En Provenza buscan formas de subsistir. Han creado estrategias y programas para no cerrar. Necesitan aval de la Alcaldía para un proyecto de apropiación del espacio público.
En diciembre de 2019 se realizó el festival Viva Provenza. Esa vez, John Jairo Gómez, codirector de la Corporación, le dijo a Vivir en El Poblado que el objetivo era “dar a conocer lo que en verdad es Provenza, un gran centro comercial al aire libre”.
Pero hoy, seis meses después el panorama es otro. A mediados del primer semestre de 2020 llegó la pandemia de COVID-19. “Provenza cerró antes de que iniciara la cuarentena, desde el 17 de marzo se tomó la decisión de no abrir”, recuerda Mateo Sierra, uno de los propietarios del restaurante El Trompo, cuyo local no regresará después del aislamiento obligatorio.
Según Juanita Cobollo, directora de la Corporación Provenza, en el sector ya se ha confirmado el cierre de cuatro hostales, cuatro restaurantes y dos bares. “A pesar de todo, y para lo que ha pasado en otras zonas de la ciudad, vamos bien”, dice.
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Seguir adelante
Desde los primeros días de la cuarentena, los comerciantes del sector empezaron a pensar cómo salir de la crisis. Crearon centros de acopio para los domiciliarios, empezaron con el desarrollo de una aplicación para hacer pedidos sin intermediarios y con mensajeros propios, diseñaron uniformes bioseguros y más. Y hoy no se quedan quietos.
Juanita ha buscado el apoyo de la administración municipal para revisar formas de activar nuevamente el sector. A partir de este jueves, abrirán en la noche para atender en el carro a los clientes que deseen acercarse a pasar un buen momento. “Tendremos músicos recorriendo las calles y servicio al carro”, explica Juanita.
Pero el impulso no para ahí. La Corporación le presentó a la Alcaldía de Medellín, a través de la Agencia Público Privada (APP), un proyecto con el que se pretende convertir el barrio en un centro comercial al aire libre haciendo una apropiación del espacio público. “La idea es poder generar un espacio seguro, en el que podamos garantizar distanciamiento”, explica Juanita.
El proyecto incluye eliminar la celdas de parquímetros en las carreras 33, 34, 35 y 36 y en las calles 8 y 8A. “Esos lugares serían para que los restaurantes saquen mesas y sillas. Eso crearía espacios seguros y le daría a la gente la confianza suficiente para regresar”. La experiencia se completaría con programación cultural y espacios fijos para vendedores ambulantes. Aunque la APP les dio un parte positivo, aún falta el sí definitivo por parte de Daniel Quintero, alcalde de la ciudad.
En Provenza lo esperan con ansias, pues esto sería un gran apoyo a un sector que lo necesita.