El edificio de la Cámara de Comercio es una obra que todos debemos agradecer. En conjunto, es el mejor espacio privado y público que se le ha entregado a esta zona de la ciudad en años.
La Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia dio al servicio su centro de atención en El Poblado. Un edificio contemporáneo, en el que se destaca la generosidad del espacio que comparte la entidad con el resto de la ciudadanía. Aparte de respetar las normas de construcción y de ser un entorno amable para quienes usan sus servicios, se nota en esta edificación el deseo de aportar al conjunto del entorno, mejorándolo y enalteciéndolo.
Quienes recuerden la vieja sede de la entidad en el mismo sitio del sector de Santa María de los Ángeles, coincidirán en que el cambio es profundamente positivo, ya que el nuevo edificio permitió ampliar el espacio peatonal, tanto sobre la avenida El Poblado, como sobre la vía paralela hacia el occidente, y tiene, en su costado sur, un pequeño teatro al aire libre, me dicen que para 400 personas, en el que además se termina de adecuar una bella escultura, llamada Fragmentos Nocturnos, del maestro Nadir Figueroa.
En el interior de la nueva sede de la Cámara de Comercio en El Poblado hay también el mismo concepto de amplitud y de comodidad para el usuario. Una instalación escultórica, llamada Emerger, del maestro Danilo Cuadros, recibe al visitante. En los pisos siguientes hay salas de reunión y una gran terraza que mira al oriente, que invita al trabajo en un ambiente de inmejorable estructura.
La entidad tiene una ya larga tradición de aportar en sus sedes no solo al bienestar de sus afiliados, y de quienes hacen trámites allí, sino a la cultura de la ciudad y el departamento. Recuerdo que, en los años 80 del siglo pasado, el mejor arte, las mejores películas, la mejor música la escuchamos en la sede principal de la Cámara y en su posterior edificio de la cultura, que hoy prestan todavía un invaluable servicio.
Este edificio es una obra que Medellín, y en especial los habitantes de El Poblado, debemos agradecer. Creo que, en conjunto, es el mejor espacio privado y público que se le ha entregado a esta zona de la ciudad en años. Es una lástima que por trabas burocráticas las llamadas compensaciones arquitectónica de este edificio no fueran invertidas por la entidad directamente en convertir el predio aledaño en otro parque público. Le queda a la Alcaldía de Medellín la responsabilidad de buscar un acuerdo con la entidad oficial administradora del predio, para que este sitio se convierta en otro parque, con el menor piso duro posible, para la ciudad.
Por el momento, aparte de promover sus zonas de atención y espacios de formación, la Cámara puso también a disposición de la comunidad, la sala de arte con una muestra de arte emergente. Se espera que esta sala preste pronto servicio también en los fines de semana.
Tras el agradecimiento por este generoso espacio, viene el reto de llenarlo de contenido, en lo que tanto el sector público, como el privado, no deben dejar sola a la Cámara. Este centro empresarial deberá ser, en un futuro no muy lejano, un referente de la verdadera nueva Medellín.