El título de Daniel Felipe Martínez en el Criterium du Dauphiné cerró un par de semanas que, sin dudar, son las mejores del ciclismo en el último tiempo.
Aunque el lote aún resiente las lesiones de Fabio Jakobsen, Remco Evenepoel y Maximilian Schachmann, lo vivido en las 3 semanas desde el reinicio de la temporada, luego del receso por pandemia, contienen un deporte que ya habíamos perdido de vista, que se había entreverado entre las competencias predecibles y los ganadores cantados.
Lo primero fue volver a ver a Colombia en lo alto del podio de una carrera importante como el Criterium, el viejo Dauphiné Liberé. Dani Martínez, llamado a ser el tercer soldado por detrás del veterano Rigoberto Urán y el sorprendente Sergio Higuita, ganó en una carrera atípica en Francia. Cinco etapas de montaña, sin descansos ni cronos, y con un estilo que podríamos llamar “poco colombiano”: esperar el momento, escalar agazapado, ser inteligente y aprovechar las oportunidades (retiros, escapadas, heróicas ajenas). Su estreno en una carrera por etapas, y el primer triunfo general nacional desde 1991, con la consagración de Luis Herrera.
Artículos de Santiago Hernández
Pero el ciclismo emocionante no solo llegó con el tricolor ondeando en lo más alto de un podio. Realmente vivimos semanas diferentes en el lote. Y hacemos recuento.
Evenepoel, el chico de 20 años, nos regresó a la antigüedad. Un corredor sin temor de atacar, de escapadas de 50 kilómetros, y de victorias con tintes épicos, como los logrados en la Vuelta a Burgos y Tour de Polonia. Su caída en el Giro de Lombardía lo sacará hasta 2021, pero no podrá quitarnos ese sabor dulce de ver a un ciclista sin miedo, y con ganas de retar al ciclismo moderno.
Y si hablamos de retos, el Jumbo Visma ya reviró el dominio sempiterno del Ineos en las carreras, todo con miras al Tour de Francia. Con las mismas estrategias y formas con la que ganaron desde sus días del Sky, la escuadra de amarillo ha ganado un puñado de mano a mano, se ha plantado como el más ganador de 2020, y amenaza con romper el reinado de Chris Froome, Geraint Thomas y Egan Bernal en el Tour.
Pero la imagen más linda de estas semanas se las lleva la etapa final del Dauphiné, la misma de título de Daniel. Una fracción que hace años no veíamos: carrera sin trenes ni estrategias; capos corriendo y atacando por su vida; gregarios de pocos kilómetros e importancias menores. Vivimos una carrera de ataques, de andanadas, de hombres peleando hasta desfallecer, separados solo de segundos, y con tantos cambios en el decorado, que más allá de la victoria colombiana, quedó la sensación de ver el ciclismo de otrora, ese que hizo fanaticada.
Con el Tour, Giro y Vuelta condensados de dos meses, hoy revive la ilusión de un ciclismo renovado, más agresivo. Y por qué no, con triunfos nacionales. ¿Se mantendrá?