Las cámaras instaladas en la ciudad para ayudar a controlar las infracciones de tránsito son realmente odiadas. En comentarios de prensa y en las redes sociales se siente una generalizada sensación de molestia e inconformidad con ellas. En los estrados judiciales cursan demandas sobre su legalidad.
Aunque duele el pago de las fotomultas, hay que reconocer que han contribuido a mejorar nuestro comportamiento en materia de tránsito. Nos han obligado, por ejemplo, a respetar los límites de velocidad y a no cruzar con los semáforos en rojo.
Ahora, cuando vivimos la magnitud de congestión en la Avenida El Poblado con el flujo que viene del puente de la 4 sur, debemos buscar soluciones viables, simples y efectivas, pues las complejas tardarán en llegar, si es que llegan.
Así que invito a analizar el posible uso de las cámaras para poner orden en puntos tan simples como los siguientes:
•Para mantener los cruces despejados. Las cámaras serían de inmensa ayuda si se sanciona ejemplarmente a quienes los obstruyen.
•Para prohibir el estacionamiento de todo tipo de vehículos (motos incluidas) en el área crítica (eje de la carrera 43 A y 100 metros al este y oeste de la 43A, entre el Club Campestre y la calle 10). La alta inversión en un sistema vial tiene por objeto utilizar las vías para circular y no como estacionamientos gratuitos. Las cámaras serían un aliado para este fin.
•Para evitar los centros de acopio (tanto de vehículos de servicio público como de particulares) en inmediaciones de Santafé y Oviedo, principalmente en el carril este de la calzada sur-norte, pues generan colapso en el área. La detección de los infractores mediante las cámaras, sería absolutamente efectiva. Se pagaría la inversión con el recaudo de la primera semana.
•Tenemos la irresponsable costumbre de no utilizar los paraderos para la función de tales. Es usual observar subir y bajar pasajeros de buses y taxis en sitios prohibidos y aún en los carriles para adelantar, ante los ojos complacientes de nuestros agentes de la Secretaría de Transportes y Tránsito. Las odiadas cámaras ayudarían a ordenar este caos urbano.
•Es necesario generar un espacio para la parada de buses en inmediaciones de Santafé. La vía de servicio de la Librería Panamericana sería ideal para este propósito.
Invito a nuestras autoridades municipales a liderar una campaña en la búsqueda de un compromiso ciudadano con los habitantes y usuarios del sistema vial de El Poblado, para lograr unas soluciones que nos permitan hacer menos tortuoso el tráfico en los próximos años (léase bien, años) implementando pequeños cambios, pues las soluciones que puedan aportar las tan anunciadas obras de valorización (¿?) tardarán años en sentirse.
Coletilla: ¿Se justifica el paso por la Avenida El Poblado de la cantidad de rutas de buses de El Poblado, Envigado y Sabaneta que hoy circulan? Acá hay parte de la solución. Obsérvese la cantidad y baja ocupación de los buses que hacen presencia en este colapsado eje vial.
[email protected]
La utilidad de las odiadas cámaras
- Publicidad -
- Publicidad -