La virtualidad a la que obligó la pandemia por COVID-19 ha transformado estilos de vida, unido familias, catapultado emprendimientos y hasta ha permitido cumplir sueños que estaban esperando la oportunidad para materializarse.
Eso fue lo que le ocurrió a Andrea Fernández, la mentora de Radhi Yoga, quien luego de 10 años de navegar en la espiritualidad de esta práctica, a la que sumó la enseñanza de la vida consciente y de meditación, vio la oportunidad de crear comunidad para conectarse desde el espacio virtual con principiantes y profesionales en el tema.
“La presencia es muy importante, pero por la experiencia me he dado cuenta de que la presencia desde la virtualidad también se puede sentir”, explica Andrea y detalla que todos estamos conectados a nivel energético y en un modo sutil de pensamiento.
También le puede interesar:
Para unir la mente, el cuerpo y el espíritu, Andrea ofrece tres cursos. El primero es de yoga que a su vez tiene dos componentes. Curso para principiantes y Comunidad Radhi, en la que se participa de clases regulares, club de lectura y encuentros de meditación mensual, con lo que se pretende ampliar el conocimiento sobre esta práctica.
El segundo es un encuentro de meditación profundo al que se convoca cada mes, “en donde entendemos la ciencia de la meditación porque hay muchas corrientes ahora: mindfulness, meditación trascendental, budista, hindú y esas son las formas de una esencia, la que cada uno debe descubrir”, expresa Andrea.
El tercero es el curso de vida consciente que Andrea dicta en compañía de la médica funcional Paula Pérez y la chef Patricia Álvarez. “Hacemos un equipo muy chévere. Yo entrego toda la parte de yoga y la relación con el cuerpo; Patricia todo lo relacionado con la alimentación y Paula todo el peso teórico desde la medicina”.
Lea también: Alimentación primaria, medio para lograr la mejor versión personal
Todos los cursos valen $95.000 o US$25 y duran un mes con ocho clases dos veces por semana. Según Andrea, manejan siempre la misma estructura y la mayoría tienen material descargable. Siempre entrega memorias porque “la idea es que al final del curso cada persona tenga las herramientas para practicar solo”.
A la fecha, mil personas han tomado los cursos de Andrea y 200 hacen parte de la Comunidad Radhi. Si alguien ya tiene una práctica o ya ha hecho uno de estos cursos y quiere seguir profundizando, la membresía mensual para pertenecer a ella es de $75.000.
Andrea estudio Comunicación social en Eafit, de niña quiso dedicarse a la danza y eso la llevó a estudiar en Alemania. No obstante, decidió no continuar porque ya había empezado a hacer yoga y sentía que quería explorar esa parte más profunda del cuerpo.
Le puede interesar: Valentina Gómez le enseña a vivir en el presente
Fue así como decidió irse a vivir a un áshram (lugar de meditación y enseñanza hinduista) a París. Allí conoció a un sacerdote que la invitó a la India en donde luego de seis meses, ratificó que era su pasión y aquí está ahora, enseñando y aprendiendo, sin saber que el camino que recorrió la traería vivir todo lo que está pasando ahora.
“Cuando uno tiene algo que lo transforma y le da tanto en la vida uno no se puede quedar con eso para uno solo”, finaliza Andrea.