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La mesa está servida (y III)


La mesa está servida (y III)

De la edición impresa (Edición 300)

El buffet es un vocablo francés con dos significados: para denominar un aparador o mueble acompañante del comedor y que en nuestras casas se ha utilizado siempre para guardar las vajillas y la mantelería. Pero además era el nombre que se les daba a los bares en las estaciones del tren en donde los viajeros podían elegir entre varios platos, lo cual quiere decir que su origen era informal y práctico. En verdad que lo es. Y eso no nos quita su calidad y agradable presentación.

La mesa está servida (II)

La mesa está servida (II)

De la edición impresa (edición 299)

“…Mientras los seres humanos requieren trascender los límites de su cuerpo para comunicarse, las mesas continuarán siendo una forma mágica y poderosa de darse a conocer”. Así lo define la escritora y decoradora porteña Gloria César, en su libro Mesas de Buenos Aires, al hablar de la necesidad de una buena ambientación.


La mesa está servida (1)


Recuerde que ‘‘consideración’’ más ‘‘cortesía’’ es igual a ‘‘etiqueta’’.

La mesa está servida (1)

De la edición impresa (Edición 298)

Bien se dice que “la comida entra por los ojos”. La mesa cotidiana, bien dispuesta y sin necesidad de grandes lujos, engalana hasta el más sencillo de los menús.

Es en la mesa en donde probablemente se revela nuestro cociente social y donde mejor se puede producir en los demás ese impacto positivo que hace la diferencia.

Para momentos más formales lo ideal es ofrecer una entrada y un buen plato fuerte, acompañados simplemente de una copa de agua y otra de vino.

Para sentirse bien en una reunión se necesita de un mínimo de comodidad que permita un espacio para poner platos y copas, sin tener que ser precisamente a la mesa: hay superficies planas o mesas individuales o platos base que sirven para esas ocasiones. Esto es en el caso de un buffet, una comida informal donde se lleve el plato servido o una raclette y también la fondue.

Desde las mesas muy informales hasta las más formales, siempre se recurre a un sencillo concepto: los cubiertos y las copas se utilizan de afuera hacia adentro.

Cada anfitriona tiene su propio concepto y su sistema con respecto a la ubicación de los invitados, la mayoría lo hace alternando hombres y mujeres. Jacqueline Onassis se preocupaba más por la compatibilidad de carácter. Gloria Vanderbilt, la experta en etiqueta, prestaba especial atención a las edades y cargos de importancia. La actriz francesa Jeanne Moreau prefería combinar personas con intereses diferentes, así todo el mundo aprende algo nuevo.

Vajillas, cristalería, cubertería y manteles cortesía de Beatriz Restrepo, teléfono 314 1647.


Esa primera impresión


Esa primera impresión

De la edición impresa (Edición 297)

La primera demostración de relación humana pudo haber sido el mirarse a los ojos y estrechar las manos. Lo que hoy es costumbre y educación fue seguramente el origen de la cortesía para los saludos y las despedidas en simple son de paz y amistad. Ese es el fin que se debe perseguir cuando uno mismo se presenta o tiene la oportunidad de presentar a otros. De la manera fácil y clara que se utilice puede surgir una conversación agradable, descubrir intereses y afinidades. De allí la actitud que siga revela su roce social, su estilo y la etiqueta de hoy. Y aunque cualquier tipo de presentación o despedida es, en realidad, una rutina en extremo sencilla que cuando se complica puede convertirse en situación embarazosa. Será por eso, tal vez, que a mucha gente le da pereza saludar. En todo momento la naturalidad y la espontaneidad son los elementos que deben imperar. Solo en situaciones de estricto protocolo, se siguen las normas más formales. Los árabes al señalarse el corazón, los labios y la frente, indican con sus gestos que sus sentimientos, sus palabras y pensamientos van hacia la persona que saludan. Los indios levantan una mano. Los occidentales nos las estrechamos, tanto hombres como mujeres y, los orientales, las unen con una ligera reverencia.

