Comienza el año 2024. En el gran esquema de las cosas, este es el momento más emocionante de la historia de la humanidad. Una época marcada por la vertiginosa velocidad del cambio que nos permite afirmar que esta no es una era de cambios, sino un cambio de era – Estamos pasando de la era industrial a la era del conocimiento -.
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Este periodo emocionante nos brinda más conocimientos y posibilidades que nunca antes. Estamos dejando la adolescencia de la humanidad para entrar en la madurez de la especie humana.
Este cambio demanda una mayor responsabilidad en elevar nuestro nivel de consciencia, tanto a nivel individual como colectivo. La elevación de la consciencia es esencial, especialmente en términos de bienestar, salud y cuidado, considerando los desafíos creados por la industrialización y mecanización que resolvieron algunos problemas cruciales pero generaron otros.
Como afirmaba Einstein:
“No podemos resolver nuestros problemas desde el mismo nivel de pensamiento desde el que fueron creados”.
La “diabesidad” (diabetes + obesidad) se proclama como la mayor epidemia de la historia, extendiéndose desde los países más desarrollados hacia el resto del mundo al adoptar estilos de vida occidentales e industrializados. La relevancia de este tema nos afecta a todos, ya que la mayoría de las personas tienen conocidos o sufren ellas mismas de sobrepeso, obesidad, prediabetes/diabetes, infarto, hipertensión, cáncer, Alzheimer o hígado graso; todas patologías frecuentes y relacionadas con la alimentación y los estilos de vida
En este viaje hacia el bienestar, establezcamos cinco afirmaciones que nos servirán como timón para esta y las siguientes columnas:
- Es posible revertir el sobrepeso y la obesidad con algunas herramientas simples pero efectivas. (La ciencia que rodea lo que podemos hacer para ayudarnos a nosotros mismos (y a los demás) nunca ha sido más clara).
- La diabetes tipo 2 es una condición REVERSIBLE (las células de los islotes pancreáticos productores de insulina pueden volver a la vida y funcionar al bajar de peso).
- La alimentación tiene una estrecha relación con la diabetes (y prediabetes), las enfermedades del corazón y del hígado, las enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer) y el cáncer.
- Debemos elevar nuestra consciencia del entorno alimentario en que vivimos; porque cambiando este, cambiará nuestra vida y la de nuestros seres queridos.
- Con conocimiento, hay esperanza… vamos un día a la vez, sin prisa, pero sin pausa.
En lugar de seguir el ejemplo estadounidense, donde la obesidad prevalece, debemos alejarnos de él. Alrededor del 74 % de los estadounidenses de 20 años o más tienen ahora sobrepeso o son obesos. Desde 1990, las tasas de obesidad se han más que duplicado entre los niños de dos a cinco años y casi se han triplicado en los niños mayores de seis años, según los CDC. Más del 20 % de los adolescentes en Estados Unidos son ahora obesos. (Lifeforce 2022, Tony Robbins y Peter Diamandis).
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La obesidad es el predictor número uno de diabetes tipo 2. El 14,3 % de los adultos tiene diabetes tipo 2 y el 38% ciento de la población tiene prediabetes en los Estados Unidos (The Diabetes Code 2018, Jason Fung). Esto significa que más de la mitad de las personas o van camino a sufrirla, o la sufren. Sabemos que la prevalencia de la diabetes tipo 2 ha aumentado sólo en los últimos cuarenta años, lo que deja claro que no se trata de una enfermedad genética ni parte del proceso normal de envejecimiento, sino de una cuestión de estilo de vida. La prediabetes y la diabetes NO PUEDEN SER LA NUEVA NORMALIDAD.
De un tiempo para acá, la comida ahora aparece en lugares donde nunca solía estar: gasolineras, jugueterías, farmacias e incluso librerías, donde las filas para llegar a las cajas registradoras nos obligan a pasar por verdaderos laberintos saturados de dulces y alimentos francamente perjudiciales para la salud. La variedad de alimentos y bebidas que tenemos a nuestra disposición es vertiginosa y la gran mayoría son altamente procesados o ultraprocesados. El azúcar (altamente adictivo, tóxico e inflamatorio) es ahora el alimento más omnipresente en todo el mundo, pues se ha agregado a prácticamente todos los alimentos procesados.
Nuestro entorno alimentario es un poderoso predictor de cómo comemos, y de nuestra salud; lo importante es SABER que este puede ser activamente modificado por nosotros con conocimiento y consciencia…
Hoy nos estamos enfermando por primera vez en la historia de la humanidad por exceso y no por falta de alimentación, más personas se enferman cada año por sobrepeso que por desnutrición, El estadounidense promedio ahora consume más de 3.600 calorías al día, un aumento del 24 % con respecto a 1961, cuando el promedio era de aproximadamente 2.880 calorías. El mayor contribuyente a las calorías y al azúcar añadido en la dieta estadounidense proviene ahora de las bebidas azucaradas, que van desde refrescos y bebidas de frutas hasta bebidas deportivas y energéticas. Los estudios muestran que las personas que beben una o dos bebidas azucaradas al día tienen un riesgo 26 % mayor de desarrollar diabetes tipo 2 que aquellas que no lo hacen.
Les confieso que hace 8 años yo me tomaba diez o más Coca Colas light, al día, hasta que un amigo me señaló la incongruencia de ser el gerente de una de las EPS más importantes del país y consumir bebidas azucaradas en cantidades industriales. Ese día la dejé en seco; y bajé 9 kilos como por arte de magia, a pesar de que eran “de dieta”.
¿Por dónde comenzamos este viaje de regeneración y reparación? Por elevar la consciencia en la forma de alimentarnos nosotros, nuestras familias, amigos y compañeros.
Termino con 5 recomendaciones concretas:
- Escucha tu cuerpo. Observa, ¿cuantes veces comes sin hambre?. Comes por costumbre, por ansiedad o aburrición?, ¿porque la comida esta lista? Hazte un gran favor: NO COMAS SIN HAMBRE – aprende a decir: “no gracias, no tengo hambre”.
- Reduce radicalmente el consumo de azúcar. No consumas bebidas azucaradas (Los jugos de fruta son azúcar concentrado, muy poco saludables). Reemplázalos por agua con limón, café o té todo sin azúcar).
- Busca que tu ENTORNO ALIMENTARIO se base en alimentos que sean: 1. Naturales, 2. Locales, 3. De cosecha. Evita al máximo los carbohidratos procesados y ultraprocesados. “Si es una planta, cómela. Si fue hecho en una planta, no lo hagas”. — Michael Pollan.
- Permítete sentir hambre, explora la alimentación restringida en el tiempo y poco a poco el ayuno intermitente. Recuerda que el cuerpo es sabio Y GUARDA RESERVAS DE ENERGÍA SIEMPRE.
- Haz ejercicio, puede ser leve o moderado después de las comidas (dos vueltas a las manzana o 20 sentadillas).
Que en estos 366 nuevos regalos que trae el 2024 no subestimes el poder de tus elecciones básicas de estilo de vida. Te invito a que en el 2024 seas el CEO, el gerente general de tu propia salud – la cual está en tus manos. Recuerda un proverbio Ayurveda:
“Cuando la alimentación es mala, la medicina no funciona, cuando la alimentación es buena, la medicina no se necesita”.
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