He sido crítico del cobro del costo de la ejecución de las obras de movilidad de El Poblado a través del sistema de Valorización. Continúo siendo crítico. No me opongo a las obras, pero sí me opongo al sistema de financiación de las mismas. Creo que este derrame, además de tener serios errores técnicos, tiene cuestionamientos jurídicos por su motivación, por la inequidad, por la inexistencia real de un impacto de valorización, etcétera, asuntos sobre los cuales se deberán pronunciar Jueces y Magistrados a quienes corresponda por reparto, las demandas en curso y otras próximas a radicarse.
Espero que la Justicia opere de manera objetiva, oportuna, sensata y coherente. Confío en el fallo de nuestros Jueces y espero que les den la razón a nuestras argumentaciones, desoídas en todo momento por la actual Administración Municipal.
Pues bien, las obras están en ejecución. Unas adelantadas de manera eficiente, pero otras con serios cuestionamientos. Demos una mirada:
1. Cruce de Los Balsos con la transversal Inferior. Ha resultado sencillamente un viacrucis para los vecinos, quienes no solo deben pagar por ella sino tolerar todas las imprevisiones, demoras, cortes de servicios, accidentes, etcétera, que ha ocasionado la ejecución de esta traumática obra. Parece inconcebible que en pleno siglo XXI continuemos contratando de esta manera, con la falta de planos, de recursos, de improvisación en todo sentido, que han llevado a esta intolerable situación. Medalla de oro a los vecinos por soportar esos largos meses de incomodidades. Medalla de cuero para el Fonvalmed. No cabe nada diferente.
2. Intercambio vial de El Tesoro con la transversal Superior. Lo veo y no lo creo, lo juro. ¿Será posible que el diseño ejecutado no corresponda a la necesidad vial del momento y que un puente recién terminado esté hoy día en estudio para hacer los cambios que requiera a fin de poder hacerlo medianamente eficiente? No sé si a usted amigo lector le cause dolor, como a mí, que sus recursos, que mis recursos, que los recursos de nuestra ciudad se inviertan, se dilapiden de manera tan errónea. Pregunto: ¿cuáles pueden ser los costos de los errores cometidos, de los estudios, de sus soluciones? ¿Quién asumirá el costo de estos yerros? No le quepa duda amigo lector: usted y yo y todos los demás ciudadanos que con nuestros impuestos contribuimos al presupuesto de nuestra amada Medellín.
3. Broche de Los Parra entre la carrera 43A y la carrera 43C. Se trata de una pequeña obra elementalmente simple. Inició desde los finales de 2014, con un plazo de ejecución de 6 meses, es decir, debió entrar en servicio desde mayo, hace ya 6 meses.
Si tiene usted la curiosidad de pasar por la el sitio de la obra, encontrará sorprendentemente que no ha sido concluida porque falta anexar una parte del lote que hoy pertenece a Inversiones Euro (Casino Blue Space), faja que no ha sido adquirida aún por el Municipio. Léase bien: al momento de escribir esta nota, la faja no ha sido negociada por el Municipio, y la obra muestra ya un atraso de 6 meses. Y la Navidad que llega.
Preguntas: ¿Es esta la manera de planear las obras en el Municipio de Medellín, ciudad reconocida como la más innovadora y la cual tratamos de hacer cada día más atractiva y competitiva? ¿Es esta una manera eficiente de utilizar los recursos de los contribuyentes? ¿No es elementalmente lógico pensar y exigir que, antes de anunciar la ejecución de una obra e iniciar su contratación, se revise la disponibilidad de todos los recursos, incluidos los terrenos?
Verá usted al pasar que los equipos están parados, que hay algunos operarios haciendo tareas de aseo y vigilancia. Esos costos, más el lucro cesante de toda la inversión ya ejecutada, nos tocará asumirlos a ustedes y a mí. ¿Es justo y equitativo?
¿Qué piensan y opinan la Personería y la Contraloría municipales de todo lo anterior? Todo lo antes descrito duele en el alma, causa profundo dolor que esto ocurra en nuestra amada Medellín.
[email protected]