Desde el 13 de marzo me encuentro en casa, solo he salido unas pocas veces al supermercado y dos a montar en bici en la hora deportiva. Solo he tenido contacto físico con la persona con quien vivo y otras más que esporádicamente se han cruzado en esas salidas o cortas visitas. Por eso que no he visto la necesidad de registrarme en Medellín me Cuida, con el encierro me aseguro y aseguro a las demás personas.
Sin embargo, ya parece un señalamiento no estar en esa plataforma, como también, criticar al alcalde de turno por algunas medidas o acciones durante esta situación que nos ha llevado a pensar diferente en todo sentido.
Pero es importante ir más allá, cuestionar, analizar, revisar los detalles y en esos detalles se evidencian algunos aspectos de los cuales vale la pena tener el beneficio de la duda y allí hablamos de la plataforma Medellín me Cuida, que sin duda ha sido muy útil, nos ha permitido o le ha permitido a la administración tomar decisiones asertivas, igual que en la Gobernación de Antioquia.
La diferencia está en que el Departamento usa plataformas y datos que la ciudadanía puede observar y seguir, más algunos datos esenciales, mientras que Medellín se va con su plataforma a los detalles incluso más privados de las personas y no sabemos qué harán con la información. Justo por ese motivo, hoy hay una tutela en contra de la plataforma y hace que solo puedan pedirnos datos precisos y no de mayor privacidad ¡Siquiera tenemos la ley habeas data!
El siguiente punto va con la investigación que se abre desde la Contraloría y la Procuraduría, a lo que la administración, según algunos periodistas y personas cercanas (además de la defensa que se ve en redes sociales), lo argumentan como un “asunto político”.
Básicamente, es Ramos contra Quintero, sin embargo, querida administración y ciudadanía, la diferencia es que por más político y personal que sea, Ramos es concejal, Quintero alcalde y los entes de control solo hacen su tarea. Así que ese argumento lo pueden dejar para argumentar otro día, deben responder con claridad y lo que nos muestra es que hay irregularidades y a ellas hay que responder.
En esencia, este escrito busca dejarle un mensaje a la administración y a quienes trabajan en ella: aceptemos la diferencia, el señalamiento y los cuestionamientos ciudadanos. Incluso si son solo para criticar y si son respetuosos, vale la pena aceptarlos mucho más.
Estar en la administración significa eso también, tener millones de ojos pendientes, cuestionamientos y hoy, investigaciones. Respondan con claridad, no se cierren a una sola razón, escuchen y construyan. Lamentablemente creo que la comunicación de la administración actual no se ha planteado de la mejor manera, las dudas de los caros politiqueros que han ido saliendo, han desmarcado esa independencia con la que dicen haber llegado.
Busquemos lo mejor para la ciudad y no vigilen tanto, mucho menos a la ciudadanía que también les vigila, porque para eso también estamos y no necesariamente se traduce en oposición.
PD: se rumora que uno de los cambios que quiere hacer la administración, a partir de una resolución que sacó el alcalde solicitando permiso al Concejo de Medellín para algunas modificaciones, busca que la subsecretaría TIC, se convierta en secretaría y tiene lógica, el presupuesto asignado a esta es alto y puede tener mayor maniobra con ese cambio. Solo pongamos la lupa de quién está a cargo de esta dependencia, de dónde viene y dónde están manejando los datos de Medellín me cuida. Como dice una amiga “Gobiernos abiertos, vidas privadas”.
Por: Daniel Suárez Montoya
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