Recuerdo las palabras que escuchaba cuando era pequeña: “ser médico es estudiar toda la vida“. Ahora, inmersa en esta dinámica, desde otra profesión, me pregunto qué sería de mí si no pudiera aprender constantemente.
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La posibilidad de aprender permanentemente y adaptarnos no es solo un deseo; está mediada por características neuropsicológicas, ambientales (socio emocionales) y oportunidades.
Ahora, en mi rol como guía del desarrollo de niños y niñas, a menudo veo cómo muchas de las familias o profesionales que trabajan en educación y salud, nos vemos constantemente atrapados en sesgos cognitivos derivados de nuestras propias experiencias de aprendizaje. En lugar de basar nuestras decisiones en información confiable y relevante, nos dejamos influenciar por emociones, oposiciones o imitaciones. Por ello, es importante entender que la clave radica en enfocarnos en las habilidades esenciales para el siglo XXI, un faro que ilumina nuestras acciones y decisiones en la formación de las generaciones venideras.
Habilidades esenciales del siglo XXI
Estas habilidades esenciales, agrupadas en siete categorías clave, son el enfoque central para preparar a nuestros hijos para el futuro:
- Pensamiento crítico y resolución de problemas.
- Colaboración y trabajo en equipo.
- Alfabetización digital.
- Aprendizaje permanente y adaptabilidad.
- Comunicación efectiva.
- Creatividad e innovación.
- Conciencia global y cultural.
De estas siete, se destacan las siguientes habilidades ya que no son las más obvias y cotidianas, pero tendrán un gran impacto para los niños hoy en formación:
Alfabetización digital: más allá de leer y escribir
La alfabetización digital es una competencia mínima en nuestra sociedad actual. Además de leer y escribir, la alfabetización incluye habilidades en línea, programación y la capacidad de existir de manera adaptativa y funcional en el mundo digital que todos compartimos.
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Creatividad e innovación: respuestas a desafíos globales
El cambio climático, la inteligencia artificial y amenazas a la salud se presentan como desafíos cada vez más cercanos. Por ello, la creatividad e innovación no son solo habilidades repetidas, sino habilidades críticas que todos, incluidos nuestros hijos, deben poseer para contribuir a la resolución de problemas trascendentales.
Aprendizaje permanente y adaptabilidad: más allá de los títulos
La capacidad de aprender constantemente va más allá de obtener títulos académicos. Por ello, la motivación y autodeterminación definen el aprendizaje permanente y la adaptabilidad. Guiar a nuestros hijos en el desarrollo de esta capacidad es esencial para su éxito a lo largo de la vida y los retos que enfrentarán a futuro.
¿Y qué pasa si esta capacidad está limitada? ¿No se motivan a aprender, o no logran hacerlo? Estamos en un momento en la historia en el que las neurociencias nos ofrecen hallazgos fascinantes para aprovechar las fortalezas y superar los desafíos de cada individuo. Utilizar estos hallazgos y habilidades como una ventaja, sería exponenciar el crecimiento y potencial de los pequeños, a través del aprendizaje permanente. Es por esto que poder identificar barreras de manera temprana, permite que puedan desarrollar su máximo potencial, cuando encontramos a tiempo trastornos de aprendizaje, del estado de ánimo, del neurodesarrollo, entre otros.
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Guiar a nuestros hijos hacia el aprendizaje permanente no solo es una elección inteligente, sino una responsabilidad. Solo a través de esta capacidad podrán enfrentar el futuro con un pensamiento crítico, colaboración efectiva, alfabetización digital, comunicación efectiva, creatividad, innovación y una conciencia global y cultural que les permita prosperar y elegir libremente su camino en la vida. Y ya que recuerdo, sí, la posibilidad de aprender durante un tiempo para mí, estuvo limitada por aspectos que eran identificables, y que hoy celebro como esas diferencias que compenso con mis fortalezas: más dispersa, activa, inquieta, pero con una alta sensibilidad, creatividad, pensamiento crítico y habilidades sociales, que necesitaban estructura para poder potenciarse a lo que hoy considero mi éxito; poder dedicarme a lo que amo, generar empleo y ayudar a muchas familias. Por eso, cuando les hablo de ayudar a los niños y niñas a identificar y superar estas barreras, les hablo desde la propia experiencia.