligado y se inicia la cuarentena controlada, la demanda disminuirá”.
De hecho, desde el inicio de la pandemia en marzo se empezó a ver un mercado en el que había más oferta que demanda. “La situación que se vivió en el segundo trimestre del año hizo que esto se aguduzara”, agrega Arango.
Según el Banco de la República, las ventas de inmbuebles en las tres principales ciudades del país decrecieron un promedio de 61,3 %.
Lea también:
- En 6 % disminuyó la mora de los contratos de arrendamiento en Medellín
- Hipoteca inversa, cada vez más cerca de ser realidad en el país
- Camacol Antioquia resuelve dudas para quienes habían comprado vivienda o estaban en el proceso
“Muchos de quienes habían decidido vender su propiedad, han reversado su decisión esperando claridad frente a la realidad económica, laboral y social que se plantea. La certeza de cuánto tiempo dure el confinamiento y los riesgos que se asumen al regresar a la vida social y productiva, es aún lejana para muchos, aplazando la decisión de venta, lo cual genera una clara disminución del mercado inmobiliario”, explica Arango.
Por otro lado, hay que recordar también que el gobierno nacional tomó la decisión de ofrcer 200 mil nuevos subsidios para la compra de vivienda, de los de los cuales el 50 % será destinado a familias con ingresos de hasta cuatro SMMLV que deseen adquirir una vivienda nueva de interés social, y el restante 50% para hogares de cualquier ingreso que deseen
adquirir una vivienda no VIS con un precio máximo de COP 438 millones. “Cabría esperar que estos estímulos fomenten la recuperación de la confianza de los demandantes
de vivienda, así como el ritmo de crecimiento de las ventas”, dice el informe del Banco de la República.
Es importante entender que, a pesar de la desacelaración, los precios de los inmuebles aún no han bajado, “posiblemente en seis meses cuando ya no haya alivios financieros y la gente tenga que vender lo harán, pero creería que serán casos muy puntuales. Los precios de oportunidad no están en este momento y hoy se compra y vende a precio de mercado”, explica Carlos José Arango.
De hecho, esta tendencia la confirma el Banco de la República en su Índice de Precios de la
Vivienda Nueva. “A mayo de 2020 el crecimiento real anual del índice agregado de las ciudades analizadas se ubicó en 1,6%, cifra no registrada desde finales de 2018 (…). Contrario a lo encontrado en los otros indicadores de actividad del mercado de vivienda, los precios parecen no haberse visto afectados por el período de cuarentena nacional“.
Para el ente emisor, solo un deterioro en los indicadores de rotación de la vivienda nueva podría traer una disminución de precios con el objetivo de reactivar la demanda del sector.