¡Rediséñese! Es el más reciente libro de Iván Mazo Mejía publicado por la prestigiosa editorial Planeta. Se trata de un provocativo tratado sobre el uso de la inteligencia, es decir, la inteligencia llevada a la vida práctica en tiempos difíciles como los que atraviesa hoy la humanidad, pues la razón de ser de la inteligencia es superar problemas, someter la incertidumbre y asistir al encuentro de las posibilidades en el misterio de lo desconocido.
Por otra parte, el autor sostiene que el modelo educativo actual es una vergüenza para la inteligencia porque solo se ha ocupado de privilegiar el aprendizaje de contenidos que cada vez pierden más valor práctico. De manera tajante expresa que es inconcebible que un niño de apenas 8 o 9 años ya no quiera ir al colegio y que empiece a tan tierna edad a aborrecer el estudio.
Las aulas de clase están repletas de mentes tiernas aburridas que no ven la hora de que termine cada jornada de estudio y que llegue el fin de semana y las vacaciones. El sistema educativo no ha entendido que un cerebro aburrido no aprende y que donde no hay emoción tampoco hay aprendizaje.
¡Rediséñese! presenta diez prácticas urgentes para desarrollar la inteligencia en la vida práctica. Así mismo, desarrolla un genial capítulo sobre la diferencia entre conocimiento y mentalidad. Tener clara la diferencia entre conocimiento y mentalidad puede sacar a un país de la pobreza y convertirlo en potencia como fue el caso de Japón destruido en la segunda guerra mundial.
Así mismo, puede librar a una empresa de la quiebra y transformar la adversidad en la vida de una persona. ¡Rediséñese! Nos reta a que despertemos al gigante mental que todos llevamos dentro. El libro es el resultado de la investigación con más de mil seiscientas personas, entre empresarios, profesionales independientes y emprendedores que han hecho parte de la Escuela de la Riqueza desde su fundación en el año 2008.
¡Rediséñese! Nos lleva comprender que uno puede ser tan inteligente como quiera y que la diferencia entre los genios como Einstein, Leonardo Da Vinci, Newton y nosotros, reside en la manera como ellos hicieron uso de su inteligencia, no que fueran más inteligente que cualquiera de nosotros.
Todos fuimos dotados de los mismos cien mil millones de neuronas, pero la forma de conectarlas sí hace la diferencia. Seguramente ni usted ni yo nacimos genios, pero la manera de conectar nuestra inteligencia puede volvernos geniales.
Por: Iván Mazo
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