Con dignidad y ufanía (Banderas)


Con dignidad y ufanía (Banderas)

De la edición impresa (Edición 296)

La historia de la bandera va íntimamente unida con las insignias o signos convencionales, usados por los hombres para distinguirse en sus eternas luchas. Su origen nace con él, diríase que desde siempre. Iban acompañadas de símbolos como la ballena para los asirios, la paloma de los babilonios, la letra Tau que usaron los hebreos, el gallo que era nada menos el emblema de los galos y con el águila se distinguió la República Romana. La historia cuenta que Constantino llevó un estandarte de tela preciosa, en la cual estaba bordado el monograma de Cristo. Y mucho antes los egipcios usaron figuras de animales, como el buey Apis y que atenienses y troyanos se distinguían con las propias en el sitio de Troya. Esto me hace pensar que hasta el mismo Noé ondeó un trozo de tela en su Arca. Entonces, no cabe duda de que desde siempre, naciones y personajes han utilizado las banderas y los símbolos para representar su propia identidad. Hoy en día todos los países tienen los suyos y son reflejo de su historia, son “…lazos que nadie nunca desatar podría”, como decía el gran Caro.

A Juan Camilo Uribe, el artista, el amigo

De la edición impresa (Edición 295)

Alguien que supo vivir

“La melancólica tristeza que causó en el ánimo de Jorge Manrique (1440-1479) la muerte de su padre, el Conde de Paredes se deshaga en estas bellísimas estrofas, que han merecido ser traducidas a muchas lenguas extranjeras. La armonía y cadencia, sencilla y elegante, de las estancias ha movido también a ilustres compositores a ponerlas en música”

Las presidencias: desde siempre


Las presidencias: desde siempre

De la edición impresa (Edición 294)

Me gusta esa leyenda celta, bien conocida por todos, sobre la mesa redonda del Rey Arturo, o más exactamente como él la denominó, “Tabla redonda”, cuando en la Edad Media resolvió fundar esta orden y armar como caballeros a sus nobles guerreros. Y aquí viene la parte bonita, lo hizo para que ninguno se sintiera menos que el otro, para que cada comensal se creyera favorito, seguramente con la pompa y la gala de su ceremonial, pero también con la justicia e hidalguía que caracterizaban al acertado soberano británico. Del siglo quinto hasta nuestros días nada mejor que una mesa redonda.

Precedencias: a todo señor, todo honor (Protocolo)


Precedencias: a todo señor, todo honor

En esto del protocolo nos han dado sopa y seco por los acontecimientos ac tuales que acaparan la atención mundial y que a través de los medios nos llevan a participar de ellos .en un todo y por todo. La muerte de un personaje como Juan Pablo II, que ha sido indudablemente el hombre del siglo; el tan comentado matrimonio del Príncipe Carlos de Inglaterra y Camila Parker; el deceso del Príncipe Raniero de Mónaco; y de manera más local, con interés particular para nosotros, la visita del presidente Uribe a la China y al Japón. Acontecimientos todos que tienen sus propios rictus, unos más fastuosos que otros, pero lo cierto es que están plagados de ceremoniales y de rituales, unos religiosos, otros de las monarquías y los de las visitas de Estado. Aquí cabe decir que los actos sociales, empresariales y los gubernamentales, no necesariamente de tanta fastuosidad, requieren un orden y una presentación personal adecuada. Me impactó el comentario de un amigo que en esta Semana Santa estuvo en la procesión del Santo Sepulcro en una de las iglesias de El Poblado, y entre el poco recogimiento que observó, los fieles comían chicle, se reían y parloteaban. Pero el colmo sí fue el atuendo de algunos de los silleros del anda vestidos con camisetas como para un paseo a Tolú. Por algo se insiste en que el hábito sí hace al monje. No se trata de grandes galas, sino de adecuarse y respetar cada ocasión: bluyines, camiseticas destapadas, escotes profundos y transparencias, pantalonetas y bombachos no son lo correcto para asistir a un entierro, que en este caso es lo que se representa en la Procesión del Viernes Santo. Quede claro que el protocolo es importante hasta en los momentos mas simples de la vida.

