Manual para una arepa bien arepa
Comprobado que en tres minutos o menos se hace todo un desayuno y la arepa queda como debe ser.
El sobregiro es la mejor universidad. Por cuestiones de trabajo llevo 13 meses y 22 días pensando en cocina colombiana, principalmente antioqueña, y por supuesto que la arepa ha sido uno de los temas de mayor desvelo, más cuando he cansado a la gente de criticar las arepas industriales; por supuesto que nada sería mejor que volver al molino, sin embargo, si aún le da pereza hacerlas, siga este manual elemental para que le queden bien arepas:
1. Tuerza las patas de la parrilla de manera que la arepa quede casi pegada al fogón, así al asarla le hace un sello con calor que no la deshidrata tan rápido y en pocos segundos empieza a dorar y echar humo apareciendo “los quemaditos” obligatorios; en menos de un minuto está lista, la cosa es que las tiene que voltear con algo pues si no es cocinero se quema. Como si fuera poco reduce el consumo de energía, el tiempo en la cocina y lo mejor es que no se le pasan los huevos de cocción esperando que esté lista la arepa. Comprobado que en tres minutos o menos se hace todo un desayuno y la arepa queda como debe ser (Qué tal si todos los antioqueños redujéramos el tiempo de la arepa a la mitad: que viva el planeta). Señora, y su marido añorará su arepa.
2. Puede asar muchas para hacerles “los quemaditos” y volverlas a guardar listas en la nevera. Para calentar sin que se le quemen más, ni deshidratarlas, no use parrilla sino un sartén en seco, sin nada de grasa; simplemente espere a que esté muy pero muy caliente; así también en menos de un minuto las sella, no las reseca y las deja “tostaditas” por fuera y “carnositas” por dentro.
3. Para que las arepas de chócolo queden crocantes por fuera y esponjosas por dentro, mójelas con un poquito de agua y caliéntelas en un sartén en seco muy caliente hasta dorar. Al final baje del todo el calor y unte la mantequilla antes de voltearlas un par de veces y ponerles el quesito.
4. Como raramente no ha salido quesito para untar, hágalo usted, mezclando mantequilla 20%, quesito 40% y queso crema40%, más un tris de leche o crema de leche para ablandar; ponga todo en un molde, integre, arme nuevamente la forma que quiera y guarde en la nevera. Yo le pongo además sal.
5. Otra mezcla sensacional para untar es mitad mantequilla y mitad queso crema, integrando con un poquito de crema de leche para ablandar y ajustando un poco de sal. Esta la puede batir y airearla para que quede muy suave y no se la cuente a la dietista por nada del mundo.
6. Para un desayuno reforzado, de esos ricos de domingo sin parche, fría las arepas telas blancas en un tris de algún aceite que haya usado para hacer carne (recuerde que es desayuno reforzado) y acompañe con queso asado; para hacerlo, ponga mucha mantequilla y queso blanco en una cacerola hasta dorar; cubra la arepa frita con el queso asado y olvídese del colesterol.
7. Para hacer arepas redondas muy pequeñas entrevere dos o tres parrillas y únalas con alambre, así no se le van por los huecos. 8. La arepa es magnífica para rellenar antes de asar, con quesos, carnes (preparadas), embutidos, vegetales y lo que su ingenio quiera. No se imagina la cara de la gente cuando encuentra una “sorpresa” en la arepa. Simplemente con la masa, envuelva lo que quiera, ya listo, como chicharrón, chorizo, champiñón, pierna frita y ase la arepa como siempre.
Que viva la arepa, tan buena, que se llama así. De yo ser el Secretario de Educación o dueño de escuela de cocina pondría a los jóvenes a hacer arepa, frisoles, sopa de arroz, patacón, miguelucho y todas nuestras tradiciones en extinción. Obligatorio en el pénsum: Arepa I y Arepa II y dos libros: el infaltable Nuevo Manual de Cocina de doña Zaida Restrepo (llame a Don Fernando su casinieto al 3612781 que él lo consigue) y por supuesto La Buena Mesa de Doña Sofía Ospina. Entre otras cosas qué bueno si el alcalde Alonso, el Dr. Ramos o la Colegiatura se acuerdan de Doña Zayda para hacerle un homenaje más que merecido y como dicen “en vida, hermano, en vida”.