Que si haces ejercicio, que si cocinas un nuevo plato, que si pasas tiempo con tus hijos mientras haces malabares con tu trabajo y los quehaceres de la casa, que si te bañas temprano porque hay que estar presentable en tu día, que si aprovechas el tiempo para crear un emprendimiento de la nada, que si lees un libro semanal, que si haces un curso online, que si organizas aquel rincón de la casa que no revisas hace cinco años, que si meditas 30 minutos todos los días, que si…, que si…, que si…
¿Te suena?
¿Cuándo empezamos a considerar que todo espacio de tiempo debe ser siempre llenado con una actividad?
¿Cuándo comenzamos a pensar que mirar por la ventana mientras tomamos el café a sorbitos lentamente es una pérdida de tiempo y debemos, en vez de ello, estar haciendo otra cosa más productiva como leer libros o crear negocios nuevos?
¡No hay manera correcta o incorrecta de llevar una situación como la que estamos viviendo!
Cada uno está intentando ser y entender cómo llevar este confinamiento de la mejor manera… o simplemente de cualquier manera posible. Tal vez, cada uno solo está haciéndolo desde sus posibilidades de tiempo, dinero, estado de ánimo, voluntad, condiciones de vida…
Y ¿sabes qué?
Está bien. Ya estás haciendo un gran trabajo solo siendo, solo existiendo como parte de esta experiencia, no es necesario adicionarle parámetros de cómo lo deberías estar asumiendo o afrontando.
Lo que sea que estés haciendo está bien para ti porque es tu vida y nadie más puede estar en tu lugar. Hay mucha información afuera de lo que “deberíamos” hacer, solo no hay necesidad de tomarlo como una verdad que aplica para todos.
Porque recuerda que cada uno habla desde su experiencia, así que para los lectores será importante que todos leamos diez libros al mes. Para quienes saben de alimentación será importante que todos cuidemos más de ella y aprendamos nuevas recetas. Para los amantes del fitness y la actividad física, será extremadamente importante que integremos rutinas para mover el cuerpo todos los días. Para los emprendedores o expertos en negocios será inconcebible salir de esta cuarentena sin, mínimamente, una idea de empresa.
Para los que nos movemos en el mundo del crecimiento personal será importante entrar en procesos de autoconocimiento. Y así…
No digo que todas estas cosas no sean beneficiosas y que no sea bueno leer, emprender, cuidar la salud, mover el cuerpo o hacer introspección. Tampoco es una invitación a que veas la vida pasar desde el sillón sin tomar las riendas de ella.
Solo es una invitación a que te detengas, respires y te preguntes: ¿qué es realmente lo que quiero yo hoy? ¿qué es lo que siento que necesito hacer en este momento?
Ojalá cualquier cosa que hagas sea desde la elección y no desde el “debería”.
Meterte en actividades solo porque todo el mundo lo hace es imposición y tarde o temprano terminarás tirando la toalla porque puede que no sea algo que desees genuinamente.
No, no tienes que convertirte en la persona más productiva, saludable, entendida o top que conozcas. Así que destierra la culpa por comerte dos platos de ese postre, por dormir un poco más de lo que acostumbras, por pasar días sin seguir una rutina de ejercicio, por no tener tu casa como un espejo, por no aprender algo nuevo, por bañarte tarde y volver a ponerte la piyama, porque las actividades escolares de tus hijos están fuera de control, por ver Netflix cuando te provoque o por cualquier otra cosa que te haya causado estrés o ansiedad.
Ser feliz consiste en elegir de forma consciente lo que te hace sentir bien, empezando por cubrir tus necesidades básicas en caso de que no las tengas resueltas… Pregúntate a ti y a tu corazón qué es lo que necesitas en estos tiempos y escucha atentamente la respuesta.
¡Y ojo! Ser feliz no significa estar sonriente todos los días y ser superpositivo. Puedes tener dificultades, momentos de oscuridad, tristeza, enojo, confusión, ser negativo por ratos y aún ser feliz.
La felicidad es un estado del ser que nace en tu interior y te permite vivir en armonía y en consecuencia con quien eres, siendo fiel a ti mismo y a tus necesidades, sin importar la tormenta en la que te encuentres temporalmente.
Por: Ana María Márquez Arango Comunicadora social y coach profesional de esencia.
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