Este año ha sido un viaje de contrastes, marcado por hitos significativos y desafíos inesperados en el panorama de la alimentación. Desde leyes innovadoras hasta luchas contra la captura corporativa del alimento, el año nos ha dejado con una compleja danza de logros y preocupaciones.
Hito 1: avances en la alimentación saludable
La implementación de la ley de comida chatarra en nuestro país, con su innovador impuesto saludable, es un paso fundamental hacia la desincentivación de los ultraprocesados. La reformulación de la Bienestarina con ingredientes locales como el sacha inchi y la harina de yuca, desplazando la harina de trigo importada, promete un mejor suplemento para quienes más lo necesitan.
Hito 2: avances en la agricultura regenerativa
Se otorgó la primera licencia en Colombia para producir fertilizantes a partir de la hoja de coca, marcando un camino hacia la descriminalización de esta noble planta ancestral. Además, en la COP28, en Dubai, se acordó transformar 160 millones de hectáreas en agricultura regenerativa, impactando positivamente a 3.6 millones de agricultores para el 2030, subrayando la necesidad de prácticas agrícolas restauradoras.
Hito 3: desafío corporativo en la FAO
La revelación de la captura corporativa de la FAO durante el “Foro Mundial de la Alimentación” plantea interrogantes incómodas sobre la verdadera agenda detrás de las acciones climáticas. De los 44 Socios de Cooperación, 18 tenían vínculos con industrias de ultraprocesados, agroquímicas, farmacéuticas y agrotecnológicas. ¿Cómo podemos avanzar hacia sistemas alimentarios restaurativos cuando la influencia corporativa distorsiona la narrativa y las soluciones propuestas, y silencia alternativas como la agroecología y la soberanía alimentaria?
Hito 4: desafíos en la innovación alimentaria
Desde Cocina Intuitiva, una empresa de impacto comprometida con la creación de alimentos saludables para las personas, los agricultores y la naturaleza, nos enfrentamos a desafíos al innovar productos con ingredientes autóctonos colombianos. La falta de reconocimiento de estos ingredientes por parte del INVIMA se convierte en un obstáculo que limita nuestra capacidad de innovación, frenando el potencial de nuestra valiosa biodiversidad agroalimentaria. Nos preguntamos: ¿cómo podemos superar estos obstáculos y fomentar la innovación aprovechando nuestra riqueza biocultural?
Reflexiones sobre la dualidad del año
A pesar de los avances, la sensación de impotencia ante la monopolización y la captura corporativa es innegable. En este camino, descubrimos la importancia de la conexión, la colaboración y la resistencia colectiva. En el 2024, enfrentaremos los desafíos con valentía, abrazaremos los hitos con gratitud, recordando siempre que el alimento es sagrado.