La Agencia Pinocho volvió después de un receso de varios años y sus lectores celebran el regreso de este medio alternativo donde la vida cotidiana es protagonista y donde el periodismo y la ficción se unen para contar aquello que ningún otro medio contaría.
Hay un lugar en el mundo carente de juicios donde ninguna historia es insignificante ni contada en vano. Negarse a cogerle el ruedo a una pantaloneta, despertar en la madrugada y rogar para que le quiten un parche caliente, la entrada de un abejorro a un apartamento, meter el pie a un pantano o un hombre que vuelve a comer atún después de cortar con su novia son temas de esta agencia de noticias que no se parece a ninguna. Se llama Agencia Pinocho (A – Pin o AP) y nació el 9 de febrero del 2009, precisamente en el Día del Periodista, como coincidencia. O destino.
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Esta agencia de lo que no suele ser noticia empezó como un grupo de Facebook para periodismo fantástico. A esto le siguió un blog que contó con la misma inspiración: los dramas pequeños que las personas enfrentan todos los días. Juan Miguel Villegas, David Eufrasio Guzmán y Gloria Estrada han estado desde entonces. Su nombre hace alusión a Pinocho, un personaje relacionado con la fantasía, la ficción o las mentiras. El nombre se mantuvo a pesar del cambio de enfoque de lo fantástico hacia lo cotidiano y después de tres años, en el 2012, decidieron hacer una pausa para dedicarse a sus trabajos. Regresaron hace varias semanas y a propósito de esto, David Eufrasio Guzmán, su editor, habló con Vivir En El Poblado.
¿Por qué decidieron volver?
Siempre tuvimos el dolor de haber abandonado la agencia. El paro y las movilizaciones junto a la impotencia que eso causó nos llevaron a pensar que se trataba del momento adecuado para revivir A- Pin. Somos más hijos del paro que de la pandemia. Somos conscientes que la cotidianidad también está llena de política y al mismo tiempo nos interesa conservar la esencia, entonces nos cuestionamos un poco cómo iba a ser el regreso, cómo iban a recibirnos. Cuando empezamos, nos dimos cuenta del cariño que nos tiene la gente. Nos han escrito desde varias ciudades del país, ya nos invitaron a un programa de televisión y también tenemos lectores en otros países del mundo. Incluso sabemos de un profesor que junto a sus estudiantes ha analizado nuestras publicaciones en sus clases de Periodismo.
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¿Cómo escogen las noticias y qué tienen en cuenta a la hora de escribir?
Hay noticias que escribimos nosotros y otras que nos envía la gente. En general, los textos responden a las llamadas 5 Ws del Periodismo: ¿qué? ¿cuándo? ¿dónde? ¿quién? ¿por qué?. Los textos tienen un titular, un testimonio y ese lenguaje grandilocuente que le da importancia a los sucesos. Publicamos ficciones tranquilas e inofensivas que hacen parte de una cotidianidad silvestre; son historias pequeñas que le pueden pasar a cualquiera y por eso las personas se identifican, se ven ahí. Ponemos el lenguaje al servicio de lo cotidiano.
¿Una noticia les llama más la atención si tiene drama, cumple la Ley de Murphy o se ve una tendencia al caos?
Informamos, no juzgamos. Nuestra labor es netamente informativa y para lograrlo tenemos puesto el chaleco de periodistas y todo el profesionalismo. En este tema de microficción periodística hay un pacto con las personas: juegan como lectores. Como no hay juicio, todas las historias son importantes
¿Qué les gustaría lograr en esta etapa nueva?
Este regreso fue muy intuitivo. Ahora lo que más queremos es seguir al aire. Juan Miguel, Gloria y yo trabajamos en otras cosas y nos encantaría seguir con A-Pin, que tengamos un patrocinio, una alianza o un apoyo que nos permita continuar y también, cubrir eventos, como hacíamos antes.
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Un ejemplo de las noticias de A-Pin
Despierta en la madrugada y ruega que le quiten parche caliente
- Medellín (A-Pin). Un intenso ardor despertó esta madrugada al vendedor de seguros Orlando Cano, de 48 años, a causa de un parche térmico que tenía adherido en la zona derecha de la espalda. “Ayer llegó quejándose de mucho dolor en el omoplato y sí tenía como un tendón inflamado”, informó Claudia Zapata, su esposa, quien le aplicó paños de agua caliente con sal de Inglaterra*. “Pero me seguía doliendo y pedí a la farmacia un parche León** para amanecer bien del todo, tengo mucho trabajo”, declaró Orlando. Según reporte de la droguería Surtifarma, el domicilio llegó a las diez de la noche. “Se lo puse y nos acostamos a dormir pero como a las cuatro de la mañana despertó diciendo ‘por favor quitámelo, Clau, por favor quitámelo’”, relató la mujer, quien afirmó que conviene hidratar el parche con “aceite de bebé” antes de retirarlo: “Le dije que ese calor era lo que le hacía bien, además él tiene vellitos en la espalda y le iba a doler mucho arrancárselo en seco”, agregó. “Me estaba quemando, sentía la espalda incendiada”, explicó finalmente el afectado que pudo descansar cuando sus ruegos fueron atendidos.