Convertir a Medellín en una ciudad de cine, con facilidades para productoras, realizadores, y con pasión por el séptimo arte se convirtió, en el 2014, en un deseo de autoridades, conocedores y apasionados por las historias en formato visual. Seis años después, en el 2021, el sueño sigue vivo
2014
Películas como Eso que llaman amor y Al final del espectro se rodaron en Medellín como parte de esa intención de la Alcaldía de esta ciudad para convertirla en centro cinematográfico de América Latina. En el 2014, esta idea hizo parte de una estrategia de la Secretaría de Cultura Ciudadana y la Oficina de Internacionalización, bajo la guía de la nueva Ley de Cine, 1556. En ese tiempo, incluso, Vivir en El Poblado se refirió a ella como “Medellywood”.
La idea de ver a las estrellas de Hollywood pasear por nuestra ciudad y aportar el paisaje local a la historia visual del mundo, se convirtió en un sueño de dirigentes que vieron la posibilidad de generar nuevos ingresos económicos y miles de empleos. En ese entonces, el proyecto fue liderado por Juan Camilo Quintero, asesor de Asuntos de Internacionalización de la Alcaldía de Medellín. Se habló de una Comisión Fílmica Local que involucraría a varias dependencias y a lugares como Plaza Mayor.
Sigue el rodaje de la idea
Han pasado 7 años desde entonces, y en Medellín ya existe una Comisión Fílmica liderada por Juan David Orozco. Sobre la posibilidad de convertir este destino en una ciudad de cine, cree que actualmente hay muchas oportunidades de seguir avanzando en la consolidación de un destino fílmico.
19 proyectos fueron seleccionados durante el 2020 por la Comisión Fílmica para recibir apoyo en las modalidades de escritura, desarrollo, posproducción y promoción.
“Tenemos la posibilidad y capacidad de ofrecer servicios para que la gente de afuera pueda venir y producir cine en nuestra ciudad. Podemos lograr que empresas locales aumenten sus ofertas y procesos”.
Explica que el trabajo de la Comisión Fílmica es fortalecer el tejido empresarial y creativo relacionado con la actividad audiovisual, no solo en las películas, sino también en las series que cada vez tienen más fortaleza en televisión y en plataformas.
A través de los estímulos ofrecidos por la Ley, en la Comisión Fílmica se ofrecen actividades basadas en 4 frentes: apoyo a la gestión de permisos de rodaje, promoción en la comunidad internacional sobre las ventajas de rodar en Medellín (hay una devolución de gastos de hasta un 10 %), que incluye la presencia en festivales y mercados foráneos. A esto se suma el fomento de empresas y proyectos locales que permitan apoyar producciones extranjeras. El último aspecto tiene que ver con un componente de formación que ofrece capacitación a aquellos que tienen talento e interés.
Juan David Orozco menciona otras ventajas de realizar películas en Medellín, y entre ellas está la “luz maravillosa”, y la variedad de locaciones urbanas y rurales que se conectan con facilidad, entre ellas. “También destaco la calidez de la gente, que permite realizar montajes con facilidad, cerrar vías o cambiar las condiciones de movilidad”, afirma.
Las acciones y los planes van en buen camino, agrega. “Actualmente tenemos personas capacitadas y talentosas que pueden apoyar el rodaje de cualquier película. Hay un camino que se está recorriendo, implica apoyo gubernamental y se está dando. La idea es continuar con la política pública audiovisual para que Medellín sea una ciudad de película”.