Hace unos meses hice aquí unas modestas propuestas para discutir dentro de la estructuración del nuevo plan de desarrollo de Medellín. No obtuve respuesta, como dicen las señoras, “ni un sí, ni un no” de parte de la Alcaldía, del Consejo de Planeación, ni del Concejo Municipal.
Ahora, presentado al trámite ordinario el proyecto, en el marco de la pandemia del coronavirus, y aún sin que las consecuencias definitivas de este nuevo reto global sean claras, toca hacerle preguntas al Plan de Desarrollo de Medellín, así no haya esperanza de respuesta.
¿Se requiere orientar la ciudad sólo hacia una transformación económica (valle del software, reactivación de sectores tradicionales…), o a una transformación estructural (económica, cultural, ambiental y social), que permita atender el bienestar de los ciudadanos tanto en la nueva realidad tras la pandemia, como en períodos similares, esporádicos, o posiblemente permanentes, de aislamiento?
Debe el plan de desarrollo de Medellín abrir un capítulo sobre la promoción, hoy, y en un posible futuro, de la equidad social (que no es lo mismo que la “recuperación de lo social”), la redistribución de los ingresos y el bienestar social integral de todos y cada uno de los ciudadanos.
¿Es necesario transformar de manera radical la estructura de subsidios a diferentes sectores sociales, entregados por la Alcaldía, para que se integren mejor a los aportados por el gobierno central? ¿Llegó la hora de la responsabilidad de los beneficiarios y no sólo de sus derechos?
Más columnas de opinión de Luis Alfonso Yepes:
¿Podemos establecer la meta de la conectividad plena para estudiantes de la básica primaria y secundaria, sus colegios y docentes, de modo que se superen las desigualdades para la efectividad de la educación virtual que destapó, nuevamente, la pandemia?
¿Cómo influyen en las decisiones e inversiones para la movilidad masiva, sostenible y demás promovidas hoy, las medidas de “distancia social” que pueden permanecer o reaparecer en distintos períodos?
¿Debe EPM redefinir, ampliando, sus metas de integración de energías alternativas (en especial eólica y solar) para que sean realmente una alternativa en el sistema nacional (parques eólicos) y en lo regional (paneles solares)?
¿Hay que promover cambios en la “autoridad metropolitana” para que aportes de los diez municipios, e inversiones, se alineen a nuevos retos como los de conectividad de internet, medio ambiente y otros?
… y así.