Para generar un mensaje de autocuidado y generar conciencia, el emblemático sapito del Astor se pone el tapabocas en una edición especial.
Ya se ha puesto gorro de Papá Noel, ha tenido ojos de corazón, se ha pintado con los colores de la Selección Colombia y hasta se ha casado. El sapito del Astor es, tal vez, uno de los productos de la repostería antioqueña más reconocidos por todos.
Por estos días, el tradicional morito luce un tapabocas: “atravesamos por un momento atípico al que nos ha tocado adaptarnos como sociedad, a nuevas dinámicas de comportamiento y consumo. Como empresa, nuestra premisa siempre ha sido garantizar el bienestar de nuestros empleados, colaboradores y sobre todo de nuestros clientes”, se lee en el Facebook de la repostería.
Natalia Vélez, directora Comercial y de Mercadeo, cuenta que la idea de ponerle este elemento de protección fue de Andrés Sierra, fotógrafo, mientras hacían unas fotos para Medellín Gourme como en Casa. “Si ha cambiado en otras temporadas, ¿por qué no hacerlo en este momento?”.
Le puede interesar:
- Johanna Logreira le da 10 pasos creativos para salir adelante
- Transporte colaborativo para hacerle el quite al COVID-19
- El Deutsche Schule Medellín comparte contenidos con colegio públicos del sur del área metropolitana
Con esta edición especial, El Astor envía un mensaje de autocuidado a todos sus clientes, al tiempo que también comunica que todo en su planta se hace respetando todas las normas de bioseguridad necesarias para garantizar la seguridad de sus colaboradores.
“También queríamos crear un elemento amable, que la gente se ría en esta época tan difícil“, dice Vélez. El sapito es el único morito en forma de animal que está siendo producido en este momento. Quienes quieran tenerlo en casa pueden hacer sus pedidos a domicilio.