Protocolo


De buenas maneras

Protocolo

Por: Olga Clemencia Villegas de Estrada

Olga Clemencia Villegas de EEn el sentido estricto, por definición de la Real Academia de la Lengua, el protocolo se describe como “una regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto o por costumbre”. Eso, naturalmente, es cierto. Pero en un sentido más amplio, puede pensarse que más bien se trata de la manera de actuar adecuadamente en cualquier situación de la vida, por cotidiana que ella parezca. Es decir, se trata de lograr un equilibrio en la forma de relacionarse, con el respeto, la discreción y la consideración debidas para las demás personas y para las instituciones, acatando las normas y procedimientos.

De buenas maneras/ Y colorín colorado, este cuento… ¡ya ha empezado!


“Si este libro se perdiera, como suele suceder, suplico al que lo encuentre me lo sepa devolver. No es de monjas ni de frailes ni de la reina Isabel, sino de un buen estudiante que necesita aprender”

Y colorín colorado, este cuento... ¡ya ha empezado!

 De un libro que se fue como ‘‘ñapa’’ en un regalo de Navidad, para los trabajadores de una finca, exactamente el de recetas de doña Sofía Ospina de Navarro, que despertó emociones dentro de ese hogar, surgió la idea de editar unos libros para estimular la lectura en las familias campesinas. Y la idea  no solo se materializó sino que además, pasado poco más de un año de su creación, está adquiriendo unas dimensiones sorprendentes para todos. Es la fundación Secretos Para Contar, ‘‘una propuesta en forma de libros para despertar el interés por el saber’’, y como lo recalcan en su presentación ‘‘... es una invitación a leer, a jugar con las palabras, a querer el conocimiento’’ Un proyecto para hacer soñar a grandes y pequeños, compartiendo ratos de entretenimiento, ayudando a las tareas de la escuela y abriendo el mundo desde su terruño hasta el gran universo.

De buenas maneras/febrero (quincena 1)


De buenas maneras

 …donde quiera que ella estaba, allí era el edén.Del libro El diario de Adán y Eva, de Mark Twain.


Olga Clemencia Villegas¿Quién no tiene recuerdos de sus vacaciones de infancia? especialmente, esas que se vivían con los abuelos, en pelotera de primos, con levantada tarde y acostada tarde, comiendo delicioso, incluso muchas veces lo que en la casa no nos dejaban probar, noches de cuentos, risas y espantos, contemplaciones al máximo. Huellas que marcan toda nuestra vida: aromas, sabores, colores, texturas y sonidos que llevamos siempre con nosotros. “Esto me huele a la alacena de la abuela” “ah, esa canción la hacíamos en coro” “así nos disfrazábamos.”

De buenas maneras/Edición 286

¿Y qué me pongo?

Olga Clemencia Villegas de E.Aunque cada uno tiene su propia manera y estilo, esto no impide que se pueda ayudar con un consejo a tiempo. Por esto, en esta ocasión les propongo un vestuario básico que se compone de quince piezas. Combinándolas lograremos una nueva imagen cada vez. La moda actual nos trae la nostalgia y el glamour de los 40, los 50 y los 60. Hablo de ropa completamente usable con tendencias muy conceptuales: el clásico puro que, según Carolina Herrera, lo da una camisa blanca. El toque de lo urbano como lo vemos en chaquetas ajustadas con pantalones de vestir, especialmente en tweed al estilo Chanel o con vestidos lisos, y por qué no, con jeans. El aire femenino y romántico en faldas que marcan la silueta y, accesorios muy definidos que le dan el aire de actualidad. Opciones muy versátiles, en las que la edad no importa ya sea con el estilo tradicional o mezclando trajes coordinados con piezas que le dan un significado a la forma de vestir. El detalle está en crear atrevidos giros sin olvidar los clásicos, pues los clásicos son eternos.

Agradecimiento a Inexmoda